Monday, November 24, 2014

PARA MÍ FUE UN INVASOR: SOLDADO QUE MATÓ AL CHE


'Es falso que médicos cubanos me hayan devuelto la vista. Nunca he estado ciego'. 'Nunca me perjudicó la muerte del Che'. Reproducimos la confesión que hizo por escrito para sus superiores dos años después
El Che, al verlo entrar apurado en la habitación: 'Póngase sereno, va a matar a un hombre'

Estaba en la sombra. La sombra del interior de su domicilio de Santa Cruz de la Sierra, la laberíntica ciudad de los siete anillos, lo protegía del sol de noviembre que aquel viernes había dado una tregua en la capital más grande del oriente boliviano.
Lo vimos desde el otro lado de la reja color verde claro que protege el jardincillo de la vivienda. No había timbre ni llamador alguno, así que fue necesario golpear con el candado para advertir de nuestra presencia. Él se dio la vuelta para mirar quién tocaba, pero la que salió fue una mujer de edad indefinida con una pañoleta que le sujetaba el cabello.
-Buenas tardes...
-Buenas tardes.
-¿Sí?
-Estamos buscando a don Mario.
-¿De parte de quién?
-El señor que me acompaña está trabajando en un informe sobre la Operación Milagro y queremos hablar con él.
-Ya. Ahoringa... un ratito, ¿ya?
Y mientras esperamos, hablamos del caos urbano de aquella ciudad en la que muchas casas, como aquella, tenían dos direcciones en su puerta. Esa casa, además, tenía dos perros, un mestizo de razas imposibles de definir y un rottweiler que se limitaban a retozar mientras aguardábamos.
Estaba en la sombra y desnudo de la cintura para arriba. Por lo que alcanzábamos a divisar desde el otro lado de la reja, era un hombre que aparentaba su edad, 72 años, con escaso cabello blanco y una notoria barriga.
A través de la ventana abierta por la que lo veíamos, él también pudo vernos, y ahí mismo, en la salita de su casa desde donde podíamos verlo, se puso una polera sin mangas color mostaza y caminó hacia la puerta.
Cruzó el pequeño jardín en el que todas las plantas estaban en macetas sostenidas por floreros de hierro soldado y llegó hasta la reja. Por fin, después de 47 años había salido de las sombras y estaba frente a nosotros.
-Hola...
-Buenas tardes.
-Buenas tardes, señores...
Abrió la reja, que chirrió como saludando también. Entramos preguntando si los perros eran mansos y él dijo que sí. Llegamos al pequeño porche donde había algunos asientos y nos preguntó si queríamos hablar ahí o adentro, en la salita. "Mejor adentro que está más fresco".
Entramos, nos sentamos e iniciamos una charla de 23 minutos y 32 segundos con Mario Terán Salazar, el hombre que mató al Che Guevara.
La confesión
En la salita de su casa no existe un solo retrato de él en sus tiempos del Ejército boliviano. En la mesita que está frente al sofá donde se sienta él hay una foto familiar. Allí se puede ver a un Mario Terán abuelo, rodeado de hijos y nietos, en una evidente actitud patriarcal. Han pasado 47 años y el sargento Terán, que se jubiló como suboficial mayor y ahora cumple los 72, juega al escondite con las palabras. Es él. No es él. Verdad. Mentira. Ésa ha sido su vida desde el 9 de octubre de 1967 en que ocurrió todo. Por eso una mentira, que enseguida es desvelada, nos ha llevado a su fortín de verdes rejas. A las primeras, don Mario desmiente a Granma, el periódico cubano que había voceado el milagro: médicos de la revolución devuelven la visión en Bolivia al hombre que mató al Che. "No, no... No es como se dice que me han devuelto la vista. Falso. Yo no estaba ciego, una simple catarata tenía, y como están viendo me han fregado, me han dejado el ojo [derecho] colorado".
Sosteniendo tranquilamente la mirada, sin apenas parpadear, intentamos ver en el soldado agazapado que se sienta a poco más de un metro de nosotros a aquel sargento de la confesión por escrito. El mandado que dio testimonio secreto para la superioridad del día de la matanza en la mísera escuela de La Higuera donde el héroe de la revolución cubana dio con sus huesos, y su sangre, en la tierra: «Cuando llegué, el Che estaba sentado... Al verme me dijo: "Usted ha venido a matarme". Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Yo no me atrevía a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande. Sentía que se me echaba encima y cuando me miró fijamente me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido podía quitarme el arma. "Póngase sereno, usted va a matar a un hombre". Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón...".
¿Es ciertamente él? Hasta tres nombres de Mario Terán se han dado, en lo que parece una ceremonia orquestada de la confusión o el camuflaje, para poner identidad al sargento que mató al guerrillero Ramón (el Che): Mario Terán Ortuño, Mario Terán Reque y Mario Terán Salazar. Tenía entonces 25 años, corta estatura (no más de 1,60), nariz chica, piel cobriza y ojos claros. El señor Mario es pequeño y el poco pelo que le resta ha emblanquecido con el tiempo.
-¿Es cierto que usted formaba parte del grupo que detuvo al Che?
-No es cierto. Habíamos dos o tres Marios Teranes (sic) en el Ejército, pero con diferentes apellidos maternos...
-En estos años otros periodistas [Jon Lee Anderson, el gran biógrafo del Che entre ellos] han venido a intentar hablar con usted...
-Puede ser, pero nunca he tenido charlas con nadie...
-Ha escrito, en cambio, Douglas Duarte, que llegó de Brasil, que un día usted terminó reconociéndole que era el hombre que mató el Che pese a que durante dos días le mantuvo que usted se llamaba Pedro Salazar. También le dijo: "Sólo yo sé cómo es vivir con esto. No puedo ni quiero hablar".
-[Carraspea levemente antes de responder...] No.
-Porque, de serlo, a usted no le importaría reconocer que sí, que es el hombre que lo mató.
-...No [es casi un susurro].
-Pero usted sabe, porque es Historia, que fue el sargento Mario Terán quien, cumpliendo órdenes ["saluden a papá" fueron las palabras en clave], disparó al Che en la escuelita de La Higuera.
-Como les digo, somos dos, tres Marios Teranes.
-¿Y usted no es él?
-No soy yo...
-Le enseño, señor Mario, una foto... [en ese momento le mostramos la única imagen conocida hasta hoy del sargento que mató al mito, tomada dos meses después de la ejecución]
- Sí, soy yo...
Cochabamba. Diciembre de 1967. "Allí me la tomaron, en la puerta de la escuela... Había varios que insistían en quererme fotografiar y hablar conmigo. Y justo salí a la calle. Y bueno, ya. Me posé y es la única foto...".
A sangre fría
Aquel retrato recorrió el mundo como la pólvora. La periodista francesa de Paris Match que la logró, Michèle Ray, tiempo después esposa del cineasta Costa Gavras, mostró el rostro del verdugo y un scoop (30 de diciembre de 1967) con dinamita: el Che fue asesinado a sangre fría. Y así tituló el libro que terminaría escribiendo al poco la bella Michelle: In cold blood.
La misma foto que le mostramos a Mario Terán Salazar (ésa ante la que respondió sin titubeos: "Sí, soy yo") recibe al instante la autentificación del capitán Gary Prado, el oficial que capturó al Che: "Es él..."
-¿Está seguro? ¿Éste es Mario Terán, el hombre que mató al Che?
-Sí. Y no se le puede culpar de lo ocurrido. Las circunstancias le llevaron a eso, no más... Cuando le sacaron esa foto le hice una recomendación: "No te metas en este baile, ¡carajo!". ¿Por qué le aconsejé que se quedara callado? Para que no hubiera venganza contra él... Y me hizo caso.
Además de certificarnos que el hombre que salió de la sombra y desnudo de cintura para arriba de su casa con rejas verdes era el mismo, 47 años después, que mató al Che como le ordenaron, Gary Prado no esconde que siguen siendo amigos: "Fui su instructor en la Escuela de Sargentos durante años. Llegó a suboficial mayor, su grado máximo, y se jubiló. Lo veo ocasionalmente aquí en Santa Cruz".
El clavo del Che
Cuando, en 1987, el hoy general retirado Gary Prado Salmón escribió La guerrilla inmolada. La campaña del Che en Bolivia [le compramos por 100 bolivianos la tercera edición, que nos firma], hacía ya 20 años de "los sucesos de La Higuera". Hoy nos recibe en su casa de Santa Cruz, donde está confinado en "detención domiciliaria" desde mayo de 2010, por su supuesta implicación en el denominado caso Terrorismo. Acusaciones que pesan sobre él: terrorismo y alzamiento armado, por su presunto papel de principal asesor de Eduardo Rózsa (a quien muchos llamaban El Che de la derecha). Él lo resume así: "Alguien se quiere quitar el clavo conmigo por la cuestión del Che. Pura venganza".
Gary Prado, que en 1967 tenía 28 años y llevaba uno de capitán, será siempre recordado como el hombre que apresó al Che. "Lo entregué vivo... y luego lo mataron", se explica. También sabe de primera mano quién terminó ejecutando la orden: uno de sus soldados, Mario Terán Salazar. "Tengo la versión correcta de la ejecución que me contaron los propios participantes. Fue así. Cuando el coronel Joaquín Zenteno recibe por radio la orden ("Saludos a papá", fueron las palabras en clave), hizo llamar a los suboficiales y sargentos que había en La Higuera (tres suboficiales y cuatro sargentos). Les transmitió la orden y pidió voluntarios. Los siete se ofrecieron, y entonces Zenteno señaló con su índice a dos: usted, a Willy; y usted, indicó con el dedo a Mario Terán, al Che. Hay que ponerse en el lugar y en el momento. Teníamos soldados muertos también y estábamos con mucha adrenalina allí toditos. Así que cogieron sus carabinas M2, se dieron la vuelta y entraron a los cuartos donde estaban los prisioneros. No hubo palabras ni despedidas ni discursos. No correspondía. Después han aparecido versiones, que si apunte bien, que si va a matar a un hombre... El propio Mario Terán no ha hecho nunca una declaración pública. Lo demás son elucubraciones. Ha habido en todos estos años un gran esfuerzo para crear el mito...".
La idea de Gary Prado es que el Che, después de que Fidel Castro hiciera pública su carta de despedida, cuando aún estaba en el Congo, donde renunciaba a todos sus cargos y derechos que la Revolución le había otorgado, inició su aventura en Bolivia con la intención de quedarse en la zona del río Ñancahuazú hasta vencer o morir. "No tenía a dónde ir. Fidel le había obligado a un exilio forzoso y clandestino en Praga de varios meses, hasta permitir su retorno encubierto a La Habana para, elegido el personal y organizado el programa de apoyo, iniciar su aventura en Bolivia. Y aquí la guerrilla fue prácticamente abandonada a su suerte". Vencer o morir. Y no venció.
La batalla final
El 8 de octubre de 1967, cuando llegó la hora de la batalla final del Ejército boliviano con el ya acorralado grupo guerrillero del Che, el sargento Mario Terán Salazar estaba allí, moviéndose entre las quebradas del terreno. Amanecía cuando el subteniente Carlos Pérez, al frente de la compañía A estacionada en La Higuera, y en la que figuraba Terán, pidió al capitán Prado que verificara la información del campesino Honorato Rojas: la presencia de 17 hombres extraños en las quebradas de las proximidades, del Churo y la Tusca. Pronto comenzó el combate. Murieron el grueso de los guerrilleros y muchos soldados. Desde las alturas del terreno, Gary Prado dispuso a sus hombres para cortar la huida a quienes intentaran escapar de la encerrona, con fuego de mortero y ametralladora. Cuando el Che, herido y jadeando por el asma, asomó la cabeza quebrada arriba, tras una subida por un paredón, su suerte estaba echada. «Mi capitán, mi capitán, aquí hay dos [el propio Che y el boliviano Simón Cuba Willy], los hemos agarrado», gritó un soldado. Eran las 15.30 horas del 8 de octubre en la quebrada del Churo, a tres kilómetros del poblado de La Higuera. Palabra de Gary Prado:
-¿Quién es usted?- pregunté al más alto antes de pedirle que me mostrara la mano izquierda para verificar la cicatriz que sabía que tenía en el dorso. Llevaba una boina negra con el emblema del CITE, uniforme de soldado completamente sucio, una chamarra azul con capucha y el pecho casi desnudo, pues la blusa no tenía botones...
-Soy Che Guevara-me respondió en voz baja-, me destrozaron el arma cuando su ametralladora empezó a disparar. Supongo que no me van a matar, valgo más para ustedes vivo que muerto... ¿No le parece, capitán, una crueldad tener a un herido amarrado?
Lo teníamos atado a un pequeño árbol, y entonces me mostró la pantorrilla. Y vi que tenía un proyectil. "Desátenle las manos", ordené. Fue cuando me pidió agua, y yo que me acordé de Himmler y algunos jerarcas nazis que se suicidaron con una cápsula de veneno al ser apresados, le di de beber de mi propia cantimplora, evitando la suya. Le ofrecí luego tabaco. "Es muy suave ese Pacific... ¿tiene alguien Astoria?", se dirigió a mis soldados.
La radio PRC-10 que Gary Prado llevaba consigo no tardó en transmitir a Vallegrande la captura del Che: "Tengo a Papá y Willy. Papá herido leve. Combate continúa. Capitán Prado".
Cuando capitán y guerrillero abatido se vieron por última vez, el Che tenía los ojos cerrados y la mandíbula abierta. Lo ataban a los patines del helicóptero que lo llevaría a Vallegrande, y Gary Prado tomó su verde pañuelo militar y se lo ató en la cabeza al Che para encajarle la quijada. Llegó a su destino con la boca cerrada y, "seguro que por el viento", los ojos abiertos y más grandes que nunca. "Él me seguía con la mirada. Unos ojos grandes, vivos. Yo iba para un lado y me miraban, iba para el otro lado y me miraban", cuenta la enfermera Susana Osinaga, a la que se encomendó que lo lavara, afeitara y peinara. Hasta le enfundó un pijama limpio, y tan reluciente quedó -frente a sus compañeros, amontonados a los pies de los fregaderos de la lavandería del hospital Nuestro Señor de Malta, inmundos, con expresión de fieras vencidas-, que enseguida el teniente coronel Andrés Selich ordenó revestirlo con sus ropas ensangrentadas. Las ya históricas fotos de Freddy Alborta del Che difunto en Vallegrande dan fe de todo ello. Y de la expectación que arrastró hasta el último momento: más de un millar de personas visitó la lavandería aquel 10 de octubre de 1967.
Los 'rolex' del Che
De lo ocurrido un día antes queda también este diálogo, que Gary Prado ha incorporado a su libro. Él y el Che.
-Capitán, hay algo más que puede hacer por mí, aunque no sé cómo decirlo.
-Dígalo, no tenga reparos.
-Tenía conmigo dos relojes, uno mío y otro de uno de mis compañeros, que me fueron quitados por los soldados cuando veníamos hacia aquí.
El capitán Gary Prado, cuenta él mismo hoy, reaccionó rápido. Él no había autorizado aquello, y sabía quiénes habían acompañado al Che herido desde El Churo, donde fue capturado y maniatado a un árbol, hasta La Higuera. "Salí y los hice llamar de inmediato. Efectivamente tenían los relojes, dos Rolex Oyster Perpetual, de acero inoxidables, idénticos....
-Acá tiene sus relojes. Nadie se los quitará- le dije volviendo a la escuela.
-Me temo que son muy notorios... Preferiría que me los guarde usted hasta cuando pueda recuperarlos o para que se los haga llegar a los míos cuando sea posible. ¿Me haría ese favor?".
El suyo, el del Che, que para ello tomó una piedrecilla del suelo de su celda, lo marcó haciéndole una cruz en la parte interior. En su casa de Santa Cruz, el hoy retirado general Gary Prado asoma una sonrisa de orgullo y remata. "El único que no se quedó con nada [del Che] fui yo". La célebre pipa, "creo que sí", la retuvo en prenda Mario Terán.
La maldición
Desaparecer, esa fue la orden que Prado, y de alguna forma los oficiales bolivianos que participaron en la captura y muerte del Che, dieron a Mario Terán. ¿La maldición del Che? Lo crea o no Gary Prado, que no cree en ella, hasta siete involucrados en los sucesos de La Higuera y Vallegrande han muerto de forma violenta. El mismísimo presidente, René Barrientos Ortuño, el que dio la orden de ejecución, falleció cuando el helicóptero en el que volaba se desplomó cerca de Cochabamba, la ciudad donde nació Mario Terán. Aún hoy, aunque es pura especulación, hay quien dice que fue un atentado y no un accidente.
El general Alfredo Ovando Candia, jefe del Estado Mayor en 1967 y otro de los que tomaron la decisión, fue asesinado en Argentina en un atentado perpetrado por la Triple A, mientras el coronel Joaquín Zenteno, el que eligió a Mario para que ejecutara al Che, fue ultimado en París en 1976 por un comando guevarista. Aunque quizás el vértigo corría ya por la sangre de Terán desde el 15 de julio de 1969. En esa fecha, militares del segundo Ejército de Liberación Nacional, en el que se enrolaron algunos del primero (el del Che), invadieron la hacienda con que fue premiado Honorato Rojas, el campesino que condujo al Ejército hasta la guarida de la guerrilla, y lo mataron con varios disparos en la cabeza. Fatalidad tras fatalidad, la lista se fue alargando: el 10 de octubre de 1970, el teniente coronel Eduardo Huerta, el superior inmediato de Mario Terán, perdió la cabeza, decapitado, en un coche con un camión en la carretera que liga Oruro con la Paz. Y otra vez la sospecha de que hubo un plan, no sólo un accidente, para liquidarlo. Más lejos, en Hamburgo, encontró la muerte Roberto Quintanilla, el militar que habría propuesto cortar la cabeza del cadáver del guerrillero y habría intervenido en la amputación de las manos como le pidió el presidente. Era 1971 y Quintanilla, entonces cónsul de Bolivia, se tropezó con una mujer que le descerrajó tres tiros. En el bolsillo le dejó una nota: "¡Victoria o muerte!". Horas después, un telegrama enviado a periódicos bolivianos reivindicaba el atentado en nombre del ELN.
En 1973, Andrés Selich, quien habría dispuesto y ejecutado la desaparición del cadáver del Che (no fue encontrado hasta tres décadas después), terminaría linchado por sus compañeros de armas.
Finalmente, el 2 de junio de 1976, el entonces presidente depuesto de Bolivia, Juan José Torres Gonzales, fue secuestrado y posteriormente asesinado por un comando que habría actuado en el marco de la Operación Cóndor. Hoy, en el libro Jaque Mate: Cayó el Che, el Instituto de Investigación Histórica Militar (IIHM), del Ejército boliviano, afirma que fue Torres, en 1967 Jefe de Estado Mayor, quien sugirió ejecutar al Che para evitar mayores problemas de los que el juicio a Régis Debray ya le había causado a Bolivia.
E incluso la lista podría haber crecido si antes, en 1968, cuatro seguidores brasileños del Che no hubieran errado en su objetivo. Pretendían matar a Gary Prado y terminaron equivocándolo con un compañero que estudiaba con él en la Escuela Militar de Río, al que liquidaron de ocho tiros.
Un detalle que no consignan los cultivadores de la maldición del Che es que el hijo de René Barrientos, César Barrientos Galindo, también cayó en desgracia porque terminó drogadicto. En agosto de 2004 fue detenido y encarcelado por haber robado un automóvil y cometido delitos menores para financiar su adicción... Los detractores de la supuesta maldición creen que todos esos casos son coincidencia. El que más, Gary Prado, en silla de ruedas desde que una bala perdida terminara seccionándole la columna vertebral en 1981.
Desde 2005, y eso es ya Historia, el país lo gobierna Evo Morales. Al conquistar la presidencia decoró la pared de su gabinete con un retrato del Che hecho con hojas de coca meticulosamente sobrepuestas... Mario quedó definitivamente al otro lado de la Historia, como el anverso invisible e innombrable de ese retrato. La sombra.
Los tres marios
"Habíamos tres Marios Teranes en el Ejército...", es la letana que, a cada pregunta, repite el hombre que nunca estuvo ciego. Por ley, pudo jubilarse "tras más de 30 años de servicio", con algún ascenso. Llegó a suboficial mayor de Infantería.
-¿Es decir, que durante toda su vida le han confundido con el otro?
-Seguramente.
-¿Con el que mató al Che Guevara?
-Seguramente.
-¿Y eso no le ha perjudicado a lo largo de estos 47 años? Que lo confundan con él, que lo busquen...
-No... Es lo que les puedo informar, no más.
-¿Recuerda, en todo caso, cómo vivió usted, dentro del Ejército como estaba, la muerte del Che?
-Como estaba alejado del sector de Ñancahuazú y La Higuera, vivíamos nuestra vida normal. Pero sí, sentíamos lo que estaba ocurriendo... sentíamos.
En realidad sí hubo tres Marios. Y ahí la herida. Ocurrió la víspera. Pero la tragedia entre los uniformados que acompañaban a Terán arranca meses antes, el 4 de abril de 1967, cuando a la compañía de Mario, la A del Regimiento Manchego de Bolivia, le tocó incursionar en la zona del río Ñancahuazú, en el sudeste boliviano. Su misión es triste y sobrecogedora: recoger los cadáveres de los compañeros emboscados 13 días atrás por un grupo de guerrilleros encabezados por Ernesto Che Guevara. Los cuerpos no habían podido ser recogidos por voluntarios de la Cruz Roja debido a que ya habían entrado en estado de descomposición y no había bolsas de plástico para transportarlos. Unos días más tarde, en otra emboscada, su propio comandante, el mayor Rubén Sánchez, sería tomado prisionero para ser liberado después por la guerrilla con el encargo de transmitir un mensaje al pueblo boliviano cuyo contenido jamás fue revelado.
Debido a ello, la compañía fue desmantelada y rearticulada. Al llegar octubre, estaba bajo el mando del capitán Celso Torrelio Villa. A esa altura, el Ejército ya había logrado algunas victorias contra los guerrilleros, capturado a Régis Debrey y Ciro Bustos y aniquilado al grupo de Juan Vitalio Acuña Núñez (Joaquín) mientras que el del Che Guevara estaba acorralado en la quebrada del Churo.
Eran la s 13.00 del domingo 8 de octubre de 1967 y las compañías A y B, esta última comandada por el capitán Gary Prado Salmón, ejecutaban la Operación Yunque y Martillo. La compañía A tenía la misión de empujar al grupo guerrillero contra el yunque de Prado.
"Son las 13.00 horas, los soldados se encontraban nerviosos, avanzando lentamente sobre un terreno fragoso, observaban cuidadosamente la maraña del monte, las grandes rocas y la arena de las sendas en busca de huellas, o algo que los alerte sobre una posible emboscada", relata el sargento Bernardino Huanca, que dirigía una patrulla de la compañía B.
Mario Terán estaba en la patrulla de la A, liderada ese día por el subteniente Carlos Pérez, y debió tener su familia en su mente más que nunca ya que su esposa, Julia, estaba en los últimos meses de su embarazo. Debido a la campaña, no había podido obtener un permiso que le permitiera acompañarla, así que debía resignarse a saber de ella mediante cartas.
"De pronto, un soldado quedó paralizado por fracción de segundos -prosigue Huanca-. Ha detectado al enemigo. Grita '¡Sapos!' y repite excitadamente '¡Allí están los sapos!' disparando simultáneamente su carabina automática. El grito y los disparos provocaron una movilización general. Segundos después truenan los morteros. Gary Prado ha ordenado abrir fuego contra el fondo de la cañada. Cinco granadas estallan en la quebrada. Es el principio del fin".
Terán estuvo en primera línea. Aquel, que fue el más duro combate en el que intervino, lo marcaría por el resto de su vida. No sólo por el fuego y la sangre que vio aquel día, sino porque dos amigos que se habían hecho entrañables para él, los dos llamados también Mario, murieron ante sus ojos. En eso no miente el jubilado que habla con nosotros: hubo tres Marios.
Tan importante debió de ser ese episodio de los tres Marios que el IIHM del Ejército de Bolivia lo describe así: "El sargento Mario Terán, en su progresión por el Churo, chocó con la vanguardia del grupo subversivo, que se encontraba en ese punto. Lanzó su ataque con admirable decisión. Terán, muy cerca de sus hombres, vio caer muertos a dos de sus soldados, Mario Characayo y Mario Lafuente. Este hecho le impactó profundamente en lo más íntimo de su ser, y muy pronto sería motivo de una decisión dramática".
Esa decisión dramática sería matar al Che Guevara. Por eso, tal vez, dio un paso al frente cuando llegó la orden de ejecución desde La Paz en nombre del presidente René Barrientos: "Saluden a Papá". Llegó por radio. A las 9.00 horas del 9 de octubre. Mario la recibió tiempo después. Y la ejecutó "a la una con 10 de la tarde", si se cree lo que dejó por escrito en su diario el agente de la CIA Félix Rodríguez, llegado para verificar la identidad del apresado.
Enarca la ceja Gary Prado cuando se le refiere la declaración por escrito de Mario Terán dos años después de la matanza [su confesión secreta, dada a conocer por el general Luis Reque Terán en Argentina al periodista César Peña en 1978, al que mostró un dossier top secret que incluía 357 folios y 400 fotos]. "No sabía...". Para el capitán Prado, Mario Terán nunca ha confesado, nunca ha hablado. Él se lo pidió.
Tal fue así que el nombre de Mario Terán Salazar se diluyó hasta hoy. Fue el Bono Dignidad, una paga de 250 bolivianos (unos 36 dólares) que Evo Morales reparte entre los mayores de 65 años, lo que le empujó a registrarse y dar completa su filiación, incluyendo dirección en Santa Cruz. Un rastro.
El hijo del comerciante
Don Mario nació en Cochabamba el 9 de abril de 1941. Cuando vino al mundo, su padre, Vicente Terán, tenía 46 años y su madre, Candelaria Salazar, contaba con 45. Su nacimiento fue inscrito a mano en la página 27 de un libro de actas que tiene el sello del Registro Civil de Bolivia. Por la letra, las anotaciones son confusas y debajo del nombre de su padre se puede leer la palabra "comerciante". Junto al sello están dos firmas y sólo en una se puede reconocer "VTerán". La segunda es más bien un garabato y se presume que pertenece a la madre.
Aparentemente, ese registro manual fue la única certificación del nacimiento de Mario Terán Salazar durante 37 años. El 2 de agosto de 1978, cuando ya habían pasado más de 10 años de la muerte del Che, su inscripción de nacimiento fue regularizada mediante una orden judicial. En esa fecha, su esposa, Julia Peralta Salas, lo registra bajo la partida 143. Curiosamente, se modifica su fecha de nacimiento porque se mantiene la del 9 de abril, pero se cambia el año a 1942.
Por alguna razón, Mario manejó el dato de 1942 incluso en el momento de contraer matrimonio. Se casó el 21 de julio de 1965 en Montero, provincia Obispo Santistevan del departamento de Santa Cruz, con Faustino Fernández como testigo. En la partida de matrimonio ya figura su fecha de nacimiento como 9 de abril de 1942. Su esposa, Julia Peralta Salas, aparece como nacida el 21 de julio de 1945 y declara que se dedica a labores de casa. La casilla de "ocupación" del contrayente está en blanco.
Mario y Julia tuvieron seis hijos. El primero se llama como él y actualmente tiene 49 años; el segundo es Víctor Hugo, 47 años, que tiene como domicilio la Arboleda de Fátima, en Santa Cruz, pero parece vivir con su padre porque está en su casa a toda hora. Tiene vitíligo y se encarga de espantar a los periodistas que intentan entrevistar a su padre. En 2007 amedrentó al reportero Douglas Duarte y repitió su actitud con nosotros cuando volvimos al día siguiente. «Yo trabajo con el Gobierno, para que sepás», advirtió en tono amenazador.
El resto de su filiación está integrada por mujeres: Ana María (45 años), Ana Karina (43), Janet (34) y Abigaíl (20). En el caso de Janet también hubo rectificaciones en su partida de nacimiento porque en la original aparece como Yanet.
Una de sus hijas, probablemente Ana María, la que nos atendió primero, no ocultó su nerviosismo mientras hablábamos con su padre. En algún momento de la conversación le preguntó, desde adentro, a qué hora se desocuparía y él respondió "enseguida" pero haciendo prevalecer su condición de jefe de familia.
Mario es el abuelo. Alguna vez -aunque a nosotros también nos lo niega durante el encuentro- ha contado que viajó al extranjero. A Estados Unidos, Virginia exactamente, donde se localiza Langley, la sede de la CIA, aunque él dijo que trabajó allí de jardinero. También a España, donde viven al menos dos de sus hijas.
El invasor idolatrado
-¿Y ahora, pasado todo este tiempo, qué piensa hoy del Che?
-Para mí, y para la mayor parte, ha sido un invasor... Tenía otras ideas que con su guerrilla quería inculcar en otra gente, en la gente boliviana... Y no como lo idolatran ahora. ¡Tanta gente ha caído!
-¿Habla con sus hijos del tema?
-No, nunca.
-¿Alguno de los seis que ha tenido ha seguido la carrera militar?
-No... Y me da alegría que a ninguno le haya llamado la atención la carrera militar.
-¿Ha visto alguna película de las que hay sobre el Che, ha leído algún libro o asistido a alguna obra de teatro sobre el personaje, sobre el mito?
-No, nunca, no... Nunca me ha interesado seguir cuanto se decía del Che. Yo tenía ideas diferentes... Nunca he sido un seguidor.
-Entonces, ¿insiste usted en que había dos o tres Mario Terán en el Ejército boliviano?
-Sí, así, mismos nombres pero con diferentes apellidos maternos... Aunque Mario Terán Salazar sólo hay uno. Yo...
Con un "ojalá les vaya bien" y un apretón de manos, Mario se levanta y da por concluido el encuentro. Las mujeres de la familia, desde otra habitación, llevaban ya un tiempo apremiándole... Han sido 23 minutos y 32 segundos cara a cara con el hombre, "el soldadito boliviano", que mató con dos ráfagas de fusil al guerrillero Ramón, al jefe. A Ernesto Che Guevara.
***El resto de la historia ya es conocida. El Che se hizo icono, "santo". A Mario, sin más, se lo tragó la tierra.
LA HIGUERA, EL SANTUARIO
La Higuera ni siquiera tiene nombre. Le decían -y le dicen- así porque en tiempos inmemoriales era un lugar en el que abundaban árboles de higo. "Era un caserío... no había más de 20 casas", dice el general Gary Prado Salmón. Sus recuerdos son de 1967, de aquella campaña contra la guerrilla del Che a la que asistió con el grado de capitán. Entonces, la compañía B del Regimiento Manchego, la que había capturado a Ernesto Guevara y al boliviano Simeón Cuba Sarabia (Willy) en la Quebrada del Churo, tuvo que llevarlos hasta La Higuera porque era la población civil más próxima. En el lugar también estaba una casucha que hacía de escuela. Allí fueron encerrados, en cuartos separados, el Che y Willy. Allí pasaron su última noche, del 8 al 9 de octubre, soportando el clima de esta región del sudoeste boliviano, donde se juntan dioses andinos de las montañas y febriles deidades de la selva para hacer el amor y parir valles mesotérmicos que arden de calor en el día y calan los huesos en las noches. Otro general en retiro que combatió a la guerrilla, Luis Reque Terán, describió a La Higuera como un terreno accidentado, "monte bajo con algunos árboles altos, escasa población y muy dispersa, escasa vida animal, ganadería pobre...". Ahí estuvo Willy. Ahí enfrentó la carabina de Bernardino Huanca. Ahí estuvo el Che. Ahí enfrentó la carabina de Mario Terán. Ahí fueron ejecutados los dos. La Higuera era un caserío en 1967 y lo sigue siendo. Sólo se pueden ver algunas casas alineadas a lo largo de un camino que ahora remata en un busto del Che. El mensaje debajo: "Tu ejemplo alumbra un nuevo amanecer". La escuelita ya no es escuelita. Mantiene la apariencia que debió de tener en 1967 y está pintada, cubierta con teja colonial y en su interior existen recuerdos del Che. A los escasos visitantes del lugar les gusta decir que el sitio en el que fue ejecutado es un museo. Afuera hay pintadas, consignas revolucionarias y banderas, abundan las bolivianas y cubanas. La Higuera es ahora un destino turístico. Forma parte de La ruta del Che que es ofrecida por varias agencias de viaje. Cubre todo el camino que recorrió Guevara encabezando a sus guerrilleros, muestra los lugares donde combatió, donde fue capturado y sí, muestra La Higuera. Afuera del museo no está un busto sino una estatua de cuerpo entero. La miras y recuerdas que, si bien el Che murió en aquel lugar, ahí también nació su mito... su leyenda. Y al tiempo de marcharte, siguiendo viaje rumbo a Vallegrande, te enteras que aquel caserío que depende del municipio de Pucará todavía no tiene nombre, pero los lugareños ya le dieron uno: "San Ernesto de La Higuera".





PARA MÍ FUE UN INVASOR: SOLDADO QUE MATÓ AL CHE

El Diario de México (www.diario.mx)
                                                      
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia— Estaba en la sombra. La sombra del interior de su domicilio de Santa Cruz de la Sierra, la laberíntica ciudad de los siete anillos.
Lo vimos desde el otro lado de la reja color verde claro que protege el jardincillo de la vivienda.
No había timbre ni llamador alguno, así que fue necesario golpear con el candado para advertir de nuestra presencia.
Él se dio la vuelta para mirar quién tocaba, pero la que salió fue una mujer de edad indefinida con una pañoleta que le sujetaba el cabello.
Por lo que alcanzábamos a divisar desde el otro lado de la reja, era un hombre que aparentaba su edad, 72 años, con escaso cabello blanco y una notoria barriga.
Por fin, después de 47 años había salido de las sombras y estaba frente a nosotros.
Entramos, nos sentamos e iniciamos una charla de 23 minutos y 32 segundos con Mario Terán Salazar, el hombre que mató al Che Guevara.
Sosteniendo tranquilamente la mirada, sin apenas parpadear, intentamos ver en el soldado agazapado que se sienta a poco más de un metro de nosotros a aquel sargento de la confesión por escrito.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia— “Cuando llegué, el Che estaba sentado... Al verme me dijo: ‘Usted ha venido a matarme’. Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Yo no me atrevía a disparar.
“En ese momento vi al Che grande, muy grande. Sentía que se me echaba encima y cuando me miró fijamente me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido podía quitarme el arma. ‘Póngase sereno, usted va a matar a un hombre’.
“Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che cayó al suelo con las piernas destrozadas, se contorsionó y comenzó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en un hombro y en el corazón...”.
¿Es ciertamente él? Hasta tres nombres de Mario Terán se han dado, en lo que parece una ceremonia orquestada de la confusión o el camuflaje, para poner identidad al sargento que mató al guerrillero Ramón (el Che):
Mario Terán Ortuño, Mario Terán Reque y Mario Terán Salazar. Tenía entonces 25 años, corta estatura (no más de 1.60), nariz chica, piel cobriza y ojos claros. El señor Mario es pequeño y el poco pelo que le resta ha emblanquecido con el tiempo.
–¿Es cierto que usted formaba parte del grupo que detuvo al Che?
-No es cierto. Habíamos dos o tres Marios Teranes (sic) en el Ejército, pero con diferentes apellidos maternos...
–En estos años otros periodistas han venido a intentar hablar con usted...
–Puede ser, pero nunca he tenido charlas con nadie...
–Ha escrito, en cambio, Douglas Duarte, que llegó de Brasil, que un día usted terminó reconociéndole que era el hombre que mató el Che pese a que durante dos días le mantuvo que usted se llamaba Pedro Salazar.
–[Carraspea levemente antes de responder...] No.
–Porque, de serlo, a usted no le importaría reconocer que sí, que es el hombre que lo mató.
–...No [es casi un susurro].
–Pero usted sabe, porque es Historia, que fue el sargento Mario Terán quien, cumpliendo órdenes [“saluden a papá” fueron las palabras en clave], disparó al Che en la escuelita de La Higuera.
–Como les digo, somos dos, tres Marios Teranes.
–¿Y usted no es él?
–No soy yo...
–Le enseño, señor Mario, una foto...
–Sí, soy yo...
–¿Y ahora, pasado todo este tiempo, qué piensa hoy del Che?
–Para mí, y para la mayor parte, ha sido un invasor... Tenía otras ideas que con su guerrilla quería inculcar en otra gente, en la gente boliviana... Y no como lo idolatran ahora. ¡Tanta gente ha caído!
–¿Ha visto alguna película de las que hay sobre el Che, ha leído algún libro o asistido a alguna obra de teatro sobre el personaje, sobre el mito?
–No, nunca, no... Nunca me ha interesado seguir cuanto se decía del Che. Yo tenía ideas diferentes... Nunca he sido un seguidor.
–Entonces, ¿insiste usted en que había dos o tres Mario Terán en el Ejército boliviano?
–Sí, así, mismos nombres pero con diferentes apellidos maternos... Aunque Mario Terán Salazar sólo hay uno. Yo...
Con un “ojalá les vaya bien” y un apretón de manos, Mario se levanta y da por concluido el encuentro.





LAS NUEVAS REVELACIONES DETRÁS DE LA MUERTE DEL CHE GUEVARA

Por primera vez, Mario Terán Salazar, el hombre que habría matado al Che, rompió su silencio y habló con el diario español El Mundo. Luego de 47 años, el ex suboficial sigue negando su autoría en el hecho. Sin embargo, uno de sus superiores de ese entonces asegura que Terán fue el hombre que disparó contra el líder guerrillero.

La Tercera de Chile (www.latercera.com)
                                   
"Póngase sereno, usted va a matar a un hombre”, le habría dicho el Che Guevara al suboficial del Ejército boliviano Mario Terán minutos antes de ser asesinado. Entonces, el militar cerró los ojos y disparó en las piernas de Guevara, quien se desplomó. El hombre disparó de nuevo hasta alcanzar el brazo, el hombro y el corazón del líder revolucionario, que murió a sus pies.
Así lo cuenta el diario español El Mundo a partir del relato que el asesino del Che entregó por escrito a sus superiores. De acuerdo con ese medio, que ayer publicó un reportaje de investigación sobre la muerte de Guevara, Mario Terán Salazar fue el hombre que ese 9 de octubre de 1967 disparó contra el guerrillero argentino en la localidad de La Higuera, en el sudoeste de Bolivia. Han pasado más de 47 años desde aquel día y a sus 72 años el ex suboficial aún niega su autoría en el asesinato del Che.
Sin embargo, uno de los superiores de Terán, el ex general boliviano Gary Prado, afirmó al mismo medio que Terán Salazar fue quien respondió a la orden que llegó desde La Paz en nombre del Presidente René Barrientos: “Saluden a papá” fue la señal en clave que Terán escuchó y ejecutó.
De acuerdo con El Mundo, se ha gestado un mito en torno a la muerte del guerrillero argentino para causar confusión o camuflaje. El mismo Terán Salazar dice en la entrevista que en el Ejército boliviano habían “dos o tres Marios Teranes, pero con diferentes apellidos maternos”.
Sin embargo, hubo una prueba que el mismo Terán Salazar no pudo negar. Cuando los periodistas le enseñaron a Terán Salazar la foto que la periodista francesa Michele Match le tomó al supuesto verdugo del Che en Cochabamba, Terán dijo “Sí, soy yo (...) Allí me la tomaron en la puerta de la escuela... Había varios que insistían en quererme fotografiar y hablar conmigo. Y justo salí a la calle. Y bueno, ya. Me posé y es la única foto”.
Asimismo, el capitán Gary Prado confirmó la identidad de Mario Terán en la foto y dijo que él es el hombre que mató al Che. “No se le puede culpar de lo ocurrido. Las circunstancias llevaron a eso no más. Cuando le sacaron esa foto le hice una recomendación: no te metas en este baile. ¿Por qué le aconsejé que se quedara callado? Para que no hubiera venganza contra él. Y me hizo caso”, aseguró Prado, quien a sus 28 años apresó al Che tras un sangriento combate ocurrido a unos siete kilómetros de la localidad de La Higuera.
Cuando el Che Guevara llegó a Bolivia en noviembre de 1966, lo hizo de forma clandestina bajo la identidad de un economista uruguayo. En Bolivia el Che buscaba seguir impulsando los movimientos revolucionarios fuera de las fronteras cubanas, luego de que su proyecto fracasara en Congo.
Su misión en el suelo boliviano era iniciar la revolución desde el corazón de América del Sur con la esperanza de propagarla por el resto de la región. Con el apoyo de ciudadanos cubanos, bolivianos, peruanos y argentinos, el guerrillero formó el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN), que lo acompañó en su última batalla el 8 de octubre de 1967, día en que fue capturado por el capitán Prado junto a otros guerrilleros bolivianos, como Simeón Cuba “Willy”.
“Lo entregué vivo y luego lo mataron” explica Prado, quien sabe de primera fuente que fue su soldado Mario Terán Salazar el que ejecutó la orden. “Tengo la versión correcta de la ejecución que me contaron los participantes”. Según Prado, cuando el coronel Joaquín Zenteno recibió la orden por radio “señaló con el dedo a dos: usted, a “Willy”; y usted, indicó con el dedo a Mario Terán, al Che”.





UN TELEFÉRICO EN EL TECHO DE AMÉRICA

Portafolio de Colombia (www.portafolio.co)
                                 
Los habitantes de La Paz presumen desde este año de contar con la red de transporte público más alta del mundo, un teleférico urbano cuyas cabinas se deslizan silenciosas sobre esta ciudad imposible que literalmente ‘cuelga’ de las laderas de Los Andes, a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Desde que se inauguró en mayo pasado la primera de sus tres líneas, seguida por la segunda en octubre, el teleférico ha transportado a millones de viajeros. Solo en los primeros dos días de funcionamiento, subieron a él 57.000 personas.
Y aunque inicialmente fue ideado para mejorar el caótico transporte paceño, aún son muchas las familias que lo ven como una atracción turística de la que disfrutar en su propia ciudad.
“La gente sale como si hubiera subido en un platillo volante. Muchas son personas que jamás ha cogido un avión o el metro”, explica el ingeniero español Javier Tellería, presidente en Bolivia de la empresa austríaca Doppelmayr, responsable de la construcción del teleférico.
Al máximo responsable de las obras, en las que han trabajado 1.000 personas, le sorprende que los pasajeros bajen “muy tranquilos, sin vértigo”, a pesar de que las estaciones se encuentran a una altura mayor de lo habitual, ya que aquí están rodeadas de edificios.
Pero es que para los paceños, acostumbrados a los inhóspitos 4.000 metros de su ciudad, la altura no es problema.
DE CIENCIA FICCIÓN
Las torres metálicas de esta faraónica infraestructura se erigen casi como una escena de ciencia ficción entre las miles de humildes casitas que cuelgan de las laderas de La Paz, y las cabinas de colores verde, rojo y amarillo, como la bandera de Bolivia, dan un toque futurista a la que hace pocos años aún era una de las capitales más pobres de Latinoamérica.
Ahora, La Paz luce su teleférico como si fueran sus mejores galas, esas que le dan una pátina de modernidad.
Los expertos en urbanismo creen que el teleférico puede cambiar no sólo el paisaje urbano sino el propio funcionamiento de la ciudad, algo que ya ha ocurrido en otras urbes latinoamericanas, como en el caso de la colombiana Medellín.
Cuando esté completo, el sistema de transporte abarcará una red de diez kilómetros, con tres líneas, once estaciones y 77 torres, con una inversión total de 235 millones de dólares. Cada una de las líneas admitirá hasta 3.000 pasajeros por hora y sentido gracias a 443 cabinas con capacidad para diez personas.
Pero el teleférico no solo es patrimonio de los paceños, ya que en realidad une las vecinas ciudades de La Paz y El Alto. Entre ellas se desplazan a diario unas 440.000 personas y hasta ahora estas urbes solo estaban unidas por la única autopista del país, un punto tradicional de bloqueos y protestas ciudadanas.
INEVITABLES POLÉMICAS
Y como ocurre con las iniciativas de este calibre, no todos están contentos. Esta vez son los chóferes del transporte quienes se sienten perjudicados por el teleférico, porque afirman que les quitará trabajo e ingresos.
Su cuestionada solución ha sido exigir al Gobierno boliviano que les ceda la mitad de las acciones del teleférico entre La Paz y El Alto en compensación por la futura ampliación de las líneas de este medio de transporte por cable, algo que las autoridades han rechazado tajantemente.





LA FOTOGRAFÍA DE “EVITO” QUE HIZO HISTORIA

Clarín de Argentina (www.clarin.com)
                                    
La foto que aquí se publica tiene un enorme valor histórico y en buena parte es una suerte de patrimonio salteño. O más bien de los ex alumnos de la pequeña escuela rural Julio Argentino Cornejo, donde el presidente Evo Morales, tres veces elegido presidente de Bolivia, aprendió en los ’60 a escribir, leer y entender castellano.
El jueves último, una copia enmarcada de esa foto le fue entregada al mandatario por sus ex compañeros de la Cornejo, ubicada en la localidad de Campo Santo, 55 kilómetros al norte.
Hasta ahora la imagen era poco conocida. El pasado del primer presidente indígena de Bolivia fue contándose poco a poco al irrumpir en la escena política de su país como militante de los cocaleros del Chapare.
Pero pocas imágenes de Evo niño se presevan. El jueves, por invitación del gobernador Juan Manuel Urtubey, Morales hizo una visita a su escuela, en una larga jornada donde además de apadrinar el establecimiento –en realidad uno más moderno y corrido en un kilómetro del original- recibió un “Honoris Causa” de la Universidad Nacional de Quilmes, y con integrantes de la comunidad boliviana de Salta –son unos 70 mil- jugó un partido de futbol amistoso contra el “equipo” de Urtubey. Los bolivianos le ganaron a los salteños por 8 a 1, pero en realidad ninguno era profesional.
Acompañado por Urtubey, Morales fue recibido en la Cornejo por quien fue su maestra, Elba del Valle Kutny, de 74 años. La señora lo recordó ante Clarín como “calladito” y “muy buenito”. Lo recuerda siempre sentado en los bancos de la última fila de su plurigrado en Campo Santo. Por su parte, Francisco Javier Casquet, parte del grupo de sus ex compañeros, compartió está foto con Clarín, y fue quien le dio parte de los regalos y recuerdos que Morales se llevó consigo a Bolivia. El mandatario trajo para los alumnos actuales del establecimiento pelotas de futbol y mochilas.
Para entender esa fotografía en blanco y negro en la que se ve claramente a Evo detrás de las cabezas de la primera fila, hay que remontarse a lo que el mismo dijo este jueves.
“En 1966 por primera vez mi padre Dionisio Morales Choque decidió venir a la zafra” (azucarera). Tenía él unos 6 o 7 años. Recordó que llegó en tren hasta Villazón, Bolivia, para cruzar la frontera a Salta y Jujuy.
“Nos hospedamos en Calilegua. No había para comer”, dijo, y reconoció que “era una obligación del Estado argentino que los hijos de zafreros fueran a la escuela”.  
De esa manera, comenzó la alfabetización de Morales en la Argentina. “Yo no entendía castellano. Era aymara cerrado. Y la profesora me agarraba de mi cabello”, recordó. “Evito”, le decía. “Me estaba acariciando”, concluyó el mandatario, entre una catarata de anécdotas.





BOLIVIA ES EL PRINCIPAL COMPRADOR DE LAS BARRAS DE ACERO PERUANAS PARA LA CONSTRUCCIÓN

El país altiplánico adquirió casi el 75% de la totalidad de exportaciones de esta partida del subsector sidero-metalúrgico. 

Periodismo en Línea de Perú (www.periodismoenlinea.org)
                                                         
La Asociación de Exportadores (ADEX) refirió que las exportaciones  nacionales de barras de acero con muescas (barras de construcción) sumaron entre enero y septiembre del año en curso US$ 63.8 millones, lo que representó una aceleración en sus ventas de 52.1% con respecto a similar periodo del 2013.
Dicha partida consignada como “barra de hierro o acero sin alear con muescas, cordones, surcos o relieves” y cuya clasificación arancelaria es 7214.20.00.00., se usan gracias a sus características mecánicas y de soldabilidad principalmente para estructuras metálicas de construcción así como para herrería y cerrajería.
Adicionalmente, esta partida que pertenece al subsector sidero-metalúrgico, está compuesto de acero de alta ductilidad y se producen en hornos eléctricos, teniendo a la vez distintas secciones y calibres.
Principales destinos
Con una participación de 74% sobre el total de envíos, Bolivia se convirtió en el principal destino de las barras de acero para la construcción entre enero y septiembre, tras cerrar el tramo en mención con una facturación de US$ 47.2 millones (generó un aumento en sus demandas de +12.7%).
Al respecto, la gerencia de Manufacturas de Adex precisó el que dicho superávit se originó debido al incremento de proyectos de inversión pública así como de inversionistas privados para cubrir el déficit de viviendas existentes  dentro del territorio boliviano.
Estados Unidos ocupó el segundo lugar del ranking de importadores con compras por US$ 16.5 millones, consolidando de esta manera el 25.9% del global de despachos.
Otros países que demandaron barras de acero de construcción desde territorio patrio – según el Sistema de Inteligencia Comercial ADEX Data Trade -  fueron Colombia  (país que en los años 20012 y 2013 no realizó adquisiciones con relación al producto) y Guyana.
Firmas exportadoras
Entre las empresas peruanas que exportaron barras de acero para la construcción  entre enero y septiembre destacó principalmente Corporación Aceros Arequipa S.A.; seguido de Yura S.A. y GYM S.A.





PERÚ MEJOR QUE BOLIVIA EN CUANTO A PRODUCCIÓN DE QUINUA SE TRATA

Los Ande de Perú (www.losandes.com.pe)
                                                            
Según datos oficiales recogidos por la prestigiosa agencia de noticias EFE, en el presente año el Perú superó a Bolivia en la producción de quinua con 95 mil toneladas producidas frente a las 84 mil toneladas del hermano país.
Además, el esfuerzo de los exportadores peruanos hizo que el Perú se coloque como el mayor exportador de este grando con 25 mil 230 toneladas frente a las 23 mi 461 toneladas exportadas por Bolivia.
Hace 10 años nuestro país participaba con un 6 % de la producción mundial de quinua, mientras que el país altiplánico participaba con un 90%; sin embargo, en la actualidad se ha observado que algunos productores bolivianos llevan quinua peruana de contrabando por su menor precio.
“Estamos viendo que Perú es más competitivo, puede vender a menor precio, porque tiene mejor rendimiento y usa más químicos”, dijo el experto boliviano en granos andinos, Pablo Laguna.
Analistas económicos afirman que uno de los factores para el incremento de la producción en nuestro territorio fue la irrupción de la quinua cultivada en terrenos más bajos, como la producida en valles arequipeños y ayacuchanos.
Esta situación está punto de generar una guerra comercial por la quinua. Se han reportado acusaciones mutuas de ingreso de quinua de mala calidad para ser mezclada con quinua orgánica para aumentar volúmenes de exportación.
La semana pasada en Bolivia, medio millar de productores exigieron el cierre total de la frontera al grano peruano, al tiempo que algunos productores se esmeran en lanzar productos derivados de la quinua como leche y cerveza, esto como una respuesta al volumen peruano.





BOLIVIA PREVÉ CAÍDA MODERADA DE INGRESOS POR PETRÓLEO Y MINERALES

Xinhua de China (www.spanish.china.org.cn/economic)
                                                                                          
La caída del precio del petróleo y de los minerales, pese a ser los principales productos de exportación de Bolivia, no tendrá efectos "catastróficos sino moderados" para su economía, y no afectará a la tendencia de su crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), según el gobierno y expertos economistas.
Pero las fórmulas que fijan los precios en contratos de compra y venta de gas a Brasil y Argentina están compuestas de derivados del petróleo que están a la baja.
En consecuencia, si la caída reduce el monto de las facturas por el gas eso no quedará registrado este año, sino el próximo, como han asegurado a Xinhua los expertos Alberto Bonadona y Alvaro Ríos.
Aunque la respuesta del gobierno, en concordancia con las previsiones macroeconómicas del FMI, ha consistido en negar un posible impacto inmediato, pero sí manifestaron que puede mermar "discretamente" el próximo año en un promedio de 200 millones de dólares si se mantiene ese descenso.
Tanto el ministro de Economía, Luis Arce, como el presidente del Banco Central de Bolivia, Marcelo Zabalaga, han expresado que la incidencia del descenso del precio petrolero, al menos para este año, será "nula y no desastrosa", debido a la fortaleza de los fundamentos de la política económica que implementan desde cerca de una década en el país andino amazónico.
Además ratificaron la proyección de crecimiento para 2015 de 5,9 por ciento.
Para Bolivia, a decir del ministro, no es ajeno ni es novedad que los precios de las materias primas estén cayendo, porque "desde hace cuatros años los precios fluctúan de subidas y bajadas y no ha afectado nuestro crecimiento promedio por encima del 5 por ciento".
El analista Bonadona dijo que tiene la impresión de que la caída del petróleo no va a ser "catastrófica", pues cree que el barril del crudo se mantendrá en poco más de 70 dólares, pero esto no va a ser eterno. "Pero los grandes precios no se verán más", agregó.
Manifestó que Brasil es un gran consumidor de gas de Bolivia, y lo que compra es vital para la economía nacional, aunque en el contexto brasileño es una cosa "pequeñita".
"Va a continuar Brasil y creo que más allá de 2019 va a bajar el precio del gas que les vendamos, manteniendo la misma fórmula, y también va a bajar con Argentina, por tanto disminuirán los ingresos por venta de este energético para el país", aseveró.
A su vez, Ríos manifestó que el próximo año el país se verá mermado en alguna medida en sus ingresos por la venta del gas natural a Brasil y Argentina, que está en un promedio anual de 7.000 millones de dólares.
"Se van a ver reducidos los ingresos por regalías en todas las regiones, las universidades, YPFB y el país en su conjunto, por la baja del precio del petróleo que se replicarán en el gas por estar indexada a ese costo, pero repito esto, no será calamitoso", agregó.
ECONOMÍA SIN PRECIOS INTERNACIONALES
La economía de Bolivia en el periodo del Gobierno de Evo Morales (2006-2014) no ha sido manejada por la fluctuación de los precios internacionales de los recursos naturales como del petróleo y los minerales, porque ha sabido fortalecer su crecimiento del PIB con creciente demanda interna y los presupuestos récord de inversión pública.
Estas son las conclusiones ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, y el economista, Luis Ballivián, quienes manifestaron por separado, que la política de estabilidad y crecimiento ponen a Bolivia entre las primeras economías de la región, porque ha sabido enfrentar en la última década momentos complicados de crisis internacional y baja de precios de las materias primas.
El ministro Arce afirmó que el gobierno nacional ha manejado "adecuadamente" periodos en que los precios estuvieron buenos, pero también cuando los precios cayeron.
"El año pasado, con semejantes descensos de precio hemos crecido al 6,8 por ciento. Este año, vamos a crecer por lo menos al 5,9 por ciento, mientras las economías de otros países que sufren los mismos efectos que el país enfrenta con las materias primas, tienen descensos mucho más bruscos en sus economías, porque son dependientes de los precios internacionales", aseveró.
El economista Ballivián recomendó continuar en la dinámica de incrementar la inversión pública productiva en el Presupuesto General del Estado, para dinamizar la economía nacional en un contexto donde hay crisis internacional, en un contexto de tercer año consecutivo de caída de precios de los minerales y del petróleo.
FLUCTUACIONES DE PRECIOS
El gobierno del presidente Evo Morales fundamenta el buen crecimiento boliviano basado en las estadísticas registradas durante los últimos años en que el precio internacional del petróleo y la minería no afectaron en los ingresos de Bolivia ni en su crecimiento económico, que lo ubica entre las primeras economías de la región.
"Y la verdad, Bolivia ha estado enfrentando varias etapas de crisis de precios internacionales, no es novedad", afirmó el ministro de Economía, Luis Arce.
El ministro detalló que el precio de barril de petróleo a nivel internacional fluctuó entre subidas y bajadas, en la que registra un descenso de 102 dólares a 72 dólares.
Recordó que en el año 2008-2009 se registró la más drástica caída de precios de 145 dólares a 30 dólares el barril de petróleo. "Estamos hablando de 115 dólares de caída por barril del petróleo. Ese año el 2009, el crecimiento de Bolivia fue uno de los mejores de la región".
A principios de 2011, el barril de petróleo llegó a 113 dólares, y se desplomó a 75 dólares.
Manifestó que por si fuera poco el 2012 también hubo una fluctuación de 109 dólares a 77 dólares, pero Bolivia mantuvo crecimiento en promedio de 5 por ciento.
Sobre la caída de los minerales, el ministro manifestó que la caída ha sido aún mayor, pues dijo que el oro llegó a su máxima expresión en 2011, cuando se desplomó de 1.800 dólares la onza a 1.100, y la plata de 48 a 15.
"Todos los años hay una tendencia a caer. La caída de precios, estamos hablando de tres años atrás. Tres años recurrentes que estamos enfrentando caída de precios, cuando los años 2011, 2012, 2013, este año (2014) no ha sido la excepción, y el próximo año quién sabe si vamos a estar con el mismo problema", aseveró.
Ratificó que el gobierno continuará fomentando la dinámica de la economía interna con incrementos de hasta 6.000 millones de dólares para 2015.





URUGUAY Y BOLIVIA FIRMARÁN MEMORÁNDUM DE ENTENDIMIENTO

El Espectador de Uruguay (www.espectador.com)
                                
Uruguay y Bolivia firmarán en diciembre un memorándum de entendimiento para la identificación de condiciones de participación del país andino en el futuro puerto de aguas profundas.
El acuerdo se suma al que el Gobierno firmó con la misma intención con Paraguay.  
Así fue anunciado por parte de la Cancillería boliviana, en el marco de una reunión de  subsecretarios de los  tres países en el Consejo Energético de la UNASUR.
Allí se definió que los tres países aunarán esfuerzos en los foros regionales e internacionales en mateira energética, y se reafirmó la vigencia del Urupabol como instrumento de integración y desarrollo económico, político, social y cultural.
Paraguay y Bolivia reconocieron la importancia de las facilidades que Uruguay les da para sacar sus productos a través de los puertos de Montevideo y Nueva Palmira, y es en ese marco que anunció para el mes entrante la firma del memorándum para la participación boliviana en el PAP.
La integración tripartita dará un nuevo paso en breve con el inicio de la conexión Montevideo-Asunción-Santa Cruz a través de la nueva compañía boliviana Amaszonas, a la que sumará Alas U cuando empiece a operar.  Los tres países además acordaron la necesidad de una reunión para velar por el cumplimiento de las condiciones de la Hidrovía, de forma de garantizar la libre navegabilidad, ante los problemas planteados recientemente por Argentina.





AFIRMAN QUE IDENTIFICARON AL ASESINO DEL CHE

El Día de Argentina (www.eldia.com.ar)
                                                
El sargento Mario Terán Salazar fue quien mató al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1967, en La Higuera, en el sudoeste de Bolivia, según afirmó quien era entonces su superior jerárquico, el hoy general (R) Gary Prado, según una nota publicada ayer por el diario madrileño El Mundo tras haber entrevistado a ambos. Terán Salazar, actualmente suboficial mayor retirado de 72 años, reconoció que es él quien aparece en la fotografía tomada en diciembre de 1967 por la reportera gráfica francesa Michelle Ray y que se supone desde entonces que muestra a quien mató a Guevara. “Sí, soy yo”, dijo a los enviados de El Mundo a Santa Cruz de la Sierra, pero no admitió ser quien disparó contra el líder rebelde. En cambio, quien lo señaló como tal fue el general Prado, quien entonces era capitán y fue quien capturó a Guevara. Según el informe publicado por El Mundo, uno de sus enviados a Bolivia le mostró la mencionada foto y le preguntó a Prado: “¿Está seguro de que éste es Mario Terán, el hombre que mató al Che?”, y el oficial respondió: “Sí. Y no se lo puede culpar de lo ocurrido. Las circunstancias lo llevaron a eso, no más”.
“LE RECOMENDÉ QUE SE CALLARA”
“Cuando le sacaron esa foto le hice una recomendación: ‘No te metas en ese baile”, continuó Prado, y agregó: “¿Por qué le aconsejé que se quedara callado? Para que no hubiera venganza contra él. Y me hizo caso”. “Tengo la versión correcta de la ejecución que contaron los propios participantes”, aseguró Prado, que en 1967 tenía 28 años y desde mayo de 2010 cumple prisión domiciliaria, acusado de terrorismo y alzamiento armado por su participación en un supuesto intento de asesinar al presidente Evo Morales por parte de un grupo paramilitar en abril de 2009.





LA PRESENCIA DE RUSIA EN SUDAMÉRICA

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info)
                                    
En lo que podría verse como un cambio de paradigma global, advertimos como "novedosa" la creciente presencia rusa en los países sudamericanos. Pareciera que atrás quedó la decisión de circunscribir sus relaciones en América a la isla de los hermanos Castro, Cuba.
Rusia, como miembro fundador y activo del grupo de países emergentes BRICS (en el que están Brasil, India, la República Popular China y Sudáfrica), potenció su papel en el resto de los países de la región a través de una asistencia financiera y asistencia tecnológica en variados campos. Esto es especialmente palpable en el área de energía nuclear, ayudando a su despegue en la región como lo demuestra recientemente nuestro vecino, el Estado Plurinacional de Bolivia.
No es casualidad
La política encarada por el presidente ruso Vladimir Putin en los países de América del Sur no es producto de una improvisación, sino todo lo contrario.
Es un paso más en la secular y permanente lucha por la expansión en el mundo y el dominio de posiciones geopolíticas estratégicas entre la "gran masa terrestre" (heartland), con corazón en Rusia, en oposición a las pretensiones de la "masa insular" (heartsea) del Imperio Británico -Commonwelth- en acuerdo a la teoría que a principios del siglo pasado planteó el geopolítico y geógrafo inglés Halford J. Mackinder.
En lo que hace a nuestro país, la presencia de Rusia en suelo argentino no es nueva. Su historia se remonta a varios siglos atrás. Es de destacar, por ejemplo, que en el mismo acto en que nacíamos como "independientes" del Reino de España, el 9 de julio de 1816, Rusia estuvo presente en Tucumán a través de su representante: Jean Adam Graaner, quien realizó un informe de lo acontecido al Zar Alejandro I y al Rey de Suecia. Dicho informe se conoció bajo el título "Las provincias del Río de la Plata en 1816 (Ed. El Ateneo, Bs. As., págs. 60).
Más allá del tiempo transcurrido desde entonces, la lucha por el posicionamiento geográfico en Sudamérica continua cruentamente entre los bloques o Estados que se disputa el poder en el mundo.
Observamos que sin disimulo las acciones parten desde el mismo "techo del mundo", el continente Antártico, donde Rusia hizo pie en el lago y base Vostok, enfrentando a un Imperio Británico anclado en la "Queen Elizabeth Land" (Antártida Argentina), la circunscripción insular adyacente, y plataforma marina hasta el continente. Las ubicaciones opuestas de ambos lugares parecen un reflejo de las posiciones que sostienen quienes conducen ambos países.
A este avance de Rusia se suma la República Popular China como un nuevo actor, quien parece perfilarse como el país que inclinará la balanza, ya sea en favor del "heartland" o del "heartsea".
Cualquiera sea el resultado, lo apetecible es la geografía, no los habitantes.
Mientras inexorablemente las potencias elucubran los pasos firmes que realizarán, la ciudadanía argentina en una pasmosa desconexión de la realidad mundial, se sumerge en la dialéctica de un Sergio Massa, Daniel Scioli o Mauricio Macri que son los caminos al cementerio por la autopista, la colectora o el enripiado.





COMBUSTIBLE DE CONTRABANDO GENERA INGRESOS DE S/. 3,600

La República de Perú (www.larepublica.pe)
                                                                                       
Los vendedores de combustible de contrabando quedaron en evidencia. Según un trabajo de investigación de la Oficina Regional de Inteligencia (ORI) y de la Policía Fiscal de Puno, estos obtienen ingresos de entre 2 mil 400 y 3 mil 600 soles mensuales. Ello desmiente la versión de los propios comerciantes que presentan la venta como una actividad de subsistencia para contar con la aprobación y respaldo de la población.
El expendio se realiza en los alrededores del terminal terrestre de Puno, donde los negociantes usan a sus menores hijos como “gancho” con los compradores. Al final de la jornada diaria, los ingresos oscilan entre los 80 y 120 soles.
La investigación policial se desarrolló entre setiembre y octubre pasados, con la finalidad de desmitificar la realidad de los vendedores, que obtienen ayuda de la población durante cualquier intervención policial.
 Según el informe, el margen positivo obtenido por los comerciantes radica en dos aspectos. El primero se debe a que la venta de cada galón genera una ganancia fija que fluctúa entre los 1.50 y 2.00 soles. Este excedente está asegurado por la alta demanda de su producto que registra un precio menor en relación al precio del combustible nacional.
En los grifos formales el costo por galón de la gasolina de 84 octanos bordea los 14.20 soles. Pero la gasolina de contrabando (de origen boliviano) bordea los 12.80 céntimos. Sus mayores compradores son los transportistas de servicio urbano.
 Un segundo aspecto que explica la rentabilidad es el hecho de que los comerciantes importan el producto a bajo precio porque en Bolivia los combustibles son subvencionados.
“Esta situación ha repercutido en las ventas que hacen los grifos formales de la ciudad. No es posible precisar el monto del perjuicio, pero cada vez los comerciantes de combustible boliviano tiene más clientes por el bajo costo con el que operan”, precisa el informe.
 La investigación revela además que sólo en la ciudad de Puno, existen alrededor de 100 personas en diversos puntos dedicados a la venta de combustible en la vía pública. Empero la mayoría son parientes. Gracias a sus movimientos se pudo establecer las rutas del comercio (Ver infografía).
INCREMENTO ILEGAL
La investigación permitió establecer además que en lo que va del presente año, el ingreso de combustible de contrabando se incrementó en 50% en relación al mismo periodo de 2013.
El año pasado ingresaban al mes un promedio de 30 mil galones de combustible, entre gasolina y petróleo, procedentes de Bolivia. En 2014 la cifra se duplicó. Se estima que por  Desaguadero, Tilali y Cojata ingresan un promedio de 60 mil galones mensuales.
Para cruzar las zonas limítrofes, los contrabandistas usan la modalidad del hormigueo. Ésta consiste en cruzar repetidamente la frontera durante todo el día, cargando como mínimo dos galones en cada traslado. El incremento se ha visto reflejado en el número de puntos de expendio. Richard Chinchihualpa Gonzáles, jefe regional de Osinergmin Puno, dijo que para afrontar el tema se requiere tomar acciones multisectoriales.
Para el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) Puno, el tema requiere ser afrontando de manera multisectorial. Por su lado, para el general Alberto Villalobos Fernández, el problema no solo requiere de acciones de represión, sino que los transportistas deben evitar el consumo del combustible. Sin embargo, advirtió que los comerciantes no están dispuestos a dejar lo que les genera ganancia fáciles.
En tanto, para el sociólogo Carlos Flores, si las instituciones del Estado quisieran en verdad combatir el tráfico de combustible, lo pueden hacer. “El problema es que no hay voluntad de ponerle un alto”, dijo el especialista. 





LA LUCHA POR EL ESTADO EN AMÉRICA LATINA

Infolatam de Argentina (www.infolatam.com)

La reciente actualidad informativa latinoamericana se sintetiza en algunos titulares, comenzando por las manifestaciones en México tras el asesinato de los 43 normalistas o los avatares de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC. Todo esto sin desconocer el escándalo de Petrobras en Brasil, la puerta abierta a la reforma constitucional en Ecuador o las propuestas para introducirla en Uruguay. Finalmente, las denuncias del gobierno argentino contra jueces “golpistas”.
Es difícil encontrar un denominador común para juzgar cuestiones tan dispares, aunque en el fondo subyace la peculiar función del estado en los sistemas políticos regionales. Por lo general se trata de un Estado deificado, siempre con mayúscula y omnipresente. En todos los casos aludidos subyace el control del estado y su utilización. Esto se observa en Petrobras y en las investigaciones de la justicia contra una empresa hotelera de la presidente argentina Cristina Fernández.
De las cleptocracias de mediados del siglo XX, encarnadas por el clan Somoza en Nicaragua o la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, se ha pasado al capitalismo de amigos. Tradicionalmente buena parte de los empresarios y grandes propietarios regionales han intentado manipular al aparato del estado y a muchos de sus gobernantes en su beneficio. El proteccionismo actualmente dominante carece de color político y el “compre nacional” no beneficia a los sectores populares, sólo engorda a los más ricos.
En buena medida esto ocurrió y sigue ocurriendo por la debilidad institucional y el deficiente equilibrio de poderes. El excesivo peso del presidencialismo debilita la función de control y contrapeso de los parlamentos y del poder judicial, frecuentemente meras comparsas en manos de los mandatarios. Las “leyes habilitantes” en Venezuela, que otorgan al ejecutivo plena capacidad legislativa durante un plazo prolongado, es un claro ejemplo, aunque no el único.
La corrupción es otro elemento importante, como muestra el caso de Petrobras. No se trata únicamente de beneficiar a ciertas empresas “nacionales” y amigas, sino también, en el mismo esquema, de generar recursos para financiar a los partidos políticos y sus campañas electorales. En Brasil el gobernante PT está siendo muy afectado, aunque no es la única organización política implicada en el escándalo.
En Argentina, tras la apertura de investigaciones judiciales contra los Kirchner, el gobierno ha salido en tromba ante lo que considera una agresión judicial. Jorge Capitanich, Jefe de Gabinete, habló de “hostigamiento judicial” y “golpismo activo del Poder Judicial”. El líder piquetero Luís D´Elía acusó a la “mafia judicial” de buscar un “golpe destituyente”, y pidió clavar simbólicamente en una pica la cabeza del juez. Aníbal Fernández, connotado senador oficialista, remató: “en ningún país del mundo se allana una empresa que pertenece a la presidenta… Es un gesto… absolutamente falto de decoro”. Es decir, el decoro presidencial por encima de la ley y de la obligación de respetarla.
La llegada de políticos populistas al poder reforzó la tendencia que propicia la simbiosis entre gobiernos y estado. La legitimidad de origen aportada por el triunfo electoral da acceso al “todo vale” y al “todo me es permitido” porque tengo el respaldo popular. De ahí la deriva que conduce de un país a otro a la reelección permanente. El fenómeno comenzó en la Venezuela de Chávez y se extiende al Ecuador de Correa gracias a un fallo de la Corte Constitucional que convierte la reforma de la Constitución en un mero trámite parlamentario dada la mayoría oficialista. Bolivia, voluntad de Evo Morales mediante, puede ser la próxima estación.
Uruguay se ha caracterizado por su alta institucionalidad y respeto a las leyes. La idea se repite en las encuestas, como Latinobarómetro, y en los rankings de dentro y fuera del continente. En este pequeño país rige, como en otros de la región, la doble vuelta en las elecciones presidenciales. A diferencia de muchos, como Argentina, Bolivia o Nicaragua que introducen correctores que suelen dar ventaja a los oficialismos, en Uruguay hay segunda vuelta si ninguno de los candidatos obtiene el 50% de los votos.
Tras su susto reciente, el candidato del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, quiere cambiar el sistema y condicionar el balotaje a determinados resultados. Es el mismo candidato que rehúye debatir públicamente con sus contrincantes para no cometer errores que lo hagan perder la elección. Si se introduce la segunda vuelta para dotar de mayor legitimidad a los gobiernos elegidos por votación popular el camino propuesto no es el más adecuado. Lo más sencillo es la elección por mayoría simple, como en México, donde el candidato más votado, con independencia del número de sufragios obtenido, es elegido presidente.
En México y Colombia parte del conflicto se relaciona con el ejercicio del monopolio de la violencia, disputado por grupos con agendas diferentes a la gubernamental. En Colombia, las FARC quieren constituirse en estado paralelo y en La Habana intentan discutir de tú a tú con los representantes del estado colombiano. En México el narcotráfico se ha erigido como contrapoder en muchos estados y ciudades gracias a la inestimable colaboración/complicidad de autoridades locales y estaduales. Las justas demandas de la población por la aclaración del abominable crimen de Iguala deben apuntar claramente contra el narcotráfico y sus aliados, exigiendo el fin de la impunidad.
En todos los casos encontramos otra tendencia omnipresente en América Latina, la búsqueda de atajos para resolver problemas políticos, económicos y sociales. El amiguismo, el compadreo y la vulneración de la ley (o el intento de rodearla aunque sin caer abiertamente en el delito) suelen acabar, en el medio plazo, con resultados peores a los esperados. Pero para entonces el daño ya está causado y los beneficios para sus impulsores obtenidos. Es evidente que en América Latina hace falta más Estado. Ahora bien, para que éste pueda cumplir eficazmente sus funciones debe estar acompañado de leyes e instituciones y debe dejar de ser una mera herramienta en manos de los presidentes.

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