La
cuestión central es si Bolivia puede romper este ciclo trágico o si el litio se
sumará a la lista de oportunidades perdidas
Las
elecciones generales de Bolivia en 2025 pusieron fin a casi dos décadas de
dominio del Movimiento al Socialismo (MAS) y abrieron paso a una segunda vuelta
histórica entre el centrista Rodrigo Paz y el conservador Jorge “Tuto” Quiroga.
Quien resulte vencedor heredará la crisis económica más aguda en una
generación, así como una dotación de recursos que coloca a Bolivia en el centro
de la carrera global por el litio. Este artículo sitúa el momento actual de
Bolivia dentro de su larga historia de riqueza desaprovechada: la plata en la
era colonial, el gas natural a inicios del siglo XXI y ahora el litio. La
cuestión central es si Bolivia puede romper este ciclo trágico o si el litio se
sumará a la lista de oportunidades perdidas.
Bolivia
es un país sin salida al mar que durante mucho tiempo ha sido rico bajo su
suelo y pobre sobre él. Desde las minas de plata de Potosí en el siglo XVI, que
alimentaron la riqueza europea pero dejaron a las poblaciones indígenas en la
miseria (Klein & Farthing, 2021), hasta el auge del gas natural en los años
2000, que redujo brevemente la pobreza antes de que las reservas disminuyeran
(Madrid, 2012), la historia de Bolivia ha sido una de abundancia de recursos
sin prosperidad duradera. Cada ciclo ha seguido el mismo patrón: promesa,
extracción, crecimiento fugaz y colapso.
Las
elecciones de agosto de 2025 rompieron el monopolio político del MAS que había
perdurado desde 2006. La segunda vuelta del 19 de octubre determinará si Paz o
Quiroga heredan un país que se derrumba económicamente y, al mismo tiempo,
asciende geopolíticamente como custodio de los mayores depósitos de litio del
mundo (Reuters, 2025a; USGS, 2024). La apuesta no podría ser mayor.
Transición
política: Termina una era
Durante
dos décadas, el MAS encarnó una fusión de empoderamiento indígena,
redistribución y nacionalismo de los recursos. Pero para 2025, sus fracturas
internas, escándalos de corrupción y fracasos económicos llevaron a su colapso.
Su candidato obtuvo apenas un 3 por ciento de los votos, el peor resultado de
su historia (Reuters, 2025a). Morales tiene prohibido legalmente postularse, y
la credibilidad de Arce está agotada.
La
segunda vuelta enfrenta a Paz, un centrista que enfatiza reformas pragmáticas y
estabilización, contra Quiroga, un conservador que aboga por una liberalización
más profunda y una alineación más estrecha con Estados Unidos (El País, 2025;
Bloomberg, 2025). El respaldo del empresario Samuel Doria Medina a Paz sugiere
la formación de un bloque de centroderecha. Bolivia ha entrado en una etapa de
pluralismo competitivo, pero la cuestión es si sus frágiles instituciones
podrán sostenerlo sin caer en la parálisis o en la movilización violenta en las
calles.
El
abismo económico: Una crisis heredada
La
economía boliviana se está desmoronando. Las reservas internacionales, que
alguna vez alcanzaron casi 15.000 millones de dólares, cayeron por debajo de
los 2.000 millones en enero de 2025 (U.S. Department of State, 2025). La
inflación superó el 20 por ciento, mientras que la escasez de diésel y gasolina
interrumpió la agricultura, el transporte y la vida diaria (El País, 2025). Los
hidrocarburos, otrora salvavidas de Bolivia, están en declive estructural, con
exportaciones en disminución y colapso de la inversión (International Monetary
Fund [IMF], 2025).
Este
colapso refleja ciclos anteriores. El auge del gas natural en los 2000 redujo
la pobreza extrema a la mitad, pero dejó escasa reinversión en capacidad
productiva (Madrid, 2012). A medida que se agotaron los ingresos del gas, el
Estado careció de amortiguadores, viéndose obligado a endeudarse y devaluar. La
próxima administración deberá negociar con el FMI para recibir apoyo de
estabilización, pero la austeridad sin protección social corre el riesgo de
encender disturbios.
Litio:
El premio geoeconómico
El
Salar de Uyuni contiene aproximadamente 23 millones de toneladas métricas de
recursos de litio, el mayor depósito del planeta (USGS, 2024). En teoría,
Bolivia podría abastecer una quinta parte de la demanda mundial de baterías
para vehículos eléctricos hacia la década de 2030. En la práctica, el país
produjo menos de 2.000 toneladas en 2024, muy por detrás de Chile y Argentina
(Argus Media, 2025).
Los
riesgos son evidentes. La extracción de litio amenaza frágiles ecosistemas de
gran altitud, consumiendo enormes cantidades de agua y replicando
potencialmente el daño ecológico visto en la cuenca del Atacama en Chile
(Sovacool, 2022). Sin transparencia y Consentimiento Libre, Previo e Informado
(CLPI), Bolivia corre el riesgo de otro auge que enriquezca a foráneos y deje
atrás a las comunidades.
Encrucijada
de política exterior: Entre Pekín y Washington
Los
gobiernos del MAS expulsaron al embajador estadounidense y a la DEA, mientras
profundizaban sus lazos con China, Rusia e Irán (Stratfor, 2025). Tanto Paz
como Quiroga ahora prometen restablecer relaciones con Washington tras 17 años
de ruptura. Paz enfatiza la estabilización pragmática y la seguridad
energética, mientras que Quiroga pide reformas audaces y una alineación más
cercana con EE.UU. (Bloomberg, 2025; Reuters, 2025c).
Para
Estados Unidos, la oportunidad es inmediata y estratégica: reengancharse
comercialmente a través de inversión, financiamiento para el desarrollo y
asociaciones tecnológicas, o arriesgarse a ceder nuevamente el terreno a Pekín.
Al mismo tiempo, Bolivia probablemente cortejará a la Unión Europea, Japón y
Corea del Sur, diversificando socios más allá de la dominancia china
(Gallagher, 2021).
Romper
el patrón — o repetirlo
La
historia proyecta una larga sombra. La plata alimentó imperios, pero dejó a
Bolivia empobrecida. El gas natural redujo la pobreza, pero terminó en
agotamiento y deuda. Ahora, el litio, un recurso central para la transición
energética global, ofrece a Bolivia quizás su última oportunidad de escapar del
ciclo.
El
desenlace dependerá de la gobernanza. Si la nueva administración adopta la
estabilización con protección social, transparencia en la gestión del litio y
asociaciones exteriores diversificadas, Bolivia podría finalmente transformar
la riqueza de recursos en prosperidad sostenible. De lo contrario, el litio se
convertirá en otra entrada trágica en una historia de siglos de riquezas
desperdiciadas.
Conclusión:
La ventana estrecha
Las
elecciones de 2025 abrieron una estrecha ventana en la que las decisiones de
liderazgo y gobernanza repercutirán mucho más allá de La Paz. La segunda vuelta
del 19 de octubre es más que una contienda entre Paz y Quiroga: es un
referéndum sobre si Bolivia puede liberarse de su maldición histórica.
La
urgencia no puede ser exagerada. Sin una acción decisiva, Bolivia corre el
riesgo de repetir el patrón de la plata y el gas: recursos extraídos, fortunas
desperdiciadas, sociedad dividida y democracia debilitada. Pero si aprovecha
este momento—con estabilización inclusiva, gobernanza transparente del litio y
una política exterior estratégica—Bolivia podría transformarse de una historia
perenne de oportunidades perdidas en un líder de la transición energética
global.
La
elección es clara: el litio puede ser el puente de Bolivia hacia el futuro o un
nuevo capítulo en su larga historia de promesas incumplidas. (https://n9.cl/qtgg9)
EL
LITIO ALEMÁN PONE EN JAQUE LA VENTAJA COMPETITIVA DE CHILE EN EL MERCADO
MUNDIAL
Red
de Noticias de Chile (https://n9.cl/armoi)
El
descubrimiento de litio en Alemania reconfigura la competencia global y
presiona a Chile a acelerar su estrategia.
El
hallazgo de 43 millones de toneladas en Altmark podría modificar las dinámicas
del mercado del litio, atrayendo inversión europea y reduciendo la dependencia
de los productores sudamericanos.
El
reciente descubrimiento de 43 millones de toneladas de litio en Altmark,
Alemania, representa un punto de inflexión para la industria global de este
mineral estratégico.
La
noticia, que consolida al país europeo como un nuevo polo de producción, podría
impactar directamente en las exportaciones y la competitividad de Chile, uno de
los principales actores mundiales del sector.
De
acuerdo con Manuel Reyes, profesor de Ingeniería en Minas de la Universidad
Andrés Bello, el avance alemán “obliga a Chile a acelerar su Estrategia
Nacional del Litio, enfocándose en la eficiencia y el valor agregado, para no
ser desplazado por este nuevo y poderoso actor industrial”.
El
potencial económico del hallazgo es significativo. Alemania cuenta con una
sólida base industrial, infraestructura logística desarrollada y acceso directo
al mercado europeo, lo que reduce los costos de transporte y permite una
integración vertical entre extracción, procesamiento y manufactura de baterías.
Este modelo podría fortalecer la autonomía energética de la Unión Europea y
disminuir su dependencia de importaciones provenientes del “Triángulo del
Litio” (Chile, Argentina y Bolivia).
En
contraste, los analistas advierten que Chile enfrenta desafíos estructurales.
Si bien es líder en la producción de cobre y litio, su ventaja comparativa se
ha visto erosionada por procesos productivos menos diversificados y una
dependencia de la exportación de materia prima sin suficiente valor agregado.
Reyes
señala que la experiencia minera chilena no garantiza la misma competitividad
en litio: “A diferencia del cobre, donde el alto costo del procesamiento crea
una barrera de entrada, la infraestructura del litio es más liviana, lo que
facilita la irrupción de nuevos competidores”.
El
yacimiento de Altmark, además, plantea un nuevo estándar de producción
sostenible o “verde”, con tecnologías de extracción menos invasivas y un uso
más eficiente de recursos. Esto podría traducirse en mayor atractivo para la
inversión europea y en una presión adicional sobre los productores
tradicionales para modernizar sus operaciones.
En
un escenario donde la demanda global de litio continúa en alza impulsada por la
transición hacia la electromovilidad y las energías renovables, el ingreso de
Alemania al mercado no solo diversifica la oferta, sino que también redefine
las reglas de competencia, forzando a Chile a acelerar su transición hacia una
industria más tecnológica, integrada y sostenible.
RODRIGO
PAZ DICE QUE “RESPALDARÁ A LA JUSTICIA” EN SUS DECISIONES CONTRA EVO MORALES
Kion
Central Cost de México (https://n9.cl/b6lmbb)
Rodrigo
Paz fue la sorpresa en las elecciones del 17 de agosto en Bolivia. Desde
entonces, comenzó una intensa carrera por la presidencia contra el exmandatario
Jorge “Tuto” Quiroga de cara al balotaje del 19 de octubre.
En
diálogo con Andrés Oppenheimer, Paz confirmó que llamará a todos los sectores
opositores al Movimiento al Socialismo (MAS) para generar “acuerdos para que
haya gobernabilidad” y confirmó que, en caso de perder, acompañaría a un
eventual gobierno de Quiroga.
Sin
embargo, se diferenció de su rival en algunos aspectos centrales: destacó la
importancia del Mercosur y aseguró que no rompería relaciones con Venezuela,
sino que las “suspendería”.
En
cuanto a política doméstica, dijo que Evo Morales “tendría que haber sido
aprehendido en varias oportunidades” y desmintió que su vicepresidente, Edman
Lara, fuera a elegir a su gabinete.
La
siguiente es una versión editada de la entrevista a Rodrigo Paz en CNN.
—Uno
de los grandes problemas de Bolivia, gane quien gane, va a ser lograr una mayor
gobernabilidad. Usted, si gana, ¿ofrecería formar una coalición de gobierno y
designar a gente cercana a su rival, “Tuto” Quiroga, y a gente cercana al
excandidato Doria Medina en su gobierno?
—Hace
unas dos semanas atrás estuvimos en los organismos multilaterales en
Washington. Banco Mundial, Fondo Monetario, BID y otros. Invitamos a
representantes de diferentes bancadas, no solo la nuestra, para que puedan
estar junto a nosotros en la presentación de nuestro programa de gobierno. Para
que vean y entiendan la dimensión del alcance no solo del programa, sino de la
relación con estos organismos multilaterales.
¿Por
qué? Porque será el Parlamento uno de los factores fundamentales para reordenar
una serie de normativas y nuevos procesos de políticas públicas que requieren
la dimensión y el entendimiento, no solo internamente de Bolivia, sino también
con estos organismos internacionales. Por eso invitamos a diferentes bancadas.
Porque nuestra voluntad es cuestionar y generar acuerdos para que haya
gobernabilidad. Fuera de ser la primera fuerza en el Senado, ser la primera
fuerza en Diputados y a su vez, hasta ahora gracias a Dios, ser la mayor fuerza
en el ámbito de la calle.
—Bueno,
usted acaba de decir diferentes bancadas, ¿pero eso incluye al partido en torno
de su rival, Tuto Quiroga, y del excandidato Doria Medina?
—Incluye
a Unidad, que es vinculado a Samuel Doria Medina. Incluye a Súmate.
Evidentemente el MAS no ha sido parte de esta invitación, tienen ocho
parlamentarios. De tener el absoluto control de la Asamblea han pasado tan solo
ocho diputados.
Está
claro que nuestra voluntad es generar gobernabilidad. Con esas fuerzas que te
acabo de mencionar, más el Ejecutivo, tenemos 2/3 en el Parlamento. O sea,
nadie puede generar gobernabilidad en el Parlamento, y lo digo con la mayor
humildad, sin nuestra fuerza. Y por eso nuestra voluntad es mandar un mensaje
claro de querer cohesionar, generar los espacios acordes. Y si el día de
mañana, después del 19 de octubre, las elecciones son favorables, es evidente
que aquellos parlamentarios que quieran participar, si son parte de la fuerza
de Tuto Quiroga, serán parte de una visión mucho más grande de gobernabilidad
para el país.
—Entonces,
si llegara a ganar Tuto Quiroga ¿usted lo apoyaría en el Parlamento con sus
legisladores?
—Ejemplo
claro: estamos gestionando la falta de diésel y gasolina. Estamos gestionando
para que el 8 de noviembre, si somos gobierno, se dé solución a este problema.
De no ser gobierno, porque es el pueblo el que define, vamos a ayudar al futuro
gobierno.
—Hablemos
de política exterior: ¿cuáles serían las principales diferencias en política
exterior entre usted y el candidato Tuto Quiroga?
—Yo,
por ejemplo, no niego las relaciones con diferentes ámbitos de interés para
Bolivia. Por ejemplo, el caso del Mercosur, “Tuto” niega esa relación, la va a
rechazar. En nuestro caso, todo aquello que es vinculado a una lógica de
fronteras en Bolivia es un tema fundamental.
Somos
parte de un continente, el único continente que cruza de norte a sur todo el
globo terráqueo. Dentro de ese continente, Bolivia tiene que entender que tiene
que generar una relación con los países fronterizos y a su vez que en esa
vinculación hay dos pesos pesados, pero uno fundamental, que está en el norte:
Estados Unidos.
No
puedes lidiar tu vinculación internacional sin tener una relación clara con
EE.UU. Queremos recuperar la relación formal con ellos. Una vinculación
diplomática, comercial, a toda altura.
Pero
a su vez también en los pesos pesados, ya dentro del contexto sudamericano,
tienes a Brasil, que es un peso pesado en nuestro vecindario.
—Su
rival dice que si él gana romperá relaciones con Venezuela, Cuba y Nicaragua.
¿Usted si gana va a ser lo mismo?
—Si
ganamos vamos a apoyar a todo aquello para recuperar la democracia en estos
países. Nuestra voluntad, sin querernos entrometer en las otras naciones, es
que cada una de ellas tenga democracia, que creo que son las condiciones de
vinculación.
—Por
su respuesta, intuyo que no rompería relaciones.
—No
vamos a tener relaciones con ellos hasta que tengan una relación democrática,
porque no podemos convivir con aquellos que son parte de una visión
dictatorial. No tendremos relaciones. Suspenderemos en el sentido de que es la
democracia lo que prevalece en la relación de pueblos. Y no entre democracia y
dictaduras. Está clara esa función.
—Suspenderemos,
pero no romperemos, si lo interpreto bien.
—Si.
Creo que hay que establecer una relación clara con aquellos que queremos
ayudar. No es dejándolos solos, sino más bien… al pueblo nicaragüense o en el
caso del pueblo venezolano, que es una relación tan fuerte con Bolivia… no es
tomando distancia, sino más bien colaborando con diferentes organizaciones para
ayudar en la recuperación de la democracia de Venezuela, no dejándolos solos.
—Si
usted gana, ¿cuál sería el primer país que visitaría como presidente?
—Quisiera
visitarlos a todos. Estamos tan aislados del mundo, tan fuera de la órbita
mundial en función de relaciones y de potenciar nuestras capacidades
productivas para el comercio.
Seguramente
lo que haría es primero intentar retomar una relación fructífera de diálogo y
de cercanía con los países de frontera. Son cinco países que tenemos una
distancia y un aislamiento absoluto y yo tengo un interés central, lo he dicho
muchas veces, para recuperar una relación que me parece estratégica que es la
relación con Estados Unidos. No dejo de lado ninguna otra prioridad, pero creo
que hay que ordenarnos dentro del contexto continental.
—Su
rival, “Tuto” Quiroga, dice que Evo Morales tiene denuncias existentes contra
él y que si él gana va a buscar su aprehensión. ¿Si usted gana, va a buscar su
aprehensión o que va a hacer?
—Evo
Morales tendría que haber sido aprehendido en varias oportunidades, pero
siempre hay alguien que lo salva. En 2019 alguien le puso un avión y se fue de
Bolivia y no dio la cara para responder a aquello que eran momentos muy
difíciles para la democracia y cosas que han quedado todavía oscuras en la
historia de Bolivia. Pero dicho esto, a Evo Morales, como cualquier otro
boliviano en nuestro gobierno le va a caer el peso, a cualquiera que esté fuera
de la ley, y será con todo el respaldo del Ejecutivo.
—O
sea que, si hay una orden de aprehensión contra él, usted ordenaría su captura…
—No
ordena el presidente. Eso es una equivocación. Eso es de dictadores. El
presidente va a respaldar a la justicia plenamente con la institucionalidad
para aplicar las normas que están hoy día vigentes. Está claro que eso será la
voluntad de nuestro Gobierno.
—Sus
adversarios dicen que, si usted gana, va a haber un caos político porque citan
a su candidato a vicepresidente diciendo que, si usted no cumple sus promesas
de campaña, lo va a enfrentar. Muchos interpretaron que dijo que lo metería a
usted preso. ¿Cuánta confianza tiene usted en su candidato a vicepresidente,
Edman Lara?
—Me
parece una gran consulta. Mira como son los poderes en Bolivia y qué tan
alejados de la realidad social. Edman dijo que va a luchar contra la
corrupción, que va a luchar y va a fiscalizar. Esa es la conclusión de sus
ideas. Inclusive a Rodrigo Paz. O sea, el presidente, si no cumple, hay que
encarcelarlo como a cualquier otro.
Nosotros
hicimos un compromiso frontal de lucha contra la corrupción y esto es una
realidad, pero lo dijo a su manera.
Sin
embargo, ves por el otro lado un señor vicepresidente que habla de racismo y
mienten sobre eso. Y los medios de comunicación, los poderosos en Bolivia, no
dijeron nada. De lo de Edman hicieron un escándalo. Salió en todos los medios
de comunicación.
Ahí
hay algo que no se entiende para las grandes mayorías y eso es para el día de
mañana hablar con estos poderes mediáticos y decir ¿Por qué? ¿Por qué se juzga
de una manera? ¿Por qué se da la información de una manera y la otra se la da
de otra manera?
—También
se lo cita diciendo que elegiría los ministros de su gabinete. ¿Es cierto eso?
—No
escuché esa versión. Pero en tal caso, te puedo asegurar que siendo el que
preside el Ejecutivo, la de la decisión final es la mía. Pero irá en consultas
no solo con él, sino con todo aquello que cree que puede aportar al país. Yo
estoy por la meritocracia, yo estoy por aquellos que representan los diversos
intereses del país, no solo ese 15% de la formalidad de la economía, sino
especialmente ese 85% de la informalidad de la economía, donde están gremiales,
cuentapropistas, transportistas, artesanos, una serie de sectores que quieren
formalizarse, que quieren ser parte de una realidad, pero necesitan impuestos
más bajos, aranceles más bajos… Y esa inmensa mayoría es el 85%. Así que
tendremos de las dos partes y evidentemente generaremos la consulta. Pero al
final quien pone la firma es uno. Y uno es el responsable de quien preside un
gabinete.
—Finalmente,
Rodrigo Paz, ¿hay un giro político en el péndulo político de América Latina?
Porque, como usted decía al principio de esta conversación, el MAS perdió por
paliza en la primera vuelta electoral en Bolivia, la izquierda perdió en
Ecuador, antes en Argentina, en Paraguay. ¿Cómo interpreta usted esto?
—Yo
creo que es de analizar. Creo que es un momento de madurez democrática en
nuestros pueblos. En Bolivia la estabilidad es un bien público. Hoy día con un
horrible, extraordinariamente malo gobierno, el pueblo es el que está generando
los equilibrios, por ejemplo, del cambio monetario, del dólar, de 12 bolivianos
por un dólar. Es el pueblo el que está generando esta estabilidad, no es el
gobierno. Porque el pueblo boliviano tiene una extraordinaria madurez sobre la
estabilidad, entiende que la estabilidad es un bien público y creo que en
líneas generales nuestros pueblos, nuestras naciones sudamericanas están
entendiendo que estos péndulos de izquierda a derecha, estos extremismos no han
ayudado.
La
ideología no da de comer y claramente quieren sensatez, sentido común, un
estado razonable que le pueda solucionar sus problemas o viabilizarles la vida
para producir. En Bolivia todo el mundo entiende que tiene que producir y bajar
el gasto público. Eso no es un secreto, sino que la gente entiende que el mayor
esfuerzo tiene que ir para la producción nacional. Así que yo creo que es una
madurez que se está dando en nuestras democracias y creo que hay que
aprovecharlas.
JORGE
QUIROGA EN CNN: “EN BOLIVIA NO SEREMOS NUNCA MÁS SANTUARIO PARA LOS
NARCOTRAFICANTES”
Kion
Central Cost de México (https://n9.cl/59int)
Desde
el 19 de octubre, Bolivia tendrá un nuevo presidente electo: Jorge “Tuto”
Quiroga, exmandatario y el candidato que llegó en segundo lugar en la primera
vuelta de los comicios presidenciales, enfrentará al senador Rodrigo Paz en la
carrera por romper con décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo, el
partido del actual presidente, Luis Arce y del ex jefe de Estado Evo Morales.
Cuando
faltan dos semanas de lo que promete ser una jornada histórica, Quiroga dialogó
con Andrés Oppenheimer y buscó reforzar las diferencias de su contrincante. El
expresidente aseguró que “existen muchas dudas” en torno a las propuestas de
Paz y que, en cambio, las suyas son muy claras.
“Nosotros
hacemos propuestas; el otro lado, insultos y calumnias”, acusó.
Siguiendo
esta línea, adelantó que buscaría reformar la Constitución Nacional, frenar la
inflación y reponer el flujo de dólares con el apoyo de organismos
internacionales de crédito, entre otras medidas.
Bolivia
atraviesa una severa crisis económica. Las últimas cifras oficiales arrojan una
inflación interanual cercana al 25% y de 18% en lo que va de 2025. Todo esto,
además, se encuadra en contexto de grandes desafíos como la escasez de divisas
y combustible, que han dado lugar a largas filas en las gasolineras e
inspiraron las consignas de las manifestaciones que se extendieron en el país
en el último tiempo.
Este
panorama concluyó con el anunciado final del gobierno del MAS, que se había
instalado en el poder en 2006 con la asunción de Evo Morales. En 2019, el
expresidente eligió a Luis Arce desde su refugio en Argentina para que continue
el legado del partido. Sin embargo, los años convirtieron ese apoyo inicial en
una interna que terminó siendo feroz: lo que empezó con diferencias naturales
de un espacio político, terminó en severas acusaciones mutuas y un Morales
llamando al voto nulo en la primera vuelta electoral.
Quiroga
también insistió en su postura de no entrar al Mercosur, al que considera una
“cárcel comercial”, y aseguró que reconocería a Edmundo González Urrutia como
presidente de Venezuela y no a Nicolás Maduro.
La
siguiente es una versión editada de la entrevista de Quiroga a CNN.
—Uno
de los principales problemas de Bolivia en estas elecciones, gane quien gane,
va a ser la gobernabilidad, porque su rival en estas elecciones del 19 de
octubre, Rodrigo Paz va a tener una mayoría en el Congreso y no sería raro que
el expresidente Evo Morales convoque a manifestaciones contra el nuevo
gobierno. ¿Qué va a hacer usted, si gana, para lograr apoyo de su actual rival?
Por ejemplo, ¿le ofrecería formar una coalición y designar a gente de Rodrigo
Paz en su gabinete?
—Hay
tres dimensiones a la gobernabilidad. La parlamentaria afortunadamente sobra.
El 94% del Congreso viene de filas de gente que estábamos en la oposición. El
Movimiento al Socialismo, en sus dos vertientes, quedó reducido a diez de 166
parlamentarios. Ni equipo de fútbol tiene después de 20 años, nadie tiene
mayoría. Hay minorías, pero existe 156 parlamentarios en manos de cuatro
tiendas políticas que venimos de la oposición y estoy seguro de que van a votar
por una agenda de cambios, más que de cargos. Por una agenda para parar la
inflación, detener la crisis, reponer el flujo de dólares, cambiar todas las
leyes, reformar la Constitución. Hay una agenda de cambios muy amplia que
estamos proponiendo, que va a ser la base del acuerdo de gobernabilidad parlamentaria.
La
callejera viene de dar respuestas a parar la inflación, que es la principal
angustia de las familias bolivianas, a terminar con las colas de diésel y
gasolina. Aquí, Andrés, la gente para recargar combustible se pasa cuatro o
cinco días en una motocicleta. Aquí no hay dólares, hay un corralito y mucha
gente se quedó sin su dinero. Un programa de estabilización de apoyo
internacional que termine con las colas, que acabe con la inflación y que
restaure el flujo de dólares va a traer apoyo popular. Si revisamos la historia
de América Latina, los gobiernos que sacaron a sus países de la hiperinflación
y el desorden, sea Bolivia de 1985, lo que pasó en Brasil con Cardoso, lo que
sucedió Chile, Perú, y otros países… recibes ese respaldo popular.
La
tercera dimensión es la criminal, el narcotráfico, que se produce en una parte
de Bolivia. Seguridad, cooperación internacional y garantías de que en Bolivia
no seremos nunca más santuario para los narcotraficantes.
—Bueno
expresidente, pero volviendo a mi pregunta, si usted gana, ¿lo va a invitar a
Rodrigo Paz a apoyarlo en una coalición y nombraría gente de Rodrigo Paz en su
gabinete?
—Vamos
a invitar a todos aquellos que tienen representación parlamentaria. Hay que ver
de las fuerzas del PDC cuántos responden a Rodrigo, cuántos al vicepresidente,
cuántos al PLC. En el caso nuestro responden al liderazgo de la Alianza Libre.
Vamos a invitar a todos los parlamentarios a hacer una agenda por Bolivia. A la
gente no le gusta y rechaza esos acuerdos de cupos y de cargos. Hay que tener
agenda programática. La tenemos, la vamos a poner sobre la mesa e invitar a
todos.
Y
sobre la gobernabilidad parlamentaria, solo para darte un ejemplo, se requieren
111 votos para poder hacer reformas a la Constitución y han entrado 156
parlamentarios que no son de filas del Movimiento al Socialismo (MAS). Aunque
pierdas una cantidad de ellos existen los números para hacer los cambios que
Bolivia requiere. La pregunta es qué clase de presidente vamos a tener.
Un
presidente con un programa claro para sacar de la crisis, cambiar las leyes,
hacer la reforma a la Constitución y combatir el narcotráfico, eso es lo
nuestro. Del otro lado, en esta segunda vuelta vemos incoherencias, divisiones.
—Expresidente,
¿cuáles son las principales diferencias en política exterior entre usted y
Rodrigo Paz?
—La
gente tendrá que evaluar porque lo de ellos es muy confuso. Ellos subieron
hacia el final. Tienen propuestas que venían del presidente, otras del
vicepresidente, otras del partido y hasta ahora no se sabe bien cuáles son.
Las
nuestras son claras en política exterior en América Latina. Firmamos la Carta
Democrática. Yo en persona lo hice y voy a defenderla en toda la región.
Elecciones libres, justas y transparentes, instituciones independientes. Libre
expresión. Todos los derechos para todas las personas y alternabilidad en el
poder. Es el corazón de la Carta Democrática.
Defiendo
eso en Bolivia. Lo defiendo para Venezuela, para Cuba, para Nicaragua y para
todos los países. Honrando esa carta voy a seguir haciendo lo que he hecho como
ciudadano: combatir y denunciar a la tiranía, a la tríada de las tiranías
trogloditas totalitarias de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Porque lo que estamos
por hacer en Bolivia debido al voto, terminar un proyecto aciago y nefasto de
20 años, eso mismo hizo Venezuela el año pasado. Aquí yo solo voy a reconocer a
Edmundo González. Maduro no pisa Bolivia y si pisa lo capturamos y cobramos la
recompensa.
Yo
no voy a tener relaciones con las tiranías de Cuba y Nicaragua y voy a luchar
con todas mis fuerzas para que en Cuba, Nicaragua y Venezuela tengan lo que
vamos a tener en Bolivia. La opción de por el voto democrático, cambiar de
rumbo, tener libertad y prosperidad.
Las
autoridades venezolanas defienden la victoria electoral de Nicolás Maduro.
—¿Pero
usted cree que Rodrigo Paz no haría algo parecido?
—Habría
que preguntarle, existen muchas dudas. No sé lo que haría sobre eso. Yo tengo
una línea clara y conocida por esto. Soy creo que la única figura pública
latinoamericana que ha sido declarada persona non grata tres veces en
Venezuela. En 2007 por Chávez, en 2017 por Maduro y en enero de 2025 por
tercera vez, tres medallas me dieron allá. Yo sé lo que yo hago y defiendo,
otros que expliquen qué posiciones tienen.
Yo
defiendo y sustento las mías y las defiendo con consistencia a lo largo de los
años. Voy a hacer acuerdos de libre comercio, tratados de protección de
inversiones y voy a reincorporar a Bolivia a todos los mecanismos de protección
de arbitraje. Necesitamos inversión extranjera en dólares, en hidrocarburos, en
minería, en litio, en agropecuaria, necesitamos y vamos a abrir mercados para
nuestros productos. Yo logré abrir el mercado norteamericano, se perdió y hoy
día los textiles y joyas que generaban decenas de miles de empleos ya no los
tenemos. Los voy a recuperar buscando acceso a todos los mercados.
No
voy a entrar al arancel externo común del Mercosur. Es una cárcel comercial.
Los otros mecanismos de integración de Mercosur, bien, pero subir aranceles por
el “privilegio” de entrar al Mercosur, no, gracias.
Voy
a hacer como Chile y Perú: proponer acuerdos de libre comercio con Europa, con
Estados Unidos, con China, con Corea, con Japón. Para que venga inversión y se
abran mercados. Esa es la forma que vamos a trabajar defendiendo la democracia
en la región de las Américas, donde hemos dicho que no basta con la mera
contigüidad territorial para ser miembro de las Américas. Se requiere ser
democracia.
—Rápidamente,
expresidente, el Mercosur no permite que los miembros acuerden un tratado de
libre comercio individuales fuera del marco del Mercosur. ¿Saldría del Mercosur
si no lo dejan?
—Bolivia
está en proceso de incorporación al Mercosur. No ha concluido y yo no voy a
concluir ese proceso si conlleva a una cárcel comercial, que he visto como ha
sufrido Uruguay y Paraguay, que no pueden negociar sus propios acuerdos
comerciales con Asia o Estados Unidos.
Yo
no voy a entrar voluntariamente a una cárcel comercial. Integración, poder
viajar con carné, acreditación universitaria, todo eso muy bien. Pero plegarse
plenamente a ser socio comercial, de unión aduanera, con aranceles altos, con
proteccionismo galopante que nunca va a poder cerrar un acuerdo ni con Europa
ni con países de Asia… no, gracias.
—Tanto
usted como su rival, Rodrigo Paz, dicen que el tema del expresidente Evo
Morales tiene que ser resuelto por la justicia, que ustedes van a respetar lo
que diga la justicia. ¿Pero qué diferencia hay entre su postura y la de Rodrigo
Paz sobre qué tendría que hacer un nuevo gobierno sobre la situación jurídica
del expresidente?
—Yo
soy bastante más claro. Del otro lado son confusos. No se entiende, la justicia
en Bolivia ya actuó. Evo Morales tiene denuncias que son vergonzantes, que son
producto de su conducta aberrante y depravada, de maltrato a niñas. Y no solo
tiene denuncias, tiene procesos e investigaciones donde se lo ha citado y él no
le ha dado la gana de comparecer. Yo me he presentado durante años ante todos
los jueces de Evo Morales, que me ha montado una tramoya tras de otra. Nunca
lloré, nunca me escapé, siempre estuve aquí, siempre di la cara. Él, cuando
tenía que enfrentar a la justicia de su propio partido, se escondió en el
Chapare. Ya no es tema de la justicia. La justicia ha expedido un mandamiento
de aprehensión que está vigente, que lo debe ejecutar el gobierno y el actual
es un gobierno debilucho, como es el presidente, y no lo puede ejecutar.
Conmigo las leyes se cumplen en cada metro cuadrado para cada persona, en cada
momento. Punto. Y lo voy a hacer así.
Evo
Morales rechaza las acusaciones en su contra y las califica de “guerra sucia”.
—Finalmente,
expresidente, en los últimos días se ha denunciado que su candidato a
vicepresidente Velasco, hace unos 15 años, habría enviado un tuit racista.
Ustedes lo negaron. Él lo niega. Dicen que es falso. Pero el sitio de
verificación de datos “Bolivia verifica” dice que el tuit es autentico. ¿Como
saben ustedes que es falso?
—Andrés,
desde el 18 de agosto no significamos el barro. Las acusaciones han venido una
tras otra. Nosotros hacemos propuestas, el otro lado insultos y calumnias. Me
han hecho insultos homofóbicos del 18 de agosto. Del lado del PPD se han hecho
calumnias tras de otras y me la paso desmintiendo. Entonces uno se enreda en lo
que quieren los que no tienen propuestas. Quedarte en el fango del barro y
seguir respondiendo en el barro. Nosotros hacemos propuestas. Vamos a salvar a
Bolivia de la crisis, vamos a cambiar absolutamente todo.
El
otro lado, tristemente, lo único que le queda es barro para tapar sus
incoherencias y dificultades. Nosotros vamos a seguir llevando adelante las
propuestas que se queden solos en el barro.
BOLIVIA:
MICROCOSMOS LATINOAMERICANO
El
éxito cultural del marxismo y el fracaso de sus propuestas económicas
El
Montonero de Perú (https://n9.cl/mmm69)
Si
el problema se resolviera con cambiar de gobierno en el mismo país en que el
anterior gobierno fracasó, que ya venía después del anterior que también
fracasó, etc, etc, sería una maravilla. Pero no es así, porque lo que tiene que
cambiar es el país entero para poder cambiar la política económica de siempre,
intervencionismo, mercantilismo, populismo, hambreando al pueblo: el capital
humano. Como el Perú y probablemente la mayoría de países latinoamericanos,
salvo muy pocas excepciones. Queremos cambiar para mejor, haciendo neciamente
lo que ya fracasó una y otra vez, suponiendo que queremos cambiar de verdad.
Después
de la Segunda Guerra en el siglo XX, hemos ensayado todas las formas de
intervencionismo estatal, mercantilismo y gradualismo, civil o militar, con
golpe o sin él, reformista, socialista, comunista, social democrática, social
cristiana, etc. Pero ahora es claro que solo han sido diferentes grados de
intervencionismo, de estatismo económico, con el apoyo de la población
manipulada por el populismo, que ignoró siempre que el Estado no es la solución
sino el problema y que, durante los últimos siglos, no ha hecho más que crecer
monstruosamente, aplastando al individuo.
Solo
el ciego que no quiere ver puede negar que todas las formas de intervencionismo
estatal, inseparable del populismo político y la corrupción, han fracasado. Las
hemos probado en todas sus formas y matices. Mientras más intervencionismo
estatal peor, en particular en economía: Cuba, Venezuela, Nicaragua…y ahora
Bolivia. ¿Es casual? No, no es casual: han hecho todo lo posible, y en la misma
forma, para llegar a donde se encuentran hoy. Han hecho y han dejado de hacer
exactamente lo mismo, para mal de esos pueblos.
El
problema del milagro económico boliviano es que duró lo que duró el
hidrocarburo cuyo precio alcanzó récords históricos, el gas, lo que favoreció
enormemente al gobierno –pretendidamente vitalicio- de Evo Morales. Y mientras
duró pudo incrementar el gasto público y los subsidios a diestra y siniestra,
para favorecerse políticamente, sin tener en cuenta el desarrollo de la
producción, las inversiones y todas las variables que hay que tener en cuenta,
que para Javier Milei “son de manual”, que mencionamos más adelante.
Pero,
en todas partes, la dependencia económica de un producto natural (exportación
de materias primas) sin desarrollo de la producción, con inversiones
extranjeras ahuyentadas por el intervencionismo económico estatal, con emisión
de moneda sin respaldo en el aumento de la producción o riqueza, con subsidios
o subvenciones siempre distorsionadoras, con suba de impuestos anti económicos,
con control de precios y mantenimiento artificial de la moneda nacional en
relación al dólar, etc, etc, es la alternativa más segura para irse al carajo.
Todo
lo anterior hace inevitable el momento en que se seca la única mamadera
habilitada, gaz o litio, y como el gasto público ha crecido enormemente, los
impuestos ya no se pueden subir más sin ahorcar la economía y hay que suspender
todos los subsidios, dádivas, privilegios, a los grupos de amigos y
socios…entonces se imprimen billetes, porque en sistemas intervencionistas el
Banco Central no tiene autonomía y hace lo que el Ejecutivo manda. Y se dispara
la inflación y los precios suben y ya no hay divisas para importar gasolina y
dólares, etc, y, como consecuencia inevitable, el mercado negro, la escasez, y
ya sabemos cómo termina el “milagro económico”, porque lo estamos viendo varias
veces, en todos los países.
Que
el Perú esté macro económicamente mejor que muchos países hermanos, no se debe
solo a la excelente capacidad de la dirección del Banco Central del Perú, con
el excelente manejo de la política monetaria y el control de la inflación y la
tasa de interés, que ha llamado la atención incluso fuera del Perú. El salto
cualitativo económico del Perú se dio nueve años antes con el ministro de
economía Carlos Boloña Behr, durante el gobierno de Fujimori a inicio de la
década del noventa. Hay que reconocerlo y recordarlo, aunque seamos viejos anti
fujimoristas. Fue mérito de Boloña, no de Fujimori.
Nadie
recuerda ni habla de esa política que hasta ahora nos beneficia a todos a pesar
de los malos manejos de los sucesivos gobiernos y gracias también a la alta
eficiencia e independencia del Banco Central. La pobreza se redujo un 20 por
ciento en relación a los gobiernos de Alan García y Juan Velazco por ejemplo,
para hablar de un solo indicador.
Lo
que hizo ese injustamente olvidado ministro de economía y su equipo, ya no
debería ser ninguna novedad en nuestros días, con las variadas experiencias que
hemos vivido en Latinoamérica en las últimas décadas, salvo para los ciegos
cuyos resentidos ojos no quieren ver: el ajuste económico. Es lo que hizo
también el ministro de economía Hernán Bucchi en Chile en los ochenta, donde el
ajuste llegó a reducir la pobreza al 7% (con Allende llegó a cerca del
cincuenta %). Es lo mismo que pretendió hacer y lo anunció Mario Vargas Llosa
en los noventa (que Fujimori aplicó, después de anunciar en campaña que no lo
haría): el ajuste. Es lo que está haciendo Milei en Argentina, a pesar de la
feroz y desesperada oposición: el ajuste.
No hay que descubrir la pólvora, y no puede
ser gradual, no funciona (por eso fracasó el gobierno de Macri en la
Argentina), Lo que hay que hacer, como dijo el presidente Javier Milei, “es de
manual”: Libertad para los ciudadanos; reducción significativa del Estado, del
gasto público y de los impuestos; equilibrio fiscal; desregulación,
simplificación administrativa y privatización de todas las empresas estatales,
independencia del Banco central y control de la emisión monetaria y la
inflación; un sistema mínimamente democrático y un aceptable sistema judicial.
Así funciona.
Los
latinoamericanos tenemos el mismo problema económico: no nos atrevemos a dar el
ajuste, a ejercer la libertad económica, el difamado sistema de libre mercado y
libre competencia, el capitalismo, la modernidad económica. El mismo problema
político: reducir la vida política por
completo a su forma más descarnada, el poder por el poder, salvo dos o tres
excepciones. El mismo problema ético: puros apetitos políticos sin ideas, ni
ideología, ni mito, ni ideal, ni religión y la incapacidad de entender la necesidad
de vivir la democracia en democracia. Se mantienen los valores tradicionales.
Este
año celebramos casi doscientos de una tremenda y constante propaganda anti
capitalista, que ha calado hondo no solo en la cultura académica sino también
en la cultura popular, uno de cuyos iniciadores exitosos fue Karl Marx, que,
sin querer queriendo, inoculó, como solo un genio resentido pudo hacerlo, su
odio judeo cristiano al capitalismo, al empresario explotador, al fuerte, al
poderoso: es decir, al malo. Y a favor de los pobres, de los atropellados o
explotados, de los débiles y sufrientes: es decir, los buenos. Si esto no es
judeo cristianismo entonces qué lo es. Es la base paradigmática del pensamiento
socialista, demócrata o autócrata, comunista o caviar: la moral judeo
cristiana.
A
pesar de sus catastróficos errores y de las consecuencias que ha traído a los
países que aplicaron las ideas socialistas o comunistas (en teoría; estatistas
en la real realidad): como la Unión Soviética, Vietnam del Norte, Corea del
Norte, toda la Europa oriental, que fracasaron estrepitosamente como
experiencias históricas en el plano económico y en el plano político. Todas
terminan impajaritablemente en dictadura y corrupción. Sin embargo tuvieron
éxito ideológico y penetraron la cultura popular y hoy todo el mundo es
ideológicamente anti capitalista o izquierdista o socialista (con ropa y
celular comprados en empresa imperialista), de raíz judeo cristiana, grandes
consumidores y activos participantes en el mercado. Lo cual no tiene nada de
malo: el mercado somos todos, desde que salimos por la mañana a comprar el pan.
Incluso
los países que alguna vez se enriquecieron con ese sistema hasta llegar a ser
potencia mundial, como los EE.UU. ya no son países típicamente capitalistas,
como el que fue en sus mejores momentos EE.UU. Sus elites intelectuales son de
izquierda invariablemente estatista, y el Estado ha crecido demasiado, por
decirlo delicadamente. Y en casi todo mundo, interviene cada vez más donde no
le corresponde y es cada vez más ineficiente en los ámbitos donde sí le
corresponde: seguridad ciudadana, sistema judicial mínimamente aceptable. La
salud y la educación seguirán siendo tan malas mientras sigan a cargo del
Estado. Peor aún, de un estado fallido o roto.
Pero
el capitalismo se inventa, el fuerte impulso sico-ideológico de ese sistema fue
facilitado, deliberadamente o no, por la ética protestante calvinista, que
contribuyó a la internalización de la disciplina y el esfuerzo empresarial sin
mala conciencia, con la idea -tan opuesta al mundo católico- que el éxito
económico empresarial es una señal de la predestinación y el favor divino. En
nuestros países católicos la posibilidad de que un rico entre al cielo…ya
sabemos, la satanización del empresariado y la actividad económica o comercial,
desde antes de la expulsión de los comerciantes del templo, por obra y látigo
de Jesucristo.
Otro
elemento común a nuestros países es la ignorancia en materia económica, que
corre paralela, desde hace casi dos siglos, a la mencionada campaña contra el
sistema capitalista, el libre mercado y la libre competencia, sin
intervencionismo estatal, etc. Durante dos siglos lo que predominó fue la
denuncia del sistema económico capitalista, particularmente la teoría de la
explotación de Marx a partir del concepto de plusvalía, pero sin plantear
alternativa o programa económico determinado, salvo el control centralizado
estatal de la economía. Y las nefastas ideas de Keynes que tanto afectaron y
afectan la economía en toda la región.
El
marxismo se limitó a la denuncia, que es estéril, y a la estatización de la
economía, que es mortal. El Estado, como ya sabemos, es un pésimo administrador
y pésimo empresario. Además de fallido y roto por todas partes, como nuestro
“tierno y cruel” país.
ENTRE
EL PODER Y LA JUSTICIA: 25 EXPRESIDENTES LATINOAMERICANOS EN EL BANQUILLO
Desde
1970 a 2025 25 expresidentes latinoamericanos fueron sometidos a procesos
judiciales. ¿Qué demuestra esta tóxica relación entre el ejercicio del poder y
el cumplimiento de las normas? ¿Hay soluciones posibles?
Hoy
de Santo Domingo (https://n9.cl/5416u)
La
historia política de América Latina está marcada por una constante tensión
entre el poder y la justicia. Desde los años 70 hasta hoy, decenas de
expresidentes han enfrentado procesos judiciales por delitos que van desde
corrupción y fraude hasta violaciones de derechos humanos. Esta realidad no
solo refleja una debilidad institucional crónica, sino también una cultura
política que ha normalizado el abuso de poder.
Veinticinco
expresidentes latinoamericanos han sido sometidos a procesos judiciales entre
1970 y 2025 categorizados como corrupción, lavado de dinero, conspiración,
entre otros. La tabla que registra estos incidentes es un testimonio
contundente del problema.
Hay
nombres como Evo Morales (Bolivia), Álvaro Uribe (Colombia), Cristina Fernández
de Kirchner (Argentina), Rafael Correa (Ecuador) y Ricardo Martinelli (Panamá).
Todos estuvieron involucrados en procesos judiciales que sacudieron sus países.
Algunos fueron condenados, otros investigados, y unos pocos absueltos. Pero el
patrón es claro: el poder presidencial en América Latina ha sido, con demasiada
frecuencia, una plataforma para el enriquecimiento personal, la manipulación
institucional y la impunidad.
La
justicia llega tarde, pero llega
Uno
de los aspectos más llamativos de esta lista es que muchos de los procesos
judiciales se inician una vez que los mandatarios dejan el poder. Esto revela
una justicia que parece débil durante el ejercicio presidencial pero que se
activa cuando el poder político se desvanece. Es el caso de Cristina Fernández
de Kirchner, condenada por administración fraudulenta, y de Álvaro Uribe, quien
enfrenta prisión domiciliaria por fraude procesal y soborno. En otros casos,
como el de Lula da Silva, la condena fue anulada por irregularidades
procesales, lo que plantea dudas sobre la independencia judicial.
Este
fenómeno tiene consecuencias profundas. Por un lado, muestra que la justicia
puede funcionar, aunque con lentitud. Por otro, evidencia que los sistemas
judiciales están expuestos a presiones políticas, lo que mina la confianza
ciudadana en las instituciones. La percepción de que los poderosos solo
enfrentan consecuencias cuando ya no tienen poder es corrosiva para la
democracia.
¿Más
de lo mismo?
En
2025, América Latina sigue enfrentando escándalos de corrupción y crisis
institucionales. Por ejemplo, en Guatemala, el Ministerio Público es acusado de
perseguir a jueces y fiscales independientes. En Perú, la inestabilidad
política ha llevado a la sucesión de varios presidentes en pocos años, muchos
de ellos investigados por corrupción. En México, el gobierno de Andrés Manuel
López Obrador ha sido criticado por el uso político de la fiscalía general. Y
en Ecuador, el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en
2023 dejó al descubierto los vínculos entre política y crimen organizado.
Estos
hechos actuales confirman que la relación entre política y justicia sigue
siendo conflictiva. La impunidad, la manipulación judicial y la falta de
transparencia continúan siendo obstáculos para el fortalecimiento democrático.
La ciudadanía, cada vez más informada y exigente, reclama cambios profundos que
permitan construir instituciones sólidas y confiables.
¿Cómo
enfrentar el problema?
La
producción de recetas para luchar contra la fragilidad institucional
latinoamericana no es cosa nueva. En la región, han proliferado procesos de
reforma estatal y se han firmado cientos de convenios con agencias
internacionales y otros gobiernos para mejorar las capacidades de los estados.
Sin embargo, es evidente que las tareas pendientes son muchas.
Es
necesario fortalecer la independencia judicial y garantizar que los jueces y
fiscales puedan actuar sin presiones políticas. Esto implica reformas en la
selección de magistrados, mecanismos de control ciudadano y protección para los
administradores de justicia. La independencia judicial no es solo un principio
democrático, sino una condición necesaria para combatir la corrupción.
La
opacidad es aliada de la impunidad. Por eso los gobiernos deben implementar
políticas de transparencia activa, facilitar el acceso a la información pública
y promover el periodismo de investigación. La ciudadanía debe tener
herramientas para fiscalizar a sus representantes y exigir rendición de
cuentas.
La
lucha contra la corrupción no se gana solo en los tribunales, sino también con
educación cívica. Es necesario fomentar una cultura democrática que valore la
ética pública, el respeto a la ley y la participación ciudadana. La educación
cívica debe ser parte central de las políticas públicas y no un accesorio
nostálgico.
Estas
recomendaciones, que reúnen las bases indispensables de la democracia
occidental liberal, no están escritas en piedra. Requieren una actualización
constante. A medida que el mundo avanza, crecen también las tareas para
resolver. Así, las leyes que sirvieron en el pasado para garantizar la
independencia de poderes y evitar la corrupción, hoy pueden estar obsoletas.
Oportunidad
para cambiar
La
relación entre política y justicia en América Latina ha sido históricamente
difícil, pero no está condenada al fracaso. Los procesos judiciales contra
expresidentes, aunque tardíos, son señales de que la impunidad puede ser
enfrentada. Sin embargo, para que estos casos no sean excepcionales, se
requiere un compromiso firme con la institucionalidad, la transparencia y la
participación ciudadana.
América
Latina tiene la oportunidad de transformar su cultura política.
Sorprendentemente, a pesar de la creciente presencia del crimen organizado y de
la violencia, sigue siendo una región de paz y mayoritariamente democrática.
Ese valor es un diferencial ante otras regiones que, por paradójico que
parezca, tienen mayor influencia en la agenda internacional.
La
ciudadanía está más alerta, los medios más activos, y las redes sociales han
democratizado la información. Si se logra fortalecer la justicia, educar en
valores democráticos y exigir transparencia, la consecuencia esperable es la de
sociedades en las que el poder no sea sinónimo de impunidad, sino de
responsabilidad.
BOLIVIA
REGISTRA UNA CAÍDA EN EL NÚMERO DE PERSONAS QUE SE IDENTIFICAN CON ALGÚN PUEBLO
INDÍGENA
En
el censo nacional de 2001, el 62% de la población se identificó con alguno de
los 36 pueblos indígenas de Bolivia. Para el de 2012, esta cifra se redujo al
41% y, en su más reciente edición correspondiente a 2024, continuó la tendencia
a la baja para situarse en el 38,7%.
Interferencia
de Chile (https://n9.cl/pj62b)
Especialistas
consultados por Sputnik abrieron un amplio abanico de motivos detrás de estos
números, que van desde divergencias en la forma de formular las preguntas sobre
este tema hasta la permanente migración de familias indígenas a las ciudades.
Según
el censo de 2024, Bolivia cuenta con 11 millones 365.333 habitantes, de los
cuales 4 millones 302.484 (el 38,7%) se reconocen integrantes de alguno de los
36 pueblos indígenas incluidos en la Constitución.
Son
mayoritarios el pueblo quechua, con un millón 646.811 personas, seguido por el
Aymara, con un millón 595.045, en el occidente.
Humberto
Guarayo, líder de la nación yampara en el departamento de Chuquisaca
(centro-sur), dijo en diálogo con Sputnik que la forma de medir este tema
establecida por el Instituto Nacional de Estadística (TSE) no es del todo
precisa. Por ejemplo, explicó que el quechua representa una inmensa comunidad
cultural e idiomática, pero está integrado por decenas de naciones muy
diferentes entre sí, a pesar de que comparten cosmovisión e idioma.
"Como
nación yampara, luchamos para estar incluidos en la boleta censal. Creo que la
población indígena, según los datos del censo de 2001, no era real. Pero esa
boleta no indagaba en una identificación, sino en si el encuestado hablaba
algún idioma indígena. Es una aberración, no se puede entender idioma como
sinónimo de nación", dijo Guarayo.
Agregó
que este punto fue clarificado en el censo de 2012, cuando una pregunta se
refería al idioma materno y otra a la identificación, que en ese momento
disminuyó al 41%. Para Guarayo, no se trata de una reducción, sino de una
"aclaración" para definir quién es realmente de algún pueblo o nación
indígena.
En
este sentido, evaluó: "Los datos del último censo son reales para
nosotros".
Según
Guarayo, "el discurso de que los indígenas somos mayoría tiene que
acabarse. Es hora de cuantificar cuántas naciones y pueblos indígenas somos,
porque se usa el indigenismo como discurso político. Estamos cansados de
eso".
El
referente yampara acusó que en las dos últimas décadas, el Movimiento Al
Socialismo (MAS) se apropió del discurso indigenista, con lo cual suplantó la
participación de dichas comunidades: "Como consecuencia, hoy no tenemos un
partido político que nos represente".
En
la mirada de Guarayo, ahora se contabilizan menos indígenas, pero "tenemos
conciencia de lo que somos y, coyunturalmente, es una buena oportunidad para
que las naciones indígenas podamos otra vez consolidarnos y de nuevo hacer una
agenda. Aunque esta vez tenemos que luchar con nuestra propia voz".
Campo
y ciudad
Según
el INE, la población urbana de Bolivia para en 1950 era de 708.000 habitantes y
de las áreas rurales, un millón 900.000. Para 2024, ambos sectores pasaron a
los 7,8 millones y 3,5 millones, respectivamente.
En
el censo de 2012, cuatro de cada 10 personas vivían en el campo. Para 2024,
pasó a tres de cada 10. De todos modos, quienes viven en zonas rurales no
siempre se identifican con algún pueblo indígena.
De
acuerdo con el ejercicio de 2024, el 68,1% de quienes viven en campos y selvas
se identifican como integrante de un pueblo originario, mientras un 31% no. En
cuanto al área urbana, dichos porcentajes son del 25,6% y 74,4%,
respectivamente.
Carlos
Macusaya, teórico e investigador aymara, dijo en diálogo con este medio que la
variación en las tasas de identificación se relaciona con los momentos
políticos que atravesaron cada censo.
En
ese sentido, advirtió: "Todas las identidades responden a fenómenos
sociales, no es una cuestión biológica. Por ello, en determinados contextos, la
identidad indígena se va a convertir en identidad política contestataria al
orden establecido".
Explicó
que si se cruzan los datos del INE, "hay correlación entre el grueso de la
gente pobre, que es indígena, así como entre la gente que no es pobre, que
tampoco se identifica como indígena".
Macusaya
marcó otra diferencia entre los censos de 2001, 2012 y 2024: "En 2001, ser
indígena era cuestión de ser mayoría, eran mayorías que cuestionaban al Estado
desde el área rural y urbana. Había una idea de lo indígena amplia, no
restringida únicamente a lo rural".
En
cuanto a 2012, recordó que en ese año y en el previo se habían desarrollado dos
movilizaciones multitudinarias de indígenas en defensa del Territorio Indígena
Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), a través del cual el Gobierno de Evo
Morales (2006-2019) pretendía tender una carretera que uniera los departamentos
de Beni y Cochabamba. Ante la resistencia social, tuvo que dejar de lado el
proyecto carretero.
"En
2011 y 2012 se discutió mucho sobre los indígenas, pero esta vez no como una
mayoría, sino como una articulación urbana-rural de grupos pequeños aislados
que viven en la selva. En ese momento quedó en evidencia una impostura en el
discurso indígena del Gobierno", notó el investigador.
Y
puntualizó: "Si en 2001 los indígenas eran mayorías frente al Estado, en
2012 los indígenas fueron minorías víctimas del Estado. Creo que eso también ha
condicionado cómo la gente se ha autoidentificado: ya no había la misma idea
que en 2000".
Macusaya
subrayó que durante el Gobierno de Morales hubo un evidente ascenso social,
fundamentalmente de miles de familias indígenas que se acomodaron en las clases
media y media-alta.
"El
efecto de ese crecimiento económico se fue dislocando la relación entre ser
indígena y ser pobre. Mucha gente salió de condiciones de pobreza para asumir
que ser indígena no es ser pobre", dijo.
"Se
va perdiendo la politización contestataria"
Con
el advenimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación, las redes
sociales bolivianas se llenaron de influencers y diversas figuras provenientes
de comunidades indígenas, quienes no reniegan de sus costumbres y más bien se
valen de las redes para difundirlas. Macusaya resaltó que, en 2012, la
población aymara era de un millón 191.000 personas, mientras que para 2024
ascendió a un millón 595.000.
El
investigador destacó que, a diferencia de décadas atrás, ser indígena dejó de
ser una traba para acceder a ciertos altos cargos empresariales, incluidos
puestos en la administración del Estado.
"Así
se va perdiendo la politización contestataria relacionada a los indígenas. Creo
que el porcentaje de población indígena baja mientras las posibilidades de
ascenso social han aumentado para la gente indígena, cuya pertenencia étnica ya
no es un problema", explicó.
Definición
del racismo
Desde
sectores tradicionales de la derecha, como el Comité Pro Santa Cruz, evaluaron
que Bolivia debería dejar de llamarse "Estado Plurinacional" a la
vista de que los indígenas no son tantos. Según su visión, Bolivia debería
denominarse como "república" otra vez.
Con
la mayoría de asientos en la Asamblea Legislativa Plurinacional ocupados por la
oposición tradicional, la perspectiva de modificar la Constitución adquiere más
probabilidad. Ambos candidatos que van al balotaje (Rodrigo Paz y Jorge
"Tuto" Quiroga) se mostraron dispuestos a abrir la Carta Magna para
modificarla.
El
próximo Gobierno tendrá la posibilidad de adecuar o bajar a la realidad varias
concepciones sobre lo indígena hecho ley, como reclamó Guarayo.
Según
el INE, a la lista liderada por quechuas y aymaras le siguen los pueblos
guaraní y chiquitano, con más de 100.000 habitantes cada uno; la nación
kallawaya, así como los pueblos leco, mojeño trinitario, movima y tacana, con
un rango de 20.000 a 30.000 habitantes. También se identificaron como parte de
las naciones afroboliviana, charka qhara qhara, chicha, tsimané y gwarayu entre
10.000 a 20.000 censados.
EXPULSARON
DEL PAÍS A LA EX MISS BOLIVIA QUE FUE CONDENADA POR TRANSPORTAR MÁS DE 300
KILOS DE COCAÍNA EN ENTRE RÍOS
Así
lo determinó la jueza Mariela Rojas, del Tribunal Oral Federal de Concepción
del Uruguay, en el fallo contra Jade Isabela Calláu Barriga, quien este viernes
dejó la cárcel de Ezeiza y regresó a la nación andina.
Perfil
de Argentina (https://n9.cl/zpn3u4)
La
ex Miss Bolivia Jade Isabela Calláu Barriga, detenida en enero pasado cuando
viajaba en una avioneta que aterrizó de emergencia en Entre Ríos con más de 300
kilos de cocaína, fue condenada a tres años de prisión en suspenso y expulsada
del país. Así lo determinó este viernes la jueza Mariela Rojas, del Tribunal
Oral Federal de Concepción del Uruguay, tras un acuerdo para un juicio
abreviado que calificó a Calláu Barriga como "partícipe secundaria del
delito".
A
su vez, la magistrada impuso una multa millonaria de más de 2,7 millones de
pesos para la joven boliviana, que ya regresó a su país: anoche viajó en un
vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Aeroparque hacia el Aeropuerto
Internacional Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra. Calláu Barriga tiene 22
años y es sobrina de Jorge Adalid Granier Ruiz, conocido como “El Nono”,
condenado por liderar una organización dedicada al tráfico aéreo de cocaína.
La
jueza fundamentó la pena en la corta edad de la ex Miss y en la desigualdad
frente a su novio, Leonardo Monte Alto Gusmao, un brasileño 30 años mayor que
ella que pilotaba la avioneta con el cargamento. Además, el tribunal consideró
su ausencia de antecedentes penales y que había sufrido violencia de género por
parte de su pareja.
A
juicio del tribunal, su aporte fue secundario, ya que no realizó tareas
esenciales ni participó en la logística del traslado de la droga. De manera
paralela, se homologó lo acordado entre las partes y dispuso la expulsión sin
posibilidad de reingreso de Calláu Barriga, dado que la Dirección Nacional de
Migraciones había declarado irregular su permanencia.
Durante
la noche, la joven fue trasladada por una delegación de la Policía Federal
Argentina y quedó en libertad al abordar el vuelo de regreso a su país. Por su
parte, el proceso contra Alto Gusmao continúa en curso.
Quién
es Jade Isabela Calláu Barriga, condenada por tráfico de cocaína
La
joven, de 22 años, es sobrina del reconocido “narco fantasma” Jorge Adalid
Granier Ruiz, alias “El Nono”, condenado por liderar una organización dedicada
al tráfico aéreo de cocaína. Apodada “Chabela”, ganó hace seis años el
prestigioso concurso de belleza local de San Borja, un municipio del
departamento del Beni, en Bolivia.
A
comienzos del 22 de enero pasado, Calláu Barriga viajaba junto a su pareja, el
brasileño Leonardo Monte Alto Gusmao, quien pilotaba la aeronave que aterrizó
de manera irregular en un campo de Holt Ibicuy, Entre Ríos. Durante la requisa,
la Policía encontró diez bultos con 342 paquetes envueltos en nylon amarillo,
además de cinco pequeñas cápsulas de droga y un cigarrillo artesanal, luego de
la alerta de un vecino a las autoridades.
La
carga total de cocaína pesó 358,923 kilogramos, con una pureza superior al 85%,
y su valor fue estimado en aproximadamente 14 millones de euros en el mercado
europeo y 2,2 millones en Argentina. A pesar de los intentos por ocultar la
identidad de la aeronave, los investigadores detectaron que bajo la pegatina
estaba pintado el dominio boliviano CP-3806, mientras que los peritajes
confirmaron que su verdadera matrícula era LV-GQA.
Aunque
el fuselaje había sido pintado de blanco y azul y se le habían colocado
distintas matrículas, los agentes constataron, mediante la llave y el tablero,
que la matrícula de fábrica N210U seguía visible. De hecho, los colores
originales de la aeronave permanecían en algunas aberturas, y se halló una foto
de la avioneta y su apariencia original.
El
hallazgo permitió identificar a los propietarios: los hermanos peruanos Saúl
Ángel y Steven Alessandro Villanueva Tomás, junto a su padre, Saúl Ángel
Villanueva Echevarría, quienes están vinculados, entre otros domicilios, al
local bailable “Rumba Latina”, ubicado sobre la Avenida Rivadavia al 7200, en
el barrio de Flores, y muy popular entre la comunidad peruana.
LA
NUEVA GENERACIÓN DE NARCOS PERUANOS QUE CONTROLA EL NEGOCIO EN ARGENTINA
Lazos
de familia. En 2011, los hermanos Luis y Manuel Valverde Rodríguez, con
antecedentes criminales en Trujillo, comenzaron a viajar a Buenos Aires, donde
un miembro de la familia se dedicaba a la comercialización de droga. Tras el
asesinato de Janhzen Valverde Victoriano, estos se llevaron a su hijo, Tony
Valverde Victoriano, “Pequeño J”, para que se sumara al negocio de los Valverde
en la capital argentina.
La
República de Perú (https://n9.cl/9gpb3)
Después
de haber liderado una organización de narcotraficantes en Buenos Aires,
Argentina, entre mediados de los años 90 y la primera década del 2000, Marcos
Estrada Gonzáles fue condenado y expulsado al Perú en 2022. Su hermano Fernando
Estrada Gonzáles, prófugo durante 13 años, se entregó a la policía bonaerense
en 2023. El espacio que dejó la familia Estrada en el mundo narco fue
rápidamente ocupado por una nueva generación de traficantes peruanos, en la que
la familia Valverde, del distrito de La Esperanza, provincia de Trujillo,
región La Libertad, cumple un destacado papel.
Pero
hay una gran diferencia. En la época en la que reinaban los Estrada, los
narcotraficantes se dedicaban especialmente a la venta al menudeo de la droga.
Ahora han escalado de posición. Recientes intervenciones policiales en
Argentina han revelado que ahora manejan virtualmente toda la cadena: desde el
transporte de los centros de producción, como el valle de los ríos Apurímac,
Ene y Mantaro (Vraem), hacia la zona selvática de Bolivia y luego con dirección
a Argentina. Además, ingresan a territorio argentino con mayores cantidades de
cocaína, lo que implica movilizar importantes sumas de dinero. Es decir, una
mejor posición económica, y por lo tanto, amplia disponibilidad para corromper
autoridades. No es un dato menor.
El
22 de enero de este año, una avioneta que cargaba 359 kilos de cocaína, hizo un
aterrizaje forzoso por falta de combustible en Entre Ríos, Argentina. El piloto
de nacionalidad brasileña inició su viaje en Bolivia y usaba una matrícula
falsa de este país. La policía descubrió que el dueño de la droga era el
peruano José García Nazario, de 43 años, nacido en el distrito de Virú, La
Libertad. Y que los propietarios de la aeronave eran Saúl Villanueva Echevarría
y sus hijos Steven y Saúl Villanueva Tomas. Es más, Steven Villanueva Tomas, se
licenció como piloto para dedicarse a los narcovuelos.
Mientras
la policía antidrogas bonaerense le pisaba los talones a José García Nazario,
el propietario de la droga, los agentes detectaron que este se dedicaba a
entregar bultos de droga en varios puntos de Buenos Aires. Este es un
indicativo de que los narcos peruanos han ampliado sus capacidades para
despachar cocaína desde centros de producción en el país y repartirla a puntos
de expendio en la capital argentina. El 11 de septiembre de este año, José
García huyó de sus perseguidores e ingresó al Perú.
La
policía antinarcóticos bonaerense se encontraba vigilando y deteniendo a otros
cómplices de José García Nazario (el 27 de junio de este año, el piloto Steven
Villanueva Tomas fue detenido con 15 kilos de cocaína y US$500 mil), el 19 de
septiembre se denunció la desaparición de Morena Verdi (20), Brenda del
Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15). El 24 los cuerpos de las jóvenes fueron
hallados enterrados en fosas clandestinas, en una casa donde vivía el peruano
Miguel Villanueva Silva. El mismo día la policía bonaerense identificó a Tony
Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, como cabecilla de una organización de
narcos en Buenos Aires que ejecutó a las tres mujeres. Fue una venganza porque
Lara Gutiérrez confió a una banda rival un escondite de droga y dinero. Al
menos 400 kilos, una cantidad poco frecuente en la época del dominio de la
familia del capo Marcos Estrada Gonzáles. Pero hay otra gran diferencia entre
los Estrada y los Valverde. Los Valverde es un clan familiar dedicada al
crimen.
Cuando
circuló el retrato de “Pequeño J”, los parientes de las víctimas dudaron de que
este joven de 20 años fue quien planeó el triple homicidio. La primera pista
que La República halló para desentrañar las raíces familiares de Tony Valverde
fue la coincidencia de la dirección que consignó en su DNI, con el domicilio
que reportó Miguel Villanueva, dueño de la casa donde se cometió el horroroso
asesinato: asentamiento humano Nueva Indoamérica, distrito de La Esperanza,
provincia de Trujillo, región La Libertad. No podía ser una coincidencia, como
efectivamente este diario verificó.
“Pequeño
J” no solo proviene de una zona dominada por organizaciones criminales como “La
Jauría”, “El Gran Marquez” y “Los Injertos de Nueva Jerusalén”, entre otras. Su
padre, Janhzen Valverde Rodríguez, era uno de los líderes de esta última. El 16
de diciembre de 2018, fue ejecutado en venganza porque uno de su grupo mató a
uno de sus componentes. Esta pista fue determinante para descubrir el clan
familiar de los Valverde.
Los
registros policiales, fiscales y judiciales, indican que al abuelo de “Pequeño
J”, José Luis Valverde, se le acusó de hurto agravado (mediante el uso de
armas). Además, los tíos de “Pequeño J”, Manuel Valverde Rodríguez, “Chuman”, y
Luis Valverde Rodríguez, “Serranasho”, aparecen involucrados en delitos de
homicidio, extorsión y otros. Según el registro migratorio, “Chuman” y
“Serranasho” viajaron y regresaron de Argentina por primera vez entre 07 de
diciembre de 2011 y el 25 de enero de 2012.
Cuando
la policía intervino las viviendas donde vivía “Pequeño J”, encontró evidencia
documental de “Chuman” y “Serranasho” se encontraban en contacto con el sobrino
(una transferencia de dinero para Luis Valverde Rodríguez, “Serranasho”, y una
ficha del consulado peruano a nombre de Kevin Valverde Urtecho, hijo de Manuel
Valverde Rodríguez, “Chuman”. Los papeles están fechados en agosto de este año.
Justamente el último movimiento migratorio de los hermanos señala como destino
Bolivia, desde donde muy probablemente se trasladaron a Argentina. Por su
relación directa con su primo Tony Valverde, la policía bonaerense no descarta
que sea parte de la organización de "Pequeño J". La sospecha crece
porque ingresó clandestinamente a Argentina, como Tony Valverde.
“Estamos
convencidos de que en Argentina se ha dado inicio a una nueva era criminal,
como ocurre en México, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú. Pienso que llegó el
momento de sacar la artillería, porque nuestros países vecinos están
desbordados de criminalidad”, explicó el especialista argentino en Seguridad y
Contraterrorismo, Daniel Adler.
“Es
evidente que el Perú no está controlando su crisis de inseguridad, y estamos
viendo sus efectos en la República Argentina”, apuntó.
El
jefe de la División de Investigación Criminal de Trujillo, coronel PNP Johnny
Huamán Mariano, no descartó que otro miembro de la familia Valverde sea el capo
de la organización en Buenos Aires y que “Pequeño J” cumplía labores
importantes de esta mafia pero que no era el líder.
“‘Pequeño
J’ pertenece a una nueva generación de los Valverde, que vivió y aprendió de su
padre y sus tíos al margen de la ley. Sabemos que un familiar, que se dedicaba
a la microcomercialización de droga, lo llevó a Argentina ilegalmente y vivió
con él. Por información de inteligencia, sabemos que la mayoría de los
familiares del “Pequeño J” no viven aquí, sino en Argentina. Uno de ellos es el
cabecilla”, señaló el coronel Johnny Huamán. ¿Quién es? Pronto se sabrá.
“Pequeño
J es el reflejo de lo que hizo su padre y sus tíos”
• “Lo que hizo el ‘Pequeño J’ en
Argentina (el narcotráfico y el triple homicidio), sencillamente es el reflejo
de lo que vivió y aprendió en su niñez. Refleja lo que adquirió de su padre y
de sus tíos, con quienes mantuvo contacto hasta el momento en que lo
detuvieron”, afirmó el coronel PNP Johnny Huamán.
• “El padre del ‘Pequeño J’ era un
delincuente dedicado en un inicio al robo y al desmantelamiento de vehículos en
Trujillo. Pero como veían que no era rentable, terminaron extorsionando a gran
escala a sus víctimas para devolverles su propiedad”, explicó.
• “La tasa de homicidios por cada 100 ml
habitantes es de 3,8 en Argentina y de 6,0 en el Perú. Casi el doble. A esto se
suma que el segundo productor mundial de cocaína es el Perú y Argentina se ha
convertido en receptor de esa droga”, destacó Daniel Adler.
• “Nosotros vemos que mucho de la
criminalidad extranjera, como la peruana, se está posicionando en la República
Argentina”, dijo.
TRUMP
INSINÚA OPERACIONES TERRESTRES EN SU 'GUERRA' CONTRA EL NARCOTRÁFICO EN
SUDAMÉRICA
Cuba
Si (https://n9.cl/cu3pd)
El
presidente de EE.UU., Donald Trump, insinuó que Washington podría llevar a cabo
operaciones terrestres para detener el tráfico de droga en el país.
El
mandatario dijo que, debido a la ofensiva de EE.UU. contra lanchas en el
Caribe, los traficantes ya no transportan estupefacientes por agua.
Ya
no llegan por mar, así que ahora tendremos que empezar a mirar por tierra,
porque se verán obligados a ir por tierra
"Déjenme
decirles ahora mismo que eso tampoco les va a salir bien", declaró.
Durante
la misma intervención, Trump anunció que Washington atacó la pasada noche otra
lancha en el Caribe, que presuntamente fue utilizada para el tráfico de droga.
"Ya
no hay lanchas en el agua. No encuentras ninguna. Nos cuesta mucho
encontrarlas. […] Pero anoche hicimos [un ataque contra] otra", señaló,
agregando: "Somos muy buenos en eso".
De
acuerdo con sus palabras, "cada una de esas embarcaciones es responsable
de la muerte de 25.000 estadounidenses". "Por eso, cuando lo piensas
de esa manera, lo que estamos haciendo es en realidad un acto de bondad",
agregó.
Ataques
de EE.UU. en el Caribe
El
secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, compartió un video que muestra un
ataque de sus Fuerzas Armadas contra lo que denominó un "barco
narcotraficante" que navegaba en el Caribe, cerca de Venezuela. Detalló
que el ataque fue llevado a cabo en aguas internacionales por orden de Trump y
acabó con la vida de cuatro tripulantes, a los que calificó de
"narcoterroristas".
No
fue la primera vez que Washington llevó a cabo este tipo de ataques, en el
contexto de un despliegue militar en el Caribe sur que Caracas ha calificado de
"agresión". El primero de ellos ocurrió el pasado 2 de septiembre,
informó entonces el propio Donald Trump, que señaló que la operación contra un
supuesto "narcobarco" dejó 11 muertos.
Se
agudizan las tensiones con Venezuela
En
agosto, medios internacionales informaron sobre un despliegue militar
estadounidense en el sur del Caribe, supuestamente para enfrentar a los
cárteles de la droga. Paralelamente, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi,
duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente
venezolano bajo la acusación —nunca sustentada— de liderar un "cártel de
narcotráfico".
El
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene que su país es presa de
"una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. en interés de
propiciar un "cambio de régimen".
Como
respuesta a los movimientos militares de EE.UU., Maduro llamó al alistamiento
masivo de milicianos. Este sábado, las Fuerzas Armadas y las milicias de
Venezuela realizaron también un ejercicio especial en todo el territorio
nacional como parte de la preparación del país ante la amenaza militar
estadounidense.
La
vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, aclaró este sábado que Venezuela no
tiene "absolutamente nada que ver con relaciones narcóticas con
EE.UU." e insistió en que Washington está perturbando la estabilidad no
solo en el país, sino en la región. "No es solamente contra Venezuela, no.
Es contra todo nuestro continente. Buscan perturbar, como lo han hecho con la
guerra económica", dijo.
Otros
mandatarios de la región como Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia),
Daniel Ortega (Nicaragua) y Gustavo Petro (Colombia), consideran que no existe
evidencia alguna que sirva de base a la acusación estadounidense contra Maduro,
mientras que sí son públicas las apetencias del país norteamericano por dominar
recursos estratégicos presentes en el hemisferio occidental.
¿NACIDO
PARA FRACASAR?: EL PAÍS SUDAMERICANO QUE SOLO EXISTIÓ TRES AÑOS Y DESAFIÓ EL
ORDEN REGIONAL
Un
ambicioso proyecto geopolítico que buscó estabilidad en la región y
modernización, pero chocó con intereses externos, conflictos internos y
diferencias culturales que sellaron su fugaz destino.
Canal
26 de Argentina (https://n9.cl/8bvb1)
Sudamérica
es una porción del continente que tiene una vasta historia, rica en tradiciones
y cultura, pese a que es considerada una de las porciones de tierra más
“nuevas” ante los ojos del mundo occidental, es decir, ante el Eurocentrismo
del Vejo Continente.
Pero
así como hace apenas unos centenares la región se plantó en el escenario
mundial como un lugar de interés, también en ella se suscitaron disímiles
procesos militares y políticos que dan cuenta de su complejidad y de la riqueza
histórica, cultura y geopolítica que tiene.
También
Sudamérica ha sido (y sigue siendo) el espacio clave para los hechos políticos
más inverosímiles y las contradicciones y caminos erráticos de sus gobiernos
fueron y son una constante. Tal es así que hasta incluso existió alguna vez un
país que solo tuvo vida durante tres años. Tan extraño como autóctono, tan
propio de la idiosincrasia sudamericana que es un fiel reflejo de lo que sucede
por estas tierras.
De
no creer: ¿cuál fue el país sudamericano que existió solo por tres años?
La
geopolítica es un asunto a veces escabroso, que responde más a intereses
económicos que a certezas vinculadas con las sociedades y qué podrían ayudarles
a crecer a ellas.
En
ese sentido, la Confederación Perú-Boliviana es un claro ejemplo de esto. Un
proyecto de unión sin precedentes que existió entre 1836 y 1839 y que fue
destinado al fracaso.
Esta
efímera Confederación fue un Estado surgido bajo el liderazgo del mariscal
boliviano Andrés de Santa Cruz que decidió unir a Bolivia con la zona norte y
sur de Perú, a fin de crear un Estado fuerte y estable.
Empero,
y por intereses políticos y económicos, el proyecto generó el fuerte rechazo de
Chile y la Confederación Argentina, lo que derivó en su disolución tras ser
derrotado el ejército confederado en la Batalla de Yungay, en 1839.
El
contexto y formación de la Confederación Perú-Boliviana
Perú
-por aquellos años- atravesaba una profunda división política y crisis
económica, pero Bolivia estaba gozando de un proceso más estable. Así es que
surge el proyecto del mariscal Santa Cruz, que era el presidente de Bolivia e
impulsó la idea de unir ambos países a fin de estabilizar la región y para que
Bolivia se asegurase una salida al mar a través del puerto de Arica.
La
Confederación Perú-Boliviana se formó institucionalmente en 1837, tiempo
después de su establecimiento de facto y estaba formada por tres grandes
Estados: el Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano y el Estado Boliviano.
Santa
Cruz fue nombrado “Protector Supremo” de la naciente Confederación, y logró
concentrar el Poder Ejecutivo bajo sus alas, además de liderar las Fuerzas
Armadas.
Su
disolución fue una crónica de una muerte anunciada: la oposición de Chile y
Argentina de tener en sus cercanías a un Estado fuerte más el enojo interno de
la aristocracia principalmente peruana que no veía con buenos ojos el poder
supremo de Santa Cruz, hicieron que este proyecto de país durase lo que un
suspiro.
El
golpe letal a su existencia fue la mencionada batalla de Yungay, donde el
Ejército Restaurador, formado por tropas chilenas y opositores peruanos, le
declaró la guerra a la Confederación en 1839, lo que terminó con la derrota del
proyecto de Santa Cruz.
O
quizá, en ese sentido, como plantea el abogado y magíster en Derecho Civil,
Damián Gonzales Escudero en su artículo “Andrés De Santa Cruz y la
Confederación Perú Boliviana: entre la modernización y el frenesí legislativo”,
el intento modernizador de este mariscal y presidente boliviano a través de las
reformas y leyes encontró un parate y resistencias suficientes en el plano
político que hicieron que su sueño no prosperase.
¿Por
qué desaparece un país?: diversos factores que no siempre coinciden
A
lo largo de la historia son muchos los ejemplos de países, naciones y Estados
que se separan. Que en un principio, por diferentes motivos, muchas veces
vinculados con la conquista y en otros casos con la política, formaban parte de
una misma región bajo un nombre que los identificaba y luego terminaron
siguiendo caminos separados.
En
Europa estos casos se han visto en demasía. No hace falta retrotraerse al
Imperio Romano para mencionar algunos casos. Solo es suficiente con ver la
historia de la Europa moderna de la época de la Guerra Fría, y países como
Checoslovaquia o Yugoslavia, para entender que la unión de Estados no es algo
de hace más de 200 años.
Probablemente,
el factor social juegue un papel crucial en estas historias: pueblos disímiles
unidos bajo un mismo nombre de país, bandera e himno, pero con tradiciones,
cultura, incluso idioma y costumbres muy diferentes entre sí que difícilmente
pueden tener lo necesario en común para sentirse una misma nación.
Esto
quizá también le haya pasado a la Confederación Perú-Boliviana por aquellos
efímeros tres años, que podría haber sido un factor más para apurar su
disolución.
Probablemente,
la situación podría explicarse mejor desde la perspectiva del Licenciado en
Historia y magíster, Hugo Pereyra Plasencia, autor de “Una relectura del
proceso de la Confederación Perú Boliviana a la luz de fuentes de los años 1837
1839”, donde se detallan los desafíos geográficos que el proyecto de Santa Cruz
implicaba, y quizá por eso también estuvo destinado al fracaso.
Suposiciones
que dan a pensar lo que podría haber sido si estos dos países hoy en día
siguieran juntos bajo una misma nación, y no dos separadas con sus propias
dificultades políticas y económicas como las que atraviesan en la actualidad.
MÉXICO:
¿EL PAÍS DONDE LAS NIÑAS SON PROPIEDAD? LA ESCANDALOSA REALIDAD DEL MATRIMONIO
INFANTIL
¿Sabías
que, pese a la ley, miles de niñas en México son aún forzadas a uniones
tempranas? Te explicamos la verdad detrás del matrimonio infantil en México,
una práctica prohibida que sigue destruyendo futuros en 18 estados. Un ejemplo
desde Bolivia: la voz de Virginia Velasco
Tv
Azteca de México (https://n9.cl/4uvhr)
La
pregunta es escalofriante: ¿Qué país permite que una niña de 10 años sea
entregada en matrimonio con un hombre de 40? La respuesta, sorprendentemente,
no es sencilla, especialmente cuando se mira a México, una nación que, a pesar
de sus avances legislativos, aún arrastra las cadenas de una práctica
milenaria: el matrimonio infantil.
Desde
2019, la prohibición es federal y explícita, sin excepciones. Sin embargo, la
realidad sobre el terreno pinta un panorama mucho más complejo, donde al menos
18 estados no han armonizado sus códigos civiles o permiten lagunas que
perpetúan uniones tempranas que truncan vidas y vulneran derechos
fundamentales.
Antonio
José Ruiz, Oficial Nacional de Protección a la Infancia de UNICEF en México,
dibuja una realidad que, si bien muestra un lento decrecimiento, es alarmante.
“Los datos nacionales estiman que más de 10.5 millones de mujeres de 15 años y
más se casaron o unieron antes de los 18 años”, subraya Ruiz, y de ellas, un
escalofriante 13.5% lo hizo antes de cumplir los 15 años.
Las
cifras más recientes de 2023, de la Encuesta Nacional de la Dinámica
Demográfica, revelan que el 18.2% de las mujeres de 20 a 24 años se casaron o
unieron antes de los 18, una mejora marginal respecto al 21.4% de 2014. Un
decrecimiento de apenas dos o tres puntos porcentuales en casi una década es,
como advierte Ruiz, “de manera lenta”.
La
ley en papel vs la realidad en las comunidades
La
normativa federal mexicana ha avanzado. Desde 2014, se estableció la obligación
para los estados de fijar los 18 años como edad mínima para el matrimonio. En
2019, esta prohibición se incluyó en el Código Civil Federal, eliminando las
dispensas y excepciones que antes permitían el matrimonio con autorización
paterna o bajo otras circunstancias locales. Este fue un paso crucial. Sin
embargo, la implementación es el talón de Aquiles.
Las
estadísticas de nupcialidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) revelaron que, entre 2014 y 2023, a pesar de las prohibiciones, se
registraron 39,390 matrimonios civiles donde al menos una de las personas era
menor de 18 años. Sorprendentemente, 20 de estos matrimonios irregulares aún se
registraron en 2023.
La
prohibición legal ha empujado el fenómeno a un terreno más oscuro: las uniones
tempranas de facto. Las adolescentes ahora van a vivir a casa de sus parejas
sin pasar por el registro civil, estableciendo una vida en conjunto al margen
de la ley. El censo de población y vivienda de 2020 registró 224,454
adolescentes entre 12 y 17 años en situación de unión matrimonial (casadas o en
unión libre).
Más
allá, 21,167 habían tenido una unión matrimonial previa, declarándose
separadas, divorciadas o, incluso, viudas. Esto significa que cuatro de cada
100 adolescentes en México han estado en alguna forma de unión matrimonial, una
cifra que Antonio José Ruiz califica de “muy preocupante”.
El
costo de la infancia robada
Las
implicaciones del matrimonio infantil son devastadoras. Ruiz de UNICEF detalla
cómo estas uniones limitan la autonomía de las niñas, quienes a los 12, 13 o 14
años carecen de la capacidad de consentir plenamente una unión con una persona
mucho mayor.
La
evidencia es contundente: las adolescentes en uniones tempranas enfrentan
mayores índices de embarazos precoces, lo que a menudo las condena a abandonar
la escuela, limitando sus posibilidades de inserción laboral y perpetuando
ciclos de pobreza. “Nos encontramos con adolescentes de 19 años que fueron
unidas a los 15, que pueden ya tener dos o tres hijos”, ejemplifica Ruiz. Esta
falta de preparación las coloca en una situación de vulnerabilidad extrema.
Más
allá de lo económico, la violencia es una sombra constante. Las uniones con
grandes diferencias de edad, sumadas a las normas sociales que toleran la
violencia contra las mujeres, aumentan drásticamente las probabilidades de que
las niñas sean sujetas a mayores formas de violencia y control por parte de sus
parejas. Esta violencia, a su vez, se proyecta sobre sus hijos, creando un
ciclo intergeneracional de trauma y precariedad.
El
camino hacia un futuro libre de uniones forzadas
¿Qué
debe hacer México para alcanzar a naciones como Bolivia o Colombia, que han
logrado avances significativos en la erradicación del matrimonio infantil? Ruiz
señala que, si bien México ha tomado acciones –la prohibición federal de 2014,
la inclusión en el Código Civil Federal en 2019 y la tipificación de la
cohabitación forzada en el Código Penal Federal en 2023–, los marcos
normativos, aunque importantes, no son suficientes.
La
clave reside en transformar las normas sociales que aún justifican estas
prácticas nocivas. La persistencia de arquetipos como que “las mujeres son
propiedad de los hombres” o “los niños son propiedad de los adultos” es el
verdadero enemigo. Se necesita una estrategia de política pública sólida y
articulada, que trabaje de manera coordinada entre instituciones y se enfoque
en las regiones más afectadas.
En
este punto, el mapa de México revela contrastes. Si bien existe una incidencia
mayor en comunidades indígenas y rurales, el fenómeno no es exclusivo de ellas.
Estados como Guerrero (35%), Chiapas, Zacatecas, Nayarit y Michoacán (25%)
muestran los índices más altos de mujeres de 20-24 años que se unieron antes de
los 18.
Sin
embargo, al nivel municipal, ciudades como León (Guanajuato), Ciudad Juárez
(Chihuahua), Tijuana (Baja California), Puebla y Acapulco (Guerrero) también
presentan altos números de adolescentes en unión. Esto evidencia que el
problema es transversal y requiere intervenciones diferenciadas.
Un
ejemplo desde Bolivia: la voz de Virginia Velasco
La
senadora boliviana Virginia Velasco comparte la experiencia de su país, que en
2022 logró un hito histórico al modificar el código de familia para prohibir el
matrimonio infantil sin excepciones. Los datos de Ceresi (Servicio de Registro
Cívico) y la Defensoría del Pueblo de Bolivia revelaron más de 6 mil
matrimonios infantiles forzados y más de 147,876 embarazos en menores de edad
entre 2020 y 2023, es decir, “más de 100 por día”.
Estos
datos, sumados a las consecuencias de violencia, feminicidio y abandono
escolar, impulsaron la reforma. “No puede ser que una tradición esté por encima
de los derechos humanos”, sentencia Velasco, refiriéndose a los argumentos
culturales esgrimidos para justificar estas uniones.
La
senadora, quien visitó México, considera que es crucial que este país avance en
la armonización de sus normativas. “México tiene mucha potencialidad, pero no
podemos olvidar el tema social”, afirmó, instando a cuidar el interés superior
de la niñez y la adolescencia. Destaca la importancia de una legislación
comparada con países como Bolivia y Colombia, que han logrado erradicar estas
prácticas mediante reformas legales y estrategias de concientización.
La
prohibición del matrimonio infantil en México, aunque existe a nivel federal,
enfrenta el desafío de su implementación a nivel estatal y la resistencia de
normas sociales arraigadas. La brecha legislativa entre el nivel federal y los
códigos locales es un factor clave. La falta de estrategias culturalmente
sensibles para dialogar con comunidades donde estas prácticas son tradición,
sumado a las condiciones de pobreza que a menudo empujan a las familias a ver
la unión como una “protección” para sus hijas, complejiza aún más el panorama.