ANDRÓNICO RODRÍGUEZ SE CONVIERTE EN CANDIDATO Y LE DA UNA OPORTUNIDAD A LA IZQUIERDA BOLIVIANA
Finalmente, Andrónico Rodríguez se decidió y
aceptó postular a la presidencia del Estado por cuenta propia, lo que remeció el escenario político
boliviano. Rodríguez fue considerado en el pasado el “heredero natural” de Evo
Morales porque también es dirigente cocalero, tiene origen indígena quechua y
vive en el Chapare, el bastión radical del que surgió el Movimiento al
Socialismo (MAS) a fines de los años noventa. La diferencia entre ambos está en
la edad y en que, como la mayor parte de los hijos de campesinos, Rodríguez
cuenta con una licenciatura en Ciencias Políticas y ha tenido una vida con
menos carencias que la del expresidente.Este
3 de mayo, el presidente del Senado boliviano, Andrónico Rodríguez, aceptó ser
candidato a la presidencia del país andino en un acto organizado por un grupo
de mineros en Oruro, una ciudad que se dedica a la minería desde el siglo XVI.
“Desde
acá, queridos hermanos y hermanas, quiero expresar en respuesta a este pedido:
acepto”. Así replicó Rodríguez a la invitación a ser candidato presidencial que
le hicieron sectores de todas las regiones del país. "Me emociona recibir
el respaldo de la gente", posteó posteriormente en sus redes sociales.
Andrónico
escribió también que estaba respondiendo al mandato de las organizaciones
sociales: "Siempre he manifestado que seré orgánico y respetaré las
decisiones de nuestras bases, y hoy, al recibir a numerosas delegaciones que
llegaron con tanto esfuerzo a esta convocatoria espontánea para entregarnos sus
resoluciones de respaldo, tomé la decisión de aceptar este mandato y pedido
popular, asumiendo la gran responsabilidad que se me encomienda en nombre de la
unidad de todos nuestros sectores y organizaciones sociales del país",
posteó.
Esta
decisión estresa fuertemente el escenario político boliviano, pues, según las
encuestas, Rodríguez es el mejor candidato de la izquierda para las elecciones
presidenciales del 17 de agosto y, además, hasta ahora supera al mejor
posesionado de la derecha por siete puntos.
Pero
nada es de color de rosa en la política boliviana. La primera dificultad que
enfrentará Andrónico será la interna, pues su decisión lo ha apartado de las
dos facciones en las que hoy está dividido el bloque popular, una de seguidores
al expresidente Evo Morales y la otra de adherentes del presidente Luis Arce.
El
diputado evista Héctor Arce ya reaccionó al anuncio de Andrónico señalando que
este "ha dado un zarpazo". "Traicionas al hombre que te puso en
la política", le dijo a través de los medios de comunicación. Los evistas
pretende que Morales sea quien vaya a las elecciones, pero el expresidente está
inhabilitado por una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, la
cual ha limitado la reelección en Bolivia. Se ha denunciado que esta sentencia
fue promovida por el oficialismo.
Por
otra parte, el Movimiento al Socialismo (MAS), que tiene como candidato al
presidente Luis Arce, no ha dicho nada sobre Rodríguez, pero es probable que
busque bloquear legalmente la postulación del joven senador. Tal es el método
que la facción arcista ha empleado hasta ahora para deshacerse de sus
adversarios. Arce busca ser la única opción de izquierda en las urnas.
Si
se consolidase, la candidatura de Andrónico jubilaría a una generación
política, desgastada por 20 años en el poder y por su lucha interna. Rodríguez
significa una luz de esperanza para el bloque popular. A diferencia de lo que
pasa con Morales y Arce, con él es posible imaginar una elección competitiva e
incluso, con algo de suerte, la victoria electoral.
Convertir
este sueño en realidad no será fácil, de cualquier forma, dada la situación de
derechización que atraviesa el planeta y, sobre todo, la crisis económica
boliviana, que ha empujado mucho y muy lejos la demanda ciudadana de cambio.
A
diferencia de Evo o Lucho, Andrónico podría poner a la militancia de izquierda
detrás suyo y atraer el voto de centro, pues su postura nunca ha sido radical.
De él puede decirse que siempre estuvo más apegado a los pactos, a las buenas
relaciones políticas y a las formas democráticas.
Aún
no se ha revelado con qué sigla política correrá en las elecciones. Tiene tan
solo dos semanas para armar una lista de candidatos al Parlamento y elegir a su
acompañante de fórmula. Una tarea que no es menor en un clima político que
exige, como nunca antes, perfiles políticos capacitados para resolver la crisis
y devolverle la dignidad a un Parlamento devaluado.
La
oposición de derecha tiene que estar preocupada. Si para ella esta elección era
un paseo con un Luis Arce golpeado por los resultados económicos de rival, las
cosas cambian con Rodríguez. La elección se ha tornado mucho más competitiva
para todos.
(https://n9.cl/xhfdb0)
¿PODRÁ
ANDRÓNICO RODRÍGUEZ SALVAR A LA IZQUIERDA BOLIVIANA?
La
postulación del joven presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, ha movido el
tablero político boliviano. Con las elecciones presidenciales cada vez más
cerca, el bloque ligado al Movimiento al socialismo (MAS) se encuentra inmerso
en una fuerte guerra interna y la derecha, aunque dividida y sin nuevas
figuras, se entusiasma con un triunfo en la segunda vuelta.
La
Nueva Sociedad de España (https://n9.cl/v00b1n)
Con
su “acepto”, el sábado 3 de mayo, Andrónico Rodriguez se ha decidido a terciar
de manera más decisiva en la guerra interna entre evistas y arcistas que
amenaza con destruir al Movimiento al Socialismo (MAS) y mover el tablero
electoral. Con casco de minero, el joven presidente del Senado (de 36 años), le
dijo que sí, que competirá por la presidencia de Bolivia el 17 de agosto
próximo, a las organizaciones sociales que lo vitoreaban en Oruro, en lo que
fue su acto de proclamación formal.
Con
el presidente Luis Arce Catacora en el piso de las encuestas y Evo Morales
inhabilitado para postularse, Andrónico, como todos lo llaman, busca
posicionarse como la cara renovadora de un espacio político debilitado por la
lucha intestina, que estalló apenas el MAS regresó al poder en octubre de 2020
tras el derrocamiento de Evo Morales por un movimiento cívico-policial en 2019.
La
decisión inicial de Arce de dejar fuera de su gabinete a las figuras más
relevantes del evismo derivaría en una guerra sin tregua: el gobierno persiguió
a Evo Morales, que acabó «exiliado» en la zona cocalera del Chapare, su bastión
político y territorial, custodiado por milicias sindicales campesinas para
evitar ser detenido. Mientras que este buscó debilitar todo lo que pudo al
presidente puesto por él, al que hoy considera la «derecha endógena».
El
gobierno de Arce reactivó una denuncia por abuso y trata de personas contra
Morales por una relación con una menor de edad, en una causa en la que la
Fiscalía actuó de oficio. Se trata en realidad de una denuncia motorizada por
el gobierno de Jeanine Áñez a la que el arcismo echó mano para neutralizar al
ex-mandatario. Este, por su parte, organizó una serie de bloqueos de rutas para
tratar de evitar su inhabilitación, pero no logró su objetivo y terminó
encerrándose en esa «zona segura», aunque el ataque a balazos contra su
vehículo, en octubre de 2024, muestra que no existe seguridad en medio de
semejante enfrentamiento político.
La
mediación de diversas figuras de la izquierda continental, incluidos
presidentes y ex-presidentes, para tratar de acercar a las partes, no dieron el
menor resultado y el MAS se encaminó a un proceso de verdadera autodestrucción.
Tampoco funcionaron los esfuerzos para perservar la relación Evo-Andrónico. Al
final, no fue la derecha, debilitada tras el gobierno de Áñez y la derrota
electoral de 2020, sino las confrontaciones en su interior -sumadas a la crisis
económica- las que convirtieron al poderoso partido campesino, capaz de
articular un bloque político indígena-popular tanto en las urnas como en las
calles, en un espectro de sí mismo, atravesado por un marcado clima de
descomposición política.
En
esa guerra interna, Arce logró primero que la justicia «interpretara» de una
forma caprichosa la Constitución en el sentido de que no es posible la
reelección no consecutiva tras dos mandatos presidenciales, lo que deja fuera
de juego a Morales, y luego consiguió arrebatarle al líder cocalero la sigla
del MAS mediante un congreso paralelo organizado desde el aparato estatal y
reconocido luego por los jueces. Pero el actual mandatario le puede sacar poco
provecho a esa sigla otrora imbatible: su gestión, considerada menos que
mediocre por analistas de todos los espacios ideológicos, sumada a una fuerte
crisis económica, lo ha hundido en las encuestas, con alrededor de 5% de
apoyos. La imagen de Arce como el artífice del milagro económico boliviano se
ha esfumado y pasó a ser visto como un mandatario incapaz de gestionar el
Estado. La caída de las reservas de gas aceleró la erosión del modelo impulsado
desde 2006, que durante años dio buenos resultados en términos de crecimiento
económico y acumulación de divisas pero que hoy se muestra agotado.
Morales
está bastante mejor ubicado en los sondeos (con más de 20% de las preferencias)
pero el rechazo que genera su figura en una parte de la población vuelve casi
imposible su triunfo en una segunda vuelta. Recluido en el Chapare, se ha
reafirmado en un discurso bolivariano cerrado y ha llegado a acusar de
traidores a figuras como Álvaro García Linera, quien lo secundó en el poder
durante casi 14 años: al ex-vicepresidente se le ocurrió decir públicamente que
quizás era mejor que Morales y Arce depusieran sus aspiraciones presidenciales
para habilitar a una nueva figura renovadora. Esa figura de unidad, imaginaba,
podía ser Andrónico Rodríguez.
Impulsado
por Evo Morales como su sucesor en los sindicatos cocaleros, Andrónico fue
elegido en 2018 vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico
de Cochabamba. Forma parte de las nuevas generaciones de líderes campesinos,
con una relación mucho más fluida con las ciudades -lo que la antropóloga
Alison Spedding llamó «semicampesinos» por su vínculo urbano-rural-. Nacido en
Sacaba, capital de la provincia del Chapare, estudió Ciencias Políticas en la
Universidad Mayor de San Simón y luego volvió al campo. Según su propio relato,
acompañaba desde niño a su padre a las reuniones de los sindicatos campesinos y
se fue dando cuenta de la necesidad de la educación formal. «A mi padre le
faltaba un poco de conocimiento y pensé que [yo] debía superar eso. Debo leer,
debo estudiar y ver cómo colaborar con mi comunidad con mayor sabiduría
académica, técnica». En 2020 llegó al Senado y fue elegido para presidirlo.
Percibido como el «delfín» de Evo Morales, comenzó a mostrar capacidad de
liderazgo desde la Cámara Alta y a distanciarse de la facción evista, sin
recalar en la arcista, a medida que el conflicto asolaba al MAS.
Midiendo
cada paso, para evitar que pequeños errores se volvieran yerros catastróficos,
y sin aspavientos, Andrónico fue ganando en autonomía frente a Morales. Se
volvió una comidilla de la política y la prensa locales el hecho de que,
últimamente, cada vez que era convocado a una reunión evista en el Chapare, el
senador aparecía de manera sorpresiva en algún viaje en el exterior. Un
impresionante timing para no quedar pegado a un Evo replegado sobre sí mismo y
con unos discursos radicales -difundidos en su programa en la radio Kawsachun
coca- que lo fueron alejando de una gran parte de sus antiguos votantes.
Andrónico
quedó bajo un permanente escrutinio de su mentor para detectar posibles actos
de «traición». Primero el temor era que saltara hacia las trincheras arcistas,
pero cuando eso no ocurrió, la sola autonomía de lo que comenzaba a percibirse
como una tercera línea «androniquista» aparecía igualmente como una amenaza
para un Evo Morales que insiste con postularse para un nuevo mandato, para lo
cual lanzó el movimiento EVO Pueblo (Estamos Volviendo Obedeciendo al Pueblo).
La reacción del ex-presidente a la postulación de Andrónico Rodríguez siguió la
misma tónica: «Los que se alejan son funcionales al imperio», señaló.
Andrónico
Rodriguez parece consciente de que el contexto político de Bolivia y de la
región es muy diferente al del entusiasmo antineoliberal de 2005, cuando Evo
Morales se impuso con 54% de los votos y abrió paso al llamado «proceso de
cambio» con un discurso nacionalista popular e indigenista a la vez radical y
pragmático. Ya candidato -aunque sin definir aún su sigla- Andrónico ha
criticado la construcción de fábricas estatales ineficientes, para satisfacer
las demandas corporativas de regiones y organizaciones sociales. En un foro
organizado por el diario cruceño El Deber el senador enfatizó que el Estado
debe enfocarse en sectores clave como hidrocarburos y energía, y no dispersarse
en emprendimientos menores. «El Estado no necesita acaparar, sino ser
protagonista donde realmente importa», puntualizó. Incluso acusó a Arce de
haber convertido el modelo económico del MAS en un «Estado paternalista que
relega a la economía privada, comunitaria y cooperativa».
La
candidatura de Andrónico, que cosecha más de 20% de las preferencias -lo que lo
ubica en el podio de las encuestas junto al empresario Samuel Doria Medina-
podría tener un buen desempeño, según las mismas encuestas, en una eventual
segunda vuelta. El espacio del centro a la derecha se encuentra dividido y sin
caras nuevas: el propio Doria Medina al igual que Jorge Tuto Quiroga -alineado
con la derecha de Miami- y el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, son
figuras desgastadas y que remiten a la era pre-2005. Quiroga asumió la
presidencia en 2001 tras la muerte de Hugo Banzer y Reyes Villa fue uno de los
principales candidatos presidenciales en 2002. La campaña de Doria Medina, como
economista y empresario liberal-desarrollista, conecta mejor con el contexto de
crisis pero no deja de formar parte de esa «vieja política», lo que se suma a
su legendaria falta de carisma. Aunque los intentos de formar un bloque
unitario del centro a la derecha fracasaron, todos los candidatos de ese
espacio sueñan con vencer fácilmente al MAS en una segunda vuelta -en una
suerte de «efecto Ecuador»-. ¿La candidatura de Andrónico alterará este
escenario?
El
histriónico millonario Marcelo Claure, que aspira a ser una suerte de Elon Musk
en el próximo gobierno sin definir claramente su preferencia entre los
candidatos opositores en liza luego del fracaso de la unidad de la derecha, ha
festejado la decisión de Andrónico y trató de meter cizaña con su verborragia
de corte trumpiano: «Andrónico es mil veces mejor que un pedófilo [en
referencia a Evo Morales] o un incapaz [Arce] y tengo mucha fe que todos
trabajaremos juntos para sacar a Bolivia de este hueco».
Aunque
no irá por la sigla del MAS, la apuesta de Andrónico Rodríguez es representar
al mismo bloque «indígena plebeyo», que da cuenta de la abigarrada sociología
popular boliviana, marcada también por potentes formas de emprendedorismo, y
reconstruir en los hechos al MAS. El flamante candidato es autocrítico con los
últimos años de gestión masista y ha comenzado a reivindicar a Evo Morales más
como una figura histórica que como un líder indiscutido del presente.
Su
perfil dialoguista -que le permitió mantenerse a la cabeza de la Cámara Alta en
medio de los vaivenes políticos- es un activo en un contexto en el que la
izquierda debe recuperar a quienes se fueron alejando y, eventualmente,
gobernar en un contexto crítico. Entre sus debilidades, está su limitada
experiencia política y el rechazo social a la gestión actual del MAS bajo el
gobierno de Arce. El hecho de quedar al margen del arcismo (que cuenta con los
recursos estatales) y del evismo, que aún cuenta con base social, tiene doble
filo: le permite reforzar su discurso renovador pero le quita estructura de
movilización. Con todo, muchos sectores sociales, cansados de la pelea interna,
han comenzado a ver en Andrónico el nombre de una candidatura que aparece a
priori como competitiva, cuando hasta hace muy poco solo se avizoraba una
derrota del «bloque popular» ante una derecha que, aunque antigua, puede
canalizar el malestar reinante.
EL
DELFÍN DE EVO ATIZA LAS ELECCIONES EN BOLIVIA: ¿FRACTURA DEFINITIVA DE LA
IZQUIERDA?
La
confirmación de la candidatura presidencial de Andrónico Rodríguez desafía las
dinámicas tradicionales del Movimiento al Socialismo (MAS), mientras el
exmandatario Morales insiste en aspirar a un nuevo mandato.
Mundiario
de España (https://n9.cl/j5eu2z)
En
un país marcado por profundos vaivenes políticos y una izquierda que lucha
contra su propio legado, la irrupción de Andrónico Rodríguez como candidato
presidencial para las elecciones de agosto ha despertado tanto esperanza como
temor. Su decisión, inesperadamente anunciada el pasado sábado en un acto
multitudinario en la ciudad de Oruro, marca un giro decisivo en el devenir del
Movimiento al Socialismo (MAS) y, más ampliamente, en la política boliviana.
Rodríguez,
presidente del Senado y considerado durante años el delfín político del
expresidente Evo Morales, ha optado finalmente por trazar su propio camino.
Este paso no solo desafía a su antiguo mentor, sino que redefine el mapa de la
izquierda boliviana, fragmentada entre los que respaldan al presidente Luis
Arce y el evismo, que aún gira en torno a la figura de Morales.
A
sus 36 años, Andrónico Rodríguez representa una generación que creció al amparo
de los cambios impulsados por el MAS. Como Morales, proviene del Chapare, es
dirigente cocalero y tiene raíces indígenas. Pero, a diferencia de su
antecesor, cuenta con formación universitaria en Ciencias Políticas y una
trayectoria menos confrontacional. Su estilo ha sido descrito como moderado,
pragmático y conciliador. Durante su presidencia del Senado ha demostrado una
notable capacidad de negociación incluso con fuerzas opositoras, algo inusual
en el clima polarizado de Bolivia.
Su
aparición en la primera línea política se dio en 2019, tras la renuncia de Evo
Morales y la asunción del Gobierno interino de Jeanine Áñez. Rodríguez encabezó
entonces la resistencia del MAS, ganando respeto dentro y fuera del partido.
Desde entonces, ha mantenido una presencia estable, alejada de escándalos y con
una proyección creciente.
Fracturas
internas y tensiones en la izquierda
La
decisión de Rodríguez no ha sido fácil ni gratuita. Morales, inhabilitado
legalmente para postularse a la presidencia y con procesos judiciales que
enturbian aún más su figura, presionaba para seguir al mando del movimiento que
fundó. La candidatura de Rodríguez ha sido vista por los sectores más fieles al
expresidente como una traición, y no se descarta que el Chapare, núcleo duro
del evismo, tome represalias políticas y orgánicas contra él.
La
izquierda boliviana, históricamente cohesionada bajo el liderazgo de Morales,
se encuentra ahora en una encrucijada. El presidente Arce, también enfrentado
con su antiguo aliado, no ha logrado posicionarse con fuerza en las encuestas,
afectado por una gestión económica criticada desde distintos frentes. En ese
contexto, la aparición de una figura como Rodríguez podría revitalizar un
espacio progresista en crisis, siempre que logre mantener un discurso propio,
sin quedar atrapado entre las viejas lealtades del MAS.
Las
encuestas preelectorales colocan a Rodríguez a la cabeza con un 25 % de
intención de voto, seguido por el empresario centroderechista Samuel Doria
Medina. Este dato es relevante, ya que no considera a Morales —inhabilitado
pero aún influyente— ni al presidente Arce, cuya candidatura parece improbable.
La izquierda, de no unirse en torno a una figura viable, corre el riesgo de ser
superada por una oposición que podría capitalizar el desgaste del proyecto
masista.
Para
inscribirse como candidato, Rodríguez recurrirá probablemente a un partido
pequeño con personería jurídica, lo que indica su voluntad de distanciarse de
la pugna interna del MAS sin renunciar del todo a su base social. La jugada es
arriesgada, pero necesaria en un contexto donde el electorado exige renovación
y liderazgo fresco.
Paralelamente,
desde el Trópico de Cochabamba, su principal base política y sindical, Evo
Morales hizo un llamamiento claro a la unidad tras hacerse pública la
candidatura de quien alguna vez fue considerado su "heredero
político". El mensaje no es casual; refleja las tensiones existentes
dentro de la izquierda boliviana y el desafío que supone la candidatura de
Rodríguez para Morales.
Rodríguez,
quien ha solicitado públicamente la unidad de la izquierda como clave para
vencer a la derecha, mantiene una relación cercana con Morales. Sin embargo, su
postulación parece marcar cierta distancia y plantea un liderazgo propio dentro
del movimiento que Morales encabezó durante años.
Ante
esto, Morales dejó en claro que considera fundamental que sus seguidores
permanezcan unidos bajo su proyecto político y advirtió que quien se desvíe de
él puede terminar siendo un "instrumento del imperio".
El
gran dilema que enfrenta Rodríguez no es solo político, sino ideológico. ¿Será
capaz de plantear un nuevo proyecto de izquierda, adaptado a las demandas de
una ciudadanía golpeada por la inflación, el desempleo y la desilusión
institucional? ¿O su figura terminará absorbida por las viejas estructuras de
poder que intentan sobrevivir al desgaste de dos décadas?
LA
IZQUIERDA BOLIVIANA SE DIVIDE POR TRES CON LA IRRUPCIÓN DE LA CANDIDATURA DE
ANDRÓNICO RODRÍGUEZ
La
decisión del senador provoca enojos de las otras dos facciones enfrentadas de
Evo Morales y el presidente Luis Arce
El
Periódico de Extramadura, España (https://n9.cl/eyure)
"Requerimos
de liderazgos que reescriban la historia política", Andrónico Rodríguez,
la joven cabeza del Senado boliviano decidió postularse como candidato a
presidente para las elecciones del 17 de agosto. De esta manera, la izquierda
que ha sido mayoritaria en ese país andino ya no se divide entre dos facciones,
las de Evo Morales, su líder histórico, y Luis "Lucho" Arce, el
actual e impopular jefe de Estado. Una tercera opción ha surgido en el medio de
las disputas en el seno del Movimiento al Socialismo (MAS). "Unidad sin
polarizaciones", pidió Rodríguez. Los analistas vislumbran dos
posibilidades frente a ese reclamo: la profundización de la guerra interna en
el MAS o una salida decorosa del conflicto que le permita al oficialismo ser
una alternativa en las urnas a la derecha.
Rodriguez
fue proclamado en la ciudad de Oruro, en la zona oeste de Bolivia. Antes de
decir "acepto" ante sus seguidores, los sondeos lo colocaban en
primer lugar, con un 20%, por encima del empresario Samuel Doria Medina y el
propio Morales, expadrino de Rodríguez, quien mantiene su determinación de
competir en agosto pese a no contar por el momento con una estructura electoral
tras romper con el MAS, el partido que fundó, y crear Evo Pueblo, que no ha
sido autorizado a participar de las elecciones.
"Si
alguien quiere alejarse, … solo va a ser instrumento del imperio, solo va a
facilitar cómo intentar dividirnos, por eso primero es unidad y unidad”, dijo
el exdirigente cocalero sobre el paso que ha dado Andrónico, como suele ser
llamado. "Hoy diste un zarpazo, traicionaste al hombre que te puso en esta
senda política, traicionaste a ese hombre que te dio la confianza y que te dio
la oportunidad de transitar por esta senda", dijo con más vehemencia un
diputado "evista", Héctor Arce.
Para
los seguidores del actual mandatario y exdelfín de Evo, la irrupción de una
nueva línea interna dentro del MAS tampoco es una buena noticia. La diputada
del MAS Gloria Callizaya acusó a Andronico de "no pensar en el pueblo,
sino en sus intereses personales". Tanto el senador como Morales
"están jugando con el destino del país". Callizaya expresó el
malestar de los que respaldan la posible candidatura del actual presidente
boliviano.
Palabras
vacías
El
único consuelo que tienen en momentos que las aspiraciones de "Lucho"
a ser reelecto se han reducido a la insignificancia, según marcan las
encuestas, la jugada de Andrónico tampoco favorece a Morales. El expresidente
volvió a reclamar "unidad" de la izquierda. A estas alturas de la
controversia, la palabra es repetida por las tres facciones y ha dejado de
tener especial significado.
"Lucho"
está condenado a una paliza electoral. Morales, en el caso de que pudiera
presentarse, sería derrotado ampliamente en un segundo turno. Parte de los
bolivianos no quieren volver a verlo en el Palacio Quemado, la sede del
Ejecutivo. Su figura se ha desgastado por varios factores. Uno de ellos fue su
pelea a todo o nada con Arce sobre los modos de gestionar la crisis económica
derivada del agotamiento de un modelo de extracción de los hidrocarburos que
había comenzado en 2006.
El
actual Gobierno exhumó una denuncia contra Morales por abuso a una menor de
edad y trata de personas que se había iniciado durante la gestión provisional
de Jeanine Áñez, una de las partícipes del golpe de Estado contra Evo en
noviembre de 2019. Mientras Rodríguez preparaba su aceptación de la candidatura
presidencial se activaba en La Paz un nuevo pedido de captura de Morales por la
causa judicial después de que esa orden había sido anulada por otro tribunal.
Hasta
la irrupción en la escena electoral de Andrónico, el MAS marchaba
inexorablemente a una derrota histórica en agosto. Morales no solo ha roto con
Arce sino con Álvaro García Linera, el intelectual que se desempeñó 14 años
como vicepresidente. Distintas figuras de la izquierda latinoamericano
intentaron mediar sin suerte entre los dirigentes bolivianos enfrentados.
Rodríguez era señalado como el sucesor "natural" de Evo. Por estas
horas cae sobre su espalda la responsabilidad de evitar el desastre en las
urnas del MAS. La intención de presentarse como una síntesis de las expresiones
en pugna corre sin embargo el peligro de fracasar tempranamente. "No tiene
palabra, rompió todos sus principios", dijo otro diputado
"evista", Daniel Rojas.
La
reacción de la derecha
Lo
curioso de su candidatura es que es al mismo tiempo observada por parte de la
derecha como una maniobra encubierta para reponer a Morales en el poder.
"Todos sabemos que Andrónico Rodríguez es el niño mimado de Evo Morales,
Evo lo formó políticamente", dijo el legislador de Comunidad Ciudadana
(CC), Alberto Astorga. " Este engendro de Evo es el nuevo enemigo
existencial. Te derrotaremos", sostuvo otro diputado de ese sector, José
Manuel Ormachea
La
derecha también proclama sostenidamente la necesidad de una "unidad"
para acceder a la presidencia. Carece de figuras de renovación y también de un
liderazgo. Sus referentes siguen siendo Doria Medina, el expresidente Jorge
"Tuto" Quiroga y Manfred Reyes Villa. En esa zona del espectro
ideológico ha irrumpido el Marcelo Claure, un millonario que intenta mirarse en
el espejo de Elon Musk.
ARCE:
LA BÚSQUEDA DESESPERADA POR SOBREVIVIR
Actualmente,
el gobierno de Arce se mueve por la mera y simple búsqueda de sobrevivencia.
Ante la incapacidad de responder a la presión social que lo acorrala por varios
frentes, termina tomando decisiones sin norte, descoordinadas e incoherentes,
donde la desesperación le obliga a ceder en todo para salir momentáneamente de
los conflictos.
Rebelión
de España (https://n9.cl/2g8ac)
Si
antes tenía algún margen de acción para tomar alguna iniciativa (aunque sea
solo mediática, como el autogolpe), ahora se ha convertido en un rehén de los
efectos producidos por sus errores políticos. Peor aún, ahora Arce está pasando
de la búsqueda de sobrevivencia política a la más banal búsqueda de
sobrevivencia familiar y de su grupo íntimo.
Desde
el 2022, ya se advertía que la agenda política de Arce ya estaba agotada; hasta
ese momento, lo que le había dado cierta orientación a su gobierno era la
urgencia de poner cierto orden en el caos que había dejado el gobierno de Añez
y la pandemia del Covid. Concluida esa etapa ya no había plan, pero se
tropezaron con la implosión de la élite camba y pudieron proceder con el
encarcelamiento de Camacho (ver mi artículo:
https://rebelion.org/como-se-produjo-la-debacle-del-gobierno-de-arce/). Esa
casualidad les hizo pensar que tenían la fuerza suficiente para destruir a Evo
y ampliar su poder. Esa fue su única agenda desde ese momento, una superficial
búsqueda de acaparar el poder.
Esta
agenda tenía como prioridad proscribir la candidatura de Evo (vía manipulación
del tribunal constitucional), darle muerte civil por medio de una persecución
judicial y apropiarse de la sigla del MAS, manipulando el Órgano Electoral y
usurpando las dirigencias de las organizaciones (imponiendo peones
prebendalizados y serviles). Sin duda avanzaron en esta agenda, pero
simultáneamente inviabilizaron su gestión de gobierno. Desde el momento en el
que rompen relaciones con Evo, dejaron de gobernar el país. Perdieron el apoyo
de las bases reales de las organizaciones sociales, perdieron apoyo
parlamentario para aprobar leyes y créditos y no pudieron contener la
corrupción en toda su estructura de gobierno (abrieron la caja de Pandora del
vale todo).
Por
atender su agenda política abandonaron la economía. En febrero de 2023, los
tecnócratas del ministerio de economía, ante la escasez de dólares, plantearon
su compra con un precio diferenciado favorable a los empresarios. Con esa
señal, dieron inicio al desbocado mercado paralelo del dólar que hasta la fecha
llegó a duplicar el precio oficial. La falta de divisas se convirtió en escasez
de gasolina y diésel, el descontrol de los precios de la canasta familiar y un
ambiente de desconfianza e incertidumbre que cada día sigue creciendo.
Por
eso, los asesores del gobierno formados en marketing político y sin un ápice de
conocimiento de la realidad boliviana armaron el autogolpe para “incrementar la
popularidad de Arce”, incrementando la incertidumbre en el país y deteriorando
aún más la economía. Este fue el inicio de las acciones de Arce, caracterizadas
por la improvisación y la desesperación por sobrevivir y mantenerse en el
poder.
En
el ámbito económico, los decretos para permitir la venta de las reservas del
oro, junto con el reciente intento de empeñar los últimos lingotes de oro para
recibir plata de fondos buitre, los contratos para concesionar el litio a
chinos y rusos (también fallido), el decreto para permitir que YPFB compre
dólares digitales para pagar la gasolina y el diesel (que está haciendo
disparar el precio del dólar en el mercado paralelo), las abiertas compras de
votos en la asamblea para aprobar sus créditos, junto a su retórica de
victimización de “la economía está en crisis porque no aprueban créditos”, son
solo acciones desesperadas por lograr recursos que les permitan sostener los
gastos del gobierno algunos meses más.
De
la misma forma, ante el consenso de las encuestas y estudios de opinión sobre
aprobación a la gestión de gobierno o apoyo electoral, donde más del 95% del
país rechaza a Arce; y ante el crecimiento del apoyo popular a Evo Morales (que
dentro del campo popular está logrando canalizar todo el descontento que ha
producido el errático gobierno de Arce), no les quedó de otra que manipular a
la justicia para armar el caso de trata y tráfico contra Morales,
desacreditarlo mediáticamente e intentar arrestarlo con sicarios extranjeros,
con balacera incluida, pero volvieron a fallar.
En
el caso de los conflictos sociales, cada vez que los panaderos amenazan con
incrementar los precios de pan, el desesperado gobierno no le queda de otra que
ampliar los montos de dinero para proveer la harina e insumos, actualmente el
70% del costo del pan estaría subvencionado (según datos del gobierno), lo que
es insostenible!; lo mismo pasa con otros insumos de primera necesidad como la
carne, cuando los carniceros pidieron que se prohíba su exportación
inmediatamente el gobierno cedió ante esa demanda (aunque después reculó); tan
patética es la actitud del gobierno ante los conflictos, que recientemente
cuando mineros Cooperativistas tomaron durante dos días el centro de La Paz (el
23 y 24 de abril), el gobierno no tardó casi nada en ceder todas sus peticiones,
desde tener diesel subvencionado garantizado, dinamita a precio económico, más
áreas de explotación de minerales, destitución de funcionarios, hasta le
abrieron la puerta para que en el futuro puedan explotar litio y tierras raras
del salar. El gobierno literalmente está dispuesto a bajarse los pantalones con
cualquier sector con tal de seguir sobreviviendo y para ganar tiempo, unos
meses aunque sea.
Actualmente,
Arce y su grupo íntimo saben que es imposible que puedan sacar siquiera el 10%
de los votos si Arce va de candidato, pero ya confirmaron que lo harán!
Nuevamente, lo único que los moviliza es la desesperación por sobrevivir y
controlar todo el aparato electoral que pueden activar usando los recursos del
Estado, definiendo las candidaturas de ellos y sus allegados (con el hijo de
Arce encabezando la lista de diputados en Santa Cruz). Ese grupillo que fracasó
en la administración del Estado no está dispuesto a renunciar a sus privilegios
y decidió aprovechar que tiene la sigla del MAS y la plata del Estado para
asegurarse diputaciones y senaturías para lograr impunidad.
En
su mejor escenario, anular a todas las alternativas de izquierda es su primer
objetivo, obviamente anulando primero a Evo. Así piensan que podrían tener
alguna posibilidad! (Quizá haciendo fraude). Lo real es que en este escenario
entregarían el gobierno a la derecha y están dispuestos a hacerlo! (porque
tienen socios en ese grupo, como Manfred).
En
este momento, Arce ya está en campaña. Tomó quizá una de las peores decisiones
para el país, ya que optó por recrudecer la incertidumbre política y económica,
en un contexto donde el incremento salarial está disparando la inflación con un
dólar que ronda los 15 bs, con regiones donde el costo del pan se duplica y la
vida de los más humildes se precariza aún más. La señal es clara: no les
interesa el país ni la gente, lo único que quieren es que su grupo mantenga sus
privilegios. A eso se ha reducido el proyecto arcista, a un grupo desesperado
por la sobrevivencia, que usará el instrumento político por la soberanía de los
pueblos, MAS IPSP, solo para lograr beneficiar a sus familias y su entorno.
IZQUIERDA
DE BOLIVIA EXPECTANTE ANTE LLAMADO DE UNIDAD DE LUIS ARCE
Radio
Habana de Cuba (https://n9.cl/59g48p)
El
movimiento nacional popular de Bolivia permanece hoy expectante tras el llamado
pronunciado la víspera por el presidente Luis Arce a conformar un bloque de
unidad de cara a las elecciones generales de agosto próximo.
“Convocamos
a los partidos de izquierda, al Movimiento Tercer Sistema, a Morena y a otros
para hablar de unidad”, afirmó el dignatario en un discurso tras ser proclamado
en un acto masivo en el departamento de Tarija como candidato del Movimiento al
Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Lamentó
Arce que hasta el momento esa unidad deseada por los sectores populares
bolivianos no se pudo alcanzar, pero opinó que no es tarde.
“Hay
que seguir intentando conformar el bloque de unidad que beneficia al pueblo
boliviano”, expresó.
Consideró
un avance importante la democratización del MAS-IPSP, y sostuvo que el
Instrumento Político ahora está en manos de sus “originales y legítimos
dueños”, las organizaciones sociales.
Explicó,
asimismo, que el silencio electoral del MAS-IPSP en los últimos meses fue
aprovechado por sectores conservadores para intentar posicionarse.
“El
silencio que guardábamos como MAS-IPSP durante estos meses al no llevar
adelante candidaturas ha hecho que la derecha y la nueva derecha se
envalentonen”, dijo.
Sin
embargo, opinó, ese instrumento político “está más vivo que nunca”.
Advirtió
el jefe de Estado que la derecha “maquillada” y “remozada” sigue representada
por los antiguos proyectos neoliberales con rostros reciclados, en referencia a
Jorge (Tuto) Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa, quienes
vendieron empresas nacionales “a precio de gallina muerta” y generaron pobreza.
Insistió
Arce en que resulta importante para los jóvenes, especialmente quienes no
conocen a Quiroga, Doria Medina y Reyes Villa, saber que ellos no son nuevos,
han venido desde mucho tiempo gobernando el país en mega coaliciones, pues
vienen gobernando desde hace muchos años con pactos vergonzosos sobre el pueblo
boliviano”.
ESCENARIO
ELECTORAL EN BOLIVIA: ENTRE LA CRISIS, “SALVADORES” Y LA NECESIDAD DE UNA
ALTERNATIVA POLÍTICA DE LA CLASE TRABAJADORA
La
Izquierda Diario de Chile (https://n9.cl/ulpo0u)
Bolivia
atraviesa un escenario electoral marcado por la incertidumbre económica, el
desgaste del proyecto de “capitalismo de Estado” del MAS y el bombardeo de
propuestas neoliberales por presuntos “salvadores”. La crisis económica ha
golpeado con fuerza los bolsillos de la clase trabajadora, agudizando las
contradicciones sociales, mientras los actores del oficialismo y la oposición
se disputan, no un nuevo rumbo para el país, sino el control de una maquinaria
estatal en decadencia. En este escenario, los discursos se multiplican, los
salvadores se reciclan, y las elecciones se presentan –una vez más– como el
único horizonte posible, cuando en realidad sólo reproducen el mismo orden
basado en la explotación, el extractivismo y la dependencia económica de nuestro
país respecto al mercado mundial capitalista.
Frente
a este panorama, urge desmontar el falso antagonismo entre el “progresismo”
agotado del MAS y las variantes neoliberales de la derecha tradicional. No se
trata de elegir entre lo viejo conocido y lo peor por conocer, sino de
reconocer que ambas expresiones son parte de un mismo régimen que, en última
instancia, administra la crisis en favor de los intereses transnacionales,
gestiona la miseria en favor de los empresarios privados y bloquea toda
perspectiva de transformación radical desde abajo. Es precisamente, desde una
mirada crítica, que nos planteamos una pregunta fundamental:
¿Qué
tienen en común el “capitalismo de Estado”, con perfume neoliberal, del MAS (ya
sea en su versión evista, arcista o androniquista), y esa fauna electoral de
derecha (Tuto, Samuel, Chi, Dunn, Manfred y compañía) que juran venir a
“salvarnos” de la crisis?
Más
de lo que están dispuestos a admitir. La diferencia entre oficialismo y
oposición es cada vez más una cuestión de estilos, no de estructuras. Porque
mientras unos se visten con trajes indígenas bordados y retórica
“antiimperialista”, y los otros con ternos ajustados y promesas de
modernización, todos coinciden en una práctica común: la administración del
Estado extractivista y dependiente, así como el control del aparato estatal
asegurando cuotas de poder a través del clientelismo, el corporativismo y la
cooptación.
El
modelo económico del MAS, presentado con bombos y platillos por Álvaro Garcia
Linera como un “capitalismo andino-amazónico” con carácter “social, comunitario
y productivo”, ha terminado operando como un capitalismo de Estado cada vez más
burocrático, tecnocrático e ineficiente, con marcados rasgos neoliberales,
especialmente en su relación con el mercado internacional y su dependencia de
las importaciones (gasolina, diésel, alimentos, etc). Lo comunitario queda para
el discurso; lo productivo, para los spots de propaganda; lo social, para bonos
focalizados que garantizan “paz social” o “estabilidad jurídica” sin
transformación estructural.
Y
como si de una tragicomedia se tratara, la derecha boliviana –aquella fauna que
se recicla elección tras elección– no cuestiona este modelo de fondo. Todo lo
contrario: lo envidia. Lo desea. Aspira a controlarlo. No para desmontarlo,
sino para gestionarlo “mejor”. Hablan de “eficiencia”, “meritocracia” y
“libertad”, pero su horizonte no va más allá de lo ya construido: un Estado que
concentra poder, recursos y legitimidad gracias al excedente extractivo, sin
capacidad real de articular una economía soberana ni diversificada.
Gramsci
(1978), en uno de sus pasajes más lúcidos, ya nos advertía sobre este tipo de
Estado, que “…se convierte en propietario único del instrumento de trabajo…”,
asume funciones empresariales, pero se convierte en una máquina impersonal
donde la producción se estanca, la burocracia crece de manera caótica, y se
multiplica una casta de funcionarios, gestores, intermediarios y ociosos que
viven del trabajo ajeno sin generar valor. Una estructura parasitaria, incapaz
de sostenerse sin la constante inyección de renta, subsidios y endeudamiento
externo.
Y
allí está el punto de convergencia, el MAS y la derecha disputan el timón de
una misma maquinaria estatal, no para transformarla, sino para usufructuarla.
Lo que unos llaman “proceso de cambio”, otros lo rebautizan como “nuevo pacto
fiscal” o “modernización institucional”. Pero el contenido es el mismo,
controlar la burocracia, repartir cargos, pactar con sectores corporativos y
mantener la ilusión de que el país funciona mientras la pobreza avanza y las
condiciones de vida son precarizadas.
La
crisis económica actual se traduce en una crisis política que afecta al
conjunto de la estructura social. El modelo de capitalismo de Estado se agotó,
no solo por razones externas (como la caída de los precios internacionales de
las materias primas desde 2014), sino por la imposibilidad interna de
trascender una matriz extractiva que ha sostenido al populismo estatista del
MAS y que seguramente, aquella fauna de derecha, espera que sostenga al
liberalismo criollo, aunque no esté dispuesta a admitirlo. Y como no hay
alternativa real, solo queda una lucha fratricida por quién administra “mejor”
la decadencia.
Así
que sí, tienen mucho en común: la fe ciega en la renta como tabla de salvación,
el uso patrimonialista de las instituciones del Estado, la creación de
discursos que simulan cambios mientras postergan indefinidamente las soluciones
de fondo, empujando al país hacia un futuro incierto sin resolver sus problemas
estructurales. Lo demás –colores, banderas, líderes carismáticos o sin carisma,
insultos cruzados o denuncias– son puro teatro.
Las
futuras elecciones solo darán como resultado, volviendo a las reflexiones de
Gramsci (1978), que:
El
Estado burgués de los burócratas incompetentes… se convierte en gerente de un
instrumento de trabajo que se descompone, se rompe, se hipoteca y será
subastado en el mercado internacional de trastos viejos desgastados e inútiles.
Entonces…
¿Qué hacer ante este escenario electoral y sus supuestos “salvadores”?
La
primera tarea es no caer en la trampa del mal menor. Ni el “capitalismo de
Estado” con ropaje popular y discurso revolucionario del MAS, ni la derecha
neoliberal reciclada, pues, ninguno ofrece una salida real a la crisis
estructural del país. Ambos representan variantes de un mismo régimen de
dominación burgués, basado en la explotación de la clase trabajadora, la
expoliación de los recursos naturales, y la subordinación de las clases
subalternas a una lógica de acumulación ajena a sus intereses.
En
ese sentido, la tarea urgente no es elegir entre los administradores de la
decadencia, sino construir una alternativa política independiente de clase, que
emerja desde abajo, desde los espacios de organización obrera, campesina,
indígena, juvenil, popular y feminista. Una alternativa que no maquille el
Estado burgués, sino que lo confronte y lo desenmascare como lo que es: una
maquinaria al servicio de la clase dominante, incluso cuando se presenta con
discursos progresistas o indigenistas.
No
se trata de un abstencionismo pasivo, sino de una intervención activa y
consciente que, mediante la organización, la politización y la movilización,
nos permita recuperar y proyectar la memoria histórica de las formas de
autoorganización popular que emergieron en la Guerra del Agua (Cochabamba) y en
las jornadas insurreccionales de la Guerra del Gas (El Alto – La Paz), como
expresiones de resistencia al neoliberalismo, de lucha anticolonial y
antipatriarcal. Al mismo tiempo, esta intervención debe incluir una crítica
implacable a la cooptación, la desmovilización y la subordinación impuestas por
el MAS en nombre de un “proceso de cambio” que terminó por vaciar de contenido
las conquistas de esas luchas.
Es
hora de decirlo claro, la clase trabajadora necesita su propio partido, con
programa revolucionario, con independencia política, con vocación
internacionalista, con estrategia socialista; es decir, un Partido de los
Trabajadores Revolucionario (PTR). Un instrumento no para gestionar el
capitalismo periférico, sino para combatirlo y superarlo, lo cual implica una
ruptura con la lógica electoral oportunista, con el corporativismo domesticado,
con la cultura del clientelismo y la obediencia.
La
consigna ya no puede ser “volver o recuperar el proceso de cambio”, ni “salvar
la democracia” (representativa-liberal-burguesa), sino preparar las condiciones
para un nuevo ciclo de lucha, donde la clase trabajadora tome conciencia de su
rol histórico, y construya un proyecto que no delegue en caudillos, sino que
apueste por la autoorganización de las masas, la planificación colectiva de la
economía, la transformación radical de la sociedad y todas sus estructuras.
Como
señaló Lenin (2022), sin teoría revolucionaria no puede existir un movimiento
revolucionario; pero esa teoría, para volverse praxis transformadora, exige
organización, ruptura y confrontación directa con el Estado burgués. Y en
palabras de Trotsky (2019), en momentos de crisis profunda, la desorientación
de las masas solo puede superarse con audacia estratégica, claridad política y
una dirección revolucionaria a la altura de las tareas históricas que nos ha
puesto el presente.
BOLIVIA:
¿QUO VADIS ESTADO PLURINACIONAL?
Resumen
Latinoamericano Org. (https://n9.cl/fynxq)
El
dramatismo electoral de creciente inflamación, no es nuevo, pero ahora apunta a
enrarecer las opciones para beneficio de una inclinación globalista (salvar la
decadencia imperial), en medio de la disputa geopolítica del arco sudamericano.
Por ello, todo el actual abanico de ofertas electorales se sostiene, en mayor o
menor medida, en la muletilla del “Bolivia se nos muere”; que le sirvió al
neoliberalismo (apadrinado por el MNR) para acabar con la soberanía nacional,
mediante el shock de la inflación. Aquella argucia replica el típico consuelo
de tontos: cualquier cosa será mejor que el actual gobierno (y éste dice amén).
Pero
detrás de todas las ofertas de “salvar Bolivia”, no hay ninguna salvación sino
la ventaja que proporciona una situación generada para darle continuidad
espuria al mismo círculo vicioso de un sistema y una cultura política agotados
(el cual pretenden todavía preservar quienes apenas ven el poder político como
un botín patrimonial). Pareciera una parodia ya absurda de lo que pasó en
Argentina: la retirada de la izquierda progre cede el poder, otra vez, al
fascismo revanchista. Paradoja democrática: el mal menor (que siempre suele ser
el peor) nos conduce siempre al suicidio nacional, como para demostración de la
hipótesis fingida, pues si se está proclamando la muerte de algo, ahora se
generan las condiciones para hacerlo morir realmente.
En
los últimos tiempos, a escala global, la retórica occidental ha consistido en
dar por muertos, Estados que ahora no sólo no han fenecido sino que están
generando un nuevo reordenamiento del tablero geopolítico. Es decir, la
realidad es siempre distinta de lo que se inventa mediáticamente. Un Estado no
muere ni siquiera por insolvencia. Los motivos son otros y exceden la excesiva
importancia que se le da a los fragmentarios diagnósticos economicistas. Un
Estado acaba cuando pierde todo sentido de existencia. Esto es lo que le
conduce al desmoronamiento cultural, social, político y económico (lo que sí
está pasando en Europa y USA).
Por
ello, la crítica que ya iniciamos con el segundo volumen del Pensar Bolivia[1],
insistía en que, el abandono de las banderas del “proceso de cambio”, o sea, la
no transformación estructural del Estado colonial-republicano-señorial en
Estado plurinacional, iba a conducirnos al vaciamiento del sentido mismo del
cambio y, en consecuencia, a la reposición de las prerrogativas del Estado
colonial y su disputa patrimonialista. Esto es lo que fue desinflando la
mística inicial del “proceso de cambio”, que debió siempre entenderse como
revolución democrático-cultural.
Pero
el MAS, en sus 14 años + 5, no supo comprender la incompatibilidad del concepto
liberal de Estado-nación –concebido para mantener nuestra condición
periférico-colonial– con las expectativas creadas por el nuevo óptimo nacional
encaminado ya a constituirse en poder popular. La disputa doméstica que estamos
presenciando son la consecuencia de que “el gobierno del cambio” jamás
comprendió los auténticos desafíos que había que enfrentar y esto significó
también que nunca advirtieron la crisis estructural del Estado-nación (y su
versión criollo-mestiza) en su verdadera dimensión.
El
MAS nunca comprendió eso, teniendo la posibilidad, desde el proceso
constituyente, de poder encarar el reto de recomponer estructuralmente un
Estado reconfigurado en torno al horizonte político propuesto por el nuevo
sujeto plurinacional. Pero no sólo cedieron esa posibilidad sino inclusive, una
vez aprobada la nueva constitución en Oruro (porque las fuerzas de choque
oligárquicas la habían expulsado de Sucre), el propio gobierno, hizo posible
que el orden instituido, el que debía de ser sustituido, se sobreponga al nuevo
poder constituyente y quedase el Estado plurinacional encadenado en las
prerrogativas de otro ciclo estatal del Estado colonial-republicano-señorial.
Eso
lo denominamos un golpe de Estado al Estado plurinacional, un autogolpe del
“gobierno del cambio”. Eso sucedió en las mesas de concertación, en Cochabamba,
el 2008[2]. Allí se evidencio que la dirigencia masista, sobre todo el “círculo
q’ara blancoide”, replicaba la paradoja señorial que Zavaleta le imputó al
movimientismo: podían haber sido los gestores de una trasformación real del
Estado, empero sus cabezas seguían dependiendo del Estado que los había parido.
Creyeron
que con reformas circunstanciales se podía asegurar el poder necesario para
darle vigencia a la gestión gubernamental, bajo la demagogia señorialista que,
con nuevo rostro, esta vez indígena, el Estado-nación reponía su anacrónica
presencia en un contexto que ya no iba a generarle las garantías de su
permanencia. Sin cambiar el carácter liberal del señorialismo estatal, la
dirigencia del MAS, no se dio cuenta de que, en realidad, sólo estaban
administrando un cadáver. El Estado que había fenecido con la huida del último
presidente neoliberal, era el mismo que se quería reponer ya por razones sólo
instrumentales de cooptar todo el poder que se pueda.
En
parte, el golpe del 2019, fue consecuencia del administrar un cadáver que, en
su insistencia anacrónica, sólo regeneraba las condiciones, bajo las cuales, la
disputa por el poder político era condición del ascenso social, o sea, del
aburguesamiento clasemediero. Pues ese cadáver estatal, instituido como sistema
político, se había extendido también como cultura política y social. Por eso el
neoliberalismo no se propone cambiar al Estado movimientista porque éste se
sostenía en la corrupción hecha cultura política y social; de ese modo, se
podía barrer continuamente con la soberanía de una nación ofertada a la gula
transnacional porque, tributario de la mitológica democrática gringa,
naturalizaba la obediencia social y política de su propio país a los valores
liberales y burgueses. Anulado el sujeto, anulado el proyecto. Sólo así podía
impedir la constitución del pueblo en bloque histórico y éste en sujeto
político; lo que hemos denominado el pueblo en tanto que pueblo.[3]
En
los 14 años del “gobierno del cambio”, también se continuó con el prebendalismo
y al corporativismo dirigencial para empoderar sectores por pura conveniencia
política. Si se realiza eso en el actual gobierno, es porque sólo saben
replicar la gestión anterior. Así se observa que preservar el Estado colonial
convenía para los únicos afanes de permanencia en el poder; “cambiar para que
nada cambie” fue una apuesta que cercenó también la legitimidad del “gobierno
del cambio”. Y generó también, otra vez, las condiciones para justificar un
retorno de las comedidas representaciones nacionales de los intereses
imperiales pero, esta vez, al estilo “libertario”, para terminar de acabar con
el Estado plurinacional y la esperanza de un país entre iguales.
La
improvisada gestión gubernamental actual, nos demostró que el MAS no tenía ni
idea de cómo remediar los desvíos y regresiones que provocaron las apuestas de
la elite masista y que habían coadyuvado al golpe del 2019. Ni siquiera tomaron
en cuenta que, la pérdida de legitimidad se convierte inevitablemente en una
transferencia de esa legitimidad hacia una derecha que fue y sigue recibiendo,
sin merecerlo (porque además toda esa rancia hermandad estaba involucrada en la
ruptura democrática y constitucional del golpe del 2019), la confianza renacida
de una sociedad urbana domesticada en la propaganda.
Un
honesto, adecuado y necesario diagnóstico del estado del sistema político
boliviano, debía de estimular la profundización del proyecto plurinacional y la
adopción categórica del “vivir bien” como horizonte político. Porque el zombi
político que, como cadáver, deambulaba entre los estertores del fascismo
señorialista, era el Estado heredado del 52. Y decimos que se trataba y se
trata de un cadáver porque, como sistema y cultura política, es la podredumbre
que intenta reponerse en toda aventura emancipatoria que sólo tramite un mero
cambio de elites.
Del
mismo modo como señalan los analistas financieros y los mega especuladores,
cuando se refieren a que el sistema financiero está roto, nuestro sistema
político está podrido. Cuando todo el sistema está corrompido, su necia
continuidad no hace más que acelerar el derrumbe de todo el Estado, sea cual
sea éste. Que la derecha no se dé cuenta de aquello, se entiende, pero que el
MAS, en todas sus versiones, desde el evismo hasta el arcismo, sean ciegos al
respecto, no hace sino coadyuvar aun más a su propio derrumbe como auténtica
opción política.
Desde
el gobierno de los 14 años, no interesó la trasformación estructural del Estado
sino sólo parchar sus deficiencias y administrar, en lo posible, sus
prerrogativas de funcionamiento. Pero ni aquello supuso logros estratégicos, ya
que, si de un cadáver se trataba, su vida dependía, en última instancia, de la
cesión de voluntad de vida que precisaba para aparentar una existencia al menos
fingida. El problema era que esa cesión era cesión de voluntad de vida de su
propio pueblo y aquella existencia lograda sólo insistía más en su carácter de
“Estado aparente”.
Ahora
que los evistas pretenden “salvar Bolivia”, no se dan cuenta que, en realidad,
preservar el actual orden instituido es seguir clavando la efigie del proyecto
plurinacional (por eso llaman “salvar Bolivia” a lo que, en realidad, es sólo
retornar al poder, sea como sea, cueste lo que cueste y pactar con quien sea).
Nadie se da cuenta que, si el propio sistema está podrido, todo intento por
preservarlo acelera la demolición planificada de la propia soberanía estatal.
Si todo su plan de gobierno no contempla transformar lo que la propia elite
masista se encargó de preservar en los 14 años, que es el carácter liberal del
ordenamiento jurídico-administrativo del Estado, se entiende que su lucha no es
por remediar nada sino por una pueril pugna de poder con el arcismo.
¿Por
qué, por ejemplo, fracasa el “modelo económico social-comunitario)? Porque
nunca se removió nada del carácter liberal de la economía, lo cual dejo
incólume la propia estructura colonial dependiente de Estado periférico. La
nueva elite que desplazo al sujeto plurinacional y se puso como sujeto
sustitutivo incluso ufanamente se puso a celebrar la fórmula espuria del
“capitalismo andino” como proyección del modelo económico. En esas pretensiones
ya se podía imaginar la tozuda insistencia en preservar un Estado que ya no
tenía ninguna actualidad, sobre todo, en una crisis civilizatoria que
presagiaba el fin del globalismo y la mitología del libre mercado que, ahora,
ni USA está dispuesta a admitir.
Una
necesaria lectura geopolítica, en el momento de asunción del gobierno arcista,
debía de proponerse actualizar, por lo menos, un “modelo económico” que distaba
mucho de ser plural, cuando toda la normativa jurídica sólo estaba y está
diseñada para amparar, proteger y desarrollar únicamente las estructuras
capitalistas de dependencia en un país periférico-colonial. Pero lejos de
enmendar siquiera alguna acentuación capitalista del “modelo económico”, sin
imaginación ni lucidez alguna, sólo se dieron a la tarea de un continuismo
lineal que iba a hacer aguas en la creciente curva de dislocación entre un
sistema económico global desorientado y un poder financiero que apunta a un
reseteo mundial.
El
“modelo económico” fracasa porque insistir en la matriz de una producción para
la exportación, no tenía en cuenta que las nuevas potencias emergentes, no sólo
alteraban el diseño geoestratégico de los circuitos de suministros sino que
redirigían la economía mundial hacia otros destinos, lo cual implica una nueva
cartografía de las rutas comerciales. Todo ello significaba adelantarse en
medidas de redirección del destino de nuestra producción, además por razones
estratégico-geopolíticas. Por ello, ya señalamos con anterioridad, antes de
festejar ingenuamente el concepto de “industrialización con sustitución de
importaciones”, lo que debía de pensarse era un nuevo concepto de industria (en
la nueva escenografía postindustrial) con sustitución de paradigmas.
¿Por
qué, por ejemplo, la Federación Rusa puede resistir y salir exitosa de las
miles de sanciones económicas que le propician USA y la UE? Porque actuaron
anticipadamente y orientaron su economía a sobrevivir en condiciones críticas,
es decir, adoptaron el concepto de “economía de guerra”. Algo similar debían de
pensar las economías periféricas de los gobiernos de izquierda. No estamos en
condiciones consideradas “normales”, por eso hasta USA opta por el
proteccionismo y genera la actual guerra de aranceles. En una trasformación
dramática del tablero geopolítico global (que está ya sucediendo, sin que nos
demos cuenta), todo se trata de sobrevivir. En tal caso, hablar de una
“economía de guerra” no es presagiar la guerra sino ver en qué medida hay
adaptación positiva a los cambios dramáticos que se viene produciendo en todo
el mundo; más aún cuando las potencias sobrevivientes se están disputando el
mundo y sus respectivas esferas de influencia.
Todo
se discute ahora en la farándula mediática electoral, pero nunca lo que
verdaderamente importa. Todos obvian el hecho (los ingenuos masistas, evistas o
arcistas, por desubicación total, y la derecha porque presumen su pronta
desaparición) de que nos encontramos en un Estado que, por referéndum nacional,
ha decidido constituirse en plurinacional. ¿En qué condiciones puede éste
sobrevivir en el virtual des-orden tripolar? Nadie se hace la pregunta. Porque
nadie es capaz de situarse en la nueva realidad que determinará el destino
nuestro como país. Todos refieren sus programas electorales como si no hubiese
pasado nada en los últimos 20 años.
Para
la derecha la cosa parece simple, porque nunca hicieron uso de las facultades
racionales, porque quien sustituye lo real, termina por romper sus sesos. Si de
producir una regresión al pasado de sus nostálgicos esquemas se trata, es
decir, volver al carácter señorial-republicano, entonces serán los promotores
de una guerra civil. El pueblo ya no va a renunciar a todos los logros que ha
promovido y de los cuales se siente creador. Prueba de ello fue la resistencia
y la recuperación democrática del 2019-2020. Un año pudieron asaltar
impunemente el Estado los golpistas, pero eso les costó la pérdida de
legitimidad que el MAS no supo administrar para retomar la iniciativa que
hubiese significado una reforma moral. Pero todo el aparato anterior ya
corrompido, por anuencia de la elite desplazada, ya se encontraba incrustada en
el gobierno para horadar su gestión y hacerla un mero apéndice de los
requerimientos concurrentes al retorno del “rey cercado”[4].
La
pugna intestina actual apareció con ese acoso constante que reducía a la
gestión gubernamental a ser un mero administrador del retorno mesiánico de un
líder que ya no gozaba con la legitimidad que tuvo merecidamente en el momento
del máximo potencial político del MAS. La desobediencia, ahora señalizada
contra todo aquel que desdiga los dictámenes del “jefe”, fue la medida de orden
político que, al modo inquisitorial, pone de manifiesto una pérdida de
orientación y horizonte político.
Por
otro lado, el gobierno, en su improvisada y errática gestión, ya no sabe de
dónde ni cómo recuperar la legitimidad que tuvo en sus inicios. Las medidas
trascendentales siempre hay que tomarlas cuando se cuenta con el máximo de
legitimidad, pero para ello había que hacer la tarea e iniciar el rencauce que
todo el pueblo exigía como devolución moral de todo aquello que le costó la
recuperación democrática. Pero la elite del “gobierno del cambio”, que el 2020
estaba reunido en un solo bloque triunfante, nunca estuvo a la altura de lo que
el pueblo les puso como responsabilidad política.
Ahora
el panorama es el menos alentador, pero aun así, hay que dejar el pesimismo
para mejores tiempos y, a pesar de todo, esperar que el pueblo tome la
vanguardia de las decisiones de nuevo. Siempre hay que dejar que el pueblo sea
el protagonista. Toda nuestra región se está jugando su existencia en esta
coyuntura global. Bolivia es una de las más amenazadas. El “vivir bien”, la
descolonización y lo plurinacional son un mal ejemplo para las oligarquías de
la región y lo ponen de este modo: “si cedemos en los más mínimo, estos indios
nos llevaran de nuevo a la edad de piedra”.
Por
eso acudirán al Imperio, aun en su decadencia, como esclavos que sufren las
cuitas del amo como suyas. No tienen dónde más acudir sino al tipo de mundo que
ya no existe, aun cuando siga en pie. Como un coloso de pies de barro, se
empieza a desmoronar y su caída afectará en mayor medida a su cohorte
funeraria. Porque todo aquel que se alinea con el derrumbe imperial también
derrumbará su propia suerte. Porque sucede a nivel local lo que a nivel global
y esto significa que, lo local, es el modo cómo se experimentan las crisis
globales.
Si
el sistema es fraudulento y está corrompido en su propia médula, esto significa
que el sistema mismo está podrido. ¿Cómo se salva algo que está podrido por
dentro? Cuando el sistema financiero que, para colmo, ha subordinado a toda la
economía a sus exigencias, lo que nos vende es una pura ilusión sin ninguna
base material, lo que nos vende, en realidad, no vale nada (la vida moderna
consiste precisamente en eso). Ahora bien, ¿cómo hacer de la nada, nueva
riqueza? En esta interrogante nace la proyección del poder financiero. Por eso
la necesidad que tienen de resetear el sistema, o sea, reiniciarlo. El dinero
físico supuestamente ya no tiene valor a la espera de un nuevo valor general
que equilibre cualquier intercambio comercial, sujeto a las prerrogativas
financieras.
En
eso consiste, en parte, el reseteo global. Cuánto dure el reseteo que les
interesa, será el margen de ganancia de los billonarios para sobrevivir
mientras se mueren los pobres del planeta; porque además el relato sigue
funcionando: cuando la economía se hunde, la culpa es siempre de los pobres,
los excluidos, las víctimas del Sur global (extendido ahora a los cuatro puntos
cardinales donde se produzca empobrecimiento). Por eso se expropia a los pobres
su patrimonio, sus derechos y conquistas políticas y sociales, para salvar a
los verdaderos ricos. La ecuación les funciona bien: la esencia de las finanzas
es producir crisis tramitada como guerra extendida, porque el valor real de la
guerra es la deuda que crea. El reseteo es la guerra declarada, el mundo no
puede compartirse, en eso consiste el cinismo proclamado como nuevo “realismo”.
Por
eso no puede, hoy en día, hablarse de una revolución si ésta no significa una
revolución cultural-civilizatoria que transforme y reponga éticamente el propio
sistema de creencias y el horizonte de expectativas. En tal caso, lo
determinante de una revolución cultural es una revalorización del campo como
lugar esencial de la producción, de aquella que hace posible la vida de todos
(el diseño geopolítico centro-periferia es también un diseño antropológico que
se manifiesta de modo evidente en el diseño urbano que posibilita a la ciudad,
como centro, la expropiación del ámbito de las decisiones políticas, dejando al
campo, como periferia, ser mero suministrador de las necesidades exclusivas de
la ciudad).
En
tiempos de crisis, restaurar la confianza es la primera medida política a largo
plazo; y la primera confianza nace de que los propósitos de la producción
apunten a asegurar el consumo nacional, en justicia y dignidad, sentando las
bases de una transformación y reconstitución de la subjetividad nacional (aquí
lo plurinacional no es una fórmula que la pueda determinar un decreto; su
expresión política es un Estado que asume, como su propia realidad, el universo
ético de su propio contenido nacional). En ese sentido, si la nueva elite era
consciente de eso, debía de cambiar, por ejemplo, el liderazgo ministerial,
poniendo a los nichos de la tecnocracia detrás de los ministerios ideológicos,
cuya misión debía ser el diagnóstico y la proyección política del nuevo Estado
en el nuevo contexto regional y global.
Pero
en las refriegas domésticas del MAS, no sólo cavan su propia tumba política,
sino que, el verdadero perdedor, está siendo el bloque popular. Aunque se
proclamen agendas para “salvar al país”, los tonos querellantes demuestran que,
en realidad, se trata de una lucha intestina entre facciones pequeño-burguesas
que responden a una misma creencia señorialista: “ser el nuevo patrón que salve
al indio de sí mismo”. Tanto la derecha como la izquierda creen ingenuamente
que, seguir insistiendo en los modelos vigentes, ha de “salvar” la economía.
Nadie
se refiere al caso, pero lo que estamos presenciando es, a nivel local, el
desmoronamiento de un diseño de mundo. Todos los Estados periféricos se están
desmoronando en su propio anacronismo geopolítico y ese desmoronamiento, en
nuestro caso, está arrastrando al carácter plurinacional del Estado boliviano;
que quedó sólo en un cambio nominal, porque –desde la promulgación de la nueva
constitución– nunca se desmontaron las estructuras jurídico-administrativas del
Estado colonial. La nueva elite política sólo se sirvió de éstas para darle
estabilidad a su mayor concentración de poder que, se creía, era la garantía de
su permanencia en el Estado como patrimonio ahora suyo.
Lo
que está en juego es el futuro del Estado plurinacional. Es capaz que retorne
la derecha con el voto, para deshacerse de toda soberanía estatal, porque esa
es su agenda. La derecha se unirá por la única razón que hace credo en sus
valores oligárquicos: el juramento de superioridad ante los indios. Esto
significa reponer el Estado republicano (una determinación cavernaria, como la
pretendida reposición del orden unipolar). Pero esa insensata y obstinada
resolución, ¿a dónde nos va a conducir? A la guerra civil. Porque el pueblo ya
no va a consentir aquello. El Estado plurinacional es obra suya y es lo que le
ha permitido ya no ser perpetua resistencia sino transformación efectiva. No va
a renunciar a lo que considera fruto de su lucha histórica.
Aquí
hay responsables históricos que el pueblo debe saber identificar, llevándonos a
esta debacle del proyecto popular. Porque el proyecto no ha fracasado sino que
nunca fue impulsado por un sujeto sustitutivo clasemediero con aspiraciones
burguesas que, en su lucha por la concentración de más poder, sólo está
coadyuvando a la descomposición del propio bloque popular.
AMÉRICA
LATINA DOMINA EL TOP 10 GLOBAL DE PRODUCTORES DE PLATA, SEGÚN METAL FOCUS
México,
Perú, Chile, Bolivia y Argentina suman más del 56 % de la producción de los
líderes mundiales.
360
Radio de Colombia (https://n9.cl/eclgn)
Según
datos de Metal Focus, México encabeza el ranking global de producción de plata
con un impresionante volumen de 202,2 millones de onzas, lo que lo consolida
como un actor clave en el mercado global de metales preciosos. Esta cifra lo
coloca muy por delante de su competidor más cercano, China, que produjo 109,3
millones de onzas, seguido por Perú con 107,1 millones de onzas.
Además
de México y Perú, otros países latinoamericanos también tienen una fuerte
presencia en el top 10 mundial, destacando el rol protagónico de la región en
este sector estratégico. Chile ocupa el cuarto lugar con 52 millones de onzas,
seguido por Bolivia (42,6 M oz) y Argentina (26 M oz), que cierra el listado en
la décima posición. En conjunto, estos cinco países latinoamericanos
representan más de 56 % de la producción total entre los diez principales.
Panorama
general: Este dominio regional evidencia no solo la riqueza de los recursos
naturales del continente, sino también la importancia estratégica de la minería
para las economías locales. En muchos de estos países, la plata no solo
representa una fuente de exportaciones, sino también de empleo y desarrollo
regional.
China,
que ocupa el segundo lugar global, y Rusia (puesto 7, con 39,8 millones de
onzas) representan la participación asiática en el mercado de la plata. Por
parte de Europa, Polonia sorprende al posicionarse en el sexto lugar con 42,5
millones de onzas, superando a potencias tradicionales como Rusia y Australia.
Australia
figura en el octavo puesto con 34,4 millones de onzas, mientras que Estados
Unidos ocupa la novena posición con 32 millones de onzas. Ambos países
mantienen una producción constante, aunque sin los picos observados en México o
China.
Por
qué es importante: La plata no solo se valora por su uso en joyería y monedas;
es crucial en tecnologías emergentes. Su alta conductividad eléctrica la
convierte en insumo indispensable para la fabricación de paneles solares,
baterías y componentes electrónicos, lo que incrementa su relevancia en la
actual transición energética global.
Con
el aumento de la demanda en sectores tecnológicos y de energías limpias, la
producción de plata podría convertirse en un elemento central de la geopolítica
de los recursos. México, al mantenerse a la cabeza, se posiciona
estratégicamente para aprovechar esta tendencia global.
ESPECIES
EN PELIGRO: CRECE EL ESCÁNDALO POR UNA RED INTERNACIONAL DE CAZA ILEGAL Y
TRÁFICO DE FAUNA LIDERADA POR UN ARGENTINO
Jorge
Noya enfrenta prisión domiciliaria por encabezar una presunta organización que
depredó especies protegidas; a la causa argentina se suma otra en Bolivia
La
Nación de Argentina (https://n9.cl/mcn70t)
Al
menos desde hace 46 años, Jorge Noya se presenta de forma pública como cazador
profesional aunque es mucho más que eso. También es director y la cara visible
de Caza & Safaris, una empresa argentina no registrada en ARCA que promueve
servicios internacionales de turismo para personas que tienen la misma afición
que él. En su página de internet ofrece una “caza asegurada” de animales
grandes y chicos como pumas, carpinchos, venados, ciervos, pecaríes labiados y
de collar, una diversidad de aves y otras especies. Muchas de ellas son
protegidas a nivel nacional o internacional, otras han sido declaradas en
peligro crítico de extinción y matarlas está prohibido en el país o incluso en
el mundo.
Hoy
Noya no puede salir de su hogar en la zona norte del conurbano bonaerense y
estaría en la cárcel de no haber presentado problemas de salud y superar los 70
años. En 2024, le dictaron prisión preventiva domiciliaria tras ser acusado de
ser el presunto líder de una organización internacional dedicada a la
depredación y tráfico ilegal de fauna silvestre.
En
la Argentina está procesado junto con seis personas más. Los delitos por los
que en primera instancia fueron acusados son los de asociación ilícita,
provisión ilegal de armas de fuego, maltrato animal y depredación de fauna
silvestre. Por esto, tanto Noya como el resto podrían recibir entre tres y
quince años de prisión dependiendo de cada caso. No a todos se les atribuyen
los mismos delitos. A cinco de los siete se les imputó solo asociación ilícita,
maltrato animal y depredación de fauna silvestre.
Además
de aquel proceso judicial, también se hizo una denuncia penal en contra de
siete personas en Bolivia a fines del año pasado. Dos de ellos son Noya y un
argentino, presunto socio suyo, que también está involucrado en el expediente
local.
En
nuestro país, la justicia federal secuestró en agosto del año pasado 44 armas
de fuego, 12 vehículos de automotor –otros 25 están embargados– y 7971
taxidermias, cuernos y pieles que hallaron en los tres cotos de caza y en los
dos depósitos asociados a la empresa de Noya.
La
taxidermia es el oficio que se encarga de tratar animales muertos para
conservarlos. Para lograrlo extraen sus órganos internos y rellenan el cascarón
de piel y hueso como a un almohadón. También aplican químicos en el pelaje y en
la piel para que no se pudran con el tiempo. Después les incrustan ojos de
vidrio o plástico para darle una apariencia de vida. Al resultado de este
proceso en el mundo de la caza le llaman “trofeo”.
La
mayor parte se encontraron en los dos depósitos localizados en Haedo, en el
oeste del conurbano bonaerense. El resto estaban expuestos en los cotos de la
localidad de Dolores, provincia de Buenos Aires, y Santiago del Estero.
Según
fuentes vinculadas a la causa, era tal la cantidad de animales que encontraron
que Marcelo Alejandro Araujo, el taxidermista asociado a la empresa y también
imputado en la causa argentina, tenía también especímenes en su casa. Uno de
los depósitos allanados es propiedad y lugar de trabajo de Araujo. El otro
depósito es de Federico Manuel Testa, un importante empresario dentro del mundo
de la caza. Según la defensa de ambos, todos los “trofeos” estaban certificados
por el Gobierno. La defensa de Testa afirmó que solo encontraron siete con
irregularidades, de los que tres están vinculados a Noya. “Y explicamos la
situación de cada uno de ellos”, dijeron.
En
la Argentina, la investigación la lleva la Fiscalía Federal N°1 de Lomas de
Zamora, a cargo del fiscal Sergio Mola, con intervención del Juzgado Federal
N°2 de Lomas de Zamora. En un inicio participó como juez federal subrogante
Ernesto Kreplak y, ahora, pasó a manos del juez federal subrogante de Quilmes,
Luis Armella.
De
los siete procesados, solo a Noya le dictaron prisión preventiva; no lo
hicieron con el taxidermista Araujo, ni los presuntos socios de Caza &
Safaris Federico Manuel Testa y Carlos Pablo Escontrela, ni con los guías de
caza Leonardo Marti Destefani y Guillermo Funes, a quien su defensa definió
como un peón rural; ni con el community manager Gustavo Oliva. Pero no pueden
seguir trabajando en ningún negocio que involucre a la cacería por el momento.
Las defensas apelaron el procesamiento determinado por el juez y hoy la causa
se encuentra en revisión en la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata. El
abogado de Noya fue el único que no habló con LA NACION.
En
general, los defensores sostienen que sus clientes son víctimas de acusaciones
infundadas. Los de Araujo, Funes, Escontrela y Testa dicen que no hay ninguna
organización delictiva y que fueron, en realidad, socios ocasionales y
empleados de Noya. La mayoría de ellos aseguraron no conocerse entre ellos o,
en tal caso, haber hablado unas pocas veces. Además, todos definieron el
vínculo con el director de Caza & Safaris como débil, intermitente o
antiguo.
Tanto
Testa como Noya son dos de los involucrados en la denuncia penal impulsada en
Bolivia por el abogado Rodrigo Herrero, el exguardaparque y activista ambiental
Marco Uzquiano y la representante del Colectivo Llanto del Jaguar, Lisa Corti.
Apuntaron que Noya hizo más de 30 viajes, muchos de forma irregular, para cazar
o llevar clientes a cazar yaguaretés en la selva boliviana. Este felino es un
animal protegido no solo en la Argentina, sino en toda la región.
Una
de las pruebas surgió a partir de la investigación judicial en la Argentina y
tras la publicación de varia fotografías de Noya junto a distintos cadáveres de
yaguareté. Testa no aparece en estas imágenes, aunque según la querella
boliviana y personas involucradas en la causa argentina el vínculo con Noya
existía de hace años.
Hasta
hoy, Testa es uno de los mayores exportadores registrados de pieles, colmillos
y taxidermias animales en la Argentina. Se encarga de la logística de
importación y exportación de productos y subproductos animales desde y a todo
el mundo. Su abogado indicó a LA NACION que su trabajo siempre estuvo en regla
y que Noya “fue uno de muchos clientes”, pero que Testa nunca tuvo un vínculo
cercano y tampoco transportó animales sin regulación.
En
el país vecino lo denunciaron junto con Noya por los delitos de biocidio,
destrucción y deterioro del patrimonio natural. En este caso podrían recibir
hasta diez años de prisión.
En
esa causa está también involucrado Luis Villalba Ruiz, que presuntamente mató a
cinco yaguaretés. Hace poco, la querella incluyó también a un cazador
estadounidense, ya detenido por la justicia norteamericana por un caso
vinculado depredación de fauna; el dueño del coto de caza implicado en este
caso y dos empresarios colombianos que tienen hoteles en Santa Cruz de la
Sierra.
Un
negocio millonario
Según
fuentes cercanas a las dos causas, el negocio de Noya y sus socios era redondo
y millonario. El target de clientes era sobre todo internacional. En especial
conseguían cazadores de Estados Unidos, España y algunos de Rusia.
Los
captaban de distintas formas. A muchos de ellos los conocían en convenciones
internacionales de caza como los que organiza el Safari Club International
(SCI) en las Vegas y Tennessee, o la Feria Cinegética de Madrid. Con otros se
conectaban a través de foros como Africa Hunting, redes sociales y su página de
internet. Allí les presentaban los distintos paquetes que Caza & Safaris
ofrecía. En su mayoría se ejecutaban en territorio argentino, aunque hay
pruebas que indican que Noya hizo viajes internacionales con sus clientes.
Según
información judicial, los clientes llegaban al Aeropuerto Internacional de
Ezeiza. Un miembro de la empresa los pasaba a buscar y de ahí los derivaba a
cualquiera de los tres cotos de caza; les ofrecían hospedaje, comida y un
catálogo de animales para cazar. Los cotos en Santiago del Estero están
vinculados al empresario Carlos Pablo Escontrela.
Para
la defensa del santiagueño, esos clientes eran de Noya y no de una “presunta
organización” que lo involucrara. Según el abogado, solo llegaban cazadores
enviados por Noya cuando querían cazar algún animal que Escontrela tuviera en
sus cotos.
La
defensa también expresó a LA NACION que el vínculo con Noya está roto desde
2019. “De hecho quedaron en malos términos. Le quedó debiendo plata”, explicó
el abogado de Escontrela, y agregó que los dos predios de Santiago del Estero
que están su a nombre “estaban en regla”.
Sin
embargo, hay información judicial que contradice este argumento. El empresario
santiagueño tuvo hasta hace seis años una sociedad anónima llamada Los Moros SA
que estaba a nombre de Noya y Escontrela. Según la defensa, esa sociedad fue
una mera formalidad para obtener los permisos de caza.
Según
información a la que LA NACION tuvo acceso, en Caza & Safaris el precio
para dispararle a un animal rondaba entre 1000 y 5000 dólares, dependiendo de
la especie, aunque esto podría elevarse si la campaña salía del territorio
nacional. Una investigación publicada por la revista digital boliviana Nómadas
reveló que en aquel país cazar un yaguareté podía superar los 50.000 dólares.
Para
llegar a la selva boliviana, Noya volaba con sus clientes hasta la ciudad de
Cáceres en Brasil y de allí cruzaban a distintos puntos del este del país. A
diferencia de la Argentina, en el caso boliviano se presume que buscaban sobre
todo yaguaretés. Herrero afirmó tener pruebas de dos felinos cazados durante
los viajes organizados por los argentinos y vaticina que la lista irá en
aumento.
La
caza de los animales era una parte importante de los ingresos de esta presunta
organización criminal, pero no era la única. Según información judicial, Noya y
sus socios también rentaban armas de fuego, vendían municiones y taxidermizaban
a los animales para convertirlos en trofeos y enviarlos a sus clientes. Para
fuentes cercanas a la causa en la Argentina, esto podría haber sido uno de los
mayores ingresos para la empresa.
La
operación, según información a la que LA NACION tuvo acceso, consistía en
tratar a los especímenes, transportarlos hasta Ezeiza y de ahí, a todo el
mundo. Esta etapa del proceso presuntamente estaba a cargo de Testa, que
utilizaba a la empresa de transporte que dirigió hasta 2019, Logistic Solution
SRL, para trasladar los trofeos al aeropuerto, pero no lo hacía estrictamente
de forma ilegal. La defensa de Testa afirmó que su empresa y Caza & Safaris
no tuvieron vínculo.
En
el mundo de la caza, Testa es un apellido conocido. Algunas fuentes consultadas
lo catalogaron como el principal exportador de pieles, colmillos y taxidermias
del país. Según su propia defensa, entre el 80% y 90% de lo que Logistic
Solution SRL transportaba estaba vinculado a la caza. Añadió que Noya fue uno
de varios clientes en el país y en el mundo, con quien intercambió pocas
palabras, y lo allanado en el depósito de Haedo está validado por el Gobierno.
En
la Argentina, tanto la caza como la taxidermia son prácticas autorizadas. Las
provincias deciden las especies que están permitidas para la caza deportiva.
También son delimitadas las temporadas de caza y de veda. Esto quiere decir que
no existe uniformidad en la protección de fauna. Sin embargo, hay algunos
animales que fueron declarados en peligro de extinción o peligro crítico de
extinción y no pueden ser cazados en ningún lado. Tal es el caso del yaguareté,
el pecarí de collar y el labiado, o el tatú carreta.
Algunos
de estos animales, hasta el día de hoy, siguen expuestos en lo que queda de la
página de Caza & Safaris, que después del inicio del proceso penal en la
Argentina fue desmantelada casi por completo. También eliminaron sus cuentas de
Facebook y de Instagram.
Fuentes
vinculadas a esta causa explicaron que existía documentación necesaria para el
transporte, tanto entre provincias como a otros países, aunque denunciaron que
muchas veces los animales que se describían en el papel no eran los que estaban
embalados.
Para
la defensa de Testa, aquel argumento es infundado. “Primero que nada, porque de
los casi 4000 animales que le allanaron, unos pocos eran los vinculados al
director de Caza & Safaris. Además, mi cliente no tuvo ningún animal
prohibido. Con el allanamiento que le hicieron solo encontraron siete trofeos
con irregularidades. De esos, solo tres están vinculados a Noya”, explicó el
abogado del empresario.
En
principio, cada vez que se pretende mover a un animal que provenga de la caza
deportiva debe existir un documento que permita su trazabilidad. Información
como la especie, el coto donde se cazó, los permisos de ese coto para cazar ese
animal específico y otros puntos deberían estar expresos.
Según
fuentes cercanas a la causa, solo uno de los cotos estaba certificado para
cazar –el de Dolores– y en los informes presentados ante la Subsecretaría de
Ambiente de la Nación para el transporte de animales, tanto Testa como Noya y
el resto de los socios y empleados modificaban datos de los certificados como
el tipo de especie, procedencia de los animales y temporada en que se habían
cazado. De esta forma “blanqueaban” muchos de los especímenes taxidermizados
que iban a Ezeiza.
En
la mira desde 2018
Noya
está en el foco del gobierno argentino desde 2018, cuando irrumpió en el coto
de caza de Dolores una fuerza constituida por el entonces Ministerio de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la División de Delitos
Ambientales y Armas y Agencias de la Policía Federal Argentina.
En
ese entonces se secuestraron decenas de animales taxidermizados, pero las
autoridades no hicieron arresto alguno. Así lo reportó LA NACION en su momento.
Una nueva causa se abrió en 2020 a partir de una denuncia impulsada por la
organización internacional Freeland y la Red Yaguareté; sin embargo, fue
rápidamente archivada porque durante la pandemia esta empresa no parecía estar
en operaciones. Al inicio de 2024, este medio publicó fotografías inéditas
sobre Noya y su vínculo con la cacería ilegal; así, la Fiscalía tuvo materiales
para desarchivar la causa.
Hoy,
el expediente se encuentra en revisión por parte de la Cámara Federal de La
Plata. Se espera que el siguiente paso sea la confirmación de los
procesamientos y la respuesta por un recurso de la fiscalía para dar prisión
preventiva a los seis acusados que permanecen en libertad.
En
tanto, en Bolivia, la causa sigue siendo revisada por los fiscales a cargo y
todavía no se le asignó un juzgado. Herrero recordó que, a pesar de eso, hubo
un tremendo impacto mediático en el país. Tal fue el movimiento que el Tribunal
Agroambiental de Bolivia ordenó a diferentes entidades públicas la protección
del yaguareté y de su hábitat.
EN
CONTROL FRONTERIZO INCAUTAN MÁS DE 17 KILOS DE COCAÍNA DE CAMIÓN PROCEDENTE DE
BOLIVIA
Agencia
de Información Paraguaya (https://n9.cl/9672e)
Un
total de 17 panes de clorhidrato de cocaína, que pesaron 17 kilos 55 gramos,
ocultos en una caja de isopor transportado en un camión cisterna procedente de
Bolivia. También fue detenido el conductor, durante un control fronterizo de
personas, vehículos y cargas, en la localidad de Mayor Infante Rivarola, en el
departamento de Boquerón.
El
procedimiento fue realizado por agentes especiales del Departamento Regional N°
6 de la Secretaría Nacional Antidrogas y la Dirección Nacional de Ingresos
Tributarios, en coordinación con de la agente del Ministerio Público, Laura
Ávalos, fiscal interina especializada en la lucha contra el narcotráfico del
departamento de Boquerón.
El
detenido fue identificado como Francisco Orosco Serrano, de nacionalidad
boliviana, en tanto que el camión tenía chapa N° 3013ZYN, Bolivia, que refuerza las sospechas
del uso de vehículos de transporte pesado para mover drogas a través de las
fronteras.
Además
de la droga, se incautaron un teléfono celular y dinero en efectivo, elementos
que servirán como evidencia en la investigación.
Transportar
drogas es un crimen grave. La SENAD refuerza su presencia en las zonas
limítrofes para evitar que Paraguay sea utilizado como corredor del
narcotráfico internacional, señala el informe de la institución.
BUSCAN
A UN PELIGROSO FEMICIDA BOLIVIANO QUE HABRÍA HUIDO A SALTA
La
Policía lanzó una alerta internacional para capturar a Marcelo Nieves Portal,
acusado de matar a su pareja frente a su hija. Creen que cruzó ilegalmente la
frontera hacia Argentina.
El
Ciudadano News de Argentina (https://n9.cl/d2176a)
La
ciudad de Bermejo, en el departamento de Tarija (Bolivia), se encuentra en
estado de alerta luego de que Marcelo Nieves Portal fuera señalado como el
principal sospechoso de haber asesinado a su pareja, identificada con las
iniciales W.V., en un acto de violencia atroz ocurrido el pasado sábado. El
caso ya tomó carácter internacional: las autoridades temen que el acusado haya
cruzado ilegalmente a la provincia de Salta, en Argentina.
Según
informaron medios locales y fuentes oficiales, el hecho ocurrió en el domicilio
de la pareja tras una fuerte discusión. El director de la Fuerza Especial de
Lucha Contra la Violencia (FELCV), Luis Céspedes, detalló: "Durante el
altercado, el sujeto sacó un arma de fuego y disparó a quemarropa al cuello de
la víctima, provocando su muerte inmediata".
Lo
más estremecedor del crimen es que todo ocurrió frente a la hija menor de edad
de la pareja, quien se convirtió en la única testigo del horror.
Huida
y alerta internacional: la hipótesis más temida
Tras
cometer el crimen, Nieves Portal se fugó y desde entonces se encuentra prófugo.
Las primeras investigaciones sostienen que habría cruzado a pie, por un paso
ilegal, hacia territorio argentino. Este hecho encendió las alarmas de las
fuerzas de seguridad de ambos países.
"Estamos
trabajando con todas las instancias necesarias para lograr su captura y
garantizar justicia para la víctima y su familia", declaró Céspedes al
respecto.
Bolivia
activó una orden internacional de detención, mientras que las autoridades
argentinas ya colaboran en la búsqueda del fugitivo, especialmente en zonas de
frontera de la provincia de Salta, donde creen que podría estar oculto.
Violencia
de género sin fronteras
El
crimen ha generado profunda conmoción tanto en Bolivia como en el Norte
argentino, reavivando los reclamos sociales por medidas más contundentes contra
la violencia machista.
Organismos
de derechos humanos y colectivos feministas remarcan la urgencia de fortalecer
los mecanismos de prevención y actuación en la región fronteriza, donde muchas
veces los agresores logran escapar burlando controles mínimos.
Mientras
continúa el operativo para dar con Nieves Portal, las autoridades apelan a la
colaboración ciudadana:
"Cualquier
dato que pueda contribuir a su localización es clave. La comunidad puede marcar
la diferencia en este momento crítico", insistieron desde la FELCV.
DEL
CHILE AL COCTEL: CÓMO BOLIVIA SORPRENDIÓ A UN MEXICANO AMANTE DEL PICANTE
Una
receta que desafía todo sobre el chile y una lección de humildad gastronómica,
cuenta en su columna Fernando Dávila
Revista
Aderezo de México (https://n9.cl/gdejh)
Los
mexicanos tenemos esa mala costumbre de considerarnos el centro del universo en
lo que a chile y picante se refiere; y vaya, no nos culpo, con tamaña
diversidad de chiles y la intensidad con la que vivimos nuestra relación con el
picante, es fácil convencerse que en realidad somos el centro del universo del
picante, y poco nos falta para retirar el nopal de nuestra bandera, y modificar
la leyenda para hacer que el águila devorando la serpiente esté en realidad
parada sobre un chile verde en nuestro escudo nacional.
Sin
embargo, como ya he dicho anteriormente, en todo país al que he ido y que
acostumbran comer picante, asumen que es un hábito muy propio de ellos y solo
de ellos, y que ellos son los creadores del picante en la comida. Y así como
para un asiático enterarse que los chiles (caspsicums) no tuvieron ni de cerca
su origen en aquel continente es todo un shock disfrazado de tristeza e
incredulidad, para mí fue un shock igualmente grande probar el mejor cóctel con
chile de mi vida fuera de México. Y vaya que fue una grande sorpresa y una
buena lección de humildad.
Cuando
pensamos en cócteles con chile, y sobre todo en el extranjero, seguramente lo
que nos viene a la cabeza son las típicas “spicy margaritas” con hielo crush y
bastante dulces que ofrecen en las cadenas de restaurantes estadounidenses. Por
lo menos es lo que a mí me había tocado experimentar. Y bueno, el picante es
residual en estos cócteles, pues en realidad es el azúcar lo que más sobresale.
Partiendo de esta realidad, es momento de contar una historia que viví en
Bolivia, en la ciudad de Sucre para ser exacto.
El
coctel que lo cambió todo
Hace
no mucho tiempo, la vida me hizo pasar una noche en la ciudad de Sucre, capital
constitucional de Bolivia. Sí lo sé, yo también creí toda la vida que la
capital de Bolivia era La Paz, pero resulta que no lo es tanto, sólo un poco.
Es una confusión que hasta el día de hoy no logro entender del todo. Tenía poco
tiempo para pasar en aquella ciudad por lo que había que aprovechar cada
instante. Dejé la mochila en el hostal e inmediatamente salí a caminar por el
centro de la ciudad. No demoré nada en percibir que me encontraba en una ciudad
histórica con mucha belleza arquitectónica y un con un ambiente bastante
bohemio, en el que coinciden turistas de todo el mundo.
Por
azares del destino y su misteriosos caminos, encontré mientras caminaba sin
sentido un restaurante que llamó mi atención por su decoración minimalista,
Proyecto Nativa. Y aunque no estaba muy hambriento decidí entrar y ver la
carta; mi sorpresa fue que era un restaurante al que se accede bajo reservación
y cuyas mesas están fríamente contadas para la cantidad de comensales exactos.
Afortunadamente el personal del restaurante fue muy atento y me permitieron
tomar una mesa para una persona justo a un lado de la barra. No haré el cuento
largo, el menú degustación incluía dos cócteles diseñados por ellos mismos. Del
primero no recuerdo demasiado en realidad, pero del segundo, lo recuerdo todo.
Su
nombre, Uchurluru Sour. Uchurluru
Es
el nombre que dan en Bolivia a las semillas del chile, o pepitas de chile como
les dicen allá. Para ser honesto, no esperaba demasiado, quizás un toque
picante sutil pero no más. Qué equivocado estaba, era un cóctel verdaderamente
complejo en el que el picante era el protagonista principal, un sorbo y ya me
había teletransportado a México, realmente era un cóctel que se podría tomar en
cualquier restaurante fine dinning de la Ciudad de México. Segui tomando y poco
a poco me fui dando cuenta que nunca había experimentado un cóctel picante tan
complejo: ácido, espumoso, picante, fresco. Lo tenía todo. Fue una sorpresa en
dos direcciones: en primer lugar un golpe de realidad que me hizo abrir los
ojos de que no, México no es el centro del universo del picante, es un punto
dentro del universo, uno importante. En segundo lugar, qué refinado y
evolucionado es el consumo del picante en Bolivia, algo de lo que hablaré en
otra ocasión. Por si fuera poco, esta también fue la primera vez que pude
probar el “Signani” que es el destilado nacional boliviano, elaborado a base de
uva.
Y no quiero sonar antipatriota ni mucho menos,
considerando la relevancia del picante en nuestra cultura, pero tampoco podemos
tapar el sol con un dedo, existen otras latitudes en las que el consumo del
picante es igual de complejo como lo es aquí en México, y que sería muy
interesante para nosotros, críticos y degustadores diarios de picante, poder
tener la oportunidad de experimentar todas esas otras formas de consumir
picante más allá de nuestras fronteras.
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