Tuesday, October 14, 2025

LA HOJA DE COCA SE CUELA EN LA CAMPAÑA POR LA PRESIDENCIA DE BOLIVIA: VUELVE LA MANO DURA

Los fantasmas de la represión en el Chapare resurgen con el anuncio de los candidatos de pedir ayuda internacional para enfrentar al narcotráfico

El cultivo de la hoja de coca ha sido siempre un problema público en Bolivia. Al menos desde que Estados Unidos la criminalizó en la década de 1920, como parte de su cruzada contra la cocaína. La tensión entre la producción tradicional y el narcotráfico llegó a su punto más álgido a finales del siglo pasado y comienzos de este, cuando los planes de erradicación, financiados desde Washington, enfrentaron al Gobierno con los campesinos, dejando una veintena de muertos. El fantasma de aquellos tiempos violentos vuelve a asomarse con las propuestas de cooperación internacional de los candidatos a la presidencia para combatir el tráfico de drogas, principalmente en el Chapare, feudo y refugio del expresidente Evo Morales.
A diferencia de los Yungas, zona ubicada al norte de La Paz donde se cosecha coca desde tiempos prehispánicos, el cultivo en el Chapare comenzó en 1953. Entonces, el Gobierno promovía el trabajo de terrenos desocupados, pero solo se alcanzó una producción significativa con el auge de la cocaína entre 1970 y 1989. Ese dato suele esgrimirse para justificar el esfuerzo por erradicar las plantaciones en esa región, como lo hace el candidato y expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002). “La coca de los Yungas ha sido, es y siempre será legal, milenaria y tradicional. La del Chapare tiene un solo fin: ir al narcotráfico”, declaró recientemente en una entrevista televisiva.
Quiroga, al frente en los sondeos para la segunda vuelta del 19 de octubre, fue justamente parte de los gobiernos que diseñaron un plan de “mano dura” para la eliminación forzosa de los cocales. En 1986, se intentó la erradicación voluntaria y compensada: a cambio de eliminar las plantaciones se entregaba dinero e insumos para cultivar otros productos. El plan fracasó porque ninguna otra cosecha es tan rentable como la coca, que puede recolectarse hasta cuatro veces al año, y los precios de los alimentos alternativos nunca alcanzaron lo prometido por el Estado. Se ejecutó entonces el Plan Dignidad (1997-2002), durante las gestiones de Hugo Banzer y Quiroga, en el que la eliminación de la coca era custodiada por el Ejército y supervisada por la DEA estadounidense.
Evo Morales, oriundo de Oruro pero agricultor migrante del Chapare, surgió en ese contexto como figura política al liderar las protestas de los cocaleros. El Gobierno de Quiroga respaldó la expulsión de Evo Morales como diputado, acusándolo de incitación a la violencia. “La razón por la que me gané la aversión eterna de Morales, que me honra, es que redujimos en 80% la producción de coca: bajamos de 250 a 45 toneladas”, recuerda ahora el expresidente. Si bien Quiroga no menciona directamente un retorno de la DEA, sí habla de cooperación internacional “con la [policía] federal brasileña, con la federal argentina y con agencias de seguridad de Europa y Estados Unidos”.
Las declaraciones se dan en un marco de escalada inédita de violencia en el país relacionada con el narcotráfico, después de que fueran identificados en Bolivia dos altos mandos de la red criminal brasileña Primer Comando de la Capital (PCC). Libros como Antología sobre la hoja de coca, de Alison Spedding, o Memorias cocaleras. Una lucha orgánica y política, recogen testimonios sobre lo sangriento que resultó el enfrentamiento entre cocaleros y militares en los años de la mano dura.
El coautor de este último, el antropólogo Andrés Huanca, cree que es inminente una vuelta al estallido social. “Son comunes los relatos de la policía militar entrando al trópico cochabambino y los campesinos escapando por la cantidad de arrestos arbitrarios”, dice. “Vas al trópico y ves esa hermosa naturaleza, pero ya dentro empiezas a notar monumentos, bustos, esculturas, placas en cada lugar. Son por todos los dirigentes asesinados”, continúa Huanca.
El otro candidato presidencial, el senador Rodrigo Paz, es menos frontal en sus planes respecto a la coca, pero ha dicho públicamente que Bolivia necesita colaboración internacional contra el narcotráfico. Sin embargo, cuando era senador habló de una “coca mala que quiere apoderarse desde el Chapare de la coca buena yungueña (…) 95% de la coca del Chapare va al narcotráfico”. Huanca cree que, en caso de que llegue al Ejecutivo, su política será similar a la de su padre, Jaime Paz, quien en su mandato optó por la erradicación concertada.
“En el trópico están preparados para un enfrentamiento duro con Tuto. Con Paz es un mal por conocer. Él igual tiene cercanía con Washington, y la línea de Estados Unidos para lidiar con el problema de la cocaína en Bolivia es de mano dura con asesoría de la DEA, muy contraria a la visión de ‘nacionalizar’ la guerra contra las drogas de Evo”, dice Huanca. No obstante, el candidato a la vicepresidencia de Paz, Edman Lara, aseguró que “se respetará la producción de coca en el Chapare” y apeló a la “conciencia para evitar que esa coca llegue a la producción de cocaína”.
Expulsión de la DEA
Morales llegó al poder en 2006 y dos años después expulsó a la DEA de Boliva . La idea era entonces optar por un sistema negociado con los sindicatos, y se estableció un límite legal de 12.000 hectáreas para el consumo tradicional, medicinal y ritual. El número se amplió a 22.000 en 2017 con la Ley 906, pero se supera constantemente. En 2024 se habla de 31.000 hectáreas cultivadas: 22.000 en los Yungas, 8.900 en el Chapare y el resto en provincias del norte de Santa Cruz, de acuerdo con el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
La UNODC aseguró en 2020 que el 94% de la producción del Chapare no pasa por el mercado legal de coca. Por eso, Tuto propone “nacionalizar los mercados de coca” para que el Estado controle rigurosamente que ninguna hoja se desvíe hacia actividades ilegales. Pero no puede determinarse con exactitud que toda esa cantidad se destine únicamente a laboratorios de pasta base: parte puede quedarse en el consumo local, venderse en mercados informales o exportarse a Argentina o España.
Huanca sostiene que el problema no está en negar la evidente presencia del narcotráfico en la zona, sino en criminalizar a toda la población chapareña por ello. “El problema es la estigmatización que se reproduce”, dice. “La cadena del narcotráfico tiene eslabones débiles y peces grandes que viven en Cochabamba o Santa Cruz; no por eso todos los que viven en esas ciudades son narcotraficantes”. El País de España (https://acortar.link/QhWyve)
 
 
 
 
 
BOLIVIA LUCHA PARA RECUPERAR LA HOJA DE COCA DEL ESTIGMA
 
Criminalizada durante mucho tiempo por ser la materia prima de la cocaína, la hoja está muy presente en la vida boliviana. El gobierno presiona a la ONU para que flexibilice las restricciones internacionales.
 
El Diario de México (https://acortar.link/EdEBcz)
 
La coca, materia prima de la cocaína, ha sido tratada como contrabando durante décadas. En los Andes la policía arranca las plantas, y Washington ha invertido miles de millones en campañas de erradicación.
Sin embargo, aquí en Bolivia, el cultivo, la venta y el consumo de coca son legales. En una tarde reciente, un funcionario de comunicaciones del gobierno instaló un trípode en la pequeña localidad andina de San José de Pery para filmar a un agricultor mientras preparaba la tierra para la coca.
“Yo me voy a dar la molestia de explicar más o menos cómo se prepara esta herramienta que se llama wallhua”, dijo el agricultor Jaime Mamani, de 64 años, mientras levantaba un rastrillo de tres púas. “Acabas de poner la plantita”.
Para muchos, la coca solo es la base de la cocaína, una planta que se cosecha, se mezcla con productos químicos, se transforma en laboratorios clandestinos y se trafica por todo el mundo. Pero en su forma natural es algo completamente distinto: un estimulante suave que desde hace siglos se mastica, se elabora y se venera en las comunidades andinas.
De hecho, la coca es una parte tan integral de Bolivia, la pequeña nación sudamericana sin litoral, que su gobierno está liderando una campaña con el fin de presionar a las Naciones Unidas para que eliminen la hoja de la lista mundial de drogas más peligrosas.
La ONU clasifica la coca, junto con el fentanilo y la heroína, como “altamente adictiva y susceptible de abuso”. Durante mucho tiempo, Estados Unidos se ha opuesto a cualquier cambio, y ha advertido que facilitaría la expansión de la producción de cocaína. En Colombia, el mayor productor mundial de cocaína, Washington ha gastado miles de millones en operaciones de erradicación y lucha contra el narcotráfico, a pesar de que la producción sigue aumentando.
Se espera que los resultados de una revisión formal de la ONU estén listos en marzo.
Eliminar la hoja de coca de la lista de drogas peligrosas liberaría a los países que han firmado la convención de la ONU sobre drogas de la obligación de penalizar la coca. (Bolivia ha quedado exenta de esa norma). La reclasificación de la coca en una categoría menos restrictiva podría abrir el camino al comercio legal, la investigación científica y el desarrollo industrial.
Pero no hay certeza de que las Naciones Unidas vayan a introducir ningún cambio.
Los defensores de esta medida argumentan que la hoja en sí misma no es intrínsecamente dañina y que equipararla con la cocaína criminaliza una piedra angular del patrimonio indígena andino.
El borrador de un informe de la Organización Mundial de la Salud, la agencia de salud pública de la ONU, concluyó que la coca tenía un potencial muy bajo de dependencia y no suponía riesgos importantes para la salud.
Sin embargo, en Bolivia algunos vendedores comercializan hojas de coca mezcladas con estimulantes como la cafeína, llamadas “coca recargada”, y los periodistas locales han documentado los posibles riesgos para la salud de estos productos no registrados.
Los esfuerzos de Bolivia para cambiar el estatus legal de la hoja de coca podrían verse afectados por la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de octubre. La contienda se libra entre dos candidatos conservadores, y no está claro si alguno de ellos defenderá la coca con la misma firmeza que los gobiernos de izquierda que han liderado el país durante dos décadas.
Los agricultores de las zonas designadas cultivan coca para venderla en los mercados estatales. En Bolivia se produce cocaína, pero su producción es inferior a la de Colombia y Perú; gran parte de la coca del país se cultiva para uso tradicional y legal.
Y la coca está presente en todas partes: se añade a las bolsitas de té de los hoteles de lujo, se vende en quioscos callejeros en sabores como naranja y sandía, la mastican los conductores en los viajes largos e incluso se coloca en recipientes en los escritorios de los funcionarios del gobierno.
Esa omnipresencia es relativamente reciente. La presión para arrancar los cultivos que habían sustentado a las comunidades indígenas durante siglos, como parte de la guerra contra las drogas liderada por Estados Unidos, generó resentimiento y movilización política, lo que contribuyó al ascenso de Evo Morales, líder sindical de los cultivadores de coca que se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia en 2006.
Morales convirtió la planta en un elemento central de su agenda. Bajo el lema “Coca sí, cocaína no”, su gobierno promovió los usos tradicionales y modernos, como el té de coca, la harina, la pasta de dientes y otros productos, sin dejar de comprometerse a combatir el tráfico de cocaína.
Su gestión consagró la coca como parte del patrimonio cultural de la nación en la Constitución de 2009, subrayando la identidad indígena y la resistencia a las políticas antidroga extranjeras. En 2012, Bolivia se retiró del acuerdo de las Naciones Unidas sobre drogas, pero se reincorporó al año siguiente después de que la ONU concediera una exención que permitía el uso de la coca dentro de las fronteras bolivianas.
En 2017, Bolivia aprobó una ley que regula el cultivo, el comercio y el consumo, lo que formalizó un mercado interno legal.
“Yo recuerdo cuando era niño era algo muy mal visto”, dijo Omar Pintones, de 36 años, coordinador de la agencia gubernamental que supervisa la industria de la coca. “Este consumo de la hoja de coca era para la gente de la clase baja. Entonces muchas veces había esa parte de la vergüenza”.
Hoy en día, añade, “mucha gente profesional, abogados, doctores, médicos, gente en las universidades, gente en cualquier rubro del trabajo” consumen hojas de coca.
En San José de Pery, a cinco horas en coche de la capital, La Paz, los residentes se sienten orgullosos de su trabajo con la coca. Los agricultores se levantan a las 3 a. m. para cuidar las plantas, que tardan entre tres y cuatro meses en madurar. Las hojas cosechadas se secan, se empaquetan y se venden a distribuidores que abastecen a minoristas de toda Bolivia.
El Gobierno establece un límite de unas 21.800 hectáreas en todo el país para el cultivo legal de coca, con el fin de ayudar a mantener altos los precios para los agricultores locales. La industria genera empleos directos e indirectos para decenas de miles de familias.
Luis Arce, que sucedió a Morales como presidente en 2020, ha llevado el caso de Bolivia ante la Organización Mundial de la Salud para que se elimine la coca de la lista de las drogas más peligrosas. Un portavoz de la agencia dijo que su evaluación sopesaría “los daños frente a los posibles beneficios” de la hoja de coca, al tiempo que determinaría la facilidad con la que se puede convertir en cocaína.
El viceministerio de Coca y Desarrollo Integral, una institución exclusivamente boliviana, supervisa la industria de la coca en el país. Bolivianos vestidos con trajes indígenas tradicionales suelen llenar sus pasillos para renovar sus licencias de coca.
Pintones, que trabaja en esa entidad, dijo que él y muchos de sus empleados provienen de familias dedicadas al cultivo de la coca y presionaron para que se legalizara.
“Yo he comido, he crecido, he vestido, he estudiado, he mantenido también a mi familia gracias a la hoja de coca”, dijo. “Yo consumo la hoja de coca diariamente acá dentro del trabajo y en mi diario vivir. Y nunca he estado loco o nunca he perdido la conciencia”.
El ministerio colabora con empresas que experimentan con nuevos productos —refrescos, helados, pomadas, jarabes y jabones de coca— y con universidades para estudiar la hoja.
Los estudios sugieren que la coca puede ayudar a aumentar el estado de alerta y reducir la presión arterial. Las investigaciones también han señalado efectos antioxidantes y antinflamatorios que podrían ayudar a combatir las infecciones.
Si las Naciones Unidas deciden disminuir las restricciones sobre la hoja de coca y otros países avanzan hacia su despenalización, eso podría abrir un mercado para el comercio mundial de productos de coca.
“A nivel de todo el estado, de todo el país, de Bolivia ha generado muchos empleos la hoja coca”, dijo Mateo Mamani, viceministro de Coca de Bolivia, en una entrevista, y poder exportar la hoja de coca “va a generar buenos ingresos para el Estado”.
Los investigadores de Bolivia están realizando más estudios sobre los derivados de la coca y sus posibles beneficios para la salud.
“Eso queremos que entienda el mundo”, dijo Mamani. “Sí se usa para cosas ilícitas, pero si se le da esa mirada buena a la hoja de coca podemos sacar muchas cosas”.
En Colombia y Perú, el uso tradicional de la coca también está protegido por la Constitución, pero no es tan omnipresente como en Bolivia.
Los partidarios de eliminar la hoja de coca de la lista de la ONU afirman que es factible separar el uso tradicional del tráfico de cocaína porque los mercados legales estrictamente regulados podrían ser vigilados cuidadosamente.
Las autoridades estadounidenses argumentan que, aunque la hoja en sí misma es relativamente inofensiva, sigue siendo la materia prima de la cocaína, y que reconocer o legalizar la coca a nivel internacional podría debilitar los esfuerzos para suprimir su cultivo y dificultar su aplicación. El gobierno de Donald Trump ha citado el tráfico de cocaína para justificar sus ataques a embarcaciones que, según las autoridades, salen de Venezuela con destino a Estados Unidos.
Pero, incluso si se abriera un mercado internacional de coca, algunos críticos temen que las grandes empresas se lleven la mayor parte de los beneficios y que las comunidades indígenas no se vean beneficiadas.
Sdenka Silva, una socióloga boliviana que ha trabajado con cultivadores de coca, fundó el Museo de la Coca, un pequeño edificio ubicado entre hostales para mochileros en el centro de La Paz que educa a los visitantes sobre los 8000 años de historia de la planta entre las comunidades indígenas.
Según Silva, cuando la cocaína era legal en muchos países a finales del siglo XIX y principios del XX, Bolivia y Perú obtuvieron pocos beneficios, mientras que Inglaterra y los Países Bajos cultivaban coca en Malasia e Indonesia, donde era más barata (las fuerzas japonesas destruyeron esos cultivos durante la Segunda Guerra Mundial).
“Temo que algo así pase de que grandes empresas”, dijo.
Pero los defensores de la coca tienen esperanzas.
“Esto no debería ser político”, dijo en una entrevista Arce, el presidente saliente, que no se postuló a la reelección. “La hoja de coca no es un estupefaciente”.
 
 
 
 
 
 
"NO HAY MANERA DE SACARME DE AQUÍ ESTA VEZ", DICE EVO EN SU REFUGIO EN BOLIVIA
 
El expresidente recibe a Folha en un campamento protegido por indígenas donde tiene rutina de ejercicios y cría peces; los bolivianos van a las urnas el día 19. Evo afirma que no permitirá que el futuro gobierno elegido elimine los beneficios sociales y que no pretende dejar el país
 
Folha de Brasil (https://acortar.link/NQWCKb)
 
Evo Morales, de 65 años, acostumbrado a protagonizar eventos con miles de personas en Bolivia, lleva hoy una rutina muy diferente. Pasa sus días en el campamento de Lauca Ñ, en una zona selvática a 400 km de Cochabamba. El lugar está rodeado de tiendas de campaña donde acampan indígenas de distintas etnias bolivianas comprometidos a protegerlo las 24 horas del día.
En la práctica, Evo no está escondido. Las autoridades saben que ése es su domicilio actual. Aunque fue citado por corrupción y por el caso de violación de una adolescente, hasta hoy nadie lo ha buscado para detenerlo o interrogarlo. No se sabe si esa situación se mantendrá después del segundo turno de las elecciones, el próximo domingo (19), cuando Bolivia volverá a tener un gobierno de derecha.
"Lamento que nuestro próximo gobierno vaya a ser de derecha. Ese sector siempre estuvo desorganizado", dice.
Hay dos pequeños edificios en el refugio del expresidente. En uno funciona la radio del sindicato de cocaleros, donde inició su actividad política. En el otro, trabaja su equipo de asesores.
Evo también mostró su chacra. Allí, en 15 tanques, cría tambaquis. En otro terreno, tiene una plantación de piñas y naranjas. Intenta mostrarse como un hombre del campo que no busca enfrentamientos. Pero desde su base en esta región conocida como el Trópico de Cochabamba, ha convocado marchas y protestas en varias partes del país contra el presidente Luis Arce, quien desistió de postularse a la reelección.
En entrevista con Folha, el expresidente es enfático al afirmar que esta vez no saldrá de Bolivia —al renunciar en 2019 se exilió en Argentina antes de volver al país— y que luchará para que el próximo gobierno no elimine los programas sociales que creó.
"No hay manera de que me saquen de aquí esta vez. Porque estaré aquí para defender que no eliminen los beneficios sociales, los planes de vivienda que creé, ni que borren del nombre de Bolivia el ‘Estado Plurinacional’, porque con eso incluimos a la sociedad y dimos dignidad a decenas de naciones indígenas", dice Evo.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, A PESAR DE LA PARIDAD, CON UN HORIZONTE DESALENTADOR
 
Destacadas periodistas revelan condiciones de violencia y precariedad contra periodistas. Gane quien gane de los candidatos de derecha, un riego para el país.
 
SEM de México (https://acortar.link/ZVPC8w)
 
Pese a la apabullante mayoría femenina en la Asamblea Legislativa Plurinominal (ALP) de Bolivia, como resultado de las elecciones el pasado 17 de agosto, con un 52,5 por ciento de los escaños ocupadas por mujeres, el panorama es gris, ya que cualquiera de los dos candidatos de la derecha que triunfe en la segunda vuelta el próximo 19 de octubre, carece de propuestas ante los problemas económicos y la violencia contra las mujeres.
Destacadas periodistas bolivianas, señalaron lo anterior en un conversatorio virtual “Elecciones en Bolivia: La agenda y los derechos políticos de las mujeres” en la que explicaron que los resultados obtenidos en agosto pasado, en la primera vuelta, no tiene precedentes, “se hizo realidad la paridad”.
En el conversatorio organizado por el Centro de la Mujer Peruana “Flora Tristán” y Diakonia Perú, presididas por Diana Miloslavich y Patricia Tellería, respectivamente, participaron la feminista y comunicadora Patricia Flores Palacios, delCírculo de Mujeres Periodistas por la Paz, y Zulema Alanes, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB).
Señalaron que, de acuerdo con los resultados en la Cámara de Senadores, 21 de los 36 curules estarán ocupados por legisladoras (58,3 %), mientras que en la Cámara de Diputados las mujeres ocuparán 66 de los 130 asientos (50,7 %). Esto después de 20 años de la izquierda, primero con Evo Morales, y luego con Luis Arce, que en 2020 triunfó con 55 por ciento de los votos y quien dejará el poder el 8 de noviembre próximo.
Cabe señalar que, por primera vez, en Bolivia se realizará una segunda vuelta electoral del 19 de octubre, al no haber obtener ningún candidato más de 40 por ciento de los votos, con la disputa por la presidencia entre el actual senador Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, y el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga, de Alianza Libre, quien fue vicepresidente durante la experiencia democrática del militar golpista Hugo Banzer Suárez en 1997.
BanzerSuárez, recordaron, fue un militar, político y dictador boliviano que ejerció la Presidencia de Bolivia de 1971 a 1978, cuando fue despuesto por un golpe militar. De 1997 a 2001 ocupo nuevamente la presidencia.
Fuerza vital de las bolivianas
En este contexto, la periodista Patricia Flores Palacios, activista y defensora de los derechos humanos delCírculo de Mujeres Periodistas por la Paz, ve un panorama desalentador, ante la ausencia de propuestas económicas, que significa un riesgo de retroceso para el país y que podría pasar de ser un país con pobreza media a ser un país de pobreza extrema.
Flores Palacios, respecto a la paridad, se dijo orgullosa de la lucha histórica de las mujeres que inició desde la época colonial. Aseguró que se ganó por las mujeres y no por la concesión de los últimos gobiernos.
“Esta fuerza vital está presente en las revueltas culturales y sociales de Bolivia que la sociedad las sigue recordando, incluso en épocas de dictaduras como las de Hugo Banzer”.
Reconoció los avances importantísimos para las mujeres durante la presidencia de Evo Morales, pero también lamentó la violencia contra de ellas, que afecta más a las mujeres indígenas y el silencio ante los casos de pedofilia y el abuso sexual infantil, no sólo de Evo Morales, lo que ha puesto en alerta a las mujeres de diversas corrientes.
Se refirió a los ataques a la libertad de expresión y persecución a periodistas que se ha recrudecido en los últimos 20 años, acoso y violencia por lo que terminan renunciando a sus medios de comunicación por el hostigamiento.
Patricia Flores Palacios señaló que las mujeres no deben perder la voz crítica, sobre todo, desde los territorios indígenas que a pesar de que han ocupado sus tierras las siguen defendiendo contra viento y marea.
El sentido gremial de las mujeres
La representante delCírculo de Mujeres afirmó que existe un colchón invisible que da fuerza a las mujeres que es la cultura gremial, se articulan en sindicatos, en organizaciones, las mujeres de los mercados, de los transportes, ahí reside la fuerza invisible de las mujeres.
Flores Palacios agregó que en los años ochenta afloraron mujeres vinculadas a movimientos de izquierda, por eso la paridad de hoy es resultado de esa historia política.
En su recuento dijo que, en 1997, Bolivia conquista la primera norma, la Ley de Cuotas como un derecho mínimo al 30 por ciento de las posiciones políticas y en 1999 con la Ley orientada a la equidad de género se instala un piso normativo fundamental. También reconoció que Influyeron las cumbres mundiales como Beijing 1995.
Y más allá, mencionó en los años veinte a la Federación Obrera Feminista se enfrentaron a una sociedad colonialista y excluyente. En 1936 conquistaron los derechos civiles. Con la Revolución Agraria de 1952 se visibilizó a los municipios indígenas, se garantizó el sufragio universal, el voto popular para todas las poblaciones indígenas y también para las mujeres.
Flores Palacio mencionó el caso de las cinco mineras que se convirtieron en símbolo de lucha por la libertad y los derechos humanos, y cuya huelga de hambre para exigir amnistía para presos políticos y retorno a la democracia, se conviritó en un duro golpe a la dictadura de Hugo Bánzer en 1977.
La periodista citó los nombres de Angélica Flores, Luzmila Pimentel, Aurora Lora, Nelly Paniagua y Domitila Barrios de Chungara, quienes durante la huelga fueron objeto de burlas al principio, sin embargo, lograron el apoyo popular y demostraron la fuerza de la resistencia civil, un golpe decisivo para la dictadura de Hugo Banzer (1971-1978) y lograron el principio del fin de ese gobierno.
El “Cártel de las Mentiras” y los “guerreros digitales” de Evo Morales
Por su parte, Zulema Alanes, presidenta de la ANPB, se mostró escéptica. Piensa que, al contrario de otros analistas políticos, el cambio en el poder sin el movimiento socialista sea la reconstrucción institucional en lo ejecutivo y legislativo. Consideró que el desafío más grande es la recuperación de la democracia.
Ante la mayoría legislativa de mujeres, con el 52.5 por ciento de los escaños en la Asamblea Legislativa Plurinominal, sostuvo que la llegada de una mujer a espacios de poder no garantiza que actúen a favor de los derechos de las mujeres. Como ejemplo citó a una diputada de la izquierda que está obstaculizando una importante propuesta de ley para las mujeres, dijo la presidenta de la ANPB.
Respecto a la situación de las mujeres en la prensa, coincidió con Flores Palacios en que existe un ataque a la libertad de expresión, vulnerando los derechos de las y los periodistas. Ejemplo de ello son las acusaciones a la prensa sobre una supuesta “guerra sucia” de parte de los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia de Bolivia.
La periodista señaló que se han utilizado mecanismos de cooptación para castigar a las y los periodistas que no han aceptado el papel de apéndice del gobierno en turno, como la Central Obrera que ha dejado de representar los intereses de las y los trabajadores.
La presidenta de la ANPB dijo que las periodistas han sido afectadas por campañas de desprestigio, incluso hasta privarlas de su derecho al trabajo y denunció una perversa campaña contra la prensa denominada “El Cartel de las Mentiras”, orquestada por Evo Morales. Acción que incluye ataques físicos a las y los periodistas durante las movilizaciones, como el hecho de rociar con gasolina a dos reporteros, quienes fueron amenazados con prenderles fuego. Ante ese hecho protestaron ante el organismo de los derechos humanos.
Por otra parte, dijo se ha habilitado a servidores públicos, llamados “guerreros digitales”, cuya tarea consiste en promover la desinformación y difundir noticias falsas.
Tres de cada 10 periodistas agredidos, son mujeres
Alanes destacó que de cada 10 periodistas vulnerados al menos tres son mujeres. En 2024 se registraron más de 150 casos y el 2025 van 20.
Las y los periodistas viven una situación precarizada, la brecha de género se estima en 30 por ciento con respecto al sueldo que reciben los hombres.
Se refirió a las cifras de un estudio realizado en 2023 por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia con el apoyo de la Red Unitas y el respaldo técnico del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), que reveló que el 42 por ciento de las y los periodistas percibe sueldos mensuales inferiores al salario mínimo nacional.
El 79 por ciento de los periodistas están en contratos a plazo fijo, contratos por producto, los equipos de periodistas trabajan tres días a la semana, para evitar que haya despidos. Solo el 21 por ciento tienen empleo estable o a corto plazo fijo.
El 70 por ciento de las y los periodistas no encuentra un futuro, porque no están aportando para su jubilación, el 91 por ciento de los y las periodistas no tiene un seguro de vida, ni mecanismos de seguridad ocupacional. El resto está registrado en el seguro universal de salud que no garantiza.
A la pregunta de ¿Qué va a cambiar en el futuro en Bolivia? Zulema Alanes afirmó tajante que hay más dudas que certezas, sobre todo, porque los candidatos presidenciales no tienen en la agenda la libertad de expresión, el alto a los feminicidios y la solución a las crisis económicas.
Por otra parte, Zulema Alanes señaló la denuncia pública presentada por el Centro de la Mujer Peruana, que publicó en su perfil de Facebook, ante la indignación que el presidente interino sea Jeri Jeri, expresidente del Parlamento, y quien enfrenta una denuncia por violación. Opinó que Jeri está inhabilitado éticamente para liderear al país hasta que se realicen las elecciones en abril del 2026.   
Incapacidad moral de Dina Boluarte
Por otra parte, durante el conversatorio, la moderadora Zuliana Lainez, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Perú, lamentó los retrocesos para las mujeres bajo el gobierno de Dina Boluarte de Perú, como la perdida de la Ley de la alternancia paritaria, la desaparición del Ministerio de la Mujer y el alto índice de feminicidios.
Por ello señaló que la presencia de una mujer no garantiza que promueva los derechos de las mujeres, Consideró que Dina Boluarte, destituida el pasado 10 de octubre, por su “permanente incapacidad moral”, en un país sumido en la inseguridad por el crecimiento vertiginoso del crimen organizado y la gota que derramó el vaso fue un tiroteo el pasado 8 de octubre en un concierto de cumbia en Lima.
 
 
 
 
 
LA FIEBRE DEL ORO EN BOLIVIA: UNA RIQUEZA QUE DESTRUYE VIDAS Y RÍOS
 
En Bolivia, donde la minería legal prácticamente no existe, la explotación del oro está fuera de control por la inacción de las autoridades y la obsesión irracional por el metal precioso que devora la Amazonía. El Estado y los candidatos presidenciales miran hacia otro lado. Reportaje especial de Gabriela Orozco, corresponsal de RFI en Bolivia.
 
Radio Francia Internacional (https://acortar.link/h9deGg)
 
Desde hace décadas, y especialmente en los últimos veinte años, los gobiernos han sellado acuerdos con las llamadas cooperativas mineras del oro, a las que han entregado buena parte de la cuenca amazónica. Estas entidades gozan de beneficios como la exención de impuestos, vulneran las normas laborales y operan con total impunidad.
Una familia enterrada por las explosiones con dinamita
Don Isaac Catacora, floricultor del municipio de Yanacachi, en Los Yungas de La Paz, perdió a sus padres y a otros cinco familiares en marzo de 2010, cuando se derrumbó un cerro sobre la vivienda donde todos dormían.
"El 9 de marzo la caída del cerro pescó a mis padres durmiendo. Da pena recordarlo", dice.
Las explosiones con dinamita utilizadas por los mineros provocaron el derrumbe. "Las explosiones hacen mover los terrenos. [Los cadáveres de] mi papá y mi mamá, Humberto Catacora y Margarita Mamani Catacora, hasta la fecha no aparecen", lamenta.
Isaac y su hija Fanny, también floricultora, responsabilizan de estas muertes a la cooperativa minera La Salvadora Yerbani, que sigue utilizando explosivos que inestabilizan el suelo y provocan derrumbes en la comunidad Tres Marías.
Unos 240.000 cooperativistas auríferos
"Con todos los derrumbes provocados por ellos, estuvimos medio año sin carretera. Tuvimos que transitar a pie para sacar nuestras flores", cuenta Fanny.
El uso de explosivos es una práctica común entre las cooperativas mineras. Estas organizaciones surgieron en los años cincuenta, tras la nacionalización de las minas, y cobraron fuerza en los ochenta, cuando la crisis económica empujó a miles de trabajadores a formar agrupaciones semi-privadas.
Actualmente, según el analista minero Héctor Córdova, existen unos 240.000 cooperativistas auríferos en el país. "Cien mil trabajan de manera ilegal y en condiciones precarias. No reciben salarios efectivos, se les paga en especie, no tienen seguridad social ni protección legal", señala.
Aunque la ley obliga a realizar consultas previas con las comunidades antes de iniciar una explotación minera, en Tres Marías nunca se otorgó esa autorización. "Nosotros como comunidad no hemos querido dar permisos para sus trabajos ilegales, por eso ellos crearon una comunidad ficticia para darse su propia consulta previa", denuncia Fanny Catacora.
Héctor Córdova confirma que esta práctica —inventar comunidades indígenas que avalen los proyectos— es un modus operandi habitual en países donde el control del Estado es débil. "Estos grupos actúan como mafias internacionales y aprovechan la flexibilidad del gobierno para explotar la riqueza nacional", afirma.
El efecto devastador del mercurio en los ríos
El impacto ambiental es devastador. En los ríos y cerros de Los Yungas, la búsqueda del oro se realiza mediante amalgamación con mercurio, un metal altamente tóxico. "El agua que antes era cristalina ahora está completamente negra", dice Don Isaac, mostrando una botella de la vertiente contaminada. "Cuando era chico había truchas; hoy no queda ni siquiera un árbol en la orilla del río".
Estudios recientes revelan que comunidades amazónicas bolivianas presentan niveles de mercurio en la sangre hasta veinte veces superiores a los permitidos. "Este metal daña el sistema neurológico, limita la capacidad de aprendizaje de los niños y puede causar deformidades en los fetos", advierte Córdova.
Aunque Bolivia firmó en 2013 un convenio internacional para reducir el uso del mercurio, no ha cumplido sus compromisos. Peor aún, el contrabando de este metal ha crecido, afectando a países vecinos como Perú y Brasil.
“Estamos destruyendo de manera irreversible la ecología de nuestras cuencas y las poblaciones indígenas”, denuncia la senadora ambientalista Cecilia Requena. "Hay alternativas, pero es escandaloso que no se haya hecho nada".
Cooperativas mineras, fuera de la ley
Desde 2018, enormes dragas chinas y planchones colombianos se han multiplicado en los ríos amazónicos bolivianos. Aunque operan sin autorización estatal, el gobierno ha realizado un solo operativo en años, incautando apenas una draga. "El Ministerio de Gobierno no cumple las órdenes judiciales para intervenir la minería ilegal en áreas protegidas como el Madidi", explica la senadora Requena.
Las cooperativas mineras se han convertido en un poder político. No solo evaden impuestos, sino que influyen en el nombramiento de autoridades del sector. "Quienes han puesto a las autoridades de minería son precisamente las cooperativas. Varios ministros y funcionarios ambientales han sido designados como cuotas de poder de este sector", afirma la senadora.
Para conocer la versión de las autoridades, RFI intentó entrevistar a la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), encargada de otorgar licencias a las cooperativas, pero no hubo respuesta. En 2022, una exdirectora fue destituida por recibir una joya de oro a cambio de conceder una gran área de explotación.
 
 
 
 
 
DEBER CUMPLIDO: LAS NIÑAS BOLIVIANAS YA NO LE PERTENECEN AL MATRIMONIO
 
Bolivia prohibió el matrimonio infantil. Como senadora y como mujer de pollera, lo siento como un compromiso renovado, el de seguir trabajando para que ninguna adolescente tenga que casarse antes de tiempo, y pueda soñar sin miedo
 
El País de España (https://acortar.link/cq60dU)
 
En Bolivia, hemos dado un paso histórico. La Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó una ley que prohíbe, sin ninguna excepción, el matrimonio y la unión libre con menores de 18 años. Puede sonar a algo sencillo, a una formalidad legal, pero para quienes hemos acompañado de cerca esta lucha significa abrirle la puerta a miles de niñas y adolescentes a una vida con más oportunidades y menos violencia.
Lo digo con la emoción de quien viene de un pueblo donde las injusticias contra las mujeres no son teoría, sino una realidad; de un pueblo donde hay adolescentes de 14 o 15 años convertidas en esposas, en madres, en concubinas de hombres mucho mayores; donde todavía se normaliza que un embarazo temprano se “resuelva” casando a la adolescente con el padre de su bebé.
Y donde muchas veces la pobreza obliga a las familias a entregar a sus hijas como parte de un acuerdo. Por eso, esta ley era necesaria, porque ninguna adolescente debería cargar con un destino que no eligió. Esas experiencias marcan. Y fueron parte de lo que me impulsó, como legisladora, a presentar este proyecto de ley.
Hay cifras que confirman lo que ya sabíamos quienes caminamos en las comunidades. El informe defensorial Sueños interrumpidos registró 4.804 matrimonios y uniones infantiles hasta 2023. El Servicio de Registro Cívico reportó más de 6.000 adolescentes casadas en los últimos 11 años. En 2024, la Fiscalía documentó siete feminicidios de menores de edad. Y entre 2020 y 2023, el Ministerio de Salud reportó 147.876 embarazos en niñas y adolescentes, es decir, 101 cada día. Ese mismo año, los maternológicos atendieron en promedio diario a 17 niñas de 15 años y a 148 mujeres entre 15 y 19. Detrás de cada número, hay un rostro, un nombre, una historia que nunca debió ser así.
Les digo que el camino no fue fácil porque uno de los escenarios más complicados lo enfrentamos durante el debate parlamentario, donde hubo voces que intentaron frenar este avance. Algunas preguntaban: “¿qué pasa si la adolescente está embarazada? ¿No debería casarse con el padre de su hijo para no quedar abandonada?”. Otras insistían en que “ellas deberían decidir”, como si una adolescente de 16 años pudiera tomar con plena libertad una decisión tan definitiva y desigual. Incluso hubo quienes defendieron “la tradición” de casar a las adolescentes en ciertas comunidades.
Esas preguntas me dolieron, porque reflejan una forma de pensar que ha naturalizado la violencia y ha invisibilizado el sufrimiento de las niñas y adolescentes. Yo me preguntaba en silencio: ¿y qué pasa con las que son obligadas a convivir con su agresor bajo el disfraz del matrimonio? ¿Qué pasa con las que abandonan la escuela porque alguien decidió que ya eran “esposas”? ¿Qué pasa con esas vidas truncadas antes de tiempo?
La ONU ha sido clara, pues afirma que el matrimonio infantil es una violación de derechos humanos. Y Bolivia no podía seguir permitiendo que miles de adolescentes vieran sus sueños arrebatados en nombre de la costumbre, la pobreza o el miedo al qué dirán.
Sé que una ley no cambia la realidad de la noche a la mañana. Ninguna lo hace. Tampoco la ley contra la violencia hacia las mujeres ni la ley anticorrupción erradicaron esos problemas de inmediato. Pero las leyes son herramientas que trazan un límite, abren caminos y marcan un horizonte. Esta ley es justamente eso, una herramienta para proteger a las niñas, para impedir que se registren matrimonios con menores y para enviar el mensaje claro a la sociedad boliviana de que antes de los 18, no.
El camino hasta aquí fue largo y lleno de aprendizajes. Hubo intentos de tergiversar el sentido de la norma, incluso con argumentos tan absurdos como que “esto podría abrir la puerta a la reasignación de sexo”. Pero la mayoría de las y los legisladores, de oposición y oficialismo afortunadamente, entendieron que el objetivo es proteger a las adolescentes y garantizarles una vida plena. Más allá de los colores políticos, hubo consenso. Y eso también es un triunfo, porque cuando se trata de derechos humanos, no hay lugar para divisiones partidarias.
Este logro tampoco hubiera sido posible sin las organizaciones que nos acompañaron. Me refiero a IPAS Bolivia, la Comunidad de Derechos Humanos y a muchas otras estuvieron a nuestro lado con evidencia, compromiso y apoyo técnico. Y la sociedad civil también hizo su parte, pues recibimos decenas de cartas, mensajes y voces de aliento que nos recordaron que esta lucha no era solo legislativa, sino profundamente social.
El respaldo internacional también llegó en momentos claves. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) felicitaron públicamente a Bolivia por este paso, reconociéndolo como un hito regional. Eso nos demuestra que no estamos solas, que lo que hacemos aquí se conecta con una lucha más amplia, la de miles de mujeres y niñas en toda América Latina que aún esperan leyes y políticas que las protejan del matrimonio infantil.
Pienso mucho en las adolescentes de las zonas rurales, quienes a veces miran el horizonte con miedo, pero también con esperanza. Muchas de ellas nunca han tenido acceso a educación sexual integral, desconocen sus derechos y cargan con prejuicios impuestos. Para ellas, esta ley es una oportunidad de estudiar, de crecer, de decidir cuándo y con quién formar una familia, si así lo desean.
Hoy puedo decir con orgullo que Bolivia ha dado un paso firme. No el último, pero sí uno decisivo. Porque cuando un país protege a sus adolescentes está construyendo un futuro más justo y más humano.
Para mí, como senadora, como mujer de pollera y como hija de un pueblo que ha visto demasiado dolor, este es un logro que tiene un valor especial. Lo siento como un deber cumplido, pero también como un compromiso renovado, el de seguir trabajando para que ninguna adolescente boliviana tenga que casarse antes de tiempo, para que todas puedan soñar sin miedo y para que todas puedan decidir con libertad.
Hoy quiero decir con fuerza: las niñas bolivianas ya no le pertenecen al matrimonio. Le pertenecen a sus sueños. Y nuestro deber como Estado es asegurarnos de que esos sueños puedan cumplirse.
 
 
 
 
 
BOLIVIA RUMBO A SU PRIMER BALOTAJE: ¿CIERRE DE CICLO O RECONFIGURACIÓN DEL CAMPO POLÍTICO?
 
Por primera vez, Bolivia irá a un balotaje entre binomios presidenciales. Un hecho inédito en su historia democrática en un contexto marcado por la crisis económica, política e institucional, que coincide con la primera derrota electoral del MAS-IPSP en 20 años.
 
Diario Red de Uruguay (https://acortar.link/g3GAqX)
 
Los actuales indicadores están lejos del milagro económico que en la década pasada sorprendían al mundo: la inflación acumulada llegó a 18,3% en julio y se espera escale a 24% en diciembre. El crecimiento del PIB en 2024 apenas llegó a 0,73%, siendo el más bajo en 25 años y sólo superado por la recesión de 2020; finalmente, el Banco Mundial anunció que Bolivia se mantendrá en recesión los 3 siguientes años. A esto se suma el desabastecimiento crónico de carburantes que lleva a la gente a esperar días por combustible.
Esta combinación pulverizó las aspiraciones electorales de Luis Arce; quien semanas antes de registrar su candidatura, fue expuesto en la primera encuesta oficial con 1% de intención de voto. Desesperado, ofreció la sigla del MAS-IPSP a Andrónico Rodríguez, quien la rechazó; y ante ello, presentó a Eduardo Del Castillo como candidato. De nada sirvió cumplir el sueño de la derecha comandando la persecución y proscripción judicial contra Evo Morales; asimismo, resultó inútil apropiarse del MAS-IPSP con sentencias o encarcelar y procesar a más de 300 campesinos e indígenas. Todo para nada.
Morales propuso dirimir las candidaturas a través de primarias un año antes de la elección; sin embargo, pese a estar normadas, la derecha y el gobierno pactaron su eliminación, anulando cualquier posibilidad de discutir democráticamente las tensiones internas. Luego, con la autoprórroga, los magistrados del Órgano Judicial emitieron sentencias que instalaron mediáticamente una supuesta inhabilitación sin que el Tribunal Electoral lo determine. Finalmente, cuando intentó postularse, los dos partidos que ofrecieron su sigla fueron eliminados de la contienda con sentencias, proscribiendo definitivamente el espacio político liderado por Morales, quien dos semanas antes de la elección llamó al voto nulo.
Se buscó cuestionar a Morales por no llamar a votar por Rodríguez; sin embargo éste último no logró construir una identidad política definida: quiso presentarse como heredero del MAS-IPSP y de Evo, pero “abriéndose al mercado”, luchando contra el “paternalismo de Estado” y desentendiéndose de la persecución contra Morales. Esa ambigüedad entre continuidad y ruptura terminó expresándose en las urnas: si las elecciones del 17 de agosto hubiesen sido una primaria, Evo Morales habría ganado triplicando la votación de Rodríguez y multiplicando por ocho la del oficialismo; confirmando que, incluso proscrito, su liderazgo político continúa siendo el eje gravitacional de la izquierda boliviana.
En la vereda derecha las candidaturas optaron por la fragmentación. Las candidaturas de Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga encabezaron todas las encuestas dando por descontado que pasarían a segunda vuelta, pues recibían el respaldo corporativo de la derecha boliviana, sus empresas y medios de comunicación; sin embargo, con los resultados electorales la sorpresa fue la victoria de Rodrigo Paz y Edmand Lara, quienes pasaron de figurar en el quinto lugar a insertarse como vencedores de la primera vuelta. Este hecho fue objeto de críticas a las encuestadoras y casas televisivas, quienes justificaron la diferencia entre encuesta y resultado a partir de la definición de los votos nulos, blancos e indecisos y la guerra sucia que enfrentó Doria Medina por parte de su principal adversario.
Los binomios en segunda vuelta son Rodrigo Paz – Edmand Lara por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y Jorge Quiroga - Juan Pablo Velasco por la Alianza Libre. Pero, ¿cuáles son sus principales características y cuál es su margen de crecimiento o posibilidad de victoria?
En los gobiernos neoliberales Quiroga fue Subsecretario de Inversión Pública (1990), Ministro de Finanzas (1992), Vicepresidente (1997-2001) y Presidente por sucesión (2001-2002) tras la muerte del Gral. Banzer, militar y dictador que se convirtió en pieza local durante la Operación Cóndor. La presidencia de Quiroga estuvo marcada por la violencia y la represión contra el movimiento indígena campesino del Trópico Cochabambino, donde murieron más de 10 campesinos y otros 350 resultaron heridos por la represión estatal. Tras culminar su gestión, se convirtió en portavoz de la derecha internacional a través de fundaciones financiadas por USAID y hoy apuesta por ser el anclaje internacional de la derecha en Bolivia abogando por el retorno de la DEA y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Israel y Estados Unidos. Propone saldar el déficit fiscal y la crisis cambiaria a partir de créditos con el FMI, a cambio de volver a desmantelar las empresas del Estado.
Su candidato a Vicepresidente es un empresario cruceño vinculado a sector tecnológico, cuya participación electoral estuvo marcada por escándalos de discriminación y racismo desempolvados en sus redes sociales y su vínculo con el extinto Banco Fassil, que en 2023 fue intervenido por el Estado debido a múltiples irregularidades.
Por su parte, Rodrigo Paz es hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, pieza clave del periodo neoliberal. Su carrera política empieza como Diputado, Concejal, Alcalde de la Ciudad de Tarija y actual senador por dicho departamento. Su gestión como Alcalde no es considerada relevante ni positiva debido a denuncias de corrupción en obras de infraestructura.
Mientras, su candidato a Vicepresidente se encasilla como outsider: un ex policía con fuerte presencia en redes sociales, que saltó a la palestra pública por las denuncias que realizó contra oficiales de la Policía Boliviana por extorsión y cobros irregulares. En 2023 fue apartado de la Institución por un proceso disciplinario.
El Binomio tuvo un comportamiento electoral desordenado, pero efectivo en términos electorales. A diferencia de Quiroga, Paz no entró en la agenda de polarización política contra el MAS-IPSP; sin embargo ambos tuvieron reuniones con el Departamento de Estado. Mientras Paz habla de “capitalismo para todos”, su vicepresidente promete incrementar la Renta Dignidad para Adultos Mayores y crear un Bono para madres solteras, propuestas contradictorias entre sí y contradictorias con un país que enfrenta un déficit fiscal de 12%. Sin embargo, con ello se acercó a un electorado al que Quiroga no llega: el que durante 15 años le dio la victoria al MAS-IPSP y que en la crisis busca más protección del Estado.
Los bastiones electorales del MAS-IPSP fueron objeto de una disputa electoral compleja. Si en 2020 le dieron a Arce la victoria con 55%, este 2025 apenas mantuvo el 2%, Rodríguez el 6%, y Morales el 20%. Entonces, ¿dónde se fue el otro porcentaje? Efectivamente una parte de ese electorado optó por el PDC. ¿Será un paso definitivo? Claramente no, pues es bastante probable que sin la proscripción de Morales, el resultado electoral hubiera sido distinto.
La virtud de la campaña de Lara fue diferenciarse de las propuestas que abordaron la crisis desde el cierre de las cuentas públicas; es decir, el cierre del déficit fiscal a través del desmantelamiento de las empresas del Estado y la eliminación de la subvención a los combustibles. Lara no se concentró en los indicadores macroeconómicos, sino en propuestas que (aun siendo demagógicas) conectaban con la economía cotidiana de las familias que se vio ausente del debate político. Así, recorrió los bastiones del MAS-IPSP logrando de forma efectiva captar parte del electorado.
Ahora, con miras al balotaje del 19 de octubre ¿qué puede suceder? Pues la historia está abierta.
La última encuesta oficial publicada por diferentes medios de comunicación otorga la victoria a la alianza Libre con 42,9% frente a 38,8% de PDC; sin embargo, los porcentajes de voto blanco, nulo e indecisos se mantiene altos (18,4%), pudiendo fácilmente cambiar el resultado final.
Además, si se aborda desde una perspectiva de transferencia electoral de acuerdo a los resultados de la primera vuelta, una redistribución parcial del nulo podría revertir el resultado. Por ejemplo, si el 100% del voto de las candidaturas identificadas con la derecha (Doria Medina y Reyes Villa), respaldara a Quiroga; y sólo la mitad del voto nulo y la mitad del voto de Rodríguez votara por Paz, este último ganaría las elecciones. Esto sin tomar en cuenta el respaldo de la corporación mediática en favor de Quiroga, una mayor exposición y parcial desencanto de la figura de Lara, la activación de sesgos regionales y disputas locales de poder.
Quiroga intentó hacer de la segunda vuelta un escenario de polarización con el MAS-IPSP y en particular con Evo Morales para desencantar al electorado de Paz. Sin embargo, Morales llamó a un Ampliado Nacional que concluyó no respaldar ninguna candidatura ni continuar con el voto nulo, considerando que ambas candidaturas responden a intereses similares y plantean políticas de ajuste sin ética ni compromiso social; por tanto, definió como ruta estratégica concentrar esfuerzos en las elecciones de gobiernos locales para expresar su poder territorial.
Así las cosas, el 19 de octubre Bolivia elegirá entre dos actores políticos de derecha, con una misma visión de país, pero en diferentes siglas, ambos  interlocutores válidos para el Departamento de Estado y el poder corporativo empresarial. Mientras la izquierda tendrá que reorganizar genuinamente sus fuerzas y disputar las elecciones locales para construir nuevamente una mayoría social alrededor de un proyecto de país, con dolorosos aprendizajes y enormes desafíos.
 
 
 
 
 
POBREZA DEL 40% Y DÉBIL CRECIMIENTO: LOS NÚMEROS CON LOS QUE EL PRÓXIMO PRESIDENTE DE BOLIVIA RECIBIRÁ LA ECONOMÍA
 
El Mercurio de Chile (https://acortar.link/v3Ysuw)
 
El nuevo gobierno de Bolivia, que asumirá funciones el próximo 8 de noviembre, deberá enfrentar una economía con déficit fiscal alto, deuda creciente, una inflación elevada y bajo dinamismo productivo.
La nueva administración también tendrá que sortear la dependencia de hidrocarburos, una escasa inversión extranjera y una población afectada por pobreza y empleo informal.
La eficiencia fiscal, la estabilidad institucional y reformas para atraer inversión serán clave, de acuerdo a un análisis publicado por Luis Fernando Romero Torrejón, economista e investigador boliviano.
"Quien reciba el gobierno el 8 de noviembre va a recibir una economía desequilibrada y desestabilizada, tanto en lo económico como en lo político", dijo Romero a Bloomberg Línea, expresidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, quien comparó la situación con "cambiar de médico en medio de una operación riesgosa".
Los electores bolivianos han expresado en las urnas su descontento con el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) y en la segunda vuelta definirán al nuevo presidente entre el senador centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, y el expresidente conservador Jorge Quiroga.
Paz Pereira ganó la primera vuelta con el 32,06% de los votos y Quiroga fue segundo con el 26,70%, de acuerdo con el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de la jornada del pasado 17 de agosto.
El reporte de Romero Torrejón, titulado "Bolivia: a un mes del cambio de gobierno ¿cómo está su economía?", dice que Bolivia vivirá un momento histórico, no sólo por la asunción del nuevo presidente del país, sino por el cambio de un modelo económico y político socialista, de casi 20 años.
Indica que "se traspasará una economía golpeada y con serios problemas, donde prácticamente los nuevos gobernantes agarrarán un hierro caliente, en una coyuntura de crisis y bajos recursos. Tendrán que resolver problemas complejos en un corto tiempo".
"Dragón de tres cabezas"
Romero Torrejón advirtió que el nuevo presidente enfrentará "un dragón de tres cabezas: inflación, dólares y carburantes", en un contexto de serios problemas de liquidez, desequilibrios fiscales y posible recesión económica en los próximos tres años.
Señaló que uno de los pocos caminos disponibles será buscar financiamiento externo pues "al menos para los primeros ocho meses del nuevo gobierno se va a requerir alrededor de US$3.000 millones para la importación de diésel y gasolina, pagar la deuda externa y cumplir otras obligaciones que se deriven de operaciones anteriores, como las que se han comprometido con las reservas de oro".
Sobre los riesgos sociales y económicos, destacó que "una crisis por falta de carburantes generaría mayor presión inflacionaria y menos dinamismo económico de lo que existe".
El riesgo, a su juicio, es que "una inflación que siga en avance puede ser totalmente corrosiva para el nuevo gobierno". El éxito dependerá de la gobernabilidad en las calles y la gobernanza en el parlamento. La prioridad del nuevo Ejecutivo será "estabilizar la economía con el menor costo social posible, cuidando especialmente la pobreza y el desempleo". El estado de la economía Boliviana Bolivia atraviesa una desaceleración marcada. Tras crecer apenas un 0,73% en 2024, el Gobierno tiene como meta una expansión del PIB de 3,51%. Recientemente, "el Banco Mundial ha reajustado las proyecciones de crecimiento económico de la región, en cuyo informe indica que Bolivia entraría en una recesión económica de 3 años, teniendo un decrecimiento en su PIB real del -0,5%, -1,1% y del -1,5% desde el 2025 al 2027", indicó Romero Torrejón.
El PIB nominal fue de US$46.967 millones en 2024, pero la economía sigue concentrada en sectores primarios y con poca diversificación. Según el autor del reporte, "un dato llamativo, y preocupante a la vez, es que hasta la fecha el INE (Instituto Nacional de Estadística de Bolivia) no ha publicado el crecimiento económico del país ni siquiera al primer trimestre de 2025". Para Romero, "con seguridad no es una cifra alentadora, pero esta información es clave para orientar en la toma de decisiones de los diferentes agentes económicos del país". El país, además, acumula 11 años consecutivos de déficit, que podría alcanzar el 11% del PIB este año, financiado con deuda y emisión monetaria. La deuda pública, en tanto, se estima en torno al 90% del PIB, impulsada por la necesidad de cubrir gasto estatal, importaciones de combustibles y pagos externos. La deuda interna crece más rápido que la externa. "Recientemente, el ministro de Economía indicó que la deuda interna fue del 19% del PIB, hasta agosto 2025, aunque no indicó el dato. A pesar de unas cifras subestimadas o poco precisas, sin duda la deuda interna es mucho mayor". En cuanto a la inflación, esta alcanzó en septiembre un 23% interanual. La pérdida del poder adquisitivo supera el 50% en un año, afectada por la escasez de dólares, emisión monetaria y bajos niveles de producción. Aunque la tasa oficial de desempleo urbano es de 3,1% (al segundo de trimestre de 2025), la informalidad laboral llega al 80%, con crecimiento del subempleo y la precariedad salarial. La pobreza, en tanto, afecta al 40,1% de la población y el 70% tiene necesidades básicas insatisfechas. La inflación podría elevar la pobreza moderada a cerca del 40% para finales de 2025.
 
 
 
 
 
SANTA CRUZ Y EL BALOTAJE: ENTRE ESPERANZA DE CAMBIO Y TEMOR AL CONTINUISMO
 
Recta final para el balotaje el domingo en Bolivia, una elección histórica entre dos candidatos de derecha que marcará el fin de 20 años de mandato del partido de izquierda MAS, históricamente vinculado a Evo Morales. Nuestra enviada especial, Paola Ariza, recogió testimonios en Santa Cruz de la Sierra, bastión de la oposición al MAS.
  
Radio Francia Internacional (https://acortar.link/W9BxER)
 
¿Por qué en Santa Cruz, capital económica de Bolivia, algunos electores esperan con ansias la salida del MAS del poder?
"Porque el MAS nos trajo pobreza. Es por ellos que tenemos todas estas carencias. En 20 años no mejoró nada. Estamos sumamente dolidos con el MAS. Han manejado al país a su antojo", dice Justina, comerciante del barrio financiero de Santa Cruz.
Además de la crisis económica, principal tema de campaña, a electores como ella también les preocupan la educación y la salud.
"Nadie sabe cómo llenar la olla. Y comer es la prioridad. Pero la educación también es pésima, entre otros, las estructuras de los colegios. En cuanto a la salud, ni se diga, vamos de paro en paro. Cuando pedimos una cita médica nos dicen que nos tienen que programar para dentro de un mes o dos. La salud va de mal en peor”.
Justina cuenta que a veces debe saltarse una comida para pagar los servicios públicos. Esto también lo vive Fernanda Rivera, empleada en un café y estudiante de psicología.
Rodrigo Paz, ¿continuismo del MAS?
"Lo que vos comprabas antes con 200 bolivianos, que te duraba aproximadamente cuatro días, ahora te dura dos. Yo, por ejemplo, vivo sola y me sustento sola. Para mí es demasiado complicado. Hay días en que solo como una vez al día o dos veces, y ya. También hay personas que están todo el tiempo buscando cómo emprender para ganar más dinero, porque con el salario que se tiene y los precios que suben todos los días, no se puede", agrega Rivera, quien no se hace ilusiones con la segunda vuelta. Para ella, el candidato Rodrigo Paz, que se autodenomina de centroderecha, representa en realidad el continuismo del MAS.
"En la primera vuelta pensábamos que íbamos a sacar al MAS, que íbamos a sacar a este parásito que nos viene siguiendo en este país desde hace 20 años. Pero para la segunda vuelta la estoy viendo un poco verde. Esto me pone muy triste porque no hay duda de que todas las personas que siguen a Evo Morales van a votar por Rodrigo Paz".
El ingeniero industrial Samir Maldonado es más optimista. Aunque también votará por el candidato conservador Tuto Quiroga, confía en que cualquiera de los dos aportará un cambio al país.
"En estas elecciones esperamos un cambio. Esperamos un candidato que vea lo difícil que está el país, que vea lo poco que queda de economía. Que vea cuál es la parte quebrada que tenemos en la economía y busque la manera de arreglarla. Pero no a largo plazo ni a mediano, sino buscar un parche rápido y tratar de mejorar luego a largo plazo".
A comienzos de la semana, la empresa Ipsos Ciesmori difundió encuestas que ubican a Quiroga con el 44,9% de intención de voto, frente a Paz con 36,5%. La misma empresa, hace dos semanas, le otorgaba al expresidente 47% y al senador 39,3%.
 
 
 
 
 
DEBATE PRESIDENCIAL EN BOLIVIA REVELA DIFERENCIAS ECONÓMICAS ENTRE TUTO QUIROGA Y RODRIGO PAZ
 
A días de las próximas elecciones en Bolivia, cierran debate presidencial que reveló contrastes en las propuestas económicas de los candidatos Tuto Quiroga y Rodrigo Paz.
 
Radio Onda Azul de Perú (https://acortar.link/wyLO3J)
 
Tras desarrollarse el último debate presidencial en Bolivia antes de las elecciones que se realizarán el próximo 19 de octubre, donde los candidatos Tuto Quiroga (Partido Libre) y Rodrigo Paz (PDC) expusieron sus principales propuestas económicas frente al balotaje, el analista económico y político, ingeniero Joshua Bellott Sáenz, precisó que ambos aspirantes presentaron ideas similares en algunos temas, aunque con diferencias marcadas en el manejo de la deuda externa y el tipo de cambio.
A través de Radio Onda Azul, explicó que Tuto Quiroga propone un endeudamiento de 12 mil millones de dólares a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la reactivación del sistema de “bolsín”, mecanismo de tipo de cambio flexible que permitiría la compra y venta de divisas según la oferta y la demanda.
Por su parte, Rodrigo Paz plantea evitar el endeudamiento externo y aplicar un sistema de tipo de cambio flotante con bandas de control para reducir la volatilidad. Además, propone ordenar primero las finanzas públicas y reducir los gastos de gobierno antes de acudir a préstamos internacionales.
En cuanto al abastecimiento de combustibles, uno de los principales problemas que enfrenta Bolivia, el analista señaló que Quiroga prevé cubrir la demanda mediante los créditos internacionales, mientras que Paz asegura tener acuerdos previos para garantizar el suministro desde el primer día de su gobierno, sin recurrir a préstamos.
Sobre los subsidios estatales, ambos candidatos coinciden en la necesidad de reformarlos. Por su parte, Quiroga plantea eliminarlos de forma gradual manteniendo el apoyo al transporte, mientras que Paz propone un subsidio focalizado a la demanda, dirigido a los sectores más vulnerables.
 
 
 
 
 
BOLIVIA: EL CONSERVADOR TUTO QUIROGA AVENTAJA AL CENTRODERECHISTA RODRIGO PAZ A UNA SEMANA DE LAS ELECCIONES
 
En el último debate, Paz apostó por la autonomía financiera interna, mientras que Quiroga propuso una apertura internacional con apoyo de organismos multilaterales.
 
La Diaria de Uruguay (https://acortar.link/dqfBA4)
 
El domingo se celebrará en Bolivia la segunda vuelta electoral en la que se definirá al sucesor del actual mandatario, Luis Arce.
Los dos candidatos más votados en la primera vuelta de agosto, Rodrigo Paz Pereira, del centroderechista Partido Demócrata Cristiano (PDC), y el expresidente Jorge Tuto Quiroga, líder de la coalición conservadora Alianza Libre, serán quienes se enfrentarán en estos comicios, que pondrán fin a casi 20 años de gobiernos de izquierda en el país, que actualmente se encuentra sumido en una profunda crisis económica.
De acuerdo a las últimas encuestas, Quiroga, quien fue mandatario durante un año entre 2001 y 2002 tras la muerte del exdictador Hugo Banzer, aventaja a su adversario y se encamina a ganar las elecciones.
Según la última encuesta de intención de voto difundida por la cadena televisiva Unitel, realizada por la consultora Ipsos Ciesmori, Quiroga tiene el 44,9% en la intención de votos, contra 36,5% de Paz. Por otra parte, los votos en blanco suman 3,7%; los nulos, 5,6%; y los indecisos representan el 9,3%.
De esta manera, Quiroga vuelve a subir en comparación con la encuesta que difundió Red Uno a fines de la semana pasada, realizada por Captura Consulting SR, donde tenía 42,9% de intención de voto. Sin embargo, en comparación con la primera encuesta de intención de voto, también realizada por Ciesmori, el candidato de Libre cayó de 47% a 44,9%; mientras que Paz cayó de 39,3% a 36,5%.
Esto se explica por el incremento de los votos residuales (blancos, nulos e indecisos), que crecieron de 13,7% en la primera encuesta a 18,6% en la difundida el domingo.
El último cara a cara
El domingo por la noche Quiroga y Paz protagonizaron en La Paz el último debate previo a las elecciones organizado por el Tribunal Supremo Electoral.
El intercambio entre los candidatos fue medido, sin golpes bajos ni ataques directos, pero sí hubo marcados contrastes en los planes de cada uno para revertir la difícil situación económica que está pasando Bolivia.
Paz explicó que apuesta por la autonomía financiera interna, mientras que Quiroga, económicamente neoliberal, propone una apertura internacional con apoyo de organismos multilaterales.
Rodrigo Paz planteó que su primera medida en caso de ser electo será solucionar la cuestión de la falta de combustibles, mediante contratos transparentes y un manejo responsable de los recursos.
Propuso, además, ordenar el tipo de cambio e implementar un sistema de bandas cambiarias con un piso y un techo para evitar desequilibrios bruscos. También anunció una reforma al Banco Central de Bolivia (BCB) para que se convierta en un ente técnico que apoye la gestión monetaria del país.
Paz aclaró que no acudirá al Fondo Monetario Internacional (FMI) e indicó que Bolivia cuenta con más de 3.500 millones de dólares en créditos aprobados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina, que podrían activarse de inmediato para garantizar el abastecimiento de combustibles, estabilizar el tipo de cambio y restaurar la confianza en el sistema financiero, sin comprometer la soberanía económica.
Por su parte, Quiroga presentó un plan de estabilización inmediata, basado en una inyección urgente de dólares para frenar la devaluación y asegurar el abastecimiento energético, de acuerdo a lo que informó el diario paceño La Razón.
A diferencia de Paz, el exmandatario defendió la cooperación directa con el FMI, el Banco Mundial y el BID, argumentando que Bolivia necesita restablecer la confianza internacional para reactivar su economía. “La estabilidad no se logra con discursos; se logra con dólares en los cajeros y en los bancos”, indicó Quiroga.
El candidato derechista enfatizó que la escasez de divisas es el origen de los principales males económicos del país: inflación, colas por combustibles y pérdida del poder adquisitivo. Por ello, su propuesta se enfoca en negociar financiamiento internacional, aplicar la disciplina fiscal y reducir el gasto improductivo.
El exmandatario también planteó una reforma fiscal gradual, con reducción de impuestos al trabajo y a las utilidades, como parte de un plan para atraer la inversión extranjera al país.
 
 
 
 
 
BOLIVIA CELEBRA UNA SEGUNDA VUELTA PRESIDENCIAL QUE CIERRA EL CICLO DE 20 AÑOS DEL MAS Y QUIROGA PARTE COMO FAVORITO
 
M News de Argentina (https://acortar.link/5xKj2p)
 
La crisis económica que golpea a Bolivia, con alta inflación y desabastecimiento de combustibles, impulsó el fin del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), después de casi 20 años en el poder. Los bolivianos giraron a la derecha y el próximo domingo deberán elegir al sucesor del presidente Luis Arce entre el senador de centroderecha Rodrigo Paz y el ex mandatario conservador Jorge "Tuto" Quiroga, que fueron los más votados en la primera vuelta del 17 de agosto.
Quiroga, de Alianza Libertad, parte como favorito para convertirse en el próximo presidente boliviano, con una intención de voto del 44,4%, frente al 36,3% de Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), según una encuesta realizada a principios de octubre por la Consultora CB. Un sondeo anterior, realizado a fines de septiembre por la empresa Ipsos Ciesmori y publicado por la emisora televisiva Unitel, le daba al ex mandatario un 47%, frente al 39,3% de Paz.
Queda por verse si se confirman los pronósticos de las encuestadoras, que en la primera vuelta daban como favoritos a Quiroga y al empresario Samuel Doria Medina, que finalmente quedó relegado al tercer puesto y dio su apoyo a Paz. El senador por Tarija fue el más votado el 17 de agosto, con el 32% de los votos, y le dio así la espalda a los sondeos, los medios de comunicación, las casas de apuestas y los analistas del establishment.
"Esta es la Bolivia de verdad, que tal vez no sale en sus encuestas", dijo Paz en un video compartido en sus redes sociales, en el que minimizó los resultados de los sondeos. "Esta es la Bolivia que va a generar una victoria a futuro, porque es con la base popular, democrática, nacional, respetando nuestros recursos naturales, nuestra propiedad privada, a cada gremial, cuentapropista, transportista, empresario", aseguró en un acto ante seguidores.
Quiroga, por su parte, se mostró confiado en ganar en balotaje. "Sé que Bolivia tiene futuro porque lo vi en cada familia que me recibió, en cada joven que lucha, en cada madre que no se rinde. Hoy te pido que transformemos esa esperanza en realidad. Con tu voto este 19 de octubre, juntos podemos lograrlo", aseguró en un mensaje publicado esta semana en su cuenta de Facebook.
Ambos candidatos se enfrentarán en la noche de este domingo en un último debate antes de la definición electoral, que determinará quién gobernará Bolivia en los próximos cinco años.
La Bolivia que recibirá el próximo presidente
De cualquier manera, al que resulte ganador del inédito balotaje en Bolivia le espera un difícil camino por delante desde el 8 de noviembre, la fecha prevista para el traspaso de mando. No sólo deberá emprender ajustes económicos que podrían desatar protestas en un país marcado por la inestabilidad social, sino que estará obligado a pactar acuerdos para lograr una mayoría en la Asamblea Legislativa.
La economía boliviana está en desaceleración, arrastrada por la caída del precio del gas - su mayor producto de exportación-, el efecto de fenómenos climáticos extremos en la agricultura y una inflación acumulada de 18% entre enero y agosto. Además, el combustible se está convirtiendo en uno de los productos básicos más escasos, lo que afecta la producción agropecuaria, dispara el costo de vida y atiza el malestar social en las calles.
En un reciente informe, el Banco Mundial (BM) estimó que el producto interno bruto (PIB) boliviano se contraerá un 0,5% en 2025 y que el país seguirá en recesión en 2026 y 2027, con una caída del -1,1% y -1,5% del PIB.
Por su parte, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) proyectó que el próximo gobierno en Bolivia recibirá un panorama fiscal marcado por desequilibrios y restricciones. Según un documento publicado esta semana, el IIF estima que el déficit del gobierno central, sin incluir las empresas estatales, alcanzará el 14% del PIB en 2025. Si se suman las pérdidas operativas de las empresas públicas y se excluyen los subsidios, el desequilibrio consolidado se sitúa en torno al 20% del PIB.
"Este es uno de los mayores déficits en tiempos de paz en mercados emergentes y, críticamente, es estructural", afirmó Jonathan Fortun, economista senior del IIF, según recogió Bloomberg. Los subisidios, especialmente los destinados a los combustibles, siguen representando una parte significativa del gasto público.
Plan de "salvataje": la propuesta de Quiroga
En un acto en El Alto, la segunda ciudad más poblada del país, Quiroga prometió este jueves resolver la falta de dólares y de combustibles con un plan internacional de "salvataje" y convertir al país en una "potencia mundial del litio".
"Póngannos en el Gobierno y yo no voy a dar excusas. El programa de salvataje lo vamos a hacer, los dólares los vamos a traer", aseguró el ex mandatario, de 65 años, que gobernó entre 2001 y 2002 tras reemplazar a Hugo Banzer, del que había sido vice, cuando el entonces presidente dejó el cargo por motivos de salud. El candidato estuvo en el acto junto a su candidato a vicepresidente, el emprendedor tecnológico Juan Pablo Velasco, de 38 años, que es la apuesta para imprimir un aire de renovación a la fórmula presidencial.
Quiroga, que ya fue candidato a jefe de Estado en 2005 y 2015, prometió también dar un nuevo impulso a la industrialización del litio, tras el intento del gobierno de Arce de implantar la extracción directa de litio (EDL) mediante contratos con empresas chinas y rusas, aún sujetos a aprobación parlamentaria. Además, destacó que su partido tiene las propuestas más claras para resolver la crisis, en contraste con Paz, al que acusó de "echar barro, manipular odio y generar división", según recogió la agencia EFE.
"Me voy a dedicar a salvar la economía de Bolivia, a traer inversiones, a abrir mercados. Voy a hacer acuerdos de libre comercio con China, con Corea, con Japón, con Europa", dijo Quiroga a la agencia AFP antes de la primera vuelta. El candidato de Alianza Libertad prometió un "cambio sísmico": bajar el déficit fiscal, reducir el Estado, privatizar todas las empresas públicas deficitarias e impulsar una nueva Constitución con giros "radicales".
Según reveló Ramiro Cavero, a quien designó como ministro de Economía en un posible futuro gobierno, para reducir el déficit se apuntará a un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). "Calculamos que deberíamos contar con entre 3.000 y 4.000 millones del FMI", aseguró a El Observador USA.
Paz, discurso moderado en busca de los desencantados
Paz, de 58 años, no es nuevo en la política: comenzó como diputado en 2002, luego fue concejal, alcalde y gobernador de su natal región de Tarija, en el sur del país. En el 2020 fue elegido senador nacional por la alianza Comunidad Ciudadana, de centroderecha, encabezada por Carlos Mesa, y, ya establecido como referente dentro de la oposición, se postuló a la presidencia por el PDC, alineado con la socialdemocracia europea.
El político, que busca seguir el camino de su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), se presenta como el candidato moderado, que busca convencer a los desencantados con la actual gestión de izquierda de Arce (y su pelea con Evo Morales) y promete medidas para salir adelante de la crisis que no impliquen un fuerte ajuste.
"Somos una visión de centro donde se han agrupado grandes mayorías que han cerrado un ciclo de 20 años, yo creo que eso es un gran mérito", dijo durante la campaña, en la que visitó sectores populares y se reunió también con empresarios. Propone "capitalismo para todos", aunque sus críticos señalan que sus propuestas económicas son aún poco claras.
El plan de gobierno de Paz se basa en la Agenda 50/50, que propone una distribución más equitativa de los recursos públicos. Según explicó, actualmente el Estado concentra alrededor del 85% del presupuesto nacional. Su propuesta consiste en dividir estos fondos a partes iguales entre el nivel central y los gobiernos subnacionales, incluyendo también a las universidades públicas.
En el plano económico, Paz se mostró contrario a la idea de recurrir al FMI para sacar a Bolivia de la peor crisis económica de las últimas cuatro décadas. "No voy a pedir plata al Fondo Monetario Internacional. En Bolivia si no roban, alcanza", dijo antes de la primera vuelta a la radio Erbol, en línea con su promesa de "barrer con la corrupción".
Para impulsar esa propuesta, el senador eligió como compañero de fórmula al ex capitán de la Policía Nacional Edman Lara, que ganó notoriedad en las redes sociales por sus denuncias sobre la corrupción dentro de la institución policial, de la que fue desvinculado el año pasado tras ser acusado de "faltas graves", una acusación que él rechaza.
Para la analista política Verónica Rocha, el desafío de Paz es captar al electorado que rechaza a Quiroga y a los desencantados con el MAS. Las clases más bajas o empobrecidas "no encuentran una representación, una persona igual a ellos" en ninguna de las dos fórmulas electorales que compiten, destacó en declaraciones a la agencia AP. 

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