Friday, September 05, 2025

RODRIGO PAZ: “LA SALIDA DEL MAS ES LA MEJOR SEGURIDAD JURÍDICA PARA LAS INVERSIONES EN BOLIVIA”

Dos semanas después de la primera vuelta presidencial, se ha convertido en uno de los políticos más solicitados de Bolivia. Mientras prepara la campaña para el balotaje recibe en exclusiva a El Debate. 

Paz responde con claridad y de manera directa a cada pregunta, sin desviarse del tema, en un diálogo relajado que no deja traslucir su apretada agenda.
Economista, exdiputado y exalcalde, el líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) fue la gran revelación de las elecciones bolivianas del 17 de agosto al cosechar el 32 % de los votos. Disputará el primer balotaje de la historia de Bolivia, el próximo 19 de octubre, frente a Jorge «Tuto» Quiroga, de la formación Libertad y Refundación (LIB-RE), quien fue presidente entre 2001 y 2002 y obtuvo el 27 % de los apoyos.
Nacido en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, hijo de la española Carmen Pereira y de Jaime Paz Zamora, expresidente entre 1989 y 1993, Rodrigo Paz combina un linaje político con una amplia experiencia en el sector público. Asegura que, tras casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), Bolivia recuperará la seguridad jurídica que los inversores esperan. De profundas raíces cristianas y con estudios en Economía y Relaciones Internacionales, plantea un modelo de «capitalismo para todos» como vía para generar riqueza y reducir la desigualdad.
–Usted fue la gran sorpresa de la primera vuelta electoral. ¿A qué atribuye este ascenso inesperado?
–Creo que cae por lógica que, en principio, la decisión popular fue querer, en inmensa mayoría, dejar al MAS atrás. Si usted ve la conformación del Parlamento, hay tres bloques claramente constituidos por la oposición. Sólo hay dos diputados del MAS, el resto son bloques opositores. Así que, punto uno, un giro absoluto por parte de la población.
Punto dos, tener mayoría en el Senado, en diputados y en la calle, ha sido un trabajo de cinco años. No somos una candidatura de tres o cuatro meses. Las alianzas, los acuerdos, entender lo que pasaba en la calle nos permitió sumar un proyecto que generaba una lectura correcta de las grandes mayorías.
–¿Qué lo diferencia de Jorge «Tuto» Quiroga, con quien disputará la segunda vuelta presidencial?
–Primero, Jorge es un político de larga data: lleva 30 o 40 años intentando ser candidato. En mi caso, esta es mi sexta candidatura. Fui diputado, consejero en mi municipio, alcalde, senador, hemos ganado seis veces al MAS.
Pero lo de fondo es la visión: cómo se trata a las inmensas mayorías en Bolivia. Aquí hay economía formal y economía informal: gremiales, cuentapropistas (autónomos), transportistas, artesanos. Normalmente, ellos no son considerados en las decisiones sobre manejo económico y reordenamiento del Estado. Nosotros hemos dedicado mucho esfuerzo a esa economía informal, que representa el 85 % de la economía, según Naciones Unidas.
–¿Cuáles son las tres acciones más urgentes que implementaría para estabilizar el país y generar confianza?
–Socialmente estamos mejor que nunca porque acabamos de decir adiós al MAS tras 20 años. Lo que no está bien es la economía. El Gobierno despilfarró 60.000 millones de dólares en gas, tenemos una deuda interna y externa de 40.000 millones y, con el presidente (Luis) Arce, se fueron 15.000 millones de reservas y oro.
Primero, hay que cortar el déficit fiscal. Sabemos dónde están los grandes gastos superfluos. Segundo, reordenar la vinculación de nuestra moneda con el dólar, sincerar el tipo de cambio y ubicarlo en un punto intermedio. Tercero, dar seguridad jurídica para la inversión, sobre todo en minería, hidrocarburos y litio. Queremos un Estado que trabaje para la gente y le facilite la vida.
–Se reunió con el presidente Luis Arce para analizar la situación económica y garantizar una transición ordenada. ¿Qué nos puede comentar de ese encuentro?
–El encuentro fue justamente para generar una transición. El 19 de octubre el país decidirá quién será presidente, pero es importante que la clase política dé señales de estabilidad. La información que nos ha proporcionado nos permite cuadrar nuestro modelo de gestión, que se llama 'capitalismo para todos'.
Nada de socialismos, nada de confrontaciones. En Bolivia, el capitalismo es clave para salud, educación, vivienda y generación de riqueza. Bajo ese discurso, hemos solicitado información al presidente para que nuestro modelo funcione desde el 8 de noviembre, cuando se asume la Presidencia.
–El país enfrenta caída de reservas, déficit elevado, inflación creciente y dólar paralelo. ¿Cómo planea reactivar la economía sin imponer un ajuste severo que afecte a los más vulnerables?
–Más que ajustar, hablamos de estabilizar. Hay cosas urgentes que resolver: el servicio de deuda es pesado y el tema fundamental son los hidrocarburos. Bolivia tiene cinco fronteras y el comercio es muy fluido.
El déficit es de 5.000 millones de dólares. Sólo en gastos superfluos podemos eliminar 1.300 millones, y otros 1.200 millones en subsidios a hidrocarburos que antes beneficiaban a grandes empresas, que ahora pueden pagar su propio diésel. Entre ambos recortes hablamos de 2.500 millones: la mitad del déficit. Eso ayudará a contener la inflación, ordenar el tipo de cambio y dar tranquilidad.
–Bolivia cuenta con recursos estratégicos como litio y gas, codiciados por potencias como China, EE.UU. y Rusia. ¿Cuál es su plan para aprovecharlos y garantizar la soberanía del país?
–En 2005, cuando Evo Morales llegó al poder, tenía dos grandes mercados –Argentina y Brasil–, la Ley de Hidrocarburos 3058, reservas de gas, precios altos y dos gasoductos. Pero tras 20 años nos deja sólo los gasoductos: Argentina se perdió, Brasil renegocia, los precios son bajos, la ley está desfasada y la exploración abandonada.
Hay que trabajar a fondo con el gas: Siete de cada diez focos en Bolivia dependen de termoeléctricas, y sin gas no hay energía. Modificaremos la ley para lograr acuerdos 50/50 entre intereses nacionales e internacionales.
Hay mucho interés de inversión en Bolivia. La mejor seguridad jurídica que se va a dar en el país a partir del 8 de noviembre es que el MAS se va. Es un gran cambio.
–Evo Morales sigue siendo una figura central. El voto nulo que pidió alcanzó el 20 %. ¿Cuál es su posición sobre los procesos judiciales abiertos contra él?
«Evo Morales se escapó en 2019, tendría que haberse quedado a dar la cara. Además, hay acusaciones con pruebas evidentes de estupro que no han sido procesadas. Bajo su Gobierno y bajo su 'dedo mágico' me abrieron 16 procesos. No me escapé, siempre di la cara y mientras me enjuiciaban seguí ganando elecciones. Entonces, Evo Morales es como cualquier otro ciudadano, si bien tenemos que hacer grandes reformas judiciales, tendrá que comparecer ante la Justicia.
–Sabemos de sus vínculos con España desde la cuna. Su padre fue colega de Felipe González. ¿Cómo ha influido ese legado en su visión política?
–No elegí dónde nacer, pero agradezco haber nacido en Santiago. Soy muy devoto del 'Tata" (como se conoce entre los bolivianos popularmente al apóstol) Santiago. En Bolivia tiene gran fortaleza, sobre todo en el área rural. De mis padres heredé valores democráticos, un profundo cariño por Bolivia, respeto por el medio ambiente y una visión cristiana de convivencia con el prójimo.
–Más de 80.000 bolivianos en España están convocados a votar en octubre. ¿Qué mensaje les dirige y qué cambios podrían afectarles directamente?
–Hay un sector muy importante de bolivianos que, por necesidad u oportunidad, vive fuera. España y Chile son hoy los dos principales centros de remesas para Bolivia. Mi objetivo es tener la mejor relación posible con España, para generar oportunidades –créditos baratos, impuestos bajos y aranceles reducidos para producir y comerciar– para que quienes han construido sus vidas allí puedan moverse entre ambos países con garantías y beneficios».
–El fin de la hegemonía del MAS implicará cambios en política exterior. ¿Cómo ve el futuro de las relaciones con EE.UU. y otros actores clave?
–Nuestro continente tiene dos gigantes: Estados Unidos y Brasil. No puedes tomar decisiones sin considerar a tus grandes vecinos. Retomaremos relaciones con EE.UU. En 2008 teníamos exportaciones por 500 millones de dólares y 40.000 empleos, pero por una decisión ideológica de Evo Morales, un año después caímos a 23 millones y 1.000 empleos, lo que puede considerarse traición a la patria. Queremos también una buena relación con Europa y el Asia-Pacífico. Bolivia no puede seguir aislada: el gas se fue, el litio aún no llegó y debemos poner al boliviano en el centro del desarrollo. Ese es el secreto de nuestro proyecto: capitalismo para todos.
 
 
 
 
 
EL PLAN GRADUALISTA QUE PUEDE ENTERRAR A BOLIVIA
 
Análisis de las propuestas del candidato demócrata cristiano Rodrigo Paz
 
Revista Montonero de Perú  
 
La semana pasada hablamos sobre las numerosas veces en las que las fuerzas democristianas o socialcristianas apoyaron a candidatos de izquierda. Tal como indicamos, también muchas de sus propuestas se alejan de lo que se tiene entendido como “derecha”. Estas propuestas, que acercan a los candidatos socialcristianos más hacia un perfil de izquierda, no solamente parten de lo económico, sino incluso también de lo social y cultural (rozando casi lo socialdemócrata). En la presente columna vamos a examinar al candidato Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano de Bolivia y uno de los contendientes de la segunda vuelta electoral de este país.
Para comenzar y poder contextualizar mejor, veamos quién es el candidato Rodrigo Paz Pereira. Nacido en el exilio en 1967 y poseedor de doble nacionalidad (boliviana y española), Rodrigo Paz proviene de una familia de raigambre política. Su padre, el cochabambino Jaime Paz Zamora, fue presidente de Bolivia de 1989 a 1993 (antes también fue presidente de 1982 a 1984). Paz Zamora también fue el fundador del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), partido inscrito en la Internacional Socialista. Su partido accedió al poder en 1989 a pesar de haber quedado tercero en las elecciones generales gracias al apoyo del ex militar Hugo Banzer. El gobierno del padre de Rodrigo Paz estuvo marcado por las inestabilidad política y graves acusaciones de corrupción e incluso narcotráfico.
Rodrigo Paz, el actual candidato, comenzó sus andanzas en la política boliviana en el año 2002 con el partido de su padre, el MIR. A pesar de sus diversas afiliaciones políticas su discurso siempre ha sido caracterizado por tener ideas de centro izquierda que no difieren tanto de los nefastos planes que aplicó durante todos estos años el MAS de Evo Morales. Su primer cargo importante dentro de la administración pública fue en el año 2015 cuando asumió la alcaldía de la ciudad de Tarija. Dicha gestión, que duró del año 2015 al 2020 y se caracterizó también por muchos escándalos de corrupción y de constante conflicto con el gobierno nacional. No obstante, en las elecciones del año 2020 se unió a la Comunidad Ciudadana, el partido del expresidente Carlos Mesa y salió elegido senador. En abril del presente año se oficializó su candidatura presidencial a las elecciones de 2025 uniéndose a la alianza electoral del Partido Demócrata Cristiano de Bolivia (PDC).
Ahora sí, pasemos a hablar de su plan de gobierno y propuestas políticas, si es que se le puede llamar así. El título de sus propuestas lleva el rótulo de “Agenda 50/50. Política al servicio de la gente”. El plan de 25 páginas no contiene una explicación detallada de las reformas que va a realizar Paz en caso de ser elegido. Básicamente podemos decir que es una declaración de intenciones, a continuación, veremos el por qué del asunto.
Las primeras 14 páginas del plan de gobierno son sólo un análisis de la situación económica y política que atraviesa Bolivia. Para los millones de bolivianos que han atravesado problemas económicos luego de casi 19 años de gobierno socialista del MAS esto podría resultar hasta una redundancia. Si leemos el apartado “A”, es una crítica al llamado “Estado Tranca” que es un estado centralista que concentra más del 80% del presupuesto general, menoscabando las competencias de los niveles subnacionales previstos en la propia constitución boliviana.
Por otra parte, el largo apartado “B” es una suerte de diagnóstico de la situación que atraviesa el país. Comienza tratando la crisis económica: estanflación y desequilibrios estructurales. Luego pasa a hablar de la crisis política: fragmentación, ingobernabilidad y asfixia centralista. El tercer punto a tratar es de la crisis judicial: auto prorroguismo, politización y desconexión con la sociedad. El cuarto punto lo denomina “impacto de la crisis multidimensional en los sectores del estado y la sociedad”. Los dos últimos puntos de este apartado son: “Impacto de la crisis multidimensional en la seguridad del Estado” y “Situación proyectada si no se resuelve la crisis multidimensional”.
Luego de estas 14 páginas de redundante análisis y demagogia la cual ya está sobreentendida por la mayoría de bolivianos, recién llegan las propuestas en el apartado “C”. Ese apartado supuestamente se divide en dimensiones estructurales (Economía, Institucionalidad del Estado y Justicia) y en dimensiones sectoriales, donde se ubican cuestiones importantes como educación, salud, empleo, deporte, turismo, hidrocarburos, minería, entre otros. Cabe resaltar que en ninguna de estas “dimensiones” hay medidas concretas para solucionar los problemas de cada uno de estos sectores.
En el apartado “D” encontramos los llamados objetivos estratégicos. Estas medidas que parecen más sustanciales son en realidad una simple declaración de intenciones. Utilizando los verbos “implementar”, “institucionalizar”, “reconfigurar”, básicamente están diciendo que van a hacer las cosas distinto a lo que se ha estado haciendo los últimos 19 años. Sin embargo, hasta ahora no dicen cómo lo harán. A pesar de que en el papel suena interesante que se reactive la economía y que se modernice y fortalezca las instituciones y la seguridad, eso es algo que todos los candidatos promueven, el plan de Rodrigo Paz carece de un sello específico más allá del eslogan 50/50.
Quizás el punto más criticable sea todo el apartado “E”. En esta parte del plan de gobierno, Rodrigo Paz promueve una serie de reformas que paradójicamente incluyen muchos recortes de gasto, mayor eficiencia del estado pero a la vez la implementación de “políticas inclusivas”. Esto es muy contradictorio y paradigmático considerando que en el análisis que ellos mismos se hicieron en el apartado “A” decían que el estado boliviano iba a concluir el presente año con un déficit equivalente al 12,5% del PBI. Con semejantes gastos y cada vez menores ingresos por parte del tesoro, parece imposible e irreal que el gobierno de Rodrigo Paz pueda conseguir los fondos suficientes para reducir cargas impositivas y volver eficiente al estado, pero a la vez promover mayor educación pública, un sistema universal de salud estatal y quizás lo más controvertido de todo: un sistema de pensiones jubilatorias universal. Dentro del resto de estrategias, cuando el candidato utiliza los verbos “incentivar”, “promocionar” e “implementar”, esto significa mayor gasto público. Esto se evidencia cuando se indica la creación de nuevas entidades estatales que velen por el cumplimiento de estas reformas.
Este nefasto plan concluye con una gráfica la cual no muestra etapas, fechas ni plazos delimitados para cumplir las propuestas contenidas en este plan de gobierno. Bajo ningún motivo figura el liquidar, finiquitar o privatizar las enormes y deficitarias empresas estatales. Se habla de estabilizar la moneda pero no se habla de un rígido control de la emisión y mucho menos se habla de la delegación de muchas de las actividades económicas que estaban monopolizadas por el estado hacia el sector privado.
Un país como Bolivia que necesita urgentemente un shock económico, se vería empañado por este plan que está lleno de medidas gradualistas; y peor aún, con muchas medidas que implicarían un desembolso por parte de un cuasi quebrado estado boliviano. Mucho me temo que en caso gane, estas propuestas socialdemócratas de Rodrigo Paz no lograrían otra cosa más que exacerbar los ánimos, empeorar la crisis social y seguir perturbando las finanzas del país. Hasta ahora no se ataca de forma contundente la enfermedad crónica del Estado boliviano que es el despilfarro y la permanente intromisión estatal en asuntos que en otros países son atribución del sector privado. Mucho me temo que, si el candidato del partido demócrata cristiano gane, podría originar cinco años de caos social, los cuales serían aprovechados por el socialismo recalcitrante para querer volver a tomar el poder.
 
 
 
 
 
COMPLEJOS ESCENARIOS DE LA UNIDAD
 
La experiencia boliviana, a pesar de la amplia sonrisa de Evo, obliga a rescatar los procesos unitarios como valores de identidad y de avances ciertos y reales
 
Mundo Obrero de España (https://n9.cl/pkicc)
 
La derrota de la izquierda y el retorno de la derecha al poder en Bolivia era el escenario previsible para las elecciones del pasado 17 de agosto. Hubo esfuerzos para encontrar un acuerdo de la izquierda por parte de diferentes partidos y lideres políticos latinoamericanos, pero sin éxito. Ante los resultados, son innumerables las críticas a las fracciones de la izquierda personificadas en Evo Morales, Andrónico Rodríguez y Luis Arce y se reafirma el valor táctico y estratégico de la unidad en todos los caminos de la lucha política y social. Procesos de unidad necesarios y obligatorios no solo para las fuerzas transformadoras de la izquierda y el llamado progresismo.
Las derechas también saben que su unidad es determinante para la confrontación por el poder. La unidad es un valor y un principio universal y debe ser considerada parte del ADN político y programático de las fuerzas revolucionarias y las izquierdas rupturistas y transformadoras. Un principio que de todas maneras debe tener una aplicación y un desarrollo particular en las condiciones específicas de cada país.
Muchas veces los buenos deseos se estrellan con la realidad. Por ello, por ejemplo, tras leer reclamos en todos los idiomas a Evo Morales y a Luis Arce buscamos sus propias palabras en busca de alguna autocrítica o algo parecido y la inmensa sorpresa es encontrarnos a un Evo, y a varias lideresas sociales que lo acompañaban en un panel, felicitándose por los resultados y señalando que habían hecho historia en las elecciones del 17 de agosto al posicionar el voto nulo en la tercera posición y con la probabilidad de llegar a ser la segunda. No es fácil entrar a cuestionar o apoyar, y ni siquiera entender esta complejidad.
Como no es fácil entender que a reconocidos dirigentes populares que en España convocan a la unidad se les crucifique y condene al paredón de los traidores. No es fácil entenderlo. Como igual, desde la distancia es imposible aceptar el señalamiento de que llamados a la unidad solo sean intenciones de construir bisagras con la vacilante socialdemocracia. Complejo y desesperanzador el panorama político español, lo que conlleva a la extrañeza de que un reconocido intelectual de esa izquierda española funja como asesor en temas de unidad para la izquierda colombiana.
En la que se interpreta como extraña primera valoración de las elecciones que hacían Evo Morales y sus camaradas, hubo una afirmación que es también un valor y un principio universal. Que independientemente de los resultados lo importante es la lealtad de las dirigencias a los intereses del pueblo, el conservar la fuerza y la organización y la disposición de seguir batallando. De volverse a levantar todas las veces en que hayan caídas y nunca jamás buscar un buen porcentaje de votos a cualquier precio.
La izquierda colombiana prepara sus baterías para las elecciones de 2026. Nada está seguro. Las encuestas ubican al Pacto Histórico como el partido con mayores opciones, en un escenario más favorable a la izquierda que en años anteriores. Sus propias fuerzas no serán suficientes y será necesario un acuerdo más amplio. Similar al proyecto frenteamplista que en Chile puede alzarse con la victoria en el mes de noviembre. Hay pujas internas en el Pacto Histórico de cara a la conformación de las listas al congreso con riesgosas cargas de personalismos y enfrentamientos de egos y roces en las precandidaturas presidenciales. La experiencia boliviana, a pesar de la amplia sonrisa de Evo, obliga a rescatar los procesos unitarios como valores de identidad y de avances ciertos y reales.
 
 
 
 
 
RECORDANDO A EVO EN LA UASD
 
El Día de República Dominicana (https://n9.cl/fdakc)
 
El 22 de enero de 2006 tuve el privilegio de estar presente en el Palacio del Congreso de Bolivia, cuando Evo Morales Ayma juró por primera vez como presidente de ese país suramericano.
Viajé a La Paz invitado por el entonces vicepresidente dominicano Rafael Alburquerque, quien encabezaba la delegación dominicana en representación del presidente Leonel Fernández.
Fue una jornada histórica y profundamente simbólica, no sólo para Bolivia, sino para todo el continente latinoamericano. Evo no sólo ascendía al poder como el primer presidente indígena del país andino, sino que lo hacía con una narrativa reivindicativa que lo conectaba directamente con las luchas sociales, los movimientos campesinos y la izquierda popular.
Aquella ceremonia fue una experiencia rica en matices, llena de momentos que aún esperan por ser contados en su justa dimensión.
Pero hoy, al observar el declive político y personal de Evo Morales —expulsado de su propio partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), y enfrentado al presidente Luis Arce, su antiguo aliado—, resulta inevitable establecer paralelismos con procesos vividos en otras latitudes, como la división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 2019, que también pagó el precio del poder dividido.
En ambos casos, la unidad se quebró por la arrogancia de las élites políticas y la incapacidad de procesar las diferencias internas sin recurrir al exterminio del otro.
Un año después de aquel ascenso glorioso en Bolivia, Evo Morales visitó República Dominicana. Fue en noviembre de 2007. Y en medio de su agenda oficial, se apartó por unas horas para asistir a un acto público en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Yo estuve allí.
Esa noche fue todo un espectáculo político-cultural digno de ser rememorado.
El Aula Magna estaba repleta mucho antes de su llegada, a pesar de tratarse de un domingo por la noche. La izquierda dominicana, en todas sus corrientes y matices, estaba allí representada. Viejos y nuevos militantes, líderes históricos y figuras emergentes, todos acudieron como si se tratara de una misa solemne en la que el predicador principal era uno de los suyos.
Narciso Isa Conde, Fernando Peña, Jorge Puello Soriano, Virtudes Álvarez, Ramón Almánzar y Raúl Pérez Peña (El Bacho), entre otros, ocuparon la primera fila, atentos a cada gesto, cada palabra y cada pausa del líder cocalero que se había convertido en presidente gracias a una coalición de partidos progresistas.
Cuando Morales entró, el auditorio estalló en una ovación de pie.
Y al tomar la palabra, con su estilo pausado, pero insistente, recorrió su trayectoria desde el sindicalismo cocalero hasta su llegada al Palacio Quemado.
Habló de sus dudas iniciales ante la candidatura presidencial, de su temor a convertirse en otro político que promete mucho y olvida más. Fue entonces cuando el público respondió al unísono: “¡Igualito que aquí!”
Evo, con ese tono didáctico que lo emparentaba discursivamente con Fidel Castro y Hugo Chávez, recordó cómo fue expulsado del Congreso boliviano tras denunciar que allí operaba “la primera mafia del país”. Y el auditorio volvió a estallar: “¡Igualito que aquí!”
Pero el momento más memorable —y quizá más incómodo— llegó cuando Morales contó que en las elecciones del año 2000, su partido recibió fondos públicos para la campaña, y al finalizar, sobró dinero. Él decidió devolver al Estado esos 100 millones de bolivianos.
A pesar de la oposición de algunos miembros de su equipo, se impuso y regresó el dinero. Al día siguiente, los titulares en La Paz hablaban de un hecho sin precedentes: un candidato presidencial que devolvía fondos no utilizados.
Esa parte de su intervención, que uno hubiese pensado encendería al público con otra ronda de vítores, produjo, en cambio, un silencio rotundo. Y en medio de ese silencio, una voz —fina, sarcástica, casi venenosa— emergió desde el fondo del Aula Magna: “¡Igualito que aquí!” Fue el desquite perfecto.
Una daga verbal lanzada desde algún rincón de la izquierda local, quizá por alguien consciente de que aquí, cuando los fondos públicos sobran —si acaso lo hacen— no se devuelven ni por accidente.
 
 
 
 
 
UN PROYECTO DE LEY PARA PROHIBIR EL MATRIMONIO INFANTIL EN BOLIVIA
 
La senadora boliviana Virginia Velazco presentó junto a organizaciones locales e internacionales un proyecto de ley para prohibir el matrimonio y las uniones infantiles tempranas y forzadas en Bolivia. Una problemática invisibilizada que tiene lugar en las zonas rurales del país vecino. Monica Bayá, secretaria técnica de la Comunidad Derechos Humanos y asesora legal de la organización Equality Now, explica los alcances de este proyecto de ley y el estado de situación actual en torno al matrimonio infantil en su país.
 
Página 12 de Argentina (https://n9.cl/hvm7j6)
 
Los matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas en Bolivia lamentablemente son prácticas que se han normalizado con el tiempo, resultado justamente de normas sociales y culturales que perpetúan la desigualdad de género y el control muchas veces sobre la vida de niñas y adolescentes.
En muchos casos estos matrimonios y uniones son impuestas por la familia, la comunidad, la sociedad, privando a las niñas y los adolescentes justamente de su derecho a decidir sobre su futuro, a continuar en el sistema educativo, acceder a empleo, a una salud integral y por supuesto a vivir libres de violencia porque se las pone en un contexto de altísima vulnerabilidad generalmente en relaciones de poder en la que sus parejas muchas veces doblan o triplican su edad.
Por otro lado, la mayor cantidad de casos en Bolivia están concentrados en el área rural, de hecho en un comparado entre datos de 2020 y 2021 que han publicado la Defensoría del Pueblo en base a datos del Servicio de Registro Cívico, el 65% de las adolescentes que habían contraído matrimonio se encontraban en las provincias, es decir, en las áreas rurales. Por otro lado, el 93% de los datos que se tienen del 2014 al 2023 son adolescentes mujeres por ende, también es un problema de género.
En relación a las parejas que han contraído matrimonio con adolescentes, de las uniones informales no se cuenta con información oficial que pueda dar cuenta estadística de la situación, pero respecto a esto al menos el 95% de las parejas eran mayores de edad y principalmente concentrados entre los 20 y 35 años, en parejas adolescentes de 16 y 17 años. Sin embargo, también se tiene datos de uniones por debajo de los 16 años que es lo preocupante.
De hecho, nuestra legislación lamentablemente incorpora una excepción a la edad mínima del matrimonio. Nuestro código de las familias señala que la edad para el matrimonio son los 18 años, sin embargo, contiene una excepción que permite que menores desde los 16 años puedan contraer matrimonio o unirse con la autorización del padre, madre, tutores o mediante una autorización judicial. No obstante, se tienen datos de menores de 16 años, incluso hay información que el propio Servicio del Registro Cívico ha generado del periodo 2010 al 2022, en el que existen adolescentes entre 13 y 17 años que habían contraído matrimonio en un número superior a los 11 mil casos. Esto revela que incluso más allá de lo que establece la legislación, esta excepción ha sido la puerta para viabilizar otras uniones y matrimonios, incluso por debajo de la edad que es permitida en esta excepción.
El proyecto de ley de modificación del Código de las Familias y Proceso Familiar para la Prohibición del Matrimonio en Menores de Edad ha sido aprobado por la Cámara de Senadores en el mes de abril, que es la Cámara de Origen. Posteriormente, este proyecto ha pasado a la Cámara de Diputados, ha sido derivado a la Comisión de Derechos Humanos, donde hace dos semanas aproximadamente ha sido aprobado por unanimidad por las dos fuerzas políticas que tienen representación dentro de esta comisión. Ha sido luego derivado a la Presidencia de la Cámara de Diputados para que entre en debate en el Pleno, esperando que sea sancionado por las y los diputados como Cámara revisora y remitido al presidente para su promulgación.
Realmente esperamos que esto pueda darse dentro de esta legislatura, quedan algo de dos meses de trabajo en la Cámara de Diputados y esperamos que este proyecto de ley sea priorizado y cuente con el respaldo de las y los diputados que tienen representación a través de sus organizaciones políticas en la Cámara.
Este proyecto ha sido impulsado por la senadora Virginia Velasco y en la Comisión de Derechos Humanos por la diputada Betty Ñaniques desde la presidencia de esta comisión, así como los integrantes de la misma que han respaldado este proyecto de ley, que es acompañado y apoyado por organizaciones de la sociedad civil, principalmente la Comunidad de Derechos Humanos y Paz Bolivia. También organizaciones nacionales e internacionales se han sumado en este proceso, principalmente defensoras de los derechos de la niñez y la adolescencia, entre ellas, por ejemplo, Plan Internacional, Save the Children, la propia Defensoría del Pueblo, también fuera de las organizaciones de sociedad civil.
Equality Now a nivel internacional ha hecho llegar un documento importante de respaldo al proyecto de ley de argumentación jurídica basado en estándares internacionales a la Comisión de Derechos Humanos, que ha sido también un documento importante para su consideración dentro de esta comisión. Esperamos que este proyecto sea el inicio de un conjunto de acciones que desde el Estado boliviano, principalmente ya en el marco de la política pública, se vayan adoptando a partir de esta decisión, que implicaría una posición también como Estado frente a estas prácticas nocivas.
Esperamos que a partir de ello estas políticas puedan generar un cambio importante también en las normas sociales y culturales, porque más allá de la prohibición entendemos que es importante un trabajo de socialización de la norma inicialmente, que es lo que está previsto también en el proyecto, pero esencialmente de visibilización de esta problemática del impacto que tiene en la vida, sobre todo de las niñas y adolescentes, toda vez que, como decía, muchas veces se ha visto normalizado.
En la Cámara de Senadores también hemos escuchado algunas posiciones y argumentos muy lamentables, alejados del deber de protección que se debe tener con relación a los derechos de las niñas y adolescentes. Muchos de ellos basados en estereotipos de género y también desde una mirada bastante sesgada, que hacen a mostrarnos el desconocimiento, reitero, sobre esta problemática, y por supuesto ello también sucede en la sociedad.
A raíz de los materiales y la difusión que hemos hecho sobre este proyecto de ley hubo varios comentarios que han dado lugar a preguntas en redes sociales sobre si realmente esto estaba sucediendo en el país, si existía, si es cierto que la normativa permitía esto. Entonces hemos visto que realmente muchas personas no tienen conocimiento sobre esta problemática y peor aún, que el Estado ha sido permisivo al establecer esta excepción que es la que se quiere eliminar con el proyecto de ley en nuestro Código de las Familias.
 
 
 
 
 
VACA MUERTA YA TRIPLICA LA PRODUCCIÓN DE GAS DE BOLIVIA Y REDEFINE EL MAPA ENERGÉTICO SUDAMERICANO
 
Comercio y Justicia de Argentina (https://n9.cl/exru88)
 
En un giro histórico para el panorama energético de América del Sur, Vaca Muerta, el coloso no convencional de Neuquén, consolidó su posición como un titán regional al triplicar la producción de gas natural de Bolivia, según datos recientes. Con una extracción que alcanzó los 112 millones de metros cúbicos por día (MMm³/d) en junio de 2025, frente a los 24,33 MMm³/d de Bolivia, el yacimiento argentino no sólo satisface la demanda interna, sino que se perfila como un proveedor estratégico para la región, desplazando a Bolivia de su histórico rol exportador. Este hito, respaldado por un aumento del 32% en las etapas de fractura en 2025 respecto al año anterior, marca un punto de inflexión en la matriz energética sudamericana.
Agosto récord
La actividad en Vaca Muerta mostró una fortaleza notable en agosto de este año, con 2.163 etapas de fractura hidráulica, un repunte del 20% respecto a julio (1.793 etapas), según datos relevados por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage. Este registro posiciona a agosto como el tercer mes más activo del año, solo por detrás de mayo (2.588) y abril (2.214). En lo que va de 2025, el acumulado anual asciende a 16.425 etapas de fractura, un 32% más que en 2024, reflejando un promedio mensual de 2.047 operaciones frente a las 1.485 del año pasado.
YPF, la petrolera estatal, lideró el ranking de operadoras con 1.105 fracturas, representando el 51% del total mensual. Le siguieron Vista Energy con 426 etapas y Pluspetrol con 216, mientras que Pan American Energy (154), Shell (136) y Pampa Energía (126) completaron el cuadro. En el segmento de servicios, SLB encabezó con 980 fracturas, seguido por Halliburton (813), Servicios Petroleros Integrados (216) y Calfrac (154). Este dinamismo en el fracking, pese a retrocesos puntuales en junio y julio por ajustes de costos y conflictos gremiales, confirma el rumbo ascendente del yacimiento.
Neuquén vs. Bolivia
El crecimiento de Vaca Muerta no sólo se mide en fracturas, sino en producción concreta. En julio de 2025, la cuenca neuquina alcanzó un récord de 90,96 MMm³/d de gas natural, según Diario Río Negro e Infobae, consolidando su aporte del 55% a la producción total del país.
En contraste, Bolivia, que en 2014 producía 60,3 MMm³/d, ha visto su extracción caer a 24,33 MMm³/d en 2025, según reportes de medios y de Álvaro Ríos Roca, exministro de Hidrocarburos de Bolivia. Esta brecha ilustra un cambio estructural: hace una década, Bolivia dominaba el mercado regional, mientras Vaca Muerta apenas producía 0,6 MMm³/d. En 2022, las cifras se equilibraron (36,6 MMm³/d vs. 42,1 MMm³/d), pero hoy Argentina triplica la producción boliviana.
La declinación de Bolivia responde a la falta de exploración y reposición de reservas, con una caída proyectada de 4 MMm³/d por año. Hacia 2028, el país podría convertirse en importador neto, según Ríos Roca. Mientras tanto, Vaca Muerta viene aprovechando su potencial geológico y mejoras tecnológicas y por eso escaló rápidamente, apoyada por operadores como Tecpetrol, que alcanzó un récord de 24 MMm³/d en su campo Fortín de Piedra.
Infraestructura y exportaciones
El auge de Vaca Muerta no sería posible sin una infraestructura robusta. El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), con una capacidad inicial de 24 MMm³/d, y la reversión del Gasoducto Norte, que permite exportar gas al norte de Argentina, Chile y Brasil, han sido fundamentales.
En abril pasado, el país comenzó a exportar 500.000 m³/d a Brasil a través de gasoductos bolivianos, en una operación liderada por TotalEnergies, Matrix Energia y YPFB. Además, se envían 5 MMm³/d a Chile, con perspectivas de expansión.
El proyecto Vaca Muerta Sur (VMOS), una inversión de 2.500 millones de dólares, conectará la cuenca con el puerto de Punta Colorada para 2027, facilitando exportaciones de petróleo y gas natural licuado (LNG). Proyectos como el Southern Energy LNG, con buques flotantes, apuntan a iniciar exportaciones de LNG en 2027. Estas iniciativas han permitido a Argentina reducir las importaciones de LNG en un 43% en 2024 y suspender las compras de gas boliviano desde octubre de ese año.
Un millón de barriles por día
Según Rystad Energy, Vaca Muerta está en camino de alcanzar 1 millón de barriles diarios de petróleo para 2030, un objetivo respaldado por el récord de 529.000 barriles/día en julio de este año. En gas, la cuenca podría consolidar a Argentina como exportador neto en los próximos años, siempre que se superen cuellos de botella logísticos y se mantenga la estabilidad macroeconómica. Radhika Bansal, vicepresidenta de Upstream Research de Rystad, afirmó: “La incógnita ya no es si Argentina será un exportador neto, sino cuándo. Vaca Muerta será central en esa ambición”.
Sin embargo, no todo es color de rosa y persisten algunos retos y obstáculos. Sin contar con las dos (fuertes) exigencias ya señaladas (logística y estabilidad macro), las variaciones en los datos de producción (90,96 MMm³/d en julio vs. 112 MMm³/d en junio) reflejan diferencias estacionales y metodológicas, lo que requiere un monitoreo constante. Además, la competitividad en tarifas de transporte será clave para consolidar mercados como Brasil, donde Bolivia aún mantiene contratos de 14-20 MMm³/d hasta 2026.
Lo que está claro es que más temprano que lo previsto hace unos pocos años, el ascenso de Vaca Muerta ya es un hecho incontrastable y a mediados de 2025 ya marca un antes y un después en el mapa energético sudamericano. Mientras Bolivia lucha por mantener su relevancia, Argentina capitaliza su potencial no convencional para proyectarse como un proveedor estratégico. Con inversiones en infraestructura, tecnología de punta y un ritmo de fractura sin precedentes, Vaca Muerta no sólo triplica la producción de gas de su vecino, sino que reescribe las reglas de la energía en la región. El futuro pasa por Neuquén. Y muchas empresas cordobesas, proveedoras de ese motor de desarrollo, ya lo saben y hacen negocios con la provincia sureña.
 
 
 
 
 
LITIO EN BRASIL: VALLE DEL JEQUITINHONHA, NUEVO EPICENTRO ESTRATÉGICO MUNDIAL
 
Uruguay Informe (https://n9.cl/jrn5w9)
 
El Valle del Jequitinhonha, ubicado en el sureste de Brasil, está emergiendo de un largo período de pobreza y aislamiento, convirtiéndose en un centro crucial en el mercado global del litio, un componente esencial para la transición energética mundial. Este cambio significativo comenzó a tomar forma en 2022, cuando un decreto gubernamental facilitó las exportaciones de este mineral, atrayendo una inversión extranjera que supera los 1.165 millones de dólares.
Actualmente, el valle alberga cinco grandes proyectos mineros, en su mayoría en manos de compañías extranjeras de países como Canadá, Estados Unidos y Australia. Estos proyectos están en diferentes etapas de desarrollo, con dos empresas ya en operación. Como resultado de estas iniciativas, la producción de litio en forma de espodumeno se ha incrementado notoriamente, multiplicándose por 20 en los últimos dos años, alcanzando una producción anual de 320.000 toneladas.
El impacto global y la nueva geopolítica del litio
El renacimiento del Valle del Jequitinhonha es un reflejo de una competencia global más amplia por asegurar el acceso a minerales estratégicos. La dependencia de China en la cadena de suministro de litio ha generado preocupaciones en Estados Unidos y otras potencias mundiales, las cuales están buscando diversificar sus fuentes hacia países aliados como Brasil. Este escenario geopolítico subraya el papel emergente de América Latina en la transición energética global.
Además de Brasil, otros países de América Latina como Argentina, Bolivia y Chile, ya destacados dentro del denominado “triángulo del litio”, están consolidando su posición como proveedores clave en este sector. Con reservas que representan el 8% del total mundial y una capacidad tecnológica en expansión, Brasil añade un nuevo eje de poder a esta dinámica regional.
Desde una perspectiva diplomática, esta situación ofrece a la región la oportunidad de negociar acuerdos más equitativos que incluyan transferencia tecnológica y creación de valor agregado, desafiando su rol histórico de mero exportador de materias primas.
Oportunidades y desafíos en el horizonte
A pesar de la caída de los precios internacionales del litio de 4.000 a 950 dólares por tonelada, Brasil sigue disfrutando de ventajas competitivas que incluyen bajos costos de mano de obra y energía. Estos factores permiten que empresas como Sigma Lithium, que se posiciona como la quinta mayor productora mundial, y la estatal Companhia Brasileira de Lítio, continúen con sus planes de expansión hasta el año 2027.
Este panorama sugiere un futuro prometedor para el Valle del Jequitinhonha, no solo en términos de crecimiento económico, sino también en su contribución al equilibrio geopolítico y a la sostenibilidad ambiental a nivel global.
 
 
 
 
 
LA DROGA DEL DELFÍN: EL SELLO NARCO QUE VOLVIÓ A APARECER EN MAR DEL PLATA
 
El hallazgo de un ladrillo de cocaína con el relieve de un delfín en la causa de Lea “El Musulmán” Colella, influencer devenido narco en Mar del Plata, reactivó un símbolo histórico del narcotráfico argentino.
 
El Marplatense de Argentina (https://n9.cl/8sabt)
 
El logo del delfín está asociado a Reynaldo Delfín Castedo, conocido como el “Patrón del Norte”. Dueño de más de 20 mil hectáreas en la frontera salteña con Bolivia, construyó desde los años 90 una estructura que controlaba el paso de la cocaína desde Santa Cruz de la Sierra hasta Rosario, Buenos Aires y los puertos de salida a Europa.
La Justicia lo condenó a 16 años de prisión por asociación ilícita y lavado de dinero, en un fallo histórico porque nunca se le secuestró droga en mano. Sin embargo, su poder económico y político, con ramificaciones en el agro, la política y la policía, dejó una red difícil de desarticular.
Los ladrillos con el relieve del delfín se convirtieron en su marca registrada: una garantía de pureza y un sello de pertenencia en un mercado donde los logos son sinónimo de control territorial.
El clan Castedo, que desde los años 90 controló miles de hectáreas en la frontera salteña con Bolivia, convirtió sus estancias en un corredor clave para el tráfico de cocaína. La violencia con la que se manejaban quedó expuesta en 2006 con el asesinato de la productora rural Liliana Ledesma, quien denunció que el grupo había cerrado caminos vecinales para usarlos en sus operaciones.
Tres días después apareció muerta con puñaladas y cortes en la boca, un mensaje mafioso de “silencio”. Años más tarde, la Justicia acreditó que Castedo también había participado en el operativo Carbón Blanco, responsable de enviar más de 10 toneladas de cocaína a Europa camufladas en cargamentos de carbón vegetal.
Aunque Reynaldo Delfín Castedo fue condenado en 2021  la marca del delfín sobrevivió. En distintos operativos en Rosario, Santiago del Estero y Buenos Aires volvieron a aparecer ladrillos con ese relieve.
En el ecosistema narco, el logo funciona como una etiqueta de lujo: certifica el origen, la pureza y el prestigio.
Los fiscales federales sostienen que el logo actúa como una “firma criminal” que identifica cargamentos ligados a redes históricas del norte. Aunque algunos operativos muestran herederos directos de la estructura Castedo, otros sugieren que bandas locales adoptan el sello para aprovechar su reputación en el mercado.
La irrupción de un ladrillo con el delfín en Mar del Plata, en el caso de El Musulmán, es la  evidencia reciente de esa marca en la ciudad. Vincula a un influencer que se presentaba como gurú del “desarrollo personal” con una de las rutas más pesadas del narcotráfico regional.
Expertos en narcóticos sostienen que la detención de Casteldo no hizo que su firma se borre del país: “Cada delfín que aparece en un operativo es un recordatorio de que esta red nunca desapareció. Solo mutó y se adaptó” sostienen.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: LOS GUACAMAYOS DE BARBA AZUL SON CAPACES DE IMITAR, SEGÚN UN ESTUDIO DEL INSTITUTO MAX PLANCK
 
La Nación de Argentina (
 
Los guacamayos de barba azul, una especie de loro en peligro crítico de extinción endémica de Bolivia, han demostrado ser capaces de imitar a terceros, un fenómeno que hasta ahora solo se había documentado en seres humanos y que consiste en que un observador aprende de la interacción entre dos individuos. Así lo apunta un estudio pionero realizado por un equipo internacional de científicos del Instituto Max Planck de Cognición Animal, con sede en Loro Parque-Animal Embassy, y en colaboración con Loro Parque Fundación, que revela que los guacamayos aprenden a mostrar ciertos comportamientos inusuales demostrados por un congénere en respuesta a órdenes específicas de la mano humana sin ningún tipo de entrenamiento explícito.
Este hallazgo subraya la notable capacidad de los loros para aprender mediante la imitación, incluso como terceros. El resultado plantea la posibilidad de que los loros muestren una comprensión de la equivalencia entre uno mismo y los demás y sean capaces de adoptar la perspectiva de terceros, detalla la fundación en una nota.
La bióloga Esha Haldar y sus colegas del grupo de investigación de cognición comparativa, con sede en el centro de investigación Max-Planck en Loro Parque, realizaron pruebas de imitación de terceros con guacamayos ingenuos --sin experiencia previa o conocimiento sobre el estímulo, que se iba a evaluar--. En su estudio, ahora publicado en 'Scientific Reports', los investigadores testearon a un grupo de prueba ingenuo que observaba pasivamente a un demostrador de su misma especie que realizaba acciones intransitivas arbitrarias e inusuales, es decir, acciones sin un objetivo obvio y que no implicaban ningún objeto, en respuesta a órdenes gestuales específicas de los humanos.
Por ejemplo, observaron cómo otro loro levantaba una pata en respuesta a un dedo índice levantado. Inmediatamente después, el observador recibía las mismas órdenes gestuales de una persona y era recompensado si mostraba la respuesta correcta. De hecho, se evaluó de forma similar a un grupo de control igualmente ingenuo, sin recibir demostraciones de terceros.
El grupo de ingenuos aprendió más acciones objetivo en respuesta a las órdenes específicas y además las aprendió significativamente más rápido y las realizó con mayor precisión que el grupo de control. Esto implica que esta especie de guacamayo es capaz de aprender observando las interacciones de sus congéneres sin interactuar directamente con ellos, es decir, mediante la imitación de terceros, resume la fundación.

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