En el café El Griego, de Cochabamba, cuatro mujeres juegan silenciosas a la "loba", un juego de cartas parecido al carioca. Es casi el mismo silencio que comienza a abrazar la ciudad, cerca de la medianoche del jueves. Hace algunas horas, el diálogo iniciado por el Gobierno de Evo Morales con los prefectos de la Medialuna como se denomina el lado oriente de Bolivia que componen las regiones de Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz, Trinidad, Beni y Pando ha quedado nuevamente truncado.
El poder autonómico del que han gozado históricamente las administraciones departamentales de la Bolivia oriental sufrirá un cambio radical. Así lo plantea la nueva Constitución Política del Estado (CPE) que el Gobierno de Evo Morales pretende someter a aprobación a fines del presente año.
Y ha sido esa la piedra de tope que ha marcado la tónica de un diálogo ya de varios días, que el Mandatario altiplánico ha impulsado en un intento por "pacificar a Bolivia", tras los sangrientos hechos ocurridos en Pando, en el límite con Brasil, que costaron la vida a 19 campesinos y estudiantes afines al Gobierno, a manos de hombres armados pertenecientes a la Prefectura (intendencia).
El día jueves se vencía el plazo que el Presidente Evo Morales les dio a los prefectos opositores, antes de viajar a Nueva York para tomar parte en la Asamblea de Naciones Unidas celebrada esta semana. Sin embargo, el tema autonómico sigue siendo el punto crítico que impide un acuerdo político que, incluso, cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
Lo cierto es que el 15 de octubre es el plazo fatal. Para entonces, tanto el Gobierno como el movimiento social campesino e indígena han advertido a la derecha que no habrá más esperas. Eso, aunque el trabajo de las mesas técnicas se retomará hoy, para acordar un documento que este lunes será revisado en una plenaria que una vez más pondrá cara a cara a Evo Morales y su más férreos detractores.
Sin embargo, la impaciencia de los indígenas y campesinos comienza a agotarse. Si bien el jueves último la decisión de levantar los bloqueos de rutas que conducen a Santa Cruz, el bastión de los "cambas", dio una tregua necesaria y propicia para alcanzar un acuerdo, ayer un masivo encuentro popular en los alrededores de Cochabamba determinó que si este lunes los prefectos no firman la propuesta gubernamental, rodearán la Casa Campestre, donde se celebran las conversaciones, y no dejarán salir a los representantes de la Medialuna.
El duro camino del indio
No sirvió la alta votación que llevó a Evo Morales a ocupar el Palacio Quemado de La Paz, hace dos años y medio ya. Tampoco el aplastante 63% que en agosto pasado rechazó la intención de revocar el mandato del primer indio que gobierna Bolivia. Pese al masivo apoyo a Morales, incluso en las regiones del oriente, como quedó demostrado en el referéndum revocatorio, la oposición no ha bajado los brazos.
La llamada "masacre de Cobija y Fuadelfia", poblados rurales fronterizos, fue el punto cúlmine de lo que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha denominado un itinerario de desestabilización golpista emprendido por la derecha terrateniente desde que Evo Morales asumió el mando. Una secuencia de sedición, a decir de los masistas, precedida por las sangrientas "guerras del gas y del agua", que tuvieron como protagonistas a miles de bolivianos volcados en la calles defendiendo las decisiones políticas de la nueva administración, destinadas a nacionalizar los recursos naturales, duramente resistidas por los gobiernos locales controlados por la derecha.
El trabajo de la Asamblea Constituyente en la redacción de una nueva carta magna sufrió también los sinsabores de la tozudez opositora, y la administración de Evo Morales se vio en la obligación de ceder un poco y sentarse a la mesa. Eso a pesar de las críticas del principal sustento de su gestión: los movimientos sociales indígeno-campesinos.
"[Los prefectos] no quieren nueva Constitución Política, y eso el país y la comunidad internacional tienen que saberlo. En la medida en que se vaya esclareciendo que ellos quieren hurgar el nuevo texto constitucional, es ahí donde se van a equivocar. Y van a encontrar en un Gobierno como el nuestro firmeza en varios temas que no los vamos a revisar con la minoría. No ha sido cómodo que hayan tenido que morir personas, que las sesiones de la Asamblea Constituyente hayan tenido que hacerse en un liceo militar y luego trasladarse a Oruro para concluir su trabajo. Y todo por la torpe, obtusa y miope actuación de la elite local, que ha pretendido marcarle el rumbo a la mayoría nacional", dijo el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, consultado por LND en Cochabamba.
De Sucre a Pando
En el itinerario, los bolivianos cuentan con estupor los hechos captados por una cámara de televisión en Sucre, que mostraba a los "cambas" obligando a campesinos e indios a arrodillarse en la plaza principal y besar la bandera departamental sucreña, al grito de "¡viva la capitalía!".
Entonces vino lo de Pando. La activa movilización indígeno-campesina que ha acompañado la gestión de Evo Morales ha sido clave en un proceso de cambio que incluso sorprende a los propios bolivianos. "Nunca antes los indios tuvieron la oportunidad de expresarse. No podían entrar a las plazas, porque allí eran correteados por los ‘cambas’. ¡Sal de aquí, indio de mierda, ‘colla’ carajo, les gritaban. A eso estaban acostumbrados los pobres y los indios de este país", dice Juan Soriano, un taxista cochabambino.
Una asamblea campesina convocó cientos de campesinos en Pando el pasado 11 de septiembre. Cuando se acercaban a Cobija, capital pandina, fueron atacados por civiles armados. Los hechos se sucederían en las siguientes 72 horas en el poblado de Filadelfia.
En la masacre participaron funcionarios de la prefectura, hasta entonces gobernada por Leopoldo Fernández, hoy preso en una cárcel de La Paz y sindicado como el principal responsable de la masacre.
"Intenté cubrir a mis camaradas, porque nuestra labor fue detener el enfrentamiento, proteger a todos. Cuando me protegía tras el carro [camioneta] fui alcanzado por un tiro calibre 22 en el omóplato", relata, sentado en la cama 401 del Hospital Obrero de La Paz, el policía Silverio Campos, de 38 años, herido en el poblado de Fuadelfia.
La detención de Fernández, bautizado a partir de entonces como el "Carnicero de Pando", apaciguó los ánimos por un momento. A poco de su detención y traslado a La Paz, la fiscalía pidió que el acusado fuera conducido a Sucre, lo que generó un choque interpretativo entre el Gobierno y la Corte Suprema. El propio Presidente Morales se encargó de advertir a los jueces del máximo tribunal antes de irse a Naciones Unidas: "Quiero pedir a la Corte Suprema que escuche lo que pide el pueblo boliviano y los familiares de las víctimas. No es posible que algunos poderes del Estado, como el Poder Judicial, traten de liberar a personas implicadas en estos delitos".
Pando cuenta desde la semana pasada con un nuevo prefecto, el almirante Landelino Bandeira, designado por Morales, en un hecho que fue interpretado como una señal hacia la Fuerzas Armadas, con cuyo alto mando se reunió el Mandatario boliviano a primera hora del pasado lunes, antes de salir a Nueva York. La casa quedaba en orden.
El Gobierno boliviano consiguió doblarle la mano al Poder Judicial, en cuyo seno aún persisten enquistados personajes afines a la derecha y las prefecturas de oriente. Fernández continúa recluido en el penal de San Pedro de la Paz, en cuyo entorno se mantienen en vigilia cientos de campesinos e indígenas, liderados por la organización aymara Ponchos Rojos. "No dejaremos que el chacal salga vivo de aquí", han advertido.
"Falta mucha sangre"
"Esos ‘cambas’ no se saldrán con la suya ¡vamos a darles su merecido, carajos, todos somos Evo Morales!, grita una mujer indígena en la plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, en un debate público que reúne a jóvenes, ancianos, campesinos e indios, durante todo el día.
Son tertulias públicas que se vienen repitiendo alrededor de paneles informativos, televisores encendidos y mesas de debate. "No podemos confiarnos del apoyo que han dicho dar los Estados de los países hermanos. ¿Acaso ellos vendrán a dar su sangre por el pueblo boliviano?", interpela una mujer en medio de una discusión respecto de cómo "debemos defender el Gobierno revolucionario del compañero Evo". La escena se repite en La Paz. A un costado de la plaza San Francisco, un grupo de hombres toma decisiones sobre su accionar para impedir la "ofensiva golpista de los ‘cambas’".
Detractores existen, pero son más cautos a la hora de pronunciarse. Cristián, estudiante de clase media, dice que la política no es lo suyo. Que si bien ha notado mejorías tras la llegada de Evo Morales al poder, considera que es un Gobierno autoritario, que quiere "cambiar las cosas sin respetar lo que piensan en las otras regiones".
Más directo es un camarógrafo de un canal privado de televisión, apostado en la Casa Campestre tras la llegada del Mandatario al lugar de reuniones. En medio de las corridas del aparato de seguridad se nos impide acercarnos. "Siempre es así este indio. Esto es una dictadura. Nos viven correteando y golpeando", advierte el trabajador de prensa.
Omite, sí, en su relato la férrea oposición que desarrollan los medios de comunicación desde que Morales es Mandatario. Historietas, caricaturas y ridiculizaciones son comunes en noticiarios y programas de debate político de la televisión local. La prensa escrita no se queda y privilegia el acento en la polarización que vive el país, frente a un plan comunicacional del Gobierno que cuenta a su haber con Canal 7 Televisión Boliviana objeto de ataques a sus instalaciones en Cochabamba tras los hechos de Pando y Radio Patria Nueva. La confrontación mediática es sin pelos en la lengua.
Las dificultades que ha enfrentado Evo Morales en casi tres años de gestión no sólo han derivado en una fuerte polarización social. Los obstáculos han puesto en evidencia también los duros desafíos en materia social. En las calles es poderosa la esperanza de los bolivianos que históricamente fueron postergados.
"Ha habido mejorías en Bolivia desde que asumió Evo", es la impresión de Samuel, un trabajador paceño que comulga con el Gobierno, pero declara no ser masista. Ejemplifica las mejorías con el bono "Renta dignidad", impulsado por el Gobierno para ir en beneficio de ancianos y minusválidos. También con el bono "Juancito Pinto", impuesto por decreto gubernamental a principios de año para apoyar a poco más de un millón de escolares pobres de primero a sexto básico.Pero para Samuel son mejorías que suponen un cambio más profundo. También para el funcionario público Néstor Duchen, 42 años, quien señala que lo ocurrido en Pando es parte de un escenario de desestabilización propiciado por quienes no quieren una nueva Bolivia. Una contingencia que, a su juicio, debe ser frenada a tiempo. "Se va a frenar, porque el pueblo está con una sed de justicia. Si no hacen justicia con ese señor que dirigió la masacre de Pando, el pueblo se va a levantar. Ahora bien, tenemos la esperanza de cambios en Bolivia, pero para que ese cambio ocurra se necesita mucha sangre".
El poder autonómico del que han gozado históricamente las administraciones departamentales de la Bolivia oriental sufrirá un cambio radical. Así lo plantea la nueva Constitución Política del Estado (CPE) que el Gobierno de Evo Morales pretende someter a aprobación a fines del presente año.
Y ha sido esa la piedra de tope que ha marcado la tónica de un diálogo ya de varios días, que el Mandatario altiplánico ha impulsado en un intento por "pacificar a Bolivia", tras los sangrientos hechos ocurridos en Pando, en el límite con Brasil, que costaron la vida a 19 campesinos y estudiantes afines al Gobierno, a manos de hombres armados pertenecientes a la Prefectura (intendencia).
El día jueves se vencía el plazo que el Presidente Evo Morales les dio a los prefectos opositores, antes de viajar a Nueva York para tomar parte en la Asamblea de Naciones Unidas celebrada esta semana. Sin embargo, el tema autonómico sigue siendo el punto crítico que impide un acuerdo político que, incluso, cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
Lo cierto es que el 15 de octubre es el plazo fatal. Para entonces, tanto el Gobierno como el movimiento social campesino e indígena han advertido a la derecha que no habrá más esperas. Eso, aunque el trabajo de las mesas técnicas se retomará hoy, para acordar un documento que este lunes será revisado en una plenaria que una vez más pondrá cara a cara a Evo Morales y su más férreos detractores.
Sin embargo, la impaciencia de los indígenas y campesinos comienza a agotarse. Si bien el jueves último la decisión de levantar los bloqueos de rutas que conducen a Santa Cruz, el bastión de los "cambas", dio una tregua necesaria y propicia para alcanzar un acuerdo, ayer un masivo encuentro popular en los alrededores de Cochabamba determinó que si este lunes los prefectos no firman la propuesta gubernamental, rodearán la Casa Campestre, donde se celebran las conversaciones, y no dejarán salir a los representantes de la Medialuna.
El duro camino del indio
No sirvió la alta votación que llevó a Evo Morales a ocupar el Palacio Quemado de La Paz, hace dos años y medio ya. Tampoco el aplastante 63% que en agosto pasado rechazó la intención de revocar el mandato del primer indio que gobierna Bolivia. Pese al masivo apoyo a Morales, incluso en las regiones del oriente, como quedó demostrado en el referéndum revocatorio, la oposición no ha bajado los brazos.
La llamada "masacre de Cobija y Fuadelfia", poblados rurales fronterizos, fue el punto cúlmine de lo que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha denominado un itinerario de desestabilización golpista emprendido por la derecha terrateniente desde que Evo Morales asumió el mando. Una secuencia de sedición, a decir de los masistas, precedida por las sangrientas "guerras del gas y del agua", que tuvieron como protagonistas a miles de bolivianos volcados en la calles defendiendo las decisiones políticas de la nueva administración, destinadas a nacionalizar los recursos naturales, duramente resistidas por los gobiernos locales controlados por la derecha.
El trabajo de la Asamblea Constituyente en la redacción de una nueva carta magna sufrió también los sinsabores de la tozudez opositora, y la administración de Evo Morales se vio en la obligación de ceder un poco y sentarse a la mesa. Eso a pesar de las críticas del principal sustento de su gestión: los movimientos sociales indígeno-campesinos.
"[Los prefectos] no quieren nueva Constitución Política, y eso el país y la comunidad internacional tienen que saberlo. En la medida en que se vaya esclareciendo que ellos quieren hurgar el nuevo texto constitucional, es ahí donde se van a equivocar. Y van a encontrar en un Gobierno como el nuestro firmeza en varios temas que no los vamos a revisar con la minoría. No ha sido cómodo que hayan tenido que morir personas, que las sesiones de la Asamblea Constituyente hayan tenido que hacerse en un liceo militar y luego trasladarse a Oruro para concluir su trabajo. Y todo por la torpe, obtusa y miope actuación de la elite local, que ha pretendido marcarle el rumbo a la mayoría nacional", dijo el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, consultado por LND en Cochabamba.
De Sucre a Pando
En el itinerario, los bolivianos cuentan con estupor los hechos captados por una cámara de televisión en Sucre, que mostraba a los "cambas" obligando a campesinos e indios a arrodillarse en la plaza principal y besar la bandera departamental sucreña, al grito de "¡viva la capitalía!".
Entonces vino lo de Pando. La activa movilización indígeno-campesina que ha acompañado la gestión de Evo Morales ha sido clave en un proceso de cambio que incluso sorprende a los propios bolivianos. "Nunca antes los indios tuvieron la oportunidad de expresarse. No podían entrar a las plazas, porque allí eran correteados por los ‘cambas’. ¡Sal de aquí, indio de mierda, ‘colla’ carajo, les gritaban. A eso estaban acostumbrados los pobres y los indios de este país", dice Juan Soriano, un taxista cochabambino.
Una asamblea campesina convocó cientos de campesinos en Pando el pasado 11 de septiembre. Cuando se acercaban a Cobija, capital pandina, fueron atacados por civiles armados. Los hechos se sucederían en las siguientes 72 horas en el poblado de Filadelfia.
En la masacre participaron funcionarios de la prefectura, hasta entonces gobernada por Leopoldo Fernández, hoy preso en una cárcel de La Paz y sindicado como el principal responsable de la masacre.
"Intenté cubrir a mis camaradas, porque nuestra labor fue detener el enfrentamiento, proteger a todos. Cuando me protegía tras el carro [camioneta] fui alcanzado por un tiro calibre 22 en el omóplato", relata, sentado en la cama 401 del Hospital Obrero de La Paz, el policía Silverio Campos, de 38 años, herido en el poblado de Fuadelfia.
La detención de Fernández, bautizado a partir de entonces como el "Carnicero de Pando", apaciguó los ánimos por un momento. A poco de su detención y traslado a La Paz, la fiscalía pidió que el acusado fuera conducido a Sucre, lo que generó un choque interpretativo entre el Gobierno y la Corte Suprema. El propio Presidente Morales se encargó de advertir a los jueces del máximo tribunal antes de irse a Naciones Unidas: "Quiero pedir a la Corte Suprema que escuche lo que pide el pueblo boliviano y los familiares de las víctimas. No es posible que algunos poderes del Estado, como el Poder Judicial, traten de liberar a personas implicadas en estos delitos".
Pando cuenta desde la semana pasada con un nuevo prefecto, el almirante Landelino Bandeira, designado por Morales, en un hecho que fue interpretado como una señal hacia la Fuerzas Armadas, con cuyo alto mando se reunió el Mandatario boliviano a primera hora del pasado lunes, antes de salir a Nueva York. La casa quedaba en orden.
El Gobierno boliviano consiguió doblarle la mano al Poder Judicial, en cuyo seno aún persisten enquistados personajes afines a la derecha y las prefecturas de oriente. Fernández continúa recluido en el penal de San Pedro de la Paz, en cuyo entorno se mantienen en vigilia cientos de campesinos e indígenas, liderados por la organización aymara Ponchos Rojos. "No dejaremos que el chacal salga vivo de aquí", han advertido.
"Falta mucha sangre"
"Esos ‘cambas’ no se saldrán con la suya ¡vamos a darles su merecido, carajos, todos somos Evo Morales!, grita una mujer indígena en la plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, en un debate público que reúne a jóvenes, ancianos, campesinos e indios, durante todo el día.
Son tertulias públicas que se vienen repitiendo alrededor de paneles informativos, televisores encendidos y mesas de debate. "No podemos confiarnos del apoyo que han dicho dar los Estados de los países hermanos. ¿Acaso ellos vendrán a dar su sangre por el pueblo boliviano?", interpela una mujer en medio de una discusión respecto de cómo "debemos defender el Gobierno revolucionario del compañero Evo". La escena se repite en La Paz. A un costado de la plaza San Francisco, un grupo de hombres toma decisiones sobre su accionar para impedir la "ofensiva golpista de los ‘cambas’".
Detractores existen, pero son más cautos a la hora de pronunciarse. Cristián, estudiante de clase media, dice que la política no es lo suyo. Que si bien ha notado mejorías tras la llegada de Evo Morales al poder, considera que es un Gobierno autoritario, que quiere "cambiar las cosas sin respetar lo que piensan en las otras regiones".
Más directo es un camarógrafo de un canal privado de televisión, apostado en la Casa Campestre tras la llegada del Mandatario al lugar de reuniones. En medio de las corridas del aparato de seguridad se nos impide acercarnos. "Siempre es así este indio. Esto es una dictadura. Nos viven correteando y golpeando", advierte el trabajador de prensa.
Omite, sí, en su relato la férrea oposición que desarrollan los medios de comunicación desde que Morales es Mandatario. Historietas, caricaturas y ridiculizaciones son comunes en noticiarios y programas de debate político de la televisión local. La prensa escrita no se queda y privilegia el acento en la polarización que vive el país, frente a un plan comunicacional del Gobierno que cuenta a su haber con Canal 7 Televisión Boliviana objeto de ataques a sus instalaciones en Cochabamba tras los hechos de Pando y Radio Patria Nueva. La confrontación mediática es sin pelos en la lengua.
Las dificultades que ha enfrentado Evo Morales en casi tres años de gestión no sólo han derivado en una fuerte polarización social. Los obstáculos han puesto en evidencia también los duros desafíos en materia social. En las calles es poderosa la esperanza de los bolivianos que históricamente fueron postergados.
"Ha habido mejorías en Bolivia desde que asumió Evo", es la impresión de Samuel, un trabajador paceño que comulga con el Gobierno, pero declara no ser masista. Ejemplifica las mejorías con el bono "Renta dignidad", impulsado por el Gobierno para ir en beneficio de ancianos y minusválidos. También con el bono "Juancito Pinto", impuesto por decreto gubernamental a principios de año para apoyar a poco más de un millón de escolares pobres de primero a sexto básico.Pero para Samuel son mejorías que suponen un cambio más profundo. También para el funcionario público Néstor Duchen, 42 años, quien señala que lo ocurrido en Pando es parte de un escenario de desestabilización propiciado por quienes no quieren una nueva Bolivia. Una contingencia que, a su juicio, debe ser frenada a tiempo. "Se va a frenar, porque el pueblo está con una sed de justicia. Si no hacen justicia con ese señor que dirigió la masacre de Pando, el pueblo se va a levantar. Ahora bien, tenemos la esperanza de cambios en Bolivia, pero para que ese cambio ocurra se necesita mucha sangre".
UN PAÍS DIVIDIDO: PAZ ARMADA EN BOLIVIA
La convulsión política, las muertes y los enfrentamientos entre seguidores y opositores a Evo Morales instalaron en Bolivia el temor a nuevos estallidos de violencia o, incluso, a una guerra civil. Muchos toman ya ciertos recaudos: acumulan alimentos y agua, obtienen pasaportes y hay quienes compran armas.
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El miedo a que se instaure la guerra civil o a que reine una paz armada en Bolivia va alimentando una psicosis colectiva. El temor se ha instalado.
En los momentos de peores augurios, miles de bolivianos les sacaron el pasaporte a sus hijos menores para llevarlos fuera del país llegado el caso de una Yugoslavia altiplánica. Alguna gente está almacenando comida en sus despensas, los medios de comunicación compraron chalecos antibalas para sus periodistas y hay extranjeros prendidos del teléfono a la espera de que los llamen, desde sus consulados, para urgirlos a tomar una maleta pequeña y embarcarse en un avión contratado y ponerlos a buen recaudo.
La psicosis que estalló los días 11 y 12 con las muertes en Pando y la declaratoria de Estado de sitio en ese departamento aún hace de las suyas, porque los testimonios crudos de aquellas jornadas todavía pasean por los noticieros o corren de boca en boca como leyendas de terror. En Pando, como en Santa Cruz, epicentros de la barbarie desatada entre oficialistas y opositores por lo que, al parecer, son dos modelos irreconciliables de país, muchos se preparan para lo peor: en reuniones de amigos, unos revelan que comprarán armas por si algún "masista" intenta cruzar la puerta de su casa en son de guerra. Y en los mercados la gente anda buscando bidones grandes para almacenar agua porque, como las cooperativas proveedoras no son del gobierno, hay voces que dicen que, así como los contrarios a Evo Morales tomaron y saquearon una veintena de instituciones del Estado, los campesinos oficialistas que cercan la ciudad harán otro tanto con las proveedoras de agua.
Una aparente paz retornó al país después de que la furia y el odio se esforzaron este mes por tocar sus tambores de batalla. Pero Bolivia se nos muere. Así lo dijo el ex presidente Víctor Paz Estenssoro cuando, entre el desorden y las protestas callejeras, el país vivía la peor inflación de su historia en 1985, pocos años después de haber salido de las dictaduras. La frase quedó como una profecía perenne: analistas y políticos afirman que Bolivia agoniza y que está en el peor momento de su historia siempre.
Los testimonios coinciden en que, desde que retornó la democracia, ese 1982, el país vive en agonía. Y desde entonces, lo demostraron los hechos, este país que ahora tiene diez millones de habitantes en su suelo y casi tres millones regados en otros países se murió varias veces. Se murió a finales de los noventa, con la guerra por la coca, se murió en 2000, durante la guerra del agua, se murió en 2003, en medio de la guerra por el gas, y se murió este mes, cuando el odio y el desenfreno convulsionaron el departamento de Pando y perdieron la vida más de 30 bolivianos de uno y otro bando. Es decir, de quienes apoyan al gobierno indigenista de Evo Morales y de quienes apuestan a un país que dé el salto hacia las autonomías departamentales.
En términos concretos, lo que alborota la sangre del gobierno y de la oposición política es el manejo del poder. Guillermo Bedregal, viejo político de la derecha, heredero del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estensoro, entiende que el presidente lanzó una ofensiva para concentrar mayores dosis de poder y se ha topado con otros -con los gobernadores de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, zonas ricas en recursos naturales- que no están dispuestos a ser la cola de un león que reine a sus anchas en un país con ingentes reservas de gas natural bajo su suelo.
Bedregal considera que sólo hay dos opciones en esta cruzada: la guerra civil o un acuerdo donde ambas partes se avengan a ceder algo. El país ya probó algunas cucharadas de ambas posibilidades. A casi tres años del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), los bolivianos se trenzaron a palos y balas en por lo menos cuatro oportunidades. Los muertos son más de cincuenta. Evo y la oposición se sentaron en la misma mesa media docena de veces, por lo general después de enterrar a las víctimas, pero nunca lograron pacificar al país por largo tiempo.
Víctor Hugo Cárdenas, el primer vicepresidente indígena que tuvo Bolivia -gobernó junto con Gonzalo Sánchez de Lozada entre 1993 y 1997-, cree que es difícil llegar a acuerdos duraderos en el país porque, en esencia, el gobierno quiere imponer por Constitución un modelo indigenista socialista que es rechazado por la oposición: los gobernadores de los departamentos contrarios a Evo Morales advierten que, con el socialismo indigenista, quienes tendrán mayores derechos y beneficios del Estado serán los "originarios", mientras que el resto quedará a merced de la otra mitad. Porque según el censo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2001, los originarios son el 50 por ciento de la población boliviana, algo más de cuatro millones de quechuas, aymaras y guaraníes, entre otros.
Esto no acaba allí. Para el sociólogo José Mirtembaun, con el modelo de Evo Morales desaparecerá el concepto de república boliviana y se construirá el perfil de "un ciudadano para el Estado". Esto es, militantes de la estructura estatal. "Acabo de enterarme de que hay un proyecto de ley que obligará a que las personas de entre 17 y 55 años estén listos para ser convocados a los cuarteles para defender al gobierno ante cualquier amenaza interna o externa. Es una copia del viejo modelo que se intentó aplicar en la Unión Soviética, y que fracasó porque quita el espíritu del libre albedrío", señaló el académico.
El yugo colonial
Pero para Morales, lo que busca su modelo es reivindicar a una población que estuvo sometida, durante más de 500 años, al yugo de la colonia española y a los ricos del país. Con la aprobación de una nueva Constitución se pretende dar lugar a un sistema económico plural, que recorte drásticamente los efectos del neoliberalismo vigente desde 1985. Se daría lugar, además, a la economía comunitaria que caracterizó al mundo rural del occidente del país. Para los críticos esto significaría volver al viejo sistema del trueque.
El presidente dice que su intención es mejorar la distribución de la riqueza, hoy anclada en un escenario en el que, según un informe de 2001 de la Cepal, la quinta parte de las familias más acomodadas del país recibe un ingreso que es 50 veces más alto que el de la quinta parte de las familias más pobres. Esta figura no ha cambiado hasta ahora, asegura el presidente del Colegio Nacional de Economistas, Waldo López: según el INE -detalla-, la pobreza afecta al 67,3 por ciento de la población, con un 34,5 por ciento de pobreza extrema de acuerdo con estimaciones de 2006 del Plan Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien. Otra línea de fractura es la que hace que los departamentos del oriente y parte de los valles del país tengan, en promedio, un nivel de ingreso per cápita muy por encima del obtenido por los departamentos del occidente. El ingreso promedio de un habitante de Tarija, por ejemplo, donde está la mayor reserva de gas de Bolivia, es tres o cuatro veces más alto que el del poblador promedio de Potosí.
"Pero todo esto no es motivo para que el presidente quiera implementar un poder hegemónico", se queja el jurista Darwin Prado Paz, otro de los tantos bolivianos que duermen con el Jesús en la boca. Lamenta que las batallas de septiembre no hayan terminado y que la aparente paz que ahora cabalga por las calles del país sea tan frágil como una mesa de cristal barato. ¿Por qué? Porque los temas que se están debatiendo -afirma-, la autonomía departamental y la nueva Constitución, prácticamente definirán al nuevo Estado y, en esta batalla de tire y afloje, el débil hilo de la tregua puede romperse en mil pedazos. "Si se rompe el diálogo, puede haber convulsión generalizada", advierte.
También cree que, si Evo Morales no lleva a cabo la revolución que ha prometido a los indígenas del país, el presidente se cae o lo tumban. Prado Paz, un viejo militante de la extinta Acción Democrática Nacionalista, del fallecido Hugo Banzer Suárez, dice que la inestabilidad nacional ronda debido a que el poder del presidente está en las bases, y que éstas gobiernan desde los sindicatos.
Esther Morales, la hermana del presidente, fue una de las primeras en señalar, públicamente, el riesgo de que la masa que ahora está enamorada de Evo se convierta en su verdugo. Teme que sus adulones le den la espalda a su hermano y, de un día para el otro, lo bajen del trono, como ocurrió con Gonzalo Sánchez de Lozada. Ese temor, según Mirtembaun, puede materializarse el día que los militantes se sientan descontentos y decepcionados si ven incumplidas las promesas de campaña. Acaso por eso el presidente habló de un golpe fascista y racista, encabezado por los cívicos que lo critican, aludió a una conspiración en marcha desde inicios de su mandato y anunció a sus seguidores que "este indio se va a quedar por mucho tiempo", a la vez que los animaba a luchar por el cambio revolucionario o morir en el intento. Patria o muerte es su consigna.
Hay pronósticos de todo tipo. El analista político Angel Sandoval Salas es de los que creen que el país está sumergido en una tensión que, en el momento menos pensado, puede deparar cosas peores que las ya vividas. Pero Mario Cossio, gobernador de Tarija y uno de los estrategas del Consejo Nacional Democrático (Conalde), que reúne la propuesta de autonomía departamental y el rechazo a la constitución indigenista, trata de apaciguar el tono bélico: afirma que un acuerdo duradero es todavía posible.
Mientras, el departamento de Cobija y la ciudad de Pando viven sus días en un ambiente de paz armada, amparada en el estado de sitio que decretó Evo Morales el viernes 12 de septiembre. Por temor a los militares a cargo del ministro de la Presidencia -Juan Ramón Quintana-, que entraron a patadas y haciendo detonar granadas de guerra en las casas de los dirigentes opositores, más de 200 habitantes cruzaron a Brasil en busca de refugio, a los pueblos de Brasilea y Epitaselandia.
Hay voces, como la de la Iglesia Católica, que llaman a la pacificación de Bolivia. Pero la tensión está en las calles de este país. No se apaga aún el temor a otro septiembre enlutado.
Por Roberto Navia Gabriel
La concertación es la salida
Bolivia atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia republicana. El necesario proyecto de cambio ha sido mal encarado. Cambio e inmovilismo se entremezclan, en medio de la confrontación y la intolerancia. La política ha sido tomada por las calles y la desinstitucionalización es casi total. Hemos perdido a los árbitros y, como nunca antes, hemos roto todo vínculo de sometimiento a la ley.
En el lado positivo, aún es posible salvar el proyecto de cambio si se recupera la racionalidad y se entiende que cambio ahora es democracia y no revolución; inclusión plena y autonomías plenas son el desafío. El momento económico de bonanza sin precedentes en más de un siglo aún está allí y es posible aprovecharlo si se gira 90 grados en la gestión y se entiende cuál debe ser la inserción de Bolivia en el mundo. El tema inflación y empleo son, sin embargo, dos materias pendientes difíciles de resolver, al igual que el camino irreflexivo hacia un agigantamiento estatal, sin norte ni coherencia alguna.
Todavía las fuerzas en pugna creen en la derrota total del adversario como única posibilidad. Eso no tiene sentido. La respuesta es la concertación, y la concertación llegará porque el país tiene un límite de paciencia que se agotará. Es posible pensar en un acuerdo.
Hoy, la crisis es más profunda que nunca, porque antes se pensaba que era un tema de cambio de gobierno, pero hoy se sabe que era y es una crisis de Estado, de la que todos somos responsables. El ciudadano de a pie tiene que devolver la política a donde debe estar, en los tres poderes que nos representan, y demandar lo justo a partir de los mecanismos que la ley le da y no a través del desquiciamiento de los paros, huelgas, amenazas, bloqueos y ultimátum que desde hace ocho años asfixian a Bolivia gravemente. El empate catastrófico se está agotando y vamos hacia una resolución. Lo único deseable es que ésta se de no por la violencia sino por la concertación.
Partidarios de Morales esperan movilizados resultados del diálogo
EL “EJÉRCITO” DE EVO YA ESTÁ EN LAS CALLES
Bolivia ha vivido semanas cruciales. Tras la masacre de campesinos en el norte del país, la tensión social y política llegó a su punto más álgido. Una ofensiva opositora denunciada como un intento de golpe de Estado fue contrarrestada por una estrategia política que concitó el respaldo internacional, pero también el movimiento social indígena-campesino que sostiene al Jefe de Estado. En las calles de Bolivia se siente el apoyo político al primer indio en ocupar la Presidencia.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
En el café El Griego, de Cochabamba, cuatro mujeres juegan silenciosas a la "loba", un juego de cartas parecido al carioca. Es casi el mismo silencio que comienza a abrazar la ciudad, cerca de la medianoche del jueves. Hace algunas horas, el diálogo iniciado por el Gobierno de Evo Morales con los prefectos de la Medialuna como se denomina el lado oriente de Bolivia que componen las regiones de Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz, Trinidad, Beni y Pando ha quedado nuevamente truncado.
El poder autonómico del que han gozado históricamente las administraciones departamentales de la Bolivia oriental sufrirá un cambio radical. Así lo plantea la nueva Constitución Política del Estado (CPE) que el Gobierno de Evo Morales pretende someter a aprobación a fines del presente año.
Y ha sido esa la piedra de tope que ha marcado la tónica de un diálogo ya de varios días, que el Mandatario altiplánico ha impulsado en un intento por "pacificar a Bolivia", tras los sangrientos hechos ocurridos en Pando, en el límite con Brasil, que costaron la vida a 19 campesinos y estudiantes afines al Gobierno, a manos de hombres armados pertenecientes a la Prefectura (intendencia).
El día jueves se vencía el plazo que el Presidente Evo Morales les dio a los prefectos opositores, antes de viajar a Nueva York para tomar parte en la Asamblea de Naciones Unidas celebrada esta semana. Sin embargo, el tema autonómico sigue siendo el punto crítico que impide un acuerdo político que, incluso, cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
Lo cierto es que el 15 de octubre es el plazo fatal. Para entonces, tanto el Gobierno como el movimiento social campesino e indígena han advertido a la derecha que no habrá más esperas. Eso, aunque el trabajo de las mesas técnicas se retomará hoy, para acordar un documento que este lunes será revisado en una plenaria que una vez más pondrá cara a cara a Evo Morales y su más férreos detractores.
Sin embargo, la impaciencia de los indígenas y campesinos comienza a agotarse. Si bien el jueves último la decisión de levantar los bloqueos de rutas que conducen a Santa Cruz, el bastión de los "cambas", dio una tregua necesaria y propicia para alcanzar un acuerdo, ayer un masivo encuentro popular en los alrededores de Cochabamba determinó que si este lunes los prefectos no firman la propuesta gubernamental, rodearán la Casa Campestre, donde se celebran las conversaciones, y no dejarán salir a los representantes de la Medialuna.
El duro camino del indio
No sirvió la alta votación que llevó a Evo Morales a ocupar el Palacio Quemado de La Paz, hace dos años y medio ya. Tampoco el aplastante 63% que en agosto pasado rechazó la intención de revocar el mandato del primer indio que gobierna Bolivia. Pese al masivo apoyo a Morales, incluso en las regiones del oriente, como quedó demostrado en el referéndum revocatorio, la oposición no ha bajado los brazos.
La llamada "masacre de Cobija y Fuadelfia", poblados rurales fronterizos, fue el punto cúlmine de lo que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha denominado un itinerario de desestabilización golpista emprendido por la derecha terrateniente desde que Evo Morales asumió el mando. Una secuencia de sedición, a decir de los masistas, precedida por las sangrientas "guerras del gas y del agua", que tuvieron como protagonistas a miles de bolivianos volcados en la calles defendiendo las decisiones políticas de la nueva administración, destinadas a nacionalizar los recursos naturales, duramente resistidas por los gobiernos locales controlados por la derecha.
El trabajo de la Asamblea Constituyente en la redacción de una nueva carta magna sufrió también los sinsabores de la tozudez opositora, y la administración de Evo Morales se vio en la obligación de ceder un poco y sentarse a la mesa. Eso a pesar de las críticas del principal sustento de su gestión: los movimientos sociales indígeno-campesinos.
"[Los prefectos] no quieren nueva Constitución Política, y eso el país y la comunidad internacional tienen que saberlo. En la medida en que se vaya esclareciendo que ellos quieren hurgar el nuevo texto constitucional, es ahí donde se van a equivocar. Y van a encontrar en un Gobierno como el nuestro firmeza en varios temas que no los vamos a revisar con la minoría. No ha sido cómodo que hayan tenido que morir personas, que las sesiones de la Asamblea Constituyente hayan tenido que hacerse en un liceo militar y luego trasladarse a Oruro para concluir su trabajo. Y todo por la torpe, obtusa y miope actuación de la elite local, que ha pretendido marcarle el rumbo a la mayoría nacional", dijo el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, consultado por LND en Cochabamba.
De Sucre a Pando
En el itinerario, los bolivianos cuentan con estupor los hechos captados por una cámara de televisión en Sucre, que mostraba a los "cambas" obligando a campesinos e indios a arrodillarse en la plaza principal y besar la bandera departamental sucreña, al grito de "¡viva la capitalía!".
Entonces vino lo de Pando. La activa movilización indígeno-campesina que ha acompañado la gestión de Evo Morales ha sido clave en un proceso de cambio que incluso sorprende a los propios bolivianos. "Nunca antes los indios tuvieron la oportunidad de expresarse. No podían entrar a las plazas, porque allí eran correteados por los ‘cambas’. ¡Sal de aquí, indio de mierda, ‘colla’ carajo, les gritaban. A eso estaban acostumbrados los pobres y los indios de este país", dice Juan Soriano, un taxista cochabambino.
Una asamblea campesina convocó cientos de campesinos en Pando el pasado 11 de septiembre. Cuando se acercaban a Cobija, capital pandina, fueron atacados por civiles armados. Los hechos se sucederían en las siguientes 72 horas en el poblado de Filadelfia.
En la masacre participaron funcionarios de la prefectura, hasta entonces gobernada por Leopoldo Fernández, hoy preso en una cárcel de La Paz y sindicado como el principal responsable de la masacre.
"Intenté cubrir a mis camaradas, porque nuestra labor fue detener el enfrentamiento, proteger a todos. Cuando me protegía tras el carro [camioneta] fui alcanzado por un tiro calibre 22 en el omóplato", relata, sentado en la cama 401 del Hospital Obrero de La Paz, el policía Silverio Campos, de 38 años, herido en el poblado de Fuadelfia.
La detención de Fernández, bautizado a partir de entonces como el "Carnicero de Pando", apaciguó los ánimos por un momento. A poco de su detención y traslado a La Paz, la fiscalía pidió que el acusado fuera conducido a Sucre, lo que generó un choque interpretativo entre el Gobierno y la Corte Suprema. El propio Presidente Morales se encargó de advertir a los jueces del máximo tribunal antes de irse a Naciones Unidas: "Quiero pedir a la Corte Suprema que escuche lo que pide el pueblo boliviano y los familiares de las víctimas. No es posible que algunos poderes del Estado, como el Poder Judicial, traten de liberar a personas implicadas en estos delitos".
Pando cuenta desde la semana pasada con un nuevo prefecto, el almirante Landelino Bandeira, designado por Morales, en un hecho que fue interpretado como una señal hacia la Fuerzas Armadas, con cuyo alto mando se reunió el Mandatario boliviano a primera hora del pasado lunes, antes de salir a Nueva York. La casa quedaba en orden.
El Gobierno boliviano consiguió doblarle la mano al Poder Judicial, en cuyo seno aún persisten enquistados personajes afines a la derecha y las prefecturas de oriente. Fernández continúa recluido en el penal de San Pedro de la Paz, en cuyo entorno se mantienen en vigilia cientos de campesinos e indígenas, liderados por la organización aymara Ponchos Rojos. "No dejaremos que el chacal salga vivo de aquí", han advertido.
"Falta mucha sangre"
"Esos ‘cambas’ no se saldrán con la suya ¡vamos a darles su merecido, carajos, todos somos Evo Morales!, grita una mujer indígena en la plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, en un debate público que reúne a jóvenes, ancianos, campesinos e indios, durante todo el día.
Son tertulias públicas que se vienen repitiendo alrededor de paneles informativos, televisores encendidos y mesas de debate. "No podemos confiarnos del apoyo que han dicho dar los Estados de los países hermanos. ¿Acaso ellos vendrán a dar su sangre por el pueblo boliviano?", interpela una mujer en medio de una discusión respecto de cómo "debemos defender el Gobierno revolucionario del compañero Evo". La escena se repite en La Paz. A un costado de la plaza San Francisco, un grupo de hombres toma decisiones sobre su accionar para impedir la "ofensiva golpista de los ‘cambas’".
Detractores existen, pero son más cautos a la hora de pronunciarse. Cristián, estudiante de clase media, dice que la política no es lo suyo. Que si bien ha notado mejorías tras la llegada de Evo Morales al poder, considera que es un Gobierno autoritario, que quiere "cambiar las cosas sin respetar lo que piensan en las otras regiones".
Más directo es un camarógrafo de un canal privado de televisión, apostado en la Casa Campestre tras la llegada del Mandatario al lugar de reuniones. En medio de las corridas del aparato de seguridad se nos impide acercarnos. "Siempre es así este indio. Esto es una dictadura. Nos viven correteando y golpeando", advierte el trabajador de prensa.
Omite, sí, en su relato la férrea oposición que desarrollan los medios de comunicación desde que Morales es Mandatario. Historietas, caricaturas y ridiculizaciones son comunes en noticiarios y programas de debate político de la televisión local. La prensa escrita no se queda y privilegia el acento en la polarización que vive el país, frente a un plan comunicacional del Gobierno que cuenta a su haber con Canal 7 Televisión Boliviana objeto de ataques a sus instalaciones en Cochabamba tras los hechos de Pando y Radio Patria Nueva. La confrontación mediática es sin pelos en la lengua.
Las dificultades que ha enfrentado Evo Morales en casi tres años de gestión no sólo han derivado en una fuerte polarización social. Los obstáculos han puesto en evidencia también los duros desafíos en materia social. En las calles es poderosa la esperanza de los bolivianos que históricamente fueron postergados.
"Ha habido mejorías en Bolivia desde que asumió Evo", es la impresión de Samuel, un trabajador paceño que comulga con el Gobierno, pero declara no ser masista. Ejemplifica las mejorías con el bono "Renta dignidad", impulsado por el Gobierno para ir en beneficio de ancianos y minusválidos. También con el bono "Juancito Pinto", impuesto por decreto gubernamental a principios de año para apoyar a poco más de un millón de escolares pobres de primero a sexto básico.
Pero para Samuel son mejorías que suponen un cambio más profundo. También para el funcionario público Néstor Duchen, 42 años, quien señala que lo ocurrido en Pando es parte de un escenario de desestabilización propiciado por quienes no quieren una nueva Bolivia. Una contingencia que, a su juicio, debe ser frenada a tiempo. "Se va a frenar, porque el pueblo está con una sed de justicia. Si no hacen justicia con ese señor que dirigió la masacre de Pando, el pueblo se va a levantar. Ahora bien, tenemos la esperanza de cambios en Bolivia, pero para que ese cambio ocurra se necesita mucha sangre".
LA INVESTIGACIÓN POLICIAL REVELA QUE LEOPOLDO FERNÁNDEZ ORDENÓ EJECUTAR A LOS CAMPESINOS MUERTOS EN PANDO
Grupos defensores de los Derechos Humanos en Bolivia, el Defensor del Pueblo, las autopsias realizadas por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), la declaración del principal acusado y los testimonios de las víctimas confirmaron que el 11 de septiembre en Pando ocurrió una masacre planificada y ejecutada, y no un enfrentamiento.
El Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
El 11 de septiembre en Pando, los enfrentamientos entre partidarios y opositores del Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, ocasionaron la muerte a ocho personas e hirieron a otras 34. Sin embargo, la investigación ha revelado que un grupo armado disparó contra los campesinos sin causa justificada, provocando una masacre de campesinos desarmados.
Las evidencias señalan que un puente ubicado a siete kilómetros de Porvenir fue el escenario de la masacre, donde cientos de campesinos marchaban hacia Cobija en protesta de la violencia impulsada por el prefecto Leopoldo Fernández. Los testimonios e indicios señalan que paramilitares entrenados y financiados por Fernández arremetieron el jueves 11 contra la gente indefensa.
"Estos funcionarios y sicarios se dieron a la cobarde acción de ametrallar a los campesinos, mujeres, niños, ancianos y a los estudiantes normalistas con asiento en Filadelfia", señala el informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB).
Otro elemento que confirma la masacre de campesinos, son las autopsias que efectuaron los peritos de la Fuerza Especial de la Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la ciudad de Cobija, quienes establecieron que los campesinos y estudiantes fueron golpeados, tiroteados y estrangulados.
Por su parte, el juez de Instrucción del juzgado de lo Penal, Williams Dávila Salcedo, reveló que Leopoldo Fernández ordenó el uso de vehículos de la Prefectura para que los armados fueran a reprimir a los campesinos que marchaban hacia Cobija, supuestamente para generar disturbios.
Opinión
BOLIVIA: EL EXPLOSIVO PROBLEMA DE LA TIERRA
La Primera de Perú (www.diariolaprimeraperu.com)
Acabo de estar en Bolivia durante una veintena de días. Primero en Santa Cruz de la Sierra desde el día 9 de este mes cuando mercenarios de la llamada Unión Juvenil Cruceña (UJC), fuerza de choque vinculada al prefecto departamental Rubén Costas y turbas del Comité Cívico Pro Santa Cruz arrastradas por Branco Marinkovic ocuparon y saquearon las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Inra), el canal estatal de televisión y muchas otras instalaciones del Estado boliviano.
Los gritos de batalla de esas masas enardecidas, manipuladas por los narradores de la televisión que les iban indicando qué local quedaba por saquear, eran la defensa de la autonomía regional frente al centralismo del Estado colla, la devolución y recuperación del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH), “expropiado” por el gobierno de Evo Morales y la independencia de la “Nación Camba” frente a un Estado andinocéntrico poblado de indígenas que la Media Luna mantiene con sus impuestos.
Luego desde La Paz, consternado igual que miles y millones de personas, hemos visto las imágenes de la masacre contra campesinos e indígenas el 11 de este mes en “El Porvenir”, en el departamento de Pando, cuya autoría, según la policía y el Poder Judicial, corresponde a bandas de sicarios contratados por el ahora preso prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.
Bolivia es ahora un país en ebullición y transformación. Aunque el gobierno de Evo Morales ganó el referéndum revocatorio del 10 de agosto con el 67 por ciento de votos y tiene una correlación de fuerzas favorable, pero la derecha económica y política controla el Senado, el Poder Judicial, las prefecturas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija y el Ejército y la policía que deben jugar un rol arbitral en la disputa del poder están desgarrados por las tensiones de ambos lados.
Pero el carácter explosivo de la crisis tiene un fondo: la disputa por la tierra en la Amazonía boliviana, que representa el 70 por ciento del territorio del país. Sólo en Santa Cruz, 20 millones de hectáreas de ricas tierras están en manos de 3,700 familias de terratenientes con inmensos latifundios de soya, ganado y caña de azúcar.Es esta burguesía de la Media Luna, ligada a la derecha de La Paz y otras ciudades y a los intereses geopolíticos estadounidenses, que está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias en defensa de sus injustos privilegios sobre la tierra frente al anuncio de una reforma agraria y una nueva Constitución.
Análisis
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA CRISIS BOLIVIANA
Cuba Matinal de la Habana (www.cubamatinal.com)
La crisis que se arrastra en Bolivia casi desde que asumió el poder Evo Morales, es consecuencia directa del intento de imponer en el país sudamericano un modelo socializante de base marxista leninista, con vistas a extrapolar para el país andino el llamado “modelo cubano”, denominado eufemísticamente por Hugo Chávez como “Socialismo del Siglo XXI”.
Es importante destacar que detrás de ese nuevo nombre, está la conocida ‘revolución comunista’. La novedad consiste ahora en que trae aparejado un modo diferente de imponer la ‘dictadura del proletariado’. En todos los casos, esta nueva modalidad inicia el proceso con la elección democrática de un personero comprometido y financiado por Hugo Chávez --el iniciador de este mecanismo y que por la ventura de los tiempos detenta una extraordinaria riqueza petrolera-- después de lo cual se pasa a modificar a fondo la Constitución del país (supuestamente para dar mayor justicia social) en la que se imponen los principios totalitarios.
Lo que visto desde el exterior no es más que un proceso para dar más participación a las ‘masas excluidas’ dentro de un sistema democrático, en realidad es un asalto al poder político de los países donde se implanta, imponiendo la filosofía marxista leninista por “vía pacífica”.
El caso de Bolivia ha sido así. Evo Morales creó un Movimiento político compuesto en lo fundamental por una masa de campesinos analfabetos (indo-americanos) que durante toda la vida republicana se cansó de hacer oposición violenta (no armada) y se asoció con lo peor de la sociedad boliviana (ex-guerrilleros marxistas) para establecer “su” alianza nefasta y totalitaria.
Siguiendo el guión chavista, Evo Morales --ya en el poder-- convocó una Asamblea Constituyente en la cual no consiguió la mayoría necesaria para imponer su Constitución discriminatoria, viéndose en la necesidad de romper la legalidad democrática para hacer aprobarla de manera impuesta, dentro de un cuartel, sin la presencia de los opositores constituyentes, en medio de un fuerte repudio popular y de choques callejeros con la policía "evista" que arrojó varios muertos y lógicamente, sin los votos opositores que la validarían. No obstante eso, Evo Morales la presenta como siendo una Constitución ‘legalmente aprobada’.
Este fue el momento preciso que la oposición política boliviana --inconstitucionalmente excluida de sus derechos políticos-- dejó que sucediera sin apelar a las organizaciones internacionales a las que tenía derecho (como la OEA o la ONU, por ejemplo), dejando de mostrar ante el mundo la arbitrariedad que ahora Morales presenta como algo constitucionalmente legalizado.
Como que en el país sudamericano existen poderes que todavía Morales no ha podido someter, la oposición política presente en el Parlamento --y sobre todo en las provincias del país-- comenzó un movimiento de reacción al asalto evista, decidiendo una estrategia que ahora se muestra errática y poco clara ante el resto de Latinoamérica: la independencia departamental.
Claro que las provincias bolivianas tienen derecho un grado creciente de independencia, pero el intento de separase del poder político central dividiendo el país, ha sido el fantasma que Evo Morales ha esgrimido contra sus enemigos políticos, lo que al mismo tiempo ha impedido al ejército boliviano apoyar los intentos opositores de hacer valer la legalidad violada por Morales.
El error estratégico de la oposición boliviana ha sido elegir una bandera equivocada para luchar contra la dictadura marxista que Morales quiere imponer en Bolivia. No importa que los prefectos juren que no quieren dividir a Bolivia, sus reclamos secesionistas son presentados fácilmente por la propaganda evista como tendientes a esa dirección, en un continente donde el separatismo es fuertemente condenado y en un mundo que acaba de presenciar una guerra en Georgia precisamente por esa causa, casi espejándose en lo sucedido en Kosovo y Serbia.
No queremos desde estas líneas criticar a quienes defienden la democracia verdadera en Bolivia. Sabemos que la ideología de los prefectos opositores es democrática y que sus reclamos son justos. Sin embargo, toda línea política que se parezca al separatismo está condenada al fracaso en Bolivia, por dos razones básicas: primero, porque no habrá ejército nacional (contra el cual Evo Morales y Hugo Chávez también conspiran, como se sabe, por lo que sería teóricamente aliado de la oposición boliviana) que apoye algo que pudiera en el futuro implicar la división territorial del país; y en segundo lugar, porque los aliados de la izquierda radical de Evo Morales en Sudamérica están suficientemente organizados como para presentar el conflicto como un intento separatista oculto, y apoyar “el gobierno democráticamente electo de Evo Morales, contra una conspiración de la derecha boliviana de ‘kosovizar’ el país”.
Como era de esperar, Chávez llevó el conflicto a un escenario que le era favorable, UNASUR. A pesar de los llamados a la cordura de Lula da Silva para eliminar del conflicto boliviano las referencias despectivas a EUA y la interferencia externa -- a esas horas Hugo Chávez había amenazando con intervenir militarmente en Bolivia-- toda Sudamérica votó en pleno contra la oposición boliviana, cuya bandera oposicionista siquiera apareció, porque el peligro al que se temía era “al separatismo”, en un escenario cuidadosamente preparado por Chávez y Morales y al cual la propia oposición boliviana colaboró con sus reclamos de mayor autonomía.
Otros factores menores enturbiaron también la línea opositora, como la amenaza (parcialmente cumplida) de cortar el gas boliviano a Brasil, además de exigir un aumento del precio que Brasil paga a Bolivia por el gas, con lo cual empujaron al terreno de Morales al gobierno brasileño, junto con la opinión pública de ese influyente país sudamericano, aliado natural de Bolivia.
El precio del gas puede revisarse. Lo que no puede la oposición política boliviana es ganarse la animadversión del gobierno y la opinión pública brasileña (como se la ganaron) en medio de una lucha que tiene poco que ver con ese reclamo y en la que Brasil puede influir fuertemente.
Algo similar sucedió con Argentina y el gas boliviano. Aunque el gobierno argentino siempre ha estado más ceca de Evo Morales que el gobierno brasileño, la oposición boliviana perdió también la opinión pública gaucha con esa estrategia de cortar el gas argentino, sin acrecentar en ese lance absolutamente nada al terreno de su lucha por una Bolivia democrática.
En las circunstancias actuales, ya se ha perdido el rumbo de la razón implícita en los reclamos de la oposición y nada se habla, ni de la aprobación ilegal de la Constitución evista, ni de los asesinados en las protestas. Si bien el conflicto se inicia con la arbitrariedad de Morales haciendo aprobar una Constitución fuera de del proceso legal, el conflicto ahora aparece como una oposición contraria a la aprobación de una constitución legal. Mientras la oposición política a Morales no sepa aprovechar los puntos fuertes de sus reclamos y se presente como abanderados de la posible división territorial del país, el mundo no entenderá sus demandas.
Adicionalmente, y como elemento de provocación, Morales había suspendido el pago de los impuestos a la extracción de gas a las provincias rebeldes --más como un elemento a su favor-- en una futura mesa de negociaciones (que ahora viene a tono) que como una necesidad de su plan colectivista. Es claro que ahora Morales prometerá devolver el impuesto (o parte de él) para que se apruebe su ilegal Constitución, objetivo verdadero detrás de su estrategia.
Volver al punto de la legalidad constitucional y los muertos por la represión, es la única forma de evitar el desastre comunista en Bolivia, porque Morales cuenta con el apoyo financiero y militar de Chávez y toda la logística política y estratégica de Fidel Castro y su aparato asesor.
Opinión
INQUIETUD EN BOLIVIA POR "CUBANIZACIÓN"
Sendero de Peje España (www.senderodelpeje.com)
La influencia de asesores venezolanos y cubanos está tan enraizada en Bolivia que a sus habitantes les inquieta que se esté camino a una “cubanización” del país, en el marco del socialismo que promueve el gobierno de Evo Morales.
Notimex corroboró que hay muchos cubanos y venezolanos viviendo en Bolivia. Un ejemplo de esta realidad es el Registro Civil de la oriental ciudad de Santa Cruz, donde los funcionarios que sellan los documentos de identidad de los bolivianos tienen acento caribeño.
“Ellos no tienen nada qué hacer en el Registro Civil. Los venezolanos están controlando todo y de los cubanos ya ni se diga, ya que camuflan sus actividades políticas con asistencia social”, afirmó a Notimex Ruth Reyes, una empresaria boliviana.
Aseguró que ella recibió sus documentos de identidad de parte de un empleado de nacionalidad venezolana, lo cual “es inaudito porque ahora ellos tienen la información de todos los ciudadanos, lo cual se convierte en peligroso”.
Un médico del área de redes del Ministerio de Salud, que requirió el anonimato, afirmó que a las comunidades de Achupalla, Mecapata y Viacha llegaron médicos cubanos supuestamente expertos en atender emergencias en un desastre, “pero no sabían ni atender un parto”.
“Resulta que han enviado a muchas comunidades estudiantes cubanos de medicina que no realizaron trabajos de evaluación ni estudios epidemiológicos de las zonas que son afectadas por desastres naturales”, precisó el galeno boliviano.
Incluso, dijo, ha habido casos de negligencia médica por parte de los cubanos, a quienes no se les han fincado responsabilidades, “pero cuando nosotros cometemos un error nos echan del trabajo”.
Un médico cubano gana en Bolivia unos 400 dólares mensuales, una fuerte suma si se compara con los 20 dólares que cobran en Cuba. “No sabemos de dónde provenga dinero, pero lo cierto es que se está pagando a gente que supuestamente son especialistas en emergencias y desastres y en la práctica no han tenido capacidad de respuesta”, anotó el médico de la red de salud boliviana.
“Este país no será viable si hay influencia extranjera y si vamos camino a la cubanización. Ahora ya nos ha descertificado Estados Unidos (en la lucha contra el narcotráfico) y se vienen tiempos duros para Bolivia si se retira la cooperación internacional”, acotó.
El médico boliviano, que rechaza la forma de gobernar que tiene Morales, señaló que en los próximos años habrá un panorama incierto ya que, al no haber recursos financieros provenientes de la cooperación extranjera, no podrán ser tratadas varias enfermedades.
Según la oposición política boliviana, muchos de los médicos cubanos que residen en Bolivia son agentes de inteligencia a los cuales se les ve en algunas cafeterías portando computadoras portátiles de última generación.En Santa Cruz, por ejemplo, muchos venezolanos y cubanos llegan a los restaurantes. El color moreno de su piel y su acento los delata; algunos prefieren utilizar gorras de beisbolistas y tienen corte de pelo y porte militar. En esa región habrían por lo menos cuatro casas de seguridad que, según los empresarios del lugar, están ocupadas por agentes de la inteligencia cubana y venezolana, residencias que están provistas de grandes antenas parabólicas y están fuertemente resguardadas.
¿ADÓNDE VA BOLIVIA?
“…Los fascistas no pasarán, porque el pueblo los va a aplastar…”, arengan las masas paceñas en alusión a la derecha y Leopoldo Fernández (preso en San Pedro), prefecto de Pando, que dirigió el genocidio de 30 campesinos indefensos. Producto de esto, la ofensiva de masas campesinas, y del aislamiento internacional del fascismo, el golpismo fue derrotado y la derecha se ha sentado a “dialogar”. Todo parece regresar a la calma. Pero no todo lo que brilla es oro.
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
En verdad, esta parece una retirada estratégica del fascismo para recuperar fuerzas, descomprimir el Pacto de Unidad entre la Central Obrera Boliviana (COB), la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM), y el gobierno indígena, para luego salir a la ofensiva y derrocar al “indio”.
Y esto es verdad. Durante las últimas acciones directas populares como en el barrio Plan 3000 (con 300 mil pobladores aproximadamente), en Santa Cruz, donde se apaleó a los fascistas, las masas han intervenido independientemente. “...lo nuevo del proceso boliviano es que los sectores democráticos dentro del gobierno se han dado cuenta de que la derecha no quiere dialogar...”, comentó el periodista Miguel Lora.
No obstante, hasta ahora no existe ningún acuerdo sobre el diálogo, promovido por la UNASUR. Y es que la derecha está exigiendo la modificación de los aspectos fundamentales de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), como el aspecto del carácter pluricultural del Estado o la propiedad comunitaria de la tierra. “Nosotros no vamos a permitir ninguna otra modificación que no sea la autonomía…”, dijo Fidel Surco, dirigente de la CONALCAM (La Razón, 27-09-08).
En este sentido, la situación boliviana se asemeja a la chilena de la Unidad Popular cuando esta vacilaba mucho en enfrentar decididamente al fascismo. Y esto lo decimos porque después del referéndum que da el 67.5% de votos a Evo Morales, y la masacre de Pando, la correlación de fuerzas es hoy mucho más favorable al oficialismo.
“…En el oriente boliviano ya existen conatos de guerra civil. Si el gobierno no aprovecha la debilidad del fascismo para derrotarlo definitivamente, las masas lo van a desbordar…Nosotros vamos a realizar nuestro próximo ampliado nacional en el Plan 3000, que ya declaró su autonomía…”, comentó Pedro Montes, líder la histórica COB.
De este modo, la dialéctica de la revolución boliviana, expresa tres tendencias. Un golpe de Estado fascista exitoso, una revolución social de masas victoriosa o la guerra civil.
Análisis
BOLIVIA: NEGOCIACIÓN DESDE EL GENOCIDIO
Evo ha aceptado la negociación, pero el movimiento indígena y las centrales sindicales han dejado claro que no aceptaran ningún recorte en torno a la reforma agraria y la nacionalización de recursos.
Kaos en la Red (www.kaosenlared.net)
El jueves 11 de septiembre, Grupos de campesinos se dirigían hacia una concentración en el pueblo de Filadelfia (Pando), cuando fueron interceptados por funcionarios de la SEDCAM (policía del gobierno regional)a la altura de Porvenir .En emboscada matan a6 campesinos y resultan también muertas,dos personas de la prefactura. Poco después en volquetes y vehículos del gobierno llegan personas armadas con metralletas y todo tipo de armas de fuego. Son identificados sicarios peruanos y brasileños. Los campesinos masacrados huyen hacia el monte o cruzanel rio heridos.
El balance del genocidio es indeterminadoalrededor de 20 muertos, 30 heridos y 106 “desaparecidos”. Se inicia una ·”orgía” de violencia por parte de grupos armados desde la prefactura con persecución de dirigentes campesinos, asalto de armerías., ocupación de las sedes del gobierno,etc. Después de, llamémosle… vacilaciones, desobediencia al gobierno del estado o inoperancia activa por parte del ejército, finalmentese declara el estado de sitio.
El racismo, la violencia y el genocidio en los departamentos bolivianos de Santa Cruz (este), Tarija (sur), Beni (norte) y Pando se desarrollan en el contexto de una acción sistemática de la oligarquía junto a los responsables de estos departamentos para frenarlas iniciativas de los campesinos alentadas por el gobierno de Bolivia a fin de garantizar los derechos de las poblaciones indígenas.
Uno de los pilares de las reformas de Evo es la redistribución del poder territorial. En Bolivia 100 familias se reparten 30 millones de hectáreas. La media de estas fincas es aproximadamente 3 veces el tamaño de la isla de Menorca, unas 250.000 hectáreas. La etnia Aymara es la mayoritaria pero existen 36 naciones originarias., cuyos territorios coinciden o se inscriben en algunas de estas “fincas”. La constitución prevé limitar la propiedad a 5000 o 10.000 hectáreas (esta pendiente su aprobación en referéndum…), sea cual sea, la limitación esta medida acabaría con la estructura caciquil de la propiedad de la tierra que pasaría a ser propiedad publica y repartida entre los campesinos.
Esta es junto a la nacionalización de los recursos la razón fundamental de la rebelión de los “100 clanes”, que no dudaran en utilizar cualquier recurso y por supuesto la violencia para defender su privilegio secular.
No están dispuestos a negociar. La “autonomía” que defienden es la voluntad de no acatar las profundas transformaciones que ha impuesto la lucha del pueblo boliviano y que se reflejan en la nueva constitución. Estados Unidos encuentra en ellos un aliado para intentar detener el proceso que afecta a sus trasnacionales y que significa un peligrosísimo paso adelante contra el modelo que ellos plantean en América Latina.
El embajador de los Estados Unidos Philip Goldberg, que ya trabajó entre 1994 y 1996 como asistente especial del embajador Richard Holbrooke, uno de los estrategas de la desintegración de Yugoslavia y de la caída en 2000 del presidente Slobodan Milosevic, mantenía una actividad frenética e insultante con la oposición, Evo lo expulsa. Chávez a su vez hace lo mismo con su homónimo en Caracas al celebre grito de “Yankis de mierda, váyanse al carajo”,Después de la declaración el estado de sitio regional en Cobija.El ejercito detiene al prefecto de Pando, Leopoldo Fernandez, acusado, primero de la violación del toque de queda y después de la masacre decampesinos.
La gravedad de la situación hace que se convoque en Santiago de Chile, bajo la presidencia de Michel Bachelete, una cumbre extraordinaria de UNASUR, la recién creada organización para asuntos de defensa sudamericanos.
La Cumbre de UNASUR
A pesar del optimismomostrado por parte de Evo Morales y Chávez, sobre lo histórico del evento: “pleno respaldo al gobierno constitucional del presidente Morales, cuyo mandato fue ratificado por una amplia mayoría en el reciente referéndum” (punto 1)-
A pesar de que sus respectivos gobiernos “rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que implique un intento de golpe civil, la ruptura del orden institucional o que comprometa la integridad territorial de la República de Bolivia” (punto 2),Lula impuso su criterio que no es otro que mantener lo que el entiende como “orden institucional” en su país vecino.
Así, la condena de la masacre viene seguida de un llamamiento al dialogo entre gobierno y oposición. Los “intereses propios” de Brasil, no siempre sintonizan con el gobierno del MAS. Lula, no puede apoyar a la extrema derecha separatista y en realidad solo defiende los intereses de de la burguesía brasileña yPetrobrasil (principal inversor en Bolivia) . Lo último que le interesa es una desestabilización de la zona.
Un corte de suministro del gas que Bolivia le vende a Lula paralizaría la industria de este país y pondría en peligro el cultivo de la soja, donde 200 familias de agricultores brasileños se reparten el 35 % del “agronegocio” enel país andino.
Además de todo ello, la radicalización de la situación en Bolivia amenaza no solo las empresas brasileñas sino el mismo modelo de “capitalismo alternativo” a la hegemonía norteamericana que intenta capitanear Lula en el en la región.
Así, como era de esperar, la cumbre de Santiago de Chilea pesar de el apoyo formal a Evo resulta una maniobra que equilibra y le da un balón de oxigeno a la oligarquía de “La Media Luna” al promover el dialogo entre estos fascistas y un gobierno que acaba de recibir la ratificación del 67% de su electorado.
Venezuela fue la contrapartida prácticamente solitaria expulsandoal embajador norteamericano, en Venezuela,en solidaridad conBolivia,pero también como reacción al descubrimiento de la trama golpista ensu propio país.
Chavez presionó al resto de países a pronunciarse sobre el apoyo a Evo. De alguna manera puso en un compromiso a los gobernantes, que necesitan de su imagen nacionalista e izquierdista para el apoyo de su población.
El silencio de Uribe, (que dejo que otros hicieran el trabajo… para a lavar su imagen) el apoyo de Correa (en puertas del referéndum constitucional…) a la posición de Lulason otros aspectos relevantes de esta cumbre. Así, al final,no se incluyó una declaración explicita contra Estados Unidos como pedía Chávez.
La negociación
Evo ha aceptado la negociación, acordada o impuesta, por la cumbre de UNASUR, pero el movimiento indígena y las centrales sindicales han dejado claro que no aceptaran ningún recorte en torno a la reforma agraria y la nacionalización de recursos. La movilización en Bolivia ha sido impresionante.
Al llamado de las organizaciones indígenas a cercar Santa Cruz (el principal bastión de la oposición) acudieron más de 20.000 campesinos. Colonizadores, cultivadores de hoja de coca del Alto, a los que se unieron después los sindicatos mineros bloqueando también las principalesciudades de la denominada “Media Luna”: Trinidad, Cobija, Pando…
En La Paz, multitud de personas de la central obrera regional y las juntas vecinales, cercaron la cárcel y amenazaron con tomar el aeropuerto con el fin de impedir la salida del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, al que unjuez corrupto pretendía trasladar a la ciudad de Sucre y así facilitarsu libertad.
La CONALCALM (coordinadora nacional para los cambios) pidió finalmenteel levantamiento del cerco para facilitar la negociación a lo que accedieron a regañadientes la mayoria de los concentrados. Se formaliza así una tregua hasta el dia 15 de octubre,con la voluntad de volver sino se llega a un acuerdo para la aprobación de la nueva constitución política del estado (CPE).
Pero la derecha cruceña y el resto de caciques no están interesados en negociar nada. De la negociación sobre los impuestos de hidrocarburos (que no se recaudaban antes de Evo) , han pasado a la reivindicación “autonómica”, después a la del modelo de justicia , a la del modelo económico, a la del estado… Es decir, intentan imponer desde la violencia genocida lo que no han ganado ni en el proceso constituyente ni en las urnas. Un modelo de explotaciónde 100 familias con el voto del 30% de la población para todo el pueblo bolivianoque en su 70%. Apoya a Evo.
La oligarquía, los prefectos fascistas y los 100 clanes, amos de la tierra, dueños de los grandes negocios, no tienen la menor intención de pactar con Evo. Sólo quieren maquillar su imagen, ahora maltrecha, por la masacre de campesinos en Pando. Pero, sobre todo, ganar tiempo para consolidarposiciones, tras los enfrentamientos y su rebelión contra el gobierno.
La derecha, consciente de que su estrategia beligerante contra Evo le ha servido para controlarel poder en buena parte del país, no quiere ningún pacto, menos la nueva Constitución y la posible reelección de Evo. Su estrategia es de desgaste y de mantener el dominio sobre la zona más rica del país para impedir que Evo se mantenga en el gobierno más allá del 2010, apoyados en sus bandas fascistas, de sicarios y narcos que financian con la colaboración de Estados Unidos.
Pero la población está movilizada y alerta. En toda Sudamérica se ha levantado un gran movimiento de solidaridad, conscientes de lo que esta en juego. Hay batallas decisivas por librar para Bolivia que afectan al futuro de todo el continente, a todo el “Abya Yala.”
Opinión
EVO ENCADENÓ A LULA (UN CHISTE DE MAL GUSTO)
Rebelión de España (www.rebelion.org)
El periodista Jorge Aldao dice, en “Rebelión” 17-09-08, que Evo “encadenó” a Lula a sus políticas. Lo anterior, sumado al respaldo de UNASUR, explicaría la contundencia con la que su régimen enfrentó a los prefectos de la “media luna”, encarceló a uno de ellos, expulsó al embajador norteamericano y desairó al cardenal. ¿Pero, existe ese grillete? A dos años y medio de la Nacionalización petrolera (Decreto 27801, de 1-05-06), los 30 millones de metros cúbicos diarios vendidos a Brasil salen, como siempre, sin valor agregado, sin que uno sólo de ellos pueda servir de excepción. YPFB no extrae los líquidos del gas exportado. Lula aceptó incrementar los precios por este concepto, pero su decisión no se cumple por el veto de Petrobrás. El Banco Central tiene casi 7.000 millones de dólares depositados en el primer mundo, pero no permite utilizar parte de ese dinero en desarrollar los campos e instalar una nueva refinería que permita el autoabastecimiento de diesel, por cuya importación subvencionada el país pierde 400 millones de dólares al año, o sea 4000 millones de dólares en una década. Bolivia puede vender termo electricidad al desesperado norte chileno, que importa carbón de Indonesia para paliar su sed de energía, sin dejar de preservar el gas natural para negociar su salida marítima. Esta opción es vetada por la francesa Suez, socia de transnacionales petroleras, que desea hacer funcionar sus plantas a gas, hoy semiparalizadas, en territorio chileno, lo que no sucederá si Chile compra termo electricidad de Bolivia.
La construcción del “Gasoducto Boliviano de Occidente” (proyecto GABO), que debería unir los mega campos de Tarija con Potosí, Oruro y La Paz, con el que sería posible explotar en su trayecto las ingentes riquezas del Salar de Uyuni, cambiaría la faz del país. Este proyecto, aprobado mediante Decreto Supremo hace veinte meses, también fue vetado por Petrobrás. YPFB debería registrar en sus estados financieros el valor de las reservas de gas y petróleo y cotizar títulos valor en las bolsas internacionales a fin de obtener mayores recursos para la industrialización. Para dar este paso, YPFB deberá vencer la resistencia de la compañía brasileña, lo que no ha logrado hasta ahora.
Continúan sin publicarse las auditorias a las empresas petroleras, las que deben servir para mejorar los contratos de operación, en los que, de acuerdo al Decreto de primero de mayo de 2006, el país recuperó la propiedad sobre sus reservas. Estos contratos de operación fueron sustituidos por contratos de producción compartida, en los que no ocurre lo mismo. Petrobrás sostuvo que este fue un gran triunfo de Brasil, después de la nacionalización.
El gobierno y la “media luna” han arribado, por el momento, a un solo acuerdo: El destino del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH) con fines rentistas. Esta coincidencia impide que YPFB cuente con capitales de inversión, lo que complace de manera enorme a Petrobrás y sus socios extranjeros. El Ministerio del Sector acaba de presentar la Estrategia Energética del gobierno, cuando Evo ya cumplió la mitad de su mandato, pese a que el Decreto de Nacionalización no acabó de implementarse. En la Empresa Chaco (British Gas), socia de Petrobrás en Bolivia, el país tiene el 50 % más uno de acciones, pero la administración sigue en manos de la transnacional.
Se oculta cómo YPFB utilizó un fideicomiso venezolano para importar diesel de ese país. Lo que si se sabe es que YPFB proyectaba comprar Gravetal, un consorcio colombiano de alta rentabilidad, pero que ha sido adquirido por la empresa Manómetro de Venezuela, que recibe ahora los dividendos. Constructoras brasileñas de caminos cometen enormes abusos en el país, mientras Lula recibe cuantiosas inversiones de Soros en bio combustibles. Soros es también socio del megaproyecto minero de “San Cristóbal” en Potosí.
El Ministro de Minas y Energía del Brasil dice que su país seguirá comprando gas boliviano “aunque no lo necesite” (Cuánta “bondad” de su parte). Añade que se lo reexportará a Paraguay y Uruguay. A YPFB se le niega no sólo la posibilidad de industrializarlo sino inclusive de venderlo, sin intermediarios, a países cercanos. Brasil y Chile construirán corredores biooceánicos por suelo boliviano, mientras Brasilia y Santiago tutelan a la “ingobernable” Bolivia.
El país necesita retornar al espíritu indo mestizo del Decreto “27801”, expresión unitaria de la nación oprimida, capaz de hacer frente al imperialismo y sus agentes separatistas, como el terrateniente Branco Marincovic, así como a las oligarquías de países vecinos, influidas también por transnacionales. Si esto no ocurre, se seguirá constatando que después de cada conmoción interna, Evo gana, pero que Petrobrás gana más, ya que Bolivia no necesita que Lula le da una mano, sino que, al igual que Paraguay (recuérdese Itaipú) y Ecuador (téngase en cuenta lo que sucede con la constructora Oderbrecht) retire su pie.
Alegan que se le confunde con Branco Marinkovic, por su asombroso parecido
DIODATO, HISTORIA DE UN EXTERMINADOR EN BOLIVIA
Marco Marino Diodato, el exterminador que llegó a Bolivia con los mercenarios que trajo Klaus Barbie para apoyar el golpe de García Meza, no es el único criminal que finge su muerte para evadir el peso de la justicia. Dicen que se suicidó por despecho, pero no hay evidencia legal al respecto. Se lo busca por el horrendo asesinato de una digna mujer cruceña, la fiscal Mónica von Borries, y hay más de un indicio acerca de su reincorporación al círculo de latifundistas que lo protegen; esos que aplaudieron la masacre del 11 de septiembre en Pando.
Rebelión de España (www.rebelion.org)
En 1992, en la sección necrológica de Los Tiempos apareció un aviso religioso anunciando la muerte, en Estados Unidos, de un conocido narcotraficante, “Adrián”, ligado a la banda de Jorge Roca Suárez (alias “Techo de Paja”). El anuncio causó risa en Cochabamba porque todo el mundo sabía que aquel pichicatero que lavaba dólares en esta ciudad mediante cadenas de restaurantes, moteles y prostíbulos, andaba vivito y coleando en San Diego, California, con una identidad nueva y bien protegido por la DEA (la agencia antinarcóticos norteamericana); pero, ante “su muerte”, quedó libre de los cargos por diversos delitos que “Adrián” había cometido en Bolivia.
Pocos años antes, en 1989, se habló de la muerte, en el Departamento del Beni, del mafioso Yayo Rodríguez Román, acusado de dirigir el secuestro y asesinato de 36 pilotos brasileños cuyos cuerpos fueron hallados en una fosa común descubierta en la hacienda del narcotraficante. La banda de Yayo Rodríguez robaba avionetas en la frontera con Brasil, matando a sus dueños, para reacondicionarlas con mayor autonomía de vuelo hasta llegar al Golfo de México (una ruta liberada por la DEA para el narcotráfico boliviano “post Roberto Suárez”) donde se descargaba la droga, tras lo cual los aviones “desechables” eran tirados al mar. Yayo Rodríguez fue “enterrado” con solemnes pompas fúnebres pero nunca se vio su cuerpo. Cuando la Fiscalía quiso exhumar el cadáver, halló piedras en el ataúd.
Entre los mafiosos en general, y entre los criminales del narcotráfico en particular, es común el ardid de “aparecer muertos” cual eficaz manera de evadir el peso de la ley cuando sus delitos son extremos como el asesinato premeditado. Pero también “mueren” como parte de una acción de encubrimiento ejecutada por la DEA y la CIA cuando estos organismos —que no tienen escrúpulos en aliarse con avezados delincuentes por razones políticas— les benefician con sus “programas de protección a testigos”.
Sea como fuere, en su edición del pasado 13 de abril, El Deber de Santa Cruz lanzó la noticia sobre la “muerte” de Marco Marino Diodato, el paramilitar y narcotraficante italiano que llegó a Bolivia junto a mercenarios de Klaus Barbie en el plan de apoyar el golpe de Estado de Luis García Meza en 1980. Diodato, que se casó con una sobrina del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, huyó de Santa Cruz en el 2004 tras asesinar con una bomba de alto poder a la fiscal Mónica von Borries. La insólita noticia de la muerte del asesino, no confirmada en absoluto, no deja de ser ese viejo truco tan usual entre mafiosos de semejante calaña.
¿Réquiem para un desalmado?
El periódico El Deber, en la citada edición, publicó una entrevista con el periodista Herland Campos Reimers, quien, en un libro titulado “Diodato: el final de un fugitivo”, sostiene la “hipótesis” de que el mafioso “se habría ahorcado en un árbol de penoco, en una propiedad llamada el Coloradillo, que está ubicada a seis kilómetros pasando la localidad de Warnes, en marzo de 2004, es decir, un mes y medio después de su fuga ocurrida el 31 de enero de la clínica Bilbao, donde estaba bajo custodia policial”.
Según dicha “hipótesis”, la causa de la fatal decisión “sería una depresión por sentirse abandonado por sus amigos y familiares, sin dinero, y porque su esposa se involucró con su hermano en Italia”.Campos aseguró que los datos de su libro comenzaron a ser acopiados cuando conoció al cazador y pescador Luis Fernando Finetti Justiniano, de ascendencia italiana, quien “había trabajado para Diodato en las actividades de juegos de azar y era uno de sus pocos amigos”.
Finetti era pescador aficionado, al igual que el autor del libro, y en una de sus tantas jornadas de pesca surgió el tema de Diodato. “Después de que el italiano se fugó, yo le pregunté (a Finetti) si sabía de su paradero, pero se rehusó a hablar, insistí en que no quería hacer algo que lo dañe, pero no dijo nada. Por su expresión sentí que lo estaba protegiendo, que sabía dónde estaba escondido, entonces le dí mi tarjeta”, relató Campos.“Pasaron más de tres años y un día de mayo de 2007 recibí una llamada. Era Finetti, que me ofrecía datos sobre Diodato. Fui hasta el sitio acordado, más allá de Warnes, donde me contó llorando que su amigo había muerto. Se había ahorcado colgándose de un árbol”, acotó. “Me contó que enterró el cuerpo de Diodato en esa propiedad y que dejó pasar el tiempo hasta que me llamó. En nuestro encuentro ofreció llevarme al lugar donde supuestamente había enterrado los restos, incluso me dio algunas señales del lugar. Acordamos un nuevo encuentro, pero pocos días antes de la nueva cita, Finetti falleció en un accidente. Murió el 27 de mayo de 2007 cuando salía del surtidor que queda cerca de la fábrica de leche en Warnes. Un vehículo lo arrolló desde atrás. La Policía no le dio importancia al hecho, pero puede haber alguien detrás”, relató Herland Campos al periodista Igor Ruiz de El Deber. (En todo caso, es más probable que el mismo Diodato fue quien asesinó a Finetti).
Campos comenta que “la verdadera investigación” del caso Diodato surgió luego de la muerte de su informante. “Entrevisté a uno de sus primos y a otros pescadores. Uno de ellos me llevó hasta Coloradillo, donde encontré un botín militar que usaba Diodato. Tengo pruebas y muchos datos para aportar si es que la justicia quiere exhumar el cuerpo del italiano”, aseguró. En su libro, Campos incluye entrevistas a amigos de Finetti, quienes afirman que “el cazador les confesó que había protegido al italiano y que había muerto ahorcado”.
No obstante los varios meses transcurridos desde la publicación de aquella “revelación”, las autoridades policiales y judiciales que buscan a Diodato por el asesinato de la fiscal Mónica von Borries no han encontrado el supuesto cadáver. Por el contrario, en los últimos días son insistentes las versiones de que el peligroso mafioso fue visto campante en los territorios de la “media luna” donde se produjo una despiadada masacre como la de Pando el pasado 11 de septiembre, además de otros actos en escalada criminal propios de un golpe de Estado.
Diodato y Leopoldo Fernández
Entre mayo y junio de este año, el Departamento de Pando —zona que se halla bajo la órbita de Santa Cruz dentro el territorio de la “media luna” que busca separarse del gobierno indígena de Evo Morales— se convirtió en el escenario de una ola de crímenes y asesinatos cometidos por sicarios del narcotráfico que, impunemente y con protección del “gobernador” separatista Leopoldo Fernández, campean en aquel alejado territorio amazónico de Bolivia. En menos de un año se han producido más de 30 “ajustes de cuentas” con ejecuciones en plena vía pública realizadas por asesinos a sueldo llegados desde el Brasil, donde, según consta en expedientes judiciales, Diodato reclutaba miembros para su banda.
Esta presencia delincuencial, promovida y organizada desde la Prefectura de Leopoldo Fernández, tenía el sello inconfundible de Marco Marino Diodato, de quien se asegura —desde fuentes policiales muy confiables que están en contacto con “Datos & Análisis”— ha retornado a sus actividades asesorando a la neofascista “Unión Juvenil Cruceñista” de la cual Diodato es “miembro honorario” desde el año 2001. Esta organización paramilitar que sigue las órdenes del presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, el latifundista croata Branco Marinkovic, expandió su influencia y sus actividades hacia otros distritos de la órbita separatista, incluyendo a Cochabamba y Chuquisaca, además de Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.
En vísperas de la masacre de Pando acaecida el 11 de septiembre, “Datos & Análisis” recibió el llamado de una fuente policial asegurando que, en el mes de julio, Diodato fue visto en una zona residencial de Tiquipaya, en Cochabamba, cuando este Departamento todavía era gobernado por el prefecto separatista Manfred Reyes Villa. Afortunadamente el mandato de Reyes Villa fue revocado en el referéndum del 10 de agosto; hoy Cochabamba está libre de la influencia balcanizadora de la “media luna”. Sobre la presencia de Diodato en este Departamento, no se nos brindaron mayores detalles; pero tomamos contacto con otras fuentes —militares, policiales y judiciales— confirmando que Diodato se encuentra hoy en Santa Cruz protegido por miembros de la “Unión Juvenil Cruceñista”. Se asegura incluso que Diodato mantiene contacto directo con dirigentes del Comité Cívico Pro Santa Cruz y otros líderes de la “media luna”.
Sin embargo, también en círculos policiales, hay quienes afirman que es posible que Diodato esté siendo confundido con el presidente cívico Branco Marinkovic, quien tiene un sorprendente parecido físico con el criminal italiano. Pero la probabilidad de que no exista error alguno y que efectivamente Diodato haya “salido de su tumba”, es mayor.
La ejecución de decenas de campesinos en Pando, entre ellos mujeres embarazadas y niños en edad escolar, aquella aciaga jornada del 11 de septiembre, tiene el inconfundible sello neo-nazi de un exterminador como Diodato. Leopoldo Fernández, el “gobernador” de Pando, fue Ministro del Interior durante los gobiernos de Hugo Banzer Suárez y Tuto Quiroga, precisamente cuando Diodato tenía un ítem de “asesor”, con rango militar, dentro los organismos estatales de represión.
Buscando al exterminador
Al mediodía del viernes 27 de enero del 2004 un coche-bomba explotó cuando la fiscal Mónica von Borries salía de su domicilio rumbo a su oficina en el Ministerio Público de Santa Cruz. El asesinato se produjo cuando von Borries se disponía a investigar la apropiación ilegal de más de 400.000 hectáreas por parte del empresario constructor y ex ministro del MNR Andrés Petricevic(†), ante reclamos del Movimiento Sin Tierra (MST) que exigía la reversión de esas tierras para beneficio de miles de campesinos pobres. La fiscal von Borries investigaba también la ilegal dotación de tierras que detenta el empresario croata Branco Marinkovic en territorios originarios indígenas, incluyendo una laguna.
Las investigaciones establecieron que el asesinato había sido cometido por el narcotraficante italiano Marco Marino Diodato, quien en ese momento se encontraba prófugo tras huir de la cárcel de Palmasola donde fue recluido al ser sorprendido “clonando” celulares del Alto Mando Militar. Diodato huyó de la cárcel bajo el gobierno de Sánchez de Lozada y el asesinato de la fiscal von Borries se produjo durante la presidencia de Carlos Mesa.
Von Borries investigaba también a Diodato por sus nexos con los latifundistas acaparadores de tierras indígenas. Las fuerzas anti-droga habían descubierto una fábrica de cocaína en una de sus haciendas ganaderas. El asesinato de la Fiscal fue el inicio de una escalada conspirativa y delincuencial consumada, un año después de ese hecho criminal, con la propuesta política del “Referéndum Autonómico” lanzada en el “Cabildo de la Cruceñidad” que se produjo en enero del 2005. El desenlace de esa primera escalada separatista fue la renuncia de Carlos Mesa en junio de ese año, cuando comenzó a actuar abiertamente la “Unión Juvenil Cruceñista”, de la que Diodato era instructor y mentor, además de “miembro honorario”.
En aquel momento, según una información difundida por el analista Aníbal Jerez, el fascismo cruceño se había corporativizado a través de organizaciones empresariales como CAINCO (Cámara de Industria y Comercio) y la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente), así como del Comité Cívico Pro-Santa Cruz y logias como la “Nación Camba” que es una suma de las fraternidades carnavaleras de la oligarquía oriental.
La prensa boliviana ya había identificado como cabezas visibles de aquel movimiento violentista a los empresarios Branco Marinkovic, Rubén Costas, Oscar Serrate, Rafael Paz, Oscar Ortiz y los hermanos Dabdoud: éstos, decía Jerez, “reciben estipendios de las compañías petroleras en calidad de miembros de sus directorios o son socios de capitalistas chilenos en diversos rubros de exportación”.
Diodato integraba esas logias gozando de todo privilegio. Tras el asesinato de la fiscal von Borries, el italiano fue nuevamente capturado; pero inmediatamente fingió una enfermedad, sus abogados pidieron su internación en un clínica de Santa Cruz, y de allí fugó con toda tranquilidad. La justicia boliviana lo sigue buscando.
Análisis
LEE ANDERSON: LAS CRISIS EN LA DEMOCRACIA DERIVAN EN EL POPULISMO
EL Universal de México (www.politica.eluniversal.com)
El declive de los sistemas democráticos en Latinoamérica y la pérdida de influencia de Estados Unidos en algunos países ha motivado el auge de nuevos nacionalismos de corte populista y de izquierdas como en Venezuela o Bolivia, según el periodista estadounidense Jon Lee Anderson.
Lee Anderson expuso hoy en la ciudad española de Segovia su visión sobre los problemas sociales y políticos de América Latina en su intervención en The Guardian Hay Festival, en la que conversó con el escritor y crítico literario mexicano Christopher Domínguez.
En su intervención, Anderson dijo que la génesis de la actual crisis democrática en América Latina proviene de la llegada al poder de gobiernos de corte neoliberal dirigidos por "líderes oportunistas y mercenarios que han acabado detenidos o fuera de su país".
El periodista dijo que esta forma de hacer política "ha vaciado de significado el concepto de democracia en estos países, y ha hecho posible el auge de nuevos nacionalismos de izquierdas de corte populista sustentados por nuevas economías como Venezuela que a su vez subvenciona procesos más pequeños como en Bolivia".
Se refirió también al fenómeno de las guerrillas populares como en el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y aseguró que este movimiento revolucionario "se debate entre la ideología y la supervivencia, para lo cual en ocasiones tiene que recurrir a negocios como el narcotráfico para mantener un cierto estatus político en su país".
En el caso de Cuba, el autor de "Che Guevara, una vida revolucionaria" (1997), considerada la biografía más completa escrita sobre el líder revolucionario, afirmó que la "transición de terciopelo" entre Fidel Castro y su hermano Raúl "no genera muchas expectativas de cambio, aunque lo lógico es que haya modificaciones en la forma de la relación con el pueblo". Asimismo, expresó su deseo de que el nuevo presidente de los Estados Unidos acabe con el embargo hacia Cuba, por considerarlo "antediluviano e inútil, porque sólo causa problemas al pueblo cubano y no a su política".
Análisis
RACISMO, DOMINACIÓN Y REVOLUCIÓN EN BOLIVIA
Revista Piensa Chile (www.piensachile.com)
“El problema en Bolivia es que el país está viviendo un proceso de reformas, sin salirse del marco democrático, pero tanto la oposición como el gobierno actúan como si estuvieran frente a una revolución”, habría declarado Marco Aurelio García, cercano colaborador de Lula en asuntos internacionales, según artículo de José Natanson en Página/12.
Me permitiré no tomar al pie de la letra, sino en irónico sentido, la declaración de Marco Aurelio García, hombre inteligente e informado que no puede dejar de darse cuenta de que si los dos protagonistas del enfrentamiento boliviano creen que se trata de una revolución, esa creencia es la mejor prueba de que, en efecto, lo es. El vicepresidente Álvaro García Linera, en cambio, ha dicho que lo que está en curso es “una ampliación de élites, una ampliación de derechos y una redistribución de la riqueza. Esto, en Bolivia, es una revolución”.
Tiene cierta razón: en Bolivia nomás eso ya sería una revolución como la de 1979 en Nicaragua. Pero lo que está ocurriendo es algo mucho más profundo y va más allá de las élites, la política y la economía. Es un cuestionamiento de los sustentos mismos de la dominación histórica de esas élites, viejas y nuevas. Viene de muy abajo, lo mueve una furia antigua y no lo van a detener las masacres de las bandas fascistas ni los frágiles acuerdos del gobierno con los prefectos de la Media Luna.
La masacre de Pando, con más de 30 campesinos asesinados a sangre fría por los sicarios de la minoría blanca, y las espeluznantes escenas de humillación, dolor y castigo de los indígenas en la plaza pública de Sucre y en las calles de Santa Cruz de la Sierra a manos de bandas de jóvenes fascistas, están diciendo a toda Bolivia que esa minoría blanca sabe bien lo que se juega: su poder no es negociable, sus tierras no se tocan, su derecho de mando despótico reside en el color de la piel, no en el voto ciudadano. La minoría blanca no está dispuesta a “ampliar” en sentido alguno tal derecho despótico, apoyada además en sectores blancos pobres cuya única “propiedad” es ese color de piel que los separa de los indios. Mucho menos dispuesta está a redistribuir propiedad o riqueza.
* * *
La derecha boliviana, las viejas y no tan viejas élites, los dueños y señores de las tierras y las vidas, fueron derrotados por la inmensa revuelta indígena y popular que se inició con la guerra del agua en el año 2000, culminó con la rebelión de El Alto en octubre de 2003 y concluyó con el acceso de Evo Morales a la presidencia en enero de 2005. La nueva Constitución, aún sujeta a referéndum, y otras medidas del gobierno boliviano han sido pasos para consolidar al nuevo gobierno en el terreno jurídico, político y económico.
Este curso fue aprobado una vez más por la enorme mayoría del pueblo boliviano en el reférendum del 10 de agosto: 67 por ciento de los votos –es decir, más de dos tercios–, con puntas superiores a 85 por ciento en las comunidades del Altiplano. La minoría blanca dominante en la región oriental se ha sublevado y, con saña y ferocidad, desafía esos resultados electorales nacionales y amenaza secesión.
Esa minoría sabe bien que no se trata de meras “ampliaciones democráticas” sino de una revolución que cuestiona su poder y sus privilegios, el “entramado hereditario” de su mando despótico. Pues una revolución es uno de aquellos momentos culminantes en que el movimiento insurgente del pueblo toca las bases mismas de la dominación, trata de destruirla y alcanza a fracturar la línea divisoria por donde pasa esa dominación en la sociedad dada.
No se trata de la línea que separa a gobernantes y gobernados, cuestión política, sino de aquella que separa a dominantes y subalternos. El clásico nombre de revolución social se refiere a la subversión de esa dominación social y no solamente política o económica.
Esa línea divisoria es nítida y profunda en Bolivia. No es tan sólo una dominación de clase, que sí existe. Es sobre todo una dominación racial conformada desde la Colonia y confirmada en la República oligárquica desde 1825 en adelante.
En esa dominación, ser ciudadano de pleno derecho significa ser blanco o mestizo asimilado. Para llegar a ser ciudadano, un indio tiene que dejar de ser indio y reconocerse y ser reconocido como blanco; romper con su comunidad histórica concreta, la de los aymaras, los quechuas, los guaraníes u otra de las muchas comunidades indígenas bolivianas; y entrar como subordinado recién llegado a la comunidad abstracta de los ciudadanos de la República. No se espera que la República cambie y sea como es su pueblo. Se exige que ese pueblo cambie en sus hombres y sus mujeres, renuncie a su ser y su historia y sea como es la República de los blancos, los ricos, los letrados, los hispano-hablantes –donde, por lo demás, el imborrable color de su piel condenaría siempre a esas mujeres y hombres a una ciudadanía de segunda. Tal es la índole de esta dominación.
* * *
La fuerza de la revolución en curso en Bolivia se sustenta en una antigua civilización, negada en las leyes pero que persiste en los idiomas, las costumbres, las creencias, las solidaridades y las comunidades, tanto rurales como urbanas. Los dominados de piel morena no fueron traídos de otras tierras. Estaban ahí antes, eran y siguen siendo la civilización originaria. El cineasta Jorge Sanginés, en una película inolvidable, la llamó “La nación clandestina”. Guillermo Bonfil la denominó aquí “México profundo: una civilización negada”. Siguiendo sus pasos, la nombré “una civilización subalterna” en mi libro Historia a contrapelo.
Clandestinas, negadas o subalternas, el entramado social y cultural de esas civilizaciones originarias aparece a la hora de organizar las revueltas y las rebeliones de sus herederos y portadores, porque esas rebeliones y revueltas son de raíz tan profunda como profunda es la dominación de matriz racial.
Aquella fuerza viene también del entramado hereditario de los dominados y subalternos que se sublevan para conquistar todos los derechos que esa República racial les niega o les recorta: la dignidad y el respeto, los espacios de libertad y de organización, los recursos naturales de su tierra, la educación, la salud, todo cuanto constituiría el entramado social de una República de iguales.
El antiguo lema republicano “libertad-igualdad-fraternidad” tiene en tales rebeliones su doble: “tierra–justicia-solidaridad”. Pues no hay en esas latitudes libertad sin reparto agrario, igualdad sin justicia para todos, ni fraternidad sin solidaridad interior de las múltiples comunidades y de la comunidad entera de esa nación de naciones que es Bolivia. No se trata sólo de un nuevo orden político y económico. Se trata de lo que en el contexto boliviano constituiría un nuevo orden social. De ahí la violencia bestial de las reacciones de los grupos privilegiados minoritarios y sus sicarios, como en Pando, en Santa Cruz, en Chuquisaca.
Toda Bolivia, y en especial la Bolivia indígena y popular que ganó abrumadoramente el referéndum, ha visto por televisión y ha escuchado por radio esa violencia asesina ejercida sobre sus hermanas y hermanos. Esas imágenes les han vuelto a mostrar, mejor que todos los discursos, lo que ya han conocido y vivido en carne propia y en la de sus padres y abuelos. Han podido ver en vivo y en colores la amenaza de regreso del pasado.
No lo permitirán. Tienen suficientes experiencia y organización para saber cómo responder a la violencia con la violencia si sus gobernantes, de quienes esperan pero a quienes también exigen, no paran y castigan a los criminales, única salida sensata y efectiva que podría derivar de las negociaciones en la presente relación entre las fuerzas enfrentadas.
* * *
La expulsión del embajador de Washington por conspirar con la derecha racista ha contribuido a poner a ésta en su lugar. Pero no la ha apaciguado. La reunión de presidentes sudamericanos en Santiago de Chile ha dado un respaldo al gobierno de Evo Morales y quitado ciertas esperanzas a los golpistas. Pero no los ha desarmado ni maniatado: tienen también sus aliados en esos países.
Sin embargo, no sólo los gobiernos juegan. En Bolivia las organizaciones indígenas y populares del oriente, del altiplano y de los valles están en movilización y algunas literalmente en pie de guerra. No parecen dispuestas a dejarse o a dejar la solución encerrada en la mesa de negociación entre el gobierno y los prefectos asesinos.
Un manifiesto del Gran Pueblo Chiquitano, de Oriente, decidió el 15 de septiembre que “han llegado a su límite de la tolerancia y hacen que el sentido de sobrevivencia y furia del Pueblo Chiquitano renazca para combatir a brazo partido por su Territorio, Dignidad y Autonomía Indígena”. En consecuencia, decide “ratificar nuestra consecuencia y lucha inquebrantable para defender los resultados del proceso constituyente, el cual ha recogido nuestras demandas históricas [...] ¡para que nunca más volvamos a ser esclavos ni sirvientes de los grupos de oligarcas y terratenientes de Santa Cruz!”; y “advertir a las Autoridades Cívicas y Prefecturales del departamento de Santa Cruz que los territorios indígenas titulados y en proceso de saneamiento son intocables, irreversibles e imprescriptibles”.
Un pronunciamiento de las Organizaciones Sociales del Oriente exigió el 17 de septiembre “al Parlamento y el Gobierno Nacional no tocar la nueva Constitución Política del Estado aprobada en Oruro el 9 de diciembre de 2007, sobre todo el capítulo de autonomías, puesto que allí se encuentran las principales demandas de más de 25 años de lucha reivindicativa. Nuestros caídos y nosotros, humillados y perseguidos, planteamos, marchamos y morimos por nuestra liberación y de todo el pueblo boliviano”.
Una denuncia de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz, el 17 de septiembre, dice: “Quienes asaltaron nuestras oficinas son mandados y pagados por los traficantes de tierras, latifundistas y esclavizadores de hermanos indígenas y por el Prefecto, Alcalde y Comités Cívicos, quienes se oponen a nuestra histórica demanda posicionada en la Nueva Constitución Política: las autonomías territoriales indígenas, sin subordinación a ningún nivel autonómico, que tiene carácter irrenunciable, pues es la base de nuestra liberación como pueblos”.
En este terreno, el de una revolución cuyos hacedores y protagonistas no están dispuestos a dejársela arrebatar ni a negociarla cualesquiera sean el costo y la violencia que los terratenientes y los racistas impongan, están los enfrentamientos en Bolivia. Tal vez la salida no sea inmediata. Pero, como en octubre de 2003, si aquéllos no ceden el desenlace por ellos buscado se resolverá en las calles y los campos. Es uno de los motivos de la alarma de los gobiernos de los países limítrofes.
Opinión
NO A LA ‘BOLIVIANIZACIÓN’
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com)
Más allá de las confrontaciones de la campaña electoral y el respeto a los resultados del referéndum, a todos llega la hora de pensar y actuar con ponderación, prudencia, responsabilidad, la búsqueda de diálogos civilizados y la concertación sobre los temas positivos que nos debe unir. Esto no significa que se deje de discrepar ni de disentir, que son necesarios y saludables en un sistema democrático, que no ha funcionado a cabalidad, pero sin fanatismos ni mayor polarización de las posiciones, incluso en las familias; imposiciones, vetos ni descalificaciones a las opiniones ajenas.
Esa ha sido parte de la política nefasta, pero que no se puede repetir en el presente con otros actores. Solo en el cementerio se logra un silencio sepulcral o aparece el voto vergonzante, que con hipocresía y miedo se dice una cosa y se hace otra.
No existen experiencias positivas que demuestren que el fanatismo y la imposición a rajatabla de una sola tesis, partido u organización sean la solución a los acuciantes problemas ciudadanos. No arreglan; al contrario, crispan más las cosas. Por ello la necesidad de ir hacia un acuerdo nacional mínimo con certidumbre y tolerancia porque el país demanda con urgencia y con razón los cambios estructurales, el rescate de las instituciones, un Ecuador diferente, pero con respeto al ordenamiento jurídico y sin atropellar procedimientos, que llevan a los errores y abusos del poder.
Las malas experiencias no hay que repetirlas. Debe respetarse el principio de la libre determinación de los pueblos pero el caso boliviano, con el saldo reciente de decenas de muertos y sangre de por medio, no es un buen augurio y peor si existe injerencia extranjera, que debe rechazarse con firmeza provenga de donde provenga. Al contrario, deben preocuparse de las turbulencias económicas que se vienen en la región, según advirtiera en Ecuadoradio el jefe de la Misión de la OEA, Enrique Correa.
Después de la tempestad generalmente viene la calma, pero en el Ecuador parece que vivimos para destruirnos, deslegitimarnos, dividirnos y, lo que es peor, no para construir un futuro promisorio, que deje un país diferente a las nuevas generaciones. Existe una grave responsabilidad que si no se la asume con seriedad, se corre el riesgo de una lucha fratricida, que aquí no hemos sufrido como en la España de Franco, Chile de Pinochet, Perú de Fujimori.
Ojalá nunca lleguemos a estas situaciones porque solo allí se añorará la paz y la tranquilidad, que ahora están amenazadas. Que nadie juegue con fuego que el pueblo es paciente y reacciona si se siente engañado por las promesas de campaña, muchas bien intencionadas, pero que debido a las limitaciones internas se corre el riesgo de incumplirlas. También existen unas FF.AA. que no se han manchado de sangre del pueblo.
Editorial
NO OLVIDAR EL EJEMPLO DE BOQUERÓN
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La fecha conmemorativa del aniversario de la batalla de Boquerón ya no nos recuerda solamente el inicio de una lamentable contienda entre dos pueblos hermanos, sino las consecuencias que la misma tuvo para los seres humanos que participaron de ella en uno y otro bando entonces en pugna, y que hoy, luego de resuelto el conflicto de límites y superadas las pasiones que el enfrentamiento provocó, ya nos deja tan solamente recuerdos de gestas heroicas de cuyos protagonistas nos sentimos orgullosos pero a quienes ya no correspondemos en la medida de sus inmensos méritos.
La fecha conmemorativa del aniversario de la batalla de Boquerón ya no nos recuerda solamente el inicio de una lamentable contienda entre dos pueblos hermanos, sino las consecuencias que la misma tuvo para los seres humanos que participaron de ella en uno y otro bando entonces en pugna, y que hoy, luego de resuelto el conflicto de límites y superadas las pasiones que el enfrentamiento provocó, ya nos deja tan solamente recuerdos de gestas heroicas de cuyos protagonistas nos sentimos orgullosos pero a quienes ya no correspondemos en la medida de sus inmensos méritos.
Nuestras generaciones jóvenes ni siquiera conocen ya cabalmente los hechos que se sucedieron hace más de setenta años, en aquella confrontación bélica resuelta en condiciones tan duras y precarias, que produjo tantas víctimas y que en su momento asombró a todos por la capacidad de sacrificio de quienes participaron en ella. Y de la ignorancia no puede surgir la conciencia ni el interés en enaltecer aquella gesta. Como consecuencia del proceso de indiferencia gradual de las generaciones posteriores hacia la Guerra del Chaco, nuestros excombatientes fueron cayendo casi en el olvido general. Si bien el Estado les proporcionó alguna atención material, esta nunca estuvo a la altura de sus necesidades y merecimientos. Fueron objeto de inhumano abandono y hasta, en ocasiones, de maniobras dolosas destinadas a aprovecharse de sus magros privilegios.
Triunfa, además, entre nuestras generaciones actuales, una cierta ideología asociada a la idea del pacifismo, pero distorsionada y llena de prejuicios antimilitaristas, que confunde hechos históricos y valores –a veces deliberadamente– presentando los sucesos bélicos como resultado de meros enfrentamientos entre fuerzas armadas, entre militares ansiosos de ejercitar la fuerza bruta, sucesos en los que los pueblos son presentados como borregos conducidos a los frentes de combate sin dárseles la opción de ejercer su libertad de conciencia y de acción.
Con esta mentalidad, las guerras y sus protagonistas quedan convertidos en antivalores, elementos que hay que sepultar en las páginas negras de la historia de los pueblos, de los que hay que avergonzarse y no comentar. Los jóvenes que se declaran pacifistas en estos términos no atinan a reconocer la heroicidad en nuestros excombatientes y su miopía ideológica les impide apreciar siquiera las obviamente terribles consecuencias que todos los paraguayos hubiéramos tenido que sufrir si no hubiera sido por el sacrificio de aquellos cuyo mérito se apresuran a soslayar.
Aún restan algunos pocos excombatientes del Chaco con vida; son ancianos de más de noventa años que arrastran su edad y sus cada vez mayores necesidades de atención material y afecto personal. También viven viudas de excombatientes que, por supuesto, ya no están en condiciones de valerse por sí mismas para proveer a sus necesidades básicas. Todos ellos requieren apoyo estatal, asistencia y reconocimiento social. No es mucho lo que piden y, sin embargo, somos tan mezquinos que ni siquiera en esas solicitudes mínimas los complacemos, como Estado ni como comunidad nacional.
La fecha de 29 de setiembre recuerda una batalla singularmente heroica, como pocas de la historia latinoamericana en alcanzar ribetes de tanta magnitud en términos de sacrificio, dedicación a la patria y sentido de pertenencia a una comunidad nacional. No debe ser vencida por el olvido y la indiferencia que vienen con el paso del tiempo, porque sería extremadamente injusto que quienes sufrieron tanto en ella, así como en el resto de aquella guerra, vivan sus últimos días como si se trataran de ciudadanos comunes y corrientes. Son héroes a los que la patria les debe mucho, deuda que solamente podrá ser saldada con las demostraciones de reconocimiento político y afecto social, reiteradas en todas las ocasiones que se presenten, que para ellos, para los últimos sobrevivientes y para las viudas, ya no serán muchas más.
"QUISE LUCHAR EN BOQUERÓN CON PAPÁ, PERO SOLO TENÍA 13 AÑOS"
Hoy se evoca el 76º aniversario de la victoria paraguaya en esa batalla. Don Adolfo Ferreira dice que por ser muy joven no pudo ir, pero que lo hizo dos años después en la Guerra del Chaco como ayudante de sanidad.
Ultima Hora de Paraguay (www.ultimahora.com)
Un 29 de setiembre pero de 1932, el Paraguay concretaba una valiosa victoria sobre Bolivia, al tomar el fortín Boquerón, con 8.000 efectivos al mando del entonces teniente coronel José Félix Estigarribia, luego de 23 días de intensos combates. Hoy se evoca el 76º aniversario de aquella contienda que elevó la moral de nuestro ejército para detener la invasión del Chaco.
Don Adolfo Ferreira (89) admite no haber ido a esa batalla por contar en esa época con solo 13 años, pero recuerda ese tiempo como si hubiese combatido en ella, ya que su padre, que tiene el mismo nombre, estuvo en ella defendiendo el territorio nacional del ataque boliviano.
"Mis ganas de ir a defender a la patria eran enormes. Pero solo tenía 13 años, era un escolar, y mis padres no me dejaron ir. Como papá estaba allá, todos palpitábamos lo que pasaba en esa guerra. Era como estar ahí, porque no queríamos que le pasara nada y deseábamos que regresara sano y salvo", comentó.
Dijo que esperó hasta el año 1934, cuando cumplía 15 años, para presentarse y ser alistado como ayudante de sanidad para la Guerra del Chaco, donde la tarea era ardua para asistir al gran número de soldados paraguayos heridos en el frente.
RECUERDOS. Cada relato que le hiciera su padre sobre Boquerón se mantiene muy vivo en su memoria, a pesar de su edad. Y precisamente uno de ellos señala que el teniente primero boliviano Víctor Ustares, al intentar huir de la zona por sentir perdida la causa, fue muerto en uno de los caminos. Agrega que un soldado encontró el cadáver dos días después y una pistola que tenía una dedicatoria de la ciudad de Cochabamba.A modo de reparación histórica resaltó que el soldadito fue llamado por el capitán Ramón L. Paredes, comandante del Regimiento 3 Corrales, quien le sacó el arma; pero aclaró que el artefacto fue hallado por el Regimiento 2 de Mayo, donde su progenitor, que era capitán, estaba como segundo comandante."La batalla de Boquerón fue dura. Nuestro país contrató de la Argentina un técnico militar para asegurar la provisión de agua y alimentos. El profesional recomendó la construcción de 1.500 carretas, pero solo se hicieron 200, porque el vital líquido para los bueyes no había. Ni siquiera había suficiente para los soldados", manifestó.Agregó que ante esa situación se optó por comprar camiones, en un operativo que adquirió 2.500 de las máquinas existentes en el país. "Se llevó de todo y era simpático ver que muchos vehículos tenían pintados los nombres de ladrillerías, carnicerías y otros negocios."
HOY. Actualmente, don Adolfo Ferreira pasa sus días junto a su familia, en el barrio San Vicente y, al igual que otros beneméritos de la Patria, soporta la indiferencia del Gobierno.
Informó que por participar en la Revolución del 47 fue perseguido por la dictadura stronista y tuvo que soportar el exilio en la Argentina. Pasados tantos años nunca logró percibir sus haberes como excombatiente, a pesar de sus reclamos.
Aun así, afirma que si se diera de nuevo la oportunidad, volvería a enrolarse para defender al Paraguay.
CÓNSUL DE BOLIVIA SE REUNIRÁ CON FISCAL POR ATAQUE A COMPATRIOTA
El Mercurio de Calama, Chile (www.mercuriocalama.cl)
El miércoles se entrevistará la cónsul de Bolivia en Calama, Irma Herrera con el fiscal Cristián Aliaga, luego que la Fiscalía se declarará incompetente en la búsqueda de responsabilidades en el caso de la ciudadana boliviana Melquíades Choque Véliz, que fuera atacada por una jauría de perros vagos a comienzos de septiembre en el sector de Chunchuri. Herrera informó que por el momento se cambió la figura a "archivo provisional", lo que abre una esperanza de iniciar una futura investigación.
Sin embargo la cónsul, sostuvo que "siempre se espera una respuesta positiva que indique que se podría hacer algo, pero ellos (Fiscalía) han demostrado que legalmente es imposible determinar a los responsables, porque se trata de unos perros vagos que no tienen dueño y ellos como Fiscalía no pueden imputar a un animal, sino que necesariamente debe ser una persona".
Herrera, que ayer visitó a la afectada en el hospital Carlos Cisternas de Calama, señaló que "se encuentra estable dentro de su gravedad. Ahora le tiene que hacer nuevos injertos lo que implica tiempo y muchos cuidados", finalizó.
JUJUY: ACCIONES EN CONJUNTO ENTRE LA QUIACA Y VILLAZÓN, PARA COMBATIR LA TRATA DE PERSONAS
Diario Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
En el marco de su visita a Jujuy nuestro medio recogió el testimonio de Gloria Bonato, Coordinadora del Área de Prevención de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación, quien se refirió a las acciones en conjunto entre la Argentina y Bolivia para luchar contra el flagelo de la trata de personas, destacando las razones por las que se han registrado más casos de este ilícito en los últimos tiempos. Indicó sus impresiones por el Pre-Encuentro Diagnostico con mira a la realización de la “Jornada de Intercambio por los Derechos de Niñas y Adolescentes Contra la Trata y la Explotación en Ciudades Gemelas: La Quiaca- Villazón”, señalando que el encuentro se realizará en la ciudad fronteriza de La Quiaca los días 2 y 3 de octubre.
Bonato indicó que “estamos haciendo un pre diagnóstico, y en pocos días vamos a hacer un encuentro en ciudades gemelas entre La Quiaca y Villazón. Así que podemos decir que estas son acciones concretas de diagnóstico en los territorios, acciones de sensibilización, campañas conjuntas entre ambos países”.
En lo que hace a la trata de personas, “lo importante es que cada uno de los ciudadanos esté advertido, que sepa cuando migra de un país a otro por qué, a dónde va, que verifique los datos de a qué lugar va y que las familias sepan a dónde van los niños: esto es realmente importante”.
En cuanto a las razones por las que se están conociendo mayor cantidad de casos que en épocas anteriores, “es porque la sociedad porque está más sensibilizada, porque se está haciendo mayor investigación criminal, porque las fuerzas de seguridad están llegando donde antes no podían llegar, porque la gente se atreve a denunciar más y porque hay mayor seguridad para la gente que denuncia”.
Respecto a las edades de los chicos que son víctimas de este flagelo, “en general podemos hablar de adolescentes o jóvenes, que esa es la edad promedio. Podemos decir que el destino de estos jóvenes es el centro del país, con un derrame hacia el sur del país”.
LA MUJER MUERTA EN VALENCIA NO DENUNCIÓ LOS MALOS TRATOS DE SU NOVIO POR SI LA DEPORTABAN
Darwin asesinó a Karen clavándole varias veces un cuchillo de cocina porque se negó a volver con él
Levante de España (www.levante-emv.com)
Karen Alibe, la mujer boliviana de 35 años que murió asesinada el sábado por la tarde tras recibir varias cuchilladas por parte de su ex pareja, nunca denunció los malos tratos que éste solía infringirle porque el hombre le había roto el visado y temía que si se presentaba en una comisaría podría ser deportada. Así lo aseguró ayer una familiar de la víctima, quien comentó que Karen y el presunto asesino, Darwin C., se habían separado hace poco menos de dos meses precisamente tras la pelea en la que el ahora detenido le rompió el pasaporte, además de golpearle y desgarrarle la ropa.
Según relató ayer Alina, cuñada de la mujer asesinada y testigo directa de la agresión, a pesar de que la pareja nunca contrajo matrimonio, mantenían una relación sentimental desde hace 18 años y tenían cuatro hijos en común, el mayor de 15 años, que actualmente residen en Bolivia con su abuela materna. "Ayer les llamamos para contarles lo que había sucedido y estaban destrozados. Era Karen quien les mantenía porque su padre no trabajaba".
Acompañada por una treintena de familiares y amigos que habían acudido de varios puntos de España para despedir a Karen en la vivienda en la que ocurrieron los hechos, Alina recordaba ayer los detalles del asesinato de su cuñada. "Yo estaba en la casa y vinieron los dos juntos. Habían estado en un bar y parece que él había bebido".
Hasta hace unas semanas, Karen y Darwin -un hombre tranquilo y sonriente, según lo describió una compatriota- compartían una habitación alquilada en un piso de la misma calle San Juan Bosco, pero después de la última pelea la mujer se había ido a vivir a casa de su cuñada, aunque seguía viendo de vez en cuando a su ex pareja. "Después del bar vinieron aquí y el estuvo molestándola todo el rato y diciéndole que se fuera con él a su habitación. Ella le decía que no, comieron y se puso a lavar los platos en la cocina. Pero él continuaba molestándola y de repente oí un golpe muy fuerte. Era él que le había golpeado".Karen se enfrentó a Darwin y éste comenzó a golpearle con cada vez más fuerza mientras Alina intentaba separarles. "Pero él cogió un cuchillo de la cocina y empezó a clavárselo a mi cuñada una y otra vez. Yo tiraba de él pero el no miraba otra cosa que clavarle el cuchillo. Ella incluso intentó coger la hoja con las manos y se las destrozó".
Llego el momento en el que Darwin soltó el cuchillo y trató de escapar, mientras Karen agonizaba y Alina pedía auxilio a gritos. Unos vecinos lo vieron salir ensangrentado y lo persiguieron hasta el supermercado, donde intentó refugiarse y fue retenido hasta la llegada de la Policía. "Yo cogí a mi cuñada e intentamos salir a la calle para pedir ayuda. Ella no paraba de desangrarse y en el rellano de la escalera me dijo que no podía más, que no aguantaba y que no podía respirar. Dejó de hablar y murió". Los familiares y amigos de Karen han iniciado una recolecta de dinero para poder pagar la repatriación de su cadáver.
Referéndum en Ecuador
LA HORA DE RAFAEL CORREA
El presidente ecuatoriano ha dedicado todas sus energías a aprobar una nueva Ley Fundamental para "refundar" el país
El País de España (www.elpais.com)
La Constitución que ha votado Ecuador es el punto culminante de los dos primeros años de mandato del presidente, Rafael Correa. Todo lo que ha hecho desde que asumió el poder, el 15 de enero de 2007, ha sido para dotarse de una nueva Ley Fundamental para "refundar" Ecuador desde los cimientos. Correa ha impulsado una consulta popular para preguntar a los ecuatorianos si querían una nueva Constitución y la gente le dijo que sí, y ha disuelto el Congreso electo en 2006 a favor de su Asamblea Constituyente. "Si no se aprueba me voy", había advertido.
La nueva Ley Fundamental es el último de los proyectos de reforma constitucionales que en menos de un año han puesto en marcha los tres Gobiernos considerados más de izquierda de Suramérica. El texto del venezolano Hugo Chávez, el más radical, se estrelló en la consulta popular a finales de 2007. La Constitución del boliviano Evo Morales, de corte indigenista, ha provocado una fuerte división. Fue aprobada por el Gobierno en un cuartel militar, de madrugada, y con la ausencia de la oposición. Los sangrientos enfrentamientos que se han producido desde entonces han impedido que pueda ser sometida a referéndum. Éste se ha aplazado una y otra vez. La última fecha prevista es el 25 de enero.
"Visto desde lejos, pueden verse similitudes entre Venezuela, Bolivia y Ecuador. Pero de cerca, no tienen nada que ver", afirma Alberto Acosta, principal redactor y hasta hace tres meses presidente de la Asamblea Constituyente ecuatoriana. Acosta era uno de los pilares del Gobierno de Correa e íntimo del presidente. Dimitió porque él quería más tiempo para "acabar mejor el texto" y Correa se negó. De paso por Madrid, cuenta que "las prisas bajaron la calidad del debate y se cometieron muchos errores".
Toda la nueva Constitución gira en torno al término Sumak Kawsay, traducido del quechua como "buen vivir". Para conseguir el bienestar, se encumbra la figura del Estado, del que parte la planificación del desarrollo económico y la protección social. Para afianzar aún más el papel regulador y estratégico del Gobierno, el presupuesto se elaborará con una previsión de cuatro años. Todos los sectores clave (petróleo, minería, telecomunicaciones) quedarán bajo control estatal.
En Ecuador se han alzado voces en contra de este modelo, presumiendo que desembocará en la "estatización" de la economía a lo Chávez. "Esto no es así. No queremos un modelo estatista, pero sí planificado por el Gobierno, para que los recursos y las políticas se dirijan hacia donde son necesarios", explica Acosta.
En Guayaquil, la segunda ciudad del país y la más rica, gobernada por la oposición, hay una fuerte oposición a esta planificación centralista. Correa ya ha advertido que no tolerará una rebelión de la región del Guayas como la de la provincia boliviana de Santa Cruz contra la Constitución del presidente Morales.
El nuevo texto es socialmente uno de los más avanzados del continente. Amplía la cobertura de salud y de educación. Se prohíbe el trabajo a los menores de 15 años y se considerará obligatoria la asistencia a la escuela hasta completar los estudios secundarios. Reconoce el derecho a emigrar y garantiza los derechos de los trabajadores emigrantes y de sus familias en los países de destino, así como de los inmigrantes en Ecuador. Contempla además a la familia en sus "diversos tipos".
Muchos de los detractores de Correa no cuestionan ninguno de estos contenidos de la Ley Fundamental, sino cómo se financiarán. Correa sabe que para un país que crece a un ritmo de entre el 3% y el 4% anual un gasto público disparado es una trampa. El presidente ha dado a entender que si los ingresos por impuestos ordinarios y la renta petrolera no son suficientes, dejará de pagar la deuda externa. Sin embargo, esto conlleva el riesgo de que a Ecuador se le cierren las puertas del crédito internacional, que por cada dólar que pida tenga que pagar una barbaridad de intereses o que sólo pueda recurrir a Venezuela, que lo presta a una tasa de interés nada desdeñable.
Muchos economistas ya han llamado la atención de la escalada del déficit público por el aumento del gasto. En los primeros seis meses del Gobierno los desembolsos estatales -sin incluir los pagos de la deuda externa- alcanzaron los 2.312 millones de dólares (unos 1.580 millones de euros), según el banco central. En el mismo periodo de este año había trepado hasta los 5.630 millones, un 143% más.
Otro punto polémico es el de la reelección inmediata por otro mandato de cuatro años. Si el texto se aprueba en el referéndum se da casi por seguro que Correa convocará elecciones en el primer trimestre del año próximo y, en teoría, podría permanecer en el poder hasta 2017.
"Yo no quería la reelección inmediata, para nadie, ni presidente ni alcaldes... Al menos logré que no fuera indefinida", relata Acosta. Existe la posibilidad de revocar legalmente el mandato presidencial, pero los requisitos para iniciar el proceso son difíciles de cumplir. Para empezar, se requiere el 15% de las firmas del padrón electoral, casi 1,5 millones.
Los indígenas (el 20% de los 14 millones de ecuatorianos) ven reflejado en el preámbulo de la nueva Constitución un Estado plurinacional. El artículo 257 permite a las comunidades indígenas "conformar circunscripciones territoriales (...) que ejerzan las competencias de un gobierno territorial autónomo". Para muchos juristas, la Constitución puede lanzar a las comunidades indígenas a hacer reclamaciones de tierras y recursos naturales y a imponer el derecho indígena sobre el criollo.
RAFAEL CORREA
UN IZQUIERDISTA CON DOS CARAS
El Mundo de España (www.elmundo.es)
El presidente de Ecuador, el izquierdista Rafael Correa, tiene ante sí un doble reto: trabajar a favor de las víctimas de un sistema que condena a más de la mitad de la población a la pobreza sin asustar a los empresarios, capital internacional incluido. Difícil asunto.
En realidad, Correa presenta un perfil para contentar a los dos sectores. Para los conservadores, es un economista de 43 años, hecho a sí mismo, nacido en la capital económica del país, la costera Guayaquil, pero procedente de una familia sin grandes recursos. Se dedicó a la docencia durante 12 años y fue durante tres meses ministro de Economía en el actual Gobierno hasta que dimitió, en agosto de 2005.
Ese rostro amable y nada inquietante incluye un carácter disciplinado —a los siete años ya mostraba sus dotes de líder en el movimiento 'scout'— y religioso. Formado en la Universidad Católica, declara que sus principios de justicia social emanan "de las Sagradas Escrituras y de la doctrina de la Iglesia". En los años 80 participó activamente en labores de evangelización.
Sin embargo, los izquierdistas ecuatorianos y las masas más humildes valoran su cercanía a Hugo Chávez —del que se declara "amigo"— y a Evo Morales. Sostiene que "en el neoliberalismo está todo inventado" y promete revisar la política sobre los recursos naturales del país. Y es también un experto económico que ha prometido que Ecuador dejará de pagar la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional. Otras de sus grandes bazas que sedujeron al electorado fueron su negativa al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos o su interés en desmantelar la polémica base militar norteamericana instalada en la ciudad de Manta.
El líder del partido Alianza País, creado por él mismo, es un hombre cosmopolita que amplió estudios en Bélgica, donde conoció a su mujer, y en Estados Unidos. Respecto al "vecino del Norte", fue muy claro durante la campaña electoral. "Bush es un presidente tremendamente torpe que ha hecho mucho daño a su país y al mundo", declaró. Cuando su amigo Chávez dijo que el líder de EEUU era el "diablo", Correa suscribió: "El diablo será malvado, pero inteligente". Aunque, deseoso de no granjearse más enemigos de los necesarios, aclaró: "Una cosa es lo que pienso del señor Bush y otra lo que pienso del pueblo norteamericano, al cual quiero mucho y con el cual viví cuatro años". Los dos Correas en uno.
ECUADOR CELEBRA EL 'SÍ' A LA CARTA MAGNA AL RITMO DE LAS VIEJAS CANCIONES REVOLUCIONARIAS
El Mundo de España (www.elmundo.es)
Las banderas verdes que identifican a Acuerdo País (AP), el movimiento político del presidente Rafael Correa, volvieron a ondear en las calles de las principales ciudades del Ecuador, para celebrar la aceptación popular a la nueva Constitución socialista que regirá el futuro ecuatoriano.
Los grupos musicales ayudaron a los seguidores oficialistas a entonar viejas canciones emblemáticas de la revolución cubana como 'Hasta siempre comandante', dedicada al Che Guevara, 'El pueblo unido jamás será vencido' o los persistentes gritos de 'alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina'.
"Estoy festejando el renacimiento de mi Patria", decía emocionado un joven universitario que se cobijaba del frío quiteño con una gran bandera en la que se leía 'Dile sí a la Patria' junto a la imagen del presidente Correa.
"Es hora del cambio" decía entre sollozos una mujer, con su hijo de dos años en brazos, mientras su esposo le invitaba a cantar.
'Correa, amigo, el pueblo está contigo'
Cada vez que las televisiones confirmaban los resultados de los sondeos a pie de urna, se repetían los aplausos. "Bravo, bravo", "Correa amigo el pueblo está contigo" repetían los simpatizantes.
No se olvidaron del alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, el principal opositor a la nueva Constitución, al gritar "que se vaya, que se vaya".
En Guayaquil, la capital de la única provincia donde se ha impuesto el 'no' a la Constitución de Correa, el festejo fue liderado por el propio mandatario y sus más cercanos colaboradores. Para ellos, el estrecho margen con el que, extraoficialmente, habría perdido el 'no', es considerado un triunfo sobre el 'fortín' del partido Socialcristiano, que ocupa desde hace más de una década la alcaldía de una de las ciudades más importantes del país.
"Es un triunfo de las grandes mayorías invisibles durante tanto tiempo", dijo Correa en tono eufórico y con una gran sonrisa. "Ecuador ha decidido un nuevo país, las viejas estructuras fueron derrotadas; esta es la confirmación de esa Revolución Ciudadana que ofrecimos", resaltó Correa.
En un tono conciliador, diferente a su polémico estilo de confrontación, el presidente llamó a todos los ecuatorianos, a quienes estuvieron por el 'sí' y por el 'no', a juntar brazos, corazones y mentes "para lograr esa Patria altiva, soberana, digna, equitativa, justa, sin miseria, con producción, sin empleo y sin discriminación".
Felicitación de la OEA
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, felicitó al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, por su "contundente" triunfo en el referendo constitucional celebrado el domingo.Insulza, a través de un comunicado difundido por la oficina de la OEA en Quito, dijo que, tras conocer las tendencias de los resultados del referendo, felicita a Correa "por el contundente apoyo que el pueblo ecuatoriano ha brindado a su proyecto político". Asimismo, reconoce "la aprobación, por un amplio margen, del texto constitucional promovido" por el Gobierno de Correa y destaca el "compromiso cívico del pueblo ecuatoriano" demostrado en esta jornada.
La convulsión política, las muertes y los enfrentamientos entre seguidores y opositores a Evo Morales instalaron en Bolivia el temor a nuevos estallidos de violencia o, incluso, a una guerra civil. Muchos toman ya ciertos recaudos: acumulan alimentos y agua, obtienen pasaportes y hay quienes compran armas.
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El miedo a que se instaure la guerra civil o a que reine una paz armada en Bolivia va alimentando una psicosis colectiva. El temor se ha instalado.
En los momentos de peores augurios, miles de bolivianos les sacaron el pasaporte a sus hijos menores para llevarlos fuera del país llegado el caso de una Yugoslavia altiplánica. Alguna gente está almacenando comida en sus despensas, los medios de comunicación compraron chalecos antibalas para sus periodistas y hay extranjeros prendidos del teléfono a la espera de que los llamen, desde sus consulados, para urgirlos a tomar una maleta pequeña y embarcarse en un avión contratado y ponerlos a buen recaudo.
La psicosis que estalló los días 11 y 12 con las muertes en Pando y la declaratoria de Estado de sitio en ese departamento aún hace de las suyas, porque los testimonios crudos de aquellas jornadas todavía pasean por los noticieros o corren de boca en boca como leyendas de terror. En Pando, como en Santa Cruz, epicentros de la barbarie desatada entre oficialistas y opositores por lo que, al parecer, son dos modelos irreconciliables de país, muchos se preparan para lo peor: en reuniones de amigos, unos revelan que comprarán armas por si algún "masista" intenta cruzar la puerta de su casa en son de guerra. Y en los mercados la gente anda buscando bidones grandes para almacenar agua porque, como las cooperativas proveedoras no son del gobierno, hay voces que dicen que, así como los contrarios a Evo Morales tomaron y saquearon una veintena de instituciones del Estado, los campesinos oficialistas que cercan la ciudad harán otro tanto con las proveedoras de agua.
Una aparente paz retornó al país después de que la furia y el odio se esforzaron este mes por tocar sus tambores de batalla. Pero Bolivia se nos muere. Así lo dijo el ex presidente Víctor Paz Estenssoro cuando, entre el desorden y las protestas callejeras, el país vivía la peor inflación de su historia en 1985, pocos años después de haber salido de las dictaduras. La frase quedó como una profecía perenne: analistas y políticos afirman que Bolivia agoniza y que está en el peor momento de su historia siempre.
Los testimonios coinciden en que, desde que retornó la democracia, ese 1982, el país vive en agonía. Y desde entonces, lo demostraron los hechos, este país que ahora tiene diez millones de habitantes en su suelo y casi tres millones regados en otros países se murió varias veces. Se murió a finales de los noventa, con la guerra por la coca, se murió en 2000, durante la guerra del agua, se murió en 2003, en medio de la guerra por el gas, y se murió este mes, cuando el odio y el desenfreno convulsionaron el departamento de Pando y perdieron la vida más de 30 bolivianos de uno y otro bando. Es decir, de quienes apoyan al gobierno indigenista de Evo Morales y de quienes apuestan a un país que dé el salto hacia las autonomías departamentales.
En términos concretos, lo que alborota la sangre del gobierno y de la oposición política es el manejo del poder. Guillermo Bedregal, viejo político de la derecha, heredero del Movimiento Nacionalista Revolucionario de Víctor Paz Estensoro, entiende que el presidente lanzó una ofensiva para concentrar mayores dosis de poder y se ha topado con otros -con los gobernadores de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, zonas ricas en recursos naturales- que no están dispuestos a ser la cola de un león que reine a sus anchas en un país con ingentes reservas de gas natural bajo su suelo.
Bedregal considera que sólo hay dos opciones en esta cruzada: la guerra civil o un acuerdo donde ambas partes se avengan a ceder algo. El país ya probó algunas cucharadas de ambas posibilidades. A casi tres años del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), los bolivianos se trenzaron a palos y balas en por lo menos cuatro oportunidades. Los muertos son más de cincuenta. Evo y la oposición se sentaron en la misma mesa media docena de veces, por lo general después de enterrar a las víctimas, pero nunca lograron pacificar al país por largo tiempo.
Víctor Hugo Cárdenas, el primer vicepresidente indígena que tuvo Bolivia -gobernó junto con Gonzalo Sánchez de Lozada entre 1993 y 1997-, cree que es difícil llegar a acuerdos duraderos en el país porque, en esencia, el gobierno quiere imponer por Constitución un modelo indigenista socialista que es rechazado por la oposición: los gobernadores de los departamentos contrarios a Evo Morales advierten que, con el socialismo indigenista, quienes tendrán mayores derechos y beneficios del Estado serán los "originarios", mientras que el resto quedará a merced de la otra mitad. Porque según el censo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2001, los originarios son el 50 por ciento de la población boliviana, algo más de cuatro millones de quechuas, aymaras y guaraníes, entre otros.
Esto no acaba allí. Para el sociólogo José Mirtembaun, con el modelo de Evo Morales desaparecerá el concepto de república boliviana y se construirá el perfil de "un ciudadano para el Estado". Esto es, militantes de la estructura estatal. "Acabo de enterarme de que hay un proyecto de ley que obligará a que las personas de entre 17 y 55 años estén listos para ser convocados a los cuarteles para defender al gobierno ante cualquier amenaza interna o externa. Es una copia del viejo modelo que se intentó aplicar en la Unión Soviética, y que fracasó porque quita el espíritu del libre albedrío", señaló el académico.
El yugo colonial
Pero para Morales, lo que busca su modelo es reivindicar a una población que estuvo sometida, durante más de 500 años, al yugo de la colonia española y a los ricos del país. Con la aprobación de una nueva Constitución se pretende dar lugar a un sistema económico plural, que recorte drásticamente los efectos del neoliberalismo vigente desde 1985. Se daría lugar, además, a la economía comunitaria que caracterizó al mundo rural del occidente del país. Para los críticos esto significaría volver al viejo sistema del trueque.
El presidente dice que su intención es mejorar la distribución de la riqueza, hoy anclada en un escenario en el que, según un informe de 2001 de la Cepal, la quinta parte de las familias más acomodadas del país recibe un ingreso que es 50 veces más alto que el de la quinta parte de las familias más pobres. Esta figura no ha cambiado hasta ahora, asegura el presidente del Colegio Nacional de Economistas, Waldo López: según el INE -detalla-, la pobreza afecta al 67,3 por ciento de la población, con un 34,5 por ciento de pobreza extrema de acuerdo con estimaciones de 2006 del Plan Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien. Otra línea de fractura es la que hace que los departamentos del oriente y parte de los valles del país tengan, en promedio, un nivel de ingreso per cápita muy por encima del obtenido por los departamentos del occidente. El ingreso promedio de un habitante de Tarija, por ejemplo, donde está la mayor reserva de gas de Bolivia, es tres o cuatro veces más alto que el del poblador promedio de Potosí.
"Pero todo esto no es motivo para que el presidente quiera implementar un poder hegemónico", se queja el jurista Darwin Prado Paz, otro de los tantos bolivianos que duermen con el Jesús en la boca. Lamenta que las batallas de septiembre no hayan terminado y que la aparente paz que ahora cabalga por las calles del país sea tan frágil como una mesa de cristal barato. ¿Por qué? Porque los temas que se están debatiendo -afirma-, la autonomía departamental y la nueva Constitución, prácticamente definirán al nuevo Estado y, en esta batalla de tire y afloje, el débil hilo de la tregua puede romperse en mil pedazos. "Si se rompe el diálogo, puede haber convulsión generalizada", advierte.
También cree que, si Evo Morales no lleva a cabo la revolución que ha prometido a los indígenas del país, el presidente se cae o lo tumban. Prado Paz, un viejo militante de la extinta Acción Democrática Nacionalista, del fallecido Hugo Banzer Suárez, dice que la inestabilidad nacional ronda debido a que el poder del presidente está en las bases, y que éstas gobiernan desde los sindicatos.
Esther Morales, la hermana del presidente, fue una de las primeras en señalar, públicamente, el riesgo de que la masa que ahora está enamorada de Evo se convierta en su verdugo. Teme que sus adulones le den la espalda a su hermano y, de un día para el otro, lo bajen del trono, como ocurrió con Gonzalo Sánchez de Lozada. Ese temor, según Mirtembaun, puede materializarse el día que los militantes se sientan descontentos y decepcionados si ven incumplidas las promesas de campaña. Acaso por eso el presidente habló de un golpe fascista y racista, encabezado por los cívicos que lo critican, aludió a una conspiración en marcha desde inicios de su mandato y anunció a sus seguidores que "este indio se va a quedar por mucho tiempo", a la vez que los animaba a luchar por el cambio revolucionario o morir en el intento. Patria o muerte es su consigna.
Hay pronósticos de todo tipo. El analista político Angel Sandoval Salas es de los que creen que el país está sumergido en una tensión que, en el momento menos pensado, puede deparar cosas peores que las ya vividas. Pero Mario Cossio, gobernador de Tarija y uno de los estrategas del Consejo Nacional Democrático (Conalde), que reúne la propuesta de autonomía departamental y el rechazo a la constitución indigenista, trata de apaciguar el tono bélico: afirma que un acuerdo duradero es todavía posible.
Mientras, el departamento de Cobija y la ciudad de Pando viven sus días en un ambiente de paz armada, amparada en el estado de sitio que decretó Evo Morales el viernes 12 de septiembre. Por temor a los militares a cargo del ministro de la Presidencia -Juan Ramón Quintana-, que entraron a patadas y haciendo detonar granadas de guerra en las casas de los dirigentes opositores, más de 200 habitantes cruzaron a Brasil en busca de refugio, a los pueblos de Brasilea y Epitaselandia.
Hay voces, como la de la Iglesia Católica, que llaman a la pacificación de Bolivia. Pero la tensión está en las calles de este país. No se apaga aún el temor a otro septiembre enlutado.
Por Roberto Navia Gabriel
La concertación es la salida
Bolivia atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia republicana. El necesario proyecto de cambio ha sido mal encarado. Cambio e inmovilismo se entremezclan, en medio de la confrontación y la intolerancia. La política ha sido tomada por las calles y la desinstitucionalización es casi total. Hemos perdido a los árbitros y, como nunca antes, hemos roto todo vínculo de sometimiento a la ley.
En el lado positivo, aún es posible salvar el proyecto de cambio si se recupera la racionalidad y se entiende que cambio ahora es democracia y no revolución; inclusión plena y autonomías plenas son el desafío. El momento económico de bonanza sin precedentes en más de un siglo aún está allí y es posible aprovecharlo si se gira 90 grados en la gestión y se entiende cuál debe ser la inserción de Bolivia en el mundo. El tema inflación y empleo son, sin embargo, dos materias pendientes difíciles de resolver, al igual que el camino irreflexivo hacia un agigantamiento estatal, sin norte ni coherencia alguna.
Todavía las fuerzas en pugna creen en la derrota total del adversario como única posibilidad. Eso no tiene sentido. La respuesta es la concertación, y la concertación llegará porque el país tiene un límite de paciencia que se agotará. Es posible pensar en un acuerdo.
Hoy, la crisis es más profunda que nunca, porque antes se pensaba que era un tema de cambio de gobierno, pero hoy se sabe que era y es una crisis de Estado, de la que todos somos responsables. El ciudadano de a pie tiene que devolver la política a donde debe estar, en los tres poderes que nos representan, y demandar lo justo a partir de los mecanismos que la ley le da y no a través del desquiciamiento de los paros, huelgas, amenazas, bloqueos y ultimátum que desde hace ocho años asfixian a Bolivia gravemente. El empate catastrófico se está agotando y vamos hacia una resolución. Lo único deseable es que ésta se de no por la violencia sino por la concertación.
Partidarios de Morales esperan movilizados resultados del diálogo
EL “EJÉRCITO” DE EVO YA ESTÁ EN LAS CALLES
Bolivia ha vivido semanas cruciales. Tras la masacre de campesinos en el norte del país, la tensión social y política llegó a su punto más álgido. Una ofensiva opositora denunciada como un intento de golpe de Estado fue contrarrestada por una estrategia política que concitó el respaldo internacional, pero también el movimiento social indígena-campesino que sostiene al Jefe de Estado. En las calles de Bolivia se siente el apoyo político al primer indio en ocupar la Presidencia.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
En el café El Griego, de Cochabamba, cuatro mujeres juegan silenciosas a la "loba", un juego de cartas parecido al carioca. Es casi el mismo silencio que comienza a abrazar la ciudad, cerca de la medianoche del jueves. Hace algunas horas, el diálogo iniciado por el Gobierno de Evo Morales con los prefectos de la Medialuna como se denomina el lado oriente de Bolivia que componen las regiones de Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz, Trinidad, Beni y Pando ha quedado nuevamente truncado.
El poder autonómico del que han gozado históricamente las administraciones departamentales de la Bolivia oriental sufrirá un cambio radical. Así lo plantea la nueva Constitución Política del Estado (CPE) que el Gobierno de Evo Morales pretende someter a aprobación a fines del presente año.
Y ha sido esa la piedra de tope que ha marcado la tónica de un diálogo ya de varios días, que el Mandatario altiplánico ha impulsado en un intento por "pacificar a Bolivia", tras los sangrientos hechos ocurridos en Pando, en el límite con Brasil, que costaron la vida a 19 campesinos y estudiantes afines al Gobierno, a manos de hombres armados pertenecientes a la Prefectura (intendencia).
El día jueves se vencía el plazo que el Presidente Evo Morales les dio a los prefectos opositores, antes de viajar a Nueva York para tomar parte en la Asamblea de Naciones Unidas celebrada esta semana. Sin embargo, el tema autonómico sigue siendo el punto crítico que impide un acuerdo político que, incluso, cuenta con el respaldo de la comunidad internacional.
Lo cierto es que el 15 de octubre es el plazo fatal. Para entonces, tanto el Gobierno como el movimiento social campesino e indígena han advertido a la derecha que no habrá más esperas. Eso, aunque el trabajo de las mesas técnicas se retomará hoy, para acordar un documento que este lunes será revisado en una plenaria que una vez más pondrá cara a cara a Evo Morales y su más férreos detractores.
Sin embargo, la impaciencia de los indígenas y campesinos comienza a agotarse. Si bien el jueves último la decisión de levantar los bloqueos de rutas que conducen a Santa Cruz, el bastión de los "cambas", dio una tregua necesaria y propicia para alcanzar un acuerdo, ayer un masivo encuentro popular en los alrededores de Cochabamba determinó que si este lunes los prefectos no firman la propuesta gubernamental, rodearán la Casa Campestre, donde se celebran las conversaciones, y no dejarán salir a los representantes de la Medialuna.
El duro camino del indio
No sirvió la alta votación que llevó a Evo Morales a ocupar el Palacio Quemado de La Paz, hace dos años y medio ya. Tampoco el aplastante 63% que en agosto pasado rechazó la intención de revocar el mandato del primer indio que gobierna Bolivia. Pese al masivo apoyo a Morales, incluso en las regiones del oriente, como quedó demostrado en el referéndum revocatorio, la oposición no ha bajado los brazos.
La llamada "masacre de Cobija y Fuadelfia", poblados rurales fronterizos, fue el punto cúlmine de lo que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha denominado un itinerario de desestabilización golpista emprendido por la derecha terrateniente desde que Evo Morales asumió el mando. Una secuencia de sedición, a decir de los masistas, precedida por las sangrientas "guerras del gas y del agua", que tuvieron como protagonistas a miles de bolivianos volcados en la calles defendiendo las decisiones políticas de la nueva administración, destinadas a nacionalizar los recursos naturales, duramente resistidas por los gobiernos locales controlados por la derecha.
El trabajo de la Asamblea Constituyente en la redacción de una nueva carta magna sufrió también los sinsabores de la tozudez opositora, y la administración de Evo Morales se vio en la obligación de ceder un poco y sentarse a la mesa. Eso a pesar de las críticas del principal sustento de su gestión: los movimientos sociales indígeno-campesinos.
"[Los prefectos] no quieren nueva Constitución Política, y eso el país y la comunidad internacional tienen que saberlo. En la medida en que se vaya esclareciendo que ellos quieren hurgar el nuevo texto constitucional, es ahí donde se van a equivocar. Y van a encontrar en un Gobierno como el nuestro firmeza en varios temas que no los vamos a revisar con la minoría. No ha sido cómodo que hayan tenido que morir personas, que las sesiones de la Asamblea Constituyente hayan tenido que hacerse en un liceo militar y luego trasladarse a Oruro para concluir su trabajo. Y todo por la torpe, obtusa y miope actuación de la elite local, que ha pretendido marcarle el rumbo a la mayoría nacional", dijo el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, consultado por LND en Cochabamba.
De Sucre a Pando
En el itinerario, los bolivianos cuentan con estupor los hechos captados por una cámara de televisión en Sucre, que mostraba a los "cambas" obligando a campesinos e indios a arrodillarse en la plaza principal y besar la bandera departamental sucreña, al grito de "¡viva la capitalía!".
Entonces vino lo de Pando. La activa movilización indígeno-campesina que ha acompañado la gestión de Evo Morales ha sido clave en un proceso de cambio que incluso sorprende a los propios bolivianos. "Nunca antes los indios tuvieron la oportunidad de expresarse. No podían entrar a las plazas, porque allí eran correteados por los ‘cambas’. ¡Sal de aquí, indio de mierda, ‘colla’ carajo, les gritaban. A eso estaban acostumbrados los pobres y los indios de este país", dice Juan Soriano, un taxista cochabambino.
Una asamblea campesina convocó cientos de campesinos en Pando el pasado 11 de septiembre. Cuando se acercaban a Cobija, capital pandina, fueron atacados por civiles armados. Los hechos se sucederían en las siguientes 72 horas en el poblado de Filadelfia.
En la masacre participaron funcionarios de la prefectura, hasta entonces gobernada por Leopoldo Fernández, hoy preso en una cárcel de La Paz y sindicado como el principal responsable de la masacre.
"Intenté cubrir a mis camaradas, porque nuestra labor fue detener el enfrentamiento, proteger a todos. Cuando me protegía tras el carro [camioneta] fui alcanzado por un tiro calibre 22 en el omóplato", relata, sentado en la cama 401 del Hospital Obrero de La Paz, el policía Silverio Campos, de 38 años, herido en el poblado de Fuadelfia.
La detención de Fernández, bautizado a partir de entonces como el "Carnicero de Pando", apaciguó los ánimos por un momento. A poco de su detención y traslado a La Paz, la fiscalía pidió que el acusado fuera conducido a Sucre, lo que generó un choque interpretativo entre el Gobierno y la Corte Suprema. El propio Presidente Morales se encargó de advertir a los jueces del máximo tribunal antes de irse a Naciones Unidas: "Quiero pedir a la Corte Suprema que escuche lo que pide el pueblo boliviano y los familiares de las víctimas. No es posible que algunos poderes del Estado, como el Poder Judicial, traten de liberar a personas implicadas en estos delitos".
Pando cuenta desde la semana pasada con un nuevo prefecto, el almirante Landelino Bandeira, designado por Morales, en un hecho que fue interpretado como una señal hacia la Fuerzas Armadas, con cuyo alto mando se reunió el Mandatario boliviano a primera hora del pasado lunes, antes de salir a Nueva York. La casa quedaba en orden.
El Gobierno boliviano consiguió doblarle la mano al Poder Judicial, en cuyo seno aún persisten enquistados personajes afines a la derecha y las prefecturas de oriente. Fernández continúa recluido en el penal de San Pedro de la Paz, en cuyo entorno se mantienen en vigilia cientos de campesinos e indígenas, liderados por la organización aymara Ponchos Rojos. "No dejaremos que el chacal salga vivo de aquí", han advertido.
"Falta mucha sangre"
"Esos ‘cambas’ no se saldrán con la suya ¡vamos a darles su merecido, carajos, todos somos Evo Morales!, grita una mujer indígena en la plaza 14 de Septiembre de Cochabamba, en un debate público que reúne a jóvenes, ancianos, campesinos e indios, durante todo el día.
Son tertulias públicas que se vienen repitiendo alrededor de paneles informativos, televisores encendidos y mesas de debate. "No podemos confiarnos del apoyo que han dicho dar los Estados de los países hermanos. ¿Acaso ellos vendrán a dar su sangre por el pueblo boliviano?", interpela una mujer en medio de una discusión respecto de cómo "debemos defender el Gobierno revolucionario del compañero Evo". La escena se repite en La Paz. A un costado de la plaza San Francisco, un grupo de hombres toma decisiones sobre su accionar para impedir la "ofensiva golpista de los ‘cambas’".
Detractores existen, pero son más cautos a la hora de pronunciarse. Cristián, estudiante de clase media, dice que la política no es lo suyo. Que si bien ha notado mejorías tras la llegada de Evo Morales al poder, considera que es un Gobierno autoritario, que quiere "cambiar las cosas sin respetar lo que piensan en las otras regiones".
Más directo es un camarógrafo de un canal privado de televisión, apostado en la Casa Campestre tras la llegada del Mandatario al lugar de reuniones. En medio de las corridas del aparato de seguridad se nos impide acercarnos. "Siempre es así este indio. Esto es una dictadura. Nos viven correteando y golpeando", advierte el trabajador de prensa.
Omite, sí, en su relato la férrea oposición que desarrollan los medios de comunicación desde que Morales es Mandatario. Historietas, caricaturas y ridiculizaciones son comunes en noticiarios y programas de debate político de la televisión local. La prensa escrita no se queda y privilegia el acento en la polarización que vive el país, frente a un plan comunicacional del Gobierno que cuenta a su haber con Canal 7 Televisión Boliviana objeto de ataques a sus instalaciones en Cochabamba tras los hechos de Pando y Radio Patria Nueva. La confrontación mediática es sin pelos en la lengua.
Las dificultades que ha enfrentado Evo Morales en casi tres años de gestión no sólo han derivado en una fuerte polarización social. Los obstáculos han puesto en evidencia también los duros desafíos en materia social. En las calles es poderosa la esperanza de los bolivianos que históricamente fueron postergados.
"Ha habido mejorías en Bolivia desde que asumió Evo", es la impresión de Samuel, un trabajador paceño que comulga con el Gobierno, pero declara no ser masista. Ejemplifica las mejorías con el bono "Renta dignidad", impulsado por el Gobierno para ir en beneficio de ancianos y minusválidos. También con el bono "Juancito Pinto", impuesto por decreto gubernamental a principios de año para apoyar a poco más de un millón de escolares pobres de primero a sexto básico.
Pero para Samuel son mejorías que suponen un cambio más profundo. También para el funcionario público Néstor Duchen, 42 años, quien señala que lo ocurrido en Pando es parte de un escenario de desestabilización propiciado por quienes no quieren una nueva Bolivia. Una contingencia que, a su juicio, debe ser frenada a tiempo. "Se va a frenar, porque el pueblo está con una sed de justicia. Si no hacen justicia con ese señor que dirigió la masacre de Pando, el pueblo se va a levantar. Ahora bien, tenemos la esperanza de cambios en Bolivia, pero para que ese cambio ocurra se necesita mucha sangre".
LA INVESTIGACIÓN POLICIAL REVELA QUE LEOPOLDO FERNÁNDEZ ORDENÓ EJECUTAR A LOS CAMPESINOS MUERTOS EN PANDO
Grupos defensores de los Derechos Humanos en Bolivia, el Defensor del Pueblo, las autopsias realizadas por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), la declaración del principal acusado y los testimonios de las víctimas confirmaron que el 11 de septiembre en Pando ocurrió una masacre planificada y ejecutada, y no un enfrentamiento.
El Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
El 11 de septiembre en Pando, los enfrentamientos entre partidarios y opositores del Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, ocasionaron la muerte a ocho personas e hirieron a otras 34. Sin embargo, la investigación ha revelado que un grupo armado disparó contra los campesinos sin causa justificada, provocando una masacre de campesinos desarmados.
Las evidencias señalan que un puente ubicado a siete kilómetros de Porvenir fue el escenario de la masacre, donde cientos de campesinos marchaban hacia Cobija en protesta de la violencia impulsada por el prefecto Leopoldo Fernández. Los testimonios e indicios señalan que paramilitares entrenados y financiados por Fernández arremetieron el jueves 11 contra la gente indefensa.
"Estos funcionarios y sicarios se dieron a la cobarde acción de ametrallar a los campesinos, mujeres, niños, ancianos y a los estudiantes normalistas con asiento en Filadelfia", señala el informe de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB).
Otro elemento que confirma la masacre de campesinos, son las autopsias que efectuaron los peritos de la Fuerza Especial de la Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la ciudad de Cobija, quienes establecieron que los campesinos y estudiantes fueron golpeados, tiroteados y estrangulados.
Por su parte, el juez de Instrucción del juzgado de lo Penal, Williams Dávila Salcedo, reveló que Leopoldo Fernández ordenó el uso de vehículos de la Prefectura para que los armados fueran a reprimir a los campesinos que marchaban hacia Cobija, supuestamente para generar disturbios.
Opinión
BOLIVIA: EL EXPLOSIVO PROBLEMA DE LA TIERRA
La Primera de Perú (www.diariolaprimeraperu.com)
Acabo de estar en Bolivia durante una veintena de días. Primero en Santa Cruz de la Sierra desde el día 9 de este mes cuando mercenarios de la llamada Unión Juvenil Cruceña (UJC), fuerza de choque vinculada al prefecto departamental Rubén Costas y turbas del Comité Cívico Pro Santa Cruz arrastradas por Branco Marinkovic ocuparon y saquearon las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Inra), el canal estatal de televisión y muchas otras instalaciones del Estado boliviano.
Los gritos de batalla de esas masas enardecidas, manipuladas por los narradores de la televisión que les iban indicando qué local quedaba por saquear, eran la defensa de la autonomía regional frente al centralismo del Estado colla, la devolución y recuperación del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH), “expropiado” por el gobierno de Evo Morales y la independencia de la “Nación Camba” frente a un Estado andinocéntrico poblado de indígenas que la Media Luna mantiene con sus impuestos.
Luego desde La Paz, consternado igual que miles y millones de personas, hemos visto las imágenes de la masacre contra campesinos e indígenas el 11 de este mes en “El Porvenir”, en el departamento de Pando, cuya autoría, según la policía y el Poder Judicial, corresponde a bandas de sicarios contratados por el ahora preso prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.
Bolivia es ahora un país en ebullición y transformación. Aunque el gobierno de Evo Morales ganó el referéndum revocatorio del 10 de agosto con el 67 por ciento de votos y tiene una correlación de fuerzas favorable, pero la derecha económica y política controla el Senado, el Poder Judicial, las prefecturas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija y el Ejército y la policía que deben jugar un rol arbitral en la disputa del poder están desgarrados por las tensiones de ambos lados.
Pero el carácter explosivo de la crisis tiene un fondo: la disputa por la tierra en la Amazonía boliviana, que representa el 70 por ciento del territorio del país. Sólo en Santa Cruz, 20 millones de hectáreas de ricas tierras están en manos de 3,700 familias de terratenientes con inmensos latifundios de soya, ganado y caña de azúcar.Es esta burguesía de la Media Luna, ligada a la derecha de La Paz y otras ciudades y a los intereses geopolíticos estadounidenses, que está dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias en defensa de sus injustos privilegios sobre la tierra frente al anuncio de una reforma agraria y una nueva Constitución.
Análisis
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA CRISIS BOLIVIANA
Cuba Matinal de la Habana (www.cubamatinal.com)
La crisis que se arrastra en Bolivia casi desde que asumió el poder Evo Morales, es consecuencia directa del intento de imponer en el país sudamericano un modelo socializante de base marxista leninista, con vistas a extrapolar para el país andino el llamado “modelo cubano”, denominado eufemísticamente por Hugo Chávez como “Socialismo del Siglo XXI”.
Es importante destacar que detrás de ese nuevo nombre, está la conocida ‘revolución comunista’. La novedad consiste ahora en que trae aparejado un modo diferente de imponer la ‘dictadura del proletariado’. En todos los casos, esta nueva modalidad inicia el proceso con la elección democrática de un personero comprometido y financiado por Hugo Chávez --el iniciador de este mecanismo y que por la ventura de los tiempos detenta una extraordinaria riqueza petrolera-- después de lo cual se pasa a modificar a fondo la Constitución del país (supuestamente para dar mayor justicia social) en la que se imponen los principios totalitarios.
Lo que visto desde el exterior no es más que un proceso para dar más participación a las ‘masas excluidas’ dentro de un sistema democrático, en realidad es un asalto al poder político de los países donde se implanta, imponiendo la filosofía marxista leninista por “vía pacífica”.
El caso de Bolivia ha sido así. Evo Morales creó un Movimiento político compuesto en lo fundamental por una masa de campesinos analfabetos (indo-americanos) que durante toda la vida republicana se cansó de hacer oposición violenta (no armada) y se asoció con lo peor de la sociedad boliviana (ex-guerrilleros marxistas) para establecer “su” alianza nefasta y totalitaria.
Siguiendo el guión chavista, Evo Morales --ya en el poder-- convocó una Asamblea Constituyente en la cual no consiguió la mayoría necesaria para imponer su Constitución discriminatoria, viéndose en la necesidad de romper la legalidad democrática para hacer aprobarla de manera impuesta, dentro de un cuartel, sin la presencia de los opositores constituyentes, en medio de un fuerte repudio popular y de choques callejeros con la policía "evista" que arrojó varios muertos y lógicamente, sin los votos opositores que la validarían. No obstante eso, Evo Morales la presenta como siendo una Constitución ‘legalmente aprobada’.
Este fue el momento preciso que la oposición política boliviana --inconstitucionalmente excluida de sus derechos políticos-- dejó que sucediera sin apelar a las organizaciones internacionales a las que tenía derecho (como la OEA o la ONU, por ejemplo), dejando de mostrar ante el mundo la arbitrariedad que ahora Morales presenta como algo constitucionalmente legalizado.
Como que en el país sudamericano existen poderes que todavía Morales no ha podido someter, la oposición política presente en el Parlamento --y sobre todo en las provincias del país-- comenzó un movimiento de reacción al asalto evista, decidiendo una estrategia que ahora se muestra errática y poco clara ante el resto de Latinoamérica: la independencia departamental.
Claro que las provincias bolivianas tienen derecho un grado creciente de independencia, pero el intento de separase del poder político central dividiendo el país, ha sido el fantasma que Evo Morales ha esgrimido contra sus enemigos políticos, lo que al mismo tiempo ha impedido al ejército boliviano apoyar los intentos opositores de hacer valer la legalidad violada por Morales.
El error estratégico de la oposición boliviana ha sido elegir una bandera equivocada para luchar contra la dictadura marxista que Morales quiere imponer en Bolivia. No importa que los prefectos juren que no quieren dividir a Bolivia, sus reclamos secesionistas son presentados fácilmente por la propaganda evista como tendientes a esa dirección, en un continente donde el separatismo es fuertemente condenado y en un mundo que acaba de presenciar una guerra en Georgia precisamente por esa causa, casi espejándose en lo sucedido en Kosovo y Serbia.
No queremos desde estas líneas criticar a quienes defienden la democracia verdadera en Bolivia. Sabemos que la ideología de los prefectos opositores es democrática y que sus reclamos son justos. Sin embargo, toda línea política que se parezca al separatismo está condenada al fracaso en Bolivia, por dos razones básicas: primero, porque no habrá ejército nacional (contra el cual Evo Morales y Hugo Chávez también conspiran, como se sabe, por lo que sería teóricamente aliado de la oposición boliviana) que apoye algo que pudiera en el futuro implicar la división territorial del país; y en segundo lugar, porque los aliados de la izquierda radical de Evo Morales en Sudamérica están suficientemente organizados como para presentar el conflicto como un intento separatista oculto, y apoyar “el gobierno democráticamente electo de Evo Morales, contra una conspiración de la derecha boliviana de ‘kosovizar’ el país”.
Como era de esperar, Chávez llevó el conflicto a un escenario que le era favorable, UNASUR. A pesar de los llamados a la cordura de Lula da Silva para eliminar del conflicto boliviano las referencias despectivas a EUA y la interferencia externa -- a esas horas Hugo Chávez había amenazando con intervenir militarmente en Bolivia-- toda Sudamérica votó en pleno contra la oposición boliviana, cuya bandera oposicionista siquiera apareció, porque el peligro al que se temía era “al separatismo”, en un escenario cuidadosamente preparado por Chávez y Morales y al cual la propia oposición boliviana colaboró con sus reclamos de mayor autonomía.
Otros factores menores enturbiaron también la línea opositora, como la amenaza (parcialmente cumplida) de cortar el gas boliviano a Brasil, además de exigir un aumento del precio que Brasil paga a Bolivia por el gas, con lo cual empujaron al terreno de Morales al gobierno brasileño, junto con la opinión pública de ese influyente país sudamericano, aliado natural de Bolivia.
El precio del gas puede revisarse. Lo que no puede la oposición política boliviana es ganarse la animadversión del gobierno y la opinión pública brasileña (como se la ganaron) en medio de una lucha que tiene poco que ver con ese reclamo y en la que Brasil puede influir fuertemente.
Algo similar sucedió con Argentina y el gas boliviano. Aunque el gobierno argentino siempre ha estado más ceca de Evo Morales que el gobierno brasileño, la oposición boliviana perdió también la opinión pública gaucha con esa estrategia de cortar el gas argentino, sin acrecentar en ese lance absolutamente nada al terreno de su lucha por una Bolivia democrática.
En las circunstancias actuales, ya se ha perdido el rumbo de la razón implícita en los reclamos de la oposición y nada se habla, ni de la aprobación ilegal de la Constitución evista, ni de los asesinados en las protestas. Si bien el conflicto se inicia con la arbitrariedad de Morales haciendo aprobar una Constitución fuera de del proceso legal, el conflicto ahora aparece como una oposición contraria a la aprobación de una constitución legal. Mientras la oposición política a Morales no sepa aprovechar los puntos fuertes de sus reclamos y se presente como abanderados de la posible división territorial del país, el mundo no entenderá sus demandas.
Adicionalmente, y como elemento de provocación, Morales había suspendido el pago de los impuestos a la extracción de gas a las provincias rebeldes --más como un elemento a su favor-- en una futura mesa de negociaciones (que ahora viene a tono) que como una necesidad de su plan colectivista. Es claro que ahora Morales prometerá devolver el impuesto (o parte de él) para que se apruebe su ilegal Constitución, objetivo verdadero detrás de su estrategia.
Volver al punto de la legalidad constitucional y los muertos por la represión, es la única forma de evitar el desastre comunista en Bolivia, porque Morales cuenta con el apoyo financiero y militar de Chávez y toda la logística política y estratégica de Fidel Castro y su aparato asesor.
Opinión
INQUIETUD EN BOLIVIA POR "CUBANIZACIÓN"
Sendero de Peje España (www.senderodelpeje.com)
La influencia de asesores venezolanos y cubanos está tan enraizada en Bolivia que a sus habitantes les inquieta que se esté camino a una “cubanización” del país, en el marco del socialismo que promueve el gobierno de Evo Morales.
Notimex corroboró que hay muchos cubanos y venezolanos viviendo en Bolivia. Un ejemplo de esta realidad es el Registro Civil de la oriental ciudad de Santa Cruz, donde los funcionarios que sellan los documentos de identidad de los bolivianos tienen acento caribeño.
“Ellos no tienen nada qué hacer en el Registro Civil. Los venezolanos están controlando todo y de los cubanos ya ni se diga, ya que camuflan sus actividades políticas con asistencia social”, afirmó a Notimex Ruth Reyes, una empresaria boliviana.
Aseguró que ella recibió sus documentos de identidad de parte de un empleado de nacionalidad venezolana, lo cual “es inaudito porque ahora ellos tienen la información de todos los ciudadanos, lo cual se convierte en peligroso”.
Un médico del área de redes del Ministerio de Salud, que requirió el anonimato, afirmó que a las comunidades de Achupalla, Mecapata y Viacha llegaron médicos cubanos supuestamente expertos en atender emergencias en un desastre, “pero no sabían ni atender un parto”.
“Resulta que han enviado a muchas comunidades estudiantes cubanos de medicina que no realizaron trabajos de evaluación ni estudios epidemiológicos de las zonas que son afectadas por desastres naturales”, precisó el galeno boliviano.
Incluso, dijo, ha habido casos de negligencia médica por parte de los cubanos, a quienes no se les han fincado responsabilidades, “pero cuando nosotros cometemos un error nos echan del trabajo”.
Un médico cubano gana en Bolivia unos 400 dólares mensuales, una fuerte suma si se compara con los 20 dólares que cobran en Cuba. “No sabemos de dónde provenga dinero, pero lo cierto es que se está pagando a gente que supuestamente son especialistas en emergencias y desastres y en la práctica no han tenido capacidad de respuesta”, anotó el médico de la red de salud boliviana.
“Este país no será viable si hay influencia extranjera y si vamos camino a la cubanización. Ahora ya nos ha descertificado Estados Unidos (en la lucha contra el narcotráfico) y se vienen tiempos duros para Bolivia si se retira la cooperación internacional”, acotó.
El médico boliviano, que rechaza la forma de gobernar que tiene Morales, señaló que en los próximos años habrá un panorama incierto ya que, al no haber recursos financieros provenientes de la cooperación extranjera, no podrán ser tratadas varias enfermedades.
Según la oposición política boliviana, muchos de los médicos cubanos que residen en Bolivia son agentes de inteligencia a los cuales se les ve en algunas cafeterías portando computadoras portátiles de última generación.En Santa Cruz, por ejemplo, muchos venezolanos y cubanos llegan a los restaurantes. El color moreno de su piel y su acento los delata; algunos prefieren utilizar gorras de beisbolistas y tienen corte de pelo y porte militar. En esa región habrían por lo menos cuatro casas de seguridad que, según los empresarios del lugar, están ocupadas por agentes de la inteligencia cubana y venezolana, residencias que están provistas de grandes antenas parabólicas y están fuertemente resguardadas.
¿ADÓNDE VA BOLIVIA?
“…Los fascistas no pasarán, porque el pueblo los va a aplastar…”, arengan las masas paceñas en alusión a la derecha y Leopoldo Fernández (preso en San Pedro), prefecto de Pando, que dirigió el genocidio de 30 campesinos indefensos. Producto de esto, la ofensiva de masas campesinas, y del aislamiento internacional del fascismo, el golpismo fue derrotado y la derecha se ha sentado a “dialogar”. Todo parece regresar a la calma. Pero no todo lo que brilla es oro.
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
En verdad, esta parece una retirada estratégica del fascismo para recuperar fuerzas, descomprimir el Pacto de Unidad entre la Central Obrera Boliviana (COB), la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM), y el gobierno indígena, para luego salir a la ofensiva y derrocar al “indio”.
Y esto es verdad. Durante las últimas acciones directas populares como en el barrio Plan 3000 (con 300 mil pobladores aproximadamente), en Santa Cruz, donde se apaleó a los fascistas, las masas han intervenido independientemente. “...lo nuevo del proceso boliviano es que los sectores democráticos dentro del gobierno se han dado cuenta de que la derecha no quiere dialogar...”, comentó el periodista Miguel Lora.
No obstante, hasta ahora no existe ningún acuerdo sobre el diálogo, promovido por la UNASUR. Y es que la derecha está exigiendo la modificación de los aspectos fundamentales de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), como el aspecto del carácter pluricultural del Estado o la propiedad comunitaria de la tierra. “Nosotros no vamos a permitir ninguna otra modificación que no sea la autonomía…”, dijo Fidel Surco, dirigente de la CONALCAM (La Razón, 27-09-08).
En este sentido, la situación boliviana se asemeja a la chilena de la Unidad Popular cuando esta vacilaba mucho en enfrentar decididamente al fascismo. Y esto lo decimos porque después del referéndum que da el 67.5% de votos a Evo Morales, y la masacre de Pando, la correlación de fuerzas es hoy mucho más favorable al oficialismo.
“…En el oriente boliviano ya existen conatos de guerra civil. Si el gobierno no aprovecha la debilidad del fascismo para derrotarlo definitivamente, las masas lo van a desbordar…Nosotros vamos a realizar nuestro próximo ampliado nacional en el Plan 3000, que ya declaró su autonomía…”, comentó Pedro Montes, líder la histórica COB.
De este modo, la dialéctica de la revolución boliviana, expresa tres tendencias. Un golpe de Estado fascista exitoso, una revolución social de masas victoriosa o la guerra civil.
Análisis
BOLIVIA: NEGOCIACIÓN DESDE EL GENOCIDIO
Evo ha aceptado la negociación, pero el movimiento indígena y las centrales sindicales han dejado claro que no aceptaran ningún recorte en torno a la reforma agraria y la nacionalización de recursos.
Kaos en la Red (www.kaosenlared.net)
El jueves 11 de septiembre, Grupos de campesinos se dirigían hacia una concentración en el pueblo de Filadelfia (Pando), cuando fueron interceptados por funcionarios de la SEDCAM (policía del gobierno regional)a la altura de Porvenir .En emboscada matan a6 campesinos y resultan también muertas,dos personas de la prefactura. Poco después en volquetes y vehículos del gobierno llegan personas armadas con metralletas y todo tipo de armas de fuego. Son identificados sicarios peruanos y brasileños. Los campesinos masacrados huyen hacia el monte o cruzanel rio heridos.
El balance del genocidio es indeterminadoalrededor de 20 muertos, 30 heridos y 106 “desaparecidos”. Se inicia una ·”orgía” de violencia por parte de grupos armados desde la prefactura con persecución de dirigentes campesinos, asalto de armerías., ocupación de las sedes del gobierno,etc. Después de, llamémosle… vacilaciones, desobediencia al gobierno del estado o inoperancia activa por parte del ejército, finalmentese declara el estado de sitio.
El racismo, la violencia y el genocidio en los departamentos bolivianos de Santa Cruz (este), Tarija (sur), Beni (norte) y Pando se desarrollan en el contexto de una acción sistemática de la oligarquía junto a los responsables de estos departamentos para frenarlas iniciativas de los campesinos alentadas por el gobierno de Bolivia a fin de garantizar los derechos de las poblaciones indígenas.
Uno de los pilares de las reformas de Evo es la redistribución del poder territorial. En Bolivia 100 familias se reparten 30 millones de hectáreas. La media de estas fincas es aproximadamente 3 veces el tamaño de la isla de Menorca, unas 250.000 hectáreas. La etnia Aymara es la mayoritaria pero existen 36 naciones originarias., cuyos territorios coinciden o se inscriben en algunas de estas “fincas”. La constitución prevé limitar la propiedad a 5000 o 10.000 hectáreas (esta pendiente su aprobación en referéndum…), sea cual sea, la limitación esta medida acabaría con la estructura caciquil de la propiedad de la tierra que pasaría a ser propiedad publica y repartida entre los campesinos.
Esta es junto a la nacionalización de los recursos la razón fundamental de la rebelión de los “100 clanes”, que no dudaran en utilizar cualquier recurso y por supuesto la violencia para defender su privilegio secular.
No están dispuestos a negociar. La “autonomía” que defienden es la voluntad de no acatar las profundas transformaciones que ha impuesto la lucha del pueblo boliviano y que se reflejan en la nueva constitución. Estados Unidos encuentra en ellos un aliado para intentar detener el proceso que afecta a sus trasnacionales y que significa un peligrosísimo paso adelante contra el modelo que ellos plantean en América Latina.
El embajador de los Estados Unidos Philip Goldberg, que ya trabajó entre 1994 y 1996 como asistente especial del embajador Richard Holbrooke, uno de los estrategas de la desintegración de Yugoslavia y de la caída en 2000 del presidente Slobodan Milosevic, mantenía una actividad frenética e insultante con la oposición, Evo lo expulsa. Chávez a su vez hace lo mismo con su homónimo en Caracas al celebre grito de “Yankis de mierda, váyanse al carajo”,Después de la declaración el estado de sitio regional en Cobija.El ejercito detiene al prefecto de Pando, Leopoldo Fernandez, acusado, primero de la violación del toque de queda y después de la masacre decampesinos.
La gravedad de la situación hace que se convoque en Santiago de Chile, bajo la presidencia de Michel Bachelete, una cumbre extraordinaria de UNASUR, la recién creada organización para asuntos de defensa sudamericanos.
La Cumbre de UNASUR
A pesar del optimismomostrado por parte de Evo Morales y Chávez, sobre lo histórico del evento: “pleno respaldo al gobierno constitucional del presidente Morales, cuyo mandato fue ratificado por una amplia mayoría en el reciente referéndum” (punto 1)-
A pesar de que sus respectivos gobiernos “rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que implique un intento de golpe civil, la ruptura del orden institucional o que comprometa la integridad territorial de la República de Bolivia” (punto 2),Lula impuso su criterio que no es otro que mantener lo que el entiende como “orden institucional” en su país vecino.
Así, la condena de la masacre viene seguida de un llamamiento al dialogo entre gobierno y oposición. Los “intereses propios” de Brasil, no siempre sintonizan con el gobierno del MAS. Lula, no puede apoyar a la extrema derecha separatista y en realidad solo defiende los intereses de de la burguesía brasileña yPetrobrasil (principal inversor en Bolivia) . Lo último que le interesa es una desestabilización de la zona.
Un corte de suministro del gas que Bolivia le vende a Lula paralizaría la industria de este país y pondría en peligro el cultivo de la soja, donde 200 familias de agricultores brasileños se reparten el 35 % del “agronegocio” enel país andino.
Además de todo ello, la radicalización de la situación en Bolivia amenaza no solo las empresas brasileñas sino el mismo modelo de “capitalismo alternativo” a la hegemonía norteamericana que intenta capitanear Lula en el en la región.
Así, como era de esperar, la cumbre de Santiago de Chilea pesar de el apoyo formal a Evo resulta una maniobra que equilibra y le da un balón de oxigeno a la oligarquía de “La Media Luna” al promover el dialogo entre estos fascistas y un gobierno que acaba de recibir la ratificación del 67% de su electorado.
Venezuela fue la contrapartida prácticamente solitaria expulsandoal embajador norteamericano, en Venezuela,en solidaridad conBolivia,pero también como reacción al descubrimiento de la trama golpista ensu propio país.
Chavez presionó al resto de países a pronunciarse sobre el apoyo a Evo. De alguna manera puso en un compromiso a los gobernantes, que necesitan de su imagen nacionalista e izquierdista para el apoyo de su población.
El silencio de Uribe, (que dejo que otros hicieran el trabajo… para a lavar su imagen) el apoyo de Correa (en puertas del referéndum constitucional…) a la posición de Lulason otros aspectos relevantes de esta cumbre. Así, al final,no se incluyó una declaración explicita contra Estados Unidos como pedía Chávez.
La negociación
Evo ha aceptado la negociación, acordada o impuesta, por la cumbre de UNASUR, pero el movimiento indígena y las centrales sindicales han dejado claro que no aceptaran ningún recorte en torno a la reforma agraria y la nacionalización de recursos. La movilización en Bolivia ha sido impresionante.
Al llamado de las organizaciones indígenas a cercar Santa Cruz (el principal bastión de la oposición) acudieron más de 20.000 campesinos. Colonizadores, cultivadores de hoja de coca del Alto, a los que se unieron después los sindicatos mineros bloqueando también las principalesciudades de la denominada “Media Luna”: Trinidad, Cobija, Pando…
En La Paz, multitud de personas de la central obrera regional y las juntas vecinales, cercaron la cárcel y amenazaron con tomar el aeropuerto con el fin de impedir la salida del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, al que unjuez corrupto pretendía trasladar a la ciudad de Sucre y así facilitarsu libertad.
La CONALCALM (coordinadora nacional para los cambios) pidió finalmenteel levantamiento del cerco para facilitar la negociación a lo que accedieron a regañadientes la mayoria de los concentrados. Se formaliza así una tregua hasta el dia 15 de octubre,con la voluntad de volver sino se llega a un acuerdo para la aprobación de la nueva constitución política del estado (CPE).
Pero la derecha cruceña y el resto de caciques no están interesados en negociar nada. De la negociación sobre los impuestos de hidrocarburos (que no se recaudaban antes de Evo) , han pasado a la reivindicación “autonómica”, después a la del modelo de justicia , a la del modelo económico, a la del estado… Es decir, intentan imponer desde la violencia genocida lo que no han ganado ni en el proceso constituyente ni en las urnas. Un modelo de explotaciónde 100 familias con el voto del 30% de la población para todo el pueblo bolivianoque en su 70%. Apoya a Evo.
La oligarquía, los prefectos fascistas y los 100 clanes, amos de la tierra, dueños de los grandes negocios, no tienen la menor intención de pactar con Evo. Sólo quieren maquillar su imagen, ahora maltrecha, por la masacre de campesinos en Pando. Pero, sobre todo, ganar tiempo para consolidarposiciones, tras los enfrentamientos y su rebelión contra el gobierno.
La derecha, consciente de que su estrategia beligerante contra Evo le ha servido para controlarel poder en buena parte del país, no quiere ningún pacto, menos la nueva Constitución y la posible reelección de Evo. Su estrategia es de desgaste y de mantener el dominio sobre la zona más rica del país para impedir que Evo se mantenga en el gobierno más allá del 2010, apoyados en sus bandas fascistas, de sicarios y narcos que financian con la colaboración de Estados Unidos.
Pero la población está movilizada y alerta. En toda Sudamérica se ha levantado un gran movimiento de solidaridad, conscientes de lo que esta en juego. Hay batallas decisivas por librar para Bolivia que afectan al futuro de todo el continente, a todo el “Abya Yala.”
Opinión
EVO ENCADENÓ A LULA (UN CHISTE DE MAL GUSTO)
Rebelión de España (www.rebelion.org)
El periodista Jorge Aldao dice, en “Rebelión” 17-09-08, que Evo “encadenó” a Lula a sus políticas. Lo anterior, sumado al respaldo de UNASUR, explicaría la contundencia con la que su régimen enfrentó a los prefectos de la “media luna”, encarceló a uno de ellos, expulsó al embajador norteamericano y desairó al cardenal. ¿Pero, existe ese grillete? A dos años y medio de la Nacionalización petrolera (Decreto 27801, de 1-05-06), los 30 millones de metros cúbicos diarios vendidos a Brasil salen, como siempre, sin valor agregado, sin que uno sólo de ellos pueda servir de excepción. YPFB no extrae los líquidos del gas exportado. Lula aceptó incrementar los precios por este concepto, pero su decisión no se cumple por el veto de Petrobrás. El Banco Central tiene casi 7.000 millones de dólares depositados en el primer mundo, pero no permite utilizar parte de ese dinero en desarrollar los campos e instalar una nueva refinería que permita el autoabastecimiento de diesel, por cuya importación subvencionada el país pierde 400 millones de dólares al año, o sea 4000 millones de dólares en una década. Bolivia puede vender termo electricidad al desesperado norte chileno, que importa carbón de Indonesia para paliar su sed de energía, sin dejar de preservar el gas natural para negociar su salida marítima. Esta opción es vetada por la francesa Suez, socia de transnacionales petroleras, que desea hacer funcionar sus plantas a gas, hoy semiparalizadas, en territorio chileno, lo que no sucederá si Chile compra termo electricidad de Bolivia.
La construcción del “Gasoducto Boliviano de Occidente” (proyecto GABO), que debería unir los mega campos de Tarija con Potosí, Oruro y La Paz, con el que sería posible explotar en su trayecto las ingentes riquezas del Salar de Uyuni, cambiaría la faz del país. Este proyecto, aprobado mediante Decreto Supremo hace veinte meses, también fue vetado por Petrobrás. YPFB debería registrar en sus estados financieros el valor de las reservas de gas y petróleo y cotizar títulos valor en las bolsas internacionales a fin de obtener mayores recursos para la industrialización. Para dar este paso, YPFB deberá vencer la resistencia de la compañía brasileña, lo que no ha logrado hasta ahora.
Continúan sin publicarse las auditorias a las empresas petroleras, las que deben servir para mejorar los contratos de operación, en los que, de acuerdo al Decreto de primero de mayo de 2006, el país recuperó la propiedad sobre sus reservas. Estos contratos de operación fueron sustituidos por contratos de producción compartida, en los que no ocurre lo mismo. Petrobrás sostuvo que este fue un gran triunfo de Brasil, después de la nacionalización.
El gobierno y la “media luna” han arribado, por el momento, a un solo acuerdo: El destino del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH) con fines rentistas. Esta coincidencia impide que YPFB cuente con capitales de inversión, lo que complace de manera enorme a Petrobrás y sus socios extranjeros. El Ministerio del Sector acaba de presentar la Estrategia Energética del gobierno, cuando Evo ya cumplió la mitad de su mandato, pese a que el Decreto de Nacionalización no acabó de implementarse. En la Empresa Chaco (British Gas), socia de Petrobrás en Bolivia, el país tiene el 50 % más uno de acciones, pero la administración sigue en manos de la transnacional.
Se oculta cómo YPFB utilizó un fideicomiso venezolano para importar diesel de ese país. Lo que si se sabe es que YPFB proyectaba comprar Gravetal, un consorcio colombiano de alta rentabilidad, pero que ha sido adquirido por la empresa Manómetro de Venezuela, que recibe ahora los dividendos. Constructoras brasileñas de caminos cometen enormes abusos en el país, mientras Lula recibe cuantiosas inversiones de Soros en bio combustibles. Soros es también socio del megaproyecto minero de “San Cristóbal” en Potosí.
El Ministro de Minas y Energía del Brasil dice que su país seguirá comprando gas boliviano “aunque no lo necesite” (Cuánta “bondad” de su parte). Añade que se lo reexportará a Paraguay y Uruguay. A YPFB se le niega no sólo la posibilidad de industrializarlo sino inclusive de venderlo, sin intermediarios, a países cercanos. Brasil y Chile construirán corredores biooceánicos por suelo boliviano, mientras Brasilia y Santiago tutelan a la “ingobernable” Bolivia.
El país necesita retornar al espíritu indo mestizo del Decreto “27801”, expresión unitaria de la nación oprimida, capaz de hacer frente al imperialismo y sus agentes separatistas, como el terrateniente Branco Marincovic, así como a las oligarquías de países vecinos, influidas también por transnacionales. Si esto no ocurre, se seguirá constatando que después de cada conmoción interna, Evo gana, pero que Petrobrás gana más, ya que Bolivia no necesita que Lula le da una mano, sino que, al igual que Paraguay (recuérdese Itaipú) y Ecuador (téngase en cuenta lo que sucede con la constructora Oderbrecht) retire su pie.
Alegan que se le confunde con Branco Marinkovic, por su asombroso parecido
DIODATO, HISTORIA DE UN EXTERMINADOR EN BOLIVIA
Marco Marino Diodato, el exterminador que llegó a Bolivia con los mercenarios que trajo Klaus Barbie para apoyar el golpe de García Meza, no es el único criminal que finge su muerte para evadir el peso de la justicia. Dicen que se suicidó por despecho, pero no hay evidencia legal al respecto. Se lo busca por el horrendo asesinato de una digna mujer cruceña, la fiscal Mónica von Borries, y hay más de un indicio acerca de su reincorporación al círculo de latifundistas que lo protegen; esos que aplaudieron la masacre del 11 de septiembre en Pando.
Rebelión de España (www.rebelion.org)
En 1992, en la sección necrológica de Los Tiempos apareció un aviso religioso anunciando la muerte, en Estados Unidos, de un conocido narcotraficante, “Adrián”, ligado a la banda de Jorge Roca Suárez (alias “Techo de Paja”). El anuncio causó risa en Cochabamba porque todo el mundo sabía que aquel pichicatero que lavaba dólares en esta ciudad mediante cadenas de restaurantes, moteles y prostíbulos, andaba vivito y coleando en San Diego, California, con una identidad nueva y bien protegido por la DEA (la agencia antinarcóticos norteamericana); pero, ante “su muerte”, quedó libre de los cargos por diversos delitos que “Adrián” había cometido en Bolivia.
Pocos años antes, en 1989, se habló de la muerte, en el Departamento del Beni, del mafioso Yayo Rodríguez Román, acusado de dirigir el secuestro y asesinato de 36 pilotos brasileños cuyos cuerpos fueron hallados en una fosa común descubierta en la hacienda del narcotraficante. La banda de Yayo Rodríguez robaba avionetas en la frontera con Brasil, matando a sus dueños, para reacondicionarlas con mayor autonomía de vuelo hasta llegar al Golfo de México (una ruta liberada por la DEA para el narcotráfico boliviano “post Roberto Suárez”) donde se descargaba la droga, tras lo cual los aviones “desechables” eran tirados al mar. Yayo Rodríguez fue “enterrado” con solemnes pompas fúnebres pero nunca se vio su cuerpo. Cuando la Fiscalía quiso exhumar el cadáver, halló piedras en el ataúd.
Entre los mafiosos en general, y entre los criminales del narcotráfico en particular, es común el ardid de “aparecer muertos” cual eficaz manera de evadir el peso de la ley cuando sus delitos son extremos como el asesinato premeditado. Pero también “mueren” como parte de una acción de encubrimiento ejecutada por la DEA y la CIA cuando estos organismos —que no tienen escrúpulos en aliarse con avezados delincuentes por razones políticas— les benefician con sus “programas de protección a testigos”.
Sea como fuere, en su edición del pasado 13 de abril, El Deber de Santa Cruz lanzó la noticia sobre la “muerte” de Marco Marino Diodato, el paramilitar y narcotraficante italiano que llegó a Bolivia junto a mercenarios de Klaus Barbie en el plan de apoyar el golpe de Estado de Luis García Meza en 1980. Diodato, que se casó con una sobrina del ex dictador Hugo Bánzer Suárez, huyó de Santa Cruz en el 2004 tras asesinar con una bomba de alto poder a la fiscal Mónica von Borries. La insólita noticia de la muerte del asesino, no confirmada en absoluto, no deja de ser ese viejo truco tan usual entre mafiosos de semejante calaña.
¿Réquiem para un desalmado?
El periódico El Deber, en la citada edición, publicó una entrevista con el periodista Herland Campos Reimers, quien, en un libro titulado “Diodato: el final de un fugitivo”, sostiene la “hipótesis” de que el mafioso “se habría ahorcado en un árbol de penoco, en una propiedad llamada el Coloradillo, que está ubicada a seis kilómetros pasando la localidad de Warnes, en marzo de 2004, es decir, un mes y medio después de su fuga ocurrida el 31 de enero de la clínica Bilbao, donde estaba bajo custodia policial”.
Según dicha “hipótesis”, la causa de la fatal decisión “sería una depresión por sentirse abandonado por sus amigos y familiares, sin dinero, y porque su esposa se involucró con su hermano en Italia”.Campos aseguró que los datos de su libro comenzaron a ser acopiados cuando conoció al cazador y pescador Luis Fernando Finetti Justiniano, de ascendencia italiana, quien “había trabajado para Diodato en las actividades de juegos de azar y era uno de sus pocos amigos”.
Finetti era pescador aficionado, al igual que el autor del libro, y en una de sus tantas jornadas de pesca surgió el tema de Diodato. “Después de que el italiano se fugó, yo le pregunté (a Finetti) si sabía de su paradero, pero se rehusó a hablar, insistí en que no quería hacer algo que lo dañe, pero no dijo nada. Por su expresión sentí que lo estaba protegiendo, que sabía dónde estaba escondido, entonces le dí mi tarjeta”, relató Campos.“Pasaron más de tres años y un día de mayo de 2007 recibí una llamada. Era Finetti, que me ofrecía datos sobre Diodato. Fui hasta el sitio acordado, más allá de Warnes, donde me contó llorando que su amigo había muerto. Se había ahorcado colgándose de un árbol”, acotó. “Me contó que enterró el cuerpo de Diodato en esa propiedad y que dejó pasar el tiempo hasta que me llamó. En nuestro encuentro ofreció llevarme al lugar donde supuestamente había enterrado los restos, incluso me dio algunas señales del lugar. Acordamos un nuevo encuentro, pero pocos días antes de la nueva cita, Finetti falleció en un accidente. Murió el 27 de mayo de 2007 cuando salía del surtidor que queda cerca de la fábrica de leche en Warnes. Un vehículo lo arrolló desde atrás. La Policía no le dio importancia al hecho, pero puede haber alguien detrás”, relató Herland Campos al periodista Igor Ruiz de El Deber. (En todo caso, es más probable que el mismo Diodato fue quien asesinó a Finetti).
Campos comenta que “la verdadera investigación” del caso Diodato surgió luego de la muerte de su informante. “Entrevisté a uno de sus primos y a otros pescadores. Uno de ellos me llevó hasta Coloradillo, donde encontré un botín militar que usaba Diodato. Tengo pruebas y muchos datos para aportar si es que la justicia quiere exhumar el cuerpo del italiano”, aseguró. En su libro, Campos incluye entrevistas a amigos de Finetti, quienes afirman que “el cazador les confesó que había protegido al italiano y que había muerto ahorcado”.
No obstante los varios meses transcurridos desde la publicación de aquella “revelación”, las autoridades policiales y judiciales que buscan a Diodato por el asesinato de la fiscal Mónica von Borries no han encontrado el supuesto cadáver. Por el contrario, en los últimos días son insistentes las versiones de que el peligroso mafioso fue visto campante en los territorios de la “media luna” donde se produjo una despiadada masacre como la de Pando el pasado 11 de septiembre, además de otros actos en escalada criminal propios de un golpe de Estado.
Diodato y Leopoldo Fernández
Entre mayo y junio de este año, el Departamento de Pando —zona que se halla bajo la órbita de Santa Cruz dentro el territorio de la “media luna” que busca separarse del gobierno indígena de Evo Morales— se convirtió en el escenario de una ola de crímenes y asesinatos cometidos por sicarios del narcotráfico que, impunemente y con protección del “gobernador” separatista Leopoldo Fernández, campean en aquel alejado territorio amazónico de Bolivia. En menos de un año se han producido más de 30 “ajustes de cuentas” con ejecuciones en plena vía pública realizadas por asesinos a sueldo llegados desde el Brasil, donde, según consta en expedientes judiciales, Diodato reclutaba miembros para su banda.
Esta presencia delincuencial, promovida y organizada desde la Prefectura de Leopoldo Fernández, tenía el sello inconfundible de Marco Marino Diodato, de quien se asegura —desde fuentes policiales muy confiables que están en contacto con “Datos & Análisis”— ha retornado a sus actividades asesorando a la neofascista “Unión Juvenil Cruceñista” de la cual Diodato es “miembro honorario” desde el año 2001. Esta organización paramilitar que sigue las órdenes del presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, el latifundista croata Branco Marinkovic, expandió su influencia y sus actividades hacia otros distritos de la órbita separatista, incluyendo a Cochabamba y Chuquisaca, además de Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando.
En vísperas de la masacre de Pando acaecida el 11 de septiembre, “Datos & Análisis” recibió el llamado de una fuente policial asegurando que, en el mes de julio, Diodato fue visto en una zona residencial de Tiquipaya, en Cochabamba, cuando este Departamento todavía era gobernado por el prefecto separatista Manfred Reyes Villa. Afortunadamente el mandato de Reyes Villa fue revocado en el referéndum del 10 de agosto; hoy Cochabamba está libre de la influencia balcanizadora de la “media luna”. Sobre la presencia de Diodato en este Departamento, no se nos brindaron mayores detalles; pero tomamos contacto con otras fuentes —militares, policiales y judiciales— confirmando que Diodato se encuentra hoy en Santa Cruz protegido por miembros de la “Unión Juvenil Cruceñista”. Se asegura incluso que Diodato mantiene contacto directo con dirigentes del Comité Cívico Pro Santa Cruz y otros líderes de la “media luna”.
Sin embargo, también en círculos policiales, hay quienes afirman que es posible que Diodato esté siendo confundido con el presidente cívico Branco Marinkovic, quien tiene un sorprendente parecido físico con el criminal italiano. Pero la probabilidad de que no exista error alguno y que efectivamente Diodato haya “salido de su tumba”, es mayor.
La ejecución de decenas de campesinos en Pando, entre ellos mujeres embarazadas y niños en edad escolar, aquella aciaga jornada del 11 de septiembre, tiene el inconfundible sello neo-nazi de un exterminador como Diodato. Leopoldo Fernández, el “gobernador” de Pando, fue Ministro del Interior durante los gobiernos de Hugo Banzer Suárez y Tuto Quiroga, precisamente cuando Diodato tenía un ítem de “asesor”, con rango militar, dentro los organismos estatales de represión.
Buscando al exterminador
Al mediodía del viernes 27 de enero del 2004 un coche-bomba explotó cuando la fiscal Mónica von Borries salía de su domicilio rumbo a su oficina en el Ministerio Público de Santa Cruz. El asesinato se produjo cuando von Borries se disponía a investigar la apropiación ilegal de más de 400.000 hectáreas por parte del empresario constructor y ex ministro del MNR Andrés Petricevic(†), ante reclamos del Movimiento Sin Tierra (MST) que exigía la reversión de esas tierras para beneficio de miles de campesinos pobres. La fiscal von Borries investigaba también la ilegal dotación de tierras que detenta el empresario croata Branco Marinkovic en territorios originarios indígenas, incluyendo una laguna.
Las investigaciones establecieron que el asesinato había sido cometido por el narcotraficante italiano Marco Marino Diodato, quien en ese momento se encontraba prófugo tras huir de la cárcel de Palmasola donde fue recluido al ser sorprendido “clonando” celulares del Alto Mando Militar. Diodato huyó de la cárcel bajo el gobierno de Sánchez de Lozada y el asesinato de la fiscal von Borries se produjo durante la presidencia de Carlos Mesa.
Von Borries investigaba también a Diodato por sus nexos con los latifundistas acaparadores de tierras indígenas. Las fuerzas anti-droga habían descubierto una fábrica de cocaína en una de sus haciendas ganaderas. El asesinato de la Fiscal fue el inicio de una escalada conspirativa y delincuencial consumada, un año después de ese hecho criminal, con la propuesta política del “Referéndum Autonómico” lanzada en el “Cabildo de la Cruceñidad” que se produjo en enero del 2005. El desenlace de esa primera escalada separatista fue la renuncia de Carlos Mesa en junio de ese año, cuando comenzó a actuar abiertamente la “Unión Juvenil Cruceñista”, de la que Diodato era instructor y mentor, además de “miembro honorario”.
En aquel momento, según una información difundida por el analista Aníbal Jerez, el fascismo cruceño se había corporativizado a través de organizaciones empresariales como CAINCO (Cámara de Industria y Comercio) y la CAO (Cámara Agropecuaria del Oriente), así como del Comité Cívico Pro-Santa Cruz y logias como la “Nación Camba” que es una suma de las fraternidades carnavaleras de la oligarquía oriental.
La prensa boliviana ya había identificado como cabezas visibles de aquel movimiento violentista a los empresarios Branco Marinkovic, Rubén Costas, Oscar Serrate, Rafael Paz, Oscar Ortiz y los hermanos Dabdoud: éstos, decía Jerez, “reciben estipendios de las compañías petroleras en calidad de miembros de sus directorios o son socios de capitalistas chilenos en diversos rubros de exportación”.
Diodato integraba esas logias gozando de todo privilegio. Tras el asesinato de la fiscal von Borries, el italiano fue nuevamente capturado; pero inmediatamente fingió una enfermedad, sus abogados pidieron su internación en un clínica de Santa Cruz, y de allí fugó con toda tranquilidad. La justicia boliviana lo sigue buscando.
Análisis
LEE ANDERSON: LAS CRISIS EN LA DEMOCRACIA DERIVAN EN EL POPULISMO
EL Universal de México (www.politica.eluniversal.com)
El declive de los sistemas democráticos en Latinoamérica y la pérdida de influencia de Estados Unidos en algunos países ha motivado el auge de nuevos nacionalismos de corte populista y de izquierdas como en Venezuela o Bolivia, según el periodista estadounidense Jon Lee Anderson.
Lee Anderson expuso hoy en la ciudad española de Segovia su visión sobre los problemas sociales y políticos de América Latina en su intervención en The Guardian Hay Festival, en la que conversó con el escritor y crítico literario mexicano Christopher Domínguez.
En su intervención, Anderson dijo que la génesis de la actual crisis democrática en América Latina proviene de la llegada al poder de gobiernos de corte neoliberal dirigidos por "líderes oportunistas y mercenarios que han acabado detenidos o fuera de su país".
El periodista dijo que esta forma de hacer política "ha vaciado de significado el concepto de democracia en estos países, y ha hecho posible el auge de nuevos nacionalismos de izquierdas de corte populista sustentados por nuevas economías como Venezuela que a su vez subvenciona procesos más pequeños como en Bolivia".
Se refirió también al fenómeno de las guerrillas populares como en el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y aseguró que este movimiento revolucionario "se debate entre la ideología y la supervivencia, para lo cual en ocasiones tiene que recurrir a negocios como el narcotráfico para mantener un cierto estatus político en su país".
En el caso de Cuba, el autor de "Che Guevara, una vida revolucionaria" (1997), considerada la biografía más completa escrita sobre el líder revolucionario, afirmó que la "transición de terciopelo" entre Fidel Castro y su hermano Raúl "no genera muchas expectativas de cambio, aunque lo lógico es que haya modificaciones en la forma de la relación con el pueblo". Asimismo, expresó su deseo de que el nuevo presidente de los Estados Unidos acabe con el embargo hacia Cuba, por considerarlo "antediluviano e inútil, porque sólo causa problemas al pueblo cubano y no a su política".
Análisis
RACISMO, DOMINACIÓN Y REVOLUCIÓN EN BOLIVIA
Revista Piensa Chile (www.piensachile.com)
“El problema en Bolivia es que el país está viviendo un proceso de reformas, sin salirse del marco democrático, pero tanto la oposición como el gobierno actúan como si estuvieran frente a una revolución”, habría declarado Marco Aurelio García, cercano colaborador de Lula en asuntos internacionales, según artículo de José Natanson en Página/12.
Me permitiré no tomar al pie de la letra, sino en irónico sentido, la declaración de Marco Aurelio García, hombre inteligente e informado que no puede dejar de darse cuenta de que si los dos protagonistas del enfrentamiento boliviano creen que se trata de una revolución, esa creencia es la mejor prueba de que, en efecto, lo es. El vicepresidente Álvaro García Linera, en cambio, ha dicho que lo que está en curso es “una ampliación de élites, una ampliación de derechos y una redistribución de la riqueza. Esto, en Bolivia, es una revolución”.
Tiene cierta razón: en Bolivia nomás eso ya sería una revolución como la de 1979 en Nicaragua. Pero lo que está ocurriendo es algo mucho más profundo y va más allá de las élites, la política y la economía. Es un cuestionamiento de los sustentos mismos de la dominación histórica de esas élites, viejas y nuevas. Viene de muy abajo, lo mueve una furia antigua y no lo van a detener las masacres de las bandas fascistas ni los frágiles acuerdos del gobierno con los prefectos de la Media Luna.
La masacre de Pando, con más de 30 campesinos asesinados a sangre fría por los sicarios de la minoría blanca, y las espeluznantes escenas de humillación, dolor y castigo de los indígenas en la plaza pública de Sucre y en las calles de Santa Cruz de la Sierra a manos de bandas de jóvenes fascistas, están diciendo a toda Bolivia que esa minoría blanca sabe bien lo que se juega: su poder no es negociable, sus tierras no se tocan, su derecho de mando despótico reside en el color de la piel, no en el voto ciudadano. La minoría blanca no está dispuesta a “ampliar” en sentido alguno tal derecho despótico, apoyada además en sectores blancos pobres cuya única “propiedad” es ese color de piel que los separa de los indios. Mucho menos dispuesta está a redistribuir propiedad o riqueza.
* * *
La derecha boliviana, las viejas y no tan viejas élites, los dueños y señores de las tierras y las vidas, fueron derrotados por la inmensa revuelta indígena y popular que se inició con la guerra del agua en el año 2000, culminó con la rebelión de El Alto en octubre de 2003 y concluyó con el acceso de Evo Morales a la presidencia en enero de 2005. La nueva Constitución, aún sujeta a referéndum, y otras medidas del gobierno boliviano han sido pasos para consolidar al nuevo gobierno en el terreno jurídico, político y económico.
Este curso fue aprobado una vez más por la enorme mayoría del pueblo boliviano en el reférendum del 10 de agosto: 67 por ciento de los votos –es decir, más de dos tercios–, con puntas superiores a 85 por ciento en las comunidades del Altiplano. La minoría blanca dominante en la región oriental se ha sublevado y, con saña y ferocidad, desafía esos resultados electorales nacionales y amenaza secesión.
Esa minoría sabe bien que no se trata de meras “ampliaciones democráticas” sino de una revolución que cuestiona su poder y sus privilegios, el “entramado hereditario” de su mando despótico. Pues una revolución es uno de aquellos momentos culminantes en que el movimiento insurgente del pueblo toca las bases mismas de la dominación, trata de destruirla y alcanza a fracturar la línea divisoria por donde pasa esa dominación en la sociedad dada.
No se trata de la línea que separa a gobernantes y gobernados, cuestión política, sino de aquella que separa a dominantes y subalternos. El clásico nombre de revolución social se refiere a la subversión de esa dominación social y no solamente política o económica.
Esa línea divisoria es nítida y profunda en Bolivia. No es tan sólo una dominación de clase, que sí existe. Es sobre todo una dominación racial conformada desde la Colonia y confirmada en la República oligárquica desde 1825 en adelante.
En esa dominación, ser ciudadano de pleno derecho significa ser blanco o mestizo asimilado. Para llegar a ser ciudadano, un indio tiene que dejar de ser indio y reconocerse y ser reconocido como blanco; romper con su comunidad histórica concreta, la de los aymaras, los quechuas, los guaraníes u otra de las muchas comunidades indígenas bolivianas; y entrar como subordinado recién llegado a la comunidad abstracta de los ciudadanos de la República. No se espera que la República cambie y sea como es su pueblo. Se exige que ese pueblo cambie en sus hombres y sus mujeres, renuncie a su ser y su historia y sea como es la República de los blancos, los ricos, los letrados, los hispano-hablantes –donde, por lo demás, el imborrable color de su piel condenaría siempre a esas mujeres y hombres a una ciudadanía de segunda. Tal es la índole de esta dominación.
* * *
La fuerza de la revolución en curso en Bolivia se sustenta en una antigua civilización, negada en las leyes pero que persiste en los idiomas, las costumbres, las creencias, las solidaridades y las comunidades, tanto rurales como urbanas. Los dominados de piel morena no fueron traídos de otras tierras. Estaban ahí antes, eran y siguen siendo la civilización originaria. El cineasta Jorge Sanginés, en una película inolvidable, la llamó “La nación clandestina”. Guillermo Bonfil la denominó aquí “México profundo: una civilización negada”. Siguiendo sus pasos, la nombré “una civilización subalterna” en mi libro Historia a contrapelo.
Clandestinas, negadas o subalternas, el entramado social y cultural de esas civilizaciones originarias aparece a la hora de organizar las revueltas y las rebeliones de sus herederos y portadores, porque esas rebeliones y revueltas son de raíz tan profunda como profunda es la dominación de matriz racial.
Aquella fuerza viene también del entramado hereditario de los dominados y subalternos que se sublevan para conquistar todos los derechos que esa República racial les niega o les recorta: la dignidad y el respeto, los espacios de libertad y de organización, los recursos naturales de su tierra, la educación, la salud, todo cuanto constituiría el entramado social de una República de iguales.
El antiguo lema republicano “libertad-igualdad-fraternidad” tiene en tales rebeliones su doble: “tierra–justicia-solidaridad”. Pues no hay en esas latitudes libertad sin reparto agrario, igualdad sin justicia para todos, ni fraternidad sin solidaridad interior de las múltiples comunidades y de la comunidad entera de esa nación de naciones que es Bolivia. No se trata sólo de un nuevo orden político y económico. Se trata de lo que en el contexto boliviano constituiría un nuevo orden social. De ahí la violencia bestial de las reacciones de los grupos privilegiados minoritarios y sus sicarios, como en Pando, en Santa Cruz, en Chuquisaca.
Toda Bolivia, y en especial la Bolivia indígena y popular que ganó abrumadoramente el referéndum, ha visto por televisión y ha escuchado por radio esa violencia asesina ejercida sobre sus hermanas y hermanos. Esas imágenes les han vuelto a mostrar, mejor que todos los discursos, lo que ya han conocido y vivido en carne propia y en la de sus padres y abuelos. Han podido ver en vivo y en colores la amenaza de regreso del pasado.
No lo permitirán. Tienen suficientes experiencia y organización para saber cómo responder a la violencia con la violencia si sus gobernantes, de quienes esperan pero a quienes también exigen, no paran y castigan a los criminales, única salida sensata y efectiva que podría derivar de las negociaciones en la presente relación entre las fuerzas enfrentadas.
* * *
La expulsión del embajador de Washington por conspirar con la derecha racista ha contribuido a poner a ésta en su lugar. Pero no la ha apaciguado. La reunión de presidentes sudamericanos en Santiago de Chile ha dado un respaldo al gobierno de Evo Morales y quitado ciertas esperanzas a los golpistas. Pero no los ha desarmado ni maniatado: tienen también sus aliados en esos países.
Sin embargo, no sólo los gobiernos juegan. En Bolivia las organizaciones indígenas y populares del oriente, del altiplano y de los valles están en movilización y algunas literalmente en pie de guerra. No parecen dispuestas a dejarse o a dejar la solución encerrada en la mesa de negociación entre el gobierno y los prefectos asesinos.
Un manifiesto del Gran Pueblo Chiquitano, de Oriente, decidió el 15 de septiembre que “han llegado a su límite de la tolerancia y hacen que el sentido de sobrevivencia y furia del Pueblo Chiquitano renazca para combatir a brazo partido por su Territorio, Dignidad y Autonomía Indígena”. En consecuencia, decide “ratificar nuestra consecuencia y lucha inquebrantable para defender los resultados del proceso constituyente, el cual ha recogido nuestras demandas históricas [...] ¡para que nunca más volvamos a ser esclavos ni sirvientes de los grupos de oligarcas y terratenientes de Santa Cruz!”; y “advertir a las Autoridades Cívicas y Prefecturales del departamento de Santa Cruz que los territorios indígenas titulados y en proceso de saneamiento son intocables, irreversibles e imprescriptibles”.
Un pronunciamiento de las Organizaciones Sociales del Oriente exigió el 17 de septiembre “al Parlamento y el Gobierno Nacional no tocar la nueva Constitución Política del Estado aprobada en Oruro el 9 de diciembre de 2007, sobre todo el capítulo de autonomías, puesto que allí se encuentran las principales demandas de más de 25 años de lucha reivindicativa. Nuestros caídos y nosotros, humillados y perseguidos, planteamos, marchamos y morimos por nuestra liberación y de todo el pueblo boliviano”.
Una denuncia de la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz, el 17 de septiembre, dice: “Quienes asaltaron nuestras oficinas son mandados y pagados por los traficantes de tierras, latifundistas y esclavizadores de hermanos indígenas y por el Prefecto, Alcalde y Comités Cívicos, quienes se oponen a nuestra histórica demanda posicionada en la Nueva Constitución Política: las autonomías territoriales indígenas, sin subordinación a ningún nivel autonómico, que tiene carácter irrenunciable, pues es la base de nuestra liberación como pueblos”.
En este terreno, el de una revolución cuyos hacedores y protagonistas no están dispuestos a dejársela arrebatar ni a negociarla cualesquiera sean el costo y la violencia que los terratenientes y los racistas impongan, están los enfrentamientos en Bolivia. Tal vez la salida no sea inmediata. Pero, como en octubre de 2003, si aquéllos no ceden el desenlace por ellos buscado se resolverá en las calles y los campos. Es uno de los motivos de la alarma de los gobiernos de los países limítrofes.
Opinión
NO A LA ‘BOLIVIANIZACIÓN’
El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com)
Más allá de las confrontaciones de la campaña electoral y el respeto a los resultados del referéndum, a todos llega la hora de pensar y actuar con ponderación, prudencia, responsabilidad, la búsqueda de diálogos civilizados y la concertación sobre los temas positivos que nos debe unir. Esto no significa que se deje de discrepar ni de disentir, que son necesarios y saludables en un sistema democrático, que no ha funcionado a cabalidad, pero sin fanatismos ni mayor polarización de las posiciones, incluso en las familias; imposiciones, vetos ni descalificaciones a las opiniones ajenas.
Esa ha sido parte de la política nefasta, pero que no se puede repetir en el presente con otros actores. Solo en el cementerio se logra un silencio sepulcral o aparece el voto vergonzante, que con hipocresía y miedo se dice una cosa y se hace otra.
No existen experiencias positivas que demuestren que el fanatismo y la imposición a rajatabla de una sola tesis, partido u organización sean la solución a los acuciantes problemas ciudadanos. No arreglan; al contrario, crispan más las cosas. Por ello la necesidad de ir hacia un acuerdo nacional mínimo con certidumbre y tolerancia porque el país demanda con urgencia y con razón los cambios estructurales, el rescate de las instituciones, un Ecuador diferente, pero con respeto al ordenamiento jurídico y sin atropellar procedimientos, que llevan a los errores y abusos del poder.
Las malas experiencias no hay que repetirlas. Debe respetarse el principio de la libre determinación de los pueblos pero el caso boliviano, con el saldo reciente de decenas de muertos y sangre de por medio, no es un buen augurio y peor si existe injerencia extranjera, que debe rechazarse con firmeza provenga de donde provenga. Al contrario, deben preocuparse de las turbulencias económicas que se vienen en la región, según advirtiera en Ecuadoradio el jefe de la Misión de la OEA, Enrique Correa.
Después de la tempestad generalmente viene la calma, pero en el Ecuador parece que vivimos para destruirnos, deslegitimarnos, dividirnos y, lo que es peor, no para construir un futuro promisorio, que deje un país diferente a las nuevas generaciones. Existe una grave responsabilidad que si no se la asume con seriedad, se corre el riesgo de una lucha fratricida, que aquí no hemos sufrido como en la España de Franco, Chile de Pinochet, Perú de Fujimori.
Ojalá nunca lleguemos a estas situaciones porque solo allí se añorará la paz y la tranquilidad, que ahora están amenazadas. Que nadie juegue con fuego que el pueblo es paciente y reacciona si se siente engañado por las promesas de campaña, muchas bien intencionadas, pero que debido a las limitaciones internas se corre el riesgo de incumplirlas. También existen unas FF.AA. que no se han manchado de sangre del pueblo.
Editorial
NO OLVIDAR EL EJEMPLO DE BOQUERÓN
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La fecha conmemorativa del aniversario de la batalla de Boquerón ya no nos recuerda solamente el inicio de una lamentable contienda entre dos pueblos hermanos, sino las consecuencias que la misma tuvo para los seres humanos que participaron de ella en uno y otro bando entonces en pugna, y que hoy, luego de resuelto el conflicto de límites y superadas las pasiones que el enfrentamiento provocó, ya nos deja tan solamente recuerdos de gestas heroicas de cuyos protagonistas nos sentimos orgullosos pero a quienes ya no correspondemos en la medida de sus inmensos méritos.
La fecha conmemorativa del aniversario de la batalla de Boquerón ya no nos recuerda solamente el inicio de una lamentable contienda entre dos pueblos hermanos, sino las consecuencias que la misma tuvo para los seres humanos que participaron de ella en uno y otro bando entonces en pugna, y que hoy, luego de resuelto el conflicto de límites y superadas las pasiones que el enfrentamiento provocó, ya nos deja tan solamente recuerdos de gestas heroicas de cuyos protagonistas nos sentimos orgullosos pero a quienes ya no correspondemos en la medida de sus inmensos méritos.
Nuestras generaciones jóvenes ni siquiera conocen ya cabalmente los hechos que se sucedieron hace más de setenta años, en aquella confrontación bélica resuelta en condiciones tan duras y precarias, que produjo tantas víctimas y que en su momento asombró a todos por la capacidad de sacrificio de quienes participaron en ella. Y de la ignorancia no puede surgir la conciencia ni el interés en enaltecer aquella gesta. Como consecuencia del proceso de indiferencia gradual de las generaciones posteriores hacia la Guerra del Chaco, nuestros excombatientes fueron cayendo casi en el olvido general. Si bien el Estado les proporcionó alguna atención material, esta nunca estuvo a la altura de sus necesidades y merecimientos. Fueron objeto de inhumano abandono y hasta, en ocasiones, de maniobras dolosas destinadas a aprovecharse de sus magros privilegios.
Triunfa, además, entre nuestras generaciones actuales, una cierta ideología asociada a la idea del pacifismo, pero distorsionada y llena de prejuicios antimilitaristas, que confunde hechos históricos y valores –a veces deliberadamente– presentando los sucesos bélicos como resultado de meros enfrentamientos entre fuerzas armadas, entre militares ansiosos de ejercitar la fuerza bruta, sucesos en los que los pueblos son presentados como borregos conducidos a los frentes de combate sin dárseles la opción de ejercer su libertad de conciencia y de acción.
Con esta mentalidad, las guerras y sus protagonistas quedan convertidos en antivalores, elementos que hay que sepultar en las páginas negras de la historia de los pueblos, de los que hay que avergonzarse y no comentar. Los jóvenes que se declaran pacifistas en estos términos no atinan a reconocer la heroicidad en nuestros excombatientes y su miopía ideológica les impide apreciar siquiera las obviamente terribles consecuencias que todos los paraguayos hubiéramos tenido que sufrir si no hubiera sido por el sacrificio de aquellos cuyo mérito se apresuran a soslayar.
Aún restan algunos pocos excombatientes del Chaco con vida; son ancianos de más de noventa años que arrastran su edad y sus cada vez mayores necesidades de atención material y afecto personal. También viven viudas de excombatientes que, por supuesto, ya no están en condiciones de valerse por sí mismas para proveer a sus necesidades básicas. Todos ellos requieren apoyo estatal, asistencia y reconocimiento social. No es mucho lo que piden y, sin embargo, somos tan mezquinos que ni siquiera en esas solicitudes mínimas los complacemos, como Estado ni como comunidad nacional.
La fecha de 29 de setiembre recuerda una batalla singularmente heroica, como pocas de la historia latinoamericana en alcanzar ribetes de tanta magnitud en términos de sacrificio, dedicación a la patria y sentido de pertenencia a una comunidad nacional. No debe ser vencida por el olvido y la indiferencia que vienen con el paso del tiempo, porque sería extremadamente injusto que quienes sufrieron tanto en ella, así como en el resto de aquella guerra, vivan sus últimos días como si se trataran de ciudadanos comunes y corrientes. Son héroes a los que la patria les debe mucho, deuda que solamente podrá ser saldada con las demostraciones de reconocimiento político y afecto social, reiteradas en todas las ocasiones que se presenten, que para ellos, para los últimos sobrevivientes y para las viudas, ya no serán muchas más.
"QUISE LUCHAR EN BOQUERÓN CON PAPÁ, PERO SOLO TENÍA 13 AÑOS"
Hoy se evoca el 76º aniversario de la victoria paraguaya en esa batalla. Don Adolfo Ferreira dice que por ser muy joven no pudo ir, pero que lo hizo dos años después en la Guerra del Chaco como ayudante de sanidad.
Ultima Hora de Paraguay (www.ultimahora.com)
Un 29 de setiembre pero de 1932, el Paraguay concretaba una valiosa victoria sobre Bolivia, al tomar el fortín Boquerón, con 8.000 efectivos al mando del entonces teniente coronel José Félix Estigarribia, luego de 23 días de intensos combates. Hoy se evoca el 76º aniversario de aquella contienda que elevó la moral de nuestro ejército para detener la invasión del Chaco.
Don Adolfo Ferreira (89) admite no haber ido a esa batalla por contar en esa época con solo 13 años, pero recuerda ese tiempo como si hubiese combatido en ella, ya que su padre, que tiene el mismo nombre, estuvo en ella defendiendo el territorio nacional del ataque boliviano.
"Mis ganas de ir a defender a la patria eran enormes. Pero solo tenía 13 años, era un escolar, y mis padres no me dejaron ir. Como papá estaba allá, todos palpitábamos lo que pasaba en esa guerra. Era como estar ahí, porque no queríamos que le pasara nada y deseábamos que regresara sano y salvo", comentó.
Dijo que esperó hasta el año 1934, cuando cumplía 15 años, para presentarse y ser alistado como ayudante de sanidad para la Guerra del Chaco, donde la tarea era ardua para asistir al gran número de soldados paraguayos heridos en el frente.
RECUERDOS. Cada relato que le hiciera su padre sobre Boquerón se mantiene muy vivo en su memoria, a pesar de su edad. Y precisamente uno de ellos señala que el teniente primero boliviano Víctor Ustares, al intentar huir de la zona por sentir perdida la causa, fue muerto en uno de los caminos. Agrega que un soldado encontró el cadáver dos días después y una pistola que tenía una dedicatoria de la ciudad de Cochabamba.A modo de reparación histórica resaltó que el soldadito fue llamado por el capitán Ramón L. Paredes, comandante del Regimiento 3 Corrales, quien le sacó el arma; pero aclaró que el artefacto fue hallado por el Regimiento 2 de Mayo, donde su progenitor, que era capitán, estaba como segundo comandante."La batalla de Boquerón fue dura. Nuestro país contrató de la Argentina un técnico militar para asegurar la provisión de agua y alimentos. El profesional recomendó la construcción de 1.500 carretas, pero solo se hicieron 200, porque el vital líquido para los bueyes no había. Ni siquiera había suficiente para los soldados", manifestó.Agregó que ante esa situación se optó por comprar camiones, en un operativo que adquirió 2.500 de las máquinas existentes en el país. "Se llevó de todo y era simpático ver que muchos vehículos tenían pintados los nombres de ladrillerías, carnicerías y otros negocios."
HOY. Actualmente, don Adolfo Ferreira pasa sus días junto a su familia, en el barrio San Vicente y, al igual que otros beneméritos de la Patria, soporta la indiferencia del Gobierno.
Informó que por participar en la Revolución del 47 fue perseguido por la dictadura stronista y tuvo que soportar el exilio en la Argentina. Pasados tantos años nunca logró percibir sus haberes como excombatiente, a pesar de sus reclamos.
Aun así, afirma que si se diera de nuevo la oportunidad, volvería a enrolarse para defender al Paraguay.
CÓNSUL DE BOLIVIA SE REUNIRÁ CON FISCAL POR ATAQUE A COMPATRIOTA
El Mercurio de Calama, Chile (www.mercuriocalama.cl)
El miércoles se entrevistará la cónsul de Bolivia en Calama, Irma Herrera con el fiscal Cristián Aliaga, luego que la Fiscalía se declarará incompetente en la búsqueda de responsabilidades en el caso de la ciudadana boliviana Melquíades Choque Véliz, que fuera atacada por una jauría de perros vagos a comienzos de septiembre en el sector de Chunchuri. Herrera informó que por el momento se cambió la figura a "archivo provisional", lo que abre una esperanza de iniciar una futura investigación.
Sin embargo la cónsul, sostuvo que "siempre se espera una respuesta positiva que indique que se podría hacer algo, pero ellos (Fiscalía) han demostrado que legalmente es imposible determinar a los responsables, porque se trata de unos perros vagos que no tienen dueño y ellos como Fiscalía no pueden imputar a un animal, sino que necesariamente debe ser una persona".
Herrera, que ayer visitó a la afectada en el hospital Carlos Cisternas de Calama, señaló que "se encuentra estable dentro de su gravedad. Ahora le tiene que hacer nuevos injertos lo que implica tiempo y muchos cuidados", finalizó.
JUJUY: ACCIONES EN CONJUNTO ENTRE LA QUIACA Y VILLAZÓN, PARA COMBATIR LA TRATA DE PERSONAS
Diario Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
En el marco de su visita a Jujuy nuestro medio recogió el testimonio de Gloria Bonato, Coordinadora del Área de Prevención de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación, quien se refirió a las acciones en conjunto entre la Argentina y Bolivia para luchar contra el flagelo de la trata de personas, destacando las razones por las que se han registrado más casos de este ilícito en los últimos tiempos. Indicó sus impresiones por el Pre-Encuentro Diagnostico con mira a la realización de la “Jornada de Intercambio por los Derechos de Niñas y Adolescentes Contra la Trata y la Explotación en Ciudades Gemelas: La Quiaca- Villazón”, señalando que el encuentro se realizará en la ciudad fronteriza de La Quiaca los días 2 y 3 de octubre.
Bonato indicó que “estamos haciendo un pre diagnóstico, y en pocos días vamos a hacer un encuentro en ciudades gemelas entre La Quiaca y Villazón. Así que podemos decir que estas son acciones concretas de diagnóstico en los territorios, acciones de sensibilización, campañas conjuntas entre ambos países”.
En lo que hace a la trata de personas, “lo importante es que cada uno de los ciudadanos esté advertido, que sepa cuando migra de un país a otro por qué, a dónde va, que verifique los datos de a qué lugar va y que las familias sepan a dónde van los niños: esto es realmente importante”.
En cuanto a las razones por las que se están conociendo mayor cantidad de casos que en épocas anteriores, “es porque la sociedad porque está más sensibilizada, porque se está haciendo mayor investigación criminal, porque las fuerzas de seguridad están llegando donde antes no podían llegar, porque la gente se atreve a denunciar más y porque hay mayor seguridad para la gente que denuncia”.
Respecto a las edades de los chicos que son víctimas de este flagelo, “en general podemos hablar de adolescentes o jóvenes, que esa es la edad promedio. Podemos decir que el destino de estos jóvenes es el centro del país, con un derrame hacia el sur del país”.
LA MUJER MUERTA EN VALENCIA NO DENUNCIÓ LOS MALOS TRATOS DE SU NOVIO POR SI LA DEPORTABAN
Darwin asesinó a Karen clavándole varias veces un cuchillo de cocina porque se negó a volver con él
Levante de España (www.levante-emv.com)
Karen Alibe, la mujer boliviana de 35 años que murió asesinada el sábado por la tarde tras recibir varias cuchilladas por parte de su ex pareja, nunca denunció los malos tratos que éste solía infringirle porque el hombre le había roto el visado y temía que si se presentaba en una comisaría podría ser deportada. Así lo aseguró ayer una familiar de la víctima, quien comentó que Karen y el presunto asesino, Darwin C., se habían separado hace poco menos de dos meses precisamente tras la pelea en la que el ahora detenido le rompió el pasaporte, además de golpearle y desgarrarle la ropa.
Según relató ayer Alina, cuñada de la mujer asesinada y testigo directa de la agresión, a pesar de que la pareja nunca contrajo matrimonio, mantenían una relación sentimental desde hace 18 años y tenían cuatro hijos en común, el mayor de 15 años, que actualmente residen en Bolivia con su abuela materna. "Ayer les llamamos para contarles lo que había sucedido y estaban destrozados. Era Karen quien les mantenía porque su padre no trabajaba".
Acompañada por una treintena de familiares y amigos que habían acudido de varios puntos de España para despedir a Karen en la vivienda en la que ocurrieron los hechos, Alina recordaba ayer los detalles del asesinato de su cuñada. "Yo estaba en la casa y vinieron los dos juntos. Habían estado en un bar y parece que él había bebido".
Hasta hace unas semanas, Karen y Darwin -un hombre tranquilo y sonriente, según lo describió una compatriota- compartían una habitación alquilada en un piso de la misma calle San Juan Bosco, pero después de la última pelea la mujer se había ido a vivir a casa de su cuñada, aunque seguía viendo de vez en cuando a su ex pareja. "Después del bar vinieron aquí y el estuvo molestándola todo el rato y diciéndole que se fuera con él a su habitación. Ella le decía que no, comieron y se puso a lavar los platos en la cocina. Pero él continuaba molestándola y de repente oí un golpe muy fuerte. Era él que le había golpeado".Karen se enfrentó a Darwin y éste comenzó a golpearle con cada vez más fuerza mientras Alina intentaba separarles. "Pero él cogió un cuchillo de la cocina y empezó a clavárselo a mi cuñada una y otra vez. Yo tiraba de él pero el no miraba otra cosa que clavarle el cuchillo. Ella incluso intentó coger la hoja con las manos y se las destrozó".
Llego el momento en el que Darwin soltó el cuchillo y trató de escapar, mientras Karen agonizaba y Alina pedía auxilio a gritos. Unos vecinos lo vieron salir ensangrentado y lo persiguieron hasta el supermercado, donde intentó refugiarse y fue retenido hasta la llegada de la Policía. "Yo cogí a mi cuñada e intentamos salir a la calle para pedir ayuda. Ella no paraba de desangrarse y en el rellano de la escalera me dijo que no podía más, que no aguantaba y que no podía respirar. Dejó de hablar y murió". Los familiares y amigos de Karen han iniciado una recolecta de dinero para poder pagar la repatriación de su cadáver.
Referéndum en Ecuador
LA HORA DE RAFAEL CORREA
El presidente ecuatoriano ha dedicado todas sus energías a aprobar una nueva Ley Fundamental para "refundar" el país
El País de España (www.elpais.com)
La Constitución que ha votado Ecuador es el punto culminante de los dos primeros años de mandato del presidente, Rafael Correa. Todo lo que ha hecho desde que asumió el poder, el 15 de enero de 2007, ha sido para dotarse de una nueva Ley Fundamental para "refundar" Ecuador desde los cimientos. Correa ha impulsado una consulta popular para preguntar a los ecuatorianos si querían una nueva Constitución y la gente le dijo que sí, y ha disuelto el Congreso electo en 2006 a favor de su Asamblea Constituyente. "Si no se aprueba me voy", había advertido.
La nueva Ley Fundamental es el último de los proyectos de reforma constitucionales que en menos de un año han puesto en marcha los tres Gobiernos considerados más de izquierda de Suramérica. El texto del venezolano Hugo Chávez, el más radical, se estrelló en la consulta popular a finales de 2007. La Constitución del boliviano Evo Morales, de corte indigenista, ha provocado una fuerte división. Fue aprobada por el Gobierno en un cuartel militar, de madrugada, y con la ausencia de la oposición. Los sangrientos enfrentamientos que se han producido desde entonces han impedido que pueda ser sometida a referéndum. Éste se ha aplazado una y otra vez. La última fecha prevista es el 25 de enero.
"Visto desde lejos, pueden verse similitudes entre Venezuela, Bolivia y Ecuador. Pero de cerca, no tienen nada que ver", afirma Alberto Acosta, principal redactor y hasta hace tres meses presidente de la Asamblea Constituyente ecuatoriana. Acosta era uno de los pilares del Gobierno de Correa e íntimo del presidente. Dimitió porque él quería más tiempo para "acabar mejor el texto" y Correa se negó. De paso por Madrid, cuenta que "las prisas bajaron la calidad del debate y se cometieron muchos errores".
Toda la nueva Constitución gira en torno al término Sumak Kawsay, traducido del quechua como "buen vivir". Para conseguir el bienestar, se encumbra la figura del Estado, del que parte la planificación del desarrollo económico y la protección social. Para afianzar aún más el papel regulador y estratégico del Gobierno, el presupuesto se elaborará con una previsión de cuatro años. Todos los sectores clave (petróleo, minería, telecomunicaciones) quedarán bajo control estatal.
En Ecuador se han alzado voces en contra de este modelo, presumiendo que desembocará en la "estatización" de la economía a lo Chávez. "Esto no es así. No queremos un modelo estatista, pero sí planificado por el Gobierno, para que los recursos y las políticas se dirijan hacia donde son necesarios", explica Acosta.
En Guayaquil, la segunda ciudad del país y la más rica, gobernada por la oposición, hay una fuerte oposición a esta planificación centralista. Correa ya ha advertido que no tolerará una rebelión de la región del Guayas como la de la provincia boliviana de Santa Cruz contra la Constitución del presidente Morales.
El nuevo texto es socialmente uno de los más avanzados del continente. Amplía la cobertura de salud y de educación. Se prohíbe el trabajo a los menores de 15 años y se considerará obligatoria la asistencia a la escuela hasta completar los estudios secundarios. Reconoce el derecho a emigrar y garantiza los derechos de los trabajadores emigrantes y de sus familias en los países de destino, así como de los inmigrantes en Ecuador. Contempla además a la familia en sus "diversos tipos".
Muchos de los detractores de Correa no cuestionan ninguno de estos contenidos de la Ley Fundamental, sino cómo se financiarán. Correa sabe que para un país que crece a un ritmo de entre el 3% y el 4% anual un gasto público disparado es una trampa. El presidente ha dado a entender que si los ingresos por impuestos ordinarios y la renta petrolera no son suficientes, dejará de pagar la deuda externa. Sin embargo, esto conlleva el riesgo de que a Ecuador se le cierren las puertas del crédito internacional, que por cada dólar que pida tenga que pagar una barbaridad de intereses o que sólo pueda recurrir a Venezuela, que lo presta a una tasa de interés nada desdeñable.
Muchos economistas ya han llamado la atención de la escalada del déficit público por el aumento del gasto. En los primeros seis meses del Gobierno los desembolsos estatales -sin incluir los pagos de la deuda externa- alcanzaron los 2.312 millones de dólares (unos 1.580 millones de euros), según el banco central. En el mismo periodo de este año había trepado hasta los 5.630 millones, un 143% más.
Otro punto polémico es el de la reelección inmediata por otro mandato de cuatro años. Si el texto se aprueba en el referéndum se da casi por seguro que Correa convocará elecciones en el primer trimestre del año próximo y, en teoría, podría permanecer en el poder hasta 2017.
"Yo no quería la reelección inmediata, para nadie, ni presidente ni alcaldes... Al menos logré que no fuera indefinida", relata Acosta. Existe la posibilidad de revocar legalmente el mandato presidencial, pero los requisitos para iniciar el proceso son difíciles de cumplir. Para empezar, se requiere el 15% de las firmas del padrón electoral, casi 1,5 millones.
Los indígenas (el 20% de los 14 millones de ecuatorianos) ven reflejado en el preámbulo de la nueva Constitución un Estado plurinacional. El artículo 257 permite a las comunidades indígenas "conformar circunscripciones territoriales (...) que ejerzan las competencias de un gobierno territorial autónomo". Para muchos juristas, la Constitución puede lanzar a las comunidades indígenas a hacer reclamaciones de tierras y recursos naturales y a imponer el derecho indígena sobre el criollo.
RAFAEL CORREA
UN IZQUIERDISTA CON DOS CARAS
El Mundo de España (www.elmundo.es)
El presidente de Ecuador, el izquierdista Rafael Correa, tiene ante sí un doble reto: trabajar a favor de las víctimas de un sistema que condena a más de la mitad de la población a la pobreza sin asustar a los empresarios, capital internacional incluido. Difícil asunto.
En realidad, Correa presenta un perfil para contentar a los dos sectores. Para los conservadores, es un economista de 43 años, hecho a sí mismo, nacido en la capital económica del país, la costera Guayaquil, pero procedente de una familia sin grandes recursos. Se dedicó a la docencia durante 12 años y fue durante tres meses ministro de Economía en el actual Gobierno hasta que dimitió, en agosto de 2005.
Ese rostro amable y nada inquietante incluye un carácter disciplinado —a los siete años ya mostraba sus dotes de líder en el movimiento 'scout'— y religioso. Formado en la Universidad Católica, declara que sus principios de justicia social emanan "de las Sagradas Escrituras y de la doctrina de la Iglesia". En los años 80 participó activamente en labores de evangelización.
Sin embargo, los izquierdistas ecuatorianos y las masas más humildes valoran su cercanía a Hugo Chávez —del que se declara "amigo"— y a Evo Morales. Sostiene que "en el neoliberalismo está todo inventado" y promete revisar la política sobre los recursos naturales del país. Y es también un experto económico que ha prometido que Ecuador dejará de pagar la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional. Otras de sus grandes bazas que sedujeron al electorado fueron su negativa al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos o su interés en desmantelar la polémica base militar norteamericana instalada en la ciudad de Manta.
El líder del partido Alianza País, creado por él mismo, es un hombre cosmopolita que amplió estudios en Bélgica, donde conoció a su mujer, y en Estados Unidos. Respecto al "vecino del Norte", fue muy claro durante la campaña electoral. "Bush es un presidente tremendamente torpe que ha hecho mucho daño a su país y al mundo", declaró. Cuando su amigo Chávez dijo que el líder de EEUU era el "diablo", Correa suscribió: "El diablo será malvado, pero inteligente". Aunque, deseoso de no granjearse más enemigos de los necesarios, aclaró: "Una cosa es lo que pienso del señor Bush y otra lo que pienso del pueblo norteamericano, al cual quiero mucho y con el cual viví cuatro años". Los dos Correas en uno.
ECUADOR CELEBRA EL 'SÍ' A LA CARTA MAGNA AL RITMO DE LAS VIEJAS CANCIONES REVOLUCIONARIAS
El Mundo de España (www.elmundo.es)
Las banderas verdes que identifican a Acuerdo País (AP), el movimiento político del presidente Rafael Correa, volvieron a ondear en las calles de las principales ciudades del Ecuador, para celebrar la aceptación popular a la nueva Constitución socialista que regirá el futuro ecuatoriano.
Los grupos musicales ayudaron a los seguidores oficialistas a entonar viejas canciones emblemáticas de la revolución cubana como 'Hasta siempre comandante', dedicada al Che Guevara, 'El pueblo unido jamás será vencido' o los persistentes gritos de 'alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina'.
"Estoy festejando el renacimiento de mi Patria", decía emocionado un joven universitario que se cobijaba del frío quiteño con una gran bandera en la que se leía 'Dile sí a la Patria' junto a la imagen del presidente Correa.
"Es hora del cambio" decía entre sollozos una mujer, con su hijo de dos años en brazos, mientras su esposo le invitaba a cantar.
'Correa, amigo, el pueblo está contigo'
Cada vez que las televisiones confirmaban los resultados de los sondeos a pie de urna, se repetían los aplausos. "Bravo, bravo", "Correa amigo el pueblo está contigo" repetían los simpatizantes.
No se olvidaron del alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, el principal opositor a la nueva Constitución, al gritar "que se vaya, que se vaya".
En Guayaquil, la capital de la única provincia donde se ha impuesto el 'no' a la Constitución de Correa, el festejo fue liderado por el propio mandatario y sus más cercanos colaboradores. Para ellos, el estrecho margen con el que, extraoficialmente, habría perdido el 'no', es considerado un triunfo sobre el 'fortín' del partido Socialcristiano, que ocupa desde hace más de una década la alcaldía de una de las ciudades más importantes del país.
"Es un triunfo de las grandes mayorías invisibles durante tanto tiempo", dijo Correa en tono eufórico y con una gran sonrisa. "Ecuador ha decidido un nuevo país, las viejas estructuras fueron derrotadas; esta es la confirmación de esa Revolución Ciudadana que ofrecimos", resaltó Correa.
En un tono conciliador, diferente a su polémico estilo de confrontación, el presidente llamó a todos los ecuatorianos, a quienes estuvieron por el 'sí' y por el 'no', a juntar brazos, corazones y mentes "para lograr esa Patria altiva, soberana, digna, equitativa, justa, sin miseria, con producción, sin empleo y sin discriminación".
Felicitación de la OEA
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, felicitó al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, por su "contundente" triunfo en el referendo constitucional celebrado el domingo.Insulza, a través de un comunicado difundido por la oficina de la OEA en Quito, dijo que, tras conocer las tendencias de los resultados del referendo, felicita a Correa "por el contundente apoyo que el pueblo ecuatoriano ha brindado a su proyecto político". Asimismo, reconoce "la aprobación, por un amplio margen, del texto constitucional promovido" por el Gobierno de Correa y destaca el "compromiso cívico del pueblo ecuatoriano" demostrado en esta jornada.
No comments:
Post a Comment