Thursday, October 23, 2025

CÓMO GANÓ RODRIGO PAZ EN BOLIVIA Y EL ROL DE EVO

El antagonismo oriente-occidente explica el triunfo del candidato del PDC. Los desafíos del presidente electo: economía, partido, parlamento y vice.

Los números son elocuentes: el 55% que sacó Rodrigo Paz (PDC) es el mismo porcentaje que años antes tuvo Luis Arce Catacora (MAS) en 2020. La distribución del voto por departamento fue idéntica: el actual mandatario y el ahora presidente electo ganaron en La Paz, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca, Oruro y Pando; y perdieron en Santa Cruz, Beni y Tarija.
¿Qué nos dice esta distribución del voto? Algo sencillo: los pueblos eligen su representación posible entre las ofertas disponibles. Evo Morales jugó a un doble no: si su apuesta al voto nulo en la primera vuelta fue un rechazo a Andrónico Rodríguez y a Eduardo del Castillo –candidatos de las nuevas camadas masistas perjudicadas por el mal gobierno de Arce– subterráneamente (y no tanto) prefirió a Paz antes que a Quiroga en el histórico ballotage. Así lo demuestra el voto cocalero en Chapare, el bastión evista, mayoritariamente a la fórmula del PDC.
«Paz y Lara ganaron con el voto evista, el voto de los indignados por la proscripción y la exclusión electoral. Los 1,3 millones de votos nulos definieron la segunda vuelta. Está claro que el voto fue más contra Tuto, el eterno perdedor, hijo del dictador Banzer y aliado de Jeanine Áñez», escribió Evo en sus redes sociales al conocer los resultados en el Trópico de Cochabamba, donde permanece recluido. En Radio Kawchasun Coca, su medio, reconoció los resultados tal como lo hizo el propio Quiroga, que sí competía en los comicios.
Pero las lealtades nunca son eternas. “Se está produciendo una recomposición compleja, en la que por primera vez las mayorías se alinean detrás del poder sin la mediación del MAS”, escribe Susana Bejarano, aguda analista que intentó ser senadora por el espacio de Andrónico Rodríguez. Para Bejarano, tanto Morales como Arce priorizaron sus intereses individuales por encima del interés colectivo, lo que terminó dejando al MAS fuera de la contienda real por primera vez en décadas. “La división interna, la disputa por la reelección, la mala gestión de Arce, la inhabilitación de Morales –quien llamó a anular el voto– y, en especial, la fatiga del llamado «proceso de cambio» dejaron al MAS no solo fuera del ballotage, sino también casi sin representación política institucional”, resume José Luis Exeni Rodríguez en un artículo publicado en la revista Nueva Sociedad.
Un viejo tuit de Velasco, revulsivo electoral
“A los collas hay que matarlos a todos”, escribió en 2010 en su entonces cuenta de Twitter (hoy X) el candidato a vicepresidente de Quiroga, Juan Pablo Velasco. El carpetazo salió a la luz en septiembre y tomó notoria relevancia en el debate público boliviano. “No hay espacio para la guerra sucia, no hay espacio para la división, al menos desde nuestro lado”, intentó justificarse JP, difuso, denunciando un supuesto hackeo. Pero la plataforma de verificación de datos Bolivia Verifica confirmó a través de la herramienta Archive.today que dicho tuit fue publicado en la cuenta @Jpvel hace 15 años, entre el 24 y 25 de agosto de 2010. Todo está guardado en la memoria (o en la nube).
Al decir de Bejarano, tras la revelación se activaron clivajes que hasta ese momento no estaban presentes en esta campaña electoral: el histórico antagonismo entre el oriente (Santa Cruz) y el occidente del país (La Paz). Quien aprovechó el momento fue el ex policía de alto perfil mediático, Edman Lara, que fue clave para el ingreso de la fórmula a la segunda vuelta y hoy es vicepresidente electo. Lara toreó a Velasco en el debate de vices: cedió parte de su tiempo proponiéndole que pida disculpas al pueblo boliviano por sus dichos racistas del pasado. Errático, el impulsor del trumpista slogan Make Bolivia Sexy Again, no supo qué responder ante el capitán plebeyo, que vestía la remera de la Selección Boliviana de Fútbol.
Logias y regionalismo en Bolivia
Antes, Lara había dicho que Tuto Quiroga representaba “a las logias, a esos grupos de poder que odian a la clase media, a la clase baja, a la clase campesina. Porque ellos son racistas, son logieros, son discriminadores y son regionalistas”. En ese mismo discurso, Lara recordó la crisis política de 2008 entre la denominada Media Luna –los departamentos del oriente que buscaban mayor autonomía– y el gobierno de Evo, que avanzaba en una nueva constitución que derivaría en la creación del Estado Plurinacional de Bolivia.
“No vamos a permitir que vuelvan a dividir a los bolivianos, esos que están ahí son los que patrocinaron la Media Luna. ¿Se acuerdan? Los que querían separar a Bolivia. No podemos permitir que vengan a sembrar odio a las familias de los bolivianos. No más regionalismo, no más racismo, no más matonaje. Estos matones no van a volver a someternos. Nosotros no tenemos nada en contra de los ricos, pero nos llevamos mejor con los pobres”, sintetizó Lara, mostrando cercanía con el histórico electorado masista.
En Santa Cruz cantan fraude
“Esa mierda, quemen esa mierda carajo”, dicen jóvenes de gorrita mientras un encapuchado quema una bandera del PDC, el partido que llevó a Paz Pereira a la contienda electoral. Otros, decenas, filman la secuencia, en la época de la inmediatez de las redes sociales, donde todo se registra y poco se sube. “El sistema se cortó, como siempre. Es la misma maña del masismo: todo el tiempo cortan el sistema antes de dar los resultados”, grita y todos empiezan a corear “Tuto, Tuto”, por el candidato perdedor (que ellos creen o imaginan ganador, a contramano de la verificación realizada por los observadores internacionales).
La escena es en el Cristo Redentor, el lugar donde Luis Fernando Camacho calentó calles y discursos en rechazo a las elecciones de 2019, que derivaron en el exilio de Morales y Jeanine Añez juramentándose sobre dos masacres (Sacaba y Senkata), algo que unos calificaron como golpe y otros como “gobierno de transición”. Los jóvenes cruceños, clase media-alta acomodada, parecen estar en un loop permanente de descrédito al ente electoral. El pataleo es constante: no acreditan perder –otra vez– frente a la muchedumbre de La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba, departamentos con fuerte impronta indígena y obrera.
Unas 48 horas después de la elección, la Alianza Libre, que postuló a Jorge Tuto Quiroga a la presidencia, presentó dos notas formales al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para solicitar la publicación de todas las actas utilizadas en la segunda vuelta electoral, con el fin de verificar posibles inconsistencias en el conteo de votos. “Hemos pedido la entrega o publicación de las 34.026 actas que fueron consignadas en el sistema de resultados preliminares del Sirepre, así como de las hojas de trabajo que generaron observaciones de parte de la ciudadanía”, declaró el diputado electo de Libre, Rodrigo Antonio Loma.
Paz Pereira y sus desafíos
“Paz, economista de profesión, hereda urgencias que afectan severamente la vida cotidiana de los bolivianos, como la escasez de combustible con largas filas en las estaciones de servicio, inflación en un país que conoce el trauma de la hiperinflación y el aumento del precio del dólar”, enumera Martín Sivak en El País. Luego marca dos desafíos adicionales a los económicos: el partidario y el parlamentario. Es que a Paz le ofrecieron la chapa del PDC “en un mercado interno informal en la que los dueños colocan sus siglas a cambio de cargos o estímulos materiales y la promesa de alguna coincidencia”. Concluye Sivak que además tampoco cuenta con mayorías legislativas y que su propio bloque en el parlamento es heterogéneo. Como se ve, un horizonte plagado de nubarrones para el hijo de Jaime Paz Zamora. 
En su artículo Bejarano da a entender que tanto Tuto como Evo, dos peces gordos experimentados, apostarán ahora a un repentino colapso de la administración que jurará el próximo 8 de noviembre. “El MAS construyó una maquinaria estatal compleja, grande, incomprensible. El nuevo gobierno llegará, botarán a todos (los funcionarios) y no sabrán cómo funciona nada”, le dice a Cenital en off una fuente que sigue el pasilleo de la política boliviana y que da a entender que el problema será el manejo de la botonera estatal.
“La gente necesita gasolina y dólares; eso no llegará e iniciarán los problemas. Entonces para calmar a la jauría entregarán cabezas: por necesidad más que por justicia”, pronostica mi fuente, con escepticismo. Martín Sivak dice algo similar en su nota: “Arce va camino a convertirse en el malo perfecto de la retirada del MAS del poder con temas judiciales sensibles y sin apoyos políticos y sociales”, relata sobre el todavía hoy mandatario, acorralado con una serie de procesos y sin capacidad de movilización, como todavía conserva Evo. El martes postelectoral se conoció otra noticia relevante: la fiscal departamental de Tarija presentó una acusación formal contra Morales por el presunto delito de trata de personas agravado.
El impacto del ajuste en los sectores populares vendrá, afirman todos, aunque es de esperarse un mayor gradualismo y no el shock que, desde el día uno, proponía Quiroga. Una duda razonable emerge, también, sobre la futura convivencia entre el outsider pirotécnico Lara, con destreza comunicacional propia como estrella de TikTok, y el político profesional Paz, hijo de un expresidente. La noche electoral los mostró en diferentes lugares. “Dios es grande, nunca dudamos de nuestra fe”, primereó Lara desde Santa Cruz, nuevamente con la camiseta de la selección boliviana, intentando mostrarse como el primer ganador. “Todos los hombres o mujeres que quieren ser parte del desarrollo y del destino del país tienen a Rodrigo Paz como su más humilde servidor”, dijo por su parte el presidente electo desde La Paz, con tono sereno, conciliador, y con su familia de fondo.
¿Podrán convivir en relativa armonía o es de esperar un quiebre como sucedió recientemente con vicepresidentes de alta exposición? Los ejemplos recientes de Ecuador (Noboa-Abad), Argentina (Milei-Villarruel), Colombia (Petro-Márquez) dan cuenta de complejidades que exceden largamente el caso boliviano. Paradójicamente Álvaro García Linera, leal hasta en el exilio mexicano-argentino, también fue catalogado de traidor por Morales, que derramó esa categoría a gusto y piacere. Por lo pronto, Evo ya jugó fichas en la interna del futuro gobierno: “El evismo de manera voluntaria y espontánea, votó, no sé si por Paz, pero fundamentalmente pienso que es por Lara”.
A partir del 8 de noviembre próximo—o antes, cuando se comience a delinear el gabinete— sabremos. Cenital de España (https://n9.cl/89aw3)
 
 
 
 
 
RODRIGO PAZ EN FRANCE 24: "MI PROBLEMA NO ES EVO, ES CÓMO RESOLVER LOS PROBLEMAS DE LA GENTE"
 
Rodrigo Paz, el nuevo presidente electo de Bolivia, conversó con France 24 y RFI. En la entrevista, Paz se define como un presidente de "centro boliviano", detalla su plan de gobierno, enumera los temas urgentes, habla sobre la paridad y adelanta decisiones como una reforma a la Justicia y un cambio en la relación de Bolivia con el mundo.
 
France 24 (https://n9.cl/r9ggec)
 
Rodrigo Paz, el ganador del primer balotaje en la historia democrática de Bolivia conversó con France 24 y RFI sobre los múltiples retos que afrontará desde el próximo 8 de noviembre cuando asuma la Presidencia del país andino.
Cuando asuma, el nuevo jefe de Estado boliviano deberá enfrentar un déficit fiscal cercano al 10% del PIB y una escasez de divisas que impacta la importación de combustibles, en un país que compra en mercados internacionales cerca del 70% de sus hidrocarburos.
Manteniendo la línea de su campaña, Paz anunció que aprovechará los 20 días previos a su asunción presidencial para conformar su equipo de gobierno, junto a su vicepresidente.
Representante del Partido Demócrata Cristiano, Rodrigo Paz promueve un programa de gobierno denominado Agenda 50/50, articulado en tres ejes principales: la descentralización del Estado mediante la reducción de los presupuestos nacionales y el fortalecimiento de los territoriales; “Capitalismo para todos” o “Platita para todos”, un plan de créditos blandos y alivios tributarios para estimular la economía formal; y, finalmente, una reforma judicial acompañada de medidas contra la corrupción.
Los retos económicos
Las filas para conseguir combustible, el dólar paralelo duplicando la cotización oficial y los precios de los alimentos  en alza desde 2023 siguen impactando a más de 11 millones de ciudadanos en Bolivia, que llega al cierre de un ciclo político con la economía al límite y las finanzas públicas en cuidados intensivos.
Tras dos décadas de hegemonía del MAS y un modelo sustentado en el gasto público y los subsidios, el país enfrenta su mayor desafío económico: estabilizar las finanzas sin romper el tejido social.
Sobre este tema, el presidente electo confirmó que busca acercamientos con países limítrofes para restablecer el flujo de hidrocarburos en el país.
Junto con Haití, Bolivia es una de las dos economías de la región sin crecimiento previsto para 2025 y sin proyección positiva hasta 2027, según el Banco Mundial.
Las nuevas coordenadas geopolíticas de Bolivia
Durante los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), especialmente bajo la presidencia de Evo Morales (2006–2019), Bolivia implementó una política exterior centrada en la diplomacia Sur-Sur como parte de una estrategia más amplia de búsqueda de autonomía frente a las potencias hegemónicas tradicionales, como Estados Unidos, y de fortalecimiento de la integración regional latinoamericana, principalmente con otros gobierno con afinidad ideológica.
Durante la campaña, Rodrigo Paz ha propuesto una política exterior enfocada en restablecer relaciones diplomáticas con Estados Unidos y reabrir el diálogo con Chile, especialmente con miras a fortalecer los vínculos comerciales.
El presidente confirmó en esta entrevista que "trabajará muy bien con Brasil y retomará la cooperación internacional con Estados Unidos, incluyendo la DEA".
Aunque plantea una revisión de las alianzas heredadas del MAS, no promueve una ruptura abrupta con socios estratégicos como China o Rusia, lo que sugiere una visión más equilibrada y pragmática hacia antiguos aliados.
"Nadie conoce cómo nos estamos relacionando con Rusia o con China", aseguró sobre los contratos del litio. 
 
 
 
 
 
RODRIGO PAZ: “LA ECONOMÍA DEBE SER PARA LA GENTE, NO PARA EL ESTADO”
 
Radio Francia Internacional (https://n9.cl/l6av4i)
 
Por primera vez en casi dos décadas, Bolivia eligió a un presidente más alineado con la derecha liberal. Rodrigo Paz conquistó el primer balotaje de la historia democrática del país con más del 54% de los votos. Horas después del histórico resultado, que marca el fin de dos décadas de hegemonía de la izquierda, el presidente electo conversó con France24 y Radio France Internacional sobre los temas más urgentes que estarán en su agenda a partir del 8 de noviembre.
“Vamos a cambiar el país”, aseguró Paz al comenzar la charla. Pero cuando evocamos su posicionamiento en la derecha del espectro político, el presidente electo matizó: “Centro. Centro boliviano”. Para él, las categorías ideológicas tradicionales no definen el presente del país. “No es un tema de izquierda o derecha, sino de participación y sentido común”, asegura. “Nuestra raíz es nacional, popular y democrática. Las prioridades de los bolivianos son el desarrollo y el crecimiento”.
Su tono mesurado contrasta con la confrontación que ha dominado la política boliviana. “Entrar con un discurso de ‘capitalismo para todos’ es una ruptura”, reconoce. “Hoy Bolivia tiene un 15% de economía formal y un 85% informal, pero todos coinciden en que el Estado es un problema para el crecimiento. La economía ha servido al Estado, y no al revés”.
Sobre los avances sociales alcanzados en las últimas décadas, Paz lanza una advertencia: “No son logros si no son sostenibles. Puedes gastar tu salario la primera semana, pero si no es sostenible, no sirve”. A su juicio, el país desperdició una oportunidad histórica: “Se recibieron 60 mil millones de dólares y no se generaron modelos de desarrollo alternativo”.
La crisis de combustibles
El presidente electo llega al poder en medio de una crisis de combustibles que ha paralizado parte del transporte y la producción. Las reservas de gasolina y diésel se redujeron drásticamente, y el Estado enfrenta dificultades para importar debido a la falta de divisas. “El problema no es que no haya gasolina en el mundo, sino el acceso”, explica Paz. “Se gastaron 1.200 millones de dólares y el gobierno apenas tiene 60 millones para pagar combustibles. Eso muestra la magnitud del desorden”.
Ante esta situación, asegura que ya se han tomado medidas urgentes. “Hemos hablado con países fronterizos y conseguido una cantidad importante de combustible para reactivar la economía. Los pagos serán diferidos, y eso nos permitirá estabilizar el suministro rápidamente”, detalla. Su plan apunta a restablecer la confianza internacional y atraer inversión: “Hay interés en Bolivia si damos seguridad jurídica y abrimos fronteras a la inversión. En nuestro bicentenario no vino ningún presidente, ni siquiera los vecinos; algo no está bien, y eso debe cambiar”.
Economía y futuro productivo
Paz no promete sin embargo nuevas bonanzas. “No sé si habrá otra como la del gas”, admite. “El gas se fue, el litio no llegó y los bolivianos han quedado solos”. Su propuesta se centra en liberar el potencial productivo interno. “Hay que dar crédito barato, bajar impuestos y aranceles para que la gente pueda producir. El Estado se queda con la mayor parte de la torta y no produce nada. El negocio así no es bueno para Bolivia”.
Relación con el MAS y la oposición
Consultado sobre Evo Morales y el Movimiento al Socialismo, responde con firmeza: “Mi problema no es Evo Morales, sino cómo resolver los problemas de la gente. Si quiere impedir el desarrollo, habrá ley firme; si quiere colaborar, bienvenido”.
Igualdad y meritocracia
En materia de género, Paz reconoce que el país tiene una deuda profunda. “La ley 348 es contundente, pero hay corrupción: jueces, fiscales y policías usan la ley para extorsionar en lugar de proteger a las víctimas”. Sobre la paridad en su futuro gabinete, enfatiza: “Lo importante es la meritocracia, no el género. Si la mayoría son mujeres, excelente”.
Su propia campaña, recuerda, fue dirigida por jóvenes. “Mi hija Catalina, recién graduada, fue la jefa de campaña. No pusimos una sola propaganda en medios formales, solo redes sociales”, afirma con orgullo.
Narcotráfico y cooperación internacional
En el frente de seguridad, Paz promete cooperación plena: “Vamos a trabajar con todas las instancias internacionales, incluida la DEA. También con Brasil, Chile y Perú, para una cooperación fronteriza efectiva y transparente”.
Proyección internacional y futuro deportivo
En el terreno internacional, el presidente electo busca devolver a Bolivia visibilidad y prestigio. “Hemos hablado con más de 14 presidentes y recibimos la llamada del Rey de España. Espero que vengan no solo mandatarios, sino también empresarios e inversionistas para descubrir Bolivia”.
Y aunque muchos lo interpretaron como una aspiración mundialista, Paz aclara que su prioridad inmediata será otro evento deportivo de alto perfil. “Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, me confirmó que la final sudamericana de 2027 se jugará en Bolivia”, explica. “Si logramos organizarla con éxito, será una señal de que Bolivia vuelve a abrirse al mundo y va por buen camino”.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: ¿CUÁL ES EL MAYOR DESAFÍO QUE AFRONTARÁ RODRIGO PAZ AL ASUMIR LA PRESIDENCIA?
 
El Reportero de Iquique, Chile (https://n9.cl/v91tkr)
 
Tras una intensa campaña, Rodrigo Paz se convirtió en el nuevo presidente electo de Bolivia con el 54,12% de los votos en el balotaje del domingo pasado, dando así fin a 20 años del Movimiento al Socialismo (MAS) en el poder.
El líder democratacristiano asumirá el próximo sábado 8 de noviembre con el fin de dar solución a la crisis económica, política y social que enfrenta el país. No obstante, la tarea no será sencilla, señala Bernardo Pacheco, cientista político boliviano y académico de la Universidad de los Andes (Uandes).
“La actual situación política se debe leer bajo la estructura del Estado Plurinacional de Bolivia”, indica el experto. “Se trata de un proyecto político de refundación de la República, impulsado por Evo Morales, el Movimiento al Socialismo y su entorno, que diseñaron una estructura institucional a su medida”, añade.
De este modo, Pacheco es enfático en afirmar que esta situación será lo que Paz tendrá que afrontar una vez que asuma la presidencia.
“La actual crisis que hay en Bolivia, que es una crisis económica, política y social, va a tener que adoptar un conjunto de medidas, que incluso tienen que ir en consideración de la reestructuración de la anterior Constitución Política boliviana. Entonces, el modelo económico es uno que responde a los intereses socialistas; el modelo jurídico -que es algo también muy importante, los legisladores, los jueces, que hace poco hemos tenido la elección de estos- van a tener que ser sujetos de una revisión y de una nueva consideración respecto de qué hacemos con ellos. Estas cosas probablemente van a requerir unos ajustes constitucionales”, menciona.
Es así como el académico Uandes recalca que el nuevo mandato boliviano, ante el actual sistema político, refleja que habrá un cambio y giro del proyecto del MAS hacia otra modalidad.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: LOS DESAFÍOS DEL PRÓXIMO GOBIERNO DE RODRIGO PAZ
 
El Mostrador de Chile (https://n9.cl/yoewb)
 
Es probable que el MAS, ahora sin mayoría parlamentaria, ofrezca un margen de maniobra inicial a la nueva administración. Sin embargo, el panorama político no estará completo hasta las elecciones subnacionales del próximo año.
El candidato de centroizquierda del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, se impuso con el 54% de los votos al obtener casi diez puntos de ventaja sobre su rival, Jorge “Tuto” Quiroga. Este triunfo no solo pone fin a dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Evo Morales, sino que también confiere una sólida legitimidad a la nueva administración. Sin embargo, los retos que se vislumbran en el ámbito político, para el Gobierno de Paz, que asumirá el 9 de noviembre próximo, son considerables.
La primera gran prueba para Paz será la consolidación de su base de poder en el Legislativo. La principal debilidad radica en que el Partido Demócrata Cristiano (PDC)  funcionó como un “vientre de alquiler”, una estructura instrumental sin arraigo social o nacional que respaldara la candidatura. Aunque Paz capitalizó el voto del “núcleo duro” del MAS en varias regiones, no heredó la estructura partidaria ni la capacidad de movilización de su predecesor. Esta debilidad partidaria genera dos puntos de fricción.
Dentro de la bancada del PDC podrían emerger múltiples facciones, cada una buscando cuotas de poder. Las tensiones que ya se evidenciaron entre Paz y su compañero de fórmula, Edman Lara, durante la campaña podrían exacerbarse, complicando la gobernanza del Ejecutivo y la gestión de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
Asimismo, Paz deberá negociar consensos con otros partidos. Si bien cuenta con el respaldo explícito de Unidad de Samuel Doria Medina, que se concretó en el balotaje, las relaciones con el partido de Quiroga, LIBRE, son más tensas. Aunque comparten afinidades ideológicas (economía de mercado, apertura exterior, respeto a las instituciones), las secuelas de la agresiva campaña electoral dificultarán una posible alianza. La mayoría simple en la ALP está asegurada con la alianza del PDC con Unidad, pero para reformas de mayor calado, como un eventual cambio constitucional, necesita acercarse y pactar con LIBRE, que posee la llave de los dos tercios.
Un segundo desafío crucial será la relación con los poderosos y decisivos movimientos sociales. El apoyo de estas organizaciones a la fórmula del PDC, si bien fue un factor determinante para su victoria, no garantiza una lealtad incondicional. Con un notable historial de empoderamiento político, estas organizaciones buscarán proteger sus privilegios y, si se sienten desfavorecidas, podrían recurrir a movilizaciones que amenacen la estabilidad social.
Su apoyo será fundamental para legitimar cualquier ajuste económico y social. El manejo de las tensiones con estos sectores y la forma en que el nuevo Gobierno gestione el legado del “masismo” serán vitales para mantener la estabilidad del país. En muchos sentidos estas son fuerzas antisistema que pueden bloquear el Gobierno de Paz.
La capacidad del nuevo Gobierno para emprender cualquier política económica y social está condicionada por la superación de estos dos desafíos políticos: necesita un Legislativo alineado con el Ejecutivo y una articulación efectiva con los movimientos sociales.
Una vez resueltos los obstáculos políticos, el siguiente gran desafío es el económico. Paz recibe un país en crisis, con escasez de dólares, inflación y reservas internacionales en descenso. La eliminación de los subsidios a los combustibles, una medida crucial para la sostenibilidad fiscal, podría provocar un grave descontento social. El precedente de 2010, cuando Evo Morales tuvo que dar marcha atrás a un ajuste similar por la presión de los movimientos sociales, subraya la delicadeza de esta situación.
El 19 de octubre no solo marcó el fin de una era política, sino que también abrió un interrogante crucial: ¿se encamina Bolivia hacia una verdadera transformación o hacia una continuación del modelo del MAS por otros medios?
La respuesta a esta pregunta definirá la dirección del país en los próximos años. Si el nuevo Gobierno de Rodrigo Paz opta por la primera vía, será indispensable abordar reformas estructurales que permitan fortalecer las instituciones democráticas. Estas reformas incluirían: la reducción del presidencialismo y generar un sistema de justicia libre de la influencia política.
Si, por el contrario, el Gobierno de Paz se concentra únicamente en la solución de los problemas económicos más apremiantes –como la inflación y la escasez de hidrocarburos–, ignorando sus causas profundas, el modelo del MAS podría persistir. Este modelo se caracteriza por una economía de base estrecha, sin una industrialización significativa ni una generación estable de empleo.
Es probable que el MAS, ahora sin mayoría parlamentaria, ofrezca un margen de maniobra inicial a la nueva administración. Sin embargo, el panorama político no estará completo hasta las elecciones subnacionales del próximo año. Solo entonces se definirá con mayor claridad la nueva correlación de fuerzas en el país. Por ahora, Bolivia da sus primeros pasos fuera del dominio hegemónico del MAS y de la sombra de Morales.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, ANTE UN NUEVO CICLO POLÍTICO
 
La Nación de Argentina (https://n9.cl/fs4gx)
 
El candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, obtuvo alrededor del 54% de los votos, frente al 45% del candidato de Alianza Libre, Jorge “Tuto” Quiroga, en el balotaje celebrado en Bolivia. El resultado es el reflejo de un electorado cansado de la inflación, de la escasez de combustibles, de la caída de las exportaciones de gas y del deterioro económico, tras más de dos décadas del Movimiento al Socialismo (MAS) en el poder, bajo el liderazgo de Evo Morales y la actual presidencia de Luis Arce.
El presidente electo, que asumirá el cargo el próximo 8 de noviembre, deberá aplicar duras medidas de salvataje económico, ajustes fiscales y recortes significativos que, aunque necesarios, podrían afectar a la economía popular. Por ello, y aunque cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa, Paz Pereira necesitará del apoyo de otras fuerzas políticas para asegurar la gobernabilidad.
Un primer desafío será reordenar una economía que no tiene ni siquiera los dólares suficientes para importar combustible, la demanda más urgente de la población. El Banco Mundial prevé que el PBI de Bolivia se contraerá el 0,5% en 2025. La proyección del organismo internacional es también negativa para 2026 y 2027, con un decrecimiento de la economía boliviana del 1,1% y del 1,5%, respectivamente. Además, a septiembre la inflación acumulada es de 18,33% y la deuda externa hasta agosto llega a 13.741,7 millones de dólares, un 23% del PBI.
Además de atender la salud, será también urgente reconstruir la educación, superando el adoctrinamiento político y apostando por una formación moderna que dote a los jóvenes de las habilidades necesarias para competir en el siglo XXI. No menos importante será fortalecer la justicia, recuperar la seguridad jurídica, acabar con la persecución política y liberar a los presos políticos.
La relación con los movimientos sociales plantea otro de los desafíos para el gobierno Estos buscarán conservar y proteger sus privilegios, pudiendo recurrir para ello a movilizaciones que amenacen la estabilidad social. Su apoyo será prácticamente indispensable para legitimar cualquier ajuste económico y social.
En el plano internacional, el presidente electo promete mejorar relaciones con los países occidentales luego de años de alineamiento con Rusia y China.
Bolivia inicia una nueva etapa política marcada por expectativas y desafíos. Veinte años de estatismo en el poder empobrecieron al país, destruyeron el sistema judicial y pervirtieron instituciones vitales.
Paz Pereira llega al Palacio Quemado en un contexto de crisis y con alta polarización social. La población aguarda que el nuevo gobierno traduzca su victoria en estabilidad, diálogo y soluciones a las demandas más urgentes que presenta el país del altiplano.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: UN VIRAJE MODERADO QUE DESAFÍA A LOS EXTREMOS
 
En tiempos en que las democracias parecen prisioneras de la polarización, Bolivia ofrece una rareza que parece esperanzadora: un cambio político sin estridencia, sin guerra cultural y con la promesa -aún frágil- de volver al centro
 
El Heraldo de México https://n9.cl/b4wcz)
 
El triunfo de Rodrigo Paz en las elecciones presidenciales de Bolivia marca el cierre de casi dos décadas de hegemonía del MAS y de Evo Morales. Pero más que un giro a la derecha, su victoria simboliza el regreso de la moderación en una región saturada por los discursos de confrontación ideológica. Paz no ganó invocando la “guerra cultural” ni apelando al resentimiento identitario -armas habituales de las derechas contemporáneas en Occidente-, sino con un mensaje centrado en la estabilidad, la eficiencia económica y la reconciliación nacional.
El MAS perdió no por ser de izquierda, sino por haber confundido continuidad con permanencia: la concentración del poder, el desgaste institucional, el abuso de poder, los constantes intentos de Evo Morales por permanecer en el cargo y la incapacidad para diversificar la economía minaron su legitimidad. El voto a Paz fue, ante todo, un voto de hartazgo frente al estancamiento y la retórica polarizadora.
El nuevo presidente encarna un tipo de liderazgo que escasea en la región: pragmático, civil y sin épica ideológica. Su éxito parece enviar un mensaje claro a América Latina: los ciudadanos ya no buscan cruzadas ideológicas, sino gobiernos funcionales.
Para la izquierda, la lección es evidente: si no se renueva, si no deja atrás el caudillismo, el populismo redentor y la economía del subsidio sin proyectos a largo plazo que generen mejores condiciones de vida y empleos, seguirá cediendo terreno a figuras tanto radicales como moderadas que ocupan el espacio político tanto en la región como en el mundo occidental. Y para la derecha también hay advertencia: el electorado boliviano eligió cambio, no revancha.
En tiempos en que las democracias parecen prisioneras de la polarización, Bolivia ofrece una rareza que parece esperanzadora: un cambio político sin estridencia, sin guerra cultural y con la promesa -aún frágil- de volver al centro.
Quizá, después de este torbellino político en el que el péndulo parece inclinarse hacia las derechas, bien valdría la pena preguntarse si los esquemas ideológicos fijos siguen siendo alternativas realistas y prácticas para el electorado. Quizá es momento de superar el binomio derecha-izquierda y empezar a exigir y a construir proyectos políticos orientados a resultados.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: INVOLUCIÓN PELIGROSA
 
La victoria del senador derechista Rodrigo Paz Pereira en la segunda vuelta de los comicios presidenciales celebrados el domingo en Bolivia sella de manera definitiva el final de las dos décadas de dominio político del Movimiento al Socialismo (MAS), iniciadas con el triunfo de Evo Morales Ayma en 2005 y sólo interrumpidas por el gobierno de facto de Jeanine Áñez entre 2019 y 2020.
 
Uypress de Uruguay (https://n9.cl/re27n)
 
Las causas de la derrota del masismo son la grave crisis económica en que se encuentra sumido el país, así como la incapacidad de los sectores encabezados por Morales y el mandatario saliente, Luis Arce, para gestionar sus diferencias internas. El choque entre estos políticos y sus respectivos bandos destruyó hasta tal punto al que fuera el instrumento político del pueblo boliviano que el partido pasó de recibir casi dos terceras partes de los sufragios en 2009, a quedarse con un testimonial 1.45 por ciento en la primera vuelta del pasado 17 de agosto.
El regreso de la derecha boliviana no puede analizarse como una simple alternancia a semejanza de las que tienen lugar en las democracias liberales, pues el país andino nunca fue tal, sino una oligarquía racista en la que los pueblos indígenas representaban la mayoría de la población, pero estaban casi por completo excluidos de los espacios de poder y de los beneficios de los recursos naturales que crearon fortunas para saqueadores locales y foráneos. Denominar "oligarquía" a la clase política que gobernó Bolivia como una finca privada hasta la irrupción del MAS no es una figura retórica, sino una descripción precisa. Para ilustrarlo, basta señalar que el presidente electo es sobrino nieto del cuatro veces presidente Víctor Paz Estenssoro (1952-1956, 1960-1964, agosto a noviembre de 1964 y 1985-1989) e hijo del ex mandatario Jaime Paz Zamora (1989-1993), mientras el candidato derrotado, además de haber sido colaborador del ex dictador Hugo Banzer y titular del Ejecutivo tras el retiro por enfermedad del tirano, ocupó el Ministerio de Finanzas bajo las órdenes de Paz Zamora en 1990: el poder como una historia de familia.
En medio de este panorama desolador, puede encontrarse un motivo de alivio en el hecho de que el elegido sea un político ilustrado, moderado y quien, al menos de palabra, se propone llevar adelante un gobierno de reconciliación. La perspectiva de una nueva presidencia de Quiroga resultaba sombría en todos los ámbitos por su explícita intención de someter a La Paz a los designios del FMI, desmantelar el Estado plurinacional fundado por el MAS y volver al colonialismo externo, así como por su afección a los cuartelazos locales y el imperialismo estadunidense y su amistad con la derecha más rancia del mundo hispanohablante, desde Felipe Calderón y Luis Almagro, hasta José María Aznar.
Sin embargo, no hay razones para dudar que la inminente administración de Paz pondrá fin a la ardua lucha de Bolivia para ganar una independencia real y no sólo formal, como lo indica su anuncio de restablecer relaciones con Estados Unidos justo cuando la superpotencia impulsa un programa de sometimiento del hemisferio a los intereses de Washington y los caprichos de Donald Trump. También causa inquietud su propuesta de redistribución presupuestal a favor de las provincias: esta medida, que en otras latitudes sería una muestra de sano federalismo, en Bolivia se traduce automáticamente en el fortalecimiento de élites locales extremadamente violentas e históricamente proclives al separatismo, lo cual supone el riesgo de captura del Estado nacional por cacicazgos nostálgicos del periodo colonial, e incluso de una eventual secesión.
No son buenos augurios la promesa electoral de limitar los impuestos a 10 por ciento, pues existe una correlación casi universal entre los impuestos bajos y la pobreza, mientras las naciones más ricas son también las que más y mejor recaudan; ni la de abrir sectores estratégicos de la economía a asociaciones público-privadas: en este aspecto, Paz hará bien en considerar que la caída de la centenaria clase gobernante a la que pertenece fue precipitada, en gran parte, por el intento de privatizar el gas y el agua.
Cabe desear, finalmente, que el presidente electo sea prudente y busque con sinceridad la unidad y el consenso; que actúe con realismo ante un movimiento indígena que, pese a la derrota de su expresión electoral, permanece bien organizado y presto a resistir los embates antipopulares, y que posea la sensatez necesaria para avanzar en su proyecto sin sumir al país en confrontaciones fratricidas.
 
 
 
 
 
BOLIVIA DICE ADIÓS AL CICLO DE EVO MORALES
 
Expreso DE México (https://n9.cl/bqtkhk)
 
El triunfo en segunda vuelta de Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), con más del 54% de votos, en medio de una profunda crisis económica y descontento social, marca el fin en Bolivia de casi 20 años de gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), fundado en 2006 por el expresidente indígena y exlíder sindical cocalero Evo Morales, quien fue el gran derrotado pese a no participar. Morales, de 65 años, fue elegido presidente en tres ocasiones (2005, 2009, 2014) hasta que en noviembre de 2019 debió renunciar debido a protestas sociales y presiones militares por acusaciones de fraude en las elecciones de octubre, que de haber ganado le habrían asegurado un cuarto mandato.
Exiliado en México y Argentina, Evo Morales regresó a Bolivia un año después gracias a la victoria electoral de su exministro de Economía, Luis Arce, hoy presidente saliente. Morales buscó recuperar el control del MAS desestabilizando a Arce, pero fue finalmente apartado del liderazgo. Intentó registrarse para esta con un nuevo partido, EVO Pueblo, pero no cumplió los requisitos. Además, enfrenta dos órdenes de arresto desde 2024, acusado de trata agravada de personas por presuntamente haber tenido un hijo con una joven de 15 años en 2016. Declarado en rebeldía al no acudir a las audiencias, permanece refugiado en Cochabamba, protegido por sus seguidores, quienes han bloqueado carreteras para evitar su detención.
Este martes, la Fiscalía de Tarija -departamento donde residía la joven- presentó su acusación formal por trata agravada de personas. Aún falta definir la fecha del juicio.
Tanto Morales como sus aliados del eje bolivariano (Cuba, Venezuela y Nicaragua) atribuyeron su renuncia a un “golpe de Estado”. Sin embargo, en enero de 2020, durante su refugio en Buenos Aires, Evo admitió ante la prensa haber pecado de “soberbia”, en referencia a sus intentos continuistas que llevaron al quiebre político en su país.
Evo Morales fue el presidente que más tiempo gobernó Bolivia, casi 14 años. Bajo su mandato, la nación andina, rica en gas, litio y minerales, vivió una etapa de estabilidad y crecimiento económico, con un PIB anual del 5% y una reducción de la pobreza extrema del 36.7% al 16.8%. Su gobierno impulsó una profunda transformación social, declarando al país Estado plurinacional, reconociendo los derechos de los pueblos indígenas y promoviendo la igualdad de género. Nacionalizó los hidrocarburos, financió programas sociales, instauró la educación gratuita e intercultural y creó un sistema de salud universal. Su gestión consolidó un modelo económico soberano, conocido como el “milagro boliviano”.
La crisis comenzó a gestarse en 2016, cuando diversos factores empezaron a erosionar su legitimidad.
El referendo constitucional del 21 de febrero de 2016 fue un punto de inflexión: Morales consultó si podía volver a postularse, pero el 51.3% de los votantes lo rechazó. No obstante, en 2017, el Tribunal Constitucional, afín a su gobierno, lo habilitó argumentando que la reelección era un “derecho humano”; un recurso inspirado en el dictador nicaragüense Daniel Ortega, quien en 2014 eliminó los límites a la reelección bajo el mismo argumento. Ortega y el FSLN pusieron fin en 1979 a 50 años de dinastía somocista, pero llevan en el poder casi 24 años, con niveles de represión similares o mayores.
Bolivia, al igual que el resto de los países sudamericanos, es sensible al autoritarismo tras casi 18 años de regímenes militares (1964-1986), siendo el más prolongado el del general Hugo Banzer (1971-1978), con casi siete años en el poder. De haber podido continuar, Morales habría estado al menos 19 años en la presidencia.
En El Salvador, el populista mediático Nayib Bukele adoptó la fórmula de Ortega, demostrando que la ambición política no distingue entre derecha e izquierda.
En los tres casos, la reelección se habilitó mediante decisiones judiciales alineadas con el Ejecutivo. El modelo tiene raíces en la URSS y China, y se refleja en la Rusia de Vladímir Putin, en el poder desde hace 25 años, así como en la -en su momento- revolución cubana, cuyo sistema de partido único ha permitido, de facto, la reelección indefinida durante 66 años, manteniendo el control político bajo el discurso de la voluntad popular, la defensa de la soberanía frente a la injerencia estadounidense y la continuidad del “proyecto”.
Si bien no mencionó a Evo Morales, las recientes declaraciones del presidente chileno Gabriel Boric resultan pertinentes. Desde Roma, donde se encontraba de visita, acusó a Nicolás Maduro de estar detrás del secuestro y asesinato en Chile del militar venezolano Ronald Ojeda. “Las dictaduras cruzan fronteras para imponer el miedo”, afirmó Boric, horas después del atentado en Bogotá contra dos exiliados venezolanos y con meses de avances en la investigación de la Fiscalía chilena por el caso Ojeda.
En Chile habrá elecciones en noviembre, y Boric (39) se mantiene como la única figura de la izquierda latinoamericana que ha condenado las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y el sicariato transnacional, prácticas que también aplica el régimen de Ortega. Estas acciones recuerdan la coordinación represiva de las dictaduras militares del Cono Sur en 1970-1980 bajo el Plan Cóndor, un esquema para perseguir y eliminar a opositores, con apoyo logístico y de inteligencia de la CIA.
Chile fue gobernado por el dictador Augusto Pinochet entre 1973 y 1990, pero en 35 años ha desarrollado instituciones democráticas sólidas. Seis gobiernos de distintas tendencias se han alternado en el poder, con predominio de la centroizquierda. El derechista José Kast lidera las encuestas para sustituir al progresista Boric, reflejo de la profunda polarización social e ideológica del país, pese a lo cual se respeta el resultado de las urnas.
Boric añadió: “Es importante decir desde la izquierda que no podemos perder de vista que los desvíos autoritarios pueden estar a la orden del día en cualquier lado y que la defensa de la democracia debe serlo sin doble estándares. La defensa de los derechos humanos es siempre porque los derechos humanos son un avance civilizatorio y no un patrimonio de un sector político en particular”.
 
 
 
 
 
 
TUTO QUIROGA RECONOCE LA DERROTA TRES DÍAS DESPUÉS Y LLAMA “PRESIDENTE ELECTO” DE BOLIVIA A RODRIGO PAZ
 
El excandidato de derecha, derrotado por más de nueve puntos, da por terminada su campaña contra los resultados electorales del domingo
 
El País de España (https://acortar.link/HnzLRC=
 
El derechista Jorge Tuto Quiroga ha reconocido este miércoles que, “más allá de los problemas que toda elección tiene, Rodrigo Paz es el presidente electo y gobernará estos cinco años”. El líder de la organización Libre, que quedó a nueve puntos de Paz, había dicho el domingo, tras el resultado de la segunda vuelta, que esperarían el escrutinio final para darse por perdido. “Vamos a contrastar las actas. El trabajo no termina aquí”, había dicho. La desconfianza se materializó el martes, cuando Libre envió una carta al órgano electoral pidiendo una auditoría de las 34.000 actas electorales por la posible “inversión” de votos entre Libre y el Partido Demócrata Cristiano de Paz.
El partido de Tuto respondió con esa petición a las manifestaciones de algunos de sus simpatizantes, que hasta el martes salieron a las calles en varias ciudades para rechazar los resultados. “Entiendo su preocupación y angustia, pero Bolivia tiene futuro. Me duele no poder estar en una posición para darles una respuesta de mi parte”, sostuvo Quiroga. El cuestionamiento al resultado fue desmentido desde un inicio por las misiones internacionales, como las de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Tribunal Electoral fue especialmente duro al calificar de “antidemocrático” el poner en tela de juicio el proceso electoral. “Lanzar acusaciones sin pruebas es dañar la democracia y la institucionalidad”, aseguró en una entrevista televisiva el vocal de la corte electoral Gustavo Ávila. Las actas —recordó— son públicas y están disponibles en línea. El vocero de Libre y quien encabezó la solicitud del martes, Luis Vázquez, estuvo presente en la rueda de prensa junto a Quiroga.
Tuto habló también sobre otorgar gobernabilidad en la Asamblea al nuevo gobierno electo. “Si sumamos la bancada del PDC y la de Libre, no solo tenemos mayoría, sino dos tercios para hacer políticas de Estado. Seamos leales, demócratas, pensando en el país”. El líder de la alianza Libre prometió que pedirá a sus 12 senadores (de un total de 36) y a sus 39 diputados (de 130) que apoyen la elección de Paz para presidir ambas cámaras. En Bolivia, algunas decisiones como la asignación de comisiones o la aprobación de leyes financieras requieren mayoría simple (más de la mitad), mientras que la reforma a la Constitución o la designación de autoridades requieren el voto de dos tercios del Congreso.
Quiroga se refirió por último al expresidente Evo Morales. El líder cocalero se atribuyó parte de la victoria del binomio Paz–Edman Lara: “El 1,3 millones del voto nulo definió la segunda vuelta. Está claro que el voto fue más contra Tuto, el eterno perdedor, hijo del dictador Banzer y aliado de Jeanine Áñez”, escribió en su cuenta de X. Morales promovió el voto nulo, que pasó de ser del 1,9% en primera vuelta a 4,69% en la votación del domingo. “Pero no les da un cheque en blanco. Es un voto para que no destruyan el Estado Plurinacional y todas las grandes transformaciones y conquistas sociales”.
Quiroga calificó esas declaraciones como un “chantaje”. “Mi consejo al presidente electo Paz es que, cuando escuche eso, diga: ‘gracias, pero no gracias’. No puede seguir la democracia boliviana ni un nuevo gobierno chantajeado por un señor que ha hecho tanto daño a Bolivia”. El actual presidente, Luis Arce, también se pronunció recientemente sobre la relación entre su exaliado —y ahora enemigo político— y el próximo jefe de Estado. “Evo Morales lo que ha planificado es tener un blanco fácil y débil para poder desgastarlo desde el primer momento y empezar nuevamente su carrera por ser candidato”, dijo Arce el miércoles en entrevista con EFE.
A pesar de estas opiniones, el actual Gobierno promulgó el miércoles un decreto supremo que establece las bases “ordenadas y transparentes” para la transmisión del mando presidencial el 8 de noviembre
 
 
 
 
 
BOLIVIA PODRÍA DESTRABAR SU POTENCIAL DE LITIO: CONOCE CÓMO
 
El nuevo presidente centrista promete revisar contratos con China y Rusia, lo que podría abrir paso a inversiones más transparentes en el sector.
 
Revista Rumbo Minero de Chile (https://n9.cl/v20zmg)
 
La elección del centrista Rodrigo Paz como presidente de Bolivia ha despertado expectativas sobre una posible apertura del país al mercado internacional del litio, tras años de políticas estatistas. Según analistas, un giro hacia la inversión extranjera podría permitir aprovechar los 23 millones de toneladas métricas de recursos que posee el país, actualmente subexplotados por trabas legales y disputas políticas. Paz anunció que revisará los contratos firmados por el gobierno saliente con empresas chinas y rusas para “garantizar la transparencia”, lo que podría abrir oportunidades, pero también generar incertidumbre inicial entre los inversores.
El litio en Bolivia se ha visto limitado por una ley que reserva la extracción al Estado, reduciendo el atractivo del país frente a competidores como Chile o Argentina. Expertos señalan que modificar la norma requeriría un referéndum constitucional o una reforma, y hasta el momento, Paz no ha precisado su postura. “De lo contrario, los inversionistas dirán, bueno, es más de lo mismo… y Bolivia podría ser vista nuevamente como alguien que perdió la oportunidad”, advirtió Diego von Vacano, especialista de Texas A&M.
Los retos técnicos también pesan. Los depósitos de salmuera bolivianos presentan alta concentración de magnesio, lo que dificulta la extracción eficiente mediante lagunas de evaporación. La estatal YLB apenas produjo 2,000 toneladas de litio en 2024, generando 15.6 millones de dólares, una cifra muy por debajo de las casi 300,000 toneladas que Chile alcanzó en el mismo año. Aun así, se espera que la creciente demanda global de vehículos eléctricos mantenga el interés por el mercado boliviano, siempre que logre ofrecer estabilidad y reglas claras.
¿Podrá Bolivia atraer inversión extranjera para su litio?
Empresas como Energy X y Lilac Technology han mostrado disposición a volver al país si se garantizan transparencia y seguridad jurídica. “Con reglas más claras y apertura a nuevas tecnologías, Bolivia podría liberar su vasto potencial de litio”, afirmó Felipe de Mussy, de Lilac. Mientras tanto, Rosatom, de Rusia, reafirmó su compromiso con el proyecto en curso y destacó que su alianza “traerá beneficios tangibles”. Con un Congreso dominado por fuerzas de centro y derecha, Paz podría tener margen para impulsar una política minera más abierta, aunque el desafío será equilibrar soberanía y competitividad en el mercado global.
 
 
 
 
 
EX CÓNSULES CHILENOS EN BOLIVIA: «HAY POCO CONOCIMIENTO EN CHILE SOBRE LO QUE OCURRE CON LA SOCIEDAD BOLIVIANA»
 
Roberto Ibarra, Jorge Canelas, Milenko Stoknic y Roberto Ubilla, fueron parte de un conversatorio en el marco del XVIII Congreso Encuentro Chile – Bolivia: Construyendo un futuro común, donde analizaron su labor y los momentos que vivieron en el país vecino.
 
G5 Noticias de Chile (https://n9.cl/k72xq8)
 
Durante este martes, se realizó la segunda jornada del XVIII Congreso «Encuentro Chile – Bolivia: Construyendo un futuro común» en la Universidad Finis Terrae, donde además de la presencia del Ministro de Relaciones Exteriores Alberto van Klaveren, al final del día, se realizó un conversatorio con Ex Cónsules de Chile en Bolivia: «La labor consular de Chile en Bolivia: Alcances, contexto y desafíos».
Fue en esa instancia donde estuvieron presentes los ex cónsules Roberto Ibarra, Jorge Canelas, Milenko Stoknic y Roberto Ubilla, bajo la moderación de Alberto Rojas, Director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la U. Finis Terrae, y Loreto Correa, Académica del Centro de Investigaciones y Estudios Estratégicos de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos en Chile (ANEPE).
En ese sentido, fue Canelas quien explicó las diferencias entre el intercambio cultural existente entre chilenos y bolivianos: «Lo que más me impactó cuando estuve viviendo en Bolivia, fue constatar el nivel de conocimiento que tiene la sociedad boliviana sobre la chilena. Saben de nosotros. Y después los talentos más profesionales, tienen un conocimiento importante sobre Chile. Esto, a diferencia de lo que nosotros conocemos de Bolivia, que es poco. Tenemos un déficit muy grande. Es muy difícil encontrar acá (en Chile) a personas que conozcan las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia»
En esa misma línea, Stoknic fue enfático en mencionar que las pocas relaciones diplomáticas a lo largo de los años, le han hecho mucho daño a ambos países: «Cuando en tres generaciones no hemos tenido relaciones diplomáticas, el intercambio cultural se complejiza. Esto ha hecho que dejemos de difundir la cultura del país vecino. Ha hecho muy mal el no tener esta vinculación entre ambos países».
Roberto Ubilla recordó que durante el periodo que le tocó estar en Bolivia, fue una de las épocas más duras de las relaciones entre chilenos y bolivianos: «En su momento nos trataban de chileno ladrón. El día del mar (23 de marzo), mis hijos no podían ir al colegio. Esto con el tiempo ha ido mejorando. Hoy día ese fenómeno ya no está. Quizás en algunos sectores de Bolivia sigue el revanchismo, pero las comunicaciones existentes en redes sociales, sumado a las reuniones que se están realizando acá, han ayudado muchísimo a mejorar las relaciones entre las personas de ambos países»
Finalmente, fue Ibarra quien destacó el buen carácter del pueblo altiplánico: «Ciertamente el mayor impacto es la amabilidad del pueblo boliviano, aún en los momentos más complejos y difíciles. Nunca tuve un momento donde me tuviera que parar o retirar. Nunca. Y fueron tiempos complejos en su momento. Esa amabilidad, más la capacidad de emprender, de levantarse, de trabajar, lo encuentro notable».
 
 
 
 
 
LAS APP EN BOLIVIA: ¿EL FUTURO DE NUESTRA ECONOMÍA?
 
Revista Deytnos de España (https://acortar.link/yILvAz=)
 
En los últimos años, las Asociaciones Público-Privadas (APP), definidas por el BID como “un acuerdo a largo plazo entre una parte privada y una entidad pública para proveer un activo o servicio público, en el cual la parte privada asume un riesgo y una responsabilidad de gestión significativos, y la remuneración está vinculada al desempeño”1, han incrementado su importancia en toda la región. Se han convertido en un medio eficaz para atender necesidades esenciales de infraestructura y servicios públicos, al mismo tiempo que se aprovecha el capital y el conocimiento técnico del sector privado.
Países como Perú, Colombia y Chile han implementado exitosamente esquemas de APP, transformando sus servicios públicos y atrayendo importantes inversiones internacionales.
Bolivia, sin embargo, sigue rezagada en la carrera por atraer este tipo de financiamiento, pese a que necesita de manera innegable inversiones sustanciales en áreas que van desde el transporte y la salud, hasta la energía y la tecnología. Lamentablemente, los marcos políticos, institucionales y legales para las APP siguen siendo rudimentarios en comparación con los de otros países.
Así, esta práctica incipiente —y los beneficios que podría generar— representa tanto una gran oportunidad como un desafío para la nueva administración que asumirá en noviembre.
El panorama legal de las APP en Bolivia
En la década de 1990, al igual que otros países de América Latina, Bolivia llevó a cabo una serie de privatizaciones que impulsaron el desarrollo de infraestructura y servicios públicos, financiados por inversiones privadas (muchas veces extranjeras).
Sin embargo, con la llegada (y posterior hegemonía política, durante más de dos décadas), del Movimiento al Socialismo (MAS), un partido de orientación fuertemente estatista, la regulación cambió de rumbo por completo, enfocándose en la nacionalización y en la creación de empresas públicas financiadas por el Estado.
Estas empresas fueron subsidiadas en su totalidad con fondos públicos, lo que redujo o eliminó la participación privada y extranjera en el manejo y provisión de servicios.
Este proceso duró más de 20 años y se financió principalmente con los ingresos provenientes de la nacionalización de las empresas de hidrocarburos y electricidad, así como del auge de los precios internacionales de los minerales.
A pesar de esta nueva “prosperidad” basada en recursos públicos, el gobierno reconoció eventualmente los beneficios potenciales de las APP, promulgando el Decreto Supremo 3469, el 24 de enero de 2018. Aunque este decreto contenía solo cuatro artículos que establecían los “requisitos para contratos de asociación público-privada”, marcó el inicio de una apertura hacia este tipo de operaciones.
Sirvió, además, como base para iniciativas locales, como la Ley Municipal de Santa Cruz de la Sierra de 2021, que fue diseñada específicamente para promover las APP en el desarrollo urbano.
Desafíos específicos
Inestabilidad política
El riesgo político de Bolivia sigue siendo elevado, caracterizado por una marcada inestabilidad y una alta rotación institucional, lo que dificulta los proyectos que requieren compromisos a largo plazo (a menudo de entre 20 y 25 años).
Además, la experiencia de nacionalizaciones pasadas y de modificaciones unilaterales de contratos por parte de entidades públicas, continúa afectando la confianza de los inversionistas.
Transparencia
Ante la ausencia de una ley específica sobre APP, los proyectos públicos se licitan bajo las reglas generales de contratación pública, que suelen favorecer al Estado y no brindan suficiente seguridad jurídica a los inversionistas privados o extranjeros.
Estas licitaciones implican plazos prolongados de aprobación, asignaciones de riesgo inconsistentes, un control limitado sobre los términos contractuales y mecanismos de supervisión débiles, lo que genera preocupaciones sobre la transparencia y la distribución de riesgos.
Limitaciones de financiamiento
Debido a restricciones regulatorias y normas de contratación pública, los proyectos en Bolivia tienen una capacidad limitada para obtener financiamientos a largo plazo.
En general, los bancos locales no pueden otorgar el volumen de crédito que las APP requieren, y los financiadores internacionales enfrentan obstáculos como el riesgo soberano del país, la inestabilidad cambiaria y los impuestos sobre la repatriación de utilidades.
Además, la reciente escasez de dólares estadounidenses, junto con las comisiones y restricciones bancarias en las operaciones cambiarias, ha complicado aún más el financiamiento de proyectos.
Las APP regionales ya en práctica
Otros países de la región ya se benefician del uso de las APP en el financiamiento de proyectos públicos. Algunos ejemplos incluyen:
ProInversión (Perú), que regula las APP y estandariza sus contratos, reduciendo la incertidumbre para los inversionistas.
Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) de Colombia, la cual planifica, estructura, redacta y negocia proyectos de infraestructura de transporte (como carreteras, aeropuertos, puertos y ferrocarriles) bajo esquemas de APP.
El modelo de concesiones de Chile, que continúa siendo un referente en materia de seguridad jurídica, transparencia y continuidad en los proyectos públicos de la región.
El potencial de la regulación de APP en Bolivia
A partir de las experiencias regionales y pese a los obstáculos actuales, Bolivia debería considerar los beneficios de las APP.
Si se fortalece el marco regulatorio (iniciado por el Decreto Supremo 3469 y las experiencias municipales en Santa Cruz y Cochabamba), la nueva administración podría lograr que una ley nacional sobre APP:
Movilice capital privado para proyectos de infraestructura que actualmente necesitan financiamientos.
Mejore la eficiencia y la innovación mediante la gestión basada en el desempeño y la experiencia técnica extranjera.
Transfiera los riesgos de construcción y operación fuera del sector público.
Promueva objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), atrayendo inversiones sostenibles.
Próximos pasos
Reconociendo los obstáculos regulatorios actuales, para que las APP se conviertan en un instrumento realista en Bolivia, será necesario considerar los siguientes pasos:
Promulgar una ley integral sobre APP, basada en las experiencias de países vecinos como Perú y Colombia, que establezca con claridad la estabilidad contractual y jurídica, mecanismos de resolución de disputas internacionalmente reconocidos y principios de asignación de riesgos.
Crear una autoridad especializada en APP, como ProInversión o la ANI, responsable de supervisar y coordinar proyectos entre distintos niveles de gobierno y centralizar los acuerdos firmados por entidades públicas.
Promover el financiamiento internacional, incluyendo el proveniente de entidades multilaterales, adaptando sus condiciones de uso y términos a las necesidades nacionales.
Fortalecer la transparencia y la supervisión independiente, mediante una autoridad que regule las APP.
Adoptar una nueva y completa ley de arbitraje, que fomente el arbitraje internacional, permita arbitrar con el Estado, contemple la reincorporación al CIADI y la implementación de una red de tratados de protección de inversiones.
Diseñar incentivos fiscales para proyectos APP, destinados a atraer inversiones privadas extranjeras.
La actual carencia de proyectos en infraestructura, salud y tecnología representa una oportunidad clara para que Bolivia impulse el uso de las APP como herramienta de desarrollo.
Sin embargo, la volatilidad política, la inestabilidad regulatoria y las limitaciones de financiamiento continúan siendo desafíos reales para los inversionistas.
Por lo tanto, si la próxima administración realmente busca promover el desarrollo económico del país, deberá considerar las experiencias regionales con las APP y continuar fortaleciendo la base legal y la transparencia iniciadas en 2018, para hacerlas viables.
Con la estructura jurídica y los incentivos adecuados, las APP podrían desempeñar un papel transformador, alineando las necesidades públicas con el financiamiento y la innovación privada en Bolivia, y sentando las bases para una prosperidad sostenible a largo plazo.
 
 
 
 
 
EL COLAPSO DEL PRECIO DEL LITIO GOLPEA A CIUDADES MINERAS EN ARGENTINA, CHILE Y BOLIVIA
 
Mascipolleti de Argentina (https://n9.cl/cd78u)
 
Tolar Grande, un asentamiento azotado por el viento a 11.500 pies sobre el nivel del mar en el norte de Argentina, alguna vez recibió solo unos pocos visitantes. Luego, a finales de 2010, los albergues de la ciudad rica en litio comenzaron a llenarse de trabajadores de empresas mineras, mientras un grupo de pequeños restaurantes pasaron de atender a turistas ocasionales a alimentar a los mineros.
“La minería absorbió a casi todo el mundo”, dijo Marta Ríos, que dirige el registro civil en Tolar Grande, que tiene una población de unas 300 personas. resto del mundo. “Al principio era extraño ver camiones todo el tiempo, autobuses llenos de trabajadores y, de repente, no había desempleo”.
A medida que la demanda de automóviles eléctricos se dispara, el llamado triángulo del litio, que se extiende al norte de Argentina, Chile y el sur de Bolivia, se ha convertido en el corazón palpitante de la transición energética. Hogar de aproximadamente la mitad del mundo Conocida por sus recursos de litio, la región ha atraído una corriente de inversores extranjeros ansiosos por conseguir “oro blanco”, así como trabajadores de todo el país deseosos de sacar provecho del auge. Algunas de estas minas acaban convirtiéndose en baterías. toyota, hyundaiy Vado.
Pero después de alcanzar su punto máximo a finales de 2022, los precios del litio han caído drásticamente a medida que la oferta supera la demanda a medida que la economía de China se debilita y el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos se desacelera. Los grandes operadores han recortado sus inversiones y recortado su personal, dejando a los locales que habían redirigido sus negocios para servir a la industria luchando por encontrar nuevos clientes o trabajos completamente nuevos.
“En muchas de estas ciudades remotas, no existe una economía alternativa”, dijo Martín Fellner, legislador de Jujuy, una de las provincias más grandes exportadoras de litio de Argentina. resto del mundo. “Las propias comunidades [are] Exigimos más proyectos mineros porque sin ellos no habrá empleos formales ni salarios dignos”.
Inicialmente, el auge del litio llevó a la creación o expansión de empresas locales de catering, proveedores de agua e incluso pequeños servicios de seguridad en estas localidades, según Ríos. A lo largo de las carreteras del desierto, los autobuses con carteles que dicen “En servicio minero” se han convertido en algo común, parte del ecosistema que se ha desarrollado en torno a la industria.
El precio del litio ha caído aproximadamente un 80% desde su máximo en 2022, y actualmente los precios rondan el 80%. $10,000 por tonelada. El impacto en las operaciones mineras en todo el mundo fue rápido: en Australia, el mayor productor del mundo, las empresas lo hicieron Recortar empleos Y proyectos pospuestos. En Estados Unidos ha habido grandes proyectos de litio. demora O cancelarlos mientras los inversores sopesan los riesgos.
En todo el Triángulo del Litio de América del Sur, muchas empresas pioneras minas Está operando por debajo de su capacidad, con nuevas inversiones retrasadas o restringidas. Para los pueblos mineros remotos, la crisis ha significado despidos, campamentos cerrados y menos clientes en las tiendas, especialmente entre los pequeños proveedores.
“Las empresas de litio hoy no tienen los medios para financiar ampliaciones o desarrollo de sus minas”, dijo Eduardo Gigante, profesor de producción de litio en la Universidad Austral de Buenos Aires. resto del mundo. Pero si la demanda de litio vuelve a aumentar, Argentina tendrá dificultades para asegurar el suministro si su capacidad actual se mantiene estable o empeora.
En los últimos meses, las empresas del triángulo del litio se han estado apretando el cinturón, reduciendo su plantilla y congelando los contratos locales. “Si las empresas no tienen una gestión eficaz de los costes, colapsarán”, afirmó Gigante.
Esto tiene un efecto dominó en las ciudades remotas que dependen de él. En San Antonio de los Cobres, a unos 190 kilómetros (120 millas) al noreste de Tolar Grande, María Delgado regenta un pequeño restaurante. Durante el auge, los mineros llenaron sus mesas. Hoy en día, suelen estar vacíos.
“Se puede sentir la desaceleración. Tratamos de mantener el comedor trabajando principalmente con la gente local”, dijo Delgado. resto del mundo. “Los proyectos de litio emplean a mucha gente para construir o perforar, con muchos contratistas involucrados. Pero una vez que se construyen las plataformas y se perforan los pozos, los contratistas se van y los empleos desaparecen”.
Junto con los empleos, ha llegado el apoyo ocasional a programas educativos y deportivos, y modestas mejoras de infraestructura en algunas de estas ciudades, y placas que acreditan a las empresas mineras por pequeñas escuelas, obras de saneamiento y plazas públicas se encuentran dispersas por toda la región. En Positos, un pequeño pueblo argentino cerca de la frontera con Chile, una plaza pública lleva el nombre de Arcadium Lithium entre muchos otros donantes.
A medida que terminaron las principales fases de construcción, también terminaron las concesiones.
“Durante un tiempo, las familias se beneficiaron de los trabajos mineros”, dijo Julio Cruz, un líder indígena en Tolar Grande. resto del mundo. “Pero cuando se detuvo la perforación, la contratación disminuyó; siempre supimos que estas empresas solo vendrían por una temporada”.
No son sólo los empleos los que han desaparecido. Las ciudades también sufren las cicatrices de la minería y actividades relacionadas. El tráfico de camiones pesados ha dañado las carreteras, mientras que las operaciones de perforación han penetrado las salinas, dejando marcas visibles en el paisaje que alguna vez atrajo a los turistas.
Allí también Cuestiones ambientales. Si bien la extracción de salmuera de litio es claramente menos destructiva que la extracción de cobre u oro, sigue requiriendo mucha agua. En 2024, un juzgado de la provincia argentina de Catamarca colgante Nuevos permisos de minería por problemas de agua. Las empresas ahora están promoviendo la extracción directa de litio, una tecnología que se promociona como menos intensiva en recursos, aunque aún no ha sido probada en gran medida.
De los tres países, sólo Chile, una potencia de la región desde hace mucho tiempo, parece tener un plan de respaldo: está promoviendo la idea del “litio verde”, apostando a que la sostenibilidad y la trazabilidad podrían exigir una prima a los fabricantes de automóviles. Esta estrategia podría generar un producto superior en el mercado global y al mismo tiempo proteger en cierta medida a las comunidades locales de las fluctuaciones de los precios de las materias primas, dijo Pamela Gojkovic, presidenta de la Cámara Internacional del Litio de Chile. resto del mundo.
Bolivia tiene las reservas más grandes del mundo, pero debido a las difíciles condiciones geológicas y los controles estatales, casi no tiene producción. Argentina, alguna vez promocionada como el próximo gigante del litio, cayó del cuarto al quinto lugar en producción mundial en 2024, aunque el gobierno… Estimaciones Se espera que las exportaciones alcancen los 11.300 millones de dólares en 2032, frente a menos de 700 millones de dólares en 2024.
Para los pueblos de los Andes, no se trata tanto de expectativas futuras sino de su realidad presente. Las empresas que se centraron en la industria minera están volviendo a su propósito original. Los operadores turísticos a quienes antes les resultaba casi imposible reservar una habitación -porque a menudo estaba reservada para y a través de mineros- dicen que las casas de huéspedes locales ahora están tratando de atraer a los visitantes a las salinas cercanas y a los paisajes de gran altitud prometiendo disponibilidad.
En Tolar Grande, donde las salinas y las montañas están empezando a atraer turistas nuevamente, los residentes son dolorosamente conscientes de que el paisaje ya no es el que solía ser. Antes de que las empresas mineras invadieran la zona. Por ejemplo, el intenso tráfico de camiones mineros ha dejado algunas cicatrices en los caminos de tierra.
“La comunidad quiere que las empresas ayuden a la ciudad a crecer tanto como ellos”, dijo Ríos. “Queremos que la minería deje algo atrás, al menos carreteras pavimentadas. Tienen que dejar algo por todo lo que se llevan”.
 
 
 
 
NADA (21) RELATA SU DOBLE INFIERNO: SECUESTRADA EN BOLIVIA Y OLVIDADA POR LAS INSTITUCIONES EN ESPAÑA
 
La joven, que fue llevada a la selva boliviana con 9 años y forzada a trabajar en cocales, narra su historia de supervivencia y el abandono que sufrió al volver a España en 'Mediodía COPE'
 
Cope de España (https://n9.cl/lsgyi)
 
La vida de Nada Itrab, una joven marroquí de 21 años, ha estado marcada por un doble rescate: primero, de la selva boliviana y, segundo, del olvido administrativo español. En una entrevista con Pilar García de la Granja en 'Mediodía COPE', ha relatado la pesadilla que comenzó cuando, con solo nueve años y viviendo en l'Hospitalet de Llobregat, un vecino convenció a sus padres para llevársela de vacaciones a Bolivia. Al llegar, fue despojada de toda comunicación y su calvario dio comienzo.
 Un infierno en la selva 
Durante su cautiverio, Nada fue obligada a ejercer de esposa de su secuestrador y a trabajar de noche en plantaciones de coca. "Yo recuerdo que ya iba con miedo a ese viaje, porque ya aquí en España ya hubieron casos de abusos sexuales por parte de él", ha confesado. El momento más duro, según su testimonio, fue darse cuenta de que "ya no había manera de volver a España". Su secuestrador, que se hacía pasar por musulmán, pretendía tomarla como su mujer. El infierno terminó tres años después, cuando fue rescatada por una pareja de guardias civiles en una operación junto a los Mossos d'Esquadra.
El rescate, ha contado Nada, fue el momento más feliz de su vida. Tras ser retenida a punta de pistola por los cocaleros, la llegada de los helicópteros y un agente que le preguntó "¿eres Nada?" le devolvió su identidad. "Ahí es como que reconecto con quién soy, con mi verdadera identidad, me doy cuenta de que al fin estoy salvada", ha afirmado.
 El segundo abandono: la pesadilla institucional 
Al regresar a España, comenzó su segunda pesadilla. Ingresó en varios centros de menores de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), pero las instituciones no siguieron los protocolos para víctimas de trata. "Nunca me dieron ningún trato respecto a lo que yo necesitaba", ha explicado. Salió de allí indocumentada, sin ayudas y fue devuelta con 13 años a un piso ocupado con sus padres, condenados por abandono de menores, donde volvió a sufrir malos tratos.
Un ángel de la guarda llamado Neus
Su suerte cambió al cruzarse con la periodista Neus Sala, quien investigaba el caso para un podcast. Al encontrar a Nada Itrabcon 18 años, descubrió que vivía en una situación límite, abandonada por la Generalitat, sin tratamiento psicológico y pensando en el suicidio. Fue entonces cuando la joven le hizo dos preguntas que la dejaron "noqueada": "Explícame mi historia" y "¿en algún momento le he importado a alguien?".
A partir de ahí, la periodista inició "una cadena de favores" para ayudarla, logrando regularizar su situación gracias a la colaboración de la Policía Nacional y abogados. Sala ha descrito a Nada como una superviviente "superdotada" que habla cinco idiomas y que ahora está procesando su pasado. Ha verbalizado los recuerdos de su secuestro, incluyendo "hasta 200 violaciones", mediante un proceso de disociación similar al de los supervivientes de los campos de concentración nazis.
Actualmente, Nada ha salido del "infierno" de su casa y vive en un piso mientras se forma y se recupera. Con las ideas muy claras, ahora estudia Derecho con un objetivo firme: "usar el arma jurídica para defender los derechos de la infancia, en especial las víctimas de trata, de abusos sexuales y de matrimonio forzoso". Su historia, además, será contada en un libro y un documental para dar voz a las muchas niñas que, como ella, se quedaron en los campos de coca. 

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