Tuesday, September 19, 2017

EL CANCILLER CHILENO HERALDO MUÑOZ CON SU DIALÉCTICA DEL MIEDO, DESEA HACER VER QUE LA DEMANDA DE BOLIVIA SOBRE SU SOBERANÍA MARÍTIMA SERÍA UN RIESGO PARA LA DIPLOMACIA


El pasado 14 de septiembre en este mismo medio, el canciller chileno Heraldo Muñoz, publicó el artículo Chile-Bolivia: la distancia del siglo XXI. Nota en la que cualquier lector perspicaz percibirá un aire defensivo mezclado con un sentimiento de remordimiento y auto-justificación. Aquí algunas aclaraciones fundamentales a la luz radiante de la verdad.
Fue justamente por las promesas que Chile realizó a Bolivia por más de 100 años cuyo objetivo siempre fue el de restituir nuestra condición marítima soberana y que hoy decidió desconocer, que el Gobierno del presidente Evo Morales optó por acudir a la Corte Internacional de Justicia el más alto tribunal creado por la humanidad para solucionar controversias de manera pacífica, para pedirle proteja los valores más esenciales que tiene la Comunidad Internacional: la buena fe, la confianza en la palabra empeñada y el cumplimiento de lo pactado.
Con su dialéctica del miedo el canciller Muñoz, desea hacer ver que la demanda de Bolivia sería un riesgo para las conversaciones diplomáticas, si estas no llegaran a acuerdos. No obstante, omite señalar que la demanda de Bolivia no se basa en simples conversaciones sino en una situación jurídica formal creada por acuerdos, notas diplomáticas, promesas unilaterales, comportamientos vinculantes y otras fuentes del derecho internacional que fueron sembradas a lo largo de más de 100 años, lo que sin duda ha engendrado una obligación jurídica internacional que Chile deberá cumplir.
Refiriéndose a la Sentencia de Jurisdicción de 2015, Muñoz trata de mostrar una victoria imaginaria para la defensa chilena, victoria que vive únicamente en las ensoñaciones del canciller chileno y que no se condice con el texto del fallo. Primero, la sentencia no redujo la demanda de Bolivia que nunca exigió a la Corte determinar la modalidad precisa para su acceso soberano al mar, sino el reconocimiento jurídico de la existencia de una obligación de negociar dicho acceso. Tampoco la Corte descartó de ninguna manera ninguna pretensión de Bolivia. Finalmente, la Corte rechazó el alegato principal de Chile basado en que el Tratado de 1904 era la base y el alfa y el omega de las relaciones entre Bolivia y Chile en el tema del diferendo marítimo y que no había temas pendientes entre ambas repúblicas. Al respecto la Corte determinó que: "Las disposiciones del Tratado de Paz de 1904 (...) no hacen referencia expresa ni tácita de la cuestión de una obligación de Chile de negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. En consecuencia, la Corte considera que los asuntos en litigio no se encuentran "resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional" ni "regidos por acuerdos o tratados (...)".
Como corolario de sus erróneas afirmaciones y como era de esperarse, el canciller de Chile hace su última alegoría sobre la imaginaria plétora de "beneficios" que Bolivia tendría con el régimen de "libre" tránsito de acuerdo con el Tratado de 1904. Al respecto, primero debe señalarse que este régimen no es ninguna concesión gratuita de beneficencia sino la retribución mínima impuesta por el Tratado de 1904, tras la invasión injustificada y conquista territorial emprendida por Chile en 1879 y que también fue reconocida por la Corte en su fallo sobre jurisdicción dé septiembre de 2015. Régimen que además de ser impuesto e injusto, ha sido históricamente incumplido por Chile, quien ha privatizado inconsultamente sus obligaciones internacionales generando un círculo vicioso de alzas tarifarias, paros portuarios, diversas restricciones a las exportaciones de Bolivia, actos de discriminación contra los transportistas bolivianos y recientemente la infame judicialización de la labor soberana de Bolivia en su lucha contra el contrabando.
El canciller Muñoz ¿cree seriamente que los actos de maquillaje que menciona en su artículo, compensan 100 años de asfixia al comercio y desarrollo de Bolivia? Los "beneficios", "integración silenciosa" e "imagen de buen vecino" que Muñoz intenta vender, no son más que los cantos de sirena que buscan distraer la atención a los verdaderos problemas pendientes entre Bolivia y Chile.
Confiamos en que la demanda boliviana no solo restablecerá la verdad y la razón entre Bolivia y Chile en el siglo XXI, sino que sentará firmemente las bases legales para que las obligaciones de negociar aún estancadas en la comunidad internacional como las de España con Reino Unido por Gibraltar, las de Argentina con Reino Unido por las islas Malvinas o las de Palestina con Israel por los territorios ocupados, encuentren una oportunidad de solución a través del Derecho Internacional. El País de España (www.elpais.com/internacional)





MERCADO BOLIVIANO, PRODUCTO PERUANO

La directora de la Red Andina de Información (RAI), Kathryn Ledebur, le explicó a RPPData las reformas hechas en Bolivia para enfrentar el narcotráfico.

RPP de Perú (www.rpp.pe/data)
                                                          
Bolivia sigue una estrategia distinta a la de Colombia o Perú en cuanto a la lucha antidrogas. Expulsó a la DEA en 2008, buscó un acercamiento con los campesinos cocaleros, y permitió el cultivo de coca legal en un área determinada: un ‘cato’ (espacio de terreno) de unos 1600 metros cuadrados. Hoy Bolivia tiene casi la mitad de hectáreas de coca que Perú, con niveles menores de violencia y corrupción relacionados al narcotráfico.
Kathryn Ledebur, directora de la Red Andina de Información (RAI) es una especialista en temas de coca y narcotráfico basada en Cochabambas (Bolivia) y habló con RPPData sobre la experiencia boliviana.
Las cifras en torno a la magnitud de los cultivos de coca en Bolivia difieren. No hace mucho, el reporte de la Casa Blanca estimó la extensión cocalera boliviana en 37 mil hectáreas. Sin embargo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) calculó la misma cifra en 23 mil.
Hay que ceñirse a las cifras basadas en metodologías transparentes, y esas serían las de UNODC. Lo interesante del modelo boliviano y del trabajo de UNODC en Bolivia es que existe un control cruzado y la posibilidad de verificar en el terreno las fotografías e imágenes satelitales. A veces uno ve desde el aire y parece coca pero resulta ser yuca. O al revés. Se va a la zona, se miden las parcelas de coca autorizadas –que están controladas con GPS–, y esas coordenadas se comparten con la UNODC. Hay precisión, hay transparencia.
¿Esta diferencia en los cálculos tendría que ver con la expulsión de la DEA en 2008?
Es muy interesante porque por un lado expulsaron a la DEA, pero por otro lado existió colaboración a través de un acuerdo trilateral con Brasil como veedor: medían cifras, compartían y fue muy productivo. La expulsión de la DEA ocurrió, pero tampoco debemos pensar que la información que tenían antes de ello estaba actualizada.
¿Cuál es la estrategia de Bolivia para la reducir hectáreas de coca y de la producción de cocaína?
Bolivia tiene una estrategia de muy largo plazo que se basa en el permiso, para que los productores mantengan un área de coca legal; está calculada para generar un sueldo básico. Los productores tienen una pequeña cantidad –1600 metros cuadrados–, que va dirigido al mercado del consumo de coca tradicional.
¿Qué impacto ha tenido este enfoque en las relaciones entre los productores y el Estado?
Eso ha eliminado el conflicto, ha permitido negociaciones con el Estado, y no solo una interacción de productores de coca con las fuerzas de erradicación o las fuerzas de seguridad del país. Ha creado una cierta legitimidad y, al reducir la cantidad de coca, su precio ha subido sustancialmente, para que los productores con esa pequeña cantidad tengan un ingreso que les sostenga o que les sirva de base para diversificar sus actividades.
¿Cuál es el modelo de trabajo de los productores con el cato de coca?
Hay un registro biométrico de los productores de coca. En base a ese registro, que ha sido acordado, se conoce al productor, se hace el registro de su cultivo vía GPS y se facilita negociar la eliminación del excedente. Con ese sistema de control, la hoja coca vale cuatro veces más en Bolivia que en Perú. Y ocho veces más que en Colombia. En Bolivia no hay mucha diferencia de precio de la hoja de coca: uno no gana más vendiendo al mercado ilegal.
En Perú, la Empresa Nacional de la Coca (Enaco) se encarga de comprar la coca legal. Tiene un padrón de 1978 que en la práctica deja a muchos cocaleros en la ilegalidad. ¿Cómo se maneja esto en Bolivia?
Hay una regulación por parte del Estado, hay productores de coca licenciados para vender en los mercados de acopio de las distintas comunidades. Estas licencias se renuevan anualmente y son controladas y empadronadas. Hay una fiscalización, pero no se trata de una venta controlada por el Estado.
¿Desde qué año se apuesta por esta estrategia?
Empezó en 2004, en el gobierno de Carlos Mesa. Lo que se notaba en Bolivia era que se acercaban las fechas de certificación estadounidense, el 15 de septiembre y el 1 de marzo, y la presión por erradicar, por lo general, conducía a violaciones de derechos humanos.
Tras la muerte de productores de coca a manos de las fuerzas de seguridad, se inició la propuesta del ‘cato’ y luego esta se consolidó en el gobierno de Evo Morales. No es un sistema perfecto, pero con el apoyo de la Unión Europea y con la visión enfocada en la coca para la subsistencia, al mismo tiempo que se ataca al narcotráfico y se ha logrado contenerlo en cifras más o menos bajas. Y también se ha conseguido un nivel de violencia casi nulo en el tema de coca, algo que antes no era así.
Viendo en perspectiva las estrategias de Perú y Colombia, basadas en erradicación y cultivos alternativos. ¿Cuánto han funcionado en Latinoamérica?
No han funcionado. Este sistema de erradicación previa y desarrollo alternativo posterior se ha tratado de implementar desde principios de la década de los noventa. El problema es que con la erradicación forzosa generas un periodo en que los agricultores pierden su posibilidad de ingresos: los productos de desarrollo alternativo tardan como mínimo dos años en dar frutos, como la piña. Los cítricos toman 8 años. Es una erradicación con campesinos que firman acuerdos y esperan un año, y cuando los productos no dan fruto –literalmente–, vuelven a sembrar coca. Y la coca se traslada de una zona a otra: los países destacan éxitos en una región, pero es más lo que se resiembra.
El consumo de cocaína mundial es más o menos constante. El problema no se soluciona porque el consumo de cocaína se genera por la demanda de la droga, y no por la oferta de hoja de coca.
También llama la atención que en Bolivia los niveles de corrupción relacionados al narcotráfico no sean tan altos como los de Perú o Colombia.
Han habido oficiales con puestos claves que sí han estado involucrados en el narcotráfico, que han enfrentado cargos. Y obviamente existe corrupción, porque el narcotráfico de por sí genera corrupción, y eso es inevitable. Pero Bolivia es un estado liderado por productores de coca que durante años habían sido acusados de ser narcotraficantes o narcoterroristas. Hay una voluntad política de distinguir la hoja de coca del narcotráfico. Existe seriedad en poder demostrar que se puede hacer interdicción sin la presencia de la DEA.
¿Plantea usted una política latinoamericana antidrogas sin la DEA?
Lo que se percibe aquí son incautaciones más grandes y mayores operativos. No es que se frene al narcotráfico, pero evita que se genere mayor corrupción, mayor violencia. No hay grandes carteles como vemos en México, por ejemplo, que producen mayor violencia y corrupción.
La coca peruana transita por Bolivia en su camino al punto de consumo.
La mitad de lo incautado en Bolivia es pasta básica peruana que está pasando al segundo país consumidor del mundo: Brasil. Segundo porque los colombianos han casi copado el mercado de Norteamérica. Es más rentable en este momento hacer pasar pasta peruana y llevarla a otro país, que producirla aquí. Es una dinámica del narcotráfico, no es necesariamente un logro de Bolivia.





LOS ETERNOS CULTIVOS COCALEROS

La erradicación de coca aumentó, pero la producción se mantiene en forma.
En los últimos siete años, el Gobierno peruano erradicó más de 157 mil hectáreas de hoja de coca. Sin embargo, las cifras de plantaciones cocaleras son similares a las de hace ocho años. ¿Qué se esconde en los caminos de la erradicación?.

RPP de Perú (www.rpp.pe/data)
                                                                                      
En una conferencia de prensa en mayo de este año, Carmen Masías, presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) sostuvo que “queremos que al 2021 haya una reducción del 50 % del espacio cocalero en el Perú”. En aquella ocasión, Masías presentaba la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2017-2021.
Es un objetivo ambicioso porque, después de Colombia, Perú es el segundo país con mayores cultivos de hoja de coca en el mundo: 55 mil hectáreas registradas al año pasado, según Masías. O una imagen equivalente: 50 mil 925 canchas de fútbol plantadas de coca.
El optimismo es llamativo si se toma en cuenta que en los últimos quince años lo máximo que se redujo en áreas de cultivo cocalero fue un 35.5 %, si se toma de referencia lo plantado entre el 2011 y 2015, unas 22 mil 176 hectáreas.
¿Cómo han evolucionado las plantaciones de la hoja de coca en el país? RPPData analizó las estadísticas de Devida sobre estos cultivos en trece zonas entre el 2002 y 2015, y los resultados no son alentadores. Por ejemplo, si bien entre el 2008 y 2015 las hectáreas de cultivo se redujeron de 56 mil 60 a 40 mil 277 –es decir, en 28 %– durante ese mismo periodo aumentaron en siete valles y solo disminuyeron en cinco.
Las zonas con mayores reducciones fueron el Alto Huallaga, en las regiones de San Martín y Huánuco, con 94 % y Aguaytía, con 88 %. Putumayo es un caso de alza: aumentó en 617 %; es decir, mil 116 hectáreas. A la lista se suma Kcoñispata, con mil 32 hectáreas –346 % de plantaciones más de las que tenía en 2008–, y el Marañón, con 159 %.
El siguiente mapa interactivo detalla las cifras por valle y por años. Un incremento constante se produjo durante el segundo gobierno del expresidente Alan García: cuando asumió el mando en 2006, Perú registró 51 mil 416 hectáreas, y cuando lo dejó en 2011, el incremento llegó a 62 mil 453.
Este último año fue el pico histórico de las plantaciones de hoja de coca en el Perú.
Ilegalidad por descarte
Solo el 17 % de toda la producción de hoja de coca peruana en 2016 es legal. Lo dice el documento Monitoreo de Cultivos de Coca (UNODC, 2016). Los demás cultivos son considerados ilegales porque sus dueños no están inscritos en el padrón de la Empresa Nacional de la Coca (Enaco) y, por ende, no hay forma de monitorear el destino de sus plantaciones.
El más grave problema de esta arista es que debido a la Ley 22095, el padrón de productores cocaleros no puede ser actualizado y los datos que contiene datan de 1978: tiene 34 mil 464 inscritos. De ese total, solo 8 mil 630 productores le venden su coca legal al Estado.
Masías dijo en una entrevista con RPPData que “no se trata de empadronar a todo el mundo, sino de hacer un ‘catastro’ para ver dónde están ubicadas las parcelas de coca que se venden a Enaco y actualizar también este padrón”.
Los principales ingresos de esta empresa nacional en 2016 fueron por la venta de hoja de coca a compañías nacionales y extranjeras por unos 10 millones de dólares.
De acuerdo a una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y Devida de 2013, el mercado legal de la hoja de coca alcanza en promedio las 10 mil 780 toneladas al año. Enaco tiene el 17 % del mercado, mientras que la diferencia está a cargo de comerciantes informales.
Hoy por hoy el precio de la hoja de coca a la empresa nacional es de 2.4 dólares, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Este monto es 1.7 dólares menos que el ofrecido en el mercado ilegal y un dólar más que el cacao del Monzón en el Alto Huallaga.
Las compras de Enaco a los agricultores cocaleros son menores en estos tiempos si se compara con unos quince años atrás, en 2002. La caída más notoria en la adquisición de coca legal se dio en el gobierno de Ollanta Humala.
El negocio del narcotráfico
Perú produce unas 400 toneladas de cocaína al año y mueve en el mercado, según la procuradora anticorrupción Sonia Medina, el equivalente al 2 % del Producto Bruto Interno (PBI). Este porcentaje bordea los 3 mil millones de dólares y representa casi la mitad de lo que el Gobierno peruano invierte en educación. De estas 400 toneladas, la Policía incauta el 4 %. Si cada kilogramo cuesta 70 mil dólares en sus puntos de consumo (según Devida), las ventas de esta droga podrían llegar a los 26 mil 800 millones de dólares al año.
Haciendo cálculos, en los 10 minutos que toma leer este reportaje se vende en el extranjero una cantidad de droga producida en el Perú valorizada en medio millón de dólares. La cifra es alta porque la mercancía se comercializa en el exterior. Si la venta fuera en el Monzón, lo ganado alcanzaría los 460 millones dólares, y en Lima, cerca de 2 mil millones dólares.
Más del 70 % de la hoja de coca que se utiliza en la producción de droga proviene de los Valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Esta zona, además de violenta, ha tenido las cifras más altas de hectáreas de cultivo: solo entre el 2002 y 2012 sus plantaciones aumentaron en 41%; es decir, de 14 mil 170 a 19 mil 965 hectáreas.  
En la lucha contra el narcotráfico, Perú gastó mil 355 millones de dólares en los últimos cinco años, dinero similar al presupuesto 2017 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.
Solo en 2016 el gasto fue de 293 millones de dólares y más del 80 % del dinero se destinó a tres rubros: 103 millones para la lucha contra el terrorismo en el VRAEM, 85 millones para el control de la oferta y unos 51 millones de dólares en desarrollo alternativo. Ese mismo año, Perú registró 55 mil hectáreas de hoja de coca, casi el equivalente a la cantidad de plantaciones que el país tuvo hace ocho años.
La estrategia sudamericana
Colombia, Perú y Bolivia son los grandes productores de coca en el mundo. Según la UNODC, estos tres países sumaron en 2015 unas 156 mil 500 hectáreas de cultivo: 96 mil el primero, 40 mil 300 el segundo y 20 mil 200 el tercero. La superficie total del espacio cocalero en Sudamérica supera al área de la Ciudad de México solo en 80 kilómetros cuadrados.
Para combatir al narcotráfico, cada país adopta una estrategia diferente. Colombia dio un paso con el Acuerdo de Paz firmado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Como táctica se incluye la erradicación de plantaciones en dos opciones: o bien forzada –a cargo de la Policía y el Ejército–, o bien voluntaria –para quienes opten por cultivos alternativos–. Otra medida es la interdicción. Solo en 2016 el Gobierno erradicó 18 mil 227 hectáreas, según el Observatorio de Drogas de Colombia; sin embargo, el incremento de cultivos sigue siendo constante desde 2012.
En el caso peruano la erradicación alcanzó las 157 mil hectáreas de hoja de coca entre el 2010 y 2016.
En Bolivia, los cocaleros tienen permiso para mantener una superficie de cultivo legal de mil 600 metros cuadrados, un ‘cato’, que genera en promedio los ingresos de un sueldo básico, y que es fiscalizado por el Gobierno a través de GPS. Si un agricultor excede lo permitido, hay una advertencia, luego suspensión y finalmente, erradicación.
Kathryn Ledebur, investigadora y miembro de la Red Andina de Información (RAI), comentó a RPPData que la estrategia boliviana “ha eliminado el conflicto, ha permitido negociaciones con el Estado de manera positiva y no solo una interacción de los productores de coca con las fuerza de erradicación o la fuerza de seguridad del país. Ha creado una cierta legitimidad y ha reducido la cantidad de la coca”. Pese a ello, Ledebur afirma que aún hay áreas pendientes de resolución en Bolivia, como seguir creando condiciones de ciudadanía para los agricultores de coca por parte del Estado, y viabilizar el apoyo de organizaciones extranjeras.
Bolivia mantiene un registro biométrico de los productores de coca y de sus cultivos que se renueva cada dos o tres años. Por el contrario, Perú aún mantiene un padrón de 39 años de antigüedad que deja a miles de cocaleros fuera de la legalidad e intenta replicar la estrategia de erradicación y desarrollo alternativo en el VRAEM –una zona donde los ataques de remanentes senderistas varían en intensidad pero se mantienen frecuentes.
Miles de cocaleros –al mando del controversial dirigente cocalero Nelson Palomino– marcharon en junio hacia Lima para exigir, entre otras cosas, que la lista de empadronamiento cocalero se abra.





BRILLO LISÉRGICO EN EL ALTO

Insólita arquitectura en la ciudad más poblada de Bolivia, vecina de La Paz

El País de España (www.elviajero.elpais.com)

Cuando el viajero contempla los cholets de la ciudad boliviana de El Alto (ver fotogalería) vive la concreción de un postulado intelectual. Frente a sus propios ojos, con sus colores rojos, naranjas, amarillos y verdes, se transforma en edificio aquella idea, recogida en la Historia social de la literatura y el arte de Arnold Hauser, de que la forma es ideológica: estas construcciones representan el surgimiento de una nueva burguesía aimara que encarna a su manera los valores del emprendimiento capitalista. El tono despectivo del nombre cholet —fusión de cholo y chalet— se desdibuja, e incluso hay tours, bastante caros, donde se muestran orgullosamente algunos de los más vistosos. Y la excursión merece la pena porque se aprenden muchas cosas sobre los logros y las contradicciones de un país mutante.
Los cholets son fruto de la imaginación de Freddy Mamani, self made man que comenzó siendo albañil y se transformó en el padre de la nueva arquitectura andina. Tiene 42 años y su arquitectura se exporta a Chile, Argentina, Brasil, Perú y Ecuador. Su primer cholet data del año 2005 y se sitúa frente al edificio de la Universidad Pública de El Alto, cerca de un mercado callejero en cuyos puestos algunos de los comerciantes pasan la noche. Al lado se alza una estatua del Che Guevara que pisa el águila del imperialismo estadounidense. Sfumato del límite ideológico. Posmodernismo puro.
El Alto es una ciudad de casi un millón de habitantes, fundada en 1985, donde se ubica el aeropuerto más próximo a La Paz (el área urbana formada por ambas poblaciones suma 1,8 millones). Desde allí, a más de 4.000 metros, se contemplan unas espléndidas vistas de La Paz, capital que destaca por su magnífico emplazamiento entre cumbres, cordilleras y hondonadas. Se disfruta de unas espectaculares panorámicas si se coge la línea amarilla del teleférico que une el barrio de Sopocachi con El Alto. La visión cenital de las azoteas paceñas es sorprendente: barbacoas, coches, tendederos, barreños, danzarines… El teleférico constituye una herramienta de integración social que a la vez funciona como reclamo turístico.
Al llegar a El Alto abrimos aún más los ojos no solo por los atuendos de las cholas, sino también por el bullicio, las manadas de perros vagabundos a los que alguien un día les puso una mantita que luego nadie retiró, las figuras antropomórficas colgadas de los postes de la luz como aviso a los ladrones, las pintadas que advierten “Ladrón pillado será quemado vivo”… Allí el cholet es la representación del éxito, y el éxito se entiende del mismo modo que en las sociedades netamente capitalistas: el indio, marginado y reprimido durante tanto tiempo, alcanza el estatus social deseado y se empodera como miembro de una etnia que, gracias a la estrategia política, se yergue desde el adobe hacia el brillo lisérgico del cholet. Sus precios oscilan entre los 200.000 y 300.000 dólares.
Fiesta en la primera planta
La guía nos cuenta que los propietarios de los cholets piden un crédito que amortizan celebrando fiestas en la primera planta de las edificaciones. Por el alquiler del espacio cobran entre 2.000 y 3.000 dólares diarios. La fiesta es uno de los patrimonios intangibles de Bolivia: las máscaras del Museo de Etnografía y Folklore de La Paz, que los danzantes se colocan sobre el rostro, testimonian la variedad y trascendencia de estas celebraciones fascinantes y sincréticas.
Los cholets tienen una estructura fija que refleja el talante comercial de sus propietarios: en la primera planta se sitúa su negocio —carnicería, ferretería, bazar…—; en la segunda, la sala de fiestas; la tercera se dedica a apartamentos que los dueños alquilan y cuyos beneficios invierten para amortizar el pago de su deuda; en la última planta, coronando la construcción, se levanta el cholet propiamente dicho, la soñada vivienda de los propietarios… Las fachadas se adornan con elementos decorativos de la cultura Tiwanaku —la semántica del color, la numerología, la astrología, el simbolismo geométrico— que se relacionan con las reivindicaciones indigenistas. El efecto kitsch deslumbra sobre todo en los interiores. En la sala de fiestas de El Imperio del Rey las chinerías se funden con la estética de crucero y uno se replantea el concepto del buen gusto, el arte popular y la ostentación.
La sensación de habitar una realidad paralela se multiplica por mil cuando visitamos las viviendas sociales con impresionantes fachadas pintadas por Roberto Mamani Mamani. Vivimos dentro de un cómic, de una ilusión. El viajero se observa la mano para comprobar que sigue siendo de carne. La chacana, cruz indígena, sirve de base para diseñar el condominio. Desde el exterior vemos aún pocos pisos habitados. Las casas cuestan 30.000 dólares. Al día siguiente nos aseguran que están vendidas prácticamente todas.





EL PARTIDO DE EVO MORALES APELA AL CONSTITUCIONAL PARA HABILITAR SU REELECCIÓN

El oficialismo intenta por segunda vez que el presidente sea candidato en las elecciones de 2019

El País de España (www.elpais.com/internacional)

Varios parlamentarios del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) presentaron una solicitud al Tribunal Constitucional de Bolivia para que este declare ilegales varios artículos de la Constitución que limitan la relección de los dirigentes ejecutivos de todos los niveles del Estado, entre ellos el presidente y el vicepresidente, con el argumento de que estas limitaciones violan el derecho constitucional fundamental de todos los ciudadanos a ser electos.
De esta manera, el oficialismo intenta por segunda vez habilitar al presidente Evo Morales a las elecciones de 2019, para las que está impedido por la legislación actual. En febrero de 2016, el MAS no logró imponer una reforma constitucional por medio de un referendo que perdió con un rechazo del 51% de los votos.
Desde entonces, el MAS ha estado dándole vueltas a diferentes opciones que le permitan insistir en la habilitación de Morales, cuyo concurso consideran crucial para mantenerse en el poder por lo menos hasta 2025.
Finalmente, el camino elegido ha sido esta apelación al Tribunal Constitucional, que la oposición considera bajo influencia gubernamental, mientras las encuestas muestran que más del 60% de la población votaría en contra de la reelección si se convocara un nuevo referendo sobre este asunto.
La Constitución, que apenas tiene ocho años, fue respaldada por el MAS en una votación popular en la que obtuvo una amplia mayoría. Sin embargo, durante su redacción el partido de Evo Morales había propuesto la reelección indefinida, fórmula que luego tuvo que cambiar por la de una sola repostulación continua, como resultado de un acuerdo con la oposición.
Los parlamentarios que presentaron el “recurso abstracto de inconstitucionalidad” argumentaron que las cláusulas que limitan la cantidad posible de postulaciones vulneran uno de los derechos principales consagrados por la propia Constitución para todos los ciudadanos, y no solo para el presidente, que es la prerrogativa de ser candidato a un cargo de elección popular; el cual el pacto de San José, del que Bolivia es signataria, considera un “derecho humano”.
Por tanto, si la iniciativa prosperara no solo beneficiaría a Morales, sino también a varios gobernadores y alcaldes del oficialismo y de la oposición, que tampoco pueden presentarse a las elecciones de 2019 bajo las reglas vigentes. Algunos analistas suponen que esto podría dividir la postura de los partidos contrarios a Morales respecto al recurso.
Los dirigentes políticos de la oposición y los expresidentes democráticos tienen formada una asociación que se ha pronunciado varias veces para exigirle al presidente que respete los resultados del referendo que rechazó su reelección en 2016. Por su parte, el oficialismo ha señalado que este referendo estuvo viciado, porque la población votó luego de una “campaña sucia” de la oposición destinada a desprestigiar a Morales por haber tenido relaciones sentimentales con una mujer que manejaba una trama corrupta, un caso que no llegó a comprometer judicialmente al presidente.
Bolivia se encuentra a menos de tres meses de elegir por voto popular a los magistrados de los tribunales de justicia, inclusive del Constitucional, un procedimiento de conformación de este poder que ha sido objeto de múltiples controversias. La oposición ha llamado a votar nulo en estas elecciones, porque supone que todos los candidatos, los cuales fueron seleccionados por un Parlamento controlado por el MAS, serán dóciles al oficialismo, acusación que este niega.
La iniciativa de inconstitucionalidad seguramente se definirá después del cambio de miembros del Tribunal Constitucional, y esto pone a la oposición en dificultades, porque su llamado al voto nulo en el proceso de conformación de este poder podría hacer que el recurso de habilitación de Morales tuviera un curso más fácil.





A PESAR DE LA DERROTA EN EL REFERÉNDUM, EL MAS BUSCA QUE EVO MORALES SEA CANDIDATO

El partido que lidera el actual mandatario, el Movimiento Al Socialismo, dio el primer paso legal con el objetivo de allanar el camino para una eventual postulación, en la que buscaría su carto mandato.

Telam de Argentina (www.telam.com.ar)
                                                                                
El Movimiento Al Socialismo (MAS) dio un primer paso legal con el objetivo de allanar el camino para una eventual respostulación del presidente Evo Morales en 2019.
Asambleístas de esa organización política presentaron ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), con sede en Sucre, una Acción de Inconstitucionalidad contra cinco artículos de la Ley del Régimen Electoral y cuatro de la Constitución Política del Estado (CPE).
La presentación de la Acción está dentro de las cuatro vías que el MAS, en diciembre pasado, eligió para buscar la candidatura del Jefe de Estado en 2019, luego de que en el referéndum constitucional del 21 de febrero de 2016 la opción del No a la repostulación de Morales se impusiera sobre el Sí.
La acción también apunta a la posibilidad de reelección de autoridades subnacionales como gobernadores, alcaldes, concejales y asambleístas departamentales.
"Se trata de una Acción de Inconstitucionalidad abstracta pidiendo que el Tribunal Constitucional declare la inconstitucionalidad de los artículos 52 (numeral 3), 64 (inciso d), 65 (inciso b), 71 (inciso c) y 72 (inciso b) de la Ley 026 del Régimen Electoral y, al mismo tiempo, se está demandando la inaplicabilidad de los artículos 156, 168 285 (parágrafo segundo) y 288 de la Constitución Política por ser contrarios a los artículos 26 y 28 de la misma Constitución y contrarios al Pacto San José de Costa Rica", explicó el diputado oficialista David Ramos.
El numeral tres del artículo 52 de la ley electoral hace mención a la vigencia de mandato para el Presidente y Vicepresidente, que según la norma es de cinco años y con la posibilidad de reelección por una sola vez de manera continua.
Los otros cuatro artículos, considerados inconstitucionales, tienen que ver con la regulación del periodo de mandato y posibilidad de repostulación de gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales.
Las observaciones a los artículos de la CPE apuntan a descartar la aplicabilidad del periodo de mandato de las autoridades y la posibilidad de reelección por una sola vez; al periodo de mandato del Presidente y Vicepresidente; la edad de elección para Alcalde (que según la CPE es de 21 años); y al periodo de mandato de asambleístas y concejales.





LA BRASILEÑA BIBI DA NUEVOS PASOS EN LATINOAMÉRICA: PREVÉ ENTRAR EN COLOMBIA, ECUADOR Y BOLIVIA

La compañía de calzado infantil también pondrá en marcha nuevos establecimientos en Costa Rica, Argentina, Chile, Perú y  en su mercado local. El grupo espera cerrar 2017 con una facturación de 37 millones de dólares.

Revista Modaes de España (www.modaes.com)
                                                                                                 
Bibi se expande en Latinoamérica. La compañía brasileña de calzado infantil prepara su desembarco a Colombia, Ecuador y Bolivia, países donde operará con socios locales para la apertura de tiendas franquicias, que se sumarán a su plan de expansión en la región.
El grupo también subirá la persiana de nuevos establecimientos en Costa Rica, Argentina, Chile y Perú. En este último, la empresa prevé alcanzar los  cinco establecimientos hasta 2019, según Perú Retail. La semana pasada Bibi puso en marcha su primer punto de venta en el centro comercial Mall del Sur de la ciudad de Lima.
Para el próximo diciembre, la compañía subirá la persiana de otro establecimiento en la capital peruana, que abrirá sus puertas en el centro comercial Plaza Norte. En Perú, Bibi ya está presente a través del canal multimarca y de corners en las tiendas departamentales de Falabella, Estilos y Ripley.
En su mercado local, el grupo espera inaugurar quince nuevos locales para cerrar 2017 con 110 tiendas y una facturación de  117 millones de reales brasileños (37 millones de dólares). Fundada en 1949, Bibi concentra su producción en Brasil, donde cuenta con dos plantas productivas ubicadas en las ciudades de Parobé y Cruz das Almas. El grupo da empleo a casi 1.500 trabajadores.





EXCELENCIAS EMBAJADORES DE BOLIVIA Y NICARAGUA. SU ATENCIÓN

Aporres de Venezuela (www.aporrea.org)
                                                      
Por: Rafael Enrique Chacón.
De mi propósito
1.-Soy Rafael Enrique Chacón Meregote, nacido en Caracas, Venezuela, edad 79 años, origen indígena por la línea materna (blanco/mestizo).
2.-He realizado varios trabajos (artículos) que generosamente han sido publicados por la Página de Aporrea.org, líder de la libertad de expresión en nuestro país. (1)
3.-En los textos de estos trabajos me dirijo con el respeto debido a sus Presidentes, Hijos de la Patria Grande de Latinoamérica, Ciudadanos: Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma; y Presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.
4.-Cariñosamente como hermanos bolivarianos: Evo y Daniel.
5.-He realizado un estudio del sistema económico aplicado en ambos países, y gratamente sorprendido con los avances obtenidos, sobre todo tecnológicos en la actividad de la producción agrícola y pecuaria, la exportación de bienes de consumo y la gran variedad de otros productos como textiles y confecciones, etc.
6.-El índice de su Producto Interno Bruto (PIB) es demostrativo para ambos países del ascenso sostenido de sus economías, y el bienestar que produce para sus Pueblos.
7.-Mi propósito es que nosotros en Venezuela emulemos o imitemos los modelos económicos éxitosos de Bolivia y Nicaragua.
8.-Que nuestro Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, tome la iniciativa para hablar con Evo y Daniel, e implantar en nuestro país los modelos económicos éxitosos anteriormente señalados.





PUTIN ASPIRA A SER EL MEJOR AMIGO DE LATINOAMÉRICA

En una reciente encuesta de Bloomberg Intelligence sobre los sectores de energía y materiales, por ejemplo, Rosneft tuvo la más alta tasa de fatalidades entre todas las compañías que cotizan en la Financial Times Stock Exchange.

Gestión de Perú (www.gestion.pe)
                                  
Cuando Donald Trump cene el lunes por la moche con presidentes latinoamericanos en la Torre Trump, la conversación podría ser tensa. Por un lado, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, irritado por las declaraciones de Trump de que levantará un muro en la frontera con su país y le pasará la factura, ha rechazado la invitación. Juan Manuel Santos, de Colombia, todavía está ofendido por la amenaza de Washington de quitarle al país su certificado de buena conducta en la guerra contra las drogas, en tanto Pedro Pablo Kuczynski de Perú ha hecho un llamado específico para que se tiendan “puentes”, no muros. Pero el líder de Estados Unidos todavía tiene una oportunidad para escuchar a un fragmento de la Tierra que su gobierno ha marginado.
Y aunque Trump intenta hacer buenas migas con sus vecinos no tan distantes, ya ha quedado rezagado en el juego diplomático. Y no solo por China: la incursión de dos décadas del poderoso país asiático en los recursos y mercados del Nuevo Mundo es parte del nuevo patrón normal en las Américas. Hoy, una Rusia que resurge quiere convertirse en el nuevo mejor amigo de América Latina. Es verdad, el comercio y la inversión de Rusia en la región son solo una fracción comparado con los de China.
Excepto por algunos recuerdos color sepia de la Guerra Fría, la influencia exportadora rusa es insignificante. La marca de autocracia de Vladimir Putin pasó de moda en la mayoría de los países latinoamericanos junto con los uniformes militares en los gobiernos, y el puerto más cercano de la región está a medio mundo de distancia de Moscú. Por supuesto, Rusia nunca permitió que la geografía se pusiera en el camino de su destino. Por lo tanto, en años recientes, un creciente grupo de países de América Central y del Sur han aceptado los acercamientos del Kremlin.
Si los clientes del mundo alguna vez fueron en pos de la maquinaria militar rusa –y algunos países latinoamericanos aún lo hacen–, otro tipo de generosidad rusa atrae últimamente clientes al sur del estrecho de Florida: el efectivo, la ingeniería y la experiencia en energía. Se dice que Nicaragua está construyendo una estación satelital para reunir datos de inteligencia con tecnología rusa. Moscú está ayudando a Bolivia a armar instalaciones de “investigación nuclear pacífica”, y Rusia, prestamista de última instancia de Venezuela, ha duplicado sus préstamos, como me dijo Moises Naim, investigador distinguido del Carnegie Endowment for International Peace.
Tan ansioso estaba el presidente venezolano Nicolás Maduro de albergar al gigante petrolero ruso Rosneft, que hizo que su siempre servicial Suprema Corte invalidara la Asamblea Nacional controlada por la oposición, que hasta entonces había tenido poder de veto sobre presupuestos y contratos. Venezuela es ahora el mayor proveedor de crudo de Rosneft fuera de Rusia, y se ha beneficiado de “prepagos” que la han ayudado a mantenerse al día con los pagos de la deuda. Y no son solo los camaradas de ala izquierda de la “alianza bolivariana” los que han intimado con Moscú.
Rosneft tiene en la mira a Brasil y México, ambos países dirigidos por gobiernos de centro derecha; el presidente de Argentina, Mauricio Macri, que abriga una posición favorable para los mercados, ha recibido con agrado el interés de Gazprom en el mayor mercado de gas de esquisto de América Latina. Los nuevos vínculos entre Rusia y Latinoamérica pueden ser no tanto una reedición de la Guerra Fría como un adelanto de un nuevo y complicado orden mundial, donde muchos poderes rivales se disputan la influencia y el atractivo internacional.
En tanto el alcance occidental de Putin se ha extendido más allá del dominio usual de Rusia, Latinoamérica también ha permitido que las ambiciones de Moscú vuelvan al escenario global. Despreciada y aislada por su anexión de Crimea, Rusia se jugó la carta del mundo en desarrollo –después de todo, es miembro original de los BRICS– para obtener apoyo. De forma reveladora, con unas pocas excepciones notables, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos evitaron ejercer presiones sobre Moscú, y luego de la campaña de Putin en 2014, varios firmaron acuerdos comerciales bilaterales para ayudar a Rusia a superar las sanciones internacionales. Tal indulgencia provocó críticas. “Va contra todos los principios de respetar la ley internacional que Brasil siempre apoyó”, me dijo Paulo Velasco, miembro sénior del Centro Brasileño para las Relaciones Internacionales.
En parte, la explicación de tal aquiescencia podría ser sentimental. “Hay una fascinación con Rusia por la forma en que enfrentó a Estados Unidos durante tantos años”, dijo Oliver Stuenkel, que enseña relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas en São Paulo. “Aprovecha los sentimientos contrarios a EE.UU. que aún perduran en la región y le asegura a Moscú que no habrá barreras ideológicas a sus avances”. Entonces, ¿qué obtiene Latinoamérica a cambio de su cortafuego diplomático? “Esta es una sociedad estratégica”, dijo Velasco. “Este es un mundo multipolar, y Brasil y sus vecinos no quieren ser prisioneros de un gran socio”.
Así como Moscú aprecia el amor, los líderes latinoamericanos también saben que Rusia probablemente no les planteará problema por temas de derechos humanos, políticas sospechosas u otros impedimentos éticos en sus países anfitriones. Esto no significa que hacer negocios con la Rusia resurgente sea un paseo por la playa de Ipanema. En una reciente encuesta de Bloomberg Intelligence sobre los sectores de energía y materiales, por ejemplo, Rosneft tuvo la más alta tasa de fatalidades entre todas las compañías que cotizan en la Financial Times Stock Exchange.
“El problema es que, muchos de estos arreglos son muy opacos, y los detalles de pactos con empresas rusas a menudo se ocultan al público”, dijo Naim. Un ejemoplo es la treta de Venezuela para ayudar a Siria a eludir sanciones internacionales despachando petróleo sirio al Caribe a través de Rusia. Este es el tipo de problemas que pueden convertir a socios de conveniencia en parias problemáticos.





IMPERDIBLES DE BOLIVIA: QUÉ VER Y QUÉ HACER

Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
                                                                                  
Apenas 17 dólares por día gastan los chilenos que visitan Bolivia y que en el primer trimestre de este año permanecieron por 9,3 noches, en promedio. Según cifras de la Subsecretaría de Turismo, en total fueron 15.627 personas las que viajaron desde Chile al vecino país para disfrutar de sus bellos paisajes y su cultura andina.
La Paz
Muchos la confunden con la capital, porque en esta ciudad está emplazada la Sede de Gobierno, la cual debe visitar en la Plaza Murillo y que está rodeada una infraestructura colonial y la Basílica de San Francisco.
Visite el Mercado de las Brujas, la calle Jaén, una de las más turísticas de la ciudad, y para observar la ciudad hay varios miradores, como El Montículo.
Si tiene más días para recorrer La Paz, el Valle de la Luna, con sus  rocas erosionadas de gran altura es un imperdible. Otro tour que ha agarrado fuerza es el de la Carretera de la Muerte (Carretera de Yungas), que se practica en bicicleta ante sus innúmerables curvas y es de 1 km aproximadamente.
Potosí
Esta ciudad que te lleva de vuelta a la conquista española siglos atrás fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La catedral, la torre de la Compañía, la Casa de la Moneda (principal museo) y el Convento de San Francisco son algunas de las paradas que debe realizar. Además de conocer el altiplano, como el Ojo del Inca y la Laguna Negra.
Eso sí, un tour que vale la pena es a las minas del Cerro Rico, el cual vigila a la ciudad y en donde aún hay mineros que trabajan de forma primitiva y reciben turistas.
Uyuni
El primer tour a realizar es directo al salar de Uyuni, el mayor desierto de sal y el más alto del mundo. Incluso hay salidas nocturnas. En medio del salar se encuentra la isla de Incahuasi, que se encuentra en medio del salar con el volcán Tunupa.
El altiplano continúa: la laguna Hedionda (fuerte olor a azufre), laguna Colorada y el desierto Siloli, sólo por nombrar algunos.
También está el antiguo cementerio de trenes, ya que a fines de 1800, acá se emplazaron las primeras líneas férreas que unían esta ciudad con Antofagasta.
Santa Cruz
A orillas del río Piraí, esta ciudad muestra una realidad distinta a la del resto del país. Su desarrollo económico la ha llevado a ser la ciudad de los negocios dentro de Bolivia. Pero, además de ser una ciudad moderna tiene un turismo muy desarrollado.
El centro histórico está conformado por la Plaza 24 de Septiembre, el bello Jardín Botánico y el Biocentro Güembe que permiten disfrutar de la naturaleza dentro de la ciudad.
Otro paseo recomendado está a 40 kilómetros. Se trata de Espejillos, una reserva natural donde los turistas pueden bañarse en ríos de aguas cristalinas.
Amazonía
Rurrenabaque es la puerta de entrada a la selva amazónica de Bolivia. Uno de los parques donde se realizan varios toures de la selva boliviana es el Madidi, catalogada como una de las reservas con mayor biodiversidad del mundo. Conviven en este parque más de 3.200 especies
Acá el turismo es ecológico y en conjunto con las comunidades que viven en el lugar. Hay otros lugares que permiten un aojamiento con algo más de lujo, sin olvidar que está en la selva y usted es uno más entre tantas especies.
Sucre
Es la capital boliviana. La plaza 25 de Mayo es la principal, pero saliendo de este mundo colonial estará rodeado de la “ciudad blanca”, donde todas las casas son de este color. Este lugar es considerado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El Mirador La Recoleta es otro paseo obligado para mirar la puesta de sol, no antes de visitar el claustro San Felipe de Neri y el Mercado Campesino, donde puede comprar productos de la zona a muy bajo precio.
Lago Titicaca e Isla del Sol
La Isla de Sol es considerada el nacimiento del Imperio Inca. Acá se puede alojar y conocer la cultura y los espacios arqueológicos con guías locales, pero no es obligatorio.
También está la Isla de la Luna, que es más pequeña y donde viven las comunidades indígenas. Rodeadas por el lago Titicaca (que comparte con Perú), este destino es muy visitado por los turistas que llegan a Bolivia. Atentos, que la Isla del Sol está a más de 3.900 metros por sobre el nivel del mar, así que la altura puede causar malestares en algunas personas.
Oruro
El carnaval de Oruro es uno de los atractivos más grandes del país. Está declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Se realiza en febrero, con el objetivo de mostrar las comparsas, desfiles y música de la cultura andina. Si está pensando asistir, busque alojamiento con anticipación porque se vuelve casi misión imposible.
Además tiene un centro histórico colonial y puede visitar el lago Poopó, uno de los principales del país, donde aún viven familias campesinas e indígenas.





UN PRESO PIDE SEGUIR EN LA CÁRCEL PARA TERMINAR LOS CURSOS QUE ESTÁ HACIENDO

Te Interesa de España (www.teinteresa.es)
                                                                                                   
Un recluso de la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) ha pedido a la Audiencia Provincial de Málaga que lo dejen en prisión para poder terminar unos cursos de formación que está realizando en dicho centro penitenciario.
El preso, que fue condenado a cuatro años de prisión por abusar sexualmente de una de sus compañeras de piso, están en prisión preventiva ya que la condena no es firme, pero está a punto de cumplir los dos años máximos contemplados en la ley.
Debido a ello, esta mañana se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga un recurso para su posible puesta en libertad provisional mientras el Supremo ratifica o no su sentencia.
Fuentes judiciales han indicado que el preso, para sorpresa de los magistrados y fiscal, ha pedido que lo dejen en prisión, al menos, hasta finales de noviembre cuando está previsto que terminen los cursos de formación que está realizando ya que "no los podría pagar en la calle", según ha alegado.
La Sala ha decidido que el preso permanezca en prisión hasta agotar el plazo máximo de dos años de prisión preventiva, que marca la ley, aunque han reconocido que nunca se habían encontrado con un caso similar en su dilatada trayectoria profesional.
Condenado por abusos sexuales
Los hechos por los que el acusado fue juzgado se remontan a la madrugada del 29 de noviembre de 2015, en Vélez Málaga, cuando el acusado entró en la habitación de una de sus compañeras, se desnudó y se introdujo en la cama para seguidamente abusar de la misma.
La joven se despertó al sentir dolor y lo apartó bruscamente al tiempo que le dijo que saliese de su habitación.
El acusado, que siempre ha admitido los hechos, posteriormente al suceso le envió un mensaje telefónico en el que le decía que no tenía perdón lo que había hecho y que lo sentiría el resto de su vida porque perdía una buena amiga.
Cuando ocurrieron los hechos el acusado, de 36 años y natural de Bolivia, se encontraba en situación irregular en España y tenía una orden de expulsión del territorio nacional desde 2009.
Además de la pena de prisión, al acusado no puede aproximarse o comunicar con la víctima por cualquier medio durante cinco años, así como la medida de libertad vigilada durante cinco años, que deberá ejecutarse tras el cumplimiento de la pena privativa de libertad, según la sentencia.





LA PRODUCCIÓN APÍCOLA BUSCA ADAPTARSE AL CAMBIO CLIMÁTICO

En Formosa se realizó una capacitación internacional para abordar el impacto en la actividad y hacer más eficiente el manejo.

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                                                  
Para capacitarse en técnicas adaptativas que permitan enfrentar a los efectos del cambio climático que está viviendo la región del Gran Chaco y les permitan garantizar su ingreso económico con la producción de miel, se reunieron en esta provincia más de cuarenta apicultores de Bolivia, Paraguay y la Argentina, que participaron del IV Encuentro Trinacional de Experiencias Adaptativas Apícolas.
El lugar elegido para este encuentro fue el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias (CEDAVA) en Laguna Yema, a 400 kilómetros de esta capital.
Este encuentro fue organizado por los proyectos Gran Chaco Proadapt, Iniciativa Chaco Trinacional y el Programa para el Desarrollo Apícola de Formosa (Prodafor), del Ministerio de la Producción y Ambiente. Junto a otras organizaciones internacionales que forman parte de estas iniciativas productivas buscan dotar de capacidades de resiliencia al cambio climático a pequeños productores de la región chaqueña.
Actualmente, las colmenas en toda la región del Chaco están con muy bajos niveles de producción y esa situación no tiene que ver con la falta de atención por parte del productor sino el efecto del clima, que fue cambiando comprobándose que la forma de trabajo de hace treinta años hoy ya no está funcionando para algunas zonas. Así lo dijo Andrea Aignasse, coordinadora del Prodafor de Formosa y responsable apícola del proyecto Gran Chaco Proadapt.
Los participantes se mostraron satisfechos por el acopio de información beneficiosa que realizaron durante las dos jornadas de trabajo. "El alimentador externo y la producción de reinas es el aprendizaje que me llevo, es de bajo costo de mantenimiento y sirve, además de dar jarabe, para administrar agua en momentos de escases, es especial para las zonas áridas", opinó Juan Carlos Benítez, de Tres Lagunas, una comunidad rural del nordeste formoseño.
Por su parte, Guido Saldía, de Yacuiba, Bolivia, valoró la importancia de la planificación. "Debo tener una buena planificación para lograr una mayor producción", expresó. Saldía reconoció que en su caso personal la apicultura ha pasado de un segundo ingreso económico a ser el principal.
En el encuentro internacional expuso Carlos Villavicencio, uno de los creadores de una innovadora técnica de adaptabilidad que incrementa la producción de miel. Se trata de una modificación del "sistema Farrar" donde trabaja la abeja con la incorporación de manera temporal de una segunda reina, modalidad que asegura una mayor eficacia en la presencia de abejas por colmena, haciéndola mucho más productiva. Villavicencio denomina al sistema "Farrar Superpuesto".
En tanto, Mauricio Moresco, coordinador general del Gran Chaco Proadapt destacó que la experiencia ha enseñado que la articulación entre productores, empresas, instituciones de investigación y validación de tecnologías, gobiernos locales y organizaciones sociales es el camino correcto para generar innovaciones que permitan elevar la resiliencia de las producciones del Gran Chaco. Remarcó que este "modo colectivo de innovar", gestionado por los propios productores, sus organizaciones y los técnicos territoriales sobre la base de planes de adaptación formulados de modo participativo es la forma de afrontar los efectos del cambio climático.
El Proyecto Gran Chaco Proadapt tiene como objetivo la generación de una alianza trinacional integrada por la sociedad civil organizada, el sector privado, los gobiernos locales y la inversión dirigida al desarrollo nacional e internacional para contribuir en la capacidad adaptativa y a una mayor resiliencia de pequeños productores del Gran Chaco Americano y de los grupos sociales más vulnerables frente a impactos derivados del cambio climático y la variabilidad climática. Gran Chaco Proadapt es ejecutado por Fundación Avina y cofinanciado por el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (FOMIN/BID) y el Fondo Nórdico de Desarrollo (FND).

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