Monday, January 06, 2025

EVO MORALES DENUNCIA A ARCE Y A EU DE QUERERLO FUERA DE LAS URNAS EN BOLIVIA

Morales asegura que su vida corre peligro y denuncia persecución política, además de rechazar acusaciones de corrupción y delitos graves, atribuyéndolos a intentos de dañar su imagen.




El ex presidente Evo Morales (Isallavi, Bolivia) asegura que el presidente Luis Arce, un antiguo aliado del movimiento indígena, se ha unido con el gobierno estadunidense y lo que denomina “la élite” para evitar que logre un tercer mandato y se expulsen los modelos políticos capitalistas e imperialistas.
En entrevista con MILENIO, desde la sede del Movimiento al Socialismo (MAS) en el Trópico de Cochabamba, un departamento compuesto por cinco municipios en Bolivia, Morales denunció públicamente que su vida corre riesgo, luego de ser indiciado en al menos 15 procesos judiciales, haberle sido impedido su registro como aspirante presidencial para 2025 y estar en medio de un tiroteo con fuerzas bolivianas.
—Para usted, ¿qué implica tener 15 procesos abiertos en su contra? —
“Como la dictadura, si no hubiera organizado esta marcha (por la paz), seguramente no tendría ahorita ningún proceso. Procesos para destrozarme moralmente, éticamente, jurídicamente, políticamente… hasta intentaron acabarme físicamente. No pudieron”, respondió Evo Morales.
— A finales de octubre denunció un intento de asesinato. ¿Cómo se siente después de un incidente así? —
“Como no han podido destrozarme moralmente, (Arce) intentó matarme. Tampoco ha podido; el milagro me salvó. Yo creo en Dios, creo en la madre tierra y, sobre todo, creo en mi papá y mi mamá que me salvaron la vida. Y luego dicen que Evo estaba armado, que fue un autoatentado, que Evo disparó, que emboscó. La víctima ahora es victimaria.”
— ¿Cuál es el mensaje que enviaría al gobierno de Bolivia? —
“No puedo salir. Si salgo de mi sede, me detienen. Dos mil 500 compañeros me dan seguridad; no puede intervenir la policía. Se ha intentado matarme. La instrucción de Lucho (Luis Arce), los mismos militares y policías nos informan que es: ‘al Evo hay que agarrarlo, hay que detenerlo, vivo o muerto’. Quiero decirle a Lucho, al gobierno: porfa, que no me maten, déjenme vivir, déjenme luchar por el pueblo. Yo vengo de la lucha sindical, de abajo; soy de la Bolivia profunda.”
— ¿Cómo considera que debería ser el próximo gobierno de Bolivia? —
“Yo llegué a la presidencia sin formación académica, gracias a la verdad y a la honestidad. Aprendí desde la lucha hasta la gestión pública. Para mí, ¿qué es la política? Es la ciencia del servicio, esfuerzo y, fundamentalmente, sacrificio por la gente humilde. Yo goberné con la sabiduría, con la ética indígena: no robar, no mentir y no ser flojo. Entonces, yo no podía proteger la corrupción familiar ni la mala gestión.”
— La investigación más reciente lo señala de trata de personas y estupro contra una menor de 15 años en 2015. ¿Qué responde a esos señalamientos? —
“Ya en 2020 (Jeanine) Áñez me investigó por eso. Fue rechazado, cerrado. Que yo sepa, si no hay víctima, no hay delito. Solamente se me investiga para dañar mi imagen.”
— Ya ha señalado a Luis Arce por estar detrás de la persecución en su contra. ¿Considera que hay alguien más involucrado? —
“En el helicóptero que se escaparon (los agresores), porque usaron un helicóptero para intentar detenerme, se ve a gente extranjera. Cuidado, se ve en el helicóptero.”
— ¿Estados Unidos? —
“Algunos compañeros se cansan. Entonces, al comandante de la Novena División del Ejército, que estaba en la puerta de la Novena División del Ejército, le preguntamos: ‘Díganos, coronel, ¿estaba la DEA (Administración para el Control de Drogas) o no?’ Y no dijo que sí o no. Eso significa para mí que estaba.”
— ¿A qué se refiere con el imperio? —
“A la élite mundial, fundamentalmente. El que administra es Estados Unidos, pero cuando hablo del imperio estoy hablando del capitalismo y el imperialismo. El imperio, el capitalismo, no aceptan este modelo (el gobierno del pueblo). Y gracias a los 14 años de mi administración, Bolivia fue conocida, Evo también.”
— Ha señalado a Luis Arce, quien fuera su antiguo compañero de lucha, de estar involucrado en temas de corrupción. ¿Por ello se apartó de su lado? —
“Si yo no me separaba de Lucho, el MAS y Evo en este momento estarían con 2.2 por ciento de aceptación popular. Hice bien al separarme, al alejarme. Sabe el gobierno, sabe el imperio que hemos ganado.” Milenio de México (https://lc.cx/imXcfi)
 
 
 
 
 
EVO MORALES VS. LUIS ARCE: LA BATALLA POLÍTICA DEL 2024 EN BOLIVIA
 
Portal Veintitrés de Argentina (https://lc.cx/WXo8c6)
 
La actividad política del 2024 en Bolivia se centró en la disputa entre el expresidente Evo Morales (2006-2019) y el actual mandatario, Luis Arce, por el control del partido de gobierno, Movimiento Al Socialismo (MAS), un conflicto que se extendió a todo el país y que proyecta un panorama incierto para las elecciones nacionales de 2025.
Consultados por la Agencia Sputnik, Reymi Ferreira, exministro de Defensa, y el politólogo Paúl Antonio Coca, coincidieron en que el divorcio entre Arce y Morales no es definitivo, que el actual presidente no podrá ganar una elección sin su ex mentor político y que por lo tanto el escenario para el próximo año es de total incertidumbre.
"Creo que la actividad política se ha centrado en torno al debate interno en el MAS, en las dos alas, en la de Morales y la de Arce, todo se ha centrado ahí. Es una lucha que al parecer no ha terminado, porque si bien la sigla MAS tiene un fallo judicial a favor de Arce, la fuerza orgánica del MAS con Evo puede expresarse con otra sigla en los comicios", analizó Ferreira, que fue ministro de Defensa entre 2015 y 2018, durante la gestión de Morales.
En noviembre, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), validó un congreso organizado por los seguidores de Arce, que eligieron como presidente del partido al dirigente Grover García, dejando a Morales fuera de la agrupación política.
Durante 2024, los choques entre Arce y Morales fueron varios: el exlíder del MAS acusó al presidente de ordenar su asesinato en un operativo antinarcóticos encubierto en la región de Villa Tunari, departamento de Cochabamba (centro), mientras que el actual mandatario acusa al líder cocalero de intentar perpetrar un golpe de Estado en su contra.
Ferreira es cauteloso a la hora de emitir criterios, porque considera que nada está dicho en la política boliviana, que puede ser muy cambiante, y porque todavía faltan nueve meses para las elecciones generales del próximo 17 de agosto y recién en abril comenzará el registro oficial de candidatos ante el Tribunal Supremo Electoral.
"Falta que muchas cosas se reconfiguren aún en el país. No nos sorprendamos que en última instancia incluso el MAS se vuelva a unir. Cualquier cosa puede ocurrir, no hay nada definido ahora. Creo que hoy es muy especulativo lo que se dice", opinó.
El también abogado y profesor de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno cuestionó que haya una especie de injerencia del TCP en la política boliviana, en particular en dos fallos: el ya mencionado por el cual Morales perdió la dirección del MAS, y uno anterior, también del TCP, que inhabilitó al expresidente a volver a ser candidato en 2025 al impedir que las autoridades puedan ser electas en tres oportunidades.
Desde que está vigente la Constitución de 2009, Morales fue electo presidente ese año y reelecto en 2014.
Sobre el desempeño de Arce al frente del Gobierno, Ferreira considera que su mayor desafío es la economía, que cada día se deteriora más y que puede restarle puntos en términos de cómo será evaluada su gestión.
"El principal riesgo viene por la economía y él como economista me imagino lo sabe; su principal desafío es lo económico y tiene todavía algunos meses en los que podría hacer algo. Si no se compone este frente, yo creo que sí puede generar un desgaste en su proyección política y en su imagen, incluso como gobernante", dijo el exministro.
EL AÑO DE LAS CRISIS
Coca, politólogo de la Universidad Mayor de San Andrés, ve con mucha incertidumbre el 2025, porque considera que la crisis que experimentó Bolivia durante este año fue política, económica, jurídica, institucional y social, la cual está lejos de haber culminado.
Incluso se aventura a decir que la realización de las elecciones generales el próximo 17 de agosto está en riesgo.
"Este 2024 se ha caracterizado por todas las crisis que puede tener en conjunto un país. La crisis política, social, jurídica e institucional han hecho un 2024 que para el país tiene que ser un año para el olvido, porque obviamente la situación económica se ha visto insostenible, no se han visto soluciones", analizó el politólogo.
Sobre la realización de las elecciones presidenciales de agosto de 2025, Coca recordó que en diciembre de 2023 los magistrados del TCP prorrogaron su mandato hasta la celebración de nuevos comicios para elegir a las nuevas autoridades judiciales, los cuales están previstos para el próximo 15 de diciembre.
"El Tribunal Constitucional "auto prorrogado" puede, bajo cualquier excusa o argumento, postergar las elecciones presidenciales. Entonces, como el 15 de diciembre son las elecciones judiciales parciales, puede darse el caso de que se disponga que el próximo año sean las judiciales parciales parte dos y que la votación general se postergue para el 2026, lo cual sería nefasto y una crisis social terrible en el país", dijo.
Ferreira coincide en que si esto ocurre sería "explosivo" para el país y puede ser un "exceso insoportable" de parte del TCP, con consecuencias incalculables para la democracia boliviana.
"Creo que sería explosivo, ni al Gobierno le convendría. No creo que nadie quiera animarse a plantear una cosa así, porque sería un exceso insoportable por parte del Tribunal Constitucional, que está haciendo lo que quiere, pero eso no creo que pueda pasar", estimó.
En conclusión, gane quien gane la presidencia en 2025 tendrá una gestión muy conflictiva y con una casi segura crisis de gobernabilidad.
"El próximo año va a ser demasiado conflictivo y el que gobierne va a tener un país muy dividido, muchas promesas que va a tener que cumplir y, si no lo resuelve a corto plazo, va a tener muchos problemas sociales. Peores de los que se tiene hoy día", calculó Coca.
De acuerdo al especialista, la crisis en el MAS genera preocupación en la izquierda latinoamericana, que podrá presionar para que se defina la candidatura del partido, solamente con Arce o con Evo, o incluso con un binomio que los una para poder continuar en el gobierno.
Las elecciones nacionales en Bolivia están previstas para el 17 de agosto de 2025.
En caso de que ningún candidato presidencial obtenga el 50 por ciento más uno de los votos, o si la diferencia entre el primero y el segundo es menor a los diez puntos porcentuales, se realizará una segunda vuelta entre los dos postulantes más votados, prevista para el 19 de octubre.
Además de la fórmula presidencial, se eligen los 130 integrantes de la Cámara de Diputados y los 36 senadores que conforman la Cámara Alta.
 
 
 
 
 
PAZ RADA: " LA QUIEBRA DEL MAS EN BOLIVIA FACILITA EL AVANCE DE PROYECTOS IMPERIALISTAS"
 
¿Qué está en juego para Bolivia en un escenario político cada vez más polarizado? ¿Cómo enfrenta el Movimiento Al Socialismo la compleja situación política y económica de Bolivia? ¿Es posible una solución frente a las pugnas internas y las amenazas externas? Un análisis sobre el contexto actual y las transformaciones sociales de las últimas décadas.
 
Canarias Semanal Org. de España (https://lc.cx/LbjDUr)
 
En una entrevista realizada por Correo del Alba al reconocido sociólogo Eduardo Paz Rada , este abordó las tensiones que en estos momentos enfrenta el Movimiento Al Socialismo (MAS), así como el impacto que estas están teniendo en el panorama político y social de Bolivia.
Según el entrevistado, el MAS está atravesando un momento crítico, marcado por profundas divisiones internas y una crisis política general que afecta tanto al oficialismo como a la oposición. La ausencia de propuestas programáticas claras y de estrategias nacionales pone en riesgo el legado del proyecto nacional-popular que este movimiento ha representado en los últimos años.
LA FRACTURA INTERNA DEL MAS
Paz Rada subrayó en la entrevista que las tensiones en el MAS no son recientes, sino el resultado de una pugna interna que se arrastra desde 2022. Esta situación se ve agravada por una intensa campaña mediática que busca desacreditar al partido, pone en juego el control del poder y sus instrumentos estatales.
Según el sociólogo, esta crisis podría llevar a la ruptura de las bases sociales que sostienen al MAS, debilitando el proyecto de soberanía, descolonización y transformación nacional que ha sido fundamental para Bolivia.
La fragmentación del MAS también amenaza con facilitar el avance de proyectos oligárquicos e imperialistas, que buscan someter al país a intereses extranjeros. Esto podría suponer un retroceso en las conquistas económicas y sociales logradas en las últimas décadas, como la redistribución de la riqueza y el fortalecimiento de los derechos indígenas y culturales.
EL IMPERIALISMO Y LA INESTABILIDAD REGIONAL
Para Paz Rada, el imperialismo representa una amenaza real y tangible tanto para Bolivia como para el conjunto de la región. En su análisis, destacó la agresiva política de intervención de Estados Unidos en América Latina, que está incluyendo golpes de Estado así como el abierto apoyo a líderes de corte neoliberal. Bolivia, con sus vastos recursos naturales como el litio y los hidrocarburos, es un objetivo estratégico en esta disputa geopolítica.
El sociólogo advierte que la intervención imperialista podría intensificarse en los próximos años, especialmente con el ascenso de gobiernos alineados con intereses corporativos extranjeros.
“El peligro de una política entreguista no solo amenaza los recursos naturales, sino la dignidad y soberanía de los pueblos”, afirma Paz Rada.
TRANSFORMACIONES SOCIALES Y LA RESILIENCIA DEL PUEBLO BOLIVIANO
Desde principios del siglo XXI, Bolivia ha experimentado profundas transformaciones sociales y culturales, asegura Paz Rada. La participación de los pueblos indígenas y otros sectores marginados ha redefinido las estructuras de poder y la identidad nacional. Paz Rada destaca cómo estas conquistas, aunque vulnerables, han dejado huellas profundas en la sociedad boliviana, siendo un ejemplo la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los recursos estratégicos.
Sin embargo, el autor también reconoce las contradicciones internas del proceso, incluyendo prácticas de corrupción y clientelismo que han limitado su avance. En este contexto, la juventud juega un papel crucial: mientras algunos jóvenes reproducen valores conservadores, otros, especialmente de origen indígena y popular, defienden con firmeza los logros alcanzados por sus padres.
EL FUTURO: ¿TRANSFORMACIÓN O RETROCESO?
La posibilidad de una crisis más profunda en el MAS y la eventual llegada de un liderazgo neoliberal al estilo de Javier Milei en Argentina, plantea serios desafíos para Bolivia. De acuerdo con Paz Rada, el país enfrenta un dilema existencial: continuar el camino hacia la soberanía y la justicia social o regresar a políticas entreguistas que perpetúan la desigualdad.
 “El destino de Bolivia dependerá de su capacidad para mantener unidad en la diversidad y resistir los intentos de sometimiento imperialista”, concluyó diciendo el entrevistado.
 
 
 
 
 
LA RUPTURA DEL MAS: UN RETROCESO DE LAS CONQUISTAS BASADAS EN LA REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
 
Resumen Latinoamericano Org. (https://lc.cx/cO8qWX)
 
Es innegable que el Proceso de Cambios atraviesa por una coyuntura particularmente compleja, donde debe evitar la fractura irreversible de sus bases sociales y, paralelamente, superar la crisis económica y política por la que atraviesa el país.
Acerca de esos y otros temas hablamos con el reconocido sociólogo y actual jefe de carrera de Sociología en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Eduardo Paz Rada.
¿Cómo definiría el momento por el que atraviesa el Movimiento Al Socialismo (MAS)?
Cuando faltan pocos meses para las elecciones generales en Bolivia y en medio de incertidumbre económica y política, se advierte una brecha cada vez mayor entre las tendencias existentes dentro del MAS, más aún cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) autoprorrogado, como el máximo poder real y efectivo en el país, determina el reconocimiento de un sector dirigido por Grover García, y sometido a esta sentencia el Tribunal Electoral ratifica esta decisión al margen de resoluciones anteriores y de las leyes electorales y partidarias.
La crisis es, hasta ahora, resultado de una lenta y constante pugna interna desde 2022 en el seno de los movimientos sociales que forman parte de la estructura del MAS y de la intensa campaña mediática orientada a dar fin con esta organización política, campaña que se inició hace más de una década. El fondo del asunto es una cuestión del control del poder y de sus instrumentos estatales y gubernamentales.
Este momento o coyuntura política se caracteriza, además, por una crisis política general que afecta al oficialismo como a la oposición, sobre todo en términos de la ausencia de un debate de propuestas políticas programáticas, de orientaciones estratégicas o de una visión de país y de mecanismos para enfrentar una situación compleja nacional e internacionalmente.
La ruptura de la institucionalidad en Bolivia se produce en el momento en el que se ejecuta el golpe de Estado judicial, no solamente por la decisión que toman los magistrados de autoprorrogarse, sino porque intervienen e impiden el funcionamiento autónomo de los poderes Legislativo y Electoral.
¿Qué estaría en juego si se produce la ruptura efectiva en el MAS?
La crisis y el rompimiento de las estructuras sociales y políticas que sostienen al MAS significan ya, y más adelante con mayor profundidad, el debilitamiento del proyecto nacional-popular más importante de la historia de Bolivia, la paulatina ausencia de un eje articulador de fuerzas sociales, territoriales, culturales y de una propuesta de transformaciones de largo aliento que se encamine a la plena soberanía e independencia, la descolonización y la liberación nacional.
La correlación de fuerzas, hasta ahora favorables al campo popular, tendería a orientarse al proyecto oligárquico-imperialista de someter al país a los intereses geopolíticos y económicos del imperialismo norteamericano y a los de las oligarquías locales que han iniciado una fuerte acción de sabotaje, especulación y desestabilización a través de los instrumentos bancarios, financieros, comerciales y mediáticos que se manifiestan en concreto en la escasez de dólares, la inflación, la devaluación y la falta de combustibles.
La ruptura del MAS podría significar un retroceso de las conquistas económicas basadas en la redistribución de la riqueza, paralización de las reformas que favorecen las mayorías nacionales, suspensión de derechos y garantías culturales, sociales, autonómicas de los pueblos indígenas, de las mujeres y, por supuesto, la aplicación de políticas entreguistas de los recursos naturales y la pérdida de la centralidad del Estado en sus roles económicos y financieros y en el desplazamiento de las naciones y los pueblos del ejercicio del poder.
La experiencia del golpe de Estado de noviembre de 2019 es por demás elocuente. Los representantes de las oligarquías terratenientes, los grandes bancos privados, las empresas de medios de comunicación, los sectores militares y policiales antinacionales, las iglesias fundamentalistas -incluida la cúpula de la Iglesia católica-, hicieron escarnio y botín para el asalto de los avances económicos, políticos, sociales, culturales, simbólicos y organizacionales del pueblo boliviano.
La derecha tiene por objetivo acabar con el Estado Plurinacional y volver a la República. ¿Es posible tal camino?
El odio histórico de la oligarquía y sus representaciones políticas, ideológicas e intelectuales hacia lo indio y popular han emprendido ya este objetivo de desmontar el Estado Plurinacional. Los discursos y propuestas están orientadas a este extremo, lo han anunciado sus dirigentes regionales, partidarios y empresariales con las propuestas de privatizaciones, aperturas librecambistas, retorno de las trasnacionales y las condiciones neoliberales de los años 80 y 90 del siglo pasado.
Sin embargo, se trata de una tarea muy difícil especialmente por la profundidad de las transformaciones sociales y culturales ocurridas en las dos últimas décadas. Sobre todo aquellas referidas al mundo simbólico y de sentido, al protagonismo adquirido por los indígenas, los cholos y cholas, las mujeres y los jóvenes, a la administración de los gobiernos locales y municipales, al control y dominio del territorio y a la recuperación de la dignidad que había sido arrebatada y sometida por el colonialismo y la dominación señorial.
Las formas que adoptan estos intentos pasan por la resignificación o distorsión de los fundamentos nacionales y populares de lo plurinacional y por las campañas de descrédito, así como por las acciones jurídicas e institucionales de destruir las bases del nuevo Estado. De todas maneras, las huellas profundas establecidas por los pueblos podrán ser borradas en la superficie, pero se mantendrán como conquistas muy importantes.
Al respecto, es posible recordar cómo fue la experiencia de Conciencia de Patria (Condepa), que sufrió una campaña de desprestigio por parte de los partidos de la oligarquía y los medios de comunicación empresariales; continuó con el fomento de la división interna, el reconocimiento de la fracción oportunista proneoliberal por parte de la Corte Nacional Electoral (CNE); todo con el objetivo de que los partidos tradicionales controlen o consigan los votos de las bases sociales de Condepa. El fiasco para este objetivo fue que esas fuerzas sociales populares del campo y la ciudad se inclinaron al MAS y a su propuesta de cambios radicales.
¿Cuánto ha cambiado la sociedad boliviana y en qué aspectos desde principios de siglo hasta hoy?
Muchísimo. La sociedad boliviana no es la misma de hace 20 años, se han producido transformaciones radicales tanto de carácter objetivo como subjetivo, tanto en lo económico, lo político y lo cultural, como en la vida cotidiana, en las subjetividades y percepciones, especialmente de los pueblos indígenas, campesinos, laburantes y populares antes marginados y excluidos a la vida nacional y de la política y los servicios imprescindibles para la vida. Estos sectores y clases eran considerados ajenos a la Bolivia oficial colonial y republicana y con su lucha se convirtieron en los protagonistas de la Historia.
Solamente para hacer unas referencias generales podemos señalar la recuperación de la dignidad y soberanía nacional que tuvo en la expulsión del embajador de los EEUU en Bolivia, Philip Goldberg, en 2008, un punto alto. Está la nacionalización de los hidrocarburos y la recuperación de empresas enajenadas por las transnacionales que permitieron recuperar excedentes multimillonarios que estaban destinados a su exportación y que se utilizaron para la redistribución de la riqueza hacia toda la población a través de bonos, inversiones en infraestructura caminera, riego, agua, salud, educación y los servicios fundamentales.
Asimismo, se profundizó la democracia sustancial y liberadora con la realización de la Asamblea Constituyente que tuvo la participación de representantes de todas las regiones, sectores sociales, culturas y agrupaciones políticas y que cambió radicalmente las bases institucionales y legales del país. Los indígenas, las mujeres y los sectores populares y de trabajadores, como actores colectivos, se convirtieron en los sujetos del cambio.
Bolivia fue parte de los procesos de integración y unidad emancipadora de América Latina y el Caribe bajo los principios del pensamiento bolivariano e impulsó la diplomacia de los pueblos y los derechos de la naturaleza y los pueblos indígenas a nivel internacional.
Esto no significa desconocer desviaciones y prácticas de corrupción, clientelismo y manejo discrecional de espacios de poder e influencia que marcaron las contradicciones internas y las limitaciones para profundizar el proceso.
¿Cómo caracterizaría a la juventud boliviana actual comparada con la de principios de siglo?
La juventud es diversa, aunque existen tendencias a partir de las mediaciones culturales, económicas y sociales, y ahora mucho más por la influencia de los medios de comunicación y las redes virtuales, a desarrollar una influencia hacia la uniformidad en gustos, consumos, modas y otras manifestaciones, tomando en cuenta la fuerte influencia ideológica del celular y la Internet como mecanismos culturales de influir y tender a la homogenización humana. Los más sensibles a estas influencias son los jóvenes de hoy. También las oportunidades económicas y educativas han generado procesos de movilidad social y expectativas nuevas y diferentes en relación al pasado.
Tomando en cuenta estas consideraciones, la generación de jóvenes de hoy es diferente a la generación de jóvenes de hace 20 años. La de fines del siglo pasado fue golpeada por las reformas neoliberales, con un horizonte sombrío y difícil, pero al mismo tiempo fue capaz de generar en sus estratos populares una avalancha de fuerza social para cambiar las cosas. Así se explican la resistencia al neoliberalismo, la Guerra del Agua o la Guerra del Gas y las nuevas formas organizativas para irrumpir con nuevas perspectivas.
Los abuelos y padres de los jóvenes de hoy fueron las víctimas de las dictaduras de Banzer y García Meza y del neoliberalismo, en cambio estos ahora experimentan un mundo distinto de ventajas y mejores condiciones de vida, sus expectativas son más amplias en la educación, el trabajo y los niveles de bienestar, inclusive tomando en cuenta las situaciones críticas de los últimos años.
Actualmente los jóvenes se desenvuelven en otras dinámicas de socialización cultural y política, con redes diversas que presentan una situación de relativización e incertidumbre de los valores y los principios. Se trata de procesos de hibridación, mezcla y mestizaje que muestran facetas fuertes de inercia y pasividad y también facetas de rebeldía, impugnación y búsqueda
De todas maneras, considero que las juventudes de origen indígena y popular en el campo y las ciudades, que asumen una identidad propia, son una fuerza que mantendrá y defenderá lo conseguido por sus padres. En otro margen están los jóvenes de los sectores medios acomodados y privilegiados, cuyos padres perdieron el control de los aparatos del Estado, de la política y de la economía, que tienen una práctica aún cargada de formas de racismo y alienación muy fuertes.
Bolivia es parte del Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ¿cuál es la importancia de participar en estas instancias?
Las instancias de integración regional en América Latina y el Caribe son de alta importancia para Bolivia, especialmente por su situación de conexión fronteriza con varios países y por su condición de país mediterráneo. Las últimas dos décadas fueron trascendentales por la formación y desarrollo de ALBA-TCP, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Celac, bajo los principios bolivarianos impulsados por el comandante revolucionario antiimperialista Hugo Chávez. Sin embargo, en los últimos años, con el ascenso de gobiernos pronorteamericanos en varios países, esa potencia se debilitó.
Bolivia logró ingresar finalmente al Mercosur en un momento de contradicciones y crisis en esta instancia, por la visión totalmente contraria a los fundamentos de integración soberana que presenta Milei de Argentina y por la pérdida de liderazgo regional de Lula de Brasil. Las características de la economía boliviana hacen necesario desarrollar programas vinculados a la integración y relaciones con los países vecinos y abrir perspectivas conjuntas ante los desafíos y transformaciones de las relaciones económicas y comerciales a nivel mundial.
Siendo el ALBA-TCP una propuesta más radical de integración, en los últimos años ha perdido su fuerza por las crisis y presiones imperiales sobre los países miembros, especialmente las agresiones contra Venezuela y el bloqueo sobre Cuba. Finalmente, la Celac se presenta como un espacio fundamental de agrupar a los países de América Latina y el Caribe, sin los EEUU y Canadá, pero la diversidad e incluso polaridad entre gobiernos importantes en la Región ha frenado su impulso.
Brasil y Argentina, las dos economías más fuertes, están hoy penetradas por poderosas transnacionales occidentales y también chinas e hindúes con millonarias inversiones. Y Bolivia, con una economía de fuste menor, no tiene el músculo comercial suficiente, aunque recursos naturales valiosos como minerales, litio, soya, alimentos, carne u oro podrían convertirse en productos de interés regional.
¿Es el imperialismo un peligro real para la Región y para Bolivia? ¿Por qué?
En el contexto geopolítico y geoeconómico mundial con China, India, Irán y Rusia en ascenso y la pérdida de influencia de la Unión Europea (UE), los EEUU como la primera potencia imperialista mundial han desplazado sus fuerzas militares, diplomáticas y políticas sobre todas las regiones del planeta generando una situación de inestabilidad.
En el caso de América Latina el retroceso de la influencia estadounidense de las últimas dos décadas se ha frenado y el gobierno de Washington ahora está desarrollando una agresiva política de control y dominación sobre la Región con la movilización y acción de intervención directa de sus fuerzas militares, como son los casos de Perú, Ecuador, Argentina y Paraguay; con el impulso de golpes de Estado como en Bolivia, Brasil, Paraguay y Honduras; y con el auspicio a los proyectos políticos de los partidos conservadores, oligárquicos y proimperialistas como con Milei en Argentina, Noboa en Ecuador, Boluarte en Perú o Irfaan Ali en Guyana.
En la actualidad el peligro de la intervención del imperialismo en Bolivia y los otros países es inminente, especialmente por la radicalización de las posiciones de demócratas y republicanos en la afirmación del denominado Destino Manifiesto y de la Doctrina Monroe. Los nombramientos de Marco Rubio o Elon Musk como ministros de Donald Trump anuncian grandes problemas para América Latina y el Caribe y para Bolivia en particular.
No es poca la importancia estratégica de los recursos naturales existentes en la Región y que son motivo de la disputa geoeconómica mundial: nos referimos al litio, los minerales, el agua, los bosques la biodiversidad y los hidrocarburos.
Volviendo a las presidenciales de 2025, ¿la ciudadanía pudiera inclinarse por un candidato/gobernante del perfil de Milei?
No se descarta la posibilidad de apoyo en algunos sectores de la sociedad y en algunas regiones del país. Varios políticos están ensayando las poses y los discursos de Javier Milei, pero resultan absurdos y cómicos. Tales son los casos de Jorge Quiroga, Branko Marinkovi?, Doria Medina o Antonio Saravia.
El nivel al que llegue la crisis económica con la escasez de dólares, la inflación, la especulación y la falta de combustibles, en paralelo a una crisis política que se profundice, podría permitir la presencia de una propuesta neoliberal libertaria bajo la figura de Manfred Reyes Villa, especialmente por su alineamiento con posiciones apoyadas por los republicanos de los EEUU, la ultraderecha europea y el sionismo israelita.
Lo claro es que, más allá de Milei, el candidato que se convierta en el instrumento de las grandes empresas transnacionales del litio, los hidrocarburos, los minerales y la tierra, obedezca a los dictados del gobierno de Washington y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y reflote el poder de la oligarquía local, orientará sus decisiones en la línea impuesta por Milei en Argentina. De todas maneras, el pueblo boliviano ya ha pasado por esta funesta experiencia con la aplicación del 21.060 y el neoliberalismo y lo ha derrotado en su momento.
 
 
 
 
 
AMÉRICA LATINA VOTA... ¿CAMBIO EN 2025?
 
Ecuador, Bolivia, Chile y Honduras elegirán presidente este 2025
 
La Razón de España (https://lc.cx/iYIVx0)
 
Ecuador, Bolivia, Chile y Honduras elegirán presidente este 2025. Adicionalmente, y con una relevancia no menor, Argentina renovará al poder legislativo. Hoy, el partido del presidente Milei gobierna en minoría y un reequilibrio de fuerzas en el congreso argentino sería clave para consolidar los cambios económicos que se han logrado de la mano del libertario argentino.
Según los últimos datos de la encuestadora ecuatoriana Cedatos, el presidente del Ecuador y aspirante a la reelección, Daniel Noboa, mantiene una intención de voto (únicamente entre el voto ya decidido; es decir, excluyendo el voto indeciso que supera el 60%) de 48%. Por su parte, la candidata de izquierdas y correísta, Luisa González, obtendría el 32,5%. Con estos porcentajes, Noboa ganaría en primera vuelta el próximo 9 de febrero, sin embargo, de no conseguir el 40%, la segunda vuelta se estaría celebrando el 13 de abril.
Bolivia tendrá una campaña electoral sui generis. Con el partido oficialista MAS muy dividido entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce, el primero está inhabilitado para postularse; sin embargo, el líder indígena insiste que es víctima de una persecución política por parte de Arce. Ante la aspiración de varios de representar una candidatura única que enfrente al oficialismo, se ha dado un acuerdo entre cuatro líderes de peso. Sin embargo, quien lidera la intención de voto opositor es el actual alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, quien todavía «corre por libre».
Chile no permite la reelección; por tanto, Boric entregará la presidencia en un año. Por su parte, la posibilidad de que Xiomara Castro (cercana al chavismo) busque la reelección podría enfrentar resistencia política y social, dado el contexto polarizado en el país. Cualquier intento de reelección requeriría contar con el respaldo de los poderes estatales, como el Congreso Nacional y la Corte Suprema, y una sólida base política y social que respalde esa decisión.
Es probable que la América Latina de 2025 cierre con un equilibrio de fuerzas entre gobiernos de izquierda y gobiernos de derechas. Hoy, esta realidad es muy distinta a lo que ocurría hace dos décadas cuando el socialismo del siglo XXI llegaba como una «tormenta» al continente y se presentaba como una esperanza. Hoy, el fracaso de ese modelo ha permitido que la democracia en Latinoamérica esté, aunque deteriorada, un poco más sólida.
 
 
 
 
 
BOLIVIA. ADMINISTRAR JUSTICIA, ENTRE LO BUENO, LO MALO Y LO FEO
 
Kaos en la Red (https://lc.cx/N5ewuc)
 
Bolivia se debate en una completa carencia de respeto al orden jurídico legal señalado en la Constitución Política del Estado. Los mecanismos creados para poner freno al uso arbitrario del poder, como lo fue en los años de las dictaduras y gobiernos neoliberales, han dado muestra de su sumisión absoluta a quienes buscan desesperadamente el poder.
La concentración del poder que en el pasado reciente tenía el beneplácito del Tribunal Constitucional Plurinacional, parece recobrar en la dinámica de “deja hacer y deja pasar”, sin cumplir su mandato constitucional. De ahí que para algunos el llamado prorroguismo ahora les parece un escándalo cuando en ese pasado, ni se inmutaban decir qué es lo que estaba pasando con ese poderoso órgano del poder judicial que hacía lo que les mandaban.
Parece ser entonces que el Estado de derecho hubiera desaparecido y su desmantelamiento se da porque la llamada administración de justicia sigue siendo un fracaso frente a una población inerme que solamente atina a observar los hechos, tal vez demostrando cierto arrepentimiento de la manipulación que es objeto y con la resignación propia de la impotencia, acosada por el miedo como arma fundamental.
Electos los magistrados del TCP y del Órgano Judicial, el desafío es enorme. A sabiendas de que su elección no fue crucial en relación a la necesaria reforma judicial y ante la necesidad extrema de reordenar la institucionalidad del país y devolverles a los bolivianos el acceso a la justicia, los ahora magistrados y consejeros deben comenzar a cumplir con su palabra empeñada en la difusión de méritos propiciada por el Tribunal Supremo Electoral.
Mirando lo bueno de este proceso es que finalmente se concretaron las elecciones para elegir a los magistrados, por tanto, ahora les corresponde reencauzar y limitar sus competencias para no interferir en las de otros órganos del Estado, como lo hicieron de manera sucesiva.
Lo malo es que en esa elección, solo 19 de 26 cargos fueron renovados. Esta condición fue alimentada por la incapacidad de la Asamblea Legislativa de, primero, entregar al TSE una lista incompleta y poco pulcra de postulantes, y segundo, de no aprobar un mecanismo que resuelva la situación de parcialidad de las elecciones pasadas o terminar con el mandato de los prorrogados luego de esos comicios.
Dirán que aprobaron el Proyecto de Ley 075 con ese fin, pero se sabe que esa decisión fue política y manipulada, que no tuvo el efecto que se esperaba.
Lo feo es que traduciendo el malestar por parte de la población de Sucre, sede del poder judicial, es que el acto se haya realizado en La Paz, en la Casa Grande, sin explicaciones que condujeran a calmar el disgusto de las propias autoridades del órgano judicial que esperaban que el acto fuera en salones del TSJ.
Se convocaron a Cumbres de la Justicia, se reunieron representantes de organizaciones sociales, de sectores colegiados que debatieron y propusieron muchos cambios. Autoridades nacionales lamentaron que algunas voces de la oposición pretendieran tergiversar ese sentimiento colectivo en una especie de «fantasma de hipocresía política», por hechos que obligaban al Estado a asumir medidas para buscar que se llegue a administrar mejor la justicia.
Revisando el pasado, ni el propio Órgano Ejecutivo hizo casi nada por impulsar las elecciones judiciales, la Asamblea Legislativa ni qué decir, se enlodó en su desinterés y sus disputas internas, en otras palabras se aplazó y aquel show de Andrónico Rodríguez de convocar al Senado para “agilizar” acciones contra el prorroguismo no pasó de ser eso, mero show.
Ahora, bajo otro gobierno, al que Evo Morales apunta a destronar y desgastar cada día, el TCP acaba de desandar sus decisiones y dispone que dicha forma de reelección no es un derecho humano.
Pero más allá de fallos con que los juristas interpretan la Constitución a su modo e interés específico, seguimos viendo a un Tribunal Constitucional Plurinacional quieto mientras no se respetan los derechos constitucionales. Vemos a presos y presas que no tienen derechos, causas judiciales archivadas desde que a los propios jueces no les dio la gana de atenderlas y siguen jugando con la gente.
Y no faltan aquellos “periodistas” que abusan en el tratamiento de casos de feminicidios, homicidios y otros de lo que el Papa Francisco definió como Coprofilia o la “atracción fetichista por los excrementos”, buscando sangre en todos los casos que dizque “investigan”.
Esta actividad de crónica roja la convierten verdaderamente en un “reality” como fue la muerte de un médico en los yungas y del primer feminicidio en Cochabamba.
La cultura de la vida es paciente, pero tiene un límite, el momento que vivimos requiere mucha serenidad para vislumbrar un futuro que despeje la oscuridad que no permite ver con claridad el peligro que se cierne sobre el sueño de revolucionar la justicia.
Al iniciar el Año Judicial, los magistrados y consejeros electos deben plantear un giro de timón. Si bien no pudo avanzar la ansiada reforma judicial, en sus manos estará cumplir esa tarea.
Ahora aunque incompleta, la sala plena del TCP tendrá quorum suficiente para tomar decisiones cruciales; una de ellas deberá ser la anulación de la prórroga indefinida de los magistrados. Creo que el país espera ya.
 
 
 
 
 
LA GRAVE ENFERMEDAD QUE APARECIÓ EN BOLIVIA: APUNTAN CONTRA LA HOJA DE COCA
 
El sistema de salud alertó dos fallecimientos recientes y un progresivo aumento de casos.
 
Que Pasa Salta de Argentina (https://lc.cx/l3ZfFY)
 
Desde la Red de Salud de Obispo Santistevan, en Bolivia, alertan sobre un preocupante aumento de casos de cáncer de boca y lengua, que estarían relacionados con el consumo de coca machucada y los insumos que se utilizarían como saborizantes. Según reportes médicos, ya se habrían registrado dos fallecimientos en el municipio de Minero y cinco nuevos casos en personas jóvenes, algunos de apenas 22 años, lo que encendió las alarmas.
Un médico entrevistado por Yacuiba Sur TV explicó que la causa del incremento podría estar en la modificación del proceso de preparación de la coca, que ahora incluiría aditivos y químicos irritantes. Estos componentes estarían causando lesiones en la mucosa oral y la garganta, aumentando la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
El profesional de la salud instó a la población a tener cuidado con la calidad de la coca que consumen: "El coqueo tradicional no debería causar estos problemas, pero actualmente se mezcla la coca con otros ingredientes que son altamente irritantes", advirtió.
El cáncer de boca y lengua es conocido por su rápida progresión y alta agresividad, lo que aumenta la preocupación de las autoridades de salud en Bolivia y también en zonas fronterizas y en el norte de Argentina, donde el "coqueo" es parte cotidiana del día a día de las personas.

No comments: