Tuesday, January 21, 2020

LA RESERVA NATURAL DE TOROTORO, PRINCIPAL SITIO TURÍSTICO DE BOLIVIA


La reserva natural de Torotoro, caracterizada por kilométricas cavernas rupestres y un reservorio de unas 3,500 huellas de dinosaurios, se certificó por un organismo ligado a la Unesco como principal destino turístico de Bolivia.
A pesar de su reducido tamaño de 16,570 hectáreas, Torotoro alberga con grandes atractivos:
Extensas cavernas
Lagunas subterráneas
Un cementerio con tortugas petrificadas
Unas 3,500 huellas de dinosaurio sobre piedra caliza.
Por lo que, este lugar conforma el segundo reservorio más grande del país, tras Kal Orcko en Chuquisaca, en el sureste.
La certificación le permite a la reserva “ser parte de la comunidad de destinos (turísticos) Biosphere” a nivel internacional, indicó a la AFP Javier Camacho, director de Turismo del municipio de Torotoro, en el departamento de Potosí.
Las cavernas de Umajalanta (palabra quechua que quiere decir “donde se pierde el agua”) son interminables y apenas se han explorado unos 7 kilómetros de ellas.
En sus galerías subterráneas se formaron, además, por millones de años estalagmitas y estalactitas, trozos filosos de carbonato de calcio. Científicos han encontrado en sus lagunas peces ciegos “bagre”, únicos en el mundo, de hasta 20 centímetros.
En medio de farallones rocosos se hallaron pinturas rupestres, cuyos símbolos de formas geométricas aún no han sido descifrados y hasta una ciudad de piedra formada por la erosión, el viento y, probablemente, el movimiento de agua.
Camacho acotó que “Torotoro es el primer destino turístico de Bolivia que se certifica por la organización Instituto de Turismo Responsable” (ITR), entidad patrocinada por la Unesco y la Organización Mundial de Turismo (OMT).
La certificación, recibida el mes pasado pero divulgada recién, abarca “a todos los atractivos de Torotoro”, acotó el funcionario.
El municipio aguarda, sin embargo, la declaratoria por parte de la Unesco como el primer geoparque del país, una distinción que esperan dispare el turismo. En el mundo hay cerca de 130 geoparques, que surgieron a principios de la década de 1990 y forman una Red Mundial de Geoparques.
Apenas cuatro están en América.
En el municipio en cuyo territorio se encuentra la reserva viven unos 12,000 campesinos herederos del pueblo Charca, sometido por el imperio inca a fines del siglo XV y luego por la colonia española.





Habla el candidato a la presidencia del Movimiento al Socialismo de Bolivia

LUIS ARCE: "SOMOS INCLUSIVOS DE LA CULTURA DE LA WIPHALA, HAY ESPACIO PARA TODOS"
                                                                                               
El padre del "milagro económico" de los últimos 14 años de Bolivia negó que hubiera un desencanto de sectores medios con el proceso de cambio que lideró Evo Morales. "Mi candidatura refleja a esos más de 2 millones de personas que sacamos de la pobreza y ahora forman parte de la clase media". 

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                                                                               
El exministro de Economía de Bolivia, Luis Arce, oficializó su candidatura presidencial con una conferencia de prensa convocada desde el céntrico Hotel Bauen. Acompañado por Diego Pary, excanciller y uno de los precandidatos a la presidencia por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Arce destacó los principales avances económicos del país en los 14 años de gestión del presidente depuesto, Evo Morales, y describió los retrocesos impulsados por el gobierno de facto de Jeanine Añez. Intentó alejar los fantasmas de una crisis interna en el partido, y consultado sobre un posible desencanto de la clase media con el MAS, destacó que durante su gestión ese sector se vio beneficiado como nunca en la historia del país.
Pary fue breve en su discurso para darle espacio al flamante candidato presidencial del MAS. "Estamos seguros que con este binomio el MAS triunfará en las elecciones. Triunfaremos y venceremos", destacó el excanciller. Al igual que el presidente depuesto, se refirió a una fórmula que "nace del consenso y le da certeza, tranquilidad y proyecciones de futuro a Bolivia. Éste es el binomio que los bolivianos y bolivianas esperaban", agregó.
En lo que fueron sus primeras palabras públicas como candidato presidencial, el exministro de Economía Luis Arce manifestó el "agradecimiento y honor de haber sido elegido por esta magna asamblea que tiene mucha historia, luego de dos largas jornadas de debate bajo la conducción de nuestro presidente Evo Morales". Si bien no lo dijo directamente, Arce destacó en más de una oportunidad la centralidad del exmandatario a la hora de tomar la decisión final.
"Éramos cuatro compañeros que se habían propuesto como candidatos, y cualquiera de los cuatro tenía todas las posibilidades de acceder a la candidatura. Pero lo más importante era la unidad del instrumento", destacó. Arce buscó desligarse de las versiones que hablan de internas en el MAS y en la dirigencia social que compone el llamado Pacto de Unidad. Sin ir más lejos, esa agrupación había sugerido previamente la candidatura presidencial de David Choquehuanca, y al joven dirigente cocalero Andrónico Rodríguez como vice.
Consultado al respecto, Arce recordó que "la reunión del MAS del domingo era de cumplimiento obligatorio. Por lo tanto todas las resoluciones se deben acatar por cada miembro de las organizaciones sociales". Agregó que hablará "con todos los compañeros y compañeras que por alguna razón se alejaron del proyecto".
Sobre su compañero de fórmula, el excanciller David Choquehuanca, destacó que es "un gran compañero, el ministro con el que mejor me he llevado. Tiene la ideología y la capacidad para construir el camino que nos está encomendando el instrumento político". Dijo que tiene la capacidad para reestablecer el dialogo en Bolivia. "Claramente hará prevalecer la cultura de la wiphala que todos hemos asumido", destacó.
Página/12 preguntó a Arce si coincidía con el expresidente Evo Morales en tanto la elección de la candidatura constituía "una perfecta combinación entre el campo y la ciudad". Y si el binomio presidencial podía potenciar las posibilidades del MAS, teniendo en cuenta el desencanto de un sector de la clase media con el partido de Evo Morales.
"Nuestro instrumento es inclusivo, somos inclusivos de la cultura de la wiphala, es decir que hay espacio para todos", aseguró el exministro de Economía. "Mi candidatura refleja a esos más de 2 millones de personas que sacamos de la pobreza y ahora forman parte de la clase media. Y esa gente no está desencantada, es la gente que forma parte y es resultado de este proceso", agregó.
Arce dedicó buena parte de su discurso al tema que mejor maneja, la economía. En primer lugar, realizó una breve semblanza de los logros que había alcanzado durante su gestión. "Bolivia era el país que más rápidamente estaba reduciendo la pobreza extrema, que estaba cerrando la brecha entre ricos y pobres. El país que más había aumentado la esperanza de vida de nuestro pueblo".
Esa realidad elogiada incluso por sectores de derecha, tiene su opuesto perfecto en la actual gestión del gobierno de facto de Jeanine Añez. "El golpe de Estado también es un golpe económico. Hoy tenemos a la gente asustada, retirando su dinero de los bancos. Y convirtiendo sus ahorros en dólares. Hay incertidumbre por el gobierno de la señora Añez".
En ese sentido, el exministro destacó que tras el golpe "se repartieron los grupos oligárquicos para sus propios intereses, eso lo vemos en varias empresas que con gran esfuerzo hemos reconstituido y hoy pasan a manos de familiares que forman parte del gobierno". Arce sentenció que esta nueva lógica económica es "el retorno del neoliberalismo".
Sobre el cierre, el flamante candidato presidencial remarcó que hoy en Bolivia imperan "el matonaje y el hostigamiento: creímos que el racismo se había erradicado del país pero nos equivocamos". Pese a las dificultades, Arce sueña con volver a Bolivia para poner punto final al gobierno de facto y volver a concretar el mismo sueño que lo convocó a la gestión pública allá por 2006: "Alcanzar una Bolivia productiva".






QUIÉN ES LUIS ARCE, EL SUCESOR DE EVO MORALES QUE PUEDE PRESIDIR BOLIVIA

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                      
Luis Arce Catacora es reconocido en Bolivia como el principal impulsor del modelo económico que hizo exitoso al Gobierno de Evo Morales. Economista y contador, Arce es un académico respetado internacionalmente que puso los fundamentos teóricos al 'Modelo económico, social, comunitario y productivo'.
El exministro de Economía boliviano Luis Arce podría convertirse en el sucesor de Evo Morales al frente del Estado Plurinacional de Bolivia, luego de que el Movimiento Al Socialismo (MAS) lo oficializara como candidato a la Presidencia para las próximas elecciones generales del próximo 3 de mayo.
Luis Alberto Arce Catacora nació el 28 de septiembre de 1963 en La Paz, Bolivia. Tras egresar del bachillerato en 1980, se inscribió en el Instituto de Educación Bancaria, donde acabaría graduándose como contador en 1984. Entre 1986 y 1992 estudió en la Facultad de Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), de donde egresó como licenciado en Economía.
Sus estudios continuaron luego en el exterior, con un máster en Ciencias Económicas en la Universidad de Warwick en Coventry, Reino Unido. Su perfil de académico se complementa con su labor de catedrático en varias universidades públicas y privadas de Bolivia como la propia UMSA, la Universidad Católica Boliviana, la Universidad del Valle, la Universidad Franz Tamayo y la Universidad Loyola, entre otras.
También mantuvo una intensa actividad como conferencista en universidades del Reino Unido, EEUU y América Latina que también le otorgaron títulos de doctor Honoris Causa. Su formación económica pronto le permitió ingresar como funcionario al Banco Central de Bolivia, donde ingresó en 1987 y se mantuvo en cargos funcionales hasta 2006, cuando fue convocado por Evo Morales (2006-2019) para hacerse cargo del Ministerio de Economía y Finanzas.
El papel de Arce al frente de las políticas económicas de Evo Morales fue clave para el desarrollo de su proyecto político. De hecho, en filas del MAS reconocen a Arce como el mentor de lo que se denominó como 'Modelo económico, social, comunitario y productivo' implementado en Bolivia.
Como el propio Arce explicaba en una publicación del Ministerio de Economía boliviano en 2011, este modelo apuntaba a "sentar las bases para la transición hacia el nuevo modo de producción socialista". De esta forma, procuraba modificar la forma en la que se generaban y distribuían los excedentes económicos generados por la sociedad boliviana.
Así, el modelo económico implementado por Arce —que había surgido a fines de los 90 en grupos de docentes y académicos que integraba Arce y, entre otros, también el exvicepresidente Álvaro García Linera— planteaba que los excedentes económicos en Bolivia se generaban en cuatro sectores: hidrocarburos, minería, electricidad y recursos ambientales.
Pero el proyecto planteaba que Bolivia debía dejar de ser una economía primarizada, por lo que debía lograr que esas cuatro fuentes de excedentes alimentaran sectores como la industria manufacturera, la industria, el turismo y el desarrollo agropecuario, que a su vez son generadores de empleo e ingresos para la población.
El papel clave en esa transición era el del Estado, que según el modelo defendido por Arce debe ser "redistribuidor" y "tener la capacidad de transferir los recursos de los sectores excedentarios a los generadores de empleo e ingreso".
"Lo que se busca es liberar a Bolivia de la dependencia de la exportación de materias primeras para abandonar el modelo primario y exportador y construir una Bolivia industrializada y productiva", explicaba el documento elaborado por el Ministerio.
El propio Arce hizo una explicación detallada de su modelo, y lo contrapuso con la doctrina neoliberal aplicada en el país antes de la llegada de Evo, en un libro que presentó en 2015 y que se tituló El Modelo Económico Social Comunitario Productivo Boliviano.
A pesar del respaldo que encontraba en Bolivia, Arce debió apartarse del Ministerio de Economía en 2017, cuando solicitó licencia por problemas de salud. Finalmente se supo que el economista y contador padecía un cáncer de riñón que le obligaba a iniciar un tratamiento en Brasil. Su tratamiento fuera del país fue cuestionado por la oposición boliviana, obligando al ministro a aclarar que quería evitar la extirpación del riñón, única alternativa que se le ofrecía fronteras adentro.
Finalmente recuperado, Arce regresó al Ministerio de Economía el 23 de enero de 2019 menos de dos años después de dejarle el cargo a Mario Guillén Suárez, quien estuvo al frente de la cartera durante su ausencia.
"Quiero manifestar mi más profunda convicción de trabajar por el pueblo boliviano, por nuestro proceso, profundizando las raíces de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo que ha sido tan elogiado en el exterior donde me tocó participar en varios eventos internacionales", había afirmado Arce en esa oportunidad.





QUÉ PIENSA EL CANDIDATO A PRESIDENTE DE EVO MORALES SOBRE ARGENTINA, BRASIL, EL FMI Y EL NEOLIBERALISMO
                                                                                                                         
Antes de las fallidas elecciones en Bolivia, que terminaron con el Golpe de Estado a Evo Morales, su ministro de Economía, Luis Arce, brindó una entrevista a Ámbito en La Paz. Habló de la industrialización de Bolivia, Argentina, Brasil, el FMI y el fracaso del modelo neoliberal.

Ambito de Argentina (www.ambito.com)

En un mano a mano exclusivo, Arce habló del "milagro boliviano”, la industrialización de Bolivia, la relación con Argentina y Brasil y las recetas fondomonetaristas y la ineficiencia del modelo neoliberal en la región.
Ahora que Arce fue elegido por Morales como próximo candidato a presidente del MAS y posible sucesor del legado socialista en el país andino, la entrevista de octubre pasado realizada por el periodista Diego González y sus definiciones cobran nuevamente relevancia.
Periodista: ¿Usted es socialista?
Luis Arce: Si, señor.
P.: ¿Se podría definir a Bolivia como un ‘capitalismo de Estado’?
L.A.:Para nada. Esto es diferente: un modelo económico social comunitario productivo con muchos elementos. Reconoce que en nuestro país conviven varios modos de producción, para utilizar la terminología marxista. Y lo primero que hicimos fue reconocer esa híbrida relación entre modos de producción y empezar a interactuar con algo que durante el neoliberalismo estaba proscripto: la presencia del Estado. Hoy el Estado toma la vanguardia de la economía boliviana, es el actor más importante de la economía.
P.: En estos 13 años, la gestión Morales mostró notables indicadores económicos. ¿Qué amenazas ve en el futuro?
L.A.:La guerra comercial entre EEUU y China está afectando a todos y nos va a afectar indirectamente. Eso también nos podría abrir oportunidades de mercados, estamos negociando con Rusia, con China. Hoy se están peleando las potencias por la lucha por la hegemonía de la economía mundial y en esa pelea hay reflujos de comercio exterior. Uno tiene que intentar insertarse.
P.: La oposición plantea que los primeros años fueron producto de una bonanza exterior y que ahora se vive un agotamiento del modelo. ¿Qué les diría?
L.A.: Los precios internacionales de los commodities estuvieron altos desde 2003 (Morales asumió en 2006). Durante 2003, 2004, 2005 no hubo el desarrollo que hoy tenemos en Bolivia. Si los precios hubieran sido altos y el petróleo y el gas hubieran estado en manos de transnacionales, la plata se hubiera ido afuera. Nosotros nacionalizamos, entonces la plata se quedó en Bolivia y la disfrutamos. Nuestro modelo parte de apropiarse del excedente que se genera con los recursos naturales que tenemos. Bolivia es un país riquísimo: ¿cómo puede explicarse que un país tan rico en recursos sea tan pobre? Es la historia del saqueo. Y esa nueva historia empieza con la nacionalización de los hidrocarburos.
P.: Y a quienes dicen que el modelo está agotado, ¿qué les respondería?
L.A.: Dicen los neoliberales que los precios determinaron al presidente. El 2008 cae el precio del barril por la crisis en EEUU y en 2009 Bolivia es el país que más crece en la región. ¿Es suerte? En 2014, también se desplomaron los precios de 110 a 26 dólares el barril. Mire usted qué casualidad, Bolivia ese año recupera el primer lugar en el crecimiento de la región. Lo hicimos en 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. Y este año también seremos la primera economía, con precios relativamente bajos. ¿Es cierto lo que dicen ellos? Lo único que quieren es justificar la ineficiencia del modelo neoliberal que ellos administraron e importaron desde las universidades de Estados unidos y que no pudieron manejar durante 20 años.
P.: ¿Hay planes de industrialización?
L.A.:Bolivia está industrializándose. El sector más importante que aporta al producto bruto interno boliviano no son los hidrocarburos que participan con un 6 por ciento del PBI. Tampoco la minería que aporta con un 5%. El sector más importante es el sector de la manufactura y de la industria que aporta el 18 por ciento.
P.: ¿Se produce para el mercado interno?
L.A.:Estamos exportando urea (fertilizante) y estamos produciendo carbonato de litio y cloruro de potasio. Tenemos una asociación con una empresa alemana para producir batería de litio aquí en Bolivia.
P.: Hay sectores que dicen que el litio es el futuro y otros, que está sobrevaluado.
L.A.:Va a ir de a poquito. Empezará con un 1 o 2, pero en el horizonte puede ocupar un 3 o 4 por ciento. Las perspectivas son buenas. En el mundo hay una crisis energética. Se agota la energía que viene de los hidrocarburos. Se da un cambio de matriz energética hacia las renovables. Y ahí entra el litio, dado que somos la primera reserva mundial del litio. Por lo que tenemos la enorme posibilidad de convertirnos por primera vez en fijadores de precios, sino de participar activamente en su industrialización.
P.: ¿Hay diálogo en la región sobre una eventual explotación e industrialización conjunta del litio?
L.A.: No, que yo sepa. Cada uno hace lo que puede.
P.: ¿Por qué? ¿Es sensato?
L.A.:Es que no existe una OPEP que determine los precios del litio. Tiene que ocurrir algo similar, y tienen que estar los jugadores más grandes. Allí estaremos.
P.: ¿Y en lo regional?
L.A.:Brasil y la Argentina son dos bombas de tiempo. Influyen mucho en la región, dado que hay mucho comercio con ellos. Argentina ha tomado medidas totalmente fondomonetaristas desde nuestro punto de vista, medidas neoliberales que han profundizado los problemas. Esto va a tener una consecuencia en la economía y la problemática social. Brasil no está muy lejos, la deuda interna es muy elevada. Se ha recrudecido la pobreza luego de la salida de Dilma y la gente que había salido de la pobreza ha vuelto a caer. Uno cuando pasea por las calles de Brasil ve la pobreza, no hace falta ver las estadísticas.
P.: Este mes hay elecciones en Argentina y Uruguay, ¿qué expectativas tiene? (La entrevista se publicó el 15 de octubre de 2019).
L.A.:Hay que esperar, pero las elecciones primarias han mostrado un horizonte muy claro. El que perdió no fue el señor (Mauricio) Macri en Argentina, sino el modelo neoliberal en América del Sur. Las oligarquías de nuestros países tratan de recuperar el poder poniendo en vigencia nuevamente el viejo modelo neoliberal, que creo fracasó. Eso lo vamos a ver, desde nuestro punto de vista, en otros países de la región.





EL EXMINISTRO LUIS ARCE, PADRE DEL 'MILAGRO ECONÓMICO' BOLIVIANO, SERÁ EL CANDIDATO DEL MAS

RFI de Francia (www.rfi.fr/es)
                                                                                          
El Movimiento Al Socialismo (MAS), partido del expresidente Evo Morales, eligió al exministro de Economía, Luis Arce, para ser su relevo en unas elecciones en las que él no se podrá presentar y que tendrá que seguir desde Buenos Aires, donde se encuentra exiliado.
Evo Morales ya tiene relevo de cara a las elecciones previstas en Bolivia para el 3 de mayo. El exministro de Economía, Luis Arce, será el encargado de encabezar la candidatura del MAS, en la que se pretende regresar al poder luego de que Evo Morales y su vicepresidente, Álvaro García, renunciasen el 10 de noviembre de sus cargos.
El excanciller, David Choquehuanca, será su compañero de fórmula, y optará por la vicepresidencia, tal y como anunció Morales en una conferencia de prensa en Buenos Aires. El exmandatario destacó la "combinación entre compañeros de la ciudad y compañeros del campo para continuar con este proceso de cambio".
"Esa historia se repite, necesitamos aliados de la ciudad, del campo, otros intelectuales con conocimiento científico de nuestro tiempo", explicó Morales, quien, tras renunciar por lo que consideró un "golpe de Estado", estuvo asilado en México y luego solicitó refugio en Argentina.
El MAS es un partido que ha gobernado Bolivia sin interrupción desde 2005 hasta la renuncia de Morales en noviembre de 2019. Con este relevo "histórico" pretende volver al poder luego de que sectores conservadores se hiciesen con el mismo ante el vacío institucional generado en noviembre.
Artífice del llamado "milagro económico" boliviano
Con la candidatura de Luis Arce a la presidencia, el MAS muestra que el éxito económico de Bolivia en los últimos 14 años va a ser de nuevo uno de sus principales argumentos de campaña.
Durante los tres mandatos de Evo Morales, los altos precios del petróleo, la nacionalización de los hidrocarburos y las políticas de redistribución permitieron mejorar la vida de muchos bolivianos y financiar infraestructuras.
Argumentos que calan en la población, decía en octubre a Radio Francia Internacional el ahora candidato Luis Arce: "Va a ser el séptimo año bajo el presidente Evo que Bolivia lideriza el crecimiento económico en Sudamérica. Hoy Bolivia tiene industria, hoy hemos industrializado el gas, tenemos urea, tenemos dos plantas separadores que nos han dado petroquímica, estamos apuntando a la industrialización del litio y Bolivia está saliendo de la pobreza. Eso también el pueblo boliviano lo valora".
Paceño de 56 años, Arce fue el ministro de Economía de Morales entre 2006 y 2017, y de nuevo por unos meses en 2019.





LOS CANDIDATOS DE EVO MORALES: UN ECONOMISTA HETERODOXO Y UN INDIGENISTA MODERADO
                                                                                                              
El expresidente ha impuesto su criterio eligiendo a Luis Arce y David Choquehuanca en la reunión extraordinaria que sostuvo el domingo en Buenos Aires

El País de España (www.elpais.com)
                                                                                                 
Luis Arce será el candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones bolivianas del 3 de mayo. Ha obtenido este puesto a pesar de ser el aspirante con menos apoyo de las organizaciones locales y sectoriales del partido de izquierdas. Lo debe al impulso del expresidente Evo Morales, que, como es normal en el MAS, ha impuesto su criterio en la reunión extraordinaria de dirigentes que sostuvo el domingo en Buenos Aires, donde se halla exiliado.
El mayor punto a favor que tiene Arce es su éxito como ministro de Economía de Bolivia durante la última década, pero las bases del MAS consideraban que, en las circunstancias actuales, era mejor tener un candidato de proveniencia indígena que uno salido de la clase media educada y blanca, puesto que esta estuvo comprometida mayoritariamente en el derrocamiento de Morales y ahora se inclina por los candidatos de la derecha y la centroderecha. El nombre con más apoyo dentro del MAS era el del excanciller David Choquehuanca, quien quedó parcialmente relegado: será el candidato a la vicepresidencia.
El candidato a la presidencia del MAS entró en el partido tardíamente, poco antes de las elecciones de 2005, las primeras que Morales ganó. Pero no era un recién llegado a la izquierda boliviana: en la universidad había militado en el Partido Socialista 1, uno de los muchos grupos progresistas bolivianos que desaparecieron a fines de los 80, con la caída del muro de Berlín.
Arce afirmó más de una vez que creía en el socialismo, aunque “en ningún momento [el Gobierno de Morales] pensó en construir el socialismo de inmediato". "No se puede realizar un tránsito mecánico del capitalismo al socialismo, debe haber un periodo intermedio”, dijo en ese entonces. Durante ese lapso debía construirse el “Modelo Económico Social Comunitario Productivo”, como llamaba a su política económica. Esta consistió en la nacionalización de los recursos naturales, la intervención del Estado en todos los ramos productivos, para impulsar el crecimiento económico, y la redistribución de la riqueza a través de programas sociales y aumentos salariales.
Durante los primeros ocho años de la gestión de Morales, la economía boliviana se benefició de los altos precios internacionales de las materias primas, lo que le permitió crecer a un tasa superior al 5% anual y reducir la pobreza extrema del 38 al 18%. Muchos apostaron a que esta dinámica positiva cesaría en cuanto los precios cayeran. Arce superó esta prueba aumentando el gasto público de modo que compensara la caída de los ingresos por exportaciones. Bolivia continuó creciendo, aunque con menos rapidez que antes, mientras los demás países sudamericanos se iban hundiendo en la actual desaceleración regional. El precio de esta política, que algunos bautizaron como “escape hacia delante”, fueron los altos déficit fiscales del último lustro y la caída de las reservas de divisas. En atención a eso, el gobierno transitorio de Jeanine Añez ha comenzado un ajuste presupuestario que este año recortará la inversión pública en casi mil millones de dólares.
David Choquehuanca es uno de los fundadores el MAS y se lo consideraba el sucesor natural de Morales hasta enero de 2017, cuando fue despedido del puesto de ministro de Exteriores que había desempeñado por 11 años. Morales lo alejó para asegurar su propia posición como único candidato presidencial del MAS, pese a que entonces ya no podía reelegirse legalmente. Después del desaire, muchos allegados del exministro dejaron el “instrumento político”, pero el propio Choquehuanca se mantuvo dentro de él y siguió siendo muy apreciado por los sindicatos campesinos de origen aymara, la comunidad indígena a la que pertenece.
Choquehuanca es un indigenista moderado que busca el respeto de los derechos de los indígenas bolivianos y la eliminación del racismo mediante la difusión de la “cosmovisión ancestral”, uno de cuyos principios es, según él, el pacifismo. Cuando era canciller, llamó la atención por lo que sus críticos llamaban sus iniciativas “esotéricas”. Una de ellas fue hacer que las manecillas del reloj del Palacio Legislativo marcharan en dirección opuesta a la normal, para mostrar la visión heterodoxa de los pueblos indígenas sobre el tiempo. En una reciente entrevista, Choquehuaca dijo que buscará una “Bolivia más unida, más democrática, más participativa, que no excluya a nadie, donde todos construyamos la hermandad”. En el plano interno, su objetivo es “recuperar el verdadero espíritu” del proceso dirigido por el MAS, que en opinión de muchos de sus militantes fue desvirtuado en los últimos años por la llegada de una gran cantidad de advenedizos y oportunistas al Gobierno.
Arce y Choquehuanca tienen por delante una campaña muy difícil, ya que el Ejecutivo de Añez está sometiendo al MAS a una persecución judicial abrumadora. En un último episodio, ha movilizado tropas militares en todo el país para evitar que los seguidores de Morales organicen protestas para el 22 de enero, el día del Estado Plurinacional, fecha en que celebran el aniversario de su llegada al poder.





EL LITIO Y EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA

Confirmado Net de Ecuador (www.confirmado.net)
                                                     
Después de la asonada en Bolivia, pareció calentarse una fuerte discusión que no tenía mucho sentido. Por supuesto que se trató de un golpe de Estado en su corte clásico: la concentración del poder, para aumentar la fuerza de su economía y el control de los medios productivos en el territorio, la emprendió contra el presidente Evo Morales, en este caso para intentar apoderarse del litio que apunta a convertirse en la nueva riqueza que se diseña sobre la tierra, sobre todo en los nuevos productos electrónicos y eléctricos que ya se preparan para el muy próximo futuro.
Por un lado el país más pobre de América Latina, por el otro una tecnología de punta que no posee prácticamente ningún país del sur. En principio nadie hubiera pensado que Bolivia pretendería convertirse en uno de los actores claves del mercado del litio mundial, un metal alcalino indispensable para la producción de baterías. El descubrimiento del más grande depósito mundial de este oro blanco en las salinas de Uyuni en el oeste boliviano, coloca a ese país en una situación privilegiada para el próximo futuro. Pero el presidente Evo Morales, elegido nuevamente en 2006, había imaginado otro escenario: una explotación del litio que no estuviera en manos de las empresas multinacionales del norte, sino bajo la dirección de la estatal corporación minera de Bolivia (Comibol), destinada a la explotación y el posterior tratamiento industrial del mineral.
Le Monde Diplomatique precisa: estamos frente a un complejo industrial de producción de litio y de cloruro de potasio que esperaba, como decíamos, quedar en manos bolivianas.
El propio periódico francés nos dice que tal industrialización debiera elevar al país al rango de una Arabia Saudita de litio, como le gusta decir al ex vicepresidente Alvaro García Linera, ahora exiliado en Argentina.
El planeta cuenta con un número limitado de yacimientos de litio. Ahora que la demanda explota, iPods y computadoras portátiles, incluso el más económico de los teléfonos celulares contiene de dos a tres gramos de este metal. Un automóvil eléctrico debe contar con una veintena de kilos de litio. Se estima que 260 millones de automóviles normales ­circularán en el mundo en 2040, a diferencia de los 4 millones que circulan hoy. La demanda mundial de litio que se estima en 300 toneladas en 2018, debiera alcanzar la cifra de un millón de toneladas en los próximos 10 años. Los precios se han cuadruplicado en los últimos tres años, llegando a los 30 mil dólares por tonelada.
No obstante, más allá de las voluntades gubernamentales, se perfilan con claridad algunos ámbitos de conflicto que emergen de los intereses divergentes de varios actores y de las interdependencias a escala global, nacional, regional y local. A ello se suman los dilemas ambientales: generalmente, la minería tiene considerables consecuencias negativas, y esto también es cierto en el caso de la explotación de litio, sobre todo en una región ecológicamente frágil, como aquella en que se encuentran los principales yacimientos. Las comunidades de la zona, que viven de la agricultura y la ganadería, podrían resultar afectadas por estos problemas.
Desde 2008, las reservas de litio del salar de Uyuni y de otros salares de Bolivia forman parte del debate internacional sobre la explotación de materias primas. Debido a que el país dispone de las reservas de ese mineral más grandes del mundo tiene la esperanza de salir de la pobreza. Ya antes de su llegada al gobierno a inicios de 2006, Evo Morales había prometido abandonar el modelo económico neoliberal e implementar una política orientada a los intereses locales y a la justicia social, dentro de la cual la creación de industrias nacionales debía cobrar una importancia central. En el marco de esa política, el litio tiene un papel estratégico. Su explotación ya no iba a concretarse según las condiciones de los inversionistas privados extranjeros, sino bajo la dirección de la estatal Corporación Minera de Bolivia, que se encargaría de la explotación y su posterior tratamiento industrial.
No obstante la voluntad gubernamental, se perfilan con claridad algunos ámbitos de conflicto que emergen de los intereses divergentes de varios actores y de las interdependencias a escala global, nacional, regional y local.
En mi investigación me he ocupado de las múltiples desigualdades y de los potenciales escenarios específicos de conflicto que se ponen de manifiesto en el contexto de la industrialización del litio en Uyuni.
En este artículo, el foco está puesto en los siguientes temas: los niveles de desigualdad, que configuran un marco general dentro del cual se inserta el programa del litio; dos ámbitos centrales de conflicto que surgieron con el programa del litio: la participación/control social y la distribución de los futuros ingresos y de los costos ambientales.





LA GREMIALISTA QUE ESTUVO CON EVO
                                                                                                                                     
Se trata de una dirigente ladrillera que está trabajando para las próximas elecciones en Bolivia. El encuentro con el referente del MAS y la campaña.

Página Política de Argentina (www.paginapolitica.com)
                                                                                              
El presidente depuesto de Bolivia por un Golpe de Estado, Evo Morales Ayma, se reunió con dirigentes de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (Uolra). El encuentro fue el de una organización gremial cuyos integrantes, en un 90 por ciento, son bolivianos.
“Hace mucho tiempo que venimos trabajando con el Consulado Boliviano en la Argentina, porque precisamente la mayoría de los compañeros de la organización es boliviana”, contó a Página Política Soledad Casals, oriunda de Santa Elena y secretaria de Género en la dirección nacional del sindicato, que estuvo con Morales el jueves pasado en Buenos Aires. También estuvo el dirigente local, Federico Feltes.
Desde la Uolra le expresaron a Morales, que reside en este país, su apoyo al Movimiento al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones del próximo 3 de mayo. “Tenemos 36 delegaciones en 17 provincias con muchos afiliados de la comunidad boliviana. Nuestra idea es poner toda la estructura para la elección. Esto es habilitar las mesas para que la comunidad pueda ir a votar”, explicó la dirigente. Y agregó: “Ya estamos trabajando para lo electoral, falta empadronar a más trabajadores y trabajadoras para aumentar la cantidad de votos. En las elecciones pasadas el MAS sacó más del 80% de la votos en Argentina”. Evo recibió 80 mil sufragios contra apenas 8 mil de su adversario, Carlos Mesa.
Antes, y a modo de campaña, desde la Uolra se convoca para al acto del miércoles que se desarrollará en el Club Deportivo Español, en apoyo a la fórmula anunciada por el boliviano.
Soledad es integrante de la cooperativa ladrillera Fátima, en Santa Elena. Viene de una familia que se dedica a la fabricación de ese material. “El ladrillero es un oficio que lo heredé de mi bisabuelo y que siempre estuvo en mi familia. Todos somos ladrilleros”, afirmó, orgullosa, la dirigente.
En 2018, un grupo de ladrilleros entrerrianos trabajó en la fabricación de 40.000 ladrillos para edificar una capilla en la Villa 31, en Buenos Aires, por iniciativa del movimiento Scholas Ocurrentes, la entidad internacional de bien público sin fines de lucro impulsada por el papa Francisco.
En octubre el dirigente ladrillero Armando López viajará a Asís (Italia) a un encuentro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “La presencia de nuestra organización en ese ámbito tiene que ver con que nuestro sindicato es el único, que dentro de la CGT, tiene un área destinada a la economía popular”, sostuvo Soledad en referencia al concepto que pregona el Sumo Pontífice en la actual etapa del capitalismo financiero.
No hay, en la actualidad, informes actualizados. Los últimos a los que accedió este medio datan de hace dos años e indican que en Paraná hay alrededor de 70 hornos ladrilleros y en la provincia están registrados cerca de 700 productores que producen al año unos 3,2 millones de ladrillos, pero la ganancia se la quedan los intermediarios. Ante ese problema, la solución es la cooperativa.





BOLIVIA: UN NUEVO BLOQUE DE PODER

El derrocamiento de Evo Morales, más que a un gobierno transitorio, dio lugar a un nuevo bloque político y social que busca «refundar» el país borrando lo más posible huellas, símbolos y políticas de los últimos 14 años.

La República de Uruguay (www.republica.com.uy)

La situación boliviana actual solo puede comprenderse si se toma en cuenta la siguiente noción del sociólogo Fernando Calderón: «En Bolivia el Estado es muy débil y la sociedad, muy fuerte». Esto explica tanto las peculiaridades de la caída del presidente Evo Morales, que no trataremos aquí, como los sucesos de los dos primeros meses de la transición que esta inició.
«El Estado boliviano es débil» significa que sus instituciones no poseen un cuerpo propio y son fácilmente instrumentadas por los grupos de presión y las fuerzas políticas. Significa, también, que las normas no se dictan ni se cumplen por medio de procedimientos regulados y abstractos, sino de forma subjetiva y de acuerdo con la correlación de fuerzas coyuntural.
De lo dicho se infiere el significado de la sentencia opuesta. «La sociedad boliviana es fuerte» porque a menudo se impone al Estado y lo usa para sus propósitos.
Coincidentemente, Bolivia es el segundo país con más linchamientos, solo después de Guatemala. En un linchamiento, la sociedad prescinde del Estado o inhibe la acción de este con el fin de ejecutar, por cuenta propia, su concepción de la justicia.
Esta concepción es primitiva, pues se funda en un principio moralista, aplica la ley del Talión y se desencadena a causa del miedo a una amenaza externa. Las víctimas de los linchamientos suelen ser forasteros, gente que los linchadores encuentran sospechosa porque no pertenece al mismo grupo que ellos. La estólida creencia de los linchadores en su propia superioridad moral bloquea su capacidad de comprender y empatizar con los seres humanos que sufren y se quejan por sus tormentos. Cuando este bloqueo se activa, los excesos más terribles son alentados por la muchedumbre; se aplaude y protege a los crueles, y se sospecha o escarnece a los tibios y a los renuentes.
Las clases medias bolivianas consideraban los linchamientos prácticas salvajes, propias de indígenas, con las que ellas nada tenían que ver. Sin embargo, su conducta respecto a los jerarcas del anterior gobierno y los dirigentes y militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) puede describirse como un linchamiento por etapas o progresivo.
Este comenzó antes de la caída de Morales, cuando los recién formados «grupos de choque» en contra del expresidente, que se llaman a sí mismos «La Resistencia», comenzaron a buscar y agredir a masistas en las principales ciudades del país. Estos grupos se habían radicalizado a causa del asesinato a bala, por parte de miembros del MAS, de dos manifestantes en Montero, el 29 de octubre pasado, en medio de las protestas que siguieron a las elecciones. El 7 de noviembre, «La Resistencia» secuestró por algunas horas a la alcaldesa de Vinto (Cochabamba), Patricia Arce, y la sometió a escarnio (como invariablemente ocurre en todos los linchamientos).
Si Arce no perdió la vida fue porque un equipo de televisión grabó a sus captores. En los días siguientes, con el fin de presionar a los funcionarios evistas para que renunciaran y la crisis se profundizara, grupos de civiles quemaron, en Potosí, la casa de la madre del ministro de Minería, César Navarro, y secuestraron a su sobrino; también capturaron, en la misma ciudad, al hermano de Víctor Borda, presidente de la Cámara de Diputados. En Oruro, fueron atacadas las casas de la hermana de Evo Morales y del gobernador de esta región, Víctor Hugo Vásquez.
Estos hechos fueron acompañados por el «linchamiento» de los masistas en las redes sociales, dominadas por los sectores más acomodados de la población. Los ataques que ya existían contra los usuarios digitales de izquierda, ligados al gobierno o simplemente críticos del sesgo antiinstitucionalista y racista que iba adquiriendo la lucha contra la «dictadura» del MAS, se tornaron simplemente frenéticos. Las redes se inundaron de mensajes de odio, delaciones, falsas acusaciones e información creada a posta para aterrorizar a los navegantes y azuzarlos en contra del masismo.
Luego de la renuncia de Morales, la tarde del 10 de noviembre, sus seguidores se manifestaron violentamente en El Alto y La Paz y quemaron una fábrica, una estación de buses, varios edificios policiales y las casas del rector de la universidad paceña, Waldo Albarracín, y de la periodista Casimira Lema. Estos excesos no fueron combatidos por la Policía, que entonces continuaba desorganizada por el motín que se había declarado en sus filas los días anteriores. Tampoco actuó el Ejército, que por razones todavía no esclarecidas prefirió esperar en sus cuarteles hasta el 11 de noviembre por la noche.
La indefensión de los barrios de La Paz durante estas 36 horas, en especial de los que colindaban con la periferia campesina, algunos de ellos muy ricos, reinstaló en la mentalidad de muchas familias el atávico «miedo al ataque indio», efecto irracional de una larga historia de racismo y conflictos étnicos. Numerosos vecinos varones se armaron con cuchillos y bates, salieron y montaron barricadas para defenderse de las «turbas» de alteños y las «hordas» de campesinos –como las llamaron los medios de comunicación– que, suponían, venían dispuestas a saquear sus casas y a violar y matar a sus residentes. Cuando, finalmente, los militares y policías coaligados comenzaron a patrullar las calles, fueron recibidos con un alivio que se trastocó rápidamente en adhesión fanática.
Los vecinos de clase media de La Paz y El Alto –y, por identificación natural, los de las demás ciudades del país–, que ya estaban molestos con la izquierda por la exclusión, los abusos y la torpeza del gobierno del MAS, y también por su convencimiento de que había habido un «monumental fraude» en las elecciones, giraron entonces completamente hacia la derecha. De ahí en adelante, su principal preocupación no fue otra que la pacificación del país mediante la implacable represión militar de cualquier fuerza y cualquier demostración que reivindicaran a Morales, al MAS o el anterior estado de cosas.
El vigor de este sentimiento fue tal que ahogó las aspiraciones «republicanistas» que habían alentado estas clases, confirmó a los militares el acierto de su decisión del 10 de noviembre de no defender al presidente constitucional y proporcionó a la élite política hasta entonces opositora, por primera vez en dos décadas, una agenda que podía realizarse con un amplio respaldo popular.
Jeanine Áñez, la segunda vicepresidenta del Senado y, por esto, la más alta autoridad política que quedaba en el país después del desbande del gobierno masista, pertenecía al «ala dura» de la Asamblea Legislativa. Conformó su gabinete con otros «halcones» y con representantes de los distintos sectores de las clases medias movilizadas, muchos de ellos provenientes de Santa Cruz, Beni y Tarija. Añez los convocó tanto por afinidad personal –ella es beniana– como porque estas regiones fueron la punta de lanza de la rebelión contra Morales.
Esta conformación ministerial anticipó el desembarco, en todos los poderes del Estado excepto el Judicial (por razones que se explicarán enseguida), de una nueva élite política. Una élite que era distinta de la masista por su procedencia clasista y regional, como ya hemos explicado, pero también por ser más homogéneamente «blanca». En cambio, era similar a la anterior en su deseo («revolucionario» antes y «contrarrevolucionario» ahora, si queremos adoptar la nomenclatura marxista) de «refundar» el país, hacer desaparecer el legado de los últimos 14 años y monopolizar el poder político.
Se ha especulado que esta salida no habría sido posible si la presidenta de la Cámara Alta, Adriana Salvatierra, del MAS, no renunciaba junto con Morales y Álvaro García Linera, pero esta teoría no toma en cuenta que, en las circunstancias políticas de ese momento, era altamente improbable que el gobierno de una dirigente del MAS hubiera sido respetado, tanto por la gente, que continuaba movilizada y demandaba la consumación del linchamiento, como por los propios militares y policías, que a esa altura ya solo podían llevar el alzamiento hasta su conclusión final, fuera esta la que fuere.
Desde el comienzo, el nuevo gobierno consideró al MAS «narcoterrorista» y su gestión, un «narcogobierno». Estos conceptos se convirtieron en parte del sentido común que emergió de la acción combinada de las redes, los medios de comunicación y la competencia entre muchos intelectuales –incluso de izquierda– para justificar con más y mejores argumentos una transición que «no fue golpe, sino fraude».
A causa de la debilidad del Estado de la que hemos hablado, los fiscales y los jueces –comenzando por los del Tribunal Constitucional y terminando por los del último juzgado de provincia–, todos ellos nombrados de una u otra manera por el gobierno anterior, se cuadraron con el nuevo orden. Ninguno planteó la más mínima resistencia o crítica a las órdenes de los vencedores; en cambio, se empeñaron en tratar de borrar las huellas de su pasado comprometedor por medio de su diligente contribución a la «pacificación», entendida como sanción ejemplificadora de los movimientos sociales y de los individuos que sirvieron al régimen caído. Así, la Justicia se convirtió en una «guillotina» al servicio de los nuevos gobernantes y de las fuerzas sociales que estos representaban.
La «pacificación» costó la vida de al menos 29 manifestantes, cientos de heridos y miles de detenidos. El gobierno aprobó un decreto –posteriormente abrogado– para eximir a los militares de responsabilidad penal por las consecuencias de la represión. Al mismo tiempo, negó que las muertes hubieran sido causadas por las fuerzas del orden. La fiscalía respaldó esta inverosímil afirmación. «La Resistencia» se movilizó en contra de los delegados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que llegaron a Bolivia para investigar lo sucedido. La policía no hizo nada para proteger a los familiares de las víctimas que debían declarar ante esa comisión de los grupos de activistas.
La inmensa mayoría de los medios de comunicación señaló, sin recurrir a otras fuentes que las oficiales, que en Sacaba (10 muertos indígenas, ninguno político) y Senkata (10 muertos indígenas, ninguno político) «grupos armados» pretendieron consumar «atentados terroristas». Esta versión fue convalidada hasta por los profesores «marxistas» de la universidad, mostrando hasta qué punto la voz de los indígenas sin educación ni dinero iba a ser silenciada durante el nuevo periodo histórico
Esta relación de hechos muestra, ad ovo, cómo un conjunto de fuerzas sociales, políticas, intelectuales y comunicacionales se articuló para dominar a la sociedad. En otras palabras, la emergencia de un nuevo bloque de poder en Bolivia.
Ese bloque está conformado por las fuerzas militares y policiales, la Justicia, los medios de comunicación, las universidades y las organizaciones e instituciones de las clases medias y altas (en lugar preeminente, los comités cívicos y la red de grupos de choque de «La Resistencia», pero también las asociaciones empresariales, las fraternidades, las logias, los clubes sociales, etc.).






MILICIAS EN BOLIVIA, EL VIEJO PLAN QUE EVO MORALES REAVIVÓ

El Universo de Ecuador (www.eluniverso.com)
                                                                              
Refugiado desde hace más de un mes en Argentina, donde goza los mismos derechos de cualquier ciudadano, el exmandatario boliviano Evo Morales no ha permanecido alejado de la palestra y ha causado sorpresa por polémicas declaraciones filtradas, en las que afirma que de regresar a Bolivia crearía milicias semejantes a las de Venezuela.
“Si volviera a Bolivia o alguien vuelve hay que organizar, como en Venezuela, milicias armadas del pueblo”, dijo Morales, quien el miércoles último habría cumplido 14 años en el poder.
Ante la ola de críticas que recibió el exmandatario, por parte de la ONU y de diputados del MAS y luego de que el gobierno interino de Bolivia, presidido por Jeanine Áñez, anunciara que iniciará acciones penales en su contra, se retractó y dijo que su convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la paz.
El expresidente y actual jefe de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS), anunció anoche en Buenos Aires que el exministro de Economía Luis Arce, a quien se le atribuye el incesante crecimiento de Bolivia desde el 2006, será candidato a la presidencia del país en las elecciones del 3 de mayo próximo, y lo acompañará en su binomio el excanciller David Choquehuanca.
Morales había dicho que las “milicias armadas” serían útiles para prevenir una violencia similar a la que se desató tras los comicios del 20 de octubre en el país y que causó la muerte de más de 30 personas en enfrentamientos entre partidarios y detractores del líder cocalero y la Policía, quien bajo su criterio no actuó para defender a los bolivianos, registró Infobae.
Pero la intención de crear estos grupos de civiles armados no sería algo nuevo para el exmandatario, quien mantiene activa una orden de aprehensión internacional por sedición y terrorismo. En el 2008, Morales consideró la posibilidad de crear una milicia llamada “Guardia Plurinacional”, afirman militares retirados en una carta enviada al Ministerio de Defensa, registró Página Siete.
Los uniformados alegan que el proyecto no prosperó principalmente por el rechazo de parte de las Fuerzas Armadas.
“Evo Morales sugiere a ciertos suboficiales y sargentos... desarrollar proyectos de ley tendientes a la descolonización de las Fuerzas Armadas... Este proyecto debió estar dirigido a la creación de la Guardia Nacional del Estado Plurinacional de Bolivia”, indica la misiva.
Pero no fue hasta 2011 cuando el Gobierno comenzó a trabajar en el proyecto en reuniones con organizaciones sociales, las que propusieron que la “Guardia Plurinacional” funcione como “quinta fuerza” integrada por voluntarios, entre ellos miembros de las mismas organizaciones, afirman los militares en su escrito.
Pese a que en Bolivia el plan no prosperó, esa es la figura que ahora el régimen de Nicolás Maduro busca dar a las milicias venezolanas, integradas por cerca de cuatro millones de civiles armados. Estas fueron creadas en el 2008 por el fallecido expresidente Hugo Chávez como “un cuerpo especial” y han sido de gran apoyo para sostener al régimen chavista en el poder y pese a estar afectadas por la crisis dicen estar dispuestas a dar la vida por Maduro.
Así también en Bolivia, fieles a Morales está la milicia de los Ponchos Rojos, integrada por miles de indígenas y que hizo su primera aparición en 2003. Es conocida como una temible milicia aymara que tiene como objetivo luchar contra “abusos de la conquista española”. Expertos aseguran que los Ponchos Rojos han recibido entrenamiento militar en Venezuela o Cuba, publicó Clarín.
Mientras, Mauricio Claver-Carone, asesor principal del presidente Donald Trump, afirmó en una entrevista con el periódico boliviano Página Siete que Morales era un “dolor de cabeza” para Argentina, nación que le otorgó asilo, en momentos en que debería centrarse en otros temas, incluido su crisis económica y su relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).





POMPEO Y CANCILLER BOLIVIANA DEBATEN LAS FUTURAS ELECCIONES GENERALES EN BOLIVIA

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y la ministra de Asuntos Exteriores boliviana, Karen Longaric, en una reunión celebrada en Bogotá debatieron las futuras elecciones generales en Bolivia, comunicó la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus.
"El secretario Pompeo felicitó a la canciller Longaric por las nuevas elecciones programadas para el 3 de mayo y elogió la colaboración del Gobierno de transición con la Asamblea (Legislativa) Plurinacional de Bolivia para establecer un nuevo Tribunal (Supremo) Electoral", dice el comunicado.
Pompeo subrayó que el Gobierno estadounidense aboga por unas elecciones "libres, justas, transparentes e inclusivas".
En este contexto, destacó las áreas de cooperación internacional a través de las cuales sea posible apoyar los comicios en Bolivia.
Pompeo y Longaric "también hablaron sobre las formas de fortalecer las relaciones bilaterales y mejorar los lazos económicos y comerciales" de los dos Estados.
El lunes, Mike Pompeo llegó a Bogotá para sostener una serie de reuniones con los líderes del Gobierno colombiano y para participar en la Conferencia Ministerial contra el Terrorismo del Tercer Hemisferio Occidental, en la que estuvieron presentes los ministros de Asuntos Exteriores de más de 25 países.
Igualmente, estuvieron presentes delegados del Comité Contra el Terrorismo de Naciones Unidas, de la Comisión Interamericana contra el Terrorismo de la Organización de los Estados Americanos, de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol por sus siglas en inglés) y de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), así como observadores de España e Israel.





UE: PUERTA ABIERTA PARA GUAIDÓ, OBSERVACIÓN PARA BOLIVIA
                                                                                                         
La situación venezolana y la observación electoral en Bolivia estuvieron en la agenda del Consejo de Exteriores de la UE. La ampliación de sanciones para Caracas fue eclipsada por el anuncio de la visita de Guaidó.

Deutsche Welle de Alemania (www.dw.com/es)
                                                         
Bolivia y Venezuela han estado en la agenda de los ministros de Exteriores de la Unión Europea. En cuanto al país andino, los ministros de la UE apoyan el envío de una misión de observación electoral para la elecciones de mayo de 2020.
En lo tocante a Venezuela: el anuncio repentino de una visita de Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional reconocido por la UE como el único legitimado para convocar elecciones, eclipsó el tema de la imposición de mayores sanciones a más miembros del gobierno de Caracas.
"Esa posibilidad está sobre la mesa, pero por ahora no se ha discutido ni el contenido de esas sanciones ni a quién podrían afectar”, explicó a la prensa la ministra española de Exteriores, Arancha González.
Cabe recordar que el Parlamento Europeo pidió hace pocos días (16.01.2020) que el Consejo  de jefes de Estado y de Gobierno de la UE imponga mayores sanciones y las extienda a las familias de los miembros del gobierno de Nicolás Maduro que hayan cometido violaciones a derechos humanos y a la democracia.
Puerta abierta a Guaidó
Con Juan Guaidó de camino al Viejo Continente, la ministra González anunció que estaría encantada de recibirlo en Madrid. En una visita a Bruselas, Josep Borrell, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, lo recibiría a mediados de esta semana, probablemente el 22 de enero. 
Una reactivación del Grupo Internacional de Contacto –creado en enero de 2019 en un primer momento sólo para tres meses pero que después extendió su mandato a pesar de los escasos resultados- estaría también prevista y sería impulsada por España.
"Hemos reiterado nuestro objetivo de encontrar una solución política negociada entre los venezolanos, con elecciones con garantías democráticas. Apoyamos impulsar un plan de acción de la UE”, acotó la ministra González.
Mediación muy difícil
"Esto reafirma la política continuista con respecto a la que hizo Borrell”, comenta a DW Anna Ayuso, investigadora senior del think tank europeo CIDOB.
"Con el reconocimiento de Guaidó, España ya renunció a una mediación bilateral, pero apuesta por la fórmula multilateral. Por eso se plantea la propuesta de que España sea el país que acoja la próxima reunión del Grupo Internacional de Contacto. Las condiciones para que esta mediación internacional tenga éxito son muy complicadas y las sanciones no parecen hacer mella en el cierre de filas del gobierno y las Fuerzas Armadas”, agrega Ayuso.
 Observación electoral a Bolivia
En cuanto a la situación en Bolivia, poco es lo que trascendió del encuentro de los titulares de Exteriores. Claro queda que la UE enviará una misión de observación electoral para los comicios de mayo de 2020.





BOLIVIA Y EL PERÚ RESTRINGEN EL INGRESO DE SUS PRODUCTOS: ¿CÓMO IMPACTA AL COMERCIO LOCAL?

El Senasa anunció la suspensión de la importación de productos vegetales procedentes de Bolivia. Esto luego de que el gobierno boliviano restrinja el ingresos de la papa, cebolla y otras hortalizas del Perú

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                                                                           
El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) anunció la suspensión de la importación de productos vegetales como soya y sus derivados, granos de chía y maní, así como otros productos de origen animal como carne de bovino congelado y refrigerado deshuesado procedentes de Bolivia.
Esta medida, según Senasa, servirá para revisar y actualizar los requisitos de importación suscritos con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de Bolivia. Estas condiciones, explica la entidad, permiten resguardar el estado sanitario y fito sanitario de nuestro país.
“Algunos productos de importación de Bolivia han venido [al Perú] con ciertas plagas y Senasa lo que ha hecho es actualizar esos requisitos y suspender temporalmente hasta que podamos conversar con la autoridad boliviana para ponernos de acuerdo sobre cómo van a hacer las futuras certificaciones”, explica Orlando Dolores, especialista en cuarentena vegetal del Senasa.
Cabe recordar que el ministro de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, Mauricio Ordoñez, informó, a fines de la semana pasada, que el gobierno de ese país decidió suspender los permisos de importación de cebolla, papa y otras hortalizas procedentes del Perú. Esto, luego de llegar a un acuerdo con importadores bolivianos para suspender los permisos de ingreso de productos peruanos.
“Al no estar realizando las autorizaciones de importación, productos peruanos, como cebolla, papa y otras hortalizas, que estén comercializándose en los centros de abasto, tienen que ser de contrabando y deben ser decomisados para apoyar a nuestros productores nacionales”, subrayó el ministro.
No obstante, dicha cartera aclaró que el gobierno no ha suspendido las importaciones, y “que fueron las organizaciones de importadores las que tomaron la decisión de no solicitar permisos de importación” al Senasag, ya que los precios de productos del extranjero generan “competencia desleal”.
“La misión del ministerio en esta coyuntura es proteger la producción nacional y agradece ese gesto de solidaridad que surgió luego de una mesa de diálogo entre productores e importadores, en la que arribaron a ese acuerdo debido a la alta cosecha nacional que existe en este momento, de tal manera que sea la población boliviana quien consuma y apoye a nuestros productores nacionales”, detalló el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, mediante un comunicado publicado en su cuenta de Twitter
Al respecto, Gabriel Amaro, presidente ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), indica que las declaraciones del ministro boliviano daban la idea de que el gobierno estaba bloqueando el comercio internacional.
“Si la autoridad ha dicho que no ha puesto ninguna barrera, entonces es saludable porque se entiende que no existe ninguna restricción a la fecha”, subraya Amaro.
IMPACTO DE LAS SUSPENSIONES
De acuerdo con Dolores, la suspensión de envíos a Bolivia tiene un efecto importante, ya que afecta a pequeños productores peruanos.
En el 2019, precisa el representante del Senasa, los tres productos agrícolas más exportados a Bolivia han sido la papa fresca con 17.564 toneladas, tomate (7.731) y camote (4.574). Mientras que el Perú importó torta de soya (575.686), harina de soya (42.043) y torta de girasol (19.409).
No obstante, Dolores señala que el comercio de productos agrícolas con Bolivia ha sido fluido durante varios años. Incluso, advierte que la balanza comercial agrícola favorece “largamente” al país altiplánico, así como que que en los últimos tres años se ha reflejado una “restricción clara” a las exportaciones peruanas, principalmente sobre papa y cebolla, la cual se ha basado en la no emisión de permisos fitosanitarios de importación.
“Nosotros creemos que estas cosas podrían mejorar mediante una coordinación conjunta entre ambas autoridades fitosanitarias de cada país. Queremos aclarar estos temas con Bolivia porque Senasa en ningún momento ha recibido una notificación oficial [de Bolivia] indicando que nuestras cargas estarían yendo con plagas o algún contaminante químico y biológico”, subraya Dolores.
Para Rafael Zacnich, economista jefe de Comex Perú, las medidas tomadas por el gobierno boliviano son “claramente proteccionistas”, las cuales perjudican a sus propios ciudadanos, ya que no podrán tener acceso a algunos productos que podrían estar teniendo mayor aceptación dentro de ese mercado. La misma situación —agrega— aplica para el Perú, donde los consumidores no podrán acceder a ciertos productos bolivianos que entraban a competir en el mercado local.
“Nosotros como Comex esperaríamos que este impase se resuelva de la manera más técnica y política, y que se junten las autoridades de ambos países para resolver este contingente y así, no escale a mayores”, indica Zacnich.






Radio Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
                                                                          
La Cancillería de Bolivia debe pronunciarse sobre el proyecto Vilavilani de Tacna, porque los recursos hídricos que pretenden llevarse son transfronterizos, señaló el dirigente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur, Edgar Chura.
Al momento, las autoridades del vecino país no han emitido ningún pronunciamiento, porque la construcción de uno de los componentes del proyecto Vilavilani los afectará directamente", remarcó.
También, señaló que el gobernador de Tacna, Juan Tonconi, no es claro en su postura y en algunos casos es hasta contradictorio, el cual genera desconfianza, por lo que va quedando claro que el agua que pretenden llevar es para la minería y agricultura de Chile.





                                                                      
Un artículo de The New York Times revela que en la medida en que aumentaban las protestas en Suramérica también lo hacían los tuits rusos.

La República de Colombia (www.larepublica.co)
                                                                                                                    
El auge de protestas civiles en América Latina que tuvieron lugar en el último trimestre de 2019, al parecer tienen una relación con el aumento de trinos y cuentas de Twitter asociadas a ciudadanos rusos. Así lo concluye un artículo de The New York Times, quienes revelaron una investigación del Departamento de Estado de EE.UU. donde se evidencia un patrón en comportamiento en redes sociales y marchas.
Según el medio internacional, "en Chile, casi 10% de todos los tuits que apoyaban las protestas a fines de octubre se originaron en cuentas de Twitter que tenían una alta certeza de estar vinculadas a Rusia". Caso similar pasa en Bolivia, donde según NYT, después de la renuncia de Evo Morales , el número de tuits asociados con ese tipo de cuentas aumentó a más de 1.000 por día, frente a una frecuencia de menos de cinco diarios.
"Los analistas del Departamento de Estado concluyeron que estaba en marcha una campaña de influencia, la última evidencia de una guerra de desinformación global que es más insidiosa y eficiente que la propaganda tradicional de años pasados", cita The New York Times
Según los analistas consultados por el medio norteamericano, las campañas de influencia rusa en las redes sociales han alterado las elecciones en Estados Unidos y Europa, sembraron el sentimiento antioccidental y las noticias falsas en África, e inspiraron a China e Irán a adoptar tácticas similares contra manifestantes y adversarios políticos.
Cabe aclarar que, "los análisis proporcionados por el Departamento de Estado no probaron que las cuentas de Twitter que avivaron las protestas sudamericanas fueran conductos directos del gobierno ruso. En cambio, fueron descritos como "probablemente vinculados al estado ruso" a través de análisis de minería de datos generados por computadora u otros que respaldan otras conclusiones gubernamentales que los vinculan a Moscú", informó el medio de comunicación.





MINERA AUSTRALIANA EXPORTARÁ 10.000 TONELADAS DE LITIO A CHINA DESDE UN YACIMIENTO EN JUJUY

La firma australiana Orocobre, a cargo del proyecto de litio Olaroz, cerró un contrato con empresas chinas para realizar envíos del mineral por tres años. Firmó dos contratos para realizar envíos de litio de grado batería desde el proyecto Olaroz, ubicado en la provincia de Jujuy, a empresas chinas. El acuerdo es por 10.080 toneladas en tres años.

Chaco Día por Día de Argentina (www.chacodiapordia.com)
                                                                                                     
El primer contrato es por el suministro de 7.200 toneladas de carbonato de litio, mientras que el segundo es para el envío de 2.880 toneladas de carbonato de litio de grado de batería micronizado.
El proyecto Olaroz es uno de los pocos donde se obtiene el litio desde salmueras y en estos momentos está en proceso de expansión, pasando de producir 17.000 toneladas en sus inicios en 2014 a 42.500 toneladas de carbonato de litio por año a partir de 2021.
Según la compañía australiana, los envíos de litio a China serán por tres años y comenzarán en marzo de este año. Con el producto, el país asiático producirá baterías para la industria tecnológica y autos eléctricos.
“El precio de venta para cada contrato se establecerá según una fórmula acordada y está vinculado a los precios de mercado con un piso y un tope”, afirmó la compañía en un comunicado. Si bien no aclara a qué empresas chinas realizará los envíos, sí afirma que son “fabricantes de primer nivel”.
El CEO de Orocobre, Martín Pérez de Solay, comentó que “este es el primer paso hacia nuestra estrategia comercial de vender una mayor proporción de nuestro producto bajo acuerdos de venta a largo plazo con clientes clave”.
El proyecto Olaroz lo lleva adelante la firma Sales de Jujuy, donde participan la australiana Orocobre con el 66,5% de las acciones, la compañía japonesa Toyota Tsusho (del Grupo Toyota) con el 25% y la empresa provincial Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (Jemse) con el 8,5%.
El proyecto está en la Puna argentina, dentro del “Triángulo del Litio”, una zona compartida junto a Bolivia y Chile, que es donde se encuentra la reserva más grande del mundo. En el país hay alrededor de 60 proyectos de exploración, pero Olaroz es uno de los pocos que está en fase productiva. Comenzó en 2014 y hoy, junto al proyecto del Salar del Hombre Muerto en Catamarca, de la compañía Livent (ex FMC), producen el 16% de la demanda mundial de litio.

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