Friday, April 10, 2015

EVO MORALES RETIENE EL 50% EN REGALÍAS, JUJUY NO SUPERA AL 3%. BOLIVIA YA PRODUCE BATERÍAS DE LITIO

Nilo Carrión, presidente de la Cámara Minera de Jujuy, sostuvo que es necesario agregar valor a la materia prima que se produce en torno al litio. “La propuesta es producir lo que más se pueda con valor agregado. Lo que no implica que no debamos explotar los recursos naturales que tenemos; hay que aprovecharlos y cuanto más podamos agregarle de valor,  no hay ninguna discusión. Es a lo que deberíamos apuntar todos,” sostuvo  Carrión al ser consultado sobre la necesidad que la provincia avance con proyectos industriales, como los que están en marcha en el vecino país.
Carrión reconoció que en el caso del litio, el mineral ya sale con un valor agregado: “porque el mineral no solo hay que ir a buscarlo, extraerlo y ponerlo valor. No se lo saca tal cual como lo tiene la tierra para entregarlo. Después lo que hay que hacer es buscar las distintas alternativas en la producción. Que el producto final  que se puede obtener con ese mineral, sea colocable en mercados y ver si es conveniente producirlo en la zona. Son las reglas básicas de la economía”.
Sobre las regalías que recibe la provincia por la extracción de este mineral, sostuvo que “Jujuy cuando adhiere a la ley de inversiones mineras,  las regalías del producto en boca de mina es del 3% de ese valor.  El concepto de regalía es el pago que se le hace al propietario del recurso por la obtención del producto”.
En conversación con Radio 2, dijo no tener números concretos sobre cuánto recibe la provincia por este concepto, pero sí que “está en cifras que van creciendo sobre todo cuando está entrando el proyecto de litio, van a tener un salto importante”.
Tampoco se puede saber en qué tiempo la provincia de Jujuy puede llegar a tener protagonismo en este mercado, sobre todo en Oriente. “En el mercado particular del litio, la provincia ha tenido la suerte de estar en el triángulo de las reservas más importante de litio contando el norte de Chile y Bolivia. Particularmente el litio de Jujuy tiene ventajas comparativas desde el punto de vista de la cuestión operativa  y ya lo están mirando en el resto del mundo como un jugador que va a ser importante. Independientemente de eso es muy importante aprovechar este recurso para que potencie el desarrollo de nuevas tecnologías y en algo de eso se está trabajando. La Universidad de Jujuy en convenio con YPF está lanzando un nuevo centro tecnológico en Zapla, para ir desarrollando tecnología para agregarle valor al litio”. Jujuy al Momento de Argentina (www.jujuyalmomento.com)





NO PASA NADA

Diario Correo de Perú (www.diariocorreo.pe/opinion)
                                                             
Mientras el nuevo ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, confirmó que se continuará con el proceso de extradición de Martín Belaunde Lossio, a pesar de que podría interferir en la expulsión del prófugo; el abogado del excolaborador del presidente Ollanta Humala señaló que el Gobierno peruano presentó la extradición con datos falsos, en referencia a dos artículos de la ley boliviana que son inexistentes. Por supuesto, estos hechos complicarían el retorno al Perú del empresario.
Este detalle aumenta las suspicacias que apuntan a que nuestro Gobierno no está muy interesado en que Martín Belaunde sea juzgado cuanto antes en nuestro país. Más aún cuando se descubrió que este personaje realizaba “lobbies” en la casa de una funcionaria de Palacio de Gobierno muy allegada a Nadine Heredia.
A la vivienda en referencia llegaban presidentes regionales y empresarios, como representantes de la constructora Antalsis, que se adjudicó 139 millones de soles en contratos con el Estado en diversas regiones, como Áncash, Madre de Dios, Junín, Lambayeque y Cusco.
Belaunde Lossio ya tiene cuatro meses en Bolivia y no hay un indicio claro de que será extraditado o expulsado en breve tiempo.
El presidente Humala no ha sido enérgico ni activo en este caso como lo es en otros temas. A veces susurra una demanda, pero al final la realidad la degrada. El jefe de Estado prefiere abrazar otros retos antes de confrontar las duras tareas que le exige su mandato. 





EE.UU. LANGUIDECE EN LATINOAMÉRICA, ADVIERTE MINISTRO BOLIVIANO

Prensa Latina de Cuba (www.prensa-latina.cu)
                                   
El libreto político de Estados Unidos languidece en el contexto regional y si 30 años atrás paseaba su dominio y prepotencia por toda América, hoy no puede ejercer su hegemonía, destacó el ministro boliviano de la presidencia, Juan Ramón Quintana.
En exclusiva para Prensa Latina, Quintana enfatizó que la política estadounidense respecto a América Latina es insostenible. Es indignante su discurso político en cuanto a democracia, derechos humanos y en la lucha contra el narcotráfico es ridículo.
Las declaraciones del ministro se dan en un momento en que Bolivia fue acusada en un informe antidroga del Departamento de Estado de Estados Unidos, de una labor ineficiente contra el tráfico de estupefacientes.
¿Cómo Estados Unidos nos va a acusar, cuando sus agentes antidrogas son corruptos, cómplices de narcotraficantes colombianos, que, sabemos, les garantizan sus distracciones sexuales? ¿Cómo nos va a acusar si es el país donde más drogas se consumen, se venden, donde más anfetaminas se comercializan"?, se preguntó.
Bolivia, sin embargo, fue felicitada la víspera por la Organización de Estados Americanos (OEA), que a través de la Ronda de Mecanismos de Evaluación Multilateral (MEN), resaltó el trabajo del gobierno boliviano en la lucha contra el narcotráfico.
Esto demuestra que dichas acusaciones solo tienen un objetivo político, de dañar la imagen del gobierno del presidente Evo Morales, añadió Quintana.
El ministro de la Presidencia recordó que ésta es una de las estrategias del gobierno estadounidense para agredir, invadir a pueblos y países, para derrocar procesos sociales que no están de acuerdo con su ideología, con sus pretensiones hegemónicas.
Es tan grande la hipocresía, la doble moral, que llegamos a la misma conclusión de hace 30 años: la lucha contra ese flagelo por los gobiernos estadounidenses, solo lo hace para intervenir regiones, países que se rebelan ante la arrogancia y prepotencia.
Quintana recordó que años atrás gobiernos estadounidenses lucharon contra el comunismo, luego lo hizo para erigirse en el gran abanderado de la lucha contra el narcotráfico, lo cual constituyó un fracaso total.
Hoy en Washington se vanaglorian diciendo que son los abanderados en la lucha contra el terrorismo, y mañana serán los líderes de la lucha contra los ciberataques, y, con qué propósito, con el de invadir, ocupar países para adueñarse de sus principales recursos naturales, energéticos, solo eso, añadió Quintana. Sin embargo, advirtió que los imperios no son eternos, deben desaparecer, y Estados Unidos corre el riesgo de que colapse su imperio, porque allí no gobiernan los norteamericanos, gobiernan las transnacionales, los negocios de armamentismo, las corporaciones petrolíferas.
El ministro afirmó que, de seguir así, Estados Unidos llevará al mundo a una gran catástrofe, incluso a la desaparición del ser humano, porque donde aparece hay guerra, muertos, destrucción o saqueo, miseria, desigualdad, injusticia. Ese es el sinónimo de lo que es la política estadounidense.
Estados Unidos, aseguró, será desenmascarado por su doble moral en la lucha contra las drogas y por su política intervencionista durante la Cumbre de las Américas en Panamá.
La Cumbre de las Américas dará inicio mañana en la capital de Panamá, donde alrededor de 34 jefes de Estado y de Gobierno debatirán temas para llegar a un resultado, el cual, según Quintana, ya está escrito. ¿Qué va a decir Estados Unidos en la cumbre: que lidera la lucha contra el narcotráfico, que ellos son un modelo de democracia, de solidaridad con los países de América Latina, cuando lo que quiere es socavar la democracia más sólida de la región, que es la de Venezuela?. ¿A quién van a engañar?, finalizó.





NO, MAS

The Economist de Londres (www.economist.com/news)
                                   
En ganar el poder hace nueve años, Evo Morales, presidente de Bolivia, promociona su victoria como el final de 500 años de dominio colonial. Bolivia puede haber sido independiente desde 1825, pero sus gobernantes tenían la perspectiva de los imperialistas. Cambio llegó por fin con el Sr. Morales movimiento de resistencia indígena. Sería gobernar "para los próximos 500 años", proclamó.
El dominio del presidente de teatro y simbolismo, y su reescritura de la constitución para reforzar los derechos de gran población indígena de Bolivia, recorrer un largo camino hacia la explicación de su perdurable popularidad. En las elecciones en octubre pasado ganó fácilmente un tercer mandato. Su Movimiento Al Socialismo (MAS) obtuvo dos tercios de los escaños en ambas cámaras de la legislatura. Los partidarios comenzaron hablando de un cuarto mandato en el cargo a partir de 2020, a pesar de que según la Constitución no es elegible para correr de nuevo.
Así que los resultados en las elecciones regionales y locales celebradas el 29 de marzo fue un shock. Candidatos de la oposición a la alcaldía ganó en ocho de las diez ciudades más grandes de Bolivia, frente a los cinco en la última votación en el 2010. El MAS ganó cuatro de las elecciones para gobernador en los nueve departamentos administrativos autónomos (como estados), por debajo del siete por última vez. En dos donde nadie obtuvo la mayoría, los votos de escorrentía son que se celebrará el 3 de mayo. El recuento de votos en un tercer espera una decisión oficial en una segunda vuelta. En esos estados astillados fuerzas anti-gubernamentales tienen la oportunidad de unirse en torno a un solo candidato. La votación fue una reprimenda a la MAS, y una advertencia al Sr. Morales.
Lo más preocupante para el partido en el gobierno fue su desempeño en el departamento de La Paz, hasta ahora un bastión. Perdió tanto la gobernación del departamento y la raza del alcalde de El Alto, un asentamiento extenso poblado principalmente por los votantes indígenas aymara, el Sr. Morales keynes partidarios. El alcalde opositor de la ciudad de La Paz, sede del gobierno de Bolivia, fue reelegido con una mayoría más grande. Aunque el MAS disfrutó de los beneficios de la incumbencia y el respaldo de los medios de comunicación estatal altamente partidista, recibió sólo el 41% de los votos, frente al 61% en las elecciones nacionales de octubre. Antes de la votación el Sr. Morales amenazó con no cooperar con los alcaldes y gobernadores de la oposición, una táctica que puede haber sido contraproducente.
Él cubrió la culpa de los malos resultados del MAS sobre la corrupción en los gobiernos regionales y locales y, curiosamente, en el machismo (el candidato de la oposición victoriosa para ser alcalde de El Alto fue una mujer). Carlos Mesa, un historiador y ex presidente, cree que los votantes están empezando a resentir la forma de auto-servicio en el que el MAS ejerce el poder y son menos impresionados por la autoridad moral que viene de sus orígenes indígenas. Son "ya no están dispuestos a ofrecer un cheque en blanco", dice.
El presidente es mucho más popular que su partido, que sin embargo sigue siendo una fuerza formidable. El MAS fue el único partido a los candidatos en todos los asientos de campo, y ganó más de dos tercios de las 339 alcaldías. Sus ramas locales se nutren con fondos de una poderosa organización nacional. La oposición está fragmentada en partes en su mayoría pequeños, ninguno de los cuales es lo suficientemente fuerte como para asumir el Sr. Morales y el MAS en todo el país. Su reinado no llegará a la marca de 500 años, pero podría prolongarse durante bastante tiempo ya.





VICEPRESIDENTE BOLIVIANO SE ENTREVISTARÁ CON SHINZO ABE EN SU VIAJE A JAPÓN

El Diario de España (www.eldiario.es)
                                                                  
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, viaja mañana a Japón, donde entre el 13 y el 15 de abril desarrollará una agenda oficial que incluye una reunión con el primer ministro nipón, Shinzo Abe, además de visitas a empresas e industrias de ese país.
García Linera, que viaja acompañado de su esposa, la periodista Claudia Fernández, se reunirá en Tokio con Abe y con el ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, y mantendrá otro encuentro con el presidente de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica), informó hoy la Vicepresidencia en un comunicado.
Además, en el programa del vicepresidente boliviano figuran un acto con la Liga Parlamentaria Japonesa y una cita con profesores para intercambiar "opiniones respecto a los asuntos y las transformaciones que se viven en América Latina", refiere la nota.
La agenda del representante boliviano en Japón se completa con visitas a la multinacional Sumitomo y la Asociación Industrial de Textiles de Nishijin.
Sumitomo controla en Bolivia la subsidiaria minera San Cristóbal, situada en el suroeste del país andino y que explota plomo, zinc y plata, y está también integrada en el comité de investigación que estudia formas de explotación del litio existente en el Salar de Uyuni.
El Gobierno boliviano anunció esta semana que Bolivia abrió una línea ilimitada de crédito con el Banco de Japón para financiar proyectos sociales de infraestructura, energía y agua.





¿ESTÁ AMÉRICA LATINA PREPARADA PARA UN CAMBIO DE CICLO?

Desaceleración económica, escándalos de corrupción, pobreza, caída de popularidad de los mandatarios son factores que auguran mayor conflictividad y una gobernabilidad mucho más compleja en la región, afirma Daniel Zovatto, analista político argentino.

Swinss Info de Suiza (www.swissinfo.ch)
                                                                  
Últimamente las noticias no son buenas para América Latina. Después de una “década dorada” (2002-2013), el viento de cola dejó de soplar. La marcada desaceleración económica que vive la región, sobre todo en América del Sur, y el estancamiento en la reducción de la pobreza vienen acompañados de un cuadro creciente de malestar social, graves escándalos de corrupción, un fuerte derrumbe de la popularidad de muchos presidentes y condiciones de gobernabilidad más complejas en varios países.
Para la OCDE, esta brusca desaceleración “no es coyuntural, sino que ha venido para quedarse”, es un “fin de ciclo”. El FMI confirma este sombrío pronóstico corrigiendo a la baja su proyección de crecimiento regional para el 2015 a un anémico 1,3%. Las noticias tampoco son alentadoras en el plano social. Según un informe reciente de la CEPAL, entre 2013 y 2014 el nivel de pobreza se estancó en alrededor del 28% (167 millones de personas), mientras el índice de extrema pobreza subió levemente (pasó de 11,3 a 12%, para un total de 71 millones de indigentes), lo que podría ser una señal de alarma en el contexto de este nuevo ciclo de mayor incertidumbre económica y gobernabilidad más compleja.
Repasemos rápidamente algunos contextos nacionales. Venezuela experimenta un aumento de la polarización, de la represión y la degradación institucional. El presidente Maduro intensificó durante las últimas semanas la persecución política contra la oposición y acaba de recibir de parte de la Asamblea Legislativa “poderes especiales” para gobernar hasta fines de 2015. En Argentina, la presidenta Fernández de Kirchner reaccionó enérgicamente contra la “marcha del silencio” (que tuvo lugar el pasado 18 de febrero, en homenaje a Nisman (el fiscal muerto): renovó su Gabinete y alertó sobre una (supuesta) embestida judicial y mediática dirigida (según ella) a desestabilizar su Gobierno.
La situación es igualmente compleja en los dos países más grandes de la región. En México, Peña Nieto desaprovechó el llamado ‘Mexican Moment’ y ahora hace intentos desesperados para recuperar su agenda de reformas y salir bien librado en las próximas elecciones de medio periodo (7 de junio), que son clave para la segunda parte de su mandato de seis años. Brasil vive una tormenta perfecta: frenazo económico, corrupción política y bloqueo institucional. Rousseff, reelecta hace apenas cinco meses por estrecho margen, ve cómo, una cóctel tóxico de bajo crecimiento económico y alta inflación, combinado con escándalos de corrupción ligados a Petrobras, provocan nuevas y masivas manifestaciones sociales de repudio a su gestión, tensionan la relación Ejecutivo-Legislativo, aumentan la incertidumbre y producen un desmoronamiento de su popularidad (actualmente se encuentra en un anémico 13%).
En la región andina, si bien aún es prematuro calcular el impacto que tendría una caída permanente del petróleo (salvo la grave situación que afecta a Venezuela), lo cierto es que en varios países que la integran —Bolivia, Ecuador y Colombia— hay una creciente preocupación de parte de sus gobiernos. En Perú, el presidente Humala, también con su popularidad en picada, tuvo que oxigenar su alicaído gabinete para evitar el voto de censura. Por su parte, en Chile, la ambiciosa agenda de reformas que impulsa la presidenta Bachelet y los escándalos de corrupción y tráfico de influencias tienen a la derecha (caso Penta) y al gobierno (caso Caval) enfrentados en una durísima batalla de ataques y denuncias.
En América Central, sobre todo en los países que conforman el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), la situación es particularmente preocupante a causa de la elevada pobreza y desigualdad, Estados frágiles, altos niveles de corrupción y de criminalidad, a lo que debe agregarse la grave penetración del narcotráfico y del crimen organizado. En paralelo, observamos una fuerte ola de denuncias de corrupción y tráfico de influencias, acompañadas con reclamos sociales de repudio a la impunidad, que recorren la región de norte a sur.
Según el reciente informe de Transparencia Internacional (2014), los niveles de corrupción se mantienen estancados en nuestra región, señalando a Paraguay y Venezuela, seguidos por Honduras y Nicaragua, como los países más corruptos de América Latina. Varios de estos escándalos involucran directamente a los mandatarios o a sus allegados (México, Argentina, Chile y Perú), o bien a exmandatarios (en Panamá la Corte Suprema acaba de abrir un proceso judicial en contra del ex presidente Ricardo Martinelli) o a instituciones de gran peso (el escándalo de Petrobras amenaza con convertirse en un verdadero terremoto político en el Brasil).
Estos cambios en el panorama económico y social de la región y los escándalos de corrupción traen consigo, en varios países, una pronunciada falta de confianza en los partidos políticos y una caída en picada de los niveles de aprobación de los presidentes. De México a Brasil, pasando por Costa Rica, Venezuela, Perú y Chile, para citar tan solo unos pocos casos, los mandatarios ven con impotencia y preocupación cómo se desploman sus niveles de apoyo.
¿Nos encontramos ante un fin de ciclo? ¿Son estos fenómenos dolores de parto que anuncian un cambio de envergadura histórica no solo en el panorama económico, sino también en el ánimo social y, en consecuencia, en el escenario político y electoral de América Latina?
En las 12 elecciones presidenciales celebradas durante 2013 y 2014, este nuevo escenario, si bien complicó el triunfo de los oficialismos (sobre todo en América del Sur) obligándolos a ir a una segunda vuelta o bien arrojando resultados muy cerrados, no fue suficiente en la gran mayoría de los casos para forzar la alternancia.
Pero, más allá de los recientes resultados electorales, lo que parece quedar cada vez más claro es que la combinación de estos factores (desaceleración económica, estancamiento de la reducción de la pobreza, denuncias de corrupción al alza y popularidad de los mandatarios a la baja) son una combinación explosiva que anticipa mayor conflictividad social y una gobernabilidad mucho más compleja en varios países de la región.
Me pregunto: ¿Tienen las instituciones la capacidad para adaptarse a este nuevo y complejo escenario regional y poder dar respuesta a las demandas crecientes de una ciudadanía cada vez más exigente de su democracia, de sus derechos y de sus servicios públicos? ¿Cuentan los sistemas democráticos de la región con los liderazgos políticos y los amortiguadores institucionales necesarios para hacer frente (con menos recursos económicos disponibles debido al fin del ‘boom’ de las materias primas) a situaciones de mayor conflictividad social y a condiciones de gobernabilidad más complejas?
De las elecciones previstas para este año, dos de ellas revisten particular relevancia a la hora de identificar señales sobre este potencial cambio de ciclo. Una, las parlamentarias de Venezuela (que tendrán lugar en el mes de septiembre), donde la oposición se encuentra en inmejorables condiciones de lograr un reequilibrio de poder entre el Ejecutivo y el Parlamento (en caso de que logre unirse y exorcizar sus demonios internos), pese a la represión creciente de parte de Maduro y a la falta de garantías para un proceso electoral libre, justo e imparcial. La otra, las presidenciales de octubre de Argentina, que no solo podrían poner fin al largo periodo kirchnerista, sino también desalojar del poder al peronismo. ¿Sabrán y podrán las oposiciones en ambos países posicionarse como alternativas verdaderas y creíbles a dos oficialismos, hiperpresidencialistas y populistas, que pese a llevar en el poder más de una década aún conservan un importante núcleo duro de apoyo? Durante los próximos meses sabremos si los vientos de cambio que soplan en la región, son lo suficientemente fuertes para provocar un cambio de ciclo en las tendencias políticas y electorales predominantes hasta ahora en América del Sur, o si la alternancia deberá seguir esperando.





CUMBRE DE LAS AMÉRICAS. LA PRIMERA CUMBRE DE LA UNIDAD

El Mundo de España (www.elmundo.es)

La cumbre de Panamá, que prometía ser la primera cumbre de la unidad desde que Bill Clinton las puso en marcha en 1994, volverá a estar dominada, en la retórica al menos, por las dos visiones del continente que han ido consolidándose desde finales de los años noventa.
Es una división trasnochada y superada por los problemas de liderazgo en casi todos los países latinoamericanos, la crisis de las economías dependientes de la exportación de materias primas, el desplome de los precios del petróleo y la apuesta de Obama por la reconciliación con Cuba.
La presencia de Raúl Castro garantiza la unidad numérica que tanto reclamaron los latinoamericanos, pero el enfrentamiento creciente entre Venezuela y Estados Unidos ha enrarecido en las últimas semanas el tono del encuentro.
Con su presencia, casi (falta la OEA) se completa la integración gradual de Cuba en las principales organizaciones regionales: cofundadora de ALBA en 2004, Grupo de Río (2008), CELAC (2010-2011)...
La cumbre debería considerarse un éxito si se acuerda una declaración final (en las dos últimas no fue posible), si no falta ningún dirigente destacado, si Obama y Raúl Castro comparten foto y mesa de trabajo, y si los dos foros paralelos no revientan la reunión oficial.
Las seis cumbres de las Américas celebradas hasta hoy han sido cumbres de Estados Unidos y la de Panamá, hoy viernes y mañana sábado, lo habría sido más que nunca si el agujero negro venezolano no estuviera causando tantos estragos. La debilidad del dirigente venezolano, Nicolás Maduro, y su necesidad de atacar a Washington como chivo expiatorio de su desastrosa gestión, amenazan con ensombrecer la presencia del presidente cubano, Raúl Castro, y su prometida "interacción" con el presidente estadounidense.
La Administración Obama decidió en diciembre, tras años de contactos y 18 meses de negociaciones secretas con ayuda de Canadá y del Vaticano, normalizar las relaciones con Cuba para superar el aislamiento estadounidense en América Latina (clamoroso en las votaciones anuales de la Asamblea General contra el embargo) y para recuperar la influencia perdida en el hemisferio occidental, que China, Rusia y otros países están tratando de aprovechar.
La cumbre de Panamá, a la que, por vez primera, ha sido invitado el presidente cubano, será la primera oportunidad para comprobar si la decisión -histórica donde las haya- empieza a dar frutos. Sin las últimas sanciones contra Venezuela, tal vez.
"El gran tema de esta cumbre es Cuba", declaró hace unos días el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que deja su cargo el 26 de mayo al uruguayo Luis Almagro. "Las puertas de la OEA están abiertas para Cuba", añadió. Suspendida tras la revolución, en 1962, Cuba no ha movido ficha aún para reintegrarse desde que se anuló su suspensión en 2009.
El inicio de la reconciliación entre EEUU y Cuba habría ensombrecido las numerosas y profundas diferencias entre muchos de los 35 asistentes a la cumbre si Obama no hubiera firmado el 9 de marzo una orden ejecutiva negando visados de entrada en EEUU y congelando las cuentas de siete altos funcionarios venezolanos acusados de corrupción y de violación de los derechos humanos.
Peor, por inorportunas, que las nuevas sanciones ha sido la justificación: describir a la Venezuela arruinada, polarizada y fragmentada como "una amenaza extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos". Hasta Roberta Jackson, la responsable de asuntos latinoamericanos en el departamento de Estado y jefa de la delegación que negocia con Cuba, ha criticado y lamentado la expresión por exagerada y falsa. La propia Casa Blanca ha rectificado, pero el mal está hecho.
A Maduro, cada día más rehén de un puñado de militares, le faltó tiempo para reforzar sus poderes, reactivar su máquina de adjetivos antiimperialistas y movilizar a los dirigentes de Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Argentina y Brasil para exigir en la cumbre el fin del unilateralismo estadounidense y de las sanciones.
En las negociaciones cubano-estadounidenses desde enero ha quedado meridianamente claro lo que esperan Washington y La Habana de la normalización. Falta por saber a qué están dispuestos a renunciar en el camino.
Las exigencias cubanas se resumen en el fin del bloqueo o embargo, la anulación de las sanciones y de las leyes (Torricelli, Helms-Burton...) que lo regulan, la recuperación de la base de Guantánamo, el fin de los programas subversivos estadounidenses, el cierre de las emisoras Martí, liberación de más presos, compensación por los daños causados, retirada de las listas negras del departamento de Estado sobre terrorismo y derechos humanos, y respeto escrupuloso de los convenios sobre relaciones diplomáticas (no injerencia, respeto de la soberanía...).
En la agenda estadounidense destacan la liberalización de las inversiones estadounidenses en la isla y el acceso de los cubanos a Internet, compensación por las nacionalizaciones, garantías para las inversiones y libertad de movimiento para sus diplomáticos. Los dos países limitan a pocas millas de las respectivas capitales, como en los peores momentos de la Guerra Fría, los movimientos de los diplomáticos acreditados.
Los disidentes y líderes de la oposición cubana que se han desplazado a Panamá para asistir al foro civil paralelo a la cumbre esperan gestos visibles de Obama en defensa de los derechos humanos, civiles y políticos dentro de Cuba, y no sólo en Venezuela.
Si Barack Obama y Raúl Castro desearan que la cumbre pase a la historia como un gran éxito, deberían anunciar en ella la reapertura de embajadas y otras medidas de reconciliación de acuerdo con sus declaraciones del 17 de diciembre a favor de la normalización diplomática entre ambos países. Improbable que lo hagan y, aunque lo hicieran, sería un compromiso amenazado en sus puntos principales por el veto del Senado.
Algún gesto en esa dirección, sin embargo, sorprendería de nuevo a los observadores y difuminaría las tensiones crecientes entre Washington y Caracas, que amenazan con enturbiar el debate entre los invitados al encuentro, oficialmente convocado para impulsar «la prosperidad con equidad» y la solución de los conflictos más importantes (Malvinas, negociaciones entre el Gobierno de Colombia y las FARC, reclamaciones marítimas de Bolivia a Chile...) desde el diálogo.
Salvo sorpresas, los centenares de periodistas acreditados tendrán que conformarse con bastante menos: el primer encuentro formal de Obama con Raúl Castro tras el saludo fugaz en los funerales de Mandela, la firma de un documento -'Mandatos para la acción'- para dinamizar las economías del continente, algunas de las más importantes en recesión, y la reafirmación de compromisos anteriores contra el narcotráfico, la pobreza, la desigualdad, la criminalidad rampante en muchos países, la corrupción, la inseguridad y la fragilidad de los sistemas fiscales, educativos y sanitarios latinoamericanos.





CUMBRE DE LAS AMÉRICAS:  OBAMA BUSCA NORMALIZAR LA RELACIÓN CON LATINOAMÉRICA

El presidente estadounidense intenta aprovechar el deshielo con Cuba para revitalizar el diálogo en la región

El País de España (www.internacional.elpais.com)
                                              
"Todos somos americanos", dijo el presidente Barack Obama el 17 de diciembre, cuando anunció el fin de más de medio siglo de Guerra Fría con Cuba. El mensaje se dirigía a los cubanos, pero se escuchó en todo el continente. Con el giro de la política cubana, Estados Unidos quería enterrar décadas de recelos con sus vecinos del sur.
La doctrina Obama de diálogo, diplomacia y multilateralismo tiene su versión latinoamericana. Pero en esta región, donde los agravios hacia el vecino del norte reales o imaginarios son una pieza valiosa del tablero geopolítico, nada es tan sencillo.
Reforzado por el pacto nuclear con Irán y por el inicio del deshielo con Cuba, Obama llegó la noche de este jueves a Panamá con el propósito de normalizar las relaciones con el continente, donde también se encuentra ya Raúl Castro. Las tensiones con Venezuela demuestran que el fin de la Guerra Fría panamericana no ocurrirá en dos días.
La VII Cumbre de las Américas, la reunión trienal de los jefes de Estado y de Gobierno, será la última de Obama antes de abandonar la Casa Blanca en 2017. Nunca, desde que en 2009 llegó al poder, Obama había disfrutado de una situación tan ventajosa ante los líderes americanos.
El aire se ha despejado entre EE UU y el viejo patio trasero, tras años en los que pareció que Obama se despreocupaba del continente. El anuncio de que Washington y La Habana restablecerían las relaciones diplomáticas lo cambia todo. El cónclave panameño debe ser el escenario de la foto de ambos presidentes, Barack Obama y Raúl Castro, para fijar la reconciliación.
La teoría de la Administración Obama es que la reconciliación con Cuba retira un factor "irritante" en la relación con América Latina. Cuba servía de pretexto para los reproches a la primera potencia.
Según esta teoría, la desaparición de Cuba como excusa altera el tablero. Si el pasado 17 de diciembre la Guerra Fría terminó en el Caribe, el siguiente paso, como ocurrió en los años posteriores al fin de esa etapa en Europa, es la reunificación del continente.
"Esto va a abrir puertas que han estado cerradas durante muchos años a los Estados Unidos en la región", dice en una entrevista telefónica el senador demócrata Tim Kaine. "La cumbre de Panamá tendrá un ambiente muy distinto de otras cumbres y será por el proceso de diálogo con Cuba".
Kaine viajó en febrero a Colombia, Honduras y México. Y en los tres países el mensaje de sus interlocutores oficiales fue idéntico: "Es muy importante para la relación entre Estados Unidos y otros países de Latinoamérica tener un canal para el diálogo con Cuba. Esto abrirá puertas cerradas durante muchos años a Estados Unidos en la región".
"La decisión sobre Cuba es el acto político simbólicamente más importante de EE UU sobre América Latina desde los acuerdos de Jimmy Carter sobre Panamá", dice Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, el laboratorio de ideas de referencia en cuestiones latinoamericanas. Con estos acuerdos, de 1977, EE UU se comprometió a entregar a Panamá la soberanía del canal.
El acercamiento a Cuba "crea un ambiente más abierto, con menos desconfianza hacia América Latina". "Esto no quiere decir que la desconfianza, el resentimiento, que tiene raíces históricas, haya desaparecido. Es un poco ingenuo pensar que una decisión puede cambiar al 100% la relación".
Venezuela es la prueba. Al tiempo que empieza a desaparecer el factor "irritante" cubano, otro lo reemplaza. Las sanciones contra altos funcionarios venezolanos, firmadas en marzo por Obama, recogieron pocos aplausos en las capitales latinoamericanas. Obama recibió más críticas en la región por sus sanciones que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, por la detención de opositores.
Los esfuerzos de EE UU en las últimas horas se centran en eliminar el "irritante" venezolano del cónclave de Panamá. Estas cumbres tienen mucho de gesticulación y la Casa Blanca quiere evitar que Maduro se haga con el titular.
Obama se siente fuerte. "Estamos tratando de presentar el legado de Obama en las Américas como el de un líder interesado en el diálogo, en los temas que afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos en las Américas y en las iniciativas que mejoran las vidas de los ciudadanos en las Américas", dijo, en vísperas de la cumbre, Ricardo Zúñiga, responsable del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
Algunas decisiones de política interna de EE UU, como el fin de la denominada guerra contra las drogas o las medidas para regularizar a inmigrantes sin papeles, repercuten en América Latina. EE UU confía en que el acercamiento a Cuba (y a Irán) aleje los fantasmas del intervencionismo.
La doctrina Monroe, que en el siglo XIX consagró América Latina como la esfera de influencia de EE UU, "ha terminado", dijo en 2013 el secretario de Estado, John Kerry. En Panamá, un país asociado al intervencionismo estadounidense, Obama intentará que sea su doctrina la que defina el siglo XXI: "Todos somos americanos". 





ARRANCA EN PANAMÁ LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS

Granma de Cuba (www.granma.cu)
                                               
La Cumbre de los Pueblos que sesionará paralela a la VII Cumbre de las Américas en Panamá arrancó hoy bajo el lema “América Latina, una patria para todos, en paz, solidaria y con justicia social” y una participación estimada en más de 3 000 integrantes de movimientos sociales del continente.
Horas antes miles de personas protagonizaron una marcha que salió del Parque Belisario Porras, frente a la Embajada de Cuba en la nación itsmeña, hasta la Universidad de Panamá, donde el cantautor cubano Silvio Rodríguez ofrece un concierto.
Durante la apertura, organizaciones sociales de América Latina y el Caribe anunciaron que lucharán para que la desaceleración económica no se traduzca en un retroceso de los avances sociales de la última década y condenaron las políticas de Estados Unidos contra Venezuela.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, asistente a la cita, resaltó la importancia simbólica de este encuentro que se celebra 10 años después de la primera reunión alternativa en la Cumbre de las Américas celebrada en Mar de Plata, Argentina, donde “se enterró el ALCA”.
Rafael Freire, secretario de política económica y desarrollo sostenible de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), también criticó, el Foro de la Sociedad Civil organizado por Panamá como parte de la Cumbre de las Américas.
En declaraciones a EFE, Freire dijo que “la cumbre de la sociedad civil no nos representa. La forma en que fue convocada, el proceso de acreditación, las mesas del debate, la forma del diálogo con los jefes de Estado…, no nos permite expresar la opinión de los trabajadores”.
El representante sindical añadió que la Cumbre de los Pueblos es “un mensaje claro a los jefes de Estado y un contrapunto también al foro empresarial porque defendemos un desarrollo sustentable en el que el empleo y la distribución de la renta y el combate de la pobreza extrema esté en el centro del modelo”.
Freire también dijo que la Cumbre de los Pueblos presentará una “Plataforma de Desarrollo de las Américas” basado en un nuevo modelo económico, sustentabilidad social y medioambiental y una “democracia política”.
Por su parte, el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, durante la inauguración expresó su preocupación de que “el continente vive una desaceleración económica importante. Y es inevitable que va a repercutir en los mercados de trabajo”.
Latinoamérica se tiene que preparar para “un aumento de las tasas de desempleo en los años que vienen”, dijo Ryder.
A pesar de que durante la última década, Latinoamérica ha conseguido aumentar el empleo y reducir los niveles de pobreza en la región, “sigue siendo el continente más desigual del planeta” a pesar de lo que llamó “políticas progresistas”.
“Así que creo que esta desigualdad que vive el continente tiene raíces estructurales y necesitamos hoy en día soluciones estructurales. Se trata de una transformación productiva del continente”, añadió.
El Paraninfo de la Universidad de Panamá, que hace 15 años estuvo a punto de convertirse en el escenario de una matanza, cuando en noviembre del 2000 terroristas encabezados por Luis Posada Carriles pretendieron volar el lugar con explosivos para asesinar a Fidel Castro, recibirá durante estos días a los representantes de los movimientos sociales latinoamericanos.
La Cumbre de los Pueblos quedó inaugurada con un concierto gratuito ofrecido por el cantautor cubano Silvio Rodríguez.
En esta cita alternativa a la VII Cumbre de las Américas estarán presentes todos los movimientos sociales que tengan algo que decir sobre los grandes y graves problemas que afectan a nuestros pueblos, y que queremos que escuchen nuestros gobernantes y medios de comunicación, según informa Telesur.
La actividad, según indica la convocatoria, es una oportunidad “para levantar la voz de nuestros pueblos y señalar los problemas que la otra reunión no aborda, o sobre los que toman decisiones que afectan a nuestras naciones, sin que las clases populares sean consultadas”.
Según trascendió desde Panamá, entre los temas que se debatirán en la cita resaltan el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba, así como también el decreto del presidente Barack Obama que declara a Venezuela una amenaza para su país.
Otros de los tópicos más importantes que se tratarán son el derecho a la independencia de Puerto Rico y una salida al mar para Bolivia; así como las reparaciones a las familias víctimas de la invasión de 1989 contra Panamá.
El intervencionismo norteamericano y su amenaza a la democracia y soberanía de los países, la libertad sindical, seguridad social y sistemas de pensiones; las migraciones, sus condiciones y sus derechos; la situación especial de los pueblos originarios y las comunidades campesinas amenazadas por proyectos mineros e hidroeléctricos, también estarán en la agenda, según informó en conferencia de prensa previa el secretario general de la Central de Trabajadores de Panamá, Alfredo Glaer.
Glaer resaltó que la Cumbre de los Pueblos, si bien es paralela a la de Jefes de Estado y a los foros que a tal efecto ha convocado la Cancillería panameña, no es contradictoria ni se opone a la participación de las organizaciones sindicales, sociales y populares en los eventos oficiales.
Este viernes el presidente boliviano Evo Morales ofrecerá una conferencia magistral, en la que hablará sobre el contexto de luchas del continente y el entorno geopolítico de América Latina, así como el bloqueo a Cuba y la situación en Venezuela, país recientemente agredido por Estados Unidos.
Además jugará Fútbol con un equipo de indígenas, en el Gimnasio Universitario de la Universidad de Panamá. También, el sociólogo cubano Fernando Martínez Heredia presentará la conferencia “Entorno Geopolítico de América Latina y el Bloqueo a Cuba”.
En la tarde sesionarán nueve mesas, y en la noche se espera un concierto del grupo cubano Habana de Primera.
La cita tendrá un carácter progresista, antiimperialista, antineoliberal y antitrasnacional, al tiempo que los diversos actores presentarán sus demandas y reivindicaciones.
Tales exigencias serán recogidas en la Declaración de Panamá, la cual se hará llegar a los Jefes de Estado y Gobiernos, a través del presidente boliviano Evo Morales.





LA DROGA ESTÁ INSTALADA EN TARTAGAL PERO NO SE PROPONEN SOLUCIONES

La Gaceta de Argentina (www.lagacetasalta.com.ar)

Los vecinos de la ciudad dicen que se han “acostumbrado a convivir con ella” y que ningún político hizo campaña sobre combatir el narcotráfico.
“La droga en Tartagal está en todas partes, acá a la vuelta te venden, pero los políticos no hablan del tema”, es el relato de uno de los tantos habitantes de la capital del departamento de San Martín.
La cercanía con la frontera con Bolivia, poco más de 50 kilómetros, ha hecho que Tartagal sea un paso importante de la droga que ingresa al país, pero ya no es solo un lugar de paso, sino de alto consumo.
LA GACETA dialogó con vecinos de la ciudad consultando acerca de si la lucha contra el narcotráfico ha sido uno de los ejes de la campaña de los candidatos locales, provinciales y hasta incluso nacionales que han pasado por aquí. La respuesta fue contundente: NO.
Manuel es un remisero que, mientras esperaba a un pasajero, contó que es muy fácil conseguir drogas y que, “todos saben dónde se venden pero que ningún candidato habló contundentemente del tema”.
“Sergio Massa cuando vino solo visitó los pueblos originarios”, contó el trabajador.
“Mucha gente comienza a vender droga porque se gana mucha plata y fácil, después ves como cambian de golpe de auto o tienen casas enormes”, relata Omar, un obrero de la construcción que lamentó que los jóvenes no quieran trabajar para dedicarse a ello.
Luego de recorrer y vender sus productos artesanales en provincias como Santiago del Estero, Tucumán y otras ciudades salteñas, Enrique reveló que en sus  50 años de vida jamás vio tantos negocios y comercios grandes y con muchos empleados y que tengan tan poco movimiento. “Blanquean plata y son muchos. Te parás en la puerta varias horas y ves que no venden nada pero tienen cinco empleados y locales todos equipados”, agregó el artesano, que hace 14 años que vive en la ciudad.
La resignación es generalizada, se escuchan frases como “ya se nos hizo una costumbre convivir con la droga”, “no se va a cortar nunca”, “seguro hay complicidad con la policía” o “nadie hace nada para solucionarlo”.
Los candidatos, en su campaña, han hecho foco en otros asuntos importantes, que al igual que la droga, los vecinos exigen que se soluciones. La falta de luz y agua es la principal demanda, junto con el mejoramiento de la salud pública, la pésima calidad de vida que tiene la enorme cantidad de comunidades originarias de la zona y la generación de empleo.
Gendarmería olvidada por los políticos nacionales
El comandante en jefe del Escuadrón N° 52 de Gendarmería Nacional, Pablo Gigena, se negó a dar información acerca del trabajo de la fuerza en el combate contra el narcotráfico.
Desde la institución contaron que los candidatos y funcionarios provinciales y nacionales, como Sergio Massa o Sergio Berni (secretario de Seguridad de la Nación), que visitaron la zona, no pasaron por Gendarmería ni dialogaron con los efectivos acerca de su trabajo.

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