LOS GLACIARES ANDINOS SE ESTÁN DERRITIENDO MÁS RÁPIDO DE LO PREVISTO: EL AGUA DE MILLONES EN LATINOAMÉRICA ESTÁ EN PELIGRO
Investigadores
alertan que la cordillera de los Andes ha perdido hasta el 50% de su masa
glaciar desde 1970, lo que ya afecta el suministro de agua, la agricultura y la
energía en países como Perú, Bolivia y ChileLos Andes siempre
fueron un símbolo de fortaleza, una cadena montañosa imponente que sostiene el
cielo y nutre la vida en el continente. Sin embargo, bajo su apariencia eterna,
algo está cambiando a una velocidad alarmante. De acuerdo con el portal
científico Discover Wild Science, el sistema glaciar andino está colapsando: el calor
global está derritiendo sus cumbres nevadas, y con ellas desaparecen las
reservas naturales de agua dulce que sostienen ciudades enteras. En países
como Perú, donde cerca del 80% del agua que llega a Lima proviene
de ríos alimentados por glaciares, la crisis ya no es una amenaza futura: es
una realidad que se siente cada vez más cerca del grifo.
Durante
siglos, los glaciares de la Cordillera de los Andes funcionaron
como los “tanques de agua” de Sudamérica. Acumulaban nieve en temporada húmeda
y liberaban lentamente el deshielo en los meses secos, garantizando la
continuidad de ríos, cultivos y energía hidroeléctrica. Hoy ese equilibrio se
está rompiendo. Investigaciones recientes muestran que la cordillera ha perdido
hasta el 50% de su masa glaciar desde la década de 1970, y algunos
nevados, como el boliviano Chacaltaya, desaparecieron por completo.
El retroceso de estas masas de hielo, acelerado por el cambio climático y la
contaminación del aire, amenaza con transformar la geografía, la economía y la
forma de vida de millones de personas que dependen directa o indirectamente de
ellas.
Los
glaciares andinos, los “tanques de agua” que se están vaciando
Los glaciares no
son solo paisajes turísticos ni postales de montaña: son sistemas vivos que
regulan el agua del continente. Funcionan como gigantescas baterías naturales
que se “cargan” en invierno y “descargan” durante el verano, garantizando que
los ríos no se sequen cuando las lluvias escasean. En la costa peruana, por
ejemplo, el 80% del caudal que abastece a Lima proviene del deshielo de
los glaciares de la Cordillera Blanca y la Cordillera
Central. Sin ellos, las ciudades enfrentarían una crisis hídrica
irreversible.
La
situación se repite en toda la región. En Chile, el río Maipo —que
alimenta Santiago— ha visto caer su caudal en los últimos años, mientras que
en Bolivia, la capital La Paz ya sufre cortes intermitentes de agua
debido al colapso de los glaciares que la abastecen. Discover Wild
Science advierte que incluso países con abundantes fuentes
superficiales están experimentando sequías más prolongadas y menor
disponibilidad de agua dulce durante los meses secos. La pérdida de
hielo andino no solo pone en riesgo el consumo humano, sino también la agricultura y la energía
hidroeléctrica, pilares fundamentales de la economía regional.
La
crisis tiene múltiples causas: el aumento de la temperatura media en la
cordillera —que se duplica respecto al promedio mundial, con
incrementos de hasta 0,5 °C por década—, el hollín y polvo depositado
en el hielo que acelera su derretimiento, y los efectos del fenómeno El
Niño, que intensifica los periodos secos y calurosos. Estos factores han
convertido los antiguos glaciares blancos en superficies grises, irregulares y
quebradizas. Según los especialistas, aunque el mundo dejara de emitir carbono
hoy mismo, los glaciares seguirían retrocediendo durante varias décadas más por
el calor acumulado en la atmósfera.
Ciudades,
cultivos y energía en riesgo: el precio del deshielo
El
impacto del retroceso glaciar va más allá de las montañas. En las zonas
urbanas, la escasez de agua ya golpea con
fuerza. En Lima, cada año se reportan más zonas con restricciones
en el servicio durante los meses secos. En La Paz, muchas familias
recolectan agua de lluvia o dependen de camiones cisterna para
sobrevivir. Estas carencias, sumadas a la presión demográfica, anticipan un
futuro donde el agua podría convertirse en un recurso tan valioso como el oro.
El sector
agrícola es otro de los grandes damnificados. Las comunidades
campesinas de los valles andinos, que por generaciones cultivaron papa,
maíz o quinua, dependen de los riachuelos que bajan de los glaciares. A
medida que el caudal disminuye, las cosechas se reducen y las familias se ven
obligadas a migrar hacia las ciudades. Naciones Unidas ya clasifica a muchos de
ellos como “migrantes climáticos”, desplazados por la falta de
agua. Este fenómeno, silencioso pero constante, está cambiando la demografía de
regiones enteras en los Andes peruanos, bolivianos y ecuatorianos.
El
problema también alcanza a la energía eléctrica. Más del 50%
de la electricidad de Sudamérica proviene de represas hidroeléctricas
que dependen de ríos alimentados por glaciares. Cuando esos ríos se debilitan,
se incrementa el riesgo de apagones y encarecimiento de la energía, como ya
ocurrió en Ecuador y Perú durante los últimos años secos. La desaparición del
hielo no solo amenaza la seguridad hídrica, sino también la estabilidad
energética y alimentaria del continente.
Aun
así, en medio de la crisis, surgen iniciativas de adaptación. En regiones
de Cusco y Ancash, comunidades locales y científicos han comenzado
a construir “glaciares artificiales” —estructuras de hielo
llamadas ice stupas— para almacenar agua de invierno y liberarla en
verano. Estas soluciones, junto a la reforestación y la siembra
de agua con lagunas altoandinas, representan una esperanza para
mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, los expertos advierten
que, sin una reducción global de emisiones, los esfuerzos locales no bastarán. Infobae
de Argentina (https://n9.cl/w4qhu)
EL
MAS BOLIVIANO: ¿UN COLAPSO SIN PENA NI GLORIA?
La
primera vuelta de las elecciones bolivianas selló el fin del Movimiento al
Socialismo (MAS), dejándolo prácticamente fuera del Parlamento luego de
dos décadas de dominio político e institucional. Su antiguo electorado se
desplazó en gran medida hacia la candidatura de Rodrigo Paz Pereira,
ubicado en la centroderecha, lo que plantea preguntas sobre el devenir del
llamado “bloque popular” y la izquierda boliviana. La segunda vuelta del 19 de
octubre determinará cómo se adaptará Bolivia al nuevo clima político
regional, heterogéneo pero desplazado hacia la derecha.
Nueva Sociedad
de España (https://n9.cl/nuu01)
El
veredicto de las elecciones presidenciales celebradas en Bolivia el pasado 17
de agosto les recordó al Movimiento al Socialismo (MAS) y a sus dirigentes la
advertencia del poeta español José Ángel Valente: “Lo peor es creer que se
tiene razón por haberla tenido”.
El
partido que dominó la política boliviana desde 2005 y que fue el alma y el
motor de la “Revolución Democrática y Cultural” –con resultados históricos de
64% de los votos en las elecciones de 2009, 61% en 2014 y 55% en 2020– no solo
ha quedado fuera de la segunda vuelta de las elecciones, sino que prácticamente
ha implosionado como partido-movimiento. El 19 de octubre, el país se
pronunciará en una segunda vuelta entre un candidato de “centroderecha popular”
–o que aspira a serlo–, Rodrigo Paz Pereira (que obtuvo 32% de los votos
válidos), y otro de la derecha neoliberal radical, el ex-presidente Jorge Tuto
Quiroga (26,7%). Una situación inimaginable hasta hace poco tiempo, cuando
parecía imposible que el mas no llegara a la segunda vuelta.
A
pesar de la sorpresa por los resultados, el mapa electoral ha mantenido su
división histórica entre el Occidente y el Oriente del país. En el Occidente
andino se impuso Paz con una amplia ventaja sobre el segundo, mientras que en
el Oriente lo hizo Quiroga con menos contundencia.
El MAS,
por su parte, se presentó a las elecciones dividido en tres facciones y con dos
candidatos: el ex-ministro Eduardo del Castillo, bajo la sigla oficial, solo
obtuvo 3,17% de los votos, mientras que Andrónico Rodríguez, que se presentó
bajo una sigla prestada, sumó 8,5%. Por último, el ex-presidente Evo Morales,
inhabilitado electoralmente por la justicia, se «coló» en la elección haciendo
campaña por el voto nulo y obtuvo un resultado nada desdeñable: 19% de los
votantes siguieron su consigna y anularon el voto (si se excluye 3,5% de votos
nulos de elecciones anteriores, se puede atribuir al ex-presidente alrededor de
16% de esos sufragios). Con estos resultados, no es difícil imaginar que, con
una candidatura unitaria, el MAS habría estado en condiciones de
pasar al balotaje, aunque luego tuviera pocas chances de ganarlo. Pero incluso
perdiéndolo, habría conseguido una representación significativamente mayor a la
que obtuvo el 17 de agosto, cuando prácticamente desapareció de la vida
parlamentaria.
El
conjunto de la galaxia del MAS contará con siete diputados sobre un
total de 130, cifra irrisoria luego de haber ostentado dos tercios de los
escaños durante su larga hegemonía política. Fundado en 1997 con el nombre de
Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (ipsp), con el mas como
sigla electoral1,
este partido surgido de los movimientos sociales ha dejado de representar a las
capas populares del país. Así concluye un largo ciclo político marcado por el
ascenso de los movimientos sociales, los sindicatos y las organizaciones
indígenas hacia el centro del Estado, en una especie de «democracia
corporativa» dirigida por Morales como líder indiscutible.
Razones
del declive
Tras
los comicios se han esgrimido dos razones para explicar el colapso del MAS:
las luchas internas y la crisis económica. Ambas explicaciones son sin duda
válidas, pero detrás de ellas se esconde una causa más profunda. Más allá de
las luchas faccionales, el derrumbe se explica también por el debilitamiento
del programa de cambio que encarnó el evismo.
En
sus primeras gestiones, el MAS mostró capacidad de inclusión étnica y
social, ampliando la «foto de familia de la nación» e incluso habilitando un
largo periodo de crecimiento económico que se derramó en parte sobre los más
pobres. Pero ese modelo, ampliamente elogiado por la izquierda latinoamericana
y europea, poco a poco dejó ver sus puntos débiles: la expansión económica se
basaba en gran medida en los altos precios internacionales de las materias
primas y en descubrimientos previos de yacimientos gasíferos y recaía así en una
variante del «nacionalismo geológico» que históricamente movilizó a las fuerzas
«nacional-populares» (1937, 1952, 1969, 2005).
Al
mismo tiempo, el largo gobierno del MAS ha sido incapaz de mejorar la
calidad de las instituciones y de poner en pie las bases de un Estado social
digno de ese nombre. El «enamoramiento» de políticas de corto plazo,
funcionales a una suerte de campaña electoral permanente, ha marcado estos casi
20 años de gestión. No fue poco lo logrado, pero ese modelo de gestión
económica se fue agotando y finalmente sobrevino la crisis frente a la escasa
capacidad de reacción del gobierno de Luis Arce.
La
«memoria corta» fue sustituyendo entonces a la «memoria larga» de los últimos
20 años, y la oposición acabó por hacerse con la bandera del «cambio», durante
mucho tiempo monopolizada por el mas. La Bolivia popular votó por un
candidato, Rodrigo Paz, que lleva más de dos décadas en la política, pero no
está asociado personalmente al periodo pre-2005 ni fue parte de las principales
figuras opositoras al MAS, como sí lo fueron sus principales adversarios.
El empresario Samuel Doria Medina –tercero en la primera vuelta del 17 de
agosto, cuando todas las encuestas le daban el primer lugar– fue ministro en la
década de 1990, y «Tuto» Quiroga fue presidente en 2001 por sucesión
constitucional. En este marco, pueden leerse provisoriamente los resultados de
la primera vuelta –una hipótesis de trabajo que debe ser validada por
investigaciones posteriores– como una suerte de «tercera vía» frente al
hartazgo hacia el MAS y sus luchas faccionales, y como un rechazo de
un retorno de las elites tradicionales al poder.
Parte
del descalabro del mas también encuentra explicación en la
obstinación de Morales por ser re-reelegido. Si la Constitución de 2009
–surgida de la Asamblea Constituyente bajo el gobierno del MAS– permite
solo una reelección consecutiva, Morales se presentó en 2014 utilizando una
argucia interpretativa del nuevo texto y luego intentó reformar la Constitución
mediante el referéndum de 2016 para introducir la reelección indefinida. Pero
Bolivia, un país históricamente antirreeleccionista, votó en contra, y el «No»
se impuso por escaso margen. Pese a ello, Morales ignoró en los hechos los
resultados, que consideró producto de una «guerra sucia» contra él, lo cual
repolarizó el país en torno de su figura (no hay que olvidar que en 2014 había
ganado incluso en la hostil región de Santa Cruz y el país parecía extrañamente
despolarizado). Su obsesión reeleccionista quedó plasmada en un hecho en
apariencia anecdótico, ocurrido precisamente cuando Morales buscaba formas
jurídicas para viabilizar su re-reelección: en 2017, el mandatario recibió, en
el marco de una cumbre de países exportadores de gas realizada en Bolivia, al
dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, en el poder desde 1979 y
conocido por la represión de la oposición y el saqueo de los recursos naturales
de su país. Haciendo poco caso a esto, o quizás ignorándolo, el presidente
boliviano quiso indagar sobre la forma de «ganar las elecciones con más de 90%
de los votos» del «hermano Teodoro». «Me ha sorprendido, quisiera que nos
comparta la experiencia con nuestros hermanos ministros», afirmó Morales
durante un acto público en el que además lo condecoró con el máximo
reconocimiento del Estado boliviano: el Cóndor de los Andes. La oposición
guineana ecuatorial, cuyos dirigentes arriesgan cotidianamente su libertad,
podría dar una rápida respuesta al interrogante de cómo conseguir 90% de los
votos.
Morales
estuvo lejos, empero, de construir una dictadura, como denunciaban sus
detractores. Aunque a menudo tensionó las instituciones democrático-liberales,
sus victorias electorales, aplastantes, reflejaron el apoyo popular al proceso
de cambio. Aun así, fue claro el desplazamiento discursivo oficial sobre su
liderazgo: si en 2005 Morales era «uno más» entre los «hermanos campesinos» –el
documental Hartos Evos aquí hay (2006) plasmó esa
imagen–, su voluntad de re-reelección requería una torsión narrativa que su
entorno se encargó de impulsar: solo había un Evo. Así, fue
comparado con el líder anticolonial Túpac Katari y se volvió un tipo de
caudillo de los que «aparece uno cada 500 años». Ese relato, sin embargo, no
terminó de calar.
Luego
de sus fracasos electorales y discursivos, el triunfo del «No» en el referéndum
de 2016 fue la bandera que necesitaba la oposición –cuyo eslogan fue, a partir
de entonces, «No es no»– para reorganizarse, reconstruir su épica erosionada
por la suma de defecciones electorales y lanzar una renovada ofensiva contra el
gobierno del MAS. El discurso opositor mezclaba demandas democráticas
legítimas con fuertes resabios de racismo antiindígena, presente sobre todo en
el antievismo, especialmente virulento en las redes sociales.
La
polarización, cada vez más crispada, alcanzó su punto álgido con el
derrocamiento del gobierno del MAS en 2019, cuando de manera
inesperada sus bases no reaccionaron a tiempo. Esta falta de respuesta fue
posiblemente efecto de la sorpresa –nadie pensaba que Evo Morales pudiera caer
tan fácilmente, ni siquiera sus opositores– pero también, y no menos
importante, de la desmovilización producto de la rutinización en el poder,
cuando la energía militante se fue desplazando hacia la búsqueda de empleos en
el Estado («pegas», como dicen en Bolivia). Poco más tarde, fue la represión
impulsada por el nuevo gobierno la que activó las dinámicas de movilización.
El MAS recuperaba, de manera momentánea, la épica política de 2005,
cuando luchó por el gobierno con una modesta campaña sostenida en la capacidad
movilizadora de las organizaciones sociales.
Tras
la derrota política de la derecha, el MAS volvió al poder de forma
inesperada en 2020 y demostró así una resiliencia que sus detractores habían
subestimado. El gobierno de facto de Jeanine Áñez, surgido de la asonada
cívico-policial que siguió a las fallidas elecciones de 2019, no solo fue
represivo, sino que con su pésima gestión sufrió una fuerte caída en su
popularidad –que al comienzo era muy elevada en el sector antievista de la
sociedad boliviana–. La mezcla de ineficiencia y corrupción de las nuevas
autoridades facilitó, sin duda, la vuelta del MAS: en aquel momento, la
Bolivia popular seguía en sintonía con este «instrumento político» y lo
reactivó para recuperar el poder.
Evo
Morales, exiliado en Argentina y excluido de las elecciones, promovió entonces
al ex-ministro de Economía, Luis Arce Catacora, como candidato a la
Presidencia. En plena crisis económica, agravada por la pandemia, su nombre
seguía evocando el «milagro económico» boliviano. Fue su imagen de buen gestor
la que permitió a Arce ganar las elecciones con 55% de los votos. Los analistas
quedaron atónitos la larga noche electoral del 8 de noviembre de 2020; no
podían creer en los resultados que el Órgano Electoral comenzaba a difundir: la
demonización del MAS había fracasado estrepitosamente.
Sin
embargo, nada más tomar posesión, el nuevo presidente apartó a las principales
figuras del evismo y se rodeó de su propia camarilla. Ante lo que consideraba
un plan para reducir su influencia, «el plan negro», Morales multiplicó sus
ataques al gobierno y denunció cada vez con más vehemencia una «persecución
política» en su contra.
La
guerra interna entre los partidarios de Morales y los de Arce no tardó en
intensificarse. Este último, desde el Estado, dividió a las organizaciones
sociales y utilizó a la justicia para «robarse» la sigla del MAS; Morales,
por su parte, se replegó sobre su base más dura y, tras su orden de detención
por un caso de «trata de personas» –acusado de mantener una relación con una
menor de edad–, se retiró a su bastión del Chapare, protegido por los
sindicatos de cultivadores de coca. Rápidamente, empezó a ver traidores por
todas partes, incluido el ex-vicepresidente Álvaro García Linera, llamado
«nuevo enemigo», y su única obsesión se volvió luchar contra su inhabilitación
por parte de una justicia siempre al servicio del gobierno de turno. (Este
oportunismo político-judicial se hace patente hoy en la anulación de sentencias
contra Áñez tan pronto como el MAS perdió las elecciones y sin
esperar siquiera a la segunda vuelta).
El
nombre del nuevo movimiento lanzado por Morales para intentar presentarse a la
Presidencia al margen del MAS, evo Pueblo (Estamos Volviendo
Obedeciendo al Pueblo), revela el repliegue sobre sí mismo y la falta de
conciencia de que ya no es el líder indiscutible de la izquierda boliviana. Su
llamamiento a anular el voto en las elecciones de 2025 refleja una verdad incómoda
para el ex-presidente: aún conserva un importante apoyo electoral en sus
bastiones, sobre todo rurales, pero la fuerza que demuestra es probablemente
también su techo. Hay que recordar que Morales sufrió una dura derrota tras los
infructuosos bloqueos de carreteras para revocar su «proscripción», que no solo
fueron reprimidos por el gobierno de Arce, sino que también provocaron un
fuerte rechazo social. Aun así, el ex-presidente sigue siendo un actor político
importante.
Al
mismo tiempo, los déficits de gestión irían debilitando al arcismo y al espacio
del MAS en su conjunto. Supuesto artífice del «milagro económico»
como ministro, Arce se ha mostrado impotente ante la crisis económica una vez
en la Presidencia. Bajo su gobierno han resurgido imágenes conjuradas desde
2005, como la escasez de dólares y de gasolina, junto con la caída de las
exportaciones de gas12.
El «milagro económico» es ya un recuerdo lejano que deja terreno libre para los
eslóganes de la oposición, que asocian al MAS con crisis,
autoritarismo y declive nacional.
Así,
la última gestión del movimiento fue la síntesis de sus límites y de su
dificultad para comprender las nuevas coordenadas del país y de la sociedad que
ayudó a transformar. Resultado: una economía en crisis por su alta dependencia
del extractivismo, primacía de disputas personales sobre la discusión
programática y adormecimiento de los movimientos sociales, en particular de sus
dirigentes, producto de su simbiosis con el Estado. Si la innegable virtud de
este ciclo político fue la inclusión, no es menos cierto que el discurso
refundacional, sostenido en la idea de una regeneración intelectual y moral de
la nación a partir de las poblaciones indígenas, ya se había erosionado hacía
tiempo (diversos casos de corrupción fueron debilitando el capital simbólico de
lo indígena). Y así como vuelven los mismos actores políticos de los años 2000,
también lo hacen los discursos e imágenes del pasado: hoy los cultivadores de
coca, la base más dura del MAS, vuelven a ser percibidos como «narcos»,
como era el caso antes de 2005. Al mismo tiempo, hay en curso una acelerada
redefinición negativa de un periodo que llegó a concitar un inmenso apoyo
popular solo comparable, y quizás superior, al de la Revolución Nacional de
abril de 1952.
Reconfiguraciones
del voto popular
Entre
las tres corrientes del MAS, había surgido un candidato relativamente
competitivo: Andrónico Rodríguez. Este joven líder campesino y presidente del
Senado se fue alejando progresivamente de su mentor, Evo Morales, a medida que
la inhabilitación de este último se convertía en un hecho consumado y Morales
se negaba a elegir un candidato alternativo. El ex-presidente se volvió
entonces cada vez más susceptible y se obsesionó con controlar cada paso
de Andrónico, quien finalmente decidió lanzarse a la carrera
electoral sin el apoyo del caudillo. A partir de ese momento, fue declarado
traidor por la facción evista e incluso fue agredido al momento de emitir su
voto.
Al
inicio de la campaña, Andrónico Rodríguez estaba bien posicionado en las
encuestas, que le daban posibilidades de pasar a la segunda vuelta, aunque no
de ganarla. Sin embargo, con el correr del tiempo, no logró mantener el impulso
de su candidatura debido a una serie de dificultades objetivas y errores
propios: la elección de su vicepresidenta, la ex-ministra Mariana Prado, no le
aportó votos adicionales (se la consideraba demasiado elitista) y fue fuente de
numerosas polémicas14;
algunos miembros de su entorno inicial eran figuras desacreditadas del MAS;
y, no menos importante, el boicot activo de Morales contribuyó a debilitarlo.
El joven dirigente campesino, que se mostró tímido e incluso errático a la hora
de definir los contornos de su proyecto de renovación generacional, no logró
revertir el voto nulo promovido por Morales. Aunque se distanció del líder,
nunca rompió con él, lo que lo llevó a dedicar gran parte de su campaña a
explicar su relación con el ex-presidente. Si bien su candidatura contó con el
apoyo de algunas federaciones de cultivadores de coca, campesinos y
cooperativas mineras, entusiasmó más a algunas figuras del progresismo urbano
que a las bases, duras o blandas, del MAS.
Ciertamente
esta es una parte de la historia. La otra es que el voto «blando» del MAS se
desplazó hacia una candidatura que había pasado por debajo de los radares de
los analistas. Mientras las encuestas daban el primer y segundo lugar al
político y empresario Doria Medina y al ex-presidente Quiroga, finalmente fue
Rodrigo Paz, hijo del ex-presidente Jaime Paz Zamora, quien dio la sorpresa y
se alzó con el primer puesto. El cálculo es sencillo: la mayoría de los
indecisos, alrededor de 30%, que en su mayoría eran votantes del MAS,
optaron por esta alternativa.
Las
razones de este fenómeno no se conocen del todo. Hay un amplio consenso en que
Paz acertó al elegir a su compañero de fórmula: el ex-policía Edman Lara,
conocido como capitán Lara, que se hizo popular al denunciar la corrupción de
altos mandos de la policía y fue expulsado de las fuerzas del orden por este
motivo. Tras la expulsión, comenzó a vender ropa de segunda mano en un mercado
de Santa Cruz, haciéndose parte del vasto mundo del comercio informal, mientras
terminaba sus estudios de Derecho. Lara se convirtió así en un candidato
anticorrupción (la corrupción policial es endémica en Bolivia), que proyectó
además la imagen de un emprendedor capaz de superar la adversidad. En este
contexto, el capitán de 40 años se fue convirtiendo en una figura popular en
TikTok, red en la que realizaba transmisiones en vivo, en las que, por ejemplo,
se filmaba masticando hojas de coca con la canción «La coca no es cocaína» de
fondo (eslogan otrora promovido por el mas), o se burlaba de la elite
boliviana por comprar, a menudo, ropa de marca pero usada. El capitán Lara se
ha forjado un perfil cercano al mundo popular y a la gente común. Se declara
partidario del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sin adoptar por ello su
programa autoritario y represivo (la inseguridad no es un tema de campaña en
Bolivia). Se presentó como el outsider antisistema que muchos
esperaban pero que no terminaba de emerger en Bolivia. Su candidatura reforzó
la de Paz, en un contexto en el que la oferta electoral era un déjà vu de
dos décadas atrás.
La
campaña de Paz-Lara combinó redes sociales con acciones al viejo estilo, que
incluyeron viajes a los rincones más remotos del país, entre ellos poblaciones
como Orinoca, un pequeño pueblo del Altiplano profundo conocido por ser el
lugar de nacimiento de Evo Morales. Su estrategia consistió en mostrarse más
cerca de la gente común que de las elites económicas tradicionales. Es por eso
que la geografía del voto a favor de Paz-Lara muestra los mejores resultados en
las regiones donde el MAS había ganado desde 2005: los departamentos
del Occidente andino. La dupla, que se presentó bajo la sigla del Partido
Demócrata Cristiano (pdc) –un partido «taxi» que ofrece en cada elección su
personería jurídica a algún candidato necesitado de sigla–, ganó en los
departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí. En la ciudad
plebeya de El Alto, el binomio rozó 60% de los votos; allí, el voto nulo
alcanzó el 16% (proxy del apoyo a Evo Morales) y Andrónico
Rodríguez obtuvo 7,4%. Incluso en los bastiones más leales a Evo el tándem
Paz-Lara obtuvo un buen resultado: en el municipio de Chayanta, al norte de
Potosí (zona minera y campesina), 49% de los votantes anuló su voto, 40,7%
eligió a Paz-Lara y 32,5% votó por Andrónico. En Villa Tunari,
región cocalera del Chapare donde «reina» Evo Morales, 84% de los electores
anuló su voto y, entre los votos válidos, 46% eligió a Andrónico y
28% a Paz-Lara. (No deja de ser sintomático que Paz haya perdido en Tarija, su
propia región y donde ya se desempeñó como alcalde de la capital
departamental).
En
términos más generales, el voto del MAS se repartió entre Paz-Lara,
el voto nulo y Andrónico Rodríguez. Pero ¿qué expresa esta reconfiguración?
El
tándem Paz-Lara obtuvo el apoyo de la Central Obrera Regional de El Alto, las
cooperativas mineras y los transportistas, organizaciones que son, en gran
parte, expresiones del capitalismo popular que formaba parte de la base social
del MAS. Este partido-movimiento agrupaba a empresarios y pequeños
propietarios urbanos y rurales, en un país caracterizado por el fuerte peso de
la economía informal. Los Ponchos Rojos aymaras y el ala arcista de la Central
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (csutcb) se han acercado
también al binomio Paz-Lara, que propone «capitalismo para todos»16 para
la segunda vuelta, de manera de evitar un triunfo de la derecha dura.
«No
es nuestra sombra, pero tampoco es la suya [la de las elites tradicionales], es
un espacio en el que podremos ejercer influencia (...) el mal menor para la
gente que ha apoyado al MAS durante 20 años», explica el sociólogo
Carlos Hugo Laruta, hablando en nombre del votante popular de Paz. «La gente
acabó optando por la candidatura más frágil, una especie de botella vacía que
podría llenarse, y las listas de Paz-Lara incluían también a candidatos
provenientes del MAS en el nivel local». La fuerza de este cálculo se
constata en el hecho de que, en plena crisis económica, los bolivianos
eligieron en la primera vuelta al candidato que ofrecía menos certezas en
materia de política económica, a diferencia por ejemplo de Doria Medina, que no
solo eligió como compañero de fórmula al ex-funcionario del Banco
Interamericano de Desarrollo (bid) José Luis Lupo, sino que hizo además que su
campaña gravitara sobre su programa económico para tratar de superar la crisis.
Esta
lógica en la relación entre el mundo popular y el Estado era bastante común en
la época pre-Evo, cuando diversos corporativismos populares buscaban cobijo en
los partidos tradicionales. En la década de 1990, esta dinámica también se
manifestó a través de nuevos tipos de «populismos cholos», representados por
partidos como Conciencia de Patria (Condepa). El MAS se autoproclamó
entonces como una forma de autorrepresentación popular. Pero el apoyo a
Paz-Lara es aún provisional y constituye una salida de emergencia ante la
crisis final del MAS. Para el sociólogo Pablo Mamani, se trató de un voto
estratégico antes que militante, para evitar perder logros de los últimos años,
en particular la relación con el Estado, frente a candidatos percibidos como
más elitistas (aun si Paz también pertenece a la elite). El sociólogo aymara
destaca también la expansión de una nueva clase de indígenas ricos, los qamiris,
que rivalizan con la burguesía tradicional no solo por su dinero, sino también
por las formas de construir capital simbólico. Estos indígenas ricos, a los que
algunos llaman la «burguesía chola», están lejos del miserabilismo con el que
la izquierda suele percibirlos. Muchos de estos sectores se han insertado
exitosamente en la globalización y realizan sobre todo negocios con China,
adonde los comerciantes indígenas viajan para cerrar sus contratos de
importación de productos.
El
caso de El Alto es significativo. Esta ciudad de un millón de habitantes es
escenario de complejos procesos de urbanización de migrantes internos
procedentes del campo, que mantienen vínculos con sus comunidades de origen.
Los «cholets» (palabra que mezcla «chalet» y «cholo») son testimonio de
procesos de enriquecimiento y movilidad social, pero también de nuevas formas
de plasmar este ascenso económico en estos coloridos y abigarrados edificios de
estilo neoandino o en fiestas comunitarias. Incluso durante el periodo de
hegemonía del MAS los habitantes de El Alto podían votar, en señal de
autonomía, a alcaldes de centroderecha opuestos al gobierno de Evo Morales,
como Soledad Chapetón. Esta ciudad popular –que se rebeló en 2003 durante la
guerra del gas– podía elegir, también, a un alcalde partidario de un tratado de
libre comercio con Estados Unidos como lo fue José Luis Paredes.
Ciertamente,
los sectores populares se sienten interpelados por fuerzas conservadoras. Un
ejemplo fue el 9% de los votos obtenidos por el médico y pastor evangélico de
origen coreano Chi Hyun Chung, en su mayoría provenientes del electorado
del MAS. En la precampaña de 2025, la candidatura de Jaime Dunn,
antiguo trader en la bolsa de Nueva York y autoproclamado
«verdadero candidato liberal», también encontró eco en los sectores populares
con un discurso de tono libertario, y despertó expectativa en su figura, aun si
finalmente no se presentó.
No
obstante, incluso si hoy en día este complejo mundo popular ha abandonado
al MAS y se ha refugiado de manera pragmática y provisoria en el
binomio Paz-Lara, esta adhesión no tiene aún la fuerza ideológica que tuvo
aquel proyecto. Estos discursos liberal-conservadores-libertarios, aun con
contradicciones internas, tienen hoy el viento a favor porque expresan el
cansancio frente a los populismos de izquierda y diversas transformaciones del
mundo popular. Si antes era fundamental formar parte de algún «club social» de
las viejas elites «blancas», hoy en día es igual de importante pertenecer a la
fraternidad «correcta» en festividades como el Gran Poder. Hay un «capital
territorial» sostenido en las redes de la economía informal que tanto Rodrigo
Paz como Edman Lara visualizaron: ambos se insertaron en esas redes y
obtuvieron una retribución electoral21.
También ambos candidatos han hablado de manera insistente sobre Dios, con una
evidente voluntad de conectar con el mundo evangélico pentecostal, que como
ocurre en toda la región, es hoy mucho más numeroso que en el pasado.
En
estos años, la economía informal siguió ganando espacio pese al discurso de
fortalecimiento del Estado del MAS: su proyecto nacionalista, si bien ha
permitido un crecimiento económico significativo con una inflación baja, no ha
logrado industrializar el país como había prometido. Como en la década de 1950,
Bolivia se encontró frente a la paradoja de implementar un proyecto estatista
con un Estado débil en sus capacidades –algo que se manifestó, por ejemplo, en
la falta de voluntad y de densidad institucional para llevar adelante una
reforma de la salud, una necesidad urgente para los sectores populares bolivianos–.
De esta forma, hoy en día el supuesto fracaso del «socialismo» –aunque este
término se ha utilizado poco en Bolivia, salvo en la imprecisa fórmula de
«socialismo comunitario»– ha abierto la vía, como en otros países
latinoamericanos, a la popularización de los discursos promercado.
Una
segunda vuelta inédita
El
inédito balotaje –la segunda vuelta se implementó en la Constitución de 2009 y
nunca había sido necesaria– se disputará entonces entre Paz y «Tuto» Quiroga.
Rodrigo Paz es un político pragmático que hoy intenta adaptarse al contexto
regional (que gira hacia la derecha). Actualmente se alinea con la derecha
regional, al tiempo que necesita los votos del MAS para ganar la
segunda vuelta. Por otra parte, la guerra sucia, liderada en gran parte por
Javier Negre, «periodista» español de Vox y propietario de la publicación La
Derecha Diario en Argentina, insiste en que Paz es un socialista
encubierto, acusación similar a la lanzada contra Doria Medina durante la
campaña para la primera vuelta y, poco antes, contra Manfred Reyes Villa.
Quiroga,
que forma parte de las redes de la derecha con sede en Miami, ha anunciado que,
en caso de victoria, liderará «la mayor revolución liberal de la historia para
transformar la mentalidad de Bolivia» y que no solo piensa utilizar la
«motosierra», siguiendo los pasos de Javier Milei, sino también «machetes y
tijeras».
En
2005, Quiroga fue derrotado en las elecciones por Evo Morales –quien con 54% de
los votos inició su largo reinado político– y pareció perder cualquier
posibilidad de regreso al poder. Militante de la derecha dura, desempeñó un
papel central en el derrocamiento de Morales en 2019, como uno de los artífices
de la estrategia que llevó al poder a Jeanine Áñez, quien por ahora permanece
en prisión. Quiroga declaró que, en caso de victoria, rompería los lazos con
Venezuela, Cuba e Irán, aunque no descartó de entrada mantener la participación
de Bolivia en el grupo brics [Brasil, Rusia, la India, China y
Sudáfrica], debido a las relaciones comerciales con la India y China. Su
defensa de la democracia, precisó, se limita a América Latina. «Azerbaiyán,
Qatar y los demás... China, Vietnam... Respeto sus sistemas, pero no los
comparto. No me gusta el sistema de partido único, pero lo respeto».
Con
un discurso anclado en los años 90, afirmó que mantendría una «posición
agresiva» para buscar acuerdos de libre comercio con varios países, entre ellos
Estados Unidos. Anticomunista de la Guerra Fría, se muestra menos entusiasta
con las guerras culturales libradas por las nuevas derechas, aunque no duda en
alabar al argentino Milei y al chileno José Antonio Kast. También ha sido
entrevistado elogiosamente por figuras como Agustín Laje, el influencer de
la «batalla cultural» en Argentina y representante del ala más reaccionaria del
gobierno de Milei, pero el ex-mandatario se mostró más entusiasmado en hablar
de la «tiranía» en Cuba o la «narcodictadura» en Venezuela que de la lucha
anti-woke.
La
izquierda boliviana vuelve así a la situación anterior a 2005: al
acrónimo evo Pueblo podría añadirse una facción más pequeña e
incierta, liderada por Andrónico Rodríguez, y otras que aún están por llegar.
Si Paz gana la segunda vuelta, podría absorber a otra parte aprovechando los
recursos estatales. El mas es un partido de movimientos, lo que era
una fuente de fortaleza, pero también de debilidad, ya que carecía de
estructura orgánica y dependía de Morales para mantenerse unido. Hoy en día,
ese liderazgo ya no existe como lo conocimos.
El
poema de José Ángel Valente citado al inicio dice también que lo peor es
«esperar que la historia devane los relojes y nos devuelva intactos al tiempo
en que quisiéramos que todo comenzase». Con la implosión del MAS, se
cierra un ciclo político e ideológico que se abrió con las guerras del agua y
del gas de 2000 y 2003. Al igual que en los siglos XIX y XX,
aunque se perciba como un país aislado en los Andes y los llanos orientales,
Bolivia siempre ha sido muy permeable a las tendencias ideológicas regionales,
desde el liberalismo del siglo XIX hasta el populismo de izquierda
del siglo XXI, pasando por el nacionalismo revolucionario de los años 50 y
las dictaduras militares de los años 70. La segunda vuelta determinará el modo
en que se adapte el país al nuevo clima político regional, heterogéneo pero
desplazado hacia la derecha, incluso en los países donde el progresismo sigue
(por ahora) gobernando.
BOLUARTE
DEBE EVITAR QUE EL PERÚ SEA OTRA VENEZUELA, BOLIVIA O COLOMBIA
Expreso de Perú (https://n9.cl/59mj8o)
Dina Boluarte debe evitar que nuestro
país se convierta en otra Venezuela, Bolivia o Colombia. Nuestra historia
reciente está marcada por una secuencia de rupturas institucionales, que han
debilitado la confianza ciudadana en el Estado de derecho. La vacancia de Pedro
Castillo, ahora procesado por promover un golpe de Estado, no fue solo el
desenlace de una presidencia fallida, sino el síntoma de una enfermedad aún más
grave: la erosión de los principios republicanos y, sobre todo, los
democráticos, bajo el disfraz de discursos populares.
Dina Boluarte, su entonces
vicepresidenta y hoy presidenta constitucional, tiene delante suyo una
responsabilidad histórica: predicar con el ejemplo para evitar que el Perú siga
el camino de países como Venezuela, Bolivia o Colombia, hoy gobernados por proyectos
totalitarios, que desde esta trinchera identificamos como comunistas o
autoritarios.
La advertencia no es retórica. En Venezuela, el chavismo transformó la justicia
en un instrumento de persecución; en Bolivia, el poder judicial ha sido usado
para inhabilitar opositores; también en Colombia, el discurso de reconciliación
está cada día más empañado por pactos con estructuras políticas violentas, que
nunca rinden cuentas.
En
todos estos casos, aquel deterioro institucional comenzó con la normalización
del abuso de poder, la manipulación del lenguaje democrático, la captura de
organismos autónomos por parte del poder politizado y la mentira como dogma de
fe.
El
Perú ya ha vivido su propia versión de esta deriva. El caso Odebrecht, como ha
señalado en EXPRESO la excongresista Rosa Bartra, pervirtió la confianza en el
sistema judicial. La omisión de obras corruptas —como Rutas de Lima— en el
acuerdo de colaboración eficaz, y los vínculos entre fiscales Vela Barba y
Pérez Gómez y empresas socias de Odebrecht, revelan que la justicia puede ser
negociada cuando el poder político se lo exige.
Si
Boluarte quiere evitar que el país repita la historia de sus vecinos, debe
comenzar por restaurar la ética institucional desde el Ejecutivo. Predicar con
el ejemplo implica tres cosas: primero, respetar escrupulosamente la separación
de poderes, sin interferencias ni pactos bajo la mesa. Segundo, impulsar una
reforma judicial que no sea cosmética, sino estructural, blindando la
independencia de jueces y fiscales frente a presiones partidarias. Y tercero,
asumir que la legitimidad no se hereda: se construye cada día con actos de
transparencia, coherencia y respeto por la ley.
Boluarte
no puede olvidar que fue parte del gobierno de Pedro Castillo. Su ejemplar
distancia actual debe traducirse en una ruptura ética, no solo política. Si el
Perú quiere evitar convertirse en otra Venezuela, Bolivia o Colombia, necesita
una presidenta que no solo administre el poder, sino que permanentemente lo
someta al escrutinio público. Porque cuando el poder no se vigila, se convierte
en amenaza.
La
ciudadanía no necesita promesas: necesita señales. Y la primera señal debe ser
el ejemplo. Si Boluarte lo da, Perú podrá consolidar el rumbo republicano y
democrático. Si no, corremos riesgo de repetir las historias que hoy lamentan
nuestros vecinos, y en la que estuvimos —¿y nuevamente estaríamos?— próximos a
caer.
COMUNIDADES
DE ARGENTINA, CHILE Y BOLIVIA ALERTAN POR LOS IMPACTOS DE LA MINERÍA DE LITIO
FARN de Argentina (https://n9.cl/vfi2j)
Comunidades originarias y
organizaciones ambientales de
Argentina, Chile y Bolivia —integrantes de la Alianza
Humedales Andinos— realizaron un encuentro en
la provincia para visitar el Salar del Hombre Muerto, en Antofagasta de la
Sierra: un humedal gravemente afectado por la megaminería de litio.
Desde 1997, la extracción de litio por
parte de la empresa Minera del Altiplano S.A. -subsidiaria de la empresa Livent
y actualmente pertenece a Río Tinto- ha generado daños ambientales profundos en
el Salar del Hombre Muerto, entre ellos la desecación de un brazo de la
vega del río Trapiche de más de 5 kilómetros, un impacto que persiste
hasta hoy.
Actualmente, en el Salar del
Hombre Muerto se desarrollan 12 proyectos de litio, en distintas
etapas. Ante la afectación del río Trapiche y la pretensión de cinco empresas
mineras de extraer agua del río Los Patos, la comunidad que habita el salar
decidió judicializar el reclamo. En 2024, la Corte de Justicia de Catamarca reconoció el
daño a al vega del río y ordenó al gobierno provincial abstenerse de otorgar
nuevos permisos para la actividad minera en la zona del
Río Los Patos hasta que se realice un estudio de impacto ambiental acumulativo
e integral.
Un
año después, el Ejecutivo provincial presentó un informe que no cumple con lo
ordenado: recupera información antigua y omite analizar los efectos
acumulativos reales, concluyendo, sin fundamentos técnicos, que no existen
impactos negativos sobre el Río Los Patos. Actualmente, la Corte de Justicia de
Catamarca debe evaluar si el estudio presentado por el Gobierno cumple con lo
ordenado o debe ser rechazado por insuficiente.
Elizabeth Mamani, de la comunidad indígena Atacameños del Altiplano, en
Antofagasta de la Sierra, señaló: “Una de las consecuencias de la minería
fue la muerte de una de las vegas del río Trapiche, la matanza de animales
y también la desviación del río Los Patos”.
MUJERES
INDÍGENAS BOLIVIANAS REGISTRAN ALTO NIVEL DE MERCURIO EN SU CUERPO, SEGÚN
ESTUDIO
Efeminista de España (https://n9.cl/ghl06)
Un estudio piloto realizado a 120
mujeres indígenas de Bolivia que habitan comunidades amazónicas cercanas a los
ríos Beni y Madre de Dios arroja una presencia elevada de mercurio en las
muestras de cabello, causada por el consumo de pescado contaminado debido
a la minería aurífera ilegal en las proximidades de los ríos.
Impacto de la contaminación en la
salud de mujeres indígenas
"Al menos nueve de cada diez
personas evaluadas poseen niveles de mercurio total en cabello superiores a los
máximos recomendados para la protección de la salud (1 parte por millón), de
acuerdo con agencias internacionales", señala la investigación.
Además, que "tres de cada
cuatro personas evaluadas poseen niveles de mercurio total en cabello asociados
con riesgo cardiovascular".
El
estudio, el segundo de este tipo, fue realizado entre noviembre y diciembre de
2023 por la Universidad de Cartagena de Colombia, el Instituto de Servicios de
Laboratorio de Diagnóstico e Investigación en Salud (Seladis) y el Centro de
Documentación e Información Bolivia (Cedib).
El
experto colombiano Jesús Olivero-Verbel ha mencionado a EFE que estos
resultados demuestran que "tenemos un problema de contaminación por
mercurio en las comunidades de la Amazonía". Además que "la
principal fuente de exposición al mercurio" es el pescado contaminado.
El
papel de la minería y la exposición al mercurio
También
ha indicado que en los ríos amazónicos, la composición de sus aguas permite que
el mercurio, utilizado en la minería del oro instalada en la zona,
"circule más". Esto afecta a las poblaciones que dependen de los ríos
como fuente de sustento.
Olivero-Verbel
ha explicado que el estudio se concentró en mujeres indígenas por tratarse de
una población vulnerable "por el componente hormonal" durante la
gestación, y porque el mercurio es considerado un "disruptor
endocrino".
"Las
mujeres, por su papel de madres y su función durante el embarazo, necesitan un
sistema hormonal que funcione de manera adecuada. El mercurio puede
alterar ese proceso hormonal", enfatiza.
El
experto advierte de que la presencia de mercurio en el organismo afecta
principalmente al sistema nervioso central, "comprometiendo el desarrollo
neurológico" y agravando la salud de quienes ya presentan otras
deficiencias.
Además
de las muestras de cabello, se tomaron muestras de sangre para evaluar el
funcionamiento de los riñones, el hígado y la tiroides de las mujeres.
Asimismo,
se estableció, con base en entrevistas, que las mujeres de zonas cercanas a los
ríos Beni y Madre de Dios "viven en condiciones de extrema pobreza".
Un
llamamiento a la acción de organizaciones de derechos humanos
El
estudio plantea implementar "educación ambiental" para
evitar la exposición al mercurio y promover "prácticas seguras de consumo
de pescado" que permitan identificar las especies potencialmente menos
contaminadas.
También
sugiere el "monitoreo continuo" de los niveles de mercurio en
los habitantes de estas regiones, y aboga por "reducir la contaminación
por mercurio" mediante el control de la minería aurífera, la mejora del
acceso a agua potable y saneamiento, y el fortalecimiento de los sistemas de
salud.
"El
mercurio es uno de los principales insumos para la minería del oro a pequeña
escala y uno de los tóxicos más peligrosos, con impactos profundos en los
sistemas nervioso e inmunitario", declara a EFE Óscar Campanini, director
del Cedib.
También
explica que Bolivia es "el principal importador de mercurio del
mundo", con alrededor de 1.200 toneladas ingresadas entre 2015 y
2023.
Campanini
señaló que hasta 2021 la mayor parte del mercurio que ingresaba a Bolivia
provenía de México, pero desde 2022 esa situación cambió, ya que el químico
comenzó a llegar desde China, Rusia y otros países asiáticos productores.
Además,
indicó que desde 2023 el Gobierno boliviano aplicó una prohibición a la
importación de mercurio. Sin embargo, la sustancia sigue ingresando al país de
forma "ilegal", al ser uno de los insumos más utilizados por los
mineros.
Bolivia
atraviesa desde hace algunos años una "fiebre del oro", impulsada por
el valor de la onza troy del mineral, que supera los 3.700 dólares, lo que ha
motivado a personas sin recursos, así como a inversores con capital, a entrar
en este rubro.
Según
el Cedib, en el país existen "más de 3.000 cooperativas mineras", que
son asociaciones voluntarias de trabajadores, y más de 2.000 de ellas se
dedican a la explotación aurífera.
EL
PRESIDENTE DEL CONSTITUCIONAL DE BOLIVIA ACUSA A LOS POLÍTICOS DE INTENTAR
"TOMAR" LA CORTE Y "DESCABEZARLA"
Europa
Press de España (https://n9.cl/bw27p)
El
presidente del Tribunal Constitucional de Bolivia, Gonzalo Hurtado, ha acusado
a los líderes políticos de intentar "tomar" la corte y
"descabezarla" a tan solo dos semanas de la segunda vuelta de las
elecciones presidenciales en Bolivia tras una primera votación que se saldó con
Rodrigo Paz y Tuto Quiroga como ganadores. Así, ha alertado de que a pesar del
"hostigamiento" sufrido por el poder judicial, se compromete
"con la democracia y el derecho de todos los bolivianos a acudir a las
urnas".
"No
entraremos en disputa pública respecto a las declaraciones del presidente del
Tribunal Supremo, Romer Saucedo, que no solo hace exigencias que no le
corresponden sino que pretende iniciar una persecución judicial contra algunas
autoridades con el objetivo de crear un vacío de poder", ha aseverado en
relación a un posible caso de 'lawfare'.
Hurtado
ha señalado que se han tomado medidas para "evitar que la política tome el
poder judicial y no se deje sin servicio al pueblo", al tiempo que ha
denunciado presiones: "el Constitucional es el centro de fuertes y
constantes presiones políticas que han asediado nuestro trabajo con un solo
objetivo, el de tomar la justicia para instrumentalizarla a favor de intereses
particulares".
En
este sentido, ha asegurado que ya se ha solicitado al Parlamento "cumplir
con su rol y convocar elecciones complementarias a las judiciales para
completar el proceso". Además, ha hecho hincapié en la necesidad de
"salvar las elecciones judiciales" y evitar que "la política
tome el poder judicial".
"En
el pasado ya se intentó presionar a este tribunal para que suspendiera las
elecciones, al igual que durante las elecciones a la judicatura. (...)
Actualmente, hay acciones concretas tanto de ciertos legisladores como del
órgano judicial que, procurando el descabezamiento de este Tribunal
Constitucional, buscan generar incertidumbre sobre la transparencia y la
continuidad actual del proceso electoral y con ello amenazar la democracia y la
segunda vuelta electoral", ha puntualizado.
Bolivia
aguarda desde el pasado mes de agosto --cuando tuvo lugar la primera vuelta
electoral-- para conocer quién sucederá al izquierdista Luis Arce en la
Presidencia, después de que Rodrigo Paz y Tuto Quiroga fuesen los candidatos
elegidos en las urnas para librar un último pulso el día 19 de este mes, en una
inédita segunda vuelta.
DEPARTAMENTO
DE ESTADO DE EE.UU. ENTREGA DETALLES DE CÓMO OPERA LA TRATA DE MIGRANTES DESDE
VENEZUELA A CHILE
El
régimen de Maduro es el punto de origen de la trata, donde el Tren de Aragua
ofrece a mujeres y niñas oportunidades laborales supuestamente legales. No es
así. Pasan por Colombia y Ecuador hasta Perú, donde un grupo permanece. Otro,
cruza por Bolivia a Chile. El Departamento de Estado de EE.UU. advirtió que la
corrupción en el país vecino es un problema.
Ex
- Ante de Chile (https://n9.cl/3k3oc)
Por
qué importa. El
último estudio sobre trata de personas del Departamento de Estado
estadounidense entregó detalles sobre cómo mujeres venezolanas dejan el régimen
de Nicolás Maduro bajo la falsa promesa de mejores condiciones laborales y
terminan siendo víctimas explotación sexual y otros delitos en Chile y otros
países.- El informe 2025, publicado la semana pasada, permitió
seguir el recorrido que realizan por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia hasta llegar a Chile, y los desafíos que, de acuerdo con el
reporte, tiene cada gobierno en la materia.
- El
diario The Guardian aseguró que su publicación estaba
programada para junio, pero que fue retrasada por la administración del
presidente Donald Trump, que mantiene una dura posición sobre la migración
ilegal.
- En Chile,
el tráfico ocurre por los más de 860 kilómetros de desierto que conforman
la frontera con Bolivia y particularmente en los alrededores del pueblo de
Colchane, en Tarapacá, que el Presidente Gabriel Boric se espera
visite este miércoles.
- La trata,
a diferencia del tráfico, incluye la explotación de las víctimas, además
de su ingreso ilegal.
El
inicio del viaje en Venezuela. “Venezuela no cumple
completamente con los mínimos estándares para la eliminación de la trata y no
está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo”, dijo el capítulo venezolano.- “Cerca de
ocho millones de venezolanos han huido del país desde 2015 y más de seis
millones se han establecido en por los menos 18 países de la región”.
- Los
traficantes reclutan a sus nacionales, “particularmente mujeres y niñas,
bajo la falsa promesa de una migración segura”, las que han terminado en
31 países en los últimos cinco años.
- En el
caso de Chile y otros países de la región “los traficantes atraen a las
mujeres usando oportunidades laborales fraudulentas. Las mujeres y niñas
venezolanas están en especial riesgo de ser explotadas sexualmente en
países vecinos”.
Primera
parada, Colombia. El
capítulo colombiano sostuvo que el país vecino a Venezuela, gobernado por el
presidente de izquierda Gustavo Petro, “no cumple con los estándares mínimos
para la eliminación de la trata, pero está haciendo esfuerzos para lograrlo”.- Detalló
que el 30% de las víctimas son venezolanas, ya que en esa nación mujeres y
niñas colombianas también son víctimas.
- Tanto
colombianas como venezolanas son reclutadas para ofrecer servicios
sexuales en webcams, negocio no regulado que genera ingresos por US$ 1.200
millones al año en Colombia.
- El
reporte citó al Tren de Aragua, la organización criminal transnacional
originada en Venezuela, como una de las responsables.
Bajando
a Ecuador. El
informe afirmó que Ecuador también incumple los estándares mínimos para
eliminar este delito, pero que el gobierno de Daniel Noboa, de centroderecha, está haciendo esfuerzos
para lograrlo, dijo el documento.- “Los
traficantes usan a Ecuador como una ruta de tránsito para traficar
víctimas de Colombia, Venezuela y el Caribe hacia otros países
sudamericanos y de Europa”.
- “De
acuerdo con agentes del orden público, hay 42 cruces fronterizos no
autorizados controlados por pandillas y residentes locales entre Ecuador y
Perú”, dijo el documento. Estos migrantes, a su vez, entraron al país por
cruces irregulares en la frontera con Colombia.
- “Una
organización internacional reportó que en 2022 entre ocho y 10 hombres
adultos cruzaron semanalmente la frontera con niños con los que no tenían
una relación de parentesco”.
Perú,
destino parcial. El
reporte sostuvo que Perú, gobernado por Dina Boluarte también incumple los
estándares requeridos, pero está realizando esfuerzos para subsanarlo.- “Los
miembros del Tren de Aragua suelen dirigirse a mujeres y niños
venezolanos. Atraen a las víctimas mediante ofertas de trabajo
aparentemente legítimas en Perú y luego recurren a la violencia, las
amenazas y los desplazamientos frecuentes para mantener el control sobre
las víctimas explotadas en la trata sexual y obligadas a cometer
extorsiones”.
- En el
caso de Perú, gran parte de las víctimas permanecen en el país y sólo una
fracción sigue su camino hasta Chile.
Bolivia
sin control. “El
gobierno boliviano no cumple con los mínimos estándares para la eliminación del
tráfico” dijo el informe sobre el país gobernado por Luis Arce, pero
que en la segunda vuelta de octubre elegirá por primera vez en dos décadas a un
mandatario que no será de izquierda.- El
documento advirtió que “la corrupción y la complicidad oficial en crímenes
de trata siguieron siendo preocupaciones importantes”.
- “Los
migrantes venezolanos que viven en Bolivia y transitan por ella siguen
corriendo un alto riesgo de ser víctimas de trata” por parte del Tren de
Aragua.
Chile
como destino. “El
gobierno de Chile cumple completamente con los estándares mínimos para eliminar
el tráfico”, dijo el documento.- En el
país, “muchos traficantes operan en forma individual o en pequeños grupos.
Sin embargo, las organizaciones criminales transnacionales están
crecientemente involucradas tanto en la trata sexual como laboral,
especialmente en la explotación de mujeres y niñas venezolanas a lo largo
de Chile”.
“Los
traficantes usan las redes sociales para para reclutar y explotar a las
víctimas y mecanismos de banca digital para esconder sus actividades ilícitas”.
LÍDERES
LATINOAMERICANOS SE REUNIRÁN EN CUMBRE ANTIINFLACIÓN DE MÉXICO
La cumbre antiinflación tiene
objetivos como el intercambio en importación y exportación de alimentos y la
eliminación de aranceles.
The Food Tech de Mexico (https://n9.cl/7kj98o)
Los líderes de México, Argentina,
Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba y Honduras, entre otros países de
Latinoamérica, celebrarán este miércoles una cumbre económica y comercial con
la lucha antiinflación como objetivo principal, que fue
convocada hace un mes por el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Según informó López Obrador este
martes, en la reunión, que será virtual y previa a otra más numerosa,
participarán 10 mandatarios, entre los que se encuentran el presidente de
Chile, Gabriel Boric; el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el de Argentina,
Alberto Fernández; el de Colombia, Gustavo Petro; el de Cuba, Miguel
Díaz-Canel; la de Honduras, Xiomara Castro; y el de Bolivia, Luis Arce.
También anunció la presencia del
primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, y de la presidenta pro tempore
de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Keisal Melissa
Peters, quien también ostenta la cancillería del archipiélago caribeño San
Vicente y las Granadinas.
Es
la primera (reunión), y luego vamos a invitar a más. Vamos a hablar de cómo
intercambiamos alimentos, el comercio de alimentos y materias primas, para
enfrentar en unidad el problema de la inflación, para bajar los precios,
enfrentar la carestía. Ese es el tema básico", dijo el presidente
mexicano en su rueda de prensa diaria.
Entre
los objetivos, dijo López Obrador en el momento en que convocó el encuentro,
están el intercambio en importación y exportación de alimentos y la eliminación
de aranceles.
Mitigar
el alza de precios, clave en cumbre antiinflación
El
encuentro tuvo su primera toma de contacto el pasado 27 de marzo, cuando
cancilleres y ministros de estos países, así como el de Venezuela, cuya
presencia en la cumbre no ha sido confirmada, abordaron las propuestas
económicas y comerciales para mitigar los efectos inflacionarios sobre la canasta
de alimentos básicos en la región.
Entre
los acuerdos previos alcanzados en esa reunión "se acordó trabajar en un
proyecto de declaración política para lograr, en el corto plazo, un comercio
inmediato de bienes y servicios esenciales", según informó la Secretaría
de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana.
Esto,
"con base en flexibilizaciones arancelarias y desregulaciones técnicas y
administrativas, así como para establecer mecanismos que, en el mediano plazo,
permitan como región crear una autonomía alimentaria".
Los
futuros acuerdos que se alcancen en la cumbre antiinflacionaria involucrarán
a los ministerios de Economía, Comercio y Agricultura de los diversos países,
así como a productores, distribuidores, comerciantes o importadores, expuso el
Gobierno de México.
De
acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), solo
el 9,6 % de las exportaciones de la región de productos pertenecientes a la
canasta básica tiene como destino el hemisferio occidental, en tanto que las
importaciones suman alrededor del 28 %.
‘EL
MONSTRUO’ SÍ FUE DETENIDO EN BOLIVIA, PERO FUE LIBERADO LUEGO DE 7 HORAS
Testimonios
recogidos por Punto Final confirman que el líder criminal fue arrestado en
Santa Cruz, Bolivia, aunque las autoridades locales lo dejaron en libertad el
mismo día
Infobae
de Argentina (https://n9.cl/43204)
Erick
Moreno Hernández, conocido como ‘El
Monstruo’, cayó en Bolivia, pero no permaneció detenido por
mucho tiempo. De acuerdo con un reportaje de Punto Final, el
cabecilla de la red criminal que operaba en Lima Norte fue arrestado en Santa
Cruz por policías de la unidad antidrogas, aunque fue liberado apenas siete
horas después. La revelación provino de Liseth Cruz, madre de su hija
y ex pareja, quien confirmó que la captura sí ocurrió y que los agentes
exigieron dinero antes de dejarlo ir.
La
investigación periodística también reveló que, mientras ‘El Monstruo’ negaba
los delitos, Cruz detallaba cómo había huido del país y se había refugiado con
él en Bolivia. En paralelo, tres aspirantes a colaboradores eficaces entregaron
información que permitió ubicarlo. La historia, que parecía resuelta tras su
arresto, terminó exponiendo nuevas irregularidades en torno a su fuga y
a la red de cómplices que lo ayudaron a permanecer oculto durante
semanas.
Detenido
y liberado en Santa Cruz
Erick
Moreno Hernández, señalado como uno de los extorsionadores
más violentos de Lima Norte, fue intervenido por la Policía de
Bolivia, según el testimonio de Liseth Cruz. La ex pareja del cabecilla afirmó
que la detención se produjo cerca de la una de la tarde, en un
condominio de la zona norte de Santa Cruz, donde ambos se ocultaban tras huir
del Perú.
Cruz
precisó que Moreno fue liberado aproximadamente a las ocho de la noche. “Lo
estuvieron paseando, paseando hasta recolectar el dinero”, relató en la
entrevista difundida por Punto Final. Según su testimonio, los
agentes que participaron estaban uniformados y pertenecían a la unidad
antidrogas. El operativo se realizó en un inmueble conocido como “Sevilla”,
dentro de un complejo cerrado de la zona norte.
Liseth
Cruz narró la captura y los detalles del operativo
Durante
el testimonio presentado en el programa dominical, Liseth Cruz confirmó que los
agentes llegaron al condominio con una orden de allanamiento. Aunque en
un primer momento no explicaron el motivo de su presencia, luego intervinieron
directamente a Moreno Hernández, quien negó todos los delitos
atribuidos por las autoridades peruanas.
Mientras
el extorsionador insistía en su inocencia, Cruz confirmó los hechos que la
Policía del Perú ya investigaba. La mujer indicó que los
efectivos bolivianos trasladaron a Moreno por distintos puntos antes
de dejarlo en libertad. Ninguna institución ha aclarado hasta ahora por qué fue
liberado ni qué ocurrió con el dinero que, según ella, los policías exigieron
durante esas horas.
Una
fuga que cruzó fronteras
Antes
de llegar a Bolivia, ‘El Monstruo’ huyó del Perú acompañado
por Liseth Cruz y otras personas cercanas. Ambos atravesaron la frontera por
rutas no oficiales y continuaron su viaje hasta llegar a Santa Cruz. En
Paraguay, Moreno fue visto junto a Daiana Jasmín Martínez, una joven de 25 años
identificada como la receptora del dinero obtenido de sus cobros
ilegales en Lima Norte.
Un
informante vinculado a Martínez entregó la ubicación exacta de Moreno, lo que
permitió su captura días después. Sin embargo, versiones recogidas por Punto
Final señalan que podría haber existido un acuerdo previo para
repartirse la recompensa de un millón de soles ofrecida por el Gobierno
peruano, lo que explicaría las contradicciones en torno a su arresto y
liberación.
Los
colaboradores que aportaron información clave
Mientras
la Interpol y la Policía Nacional del Perú lo buscaban en el extranjero, tres
aspirantes a colaboradores eficaces ofrecieron información valiosa sobre su
paradero. Uno de ellos proporcionó datos precisos sobre sus desplazamientos
por Bolivia y Paraguay, además de identificar a las personas que lo
acompañaban durante su fuga.
Esas
declaraciones permitieron reconstruir la ruta del extorsionador y confirmar
que ‘El Monstruo’ fue detenido por agentes bolivianos, pero
liberado en circunstancias aún no esclarecidas. El caso continúa bajo
investigación y ha vuelto a abrir interrogantes sobre la presunta red de
protección que facilitó su salida del país.
REFERENTES
DE LA ALIANZA LIBRE VISITARON CÓRDOBA Y HABLARON SOBRE LA SEGUNDA VUELTA
ELECTORAL EN BOLIVIA
De cara a la segunda vuelta de
las elecciones presidenciales en Bolivia, prevista para el 19 de octubre,
representantes del partido Alianza Libre, que postula a Jorge “Tuto” Quiroga,
dialogaron en La Despensa sobre el panorama político, económico y social que
atraviesa su país.
La Ranchada de Argentina (https://n9.cl/ag1k4z)
Participaron de la entrevista José Guarachi,
coordinador nacional de la Alianza Libre en Argentina, y Greta Tapia,
coordinadora en Buenos Aires del mismo espacio. Estuvieron acompañados por
Chasqui, conductor del programa “La Gran Boliviana”, también emitido por La
Ranchada.
Guarachi explicó que Bolivia atraviesa
“uno de sus peores momentos económicos”. “No hay combustible, no hay dólares,
la inflación cada día va subiendo más y la gente está desesperada. Durante
estos años de gobierno del socialismo, el país ha ido quebrando y mucha gente
está saliendo de Bolivia a diferentes países”, señaló. A su vez, afirmó que
desde la Alianza Libre “se proponen medidas para poner en pie y mejorar la
situación del país”.
Por su parte, Tapia destacó la
importancia histórica de esta segunda vuelta electoral: “Nunca se dio en
Bolivia una segunda vuelta. Siempre manejamos el lema de que no es aumentar a
un primer tiempo, sino empezar de cero. El trabajo se está haciendo desde la
base, en los barrios, con la gente”. También subrayó que la Alianza Libre
impulsa propuestas a nivel nacional e internacional, “que se van a llevar a
cabo desde los consulados y representaciones diplomáticas”.
Consultada
sobre el proceso electoral en Argentina, Tapia explicó que los votantes pueden
consultar su lugar de votación a través del sitio Yo Participo, ingresando el
número de documento y la fecha de nacimiento. Chasqui agregó que “en Buenos
Aires hay más de un millón de personas de origen boliviano y en Córdoba unas
500 mil”, y estimó que “alrededor de dos millones podrían votar en esta
elección en la Argentina”.
En
cuanto a las expectativas para el 19 de octubre, Guarachi comentó que “hay
buenas perspectivas” y relató que durante su visita a distintas regiones de
Bolivia percibió un cambio de ánimo en la población: “Mucha gente que antes
apoyaba al MAS dice ahora ‘yo voto por Tuto’, porque él siempre alertó sobre lo
que podía pasar y no mintió”.
Finalmente,
Guarachi valoró el espacio de diálogo brindado por la emisora comunitaria: “Es
bueno transparentar y decir qué es lo que pasa, así la gente tiene información
de primera fuente”. Tapia, en tanto, agradeció la recepción en Córdoba:
“Siempre es una tierra de amor, una tierra de buen recibir. Encantados con
Córdoba, la sierra cordobesa es lo mejor que hay”.
BOLIVIA,
COLOMBIA, SIERRA LEONA... SE UNEN CONTRA EL MATRIMONIO INFANTIL
Save The Children
de España (https://n9.cl/j4y92n)
Este
año no solo Bolivia y Colombia han prohibido el matrimonio infantil. En julio,
se aprobó en Islamabad, la capital de Pakistán, la de limitación del matrimonio
infantil para esta ciudad, que fija en 18 años la edad mínima legal para
contraer matrimonio. Esta nueva ley, aunque solo aplique en la capital,
marcará un antes y un después en las políticas de género del país y
puede ser una influencia para países de su alrededor con altos índices de
matrimonio infantil, como Bangladesh (51%) o India (23%).
Entrevistamos
a Ana Bustinduy, nuestra experta en género. Lleva años trabajando por los
derechos de las niñas de todo el mundo y hablamos con ella por el Día
Internacional de la Niña, que se celebra el 11 de octubre.
¿Qué
consecuencias tiene para las niñas el matrimonio infantil?
El
matrimonio infantil es una de las formas de violencia contra las niñas más
graves: por su prevalencia (afecta a 650 millones de niñas en el mundo según
datos de Naciones Unidas) y por las consecuencias en los derechos y la vida de
las niñas. Afecta de manera muy grave a sus derechos fundamentales, porque se
les obliga a dejar de ser niñas: tiene un impacto en su escolarización, ya que
tienen que abandonar sus estudios para dedicarse a una vida de adultas a edades
muy precoces; en su salud y derechos sexuales y reproductivos al tener
embarazos tempranos y de riesgo, no poder decidir sobre sus relaciones sexuales
o sobre su maternidad, y exponerse a infecciones de transmisión sexual. Se
enfrentan a relaciones de violencia física, psicológica y sexual, no sólo en el
ámbito de la pareja sino también de las familias como recogen los informes de
Save the Children.
Además
se dispara en situaciones de crisis humanitarias, como lo que se denomina
“estrategias de supervivencia negativa”: las familias piensan que sus hijas
tendrán una vida mejor y más oportunidades siendo casadas, lo que hace que esté
muy arraigado en contextos humanitarios donde niños y niñas sufren
consecuencias devastadoras. En solo 6 meses, dos países latinoamericanos han
prohibido el matrimonio infantil.
¿Esta
tendencia puede influenciar a otros países de su entorno?
El
trabajo que han hecho las compañeras de Bolivia y de Colombia, y el que hacen
día a día tantas activistas, defensoras de derechos humanos y organizaciones de
la sociedad civil es impresionante.
Es
una buenísima noticia que se consiga prohibir en el marco legal nacional
prácticas que vulneran los derechos de niñas y adolescentes. En Bolivia estaba
prohibido pero se mantenía una excepción para niñas de 16 a 18 años con
autorización de padres o tutores. Esto hacía que en la práctica siguiera
estando muy extendido especialmente en comunidades rurales, altamente
empobrecidas.
Nos
compartían las compañeras de Bolivia que ha sido un trabajo coordinado con
organizaciones y movimientos feministas, para que Save the Children pudiera
aportar enfoque de infancia y a su vez aprender de los movimientos feministas y
sociales de defensa de los derechos de las mujeres. Sin embargo, también
señalaban que el trabajo que queda ahora es importantísimo: estamos hablando de
violencias muy arraigadas en la sociedad, y ese cambio en la legislación es
fundamental pero ahora queda mucho trabajo para que se erradique de las
prácticas.
Cada
país tiene un contexto muy diferente, y las estrategias para avanzar en la
protección de los derechos de las niñas están muy definidas por ese contexto
propio. Es muy importante el caso de Bolivia y Colombia porque su experiencia
puede fortalecer redes y poner el problema encima de la mesa de nuevo, pero las
organizaciones de sociedad civil y de defensa de los derechos de infancia y de
mujeres y adolescentes ven su espacio cada vez más reducido.
1
de cada 5 niñas en el mundo corre el peligro de contraer matrimonio. ¿Cómo se
lucha desde Save the Children para erradicar esta práctica ilegal?
En
el movimiento Save the Children tenemos presencia en más de 110 países.
Trabajamos junto a organizaciones de sociedad civil incluyendo a organizaciones
de derechos de las mujeres, feministas y de defensa de los derechos humanos
para promover acciones conjuntas de incidencia claves para trabajar con
gobiernos y autoridades locales. Pero además es muy importante el trabajo a
nivel comunitario, con las familias y con las propias niñas y niños para
erradicar esas prácticas, como el matrimonio forzado infantil que afectan a los
derechos de las niñas.
En
contextos de crisis humanitarias el trabajo con las niñas en espacios seguros
es fundamental para proporcionar apoyo en salud, salud mental y acompañamiento,
y poder referenciar casos de violencia. En estos espacios se trabaja la
autoestima, la capacidad de influir en la toma de decisiones, el autocuidado y
el diálogo con las familias.
Pero
también hay un trabajo muy importante de comunicar donde está el origen de
estas vulneraciones de derechos y por qué suceden estas prácticas: la
desigualdad de poder en sistemas patriarcales que imponen a las mujeres desde
niñas códigos de honor y de sumisión; los roles de género donde las mujeres
sólo pueden ser esposas y madres, las condiciones socioeconómicas y otros
factores de desigualdad que implican a niñas de determinadas culturas, etnias,
entorno rural, a ser casadas a edad muy temprana.
¿Los
recortes en cooperación y asistencia humanitaria de distintos países ponen en
riesgo la buena tendencia que mostraban los datos de reducción del matrimonio
infantil?
Para
desarrollar programas de prevención y respuesta a los matrimonios forzados es
clave el apoyo a las organizaciones de mujeres y niñas que defienden sus
derechos, proporcionan ese acompañamiento y esas estrategias de incidencia para
acabar con estas prácticas.
En
un momento de retroceso de la financiación a ONGs y sociedad civil, y en un
auge reaccionario de misoginia, como respuesta a los movimientos feministas
globales que desde 2017 se sucedieron por todo el mundo, las organizaciones se
ven limitadas, expuestas y en riesgo en determinados contextos. Es fundamental
el trabajo en red y el apoyo de organizaciones internacionales como Save the
Children para que continuen realizando su trabajo.
Por
nuestra parte, el trabajo en cumplir las normas internacionales y nacionales de
derechos de las mujeres y las niñas e igualdad de género es imprescindible para
que no desaparezcan de la agenda humanitaria.
Si
el género se considera una moda y no se dan los medios para trabajar en
programas centrados en reducir las desigualdades y violencias estaremos
afectando gravemente a derechos de niñas, adolescentes, e infancia en toda su
diversidad en todo el mundo.
Casarse
no es un juego,
aunque de pequeñas cantáramos la canción “mamá, ¿con cuántos añitos me voy a
casar” cuando saltábamos a la comba. Es una realidad para 12 millones
de niñas que son obligadas a casarse cada año.
Aún queda la esperanza de
que, con el trabajo conjunto de las organizaciones, la sociedad civil y las
propias niñas activistas, los países den por fin el paso y prohíban esta
práctica tan peligrosa.
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