Monday, March 14, 2016

CARNE DE LLAMA, MÁS NUTRITIVA Y SANA, ES ALTERNATIVA ANTICÁNCER

Germán Churqui, un criador de llamas en los Andes de Bolivia, anhela que esta carne pueda convertirse algún día en alternativa a la carne de vaca, que está en la mira a raíz de un reciente informe de la OMS que alerta sobre riesgos de cáncer.
A 3.800 metros de altura en la región de Turco, en el departamento de Oruro (oeste), Churqui, junto a su esposa y sus cuatro hijos, crían unas 150 llamas en su granja.
Este ganadero de 45 años que sigue con la actividad que empezaron sus abuelos, sabe que la carne de este auquénido de los Andes, primo lejano de los camellos, es baja en colesterol y rica en proteínas y que puede ser una gran alternativa a las carnes rojas.
“La carne de llama es buena, entonces hay esperanzas que el precio va a subir. La carne de llama puede ser buena competidora”, explica a la AFP, bajo el inclemente viento que azota las cumbres altiplánicas.
El ministerio de Desarrollo Rural de Bolivia publicó en 2013 un informe en el que asegura que “la carne de llama muestra un alto contenido de proteína baja en grasa, influyendo en la formación de un bajo contenido o porcentaje de colesterol, asimilable para el cuerpo humano y con bajo porcentaje de ácido úrico”.
Este puede ser el principal gancho para convertirse en una alternativa al consumo de otro tipo de carnes, sobre todo las procesadas, que según un reciente informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podrían ser cancerígenas. Trome de Perú (www.trome.pe)





LA QUINUA DEJÓ DE CULTIVARSE ÚNICAMENTE EN LOS PAÍSES ANDINOS

Desde tiempos milenarios y hasta la segunda mitad del siglo XX, el consumo y la producción de quinua, se concentraba en el altiplano andino. ¿Continúa la tradición?

La Repúblia de Perú (www.larepublica.pe)
      
Anteriormente la producción de quinua se concentraba en Bolivia y en Perú, en el primero la quinua real está protegida por una denominación de origen desde de 2014. Mientras en Chile se desarrolla el cultivo a nivel del mar en algunas localidades de Concepción y Valdivia, detalla el diario El País, en un informe en el que se mencionan las propiedades alimenticias de este seudocereal impulsaron la apertura de los mercados internacionales y un paulatino aumento de la cotización del grano
Así, la quinua fue derivando lentamente de las zonas tradicionales de consumo a los mercados europeos y norteamericanos, multiplicando los precios y la demanda a un ritmo vertiginoso, imposible de satisfacer por los productores tradicionales.
El informa incide, además, en las duras condiciones del altiplano, donde se siembra la mayor parte de la quinua. En este tema se menciona que la altura y el estado de la tierra exigen ritmos especialmente morosos, basados en un sistema de cultivos rotatorios, imprescindibles para compensar la fatiga del terreno.
Primero se siembra papa, un año después se planta la quinua y tras la recolección llega el turno de una cosecha de reposo, que puede ser de alfalfa o de alguna leguminácea, y se deja el terreno en barbecho durante tres o cuatro años antes de volver a empezar. La tierra impone condiciones particularmente duras, los ciclos son morosos y las producciones cortas.
La demanda internacional ha multiplicado la cotización de los granos andinos, abriendo nuevos marcos de producción. Perú respondió a las nuevas exigencias del mercado impulsando los cultivos a nivel de mar en las costas del Pacífico y en algunas zonas de la región amazónica. Las ventajas son claras: la fertilidad de la tierra y la posibilidad de implantar sistemas de riego propician cosechas anuales y multiplican las producciones. El producto obtenido también es diferente. Nunca alcanzará el sabor y las prestaciones de los cultivos tradicionales.
Apoyada en las nuevas producciones, Perú asaltó el liderazgo del mercado mundial de la quinua, superando a Bolivia y pasando a encabezar tanto la lista de los países productores como el de los exportadores.
No es un fenómeno aislado. El cultivo de la quinua ha saltado ya muy lejos de las zonas de origen, concentradas en torno a la cordillera andina —Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y Ecuador—, para extenderse a Europa, donde crece en Francia, Gran Bretaña, Italia, Suecia, Dinamarca y Holanda. Ninguno de ellos alcanza el volumen de los cultivos en los Estados Unidos, cuyas plantaciones en Colorado y Nevada le reportan el tercer lugar en el ránking mundial. La quinua también crece en torno al lago Ontario, en Canadá.
Mientras la producción se aleja poco a poco de las zonas tradicionales empiezan a sonar las alarmas. En el altiplano peruano se piden denominaciones de origen que protejan las producciones andinas y permitan diferenciarlas de las crecidas lejos de ellas.
El dato
Acerca de su verdadero nombre: los aimaras le decían jupha y los quechuas kinuwa o kinua, de donde deriva el nombre actual. El término quinoa es un anglicismo que acabó imponiéndose en casi todo el mundo, pero su nombre en castellano es quinua, así escrito, sin tilde y con u.






Tours por los barrios peligrosos de la mano de limpiabotas

LOS GUÍAS OCULTOS DE LA PAZ
                                                                                    
Con un tour ganan lo mismo que con todo un día limpiando zapatos: 11 euros. Para la mayor parte de la gente "ni siquiera existimos"

El Mundo de España (www.elmundo.com.es)
                                             
"Yo siempre duermo bien. Ahí, igual que en cualquier sitio. Lo difícil era entrar, había que hacerlo de lado y arrastrarse un poco. Casi siempre éramos muchos y no había espacio, pero no la pasábamos mal. El thinner (una mezcla de disolventes) y el alcohol ayudaban claro, sobre todo a no darte cuenta, huele raro ahí dentro".
Nos molestamos en medir la abertura, 50x40 cm, al fondo sí hay algo más de hueco y para demostrarlo Mauge se arrastra dentro y desaparece. "¿Ves? como un hotel de cinco estrellas" -dice. Mauge es muy joven pero se ha dado prisa en hacer las cosas A los ocho años ya era independiente, a los 10 tenía una banda y a los 12 un novio, su primer hijo llegó con 13 y para los 14 ya era la primera mujer limpiabotas de La Paz y había conseguido un hueco confortable en el cementerio para pasar las noches. Harta de palizas y tras el enésimo intento de violación de su hermanastro se fugó de casa. Esa noche durmió en un portal del vecindario y por la mañana se dio cuenta de que había dado un paso importante. Se había convertido oficialmente en una chica de la calle.
Hoy tiene 20 años y sus problemas no han desaparecido, pero en el camino ha aprendido cosas. Sabe cuándo parar el relato y cuándo espolearlo, cómo cuadrar un recorrido en tres horas exactas y dónde tiene que espolvorear las anécdotas, sabe qué es lo que nos interesa, y cómo darle la vuelta a la ciudad de La Paz para enseñarte su lado más sórdido y miserable. Ése que aún le sorprende que muchos "gringos" quieran ver. Mauge se ha convertido en una guía turística profesional y desde hace unos años participa en los tours de Hormigón Armado.
En La Paz hay cerca de 3.000 limpiabotas, muchos de ellos menores de edad. Vagan por las calles como fantasmas, encapuchados por el estigma social que acarrea su profesión. Hormigón Armado es un intento de devolverles la dignidad y subirlos en marcha a un país que según su presidente, Evo Morales, ha tomado ya el tren irreversible del crecimiento.
Jaime Villalobos es el fundador de una asociación que anda estos días de enhorabuena porque acaba de cumplir 10 años. El proyecto arrancó con un periódico que venden los propios chicos y que se ha convertido en el altavoz de los olvidados de La Paz. Luego llegarían cursos de alfabetización y escolarización. Los recorridos guiados empezaron hace tres años, ya hay 15 guías capacitados y la clientela no para de crecer.
El trabajo que "nadie puede saber"
Javier el babas, a diferencia de Mauge, hace el recorrido sin quitarse el pasamontañas. Termina con un cliente y guarda los cepillos y el betún en la cajita que también le sirve de asiento cuando tiene que trabajar. La tapa está llena de logos y pegatinas, la mayoría pertenecen a estudios de tatuaje de la ciudad. "¿Ves? yo también estoy esponsorizado como Cristiano Ronaldo". A cambio la tinta que recorre su cuerpo le ha salido gratis. Él cobra dos bolivianos por lustrado y los días buenos consigue 40 pares de zapatos. Con un tour gana lo mismo que en una jornada laboral, 80 bolivianos, 11 euros. Con eso pagan una habitación alquilada, comida y los materiales del colegio de sus dos hijos.
Babas nunca fue al colegio, pero conoce hasta las historias más mínimas de la ciudad que vemos a nuestros pies desde la nueva línea del teleférico dónde arrancamos el tour. Reconoce que al principio le daba un miedo terrible a que aquel cacharro fuese a volcar y a despeñarse en la ladera. Sin embargo ese miedo es nada comparado con la cosa que más le asusta en el mundo. "Que mi suegra descubra que en realidad no trabajo para una empresa de limpieza y que sólo soy lustrabotas".
Porque Babas se despide cada día de sus vecinos con camisa limpia y toma el teleférico desde El Alto arreglado como si fuese a la oficina, se baja en La Rodríguez donde su mujer le pasa la mochila con el mono azul de trabajo y el pasamontañas. "Nadie sabe lo que hago, ni mis vecinos, ni siquiera mis hijos. A veces les he lustrado los zapatos a conocidos sin que se diesen cuenta. No quiero que sus amigos les digan nada en el colegio. Aquí la gente se ríe de ti o te miran raro si saben lo que haces, o se burlan, te enseñan los zapatos y te dicen ¡Vamos, lustra!".
"Para sobrevivir hay que robar"
Mauge me señala con seriedad los postes de la luz, donde unos enormes monigotes de goma se balancean, con la barriga atravesada por la misma leyenda: "Ladrón pillado será colgado". "Ésta es la calle de los ladrones. Los vecinos están hartos de los robos y por eso han colocado estos muñecos. Te aseguro que cumplen las amenazas, aquí ahora son los rateros los que tienen miedo".
Ella sabe de lo que habla, porque cuando eres un niño de la calle para sobrevivir hay que robar. Ella, que ha sido durante años una de las carteristas más hábiles de la ciudad, guarda ahora mi billetera en su mochila. "Normalmente cuando vengo con turistas por esta zona, hablo antes con mis amigos, les digo que voy a pasar por aquí y les pido que paren de trabajar cinco minutos".
El tour avanza entre los mercados de una ciudad que se vuelca hacia la calle; el de las brujas, el de animales, la calle del pescado... observamos a hechiceros escudriñar el futuro en las hojas de coca y a ancianas aimaras impertérritas vender remedios para la impotencia. "La primera vez que nos tocó hacer el tour estábamos muy nerviosos, vinieron estudiantes de turismo de la UMSA para capacitarnos, pensaba que no íbamos a tener nada que contar. Nos dijeron que estuviésemos tranquilos, que sólo enseñásemos la ciudad que conocemos, la que vivimos todos los días. Si te olvidas de la vergüenza luego todo va mejor."
Hacemos un alto en la Calle de los Sombreros, donde se venden los preciados sombreros que lucen las cholas. Cuando preguntamos el precio el dependiente escruta con desconfianza la rendija donde brillan los ojos del Babas, gruñe algo y nos ignora. "¿Ves? Si viniese descubierto todo sería distinto. Para la mayor parte de la gente aquí ni siquiera existimos".
Los tours suelen acabar en San Miguel, la prisión más conocida de La Paz.. Los domingos suele ser el día de visita y la cola llega hasta la esquina. Al despedirme le pregunto a Mauge si le quedan muchos amigos de los años en que dormía bajo los puentes. "Casi ninguno. Todos los de mi época o están ahí dentro o muertos".
Aumentar la autoestima de los niños de la calle
Días después acudo a la sede de Hormigón Armado. Es jornada de reparto del periódico y además hay organizada una charla sobre la trata infantil y el maltrato. Un enjambre de críos se agolpa en la sala, algunos apenas adolescentes ya son padres y llevan anudadas en el pecho o la espalda a sus réplicas lloronas en miniatura. Las paredes están plagadas de carteles con sentencias "Si te caes siete veces levántate ocho", "incluso las torres más altas empiezan desde el suelo".
Las educadoras sociales disparan preguntas sobre machismo, discriminación y explotación infantil. Jaime me cuenta que el objetivo es prevenirlos de los peligros de la calle y dotarles de autoestima, orgullo. Para ser unos niños la mayoría ya ha vivido demasiado.
- Recordad que el último día hablamos de que todo el mundo puede ser un héroe, dijimos que todos tenemos superpoderes que nos hacen únicos y especiales...
El Babas levanta la mano y se ríe a carcajadas.
- Claro que somos superhéroes, por lo menos ya estamos como Batman. .. ¡Enmascarados!





BOLIVIA PRODUCIRÁ MEDICAMENTOS A BASE DE COCA CON AYUDA DE CUBA
                                                                                            
Evo Morales afirma que con esos medicamentos se podrá enfrentar algunos monopolios en la industria farmacéutica.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info)
                                                           
El presidente boliviano, Evo Morales, anunció que una misión cubana ayudará a Bolivia a producir tres medicamentos en base a la planta de coca, tras haber realizado estudios sobre su potencial en la industria farmacéutica.
Morales se refirió al apoyo cubano en un discurso en la región boliviana de Cochabamba (centro), en el que destacó la celebración hoy del Día Nacional de Acullicu o de la masticación de la hoja de coca, un hábito arraigado en los sectores indígenas y campesinos.
El gobernante anunció que estos días visitará Bolivia un grupo de investigadores cubanos que hicieron durante cerca de seis años un estudio sobre la industrialización de la planta y su potencial para fabricar tres medicamentos, que no detalló.
"Es un avance importante para que la hoja de coca sea industrializada para la salud", agregó Morales.
Según el mandatario, con esos medicamentos en base a coca se podría enfrentar algunos monopolios en la industria farmacéutica.
El 12 de marzo de 2013, la Organización de Naciones Unidas aceptó el reingreso de Bolivia a la Convención sobre Estupefacientes de 1961 con una salvedad sobre la práctica del masticado de coca o "acullicu", vetada hasta entonces en ese documento.
Bolivia se había retirado de la Convención en 2011 y pidió reintegrarse de inmediato, aunque con una reserva que reconociera la legitimidad del "acullicu" como una costumbre cultural y ancestral en el país, reconocida en la Constitución promulgada en 2009.
Naciones Unidas aceptó ese reconocimiento, pero mantiene a la hoja de coca en la lista de sustancias controladas, ya que contiene alcaloides que son la base para la producción de cocaína, y también prohíbe la exportación de la planta.
Pese a su condición de presidente, Morales es aún el máximo dirigente de los cocaleros de la zona central del Chapare, y ha defendido que la hoja en estado natural no es una droga.
En otro discurso, también en Cochabamba, el mandatario pidió hoy a los cocaleros del Chapare que respeten el límite a los cultivos de coca para evitar que los excedentes se desvíen al narcotráfico.
Un estudio de Naciones Unidas presentado en agosto del 2015 estableció que la superficie cultivada con matas de coca en Bolivia era de 20.400 hectáreas en 2014, lo que refleja una reducción de un 34 % respecto a la superficie que existía en 2010.
La legislación boliviana admite un máximo de 12.000 hectáreas de hojas de coca en el país para usos lícitos, pero el Gobierno y los sindicatos de cocaleros han planteado modificar la norma subiendo el límite hasta las 20.000 hectáreas.
Esto pese a que un estudio integral elaborado por estadísticos del Gobierno y con apoyo financiero de la Unión Europea (UE) señaló en 2013 que solo se necesitan 14.705 hectáreas para usos legales.
Desde que llegó al poder en 2006, Morales se planteó la industrialización de la coca con proyectos farmacéuticos y de alimentos, pero las iniciativas no han logrado desarrollarse.





LOS NUEVOS REGRESOS DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

Dos publicaciones traen de vuelta el conflicto que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia entre 1879 y 1884. Mientras un estadounidense aborda la historia militar, un grupo de chilenos y peruanos analizan la guerra con miras a la integración.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)

El pasado siempre está cambiando y no puede decirse que la Guerra del Pacífico “ya fue”, en el sentido de que no haya más que añadir a su anaquel de héroes y batallas, de naufragios y de horrores. O de que la percepción que se tiene de ella y de sus consecuencias no haya variado con el tiempo.  
El prolongado conflicto es hoy objeto de dos nuevas publicaciones: una, originalmente aparecida en inglés en 2007, es una historia militar escrita por un estadounidense; la otra reúne a investigadores chilenos y peruanos abordando no tanto la guerra como los insumos que provee para pensar en el futuro.
De buenas a primeras, ambas resultan complementarias y lo más probable es que al lector de esta nota no le recuerden a nada que haya leído en el colegio.      
Mirada de gringo
Autores de habla inglesa han escrito sobre la Guerra del Pacífico desde 1883, cuando Theodorus Mason, oficial de la Armada de EEUU, publicó The war on the Pacific Coast of South America between Chile and the allied republics of Perú and Bolivia 1879-1881. En 1948, su compatriota Herbert Millington hacía lo propio con American diplomacy and the War of the Pacific, y siete años después el británico Victor Kiernan escribió en la Hispanic American Historical Review un ensayo sobre los intereses foráneos en el conflicto (que inspiró la película chilena Caliche sangriento).  
Esta vez, la Dibam presenta Tragedia andina. La lucha en la Guerra del Pacífico 1879-1884. Es la traducción de Andean tragedy, del historiador William Sater. Autor de libros sobre la imagen heroica de Arturo Prat y la prusianización del Ejército chileno, además de coautor de una historia general de Chile, este profesor emérito de la  U. Estatal de Califonia(Long Beach)publicó hace 30 años Chile and the War of the Pacific, donde concluye que el conflicto perjudicó al país en cuanto la conquista de la región salitrera le evitó tener que hacer grandes reformas al sistema fiscal o a la estructura social. 
Esta vez deja de enfocarse sólo en Chile e incorpora materiales bolivianos y peruanos (historiografía, cartas, memorias, prensa) “para ofrecer una visión de conjunto”, según cuenta a La Tercera. “Como gringo, creo que puedo hacer una lectura menos parcial de los acontecimientos”.
El autor inserta su objeto de estudio -“uno de los pocos conflictos a gran escala que experimentó el mundo en esa época”- en un contexto donde la Guerra de Secesión en EEUU (1861-1864) y el conflicto franco-prusiano de 1870-1871 alteraron el modo de combatir, compleijizando las tecnologías y modernizando las estrategias. Pero acá no se aprendió gran cosa de la experiencia internacional y la guerra que se libró no tuvo muchas diferencias con las de los tiempos de Napoleón. Los ejércitos, anota Sater, “habían adquirido armamento moderno, pero no el conocimiento que les hubiera permitido usar estos recursos de forma más fluida”.
Esta guerra, que “pareció comenzar por accidente” y donde el determinismo económico habría pesado menos de lo que cierta historiografía ha planteado, se convirtió rápidamente en una “pesadilla logística y médica”: regimientos que no tienen los elementos mínimos para desplazarse, que no se enteran de que van en la dirección equivocada o que se entumecen en la noche del desierto por no tener ropa que sustituya la que llenaron de sudor durante el día. 
¿Qué explica, finalmente, la victoria de Chile?, se pregunta Sater. “Su ubicación  geográfica, su infraestructura civil superior y sus instituciones políticas -que lograron funcionar aún durante el estrés de la guerra- y, más importante, las habilidades intelectuales y la experiencia práctica del cuerpo de oficiales”. Eso sí, da a entender que no ganó quien tuvo más aciertos, sino quien cometió menos errores.
En una obra dedicada a quienes se sacrificaron por su patria, Sater no minimiza el heroísmo de peruanos y bolivianos, sumados a Arturo Prat, al tiempo que no oculta los rasgos menos épicos de los chilenos: las atrocidades de quienes desfiguraron rostros con sus corvos; la ineptitud y el cálculo político del almirante Juan Williams Rebolledo, el alcoholismo impenitente del capitán de navío Enrique Simpson y la “generosidad con la sangre ajena” del general Manuel Baquedano, que hasta el final optó por los ataques masivos frontales, que dejaron numerosas bajas entre los suyos. 
Por la integración
Publicada por la U. de Tarapacá, La Guerra del Pacífico en perspectiva histórica es una obra colectiva coeditada por dos especialistas en las relaciones chileno-peruanas: José Chaupis, profesor de la Universidad de San Marcos, y Eduardo Cavieres, premio Nacional de Historia 2008. Cavieres ya tiene una trayectoria convocando a investigadores de los tres países involucrados en el conflicto, publicando obras que buscan enriquecer las perspectivas, repensar la enseñanza de la historia en el aula y favorecer la integración.
El nuevo libro, cuenta Cavieres a La Tercera, “surge  de plantearnos frente a la Guerra del Pacífico, no para describirla en sus hechos político-militares, sino para analizarla en sus variadas significaciones y especialmente en cómo pensarla, no sólo como conflicto del pasado, sino también como impedimento para avanzar en el presente hacia procesos de colaboración más amplios”.
Con un total de 18 autores (entre ellos el peruano Daniel Parodi y el premio Nacional 2014, Sergio González, coautores de Las historias que nos unen), el libro se ocupa de los contextos previos a la guerra, los desarrollos nacionales posteriores y “el cómo debiera enseñarse para fomentar una cultura de paz”.   
Puede el lector asomarse al destino del soldado desconocido y a las celebraciones de la toma del Morro de Arica, que en sus primeros tiempos eran protagonizadas por la mayoritaria población peruana de dicha ciudad. A la visión estadounidense de la cuestión de Tacna y Arica, y al espinudo ítem de los textos y los currículos escolares. 
“Si bien es cierto que las lógicas de las historias oficiales, por ambos lados, son difíciles de desatar”, escribe Cavieres en el libro, “una mejor comprensión social de los significados del conflicto se puede facilitar a partir de un esfuerzo historiográfico por explicar que los enfrentamientos  entre naciones no son necesariamente inevitables”.





LAGO POOPÓ SE SECA Y PONE EN PELIGRO A VARIAS COMUNIDADES

Financial Times de Londres (www.ft.com/cms)        

Él apunta a una franja negro en su poncho: "Esa era la oscuridad que cubría todo antes de la luz y el agua. Ahora me temo, nos dirigimos de nuevo allí ".
Hace casi una década, la ONU advirtió que "los pueblos indígenas se encuentran entre los primeros en enfrentar las consecuencias directas del cambio climático, debido a su dependencia del medio ambiente y sus recursos." En Bolivia, en gran parte un país indígena, que ya está ocurriendo.
En 1986, el lago Poopó, situado en una depresión en el altiplano a 3.700 metros sobre el nivel del mar, repartidos en 3.100 kilometros cuadrados. Se ha reducido al 5 kilómetros cuadrados, dejando sólo unos charcos en una cama de lago agrietada pockmarked por vicuñas muertas y barcos de pesca abandonados.
"El lago es una víctima de una tormenta perfecta de cambio climático, las prácticas de El Niño y de desarrollo de Bolivia, la minería, en particular, que hace estragos en agua de muchas maneras", explica Jim Shultz, un activista del medio ambiente y el director ejecutivo de la sede en Cochabamba Centro de la democracia.
El nivel del lago ha fluctuado mucho tiempo, y que se ha secado en el pasado. Pero muchas personas les preocupa que el agua se ha ido para siempre esta vez debido a las temperaturas más altas y sedimentos, y las desviaciones de los agricultores y mineros. Activistas señalan con el dedo a los muchos mineros cooperativos, la gran mina de propiedad estatal de estaño Huanuni, así como una operación cercana por Glencore, que flanquean el lago. Glencore lo niega es el culpable.
Frente a la disminución de los ingresos como los precios de las materias primas de diapositivas, el presidente Evo Morales, que nació y se crió en el lago Poopó y se comprometió a proteger a la Pachamama, o Madre Tierra, continúa perforando el país en su intento de reducir los índices de pobreza extrema a cero en la próxima década . Sin embargo, esto está perjudicando a algunos de los grupos indígenas pobres se comprometió a defender.
"Digan lo que digan, el gobierno ha basado su economía política en las actividades extractivas. Dicen que tenemos que vivir de algo ", dice Limbert Sánchez, coordinador del Centro con sede en Oruro para la Ecología y Pueblos Andinos," así que esto tenía que suceder, y ahora está afectando a las comunidades ".
Bolivia sigue dependiendo en gran medida de las industrias extractivas, como el gas natural y minerales para mantener la economía a pleno pulmón. Las exportaciones mineras aumentaron de $ 1bn al año en 2006 a casi $ 4 mil millones en el 2014, mientras que las inversiones en el sector creció casi cuatro veces en el mismo período. Más de 2,6 millones de personas se sumaron a las filas de la clase media bajo el gobierno de Morales, y las tasas de crecimiento siguen estando entre los más rápidos de la región.
Pero el choque entre el modelo de desarrollo minero-conducido del gobierno y los habitantes originales del país ha sido un punto de inflamación en la presidencia de Morales. El año pasado hubo indignación cuando el gobierno anunció que abriría siete de 22 áreas protegidas de Bolivia para la exploración de hidrocarburos.
Ahora, un plan de gobierno para reactivar el lago está cayendo víctima de la recesión en la economía de Bolivia, como organizadores de un plan de 20 años para la lucha cuerpo de agua para reunir los $ 100 millones que dicen que necesitan para la primera fase de cinco años en medio estado de deterioro ingresos.
Mientras tanto, se están desarraigadas comunidades. Félix Condori, otra autoridad Uru, dice que aproximadamente la mitad de las 750 familias Uru-Murato - que según la mitología son "seres de agua", no humanos - se han visto obligados a abandonar sus asentamientos y trasladarse a las ciudades y pueblos en Bolivia, Chile y Argentina en busca de trabajo.
"Antes había un montón de agua que nos dio todo lo que la gente del agua que pueda necesitar", dice el Sr. Condori, alcalde del pueblo Uru-Murato de Llapa Llapani. "Ahora no hay comida para comer, el agua se ha ido para que los peces y las aves se han ido. Es por eso que nuestro pueblo se van, y que se enfrentan a la extinción ".
Un día de noviembre de 2014, la aldeas lago Uru-Murato despertaron a millones de peces muertos. Sólo un año más tarde el lago había desaparecido. "Nadie escuchó", dice Adela Choque de Punaka, otro grupo de Uru casas en la costa, que ahora se basa en las raciones entregadas por el gobierno.
lluvias escasas cayeron en lo que queda del lago Poopó el mes pasado. Sr. Valero, que dejó de pescar hace ocho meses, dio las gracias a la Madre Tierra por el agua: "Esto va a perderse entre las grietas del lecho del lago," dijo. "No va a ayudar. Pero es agradable de la Pachamama que todavía piensan de nosotros ".





Bruno Fornillo, investigador de las perspectivas del litio en la Argentina

“LO IMPORTANTE ES PODER CONFECCIONAR LAS BATERÍAS”
                                                                                                            
Desde las ciencias sociales (es doctor en esa área y en geografía, además de historiador), este investigador del Conicet puso la mira en la geopolítica del litio, un mineral que ya es una estrella mundial por su relevancia en la producción de dispositivos electrónicos. Aquí, analiza qué papel juega la Argentina por sus reservas en el noroeste.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                                    
En los salares andinos de Argentina, Bolivia y Chile se encuentra el 80 por ciento de las reservas probadas del elemento químico que anima los dispositivos eléctricos en todo el mundo: el litio. Un teléfono celular, una notebook, una tablet, funcionan gracias a la acumulación energética de las baterías Ion-litio; y sin ellas un satélite no entraría en órbita o una nave espacial no sobreviviría. Además, millones de autos que queman combustible fósil alrededor del planeta podrían ser reemplazados por vehículos eléctricos o híbridos, algo que de hecho ya está sucediendo, por lo que se espera que para 2020 haya 7 millones de vehículos propulsados no por el petróleo sino por este tipo de baterías.
Por eso, no resulta extraño que desde hace algunos años se haya empezado a hablar de la “Arabia Saudita del litio” para referir a ese triángulo minero formado por los salares de Uyuni (en Bolivia), de Atacama (en Chile) y de Hombre Muerto (en Argentina). El “oro blanco”, el “petróleo del siglo XXI”, ésos son algunos de los epítetos promisorios con los que se viene nombrando al litio, ese mineral clave para esta etapa de desarrollo, en la que el petróleo tiene los días contados. “El litio es un prisma superinteresante para ver miles de temas”, señala entusiasmado Bruno Fornillo, uno de los investigadores que conforma el Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes Naturales del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (Iealc) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. “Pero lo importante no es tanto la extracción del mineral como lo es el proceso de agregación de valor, de creación de la batería de litio y tener una frontera tecnológica local”.
–¿Qué significa para la Argentina tener una gran reserva de litio en nuestros salares, junto con Chile y Bolivia?
–En un principio, cuando se analizaba la cuestión del litio se hacía un foco en relación a la extracción, sobre todo en relación con los países del “triángulo del litio” (Chile, Bolivia, Argentina). Y si bien nosotros teníamos un perfil medianamente crítico, estábamos un poco subsumidos bajo esa imagen de “la Arabia Saudita del litio”. Pero al andar la investigación nos fuimos dando cuenta y se nos abrió cada vez más el campo de la agregación de valor. Finalmente sostenemos la hipótesis de que el eje está fundamentalmente en confeccionar la batería de litio a nivel nacional, desechamos la importancia de la extracción como punto nodal. Por supuesto, esto no quiere decir que no tenga que haber la mayor presencia del Estado nacional, de las comunidades, en la incorporación de la renta dentro de las fronteras nacionales, pero sobre todo apostamos a que lo importante es poder confeccionar las baterías y generar toda la agregación de valor.
–Como usted señala, la Argentina pasó a integrar junto a Chile y Bolivia esa imagen mítica de “la Arabia Saudita del litio”. Pero resulta que el litio es un mineral muy abundante, que está en muchos países e inclusive hay gran cantidad de este mineral en el mar. Entonces, ¿por qué nuestro país formaría parte de un grupo selecto para el cual el litio representaría un futuro promisorio?
–Cuando se habla de recursos naturales estratégicos, al litio se lo pone en un lugar casi privilegiado. Pero, en principio, no es escaso, es el 27º mineral más abundante en el planeta, está adosado a 150 minerales y también hay mucho en el mar, aunque en concentraciones mucho menores que en tierra. Y a la vez tampoco está distribuido desigualmente: hay en China, en Estados Unidos, en Canadá, hay en parte de Africa, hay en Serbia, hay en España, hay en Australia. Pero también es cierto que entre un 80 y 85 por ciento de litio está en las salmueras del salar de Hombre Muerto (Argentina), el salar de Uyuni (Bolivia) y el salar de Atacama (Chile). Y el litio en salmuera es el menos costoso de extraer, es el más rentable, es el que tiene mayores ventajas comparativas. Si se saca de los salares es menos costoso que si se saca de piedra, como se hace en Australia. Y el litio de salar se concentra en “el triángulo del litio”: Bolivia tiene alrededor del 50 por ciento, Argentina el 13 por ciento y Chile el 18 por ciento. Cada salar tiene una composición específica de cantidad de litio por partes y de facilidad de extracción. Por ejemplo, el salar de Atacama tiene asociado mucho potasio, entonces, al extraer litio, también se consigue potasio, y el potasio vale dinero. No sucede lo mismo en el salar de Uyuni, que no tiene potasio sino otro mineral que vale menos, entonces el costo de extracción es mayor porque no tiene un producto asociado de valor.
–Pero ¿por qué el litio es un recurso natural estratégico si está por todos lados, digamos, y en cantidades abundantes?
–Para que un recurso natural se convierta en estratégico tiene que ser clave para el desarrollo del modo de producción capitalista, clave en la hegemonía regional o mundial, clave para una economía verde o de posdesarrollo. Si un recurso tiene alguna de estas características es suficiente. Pero también tiene que tener una serie de condiciones necesarias: tiene que ser escaso, tiene que estar desigualmente distribuido y tiene que ser esencial para algún proceso, es decir, no tiene que encontrar un sustituto.
–Bueno, por su definición el litio no pareciera clasificar como un recurso natural estratégico, ¿no?
–Claro, no clasifica como estratégico, pero lo que sí es esencial y a la vez lo que lo convierte en estratégico es que sirve para fabricar las baterías. Y lo importante de la batería, lo que le da valor, es todo el proceso tecnológico asociado a esa construcción de la batería, que es difícil de realizar.
–Y hoy los países que la fabrican son principalmente Estados Unidos, China, Japón y Corea del Sur.
–Claro, además de algunos países de Europa. Y como el litio también está en el mar, cuando sea muy importante, todos los países que tienen costa marítima tienen eventual acceso a las reservas de litio.
–¿Ya hay tecnología disponible para extraerlo del mar?
–China y Corea están experimentando tecnología para obtenerlo del mar. Por eso también es estratégico, no les importa tanto el precio que tengan que pagar, porque en el costo total de una batería, y menos de un auto, el litio es menor. Entonces, Toyota lo que quiere saber es que va a tener litio para su plan de operaciones de los próximos veinticinco años. No le importa si ese litio lo va a tener que pagar tres veces más. Todo esto no quiere decir que nosotros digamos que el litio no tiene un valor estratégico como recurso natural, pero sobre todo lo tiene como oportunidad tecnológica y como índice de una necesaria política regional a nivel extracción y a nivel industrial.
–¿Cuál es el tipo de extracción y de explotación que ustedes pudieron observar en “el triángulo del litio”?
–Los perfiles de la explotación y de la extracción de los tres países son muy disímiles entre sí. Por esto también la chance de hacer un triángulo de litio hoy es bastante remota. El caso chileno es puro libre mercado, extracción, exportación hacia afuera, hacia Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y China, por el momento les importa nada lo que tiene que ver con la agregación de valor. Digo “por el momento” porque en Chile están empezando a ver que, por un lado, parte del valor está en ascender en la cadena productiva, y hay un potencial, por ejemplo, para la utilización de las batería en energía solar. Chile tiene una potencialidad de energía solar muy grande. Además también están entrando competidores al mercado, Chile ya no es el primer exportador mundial que controla el precio, Australia ya es el segundo, están entrando nuevas explotaciones en la Argentina, y en Bolivia tarde o temprano van a entrar. Bolivia es diferente, el Estado tomó el control absoluto del salar de Uyuni para que la parte de extracción, la producción de carbonato de litio, estuviese en manos del Estado y sólo al final, lo que se ligase a la cuestión de las baterías, pudiese llevarse en asociación con empresas extranjeras. Bolivia todavía no entró en producción porque está llevando adelante todo el proceso técnico de extracción sobre sus propias espaldas. Pero como es un país muy poco industrializado, no existe un entorno científico, mercantil y tecnológico que posibilite pegar el salto, desde el control absoluto de la materia prima carbonato de litio hacia los pasos posteriores.
–¿Y cómo es la situación de la Argentina?
–En Argentina está FMC Lithium, una empresa norteamericana, desde 1998, que exporta carbonato de litio, y con eso la Argentina es el tercer exportador de carbonato de litio a nivel global. FMC Lithium tiene el monopolio del Salar de Hombre Muerto, que queda entre Catamarca y Salta. Entonces, en el último tiempo, con el boom del litio vinieron un montón de empresas y se manejaron de una manera bastante particular. A nosotros nos gusta utilizar la imagen de una nave espacial que aterriza en un territorio que aparecía como desligado de la lógica capitalista transnacional y entonces eso se convierte en una suerte de economía de enclave vinculada de manera absoluta a los circuitos económicos globales bajo el perfil de productor de materia prima.
–¿Cómo es el modo en que esas grandes corporaciones químicas se instalan en el territorio?
–Un ejemplo es la explotación que empezó Orocobre en el 2014 (en Jujuy). Tenían un geólogo local, que era como una suerte de pequeña nave exploratoria, que iba y veía los salares, las chances, hacía contactos locales, veía qué pasaba con las comunidades, y cuando encontraba más o menos dónde estaba el negocio, mandaba el contacto a la central. Entonces, las grandes corporaciones arman como una especie de proyecto y una empresa especial para eso, que fondea el tema, pero todavía no la absorbe. La mandan ahí para empezar ya de una manera más robusta a trazar contactos, pedir las tenencias, empezar a ver cómo es la explotación y demás. Y una vez que ya está instalada y empieza la explotación, la empresa matriz la absorbe y, en este caso, ya forma parte de Orocobre.
–Entonces, ¿acá tampoco el Estado tiene intervención?
–Bueno, está por supuesto la cuestión provincial, porque cada provincia maneja sus recursos y Jujuy, en su momento, declaró al litio recurso natural estratégico para tener un grado de participación mayor en la extracción y darle un lugar mayor al recurso. Para eso, Jujuy fue la única provincia que creó una empresa, JemSE, que tiene una participación menor en algunas explotaciones, de 8,5 por ciento, eso le permite en un futuro tener un control sobre el litio. Pero el perfil general de la Argentina en ese sentido está vinculado a una externalización de la materia prima sin ningún control y con poca participación de las comunidades, tampoco una presencia provincial sustantiva. Sí, de todos modos, hubo una presencia importante del Estado nacional hasta acá en lo que tenía que ver con la chance de acrecentar la cadena de valor en la Argentina, mediante la participación en su momento del Ministerio de Ciencia y del Ministerio de Planificación. Porque la Argentina, a diferencia de Chile y de Bolivia, tiene un contexto y unas oportunidades bastante mayores.
–¿Por qué?
–Porque acá hay un mercado potencial que está vinculado con la batería, en la industria electrónica de Tierra del Fuego, también hay una producción de motocicletas nacionales, que bien podrían, si se tuviese una estrategia a mediano y largo plazo, incorporar batería de litios en su tracción. No hay que olvidar que Argentina es uno de los 25 o 30 países que tiene una plataforma de producción de automóviles y, efectivamente, las automotrices hacen todo para generar el proceso de incorporación de valor a nivel interno. No se puede saber qué puede llegar a pasar dentro de 15 años, si Argentina está en condiciones de ofrecer a la producción industrial la chance de una tracción de auto, de camión, de lo que fuese, a base de batería de litio. A la vez hay un mercado que se proyecta tan grande como el de automóviles, que es el mercado de las energías alternativas, porque ahí las baterías tienen diferentes funciones que cumplir. Por ejemplo, para almacenar energía eólica o solar se utilizan baterías de litio.
–¿Qué papel juegan las baterías de litio en la transición energética, en las economías de posdesarrollo?
–La transición energética lo que supone, justamente, es ir abandonando paulatinamente las energías fósiles para generar un tipo de tracción general energética que esté vinculado a energías sustentables y renovables, y eso tarde o temprano va a tener que acontecer. Y cuando eso suceda, el papel de la electricidad va a ser cada vez mayor, dentro de la matriz total, porque las energías renovables lo que producen fundamentalmente es electricidad: la solar, la eólica, la hidráulica, la biomasa, las mareas. En esta transición energética, todas estas energías se almacenan. La electricidad si no se utiliza una vez producida, vuela. Entonces, las sociedades futuras van a tener que tener reservorios de energías, y ahí las baterías de litio tienen un papel que cumplir. Porque el combustible fósil tiene 50 años de vida, dicho esto no por ningún escrito fatalista sino por la Asociación Internacional de Energía. De modo que hay una transición energética necesariamente. Algunos países la están encarando, Alemania es uno de ellos, y China a su modo también.
–Entonces, ¿actualmente la batería de litio es una promesa a futuro?
–Es una promesa para el modo como nosotros pensamos, en Sudamérica, en donde las variables de futuro no están incorporadas al tipo de actividad presente. Tesla Motors, en Estados Unidos, tiene una fábrica gigante de producción de baterías de litio para automóviles, son autos ultra verdes, puramente eléctricos, que se están usando hoy. Tesla, para abaratar costos, produce en serie baterías. Todas las grandes automotrices lanzan baterías de litio, salvo Toyota que está pensando en la batería de hidrógeno. El litio está hoy en vías de consolidación, pero no está absolutamente consolidado, porque las baterías de litio todavía tienen una serie de dificultades: en el automóvil la autonomía no es muy amplia, tiene algún riesgo no menor de que pueda explotar y todavía no se puede igualar a la potencia que genera la energía fósil, el petróleo, tampoco es sencilla la carga. Por eso nosotros decimos que lo importante es el proceso de agregación de valor, de creación de la batería, de un proceso tecnológico local, incluso más allá de que las baterías sean de litio, porque si se tiene el know-how, si mañana no son las de litio y son las de hidrógeno, el reciclaje es sencillo. De hecho, los científicos que hoy más saben de litio, antes se dedicaban a hidrógeno.
–¿Entonces, según su visión la apuesta fuerte debería hacerse en relación a todo lo que viene después de la extracción?
–Sí, en el sentido de generar todo el proceso científico-técnico-industrial para hacer la batería en Argentina, lo que podría ser la contribución a modelos creativos de desarrollo, a un nuevo modelo de crecimiento, a una idea incluso de posdesarrollo, de poscrecimiento. Lo importante de las baterías se relaciona con la transición energética, con un modelo industrial que incorpore mucha cabeza, con un patrón verde. Aldo Ferrer decía que hay que pasar de la sustitución de importaciones a la sustitución de futuro. El modelo ya no es más ese modelo industrial de base fuerte y de intensidad energética, intensidad de mano de obra, intensidad del hierro, el aluminio, la industria de base. El modelo es otro y por eso nosotros hablamos de posdesarrollo, y el vector energético es una chance de un modelo de desarrollo creativo que incorpore las variables sustentables, de economía venidera en relación al cuidado de los bienes estratégicos, en relación obviamente a un modelo de equidad, y que preste especial atención a la incorporación de valor tecnológico y de pensamiento, y a la vez que trace fronteras de necesidades locales, que no piense en el crecimiento del PBI. A mí lo que me interesa es que haya un modelo de crecimiento sustentable, equitativo y renovable.





DEL MAS BOLIVIANO AL LITIO

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

Por Verónica Engler.-Bruno Fornillo es historiador, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en geografía por la Universidad París VIII (de Francia), e investigador del Conicet. Hace una década, cuando iniciaba su tesis de doctorado sobre el Movimiento al Socialismo en el poder de Bolivia, comenzó a vislumbrar la cuestión del litio, algo que con el tiempo se transformaría en un tema de investigación y reflexión tanto para él como para sus colegas del Grupo de Estudios en Geopolítica y Bienes Naturales del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la UBA. Producto del trabajo conjunto de este equipo de investigadores e investigadoras es el flamante libro Geopolítica del Litio. Industria, ciencia y energía en Argentina (Editorial El Colectivo), una compilación de textos coordinada por Fornillo.
El litio es un mineral que el último cuarto de siglo se ha transformado en la nueva estrella, por su importancia para la producción de dispositivos electrónicos como también por su potencial uso en el almacenamiento de las energías provenientes de fuentes renovables, como la solar o la eólica, por ejemplo. Durante el tramo final de la década de 1990 y principio de la siguiente, las baterías recargables reemplazaron sus principales materiales e insumos por otros. Así, las baterías recargables más usuales eran aquellas que funcionaban en base al níquel y al cadmio, aunque pronto los cambios tecnológicos hicieron que las baterías en base al litio ofreciera capacidades superiores a aquellas. Por lo cual, los cambios operados en los insumos, producción y uso de las baterías sufrieron un importante vuelco. Así, pasó a aumentar fuertemente la demanda de litio en reemplazo del consumo de níquel y cadmio. De este modo, las baterías en base litio pasaron de representar menos del 5 por ciento del mercado mundial en 1995, a conformar el 58 por ciento del total para el año 2008.
Para referirse a la forma que está tomando el fenómeno de la extracción de litio y de la producción de baterías con este mineral, los autores de Geopolítica del litio plantean la siguiente encrucijada para nuestra región: “Vivimos en un planeta envuelto en un proceso de ‘transición’ geopolítica y ecológica, donde la naturaleza se encuentra al servicio de un nuevo campo de acumulación y valorización financiera, bajo una extendida ‘privatización de recursos’. A su vez, el consumo acelerado e ininterrumpido de los recursos vitales de la tierra hace que su valor se acreciente día a día. A causa de la entropía destructora y el tipo de metabolismo propio del capital, la existencia, la explotación y el transporte de los recursos naturales, dibujan lentamente una nueva ‘geografía de conflictos’. Es un contexto en el cual los países sudamericanos se ven presionados para reinstaurar el clásico intercambio interindustrial: son mercados de productos de alto valor agregado mientras ‘exportan naturaleza’, clave en la externalización de los costos ambientales de los países centrales”.





ESTANCAMIENTO ECONÓMICO AMENAZA A LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA

¿Fin de una era? ¿Hay un ocaso de la izquierda en América Latina? ¿Por qué pierden espacio estos gobiernos?

El Mundo de Venezuela (www.elmundo.com.ve)

Por Benytsa González.- Luego de los triunfos electorales de Hugo Chávez en Venezuela (1998), Luiz Inácio Lula en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina (2003), se habló en América Latina de un “giro a la izquierda”.
El fenómeno electoral parecía consolidarse con otras victorias progresistas: José “Pepe” Mujica en Uruguay (2005), Evo Morales en Bolivia y Michelle Bachelet en Chile (2006), Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua (2007), Fernando Lugo en Paraguay (2008) y Mauricio Funes en El Salvador (2009).
Cada uno con sus particularidades, pero todos poniendo el acento en la lucha contra la pobreza, la reivindicación de los derechos de los trabajadores y los pueblos originarios, como respuesta al Consenso de Washington que dejó descontento popular, profundizó la desigualdad, generó crisis política y desgaste de los partidos tradicionales.
La ola progresista criticaba y rechazaba las estrategias que conducían al neoliberalismo, el imperialismo estadounidense y el endeudamiento externo.
Hoy, luego de varias reelecciones y consultas populares que expresaron amplio apoyo y respaldo, se registra un cambio de signo en el gobierno argentino tras 12 años de gobiernos kirchneristas (Néstor y Cristina Fernández), el rechazo a la posibilidad de una nueva reelección para Evo Morales (51,3%) y la caída de la aprobación de Michelle Bachelet (20%) y la brasileña Dilma Rousseff (11,4%), quien incluso se enfrenta a la posibilidad de un juicio político. Además, el Gobierno venezolano perdió el Poder Legislativo (65,27%).
¿Fin de una era? ¿Hay un ocaso de la izquierda en América Latina? ¿Por qué pierden espacio los gobiernos progresistas?
Para el internacionalista Carlos Romero, quien aclara que el ciclo de los gobiernos de izquierda no se dio en toda América Latina, el tema es objeto de debate dada la convergencia de tres elementos: la reconstrucción de los sectores de oposición, la crisis económica a raíz de la caída de los precios de las materias primas y falta de desarrollo económico, además de ineficiencia y corrupción en estas gestiones.
Según explica Romero, “hay un cuestionamiento de los modelos, pero no es que han cambiado las preferencias. Se ha buscado una alternativa bajo la base del voto castigo. La población siente que esos gobiernos les han fallado, se ha disminuido el proceso de transferencia social. Han perdido el apoyo que tenían a principios del siglo XXI estas propuestas”.
Por su parte, Luis Quintana, internacionalista y profesor de Geopolítica, señala que los gobiernos de izquierda se concentraron en mejorar las condiciones sociales de la población y mantienen desafíos para generar las condiciones económicas “que permitan a los estados redistribuir la riqueza en forma de bienes públicos y programas sociales. Hay una deuda en desarrollar y potenciar la dimensión productiva de los países”.
Es decir, “el problema es que tienen menos riqueza para distribuir. Y también tienen, evidentemente, más desgaste en el ejercicio de sus gobiernos..., frente a la caída de los precios internacionales de las materias primas, se han dificultado sus niveles de manejo y de gobernabilidad interna”.
¿Qué pasó? Romero explica que “uno de los aspectos negativos de estas experiencias de izquierda es que han sido muy ortodoxos en sus posiciones políticas y económicas. Han planteado un programa centrado en la estatización y el control de la economía, además de la presunta hegemonía política. Esto ha llevado al resurgimiento del populismo: ofrecer y no tener condiciones económicas que respalden esos ofrecimientos y ese gasto social”. “El cinturón ideológico constituye un gran problema. No los va a llevar a hacer cambios”, subrayó.
Quintana, por su parte, indica que “las décadas neoliberales dejaron por el piso las economías, las condiciones sociales de vida de la población, y al mismo tiempo las capacidades del Estado, las cuales debieron ser restituidas a través de reformas políticas y recuperando la soberanía sobre los recursos naturales. Pero, no han tenido fácil las ecuaciones de poder interno para avanzar más allá de la explotación de las materias primas. Han enfrentado grandes adversarios internos y externos, con todos los medios en contra. Eso no justifica los resultados en materia económica, pero evidentemente sí tiene mucho peso”.
Además, explica el experto que al producirse la movilidad social de las clases populares hacia las clases medias, producto de la mejora de las condiciones y niveles de vida, las poblaciones fueron sometidas a las presiones de la hegemonía cultural burguesa asociada a la proyección del estilo de vida en Estados Unidos.
“Una de las cosas que hizo la izquierda que no hicieron jamás los gobiernos de derecha fue elevar, en general, los niveles de acceso al consumo, que jamás habían tenido las clases populares”, destacó. “Sin duda alguna toda esta situación genera un desgaste de la empatía que sienten esos sectores hacia los gobiernos revolucionarios o de izquierda progresista”, sentenció Quintana.
El internacionalista asegura que buena parte de los reveses son producto de un debilitamiento de la izquierda, en la medida “en que las derechas han tomado cuerpo y sacado provecho del desgaste natural de gobiernos que ya tienen por lo menos dos períodos y debilidades acumuladas. Pero los gobiernos populares siguen teniendo buen respaldo de sus poblaciones”.
Romero apunta que el péndulo electoral está cambiando y “el empoderamiento de la oposición es un elemento clave, pero no basta criticar, denunciar la corrupción y las desviaciones antidemocráticas de estos gobiernos de izquierda, también deben haber propuestas, como pasó en Argentina”.
Panorama social
El informe anual de la Cepal, Panorama Social en América Latina de 2014, presenta una medición multidimensional de la pobreza (vivienda, servicios básicos, empleo, educación, protección social y estándar de vida, referido a los ingresos y la posesión de bienes duraderos).
De acuerdo con este índice, entre 2005 y 2012 la pobreza se redujo -como promedio para 17 países de la región- de 39% a 28% de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos. Pero, además, señala que se estancó el descenso de la tasa en 2012 y 2013 (28,1%). Para 2014, se mantenía en torno a 28% lo que, unido al crecimiento demográfico, se traduciría en un aumento en números absolutos a 167 millones de personas. 





"LA QUE SE VIENE"

Contexto de Argentina (www.contextotucuman.com)
                                     
Por Beatriz Sarlo.-  Cristina Kirchner tendrá que declarar en Comodoro Py. Está la causa de los dólares a futuro, pero sobre todo, el gran juicio que casi seguramente la espera bajo la carátula de Hotesur y las mil y una noches que cobró por alquilar habitaciones vacías. Una vez que se pisan esos tribunales de Retiro, salvo que se ejerza el gobierno y se pueda manejar jueces, salvo que Gils Carbó se inmole en el altar de una lealtad que le arruinaría la vida, muy probablemente la pesadilla continúe. El kirchnerismo heavy ya ha dicho que se trata de una conspiración y dirá que siempre les toca a los dirigentes populares.
Días antes del plebiscito en Bolivia, un periodista reveló que una mujer, que había tenido una relación con Evo Morales y un hijo que Evo declaró muerto aunque parece que está vivo, había incurrido en tráfico de influencias en favor de una empresa de capitales chinos. Evo, que se mantenía intacto y libre de acusaciones que son copiosas en Argentina y Brasil, perdió el plebiscito (perdió la escasa diferencia porcentual que le habría permitido ganarlo). Frente al mundano debate, ciertamente siniestro, sobre si el hijo del presidente está vivo o muerto, la conclusión es evidente: la opinión pública, que hace cincuenta años podía pasar por alto detalles de este tipo, hoy tiene una especie de presencia espasmódica, justiciera y moral. Y cuantas más capas medias haya contribuido Evo a consolidar durante su gobierno, más opinión crítica podrá esperar si no sabe contestar a ciencia cierta si un hijo suyo vive o ha muerto.
Poco tiempo antes, su vicepresidente Alvaro García Linera tuvo que dar explicaciones sobre un título de posgrado que nunca obtuvo. El vicepresidente de Uruguay Raúl Sendic también tuvo que dar explicaciones sobre el mismo tema; pero lo más grave es que algunos de sus compañeros del Frente Amplio se las exigen ahora por manejos en una empresa del Estado. Sobre el socialismo bolivariano de Venezuela las acusaciones de corrupción son innumerables, aunque, en ese país, la Justicia sea más prudente que Oyarbide durante el kirchnerismo.
Hay jueces y jueces. Lula fue llevado por la fuerza pública a declarar en un caso de financiación corrupta de la política y el jueves pasado un fiscal de São Paulo pidió su prisión preventiva por otro delito que se le imputa. Sobre Brasil, interesan las observaciones de Vicente Palermo en un libro reciente. Allá también hay capitalismo de amigos (que es el invernadero de la corrupción y de la financiación ilegal de los partidos). Pero hay instituciones que, en niveles estratégicos, asignan recursos sin convertirse en feudos del gobierno. Eso, en la visión de Palermo, diferencia a Argentina de Brasil: acá los amigos obtienen lo que necesitan del Estado sin mediaciones institucionales. En Brasil esto también sucede, pero no es la única manera en que el Estado interviene en la esfera económica. Ahora, algunos fiscales creen que políticos que supieron observar tales reglas de todos modos incurrieron en delitos.
Una columna de la revista Piaui, firmada por Julia Dualibi (hasta hace poco periodista de O Estado de São Paulo), atribuye a los siguientes motivos la humillación judicial que vive: durante su gobierno, no creó una red de medios que le fuera adicta y estuviera siempre presente para defenderlo; no le dio impulso a un grupo capitalista amigo para que comprara un canal o un diario. Además en 2003, cuando llegó a la presidencia, nombró a un fiscal general con facultades especiales para presentar denuncias contra el presidente y los políticos. En 2007, el procurador fue quien comenzó la investigación sobre el Mensalão, que ha dejado un tendal. O sea que Lula probó de su propia medicina institucional. La política nos acostumbra a tales ironías.
Estas son las últimas tempestades del informativo del Sur de América. Lula y Evo fueron verdaderos transformadores. Incluso la oposición puede discutir sus métodos o sus formas de intervención, pero le es más difícil cuestionar los resultados objetivos de sus gobiernos en cuanto a mejora de las condiciones de vida de los pobres, elevación o creación de capas medias e imagen de ambos países en el mundo. Sin gestos desafiantes, ambos tienen historias que arrancan en lo más profundo del campesinado o la clase obrera; fundaron sus instrumentos políticos y consolidaron sus apoyos (en el caso de Lula, algunos de esos apoyos se demostraron tóxicos).
Comparar sus historias con la del kirchnerismo nos aporta mucho a los argentinos, porque también acá se avecina una tempestad judicial y habrá que ver si los argumentos usados en el caso de Lula valen en el de Cristina Kirchner.
Nota al pie. Marcelo Odebrecht, dueño de una compañía gigantesca que se expandió desde la construcción a casi todos los rubros estratégicos, ha sido condenado a veinte años de cárcel por sus relaciones delictivas (sobornos) con Petrobras. El juez que dictaminó en su caso lo llamó “mandante de los crímenes”. La Justicia brasileña se condujo con más diligencia que la argentina. Es el mismo juez que ordenó el allanamiento de la casa de Lula y su comparecencia como declarante.





LA VERDAD Y LA MENTIRA EN LA POLÍTICA

Revista Analítica de Venezuela (www.analitica.com)
                                              
Por Fernando Mires.- Dos ideas he intentado mantener en diversos artículos políticos. La primera dice que la verdad política, a diferencia de la verdad moral, es relativa y no absoluta. Esa es la razón por la cual la moral no puede determinar a la política. La política debe regirse por reglas morales pero nunca ser sustituida por ellas.
La segunda idea sigue una premisa de Hannah Arendt y dice que en política hay dos tipos de verdades: las de hecho y las de opinión. Las primeras son invariables; las segundas están sujetas a cambios. Decir por ejemplo, “Stalin fue un gran gobernante”, es una verdad de opinión. Decir en cambio: “Stalin asesinó a millones de ciudadanos soviéticos”, es una verdad de hecho. La conversión de las verdades de opinión en verdades de hecho, aducía Arendt, es una de las características principales de los regímenes totalitarios.
En política como en otras actividades necesitamos más de las verdades de hecho que de las de opinión. Nadie quiere vivir en un mundo falso. Nadie votará o seguirá a un político porque dice mentiras. De ahí que para tener éxito en política hay que fundar las opiniones sobre la base de ciertas verdades, no de opinión, pero sí de hecho.
¿Cómo? dirán algunos ¿No tienen los populistas éxito gracias a sus mentiras? Mi respuesta es no: los populistas tienen éxito porque dicen verdades, de otra manera nadie los seguiría.
Cuando digo que populistas dicen verdades lo hago rememorando una reflexión de Mario Vargas Llosa en su texto “La Verdad de las Mentiras”. Escribir novelas supone mentir, decía el escritor. Mas, las mentiras literarias expresan una realidad cuyo sentido es o debe ser verdadero.
Luego, a diferencia con la literatura que miente a favor de una verdad, la verdad de los populistas es cierta, pero –este es el punto- actúa a favor de la mentira. La verdad democrática en cambio, debe actuar sobre hechos verdaderos pero a favor de una verdad. No siempre ha sido así.
Voy a poner un ejemplo conocido. Cuando Hitler afirmaba que el Tratado de Versalles era vejatorio con respecto a la soberanía de la nación, que la República de Weimar fue un desastre, que la inflación era catastrófica, que la desocupación era descomunal y que Stalin era una amenaza para Alemania, decía verdades de hecho. Socialdemócratas y comunistas, en cambio, al negarlas u ocultarlas detrás de sus verdades de opinión, mentían.
No obstante, las verdades de Hitler –y este es el punto- estaban puestas al servicio de grandes mentiras: la culpabilidad de los judíos y la superioridad de la raza alemana fueron las dos más grandes.
He vuelto inevitablemente a pensar en el tema cuando en las recientes elecciones comunales de Hessen (Marzo del 2016) el partido xenófobo Alternativa para Alemania se constituyo en la tercera fuerza política desplazando a Los Verdes y a la Linke (Izquierda).
Después de haber sido a dados a conocer los resultados, tanto conservadores, socialistas y ecologistas han hecho las piruetas más increíbles tratando de explicar el fenómeno. Pero a ninguno se les escuchó decir que ese avance tuvo éxito gracias a que la xenofobia políticamente organizada propagó algunas verdades objetivas, o de hecho.
Verdad es, por ejemplo, que las migraciones sirias son masivas. Verdad es también que afectan al erario y a la convivencia cultural. Verdad es, no por último, que la EU no tiene respuestas frente al desafío migratorio. Sin embargo, al igual que socialistas y comunistas durante Hitler, los partidos democráticos niegan esas verdades y al negarlas, mienten.
¿Cómo enfrentar la verdad de los populistas neo-fascistas? Con mentiras o con simples verdades de opinión, ya se ha visto, es imposible. La única alternativa es aceptar la parte verdadera que ellos utilizan para encubrir sus grandes mentiras. Para expresarlo del modo más directo, se trata no de negar sino de radicalizar esas mismas verdades hasta llegar al punto donde los neo-fascistas callan o mienten.
Decir por ejemplo que Alemania está en guerra y su obligación es recibir a los refugiados de guerra también es una verdad. Decir que los refugiados no vienen a asaltar a Europa sino huyendo de los islamistas y de los bombardeos de una dictadura apoyada por Rusia, es otra verdad. Y decir de una vez por todas que el fin de las migraciones pasa por la retirada de Putin –icono de todo el populismo de derecha europeo- es, además, una gran verdad.
En otras palabras, se trata de revelar públicamente como el neo-fascismo europeo no solo no es nacionalista sino, además, un caballo de Troya puesto al servicio de enemigos externos de Europa como son el ISIS, la dictadura siria y, potencialmente, la autocracia rusa.
Si las verdades son dichas en su totalidad, las mentiras xenófobas quedarán al descubierto. Eso supone que los demócratas deben perder el miedo a decir la verdad.
Es, por lo demás, la única forma de derrotar a la maldad política.
Una relación similar entre la verdad y la mentira en la política es la que ha tenido lugar en América Latina desde fines del siglo pasado con el avance de los llamados populismos de izquierda. Como ya es sabido, tales movimientos terminaron formando gobiernos autoritarios, autocráticos e incluso militaristas en diversos países del continente.
Si tomamos como ejemplo los dos gobiernos populistas más representativos, el de Evo Morales en Bolivia y el de Hugo Chávez en Venezuela, tendremos que concluir en que la inmensa popularidad que ellos alcanzaron en un determinado momento se basó, al igual como hoy ocurre con los neofascismos europeos –sobre todo el que encabeza en Francia Marine Le Pen- en la propagación de determinadas verdades objetivas (o de hecho) pero puestas al servicio de las más grandes mentiras.
Para volver a explicarme con ejemplos: el profundo racismo de las elites política boliviana no lo inventó Evo Morales. La insensible exclusión de grandes sectores empobrecidos de la sociedad venezolana tampoco fue un invento de Hugo Chávez. Tanto el uno como el otro se sirvieron de verdades de hecho con el objetivo de alcanzar el poder y desde ahí dar origen, en nombre del socialismo, a gobiernos definitivamente anti-democráticos (o “dictaduras sociales”, según el excelente concepto que acuñó Demetrio Boersner).
Las derrotas electorales sufridas recientemente por el evismo y por el post-chavismo (Maduro) anuncian por lo tanto no el declive del fenómeno populista, sino el de determinadas formas autoritarias e incluso dictatoriales de dominación política. No es posible por lo mismo afirmar si el declive del autoritarismo populista abrirá nuevas avenidas democráticas o simplemente favorecerá el retorno de gobiernos formalmente democráticos pero socialmente excluyentes.
Alguna vez las elites políticas de la región deberán aceptar la verdad (de hecho) de que los tiempos del patronalismo agrario y empresarial ya han sido superados por la incursión de las grandes masas en la política. Los peronismos, los evismos, los chavismos han sido, en gran medida, un resultado político de la masificación de las sociedades latinoamericanas.
Las alternativas que tendrán los gobiernos que sucedan a los autoritarismos populistas serán en consecuencia, muy claras: o retornan al periodo del exclusivismo patronal de origen decimonónico, o se sirven de los movimientos de masas para crear otras formas autoritarias y dictatoriales de dominación política, o –y esta sería la nueva tarea histórica –asumen la responsabilidad de colaborar en la creación de formas de participación ciudadana, ampliando los espacios democráticos aunque sea al precio de recurrir cada cierto tiempo a recursos de inspiración, si no populistas, por lo menos populares.
Sin un orden civil horizontalmente organizado, el verticalismo autoritario, sea de izquierda o de derecha, puede ser reestablecido en cualquier momento. Esa, por cierto, es solo una verdad de opinión. Pero la existencia de grandes sectores marginados, no integrados al conjunto nacional ni siquiera de modo simbólico y susceptibles de ser movilizados hacia derivas antidemocráticas continúa siendo una verdad de hecho.




PARAGUAY QUIERE SER LA CHINA DE SUDAMÉRICA

Paraguay le puede competir a China y ya lo está haciendo, asegura el ministro de Industria y Comercio Gustavo Leite. En esta entrevista revela que 62 industrias ya se instalaron desde 2013 para sustituir a Asia. Los productos llegan a Brasil en un día. Desde China tardan 60 días.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                            
–¿Paraguay quiere ser la China de Sudamérica? Fueron declaraciones suyas a la prensa extranjera.
–Sí, Paraguay puede ser la China de Sudamérica, ¿por qué no? Cuando llegamos al Gobierno nosotros debatimos bastante sobre todas las potencialidades que tiene el Paraguay para despegar. Vimos que desde la caída de Stroessner no despegamos. Al contrario, nos cerramos. Nos convertimos en un país donde solo ganaban 10 o 15 negocios, como si alguien estuviera condicionando a los inversionistas a adaptarse a nosotros. Sin embargo, Paraguay es el que tiene que adaptarse al mundo, jugar con las reglas del mundo y ganarles a los países más competitivos del mundo por la propia competitividad de Paraguay.
–¿Adaptarse cómo?
–Especializarnos en algunas líneas de exportación. La primera línea es alimentos para el mundo. Ya trabajamos en eso. Estamos detrás de la conversión de la soja y maíz; estamos trabajando para llegar a ser el quinto exportador mundial de carne. Estamos trabajando el segmento ecológico-orgánico. Ese es el vector número uno. El vector número dos apunta a la maquila. Tenemos una ley de maquila. Tenemos una ubicación central, dos grandes mercados, 200 millones de habitantes en Brasil, 50 en Argentina y tres en Uruguay más 7 millones aquí. Tenemos 260 millones de habitantes a quienes surtir.
–El Mercosur sigue proteccionista, egoísta.
–Estamos saliendo de un proteccionismo muy duro. Nosotros estudiamos qué es lo que Argentina y Brasil compran tanto de Asia. Descubrimos que Brasil compra 70.000 millones de dólares al año de manufacturas y Argentina compra 15.000 millones. Cuando pusimos el combo de un Paraguay de impuestos bajos, de gente muy laboriosa, donde hay un régimen de maquila muy atractivo, un régimen laboral amigable con el inversor, nosotros nos dijimos: Nosotros podemos competirles China, a Asia. Y eso es lo que ha hecho que 62 nuevas industrias se hayan instalado en el Paraguay bajo el régimen de maquila desde 2013.
–¿Cuáles son los productos con más chance?
–Autopartes primero. Brasil quiere ser y es un gigante mundial automotriz, pero Paraguay tiene más competitividad de costos. Brasil fabrica cinco millones de autos al año. Nosotros queremos especializarnos en la provisión de autopartes que los brasileños traen nomás luego de Asia. Ese mercado de autopartes de Brasil es un mercado de 40.000 millones de dólares. Las exportaciones de Paraguay llegan a 12.000 millones. El potencial está en ser nosotros la plataforma competitiva de la región y darle servicios de logística. Cuando nuestros vecinos compran de Asia tarda 60 días en llegar el producto. Cuando compran de Paraguay tarda 24 horas. Eso es lo que estamos desarrollando, Paraguay como plataforma. El tercer elemento de lo que es nuestra visión de desarrollo es Paraguay asumiendo su rol de centro de la hidrovía. Hoy, Paraguay tiene la tercera flota de barcazas del mundo, hoy la empresa logística número uno de Alemania se estableció en Paraguay. Ahora yo voy a visitar al gobernador de Campo Grande de Brasil a ofrecerle el puerto de Concepción como salida para los productos de Mato Grosso do Sul. Queremos sacarles provecho a las potencialidades que ya tenemos. Ahora se instaló en nuestro país una empresa brasileña que importa 140 millones de prendas de vestir de Asia. Está comprando ya 500.000 prendas por mes. Son los signos de la nueva competencia con Asia. Estas empresas están viniendo porque estamos creando las condiciones de que podemos ser un país creíble y serio, que no pide propina.
–¿En qué rubros es ese interés?
–Yo ya no hablo de interés. Son realidades: autopartes, confecciones, juguetes, plásticos y, yo diría toda una gama de servicios... De las cinco primeras autopartistas del mundo cuatro están en Paraguay. Dos de ellas son japonesas, muy importantes: Yasaki y Sumitomo. Son empresas de porte mundial con más de 250.000 empleados en el mundo, con más de 15.000 millones de dólares de exportación. Hoy están en Paraguay,
–¿Quiénes más?
–Yo no veo descabellado que nuestras fronteras sean centros de servicios médicos o de servicios universitarios. Nueve universidades hay en Pedro Juan (Caballero). Nueve mil estudiantes brasileros viven en Pedro Juan. ¿Usted sabe lo que eso significa en términos de alquiler, comida, servicios, lavandería, combustible?
–La imagen no deja de ser la de paraíso pirata.
–Estamos cambiando esa percepción. Si usted mira la misma revista Veja, el diario Folha de São Paulo y demás, que hablaban del Paraguay poco serio, poco creíble del 2012, hoy, esos mismos diarios se hacen eco de un nuevo Paraguay abierto al mundo, con decenas de empresas que vienen y se radican. Los medios del mundo hablan mejor del Paraguay que los propios paraguayos. Ellos aprecian este modelo de trabajo y competitividad lejos de la confrontación y la lucha de clases como otros países. Ahí está Venezuela: la gente haciendo cola penosamente para conseguir leche, desodorante y papel higiénico. Ese modelo no queremos para Paraguay. Venezuela era el modelo al que nos iban llevando. Nadie tiene chances de cambiar las reglas del mundo, menos Paraguay. Entonces, tenemos que jugar con las reglas del mundo para salir adelante.
–¿Cuáles son las reglas del mundo?
–Competitividad, innovación, estar siempre a la vanguardia. Entonces, es como un jugador de un metro sesenta que quiere jugar en la NBA. Solamente va a poder competir si es más rápido, más vivo, más inteligente, si siempre está innovando, si siempre está buscando la solución en vez de buscar los problemas. De hecho, los vecinos ya nos están descubriendo. Lo que nos falta es destapar nuestra autoestima. Los paraguayos somos “valé”, somos guapos, sabemos trabajar y los inversionistas quieren gente que quiere trabajar en un país estable y sin problemas ideológicos. En el mundo la gente ya no quiere casi trabajar. Entonces, aprovechemos.
–Estamos dominados por tramposos y especuladores, planilleros.
–Se están quedando atrás. Están cada vez más expuestos. Les va a embromar la cada vez mayor cantidad de jugadores en el mercado. Los especuladores van a seguir jugando su partido, pero cada vez van a tener menos peso. Por ejemplo, a los que apostaron y siguen apostando por el comercio de frontera se les cayó Brasil. Hoy están boqueando.
–¿Por qué?
–Son negocios puramente especulativos basados en el poder de compra de Brasil. A nosotros nos debe interesar el consumo del día a día de Brasil: dos o tres camisitas, uno o dos calzoncillos, dos o tres pantalones, uno o dos zapatos... Eso ellos no van de dejar de consumir. El brasilero puede, sin embargo, dejar de consumir de repente un celular o una laptop. Entonces, si nos especializamos en producir lo que nuestros vecinos necesitan y esté comprobado que no les va a molestar porque es algo que ellos traen nomás luego de Asia, entonces ese es el camino.
–¿Cuál es la expectativa de crecimiento en comparación con los vecinos?
–Somos el país que más creció en la región. Es el que más va a crecer este año y el año próximo. No estamos creciendo como nos encantaría pero algo debemos estar haciendo bien para que los coletazos de la crisis global no nos golpee tanto. Paraguay tiene la menor deuda en relación al PIB de toda la región. Estamos en 18%. El interés bajó del 36 al 10%, las tarjetas de crédito del 54 al 18%. El Gobierno está dando créditos para viviendas, IPS lanzó esta semana su plan para asegurados con el Banco de Fomento. Es para construcción o refacción. Se están multiplicando los empleos.
–¿Cómo se perfila el futuro de la integración? Brasil en crisis, Argentina tratando de reordenarse?
–El Mercosur ideológico se acabó. El presidente Macri ha dado señales de querer volver al Mercosur de los orígenes que era un bloque comercial vibrante. Las negociaciones con la Unión Europea constituyen la prioridad, Encerrados en nosotros mismos no tenemos ningún futuro.
–¿Le favoreció al Paraguay el aislamiento que le impusieron en el 2012?
–Ningún aislamiento le favorece a nadie nunca. Creo que la autoridad moral del Paraguay en el mundo es altísima por la postura pública que asumió desde el principio el presidente Cartes. Pero lo que pasó es anecdótico, histórico. No hay que mirar más para atrás. Que los analistas hagan sus conclusiones. Es claro que el Paraguay salió fortalecido por esa posición firme de país pequeño pero digno, que no acepta ser avasallado por nadie.
–¿No es una dificultad tener dentro del Mercosur países con gobiernos autoritarios, con presos políticos, exiliados como Venezuela y Bolivia?
–Le repito, el Mercosur ideológico se acabó. Es inaceptable. El Gobierno de Venezuela dijo que no acompañará el acuerdo de libre comercio con Europa. Se respeta y tampoco no molesta, así que nosotros seguimos adelante.
–¿Un Mercosur de dos fases, un Mercosur doble cara?
–Es evidente que va a haber un Mercosur a dos velocidades. Uno de los cuatro países originales y otro con los dos países incorporados. Hay que respetar. Ellos tienen sus propios tiempos políticos y sus propias urgencias. A nosotros nos interesa en este momento un Paraguay en orden, preparado para competir con un modelo que funcione por lo menos hasta el 2030. Este gobierno va a dejar para el 2018 un documento, un plan nacional de desarrollo, unas guías para una política de Estado que pueda ser seguido por la siguiente administración. Nuestro problema es la burocracia y la falta de infraestructura.
–¿Qué de cierta es esa versión de que Leite se va a candidatar para el 2018?
–Deben ser comentarios y especulaciones. No tiene nada que ver conmigo. No figura en mi agenda. Soy ministro a tiempo completo.





BOLIVIANA INGRESÓ ILEGAL Y PORTABA SIETE DETONADORES EN SU CARTERA

La mujer era acompañada por siete personas más, entre estas había otra ciudadana del vecino país que también ingresó de manera clandestina.

El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
                                      
Una mujer mayor de edad de nacionalidad boliviana fue detenida ingresando en forma clandestina al país con siete detonadores de explosivos en el interior de su cartera. La ciudadana ilegal fue sorprendida en compañía de otras siete personas, siendo otra de ellas también indocumentada.
La situación aconteció en la avanzada de la localidad limítrofe de Ollagüe, en circunstancia que un patrullaje militar interceptó a un vehículo con ocho pasajeros en su interior, a los quienes procedió a escoltar hasta la aduana ubicada en dicho punto del territorio nacional para establecer sus identidades.
Al ser revisada su situación migratoria, se estableció que las dos mujeres presentaban ingreso clandestino al país y una de estas además portaba 7 detonadores explosivos en el interior de la cartera que portaba en la ocasión.
Es por esta razón que ese ciudadana extranjera quedó detenida de acuerdo a la determinación adoptada por el fiscal de turno Cristián Aliaga Ayarza por infracción a la ley de armas y explosivos e ingreso clandestino, quien también instruyó a la Policía de Investigaciones de Calama para que continuará con la investigación de rigor.
Mientras que la otra mujer quedó en calidad de apercibida a la espera de la citación respectiva para que responda porqué ingresó en forma ilegal al territorio nacional.
Detonadores explosados
Los detonadores fueron explosados por personal especializado del Gope, ya que dadas las características de estos y las altas temperaturas registradas en la zona norte del país, se podrían activar en cualquier minuto provocando algún tipo de daño a las personas que los manipularán sin contar con el conocimiento apropiado para esto.
Según explicaron los expertos en la materia, los detonadores sin el respectivo explosivo no resultan de mayor riesgo, aunque de todas maneras podría originar heridas menores a los que lo manipulen sin la debida instrucción para cumplir con esta tarea, de allí la determinación de explotarlos y dejarlos inhabilitados antes de llegar a la capital de la provincia El Loa.

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