RODRIGO PAZ: “LA SALIDA DEL MAS ES LA MEJOR SEGURIDAD JURÍDICA PARA LAS INVERSIONES EN BOLIVIA”
Dos
semanas después de la primera vuelta presidencial, se ha convertido en uno de
los políticos más solicitados de Bolivia. Mientras prepara la campaña para el
balotaje recibe en exclusiva a El Debate. Paz
responde con claridad y de manera directa a cada pregunta, sin desviarse del
tema, en un diálogo relajado que no deja traslucir su apretada agenda.
Economista,
exdiputado y exalcalde, el líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) fue la
gran revelación de las elecciones bolivianas del 17 de agosto al cosechar el 32
% de los votos. Disputará el primer balotaje de la historia de Bolivia, el
próximo 19 de octubre, frente a Jorge «Tuto» Quiroga, de la formación Libertad
y Refundación (LIB-RE), quien fue presidente entre 2001 y 2002 y obtuvo el 27 %
de los apoyos.
Nacido
en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, hijo de la
española Carmen Pereira y de Jaime Paz Zamora, expresidente entre 1989 y 1993,
Rodrigo Paz combina un linaje político con una amplia experiencia en el sector
público. Asegura que, tras casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al
Socialismo (MAS), Bolivia recuperará la seguridad jurídica que los inversores
esperan. De profundas raíces cristianas y con estudios en Economía y Relaciones
Internacionales, plantea un modelo de «capitalismo para todos» como vía para
generar riqueza y reducir la desigualdad.
–Usted
fue la gran sorpresa de la primera vuelta electoral. ¿A qué atribuye este
ascenso inesperado?
–Creo
que cae por lógica que, en principio, la decisión popular fue querer, en
inmensa mayoría, dejar al MAS atrás. Si usted ve la conformación del
Parlamento, hay tres bloques claramente constituidos por la oposición. Sólo hay
dos diputados del MAS, el resto son bloques opositores. Así que, punto uno, un
giro absoluto por parte de la población.
Punto
dos, tener mayoría en el Senado, en diputados y en la calle, ha sido un trabajo
de cinco años. No somos una candidatura de tres o cuatro meses. Las alianzas,
los acuerdos, entender lo que pasaba en la calle nos permitió sumar un proyecto
que generaba una lectura correcta de las grandes mayorías.
–¿Qué
lo diferencia de Jorge «Tuto» Quiroga, con quien disputará la segunda vuelta
presidencial?
–Primero,
Jorge es un político de larga data: lleva 30 o 40 años intentando ser
candidato. En mi caso, esta es mi sexta candidatura. Fui diputado, consejero en
mi municipio, alcalde, senador, hemos ganado seis veces al MAS.
Pero
lo de fondo es la visión: cómo se trata a las inmensas mayorías en Bolivia.
Aquí hay economía formal y economía informal: gremiales, cuentapropistas
(autónomos), transportistas, artesanos. Normalmente, ellos no son considerados
en las decisiones sobre manejo económico y reordenamiento del Estado. Nosotros
hemos dedicado mucho esfuerzo a esa economía informal, que representa el 85 %
de la economía, según Naciones Unidas.
–¿Cuáles
son las tres acciones más urgentes que implementaría para estabilizar el país y
generar confianza?
–Socialmente
estamos mejor que nunca porque acabamos de decir adiós al MAS tras 20 años. Lo
que no está bien es la economía. El Gobierno despilfarró 60.000 millones de
dólares en gas, tenemos una deuda interna y externa de 40.000 millones y, con
el presidente (Luis) Arce, se fueron 15.000 millones de reservas y oro.
Primero,
hay que cortar el déficit fiscal. Sabemos dónde están los grandes gastos
superfluos. Segundo, reordenar la vinculación de nuestra moneda con el dólar,
sincerar el tipo de cambio y ubicarlo en un punto intermedio. Tercero, dar
seguridad jurídica para la inversión, sobre todo en minería, hidrocarburos y
litio. Queremos un Estado que trabaje para la gente y le facilite la vida.
–Se
reunió con el presidente Luis Arce para analizar la situación económica y
garantizar una transición ordenada. ¿Qué nos puede comentar de ese encuentro?
–El
encuentro fue justamente para generar una transición. El 19 de octubre el país
decidirá quién será presidente, pero es importante que la clase política dé
señales de estabilidad. La información que nos ha proporcionado nos permite
cuadrar nuestro modelo de gestión, que se llama 'capitalismo para todos'.
Nada
de socialismos, nada de confrontaciones. En Bolivia, el capitalismo es clave
para salud, educación, vivienda y generación de riqueza. Bajo ese discurso,
hemos solicitado información al presidente para que nuestro modelo funcione
desde el 8 de noviembre, cuando se asume la Presidencia.
–El
país enfrenta caída de reservas, déficit elevado, inflación creciente y dólar
paralelo. ¿Cómo planea reactivar la economía sin imponer un ajuste severo que
afecte a los más vulnerables?
–Más
que ajustar, hablamos de estabilizar. Hay cosas urgentes que resolver: el
servicio de deuda es pesado y el tema fundamental son los hidrocarburos.
Bolivia tiene cinco fronteras y el comercio es muy fluido.
El
déficit es de 5.000 millones de dólares. Sólo en gastos superfluos podemos
eliminar 1.300 millones, y otros 1.200 millones en subsidios a hidrocarburos
que antes beneficiaban a grandes empresas, que ahora pueden pagar su propio
diésel. Entre ambos recortes hablamos de 2.500 millones: la mitad del déficit.
Eso ayudará a contener la inflación, ordenar el tipo de cambio y dar
tranquilidad.
–Bolivia
cuenta con recursos estratégicos como litio y gas, codiciados por potencias
como China, EE.UU. y Rusia. ¿Cuál es su plan para aprovecharlos y garantizar la
soberanía del país?
–En
2005, cuando Evo Morales llegó al poder, tenía dos grandes mercados –Argentina
y Brasil–, la Ley de Hidrocarburos 3058, reservas de gas, precios altos y dos
gasoductos. Pero tras 20 años nos deja sólo los gasoductos: Argentina se
perdió, Brasil renegocia, los precios son bajos, la ley está desfasada y la
exploración abandonada.
Hay
que trabajar a fondo con el gas: Siete de cada diez focos en Bolivia dependen
de termoeléctricas, y sin gas no hay energía. Modificaremos la ley para lograr
acuerdos 50/50 entre intereses nacionales e internacionales.
Hay
mucho interés de inversión en Bolivia. La mejor seguridad jurídica que se va a
dar en el país a partir del 8 de noviembre es que el MAS se va. Es un gran
cambio.
–Evo
Morales sigue siendo una figura central. El voto nulo que pidió alcanzó el 20
%. ¿Cuál es su posición sobre los procesos judiciales abiertos contra él?
«Evo
Morales se escapó en 2019, tendría que haberse quedado a dar la cara. Además,
hay acusaciones con pruebas evidentes de estupro que no han sido procesadas.
Bajo su Gobierno y bajo su 'dedo mágico' me abrieron 16 procesos. No me escapé,
siempre di la cara y mientras me enjuiciaban seguí ganando elecciones.
Entonces, Evo Morales es como cualquier otro ciudadano, si bien tenemos que
hacer grandes reformas judiciales, tendrá que comparecer ante la Justicia.
–Sabemos
de sus vínculos con España desde la cuna. Su padre fue colega de Felipe
González. ¿Cómo ha influido ese legado en su visión política?
–No
elegí dónde nacer, pero agradezco haber nacido en Santiago. Soy muy devoto del
'Tata" (como se conoce entre los bolivianos popularmente al apóstol)
Santiago. En Bolivia tiene gran fortaleza, sobre todo en el área rural. De mis
padres heredé valores democráticos, un profundo cariño por Bolivia, respeto por
el medio ambiente y una visión cristiana de convivencia con el prójimo.
–Más
de 80.000 bolivianos en España están convocados a votar en octubre. ¿Qué
mensaje les dirige y qué cambios podrían afectarles directamente?
–Hay
un sector muy importante de bolivianos que, por necesidad u oportunidad, vive
fuera. España y Chile son hoy los dos principales centros de remesas para
Bolivia. Mi objetivo es tener la mejor relación posible con España, para
generar oportunidades –créditos baratos, impuestos bajos y aranceles reducidos
para producir y comerciar– para que quienes han construido sus vidas allí
puedan moverse entre ambos países con garantías y beneficios».
–El
fin de la hegemonía del MAS implicará cambios en política exterior. ¿Cómo ve el
futuro de las relaciones con EE.UU. y otros actores clave?
–Nuestro
continente tiene dos gigantes: Estados Unidos y Brasil. No puedes tomar
decisiones sin considerar a tus grandes vecinos. Retomaremos relaciones con
EE.UU. En 2008 teníamos exportaciones por 500 millones de dólares y 40.000
empleos, pero por una decisión ideológica de Evo Morales, un año después caímos
a 23 millones y 1.000 empleos, lo que puede considerarse traición a la patria.
Queremos también una buena relación con Europa y el Asia-Pacífico. Bolivia no
puede seguir aislada: el gas se fue, el litio aún no llegó y debemos poner al
boliviano en el centro del desarrollo. Ese es el secreto de nuestro proyecto:
capitalismo para todos.
EL
PLAN GRADUALISTA QUE PUEDE ENTERRAR A BOLIVIA
Análisis
de las propuestas del candidato demócrata cristiano Rodrigo Paz
Revista Montonero de Perú
La
semana pasada hablamos sobre las numerosas veces en las que las fuerzas
democristianas o socialcristianas apoyaron a candidatos de izquierda. Tal como
indicamos, también muchas de sus propuestas se alejan de lo que se tiene
entendido como “derecha”. Estas propuestas, que acercan a los candidatos
socialcristianos más hacia un perfil de izquierda, no solamente parten de lo
económico, sino incluso también de lo social y cultural (rozando casi lo
socialdemócrata). En la presente columna vamos a examinar al candidato Rodrigo
Paz, del Partido Demócrata Cristiano de Bolivia y uno de los contendientes de
la segunda vuelta electoral de este país.
Para
comenzar y poder contextualizar mejor, veamos quién es el candidato Rodrigo Paz
Pereira. Nacido en el exilio en 1967 y poseedor de doble nacionalidad
(boliviana y española), Rodrigo Paz proviene de una familia de raigambre
política. Su padre, el cochabambino Jaime Paz Zamora, fue presidente de Bolivia
de 1989 a 1993 (antes también fue presidente de 1982 a 1984). Paz Zamora
también fue el fundador del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria),
partido inscrito en la Internacional Socialista. Su partido accedió al poder en
1989 a pesar de haber quedado tercero en las elecciones generales gracias al
apoyo del ex militar Hugo Banzer. El gobierno del padre de Rodrigo Paz estuvo
marcado por las inestabilidad política y graves acusaciones de corrupción e incluso
narcotráfico.
Rodrigo
Paz, el actual candidato, comenzó sus andanzas en la política boliviana en el
año 2002 con el partido de su padre, el MIR. A pesar de sus diversas
afiliaciones políticas su discurso siempre ha sido caracterizado por tener
ideas de centro izquierda que no difieren tanto de los nefastos planes que
aplicó durante todos estos años el MAS de Evo Morales. Su primer cargo
importante dentro de la administración pública fue en el año 2015 cuando asumió
la alcaldía de la ciudad de Tarija. Dicha gestión, que duró del año 2015 al
2020 y se caracterizó también por muchos escándalos de corrupción y de
constante conflicto con el gobierno nacional. No obstante, en las elecciones
del año 2020 se unió a la Comunidad Ciudadana, el partido del expresidente
Carlos Mesa y salió elegido senador. En abril del presente año se oficializó su
candidatura presidencial a las elecciones de 2025 uniéndose a la alianza
electoral del Partido Demócrata Cristiano de Bolivia (PDC).
Ahora
sí, pasemos a hablar de su plan de gobierno y propuestas políticas, si es que
se le puede llamar así. El título de sus propuestas lleva el rótulo de “Agenda
50/50. Política al servicio de la gente”. El plan de 25 páginas no contiene una
explicación detallada de las reformas que va a realizar Paz en caso de ser
elegido. Básicamente podemos decir que es una declaración de intenciones, a
continuación, veremos el por qué del asunto.
Las
primeras 14 páginas del plan de gobierno son sólo un análisis de la situación
económica y política que atraviesa Bolivia. Para los millones de bolivianos que
han atravesado problemas económicos luego de casi 19 años de gobierno
socialista del MAS esto podría resultar hasta una redundancia. Si leemos el
apartado “A”, es una crítica al llamado “Estado Tranca” que es un estado
centralista que concentra más del 80% del presupuesto general, menoscabando las
competencias de los niveles subnacionales previstos en la propia constitución
boliviana.
Por
otra parte, el largo apartado “B” es una suerte de diagnóstico de la situación
que atraviesa el país. Comienza tratando la crisis económica: estanflación y
desequilibrios estructurales. Luego pasa a hablar de la crisis política:
fragmentación, ingobernabilidad y asfixia centralista. El tercer punto a tratar
es de la crisis judicial: auto prorroguismo, politización y desconexión con la
sociedad. El cuarto punto lo denomina “impacto de la crisis multidimensional en
los sectores del estado y la sociedad”. Los dos últimos puntos de este apartado
son: “Impacto de la crisis multidimensional en la seguridad del Estado” y
“Situación proyectada si no se resuelve la crisis multidimensional”.
Luego
de estas 14 páginas de redundante análisis y demagogia la cual ya está
sobreentendida por la mayoría de bolivianos, recién llegan las propuestas en el
apartado “C”. Ese apartado supuestamente se divide en dimensiones estructurales
(Economía, Institucionalidad del Estado y Justicia) y en dimensiones
sectoriales, donde se ubican cuestiones importantes como educación, salud,
empleo, deporte, turismo, hidrocarburos, minería, entre otros. Cabe resaltar
que en ninguna de estas “dimensiones” hay medidas concretas para solucionar los
problemas de cada uno de estos sectores.
En
el apartado “D” encontramos los llamados objetivos estratégicos. Estas medidas
que parecen más sustanciales son en realidad una simple declaración de
intenciones. Utilizando los verbos “implementar”, “institucionalizar”,
“reconfigurar”, básicamente están diciendo que van a hacer las cosas distinto a
lo que se ha estado haciendo los últimos 19 años. Sin embargo, hasta ahora no
dicen cómo lo harán. A pesar de que en el papel suena interesante que se
reactive la economía y que se modernice y fortalezca las instituciones y la
seguridad, eso es algo que todos los candidatos promueven, el plan de Rodrigo
Paz carece de un sello específico más allá del eslogan 50/50.
Quizás
el punto más criticable sea todo el apartado “E”. En esta parte del plan de
gobierno, Rodrigo Paz promueve una serie de reformas que paradójicamente
incluyen muchos recortes de gasto, mayor eficiencia del estado pero a la vez la
implementación de “políticas inclusivas”. Esto es muy contradictorio y
paradigmático considerando que en el análisis que ellos mismos se hicieron en
el apartado “A” decían que el estado boliviano iba a concluir el presente año
con un déficit equivalente al 12,5% del PBI. Con semejantes gastos y cada vez
menores ingresos por parte del tesoro, parece imposible e irreal que el
gobierno de Rodrigo Paz pueda conseguir los fondos suficientes para reducir
cargas impositivas y volver eficiente al estado, pero a la vez promover mayor
educación pública, un sistema universal de salud estatal y quizás lo más
controvertido de todo: un sistema de pensiones jubilatorias universal. Dentro
del resto de estrategias, cuando el candidato utiliza los verbos “incentivar”,
“promocionar” e “implementar”, esto significa mayor gasto público. Esto se
evidencia cuando se indica la creación de nuevas entidades estatales que velen
por el cumplimiento de estas reformas.
Este
nefasto plan concluye con una gráfica la cual no muestra etapas, fechas ni
plazos delimitados para cumplir las propuestas contenidas en este plan de
gobierno. Bajo ningún motivo figura el liquidar, finiquitar o privatizar las
enormes y deficitarias empresas estatales. Se habla de estabilizar la moneda
pero no se habla de un rígido control de la emisión y mucho menos se habla de
la delegación de muchas de las actividades económicas que estaban monopolizadas
por el estado hacia el sector privado.
Un
país como Bolivia que necesita urgentemente un shock económico, se vería
empañado por este plan que está lleno de medidas gradualistas; y peor aún, con
muchas medidas que implicarían un desembolso por parte de un cuasi quebrado
estado boliviano. Mucho me temo que en caso gane, estas propuestas
socialdemócratas de Rodrigo Paz no lograrían otra cosa más que exacerbar los
ánimos, empeorar la crisis social y seguir perturbando las finanzas del país.
Hasta ahora no se ataca de forma contundente la enfermedad crónica del Estado
boliviano que es el despilfarro y la permanente intromisión estatal en asuntos
que en otros países son atribución del sector privado. Mucho me temo que, si el
candidato del partido demócrata cristiano gane, podría originar cinco años de
caos social, los cuales serían aprovechados por el socialismo recalcitrante
para querer volver a tomar el poder.
COMPLEJOS
ESCENARIOS DE LA UNIDAD
La
experiencia boliviana, a pesar de la amplia sonrisa de Evo, obliga a rescatar
los procesos unitarios como valores de identidad y de avances ciertos y reales
Mundo
Obrero de España (https://n9.cl/pkicc)
La
derrota de la izquierda y el retorno de la derecha al poder en Bolivia era el
escenario previsible para las elecciones del pasado 17 de agosto. Hubo
esfuerzos para encontrar un acuerdo de la izquierda por parte de diferentes
partidos y lideres políticos latinoamericanos, pero sin éxito. Ante los
resultados, son innumerables las críticas a las fracciones de la izquierda
personificadas en Evo Morales, Andrónico Rodríguez y Luis Arce y se reafirma el
valor táctico y estratégico de la unidad en todos los caminos de la lucha
política y social. Procesos de unidad necesarios y obligatorios no solo para
las fuerzas transformadoras de la izquierda y el llamado progresismo.
Las
derechas también saben que su unidad es determinante para la confrontación por
el poder. La unidad es un valor y un principio universal y debe ser considerada
parte del ADN político y programático de las fuerzas revolucionarias y las
izquierdas rupturistas y transformadoras. Un principio que de todas maneras
debe tener una aplicación y un desarrollo particular en las condiciones
específicas de cada país.
Muchas
veces los buenos deseos se estrellan con la realidad. Por ello, por ejemplo,
tras leer reclamos en todos los idiomas a Evo Morales y a Luis Arce buscamos
sus propias palabras en busca de alguna autocrítica o algo parecido y la
inmensa sorpresa es encontrarnos a un Evo, y a varias lideresas sociales que lo
acompañaban en un panel, felicitándose por los resultados y señalando que
habían hecho historia en las elecciones del 17 de agosto al posicionar el voto
nulo en la tercera posición y con la probabilidad de llegar a ser la segunda.
No es fácil entrar a cuestionar o apoyar, y ni siquiera entender esta
complejidad.
Como
no es fácil entender que a reconocidos dirigentes populares que en España
convocan a la unidad se les crucifique y condene al paredón de los traidores.
No es fácil entenderlo. Como igual, desde la distancia es imposible aceptar el
señalamiento de que llamados a la unidad solo sean intenciones de construir
bisagras con la vacilante socialdemocracia. Complejo y desesperanzador el
panorama político español, lo que conlleva a la extrañeza de que un reconocido
intelectual de esa izquierda española funja como asesor en temas de unidad para
la izquierda colombiana.
En
la que se interpreta como extraña primera valoración de las elecciones que
hacían Evo Morales y sus camaradas, hubo una afirmación que es también un valor
y un principio universal. Que independientemente de los resultados lo
importante es la lealtad de las dirigencias a los intereses del pueblo, el
conservar la fuerza y la organización y la disposición de seguir batallando. De
volverse a levantar todas las veces en que hayan caídas y nunca jamás buscar un
buen porcentaje de votos a cualquier precio.
La
izquierda colombiana prepara sus baterías para las elecciones de 2026. Nada
está seguro. Las encuestas ubican al Pacto Histórico como el partido con
mayores opciones, en un escenario más favorable a la izquierda que en años
anteriores. Sus propias fuerzas no serán suficientes y será necesario un
acuerdo más amplio. Similar al proyecto frenteamplista que en Chile puede
alzarse con la victoria en el mes de noviembre. Hay pujas internas en el Pacto
Histórico de cara a la conformación de las listas al congreso con riesgosas
cargas de personalismos y enfrentamientos de egos y roces en las
precandidaturas presidenciales. La experiencia boliviana, a pesar de la amplia
sonrisa de Evo, obliga a rescatar los procesos unitarios como valores de
identidad y de avances ciertos y reales.
RECORDANDO
A EVO EN LA UASD
El
Día de República Dominicana (https://n9.cl/fdakc)
El
22 de enero de 2006 tuve el privilegio de estar presente en el Palacio del
Congreso de Bolivia, cuando Evo Morales Ayma juró por primera vez como
presidente de ese país suramericano.
Viajé
a La Paz invitado por el entonces vicepresidente dominicano Rafael
Alburquerque, quien encabezaba la delegación dominicana en representación del
presidente Leonel Fernández.
Fue
una jornada histórica y profundamente simbólica, no sólo para Bolivia, sino
para todo el continente latinoamericano. Evo no sólo ascendía al poder como el
primer presidente indígena del país andino, sino que lo hacía con una narrativa
reivindicativa que lo conectaba directamente con las luchas sociales, los
movimientos campesinos y la izquierda popular.
Aquella
ceremonia fue una experiencia rica en matices, llena de momentos que aún
esperan por ser contados en su justa dimensión.
Pero
hoy, al observar el declive político y personal de Evo Morales —expulsado de su
propio partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), y enfrentado al presidente
Luis Arce, su antiguo aliado—, resulta inevitable establecer paralelismos con
procesos vividos en otras latitudes, como la división del Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) en 2019, que también pagó el precio del poder
dividido.
En
ambos casos, la unidad se quebró por la arrogancia de las élites políticas y la
incapacidad de procesar las diferencias internas sin recurrir al exterminio del
otro.
Un
año después de aquel ascenso glorioso en Bolivia, Evo Morales visitó República
Dominicana. Fue en noviembre de 2007. Y en medio de su agenda oficial, se
apartó por unas horas para asistir a un acto público en el Aula Magna de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Yo estuve allí.
Esa
noche fue todo un espectáculo político-cultural digno de ser rememorado.
El
Aula Magna estaba repleta mucho antes de su llegada, a pesar de tratarse de un
domingo por la noche. La izquierda dominicana, en todas sus corrientes y
matices, estaba allí representada. Viejos y nuevos militantes, líderes
históricos y figuras emergentes, todos acudieron como si se tratara de una misa
solemne en la que el predicador principal era uno de los suyos.
Narciso
Isa Conde, Fernando Peña, Jorge Puello Soriano, Virtudes Álvarez, Ramón
Almánzar y Raúl Pérez Peña (El Bacho), entre otros, ocuparon la primera fila,
atentos a cada gesto, cada palabra y cada pausa del líder cocalero que se había
convertido en presidente gracias a una coalición de partidos progresistas.
Cuando
Morales entró, el auditorio estalló en una ovación de pie.
Y
al tomar la palabra, con su estilo pausado, pero insistente, recorrió su
trayectoria desde el sindicalismo cocalero hasta su llegada al Palacio Quemado.
Habló
de sus dudas iniciales ante la candidatura presidencial, de su temor a
convertirse en otro político que promete mucho y olvida más. Fue entonces
cuando el público respondió al unísono: “¡Igualito que aquí!”
Evo,
con ese tono didáctico que lo emparentaba discursivamente con Fidel Castro y
Hugo Chávez, recordó cómo fue expulsado del Congreso boliviano tras denunciar
que allí operaba “la primera mafia del país”. Y el auditorio volvió a estallar:
“¡Igualito que aquí!”
Pero
el momento más memorable —y quizá más incómodo— llegó cuando Morales contó que
en las elecciones del año 2000, su partido recibió fondos públicos para la
campaña, y al finalizar, sobró dinero. Él decidió devolver al Estado esos 100
millones de bolivianos.
A
pesar de la oposición de algunos miembros de su equipo, se impuso y regresó el
dinero. Al día siguiente, los titulares en La Paz hablaban de un hecho sin
precedentes: un candidato presidencial que devolvía fondos no utilizados.
Esa
parte de su intervención, que uno hubiese pensado encendería al público con
otra ronda de vítores, produjo, en cambio, un silencio rotundo. Y en medio de
ese silencio, una voz —fina, sarcástica, casi venenosa— emergió desde el fondo
del Aula Magna: “¡Igualito que aquí!” Fue el desquite perfecto.
Una
daga verbal lanzada desde algún rincón de la izquierda local, quizá por alguien
consciente de que aquí, cuando los fondos públicos sobran —si acaso lo hacen—
no se devuelven ni por accidente.
UN
PROYECTO DE LEY PARA PROHIBIR EL MATRIMONIO INFANTIL EN BOLIVIA
La
senadora boliviana Virginia Velazco presentó junto a organizaciones locales e
internacionales un proyecto de ley para prohibir el matrimonio y las uniones
infantiles tempranas y forzadas en Bolivia. Una problemática invisibilizada que
tiene lugar en las zonas rurales del país vecino. Monica Bayá, secretaria
técnica de la Comunidad Derechos Humanos y asesora legal de la organización
Equality Now, explica los alcances de este proyecto de ley y el estado de
situación actual en torno al matrimonio infantil en su país.
Página
12 de Argentina (https://n9.cl/hvm7j6)
Los
matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas en Bolivia
lamentablemente son prácticas que se han normalizado con el tiempo, resultado
justamente de normas sociales y culturales que perpetúan la desigualdad de
género y el control muchas veces sobre la vida de niñas y adolescentes.
En
muchos casos estos matrimonios y uniones son impuestas por la familia, la
comunidad, la sociedad, privando a las niñas y los adolescentes justamente de
su derecho a decidir sobre su futuro, a continuar en el sistema educativo,
acceder a empleo, a una salud integral y por supuesto a vivir libres de
violencia porque se las pone en un contexto de altísima vulnerabilidad
generalmente en relaciones de poder en la que sus parejas muchas veces doblan o
triplican su edad.
Por
otro lado, la mayor cantidad de casos en Bolivia están concentrados en el área
rural, de hecho en un comparado entre datos de 2020 y 2021 que han publicado la
Defensoría del Pueblo en base a datos del Servicio de Registro Cívico, el 65%
de las adolescentes que habían contraído matrimonio se encontraban en las
provincias, es decir, en las áreas rurales. Por otro lado, el 93% de los datos
que se tienen del 2014 al 2023 son adolescentes mujeres por ende, también es un
problema de género.
En
relación a las parejas que han contraído matrimonio con adolescentes, de las
uniones informales no se cuenta con información oficial que pueda dar cuenta
estadística de la situación, pero respecto a esto al menos el 95% de las
parejas eran mayores de edad y principalmente concentrados entre los 20 y 35
años, en parejas adolescentes de 16 y 17 años. Sin embargo, también se tiene
datos de uniones por debajo de los 16 años que es lo preocupante.
De
hecho, nuestra legislación lamentablemente incorpora una excepción a la edad
mínima del matrimonio. Nuestro código de las familias señala que la edad para
el matrimonio son los 18 años, sin embargo, contiene una excepción que permite
que menores desde los 16 años puedan contraer matrimonio o unirse con la
autorización del padre, madre, tutores o mediante una autorización judicial. No
obstante, se tienen datos de menores de 16 años, incluso hay información que el
propio Servicio del Registro Cívico ha generado del periodo 2010 al 2022, en el
que existen adolescentes entre 13 y 17 años que habían contraído matrimonio en
un número superior a los 11 mil casos. Esto revela que incluso más allá de lo
que establece la legislación, esta excepción ha sido la puerta para viabilizar
otras uniones y matrimonios, incluso por debajo de la edad que es permitida en
esta excepción.
El
proyecto de ley de modificación del Código de las Familias y Proceso Familiar
para la Prohibición del Matrimonio en Menores de Edad ha sido aprobado por la
Cámara de Senadores en el mes de abril, que es la Cámara de Origen.
Posteriormente, este proyecto ha pasado a la Cámara de Diputados, ha sido
derivado a la Comisión de Derechos Humanos, donde hace dos semanas
aproximadamente ha sido aprobado por unanimidad por las dos fuerzas políticas
que tienen representación dentro de esta comisión. Ha sido luego derivado a la
Presidencia de la Cámara de Diputados para que entre en debate en el Pleno,
esperando que sea sancionado por las y los diputados como Cámara revisora y
remitido al presidente para su promulgación.
Realmente
esperamos que esto pueda darse dentro de esta legislatura, quedan algo de dos
meses de trabajo en la Cámara de Diputados y esperamos que este proyecto de ley
sea priorizado y cuente con el respaldo de las y los diputados que tienen
representación a través de sus organizaciones políticas en la Cámara.
Este
proyecto ha sido impulsado por la senadora Virginia Velasco y en la Comisión de
Derechos Humanos por la diputada Betty Ñaniques desde la presidencia de esta
comisión, así como los integrantes de la misma que han respaldado este proyecto
de ley, que es acompañado y apoyado por organizaciones de la sociedad civil,
principalmente la Comunidad de Derechos Humanos y Paz Bolivia. También
organizaciones nacionales e internacionales se han sumado en este proceso,
principalmente defensoras de los derechos de la niñez y la adolescencia, entre
ellas, por ejemplo, Plan Internacional, Save the Children, la propia Defensoría
del Pueblo, también fuera de las organizaciones de sociedad civil.
Equality
Now a nivel internacional ha hecho llegar un documento importante de respaldo
al proyecto de ley de argumentación jurídica basado en estándares
internacionales a la Comisión de Derechos Humanos, que ha sido también un
documento importante para su consideración dentro de esta comisión. Esperamos
que este proyecto sea el inicio de un conjunto de acciones que desde el Estado
boliviano, principalmente ya en el marco de la política pública, se vayan
adoptando a partir de esta decisión, que implicaría una posición también como
Estado frente a estas prácticas nocivas.
Esperamos
que a partir de ello estas políticas puedan generar un cambio importante
también en las normas sociales y culturales, porque más allá de la prohibición
entendemos que es importante un trabajo de socialización de la norma
inicialmente, que es lo que está previsto también en el proyecto, pero
esencialmente de visibilización de esta problemática del impacto que tiene en
la vida, sobre todo de las niñas y adolescentes, toda vez que, como decía,
muchas veces se ha visto normalizado.
En
la Cámara de Senadores también hemos escuchado algunas posiciones y argumentos
muy lamentables, alejados del deber de protección que se debe tener con
relación a los derechos de las niñas y adolescentes. Muchos de ellos basados en
estereotipos de género y también desde una mirada bastante sesgada, que hacen a
mostrarnos el desconocimiento, reitero, sobre esta problemática, y por supuesto
ello también sucede en la sociedad.
A
raíz de los materiales y la difusión que hemos hecho sobre este proyecto de ley
hubo varios comentarios que han dado lugar a preguntas en redes sociales sobre
si realmente esto estaba sucediendo en el país, si existía, si es cierto que la
normativa permitía esto. Entonces hemos visto que realmente muchas personas no
tienen conocimiento sobre esta problemática y peor aún, que el Estado ha sido
permisivo al establecer esta excepción que es la que se quiere eliminar con el
proyecto de ley en nuestro Código de las Familias.
VACA
MUERTA YA TRIPLICA LA PRODUCCIÓN DE GAS DE BOLIVIA Y REDEFINE EL MAPA
ENERGÉTICO SUDAMERICANO
Comercio
y Justicia de Argentina (https://n9.cl/exru88)
En
un giro histórico para el panorama energético de América del Sur, Vaca Muerta,
el coloso no convencional de Neuquén, consolidó su posición como un titán
regional al triplicar la producción de gas natural de Bolivia, según datos
recientes. Con una extracción que alcanzó los 112 millones de metros cúbicos
por día (MMm³/d) en junio de 2025, frente a los 24,33 MMm³/d de Bolivia, el
yacimiento argentino no sólo satisface la demanda interna, sino que se perfila
como un proveedor estratégico para la región, desplazando a Bolivia de su
histórico rol exportador. Este hito, respaldado por un aumento del 32% en las
etapas de fractura en 2025 respecto al año anterior, marca un punto de
inflexión en la matriz energética sudamericana.
Agosto
récord
La
actividad en Vaca Muerta mostró una fortaleza notable en agosto de este año,
con 2.163 etapas de fractura hidráulica, un repunte del 20% respecto a julio
(1.793 etapas), según datos relevados por Luciano Fucello, country manager de
NCS Multistage. Este registro posiciona a agosto como el tercer mes más activo
del año, solo por detrás de mayo (2.588) y abril (2.214). En lo que va de 2025,
el acumulado anual asciende a 16.425 etapas de fractura, un 32% más que en
2024, reflejando un promedio mensual de 2.047 operaciones frente a las 1.485
del año pasado.
YPF,
la petrolera estatal, lideró el ranking de operadoras con 1.105 fracturas,
representando el 51% del total mensual. Le siguieron Vista Energy con 426
etapas y Pluspetrol con 216, mientras que Pan American Energy (154), Shell
(136) y Pampa Energía (126) completaron el cuadro. En el segmento de servicios,
SLB encabezó con 980 fracturas, seguido por Halliburton (813), Servicios
Petroleros Integrados (216) y Calfrac (154). Este dinamismo en el fracking,
pese a retrocesos puntuales en junio y julio por ajustes de costos y conflictos
gremiales, confirma el rumbo ascendente del yacimiento.
Neuquén
vs. Bolivia
El
crecimiento de Vaca Muerta no sólo se mide en fracturas, sino en producción
concreta. En julio de 2025, la cuenca neuquina alcanzó un récord de 90,96
MMm³/d de gas natural, según Diario Río Negro e Infobae, consolidando su aporte
del 55% a la producción total del país.
En
contraste, Bolivia, que en 2014 producía 60,3 MMm³/d, ha visto su extracción
caer a 24,33 MMm³/d en 2025, según reportes de medios y de Álvaro Ríos Roca,
exministro de Hidrocarburos de Bolivia. Esta brecha ilustra un cambio
estructural: hace una década, Bolivia dominaba el mercado regional, mientras
Vaca Muerta apenas producía 0,6 MMm³/d. En 2022, las cifras se equilibraron
(36,6 MMm³/d vs. 42,1 MMm³/d), pero hoy Argentina triplica la producción
boliviana.
La
declinación de Bolivia responde a la falta de exploración y reposición de
reservas, con una caída proyectada de 4 MMm³/d por año. Hacia 2028, el país
podría convertirse en importador neto, según Ríos Roca. Mientras tanto, Vaca
Muerta viene aprovechando su potencial geológico y mejoras tecnológicas y por
eso escaló rápidamente, apoyada por operadores como Tecpetrol, que alcanzó un
récord de 24 MMm³/d en su campo Fortín de Piedra.
Infraestructura
y exportaciones
El
auge de Vaca Muerta no sería posible sin una infraestructura robusta. El
Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), con una capacidad inicial de 24
MMm³/d, y la reversión del Gasoducto Norte, que permite exportar gas al norte
de Argentina, Chile y Brasil, han sido fundamentales.
En
abril pasado, el país comenzó a exportar 500.000 m³/d a Brasil a través de
gasoductos bolivianos, en una operación liderada por TotalEnergies, Matrix
Energia y YPFB. Además, se envían 5 MMm³/d a Chile, con perspectivas de
expansión.
El
proyecto Vaca Muerta Sur (VMOS), una inversión de 2.500 millones de dólares,
conectará la cuenca con el puerto de Punta Colorada para 2027, facilitando
exportaciones de petróleo y gas natural licuado (LNG). Proyectos como el
Southern Energy LNG, con buques flotantes, apuntan a iniciar exportaciones de
LNG en 2027. Estas iniciativas han permitido a Argentina reducir las
importaciones de LNG en un 43% en 2024 y suspender las compras de gas boliviano
desde octubre de ese año.
Un
millón de barriles por día
Según
Rystad Energy, Vaca Muerta está en camino de alcanzar 1 millón de barriles
diarios de petróleo para 2030, un objetivo respaldado por el récord de 529.000
barriles/día en julio de este año. En gas, la cuenca podría consolidar a
Argentina como exportador neto en los próximos años, siempre que se superen
cuellos de botella logísticos y se mantenga la estabilidad macroeconómica.
Radhika Bansal, vicepresidenta de Upstream Research de Rystad, afirmó: “La
incógnita ya no es si Argentina será un exportador neto, sino cuándo. Vaca
Muerta será central en esa ambición”.
Sin
embargo, no todo es color de rosa y persisten algunos retos y obstáculos. Sin
contar con las dos (fuertes) exigencias ya señaladas (logística y estabilidad
macro), las variaciones en los datos de producción (90,96 MMm³/d en julio vs.
112 MMm³/d en junio) reflejan diferencias estacionales y metodológicas, lo que
requiere un monitoreo constante. Además, la competitividad en tarifas de
transporte será clave para consolidar mercados como Brasil, donde Bolivia aún
mantiene contratos de 14-20 MMm³/d hasta 2026.
Lo
que está claro es que más temprano que lo previsto hace unos pocos años, el
ascenso de Vaca Muerta ya es un hecho incontrastable y a mediados de 2025 ya
marca un antes y un después en el mapa energético sudamericano. Mientras
Bolivia lucha por mantener su relevancia, Argentina capitaliza su potencial no
convencional para proyectarse como un proveedor estratégico. Con inversiones en
infraestructura, tecnología de punta y un ritmo de fractura sin precedentes,
Vaca Muerta no sólo triplica la producción de gas de su vecino, sino que
reescribe las reglas de la energía en la región. El futuro pasa por Neuquén. Y
muchas empresas cordobesas, proveedoras de ese motor de desarrollo, ya lo saben
y hacen negocios con la provincia sureña.
LITIO
EN BRASIL: VALLE DEL JEQUITINHONHA, NUEVO EPICENTRO ESTRATÉGICO MUNDIAL
Uruguay
Informe (https://n9.cl/jrn5w9)
El
Valle del Jequitinhonha, ubicado en el sureste de Brasil, está emergiendo de un
largo período de pobreza y aislamiento, convirtiéndose en un centro crucial en
el mercado global del litio, un componente esencial para la transición
energética mundial. Este cambio significativo comenzó a tomar forma en 2022,
cuando un decreto gubernamental facilitó las exportaciones de este mineral,
atrayendo una inversión extranjera que supera los 1.165 millones de dólares.
Actualmente,
el valle alberga cinco grandes proyectos mineros, en su mayoría en manos de
compañías extranjeras de países como Canadá, Estados Unidos y Australia. Estos
proyectos están en diferentes etapas de desarrollo, con dos empresas ya en
operación. Como resultado de estas iniciativas, la producción de litio en forma
de espodumeno se ha incrementado notoriamente, multiplicándose por 20 en los
últimos dos años, alcanzando una producción anual de 320.000 toneladas.
El
impacto global y la nueva geopolítica del litio
El
renacimiento del Valle del Jequitinhonha es un reflejo de una competencia
global más amplia por asegurar el acceso a minerales estratégicos. La
dependencia de China en la cadena de suministro de litio ha generado
preocupaciones en Estados Unidos y otras potencias mundiales, las cuales están
buscando diversificar sus fuentes hacia países aliados como Brasil. Este
escenario geopolítico subraya el papel emergente de América Latina en la
transición energética global.
Además
de Brasil, otros países de América Latina como Argentina, Bolivia y Chile, ya
destacados dentro del denominado “triángulo del litio”, están consolidando su
posición como proveedores clave en este sector. Con reservas que representan el
8% del total mundial y una capacidad tecnológica en expansión, Brasil añade un
nuevo eje de poder a esta dinámica regional.
Desde
una perspectiva diplomática, esta situación ofrece a la región la oportunidad
de negociar acuerdos más equitativos que incluyan transferencia tecnológica y
creación de valor agregado, desafiando su rol histórico de mero exportador de
materias primas.
Oportunidades
y desafíos en el horizonte
A
pesar de la caída de los precios internacionales del litio de 4.000 a 950
dólares por tonelada, Brasil sigue disfrutando de ventajas competitivas que
incluyen bajos costos de mano de obra y energía. Estos factores permiten que
empresas como Sigma Lithium, que se posiciona como la quinta mayor productora
mundial, y la estatal Companhia Brasileira de Lítio, continúen con sus planes
de expansión hasta el año 2027.
Este
panorama sugiere un futuro prometedor para el Valle del Jequitinhonha, no solo
en términos de crecimiento económico, sino también en su contribución al
equilibrio geopolítico y a la sostenibilidad ambiental a nivel global.
LA
DROGA DEL DELFÍN: EL SELLO NARCO QUE VOLVIÓ A APARECER EN MAR DEL PLATA
El
hallazgo de un ladrillo de cocaína con el relieve de un delfín en la causa de
Lea “El Musulmán” Colella, influencer devenido narco en Mar del Plata, reactivó
un símbolo histórico del narcotráfico argentino.
El
Marplatense de Argentina (https://n9.cl/8sabt)
El
logo del delfín está asociado a Reynaldo Delfín Castedo, conocido como el
“Patrón del Norte”. Dueño de más de 20 mil hectáreas en la frontera salteña con
Bolivia, construyó desde los años 90 una estructura que controlaba el paso de
la cocaína desde Santa Cruz de la Sierra hasta Rosario, Buenos Aires y los
puertos de salida a Europa.
La
Justicia lo condenó a 16 años de prisión por asociación ilícita y lavado de
dinero, en un fallo histórico porque nunca se le secuestró droga en mano. Sin
embargo, su poder económico y político, con ramificaciones en el agro, la
política y la policía, dejó una red difícil de desarticular.
Los
ladrillos con el relieve del delfín se convirtieron en su marca registrada: una
garantía de pureza y un sello de pertenencia en un mercado donde los logos son
sinónimo de control territorial.
El
clan Castedo, que desde los años 90 controló miles de hectáreas en la frontera
salteña con Bolivia, convirtió sus estancias en un corredor clave para el
tráfico de cocaína. La violencia con la que se manejaban quedó expuesta en 2006
con el asesinato de la productora rural Liliana Ledesma, quien denunció que el
grupo había cerrado caminos vecinales para usarlos en sus operaciones.
Tres
días después apareció muerta con puñaladas y cortes en la boca, un mensaje
mafioso de “silencio”. Años más tarde, la Justicia acreditó que Castedo también
había participado en el operativo Carbón Blanco, responsable de enviar más de
10 toneladas de cocaína a Europa camufladas en cargamentos de carbón vegetal.
Aunque
Reynaldo Delfín Castedo fue condenado en 2021
la marca del delfín sobrevivió. En distintos operativos en Rosario,
Santiago del Estero y Buenos Aires volvieron a aparecer ladrillos con ese
relieve.
En
el ecosistema narco, el logo funciona como una etiqueta de lujo: certifica el
origen, la pureza y el prestigio.
Los
fiscales federales sostienen que el logo actúa como una “firma criminal” que
identifica cargamentos ligados a redes históricas del norte. Aunque algunos
operativos muestran herederos directos de la estructura Castedo, otros sugieren
que bandas locales adoptan el sello para aprovechar su reputación en el
mercado.
La
irrupción de un ladrillo con el delfín en Mar del Plata, en el caso de El
Musulmán, es la evidencia reciente de
esa marca en la ciudad. Vincula a un influencer que se presentaba como gurú del
“desarrollo personal” con una de las rutas más pesadas del narcotráfico
regional.
Expertos
en narcóticos sostienen que la detención de Casteldo no hizo que su firma se
borre del país: “Cada delfín que aparece en un operativo es un recordatorio de
que esta red nunca desapareció. Solo mutó y se adaptó” sostienen.
BOLIVIA:
LOS GUACAMAYOS DE BARBA AZUL SON CAPACES DE IMITAR, SEGÚN UN ESTUDIO DEL
INSTITUTO MAX PLANCK
La
Nación de Argentina (
Los
guacamayos de barba azul, una especie de loro en peligro crítico de extinción
endémica de Bolivia, han demostrado ser capaces de imitar a terceros, un
fenómeno que hasta ahora solo se había documentado en seres humanos y que
consiste en que un observador aprende de la interacción entre dos individuos.
Así lo apunta un estudio pionero realizado por un equipo internacional de
científicos del Instituto Max Planck de Cognición Animal, con sede en Loro
Parque-Animal Embassy, y en colaboración con Loro Parque Fundación, que revela
que los guacamayos aprenden a mostrar ciertos comportamientos inusuales
demostrados por un congénere en respuesta a órdenes específicas de la mano
humana sin ningún tipo de entrenamiento explícito.
Este
hallazgo subraya la notable capacidad de los loros para aprender mediante la
imitación, incluso como terceros. El resultado plantea la posibilidad de que
los loros muestren una comprensión de la equivalencia entre uno mismo y los
demás y sean capaces de adoptar la perspectiva de terceros, detalla la
fundación en una nota.
La
bióloga Esha Haldar y sus colegas del grupo de investigación de cognición
comparativa, con sede en el centro de investigación Max-Planck en Loro Parque,
realizaron pruebas de imitación de terceros con guacamayos ingenuos --sin
experiencia previa o conocimiento sobre el estímulo, que se iba a evaluar--. En
su estudio, ahora publicado en 'Scientific Reports', los investigadores
testearon a un grupo de prueba ingenuo que observaba pasivamente a un
demostrador de su misma especie que realizaba acciones intransitivas
arbitrarias e inusuales, es decir, acciones sin un objetivo obvio y que no
implicaban ningún objeto, en respuesta a órdenes gestuales específicas de los
humanos.
Por
ejemplo, observaron cómo otro loro levantaba una pata en respuesta a un dedo
índice levantado. Inmediatamente después, el observador recibía las mismas
órdenes gestuales de una persona y era recompensado si mostraba la respuesta
correcta. De hecho, se evaluó de forma similar a un grupo de control igualmente
ingenuo, sin recibir demostraciones de terceros.
El
grupo de ingenuos aprendió más acciones objetivo en respuesta a las órdenes
específicas y además las aprendió significativamente más rápido y las realizó
con mayor precisión que el grupo de control. Esto implica que esta especie de
guacamayo es capaz de aprender observando las interacciones de sus congéneres
sin interactuar directamente con ellos, es decir, mediante la imitación de
terceros, resume la fundación.
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