Monday, March 20, 2006

ANDRES SOLIZ RADA: “HAY PRESIONES PARA QUE BOLIVIA REMATE SU GAS”

Lourdes Flores, candidata presidencial centroderechista

“PERÚ NO TIENE NADA QUE DECIR HOY SOBRE SALIDA AL MAR PARA LOS BOLIVIANOS”

Con una reconocida trayectoria política que le ha valido los odios y aprecios del pueblo peruano, la candidata de la alianza conservadora Unidad Nacional se disputa codo a codo con el nacionalista Ollanta Humala el favoritismo en la carrera por ocupar la máxima magistratura de su país. Reconoce que el triunfo de Michelle Bachelet en Chile es un elemento que contribuye a su opción presidencial y espera que, en caso de ser la ganadora en los comicios de abril, las relaciones diplomáticas con Chile sean cordiales y de respeto.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl)

Mientras el mapa político sudamericano se inclina hacia la centroizquierda, con presidentes como Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela, Néstor Kirchner en Argentina y hasta la misma Michelle Bachelet en Chile, las posibilidades que tiene la candidata centroderechista, Lourdes Flores, de llegar a la Presidencia del Perú, la proyectan como una excepción a esta tendencia regional.
Si bien las últimas encuestas evidencian una caída de la abogada de 46 años al segundo lugar de las preferencias tras el aspirante ultranacionalista Ollanta Humala, la candidata del conservador pacto Unidad Nacional no pierde la convicción de que saldrá triunfadora de las elecciones del 9 de abril.
En tanto, niega las acusaciones que vinculan a sus cercanos al fujimorismo y sostiene que esas especulaciones no tienen ningún asidero.
Así las cosas, en caso de que sea electa Presidenta de Perú pretende impulsar la relación diplomática con Chile que mezcle el mutuo respeto y la sana competencia entre ambas naciones.
-En Chile tenemos a una mujer como Presidenta. ¿Considera que esto puede traer algún tipo de beneficio a su campaña?
-Creo que hay conciencia aquí y en el mundo entero de una evolución, un cambio cultural significativo y, sin duda, esto va a tener un impacto en la ciudadanía. Es evidente que uno de los elementos importantes para generar la sensación de que puede haber un cambio es el liderazgo de una mujer y lo que ello significa.
-Sin embargo, el mapa político de Sudamérica está claramente inclinado hacia la izquierda. ¿Esto no demuestra, de cierta forma, una tendencia que no la beneficia?
-Cada país tiene su propia lógica. Creo que para Perú represento una opción de cambio, importante para la transformación social que hay que vivir. Mi propuesta de Gobierno pone un énfasis muy significativo en los cambios económicos, incorporando a las microempresas, al campesino de la agricultura más pobre, quienes tienen claro que debemos impulsar un cambio social para recuperar la equidad. Esto es mucho más progresista que los mensajes tradicionales de la izquierda.
“LIMITES” A LA DISCUSIÓN
-Bolivia siempre ha exigido a Chile una salida soberana al mar. No obstante, se ha dicho que Perú es la piedra de toque para llegar a una solución concreta. En este sentido, si usted es elegida Presidenta, ¿está abierta a llegar a algún tipo de acuerdo entre los tres países para resolver el tema?
-La posición del Perú en este tema es una política de Estado permanente y constante. La perspectiva peruana sólo se expresa una vez que Bolivia y Chile hayan llegado a posiciones concordantes. Esta política de Perú nace de los tratados internacionales y es una posición histórica de nuestra Cancillería que no variará en lo más mínimo, mientras los otros dos países no logren avanzar en sus posiciones.
-Entonces, ¿no ve a Perú como una limitante para avanzar en las negociaciones sobre el tema?
-Perú no es ningún limitante. Perú no tiene nada que decir hoy sobre la salida la mar para los bolivianos pues tiene una posición internacional en la que sólo le corresponde decir una palabra cuando ambos países (Chile y Bolivia), luego de sus avances, le formulen un planteamiento.
-Con respecto a la intención que tuvo el Gobierno de Alejandro Toledo de modificar unilateralmente las fronteras marítimas con Chile. ¿Qué opinión tiene sobre esto y qué hará si es electa Presidenta?
-También es una posición histórica del Perú y, por lo tanto, la política de la Cancillería será respetada. Confío que en el terreno de la diplomacia y las relaciones bilaterales siempre hay un margen para seguir avanzando. En caso de que eso no prospere tendrán que tomarse las decisiones que correspondan.
-¿Y qué decisiones son esas?
-Se tomarán en esa oportunidad las definiciones. No hay por qué adelantarse
-En términos generales, ¿cuál será el sello que pretende imprimir a las relaciones con Chile si llega al Palacio de Pizarro?
-Una relación muy cordial, cercana y de respeto mutuo, en donde compartiremos espacios y desafíos por los que avanzamos. A su vez, una relación en la que cada país sabe que existen situaciones, en donde aspiramos tener una presencia importante y significativa. Por lo tanto, diría que es una combinación de mutuo respeto y sana competencia.
-¿Qué les ofrece Lourdes Flores a los peruanos a diferencia de Ollanta Humala y Alan García, dos de los candidatos con posibilidades ciertas de ganar la Presidencia?
-Yo represento para el Perú la respuesta de cambio económico y social mejor orientada, que puede crear la confianza necesaria para el desafío que tenemos de crear 650 mil puestos de trabajo cada año y para generar la certeza de que los recursos públicos estarán encaminados a mejorar la calidad del gasto social. Le puedo dar al Perú el futuro que se merece.
-¿Qué responde a las críticas de agrupaciones juveniles, en cuanto a que los candidatos no representan lo que Perú necesita?
-En la etapa final de una campaña siempre hay que persuadir a un electorado que toma su decisión en el último momento. En nuestro país hay una crisis de confianzas, de falta de fe. Por eso, me propuse en estas semanas finales, tratar de encausar mi campaña hacia una ilusión que es muy importante reconquistar.
-Se ha dicho que su entorno está ligado al fujimorismo. ¿Qué tiene que decir ante ello?
-No tienen ningún asidero y, por lo tanto, son elementos que no deberían tomarse en cuenta, porque no tienen relación con la realidad.
INVERSIÓN DE CHILE EN PERÚ
-El comercio entre Chile y Perú se ha incrementado enormemente durante estos años. Existe un Acuerdo de Complementación Económica (ACE 38) y un proceso de profundización del mismo. ¿Cómo ve estos avances en materia económica?
-Tenemos mucho en común. Existe una historia y desafíos que nos unen. Por ejemplo, el área del Océano Pacifico significa para ambos países una mirada en conjunto y, simultáneamente, una competencia. Entre Perú y Chile, bajo mi Gobierno habrá una relación muy cordial en lo político y muy activa en lo económico. Sin embargo, en mi administración se analizarán cuáles serán las preocupaciones e intereses que van a ser defendidos con todo rigor por el país.
-Con relación al capital chileno en Perú, usted ha dicho que pondrá “vallas altas” a la inversión chilena. ¿Eso no limita el ingreso de dinero a su país?
-Voy a poner vallas altas a la inversión en general. Creo que hay áreas en mi país donde necesitamos una inversión con una experiencia y envergadura significativa. En definitiva, voy a aplicar esta medida porque considero que es parte de una garantía para determinados sectores en los que el Perú requiere usar inversionistas de una talla y experiencia mundial.
-¿Qué tipo de vallas está pensando para la inversión?
-El tema que se ha planteado tiene que ver con los puertos y yo he sostenido que para algunos procesos para los que hay que convocar inversión privada, Perú necesita operadores de talla mundial. Eso será parte de las propuestas que en determinadas materias hay que usar.
-¿No cree que esto pueda traer costos políticos y económicos para la relación que tenga con algunos países?
-Cuando un Gobierno es claro es sus objetivos, pone las reglas del juego con toda nitidez y trasparencia, siempre se sabe con quién se trata y esa es la regla de mi conducta. En mi Gobierno todos sabrán lo que voy a hacer, porque siempre lo haré con total claridad.
-¿Pretende avanzar con un Tratado de Libre Comercio con Chile?
-Mi esquema económico consiste en la presencia de Perú en el mundo, de modo tal que avanzaré en todos los acuerdos comerciales que, buscando el interés del Perú, nos permitan crear mercados adicionales.




Canciller de Bolivia, David Choquehuanca:

"ES OBVIO QUE ESTAMOS HABLANDO DEL MAR"

El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia asegura que hay disposición de Chile para abordar el tema y agrega que ambos países acordaron crear una comisión que tratará todos los temas, incluyendo el posible restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

El antichilenismo en Bolivia ya no se siente en el aire. Desde que hace poco más de una semana los diarios y canales del país altiplánico transmitieron a destajo los gritos de un grupo de chilenos pidiendo "Mar para Bolivia", Chile pasó desde la categoría de enemigo a hermano y renacieron con más fuerza que nunca las esperanzas de lograr una salida al histórico conflicto entre ambas naciones.
El optimismo de que el gobierno de Evo Morales logrará un acuerdo con Chile para obtener la ansiada salida al mar no sólo se nota en las calles o en los medios de comunicación. También sucede al hablar con el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, el aimara David Choquehuanca, quien sin pudores comenta que la frase que escuchó cuando acompañó a Evo Morales al cambio de mando en Chile llenó su corazón de alegría. "Me he sentido feliz después de mucho tiempo", dice.
Precisamente lo que él llama "el sentimiento del pueblo chileno" y la disposición de las autoridades a conversar lo hacen pensar que hoy existe una coyuntura favorable para acabar con la mediterraneidad de Bolivia. Aunque reitera que en la reunión que sostuvo Evo Morales con la Presidenta Bachelet no se tocó la palabra mar, agrega que "cuando estamos hablando de trabajar en una agenda sin exclusiones es obvio que estamos hablando del mar".
-¿Cómo ve las relaciones con Chile en la nueva administración?
-Estamos iniciando un nuevo proceso en nuestras relaciones. Nosotros hemos sentido el sentimiento del pueblo chileno. Ellos consideran que somos hermanos y que tenemos que llevarnos bien. Ellos saben que necesitamos el mar y saben también de nuestra demanda histórica y de la injusticia que se ha cometido con Bolivia. Por eso, cuando han estado con el Presidente Evo Morales han gritado "¡Mar para Bolivia!".
-Pero una cosa es lo que aparentemente piensa el pueblo y otra, las autoridades chilenas. ¿Cuál cree que es la visión del nuevo gobierno chileno respecto de esta demanda histórica?
-No sólo el pueblo chileno nos respalda. También los empresarios. Cuando estuvimos en Chile tuvimos una reunión con la Cámara de Comercio y ellos también han manifestado y nos han dicho que sienten igual. No han dicho textualmente "mar para Bolivia", pero nos han dicho que "pensamos y sentimos igual que en ese día en el Estadio (Nacional)".
-¿Y el Gobierno?
-Ha dicho que tenemos que empezar a dialogar en la propuesta de una agenda sin exclusiones. Claro, posiblemente no se ha tocado la palabra mar, pero cuando estamos hablando de agenda sin exclusiones, es obvio que estamos hablando del mar. Además, cuando estuvimos en Chile nos reunimos con otras autoridades extranjeras que participaron de la transmisión del mando y recibimos el apoyo total de ellos para que finalmente se pueda hacer justicia con la problemática marítima.
-Chile y Bolivia hoy no tienen relaciones diplomáticas.
-Vamos a empezar a dialogar sobre eso. Estamos pensando construir una comisión de alto nivel que no hable mucho pero que muestre resultados. En esta comisión, formada por Chile y Bolivia, se verán cuáles serán los primeros pasos.
-¿Usted como canciller piensa que deberían reanudarse las relaciones con Chile, tener una embajada, etc..?Un día tenemos que restablecer estas relaciones.
-¿Y eso ocurrirá en este mandato?
-No podemos asegurarlo, pero vamos a hacer los esfuerzos necesarios. Necesitamos restablecer relaciones, ver el tema comercial, los problemas energéticos de Chile... Hay muchas cosas que tenemos que tocar en este diálogo.
-Pero restablecer las relaciones diplomáticas está en manos de Bolivia, porque ustedes fueron quienes las cortaron.
-No, está en manos de ambos. Si estuviera sólo en manos de nosotros no necesitaríamos establecer esta comisión de alto nivel. Consideramos que está en manos de los dos países y por eso haremos esta comisión para empezar a dialogar.
-¿Sabe quiénes la conformarán?
-No.-¿Cuándo planean empezar a reunirse?
-No hemos tenido todavía los primeros contactos, pero pensamos que pronto. El tema marítimo es muy importante para nosotros.
-¿Por qué lugar de Chile cree que debería darse la salida al mar para Bolivia?
-Tengo que recoger lo que piensan los bolivianos y ver qué dice Chile. Esta salida la tiene que buscar esa comisión. No podemos adelantarnos. Necesitamos escuchar al pueblo chileno a través de esta comisión. Nosotros también vamos a plantear temas para poner en la agenda. Hay varios asuntos además del mar, comerciales, de inmigración. Pero para nosotros el mar es lo más importante.
-Usted que habló con Michelle Bachelet, ¿cree que hay más disposición de este gobierno a buscar una salida al mar para Bolivia?
-Mire, hay una coyuntura favorable. Que el pueblo chileno se haya manifestado a favor del mar para Bolivia, que la comunidad internacional también esté tomando conciencia del enclaustramiento de nuestro país y las dificultades que eso representa para el desarrollo de nuestro pueblo, son señales. Cuando estamos hablando de la globalización estamos hablando de que todos tenemos derecho al mar y creo que hay que globalizar también este pensamiento.
-¿Pero usted cree que hay disposición de las autoridades chilenas a tratar este tema?
-Sí, porque muchas autoridades en Chile nos han atendido atentamente. Y cuando las autoridades se acercan a nosotros ellas saben que en nuestro corazón deseamos el mar. Ellos lo saben.
-El jueves 23 es la celebración del Día del Mar en Bolivia. Existe expectación sobre qué tipo de discurso hará el Presidente Morales. Su predecesor, Carlos Mesa, fue muy antichileno.
-Nosotros no somos Mesa. Tiene que haber apertura. Si queremos sentarnos a dialogar tenemos que generar las condiciones favorables para eso. No podemos nosotros mismos poner piedras a la posible instalación de esta comisión.
-¿No temen que el pueblo de Bolivia obligue al nuevo gobierno a tomar una posición más frontal con Chile para conseguir el mar, al estilo gas por mar?
-Nuestro pueblo no es agresivo, nosotros somos pacíficos. El pueblo boliviano sabe que vienen grandes cambios de manera pacífica y democrática. Por eso aprobamos la asamblea constituyente. Todo se hará con cautela.




Desde Bolivia

LA MARCHA POR EL MAR

Evo Morales, impactado todavía por los gritos de “Mar para Bolivia” que se escucharon en el Estadio Nacional y alentado por la simpatía general que encontró, cree que es el momento de presionar.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl/prontus_noticias)

Fernando Molina Monasterios

Luego de su llegada de Chile, que ha sido considerada positiva incluso por sus más intransigentes críticos, el Presidente Evo Morales se ha puesto en campaña para reunir a una gran multitud el próximo 23 de marzo, en un acto público que “pedirá la solidaridad del pueblo chileno”, según ha explicado el Gobierno. El 23 de marzo conmemoramos aquí el “día del mar”, en recuerdo de la Guerra del Pacífico. Se quiere, pues, que el pueblo chileno se solidarice con la demanda boliviana de una solución a la mediterraneidad del país. Evo Morales, impactado todavía por los gritos de “Mar para Bolivia” que se escucharon en el Estadio Nacional, y alentado por la simpatía general que encontró, cree que es el momento de presionar. Quizá pretenda llevar al terreno de las relaciones internacionales los métodos activistas que tan buen resultado le dieron en la política interna.
Aunque criticar una iniciativa oficial respecto a las relaciones con Chile es muy difícil, por el riesgo de ser considerado “chilenista”, se sabe que varios expertos en el diferendo entre los dos países creen que la estrategia del Presidente es errónea, porque devuelve a la esfera de la política de plazuela lo que Bolivia debería tratar de mantener en manos de las élites gobernantes de ambas naciones. Se sabe que una vez que la vasta y torpe política entra en escena, de inmediato emergen las pasiones nacionalistas y con ellas la imposibilidad de avanzar seriamente en la discusión de un acuerdo de cualquier tipo. Y hay que descontar que Bolivia pudiera triunfar en una lucha de este tipo. En cambio, la razón prefiere la sucesiva obtención de triunfos parciales para ambas partes, de modo que, a la larga, los sacrificios de hoy resulten compensados por los logros de mañana. Al fin y al cabo, el tiempo pasa a favor de Bolivia, porque es de suponer (y de esperar) que al cabo de una cantidad suficiente de años, Chile se convierta finalmente en un país desarrollado, y entonces le resulte mucho más fácil aceptar un nuevo concepto (menos territorial) de soberanía.
Bueno, lo que decimos no es la última palabra; es posible pensar en varias estrategias diferentes. Lo grave está en que aún no se sabe cuál será la que defienda el Gobierno. A diferencia de sus antecesores, este Presidente todavía no ha decidido qué le pedirá a Chile (o, si lo ha hecho, nadie más lo sabe). Tratar de conmover al pueblo chileno con actos políticos de masas y su discurso sobre la hermandad de los países resulta novedoso y entretenido –sin duda nos tendrá distraídos de los graves problemas que vive el país–, pero no se puede considerar una verdadera estrategia de negociación en un asunto tan delicado como el marítimo.
Es una lástima, porque las condiciones se han tornado muy favorables para Bolivia y Chile. Dos gobiernos flamantes y con alta popularidad, la polémica entre Santiago y Lima por una zona marítima, la posibilidad de hacer negocios energéticos e hídricos… Todo esto nos podría acercar y quizá todavía nos acerque… si es que realmente es esto lo que desea el gobierno boliviano, y si un discurso desafortunado, o un exceso cualquiera en la manifestación del 23 no lo impidiera.




JORGE SOBISCH: CREE QUE EXPULSAN A LOS INVERSORES DEL GAS

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Jorge Sobisch no es uno más en el mercado energético. Es nada menos que el gobernador de la provincia que inyecta la mayor cantidad de gas en los gasoductos gracias al yacimiento Loma de la Lata que explota Repsol YPF. Desde ese lugar, critica a las empresas por quedarse con una renta que, según sostiene, corresponde a la provincia. Al Gobierno le reprocha: "Carece de una política energética".
-¿Cómo ve la importación de gas desde Bolivia?
-Pongamos, por ejemplo, a Petrobras, Repsol, Total, empresas que trabajan en el mercado energético boliviano y también en el argentino. Si a usted le dicen que el gas que traiga de Bolivia se lo pagan 3,40 dólares el millón de BTU y el que produce aquí le pagan un dólar, ¿dónde va a invertir? Obviamente, se irá a Bolivia.
-¿Qué va a pasar, entonces?
-Estamos expulsando a los inversores a Bolivia. Ahora, el gas es más caro y tampoco sabemos lo que nos va a costar. Esto habla de una falta de política.
-¿Qué reclama a las petroleras?
-La ley de emergencia económica dice que no se le puede aplicar retenciones al valor en boca de pozo del petróleo a las provincias productoras. El Gobierno aplica las retenciones a las empresas y las empresas me las trasladan a mí; entonces, yo les hago un juicio a los dos.
-Ha dicho que si a Neuquén le pagaran por el gas lo que se paga a Bolivia se podría desarrollar la cuenca neuquina. ¿Se lo planteó al Gobierno?
-El Gobierno parte de un concepto equivocado porque piensa más en buscar la reelección que resolver los problemas de fondo. Los empresarios, al no tener una buena rentabilidad, no invierten, con lo cual en el corto plazo vamos a tener que importar petróleo y gas a precios internacionales. El Gobierno puede seguir con la receta que tiene ahora: importar y subsidiar, pero lo hace con la plata de los argentinos.
-¿La falta de atención a los proyectos de gas que ha presentado tiene que ver con que no es un gobernador cercano?
-Si fuera así, tendríamos que hacer una lectura muy poco generosa. Si dejamos de desarrollar el sector energético en función de simpatías, estaríamos condenando al resto de los argentinos por una cuestión personal. Esto es grave en cualquier instancia, y más grave si es una política de Estado. El Presidente se levanta todos los días y dice: "Estos son los malos; ahora van a ver...".
-¿Este gobierno es antiempresarial?
-No; es un gobierno que dice una cosa y puede hacer otra. Les pone a las petroleras el 45% de retenciones del valor del crudo en boca de pozo y a las que lo procesan, como Repsol, cuando lo exportan refinado, les retienen sólo el 5 por ciento. Las empresas se quedan con el porcentaje de las provincias, y se las perjudica. Esto lo está haciendo este gobierno hoy.
-Se va a pelear con Repsol...
-Y por eso le iniciamos juicio. Pero si usted escucha el discurso de Kirchner, parecería que es el enemigo número uno del Gobierno y en la práctica no es así. De todos modos, creo que no hay que demonizar a las empresas, que son las que invierten.
Por la justicia
El gobernador neuquino sonríe cuando le recuerdan que la oposición provincial lo acusó de propiciar su reelección en la reciente reforma constitucional. "Les demostré que era parte del discurso mentiroso de campaña", contesta, y confiesa: "Después de dos años uno se transforma en empleado público con rango de gobernador". Con énfasis critica al Gobierno por proponer el próximo 24 como feriado nacional. "La gente va a pensar más en las vacaciones que en otra cosa -sostuvo-. Más que un debate, lo que necesitamos es justicia, para que cualquier acto de impunidad, venga de donde venga, sea castigado por la ley."




“HAY PRESIONES PARA QUE BOLIVIA REMATE SU GAS”

Hay que llenar de ductos el “mapa vacío” que Bolivia constituye para sus reservas energéticas en el mercado interno. Y hay maniobras para sacarlas del gasoducto del sur, según denuncia Andrés Soliz Rada, ministro de Hidrocarburos, en este reportaje exclusivo de Página/12.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

Andrés Soliz Rada (1939) es abogado, periodista y una de las figuras más destacadas del nacionalismo boliviano. Vivió en Buenos Aires en los años ’70, donde trabajó en La Opinión, de Jacobo Timerman. Se vinculó con la izquierda nacional y fue amigo de Jorge Abelardo Ramos. En los ’90 se desempeñó como diputado y senador del Partido Conciencia de Patria. Confía en que, con la nacionalización de los hidrocarburos, “el mapa vacío se transformará en un país lleno de gasoductos”. En esta entrevista –realizada un día antes de la detención y liberación de los ejecutivos de Repsol–, el funcionario repasa algunas de las líneas maestras del nuevo gobierno en el tema hidrocarburífero.
–¿En qué consiste el proyecto hidrocarburífero presentado hace pocos días por el gobierno?
–En materia de oleoductos, gasoductos y poliductos, Bolivia es un mapa vacío. Tenemos un gasoducto de 34 pulgadas a San Pablo (Brasil), con capacidad de exportar 30 millones de metros cúbicos diarios. Otro de ocho pulgadas, también a Brasil, vía Cuiabá. Un tercero, en nuestra frontera sur, a la Argentina, a la que vendemos 7,7 millones de pies cúbicos. Existen proyectos para vender a Brasil 45 y hasta 60 millones de pies cúbicos y subir a 30 millones a la Argentina, con la construcción de nuevos ductos. En cambio, al interior de Bolivia tenemos un solo gasoducto de seis pulgadas (más pequeño que el que pasa por la mina de Sánchez de Lozada), construido hace 30 años, entregado hace 10 años a Transredes (Enron-Shell), y que es insuficiente para atender las necesidades de las ciudades de La Paz, Oruro y El Alto. La estrategia energética del gobierno reside en priorizar los gasoductos al interior de Bolivia. Se trata, además, de cambiar nuestra matriz energética a gas natural, el que debe reemplazar al diesel, la gasolina y el GLP. El mapa vacío se transformará en un país lleno de gasoductos.
–Una de las principales propuestas electorales del MAS fue la nacionalización de los hidrocarburos. ¿Para cuándo se piensa anunciar medidas?
–La fecha de la nacionalización será anunciada por el presidente Evo Morales Ayma en el curso de las próximas semanas.
–¿En qué consistirá?
–La nacionalización consistirá básicamente en la recuperación de la propiedad de la totalidad de los hidrocarburos tanto en el suelo como en el subsuelo, la participación mayoritaria del Estado en toda la cadena productiva de los hidrocarburos y en el manejo total de su comercialización lo que implica el derecho a fijar precios internos y externos, volúmenes de venta y destino. Estos aspectos están prescritos, en gran medida, en la nueva Ley de Hidrocarburos, de 17 de mayo de 2005. De lo que se trata ahora es de llevar a la práctica lo que ya se ha conquistado en el texto de la ley.
–¿Qué pasó con las reservas anotadas por Repsol como propias en la Bolsa de Nueva York? ¿La revisión a la baja de las reservas internacionales de la empresa española tuvo que ver con sus denuncias?
–La denuncia que se hizo desde Bolivia contribuyó a que Repsol transparentara la anotación del valor de sus reservas en la Bolsa de Nueva York, las que disminuyeron en alrededor del 25 por ciento. Bolivia adoptará las medidas necesarias para que nunca más se utilicen sus reservas como instrumento de operaciones bursátiles de las petroleras. Seestá estudiando si al país le conviene o no anotar el valor de sus reservas en las bolsas de valores de los centros de poder mundial.
–El gobierno parece tener una mejor relación con Petrobras. ¿Hasta qué punto esta empresa brasileña es diferente a otras petroleras?
–Petrobras es una empresa estatal que tiene, sin embargo, más del 60 por ciento de su paquete accionario en manos de compañías privadas europeas y norteamericanas. A pesar de lo anterior, debido a la existencia de accionistas privados, sin derecho a voto, se mantiene el control estatal de la empresa. El enorme peso específico de Brasil en la región, el hecho de comprar a Bolivia el 50 por ciento del gas que necesita actualmente y sus proyecciones de crecimiento, lo cual le requerirá incrementar sus compras, muestran la importancia de Petrobras en Bolivia. Estas características, además de su presencia en megacampos como San Alberto y San Antonio, hacen de la estatal brasileña una empresa de características especiales, que deben tomarse en cuenta en las negociaciones que deberán culminar después de la nacionalización.
–¿Bolivia ha quedado excluida del gasoducto del Sur? Muchos piensan que eso formaría parte de una estrategia para presionar a Bolivia en relación con las condiciones de venta de gas a los países vecinos.
–Se ha pretendido, de manera permanente, presionar a Bolivia para que se despoje de sus reservas de gas natural. Recordemos el proyecto Pacific LNG, del año 2001, impulsado por los ex presidentes Jorge Quiroga y Gonzalo Sánchez de Lozada. Luego el gobierno de Chile “inventó” el “anillo energético”, por el cual Bolivia debía vender su gas, a precios injustos, a la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En las últimas semanas, se dijo, desde Brasil, que este país recibiría gas de Venezuela al precio subvencionado de un dólar el millar de pies cúbicos. El propio gobierno de Caracas se encargó de aclarar que ese proyecto, sin la participación de Bolivia, es totalmente inviable.
–¿Cuándo comenzarán a renegociarse los precios de venta de gas a la Argentina?
–En días pasados ha llegado al país una delegación oficial argentina proponiendo importantes proyectos binacionales, con participación de Enarsa y la boliviana YPFB, los que están siendo evaluados por nosotros. En este marco se analizarán también los nuevos precios de venta de gas a la Argentina.
–Alguna vez usted se refirió a Néstor Kirchner como “representante de la Repsol”.
–La frase citada fue escrita en una de mis columnas periodísticas, en momentos en que el gobierno argentino presionaba a Bolivia para incrementar las ventas de gas a precio “solidario”. Hoy, como ministro de Hidrocarburos, observo que el presidente Kirchner trata de disminuir los espacios que las petroleras ganaron en la Argentina, lo que abre perspectivas a tareas de coordinación entre Enarsa e YPFB.
–¿Cómo se está encarando la refundación de YPFB y qué papel cumpliría en el mercado hidrocarburífero?
–YPFB, como brazo ejecutor de la política de hidrocarburos del país, tendrá un papel protagónico en toda la cadena productiva del sector. Por fin tendremos una empresa estatal capaz de articularse con las otras empresas de América latina, a fin de defender mejor los intereses de nuestros países y detener las políticas de succión que Bolivia ha sufrido en las últimas décadas.
–¿Se va a mantener la estrategia con Chile de “no gas sin mar”? ¿Piensa que cambiará algo con el nuevo gobierno de Michelle Bachelet?
–Es importante advertir la creciente toma de conciencia del pueblo chileno sobre la justeza de la demanda marítima boliviana. Espero que la sensibilidad de Michelle Bachelet contribuya a que Bolivia deje de ser unpaís injustamente enclaustrado, desde la invasión y el despojo que sufrió en 1879.




Andrés Soliz Rada, ministro de Hidrocarburos de Bolivia

“ME PARECE CORRECTO NO VENDER GAS NATURAL A CHILE, PERO SÍ PODEMOS EXPORTAR ELECTRICIDAD”

Según el secretario de Estado del Gobierno de Evo Morales, la nación vecina tiene entre sus planes nacionalizar los hidrocarburos, comercializarlos con sus reglas de juego y vender termoelectricidad al país.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl)

Como un experto jugador que guarda su carta más importante bajo la manga, el Ministerio de Hidrocarburos boliviano proyecta y diseña a cuenta gotas cómo será su futura política nacional para el sector. Cuándo, de dónde saldrá el dinero para financiar la esperada industrialización, y cómo se negociarán los futuros contratos con las empresas extranjeras inversionistas en Bolivia son las incógnitas pendientes. Andrés Solíz Rada, el titular de la cartera de Hidrocarburos del país vecino -un acérrimo defensor de esta ley de nacionalización- sostiene que el Gobierno decidirá las reglas del juego de la comercialización de los recursos naturales, con YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) como ente regulador de las operaciones. Venderle gas a Chile aún está sujeto al tema marítimo pendiente y si bien el ministro dijo estar dispuesto a exportar termoelectricidad del nuevo Gasoducto del Altiplano Boliviano (GABO) a Chile, aún se esperan conversaciones.
La ley Nacional de Hidrocarburos, sancionada en mayo de 2005, prevé la recuperación de la propiedad de los combustibles; sube hasta 50% los impuestos a las petroleras; y refunda YPFB, con el fin de industrializar la producción de combustibles y darle seguridad jurídica tanto al Estado como a los inversionistas. El jefe de cartera siempre se opuso a la exportación de gas a Brasil, Chile y Estados Unidos, y desde el MAS - el partido Movimiento al Socialismo que llevo a Evo Morales al poder- logró que se aprobará la legislación.
Aunque Soliz Rada sostuvo que no hay precisiones de cuándo entrarán en vigencia estas “nuevas reglas de juego” -como llama a las nuevas condiciones que pondrá el Estado boliviano para comercializar sus hidrocarburos- sostiene que es un tema muy complejo y delicado pues la nación altiplánica se juega su futuro económico con esta normativa. “Sabemos que vivimos en un país conflictivo, que hay problemas e incomprensiones, pero hay un progresivo afianzamiento en materia de hidrocarburos, en sus relaciones con la comunidad internacional, dentro de los organismos financieros, con las empresas privadas y el ámbito petrolero en general”, sostuvo el ministro al presentar el proyecto GABO
Esta iniciativa consiste en una red gasífera con dos ductos: uno va desde los campos de Tarija hacia las regiones del oeste y del centro; y de ahí a Uyuni, frontera con Chile, con una inversión total de mil 300 millones de dólares. El funcionario afirmó que en los megacampos gasíferos que van de Tarija a Oruro, se podrán instalar termoeléctricas para importar energía al país.“Hasta ahora me parece una política correcta no vender gas natural a Chile, como no se debe vender gas a Paraguay, pero sí que nos compren termoelectricidad”, precisó Soliz Rada. También se informó que existe la posibilidad de comercializar gas licuable, gas ecológico, diésel y petroquímicos desde Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz con grandes mercados para la Argentina y el Brasil.
“Hay ofertas ya para ir a Chile, ya hay empresas interesadas, no puedo dar nombres, pero hay compañías interesadas en vender termoelectricidad a Chile”, adelantó. Además, el ministro recalcó la importancia estratégica de nacionalizar los hidrocarburos para desarrollar la potencialidad energética que posee Bolivia. “¿ Cómo nos van a vender termoelectricidad a nosotros, sí con los megacampos la posibilidad de suministro está aquí. ¿Y hasta cuándo vamos a mantener el absurdo de vender petróleo reconstituido a capitales chilenos en Arica, para que de ahí nos vendan diésel? ¿Hasta cuándo vamos a vender licuables a Refinor en el norte argentino y que de ahí nos vendan diésel? Sólo con la propiedad del gas y del petróleo podemos pensar en lo demás”, puntualizó.
Futuro
Una de las cuestiones básicas que necesitan ser cambiadas en el tema de los hidrocarburos, según la mirada del ministro, es que el Estado ha demostrado mucha debilidad anteriormente en este sector, y que YPFB necesita ser repotenciado, suscribiendo nuevos contratos, analizando bien las inversiones, condiciones y rentabilidades para Bolivia.
La idea de Soliz Rada es que se amplié el gasoducto al Brasil, desde 30 a 45 pulgadas, para resolver las exigencia de esta economía. Junto a ello, el gasoducto que va a la Argentina que tiene una capacidad de 7 millones de pies cúbicos se aumentaría a 30 millones.
Con respecto al anillo energético, el funcionario declaró que lo lógico es que si alguna vez se firma alguna iniciativa, se deben asociar los países productores de gas (Perú, Bolivia, Ecuador). “Nosotros podemos conversar, pero hacer un acuerdo sólo con países que quieren comprarlo es difícil, primero van a entrar en juego las reglas de los productores”, dijo.
El titular de Hidrocarburos del Gobierno de Evo Morales también tuvo palabras para las multinacionales que operan en territorio boliviano.”Le recuerdo a la gente de Petrobas con mucha cordialidad que para nosotros es un problema que esa empresa compre gas en territorio de Bolivia y lo venda del otro lado de la frontera; lo propio pasa con Pluspetrol en la Argentina y todo eso queremos ir aclarándolo en el transcurso del tiempo”.




BOLIVIA RECLAMA QUE EL AGUA SEA CONSIDERADA UN "DERECHO HUMANO"

La Vanguardia de España (www.lavanguardia.es)

Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, quiere una declaración final de la IV Cumbre Mundial del Agua "más ambiciosa". Desea que se precise que el libre acceso al agua es un derecho de todo el mundo (más allá de la simple consideración de un bien objeto de mera transacción económica). La UE también discrepa del primer borrador de la cumbre. La declaración final es objeto de gran polémica porque países como Bolivia se niegan a suscribirla si no se acepta que el agua es "un derecho humano".
"Como suele ocurrir en estos encuentros, la declaración final suele ser de mínimo común denominador. A mi juicio, el texto de declaración queda corto con respecto a la posición de España y de la propia UE", añadió Narbona. "La declaración busca un punto de conciliación para ser asumida por todos", dijo.
Bolivia y otras naciones critican que algunos países desarrollados y organismos financieros se opongan a reconocer que el acceso al agua es un derecho humano. En cambio, sus opositores se decantan por resolver la falta de agua con criterios de economía de mercado y la filosofía de los costes, aunque a veces se causan encarecimientos inasumiles en países en desarrollo.
Sin embargo, Jamel Shagir, director de Energía del Banco Mundial, zanjó el asunto: "No vamos a perder otros 20 años en esa discusión, porque en este momento el sector privado representa menos del 10 % de la inversión y el 90% es pública". Pero el ministro del Agua de Bolivia, Abel Mamani, indicó que si el derecho humano al agua no se incluye en la declaración final, su Gobierno no firmará el documento.
Narbona ha querido reforzar el papel de España de enlace entre el ámbito latinoamericano y europeo. En este sentido, impulsa la creación de la asociación estratégica de Latinoamérica y laUEen materia de recursos hídricos y saneamiento, en la que Portugal ha desempeñado también un papel destacado. "La firma de este acuerdo político - dijo Narbona- es el primer paso para reforzar desde laUEel apoyo para alcanzar los objetivos del Milenio en América Latina. Los lazos entre América Latina y la UE son menos consistentes que los que la UE tiene con países de Asia, Caribe o el Pacífico, para los que existe un fondo de 500 millones de euros. Vamos a trabajar para que América Latina acceda a esos fondos", dijo Narbona.




RECHAZA BOLIVIA TEXTO FINAL DE FORO

El Diario de México (www.diario.com.mx)

El gobierno de Bolivia hizo tambalear el IV Foro Mundial del Agua tras advertir que no firmará la declaración final que suscribirán los ministros de medio ambiente, pues no se especifica que el agua es un derecho humano. Informó que, por ese motivo, su gobierno elaboró una contrapropuesta en la que se especifica que "el derecho humano al agua es indispensable para poder vivir una vida con dignidad humana" y en la que se convoca a retirar el agua "en todos sus usos y servicios" de todos los acuerdos de libre comercio. El ministro de Agua de Bolivia, Abel Mamani, indicó que ya comenzó a dialogar con los representantes de los gobiernos de Sudamérica para que se adhieran a su propuesta de declaración, como ya sucede con Francia, cuyo ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Serge Lepeltier, externó su respaldo a la demanda boliviana.
Aseguró que no hay intención de provocar un boicot en este encuentro, pero señaló que su país debe ser coherente con sus principios y exigió, a su vez, congruencia a todos aquellos gobiernos que, en la palabra, aseguran que el agua es un derecho humano, por lo que es de esperarse que no haya rechazo a la propuesta.
En el tercer día de actividades del Foro -en el que no se obliga a las partes a cumplir los acuerdos aquí pactados- el secretario de Medio Ambiente de México, José Luis Luege Tamargo, presidente de la Conferencia Ministerial del Foro Mundial del Agua, señaló que no hay contradicción de nuestro país con Bolivia y sólo se esperará el martes que tenga lugar la reunión de ministros para hacer las discusiones correspondientes.Dijo que si la postura de la mayoría es a favor, México se sumará, aunque es un hecho para nuestro país que, todo aquello que proteja a la vida -como es el caso del agua- debe ser protegido y que ese recurso como un derecho humano ya está implícito en las leyes nacionales.
Abel Manani, ministro del Agua de Bolivia, inició precabildeos con sus homólogos sudamericanos, aunque no han llegado todos a México. De entrada, la delegación de Brasil le notificó que tendría que recurrir a Andrei Misi, secretario de la división de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien llegó a este encuentro en representación de la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.




Entrevista: Luiz Inácio Lula da Silva 3 Presidente de Brasil.

“NO CREO QUE SE PUEDA CLASIFICAR LAS IZQUIERDAS”

El periodista y escritor Álvaro Vargas Llosa comparte con nuestros lectores la entrevista que le hizo al presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al momento de partir hacia Santiago de Chile para asistir a la toma de posesión de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

La Primera de Perú (www.ednoperu.com)

–¿Qué reflexión le suscita el ascenso de Michelle Bachelet a la Presidencia de Chile? ¿Lo ve más como una ratificación de la Concertación y la centro-izquierda o como un símbolo del nuevo papel de la mujer en la política latinoamericana?
–La elección de la presidenta Michelle Bachelet es una prueba más de la consolidación de la democracia en Chile y en América del Sur. Que ella sea la primera mujer elegida para la presidencia de Chile y en toda América del Sur debe ser motivo de orgullo adicional. Es también un reflejo de las profundas transformaciones por las que ha pasado la sociedad chilena en los últimos años.
–Las relaciones entre Brasil y Chile se perciben como cordiales pero algo distantes ya que la prioridad de Brasil parece estar en el Mercosur y en una Sudamérica gobernada desde ese núcleo, mientras que Chile tiende la mirada hacia Estados Unidos y otros países. ¿Qué opinión le merece esta apreciación?
–Las relaciones entre Brasil y Chile pasan por un excelente momento. El presidente Lagos y yo –en conjunto con Jacques Chirac y Kofi Annan– estuvimos en el origen del movimiento internacional de lucha contra el hambre y la pobreza.
Tenemos la misma posición respecto de la reforma de la ONU y agradecemos el apoyo chileno para que Brasil ocupe un lugar permanente en el Consejo de Seguridad. En el G20, compartimos la misma posición cuanto a la Ronda de Doha.
Llamo la atención sobre el hecho de que Brasil ocupa el tercer puesto como origen de las importaciones chilenas y es el sexto destino para las exportaciones de Chile. No veo la distancia.
–Dadas las importantes relaciones que tiene Brasil con Bolivia, hay quienes piensan que su gobierno podría jugar un papel significativo para que Chile y Bolivia mejoren sus difíciles relaciones. ¿Cree que Brasil puede ayudar a facilitar un acercamiento entre ambos países para un acuerdo definitivo?
–Brasil siempre estará listo para ayudar a Chile y Bolivia en su proceso de acercamiento, desde donde sea llamado a hacerlo por las dos partes, de común acuerdo. He transmitido ese mensaje tanto al presidente Lagos, cuanto al presidente Morales y, evidentemente, se lo voy a reiterar a la presidenta Bachelet.
–Existe la percepción de que Brasil y Argentina tienen muy poco interés en impulsar el área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), a diferencia de países como Perú y Chile, que están a favor. ¿Ve usted algún escenario en el que usted estaría dispuesto a apoyar el ALCA?
–Es importante que quede muy claro que no hay ningún tipo de resistencia ideológica contra el ALCA. He charlado detenidamente con el presidente Bush sobre la posición brasileña en las negociaciones y él la ha entendido perfectamente.
Lo que he explicado al presidente estadounidense es que Brasil estará dispuesto a participar de un ALCA que refleje los intereses brasileños y del Mercosur y que traiga beneficios para nuestro pais y para toda la región. Cuando ese equilibrio exista, estaremos listos para avanzar. Hoy, lo más importante es desbloquear las negociaciones en la OMC.
–Brasil ha experimentado un crecimiento económico en los últimos dos años y la inversión extranjera ha aumentado: hubo unos 14 mil millones de dólares (inversión directa) el último año. Hay quienes creen que este ritmo, aunque exitoso, no va a ser suficiente para reducir la pobreza significativamente durante su gestión. ¿Qué responde?
–Entre el 2003 y el 2004, la miseria en el país ha disminuido 8%. Es el menor número de personas pobres en el país desde 1992. Desde el inicio de mi gobierno, hemos creado más de 3,7 millones de empleos formales y he llevado a cabo el mayor programa de transferencia de renta de la historia del país, que ha beneficiado a 8,7 millones de familias.
Lo más importante, para mi, es que esos éxitos están siendo construidos a partir de proyectos que dan a los más necesitados los medios de derrotar el hambre y la pobreza: ayudamos sustancialmente la agricultura familiar; damos incentivos para el acceso de niños y jóvenes a la educación y a los cursos de formación técnica; abrimos nuevas universidades públicas; ampliamos otras y hemos creado 200 mil becas para alumnos necesitados. No tengo dudas de que la reducción de la pobreza está siendo muy significativa, pero todavia tenemos mucho por hacer.
–El tema de la energía ha cobrado mucha importancia en Sudamérica. ¿Cree que el gasoducto sudamericano propuesto por Venezuela –y que iría desde ese país hasta la Argentina– a un costo de cerca de 20 mil millones de dólares es una solución realista?
–Estamos trabajando con varios proyectos energéticos, que no se resumen en el Gasoducto del Sur. El gasoducto que estamos planeando en conjunto con Argentina y Venezuela tendría como objetivo final la creación de una red regional de gasoductos, que incluiría los ya existentes –algunos de los cuales pasan por Chile–, y los que todavía están por ser construidos, como el Gasoducto del Nordeste argentino.
La idea es dar seguridad energética a todos los países de América del Sur, utilizando el principio de la complementariedad. Eso, evidentemente, no se agota en los gasoductos. Pasa, también, por proyectos conjuntos de exploración de petróleo e interconexiones eléctricas, entre otros.
En relación al tamaño de los proyectos –si son realistas o no–, es necesario tener en cuenta que si se concretizan las perspectivas de crecimiento de la región, vamos a necesitar de mucha energía. No puedo dejar de mencionar el enorme esfuerzo que estamos desarrollando en términos de combustibles renovables, como es el caso del etanol y el biodiesel.
–Hay una división en la izquierda latinoamericana entre quienes quieren volver al populismo de los años 60 y 70, y quienes quieren impulsar un proyecto más parecido al de la izquierda socialdemócrata europea. ¿Es justo decir que el presidente Lula se sitúa en el segundo grupo?
–Los electores de América Latina hacen sus elecciones en función de sus propias necesidades y anhelos, de la realidad de cada país. No creo que se pueda clasificar los varios movimientos de izquierda del continente.
La utilización del concepto de “populismo” ha servido muchas veces para descalificar la decisión de los electores, lo que me parece poco democrático.
Parece haber, entretanto, una preocupación compartida, por parte del electorado de la región, con algunos temas centrales, como la reducción del hambre y de la pobreza, la eliminación de las desigualdades y la necesidad de crear una voz común de la región para enfrentar ese y otros desafíos.
Es eso lo que permite que yo tenga un diálogo tan fluido y productivo con mis colegas, sean ellos Hugo Chávez, Álvaro Uribe o, ahora, Michelle Bachelet.
–Brasil ha jugado un papel importante en Haití como encargado de dirigir la misión militar de Naciones Unidas. ¿Cuál es su balance del papel cumplido después de tantos reveses?
–Las elecciones en Haití marcan el final de una etapa y el inicio de otra. En la primera, Brasil, Chile y otros países amigos ayudaron el pueblo de Haití a tener condiciones de seguridad para elegir su propio gobierno.
Ahora, nuestros países y los demás miembros de la comunidad internacional tienen que continuar ayudando a Haití. Brasil continuará en Haití en tanto que su presencia sea considerada necesaria. Nuestra visión es que la ayuda tiene que ir mucho más allá que la presencia de tropas.
–Algunos países sudamericanos creen que Brasil tiene interés en establecer una suerte de hegemonía en toda la región por su tamaño y su peso relativo. ¿Qué responde usted a esta percepción?
–Brasil no tiene aspiraciones hegemónicas. En América del Sur, estamos intentando construir, en sociedad con nuestros vecinos, una comunidad de países que nos ayude a abordar conjuntamente nuestros principales desafíos y que proyecte y potencialice la voz de nuestra región en el escenario internacional.
Tenemos muy presentes las diferentes necesidades de cada país y las asimetrías que deben ser compensadas y corregidas. Nuestra prioridad es llevar adelante un proceso de integración regional que sea beneficioso para todos nosotros.
El énfasis en proyectos de infraestructura, los incentivos a la participación de empresas brasileñas como Petrobras en inversiones en América del Sur son el resultado de una constatación muy simple: de forma aislada, seremos mucho menos de lo que podemos ser integrados.
Eso no es demagogia, es la diferencia entre tener carretera, puertos, interconexiones eléctricas, gasoductos, y otros contactos entre nuestras economías y entre nuestras economías y el resto del mundo, y no tenerlos.
¿Por qué no nos inspiramos en el ejemplo de la construcción de Europa? ¿Quién la lidera? ¿Alemania, Francia, Reino Unido, España? Lo que veo allá es un esfuerzo compartido de integración.
–¿Confía en lograr la reelección a pesar de las dificultades que ha vivido su partido en el último año por los escándalos éticos en el Congreso?
–Todavía no he definido si soy candidato a la reelección. Con referencia a las denuncias que han sido hechas contra el PT, ellas están siendo investigadas y las investigaciones están cubiertas por todas las garantías democráticas.




Con la asunción de Bachelet en Chile se extiende un variopinto abanico de izquierdas en América del Sur.

SUDAMÉRICA A LA IZQUIERDA

La Primera de Perú (www.ednoperu.com)

“Parece que el mapa (latinoamericano) viene cambiando, hay que reflexionar, hay que observar mucho e informarse bien”, manifestó Fidel Castro, al recibir en Cuba, en diciembre pasado, al mandatario boliviano Evo Morales. Y no se equivoca.
Considerada durante décadas el “patio trasero” de Estados Unidos, América Latina reforzó en 2005 la reacción en cadena de la región a la indiferencia de Washington, lo que permitió un giro a una izquierda crítica, con sus respectivas diferencias.
Matices diferenciados
En un principio, se supondría que la asunción a la presidencia de Michelle Bachelet en Chile, sumada a la histórica llegada al poder en Bolivia de un indígena como Evo Morales, significaría aún más un giro rotundo a la izquierda de la región. Sin embargo, dicha premisa está muy alejada de la realidad.
La elección de Michelle Bachelet ratifica, con Tabaré Vázquez en Uruguay y Néstor Kirchner en Argentina, el trío de presidentes que gobiernan en el Cono Sur con políticas de corte social aunque abiertas a la economía de mercado liberal.
Parafraseando al Washington Post, la Bachelet es una “líderesa del siglo 21”por encarnar el “verdadero socialismo”, en evidente contraste con Hugo Chávez y Evo Morales.
Tanto Morales como Bachelet se presentan como socialistas y representan a un movimiento que ha sido excluido a la fuerza del poder durante décadas. Pero, en términos políticos, no podrían ser más diferentes.
Según el Post, Chile “se parece cada día mucho más a un país europeo que a sus vecinos. Bachelet, agnóstica, mujer soltera y citadina que viajó mucho, se encontraría como en casa en los partidos socialdemócratas de Europa occidental”.
En cambio, “el socialismo de Morales es un ‘paso hacia atrás’, pues las políticas de nacionalización de recursos que pretende aplicar el presidente boliviano llevaron constantemente al desastre y quedaron desacreditadas en el resto del mundo”.
El factor Lula
El mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva terminó el año 2005 con su capital político disminuido por escándalos de corrupción y por resultados económicos decepcionantes, dos factores que amenazan su reelección en octubre próximo.
La popularidad de Lula cayó de 57,4% en mayo, antes del inicio de la crisis, a 36% a fin de año, su peor nivel histórico, según una encuesta CNT/Sensus.
Sin embargo, durante los primeros meses del 2006 la suerte parece volver a sonreírle a Lula. La oposición, encarnada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, eligió como candidato presidencial al gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, quien se presenta como el rostro de la “nueva derecha”.
Según los últimos sondeos, el actual jefe de Estado brasileño goza del 43% de las preferencias electorales frente al 19% de Alckmin, lo que implícitamente le asegura una victoria a Lula da Silva y la continuidad, por cinco años más, del giro socialista en la región.
No obstante, el presidente izquierdista se niega a decir por estos días si será candidato a su propia sucesión, aunque según los analistas ya está en campaña.
La influencia de Chávez
Con sus frases provocadoras y opiniones controvertidas, el venezolano Hugo Chávez ha sido descrito por el gobierno norteamericano y por el mismo presidente Alejandro Toledo como el “desestabilizador” de la región. Chávez ejerce una gran influencia sobre Morales. No sólo en arengas ideológicas sino también en materia económica y de Estado. Según reveló el mandatario llanero, su gobierno se está encargando de la asesoría técnica y legal para la nacionalización del gas y el petróleo bolivianos.
Es más, días atrás propuso que su país se encargue de la fabricación de pan a base de harina de coca, avalando así la descabellada tesis de la industrialización de la hoja de coca enarbolada por Ollanta Humala y Evo Morales.
Por otra parte, el diario La Crónica de México denunció que el gobierno de Hugo Chávez financia a grupos universitarios de izquierda –a los que identifica como “células chavistas”– para apoyar al candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien lidera las encuestas con 42% de respaldo popular.
Estos grupos estudiantiles desean que López Obrador gane para que se forme un eje antiimperialista Cuba-México-Venezuela, según el autor del reportaje.
Además de la información periodística, el candidato oficialista Felipe Calderón consideró sospechoso el inicio de un programa financiado por el gobierno de Venezuela para brindar atención oftalmológica a población marginada de etnia maya en un municipio de la península del Yucatán gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de López Obrador.
El equilibrio regional
A lo mejor, junto al presidente Alejandro Toledo, el ex mandatario chileno Ricardo Lagos y ahora con Michelle Bachelet, el jefe de Estado colombiano Álvaro Uribe mantiene el equilibrio político en la región.
Con el compromiso norteamericano de ampliar a una segunda fase el Plan Colombia y la próxima suscrición de un TLC con Colombia y Perú, el régimen de George W. Bush afianza su presencia en Sudamérica.
Con una popularidad del 75% y una intención de voto del 66% en su último año de gobierno, la aspiración releccionista de Uribe cabalga en solitario hacia los comicios de mayo próximo, fecha en la que el mandatario colombiano sería reelegido cómodamente en primera vuelta.




GIUSEPPE COCCO, CIENTISTA POLITICO ITALIANO RADICADO EN BRASIL

“LOS NUEVOS GOBIERNOS NO SE ENTIENDEN SIN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES”

Es socio de Antonio Negri y acaban de publicar un nuevo ensayo sobre los cambios en América latina, la región donde ven surgir un modelo que puede llevar “de la dependencia a la interdependencia”. El grado de “novedad” de gobernantes como Evo o Lula, y el papel de la construcción democrática en que lleguen al poder.

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)

–¿Qué significa que hay un desafío compartido entre movimientos sociales y gobiernos en términos institucionales: no se trataría más bien de que los gobiernos capturan y desmovilizan la energía social como forma de lograr su estabilización?
–En primer lugar, los gobiernos deben ser calificados no en sí mismos sino desde el punto de vista de su nivel de apertura hacia los movimientos sociales. Ya en 1972, Gilles Deleuze criticaba la separación maniquea entre reforma y revolución y decía que si una reforma es pedida por aquellos a quienes afecta, es en realidad un acto revolucionario que, no obstante su característica parcial, pone en cuestión la totalidad del poder y su jerarquía. En este sentido pienso que lo que sucede en la Argentina con Kirchner sobre la cuestión de los derechos humanos es revolucionario. Esto nos lleva a un segundo nivel de reflexión: cuando se habla de “nuevos” gobiernos latinoamericanos, nos referimos a aquellos que son producto de movimientos constituyentes y no de un proyecto político estructurado o de un partido de vanguardia que se arroga la representación. Podemos definir a los gobiernos de Lula, Kirchner, Chávez y Morales como verdaderamente “nuevos” ya que el momento electoral y representativo de sus gobiernos está completamente sobredeterminado por el proceso de constitución democrática. No se puede entender la llegada de Evo al poder sin la guerra del agua; el impulso de Chávez ante la tentativa de golpe de 1992 sin el Caracazo (esa insurrección popular de 1989 cubierta por un baño de sangre) y la movilización de la multitud al Palacio de Miraflores contra el golpe de 2002; la primera victoria precaria de Kirchner y, con él, de la heroica generación argentina de los años ’70 sin el 19 y 20 de diciembre de 2001. También Lula, a pesar de que su elección ya se dio vuelta en los términos paradojales de una gran “estabilidad” oligárquica, no se explica sin el partido-red que ha sido parte esencial del PT y sin los movimientos sociales de tipo nuevo que nacieron en los ’90, en particular en las grandes ciudades, ligados a la producción cultural y a la lucha contra el racismo. Un tercer nivel debe considerar la nueva subjetividad. Si entendemos a los movimientos como procesos constituyentes no podemos dejar de ver que estos sujetos –en América latina como en el mundo– son figuras nuevas, no reconducibles, ni siquiera indirectamente, a la composición de la clase obrera ni al conflicto clásico que oponía capital y trabajo asalariado.–Sin embargo, ustedes caracterizan estos nuevos sujetos en relación con el trabajo. ¿Por qué?
–Cuando hablamos de los cocaleros, los sin tierra y sin techo, los habitantes de los cerros pobres de Caracas, las Madres de Plaza de Mayo y las madres de las favelas de centenares de jóvenes que cotidianamente son masacrados, los piqueteros que ya no tienen un trabajo encuadrado en una relación salarial típica, o los jóvenes negros organizados para entrar a la universidad pública brasileña así como los indios de diferentes etnias, vemos una multitud de sujetos que se organizan a partir de su singularidad.
¿De dónde viene la potencia de esta multitud que coopera sin fundirse en aquellas figuras representables y manipulables que eran –y son– el pueblo y la masa? Viene del hecho de que hoy el trabajo tiene características completamente diferentes y que ya no necesita ser disciplinado por el capital dentro de la relación salarial y la fábrica para ser productivo. Esta subjetividad de la multitud lucha y produce al mismo tiempo. Organizar la lucha y movilizar la producción es tendencialmente la misma cosa. En este sentido, hay que pensar el tipo de pacto posible y necesario para encarar estas transformaciones. Creo que más allá de los límites y de la ambigüedad de cada gobierno o de las redes organizadas del movimiento, la dificultad está puesta en ver las innovaciones necesarias para constituir un plano institucional en el cual converja la dinámica económica y social. Me parece que se debe pensar la relación entre movimientos y gobiernos sobre este nuevo horizonte más que sobre el plano de la vieja alternativa entre autonomía y cooptación.
–¿Por qué ve, en el caso argentino, que el desafío se sitúa en la gestión de los planes sociales para los desocupados?–Porque todo esto tiene que ver, en primer lugar, con el nuevo conflicto y, en segundo, con la formación de instituciones de lo “común”. Creo que el caso argentino traza el horizonte de este desafío en torno de una cuestión específica: ¿cómo encauzar los planes para los desocupados en dirección a la institucionalización de un ingreso asegurado –ya existente– que no funcione, como todavía hoy ocurre, como instrumento de división, de control clientelar, de cooptación y de fragmentación del movimiento piquetero? O bien, ¿cómo transformar este ingreso en una dimensión que permita a cada desocupado trabajar en la producción de lo común? A su vez, ¿qué puede hacer el movimiento piquetero para abandonar, en el terreno productivo, el reclamo básico del “queremos trabajar” articulado desde la perspectiva del empleo, del puesto de trabajo “asalariado”? Por un lado, la transformación de los planes en un ingreso universal libera a cada desocupado, cada hombre y cada mujer, del control basado en el chantaje de la fragmentación. Por otro, estas singularidades pueden y deben expandir las dimensiones productivas de sus luchas, luchas tan productivas que han provocado la mutación política de esta década. Esto vale también para el movimiento de las fábricas recuperadas: una vez superada la etapa aguda de la crisis, ¿qué significa exactamente “recuperar” estas empresas desde el punto de vista de la producción de lo común?
–Ustedes aseguran que las asambleas argentinas pusieron en discusión la cuestión del gobierno y del poder, ¿ve algún rastro de ese debate en el gobierno de Kirchner?
–Las asambleas barriales argentinas han constituido una experiencia democrática radicalmente innovadora a nivel global. Han sido, en su momento intenso, lo que fueron los soviets para la clase obrera industrial: procesos de constitución de un trabajo que se desarrolla en las redes metropolitanas. En esta perspectiva, me parece bastante evidente poder decir que pusieron en discusión la cuestión del gobierno y del poder, constituyendo instancias horizontales, radicalmente democráticas del gobierno de los barrios y la ciudad. No me parece que el declive de las asambleas sea atribuible al gobierno de Kirchner ni tampoco a su cooptación o, al contrario, a su no reconocimiento. Me parece que sí se han desarrollado hasta un cierto punto, más allá del cual es posible transitar sólo si se toma realmente en serio la cuestión de la radicalización democrática. Esto no es un objetivo anárquico y aún menos una perspectiva que marginaliza la cuestión del poder. El punto al que llegaron las asambleas fue el de cómo avanzar sobre un terreno democrático radical en el gobierno de la ciudad en tanto nuevo espacio de producción y cómo hacerlo sin quedar prisioneros de la falsa alternativa que opone Estado y mercado. Este es el espacio del municipalismo, de la construcción territorial de un nuevo derecho a los bienes comunes. La ciudad, la metrópoli, debe ser vista como el espacio en el cual abrir la alternativa contra la propiedad privada, más allá de la gestión estatal y corporativa. Una cuestión particularmente urgente en situaciones como la argentina, donde el neoliberalismo ha privatizado todos los servicios esenciales.–Ustedes evalúan positivamente el pago de la deuda con el FMI, ¿por qué?
–El pago anticipado, y de modo concertado, de la deuda con el FMI por parte de Kirchner y Lula me parece un momento simbólicamente importante de lo que significa el gobierno de la interdependencia, frente a la tentación aislacionista, como fue el default. Digo interdependencia también como aceptación de la globalización en tanto proceso abierto respecto del cual no es ya posible la construcción del socialismo en un solo país; hoy la construcción de redes supra e infranacionales de cooperación es posible, necesaria y productiva. La separación contractual –a través de la extinción de la deuda– de la tutela del FMI es un momento de una dinámica más general de posicionamiento de Brasil y la Argentina a nivel global. Para la elite brasileña, racista y tecnocrática, es insoportable leer en la prensa extranjera que se considera a Lula, un obrero inmigrante semianalfabeto, como uno de los mayores estadistas de la actualidad y seguramente el más importante de la historia brasileña, en función del dinamismo de su política exterior, en particular a nivel Sur-Sur. El relanzamiento del proyecto de integración continental desde la relación privilegiada entre Lula, Kirchner y Chávez es otro ejemplo de cuánta potencia contiene el gobierno de la interdependencia. No olvidemos que la problemática “soberanista” de la déconnection, es decir, de la búsqueda de independencia y del antiimperialismo, se choca siempre con sus contradicciones internas, como la carrera de Brasil y la Argentina por asumir el rol de subpotencia imperialista. Las tensiones que atraviesa el Mercosur son un ejemplo cuando, por ejemplo, un sector industrial dice “asumir los intereses nacionales”, reaparece siempre una propuesta proteccionista contra otra “nación” que tenderá a repetir esa misma operación de la que no se saldrá sino después de determinadas relaciones de fuerza y dominación que realicen el arbitraje definitivo.
–¿Cómo entiende el caso del gobierno de Uruguay donde no hay movimientos sociales lo suficientemente fuertes como para abrir una nueva perspectiva ante el actual conflicto por las papeleras?–Veo cuestiones de dos órdenes en este episodio. Primero: la necesidad de profundizar seriamente el proceso de constitución continental y de implementar instrumentos supranacionales sobre temas de interés común como el ambiente. Otra cuestión urgente es la libre circulación en América latina para trabajar y habitar donde cada quien lo desee, porque esto supone tomar en serio la construcción continental con infraestructura y fondos de compensación regional sin los cuales seguirán las pequeñas guerras “egoístas” y suicidas por “atraer” inversiones. Lo segundo tiene que ver con la inercia del pensamiento desarrollista y, más genéricamente, industrialista. En Brasil, hay decenas de proyectos comparables (de implementación o mantenimiento de industrias contaminantes: por ejemplo, las fábricas siderúrgicas en Amazonas o en la Bahía de Angra, vecina a Río de Janeiro) que son gestionados ignorando la población local y aplastando las eventuales críticas. La batalla teórica y política contra el desarrollismo industrialista es muy importante en este caso ante los límites del movimiento social en una determinada localidad.
–Parece difícil pensar un horizonte posnacional en las discusiones sobre el gas boliviano por parte de Brasil y la Argentina. ¿Qué opina?
–El conflicto potencial sobre la cuestión energética entre Brasil y Bolivia, en vez de constituir un límite, muestra la urgencia de acelerar la integración continental y la inadecuación de la perspectiva soberanista, nacionalista, muchas veces enmascarada de antiimperialismo. La integración continental aun con conflictos es la mejor opción para la gestión democrática y abierta del conflicto. En este plano, la Venezuela de Chávez muestra una gran inteligencia política al desarrollar acuerdos de cooperación también con la Colombia de Uribe. Sólo la constitución continental puede permitir gobernar por la interdependencia dentro de la globalización. Los litigios internos del Mercosur, en particular entre Brasil y la Argentina, indican la misma necesidad de profundizar el proceso posnacional, lo cual significa desarrollar instrumentos políticos de integración que se solidifiquen por la base: por ejemplo, entre la asociación de ciudades, la integración de estándares educativos y la libre circulación de personas. El ejemplo de los médicos cubanos en Venezuela esmuy relevante: Lula quiso hacer lo mismo para mejorar la sanidad del nordeste y un tribunal corporativo no quiso reconocer los títulos a los médicos cubanos ¡por extranjeros! Esto es un claro ejemplo de lo que esconden las retóricas nacionales. De modo más general, todo esto vale también para el conflicto entre la revolución bolivariana y la monarquía imperial estadounidense. Sin quitarle valor a la denuncia de Venezuela sobre la injerencia norteamericana, me parece que la retórica antiimperialista debe enriquecerse con la experiencia neozapatista de tomar las armas para no hacer la guerra. No olvidemos que la guerra es siempre un problema para la democracia y lo que evita la guerra es justamente la interdependencia.
–Muchos analistas sostienen que en América latina ha emergido un nuevo “populismo”. ¿Está de acuerdo con este análisis?
–Paradójicamente este análisis lo desarrolla, por un lado, la elite neoesclavista y tecnocrática, que ve los nuevos gobiernos con desprecio y, por otro, cierta izquierda que, gracias a una serie de acrobacias políticas y teóricas, lee el actual ciclo político latinoamericano desde una perspectiva nacional-popular y antiimperialista. Tal vez, ambas lecturas se alimentan entre sí. Incluso si la noción de “pueblo” y de “popular” forma parte de un léxico muy difundido en la izquierda latinoamericana, su significado no es unívoco. Ya no se trata solamente de recordar que un gobierno de la interdependencia implica necesariamente la superación de los antagonismos entre pueblos que el nacionalismo determina, ni de constatar que una perspectiva nacional-popular es un obstáculo para una profundización desde las bases del proceso de integración continental. Hay que subrayar, además, que lo propio de esta noción es el haberse cerrado a la multiplicidad de alternativas a una modernidad que no coincide con la unificación capitalista del mundo como mercado. Frente a estos desplazamientos, ya no funciona la tentativa de invocar la existencia de “un” pueblo latinoamericano. Lo interesante de hoy es justamente lo contrario: la diversidad del continente que ocupa la escena rompió la hegemonía eurocéntrica y aparece como alternativa radicalmente democrática al bloque de la oligarquía neoesclavista y la corporación tecnocrática.
–¿Cómo entiende el gobierno de Lula que algunos han llamado “un reformismo sin reformas” debido a su moderación?–En primer lugar es necesario recordar que, a pesar de la moderación de Lula, la derecha parlamentaria y prácticamente toda la prensa brasileña han lanzado una campana de linchamiento contra Lula y su gobierno. Pero no es verdad que el gobierno de Lula no haya hecho reformas aunque sí es verdad que es un gobierno moderado. Sin embargo, me parece que esta moderación tiene dos causas diferentes. Una primera es que sin la movilización social adecuada, el gobierno y la dinámica de la representación funcionan plenamente como mecanismos de corrupción de la democracia y como bloqueo de las transformaciones. El segundo problema está ligado a que el gobierno de Lula no tiene un discurso adecuado a la interesante opción estratégica que ha empujado en su política exterior. Así, en vez de asumir una postura políticamente ofensiva, continúa “justificando” su actuación en función de las obligaciones económicas y contractuales. Pero la crisis política del 2005 ha tenido también efectos positivos: ha permitido a Lula reanudar una relación directa con las dinámicas sociales y ha reabierto la cuestión del vínculo entre proceso de constitución democrática –los movimientos– y la representación –el gobierno–.–¿Le parece que la iniciativa zapatista de La Otra Campaña en México para oponerse a la imagen progresista del candidato a presidente del PRD Andrés López Obrador va en sentido contrario al planteo de su libro?
–Si la campaña zapatista va sólo en la dirección de decir que López Obrador no es progresista, la veo como extremadamente limitada. Me parece que el rompecabezas que el neozapatismo afronta es otro y consiste en dar una nueva dinámica global a una experiencia que tiene el riesgo de ser controlada a través de su provincialización, por inercia. Pero, para asumir esta nueva dinámica, el zapatismo ha necesitado construir una alternativa general. Es tal vez por esto que se está posicionando fuertemente frente a la posibilidad de que un “progresista” llegue al poder. En este sentido, el EZLN desarrolla una campaña correcta y adecuada. ¿Pero qué afirma? Que la marca progresista de un candidato no es cierta por el hecho de provenir de una fracción interna al partido-Estado (PRI) como es el PRD. La Otra Campaña afirma que el proceso constituyente parte de las montañas de Chiapas, de la movilización indígena, de la movilización a la Ciudad de México organizada por el EZLN. Aún más: la Otra Campaña se pone sobre el terreno electoral como un nuevo terreno de lucha y aplica el principio de “caminando preguntamos”, esto es: están dentro y al mismo tiempo critican el mecanismo de la representación. Esta es la puerta estrecha de la que queremos hablar en nuestro libro. Una puerta que puede ser atravesada a partir de innovaciones que sólo los movimientos determinan. Pero hoy, en las relaciones complejas que pueden determinarse entre “nuevos” gobiernos y movimientos, es posible pensar en América latina una dinámica constituyente que ya no se cierre.




AMÉRICA LATINA DECIDE SI SE SUBE AL TREN DE LA IZQUIERDA

El Comercio de Ecuador (www.elcomercio.com)

América Latina es motivo de paneles y conferencias en Nueva York. La razón: las elecciones que desde noviembre pasado y durante este año se realizan en varios países del continente. Este proceso puede acentuar la tendencia de la región hacia la izquierda, sobre todo si el triunfo de Evo Morales, en Bolivia, se interpreta como un signo a favor de esa corriente ideológica.
Nueve países, entre ellos Colombia, Perú, Brasil, Venezuela, Nicaragua, México y Ecuador, tendrán su año electoral. No quedan dudas, que no habrá cambio de rumbo en Colombia, excepto que el “triunfo de Uribe será una dura prueba para el paramilitarismo”, según el analista Forrest Hylton.
Sin oposición en Venezuela, el presidente Hugo Chávez tiene las de ganar. Hay más cautela para hablar de Brasil, pero se inclinan por creer que el actual presidente Inacio Lula da Silva será reelecto.
Para Perú, aunque las encuestas de Sovereign Group of Standard and Poor’s le dan el triunfo a la candidata Lourdes Flores, Ollanta Humala es un factor que sí pesa, sobre todo porque como dice el profesor de la Universidad de Nueva York, Gerardo Rénique: “si Humala gana quizá no hay tratado de libre comercio”.
“Nada está claro en Ecuador, todo está por verse en lo político, en lo social, en lo económico”, le dijo a EL COMERCIO Greg Grandin, profesor de historia en la Universidad de Nueva York, aunque desde su visión es de esperarse que el movimiento indígena vuelva a gravitar en el escenario.
Durante su disertación El actual ciclo electoral en América Latina, que se realizó en la Universidad de Nueva York, Grandin dijo que el triunfo de Lula será muy apretado. En México también ve un gobierno de tinte izquierdista con Manuel López Obrador, que de ganar pudiera lograr cierta influencia en Centroamérica. Pese a que dos presidentes (Ecuador y Bolivia) no llegaron a terminar sus mandatos, se aplaude que la región vive en democracia, aunque para EE.UU. dos mandatarios gravitan mucho en ese escenario: Hugo Chávez y Evo Morales, cuyos nombres son motivo de conferencias en sitios de tendencias ideológicas variopintas como El Council of the Americas, las universidades de Columbia y Nueva York o el Brecht Forum. Otra arista del complejo tablero político latinoamericano que Washington tiene que lidiar y que ya es motivo permanente de debate es la inversión China, de la India y de Europa en la región.
“China tiene mucho dinero en el bolsillo para invertir allá, no obstante todavía tiene asuntos pendientes como ambiente y democracia”, dijo Donehoo.
Como contrapeso son vistos, por el momento, los tratados de libre comercio. “Escucho a quienes dicen que estos tratados son una poligamia económica, pero lo que yo veo es que los acuerdos de libre comercio con Estados Unidos son otra arma de dominación económica”, dijo Grandin.
Otros criterios
Según el análisis de Grandin, si triunfan los demócratas tendrán que reparar las relaciones con Latinoamérica. Los analistas opinan que la izquierda que está en el poder en seis países latinoamericanos tiene sus matices que van desde Chávez en Venezuela a Lula y Bachelet en Chile. Las elecciones que dejan preguntas son las de Venezuela, donde está por saberse si la oposición participará. Nicaragua, a ver si los sandinistas recuperan el poder. En Ecuador, para ver si un presidente cumple su período.




MOVIMIENTO CONTRA LA DEMOCRACIA AMENAZA A LATINOAMÉRICA

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)

El presidente ecuatoriano Alfredo Palacio afirmó aquí que Latinoamérica enfrenta los retos de un movimiento político concebido para demoler las instituciones democráticas de la región.
''Existe una evidencia, porque apesta, se huele en toda la región [suramericana], de un movimiento tratando de demoler las instituciones democráticas de nuestros países... y las pruebas están muy claras'', aseveró el mandatario ante el plenario de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que ayer inauguró oficialmente su reunión de medio año en esta capital.
Palacio respondió a una pregunta sobre la estabilidad política en Ecuador y las posibles influencias de líderes emergentes de la izquierda como los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, y el candidato presidencial peruano Ollanta Humala.
Desde la pasada semana Ecuador se ha visto convulsionado por protestas de grupos indígenas y organizaciones sindicales que se oponen a la firma de un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos.
El presidente calificó de ''plan malévolo'' los intentos de ciertas agrupaciones y activistas políticos por enfrentar entre sí a los ecuatorianos, atacar los bienes públicos y desafiar la Constitución, con el fin de ``desbaratar las instituciones de nuestra democracia''.
Durante el intenso intercambio con los 400 delegados asistentes al foro de la prensa continental, Palacio comentó que ''el destino de nuestras naciones no radica en el fruto de personajes, sino en el fruto de ideas y contenidos'' capaces de sobreponerse a una ideología de confrontación que murió con el siglo XX. ''Los movimientos populares tienen que existir, pero tenemos que ponernos de acuerdo acerca de los métodos democráticos para darle voz a los marginados y para cambiar democráticamente el destino de nuestra región'', acotó el mandatario, quien ascendió a la presidencia tras el derrocamiento el pasado abril del titular electo, Lucio Gutiérrez.
En el discurso inaugural de la reunión de la SIP, Palacio defendió la plena libertad de prensa como un asunto de supervivencia para la región.
''Ningún gobierno debe regular ni controlar el trabajo de la prensa; no es simplemente una cuestión jurídica o ética, es materia de supervivencia'', enfatizó el presidente, que se comprometió a reducir las tarifas de acceso a la internet para todos los ecuatorianos.
Durante la jornada de apertura, Diana Daniels, presidenta de la SIP, alertó sobre los nocivos efectos de las mafias del crimen organizado que amenazan el desempeño periodístico en países como México, Colombia y la región centroamericana.
''Enfrentamos los efectos negativos del crimen organizado, generalmente vinculado al narcotráfico, sobre la actividad de los periodistas y los medios de comunicación, que se ven obligados a autocensurarse ante las amenazas y los ataques violentos'', recordó Daniels.
La reunión de la SIP ha puesto especial atención en las dramáticas situaciones que atraviesa el periodismo en México y Colombia, así como en las férreas restricciones a la libertad de expresión en Venezuela y Cuba.
Hoy en la sesión de clausura se aprobarán las resoluciones por países y habrá una presentación especial del periodista y ensayista cubano Carlos Alberto Montaner, exiliado en España.




¿COCA SÍ, COCAÍNA NO?

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)

Voy a confesar algo: a principios de este año, consumí coca. Para ser más preciso, bebí té de coca.
Sucedió en la provincia argentina de Salta, en la frontera con Bolivia, después de cenar con funcionarios estatales en un restaurante repleto de turistas. Después del postre, el mesero nos ofreció un té digestivo. Mientras lo tomaba alegremente, me informaron que era té de coca, y que es tan legal y socialmente aceptado en la región andina de Sudamérica como el té de manzanilla en los Estados Unidos.
Les estoy contando esta historia porque algunos países de América del Sur --encabezados por Bolivia, con el apoyo de Venezuela-- están lanzando una campaña internacional para levantar una prohibición de las Naciones Unidas de 1961 sobre la exportación de hoja de coca. Si no se hace bien, esta campaña podría complicar las relaciones de varios países sudamericanos con Estados Unidos y la Unión Europea, y se podría convertir en una de la mayores fuentes de tensión en el continente.
Evo Morales, el líder cocalero que asumió la presidencia de Bolivia el 22 de enero, ha prometido incrementar el cultivo de coca para uso legal. Según dice, la coca es una extraordinaria planta medicinal, y que no debe ser confundida con la cocaína, un producto refinado químicamente que daña la salud.
Morales quiere que su país produzca y exporte té de coca, y otros productos como jabón de coca, y hasta pasta de dientes de coca. Su lema es ``Coca, sí; cocaína, no''.
La semana pasada, durante la toma de posesión de la presidenta de Chile Michelle Bachelet, Morales le obsequio a la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Condoleeza Rice, un charango decorado con hojas de coca. Según reportes de prensa, Rice no lo llevó consigo, porque la hoja de coca es una sustancia controlada en los Estados Unidos.
Pero la campaña pro coca está en plena marcha.
• El canciller boliviano, David Choquehuanca, propuso en días recientes reemplazar el vaso diario de leche en las escuelas bolivianas por una vaso de té de coca. ''Nuestros niños necesitan calcio, y las hojas de coca tienen más calcio que la leche'', dijo Choquehuanca en el Congreso.
• El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, propuso la semana pasada que los Venezolanos empezaran a comer pan hecho de la harina de coca. Habría que ''quitarle la satanización a ese producto'', dijo Chávez.
• En Perú, el candidato presidencial Ollanta Humala, un aliado de Chávez y Morales, ha prometido distribuir pan de coca con el desayuno escolar si resulta electo.
Los funcionarios de los Estados Unidos y Europa están nerviosos. Ellos estiman que sólo la mitad de la producción de coca en Bolivia es usada para productos legales, mientras que el resto se dedica a la producción de cocaína, principalmente para Europa. Si la producción de coca se incrementa, aumentará la producción de cocaína, afirman.
Muchos expertos en Estados Unidos son escépticos de los planes de Morales de aumentar la producción de coca para uso legal porque Morales representa a los cocaleros de la región del Chapare, donde se produce un tipo de coca de hojas grandes, que se usa principalmente para producir cocaína. La coca de usos legales tiende a ser de hoja más pequeña, y a ser producida en otras regiones de Bolivia.
La semana pasada, le pregunté al presidente de Perú, Alejandro Toledo --al igual que Morales, un indígena-- si él apoyaba la postura pro coca de Bolivia. Reaccionó con una sonrisa escéptica.
''Si usted viene a mi casa, usted va a tomar un té de coca'', me dijo Toledo. ``Pero la producción de mate de coca o de té de coca no explica la cantidad de hectáreas de cultivo de coca, porque eso no es ni un 10 por ciento del total cultivado''.
Mi opinión: Yo no tengo nada en en contra de que Bolivia produzca --y a lo mejor incluso exporte-- té de coca, o sandwiches de harina de coca.
¿Por qué no? Aun Juan Pablo II bebió té de coca cuando visitó La Paz, la capital boliviana, en 1988, para combatir el mal de la altura. Y muchos funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Bolivia toman té de coca todo el tiempo, según me informaron ellos mismos.
Pero Morales estará jugando con fuego si expande la producción de coca por sí solo, sin la cobertura de un mecanismo de monitoreo internacional. Si sus planes resultan en un considerable incremento en la producción de cocaína, no sólo enfurecerá a Washington y a la Unión Europea, sino también a su vecino Brasil, el mercado más grande para la cocaína boliviana. La gran pregunta no es si Morales lo hace, sino cómo lo hace.




HUGO Y EVO O LOS AMORES IMPOSIBLES

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)

El presidente Hugo Chávez está dedicado a las más trascendentes labores de gobierno. Está empeñado en que el caballo que aparece en el escudo venezolano mire a la izquierda y no a la derecha. Eso debe ser fundamental para Venezuela. Parece que es más importante la posición del animalito que evitar que colapsen los puentes principales --como le sucedió al viaducto que unía a La Guaira con Caracas-- o que frenar la terrible ola de delincuencia criminal que ha convertido a la capital en una de las ciudades más peligrosas del planeta.
Pero ahí no se detiene la brillante reforma chavista. Además de radicalizar ideológicamente al pobre equino para que se transforme en una bestia auténticamente revolucionaria, Chávez quiere añadir otros dos fieros símbolos al escudo: un arco y una flecha. Obviamente, ese gesto sutil significa que agrega el componente indígena a su república bolivariana y le hace un guiño de complicidad a su colega boliviano Evo Morales, a Ollanta Humala, el ex militar decidido a llegar a la presidencia de Perú en las elecciones de abril con un aterrador mensaje a medio camino entre el fascismo y el racismo antiblanco, y a la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, la pendenciera CONAIE que hoy tiene al gobierno en crisis y al país semiparalizado con sus motines callejeros orquestados contra la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Lo que Hugo Chávez tal vez no ha entendido es que existe una contradicción esencial entre su proyecto bolivariano y la visión que Evo Morales y los indigenistas peruanos y ecuatorianos tienen de Bolívar y de los criollos que crearon las repúblicas latinoamericanas. Mientras el pintoresco presidente venezolano reclama ser el hijo putativo de Simón Bolívar --un liberal decimonónico amante de Locke, Voltaire y Montesquieu y, sobre todo, de Jeremy Bentham, con quien se carteaba--, los indigenistas, con Evo Morales a la cabeza, consideran, con bastante razón, que los criollos no son otra cosa que los descendientes y continuadores culturales de los colonizadores españoles. Al fin y al cabo, en 1821, cuando casi toda América Latina se emancipó de España, sólo uno de cada tres latinoamericanos hablaba español. Fue en la etapa republicana y no en la colonia cuando el castellano orilló totalmente a las lenguas autóctonas.
Por otra parte, aunque es innegable que España utilizó la mano dura para sojuzgar a los indígenas latinoamericanos, algo parecido pudiera decirse de los criollos que luego crearon repúblicas independientes. En Argentina, por ejemplo, las grandes matanzas de indios no las hicieron los españoles, sino los gobiernos democráticos posteriores al derrocamiento de Rozas en 1853. Jorge Luis Borges, el extraordinario escritor porteño, alguna vez me contó, lleno de orgullo, que su abuelo poseía un afilado cuchillo con el que degollaba indios presos tras las batallas: le llamaba ''el quitapenas''. Y tal vez la mayor venta masiva de indios esclavos que sufrieron los pueblos autóctonos no ocurrió durante la hegemonía española, sino tras la Guerra de Castas que en la segunda mitad del siglo XIX enfrentó a los mayas de la Península de Yucatán con el gobierno de México y las autoridades locales: miles de prisioneros mayas fueron vendidos a Cuba como escarmiento y castigo a los sublevados.
Evo Morales y sus partidarios también sueñan con refundar Bolivia, como hizo Chávez en Venezuela cuando se puso al frente del manicomio, pero esa refundación comienza por eliminar el nombre de Bolívar, un extranjero blanco y rico ayudado por los imperialistas británicos que escribió la primera constitución del país nada menos que bajo la influencia norteamericana y el ejemplo de la constitución liberal española de 1812. En su lugar, los indigenistas bolivianos, pese a que el señor Morales y la mayor parte de sus seguidores pertenecen a la etnia aymara, un pueblo sometido por los incas quechuahablantes en el pasado precolombino, desean crear la República de Tawantinsuyo, una nueva entidad supranacional que ocupe más o menos el perímetro donde hace 500 años tenía su asiento el Imperio Inca.
A partir de la creación de Tawantinsuyo --es una contradicción llamarle ''república'' a un tipo de Estado absolutamente contrario al modelo republicano, quintaesencia de la tradición liberal euroamericana--, comenzaría un viaje hacia el pasado para reconquistar aquel maravilloso paraíso perdido en el que la propiedad privada era despreciable y ni siquiera existía el vil dinero porque las transacciones se llevaban a cabo por medio de trueques nobles y altruistas supervisados por amables funcionarios del Estado.
Osea, mientras Hugo Chávez defiende su utopía socialista basado en la superstición de que el colectivismo marxista es el método idóneo para alcanzar rápidamente un futuro próspero, radiante y desconocido, sus (por ahora) aliados indigenistas marchan en dirección contraria, decididos a recuperar un mundo antiguo y maravilloso que les fuera arrebatado por los nefastos europeos y sus hijos criollos. Me sospecho que, dentro de unos años, Hugo Chávez, si sigue atornillado a la poltrona, propondrá ponerle anteojeras al caballo para que no mire hacia ninguna parte.




AVATARES DE UNA REVOLUCIÓN EN MARCHA

Rebelión (www.rebelion.org)

Jorge Luis Ubertalli

En una nueva correlación de fuerzas regional e internacional, la revolución boliviana iniciada el 18 de diciembre se perfila hacia el futuro con sus limitaciones, contradicciones y presiones internas y externas, enmarcada en la lucha de clases que se expresa en el ámbito local e internacional. La Asamblea Constituyente es el necesario paso a dar para instalar en el país el organismo de Poder Popular que permita el gobierno de Evo Morales profundizar las conquistas sociales, rescatar el patrimonio nacional y sentar las bases para la construcción del socialismo en el país, única garantía de Soberanía, Independencia, Desarrollo, Dignidad y Justicia.
De afuera hacia adentro
La integración indolatinoamericana que hoy se perfila en el marco de una crisis mundial del imperialismo yanqui y del capitalismo en su conjunto -crisis que contiene a las contradicciones intercapitalistas entre EE.UU., Europa y Asia, la crisis energética y del sistema monetario internacional, entre otras- y que tiene a Venezuela Bolivariana como uno de los fundamentales actores, junto a la siempre Cuba Revolucionaria, es condición necesaria para la concreción de la revolución democrática, en transición al socialismo, de Bolivia. Pieza fundamental en cuanto a la erección de la Patria Grande Sudamericana, Bolivia, mediterránea y rebelde, forma junto a Venezuela el eje energético que permitirá a toda la región reindustrializarse, concentrar y centralizar a los trabajadores e integrar a los pueblos en el marco de una transición hacia una sociedad sin explotados ni explotadores.
El imperialismo norteamericano ha tomado nota de las consecuencias que puede aparejarle el gobierno del presidente Evo Morales, y está utilizando su doble juego de presión-cooptación a fín de convertirlo en un león herbívoro, una pequeña mancha en el sistema a lo sumo, y no más, o hacerle la vida imposible para volarlo del mapa. Para ello se propone:1) aislar a Bolivia de Venezuela y Cuba, como elementos principales de un eje antiimperialista; 2) obligarla a negociar en condiciones de desigualdad con EE.UU. acuerdos integrales de sometimiento;3) preparar las condiciones para desestabilizar al gobierno boliviano, si no logra obtener resultados en cuanto a los items 1 y 2. El imperialismo sabe que la revolución boliviana se halla sujeta a las reglas de juego de la institucionalidad burguesa, y entonces pivotea sobre dos ejes que considera esenciales para neutralizar el avance revolucionario:- romper la unidad indígena/obrero campesina- sectores medios y sectores burgueses, antes de consagrarse el organismo de Poder Popular, la Asamblea Constituyente, que permitirá al gobierno profundizar la revolución;- acicatear y financiar a la derecha reaccionaria vinculada a las transnacionales y el gran latifundio para que impida y /o limite la concreción de la Asamblea Constituyente a través de la neutralización de su contenido revolucionario que sobrevendrá a través de una mayoría de constituyentes indígenas/obreros y campesinos, pobres de la ciudad y el campo.
Así las cosas, se comprende entonces la actitud de Colombia en cuanto a la firma de un Tratado de Libre Comercio(TLC) con EE.UU, que no sólo traerá consecuencias a la Comunidad Andina de Naciones(CAN) en general sino a Bolivia en particular, en cuanto a limitar su exportación sojera a ese país(por cuanto sería reemplazada por la soja subsidiada de EE.UU.) a la vez que presionar al gobierno de Evo Morales para que también firme un TLC con EE.UU.( al que Evo una vez más se opuso) y se alinie definitivamente con su política para la región, que comprende también a Perú y Ecuador.
EE.UU. está utilizando ahora a Colombia para aislar a Bolivia de Venezuela en cuanto a la suscripción de la Alternativa Bolivariana para las Américas(ALBA), concretada por Venezuela y Cuba, contraria a los TLC y al ALCA, con la que Bolivia ya se ha comprometido a través de acuerdos de intercambio de soya por combustible y otros que contemplan rubros de educación, salud, energía, etc.
Al eje EE.UU.- Colombia se suma la burguesía reaccionaria cruceña y paceña, entre otras, organizada socialmente(gremios empresariales orientales) y políticamente(PODEMOS, esencialmente, Comités Cívicos, Prefecturas) que no sólo conminan al gobierno a firmar el TLC con EE.UU. sino que intentan desgastarlo a través de la interpelación a ministros, la cooptación de algunos de sus cuadros más vacilantes, las limitaciones al poder que tendrá la Asamblea Constituyente, el separatismo encubierto por la 'autonomía', etc.
Hasta ahora el imperialismo norteamericano no ha logrado que Argentina, Chile, Uruguay y Brasil presionen a Bolivia para que entre a su redil. El apoyo y la ayuda sanitaria argentina a los inundados de Bolivia en 1millón de dólares, el recibimiento a Evo en Chile cuando participó en la investidura presidencial de Bachelet, la visita de Tabaré Vasquez en la que se concretaron acuerdos energéticos, entre otros signos, dan cuenta que en ese terreno los yanquis no han logrado sus objetivos, aunque no cejarán en el intento.
Por otra parte, al descabezamiento de la cúpula militar corrupta y cipaya por parte de Evo una vez asumido- cabe destacar que Bolivia es uno de los países que más golpes de Estado militares ha sufrido- le ha seguido una política tendiente a revitalizar a las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el marco de un proyecto nacional, popular y antiimperialista. El reemplazo del jefe y subjefe de la Unidad Antiterrorista local, ambos afines al Pentágono, y su reemplazo por un comandante leal al pueblo y la nación, ha provocado la ira de EE.UU. y planteamientos militares que han sido considerados por el gobierno como "chantaje" y "amenazas".
Estos enfrentamientos con EE.UU. de parte del gobierno boliviano- en ellos se incluye la entrega de 41 misiles tierra/aire chinos a ese país por parte del presidente saliente Rodríguez Veltzé, el impedimiento entrar al país del norte de la senadora del MAS Nilda Zurita, miembro de la Federación de Cocaleros del Chapare, la negación de inmunidad, por parte de Bolivia, a soldados norteamericanos que allí operen, el planteo yanqui de que se devuelvan armamentos y equipos debido al cambio de comandantes de la Unidad Antiterrorista- sumados a los vinculados por el tema de la coca y el pedido de extradición boliviano del ex presidente Sánchez de Lozada "asilado" en EE.UU., ha llevado a los norteamericanos a dar un "salto hacia adelante" en cuanto a la neutralización de Bolivia en el escenario regional, vía TLC, ayuda a inundados, campañas de "acción cívica" encubierta en el altiplano, visita al país de la vicepresidente del Banco Mundial, Pamela Cox, entrevistas con la canciller Condoleeza Rice, etc.
Así y todo, el gobierno de Evo, que contiene en su seno y en el partido de gobierno contradicciones de clase - explotados y marginados de la ciudad y el campo, obreros y campesinos, indígenas, enfrentados resueltamente al imperialismo y sus socios locales por un lado, y pequeño burgueses medios y altos, por otro, más proclives a la conciliación con los poderosos- sigue su senda hacia la concreción de la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los Hidrocarburos, dos temas a cumplir exigidos por el pueblo de Bolivia.
Avances
La postergación por 90 días de la licitación del complejo ferroso de El Mutún, que dio por tierra con aspiraciones de quedarse con el paquete por parte de sectores oligárquicos; la promulgación de la ley del Fuero Sindical, de protección a los dirigentes sociales y derecho a la sindicalización de los trabajadores; la defensa de la línea aérea de bandera Lloyd Aéreo Boliviano(LAB) frente a las apetencias de Aerosur, empresa vinculada al banco Bidesa, a Otto Ritter y Marco Marino Diodato, entre otros connotados fascistas banzeristas ligados al narcotráfico; el inicio de la Campaña de Alfabetización que en dos años instruirá a centenas de miles de analfabetos(mas del 13% de la población); la presentación del Proyecto de Ley contra la Corrupción "Marcelo Quiroga Santa Cruz", que investigará fortunas malhabidas y sancionará a ex mandatarios y ex funcionarios corruptos; la reformulación del Presupuesto General de la Nación que anulará los Gastos Reservados e incrementará montos destinados a salud y educación; la reivindicación marítima frente a Chile; las actitudes de la Justicia de enviar a prisión a dos ejecutivos de Repsol quienes, aunque pagaron una fianza de 50 mil dólares para salir en libertad no pueden abandonar el país; la negación de una renegociación de un nuevo acuerdo stand- by con el FMI, que se opuso al cobro de mayores regalías a las multinacionales petroleras y el aceleramiento en pedir la extradición al país del asesino Sánchez de Losada, entre otras, son algunas de las medidas de avanzada que esta administración pone en marcha en Bolivia.
Pero la sanción de la Asamblea Constituyente será el mayor paso adelante en el camino de la revolución, puesto que allí se determinará el futuro país. Así, siendo mayoría en su formulación los pobres de la ciudad y el campo, los obreros y campesinos, los indígenas, el articulado de la nueva Constitución deberá contener las premisas de la transición al socialismo que el país requiere, entre ellas, el marco legal para la erección de empresas públicas sociales.
La Alfabetización puesta en marcha; la inclusión de 1 millón de ciudadanos en el padrón electoral a través de la cesión de documentación identificatoria, para elegir y ser elegidos como Constituyentes y votar para promulgar una nueva Constitución y el Referéndum de Aprobación; la inclusión de los bolivianos residentes en el exterior- en su mayoría exilados económicos de la oligarquía y el capitalismo- en la votación del Referéndum de Aprobación, permitirán que las masas populares bolivianas elijan su destino, que ha de ser libertario y socialista.
La revolución boliviana ya es camino a seguir por los pueblos. El alzamiento indígena ecuatoriano contra el TLC, por la expulsión de la multinacional petrolera Oxy y contra el involucramiento del país en el Plan Colombia, si bien no es nuevo, hoy indica un "contagio" del proceso iniciado en Bolivia el 18 de diciembre. El presidente Evo Morales Ayma, expresión de los explotados y marginados en el gobierno boliviano, está esperanzado de que los "pueblos indígenas del país alcancen una participación del 60 al 70% en la futura Asamblea Constituyente". El 15 de marzo dijo a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, que representa a 34 pueblos del Oriente, que deben inscribir a sus candidatos en la elección Constituyente a fín de refundar el país.
Aunque las reivindicaciones de los obreros y campesinos, los indígenas, deban ser satisfechas sin más y en el menor tiempo posible, se deberá preservar la unidad política y social encarnada por la actual administración hasta que la Constituyente defina el camino a seguir. Una vez sancionada la voluntad popular, el imperialismo y sus socios locales carecerán de argumentos para coartar la salida revolucionaria que las mayorías esperan.
No vacilarán en utilizar a quienes sean y hacer lo que sea- como lo intentaron en Venezuela en el 2002- con tal que esta salida no se concrete.




¿POR QUÉ VALE Y VALDRÁ CADA DÍA MENOS LA ACCIÓN DE REPSOL - YPF?

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: REPSOLMATA – INFOMORENO

El desprestigio y la desvalorización de Repsol, como resultado de maniobras fraudulentas en la declaración de sus reservas, y el manejo irresponsable de las explotaciones en Bolivia, Colombia, Ecuador y Argentina ya le ha acarreado, sólo en nuestro país, cuatro causas judiciales.
REPSOL-YPF inscribió como propias las reservas de gas que controla en Bolivia, en la Bolsa de Valores de Nueva York bajo la denominación de “concesiones soberanas” amparándose en la Ley 1689, que sería revocada en 2005. ¿Por qué contradecía esta ley a la Constitución Política del Estado Boliviano?
La Ley de Hidrocarburos 1689 fue consecuencia de un Decreto aprobado directamente por el Presidente de Bolivia, en 1996. Reconocía a las empresas concesionarias petroleras el derecho a la libre comercialización interna y externa de los hidrocarburos, otorgándoles la propiedad de los hidrocarburos extraídos a boca de pozo.
Fue revocada porque contravenía el artículo 139 de la Constitución Política del Estado, según el cual “Los yacimientos de hidrocarburos, cualquiera sea el estado en que se encuentren o la forma en que se presenten, son de dominio ‘directo, inalienable e imprescriptible del Estado’. Ninguna concesión o contrato podrá conferir la propiedad de los hidrocarburos…”.
REPSOL-YPF, séptima productora mundial de hidrocarburos, con un 4,7% de su producción proveniente de Bolivia, ha intentado registrar como suyas las reservas de gas natural boliviano, que son casi el 22% de sus reservas probadas (1) y las segundas más importantes de toda Sudamérica. Esto también nos demuestra el poder que las empresas transnacionales detentan y cómo, por aumentar engañosamente el valor de las acciones de la compañía, son capaces de realizar un acto como éste, aunque represente una clara violación de la soberanía de un país, violando su constitución y sus leyes y no importándole cometer, incluso, un delito federal en Estados Unidos contra la fe pública, por atentar contra los intereses de los inversionistas(2)Sorprende a su vez la reacción de los medios de comunicación del Estado Español, al tratar el problema cómo si el Presidente Evo Morales no tuviera derecho a hacer respetar la democracia, y REPSOL-YPF sí que se la pudiera 'saltar a la torera'. Ahora que en España nuestra Constitución “vale tanto”, y todos la defendemos, ¿vale más el interés económico de REPSOL-YPF que la constitución boliviana?
Pero lo que llama más la atención es que no sólo es en Bolivia donde REPSOL YPF actúa de forma fraudulenta. Tiene un largo expediente de actuaciones delictivas bien tapado por su departamento de relaciones públicas, sus “buenas prácticas de responsabilidad social corporativa” y la complicidad del gobierno y los medios de comunicación españoles. ¿Damos un paseo por el mundo y lo vemos?
REPSOL-YPF se enfrenta en Argentina al menos a 4 causas judiciales: En marzo de 2005 perdió un juicio en el Tribunal Constitucional de Mendoza que la obliga a retirarse de la Laguna Llancanelo(3). Siguiendo en Argentina, en abril de 2002, las comunidades mapuches Kaxipayiñ y Paynemil de Loma de La Lata, demandaron a la empresa Repsol-YPF por 445 millones de dólares en concepto de los daños que sufrieron en su territorio como consecuencia de la explotación hidrocarburífera. Se reclama, por un lado, compensación por impacto, donde se incorporan conceptos tales como salud psicofísica, vegetación, fauna y afectación sociocultural. El otro concepto trata del costo de la remediación de la superficie afectada, que incluye desde el agua hasta los suelos, incluido la repoblación de la fauna silvestre. La consultora Umweltschutz estima que los trabajos de recuperación demandarán por los menos 20 años(4).
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), exigió al gobierno transitorio de Alfredo Palacio, la revisión de todos los contratos que mantiene el Estado ecuatoriano con todas las compañías petroleras y decidir la expulsión de aquellas que están atentando en contra de los derechos humanos y los intereses de los ecuatorianos.
LA CONAIE respalda al Pueblo Huaorani en su decisión de enfrentarse a las arbitrariedades de REPSOL-YPF y PETROBRAS, que están llegando al colmo de exigir, a través de personal militar ecuatoriano, documentos (visas, pasaportes) a toda persona que quiera transitar por el Parque Nacional Yasuní, territorio perteneciente a los habitantes ancestrales de las Nacionalidades y Pueblos amazónicos que se ven impedidos de circular libremente por sus tierras, en las que han convivido en paz y equilibrio con la naturaleza(5). ¿Quién va a defender a los Huaorani?
Amnistía Internacional (AI) en su informe internacional “Un laboratorio de guerra: represión y violencia en Arauca” presentado en abril de 2004 en Madrid, se atrevió a acusar a REPSOL-YPF y a Occidental Petroleum, de no respetar los derechos humanos al facilitar ayuda financiera a unidades militares del Ejército colombiano «con vínculos probados» con los grupos paramilitares en el departamento de Arauca. La denuncia es que en este departamento colombiano al noreste del país, en donde operan ambas compañías, se cometen «abusos y violaciones de los derechos humanos por parte de las Fuerzas de Seguridad, los paramilitares y la guerrilla»(6).
Si volvemos a Bolivia, hace un año murieron un padre y su hijo que estaban pescando en una balsa al encender un cigarrillo. Volaron por los aires al prender una bolsa de gas liberado de forma ilegal por REPSOL-YPF en el proceso de extracción. Es más barato ventear el gas de forma discrecional, aunque sea una práctica ilegal y cause “pequeños incidentes”, antes que quemarlo. REPSOL-YPF no sólo sigue venteando, sino que lo hace al exterior del espacio perimetral resguardado. La indemnización para la esposa y madre es vergonzante, medida en euros europeos, que son los que importa vía beneficios REPSOL-YPF de toda América Latina(7).
Pero aún hay más, 20 contratos de exploración y producción de hidrocarburos vigentes de REPSOL-YPF y sus subsidiarias (Maxus, Andina S.A. y Pluspetrol)(8). Han sido declarados ilegales por el Tribunal Constitucional de Bolivia, ya que debían haber sido aprobados por el Congreso y no únicamente por el poder ejecutivo(9). Mientras tanto, el gobierno de Evo Morales va más allá y el propio ministro anuncia que la empresa Andina, con mayoría accionarial de Repsol y el usufructo financiero del BBVA y Zurcí, 'está siendo sometida por la Aduana Nacional a una investigación por indicios de contrabando de combustible y de falsedad en formularios de exportación'. La trasnacional española, junto a las entidades financieras que la acompañan, tiene de plazo hasta el próximo 2 febrero para presentar los descargos sobre las denuncias presentadas en su contra(10).
Y a todo esto, le podemos sumar las declaraciones de la propia REPSOL-YPF, en las que informa que las “concesiones soberanas” existentes en Argentina, Libia, Argelia e Irán están inscritas del mismo modo que las bolivianas en la Bolsa de Valores de Nueva York(11). ¿Reaccionarán los otros países?
Hoy la acción de REPSOL-YPF ya ha caído un 10%, mañana no sabemos dónde va a acabar porque detrás de su actuación delincuente en Bolivia, como han visto, hay mucho más. Acaban de descubrir la punta del iceberg.
Notas:1) INTERMON OXFAM [2004], “Repsol en Bolivia: una isla de prosperidad en medio de la pobreza”, Informe del mes de mayo de 2005
2) Editorial de La Jornada, 21 de Enero de 2006
3) Ojo en la Repsol #31
4) Ojo en la Repsol #27
5) Ojo en la Repsol #32
6) Ojo en la Repsol #27
7) Ojo en la Repsol #33
8) Ojo en la Repsol #31
9) Marc Gavaldá [2005]
10) Chantajean transnacionales a gobierno del presidente Morales, escrito por Carlos Fernández-Vega, enero 2006
11) Información de Repsol YPF: en Bolsa de Nueva York no habla de propiedad. Artículo publicado por El Diario de Bolivia el 15 de enero de 2006




LA POPULARIDAD Y EL BUEN GOBIERNO

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Mario Ronald Duran Chuquimia
La soja, cultivo que cubre 280.000 hectáreas de territorio boliviano, leguminosa plantada por productores cambas (1) mueve 376 millones de dólares de los 2.500 millones que exporta Bolivia, por obra y gracia del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre Colombia y el imperio, el principal mercado para la soja boliviana se cerrara hasta fin de año, efecto domino, primero Venezuela y ahora Colombia cierran sus mercados a Bolivia para importar soja yanki, transgénica y subvencionada como todos los cultivos en USA. Muchas voces se han levantado en contra de Evo Morales, ante su negativa de negociar el TLC ofreciendo con alquimia verbal el Tratado de Comercio entre los Pueblos (TCP), en contra el canciller David Choquehuanca, mas preocupado en negar su pasado y presente intelectual descuidando los mercados externos, en resumen, en contra del manejo de las relaciones económicas internacionales realizada por el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), descuido que, Marx no lo quiera, se traducirá en la profundización de la recesión económica.
La negociación del TLC fue encarada por los gobiernos anteriores en calidad de “observadores” con el fin de no caldear los ánimos cada vez mas levantiscos del pueblo boliviano, dejando esta pesada herencia a este gobierno, que ejercía, en ese entonces, con los movimientos sociales desde las calles y las tribunas parlamentarias un franco rechazo a este tratado por sus condiciones colonialistas.
Siendo gobierno, los operadores políticos del MAS priorizaron lo político, mediante la convocatoria a la Asamblea Constituyente y al Referéndum vinculante por las Autonomías, proclamando que ya cumplieron el 20% de sus propuestas electorales (2), extraña perspectiva: si por decreto todos tendrían salud, empleo y educación, obviamente Bolivia estaría mejor, pero las buenas intenciones, son solo eso y se quedan en el papel.
Pero, otra es la situación en las calles, las protestas sociales que de a poquito han ido creciendo muestran la realidad socioeconómica: jóvenes que exigen la apertura de un Instituto Normal en El Alto, puesto que saben que el ser maestro es sinónimo de empleo seguro, trabajadores temporales del Plan Nacional de Empleo (PLANE) que exigen la continuidad en el trabajo aunque este te dure un mes, microempresarios textiles que exigen la eliminación de la importación de la ropa usada que los esta matando, exportadores agrícolas que exigen la apertura de nuevos mercados, operadores de turismo que exigen el derecho al libre tránsito, profesionales llunk’eandose (3) con los capos del nuevo régimen por una pega (4) en la burocracia estatal… hechos sociales que nos muestran que los bolivianos quieren empleo, tener ingresos, hacer comercio… vivir no solo sobrevivir.
Es ya una constatación que el gobierno con artes y poses demagógicas, aplicando recursos políticos, decretos y leyes, señalando los errores de los gobiernos pasados sin corregirlos, pretende solucionar los álgidos problemas sociales… para el caso son importantes las palabras de Victor Paz Estenssoro, quien al momento de aplicar el D.S. No. 21060, cuando se le pregunto si esa medida que implicaba el despido de 35000 mineros para derrotar la hiperinflación, afectaría su popularidad, respondió que la gente no le había elegido para ser popular, sino para gobernar. Salvando las distancias políticas, tal el dilema para el gobierno de Evo Morales, con la diferencia de que el sacrificio exigido será el de las trasnacionales.
El gobierno de Morales sufrirá el lento periclitar de su luna de miel con el pueblo boliviano si no da respuestas a los problemas económicos del común de la gente, y la solución pasa por la recuperación e industrialización de los recursos naturales (gas, petróleo, minerales) y la utilización de esos recursos con una correcta administración como motores del desarrollo.
Notas:1) Gentilicio de los habitantes del oriente de Bolivia.
2) La propuesta electoral del MAS se puede ver en este enlace:
3) Llunk’erio: en aymara, adulación
4) En el argot boliviano, la pega es una fuente laboral.




LA SOJA NUESTRA DE CADA DÍA

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Antonio Peredo Leigue (especial para ARGENPRESS.info)

Nadie podrá creer, seriamente, que el gobierno del Presidente Evo Morales tiene la culpa por la firma del TLC entre Colombia y Estados Unidos. Sin embargo la derecha, huérfana de argumentos, endilga al Presidente y al Ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, el acuerdo por el que Bogotá comprará soja a Estados Unidos, con lo cual Bolivia perderá el mercado colombiano.
Los hechos se han concatenado desde que aparecieron, en el mercado mundial y en el regional también, nuevos proveedores de este producto. El Pacto Andino, basado en el intercambio comercial preferente entre los países que lo forman, comenzó a hacer aguas desde hace dos años por efecto de las leyes del mercado que se manejan en los centros del poder mundial.
La ofensiva lanzada por Washington para obligar a los países latinoamericanos a firmar un tratado de libre comercio, está socavando la economía de los países que no se alinean en su política de copamiento del mercado latinoamericano. Fracasado el intento de conformar el ALCA, el gobierno de Bush cambió de táctica. Firmó un Tratado de Libre Comercio con los países centroamericanos; luego, buscó imponer un acuerdo similar con el Pacto Andino (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) que, hasta ahora, no ha tenido resultados. Solamente Perú y Colombia se han sometido a ese trato; Venezuela lo rechazó de plano, Ecuador no lo firma por la mayoritaria oposición del pueblo y Bolivia, por las mismas razones, tampoco lo ha hecho.
Empero, la táctica de llegar a acuerdos país por país busca producir un efecto dominó que termine con las resistencias que hay en la región.
El pecado del TLC
ALCA o TLC tienen el mismo propósito: obligar a nuestros países a establecer un comercio de una sola vía con USA. Con subsidios a su producción agrícola, reclamando sometimiento a las marcas registradas de sus productos farmacéuticos, obligando a pagar derechos sobre el software de computación y otras prebendas. A cambio, Estados Unidos mantendría los cupos de compra que se dan por el ATPDEA y los aumentaría con otros productos en los que, mayormente, los países de la región no tienen posibilidades de competitividad. Graciosamente, Washington mantendría el apoyo económico que proporciona anualmente. Si esta es la inmensa desproporción en términos económicos, el TLC tiene mayores desniveles en el plano político. Está la imposición de la inmunidad para sus tropas y funcionarios que actúan en nuestros países, el libre tránsito de sus efectivos militares y la adecuación de las normas jurídicas a las leyes de Estados Unidos. Con tales acuerdos, las posibilidades de desarrollo nacional son imposibles y la integración regional no podría intentarse.
Un TLC para Bolivia
En las conversaciones alrededor del TLC Andino, Bolivia actuó como observador. Desde que se inició ese proceso, se sucedieron en la presidencia del país: Jorge Quiroga Ramírez, Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa Gisbert y Eduardo Rodríguez Veltzé. Estos gobiernos fueron, todos ellos, partidarios de la inclusión de Bolivia en el tratado con Estados Unidos. Claro para se enfrentaban a una cerrada oposición de los sectores sociales aunque, por cierto, contaban con el apoyo de los grupos empresariales.
En tales circunstancias, tales gobiernos debieron asumir una conducta indefinida: mantener una mínima delegación en las conversaciones, pero sólo en calidad de observadores. Al mismo tiempo, realizaban una intensa campaña interna en pro del tratado. El mejor recurso para esto, ha sido sembrar los temores de que se cierre el mercado de textiles y joyas que se ha establecido en Estados Unidos para Bolivia, a través de otro tratado llamado ATPDEA. Este acuerdo comercial termina a fines de este año.
Joyeros, que en un 90% son extranjeros, y textileros que mantienen costos reducidos pagando bajos salarios a obreros eventuales, fueron la punta de lanza de esa campaña. Como no ha sido suficiente para obligar a la firma del tratado, ahora arremeten contra la soja, cuya producción ha sido el centro del movimiento económico, durante los últimos años, en la región oriental del país.
Los empresarios de esa producción agro industrial, que apoyaron al grupo liderado por Jorge “Tuto” Quiroga, sintieron el impacto de las elecciones de diciembre pasado, pero nada pudieron decir, ante el arrollador triunfo del ahora Presidente Evo Morales.
Nuevos usos de la soja
Vendida como grano, como torta, extraído su aceite, la soja tiene múltiples usos: los vegetarianos comen bistecks de soja, toman leche de soja; la lista culinaria es infinita. La derecha ha encontrado un nuevo uso: arma política.
Durante veinte años, este grupo ha proclamado su vocación por el modelo neoliberal: libertad de comercio, libertad de contratación, liberación de impuestos para importación de maquinaria y subvención para su combustible. Los agricultores orientales transitaron de la siembra de caña a la de algodón, ensayaron con el ricino y otros cultivos exóticos y se dedicaron a la soja cuando encontraron un mercado favorable. Mientras campeaba el modelo, estaban dispuestos a otros ensayos de plantación, si pasaba el auge de la soja. Ahora, en cambio, son usados por la derecha como arma para atacar al gobierno.Evo Morales, que les advirtió sobre la poca probabilidad de revertir el acuerdo de Alvaro Uribe con George Bush, se avino a entrevistarse con el presidente colombiano y plantearle las preocupaciones respecto al mercado de la soja. Que no haya logrado tal propósito, sólo confirma las previsiones que había al respecto. Para la derecha, no es esa la preocupación sino desacreditar al gobierno que les infligió la derrota electoral de diciembre.
Aún así, más adelante tendrán que arrepentirse de sus reacciones violentas, cuando el gobierno del presidente Morales encuentre nuevos mercados para la soja boliviana. En esta nueva realidad, los empresarios deberán cumplir con ciertas normas que beneficien al país y, por supuesto, a sus trabajadores.




LULA TEME QUE SIGA EL TRÁFICO DE COCAÍNA DESDE BOLIVIA

El gobierno de Brasil establecerá nueve puestos de vigilancia en un esfuerzo por combatir el narcotráfico y la inmigración ilegal. Se espera que los controles sirvan para enfrentar también los delitos ecológicos.

Diario Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Brasil establecerá nueve puestos de vigilancia a lo largo de los 3.400 kilómetros de frontera que comparte con Bolivia, en un esfuerzo por combatir el narcotráfico y la inmigración ilegal, informó el sábado el Ministerio de Justicia. También se espera que los puestos de control sirvan para enfrentar los delitos ecológicos a lo largo de la frontera.
El ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, visitó el viernes el sitio donde se construirá el primer puesto, localizado en el estado norteño de Rondonia. En los meses venideros se instalarán otras ocho casetas de vigilancia, que serán administradas por agentes federales y otras autoridades.
El proyecto es parte de la Operación Bravo, destinada a combatir el tráfico de drogas, armas e inmigrantes ilegales desde Bolivia, indicó el ministerio en un comunicado. Según la policía federal de Brasil, el 70 por ciento de la cocaína que se vende en el país proviene de territorio boliviano.
"Concentraremos nuestro trabajo en planificación estratégica y operaciones de inteligencia más fuertes", indicó Bastos al servicio noticioso estatal Agencia Brasil.




EL EJECUTIVO CONSIDERA QUE EXISTEN TODAVÍA GRANDES POSIBILIDADES DE DESCUBRIR PETRÓLEO Y GAS DENTRO DEL PAÍS Y QUE "LA SOLUCIÓN NO ESTÁ EN VENEZUELA"

Advierte que el gasoducto que proyecta Chávez es una buena idea, pero que es más barato explorar en la Argentina.

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Alberto Gil es uno de esos ejecutivos que la prudencia petrolera de la Argentina actual definiría como peligrosamente sinceros. Vicepresidente de Operaciones de Pan American Energy, este ingeniero nacido hace 55 años en San Luis, aficionado a la carpintería, tiene un discurso que no se amordaza ante temas que, en una industria harto cuestionada por la Casa Rosada, provocan pavor entre muchos de sus pares.
Gil no puede creer, por ejemplo, que desde hace varios meses se piense aquí en soluciones externas para la crisis energética: el gran gasoducto que imagina el presidente Hugo Chávez o la importación de gas desde Bolivia. Sostiene, en cambio, que hay en el país potencial para hidrocarburos nuevos. "Estoy en desacuerdo con esas proyecciones de muchos de mis colegas, que llegan a la conclusión de que mañana se acaba el mundo", dice.
Pan American Energy invertirá este año 500 millones de dólares en exploración y producción de petróleo y gas, y se define a sí misma como una excepción en el mercado: sus extracciones de gas y petróleo subieron en 2005 un 9,79% y un 5,45%, respectivamente, mientras caían en toda la industria.
-¿Hay o no crisis energética?
-Bueno, a ver... La realidad es que hay cierta precariedad. En términos técnicos, podemos hablar de confiabilidad del servicio: creo que estamos en una situación de precariedad en el servicio en todo el espectro energético. Se consumieron las capacidades stand by y esto hay que revertirlo.
-¿Qué pasará este año?
-Probablemente, este invierno lo pasemos bien. Hay una capacidad hídrica interesante. Si no tenemos un invierno excesivamente frío, seguramente estaremos en condiciones de satisfacer la demanda.
-Pero, mirando al futuro, se dice que los yacimientos son maduros y no hay mucho más por encontrar en el suelo.
-La definición de yacimiento maduro es relativa. Depende del talento o la mediocridad con que se hagan las cosas. Cuanta mayor complejidad exista, hay que ser menos taxativo. La tecnología evoluciona. Nosotros estamos pasando el peine fino en donde muchos concluyeron en que no había nada. Invertimos 600 millones de dólares el año pasado, el 95% acá y en menores proporciones en Bolivia, y reemplazamos las reservas en un 100%. Yo polemizo con todos mis colegas sobre esto, en mesas de café o conferencias. La crisis de 2001 y 2002 fue una disrupción dramática, cruel, de todas las reglas de juego. Y Pan American no cambió su aproximación al negocio. Otros actores, ante la incertidumbre, reaccionaron como pudieron. Se perdió tiempo, y la pérdida de tiempo es fatal.
-¿Y ustedes no perdieron tiempo?
-Eso a nosotros no nos pasó. En el primer trimestre de 2002 negociamos más de 600 millones de dólares de contratos. Y es una falacia decir que el yacimiento Cerro Dragón justifica la diferencia: estas oportunidades existen en lugares operados por otros.
-¿Cómo es la relación del Gobierno con las petroleras?
-A ver... Primero le voy a decir cómo es la del Gobierno con Pan American: diría que excelente. Tenemos diálogos muy fluidos; tratamos de entender las motivaciones del Gobierno y de hacerle entender las nuestras. Hay un diálogo constructivo.
-Le pregunto porque nadie quiere hablar. El año pasado, un borrador de discurso en el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) generó revuelo, se corrigió y salió un texto insignificante. ¿No hay un excesivo respeto?
-No sé, no se lo puedo contestar porque no sé qué pasa con colegas de la industria. La relación es dura, complicada, por el contexto en que se da. Ambas partes tienen la responsabilidad de revisar sus posiciones. Yo soy vicepresidente de Upstream, del IAPG, y no estoy de acuerdo con muchas expresiones que algunos integrantes de la industria han dicho en conferencias, esas proyecciones lineales que llegan a la conclusión de que mañana se acaba el mundo. Esto contribuyó a deteriorar un clima de diálogo. Hay situaciones muy ríspidas, como el precio de los combustibles, pero hay que arreglarlo.
-¿Volveremos a importar petróleo?
-Si yo le dijera que sí, estaría reconociendo mi incapacidad profesional para evitarlo. Tengo que decirle que no, que hay mucho que podemos hacer para que no ocurra.
-¿Se está a tiempo?
-Por supuesto que sí, en la medida en que dejemos de pensar que la forma es encontrar otro Loma de la Lata. Hay alternativas.
-¿Más de las que se cree?
-No están agotadas las posibilidades. Estoy en profundo desacuerdo con esa idea de que todo se acabó, de que la única salida que queda es tirarnos al mar para sobrevivir. Hay mucho que hacer en el golfo San Jorge, en la cuenca austral, en Neuquén.
-Pero usted habla de pasar el peine fino, y eso se hace cuando queda poco.
-Es cierto que tenemos complejidad. La Argentina no es Medio Oriente. Pero fíjese que nuestros accionistas tienen opciones de invertir en otros lados, y nunca nos dejaron sin fondos para hacerlo acá. Si somos tan estúpidos de pensar que la solución está a 20 años vista, nos merecemos cualquier miseria en el futuro. No es así; no es así.
-¿No cree que haya posibilidades de descubrir otro Loma de la Lata?
-No sé; no sé. Ojalá. Pero ¿sabe lo que pasa? Nuestro destino no puede ni debe depender de la aleatoriedad de descubrir un Loma de la Lata. Al costado de Loma de la Lata, arriba, abajo, en posiciones análogas a las que explota Repsol, hay opciones por considerar. No sé la que opera Repsol; lo desconozco. Pero existen, por ejemplo, infinidad de opciones con lo que se llama tight gas (que requiere de una mayor tecnología para ser extraído). Claro, ese gas, en un escenario de 50 dólares por millón de BTU, no existe. Ahora, ante una opción de gas natural licuado o un gasoducto translatinoamericano, ese gas existe, es real.
-Es decir, existe a precio más alto.
-Bueno, es que en definitiva es el concepto de reserva. No se puede pensar en un concepto de reserva aislado de economicidad.
-Usted aconseja, entonces, mirar más adentro del país que afuera.
-¡Porque los tiempos nos obligan! ¡Los tiempos nos obligan! ¿Cuáles son las opciones? ¿Bolivia? Bolivia es una opción tremendamente compleja; se puede ver con mayor o menor pesimismo, pero debemos coincidir en que, desde Bolivia, no nos vendrán soluciones rápidas, ¿OK? Mucho peor, por los desafíos logísticos, económicos, técnicos, es pensar que la solución está en el gas de Venezuela. Sin entrar en un juicio de valor, yo no estudié el proyecto, pero intuitivamente pienso que, en los tiempos y después de la inversión, bueno, llegará con un valor que habría justificado, 10 años antes, desarrollos de reservas muy interesantes acá. -¿Se puede prescindir de Venezuela?
-No; no hay que prescindir del concepto de integración energética regional. Tiene importancia geopolítica y optimiza recursos. Pero tiene que haber infraestructura: que le pase a uno un caño cerca puede decidirlo a perforar o no. Una infraestructura regional potenciaría la aparición de recursos en lugares inesperados.
-Pero son soluciones de largo plazo...
-Sí. Pero quiero extraer de este concepto de integración la necesidad de evitar asimetrías que la imposibiliten. Es muy claro que las asimetrías regulatorias impiden el desarrollo del negocio. Si suponemos que la existencia de los Andes, proyecto de gas natural licuado de por medio, derive en un gas de 7 dólares el millón de BTU, cuando en Mendoza estamos en un dólar, algo no funciona. Es muy importante tener en cuenta esto desde la óptica macroeconómica.
-Le acaba de dar un argumento a Sobisch, que pide más por regalías.
-Yo no me meto en la interna política. Pero ésta es una realidad. Nosotros no lloramos sobre la leche derramada de estas medidas, como control de precios, retenciones, situaciones de coyuntura que, mal o bien, se aplicaron para salir del incendio. Pero hay que buscar soluciones de largo plazo. Podemos hablar de Bolivia; no sé a qué precio de exportación se acordará con Evo Morales. Si quiere, le saco a Neuquén, a Mendoza, y hablamos de Tartagal con Bolivia.
-Y ahí le da la razón a Romero.
-¡Je, je! Bueno.
-Pero aquí se habla mucho del gasoducto de Venezuela.
-Mire, para mí, la realidad no es la que está en los diarios. Hay muchas semanas de mi trabajo en que el gasoducto de Venezuela ni me acuerdo de que existe. Entonces, ¡hablemos de la temperatura y la sensación térmica! Nosotros trabajamos con los sectores y el Gobierno para solucionar esto.
-Insisto: ¿debería ser a otro precio?
-Ahora tenemos un sendero que hay que reconocer que, en general, aun en un contexto complicado, se está cumpliendo. Esto nos pondría en 2007, en cuenca neuquina, en 1,60 dólares el millón de BTU, más allá del segmento residencial. Si usted me pregunta si el tight gas es desarrollable a 1,60, le digo que no. Ahora, si me pregunta: "¿No puede invertir nada a 1,60?", le contesto: "Sí, mucho, hay mucho para hacer". Claro, se podría hacer mucho más si el precio traccionara la aparición de recursos.
-¿Se podrá cumplir esta vez con las exportaciones a Chile?
-Desde Pan American, la respuesta es claramente que sí. Hicimos inversiones para poder satisfacer los contratos firmados. Si hubiera situaciones de fuerza mayor que lo imposibiliten, eso está fuera de nuestro control. -¿Lo conforma el proyecto de ley de incentivos a la exploración?
-Es un paso en la dirección correcta. Por sí solo no es suficiente. ¿Qué falta? Y bueno, falta un ambiente de estabilidad y confianza para tomar decisiones de inversión de alto riesgo. Eso depende de un proceso, de que se cumplan los compromisos asumidos, como el sendero de precios o la mejora del diálogo con los gobiernos, nacional y provinciales. En Pan American le prestamos atención al diálogo con los gobiernos. -¿Hay clima de inversión en el país?
-Hay clima de inversión petrolera en el mundo, y en la Argentina lo hay, asociado a cierto grado de incertidumbre en el mediano y largo plazo. Entonces, las inversiones están muy vinculadas con la posibilidad de obtener resultados rápidos. Es un círculo vicioso muy complicado, porque nosotros necesitamos consolidar un futuro previsible. Hay que lograr un conjunto entre Gobierno e industria para que los plazos se alarguen y se pongan los recursos necesarios.
Qué hizo y cómo le fue a la empresa
Caída general: según el Indec, la producción de petróleo en la Argentina cayó el año pasado el 5% en relación con 2004, y la de gas, el 1,4 por ciento.
Desempeño: Pan American Energy afirma que su producción de gas natural subió el año pasado el 9,79%. Para el petróleo, el alza fue del 5,45 por ciento.
Inversiones: la petrolera de los Bulgheroni desembolsó el año pasado 608,5 millones de dólares, y prevé hacerlo en una magnitud algo inferior este año: unos 500 millones de dólares.
Market share: Pan American Energy tiene una participación del 16,63 por ciento en el mercado del petróleo en la Argentina, y del 13,82 por ciento en el del gas natural.
Cuánto ganó: el año pasado, la petrolera obtuvo 496,6 millones de dólares en ganancias netas. Durante 2005 registró ventas por 1970,5 millones de dólares.
Recursos en el país: la firma tiene en la Argentina activos por 5491 millones de dólares, según los registros del año pasado.




PROYECTAN CORTE DEFINITIVO DEL GAS ARGENTINO PARA 2010

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

El gas parece estar ya exhausto. "Estamos muy mal" -expone sobre ello Ricardo di Dicco, investigador del centro argentino Idicso-, y agrega que "pienso que los ciudadanos chilenos no pueden 'pagar el pato' por el desastre que hicieron los ex presidentes Menem y Frei".
Di Dicco cree posible negociar entre Bachelet y Kirchner una estrategia de cortes graduales, de aquí a 2007, de manera que no afecten a los usuarios residenciales. Y recuerda que a diciembre de 2004, Argentina disponía de 534 mil millones de m³ de gas. Pero a eso hay que descontarle los 34-35 mil millones de m³ consumidos en 2005 y la caída del 40,6% de las reservas de Repsol-YPF, que él contabiliza en otros 30 mil millones de m³. Con una extracción anual de 52 mil millones de m³, el investigador estima en 8 años y medio el horizonte de reservas. Así, "a partir de 2006 el suministro de gas natural hacia Chile irá disminuyendo drásticamente hasta cortarse entre 2010 y 2011, como máximo."
Para peor, agrega que existen fuertes sospechas de que Repsol-YPF, Panamerican Energy y el área internacional de ENAP, Sipetrol, "blanquearían una parte, y otra no, del gas que envían a Chile, a Methanex".Di Dicco dice que ni la Aduana ni la Secretaría de Energía argentina controlarían esa salida del gas (que se realiza mediante declaraciones juradas), lo que permitiría que las empresas declaren exportaciones muy inferiores a las reales, con vistas a evadir impuestos. Esta subfacturación implicaría más del 50% de los envíos. "La planta de metanol no tienen nada que ver, la responsabilidad es del Gobierno que no controla", explica. Este caso, advierte, podría ser un tema a tratar en el corto plazo entre los dos gobiernos.Los analistas explican que pese a la buena voluntad de ambos gobiernos, en este tema domina finalmente la política interna. Ante la escasez de gas "Kirchner va a ponderar, como en el tema de las carnes, el interés interior", expone Ricardo Rouvier.
RESERVASSUMINISTRO Este año Argentina inicia drástico descenso de suministro de gas a Chile.

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