CANDIDATO ANDRÓNICO RODRÍGUEZ PLANEA ESTABILIZAR ECONOMÍA BOLIVIANA SIN RECURRIR AL FMI

El
senador Andrónico Rodríguez, candidato a la presidencia de Bolivia por la
Alianza Popular, encara las elecciones del próximo 17 de agosto con la
aspiración de corregir los errores de la izquierda y estabilizar la economía
del país sin recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El
actual presidente del Senado boliviano emprendió hace años una candidatura
independiente al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS, izquierda), que lo
llevó al Congreso en 2020 sin la venia de su mentor político, el exmandatario
Evo Morales (2006-2019), quien lo llamó traidor.
Rodríguez,
de 36 años, respondió a un cuestionario de la Agencia Sputnik, en el que
enumeró sus propuestas para la industrialización de litio, la explotación de
hidrocarburos y la implementación de biotecnología en la agricultura, en aras
de generar mayores ingresos para Bolivia.
Además,
el joven presidencial afirmó que Rusia seguirá siendo un socio estratégico para
el país, y que defenderá unas relaciones con EEUU basadas en el respeto mutuo y
sin injerencias.
Pregunta:
¿Por qué quiere ser presidente de Bolivia y cuál es su principal propuesta de
campaña?
Respuesta:
Quiero ser presidente porque soy parte de una generación que ha crecido con el
«Proceso de Cambio» y ahora vemos que todos esos logros están en peligro, de la
mano de un grupo de poderosos que se prepara para volver con odio y con ganas
de repartirse el país.
Mi
principal propuesta es recuperar la estabilidad económica sin ajuste, sin FMI
(Fondo Monetario Internacional) y cuidando al pueblo. Queremos un Estado
presente, que enfrente la crisis económica con realismo, pero también con
sensibilidad social. Un Estado que siga a cargo de los recursos naturales, que
impulse inversiones que permitan su explotación y que nivele así los
desequilibrios económicos que han puesto en crisis al modelo.
Bolivia
tiene todo para salir adelante, pero con un nuevo liderazgo que escuche al
pueblo, sepa defender lo avanzado y cambiar lo que ha fallado.
P:
Las encuestas de intención de voto apuntan a una hipotética segunda vuelta
entre dos candidatos de derecha y una derrota de candidatos de la izquierda en
primera vuelta ¿Qué opina de esto?
R:
Es un riesgo real. Y ante ese riesgo nosotros somos la única opción con
posibilidades que representa al pueblo. Si predomina la desmovilización o el
llamado al voto nulo, el resultado serán dos candidatos de derecha
repartiéndose el país.
Estamos
viendo una operación mediática y estadística para instalar el miedo, la
resignación y dividir al campo popular. Pero el pueblo boliviano es sabio.
Cuando llegue la hora de decidir, va a recordar quién defendió sus derechos,
quién impulsó que los recursos naturales vuelvan a ser del pueblo boliviano,
quién garantizó bonos, salud gratuita y dignidad. En estos momentos ser neutral
es lo mismo que votar a la derecha, convocar al voto nulo es asfaltarle el
camino a la derecha.
P:
Si gana las elecciones ¿Cómo hará para garantizar la provisión de diésel y
gasolina en el país? ¿Eliminará las subvenciones estatales o las mantendrá?
R:
Las subvenciones son la diferencia entre la supervivencia y el hambre de muchos
sectores del pueblo. A ellos no se les puede quitar la subvención. Al mismo
tiempo no es posible seguir postergando la toma de decisiones, como
desgraciadamente hizo el actual gobierno.
Nosotros
vamos a transformar las subvenciones en herramientas inteligentes, focalizadas,
con compensaciones claras para proteger a las familias, a los pequeños
productores y a los sectores populares.
Y
vamos a revitalizar el sector de hidrocarburos con una nueva ley que combine
inversión nacional y extranjera bajo seguridad jurídica pero con soberanía
estatal. Esto implica reactivar la exploración, potenciar campos maduros,
modernizar Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y reestructurar
el ministerio del ramo.
Permitiremos
la importación directa de combustibles para grandes consumidores. Se acabaron
los intermediarios y las trabas. Vamos a reducir los costos logísticos con más
eficiencia, uso de ductos, biocombustibles y refinación nacional. Así
garantizamos combustible sin sacrificar derechos ni dignidad.
P:
Bolivia necesita dólares, ¿cómo hará para inyectar divisas? ¿Devaluará el
boliviano?
R:
Vamos a recuperar la estabilidad cambiaria sin ajustar al pueblo. Nuestra
estrategia tiene cuatro pilares:
Primero,
pactos productivos con exportadores, eliminando trabas y comisiones injustas,
facilitando una «ventanilla única» para que los dólares fluyan al país con
reglas claras. El Estado será un facilitador y defensor de la producción y la
exportación nacional.
Segundo,
crearemos un sistema para que los dólares de las exportaciones vuelvan al país
de manera voluntaria, bancarizada y sin especulación. El excedente de divisas
debe convertirse en bienestar para la mayoría, no en acumulación de unos pocos.
Tercero,
gestionaremos una nueva política soberana de financiamiento externo. Vamos a
mirar al mundo con dignidad, sin subordinarnos al FMI. Fortaleceremos
relaciones con nuevos actores como los BRICS, y renegociaremos deuda para
liberar recursos para estabilizar al país.
Y
cuarto, estabilizaremos nuestra moneda con un fondo cambiario respaldado en
oro, fortaleciendo nuestra soberanía monetaria. El oro boliviano debe
transformarse en seguridad para nuestra gente, no en reservas muertas al
servicio de intereses externos.
P:
¿Qué pasará si se registran bloqueos de carreteras en su gestión?
R:
Vamos a gobernar para unir, con canales de diálogo activo y permanente con
todas las expresiones y demandas. Bolivia no aguanta más peleas entre sectores,
necesita una nueva etapa. Una etapa de reconciliación, de renovación
generacional y de defensa del proceso que tantos años nos costó construir.
Hay
que pasar de los bloqueos a los puentes. Vamos a gobernar para unir. Pero
también hay que decir con claridad: no vamos a permitir que se bloquee al país
por intereses personales o cálculos políticos.
P:
¿Cómo está actualmente su relación con Evo Morales y con Luis Arce? ¿Cuándo fue
la última vez que conversó con ellos?
R:
No hablo con ellos hace mucho tiempo. Mi relación con ambos es de respeto. Con
Evo Morales compartimos años de lucha, fue un referente político para muchos de
nosotros. Nos sorprende muchísimo la postura que ha tomado en contra de
nosotros.
A
Luis Arce lo ayudamos a llegar al poder, aprobamos créditos desde la Asamblea
Legislativa para combatir la crisis económica, pero gracias a decisiones de su
Gobierno ocurrieron dos cosas muy complicadas para nosotros: la división del
bloque popular y la mala gestión económica. Él se equivocó y se alejó del
mandato del Pueblo.
No
podremos mirar el futuro sin ser claros y críticos con nuestro pasado. Hoy
demandamos unidad, que no significa dependencia del pasado. El bloque popular
necesita abrir una nueva etapa de nuestro proceso.
Y
no se trata de buscar rupturas personales, sino de comprender que el pueblo
está pidiendo una renovación que no traicione la historia ni repita los
errores. Y que sea capaz de construir un futuro.
P:
El presidente Luis Arce convocó a la unidad de la izquierda. ¿Hay posibilidad
de un bloque de unidad de la izquierda para ganar a la derecha y bajo qué
condiciones?
R:
Para hablar de eso tiene que darse un hecho muy claro. Que pasemos a la segunda
vuelta. Si no, no habrá ninguna posibilidad de candidatura unitaria exitosa.
Ese es el objetivo. Y por supuesto que en torno a eso estamos dispuestos a
trabajar por esa unidad, a escuchar a todos, a dar su espacio a todos. Desde el
principio somos una candidatura que ha unido a cada vez más sectores.
P:
Si gana las elecciones ¿Cómo será la política exterior de Bolivia? ¿Mantendrá
la Diplomacia de los Pueblos por la vida que implementó el MAS?
R:
Sí, pero vamos más allá: impulsaremos una política exterior participativa y
plurinacional. Ya no más decisiones diplomáticas verticales o negociadas entre
cuatro paredes o que no respondan a las preocupaciones centrales de nuestro
país. Nuestra política internacional será construida con las organizaciones
sociales, pueblos indígenas, universidades, sectores productivos y sectores
especializados. La política internacional tiene que representar los intereses
de todos los bolivianos en todas las materias, en un tiempo de crisis debe ser
una herramienta de servicio al país, no podemos tener una Cancillería
decorativa nunca más.
P:
En el plano de las relaciones internacionales, si llega a ser presidente, ¿cómo
serán las relaciones con EEUU e Israel?
R:
Bolivia será un país soberano en su política exterior. Con EEUU mantendremos
relaciones respetuosas, siempre que se basen en la no injerencia y en el
respeto mutuo. No aceptaremos presiones, ni condicionamientos políticos, ni
agendas impuestas desde fuera.
Con
respecto a Israel, nuestra posición será coherente con nuestra historia:
Bolivia es un país defensor de los derechos humanos y del derecho
internacional. Condenamos el genocidio contra el pueblo de Palestina perpetrado
por Israel, no reanudaremos las relaciones diplomáticas con ese país hasta el
cese de la violencia. Nuestras relaciones internacionales estarán guiadas no
sólo por intereses, también por principios.
P:
¿Se acercará más a bloques como los BRICS y el Mercosur?
R:
No solo nos acercaremos. Ya somos parte activa de una nueva geopolítica
multipolar. El ingreso pleno a los BRICS y al Mercosur es una conquista
histórica del pueblo boliviano.
Esta
integración no será servil ni subordinada. Será soberana, estratégica y pensada
para abrirle camino a nuestros productores, emprendedores y trabajadores.
P:
¿Cómo serán las relaciones bilaterales con Rusia, que es socio de Bolivia en la
industrialización de litio e investigación nuclear?
R:
Rusia ha sido y puede seguir siendo un socio estratégico para Bolivia en áreas
clave como la energía, la ciencia y la tecnología.
Vamos
a realizar una evaluación soberana de los contratos firmados con pleno respeto
a la seguridad jurídica, incluyendo los del litio, para garantizar que
beneficien al pueblo boliviano. Si hay condiciones de mutua ganancia, las
relaciones continuarán y se fortalecerán. Si no, se rediseñarán. Bolivia no
está cerrada al mundo, pero tiene el derecho y el deber de decidir
soberanamente cómo y con quién se asocia.
P:
¿Qué hará con el litio en su gestión?
R:
Vamos a recuperar la soberanía del litio para el pueblo boliviano. Eso implica
retomar la estrategia de industrialización interrumpida por el golpismo de
Jeanine Añez (2019-2020) y las decisiones erradas del actual Gobierno.
Impulsaremos
una nueva Ley del litio, construida con base en las propuestas de las
organizaciones de los departamentos de Potosí y Oruro (sur), que garantice
regalías justas, control estatal, participación social y alianzas soberanas con
otros países o empresas.
P:
¿Autorizará uso de biotecnología en el agro para producir más soya, arroz,
trigo, etc?
R:
No vamos a repetir el discurso anti-tecnológico ni a ceder a presiones de
grupos concentrados. Nuestra posición es clara: biotecnología sí, pero bajo
condiciones soberanas, productivas y sociales.
Impulsaremos
una Ley de biotecnología basada en evidencia científica, que permita evaluar y
aprobar tecnologías útiles para el país, especialmente aquellas que mejoren el
rendimiento de cultivos estratégicos y generen divisas sin afectar el
medioambiente. Reactivaremos el Comité Científico de Biotecnología.
Priorizaremos
los cultivos de exportación como soya, maíz, trigo, algodón, sin comprometer la
seguridad alimentaria del pueblo. El País de Costa Rica (https://n9.cl/fjjkm)
TRAS
20 AÑOS, BOLIVIA SE ENCAMINA A SEPULTAR LO QUE QUEDABA DE LA ERA DE EVO Morales
Los
sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales del 17 de
agosto indican que el Movimiento al Socialismo (MAS) perdería el poder.
El
Tiempo de Colombia (https://n9.cl/eknai)
Con
las elecciones generales del 17 de agosto en Bolivia acercándose, abundan los
signos de interrogación. Pero una cosa está clara: marcarán el final del
Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por el expresidente Evo Morales, quien
por primera vez en dos décadas no aparecerá en la papeleta electoral.
El
MAS y sus bases siguen siendo colectivamente una poderosa fuerza política de
izquierda, pero las encuestas indican que la era de sus mayorías legislativas y
su amplio atractivo popular ha terminado. Las fracturas dentro del MAS están
creciendo y las figuras de la oposición ganan impulso. Esto está creando
oportunidades para los centristas, la derecha y una nueva facción de izquierda
liderada por el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien era líder del
MAS antes de que el partido se dividiera.
Todo
esto significa que es prácticamente seguro que las elecciones marcarán el
comienzo de un nuevo panorama político en el que el poder es más difuso,
cualquier mayoría legislativa será condicional y se requerirán coaliciones más
amplias para gobernar.
Múltiples
desafíos
Independientemente
de quién gane, la creación de coaliciones será solo uno de los muchos desafíos
importantes para la gobernabilidad. El presidente Luis Arce, elegido en 2020 en
la lista del MAS, ha llevado al país a su peor crisis financiera y económica
desde la hiperinflación de 1985, y es probable que el país tarde años en
recuperarse. Hasta entonces, la inestabilidad parece casi inevitable.
Durante
el auge de las exportaciones de gas a Brasil y Argentina que se produjo durante
la presidencia de Evo Morales, el MAS gozó de amplia popularidad por sus
programas de distribución económica a los gobiernos regionales y municipales.
Estos programas ayudaron a reducir la pobreza, especialmente en las zonas más
marginadas del país, aunque en algunos casos solo temporalmente. Sin embargo,
este período de generosidad gubernamental ha llegado a su fin.
Sin
embargo, los ingresos por gas se han desplomado debido a la mala gestión
económica y la falta de inversión, y las reservas de divisas del país han
disminuido de más de US$ 15.000 millones en 2014 a menos de US$ 2.000 millones
en la actualidad. La mayor parte corresponde a oro, con tan solo 47 millones de
dólares restantes en moneda fuerte, según Fitch Ratings, que rebajó la
calificación de Bolivia a CCC- en enero, la cual indica un nivel muy alto de
riesgo crediticio, lo que sugiere una alta probabilidad de impago de las
obligaciones de la deuda nacional.
Para
la gente común, los precios están aumentando considerablemente. La escasez de
gasolina obliga regularmente a los conductores a esperar muchas horas en las
gasolineras, y el Gobierno sigue aplicando un tipo de cambio de 6,96 bolivianos
por dólar estadounidense, mientras que el tipo de cambio del mercado negro
ronda los 14 bolivianos por dólar.
La
fortuna personal de Morales ha caído con la misma fuerza. Presidente de 2005 a
2019, ahora es acusado de tener un hijo con una niña de 15 años en 2015 y
cargos relacionados, incluida la violación de menores. Él niega haber actuado
mal y ha dicho que los cargos tienen motivaciones políticas. Y aunque Morales
insiste en que debería poder hacer campaña para presidente este año, el
tribunal constitucional dictaminó por unanimidad en mayo que ninguna persona
puede postularse para un tercer mandato presidencial, lo que lo excluye de la
carrera.
Contienda
fracturada
El
MAS ahora tiene tres facciones principales que compiten por el poder. Arce,
quien ha optado por no postularse para la reelección debido a sus pésimos
índices de aprobación, respalda a su exsecretario de Gobernación, Eduardo del
Castillo. Sin embargo, las encuestas indican que no ha logrado ganar tracción.
La inconformista del MAS Eva Copa, la alcaldesa de El Alto de 38 años que a
menudo se ha opuesto al partido, lidera una segunda facción de disidentes de
Arce, pero también está rezagada en las encuestas.
El
candidato del MAS con mejores perspectivas es el presidente del Senado,
Andrónico Rodríguez, de 36 años, exmano derecha de Evo Morales. Está tratando
de calificarse a sí mismo como un nuevo tipo de líder del MAS que puede
reconciliarse con la oposición, tomar medidas enérgicas contra la corrupción y
el abuso de poder, y deshacer la mala gestión económica de la última década.
Andrónico, como se le conoce popularmente, no ha estado dispuesto a adoptar
posturas firmes sobre las disputas internas del MAS, y eligió a la exministra
de Planificación de Morales, Mariana Prado, una profesional de clase media,
como su compañera de fórmula. Aun así, hasta ahora Morales ha negado el apoyo
público a Andrónico.
Las
divisiones dentro del MAS le dan a la oposición su mejor oportunidad desde 2005
de ganar una elección nacional. Sin embargo, la oposición también está muy
fracturada. Sus tres principales candidatos, el magnate de los negocios Samuel
Doria Medina, el expresidente Jorge (Tuto) Quiroga y el alcalde de Cochabamba,
Manfred Reyes Villa, han pasado décadas en la política y es poco probable que
se retiren.
Todo
esto indica que las elecciones presidenciales probablemente resultarán en una
segunda vuelta competitiva el 19 de octubre.
Inestabilidad
El
resultado legislativo será mucho más mixto. Si bien es difícil de predecir, es
probable que las mayorías del MAS en las cámaras alta y baja se reduzcan
considerablemente. Si sobreviven, serán estrechas. Si no lo hacen, la oposición
puede unirse en una coalición de gobierno, aunque esto también es incierto.
Lo
que es seguro es que no habrá una solución rápida a la grave situación
económica. Si se materializan nuevas exportaciones de gas natural y litio, esto
llevará tiempo. Si se realizan esfuerzos significativos para recortar el gasto
público, se encontrarán con intensas protestas.
Un
ciclo político de dos décadas está llegando a su fin. Está dando paso al
siguiente, que parece seguro que comenzará con varios años de inestabilidad
prolongada.
ELECCIONES
EN BOLIVIA: ¿LA DERECHA RETORNA AL PODER Y SE ACABA EL CICLO DEL MAS?
A
una semana de los comicios presidenciales, los opositores Samuel Doria Medina y
Jorge “Tuto” Quiroga lideran las encuestas, aunque el alto porcentaje de votos
blancos, nulos e indecisos añade volatilidad al escenario electoral. Los
analistas apuntan a un fin de ciclo tras casi dos décadas del Movimiento al
Socialismo en el poder, pero no descartan una eventual sorpresa de Andrónico
Rodríguez, una de las cartas oficialistas. Todo se definiría en un inédito
balotaje.
La
Tercera de Chile (https://n9.cl/2iiqh)
Durante
su mensaje por el Bicentenario de Bolivia, el Presidente Luis Arce aludió el
miércoles a las elecciones del próximo 17 de agosto y pidió no cambiar el rumbo
del país, ya que, dijo, aún falta consolidar el proceso de cambio. “Que nadie
se equivoque, el ‘ajayu’ del proceso de cambio sigue vivo”, aseguró.
Pero
las encuestas de cara a los comicios presidenciales chocan con las intenciones
de Arce. Por primera vez en 20 años, la derecha boliviana tiene opciones serias
de volver al poder. El empresario Samuel Doria Medina lidera las preferencias
electorales por encima del expresidente Jorge “Tuto” Quiroga (2001-2002), ambos
de derecha y acérrimos adversarios del oficialista Movimiento al Socialismo de
Arce. Andrónico Rodríguez, respaldado por sectores del MAS, se sitúa tercero,
sin el liderazgo del exmandatario Evo Morales ni del actual presidente, ambos
fuera de la contienda.
Según
siete sondeos recopilados por el medio boliviano Brújula Digital, la intención
de voto de Doria Medina fluctúa entre el 18,7% y el 24,5%, seguido de Quiroga
(16,6% al 22,9%) y Rodríguez (6,1% al 14,7%).
Sin
embargo, los sondeos reflejan un alto porcentaje de votos blancos, nulos e
indecisos. La tercera encuesta de la empresa Ipsos Ciesmori, para el canal
Unitel, publicada el 30 de julio, muestra que los votos nulos llegan a un
13,6%, los votos blancos son un 8,1% y los indecisos suman un 12,4%. Es decir,
en total representan un 34,1%, superando así la intención de voto de cada uno
de los candidatos opositores. Estas cifras añaden volatilidad al escenario
electoral.
“Las
últimas siete encuestas señalan que Samuel Doria siempre está primero, Tuto
Quiroga siempre está segundo, así que sí es posible que pasen a segunda vuelta
ambos. Andrónico Rodríguez, el presidente del Senado, incluso ya ni siquiera
está tercero en algunas encuestas, sino cuarto”, comenta a La Tercera el
analista político boliviano y editor de Brújula Digital, Raúl Peñaranda. “De
todas maneras, siempre las encuestas pueden equivocarse, puede haber un voto
oculto, pero todo indica que estamos ante este escenario que es tan nuevo a lo
que hemos tenido en los últimos 20 años en la política local”, añade.
La
politóloga y excongresista Erika Brockmann cree que el proceso electoral puede
guardar sorpresas. “Todavía pienso que no hay nada dicho. Hay demasiado voto
incierto, o sea, indeciso, nulo y blanco, que puede decantar sorpresivamente a
favor de Andrónico Rodríguez. Y creo que la inmensa base social otrora del MAS
está profundamente confundida”, comenta. “Entonces, a último momento no me
extrañaría que pueda haber una sorpresa, donde ese voto de manera pragmática
sea por Andrónico. No hay que descartar un ascenso del MAS”, advierte.
En
cambio, el analista político boliviano Carlos Toranzo apuesta a Doria Medina y
Quiroga. “Hay un empate técnico entre ambos. La gente podría votar útil y dar
su voto a quien crea que está mejor posicionado para vencer a los candidatos
del MAS”, plantea.
En
lo que sí coinciden los expertos es que la definición electoral solo se
produciría en una segunda vuelta, programada para el 19 de octubre. “Es muy
difícil pensar que esto puede terminarse en una primera vuelta. Yo creo que por
primera vez vamos a inaugurar el balotaje. Esto es importantísimo de
ratificarlo, porque esto es un cambio estructural de la democracia”, comenta a
La Tercera el cientista político Diego Ayo. “No creo que nadie gane en primera
vuelta, así que todo se definiría en la segunda vuelta”, coincide Toranzo.
“Por
vez primera, el electorado boliviano podría vivir la experiencia de una segunda
vuelta electoral entre candidatos de alianzas que en el pasado fueron gobierno,
con partidos tradicionales como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR
(Samuel Doria Medina) o Acción Democrática Nacionalista ADN (Jorge Tuto
Quiroga)”, explica Carlos Cordero, decano de la Facultad de Ciencias Políticas,
Derecho y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica Boliviana.
Cordero
destaca que “las encuestas conocidas pocos días antes de la realización de las
elecciones en Bolivia sugieren un escenario desconcertante para unos y
alentador para otros, después de 20 años de gobiernos gestionados por el MAS”.
“Ni el actual Presidente Luis Arce ni Evo Morales son parte de la contienda;
los supuestos herederos del MAS que toman la posta en estas elecciones se han
retirado o están muy lejos de los primeros lugares de intención de votos. Por
tanto, el fracaso electoral de Andrónico Rodríguez o de Eduardo del Castillo
(el candidato oficial del MAS), podría convertir a Morales en el más férreo
opositor de lo que queda del MAS como del próximo gobierno, bajo el argumento
de que Evo nunca perdió una elección”, sostiene.
Y
agrega: “Las encuestas sugieren un desencanto o voto castigo con el partido de
los movimientos sociales MAS, por la difícil situación económica y social que
vive Bolivia, como por la división y enfrentamiento al interior del partido de
gobierno”.
Ciclos
de 20 años
“Víctor
Paz Estenssoro decía que los ciclos políticos en Bolivia duran 20 años, parece
ser cierto. Creemos que en Bolivia se acabó el ciclo del MAS”, recuerda
Toranzo. “Yo creo que sí estamos viviendo un fin de ciclo y podría empezar
ahora un nuevo ciclo en el país que podríamos llamar liberal democrático, y ese
nuevo ciclo también podría durar presumiblemente una o dos décadas”, afirma
Peñaranda.
Cordero
agrega: “El ánimo del electorado apunta al final del ciclo político del MAS y
el inicio de otro, con un signo ideológico opuesto al autoritarismo de
izquierda encarnado por el MAS; este giro no se debe tanto al surgimiento de
nuevos liderazgos políticos, sino como consecuencia de la deficiente gestión
gubernamental del último tiempo y por las pugnas internas entre el sector
renovador del Presidente Arce y conservador del expresidente Morales”.
Sobre
ambos referentes del oficialismo, Toranzo lanza sus dardos: “Ambos son
corresponsables de la corrupción, del incremento del narcotráfico, de la
desinstitucionalización, de la absorción del Poder Judicial y electoral, de la
falta de inversión en exploración en hidrocarburos, de la dilapidación de los
millonarios ingresos que tuvieron por los altos ingresos del gas, del
envilecimiento de la política, de la cooptación prebendal de los movimientos
sociales, de la crisis moral y de valores que existe en Bolivia”.
Un
análisis similar tiene Doria Medina. En una entrevista con La Tercera a fines
de julio dijo que el ciclo del MAS se “acaba” por dos razones: “Primero, porque
su propuesta de soberanía económica a través de la propiedad estatal fracasó.
Hoy Bolivia es más vulnerable y dependiente que nunca. No tenemos dólares ni
para importar carburantes o remedios. Segundo, por la división del MAS, que se
debe a su falta de institucionalidad, a la lucha por el poder entre caudillos y
a la personalidad narcisista de Evo Morales”.
Sobre
el expresidente boliviano fue lapidario, lo mismo que con el actual mandatario:
“Morales es el principal responsable de la derrota de la izquierda por su
personalismo y su deseo de reelegirse infinitas veces, pero Arce y su
desastroso gobierno también tienen la culpa. La responsabilidad de fondo es
ideológica e histórica: recae sobre un modelo inviable, que supimos desde el
principio que terminaría tan mal como está terminando”.
Pese
a ello, Ayo asegura que “es un poco ingenuo pensar que es el fin del MAS. El
MAS posiblemente como el denominador discursivo que ha estado vigente durante
dos décadas. Pero tenemos todavía una estructura de poder gigantesca”. “Es muy
difícil pensar que el MAS se ha quebrado. Sí, coyunturalmente, inmediatamente
podemos ver un quiebre casi atómico, de átomos me refiero, y anómico, de anomia
absoluta del MAS, pero aún así puede sacar un 20% a 25% y generar cierto temor
con la posibilidad de que puede ir a segunda vuelta”.
Brockmann
añade “que nunca ha de morir un ciclo de expectativas populistas, nunca ha de
morir del todo, y siempre ha de ser un factor con el cual hay que convivir”. En
todo caso, sostiene la analista, “hay que reconocer que el bloque de las
derechas o de la derecha moderada es un bloque que tiene una base social muy
volátil. Pero hoy día tiene como nunca las condiciones para poder armar una
mayoría”.
“El
gran desafío del próximo gobierno es que no caiga en una especie de nostalgia y
retorno al pasado neoliberal. Que no sea una derecha que retorne al pasado y
que ignore que ha habido un proceso de 20 años de gran movilidad social y de
liberalización de la población popular. Y de inclusión. Si se ignora eso en
base a una derecha elitaria, eso es muy peligroso”, advierte Brockmann.
“Creo
que ha llegado la hora en que vamos a tener un escenario muy fragmentado, en el
que nuevamente volvemos a una suerte de gobierno de coalición, que deberá dejar
de satanizar la idea del acuerdo y el pacto, que es un concepto satanizado por
el MAS y todas las corporaciones que han pactado en torno a él”, señala la
politóloga, quien es tajante al señalar: “Tiene que haber un gobierno de
coalición, es una necesidad existencial para el país en este nuevo ciclo de la
era democrática”.
Pero
de cara al día después de las elecciones, las dudas subsisten. En una reciente
columna de opinión, Toranzo se preguntaba: “¿El MAS entregará el poder?”. “Esta
elección no es una más. No se trata del caso de un gobierno democrático que
entregará el poder pacíficamente si la oposición gana. Este no es el caso. Nos
enfrentamos a un régimen autocrático, lo que permite intuir cómo podría
reaccionar si pierde las elecciones”, advertía.
Una
interrogante que también inquieta a Brockmann. “La primera pregunta que nos
hacemos muchos de los que dudamos de la capacidad, de la convicción democrática
del MAS, es de imaginarnos a Luis Arce Catacora entregando la banda
presidencial a alguien que está en el mundo prohibido y de los herejes, de la
herejía de la derecha a la cual nunca había que dirigirse, ni con la cual nunca
había que charlar”, comentó a La Tercera.
“Esa
es una polarización que eventualmente se va diluyendo en la medida en que gana
un centro. Entonces, yo creo que si hay algún ala pragmática de parte del MAS,
ellos pueden no hacer demasiadas olas frente a unas medidas que necesariamente
van a ser complicadas y complejas. Pero uno nunca sabe cómo van a reaccionar
las minorías efectivas, las corporaciones que están manejadas por el MAS de una
manera irracional y que evidentemente pueden contribuir a un proceso de
conflictividad y de falta de gobernanza en las calles”, analiza Brockmann.
Y
concluye: “Esa es la gran pregunta, si va a haber niveles de conversión
democrática y de tolerancia hacia la oposición y romper el maniqueísmo con el
cual siempre se han manejado respecto a cualquier actor que no esté en la línea
dura de la izquierda”.
BOLIVIA,
A UNA SEMANA DE UNAS ELECCIONES PRESIDENCIALES QUE PUEDEN MARCAR UN FIN DE
CICLO
Debido
a la guerra entre el ex presidente Morales y su sucesor, Arce, las últimas
encuestas muestran que los candidatos de derecha y ultraderecha lideran la
intención de voto. El candidato del progresismo y ex aliado político de Evo,
Andrónico Rodríguez, está lejos cuarto con apenas el 6%.
El
Destape Web de Argentina (https://n9.cl/dzm1k3)
Los
candidatos de derecha y centro derecha son los favoritos para ganar las
elecciones presidenciales de Bolivia el próximo 17 de agosto. La votación se
llevará adelante en el marco de una fuerte crisis económica, con números de
inflación y escasez de hidrocarburos que el país no registraba en décadas, y en
medio de un desencanto con la política, que se vería plasmado en un voto nulo y
blanco importante. Por primera vez en 20 años, y envueltos en una feroz pelea
entre el actual mandatario, Luis Arce, y el ex, Evo Morales, el espacio del
Movimiento al Socialismo (MAS) parece encaminado a perder. Y no por poco.
Ninguno de los candidatos de la izquierda llega a un 10% del apoyo, según las
encuestas.
De
acuerdo a los sondeos, el empresario Samuel Doria Medina de Alianza Unidad
lidera los sondeos. Según la encuesta de Ipsos Ciesmori para Unitel, el
candidato que se reconoce como socialdemócrata, obtendría un 21,5% de los
votos, seguido por el ex presidente boliviano Jorge Tuto Quiroga de Alianza
Libre, con el 19,6% y tercero el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes, de APB-
Súmate con el 8,3%. Andrónico Rodríguez, de Alianza Popular, y actual
presidente del Senado, que durante años se lo consideró el posible sucesor de
Evo pero que ahora no recibió su apoyo, obtendría un 6,1% en el cuarto lugar,
pese a que hasta hace unas semanas ocupaba el tercero.
Tras
una ardua pelea entre Arce, Evo y la justicia electoral por el sello político
del MAS, el candidato de esta fuerza Eduardo Del Castillo aparece con apenas un
2,1% de la intención de voto en un sexto lugar. Si bien una de las cuestiones
que ha marcado el caso boliviano es que las encuestas muchas veces no logran
medir a sectores más rurales, campesinos, alejados de las grandes ciudades, los
números indican que no tiene posibilidad de obtener la victoria en primera
vuelta.
Por
otro lado, el dato de esta campaña electoral en Bolivia tiene que ver con el
alto porcentaje de bolivianos que asegura que votará nulo o en blanco, que
supera el 30%. Es decir, que actualmente ninguno de los candidatos tiene un
apoyo mayor a esos votos que no se contabilizan. Se suma además que Morales,
que considera una proscripción su inhabilitación política mientras la Justicia
sostiene que ya cumplió el límite de mandatos, hace campaña por la anulación
del voto. “El llamado al voto nulo responde a una ambición personal y
egocéntrica de quien lo promueve”, sostuvo Arce sobre la decisión de Evo, y
consideró además que su actitud beneficiará “con un mayor porcentaje de votos
válidos a la derecha en detrimento de los candidatos del campo popular”.
Crisis
económica y política
Parece
lejana la postal en la que se destacaba que mientras el mundo entero sufría la
suba de precios como consecuencia de la pandemia, Bolivia mantenía números
insólitamente bajos. Pese a que Arce fue considerado el “padre del milagro
económico” de Bolivia durante las gestiones de Morales, actualmente durante su
gobierno el país atraviesa una crisis económica, que registra números de
inflación y una devaluación de la moneda o moneda no oficial paralela, que no
se veía desde al menos hace cuatro décadas. Además, de la escasez de
hidrocarburos que también ha marcado los últimos meses de la situación en el
país.
De
acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación en Bolivia en
lo que va del año, ya roza el 17%, un número muy alto para el país vecino que
lograba tener un dígito anualmente. Al dar a conocer los datos, el director del
INE, Humberto Arandia, afirmó que se registra una desaceleración de la suba de
precios, y sumó como uno de los factores que explican la suba previa los cortes
de ruta que llevaron adelante organizaciones sociales con el aval de Morales,
quien afirma que el gobierno de Arce busca impedir su candidatura a través de
la Justicia.
Pese
a que Arce fue el delfín de Morales desde hace más de dos años, los dos se han
sumido en una feroz pelea. La interna estuvo marcada además en la disputa por
el sello del MAS, con el cual se quedó el sector del arceísmo, y también por la
candidatura presidencial. La justicia dictaminó por un lado que Evo ya no puede
postularse y además tampoco contaba con partido habilitado. Mientras el ex
mandatario afirma que es persecución, el oficialismo sostiene que los
movimientos del ex presidente solo responden a una ambición personal, en la
cual le cuestionan que haya roto incluso hasta con Andrónico Rodríguez y que no
haya apoyado a ningún sucesor.
¿Nada
nuevo?
“Tu
crees que voy a ser socialista, el empresario que entró a la industria del
cemento con una empresa que valía un millón de dólares y la dejó valiendo 600
millones de dólares, el empresario que trajo la franquicia de hamburguesas más
emblemáticas de Estados Unidos, el empresario que ha construido los edificios
más modernos de Bolivia, ¿tu crees que eso hace un socialista? Soy miembro de
la socialdemocracia, tratan de mostrarme como socialista pero soy el mayor
capitalista de este país y voy a aplicar el capitalismo para que funcione el
mercado, la competencia y la apertura comercial en Bolivia”, decía el candidato
Doria Medina, quien lidera las encuestas y a quien reiteradas veces en campaña
se buscó asociarlo incluso al MAS.
La
estrategia de quien, según las encuestas, mejor mide es mostrarse como un
empresario exitoso y moderado, preocupado por la situación del país y con la
intención de terminar con los 20 años del Movimiento al Socialismo. Mientras
que el otro candidato favorito, que ya gobernó el país entre 2001 y 2002, Tuto
Quiroga, quien además fue vicepresidente de Hugo Banzer, ex dictador y luego
electo mandatario. Este dirigente, quien en medios argentinos contó que es muy
cercano a Mauricio Macri y Patricia Bullrich, ingeniero y también empresario,
apunta a lo económico, al desarrollo del litio, pero también al ajuste estatal
al que considera como uno de los responsables de la inflación e indicadores
negativos del país.
“Bolivia
está atravesando una de las crisis políticas más profundas en los últimos 20
años, existe una deslegitimación de toda la estructura del sistema político de
nuestro país. No existe una representación cabal de toda la población en
nuestro país entre los candidatos electorales”, afirmó a El Destape, la ex
viceministra de Justicia y Derechos Fundamentales en el gobierno de Evo
Morales, y una de las abogadas del ex mandatario, Cecilia Urquieta, quien
considera que hay una persecución a la figura del líder y agrega que el
candidato Del Castillo “no llega ni al 2%, asaltaron la sigla, no ha sido
electo por las bases, ha criminalizado las protestas y se ha proscripto a Evo
Morales”.
En
cuanto a los candidatos que lideran las encuestas, Urquieta afirma que no son
caras nuevas en la política: “La derecha ha vuelto a tener cabida como nunca en
los últimos 20 años. En esta crisis de representatividad, los tres candidatos
de la derecha son políticos que han estado en los últimos 30 años intentando
entrar, tener una cabida, hoy están pudiendo tener esa cabida para volver al
neoliberalismo, a privatizar, ese es el plan”. En cuanto a la figura de
Andrónico, la ex funcionaria del evismo afirma que no ha logrado tener una gran
representatividad y recuerda que el presidente llegaba a tener un apoyo del 50%
y más.
Durante
varios años, se creyó que Andrónico era el líder natural de Evo por reunir
varias características como ser líder cocalero e indígena. Sin embargo, el ex
mandatario no le brindó su aval y convocó a manifestaciones con el apoyo de
organizaciones sociales e indígenas porque considera que tiene garantizado el
derecho humano a la reelección indefinida por una sentencia anterior. Así fue
la decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia tomada a
fines del 2023 que establece que no puede ejercer más de dos mandatos. Sin
embargo, el ex presidente ha considerado esta decisión como una persecución
política, en medio de la disputa con Arce a quien acusa de corrupción a sus
familiares y de llevar a la crisis al país.
“El
gran escollo que ha tenido Andrónico para no subir más en las encuestas, es que
Evo Morales no se ha resignado a no participar él, constitucionalmente está
impedido y ha intentado forzar de todas las maneras su habilitación, no lo
logró y ahora convocó al voto nulo. Esto ha generado que frenen las
aspiraciones del otrora delfín de Evo ahora peleados a muerte. Morales le ha
puesto un tapón insuperable, por eso Andrónico aparece tercero o cuarto en
todas las encuestas”, explicó a El Destape el sociólogo y consultor político,
Ricardo Paz, sobre la situación electoral. Para el académico no hay dudas de
que el bajo porcentaje del joven senador tiene que ver con la postura del ex
mandatario.
Para
Paz estas votaciones tienen aún un nivel de incertidumbre alto, debido al
porcentaje alto de indecisos, de quienes sostienen que podrían cambiar su voto
y quienes ya aseguran que lo harán nulo o en blanco y no descarta que puedan
haber “muchas sorpresas” en la elección. Pero, más allá de cómo finalicen los
apoyos, el consultor tiene algo claro: “Bolivia está atravesando una elección
atípica, extraordinaria, que no se parece a las de los últimos años, Bolivia
está viviendo una etapa de fin de ciclo”. Y eso es posiblemente lo que marquen
las urnas el 17 de agosto, salvo que haya una sorpresa, serían las primeras en
las que el candidato del MAS no pase ni siquiera a segunda vuelta.
EL
PLAN DE 100 DÍAS QUE PROMETE ACABAR CON 20 AÑOS DE SOCIALISMO EN BOLIVIA... Y
EN SUDAMÉRICA
En
entrevista con CONtexto ganadero, Samuel Doria Medina, candidato presidencial
del país vecino, propuso cerrar dos décadas de socialismo del siglo XXI y abrir
una etapa de crecimiento económico, con énfasis en resolver las crisis de
combustibles y divisas. Además, su visión busca una Sudamérica unida en torno a
la apertura de mercados y la democracia.
Contexto
Ganadero de Colombia https://n9.cl/ddooej)
En
medio de una de las crisis económicas más profundas de las últimas décadas,
Bolivia se encamina hacia unas elecciones presidenciales que podrían marcar el
fin de veinte años de continuidad política.
Entre
los candidatos que se presentan como opción de cambio, Doria Medina plantea un
plan de acción inmediato para estabilizar la economía, reforzar la democracia y
alinear al país con un bloque regional opuesto al socialismo del siglo XXI.
(Lea en CONtexto ganadero: Descubra por qué Bolivia exporta más carne que
Colombia)
Para
Doria Medina, los últimos veinte años han significado un deterioro de la
economía, el avance del narcotráfico y un debilitamiento institucional que ha
convertido a la justicia en un espacio de transacciones.
“La
crisis ha hecho que la población vea que estos populistas al final destruyen la
economía” y que existe un deseo mayoritario de cambio. En su visión, las
próximas elecciones no solo definirán un nuevo presidente, sino que “cerrarán
un ciclo de los últimos 20 años y abrirán uno nuevo”, declaró.
El
candidato vincula este momento con una tendencia que ya se observa en otros
países de la región. Doria Medina citó como ejemplos los casos de Argentina y
Ecuador, además consideró que “ahora Bolivia lo hará” y que el próximo año
“también lo hará Colombia”.
Sudamérica
trabajará en bloque
El
plan de gobierno que propone no se limita a reformas internas. Planteó que, así
como los gobiernos del socialismo del siglo XXI “coordinan y se apoyan”,
quienes defienden la economía de mercado y la democracia deben articular un
bloque sólido que actúe con igual cohesión.
En
este sentido, ve en Sudamérica un escenario propicio para una alianza regional
basada en la competencia, la apertura comercial y la seguridad jurídica para
las inversiones.
Uno
de los ejes centrales de su campaña es la promesa de resultados visibles en
corto plazo. Para ello, propone resolver en sus primeros 100 días dos problemas
que considera críticos: la escasez de dólares y la falta de combustible.
De
acuerdo con Doria Medina, “sabemos que tenemos una tarea larga para los
próximos cinco años, pero es fundamental que demos resultados a corto plazo y
estamos seguros que lo vamos a hacer”.
El
candidato se apoya en su experiencia como ministro de Economía para sostener
que “en el sector público puede funcionar la eficiencia, los resultados, la
transparencia y equipos de gente buena”. Es por esta razón que resaltó que, una
vez resueltos los problemas urgentes, se podrá avanzar hacia reformas más
profundas en el plazo de cinco años.
Más
allá de sus propuestas técnicas, Doria Medina enmarcó su candidatura en que es
fundamental hacer un cambio de gobierno “para que avance la democracia, para
que avance la prosperidad en nuestro continente y no retrocedamos con el
comunismo”.
Finalmente,
el candidato está convencido de que un cambio exitoso en Bolivia sería
interpretado como una señal para países vecinos, en particular Colombia, que
podrían verse inspirados a seguir el mismo camino.
MEDINA
Y QUIROGA, FAVORITOS EN LAS PRESIDENCIALES DE BOLIVIA PARA APEAR DEL PODER AL
IZQUIERDISMO
A
menos de diez días de las elecciones presidenciales en Bolivia, las campañas
electorales entran en su recta final con el anuncio de cierres masivos en
varias ciudades y un clima político cada vez más polarizado. Entre los
principales aspirantes figuran
Corrientes
Hoy de Argentina (https://n9.cl/6vep0)
A
menos de ocho días de las elecciones presidenciales en Bolivia, las campañas
electorales entran en su recta final con el anuncio de cierres masivos en
varias ciudades y un clima político cada vez más polarizado. Entre los
principales aspirantes figuran Samuel Doria Medina y Jorge 'Tuto' Quiroga ,
ambos favoritos según las encuestas.
Durante
las fiestas del 6 y 7 de agosto, con motivo del Bicentenario de Bolivia, Doria
Medina y Quiroga coincidieron en Sucre, epicentro de los actos protocolares. En
jornadas maratónicas, los candidatos recorren varias ciudades y zonas rurales
para consolidar su apoyo. Las encuestas, aunque aún con un alto porcentaje de
indecisos, sitúan al empresario Doria Medina, dueño de una cadena de hoteles y
de la franquicia de Burguer King en Bolivia, en primer lugar, seguido muy de
cerca por Tuto Quiroga. El oficialista Eduardo del Castillo , no supera el 3%,
un resultado que podría poner en riesgo la existencia del Movimiento al
Socialismo (MAS), expartido de Evo Morales, que ha dominado la política
boliviana durante las dos últimas décadas.
Noticia
Relacionada estandar Si Luis Arce, presidente de Bolivia: «Evo Morales puso sus
intereses por encima de los del pueblo boliviano» Sylvia Colombo El mandatario,
que no se presentará a la reelección el 17 de agosto, hace balance de su
gobierno, que ha tenido como principal opositor a su mentor Jorge Quiroga,
presidente entre 2001 y 2002, lidera la alianza Libre, con un programa que
promete un «cambio radical» tras 20 años de socialismo. El político y
exvicepresidente de Hugo Banzer, gobernó el país durante poco más de un año
tras la renuncia de éste por motivos de salud. Desde entonces, ha sido una
figura recurrente en la política boliviana, con varias candidaturas
presidenciales y un discurso marcado por el liberalismo económico y la apertura
al comercio internacional.
El
martes 12 de agosto celebrará su cierre de campaña en el Parque Urbano de Santa
Cruz, con actos musicales y un discurso central previsto para las 19:30. No
obstante, la fecha coincide con el segundo debate presidencial convocado por el
Tribunal Supremo Electoral en La Paz. Hasta este viernes, ni Quiroga, ni Doria
Medina y ni otros candidatos habían confirmado su asistencia, priorizando actos
de campaña. La Alianza Libre incluso solicitó formalmente cambiar la fecha del
debate y advirtió que, de mantenerse, «se excusan de participar».
Campaña
por el voto nulo.
Mientras
tanto, el proceso electoral se enfrenta a una campaña inédita a favor del voto
nulo, impulsada por seguidores del expresidente Evo Morales (2006–2019),
inhabilitado para competir. Morales ha pedido abrir casas de campaña, anular la
papeleta como protesta, aunque esta estrategia podría beneficiar a la
oposición, ya que los votos nulos no se contabilizan en el cómputo final.
Bolivia
llega a las elecciones en medio de una de las crisis económicas más profundas
de los últimos años. La inflación y la depreciación de la moneda nacional
encarecen la canasta básica. El desabastecimiento de combustibles genera largas
filas de vehículos en estaciones de servicio. La falta de dólares en el mercado
formal complica las importaciones y encarecidos productos esenciales.
Los
resultados de las últimas encuestas refuerzan la posibilidad de que las
elecciones se definan en una segunda vuelta, ya que ninguno de los candidatos
se acerca al umbral del 50% más uno de los votos válidos o al 40% con una
ventaja de diez puntos sobre el segundo, como exige la ley boliviana. El alto
porcentaje de voto nulo, blanco e indeciso podría ser decisivo. El próximo 17
de agosto, 7,9 millones de bolivianos están convocados a los recintos
electorales para elegir presidente, vicepresidente y representantes
legislativos. La cita electoral coincide con un momento simbólico: el
Bicentenario de Bolivia.
EN
“LA BASE” DE EVO MORALES
Recluido
en la región de El Chapare, su bastión político y sindical, y protegido por
miles de indígenas leales, Morales evade la Justicia y hace campaña por el voto
nulo; desde el intento de asesinato de octubre pasado no ha salido de la zona,
que es controlada por sus partidarios, y el gobierno no ha intentado ingresar
para detenerlo.
La
Diaria de Uruguay (https://n9.cl/xw83n)
Barricadas
de piedras y montañas de arena impiden el paso de vehículos en la carretera que
conduce a Lauca Ñ, dónde está “la base” del expresidente boliviano Evo Morales.
A unos 500 metros del corte de la ruta, una caseta de palos y paja hace de
peaje y primer control.
Llego
a la puerta a las 8.30. Sobre el puente superior vigilan dos personas, y otras
dos en el ingreso principal. Sólo las veo armadas con palos, que atraviesan en
cruz impidiendo la entrada. Luego de que les muestro mi carné de prensa y les
digo que tengo una entrevista con Evo Morales abren el paso y me indican que
siga en línea recta.
En
la calle, del otro lado de la caseta, hay largas hileras de carpas, bajo las
que yacen decenas de personas, todavía somnolientas, algunas acostadas sobre
colchonetas o medio sentadas sobre tablas de madera. Bultos y mantas se
esparcen por todas partes. Alguien reparte comida, los que llegan se abrazan
con los que están de salida, otros hacen fila para el transporte. En medio del
caos, han improvisado un pequeño mercado. No veo rastro alguno de un ejército
de combatientes.
Los
principales candidatos a la presidencia de Bolivia para las elecciones del 17
de agosto han dicho que si ganan detendrán a Evo Morales y que nadie está por
encima de la ley. Los campesinos no portan armas, o al menos no las muestran.
Protegerán a su líder con sus vidas. Evitar una masacre y sobre todo la
conmoción social generalizada es lo que ha priorizado el gobierno actual, por
encima de la detención del expresidente.
La
vigilia empezó en octubre, cuando Evo, acorralado por la Justicia, se refugió
en su tierra, donde ha evitado ser detenido. La Policía no entra aquí ni a
ningún poblado cercano.
Una
cuadra más adelante está la entrada del complejo donde se encuentra la sede de
la radio Kawsachun Coca, uno de los principales medios por los que el dirigente
cocalero difunde sus mensajes. Las caras aquí son mucho menos amigables.
Dos
hileras de hombres y mujeres sentados de frente –cuento 11 de cada lado– cortan
el paso con largos palos afilados que atraviesan en forma de cruz. Me miran con
recelo, las mejillas abultadas de pijchar (masticar) coca. Hay quienes
consideran suficiente mi carné de prensa para pasar, y hay quienes no. Algunos
quieren revisar la mochila que cargo, y otros no. Mientras debaten, envían un
emisario a confirmar quién soy y si realmente tengo una entrevista. Sólo
ingreso al sector, compuesto por varios edificios, entre ellos el de la radio,
acompañada por un vigilante.
Paso
una hora esperando en la sede de la radio Kawsachun Coca, deambulando por los
pasillos, hasta que aparece Cesia, su asesora de prensa y mano derecha,
apurada, a decirme que el presidente (todos lo llaman “presi” o “presidente”)
tiene que ir a su chaco, su predio productivo. Si me parece, propone, vamos
hasta allí y al regreso hacemos la entrevista. Acepto y preparo mi mochila para
salir.
–Sólo
necesitas tu grabadora y un sombrero.
–No
tengo sombrero.
–Yo
te doy uno. ¡Corre, que ya nos vamos!
Salto
en el asiento trasero de una camioneta azul, en la que va también Leandro, un
documentalista chileno que está aquí desde hace meses. Mapache, el conductor y
hombre de confianza de Evo, sale disparado por entre las calles de Shinahota.
Somos la avanzada; detrás vienen dos coches más, que van continuamente
comunicándose por radio.
La
comitiva avanza a toda velocidad entre las barricadas hechas con piedras y
montones de arena. “Pegados, pegados”, advierten por radio, para que el primer
coche no se despegue de la comitiva. “El presi” quiere parar a levantar una
caja de jugos de fruta, producción local, que cargamos en la camioneta.
Desde
el atentado de octubre rara vez sale de “la base”, y ahora se mueven en más
vehículos, me va contando Mapache. Choferes, asistentes y quienes ofician de
guardias de seguridad, todos son voluntarios.
–Aquí
fue el atentado –indica Mapache, señalando la salida de una carretera–. ¡Bala
por todos lados! Ahí al lado de su asiento, mire.
En
la puerta trasera hay dos orificios redondos de las balas que perforaron la
camioneta blindada. Eran armas de guerra, dice Mapache, y atravesaron el
blindaje tipo tres que tiene el vehículo, indicado para proyectiles de armas
más pequeñas. Agrega que Morales viajaba en el segundo coche, en el asiento del
acompañante de una camioneta sin blindaje. El propio Morales nos muestra, un
rato más tarde, las perforaciones de las balas en el parabrisas: “Estas iban
para el chofer”. Apenas advertida la encerrona, dieron aviso de emergencia a
las bases; 15 minutos después, todas las rutas del Chapare estaban cortadas por
barricadas.
La
región del Chapare
El
“chaco” de Morales queda en el municipio de Villa Tunari, provincia del
Chapare, en pleno Trópico de Cochabamba. Zona cocalera. Toda la región es de
altísima producción agrícola: cítricos, plátanos, palta, pero no tiene gran
tecnologización ni grandes infraestructuras.
Una
media hora después, atravesando pequeños pueblos, como Villa 14 y San Lorenzo,
llegamos al chaco. Se trata de un pequeño predio de piscicultura de tambaquí,
un pez de la región. En short y chancletas, Morales nos cuenta al llegar que
inició la producción en este campo –que era ya de su propiedad– con los 60.000
dólares que ahorró durante la presidencia y un préstamo de 80.000 que solicitó
después. Tiene 20 piscinas, y planea hacer más. Con el comprador esperando –más
la televisión mexicana y la diaria como testigos– empiezan a preparar la
“cosecha”. Bajo un sol intenso y el precioso sombrero de fieltro que me ha dado
Cesia, recorremos el predio, intercalando relatos sobre el precio del tambaquí,
la infancia de Morales y el rol de la DEA.
El
trabajo se hace todo a mano. Para pasar la red que “cosechará” los peces, dos
muchachos tiran de la malla desde la orilla y otros dos se lanzan al agua. El
propio Morales hace ese trabajo algunas veces. Si lo hace, Mapache, que no lo
deja a sol ni a sombra y ya se descalzó por las dudas, se tirará también al
agua.
Sobre
la carretera está la casa en la vivió durante ocho años, una construcción
precaria de madera en la que no tenía luz ni agua. Al costado está su cato, el
terreno de 40 x 40 para cultivo de coca al que tiene derecho cada productor de
la región. Aquí se formó y empezó la lucha para defender a los cultivadores de
coca, por lo que fue encarcelado y perseguido durante años.
La
carretera que transitamos se construyó durante su mandato. “Acá la apertura de
caminos la hicieron los sindicatos. Las escuelas, todo lo hacíamos. No había
presencia del Estado. La presencia del Estado era sólo con la represión”. Dice
que cuando asumió el gobierno había 1.000 kilómetros de carreteras asfaltadas,
y lo dejó con 7.000.
Una
hora más tarde y luego de cargar las bolsas de peces, la comitiva sigue hacia
Villa Tunari, donde habrá un almuerzo con la delegación venezolana al que me
suman también. La entrevista se posterga para la tarde.
Runasur
Evo
Morales entra en el estadio Evo Morales a ritmo de una canción que dice “Evo
Morales, Evo Morales” para el multitudinario cierre del encuentro de Runasur.
El expresidente avanza despacio, vitoreado por unas 15.000 personas que colman
el estadio de Ivirgarzama, ondeando la wiphala, símbolo de los pueblos
indígenas. Mezclados entre los músicos que acompañan el ingreso, en chancletas,
vestidos con remeras blancas y armados con palos, los integrantes de la guardia
indígena no le quitan los ojos al líder.
Evo
Morales convocó el encuentro como parte de los festejos del bicentenario de
Bolivia. Runa en quechua y aymara quiere decir “persona, pueblo”. Runasur es
una organización transnacional que agrupa movimientos sociales y políticos de
izquierda para “articular una América plurinacional”. Hasta Ivirgarzama
llegaron delegaciones de nueve países para reflexionar “sobre la unidad de los
pueblos”. La organización denunció que se impidió la entrada al país a
delegados de varias naciones.
El
líder indigenista participó no sólo en el cierre en el estadio, sino en
reuniones previas y en el gran plenario el día anterior. Todas las actividades
fueron públicas, anunciadas con tiempo y realizadas a cielo abierto. Para ser
un prófugo de la Justicia, no parece esconderse mucho.
“El
presidente casi no sale de la base en Lauca Ñ, salvo a lugares donde haya
multitudes que lo protejan”, dice Cesia. Cuando le recuerdo que en los últimos
días ha asistido a un festival de música autóctona y un congreso internacional,
responde que “en el estadio o en el polideportivo, entre su gente, el
presidente está seguro, nadie permitirá que vayan por él”. El Chapare es su
tierra y allí se mueve bajo su propia ley.
“El
Chapare se convirtió en tierra de nadie”, afirma Mauricio Quiroz, director de
política de El Deber, uno de los diarios más importantes del país. Durante más
de un mes, no hubo presencia policial, los bancos nacionales dejaron de operar
y el aeropuerto permaneció paralizado. “La falta de autoridad reforzó un clima
de desprotección y violencia”, sostuvo Quiroz. Quienes mandaban eran los
sindicatos, y ni siquiera la realización de las elecciones estaba garantizada,
ya que amenazaron con quemar las urnas. De hecho, ningún candidato hace campaña
en la región.
Aunque
la Policía retornó recientemente, todavía existen zonas donde su presencia es
limitada o inexistente. En Lauca Ñ, considerado el cuartel general de Evo
Morales en el Chapare, no hay ni un solo uniformado. En todo el fin de semana,
al menos, yo no vi ninguno.
El
apoyo a Evo Morales
Una
ruta sinuosa entre montañas, niebla y vegetación espesa lleva hasta
Ivirgarzama, un pequeño pueblo calcinante en el corazón de la provincia del
Chapare, a unas cuatro horas de la capital del departamento de Cochabamba.
En
las afueras hay una gigantografía despintada de Evo Morales. Es aquí donde veo
por primera vez pintadas de apoyo al expresidente, y la devoción de sus
seguidores compite con el odio acérrimo que encontré en la muy opositora ciudad
de Santa Cruz y también en la de Cochabamba. “Evo pedófilo”, veo en las paredes
de Santa Cruz, pulmón económico del país, históricamente enfrentado a la región
de occidente.
Lo
detestan quienes no lo votaron nunca y lo culpan de todos los males de Bolivia,
pero también quienes fueron sus seguidores y no comparten la deriva que ha
tenido en los últimos años, especialmente después de 2019.
Se
ha enceguecido de poder, me dice el analista Ángel Souza, y la pregunta es si
fue un líder democrático alguna vez o se sirvió de la democracia, como hicieron
otros líderes y caudillos bolivianos antes, para acceder al poder, agrega. Sus
acciones, dice, dejaron de ser compatibles con la democracia. No encontré a
nadie, antes de pisar el Chapare, que apoyara una nueva candidatura de Evo.
Tampoco a alguien que negara los logros de su gobierno.
Para
entender el fenómeno del apoyo a Evo Morales me tomé un bus a Ivirgarzama. La
respuesta se sentó en la butaca de al lado, cargando una niña envuelta en
mantas. Deben ser cuatro horas de viaje, pero el bus demoró ocho. Eli se llama
la niña, que su madre acuesta en el pasillo, donde duerme plácidamente. Los
vendedores de charque, pescado, jugos, fruta y gelatina que suben al bus saltan
el minúsculo envoltorio de mantas rosadas, intentando no despertarla.
Su
madre viene de Cochabamba, donde le extrajeron dos muelas, y habla muy
despacio. La atendieron gratis, pagando sólo un ticket muy accesible. En el
parto, que fue complicado, la atendieron también muy bien y “le salvaron la
vida de milagro”. Antes de Evo nadie la hubiese atendido en un hospital y la
niña no estaría viva, dice. Antes de Evo habían prometido escuelas pero no las
habían hecho, y ahora sus hijos mayores estudian. “El Evo nos abrió los ojos.
Ya no somos tontos”.
Bajo
en Ivirgarzama. Me golpean el calor abrasante, la humedad y el polvo de las
calles sin asfaltar. Los mercados atiborrados de fruta, el olor a pollo frito
al aire libre y los platos de caldo se mezclan con el olor ácido de la coca
machucada que pican en todas partes. De pronto el cielo se pone negro y se
descarga un chaparrón que desarma todo. El agua corre por las veredas rotas
formando enormes charcos. Cinco minutos más tarde el sol vuelve a hacer hervir
las calles y el aire se vuelve un caldo irrespirable.
Huele
a coca. El olor ácido se me impregna en el cuerpo. Aquí todos pican coca. Van
por la calle con pequeñas bolsitas verdes, tomando fragmentos de hoja que
mastican despacio, formando un bulto que se acumula en las mejillas. Hay té de
coca, pan de coca, gelatina, harina, lo que sea. El olor ácido característico
lo invade todo. El trópico es otro mundo. Es otra realidad. No hay forma de
entenderlo desde los edificios de cristal de Ecopetrol de Santa Cruz ni desde
las callejuelas heladas de La Paz.
Después
de dos días en Ivirgarzama me dicen que el expresidente me dará una entrevista
en su búnker de Lauca Ñ a las 9.00. Debo tomar un bus, llamado surubí, hasta
Shinahota, allí una moto me llevará a la entrevista.
Luego
de una hora de viaje, el pequeño surubí abandona la ruta principal y se adentra
en un camino de piedras. Los que van conmigo son casi todos indígenas leales
que se dirigen a “la vigilia”, la guardia voluntaria para evitar que detengan a
su líder.
Una
chica que viaja a mi lado, llamada Sati, me indica el camino. Carga una loneta
en la que dormirá esa noche y una mochila con todo lo necesario para su guardia
de 24 horas. No tiene más de 20 años, y le toca venir, según el esquema de
rotación de su sindicato, una vez cada dos semanas.
“Es
una elección viciada de nulidad”, dice Morales
El
gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder en Bolivia desde 2006,
se presentará por primera vez dividido y deja a la izquierda casi sin chances
de ganar.
El
actual presidente Luis Arce, con apenas 2% de popularidad, declinó postularse a
un segundo mandato e impulsa la candidatura del exministro de Gobierno
(Interior), Eduardo del Castillo, que ronda el 3% de preferencias. El
presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, antes aliado de Morales, que
buscará la presidencia con la Alianza Popular, alcanza el 7%.
El
expresidente Evo Morales, histórico líder del movimiento, se encuentra recluido
en la región del Chapare, inhabilitado para ser candidato y con una orden de
captura vigente. Fuera de la contienda, impulsa el voto nulo.
Desde
su cuartel general en Lauca Ñ, Morales explica que si se llega al 50% del voto
nulo es un referéndum electoral. “Es una elección viciada de nulidad y [el
presidente] es supuestamente electo sin legitimidad. Entonces el pueblo va a la
plaza”.
“El
pueblo va a la plaza” significa que harán manifestaciones y cortes de
carreteras para forzar una nueva elección, pero Morales es cauto a la hora de
confirmar lo que varios de sus seguidores ya han anunciado. “Estamos en un
debate, todavía no quiero anticipar nada. Puede ser. No me puedo anticipar. Soy
el líder y soy responsable”.
Para
los partidarios de Evo Morales, una elección sin un representante de izquierda
real es ilegítima, y ese representante debe ser Evo, al que consideran
proscripto. Según el Tribunal Electoral, que rechazó su candidatura, la
reelección está permitida por única vez, y Morales fue presidente en tres
períodos. La controversia está en la interpretación del artículo 168 de la
Constitución, que dice que los presidentes “pueden ser reelectas o reelectos
por una sola vez de manera continua”. Los evistas interpretan que habiendo
pasado un período de gobierno, está legalmente habilitado.
Al
no poder inscribirse como candidato y sin partido registrado, creó el
movimiento Evo Morales Pueblo, que llamó primero a protestas masivas y luego a
anular el voto. Según las encuestas, la intención de voto nulo ha crecido y
junto con el voto en blanco ronda el 20%, cifra similar a la de ambos
candidatos de derecha, Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga, que rondan el
21% y el 19%, respectivamente.
Morales
tiene además una orden de captura vigente por el presunto abuso de una menor
cuando era presidente, con la que tuvo una relación de la que habría nacido un
hijo. El dirigente ha reiterado que esta y otras acusaciones son parte de la
persecución política de la derecha para evitar que sea candidato y se ha
recluido en el Chapare protegido por una guardia indigna. “Primero, con Jeanine
Áñez me iniciaron 21 procesos, con Lucho [Arce] me iniciaron 15 procesos. En
los gobiernos neoliberales no pasaban de cinco procesos”. Denuncia además un
intento de asesinato en octubre, en el que balearon su comitiva. “Hasta ahora
no hay ninguna investigación. Presentamos la denuncia ante la Fiscalía y ni
siquiera admite la demanda. La Fiscalía está totalmente sometida al presidente,
al Poder Ejecutivo. No hay justicia en Bolivia. Y cuando no se respetan los
derechos, la sublevación debería ser un derecho”.
La
pregunta es qué hará si van a aprehenderlo, como han anunciado varios de los
candidatos opositores. Morales dice que no quiere ver gente sufriendo “Yo dije
de entregarme y ellos [sus partidarios] no quisieron. Y ahora, seguramente, si
intentan [entrar a detenerlo] aquí puede haber muertos. Por eso no se atreven.
Si se atreven va a haber muertos”. Esos muertos serán los indígenas que
mantienen una vigilia frente a su cuartel general, armados con palos y lanzas.
Lo que hay, agrega, es masa movilizada, y recuerda que el día del atentado, en
10 o 15 minutos estaban ya las calles bloqueadas.
La
fractura de la izquierda
La
palabra traición es la que más reiteran los evistas para referirse al
presidente Arce, que fue electo en 2020 con más del 50% de los votos y cuya
candidatura por el MAS fue impulsada desde el exilio por el propio Evo Morales.
Para el MAS Arce fue la apuesta para volver al poder después del golpe de
Estado de 2019. “Hemos vuelto, pero con un hombre que nos traicionó. Al día
siguiente de su posesión del gobierno, se suma a la política del imperio.
Cuando eliminó cuatro ministerios dije ‘creo que Lucho se va a derechizar’.
Achicar el Estado es la receta del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional”. El quiebre se produjo un año después de la elección.
El
otro “hijo político” de Morales y actual candidato izquierdista por Alianza
Popular, Andrónico Rodríguez, también se alejó del movimiento impulsando su
propia candidatura. “Cuando yo no estaba, Andrónico era el vicepresidente de
las Seis Federaciones. Durante el golpe, era el que estaba ahí. Pero los
compañeros notaron que nunca estaba en las movilizaciones, nunca fue detenido,
no daba la cara, se escondió durante el golpe. Ahora me lo cuentan. Si
Andrónico no se hubiese alejado del movimiento político, hubiese sido
automáticamente el sucesor. Yo dije una vez ‘los gringos quieren matarme a mí;
si me matan, tú tienes que ser el sucesor’. Y eso es estando con las Seis
Federaciones, siendo leal a nuestro instrumento político, respetar
fundamentalmente el legado de nuestros antepasados, esa lucha histórica. Y no.
Se ha ido”.
La
crisis económica
El
país atraviesa una debacle económica: escasez de combustible que obliga a
camioneros y servicios a hacer filas durante días para cargar diésel, escasez
de dólares al punto de que los bancos no entregan su dinero a ahorristas y el
cambio paralelo duplica al cambio oficial, además de una inflación anual que
alcanza el 25% en julio. De la crisis responsabiliza por completo al gobierno.
“Lucho juró como presidente el 8 de noviembre de 2020, y al día siguiente
posesiona su gabinete y reduce cuatro ministerios: Deporte, Comunicación,
Energía y Cultura. Habíamos creado el Ministerio de Energía para cambiar la
matriz energética y para acelerar la inversión en el tema del litio. ¿Para qué
era el cambio de matriz energética? En el mercado interno, el gas que se gastaba
para la luz estaba en el millar de BTU y se paga en tres dólares. Ese millar de
BTU estaba vendiéndose a Brasil en ocho dólares y en este momento lo podríamos
estar vendiendo en 12. La idea era cambiar. En vez de gastar el gas para la
luz, utilizar energía eólica, solar. Para eso creamos el Ministerio de
Energía”.
El
gas se acaba y a la falta de inversión en nuevas energías se suma la falta de
exploración en busca de nuevas reservas de gas o de petróleo.
“Depender
económicamente, totalmente, de cualquier recurso natural no da mucho futuro. En
un tiempo dependíamos de la goma, en los 70 y 80 dependíamos del estaño, luego
encontramos gas. Pues tarde o temprano el gas se terminará. Por eso tenemos que
vender energía, solar, hidroeléctrica, que nunca se va a terminar. Ese era el
plan que teníamos. Evidentemente, en los dos o tres últimos años no encontramos
otro reservorio de gas. Es verdad eso, no digo que no, pero cuando llegamos,
¿cuánto se producía? 30.000 millones de metros cúbicos por día en 2005, 2006.
Dejamos 2019 con 60.000 millones de metros cúbicos por día. Luego empezó a
bajar, y sabíamos que podía bajar. Repito, si no encontramos nuevas reservas,
pues se acaba el gas”.
El
otro gran recurso con el que cuenta Bolivia es el litio, presente
particularmente en el salar de Uyuni, pero su explotación sigue siendo
marginal. Por Constitución las empresas transnacionales no pueden actuar en la
actividad extractiva de los recursos naturales, pero sí en la industrial.
Durante el gobierno de Morales “estaba acordado con Alemania, por ejemplo, y
con China que hubiera presencia en la inversión en la parte de
industrialización. Hemos avanzado, hemos instalado una planta de cloruro de potasio
que produce 350.000 toneladas. En 2019 producía como 30% y sigue con 30% en vez
de explotar. Brasil tiene un mercado de 13 a 16 millones de toneladas al año.
Nuestra producción no es nada”. Los proyectos del gobierno han sido bloqueados
en el Congreso, bajo acusación de corrupción y falta de transparencia en los
contratos.
MÉDICO
CUBANO QUE ESTUVO DE MISIÓN EN BOLIVIA REVELA CASOS DE CORRUPCIÓN
Al
llegar al país andino, agentes de la Seguridad del Estado confiscaron su
pasaporte oficial, una práctica que, según señaló, era habitual para mantener
control
Diario
Las Américas de EEUU (https://n9.cl/j9hoxd)
Un
doctor que formó parte de la brigada de médicos cubanos enviada por el régimen
de La Habana a Bolivia reveló prácticas de corrupción, control político y
manipulación de estadísticas dentro de la misión internacionalista.
Según
el testimonio recogido por la organización Archivo Cuba, el profesional, cuya
identidad fue omitida por razones de seguridad, trabajó durante varios años en
el Centro Oftalmológico “El Alto”, en La Paz, reseña el portal web Martí
Noticias.
En
su declaración a Archivo Cuba, el médico afirmó que al llegar al país andino,
agentes de la Seguridad del Estado confiscaron su pasaporte oficial, una
práctica que, según señaló, era habitual para mantener control sobre los
colaboradores.
“Nos
prohibían tener vínculos afectivos o amistosos con nacionales, visitar sus
casas o hacer cualquier cosa sin aprobación”, relató el especialista y añadió
que debía atender un mínimo de 35 pacientes diarios, aunque “la mayoría de las
veces veía entre tres a ocho pacientes reales; el resto era mentira”.
Según
explicó, se inflaban los registros clínicos para justificar la presencia de
personal no médico que figuraba como parte de la misión sanitaria.
El
testimonio indica que muchos de los supuestos médicos que formaban parte de la
misión cubana eran, en realidad, funcionarios del Partido Comunista de Cuba
(PCC), del sindicato oficialista, de la Seguridad del Estado o familiares de
altos mandos de la brigada.
“Vivían
en mansiones enormes con servicios privados, pero eran presentados como
médicos”, señaló el galeno, quien aseguró haber visto cómo se simulaban
operaciones oftalmológicas para cobrar al gobierno boliviano.
Incluso,
dijo, se destruían insumos médicos como jeringas y medicamentos para respaldar
informes falsos de consumo sanitario.
El
médico también denunció que les daban solo una pequeña parte del salario que
Bolivia pagaba por ellos. “Pagaban por cada uno de nosotros casi 4.000 dólares
mensuales, de los que nos daban solo 670. De ese monto nos descontaban 100 para
pagar renta y servicios que Bolivia ya cubría”, explicó.
"En
muchas ocasiones nos tenían hasta cuatro y cinco meses sin pagarnos el salario,
supuestamente porque Bolivia no tenía dinero y nos veíamos en una muy dura
situación para sobrevivir", dijo.
El
médico logró emigrar posteriormente sin desertar durante la misión.
"Recuerdo bien a la mayoría de esos corruptos”, aseguró.
Archivo
Cuba, organización con sede en Estados Unidos, ha documentado casos similares
en otras misiones internacionales cubanas y ha denunciado el papel de
organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la promoción
de estos programas.
El
informe recuerda que, tras la renuncia de Evo Morales en 2019, el gobierno
interino de Jeanine Áñez expulsó a 725 cubanos que integraban la misión,
argumentando que muchos no realizaban funciones médicas, sino políticas. Desde
entonces, no se ha confirmado el retorno de brigadas médicas cubanas al país.
BOLIVIA
RECONOCE EL AGUA COMO DERECHO HUMANO, PERO LA CONTAMINACIÓN PERSISTE EN LA
FRONTERA
Una
abogada ambientalista advirtió sobre la grave contaminación cloacal que afecta
a Salvador Mazza y exige mayor gestión de ambos países para proteger el recurso
vital.
Aires
Online de Argentina (https://n9.cl/3raxz)
La
abogada ambientalista Silvina Borla resaltó la contradicción entre la
protección constitucional del agua en Bolivia y la contaminación que llega a la
ciudad argentina de Salvador Mazza desde localidades bolivianas vecinas.
“Bolivia tiene en su Constitución nacional el agua y saneamiento como derechos
humanos, y es pionera a nivel de Naciones Unidas en impulsar su reconocimiento
global”, recordó Borla.
Sin
embargo, la realidad en la frontera contrasta con ese compromiso: los desechos
cloacales provenientes de San José de Pocitos y Yacuiba afectan el curso de
agua que cruza hacia Argentina, generando una grave contaminación ambiental.
Borla enfatizó que Argentina también tiene el acceso al agua potable y la no
contaminación de cursos de agua entre los objetivos de desarrollo sostenible
2030, lo que refuerza la urgencia de una gestión responsable.
La
abogada señaló que, pese al contexto político y sanitario actual, existen todas
las instancias para iniciar un diálogo efectivo con Bolivia y solucionar el
problema. “El ambiente y la vida de los ciudadanos no deben quedar
condicionados por políticas partidarias”, afirmó.
Borla
insistió en que los reclamos por la contaminación deben ser presentados
formalmente por escrito para generar responsabilidades claras. “Es importante
no desistir y no acostumbrarse a la falta de gestión, porque la inacción
también implica responsabilidad penal para los funcionarios”, advirtió.
Finalmente,
la especialista llamó a que tanto las autoridades provinciales como nacionales
y la Cancillería trabajen en conjunto para atender esta problemática ambiental
que afecta a ambas naciones y a sus poblaciones fronterizas.
FAUSTO
UÑO POR EL BICENTENARIO DE BOLIVIA: “QUE NO SE PIERDA NUNCA NUESTRA CULTURA”
La
celebración por los 200 años de la Independencia de Bolivia tendrá lugar en el
gimnasio "Indio" Nicolai, este sábado desde las 12:00 y hasta las
16:00, con feria de comidas típicas, bailes tradicionales y presentaciones
musicales. El presidente del Centro de Residentes "6 de Agosto"
consideró que "Argentina nos dio una mano" al tiempo que reconoció
que "no hay trabajo como antes".
La
Opinión Austral de Argentina (https://n9.cl/7qp1kl)
Con
la organización del Centro de Residentes Bolivianos “6 de Agosto” de Río
Gallegos, este sábado se desarrollarán las actividades por los 200 años de
Independencia de Bolivia.
“Es
una fiesta grande para nosotros, es una sola vez al año entonces la mayoría
siempre estamos esperando esa fecha”, manifestó Fausto Uño, presidente del
centro, en diálogo con Radio LU12 AM680.
“Todos
los años hacemos bailes típicos y comidas típicas, esta edición va a ser un
poquito mejor porque hay más bailarines que el año pasado”, acotó.
La
celebración por el Bicentenario tendrá lugar en el gimnasio “Indio” Nicolai,
desde las 12:00 y hasta las 16:00, donde habrá feria de comidas típicas,
presentación de bailes tradicionales, la presentación de Maymara Sur, comparsa
Mividay, entre otras. Además, tendrá lugar el acto protocolar.
En
tanto que desde las 21:00 y hasta las 05:00, en el salón de eventos “Los
sauces”, ubicado en calle 36 y 15, se realizará la fiesta bailable.
En
Argentina
En
cuanto a cómo ha sido la recepción que han tenido, Uño consideró: “Argentina
nos dio una mano, hemos sido bienvenidos para ellos”.
En
este sentido, pensando en los jóvenes que nacieron y crecieron en Argentina,
manifestó: “Que sigan nuestra cultura, que no se pierda nunca, eso quisiera.
Mis hijas cuando eran chiquitas bailaron caporal, morenada, hay que
transmitirle la cultura a los chicos para que no se pierda”.
Por
otro lado, sobre cómo viven la actual situación económica que atraviesa el
país, señaló: “Se nota, hay muchos que se han ido para el norte, no hay trabajo
como antes, pero nosotros nos damos una mano. Hay muchos que trabajan en
construcción en otros países entonces por ahí nos comunicamos”.
En
cuanto al futuro de la colectividad y en especial, del centro de residentes,
mencionó: “Tiene que mejorar más, lo que nosotros queremos es tener un terreno
para tener una sede y hacer actividades”.
“ESTADO
MEXICANO ES RESPONSABLE DE LA PERSECUCIÓN POLÍTICA A ALEJANDRO MORENO», AFIRMAN
PARTIDOS DE PERÚ, ECUADOR, BOLIVIA Y VENEZUELA
Interdiario
de México (https://n9.cl/3ppwwz)
La
campaña de solidaridad y condena internacional ante la persecución política por
la vía judicial que el Gobierno de Morena lleva a cabo en contra del senador
Alejandro Moreno Cárdenas, presidente de la Conferencia Permanente de Partidos
Políticos de América Latina y el Caribe, continúa en aumento, y la denuncia se
extiende a organismos multilaterales y organizaciones defensoras de los
derechos humanos regionales y mundiales.
Hoy,
partidos políticos de la zona andina, Perú, Ecuador, Bolivia, y Venezuela,
expresaron su preocupación por el permanente asedio político que, desde hace
siete años, sufre el líder de la oposición mexicana, Alejandro Moreno Cárdenas,
que viola sus derechos humanos y desnuda un proceso creciente de
desinstitucionalización de la política en México que daña el Estado de Derecho
y reafirma la deriva autoritaria que MORENA ha establecido en el país,
autocratizando y abusando del poder, para acallar cualquier crítica o
disidencia opositora.
El
Partido Aprista Peruano (APRA), por conducto de su secretario de Asuntos
Internacionales, Gerardo Morris Abarca, responsabilizó al Estado mexicano de
encabezar la persecución del presidente de la Conferencia Permanente de
Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, Alejandro Moreno. “Desde Perú
hemos venido dando seguimiento al acoso permanente que enfrenta el compañero
Moreno Cárdenas y no existe duda que el Gobierno mexicano es quien dirige el
acoso y hostigamiento político contra el senador Moreno.
En
coincidencia con el APRA, un Nuevo Tiempo y el MAS, partidos opositores
venezolanos, así como Izquierda Democrática de Ecuador del expresidente Rodrigo
Borja, el Partido Avanza ecuatoriano, el Movimiento Nacionalista Revolucionario
y el MIR de Bolivia, denunciaron que el uso del aparato judicial o fiscal para
hostigar y deslegitimar a un dirigente opositor representa una amenaza directa
a la democracia, al pluralismo político y al Estado de Derecho en la región.
“El
señalamiento persistente, la apertura continúa de procesos judiciales y el
intento sistemático de socavar la imagen y labor de Alejandro Moreno, quien
representa una voz crítica y estructurada dentro del sistema político mexicano,
constituyen un patrón preocupante que amerita atención regional e
internacional”, señalaron.
Morris
Abarca, en representación de los partidos de la zona andina, alertó que la
persecución política contra Alejandro Moreno, pone en riesgo la seguridad y la
vida del líder de los partidos progresistas de la región, así como de su
familia, por lo que “hacemos responsables al Gobierno de MORENA de cualquier
agresión o atentado contra su vida que pueda sufrir el presidente del PRI y de
la COPPPAL y en audiencia próxima, con el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, solicitaremos se brinden medidas
cautelares que garanticen el pleno respeto a los derechos humanos del senador
Moreno Cárdenas y acciones internacionales precisas que ayuden a proteger su
vida y la de su familia, amenazada por un gobierno que ha sido señalado por
Estados Unidos de tener vínculos con el crimen organizado.
LA
FIEBRE DEL LITIO, EL ORO BLANCO QUE ESTÁ CAMBIANDO LA ECONOMÍA MUNDIAL
En
apenas una década, el litio ha pasado de ser un mineral desconocido para la
mayoría a convertirse en el epicentro de una revolución tecnológica y
energética
La
Estrella Digital de España (https://n9.cl/zh64o0)
Este
“oro blanco” impulsa la carrera por las baterías de coches eléctricos, las
energías renovables y el almacenamiento de datos. Pero su auge también está
desatando una pugna geopolítica que recuerda a la del petróleo en el siglo XX.
En
las minas de sal de Bolivia, las arenas desérticas de Chile y las vastas
planicies de Australia, se libra una nueva batalla económica. El litio, un
mineral blando y ligero, es hoy un recurso estratégico que mueve miles de
millones de dólares y despierta la codicia de empresas, gobiernos y fondos de
inversión.
Su
uso principal está en las baterías de ion-litio, esenciales para teléfonos
móviles, ordenadores portátiles y, sobre todo, para los vehículos eléctricos.
Con la transición energética en marcha y los compromisos internacionales para
reducir las emisiones, la demanda de este recurso se ha disparado hasta niveles
impensables hace apenas unos años.
El
nuevo petróleo
Al
igual que el crudo, el litio no se distribuye de manera uniforme en el planeta.
Más del 60% de las reservas mundiales se concentra en lo que se conoce como el
“triángulo del litio”, formado por Bolivia, Chile y Argentina. Estas naciones,
ricas en salares que albergan enormes depósitos del mineral, están definiendo
estrategias para no repetir los errores de la explotación petrolera: buscan
controlar la cadena de valor y participar en la producción de baterías, no
limitarse a exportar materia prima.
China,
por su parte, se ha convertido en un jugador dominante. Ha invertido en minas
en África, América Latina y Australia, y controla buena parte de las plantas de
refinado y producción de baterías del mundo. Estados Unidos y Europa intentan
responder con proyectos para asegurar un suministro propio y reducir su
dependencia.
Una
carrera tecnológica y geopolítica
El
valor del litio no reside solo en su escasez relativa, sino en su papel en la
transición hacia energías limpias. Sin baterías eficientes y asequibles, no
será posible electrificar el transporte ni almacenar la electricidad generada
por fuentes renovables como la solar y la eólica. Esto convierte al litio en un
recurso estratégico de seguridad nacional.
Los
gobiernos están ofreciendo subvenciones y créditos para impulsar la producción
local de baterías. Las empresas automotrices, desde Tesla hasta Volkswagen,
firman contratos a largo plazo para asegurar el suministro. Y los fondos de
inversión ven en el mineral una oportunidad de diversificación y crecimiento.
Pero
la fiebre del litio tiene un coste. La extracción, especialmente en salares,
consume grandes cantidades de agua, un recurso escaso en las regiones donde se
encuentran las mayores reservas. Comunidades indígenas denuncian el impacto
ambiental y social, mientras los ecologistas advierten que una transición
energética no puede basarse en la sobreexplotación de otro recurso limitado.
En
países productores como Bolivia, se discute si la explotación debe estar en
manos del Estado, empresas extranjeras o alianzas público-privadas. El tiempo
determinará quién se beneficia realmente de esta nueva riqueza.
El
futuro del oro blanco
Todo
indica que la demanda seguirá creciendo durante al menos las próximas dos
décadas, impulsada por la expansión de la movilidad eléctrica y la necesidad de
almacenamiento energético. Sin embargo, también hay quienes señalan que la
tecnología podría evolucionar hacia baterías que utilicen otros materiales,
reduciendo la dependencia del litio.
Por
ahora, este mineral se mantiene como una pieza clave del rompecabezas
energético global. Y, como sucedió con el petróleo, su control y comercio
podrían moldear alianzas, generar conflictos y reconfigurar la economía mundial
en el siglo XXI.
EL
ESCENARIO EN BOLIVIA ANTE LAS ELECCIONES GENERALES. ENTREVISTA COLABORATIVA DEL
FORO DE COMUNICACIÓN PARA LA INTEGRACIÓN DE NUESTRAMÉRICA.
En
un contexto político y económico complejo, Bolivia irá a elecciones el próximo
17 de Agosto.
Pressenza
de Italia (https://n9.cl/6qv2p)
A
casi dos décadas de su triunfo histórico en las urnas, el primer presidente
indígena de Bolivia, Evo Morales, ha sido proscripto de la contienda y llama a
votar nulo. Quien en su momento fuera considerado su delfín y heredero
político, el actual presidente de la Cámara de Senadores Andrónico Rodríguez
aparece como único candidato progresista
con alguna posibilidad de entrar en segunda vuelta, aunque sin contar
con el apoyo frontal de las distintas organizaciones campesinas e indígenas.
Por su parte, los movimientos populares llegan fragmentados, lo que abre la
posibilidad de un regreso de la derecha al poder político.
Para
aclarar el preocupante panorama, el Foro de Comunicación para la Integración de
NuestrAmérica (FCINA) invitó a dialogar al analista político Antonio Abal Oña,
a la comunicadora Dolores Arce y a la socióloga brasileña Ana Prestes. Con la
conducción de Vanessa Martina-Silva (Diálogos do Sul Global), participaron de
la entrevista Abel Ticona (Agencia Plurinacional de Comunicación de Bolivia),
Felipe Bianchi (Centro de Estudos da Mídia Alternativa Barao de Itararés) y
Javier Tolcachier (Pressenza).
En
una primera aproximación, Abal Oña subrayó la intención de las candidaturas de
la derecha de buscar reformas estructurales, imponiendo un cambio drástico del
modelo social, comunitario, de redistribución, por una economía de libre
mercado. Es decir, un giro hacia las políticas de ajuste neoliberal que son la
base programática de todas las opciones de la derecha.
Esos
sectores incluso plantean la posibilidad de abrir una reforma a la Constitución
Política del Estado, revirtiendo así las conquistas del Estado Plurinacional.
Conocidas
recetas como la de acudir al Fondo Monetario Internacional, la reducción de la
planta del Estado y el despido de miles de trabajadores de empresas estatales
forman parte de un ajuste brutal, que los bolivianos conocen en su historia muy
bien.
Consultada
sobre la situación de la Comunicación y la incidencia de los medios dominantes
en la actual coyuntura, Dolores Arce indicó que estos últimos años no han sido
una etapa fácil para los medios alternativos y populares, mientras que se han
potenciado los grandes medios.
Los
medios alternativos están siendo castigados para evitar que puedan acceder a
una pauta publicitaria por el simple hecho de tener una línea un poco más
crítica o peor. Hay severas amenazas contra los que informan acerca de la
protesta social, incluyendo una lista negra de emisoras comunitarias y
secuestro de equipos en varias radios.
Si
bien se esgrimen razones burocráticas, lo real es que las sanciones han tenido
el objetivo de amedrentar a la comunicación crítica. Mientras que los medios
dominantes, que han incentivado las situaciones de crisis, han estado en una
buena sintonía con el gobierno nacional a través de las pautas publicitarias.
Estos medios nunca han dejado de conspirar y han sido los principales
instigadores del linchamiento mediático al expresidente Evo Morales.
Es,
en definitiva, una estrategia de la guerra cognitiva desde los grandes medios
que se ha perfeccionado para intentar moldear el sentido común de la gente y de
prepararla psicológicamente para que acepten que la única salida a la crisis es
el retorno del neoliberalismo, señaló Arce.
Desde
Brasil, la politóloga Ana Prestes enmarcó los procesos de lawfare y de
persecución contra liderazgos populares del que fue víctima el presidente Lula,
el golpe contra la presidenta Dilma, al igual que lo que sucedió con Rafael
Correa en Ecuador, y actualmente con la expresidenta Cristina Kirchner en
Argentina y con Evo en Bolivia como mecanismos de una ola de restauración
conservadora.
En
relación al llamado a votar nulo que el mismo Morales efectuó en la reciente
cumbre de Runasur en el Trópico de Cochabamba, la analista expresó que tenemos
que respetar y confiar en que el pueblo boliviano tiene que sacar de sus
propias experiencias las soluciones para el enfrentamiento con estos ataques de
la derecha.
Ante
la fragmentación y divisiones internas del campo popular y su instrumento
político en Bolivia, Prestes puntualizó que no se pueden establecer
paralelismos automáticos con la estrategia de un frente amplio que llevó a la
derrota de Bolsonaro en el Brasil.
De
cara a la necesidad en este momento histórico de enfrentar a Trump y la extrema
derecha, de unificar nuestras fuerzas en América Latina, es muy importante que
el pueblo boliviano pueda evitar que la derecha secuestre el gobierno de
Bolivia. Nosotros, como latinoamericanos, sudamericanos, partidos y pueblos
solidarios con el Proceso de Cambio en Bolivia, podemos apoyar haciendo lo que
el pueblo boliviano llame a colaborar y hacer, con máximo respeto por las
particularidades de cada proceso, afirmó Prestes.
Ante
la preocupación sobre la posible persecución y exclusión de los pueblos
indígenas del sistema político boliviano si la derecha gana las elecciones,
Abal respondió que esta amenaza existe, dadas anteriores experiencias. De
hecho, ha habido ya detenciones políticas de dirigentes sin sustento jurídico
alguno.
En
vista de ello, hay ya un fortalecimiento de la organización de la resistencia
en niveles intermedios, promoviendo nuevos liderazgos jóvenes en las bases.
Sobre
la cuestión de los intereses geopolíticos de Estados Unidos y las
transnacionales en el proceso electoral boliviano, especialmente en relación
con los recursos estratégicos como el litio, Dolores Arce señaló una relación
directísima en la articulación de esos intereses. Las transnacionales necesitan
políticos títeres para entregar los recursos naturales y esa entrega tiene que
ser incondicional con un marco legal que les favorezca y si es necesario no van
a dudar en reprimir.
Hay
un pacto entre empresarios, transnacionales y medios de comunicación que apoyan
este viraje en desmedro del pueblo boliviano. Pero al mismo tiempo hay también
el trabajo silencioso desde medios comunitarios, desde redes sociales, desde
articulaciones en las bases. Debido a la memoria histórica no es fácil engañar
a un pueblo, no es fácil posicionar que la solución sea la privatización o el
retorno al pasado. El desempate entre estas pulsiones va a ser en las calles y
desde las bases, finalizó la comunicadora.
Revisando
el proceso de lo acontecido desde el icónico No al ALCA, hace ya casi 20 años, Prestes llegó al momento actual
afirmando que hay una especie de internacional fascista y de extrema derecha
conectando elementos de América Latina con otros en el mundo. Con pocas
distinciones presentan un mismo proyecto que es un abordaje neoliberal para la
economía, pero con elementos de autoritarismo, protofascismo y en algunos casos
neofascismo cuando tienen el mando de Estado. A su vez, a diferencia de
momentos anteriores, la integración de América Latina está muy débil.
En
este contexto, las elecciones en Bolivia y las próximas elecciones en Brasil
son muy importantes, porque lo que está en juego es la posibilidad que tenemos
o no de reconectar proyectos nacionales soberanos, emancipatorios,
integracionistas, de construcción colectiva en mecanismos como la UNASUR o una
nueva UNASUR o el fortalecimiento de la CELAC para enfrentar a esta extrema
derecha que está muy conectada, que está muy organizada, que está muy
coordinada y que nos va a atacar fuerte en los próximos años, indicó la
analista.
Finalmente,
el gran interrogante es qué podría suceder en las urnas el próximo 17 de
agosto.
Hay
que desconfiar de las encuestas, indicó Antonio Abal. Un posible pronóstico es
que el voto de la derecha se concentre, pero sin superar este candidato el 30%
de apoyo en la primera vuelta. Sin embargo, de llegar al 40% y confirmarse la
ventaja respecto a los demás de un 10%, esto le daría un eventual triunfo sin
segunda vuelta.
Por
su parte, Dolores Arce puntualizó que cree que el voto nulo y blanco va a estar
por encima del 20%. No cabe duda que también va a haber un voto por Andrónico
como alternativa desde la izquierda y seguramente con la esperanza de tener por
lo menos una bancada que evite la consolidación de los dos tercios en la
Asamblea Legislativa Plurinacional que habilite a la derecha a abrir procesos
de modificación constitucional.
Pero,
de hecho, la calle es lo único que va a contrarrestar la concreción de medidas
totalmente antipopulares. Esto nos lleva a un proceso necesario de
autorreflexión, de autocrítica, de encontrar de nuevo la forma de articularnos
entre sectores populares y superar la fragmentación, precisó.
Por
su lado, Ana Prestes, insistió desde Brasil en guardar respeto por el proceso
boliviano, expresando la esperanza que algún acuerdo permita que al menos la
izquierda de alguna manera esté en segunda vuelta para disputar el proceso.
Porque la posibilidad de tener en Bolivia un gobierno represor, un gobierno
privatizador, un gobierno alineado a Estados Unidos, un gobierno que haga lo
que está haciendo ahora Noboa con el pueblo ecuatoriano o Bukele con el pueblo
de El Salvador, es para nosotros muy angustiante, muy triste, pensar que el
pueblo boliviano pueda pasar por eso.
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