Wednesday, November 19, 2025

BOLIVIA, OTRO PAÍS QUE ACABÓ LA IZQUIERDA

Este país es un ejemplo claro del lastre dejado por parte de un gobierno populista de izquierda, quien gobernó dos décadas (20 años), y quien se sostuvo agradando a su pueblo exprimiendo sus recursos naturales, para mantener precios y subsidios estatales ficticios, sin pensar en el futuro, dejando al país en total ruina y sumido en la corrupción. Este país junto con Venezuela son claras muestras de como terminan los países ingenuos, que votaron por populistas que prometieron cambios y bonanzas.

 
Bolivia, uno de nuestros países vecinos, inicia una nueva etapa política con la llegada de Rodrigo Paz, senador del centrista Partido Demócrata Cristiano, quien ha obtenido la presidencia con un 55% de los votos, rompiendo veinte años de hegemonía del partido socialista liderado por Evo Morales. Este resultado marca un giro histórico en un país sumido en una grave crisis económica, energética y social.
El país enfrenta una crisis energética sin precedentes, con la producción de gas desplomada y la necesidad urgente de importar combustibles. La economía boliviana muestra signos preocupantes: reservas internacionales en mínimos históricos, inflación elevada, un sector público con gran deuda y un sistema burocrático ineficiente. El modelo socialista de los últimos años resultó insostenible, basado en un Estado paternalista que subsidiaba gasolina y otros bienes sin un respaldo financiero sostenible, lo que llevó al agotamiento de sus principales recursos naturales.
La caída de las reservas internacionales, que para 2024 se limitaban a solo 1900 millones de dólares líquidos, refleja esta realidad alarmante. El nuevo presidente, Rodrigo Paz, hereda un país con infraestructuras deterioradas y un Estado paralizado, además de una creciente desconfianza social y un gasto público descontrolado.
Su reto es monumental: desmantelar la burocracia populista y desactivar los subsidios que han distorsionado la economía, mientras se mantiene el delicado equilibrio social para evitar conflictos. Para ello, apuesta por un giro hacia la atracción de inversión extranjera sin condiciones ideológicas, una modernización energética que incluya el desarrollo del litio -uno de los recursos más estratégicos del país- y una apertura internacional que permita sacar a Bolivia del aislamiento causado por dos décadas de gobiernos de izquierda.
El litio, conocido como “oro blanco”, representa una esperanza clave. Paz prevé revisar los contratos firmados con empresas chinas y rusas para hacer más rentable y transparente su explotación, buscando que esta industria aporte significativamente al desarrollo económico nacional. Sin embargo, la gestión del litio exige rapidez y habilidad para no poner en riesgo la ya frágil estabilidad del país. En política exterior, el presidente se distancia del eje Cuba-Venezuela-Nicaragua y busca fortalecer nexos con Estados Unidos, que anunció el envío de embajadores después de 17 años de ausencia, y mantener relaciones pragmáticas con China y Rusia.
Este cambio apunta a favorecer la llegada de capitales necesarios para la reactivación económica. No obstante, la izquierda continúa con influencia en sectores clave como los cocaleros y sindicatos, y el vicepresidente, proveniente de esas filas, representa un factor de incertidumbre para el proyecto reformista. La gran pregunta sobre la mesa es si Paz podrá romper el modelo rentista basado en subsidios y gasto estatal excesivo sin desatar una crisis social y política que comprometa su mandato.
En conclusión, Bolivia enfrenta una encrucijada crítica. La transición hacia un modelo de desarrollo sostenible, con políticas económicas prudentes y foco en sus recursos naturales estratégicos, es indispensable para superar la crisis. Rodrigo Paz, con su visión "capitalista para todos", tiene la misión de estabilizar la economía, atraer inversión y modernizar el país, mientras equilibra las demandas sociales en un contexto político polarizado y con grandes desafíos estructurales por resolver. Este nuevo capítulo boliviano requiere no solo medidas económicas profundas, sino también visión política y capacidad de diálogo para reconciliar al país y encaminarlo hacia un desarrollo equitativo y sostenible.
Este país es un ejemplo claro del lastre dejado por parte de un gobierno populista de izquierda, quien gobernó dos décadas (20 años), y quien se sostuvo agradando a su pueblo exprimiendo sus recursos naturales, para mantener precios y subsidios estatales ficticios, sin pensar en el futuro, dejando al país en total ruina y sumido en la corrupción. Este país junto con Venezuela son claras muestras de como terminan los países ingenuos, que votaron por populistas que prometieron cambios y bonanzas. Colombia va por ese camino, sino despierta y reacciona ante Petro, un líder desquiciado y mal ser humano. Ojalá abramos los ojos y no repitamos la historia. Diario Nuevo Siglo de Colombia (https://n9.cl/abp523)
 
 
 
 
 
COCAÍNA Y SOBERANÍA: ¿QUIÉN DEFINE EL FUTURO DE COLOMBIA Y BOLIVIA?
 
La disputa por las 3.000 toneladas de cocaína y la revisión del estatus de la hoja de coca exponen un choque profundo entre soberanías nacionales y las métricas de la ONU.
 
News Digitales de Argentina (https://n9.cl/lztrv)
 
La controversia desatada por la estimación de 3.000 toneladas de cocaína potencial en Colombia reconfiguró el tablero regional de la política antidrogas. El Gobierno colombiano cuestionó la metodología de la ONU por considerar que exagera la capacidad productiva del país y distorsiona los resultados recientes en reducción de cultivos y acciones operativas. En paralelo, surgió un debate más amplio sobre la capacidad de los organismos multilaterales para medir fenómenos ilícitos complejos sin generar lecturas que afecten la legitimidad política de los Estados que monitorean.
En este escenario, el caso de Bolivia volvió a adquirir centralidad. La revisión crítica solicitada por La Paz sobre la clasificación internacional de la hoja de coca confronta directamente la lógica prohibicionista que domina los tratados desde mediados del siglo XX. Para Bolivia, mantener la coca en listas de fiscalización estricta es un error histórico que no distingue entre usos tradicionales y procesamiento ilícito, y que termina castigando prácticas culturales andinas sin un sustento técnico actualizado.
Disputas sobre las métricas globales
La coincidencia entre ambos países reside en la pugna por las metodologías de medición. Colombia rechaza que la ONU proyecte incrementos productivos con base en supuestos sobre eficiencia criminal, mientras Bolivia denuncia que los informes de cultivos sobredimensionan la relación entre hoja natural y cocaína. Ambos gobiernos señalan que estas cifras, al ser tomadas como referencia por socios internacionales, influyen en cooperación, financiamiento y reputación exterior, generando tensiones que trascienden lo técnico.
La discusión también apunta a los modelos alternativos de regulación. Colombia impulsa una estrategia centrada en desarrollo rural y sustitución voluntaria, en vez de priorizar la erradicación forzada. Bolivia, por su parte, enfatiza el control comunitario y la defensa de los usos tradicionales de la coca. Estas visiones contrastan con los parámetros uniformes de la ONU, que buscan estandarizar criterios en un ámbito marcado por profundas diferencias culturales, territoriales y socioeconómicas.
Impacto regional y posibles reajustes
Las tensiones abiertas sugieren un escenario donde América Latina podría ganar protagonismo en la discusión global sobre drogas. La convergencia entre los reclamos de Colombia y Bolivia impulsa un llamado a revisar metodologías, actualizar categorías y reconocer que la economía cocalera no puede ser entendida sin considerar territorialidad, cultura y desigualdad rural. En este sentido, el desafío radica en compatibilizar soberanía nacional con mecanismos multilaterales que buscan uniformidad en un terreno donde la diversidad es estructural.
De fondo, estas controversias reflejan la disputa por el poder de definir la narrativa sobre la coca y la cocaína. Mientras los Estados buscan afirmar su capacidad de control, la ONU defiende métricas que considera esenciales para la cooperación internacional. El resultado es un equilibrio inestable donde cada cifra adquiere peso político, y donde cualquier ajuste metodológico puede modificar la percepción global sobre la región. El debate, lejos de concluir, abre un ciclo de renegociaciones en el que Colombia y Bolivia buscan un asiento más influyente.
 
 
 
 
 
DESDE ILO ADVIERTEN OFENSIVA CHILENA QUE BUSCA CONECTAR BRASIL Y BOLIVIA
 
Radio UNO de Perú (https://n9.cl/qxui5r)
 
El empresario Carlos Mello Nalvarte, vicepresidente de Unidos por Ilo, alerta sobre la ofensiva chilena que busca conectar Brasil y Bolivia directamente con el Puerto de Arica, destacando que Ilo es el puerto ideal según estudios recientes.
El Puerto de Arica, en Chile, ha tomado la iniciativa en la carrera por consolidar el Corredor Bioceánico Central al anunciar oficialmente un foro empresarial clave que se realizará el 26, 27 y 28 de noviembre. Este encuentro, impulsado por el comité de desarrollo productivo regional y el gobierno regional de Arica y Parinacota, junto con la Empresa Portuaria de Arica, busca formalizar alianzas logísticas y conectar los estados brasileros de Rondônia y Mato Grosso con Arica a través de un corredor ferroviario.
Carlos Mello Nalvarte, empresario tacneño residente en Ilo y vicepresidente de la Asociación Civil Unidos por Ilo, confirmó a Radio Uno que esta propuesta chilena es esencialmente el mismo planteamiento que sustenta la propuesta del Puerto de Ilo para el desarrollo portuario en el sur del Perú.
El eje de la propuesta chilena es la conexión ferroviaria. A diferencia de las carreteras, el transporte ferroviario ofrece mayor seguridad y bajos costos para la mercancía, lo que incrementaría la competitividad. Arica posee una ventaja inmediata: ya cuenta con el ferrocarril Arica-La Paz.
Si Bolivia logra conectar sus líneas férreas de Oriente con las de Occidente, su zona productiva, especialmente Santa Cruz, donde se está generando nueva carga, quedaría enlazada directamente a Arica. Mello Nalvarte señaló que este escenario posiciona a Arica con una ventaja sobre Ilo.
El mismo planteamiento chileno está dentro de los márgenes del corredor central de Sudamérica, que abarca desde Arica hasta Matarani.
A pesar de la ofensiva chilena, el empresario peruano aseguró que la propuesta de Ilo se mantiene fuerte y cuenta con estudios económicos, técnicos, ambientales y sociales, tanto de Perú como de Bolivia.
 
 
 
 
 
OPINIÓN. DE LO IDEOLÓGICO A LO PRAGMÁTICO: SE MUEVE EL PÉNDULO EN BOLIVIA
 
El gobierno de Rodrigo Paz deberá transformar la política boliviana. Esto implica, antes que nada, una ruptura con las políticas desarrolladas durante 20 años
 
Diario Las Américas de EEUU (https://n9.cl/c0fo3)
 
En Bolivia, el péndulo se ha movido de forma atenuada de lo ideológico a lo pragmático. Las nuevas etiquetas de Rodrigo Paz y su partido (PDC) son: capitalismo para todos, en lo económico; descentralización del poder hacia las regiones, en lo político institucional; nueva relación con Estados Unidos, en las externalidades; idea de patria, en lo simbólico; y centro derecha, para efectos ideológicos. Estas señales del nuevo presidente avizoran una transformación de las políticas, no necesariamente de la política, tras 20 años de gobierno de izquierda estatista y una crisis de combustibles monumental.
Durante el gobierno de Jaime Paz Zamora (1989-1993), padre de Rodrigo Paz, se consolidó el modelo neoliberal inaugurado en 1985, se otorgó mayor apertura al mercado y se desincentivó la intervención estatal directa. En 2025, con el slogan de “capitalismo para todos”, Rodrigo Paz pretende incentivar el acceso al mercado formal a los sectores informales mediante créditos con mejores condiciones y reducir impuestos y aranceles a los sectores formales. 30 años después, otro Paz vuelve a apostar por la fuerza del mercado.
La descentralización del poder hacia las regiones es una de sus propuestas centrales. La idea de 50/50, es una propuesta de unidad y corresponsabilidad para construir acuerdos con todas las autoridades autonómicas del país: gobernaciones, alcaldías y universidades. El propio Rodrigo Paz ha afirmado: “no me importa de qué partido sea. Quiero responder a este 50/50: veamos salud, educación, seguridad ciudadana”. Esta es, sin duda, una de sus propuestas más radicales de transformación del régimen plurinacional, que dejó un sistema extremadamente centralista.
La idea de “patria” fue protagónica durante la campaña
El valor simbólico de la idea de patria en la narrativa del nuevo gobierno es un recurso de poder emocional para persuadir de que representa la unidad. Todo agente de poder necesita una etiqueta para proyectar una imagen de posición hacia los ciudadanos. Es una manera de marcar el cambio de época: la idea de patria tiene más potencial de unificar que el actual Estado Plurinacional como idea vigente. Y es que la política es una lucha por asignar valores y el nuevo gobierno lo sabe.
Con respecto a las relaciones internacionales, el horizonte de Paz es desarrollar una nueva relación entre Bolivia y Estados Unidos. Por otro lado, el nuevo presidente se ha distanciado de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, quienes no estuvieron invitados a su asunción presidencial. Y es que tiene como horizonte al norte capitalista y con ese objetivo está enviando nuevas coordenadas al mundo.
Bolivia da un giro hacia el centro derecha
Rodrigo Paz considera que Bolivia requiere equilibrios y consensos y el centro es un amplio espectro que contiene razonabilidad, equilibrio de pros y contras, y moderación. Estas nuevas coordenadas se basan en dos pilares: dar prioridad a la fuerza del mercado y manifestar abiertamente su fe cristiana. Si bien durante su campaña Paz mantuvo una narrativa más cercana a la izquierda, tras ganar las elecciones se ha ido acercando más a la derecha del espectro político. Paz está mostrando más empatía con los emprendedores productivos (pequeños, medianos y grandes) y menos afinidad ideológica con las organizaciones sociales que fueron cooptadas por el MAS durante 20 años y quienes defienden las políticas sociales estatistas.
El nuevo gobierno promete transformar las políticas, no la política, y por ello es probable que se enfoque en el cambio de normas y reglas para corregir la situación económica heredada del gobierno saliente, pero no necesariamente transformar las condiciones ideológicas e institucionales estructurales. Ahora bien, para el cambio de las políticas tiene que generar acuerdos mínimos en la asamblea legislativa para lo cual depende de la segunda fuerza política (LIBRE) que lidera Tuto Quiroga, -quien ya dijo que no le impondrá condiciones al nuevo gobierno-, y consolidar su alianza con la tercera fuerza política parlamentaria (UNIDAD) que dirige Samuel Doria Medina. Además, Paz tendrá que contener o neutralizar a organizaciones sociales como la Central Obrera Boliviana, que ya ha enviado señales de desacuerdo con algunas propuestas pro mercado de Rodrigo Paz.
En conclusión, el péndulo se ha trasladado de lo ideológico a lo pragmático porque la situación socioeconómica lo demanda. El nuevo gobierno está condicionado estructuralmente por las reglas de juego plurinacionales. Pero puede llegar a moldear un nuevo pensamiento político y tomar decisiones que incentiven la fuerza del mercado y desincentiven el capitalismo de Estado, que ha limitado el desarrollo empresarial y la consecuente generación de bienes y servicios para los ciudadanos.
Para ello, el gobierno de Rodrigo Paz deberá transformar la política boliviana. Esto implica, antes que nada, una ruptura con las políticas desarrolladas durante 20 años: antiimperialismo, modelo económico estatista, socialismo del siglo XXI, proceso de cambio y revolución cultural, las cuales no han permitido constituir un Estado eficaz. Luego, generar una nueva narrativa alternativa, que viabilice las aspiraciones de la mayoría de los bolivianos.
Este es un buen momento para empezar a cambiar la mentalidad política de los bolivianos. Es tiempo de más políticos eficaces y menos actores sociales ideológicos.
 
 
 
 
 
AMÉRICA LATINA: DE EXPORTAR MINERALES A CREAR INDUSTRIA
 
Chile, Argentina, México y Bolivia son hoy proveedores clave de litio, tierras raras y otros minerales estratégicos
 
Comercio Tv de EEUU (https://n9.cl/erarfc)
 
En Buenos días Wall Street, el espacio de análisis económico de Comercio TV, la conversación giró hacia el futuro de la energía y el liderazgo femenino con Marta Alonso Pelegrín: 25+ años en energía, renovables en LATAM y creadora de Walk The Talk®. La entrevista abordó tres ejes centrales: el rol de América Latina en los minerales críticos, el auge de los data centers y la importancia de incorporar a las mujeres como protagonistas de la transición energética y digital.
Alonso subrayó que países como Chile, Argentina, México y Bolivia son hoy proveedores clave de litio, tierras raras y otros minerales estratégicos. Pero advirtió que el reto es ir más allá de la mera extracción: “El desafío es ser capaces de generar la transformación, no solamente convertirnos en países que exportamos el mineral”. Para ella, la región debe apostar por “planes industriales asociados” que generen empleo y riqueza local.
También recalcó que la transición energética no puede limitarse a exportar recursos: “Todo aquello que tiene relación con la transición energética no puede ser solo en sí mismo un elemento de exportación si no tiene alrededor una industria asociada que genere empleo y crecimiento económico”.
Data centers, energía y oportunidades para la región
El auge de los data centers en América Latina, especialmente en Chile, abre una nueva ventana de desarrollo. Alonso explicó que se trata de grandes consumidores de electricidad: “La demanda de energía en los data centers está siendo muy interesante y se están convirtiendo en clientes muy importantes de aquellas utilities y fondos de inversión”. Bien planificados, estos proyectos pueden acelerar las renovables y consolidar nuevos negocios energéticos en la región.
Al mismo tiempo, destacó el papel del almacenamiento como tecnología clave para estabilizar sistemas con alta presencia de energía solar y eólica, avanzando hacia proyectos de baterías y soluciones híbridas.
Liderazgo femenino y Walk The Talk®
En sectores tradicionalmente masculinizados como la energía y la minería, Alonso remarcó que “la transición energética nunca va a ser sin las mujeres”. Desde Walk The Talk®, impulsa programas de formación para ejecutivas del sector energético en países como Chile, México, Colombia, España y China, con un objetivo claro: más mujeres liderando con competencias sólidas.
Para ella, una líder necesita cuatro pilares: “competencias técnicas, visión, determinación y capacidad de inspirar”. Y añadió: “Cuando hablamos desde el alma conectamos”, defendiendo un liderazgo auténtico que genere impacto real en los resultados de las organizaciones.
Más allá de la tecnología, su mensaje final apuntó a que la verdadera transformación energética en América Latina solo será sostenible si combina innovación, valor agregado, reducción de la pobreza energética y un liderazgo diverso que incluya plenamente el talento de las mujeres.
 
 
 
 
 
INCAUTACIÓN DE ORO PONE A PARAGUAY COMO PRINCIPAL RUTA DE CONTRABANDO
 
Los lingotes de metal precioso incautados en el Aeropuerto Silvio Pettirossi no fueron extraídos de nuestro país, debido a alto nivel de refinación que presentan. Habrían ingresado de Argentina o Bolivia.
 
Ultima Hora de Paraguay (https://n9.cl/yr83af)
 
El procedimiento que reportó la incautación de 22 lingotes de oro de 24 kilates, valuados en unos 3 millones de dólares, cuando estaban por ser enviados por encomienda a Panamá desde el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi despertó varias aristas investigativas. Una de ellas pone al territorio paraguayo como una de las principales rutas de contrabando del metal precioso.
Esto, debido a informaciones importantes en la pesquisa que revela que los 22 lingotes de oro no fueron extraídos de la zona de Paso Yobái, Departamento de Guairá, tal como se sospechaba inicialmente, sino que habría ingresado al país de manera clandestina desde la Argentina o Bolivia para luego ser enviado al mencionado país de Centroamérica.
Al respecto, Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía, informó que nuestro país ni cuenta con la capacidad industrial para producir lingotes de oro con el nivel de refinación tal como las barras incautados días atrás en la terminal aérea de Luque. “Este oro (incautado) en particular tenemos una cuasi certeza que no es de Paso Yobái”, afirmó Bejarano en contacto con Radio Monumental 1080 AM.
Además, ahondó que los lingotes incautados cuentan con características técnicas que superan la capacidad instalada en el país.
Según los avances en la investigación realizada por agentes policiales del Departamento contra el Crimen Organizado, existen datos importantes que ponen al territorio paraguayo como una de las principales rutas de tráfico de alto valor, debido a los recurrentes envíos de carga por encomiendas que fueron enviados por los investigados.
Sobre el punto, el viceministro resaltó que “anualmente o mensualmente se extraían 3 kilos que se exportaban, pero el año pasado tuvimos 50 kilos mes promedio y este año estamos 30 kilos mes (oro en Paso Yobái)”, lo que representa un número bastante inferior en comparación a lo incautado.
El procedimiento que logró la incautación en el aeropuerto Silvio Pettirossi es un logro importante, pero también expone falencias graves en el control. Esto, teniendo en cuenta que revela un esquema clandestino que operaba con comodidad y evidencia que el oro circula en Paraguay con más sigilo que vigilancia.
Los investigadores del caso afirman que las diligencias son incipientes en la causa, pero se podría dar con una estructura de tráfico de oro grande instalada por años.
La línea investigativa apunta a una red grande
La investigación se concentra en los tres detenidos, uno de ellos guardia de seguridad del Aeropuerto, sus movimientos y los envíos previos. Sin embargo, el núcleo del caso está en determinar quién es el dueño del oro, cómo ingresó el metal al país, la manera en qué se traslada y quién lo recibe en el extranjero. Los viajes reiterados de los mismos pasajeros.
Paraguay, según los indicios, estaría siendo utilizado como corredor para el traslado de oro refinado proveniente de países vecinos. Esto implica riesgos para los sistemas de control aduanero y para el régimen de prevención de lavado de dinero. Los avances requerirán coordinación con autoridades de Argentina, Bolivia y Panamá.

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