Thursday, September 05, 2019

EL LAGO TITICACA, UNA VEZ CONSIDERADO DEIDAD ANDINA, ENFRENTA UNA AMENAZA DE CONTAMINACIÓN


Isaac Callizaya (en la foto a continuación), de 39 años, creció con el sonido de las olas en las orillas del lago Titicaca, un cuerpo de agua gigante en la frontera entre Bolivia y Perú que a 3.800 metros (12.500 pies) sobre el nivel del mar es el más alto Lago navegable en el mundo.
La comunidad pesquera de la isla cerca del extremo sur de Titicaca en la que nació ha experimentado grandes cambios a lo largo de los años. Muchos se han alejado de la aldea en la isla de Pariti, mientras que la expansión urbana de las ciudades cercanas ha creado un problema creciente de contaminación, alterando el paisaje del lago y obligando a los que viven a su alrededor a adaptarse.
"Cuando era un niño en la década de los noventa, todas las familias en la isla vivían de la pesca. Hoy solo tres familias están pescando, capturando solo unos 20 peces por día", dice Callizaya. Él mismo ahora tiene una casa en la ciudad cercana de El Alto.
"Antes del año 2000 había alrededor de 50 estudiantes en el nivel primario (en la isla). Este año solo tenemos uno".
Los ecologistas están preocupados por el impacto a largo plazo en el lago, un destino popular para los visitantes de la región, que vienen a ver sus aguas azules y heladas con el fondo de las montañas andinas y las comunidades tradicionales, algunas de las cuales viven en islas artificiales construidas enteramente a partir de Cañas.
El lago alguna vez fue considerado una deidad por la gente precolombina que vivía en sus costas. Además de plantas y animales nativos, como la enorme rana endémica del agua del Titicaca, es compatible con millones de seres humanos que viven cerca, incluso en la ciudad boliviana de El Alto, en rápida expansión, a unos 40 kilómetros (25 millas) al este.
Las comunidades alrededor del lago viven de la pesca, el turismo, la cría de animales y el producto local "chuño": papas que se colocan durante la noche para liofilizarlas.
Su entorno de gran altitud también es de gran interés para los investigadores del cambio climático, ya que los ecosistemas de este tipo son muy sensibles al calentamiento global, lo que lo convierte en un marcador de alerta temprana de los cambios que ocurren más ampliamente en el planeta.
Xavier Lazzaro, especialista en sistemas acuáticos del instituto de investigación francés IRD, dice que la escasez de plantas de tratamiento de agua, la industria local, el turismo y el calentamiento global están afectando al lago, especialmente al "Lago Menor", más pequeño y poco profundo.
Lazzaro, que ha estado siguiendo de cerca los contaminantes en el lago durante muchos años, está utilizando una boya alimentada por energía solar para realizar mediciones en tiempo real de la calidad del agua. Él dice que todavía no hay suficientes datos para ilustrar de manera confiable el tamaño del problema.
Con el tiempo, una acumulación de sedimentos, floraciones tóxicas y cambio climático podría hacer que el Lago Menor se vuelva más superficial y finalmente se seque, dice.
"Este escenario catastrófico no es ciencia ficción. Por supuesto, tomará décadas, siglos para que suceda", dice, mientras conduce a través de las montañas de gran altitud con vista al lago. "Será más rápido si no se toman medidas".
Los gobiernos locales han tomado medidas para tratar de limpiar el lago, aunque es una batalla difícil de ganar directamente.
Oscar Limachi, de 48 años, miembro de la comunidad local de Qewaya que trabaja como guía turístico en el lago, dice que los desechos de El Alto y la falta de comprensión sobre el riesgo de contaminación cambian el hábitat para siempre.
"También es nuestra culpa, la gente tira basura y plástico a todas partes, no entienden que esto es contaminante", dice, y agrega que muchas variedades de plantas en el lago ya habían desaparecido.
"Los peces solían vivir, comer y poner sus huevos entre estas plantas. Ahora no hay plantas, así que no hay peces", dice. "Tememos que algún día el pez desaparezca o migre para siempre". https://widerimage.reuters.com/story/lake-titicaca-once-considered-andean-deity-faces-pollution-threat





LOS INCENDIOS EN BOLIVIA PERSIGUEN A EVO MORALES

Infobae de Argentina (www.infobae.com)
                                                 
Los incendios masivos que afectan a la Amazonía boliviana, y que ya han consumido 2,1 millones de hectáreas en lo que va del año, incomodan al presidente Evo Morales en dos sentidos. Revelan que no es el líder que defiende a la madre tierra —como le gusta presentarse ante la opinión pública internacional— y la emergencia es de tal magnitud que podría afectar incluso sus aspiraciones presidenciales, que se definirán en las elecciones del 20 de octubre.
Morales actuó tarde ante los incendios y luego dijo que las protestas de los activistas medioambientalistas y ciudadanos eran "chistosas". Sin embargo, la presión de la opinión pública y la alarma internacional lo hicieron tomar mayor interés en el suceso y lo llevaron a aceptar la cooperación internacional, que empezó a llegar al país a fines de agosto en forma de helicópteros para controlar el fuego y recursos económicos.
Los enormes incendios han colocado al centro de la campaña electoral algo que había estado ausente hasta ahora: el modelo de desarrollo agropecuario empleado en Bolivia. Debatir ese modelo, que destruye los bosques y, por lo tanto, afecta al equilibrio ecológico, era urgente en el país: no produce necesariamente alimentos —las plantaciones principales son de soya— y, en general, beneficia a un puñado de grandes empresarios, y no a los productores pequeños.
Actualmente, Morales lidera los sondeos con alrededor del 35 por ciento de la intención de voto. Si alcanzara 40 por ciento y más de diez puntos de ventaja sobre el segundo candidato —el expresidente Carlos Mesa, que ronda el 27 por ciento—, ganaría la presidencia en la primera vuelta. Pero el daño político causado por los incendios podría estar ya hecho y no se debe descartar que futuras encuestas reflejen una caída en la intención de voto a Morales.
Si la oposición logra forzar una segunda vuelta, las posibilidades de Morales se reducirían considerablemente y por ello la caída de su popularidad en solo unos puntos pone en riesgo su permanencia en el poder.
La cuarta postulación de Morales no ha estado exenta de controversia: la constitución no permite más de dos mandatos consecutivos y el resultado del referéndum de 2016 fue claro, la mayoría de los bolivianos rechazó que el presidente contendiera por cuarta ocasión. Sin embargo, los magistrados del Tribunal Constitucional le permitieron participar.
Morales llegó a la presidencia en 2006 con una imagen de protector de la pachamama que lo hizo popular en el mundo. Pero en su gobierno ha aprobado una decena de medidas que flexibilizan las normas para ampliar la frontera agrícola y permiten las actividades mineras y petroleras en zonas protegidas y parques nacionales.
En julio, Morales autorizó la ampliación de nuevos desmontes y quemas controladas de tierras para habilitarlas para la agricultura y ganadería. Esos permisos abarcan también al departamento del Beni, en la frontera con Brasil, que en el pasado estaba protegido de actividades agrícolas. Justo después de la firma de ese decreto polémico, empezaron los grandes incendios.
Aunque los incendios en Brasil han cooptado la atención del mundo, los incendios en Bolivia son aún más extensos que los de su vecino, y su efecto es proporcionalmente mucho mayor por el tamaño de su territorio. Las mismas políticas permisivas de ampliación de la frontera agrícola se han acelerado en los últimos años en Brasil, donde también hay una emergencia por los incendios. No hay mayor diferencia entre las posiciones desarrollistas de Jair Bolsonaro, el presidente brasileño de derecha, y las del supuestamente progresista Morales. Ambos alientan el trabajo de las agroempresas, promueven el biodiésel, aceptan las quemas como método de habilitación de tierras y atacan las posiciones de los medioambientalistas.
El mandatario boliviano ha pactado en los últimos años con los empresarios agroindustriales, con los que al inicio de su gobierno había chocado frontalmente, y aceptó aumentar la deforestación, autorizó cultivos transgénicos asociados a la producción de biodiésel y permitió el cambio de uso de suelos en amplias zonas tropicales del país.
Las flexibilizaciones aprobadas por Morales han agravado la deforestación. Con Morales en el poder, la destrucción de bosques ha aumentado: antes de su llegada a la presidencia, la deforestación era de 200.000 hectáreas al año; recientemente, llegó a 350.000 hectáreas.
Un estudio de Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad) estableció que la deforestación per cápita durante 2016 y 2017 en Bolivia fue de 310 metros cuadrados por persona al año, muy alto comparado con el promedio mundial de nueve metros cuadrados por persona. Y la Global Forest Watch, que monitorea la deforestación en el mundo, reveló que Bolivia es el quinto país del planeta con más pérdida de bosques.
Morales no es el único del gobierno con una visión extractivista y desinteresada por el medioambiente. El vicepresidente Álvaro García Linera se ha burlado reiteradamente de los activistas de ese sector, a quienes ha calificado de ser parte de una "izquierda deslactosada". En una ocasión dijo que las áreas protegidas son un "invento de los gringos y las dictaduras". García Linera, quien se presenta como un teórico marxista, declaró que "la principal responsabilidad está en el norte y nos hemos opuesto a ser los guardaparques de las economías del norte". Ante los gigantescos incendios que se extienden por toda la Amazonía, esas palabras deben perseguir al gobierno.
La oposición espera que los electores sigan preocupados por este tema hasta el día de los comicios. Si los incendios persisten, como todo indica que ocurrirá, por un par de semanas más, el perjuicio a la campaña de Morales, aún leve, podría ser crucial. El oficialismo ha contraatacado y ha señalado que Carlos Mesa, durante su breve gobierno entre 2003 y 2005, tampoco controló las quemas y desmontes.
Mesa y Morales han prometido que, en caso de ganar la presidencia, reducirán la habilitación de bosques para la agricultura y la ganadería. Deben comprometerse a hacerlo, no solo con declaraciones, como han hecho antes. Los votantes deben estar atentos a no recibir solo promesas, sino compromisos serios. Para ello, la presión de la comunidad internacional en Bolivia será vital para exigirle al próximo gobierno a cumplir su palabra. Nunca más un gobernante puede decir que estos temas son "chistosos".





¿SON COMPARABLES LAS POLÍTICAS AMBIENTALES DE JAIR BOLSONARO Y EVO MORALES?

Los juicios por ecocidio ante el Tribunal Penal Internacional, ¿son promovidos por los mismos sectores en ambos países?

La Haine de Venezuela (www.lahaine.org)
                                                                                                       
Recientemente, vienen publicándose algunos artículos en medios de comunicación argentinos y bolivianos de tirada nacional, que intentan demostrar que Evo Morales, al igual que Jair Bolsonaro, debería ser juzgado por un delito de lesa humanidad relacionado con el de genocidio: el ecocidio. ¿Son comparables las políticas ambientales, económicas y sociales de ambos gobiernos? Los pueblos originarios, ¿se ven en el mismo modo integrados a las decisiones de gobierno? ¿La persecución política y el asesinato de líderes populares se da por igual en ambos países? Detrás de los desmontes en Brasil y en Bolivia, ¿se esconden los mismos intereses? Los juicios por ecocidio ante el Tribunal Penal Internacional, ¿son promovidos por los mismos sectores en ambos países? ¿Por qué las mujeres originarias vienen teniendo tanto protagonismo en la escena política?
Martin Schapiro y Leticia Martínez vienen realizando una investigación impecable acerca del vaciamiento de las políticas medio ambientales y de las agencias estatales de protección de los derechos de los pueblos originarios en Brasil. Este vaciamiento implica la ruptura de pactos internacionales de protección del medio ambiente y la modificación de leyes nacionales. Una ruptura que intenta justificarse con argumentos nazionalistas de no intervención extranjera, que nos recuerda a los argentinos que el actual gobierno decidió desconocer los Tratados Internacionales de Derechos Humanos en las vísperas de la desaparición de Santiago Maldonado.
La acelerada deforestación del “pulmón del mundo”, y la persecución y asesinato de líderes de las comunidades que habitan la Amazonia, gracias a la injerencia de las corporaciones empresarias rurales ligadas al agronegocio y la minería, ha dado un salto radical e irreversible el 1 de agosto con el inicio del incendio: el día de la Pachamama, el mismo día que desapareció Santiago Maldonado; porque las derechas prestan especial atención a lo simbólico, aunque se expresen en los términos más brutales.
“No hay recursos” para apagar el incendio, dijo Bolsonaro. Cuando se trata de un incendio que él mismo ha provocado reduciendo las multas a la deforestación, desfinanciando la FUNAI, descabezando la secretaría medioambiental y agitando su discurso racista, misógino y de apología al delito. Y de éste modo se negó a aceptar la ayuda internacional durante 15 días. El mismo que aseguró como promesa de campaña que entregaría armas a los terratenientes para exterminar a los pueblos originarios de la Amazonia.
Ante la catástrofe natural que azota la selva amazónica, el primer mandatario en el mundo que hizo la inversión que requiere el salvataje de las posibilidades futuras de vida en el planeta, fue Evo Morales. El mandatario de uno de los países más estigmatizados del mundo, anunció la creación de un Gabinete de Emergencia Ambiental para combatir incendios y alquiló un avión cisterna para apagar el fuego que viene destruyendo la selva amazónica hace más de tres semanas. Un país estigmatizado por un discurso racista, xenofóbico, reaccionario, que lo describe como un país pobre, campesino, indio e ignorante, es el que se prestó inmediatamente a invertir en los recursos necesarios a tal fin. Ni la ONU, ni la OEA, ni ninguno de los gobiernos que hablan de derechos humanos sin personas, tomaron la decisión política de proteger el derecho a la vida. Donald Trump, casi un mes después, anunció que está preparado para colaborar. Emmanuel Macron tiene preocupaciones mayores aún, como la imagen pública de la primera dama.
Recientemente, Evo Morales ha sido severamente cuestionado por el Decreto Supremo 3973 que había promulgado el 9 de julio del corriente año, que autorizaba el desmonte controlado en los bosques de los departamentos de Santa Cruz y Beni, con el objetivo explícito de llevar adelante la expansión controlada de la frontera agropecuaria y agregar valor a la producción intensiva ganadera, a través de la industria frigorífica boliviana. Según dichos del mismo Morales, la necesidad de ampliar la oferta boliviana en el mercado exterior y abastecer la población en crecimiento fueron las razones que motivaron la decisión del Ejecutivo.
Con posterioridad a la promulgación de éste decreto, se produjeron los incendios del bosque seco chiquitano, y el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y un diputado opositor están promoviendo un juicio donde se imputa al presidente de Bolivia por “ecocidio”, con el apoyo de ONG ecologistas, como “Medio Ambiente y la Vida”. Las organizaciones que impulsan el juicio político a Morales son las mismas que en 2016 se movilizaron contra su reelección, y que tienen su sede en los departamentos que concentra la Media Luna boliviana. Ésta estrategia viene desarrollándose a través de Carlos Sánchez Berzain, del 'Interamerican Institute for Democracy'.
La Media Luna boliviana es la región que concentra la mayor parte de la población blanca y de poder económico del país, y el lugar donde han surgido los gobiernos oligárquicos bolivianos. De ahí que la iniciativa tenga ese tufillo que nos recuerda al exitoso impeachment que se impulsó en su momento para destituir a Dilma Rousseauf, y que inició el complejo proceso que llevó a Bolsonaro al poder.
Vale destacar que no fue el único conflicto que Evo mantuvo, por razones supuestamente medioambientales, con los factores de poder económico de Bolivia concentrados en la Media Luna. La ruta que pretendía unir Beni con Cochabamba, y que atravesaría el TIPNIS, se vio obstaculizada por las movilizaciones que se realizaron en La Paz, a pesar de que una parte de los pueblos originarios que residen en el TIPNIS estaban a favor de la construcción de la ruta, y que el camino posibilitaría al gobierno un acceso más equilibrado a los recursos económicos del país.
En todo caso, Bolivia, a diferencia de Brasil, cuenta con una institucionalidad que incorpora la mirada de los pueblos originarios a las decisiones de gobierno, y será a través de esa institucionalidad que deberá darse curso a éste conflicto nacional, mientras los dueños del mundo siguen destruyéndolo en el anonimato. El Estado Plurinacional de Bolivia cuenta con mecanismos de participación política que involucran a los pueblos en una democracia participativa, y seguirá perfeccionándolos. Si la política agropecuaria y ambiental de Evo Morales va en detrimento de los intereses nacionales, es un debate que puede y debe darse, pero no en los términos y con las estrategias de las derechas latinoamericanas.
Por todo esto, quien suscribe, considera que equiparar la iniciativa de los juristas brasileños de presentar una demanda ante la Corte Penal Internacional, a la estrategia de desestabilización de la derecha en Bolivia es inadmisible. Ni la corrupción ni la destrucción del medio ambiente son temas que deben ser soslayados, pero debemos estar atentos a las estrategias de lawfare que se dan las derechas golpistas en América Latina, que siempre van acompañadas del linchamiento mediático.
Ni el ecologismo ni el feminismo son neoliberales por definición; en todo caso, son banderas que el onegeismo, en connivencia con los organismos internacionales, intentan apropiarse para imponer sus propios intereses.
La humanidad les debe a los pueblos originarios la conciencia de que la sustentabilidad económica y social es también sustentabilidad ecológica. Algo que aún no pueden comprender los que siguen aferrados a la idea de que la relación del ser humano con la naturaleza es de sometimiento, y que de eso se tratan la civilización y el trabajo. La magnitud de la crisis civilizatoria a la que asistimos, nos obliga a revisar los paradigmas de pensamiento que venimos sosteniendo acríticamente. Probablemente, la nacionalización de los hidrocarburos, una medida cuestionada por las metodologías clásicas de evaluación de costo-beneficio de los análisis económicos tradicionales, será resignificada a la luz de estos nuevos paradigmas. Vale decir que esos viejos paradigmas no sólo no incluyen los costos medioambientales de algunas políticas, también excluyen de sus mediciones a los bienes y servicios que producen más de la mitad de la población.
Evo Morales siempre supo que el orden y el progreso es un eufemismo que legitima la depredación de la naturaleza y la concentración de la riqueza. Lo sabe desde la cuna, porque es un saber ancestral, puesto en valor por el único Estado Plurinacional en Latinoamérica.
Pero hay algo más: el protagonismo de las mujeres originarias organizadas en la defensa de los recursos naturales y la identidad de los pueblos originarios no se explica sólo por el rol universal de las mujeres en la transmisión de la cultura. Se explica porque el patriarcado moderno, occidental e imperialista, es una de las herramientas fundamentales de expansión del capitalismo. Uno de los elementos ideológicos más fuertes de la matriz falogocéntrica de pensamiento, que caracteriza a la razón instrumental en su fascinación por las dicotomías, es la asociación de las mujeres a la naturaleza, y de los hombres a la cultura. De éste modo, ha legitimado la expropiación de la fuerza de trabajo de las mujeres como parte de un proceso más general de acumulación originaria.
Las mujeres son entonces, como la naturaleza, los recursos que el hombre (blanco, occidental, heterosexual y económicamente poderoso) debe dominar y explotar en función de una misión civilizatoria que nos ha conducido hacia la barbarie, en beneficio de cada vez menos personas, y con la complicidad de quienes siguen sosteniendo éste orden simbólico. Un orden que se sostiene a través de la más flagrante deshonestidad epistemológica, por una parcelita de poder en este mundo del sálvese quien pueda. Por eso el feminismo, la diversidad sexual y el indigenismo son los enemigos que construye el discurso de las derechas latinoamericanas.
Quienes entienden al poder sólo en términos de dominación, y que conducen con violencia porque no pueden conducir con política, jamás aceptarán que la autonomía de los proyectos a los que se sujetan la diversidad de componentes que integran una experiencia nacional y popular en el poder es necesaria. Esa diversidad se traduce en una convergencia, porque la fragmentación no se salda anulando la diferencia en aras de un proyecto monolítico, sino dando lugar a los debates. Esa convergencia hoy, en Bolivia, se expresa en la figura de Evo.
Aprendamos de Bolivia y dejemos los proyectos monolíticos para las derechas, o para las instituciones castrenses, que gustan de la uniformidad. Nosotres seremos responsables de ver cuánto del enemigo hemos incorporado a nuestros discursos y nuestras prácticas políticas. O veremos morir nuestros sueños calcinados.





LOS INCENDIOS FORESTALES DE BOLIVIA Y EL AUMENTO DE LAS EXPORTACIONES DE CARNE

El sector ganadero es responsable del 60% de la deforestación en Bolivia, en la misma región donde las prácticas de tala y quema están causando incendios.

Diálogo Chino (www.dialogochino.net)

“Hace dos días, enviamos el primer envío de carne de res a China. Es un mercado garantizado, por lo que tenemos la obligación de cuidar nuestro ganado, expandir la cría de ganado, no solo la cantidad, sino también la calidad ”, dijo el presidente boliviano Evo Morales el 30 de agosto en Concepción, uno de los municipios afectados por Los incendios que han devastado más de un millón de hectáreas de bosques y pastos en Bolivia.
A lo largo de agosto, se produjeron incendios forestales en el este de Bolivia y cerca de la frontera con Brasil en partes de la región de la sabana tropical de Chiquitania y la región de Pantana, que contiene las marismas más grandes del mundo. Fueron causados ​​principalmente por la práctica de la agricultura de tala y quema para preparar la tierra para plantar. Hubo diez municipios afectados en el departamento de Santa Cruz.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos y voluntarios profesionales, a partir del 1 de septiembre no ha sido posible controlar los incendios, que están siendo reactivados por fuertes vientos y calor. Sin embargo, los puntos calientes han disminuido de 8,000 a 662 en menos de 10 días, según informes del gobierno.
El gobierno ha sido criticado por no solicitar ayuda internacional para abordar el problema desde el principio, y por haber autorizado la expansión de la frontera agrícola para, entre otras prioridades, promover la exportación de carne a China.
Aunque las exportaciones de carne no tienen la culpa, varios investigadores han argumentado que puede haber vínculos entre los incendios y las políticas económicas que autorizan la tala de bosques para la agricultura y la concesión de tierras de propiedad estatal a particulares.
El fuego del agronegocio
“El fuego saltó de un lado a otro. Cuando los bomberos llegaron para apagarlo en un área, escuchamos la noticia de que estaba de regreso en otro lugar. Toda la mano de obra que se pudo reunir no pudo controlarlo ”, dice Rubén Darío Arias, miembro de la plataforma de defensa del Valle de Tucabaca, ubicada en el municipio de Roboré en la Chiquitania.
La Reserva Forestal Municipal de Tucabaca se vio afectada por la deforestación de 55 hectáreas cuando una comunidad de 33 familias campesinas intentaron establecerse dentro de ella, luego de obtener la autorización del INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria), que es responsable de la distribución y titulación del público boliviano. tierras Aunque las actividades agrícolas van en contra del mandato de conservación del área, las familias tenían autorización de la ABT (Autoridad de Bosques y Tierras).
El incendio comenzó a extenderse en Santa Cruz en la segunda semana de agosto. El área afectada está ocupada por pequeños propietarios (28% de las tierras tituladas), propietarios medianos (22%), grandes empresas (35%), comunidades campesinas (7%) y tierras comunales tradicionales (propiedades colectivas indígenas o campesinas), según a los datos del investigador agrario Gonzalo Colque, director de la ONG Fundación Tierra.
Colque destaca el hecho de que las empresas de mediana y gran escala (que controlan el 57% de la tierra titulada en la región) son los principales beneficiarios del proceso de titulación de tierras más dinámico.
Colque agrega que el 7% de las comunidades campesinas no es una parte significativa. Sin embargo, esta cifra no incluye nuevas comunidades campesinas que no tienen títulos pero que ya han obtenido autorizaciones para establecerse en tierras estatales, lo que les permite limpiar hasta 20 hectáreas por familia.
“Han obtenido el derecho de variar las regulaciones con respecto al uso de la tierra, principalmente mediante la limpieza. La gran pregunta es, ¿quiénes son los beneficiarios de esta distribución de la tierra, que se lleva a cabo sin el debido proceso agrario que debería culminar en la titulación de la tierra? ”, Enfatiza Colque.
“Las cifras preliminares (proporcionadas por Land Foundation) muestran que la mayoría de las hectáreas quemadas serían tierras públicas (estatales) y tierras pertenecientes a empresas agrícolas. Básicamente, estaríamos hablando del 70% ”, dijo. La Fundación Land preparó un mapa que describe esta relación.
Los incendios también han afectado a regiones de la Amazonía boliviana, principalmente en el departamento de Beni y en lugares como la Estación Biológica de Beni, un área nacional protegida. Después de cuatro días de esfuerzos, los bomberos, los guardaparques, los biólogos y los voluntarios lograron controlar el incendio. Sin embargo, el riesgo aún no se ha eliminado, con la persistencia de los métodos de tala y quema.
¿Bosque o agroindustria?
No solo sucede en Bolivia. A nivel mundial, existe una correlación entre los principales incendios que destruyen los bosques tropicales y la deforestación debido a la demanda internacional de productos como la soja, el aceite de palma o la carne, afirma el biólogo investigador Vincent Vos.
“Si proponen expandir la frontera agrícola en unos 20 millones de hectáreas, es obvio que tendremos grandes incendios ... Esta expansión significará la muerte de miles de millones de plantas y animales. Esa es la propuesta y eso es con lo que estamos viviendo ”, dice Vos, quien ha vivido en Beni durante 20 años y trabaja en el desarrollo rural amazónico.
No es el único experto en Bolivia que se pregunta si algunas políticas económicas se están convirtiendo en incentivos perjudiciales que facilitan la deforestación.
Los incentivos para la producción de bioetanol lanzados por el gobierno de Evo Morales, que permitieron el mercado interno para la producción de biocombustibles (etanol y biodiesel), son un intento de evitar que Bolivia importe combustibles. Pero también causan preocupación entre los expertos ambientales que temen que aumente la deforestación.
"El desarrollo agrícola ya no se ve como un proceso orientado hacia la producción de alimentos para el mercado interno y para el mundo, como decía la propaganda inicial, sino más bien para aumentar los cultivos que, como la caña de azúcar y la soja, son materias primas para la producción de biocombustible ”, dice Enrique Ormachea Saavedra, del Centro de Estudios Laborales y Desarrollo Agrario (CEDLA).
"Durante los 13 años del Movimiento Amplio Social (Movimiento Amplio Social), un poco más del 70% del aumento neto en la producción agrícola se debe a dos cultivos", agrega Ormachea, quien acaba de publicar un artículo titulado " Sobre el desastre ambiental en la Chiquitania. ¿Expansión de la frontera agrícola o aumento de la productividad de la tierra?”.
Otros temen que productos como el etanol ocupen un espacio mejor utilizado para la producción de alimentos. Miguel Ángel Crespo, director de la ONG ambiental Probioma, dice: "La Ley 1098 establece mecanismos para controlar la deforestación y el desplazamiento de otros cultivos para la producción de cultivos destinados a la producción de aditivos ... Eso obviamente significa una admisión ... no para favorecer la soberanía alimentaria, sino más bien beneficiar a un sector que producirá una fuente de energía (bioetanol)”.
No hay cambios en el escenario.
La propagación de los incendios ha disminuido un poco, aunque al 1 de septiembre no habían logrado extinguirlos a todos. Además, el servicio meteorológico pronostica vientos que podrían avivarlos.
Entre las soluciones promocionadas por los expertos están declarar los incendios como un "desastre nacional" para acceder a la ayuda internacional. Por ahora, el gobierno de Morales ha descartado esto, porque confía en que controlar los incendios no ha ido más allá de la capacidad del Estado.
Los expertos también argumentan que una serie de regulaciones que permiten la expansión de la agricultura en áreas forestales deben ser reconsideradas.
Sin embargo, eso parecería ir en contra de los objetivos del gobierno. En Concepción, el presidente Morales dijo el viernes que las bases fundamentales para el crecimiento económico de Bolivia son "energía, hidrocarburos, minería, agricultura y conocimiento científico".
“Exportar, exportar los excedentes. Ahora, si hablamos de China, necesitamos cantidad y calidad ... los bolivianos deben tener acceso a suficiente carne, y el resto puede exportarse ”, dijo Morales.
Crespo, de Probioma, propone una reestructuración de todo el proceso de desarrollo agrícola, declarando una pausa ecológica, derogando todas las regulaciones que han abierto las puertas a la extensión de la frontera agrícola y llevando a cabo una auditoría ambiental para cuantificar el daño para poder trabajar sobre la restauración de los bosques.
“Aunque [las ventas] se triplicarán, estas son cifras que de ninguna manera justifican el costo socioambiental de expandir la frontera agrícola para las exportaciones de carne. Debes ver lo que el bosque significa no solo para Bolivia sino para el mundo. Se trata de agua, flora, fauna ”, dice.
La carne boliviana se dirige a China
El 28 de agosto, la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegascruz) envió las primeras 48 toneladas de carne de res a China, con planes de exportar 8,000 toneladas allí en 2019.
Los agricultores tienen actualmente un excedente de 40,000 toneladas de carne para exportación y están apuntando a otros mercados nuevos como Rusia. Esperan crecer de manera sostenible al 5% anual hasta 2030, lo que generaría un excedente de 200,000 toneladas de carne para exportación, según Oscar Ciro Pereira, representante de la Confederación Ganadera de Bolivia. Eso significaría un ingreso de US $ 800 millones para el país.
Esa expectativa se reduce a que China sea el mayor importador de carne del mundo, con un consumo per cápita de 60 kilogramos de carne por año para sus más de 1.400 millones de habitantes.
El embajador chino, Liang Yu, anunció que China planea importar US $ 10 mil millones en bienes y servicios en los próximos años, abriendo posibilidades para otros productos bolivianos. Bolivia exportó principalmente de pequeños productores.
No está tan claro cómo el país podrá garantizar estos ingresos para la agricultura boliviana sin la pérdida de la cubierta forestal.
Según un estudio de Friends of Nature Foundation, una ONG, el sector ganadero es responsable del 60% de la deforestación en Bolivia. La investigación ha detectado una expansión de la deforestación en regiones como Charagua y Chiquitania, ambas en el departamento de Santa Cruz, que representa el 78% de la deforestación del país.
Hasta ahora, el gobierno no ha explicado cómo conciliarán el apoyo al sector agrícola del país con incentivos como la expansión de la frontera agrícola, sin perder bosques. Los incendios vistos en las últimas tres semanas en Chiquitania y los pantanos bolivianos muestran la importancia de esta respuesta.





LOS INCENDIOS EN EL AMAZONAS PRESIONAN TAMBIÉN A BOLIVIA Y A EVO MORALES

Por actuar de manera tardía, el actual presidente podría perder intención de voto para las próximas elecciones, a realizarse el 20 de octubre.

ABC de Argentina (www.abcdiario.com.ar)
                                                                                
Inicialmente, la reacción del presidente de Bolivia, Evo Morales, había sido escéptica: dijo que las protestas de los activistas medioambientalistas y ciudadanos eran "chistosas". Pero la presión internacional lo obligó a tomar mayores recados en el asunto, que llegaron al país a fines de agosto en forma de helicópteros para controlar el fuego y recursos económicos.
Este aspecto se ha vuelto central de cara a las próximas elecciones nacionales. Morales ronda el 35% de la intención de voto, mientras que su principal rival, el ex presidente Carlos Mesa ronda el 27%. El candidato oficialista podría ganar en primera vuelta si logra el 40% de los sufragios y supera a su adversario por más de 10 puntos porcentuales.
Sin embargo, según los sondeos, las posibilidades de Morales se reducirían de manera considerable si la oposición logra forzar una segunda vuelta. Pero este no es el único problema que enfrenta el presidente: la constitución no permite más de dos mandatos consecutivos y el resultado del referéndum de 2016 fue claro, la mayoría de los bolivianos rechazó que el presidente contendiera por cuarta ocasión. Sin embargo, los magistrados del Tribunal Constitucional le permitieron participar.
De todas formas, ninguno de los candidatos se durmió en los laureles: ambos prometieron que reducirán la habilitación de bosques para la agricultura y la ganadería. Para ello, la presión de la comunidad internacional en Bolivia será vital para exigirle al próximo gobierno a cumplir su palabra. Nunca más un gobernante puede decir que estos temas son "chistosos".





RELEVO DE BRIGADISTAS JUJEÑOS EN BOLIVIA

Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)

Bomberos de la Policía de Jujuy y brigadistas de Incendios Forestales, viajaron a Santa Cruz de la Sierra para relevar a los camaradas enviados por la Provincia para colaborar en la lucha contra los incendios desatados en los bosques de la Chiquitanía Boliviana. El Gobernador Gerardo Morales y los ministros de Seguridad, Ekel Meyer y de Ambiente, María Inés Zigarán, acompañaron el traslado.
El equipo, integrado por 12 bomberos especializados en la lucha contra el fuego, partió esta mañana desde el aeropuerto Horacio Guzmán a bordo del avión C-130 Hércules, con el objetivo de relevar a los compañeros que estuvieron asignados, durante 15 días, al combate de los focos de incendios suscitados en el municipio de San Rafael de Velasco.
El acto de reconocimiento y recibimiento de los equipos se concretó en la sede de la Secretaría Departamental de Seguridad Ciudadana. En la oportunidad, el gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Rubén Costas recibió a su par de Jujuy, Gerardo Morales, quien estuvo acompañado por Meyer y Zigarán.
Estuvieron presentes, el embajador de Argentina en Bolivia, Normando Álvarez García; funcionarios de los gobiernos de Jujuy, Santa Cruz de la Sierra, Tarija y miembros de los cuerpos diplomáticos de Argentina y Bolivia.
En ese marco, Gerardo Morales manifestó el “compromiso y solidaridad de Jujuy” con “el pueblo boliviano”, ante la situación catastrófica por la que atraviesan.
“Hoy estamos haciendo el relevo, y trayendo 12 bomberos con equipos de acción rápida. Aportamos recursos humanos y técnicos de excelencia para sumarnos esta lucha que están dando hace más de un mes”, agregó.
El mandatario jujeño, anunció el envío por parte del Gobierno Nacional de equipos especializados y logística para atender el siniestro ambiental que actualmente sufre Bolivia: “Personalmente hablé con el Ministro de Defensa y el Presidente Mauricio Macri para el envío de las brigadas”, expresó.
“Estos eventos extremos muchas veces tienen que ver con el cambio climático”, subrayó Morales, y ante escenarios de esa magnitud marcó como necesario “mejorar la capacidad de organización y de recursos” de los gobiernos de toda la región. “Tenemos que romper con la burocracia y tomar los recaudos a futuro”, enfatizó.
Por último, dirigiéndose a los brigadistas jujeños expresó: “Estamos orgullos de esta tarea y establecieron vínculos de trabajo y humano con el pueblo de Bolivia”.
SOLIDARIDAD CON BOLIVIA
Por último, Álvarez García destacó la figura de gobernador de Jujuy que “en cuanto se conoció las noticias de la tragedia ambiental en Bolivia, sin pensarlo dos veces, mandó la ayuda”.
“No es momento de los burócratas sino de los que tienen que actuar y ser solidarios con los vecinos”, agregó el embajador, quien también valoró la “decisión del presidente Mauricio Macri” que “a pesar de la crisis está mandando más de 200 brigadistas con casi 100 camiones para colaborar y terminar con el fuego”.





BOLIVIA: UN ESCENARIO ELECTORAL MUY DESPEJADO

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                                                                             
A menos de dos meses de la elección presidencial, el escenario en Bolivia está cada vez más despejado. Al analizar el contexto de un proceso electoral si bien es importante atender a cuestiones coyunturales que siempre emergen con un impacto relativo imposible de anticipar, lo fundamental es identificar las tendencias en las preferencias de los electores, así como el mapa de sensaciones vigente en la opinión pública. Es cada vez más habitual observar una gran proliferación de datos de una u otra encuesta sobre el porcentaje de votos que obtienen los candidatos en una contienda electoral, como si de tratara de una carrera de caballos. Sin embargo, la clave de un estudio riguroso siempre reside en la coherencia entre la cifra de intención de voto y otras variables que dan una panorámica sociológica y política más amplia.
Según la última encuesta de CELAG, realizada a nivel nacional con una muestra representativa de 2.000 entrevistas presenciales en el ámbito rural y urbano, en Bolivia predomina un clima de sensaciones positivas respecto de la situación nacional. Casi un tercio de los bolivianos sienten esperanza, la principal sensación en orden de importancia, seguida de confianza (14%). Esto es justamente lo contrario de lo que está ocurriendo en la “Argentina de Macri” donde el enojo y la angustia son los sentimientos mayoritarios según otra encuesta de CELAG del mes de julio. Dicho de otro modo: en Bolivia, el clima en el que se dan las elecciones está absolutamente disociado del intento de algunos voceros de la oposición por presentar el país al borde de una hecatombe.
Siguiendo la misma fuente, hay que resaltar que el 54% de los bolivianos tiene una imagen positiva del presidente Evo Morales; misma proporción que manifiesta tener sentimientos positivos hacia su persona (confianza, respeto y afecto). Además, tras 13 años de mandato, la evaluación positiva de su gestión es del 72%, siete puntos más que en el mes de marzo de 2018. Esta valoración a favor del presidente contrasta con las opiniones de la ciudadanía sobre los sectores de la oposición: dos tercios de los bolivianos tienen sentimientos negativos sobre “las peleas de la oposición” (angustia, cansancio y enojo). O visto con otro dato de la misma encuesta CELAG: solo el 37% evalúa positivamente su desempeño (el de la oposición).
No obstante, hay que remarcar que la oposición no es monolítica, y por tanto, es pertinente descifrar qué es lo que ocurre al interior. Se percibe que la candidatura de Mesa se estanca en un techo electoral en torno al 37% (proporción que manifiesta que podría llegar a votarle) y decrece en imagen positiva (pasa de 35,2 a 28,6%). En consonancia con su techo electoral, solo despierta un 39% de sentimientos positivos, mientras que entre decepción y rechazo, acumula un 42,3%. Por su parte, la candidatura “made in Santa Cruz”, de Óscar Ortiz, se asienta y mejora su posicionamiento en todos los indicadores alcanzando un alto nivel de conocimiento, cuestión que hasta hace pocos meses era su principal debilidad. Su imagen positiva crece de 15,2 a 23,1% y aumenta significativamente su techo electoral pasando de 12,5 a 28,7%. Y en comparación con Mesa, en lo que concierne a decepción y rechazo, su valor es mucho menor (33%).
Otra variable fundamental que ayuda a conocer mejor el clima electoral es la expectativa sobre quién será el próximo presidente, más allá de las preferencias de cada elector. Y en esto, según la encuesta CELAG, el dato habla por sí solo: el 60% de los bolivianos y bolivianas creen que el próximo presidente del país será Evo Morales. Incluso entre los votantes opositores este valor es muy elevado: en el caso de los votantes de Mesa, casi la mitad creen que Evo será el presidente. Dicho de otra manera, 4 de cada 10 votantes de Carlos Mesa no creen que su candidato vaya a ganar la elección, lo cual denota que la desesperanza crece al interior de sus propias filas.
Otro aspecto que nos permite indagar la investigación cuantitativa son los sentidos comunes y posicionamientos ideológicos de los electores, para detectar el mapa de afinidades hacia las diferentes candidaturas. En la misma encuesta CELAG, por ejemplo, observamos que más del 50% de la población apoya la continuidad de las políticas sociales actuales y considera que se debería avanzar en la nacionalización de sectores estratégicos. En una evaluación global de la política económica de los últimos años, más de la mitad de los bolivianos considera que el modelo económico ha mejorado el bienestar, consumo y el nivel de empleo salarios según datos de la encuesta CELAG del mes de marzo.
Después de todo lo expuesto, casi huelga presentar el dato de intención de voto dado que cualquier lector ya presupone que hay una diferencia cada vez más holgada a favor de Evo Morales frente a sus perseguidores. Son 18 puntos por encima de Carlos Mesa. Evo Morales crece 6 puntos desde marzo hasta hoy pasando de 37,5 a 43,4%; mientras que Carlos Mesa cae en el sondeo (28,6 a 25,1%) y Ortiz mejora (7,6 a 12,8%). De esta forma se constata que la oposición no logra sintonizar con las aspiraciones de la ciudadanía, aunque Ortiz sí haya logrado tener una tendencia creciente en estos últimos meses.
Los sectores de oposición todavía están muy lejos de la centralidad que ocupa Evo Morales en la política boliviana. El actual mandatario goza de una gran credibilidad, un reconocimiento mayoritario positivo de su ejercicio de gobierno y encarna los grandes consensos alcanzados gracias fundamentalmente a las políticas implementadas en materia económica y social en estos años. Y por todo ello, en la elección del 20 de octubre una segunda vuelta es cada vez más improbable. 





EVO MORALES Y DANIEL ORTEGA NO QUIEREN LA ALTERNANCIA EN EL PODER Y SE ALEJAN DE LAS VÍAS DEMOCRÁTICAS
                                                              
Ninguno de los dos quiere la alternancia en el poder y ese es el peligro de dos jefes de Estado que en nada valoran a la democracia

ICN de España (www.icndiario.com)
                                                                                    
En el encuentro de candidatos a la presidencia de Uruguay realizado por el Comité Central Israelita, Luis Lacalle Pou habló de la necesidad de una alternancia en el poder. “Es esencial y es sano para las democracias. La democracia se sostiene justamente sobre la alternancia, sobre el cambio de partidos políticos, lo otro es dictadura”, dijo el líder del Partido Nacional de Uruguay.
La demostración concreta de estas aseveraciones, es lo que ocurre en Bolivia y Nicaragua, donde tanto Evo Morales como Daniel Ortega pretenden eternizarse en el poder y apelan a cualquier arbitrariedad, incluso avasallando las respectivas constituciones para seguir en sus cargos.
Evo Morales gobierna Bolivia desde el 22 de enero de 2006 y ha violado la decisión soberana del pueblo que en un referéndum realizado el 21 de febrero de 2016, votó en contra de un cuarto mandato del presidente indígena, pero Evo, en complicidad con el Tribunal Constitucional, sin ninguna independencia y postrado ante sus órdenes, “inventó” una vía de escape fraudulenta para que volviera a ser candidato habilitándole para una nueva postulación presidencial.
Desde ese instante se encaminó a una dictadura con todas las letras.
Daniel Ortega en Nicaragua
El presidente nicaragüense ha cometido las mayores violaciones a la Carta Magna de ese país; ha hostigado al Parlamento al que le recortó derechos e inhabilitó a diputados opositores, para que no fueran rivales en las sucesivas elecciones, también claramente fraudulentas.
El acoso hoy a la iglesia católica por sus críticas y la persecución de estudiantes que enfrentan  al salvajismo de su régimen, son pruebas contundentes de su intolerancia y de su férrea negativa a concertar elecciones libres con observadores internacionales y con el levantamiento de las proscripción a los políticos opositores.
José Daniel Ortega Saavedra es un ex guerrillero, líder del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Ejerció su primer mandato presidencial entre 1985 y 1990 y retomó la presidencia del país el 10 de enero de 2007. Es el presidente que más tiempo ha permanecido en el cargo, ya que en la actualidad transcurre su tercer periodo el cual culminará en 2022, sumando así 15 años en tres mandatos desde su retorno al poder en 2007.
Esta, la de Ortega ya es una dictadura.
Ninguno de los dos quiere la alternancia en el poder y ese es el peligro de dos déspotas que en nada valoran a la democracia.





HIDROVÍAS BOLIVIA DEL GRUPO VESSEL INICIÓ OPERACIONES DESDE PUERTO JENNEFER HACIA EL OCÉANO ATLÁNTICO

Dos naves zarparon el 3 de septiembre con destino a Paraguay, Italia y China

Mundo Marítimo de Chile (www.mundomaritimo.cl)
                                                                   
La empresa nacional Hidrovías Bolivia, parte del Grupo Naviero Vessel, que brinda servicios marítimos inició el 3 de septiembre sus operaciones con el zarpe de dos embarcaciones con 71 contenedores de carga desde el Puerto Jennefer, informó El Deber.
Consultado al respecto, el director de Hidrovías Bolivia del Grupo Naviero Vessel, Luciano Collo, dijo que en las embarcaciones “Piloi I” y “Atlántica V” se exportaron 20 contenedores con harina de soja para China, cuatro con cuero de la empresa Fridosa al puerto de Livorno, en Italia y 47 con cemento para Paraguay.
Mientras que para el 20 de septiembre tienen previsto navegar desde Bolivia con cargas hacia a Inglaterra con castañas amazónicas, manganeso a China, madera a Vietnam y luego retomar las cargas de cemento a Paraguay. Asimismo, se tienen previstas importaciones desde Argentina, Estados Unidos, Israel, norte de Euopa y China.
Buscan consolidar escalas
El ejecutivo explicó que la compañía tiene dos naves y capacidad para 350 contenedores para importación y exportación, logística en la que ha invertido US$6,2 millones: “Somos una extensión de las líneas navieras oceánicas; por ello manejamos este volumen y tenemos contacto con diversidad de navieras que ocupan nuestros servicios”, recalcó.
Cabe consignar que el proyecto demandó dos años de trabajo hasta el inicio de operaciones. “Esperamos que de acá a un año se complete el circuito con dos escalas mensuales en puertos bolivianos”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Exportadores, Oswaldo Barriga, precisó que en los últimos dos años han empezado a darse hitos muy importantes, entre esos la declaración de puerto internacional a los terminales del Canal Tamengo.





EXPERTO: CRISIS ECONÓMICA ARGENTINA PUEDE CAUSAR DÉFICIT COMERCIAL EN BOLIVIA

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                  
La relación comercial de Bolivia con Argentina puede volverse deficitaria a corto plazo, debido a la crisis económica por la que pasa el país vecino, advirtió el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.
"La balanza comercial (de Bolivia con Argentina) en los dos últimos años ha sido positiva, pero entre enero y julio de este año las exportaciones bolivianas han caído 9% y las importaciones han subido 12%; esto puede hacer desaparecer el superávit", dijo a reporteros el ejecutivo del IBCE, un centro privado de investigación.
En 2018, Bolivia exportó a Argentina por valor de 1.433 millones de dólares, mientras importó productos argentinos por 1.167 millones, de lo que resultó un superávit de 266 millones en las cuentas bolivianas.
Rodríguez apuntó que, adicionalmente, el recién impuesto límite a los giros al exterior desde Argentina podría afectar a las ventas bolivianas de productos no tradicionales, como bananas, e inclusive a las remesas de bolivianos radicados en territorio argentino.
Según el experto, las remesas de bolivianos que trabajan en Argentina no se verían afectadas solo por el control de envíos de dólares al extranjero sino también por la pérdida del valor adquisitivo de sus salarios e inclusive por la desaparición de sus fuentes laborales.
"Bolivia no puede no hacer nada, tiene que tomar previsiones para impedir una invasión de productos baratos argentinos, en especial los del contrabando, que causan gran daño a la economía nacional. Tenemos que reflexionar que lo barato cuesta caro", afirmó, señalando que los controles fronterizos en Bolivia no son eficientes para evitar el ingreso ilegal de productos argentinos, lo que agravaría el déficit comercial.
El gerente del IBCE opinó que, pese a la estabilidad y el crecimiento sostenido de su economía, Bolivia puede resultar afectada por los problemas de un vecino que es uno de sus principales socios comerciales, proveedor tradicional de manufacturas y alimentos y principal importador de su gas natural.
"En Argentina se han hecho mal las cosas durante muchos años y cuando se quieren hacer ajustes, éstos no han dado resultado. Hoy tenemos un país (Argentina) con una inflación de más de 50% el año pasado, un gravísimo problema de cuenta corriente por el que ha adquirido un gran endeudamiento con el FMI, pero nada ha sido suficiente para corregir esta situación", afirmó.
Bolivia debe evitar un contagio de estos problemas, insistió Rodríguez.





LEVI’S TOMA EL CONTROL DE SU NEGOCIO EN PERÚ, BOLIVIA Y CHILE

Perú Retail (www.peru-retail.com)
                                        
El fabricante de Levi’s acordó comprar el 100% de las acciones de su distribuidor The Jeans Company, que opera en estos estos tres mercados.
Levis Strauss, fabricante de los famosos jeans Levi’s toma el control de tres mercados sudamericanos. Esta vez acaba de acordar la adquisición de todos los activos relacionados con las marcas Levi’s y Dockers de The Jeans Company (TJC).
Esta transacción incluye las 80 tiendas que gestiona su distribuidor en Perú, Chile y Bolivia, así como también la operación en el canal multimarca y el control logísticoen estos tres mercados.
“En el transcurso de nuestra asociación de 30 años, The Jeans Company ha mejorado la posición de mercado de las marcas Levi´s y Dockers en Chile, Perú y Bolivia”, dijo el presidente de la región de las Américas en Levi Strauss, Roy Bagattini.
Asimismo, Bagattini mencionó que esta compra contribuirá a que la marca refuerce su presencia en la región andina.
“La implementación de capital a través de adquisiciones orgánicas es una parte clave de nuestra estrategia a largo plazo para convertirnos en un minorista omnicanal de clase mundial. Esta transacción diversificará aún más nuestro negocio, creará sinergias operativas y mejorará el valor para los accionistas “, explicó el director financiero de la fabricante de jeans, Harmit Singh.
A través de un comunicado, el fabricante estadounidense de jeans, comunicó que ya ha dejado de enviar inventarios a TJC, antes que se llevara a cabo la operación. Así, esta transacción afectaría a The Jeans Compañy porque podría perder US$ 20 millones de ingresos en el tercer y cuarto trimestre de 2019. Entre tanto, Levi’s no ha indicado ningún posible cambio en sus finanzas de 2020.
Se estima que la compra se concrete a finales de este año. Mientras tanto, las tiendas de Levi’s y Dockers permanecerán abiertas sin ninguna interrupción. 





INCENDIOS Y CAMBIO CLIMÁTICO

Noticias de Gipuzkoa, España (www.noticiasdegipuzkoa.eus)
                                                                                           
Aunque la cautela científica sugiere que aún es pronto para afirmarlo con certeza, dos de estos récords resultan incuestionables: el número de focos de incendio, con más de 75.000;y a extensión afectada, más de 3.000 kilómetros cuadrados, el triple de lo que se ha quemado otros años. Y la temporada de incendios continúa oficialmente hasta finales de septiembre, así que las cifras pueden aumentar.
La destrucción de la Amazonia significa perder ecosistemas y hábitats enteros y especies en peligro de extinción. Significa que las comunidades indígenas perderán sus tierras. Y significa que podríamos perder la lucha contra la crisis climática actual. Así, los incendios cambian el bosque amazónico y la destrucción de este bosque modifica el clima.
Estos fuegos no son un accidente. Hay sospechas bien fundadas para afirmar que la mayoría de los incendios son provocados. En las zonas selváticas, la tala y quema es una práctica agrícola relativamente normal. Es algo que se hace en Brasil y, de hecho, es algo que también se ha legalizado en la Bolivia amazónica. Pero en los últimos años esta tendencia va a más, sobre todo tras el ascenso a la Presidencia de Bolsonaro, quien está alentando políticas para favorecer proyectos desarrollistas que amplíen el terreno útil para ganadería, agricultura y minería en la Amazonia brasileña.
Pero el problema del uso del fuego es global y Sudamérica -Venezuela, Bolivia y Colombia, con más de 26.000, 18.000 y 14.000 focos, respectivamente, hasta el pasado 27 de agosto- no es la única región del mundo que está ardiendo. Así, está habiendo importantes incendios en Angola y en la República Democrática del Congo, al igual que los hubo a mediados de agosto en Siberia, donde ardieron más de 5,4 millones de hectáreas de bosques boreales. Y también en Indonesia, donde en el período de enero a junio de 2019 se han multiplicado los incendios en comparación con 2018, mostrando un aumento del 52%.
Indonesia, que es uno de los ecosistemas más ricos del planeta pero el quinto emisor mundial de gases de efecto invernadero, sufre una de las mayores tasas de desforestación, según los últimos datos de Global Forest Watch. Los incendios de este país son de suelo, es decir, no hay llamas visibles, solo se aprecia humo en el ambiente. Lo preocupante de este tipo de incendios es que generan turberas tropicales y estas almacenan en el suelo mucho carbono que, al quemarse, va directo a dañar la atmósfera.
Sobre las causas de estos incendios, en el caso de Brasil y del resto de los países amazónicos, todo parece indicar que es la expansión de la frontera (para ganadería y cultivo de soja, principalmente) lo que está detrás de estas políticas de tala y quema de los bosques. Mientras que en África o Indonesia tiene un fondo socioeconómico, el de la desforestación, el llamado slash and burn: corta, quema, cultiva y sigue cortando y quemando.
Otra cuestión importante en que coinciden los expertos, es que en muchos de estos países se trata de tormentas de fuego, que son calificadas como incendios de sexta generación: fuegos que tienen capacidad de crear una nube de tormenta que acaba cambiando la meteorología de la zona. El incendio controla la meteorología del área afectada y no al revés. Son los más caóticos e imprevisibles y pueden llegar a quemar 400.000 hectáreas en dos días.
En lo que respecta al Estado español, las estadísticas históricas de los incendios en la última mitad de siglo indican que arde menos superficie forestal que hace 30 años. Así, entre 1980 y 1989 se calcinaron más de 2,4 millones de hectáreas, el doble que entre 2000 y 2009 y entre 2010 y 2018, pero cada vez son más intensos. De alguna manera, es lo que está sucediendo en otros lados: incendios que no se han visto nunca, con unas longitudes de llamas y una velocidad de propagación que parecen más tormentas de fuego que un incendio convencional. El 35% de la superficie forestal calcinada en los años 80 estaba provocada por grandes incendios de más de 500 hectáreas. En lo que llevamos de década (2010-2018) ese porcentaje aumentó hasta el 44%, según datos del Ministerio de Agricultura. Refuerzan la hipótesis de menos incendios, pero más devastadores. Desde 2010 hasta la actualidad -datos hasta el 20 de agosto de 2019-, se han producido solo 117 grandes incendios forestales (GIF), la cifra más baja de la última mitad de siglo. La diferencia es que ahora se propagan más: de media, cada fuego calcina el doble de superficie que hace 30 años. Como ejemplo, el último incendio de Gran Canaria, que ya se ha metido entre los 25 más devastadores desde 1968.
Además de la climatología, otros factores como la orografía, el abandono de las actividades agrícolas y el tipo de vegetación también influyen en la propagación rápida y violenta de los grandes fuegos. Un informe de la organización ecologista WWF detalla que las especies de árboles más afectadas por los incendios en la última década son pino resinero, eucalipto, pino carrasco, encina y pino canario.
Según esta organización, la mala gestión de los bosques dominados por estas especies provoca que sean “más vulnerables” a los incendios que otro tipo de vegetación. En el caso del pino canario, apenas representa el 0,4% de la superficie forestal pero suma el 7% de la superficie quemada en ese periodo. Precisamente, Canarias es la comunidad autónoma más afectada por los grandes incendios forestales. El 85% de la superficie calcinada en el archipiélago ha sido por fuegos con un área superior a las 500 hectáreas.
Este verano el planeta ha podido vivir la sensación de urgencia y crisis global en todos los continentes. Hemos visto cómo Islandia celebraba un funeral por
la desaparición de un glaciar, cómo Groenlandia está perdiendo grandes extensiones de hielo, cómo París y el centro de Europa se derretían con temperaturas récord, cómo el termómetro en Alaska marcaba los 32 grados... entre otros fenómenos que aparecen de manera terrorífica. Y así parece que seguiremos si no se impulsan de forma más radical acciones de mitigación y adaptación al cambio climático y políticas ambientales más sólidas.

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