Wednesday, April 24, 2019

MINISTRO DE DEFENSA RUSO DEFENDIÓ LA PRESENCIA DE TROPAS EN VENEZUELA Y NOMBRÓ A SUS "ALIADOS" EN LA REGIÓN


Estados Unidos considera la posibilidad de utilizar la fuerza contra los países de América Latina y ejerce una presión sin precedentes contra Venezuela, declaró el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, durante la Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú que comienza este miércoles.
"En el hemisferio occidental Estados Unidos da nueva vida a la doctrina Monroe, cuyo objetivo es limitar la soberanía de los Estados latinoamericanos, presionar a los países que llevan a cabo una política no acorde a los intereses de Washington", afirmó, citado por Interfax.
Según el titular de Defensa, "un ejemplo característico es la situación en Venezuela, donde el Gobierno legítimo está sometido a una presión externa sin precedentes".
Shoigú indicó que para ello se utiliza "todo el arsenal de medios disponibles, incluyendo la fuerza".
El ministro añadió que Rusia tiene la intención de fortalecer las relaciones con los países de América Latina.
"Tenemos en esta región a muchos amigos y aliados tradicionales. Se trata de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Brasil, Bolivia, México, Uruguay, Paraguay y Chile. Valoramos altamente el nivel de confianza alcanzado y continuaremos trabajando para que crezca", afirmó.
A principios de abril, el viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov, afirmó que Rusia no conoce ni ve a otro presidente de Venezuela que no sea Nicolás Maduro y reiteró su total respaldo al Gobierno que este encabeza.
Moscú y Caracas acusan a Washington de entrometerse en los asuntos internos de Venezuela a raíz de su apoyo al líder de la Asamblea Nacional y presidente encargado del país, Juan Guaidó, mientras que Estados Unidos cuestiona la presencia de militares rusos en el país latinoamericano.
Venezuela afronta una crisis política y social que se acentuó después de que el pasado 23 de enero Guaidó se declarase mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y lograse el respaldo de buena parte de los países del continente americano, incluido Estados Unidos, y una veintena de naciones europeas.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de seis años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, al considerar ilegítimas las elecciones de mayo del año pasado, asegura que el país atraviesa una "emergencia humanitaria compleja" y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.






DEFENSA RUSA DICE QUE "EE.UU. RESTRINGE LA SOBERANÍA" EN AMÉRICA LATINA, MIENTRAS ELLOS "COOPERAN"

Ciber Cuba (www.cibercuba.com)

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha sostenido que Estados Unidos restringe la soberanía en América Latina, mientras que la presencia rusa en la región es una "cooperación" que "da sus frutos".
"En el hemisferio occidental Estados Unidos da nueva vida a la doctrina Monroe, cuyo objetivo es limitar la soberanía de los estados latinoamericanos, presionar a los países que llevan a cabo una política no acorde a los intereses de Washington", afirmó Shoigú en la Conferencia de Seguridad de Moscú, apunta Interfax .
Este alto funcionario ruso puso de ejemplo la presión "sin precedentes" desde el exterior –según ellos– contra el dictador Nicolás Maduro en Venezuela. "Todo el arsenal de medios disponibles, incluyendo la fuerza" se usa contra el líder chavista, agregó.  
La Doctrina Monroe es una constante en el discurso oficialista de Cuba contra Estados Unidos. Según apunta la agencia estatal rusa Sputnik, la génesis de esa doctrina promovida en 1823 por el entonces presidente estadounidense James Monroe es "América para los americanos". 
A esto se suma –añade el citado medio– la potestad para solucionar los conflictos en América Latina, incluso con el uso de la fuerza militar, a finales del siglo XX. 
"Washington aplica en toda su extensión la Doctrina Monroe y emplea para ello a todos los medios a su alcance en el caso de Venezuela, Cuba y Nicaragua", apuntó Shoigú sobre las nuevas medidas de EE.UU. contra la consideraba por el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, como "la troika de la tiranía".
La pasada semana la administración Trump anunció la activación del título III de la Ley Helms-Burton que permitirá por primera vez en 22 años demandar a quienes se beneficien de las propiedades expropiadas en Cuba después de 1959, así como otras sanciones contra el gobierno nicaragüense de Daniel Ortega y más limitaciones a los afines a Maduro.    
Por otra parte, Shoigú expresó "el nivel de confianza alcanzado" en la cooperación militar con los socios latinoamericanos de Moscú: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Brasil, Bolivia, México, Uruguay, Paraguay y Chile.
El Kremlin está dispuesto a "incrementar la cooperación militar y técnico-militar con los países que ven a Rusia como socio", afirmó.
En el caso de Venezuela, el presidente interino Juan Guaidó y representantes de EE.UU. denunciaron la presencia de militares rusos y cubanos en el país para mantener a Maduro en el poder, así como la llegada de dos aviones militares de Rusia a esa nación sudamericana.  





EL GOBIERNO LANZA OTRO REFUERZO MILITAR EN LA FRONTERA NORTE Y DISPONDRÁ DE 1.500 SOLDADOS ANTES DE DICIEMBRE
                                                                                
Saldrá en los próximos días un nuevo batallón de soldados del Ejército y equipamiento. Ya empezaron las tareas de adiestramiento para uso de radares y drones en el apoyo logístico a las fuerzas de seguridad.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)
                                                                                             
En los próximos días el Ministerio de Defensa enviará una nueva partida de uniformados del Ejército para reforzar el operativo de la Frontera Norte y dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando.
Así, la apuesta mayor del Gobierno será tener antes de fin de año un total de 1.500 soldados apostados a lo largo de los 2.500 kilómetros de frontera.
"Progresivamente se está cumpliendo con el proyecto de refuerzo militar de la Frontera Norte para hacer apoyo a la Gendarmería y la Prefectura y disuadir a los narcos de venir a la Argentina", explicó a Infobae un encumbrado funcionario del Ministerio de Defensa.
De esta manera, se ratificó la idea del presidente Mauricio Macri y del ministro Oscar Aguad de darle forma al operativo de la Frontera Norte con presencia disuasiva de militares. Actualmente hay 500 uniformados del Ejército, antes de fin de mes se enviarían otros 500 y hacia fin de año la intención del Gobierno es tener 1.500 soldados apostados en toda la frontera.
Se trata de establecer el apoyo logístico de los militares con una suerte de "operativo embudo", explicaron en el Ejército. Es decir, que los soldados cubran la zona de fronteras porosas o pasos ilegales a lo largo de todo el límite con Paraguay, Bolivia y Brasil para que los narcotraficantes o los contrabandistas se vean obligados a ir por los pasos legales o directamente opten por no entrar en la Argentina.
Este es uno de los temas que abordó el presidente Mauricio Macri con su par de Bolivia Evo Morales, quien el año pasado había cuestionado la presencia de militares argentinos. Esta vez, el presidente boliviano coincidió con Macri en la necesidad de dar un fuerte combate a la lucha contra el narcotráfico. De hecho, Evo Morales cerró el acuerdo para pagar el excedente de gas exportado a la Argentina con un avión Pampa que se usará para los operativos de control en la frontera por parte de Bolivia. Y también el jefe de Estado boliviano mencionó su intención de ampliar la adquisición de los aviones que produce FADEA en el futuro inmediato.
El refuerzo de militares en la Frontera Norte ayudará también para apuntalar la tarea de los 500 soldados que ya están apostados allí y se ocupan en tareas de atención sanitaria y ayuda en las zonas inundadas del Norte argentino.
Para concretar este nuevo despliegue de soldados la idea no es desactivar las brigadas de la Frontera Norte sino por el contrario reforzarlas con equipamiento y efectivos que se desactivarán de otras unidades.
De esta manera, se mantendrá la brigada del Ejército de Salta (V) que tiene, entre otras cosas, un regimiento de infantería, un batallón de ingenieros, una compañía de inteligencia, un hospital militar, un grupo de artillería y un grupo de comunicaciones; la de Jujuy donde hay un grupo de artillería y un grupo de infantería y la brigada III de Chaco y Formosa y la 12 de Posadas donde existen regimientos de infantería, unidades de caballería y compañías de comunicaciones y compañías de ingenieros. Nada de esto será desactivado.
A la vez, se avanzará en estos días con una nueva entrega del material a las unidades que participan del operativo Frontera Norte, se intensificarán la tareas de instrucción y capacitación a los operadores de los radares y drones que ingresaron a la fuerza y el traslado e instalación de los módulos containers (baños y oficinas) en la zona del operativo donde realizan adiestramiento operacional las tropas desplegadas.
El teniente general Claudio Ernesto Pasqualini  recorre asiduamente la zona de la Frontera Norte donde se encuentran desplegados los efectivos para supervisar cada una de las tareas de apoyo logístico a las fuerzas de seguridad.
El Operativo Integración Norte se encuentra bajo la conducción del Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en apoyo a las Fuerzas de Seguridad Federales.
En marzo pasado el Gobierno dispuso un refuerzo de equipamiento, armas, lanzacohetes y radares del Ejército por un valor global de $794 millones.
El presidente Mauricio Macri concretó en un acto la entrega de materiales, equipamiento militar y vehículos al Ejército durante una visita al Batallón de Arsenales 602 de Boulogne. De esta manera, el equipamiento del Ejército corresponde en $438.354.871 a material nuevo o modernizado y otros $356.054.684 que se desprenden del "efecto remanente 2018" de equipamiento de la misma fuerza. Así, se suma una totalidad de $794.409.555 invertidos en equipamiento militar.
A todo ello, se le agregan los dos aviones A4 que hay en los 2.500 kilómetros de Frontera Norte más otros dos Pampa, dos Texan II y una cantidad aun no precisa de helicópteros de la Fuerza Aérea .
En el Ministerio de Defensa dijeron que el operativo de la Frontera Norte "implica tres ejes fundamentales de actuación". El objetivo principal es el adiestramiento operacional que lleva a cabo el Ejército Argentino con sus unidades desplegadas entre la localidad salteña de San Antonio de los Cobres y Puerto Iguazú, Misiones. Otro de los pilares detallados del programa es el apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad, a través de los medios y la capacitación específica de que disponen los efectivos de las Fuerzas Armadas.





FISCALES DE ARGENTINA, BOLIVIA, PARAGUAY Y CHILE DIALOGAN SOBRE COOPERACIÓN EN ZONA DE FRONTERA

La Gaceta de Argentina (www.lagacetasalta.com.ar)
                                                                         
“El delito no reconoce fronteras: el narcotráfico, la trata de personas, contrabando de divisas, son delitos transnacionales y la organizaciones criminales trabajan sin tener en cuenta a las fronteras. Los fiscales debemos establecer vínculos y pautas de acción para trabajar en conjunto”, explicó Eduardo Villalba, fiscal general de apelaciones ante la cámara en Orán donde se realiza la Mesa de Trabajo sobre cooperación en zonas de frontera.
El encuentro que se realiza durante la jornada de hoy, reúne a fiscales de Argentina, Bolivia, Chile y Paraguay con el objetivo de coordinar acciones de Cooperación en Zonas de Frontera.
“Nuestro país está entrando, por disposición del Gobierno Nacional, ingresando al sistema acusatorio que indica que quienes van a  investigar los delitos son los fiscales, el juez no va a investigar más”, agregó Villalba haciendo referencia a que este sistema se implementará primero en Jujuy y en Salta y por esto, todo el país estará observando.
El fiscal además, indicó que en la frontera de Chile y Bolivia se incautó más 300 kg de cocaína. “Aprovechan la frontera, la geografía y el clima. Gendarmería trabaja mucho allí, y se incautó un cargamento importante, el delito se reformula constantemente, buscan rutas y variables, la idea de estos encuentros es conversar para que no nos sorprenda el delito”, dijo el fiscal.
La causa Reynoso
“Fue un gran dolor que haya sucedido lo que sucedió con el exmagistrado de la Nación de Raúl Reynoso. Como funcionarios tenemos una mayor responsabilidad, fue un gran dolor para el Ministerio Público Federal darnos cuenta de lo que pasaba y encargarnos de esto. Hubo una sentencia condenatoria que está recurrida, no está firme. Le suceden dos causas más, una tiene por objeto el contrabando de divisas y la otra es la sustracción de la droga en el juzgado de Orán”, indicó Villalba.





OFRECEN UNA PRÓRROGA HASTA MAYO PERO LOS BAGAYEROS INSISTEN CON DICIEMBRE

Ayer siguieron los piquetes en Río Blanco sobre la ruta nacional 50 y hay incertidumbre porque los trabajadores mantienen las medidas de fuerza con cortes totales cada 3 horas. Hoy continúan con las protestas.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com/salta)

Tal como había adelantado El Tribuno en su edición de ayer, el área nacional de Vigilancia de Fronteras y Aduana estableció una nueva prórroga para la entrada en vigencia del régimen simplificado de importaciones para los trabajadores de frontera de Orán y Aguas Blancas. Esta vez, el plazo fue extendido hasta el 31 de mayo, tiempo en el que los bagayeros deberán inscribirse en los registros de AFIP y blanquear su actividad para transformarse en microimportadores.
El nuevo régimen, acordado en febrero pasado entre el Gobierno nacional y provincial, es motivo de las fuertes protestas y cortes de ruta que vienen protagonizado los bagayeros desde hace tiempo y que mantienen a la región en una incertidumbre total, debido a los piquetes que se generan espontáneamente.
Esta situación motivó el movimiento de 300 efectivos de Gendarmería que permanecen en la zona y que junto a los bagayeros al costado de la ruta, conforman un panorama de tensión que no se descomprime pese a los anuncios e intentos para llegar a un acuerdo.
Tanto es así que ayer, luego de conocerse oficialmente la nueva prórroga ofrecida por los organismos nacionales, los bagayeros insistieron con un plazo hasta el 31 de diciembre de este año. En la nota difundida, y como una muestra de voluntad para destrabar el conflicto, los trabajadores de frontera establecieron que se someterán a los controles que sean necesarios y presentarán las facturas de compra de los productos, pero también quieren modificaciones sobre la nueva ley, especialmente en la inscripción como microimportadores, montos y tipos de mercadería.
La subsecretaria de Frontera confirmó la prórroga hasta el 31 de mayo venidero. "La medida tiene por objeto dar más tiempo a que los actores conozcan y se anoten en el régimen. Hasta esa fecha se brindarán capacitaciones para que todos puedan familiarizarse con la normativa antes citada y comprender los requisitos y procedimiento de inscripción. Los usuarios del paso, sin excepción, deberán concurrir a los cursos y anotarse sin dilaciones. La decisión de una Argentina sin contrabando solo tendrá una pequeña postergación", puntualizaron.
Los cortes y los abusos
Ayer los trabajadores de frontera y taxistas cortaron nuevamente la ruta nacional 50 a la altura del puente sobre el río Blanco. Según trascendió, la medida se mantendrá hasta el jueves con una modalidad de tres horas de corte y 15 minutos de pasada.
Por otro lado, vecinos reclamaron ayer por los sobreprecios que están cobrando los taxistas en el trayecto Orán - Aguas Blancas que antes valía 100 pesos, aprovechándose de la situación. Ahora, viajar a la localidad fronteriza puede llegar a costar hasta 300 pesos, ya que hasta el río Blanco cobran 100 pesos y de allí a Aguas Blancas, los trabajadores del volante cobran 200 pesos más.
Mientras tanto, en la ciudad de Salta, los feriantes volvieron a movilizarse y protestaron frente a la Legislatura en reclamo de una solución definitiva al conflicto, ya que están desabastecidos y sin stock para continuar con su actividad comercial. Fueron recibidos por autoridades de Diputados, quienes les prometieron mediar en la crisis.
Dos casos de inseguridad
Un hombre con domicilio en General Roca, provincia de Río Negro, denunció que el pasado 18 de abril, cerca de las 20, regresaba desde la localidad de Tarija, Bolivia, en el colectivo de la empresa San Antonio, hasta el corte de ruta Nº 50 a la altura de B° Libertad. El mismo descendió del colectivo y mientras acomodaba sus pertenencias una persona desconocida le sustrajo su maleta, que en su interior poseía algunos elementos personales, documentación de su vehículo y la suma de $70.000 (setenta mil pesos argentinos). Cuando se dio cuenta que le faltaba una maleta pudo observar a una persona que se la llevaba arrastrando. No pudiendo aportar características físicas debido a que se encontraba lejos y había muchas personas en el medio. Luego el sospechoso se arrojó a un canal y lo perdió de vista. El damnificado manifestó que la suma de dinero era del alquiler de un terreno.





BAGAYEROS DEL NORTE . PIDEN QUE SE DECLARE ZONA Y ÁREA DE FRONTERA
                                                                         
La Ley 22.352 establece los criterios para la creación de un complejo fronterizo.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.com/salta)
                                                                                
El Concejo Deliberante de Orán trató ayer dos proyectos en sesión ordinaria, referidos al conflicto de bagayeros.
Uno de los proyectos pertenece al edil Gonzalo Díaz, quien solicitó al Ejecutivo la creación de área y zona de frontera en el departamento Orán. La zona de frontera promueve el crecimiento económico, la integración con el resto del país y el afianzamiento de vínculos culturales, sociales y económicos con el país limítrofe.
Recategorización
Por otro lado, el concejal Carlos Manzur solicitó la recategorización del actual paso fronterizo de Aguas Blancas como centro de frontera.
La Ley 22.352, en su artículo 1, considera al centro de frontera como un "complejo que reúna en un área delimitada y próxima a un paso nternacional habilitado, a los organismos nacionales cuya misión es el control del tránsito de personas, transportes y mercaderías, desde y hacia el país, como asimismo de todos los servicios auxiliares, playas de carga y descarga, y de estacionamiento de transportes".
Por su parte, Ariel Pomares, abogado y representante del sector primario de trabajadores de frontera, en diálogo con FM La 20, consideró que siempre hubo muy buen diálogo con el subsecretario de Frontera, Matías Lobo, pero que sin embargo él no tiene la facultad suficiente ni la potestad de tomar decisiones de la magnitud que se requiere.
Lucha de poderes
"Esto es una lucha de poder, donde, creo, están esperando que el sector bagayero explote para que pueda intervenir Gendarmería. Yo poco creo en la palabra de la Nación, porque si fueron capaces de crear dos instrumentos públicos suscriptos por los bagayeros y ahora vienen a decir que van a capacitar; no les creo".
Además, explicó la diferencia entre el microimportador (comerciante), y transportista (pasador de mercadería) y aseguró que a ninguno le conviene registrarse bajo estas condiciones.
Sobre la próxima reunión que se llevará a cabo con el senador nacional Juan Carlos Romero y las comunicaciones que tuvo con representantes de Nación, expresó que es crucial que se modifiquen algunos puntos de la ley de importaciones.
Respecto a la reunión con Romero, dijo estar a la espera de que el senador cuente con un espacio en su agenda para poder concretar el encuentro, al que irá acompañado con dos de sus representados.
 Herramientas y responsabilidad
El diputado provincial Baltasar Lara Gros consideró que la solución definitiva a la problemática es poner en práctica el régimen de importación simplificada y generar fuentes de trabajo alternativas.
Desde su perspectiva, es justamente el Gobierno nacional el que tiene la potestad de lograr un acuerdo. “Los funcionarios nacionales tienen la responsabilidad y las herramientas para destrabar este conflicto. Para solucionarlo lo que hace falta es poner en práctica este régimen de importación simplificada, brindar una opción temporaria hasta que la gente pueda inscribirse en este sistema por 30 o 60 días, como habíamos quedado en un primer momento. Queremos que cumpla su palabra el gobierno nacional en este sentido”, dijo el legislador.






Hubo eco por parte de las autoridades de la Nación respecto a otorgar alguna salida a la situación de conflicto generado por el Régimen Simplificado para Bagayeros en el norte provincial.

El Nuevo Diario de Salta (www.nuevodiariodesalta.com.ar)
                                                                                                
Ayer se conoció que la Subsecretaría de Vigilancia de Fronteras y la Aduana informaron que se prorrogó un mes más la puesta en marcha del Sistema de Importadores Minoristas.
Luego de los reclamos diarios que realizaban los bagayeros, en las rutas del norte provincial, y que habían trasladado al ex peaje de Aunor desde el lunes último, los funcionarios nacionales decidieron la prórroga para la aplicación de las nuevas normas en el ingreso de mercadería en la zona de frontera.
Retorno al trabajo
Esto retrotrae la situación para que los trabajadores a partir de mañana jueves 25 de abril, vuelvan a trabajar con normalidad, siempre y cuando se tengan en cuenta las restricciones de cantidades y mercaderías.
Todo esto se llevará adelante hasta el 31 de mayo, y en este tiempo  se dictarán cursos y talleres para asesorar a quienes se adhieran al Sistema de Importadores Minoristas, o microimportadores.
Es la segunda prórroga que se presenta teniendo en cuenta que el 1 de abril pasado la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, junto al gobernador Juan Manuel Urtubey y otros funcionarios de áreas de frontera de Aduana, Gendarmería, etc, recorrieron la zona clausurando los pasos clandestinos de mercadería, y habilitando los pasos por donde debía ingresar la mercadería.
Sin embargo, los reclamos y marchas de los bagayeros llevaron a que no se pusiera en marcha en ese momento sino se extendiera el plazo hasta fines del mes en curso. En ese momento se decidió que se dictarían cursos y talleres para posibilitar las inscripciones de los microimportadores, pero no se llevaron adelante esas capacitaciones y nadie se inscribió, Solo se recibieron consultas en la Oficina de Aduana.
Bagayeron en la Iglesia
El obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina y la Pastoral Social de la Nueva Orán, se reunieron con representantes de los bagayeros en la tarde del lunes y escucharon sus pedidos, comprometiéndose a efectuar un acercamiento. Luego dieron a conocer un comunicado con los principales fundamentos del pedido.
“Atentos a la problemática social que se generó con los Trabajadores de Frontera, y que es de público conocimiento, mantuvieron una reunión en el día de la fecha (por el lunes) con referentes del sector quienes solicitaron ser escuchados por la Iglesia local.





EL IMPACTO DE LA CRISIS VENEZOLANA EN LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA

La Diaria de Uruguay (www.ladiaria.com.uy)

El modelo bolivariano, que durante años funcionó como un faro que inspiraba a otras fuerzas políticas en la región, hoy es un lastre. La crisis que atraviesa Venezuela debería generar un debate acerca de los límites y errores del único país que se autoproclamó socialista después de la caída del Muro de Berlín.
Hace 20 años, el triunfo de Hugo Chávez fue seguido con un entusiasmo limitado por la izquierda latinoamericana. Un tanto folclórico, el ex paracaidista había organizado en 1992 un golpe de Estado militarmente fallido pero, a la larga, políticamente exitoso, y tras su victoria en las elecciones presidenciales de 1998 sorprendió al jurar su cargo sobre la “Constitución moribunda”. En un comienzo, sus posicionamientos ideológicos resultaban ambiguos: si bien había tenido acercamientos con la izquierda durante su carrera militar, al mismo tiempo se había rodeado de asesores como el nacionalista argentino Norberto Ceresole, que tenía posiciones cercanas a los militares carapintadas, y, por otro lado, elogiaba la Tercera Vía de Tony Blair en Reino Unido. Fue tras el golpe que sufrió en 2002 que la experiencia chavista terminó de ser incorporada como acervo de una izquierda latinoamericana que había encontrado en la tradición nacional-popular una tabla de salvación frente a la crisis del socialismo real y las derrotas de la década de 1970. El sueño de Jorge Abelardo Ramos de articular populismo y socialismo parecía hacerse parcialmente realidad, primero en Venezuela y después en Bolivia y Ecuador. Pero lo que en un momento fue una locomotora hoy se volvió un peso para los progresismos regionales, a tal punto que nadie puede ganar hoy una elección en América Latina sin diferenciarse del madurismo, en el contexto de una masiva migración de venezolanos que dan carnadura –y voz– a los fracasos de su gobierno.
Cultura de campamento
Es difícil atribuir a la “maldición de la abundancia” el derrumbe económico que atraviesa Venezuela; otros países de la región y del mundo dependen de las exportaciones hidrocarburíferas y no sufren un retroceso de características posbélicas –la caída del PIB en Venezuela ronda el 50% en los últimos cinco años, un hecho inédito en la región–. Hasta hace un par de años, gracias a la combinación de una serie de dimensiones a menudo poco debatidas por las izquierdas latinoamericanas, el chavismo había logrado postergar la discusión sobre la “vía venezolana al socialismo... petrolero” hasta que ya no haya “conspiraciones imperialistas” en el horizonte, es decir, ad infinitum. Entre esas dimensiones encontramos el carisma excepcional de Chávez (imposible de transmitir y que combinaba “padre severo” con “madre cariñosa”); un tipo de mesianismo compasivo de matriz cristiana; un criptoestalinismo tropical desorganizado que entronca con rituales y marcos interpretativos del socialismo real, y una visión militarista de los problemas propia de un caudillismo pretoriano. Todo esto en el marco de una gran ineficiencia administrativa, incluso en comparación con otros “populismos” de la región.
Tras la muerte de Chávez, en marzo de 2013, sin una institucionalidad bolivariana propiamente dicha y en un contexto de una pronunciada caída de los precios de los hidrocarburos, la fórmula bolivariana –petróleo + carisma + empoderamiento simbólico de los excluidos– se debilitó hasta desembocar en la situación actual.
Frente a esa deriva, una parte de la izquierda crítica intentó anclarse en una suerte de “melancolía chavista” y atribuir los problemas al liderazgo de Nicolás Maduro, el “hijo de Chávez”. Pero la profundidad de la crisis (hiperinflación, derrumbe del Producto Interno Bruto, inseguridad), y a la falta de espacios de deliberación política real en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), impidieron la emergencia de un “chavismo crítico” con incidencia social, por lo que una parte de él terminó en el Frente Amplio Venezuela Libre, que agrupa fuerzas vivas, iglesias, partidos e intelectuales de diferentes tendencias.
Venezuela vive, como señaló el sociólogo Marc Saint-Upéry, en una suerte de “autoritarismo anárquico y desorganizado”, incapaz incluso de imponer la autoridad del Estado, como demuestran la crisis del sistema carcelario, el “pranato” (mafia) minero y las cifras brutales de inseguridad (80 muertes violentas por cada 100.000 habitantes), que han acabado incluso con parte de la sociabilidad nocturna. A ello hay que sumar los Operativos de Liberación y Protección del Pueblo (OLP) y, más recientemente, las maniobras de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), que en ambos casos rutinizaron el gatillo fácil en los barrios, además de una gestión predatoria de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la gallina de los huevos de oro de la revolución. La situación es tan mala que el propio Maduro habló –después de casi dos décadas– del “falso socialismo”, en un intento de convencer a los electores de que voten por “un nuevo comienzo”.
Mientras este modelo parecía funcionar, por ejemplo reduciendo la pobreza, Venezuela, amplificada por la retórica de Chávez, se había transformado en un faro político en la región, con discursos que revitalizaron la tradición antiimperialista y hasta “ponían en la agenda” el socialismo. No obstante, desde el comienzo del proceso se podían observar todo tipo de problemas, tapados, hasta donde era posible, por el boom de los precios petroleros (que subieron alrededor de 1.000% durante la era Chávez). Detrás de estos discursos, a menudo se escondían las culturas políticas forjadas desde 1958 por Acción Democrática y el Comité de Organización Política Electoral Independiente.
En las últimas dos décadas se han ensayado varias estrategias –en la primera etapa, “operativos cívico-militares”– para llevar adelante “procesos de inclusión masivos y acelerados” mediante una distribución más justa de la renta petrolera, junto con un sistema comunal que debería absorber a la democracia liberal. Algunos críticos del rentismo hablan de la “cultura de campamento”, en la que predominan los operativos extraordinarios sin continuidad en el tiempo. Pero fue el propio Chávez quien, admitiendo implícitamente el fracaso de una agenda de desarrollo posthidrocarburífera (la “siembra del petróleo”), definió el proyecto en marcha como “socialismo petrolero”. Durante una emisión de Aló, presidente, su programa semanal, el mandatario venezolano explicó: “Estamos empeñados en construir un modelo socialista muy diferente al que imaginó [Karl] Marx en el siglo XIX. Ese es nuestro modelo, contar con esta riqueza petrolera”.
Las imágenes del socialismo
En este marco emergió lo que el economista marxista Manuel Sutherland define como un “populismo clientelar lumpen”, que se fue superponiendo a los efectos iniciales del empoderamiento simbólico de las capas más postergadas. Esto explica en parte la persistencia del chavismo en sectores de la sociedad que encontraron en Chávez al líder que, seguramente sin haber leído a Ernesto Laclau, construyó el “significante vacío” en el que se inscribieron las múltiples demandas de los de abajo. Pero también la degradación actual.
El caso venezolano deja en evidencia que, desde la caída del Muro de Berlín en 1989, no fue posible pensar, ni teórica ni prácticamente, un tipo de transformación socialista integral de la sociedad sin caer en la cultura antipluralista del socialismo real. Y en esa deriva no fue menor el rol de Cuba, embarcada hoy en una serie de reformas pero sin perder la vocación totalitaria en diversos terrenos de la vida social. Venezuela, sin dudas, no se transformó en Cuba: no logró poner en práctica algunas políticas públicas de inclusión social sistemática –como lo hicieron los cubanos en materia de salud y educación– y no terminó de desmantelar totalmente la “democracia liberal” (aunque la Asamblea Nacional Constituyente inaugurada en 2017 modeló un gobierno de facto que se sitúa por encima de los poderes constituidos y anuló en los hechos a la Asamblea Nacional –de mayoría opositora desde 2015 y declarada en desacato por una justicia completamente subordinada al chavismo–).
De este modo, el “silencio Cuba”, al decir de Claudia Hilb, de muchas izquierdas latinoamericanas –y de más allá también– devino en un “silencio Venezuela”, que no significó, como tampoco ocurrió en el caso de la isla, no hablar de Venezuela, sino evitar enfrentar los problemas apelando de manera mecánica a las “agresiones imperiales”. Bajo el mismo acoso imperial, la Bolivia de Evo Morales lleva más de una década de crecimiento y consolidación macroeconómica, baja inflación y estabilidad cambiaria.
Lo cierto es que la misma Venezuela que pareció alentar la expansión del socialismo en la región terminó convirtiéndose en un búmeran para las izquierdas. No es de extrañar que las fuerzas de derecha latinoamericanas incluyan a Venezuela –o, mejor dicho, a los riesgos, más imaginados que reales, de venezuelización– en las campañas electorales. Incluso Sebastián Piñera llegó a hablar, con tonalidades de realismo mágico, de los peligros de transitar hacia “Chilezuela” si triunfaba el candidato de centroizquierda, por no hablar del “efecto Venezuela” en la política argentina, colombiana y brasileña. Por supuesto, esos relatos pueden descartarse como propios de la tradicional retórica conservadora que busca desprestigiar a los gobiernos populares. Pero eso significaría desconocer que Venezuela es el único país que se proclamó “socialista” con posterioridad a la caída del Muro de Berlín y que hoy replica imágenes clásicas de la decadencia del socialismo real: desabastecimiento, colas, hiperinflación, migraciones masivas y un Estado crecientemente pretoriano.
Las derivas del Foro de San Pablo
El giro a la derecha en la región no alentó una revisión crítica de la “década ganada”, sino actitudes reactivas y retroutopías sobre las “primaveras populares” perdidas. Esto puedo verse en la 24ª Asamblea del Foro de San Pablo, celebrada en julio de 2018 en La Habana. La presencia en su seno de las figuras del ala más conservadora de Cuba, como el vicesecretario del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, contribuyó al repliegue ideológico y a la retórica contra el cerco imperial. Pero el imperio requiere un análisis más fino, al menos para reconocer que los halcones de la era de George Bush que hoy buscan derrocar a Maduro –y le ofrecen una playa paradisíaca si se va del país o la de Guantánamo si se queda– conviven con un Donald Trump que llegó a la Casa Blanca supuestamente apoyado por Vladimir Putin, en el marco de la emergencia de la “derecha alternativa”.
Problemas como la corrupción fueron englobados en el encuentro del Foro en el gran relato de la conspiración político-judicial. Y aunque sería ingenuo negar las operaciones y el rol de la política y de los jueces celebrities, lo cierto es que la ética pública constituye una demanda popular generalizada. De hecho, en los países gobernados por la derecha las izquierdas ganan también con discursos “honestistas”, como ocurrió en México con Andrés Manuel López Obrador. Pero incluso más allá de esta cuestión –que hoy tiñe todas las campañas electorales–, la solidaridad acrítica del Foro con el gobierno de Venezuela y con Daniel Ortega en Nicaragua –que logró mantenerse en el poder sin escatimar represión a sangre y fuego– deja ver una subestimación de las izquierdas regionales de la crisis política y moral de gran parte de sus fuerzas y del problema democrático. Una subestimación que recuerda reacciones frente a la crisis del socialismo real poco antes del derrumbe de la Unión Soviética, en 1991.
“Empate catastrófico”
Habrá que ver cómo termina el “empate catastrófico” iniciado con la guerra de poderes lanzada en 2015, cuando la oposición ganó dos tercios de la Asamblea Nacional. Juan Guaidó, en una especie de acto “leninista”, se hizo proclamar “presidente encargado”, tratando de aprovechar los “instantes huidizos” de la política. E hizo de la “ayuda humanitaria” –con apoyo de Estados Unidos– su caballito de batalla para mostrar que tiene algún poder material y tratar de quebrar a las Fuerzas Armadas. Es claro que la caída de Maduro sería un golpe inevitable para las izquierdas de la región (maduristas y no maduristas).
Sin embargo, la experiencia del socialismo real advierte sobre los riesgos de atar la suerte de la izquierda a proyectos políticos cuyo único mérito es “resistir al imperio”, aunque resulten opresivos para quienes viven en ellos, y de reclamar Estado de derecho, libertades democráticas y justicia independiente sólo cuando gobierna la derecha. No puede ignorarse que la persistencia de Maduro en el poder, en las condiciones actuales, tiene también un efecto disuasivo sobre cualquier proyecto de transformación social que se identifique como socialista. Lo entendió Bernie Sanders, que hoy lidera uno de los movimientos más dinámicos de la izquierda global, quien hizo una crítica democrática radical al gobierno venezolano al tiempo que rechazaba el injerencismo de los halcones de la Casa Blanca.





NO HAY POPULISMO SIN “PUEBLO

Contrarréplica de México (www.contrareplica.mx)
                                                                                                                  
Con algunas variantes en los estilos y realidades locales Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, los tres principales exponentes, hasta ahora, de la ola neopopulista latinoamericana fueron electos en primera instancia para cambiar el statu quo y garantizar equidad social.
Los tres lo pretendieron hacerlo mediante la relación directa y paternalista líder-pueblo, sin mediaciones organizativas o institucionales, donde los seguidores están convencidos de las cualidades extraordinarias del caudillo y creen en el intercambio clientelar como infalible fórmula para mejorar su situación.
También les fue común utilizar una retórica de ruptura y enemistad con un enemigo externo (el imperialismo) e interno (la oligarquía criolla), y un discurso digno de la etapa de guerra fría el cual se antojaría obsoleto ante las realidades del siglo XXI, pero cuyo éxito consiste en la capacidad de verse reflejados como “redentores”.
Estos líderes han trastocado los valores de la democracia. Triunfaron claramente en las urnas y recurren como gobernantes a las elecciones como un instrumento legitimador, pero han propiciado incontables acometidas contra las instituciones con un ejercicio arbitrario del poder, la personalización de la política y numerosas reformas legales y constitucionales tendientes a concentrar en sus manos el proceso de toma de decisiones.
Sobre todo, han demostrado ser adversarios jurados del pluralismo.
En su lógica el caudillo está por encima de las reglas, del Estado de Derecho y de las instituciones, las cuales son primero utilizadas para después ser despreciadas.
Se trata de “alcanzar la hegemonía”, de acuerdo a los escritos del autor argentino Ernesto Laclau, principal doctrinario del neopopulismo, y también a la obra de quien fue su padre ideológico, el fundador del Partido Comunista Italiano, Antonio Gramsci.
La voluntad del caudillo se convierte en ley porque al ser él la genuina encarnación del Pueblo nadie ni nada hay mejor para distinguir lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo. La desarticulación de las instituciones liberales y de la división de poderes se efectúa en aras del “proyecto de Nación”.
Pero no hay populismo sin “pueblo”, sin electores convencidos por la propaganda simplificadora y el discurso maniqueo diseñado para conectar con los sentimientos y las pasiones.
No hay populismo sin una masa ávida de proyectar sus frustraciones en un caudillo, de identificar autoridad con “mano dura”, de equiparar proyecto con revancha, desarrollo con asistencialismo y patriotismo con militancia.
Los líderes populistas latinoamericanos nos obligan a formularnos preguntas:
¿Realmente tenemos vocación por la legalidad y la democracia, o nuestras inclinaciones van por un gobierno vertical y suponen un íntimo fervor por el autoritarismo?
¿Somos racionales o preferimos la comodidad de creer en los prodigios del liderazgo carismático?
¿Somos ciudadanos plenos, cuidadosos de nuestras libertades y responsabilidades, o tras la apariencia de “ciudadanía” ocultamos rezagos de viejas servidumbres?





LA SALUD Y LOS MIGRANTES: UNA MIRADA HUMANITARIA

El Clarín de Argentina (www.clarin.com/opinion)

Un grupo de expertos en salud de todo el mundo fue convocado recientemente por la Comisión Lancet para analizar el tema de la migración mundial y la salud. Analizando los datos internacionales se puede observar, que en la actualidad, los mayores flujos migratorios ocurren desde los países de bajos y medios recursos hacia los de altos ingresos o desarrollados. Por otro lado, se han acentuado las migraciones internas, sobre todo en nuestro continente, donde más del 70% de la población vive en áreas urbanas El abordaje de la migración y la salud implica romper mitos, en la medida que la mayor parte de las sociedades son hoy el producto de esta población en movimiento, convirtiendo a la migración en una realidad global.
Los expertos cuestionaron el argumento, a menudo señalado, que atribuye a los grupos migrantes mayores costos económicos por los servicios sociales para atender a estas poblaciones. La población migrante aporta para el desarrollo de los países de acogida y la mano de obra es clave para muchos sectores de la economía.
Por ejemplo, buena parte de la industria textil en la República Argentina se hace con la mano de obra de la población migrante proveniente de Bolivia. La industria de la construcción también se beneficia con la población de migrante de origen boliviano y paraguayo y su fuerza de trabajo. Muchos sectores de servicio en nuestro país se benefician de la mano de obra de la población venezolana. Asimismo, la estructura de impuestos basada en el consumo, de la Argentina como de muchos países, hace que la población migrante contribuya con su consumo a la recaudación impositiva de los países de acogida.
Las decisiones que impulsan a migrar varían de país a país, pero en general lo que observan los expertos, es que los que migran son los mas sanos, descartando la idea de que se trata de poblaciones que transmiten enfermedades.
Cuando analizan la mortalidad, los expertos observan, que estas tasas de la población migrante en los países de ingresos altos son mas bajas que las de la población de los países de acogida. Aún cuando pueda encontrarse una mayor morbilidad en varios subgrupos de migrantes (por ejemplo: mayor índice de enfermedades mentales en víctimas de trata de personas o en personas que huyeron de conflictos) a las de los nacionales, dependiendo no de su condición de migrante sino de estructuras poco apropiadas de protección social de los países de acogida. No obstante, resulta complicado evaluar la magnitud de los daños a la salud de la población migrante por la falta de datos o la poca sensibilidad de los sistemas de información.
Los procesos de migración constituyen un fuerte determinante de la salud, ya que muchas veces las condiciones de vida, de trabajo y del ambiente a las que está expuesta la población migrante los hace mas vulnerables afectando su salud. Las condiciones de hacinamiento y de explotación a que están expuestos al llegar a muchos de los países los hace suceptibles al contagio de las enfermedades transmisibles: no es que ellos sean intrínsecamente portadores de ellas.
Es necesario tener una mirada humanitaria en los países de acogida, entendiendo que la migración puede tributar a la economía de los países receptores, enriqueciendo su diversidad cultural, aportando la riqueza de costumbres y talentos. El potencial de talento de la población migrante sobrepasa mucho lo que se espera, en tanto se trata mayoritariamente de población que produce y que consume, en pro del desarrollo del país como un todo. 

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