Friday, December 27, 2019

LAS RAZONES DE LA CRISIS DIPLOMÁTICA ENTRE BOLIVIA Y MÉXICO: ¿INJERENCIA O 'DOBLE DISCURSO'?


Los cruces ya han escalado hasta la Corte Internacional de Justicia. Mientras el Gobierno de López Obrador señala al gobierno de facto de La Paz de un "hostigamiento sin precedentes", las autoridades autoproclamadas en Bolivia insisten en acusar a México de inmiscuirse en sus asuntos internos.


México y el Gobierno de facto en Bolivia protagonizan una tensión diplomática sin precedentes, luego de que fuerzas armadas del país andino habilitaran un cerco a la Embajada mexicana en La Paz, con el fin de impedir que cuatro refugiados políticos abandonaran el país sudamericano.
El roce se ha agudizado desde el respaldo que dio el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, para que pudiera salir de su país, en noviembre pasado.
Bolivia acusa injerencia
La ministra de Exteriores del Gobierno de facto en Bolivia, Karen Longaric, rechazó las acusaciones por el asedio a la Embajada mexicana y señaló a México de supuesta injerencia en sus asuntos internos.
La canciller incluso amenazó con la salida de La Paz de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que este año preside México.
"Las relaciones bilaterales con el gobierno de México se deterioraron desde el momento en el que el gobierno mexicano ayudó al expresidente Evo Morales a tergiversar la realidad sobre la lucha y voluntad del pueblo boliviano", dijo Longaric en un comunicado difundido este jueves.
La cancillería boliviana indicó que el 26 de noviembre de 2019, mediante nota verbal, pidió a la embajada de México que los asilados que fueran entregados a las autoridades.
"Sin embargo, la Subsecretaría mexicana para Latinoamérica y el Caribe objetó de manera desafiante las decisiones del Ministerio Público de Bolivia, incluso haciendo disquisiciones que no correspondían y que pueden considerarse injerencia en los asuntos internos de otros Estados", sostuvo el Ministerio de Exteriores boliviano.
El Gobierno mexicano "rechazó categóricamente la entrega de esas personas y ratificó la decisión de otorgarles asilo en tono de franco desafío a la jurisdicción boliviana", agrega el documento oficial.
La cancillería de facto en Bolivia también reiteró su "preocupación" por la "injerencia" de México en asuntos bolivianos.
México: "hostigamiento sin precedentes"
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México rechazó "el hostigamiento y la intimidación" del Gobierno de facto boliviano.
Sobre la entrega de asilados políticos, México aclaró que las órdenes de aprehensión contra los cuatro exfuncionarios fueron notificadas 10 días después de darles refugio en la Embajada mexicana en La Paz, Bolivia. 
Asimismo, la cancillería mexicana explicó que, de acuerdo con el régimen jurídico del asilo diplomático —construido sobre las Convenciones de La Habana (1928), Montevideo (1933) y las dos de Caracas (1954)—, "corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución", y que "será respetada la determinación del Estado asilante de continuar con el asilo y exigir el salvoconducto para el perseguido".
Por lo cual, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, recalcó que "el asilo no es una injerencia, sino un principio de derecho internacional", por lo que desestimó las acusaciones del Gobierno boliviano.
Ebrard dijo que esas mismas acusaciones de injerencia fueron usadas por los regímenes dictatoriales en América Latina durante la década de 1970, y remató: "eso mismo se pudo haber argumentado cuando fue la Guerra civil española o cuando se recibió a la comunidad judía en los años 30, cuando eran perseguidos por el nazismo".
El doble discurso de Bolivia
Por su parte, Efraín Guadarrama, director de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la SRE, evidenció las incongruencias del Gobierno de facto en Bolivia, que en un primer momento aseguró que el despliegue policíaco a las afueras de la Embajada mexicana era para "proteger" la sede diplomática ante las protestas sociales, tal como lo señaló en un documento emitido ante la Organziación de Estados Americanos (OEA).
Pero posteriormente, el mismo Gobierno de facto, a través de Wilson Santamaría, viceministro de Seguridad Ciudadana de Bolivia, reconoció que el cerco policial a las afueras de la Embajada era para impedir que se fugaran cuatro asilados políticos.
"Hemos tomado las previsiones necesarias para que los dispositivos de seguridad rastreen y detecten inmediatamente cualquier ayuda, complicidad, para coadyuvar a que los fugitivos abandonen el país. Eso no lo vamos a permitir", sostuvo Santamaría en entrevista con W Radio.
Los cuatro refugiados bolivianos que son perseguidos por el Gobierno de facto son: el exministro de Presidencia, Juan Ramón Quintana; el exministro de Justicia, Héctor Arce; el exministro de Gobierno Hugo Moldiz y el exdirector de la Agencia de Tecnología, Nicolás Laguna.
Ante el acoso, México denunció al actual Gobierno boliviano ante la Corte de Justicia Internacional, máximo órgano judicial de Naciones Unidas, por violentar sus obligaciones diplomáticas.
Apoyo internacional
Mientras tanto, México asegura que al menos 29 países, incluidas naciones de la Unión Europea y "casi todos" los países de América Latina, han manifestado su respaldo al Gobierno mexicano ante la crisis diplomática en Bolivia. 
En un sentido similar, los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), conformada por Venezuela, Cuba y Nicaragua, expresaron "su profunda condena al asedio" que sufren la Residencia y Embajada de México en Bolivia, "por parte de los servicios de inteligencia y seguridad bolivianos". Esto, a través de un comunicado difundido por el canciller venezolano Jorge Arreaza.
Cronología del desencuentro
10 de noviembre: Se produce el golpe de Estado en Bolivia, luego de que el presidente Evo Morales se viera forzado a renunciar por presión del Ejército.
11 de noviembre: Morales acepta el asilo político ofrecido por México.
12 de noviembre: Tras una complicada operación, Evo Morales y parte de su gabinete llegan a México tras ser rescatados en una aeronave del Gobierno de López Obrador. El mismo día, la senadora Jeanine Áñez es proclamada e investida como presidenta de Bolivia, con respaldo de las cúpulas militares.
15 de noviembre: México recibe solicitantes de asilo en Bolivia. Al menos 25 exfuncionarios y legisladores bolivianos llegaron a la Embajada de México en La Paz.
En los días posteriores, el Gobierno mexicano solicitó que se ofrecieran salvoconductos para que los refugiados pudieran abandonar el país.
26 de noviembre: El Gobierno de facto en Bolivia notifica a México que existen órdenes de aprehensión contra 4 asilados en su Embajada.
23 de diciembre: Aparecen 90 efectivos de la policía y el Ejército del Gobierno de facto de Bolivia en las afueras de las instalaciones de la Embajada de México y la residencia de la embajadora.
24 de diciembre: México condena el asedio y denuncia que las fuerzas armadas bolivianas pretendieron inspeccionar el automóvil de la embajadora María Teresa Mercado, violando su inmunidad diplomática. El Gobierno de facto en Bolivia acusa a México de "injerencia en asuntos internos".
26 de diciembre. México anuncia que denunciará a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia, máximo órgano judicial de Naciones Unidas, por violar obligaciones diplomáticas según lo establecido en la Convención de Viena. El Gobierno mexicano informa que permanecen nueve bolivianos refugiados en la Embajada mexicana, de los cuales, cuatro cuentan con órdenes de aprehensión. RT de Rusia (www.actualidad.rt.com)





BOLIVIA: MANDAR A LA MARINA

                                                     
Ante el hecho que el gobierno golpista de Bolivia no tiene interés en seguir convenios internacionales ya que no tienen ningún tipo de legitimidad, la amenaza que invadan la embajada mexicana o peor, la quemen como lo han expresado algunos funcionarios de Añez, debe ser vista como un peligro inminente. Poco o nada importará a los golpistas si son denunciados en la ONU, en la OEA, en la CEPAL o en La Haya.
A ellos no les interesa que estos órganos mundiales los legitimen. En otras palabras, Bolivia es tierra sin ley, y la única autoridad que responden serían a los EU, que tampoco le importa mucho la opinión de estos órganos. Si Añez y su gobierno deciden irrumpir en la embajada mexicana, habrá muchas condenas internacionales, pero nada ni nadie podrá evitarlo.
El problema es que una acción de este tipo sin duda lastimaría la soberanía nacional de manera permanente, algo de lo que AMLO difícilmente se repondría. En ese sentido, AMLO debe evaluar la posibilidad de elevar la amenaza ante los golpistas de Bolivia, y no solo quedarse en la condena internacional. Como país con más poderío económico que Bolivia, podría evaluar la imposición de duras sanciones a este país, así como el congelamiento de cuentas de aliados de los golpistas y el embargo del litio boliviano para el T-MEC.
Así, ante el hecho que el T-MEC crea una zona de libre comercio con restricciones para otros países, México podría presionar a EU para que se pongan aranceles muy altos a Bolivia y Norteamérica únicamente consuma el litio de Sonora. Estas sanciones seguro resonarían entre los intereses económicos de los golpistas y lo pensarían dos veces antes de autorizar alguna invasión. Pero si esto falla, México podría recurrir a los clásicos “ejercicios navales” que las superpotencias hacen cerca de países en conflicto para mostrarle los dientes a sus adversarios.
Así, México podría mandar sus fragatas Sigma armada con misiles cerca de Bolivia, que aunque no tiene costa, de todos modos el “paseo” manda un poderoso mensaje a los golpistas, que se ve solo responden a la fuerza, no a la razón.





Editorial

BOLIVIA: GOLPISMO Y AGRESIÓN

                                                                                               
En respuesta al asedio militar y policial del gobierno boliviano de facto en contra de la embajada y la residencia oficial de nuestro país en La Paz, ayer la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó un instrumento ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), principal órgano judicial de las Naciones Unidas. La cancillería, encabezada por Marcelo Ebrard Casaubón, señaló que el hostigamiento y la intimidación en contra de la legación diplomática mexicana no tienen precedente y son incluso mayores a lo vivido durante las dictaduras militares en América Latina en el siglo pasado.
Como se ha consignado puntualmente en este espacio, la hostilidad del régimen autoritario boliviano hacia nuestro país se remonta a las primeras horas tras el golpe de Estado, cuando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que México honraría su tradición diplomática brindando asilo al ex mandatario Evo Morales. Desde entonces y hasta que el dirigente del Movimiento al Socialismo salió de México hacia Cuba y posteriormente a Argentina, los cabecillas golpistas Luis Fernando Camacho, Carlos de Mesa y Jeanine Áñez se embarcaron en una serie de ataques verbales contra el gobierno mexicano por su decisión soberana de brindar asilo a Evo Morales y a integrantes de su gabinete. A estos exabruptos sin sustento jurídico se ha sumado en días recientes Jorge Quiroga, correligionario y sucesor del dictador Hugo Bánzer, nombrado por el golpismo como delegado ante la comunidad internacional por su cercanía con Washington.
Tras la salida de Evo, las intimidaciones de la dictadura instalada en Bolivia se trasladaron hacia las sedes de la legación diplomática mexicana, donde se refugiaron los ex ministros de la Presidencia y de Gobierno, Juan Ramón Quintana y José Hugo Moldiz, junto con otros siete ex integrantes de la administración depuesta. Todos ellos se encuentran en espera de los salvoconductos que les permitan abandonar Bolivia, los cuales han sido negados por el gobierno de la autoproclamada Áñez en abierta violación al derecho internacional.
Debe remarcarse que el cerco militar contra la embajada y la residencia oficial no sólo es un acto de intimidación inadmisible hacia los ciudadanos bolivianos que cuentan con la protección de México, sino que pone en riesgo la integridad del personal diplomático mexicano en la nación hermana. De acuerdo con el sitio oficial de la SRE, hasta el pasado 28 de noviembre la delegación mexicana en La Paz se encontraba conformada por la embajadora, María Teresa Mercado Pérez; la consejera, Ana Luisa Vallejo Barba; el segundo secretario, Luis Guillermo Romero Parra, así como las agregadas administrativas Adaney Yajaira Escobedo Miranda y Mariana Peña Hernández, cuya seguridad y la de cualquier otro funcionario designado desde entonces es entera responsabilidad del gobierno boliviano.
La saña persecutoria contra los integrantes del gobierno constitucional derrocado se explica en buena medida por el odio racista que anima a la oligarquía boliviana recién retornada al poder, pero sería un desatino achacar a esta inquina primaria la escalada de amenazas e insolencias de las que ha sido objeto nuestra nación. En cambio, habría que buscar el origen de las agresiones en la notoria necesidad del régimen golpista de construir un enemigo externo que le otorgue una coartada para mantener la barbarie represiva desatada desde el pasado 10 de noviembre. Entendido en esos términos, parece claro que México es el enemigo idóneo: se encuentra lejos de las fronteras bolivianas, tiene una vocación pacifista incuestionable y, en suma, no representa para la dictadura ningún riesgo de escalada armada.
La simple amenaza contra la inmunidad diplomática atenta no sólo contra la relación bilateral México-La Paz, sino contra la misma convivencia mundial, que resulta en todo punto imposible sin embajadas seguras. Por ello, así se trate de un mero golpe de efecto propagandístico para consumo interno, la agresividad contra la representación diplomática mexicana y la injustificable tardanza en la expedición de los salvoconductos requeridos para quienes se encuentran protegidos por el derecho de asilo, sientan un precedente nefasto en las relaciones internacionales que debe ser rechazado en los términos más enérgicos por la comunidad de las naciones.





BOLIVIA: ¿TIENE LÍMITES EL CONFLICTO?

                                                                    
México escaló el conflicto diplomático con Bolivia, conflicto en el cual ni siquiera los que apoyamos al gobierno mexicano tenemos claro cuál es el objetivo de lo que ya es confrontación.
Alega la cancillería mexicana que Bolivia acosa a la embajada con vigilancia excesiva de policías y patrullas, así como agentes de civiles, pero ellos dicen que son medidas de protección de sedes y diplomáticos mexicano.
El tiempo dirá cuál es el límite del litigio internacional en que se ha metido México, pero sobre todo nos permitirá saber los objetivos que, salvo el respeto al derecho de asilo, no los ha dejado claros el gobierno de México.
PAN: la misma piedra, oootra vez
Por lo visto a los anayistas no les bastó llevar al PAN perder la elección presidencial por alejar a su voto tradicional al aliarse con sus adversarios históricos desde la transición democrática.
Perdieron la elección y, tal parece que también perdieron la brújula pues para las elecciones de 2021 anuncian que convocarán a “candidatos externos”, o sea que no sean panistas.
Ni siquiera entienden que, si para 2021 no conservan el voto de sus militantes y simpatizantes y atraen a los adversarios de Morena, van a correr el riesgo no de una derrota electoral, sino de empezar a difuminarse. Dios ciega a quienes quiere perder.
Tierra de nadie, mercados de CDMX
Los mercados de CDMX están bajo jurisdicción de los gobiernos de las alcaldías respectivas, antes delegaciones, pero tal parece que una cosa es la jurisdicción y otra distinta asumir la responsabilidad de esos centros de comercio popular.
Todos los años se asigna presupuesto para mantenimiento de los mercados, pero cada alcaldía gasta sólo lo suficiente para satisfacer los intereses de los locatarios, sin asumir la responsabilidad de la seguridad física de los recintos de comercio.
Los recientes incendios muestran no sólo la incuria de muchos locatarios, también la irresponsabilidad de los alcaldes y la tolerancia del gobierno de CDMX. No importa, el dinero de los contribuyentes da para eso y más.
NOTAS EN REMOLINO
Los déficits de las universidades públicas no los resarcen ni los gobiernos estatales ni la Federación, sólo son paliados con temporales apoyos. Quizá esa es la razón por la que algunos rectores ven son cierta simpatía la propuesta que desde Palacio les hicieron para “cultura de la paz”, whatever that means… El próximo e inminente enero de 2020, confía la Secretaría de Economía, el gobierno estadounidense ratificará el acuerdo azucarero que impedirá se cobren aranceles a las exportaciones mexicanas… Informas que declararon desiertas el 36 por ciento de las licitaciones por medicamentos, equipo y material de curación para el sector salud. ¿Qué significa eso? Lo sabremos dentro de pocos meses… Ya quedó claro que en el gobierno federal lo de la descentralización marcha, como solía escribir Bernal Díaz del Castillo, sin orden ni concierto, sin rumbo, pues… A los compañeros y lectores de EL ECONOMISTA les deseo un Feliz Año Nuevo y para 2020 les envío el saludo Vulcano: larga vida y prosperidad. Nos leemos el próximo 6 de enero…





REHENES EN BOLIVIA


Entre 1949 y 1954 el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), permaneció 63 meses asilado en la embajada de Colombia en Lima, Perú, porque la dictadura militar de Manuel Odría se negaba a otorgarle el salvoconducto requerido para salir del país. A la postre, la presión internacional logró que el régimen accediera a dejarlo marcharse de la nación. El caso se volvió punto de referencia para la legalidad internacional y desde entonces los gobiernos, por opresivos y autoritarios que fueran, procuraron no incurrir en desfiguros semejantes.
Sin embargo, en el trágico septiembre de 1973, los matones que se hicieron con el poder en Chile, le pusieron el cañon de un fusil en las costillas al embajador Gonzalo Martínez Corbalá, quien encabezaba la representación mexicana en Santiago, como una forma de presión para obligarlo a que entregara a los cientos de asilados que se aglomeraban en el recinto diplomático; sin embargo, Martínez Corbalá no se dobló y logró sacarlos, vivos, del naciente infierno pinochetista, para bien de México, de Chile y de la humanidad en general. Con el correr de los años, el diplomático mexicano habría de testificar en contra de Pinochet cuando éste fue pescado en Londres a pedido de la justicia española para juzgarlo por crímenes de lesa humanidad.
El descrédito internacional no le importó gran cosa a los generales que interrumpieron violentamente la vida política argentina en 1976. El menos grave de los crímenes que cometieron fue impedir la salida del país al ex presidente peronista Héctor J. Cámpora, quien buscó refugio en la legación de México en Buenos Aires y se vio obligado a permanecer allí, gravemente enfermo, más de tres años. Hoy, los milicos que se encaramaron al poder son sinónimo de barbarie y en Argentina hay calles, plazas y un salón del Senado que llevan el nombre de Cámpora.
El 21 de julio de 1980 Bolivia sufrió un cruento cuartelazo en el que varios políticos opositores, entre ellos Marcelo Quiroga Santa Cruz, fueron asesinados y centenares de perseguidos buscaron asilo en diversas representaciones diplomáticas. Para el 20 de agosto, el embajador mexicano en La Paz, Bolivia, Plutarco Albarrán López, reportaba a la Secretaría de Relaciones Exteriores que había 69 refugiados en la residencia y 24 en la sede de la embajada. Sin decirlo expresamente, los militares gobernantes retrasaban la expedición de los salvoconductos con la intención de forzar a las autoridades mexicanas a que reconocieran al régimen de facto, cosa que nunca sucedió por la simple razón de que México no otorga ni niega reconocimiento a régimen alguno. A la postre, Luis García Meza, Luis Arce Gómez y otros de los matarifes que participaron en el golpe de julio fueron juzgados y condenados por sus crímenes en tribunales de Bolivia, Italia y Estados Unidos.
Manuel Odría, Augusto Pinochet, Rafael Videla, Luis García Meza: esos son los ejemplos que inspiran a las actuales autoridades bolivianas en su decisión de cercar la representación de México en La Paz con comandos de asalto y de acosar al personal diplomático de nuestro país. Su propósito explícito es perpetrar un atropello: capturar a nueve refugiados que ya recibieron asilo por parte del gobierno mexicano y que legalmente se encuentran, por consiguiente, fuera de la jurisdicción de Bolivia.
Pero más allá de lo expresado, la porfiada insolencia con la que los mandamases bolivianos del momento se han dirigido a nuestro gobierno, así como sus acciones inequívocamente hostiles hacia la legación diplomática, buscan obligar a México a que les otorgue su reconocimiento. Como en 1980, Jorge Tuto Quiroga, Luis El Macho Camacho, Jeanine Áñez, Carlos Mesa y otros cabecillas del actual régimen de facto boliviano ven en los refugiados en nuestra embajada a rehenes que pueden ser intercambiados por un acto de legitimación que no llegará nunca por la sencilla razón de que nuestro país ha recuperado la Doctrina Estrada, que por consiguiente no mantiene relaciones con gobiernos, sino con estadosy que, en consecuencia, no tiene por qué reconocer o desconocer a los primeros.
Pero los golpistas no sólo se caracterizan por su autoritarismo represivo y criminal, sino también por desconocer la historia; por eso, tarde o temprano acaban siendo juzgados, en sus países de origen o en otros. Y los gobernantes del momento en el país andino son responsables de crímenes mucho mayores que el de lanzar agresiones contra una embajada.


 


ZALDÍVAR RESPALDA A AMLO POR INSULTOS DE EXPRESIDENTE DE BOLIVIA

                                 
Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se solidarizó con el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras los ataques e insultos que recibió del expresidente de Bolivia, Jorge Quiroga, quien lo llamó “cobarde”.
A través de su cuenta en redes sociales, el ministro de la Corte dijo que respeta la independencia judicial y la división de poderes, "pero cuando se ataca e insulta a un Jefe de Estado Mexicano, los mexicanos debemos estar unidos”. 
Además, dijo que su opinión a “título personal” la haría del mismo modo hacia cualquiera de los Poderes de la Unión. “Hago votos porque Bolivia suba el nivel del debate, y se busque una solución acorde al derecho internacional, en lugar de lanzar descalificaciones”, escribió. 
Lo anterior, luego de que Jorge Quiroga, expresidente de Bolivia y actual delegado internacional del gobierno interino de Jeanine Áñez, llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador "cobarde" y "sinvergüenza" por dar refugio a Evo Morales en México.





ALFREDO FEMAT RESPALDA POSTURA DE GOBIERNO ANTE BOLIVIA

                                                       
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en la cámara de diputados, Alfredo Femat Bañuelos, externó este jueves su “apoyo y firme respaldo”, a Andrés Manuel López Obrador, titular del Poder Ejecutivo en México, así como a Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, en la exigencia al gobierno de la República de Bolivia para que “se respete el derecho internacional”, y concretamente la convención de Viena, ante el ilegal asedio a la embajada mexicana en ese país sudamericano.
Desde el palacio legislativo de San Lázaro, este jueves el diputado Femat Bañuelos, del Partido del Trabajo se sumó a través de un breve pronunciamiento a “la preocupación del Estado mexicano por el incesante asedio militar y policiaco a la Embajada de los Estados Unidos Mexicanos en Estado Plurinacional de Bolivia”.
“Manifiesto mi apoyo y firme respaldo a la postura del Gobierno mexicano y de la Secretaría de Relaciones Exteriores y me sumo a la solicitud a las autoridades bolivianas para que se respete el Derecho Internacional, y en particular lo dispuesto por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
Asimismo planteó el diputado Femat Bañuelos –ex rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas-, “dado el estado de la situación de riesgo de nuestra Embajada en Bolivia, apoyo de manera decidida la determinación del Estado mexicano para acudir a las instancias internacionales”, a denunciar este atropello diplomático.
Las instancias ante las que se actuará, expuso el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, serían la Corte Internacional de Justicia, como principal órgano jurisdiccional de las Naciones Unidas, para que se garanticen los principios y propósitos consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.





LA CRISIS DIPLOMÁTICA CON BOLIVIA COMPLICA LA RELACIÓN DE EBRARD CON POMPEO

Crece la hostilidad en el gobierno de Añéz. Los movimientos de un hombre clave del departamento de Estado.

                                                                                                    
La escalada de la tensión diplomática con Bolivia ya genera fricciones entre el Gobierno mexicano y el Departamento de Estado a cargo de Mike Pompeo. Ocurre que el jefe de los diplomáticos en la administración Trump es un gran entusiasta del gobierno de Jeanine Añéz, al punto que EU fue el primer país en reconocer ese mandato tras la salida de Evo Morales del poder.
Ese respaldo absoluto es lo que explica la conducta del gobierno de La Paz, que acusa a México de no cumplir tratados internacionales y se aventura a un litigio contra la segunda economía de la región. La retórica va acompaña de gestos. El periódico El Universal revela hoy jueves que los funcionarios de la diplomacia boliviana en CDMX ni siquiera contestan los llamados de Marcelo Ebrard.
La del canciller es una posición delicada, porque es Pompeo su principal interlocutor para resolver la disonancias de la relación bilateral, así como Luis Videgaray lo hacía con Jared Kushner.
La relación de Pompeo con el grupo político que hoy por hoy detenta el poder en Bolivia la construyó Michael McKinley, quien fuese jefe de asesores del secretario de Estado hasta octubre, cuando tuvo que renunciar por la onda expansiva de la trama ucraniana. Un detalle: McKinley acompañó a Pompeo a mediados de julio del 2018 a la primer reunión con Andrés Manuel López Obrador en la casa de transición en la colonia Roma.
Ex embajador en Brasil, Afganistán y Colombia, y considerado un "halcón" de la diplomacia, fue McKinley quien aseguró el pleno respaldo de EU al nuevo gobierno boliviano.
El Gobierno de AMLO ya tuvo que ceder en esta cuestión: Ebrard tuvo que operar la salida de Morales hacia Cuba para evitar un conflicto con Washington. Ahora, la trama continua porque en la embajada mexicana de La Paz hay ocho ex funcionarios de Morales de los cuales varios tienen pedido de captura. No se dirá en voz alta para EU pretende que ese asilo culmine y por eso la vigilancia creciente sobre la sede diplomática. Una encrucijada para la la 4T y para la propia historia de México.





SE TENSA RELACIÓN DE MÉXICO Y BOLIVIA, ACEPTAN ABRIR CANAL DE DIÁLOGO
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        
El país sudamericano afirma que sólo con el canciller Marcelo Ebrard se puede abrir la puerta a la comunicación entre ambas naciones

                                                                                    
Luego de amagar con ir a la Corte Internacional de Justicia por el acoso a la embajada mexicana en La Paz, Bolivia, el gobierno de ese país sudamericano aceptó abrir un canal de diálogo, pero directamente con el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard.
Por la mañana, en conferencia de prensa en Palacio Nacional, el canciller mexicano y el presidente Andrés Manuel López Obrador explicaron que, ante la negativa del “gobierno de facto” de Bolivia, de no retirar a sus policías de la embajada de México buscarían el apoyo de instancias internacionales, incluso se aseguró que había 29 países que apoyaban a México.
El canciller mexicano relató que el día 23 de diciembre aparecieron fuera de las instalaciones de la embajada y la residencia 90 elementos de seguridad y del Ejército, lo cuales no fueron solicitados por México.
Ante esta presencia de policías, México estableció contacto con las autoridades bolivianas para mostrarles “preocupación” respecto de dicho despliegue, asimismo se estableció contacto con la ONU y otras instituciones y organismos internacionales.
Pero como no se había dado alguna respuesta acorde a los principios internaciones de respeto, Ebrard anunció que México presentaría un instrumento jurídico ante la Corte Internacional de Justicia por violación a obligaciones diplomáticas. Esta acción la secundó el presidente López Obrador y pidió a Bolivia recapacitar su actuación.
Más tarde, se supo que México invitó a establecer comunicación con el gobierno de Bolivia, el cual se dijo abierto al diálogo.
A través del subsecretario de la SRE, Maximiliano Reyes, se informó que la canciller de Bolivia, Karen Longaric, aceptaba entablar una comunicación diplomática con Marcelo Ebrard.





El canciller Ebrard manifestó su preocupación y exigió pronta respuesta
                                                                                                 
MÉXICO DENUNCIA A BOLIVIA ANTE LA CORTE DE LA ONU POR ASEDIAR SU EMBAJADA

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que un despliegue armado de ese estilo "no lo hizo ni Pinochet". Para el gobierno de facto, existen amenazas "creíbles" de ataques contra la sede diplomática.

                                                                                                               
El gobierno mexicano denunciará ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) a Bolivia por el hostigamiento de las fuerzas de seguridad a sus sedes diplomáticas en el país. Así lo manifestó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, expresando su "preocupación" por el despliegue exagerado de la policía y el ejército bolivianos. El presidente Andrés Manuel López Obrador se sumó al repudio y dijo que "Eso no lo hizo ni (Augusto) Pinochet". El martes pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) denunció la violación del artículo 22 de la Convención de Viena, que establece que "los locales de la misión son inviolables". El expresidente de Bolivia, Evo Morales, repudió el nivel de persecución "al estilo de la dictadura militar".  El gobierno de facto boliviano justificó su accionar argumentando que existen amenazas "creíbles" de ataques contra la sede diplomática. También expresó que la propia embajada mexicana exigió un refuerzo de la seguridad.
El canciller Marcelo Ebrard explicó que desde el 15 de noviembre México recibió a varios solicitantes de asilo en su embajada y en la residencia del embajador en La Paz. Los aceptaron por la "tradición" del país en materia de refugio. "Se les otorgó asilo y se les solicitó que se les confirieran salvoconductos", agregó. Diez días después, el gobierno de facto de Jeanine Añez dictó órdenes de arresto contra varios de los asilados en las sedes diplomáticas mexicanas.
Según explicó el titular de la SRE, el 23 de diciembre aparecieron fuera de las instalaciones de la embajada y de la residencia unos "90 elementos no solicitados de Policía y Ejército" de Bolivia. "Para hacerles una idea, el número habitual no rebasa los seis", remarcó. A raíz de esto, se contactó a las autoridades bolivianas para mostrar la "preocupación" de México sobre este despliegue y también se estableció contacto con Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
El martes pasado, la Cancillería mexicana había manifestado su preocupación por la vigilancia excesiva del personal de servicios de inteligencia y de seguridad tanto en la residencia como en la embajada de México en Bolivia. A través de un comunicado, Cancillería remarcó que el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas establece que "los locales de la misión son inviolables". 
En su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, deseó que Bolivia "recapacite y respete" el derecho de asilo y se aleje la "tentación" de tomar la embajada de México en ese país. "Eso no lo hizo ni Pinochet", dijo el mandatario, y pidió que prevalezcan "la sensatez y la política".
A través de su cuenta de Twitter, el expresidente Evo Morales condenó días atrás la persecución "al estilo de la dictadura militar (...) al cercar la residencia mexicana con policías  y utilizar drones que violan su espacio aéreo para amedrentar y poner en riesgo la seguridad de los asilados".
Al repudio se sumó el Comité de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos, que el pasado 29 de noviembre presentó una denuncia en tribunales federales de la provincia de Córdoba, Argentina, por delitos de lesa humanidad en Bolivia. El colectivo denunció a través de un comunicado que en las últimas horas se produjeron "movimientos inusuales de vehículos y patrullas policiales alrededor de la residencia y, se han reforzado los puntos desde los cuales se vigila el lugar". Para el Comité, Bolivia está viviendo un "estado de excepción que se acerca peligrosamente al terrorismo de Estado".
Entre la veintena de bolivianos asilados en la embajada de México hay seis exministros, entre ellos el exministro de Presidencia Juan Ramón Quintana, el exministro de Economía y el exministro de Gobierno Hugo Moldiz. Sobre algunos de ellos pesan órdenes de captura. Pero la sede diplomática se niega a entregarlos, mientras que La Paz rechaza otorgarles salvoconductos para salir del país.
Lejos de retractarse, el gobierno de facto de Bolivia continúa justificando la vigilancia policial extrema en la embajada de México en La Paz. Argumenta que existen amenazas "creíbles" de ataques contra la sede diplomática. "El gobierno de Bolivia comunica que ha recibido información creíble de amenazas de violencia por parte de movimientos sociales e índigenas", expresó a través de un comunicado leído por el secretario privado presidencial, Erick Foronda.
Para "precautelar la tranquilidad de la misión" y "la seguridad" de los funcionarios diplomáticos, el gobierno de la autoproclamada presidenta Jeanine Añez "incrementó la presencia de fuerzas policiales" en las afueras de la embajada.  También aseguró que quien solicitó en varias ocasiones reforzar la seguridad en sus sedes diplomáticas en La Paz fue México, país al que acusó de tergiversar la realidad y desafiar a la Justicia boliviana. 
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, expresó en conferencia de prensa que la Embajada de México en La Paz envió en noviembre pasado dos notas pidiendo "reforzar con seguridad policial", ya que se sentían "asediados por movimientos sociales que protestaban al frente" de la sede diplomática. Sin embargo, la Cancillería mexicana insiste en exigir una respuesta "acorde a los principios internacionales de respeto, y no solo respeto, garantía a la integridad de las sedes diplomáticas", que son "consideradas parte del territorio nacional de los países que representan".





MÉXICO DENUNCIA ANTE CORTE DE LA ONU ASEDIO A LA EMBAJADA EN BOLIVIA
                                                                                                                                                                                                           
Jamás permitiremos que entren a nuestra sede diplomática: SRE


Debido al hostigamiento que prevalece en la embajada mexicana en Bolivia por parte del gobierno de facto en ese país, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó un instrumento jurídico ante la Corte Internacional de Justicia, principal órgano judicial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), por la violación a obligaciones diplomáticas.
El recurso se presenta después de que esta semana aumentó de seis a 90 el número de elementos policiacos y militares del país sudamericano alrededor de la sede diplomática, luego de que México recibió a nueve integrantes del gobierno de Evo Morales que solicitaron asilo.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que las autoridades bolivianas recapaciten y se respete el derecho de asilo, así como el que se aleje cualquier tentación de tomar o vulnerar nuestra soberanía al querer penetrar en nuestra embajada; eso no lo hizo ni (Augusto) Pinochet. Yo espero que prevalezca la sensatez; que prevalezca, por encima de todo, la política.
Sin respuesta
Desde el lunes pasado, la cancillería mexicana mostró su preocupación ante el asedio policial en el que incluso se han usado drones para tomar fotografías del interior de la embajada. Tras ello, no hemos recibido respuesta acorde a los principios internaciones de respeto, agregó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, quien dejó en claro que el gobierno mexicano no entregará a los asilados.
Explicó que el pasado 15 de noviembre las nueve personas presentaron la solicitud de asilo, la cual se concedió ese mismo día y se solicitó que se les confirieran salvoconductos para abandonar el país.
No fue sino hasta el 26 de ese mes, 11 días después, que “se nos comunica por el gobierno de facto de Bolivia que hay órdenes de aprehensión en contra de cuatro de los asilados”. De acuerdo con el derecho internacional, lo que prevalece en estos casos es el asilo, ya que al anunciarse la orden de aprehensión ya se encontraban en la embajada mexicana, apuntó.
Aunque la orden de aprehensión es contra cuatro de las nueve personas, a los cinco restantes tampoco se les ha otorgado el salvoconducto que les permitiría dejar Bolivia.
De ninguna manera permitiríamos que ingresen al recinto de la representación de México en Bolivia; eso jamás lo podríamos aceptar, ni nosotros ni ningún país, pero nosotros menos. Tampoco vamos a pedir a los nueve que se salgan de la embajada. Imagínese usted, sería inaceptable eso para México, indicó Ebrard Casaubon.
El recurso ante la instancia internacional busca “evitar que se vayan a tomar decisiones en los próximos días contrarias al derecho internacional y a la soberanía de nuestro país… Nosotros no tenemos ningún interés más que se respete y se haga valer el derecho internacional”.
En Bolivia viven alrededor de 10 mil connacionales, por lo cual, precisó, no se analiza retirar la representación, a la vez que descartó una expulsión de los representantes diplomáticos bolivianos en México. No obstante, apuntó que ya hay un plan de emergencia para atender a la población que se encuentra en ese país, pero prefirió mantenerlo en reserva.
Hasta ayer había pronunciamientos de 29 países latinoamericanos y de la Unión Europea, que refirieron su preocupación por el caso o su solidaridad con México.
La Paz acusa al gobierno de López Obrador de distorsionar la verdad
Ana Langner
Ante las acusaciones que el gobierno de facto de Bolivia hizo contra México por distorsionar la verdad respecto de la fuerte presencia policial en las inmediaciones de la embajada mexicana y asegurar que fue la propia oficina diplomática la que en noviembre solicitó esa protección, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aclaró que una cosa es garantizar la seguridad y otra es hostigar.
El subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, precisó que el asedio de personal civil, militar y policiaco en la sede diplomática y la residencia oficial no obedece a la solicitud que hizo México a la cancillería boliviana sobre reforzar la vigilancia a causa de las manifestaciones que en ese momento se presentaban.
En un mensaje a medios, explicó que el despliegue excesivo de efectivos se da a partir del pasado lunes, cuando ya habían cesado esas expresiones ante las oficinas de la representación de México.
El diferendo entre México y Bolivia alcanzó ayer niveles de denostación, luego que Jorge Tuto Quiroga, ex presidente de esa nación sudamericana (2001-2002) y una de las cabezas visible del golpe de Estado y de los intereses de Washington en ese país, atacó al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien llamó cobarde matoncito.
Ante esto, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, manifestó su apoyo total al mandatario federal y pidió la unidad de los mexicanos ante este hecho.
Por su parte, el director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos, Efraín Guadarrama Pérez, afirmó en redes sociales que las distintas autoridades bolivianas caen en contradicciones al querer justificar su hostigamiento hacia la embajada.
Informó que la reunión solicitada para ayer por la cancillería con la encargada de negocios de la embajada de Bolivia fue cancelada por el gobierno de facto de ese país.
Ayer por la mañana, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia expuso en un comunicado que “la Subsecretaría para Latinoamérica y el Caribe de la cancillería mexicana y su embajada acreditada (…) han tergiversado y distorsionado la verdad respecto de las medidas de seguridad en dicha embajada”.
Además, se reivindicó como un país respetuoso de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, y por ello jamás violará la inmunidad de un recinto diplomático ni la investidura de un diplomático, sea cual fuere el país de que se trate.
Sin embargo también acusó a la subsecretaría mexicana de objetar de manera desafiante las decisiones del Ministerio Público de Bolivia, con relación al pedido que hizo el gobierno de facto de entrega de los asilados que tienen órdenes de aprehensión por la supuesta comisión de delitos comunes, entre los que se encuentran Juan Ramón Quintana, Antonia Wilma Alanoca, Sergio Daniel Martínez Beltrán, Víctor Vázquez y Nicolás Laguna, que se encuentran en la embajada.
Ante tales señalamientos desde La Paz, un par de horas más tarde el subsecretario Reyes Zúñiga convocó a la prensa y reiteró la posición de México sobre la tradición de asilo, y nuevamente denunció la persistencia del hostigamiento.
Llamó a la canciller Karen Longaric a abrir un canal de comunicación directo y la invitó a reunirse en un país geográficamente intermedio.
En respuesta vía Twitter de la cancillería de Bolivia, Longaric aceptó reunirse con la diplomacia mexicana, pero aclaró que estaría dispuesta a dialogar sólo con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
El consultor jurídico de la SRE Alejandro Celorio ratificó que México recurrirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y primero solicitará medidas provisionales para evitar que nadie ingrese a nuestra sede diplomática sin razón.
Sobre la decisión de acudir a la CIJ, Jorge Tuto Quiroga arremetió públicamente contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. En un video publicado en redes sociales empleó calificativos como matoncito y sinvergüenza contra el mandatario.
Creo que el señor López Obrador, este cínico, sinvergüenza, se pasó de bellaco con Bolivia porque ha confundido nuestro respeto, nuestra deferencia con cobardía, y es bueno que no se equivoque, que no venga a matonear a la segunda presidenta de la historia de Bolivia, Jeanine Áñez, dijo.
Mientras, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, indicó que Bolivia recibió como un ataque la decisión de llevar el asunto a la CIJ. Allá nos veremos, con mucho gusto y veremos quiénes han violado los tratados, indicó.
Por la noche, a través de una nota informativa, la cancillería puntualizó que la embajada mexicana solicitó a las autoridades de Bolivia apoyo para garantizar la seguridad del recinto debido a las protestas y clima social que atraviesa el país. Sin embargo, el operativo policiaco está fuera de toda proporción y ha generado el efecto contrario, convirtiéndose en una amenaza.
Contrario a lo estipulado en la Convención de Viena, automóviles de la oficina diplomática han sido esculcados y registrados por agentes bolivianos. Además, los operativos incluyen vigilancia las 24 horas; los policías siguen a funcionarios mexicanos que dejan los inmuebles.
Ante los ataques a México y al presidente López Obrador, el canciller Ebrard llamó a la unidad nacional.





SG: NO PUEDEN DETENER A BOLIVIANOS ASILADOS EN LA EMBAJADA DE MÉXICO

Anuncia Sánchez Cordero queja formal ante OEA y ONU por asedio
                                             
La secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, destacó que los bolivianos que se encuentran en la embajada de México en ese país no pueden ser detenidos porque ya se actualizó la Convención de Viena y tienen calidad de asilados o están en proceso de serlo.
En conferencia de prensa, manifestó que la relación entre los gobiernos de México y Bolivia vive un momento de tensión, pero no hay rompimiento oficial, luego de que en la sede diplomática nacional están asilados nueve ex funcionarios del presidente en el exilio, Evo Morales, entre quienes se encuentran Juan Ramón Quintana, ex ministro de la presidencia; Wilma Alanoca, ex ministra de Cultura; Nicolás Laguna, ex director de Gobierno Electrónico; Javier Zavaleta, ex ministro de Defensa; Héctor Arce, ex ministro de Justicia; Félix César, ex ministro de Minería; Pedro Damián Dorado, viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario; el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vázquez, y el intelectual Hugo Moldiz.
Hasta ahora, abundó, no hemos roto relaciones con Bolivia, pero sí hay un reclamo internacional e institucional respecto a su conducta respecto a la embajada mexicana en La Paz. Va a haber una queja formal ante la OEA y la ONU.
Refirió desconocer cómo se encauzará esa situación. “Hay tensión. A lo mejor el gobierno de Bolivia reconoce la calidad de asilados y que ya se actualizó la Convención de Viena. Yo esperaría que la relación se distendiera y se reconozca que la embajada de México en ese país es territorio mexicano.
Por otra parte, el Senado hizo un enérgico llamado a las autoridades de ese país sudamericano a observar rigurosamente los principios que rigen el derecho internacional, ante los recientes acontecimientos en la sede diplomática nacional.
Manifestó su más honda preocupación por el asedio que ha sufrido en días recientes y exhortó a las autoridades bolivianas a observar rigurosamente los tratados, acuerdos y convenciones referentes a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y al derecho de asilo, en particular la Convención de Viena y el Pacto de Bogotá.
En un posicionamiento emitido ayer por la tarde, la presidenta del Senado, Mónica Fernández (Morena), señaló que para este órgano legislativo –facultado constitucionalmente para acompañar la política exterior de México– cuando surgen discrepancias respecto de acontecimientos políticos, resulta indispensable la observancia de los principios que rigen el derecho internacional.
Consideró también que México tiene la facultad de acudir a instancias como la Corte Internacional de Justicia en La Haya cuando son violentados estos principios.
El Senado llamó a las partes a la sensatez y a reflexionar sobre el hecho de que cualquier diferendo circunstancial no debe impedir la buena marcha de la relación histórica de los pueblos de México y Bolivia.





¿QUIÉNES SON LOS BOLIVIANOS EN LA EMBAJADA MEXICANA Y DE QUÉ SE LES ACUSA?
                                                                    
De los nueve exfuncionarios del gobierno de Evo Morales, cuatro tienen órdenes de aprehensión y se les ha negado salvoconducto para abandonar Bolivia.

                                                                    
Los nueve exministros del depuesto Evo Morales que esperan salvoconductos para dejar la embajada de México en Bolivia, formaban un grupo muy cercano al exmandatario e inclusive uno de ellos apareció en sondeos como precandidato presidencial para los próximos comicios.
De los nueve exfuncionarios del gobierno de Evo Morales, cuatro tienen órdenes de aprehensión y se les ha negado salvoconducto para abandonar Bolivia. Estos son sus perfiles y de lo que se les acusa:
Juan Ramón Quintana
En el grupo que se encuentra bajo protección del gobierno mexicano destaca Juan Ramón Quintana, acusado por nuevo gobierno del país andino de sedición, instigación pública a delinquir, terrorismo y financiamiento al terrorismo.
Quintana fue ministro de la Presidencia, embajador en Cuba y ocupó otros cargos en el gobierno del expresidente Evo Morales.
Sociológo también con estudios de Filosofía, fue militar con rango de mayor que estudió en la estadounidense Escuela de las Américas, institución acusada de capacitar a los militares latinoamericanos en técnicas que implican violación a los derechos humanos.
Se encontraba como embajador en Cuba cuando Morales lo llamó en 2018 tras perder el referéndum que reformaría la constitución boliviana para permitir al entonces mandatario presentarse para su cuarto mandato.
Una década antes había sido fue implicado en una serie de investigaciones por narcotráfico impulsadas por el senador Roger Pinto, quien en 2012 buscó asilo en la embajada de Brasil.
A Pinto se le rechazó darle el salvoconducto para abandonar Bolivia, lo que finalmente pudo hacer fugándose en un automóvil en una acción en la que contó con la ayuda del encargado de negocios de la embajada de Brasil, Eduardo Saboia.
En octubre pasado hicieron titulares sus declaraciones al medio ruso Sputnik, acerca de que Bolivia se convertiría “en un Vietnam moderno” por el enfrentamiento con las fuerzas de desestabilización estadounidenses.
Esa declaración ha servido a su sucesor en el ministerio de la Presidencia, Arturo Murillo, para levantarles la acusación que enfrenta.
Wilma Alanoca
También destaca Wilma Alanoca, quien ocupaba el ministerio de Cultura, fue responsabilizada de la existencia de 50 bombas molotov en oficinas del ministerio que encabezaba.
De acuerdo al fiscal de su acusación, Martín Quintana, con esas bombas improvisadas se pretendía cometer un genocidio.
Quien sí fue aprendido fue Tito Tornero, exjefe de gabinete de Alanoca, imputado por el almacenaje y comercialización de los explosivos.
La exministra trabajó como periodista en la Red Nacional de Televisión (ATB), así como consejal del Movimiento al Socialismo (MAS) de El Alto, la segunda ciudad más poblada del país andino.
Durante su gestión, que al inicio fue cuestionada por su falta de experiencia, se logró el retorno de varias piezas arqueológicas, en particular de una momia del periodo Inca, perteneciente al grupo étnico Aymara.
Javier Eduardo Zavaleta
Otro imputado es el exministro de Defensa, Javier Eduardo Zavaleta, quien en un video renunció el pasado 11 de noviembre en el cual destacó que nunca dio una orden para reprimir al pueblo.
En cambio, aseveró, quien sí estaba dispuesto a esa acción es el expresidente Carlos Mesa, quien en los comicios de octubre anterior intentó regresar a la jefatura del Estado, así como al líder opositor Francisco Camacho, cuyo nombre se menciona como candidato presidencial.
Acusado por los mismos delitos que Quintana, el arquitecto de profesión, era diputado cuando fue nombrado ministro en enero de 2018, fue el creador del Centro de Operaciones de Emergencias para la Atención de Desastres y Emergencias.
Héctor Arce Zaconeta
Otro exministro en la embajada mexicana es el de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, quien además de los cargos en su contra fue acusado en el pasado proceso electoral donde Morales buscaba su reelección, de manipular las actas electorales de ese proceso.
Arce defendía durante su gestión que el delito de feminicidio fuera considerado como de lesa humanidad, pues es un atentado no solo contra la mujer, sino contra la dignidad humana en su conjunto, aseveró.
Arce fue mencionado por el diario de Santa Cruz, Página Siete, como posible candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo coordinador de campaña es Morales, quien este domingo encabezará una reunión previa a la postulación de su abanderado.
Arce entró al sondeo a pesar de solo haber registrado un uno por ciento, un contraste con el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, que marcó 23 por ciento de intención de voto, dos puntos porcentuales por arriba del expresidente Mesa.





MÉXICO DENUNCIA A BOLIVIA ANTE LA JUSTICIA INTERNACIONAL POR EL ASEDIO A SU EMBAJADA EN LA PAZ

El Gobierno boliviano acepta acudir a la Corte Internacional de Justicia y cree infundadas las acusaciones

                                                                                                      
Las diferencias diplomáticas entre México y Bolivia han llegado a la justicia internacional. El Gobierno mexicano ha anunciado este jueves que presentará un recurso ante la Corte Internacional de Justicia, el principal órgano judicial de Naciones Unidas, para que se garantice la seguridad en su embajada en La Paz. El personal diplomático mexicano asegura que ha sufrido intimidaciones y acoso desde que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador dio asilo al expresidente Evo Morales en noviembre y que las presiones han aumentado después de que México decidiera asilar en sus legación en la capital boliviana a nueve funcionarios leales a Morales. La Paz considera que las acusaciones son falsas y que México no tiene pruebas. "Esperemos que se recapacite y que se respete el derecho de asilo, y que se aleje cualquier tentación de tomar o vulnerar nuestra soberanía al querer penetrar en nuestra embajada, en la embajada de México en Bolivia; eso no lo hizo ni Pinochet", dijo este jueves el presidente mexicano. 
"Lo que planteamos es que se preserve y se respete la integridad de las instalaciones y de quienes están en el interior", ha dicho el canciller mexicano (ministro de Exteriores), Marcelo Ebrard. "Ni en los peores momentos de los golpes militares de los años setenta y ochenta se puso en riesgo la integridad de estas instalaciones", ha añadido. México denuncia que el acoso comenzó el 11 de noviembre, mientras se hacían las gestiones para llevar a Morales a territorio mexicano. "Primero se quejaban de que le diéramos asilo, después que hiciera unas declaraciones desde México, ahora por estos nueve funcionarios asilados", contaba esta semana en entrevista Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe. 
“Allá nos veremos”. Esa fue la respuesta de Arturo Murillo, el ministro de Gobierno de Bolivia, al anuncio de México. “Veremos quiénes han violado los tratados”, añadió el ministro en referencia a las declaraciones públicas sobre política boliviana que hizo Morales desde su exilio en México. El Gobierno boliviano argumenta que estos dichos fueron permitidos por el Ejecutivo mexicano en contra de los acuerdos internacionales sobre asilo. Además, dijo que no hay pruebas que sostengan las afirmaciones que México hace en su recurso ante la Corte.
EL PAÍS adelantó el lunes que cinco exministros, un exprocurador (fiscal) general, un exgobernador y otros dos funcionarios están resguardados en la legación mexicana después que el Gobierno interino de Jeanine Áñez anunciara una "cacería" para detenerlos. El blanco principal es Juan Ramón Quintana, exministro de Gobierno y uno de los hombres fuertes de Morales. Quintana ha sido acusado de sedición y terrorismo, delito que se sanciona con 30 años de prisión. También está acusada de terrorismo la exministra de Cultura Vilma Alanoca, en la mira porque se encontraron bombas molotov en una dependencia del ministerio que dirigía. 
Los funcionarios mexicanos denunciaron que había hombres fuertemente armados en los alrededores de la Embajada, que se seguía a los vehículos oficiales y se increpaba constantemente a la embajadora, Teresa Mercado. El propio Morales, asilado en Argentina desde principios de diciembre, dijo que se estaban utilizando drones para espiar a los diplomáticos mexicanos y a sus exfuncionarios. Karen Longaric, la canciller boliviana, ha dicho que los exfuncionarios "no son perseguidos políticos" sino que son buscados porque "han cometido delitos comunes". 
En la víspera de Nochebuena, las presiones empeoraron. Hasta 150 policías y miembros del Ministerio del Interior vigilaron las instalaciones. El Gobierno de Áñez descartó que se tratara de acoso y dijo que se estaba brindando "protección" a los representantes mexicanos. Las protestas poselectorales en Bolivia han dejado al menos una veintena de muertos, según Human Rights Watch. La mayor preocupación de México es una incursión por la fuerza a la Embajada para detener a los nueve funcionarios, han dicho fuentes diplomáticas a este periódico. El Gobierno ya ha otorgado el asilo a los nueve exfuncionarios, pero la Administración de Áñez no ha dado los salvoconductos para que estos abandonen Bolivia y ha emitido órdenes de detención para cinco de ellos.
El viceministro boliviano de Seguridad, Wilson Santamaría, también utilizó un tono desafiante para anunciar que su país no retirará el personal asignado para el control de la Embajada y la residencia oficial mexicanas. El contingente llegó a ser de 90 policías y al día de hoy, después de la primera protesta de México, ha disminuido a 16 efectivos en cada sitio. “No vamos a permitir que nadie que tenga cuentas pendientes con el país de la anterior administración abandone Bolivia”, ha añadido Santamaría.
La Paz ha justificado la vigilancia extraordinaria con dos argumentos diferentes. Los encargados de Seguridad han señalado que existe el riesgo de que los exfuncionarios huyan y se den a la fuga cruzando la frontera con Argentina. El secretario privado de la presidencia, Erick Foronda, aseguró hace un par de días que la policía está protegiendo la embajada mexicana de posibles protestas de campesinos, una explicación que el Gobierno no ha vuelto a usar. 
El plan de acción de México ha comenzado por agotar la vía legal y diplomática para evitar la violencia. Argumenta que las acciones de Bolivia violan la Convención de Viena, que establece el derecho que norma entre representaciones y representantes de países. Ha emitido tres notas diplomáticas esta semana, ha acudido a Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos y se ha acercado a los Gobiernos del continente para reunir apoyos. "No hay ningún principio que asista a quien quiera violentar la sede diplomática de un país", ha reclamado Ebrard. "México está presentando un instrumento jurídico por violación de obligaciones diplomáticas", ha agregado.
La Cancillería mexicana ha descartado que vaya a romper relaciones con Bolivia. El enfriamiento en las relaciones bilaterales no solo recae en el gesto que tuvo México de dar asilo a Morales. En el telón de fondo también está el hecho de que varias figuras clave del Movimiento al Socialismo buscan llegar, están o han pasado por México en tiempos en los que aún no se define cuándo serán las elecciones presidenciales y cómo será la sucesión en el poder tras la partida del expresidente, quien estuvo casi 14 años en el poder.





SECUELAS DE ASILAR A EVO
                                                                                                                                                     
Las autoridades de Bolivia han pedido a México entregar a los exfuncionarios para que enfrenten procesos judiciales.

                                                                                
Desde el 21 de diciembre, de acuerdo con información difundida en medios y dada a conocer por el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, se han ido apostando patrullas y vehículos militares a las afueras de la residencia y de la representación de México en La Paz, Bolivia. En esas casas se encuentran asilados nueve exfuncionarios de la administración de Evo Morales, entre ellos los ex ministros de Interior y de Cultura, acusados de sedición y terrorismo por el gobierno nacional interino.
Las autoridades de Bolivia han pedido a México entregar a los exfuncionarios para que enfrenten procesos ante la justicia boliviana, a la vez que niegan haber realizado o aprestarse a realizar cualquier acción fuera del marco internacional establecido que pudiera violentar las inmunidades diplomáticas y los privilegios amparados en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
México ha acusado al gobierno interino de Bolivia de preparar una incursión armada en las sedes diplomáticas de México en ese país. La cancillería ya solicitó a la comunidad internacional condenar estos hechos de intimidación y hostigamiento. “De mantenerse esta situación, México responsabiliza a Bolivia por cualquier afectación a la sede diplomática, a su personal acreditado y a toda persona que se encuentre bajo la protección del Estado mexicano.
Hay poca información, dificultada aún más por las fechas decembrinas, sobre la gravedad de la situación. ¿Está el gobierno mexicano sobrerreaccionando o no ante las acciones de las autoridades bolivianas? Hasta donde se sabe, el gobierno de Bolivia no ha irrumpido en territorio diplomático mexicano, además de que las personas que están siendo protegidas en las misiones diplomáticas mexicanas se les ha llamado a rendir cuentas por parte de un gobierno interino avalado y reconocido.
Me temo que nuestro gobierno cruzó una tenue línea en noviembre, cuando, tras conceder asilo político a Morales Ayma, se apresuró a considerar sin más su renuncia a la Presidencia como producto de un golpe de Estado. Peor, la 4T permitió que Evo hiciera declaraciones políticas sobre la situación en Bolivia, incumpliendo las condiciones de asilo. Para completar el cuadro, el gobierno de México fue tardío en pronunciarse en contra de posibles acciones desarrolladas por el ex presidente boliviano desde nuestro país con objeto de recuperar el poder en Bolivia.
Una cosa es haber facilitado la salida de Evo Morales de su país a las pocas horas de haber renunciado, otra es que México quiera generar salvoconductos para sacar de su país a ex gobernantes que enfrentan procesos judiciales.
Morena ya ha recurrido a esas argucias nada legales. Esta tensión que se vive entre Bolivia y México es la secuela de haber dado asilo al ex mandatario boliviano, pero la confrontación aún puede escalar. La frontera entre el apoyo solidario a una nación hermana y la política de no intervención que esgrime la 4T es muy delgada; no debe desdibujarse, ampliarse o moverse de lugar por conveniencia. Las consecuencias de hacerlo suelen ser graves, sobre todo para los más desprotegidos y vulnerables.





LA NUEVA VIDA DE EVO MORALES: REFUGIADO, CON ORDEN DE APREHENSIÓN… Y EN CAMPAÑA
                                                                                    
La OEA es otra entidad que quedó dañada con el papel central que jugó Luis Almagro para azuzar la crisis boliviana. Además de criticar a Morales y denunciar un fraude que no está probado ni explicitado, Almagro recibió a Luis Fernández Camacho, el ultraderechista que presionó la salida de Morales.

                                                                                                              
Vive refugiado en otro país. En el suyo, ya hay una orden de aprehensión en su contra. No tiene posibilidades de volver al poder, pero no abandona la política y encabeza la campaña para que su partido Movimiento al Socialismo (MAS) gane las futuras elecciones.
La nueva vida de Evo Morales, el dimitido presidente de Bolivia, es totalmente diferente a la que imaginaba a principios de este año, cuando pensaba que lograría su tercera reelección en los comicios generales del pasado 20 de octubre y que sería presidente hasta el 2025. En los meses previos a la votación, su peor escenario era perder la mayoría en el Parlamento y tener que enfrentar una segunda vuelta, en la que la posibilidad de una victoria podría alejarse.
Pero todo se complicó. Irregularidades en las elecciones en las que Morales se proclamó ganador derivaron en denuncias de fraude, avaladas por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y en violentas presiones de la oposición, que finalmente culminaron en un golpe de Estado. El repudio a la interrupción democrática fue escaso por parte de líderes y gobernantes que prefirieron seguir criticando únicamente a Venezuela. Quedó claro, otra vez, que la democracia se defiende a partir de una doble vara, de acuerdo con intereses específicos y no por convicciones reales.
Mientras sus enemigos lo acusaban de fraude y sus aliados denunciaban el golpe de Estado, Morales renunció para evitar una escalada de violencia que, de todas formas, ocurrió. Gracias al apoyo del entonces presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, logró salvar su vida en un operativo diplomático que le permitió refugiarse durante un mes en la capital mexicana. Los detalles oficiales del viaje y de su estancia se conocerán recién en 2028, ya que el Centro Nacional de Inteligencia reservó el expediente hasta ese año para preservar la seguridad geopolítica del país.
En sus últimos días en México, Morales hizo un breve viaje a La Habana. Aunque se alegaron motivos médicos, su estancia en la isla se manejó con discrecionalidad. El 12 de diciembre, de manera sorpresiva, se fue para Argentina. Los cambios políticos lo favorecían: su amigo Fernández y su aliada de años, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya habían asumido la presidencia y la vicepresidencia. 
Desde Buenos Aires, ellíder boliviano continúa con la estrategia mediática que inició en México. Ofrece entrevistas y conferencias de prensa, y se muestra en múltiples actos públicos, desde la visita a la redacción del diario Tiempo Argentino, que es autogestionado por sus trabajadores, y un partido amistoso con Matías Lammens, ministro de Deportes, hasta una "chocolatada" de Navidad con parte de la comunidad boliviana y su acompañamiento a la tradicional ronda de las Madres de Plaza de Mayo. 
Morales se mantiene activo en redes sociales con mensajes de contenido político a pesar de que, a su llegada, el canciller argentino Felipe Solá le pidió evitarlas. La recomendación se diluyó con el paso de los días. El ex presidente denuncia cada tanto la persecución del gobierno de facto e insiste en que, desde Buenos Aires, defenderá la recuperación de la democracia en Bolivia. Ya convocó incluso a una asamblea que se realizará el próximo domingo en la frontera entre Argentina y Bolivia para confirmar al candidato presidencial del MAS.
El nombre más visible es el del político y dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, quien, de acuerdo con la última encuesta publicada por el diario Página Siete, tiene una intención de voto del 23 % con miras a comicios que todavía no tienen fecha precisa, pero que deberían realizarse el próximo año. Muy cerca, con el 21%, aparece Carlos Mesa, el principal rival de Morales en las pasadas elecciones. 
Morales está en campaña y no teme reconocerlo. Al contrario. Prefirió refugiarse en Argentina y no quedarse en México más por motivos políticos que personales. Es cierto que en Buenos Aires está más cerca de sus hijos Evaliz y Álvaro, refugiados aquí desde fines de noviembre, pero sobre todo está más cerca de una Bolivia que sigue sumida en el desconcierto, sin un panorama claro que permita reanudar un estado democrático. 
En ese proceso, Morales cuenta con la compañía de varios de sus exfuncionarios que también han sido acogidos en Buenos Aires, en particular el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud, Gabriela Montaño, y el excanciller, Diego Pary Rodríguez. La polarización alrededor de su figura se replica porque en Argentina viven cerca de 400.000 bolivianos que integran la colectividad extranjera más importante después de los paraguayos. Y no todos lo apoyan.
La reacción del gobierno de facto a la llegada de Morales a Buenos Aires fue emitir una orden de aprehensión en su contra con cargos de sedición y terrorismo. El expresidente se defiende con un grupo de abogados que encabeza el español Baltasar Garzón. Y Argentina no piensa entregarlo.
Puros pleitos
La relación del gobierno de facto de Bolivia con Argentina y México, los países que acogieron a Morales, está marcada hoy por la confrontación.
Como Fernández no la invitó a su asunción, la autoproclamada presidenta Jeanine Añez alegó que no tenía afinidad "con líderes antidemocráticos". Era un oxímoron: la golpista hablaba de democracia, mientras se acumulaban las denuncias en su contra por delitos de lesa humanidad y la persecución a opositores.
En el caso de México, su embajada en La Paz comenzó a sufrir un inusual asedio de policías y militares, lo que violenta el derecho internacional que otorga soberanía a estas representaciones. Ante el temor de que ingresen a la sede, López Obrador ya denunció al gobierno de Añez ante la Corte Internacional de Justicia y la Organización de Naciones Unidas. El gobierno de facto, por su parte, exige que México entregue a cuatro de los nueve exfuncionarios que están asilados en la embajada. Los quiere presos.
Los cambios de la diplomacia boliviana también incluyen su amenaza de abandonar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que México presidirá a partir de enero. En cambio, ya se sumó al Grupo de Lima que tiene en las críticas a Venezuela a su único leit motiv. 
La Organización de Estados Americanos es otra entidad que quedó dañada con el papel central que jugó Luis Almagro, su secretario general, para azuzar la crisis boliviana. Además de criticar a Morales y denunciar un fraude que no está probado ni explicitado ni siquiera en los propios informes de la OEA, Almagro recibió en Estados Unidos a Luis Fernández Camacho, el líder ultraderechista que presionó la salida de Morales. "Le reconocemos su compromiso con la democracia boliviana", dijo sobre uno de los instigadores del golpe de Estado. El falso demócrata quiere ser candidato pero los votos no lo acompañan después de que se difundieran los audios en los que negocia el pago de 250.000 dólares con Marcos Pumari para que juntos integren la fórmula presidente-vicepresidente.
La urgencia, en este escenario, es que se defina el calendario electoral con la esperanza de que la democracia regrese a Bolivia.





“Evo necesita manos, cabezas y cuerpos que lo ayuden”, dijo Hebe de Bonafini
                                                                                                                                                           
EVO MORALES ACOMPAÑÓ A LAS MADRES EN SU HISTÓRICA RONDA


La Plaza de Mayo se llenó de color cuando centenares de wiphalas comenzaron a dar la vuelta a la histórica pirámide. A la cabeza de la ronda número 2176 estuvo el presidente de Bolivia, Evo Morales, junto a Hebe de Bonafini y las demás Madres de Plaza de Mayo, que le brindaron su apoyo y se pronunciaron en contra del golpe de Estado en el país vecino. También se hicieron presentes representantes de ATE Capital -con su secretario general Daniel “Tano” Catalano- y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), entre otras organizaciones. “Quiero agradecer por la invitación a las Madres de Plaza de Mayo, respetadas en todo el mundo”, dijo Morales luego de ser presentado como un “compañero y amigo de las Madres”. 
“Respeto y admiro sus marchas por la vida y la democracia y aprovecho esta oportunidad para agradecerles a ellas y a todas las organizaciones de Derechos Humanos, al pueblo argentino y a su gobierno, por acompañarnos en la lucha contra la dictadura en Bolivia”. El presidente boliviano, que se encuentra exiliado en la Argentina hace dos semanas, también denunció que “grupos racistas y fascistas, momentáneamente, y usando la violencia, terminaron con nuestro proceso de cambio y con la revolución democrática cultural”. 
A su turno, Hebe de Bonafini remarcó que “Evo necesita manos, cabezas y cuerpos que lo ayuden”, y aseguró que ellas están trabajando con el dirigente “codo a codo”. “Bolivia está sufriendo, hay personas que no aparecen, personas asesinadas, compañeros que no son atendidos en los hospitales”, denunció la histórica luchadora. "Ese golpe maldito de los Estados Unidos al pueblo boliviano nos lo hicieron también a nosotros, a Venezuela y a Ecuador”, evaluó también. Luego, Bonafini subrayó que “es un lujo que un presidente derrocado tenga ganas de estar acá y de acompañarnos. Él vino para que no siga habiendo desaparecidos y para luchar y pelear”. “Para eso también estamos las Madres, para ayudar a las mamás bolivianas a encontrar a sus hijos y para que la gente de los hospitales sea atendida”, dijo también. Finalmente, la referente de los derechos humanos expresó que “tenemos que ayudar para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece, con el candidato que ellos elijan y defenderlo a capa y espada”.
Luego de los discursos, un grupo de bolivianos residentes en la Argentina comenzó a cantar y bailar al son de los sikus. “Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje”, decía una de las canciones, compuesta por el jujeño Bruno Arias, capaz de expresar un sentimiento común. Otros caminaron hasta la puerta de la Casa Rosada y cantaron “Alberto, Cristina, gracias por la ayuda” y “la Whipala se respeta”. Ese último es también el nombre de una agrupación de bolivianos de Villa Celina, La Matanza, que comenzó a organizarse después del golpe para llevar a cabo actividades de repudio. "La semana que viene estará allí Evo porque es uno de los territorios donde hay mayor concentración de la colectividad. Y además porque ya comenzará la campaña electoral que él dirigirá", adelantó a Página/12 Agustín, referente de "La Wiphala se respeta".
La Madre de Plaza de Mayo Rosa De Camarotti, contó en diálogo con este diario que “en otra época hemos pasado lo que él está pasando y es un honor poder recibirlo. Él habla mucho con Hebe, pero en general todas le damos mucha fuerza”. “Deseamos que los bolivianos sean libres y que haya una verdadera democracia”, remarcó. En tanto el canciller boliviano, Diego Pary Rodríguez, señaló que “la lucha de las Madres es histórica y Evo está muy agradecido de poder estar junto a ellas y poder acompañarlas”. En cuanto a las elecciones, expresó que “estamos trabajando en distintas actividades, reuniéndonos con la comunidad, con los líderes de nuestro país. Seguiremos organizando nuestra participación en ellas”.





HEBE DE BONAFINI, JUNTO A EVO MORALES: “LOS TRAIDORES LA VAN A PAGAR ALGÚN DÍA, SABEMOS QUIÉNES SON”

El ex presidente de Bolivia participó de la tradicional ronda de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo. La dirigente se enojó con algunas personas que querían sacarse fotos con el ex mandatario.

                                                                                                                              
La tradicional marcha de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo contó este jueves por la tarde con la presencia de Evo Morales, pero la ronda no se pudo completar por la gran cantidad de personas que se acercaron a saludar al ex presidente de Bolivia o a sacarse una foto con él.
Esto generó un fuerte enojo de Hebe de Bonafini, quien inició su discurso con una reprimenda contra aquellos que buscaron la selfie con Morales. “La verdad que tengo un poco de vergüenza, porque no saben escuchar. Tenemos que ser más respetuosos, la plaza es marcha, no es cholulismo de una foto con Evo", lanzó la presidente de Madres, acompañada por el ex mandatario.
“Evo necesita manos que lo ayuden, necesita cabezas, manos, piernas y cuerpo que lo ayuden, no que se vengan a sacar fotos”, dijo Bonafini, visiblemente molesta.
Luego del reto, la dirigente encaró su discurso hacia el lado político, afirmó que Morales fue víctima de un golpe de Estado, dijo tener identificados a quienes habrían conspirado para removerlo del poder y calificó como “dictadura” al gobierno que encabeza Jeanine Áñez.
“Una dictadura no tiene ningún derecho a llamar a elecciones y los traidores también la van a pagar algún día. No es que no van a pagar lo que hacen, los traidores también sabemos quiénes son”, afirmó al respecto, para luego elogiar a Nicolás Maduro, poniéndolo como ejemplo a seguir.
“Miremos como Maduro defiende Venezuela, a capa y espada, ese pueblo se puso de pie, no pasarán, y con Bolivia tenemos que decir lo mismo, no pasarán”, cerró su discurso. Previamente, Morales había brindado un breve mensaje, elogioso de las Madres de Plaza de Mayo y destacando el reconocimiento que tienen a nivel mundial.
“Mi respeto y admiración a las Madres de Plaza de Mayo, tantas marchas por la vida, por la democracia. Aprovechó esta oportunidad para agradecerles a las Madres, al pueblo argentino, al gobierno, por acompañar la lucha contra la dictadura en Bolivia”, dijo Morales, mientras de fondo se escuchaban algunos gritos.
Y agregó: “Sabe el mundo entero como grupos fascistas, racistas, con violencia terminaron momentáneamente con nuestro proceso de cambio, con nuestra revolución democrática y cultural. Es por esa razón que nos encontramos en Argentina, nuevamente agradezco al solidario pueblo argentino”.





El bloque progresista manifestó su solidaridad con las delegaciones diplomáticas

EL PARLASUR REPUDIÓ LA GRAVE SITUACIÓN EN BOLIVIA
                                                                                                                                        
La bancada mencionó el retiro de Bolivia de la CELAC y el ingreso al Grupo de Lima, "articulación de países orientada a la desestabilización e injerencia externa en Venezuela".

                                                  
La Bancada Progresista del Parlamento del Mercosur (Parlasur) expresó a través de un comunicado su preocupación frente al "agravamiento" de la situación en Bolivia. El grupo fundado en 2009 manifestó su solidaridad con las "delegaciones diplomáticas acreditadas que están recibiendo amenazas y hostigamiento por parte del gobierno carente de legitimidad de Jeanine Añez".
"Las actuales autoridades ejecutivas del Estado Plurinacional de Bolivia están desconociendo tratados internacionales que garantizan la seguridad de las embajadas y cuerpo diplomático", expresó la bancada del Parlasur a través del texto. Esa persecución queda en evidencia con la vigilancia extrema instalada sobre la embajada de México en La Paz.
En línea con la "ruptura del orden democrático" en Bolivia, el grupo también menciona el "retiro de Bolivia de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y el ingreso al denominado Grupo de Lima, articulación de países orientada a la desestabilización e injerencia externa en Venezuela".
En otra parte del texto, la Bancada del Parlasur manifestó que siguen recibiendo información acerca de la persecución política desatada sobre integrantes del Movimiento al Socialismo (MAS) "por parte de los cuerpos armados, inteligencia, Poder Judicial y Ejecutivo, así como la emisión de cargos y orden de prisión preventiva contra el expresidente Evo Morales Ayma y otros integrantes del anterior gobierno".
La Bancada Progresista es el espacio que articula a los parlamentarios de izquierda de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Uruguay en el Parlasur. Su actual coordinador es el exsenador uruguayo del Frente Amplio, Roberto Conde. La presidencia del Parlasur quedará a cargo del argentino Oscar Laborde a partir del primero de enero de 2020.





RUBILAR: “TENEMOS ALGUNAS IMÁGENES QUE SON DE PAÍSES COMO BOLIVIA Y COLOMBIA”

"Efectivamente existen algunas imágenes donde en redes sociales se han mostrado como imágenes de Chile, cuando el uniforme obviamente no es de la policía de nuestro país".

                                                               
La ministra secretaria general de Gobierno, Karla Rubilar, aseguró que “tenemos algunas imágenes que son de países como Bolivia y Colombia”, al explicar las declaraciones del Presidente Sebastián Piñera, en su comentada entrevista con CNN en Español.
En conversación con Andrés Oppenheimer, el Mandatario señaló, hace algunos días, que “la campaña de desinformación, de noticias falsas, de montajes para crear una sensación de un desorden y de una crisis total ha sido gigantesca. En eso han habido, sin duda, participación de gobiernos e instituciones extranjeras”.
Piñera dijo además que “muchas de las noticias, de los videos relacionados con derechos humanos, que se han difundido profusamente en los medios de comunicación chilenos y también extranjeros, no corresponden a la realidad. Hay muchos de ellos que son falsos, que son filmados fuera de Chile, o que son tergiversados”.
Al respecto la portavoz de La Moneda señaló a Canal 24 Horas que “tenemos algunas imágenes y videos que son de países como de Bolivia y de Colombia, que son enfrentamientos que tienen con la policía de allá, y que uno puede reconocer por los uniformes, y que han sido desmentidas por los propios Carabineros”.
Además, Rubilar sostuvo que “efectivamente existen algunas imágenes donde en redes sociales se han mostrado como imágenes de Chile, cuando el uniforme obviamente no es de la policía de nuestro país”.
 “También tenemos videos que son de Chile, pero en contextos completamente diferentes a lo que es esta movilización y a estos hechos de violencia que han ocurrido en los últimos meses. Por lo tanto hay algunas fake news”, señaló.





EL INCENDIO DE LA CHIQUITANIA BOLIVIANA AFECTARÁ EL MANTO BLANCO DE GLACIARES
                                                                       
Al problema global por el calentamiento del planeta se suma en Bolivia el desastre de los grandes incendios de este año

                                                                                                      
El manto blanco de los glaciares cada vez es menor por la crisis climática en el planeta, a lo que en Bolivia se sumará el negro hollín que dejó el devastador incendio de la Chiquitania, que acelerará el deshielo.
Efe visitó el imponente nevado Huayna Potosí a 6.088 metros de altitud, uno de los más emblemáticos de Bolivia, para conocer el impacto de la crisis climática en su glaciar.
El veterano guía, que lleva 25 años subiendo montañas y que ascendió ese nevado más de setecientas veces, contó que en este último tiempo el glaciar "ha cambiado mucho" y cada vez hay menos nieve.
LOS GRANDES INCENDIOS
Al problema global por el calentamiento del planeta se suma en Bolivia el desastre de los grandes incendios de este año.
A través del viento viajan partículas de "carbono negro" producto de los incendios de agosto en el este del país, que arrasaron con millones de hectáreas de bosques y pastizales, explicó a Efe el responsable para Bolivia del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS, en sus siglas en inglés), Álvaro Soruco.
Esas partículas de carbono negro, más conocidas como hollín, tienen la capacidad de absorber la luz solar, lo cual influye en la aceleración del derretimiento de los glaciares.
"Cuando hay más partículas de carbono negro que se depositan en los glaciares, la fusión (derretimiento) incrementa porque un glaciar absorbe mayor cantidad de energía", detalló el investigador.
Estas partículas viajan a través del viento o también por la lluvia, se depositan en los picos de los nevados y pueden tener un efecto a futuro en la frecuencia e intensidad de las lluvias y justamente en el aceleramiento del deshielo.
Soruco realizó un monitoreo de glaciares tropicales en el país, antes del incendio, para verificar la pérdida de hielo y manifestó que en general desde 1975 se ha perdido al menos el 50 por ciento de la cobertura glaciar en los nevados del país.
De acuerdo a sus indagaciones, al menos el 80 por ciento de los glaciares que son mayormente afectados están por debajo de los 5.400 metros de altitud y cada año pierden alrededor de 1,20 metros de láminas de agua.
Mientras que los que superan los 5.400 metros de altitud pierden 60 centímetros de lámina de agua por año.
"Prácticamente en todo el mundo los glaciares están perdiendo masa, normalmente los que más pierden a nivel de lámina de agua son los glaciares de Los Andes del sur", comentó.
La Cordillera de Los Andes es una de las cadenas montañosas más extensas del mundo, que pasa por Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.
Según el investigador, los glaciares tropicales se concentran en un 99 por ciento en esta cordillera, de los cuales en Perú está el 70 por ciento, Bolivia tiene el 20, Ecuador el 4, y Colombia y Venezuela otro 4 por ciento.
EL AGUA, EN PELIGRO
Los glaciares tropicales, que son considerados como un termómetro de la crisis climática, si continúan en este acelerado deshielo podrían afectar a futuro en el suministro de agua, según Soruco.
La Paz y su vecina El Alto, desde las que se divisa el Huayna Potosí, en 2016 vivieron una de sus peores crisis de abastecimiento de agua debido al descenso del nivel de los embalses que nutren a ambas urbes, a causa de la escasez de lluvias.
"El agua es un recurso que es subvalorado y la gente no toma conciencia de la importancia que tiene, porque hay un ciclo (...), pero si ese ciclo cambia o se modifica, lo que pasa es que ese recurso será de más difícil acceso", advirtió.
PONCHOS BLANCOS
Para generar conciencia a la población sobre la importancia de los glaciares, la fundación Ponchos Blancos realiza caminatas en varios de ellos para que las personas vean en el lugar cuál es el impacto de la crisis climática en los nevados.
"Buscamos demostrar el retroceso que existe en el lugar y concientizar a las personas sobre la importancia que tienen estos lugares", comentó a Efe el director de esta fundación, Óscar Salinas, durante la visita al Huayna Potosí.
Además realizan recomendaciones a los visitantes como también a los guías de montaña, para preservar estos "tesoros naturales", que "se están apagando" y así aportar de alguna forma para su conservación.
Entre las recomendaciones básica está el reducir la contaminación de estos lugares cuando se los visita.
Y evitar el chaqueo, una práctica de quema de pastizales, para que justamente no acelere el deshielo por el negro hollín que contribuye a mermar el glaciar manto blanco. 







El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseveró que mantiene como su principal propósito la voluntad de luchar hasta restablercer la democracia en su país ante la situación actual que vive el pueblo bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro.
En entrevista exclusiva para teleSUR, el líder brasileño reiteró que la nación suramericana tienen "todas las condiciones para recuperar un debate democrático (...) y combatir el neoliberalismo que está destruyendo todo el patrimonio público".
"Los dias que estuve detenido en la Policía Federal (de Curitiba) me fortalecieron politicamente y hoy tengo una mayor voluntad de luchar hasta restablecer la democracia en Brasil", enfatizó el exprimer mandatario.
Destacó que la democracia es un tema muy serio y lamentó Brasil, que anteriormente era un país donde había tolerancia y amor en el pueblo, ahora se haya instaurado un odio en algunos sectores, promovido por quienes buscan destruir los logros alcanzados por los más necesitados. "La situación de Brasil es delicada (...) el pueblo está sufriendo, están perdiendo sus derechos", dijo Lula.
Lula criticó el papel de la Organización de Estados Américanos (OEA) en la región, asegurando que "es una vergüenza" y reiterando que actualmente se ve a varios gobiernos latinoamericanos sometiéndose a la voluntad de Estados Unidos.
Entre ellos, mencionó al de Bolsonaro, que no solo ha atacado a los sectores que demuestran estar en desacuerdo con sus políticas, sino que también se ha convertido en aliados de aquellos gobiernos injerencistas que buscan desestabilizar el continente.
"Lo que ocurre en América Latina es una articulacion profunda de la extrema derecha liderada por EE.UU." y el gobernante estadounidense Donald Trump, en lo que el líder sindicalista considera que es un intento por destruir aquellos sisteman que defienden su democracia y la soberanía de sus recursos.
Sobre el golpe de Estado en Bolivia, rechazó que las Fuerzas Armadas no respaldaran al presidente legítimo Evo Morales, sino que se colocaran de parte de quienes violentaron la democracia y atentaron contra la población.
Con respecto a las elecciones de Andrés Manuel López Obrador en México y Alberto Fernández en Argentina, el exjefe de Estado aseguró que esto representa un alivio y una esperanza para la región, por lo que felicitó a ambos pueblos, particularmente al argentino, a quien reconoció por su compromiso y logro de retornar a la democracia tras el Gobierno de Mauricio Macri.
Lula felicitó tanto al presidente Nicolás Maduro como al pueblo venezolano por su ardua resistencia pese al bloqueo económico y financiero impuesto por EE.UU., así como los intentos de la extrema derecha de regresar a la violencia y no participar en un diálogo para discutir las diferencias y garantizar la paz.
El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) le recordó a los venezolanos que solo ellos son los que deben resolver sus problemas, elegir a sus gobernantes y determinar si estos lo hacen bien o no, pero no deben caer en las provocaciones de quienes ni siquiera respetan la voluntad de las mayorías y buscan desestabilidar el país.
Lula recordó la época en la que Latinoamérica contaba con presidentes como Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Néstor Kirchner y Cristina Fernández (Argentina), Tabaré Vázquez (Uruguay), así como él y Dilma Rousseff (Brasil), período en el que la región alcanzó grandes logros populares, la democracia era una factor fundamental y eran escuchados en el mundo.
Lula insistió en que prevé desenmascarar cada acusación en su contra, ya que quienes lo señalaron y estuvieron detrás de la investigación del caso mintieron. "Yo respeto a las instituciones, pero quiero desmoralizar a algunas personas que usan las instituciones para hacer política partidista (...) puede demorar un tiempo, pero vamos a restablecer la verdad en Brasil", indicó. El expresidente brasileño reafirmó una vez más su inocencia y garantizó que el proceso judicial en su contra poco a poco será desacreditado por las irregularidades que hubo detrás de su detención.
"Pienso que dentro de poco el proceso judicial se va desacreditando (...) Me siento triste porque un Ministerio Público que fue creado para garantizar la democracia de un país y algunas personas (allí) dentro resolvieron hacer política. Pienso que no se conformaron con el éxito de nuestro Gobierno", comentó.
 



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