Monday, September 09, 2019

EVO, UN PRESIDENTE A PRUEBA DE INCENDIOS


En el bosque tropical seco más grande del mundo, la llamada Chiquitania, no solo hay incendios. Por esa región al sudeste de Bolivia se discute una política ambiental que tiene al presidente Evo Morales en un extremo y a la oposición en el otro. La zona es una especie de colchón entre el Gran Chaco y la Amazonia. En ese páramo donde ya se han quemado casi 1.100.000 hectáreas, hay pases de factura hacia el gobierno, pero también un territorio fértil para ostensibles campañas mediáticas contra el líder del MAS. Lo que no consiguen por ahora los sondeos electorales - desbancar a Morales – se intenta lograrlo por la vía del descrédito. Incluso bajo el argumento de que el mandatario boliviano y su vecino, Jair Bolsonaro, tienen casi la misma responsabilidad ante la catástrofe que se está produciendo. Por lo pronto, si los gestos tienen un peso simbólico, la cumbre por la Amazonia que se realizó el viernes en Leticia, Colombia, tuvo un gran ausente: el militar ultraderechista. Evo, en cambio, se hizo presente. No cayó bien la decisión del brasileño, cuyo país tiene la mayor superficie comprometida en los siniestros: 4.776.980 kilómetros cuadrados del Amazonas.
La oposición al presidente boliviano se montó en la última semana sobre informes periodísticos críticos a su gestión de los incendios, que ya produjeron un muerto. Una nota titulada “Asesino de la naturaleza: Evo Morales culpado mientras Bolivia lucha contra devastadores incendios” del cronista británico Dan Collyns, para The Guardian, generó gran revuelo. En su extenso informe señaló: “Decenas de bomberos voluntarios que habían venido de ciudades de Bolivia se quejaron de que habían recibido poco apoyo del gobierno”.
Aunque distintos focos todavía no fueron apagados, La Paz destinó varios recursos a la región arrasada. El último de ellos fue la incorporación de un gigantesco avión ruso II-76 a la lucha contra el fuego en la Chiquitania. Su llegada estaba prevista para ayer y se quedaría durante un mes. La agencia Sputnik informó que el gobierno boliviano solo pagaría por él los costos de su mantenimiento. La nave se sumará a otras veinte y a unas 7.000 personas entre voluntarios y especialistas. Hasta ahora Morales también había echado mano al Supertanker Boeing 747-700 que le alquiló a Estados Unidos. Es el avión cisterna más grande del mundo con capacidad para cargar 74 mil litros de agua y retardantes. La Argentina aportó un grupo de efectivos militares.
Al miércoles pasado, había 753 focos de incendio de distinta magnitud en la región de la Chiquitania, concentrados en las localidades de Concepción y San Ignacio de Velasco. La información la brindó el comandante de las fuerzas armadas bolivianas, Williams Kaliman, quien da los partes diarios sobre el tema. A su vez, el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, respondió a los cuestionamientos contra la negativa del gobierno a declarar la emergencia ambiental. Dijo que el estado “no está desbordado” por los hechos y que no lo hacía porque el gobierno viene respondiendo a la situación. A Evo los ambientalistas le recuerdan que en julio último firmó el decreto supremo 3973, que autorizó en los departamentos de Santa Cruz y Beni, el desmonte y quema de bosques para habilitar las tierras en actividades agropecuarias.
Como fuere, así como Morales recibió ataques de la oposición o de ambientalistas cercanos a ella, también tiene fuertes respaldos en el exterior. El periodista Wyatt Reed, en una investigación publicada en inglés en el sitio The Grayzone, denunció operaciones políticas financiadas por instituciones de Estados Unidos. Informó que provocarán inestabilidad en el Estado plurinacional bajo el argumento de un presunto descontrol ante los incendios en la Chiquitania. Señaló particularmente a la boliviana Jhanisse Vaca Daza como artífice de la campaña contra Evo, a la que llamó “una agente de los intereses de EEUU en Bolivia. Fue a la Universidad Estatal de Kent en Ohio, donde su tesis se centró en ‘Regímenes autoritarios en Sudamérica’, y posteriormente completó programas académicos en Gran Bretaña y Chile. Daza también estudió en la élite de la Harvard Kennedy School”.
Reed además aportó el dato de que Vaca Daza mantiene vínculos “con organizaciones golpistas de EE.UU como HRF (que organizó las protestas en Hong Kong contra el gobierno chino), la Harvard/CANVAS que patrocinó sus estudios (la misma organización que apadrinó a Leopoldo López y su intento de golpe en Venezuela)”. El periodista concluye en su artículo que “la máquina del cambio de régimen está cambiando de marcha y haciendo la absurda afirmación de que Bolivia tiene la mayor parte de la responsabilidad por los incendios en la Amazonía”.
Los candidatos opositores que intentan terminar con el período de hegemonía de Evo en el gobierno están hoy lejos de lograrlo. El ex mandatario Carlos Mesa, quien lidera Comunidad Ciudadana (CC), sigue bajando en las encuestas que lo distancian cada vez más del presidente. Hasta fue criticado por politizar el desastre ambiental en la Chiquitania cuando se tomó fotografías en zonas incendiadas del departamento de Roboré, Santa Cruz, en agosto pasado. Oscar Ortiz, el tercero en las encuestas, está muy lejos aunque levantó su porcentaje de potenciales votantes.
El 54 por ciento de los bolivianos tiene una imagen positiva de Morales, según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Apoya sus políticas de nacionalización de sectores estratégicos en un porcentaje similar al anterior. Incluso quienes no votarían su reelección creen que ganará los comicios del 20 de octubre. Sus trece años de mandato, lejos de horadar su credibilidad y popularidad, han consolidado su reputación de hacedor y gobernante a prueba de incendios. Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)





ELECCIONES EN BOLIVIA: EVO Y SU PAISAJE POLÍTICO ANTE LAS PRESIDENCIALES

Aunque Morales sigue a la cabeza en los sondeos, los problemas que afronta la nación en la Amazonía y las protestas sociales parecen alejar al mandatario de una victoria sin balotaje. Sin embargo, su carta para repetir en el cargo está clara: el imparable crecimiento económico. 

Mdzol de Argentina (www.mdzol.com)
                                               
Las campañas presidenciales de Bolivia están al rojo vivo. Y no es metáfora, ya que los incendios forestales se transformaron en tema central del país a solo mes y medio de los comicios que se realizarán el 20 de octubre y en los que el presidente Evo Morales busca su tercera reelección.
Hasta ahora, de acuerdo con las encuestas publicadas, Morales avanza cómodo en el primer lugar, aunque no con un nivel suficiente para garantizar su triunfo en primera vuelta. Por eso, el impacto electoral de la crisis por los incendios, que incluso tuvo repercusión internacional, será decisivo para inclinar la balanza a su favor o en contra.
El 20 de octubre, 7,2 millones de bolivianos están convocados a elegir presidente y vicepresidente para el periodo 2020-2025, más 130 diputados y 36 senadores. Entre las nueve fórmulas presidenciales registradas, Morales lidera los sondeos con un rango de intención de voto que va del 34 % al 43 %. Carlos Mesa, el expresidente reconvertido en principal opositor con su alianza Comunidad Ciudadana, tiene del 22 % al 28 %. En tercer lugar, el senador Óscar Ortiz registra del 9,0 % al 13 %.
Para ganar ese día, Morales necesita obtener el 50% más uno de los votos. O el 40%, pero con una diferencia del 10% frente a su competidor más cercano. De lo contrario, habrá una segunda vuelta el 15 de diciembre, instancia en la que Masa apuesta al triunfo.
Los escollos del oficialismo 
En la campaña oficialista pervive el recuerdo y la confianza de anteriores e indiscutibles victorias. En 2002, en su primera candidatura presidencial, Morales perdió en la segunda vuelta, pero en 2005 ganó con el 53,72 % de los sufragios, y en 2009 se reeligió con el 64,22 %. En 2015, repitió el triunfo con el 63,36 %.
Hoy, ninguna encuesta acerca al Movimiento al Socialismo a las cifras que le permitieron ganar tres veces de manera consecutiva en primera vuelta.
El panorama se complicó con los incendios de la Chiquitanía, una región ubicada en el sur del país, y que fueron usados por los opositores para criticar al presidente, y por el presidente para hacer campaña.
Los reflectores internacionales estaban centrados en los incendios del Amazonas brasileño, pero de a poco voltearon hacia esta zona boliviana en la que hay miles de damnificados y está amenazada la supervivencia de 1.200 especies, más 1,2 hectáreas de bosque quemadas, 339 hectáreas de cultivo dañadas, 9,5 millones de dólares de pérdidas en la actividad ganadera, afectación en el sector turístico y daños incalculables en pinturas rupestres. El saldo es provisional porque los incendios continúan, aunque la atención mediática disminuyó.
La campaña que arde 
Desde que se visibilizó la tragedia ambiental en Bolivia, la oposición, encabezada por Mesa, y diversas organizaciones sociales culparon a Morales por haber promovido leyes que incentivan la quema de bosques para ampliar fronteras agrícolas, con el fin de incrementar la producción ganadera. Desde el gobierno rechazaron cualquier responsabilidad y respondieron que el fuego se había propagado por los vientos y la sequedad del clima.
Con la crisis en su apogeo, Morales trató de apagar el fuego. Otra vez, sin metáfora. El presidente viajó a comunidades afectadas, se puso traje y mochila antiincendios y lanzó chorros de agua en tierras humeantes, abrazó a damnificados, construyó bebederos para animales silvestres en peligro y anunció toneladas de ayuda humanitaria. Siempre, acompañado de periodistas y con una amplia difusión de fotos y videos oficiales en los medios de comunicación.
La reacción de Mesa fue implacable: "Ojalá sus 'shows mediáticos' valieran para salvar todo lo que Bolivia ha perdido en la mayor catástrofe ecológica de la Chiquitanía. La pausa es ponerle una 'curita' a una herida enorme de consecuencias incalculables. El presente juzgará como culpable a Evo Morales", escribió en Twitter el principal candidato opositor, quien no quiso quedarse atrás y fue a las zonas afectadas para ser retratado hincado, con mangas arremangadas y mirando con tristeza el suelo quemado.
En respuesta, el oficialismo le recordó a Mesa que, cuando fue presidente, su gobierno dio escasa solución a los incendios que cada año se registran en la región.
Un balance positivo 
Más allá de la catástrofe ambiental, Morales confía en que el balance de sus 13 años de gobierno será suficiente para convencer a los indecisos y ganar las elecciones el 20 de octubre.
Porque ese balance tiene múltiples aspectos positivos.
El más importante es la reducción de la pobreza lograda por el primer presidente indígena que ha tenido un país en el que conviven 36 pueblos originarios, y que durante décadas fue el más pobre de la región.
Desde que Morales comenzó a gobernar, la pobreza moderada disminuyó más de la mitad al pasar del 70,1% al 36,4%. La caída de la pobreza extrema fue todavía más drástica: del 37,7% al 17,1%. El crecimiento económico ha sido constante, con un promedio anual de 4,8%. La redistribución también avanzó y permitió que más de tres millones de bolivianos transitaran de la pobreza a la clase media. Es el país que registra los mejores y más sostenidos avances sociales de América Latina y la estabilidad política y económica ha sido el sello de los últimos años.
Morales, ex líder cocalero, también puede presumir algunos resultados de sus políticas en materia de narcotráfico en el país que es el tercer productor mundial de cocaína. El presidente terminó con la represión a los campesinos (sus compañeros de lucha), elevó a nivel constitucional el respeto al uso ancestral de la hoja de coca, echó a la DEA del país y, a pesar de que dejó de recibir los millonarios fondos que Estados Unidos enviaba a cambio de imponer políticas, logró reducir en un 16 % el cultivo de hoja de coca. Sus políticas de drogas, sin embargo, adolecen de un alto grado de punitivismo que sigue afectando a los eslabones más bajos del negocio narco.
Los avances sociales del gobierno de Morales contrastan con la polémica provocada por el referendo que él mismo promovió el 21 de febrero del año pasado, y en el que los bolivianos debían avalar o rechazar una reforma constitucional para permitir su cuarta candidatura presidencial, que hasta entonces estaba prohibida por ley.
La respuesta fue negativa, por muy poco. El "No" ganó con el 51,30 % de los votos, mientras que el "Sí", alcanzó el 48,70 %. El resultado cerraba la puerta a la continuidad de Morales, pero el presidente impugnó y logró que el Tribunal Constitucional Plurinacional fallara en noviembre pasado en favor de la repostulación presidencial de "cualquier ciudadano", por ser un derecho humano.
Con sus 13 años en el poder, Morales es el presidente que más tiempo ha gobernado el país. Si gana en octubre, sumará 18 años y, de acuerdo con el fallo que lo benefició, tendrá la posibilidad de reelección indefinida. De ahí que sus opositores cada tanto reiteren las críticas por querer "eternizarse" en el cargo.
El conflicto puertas adentro 
Ahora, con las elecciones encima, la controversia del referendo ya quedó desdibujada. Hay conflictos cotidianos, más urgentes y visibles. A los incendios en la Chiquitanía hay que sumar las protestas sociales que desde hace 20 días alteran La Paz. Los mineros de la empresa San Cristóbal, que ya estaban en paro en reclamo de derechos laborales, con marchas y plantones frente a sedes gubernamentales, comenzaron una huelga de hambre, mientras que los médicos del sector público continúan su propia protesta para exigir que se les incorpore a la Ley del Trabajo, lo que les permitiría acceder a los beneficios de trabajadores estatales.
Las campañas siguen. Todo sirve, hasta la crisis de Argentina, que en el país andino tiene un impacto especial porque allá viven 345.000 bolivianos que mandan remesas. El Banco Central de Bolivia anunció esta semana que, entre enero y mayo, el envío de esos recursos se desplomó un 50 % al pasar de 81 a 40,2 millones de dólares.
Por eso, el oficialismo ya comenzó a comparar al opositor Mesa con el presidente argentino, responsable de la debacle económica del país vecino. "El Macri boliviano", tituló su editorial de este viernes el diario Cambio para hacer referencia a las visitas realizadas por Mesa en casas particulares de ciudadanos en búsqueda de votos y, sobre todo, a la similitud de su programa económico con el que fracasó en Argentina.
Hay, también, políticos que se hacen a sí mismos campaña en contra, como Chi Hyun Chung, el pastor y candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC) a la presidencia, quien protagonizó uno de los escándalos de los últimos días al afirmar que los homosexuales necesitan tratamiento psiquiátrico. "Soy médico, no puedo ir en contra de la Biblia y de la ciencia, hay una especialidad llamada psiquiatría que ve el causal de ellos, cuando el sexo mental es diferente al sexo físico se llama anormalidad, lo digo desde el punto de vista médico y biológico, no es personal", dijo. El repudio del colectivo LGTB y de otros líderes políticos fue inmediato. El candidato ya no tuvo tanto tiempo de responder porque en las mismas horas Paola Barriga, su candidata a la vicepresidencia, renunció a la postulación con denuncias de corrupción en las filas de esa organización política.
Habrá que ver cuánto afectan sus declaraciones su intención de voto. Hasta ahora, llegaba al 1,0%.





CON EL AMAZONAS EN EL CENTRO DE LA CAMPAÑA, EVO PIERDE CHANCES DE GANAR EN 1RA VUELTA

Urgente 24 de Argentina (www.urgente24.com)
                                                                                                                 
Evo Morales encabeza las encuestas que anticipan las elecciones bolivianas, pero una crisis ambiental podría jugarle en contra: los incendios en la Amazonia están en el centro de la opinión pública y desataron protestas sociales.
Falta apenas un mes y medio para los comicios bolivianos y la campaña se calienta a la vez que lo hacen los bosques amazónicos. El próximo 20/10 los ciudadanos concurrirán a las urnas a elegir al próximo presiendete y Evo Morales va por su tercera reelección. 
Si bien el actual presidente es aún el favorito en las encuestas, su confianza en una victoria en primera vuelta disminuye. Mientras tanto, crecen las protestas sociales y la oposición suma puntos gracias a los incendios forestales que fueron noticia alrededor del mundo y que no solo afectan a los bosques brasileros, sino también a los de Bolivia. Habrá que ver hasta qué punto la crisis ambiental afecta las urnas.
En las elecciones de octubre no solo se van a definir los representantes del Ejecutivo (presidente y vice) para la gestión 2020-2025, sino también a más 130 diputados y 36 senadores. Morales lidera los sondeos con un rango de intención de voto que va del 34% al 43%. Carlos Mesa, el expresidente reconvertido en principal opositor con su alianza Comunidad Ciudadana, tiene del 22% al 28%. En tercer lugar, el senador Óscar Ortiz registra del 9,0% al 13%.
Para ganar ese día, Morales necesita obtener el 50% más uno de los votos. O el 40%, pero con una diferencia del 10% frente a su competidor más cercano. De lo contrario, habrá una segunda vuelta el 15 de diciembre. Es la gran oportunidad para que, después de dos mandatos del actual presidente, la oposición gane.
En 2002, en su primera candidatura presidencial, Morales perdió en la segunda vuelta, pero en 2005 ganó con el 53,72% de los sufragios, y en 2009 se reeligió con el 64,22%. En 2015, repitió el triunfo con el 63,36%. Sin embargo, las encuestas muestran que este año el número de votantes del Movimiento al Socialismo de Evo sería menor.
A esto se suman los incontrolables incendios de la Chiquitanía, una región ubicada en el sur del país, y que fueron usados por los opositores para criticar al presidente. Solo en Bolivia hubo más de 1,2 hectáreas de bosque quemadas, 339 hectáreas de cultivo dañadas, 9,5 millones de dólares de pérdidas en la actividad ganadera, afectación en el sector turístico y daños incalculables en pinturas rupestres.
Desde la oposición, critican a Morales por leyes que él promovió para deforestar extenciones de tierra y así ampliar fronteras agrícoles. La deforestación es la principal causa de los incendios. Desde el gobierno rechazaron cualquier responsabilidad y respondieron que el fuego se había propagado por los vientos y la sequedad del clima.
Morales, por su parte, también utilizó la tragedia para hacer campaña:  viajó a comunidades afectadas, se puso traje y mochila antiincendios y lanzó chorros de agua en tierras humeantes, abrazó a damnificados, construyó bebederos para animales silvestres en peligro y anunció toneladas de ayuda humanitaria.
"Ojalá sus 'shows mediáticos' valieran para salvar todo lo que Bolivia ha perdido en la mayor catástrofe ecológica de la Chiquitanía. La pausa es ponerle una 'curita' a una herida enorme de consecuencias incalculables. El presente juzgará como culpable a Evo Morales", escribió en Twitter el principal candidato opositor (que también se tomó fotos en las zonas damnificadas), Carlos Mesa.
Además, el presidente apuesta a un factor importante de su gestión para sumar votos: el crecimiento económico. Durante estos 13 años de gobierno, la pobreza disminuyó más de la mitad al pasar del 70,1% al 36,4%. La caída de la pobreza extrema fue todavía más drástica: del 37,7% al 17,1%. El crecimiento económico ha sido constante, con un promedio anual de 4,8%. 
En este contexto, la ciudad de La Paz es escenario de importantes protestas sociales. Los mineros de la empresa San Cristóbal, que ya estaban en paro en reclamo de derechos laborales, con marchas y plantones frente a sedes gubernamentales, comenzaron una huelga de hambre, mientras que los médicos del sector público continúan su propia protesta para exigir que se les incorpore a la Ley del Trabajo, lo que les permitiría acceder a los beneficios de trabajadores estatales.
El fracaso de la política económica de Mauricio Macri en Argentina también beneficia a Evo. El opositor Carlos Mesa suele ser identificado con el Presidente argentino.





LA ECONOMÍA ES APOYO Y CRÍTICA PARA EVO MORALES

El Universo de Ecuador (www.eluniverso.com)
                                                                       
En menos de dos meses los bolivianos decidirán si Evo Morales será por cuatro años más su presidente o acaban con la carrera del primer indígena que llegó a la presidencia.
Tras una derrota previa, Evo Morales ha ganado 3 elecciones en primera vuelta (2005, 2009 y 2014) y quiere hacerlo otra vez pese a que el artículo 168 de la Constitución de Bolivia (de 2009) indica que el presidente solo puede ser reelegido una vez de forma continua. Además, en 2016 la población le dijo no en una consulta al intento del Gobierno de cambiar la regla.
Aún así Morales estará en la papeleta tras la ayuda del máximo tribunal que dijo que era un “derecho humano”. Organizaciones de DD.HH. niegan que eso sea correcto.
El éxito económico apuntala la imagen de Morales fuera de Bolivia. La nación es la que más crece en el sur y el Fondo Monetario Internacional proyecta que este país tendrá el mayor crecimiento en la región en este 2019 y también en el 2020, con el 4% y 3,9%, respectivamente. Se ubica por encima de la media del resto de Latinoamérica.
No obstante, el éxito económico no concuerda con la realidad interna. Bolivia sigue siendo una las naciones con más pobreza. De los 11,3 millones de habitantes, 3,9 millones (35%) son pobres, mientras la pobreza extrema fue de 16,4% en 2017, según datos de Cepal.
El tema volvió a ser polémica en esta campaña luego de que la ONG Cedla dijera que el 61% de la población es pobre multidimensional. Algo negado por el Gobierno, que afirma que la pobreza extrema bajó a 15,2% y la moderada a 34,6%.
El país lleva más de una década creciendo a un promedio anual de 5% y tiene un PIB de 37.500 millones de dólares.
Bolivia tenía 9.174 millones de Reservas Internacionales en 2018. En los primeros meses de este año disminuyeron en 821 millones de dólares y los analistas cuestionan el gasto, no obstante, sigue siendo alto. Un informe del Banco Central dice que el nivel de reservas internacionales es 23% de su PIB.
Sin embargo, hay críticos como Diego Ayo, analista y exvocero de Carlos Mesa (candidato de la oposición que podría ganarle a Morales en segunda vuelta), quien indica que hay que considerar varios parámetros para no quedarse en el dato “estadístico-propagandístico”.
“Tenemos empresas públicas que se llevan un tercio de la inversión pública y casi todas están quebradas. Tenemos un campo que ya no produce, están importando casi todo. Realmente tenemos una balanza comercial desfavorable”, dice Ayo, quien agrega que en 14 años de bonanza económica no se ha podido diversificar y siguen siendo un país extractivista.
“Tenemos una deuda que está creciendo a ritmos exponenciales y entre la deuda privada y pública suman más del 50% del PIB. (...)Nos estamos gastando la plata de las reservas públicas”, dice Ayo, quien afirma que la burguesía es la que más ha ganado.
Con esto último concuerda Isabel Mercado, editora del diario boliviano Página Siete. Para ella es una paradoja que un gobierno que empezó con la defensa de la madre Tierra pactara con el agronegocio, un sector muy poderoso. “Es más amigo de los empresarios que de los indígenas”, apunta Mercado, quien pese a ello reconoce como principal logro de Morales darle inclusión a la mayoría indígena en la vida del país.
Ella expresa que el extractivismo y desarrollo para la inversión interna también provocó daños colaterales como la deforestación de bosques, relacionados con los incendios forestales que sufre el país.
El último sondeo de Ipsos realizado en las capitales dice que Morales perdería en segunda vuelta. El analista Iván Arias afirma que esto se debe a los incendios y las políticas de tantos años que son las causantes de lo que ocurre: “Son años de descuido y desprecio por los bosques (...), esto está incendiando su popularidad, especialmente en las áreas urbanas y en los jóvenes”.
Para él, el voto a Mesa es más rechazo a Morales que apoyo al opositor. Agrega que también hay mucha desconfianza en el poder electoral.





IVAN WITKER: EVO, MADURO Y EL CANDIDATO COREANO. LAS EXTRAÑAS SINUOSIDADES DE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL BOLIVIANA

Evo Morales habría decidido tomar distancia del avíspero venezolano y particularmente de Maduro. ¿Cautela o simple paso táctico? Poco importa. Lo central es que deja en claro que su intento de nueva re-elección no está fácil.

El Libero de Chile (www.ellibero.cl/opinion)

A Alan Knight, el reconocido historiador de la Universidad de Oxford y especialista en populismo latinoamericano, se le atribuye decir que esta región del mundo no es un lugar geográfico, sino una patología. Imposible no recordar sus palabras al mirar los procesos electorales de los últimos meses. Especial atención merece lo que está ocurriendo en Bolivia en estos momentos.
Ahí se observan sinuosidades muy extraordinarias. Por ejemplo, indicadores sorprendentes en orden a que Evo Morales habría decidido tomar distancia del avíspero venezolano y particularmente de Maduro. ¿Cautela o simple paso táctico? Poco importa. Lo central es que deja en claro que su intento de nueva re-elección no está fácil.
Uno de los indicadores del distanciamiento de Maduro se observa en el plano de la economía. Sus más cercanos han señalado ya varias veces que su modelo económico es distinto al que se aplica en Venezuela. En mayo, el vicepresidente Alvaro García Lineras, en una entrevista concedida a la Deutsche Welle, criticó el manejo económico de Maduro, apreciación que al día siguiente repitió ante el Ibero-Amerikanisches Institut de Berlín. Luego, el ministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, en una visita a la Casa de América en Madrid, insistió que el modelo evista nada tiene que ver con el chavista/madurista. “El nuestro es único”.
Un segundo indicador ocurre en el terreno diplomático. Fue sorprendente que su embajador no haya solidarizado con la postura venezolana en la OEA hace pocas semanas. Y no se trata de una simple simpatía con Luis Almagro, a quien Evo apoya decididamente en su re-elección pese a la vehemencia del uruguayo en abordar la situación venezolana. Efectivamente, en la última reunión del Consejo Permanente de la OEA, se aprobó una resolución llamada “Violación de Derechos Humanos en Venezuela”, que es clarísima respecto a la barbarie madurista, por 21 votos a favor, 3 en contra y 7 abstenciones. La diplomacia evista tomó palco y se abstuvo.
Un tercer indicador es político. Resulta muy llamativo que Evo no haya atendido la insistente invitación para que fuera a la reunión del Foro de Sao Paulo realizada en Caracas en julio último, la cual era de la máxima importancia para la diplomacia madurista. Podría ciertamente percibirse esta conducta como tibia. Sin embargo, Evo parece haber puesto en el congelador todos sus vínculos con el socialismo del siglo 21. No hay datos de nuevas muestras de solidaridad con Lula ni que haya expresado congoja por los nuevos líos del Mashi Rafael Correa.
Por cierto, resulta imposible saber si esto obedece a una actitud táctica o genuina. Quienes apoyan la última, aseguran que a Evo le disgustó una matanza de indígenas venezolanos, de la etnia pemón, ocurrida en Santa Elena de Uairén en febrero de este año. Por esa razón, esa etnia ha huido en masa hacia Brasil. Desde entonces, Evo estaría recibiendo con frialdad las noticias procedentes de Caracas. En tanto, quienes la catalogan de actitud táctica, destacan que los sondeos señalan un impactante 82% de rechazo entre los bolivianos al vínculo de Evo con Maduro.
Sin embargo, el cuadro boliviano general está presentando otra sinuosidad extraordinariamente enigmática. Hace escasas semanas irrumpió el candidato demócratacristiano, Chi Hyun Chung. Se trata de un médico nacido en Corea y pastor presbiteriano. Es a todas luces un outsider, pero goza de buenos contactos empresariales en Santa Cruz, donde ejerce su profesión y la docencia universitaria. Se presenta como un partidario del “capitalismo cristiano” y sus lemas son “Chi puede” y “Dios puede tener misericordia de Bolivia”. Imposible no rememorar a Alberto Fujimori. Imposible no re-leer a Alan Knight.





VOTO NULO EN BOLIVIA: UN LLAMADO A LA RESISTENCIA CIVIL CONTRA EVO MORALES

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Por Carlos Sánchez Berzain.- El próximo 20 de octubre es día de elecciones presidenciales en Bolivia en el modelo de "dictadura electoralista", impuesta a un pueblo tan indignado como impotente por la burla del mandato legal y popular que impide a Evo Morales ser candidato y por el premeditado incendio de casi dos millones de hectáreas en la Amazonia, que perpetra Morales.  Con candidatos opositores funcionales que dividen una opción opositora real, que habilitan, legitiman y garantizan la criminal elección de Morales, Bolivia puede volver a decir NO, con resistencia civil por medio del voto nulo. 
En Bolivia no hay elecciones democráticas. No se cumple ninguno de los elementos esenciales de la democracia. No hay estado de derecho, división ni independencia de poderes como lo prueba la participación de Evo Morales como candidato, contumaz en violar su propia constitución. Es su cuarta candidatura y tercera reelección consecutiva. Viola el referéndum de 21 de Febrero de 2016 (21F) que manda que NO puede ser mas candidato.
El castrochavismo aplica el modelo vigente en Cuba, Venezuela y Nicaragua de "votar pero no elegir en elecciones que no son ni libres ni justas". Ha convertido Bolivia en "dictadura electoralista" definida como "el régimen que por la fuerza o la violencia concentra todo el poder político en una persona o en un grupo, reprime los derechos humanos y las libertades fundamentales y utiliza las elecciones como medio de simulación y propaganda para detentar el poder indefinidamente". 
Evo Morales es un "candidato usurpador" porque se "apodera de un derecho que legítimamente no le pertenece y lo hace con violencia, arrogándose una dignidad y posición que no le corresponde, usándola como si fuera propia".  Si completa su plan criminal declarándose ganador de las elecciones y posesionándose por cuarta vez como jefe de estado en enero de 2020, Morales estará igual que el dictador venezolano Nicolás Maduro. Por eso es urgente que los bolivianos y los defensores internacionales de la libertad, la democracia y los derechos humanos, hagamos que el mundo reconozca esta usurpación y actúe en consecuencia.
El pueblo boliviano víctima de los crímenes que Morales comete para sostener su dictadura y su candidatura usurpadora, es agredido por una nueva cadena de delitos que Morales y su régimen perpetran con el incendio y ecocidio de la Amazonía boliviana. La prueba y efectos de estos delitos están en cerca de dos millones de hectáreas premeditadamente quemadas en zonas protegidas y parques nacionales, para ampliar las áreas de coca ilegal/cocaína, asentar colonizaciones para cambiar el mapa político/electoral del país, y extender la agropecuaria para empresarios del régimen, a costa de devastar la flora y fauna silvestre patrimonio de los bolivianos y de la humanidad.
Una situación de indefensión, impotencia y frustración, agravada por el incumplimiento de la función real de los partidos y líderes políticos que en lugar de defender el retorno a la democracia y la recuperación de la República, son cómplices de la funcionalidad a la dictadura electoralista. 
Una crisis tan grave solo deja la posibilidad de que el pueblo ejerza "resistencia civil", entendida como "el uso de métodos no violentos para desafiar al poder usurpador" y que históricamente ha operado "mediante el llamado y el desafío al adversario, la presión y la coerción no violenta para obligarlo a retirarse del poder político".
En Bolivia ya hay resistencia civil.  El 21F, NO es NO, BOLIVIA DIJO NO y mas, con marchas, paros cívicos y otras expresiones, son resistencia civil que el régimen sabotea con control político, sobornos, amedrentamiento y represión, con metodología castrochavista que aplican en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pero el momento en el que el aparato dictatorial tiene muy pocas posibilidades de éxito es el del día de la elección, el del acto del voto, aquel en el que cada ciudadano boliviano esta obligado a votar, es el mejor momento para derrotar a Evo Morales y su dictadura con resistencia civil.
Como ni los partidos políticos, ni los candidatos llamados opositores han sido capaces de unirse, ni de exigir condiciones de democracia para que las elecciones sean libres y justas, y menos plantear la posibilidad de no participar si interviene el candidato usurpador Evo Morales, el pueblo puede el 20 de octubre VOTAR NULO como expresión de repudio y de resistencia civil, para obligar al usurpador a retirarse del poder político respetando el 21F y cesar el ecocidio de la Amazonía.  Bolivia puede volver a decir NO a la dictadura VOTANDO NULO, deslegitimando a Morales y marcando el camino para recuperar la democracia y la República.





INCENDIOS Y CRECIMIENTO ECONÓMICO EN BOLIVIA

Euro News de España (www.es.euronews.com)

Junto a Brasil, los incendios amazónicos han puesto a Bolivia en el punto de mira de la comunidad internacional. Desde principios de año, en este país han ardido cerca de dos millones de hectáreas, miles de focos siguen activos y la temporada de las quemas con fines agrícolas aún no ha terminado...
A diferencia de Brasil, Bolivia ha acogido con los brazos abiertos la ayuda internacional: durante el pasado fin de semana llegaron los equipos de bomberos y drones que Francia prometió enviar en la pasada cumbre del G7. Otros países, como Argentina o Rusia, ya están presentes. El primero con hombres, el segundo, con dos aviones contraincendios de gran capacidad de carga.
Tampoco se ha mostrado reticente el gobierno boliviano a participar en iniciativas regionales para proteger la Amazonia de las llamas. Hace unos días, el presidente Evo Morales firmó el Pacto de Leticia junto a sus homólogos de Colombia, Ecuador y Perú, entre otros. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no acudió personalmente a la cita, pero sí plasmó su rúbrica en el acuerdo.
Sin embargo, la fuerza de la inercia económica es muy grande en una región en la que los incendios están estrechamente ligados a la extensión de los terrenos agrícolas, ganaderos y mineros. Desde 2005, Bolivia ha perdido unos cinco millones de hectáreas de bosque. En ese mismo periodo, el PIB nacional se ha multiplicado por cuatro y el respeto a la naturaleza ha quedado, con frecuencia, en un segundo plano:
"Los intereses corporativos se están imponiendo, rompiendo este principio de ser un país progresista que lucha por los pobres. Básicamente, estamos viviendo un neoextractivismo que dista mucho de esas políticas progresistas de convivir con la naturaleza", explica el politólogo Franklin Pajares.
Según las encuestas, los incendios apenas han chamuscado la imagen de Evo Morales a un mes y medio de las elecciones generales. El mandatario, máximo favorito para sucederse a sí mismo en las presidenciales, hace oídos sordos a quienes le exigen que retire sus planes para expandir la agricultura y hacer frente a la creciente demanda mundial de alimentos y materias primas.





VICEMINISTRA BOLIVIANA: SI EL BOSQUE AMAZÓNICO DESAPARECE, SERÍA UN MAL GIGANTESCO

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                         
Si los bosques de la Amazonía desaparecen, será un "mal gigantesco" con unas graves consecuencias tanto ambientales como sociales, advirtió la viceministra de Medio Ambiente de Bolivia, Cynthia Silva Maturana.
"Si el bosque amazónico desaparece, eso sería en mi opinión un mal gigantesco", alertó la alta funcionaria al conversar con Sputnik.
La importancia de un bosque amazónico, explicó, consiste en que "el agua no solamente fluye hacia las cuencas, sino que se filtra por el suelo donde la toman las raíces y vuelve a salir por un ciclo de transpiración, o sea los arboles toman el agua que va saliendo en el suelo, la sacan como todas las plantas, la transpiran, aportan a la lluvia, a la humidificación del ambiente, esta vuelve a caer en los suelos".
"La desaparición del bosque amazónico significa que toda el agua que llueve llegaría efectivamente directamente a los ríos, y puede generar inundaciones, que las cuencas pierdan cauce, pérdida de suelos", apostilló la viceministra.
Enfatizó que el bosque amazónico, por su humedad, es "muy importante para los ciclos hídricos".
"Porque es un bosque húmedo, cada planta genera mucha más humedad, mantiene más humedad en el bioma y por lo tanto aporta a los arroyos, a los ríos que tarde o temprano van alimentando las grandes cuencas", detalló.
La eliminación del bosque amazónico en términos de agua "es muy trágica", subrayó la titular adjunta de Medio Ambiente.
En cuanto a las repercusiones globales, junto con los bosques en la Amazonía corre el peligro de desaparecer la propia "vida humana en ese sistema".
"Yo siempre pienso que es importante decir que los bosques no son deshabitados, son sistemas complejos de culturas, de pueblos", señaló la viceministra al tiempo de alertar de que la eliminación del bosque amazónico "produciría la eliminación de pueblos enteros, de su cultura, (de los) que viven de sus recursos, que llevan muchos años allí, tendrían que migrar, que es pobreza".
Por lo tanto, "el efecto de la desaparición de un bosque es un efecto completo, así como su manejo debe ser integral su pérdida es integral, ya que tiene efectos ambientales, sociales, culturales, económicos y por supuesto en términos de cambio global es tremendamente nocivo", resumió.
Los jefes de Estado y representantes de Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana y Surinam firmaron el viernes pasado el Pacto de Leticia por la Amazonía, mediante el cual se busca alentar a la comunidad internacional a conservar esa región del planeta.
La Cumbre en Colombia se dio en razón de los incendios forestales que persisten en la cuenca del Amazonas desde hace varias semanas, principalmente en Brasil y Bolivia.
Los incendios que afectaron a los seis biomas de Brasil –Amazonía, Caatinga, Cerrado, Mata Atlántica, Pampa y Pantanal– quemaron, sólo en agosto, unos 73.500 kilómetros cuadrados, superior a la superficie de Irlanda, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).
Tales incendios se presentaron por quemas tradicionales con fines agrícolas que salieron de control por la extensa sequía y los fuertes vientos que azotan a la región, lo cual también se presentó en el Bosque Seco Chiquitano, un ecosistema de transición entre las selvas del Amazonas boliviano y los bosques del Chaco.

Responsabilidad compartida

En su entrevista con Sputnik, la viceministra de Medio Ambiente de Bolivia apuntó a que "es muy importante que en el ámbito de la Amazonía todos los países tengamos el mismo nivel de responsabilidad y acción en el cuidado del bosque amazónico".
"Es importante que todos los países tengamos responsabilidad sobre nuestra Amazonía y la manejemos lo mejor posible", enfatizó.
Lo primordial, dijo, es "entender que estos no son accidentes ambientales, sino que son contingencias que dañan los procesos de desarrollo de los países".
"Me parece que una alianza, siempre en el marco de respeto de la soberanía nacional, una alianza para intercambiar capacidades, intercambio de tecnologías, aceptar que todos tenemos responsabilidades sobre este tema, pero que las responsabilidades son distintas, es el camino", expresó la funcionaria.
En cuanto a la posibilidad de recuperar los daños, auguró un camino lleno de dificultades: "Si la eliminación fue en una superficie muy grande, reponer el bosque es casi imposible, el trabajo sería más grande", explicó.
"No se puede hacer por la vía de la reforestación, uno puede ayudar, pero no va a poder recuperar un bosque reforestando plantitas", advirtió Silva Maturana.
Por lo tanto, la urgente necesidad consiste en "lograr lo más rápido posible controlar estas contingencias, lograr que esas lenguas de bosque queden rodeadas por un bosque vivo", concluyó la viceministra.





LA BATALLA POR SALVAR DEL FUEGO A LOS BOSQUES DE LA CHIQUITANÍA BOLIVIANA

Forests News de Indonesia (www.forestsnews.cifor.org)

Cuando la bombera Daniela Azero y su equipo vieron por primera vez la magnitud de los incendios forestales que se han desatado en el este de Bolivia, cerca de la frontera amazónica con Brasil, se llevaron una gran impresión. “Había demasiados focos de calor: enormes columnas de humo y llamas grandes y potentes”, relata.
El bosque seco Chiquitano de Bolivia nunca había ardido de esta manera, pero ahora el desastre ha tomado por sorpresa al país. “Por desgracia, esto se debe a que la gente ha estado deforestando y quemando para despejar tierras para la agricultura”, dice Azero.
El equipo de Azero fue convocado desde la capital boliviana, La Paz, para unirse a otros bomberos de todo el país y del Perú. De inmediato, pusieron manos a la obra y trataron de extinguir algunos de los incendios, además de despejar matorrales y cavar trincheras para evitar que estos se propagaran aún más. “Es un trabajo físico realmente duro”, cuenta Azero, quien junto a otras tres mujeres conforma un equipo de 70 bomberos en el frente de batalla contra los incendios forestales de la llamada Chiquitanía.
El alojamiento en el que su grupo de trabajo descansaba era básico. Luego de los largos y calurosos días de trabajo, los bomberos dormían en colchones colocados sobre el piso, dentro de los hospedajes de las comunidades locales que han estado apoyando tanto como pueden ante la emergencia.
“Nos ayudaron a acceder a áreas a las que es difícil llegar y nos proporcionaron materiales y acceso al agua”, relata Azero. “Pero también están muy tristes por lo que está sucediendo aquí”, afirma.
Al igual que los incendios que han ocurrido en Brasil y en otras partes del mundo, la nueva magnitud de estos en Bolivia se debe en gran medida a la quema de tierras recientemente deforestadas, impulsada por un decreto emitido en julio por el presidente Evo Morales, que aumentó el área que los agricultores pueden quemar para limpiar las áreas desde cinco a 20 hectáreas.
Si bien la quema controlada para la agricultura es una práctica común que se ha realizado durante miles de años en muchas partes de la Amazonía, actualmente está siendo utilizada en el bosque seco Chiquitano por nuevos residentes y empresas privadas que “no conocen el medio ambiente en el que trabajan”, indica Rubens Barbery, director del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (CEPAD), una ONG boliviana.
“Como su nombre lo indica, este bosque es sumamente seco, y no es viable usar fuego para despejar tierras en esta situación”, enfatiza Barbery. “Es práctico para la persona que lo hace —facilita la labor de despeje de la tierra—, pero no es adecuado para los ecosistemas forestales de este lugar ni frente a las condiciones existentes. Una llama descontrolada puede escaparse cuando la gente no está atenta y causar un desastre como el que vemos ahora”.
Según Azero, en los últimos días ha llovido en las zonas más afectadas por el fuego, lo que ha contenido algunos de los incendios, pero no ha sido suficiente para extinguirlos por completo.
“Una de las características del bosque seco Chiquitano es que tiene una capa de vegetación en la parte superior”, explica Barbery. “Eso mantiene el calor en la parte inferior, aun cuando haya dejado de arder encima”.
Ahora, una importante preocupación para los bomberos es la proximidad de los incendios al Parque Nacional Noel Kempff Mercado. Con más de 4 000 plantas y 130 especies animales que viven en sus 1.6 millones de hectáreas, es uno de los parques más grandes y con mayor biodiversidad en la cuenca del río Amazonas.
Pero la situación de sequía que está afectando actualmente al parque y secando su vegetación, así como la difícil accesibilidad del lugar, significa que se deben mantener las llamas fuera de sus límites a toda costa. “Sería casi imposible controlar el fuego si llegara hasta allá”, dice Barbery. “Por ello, en este momento, la mayoría de los esfuerzos de los bomberos consisten en asegurarse de que el fuego no ingrese al parque”.
La situación sigue siendo muy cambiante e impredecible, señala Barbery, y los incendios actualmente se encuentran muy lejos de estar totalmente bajo control.
Mirando hacia el futuro, tanto Barbery como Azero enfatizan la importancia de las medidas preventivas.
“Es lamentable que solo intervengamos y planifiquemos cuando ocurren estos grandes desastres”, sostiene Azero.
“Ya llevamos más de 20 días [trabajando] en un incendio que sabíamos cómo controlar desde el principio”, se lamenta Barbery.
“Si las autoridades y departamentos nacionales le hubieran dado la importancia que requería, no estaríamos ahora ante un problema de esta magnitud”, asegura el director de CEPAD.
“Pienso que necesitamos mejorar la toma de conciencia en todo sentido, y debemos poder contar con un sistema de alerta temprana que nos permita sofocar los incendios rápidamente y no dejar que se propaguen a este nivel”.
Cavar trincheras es uno de los métodos que los bomberos utilizan para evitar la propagación de las llamas. Gracias al CEPAD, Bolivia ahora está trabajando en el desarrollo de equipos de respuesta temprana en lugares más próximos a las áreas propensas a incendios, así como de un sistema de alerta temprana. Las contribuciones internacionales a esta causa son bienvenidas, agrega Barbery, porque los programas de prevención son a menudo más costosos y difíciles de implementar que el trabajo de control de incendios en sí.
En lo inmediato, dado que los suministros de agua de la aldea se están canalizando hacia los incendios, también se requiere ayuda extranjera que proporcione agua suplementaria para beber.
Azero y Barbery también esperan que el desastre ayude a inculcar una mayor conciencia ambiental en la población en su conjunto. “Creo que nos corresponde a cada uno de nosotros tomar conciencia sobre cómo cuidamos el medio ambiente”, apunta Azero. “Lamentablemente, el medio ambiente es a menudo lo último en la mente de las personas. No lo tienen muy en cuenta; no saben el valor que tiene”, concluye.





EN DEFENSA DE LA AMAZONÍA

“Cuando la selva está amenazada por el narcotráfico, la tala ilegal de madera, la minería ilegal, los países se comprometieron al uso sostenible de los bosques”.

El Peruano (www.elperuano.pe)

La firma de la Declaración Presidencial sobre el Pacto para la Conservación de los Bosques en la Región Amazónica es un paso trascendental en el cuidado de esta zona de selva tropical, considerada uno de los pulmones más importantes del mundo.
En el último año, más de 80,000 incendios en Brasil y Bolivia habían alertado a la comunidad internacional del peligro que existía sobre los 6.7 millones de kilómetros cuadrados del bosque más grande del mundo. Por eso, era necesario establecer las bases de una respuesta colectiva ante estas amenazas.
Los presidentes del Perú, Martín Vizcarra; Colombia, Iván Duque; Ecuador, Lenín Moreno; Bolivia, Evo Morales; y el canciller del Brasil, Ernesto Araújo, se reunieron en la ciudad colombiana de Leticia para evaluar una respuesta coordinada a este problema, teniendo en cuenta que todos comparten la selva amazónica en sus territorios.
La Amazonía es vital para el ecosistema del planeta. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, alberga más de 40,000 especies de plantas; al 40% de la selva tropical del mundo; al 25% de su biodiversidad terreste; a más de 6,000 especies de animales; 427 especies de mamíferos; 1,300 de aves; 378 de reptiles; más de 400 de anfibios y alrededor de 3,000 especies de peces de agua dulce.
Por ello, el documento de 16 puntos suscrito por los mencionados países, y los representantes de Surinam y Guyana, crea una red de cooperación ante desastres naturales y compromete a los países firmantes a articular sus sistemas de prevención y atención de desastres. Igualmente, establece la intención de restaurar, rehabilitar y reforestar las zonas degradadas por los incendios.
Un punto destacado del Pacto de Leticia es la cooperación de los sistemas de alerta temprana para detectar la deforestación y degradación. De esta manera, se incrementará el monitoreo de la zona. Los gobiernos también se comprometieron a intercambiar información para mejorar el seguimiento del clima, la biodiversidad y los recursos hídricos e hidrobiológicos.
Cuando la selva está amenazada por el narcotráfico, la tala ilegal de madera, la minería ilegal, los países se comprometieron al uso sostenible de los bosques y al consumo responsable de los recursos para promover las cadenas de valor y otros enfoques de producción sustentables.
Las naciones amazónicas son conscientes de que los primeros defensores de su ecosistema deben ser los mismos pobladores. En esta región viven 400 pueblos indígenas constituidos por un millón de habitantes, cuya identidad y pertenencia se han formado en la selva. Por eso, se propone empoderar a la mujer para que participe en la conservación y desarrollo sostenible. Además, el documento plantea la coordinación de campañas de educación que tienen como meta crear conciencia sobre el papel y la función de la Amazonía y cuáles son sus retos y amenazas.
Muchas de estas tareas no podrán ejecutarse sin conseguir el apoyo económico de organismos públicos y privados. Por eso, es necesario fortalecer los mecanismos financieros que ayuden a proteger a la selva, el principal regulador del clima del planeta.
Como señaló el presidente Martín Vizcarra, “la preservación de la Amazonía es un tema que ya trasciende los países […] y que todos debemos ver cómo contribuir a preservarla”.





MIENTRAS LOS BOSQUES ARDEN, LA APUESTA DEL LÍDER BOLIVIANO EVO MORALES EN LA GRAN AGRICULTURA SE VE AMENAZADA

Japan Times (www.japantimes.co.jp)
                                                                                                                
En la ciudad tropical boliviana de Santa Cruz de la Sierra, un rico centro agrícola en el límite de la selva amazónica, el presidente Evo Morales se reunió con los ganaderos a fines del mes pasado para celebrar un primer envío de carne a China.
Se organizó una ceremonia elaborada para marcar lo que se suponía que sería un logro supremo en el plan de Morales para hacer de Bolivia un proveedor global de alimentos: la entrada al mercado masivo de China justo cuando Beijing busca alternativas para los productores estadounidenses.
"Esta es solo otra herramienta para garantizar que sigamos creciendo económicamente", dijo el primer presidente indígena de Bolivia, que a menudo se conoce con el nombre de "Evo", en el evento del 28 de agosto. El país planea enviar 8,000 toneladas de carne de res a China el próximo año, agregó.
En las afueras de la ciudad, sin embargo, el costo de un rápido aumento en la agricultura era claramente visible. Los incendios forestales estaban furiosos, probablemente provocados por un aumento en la tala y quema de tierras para la cría de ganado o la producción de soja.
Los incendios bolivianos, que reflejan a los que se están quemando en zonas de Brasil, amenazan con descarrilar la apuesta de Morales por un cuarto mandato consecutivo y otros cinco años de "Evonomics", su marca de capitalismo mezclado con la intervención socialista del estado.
Los críticos vinculan los incendios con las leyes que Morales aprobó para alentar a los agricultores y ganaderos a establecerse en áreas forestales en los últimos años. Eso incluye permiso este año para usar métodos de tala y quema para aumentar la producción a pesar de la sequía.
La escala de los incendios es masiva, amenazando lo que se considera un baluarte natural contra el cambio climático. En las últimas semanas, han barrido más de 2.1 millones de hectáreas (5.2 millones de acres) en Bolivia sin litoral, un área casi del tamaño de Nueva Jersey, quemando más de 700,000 hectáreas de bosque en reservas protegidas, según un informe del grupo local de conservación FAN.
Y han llamado la atención sobre el nuevo apoyo de Morales para una industria que una vez estuvo en desacuerdo con su gobierno y lo pusieron en la defensa antes de las elecciones del 20 de octubre.
“Antes (de los incendios) iba a ser difícil para él encontrar el apoyo de votantes indecisos. Ahora va a ser mucho más difícil ", dijo el analista político Marcelo Arequipa. "Se ve complicado para él".
El apoyo de Morales a la agricultura ha sorprendido a algunos.
A diferencia del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro en Brasil, quien calificó el cambio climático como un engaño, Morales es conocido como un ambientalista estridente en el extranjero, y a menudo habla de la necesidad de proteger a la "Pachamama", o la Madre Tierra, en foros mundiales.
Pero Morales también está dispuesto a impulsar el desarrollo y el crecimiento económico en Bolivia, uno de los países más pobres de América del Sur. En casa, su gobierno se está volviendo cada vez más conocido como un aliado de los intereses agrícolas y ganaderos, llamando a los productos agrícolas el "nuevo oro" que ayudará a diversificar la economía lejos de la exportación de gas clave de Bolivia, el gas natural.
"Estos incendios podrían cambiar el curso de la historia", dijo el politólogo Franklin Pareja, con sede en La Paz. "Son tan grandes que han comenzado a exponer otras cosas. Por ejemplo, que esto no se trata solo de dar oportunidades a las personas pobres sino de favorecer los intereses empresariales agroindustriales".
Después de una ola de críticas por la lenta respuesta inicial de su gobierno a los incendios, Morales entró en acción a fines del mes pasado, contratando un Boeing SuperTanker para apagar las llamas con agua y uniéndose a los bomberos que luchan contra ellos en el suelo con mangueras.
Las posibilidades de éxito electoral de Morales ahora pueden depender de si la indignación por los incendios puede ser aprovechada por su principal rival, Carlos Mesa. Algunas encuestas de opinión recientes indican que Mesa podría triunfar en una segunda vuelta potencial.
"Este es un desastre nacional", dijo Mesa a la emisora ​​local Red Uno. "Sabemos quién causó este desastre, Evo Morales y sus políticas irresponsables de uso de la tierra".
El gobierno ha negado que sus políticas hayan alimentado los incendios, calificándolo de "mentira" y prometiendo invertir lo que sea necesario para volver a cultivar los bosques.
Morales, que una vez fue cocalero, culpó a las sequías periódicas que golpearon fuertemente este año. "Si fuma un cigarrillo y lo arroja, se encenderá y habrá un incendio", dijo Morales a los ganaderos en la ceremonia en Santa Cruz la semana pasada.
Hace una década, Morales era tan despreciado en Santa Cruz que evitó la feria de agricultura que alberga cada año. La provincia agrícola tradicionalmente conservadora temía sus planes de romper grandes propiedades rurales.
Pero se ha vuelto menos impopular entre los agricultores desde que anunció un plan en 2013 para triplicar las tierras agrícolas de Bolivia a 13 millones de hectáreas para 2025, un objetivo que, según algunos, solo es posible destruyendo grandes extensiones de bosque.
Una serie de indultos del gobierno por la deforestación ilegal que comenzó ese año alentó a los colonos sin tierra a profundizar en la Amazonía, que vio la duplicación de la deforestación de la agricultura de 2014-2018, dijo la autoridad forestal de Bolivia en un informe de abril.
Morales, el presidente de izquierda más inclinado de Sudamérica, también ha respaldado proyectos de infraestructura como un proyecto de carretera chino de $ 580 millones y una propuesta de ferrocarril transcontinental a la costa del Pacífico peruano.
Este año, Morales aprobó una regla para alentar más exportaciones de soja y, al comienzo de la estación seca, autorizó la tala de tierras en las provincias amazónicas que ahora se desatan con incendios.
Los líderes empresariales agrícolas dijeron que esas medidas eran necesarias para apoyar a la industria, e instaron a Morales a no ceder ante las demandas de reprimir el sector, a pesar de los incendios.
"Las leyes estaban bien pensadas y ... no deberían ser derogadas", dijo Oscar Pereyra, presidente de una importante asociación ganadera en Bolivia. "No podemos matar al" ganso que pone los huevos de oro "de la industria agrícola".
Pero los ambientalistas y muchos lugareños temen que la deforestación desenfrenada y los incendios tengan efectos colaterales en el medio ambiente.
"Cada vez que salgo ... veo nuevos claros de tierra, ya sea para ganado o soja", dijo Robert Flock, un obispo católico en la región de Santa Cruz. "Eso significa más sequía".





                                                                                                      
El informe Amazonia saqueada revela devastación por presencia de minería ilegal en seis países amazónicos: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Un mapa interactivo muestra más de 2.000 puntos en la región en los que se ha identificado esta práctica

Semana de Colombia (www.sostenibilidad.semana.com)
                                                                                                     
Por primera vez, Latinoamérica cuenta con una plataforma regional sobre la minería ilegal. Se trata de un mapa elaborado sobre la base de imágenes satelitales, reportes de comunidades indígenas de la zona, informes de organizaciones que monitorean los bosques y noticias publicadas en la prensa.
La información ha sido puesta en un mapa interactivo en el que se puede explorar cada uno de los lugares identificados en seis países amazónicos: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
El mapa interactivo permite conocer la ubicación exacta de cada uno de los más de 2000 puntos identificados y saber qué tipo de mineral se extrae de este lugar, si ya ha sido cerrado, si aún está activo y qué maquinarias o insumos se utilizan, entre otros datos. 
 1.- El mapa de la minería ilegal
Este especial, denominado Amazonía saqueada, reporta 2312 sitios con esta actividad ilegal y 245 áreas de extracción no autorizadas en las que se explota oro, diamantes y coltán.
De todos los puntos mapeados, la mayoría se encuentra en Venezuela (1899), seguido por Brasil (321), Ecuador (68) y Perú (24), precisa el estudio elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) e InfoAmazonía, en coordinación con otras ocho instituciones latinoamericanas.
En cuanto a las áreas, Brasil está en el primer lugar con 132 seguido por Perú con 110, todas ubicadas en Madre de Dios, la región de la Amazonía que tiene la mayor degradación causada por la extracción de oro.
La diferencia entre puntos y áreas consiste en que los primeros no tienen límites precisos en las imágenes satelitales, pero se identifica la actividad ilegal. En cambio, las áreas sí tienen contornos definidos de tal manera que se puede ver su extensión desde el aire, explica Julia Jacomini, investigadora de la RAISG. “Por primera vez tenemos una visión panamazónica de este problema y entendemos que la minería ilegal es un problema transfronterizo”.
La minería ilegal está causando efectos devastadores en la Amazonía por la presencia de dragas, barcas y otros equipos utilizados para la extracción de oro que acaban con los bosques, así como por el uso indiscriminado de mercurio que genera daños a la salud de las poblaciones locales -principalmente indígenas- y afecta a ríos y peces.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) no están libres de las actividades ilegales, pues según el informe, de las 649 ANP identificadas, 55 tienen puntos de minería ilegal activos o balsas dentro de sus límites y 41 sufren daños indirectos, ya sea en áreas de amortiguamiento o en sus fronteras.
2.- La situación en los países de Latinoamérica
En Brasil, la presión de la minería ilegal es intensa sobre la región del río Tapajós donde, además, las comunidades indígenas son amenazadas cuando intentan oponerse a esta actividad no autorizada, según informa un artículo de la Deutsche Welle.
Las ANP ubicadas a lo largo de esta cuenca también están siendo impactadas. Según una investigación del Instituto Socioambiental (ISA) —citado en el estudio—, la Floresta Nacional de Altamira, una zona protegida situada al noroeste del estado de Pará, ha tenido una rápida transformación en los sectores de los ríos Novo, Branco y Jamanxim, donde se ha instalado un campamento minero de 6.5 kilómetros de extensión.
Perú enfrenta la misma devastación. “La minería ilegal en Madre de Dios ha contribuido a que la deforestación en ese país alcance niveles jamás registrados”, se indica en Amazonía saqueada. Y en esta región, la destrucción también se ha internado en una de sus áreas protegidas: la Reserva Nacional Tambopata.
Informes del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) utilizados en este estudio dan cuenta de cómo esta actividad ilegal ingresó a la reserva a partir del año 2015. A través de imágenes satelitales se observa cómo en setiembre de ese año el territorio no había sido afectado y solo dos meses después ya mostraba zonas deforestadas dentro de la reserva causadas por minería ilegal. Otro análisis de MAAP presentado en abril del año pasado indica que la deforestación causada por la minería entre enero de 2017 y febrero de 2018 fue de 1320 hectáreas, en las áreas de La Pampa (sector Balata), Alto Malinowski y en la Reserva Nacional Tambopata.
Venezuela también es un país fuertemente impactado por la minería ilegal con más de 1800 lugares donde se visualiza la actividad. Uno de los casos más significativos corresponde a la presencia de la minería aurífera desde la década de 1980 en el Parque Nacional de Yapacana, entre los ríos Orinoco y Ventuari, una actividad cuya ilegalidad se hizo visible con las alianzas entre los mineros y los miembros disidentes de guerrillas colombianas. Un informe reciente de académicos, periodistas y autoridades del Estado de Amazonas ha denunciado que los disidentes de las guerrillas administran todas las minas.
En Colombia, la extracción ilegal de oro y coltán de la región amazónica se desarrolla en las cuencas de los ríos Putumayo, Caquetá, Apaporis, Guainía e Inírida, entre otros. Esta actividad afecta áreas de manejo especial (territorios indígenas, parques nacionales, sitios Ramsar, reservas forestales y zonas fronterizas).
En Bolivia se presenta un problema para definir la ilegalidad de esta actividad, comenta Marco Gandarillas, director del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB). El investigador dice que “en todos los países no se identifica de la misma forma la actividad ilegal” y menciona que en su país existe una situación compleja con las autorizaciones a las cooperativas mineras.
En el área del Parque Nacional Madidi y la Reserva de la Biósfera Pilón Lajas, por ejemplo, existen 41 operaciones de minería y a pesar de la evidente amenaza causada por la explotación dentro del área protegida, el estudio indica que esta actividad fue legalizada por el gobierno.
3.- Presencia de mercurio en la Amazonía
 Un tema importante, sobre el que hace énfasis el estudio, es el uso del mercurio en la actividad ilegal y cómo este elemento está causando efectos severos en la salud de las personas y en el medio ambiente, principalmente a las comunidades indígenas.
Los peces, principal alimento de los pueblos nativos y ribereños, son también un problema de salud pública, pues estudios han revelado la acumulación de mercurio por encima de los niveles recomendados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de las regiones más afectadas por el mercurio en la Amazonía es el territorio Yanomami, que se extiende entre Brasil y Venezuela. En esa zona se tomaron más de 200 muestras de cabello a la población indígena y el resultado más alarmante fue el caso de la comunidad Yanomami de Aracaçá, en la región de Waikás, en Brasil donde el 92 % del total de las muestras presentaron alto índice de contaminación.
En Colombia la zona más afectada por este mineral es la cuenca del río Caquetá. En este país, un estudio del Instituto Nacional de Salud de Colombia en el río Apaporis reveló que hasta el 80% de las poblaciones indígenas en esta región están contaminadas por mercurio.
Para el 2015 Bolivia registraba 20 veces más mercurio utilizado en el país, en comparación con el 2010, según cifras del CEDIB citadas en este informe. Una publicación del gobierno boliviano en 2016 da cuenta que, con 133 toneladas de mercurio liberadas al año, Bolivia es el tercer país de América en emisiones del mineral.
Debido a la grave situación de contaminación por mercurio en varios países, la Organización de las Naciones Unidas adoptó, en el año 2013, el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de sus efectos adversos. El acuerdo firmado hasta ahora por 101 países prevé un mayor control de la importación, comercialización y descarte de mercurio. Salvo Colombia y Venezuela, todos los otros países amazónicos han suscrito y ratificado este convenio
 4.- La minería ilegal en territorios indígenas
 Las comunidades indígenas también padecen la amenaza de la minería ilegal. Según el estudio de RAISG, de los 6207 territorios indígenas identificados 180 tienen actividad minera ilegal dentro de su territorio o en los límites de estos. De ellos, 64 están ubicados en Perú.
Un caso preocupante es el de Puerto Luz, una de las diez comunidades de la Reserva Comunal Amarakaeri, en la Amazonía peruana, que enfrenta la extracción indiscriminada de oro. Walter Qertehuari, presidente de la Reserva Comunal Amarakaeri, dice que su comunidad no solo enfrenta una situación crítica por la presencia de la minería ilegal. “Nuestros territorios corren peligro por las actividades extractivistas como la minería y la tala ilegal”, comenta.
En Brasil y Venezuela se estima que 5000 mineros operan ilegalmente en la Tierra Indígena Yanomami. Entre 1987 y 1989 los Yanomami llegaron a contar 2003 balsas con dragas trabajando cerca de la comunidad de Waikas, para 1991 estas fueron cerradas. Sin embargo, en el 2010 los ilegales regresaron y para finales de 2013 las balsas ya eran 42. En el 2016, un sobrevuelo identificó 49.
En la provincia de Zamora Chinchipe, en Ecuador, el megaproyecto minero Mirador ya ha deforestado 1307 hectáreas entre el 2009 y el 2017. Se trata de una concesión minera otorgada por el gobierno, pero que en mayo de 2018 tuvo que suspender el 40 % de sus obras por incumplimientos ambientales.
Los impactos de la minería ilegal son graves violaciones a los derechos humanos. La contaminación del agua y la expulsión de pueblos indígenas en aislamiento voluntario son algunos indicios de los daños al bien común. Además del impacto ambiental, existe un impacto cultural y económico en la perpetuación de la minería, indica el estudio.





DE AQUÍ Y DE ALLÁ: VIAJE A LA PEQUEÑA BOLIVIA EN EL CORAZÓN DE POCITO

Cómo piensa este pueblo que sueña con más oportunidades y que será protagonista de la erradicación de villa más importante de los últimos años en la provincia.

El Tiempo de Argentina (www.tiempodesanjuan.com)
                                                                                        
“Siempre hemos estado el olvido” dice Anastasio López mientras recorremos en auto el callejón El Bosque, en medio de la quietud de la siesta que en ese lugar de Pocito parece doblemente quieta. Vamos rumbo al lugar que antes de estar terminado ya se conoce en esa comuna como el “barrio de los bolivianos”.
Es una tarde por demás calurosa para el invierno en San Juan y faltan pocas semanas para que a pocas cuadras de allí se erradique la David Chávez, una de las villas más grandes que quedan en la provincia con alrededor de 600 familias instaladas en una franja de varios kilómetros de precariedad. En ese asentamiento pocitano vive gran parte de los bolivianos que eligieron probar suerte en tierra sanjuanina, alrededor de 140 familias lo que se traduce en unas 700 personas. 
La contraparte de cada erradicación oficial es un barrio nuevo, donde van a vivir las familias que sólo conocían ranchos. En este caso, son varios barrios los del IPV donde irán los sanjuaninos y, para el caso de los bolivianos, el Gobierno les dio un loteo y ladrillos para que ellos mismos construyan sus casas.  Todo en Pocito.
En una zona rural, que parece adosada a la Quebrada de la Flecha, es enorme el terreno por ese callejón donde los bolivianos levantan el primer barrio especialmente dedicado a esa comunidad inmigrante en San Juan. Es quizás una de las reivindicaciones más palpables que ha tenido esta gente en las últimas décadas, gente como uno que trabaja la tierra o donde los manden, que tiene hijos sanjuaninos y que espera quedarse para siempre donde eligió estar: lejos de su patria, cerca de las oportunidades.
Labor de familia
El sueño del inmigrante aggiornado que encarna este barrio con aires de experimento social gana más significación en medio de la crisis monumental de la Argentina de hoy. Luce muchas casas a medio hacer y unas pocas recién empezadas.
Anastasio le dice a un compatriota grandote, que está de guardia en la garita, que lo deje entrar con la prensa, que viene a hablar con los que está en plena faena. Construyendo al rayo del sol, al poquito andar se descubre en medio de la tierra y de montones de ladrillos a mujeres metiendo pala en la arena mientras los hombres levantan paredes y los niños andan revoloteando por ahí con los ojitos asomando de las camperas.
Les dan forma a sus casas de material, antisísmicas, parecidas a las del IPV, sobre los lotes que les dio el Gobierno de San Juan era una operatoria inédita por la que ellos mismos construyen sus techos con ladrillos también obsequiados por el Estado. La mano de obra y el resto de los materiales corren por cuenta de cada uno.
Algunos piden más tiempo porque no han logrado avanzar con las casas. “No nos fue tan bien con la cosecha para comprar nada”, analiza una joven mamá con el niño en brazos. Igual hay constancia y esfuerzo, familias completas colaborando y solidaridad vecinal: el que fue ayudado cuando tenía material ayuda al de al lado que ahora tiene, pegando ladrillos.
Al menos, así  se ve y así lo cuentan. Es que los bolivianos se muestran muy cuidadosos de no ofender a las autoridades. Hay algunos que se quejan de la medida oficial, pero entre ellos conversan que deben agradecer poder tener trabajo, escuela, hospital gratis, y ahora además una casa en un país donde no nacieron. Más en estos tiempos en que lo básico cuesta más a todos los habitantes de la dolente Argentina.
Se acercan dos mujeres, de las que no están conformes con que los saquen de la villa, y aseguran que no tendrán dónde mudarse, que es imposible terminar las casas al momento de la erradicación.  Otros dicen que las conocen, que no les falta dinero porque sus maridos son de los cuadrilleros, y que en realidad algunos se resisten porque en el asentamiento cuentan con espacio para traer compatriotas que pisan el país por primera vez y les alquilan la cama, y en el barrio no podrán seguir haciéndolo.
Juntos y organizados
Anastasio López dialoga con las señoras y se nota que está incómodo. El hombre dirige la Asociación Civil Colectividad Boliviana El Progreso, con sede en Santa Lucía. En San Juan hay tres grupos que los nuclean, dos son colectividades y buscan la personería jurídica.
Según el último censo nacional de 2010 hay 948 nacidos en Bolivia en San Juan pero para la Asociación son unas 3.600 familias residiendo, porque hay muchos que no se censaron o no se empadronaron. Por eso uno de los temas más sensibles es la documentación, para lo cual las organizaciones trabajan como nexo con el consulado con sede en Mendoza para obtener los papeles, papeles que abren puertas para lo laboral especialmente.
López asegura que sólo el 2% de los bolivianos que trabajan en San Juan está registrado. “Yo vengo de la familia ladrillera y hay trabajo esclavo. Con el sindicato ladrillero hemos empezado a hacer cooperativas para que se pueda incluir al trabajo en blanco, lo mismo es con los cosechadores, la meta es asociarse para ingresar en el trabajo legal”, dice.
¿Integrados?
La integración que buscan es total. “Nos sentimos un argentino más, un sanjuanino más. Estamos integrados económicamente pero no de manera legal y eso queremos, nosotros también aportamos al crecimiento de este lindo país y de la provincia. Ya tenemos hijos argentinos, tenemos hijos sanjuaninos y tenemos que tratar que ellos también estén incorporados educativa y laboralmente”, reflexiona López. “Para eso, como padres nos toca organizarnos y tener respeto a las autoridades y a las instituciones, somos agradecidos al gobernador, a los intendentes, a las autoridades en general”.
Los que llegan a San Juan desde el altiplano comparten historias parecidas en lo cultural. “Nosotros venimos de una cultura ancestral. Yo soy quechua, del imperio incaico, hablo tres idiomas, el quechua, el aymará y el español, y también hago radio donde siempre hablo de la Pacha Mama, del respeto, de lo que hemos traído de nuestro país”.
Anastasio cuenta que la primera corriente inmigratoria fuerte hacia la provincia se dio en 1940 y que esas mismas familias empezaron una suerte de cadena. Es porque los eslabones más antiguos, más asentados, ayudan a sus parientes a llegar. En la década del ’80 se dio otro movimiento significativo de bolivianos en la provincia igual que entre 2000 y 2010, asegura. El desembarco ha sido constante, animado por ciclos políticos en el vecino país como las dictaduras y factores naturales como la sequía, agrega. La migración mermó desde 2006 e incluso muchos han regresado a su país este año por la situación económica argentina, asegura López.
“A pesar de que Bolivia ha tenido un crecimiento, por costumbre la familia está aquí, todos los años están viniendo, en tiempos de cosecha vienen matrimonios jóvenes y se quedan algunos de ellos. El trabajo es el único medio que nos puede sacar adelante”, dice. Suspira.
La mayor parte de los bolivianos en San Juan eligió Pocito, calculan en la Asociación que son unos 3.000, porque dicen que allí es intenso el trabajo en la cosecha. Y en estos meses que no hay, aprovechan para hacerse la casita los que forman parte de la erradicación y todos hacen changas. “Los bolivianos por ahí somos albañiles, pintores, alfareros, y cosechadores. Somos de 14 necesidades y 7 oficios”, resume López.
¿Cómo los ven desde el Estado? Para la subdirectora de Relaciones de Culto y ONGs del Gobierno de San Juan, Betty Muñoz, “la comunidad boliviana es muy participativa, muy comprometidos. Hay varias agrupaciones que los representan y hay una muy buena articulación con el Estado”. La funcionaria cuenta que trabajan con la colectividad en lo que se conoce como el Registro Único de Cultos y ONGs (RUCO). “Nosotros creemos que la discriminación en la provincia de San Juan respecto de otras nacionalidades no la tenemos, los sentimos parte de nuestra tierra porque trabajan, viven y conviven con la sociedad sanjuanina”, promete.   





ENCUENTRO POR LA INTEGRACIÓN DE LOS RAMALES ARGENTINOS Y BOLIVIANOS

Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
                                                                            
En el marco del Plan de integración regional, se realizó un encuentro entre autoridades provinciales y referentes de la Empresa Ferroviaria Andina S. A. de Bolivia, oportunidad en la que el titular de la Unidad Ejecutora Provincial, Pablo Rodríguez Messina, calificó la reunión fue “positiva”, haciendo especial énfasis en “la decisión del Gobernador Morales de integrar los ramales ferroviarios con el vecino País”.
Titular de la Unidad Ejecutora Provincial, Pablo Rodríguez Messina
Messina, destacó que hay un “gran interés internacional por generar un trabajo conjunto” y de posibilitar la “vinculación” entre Villazon y La Quiaca, estableciendo a la localidad jujeña como “una playa de transferencia del ferrocarril”, contemplando en este sentido las cuestiones aduaneras correspondientes “para facilitar la circulación de los trenes de carga y transporte”.
Recordó que el convenio firmado oportunamente junto a la Empresa Ferroviaria Andina S.A., trabajará inicialmente el tramo desde la ciudad boliviana hasta el puente internacional “lo que trabajaremos en forma conjunta para que esté en condiciones”, explicando que el tramo desde el puente hasta la estación jujeña “lo realizaremos entre la Unidad Ejecutora y el Ministerio de la Producción”.
Mencionó que poder cruzar con las cargas directamente, sin necesidad de bajar y subir los productos, “genera un ahorro no solo de tiempo, sino sobre todo de dinero para los productores”, cuestión que impactara a su vez en la generación de trabajo al sector del transporte.
“Esto hay que verlo dentro de un marco regional”, mencionó, y agregó que, para concluir con el Corredor de los Libertadores, proyecto en el cual están involucrados todos los líderes de la región, es de vital importancia la concreción del tramo Jujuy – La Quiaca, haciendo énfasis a su vez en la importancia del Plan Belgrano para toda la región.
“Una vez que terminemos el tramo provincial de Jujuy – La Quiaca, nuestros productos van a llegar, no solo a Bolivia, sino con todos los puertos internacionales nacional, favoreciendo con esto la exportación y desarrollo de la provincia”, acotó.





PEPE MUJICA: “AL PRINCIPIO LO DEFENDÍAN A CAPA Y ESPADA, AHORA NADIE ES MACRISTA”

El ex presidente de Uruguay contó a El Destape su opinión acerca de la grieta en Argentina, el gobierno de Cambiemos y Alberto Fernández. 

Destape de Argentina (www.eldestapeweb.com)
                                                                                         
-Dijiste en alguna oportunidad que la pregunta que uno tiene que hacerse es ¿para qué vive?. Después de toda tu vida, hoy, ¿tenés una respuesta?
-Claro. He gastado una parte de mi vida atrás del intento de contribuir a dejar una sociedad mejor de aquella en la que nací. Y sabiendo que es una lucha que nunca tiene fin. Ni principio ni fin. Eso que se llama construir civilización. Hay una mentalidad de que algún día llegaremos a un mundo donde todo sea perfecto. No existe para mí. Existe apenas un devenir permanente donde construimos un escaloncito.
-No hay un momento donde se termina el conflicto…
-Nunca. Creo que es inherente a la condición humana. Y de vez en cuando se nos rompe algún escaloncito y tenemos que volver a empezar de nuevo. Tampoco es progresivo, es zigzagueante. La herencia más grande que recibimos cuando nacemos es eso que se llama civilización. Es una especie de solidaridad intergeneracional, de aquellos que construyeron la rueda y el fuego a aquellos que están trabajando hoy en biología molecular. Toda esa escalera infinita que compone eso que llamamos civilización. Es una característica humana, ¿verdad?, de la cuál somos parcialmente depositarios y deudores.
-Te preguntaba sobre el conflicto porque en Argentina, y asumo que en Uruguay también, está la discusión sobre la grieta, el fin de la grieta, el dialogo, el consenso.
-Hay una grieta natural impuesta por las condiciones de desigualdad. Lo que se llama la democracia liberal más o menos contemporánea intenta definir de que somos iguales ante la ley, ¿verdad? Pero todos sabemos que hay algunos que son mucho más iguales. Que la igualdad legislativa no es equivalente a la igualdad real. Sobretodo la igualdad en cuanto a oportunidades, en cuando a arrancar más o menos en las mismas condiciones la vida. Ahí está la gran diferencia. Entonces, ahí ya hay una grieta, que la podemos mitigar, agrandar, no agrandar, pero que existe. Bueno, después existen los paradigmas de cada sociedad, de como lleva sus cosas. Ha avanzado mucho la sociedad para el nivel de injusticia que encierra. Hay una contradicción, en como ha evolucionado la cultura y el pensamiento humano y la realidad sociológica y material. Tendemos a pensar algo que en la vida real después no practicamos.
-Tenemos más libros pero vivimos peor…
-Sí. Somos sociedades hipócritas. Bastante cínicas.

-¿Como han vivido estos últimos años en los cuales, con una mirada regional, te tocó ser presidente con un contexto donde lo gobiernos, más allá de las diferencias, estaban alineados, y con una situación como la actual en la cuál, excepto Uruguay y Bolivia, el resto del continente como Argentina, Brasil, Paraguay, Ecuador, han tenido un giro de nuevo hacia la derecha? ¿Como ves la situación latinoamericana y como transitó Uruguay estos años?
-Yo creo que tuvimos algunos avances parciales con respecto a contribuir a mitigar ciertas diferencias materiales muy hondas en nuestras sociedades. Mejoramos el ingreso y el reparto. No equivale a que hayamos construido ciudadanía. Mucha gente que ha recibido los beneficios ni siquiera es consciente de las causas porqué. Y en realidad, hemos contribuido a hacerlos devotos de la nueva religión que es el mercado. Son compradores necesitados sometidos a urgencias. Por lo tanto, nuestros proyectos vienen francamente limitados. Y además limitados con un sentido de patria chica, cada cual pensando en su realidad. Y estuvimos muy alejados de construir una realidad latinoamericana. Muy juntos en le discurso pero en realidad la agenda de los problemas nacionales de cada uno se terminaba llevando la parte central del esfuerzo. Y no hemos construido una conciencia latinoamericana. Aquel dilema que planteaba hace muchos años Jorge Abelardo Ramos.
La Nación Latinoamericana…
-Claro. Hemos construido muchos países, nos falta construir una nación. Estamos en eso. Ese es el déficit que tenemos.
-¿Tenés esperanza en el futuro, con las elecciones en Argentina y Uruguay que son el mismo día, con Bolivia que sigue?
-Yo creo que la lucha va a continuar, con avances y reflujos. Es dura. Pero no hay nada ganado ni nada terminado definitivamente. Solamente hay una incertidumbre y camino de lucha. Y nada más. Hay una especie de derrotismo que yo no acompaño. Es cierto que hay una versión de derecha en parte de los gobiernos, pero hemos estado mucho peor. Hemos estado tapados de dictaduras. Así que ni vamos a tocar el cielo con las menos ni derrotismo absoluto. Hay un camino que será y no será y depende de la actitud que asumamos.
-Te quiero preguntar por Alberto Fernández.
-Es un viejo conocido, estuvo en casa un par de veces. Tiene la ventaja de tener una experiencia importante en el gobierno, y eso es un punto a favor. Desde luego, la Argentina tendría que elegir no a Fernández, a mandrake tendría que elegir! (risas) Se precisa un mago, no un político. Pero como va a ser imposible elegir un mago… Tiene un desafío muy grande. Pero tiene que ser consciente, primero, que con la mejor intención no se cometan errores graves. La Argentina tiene un problema de liquidez rápida. No tendría que pelearse, por lo menos de entrada, con el sector que le puede dar respuesta más rápida, que es la agricultura de grano. Porque eso es lo que le puede traer divisas rápido. Y eso tiene muchos bemoles, yo sé. Pero en la vida hay que tener etapas. Ninguna cosa puede generar recursos más rápido que la agricultura. No se como van a combinar eso.
-¿Y como vieron desde Uruguay el gobierno de Macri?
-Acá al principio lo defendían a capa y espada. Ahora nadie es macrista.
-Les debe haber afectado por la relación comercial
-Si, ahora si. Porque la crisis Argentina primero empobreció a Argentina, y al empobrecerse compra menos y gasta menos. Lógico. Y eso repercute acá. No solo que están endeudados, bajó el PBI, la riqueza global de la Argentina, y en forma considerable. Es muy grave lo que ha pasado en la Argentina. Pero también la historia demuestra que el poder de recuperación que tiene la Argentina es fantástico. Yo no tengo la visión pesimista que tienen por ahí los inversores yankis. No. La Argentina ha demostrado mil veces que tiene una capacidad de despilfarrar una fortuna y de volverla a hacer.

-Es como la Alemania de Latinoamérica.
-Si. Es una cosa así. Tiene ese tesoro que es la pampa húmeda que es invalorable.
-Pepe, ¿como estás viviendo el proceso de lawfare en la región, la persecución Cristina, Lula, Correa?
-Hay toda una tecnología que está instaurada de judicializar la política, de buscar por el lado de la persecución política que está envenenando todo. E intentan sustituir los viejos golpes de Estado por versiones más edulcoradas de lo mismo por otros caminos. Es bastante lógico que lo hagan. No deberíamos esperar otra cosa que eso. En definitiva, el capitalismo es el padrastro permanente de la corrupción. Lo ha implementado, lo genera y lo maneja. Ha sembrado la idea que triunfar en la idea es ser rico.
-Nosotros tenemos una peor, como una segunda parte, que dice que “como es rico ya no necesita robar”. Eso decían de Macri.
-Eso también está de moda. En el mejor de los casos, esa versión habla de una ingenuidad espantosa. Porque suponiendo una actitud angelical del los ricos, la visión que van a tener es a partir de la realidad que viven. Y van a pensar que aquello que es bueno para ello es bueno para el país. Y ahí está el mayor garrafal de los disparates. No se es pecador por ser rico, no. El pecado está en la visión unilateral que inevitablemente una condición de vida te da como expresión de la realidad. La realidad es muy otra. Entonces, ahí es donde está el problema mayor. Además, la experiencia indica que la riqueza no tiene límite como ambición. El que no aprende a ser feliz con poco nunca va a ser feliz con nada. Porque la felicidad no es una cuestión de riqueza, la felicidad es un equilibrio de carácter emocional que poco tiene que ver con la riqueza. No puede ser feliz quien tiene que vivir abajo de unas chapas que se llueven, pero el que cree que para ser feliz hay que vivir una economía de despilfarro marchó.
-Y ahí está el tema de la batalla cultural con el capitalismo.
-Claro. Ahí es donde está el problema. La Biblia afirma por ahí que el hombre feliz no tenía camisa. No se puede tomar al pie de la letra porque sino sería un país tropical. Esta discusión es muy vieja. Seneca definía que pobre es el que precisa mucho. Para los aymara, pobre es el que no tiene comunidad. En todas las formas de derecho antiguo, después de la pena de muerte la pena más fuerte que se podía aplicar era la expulsión del grupo, el exilio. Entonces, no hay peor castigo que la soledad.
-Tenés mucha esperanza pero siempre decís que hay que poner mucho foco en la juventud. ¿Como pensás eso?
-A ver, yo soy un pesimista. Es decir, soy un optimista informado. Pienso que en los siglos del porvenir, por una evolución tecnológica, necesita trabajadores cada vez más calificados, que van a tener un tinte universitario. La formación terciaria va a ser el ABC para los trabajadores del futuro. Es una gran ventaja, van a ser menos estúpidos. Como contraparte, van a ser más débiles, porque van a estar cada vez más incorporados a las “mieles” de la modernidad social y cultural, enormemente sensibles al impacto revolucionario y permanente de la mercadería contemporánea. Diestros en el lenguaje digital, incapaces de hacer un asado a la intemperie.

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