LA AUTOINMOLACIÓN POLÍTICA DEL MAS
El
conflicto del MAS nunca fue un conflicto sólo interno. Es lo que arrastra el
“movimientismo” como cultura política; y el MAS, siendo heredero de ella, nunca
supo resolver esta aporía que retrata a la izquierda nacional[1]. Nacido como
una expresión popular, pero inclinándose siempre a la reposición del Estado que
se proponía trasformar, hace inevitable su distanciamiento del horizonte
popular que le dio origen; entonces, cuando ya no hay modo de disimular aquello
y su derechización se hace evidente, sucede inevitablemente su descomposición y
la fractura. Cuando el poder se convierte en la fe sustitutiva, entonces todo
se reduce al puro cálculo político (ambos bandos ceden la poca fe que les queda
a quienes acumulan poder, que es lo único que sirve en esa apuesta, pero así
confirman su propia traición, reafirmando los credos y los dogmas de la
política que, una vez, creyeron poder transformar).
De
ese modo la izquierda testimonia, ante sí misma, una fatalidad que arrastra
como una maldición histórica. Por ello asistimos a un ensañamiento hasta
personalizado, que se expone de los modos más groseros y demuestra el
maniqueísmo inmaduro de una apuesta política que manifiesta ya no tener puntos
renovados de acercamiento con el horizonte político indígena-popular que le dio
origen. Es decir, la improbabilidad de su permanencia como referencia política
(más allá de su voto duro), despierta una lógica que, por pura sobrevivencia,
opta por lo único que le queda: la amenaza del suicidio colectivo.
Todos
los enfrascados en esta trifulca pierden de vista que los actores políticos no
valen por sí mismos sino por los proyectos que representan. La exacerbación de
los personalismos, sólo expresan apuestas corporativistas que, casi siempre,
amparan sus propósitos en algún poder carismático. En ese sentido, ambos bandos
son el continuismo de la subsunción del proyecto popular por una disputa de
élites que necesitan del Estado tradicional, o sea, el
liberal-oligárquico-colonial, para hacerse poder político continuo.
Cabe
recordar que, los ahora en disputa, nunca cuestionaron el golpe suave que se
produjo en las mesas de concertación del 2009, con la complicidad del gobierno
del MAS, cuando el orden instituido (el Estado liberal-colonial que debía
subordinarse, por lógica constitucional, al nuevo poder constituyente)
neutralizó el carácter revolucionario del nuevo Estado plurinacional y, de ese
modo, modeló a éste, a imagen y semejanza del Estado-nación oligárquico
liberal.
El
conflicto presente no retrata ni siquiera una polémica de legitimación del
liderazgo (que la miopía del Evo cree), sino del enseñoramiento político. Por
eso ningún bando, ni “evistas” ni “arcistas”, asumen algo distinto del otro,
ninguno se propone nada nuevo, sólo cumplir obedientemente las reglas liberales
del Estado señorial. Quienes antes creían tener la potestad de la inclusión,
ahora son los “incluidos” en el orden colonial que van reponiendo en todos los
sentidos. Por eso, por un lado, en su inercia política, el gobierno se somete a
la tecnocracia de las decisiones estatales que ya no perfilan ningún horizonte
estratégico y, el otro bando, cree que el boicot y el desgaste que está
desatando, puede catapultar mesiánicamente a su líder y recobrar el poder
añorado.
Ambos
bandos renuncian a la esencia de lo político, ya que su trifulca manifiesta un
puro cálculo de intereses, donde el verdadero ausente es el pueblo como poder
constituyente, es decir, como sujeto histórico-político. Sin esta referencia
trascendental, la política se reduce a la mera disputa del poder por el poder.
Entonces, cuando sólo hay lucha de élites empoderadas, sólo aparece un nuevo
ciclo estatal, del mismo Estado que se quería superar. El conflicto entonces se
resume, ahora, a la disputa inconsciente de quién termina de disolver el Estado
plurinacional remanente. ¿Qué nueva élite empoderada, asumirá la conducción de
esta conclusión?
Antes
del golpe del 2019 y, posteriormente, en el desgaste apresurado de la actual
administración gubernamental, ya fuimos advirtiendo los riesgos de una inercia
estatal que delataba no sólo su agotamiento sino la pérdida, en ambos bandos,
de toda perspectiva estratégica[2]. Esto es lo que inevitablemente va
conduciendo ya no sólo a la propia implosión del MAS sino, lo que es peor, a la
fractura del bloque popular. El maniqueísmo actual, exacerbado por ciertos
portavoces que expresan comedidamente la receta del “divide y vencerás”, sólo
allana el camino fatídico de la autoinmolación política. Pero esta
autoinmolación del MAS, como algo premeditado, sigue sospechosamente un guion
que opera la escenografía del Estado fallido, con la consecuente intervención imperial.
En ese sentido, no se trataría de quién es más revolucionario sino de quién se
atribuye la conclusión definitiva de algo que ya se había perdido, incluso
antes del golpe de 2019.
Hay
que decirlo, fue el propio aparato gubernamental masista que, en 14 años,
socavó las bases de legitimación de las organizaciones populares. Lo que los
“evistas” critican al gobierno es lo que ellos mismos hicieron, prebendalizando
a las organizaciones matrices del campo popular. Ahí se puede entender una
suerte de penetración imperial consentida que hizo muy bien su tarea,
corrompiendo los niveles decisivos de las organizaciones populares, para hacer
lo que la derecha autóctona no sabe ni puede: descomponer al pueblo para
desmantelar su propio proyecto político.
Antes
de la intentona golpista de este año, propusimos, tanto a “arcistas” como
“evistas”, un necesario y urgente abordaje de las consecuencias geopolíticas
que está arrastrando la crisis del MAS. Pero todos andan más interesados en sus
agendas que en nuestro propio país. Ahora bien, si la nueva movilización
“evista”, anunciada con una marcha hacia La Paz (que podría devenir en un paro
de varios sectores estratégicos, además del bloqueo de caminos y, obviamente,
el enfrentamiento con dirigencias y bases paralelas de las organizaciones
matrices), entorpece y complica las posibilidades de ingreso de Bolivia al
BRICS+ en octubre, entonces se sabrá qué guion se está desplegando.
Añadiendo
a este escenario, la activación, desde el Perú, del relato del desastre social
y económico de Bolivia, que produciría un éxodo masivo de bolivianos al país
vecino, provocando inevitablemente conflictos fronterizos. Todo ello constituye
la elaboración de un plan mayor, al cual se presta sospechosamente el “evismo”.
La
improvisada gestión gubernamental apenas puede leer y discernir los escenarios
y hasta sus propias apuestas; por ejemplo, en torno a la crisis económica que
se viene inflamando (también por el acoso constante del “evismo”), sin tener el
gobierno respuestas de carácter estructural y estratégico, no es más que la
constatación de que el “modelo económico social-comunitario-productivo” distaba
mucho de ser un auténtico modelo, además demasiado dependiente de una coyuntura
económica, sobre todo regional, favorable. La confianza no es una buena
táctica.
Eso
sólo demuestra que el gobierno actual sólo se dedicó a dar una continuidad
automática a lo que se había hecho anteriormente. Cuando las decisiones
estatales, que debieran ser siempre políticas y geopolíticas (sobre todo cuando
asistimos al fin de la globalización, del orden unipolar y la expansión de las
potencias emergentes reunidas en el BRICS+), no son enfrentadas y sólo se
confía en la administración burocrática de la inercia estatal, se subsume lo
político del Estado en favor de un poder burocrático jurídico-administrativo
que responde “técnicamente” a la ideología oligárquico-liberal hecha credo
estatal.
Por
eso, la desidia de desmerecer el abordaje geopolítico de esta crisis (porque
nos estamos jugando la permanencia del Estado plurinacional en el nuevo tablero
geopolítico), será de completa responsabilidad de los implicados en una
trifulca que, para deleite del morbo mediático, provocarán un asalto estatal,
incluso “democráticamente”, mucho más contundente que el golpe de 2019.
En
tal caso, el Estado boliviano habrá renunciado a ser el nuevo corazón
geopolítico del arco sudamericano, dejando sola a una Venezuela amenazada hasta
por la izquierda progre y woke de la región.
Una
digresión: El 7 de marzo del presente año, se presentó en la vicepresidencia,
el “Informe del Vivir Bien”. Se trataba de un acontecimiento inédito en nuestro
país, porque es la primera vez que se presenta lo que constituye un “Informe a
la Nación” de lo que pretendidamente se propone como una nueva doctrina
estatal, que es aquello que se constituye después en una política de Estado. Es
la primera vez que sucede un Informe de esa naturaleza en toda la historia
política de Bolivia. El “Informe del Vivir Bien” lo presentó el vicepresidente
David Choquehuanca. Pero nos resultó llamativa la ausencia de la máxima
autoridad del Estado, los ministros de gobierno y del cuerpo legislativo. Más
aun teniendo en cuenta que el autodenominado “gobierno del cambio”, en su
segunda versión, se presenta como la expresión gubernamental del Estado
plurinacional, cuyo horizonte político de referencia es precisamente el “vivir
bien”.
Eso
muestra, entre otras cosas, la miopía coyunturalista de reducir toda la
atención política a las disputas circunstanciales que, en última instancia,
acaban definiendo la concentración de poder; pero precisamente, si de poder se
trata, la generación del poder popular y el esclarecimiento de su horizonte
político, es lo decisivo, tanto en el sostén de legitimidad como en la
amplificación de hegemonía. Pero en la trifulca actual, ambos componentes de lo
político, se lo pretende concebir sólo desde el cálculo de intereses, es decir,
desde la idiosincrasia demagógica de la política usual. Así podemos describir
una pérdida de horizonte que ya era recurrente en la gestión de los 14 años del
anterior “gobierno del cambio”.
Su
versión actual muestra que, no sólo no comprendieron las razones y el modo cómo
se produjo y tuvo éxito el golpe de Estado de 2019, sino que pareciera que el
abandono de las banderas iniciales y legítimas del “proceso de cambio”, se van
reduciendo a una mera administración de las apuestas que ya se habían generado
en la gestión pasada, cuando se fueron abandonando paulatinamente el “vivir
bien”, la “descolonización” y lo “plurinacional”.
Es
decir, estamos presenciando, con el respaldo de los propios sectores
protagonistas del cambio, el abandono del horizonte que el sujeto plurinacional
había originado como revolución democrático-cultural. Por eso también se va
advirtiendo que, en la contienda entre Evo y Arce, aparece un tercero excluido
que, curiosamente, es la única voz que insiste todavía, solitaria e
infructuosamente, en las banderas originales del cambio. Ello nos lleva a
considerar que es el indio y aquello en lo que cree el indio, lo realmente
excluido en esta disputa. Ya lo decía la juventud “linerista” antes del golpe
de 2019, aupada en el poder político y legislativo: “el sujeto del cambio ahora
lo constituye la clase media”. Pues esa clase media, a la que quería
empoderarse, fue la misma que se movilizó a favor y aplaudió el golpe de
Estado.
Todas
las críticas que puedan hacerse ambos bandos (porque degeneraron en eso) del
MAS, son en parte ciertas, hasta las exageradas por la belicosidad creciente,
pero de nada sirven cuando ninguno de los polos de la confrontación manifiesta
prudencia política, cuando lo que está en juego no es su jefatura sino la
propia viabilidad del Estado plurinacional. Eso sucede cuando se pierde el
horizonte político y todo se reduce a la mantención del poder a toda costa.
Ambos juegan, sin saberlo o sin ya importarles, no sólo a su mutua anulación
política sino a la mutilación del horizonte indígena-popular.
Mientras
el gobierno se pierde otra vez, en el obrismo ocasional, como en la anterior
gestión, pecando de ingenuidad política, creyendo que las obras generan, por sí
mismas, consciencia revolucionaria o fidelidad ideológica, no se da cuenta que
cae en la ilusión progresista. El gobierno anterior, fiel al credo socialista
de cumplir las tareas pendientes de la burguesía, no reparó que eso puede
significar la reposición de las condiciones subjetivas para restituir el
sistema de creencias del capitalismo. Nunca aprendieron que, sin revolución
cultural, el ascenso social sólo produce el aburguesamiento del pueblo. En eso
fracasa también el gobierno actual: la sola objetividad, las obras (sobre todo
las que promueven los mitos del desarrollo y el progreso), no producen el
óptimo social de cambio, o sea, consciencia revolucionaria.
En
ese sentido, si por lo menos los ministerios productivos y los encargados del
financiamiento, se dieran cuenta del necesario factor descolonial en la lectura
geopolítica del contexto actual –regional y global–, ello les brindaría una
lucidez actualizada de las posibilidades nacionales y regionales que abre la
inevitable transición civilizatoria. De ese modo podríamos proponernos, en vez
de la consigna de “industrialización con sustitución de importaciones” (que
además respondía y enfrentaba a un diseño geopolítico que ha entrado en
colapso), por el más sugerente de “industrialización con sustitución de
paradigmas” (pues hasta China se plantea, en las siguientes décadas, la
transición a un paradigma post-capitalista y la Federación Rusa señala un nuevo
orden post-occidental).
Pero
lo que impulsa el gobierno es, otra vez, el paradigma desarrollista que ya no
es posible en la nueva realidad y las nuevas y más complejas condiciones y
escenarios que están replanteando todo lo referente a patrones y bases
energéticas, procesos de industrialización sostenibles en medio del paradigma
postindustrial atravesado por la IA, nuevos modos y procesos de integración en
correspondencia con los nuevos corredores geoestratégicos y la cadena de
suministros globales, etc. Nuevos modelos explicativos y cambio de paradigmas
se hacen urgentes, pero esto sólo puede provenir de un nuevo horizonte político
que proyecta un pueblo hecho poder popular; y que el Estado debe promover.
Pero,
como en la gestión anterior, el pueblo es de nuevo recluido a mero obediente o
llamado a acompañar, de modo instrumentalizado, las apuestas que se realizan en
esferas divorciadas del campo popular. Y esto sucede en ambos bandos. Porque en
ambos se nota que la idiosincrasia es la misma. Todos luchan sólo por su
sobrevivencia política.
En
este contexto es que la propia figura del Evo ya es anacrónica. Y quienes le
rodean y miman sus aspiraciones son precisamente quienes no supieron leer lo
que se les venía encima y lo que eso significaba para el pueblo. Ahora
irresponsablemente están haciendo los mejores tramites para que la derecha se
rearticule y haga del chenko (el embrollo) producido, el caldo de cultivo de la
defenestración del proyecto plurinacional, que era los más genuino que se podía
proponer como superación del concepto Estado-nación.
La
figura del Evo está tan desgastada que, la apuesta del conflicto continuo a un
gobierno que, hay que decirlo, él mismo organizó, a su conveniencia (desde
Buenos Aires), sólo genera la erosión creciente de sus posibilidades políticas.
Su sola presencia electoral servirá únicamente para que la derecha se una en
bloque. En tal caso, aun cuando hipotéticamente triunfara, será por un margen
tan exiguo que le obligará a pactar y así repetir el oprobioso fin de aquellos
que “cruzaron ríos de sangre”.
Si
la maldición de la derecha es que no actúa ni siquiera para sí misma, ahora
parece que la dirigencia del cambio ha asumido esa misma suerte. Los
movilizados en el golpe del 2019, los ingenuos “pititas”, en sus marchas y
paros, sirvieron el poder en bandeja de plata, a una insurrección oligárquica
apadrinada por los intereses imperiales. Ahora los movilizados son procedentes
del “evismo”, que no aprendieron nada del golpe. Pues en la preocupante disputa
geopolítica que estamos enfrentando regionalmente, atizar una crisis desde
adentro sólo le hace el favor a la injerencia gringa que, después de fracasar,
otra vez, en Venezuela, puede acelerar el escenario (con la complicidad de los
países vecinos) del Estado fallido.
La
finalidad siempre ha sido la misma y es lo que pretendieron con el golpe
hibrido-geopolítico de 2019: anular al sujeto para, de ese modo, anular el
proyecto. Por eso sus agencias de inteligencia trabajan para penetrar incluso
el campo popular y, desde adentro, minar toda posibilidad del sujeto hecho
horizonte político. Pero hoy asistimos a una paradoja mucho más trágica, que
anunciamos el 2018[3]: para terminar por destruir una recomposición del campo
popular, la entronización del indio sólo serviría para concluir en esta
advertencia: “con un indio quisieron soñar en cambiar todo, con el mismo indio
les enseñaremos que nada se puede cambiar”. https://acortar.link/iMds4u
¿INVERSIÓN
TECNOLÓGICA O AMOR AL LITIO?: LAS EXPECTATIVAS DE MUSK EN LA ARGENTINA
Canal
12 de Misiones, Argentina (https://acortar.link/j5lbUT)
Elon
Musk mantiene sus objetivos fijos en el litio argentino y en un posible punto
de partida para hacerse con el mercado sudamericano. Para el mandatario Javier
Milei, atraer una figura de esta magnitud representa un respaldo simbólico a su
gestión económica y una oportunidad para impulsar la llegada de inversión
extranjera.
En
un movimiento significativo para el panorama económico de la Argentina, el
empresario multimillonario Elon Musk volvió a plantear que sus empresas están
dispuestas a realizar grandes inversiones en el país. Este anuncio, realizado a
través de su propia red social X, se produce tras la reunión con el presidente
Javier Milei, donde las discusiones se centraron en posibles colaboraciones en
varios sectores, incluidos la tecnología y la energía.
Milei
es un defensor de la “desregulación” y expresó su deseo de atraer inversión
extranjera para rejuvenecer la economía de la Argentina. El apoyo de Musk se
alinea con la visión del mandatario argentino de promover un entorno más
favorable para las empresas. El Presidente elogió anteriormente las iniciativas
de Musk durante su visita a la fábrica de Tesla en la ciudad texana de Austin a
principios de este año.
Musk,
conocido por su liderazgo en empresas como X, Tesla y SpaceX (propietaria de
Starlink), expresó su entusiasmo por el potencial de Argentina como centro de
innovación e inversión. Pero no todo es por el posible futuro del país, el
multimillonario mantiene sus objetivos fijos en el litio argentino y en un
posible punto de partida para hacerse con el mercado sudamericano.
Oportunidades
de inversión de Elon Musk en la Argentina
La
presencia de Musk en Argentina generará expectativas en el sector empresarial.
Para Javier Milei, atraer una figura de esta magnitud representa un respaldo
simbólico a su gestión económica y una oportunidad para impulsar la llegada de
capital extranjero. Con la economía en el centro del debate nacional, cualquier
anuncio relacionado con inversiones significativas podría cambiar el rumbo del
país.
Mientras
tanto, sectores relacionados con la tecnología, la minería y la automatización
están expectantes de la posibilidad de poder concretar inversiones importantes.
Si el caso es favorable Argentina podría posicionarse como un jugador clave en
la transición hacia energías limpias y movilidad sostenible a nivel global.
Las
empresas de Musk:
Tesla:
podría explorar el establecimiento de una planta de fabricación en la
Argentina. Esta instalación se centraría en producir vehículos eléctricos
adaptados al mercado latinoamericano. Argentina es el segundo fabricante
sudamericano de vehículos.
Starlink:
el servicio de Internet satelital inició operaciones en la Argentina a mediados
de este año. Starlink tiene como objetivo proporcionar acceso a Internet de
alta velocidad a áreas remotas que carecen de infraestructura tradicional,
mejorando la conectividad tanto para personas como para empresas. Un país con
la extensión de la Argentina (el noveno del mundo) es campo propicio para esta
compañía.
SpaceX:
podría comenzar posibles asociaciones relacionadas con la exploración espacial
y la tecnología satelital, que posicionaría a la Argentina como un actor en la
floreciente industria espacial. Argentina es la segunda potencia aeroespacial
de Sudamérica.
El
litio, clave en la agenda
Sin
embargo, el interés de Elon Musk en Argentina no es solo una cuestión económica
general. El país posee vastas reservas de litio, un recurso clave para la
industria de las baterías, en especial aquellas que impulsan los vehículos
eléctricos. Tesla, pionera en este campo, ve en el litio argentino una
oportunidad estratégica, dado el aumento de la demanda global de este mineral.
Musk
ya ha expresado en varias ocasiones su interés por asegurar un suministro
estable de litio, y Argentina, junto a Bolivia y Chile, es parte del “triángulo
del litio”, una de las regiones más ricas en reservas de este recurso. La
posibilidad de establecer fábricas de baterías podría no sólo impulsar la
economía local, sino también generar nuevos empleos y fomentar avances
tecnológicos.
La
cercanía del litio a proyectos manufactureros y la infraestructura portuaria
disponible son factores que facilitan las inversiones. Además, Tesla tiene
acuerdos con Toyota para el suministro de baterías, lo que podría ser ventajoso
para cualquier iniciativa que se establezca en la Argentina.
¿China
se interpone en el camino del futuro de la India?
El
rápido aumento en la adopción de vehículos eléctricos está intensificando la
presión sobre la minería de litio.
Jankari
News de la India (https://acortar.link/raG30H)
Nueva
Delhi está mirando a África en busca de minerales críticos que son
fundamentales para dar forma a la transición energética de la nación, así como
para establecerla como una potencia líder en el Sur Global.
Litio,
frecuentemente denominado “oro blanco“ es fundamental para las industrias y la
tecnología modernas. Las baterías recargables de litio son esenciales para
almacenar energía solar y eólica, así como para alimentar automóviles
eléctricos. Las baterías de iones de litio, que tienen una larga vida útil y
una excelente densidad de energía, también se utilizan para producir productos
electrónicos de consumo como computadoras portátiles y teléfonos inteligentes.
A
medida que el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles,
la facilidad de acceso al litio podría afectar la eficiencia y viabilidad de
varios proyectos de energía renovable en el futuro.
El
rápido aumento en la adopción de vehículos eléctricos está intensificando la
presión sobre la minería de litio. Se prevé que la demanda de litio crezca más
de cinco veces para 2030. Actualmente, Australia y tres países latinoamericanos
(Chile, Argentina y Bolivia), conocidos como el “Triángulo de litio“ poseen más
del 75% del suministro mundial de litio, que luego se envía a China para su
procesamiento.
En
medio de esta lucha mundial por minerales críticos, India, todavía un actor
menor, está trabajando para reforzar su cadena de suministro de litio
interactuando con naciones africanas, así como a través de otras estrategias.
Garantizar un suministro confiable de litio en bruto es crucial para la
producción de vehículos eléctricos (EV) y la seguridad de la cadena de
suministro, y el potencial de África podría ayudar a posicionar a la India como
líder en el mercado mundial de vehículos eléctricos.
El
viaje del litio de la India
El
litio se ha convertido en uno de los minerales más importantes de la India;
también se clasifica como “mineral estratégico”. Sin embargo, India no lo
produce internamente y depende enteramente de las importaciones. El reciente
descubrimiento en febrero de 2023 de 5,9 millones de toneladas de mineral de
litio inferido en las áreas de Salal-Haimna del distrito de Reasi, Jammu y
Cachemira, ha mejorado significativamente las perspectivas de litio de la
India.
Este
hallazgo podría posicionar a la India como el sexto mayor poseedor de recursos
de litio a nivel mundial, por delante de China. Se espera que este desarrollo
afecte las proyecciones de suministro de litio a largo y mediano plazo de la
India y le ayude a navegar las incertidumbres actuales relacionadas con la
competencia entre Estados Unidos y China por el dominio de la cadena de
suministro de vehículos eléctricos.
De
hecho, este hallazgo puede contribuir al ascenso de la India a la prominencia
como centro industrial verde. En su búsqueda por convertirse en un proveedor
confiable de baterías de iones de litio, India ha estado compitiendo con China
desde hace algún tiempo.
Esto
se hace a la luz de la posibilidad de exportar estas baterías en el futuro y de
la reciente mejora en la clasificación de la India como país mundial tercer
mercado de vehículos más grande. Si India tiene éxito, podría exportar
motocicletas, scooters y equipos agrícolas asequibles de baja cilindrada a
otras naciones en desarrollo.
Sin
embargo, persisten desafíos. Las reservas de litio detectadas se encuentran a
unos treinta kilómetros de la Línea de Control, que divide la Cachemira ocupada
por Pakistán del territorio de la unión india de Jammu y Cachemira. India tiene
que afrontar la dificultad de aprovechar un recurso valioso de su región
políticamente más volátil. Desde 1947, la región ha sido testigo de numerosos
conflictos y escaramuzas violentas entre India y Pakistán, a menudo alimentadas
por separatistas paquistaníes. Además, el distrito de Reasi es una zona
montañosa con un ecosistema frágil. Además, en comparación con las reservas de
Bolivia (21 millones de toneladas), Argentina (17 millones de toneladas) y
Australia (6,3 millones de toneladas), las reservas de litio de la India son
comparativamente modestas. Por lo tanto, aunque el descubrimiento impulsaría la
economía verde del país, es inadecuado.
No
sorprende que, dadas estas circunstancias diversas y exigentes, la India
también esté explorando el litio más allá de sus fronteras nacionales.
Búsqueda
de África
El
Secretario de Minas, VL Kantha Rao, declarado en marzo de 2024 que India está
mirando a África para satisfacer sus demandas críticas de minerales,
especialmente Zambia, Namibia, la República Democrática del Congo (RDC), Ghana
y Mozambique.
Según
se informa, varias naciones africanas se acercaron al gobierno indio a
principios de 2022. Ofrecieron darle acceso a sus recursos minerales vitales a
cambio del reembolso de una parte de sus préstamos de desarrollo. Los detalles
específicos de estos países siguen sin revelarse, pero obtener acceso al litio
africano impulsaría significativamente el crecimiento de la industria verde de
la India.
Obtener
acceso a los recursos africanos es crucial para el desarrollo de la industria
del litio de la India, pero el dominio de China en esta área presenta un
desafío importante.
A
lo largo de los años, China ha establecido un casi monopolio en varias cadenas
de suministro de minerales clave, incluidos el cobalto, el litio y muchos
metales de tierras raras. Controla la mayor parte de la cadena de suministro
mundial de litio y es el principal refinador de litio. A pesar de poseer sólo
una pequeña fracción de las reservas mundiales de litio,menos del 7%China
produce la mayoría de los vehículos de nueva energía vendidos. Es el mayor
importador, refinador y consumidor de litio, manejando el 70% de la producción
y compra mundial. 70% de compuestos de litio, principalmente para su sector
nacional de fabricación de baterías.
Desde
2018, China, que depende de las importaciones para alrededor de dos tercios de
sus materias primas, ha estado adquiriendo agresivamente grandes minas de litio
en todo el mundo. En los últimos años, China ha invertido en minas en Zimbabwe,
la República Democrática del Congo, Argentina, Australia y Canadá. Según
algunas previsiones, para 2025 se espera que las minas bajo control chino
produzcan 705.000 toneladas de litio procesado para baterías, un aumento
significativo con respecto a las 194.000 toneladas producidas en 2022.
Camino
a seguir
India
se encuentra en un punto crucial en el desarrollo de su industria del litio. Un
próspero sector del litio podría impulsar significativamente la prosperidad
económica del país. En consecuencia, India está dando prioridad al desarrollo
de su cadena de suministro de litio para respaldar el crecimiento futuro,
liderar la transición a la energía renovable y reducir las vulnerabilidades
estratégicas. No obstante, la dependencia del país de las importaciones de
China y su frágil cadena de suministro plantean riesgos para la estabilidad de
su acceso a minerales esenciales.
Aquí
radica la paradoja: para que India avance en la cadena de valor del litio, debe
gestionar su relación con China de manera más efectiva.
China
ha buscado durante mucho tiempo un suministro estable de minerales críticos
como el litio a través de estrategias como la Iniciativa de la Franja y la
Ruta. Mientras los funcionarios estadounidenses y europeos se centran en
fomentar la cooperación con África y compilar listas de minerales esenciales,
las empresas chinas están activamente en el terreno, participando en la “guerra
fría de los minerales” y capitalizando la indecisión occidental adquiriendo
minas africanas y estableciendo refinerías de procesamiento nacionales.
Por
qué la democracia más grande del mundo no está comprando la “libertad de
expresión” al estilo estadounidense
India
debería colaborar con países del Sur Global con ideas afines para desafiar el
dominio de China. La forma en que Nueva Delhi aborde su “desafío de China” para
asegurar el acceso a los recursos de litio de África podría dar forma a su
transición energética y establecer al país como líder en el Sur Global.
INDICAN
QUE EL GAS DE VACAMUERTA PODRÍA REDUCIR LOSPRECIOS EN ESTA REGIÓN
Este
complejo de cañerías, que históricamente inyectaba gas desde Bolivia hasta
Córdoba, ahora permitirá que el fluido proveniente de Vaca Muerta llegue a
nuestra región, con costos locales
El
Liberal de Argentina (https://acortar.link/IjDtyB)
La
entrada en funcionamiento de la reversión del Gasoducto Norte que permitirá la
llegada de gas desde Vaca Muerta para abastecer las necesidades de Santiago del
Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, podría derivar en un valor más competitivo e
incluso una baja del precio mayorista de ese fluido dado que ronda casi un
tercio del gas importado de Bolivia y que ya dejó de ingresar al país.
El
experto en el sector energético y ex secretario de Energía de la Nación, Daniel
Montamat, sostuvo ante la consulta realizada por EL LIBERAL respecto del efecto
que tendrá en precios del gas cuando comience a operar la reversión del
gasoducto que trae el gas de Vaca Muerta, que "dejamos de comprar gas a
Bolivia que es un gas que viene relativamente caro tanto respecto del gas de
producción doméstica y del GNL. El millón de BTU estaba en U$S12 importado de
Bolivia y va a ser reemplazado en la zona norte por la reversión del gasoducto
del Norte que va a llevar gas de Vaca Muerta".
Detalló
que "el gas que produce la Argentina tiene como referencia precios de
alrededor de U$S 4 el millón de BTU si hay un desarrollo intensivo. Pero sí,
los precios pueden bajar. Es más U$S 4, el millón de BTU en boca de pozo no es
competitivo respecto de precio del gas por ejemplo, en boca de pozo medido
contra un precio referencia del sector como lo es el Henry Hub en EE.UU. que
cuesta menos de U$S2,50 el millón de BTU, pensando en proyectos de exportación
de GNL, pero cuanto más gas desarrollemos tanto para el mercado interno, cuanto
regional e internacional, vamos a contar con un suministro de gas de precios
competitivos. Es una buena noticia para Santiago para el norte del país para
toda la Argentina".
Para
el ex secretario de Energía, "para disponer de flujos crecientes se tiene
que habilitar este reversión del gasoducto también se tendría que hacer la
segunda parte del Gasoducto del Centro porque la segunda parte vincula
Salliquello con San Jerónimo que es un anillo distribuidor importante y eso
habilitaría también más gas para llenar un poco este gasoducto general que lo
hicieron y quedó vacío".
Destacó
que "hay gas en la Argentina en abundancia y a precios competitivos para
hogares para el GNC y la industria. Pero es más el desafío frente a todo el
desarrollo del gas que podemos hacer que nos obliga a buscar nuevas demandas.
Vaca Muerta es mucho más gas que petróleo: 75% del Vaca Muerta es gas, pero
para sacar ese 25% de barrilitos de petróleo que es importante, también vienen
con mucho gas asociado. Si no se coloca ese gas, tampoco salen los barriles de
petróleo. Hay mucho gas para desarrollar y esto debería traducirse si hacemos
bien las cosas y vienen inversiones en un gas competitivo para Argentina y la
región".
Puntualizó
no obstante que "el precio del gas mayorista que se pasa a las facturas es
un combinado, surge de un ponderado del precio que se importa de Bolivia, del
GNL cuando se trae el gas y de producción interna. Si reemplazamos ese gas de
Bolivia por el de origen nacional y también se importa menos GNL y, si se
terminan obras como el segundo tramo del Gasoducto del Centro, ese gas
promediado de las cuencas argentinas también va a derivar en una mejora
respecto al promedio que puede dar la ponderación del gas mayorista".
Efectos
Por
su parte, Pedro Llorvandi, integrante de la Comisión de GNC de CECHA, también
se refirió a esta situación: "Estamos viviendo un hito histórico en el
norte argentino, que es la reversión del Gasoducto Norte. Este complejo de
cañerías, que históricamente inyectaba gas desde Bolivia hasta Córdoba, ahora
permitirá que el fluido proveniente de Vaca Muerta llegue a nuestra región, con
costos locales", señaló.
Según
el dirigente, "se podría comenzar a inyectar antes de fin de este año.
Esto significa un ahorro, ya que el gas de Vaca Muerta es más económico que el
boliviano". Recalcó que el impacto de esta transformación no es menor para
las Estaciones de Servicio del norte.
En
ese sentido, mostró su confianza en que el entusiasmo no sea solo por el precio
más bajo del gas para GNC. "Ya hemos recibido más de seis ofertas de
comercializadoras para discutir nuevos contratos para 2025. Este es un momento
de negociación importante, y estamos listos para aprovecharlo", adelantó
Llorvandi.
ARGENTINA
GARANTIZA SUMINISTRO DE GAS NATURAL A BRASIL A LARGO PLAZO DESDE VACA MUERTA
Oil & Gas Magazine (https://acortar.link/eMaQwy)
El
secretario de Energía de Argentina, Eduardo Rodríguez Chirillo, anunció en la
conferencia Rio Oil and Gas (Rog-e) en Río de Janeiro que Argentina está lista
para garantizar el suministro de gas natural a Brasil por muchos años, gracias
a la formación de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta. Según
Rodríguez, la exportación de gas argentino a Brasil será competitiva y
sostenible en el tiempo.
Las
exportaciones de gas a Brasil se realizarán inicialmente a través de Bolivia,
utilizando un gasoducto cuya inversión permitirá revertir el flujo y estará
listo para el 7 de octubre. Durante la primera fase, hasta marzo de 2025, se
espera que Vaca Muerta envíe unos 15 millones de metros cúbicos diarios a las
provincias del norte de Argentina, con un excedente de aproximadamente 4
millones de metros cúbicos para exportación a Brasil. La demanda diaria de gas
natural de Brasil se estima actualmente en unos 20 millones de metros cúbicos.
Rodríguez
explicó que existe la posibilidad de incrementar considerablemente las
exportaciones a Brasil gracias a gasoductos proyectados por empresas privadas
que conectarán el norte de Argentina con el sur de Brasil. Empresas como Total
Austral y Tecpetrol ya han recibido permisos para exportar gas a Brasil desde
Vaca Muerta, y Pan American Energy también ha solicitado autorización para
vender gas a una filial en Brasil.
El
gobierno de la provincia de Neuquén, donde se ubica Vaca Muerta, estima que hay
proyectos para exportar hasta 34 millones de metros cúbicos diarios de gas
natural, lo que convertiría a esta formación en una fuente clave de suministro
para Brasil. Vaca Muerta es reconocida como el segundo yacimiento más grande
del mundo de gas no convencional y el cuarto de petróleo no convencional.
AMÉRICA
CENTRAL BAJO AMENAZA DE CONVERTIRSE EN PRODUCTORA REGIONAL DE DROGAS
IPS
Noticias de México (https://acortar.link/TzBiAk)
Al
papel histórico jugado por América Central en torno al narcotráfico, el de ser
un corredor que conecta el flujo de droga de países sudamericanos hacia el
norte del continente, se suma ahora la creciente preocupación, y evidencia, de
que se vuelva cada vez más una región productora, sobre todo de cocaína.
En
esa reconfiguración, los carteles de la droga, centroamericanos, mexicanos y
sudamericanos, echan mano ya de su modus operandi que le ha dado tanto poder:
valerse de oscuras e ilegales alianzas con funcionarios de gobierno, jueces,
fiscales, policías y militares corruptos, el engranaje que le ha permitido
funcionar con eficiencia.
Se
estima que más de 80 % de la droga producida en América del Sur, atraviesa
América Central en su ruta hacia los carteles de México, que la terminan
llevando al principal mercado, Estados Unidos.
“Centroamérica
es un nodo estratégico para el tráfico de drogas producidas en el Cono Sur y
consumidas en los países del norte del continente americano”, señala el informe
Tráfico y Violencia en Centroamérica, publicado en marzo de 2023 por la
Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
Producción
local
América
Central ofrece “un terreno fértil para las plantaciones de coca y el
procesamiento de cocaína, gracias a las bien documentadas relaciones entre las
élites corruptas y los traficantes de drogas, sumadas a sistemas judiciales
notoriamente ineficaces”, explicó a IPS la investigadora mexicana Paulina Ríos.
Los
esfuerzos de erradicación y lucha contra el narcotráfico en Colombia, Perú y
Bolivia, agregó la experta, han impulsado a los grupos criminales a explorar
nuevas áreas para el cultivo de coca, y desde al menos 2017, han comenzado a
aparecer cultivos experimentales en Honduras, Guatemala, México y Costa Rica.
“Estos
países ofrecen un terreno fértil para las plantaciones de coca y el
procesamiento de cocaína, gracias a las bien documentadas relaciones entre las
élites corruptas y los traficantes de drogas, sumadas a sistemas judiciales
notoriamente ineficaces”, sostuvo Ríos en un diálogo desde Ciudad de México.
Añadió
que aunque las plantaciones de coca actuales se consideran experimentales y de
pequeña escala, las condiciones parecen propicias para la expansión de estos
cultivos.
En
efecto, un estudio publicado en este mes de septiembre de 2024 por el sitio
especializado en noticias científicas Physorg, del Reino Unido, estableció que
la superficie de América Central es apta para el cultivo de coca (Erythroxylum
spp).
“Encontramos
que 47 % del norte de América Central (Honduras, Guatemala y Belice) tiene
características biofísicas que parecen muy adecuadas para el cultivo de coca”,
se lee en el reporte.
El
estudio señaló además que desde 2017 los grupos delictivos organizados han
estado estableciendo plantaciones de coca en América Central para la producción
de cocaína.
“Esto
ha roto el largo monopolio de América del Sur sobre la producción de hoja de
coca para el comercio mundial de cocaína y ha suscitado preocupación por su
futura expansión en la región en el istmo”, afirma el informe.
Otro
informe, esta vez de un colectivo de periodistas de investigación, estableció
que en Honduras, tras el golpe militar del 2009, la producción de cocaína
creció rápidamente en los departamentos de Colón y Olancho, ambos puntos clave
en la ruta tradicional de la droga hacia el norte.
En
Guatemala, agregó el reporte, sólo dos de las 217 plantaciones de coca
encontradas entre 2018 y finales de 2022 no estaban en el noreste, una zona
conocida desde hace mucho tiempo como base de operaciones para los traficantes
locales.
“Antes
éramos solo un puente (del narcotráfico) ahora Honduras es un país productor
también”, afirmó a IPS el general en retiro Leandro Osorio, desde Tegucigalpa,
la capital del país.
Osorio,
que fungió como comisionado general de la Policía hondureña entre 2014 y 2016,
detalló que en los últimos años se han desmantelado más de 30 laboratorios para
la producción de cocaína en el país, y decomisado más de 30 millones de plantas
de coca.
“Eso
significa que estas estructuras criminales están evolucionando y mutando, y
utilizando la zona norte, la biósfera del río Plátano, en la costa atlántica,
para la producción de hojas de coca”, afirmó Osorio.
Por
su lado, la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional apuntó
en su informe que, además de producir ya cocaína, Guatemala es el tercer
productor en América Latina de adormidera o amapola (Papaver somniferum).
El
comercio de heroína, añadió, se concentra a lo largo de la frontera entre
Guatemala y México, y los carteles mexicanos se han extendido a esa zona para
cultivar la planta y exportar la heroína principalmente a Estados Unidos.
Además,
Guatemala es un país productor y de tránsito de cannabis, reza el reporte.
Probablemente
por su posición geográfica, pegado a la costa del Pacífico, El Salvador aún no
reporta producción de plantaciones de coca, solo comercio de cocaína, aunque
pequeño en comparación con otros países, dice el reporte.
Sin
embargo, en ese país las redes criminales participan activamente en el
transporte de cocaína, y algunas han colaborado con carteles mexicanos y
colombianos. Los narcotraficantes suelen utilizar embarcaciones semisumergibles
de bajo perfil para transportar cocaína entre la zona costera salvadoreña y
Guatemala, afirma el estudio.
Las
pandillas, aliadas de los carteles de drogas que operan en la región, tenían
una tajada importante en la distribución minorista en El Salvador, sobre todo
de marihuana, pero ese comercio parece haber sido golpeado por la política de
detenciones masivas del gobierno salvadoreño de personas acusadas de ser
pandilleros.
Unas
82 000 personas, la mayoría pandilleros, han sido encarceladas por la política
de mano dura del gobierno salvadoreño.
Como
ya se sabe, los carteles de la droga no podrían operar en la región sin la
cobertura y la protección de políticos y funcionarios corruptos, que amarran
pactos oscuros para beneficiarse mutuamente y convertir a algunos de esas
naciones en narcoEstados.
El
narco-Estado hondureño
Un
caso que ejemplifica a cabalidad ese tipo de pactos, es el reciente escándalo
político que ha sacudido al gobierno y a la élite política de Honduras, uno de
las naciones del istmo, junto con Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua,
Costa Rica y Panamá.
El
3 de septiembre, el portal especializado en criminalidad transnacional,
Insightcrime, publicó un video, del 2013, que mostró una reunión que
sostuvieron miembros del cartel de narcotraficantes locales, Los Cachiros, con
Carlos Zelaya, hermano del expresidente del país, Manuel Zelaya (2007-2009), el
esposo de la actual presidenta, Xiomara Castro.
En
el video, grabado subrepticiamente por uno de los narcos, se ve y se oye al
jefe del cartel, Devis Rivera Maradiaga, ofrecerle 650 000 dólares a Zelaya,
para la campaña política de Castro cuando ella peleó por la presidencia en las
elecciones generales de ese 2013, las que perdió, para triunfar en los
siguientes comicios, en 2017.
El
video no muestra si el dinero ofrecido en realidad se entregó o no. Tampoco se
mencionó algún acuerdo para aportarlo posteriormente.
La
mandataria se ha desmarcado de la reunión sostenida por su cuñado con los
narcotraficantes, y ha dicho que él lo hizo a título personal y sin el
consentimiento de nadie en el partido, algo difícil de creer.
Castro
también ha dicho que todo es una zancadilla política por parte de la derecha
del país y sobre todo de Estados Unidos, quienes pretenderían darle un golpe de
Estado, como se lo dieron a su esposo, Manuel Zelaya, en 2009.
Previo
al escándalo, el 28 de agosto, la embajadora estadounidense en Tegucigalpa,
Laura Dogu, había criticado la presencia de dos funcionarios hondureños en
Caracas, quienes aparecieron en una foto con el ministro de Defensa venezolano,
Vladimir Padrino.
La
diplomática dijo que los dos centroamericanos habían “aparecido a la par de un
narcotraficante”.
Según
el oficialismo, desde los comentarios de la embajadora, hubo intentos de la
derecha de generar una sublevación en el ejército y se difundió información de
que habría extradición de oficiales a Estados Unidos.
Por
eso, la presidenta Castro dijo que Honduras anularía el tratado de extradición
con ese país, aunque eso se ha entendido también como un mecanismo para
proteger a sus allegados ligados ahora con el narcovideo.
Para
fundamentar su tesis de que todo se trata de una conspiración para darle golpe
de Estado, la presidenta Castro adujo que Estados Unidos no ha querido
extraditar a prominentes políticos de oposición del país, quienes tienen casos
abiertos en una corte de Estados Unidos, según una lista difundida por el
gobierno hondureño.
En
marzo de 2024, la corte del Distrito Sur, de Nueva York, condenó a 45 años de
prisión al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022), por
cargos de narcotráfico.
En
el listado están 26 personas pertenecientes al Partido Nacional y siete casos
del Partido Liberal, ambos de derecha y enemigos políticos de la presidenta
Castro.
Entre
ellos se encuentra el exjefe del Estado Mayor Conjunto, René Ponce Fonseca; el
exdiputado Reynaldo Ekónomo, el exalcalde de Tegucigalpa y exprecandidato
presidencial, Miguel Rodrigo Pastor; el exministro de Seguridad, Julián Pacheco
Tinoco, y el expresidente del Congreso y expresidente de facto, Roberto
Micheletti, quien asumió las riendas del país tras el golpe a Zelaya, en 2009.
“A
mí el video no me causa ninguna sorpresa, al contrario, creo que habrá más
sorpresas que van a dejar mal parada a la clase política del país”, aseguró el
general Osorio, quien además de comisionado general de la Policía fue jefe de
Investigaciones.
RENUNCIÓ
IVÁN LIMA, EL MINISTRO DE JUSTICIA CONSIDERADO UNA AUTORIDAD CLAVE DEL GOBIERNO
DE LUIS ARCE EN BOLIVIA
Dimitió
cuatro días después que el ex presidente Evo Morales pidiera renovar a varios
ministros en medio de una fuerte disputa interna en el partido oficialista
Infobae
de Argentina (https://acortar.link/3Y1HjE)
El
ministro de Justicia de Bolivia, considerado una de las figuras clave del
gobierno del presidente Luis Arce, renunció este jueves, cuatro días después
que el ex presidente Evo Morales pidiera renovar a varios ministros en medio de
una fuerte disputa interna en el partido oficialista.
Iván
Lima, de 50 años, acompañó a Arce desde el inicio de su gobierno en noviembre
de 2020. Antes de ser ministro, ejerció como abogado y fue magistrado del
Tribunal Supremo de Justicia.
“Ha
llegado el momento de terminar con mis labores en su gabinete ministerial por
lo que le presento mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Justicia”,
se lee en la carta de renuncia de Lima, que publicó en su cuenta de X.
El
ministro saliente defendió la posición del gobierno acerca de la inhabilitación
de Morales para postularse como presidente a las elecciones del próximo año.
Arce
juramentó este jueves al ex procurador del Estado César Siles como nuevo
ministro de Justicia en reemplazo de Iván Lima.
“Vamos
a respetar siempre las decisiones de nuestros compañeros (...) lamentamos mucho
el alejamiento de nuestro compañero Iván Lima”, dijo Arce en el acto de
posesión de la nueva autoridad del gabinete en la Casa de Gobierno, en La Paz.
El
Movimiento al Socialismo está dividido entre Arce y sus afines y Evo con los
suyos, sin que haya consenso sobre el candidato que deberá presentarse por el
oficialismo a los comicios de 2025. Morales ya ha adelantado su intención y,
aunque Arce no, expertos consideran que ya está en campaña.
“Ninguno
de mis colegas, de todos los 17 ministros que conforman el Gabinete, no es ni
corrupto, ni narcotraficante, ni ‘drogo’ ni nada parecido, y aquí vamos a
demostrar a los que le mienten al pueblo boliviano que no es necesario ser
ministro para tener valores”, mencionó Lima en su discurso de despedida.
Lima,
junto con Arce, impulsaron un referendo sobre si se levantaba la subvención a
los carburantes, que está asfixiando a la economía por las importaciones, y
para redefinir la reelección presidencial antes de los comicios del próximo
año. Sin embargo, hasta el momento no ha habido un avance claro.
Morales,
tras una marcha de siete días, dio un plazo de 24 horas al gobierno para que
renovase su gabinete. “Si Lucho quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas
que cambie a ministros corruptos…”, requirió Morales el lunes al presidente
Arce. De no hacerlo, “sabrá lo que tiene que hacer”, lanzó después, advirtiendo
de más movilizaciones si no hay respuesta.
Aunque
días después matizó y explicó que se refería a que se solucione el
abastecimiento de combustible y la escasez de dólares que afecta al país.
Indígenas
afines al ex presidente boliviano levantaron este miércoles un bloqueo de
caminos en el altiplano de La Paz que mantuvieron durante nueve días, medida
que según el Gobierno de Luis Arce generó “grandes” pérdidas económicas
estimadas en unos 376.602 dólares.
Los
indígenas que pertenecen a la Federación Campesina Túpac Katari, conocidos como
‘ponchos rojos’, bloquearon el camino hacia la población de Copacabana,
fronteriza con Perú y de acogida turística, para pedir la renuncia del
presidente Arce.
Después
de nueve días se retiraron de la carretera y en la jornada de ayer caminaron
hasta el centro de La Paz con el objetivo de recuperar su sede, ocupada por el
Gobierno, y para exigir a las autoridades que los cuatro detenidos durante el
bloqueo de carreteras sean liberados.
“Pedimos
el inmediato repliegue de la Policía de nuestra sede porque no es del Gobierno,
es del pueblo, y exigimos la anulación de la sentencia contra cuatro de
nuestros hermanos”, dijo a la agencia de noticias EFE Enrique Mamani, dirigente
de los ‘ponchos rojos’.
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