Encapuchados, motorizados, con remeras que los
identifican y portando armas caseras, los miembros del colectivo se hicieron
más visibles en el contexto del golpe.
Tres
puñaladas certeras casi terminan con su vida. El periodista Adair Pinto había
decidido salir con amigos, buscando un poco de distracción en una Bolivia
literalmente dada vuelta. Sin imaginarlo, fue víctima de la Resistencia Juvenil
Cochala (RJC). Este grupo de jóvenes que actúa como fuerza de choque tomó gran
impulso en los conflictos posteriores a las elecciones del 20 octubre de 2019,
primero haciéndose eco de las denuncias de fraude orquestadas por la OEA, y luego
exigiendo directamente la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
Encapuchados,
motorizados, con remeras que los identifican y portando armas caseras, los
miembros del colectivo actúan como fuerza de choque frente a cualquier
movilización de la militancia del MAS en Bolivia. Ahora, y de cara a las
elecciones generales del tres de mayo, se perfilan como una "institución
de resistencia" que busca extenderse a nivel nacional. Reniegan de la
política pero tienen vínculos innegables con líderes cívicos como Luis Fernando
Camacho, y cuentan incluso con el visto bueno del gobierno de facto encabezado
por Jeanine Añez.
La RJC
surgió a partir de la unión de siete jóvenes sin militancia política pero con
un claro rechazo a la figura del mandatario depuesto de Bolivia, Evo Morales.
Durante los días de mayor conflictividad en las calles, en octubre de 2019, la
Resistencia agrupó a 150 personas. Actualmente supera los 5 mil miembros.
Cochala es la forma coloquial con que se nombra a los nacidos en Cochabamba.
Los miembros
de la Resistencia se mueven siempre en motos y justifican su accionar bajo el
paraguas de la "defensa de la democracia". Empezaron a copar las
calles, incluso antes de elegir ese nombre, en barrios cochabambinos para
apoyar los paros contra Morales, cuando todavía era presidente. Argumentan que
siempre lo hicieron de manera pacífica, pero esa supuesta calma se ve empañada
por una serie de agresiones registradas contra manifestantes, dirigentes y
trabajadores de prensa. Adair Pinto, periodista de la radio FM Potencia
Dinámica, fue la última víctima de la RJC.
La madrugada
del sábado primero de febrero, Pinto se encontraba en un local bailable con
amigos, en la zona norte de Cochabamba. Su agresor, Roger Revuelta, ingresó con
un grupo de personas al boliche para amenazarlo de muerte. "Entró este
grupo que argumentaba ser de la RJC y empezaron a insultarme por la labor
periodística que desempeño", contó Pinto en diálogo con Página/12. Por su
programa radial, Pinto dedicó varios programas a investigar y exponer el
peligroso funcionamiento de la Resistencia. "En ese momento este miembro
de la RJC, Roger Revuelta, me muestra de su celular una foto de mi hermana, me
dice que la iba a violar, y que yo me iba a morir ese día", recordó.
El
hostigamiento no terminó ahí. Al salir del local bailable, Pinto se preparaba
para subir a un taxi. "Al lado del chofer viene el señor que me amenazó de
muerte, y de violar a mi hermana, me asesta tres puñaladas en lugares vitales.
Si no hubiera reaccionado me hubiera llegado una al corazón, la otra al
estómago, la otra cerca a la vena aorta en el muslo derecho",
comentó. El agresor Revuelta fue rápidamente detenido. Tras una audiencia
que duró más de tres horas, Revuelta fue llevado al penal de San Sebastián para
cumplir prisión preventiva por cuatro meses, bajo el cargo de homicidio en
grado tentativo. El imputado contaba además con dos antecedentes penales, uno
por violencia familiar y otro también por lesiones. Revuelta es uno de los
principales cabecillas de la RJC. Pinto al sobrevivió al ataque de milagro.
Continúa bajo tratamiento médico y teme nuevas amenazas.
La agresión
sobre el joven periodista fue la primera ocasión en que un solo miembro de la
Resistencia ataca directamente a otra persona: se caracterizan por amedrentar a
sus víctimas en patota. Tal vez el caso más resonante dentro de esa lógica fue
el de la alcaldesa de Vinto por el MAS, Patricia Arce. En la edición de
Página/12 del pasado ocho de noviembre, el fallecido periodista Sebastián
Moro describió los hechos con precisión: "Arce fue secuestrada,
retenida y agredida por sujetos que la liberaron tras obligarla a arrodillarse,
bañarla con pintura roja y cortarle el cabello, entre otros
sometimientos". La alcaldesa fue rescatada por la Policía en el puente
Huayculi del municipio de Quillacollo, cuatro horas después. Los jóvenes de la
Resistencia fueron los protagonistas estelares de la salvaje agresión.
Muchos
bolivianos temen cada vez que alguien pronuncia el nombre de la RJC. Anibal
Urquieta, vecino de El Alto, vio como sus miembros se inflitraban en las
primeras manifestaciones contra el gobierno de facto. "De repente en las
calles aparecieron grupos paramilitares que parecían salidos de un guión
cinematográfico hollywoodense: andaban armados con garrotes y púas. Usaban
también bates y portaban chalecos. Para las fuerzas de seguridad era necesario
matar y herir, ellos parecían cumplir una segunda función, el
amedrentamiento".
Los
integrantes de la Resistencia siempre están listos para interrumpir cualquier
movilización del masismo, o incluso arremeter contra los principales símbolos
de la cultura indígena, como la wiphala. El 17 de enero, miembros de la RJC,
encapuchados, desalojaron con insultos, gritos y empujones a un grupo de
mujeres de pollera de la rotonda de Cala Cala, uno de sus bastiones. Habían
cometido el "delito" de juntarse ahí.
Pero luego
de alzarse con el preciado botín de la renuncia forzada de Evo Morales, ¿qué
funciones cumple la Resistencia? Para el sociólogo del Centro De Estudios
Superiores Universitarios de Cochabamba, Chaly Crespo, este grupo de jóvenes ya
cumplió el propósito para el que fue creado. "Ahora se deberían desarticular.
Imagino que ya tienen otros intereses con los cívicos que están en proceso
electoral. En su momento fueron una resistencia, un movimiento espontáneo. Pero
actualmente ya no se justifica su existencia. Hoy ya serían un grupo de
choque", aseguró Crespo en declaraciones al diario Página Siete.
Los miembros
de la Resistencia se manejan con estatutos y una mesa directiva que prohíbe a
sus miembros incursionar en el escenario político. "Si alguien quiere
pertenecer a algún partido político tiene que salirse”, agregó Molina, en una
de sus pocas declaraciones a la prensa. Sin embargo, pese a que descartan
vínculos políticos, los miembros de RJC escoltaron y protegieron al exlíder
cívico Luis Fernando Camacho, durante una visita a Cochabamba el pasado 28 de
noviembre. Por ese entonces, el dirigente ya tenía firmes intereses de ser
candidato a la presidencia en las próximas elecciones generales.
La
Resistencia cuenta además con el apoyo explicito del gobierno de facto. El
ministro Arturo Murillo dijo que la RJC fue "muy útil" durante los
días del conflicto. "Los cochabambinos estamos muy agradecidos por todo su
labor que realizaron anteriormente. Si quieren ser un grupo de seguridad,
pueden presentar sus papeles al ministerio de Gobierno, todo tiene que ser
documentado. Necesitamos orden", señaló Murillo en conferencia de prensa.
Es decir, una invitación directa a incorporarse al aparato represivo del
Estado.
Sin un rumbo
definido, la RJC intenta avanzar en Bolivia. Por lo pronto, sus miembros
anunciaron que participarán como observadores en las elecciones del próximo
tres de mayo. No parece poco premio para un grupo surgido espontáneamente y por
amor a los vehículos de dos ruedas. Página
12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
ESTADOS UNIDOS DEBE CONDENAR EL GOLPE DE ESTADO,
APOYAR LA DEMOCRACIA EN BOLIVIA
Daily Cal de EEUU /www.dailycal.org)
Evo Morales,
el ahora ex presidente de Bolivia, fue expulsado del cargo por los militares el
10 de noviembre, solo unas semanas después de ser elegido para un cuarto
mandato presidencial. En las siguientes semanas, hubo denuncias de represión
política y violencia cometidas por el gobierno interino.
El golpe
aparentemente antidemocrático en Bolivia debería haber provocado indignación
pública y un examen crítico en la prensa dominante, ya que el evento representa
la continua corrupción de la democracia con el aparente consentimiento de los
Estados Unidos. Los principales medios de comunicación, sin embargo, continúan
negándose a llamar al evento un golpe de estado. Además, también describe
consistentemente la violencia resultante como un choque entre el gobierno
interino y los manifestantes, en lugar de enfrentar las realidades de la
represión política. Además de los manifestantes, la derecha política amenaza a
los periodistas en Bolivia en una toma de poder cada vez más profunda. Las
elecciones prometidas están en camino, sin embargo, estos intentos de silenciar
a la oposición política son motivo de profundas dudas sobre el posible retorno
a la democracia.
Morales se
convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia en 2006. Es socialista y
ha nacionalizado muchas industrias estratégicas, pero no todas, y ha gastado
las ganancias en inversión pública. Esto ha aumentado considerablemente la
calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos pobres del país, mitigando la desigualdad
de ingresos y estableciendo una nueva precedencia para la inclusión cultural.
Morales ha disfrutado de una gran popularidad y éxito electoral debido a este
sólido historial en la reducción de la pobreza extrema.
Sin embargo,
las reformas de Morales también han generado enemigos poderosos. Justo una
semana antes de las elecciones, en respuesta a los trabajadores preocupados en
Potosí, Morales rechazó un acuerdo para vender el gran suministro de litio del
país a empresas multinacionales. Después de que Morales fue depuesto, el
gobierno de derecha interino de Jeanine Áñez, quien era legisladora evangélica,
restauró el contrato con la compañía alemana ACI Systems Alemania, que
suministra baterías a Tesla. Las acciones de Tesla subieron la semana siguiente
al golpe.
Además de la
frustración de la derecha, el éxito electoral continuo de Morales presentó un
obstáculo para una política más favorable a la inversión global en minería y
otras industrias de extracción. Morales provocó la ira política en 2016 por
celebrar un referéndum constitucional para abolir los requisitos de límite de
mandato, que perdió por un pequeño margen. Morales trató el tema en la corte
constitucional, que falló a su favor mientras las elecciones fueran libres y
justas. Sin embargo, la confusión entre la decisión del referéndum y el fallo
del tribunal generó críticas e incluso indignación por parte de los opositores
de Morales.
Usando esta
agitación política como pretexto, la Organización de Estados Americanos, con
sede en Washington, D.C., decidió auditar las elecciones bolivianas. Publicó un
informe citando varias irregularidades en la reelección de Morales, incluido el
salto en el apoyo que Morales vio en el último 5% de los votos. Luego aconsejó
que las elecciones se consideraran nulas. Sin embargo, el Centro de
Investigación Económica y Política publicó un informe argumentando que este
salto en el desempeño electoral debería haberse esperado, ya que las áreas
geográficas contadas en el último 5% del electorado tradicionalmente han votado
a favor de Morales por números similares.
Irregular o
no, Morales ofreció permitir nuevas elecciones. A pesar de esto, los militares
eliminaron por la fuerza a Morales y establecieron un gobierno interino
antidemocrático dirigido por la oposición política. Morales no solo se vio
obligado a dejar el cargo, sino que se vio obligado a huir del país por
preocupación por su vida.
Los Estados
Unidos y otros líderes de derecha en la región aplaudieron mientras Áñez
celebró que "la Biblia ha regresado al palacio de gobierno" y
prometió purgar los símbolos del pueblo indígena aymara de las oficinas
gubernamentales; Áñez también está en el registro expresando puntos de vista
ferozmente anti-indígenas. Los gobiernos de Cuba, México, Nicaragua y Uruguay
han condenado el cambio de régimen como un golpe militar.
Si bien se han establecido elecciones electorales requeridas constitucionalmente para mayo, el gabinete y otras posiciones de liderazgo han sido revisadas. El consiguiente asesinato de manifestantes y la amenaza de periodistas después del golpe de estado causa una profunda preocupación por el futuro democrático de Bolivia.
Si bien se han establecido elecciones electorales requeridas constitucionalmente para mayo, el gabinete y otras posiciones de liderazgo han sido revisadas. El consiguiente asesinato de manifestantes y la amenaza de periodistas después del golpe de estado causa una profunda preocupación por el futuro democrático de Bolivia.
Para mí, la
respuesta es obvia: una acción militar sin ningún mandato democrático claro
para remover a un líder elegido democráticamente es un golpe de estado. Solo el
tiempo dirá si las elecciones prometidas de Bolivia restablecerán la
democracia, sin embargo, los eventos recientes describieron los fundamentos de
indignación y preocupación. La cifra de muertos tras la salida forzada de Morales
ha alcanzado niveles alarmantes, incluido el asesinato del periodista Sebastián
Moro y el secuestro del fotoperiodista argentino Facundo Molares.
Estados
Unidos continúa apoyando al gobierno interino. La respuesta del presidente
Donald Trump al golpe fue quizás predecible, afirmando: "Ahora estamos un
paso más cerca de un Hemisferio Occidental completamente democrático, próspero
y libre". Sin embargo, para aquellos en las calles de Bolivia, nada podría
estar más lejos de la realidad. Es imperativo que los estadounidenses enfrenten
este problema por sí mismos y decidan si el compromiso de los Estados Unidos
con la democracia es real.
Como Moro
escribió el día que Morales fue derrocado, “Hubo actos de vandalismo y ataques
contra funcionarios, periodistas y militantes. ... Entre esos eventos, el
gobernador de Oruro sufrió la quema de su casa, los trabajadores del canal de
televisión de Bolivia y Radio Patria Nueva fueron secuestrados y privados de su
derecho a trabajar por turbas ”. Moro murió seis días después.
Para los
partidarios de Morales en Bolivia, estos eventos parecen ser otro caso más de
la tradición de intervención de Estados Unidos, forzando cambios de régimen
antidemocráticos de los líderes izquierdistas en América Latina, que
probablemente permitan la privatización de industrias clave y las consiguientes
ganancias corporativas.
Por el bien
de la democracia y la prosperidad pacífica en todo el mundo, el pueblo
estadounidense debería exigir una inversión de la política exterior en la
región y buscar líderes comprometidos con lo mismo.
BOLIVIA: CAMINOS EMPEDRADOS
Cuba Si (www.cubasi.cu)
El golpismo
significó la pérdida de la soberanía sobre los recursos naturales por los
intereses económicos que tienen esos sectores específicamente por el litio
boliviano, la mayor reserva del mundo.
El
Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia con su binomio integrado por Luis
Arce Catacoara y David Choquehuanca, lidera las intenciones de votos de cara a
las elecciones del 3 de mayo, sin embargo, el camino hacia la victoria está
minado de barreras.
Esta es la
fuerza política del país andino-amazónico más organizada, con mayor cantidad de
miembros y afianza su unidad para alcanzar la victoria pero, tras el golpe de
Estado el Gobierno de facto pone todos los obstáculos posibles para evitar el
triunfo.
Luego de la
anulación de las elecciones del 20 de octubre de 2019, en las cuales el
entonces presidente Evo Morales resultó reelecto en primera vuelta, la
mandataria autoproclamada, Jeanine Áñez, designó a Salvador Romero, como
presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Romero,
quien fue presidente de la Corte Nacional Electoral de Bolivia, entre 2006 y
2008, fue cooperante de organismos como la Organización de Estados Americanos
(OEA), instancia vinculada al golpe de Estado.
El golpe se
consumó el 10 de noviembre pasado, cuando Morales fue obligado a renunciar por
altos mandos militares y en el contexto de manifestaciones violentas por un supuesto
'monumental fraude', idea echada a correr por los golpistas y por el equipo de
observadores de la OEA.
En
declaraciones a Orbe, la exembajadora de Bolivia en Cuba Ariana Campero aseguró
que el golpe en Bolivia significa el retroceso de una victoria popular que se
fue gestando desde los años de la república y que fue arrebatada por los
sectores oligárquicos con el apoyo de potencias extranjeras como Estados
Unidos.
Pero sobre
todo, añadió, el golpismo significó la pérdida de la soberanía sobre los recursos
naturales por los intereses económicos que tienen esos sectores específicamente
por el litio boliviano, la mayor reserva del mundo.
Sobre el
nuevo escenario la diplomática afirma sentirse optimista porque el binomio del
MAS afianza esa esperanza.
Arce
Catacora, conocido por Lucho, apuntala ese despertar porque fueron 14 años en
los que Bolivia fue reconocida, tuvo un crecimiento económico apreciado por
distintas instituciones y organismos internacionales, subrayó.
También, ese
respeto internacional a Bolivia por todas sus políticas de carácter integral y
acciones para el reconocimiento en la Constitución de las 36 poblaciones
indígenas y sus lenguas propias, es una imagen que proyectó Choquehuanca.
La unidad de
un indígena aymara y un académico representan una esperanza y una fortaleza
para nuestro Movimiento, remarcó Campero.
'Acerca del
futuro vemos dos vertientes: la primera en la que triunfe el MAS y tengamos un
futuro en el que Bolivia continúe su desarrollo, se fortalezca, mantenga su
estabilidad social, política y económica y dé continuidad a nuestra Agenda
Patriótica del Bicentenario 2025', dijo.
La segunda
sería la que gane cualquiera de los candidatos por los partidos de derecha y
'el peor de los escenarios y más fascistas considero que sea un hipotético
triunfo de Áñez porque ya lo demostró con su equipo racista y autoritario',
señaló.
«PRESOS POLÍTICOS»: MEJOR QUE DECIR ES HACER
La corrupción y los presos políticos son dos
caras de la misma moneda. Una moneda que el presidente quisiera que no
existiera, pero allí está. Alberto Fernández evita hablar de indultos y apuesta
todo a la depuración del Poder Judicial.
Notas de Periodismo de Argentina (www.notasperiodismopopular.com.ar)
“Cuando
decimos que hay presos políticos en Ecuador, nos dicen «sí, pero están acusados
de corrupción». ¿Y qué esperaban? ¿Que los acusen de ser opositores? Por
supuesto que los van a acusar de corrupción”.
La frase es
de Rafael Correa, que tuvo la suerte de no estar en Ecuador el día que una
jueza ordenó encarcelarlo. Su radicación en Bélgica es lo único que lo salvó de
no terminar como Jorge Glas, el vicepresidente condenado por el caso Odebrecht
en un proceso de dudosa imparcialidad.
Correa y Evo
Morales comparten, en ese sentido, la misma suerte. Si el derrocado presidente
boliviano no se hubiera refugiado en Argentina, estaría hoy detenido por los
delitos de sedición y terrorismo que le imputan la fiscalía y el gobierno de
facto.
La misma
trama se repite obviamente en Brasil, con quien fuera el preso más importante
de esta parte del mundo. El encarcelamiento de Lula, decidido por el actual
ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, fue el contrafáctico perfecto de
Cristina Kirchner: si alguien se pregunta qué hubiera pasado en las elecciones
brasileñas de 2018 con Lula en libertad, la respuesta se encuentra en Argentina.
En ese marco
–y no en otro– es que se inscribe el debate sobre presos políticos en nuestro
país. Y en ese marco –y no en otro– es que también se da el debate sobre la
corrupción. Un gran problema a la hora de diseccionar el todo y separar las
partes. No todos los presos son políticos, no todos los políticos están mal
condenados, no todos todo. Y al revés también.
Durante la
presidencia de Mauricio Macri muchos ex oficialistas fueron detenidos o
condenados en procedimientos mediados por: prisiones preventivas infundadas,
jueces presionados por el Consejo de la Magistratura, jueces de manifiesta
enemistad con los acusados, jueces reubicados sin aval del Congreso,
arrepentidos por fuera del procedimiento legal, pruebas adulteradas, pruebas
inexistentes, operaciones de inteligencia, peritos hoy procesados por falso
testimonio, forum shopping y demás.
Todo eso es
cierto. Tan cierto como que existieron obvios casos de corrupción en la
Argentina, antes, durante y después del kirchnerismo. Lo novedoso –lo único
novedoso en este entuerto– es que hoy el país tiene un presidente del mismo
signo político que aquellos presos que reclaman su libertad.
Está claro
que Lenin Moreno estaba interesado en la detención de Jorge Glas. Lo mismo
Michel Temer respecto a la detención de Lula. Tanto como Jeanine Áñez respecto
a los ex funcionarios del MAS. Y lo mismo Mauricio Macri con Amado Boudou,
Milagro Sala, Julio De Vido. Pero ninguno de ellos hubiese sido detenido con
Rafael Correa, Dilma Rousseff, Evo Morales o Cristina Kirchner en la
presidencia.
Y ahí está
el problema: si la libertad o la prisión dependen de la titularidad del Poder
Ejecutivo, se hace muy difícil no hablar de presos políticos. O al menos, de
presos por delitos comunes pero en razón de su pertenencia política. Como
sucede con los afrodescendientes y los latinos en EE.UU., en la Argentina de
Mauricio Macri los kirchneristas tuvieron mayores probabilidades que cualquier
otro de ser detenidos, más allá de los delitos imputados.
Alberto
Fernández dice lo mismo que diría cualquier otro presidente ante la misma
acusación. Admitir la existencia de presos políticos implicaría reconocer la
responsabilidad de su propio gobierno sobre aquellas detenciones. Si los presos
políticos son el nombre de los arrestados «a disposición del Poder Ejecutivo
Nacional» típicos de las dictaduras, la llave para liberarlos sólo la tendría
el presidente. Y no parece ser así.
La teoría
indica que la decisión arbitraria de un juez cualquiera sólo la revierte el
propio Poder Judicial, y para eso existen tribunales revisores. El sistema
funciona –¿el sistema funciona?–. Preguntarle a Fernando Carrera, que estuvo
siete años preso por decisión de un tribunal oral y dos cámaras de apelación
hasta que la Corte Suprema puso fin a la injusticia.
En esta
instancia, confiar en la propia institucionalidad judicial es toda una osadía.
Para detenidos como Boudou, pero también para denunciados como Guillermo
Dietrich o Javier Iguacel. Si los jueces son permeables a la presión política y
no hay una valoración razonada de las pruebas, el sistema decanta hacia la peor
opción: que sea el presidente quien actúe como última instancia revisora, por
encima de la Corte Suprema, siendo quien defina dónde hubo corrupción y
dónde arbitrariedad. “Una rémora de la monarquía”, repite Alberto Fernández con
razón.
Es cierto
que la Constitución prevé la posibilidad presidencial de otorgar indultos “por
delitos sujetos a la jurisdicción federal”, pero su ejercicio es inusual en
nuestro país. En EE.UU:, por caso, todo está más claro: en 2016, Barack Obama
marcó un récord al otorgar indultos y reducción de penas a más de un millar de
condenados en un solo día. Pero así funciona el sistema; el presidente revisa
condenas y nadie chista demasiado.
En la
Argentina, en cambio, si Alberto Fernández quisiera indultar a dos, a tres, a
veinte condenados, debería asumir un severo costo político y esa opción no está
sobre la mesa. Una buena parte de la sociedad, de voto variopinto, exige
condenas ejemplares sin importar la arbitrariedad de los procesos. Pero además,
ciertos condenados –como Boudou– no quieren ser indultados, pues eso sería
reconocer la existencia del delito que se perdona. Nada es fácil.
En ese
marco, el gobierno procura de momento reordenar el Poder Judicial con una reforma
de su organización interna, con la restricción del vínculo entre jueces y
agentes de inteligencia, y con la designación de Daniel Rafecas como procurador
general. Habrá que ver hasta dónde llega y para qué.
El mejor
escenario, en este sentido, no será la liberación por indulto de los detenidos,
sino la depuración del propio sistema: revisión de sentencias arbitrarias,
nuevos juicios donde haya habido vicios de procedimiento y confirmación de
penas para quienes hayan delinquido.
GAS Y MINERALES REPRESENTAN MAYOR PORCENTAJE EN
EXPORTACIONES DE BOLIVIA
Xinhua de
China (www.spanish.xinhuanet.com)
El
componente en las exportaciones de Bolivia no se ha modificado, por lo que
productos tradicionales como gas y minerales representan en forma sustancial el
mayor porcentaje en valor, a pesar de la disminución en sus ventas en 2019.
El gerente
general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez,
recordó a Xinhua que el 80 por ciento de las exportaciones bolivianas tuvo que
ver el año pasado con productos tradicionales y el 20 por ciento con no
tradicionales.
Los
productos bolivianos que encabezaron las ventas al exterior en 2019 fueron gas,
oro, zinc y plata en cuanto a recursos, así como la soya como producto
agrícola.
El IBCE dio
a conocer el pasado 3 de febrero las cifras de exportaciones correspondientes a
2019, que incluyen el comparativo de enero a diciembre desde 2011.
De acuerdo
con el reporte del IBCE, estos productos tradicionales (gas natural, otros
hidrocarburos y minerales) acumularon el 80 por ciento del total de las
exportaciones en 2019.
Este 80 por
ciento representó 6.998 millones de dólares del total, que fue de 8.757
millones de dólares.
Los
minerales se consolidaron como el principal producto exportado con 4.201
millones de dólares (48 por ciento), mientras que gas y otros hidrocarburos
llegó a 2.797 millones de dólares (32 por ciento).
En 2019, el
volumen de las exportaciones bolivianas descendió 12 por ciento en comparación
con 2018, mientras que en valor la disminución fue del dos por ciento.
A su vez,
las ventas al exterior de productos no tradicionales también experimentaron un
efecto negativo, al caer cuatro por ciento en cuanto a valor, a pesar de subir
12 por ciento en volumen.
Rodríguez
comentó que las cifran difundidas por el IBCE muestran un buen nivel de ventas
del sector minero, pese a su baja exportadora y en los precios internacionales.
En 2019, la
balanza comercial de Bolivia registró un déficit de 899 millones de dólares, el
quinto consecutivo.
Por su
parte, el ex presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia
(Caneb), Guillermo Pou Munt Serrano, habló para Xinhua de los retos para
superar el déficit comercial.
El también
empresario manifestó que para dejar de depender de las materias primas, es
oportuno desafiar políticas, incrementar su aporte al Producto Interno Bruto
(PIB) y continuar generando empleo.
Para Munt
Serrano, la agricultura y la industria manufacturera son las áreas que surgen
como alternativa para impulsar la economía, frente a la caída de los precios de
productos extractivos como gas y minería, que dependen del comportamiento del
mercado internacional.
Lamentó que
la economía boliviana dependa de la alta volatilidad de los precios del
petróleo y los minerales, lo que "demuestra que el país es vulnerable a
los precios internacionales".
Respecto a
la liberación a las exportaciones anunciada en enero pasado, el ex presidente
de la Caneb expuso que la medida posibilitará el ascenso de las ventas, aunque
advirtió que puede generar complicaciones en el mercado interno, así como el
alza de precios, si no hay controles precisos.
Señaló que
otro reto fundamental es lograr la digitalización de los procesos de
producción, a fin de facilitar la vida a los ciudadanos que podrían resolver
trámites desde una computadora o un teléfono inteligente, además de disminuir
la burocracia para la exportación.
El
entrevistado enfatizó que el objetivo es pasar de una economía
"extractivista" a una diversificada, con productos que tengan mayor
valor agregado y con servicios creativos, para lo cual se precisa de la
economía del conocimiento.
BOLIVIA Y
VENEZUELA, EN LA AGENDA DE LA CONDUCCIÓN DEL PARLASUR, QUE SE REÚNE POR PRIMERA
VEZ ESTE LUNES EN BUENOS AIRES
Se analizará
el envió de una misión para fiscalizar los comicios bolivianos del 3 de mayo y
una mesa de diálogo para intervenir en Caracas. Deliberarán desde las 10.30 en
la Cámara de Diputados, cuyo presidente, Sergio Massa, les dará la bienvenida a
los parlamentarios.
Infobae de
Argentina (www.infobae.com)
El
envío de una delegación del Observatorio de la Democracia del Parlasur para
fiscalizar las elecciones en Bolivia y la creación de una mesa de diálogo por
Venezuela serán dos de las principales iniciativas que se analizarán hoy en la
primera reunión de la mesa directiva del Parlamento del Mercosur (Parlasur),
presidido por el argentino Oscar Laborde.
El
encuentro tendrá lugar, a partir de las 10.30, en la Cámara de Diputados y en la
apertura de las deliberaciones participará el presidente del cuerpo
legislativo, Sergio Massa, quien dará la bienvenida a las distintas
delegaciones.
Asistirán
representantes de la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia,
quienes también serán recibidos por el canciller Felipe Solá.
Laborde
dijo que será presentado “el plan de trabajo para los primeros meses”, como “el
envío de una delegación del Observatorio de la Democracia del Parlasur a
Bolivia” para las elecciones presidenciales del 3 de mayo. “Hay que garantizar
que haya transparencia en esa elección porque son importantes para la
estabilidad en la región”, destacó.
El
diputado del Parlasur, que ejerce la presidencia del parlamento regional desde
enero de 2020, consideró que los comicios en Bolivia “están muy limitados por
el condicionamiento de que fueron convocadas por un golpe de Estado” y afirmó
que "han pedido de diferentes sectores que estemos allí presentes”.
También
anticipó que se va a “impulsar una mesa de diálogo por Venezuela” y que,
además, se evaluará “como sería efectivamente un acuerdo (del Mercosur) con la
Unión Europea (UE) para determinar cuáles son los pros y los contra y las
consecuencias para nuestras industrias”.
Laborde
aseveró que el Parlasur “será nuevamente un actor en la integración regional,
después del esfuerzo del gobierno de (Mauricio) Macri de denostarlo y
ocultarlo, como todo lo que tenía que ver con esa integración”.
Alberto
Fernández se reunió con parlamentarios “progresistas” del Parlasur en una visita
que hizo a Montevideo a fines de mayo de 2019, cuando viajó a Uruguay para
reunirse con el ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica. Por entonces, el
actual mandatario argentino hacía contactos para fortalecer su candidatura, que
había anunciado Cristina Kirchner el 18 de mayo.
La
llamada “bancada progresista” del Parlasur, compuesta por legisladores del PT,
el Partido Democrático Laborista y el Partido Comunista, de Brasil; del Frente
Amplio de Uruguay; del MAS de Bolivia; del Partido Liberal Radical Auténtico y
del Frente Guazú de Paraguay y el PSUV de Venezuela.
Este
bloque de legisladores del Parlasur le ofrecieron su apoyo de cara a las
elecciones presidenciales de octubre y firmaron una declaración en la que
manifestaron su “apoyo y acompañamiento a la fórmula presidencial de Argentina
integrada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner”.
Creado
en 2006, el Parlasur comenzó a funcionar formalmente en 2007 con 18 diputados
por cada país que fueron elegidos de forma indirecta por los Congresos de cada
nación. Esa distribución equitativa se terminó en 2011 luego de negociaciones
que resolvieron que Brasil tendría 75 diputados, Argentina 43, Venezuela 32, y
Uruguay 18 y Paraguay 17.
Desde
2007, sesionó en promedio unas cinco veces por año en su sede de Montevideo, la
mitad de lo previsto por reglamento. De acuerdo al politólogo y profesor de la
UBA Emanuel Porcelli, las pocas sesiones se pueden explicar porque "los
miembros del Parlamento del Mercosur tienen responsabilidades políticas como
legisladores" en sus países, y "la priorización que se da de la
agenda nacional es obvia".
El
Parlasur tiene la capacidad de impulsar recomendaciones, resoluciones y otras
propuestas al Consejo del Mercado Común, la máxima autoridad del Mercosur, pero
sus decisiones no tienen poder vinculante con las leyes internas de las
naciones. "Las Constituciones de algunos países reconocen la supremacía
del derecho internacional por sobre el derecho doméstico, como Argentina,
(pero) en otros casos, esta definición es más difusa", explicó Porcelli.
En ese caso, "todo proceso de decisión necesita ser ratificado por los
congresos nacionales", agregó el coordinador del sitio Identidad Mercosur,
quien además destacó que "el protocolo del Mercosur establece una cláusula
que es una especie de fast track para la ratificación de las normas en cada
país".
Muchas
de las críticas hacia el Parlamento regional llegaron tras la comparación de
competencias entre este Congreso y las que tiene el Parlamento Europeo, creado
en 1959, y que elige a sus representantes de forma directa desde 1979. Según
Porcelli, el Congreso de la Unión Europea “tiene mucha más capacidad
legislativa que el Mercosur”, aunque aclaró que funciona como un organismo de
“co-decisión con la Comisión Europea, es decir, los representantes” de los
poderes Ejecutivos.
“En
el caso europeo (a lo largo de las décadas) se han ido modificando las reglas
internas del bloque, y se han establecido varias temáticas que son de
competencia exclusiva de la UE, o de competencia compartida con los Estados, o
de competencia nacional. Fueron ganando ámbitos de competencia”, explicó el
profesor de la UBA.
NEURONA,
CONSULTORA DE LOS ‘PARTIDOS DE IZQUIERDA’, TAMBIÉN ESTÁ EN ECUADOR
Primicias de Ecuador (www.primicias.ec)
La
polémica consultora, investigada en Bolivia y España por supuestos contratos
irregulares, funciona también en Quito. Tiene su sede en la misma dirección de
Celag, una empresa ecuatoriana también relacionada con el partido español
Podemos y con Juan Carlos Monedero.
Neurona
Consulting abrió sus puertas en Quito en 2016, con los mismos accionistas que
la firma tiene en México, Bolivia y España. Tiene una oficina en Quito y
reporta amplios ingresos.
Neurona
Consulting es una consultora cuya sede principal está en el estado de Morelia,
en México. Entre 2017 y 2018, fue contratada por el Gobierno de Evo Morales
para la creación de videos. El Banco Central de ese país confirmó pagos por USD
1,8 millones. Ahora, la justicia boliviana investiga los contratos de
comunicación con la firma.
En España también hay investigaciones abiertas por los vínculos entre Neurona y el partido Podemos, de Pablo Iglesias. La firma se habría encargado de la última campaña electoral del movimiento de izquierda. Podemos pagó 363.000 euros (unos USD 400.000) a la consultora para las elecciones de 28 de abril de 2019, según el diario El Confidencial. En Ecuador, Neurona trabaja desde 2016. Lo hace con otro nombre: la razón social de la empresa es “Consultorianeurona S.A.”, pero tiene los mismos accionistas que la oficina principal, en México. La firma fue constituida el 15 de noviembre de 2016, en una notaría en Quito, meses antes de la campaña electoral para las presidenciales de 2017. Firmaron la escritura la mexicana Andrea Edlin López Hernández y el argentino Guillermo Celso Oglietti. Ninguno de los dos nombres es desconocido. López es la principal accionista de Neurona Consulting en México. Mientras que Oglietti es también accionista de Celag, una empresa con fachada de ONG con sede en Ecuador, también vinculada con Podemos. En mayo de 2019, PRIMICIAS reveló los vínculos entre los miembros de Celag y el Gobierno de Rafael Correa. Para la constitución de Neurona en Ecuador, López aportó con USD 799 para el capital de la empresa, y Oglietti con USD 1. Siete meses después, Oglietti cedió su acción al mexicano César Hernández Paredes, la cara visible de Neurona. Pero el vínculo con Celag no termina ahí. Celag y Neurona tienen una misma dirección registrada en la Superintendencia de Compañías y en el Servicio de Rentas Internas (SRI): De los Tulipanes E12 y De las Palmeras, en el sector de El Inca, en el norte de Quito. Ambas empresas también comparten los números telefónicos, aunque la semana pasada, cuando PRIMICIAS intentó comunicarse, nadie contestó ninguno de los dos números. ¿Vínculos ecuatorianos? El Confidencial accedió a un dossier de la empresa que señala que tiene un equipo de consultoría dirigido por César Hernández Paredes; el exlíder de Podemos, Juan Carlos Monedero; y dos ecuatorianos: el exministro de Rafael Correa, René Ramírez, y el actual asambleísta correísta Pabel Muñoz. Muñoz, en diálogo con PRIMICIAS, aseguró que no tiene ningún vínculo empresarial con Neurona. Dijo que él participa en tanques de pensamiento y foros de discusión sobre la izquierda en América Latina y que no ha recibido pago alguno por estas actividades.
Pero, la empresa sí ha trabajado en Ecuador. De hecho, en el perfil de Instagram de César Hernández Paredes se pueden encontrar varias fotos de él y su equipo en el país. También imágenes de reuniones, y de los diferentes videos y spots publicitarios.
En España también hay investigaciones abiertas por los vínculos entre Neurona y el partido Podemos, de Pablo Iglesias. La firma se habría encargado de la última campaña electoral del movimiento de izquierda. Podemos pagó 363.000 euros (unos USD 400.000) a la consultora para las elecciones de 28 de abril de 2019, según el diario El Confidencial. En Ecuador, Neurona trabaja desde 2016. Lo hace con otro nombre: la razón social de la empresa es “Consultorianeurona S.A.”, pero tiene los mismos accionistas que la oficina principal, en México. La firma fue constituida el 15 de noviembre de 2016, en una notaría en Quito, meses antes de la campaña electoral para las presidenciales de 2017. Firmaron la escritura la mexicana Andrea Edlin López Hernández y el argentino Guillermo Celso Oglietti. Ninguno de los dos nombres es desconocido. López es la principal accionista de Neurona Consulting en México. Mientras que Oglietti es también accionista de Celag, una empresa con fachada de ONG con sede en Ecuador, también vinculada con Podemos. En mayo de 2019, PRIMICIAS reveló los vínculos entre los miembros de Celag y el Gobierno de Rafael Correa. Para la constitución de Neurona en Ecuador, López aportó con USD 799 para el capital de la empresa, y Oglietti con USD 1. Siete meses después, Oglietti cedió su acción al mexicano César Hernández Paredes, la cara visible de Neurona. Pero el vínculo con Celag no termina ahí. Celag y Neurona tienen una misma dirección registrada en la Superintendencia de Compañías y en el Servicio de Rentas Internas (SRI): De los Tulipanes E12 y De las Palmeras, en el sector de El Inca, en el norte de Quito. Ambas empresas también comparten los números telefónicos, aunque la semana pasada, cuando PRIMICIAS intentó comunicarse, nadie contestó ninguno de los dos números. ¿Vínculos ecuatorianos? El Confidencial accedió a un dossier de la empresa que señala que tiene un equipo de consultoría dirigido por César Hernández Paredes; el exlíder de Podemos, Juan Carlos Monedero; y dos ecuatorianos: el exministro de Rafael Correa, René Ramírez, y el actual asambleísta correísta Pabel Muñoz. Muñoz, en diálogo con PRIMICIAS, aseguró que no tiene ningún vínculo empresarial con Neurona. Dijo que él participa en tanques de pensamiento y foros de discusión sobre la izquierda en América Latina y que no ha recibido pago alguno por estas actividades.
Pero, la empresa sí ha trabajado en Ecuador. De hecho, en el perfil de Instagram de César Hernández Paredes se pueden encontrar varias fotos de él y su equipo en el país. También imágenes de reuniones, y de los diferentes videos y spots publicitarios.
La
última foto es de diciembre de 2019: muestra a un hombre con una bandera de
Ecuador. Antes de esa imagen hay una campaña contra el presidente Lenín Moreno.
En el video, aparecen hombres enmascarados en varios puntos de Quito, entre
ellos la Caja del Seguro, la Fiscalía y la Plaza Grande, con mensajes de
crítica al Gobierno.
La web de Neurona ya no está disponible. Sin embargo, su página promocionaba su trabajo en más de 200 campañas electorales, “todas exclusivamente con candidatos y partidos de izquierda”. La consultora decía que ha trabajado en estrategias de comunicación electorales en España, Portugal, Costa Rica, Ecuador, México, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Venezuela y Colombia. En la página de la consultora en Vimeo se encuentran spots de campañas de Podemos, del partido de Evo Morales, MAS; y de Gustavo Petro, en Colombia. No hay ningún spot que se refiera a campañas en Ecuador.
La web de Neurona ya no está disponible. Sin embargo, su página promocionaba su trabajo en más de 200 campañas electorales, “todas exclusivamente con candidatos y partidos de izquierda”. La consultora decía que ha trabajado en estrategias de comunicación electorales en España, Portugal, Costa Rica, Ecuador, México, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Venezuela y Colombia. En la página de la consultora en Vimeo se encuentran spots de campañas de Podemos, del partido de Evo Morales, MAS; y de Gustavo Petro, en Colombia. No hay ningún spot que se refiera a campañas en Ecuador.
Un
buen negocio en Ecuador Las ganancias de Neurona en Ecuador no son sostenidas.
En 2017, la empresa declaró más de USD 11.000 en impuesto a la renta, mientras
que en 2018 declaró en cero. Según los documentos disponibles en la
Superintendencia de Compañías, en 2017 -año electoral- la empresa tuvo ingresos
por USD 580.133, correspondientes a un “contrato grande, por el cual se
recibieron mensualmente valores fijos”. Ese año, según el SRI, Neurona sacó del
país USD 78.503. En 2018, en cambio, la empresa declaró ingresos por USD 100, y
no declaró impuesto a la renta ni salida de divisas. Los documentos de 2019 aún
no se presentan a la Superintendencia.
¿CUÁNTAS
CLASES MEDIAS CABEN EN LA CLASE MEDIA?
Telesur de
Venezuela (www.telesurtv.net)
Es
cada vez más común que todo lo que acontece políticamente se explique en torno
a una creciente y omnipresente categoría, la “clase media”. Este término
monopoliza la mayoría de interpretaciones posibles a la hora de justificar los
comportamientos sociológicos y políticos, y por supuesto, las preferencias
electorales. Seguramente por comodidad y simpleza, da igual lo que suceda,
porque todo tiene argumentativamente a la clase media como factor común.
En
estos últimos años se han sucedido importantes fenómenos políticos
aparentemente inesperados y novedosos en América Latina: la llegada de AMLO al
Gobierno de México con una amplia mayoría, la victoria electoral de Bolsonaro
en Brasil, las protestas sociales en Chile y Colombia, también la imposibilidad
de Lenín Moreno de dar estabilidad a Ecuador, el fin de Macri en Argentina a
manos de la propuesta progresista de Alberto y Cristina, la derrota del Frente
Amplio en Uruguay, y cómo no, el golpe de Estado en Bolivia. Todos estos
hechos políticos y/o electorales han sido explicados recurrentemente y en gran medida
por un mismo grupo económico y social, el de la clase media.
Y
si tanta capacidad explicativa tiene, lo pertinente sería comenzar por
preguntarse qué exactamente eso de la clase media.Para ello, debemos partir de
dos premisas básicas, que de no considerarlas podríamos llegar a sesgar
cualquier interpretación posterior.
1.
La clase media no es un bloque monolítico ni homogéneo.
Según
la CEPAL, el estrato medio aumentó de 136 millones a 250 millones de personas
entre 2002 y 2017 en la región latinoamericana. Sin embargo, no todas esas
millones de personas son idénticas. No lo son en su capacidad económica ni
tampoco en su lógica aspiracional.
La
mayoría de los organismos internacionales, en las últimas décadas, ya
subclasificaron esta categoría tan amplia. A veces usan términos como el
“media-baja” y“media-alta”; o incluso aparece una nueva categoría que es esa de
“casi clase media”, bautizada por el Banco Mundial para denominar a aquellos
que están justo un poco por encima del umbral de la pobreza, pero que son
susceptibles de regresar en cualquier momento a ser pobres.
No
obstante, esta desagregación tampoco es suficiente para captar la gran
heterogeneidad existente al interior de estas 250 millones de personas que
viven de manera muy diversa en Latinoamérica. En esa categoría hay dinámicas
completamente contrapuestas. Por ejemplo, no es lo mismo aquella familia que
luego de años llega a tener niveles (de educación, trabajo, salud, propiedad,
ingresos) de clase media que otra que estuvo siempre en ese nivel. Como diría
Alvaro García Linera, no tiene nada que ver la clase media de origen popular en
Bolivia -que, según encuesta Celag es con la que se auto percibe un tercio de
la población-con aquella la clase media tradicional (que es media no por densidad
sino porque se encontraba en medio de una clase baja multitudinaria y otra
clase,alta y muy reducida). Tampoco tendría ningún sentido equiparar la clase
media recién llegada con aquella que fue alta pero que acabó siendo clase media
por múltiples razones económicas, sociales o políticas.
Es
por ello imposible tratar por igual a un grupo tan diverso en su capacidad
económica, en sus niveles educativos, en sus hábitos culturales, y más aún si
queremos hacerlo en relación a su lógica aspiracional. Si bien es cierto que
hay un “comportamiento imitador” de aquella ciudadanía que asciende y mejora,
no es verdad que las aspiraciones sean las mismas con aquella otra porción de
la clase media que desea ser alta; o con aquella otra que tiene tradición
histórica de pertenecer a ese grupo social, con usos y costumbres arraigados,
sólidos, que hacen que la subjetividad se diferencie de los ciudadanos que aún
están en esa fase de movilidad social y siempre con una sensación más bien de
tránsito, del “querer llegar a ser”.
2.
La segunda premisa es que la clase media no puede ser un concepto importado de
otras latitudes.
No
se puede trasladar a históricamente la concepción de clase media europea a
Ecuador, ni la de Argentina a Bolivia, ni la mexicana a Chile. Cualquier
“epistemicidio”, como diría Boaventura De Sousa, para sustituir una episteme
externa por la propia suele hacer mucho daño en cualquier análisis. Y con la
clase media esto es lo que sucede constantemente. Es frecuente presuponer que
los comportamientos de la clase media son similares en todas partes, como si no
hubiera historia específica de cada país y, mucho peor, como si la distribución
del ingreso fuera la misma en cada lugar. Por ejemplo, no podemos comparar de
ninguna manera aquella distribución en un país cuya clase media es
multitudinaria con aquel otro en el que su clase media es una pequeña porción
entre dos “jorobas”: una gigante conformada por la clase baja y la otra, la
clase alta, muy reducida. La subjetividad de una u otra de ningún modo podría
ser la misma. Existe siempre un “relativismo” en la construcción de la
subjetividad de esa clase media basado en cómo te observas en relación con el
otro, con los de abajo y con los de arriba. Incluso, estadísticamente, la misma
clase media identificada con indicadores “objetivos”, como el ingreso o
consumo, también tiene un componente relativista que es determinante.
Por
tanto, por una u otra razón, es necesario que cuando hagamos referencia al
desafío de sintonizar con la “clase media” entendamos que no hay una única
clase media, sino que son muchas las variedades al interior de ese gran grupo
tan complejo. Hay clase media que recién llega y que, además, lo hace por muy
diferentes vías; hay clase media de toda la vida; clase media que es más alta
que media; clase media que siempre está en riesgo de dejar de serlo. Hay clase
media en lo económico que a su vez es distinta según su capacidad económica sea
en base a ingresos, herencia, consumo o endeudamiento. Pero no todos los
matices diferenciadores proceden de lo económico, porque también hay clase
media en lo cultural, en lo simbólico, en el poder político; y sin descuidar
tampoco el componente“país” o, a veces, el regional. La clase media
guayaquileña tampoco es la misma que la quiteña; ni la boliviana del El Alto
ala de Santa Cruz. En definitiva, ante tanta variedad de “clases medias”, habrá
que considerar multiplicidad de lógicas aspiracionales y sentidos
comunes.
Es
por ello que debemos “cuidar” el modo de querer atraerla e incorporarla al
proyecto político progresista, porque no siempre existe una única manera de
hacerlo. Se requiere mucho más bisturí que brocha gruesa. Es más, resulta
imprescindible comenzar a analizar e identificar las disputas y tensiones que
se dan al interior de este gran grupo social, porque seguramente de ello
dependerá buena parte de la sostenibilidad de una propuesta política. Sería un
gran error confundirse de objetivo, porque seguramente satisfacer a una clase
media es mucho más fácil que a todas las clases medias que caben en ella.
ITI:
MOVILIZACIÓN DE CARGA BOLIVIANA EN TRÁNSITO CRECIÓ UN 114% EN 2019
Corresponde
a 500 mil toneladas más transferidas por el terminal
Mundo
Marítimo de Chile (www.mundomaritimo.cl)
El
gerente comercial de Iquique Terminal Internacional (ITI), Andrés de la Barra,
comentó que durante 2019 se registró un "incremento de 114% más de la
carga boliviana en tránsito. Esto significa que son 500 mil toneladas más
transferidas por nuestra terminal", informó.
El
ejecutivo agregó que a pesar de las "convulsiones sociales que hemos
tenido en ambos países, esto nos ayudó a potenciarnos para ser más eficientes
en la transferencia de carga y más económicos, así que pese a estas
experiencias hemos rebasado las expectativas que teníamos para el 2019".
Además,
el gerente general de la Empresa Portuaria de Iquique (EPI), Rubén Castro,
proyectó que la cantidad de carga boliviana que se moviliza por el principal
puerto seguirá creciendo durante 2020.
A
septiembre de 2019, el movimiento de carga boliviana en tránsito por EPI sumó
451.585 toneladas. De esa suma, 198.754 toneladas correspondieron a embarques
y 252.831 toneladas a desembarques. La cifra aumentó en el último trimestre,
período en que Evo Morales dejó la presidencia de Bolivia.
Para
esta gestión se estimas cifras similares y también se continuará con la
diversificación de los servicios de las empresas portuaria chilenas: ya se
comenzó a potenciar la carga a granel, refrigerada y sobre dimensionada.
MIENTRAS LA
TIERRA SE CALIENTA, LOS ANDES SE DERRITEN
El aumento
de la temperatura golpea la fragilidad de los glaciares andinos en riesgo de
desaparición. Una cuestión alarmante para la región: Venezuela se convertiría
en el primer país en perderlos.
Perfil de
Argentina www.perfil.com)
Aunque
2019 fue el segundo año más caliente que jamás se registró en el planeta, el
aumento de la temperatura sigue marcando tendencia en el inicio de 2020. Este
enero fue el enero más caliente jamás registrado en el planeta, según anunció
el servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático. Se registraron
temperaturas superiores a las medias en la mayoría de las zonas en el mundo.
Una tendencia que continúa tras el periodo 2010-2019, el más caliente desde el
inicio de las medidas de temperatura.
El
aumento de la temperatura global está pasando factura a los glaciares
sudamericanos, que durante las últimas décadas fueron perdiendo masa y
extensión.
Según
varias investigaciones efectuadas por científicos alemanes y franceses con el
uso de imágenes satelitales, el derretimiento provocó que los glaciares andinos
hayan disminuido casi un metro al año desde 2000, indicó Deutsche Welle. Este
rápido retroceso, que amenaza el suministro del agua de la región, se acentúa
en el sur de los Andes. Según Thorsten Seehaus, glaciólogo de la Universidad de
Erlangen-Nürnberg, "la mayor parte del hielo se pierde en Patagonia, donde
hay las mayores masas de hielo. Sin embargo, para la población local en los
Andes centrales de Chile y Argentina, y especialmente en Perú y Bolivia, es un
problema grave".
"El
agua derretida de los glaciares contribuye a los suministros de agua y juega un
papel importante, en particular durante los períodos de sequía", recordó
el científico alemán, que llevó a cabo uno de los primeros estudios en la región
basado en mediciones en todos los lugares. "En Perú y Bolivia la recesión
de los glaciares fue 3 o 4 veces mayor en el período 2013-2016 en comparación
con 2000-2013, muy probablemente debido al fuerte evento de El Niño en
2015-2016", detalló.
Seehaus
apuntó que los cambios en las precipitaciones también influyen en el balance de
masa del glaciar. "La mega sequía en Chile central desde 2010 conduce a
una menor acumulación de los glaciares, y por lo tanto causa muchas pérdidas de
hielo glaciar", aseguró. Además de afectar la disponibilidad de agua, las
consecuencias de este derretimiento pueden provocar inundaciones por un
desborde violento de un lago glaciar. Esto se produce cuando los elementos de
contención de un lago glaciar fallan. "La cordillera Blanca en Perú ha
sido afectada por tales inundaciones en los últimos siglos un par de veces.
El
diluvio en 1941 destruyó aproximadamente un tercio de la ciudad de Huaraz y
mató a cerca de 5.000 personas", recordó. El científico alemán alertó de
otras consecuencias mundiales que pueden ocasionar el derretimiento de los
glaciares, como el aumento del nivel del mar. "La agricultura orientada a
la exportación a gran escala también recibe agua de deshielo del glaciar, por
lo tanto, también tendrá un impacto económico", avanzó. Por ello, abogó
por que se cumpla el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados
centígrados. "Si continuamos de la manera actual, casi no quedarán
glaciares en los Andes tropicales y el centro de los Andes de Chile y Argentina
a finales del siglo XXI", advirtió.
Medio
ambiente, asignatura pendiente en Venezuela No obstante, la desaparición total
de los glaciares se aproxima a pasos agigantados en Venezuela, que
"posiblemente se convierta en los próximos años en el primer país de
América del Sur donde desaparezcan completamente sus glaciares", explicó
Alejandro Álvarez, Coordinador General de Clima 21 Ambiente y Derechos Humanos.
El uso de combustibles fósiles es uno de los principales causantes del aumento
de la temperatura global. "Venezuela está cavando su propia tumba. Los
combustibles fósiles y en particular la gasolina está regalada. El precio
actual en bolívares es de 0,00006", subrayó.
En
este sentido, alertó que la población venezolana es cada vez más vulnerable a
los efectos del cambio climático. "Venezuela tiene un Estado que en gran
parte ya se ha desentendido en muchísimos servicios ambientales", criticó
apuntando que "un 80 por ciento de la población no tiene acceso en este
momento a agua potable de manera normal". Además de las previsiones de
aumento de sequía, alertó sobre otros efectos que potencia el cambio climático.
"La
deforestación masiva en la zona amazónica debido a la minería caótica que está
ocurriendo en la zona generó un rebrote del paludismo que en este momento está
en más de 20 de las entidades federales (de 23)", lamentó. Por estos
motivos, Álvarez recordó los deberes pendientes del Gobierno. "La Ley de
Gestión Integral de Riesgos Naturales y Tecnológicos del 2009 indica en uno de
sus artículos que debe hacerse en el plazo de un año un Plan Nacional de
Adaptación al Cambio Climático.
Asimismo,
para el Plan Nacional de Derechos Humanos se identificaba la protección contra
el cambio climático como derecho humano y se solicitaba el diseño y puesta en práctica
de un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático", criticó.
BME
ACTUALIZA LA PLATAFORMA DE NEGOCIACIÓN DE LA BOLSA DE BOLIVIA
Valencia
Plaza de España (www.valenciaplaza.com)
Bolsas y Mercados Españoles (BME) y Bolsa Boliviana
de Valores (BBV)
han puesto en marcha con éxito una nueva versión de la plataforma de
negociación SMART BBV. Diseñada conjuntamente y desarrollada por BME, la nueva
versión permite a la Bolsa Boliviana de Valores aumentar las funcionalidades ya
disponibles en versiones anteriores de la plataforma e implementar nuevos
Mecanismos que permitan la negociación totalmente en Mercado Electrónico.
Entre
las novedades destaca la inclusión de la negociación de productos del mercado
secundario que se negocian bajo el modelo de Subastas Dobles Competitivas en
negociación multilateral de Renta Fija. (genéricos de compra venta y genéricos
de repos).
Además,
dentro de los nuevos desarrollos, se
incluyen en los Terminales de Operadores el rol de 'Asistentes de Operador',
así como un nuevo interfaz basado en el protocolo FIX, que permite una mayor
conectividad entre los participantes en el mercado.
Con
la puesta en marcha de esta nueva versión de SMART BBV, la Bolsa Boliviana de
Valores confirma la apuesta por BME para consolidar la modernización
tecnológica y funcional de sus mercados de instrumentos financieros, tanto en
los trabajos de implantación como en su mantenimiento y soporte. BME reafirma así su compromiso con las
infraestructuras de mercado en Latinoamérica en el marco de su
proceso de internacionalización.
IRÁN, UN
PELIGROSO ALIADO PARA LA REGIÓN
Infobae de
Argentina (www.infobae.com)
Varios
países de América Latina sostienen relaciones muy próximas con la teocracia
iraní, ignorando voluntariamente que aliarse con un depredador es igual que
poner la cabeza entre las fauces de un lobo, aunque es justo reconocer que los
compañeros de Teherán en el hemisferio, Venezuela, Cuba y Nicaragua, distan
muchos de ser vegetarianos.
Algunos
afirman que Irán posiblemente sea mejor como enemigo que como aliado. Los
pésimos antecedentes de ese régimen en lo que respecta a derechos humanos y sus
actividades relacionadas con el terrorismo lastiman notablemente el prestigio
del cualquier Estado que decida convertirse en su compañero de ruta.
Un
país que viola de forma sistemática y permanentemente los derechos de sus
ciudadanos no puede ser un buen aliado. Teherán tiene instrumentada una
política de cero tolerancias contra quienes difieren del pensamiento oficial,
además de reprimir brutalmente a quienes tienen una conducta social que las
autoridades consideran contrarias a sus valores.
Cuba
fue una de las primeras naciones del continente en establecer relaciones con el
régimen de los Ayatolá. Fidel Castro forjó estrechos vínculos con los líderes
iraníes, Ruhollah Jomeini, el fundador de la teocracia, y su sucesor, 1989, Alí
Jamenei, quien todavía es el amo de un país que ha mostrado frecuentemente
estar harto de sus caudillos.
Castro
fue también el principal instigador y facilitador para que otros caciques
latinoamericanos establecieran relaciones con Teherán. Razón por la cual cuando
Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y Rafael Correa, llegaron al gobierno,
forjaron alianzas con un régimen en el que todos se veían reflejados. Posteriormente
cuando se constituyó en el hemisferio, la Alianza Bolivariana de las Américas,
ALBA, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador se convirtieron también en parte
del mecanismo que favorece el incremento de la influencia de Irán en la región.
Una
de las características esenciales de los ayatolás es su afición a la violencia.
Cierto que la primera víctima de esta práctica es su propio pueblo, pero
también la extienden a cualquier rincón del mundo que pueda serle conveniente.
Con ese fin han favorecido una serie de franquicias del terror como Hezbollah y
Hamas, entre otras, que cumplen diversas misiones en el continente americano y
en el resto del mundo como se aprecia en sus ataques a Israel. Irán y sus
aliados son enemigos naturales de la libertad y la democracia.
Hay
que tener presente que militantes de la principal franquicia terrorista iraní,
Hezbollah, están sindicados de estar involucrados en el atentado con coche
bomba del 18 de julio de 1994 contra la sede de la mutual judía en Buenos Aires.
El atentado terrorista causó 85 muertes y ocurrió solo dos años después de una
bomba contra la embajada de Israel, también en Argentina, que mató a 29
personas. Han sido dos de las acciones más sangrientas realizadas por
terroristas en el hemisferio, solo comparables con las de FARC y el ELN de
Colombia.
Hezbollah
tiene una fuerte presencia en la denominada Triple Frontera, Brasil, Paraguay y
Argentina. En esa región la delincuencia organizada ejerce el control sobre
numerosas actividades ilegales, particularmente el narcotráfico, una de las
industrias clandestinas en las que tiene mayor presencia el principal
instrumento no gubernamental de Irán en la región. En esa zona se ha encontrado
propaganda que promueve el terrorismo islámico y según un informe en la Triple
Frontera radica el centro de financiamiento más importante de los terroristas
fuera de Medio Oriente.
Sin
embargo, es Venezuela el país del hemisferio que aparentemente tiene las
relaciones más estrechas con Irán. Tareck el Aissami, ex vicepresidente y
actual ministro de Industrias y Producción Nacional venezolano ha sido
denunciado, al igual que otros funcionarios de ese país, por entregar
pasaportes a militantes de Hezbollah para que le fuera más seguro cumplir las
misiones asignadas.
El
presidente de Colombia, Ivan Duque, en la III Conferencia Ministerial
Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, dijo: “Hemos visto la presencia de
células de Hezbollah en países como Venezuela, con la anuencia y la connivencia
de la dictadura de Nicolás Maduro”. Una denuncia que demanda mucha atención.
Un
trabajo en las redes que en su título advierte que Irán en el continente
implica peligros para Estados Unidos está errado en la opinión de este
articulista, porque son los países que se vinculan a Teherán los que corren el
mayor peligro.
Gobiernos
como los de Irán, Cuba y Venezuela solo son capaces de exportar opresión y
enseñar a los verdugos de turnos a como ser más eficientes con la guillotina.
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