EL FRACASO DE LAS 'REVOLUCIONES FELICES' EN LATINOAMÉRICA
El
cambio llega a una Bolivia devastada tras 20 años de populismo izquierdista que
deja la peor crisis en la historia reciente. Las mismas recetas que han hundido
a los 'regímenes hermanos' de Venezuela, Cuba y Nicaragua
"El
país que recibimos está devastado, nos dejan una economía quebrada". Las
palabras de Rodrigo Paz Pereira en su toma de posesión no sorprendieron a su
pueblo, víctima principal del fracaso revolucionario. Los bolivianos sufren
desde hace tiempo una crisis de combustibles galopante que el nuevo presidente
comenzó a mitigar al subirse a los camiones que desde los países vecinos
trasladan gasolina y diésel a distintos puntos nacionales de venta. Las colas
larguísimas de los últimos meses han comenzado a desaparecer en parte del país,
aunque la batalla no ha hecho más que comenzar.
Al
igual que las revoluciones hermanas de Venezuela, Cuba y Nicaragua, la
revolución indígena ha fracasado social, económica y financieramente. El legado
que dejan Evo Morales y Luis Arce tras dos décadas de Gobierno confirma cuál es
una de las grandes asignaturas pendientes de estos procesos históricos, junto
al autoritarismo, los derechos humanos y la corrupción en (casi) todas las
instituciones.
"Nos
dejan inflación, escasez, deuda, desconfianza... La peor crisis de las cuatro
últimas décadas. Nos traicionaron y la traición se paga en Bolivia, porque el
peor costo lo tienen los más humildes", aseguró el centrista Paz Pereira,
hijo del presidente socialdemócrata Jaime Paz Zamora, fundador del histórico
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El
listado de desgracias económicas que dejó sin aliento a los bolivianos no
sorprende en absoluto a los ciudadanos de los que eran países aliados.
"Evo, Arce, ¿dónde está el bendito mar de gas que nos prometisteis? ¿Dónde
está el litio?", cuestionó con firmeza el nuevo mandatario, quien no dudó
en acusar a ambos líderes del Movimiento Al Socialismo (MAS) de malgastar
60.000 millones de dólares, procedentes de la nacionalización del gas.
"¿Qué carajo hicieron con tanta bonanza?", disparó el presidente.
Si
de algo saben los venezolanos, que también escucharon, en palabras de Hugo
Chávez, que vivirían en un "mar de felicidad" parecido al cubano, es
de los terroríficos costos de la economía revolucionaria. Antiguas autoridades
chavistas y expertos nacionales calcularon en su día que el chavismo ha hecho
desaparecer al menos 600.000 millones de dólares, procedentes de otra bonanza,
la del petróleo, que se disparó por encima de los 100 dólares por barril. Igual
que en Bolivia, los buenos tiempos sólo sirvieron para llenar los bolsillos de
los jerarcas chavistas y de los empresarios boliburgueses, chacales económicos
de los distintos mecanismos financieros.
El
tenebroso relato de Paz Pereira prosiguió durante varios minutos, en una suerte
de bajada a los infiernos: escasez de dólares, crecimiento descontrolado de los
precios (25% en julio la inflación interanual), un insaciable mercado paralelo
de divisas, un PIB que no repunta, producción muy baja, devaluación de la
moneda, pérdida del poder adquisitivo de las clases populares y medias...
Ni
una sola noticia positiva, con el mercado del gas a la baja y con la gran
esperanza blanca, el litio, con un rendimiento mucho menor del esperado por
culpa de los manejos políticos, las fallas técnicas y la cercanía de la
corrupción. A Marcelo Arce, hijo del anterior presidente y negociador de los
contratos del mineral de moda, le conocen en Bolivia como Marcelitio.
Las
cifras se entrecruzan para airear las vergüenzas revolucionarias. Como con el
despilfarro de las reservas de oro mal cobijadas en las bóvedas del Banco
Central de Bolivia (BCB), donde sólo quedan 16 toneladas, pese a que la Ley del
Congreso obligaba a mantener al menos 22 toneladas.
El
Estado convertido en un gran Saturno devorador del dinero de la gente, a
niveles sólo equiparables con los de sus hermanas revolucionarias: Bolivia
gasta cada año el 80% de su PIB, frente al 28% de Chile y el 30% de Paraguay.
Antes de llegar Evo al poder (del que nunca se quiso marchar, y de ahí las
distintas crisis políticas), Bolivia gastaba algo más de 2.000 millones de
dólares al año. En 2024 fagocitó más de 21.000 millones.
"Lo
que pasa con las revoluciones, técnicamente, es que sus gobiernos abarcan todos
los sectores de la vida económica para sustituir al sector privado. El
Gobierno, por lo general, es más ineficiente, con alguna excepción puntual, que
el sector privado. El Estado quiere gastar más y más y esa plata redistribuirla
[en teoría]. Eso termina de matar el aparato productivo del país, y esa ha sido
la dinámica de las revoluciones. No es que haga falta un Estado más grande o
más pequeño, es que simplemente no crean las condiciones necesarias. El
principal papel del Estado es crear las reglas de juego de la sociedad, pero si
creas reglas malas, los resultados serán malos", señala a EL MUNDO el
economista venezolano José Noguera.
"Nos
han dejado las empresas públicas convertidas en botines políticos. Un estado
paralizado, un monstruo burocrático incapaz de servir al pueblo",
certificó Paz Pereira.
Como
en Venezuela, Cuba y, en menor medida, Nicaragua. Fue en la isla caribeña donde
todo comenzó. "Cuba exportó un nuevo sistema de gobernanza, donde un grupo
de personas se apoderan del Estado y lo dominan. Así nació GAESA [Grupos de
Administración Empresaria S.A, el emporio militar que controla buena parte de
la economía de la isla]. En Venezuela sucedió la misma historia, copiada y
tropicalizada. Y algo muy parecido ocurrió durante el Gobierno de Evo en
Bolivia, con Cuba siempre a su sombra. La única forma ahora para el renacer
económico de Bolivia pasa por restaurar lo liquidado en las dos décadas",
explica a este periódico el economista Emilio Morales, vicepresidente del
laboratorio de ideas Cuba Siglo XXI.
El
último informe de Morales confirma la situación económica crítica que atraviesa
la isla, empeñada desde hace décadas en vivir bajo mínimos y con un déficit de
generación de energía del 60%, insalvable, porque el país no tiene los 10.000
millones de dólares para cambiar el sistema energético.
"Financieramente
Cuba está quebrada: tiene 46.000 millones de dólares de deuda externa. Y eso
que con el deshielo con Estados Unidos [acuerdos entre Barack Obama y Raúl
Castro] se condonaron 42.000 millones de dólares. Están al límite, jamás vimos
estas condiciones", calcula el economista.
Basta
con repasar el estado de las tres principales fuentes de recursos de La Habana
para comprobarlo. Las remesas han caído un 70%, cuando el Gobierno calculaba
que la huida de un millón de jóvenes tras la represión salvaje puesta en marcha
desde el 11-J de 2021 llenaría sus arcas. No ha sucedido. Mucho menos han
fructificado las inversiones hoteleras de los últimos tiempos, porque el
turismo ha descendido un 50% este año. "Se calcula que apenas dos millones
de viajeros llegaran a la isla, cuando en 2018 fueron cuatro millones",
confirma Morales.
Las
distintas campañas de activistas y organizaciones contra la esclavitud que
sufren los médicos de las misiones internacional también han provocado una
caída del 70% de esos ingresos, según Cuba Siglo XXI.
Los
grandes padrinos internacionales tampoco están por la labor. "Ni China ni
Rusia dan crédito, más allá de pequeñas donaciones para que no sucumba
políticamente ante Washington. El nuevo mecenas es México, que ha entregado a
La Habana 2.000 millones de dólares en petróleo casi regalado", desvela
Morales.
De
la Unión Soviética a Venezuela y de Venezuela a México. "Cuba desangró a
Venezuela. Son Estados mafiosos, una mutación, cada uno con sus propias
características", concluye el economista caribeño.
Pese
a la falsa normalización decretada por Nicolás Maduro, la economía venezolana
atraviesa otra crisis aguda, una más en una década de un derrumbe tan profundo
que ha expulsado de sus hogares a nueve millones de personas. "Venezuela
había conseguido cierta estabilización con una inflación muy alta, en el
sentido de que había un flujo permanente de divisas originado en el
narcotráfico, en la extracción de minerales de forma irregular en Guayana y en
la producción de alrededor de un millón de barriles de petróleo [tras el
regreso de la estadounidense Chevron]. Pero con el despliegue de Estados Unidos
en el Caribe, es notorio y tiene sentido económico que la situación se ha
puesto más dura al bloquear parte del flujo del narcotráfico hacia el
país", esclareció el economista Noguera.
El
chavismo, campeón del mundo en disparates económicos (86% de la población en la
pobreza en el país que fuera más rico de América Latina), encara de nuevo la
devaluación del 400% frente al dólar y una inflación del 270% para cerrar el
año. Peor será el año que viene, ya que el FMI predice una escalada del 680% de
los precios.
Por
último, desde el Gobierno sandinista se repite el dogma de sus aciertos
económicos, tras una etapa de crecimiento hasta la rebelión popular de 2018,
gracias a los acuerdos con Estados Unidos y con el sector privado. Las cosas
han cambiado hoy.
"El
régimen se ha preocupado más por consolidar y sostener su grupo de poder
económico familiar. Han utilizado todos los recursos y mecanismos del Estado,
incluidas las políticas económicas y sociales, para trasladar los costos a la
población con el incremento de la tributación y la disminución de la inversión
social. El régimen todavía cuenta con préstamos de organismos financieros
internacionales", subraya a EL MUNDO la socióloga Elvira Cuadra, directora
del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica.
El
Mundo de España (https://n9.cl/cqjlt)
EVO
MORALES: LA LECCIÓN EVANGÉLICA DE BOLIVIA CONTRA EL SOCIALISMO
Evo
Morales dejó Bolivia en un grave atraso judicial, económico y moral. ¿Cuál fue
la estrategia evangélica?
Doble
Filo de México (https://n9.cl/hrven)
Aunque
hace unos días hubo un desistimiento parcial sobre someter a la aplanadora
oficialista un decreto por el cual el Gobierno Federal podría censurar los
mensajes y las redes sociales de diversos líderes religiosos en México, la
amenaza continúa.
Como
es del dominio público, la desunión entre las diversas agrupaciones de pastores
evangélicos no es una novedad, y es notorio cómo no hay unificación.
Pero
hay un ejemplo en América Latina en donde los evangélicos fueron acosados por
un gobierno populista, en la persona de Evo Morales, que en la cúspide de su
poder y soberbia, arremetió contra las libertades religiosas en el país hermano
de Bolivia.
Años
de acoso de Evo Morales
y
es que los cristianos evangélicos bolivianos iniciaron una ardua batalla contra
la amenaza de disolver miles de denominaciones protestantes y de otros grupos
religiosos.
La
prueba inició en septiembre de 2014, con un Evo Morales ebrio de poder, cuando
1.6 millones de cristianos protestantes vieron su libertad de fe en peligro.
Y
es que el gobierno populista dio más impulso a la Ley 351, aprobada por la
asamblea legislativa boliviana en marzo del 2013 (similar al músculo de Morena)
con el fin de “regular el otorgamiento y registro de estatus legal a iglesias,
grupos religiosos y creencias espirituales”.
Mismo
esquema populista
Evo
Morales firmó una segunda medida al Decreto Supremo 1987, el 30 de abril, de
2014, para implementar la Ley 351, para que cualquier organización religiosa en
el país –comunidades judías, musulmanas e iglesias protestantes –volvieran a
solicitar su estatus legal en 2015, colocándolas en un estatus de ilegalidad y
vacío jurídico.
La
nueva directriz de Evo Morales, era una lista de gravosos requisitos a las
organizaciones religiosas y hacer, de inicio, una “lista notariada” de los
nombres, números de identificación (credenciales del INE), certificados de
impuestos y documentos de pólizas, así como una lista, hecha ante notario, de
los nombres y los números de identificación del total de su membresía.
Además,
las iglesias debían dar a conocer un horario de sus actividades, por año, “para
control y seguimiento” por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Si
alguna organización religiosa no diera al gobierno de Morales los documentos
requeridos, o que tuviera errores en los reportes, según el Ministerio de
Asuntos Exteriores, le sería cancelado el estatus legal de la organización
religiosa.
Y
no solo eso: se iniciaba un proceso de confiscación de las propiedades de la
iglesia, la disolución de los servicios de alabanza, el cierre de sus centros
de capacitación (escuelas bíblicas), por “violar las leyes del Estado”.
Guerra
espiritual
Lo
anterior hizo que la población cristiana evangélica se movilizara a través de
una campaña de oración con la meta de derrotar la implementación de las
regulaciones, informó en su momento la Asociación Nacional de Evangélicos de
Bolivia (ANDEB).
Ante
el abuso, más de 10,000 cristianos evangélicos de habla quechua y aymara
invitaron a Morales a su servicio de alabanza de domingo de resurrección en la
comunidad de Chacarillas.
“Si
se aprueba esta constitución, entonces Evo va a cerrar las iglesias”, se decía
en su momento.
Nueva
batalla evangélica
Hacia
2018, inició un nuevo ataque, ya que cientos de iglesias evangélicas pidieron
al gobierno de Evo Morales, “la abrogación del Código del Sistema Penal
recientemente aprobado mediante la Ley No. 1005 de 15 de diciembre de 2017”.
y
es que esa legislación, en su controvertido artículo 88 a través de una ambigua
redacción “catalogó a las actividades propias de la difusión y proclamación del
Evangelio como delito de trata de personas”.
Emergencia
Nacional y culto en calles de Bolivia
“Manifestamos
nuestro firme rechazo a tal redacción e inclusión de nuestras actividades
ministeriales como posibles actos y conductas contrarias a la ley, olvidando el
legislador que las iglesias cristianas evangélicas en Bolivia son
organizaciones religiosas y de culto reconocidas por el Estado boliviano que
gozan de personalidad jurídicas y que están abocadas a procurar el bien de los
bolivianos”.
Los
creyentes agregaron que la malograda y ambigua redacción se presta para
cualquier interpretación en contra de nuestras organizaciones religiosas y de
culto.
Ante
la amenaza, los evangélicos anunciaron un “Estado de Emergencia Nacional de
todo el pueblo cristiano evangélico de Bolivia, y se realizarán actos,
reuniones y cultos de oración e intercesión espiritual por nuestro país en
todas las ciudades y lugares donde estén establecidas iglesias evangélicas”.
Y
anunciaron, para enero de 2019, un día especial de ayuno y oración “para que
todas las iglesias de Bolivia salgan de sus cultos para ir a las plazas”,
expresó en su momento la ANDEB.
Recta
final antes de elecciones
Finalmente,
en julio de 2025, como parte de la estrategia, los evangélicos se volcaron en
la Asamblea Nacional de Bolivia, en donde clamaron a Dios para que saneara el
país.
Durante
una jornada de oración en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) con el
objetivo de sanear el hemiciclo y sacar demonios de la corrupción y la
violencia política, pastores, liderados por Luis Aruquipa y acompañados por el
diputado Miguel Roca (de Comunidad Ciudadana), ingresaron a la Cámara de
Diputados.
Los
creyentes llevaron a cabo oraciones y cantos de alabanza pidiendo justicia
divina y la erradicación de la corrupción, el egoísmo y la maldad que afectaban
al órgano legislativo.
Los
participantes también expresaron su deseo de que el partido gobernante, el
Movimiento Al Socialismo (MAS, equivalente a Morena en México), no regresara al
poder.
Final
de película
Como
si fuera una película de contenido cristiano, hace unas semanas, el
expresidente Evo Morales, aparte que acabó su carrera política y se disolvió
prácticamente el MAS, fue acusado por un juez.
La
fiscalía de Tarija presentó el 21 de octubre de 2025, una acusación formal
contra el expresidente boliviano Evo Morales por el delito, para que un juez
señale una fecha para que comience el juicio en su contra.
En
octubre de 2024, Gutiérrez dictó una orden de captura contra el exmandatario,
que fue refrendada por un juzgado de Tarija, por tener un hijo con una menor de
edad en 2016, cuando era presidente de Bolivia.
¿El
delito? El mismo que el gobierno de Evo Morales imputaba a los fieles
evangélicos: trata de personas.
RODRIGO
PAZ Y LA SOBERANÍA DE BOLIVIA: UNA DECISIÓN VALIENTE DE RECUPERAR TERRITORIOS
FRENTE A LA COMPLACENCIA HISTÓRICA DE PERMITIR BLOQUEOS DE REGIONES
La
orden del nuevo presidente Rodrigo Paz a las Fuerzas Armadas para “recuperar la
soberanía” en territorios donde el Estado ha cedido espacio no es solo un acto
de autoridad: es un golpe directo a décadas de permisividad y complicidad
política. Su frase —“Aquí no hay dueños del territorio, no hay dueños de
regiones”
ICN
Diario de Argentina (https://n9.cl/6rcxto)
Bolivia
y un Estado fragmentado por intereses ilegales. Durante años, este país ha
tolerado zonas donde la institucionalidad se diluye. El caso más evidente es el
Trópico de Cochabamba, convertido en bastión de Evo Morales. Allí, el
expresidente ha consolidado un poder paralelo, con seguidores armados, para
evitar enfrentar los procesos judiciales que pesan en su contra. Esta región
funciona como un escudo político y económico, donde las decisiones judiciales
se bloquean y la autoridad estatal se relativiza. ¿Puede un país llamarse
soberano cuando existen enclaves que desafían abiertamente la Constitución?
El
anterior gobierno de izquierdas de Luis Arce, enfrentado a su excompañero Evo
Morales, prometió en varias oportunidades ir a detenerle y cumplir con la orden
de arresto por trata de personas en el caso de la menor en que el expresidente
indígena la dejó embarazada, pero por temor, Arce nunca se animó a ordenar su
captura.
La
orden del nuevo presidente Rodrigo Paz a las Fuerzas Armadas para “recuperar la
soberanía” en territorios donde el Estado ha cedido espacio no es solo un acto
de autoridad: es un golpe directo a décadas de permisividad y complicidad
política. Su frase —“Aquí no hay dueños del territorio, no hay dueños de
regiones”— desmonta la narrativa que ha permitido que ciertos grupos se crean
por encima de la ley.
La
crítica fácil y la realidad incómoda
Los
detractores acusan al presidente Rodrigo Paz de militarizar la política. Pero
¿Qué alternativa queda cuando la institucionalidad ha sido secuestrada por
intereses ilegales? La soberanía no se defiende con discursos tibios ni con
pactos bajo la mesa. Se defiende con presencia estatal, con ley y, cuando es
necesario, con fuerza legítima. Paz lo entiende y actúa en consecuencia.
El
desafío que viene
Recuperar
territorios no será sencillo. Implica enfrentar estructuras armadas, economías
ilícitas y una narrativa victimista que intentará convertir a los infractores
en mártires. Pero la inacción sería peor: cada día que el Estado retrocede, la
democracia se erosiona y la violencia gana terreno.
Un
mensaje claro
Rodrigo
Paz no está jugando a la política tradicional. Está enviando un mensaje
inequívoco: Bolivia no será rehén de caudillos ni de mafias. Su decisión puede
incomodar, puede generar resistencia, pero es el primer paso para reconstruir
un país donde la ley no sea opcional.
La
historia juzgará si este acto fue el inicio de una Bolivia más fuerte o solo un
gesto simbólico. Por ahora, lo que queda claro es que Paz ha hecho lo que otros
no se atrevieron: decir que la soberanía no se negocia y actuar en
consecuencia.
MERITOCRACIA,
DEUDA Y EXCLUSIÓN: LAS CLAVES DEL NUEVO GOBIERNO EN BOLIVIA
Tras
asumir funciones como presidente, Rodrigo Paz no demoró en mostrar los
“dientes” de su política de ajuste económico y se guardó su discurso de
“capitalismo para todos”. Ahora, por el contrario, hace énfasis en la
“disciplina” fiscal. La moneda está en el aire. El intento de recomposición
burguesa que encarna tendrá que pasar la prueba de la lucha de clases
boliviana.
Izquierda
Web de Argentina (https://n9.cl/zztgn)
El
sábado (8) asumió funciones el nuevo gobierno de Rodrigo Paz en Bolivia. Un
cambio de gobierno que, además, simboliza la clausura del ciclo político
hegemonizado por el Movimiento al Socialismo (MAS), caracterizado por el
impulso a reformas económicas que cuestionaron la lógica neoliberal (no así al
capitalismo) y la inclusión de los pueblos originarios en la gestión estatal.
Ahora,
por el contrario, la nueva administración pregona un nuevo paradigma sustentado
en la idea del Estado meritocrático. Los primeros gestos del nuevo mandatario,
como la restitución del escudo republicano, el protagonismo de la Iglesia en
los actos oficiales, el lema “Bolivia en el mundo” o el retiro de la
bandera indígena (la Wiphala) del
Palacio de Gobierno, expresan la voluntad de reorganizar el aparato estatal en
función del imaginario tradicional de la burguesía blanca, racista y excluyente
del país andino.
El
fin del Estado plurinacional y la exaltación de la meritocracia
Paz
propone un Estado “ordenado, eficiente y profesional”, en oposición a la
estructura plebeya e inclusiva construida durante dos décadas por el MAS. Sin
embargo, esa reorganización implica algo más profundo: el desplazamiento del
Estado como espacio de representación social hacia uno concebido como empresa
administradora. El nuevo gobierno promete “poner la casa en orden”, lo que
significa implementar medidas de ajuste fiscal a contramano de las reformas
sociales.
Las
primeras críticas de Evo Morales sintetizan la fractura histórica que se abre:
el exmandatario denuncia que el discurso de la meritocracia excluye a las
mayorías trabajadoras y desprecia la diversidad social que dio vida al Estado
Plurinacional.
Paz,
por su parte, responde que defiende la profesionalización del gabinete en aras
de la eficiencia y servicio al pueblo.
En
apariencia, se trata de un debate sobre la gestión pública. En el fondo, es una
disputa sobre quién tiene derecho a ocupar el aparato estatal. Morales, con
todos los límites que tuvo su gestión nacionalista burguesa y reformista,
amplió la representación de los movimientos sociales dentro del Estado y
redistribuyó parcialmente la riqueza (insistimos, sin cuestionar la propiedad
capitalista). Paz, por el contrario, concibe al Estado como una maquinaria que
debe incluir a las personas más “capaces” para aumentar el rendimiento de la
administración pública.
Así,
donde antes tenían algún espacio de representación las organizaciones sociales,
ahora se imponen los criterios elitistas de la meritocracia de corbata. Una
medida reaccionaria en cualquier lugar del mundo, pero con más razón en un país
como Bolivia, en el que la población indígena carga con siglos de opresión y
exclusión de los cargos públicos.
El
contraste es también cultural. La desaparición de las polleras, ponchos y
símbolos indígenas de los espacios oficiales, expresa una exclusión simbólica
paralela a la exclusión material. El nuevo Estado se viste de traje y corbata:
la forma material del poder coincide con la forma simbólica del
distanciamiento.
Lo
que para Paz es modernización, para amplios sectores es una restauración
elitista. El “orden” que promete exige disciplinar al cuerpo social y uniformar
la diversidad bajo la “estética” de la eficiencia. En suma, una lógica racista
y elitista.
Austeridad
y el retorno de Dios al Estado
El
nuevo presidente no oculta su objetivo de reducir drásticamente el tamaño del
Estado. Promete despidos, fin de subsidios y “poner en orden la casa”, mientras
invoca los valores de “Dios, patria y familia”. Una retórica que entrelaza dos
dimensiones: la austeridad económica y la apelación de los valores religiosos y
conservadores en la gestión gubernamental.
Lo
anterior sirve para aplicar un ajuste fiscal para reducir el tamaño del aparato
estatal y alinearlo con los intereses financieros del imperialismo y de la
burguesía boliviana. No en balde, ya se habla de que el embajador de los
Estados Unidos y la DEA volverán a digitar los caminos de Bolivia.
Apenas
iniciado su mandato, Paz asegura casi 6.000 millones de dólares en créditos
internacionales, provenientes de organismos internacionales y créditos
pendientes de la Asamblea saliente. El ministro de la Presidencia, José Luis
Lupo, lo llama un “fondo de estabilización”.
El
discurso oficial presenta esta lluvia de financiamiento como un “logro” que
denota la confianza internacional en el nuevo gobierno. Pero lo que en realidad
emerge es la restauración de un viejo patrón de dependencia a los organismos
imperialistas mediante la deuda externa y la consecuencia aplicación de medidas
de ajuste fiscal. En la campaña electoral, Paz declaró que no recurriría al
FMI, pero hace una semana viajó a los Estados Unidos y se reunió con
representante de dicho organismo. Aunque aún no firmó ningún acuerdo, dejó
abierta la puerta a hacerlo en caso de que no logre mejorar la situación
macroeconómica del país en los próximos meses.
Pedir
dinero para “ordenar la casa” significa subordinar el Estado a los
condicionamientos de los organismos financieros. Según el discurso oficial, la
tecnocracia sustituye a la “política”, pero en verdad lo que ocurre es que
traslada la toma de decisiones hacia Washington o Bruselas. “Bolivia en el
mundo” significa, en la práctica, que el país está de vuelta en el circuito del
crédito y la deuda.
La
moneda está en el aire
Como
expusimos en notas previas, la elección de Paz representó una transición
moderada de la gestión nacionalista burguesa (bastante degradada) del MAS hacia
la centro derecha. Es más, durante su campaña electoral, el actual mandatario
hizo muchos guiños hacia la base social de Evo Morales y habló de conciliación.
Pero,
tras asumir funciones como presidente, no demoró en mostrar los “dientes” de su
política de ajuste económico y se guardó su discurso de “capitalismo para
todos”. Ahora, por el contrario, hace énfasis en la “disciplina” fiscal (es
decir, recortes y ajuste contra los explotados).
En
todo caso, está por verse cuál será la reacción del pueblo boliviano, el cual
cuenta con una enorme tradición de lucha y que derrotó al golpe militar de hace
unos años. Por este motivo, es de suponer que si el gobierno de Paz intenta
avasallar las principales conquistas obtenidas por las rebeliones de inicios
del siglo, podría desatar la furia de las masas en las calles.
La
moneda está en el aire. El intento de recomposición burguesa que encarna Paz
tendrá que pasar la prueba de la lucha de clases boliviana.
OPINIÓN.
Y LA TRANSICIÓN EMPEZÓ… EN BOLIVIA
La
noticia de la excarcelación de la expresidenta interina Jeanine Áñez tuvo un
alto impacto noticioso internacional y fue la antesala de la toma de posesión
de Rodrigo Paz Pereira en Bolivia. El país andino, largamente bajo control del
Movimiento al Socialismo (MAS), vive el inicio de una transición democrática
con un presidente que vivió exiliado en Caracas durante su niñez
El
Estímulo de Venezuela (https://n9.cl/dz5wht)
La
expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, salió de la cárcel en la que
permanecía recluida desde hace más de cuatro años luego de que el Tribunal
Supremo de Justicia anulara la condena en su contra.
Áñez
fue sentenciada a 10 años de prisión por incumplimiento de deberes y
resoluciones contrarias a la Constitución.
Esta
decisión, tras la elección de Rodrigo Paz Pereira, y sin que éste diera una
orden en esa dirección, reitera la condición de presa política que tuvo la
Áñez.
La
exmandataria fue condenada en junio de 2022 por asumir la presidencia en una
cuestionada sesión de la Asamblea Nacional durante las protestas de 2019, que
precipitaron la renuncia del entonces presidente Evo Morales (2006-2019).
Áñez
condujo al país en unos meses duros hasta que en 2020, al repetirse las
elecciones con Morales exiliado, terminó siendo electo quien era su mano
derecha, Luis Arce.
Según
analistas, la transición en Bolivia, reflejada por un deseo de cambio que se
manifestó en las urnas, se explica de tres formas. En primer término, la lucha
interna que en los últimos años protagonizaron Arce y Morales, con la cual el
MAS quedó fracturado, permitiendo que este año, por primera vez en dos décadas,
no fuese el ganador de una elección boliviana.
Un
segundo factor de peso ha sido la economía. El modelo económico del evismo, del
cual Arce había sido el arquitecto como todopoderoso ministro de Economía,
sencillamente se agotó. Aun así, el nuevo presidente logró conectar mediante
las redes sociales con los jóvenes que, hastiados del rifirrafe de los
políticos tradicionales, buscaban otra opción.
Rodrigo
Paz Pereira, de 58 años, economista e hijo del controvertido exjefe de Estado
Jaime Paz Zamora (1989-1993), asumió el poder por cinco años este 8 de
noviembre.
No
será fácil desmontar la estructura que dominó el poder en las últimas dos
décadas, pero el suicidio político de Arce y Morales dejaron al MAS
completamente reducido al punto de que apenas obtuvo dos diputaciones entre 130
curules.
Internacionalmente,
el nuevo presidente busca alianzas con «países democráticos» como Estados
Unidos, Brasil y la Unión Europea, alejándose del bloque bolivariano. Los
países del ALBA, espacio del cual pensaba retirar a Bolivia, se adelantaron y
lo expulsaron.
Su
primer viaje al exterior como presidente electo fue a Washington. No solo fue
para congraciarse con el gobierno de Donald Trump, sino para reinsertar a
Bolivia en los entes multilaterales con sede en la capital estadounidense.
Por
ejemplo, volver al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo. Evo Morales en 2008 congeló la participación de
Bolivia en estas entidades.
Paz
Pereira ha recordado que vivió exiliado en Caracas durante su niñez, cuando su
padre era una figura emblemática de la izquierda boliviana y fue perseguido
político.
Ha
dedicado varios mensajes para confrontar directamente al gobierno de Nicolás
Maduro. Y en simultáneo ha difundido mensajes de respaldo y comunicación
directa con María Corina Machado. Su propuesta de “capitalismo para todos” ha
hecho recordar que en 2012, de cara a las primarias de la oposición, la
principal bandera de la ahora premio Nobel era «capitalismo popular».
Las
primeras decisiones de Paz Pereira, en la transición que vive ahora Bolivia,
delinean una agenda pragmática enfocada en la estabilidad inmediata y una
transformación estructural en el mediano y largo plazo.
Su
mensaje desde que fue electo ha sido: «La ideología no da de comer. Lo que da
de comer es el derecho al trabajo, instituciones fuertes, seguridad jurídica y
el respeto a la propiedad privada».
Entre
las medidas prioritarias, el mandatario se comprometió a resolver la crisis de
combustible durante sus primeros días de gestión. Este es un asunto que agobia
a los bolivianos y que se achaca a la mala gestión de Arce como presidente.
Aunque
son dos líneas estratégicas que apuntan a un cambio radical en el manejo de la
administración pública, y por tanto llevará más tiempo implementarlas del todo,
el presidente de Bolivia anunció que se pondrá manos a la obra en una nueva
visión del Estado boliviano.
Uno
de estos puntos es la «Agenda 50/50», una fórmula para descentralizar el
presupuesto nacional. El 50% para el Estado central y el otro 50% para
departamentos y municipios. Esta propuesta, aplaudida en el oriente boliviano,
motor económico del país con su agroindustria y gas, busca redistribuir
ingresos fiscales y empoderar regiones autónomas, respondiendo a demandas de
las provincias de Santa Cruz y Tarija. Justamente Paz Pereira fue alcalde de
esta última durante 10 años.
Un
asunto neurálgico de la nueva relación del poder con la gente, y que será
políticamente delicado según adelantan observadores, es un replanteamiento
profundo de la relación entre los ciudadanos y el Estado. Paz Pereira ha
criticado el modelo “masista” de un Estado centralista y con exceso de
burocracia que ahoga la iniciativa privada.
«Se
acabó la época de vivir del Estado», declaró en redes sociales, instando a los
bolivianos a relacionarse con el gobierno «mediante la producción, no la
dependencia». Esta propuesta constituye un desafío de envergadura para el nuevo
gobierno, dados los largos años de relación clientelar de los ciudadanos,
especialmente campesinos e indígenas, con el Estado boliviano.
Si
bien no ha dado anuncios de que revertirá las estatizaciones, es un asunto del
que ha deslizado frases de este tipo: «No creo en los subsidios: se nacionalizó
el gas y no hay gas, se subsidió el diésel y no hay diésel».
Paz
Pereira reiteró que llevará adelante un modelo que define como un «capitalismo
para todos». Su plan es formalizar a más de cinco millones de trabajadores
informales, mediante créditos accesibles e incluirlos en el sistema tributario
nacional con un impuesto único por debajo del 10% de sus ingresos.
El
corte a los subsidios clientelares heredados del MAS emerge como el anuncio más
controvertido. Su plan incluye limitarlos a sectores vulnerables como
transporte esencial y cadenas agropecuarias, mientras libera importaciones y
elimina aranceles para bajar precios.
Con
47 de 130 diputados y 16 de 36 senadores, Paz Pereira necesitará coaliciones
con exrivales como el expresidente conservador Quiroga, o el empresario Samuel
Doria Medina, para aprobar reformas de envergadura como las que se plantea para
los próximos cinco años.
Estas
dos figuras, que también adversan abiertamente a Morales y al MAS serán
determinantes para la gobernabilidad de la presidencia de Paz Pereira.
UN
GIRO A LA DERECHA EN BOLIVIA
La
derecha liderada por Rodrigo Paz da inicio a un nuevo ciclo en el país
sudamericano tras la derrota histórica del MAS, el partido de Evo Morales que
quedó sumido en fragmentaciones internas. El escenario en esta nueva época:
nuevas alianzas internacionales e implicancias en el ámbito regional.
Resumen
Latinoamericano Org. (https://n9.cl/jph5dc)
La
asunción de Rodrigo Paz Pereira en Bolivia no es solo un cambio de gobierno. Es
el fin de un ciclo de casi 20 años del MAS —un partido hoy fragmentado— y el
inicio de un giro a la derecha que se traduce en acercamiento a Washington y un
armado político que parece alejarse de la continuidad moderada que prometió.
Este viraje impacta en una región marcada por el ascenso de gobiernos
conservadores y alineamientos internacionales que vuelven a poner a Estados
Unidos como un actor central en Sudamérica y, también, sobre los movimientos
populares indígenas y feministas, que desde los territorios que ya declararon
que “la segunda vuelta es en las calles”.
El
mandatario asumió su cargo este sábado, en Sucre, y presentó a su gabinete este
domingo. En la ceremonia haubo más de 50 delegaciones internacionales, entre
las que estará la de Estados Unidos, encabezada por el subsecretario de Estado
de Estados Unidos, Christopher Landau; y cuatro presidentes: Javier Milei, de
Argentina; Santiago Peña, de Paraguay; Yamandú Orsi, de Uruguay; y Gabriel
Boric, de Chile, una presencia también histórica entre los países cuya relación
está marcada por la demanda marítima boliviana de 1978.
Las
elecciones y las promesas
Paz
Pereira es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1983-1993), senador por
Tarija, ex diputado nacional (2002-2010), ex concejal (2010-2015) y ex alcalde
del municipio tarijeño (2015-2020). Nació durante el exilio de sus padres en
Compostela, España. Cuando entró al balotaje en la segunda vuelta, sorprendió:
las encuestas no habían tenido en el radar a quien en su campaña levantó una
consigna en particular: “Capitalismo para todos” con la que, finalmente, se
impuso por el 54% de los votos el pasado 19 de octubre cuando se llevó a cabo
el histórico balotaje.
En
esa contienda, Paz Pereira le ganó al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga
(2001-2002), de la alianza Libertad y Democracia (Libre). El histórico rival de
Evo Morales es un conservador que proponía “liberalizar Bolivia” y en la prensa
se llevó el mote de “el (Javier) Milei argentino”. Más allá de haber perdido,
ya juega un rol clave en el nuevo escenario del país sudamericano porque su
alianza Libre conquistó en la primera vuelta 50 escaños, de los 175 disponibles
en la Cámara de Diputados, cruciales para que el PDC consiga pasar por el
Congreso las reformas que tiene previstas. Antes del traspaso de mando, el
compromiso de acompañarlo ya había llegado.
“La
llegada de Paz Pereira va a ser un giro de 180 grados, lo que no debía ser a
juzgar por las ofertas que hizo él de dar continuidad a ciertos aspectos del
modelo masista. Eso le permitió conquistar el voto popular que antes era del
MAS”. Analista y periodista boliviano Fernando Molina.
Paz
Pereira, que en una entrevista con la BBC tras su triunfo se autodenominó como
de centro “nacional, popular y democrático” se ocupó de sortear, de cierto
modo, los clivajes políticos-sociales que atraviesan al país que se disputa
entre la “élite-pueblo”, el “Estado versus mercado” y la “república-Estado
Plurinacional”.
Con
esa postura “en el centro” se comprometió a hacerle frente a la crisis
económica que afecta al país que combina: una deuda externa de 13.806 mil
millones de dólares, inflación del 25%, desabastecimiento de los combustibles y
de escasez de reservas en el Banco Central. Para llevarlo a cabo, planteó
incentivo a la inversión privada y extranjera, la reducción de impuestos y
aranceles, un mayor acceso a créditos y la reforma del sistema cambiario.
También hizo énfasis en la descentralización de los recursos públicos con mayor
autonomía para los departamentos y las universidades públicas, algo previsto en
la Constitución boliviana que el MAS no supo concretar.
En
ese sentido, también se comprometió la descentralización de las policías para
combatir la inseguridad, en donde su vice, el ex oficial de la policía, Edman
Lara, concentrará el protagonismo que ya tiene en sus redes sociales.
Un
tercer punto es lo que se entrevé como una reforma del Estado con eje en las
empresas públicas “con déficits operativos” para congelar sus actividades y una
reforma judicial para volver atrás con la elección popular de los jueces, un
sistema con el que sólo cuentan Bolivia y México.
El
desafío para el nuevo gobierno
Hasta
el momento de su asunción, Paz Pereira ya había recibido sus credenciales como
presidente y había puesto en marcha una agenda local e internacional. Se reunió
en Estados Unidos con dirigentes de distintos organismos de financiamiento y,
finalmente, consiguió un préstamo de 3.100 millones de dólares de la
Corporación Andina de Fomento (CAF) –actual Banco de Desarrollo de América
Latina-, que tendrá un primer desembolso el próximo mes “con el fin de aliviar
la liquidez fiscal y dinamizar la economía nacional, en beneficio de alrededor
de 3 millones de bolivianos”, informaron desde la Oficina del Presidente
Electo.
“Hemos
planteado que la segunda vuelta es en las calles. Nosotras no creemos en esta
democracia por eso convocamos a rearmarnos, a recuperar la memoria de más de
500 años de resistencia y a definir en las calles lo que queremos vivir, sin
entregarle nuestros sueños al Estado.” Adriana Guzmán Arroyo, de la
organización Feminismo Comunitario Antipatriarcal
“La
llegada de Paz Pereira va a ser un giro de 180 grados, lo que no debía ser a
juzgar por las ofertas que hizo él de dar continuidad a ciertos aspectos del
modelo masista. Eso le permitió conquistar el voto popular que antes era del
MAS”, sostuvo en entrevista con LATFEM el analista y periodista boliviano
Fernando Molina. El autor del libro El racismo en Bolivia, destacó que, con los
movimientos hechos hasta ahora, Paz “desconoce el voto rural y de los sectores
más empobrecidos que lo llevaron a la presidencia”. En ese sentido, apuntó a
los personajes que lo acompañaron a las reuniones en Washington, que se
avizoran como integrantes del gobierno cuyos destinos se sabrán recién este
domingo: Samuel Doria Medina, ex candidato a la presidencia y reconocido por
ser uno de los artífices del proceso de privatización de la década de 1990;
José Luis Lupo, candidato a la vicepresidencia con Doria Medina, economista y
político; y Gabriel Espinoza, autodenominado “economista liberal”.
“El
desafío es que esto signifique un programa de ajuste de la economía que
realmente funcione y que no despierte el rechazo y la protesta social”, apuntó
Molina. En consonancia, Garino sumó a las perspectivas del nuevo gobierno los
componentes religiosos y racistas que acompañarán al nuevo modelo económico
tras 20 años de una gestión que propuso integrar una visión indigenista y del
buen vivir cuyas reacciones ya vimos durante el golpe de 2019, en donde las
mujeres de pollera y les integrantes de los movimientos comunitarios fueron
perseguidos y criminalizados.
El
impacto de las disputas internas del MAS
Para
la primera vuelta, el MAS se dividió en tres fracciones y perdió la hegemonía
que mantuvo por dos décadas. Las tres fracciones que quedaron son: una liderada
por el expresidente Morales, autoexiliado en el Chapare y obligado a conformar
otro partido llamado Evo Pueblo; otra por su sucesor y ahora ferviente
contrincante Luis Arce, quien se quedó con la sigla del MAS y, por último,
Andrónico Rodríguez, joven dirigente cocacolero, que expresaba la renovación
del espacio hasta que Morales lo vetó. En este escenario, el exmandatario
–inhabilitado políticamente para disputar la presidencia- llamó al voto nulo,
que conquistó un 19,9% frente a un promedio histórico del 3,7%.
Entre
ellos, el único que consiguió una pequeña representación en el Congreso fue
Rodríguez, con ocho diputados.
El
derrotero hacia este “quiebre radical”, según la analista en relaciones
internacionales de FLACSO, Agustina Garino, se cosecha desde 2016, cuando
Morales perdió el referéndum que propuso para ser reelecto presidente y se
profundizó en 2019 con el golpe de Estado racista y eclesiástico. “Los
problemas internos del partido y las últimas presidencias de Morales y Arce no
resultaron en lo que la sociedad quería o pedía económica, social y
políticamente”, sostuvo Garino.
Pero
el impacto de la derrota no es sólo local. “Es una gran derrota para el
progresismo latinoamericano”, sostuvo Molina. Es que, el liderazgo de Morales y
de su partido no se circunscribió al orden local, sino que se erigió como
emblema del progresismo latinoamericano, que impulsó el reconocimiento indígena
a través de la creación del Estado Plurinacional con procesos democráticos y
que había conseguido un fuerte crecimiento de la economía nacional y de la
demanda interna con la explotación propia de los recursos naturales con la
implementación de medidas estatistas y proteccionistas que se tradujeron en
mejoras de la condición de vida de la población.
Más
allá de ese contexto, diversos analistas señalan la presencia y el poder
territorial del masismo de Evo, sobre quien pesa una denuncia y una orden de
prisión por “estupro agravado con incitación a la prostitución”. Según Molina:
“Es el que ha demostrado más fortaleza de los tres y se puso en una postura de
oposición más frontal y probablemente se convierta en el articulador de las
reacciones contra lo que el nuevo gobierno haga. Si el programa es
suficientemente adecuado, inteligente y equitativo, puede zafar, sino va a
hacer crecer a Evo Morales como el líder de la oposición de izquierda”.
El
impacto en la región y las relaciones con Estados Unidos
La
llegada de Paz Pereira al gobierno también significa la restitución de las
relaciones internacionales con Estados Unidos, rotas desde 2008, cuando Morales
expulsó al entonces embajador Philip Goldberg y el vínculo quedó reducido a los
encargados de negocios. Con él también se había acabado la presencia del
Departamento Antinarcóticos del país del norte, que hará de nuevo su
desembarco.
Con
esta decisión bajo el brazo el flamante mandatario viajó a Washington para
reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, con quien
dialogaron sobre las medidas para “ampliar y profundizar” la relación entre
ambas naciones. Sin embargo, la redefinición de la política exterior va más
allá: incluye haber dejado fuera de las invitaciones para el cambio de mando a
los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba –éste último con quien han
mantenido un vínculo que atravesó gobiernos neoliberales-, haber llamado a la
referenta antichavista de la ultraderecha venezolana María Corina Machado al
día siguiente de ganar las elecciones para manifestarle su apoyo en la “lucha
para recuperar la democracia en Venezuela” y la consecuente la suspensión de la
Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA).
A
esos gestos, se sumó el acercamiento a Israel al cabo de varios años de haber
roto relaciones por las acusaciones que pesan contra Benjamín Netanyahu,
denunciado por cometer crímenes de guerra y un genocidio en la Franja de Gaza.
Así,
Paz Pereira se suma al concierto de presidentes que encarnan el ascenso a nivel
global de las derechas y de los partidos más conservadores, que en la región
están en Ecuador, Argentina, Paraguay y El Salvador, por mencionar sólo
algunos, que se encontrarán este sábado en Sucre. “Están conformando un bloque
que aumenta sus adeptos, en el marco de un reordenamiento de poder en la región
y donde van a poder tomar decisiones en conjunto con medidas concretas”, señaló
Garino y colocó como ejemplo las posibles articulaciones en torno al Mercosur y
el flamante acuerdo con la Unión Europea, en donde quien perderá peso es nada
menos que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
“La
segunda vuelta es en las calles”: la mirada del feminismo comunitario sobre el
nuevo ciclo
Desde
los territorios y las organizaciones de base articulan una lectura
profundamente crítica de este nuevo ciclo político. Para el feminismo
comunitario antipatriarcal, la elección en sí misma fue un falso dilema entre
dos derechas, y la victoria de Paz Pereira es la consecuencia directa de la
“traición del MAS” al proyecto de descolonización y despatriarcalización.
“Sabíamos
que no había ninguna opción para nosotras. Todas las opciones estaban
vinculadas a la derecha, a los partidos conservadores”, afirmó Adriana Guzmán
Arroyo, de la organización Feminismo Comunitario Antipatriarcal, en diálogo con
LATFEM. En su análisis no perdonó a nadie: catalogó a los gobiernos de Morales
y de Arce como “una izquierda colonial, racista e irresponsable sin
autocrítica” que, con su corrupción y represión, fragmentó a las organizaciones
sociales y “destruyó el proyecto político de los pueblos de descolonización y
autonomía indígena campesina”, allanando el camino para el triunfo de la
derecha.
“Los
problemas internos del partido y las últimas presidencias de Morales y Arce no
resultaron en lo que la sociedad quería o pedía económica, social y
políticamente.” Agustina Garino, relaciones internacionales de FLACSO.
Frente
a este escenario, la llegada de Paz no se vive como una derrota electoral más,
sino como una lección histórica. “Es un aprendizaje de entender que el Estado
no sirve para las organizaciones. El poder no se toma, te toma a las
organizaciones, se come los sueños, se come los planteamientos de
transformación antipatriarcales y anticoloniales”, sentenció Guzmán. Para ella,
este aprendizaje redefine la lucha: “La democracia colonial, racista y burguesa
no nos sirve. Nunca tenemos de dónde elegir”.
Los
gestos iniciales del nuevo gobierno -como el retiro de la wiphala y la
imposición de la Biblia y el crucifijo- confirman este viraje, así como la
liberación de la golpista Jeannine Áñez, que se ganó en esta semana la
anulación de la condena por el golpe de Estado de 2019. Pero el plan va más
allá de los símbolos. Guzmán alerta sobre un ataque concreto a las conquistas
legales: “Este gobierno atenta contra la Ley de Educación, que plantea la
descolonización y la despatriarcalización, y van a derogar la Ley 348 contra la
violencia hacia las mujeres y la interrupción legal del embarazo (establecida
por causales)”.
Ante
este panorama de ofensiva conservadora, la respuesta, para el feminismo
comunitario, está en la reorganización autónoma. “Hemos planteado que la
segunda vuelta es en las calles. Nosotras no creemos en esta democracia por eso
convocamos a rearmarnos, a recuperar la memoria de más de 500 años de
resistencia y a definir en las calles lo que queremos vivir, sin entregarle
nuestros sueños al Estado”. La victoria de Paz Pereira, para Guzmán, es “una
victoria muy temporal” frente a la fuerza de una resistencia que buscan
recomponer.
¡ESCÁNDALO
EN BOLIVIA! ACUSAN A MINISTRO FREDDY VIDOVIC DE AYUDAR A FUGAR A MARTÍN
BELAUNDE LOSSIO EN 2015
Canal
Red DTV afirmó que documentos judiciales vinculan a autoridad con el escape del
empresario peruano.
Expreso
de Perú (https://n9.cl/5sm57)
Una
nueva controversia política estalló en Bolivia tras un reportaje difundido por
el canal Red DTV, que acusó al actual ministro de Justicia, Freddy Vidovic, de
favorecer al empresario y lobista peruano Martín Belaunde Lossio durante su
fuga en 2015.
El
medio boliviano aseguró contar con documentos judiciales y registros históricos
que lo vincularían directamente con el pago de coimas y gestiones ilícitas a
favor del empresario peruano.
Fiscalía
boliviana tendría el testimonio en su expediente reservado
Según
el medio, el testimonio del propio Belaunde ante la Fiscalía de Bolivia lo
habría identificado como “el contacto principal” para coordinar su escape de la
detención domiciliaria en La Paz.
En
aquella declaración, el empresario aseguró que Vidovic le solicitó 35,000
dólares adicionales a los 1,100 que llevaba consigo para ejecutar la operación,
y que permaneció encerrado tres días antes de concretarse su huida con apoyo
policial.
Red
DTV afirma que Vidovic habría gestionado sobornos a altos funcionarios
El
canal agregó que la presunta participación de Vidovic no se limitó a la fuga,
sino que se extendió a la gestión de sobornos a jueces, fiscales, policías y
funcionarios del Consejo Nacional del Refugiado (Conare).
Los
montos, según la investigación de Red DTV, ascenderían a cerca de un millón de
dólares transferidos desde Perú hacia Bolivia mediante diversas transacciones.
MÁS
INFORMACIÓN: Caso Madre Mía persigue a Ollanta Humala: luego de 33 años, lo
pasan a preparatoria
Red
DTV afirmó además que, en 2015, Vidovic fue sentenciado a tres años de prisión
por favorecimiento a la evasión y cohecho en grado de complicidad, tras aceptar
un procedimiento abreviado impulsado por la Fiscalía.
De
acuerdo con el entonces fiscal departamental de La Paz, Paul Franco, el hoy
ministro habría reconocido su participación en los hechos, siendo condenado
junto a otros implicados.
Medio
Eju! desmintió las acusaciones difundidas por Red DTV
No
obstante, la versión de Red DTV fue rápidamente refutada por otro medio
boliviano, Eju!, que publicó un documento oficial del Registro Judicial de
Antecedentes Penales (REJAP) para desmentir cualquier sentencia ejecutoriada
contra Freddy Alejandro Vidovic Falch.
En
su portal digital, Eju! tituló: “Certificado de antecedentes desmiente versión
sobre presunta sentencia contra el ministro Freddy Vidovic”.
Informe
descarta sentencias, rebeldías o procesos suspendidos
El
citado certificado, emitido el 10 de noviembre de 2025 por el Órgano Judicial
de Bolivia, precisa que Vidovic “no registra antecedente penal referido a
sentencia condenatoria ejecutoriada, declaratoria de rebeldía o suspensión
condicional del proceso”.
Con
ello, el gobierno del presidente Rodrigo Paz Pereira busca cerrar el episodio y
descartar cualquier vínculo entre el ministro de Justicia y el empresario
peruano Martín Belaunde Lossio, conocido como ‘el Curaca Blanco’.
LAS
LARGAS FILAS PARA CARGAR COMBUSTIBLE TERMINARON EN BOLIVIA TRAS LA LLEGADA DE
RODRIGO PAZ A LA PRESIDENCIA
Tras
asumir el 8 de noviembre, el Ejecutivo gestionó compras inmediatas en el
exterior, recurriendo a Estados Unidos y organismos multilaterales, pese a la
ausencia de relaciones diplomáticas con Washington desde 2008
Infobae
de Argentina (https://n9.cl/plbvd)
Las
colas de vehículos para cargar combustible comenzaron a reducirse esta semana
en Bolivia y el Gobierno apunta a un gradual restablecimiento del suministro
tras la llegada al poder del nuevo presidente boliviano Rodrigo Paz.
Antonio
Calle, conductor de minibús en La Paz, relató: “Antes casi todo el día hacía
fila”, pero en su visita más reciente solo aguardó detrás de un vehículo. “Ha
mejorado en esta semana”, reconoció en diálogo con AFP.
El
desabastecimiento de combustibles fue arrastrado desde 2023 por la falta de
dólares que complicó a la administración anterior, bajo el mando del
izquierdista Luis Arce, la importación de gasolina y diésel subsidiado.
Los
prolongados bloqueos se extendieron durante horas o incluso días, como lo
confirmó Enrique Molina, taxista paceño de 28 años: “Me he quedado a dormir
varias noches esperando gasolina”. Esta vez, apenas le tomó “ni diez minutos”
abastecerse.
Tras
asumir el 8 de noviembre, el Ejecutivo de Paz gestionó compras inmediatas en el
exterior, recurriendo a Estados Unidos y organismos multilaterales, pese a la
ausencia de relaciones diplomáticas con Washington desde 2008. Los primeros
camiones cisterna procedentes de Perú, Chile, Paraguay y Argentina entraron al
país el domingo, apenas un día después de la juramentación presidencial.
Las
imágenes de la prensa local mostraron que estaciones de servicio en ciudades
como Santa Cruz, Cochabamba y El Alto funcionaban con normalidad. El Gobierno
de Bolivia estima que en las siguientes semanas ingresarán a Bolivia alrededor
de 400 camiones de combustible por día.
Por
otra parte, el nuevo ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, anunció
que en tres semanas se definirá un plan para reducir los subsidios a los
combustibles. La administración de Arce había presupuestado 56 millones de
dólares semanales sólo para 2025, un desembolso que contribuyó a la escasez de
divisas y precipitó la mayor crisis económica en Bolivia en cuatro décadas.
Desde
Estados Unidos, el presidente Paz anunció el pasado 30 de octubre que “el tema
de combustible está garantizado”. “Gasolina y diésel ya hay. Ahora estamos
resolviendo el tema de logística”, comunicó a través de un mensaje en la red
social X. Paz detalló que colaboró con el gobierno estadounidense y agencias
multilaterales para facilitar la llegada de dólares a Bolivia.
La
crisis llevó a largas filas en las estaciones de servicio, caída del consumo y
una notable subida en el costo de la canasta básica familiar; algunos alimentos
registraron aumentos de hasta el 30%. Además, la limitación de dólares estimuló
la formación de un mercado cambiario paralelo y aceleró la depreciación de la
moneda nacional, erosionando aún más el poder adquisitivo de las familias
bolivianas.
Luego
de asumir la presidencia, Paz estableció contacto con la administración de
Donald Trump y con gobiernos de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina en busca
de garantizar el abastecimiento, en medio de una aguda crisis económica y
energética caracterizada por la escasez de hidrocarburos y la falta de divisas.
La
visita del mandatario a Estados Unidos en octubre también permitió avanzar
hacia la normalización de relaciones diplomáticas plenas entre La Paz y
Washington, tras más de quince años de distanciamiento. La ruptura se remonta a
2008, cuando el entonces presidente Evo Morales, como líder del MAS, decidió
expulsar al embajador estadounidense Philip Goldberg, seguido poco después por
la salida de la DEA y la agencia de cooperación USAID.
En
ese marco, el ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, defendió este
miércoles la potencial vuelta de la Administración de Control de Drogas (DEA) a
Bolivia tras dieciséis años fuera del país. Oviedo sostuvo que Bolivia “no
tiene por qué aislarse ni estigmatizar la cooperación”, en referencia a la
revisión de la política exterior impulsada por la nueva administración.
BOLIVIA
CEDE SU LUGAR COMO POTENCIA GASÍFERA, MIENTRAS VACA MUERTA MARCA LA AGENDA
REGIONAL
El
país andino, otrora líder en exportaciones de gas en Sudamérica, ve caer sus
ingresos y capacidad de producción, mientras Argentina emerge con Vaca Muerta
como nuevo actor regional.
Revista
Mejor Energía de Argentina (https://n9.cl/e6klf)
Por
décadas, Bolivia fue el corazón gasífero del Cono Sur. En 2014, sus
exportaciones alcanzaban los 6.011 millones de dólares, con un flujo de 46,5
millones de metros cúbicos diarios, consolidando su protagonismo en el
suministro energético regional.
Sin
embargo, la combinación de declinación natural de los campos gasíferos y falta
de nuevas inversiones ha reducido drásticamente su capacidad de exportación:
hoy apenas logra vender 17,6 millones de metros cúbicos diarios, con ingresos
que retroceden a niveles de 2006.
Tal
es el análisis que hace el Director Ejecutivo Gas Transition Consultant y
Codirector del Instituto de Energía de la Universidad Austral, Luciano
Codeseira, el trasfondo económico agrava la situación.
Según
el reciente Informe Económico de América Latina y el Caribe del Banco Mundial,
Bolivia registrará un crecimiento negativo de -0,5% en 2025, seguido de -1,1%
en 2026 y -1,5% en 2027, convirtiéndose en el único país de la región con un
ciclo recesivo sostenido.
El
déficit comercial alcanzó 845 millones de dólares en 2024, y el Estado se vio
obligado a recurrir a créditos internacionales y a permitir por primera vez
desde la nacionalización de 2006 que empresas privadas importen gasolina y
diésel.
"En
este nuevo escenario geopolítico y energético, Argentina emerge como el actor
regional dominante gracias al gas de Vaca Muerta, su megayacimiento de shale
gas", señala.
En
abril de 2025 se concretó un hecho simbólico: el primer flujo de gas argentino
hacia Brasil, atravesando ductos bolivianos. Aunque fueron solo 2 millones de
metros cúbicos diarios, el volumen proyectado podría alcanzar entre 8 y 9
millones en 2027, y cubrir la demanda brasileña hacia 2030 con entre 12 y 14
millones de metros cúbicos diarios.
Para
Bolivia, la ironía es histórica: de ser potencia exportadora, podría
transformarse en la arteria por donde circule el gas de sus vecinos, relegando
su rol tradicional como proveedor regional. Para Codeseira el cambio no solo
refleja la emergencia de Vaca Muerta, sino también la falta de estrategias de
inversión y exploración que permitan a Bolivia sostener su producción.
Este
giro tiene además implicancias geopolíticas: la dependencia histórica de Brasil
hacia el gas boliviano se invierte, y los contratos energéticos de antaño
pierden relevancia frente a un mercado regional donde la innovación tecnológica
y el shale redefinen el mapa de poder.
Para
Bolivia, mantener su posición requerirá políticas audaces de exploración,
inversión extranjera y modernización de infraestructura, si quiere recuperar el
protagonismo que supo tener en el siglo XXI.
BORIC
EN LA PAZ: LO BUENO, LO MALO Y LO FEO
Infogate
de Chile (https://n9.cl/btvifq)
Chile
acudió a la trasmisión del mando en Bolivia con una delegación encabezada por
el presidente Boric, es decir, al más alto nivel.
Se
dio así una señal de la voluntad política de ambos países por avanzar en una
normalización de sus relaciones, reducidas a nivel consular desde fines de la
década de los setenta del siglo pasado.
Como
todo hecho, tuvo luces y sombras, veamos.
Lo
bueno
Es
obvio, pero no por eso deja de ser muy importante. Bolivia y Chile demuestran
que están abiertos a construir una nueva etapa en sus relaciones diplomáticas,
con todo lo que ello significa. Aspirar a construir una vecindad colaborativa,
sobre cuyas bases podamos edificar una “prosperidad compartida”.
Reconozcamos
que en Bolivia esta aspiración ha sido expresamente apoyada por importantes y
diversos personeros, incluyendo su flamante presidente Rodrigo Paz.
Por
cierto, este nuevo cuadro es la resultante de un proceso previo, un hito del
cual es la agenda consular construida el 2022 y que se ha cumplido paso a paso
en los años posteriores.
El
presidente Boric estaba decidido también a participar en las ceremonias del
Bicentenario boliviano en agosto pasado, pero el trágico accidente de los
mineros de El Teniente impidió su participación.
Sin
embargo, Chile se preocupó de enviar a su segunda autoridad de Estado, el
senador Ossandon, en su calidad de presidente del Senado (protocolarmente es
quien sucede al presidente).
Estos
gestos no pasaron inadvertidos en Bolivia y en sus círculos dirigentes, prueba
de ello es que varios de sus candidatos presidenciales se pronunciaron durante
la campaña sobre las relaciones entre nuestros países.
En
suma, en ambos países existe voluntad para construir una agenda bilateral de
respeto y cooperación.
Ya
lo he dicho anteriormente, esto constituye el éxito político y diplomático más
importante de nuestra historia bilateral, y también de nuestra diplomacia en
los últimos años. Felicitaciones a todos quienes, a ambos lados de la frontera,
hicieron posible esto.
Lo
malo
Si
asumimos la importancia de lo anterior, es de lamentar el escaso eco que ha
tenido en nuestro debate. Salvo un par de columnas de opinión y un editorial de
un importante medio escrito, el hecho ha quedado en a lo menos un segundo
plano. Llama la atención además que todo esto ha ocurrido en medio de la
campaña, donde han abundado los adjetivos, pero escasean las opiniones sobre
los temas de Estado (política exterior y defensa). Siempre será necesario
reiterar que somos un país mediano, sino chico, donde nuestros principales
desafíos están en nuestra región.
A
ratos las prioridades parecen pertenecer a lejanas regiones más que a nuestro
entorno más inmediato.
Peor
aún, a veces ese vacío se llena, con opiniones cargadas de racismo y de
ignorancia como las que escuchamos a una honorable parlamentaria. Lo peor, soy
testigo que esas mismas opiniones las he escuchado de otros importantes
personeros. Digo que además de racistas, develan ignorancia, porque quien
conozca Bolivia atenderá que además de su tradicional región andina, también
está formada por zonas selváticas, tropicales o subtropicales como el pujante
mundo cruceño.
Mas
empatía, mas conocimiento, menos racismo y mayor cooperación serán necesarias
para avanzar.
Lo
feo
Si
la invitación a participar en la toma de posesión del nuevo presidente es un
buen gesto que se valora, entendemos que la presencia de su Excelencia cumple
con lo esperado por el anfitrión.
Hasta
allí todo perfecto, más aún por el impacto que ha provocado en Bolivia que
nuestra delegación se alojó en un hostal sencillo y cargado de historia
cultural boliviana y latinoamericana. Por cierto, los escasos momentos no
protocolarios fueron aprovechados por el presidente Boric, que caminó con
sencillez por las calles paceñas derrochando empatía y horizontalidad.
Pero,
nadie invita a su casa para incomodar u ofender a los invitados. Porque para
sorpresa, la ceremonia de toma de posesión del presidente Paz concluyó con la
entonación de la llamada “Marcha Naval”, cuya letra tiene un contenido lo menos
amable para nuestro país. Mal. Muy mal.
Quizás
esto pueda explicarse porque el protocolo boliviano era nuevo, cambio de
equipos, etc. A lo mejor se entona con frecuencia, quizás. Pero tratándose de
una ceremonia a la cual se nos ha invitado y a la que Chile acude con la mejor
voluntad y con su más alta investidura, merece nuestro reparo. Por cierto,
también la crítica es a quienes en Chile velaron por la planificación de la
visita.
Me
consta que los equipos profesionales y de carrera de nuestra Cancillería
revisan con rigor cada detalle de toda visita, especialmente si concurre el
presidente. Y si hay riesgos de cualquier tipo lo anticipan. No estoy seguro de
que entre los asesores “civiles” de Palacio exista el mismo rigor. Si así fue,
peor aún.
Balance
Regularizar
las relaciones diplomáticas con Bolivia es necesario y conveniente para ambos
países, no solo por lo bilateral sino asumiendo los difíciles momentos que vive
la paz y el derecho internacional hoy en día, las armas están reemplazando al
derecho y la convivencia pacífica, no sólo en las estepas europeas o en Asia
Central, sino en nuestra propia Sudamérica.
Profundicemos
lo bueno y corrijamos lo malo y lo feo, y que nuestros dirigentes estatales o
aspirantes a ello, asuman que los intereses permanentes del Estado chileno no
se agotan en portonazos, y que el quehacer de los representantes de la
ciudadanía (léase parlamentarios) no sea conseguir minutos en la televisión al
precio del escándalo. Chile merece más que todo eso de sus dirigentes.
BOLIVIA
EXPERIMENTA CON SOLANA PARA MODERNIZAR EL SISTEMA ELECTORAL
Bolivia
ensayó un sistema inédito en América Latina: TuVotoSeguro, un programa que usa
la blockchain de Solana para registrar actas electorales como NFT. El piloto
busca reducir la manipulación y restaurar la confianza tras años de crisis
electoral.
Bein
Crypto de España (https://n9.cl/6mve76)
Bolivia
se convirtió en uno de los primeros países del mundo en probar la blockchain de
Solana durante una elección presidencial. Pero a diferencia de los modelos de
“voto en blockchain” que fracasaron en otros lugares, este piloto no reemplazó
las papeletas físicas: las actas oficiales fueron fotografiadas y registradas
en la blockchain como NFT inmutables, creando un registro público imposible de
alterar.
De
acuerdo a Forbes, el proyecto, llamado TuVotoSeguro y desarrollado por la firma
internacional Impera Strategy, fue diseñado para resolver un problema muy
concreto: las denuncias de manipulación en la transmisión de resultados que
marcaron la polémica elección de 2019. Esta vez, cada acta se almacenó
digitalmente segundos después del conteo, bajo la mirada de testigos y
observadores.
Bolivia
apostó por Solana durante piloto en las elecciones presidenciales
El
sistema del programa piloto no transforma el voto, sino el modo en que se
publica la información. Una vez cerradas las urnas, los funcionarios contaban
los votos en público y completaban el acta física.
Esa
hoja era luego fotografiada, validada por IA y observadores humanos, y
finalmente subida a la blockchain Solana con un sello de tiempo y datos de la
mesa electoral. Cada acta se convirtió en un NFT, accesible al público y
verificable por cualquiera con conexión a Internet.
La
diferencia frente a 2019 es evidente: en aquella elección, los resultados
viajaban horas sin supervisión hasta el centro de cómputo; hoy quedan
registrados en minutos en una base distribuida, visible para todos. El sistema
busca impedir que alguien “ajuste” los números después del conteo, uno de los
puntos más cuestionados en el pasado.
El
piloto logró un raro consenso entre partidos enfrentados: tanto oficialistas
como opositores valoraron la medida como un paso hacia la confianza, sin
renunciar al voto tradicional. La blockchain se usó como una tablilla pública
digital, no como sustituto del proceso electoral.
Bolivia
llega a esta prueba tras una década de fracasos internacionales. En 2018, West
Virginia experimentó con voto en blockchain para militares en el extranjero,
pero auditorías del MIT hallaron vulnerabilidades graves. Algo similar ocurrió
en Sierra Leona, donde un proyecto privado afirmó falsamente haber gestionado
la “primera elección blockchain”.
La
diferencia boliviana está en su realismo técnico. TuVotoSeguro no pretende
digitalizar el voto ni proteger la privacidad de los electores mediante
criptografía, sino simplemente garantizar que los resultados oficiales no
puedan alterarse sin dejar huella. En lugar de buscar “votar on-chain”, el país
eligió “publicar on-chain”.
Aun
así, el sistema tiene límites claros. La precisión del conteo sigue dependiendo
de los observadores humanos; si el acta original tiene errores, la blockchain
los conservará. Tampoco elimina el riesgo político: la tecnología puede mostrar
transparencia, pero no sustituye la legitimidad institucional ni el consenso
democrático.
Blockchain
para la transparencia gubernamental
El
empresario cruceño Óscar Mario Justiniano, de amplia trayectoria en el sector
productivo, asumió la dirección del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas y, de
forma interina, del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural.
Durante
una entrevista reciente, afirmó que su gestión estará basada en la eficiencia,
transparencia e innovación tecnológica, con el objetivo de transformar la
administración pública y promover una “Bolivia Verde”.
Justiniano,
expresidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, anunció
que implementará herramientas digitales como blockchain, un sistema de registro
descentralizado e inmutable, para garantizar procesos gubernamentales
transparentes y combatir la corrupción.
“Siempre
hemos hablado de la ineficiencia y la burocracia, se tiene que acabar. La
eficiencia tiene que primar dentro de las gestiones ministeriales y tiene que
ir de la mano de la tecnología, ahí se acaba la corrupción pequeña, mediana,
grande, todo transparente. Tendremos cadenas de blockchain para saber
exactamente qué es lo que se tenía o qué se subió al sistema, cómo estuvo todo
el proceso”, explicó.
El
ministro enfatizó que el llamado “Estado tranca” debe desaparecer, impulsando
ministerios que generen recursos en lugar de solo ejecutar presupuestos.
Asimismo, destacó que la inteligencia artificial y los indicadores de desempeño
(KPI) serán claves para medir la eficiencia institucional.
Su
visión, señaló, combina sostenibilidad ambiental, innovación tecnológica y
fortalecimiento institucional, bajo el principio de que “cuando nadie roba, el
dinero alcanza”, reflejando su compromiso con la transparencia y el desarrollo
integral de Bolivia.
En
resumen
Bolivia
utilizó la blockchain Solana para publicar actas electorales como NFT en su
elección presidencial. El sistema TuVotoSeguro no digitaliza el voto: refuerza
la transparencia y la verificación pública, reduciendo los espacios para
manipular resultados.
¿Tiene
algo que contar sobre el uso de la blockchain Solana durante las elecciones de
Bolivia o cualquier otro tema? Escríbanos o únase a la discusión en nuestro
canal de BeInCrypto en Telegram y en nuestros Newsletters. También puede
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EN
BOLIVIA LA HOJA DE COCA TUVO UN INCREMENTO EN SU PRECIO, ¿IMPACTARÁ EN LOS
VALORES EN SALTA?
Infórmate
Salta de Argentina (https://n9.cl/09k8t)
Expectativa
genera en Salta el saber cómo impactarán en los mercados locales los recientes
y drásticos cambios de precios de la hoja de coca proveniente de Bolivia donde,
por la delicada situación política y económica que atraviesa el país vecino, se
generó un aumento significativo en el valor del coqueo, lo que preocupa a
comerciantes y consumidores habituales de la provincia.
Además
de la crisis de divisas y el problema logístico, la tensión política interna en
Bolivia también agrava el escenario económico, con una combinación de factores
críticos que presionó hacia una subida de precios en origen que se está
sintiendo con fuerza al otro lado de la frontera.
¿Qué
está pasando en números? En Bolivia, el precio de la hoja de coca se disparó,
registrando incrementos de hasta un 700% en los últimos cuatro años, lo que
refleja la inflación oculta que presiona hacia una devaluación de la moneda.
A
nivel local, este fenómeno se tradujo en una subida inmediata y palpable: En el
mercado salteño, se reportó que el cuarto de kilo de hoja de coca aumentó
considerablemente su valor. La variedad común, por ejemplo, ha experimentado un
alza de más de $10.000, lo que generó sorpresa entre los salteños que dependen
de este producto.
Comerciantes
y consumidores de Salta y Jujuy están ahora en la incertidumbre, ya que el
aumento sostenido de precios podría fomentar el contrabando o la venta
informal. Por ahora, se espera que la situación se estabilice, aunque no se
descarta que los precios continúen en alza si la crisis, marcada por la escasez
de combustibles y las tensiones políticas en Bolivia, persiste sin una solución
a la vista, según QPS.
LUCHA
LIBRE DE CHOLITAS EN BOLIVIA: EL ESPECTÁCULO QUE MEZCLA SHOW, DEPORTE Y
TRADICIÓN
Las
peleas de cholitas son un espectáculo cultural y deportivo, mezcla de lucha
libre, turismo y tradición aimara. Combinan acrobacias, humor, actuación.
Los
Andes de Argentina (https://n9.cl/o6e2j)
Ubicado
en la calle Jaén, una de las más emblemáticas y ricas en historia de La Paz, el
Centro Cultural Mamani Mamani se ha convertido en un faro de la cultura
boliviana. Conocida por sus icónicos museos y su encanto místico, esta calle
ahora alberga la vibrante intersección del arte tradicional aimara y el
singular deporte de la lucha de cholitas.
Roberto
Mamani Mamani, celebrado mundialmente por sus audaces y coloridas
representaciones de la vida aimara, ha transformado esta mansión colonial en un
espacio dinámico que incluye una galería, una tienda, un pub y una variedad de
clases de pintura, danza y otras expresiones artísticas.
En
ese contexto encontró el complemento perfecto en las cholitas luchadoras, un
grupo de mujeres indígenas aimaras que llevan más de 20 años realizando
combates de lucha. Su energía vibrante y auténtico espíritu cultural se
alineaban perfectamente con la visión de Mamani Mamani para el centro. “Este
lugar necesitaba algo que fascinara a los visitantes,” comentó. “Las cholitas
nos dijeron: ‘Queremos actuar aquí porque este lugar es fantástico.'”
Lucha
de Cholitas: Tradición e Innovación
La
lucha de cholitas, conocida entre los visitantes extranjeros como “wrestling
cholitas,” se originó en El Alto, la ciudad vecina de La Paz, a principios del
siglo XXI. Estas presentaciones combinan la teatralidad energética de la lucha
libre con el estilo cultural de las mujeres indígenas bolivianas, quienes
luchan vistiendo polleras amplias, blusas y mantas tradicionales.
En
el Centro Cultural Mamani Mamani, estas presentaciones han cobrado nueva vida.
Lideradas por Veraluz Cortez, conocida en el ring como Yolanda “La Amorosa,” el
grupo incluye a su hermana Raquel Cortez, Sarita “La Romántica,” y otras ocho
mujeres. Realizan espectáculos regularmente de viernes a domingo, atrayendo a
locales y turistas por igual.
Los
espectáculos combinan deporte y espectáculo a partes iguales.
Dentro
del centro, la acción tiene lugar en un patio rodeado de antiguos arcos y
balcones. Las luchadoras entran con dramatismo, bailando al ritmo de música
folclórica boliviana e invitando al público a unirse. Los visitantes animan
desde los balcones mientras las cholitas realizan un emocionante espectáculo
que mezcla habilidad atlética con orgullo cultural.
Para
las cholitas, la lucha también es una forma de empoderamiento. Para Yolanda y
sus hermanas, la lucha es más que entretenimiento: es una manera de honrar su
herencia y desafiar estereotipos. “Queremos mostrarle al mundo que las cholitas
pueden hacer cualquier cosa,” afirmó.
Por
su parte Yolandita “La Amorosa” Jr. afirma que “hace mucho tiempo ha habido
mucho machismo de parte de los hombres hacia las mujeres, que solamente
podíamos estar en casa, lo que decían ellos, pero no la mujer boliviana, la
mujer luchadora más que todas las que estamos en el ring, queremos demostrar
que la mujer acallada, la mujer que estaba sumisa en casa, ya ha muerto, ha
nacido una nueva mujer, ha renacido la mujer empoderada”.
Yolanda,
una de las pioneras y miembro del primer grupo de cholitas luchadoras comenta:
“Cuando yo he empezado con ese deporte de la lucha libre, puedo decir que hasta
mi padre me ha rechazado como deportista. Porque a este cuadrilátero solamente
subían los varones, pero como nos ven y me pueden ver a mí, así como estoy con
las polleras y muy orgullosa de ellas, puedo demostrar que el deporte yo puedo
realizarlo al igual o mejor que ellos”.
Y
sentencia con seguridad: “Las mujeres ya no solamente somos para la casa, el
hogar, atender al esposo, a los hijos. Ahora podemos trabajar y podemos escoger
también la rama que nos gusta”.
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