Tuesday, November 12, 2024

A 5 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA: ¿DÓNDE ESTÁN LOS AUTORES Y EN QUÉ ESTÁ BOLIVIA?

 
La banda presidencial boliviana se impuso, hace cinco años, a la ex senadora Jeanine Añez de manos de dos uniformados, un militar y una policía. Desde el retorno a la democracia en 1982, luego de la ola de gobiernos militares en el marco del plan Condor, no se había visto una escena similar en Bolivia. Este acto, producto de un golpe de Estado de corte militar, disfrazado de una sucesión presidencial -absolutamente fuera de forma- fue antecedido por varias jornadas de tensión política, luego de las elecciones generales de octubre 20 de 2019. Pero Áñez no llegó sola y los efectos del golpe de Estado no cesaron con el 55% de apoyo popular que obtuvo el MAS en las elecciones de 2020.
Jeanine Áñez, una senadora periférica e irrelevante en la oposición, sin ningún tipo de trascendencia política en la legislatura, conocida entre los asambleístas por vender bijoutería a sus colegas en las sesiones del pleno, fue trasladada para asumir la presidencia en un avión exclusivo desde su natal Beni a la sede de Gobierno, por instrucciones de Jorge Tuto Quiroga, ex presidente de Bolivia, quien se atribuía ser el hombre de los Estados Unidos en la mesa de negociación de la Universidad Católica. Esta mesa, instalada días antes del golpe, fue promovida por el despacho del Nuncio Apostólico y la embajada de la Unión Europea misma que, palabras más o menos, tenía como objetivo la destitución de Evo Morales de su cargo y la salida del MAS del gobierno de manera inmediata saltando la sucesión presidencial establecida en la Constitución. Así, Añez ingresó a Palacio de Gobierno la noche del 11 de noviembre de 2019, flanqueada por varones, con una Biblia en una mano y un crucifijo en la otra.
Hoy Áñez está presa en el penal de mujeres de Miraflores en La Paz, con una condena de diez años de cárcel, pero los procesos judiciales que se le siguen se ven cada vez más debilitados. De hecho, hace un par de semanas por decisión de un juzgado fue apartada de una de las principales causas en torno a 2019, el denominado “Caso Golpe de Estado 1”. La fiscalía pedía 20 años de cárcel por los delitos de terrorismo, asociación delictuosa y uso indebido de influencias. Áñez, con esposas en mano, histriónicamente dijo a la prensa ese día “No fue golpe, sí fue fraude”.
Los resultados electorales de 2019 que al día de hoy no muestran otro ganador que el depuesto Evo Morales fueron calificados entonces por el candidato Carlos Mesa, ex vicepresidente de Bolivia e involucrado en las masacres de febrero y octubre de 2003, como un “fraude monumental”. En consonancia con Mesa, Luis Fernando Camacho, líder cívico cruceño y heredero de una gran fortuna, encabezó una importante acción política paramilitar que incluía la paralización de Plaza Murillo, el centro político en La Paz y la persecución a dirigentes sociales y autoridades que hacían parte del buró político del MAS, encabezado por Morales y García Linera.
Hoy, Carlos Mesa no está encausado judicialmente en ninguno de los acontecimientos que hicieron a la violencia, el golpe y las masacres de 2019, a pesar de haber sido el principal anfitrión de Camacho en la llegada de éste a la sede de Gobierno. Sigue encabezando una minoritaria y ya mermada fuerza política con presencia en el Legislativo, que no ha logrado transformar su incapacidad para leer a la sociedad boliviana, quedándose al margen de quienes tienen posibilidades hacia los comicios del siguiente año. Quien podría haber contendido en una segunda vuelta contra Morales el 2019, evitando el golpe de Estado, en 2020 no superó el 30% de los votos y hoy da números remotamente menores a quienes lideran la oposición al masismo en Bolivia.
El 6 de noviembre de 2019, la entonces alcaldesa masista de Vinto, Cochabamba, y hoy senadora Patricia Arce, fue secuestrada, vejada y rapada en público. Los autores materiales respondían al denominado grupo para militar “Resistencia Juvenil Cochala”. Para Andrés Huanca, antropólogo boliviano, candidato a magister en Ciencia Política en la Universidad de Sao Paulo, actualmente la RJC está más fortalecida: “En el marco del proceso judicial sólo se detuvo a las cabezas de la RJC, como cuerpo ahora tienen nueva cabeza: el Capitán Manfred Reyes Villa, alcalde de Cochabamba y aspirante a la presidencia de Bolivia en las próximas elecciones; el Gobierno no se deshizo de la RJC con sus juicios, la hizo más peligrosa con su omisión”.
La madrugada del 10 de noviembre de 2019, el hermano de Víctor Borda, entonces presidente de la Cámara de Diputados, fue secuestrado en Potosí y antes de ser presentado como rehén en la plaza principal de esa ciudad habría sido víctima de tortura y abuso sexual. En este caso, la autoría fue atribuida a los brazos armados del Comité Cívico Potosinista, también bajo órdenes de Luis Fernando Camacho. Los nueve departamentos registraron actos terroristas de este orden: listas negras de masistas amenazados en su integridad y la de los suyos, domicilios particulares sitiados y asaltados, exposición de datos personales y persecución en redes sociales, a juego con medios de comunicación conservadores, incitando al odio y a la violencia.
Camacho hoy guarda detención en el penal de máxima seguridad de Bolivia, Chonchocoro, ubicado en el Altiplano. Después de concretarse el golpe de Estado en 2019, se hizo público un video en el que se ve al líder cruceño asegurando que su padre, un potentado empresario cruceño, habría “cerrado” con militares y policías para que estos operen en favor de la dimisión de Evo. Hoy, los Camacho no tienen ninguna causa abierta por su muy conocida vinculación a los Panama Papers, pilar en el que se sustenta la mayor parte de su fortuna. Luego, en los comicios presidenciales del 2020 obtuvo sólo el 14% de respaldo, dejando evidencia de que su fortaleza político-electoral no rebasaba las fronteras de Santa Cruz. Así, en 2021, minimizando o poniendo en pausa sus aspiraciones políticas nacionales, logró hacerse de la gobernación de Santa Cruz. Las ultimas determinaciones judiciales indican que, al igual que las causas contra Añez, las que se llevan contra Camacho están debilitadas y, de hecho, éste fue favorecido con detención domiciliaria por uno de los casos de corrupción que le siguen a pesar de que seguirá en detención preventiva por otras causas, vinculadas a los hechos de 2019, que aún no tienen sentencia.
Más allá del imprescindible ejercicio de memoria y del balance actual de la búsqueda de justicia por los sangrientos hechos de 2019 que se llevaron la vida de más de un centenar de personas, es fundamental apuntar que el gobierno de facto de Añez estuvo marcado por un elemento que hoy aún muestra relevancia y efectos en la política boliviana: el pésimo manejo económico y deterioro de la vida de las bolivianas y bolivianos. Omar Velasco, economista y docente universitario boliviano, consultado para esta entrega, manifiesta que: “Hay una fuerte correlación entre la situación económica actual y el golpe de Estado de 2019. Si no se hubiera dado el golpe de Estado el país habría transitado democráticamente hacia un nuevo periodo de ajustes que ya se tenían planificados desde el Gobierno hacia 2025 (…) el golpe no solamente influye porque genera incertidumbre política, misma que a su vez genera incertidumbre económica, sino porque posterga decisiones económicas importantes”. Bolivia atraviesa una situación económica no vista antes por quienes nacieron después de 1990: escasez de divisas y crisis cambiaria, racionamiento de carburantes y descontrol de precios en la canasta familiar.
Para Velasco “La economía está con los principales indicadores económicos tensionados porque ni en el Gobierno de Áñez ni ahora en el de Luis Arce se han logrado realizar ajustes macroeconómicos que eran muy importantes de hacer. De alguna forma se han financiado los desajustes macroeconómicos utilizando las reservas internacionales y acudiendo al endeudamiento entre 2021 y 2022”. El laberinto de inestabilidad e incertidumbre abierto en 2019 no se ha cerrado. Pocos son los espacios en los que se pone sobre la mesa la consecuencia lógica en términos económicos del golpe de Estado de 2019, mismo que trunca uno de los proyectos económicos más exitosos del continente en tiempos actuales.
Continúa Omar Velasco: “dentro de las medidas que el Gobierno planeaba aplicar después de las elecciones de 2019 estaba la contratación de deuda mediante bonos soberanos, más o menos 2000 millones de dólares estaban previstos en el marco del Presupuesto General del Estado. Como llega el tema del golpe y no hay la oportunidad de realizar esta captación de deuda, misma que hubiera permitido darle estabilidad cambiaria al país por lo menos por un par de años más, es decir, si no hubiera habido golpe de Estado la estabilidad cambiaria de Bolivia se habría, al menos, mantenido hasta el 2025, con suficiente tiempo para tomar decisiones que evitasen la actual situación económica, así de determinante fue el golpe”. Hasta septiembre de este año, Bolivia registró la inflación acumulada más alta de la región Sudamericana, ascendiendo ésta a 5, 53%, según cifras oficiales. Las reservas internacionales a diciembre de 2018, eran de 8.900 millones de dólares y según el Banco Central de Bolivia, esta cifra descendió a 1.905 millones de dólares hasta el pasado 31 de agosto.
En este contexto, se ha puesto mucha tinta sobre la interna del MAS, partido que preside Evo Morales y también partido que gobierna Bolivia con Luis Arce, ambos líderes hoy abiertamente confrontados. La política cruceña Adriana Salvatierra, ex presidenta del Senado, en conversaciones para esta entrega dice refiriéndose al Gobierno: “hoy está peleado con Evo siendo él víctima del golpe de Estado, está llevando a cabo la persecución judicial que ha terminado en un tiroteo mientras en estas mismas semanas Luis Fernando Camacho y Jeanine Añez son favorecidos en el desarrollo de las causas judiciales que se les sigue”.
Las encuestas que se conocen siguen mostrando el liderazgo de Evo Morales sobre cualquier otro candidato masista o no, pero el Tribunal Constitucional la semana pasada ha ratificado su inhabilitación hacia los siguientes comicios. El nombre mejor calificado en las filas azules, después de Evo, es el del joven sindicalista, cocalero y politólogo Andrónico Rodríguez, hoy ratificado por quinto año consecutivo en la presidencia del Senado. Sin embargo, es probable que la afección al bolsillo y a la olla de las familias bolivianas detone en el ingreso, esta vez democrático, de la derecha boliviana a la presidencia, ya sin importar demasiado quién encabece la fórmula masista. Salvatierra apunta “Es en realidad el problema económico y no la interna lo que pone en duda la continuidad del proyecto político (…) creo que nuestra derrota radicaría principalmente en que el MAS pelea en lo interno pero también se encuentra en el Gobierno, esto es que no significa una alternativa electoral para la gente en términos de proyección de mejora de sus condiciones de vida, en nombre del MAS hoy el Gobierno está replanteando la subvención de los carburantes y está eliminando las capacidades productivas de nuestro país: hoy escasea la gasolina, el arroz, la harina”.
El escenario actual boliviano probablemente presenta posiciones mucho más radicales en los extremos politizados, pero menos habitadas por fuera del círculo rojo. La interna masista está cada vez más recrudecida y la vieja derecha tradicional no ha logrado hasta ahora enganchar con las preocupaciones de las bolivianas y bolivianos, pues vive enfrascada en los vicios de sus privilegios de clase. El siguiente año Bolivia debe ir a las urnas para escoger quién dirigirá el destino del país sudamericano y los efectos del golpe de Estado de 2019 seguirán determinando el curso de las voluntades de la gente, sobre todo, en lo que refiere a la marcada tendencia de decaimiento de la economía dada desde ese año. Al gobierno de Luis Arce le tocará ofrecer las mejores condiciones democráticas hacia los comicios y al MAS, hoy dividido, le corresponderá presentar una candidatura capaz de dar la mejor batalla pues transitar hacia un gobierno de derechas significa siempre ajustes voraces para las y los de abajo. Diario Red (https://acortar.link/iTTsaN)
 
 
 
 
 
BOLIVIA: VOCES Y CLAVES DE UN PROCESO QUE TERMINÓ DE IMPLOSIONAR
 
La confrontación entre el sector del líder histórico del proceso, Evo Morales, y el de su sucesor, Luis Arce, parecen haber llegado a un punto de no retorno. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Qué sigue?
 
El Salto de Galicia, España (https://acortar.link/rlI6M7)
 
Los 18 disparos al vehículo de Evo Morales y la disputa narrativa del suceso parecen ser la gota que colmó el vaso y llevaron la ruptura del expresidente con el Gobierno boliviano a un punto de no retorno. La sensación es que se cruzaron varias líneas rojas. Que está todo roto. La confrontación entre el sector del líder histórico del proceso y el de su sucesor, Luis Arce, se trasladó de Twitter/X a las carreteras y el panorama pinta un porvenir aún más turbulento. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Qué sigue? Conversamos con dirigentes de ambos sectores para intentar comprender la autodestrucción de un proyecto popular que fue ejemplo en el mundo.
La tensión entre el expresidente y el actual, quien fuera su ministro de Economía durante once años, viene de lejos. Arrancó desde el minuto cero de la gestión de Arce, cuando en su discurso de asunción, en noviembre de 2020, no mencionó a quien lo había designado desde el exilio ni dio lugar en su gabinete a los cuadros evistas.
Desde ese momento hasta hoy, el conflicto no paró de escalar. Con la disputa entre ambos por el liderazgo del MAS y la candidatura presidencial para 2025 como nudo central de la interna —una discusión exageradamente adelantada—, se fueron conformando dos bloques aguas abajo que hoy protagonizan una fractura insalvable y con el peligro de que pase a mayores.
El 9 de noviembre, el Tribunal Constitucional confirmaba la inhabilitación de Evo Morales, lo que vaticina un futuro aún más tumultuoso.
A finales de septiembre, Morales pasó a la acción encabezando una masiva marcha de siete días hacia La Paz, capital del país, con un pliego de 18 demandas que incluía las urgencias económicas pero también contra su proscripción. El Gobierno respondió con un aluvión de demandas judiciales —incluida una por estupro— y el evismo subió la apuesta con tres semanas de bloqueos de carreteras que llevaron el conflicto a una máxima tensión.
En este contexto llegó el atentado contra el automóvil de Morales. Para el dirigente cocalero, “el atentado fue perpetrado por un grupo de élite militar y policial” y apuntó directamente al presidente: “Lucho ha destruido Bolivia y ahora quiere eliminar nuestro proceso acabando con mi vida”.
La versión del Ejecutivo fue antagónica. Primero hizo correr la tesis de un “autoatentado”, pero luego el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo —quien encabeza los ataques al expresidente—, reconoció que habían sido policías, pero dijo que el incidente se produjo cuando Evo intentó evadir un control antidroga disparando a los oficiales.
En diálogo con El Salto, Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia de Evo, señala que con el intento de asesinato a Evo se cruzó el umbral: “Creíamos que el tope de la estrategia gubernamental era sacarlo de la competencia política, pero nunca imaginamos que llegaran a este punto de querer eliminarlo físicamente. Hay demasiadas pruebas de que desde el Gobierno se ha mandado a matar a Evo, lo que ya implica echar por tierra la democracia e ingresar en una fase de terrorismo de Estado”.
Quintana va más allá (o más al norte): “No tengo dudas de que en esta estrategia de exterminio de Evo está la mano siniestra de los Estados Unidos, como lo ha estado en los últimos 40 años. Tengo la seguridad, por los datos que tenemos de vinculación de ministros con la embajada norteamericana, que Arce ha tenido que ceder a la presión de los gringos para tratar de eliminar a Evo. Les está haciendo el trabajo sucio”.
La pregunta del millón
La gran incógnita que atraviesa hace tiempo esta interna a cielo abierto es si existen diferencias político-ideológicas de fondo, grandes desacuerdos programáticos, si se trata solo de una disputa de egos por el liderazgo del espacio, o tal vez ambas.
Juan Villca, viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, relata a El Salto su visión: “Desde que Arce asumió la presidencia, el señor Morales ha intentado sabotear, primero con sus legisladores trancando proyectos en la Asamblea y ahora con los bloqueos de carreteras. La filosofía, el paradigma con el que se ha construido el proceso de cambio es claro, eso no ha cambiado, el problema es que Morales quiere ser candidato sabiendo que ya no puede, que la Constitución lo inhabilita. Ese interés personal es lo que está arrastrando a este conflicto y condiciona a los pocos seguidores que tiene a nivel nacional”.
Del otro lado de la grieta, Gabriela Montaño, ex presidenta de Diputados y Senadores durante el gobierno de Morales, expresa que “la confrontación al interior del MAS se inició como una pugna de liderazgos pero luego se fue convirtiendo en diferencias políticas, inicialmente orgánicas y luego inclusive ideológicas”.
La también exministra de Salud menciona divergencias en torno a la gestión económica, por ejemplo “en torno al manejo en la explotación del litio y los recursos estratégicos”, un sinnúmero de casos de corrupción “que también han aumentado esa distancia”, el permanente intento de inhabilitar a Morales, y la suspensión de las elecciones internas, que hubiesen sido “el camino pacífico institucional para la resolución de los conflictos”.
Montaño lamenta que “las diferencias políticas se trasladaron a las organizaciones sociales y se dieron confrontaciones muy duras. Y esto es grave porque genera una ruptura del tejido social y una pérdida de solidez del bloque popular que sostuvo el proceso y garantizó que podamos recuperar la democracia un año después del golpe de 2019”.
Es difícil evaluar cuánta base social quedó vinculada a cada sector. Y cuánta militancia desafectada de ambos. La marcha que encabezó Evo a finales de septiembre logró sumar 3,4 millones de personas, según un análisis de Atlas Electoral en base a la herramienta MapCheking. Para Villca, en cambio, “las organizaciones sociales legítimas, legales, la estructura orgánica obrera, indígena y campesina ha sabido garantizar la unidad y el apoyo de Morales ha quedado reducido solo a las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba”.
El campo de batalla judicial
Luego de aquella extendida movilización, el Gobierno impulsó al menos nueve causas judiciales contra Morales. También contra diversos líderes sociales, algunos de los cuales fueron detenidos. La acusación más resonante y compleja es por estupro, basada en que Morales habría tenido una relación y un hijo en 2016 con una adolescente de entonces 16 años. Se trata de una causa destapada durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez en 2019 que luego fue archivada ya que la legislación boliviana requiere que haya una denuncia directa de la presunta víctima.
Ahora una fiscal la reactivó y empezaron a circular rumores de una posible orden de detención. Morales habló poco del tema, denunció una “campaña sucia y mentirosa” y hasta comparó al presidente con la mandataria golpista: “No hay nada y no va a haber nada. Lucho igualito que la Áñez. Lucho es Áñez”.
También advirtió de “un Plan Cóndor de lawfare” luego de que el gobierno ultraderechista argentino presentara otra denuncia contra Morales por trata de personas y abuso sexual durante su exilio en el país. “Es evidente la coordinación entre el Gobierno de Luis Arce y el Gobierno sionista de Javier Milei”, alertó.
Quintana recuerda que “todos los gobiernos desde 1985 le han instalado a Evo procesos de distinta naturaleza, se trata de una sistemática persecución promovida por los EE UU, por lo tanto esta acusación se da en ese contexto de guerra judicial, de guerra política, en la que el gobierno busca destruir su liderazgo y su reputación”. Montaño agrega: “La persecución judicial no se da solo contra Evo Morales, aunque obviamente es la más visible, sino contra muchos dirigentes de organizaciones sociales que han sido críticos con el gobierno. La judicialización de la política ha tomado un escenario central en este conflicto”.
Lamento boliviano
Esta lucha intestina gana terreno fértil por la crisis económica que atraviesa el país. La caída de la producción de gas, su principal exportación, y la necesidad de importar combustibles se tradujo en escasez de dólares, desabastecimiento de gasolina, depreciación de la moneda, bajo nivel de reservas y una creciente inflación. Justamente el plano donde mejor maniobraba Arce, llamado “el padre del milagro boliviano” durante los años de bonanza y distribución de la riqueza en su labor al frente del Ministerio de Economía.
Hoy, al cumplir cuatro años como presidente, la gestión económica de Arce genera un descontento creciente y alimenta el escenario de conflictividad social, mientras se hunden su aprobación y sus ansias de reelección.
Hace unos meses, en un artículo para este medio, nos preguntábamos si aún quedaba alguna rendija para destrabar el entuerto de cara a las elecciones de agosto 2025, en las que un MAS dividido abriría la puerta al retorno de la derecha. Hoy, con un panorama marcado por la incertidumbre, la degradación institucional y una gran inestabilidad política y económica —todo lo contrario al período 2006-2019—, parece haber consenso en la respuesta.
Del lado del oficialismo, Villca sostiene que “el Gobierno siempre tuvo la voluntad de construir puentes de diálogo, pero Morales no tiene la más mínima intención de querer dialogar, lo único que quiere es derrocar al Gobierno”.
Desde el evismo, Montaño reflexiona: “A esta altura parece muy difícil que haya una candidatura unificada. Creo que hoy un diálogo y un acuerdo pasaría porque las dos tendencias del MAS puedan pactar mínimamente llegar de manera ordenada a las elecciones del 2025 y que sea el pueblo boliviano el que defina por quién opta”.
 
 
 
 
 
LA TRAGICOMEDIA DEL BICENTENARIO
 
Bolivia se acerca a su bicentenario como Estado independiente, pero en lugar de una celebración genuina, el ambiente se perfila más bien como una oportunidad de reflexión crítica.
 
Mundiario de España (https://acortar.link/ZKi21c)
 
Bolivia recordará —y digo intencionalmente recordará en vez de celebrará— doscientos años como Estado independiente del yugo español en 2025, y lo más probable es que el bicentenario la encuentre en un ambiente electoral de rivalidades y enconos, si no de protestas, enfrentamientos y marchas callejeras. Cuando cumplió cien años, en 1925, y ante la parafernalia festiva que organizó el Gobierno de Bautista Saavedra con el fin de alardear los progresos técnicos del país y dar a conocer la imagen de una nación y un Estado modernos, hubo un puñado de jóvenes que se atrevieron a hacer una tenue pero denodada crítica sobre lo que había sido aquella primera centuria de la por entonces todavía joven sociedad boliviana. Esos jóvenes, que pasaron a la historia como la Generación del Centenario, denunciaron airadamente lo que llamaron la “tragicomedia del centenario”: no había nada que festejar puesto a que la historia de Bolivia no había sido más que una trágica centuria de problemas todavía irresueltos y pendientes.
Evoco aquel hecho, que podría llamarse de pesimismo crítico, puesto a que es posible que la mirada más certera sobre el bicentenario sea la del saludable pesimismo, o al menos la de la perplejidad, antes que la de la autocomplacencia. Ahora bien, sería necio decir que Bolivia no cambió nada, pero sin duda los logros alcanzados en estos últimos noventa y nueve años, en comparación con los de otros países cercanos (como Chile o Uruguay), son muy modestos, pese a los reiterados intentos que se hicieron para modernizar y democratizar la nación boliviana de acuerdo con el modelo civilizatorio de cuño occidental.
El bicentenario hallará a un país socialmente desgarrado y económicamente quebrado. El escenario no podía ser distinto, tomando en cuenta la accidentada vida republicana de los últimos noventa y nueve años: la guerra del Chaco, que quiebra las arcas fiscales y desgarra a la juventud; la Revolución Nacional de 1952, que instala en el poder a una nueva élite, corrupta y caudillista como muchas otras; las dictaduras del período 1964-1982, que reproducen valores de orientación violentos y antidemocráticos; el llamado neoliberalismo, que preserva hábitos como el nepotismo y la corrupción; y finalmente el periodo del MAS en el poder (llamado por los afectos a este partido como Proceso de Cambio), que socava la institucionalidad democrática, protagoniza incontables hechos de corrupción y preserva la tradición autoritaria. Evidentemente hemos hecho un recuento de acontecimientos negativos solamente, dado que la intención de este breve texto es hacer, en vez de apología nacionalista, crítica constructiva.
Los males de este país pueden rastrearse en la colonia y aun más antes. Pero en el proceso de conquista y colonia se agravan, pues quienes llegan a estas tierras, generalmente del sur de España, son españoles sin cultura democrática ni ilustración, ávidos de poder y dinero; y los ilustrados que hay, clérigos muchos de ellos, no pueden desprenderse de los dogmas y sus máximas sagradas. ¿Cómo esperar una revolución burguesa donde solo hay palurdos enriquecidos de la noche a la mañana gracias a un pródigo cerro de plata en el cual se explota sin misericordia a masas indias? ¿Cómo esperar teoría política, crítica o ciencia que pongan a funcionar bien el Estado y hagan desarrollar la educación, si aquí nunca hubo Descartes, Humes o Diderots? Los cimientos del nuevo país debían por tanto ser endebles, precarios… Nacía una república sin republicanos, una democracia sin demócratas. Todo artificial. Incluso el nombre, “Bolivia”, es obra de un rastrero diputado potosino que, para granjearse una voluntad humana, dice que, si de Rómulo viene Roma, de Bolívar debe venir Bolivia…
 
 
 
 
 
BOLIVIA ELEGIRÁ POR VOTO A JUECES Y MAGISTRADOS EN UN CLIMA DE CRISIS POLÍTICA Y “FALTA DE INDEPENDENCIA”
 
Elección de jueces en Bolivia mediante voto preocupa a observadores internacionales, que denunciaron ante la CIDH que la falta de independencia judicial ha minado la institucionalidad democrática del país.
 
La Voz de América de EEUU (https://acortar.link/MeTjB2)
 
Los bolivianos elegirán el 15 de diciembre por votación a los jueces y magistrados del poder judicial en un entorno de “crisis interna”, "falta de independencia" y apatía ciudadana ante un proceso cargado de partidismo político, de acuerdo con observadores citados este lunes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington.
El director de la Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia, Rubén Darío Cuellar, dijo a la CIDH que en el país sudamericano el vínculo entre la institucionalidad democrática y la independencia judicial "se ha ido deteriorando” hasta derivar a un estado “grave”.
Destacó que el conflicto actual de dos facciones del partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) complica aún más la situación. El expresidente Evo Morales está enfrentado al actual mandatario Luis Arce, y le pide su renuncia, en medio de tensiones por haberse cerrado judicialmente la posibilidad de que el ex jefe de Estado se postule de nuevo al cargo en las elecciones del próximo año.
“El abuso de poder, las violaciones sistemáticas de derechos humanos, las crisis electorales y la conflictividad social son situaciones que en su momento fueron agravadas significativamente por acciones u omisiones del sistema judicial”, apuntó Cuellar ante la CIDH.
Este lunes, los partidos políticos y las autoridades del Órgano Electoral alcanzaron un acuerdo que comprometió a las fuerzas políticas a garantizar las elecciones de magistrados, que estaban en riesgo tras impugnaciones legales de los postulantes. Con el acuerdo, se ratificó la fecha original de elecciones para el 15 de diciembre.
La semana pasada, el Tribunal Constitucional declaró desiertas las elecciones para jueces de dos de los cuatro tribunales, en cinco de los nueve departamentos, por impugnaciones de los postulantes que quedaron fuera de carrera. Eso saltó las alarmas del Órgano Electoral y presionó a alcanzar un acuerdo político para destrabar el bloqueo.
Elecciones ratificadas
Desde el Observatorio de Derechos Humanos y Justicia ven como un punto crítico la “injerencia de los poderes políticos” y, en particular, del ejecutivo, describiéndola como una “práctica constante que ha debilitado la independencia judicial” y, peor aún, ha profundizado la pérdida de confianza y credibilidad entre la ciudadanía en Bolivia.
Alertan asimismo que las “intimidaciones directas contra jueces y fiscales”, sobre todo en casos donde hay acusados señalados de opositores al gobierno y fiscales del Ministerio Público con prácticas discrecionales, “vulneran los principios de objetividad y transparencia” que demanda la ley.
“En este contexto, la justicia queda instrumentalizada con fines políticos, donde se observan patrones de persecución política a través del uso indebido del derecho penal”, acotó Cuellar, por su parte.
Otro punto destacado durante la audiencia en la CIDH fue la extensión del mandato por un año más a los jueces del Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia, al no poderse realizar elecciones el año pasado y bajo los riesgos de que la cita a las urnas para el 15 de diciembre no pueda cumplirse.
Causas que aceleran la crisis
El exmagistrado del Tribunal Constitucional de Bolivia, José Antonio Rivera, explicó a la CIDH que existen otros múltiples factores que contribuyen a la crisis del sistema judicial del país, que van desde el bajo presupuesto, que no representa ni el 1 % del presupuesto nacional, y otra serie de medidas que se dieron con el cambio de la Constitución de 2009.
Una de ellas fue la “suspensión de la carrera judicial institucionalizada”, que dejó a los jueces en condición de provisionalidad, afectando su estabilidad económica y su independencia, de acuerdo con el exmagistrado.
“La justicia boliviana carece de independencia necesaria para operar de manera efectiva y confiable en el cumplimiento de su rol, que es la racionalización del ejercicio del poder político, que es la protección y resguardo del régimen democrático”, apuntó Rivera.
Bajo este panorama, los demandantes coincidieron que el llamado a votación en diciembre no cumple con los estándares de calidad por un “desacreditado sistema de elección de magistrados mediante sufragio universal”.
Prima en este proceso, según los expertos, la alta polarización “y falta de credibilidad de candidatos”, como han mostrado las dos últimas elecciones, donde, subrayaron, “han priorizado intereses políticos favoreciendo a candidatos con conexiones partidarias” y se ha contribuido al rechazo ciudadano y una baja participación y gran parte de votos nulos.
“Todo ello mientras las prácticas clientelistas y el proselitismo al interior del Órgano Judicial perpetúan la proliferación de redes de corrupción y debilitamiento institucional”, dijo Rivera.
Los demandantes han solicitado a la CIDH que aumente su observancia y que se abran canales conjuntos para despolitizar el sistema judicial del país, bajar la represión de jueces y fiscales y devolverle la credibilidad a la aplicación de justicia en la nación suramericana.
Oficialismo acepta críticas pero se desliga
El embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, aceptó las críticas, calificándolas de “comprensibles”. El diplomático participó en la audiencia junto a la viceministra de Justicia y Derechos Fundamentales, Jessica Saravia, y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Marco Ernesto Jaimes.
Arce aseguró que Bolivia “enfrenta desafíos significativos en la administración del sistema judicial, las críticas y preocupaciones sobre la postergación de elecciones judiciales son absolutamente legítimas y comprensibles".
Sin embargo, desligó al ejecutivo del presidente Luis Arce de muchas de las decisiones polémicas y retrasos en fallas en el sistema judicial, pues algunas, dijo, han pasado por el Tribunal Constitucional y otras por la Asamblea Legislativa.
Agregó que el gobierno de MAS heredó un sistema judicial que durante décadas “ha sido objeto de politización y corrupción, dificultando la consolidación de una independencia judicial” de pleno derecho.
”La crisis actual no surgió de manera espontánea”, dijo el embajador, agregando que la misma implementación del voto popular ha tenido traspiés por la negativa de la oposición para hacerla viable y que se ha convertido en “el principal escollo para el actual proceso electoral”, según sus palabras.
Consideró que debe ser la Asamblea Legislativa de Bolivia la que debió elegir las ternas, siguiendo estándares de calidad de candidatos y los “parámetros internacionales interamericanos establecidos para este tipo de procesos”.
“En innumerables ocasiones, no han observado correctamente los procedimientos. En otros, ha enumerado los derechos de los postulantes”, manifestó, reprochando además la inclusión de ternas por afiliaciones, “alejándose de la meritocracia" y la igualdad de género.
Elecciones retrasadas por luchas de poder
El proceso de elección de jueces y magistrados se ha pospuesto dos veces, con la esperanza de poder realizarlos este 15 de diciembre, para cuando se confía que haya concluido la inestabilidad social interna en el país.
Los relatores de la CIDH han insistido en cuestionar al gobierno de Arce si existen o no discusiones para revisar la posibilidad de una modificación constitucional que ayude a desatrancar la crisis judicial de Bolivia.
Los demandantes dijeron este lunes que los bolivianos están “atrapados” entre dos bandos del mismo partido mayoritario en conflicto y dudan que haya cambios ante la falta de representación suficiente de la oposición en la Asamblea Legislativa de su país.
Bolivia experimenta estos días la inestabilidad con bloqueos en amplias regiones del país de parte de simpatizantes del expresidente Morales y sus enfrentamientos violentos con las autoridades, como la toma de bases militares, además con una crisis económica que afecta al pueblo.
En días recientes, las fuerzas del Estado boliviano han despejado carreteras tomadas por los seguidores de Morales tras semanas de bloqueo.
El expresidente indígena ha llamado a entablar mesas de diálogo para abordar la “crisis económica y los temas políticos con la participación de organismos internacionales y países amigos”.
 
 
 
 
 
GOBIERNO DE BOLIVIA AFIRMA QUE EVO MORALES SALIÓ DERROTADO DEL ÚLTIMO BLOQUEO: “FUE SU ÚLTIMA GUERRA EN CARRETERAS”
 
El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, expresó su indignación al ver que un expresidente de Bolivia enfrenta actualmente más de diez casos de trata y tráfico y estupro contra menores de edad
 
ICN Diario de Argentina (https://acortar.link/0nwWH6)
 
El viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental de Bolivia, Gustavo Torrico dijo que el bloqueo de caminos de 24 días de Evo Morales fue la última guerra en carreteras, porque salió derrotado, explicó
“Evo Morales dijo que ya no iba a bloquear y sabe que perdió en el bloqueo. Sabe que fue su derrota, y la última guerra que inició en el camino”, aseguró en alusión a la última reunión del evismo en el Chapare, donde desistieron del bloqueo para reclamar sus demandas.
La prolongada protesta empezó el 14 de octubre y se extendió hasta el 6 de noviembre, bajo un pliego que tenía como puntos centrales la candidatura de Morales y que se lo aparte de los procesos que pesan en su contra, entre ellos por trata y tráfico de personas por la relación que tuvo con una menor de edad en 2015.
De acuerdo con el Gobierno, la medida de presión, que se focalizó en el departamento de Cochabamba, generó una pérdida económica superior a $us 2.109 millones, pero, además, generó una presión inflacionaria que impulsó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre hasta 1,64%, con lo que el acumulado trepó a 7,26%.
La reunión de Morales y sus afines fue este domingo en Lauca Ñ, Cochabamba, tras conocerse la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, Auto Constitucional 0083/2024 ECA, que estableció que no se puede repostular por más de dos veces de forma continua o discontinua a la Presidencia, Vicepresidente y a cargos en el Legislativo y Judicial, con lo que se ratificó la inhabilitación de Morales a una nueva candidatura presidencial en 2025,
En el encuentro reafirmaron la candidatura del exmandatario, demandaron la renuncia de los magistrados del TCP y convocaron a una marcha para el lunes 18 de noviembre en Sucre. “Si ellos quieren marchar, pueden marchar todo el año”, afirmó Torrico y sugirió irónicamente que marchen de “Cobija hasta Bermejo o de Puerto Suárez hasta Tambo Quemado”.
“Nadie les va a decir nada”, anticipó, aunque les advirtió que “no pueden vulnerar el derecho constitucional a la libre locomoción”.
Al aludir a las amenazas de los seguidores de Morales de buscar la renuncia del presidente Luis Arce, aseguró que se aplicará la ley por ir en contra del orden democrático.
“Es un golpe de Estado lo que están anunciando. Se tendrán que someter a la ley, que no digan que es persecución política”, desafió.
 
 
 
 
 
GUERRA DECLARADA: BOLIVIANOS CULPAN A EVO MORALES POR LA FALTA DE COMBUSTIBLE
 
Pedro Vargas, periodista del vecino país, analizó en Somos la Mañana la crisis que afectó a sus compatriotas.
 
Que Pasa de Argentina (https://acortar.link/MWYzR6)
 
Bolivia atraviesa una crisis sin precedentes, marcada por una fuerte devaluación de su moneda, escasez de dólares y restricciones a la compra de divisas que recuerdan a un "corralito" financiero. La situación se agrava con la falta de alimentos básicos como el arroz y la escasez de combustible, lo que ha generado un creciente malestar en la población.
En una reciente entrevista con Somos la Mañana, el periodista Pedro Vargas analizó la crisis y criticó tanto a la actual administración como al expresidente Evo Morales, cuyo intento de postulación en las próximas elecciones fue rechazado por el Tribunal Electoral.
"La falta de combustible ha generado un caos económico en Bolivia", afirmó Vargas, quien señaló que las fallas en el abastecimiento de energía se deben a que el gobierno no ha realizado los pagos necesarios, y agregó que el presidente actual se excusa en las supuestas trabas generadas por el entorno de Morales.
El periodista también destacó el deterioro de la imagen pública del exmandatario: "Evo Morales ha perdido mucha credibilidad en la gente", subrayó, señalando que además figuras cercanas a Morales enfrentan graves acusaciones. La decisión del Tribunal Electoral de inhabilitarlo para las elecciones ha sido otro punto de controversia, en medio de acusaciones de abuso y corrupción contra su círculo de allegados.
La crisis en Bolivia continúa escalando, y muchos ciudadanos temen que las tensiones políticas y sociales se profundicen en los próximos meses.
 
 
 
 
 
ÁLVARO RÍOS: ARGENTINA DESPLAZARÁ A VENEZUELA Y COLOMBIA COMO PRODUCTOR DE HIDROCARBUROS EN 2030
 
Revista Petroguía de Venezuela (https://acortar.link/aKKQOL)
 
El gas natural apunta a dominar como la principal fuente energética desplazando al petróleo en un contexto donde cada vez más se adoptan políticas orientadas a controlar o reducir las emisiones de gases contaminantes que están propiciando un cambio climático.
El ingeniero Álvaro Ríos Roca, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia entre 2003 y 2004 en el gobierno de Carlos Mesa, ex secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE) y director de la firma Gas Energy Latinamerica, es uno de los más importantes promotores en la región de los hidrocarburos gaseosos.  
“No creemos que el gas natural es el camino a la transición energética, es la transición energética”, sentencia Álvaro Ríos Roca. “Sin el gas natural no se puede eliminar el carbón que se usa plenamente en Asia, y también en Norteamérica y Europa. El gas natural es el que puede generar una descarbonización principalmente en la generación eléctrica de manera de desplazar ese masivo uso del carbón que todavía tiene el planeta”, agrega.
-¿Cuáles son las ventajas que ofrece América Latina para impulsar los proyectos de gas natural?
- Hay mucho gas natural en América Latina, es abundante, limpio y cuenta con infraestructura para transportarlo. Por eso espero que algún día los venezolanos puedan mandar gas natural a Colombia porque están importándolo muy caro que les hace mucho daño, mientras que en Venezuela se podrían generar divisas utilizando una infraestructura existente.
Adicionalmente, América Latina mayoritariamente cuenta con una una matriz energética limpia. No funciona en base a carbón, no es sucia y nuestro consumo per cápita es básico comparado con Norteamérica y pocos países de la región usan carbón como es el caso de Chile y Colombia. En la región, la generación eléctrica utiliza agua y gas natural mientras que para el transporte, si bien utilizamos los combustibles fósiles se avanza en el uso de gas natural.
-¿El gas natural tiene aplicación en el transporte aéreo con el fin de avanzar en los planes de descarbonización?
-El gas natural no solo tiene aplicación en la energía eléctrica, sino también en el transporte como está ocurriendo en Chile y Perú, donde se está construyendo una red de transporte con GNL (líquidos de gas natural) y toda una cadena para atravesar los dos países para una conexión con camiones que funcionan con gas natural. También muchos barcos están funcionando con gas natural y lo mismo se puede hacer con la aviación en estado líquido.
-Tomando en cuenta el caso de su país: Bolivia, que afronta problemas en la producción, ¿qué políticas han sido perjudiciales para el desarrollo de proyectos de gas natural?
-Lo que no funciona en América Latina es cuando un país cierra sus puertas a la inversión privada. Creo que puede coexistir la inversión estatal con la privada. Lo que ha pasado en el caso de Bolivia es que hace 25 años, fruto de una apertura al sector privado con reglas claras, seguridad jurídica y un mercado de gas natural en Brasil y un gasoducto que logramos estructurarle el financiamiento, vino mucha inversión en exploración y se descubrieron cerca de 20 trillones de pies cúbicos de reservas probadas. Luego de eso, a los bolivianos nos entró lo que se llama “borrachera del gas” y comenzamos a cambiar las reglas del juego, elevar impuestos, nacionalizar empresas, tomarlas militarmente, y las reservas se han venido usando, se ha exportado por más de 20 años a Brasil y 10 años a Argentina. Todo lo que no es renovable se agota y las reservas bolivianas están ahora en un nivel de 2 trillones de pies cúbicos mientras que la producción ha caída de 62 millones a 28 millones de metros cúbicos entre 2014 y 2024. Al paso que vamos, para el año 2028, casi seguro que tendremos que importar gas natural de Argentina. Por otro lado, en este momento en Bolivia tenemos un crónico desabastecimiento de diésel y gasolina y en poco tiempo vendrá el de GLP (gas licuado de petróleo) porque hemos dejado producir debido a que se ha reducido la inversión. Por eso creo que la inversión privada es importante para complementar la pública en materia de exploración.
-¿Cómo se encuentra la infraestructura de gas natural en el resto de los países de América Latina?
-Creo que en el cono sur tenemos una infraestructura bastante bien desarrollada, existen gasoductos que conectan Bolivia y Brasil, también entre Argentina y Bolivia, y entre Argentina y Chile existen 7 gasoductos, al igual que entre Argentina con Uruguay y Brasil. Lo que ha pasado es que el eje de suministro de gas no es Bolivia sino que ahora es Argentina a partir de lo que está aconteciendo en Vaca Muerta.
-¿Eso se debe a las políticas del presidente Javier Milei?
-No diría que eso se le debe al presidente Milei, sino que Vaca Muerta es una obra pujante de los empresarios argentinas y compañías internacionales que han emulado los del shale gas y shale oil de Estados Unidos. Ahora lo que sí está haciendo Milei es complementándola muy bien con nuevas leyes de incentivos para mayor inversión.
-¿Quiere decir que ha habido continuidad pese a los cambios de gobierno de los últimos años en Argentina?
-Hay una continuidad de inversiones y cada vez más llegan equipos de perforación y cada vez hay más fracking, están levantando la producción y para 2030 van a tener entre un millón y 1,4 millones de barriles diarios y podrá superar a Venezuela y Colombia fácilmente. Hay que destacar el compromiso de las empresas argentinas con el país, a pesar de la crisis económica, situación que no es muy amigable para invertir por la macroeconomía, el tipo de cambio y la inflación. Todas esas empresas han hecho grandes apuestas tecnológicas para hacer del shale – tanto para la producción de petróleo como gas- una tecnología que produzca a precios muy competitivos e incluso está buscando proyectarse con exportaciones de GNL.
-¿Cómo afrontar las críticas ambientales que se le hacen al fracking ?¿Ser pragmáticos como el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien prometió una agenda ecológica y más bien vemos un incremento en la producción petrolera ?
-Quisiera que todos los latinoamericanos sean como Biden y seamos pragmáticos. Nuestro problema es ser más papistas que el Papa. Vemos lo que está ocurriendo en Colombia, un país que necesita fracking porque no tiene gas natural y tiene que importar GNL licuado. Al mismo tiempo tienen que subir las tarifas, pero no quieren hacerlo mientras que a los ambientalistas les gusta el aire acondicionado, el avión con primera clase y todos los lujos de la vida, pero rechazan al sector de los hidrocarburos que es la principal fuente energética. Es lindo ser ambientalista con lujos de primer mundo.
-¿Puede avanzar el desarrollo del hidrógeno en la región como fuente energética?
-Los latinoamericanos somos como las novelas de Gabriel García Márquez que nos venden vidriecitos de colores cuando intentan introducir en la región el hidrógeno, que cuesta 30 dólares el millón de BTU y la población no puede pagar el hidrógeno.
-¿Qué pasa con fuentes renovables alternas como la solar o la eólica?
-Ambas terminan siendo aspirina para el cáncer y no se puede descarbonizar el planeta con energías eólico y solar. Tenemos que descarbonizar con gas natural en los sectores eléctrico y de transporte.
-¿Qué papel puede tener este Foro de Países Exportadores de Gas?¿Considera que puede ser determinante como la OPEP para la fijación de precios del gas natural?
-Ese es un grupo de tour de paseos. La llamada OPEP del gas no existe porque el gas natural no es un commodity como sí lo es el petróleo y eso impide crear un pool de países productores que se asocien para controlar el precio, la oferta y la demanda. La situación está más en un país como Estados Unidos, donde la producción se maneja por la libre oferta y demanda; o Qatar, que también se rige por el libre mercado. Todo esto de la OPEP del gas es un sueño y una oportunidad para viajar a países desconocidos.
-¿El gas natural que Rusia le exportaba a Alemania o a otros países y que se suspendió los envíos por el conflicto en Ucrania hacia dónde se está dirigiendo?
-Rusia tuvo que reducir las exportaciones definitivamente, pero sigue habiendo comercialización de gas ruso en Europa. Se ha reducido, pero no se ha parado. Los europeos no tienen hidrocarburos entonces deben apostar a otras tecnologías y de allí sale la energía solar o la eólica y ahora el hidrógeno. En cambio, vemos, como China se ha comido a los europeos, que fabrica con carbón baterías de almacenamiento para vehículos, paneles solares. Creo que la Unión Europea anda perdida en su norte sobre qué quiere hacer con la energía y dónde quieren llevarla. Por ejemplo, el fracaso de las energías renovables en España y Alemania es muy notorio. No se puede poner a funcionar a un país con energías intermitentes.
-Ha señalado que Colombia debería comprarle gas a Venezuela, pero todo indica que en eso influye lo político. ¿Cómo ve esa posibilidad?
-Es la mejor alternativa para ambos países. Venezuela tiene muchísimo gas y es cuestión que Venezuela de confianza a los demandantes colombianos, que mayoritariamente son empresas privadas y lo que quieren es seguridad de abastecimiento y el gas natural licuado les da eso. Creo que en Venezuela deben tomar la decisión de delegar que privados operen un campo, que el gobierno cobre la regalía que corresponde y que también sea esa empresa la que opere los gasoductos. Creo que Venezuela puede recibir buenos pagos por concepto de regalías y sacar esa inmensa cantidad de gas natural que hay bajo el subsuelo para alimentar a un país vecino que se va a quedar sin gas natural, afrontará racionamientos y tendrá que importar gas como lo está haciendo desde Estados Unidos, que le resulta más caro si lo hiciera desde Venezuela. Creo que el problema político e ideológico debe ser superado y que se ponga a trabajar el gasoducto que existe entre los dos países. A Venezuela le corresponde generar esa confianza para explotar sus recursos naturales.
-¿Cómo sí parece que ha ocurrido con Trinidad y Tobago?
-Claro. Hay que avanzar en ese norte. En el caso de Trinidad y Tobago, hay la ventaja de que cuenta con plantas de gas natural licuado que se están quedando sin materia prima, existe un buen acuerdo y se está avanzando. Creo que de la misma manera se debe hacer con Colombia. Algún día el hidrógeno costará 3 dólares el millón de BTU, pero ahora está en 30 dólares entonces mientras el hidrógeno avanza seguiremos trabajando con los hidrocarburos porque hay reservas para muy largo plazo, primero se debe reemplazar el carbón e ir avanzando energía solar y eólica, que son fuentes complementarias, pero no son la solución.
-¿No comparte el criterio que la OLADE está centrada en difundir las fuentes renovables y se olvida de la riqueza de hidrocarburos que hay en América Latina?
-Lo comparto totalmente. Si debo decir que yo no creo en lo de la integración energética que promueve la OLADE porque es difícil aprobar un marco común de reglas de juego para que circule la electricidad o el gas natural como sí tiene la Unión Europea con una ley para todos los países. Lo que sí puede ocurrir en la región como está ocurriendo son relaciones bilaterales que son muy beneficiosas como el gasoducto entre Bolivia y Brasil, la relación entre Bolivia y Argentina o la que pudiera tener Colombia con Venezuela. A la OLADE haciéndole caso a los financiadores europeos y más bien es un caos total porque nadie se pone de acuerdo porque incluso está Cuba, hay países con gobiernos de derecha y de izquierda. La OLADE no tiene como integrar esta diversidad de países y funciona porque los europeos la financian para promover el hidrógeno y las energías solar y eólica.
 
 
 
 
 
EL PROYECTO MÁS CARO DE AMÉRICA LATINA TENDRÁ UNA INVERSIÓN DE MILLONARIA CHINA Y SUPERARÁ AL MEGAPUERTO DE CHANCAY
 
MSN de España (https://acortar.link/d4EqHd)
 
La construcción del Corredor Ferroviario Bioceánico Central promete transformar el mapa comercial de Sudamérica. Este ambicioso megaproyecto busca unir el puerto de Chancay, en la costa del Pacífico peruano, con Brasil, estableciendo una conexión directa entre los océanos Pacífico y Atlántico y reforzando los lazos comerciales entre Asia y Sudamérica. Con un trazado de 3.755 kilómetros, el tren bioceánico atravesará Perú, Bolivia y Brasil, lo que facilitará el transporte de carga internacional y promoverá la integración regional. China, a través de su empresa Cosco Shipping Ports, lidera una millonaria inversión en el proyecto.
Este plan, propuesto por el presidente Xi Jinping en 2013, ganó relevancia en 2023, cuando los mandatarios de Bolivia y Brasil, Luis Arce y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente, suscribieron un acuerdo para reimpulsar las construcciones del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración. Esta megaobra, al conectar los océanos Atlántico y Pacífico, promete optimizar los tiempos y costos logísticos en el comercio internacional de bienes.
El Corredor Bioceánico es uno de los proyectos de infraestructura más grandes de América Latina, conectando el océano Atlántico y el Pacífico.
El Tren Bioceánico Perú-Brasil: una ruta clave para conectar el Pacífico con el Atlántico
El tren bioceánico, también conocido como el Corredor Ferroviario Bioceánico Central, conectará tres países sudamericanos en un trayecto que comenzará en el puerto de Santos, en Brasil; ingresará a Bolivia a través de Puerto Suárez, y cruzará hasta el sur de Perú en el puerto de Ilo. La infraestructura se extiende a lo largo de 3.755 kilómetros y requiere la construcción de tramos adicionales, en especial en Perú, para garantizar la conectividad total del proyecto.
El Corredor Ferroviario Bioceánico Central se trata de una de las iniciativas de infraestructura más costosas y ambiciosas jamás emprendidas en América Latina, con una inversión estimada entre 10 y 15 mil millones de dólares.
El Corredor Ferroviario Bioceánico Central unirá Brasil, Bolivia y Perú, facilitando la exportación de productos a Asia sin pasar por el Canal de Panamá.
La ruta no solo impulsará la exportación agrícola, sino que también facilitará el transporte de minerales, soja y otros productos desde Brasil y Bolivia hacia los mercados asiáticos a través del puerto de Chancay. La red ferroviaria existente en Brasil reducirá costos logísticos y permitirá a los exportadores sudamericanos alcanzar el mercado asiático de manera más competitiva, maximizando las oportunidades comerciales en ambos continentes.
Inversión de China en el corredor bioceánico
China ha mostrado un firme interés en el Corredor Ferroviario Bioceánico Central, consolidando su presencia en Sudamérica mediante un plan de inversión millonario. Además de financiar el megaproyecto del puerto de Chancay, con una inversión de 3.500 millones de dólares, Cosco Shipping Ports también impulsa el desarrollo ferroviario en la región, dada su importancia para optimizar el comercio intercontinental.
A diferencia de Perú, cuya prioridad sigue siendo la conectividad hacia Asia, China reconoce en el corredor bioceánico una ruta estratégica que permitirá una conexión rápida entre los dos océanos, con un impacto económico significativo para los países sudamericanos y una reducción en los tiempos de transporte hacia el continente asiático. La construcción del tren bioceánico también beneficiará a Bolivia, que ganará un acceso clave al océano Pacífico, mejorando sus posibilidades de exportación y desarrollo económico.
 
 
 
 
 
EL PAÍS DE SUDAMÉRICA CON LA FUERZA TERRESTRE DE VEHÍCULOS BLINDADOS MÁS DÉBIL, DE ACUERDO CON RANKING GLOBAL FIREPOWER
 
Con 452 vehículos blindados, un país de Sudamérica se posiciona como una de las naciones con menor capacidad de defensa en unidades terrestres blindadas. Bolivia es el país de Sudamérica que cuenta con la menor fuerza de vehículos blindados, según el ranking Global Firepower.
 
La República de Perú (https://acortar.link/DnXJw4)
 
Sudamérica, una región marcada por contrastes geográficos y culturales, también presenta una amplia diversidad en términos de capacidad militar. Si bien algunas naciones han invertido significativamente en modernizar sus fuerzas armadas, otras han priorizado otros sectores. Un reciente ranking de Global Firepower Index ha revelado cuál país de la región presenta la fuerza terrestre de vehículos blindados más débil.
La evaluación de las capacidades militares de Global Firepower involucró múltiples factores, desde el número de efectivos hasta la sofisticación de su armamento. En el caso de los vehículos blindados, estos juegan un papel crucial en la movilidad y protección de las tropas en el campo de batalla. Pero, ¿qué nación sudamericana se encuentra en desventaja en este aspecto?
Este es el país de Sudamérica con la fuerza terrestre de vehículos blindados más débil
Bolivia es el país de Sudamérica que cuenta con la menor fuerza de vehículos blindados, según el ranking Global Firepower. Con un inventario limitado de 452 vehículos blindados, la nación altiplánica se queda atrás frente a otras naciones del continente, lo que refleja las prioridades de inversión de su presupuesto de defensa, centrado mayormente en otras áreas. Esta capacidad reducida contrasta con las fuerzas más avanzadas de vecinos como Brasil, Chile y Argentina, cuyas flotas de vehículos blindados son significativamente mayores y más modernas.
El bajo número de vehículos blindados limita la capacidad de Bolivia, que se ubica en el puesto 134 de 145 naciones evaluadas. Aunque las fuerzas bolivianas se benefician de su conocimiento del terreno y su especialización en operaciones de montaña, su limitada capacidad en blindados se convierte en una desventaja frente a amenazas convencionales.
Prioridades de defensa y geopolítica regional
Por un lado, Bolivia cuenta con una industria militar limitada, lo que la obliga a depender de importaciones para adquirir equipamiento. Además, el accidentado terreno boliviano plantea desafíos logísticos para el despliegue y mantenimiento de vehículos blindados.
Sin embargo, la limitada cantidad de blindados plantea preguntas sobre el papel que Bolivia puede desempeñar en esfuerzos de seguridad regional, conjuntos o misiones de paz internacionales, donde la capacidad de movilización terrestre es clave.
 
 
 
 
 
GANANCIAS DEL ORO ILEGAL ALCANZAN MÁXIMOS HISTÓRICOS EN PERÚ
 
Insight Crime.Org (https://acortar.link/5hrpCL)
 
Las ganancias del oro extraído ilegalmente en Perú están alcanzando máximos históricos, y están financiando a grupos ilegales, al tiempo que el país debate extender la vigencia de las medidas de formalización minera.
Las exportaciones de oro ilegal de Perú estarían por alcanzar un máximo histórico de US$6.840 millones en el 2024, según estimaciones del Instituto Peruano de Economía (IPE). La cifra sería un incremento del 41% en comparación con mayor que en el 2023. Según el IPE, Perú exporta el 44% de oro ilegal de Suramérica.
Mientras tanto, el Congreso de Perú debate sobre la posibilidad de ampliar el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), una medida que busca formalizar las actividades de pequeña minería y minería artesanal, a pesar de que ha demostrado resultados insuficientes.
Dado que el Reinfo exime de responsabilidad penal a los mineros en proceso de formalización, ha ocasionado que algunos trabajadores del sector sigan extrayendo oro ilegalmente.
Mantener la minería ilegal bajo control parece representar un problema para las autoridades peruanas. El puesto de control de Chagualito, en la provincia de La Libertad, es el encargado de controlar el transporte de oro extraído en el país, pero investigaciones de medios locales han encontrado que los controles son débiles.
El control de la minería ilegal sigue siendo un desafío importante para las autoridades peruanas que atraviesan una crisis de inestabilidad política y percepción de impotencia. La presidenta Dina Boluarte enfrenta dificultades para imponer autoridad en un contexto donde el respaldo popular es mínimo, pues su gobierno cuenta con una aprobación de solo 5%.
Análisis de InSight Crime
A medida que los precios del oro a nivel global se disparan, la minería ilegal se ha vuelto aún más vital para los grupos criminales en países como Perú, Colombia, y Bolivia.
El auge en los precios del oro ha hecho que el control de las minas ilegales sea una actividad lucrativa para organizaciones criminales, que utilizan estas ganancias para expandir sus operaciones y sostener otras actividades ilícitas, como el narcotráfico y la extorsión.
Según el IPE, en Perú, el 44% del total de oro exportado proviene de la minería ilegal, mientras que en Colombia esta cifra asciende al 85% y en Bolivia al 50%. Sin embargo, el abogado ambiental y experto en minería ilegal César Ipenza expresó que “la situación en Perú puede considerarse más grave que en otros países debido a la escala de producción y exportación de oro extraído ilegalmente, que supera significativamente a la de Colombia y Bolivia”. Según informes de exportaciones nacionales, mientras que Perú exportó 77 toneladas de oro en 2023, Colombia exportó 72 y Bolivia 51.
Ipenza también indicó que las cifras oficiales podrían estar dejando de lado un porcentaje importante del oro exportado en Perú debido a la falta de mecanismos de control en las fronteras del país que impiden registrar la totalidad del mineral exportado cada año.
Además, Ipenza resaltó la presencia de actores criminales extranjeros en la minería ilegal, lo que añade una capa de complejidad a la situación. “Es cierto que hay actores o sicarios extranjeros operando, dando seguridad en la zona”, dijo, refiriéndose a las denuncias que indican la presencia de organizaciones como la megabanda venezolana, el Tren de Aragua y la banda ecuatoriana de Los Lobos, en la minería ilegal de Perú. Con el aumento del precio del oro, esta actividad resulta cada vez más rentable para estos grupos que se lucran de las minas ilegales.
 
 
 
 
 
MEGAPUERTO DE CHANCAY EN PERÚ, LA NUEVA ENTRADA DE CHINA A AMÉRICA LATINA
 
Washington Hispanic de EEUU (https://acortar.link/QCZQiR)
 
Las imponentes siluetas de las grúas del nuevo megapuerto de Chancay, al norte de Lima, reflejan la envergadura de la infraestructura financiada por China que está llamada a reforzar la creciente influencia del gigante asiático en América Latina.
La obra será inaugurada por el presidente chino, Xi Jinping, junto a su par peruana, Dina Boluarte, el 14 de noviembre, al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima.
«Está prácticamente listo», dijo a la prensa Gonzalo Ríos, subdirector general de Cosco Shipping Ports Perú, filial del gigante mundial del transporte marítimo China Ocean Shipping Company (COSCO), la empresa estatal detrás del proyecto.
Ubicado a 80 kilómetros al norte de la capital peruana, el puerto de aguas profundas (unos 18 metros), cuya construcción comenzó en 2021, contará en principio con cuatro atracaderos luego de una inversión de 1.300 millones de dólares. El proyecto final prevé 15 muelles y una inversión total de 3.500 millones de dólares.
El puerto se extenderá en una superficie de 141 hectáreas y recibirá buques de hasta 24.000 contenedores (TEU). El primer año llegarían un millón de contenedores, estima Cosco Shipping Ports, concesionario por 30 años.
«Creemos que con el aporte del puerto, esta región del Pacífico y Perú en particular pueden convertirse en el centro logístico clave de la región sudamericana para el comercio», resaltó a la AFP Ríos.
– La «ruta de la seda» llega a Sudamérica –
Con 57.000 habitantes, Chancay será el primer puerto chino en América del Sur.
El puerto será parte de la iniciativa «Belt and Road», lanzada en 2013 por Xi Jinping para
obras de infraestructura y unir continentes como una «nueva ruta de la seda».
Varios países sudamericanos, como Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela, se beneficiarán con ella.
«América Latina no era parte de la nueva ruta de la seda cuando se lanzó la iniciativa, pero al cabo de unos años China la incorpora como parte de su proyecto de consolidación como potencia mundial, un proyecto económico y comercial con el cual pretende potenciar su presencia global», señaló a la AFP Óscar Vidarte, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Católica del Perú.
«En esa dinámica -agregó- el puerto de Chancay juega un papel central porque permite un comercio más ágil y directo entre China y América del Sur».
En 2019, el grupo chino adquirió el 60% de la empresa peruana encargada del puerto, elegido por su ubicación estratégica en el centro de Sudamérica y por la importancia de la producción agroindustrial en Perú.
El comercio peruano-chino bordeó los 36.000 millones de dólares en 2023, según Lima. Ambos países tienen desde 2010 un Tratado de Libre Comercio.
– «El Singapur de América Latina» –
«Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina», afirma entusiasmado el ministro peruano de Transporte, Raúl Pérez, durante su visita al puerto.
«Tendremos rutas directas a Asia, en particular a China, lo que reducirá en 10, 15 e incluso 20 días, dependiendo de la ruta, lo que hoy se hace» en 35 o 40 días, añadió.
Según Cosco Shipping Ports, la terminal reducirá el costo del transporte desde y hacia Perú, Chile, Colombia, Ecuador y Brasil, que ya no tendrán que utilizar puertos de México y Estados Unidos para su comercio con Asia.
La instalación portuaria «permitirá a China posicionarse en esta parte del mundo», afirma a la AFP el académico Vidarte.
«El megapuerto es parte de la lucha por la influencia geopolítica en la región. Chancay le da a China cierta ventaja sobre Estados Unidos», agrega el analista y profesor en derecho internacional Francisco Belaunde.
La terminal incluirá tecnologías de inteligencia artificial y estará conectada a la carretera Panamericana por un túnel de 1,8 kilómetros.
Perú abastece de materias primas y minerales a su socio asiático, mientras que importa de ellos bienes de consumo.
Pero no todos se entusiasman con el voceado auge económico que traerá el nuevo puerto, en especial la gente de a pie que vive en lo que aún es una tranquila localidad costera.
«Nunca se planificó una ciudad puerto en Chancay, la pesca y la agricultura van a desaparecer (…) con los millones de camiones que van a venir para llenar los barcos», señaló la comerciante Miriam Arce (54).
El biólogo Antony Apeño, de la ONG CooperAcción, advierte que la excavación submarina ha impactado en la flora y fauna porque «con la remoción de fondo, se ha cambiado toda la estructura de esas zonas marinas. Muchas especies se han alejado o muerto».
 
 
 
 
 
LA COMPLICADA MISIÓN DE LLEVAR LA REFORMA JUDICIAL A TRIBUNALES INTERNACIONALES
 
Un grupo de jueces mexicanos logra una primera una audiencia con la Comisión Interamericana para exponer sus razones jurídicas contra la enmienda a la Constitución que ya ha sido validada por la Suprema Corte
 
El País de España (https://acortar.link/GJ1ObS)
 
La batalla de los jueces para frenar la reforma que altera su carrera profesional no ha visto su fin. La resolución de la Suprema Corte mexicana, que ha dejado intacta la enmienda y con ello la elección de jueces, magistrados y ministros por votación popular, no es la última trinchera. El camino jurídico en México es largo, aunque con pocas posibilidades de obtener un resultado distinto. La Corte aún deberá resolver las controversias constitucionales y recursos de amparo antes de dar carpetazo al asunto. En paralelo, los juzgadores han iniciado la complicada misión de llevar la enmienda a tribunales internacionales. Juana Fuentes Velázquez, directora de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED), ha conseguido, junto con un puñado de representantes de otros sectores judiciales, una audiencia este martes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington. En el encuentro público, los interesados fundamentarán sus argumentos en dos ejes: la independencia judicial, los derechos de los ciudadanos y los laborales de los cientos de jueces y magistrados que han sido destituidos de sus cargos para someterlos a voto popular.
En una primera instancia, será la comisión la que se encargará de analizar e investigar la controversia. Posteriormente y en caso de avanzar, sería la Corte interamericana la que podría llegar a ordenar al Estado mexicano frenar los efectos de la reforma. Los juzgadores mantienen la esperanza, entre otras cosas, porque existe antecedente de casos similares en América Latina que han tenido éxito. “Otros jueces y magistrados han acudido a la Corte interamericana a impugnar los actos de su Estado, por ejemplo Perú. Hay una clara expectativa de que tras el diálogo con la comisión pudiéramos establecer un punto de acuerdo con el Estado mexicano. Puede pasar un buen tiempo, sí, cinco, siete, diez años. Pero hay precedentes de reparación integral, algo que se impondría al Estado mexicano a favor de los jueces y magistrados que estamos siendo destituidos de esa forma”, explica Fuentes.
Los juzgadores no han quitado el dedo del renglón para que los recursos jurídicos que aún faltan en México lleguen a buen puerto, pese a la votación del martes que les cayó como balde de agua helada. El ministro Alberto Pérez Dayán, con su voto en contra, sepultó la primera y más fuerte esperanza de matizar la elección judicial y suspender una buena parte de la reforma. “Tenemos pendientes las controversias constitucionales, lo que resolvimos el martes fueron acciones de inconstitucionalidad que promovieron los partidos. Sin embargo, debo ser muy franco y no despertar falsas expectativas”, dijo el ministro Javier Laynez Potisek en una entrevista transmitida en Milenio. La última batalla se encamina a que sea en tribunales fuera del país, coincide. “Quedan, en lo individual o de manera colectiva, acciones que podemos interponer a nivel internacional. Los jueces y magistrados lo hicieron desde hace meses ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
A la audiencia de este martes, además de la directora de la JUFED, también asisten Rosa Elena Alonzo, en representación del Colegio de Secretarios y Actuarios; Víctor Manuel Rodríguez, del Instituto Internacional de Responsabilidad Social y Derechos Humanos, así como un representante del Estado, de nombre aún desconocido. Las cartas que los jueces han preparado para exponer ante la Corte interamericana son dos: “La independencia judicial como un derecho humano no solo de los juzgadores, sino de la ciudadanía, afectada al establecer la elección popular para los jueces y magistrados. Por otro lado, los derechos adquiridos que tenemos de que no se nos destituya”, añade Fuentes.
La audiencia será el primer paso de un largo camino. Queda un largo proceso para llegar a la Corte Interamericana. “De prevalecer la violación y si no hay conciliación o una plática que lleve a minimizar el daño a jueces y magistrados, entonces se abre la puerta para promover ante la Corte interamericana las acciones jurídicas, el equivalente a una demanda”, explica la jueza, una de las voces más activas en defensa de los derechos de los impartidores de justicia.
Adriana Greaves, experta en Derecho Internacional y cofundadora de Tojil, organización sin fines de lucro integrada, en su mayoría, por abogadas contra la impunidad, reconoce que la audiencia ya es por sí sola importante. “Tienen un pie dentro”, pero es apenas el inicio de un proceso que dependerá de múltiples factores para que pueda tener repercusiones en favor de los afectados. “Va a depender mucho de cómo sea planteada la petición. Lo que sí puedo adelantar es que los efectos de cumplimiento van a ser muy complicados”, refiere.
A la esperanza de los jueces se suman los antecedentes, la Corte Interamericana ya se ha pronunciado respecto a esta reforma judicial y no en los mejores términos. En septiembre manifestó su “grave preocupación” por la aprobación de la enmienda, sus argumentos se han encaminado a los posibles impactos negativos en el derecho de acceso a la justicia, en las garantías de independencia judicial y en la vigencia del Estado de derecho. “Ya tienen una audiencia pública, es un gran camino y lo hicieron de manera muy expedita, se ve que sí hay interés de la comisión por escuchar en dónde puede estar la violación a los derechos humanos. Tienen un pie dentro”, concluye Greaves.