Monday, January 30, 2006

JUAN IGNACIO SILES: “NO SE DEBERÍA VENDER GAS A CHILE SI NO SE AVANZA EN EL TEMA MARÍTIMO”

Ex Canciller de Bolivia avala legitimidad del Presidente Morales

JUAN IGNACIO SILES: “NO SE DEBERÍA VENDER GAS A CHILE SI NO SE AVANZA EN EL TEMA MARÍTIMO”

Nació en Chile, pero toda su vida la ha hecho en el país altiplánico. Reconoce que el triunfo de Morales es uno de los más holgados de la historia reciente de su país y cree que ese sustento popular le dará la fuerza suficiente para gobernar.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl/prontus_noticias)

Recorrió el mundo buscando apoyo internacional para la demanda marítima de su país. Su principal objetivo fue reposicionar un tema que uniera a los bolivianos, justo cuando el descontento social se desbordaba y amenazaba con llevarse a otro Presidente del Palacio Quemado.
Juan Ignacio Siles, diplomático de profesión y ex canciller de Carlos Mesa, reconoce el momento histórico que está viviendo su país con la llegada de Evo Morales a la presidencia y espera que éste continúe trabajando por conseguir una salida al mar para Bolivia. En ese sentido, considera que si se quieren iniciar conversaciones con Chile sobre un pasillo hacia el Pacífico, el gas boliviano tiene que ser un elemento de intercambio, pues existe un referéndum que así lo ordena.
Hoy, alejado de la turbulencia y de estar en la primera línea de discusión, observa cómo Morales asume el gobierno de su pueblo y comienza a armar lo que algunos han llamado la Re-Evo-lución de Bolivia.
-A su juicio, ¿cómo será el Gobierno del Presidente Evo Morales?
-La legitimidad que alcanzó el actual Gobierno, debido a la amplia mayoría que obtuvo en las urnas, le da la fuerza para llevar a cabo las iniciativas que el país requiere en este momento. Sin embargo, es necesario que pase el tiempo para analizar mejor las tendencias que tome. Aunque las señales que hemos visto apuntan hacia una mayor apertura a los sectores marginados, especialmente con la inclusión de indígenas al gabinete.
-En ese sentido, ¿qué espera de su mandato?
-El Presidente y su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) han sido muy claros en definir cuales serán sus acciones en los próximos meses. No obstante, uno de los requisitos fundamentales es constituir la Asamblea Constituyente para así poder definir los temas trascendentales para el país, como las autonomías, las tierras y la inclusión, entre otros.
-Morales ha dado señales de unidad. ¿Cómo ve usted esta forma de gobernar?
-La forma de gobernar del Presidente es muy personal, eso refleja su pasado sindical y su origen indígena. Por eso la frase que ha repetido sobre “mandar obedeciendo”. Por eso, creo que no va a tomar decisiones autoritarias. Siempre va a consultar a los distintos sectores sociales, especialmente a los que él define como movimientos sociales. Esto le dará fuerza democrática a las decisiones. No obstante, debe tener cuidado con esta forma de gobernar, porque puede hacer más lento el avance de las medidas.
-El gabinete ya está armado y lo componen personas de distintos sectores. De los nuevos ministros, ¿qué le parece David Choquehuanca como canciller?
-Es interesante que sea indígena. Si bien, no tiene experiencia diplomática, sí tiene contactos con distintos grupos indígenas de otros países y un amplio nivel de conocimiento y cooperación con algunas organizaciones no gubernamentales del mundo. Esto le servirá para desempeñar mejor su cargo. A pesar de esto, sería positivo que se rodeara de gente con carrera diplomática, porque en Bolivia hay mucha gente capacitada.
-Respecto a los vínculos de Evo Morales con otros gobernantes, ¿cómo evalúa la cercanía del Presidente con otros mandatarios de la región como Chávez, Fidel Castro, Lula o Kirchner?
-El Presidente Morales siempre ha sido muy claro sobre su posición, por ello no debería extrañarle a nadie la cercanía que tiene con estos presidentes, porque no es algo de hoy, viene de antes, de una amistad personal. Es fundamental para el país contar con esta capacidad extraordinaria que tiene el Presidente para relacionarse a partir de lo que él es, de su autenticidad, de su visión genuina del mundo.
Futuro “Pacífico”
Durante los primeros días del mandato de Evo Morales, fue manifiesta su intención de estrechar vínculos con Chile. En este sentido, Siles cree que es legítimo que el nuevo mandatario boliviano haya escogido este camino.
-¿El Gobierno de Morales inicia una renovada relación con Chile?
-El Ejecutivo tiene la legitimidad para iniciar un camino de acercamiento con Chile. Esto quedó claro con la presencia del Presidente Ricardo Lagos en el traspaso de mando boliviano. Si se produce una mayor cercanía debe darse el espacio para tratar temas trascendentales como la discusión sobre el río Silala; la utilización de los puertos de Arica e Iquique; profundizar un acuerdo de complementación económica y por supuesto, el tema del gas y la mediterraneidad de Bolivia.
-En la política bilateral, ¿gas por mar sigue siendo la alternativa?
-Eso deberá definirlo el Presidente Morales. Él tendrá que evaluar si es conveniente seguir con la política “gas por mar”. Sin embargo, no debe olvidar que existe un referéndum, el cual establece que cualquier búsqueda de una solución al problema de enclaustramiento de Bolivia tiene que considerar el factor estratégico de este recurso.
En este sentido, creo, no se deberían empezar negociaciones para vender gas a Chile si no se avanza simultáneamente en darle solución a nuestro planteamiento marítimo.
-En cuanto a la elección de Michelle Bachelet como Presidenta de Chile. ¿Qué le parece su triunfo para los intereses de Bolivia?
-Las declaraciones hechas por la Presidenta electa son significativas en cuanto a la búsqueda de un mayor acercamiento con los países de la región, fundamentalmente con sus vecinos de Perú, Argentina y Bolivia. Su posición de discutir todos los temas con mi país sin exclusión de ninguno, permitirá entablar, en algún momento, la negociación sobre nuestras pretensiones marítimas. Aunque no es la única materia, ambos tendrán que decidir cómo y cuando lo discuten.
Ministros relevantes
-Andrés Solis Rada es el nuevo ministro de Hidrocarburos. ¿Cuál es su opinión respecto de él y de sus intenciones de nacionalizar los recursos?
Él tiene una trayectoria muy amplia en el tema de los recursos naturales y su posición con respecto a las transnacionales es conocida por los empresarios que están en Bolivia. Su nombramiento demuestra la visión del Presidente Morales. Pero hay que recordar que se han hecho acuerdos que apuntan al entendimiento con las empresas de capitales extranjeros. En definitiva lo que se pretende es avanzar hacia una nacionalización no a una estatización. Se quiere asegurar la propiedad del gas y al mismo tiempo establecer un marco para la presencia de transnacionales en el país.
-El nuevo ministro de Defensa es Walker San Miguel, ¿ Fue esa una decisión acertada?
-Es un hombre de clarísimo prestigio nacional, un abogado. Se necesitaba un hombre de esa trayectoria para ser ministro de Defensa. Estoy seguro que el sabrá administrar el manejo de la Fuerzas Armadas y tener una buena relación con los nuevos comandantes de las distintas ramas.




Alvaro García Linera, el nuevo vicepresidente de Bolivia y quien sirvió de puente con Chile

LA TRAVESÍA POLÍTICA DEL BRAZO DERECHO DE EVO MORALES

Hijo de una familia de terratenientes e intelectual de izquierda, el '90 formó el movimiento guerrillero Túpac Katari, fue detenido y pasó cinco años en la cárcel. Al salir en libertad se convirtió en un analista político famoso gracias a la televisión, y dio la sorpresa al aceptar la invitación de Morales a ser su compañero de fórmula. P Tras ayudar a Evo a ganarse a la clase media boliviana, es visto como un factor de moderación. Si Lagos viajó a La Paz y Evo lo llamó "mi amigo" fue en gran parte gracias a García Linera.

La Tercera de Chile (www.latercera.cl)

El pasado domingo por la tarde en la ciudad de La Paz, el escritor peruano Santiago Roncagliolo se hallaba en la Plaza San Francisco, entre los asistentes a los festejos por la posesión de Evo Morales como Presidente de Bolivia. Cuando éste subió al escenario con su Vicepresidente, Alvaro García Linera, la multitud comenzó a corear el nombre de Evo. La prima de un amigo de Santiago, una adolescente de flequillo, dijo: "Cómo lo aplauden a ese radical. El que debería ser presidente es el que está a su lado, tan simpático". Santiago la miró y le dijo: "Te recuerdo que el radical, el guerrillero, el terrorista, es el simpático y no el otro".
Alvaro García Linera es una de las figuras más complejas de la política y la intelectualidad bolivianas. Su presencia en el binomio presidencial del MAS sirvió para tranquilizar a la clase media. Su discurso moderado, el hecho de que durante la campaña llevar siempre traje y corbata, hacían que mucha gente dijera: "Es uno de los nuestros". Para los preocupados por Evo, importaba más la tez blanca de García Linera que su pasado guerrillero. Se decía: "Evo aporta con su carisma, pero por suerte los hilos los maneja Alvaro". Está claro hoy que Evo es más independiente de García Linera de lo que muchos quisieran, y que para las elecciones hubo una estrategia para vender la idea de que el grupo intelectual del MAS era el que tomaba las decisiones claves. Pero también es cierto que García Linera fue una pieza clave del triunfo del MAS.
Su llegada al Palacio Quemado tampoco fue indiferente para el gobierno chileno. Si el Presidente Ricardo Lagos viajó el pasado domingo al cambio de mando en La Paz fue en gran medida debido a la influencia de García Linera. Desde noviembre, cuando ya era muy probable que ganara las elecciones, el gobierno del presidente de transición, Eduardo Rodríguez, dio inicio a una serie de diálogos con Morales y especialmente su vicepresidente para detallarles los avances que había logrado con Lagos y defender su tesis de que había que continuar con la llamada "agenda sin exclusiones" y abandonar la rígida e incoducente apuesta del renunciado Carlos Mesa por supeditar toda la relación bilateral a la solución de la mediterraneidad. En esos encuentros secretos Evo no se mostró muy convencido, pero García Linera percibió la oportunidad. A comienzos de enero, un asesor de Rodríguez contactó a Cristián Barros, el subsecretario de Relaciones Exteriores chileno, y le dijo: "García es su hombre" (ver nota secundaria).
Familia de terratenientes
Alvaro García Linera nació el 19 de octubre de 1962 en Cochabamba. Sus padres provenían de familias latifundistas; la madre, Mary, recuerda que sus propiedades en Toco llegaban hasta un tercer cerro que ella no podía ver a la distancia. Mary, descendiente directa de uno de los primeros gobernadores de Cochabamba, Francisco de Rivero, recuerda que éste recibió del Rey de España, como premio a sus servicios, una extensión de terreno que equivaliera a todo lo que él pudiera recorrer en caballo en un día. La familia perdió gran parte de esas tierras durante la revolución del 52.
Esa forma de vida se fue acabando a fines de los años 50. Cuando nació Alvaro, el menor de cuatro hermanos, ya la familia de clase alta se había convertido en una de clase media. Los padres debieron comenzar a trabajar por primera vez en sus vidas. Se divorciaron en 1962, y el padre, Raúl, se fue a vivir a La Paz y no influyó en la educación de su hijo.
Los hermanos recuerdan a García Linera como un chico travieso al que le gustaba jugar con dinky toys y ensamblar durante horas aviones Revell en miniatura. Le gustaba acumular canicas, dinero, etc. y esa tendencia a la acumulación ha continuado en su obsesión con los libros: cuando visita la librería Yachayhuasi, en La Paz, no se va sin una pila de ellos. Durante la adolescencia era, al igual que Evo, un buen futbolista; jugaba en la defensa y le decían Villalón, en honor a un futbolista chileno que defendía los colores del Wilsterman, el principal equipo de Cochabamba. Leía revistas de historietas argentinas y le gustaba la música de Pink Floyd. Salía con chicas, aunque no era un mujeriego -"le gustaban las rubias, como las cantantes de ABBA", recuerda su hermano Mauricio- y a los 15 años comenzaron a aparecerle las canas que hoy lo distinguen.
Comenzó a leer libros serios a los 13 años: Engels y Kant. A los 15, a la socióloga marxista chilena Martha Harnecker y los tres tomos de El Capital. Su madre debía separar un presupuesto para comprarle libros. En el colegio San Agustín -católico, privado, el mejor de Cochabamba-, comenzó a escribir para una revista, La Kantuta, que se publicaba tres veces al año y en la que junto a su amigo Rodrigo Ibáñez escribían ensayos que -según su hermana- "sólo ellos entendían".
Alvaro se distinguió en el colegio como un apasionado por las matemáticas. A los 17 años se fue a estudiar matemáticas a la Unam, en México. Allí conoció a Raquel Gutiérrez, una mexicana de familia muy adinerada que estudiaba lo mismo. Ella estaba fascinada por ese boliviano con pinta de hippie e ideas comunistas que no iban mucho con sus modales tan finos y la forma pulcra con la que agarraba los cubiertos durante las comidas. Se casaron y luego se fueron a vivir a Bolivia. La segunda mitad de los 80, sin un trabajo fijo, vivieron gracias al dinero de Raquel y comenzaron a poner a la práctica sus ideas de izquierda. Se involucraron con las federaciones de mineros y campesinos, escribieron las tesis de los congresos de mineros y los movimientos obreros, hicieron circular sus textos mimeografiados.
Guerrilla y prisión
En 1990 ambos ingresaron al EGTK (Ejército Guerrillero Túpac Katari), fundado por el líder aimara Felipe Quispe con un discurso de reivindicación indígena y el objetivo de tomar el poder por las armas. El EGTK fue el principal grupo guerrillero en Bolivia desde la época del Che Guevara. Y si bien incluía a una pequeña fracción de gente de la clase media, la gran mayoría de sus miembros eran indígenas. En 1992, los principales dirigentes, incluidos Quispe, Alvaro, dos de sus hermanos y su esposa Raquel fueron detenidos y encarcelados. Mauricio -un médico que nada tenía que ver con el grupo armado y que en los años siguientes estudiaría neurología en Chile- fue liberado después de 14 meses. Los demás se quedaron en la cárcel hasta 1997, cuando salieron en libertad bajo fianza.
El EGTK fue responsable de volar torres de alta tensión, pero nunca llegó a probarse la acusación de haber asaltado una remesa de 500 mil dólares destinada al pago de sueldos en la Universidad de San Simón.
Gallito con Chávez
En la cárcel de Chonchocoro, García escribió tres libros y se convirtió en sociólogo autodidacta (ha enseñado en varias universidades de Europa). Cuando salió libre, se fue convirtiendo poco a poco en un analista influyente y crítico del modelo neoliberal. El 2001 se separó de Raquel Gutiérrez y se volvió muy conocido por su participación en "El Pentágono", un programa televisivo de análisis político. Durante todos esos años apoyó el proyecto radical de Felipe Quispe, que había fundado el MIP (Movimiento Indio Pachakuti). Por eso, fue una gran sorpresa que para las elecciones del 2005 aceptara la oferta de ser el Vicepresidente de Evo Morales, un líder aimara más conocido por sus métodos sindicales de lucha y su defensa de los productores de coca que por una postura de reivindicación indígena. Sin embargo, si se leen sus últimos libros, la sorpresa no es tanta. En La lucha por el poder en Bolivia, un ensayo publicado el 2005, García Linera sugiere que la estrategia necesaria para que los movimientos sociales lleguen al poder es la de superar su "localismo" y convertirse en "un referente nacional de unidad campo-ciudad, de indígenas y no indígenas, capaz de generar una sólida estructura que brinde certidumbre de reunificación de la sociedad en torno a un liderazgo indígena". También hablaba de que la hegemonía política sólo podría lograrse a través de "una unidad de los más importantes movimientos sociales del país, tanto radicales como moderados, y una política de alianzas flexible, capaz de articular en torno al núcleo indígena a sectores urbanos, populares y de clase media". Quienes pensaron en García Linera como acompañante de fórmula de Evo parecen haber leído esos textos.
García Linera es un raro político de izquierda, alguien que se siente más cómodo admirando a Bordieu y a Gramsci que a Fidel, al Che o a Chávez. Algo de eso dejaron entrever las fotos de la toma de posesión de Evo, que lo mostraron disgustado cuando, para saludar a la multitud, Chávez se instaló en el centro del balcón presidencial del Palacio Quemado y abrazó a Evo como si fuera su muchacho.
Se ha dicho insistentemente que el proyecto socialista de Morales, apuntalado por las ambiciones continentales de Hugo Chávez, se halla atemperado por la visión de García Linera, consciente de que lo que se necesita antes que todo es un capitalismo maduro. Se podría decir, de manera algo esquemática, que el ganador de la pulseada entre Chávez y García Linera por influir en la cabeza y el corazón de Evo será quien tenga más posibilidades de marcar el rumbo del país en los próximos años.
La trama secreta de los guiños a Chile
"En el marco de la hermandad y la vecindad, le hacemos una invitación pública al Presidente Ricardo Lagos para que asista el 22 de enero a la transmisión de mando". Con esa inesperada invitación formulada el pasado 11 de enero, el aún presidente electo de Bolivia, Evo Morales, dio la señal que La Moneda esperaba hace semanas. Tras la victoria de Morales, Lagos lo llamó cinco veces para tratar de felicitarlo, pero no obtuvo respuesta. Esa tensión inicial había puesto en duda el éxito de una serie de negociaciones secretas para aproximarse a las nuevas autoridades de La Paz. Pero cuando el optimismo decaía y La Moneda ya preparaba una delegación de segundo nivel para enviar a la toma de posesión, el gesto de Morales volvió a alimentar las expectativas.
Si Lagos fue a La Paz, donde Morales lo llamó "mi amigo", lo invitó a su casa y lo elogió en su discurso inaugural, fue en gran parte gracias al esfuerzo del ex Presidente boliviano Eduardo Rodríguez y a la sorpresiva disposición al diálogo que mostró el vicepresidente electo, Alvaro García Lineros.
En noviembre del año pasado, el canciller chileno Ignacio Walker admitió que en el último mes y medio se habían producido cuatro reuniones entre Lagos y Rodríguez, en Nueva York, Brasilia, Salamanca y Mar del Plata, y que se estaba avanzando en una agenda bilateral "sin exclusiones". Fuentes consultadas en el ahora ex gobierno boliviano señalaron a La Tercera que el Palacio Quemado "tenía claro que la política de Carlos Mesa de condicionar toda la agenda al tema del mar había sido inútil", y que se podía avanzar en otros temas sin renunciar a la demanda marítima, como Rodríguez hizo con el acuerdo de libre comercio. El problema era qué haría Evo. ¿Volvería a endurecer su discurso?
Tras el apabullante triunfo de Morales, el pasado 18 de diciembre, el gobierno de Rodríguez inició una serie de reuniones de transición -fueron más de media docena- con el abanderado del MAS y su compañero de fórmula, García Linera. "Hubo horas de reuniones con ellos para que no desandaran el camino en lo relativo a Chile", afirma un estrecho colaborador del ex presidente Rodríguez. "Encontramos más receptibilidad en García Linera. Evo es muy reservado, de pocas palabras", afirma.
"A García Linera le parecía útil lo creado por Rodríguez. Pensaba que no había que cortarlo", dice. Seguros de que ya tenían un aliado, el gobierno de Rodríguez le aconsejó al vicecanciller chileno Cristián Barros que su "interlocutor" fuese García Linera. En tanto, Morales comenzó a abandonar repentinamente su postura agresiva hacia Chile.
"Para nosotros era vital que Lagos estuviera en Bolivia", admite otro miembro del gobierno saliente, "pero sinceramente no esperábamos que viniera". Mientras en paralelo Rodríguez enviaba mensajes para que La Moneda "mostrara apertura", hablaba con Morales y García Linera y los instaba a contactarse con Lagos -hasta le pasaron los teléfonos del gobernante- y comprometer su asistencia al cambio de mando.
Finalmente, el 10 de enero, García Linera fue el primero en hacer pública la invitación a Lagos. Morales ya había comenzado su acercamiento con La Moneda. El 6 de enero, durante su gira a Francia, dijo que no usaría el gas "como un arma" de negociación respecto de la demanda marítima. "Con Chile somos vecinos, hermanos; los problemas pendientes tienen que resolverse en el marco del diálogo".
Claramente Morales ya no era el mismo que a fines de 2003 proponía efectuar un boicot comercial a los productos chilenos por la negativa de Santiago a dar a Bolivia un acceso al Pacífico. Ahora afirmaba que ambos países son "dos hermanos, dos países vecinos", y los hermanos "no podemos seguir eternamente viviendo en enemistad".
¿Cuánto durará esta "fraternidad"? Un personero boliviano que trabajó en las relaciones con Chile por varios años afirma que dependerá de los resultados que la diplomacia consiga, y que la sociedad boliviana tarde o temprano reclamará. La ventaja, dice, es que la luna de miel de Evo, gracias a su amplia victoria, será más larga que la de sus antecesores.



"CAMBIAZO" BOLIVIANO SACUDE AL MERCOSUR

El domingo pasado se produjo la toma de posesión del primer presidente indio de Bolivia (y probablemente uno de los primeros en esta parte del continente): el aimara Evo Morales. El evento, que tuvo una amplia cobertura mediática, en sí mismo parecía que iba a tener las mismas características protocolares y hasta aburridas de otros traspasos de mando, que se volvieron comunes en la región (Claro, siempre es mejor ese aburrimiento que el repiqueteo de las ametralladoras que típicamente precedían a los cambios de gobierno hasta hace muy poco tiempo en América Latina).

La Nación de Paraguay (www.lanacion.com.py)

Sin embargo, el evento fue muy rico en cuanto a transmisión de mensajes y simbolismos expresados en forma directa o no, o bien a través de la omisión o del silencio. En su largo discurso no leído, el presidente Evo Morales utilizó todas estas argucias para transmitir al pueblo boliviano en primer lugar, y al mundo, sobre todo a los países de la región, cuáles serían los ejes de su política.
En lo que respecta a la política interna boliviana rescató valores ancestrales de 500 años atrás y se encargó de fustigar con insistencia a la clase política boliviana (que el año pasado lo echó de su banca de diputado) acusándola tanto por la ausencia de políticas básicas de atención al pueblo indígena como por actitudes discriminatorias hacia el mismo. El montaje parecía perfecto, cuando Evo Morales fustigaba a la clase política boliviana, inmediatamente las cámaras enfocaban el balcón donde estaban ubicados ex presidentes bolivianos.
Frente a dicho balcón estaban los presidentes latinoamericanos y delegaciones extranjeras. Pero existía un balcón, que podríamos decir el central (como en el cuadro 'La última cena' de Da Vinci), en el cual, fueron ubicados los presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay y Perú. Cuando Morales hacía referencia a las relaciones internacionales o a Latinoamérica por lo general las cámaras se centraban en ese balcón.
En varios pasajes de su discurso, Evo Morales hizo referencia al periodo de la conquista y colonización española y, en ese instante, era la figura del Príncipe de Asturias la que aparecía. Claro, en algún momento agradeció las preocupaciones sobre su estado de salud de la Reina de España.
Se dirigió además con tono de simpatía hacia Lula da Silva, bromeó comparando su nariz con la de Kirchner, en repetidas ocasiones hizo referencia a Chávez y Fidel. Dio un saludo especial a Toledo, el presidente peruano ubicado a la izquierda del presidente paraguayo. Lagos, quien parecía el "invitado de piedra" del evento fue recibido esa misma mañana antes de la ceremonia por el flamante presidente boliviano, quien además comprometió su presencia próximamente en Santiago. El delegado norteamericano también fue recibido previamente y reafirmada la política de "sí a la coca, pero cero a la cocaína".
Un momento trascendente del discurso estuvo al final cuando expresó la necesidad de estrechar lazos de cooperación con los países vecinos. Nueva referencia a Kirchner y Lula relacionados al financiamiento y conclusión de tramos ruteros con las respectivas fronteras y una alusión a que no se deje aislada a Bolivia del gigantesco proyecto de gasoducto continental Venezuela, Brasil, Argentina.
En más de dos horas de discurso, el Presidente paraguayo, ubicado en una posición estratégica, no recibió el más mínimo gesto del flamante presidente boliviano y, que sepamos, no estuvo entre los recibidos antes del acto. ¿Fue esto un olvido, una falla de protocolo, o es la manifestación de un nuevo temperamento hacia las relaciones con Paraguay? ¿Acaso hoy el Paraguay no está extendiendo el asfaltado de la Transchaco hasta la frontera con Bolivia? En todo caso, ¿qué es lo que falló?
No debemos engañarnos. Detrás de los gestos -la omisión o el silencio lo son- se encuentran los intereses económicos y geopolíticos en cualquier parte del mundo. Evo Morales ha demostrado tener gran capacidad en este arte.
Evidentemente, Néstor Kirchner retornó tranquilo en su "Tango 1" al término del evento. La Argentina, fuertemente dependiente del bombeo de gas boliviano puso "una pica en Flandes" en las negociaciones que se avecinan respecto a los nuevos precios de esta materia prima que, necesariamente, se va a encarecer. El presidente boliviano al respecto fue bien claro. Bolivia por su lado tiene una comunidad boliviana bastante extensa en el Gran Buenos Aires. La mesa de negociaciones está abierta, hay temas de qué aferrase de ambos lados.
Por el lado del Brasil ni qué decir. ¿Acaso el presidente de Petrobras meses atrás no expresaba públicamente que más del 50% del consumo diario de gas provenía de Bolivia, donde la empresa estatal había efectuado fuertes inversiones? La nacionalización del gas y el petróleo, señalada enfáticamente por el presidente boliviano, pone en jaque a un país que requiere imperiosamente del gas natural para garantizar un crecimiento sostenido de su economía en los próximos diez años. Justamente, los anuncios de nacionalización de Evo Morales, hechos mucho antes de llegar a la presidencia, dieron origen al proyecto de gasoducto continental a ser implementado por Venezuela, Brasil y Argentina. Evo Morales acusó "recibo" del golpe, de ahí su ruego "…que Bolivia no quede afuera del gasoducto".
Surge por lo tanto la interrogante, ¿dónde están los intereses del Paraguay? ¿Acaso no es vital para este país la interconexión con el Pacífico que ha quedado trunca desde el tiempo de los Conquistadores? La extensión del asfaltado hasta la frontera con Bolivia en curso de ejecución, justamente apunta a eso.
En los últimos diez años se logró un cambio importante en el relacionamiento de Paraguay y Bolivia, se trazaron planes y proyectos. Hubo un acercamiento con la clase política boliviana; desde el colapso del régimen autocrático paraguayo todos los presidentes bolivianos visitaron Asunción. Claro, el "cambiazo" boliviano, que dejó solo al 10% de los legisladores del período anterior, representa un duro golpe a la clase política tradicional de ese país. Esto supone que las relaciones paraguayo-bolivianas deberán ser reconstruidas.
Buena tarea para Relaciones Exteriores, dirán algunos. El problema es que la reconstitución de relaciones implica un relacionamiento estrecho entre clases políticas y el Partido Colorado -dominante en el país- que es quizás el partido más "autista" del continente. Me ha tocado la oportunidad de encontrarme con gente del PRI mexicano en reuniones de la Internacional Socialista, quienes también asisten a la Internacional Liberal. En ninguno de los grandes foros políticos internacionales existe una representación del partido de gobierno paraguayo, que parece centrar su atención de este género únicamente en Taiwán. Para colmo, habrá que soportar hasta el final de la interna partidaria para ver si alguien reacciona.



Editorial:

ABASTECIMIENTO DE GAS

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

Los gobiernos de Venezuela, Argentina y Brasil están planeando la construcción de un gasoducto gigante que llevaría gas natural de Venezuela a los dos países demandantes. El Presidente Chávez invitó a Bolivia a participar, el cual ha aceptado el desafío. Se trata de un proyecto gigantesco, al lado del cual empequeñecen los demás gasoductos latinoamericanos, planeados o construidos. El proyecto tendría una longitud de 8.000 kilómetros y costaría unos 20.000 millones de dólares, aunque dado que tendrá que cruzar una compleja geografía, su costo final bien podría ser aún mayor al proyectado.
Esta iniciativa tiene similitudes con el proyecto de anillo gasífero impulsado por Chile para traer gas desde Perú hacia nuestro país, Argentina y Brasil. Sin embargo, entre ambos hay una diferencia fundamental: tanto Bolivia como Venezuela tienen las mayores reservas del continente, a diferencia de Perú, que de acuerdo con declaraciones de su gobierno dispone sólo de gas para responder a sus contratos actuales con el extranjero y al crecimiento de su demanda interna. Más aún, una de las preocupaciones de Bolivia es que la competencia con el gas venezolano puede quitarle mercados para sus propias reservas.
El megaducto, al resolver los problemas de provisión de gas natural de Argentina, ayudaría a paliar las dificultades que enfrentamos como importadores de gas desde el país trasandino, por lo que sería indirectamente beneficioso para Chile, aun sin estar incluidos en forma directa en el programa. Se trata, por lo tanto, de un proyecto atractivo para sus participantes.
Pero el megaducto enfrenta formidables dificultades. En primer lugar, las relacionadas con su construcción, dadas las distancias y la orografía. Enfrentará, asimismo, controversias medioambientales que pueden tornarse muy difíciles, como se ha observado en otros proyectos de este tipo.
El tema del financiamiento del megaducto también puede ser una materia compleja, tanto por su magnitud como por la poca confianza que tienen los inversionistas internacionales en Venezuela y Argentina. No hay que olvidar que estos agentes ya han sido afectados en distintas formas: el no pago de deudas, cambios en las reglas de explotación del petróleo venezolano, imposición de tarifas que causan pérdidas y fijaciones de precios arbitrarias. Por último, existen los riesgos políticos, los que están más presentes después de la experiencia del gas ucraniano. En efecto, los países consumidores están a merced de la nación productora, y en el caso del gobierno venezolano, el riesgo político es un factor que debe tenerse en cuenta. Con todo, se trata de un proyecto beneficioso para todas las partes, que conseguiría resolver o mitigar los problemas de suministro de gas de Argentina y Brasil, y por extensión los de Chile.



Opinión:

LA CONSTITUYENTE EN BOLIVIA

El desafío consistiría en corregir el modo de vinculación entre políticos y electores.

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

Una de las tareas de la Asamblea Constituyente convocada para mediados de año en Bolivia será "cambiar el Estado colonial". La expresión no sólo enfatiza la necesidad de revertir el carácter patéticamente dependiente del Estado, sino sobreentiende también la erradicación de un "sistema opresivo y excluyente" (según el plan de gobierno del partido oficialista MAS), que supone la permanencia de estructuras de dominación sobre los "indígenas". Este último punto merece discusión.
Afirmar la vigencia de estas estructuras de dominación estatales equivale a pasar por alto las importantes señales de "descolonización interna", que se fueron dando a partir de la revolución de 1952. Es olvidar la presencia de los sectores más postergados en el Estado post-revolucionario mediante el cogobierno de la Central Obrera Boliviana con el Movimiento Nacionalista Revolucionario o la presencia en el Congreso de 1956 de 7 a 8 parlamentarios indígenas.
Es desconocer que estos cambios se afianzaron desde el retorno a un régimen constitucional con la llegada al Parlamento en 1989 de la primera chola o con la elección del primer vicepresidente de origen aimara en 1993.
Como fruto de este proceso, en la presidencial de 2002 los sectores campesinos adquieren una representación inédita en el Congreso. Junto con el Movimiento Indio Pachakuti, el segundo partido que habla a nombre de los "indígenas", el partido de Evo Morales logra la elección de 41 parlamentarios. El 27% del Congreso se vuelve así representativo de una Bolivia multicultural y plurilingüe.
Por último, antes de las elecciones municipales de 2004, una enmienda a la ley electoral ofrece la posibilidad a grupos ciudadanos y pueblos indígenas de presentar candidaturas independientes de los partidos, lo que abre el juego político a más de 400 agrupaciones. Sin negar la existencia del racismo, ni del fenómeno de interiorización de la dominación, estos hitos muestran que el sistema político boliviano tiene poco que ver con el "sistema opresivo y excluyente" que denuncia el MAS. Recuerdan, más bien, que esta democratización progresiva de la representación -que buscó paliar la pérdida de confianza en las instituciones- debe mucho a las reformas intensivas del sistema electoral realizadas en los '90, que favorecieron el recambio legislativo.
Mientras Bolivia se encamina hacia una "refundación", el problema no parece situarse en trabas a la representación de algún segmento social; menos aún con la abrumadora victoria de Evo Morales. Radica más bien en prácticas muy arraigadas de clientelismo, nepotismo, caudillismo y coerción, no sólo presentes en la cúspide del Estado sino en todos los estamentos de la vida política -con intensidad variable -, al punto de chocar con medidas a veces muy favorables a la extensión de la participación de indígenas y campesinos en los asuntos públicos, como fue la Ley de Participación Popular (1994).
El verdadero desafío consistiría, por lo tanto, en corregir el modo de vinculación entre los políticos y sus electores (e inversamente), al mismo tiempo que el modo de ejercicio del mandato. Stéphanie Alenda



Análisis:

ARGENTINA Y BRASIL DEBEN SER SOLIDARIOS CON EL CAMBIO EN BOLIVIA

Los países mayores deben asumir su responsabilidad, impulsar políticas constructivas y no dejarse tentar por la lógica del mercado, que asegura beneficios efímeros y para muy pocos. El éxito de Bolivia será el de la región.

El Clarín de Argentina (www.servicios.clarin.com)

Al votar masivamente por Evo Morales los bolivianos marcaron un punto de inflexión en su historia. El hecho de que un representante de la mayoría de la población de Bolivia alcance el máximo cargo político a través de elecciones ejemplares refleja el firme avance del proceso de democratización que se inició en la década de los 80 en nuestro país y se expandió por toda América del Sur.
El pueblo indígena en Bolivia y en otros países de América fue por muchos años discriminado y sometido a una situación neocolonial en la cual era tratado como extranjero en su propia tierra. Esta cruel discriminación se realizó en el campo cultural, político, económico y social. En ese contexto debemos ser conscientes de que lo ocurrido en Bolivia en muchos sentidos se asemeja a lo acontecido en Sudáfrica con Mandela.
El nuevo gobierno de Bolivia deberá enfrentar desafíos extraordinarios en todos los terrenos. El país no está integrado en lo cultural, donde una elite minoritaria intentó por siglos imponer su identidad a la mayoría de la población. También sufre fuertes diferencias regionales y tensiones secesionistas derivadas de una dispar asignación de la riqueza. Es potencialmente rico por sus recursos naturales, pero no cuenta ni con un tejido industrial-tecnológico, ni con una infraestructura básica que garantice su desarrollo.
Su estructura productiva es claramente dual, con un sector exportador ligado a la economía regional o global y el resto, fuera del sistema. Como lo señaló el presidente Morales, "Bolivia está sentada sobre un mar de gas y los bolivianos no tienen acceso al gas".
Las disparidades socioeconómicas y socioculturales son brutales y expresan fuertes contrastes. La indispensable incorporación de la mayoría al control de los resortes de gobierno demandará el tiempo necesario para la calificación de los cuadros que puedan asegurar una eficaz gestión. El cultivo de la coca reemplaza muchas veces cultivos menos rentables y coloca al país en el centro de las desestabilizadoras tensiones que genera el narcotráfico. El reclamo de una salida al mar genera tensiones con Chile que deben resolverse.
Debemos tener presente que la seguridad y prosperidad del Cono Sur se verá en gran medida afectada si se obstaculiza el proceso de democratización que encarna en Bolivia el gobierno del presidente Evo Morales. En ese marco cabe preguntarse qué podemos hacer para contribuir al éxito de su gestión.
La situación exige un claro y verdadero apoyo de los países mayores de la región (Argentina y Brasil), no sólo por solidaridad sino porque intereses vitales serían amenazados ante un fracaso del proceso boliviano. Debemos ser conscientes de que la mera integración de Bolivia al Mercosur no resulta una solución para dicho país a la luz de las evidentes deficiencias de dicho sistema de integración. Cabe recordar que el proceso de integración regional que se inició en 1985 entre Argentina y Brasil perdió el rumbo orientador político original en 1991 para transformarse conforme a la lógica neoliberal predominante en los años 90 en un mercado, un trampolín para la inserción competitiva en la economía globalizada. Todos vimos las consecuencias devastadoras de llevar de manera acrítica hasta sus últimas consecuencias esta línea de pensamiento neoliberal.
El desafío de la ampliación del Mercosur y la eventual incorporación de Bolivia debiera hacernos reflexionar sobre la actual concepción de nuestro esquema de integración y llevar a cuestionarnos si es realmente capaz, conforme a su actual estructura, de asegurar un desarrollo sustentable y equilibrado en la región y favorecer una justa distribución de la riqueza.
Mi opinión es que el proceso de integración tal cual fue concebido en la década de los 80 en Iguazú favoreció la constitución de una zona de paz y la eliminación de las hipótesis de conflicto, la expansión de la democracia y de los derechos humanos; fortaleció la cohesión interna de la región y su capacidad de negociación externa. Pero su posterior transformación en el Mercosur, en 1991, al debilitar su concepción política, hizo al bloque mucho más vulnerable a los vaivenes de la coyuntura económica.Es evidente que Bolivia no puede integrarse de manera abrupta al mercado regional y que requiere una etapa de transición que asegure y proteja frágiles industrias incipientes. El Mercosur no debe atarse a definiciones economicistas sino que debe estar guiado claramente por objetivos políticos, como brindar mecanismos con la necesaria flexibilidad para permitir el desarrollo económico de Bolivia y otros socios menores. Los países mayores de la región deben asumir su responsabilidad, impulsar políticas constructivas y solidarias y no dejarse tentar por la lógica del poder o del mercado, que generalmente asegura beneficios efímeros y para muy pocos. Tenemos que comprender que el éxito de Bolivia ayudará al éxito de la región.
Asimismo, la situación de Bolivia debería hacernos centrar nuestra atención sobre otro problema que afecta a todos los países de la región sin distinción: la brecha social, consecuencia de una pésima distribución de la riqueza, la más desequilibrada del mundo. La historia ha demostrado que el crecimiento económico que no es acompañado por una buena distribución de la riqueza no es sostenible en el tiempo. Los recientes acuerdos entre Argentina y Brasil parecieran ir en la buena dirección al recuperar el Mercosur su hilo conductor político y generar mecanismos que otorgan mayor flexibilidad. Equilibrar los costos y beneficios entre los países miembros es un paso en la buena dirección, pero no se debe perder de vista que para que ello sea posible es imprescindible equilibrar los costos y beneficios dentro de nuestras propias sociedades.
Digamos de paso que esa flexibilización no puede ser permanente. Pensemos que Brasil tiene un dólar alrededor de 2,20, mientras que en Argentina se cotiza a 3. Sin embargo, la balanza comercial sigue siendo favorable a Brasil, lo que expresa la necesidad de modernizar nuestra producción industrial, para lo cual son necesarios incentivos que deben encontrarse rápidamente. Por otra parte, cada vez se hace más evidente que los socios mayores del Mercosur deberían ayudar a la industrialización de los socios menores.Un tema singularmente importante es el del gas. Tanto Brasil como Argentina son fuertes compradores que tendrán que asumir la necesidad de pagarlo más caro. Por otra parte, deberíamos dejar de delirar con el disparate de tender un gasoducto desde Venezuela a un costo cercano a los veinte mil millones de dólares. Si Venezuela regalara el gas, llegaría a nuestro país, por costo de transporte nada más, al doble del precio que hoy paga la industria y cuatro veces más caro que el precio actual de importación del gas boliviano. El gasoducto que hay que hacer es el que nace en Bolivia.
La elección de Evo Morales debe llenar de alegría y esperanza a todos los demócratas de América del Sur; constituye un paso significativo en un proceso que puede conducir a una profunda transformación de Bolivia y —tal vez— de toda la región. Argentina y Brasil deben ser solidarios con ese proceso de transformación.


Analisis:

LA LECCIÓN DE EVO

Nos hallamos ante una oportunidad histórica y Michelle Bachelet, que ha hecho hincapié en el tema de los pueblos originarios, puede hacer mucho en esta dirección.

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

Aunque Esther Morales, la hermana de Evo, aceptó ser la Primera Dama de Bolivia, aclaró de inmediato que no por eso iba a dejar de trabajar en su pequeño puesto de comestibles. Esto es grandeza. Uno entiende que sea noticia en una época en que la siutiquería parece el distintivo de la vida política. Por otra parte, su hermano, aunque ha moderado su discurso, no ha estado dispuesto a disfrazarse de europeo y ha acudido a los actos de entronización vestido de una manera digna, pero autóctona. Este proceder responde también a un instinto de supervivencia: un indio vestido de europeo se ve mal. Y también al revés. La ropa es el resultado de una lenta evolución (o involución, a veces) y un mínimo sentido del ridículo ahorra muchos problemas. Bien por los Morales.
Estos hechos van más allá de la anécdota. La Ilustración del siglo XVIII tuvo entre sus características el presentar un modelo de hombre mucho más estrecho que el que proponían otros estilos culturales, como por ejemplo el barroco. Para los ilustrados, el modelo de ser humano era el habitante de París, Londres o Berlín. Un hombre de maneras refinadas y espíritu racionalista, de tez blanca y amante de la ciencia. Este modelo se impuso a sangre y fuego durante el siglo XIX, en la llamada "pacificación" de la Araucanía y marcó toda una cultura que pervive hasta hoy. Naturalmente, ante este ideal de ser humano, los indígenas quedaban en una situación de inferioridad. Debían ser "civilizados", cuando no exterminados como una lacra social.
Cuando Evo se niega a aceptar los cánones propios de un Presidente occidental, está apuntando a algo muy profundo. No se trata de burlarse de las formas, que en toda cultura son muy importantes, sino de reconocer que las europeas no son las únicas ni necesariamente las mejores.
Lamentablemente, aunque este artículo pudiera parecer un conjunto de loas a Evo Morales y los suyos, no lo es. Sucede que las cosas son un poco más complejas de cómo parece imaginarlas este nuevo Presidente. De partida, su indigenismo está entremezclado con fuertes dosis de socialismo y otras posturas ideológicas que no son precisamente autóctonas. Además, la sociedad que debe gobernar tiene problemas muy serios de salud, vivienda y educación, que no se solucionan invocando a los dioses de los antepasados. Una cosa es que no se acepte el modelo racionalista y otra muy distinta es que se renuncie a las armas de la racionalidad. Las miradas de admiración de cierta prensa internacional corresponden a las del turista de un espectáculo exótico más que al reconocimiento de un proyecto capaz de solucionar los graves problemas que afectan a nuestros países.
¿Qué lecciones se pueden sacar para Chile de todo esto? Hay una muy inmediata: nuestro país tiene una oportunidad única para resolver los problemas pendientes con Bolivia (supuesto que queramos reconocer que esos problemas existen y que merecen nuestra atención). Evo Morales es el interlocutor ideal, el único que si llega a un acuerdo no tendrá a un Evo Morales movilizando al país para desconocerlo. Parece conveniente aprovechar este momento, mientras mantenga popularidad.
Pero hay más. Durante décadas los chilenos hemos tratado de resolver los problemas de los mapuches; por ejemplo, el de la propiedad de su tierra, oscilando entre uno de dos extremos: unos piensan que hay que tratarlos como menores de edad, prohibiéndoles venderla a personas de otra etnia; otros quieren aplicarles simplemente las normas del derecho civil y tratarlos como si fuesen unos burgueses iguales al resto. ¿No habrá algunas alternativas más inteligentes, capaces de hacerles justicia sin ponerlos en un rincón de la sociedad, como una especie exótica y en peligro de extinción? Aquí nuevamente nos hallamos ante una oportunidad histórica y Michelle Bachelet, que ha hecho hincapié en el tema de los pueblos originarios, puede hacer mucho en esta dirección. No es fácil: supone no dejarse encasillar por los diversos esquemas ideológicos que, por años, han intentado dar respuestas simples a un problema que no lo es. Requerirá de tacto, prudencia e intuición, o sea, de ese liderazgo distinto, del que nos habló de manera tan persuasiva.



EL TRIUNFO DE EVO: VIAJE AL CORAZÓN DE BOLIVIA

Entre quienes lo votaron y quienes no lo votarían jamás, parece haber de todos modos un hilo común, el deseo de que Morales lleve a cabo una buena presidencia, la esperanza de un cambio. Las historias de los hombres y mujeres aquí retratados escriben la crónica de un país que quiere creer.

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

"Acá, en los cocales, todos votamos por Evo porque él fue el primero en hacer que nos respetaran. El fue cocalero antes de ser diputado, y ahora es Presidente. Confiamos en él y sabe que puede confiar en nosotros". El que habla es Luis Humerez. No es de aquí. Nació en el altiplano y llegó a la yunga -como llaman a este sector de Coroico- hace 25 años, luego de casarse. Desde ese momento, los cocales se convirtieron en su vida.
"Tengo plantaciones de hojas de coca. Son mi vida. Y es imposible que esta unión se rompa. Es la base de todo. Como persona, como familia, como boliviano. Estos cocales son como mi banco. De aquí sale el dinero para que mis hijos estudien Derecho en la universidad, en La Paz".
Humerez es parte del voto duro de Evo Morales, el núcleo que lo va a respaldar con más fuerza y el que está más orgulloso de que él haya llegado al poder. "Evo sabe que la hoja de coca es la base de Bolivia. Y sabe que si cosechamos café o frutas, nos vamos a empobrecer", señala.
Un boliviano más
Una mujer mayor se tapa la cara con las manos. A su lado, fuera de la foto, se encuentra su nieta, que la mira y hace lo mismo. Con sus manos más pequeñas intenta cubrir su rostro, pero no puede. Están sentadas en la entrada de una casa, en una calle lateral del pueblo de Coroico, que es una pequeña ciudad a 98 kilómetros de La Paz, unida a la capital por un inverosímil sendero de tierra y piedras al que llaman "el camino más peligroso del mundo": tiene una sola vía y siempre se recorre a través de precipicios; a lo lago de la ruta se ven las cruces que recuerdan a los muertos.
Ella, la señora de la foto, es gente de Evo. En 2001, cuando aún era un diputado y líder cocalero, Morales dio una entrevista a un diario de Cochabamba. Fue entonces que muchos lo conocieron y descubrieron que su historia era la de cualquier boliviano. "Mi papá es Dionisio Morales Choque, mi mamá María Mamani. Somos una familia de nacionalidad aymara. Somos siete hermanos, de los cuales vivimos sólo tres. Mis otros hermanos perdieron la vida de uno o dos años, éste es el término de vida que tienen las familias o los niños en las comunidades campesinas. Más de la mitad se muere y nosotros, qué suerte, nos salvamos tres de los siete".
Pese a cierta estabilidad económica -el PBI ha crecido a un 4 por ciento anual, las reservas internacionales netas del Banco Central Boliviano alcanzaron un nivel histórico de 174 millones de dólares durante 2005, los depósitos en moneda nacional se incrementaron en un 7,6 por ciento y la inflación de este año se elevó al 4,9 por ciento-, la estructura social y política de Bolivia está hecha pedazos. El desempleo se empina casi al 10 por ciento, desde 2003 se han sucedido tres Presidentes de la República y se han producido decenas de crisis políticas y cientos de bloqueos. Bolivia está más pobre y la distribución de su riqueza es la peor del continente, sobrepasa incluso a Brasil. Su clase política ha perdido toda valoración y credibilidad.
La mujer que se tapa la cara fue una de las personas que votó por Evo Morales porque ve en él la esperanza de un nuevo camino. Aunque no sea el mejor, muchos bolivianos, como ella, están dispuestos a confiar en él.
La huelga
Un día cualquiera. En Bolivia las huelgas se suceden tan comúnmente que parecieran ser un factor rutinario de protesta y no la herramienta final de presión. Hay tantas huelgas que en Bolivia ya no sorprenden. Pese a la situación, el contingente policial está feliz. Hoy estrena nuevo uniforme, más completo y seguro. Un casco de fibra de vidrio, chalecos antibalas, protectores tipo canilleras y coderas, además de escudos plásticos en caso de que les lancen piedras o bombas Molotov. Se los conoce como la Unidad Táctica de Operativos Policiales. "Está bonita la ropa", dice uno de ellos. "Vamos a estar más seguros".
A pocos metros, Jacqueline Rivas, de una organización de Cochabamba, explica: "Esta es una huelga que tiene que ver con las movilidades indocumentadas. Movilidades chutas". Se refiere a los vehículos que no están inscriptos y que, por lo mismo, no tienen permiso de circulación. La huelga enfrente del edificio Orón, donde vive el ministro de Hacienda, es el método para que el gobierno los escuche y les solucione el problema.
Jacqueline Silva habla con el resto de los huelguistas. Renga. Lanza panfletos y ordena los carteles dispuestos en la pared. A causa de la movilización, el tránsito se ha puesto más lento. Las bocinas dialogan entre sí. Pero todo parece estar relativamente tranquilo.
"Tenemos fe en Evo", explica Jacqueline. "Confiamos en que va a dar la cara, en que se va a sentar con nosotros a dialogar. Y vamos a tener acercamientos muy buenos. Lo veo más sincero y más honesto. Por eso es que mi voto fue para él".
Mientras tanto, y casi al llegar a una esquina, huelguistas y policías compran un plato de comida en un carrito. "Arroz y carne", dice uno de los policías. "Lo mismo quiero yo", ordena otro. Comen. Los huelguistas hablan de sus demandas y los uniformados, de su nuevo uniforme. "¡Nosotros tenemos confianza con este nuevo gobierno que comienza!", grita un hombre gordo en medio de la protesta. Los policías se miran y uno de ellos dice en voz baja: "Nosotros también".
Seis mujeres
Tres y tres mujeres. Unas están adentro del restaurante y las otras, afuera. Tres son universitarias y tienen el futuro prácticamente asegurado. Las demás, a pesar de ser tan niñas, saben que su destino será duro. Ninguna de las seis votó por Evo. Las mujeres se llaman Michelle, Denisse y María del Carmen. María, Ángela y Sonia. Tres y tres.
Dentro del restaurante: "Hay un apoyo, pero con algo de miedo. La gente está apostando al cambio", dice María del Carmen. "Nosotras votamos por Jorge Quiroga, pero estábamos subestimando mucho a Evo. Ahora que ha sido elegido con mayoría, tenemos que apoyarlo", agrega Michelle.
Afuera: "Cuidamos autos, pedimos. Venimos al barrio sur porque aquí hay dinero", cuenta María, de 13 años, la niña más alta. "Evo es de nosotros", dice ella. "Es pobre", repite María. Las tres niñas ríen a carcajadas. "¿Tiene dinero?, échelo al tarrito".
Adentro: "Esperamos que Evo se rodee de gente que sepa", opina Michelle. "Ese es el miedo que tenemos... que entregue ministerios y cargos a personas que no poseen la capacidad", apunta Denisse.
La discusión
Julio Salazar y Andrea Fernández beben roncola en un local de la zona más acomodada de la ciudad. Ambos estudian Economía en la Universidad Católica de La Paz. Hace más de un año que son novios. Se conocieron en la universidad y se enamoraron. Pero cuando comenzó la campaña para elegir Presidente de la República, el amor se congeló y las ideas dieron paso a la gran discusión. "No voté por Evo Morales. Lo hice por el ex Presidente Quiroga, el otro candidato", dice Julio, mientras toma un sorbo de ron. "Yo voté por Evo", afirma Andrea. "Y lo hice porque en realidad hacía falta un cambio. Siempre le tocó gobernar a una clase de gente. Y ahora, por derecho, les tocaba tener a uno de los suyos en el poder. Y si les va bien a ellos, nos irá bien a todos en el país".
Julio observa a su novia. Desde que empezó el tema presidencial, entre ellos hubo tantas tensiones como en la sociedad boliviana. Cada uno deseaba con todas sus ansias cambiar el voto del otro. ¿Será Evo Morales un hombre capacitado para gobernar un país? ¿Era Jorge Quiroga el mejor hombre para sentarse en el sillón presidencial boliviano? "Yo le decía a mi novia que Evo es un tipo sin educación. Alguien que no tiene un bachiller o un grado superior no puede ser Presidente. Sólo eso". "Es hora de que otra clase social gobierne. Es la democracia. Y es el momento de hacerlo", responde ella.
Ambos se miran a los ojos, se ríen. Quiroga obtuvo el 28,5 por ciento de los votos, mientras que Evo Morales alcanzó el 53, 7 por ciento. Mayoría absoluta.
"Lo cierto es que la elección pasó y nuestra relación está más relajada", dice Andrea. "Aunque hay que ver cómo se viene el futuro", explica Julio y añade: "Ojalá que las cosas mejoren, aunque no tengo mucha fe, la verdad". Andrea lo abraza. Hace chocar el vaso plástico de roncola con la botella de licor y dice: "Y si no le va bien, al menos estaremos juntos".
Detrás de la máscara
Un sol brillante rebota en el asfalto de La Paz. Un niño que cubre su rostro con una especie de gorro pasamontañas mira desde el suelo y repite algo que parece una plegaria: "lustro zapatos". El muchacho toma el cepillo. "Me ando tapando para evitar la polvareda y el olor del betún. Me protege, eso es lo importante. La gente que no conoce puede sentirse incómoda porque parecemos enmascarados. Pero no es así. Sólo nos cuidamos la cara del polvo, de la suciedad". El niño se llama Nelson y mira hacia arriba. "Páseme el otro zapato", ordena.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas boliviano, 165.040 niños de entre 7 y 14 años trabaja en este país. En cada cuadra del centro de la ciudad se puede ver al menos a un lustrabotas enmascarado. Los cepillos vuelan por sobre el cuero y la respiración de Nelson, a 3600 metros de altura.
"Espero que mi país cambie con el Presidente Evo. No tengo edad para votar, pero se siente una esperanza distinta en la gente", confiesa. Los zapatos brillan. Los ojos del lustrabotas, también. Mirada del empresario
Fito Ascarrunz, empresario, camina tranquilamente por una calle de zona sur de La Paz, el sector más acomodado de Bolivia. Es hora del almuerzo y se dirige a su amplia casa de dos pisos, color blanco y portón de madera negra. Se detiene en la esquina, saluda a dos vecinas e intercambian opiniones sobre el futuro del país. "Espero que le vaya bien a Evo Morales, pero, ¿qué se puede esperar de alguien a quien le falta estudio, que no tiene mucha educación?", dice.
Los pasos de Ascarrunz se hacen más cortos. A pesar de que la zona sur aglutina a la clase más acomodada del país, Guillermo Beckar Cortez, el candidato a diputado del MAS, obtuvo un 34 por ciento de la votación, lo que le sirvió para ser elegido por esta circunscripción.
El hombre mira con seriedad. "De la palmera al Rolls Royce, diría yo", sentencia, en alusión al Presidente electo. "Ojalá que le vaya bien, pero me siento preocupado por lo que va a hacer Evo. Le deseo lo mejor, pero es como darle a un mono una hoja de Gillette. Eso es lo que pienso de este nuevo Presidente". Y agrega: "Un consejo le doy a Evo: que no se pelee con el mundo. Que no se enfrente con Estados Unidos, no es bueno. También han estado hablando de golpes de estado. Creo que son payasadas de un pobre diablo como [Hugo] Chávez, un milico con traje tropical". Abre la puerta de su casa. El barrio sur está a 3200 metros de altura. No es tanto. En La Paz, mientras más alto uno se encuentre, más pobre es.



Opinión:

Apreciado Evo

EL Universal de Venezuela (www.opinion.eluniversal.com)

ANTES QUE NADA, señor Morales, felicitarlo por el reciente triunfo electoral que lo ha conducido a la presidencia de su país.
Pero más que las congratulaciones, las cuales extiendo a su esposa, hijos y demás deudos, le deseo una gestión exitosa, aunque en lo que se refiere a esto último, le debo una confesión: no simpatizo con su amigo, el señor Chávez. Sentimiento que asumo como recíproco, al tenor de algunas expresiones de éste último sobre este cronista, en entrevista que años atrás, le concedió a la profesora Colomina.
Sea como sea, presidente Morales, lo cierto es, que esa mala uva, compartida o no, me ha conducido a pecar, aunque sea nada más que con el pensamiento. Veamos: si al señor Chávez lo señalan de jugar o haber jugado al pico-pico-solorico con Tiro Fijo, Mono Jojoy, Mugabe, el "señor" De Goveia, Ceresole, El Chacal, Saddam Hussein, Mohamed Gadafi, Fujimori o con cierto testigo, con licencia para mentir, ahí estoy yo, otra vez, prejuiciado, echando pestes, aunque sea solo en mi fuero interno, de cualquier persona que se agregie al mencionado círculo de selectas amistades.
HASTA CON EL MAGALLANES ¿Es Evo Morales, otro hipotético pana del presidente de Venezuela?
Entonces, debe ser igual a los demás y en tal supuesto ¡que se jorobe! Ese es el primer pensamiento, que me toma por asalto. Me ocurre, también, con el Magallanes, cada vez que salta al terreno de juego. Todo por las presuntas preferencias deportivas de quien ahora miramos como su mentor. Pero ni el futuro de Bolivia es un partido de beisbol, ni sus amistades, respetables o no, señor Morales, lo hacen acreedor a que nadie desee su fracaso. Total, que recuperada la sindéresis en cuestión de décimas de segundo, porque los pensamientos negativos deben naufragar en el amor al prójimo, se lo ratifico de corazón: ojalá que el pueblo boliviano encuentre en usted, la redención que no halló en gobernantes anteriores, derechistas e izquierdistas. Sin entrar en más detalles, porque lo último que haremos es meter nuestras narices o nuestra verruga en los asuntos internos de una nación hermana y esto lo escribimos sin alusiones personales.
Establecido lo anterior, pasamos a las obras, porque los afectos sinceros, no se pueden quedar en los simples deseos.
LOS CONSEJOS. Días atrás, señor Morales, leía que inmediatamente después de su juramentación, suscribió varios convenios con la llamada Revolución Bolivariana.
Ahora bien, inmersos en la mencionada onda de simpatía hacia su gestión, nos permitimos las siguientes recomendaciones.
Se lo advertimos porque notamos en su colega en referencia, cierta tendencia al ninguneo, por no utilizar otro adjetivo de mayor tonelaje. Algo que en otros casos, le ha valido protestas del reputado Centro Weisenthal, de grupos feministas, de organizaciones de derechos humanos, por no mencionar los chistes malos, a costa de la pigmentación de uno de sus ministros, obligado a reírlos a colmillo pelado, lo mismo que unas desafortunadas chacotas, en las que dio por sentada la ignorancia de la señorita Condoleezza, por su sola condición de mujer, pero sobre todo, de negra.
¿Piches 30 millones de dólares de regalo para el "hermano" Evo? ¿Y a cuenta de qué, señor Morales? A la Argentina le ha entregado más de dos millardos de dólares, a Brasil, otro tanto, sin contar el "mono" de ocho millardos del también pana, Fidel Castro.
Con la apertura de una sucursal, en La Paz, del Banco Industrial, ocurre algo todavía peor ¡Gran cosota! ¡Una agencia de un instituto al borde de la insolvencia, que sólo en el segundo trimestre del año pasado, perdió 12 millardos! No me extrañaría que el banco en referencia al menor suyo, en lugar de un crédito, lo que le otorgue, sea un sablazo.
No me venga, presidente Evo, con que unos supuestos especialistas "en la materia" viajarán de Caracas a La Paz, a los efectos de apuntalar su Presidencia.
En Venezuela, nadie puede sacar un pasaporte en paz, porque las supuestas citas a través de la Internet, para obtenerlo, son un monumento a la inoperancia cibernética. Nuestra producción petrolera, se encuentra en su punto más bajo a causa de la incuria de los supuestos técnicos de la "nueva" Pdvsa y aquí llegamos adonde no queríamos llegar: nos referimos al presunto complot para enviarlo al otro mundo denunciado por el señor Chávez, quien de facto asumió funciones de garante de su vida. Dígales, presidente Evo, que esos supuestos asesores petroleros, identificación y seguridad, se los manden a Kichner, a Lula o a Rodríguez Zapatero. Que lo suyo, se lo den en efec tivo; que usted, será indio, pero no pendejo.




Opinión:

EVO Y OLLANTA

El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)

Evo Morales jura como el primer presidente indígena del país más amerindio. Ganó polarizando al país entre la izquierda anti-EEUU y una derecha dura pro-occidental.
El presidente venezolano al atacar a Alejandro Toledo y Lourdes Flores quiere un escenario similar en Perú. Con sus loas a Haya de la torre, él insinúa una alianza nacionalista Ollanta Humala-Alan García.
A diferencia del ex presidente boliviano Tuto Quiroga, cuyo partido fue fundado por un exdictador ultraderechista, Flores, quien atrae el que pudiese ser la primera presidenta peruana, es parte de una centroderecha democrática.
El APRA no se alió con otros nacionalistas que le compitieron (Belaunde o Velazco) y podría repetir la convergencia chilena entre socialdemócratas y socialcristianos.
La fuerza tras Evo fueron las huelgas que tumbaron dos presidentes en 2003 y 2005. En cambio los sindicatos peruanos están debilitados. Debido a esto, a su giro al centro y a Sendero la izquierda perdió atractivo.
Por eso la ola ‘antiimperialista’ no es encabezada por alguien tipo Hugo Blanco o Barrantes, sino por un ‘nuevo Velazco’: Ollanta, quien sabe que si se radicaliza movilizaría electores tradicionalmente apáticos pero teme con ello enajenar empresarios y posibles aliados de centro.
¿Se puede desinflar la llanta a Ollanta? Sí, si pierde su atractivo como antisistema o es visto como un nuevo posible Fujimori o Toledo.
¿Se puede desflorar Lourdes? Sí, si se corre mucho a la derecha y logra que Ollanta repita el cargamontón que en 1990 Fujimori hizo contra Vargas Llosa.
El partido más ligado al de Bachelet es el APRA. Alan podía sacar ventaja de ello y emerger mientras Lourdes y Ollanta se desgastan mutuamente. Si García no entrara a la segunda ronda los votos apristas podrían dirimir.



EL ‘EFECTO MORALES’ ES MOTIVO DE ANÁLISIS

El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com)

El arribo de Evo Morales al poder en Bolivia tiene una serie de lecturas. En la mayor parte de América Latina es tomada como una reivindicación de los indígenas, un sector que ha padecido un prolongada exclusión social.
Una señal en esa línea fue la designación de un gabinete de 16 secretarios de Estado, integrado por una mayoría de indígenas, con sólo dos ministros que no lo son. En el nuevo equipo de Morales destaca el aimara David Choquehuanca, el primer indígena que ocupa la Cartera de Relaciones Exteriores. El nuevo Canciller, un políglota, ha dado la pauta de la que será la relación con EE.UU.: “se sustentará sobre los pilares del respeto, la soberanía y autodeterminación de los pueblos”.
Asimismo, analistas consideran que la elección del primer Presidente indígena de Bolivia obliga a un cambio en la política exterior de Washington en la región.
La hora de la izquierda
El Foro Social Mundial (FSM), que se realiza en Caracas, es un buen termómetro para debatir el ‘efecto Evo Morales’, como parte del giro a la izquierda que ha dado la mayor parte de Sudamérica. Los últimos acontecimientos ocurridos en la región, como la asunción del boliviano Evo Morales, el triunfo de la socialista Michelle Bachelet en Chile y la consolidación de la revolución de Hugo Chávez en Venezuela, crean un momento de “esplendor” de la izquierda, según coinciden asistentes al foro.Ignacio Ramonet, director del semanario Le Monde Diplomatique, afirma que la llegada al poder de gobiernos progresistas en Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay o Chile arroja “uno de los momentos más interesantes en la historia en América Latina en los últimos dos siglos de historia”.
Ramonet, que atribuye a los fracasos de las políticas neoliberales el auge de la izquierda, reconoce que el perfil de esos gobiernos no es uniforme en la región.
Para Cándido Grzybowski, uno de los fundadores brasileños del Foro, no hay que alarmarse de este mosaico de las izquierdas.
El principal asesor del Presidente de Brasil y dirigente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Marcos Aurelio García, dice que experiencias como las de Lula o Chávez, muestran que en el continente surgen “diversos socialismos”, todos “fuertemente marcados por valores democráticos”Las relaciones con EE.UU.
EE.UU. buscará un acercamiento con Bolivia, pese a las diferencias ideológicas entre los gobiernos de George W. Bush y de Evo Morales. Así opina el ex jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Roger Noriega.
“Ojalá el presidente Morales refleje las necesidades y las prioridades de la gente boliviana y no una agenda internacional dirigida desde el extranjero, por Caracas y La Habana”, anota Noriega. Por su lado, Peter DeShazo, ex director de la oficina de diplomacia y asuntos públicos para las Américas del Departamento de Estado, señala que “la cuestión clave es cuál va a ser la orientación de su política económica en hidrocarburos, comercio, inversiones públicas y sobre el sector privado en general”.En cambio, el ex presidente del Gobierno español, Felipe González, comenta que le da “pavor” el “despiste” de EE.UU. hacia lo que sucede en América Latina.
La nacionalización golpea
Las nuevas políticas en torno a los hidrocarburos, que adoptó el nuevo Gobierno de Bolivia, ya tienen serias consecuencias. El consorcio español Repsol-YPF, séptimo productor mundial de hidrocarburos, anunció una rebaja del 25 por ciento de sus reservas mundiales probadas.
Más que eso, el nuevo ministro de Energía de Bolivia, el izquierdista Andrés Soliz Rada, acusó al consorcio de que incurrió en un “fraude contable” al inscribir como suyas en la Bolsa de Valores de Nueva York, las reservas bolivianas de gas natural, las segundas más importantes de Sudamérica.
Bolivia cuenta con reservas de gas por 108 billones de metros cúbicos o 48 trillones de pies cúbicos. Repsol-YPF controla el 25,7 por ciento de las reservas bolivianas. La empresa anunció que entra en compás de espera.



EL SUEÑO Y LA ESPERANZA DE UNA ``NUEVA BOLIVIA''

EL Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld)

El presidente Evo Morales ha despertado grandes esperanzas en la enorme mayoría pobre del país con su promesa de crear una ``nueva Bolivia''.
Pero, ¿cómo es realmente la ''vieja'' Bolivia con la que habría que comparar el progreso que logre Morales? Entre sus problemas están la pobreza, la corrupción, el racismo. Y está plagada de malos caminos, hospitales y tribunales.
Los problemas son tan graves que para cualquier nuevo gobernante lo difícil es decidir por dónde empezar.
Pavimentar los caminos que en cada temporada de lluvias se tornan intransitables ayudaría a los pobres del campo a acceder a los mercados, la educación y los servicios.
Pero, ¿no se emplearía mejor el escuálido presupuesto, financiado en gran medida por la ayuda internacional, en combatir las enfermedades y la desnutrición que roban el potencial humano a cada generación? ¿O en erradicar el contrabando que reduce los ingresos del gobierno a niveles patéticos?
Las reservas del Banco Central se calculan en $1,600 millones, una suma exigua si se tiene en cuenta que es lo mismo que perdió General Motors en el tercer trimestre del 2005. El producto interno bruto de Bolivia, de $9,100 millones, parece más sustancial, pero es la misma cifra que dejaron los turistas en México hace seis años.
Más de dos tercios de los bolivianos vive en la extrema pobreza. ¿Qué significa esto en términos reales?
Los bolivianos viven, en promedio, 13 años menos, por ejemplo, que los estadounidenses. Una visita a la sala de urgencia de un hospital en La Paz explica por qué: el personal está agobiado de trabajo, mujeres indígenas traen frazadas y comida a niños acostados en camas metálicas, una mujer que se queja a gritos tras una cortina plástica.
''Necesito medicamentos, pero son muy caros'', dice Isabel Arce, una empleada doméstica de 23 años, partidaria de Morales, que no tiene los 40 bolivianos ($4.15) que cuesta la receta para tratar la alergia de la piel de su marido.
En las calles de La Paz, niños pequeños, de hasta cinco años, ofrecen lustrar zapatos por un boliviano, apenas 13 centavos de dólar. La mayoría usa máscaras de esquí para no ser reconocidos. La mayoría termina sin tener un hogar, y aspirando pegamento.
En el altiplano, a 4,000 metros de altura o más, muchos campesinos subsisten con una dieta exclusivamente de patatas, que congelan y deshidratan para darle alguna variedad. Viven en chozas de adobe a temperaturas bajo cero, sin electricidad ni agua corriente.
La pobreza es la razón por la cual el 50 por ciento de los niños menores de cinco años no ha crecido normalmente debido a la desnutrición, según un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Los bolivianos también la pasan mal cuando tienen que enfrentar la burocracia del gobierno. Cobrar una pensión, obtener un documento de identidad o presentar una demanda policial requiere largas filas que a menudo pueblan las aceras.
La abogada Ana María Balderrama perdió un día de trabajo esperando su certificado de nacimiento: ''Todos estos certificados son escritos a mano, y deberían estar computarizados. Esto es injusto'', se queja.
El presidente venezolano Hugo Chávez prometió a Morales fondos para ayudar a los campesinos a obtener cédulas de identidad. Sin ellas, esos bolivianos prácticamente no existen en su propio país, no pueden votar o cobrar una pensión.
Los bolivianos tienen otro motivo de esperanza: en los últimos años, las reservas comprobadas de gas han crecido sustancialmente, convirtiéndose en las segundas de América Latina después de las venezolanas. Si Morales logra un mayor control sobre las utilidades y negocia mejores precios, Bolivia podría aumentar sus ingresos en cientos de millones de dólares.
Los bolivianos dicen con orgullo que su país es rico en petróleo, estaño, maderas tropicales y oro.
Por eso, a muchos les surge una pregunta marcada de incredulidad:
¿Por qué un país tan rico es tan pobre?
Muchos bolivianos acusan a las empresas internacionales y a los políticos corruptos de llevarse las riquezas del país, como hicieron los conquistadores españoles. Otros insisten en que Bolivia necesita ir más allá en vez de limitarse a extraer recursos naturales, y desarrollar industrias que tienen enorme potencial, como los textiles y la agricultura.
La pobreza ha persistido por generaciones, y pese a que las promesas de Morales han inspirado a muchos bolivianos que lo eligieron con una sólida mayoría, la gente ha perdido la fe en los políticos.
En vez de ello, se vuelven a figuras como el Ekeko, el hombre gordo y con bigotes al que reverencian como el dios de la prosperidad.
Un día después de asumir, Morales inauguró la feria de Alasitas, en la que miles de trabajadores hacen ofendas a el Ekeko con la esperanza de tener un golpe de suerte.
La gente se aglomeró en la calle de la feria en La Paz, llevando figuras hechas a mano de casas, tractores y otros vehículos, billetes falsos de 100 dólares, ladrillos en miniatura y herramientas eléctricas para la construcción de casas, y rezan esperando que Ekeko convierta esas maquetas en casas verdaderas el próximo año.
En realidad, no se trata de una adoración religiosa a la pequeña figura, sino más bien de una tradición lúdica.
Un brujo indio llamado ''yatiri'' agitaba un gran sapo reseco para ahuyentar al demonio y evocaba las bendiciones de Ekeko, mientras sostenía una casa en miniatura sobre una fogata de carbón.
Rosario Espinosa, una indígena de 20 años con seis hermanos y hermanas llevó un diploma de enfermera en miniatura para pedir la bendición. No tiene empleo y quiere estudiar para ser enfermera. Espera que Ekeko y el gobierno de Morales mejoren su situación.
''Mucha gente aquí no tiene empleo ni dinero'', dijo la mujer. ``Hay tanto desempleo, tanta pobreza. Esperemos que nuestro nuevo presidente empiece a cambiar las cosas''.



CONSTRUIR ‘UN NUEVO PAÍS’ A PARTIR DE LA ‘VIEJA BOLIVIA’

La Opinión de Estados Unidos (www.laopinion.com)

El presidente Evo Morales ha despertado grandes esperanzas en la enorme mayoría pobre del país con su promesa de crear una “nueva Bolivia”.
Pero, ¿cómo es realmente la “vieja” Bolivia con la que habría que comparar el progreso que logre Morales?
Entre sus problemas están la pobreza, la corrupción, el racismo. Y está plagada de malos caminos, hospitales y tribunales.
Los problemas son tan graves que para cualquier nuevo gobernante lo difícil es decidir por dónde empezar. Pavimentar los caminos que en cada temporada de lluvias se tornan intransitables ayudaría a los pobres del campo a acceder a los mercados, la educación y los servicios.
Pero, ¿no se emplearía mejor el escuálido presupuesto, financiado en gran medida por la ayuda internacional, en combatir las enfermedades y la desnutrición que roban el potencial humano a cada generación? ¿O en erradicar el contrabando que reduce los ingresos del gobierno a niveles patéticos?
Las reservas del Banco Central se calculan en mil 600 millones de dólares, una suma exigua si se tiene en cuenta que es lo mismo que perdió General Motors en el tercer trimestre del 2005. El producto interno bruto de Bolivia, de 9,100 millones de dólares, parece más sustancial, pero es la misma cifra que dejaron los turistas en México hace seis años.
Más de dos tercios de los bolivianos vive en la extrema pobreza.
¿Qué significa esto en términos reales?
Los bolivianos viven, en promedio, 13 años menos, por ejemplo, que los estadounidenses. Una visita a la sala de urgencia de un hospital en La Paz explica por qué: el personal está agobiado de trabajo, mujeres indígenas traen frazadas y comida a niños acostados en camas metálicas, una mujer se queja a gritos tras una cortina plástica.
“Necesito medicamentos, pero son muy caros”, dice Isabel Arce, una empleada doméstica de 23 años, partidaria de Morales, que no tiene los 40 bolivianos (4.15 dólares) que cuesta la receta para tratar la alergia de la piel de su marido.
En las calles de La Paz, niños pequeños, de hasta cinco años, ofrecen lustrar zapatos por un boliviano, apenas 13 centavos de dólar. La mayoría usa máscaras de esquí para no ser reconocidos. La mayoría termina sin tener un hogar, y aspirando pegamento.
En el altiplano, a cuatro mil metros de altura o más, muchos campesinos subsisten con una dieta exclusivamente de patatas, que congelan y deshidratan para darle alguna variedad. Viven en chozas de adobe a temperaturas bajo cero, sin electricidad ni agua corriente.
La pobreza es la razón por la cual el 50% de los niños menores de cinco años no ha crecido normalmente debido a la desnutrición, según un informe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Los bolivianos también la pasan mal cuando tienen que enfrentar la burocracia del gobierno. Cobrar una pensión, obtener un documento de identidad o presentar una demanda policial requiere largas filas que a menudo pueblan las aceras.
La abogada Ana María Balderrama perdió un día de trabajo esperando su certificado de nacimiento: “Todos estos certificados son escritos a mano, y deberían estar computarizados. Esto es injusto”, se queja.
El presidente venezolano Hugo Chávez prometió a Morales fondos para ayudar a los campesinos a obtener cédulas de identidad. Sin ellas, esos bolivianos prácticamente no existen en su propio país, no pueden votar o cobrar una pensión.
Los bolivianos tienen otro motivo de esperanza: en los últimos años, las reservas comprobadas de gas han crecido sustancialmente, convirtiéndose en las segundas de América Latina después de las venezolanas. Si Morales logra un mayor control sobre las utilidades y negocia mejores precios, Bolivia podría aumentar sus ingresos en cientos de millones de dólares.
Los bolivianos dicen con orgullo que su país es rico en petróleo, estaño, maderas tropicales y oro.
Por eso, a muchos les surge una pregunta marcada de incredulidad: ¿Por qué un país tan rico es tan pobre?
Muchos bolivianos acusan a las empresas internacionales y a los políticos corruptos de llevarse las riquezas del país, como hicieron los conquistadores españoles. Otros insisten en que Bolivia necesita ir más allá en vez de limitarse a extraer recursos naturales, y desarrollar industrias que tienen enorme potencial, como los textiles y la agricultura.
La pobreza ha persistido por generaciones, y pese a que las promesas de Morales han inspirado a muchos bolivianos que lo eligieron con una sólida mayoría, la gente ha perdido la fe en los políticos.
En vez de ello, se vuelven a figuras como el Ekeko, el hombre gordo y con bigotes al que reverencian como el Dios de la prosperidad.
Un día después de asumir, Morales inauguró la feria de Alasitas, en la que miles de trabajadores hacen ofrendas al Ekeko con la esperanza de tener un golpe de suerte.
La gente se aglomeró en la calle de la feria en La Paz, llevando figuras hechas a mano de casas, tractores y otros vehículos, billetes falsos de 100 dólares, ladrillos en miniatura y herramientas eléctricas para la construcción de casas, y rezan esperando que Ekeko convierta esas maquetas en casas verdaderas el próximo año.
En realidad, no se trata de una adoración religiosa a la pequeña figura, sino más bien de una tradición lúdica.
Un brujo indio llamado “Yatiri” agitaba un gran sapo reseco para ahuyentar al demonio y evocaba las bendiciones de Ekeko, mientras sostenía una casa en miniatura sobre una fogata de carbón.
Rosario Espinosa, una indígena de 20 años con seis hermanos y hermanas llevó un diploma de enfermera en miniatura para pedir la bendición. No tiene empleo y quiere estudiar para ser enfermera. Espera que Ekeko y el gobierno de Morales mejoren su situación.
“Mucha gente aquí no tiene empleo ni dinero”, dijo la mujer. “Hay tanto desempleo, tanta pobreza. Esperemos que nuestro nuevo presidente empiece a cambiar las cosas”.


Opinión:

LOS JACOBINOS BOLIVIANOS EN SU PRIMERA SEMANA

La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)

E l símbolo, todos lo sabemos, tiene una ambigua y cambiante relación con la realidad que en él se expresa, se condensa o se sublima. La política y el poder, como toda actividad relacional entre seres humanos, está cargada de símbolos, signos y señales. Cuando el poder cambia de manos (o es apenas el gobierno el que lo hace, pues el poder de veras sigue en otro lado) ese cambio necesita manifestarse en la dimensión simbólica; y, para que ésta sea efectiva, todos los sujetos de ese poder -de esa relación de mando/obediencia, sea ésta monárquica, republicana, revolucionaria, comunitaria o mafiosa, como en las escenas finales de El Padrino- deben entender y compartir los símbolos de esa trasmisión. De ahí el carácter solemne y ceremonial que este acto adquiere.
En Bolivia hubo tres ceremonias de asunción del mando presidencial por parte de Evo Morales: una según el ritual religioso indígena en Tiwanaku, el 21 de enero; la segunda según el ritual republicano y constitucional, en el Congreso de la Nación; la tercera según los modos de la democracia plebeya, en la Plaza de los Héroes o Plaza San Francisco, lugar tradicional de las concentraciones y batallas populares en La Paz.
La necesidad de tres rituales sucesivos y diferentes sugiere la complejidad y la no resuelta fragilidad de la relación de mando/obediencia en el caso boliviano; y la importancia que, en una situación tal, adquiere la dimensión simbólica.
Cuando el poder se afirma en rutina aceptada por todos y el pueblo se vuelve indiferente u hosco hacia él, esa dimensión se encierra en las instituciones y en sus pomposos rituales, en el recinto del Congreso por ejemplo, y es una operación necesaria e interesante sólo para los miembros de la clase o élite gobernante, los políticos profesionales ante todo, pues se trata de un relevo entre ellos, que todos se conocen, se palmean y se abrazan. Piénsese en la tristeza desolada del Zócalo de la ciudad de México la noche de la elección de Ernesto Zedillo en1994 o en la falsedad del ritual según el cual Socorro Díaz en 1988 colocó la banda presidencial a quien no había ganado la elección, Carlos Salinas de Gortari.
De todos modos, cuando la trasmisión se opera dentro de un mismo régimen político, los símbolos y las señales son rutina, e interpretarlos es trivial tarea de políticos y politólogos, siendo éstos, según entiendo, los especialistas en estudiar los comportamientos de aquellos en tanto especie.
Ahora bien, si nos atenemos a las declaraciones del presidente Evo Morales en su discurso inaugural, el régimen político establecido en la Constitución de la República de Bolivia, según el cual él mismo fue electo, sólo se mantendrá en vigencia en tanto se reúna la Asamblea Constituyente que el presidente propone instalar, por voto universal, en el próximo mes de agosto. Si, como es su intención declarada, la tarea de esa Asamblea será refundar la República, refundar Bolivia, entonces lo que hasta entonces se estará viviendo es un interregno, un espacio temporal entre dos regímenes políticos, cuán diferentes entre si no lo sabemos todavía.
En este espacio la dimensión simbólica de los actos de gobierno adquiere una importancia singular como anunciadora y condicionante de las características del futuro régimen político en gestación desde la abrumadora victoria electoral de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo en diciembre pasado. Si esa dimensión, empero, perdiera contacto con cambios urgentes en la realidad que el pueblo espera, dejaría de ser símbolo de algo para convertirse paulatinamente en discurso vacío.
Desde esta perspectiva quiero considerar algunas de las importantes decisiones que el nuevo gobierno boliviano ha comenzado a tomar, analizándolas a la luz de tres sencillos principios aprendidos en la práctica antes que en las lecturas:
a) Lo que no logres cambiar en tu primer año de gobierno, ya nunca lo cambiarás; y, a la inversa, lo que de veras cambies te abrirá espacio para nuevos cambios. b) En la política, como en el futbol, el otro bando también juega. c) En la civilización del capital ese otro bando es un enemigo perverso, poderoso, experto y además seductor, que pondrá en juego todos los recursos que la ingenuidad, la impreparación o la desmovilización de sus adversarios le permita utilizar.
En la primera semana del nuevo gobierno de Morales y García Linera, veamos algunos de sus símbolos.
En el ramo de Justicia el presidente designó titular a Casimira Rodríguez, una organizadora y dirigente del Sindicato de Trabajadoras del Hogar, sector social que, como pocos, sufre la discriminación, la desprotección, las injusticias y el racismo dominantes en la sociedad boliviana. En el Ministerio de Relaciones Exteriores nombró a David Choquehuanca y en el de Educación a Felix Patzi, ambos reconocidos intelectuales indígenas, y en el Ministerio de Gobierno a una mujer, Alicia Muñoz, quien es así la jefa de los cuerpos policiales.
Los sueldos de presidente, vicepresidente, ministros del gobierno y legisladores se rebajan a la mitad. El sueldo del presidente era 35 mil bolivianos mensuales (a ocho bolivianos por dólar). Se rebaja a 15 mil bolivianos, lo cual reajustará a la baja todos los demás sueldos de la administración pública superiores a esta cifra, pues ningún funcionario puede ganar más que el presidente. El total de esta rebaja de sueldos se calcula en 27 millones de bolivianos, que irían a educación y salud. Se supone que deberán seguir el mismo camino los otros dos poderes del Estado.
El horario de trabajo del presidente, su gabinete y sus colaboradores cercanos empieza a las seis de la mañana.
La residencia presidencial, situada en un barrio rico de La Paz, será habitada por el presidente, el vicepresidente y los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, todos juntos y al mismo tiempo.
Veamos algunas realidades que también son símbolos.
En el Ministerio de Hidrocarburos, que tendrá que enfrentar la dura realidad de tratar y negociar con las empresas petroleras, en primer lugar Repsol-YPF, nombró a Andrés Soliz Rada, estudioso de la industria petrolera, crítico público de sus abusos y partidario declarado de la nacionalización de los hidrocarburos, quien ha ordenado auditar los informes de las empresas petroleras y propone revisar en el Parlamento los contratos de éstas y de las empresas mineras para ver si son o no legales: "Bolivia no puede exportar minerales por más de 100 mil millones de dólares y sólo quedarse con 20 mil millones", dijo.
Como Ministro sin Cartera responsable de Aguas, nombró a Abel Mamani Marca, dirigente vecinal de El Alto y adversario de la privatización del agua y de las empresas que hoy la detentan.
Creó el Viceministerio de Coca y Desarrollo Integral, con un dirigente cocalero a cargo, Felipe Cáceres, y le dio posesión en el Chapare, la región en la cual Evo Morales fue dirigente cocalero. Lo saludó allí una guardia sindical y se le cuadró la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico. Refirmó que se debe respetar el acuerdo de que cada una de las 23 mil familias que cultivan coca en la región mantengan una extensión de 40 por 40 metros (un cato) cada una para su cultivo: "En nuestro gobierno jamás habrá la llamada coca cero (...) Luchamos contra el narcotráfico, no contra el cocalero".
Nombró a un empresario de Santa Cruz, Salvador Ric Riera, como ministro de Servicios y Obras Públicas, una prenda de alianza con el empresariado, según comentó el cotidiano La Razón.
Declaró que respetará y cuidará "la estabilidad macroeconómica" y abrirá nuevas negociaciones con el BID.
Anunció la próxima derogación del decreto 21060, del año 2005, que impuso la flexibilidad laboral, los cierres de minas, el derecho patronal al despido sin causa ni indemnización y la privatización generalizada de los bienes de la nación.
Veamos por fin dos o tres realidades que parecen ser reales.
Evo Morales removió toda la cúpula militar pasando a reserva a dos generaciones de generales, lo cual provocó en algunos de éstos reacciones de abierta indisciplina que no pasaron de allí, al menos por ahora. El motivo declarado no fue la represión de octubre de 2003, sino la entrega clandestina a Estados Unidos, para su desactivación, de 41 misiles chinos pertenecientes al ejército boliviano en el año 2005: "si se confirma es traición a la patria", dijo el nuevo presidente.
Encargó al futuro embajador en Estados Unidos, Sacha Llorenti, destacado defensor de derechos humanos, gestionar con rapidez la extradición del ex presidente Gonzalo Sánchez de Losada, depuesto por la insurrección popular de octubre de 2003, para ser juzgado en Bolivia por esa masacre y otros delitos.
Estrechó la alianza y los intercambios con Venezuela y Cuba y las relaciones cercanas con los presidentes de Argentina y Brasil, en especial en las negociaciones para la construcción del futuro gasoducto sudamericano.
Este el inicio de la preparación para las elecciones para la Asamblea Constituyente y, al mismo tiempo, para la consolidación en los hechos del programa anunciado por el nuevo gobierno, surgido de una serie de movilizaciones e insurrecciones populares que, derribando o impidiendo gobiernos provisorios, obligaron a la convocatoria adelantada de elecciones generales, conquistaron e hicieron suyo el terreno electoral e impusieron por esa vía a este gobierno que ahora cumple su primera semana.
En las calles bolivianas, en las casas, en las conversaciones, se percibe calma después de la euforia del triunfo, una calma nueva en todos los sectores después de los temores y las violencias constantes de los años pasados. Lo que viene, sin embargo, no es fácil. Desde el otro lado habrá reacción. Los que ahora fueron derrotados están ahí, esperan desquite, se reagrupan en torno a grandes intereses regionales, tienen recursos y aliados poderosos y son violentos. Gobernar en estas condiciones, en nuestros países y en estos tiempos es un desafío que incluye disputas internas y amenazas externas.
En estos días iniciales, la combinación de símbolos y realidades desde arriba y expectativas y esperanzas desde abajo tiene algo de vértigo. Pero así es cuando estas cosas suceden.
¿Quiénes son estos gobernantes bolivianos? ¿Qué nombre les pondremos, si se dicen socialistas pero hablan de la necesidad de un Estado fuerte y un "capitalismo andino-amazónico"? Llamarlos "populistas" no sirve para nada, porque la palabra misma, en su empleo actual, no define ni quiere decir nada: es un adjetivo, antes que un nombre. Dos compañeros de la revista Sinpermiso, uno catalán, el otro porteño, me llamaron desde Buenos Aires después de haber oído el discurso inaugural de Evo Morales. "Este es un Robespierre andino", dijeron. Me quedé pensando, tan lejos aquel París de esta Bolivia, tan lejos el iluminismo del pensamiento comunitario indígena. Pero, me dije, de la trilogía "Libertad, igualdad, fraternidad", el término que en este pensamiento indígena es el más fuerte es el tercero, "fraternidad", ese que el capital detesta en todos sus alcances.
Estos que aquí ahora gobiernan no son comuneros, son urbanos. Pero los está impulsando el viento que desde allá sopla y que hace remolinos con el de los innumerables oficios que el neoliberalismo esparció en las ciudades. Si a éstos que ahora aquí gobiernan algún nombre clásico les toca, es el de jacobinos.
Pues sí: tan como nuestro abuelo, el general Francisco J. Múgica, era un jacobino mexicano, estos que aquí gobiernan y ni lo conocieron son los nuevos jacobinos bolivianos.



EVO, LA COCA Y LA ARGENTINA

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

Parte de la prensa argentina tomó declaraciones de un diputado del MAS de Evo Morales, Dionisio Núñez, presentándolas como un intento de “vender coca a la Argentina”, un proyecto de “hacer negocios” que “podría generar 20 millones de dólares”. En realidad Núñez, dirigente de sindicatos cocaleros de La Paz, se refirió a la necesidad de que la importación argentina de hoja de coca vuelva a ser legal. Al menos desde el siglo XVIII, la región del Tucumán ya importaba cantidades significativas de coca del Alto Perú. Hoy, sobre todo en las ciudades de Salta y Jujuy, los hombres suelen salir con 20 gramos de coca en el bolsillo, exigiendo al vendedor coca de calidad con la misma decisión con que después, en un asado, se discutirá con el vecino sobre cuál coca es la mejor: la más fresca, la que mejor huele. En todos los sectores sociales del noroeste argentino y parte del área chaqueña la coca es conocida y demandada para coquear (que no es exactamente mascar).
Las declaraciones del gobierno electo son parte de esfuerzos internacionales más amplios, como los que empiezan a discutirse en el Parlamento Europeo de cara a la próxima convención de drogas de las Naciones Unidas –en Viena en 2008–. La coca es una planta desarrollada a lo largo de 50 siglos, con muchos más minerales y vitaminas que otros cultivos; un estimulante suave, comparable al café, que puede tener un rol importante en el mercado de infusiones. La cuestión debe plantearse desde una discusión colectiva, no desde el estigma fácil, pues no hay esencia inmóvil que haga que una planta sea socialmente mala o buena. El tabaco, la yerba, el vino, han estado prohibidos; también hubo un tiempo en que la coca se vendía en las farmacias europeas; en que Holanda exportaba, desde Java, más coca que Perú, y los japoneses invadían Taiwan y plantaban coca para su industria farmacéutica.
Cuando en 1978 los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos dictaminaron que con doce mil hectáreas se podía abastecer la demanda de coca del pueblo boliviano, olvidaron que varios miles de hectáreas eran y son necesarias para la demanda argentina. La población del NOA equivale a un tercio de la de Bolivia, exige coca de calidad, y hoy consume cerca de un cuarto de la producción boliviana. La mayoría de los argentinos y los bolivianos desconoce la importancia de este mercado que, como todo mercado consolidado, responde al equilibrio de intereses de los que ofertan y los que demandan. Los campesinos de yungas o el Chapare no van a renunciar a su fuente de trabajo; los consumidores del norte y del resto de la Argentina tampoco van a dejar de defender sus hábitos –como hicieron enérgicamente en 1989 los diputados del norte, radicales y peronistas, al promulgarse la ley actual de drogas–. Esto puede sorprender, pero también sorprenderá saber que sirios y libaneses toman mate; en efecto, ahí está el destino del 5 por ciento de la yerba argentina, sumando unos nueve millones de dólares al año. El mercado argentino de coca ya existe, y mueve más dinero. Hasta 1977 la coca pasaba por la Aduana argentina y se vendía en droguerías y farmacias; luego el gobierno militar, aduciendo pactos preexistentes, prohibió toda importación, venta, consumo y tenencia de hoja de coca ¿Con qué resultado? El monto de la coca ingresada, tras una carestía no muy larga, se mantuvo estable con tendencia al aumento, todo el mercado se hizo “negro” y el precio se multiplicó por ocho, para no bajar más. Hoy la ley vigente despenaliza totalmente a la tenencia y consumo de la hoja en todo el país, pero no dice una palabra sobre la comercialización ¿Cómo se abastecen los centenares de quioscos que venden coca? Algo saben de eso las fuerzas de seguridad. Los precios, inflados por la renta de frontera que genera la prohibición, ya no bajaron. La coca está al alcance de los muchos coqueros pudientes, pero les sale cara a los pobres del campo.
Washington, Miami y algunos barrios porteños presentaron a Morales como “narcocandidato”. Ahora bien: al empezar a discutir públicamente este tema, Morales se comporta exactamente al revés de lo que haría un “narcopresidente”. Pues un “narco” es un capitalista ilegal que sabe que en la ilegalidad está el corazón del negocio. La mafia necesita prohibiciones. Si el MAS pone sobre la mesa la cuestión de la coca en la Argentina, no hará sino ser coherente con su propuesta de campaña: coca sí, mafia no. Al revés que el golpista que gobernó Bolivia con un préstamo de Videla y Martínez de Hoz, García Meza, quien demandaba tanta materia prima para cocaína que el campesino no tenía hojas para llevarse a la boca. Estas propuestas del gobierno electo merecen discutirse y reapropiarse seriamente en la Argentina ¿O se preferirá hablar del pulóver del Evo?
* Antropólogo. Autor de El uso y los valores. La hoja de coca en Argentina.



El Foro de Davos: conclusiones en el cierre del encuentro

TEMEN UN GIRO DE LA REGIÓN A LA IZQUIERDA

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

DAVOS, Suiza.- La cumbre del liderazgo económico cerró ayer con una mirada al eventual impacto sobre inversiones y negocios de un mayor giro a la izquierda este año en América latina, con una decena de elecciones por delante, y a la espera de que el nuevo gobierno boliviano precise la aún incierta expresión jurídica de sus anunciadas nacionalizaciones. Pero eso ocurrió fuera de la agenda oficial del Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés), que optó por centrarse en la irrupción de las economías de China y Asia, así como en el creciente efecto de "catástrofes e imprevistos" en la proyección económica y la cautela que estos fenómenos imponen al realizarla, según dejó en claro la trágica cadena de tsunamis y terremotos.
"Es la primera vez en 15 años que América latina no apareció en la discusión de fondo", afirmó el publicista británico Martin Sorrel en el cierre. Allí anunció para abril próximo el relanzamiento -luego de tres años de no realizarlo- del foro regional en San Pablo, con cerca de 250 asistentes. Y, aunque no se lo diga formalmente, en ese encuentro se evaluará el futuro de la ortodoxia económica con gobiernos de izquierda. La expectativa radica en la asistencia de los presidentes, entre ellos el venezolano Hugo Chávez, mientras que existe un enorme interés por conocer y tratar al boliviano Evo Morales. Pero aquí, sin ningún presidente de la región y reducidas delegaciones en la mayoría de los casos, fueron mexicanos y brasileños quienes más se hicieron oír. Y, estos últimos, los que con más claridad expresaron inquietud ante la nacionalización anunciada por Morales, así como el eco que genera en sus pares.
Brasil, poderoso inversor en Bolivia, cree que "la alternancia de poder no tiene por qué asustar a nadie en esta América que marcha hacia una integración irreversible", dijo el ex embajador brasileño en Buenos Aires José Botafogo Gonçalves.
El tono ideológico quedó claro en una cena reservada en la que el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo de Rato, utilizó palabras inusuales: "Los pobres de América latina han perdido la paciencia y esto está afectando el ambiente político". Para el español, urge terminar con la desigualdad de la región y, para eso, apuntó que lo mejor son "gobiernos de coalición", donde la "conquista del voto opositor garantiza más estabilidad en las reformas". Lo aplaudieron, entre otros, el ministro brasileño de Cultura, Gilberto Gil. El habitual asistente al Foro Social, que se celebraba en Porto Alegre, ponderó a su presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, por desarrollar un gobierno "con agenda internacional" y aclaró que ésta es tan fuerte que, "aunque gobierne la derecha o la izquierda, no pueden apartarse de ella".
Pocas figuras
Con 2400 participantes de 87 países, el foro fue un éxito de asistentes. Pero, junto con los elogios al retiro de cinco días para intercambiar información y hacer negocios, hubo críticas por la ausencia de figuras políticas. Por caso, y a diferencia de otras ocasiones, la primera ministra alemana, Angela Merkel, fue la única presidenta del Grupo de los Ocho (G-8) que llegó hasta esta villa alpina. "La montaña está menos mágica", se escuchó, en tono crítico y en alusión a Davos como el escenario que eligió Thomas Mann para su novela "La montaña mágica".
Entre las presiones: que el petróleo difícilmente baje de precio y que, al contrario, tenderá hacia un encarecimiento. "Habrá más crecimiento y eso necesita energía", dijo el economista Jacob Frenkel, figura habitual de Davos y famoso por su optimismo. Se espera que éste sea el año de baja del dólar. Lo mismo se había vaticinado en la anterior cumbre, aunque luego la realidad -y la divisa- discurrió por el carril contrario. El ex presidente Bill Clinton tuvo el discurso más inspirador, con una ovación para su llamado al coraje y al desarrollo de la creatividad como herramienta para afrontar desafíos. Y hubo innovaciones, como reflexiones del tipo "qué es la felicidad", hasta un seminario con una sexóloga que tuvo récord de inscripciones, a tal punto que se repetirá el año próximo.



Opinión:

EL GIRO A LA IZQUIERDA RENOVADA

El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com)

La victoria de Evo Morales en Bolivia no sólo fue significativa por ser la primera vez que un indígena gana las elecciones de ese país, sino también porque puso fin a las dudas de aquellos que todavía cuestionaban si realmente América Latina estaría dando un vuelco hacia la izquierda.
Los hechos hablan por sí mismos. La izquierda ganó las elecciones en Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y Uruguay; y se cree que triunfará también en Perú, Ecuador y México, según las encuestas de opinión.
De concretarse esas tres victorias adicionales, nueve países de América estarían formando lo que muchos analistas vaticinan como un fuerte bloque de izquierda, integrado por algunos países con fuertes sentimientos anti - capitalistas. Pero, ¿hasta qué punto llegará la izquierda en esos países (será radical, moderada)? y ¿qué se puede esperar en el futuro en materia económica para la región?, parecen ser las preguntas claves que retumban en la cabeza de gobernantes, ciudadanos, inversores y organismos internacionales. No se hace difícil dar con las razones de por qué la mayoría de los latinoamericanos haya decidido darle la espalda a líderes de ‘saco y corbata’ y hayan optado por votar por presidentes como Luiz Inácio Lula da Silva, el primer obrero que se convirtió en presidente de esa nación, o Evo Morales, un ex dirigente cocalero y de origen indígena.
En materia de política económica, no es de esperar un giro radical en la región, es decir, netamente anti - capitalista, con un fuerte freno a la inversión extranjera y al libre comercio.
Mucho menos un giro alineado (con un sólo frente) en la región. Las diferencias desvanecen los fantasmas de la creación de un bloque de izquierda unido diciéndole adiós a la inversión extranjera, al libre comercio y a todo lo que tenga que ver con el capitalismo.
Por el contrario, se puede esperar que prevalezca una izquierda más moderada y renovada, que usará las herramientas necesarias para lograr el bienestar de la gente y una mejor redistribución de la renta.



COMENZARÁN LAS NEGOCIACIONES TÉCNICAS POR EL GASODUCTO

Los gobiernos de la Argentina, Venezuela y Brasil iniciarán las primeras reuniones, a las que esperan sumar a Bolivia y otros países de la región. El encuentro se realizará en Buenos Aires y será el primero de una ronda de tres, uno en cada capital.

Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Los gobiernos de Argentina, Venezuela y Brasil iniciarán hoy las primeras negociaciones técnicas para el establecimiento del gasoducto, a las que se espera se sumen Bolivia y mandatarios de otros países de la región, que uniría, de concretarse la obra, a estas naciones.
Equipos técnicos de los tres países realizarán a partir de hoy en Buenos Aires la primera reunión de una ronda de tres -una en cada capital- para definir o empezar a acercar posiciones, en torno de los temas más trascendentes para la implementación del proyecto.
El tema principal de la agenda en esta etapa inicial de la discusión técnica es acortar los plazos ejecución -inicialmente pactada su finalización entre 2010 y 2012- e incorporar a Bolivia en el proyecto.
Además de sostener la necesidad de integrar al proyecto a Bolivia como proveedor y a Paraguay y Uruguay como consumidores, el gobierno argentino tratará el tema de las tarifas y las cuestiones ambientales. Sin embargo, antes de esto el presidente Néstor Kirchner y su par, Evo Morales, deberán negociar el precio de suministro de gas boliviano por hasta tres millones de metros cúbicos diarios acordados el año pasado para 2006 y 2007, adicionales a los 4,5 millones que ya importa la Argentina desde ese país.
En tanto, la magnitud del proyecto del gasoducto y el volumen de la inversión requerida -unos 20.000 millones de dólares- despertó algunas críticas sobre la necesidad real del esfuerzo ante la posibilidad de lograr un mejor acuerdo con Bolivia.
Pero el ministro argentino de Planificación Federal, Julio De Vido, expresó semanas atrás que, "es una obra de unos 4.000 millones de dólares, que la Argentina y Brasil están perfectamente en condiciones de financiar, incluso no sólo con organismos multilaterales de crédito, sino que habrá infinidad de bancos en el mundo que estarán dispuestos a financiarla".
El encuentro con los técnicos de Brasil y Venezuela se iniciará con un acto de inauguración de las deliberaciones, en el que Fulvio Madaro, presidente del Enargas, pronunciará un discurso de apertura.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció a fines del año pasado la construcción de un gasoducto de 8.000 kilómetros, el más largo de la Tierra, que unirá Puerto Ordaz, en el país caribeño, con el Río de la Plata, atravesando el Amazonas brasileño.
Venezuela y Bolivia son los dos grandes tenedores de reservas de gas natural, y en el futuro indefectiblemente, según los estudios técnicos tanto oficiales como privados, habrá que recurrir a alguno de ellos para establecer una integración energética en la región, sobre todo porque el yacimiento de Lomas de la Lata, en la propia Neuquén, y algunos otros, se encuentran con una producción declinante.



SORIA FIRMÓ ACUERDOS CON AUTORIDADES DE BOLIVIA

Prefecto de Tarija comprometió maquinaria para iniciar construcción de carreteras

La Estrella de Iquique, Chile (www.estrellaiquique.cl)

Una de las mejores noticias para el alcalde Jorge Soria en el último tiempo fue la asunción de Mario Cossío Cortés como prefecto de Tarija, Bolivia. Este político boliviano que tiene el mismo rango que un intendente chileno, es un buen amigo de Soria y ambos comparten el ideal de la integración regional.
Cossío Cortés vino a Iquique hace 12 años en uno de los encuentros de alcaldes, organizado por el municipio en Iquique. Jorge Soria lo conoció y ambos coincidieron en la necesidad de estrechar los vínculos comerciales y turísticos entre ambas zonas.
En su encuentro, ahora como prefecto (intendente de la provincia de Tarija), Cossío Cortés se comprometió a utilizar maquinaria nueva que tiene el departamento de Tarija para iniciar las obras de construcción de la carretera que conectará con el Hito 52. "Ellos tienen que hacer del Hito 52 hasta Tupiza. Cerca de 380 kilómetros planos, plano, sin pendientes, lo que costará cerca de 120 millones de dólares. ¿Qué son 120 millones de dólares si se han invertido miles de millones de dólares desde Tupiza al este en carreteras que llegan hasta el Atlántico?. El Presidente Evo Morales dijo que se pavimentará Potosí, Villazón-La Quiaca. A lo anterior se suma el noreste argentino que se conectaría directamente con Iquique a través de esta nueva carretera. Eso lo comprobé en una reunión que sostuve en Jujuy con autoridades de esa ciudad argentina y de Salta", indicó Soria.
- ¿Cossío conoce el proyecto de los corredores ?
- Lo conozco más de 12 años, cuando habló en un encuentro de alcaldes en el Teatro Municipal. Juntos recorrimos y buscamos caminos para conectar Tarija con Iquique. El ha hecho el recorrido conmigo. Por eso es importante mi visita a esa ciudad del sur de Bolivia. Muchos ignorantes critican mis viajes y creen que esto es política. Entonces, él recordó el proyecto y apenas asumió como Prefecto se comprometió a apoyarme. Tiene maquinaria dedicada para este proyecto gigante de unir ambos países.
- Junto con unir Tarija e Iquique con carreteras, ¿existe la posibilidad de sacar el gas por esta zona?
- Ellos están claros que es la única fórmula de concretar el corredor central. Mario Cossío firmó un compromiso donde todos ganamos.



ALCALDE JORGE SORIA: "QUIERO UNIR SUDAMÉRICA"

La Estrella de Iquique, Chile (www.estrellaiquique.cl)

El alcalde Jorge Soria, luego de recorrer durante nueve días La Paz, Potosí, Tarija y otras ciudades bolivianas, donde se reunió con las máximas autoridades de gobierno para dar a conocer su proyecto de corredores bioceánicos.
Ya perdió la cuenta, pero asegura que son más de 150 viajes en busca del apoyo para concretar su sueño de conectividad e integración. Ahora más que nunca su lucha de 40 años puede verse plasmada, luego que confirmara el decidido interés de las autoridades bolivianas de construir las ansiadas carreteras que aún faltan para conectar los océanos Pacífico y Atlántico.
- ¿No hay ni un minuto para parar?
- Estando en tierra no se pierde ni un minuto. Nosotros sabemos que más tarde que temprano el Hito 52 se va a abrir. El peso de la historia así lo dice. La carretera Iquique-Oruro no debería pasar más de 20 meses para que esté finalmente terminada. El problema está en que si no finalizamos las obras en el tramo Huara-Colchane quedamos fuera de este negocio. Tengo claro los tiempos. Si no presentaba un proyecto en este sentido a los presidenciables, Iquique perdía la pelea para siempre. Quince años nos tramitó Aylwin, Frei y el señor Lagos y no se hizo una carretera que tiene 150 kilómetros que perfectamente debía estar terminada en 11 meses. Al parecer Chile no quiere que Iquique ande. Yo estoy consciente que la Concertación decidió crear Mejillones como único puerto de Chile. Lo dicen las leyes y los discursos y acuerdos. Bolivia está invirtiendo miles de millones para conectar Santa Cruz de la Sierra-Corumba y culmina el 2007 y otros cinco proyectos de carreteras para unir los países del cono central de Sudamérica. Todos estos caminos unen Iquique con Sao Paulo. Es decir, si estos caminos se terminan antes que Iquique-Oruro estamos acabados y todas las cargas serán derivadas a Ilo, Matarani y Arica, cosa que ya está sucediendo.
- ¿De ahí la importancia de comprometer el apoyo de los presidenciales?
- Yo sabía que sería la historia más polémica que yo dijera que el candidato que firmara primero lo iba a apoyar. Indudable, tuve 7 horas para convencer a Michelle Bachelet para que firmara y no lo hizo, ¿Quién es el traidor? No es trascendente un diputado, un senador o un Presidente, ni un alcalde, si no hace las cosas necesarias para que crezcan los pueblos. Yo estoy haciendo caminos para Sudamérica y para que Iquique sea el gran emporio de la macrozona.
- Se reunió con el vicepresidente de Bolivia y con autoridades de Potosí y Tarija.
- Les dejé los planos al Presidente Evo Morales y el vicepresidente me recibió y le expliqué mi proyecto. No es casualidad que me invitarán. El señor Lagos no me invitó cuando asumió el mando. Eso demuestra el interés de las autoridades bolivianas por conectar su país con carreteras con el resto de Sudamérica. En otros países se valora mucho cuando uno se la juega en proyectos de integración. El Gobierno de Bolivia está claro que es el centro de las comunicaciones de Sudamérica. Sin Bolivia, Brasil no puede llegar al Pacífico y la distancia más cerca es Iquique y los puertos de Patillo, Patache. Hay que tener claro que si en dos años no terminamos la ruta Huara-Colchane y abrimos el Hito 52, estamos perdidos.



DEFENSORIA Y CONSULADO BOLIVIANO CIERRAN ACUERDO

El Mercurio de Antofagasta (www.mercurioantofagasta.cl)

Con una carpeta cargada de antecedentes llegó hasta la Defensoría Regional de Antofagasta el cónsul de Bolivia, Walter Ordóñez Burgos, quien solicitó reunirse con los máximos representantes de este órgano interviniente en el proceso penal para abordar distintas materias relacionadas con los beneficios y garantías que poseen los imputados bolivianos en Chile.
En el encuentro participaron junto al cónsul y el defensor regional Pedro Casanueva, las directivas de Estudios, Loreto Flores y de Administración Regional, Susan Casanova. En conjunto analizaron la realidad actual de los imputados luego de implementada la Reforma Procesal Penal y, fundamentalmente, en cuanto respecta a los extranjeros en los centros de detención de la región.
En este sentido, el cónsul Ordóñez expresó su reconocimiento al alto nivel de profesionalismo que los defensores penales públicos han demostrado en la defensa de sus connacionales, quienes en un alto porcentaje son imputados por el delito de tráfico.
Además, reconoció que la labor de la Defensoría ha aminorado un problema que se les planteó desde la promulgación de la nueva ley de tráfico, que impide a abogados particulares vinculados a la administración pública prestar asesoría en estas materias. "Nos consta que los defensores penales públicos hacen un trabajo del más alto nivel, sin importar que sus representados sean chilenos o extranjeros y eso nos deja tranquilos", manifestó el diplomático.
TRABAJO CONJUNTO
Entre los acuerdos que se adoptaron en la reunión, destaca la responsabilidad que la Defensoría Penal Pública de la región de mantener un contacto permanente con el consulado de Bolivia para que, a través de sus redes diplomáticas, los familiares que viven en dicho país, se informen respecto de la suerte de los imputados que están siendo procesados en Antofagasta.
ENCARGADO
Para tales fines, el defensor regional designó como encargado de dicha coordinación al asesor jurídico regional, Ignacio Barrientos Pardo, quien además tendrá como misión facilitar la tramitación de antecedentes que los defensores puedan requerir de los imputados bolivianos.
Asimismo, durante el encuentro, se analizó el Tratado de Transferencia de condenados que ambos países suscribieron en el 2001 y que fuera promulgado por Chile en el 2004. Conforme éste, los reos chilenos en Bolivia y bolivianos en Chile, que tienen una sentencia penal en cárcel, podrán solicitar que dicha sanción se haga efectiva en su país de origen.
Sin embargo, la metodología de aplicación del acuerdo será materia de análisis por ambas instituciones para su interpretación y efectividad práctica.



MORALES NOMBRA "ZAR" ANTIDROGAS

El nuevo presidente de Bolivia, Evo Morales, designó a un ex dirigente cocalero como el nuevo "zar" antidrogas del país.

BBC de Londres (www.news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america)

Felipe Cáceres, quien ocupará el cargo de viceministro de Defensa Social, le dijo a la BBC que no detendrá la producción de hoja de coca.
"Decimos no a las drogas, pero sí a la hoja de coca", declaró Cáceres en una entrevista telefónica en La Paz. Cáceres enfatizó que ni siquiera está en sus planes dejar de cultivar la hoja en su propia granja.
Hombre clave
Ex alcalde de Villa Tunari en la región de Chapare, Cáceres es uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo (MAS), y el primer productor de coca que se hace cargo de la lucha contra el narcotráfico.
Su nombramiento lo convertirá en uno de los puntos de contacto del gobierno boliviano con la Embajada de Estados Unidos y los representantes de la agencia antidroga estadounidense, DEA.
Este sábado en la localidad de Shinaota, a unos 500 kilómetros de La Paz, Evo Morales reiteró que promoverá una estrategia de "cocaína y consumo cero", pero no de "coca cero".
Morales también señaló que comenzará una campaña internacional para que la coca sea borrada de la lista de venenos de Naciones Unidas, al tiempo que anunció la exportación de la planta al norte de Argentina.
Coca, no cocaína
Aunque la hoja de coca es la materia prima para producir cocaína, Cáceres enfatizó que es mucho más que eso. Es, a su juicio, parte integral de la cultura indígena boliviana, donde se utiliza con fines medicinales y ceremoniales.
Por otro lado, muchos agricultores usan la hoja en el te o la mastican para calmar el hambre o la enfermedad de altura, precisó a la BBC.
Agregó que este cultivo es el único medio de sobrevivencia para muchas familias en el país más pobre de Sudamérica. Cáceres declaró que espera contribuir a la lucha pacífica para terminar con el tráfico de drogas en Bolivia, pero que se opone a la política estadounidense de erradicar por la fuerza el cultivo de la hoja de coca.




PROMUEVE EVO LA HOJA DE COCA

El Diario de México (www.diario.com.mx)

El presidente boliviano Evo Morales anunció ayer una campaña internacional para despenalizar la hoja de coca para uso medicinal y tradicional, aunque aclaró que ello no significa un libre cultivo.
En un discurso en el trópico boliviano, Morales reiteró que eliminará el narcotráfico que, dijo, no forma parte de la cultura de los indígenas bolivianos, sino que es una lacra importada de Europa y Estados Unidos. Además, anunció el nombramiento de Felipe Cáceres como nuevo zar antidrogas.
El jefe de Estado hizo el anuncio en la localidad de Sinahota, en el corazón de la región cocalera del Chapare, zona de la que emergió como sindicalista hasta llegar a ser el actual mandatario.
Según la agencia de noticias del gobierno, Morales anunció “una campaña internacional para retirar la hoja de coca de la lista de venenos de las Naciones Unidas”.
El gobernante anunció también la realización de un estudio del mercado legal de este producto.
Evo Morales pidió a los cultivadores de coca acompañar el proceso respetando el acuerdo alcanzado con el anterior gobierno, que establece un “cato de coca” por familia en el Chapare, equivalente a mil 600 metros cuadrados.
La hoja de coca se utiliza desde tiempos ancestrales en los pueblos indígenas con fines medicinales, rituales y alimenticios, aunque su exportación sigue prohibida por ser materia prima de la cocaína.
Aunado a lo anterior, el presidente dijo: “Queremos aportar en la lucha contra el narcotráfico, racionalizando la producción de hoja de coca, pero que de verdad la lucha contra el narcotráfico sea contra el narcotraficante y no contra el cocalero, como ha sido hasta ahora”.
“Hecho histórico”
Morales sentenció que en esta lucha la consigna será “cero cocaína” y anunció que se eliminará el viceministerio de Defensa Social y en su lugar se creará el de la Coca y Desarrollo Integral, que encabezará el líder cocalero Felipe Cáceres. “Un cocalero manejará la política antidrogas y ese es un hecho histórico”, apuntó Morales, un crítico de las políticas contra la droga de Estados Unidos.
El zar antidrogas boliviano es el responsable de la lucha contra el narcotráfico, lo que lo convierte en uno de los contactos más importantes del gobierno boliviano con la embajada de Estados Unidos, que financia gran parte de esa tarea.
Cáceres es el primer productor de coca que asume la dirección del combate a las drogas y, según fuentes políticas, su designación podría marcar efectivamente el fin de una política que buscó tanto la interdicción a los narcotraficantes como la erradicación de cocales.



Opinión:

LOS PRIMEROS PASOS DE LA MEGACRISIS

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Desde hace años, Evo Morales ha insistido en la necesidad de defender los recursos naturales bolivianos de la voracidad de trasnacionales, con el fin de que los beneficios conseguidos de la explotación de los yacimientos gasíferos, principalmente, llegue al grueso de la población, sumida en la miseria. Sin embargo, el ahora presidente de Bolivia deberá enfrentar las triquiñuelas de los grandes corporativos, que buscan por todos los medios mantener el control total de los recursos naturales. El viernes pasado, por ejemplo, el nuevo gobierno boliviano acusó de fraude y robo a la española Repsol-YPF, séptima productora mundial de hidrocarburos, al registrar como suyas las reservas de gas natural boliviano, las segundas más importantes de Sudamérica. Esta maniobra, que busca aumentar engañosamente el valor de las acciones de esa compañía, es una muestra del gran poder que detentan esas empresas, que pasan por encima de leyes, gobiernos y pueblos enteros.
La Constitución boliviana establece que los recursos naturales son propiedad del Estado de forma inalienable e imprescriptible. Sin embargo, los beneficios millonarios obtenidos por esas actividades económicas no se reflejan en el nivel de vida de la población. Por ello, el nuevo gobierno anunció que registraría como estatales las reservas de gas natural del país, como un primer paso del proyecto de nacionalización de sus recursos naturales, una decisión que afectaría los intereses de las petroleras, como Repsol-YPF. Pero la trasnacional española se adelantó, a pesar de que esa maniobra constituye un delito federal en Estados Unidos contra la fe pública por atentar contra los intereses de los inversionistas. Para el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, no hay duda: si alguien debe registrar las reservas de gas en la bolsa 'somos nosotros, los bolivianos'.
Repsol-YPF controla 25.7 por ciento de las reservas bolivianas y opera un contrato de riesgo compartido desde 1997. De acuerdo con datos oficiales, las reservas de gas natural representan 150 mil millones de dólares, a precio de mercado regional. Con la ley de hidrocarburos, vigente desde junio de 2005, las petroleras deben pagar impuestos, en el mejor de los casos, por 550 millones de dólares al año, por el negocio de explotación de materias primas que alcanza un total de mil 600 millones de dólares sólo en el uso de los hidrocarburos como materias primas. Sin embargo, con los procesos de refinación e industrialización casi se triplica el monto total del negocio y las utilidades para las trasnacionales, lo que demuestra el trato desigual que determina la relación de esas empresas con los gobiernos regionales.
Repsol cuenta con una historia negra en Latinoamérica, donde se ha hecho de empresas públicas a precios ridículos, merced a tratos tramposos. Por ejemplo, YPF de Argentina fue comprada a cambio de bonos para paliar la deuda externa, bajo el pretexto de la falta de capacidad financiera. Por otro lado, las actividades de esta firma, realizadas sin ningún freno, han provocado innumerables daños al medio ambiente y a las comunidades indígenas. Los casos sobran: la destrucción del parque natural Yasuní, en la amazonia ecuatoriana, de 680 mil hectáreas, la invasión de 18 territorios indígenas y cuatro parques naturales en Bolivia o las acciones que han llevado a la multinacional a un pleito legal con el pueblo mapuche, en Chile, del que los indígenas han sacado la peor parte.
Ante este panorama de injusticias, el gobierno boliviano parece estar decidido a llegar hasta las últimas consecuencias para remediar la situación. En este sentido, Soliz señaló que se buscará imponer a esas empresas nuevas reglas de juego en función de los intereses nacionales y, si no las aceptan, se puede buscar otras inversiones, como las de India y China. Acciones como esas, sin duda, ayudarían a neutralizar el poder de esas empresas, que en complicidad con gobiernos corruptos generalmente hacen lo que quieren, sin que nadie se les ponga enfrente.
La euforia neoliberal de los años 1990 y los delirios militaristas que le siguieron son hoy desdibujados recuerdos, sus impactos mediáticos se han agotado. Así como en ese remoto pasado abundaban los expertos que profetizaban el milenio burgués ahora muchos de ellos anuncian la próxima llegada de una megacrisis mundial mucho más potente que la de los años 1970. En una nota publicada en agosto del 2005 Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley, alertaba sobre la inminencia de la “primera crisis energética de la era de la globalización” y los numerosos puntos débiles de la economía norteamericana ante dicho fenómeno (1). Sin embargo un mes mas tarde y en el mismo newsletter Roach colocaba en el primer nivel de peligrosidad al déficit del balance de cuenta corriente de Estados Unidos (2). Por su parte “The Economist” apuntaba también en agosto hacia otro detonador: la burbuja inmobiliaria mundial con centro en Estados Unidos, cuyo desinfle sería inevitable a no muy largo plazo (3), aunque durante ese año la revista también puso el acento en el déficit de cuenta corriente, la deuda publica, el déficit fiscal y otros males de la superpotencia.
Una rápida recorrida por las principales fuentes de información económica internacional nos llevaría a engrosar la lista de amenazas: la fragilidad del dólar, el circulo vicioso comercial-financiero establecido entre Estados Unidos y China (el primero acumulando deudas y déficits y el segundo dólares y bonos del Tesoro norteamericano) o la desaceleración de la Unión Europea (donde el motor alemán aparece con crecientes dificultades económicas, sociales y políticas). Y mirando más allá de la economía asoman las consecuencias del fracaso de la ocupación de Irak que podría desatar una reacción en cadena; por ejemplo enlazando la caída del dólar con la reconversión de grandes reservas dolarizadas hacia otras monedas, el encarecimiento recesivo del crédito en Estados Unidos y la contracción de su consumo interno impactando sobre la demanda global.
Varios meses antes de concluir el 2005 el FMI repronosticaba a la baja las tasas de crecimiento de varios países centrales (Alemania, Italia, Inglaterra, Japón, etc.), los burócratas del Fondo diversifican las culpas: Katrina, los déficits norteamericanos, la suba del precio del petróleo... (4), dejando entrever que el 2006 no sería mejor.
La incertidumbre aumenta cuando son recordados los errores de previsión que antecedieron a la última megacrisis desatada a partir del shock petrolero de 1973-1974. Los pocos economistas de renombre convencidos de que se avecinaba una crisis mundial de gran envergadura apostaban en su mayoría a las turbulencias monetarias agravadas desde 1971 cuando el presidente Nixon decidió no entregar más oro a cambio de dólares, sepultando así el sistema monetario construido luego de la Segunda Guerra Mundial. De todos modos esas previsiones eran marginales, la mayoría aplastante de economistas, políticos y comunicadores endiosaban los mecanismos keynesianos capaces según ellos de controlar cualquier perturbación seria. Cuando la crisis estalló casi todos anticiparon el comienzo de una era de mayor regulación estatal del mercado en Occidente acompañada por el fortalecimiento internacional del bloque soviético, pero ocurrió lo contrario; el keynesianismo clásico entró en declinación, emergió triunfante el neoliberalismo y las desregulaciones de todo tipo, la URSS desapareció... en síntesis, se produjo una enorme bifurcación que no entraba en la visión conservadora de los expertos. Una sorpresa similar sucedió en la época de la primera guerra mundial una de cuyas principales víctimas fue el capitalismo liberal considerado entonces eterno por los formadores de opinión de Occidente. Ahora que estamos ingresando en una era de alta inestabilidad predominan nuevamente los errores de percepción; el grueso de los medios de comunicación (administradores del “sentido común”) dan por sentado que las transformaciones estructurales del capitalismo de las tres últimas décadas son irreversibles mientras que una minoría crecientemente influyente apunta hacia un cierto retorno del pasado keynesiano; es casi seguro que ambos se equivocan.
Expansión del parasitismo
Como la economía mundial gira en torno de Estados Unidos (su consumo interno sobredetermina la evolución de la demanda mundial) resulta útil observar las grandes transformaciones (y desequilibrios) que allí se están produciendo.
En primer lugar aparece una sorprendente combinación de elitización social, consumismo y declinación del la cultura productiva. Desde la Segunda Guerra Mundial se había afianzado la desconcentración de ingresos; a lo largo de los años 1960 y 1970 el 1% de mas rico de la población acaparaba aproximadamente el 8 % del Ingreso Nacional, pero en torno de 1980 cambió la tendencia y se desarrolló un proceso de rápida concentración actualmente en curso, en el 2000 ese 1 % ya absorbía el 16 % del Ingreso Nacional (ver el gráfico “Estados Unidos: concentración de ingresos”). Contrariamente a lo que enseña cierta ortodoxia económica la concentración por arriba no engrosó la corriente del ahorro y la inversión sino la del consumo que en términos reales creció al 4 % anual entre 1985 y 2003 mientras que el Producto Bruto Interno lo hacía al 2,2 % (5). La tasa de ahorro personal se fue contrayendo hasta llegar ahora a niveles negativos (ver el gráfico “Caída del ahorro personal en Estados Unidos') sin ser compensada por el ahorro empresario y estatal que también declinaron, en consecuencia el ahorro nacional neto (empresario, público y personal) que representaba en promedio el 7,5 % del Ingreso Nacional en el período 1960-2000 cayó al 1,5% durante 2001-2005, como resultado de ello las inversiones fueron crecientemente financiadas por capitales externos.
Paralelamente se expandió el comportamiento especulativo en detrimento de la cultura productiva, entre 1952 y 1979 (época keynesiana) los ingresos financieros representaron en promedio un 10 % del ingreso de las familias pero entre 1980 y la actualidad (hegemonía neoliberal) dicho porcentaje casi se duplicó, recordemos que cuando ocurrió la crisis de 1929 entre un 3 % y 4 % de la población estadounidense estaba involucrada en negocios bursátiles, esa cifra rondaba el 50 % hacia el año 2000.
Frente a ello se reducía la masa de obreros industriales, no se trató de un fenómeno exclusivamente norteamericano sin embargo en ninguno de los países desarrollados el mismo se manifestó de manera tan aguda. Por otra parte la flexibilización laboral alentada a partir de la presidencia de Reagan (1981-1989) deterioró a largo plazo la 'cultura empresaria' de importantes segmentos de trabajadores frenando el dinamismo de los procesos innovativos industriales. La competitividad ganada en el corto plazo por las empresas (desaceleración de las presiones salariales) fue perdida en el mediano y largo plazo al hacerse más caros y menos creativos los sistemas de innovación, los productos norteamericanos comenzaron a ser cada ves menos competitivos frente a los de países desarrollados como Alemania o Japón que podían ofrecer mayor calidad y en ciertos casos también mejores precios, pero también frente a bienes tecnológicamente menos sofisticados fabricados por naciones emergentes como China con bajos costos, principalmente salarios.

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