Wednesday, April 09, 2025

ARGENTINA MIRA DE CERCA LA CATÁSTROFE CHILENA: EL AGUA DESAPARECE Y CRECEN MONTAÑAS BLANCAS

Las grandes extensiones argentinas están en el foco, por lo que sucede en Chile. Un país con dimensiones mucho más reducidas que Argentina, pero que mantiene una actividad minera similar. Con materia prima que es aprovechada para el consumo interno y, todavía más, para el consumo externo, los vecinos encienden una alarma que no debe ser replicada en el territorio con los valiosos ecosistemas que tenemos. Allá, la catástrofe parece real y no está cerca de resolverse.
Alerta en Argentina: no seguir el ejemplo chileno
Si bien las industrias relacionadas con la extracción de minerales valiosos traen grandes inversiones que son fructíferas para el sector económico, muchas veces las contras son todavía más fuertes. En este contexto, rumbo a una transición energética, el mineral que aparece como un elemento clave hacia ese cambio es el litio, presente en demasía en Chile.
Si bien los beneficios para la sociedad suelen ser negociados entre las empresas mineras o extractivistas, como parte de la prestación de los territorios que anteriormente eran ocupados por las comunidades, no siempre se cumplen. Al menos en Chile, son varios los casos de empresas que aprovechan la oportunidad para señalizar zonas turísticas, capacitar a las comunidades y trabajar en conjunto.
Lo que no debe repetirse
Sin embargo, entre todos estos puntos positivos que pueden realizarse mancomunados con las empresas privadas, existe un peligro latente tanto en Chile como en Argentina. En el desierto de Atacama ya se han visto los resultados negativos, pero desde este lado estamos a tiempo de solucionarlo. Se trata de la extracción en gran escala, lo que pone en riesgo el agua.
A partir de sacrificar solares que tienen miles de años y, gracias a su ancestralidad, son importantes para el ecosistema, se pone en riesgo también el agua fósil que se conservó bajo el suelo por millones de años. Los pozos de estos solares son puestos en una balanza y, para los extractivistas, vale mucho menos que el litio que pueden llegar a conseguir de esta acción.
Según los datos recabados hasta el momento, el 85% del agua es perdida con la evaporación, el proceso que se lleva a cabo por las empresas mineras para lograr obtener el litio en su estado puro. Queda claro que la señal indica que en Argentina se debe tener cuidado con la posible catástrofe que ocasionaría una situación así. A pesar de los humedales que se encuentran bajo tierra en Chile, en Argentina se replicaría un escenario similar.
El hundimiento en cuanto a números ya está presente en los últimos estudios del Salar de Atacama en Chile. Por lo que el efecto de este supuesto paso a la transición energética, dejando de lado los combustibles fósiles para utilizar el litio como elemento clave para las baterías del futuro, pasan factura con datos fácticos.
Cuidemos esto en Argentina
Así como en Chile, muchos han decidido abrir los ojos y poner especial atención al cuidado de los humedales importantes en nuestro país. Argentina, como máximo referente y patrimonio natural de la humanidad de la UNESCO, tiene a la Península de Valdés. Pero la más perjudicada puede ser la del Iberá, que ya ha visto en Corrientes un drama presente. Con reservas de agua natural de un tamaño envidiable para cualquier otro país.
Es importante cuidar los ecosistemas de estos sitios, ya que la especie humana y los animales tienen que seguir habitándolos. Como también es útil y sustentable la extracción de la materia prima bajo tierra, como el litio, pero el agua parece ser todavía superior para la subsistencia de las comunidades que viven en la cercanía. Argentina y el Gobierno parecen ya haber elegido el camino a tomar.
El Diario 24 de Argentina (https://n9.cl/g33gr)
 
 
 
 
 
LO LITIGADO, OBLIGA: POR QUÉ BOLIVIA DEBE CUMPLIR LA DECISIÓN DE LA ONU SOBRE LUIS FERNANDO CAMACHO
 
El Grupo de Trabajo declaró “arbitraria” la detención del gobernador de Santa Cruz y pidió su “liberación inmediata”
 
Infobae de Argentina (https://n9.cl/shgex)
 
Esta semana, el Ministro de Justicia y el Procurador General del Estado de Bolivia afirmaron que su gobierno “rechaza” y “no cumplirá” la Opinión N.º 50/2024 del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria (GTDA) de la ONU, que declaró “arbitraria” la detención del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y pidió su “liberación inmediata”. Estos funcionarios sostienen que esa decisión “no tiene carácter vinculante”. Esa afirmación es jurídicamente incorrecta y peligrosa.
1. Las decisiones del GTDA son vinculantes, no simples recomendaciones
En el derecho internacional, el término “opinión” tiene un sentido técnico que refiere a decisiones jurídicas emitidas por órganos cuasi-judiciales como el GTDA. Estas decisiones son equivalentes a sentencias y su contenido es normativo y obligatorio.
El GTDA fue creado en 1991 con el mandato de determinar si una privación de libertad viola normas internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), ambos ratificados por Bolivia y por la mayoría de los países de América Latina. Además, la propia ONU ha determinado que la prohibición de la detención arbitraria es una norma de ius cogens —imperativa y universal—. Eso significa que ningún Estado puede desobedecerla.
En este caso, el GTDA concluyó que la detención de Camacho es ilegal bajo derecho internacional. Por tanto, su decisión no es opcional: debe cumplirse.
2. En Bolivia, el bloque de constitucionalidad refuerza su obligatoriedad
Muchos países latinoamericanos, incluyendo Bolivia, reconocen el principio de bloque de constitucionalidad, que integra los tratados de derechos humanos ratificados por el Estado al mismo nivel o por encima de su Constitución. La Constitución boliviana, en sus artículos 410 y 256, establece expresamente que los tratados de derechos humanos, como el PIDCP, son de cumplimiento obligatorio y prevalecen incluso sobre normas constitucionales si otorgan mayores garantías.
Esto significa que las decisiones de órganos como el GTDA —que interpretan esos tratados— también tienen rango constitucional o supraconstitucional en Bolivia. En consecuencia, jueces y autoridades tienen el deber legal de aplicar esa decisión.
3. Estoppel internacional: Bolivia reconoció la jurisdicción al litigar
En julio de 2023, el Estado boliviano participó plenamente en el procedimiento del GTDA. A través de su Procuraduría General, presentó una respuesta formal de 19 páginas en defensa de su posición. Esta participación activa representa, bajo el derecho internacional, un reconocimiento de jurisdicción. Es decir, Bolivia aceptó someterse al procedimiento y sus reglas.
Este principio se conoce como estoppel: si un Estado acepta voluntariamente la competencia de un foro internacional y presenta defensa, no puede luego desconocer su autoridad porque el resultado no le favorece. Es una forma de preclusión por conducta procesal, reconocida en la jurisprudencia de tribunales como la Corte Internacional de Justicia.
4. La Corte Interamericana respalda las decisiones del GTDA
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha validado en múltiples ocasiones el peso jurídico de las decisiones del GTDA. En casos como Vélez Loor vs. Panamá, Milagro Sala vs. Argentina y Pacheco Teruel vs. Honduras, la Corte utilizó Opiniones del GTDA como base jurídica y las consideró parte de los estándares obligatorios de derechos humanos.
Este respaldo del máximo tribunal regional demuestra que el GTDA no es un órgano consultivo, sino una autoridad jurídica internacional con decisiones definitivas. Si la Corte Interamericana las considera vinculantes, ningún Estado parte del sistema puede razonablemente desobedecerlas.
5. Las consecuencias del incumplimiento: sanciones internacionales
Si Bolivia continúa desobedeciendo esta decisión, podrían activarse mecanismos de sanción en países democráticos. Como organización con experiencia en litigios de derechos humanos, la Human Rights Foundation (HRF), en representación internacional del gobernador Camacho, solicitará que se impongan sanciones bajo el Global Magnitsky Act de Estados Unidos y legislaciones similares en Canadá, la Unión Europea y otras jurisdicciones.
Estas sanciones incluyen prohibiciones de entrada a territorio extranjero y congelamiento de bienes para los funcionarios involucrados en violaciones graves de derechos humanos. Esto incluiría no solo a quienes participaron en la detención de Camacho, sino también a jueces, fiscales y ministros que, teniendo conocimiento de la decisión del GTDA, opten por ignorarla.
Conclusión
La decisión del GTDA no es una sugerencia. Es una interpretación autorizada del derecho internacional ratificado por Bolivia y otros Estados. En el caso boliviano, su cumplimiento es también un deber constitucional.
Desobedecer esta decisión no solo implica una violación del derecho internacional, sino que mina la credibilidad del Estado y su adhesión tanto al sistema interamericano como al sistema universal de derechos humanos. La comunidad internacional, los tribunales nacionales y la sociedad civil deben exigir al Estado boliviano que cumpla con esta decisión con la misma seriedad que cualquier fallo constitucional. Porque, en efecto, eso es lo que es.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: LA SALIDA EN EL DEBATE COLECTIVO
 
ATEPBA de Argentina (https://n9.cl/rjvanj)
 
En tiempos de una democracia herida, es una responsabilidad política repensarla como sistema, pero también como espacio donde confluyen, en consonancia y disonancia, las ideas. Eso fue Bolivia es los últimos días, una Nación repensando un instrumento político, pero también construyendo las ideas y los sueños de quienes se alzan como dueños de sus tierras por derecho propio y no por papeles de sistemas que inventan quienes ocupan los territorios circunstancialmente.
Una democracia entendida, no como el simple acto electoral, sino como ejercicio de ciudadanía, profundamente política, llevó el debate durante tres días sin descanso, durante día y noche, hasta que construyó la síntesis necesaria para volver a levantar las banderas de Evo Morales como conducción de un nuevo tiempo de esperanza, pero también de profundización de un proceso nacionalista y soberano, que en articulación con la Patria Grande Latinoamericana genere mejores condiciones de vida para su pueblo.
En medio de la crisis, de la corrupción, de la falta de combustible y las amenazas permanentes, hoy Bolivia es parte de un proceso latinoamericano que enfrenta un nuevo intento de colonización de los pueblos. Una iniciativa que sienta sus raíces en la dependencia y en la derecha de naciones intervenidas, en su intento por cambiar estructuralmente la matriz distributiva de sus pueblos.
Bolivia no es un caso aislado. Los intentos de proscripción, el Lawfare, la persecución política a los lideres latinoamericanos que encabezaron programas de gobierno progresistas se han convertido en un común denominador, de los espacios políticos con miradas neofasistas.  Por eso, en un plan global de dependencia de los poderes concentrados de la economía, espacios de confluencia de los pueblos, como el RUNASUR cobran especial importancia.
En tiempos de necesidad de construcciones y esfuerzos colectivos, el debate es crucial para la articulación de un espacio que, en la nueva configuración mundial, tenga la fuerza suficiente para erguirse y abrirse camino.
En ese marco, “Evo Pueblo” el nuevo partido que encabezará Evo Morales, como síntesis política, es el sueño de volver a una senda de construcción nacionalista, que recupera no solamente conceptualmente el gobierno del pueblo en un representante, también invita a repensar el pasado para un presente con condiciones de dignidad.
La democracia plena, se ejerce todos los días. Recuperar el debate colectivo, perfeccionando las herramientas democráticas, es de vital importancia para reinventarnos en el camino de nivelar la desigualdad estructural entre los pueblos y hacia el interior de ellos. Volver a apropiarnos como sociedad de la política, desde su núcleo básico, en cada una de las familias, es hablar de lo que nos pasa, y entender que para resolverlo, necesitamos abrazar a otros y otras. Recuperar las palabras para construir una nueva semántica, entendiendo que el relato de la historia, es la edificación de la cultura. Una necesidad que también nos interpela en la Argentina.
Ser parte de un proyecto colectivo es atreverse a escuchar, aun sabiendo que nuestro accionar posterior requerirá muchas veces de una gran voluntad política. Lo importante es que, en el reintento permanente de construir las mejores condiciones para nuestro pueblo, se levanta ese sueño colectivo de lo posible, que permite edificar un presente y un futuro que merecen ser vividos.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, 1952: REVOLUCIÓN OBRERA EN AMÉRICA LATINA
 
Entre los días 9 y 11 de abril de 1952, comenzó la mayor revolución obrera que ha vivido el corazón de Sudamérica. Acá presentamos un especial que recupera notas y videos que profundizan sobre esa experiencia que dejó una profunda huella en la historia y repasamos la actualidad de sus lecciones.
 
La Izquierda Diario de Chile (https://n9.cl/vuny6)
 
Entre los días 9 y 11 de abril de 1952, comenzó la mayor revolución obrera que ha vivido el continente americano. Iniciada como un golpe controlado por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), se transformaría rápidamente en insurrección obrera y popular. Las masas bolivianas contaban con la experiencia de un sector clave del movimiento obrero, los mineros, que acumulaban una enorme tradición de lucha y una fuerte conciencia de clase expresada en la Tesis de Pulacayo de 1946 y otros documentos que planteaban la necesidad de la revolución proletaria para liberar al país de la centenaria explotación que había comenzado en la colonia española y continuaba con “los barones del estaño” aliados al imperialismo. Sin embargo, no lograron superar en el curso del proceso a su dirección nacionalista-burguesa; las razones deben buscarse en el rol que jugó el ala izquierda de la dirección nacionalista, que había conseguido en el período anterior ponerse al frente de la Federación Minera y luego en la Central Obrera Boliviana creada tras la revolución que impuso la colaboración con el gobierno.
Tan rico proceso es el material del libro publicado por Ediciones IPS hace tres años: “Revolución obrera en Bolivia-1952. Crisis, guerra e insurrección en el corazón de Sudamérica”. Escrito por Eduardo Molina y con prólogo del dirigente de la Liga Obrera Revolucionaria de Bolivia, Javo Ferreira. Allí encontramos las más importantes lecciones de aquel proceso revolucionario junto con el apasionante recorrido por los principales acontecimientos que conmocionaron Bolivia.
Las lecciones de uno de los procesos revolucionarios más importantes del siglo XX desarrollado en el corazón de Latinoamérica ofrece, sin lugar a duda, una fuente de enseñanzas para este siglo XXI en el que la decadencia del sistema capitalista vuelve a dejar en evidencia la necesidad de su transformación revolucionaria.
Es entonces una buena ocasión para recuperar conversaciones que establecimos alrededor de la revolución, la acción de las clases y sus direcciones, así como el debate historiográfico al que dio lugar, en la entrevista que realizamos al historiador Alejandro Schneider:
Entrevista. Schneider: “El estado asambleario permanente en las minas ‘irradiaba’ al conjunto de las organizaciones sociales”
Daniel Lencina destaca algunos de los aportes del libro de Eduardo Molina. Aquí ofrecemos un capitulo de libre acceso para el público:
Ediciones IPS recomienda. Cuando la revolución boliviana gritó: “¿Quién va tomar el poder? ¡Los mineros!”
Desde el canal de Youtube La Videoteca de Izquierda, Claudia Ferri y Daniel Lencina nos acercan al apasionante proceso revolucionario a través de un video:
¿Cómo fue la REVOLUCION BOLIVIANA?
Por último, Javo Ferreira escribió en la sección de LID Historia “La cita”, sobre un fragmento del libro que prologa:
“La cita”. La Revolución boliviana por Javo Ferreira
 
 
 
 
 
BOLIVIA EXIGE INTEGRACIÓN SOBERANA EN LA CELAC Y DENUNCIA "DOBLE MORAL" DEL PROTECCIONISMO DE EE. UU.
 
Xinhua de China (https://n9.cl/edu3j)
 
Bolivia alzó hoy martes la voz para exigir unidad, integración soberana y justicia económica frente al orden internacional desigual y cuestionó la guerra comercial lanzada por Estados Unidos, en un foro regional antes de la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En el evento internacional, que reúne a una treintena de presidentes en Tegucigalpa, Honduras, la canciller boliviana, Celinda Sosa Lunda, denunció como "doble moral" de Estados Unidos la guerra comercial global, por la imposición de aranceles que afectan directamente a las economías de la región.
"Esta es una política de doble moral que contradice los principios del libre comercio, estas medidas proteccionistas afectan a todas las economías del mundo, especialmente a los trabajadores", aseveró en el evento transmitido por la Cancillería boliviana y medios estatales.
Sosa apuntó que estas políticas proteccionistas contradicen abiertamente los principios del libre comercio y castigan especialmente a los trabajadores del Sur Global.
"Es una política de doble rasero que vulnera la equidad internacional", subrayó la ministra, enfatizando que América Latina y el Caribe no pueden seguir atadas al vaivén de decisiones impuestas por potencias externas.
La representante boliviana propuso una hoja de ruta común para consolidar la soberanía económica, política y cultural del bloque, impulsando una agenda de integración efectiva sin tutelajes ni subordinaciones desde la CELAC.
"Somos dueños de nuestro presente y protagonistas de nuestro futuro", afirmó Sosa con determinación.
Por su parte, el presidente boliviano, Luis Arce, viajó la tarde del martes a Tegucigalpa para unirse a la cumbre, calificándola como "crucial" en un momento de transformación geopolítica regional.
Antes de partir, entregó simbólicamente el Bastón de Mando al vicepresidente David Choquehuanca, reafirmando el compromiso institucional del país con los espacios multilaterales.
Bolivia llega a esta cumbre con una agenda centrada en la defensa de los recursos naturales, la autodeterminación de los pueblos y la revitalización del multilateralismo.
La Declaratoria de Tegucigalpa, consensuada previamente por los coordinadores nacionales, será refrendada por los presidentes y recoge compromisos clave sobre la seguridad alimentaria, la salud pública, la digitalización y la justicia climática.
 
 
 
 
 
ISRAEL: ADVERTENCIA URGENTE CONTRA LA VISITA A BOLIVIA EN MEDIO DE TENSIONES DIPLOMÁTICAS Y MAYORES RESTRICCIONES DE ENTRADA
 
Enlace Judío de Israel (https://n9.cl/vrwoz)
 
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel emitió una enérgica advertencia a los ciudadanos israelíes contra los viajes a Bolivia tras la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel del país sudamericano en octubre de 2023. Esta decisión se produjo como parte de la protesta de Bolivia contra las acciones de Israel en el conflicto entre Israel y Hamás, generado por el ataque terrorista perpetrado por Hamás. Desde entonces, Bolivia se ha alineado con Sudáfrica acusando a Israel de genocidio en Gaza ante la Corte Internacional de Justicia, según Travel and Tour World.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, muchos israelíes han tenido dificultades para ingresar a Bolivia, incluso con todos los documentos necesarios, como comprobante de viaje y reserva de hotel. Los viajeros israelíes deben obtener una visa a través de la embajada de Bolivia en Lima, Perú, ya que Israel no tiene misión diplomática en Bolivia.
En caso de denegación de entrada, la embajada en Perú ha brindado apoyo. Sin embargo, los viajeros podrían experimentar retrasos significativos y tener que esperar el siguiente vuelo de regreso a casa si se les niega la entrada.
La situación se agravó cuando un rabino, que viajaba a Bolivia para entregar comida kosher a la comunidad judía, fue detenido y se le negó la entrada a pesar de contar con su tarjeta de residencia ecuatoriana, que le permite viajar libremente entre Ecuador y Bolivia. A pesar de tener un pasaporte israelí, no pudo obtener una visa a su llegada y tuvo que esperar 24 horas antes de ser devuelto a Ecuador.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha instado a los viajeros israelíes a extremar las precauciones durante su estancia en Bolivia. Desaconsejó mostrar abiertamente la identidad israelí mediante la vestimenta, el comportamiento o el lenguaje, y recomendó evitar viajar solos. A quienes ya se encuentran en Bolivia, se les recomienda mantenerse al tanto de las noticias locales y alertas debido al clima político.
Si bien el gobierno de Bolivia ha adoptado una postura firme contra Israel, algunos viajeros israelíes han observado interacciones positivas con la población local. Muchos bolivianos, a pesar de la postura oficial del gobierno, han mostrado una actitud cordial hacia los israelíes; algunos hablan hebreo e incluso exhiben letreros en hebreo en ciertas zonas. Este contraste entre la postura del gobierno y la actitud de la población local pone de relieve la complejidad de la situación.
A pesar de algunos encuentros positivos, la recomendación del Ministerio de Relaciones Exteriores se mantiene firme en su advertencia urgente: los ciudadanos israelíes deben considerar cuidadosamente sus planes de viaje a Bolivia en medio de las tensiones actuales.
 
 
 
 
 
NUEVO PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD DEL SENADO PIDE SE TRANSPARENTE PROTOCOLO DE RECONDUCCIÓN DE MIGRANTES FIRMADO ENTRE CHILE Y BOLIVIA
 
G5 Noticias de Chile (https://n9.cl/q7ikh)
 
Tras asumir la presidencia de la Comisión de Seguridad Pública del Senado, el legislador José Miguel Durana logró el acuerdo de sus pares para solicitar al ministro de Interior, Álvaro Elizalde, el protocolo para reconducción de migrantes irregulares que firmó la ex ministra Tohá en Bolivia, el pasado 27 de febrero.
El parlamentario comentó que requirió por transparencia la información al Ministerio de Relaciones Exteriores que lo derivó al ex Ministerio del Interior y Seguridad Pública el pasado 21 de marzo, pero hasta la fecha aún no ha obtenido ningún antecedente y por lo que mismo, pidió el acuerdo de sus colegas.
“Tomé conocimiento que sólo se permite la reconducción de migrantes irregulares durante dos horas de las que dispone Bolivia en las mañanas para hacer esta reconducción y por lo mismo, quiero saber cuál es el contenido real del documento que no ha querido transparentar el gobierno”, recalcó Durana Semir.
 
 
 
 
 
COTAS Y OSC IMPULSAN EL BACKBONE INTEROCEÁNICO: BOLIVIA SE CONVIERTE EN EJE ESTRATÉGICO DE CONECTIVIDAD EN SUDAMÉRICA
 
Revista DPL News (https://n9.cl/01h8y)
 
En un paso decisivo hacia la transformación digital y la integración regional, COTAS, en alianza con la multinacional colombiana OSC Top Solutions Group, anuncia el inicio del proyecto de construcción de una red troncal de fibra óptica (Backbone Interoceánico), que conectará el océano Atlántico con el Pacífico a través del territorio boliviano. Esta moderna infraestructura, que involucra una inversión de 16,1 millones de dólares, posiciona a Bolivia como un hub estratégico de telecomunicaciones en Sudamérica.
La iniciativa contempla el despliegue de 1.850 kilómetros de fibra óptica de alta capacidad, utilizando tecnología de última generación DWDM (multiplexación por división en longitud de onda densa) provista por el fabricante NOKIA. Esta tecnología permitirá combinar múltiples señales ópticas en una sola fibra, optimizando la eficiencia, escalabilidad y estabilidad del tráfico de datos.
El Backbone Interoceánico integrará directamente a Brasil, Perú y Chile, mejorando la conectividad internacional de Bolivia y generando un impacto significativo en la calidad y costos del servicio para operadores, empresas tecnológicas y usuarios finales. Este desarrollo fortalece la infraestructura digital nacional, reduce la dependencia de rutas de tránsito en el extranjero y sienta las bases para la autonomía tecnológica del país.
Ventajas estratégicas del proyecto:
•          Mejora significativa en la capacidad, velocidad y estabilidad de navegación.
•          Integración directa con centros de datos regionales en países vecinos.
•          Creación de un nuevo punto de intercambio de tráfico de datos en Corumbá, clave para reducir latencia y optimizar la interconexión internacional.
•          Potencial de desarrollo de nuevos centros de datos y regiones de nube en Bolivia.
•          Fortalecimiento del ecosistema digital y expansión de oportunidades para operadores en el mercado wholesale.
Gracias a este proyecto, Bolivia avanza hacia una nueva era de conectividad, integrándose activamente a las redes globales y elevando su competitividad tecnológica. COTAS y OSC TOP SOLUTIONS GROUP consolidan con esta alianza un modelo de colaboración regional que apuesta por la infraestructura de alta capacidad como motor del desarrollo económico y digital del país.
 
 
 
 
 
LA AMAZONÍA, LA NUEVA FRONTERA MUNDIAL DEL PETRÓLEO
 
En cinco décadas, la actividad petrolera en la región ha deforestado el bosque, contaminado el agua, arrojado gases contaminantes a la atmósfera, avanzado sobre tierras indígenas y profundizado las desigualdades. Ahora, una nueva ola de proyectos amenaza con repetir esa historia.
 
GK City (https://n9.cl/tni5t)
 
La Amazonía concentra gran parte de los recientes descubrimientos de petróleo y gas alrededor del mundo, consolidándose como una nueva frontera global para la industria de combustibles fósiles.
Casi una quinta parte de las reservas mundiales halladas entre el 2022 y 2024 están en la región, principalmente frente a las costas del norte de Sudamérica, entre Guyana y Surinam. Esta riqueza ha despertado un creciente interés internacional, tanto por parte de las empresas de la cadena petrolera como de países vecinos; Brasil, por ejemplo, ya tiene planes para explotar su propia costa norte.
En total, la región amazónica tiene alrededor de 5.300 millones de barriles de petróleo equivalente de los casi 25.000 millones descubiertos globalmente, según nuestro análisis basado en información de Monitor de Energía Global, que recolecta datos sobre infraestructuras energéticas en todo el mundo.
“La Amazonía y los bloques offshore cercanos representan una gran parte de los recientes descubrimientos de petróleo y gas en el mundo”, dijo Gregor Clark, coordinador del Portal Energético para América Latina, una plataforma vinculada al Monitor de Energía Global. Para él, este avance, “es incompatible con las metas internacionales de reducción de emisiones y conlleva consecuencias ambientales y sociales significativas, tanto a nivel global como local”.
Además de las reservas ya identificadas, la Amazonía concentra una gran proporción de zonas aún subexploradas en Sudamérica. La región concentra 794 bloques de petróleo y gas, que son áreas delimitadas oficialmente para la exploración, pero sin garantía de que ahí haya recursos. Casi el 70% de estos bloques en la Amazonía están en fase de estudio  u oferta al mercado; en otras palabras, aún son improductivos.
Por el contrario, el 60% de los cerca de 2.250 bloques sudamericanos fuera de la región amazónica ya tiene concesiones —permisos para la exploración y explotación— posicionando a la Amazonía como una vía bastante promisoria para la expansión de la industria petrolera. Esto es lo que revela nuestro análisis basado en datos de los países amazónicos compilados hasta julio de 2024 por el Instituto Internacional Arayara, que monitorea las actividades petroleras en la región. De todo el territorio amazónico, apenas la Guayana Francesa no tiene bloques petroleros, porque los contratos están prohibidos por la ley desde 2017.
La nueva oleada del petróleo pone en peligro un ecosistema esencial para el equilibrio climático global y las personas que viven en él, justo cuando el mundo intensifica su debate sobre la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles.
“No sirve de nada hablar de desarrollo sostenible si seguimos explotando petróleo”, dijo el líder indígena guyanés Mario Hastings. “Necesitamos un cambio real que incluya a las comunidades indígenas y respete nuestros derechos”.
El proyecto transfronterizo Hasta la Última Gota investiga la nueva ofensiva petrolera en la Amazonía. El trabajo de reportería coordinado por InfoAmazonia, en colaboración con GK, Ojo Público y Rutas del Conflicto, exigió un gran análisis de datos, decenas de entrevistas y trabajo de campo en cinco países: Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana y Perú, que representan más del 80% de la región amazónica.
A lo largo del último año, este amplio esfuerzo periodístico ha mapeado los daños socioambientales causados por más de 50 años de actividad petrolera en la Amazonía y los riesgos de nuevas operaciones. La investigación también explora los engranajes económicos y políticos que alimentan las expectativas en torno al sector petrolero.
Abundante en recursos naturales, la Amazonía difícilmente ve los beneficios de su explotación. Al contrario, la serie periodística demuestra que, mientras que la mitad del petróleo sudamericano se destina a economías extranjeras y las regalías generan más desigualdad que progreso local, lo que queda en la región es apenas deforestación y aguas contaminadas.
Mientras las petroleras planean extraer hasta la última gota de petróleo de la selva tropical y su zona costera, el sector sobrepasa áreas de conservación y territorios indígenas. En la Amazonía, 81 bloques con concesiones están dentro de 441 tierras ancestrales, y otros 38 cruzan el límite de 61 áreas de conservación. Sumando los bloques aún en oferta o estudio, 114 se encuentran en tierras indígenas y 58 en áreas naturales protegidas, según el análisis del proyecto.
Este movimiento —que mantiene el modelo extractivista que reina desde la colonización europea de América— se vale de acuerdos que no favorecen a las poblaciones locales, provoca conflictos internos en las comunidades y atrae a grupos armados a zonas ricas en recursos naturales que carecen de servicios y asistencia estatal.
Costa amazónica: la nueva fiebre del petróleo
Guyana, un pequeño y hasta ahora discreto país sudamericano, se ha convertido en el epicentro de los recientes descubrimientos mundiales de petróleo, erigiéndose en la “nueva Dubai” del petróleo, expresión utilizada sobre todo por representantes de empresas extranjeras recién llegadas al país.
El petróleo ha llevado a su población a ser testigo de un boom económico, pero también a enfrentarse a retos como el aumento de la inflación y de la desigualdad. Al mismo tiempo, las operaciones de la petrolera amenazan el 90% del territorio guyanés aún cubierto por la Amazonía.
“El mundo avanza hacia un futuro sin combustibles fósiles, pero Guyana se abre al petróleo y al gas”, dijo la ecologista guyanesa Sherlina Nagger. “Nuestros dirigentes están en el lado equivocado de la historia”.
Además de Guyana, los recientes y también llamativos descubrimientos en el vecino Surinam han resucitado el interés por el margen ecuatorial, una franja costera de miles de kilómetros ocupada casi totalmente por el bosque amazónico.
En la región, Venezuela ha renovado su interés de anexar la región de Esequibo: el territorio guyanés disputado por los imperios español y británico en el siglo 19 ha vuelto a convertirse en foco de tensiones por su potencial petrolero.
Brasil, por su parte, que alberga la mayor parte de esa zona estratégica, se enfrenta a obstáculos para explorarla. Eso incluye un historial de perforaciones nada exitosas desde la década de 1970 y, más recientemente, los rechazos de la agencia ambiental brasileña a los pedidos de la estatal Petrobras para explorar el bloque 59, ubicado en la desembocadura del río Amazonas.
En mayo de 2023, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) rechazó la solicitud de Petrobras para explorar el bloque. El dictamen del organismo, firmado por 26 analistas, señalaba fallas en los planes de emergencia de la empresa, lo que supondrían riesgos para los sensibles ecosistemas amazónicos. Esta región alberga la mayor superficie continua de manglares del mundo y un gran sistema de arrecifes con un importante potencial científico y ecológico.
 
Los investigadores también advierten sobre las graves amenazas para el clima. “Abrir nuevas áreas para la exploración de petróleo en la Amazonía va en contra de las recomendaciones del Acuerdo de París para limitar el calentamiento global”, criticó Philip Fearnside, científico del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía de Brasil. “Además, los riesgos de derrames de petróleo en esa región serían catastróficos”.
A pesar de los riesgos, el interés de Petrobras por explorar el margen ecuatorial no ha cambiado. A inicios de 2024, el entonces presidente de la petrolera, Jean Paul Prates, afirmó que la compañía extraería “hasta la última gota de petróleo” del país.
Tras una serie de conflictos internos en el gobierno brasileño, Prates fue sustituido en mayo de 2024 por Magda Chambriard, que fue durante cinco años directora general de la Agencia Nacional del Petróleo. Cuando asumió el puesto, Chambriard demostró que la empresa seguía decidida a seguir adelante con su plan estratégico. “No podemos renunciar al margen ecuatorial”, afirmó.
Las principales autoridades del gobierno brasileño han expresado su apoyo a la explotación petrolera. Fernando Haddad, ministro de Hacienda, ha pedido “toda la prudencia posible” para garantizar una exploración segura, mientras que Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía, ha sugerido que Guyana está “chupando el petróleo” de la región ante la posición inerte de Brasil.
A pesar de los diferentes tonos entre las autoridades, la defensa de la explotación de la zona tiene un argumento en común: el desarrollo de la economía local a través de regalías, cánones y creación de empleo. En suma, la explotación petrolera ya se considera un camino inevitable.
“Vamos a explorar el margen ecuatorial, no hay razón [para no hacerlo]”, dijo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista en junio de 2024.
Bajo presión política, la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, ha reafirmado que la decisión de Ibama,  un instituto vinculado a su ministerio, debe ser “técnica”. La ministra también resaltó la importancia de seguir los expedientes de la agencia para evitar daños medioambientales “irreparables” en la región.
El margen ecuatorial brasileño ya está completamente delimitado por bloques petroleros, aunque sigan inexplorados, según el análisis de este proyecto periodístico. Además , el 92% de los bloques offshore (en alta mar) de la Amazonía aún están en fase de estudio u oferta.
La mayoría del petróleo latinoamericano es destinado al mercado externo, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Actualmente, al menos la mitad de la producción se exporta, principalmente a Estados Unidos y China, y se espera que las exportaciones aumenten progresivamente en las próximas décadas.
Los datos de la Opep no incluyen la producción en la región amazónica. Sin embargo, el hecho de que tenga muchas reservas sin explotar sugiere que el ecosistema también podría desempeñar un papel creciente en el suministro internacional de petróleo.
Ecuador y Perú: un legado de explotación y daños
Mientras la exploración petrolera da sus primeros pasos en la costa norte sudamericana, países como Ecuador, Perú y Colombia ya llevan décadas extrayendo petróleo en el interior de la Amazonía. Aunque la actividad ha contribuido con sus economías, también ha profundizado la destrucción de ese ecosistema.
En Ecuador, el petróleo representa más del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, pero su explotación ha presentado un promedio de dos derrames semanales en los últimos años. Entre el 1 de enero de 2020 y el 30 de abril de 2022, hubo 630 derrames, de los cuales 97% fueron causados por empresas estatales del país.
En la Amazonía ecuatoriana, los accidentes se repiten desde los años 70, cuando la empresa estadounidense Texaco (ahora Chevron) abrió la primera gran frontera del petróleo en la selva amazónica. En aquel momento, la petrolera provocó graves derrames y eliminó residuos tóxicos de forma inadecuada, contaminando ríos y suelos y afectando a las comunidades. Ese caso se ha convertido en uno de los más emblemáticos sobre daños medioambientales asociados a la industria petrolera en el mundo.
A pesar de afirmar que ha reparado sus impactos, Texaco sigue siendo demandada ante tribunales por grupos indígenas. Cuando la concesión de la empresa estadounidense se acabó en la década de 1990, la estatal Petroecuador se hizo cargo de sus operaciones, ampliando la producción y perpetuando los impactos.
En la actualidad, Petroecuador es la principal responsable del desarrollo de áreas petroleras en la Amazonía ecuatoriana. Nuestro análisis muestra que la empresa gestiona 24 bloques de petróleo y gas, el mayor número dentro de Ecuador y el segundo entre los países amazónicos, apenas por detrás de la empresa brasileña de gas natural Eneva.
Entre las operaciones de Petroecuador se encuentra el polémico Bloque 43 en el Parque Nacional Yasuní, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo y presencia de pueblos indígenas en aislamiento. En agosto de 2023, un referéndum histórico determinó el fin de la actividad petrolera en el parque. Al gobierno ecuatoriano se le dio el plazo de un año para poner fin a las actividades, pero durante este tiempo casi no avanzó, limitándose a crear una comisión para supervisar las acciones aprobadas en la consulta popular.
“Están violando lo más importante que tiene cualquier sistema democrático: la voluntad de los ciudadanos”, criticó Alex Rivas Toledo, antropólogo y autor de un libro sobre los pueblos aislados del Yasuní.
La explotación petrolera en el parque nacional no es una excepción, sino más bien una tendencia preocupante en Ecuador. En total, ya se han concedido 21 bloques dentro de áreas de conservación de la Amazonía ecuatoriana, lo que suma más de 7.000 kilómetros cuadrados, la mayor superficie superpuesta entre los países analizados.
De las 15 nacionalidades indígenas de Ecuador, 11 se encuentran en la Amazonía, donde sus territorios también entran en conflicto con los proyectos petroleros. Los bloques concedidos en el país afectan a 207 territorios indígenas, de nuevo el mayor número entre los países analizados, con una superposición de casi 21.000 km² en la Amazonía.
Perú ocupa el segundo lugar, con casi 14.000 kilómetros cuadrados de bloques petrolíferos que se superponen a 143 tierras indígenas. Esta realidad afecta principalmente a las naciones Kichwa, Waorani y Achuar, presentes en ambos países.
Un grupo de los Achuar está en el estado peruano de Loreto, uno de los mayores productores de petróleo y gas del país. Aunque esta región peruana tiene los mayores ingresos por canon petrolero del país, sus poblaciones, incluidas las indígenas, son pobres y no tienen servicios básicos, como el acceso a asistencia de salud.
Los habitantes de Loreto llevan desde la década de 1970 conviviendo con los impactos de las petroleras. Por su vez, los territorios Achuar se cruzan con los bloques 8 y 192, algunos de los más antiguos del Perú y también con más multas ambientales en la región, según los datos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa).
En los últimos 13 años, el bloque 8 ha acumulado 88 multas vinculadas a la actividad petrolera, el mayor número de infracciones en la Amazonía peruana. El bloque 192, que tiene la mayor reserva de petróleo del país, le sigue con 35 multas. Ambos bloques están con operaciones paralizadas por problemas contractuales.
Los dos bloques también son los que tienen más derrames petroleros en años recientes en Perú. En dos décadas, un estudio de la organización Oxfam contabilizó 189 derrames en el bloque 8, seguido del bloque 192, con 155.
A diferencia de Brasil, las actividades petroleras en territorios indígenas están permitidas en Ecuador y Perú, siempre que se lleve a cabo una consulta previa con las comunidades afectadas. Pero en la práctica, ese proceso a menudo se hace violando la legislación o no se realiza en absoluto.
“El negocio del petróleo apenas parece ser rentable si los cálculos de las empresas descartan el medio ambiente o la vida de las comunidades”, criticó David Díaz Ávalos, asesor de la organización Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios.
Quema de gas afecta a los pueblos amazónicos
Además de la extracción de crudo, la quema de gas natural asociada a esa actividad es un problema alarmante en la Amazonía. A menudo, intensas llamas, que son visibles a kilómetros de distancia, arden en lo alto de torres metálicas, liberando directamente a la atmósfera el gas excedente de la explotación petrolera. Este proceso produce emisiones de CO y metano, un gas con un potencial de calentamiento global más de 20 veces superior al CO.
A pesar de los maleficios que la práctica causa en términos de cambio climático y salud humana, varios países siguen permitiéndola. Además, los mecheros (chimeneas de combustión de gas) son bastante habituales en zonas remotas de la selva amazónica, donde la falta de infraestructura dificulta la captura y el procesamiento del gas.
En 2023, Ecuador quemó 1.600 millones de metros cúbicos de gas en operaciones de extracción en la Amazonía, lo equivalente a más de tres veces el consumo anual de gas natural del país. Eso también representa el 82% de todo el gas quemado en la región amazónica en ese mismo año, según nuestro análisis con datos de SkyTruth Flaring, una plataforma que utiliza imágenes de satélite para detectar la quema de gas asociada a la extracción de petróleo en todo el mundo.
Entre 2012 y 2023, la actividad petrolera arrojó 17.600 millones de metros cúbicos de gas dentro de la Amazonía. Ecuador es el líder en esas emisiones, con el 75% del total, lo que representa 34 millones de toneladas equivalentes de CO lanzadas a la atmósfera.
Ecuador lucha para reducir esas emisiones. En 2021, un tribunal regional le ordenó al gobierno eliminar parte de los mecheros de la industria petrolera cerca de zonas pobladas en las provincias amazónicas. Sin embargo, la sentencia aún no se ha cumplido.
“Crecimos junto a empresas petroleras que, durante más de medio siglo, han traído muerte, destrucción y pobreza a nuestra Amazonía”, dice en un manifiesto de un grupo de jóvenes amazónicas que, junto a una organización de víctimas de la antigua Texaco, presentaron acciones legales para detener la quema de gas en Ecuador.
En toda la Amazonía, la quema de gas afecta a cerca de 1,2 millones de personas que viven a por lo menos cinco kilómetros de distancia de los mecheros, con una situación particularmente grave en Bolivia, Ecuador y Venezuela, respectivamente. Los datos proceden de nuestro análisis, que se basa en las estimaciones de densidad de población de Kontur y en un estudio de Clean Air Task Force que utilizó esa misma distancia para evaluar los riesgos para la salud de las poblaciones.
Colombia: La transición se enfrenta a obstáculos
Desde que asumió el cargo en 2022, el presidente Gustavo Petro ha intentado poner a Colombia en la dirección opuesta a la de otros países de la Amazonía: entre sus medidas ambiciosas, está la prohibición de firmar nuevos contratos de petróleo y gas; el fin de la fracturación hidráulica (conocida como fracking), técnica que utiliza la inyección de fluidos a alta presión para extraer petróleo y gas de una forma más agresiva para el medioambiente; y la paralización de los proyectos de exploración petrolera offshore.
Pero los planes de Petro son contradictorios con los 381 contratos de petróleo y gas aún vigentes y con la insistencia del sector en explorar nuevas reservas, argumentando que las reservas actuales dejan al país con menos de una década de suministro de petróleo para el consumo interno.
De esta manera, la búsqueda por más petróleo ha avanzado en los últimos años: entre 2022 y 2024, Colombia estuvo entre los 15 países con mayor volumen de reservas descubiertas, según el Monitor de Energía Global. Además, en 2024, la estatal colombiana Ecopetrol y la brasileña Petrobras encontraron nuevas reservas de gas natural en el país.
Los operadores con mayor número de bloques asignados en la región amazónica son Gran Tierra Colombia (filial de la canadiense del mismo nombre), Amerisur Exploración Colombia (filial de la chilena GeoPark) y la estatal Ecopetrol. Los bloques de esas tres empresas están entre los que más acumulan multas ambientales en la Amazonía colombiana, principalmente por derrames de hidrocarburos que contaminan el agua y el suelo, según datos del Ministerio de Defensa.
Muchas de esas operaciones también afectan a la población local. En los últimos años, el pueblo Awá ha exigido ante los tribunales que Ecopetrol repare los daños causados por una serie de derrames en su territorio. En 2022, Gran Tierra Energy fue criticada por violar los derechos del pueblo Inga en relación con un proyecto petrolero. Ese mismo año, Nueva Amerisur enfrentó una demanda internacional por sus impactos sobre el pueblo Siona. 
Según nuestro análisis, los bloques petroleros con concesiones en la Amazonía colombiana están dentro de 79 tierras indígenas y 30 áreas de conservación, sumando un total de 2.600 kilómetros cuadrados dentro de áreas protegidas.
La situación se ve agravada por la presencia de grupos armados en zonas petroleras de la Amazonía colombiana. El Acuerdo de Paz de 2016 pretendía poner fin a décadas de conflicto, pero ha desencadenado disputas entre disidencias guerrilleras y nuevas bandas criminales por el control de zonas ricas en recursos naturales, antes dominadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
La Comisión de la Verdad creada tras el acuerdo de paz con las Farc reveló que las empresas petroleras aprovecharon el conflicto para contratar la seguridad de grupos paramilitares y contar con la protección del Estado, mientras las comunidades locales se enfrentaban tanto a la violencia armada como a la exploración petrolera en sus territorios.
Los informes de la comisión y las investigaciones periodísticas también han demostrado que miles de ataques a oleoductos, además del robo de petróleo, se han utilizado como táctica de combate cuando las compañías petroleras no pagan las extorsiones. Estos ataques han dejado daños medioambientales irreversibles, contaminando ríos, poniendo en peligro el acceso al agua potable y amenazando especies en la Amazonía y otras regiones.
Estas prácticas no cesaron tras la firma de los acuerdos con las Farc ni con los compromisos medioambientales de Gustavo Petro. “El control de estos actores armados sobre los territorios es cada vez más visible y frecuente”, dice María Espinosa, abogada de la organización Amazon Frontlines, que trabaja con comunidades amazónicas afectadas por la combinación de guerrilla y exploración petrolera. “Cada vez es más violento”.
Pero los impactos del petróleo en la Amazonía son evidentes incluso en contextos menos dramáticos. “No hay explotación de petróleo y gas segura, todos los proyectos tienen derrames”, dice Luiz Afonso Rosário, de la organización 350.org Brasil.
Rosário señala que, durante décadas, el petróleo se ha presentado como una promesa de desarrollo económico para los países sudamericanos. Sin embargo, la realidad es otra: “Lo que vemos son los problemas sociales que siguen, y apenas unos pocos se han enriquecido”.
Para Rosário, este abismo entre promesas y realidad en la Amazonía hace urgente un debate más amplio y justo sobre el futuro del ecosistema: “Van a destrozar la Amazonía con más infraestructuras para favorecer a la industria fósil. Deberíamos invertir en energías renovables”.
 
 
 
 
 
ARGENTINA CRUZA LA RAYA: ENVÍA 2.000.000 M3 DE VENENO AL AMAZONAS
 
El Diario 24 de Argentina (https://n9.cl/tt57u)
 
Uno de los principales bienes argentinos que está llamando la atención de los inversores es el petróleo. Si bien su extracción y las inversiones que trae el RIGI, régimen impuesto por el Gobierno de Javier Milei, están siendo de los más beneficiosos en su inicio, podemos aprovechar también otro recurso único y bien valuado en el mercado. Las negociaciones entre Argentina y Brasil dejaron sorprendentes resultados.
Se trata de una nueva acción que fue llevada a cabo por TotalEnergies, la empresa francesa que tiene una gran presencia en Vaca Muerta. Con un polémico accionar, rompiendo lo que se busca respecto al rumbo hacia una transición energética, esta compañía, junto con Matrix Energy y la empresa YPFB de Bolivia, marcaron un precedente que pretende crecer con el tiempo.
Con inicialmente 2 000 000 m3 de este recurso exportado hacia Brasil, Argentina aparece como un sorpresivo competidor para la reserva de este tipo de mineral que es utilizado para el consumo energético. Si bien no es sustentable, la industria precisa de él como ningún otro. Como también lo hacen los transportes, de mayor y menor tamaño.
Paso gigante hacia el traslado de millones de metros cúbicos
Estamos hablando del Memorándum de Entendimiento que se llevó a cabo entre el gobierno de Argentina y Brasil para, en conjunto con Bolivia, trasladar desde el sur, Vaca Muerta, hasta el norte, Brasil, el GNL tan preciado. El GNL, conocido como Gas Natural Licuado, es de los potenciales recursos más exportados en los últimos años. Con proyectos y consorcio internacional, nuestro país se posiciona como líder.
Toda la Cuenca Neuquina es rica en este GNL, por lo que el aprovechamiento de los líderes políticos argentinos se posó sobre él. Sin embargo, como brega su agenda, decidieron dejar todo en manos del mercado, como sucede con otro plan del futuro de la Argentina. Gracias a la infraestructura ya presente en Bolivia, el antiguo gasoducto Madrejones de Refinor, el trasporte de gas natural licuado se hace ya efectivo de sur a norte.
Esta ruta de trabajo es muy diferente a la establecida hasta esta última reunión de Memorándum entre los dos países. Ya que, anteriormente, se realizaba vía directa hacia Brasil, pero yendo hacia el este y luego hacia el norte para recabar en el Amazonas. Por ahora, los gasoductos en territorio argentino solo se ven refaccionados en la parte sur de Vaca Muerta.
Pero la agenda política del gobierno puede cambiar tras el potencial comercio que se hable en cuanto exportación de GNL hacia Uruguay, Bolivia y otras zonas de Brasil que precisan de energía barata para ellos. Mientras que Argentina, con problemas económicos, encuentra una salida increíble para la balanza fiscal y deficitaria de su actual situación, que afecta a todos los argentinos.
Números del traslado
Si bien es una buena noticia en cuanto a lo económico, los problemas ambientales que pueden traer este tipo de recursos y combustibles que dañan el planeta son grandes. Con un total de 2 millones de metros cúbicos de este veneno siendo enviado hacia Brasil, esperan que en 2026 la cosa cambie.
Por eso, el planteamiento en conjunto de Brasil y Argentina establece que el cronograma aumentará. Saltando de 2 millones a 10 millones y luego llegará a un número bastante considerable de 30 millones de metros cúbicos de GNL exportados en el 2029.
Desde Brasil ven con buenos ojos esta salida, ya que aprovechan una energía barata, aunque no así limpia, para alimentar a su industria que avanza a pasos gigantes. Por el lado de Argentina, se espera que el RIGI, ayudando a los inversores del exterior que decidan hacer apuestas mayores a 200 millones de dólares en el territorio, traiga buenas noticias. Hasta el momento Vaca Muerta sonríe, pero con cierta confusión.
 
 
 
 
 
DESCUBREN EL MAYOR DEPÓSITO DE LITIO DEL MUNDO BAJO UN SUPERVOLCÁN EN EE.UU.
 
Un descubrimiento geológico en el oeste de Estados Unidos podría transformar la industria del litio y la energía limpia, con un yacimiento valorado en más de 400.000 millones de euros.
 
Diario Huarpe de Argentina (https://n9.cl/2isv9)
 
Un grupo de geólogos ha hecho un descubrimiento trascendental en la búsqueda de litio, el mineral clave para la producción de baterías de vehículos eléctricos y otras tecnologías renovables. Un enorme depósito de litio ha sido hallado bajo un antiguo supervolcán en la región del oeste de Estados Unidos, específicamente en la caldera McDermitt, ubicada en los estados de Nevada y Oregón. Este hallazgo podría revolucionar la industria energética global y colocar a esta área como el nuevo centro neurálgico del "oro blanco".
Lo que antes era una zona geológica de poca relevancia ahora se ha convertido en el epicentro de uno de los descubrimientos más impactantes de la geología moderna. La caldera McDermitt, un cráter de 45 por 35 kilómetros, fue formada hace 16,4 millones de años por una erupción volcánica. Posteriormente, un lago se formó en su interior, acumulando cenizas volcánicas y sedimentos ricos en minerales, creando un entorno propicio para el desarrollo de un depósito excepcionalmente rico en litio.
Los resultados del estudio, publicado en la revista Science Advances, han dejado a los expertos asombrados. En el sitio de Thacker Pass, dentro de la caldera McDermitt, se han encontrado concentraciones de litio de hasta un 2,4 % en peso, mucho más altas que los niveles típicos en otros yacimientos, que suelen rondar el 0,4 %. Según los investigadores, esto es un fenómeno geológico raro, producto de un proceso en dos etapas: primero, la transformación de vidrio volcánico en esmectita por las aguas alcalinas del lago, seguida por una actividad magmática que introdujo fluidos hidrotermales ricos en potasio y otros elementos, dando lugar a illita de alta pureza.
Este descubrimiento ha puesto a Estados Unidos en una posición privilegiada. Se estima que el depósito de Thacker Pass podría contener hasta 120 millones de toneladas métricas de litio, lo que se traduce en un valor cercano a los 413.000 millones de euros. De explotarse a su máxima capacidad, Estados Unidos podría alcanzar la autosuficiencia en litio, un mineral crucial para la transición hacia la energía limpia, desplazando a otros grandes depósitos como el Salar de Uyuni en Bolivia.
A pesar de su potencial económico, este hallazgo ha generado una fuerte oposición. La comunidad indígena local, Pueblo de la Montaña Roja, ha calificado el proyecto de "colonialismo verde", argumentando que la explotación del litio amenaza zonas sagradas de su cultura, utilizadas para la caza y prácticas rituales. Aunque un tribunal federal ha fallado a favor de la explotación, las tensiones sociales persisten.
Además, grupos ambientalistas han expresado su preocupación por los posibles impactos ambientales de la minería. Aunque el proceso de extracción no implica el uso de estanques de evaporación, como en otros tipos de minería, se teme que puedan surgir problemas relacionados con la degradación del suelo, la contaminación por metales pesados y el agotamiento de las fuentes de agua locales.
Este descubrimiento coloca al litio como uno de los recursos más codiciados del siglo XXI, cuyo valor y demanda seguirán creciendo a medida que el mundo se encamine hacia una mayor adopción de tecnologías limpias. Mientras la industria energética global se prepara para la transición hacia energías renovables, el acceso a reservas de litio como la de Thacker Pass será clave para garantizar el suministro de este mineral esencial.
El futuro de la energía limpia y la movilidad eléctrica podría depender en gran medida de cómo se gestione este valioso recurso, así como de las soluciones que se encuentren para equilibrar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y las comunidades locales.
 
 
 
 
 
UNA CÁMARA TRAMPA INSTALADA EN UN PUEBLO INDÍGENA AISLADO REVELÓ POR PRIMERA VEZ CÓMO VIVEN
 
La comunidad Massaco reside en un territorio de 400.000 hectáreas en la frontera entre Brasil y Bolivia; gracias a un estudio, los científicos lograron captar sus rostros
 
La Nación de Argentina (https://n9.cl/hhfryq)
 
Los quieren conocer, protegerlos, pero sin hablar con ellos ni verlos cara a cara. Están en el Amazonas y contactarlos no es una opción. Ante ese desafío, expertos usaron cámaras trampa -las que se activan con el movimiento- para tener una imagen de un pueblo indígena que vive en el estado de Rondônia, en el este de Brasil, cerca de la frontera con Bolivia.
Los llaman los Massaco, pero los investigadores desconocen cómo se identifican a sí mismos. El nombre de Massaco se debe al río que fluye por sus tierras.
“El Territorio Indígena Massaco fue el primer Territorio Indígena demarcado exclusivamente para pueblos aislados”, le dice a BBC Mundo Janete Carvalho, directora de Protección Territorial de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai).
Esa organización gubernamental brasileña ha trabajado durante décadas para cuidar esas tierras y evitar que sus habitantes sean contactados.
Altair Algayer, coordinador de la Funai en esa zona, lleva 30 años dedicado a esa misión.
“Ahora, con las fotografías detalladas, es posible apreciar el parecido con el pueblo Sirionó, que vive en la orilla opuesta del río Guaporé, en Bolivia”, señaló Algayer en un artículo de The Guardian.
“Pero aún no podemos determinar quiénes son. Hay mucho que sigue siendo un misterio”, dijo en Photographs reveal first glimpse of uncontacted Amazon community (Fotografías revelan primer vistazo a una comunidad amazónica no contactada).
La Funai compartió con BBC Mundo esas imágenes capturadas en febrero de 2024, así como otras, tomadas cuando los Massaco habían abandonado completamente unos asentamientos temporales.
Para conseguir esas fotos y tener información sobre esa comunidad, los expertos no solo se han valido del conocimiento que han ido adquiriendo sobre los movimientos del grupo según la estación del año, sino de imágenes satelitales.
Más de 200 personas
Los autores del artículo de The Guardian son John Reid, coautor del libro Ever Green: Saving Big Forests to Save the Planet (Siempre verde: Salvando los grandes bosques para salvar el planeta) y Daniel Biasetto, editor de contenido del diario brasileño O Globo.
Ambos escribieron otro reportaje, también publicado en diciembre, en el periódico británico: New images show Brazil’s uncontacted people are thriving – but with success comes a new threat (Nuevas imágenes muestran que los pueblos no contactados de Brasil están prosperando, pero con el éxito viene una nueva amenaza).
En él contaban que en 1987, los expertos de la Funai habían llegado a una devastadora conclusión: “Las enfermedades y la miseria que resultaban del contacto pacífico eran catastróficas para los pueblos aislados e instauraron la actual política de no contacto de la institución”.
Los Massaco son uno de los 28 pueblos aislados en Brasil de los cuales se tiene confirmación.
Janete Carvalho le cuenta a BBC Mundo que la fundación supo de la existencia de esta comunidad en octubre de 1988, cuando uno de sus equipos encontró los primeros vestigios de su presencia: huellas, senderos, puntos de recolección de alimentos, actividades de caza.
“No tenemos datos demográficos exactos de este pueblo, pero observando los rastros que dejan, el tamaño y número de viviendas, se hace una estimación aproximada de 220 a 270 personas”.
Algayer había calculado, a inicios de los años 90, una población de 100 a 200 personas.
De acuerdo con Carvalho, sus miembros ocupan todo el territorio de la Tierra Indígena Massaco, que son unas 421.000 hectáreas.
“Incluso extienden la ocupación a una parte (1/4 del área) de la Tierra Indígena Río Branco que limita con la Tierra Indígena Massaco”.
La cámara automática
Como la política de la Funai es no establecer contacto con los integrantes de esa comunidad, decidieron dejar cámaras trampa en lugares estratégicos.
Y, así, en 2019, colocaron uno de esos dispositivos “más hacia el centro de la zona”, tras realizar una expedición de monitoreo con el interés de conseguir algo que no tenían: una imagen de ese pueblo, y lo lograron.
Pero ese no fue el único objetivo, también querían conocer el comportamiento de los miembros de ese grupo tras su paso por esa zona.
Las nuevas imágenes, las de 2024, fueron captadas con una cámara que se había instalado en la región desde enero de 2021, dice Carvalho.
Los indígenas se acercaron y tomaron unas hachas y machetes que el equipo de la Funai había dejado en un sendero en 2021.
“El equipo fotográfico estaba a la vista y, aun así, permaneció intacto. Los indígenas no se acercaron a él ni siquiera por curiosidad”, señala en un comunicado la Funai.
El dispositivo captó a un grupo de nueve indígenas, todos hombres, de edades estimadas entre los 20 y los 40 años. En su mayoría eran jóvenes.
“A pesar de las condiciones climáticas que comprometieron la nitidez de las imágenes, el registro fue fundamental para documentar características físicas, comportamiento, postura, entre otros aspectos”.
Antes de abandonar el área, los indígenas dejaron unas “trampas afiladas”, unas astillas de madera con un extremo puntiagudo como esta:
Los investigadores las identificaron como unas especies de abrojos (estrepes) que se clavan en el suelo con la punta hacia afuera.
De acuerdo con la antropóloga, las colocan en senderos y lugares estratégicos, como por ejemplo detrás de un tronco, una raíz o un barranco.
“Son lugares en lo que necesariamente se apoya o se coloca el mayor peso del cuerpo sobre el pie. Algunas se camuflan con hojas o hierbas”, indica la experta.
“Una herida punzante en el pie se hace inevitable, incluso con zapatos puestos, y puede causar lesiones graves”.
La experta cuenta que los años 80 y 90 fue una época en la que hubo movimiento de personas y automóviles dentro de la reserva.
“Las estrepes o trampas indígenas perforaban los neumáticos de las camionetas, incluso de la Funai, del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y de la Policía Federal, así como también de camiones y hasta de tractores de madereros”.
De regreso a 2024, tras colocar las trampas, el grupo se retiró inmediatamente de esa zona y se internó en la reserva.
Algayer cree esa incursión de los indígenas a esa área fue “una aproximación planeada y organizada”.
Viviendas y flechas
Carvalho señala que las viviendas son típicas de pueblos que se dedican a la caza y a la recolección.
“La mayoría de los movimientos de sus miembros están asociados a los cambios de estaciones -sequía y lluvia- de la región y a las variaciones de la vegetación: entre campo, sabana y selva densa”.
“De esta manera, desarrollan una gestión de los recursos naturales, delimitando su territorio de ocupación dentro de un sistema nómada”.
La longitud de las flechas que los investigadores han encontrado, en campamentos abandonados, es de más de tres metros y hay algo que los intriga.
“El tamaño de la flecha y del arco no es realmente un misterio, otros pueblos también los utilizan, como los Sirionó de Bolivia, que tienen arcos similares”.
Pero hay una pregunta que “nunca desaparece”, dice la antropóloga: “¿cómo manejan los arcos largos y las flechas en medio de la selva y las sabanas”.
“Sabemos que matan a muchos animales: monos, pecaríes, tapires, venados, entre otros, que no son fáciles de matar de otra manera”.
Algayer, en el artículo de The Guardian, señalaba que no tenían “ni idea” de cómo disparan la flecha.
“Otros indígenas también intentan entender, se ríen y dicen que es imposible. Quizás acostados, dicen, pero hasta el día de hoy, no tenemos respuesta a este misterio”.
Los desafíos de proteger sin contactar
“El Territorio Indígena Massaco fue el primer Territorio Indígena demarcado exclusivamente para pueblos aislados”, señala Carvalho.
“Pero, al mismo tiempo, otros pueblos tuvieron su protección y, posteriormente, se demarcaron territorios para ellos”.
“El reto de demarcar el territorio para estos pueblos es entender todo el contexto histórico y la dinámica de ocupación de los pueblos, sin poder hablar con ellos. Se realizan numerosas actividades de expedición en la selva para recoger rastros e información de terceros en los alrededores, para así delimitar el territorio”.
Es fundamental “garantizar la autodeterminación y autonomía de los pueblos aislados sin necesidad de promover el contacto y sin ninguna intromisión en sus formas de vida”, señala la Funai.
De acuerdo con la especialista, actualmente “no existe ninguna amenaza latente en el territorio” en donde se encuentra la comunidad de Massaco, “como la extracción maderera y otros actos ilegales”.
“El equipo de la Funai que está permanentemente en el territorio es capaz de garantizar la protección del territorio incluso en el límite”.
Esa organización cuenta con Bases de Protección Etnoambiental que, ubicadas en puntos estratégicos, buscan, entre varios objetivos, la protección física y social de los pueblos aislados.
Pero también la ambiental porque “garantizar la plena protección de los recursos naturales de este territorio es fundamental para la supervivencia de estas personas”, señala Algayer en el comunicado de la Funai.
El objetivo de dejar herramientas de metal, como machetes y hachas, es facilitarles las actividades relacionadas con la caza y recolección de alimentos y, así, comunidades como ésta no necesitan salir de su territorio en busca de objetos similares.
Le pregunto a Carvalho si esa práctica ha tenido algún efecto.
“Surtió el efecto de que la gente tuviera mayor acceso a esas herramientas, todavía no sabemos si le sirve a todos los individuos. Pero sabemos que esto no impide que los miembros de este pueblo alcancen el límite o lo pasen. Puede haber otras razones que motiven eso”.
Reid y Biasetto cuentan que “estos obsequios, antes utilizados para atraer a la gente al contacto, ahora se emplean para evitarlo”.
“Esta práctica, empleada en otros territorios indígenas, disuade a las personas no contactadas de acudir a granjas o campamentos madereros para adquirir herramientas”, escribieron.
Las más recientes imágenes junto a la información que se ha ido recabando a lo largo de los años les permiten a los expertos seguir aprendiendo sobre cómo vive y se desarrolla esta comunidad indígena, sin poner en riesgo su aislamiento.
¿Se siente optimista de que esta comunidad permanecerá como está: sin establecer contacto?
“Me siento un poco más optimista siempre y cuando el Estado brasileño consiga garantizar la protección de los recursos de este territorio del que estas personas dependen para sobrevivir”, me responde la antropóloga. “Pero las opiniones cambian de generación en generación y en algún momento estas personas pueden querer establecer el contacto“.
 
 
 
 
 
DESARTICULAN A BANDA QUE TRAFICABA DROGA DESDE BOLIVIA A LA REGIÓN METROPOLITANA: CUATRO PERSONAS FUERON DETENIDAS
 
En el procedimiento, rotulado como “Operación La Conquista”, se detuvo a cuatro ciudadanos bolivianos (tres hombres y una mujer) y se incautaron más de 202 kilogramos de droga, además de otras especies.
 
Pura Noticia de Chile (https://n9.cl/le7se)
 
La Brigada Antinarcóticos Metropolitana y el Ministerio Público lograron desarticular una organización transnacional dedicada al tráfico de drogas (Ley 20.000).
La banda internaba importantes cantidades de droga desde Bolivia a través de pasos no habilitados en el norte del país, utilizando camiones acondicionados para su transporte y posterior distribución en el sector sur de la región Metropolitana.
En el procedimiento, rotulado como “Operación La Conquista”, se detuvo a cuatro ciudadanos bolivianos (tres hombres y una mujer) y se incautaron más de 202 kilogramos de droga, además de otras especies.
El jefe Nacional Contra el Crimen Organizado, prefecto inspector Mauricio Jorquera, señaló que “esta es una investigación donde se utilizaron técnicas especiales y a través del trabajo de campo se logra establecer que el cargamento provenía de la zona norte, principalmente de Calama, y mediante la vigilancia realizada por los detectives se detectó un aparcadero hasta donde llegó el vehículo a la comuna de San Bernardo”.
“Con vigilancia y seguimiento se ubica este camión 3/4, que venía al interior de un camión de alto tonelaje, para retirar la droga y llevarla a un domicilio particular de la comuna de Estación Central. Ahí se logró la detención de dos personas de nacionalidad boliviana”, agregó.
La forma de operar de la organización, integrada por ciudadanos bolivianos, consiste en la captación de transportistas que trasladan los cargamentos de droga en diferentes etapas. “Hemos podido neutralizar al menos cinco cargamentos importantes de esta estructura”.
“La droga se acopia en Calama y, para su traslado a la capital, se adquieren vehículos nuevos o que no despierten sospecha. Ese es el caso del camión ¾ que fue acondicionado para el traslado de la droga y, para que no fuera detectado, lo subieron a un camión de mayor tonelaje”, finalizó.