Monday, November 18, 2024

BOLIVIA, ENGENDROS DESTRUCTORES

Evo Morales es un político extremista, aliado de las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba; y, a la vez, un depredador sexual, procesado por estupro ante los tribunales de justicia de su país.
Cuando estuvo asilado en Argentina, protegido por el kirchenista Alberto Fernández, hoy enjuiciado por golpear a su esposa y actos de corrupción, la prestigiada fundación “Apolo” lo denunció penalmente “por trata de personas con fines de explotación sexual y abuso de menores”, agregando que en su estadía entre el 2019-2020 convivió con “menores de edad trasladadas desde Bolivia para hacer labores domésticas”.
La querella se apoya, entre otros testimonios, en palabras de la dirigente de la Comisión de Mujeres Interculturales del país altiplánico, Angélica Ponce, quien afirmó que Morales recibía “niñas como obsequio de los que deseaban obtener favores gubernamentales”, agregando que esos hechos eran “ampliamente conocidos en círculos cercanos al ex mandatario”.
Por su parte, el diario “El Debate” consigna que el jefe de seguridad de Morales informó que las menores eran recolectadas “en los programas de danzas folclóricas y entre las jugadoras de fútbol femenino”, trasladándolas a la Casa Presidencial, donde las embriagaban.
En ese sórdido contexto, recordemos que el periodista Alfonso Rodríguez publicó un libro reproduciendo algunas de sus ofensivas frases, como decir: “Mujeres ardientes, Evo presidente”, “cuando voy a los pueblos, quedan todas las mujeres embarazadas y en su barriga dice Evo Cumple” o “mujeres aguanten, Evo no se cansa”.
Ahora que la fiscalía boliviana ha iniciado una investigación por abuso sexual de infantes, el líder cocalero se victimiza diciendo que se trata de una maniobra del presidente Arce, del imperialismo y de la extrema derecha.
Para presionar a los magistrados organizó una marcha de los llamados “ponchos rojos”, turba que recorrió 200 kilómetros durante 7 días, desde Oruro a La Paz, exigiendo anular el proceso judicial.
Bloquearon carreteras para impedir el ingreso de alimentos, combustibles y mercaderías a las ciudades, una práctica usual de ese grupo sedicioso, que así logró la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el acceso al poder de Evo Morales.
Esta vez los insurrectos han atacado cuarteles militares y policiales, reteniendo numerosos soldados, acto calificado por el gobierno como traición a la patria y repudiado por las Fuerzas Armadas y la Policía del altiplano.
Evo también pretende que lo habiliten a volver a postular, a sabiendas que no puede hacerlo porque dos sentencias del Tribunal Constitucional establecen que ningún político puede ejercer la primera magistratura más de dos veces, en forma continua o espaciada y Morales ha tenido tres mandatos.
El primero, del 2006 al 2010; luego, del 2010 al 2015; después, del 2015 al 2020 y buscó un cuarto periodo, del 2020 al 2025, organizando un gigantesco fraude electoral denunciado por la OEA y la Unión Europea, maniobra que provocó violentas manifestaciones de protesta que lo llevaron a asilarse en México.
Su frustración por no poder postular lo ha conducido al odio contra el presidente Arce, su ex ministro de Economía, a quien ponderaba por el manejo de los yacimientos gasíferos, pero como no invirtieron en mantenimiento ni en nuevas exploraciones la bonanza terminó.
Los ingresos de US$ 6,624 se redujeron a US$ 1,905 y las reservas del Banco Central cayeron de US$ 15,600 a US$ 1,800; sin duda, un verdadero desastre, agravado porque no hay combustible en los grifos y escasean productos de primera necesidad e insumos para la producción.
Arce y Evo han degradado la política boliviana, inculpándose de corrupción y narcotráfico, además de enfrentarse por la membresía del Movimiento al Socialismo (MAS).
Sin embargo, hay tres temas que unen a estos siniestros personajes: su adhesión al Socialismo del Siglo XXI, el apoyo incondicional a la invasión rusa a Ucrania y ser enemigos de Estados Unidos.
Es decir, son dos sujetos extremistas que ahora se pelean a dentelladas y cuchillo para seguir destruyendo su patria. La Razón de Perú (https://acortar.link/0jd7c3)
 
 
 
 
 
EDITORIAL. EL POLVORÍN BOLIVIANO
 
El desafío de Evo Morales y el malestar contra el Gobierno colocan al país ante el riesgo de enfrentamiento civil
 
El país de España (https://acortar.link/p9IjW9)
 
Bolivia es desde hace semanas un polvorín. El enfrentamiento entre el Gobierno de Luis Arce y el expresidente Evo Morales ha precipitado una crisis de una magnitud solo comparable con el derrocamiento de este último en noviembre de 2019. La arista más visible del conflicto es el atrincheramiento del líder indígena frente a una andanada de resoluciones judiciales que van desde la ratificación de su inhabilitación para presentarse a unas elecciones presidenciales y la pérdida del control del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que fundó hace casi tres décadas, hasta una orden de arresto por un caso de violación de una menor. Pero en el trasfondo hay un malestar generalizado con el actual Ejecutivo, criticado por su gestión de la economía, la escasez de combustible y de dólares y la inflación.
Morales trata de evitar una detención refugiado en el bastión cocalero del Chapare. Allí, grupos de campesinos tomaron durante horas unos cuarteles militares, intensificaron las protestas y bloquearon carreteras hasta paralizar el transporte en todo el país. Arce, que fue aliado de Morales, ha roto por completo con su antiguo valedor. Ahora es su principal enemigo y no está dispuesto a ceder un milímetro de terreno.
La disputa por el poder es muy distinta a la que acorraló a Morales hace cinco años y desencadenó su salida, justo después de unas elecciones, a manos de sectores de derecha y ultraderecha. La dirigente que entonces asumió el cargo de presidenta interina, Jeanine Áñez, está hoy en la cárcel por liderar esa asonada. Por otro lado, el conflicto tiene una vez más en el centro al líder cocalero, que aspira a volver al timón. La Constitución boliviana establece que una autoridad electa no puede estar más de 10 años en su cargo en el poder ejecutivo de forma continua o discontinua. Morales superó ampliamente ese límite al gobernar entre 2006 y 2019, y ese año se postuló a la presidencia pese a haber perdido un referéndum popular sobre la reelección. Su candidatura solo fue posible porque un tribunal controlado por su partido se lo permitió.
Con estas premisas, el exmandatario ha declarado la guerra a Arce y se dice dispuesto a resistir. Hasta hizo una huelga de hambre para llamar la atención sobre lo que él considera una persecución. La huida hacia adelante de Morales ha contribuido a agravar la crisis poniéndola al borde de un conflicto civil. Sin embargo, la obligación del actual presidente, que en junio sufrió un intento de golpe militar, es la de frenar la escalada de la tensión y atender con urgencia las demandas de la población en materia económica. El riesgo de que la situación se salga de control, generando un escenario de caos en amplias zonas del país, es real. El Gobierno tiene que actuar sin más dilación dejando a un lado las luchas internas por el poder.
 
 
 
 
 
LA CRISIS BOLIVIANA
 
Contra Hegemonia Web (https://acortar.link/cPgEYo)
 
Bolivia enfrenta una crisis económica y política marcada por un estancamiento en el crecimiento y un alto déficit fiscal, agravados por la caída en los precios del gas, principal producto de exportación. La inflación y el desempleo han aumentado, afectando la calidad de vida, mientras la deuda externa sigue creciendo. A nivel político, las tensiones se han intensificado, sobre todo al interior del MAS, con intentos de eliminar política y físicamente a Evo Morales, todo esto en medio de un bloqueo de caminos de sectores campesinos que ya lleva casi un mes de duración.
Las fisuras internas del MAS se fueron abriendo paso a través del bullicio intrascendente. Las acusaciones cruzadas de actos de corrupción e involucramiento con el narcotráfico eran reflejo de una lucha sórdida entre aparatos políticos. La escenificación empezó con la burocracia gubernamental, liderada por el presidente Luis Arce, afanándose por arrebatar el control del instrumento político de las manos de Evo Morales y las dirigencias del movimiento campesino.
Por la calidad de los intereses expresados, se trata de una trifulca de muy baja calidad ajustada a las pasiones mezquinas que acarrea el control de los cargos en el Estado. Independientemente de la voluntad de los contendientes, la pugna fue adquiriendo dimensiones sociales cada vez más amplias; primero, la crisis partidaria devino en crisis de gobernabilidad. Viendo amenazada su candidatura de 2025, Evo usó su bancada para sabotear al gobierno en la Asamblea Legislativa y Arce usó a las camarillas judiciales para paralizar al legislativo y tratar de proscribir electoralmente al exjefe.
Después, con el malestar económico, el desmadre llegó a escalas mayores. Todos los ingredientes de la implosión estaban a la espera de un detonante. La cosa estalló cuando Arce sufrió un intento de golpe militar el pasado 26 de junio. Si bien la asonada naufragó el mismo día, empujó a delinear un nuevo rumbo político en el gobierno. Convencidos de su debilidad, de su carencia de una base social de apoyo, Lucho y su cuadrilla fueron los últimos en enterarse de que el eslogan de «estabilidad económica» que venían vendiendo estaba hecho girones.
Apelando a su cerebro reptiliano —esa parte de encéfalo que emana conductas ante situaciones desesperadas—, decidieron apostar por canalizar el antievismo de la sociedad boliviana y llevar la confrontación contra su exlíder a ámbitos judiciales y violentos.
Límites del proyecto histórico del MAS
El 2004, un año antes de asumir la presidencia Evo, la economía boliviana registraba un PIB de 4 mil millones de dólares. En los diez primeros años del gobierno evista, se ensanchó hasta llegar a 33 mil millones, resultando en un inédito crecimiento de 723%. Semejante expansión permitió, entre otras cosas, sacar a franjas significativas de la población de la pobreza extrema y moderada, aunque encontró límites para cumplir nuevas tareas; entre ellas, la de mejorar las tasas de empleo de calidad, aspecto que es imposible lograr sin una sólida base industrial.
El subempleo crónico en Bolivia nunca fue menos del 80% de la fuerza laboral disponible. Pese a que el MAS insistió con la retórica del «cambio de la matriz productiva» (pasar de ser un país exportador de materia prima a industrializador de la misma), esta transformación no tuvo visos de hacerse realidad. Y esto, fundamentalmente, debido a un impedimento estructural: las desigualdades en el intercambio que padece la modestísima economía boliviana respecto al mercado global capitalista. Este obstáculo para el desarrollo del país no pudo ser afrontado por el proceso político boliviano vivido el último cuarto de siglo, pues este cerró su etapa de reformas después de estatizar parcialmente una sola fuente de ingresos sustanciales: el gas.
Obligada a vender hidrocarburos sin mayor elaboración, Bolivia utiliza sus ingresos para comprar bienes de capital y tecnología proveniente de los países centrales. Además, gran parte del excedente económico se usa para fomentar procesos de acumulación privada no reinvertidos completamente en el mercado interno. La burguesía boliviana —minera, financiera pero principalmente agroindustrial—, ha sido parasitaria de la renta hidrocarburífera; ni siquiera en los mejores años del boom internacional fue capaz de tener una balanza comercial positiva, siendo gran parte de sus importaciones costeadas por el Estado.
En el ámbito social y político, las escrupulosas reformas implementadas por el MAS enfrentaron, desde un inicio, una oposición extremista y muchas veces violenta de parte del bloque dominante conformado por la gran empresa privada, sus medios de comunicación, las organizaciones políticas de derecha y las clases medias acomodadas. Para enfrentar los embates más agresivos de esta oposición, al MAS no le bastó el poder coercitivo del Estado, y fue la acción del movimiento de masas la que jugó un rol indispensable.
A diferencia del gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, el MAS boliviano nunca vislumbró con seriedad la posibilidad de un futuro poscapitalista. El «gobierno de los movimientos sociales», como se autodenominó en sus mejores épocas, no abordó cuestiones como el del poder obrero y popular, el poder comunal indígena, ni siquiera las cooperativas sociales campesinas. Se aprobó una nueva Constitución, pactada con la derecha, concebida más como una proclama: una suerte de manifiesto retóricamente refundacional antes que una hoja de ruta o diseño legal para producir cambios sociales emancipadores y concretos.
El proyecto histórico del MAS, en términos estrictos, siempre se enmarcó en la promoción de un desarrollismo capitalista con contenido social. Por su parte, la derecha denunció continuamente el modesto proyecto como una amenaza comunista y organizó asonadas de diferente intensidad (2008, 2019, 2024) con el fin de cerrar abruptamente el proceso político.
La mayor parte del tiempo, sobre todo en el período 2006-2010, la correlación de fuerzas fue favorable al movimiento popular. Pero la dirección política del MAS se negó a pasar a la ofensiva y utilizó su apabullante respaldo social para obligar a la reacción a aceptar sus recatadas reformas. Así, se desaprovechó la situación —como en 2008— de llevar adelante una verdadera modificación del uso, tenencia y producción de tierras que ponga fin (o al menos límites reales) al poder latifundista, uno de los sectores más reaccionarios de la burguesía. El resultado práctico de esta orientación fue que la concentración y especulación con el uso de suelos ha crecido exponencialmente durante el proceso de cambio.
Las derrotas sucesivas del proyecto maximalista de la derecha —echar al gobierno y aplastar la movilización popular— fueron complementadas con la autolimitación estratégica del Movimiento Al Socialismo. Recatarse de impulsar reformas más profundas terminó consolidando un programa asentado en la administración del excedente proveniente de una sola fuente: los hidrocarburos.
Aunque suene extraño, se cayó en la ingenuidad de creer en la duración eterna de los pozos de gas y de los buenos precios internacionales. Esta ilusión generó otra fantasía análoga y ajustada al círculo de poder de Evo Morales: el mito del caudillo eterno e insustituible. Ambas cosas abrieron el camino a la actual crisis económica y política que atraviesan Bolivia y el MAS.
Mucho se dice que el error fundamental de Evo Morales y su partido fue insistir tercamente con la reelección indefinida desde el 2015 y que desconocer los resultados del referéndum donde una mayoría lo inhabilitó para el propósito fue el punto de inflexión hacia la caída y la decadencia actual. Pero muy poco se habla de que este error político reflejaba mucho más que cinismo, ambiciones personales y grupales: reflejaba el empequeñecimiento del conjunto del proceso de cambio.
El fracaso de Luis Arce
La recesión pandémica, el desastre legado por el gobierno de facto, el agotamiento del «ciclo del gas» y un proceso de cambio sin intención de hacer más cambios fueron las condiciones con las que Luis Arce asumió el gobierno en 2020. Arce calculó que su tarea consistía en enmendar administrativamente los «errores» heredados. Su método, al menos durante los tres primeros años, fue levantar empresas estatales medianas con el fin de dinamizar el mercado interno, pero el impacto macroeconómico de esta medida fue insignificante.
A partir de 2023, agobiado por la carencia de dólares en el mercado, las presiones inflacionarias, la falta de combustibles y las pugnas políticas en el MAS, el «cajero» de la otrora bonanza económica ha nadado en el infortunio. Luis Arce siempre fue dado a mostrarse como un tecnócrata, una suerte de gestor ejemplar que maneja el Estado con aires de eficiencia. En sus mejores años, como ministro de Economía, salía arropado de cifras y estadísticas, pavoneando la «bonanza» del 2008 al 2014. Ahora, cada vez que trata de hacer lo mismo, en lugar de brillo, las cifras lo vuelven más opaco.
El putsch militar del 26 de junio marcó un punto de inflexión para su gestión. En aquella jornada, un grupo de generales de las fuerzas armadas desplegaron en la Plaza Murillo un operativo con francotiradores, algunas centenas de soldados y tanquetas. Su intención era desplazar a Luis Arce y actuar severamente contra Evo Morales, es decir, dirimir la crisis política a punta de balazos. Aunque la operación fracasó en sus objetivos inmediatos, dio el cimbronazo para una reorientación política del gobierno.
A partir de ese momento, con la certeza de un escenario de inestabilidad donde no se podía descartar otra intentona militar o policial, al Poder Ejecutivo se le planteó un rotundo dilema: enfrentar nuevas asonadas apoyados en las bases sociales del MAS, cuyo liderazgo recae en su adversario Evo Morales, o aventurarse a buscar la representación de todas las corrientes que quieren aplastar al núcleo fundamental del MAS. Con la evolución de los acontecimientos, queda claro que Luis Arce y compañía optaron por la segunda opción.
Evidenciando el fracaso de su administración económica, el gobierno cifra sus esperanzas de contener la debacle procurando dólares a través del endeudamiento externo, mientras implora a los exportadores privados que no fuguen todo el dinero. Hasta ahora no ha logrado ni lo uno ni lo otro. Primero, porque su exigua representación parlamentaria, paralizada por el evismo y la oposición de derecha, le impide acceder al oxígeno del crédito externo.
Segundo, porque pese a haber dispuesto 2500 millones de pesos bolivianos para programas de financiamiento a la patronal y quitar cepos de varios productos de exportación, no ha logrado que los privados dejen de fugar divisas. El gobierno les ha concedido incluso la posibilidad de producir biodiesel (una prebenda gubernamental a las clases dominantes con hondas consecuencias, puesto que los grandes ganaderos y agroindustriales son responsables del 90% del bosque incendiado este 2024, donde alcanzaron a quemar a más de 10 millones de hectáreas, afectando de forma crónica la situación ambiental y salud pública, ennegreciendo durante dos meses prácticamente todo el cielo boliviano).
Este collar de capitulaciones no ha sido suficiente para conceder un respiro económico al país y ha llevado al gobierno a una orientación política suicida: convertir el antievismo (con todas las connotaciones racistas y reaccionarias que conlleva) en su principal bandera para llegar a las elecciones nacionales del 2025. Paulatinamente, Luis Arce ha ido bajando el perfil, y personajes como Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno, han declarado abiertamente la guerra a Evo Morales, reactivando procesos por estupro, iniciando otros por causas similares y ensalzando la represión policial contra los bloqueos campesinos. Este es el contexto en el que se puede analizar el significado del atentado policial contra la vida de Evo Morales.
Evo y las bases sociales del MAS
El evismo retiene la fuerza social del MAS con la idea de que este movimiento político representa los intereses subalternos, intereses que habrían sido «traicionados» por Arce y sus ministros. Si alguien ayuda a confirmar la validez de esta idea es el propio gobierno que, convencido de la reducción social y electoral del «MAS histórico», está dispuesto a perder este segmento social persiguiendo a Evo Morales y reprimiendo con saña los bloqueos de caminos.
Pero si hay algo que sostiene el bloqueo de caminos es la convicción sobre la necesidad de evitar que la salida a la crisis económica signifique el retorno paulatino o violento a las políticas antipopulares de libre mercado (como la devaluación de la moneda, el levantamiento de la subvención estatal de hidrocarburos y otras). Evidentemente, sus actores, que hace pocas semanas realizaron también una marcha hacia la ciudad de La Paz, vinculan sus aspiraciones al liderazgo de Evo Morales, pero ambos son elementos que un sensato análisis debería saber distinguir.
Todo alineamiento ideológico de los sectores populares responde a una interpretación de la realidad material. Es evidente que el gobierno ha acoyuntado sus fracasos económicos con una mayor hostilidad no solo contra Evo Morales sino contra el «núcleo duro» del MAS. Es la construcción exacta para adquirir un perfil antipopular. Así las cosas, los sectores campesinos que bloquean las rutas tienen todo el derecho a declarar como enemigo al gobierno y como hostiles sus políticas, más aún si saben que los personajes que los tratan de «terroristas» y «grupos irregulares», les deben básicamente el cargo.
Si todavía hay razones —pese a un notable desgaste— que dan vigencia al caudillismo de Morales, se debe a que él encarna una construcción política inédita en la historia de Bolivia. En un país cuyos trazos históricos parecen repetirse hasta la desesperación, la novedad fulgurante de un movimiento como el MAS, de composición abrumadoramente plebeya, es haber construido una herramienta política que ocupó durante casi dos décadas el gobierno y sirvió para mediar, con mayor efectividad práctica que el sindicato, la relación entre las aspiraciones populares y su posibilidad de concreción real. El papel de Evo en esta construcción sigue siendo (aunque en menor medida que ayer) relevante.
Poco antes de que Arce y sus ministros concibieran la genial idea de salvar su gestión desatando una cacería contra el evismo, algunas encuestas daban el primer lugar en las intenciones de voto al caudillo indígena. La sorpresa se la dejamos a los necios. Si la derecha boliviana, cada vez más tirada al extremo, está excitada por el experimento de Milei en Argentina y habla de achicar el Estado, si el gobierno mostró disposición de levantar la subvención estatal de combustibles —es decir, disparar el proceso inflacionario—, a nadie debería extrañarle que Evo, simplemente con refugiarse en las añoranzas de lo que fue su pasada gestión de gobierno, sea todavía una alternativa legítima para evitar el infierno neoliberal. Aunque Evo no tiene un programa y estrategias para enfrentar el ajuste económico, su actual perfil, facilitado por la derechización de todo el espectro político, le posibilita presentarse como si los tuviera.
Lo seguro es que, al contrario de lo que creen algunos, cualquiera que analice la coyuntura boliviana en función de la lucha de clases sabe que el gobierno y la extrema derecha no les alcanzará con eliminar física o políticamente a Evo Morales para cerrar el ciclo político. Tendrán que pasar antes por la prueba de fuego: derrotar a los sujetos sociales que definieron la historia de este primer cuarto de siglo veintiuno en Bolivia.
 
 
 
 
 
LA DISPUTA EN BOLIVIA: ENTRE LO PERSONAL Y LO POLÍTICO
 
Rebelión de España (https://acortar.link/H1oTWX)
 
El enfrentamiento entre Evo Morales y Luis Arce de cara a las próximas elecciones de agosto 2025 es uno más de una larga serie que ha dañado a los progresismos y a las izquierdas, y le ha abierto las puertas a la derecha para encaramarse en el poder.
En realidad, no hay nada nuevo bajo el sol. Esta disputa, como otras, tiene dos características. Por un lado, está la cuestión del liderazgo de un proyecto; por el otro, la sucesión del máximo líder. En general van de la mano.
La lista de casos es tan larga que cuesta saber por dónde comenzar. Por su proyección global en el siglo XX la gran disputa fue entre Stalin y Trotsky que derivó en el  asesinato (por orden de Stalin) de varios dirigentes que hicieron la revolución en 1917.
Entre las numerosas tragedias podemos mencionar el asesinato en 1983 de Maurice Bishop -líder de la revolución de Grenada de 1979- por orden de su vice Bernard Coard. Estados Unidos aprovechó el caos para invadir la pequeña isla que tenía entre ceja y ceja.
En los cortos años de este siglo ya tuvimos varias disputas que dañaron procesos de cambio.
Lo que está sucediendo en Bolivia se puede denominar como la implosión y el agotamiento del Proceso de Cambio después de casi 20 años en el poder. Implosión por las múltiples contradicciones acumuladas que están expresando un límite y agotamiento porque la mayoría de las demandas sociales que dieron nacimiento al gobierno del MAS-IPSP ya fueron cumplidas.
Al reciente conflicto entre Morales y Arce podemos agregar el de Rafael Correa y Lenín Moreno en Ecuador, o la ruptura entre Iñigo Errejón y Pablo Iglesias, fundadores de Podemos en el Reino de España. Apenas dos claros ejemplos de peleas por sucesiones o por el liderazgo de un proyecto ¿progresista?.
En todos los casos quienes están involucrados alegan que los motivos de las rupturas son las diferencias ideológicas. ¿Se trata sólo de eso? ¿Acaso no juegan un rol las motivaciones y aspiraciones personales? Ya lo sabemos, al debatir solo sobre las diferencias políticas se minimizan las cuestiones personales.
Gran parte del periodismo, por el contrario, las maximiza hasta el hartazgo y se hace una fiesta cuando se trata de personajes progresistas y de izquierda. Pero no es menos cierto que las rivalidades personales existen. No tiene sentido negarlas.
El historiador polaco Isaac Deutscher es uno de los pocos que se atrevió a conjugar el riguroso análisis histórico con las características personales, sin caer en vulgarizaciones ni amarillismos. Su monumental trilogía biográfica de León Trotsky es, en realidad, una historia de la revolución bolchevique.
Deutscher desmenuza las idas y vueltas políticas –principalmente entre Lenin, Stalin y Trotsky- hilvanándolas con los diversos matices de sus personalidades para comprender cómo se relacionaban antes y después de la revolución de 1917.
Así es posible conocer las diferentes posiciones políticas atravesadas por envidias, celos, actitudes soberbias, viejos resentimientos, desconfianzas y megalomanías. En síntesis, Deutscher asegura que era “prácticamente imposible separar lo personal de lo político”.
No hay duda de que Stalin se vio profundamente afectado por la decisión de Lenin de ubicar a Trotsky como su virtual mano derecha una vez que ambos regresaron del exilio. Ellos dos, en vez de seguir buceando en las múltiples diferencias que habían mantenido en numerosas ocasiones entre 1903 y 1917, unieron sus fuerzas y voluntades para la toma del poder y la construcción del nuevo Estado. Por el contrario, Stalin no se cansaba de reflotar -y destacar- las viejas rivalidades cada vez que podía.
Cuesta creer que el rústico georgiano aceptara de buena gana que el judío cosmopolita se convirtiera de la noche a la mañana en la mano derecha del máximo líder. Trotsky era de otro origen social e intelectual, hablaba varias lenguas, había vivido en el extranjero, ya era un prolífico escritor y, además, brillante orador.
Para colmo de males ni siquiera había formado parte del partido bolchevique que había luchado dentro del país contra el Zar. ¿Alguien puede pensar seriamente que nada de esto afectó a Stalin?
Son contados con los dedos de una mano quienes advierten que es preferible ser un excelente “segundo” a disputar el liderazgo para convertirse en la máxima figura. Son contados, también, los líderes que abandonan sus egoísmos y egolatrías y comprenden que es necesario el recambio, en un mundo en continuo movimiento y en una Bolivia en continuo asedio.
En la política boliviana se creó un sentimiento anti-Evo desde el inicio de su gestión el año 2005, que se consolidó en círculos sociales de clase medias conservadoras, élites neoliberales desplazadas e intelectuales de derecha. El evismo, entendido como lo dijo García Linera, como «lo nacional popular en acción», es una estrategia política de toma del poder basada en los movimientos sociales, que tiene también como característica el culto a Evo Morales como líder insustituible.
Y todas las disputas por el liderazgo son verdaderas cajas de Pandora; una vez que se abren, salen todos los demonios. Comprenderlo y dejar los egos de lado no es fácil. Álvaro García Linera es uno de los pocos que lo entendió. Nunca puso en duda el liderazgo de Evo.
Los protagonistas tienden a negar que exista algún tipo de inquina personal y lo llevan todo al terreno político, como si lo otro no existiera. ¿Si en todos los ámbitos lo personal influye en la toma de decisiones, por qué pensar que están exentas las personas que se dedican a la política?
No se trata de minimizar las diferencias políticas que suelen ahondarse a medida que el vínculo personal y político se deteriora, provocando rupturas, la consolidación de proyectos irreconciliables y persecuciones.
Se trata de comprender que los condimentos personales no se pueden ignorar. Más vale no ignorarlos. Desde ya que cualquier semejanza con la realidad argentina o la de algún otro país de la región ¿es pura coincidencia….?
 
 
 
 
 
ELECCIONES JUDICIALES EN BOLIVIA: CINCO CLAVES PARA ENTENDER EL CONFLICTO
 
Correspondían realizarse el año pasado pero una serie de recursos impidió que se cumpla el plazo. Ahora que finalmente el proceso está en curso, surgen fallos que apuntan a interrumpir el proceso. ¿Qué es lo que está pasando y qué consecuencias tiene?
 
Agencia Fe de Argentina (https://acortar.link/unUmik)
 
Bolivia es uno de los pocos países que elige autoridades judiciales de las más altas cortes por voto popular. Se trata de un mecanismo relativamente nuevo en el país, fue creado en 2009 con la promulgación de la Constitución Política del Estado (CPE) con el objetivo de profundizar la democracia y la participación ciudadana, y desde entonces se han realizado dos votaciones, en 2011 y 2017, en las que la mayoría de la votación votó nulo o blanco, lo que insinúa que hay descontento con el sistema de selección o desconocimiento del proceso.
Pese a las dos experiencias fallidas en términos de resultados, las elecciones judiciales ocuparon el centro del debate político en Bolivia el último año. En esta nota explicamos cinco claves para entender qué es lo que está pasando, cuáles son sus implicancias y por qué es importante para el país sudamericano.
La tercera elección tenía que realizarse en el segundo semestre de 2023 para que los nuevos jueces asuman el 2 de enero de 2024, pero se generaron varios retrasos en el proceso electoral. Inicialmente por falta de consensos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en la que ningún partido cuenta con los dos tercios que se necesitan para aprobar la lista de candidatos o la ley de convocatoria al acto electoral.
Cuando finalmente se lograron acuerdos para la convocatoria de candidatos, hubo una seguidilla de recursos judiciales que obligaron a modificar reglamentos y ajustar la normativa, lo que postergó de manera indefinida la elección.
Ese retraso hizo que las autoridades judiciales se “auto prorrogaran” en sus cargos hasta la elección de sus sucesores, bajo el argumento de que no podían haber acefalías en el poder judicial. La extensión arbitraria de su mandato tuvo el respaldo del Gobierno de Luis Arce, pero abrió el debate sobre la legalidad de sus resoluciones, con las cuales entorpecieron el proceso de elección de nuevos magistrados, limitaron facultades de la Asamblea Legislativa e influyeron en el ordenamiento político nacional.
Finalmente, en agosto de 2024, con un año de retraso, se convocaron las elecciones para el 1 de diciembre. Se deben elegir a los 26 principales cargos judiciales que dirigen el Consejo de la Magistratura, el Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Agroambiental por un periodo de seis años.
Cuando el proceso ya estaba en marcha, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció el 31 de octubre su postergación para el 15 de diciembre debido a la “conflictividad social” ocasionada por los bloqueos de caminos realizados por seguidores de Evo Morales que duraron 24 días.
Faltando poco más de un mes para la votación, una nueva disposición puso en suspenso la continuidad del proceso. El 4 de noviembre, la Sala Constitucional IV emitió una sentencia, firmada por Gonzalo Hurtado y René Yván Espada, que declara “desierta” la convocatoria para el Tribunal de Justicia y el Tribunal Constitucional, en cinco de los nueve departamentos del país.
La determinación generó rechazo en el país porque los procesos electorales se rigen por el principio de preclusión. El artículo 190 de la Ley de Régimen Electoral establece que ningún proceso puede ser anulado “por ninguna causa y ante ninguna instancia”. El TSE convocó a autoridades y líderes políticos para firmar una declaratoria conjunta y garantizar las elecciones mediante una ley corta.
De momento existe incertidumbre sobre si el proceso de elección se llevará a cabo como corresponde o de manera parcial.
Pese a la cuestionada legitimidad de la extensión de sus mandatos, los magistrados que forman parte de la Sala Constitucional IV, Hurtado y Espada, dictaron fallos que removieron la arena política del país en las últimas semanas. El 1 de noviembre emitieron un auto constitucional que dispone que ninguna autoridad electa puede ocupar el cargo por más de dos periodos, continuos o discontinuos. De esa forma, se cierra la posibilidad de que Evo Morales vuelva a ser candidato a la Presidencia. Esta disposición estaba en el centro del debate político por desacuerdos en la interpretación de la CPE, que no establece de forma explícita la prohibición para un tercer mandato discontinuo.
El 4 de noviembre se emitió el fallo previamente mencionado, que pone en riesgo las elecciones judiciales con las que se elegirá a los sucesores de Hurtado y Espada. Finalmente, el 14 de noviembre emitieron una sentencia constitucional a través de la cual le quitaron a Morales el control del Movimiento Al Socialismo (MAS), al reconocer un congreso partidario de los aliados de Luis Arce que eligieron a otra directiva, sin cumplir con los requisitos que establece el partido.
El jueves, al enterarse de que perdió la titularidad del MAS, Morales acusó al Gobierno de utilizar a los magistrados para obtener beneficios políticos. En su cuenta de X manifestó que la administración de Arce solo necesita a la Sala Constitucional IV “para eliminar adversarios” y cuestionó: “¿Cómo una sentencia judicial puede terminar dirimiendo algo que corresponde a la decisión democrática de los militantes del partido?”, cuestionó.
Los mismos magistrados habían generado controversia anteriormente al suspender competencias al presidente del Senado y de la Gobernación de Santa Cruz, entre otras disposiciones.
Los actores políticos de oposición, principalmente del evismo, observan que los magistrados actúan en defensa de los intereses del Gobierno, y exigen el desacato de sus disposiciones que consideran nulas e ilegales por estar fuera del mandato constitucional.
La crisis del sistema judicial en Bolivia va mucho más allá de la postergación de la elección de nuevos magistrados. Según las encuestas de opinión, el Órgano Judicial es el que menor credibilidad y aprobación tiene de la población, debido a problemas estructurales como la retardación de la justicia y la corrupción dentro del sistema.
Eduardo Rodríguez Veltzé, ex presidente del Estado y del Tribunal Supremo de Justicia, considera que la renovación de jueces no mejorará “en absoluto” el sistema judicial. “Es más importante encarar una reforma integral, comprensiva de todo el sistema y que inevitablemente requerirá una reforma constitucional”, explicó en entrevista con Visión 360 y consideró que esta medida no ha sido encarada por falta de voluntad política.
 
 
 
 
 
EVO MORALES: GUÍA Y MAESTRO DE AMLO
 
La importancia de esta cofradía de expresidentes necios es que ambos afirman ser jubilados, pero actúan como políticos en activo
 
El Excelsior de México (https://acortar.link/mQU0Xt)
 
Tanto Andrés Manuel López Obrador, en México, y Evo Morales, en Bolivia, son expresidentes “en activo”. Evo Morales ha lanzado a sus simpatizantes a tratar de tomar La Paz, capital de Bolivia, y cuarteles militares, enfrentado a Luis Arce, el actual presidente boliviano y exsubordinado suyo. López Obrador, por su parte, está activamente empujando líneas legislativas para sus legisladores en el Congreso nacional, provocando, queriendo o no, el debilitamiento político de su sucesora y exsubordinada Claudia Sheinbaum.
La importancia de esta cofradía de expresidentes necios es que ambos afirman ser jubilados, pero actúan como políticos en activo. Al salir del poder, ambos juraron que irían a sus “ranchos”. López Obrador lo dijo varias veces así, y luego matizó: “Regresaré sólo si la Presidenta me pide mi opinión o si veo que hay desviaciones de la ruta correcta”. Eso último debe ser tomado como una amenaza o advertencia de López a su sucesora. Y vaya que le ha corregido la plana varias veces, y lleva menos de un mes fuera del puesto. Tanto Evo como AMLO representan y son el problema número uno de sus respectivos sucesores. La frase de Evo Morales es memorable: “Yo dije alguna vez que acabo mis años de gestión con mi cato de coca, mi quinceañera y mi charango”. Lo de “la quinceañera” ha quedado como sello quemado en la frente. La justicia boliviana lo persigue por estupro, pederastía, abuso sexual y violación. Evo dice que es persecución política. Pero ahí está su frase de “la quinceañera” y varios embarazos adjudicados a su actividad sexual mientras ejercía como presidente de la República. Evo es un ejemplo de cómo el poder sirve como afrodisiaco. En México tenemos muchos ejemplos de lo mismo (los vuelos del amor, etcétera). Por lo pronto, Evo es un pedófilo confeso cuyas ideas iluminan y educan a AMLO.
Evo Morales justificó que sus seguidores tomaran un cuartel militar para apoderarse de sus armas pues, según dijo, necesitaba que el pueblo lo protegiera.
AMLO siempre proclamó que el pueblo lo protegía. Al inicio de su mandato ordenó eliminar toda la seguridad de los expresidentes, alegando que si el pueblo lo agredía, era por culpa de su mala gestión presidencial. Y argumentaba razones de austeridad y frugalidad en su gestión para justificar la decisión. Sin embargo, él mismo reconoció que gastó más de 2 mil millones de pesos del presupuesto público para arreglar la zona alrededor de su rancho en Palenque, incluyendo un hospital de primer mundo para su atención y un cuartel repleto de militares de elite para su protección y seguridad. Además, se hicieron parques y zonas de esparcimiento públicas, además de algún hotel para hospedar huéspedes distinguidos del expresidente. A cinco kilómetros de la puerta de su rancho hay una estación conveniente del Tren Maya (500 mil millones de pesos y contando).
Los expresidentes no tienen seguridad, a pesar de las amenazas en su contra, mientras AMLO tiene un cuartel militar personal.
Evo Morales fue el ideólogo de la elección por voto popular de jueces y magistrados, como la mejor manera de apoderarse del Poder Judicial. A pesar de que ha destruido el sistema de impartición de la justicia en Bolivia, habiéndolo transformado en ala de su partido el Movimiento Al Socialismo (MAS), Bolivia sigue con el modelo, ahora con confrontaciones políticas entre jueces, unos aliados de Evo y otros de Luis Arce, el actual presidente.
El ejemplo boliviano es lo que le espera al Poder Judicial mexicano: su fragmentación en islotes, unos controlados por Morena, otros, por los cárteles del narcotráfico y lo que va quedando como expresiones locales de intereses específicos. Anticipamos un México sin Estado de derecho.
 
 
 
 
 
HAY 5 RUTAS EN ESTUDIO PARA LLEVAR EL GAS QUE BRASIL COMPRARÁ A VACA MUERTA. UN TRAZADO PASA POR EL NORTE DE ENTRE RÍOS
 
En el acuerdo con Argentina se planean cinco rutas posibles para el envío del gas a Brasil. El primero es el uso de la estructura del Gasoducto Brasil-Bolivia. En abril, el gobierno ya estudiaba con Argentina la posibilidad de revertir el flujo del Gasoducto Norte para enviar gas argentino hacia Bolivia y, desde ahí, aprovechar la estructura de Gasbol para entregar el insumo al mercado brasileño.
 
El Entre Ríos de Argentina (https://acortar.link/Cm2ggp)
 
Brasil estima que la expansión de las importaciones de gas natural argentino bajará el precio del insumo a entre US$ 7 y US$ 8. Aproximadamente la mitad de lo que cuesta hoy en tierras brasileñas.
Se espera que Brasil firme este lunes un acuerdo con el gobierno de Javier Milei para ampliar las importaciones de gas natural argentino y así abaratar el costo, dijo ayer el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira. El acuerdo se firmará en paralelo a las reuniones de los jefes de Estado del G20, que se celebran en Río.
El objetivo es abrir rutas alternativas para llevar al Brasil el gas de Vaca Muerta. La expectativa del gobierno brasileño es que, a principios del próximo año, el acuerdo posibilitará la importación de 2 millones de metros cúbicos diarios (m3/día) de gas argentino.
Esta cantidad crecería gradualmente a 10 millones de m3/día en los próximos tres años. Para 2030, alcanzaría los 30 millones de m3/día. El mercado brasileño consume actualmente entre 70 y 100 millones de metros cúbicos diarios.
Queremos aumentar el suministro de gas en Brasil y, en consecuencia, disminuir el precio. Esto se debe a que necesitamos, además de tratar el gas como una energía de transición, aumentar el volumen para disminuir el precio y reindustrializar Brasil.
Cinco rutas posibles
Según el ministro, en el acuerdo con Argentina se planean cinco rutas posibles para el envío del gas a Brasil. El primero es el uso de la estructura del Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol).
En abril, el gobierno ya estudiaba con Argentina la posibilidad de revertir el flujo del Gasoducto Norte para enviar gas argentino hacia Bolivia y, desde ahí, aprovechar la estructura de Gasbol para entregar el insumo al mercado brasileño.
Hoy en día, Gasbol está infrautilizado, ya que la producción de gas de Bolivia está en declive. Actualmente, los bolivianos solo envían 15 millones de m3/día a Brasil, cuando deben entregar 30 millones de m3/día.
La otra ruta posible es la construcción de un sistema que cruzaría la región del Chaco de Paraguay, que requeriría un estudio para verificar la viabilidad.
La tercera opción sería conectar directamente la red de gasoductos argentinos con el municipio de Uruguaiana (RS). En ese caso, atravesaría la parte noroeste de Entre Ríos. Pero esto depende de la finalización de la segunda parte del gasoducto Néstor Kirchner en Argentina, que conecta la región de Vaca Muerta, desde la provincia de Buenos Aires, a la ciudad de Rio Grande do Sul.
También sería necesario, en esta ruta, completar la conexión del gasoducto entre Uruguaiana y Porto Alegre, una obra incluso prevista en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). Y todavía sería necesario adaptar a Gasbol para convertirse en un camino de la mano dual.
La cuarta ruta en estudio sería una conexión vía Uruguay. Y por último, también existe la posibilidad de convertir el insumo en gas natural licuado (GNL), para su exportación a través de buques, pero esto resultaría en un costo más alto para el producto.
El menor costo
El gobierno de Brasil espera que el gas de Vaca Muerta, que cuesta US$2 por millón de BTUs (unidad de referencia en este mercado) en Argentina, alcance entre US$ 7 y US$ 8. Actualmente, el precio en el mercado brasileño es en promedio US$ 13.82 por millón de BTUs, según el sector industrial.
Las obras de conversión del flujo en el oleoducto que conecta Vaca Muerta, que se encuentra en el sur de Argentina, al norte del país, es decir, hasta el gasoducto Brasil-Bolivia, deberán estar terminadas en marzo de 2025. Este pronóstico fue hecho por el exsecretario de Energía de Argentina, Eduardo Javier Rodríguez Chirillo, en septiembre, cuando llegó a Río para la feria petrolera del sector petrolero ROG.e.
Señaló que Argentina atraviesa un proceso de transición regulatoria y debe considerar aspectos como los precios y la demanda interna antes de definir cuánto se enviará a Brasil.
Según datos del Ministerio de Minas y Energía, Brasil produjo 130 millones de metros cúbicos (m3) de gas natural al día en 2023. Sin embargo, cerca de la mitad de este volumen, el equivalente a 70 millones de m3, fue reinyectado, es decir, devuelto a los pozos. Otros 20 millones de m3 no se comercializan en el mercado brasileño debido a la quema, pérdidas y consumo en las propias plataformas. Con esto, hay 40 millones m3.
 
 
 
 
 
CAMIÓN CISTERNA DE BOLIVIA DERRAMA 11 MIL GALONES DE PETRÓLEO EN RÍO TUMILACA Y GENERA EMERGENCIA AMBIENTAL
 
El accidente vehicular se produjo en la carretera binacional y preocupa al sector agrícola.
 
El Popular de Perú (https://acortar.link/esKURF)
 
Una crisis ambiental de grandes proporciones se ha generado a causa del derrame de 11 mil galones de petróleo en el río Tumilaca, en Moquegua. Un camión cisterna de Bolivia se volcó y contaminó las aguas del río. El hecho ha causado una gran preocupación en los pobladores debido a la afectación de la flora, fauna y la actividad agrícola. 
Según informó la gobernadora regional de Moquegua, Lilia Gutiérrez, se dispuso el cierre de compuertas de abastecimiento de agua potable para mitigar la contaminación en el distrito de Samegua y centros poblados cercanos. Además, se dispuso la dotación de agua a los pobladores a través de camiones cisterna con el fin de garantizar la calidad del agua para los vecinos.
Autoridades del Proyecto Especial Pasto Grande y la Gerencia de Recursos Naturales evaluaron los daños para determinar el alcance de los daños. Los agricultores de la zona mostraron su preocupación por los efectos que podrían tener sus cultivos. Incluso algunos no estuvieron enterados del derrame y regaron sus charcas con agua contaminada generando la pérdida de los productos cultivados.
Hacen un llamado a autoridades de fiscalización
Durante una reunión de urgencia entre Defensa Civil y las autoridades regionales se acordó elevar un memorial a los Ministerio de Transportes, Energía y Minas y Relaciones Exteriores, donde se exige un control exhaustivo sobre las empresas de transporte bolivianas que ingresa a nuestro país.
Interrupción del suministro de agua en localidades cercanas
La empresa EPS Moquegua dio a conocer que se restringirá el servicio de agua potable en las zonas de Chen Chen, Los Ángeles y la urbanización Jardines de Villa en Samegua, mientras duren los estudios de calidad de agua para restablecer el servicio. El plan de contingencia incluye la entrega de agua a través de camiones cisterna.
 
 
 
 
 
CON RAZÓN TODOS VAN A BOLIVIA: CUÁNTO CUESTAN LOS NEUMÁTICOS EN BERMEJO
 
La devaluación del peso boliviano entusiasmo a cientos de compradores argentinos. Mira cuánto valen en el vecino país.
 
Que Pasa Salta de Argentina (https://acortar.link/M8syNc)
 
La devaluación del peso boliviano frente a la moneda argentina ha generado un fenómeno que cada vez toma más fuerza: decenas de argentinos están cruzando la frontera para aprovechar mejores precios en productos esenciales. Entre ellos, los neumáticos para automóviles se han convertido en uno de los principales atractivos.
En un recorrido realizado por Que Pasa Salta en la ciudad de Bermejo, Bolivia, se relevó que los precios de los neumáticos son significativamente más accesibles en comparación con los que se encuentran en Argentina.
Por ejemplo, las cubiertas para autos con rodado 13 y 14, entre las más comunes, tienen precios que oscilan entre $50.000 y $52.000 por unidad. En el caso de camionetas, los neumáticos con rodado 16 y 17 se encuentran en un rango de $115.000 a $120.000.
Este diferencial ha llevado a muchos salteños a considerar seriamente la posibilidad de realizar el viaje, ya que, incluso sumando los costos de traslado, la compra puede resultar más económica.
Los comerciantes de Bermejo aseguran que la afluencia de argentinos en búsqueda de neumáticos y otros productos ha aumentado considerablemente en las últimas semanas. Mientras tanto, los compradores evalúan si este tipo de adquisiciones realmente valen la pena en términos de calidad, costos y conveniencia.
 
 
 
 
 
CUÁNTO SALEN LAS BICICLETAS EN BOLIVIA: MUY BARATAS
 
El equipo periodístico de Que Pasa Salta llegó hasta el vecino país para consultar precios.
 
Que Pasa Salta de Argentina (https://acortar.link/zQiPbZ)
 
La búsqueda de precios más bajos sigue llevando a numerosos argentinos a cruzar la frontera con Bolivia. Además de neumáticos, las bicicletas se han convertido en otro de los productos más demandados en Bermejo, una de las ciudades más frecuentadas por los compradores provenientes de Salta.
En un relevamiento realizado por Que Pasa Salta, se confirmó que las bicicletas más buscadas son los modelos con rodado 26 y 29, ideales tanto para uso recreativo como deportivo. Según los datos recopilados, los precios de estas bicicletas comienzan en $160.000 para el rodado 26 y desde $180.000 para el rodado 29, representando una alternativa atractiva frente a los valores que se manejan en el mercado argentino.
Accesorios y repuestos a precios accesibles
Además de bicicletas completas, los salteños también aprovechan la oportunidad para adquirir cubiertas y otros accesorios. Por ejemplo, las cubiertas para rodados mencionados tienen un costo que parte de $10.000, mientras que conjuntos de indumentaria deportiva -incluyendo calzas y camisetas para ciclismo- rondan los $35.000.
 
 
 
 
EL PELIGRO DE LA EXPANSIÓN CHINA EN LATINOAMÉRICA: CÓMO PERÚ, CON EL MEGAPUERTO DE CHANCAY, FACILITA SU AVANCE ESTRATÉGICO
 
China muestra interés en financiar el tren de cercanías Lima-Ica y el corredor ferroviario bioceánico, mientras busca establecer Zonas Económicas Especiales en áreas específicas. El Ministerio de Economía y Finanzas ha mostrado resistencia al avance del país asiático, que ya cuenta con más de 200 empresas operando en el país
 
Infobae de Argentina (https://acortar.link/aApiGL)
 
El líder del régimen chino, Xi Jinping, ha destacado que el megapuerto de Chancay, construido cerca de Lima por la estatal Cosco Shipping, busca ser el “nuevo punto de partida del camino inca de una nueva era” en América Latina. Este movimiento refuerza la peligrodsa y creciente influencia china en el continente, un hecho que no ha pasado desapercibido en Washington.
Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para las exportaciones peruanas de valor agregado, con 5.000 millones de dólares, China se ha consolidado como su principal socio comercial, con inversiones que alcanzan los 38.800 millones de dólares entre 2001 y 2023, enfocándose principalmente en minería, pesca, energía, finanzas, petróleo, gas y puertos.
Recientemente, Zijin Mining, una de las principales productoras de oro y cobre de China, obtuvo permisos para operar la mina aurífera La Arena, con una inversión de 245 millones de dólares. Según un informe difundido este viernes por Hildebrandt en sus trece, el régimen ha manifestado interés en financiar dos importantes proyectos en Perú: el tren de cercanías que conectaría Lima con Ica, y el corredor ferroviario bioceánico central, también conocido como el tren bioceánico.
Este último proyecto pretende unir Brasil y Bolivia desde el megapuerto de Chancay, con una ruta total de 3.755 kilómetros que atravesaría el territorio peruano. China también ha solicitado autorización para establecer Zonas Económicas Especiales (ZEE) en áreas específicas del país, como Chancay y Ancón, con el objetivo de impulsar la inversión privada mediante normativas tributarias y aduaneras flexibles.
Sin embargo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha manifestado resistencia al avance de estas inversiones, lo que ha generado tensiones en el gabinete ministerial de Dina Boluarte, de acuerdo con el semanario. Más de 200 empresas chinas operan en el país con inversiones que alcanzan los 31 mil millones de dólares. La minería es uno de los sectores más dominados, con empresas como MMG Las Bambas, Chinalco y Shougang liderando la producción de cobre y hierro.
En el sector energético, el régimen controla casi la mitad de los activos eléctricos del Perú tras adquisiciones importantes como la de Luz del Sur por Yangtze Power y Enel por China Southern Power Grid. Además, el sector financiero también refleja su presencia a través del Bank of China.
La infraestructura estatal ha sido otro campo de expansión para empresas chinas como China Railway Engineering y China Gezhouba Group, que han ganado licitaciones significativas en años recientes. Esta influencia se extiende a los puertos, con importantes inversiones previstas en el Chancay, que podría superar al Callao en importancia.
Analistas citados por el semanario apuntan a que el siguiente foco de expansión será la tecnología de comunicaciones, previendo un incremento en la presencia de marcas chinas como Huawei. Además, el mercado automotor peruano muestra ya una creciente participación de automóviles y dispositivos móviles chinos.
Respecto al puerto de Chancay, Brian A. Nichols y Daniel J. Kritenbrink, subsecretarios de Estado de EE. UU., subrayaron que “los países de todo el hemisferio deben asegurar que las actividades económicas chinas respeten las leyes locales, así como salvaguardar los derechos humanos y la protección ambiental”.
Además, enfatizaron que la política de EE. UU. promueve que los países “escojan libremente”, sin imponer decisiones, sino ofreciendo opciones para decisiones autónomas sin coerción.
Las inversiones chinas en Perú aumentan sin límite del Gobierno
La reciente inauguración del megapuerto de Chancay, en el marco de la cumbre APEC 2024, ha suscitado preocupaciones sobre la soberanía nacional y la capacidad del gobierno peruano para regular y supervisar adecuadamente estas inversiones. Un aspecto controvertido es la categorización del puerto como de uso público, lo que implicaría su disponibilidad para cualquier empresa que desee transportar carga mediante el pago correspondiente.
No obstante, Cosco Shipping rechaza esta denominación y se niega a someterse a la supervisión del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran), entidad encargada de regular la infraestructura de transporte en el Perú. La empresa ha presentado una acción de amparo alegando la vulneración de su derecho a la propiedad y a la libertad de empresa. Además, se han señalado irregularidades en la expansión del proyecto, como la cesión de un área marítima destinada a la defensa nacional, la aprobación de obras sin estudios de impacto ambiental y la venta de terrenos públicos a precios irrisorios.
Estas situaciones reflejan una tendencia preocupante que muchos expertos han alertado: la expansión de inversiones chinas en el Perú sin una supervisión gubernamental efectiva. La falta de regulación y control podría comprometer la soberanía nacional y generar dependencia económica. “El Estado peruano debe defender sus fueros ante otros países y es el responsable de controlar las irregularidades de cualquier empresa extranjera”, dijo el internacionalista Farid Kahhat para el portal Ojo Público.
La preocupación internacional sobre el control chino de infraestructuras claves de Perú
El creciente control de empresas chinas sobre infraestructura clave en Perú ha encendido alarmas a nivel nacional e internacional. Según un informe de The Financial Times, el gobierno peruano no estaría evaluando a fondo las implicancias estratégicas de permitir una mayor injerencia del régimen de Pekín en sectores esenciales para el desarrollo del país.
Además del puerto de Chancay, en los últimos años, China ha tomado el control en el sector energético peruano, con la adquisición en 2023, de los activos de la italiana Enel por parte de China Southern Power Grid Co. (CSGI). Este movimiento provocó inquietudes en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), que señaló posibles riesgos para la competencia en el sector.
Actualmente, otra empresa clave del sector, Luz del Sur, ya pertenece a China Three Gorges Corporation. Con la venta de Enel, las compañías chinas controlan el 100% de la distribución eléctrica en Lima. Esta concentración genera inquietud sobre la capacidad de un solo actor extranjero para impactar la provisión de servicios esenciales en la capital peruana.
Mientras Estados Unidos observa con recelo el avance del capital chino en el país, el gobierno peruano parece mantener una postura conciliadora. El ministro de Transporte y Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes, afirmó que Perú, como nación soberana, define sus relaciones internacionales en esos términos. Por su parte, el embajador chino en Lima destacó que Chancay podría convertirse en un “Shanghai peruano,” subrayando el potencial transformador del proyecto.
No obstante, el académico Evan Ellis, del US Army War College, advirtió que estos desarrollos reflejan el interés del régimen chino en reconfigurar las dinámicas globales en su propio beneficio y alertó que la creciente dependencia de Perú respecto a China en sectores estratégicos, podría limitar su capacidad de responder ante una crisis política o conflicto global.
 
 
 
 
 
ESPAÑA SE ABRE A AGILIZAR LA HOMOLOGACIÓN DE TÍTULOS EXTRANJEROS PARA SANITARIOS: LATINOAMÉRICA LIDERA LAS DEMANDAS
 
Cubanos y venezolanos son los más afectados por los retrasos en la homologación de títulos, que pueden tardar más de 3 años
 
Infobae de Argentina (https://acortar.link/ua0KLW)
 
El Ministerio de Sanidad ha lanzado una consulta pública para modernizar el proceso de reconocimiento de títulos de especialistas en Ciencias de la Salud obtenidos fuera de la Unión Europea. Esta iniciativa busca facilitar la integración de estos profesionales en el Sistema Nacional de Salud (SNS), en respuesta a la creciente demanda de especialistas y los desafíos demográficos que enfrenta España.
El nuevo marco normativo propuesto tiene como objetivo principal agilizar y hacer más transparente el procedimiento de reconocimiento de títulos. Actualmente, el proceso se caracteriza por largos tiempos de espera, que en algunos casos supera los siete años para los profesionales extranjeros afectados. El colectivo Homologación Justa Ya calcula que hay un total de 100.000 expedientes retenidos en el Ministerio de Universidades, encargado de reconocer los títulos. De ellos, unos 30.000 corresponderían a sanitarios.
Según un estudio elaborado por dicho colectivo en el mes de abril, más del 90% de los afectados provienen de Latinoamérica: Cuba, Venezuela, Colombia y Argentina son los países de origen de la mayoría de los encuestados por Homologación Justa Ya. Le siguen Ecuador, Chile, Perú, República Dominicana, México, Bolivia y Paraguay. En su mayoría, además, son graduados en Medicina, Odontología y Enfermería.
Un alivio a la falta de especialistas
Los retrasos en la homologación de títulos vienen de lejos, según ha explicado el Ministerio de Universidades. Pese a que el Real Decreto 889/2022 estabelce un tiempo máximo de seis meses de tramitación, el sistema acumulaba retrasos de más de 3 años. En el 2022, se actualizó el procedimiento en un intento de agilizar los tiempos, lo que consiguió reducir el número de solicitudes pendientes (de 50.677 en 2022 a 34.221 en 2023), pero las resoluciones continúan estancadas. Según el Ministerio, es la falta de funcionarios lo que explica la lentitud del proceso. Y mientras los anteriores solicitantes esperan respuesta, nuevos llegan a España, especialmente graduados en Medicina.
La tardanza de la administración ha sido motivo de reproche en Europa: el informe Beidgin courses for migrants to complement qualificatiosn acquired in third countries, de la Comisión Europea destaca las “lagunas de implementación y barreras administrativas al reconocimiento de calificaciones formales” extranjeras. “En los casos más extremos en el sector de la odontología, algunos dicen haber esperado hasta siete años”, recogen.
Mientras, el Sistema Nacional de Salud sufre por la falta de médicos, especialmente acusada en algunas especialidades, como Medicina Familiar y Comunitaria, y regiones del mundo rural. Una situación que se espera que se agrave en los próximos años a raíz de las jubilaciones: un reciente informe de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) alertaba de que no existen suficientes médicos residentes (MIR) como para sustituir a todos los facultativos que abandonarán la profesión en los próximos años.
La incorporación de médicos extranjeros puede aliviar la saturación del sistema público, pero también supone un reto: para trabajar como especialista en el SNS, es necesario pasar por la Formación Sanitaria Especializada, en su caso el MIR. Las necesidades de trabajadores en algunas autonomías hace que, actualmente, se esté contratando facultativos extracomunitarios que no han realizado la residencia, una estrategia tildada de “irregular” por el propio Ministerio de Sanidad.
La propuesta de Sanidad
La consulta pública estará abierta hasta el 3 de diciembre y los interesados podrán mandar sus aportaciones al correo electrónico proyectosnormativos-dgorden@sanidad.gob.es. Entre las medidas destacadas se encuentra la reducción de plazos mediante la simplificación de trámites administrativos. Además, se implementará la aplicación electrónica “RETUEX”, que permitirá realizar todo el procedimiento de forma online, desde la presentación de la solicitud hasta la notificación de la resolución.
Otra de las prioridades de la nueva normativa es la priorización de especialidades deficitarias. Se establecerá un cauce especial para el reconocimiento de títulos en aquellas áreas con mayor necesidad de profesionales, garantizando una respuesta ágil a las demandas del SNS.
El Ministerio también planea fortalecer la comunicación y colaboración con las comunidades autónomas para mejorar la coordinación y gestión del proceso. Por último, se abordará la situación de los especialistas extracomunitarios que actualmente ejercen en España sin tener su título homologado, ofreciéndoles una vía para regularizar su situación. Esta medida busca integrar de manera formal a profesionales que ya contribuyen al sistema de salud, asegurando que cumplan con los estándares requeridos.
La propuesta ha sido avalada por Homologación Justa Ya, que valora que “una normativa más ágil y eficiente beneficiaría tanto a los profesionales, que podrían incorporarse más rápidamente al mercado laboral, como a la población, que accedería a servicios de salud con más recursos humanos altamente cualificados”. La plataforma pide “que se verifiquen sus títulos, sus notas, sus pensum de estudio y se haga el reconocimiento ágil por parte del Ministerio de Sanidad, e incorporar a la sanidad pública a estos profesionales capacitados en la atención especializada que conlleva a largas listas de espera a la población”.
 
 
 
 
 
FERROCARRIL DE ANTOFAGASTA BOLIVIA REVELA LA PRIMERA LOCOMOTORA PROPULSADA POR HIDRÓGENO DE SUDAMÉRICA
 
Mundo Marítimo de Chile (https://acortar.link/DJoZem)
 
El Ferrocarril de Antofagasta Bolivia (FCAB) presentó oficialmente la primera locomotora  propulsada por hidrógeno de Sudamérica, un paso importante hacia la descarbonización del transporte ferroviario en el norte de Chile. La ceremonia, encabezada por Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta plc.-compañía a la que pertenece FCAB- contó con la participación de autoridades locales y regionales.
La locomotora, desarrollada por AHTECH CRRC Qishuyan Company, está diseñada específicamente para las rutas del FCAB y cuenta con una potencia total de 1.000 kilovatios, una batería de alta capacidad y un sistema de almacenamiento de hidrógeno a bordo de 35 MPa.
El diseño liviano de la máquina, que reduce su peso en 30 toneladas en comparación con modelos actuales, asegura mayor eficiencia y adaptabilidad. En su primera etapa, operará entre las instalaciones del ferrocarril y el puerto, siendo utilizada principalmente en maniobras internas.
Compromiso sostenible
Iván Arriagada destacó el potencial de este desarrollo, señalando que el hidrógeno, al emitir solo vapor de agua y aire caliente, ofrece una alternativa viable a los combustibles fósiles. "Queremos estudiar posibles usos de este combustible en el futuro, cuando la tecnología esté más madura", afirmó.
Por su parte, el gerente general del FCAB, David Fernández señaló que “nuestra voluntad y compromiso con la comunidad de Antofagasta y con nuestros clientes es explorar todas las tecnologías disponibles para, progresivamente, ir reduciendo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y, de esta forma, contribuir al combate del cambio climático”.
Cabe destacar que el FCAB ya aseguró el suministro de hidrógeno verde para 2024 y avanza en la habilitación de las instalaciones necesarias, además de capacitar a su personal en la operación y mantenimiento de la nueva tecnología.
 
 
 
 
 
CHILE, PUERTO DE ARICA EN RED DE COCAÍNA
 
Chile, puerto de Arica en red de cocaína. Operativo en Chile en el puerto de Arica pone de relieve su papel en la cadena de suministro de cocaína oriunda de Bolivia.
 
La Voz de Chile (https://acortar.link/Utj6Ku)
 
Puerto de Arica en Chile es clave en la cadena de suministro de la cocaína que se procesa en Bolivia, como lo demuestra las 43 toneladas de carbonato de sodio incautadas recientemente.
La reciente incautación masiva de precursores de cocaína en el puerto chileno de Arica pone de relieve su creciente papel como foco de tráfico de drogas para las redes de drogas bolivianas.
El 5 de noviembre, funcionarios chilenos revelaron que habían incautado 43 toneladas métricas de carbonato de sodio, que según las autoridades podrían haberse utilizado para producir una cantidad similar de cocaína, y que se enviaron desde Hong Kong y tenían como destino Bolivia, un país sin salida al mar.
El precursor fue declarado falsamente como “pegamento para baldosas” por una empresa de transporte chileno-boliviana en un intento de evadir la detección. El consignatario y el operador logístico, vinculados a una empresa boliviana, están ahora bajo investigación, agregaron las autoridades.
Fue “una de las incautaciones más importantes en la historia del país, por la cantidad y el valor económico de la droga que podría haberse producido”, dijo el fiscal de Arica Mario Carrera al medio de noticias chileno BioBioChile.
El carbonato de sodio es una sustancia química ampliamente utilizada para fines legítimos, como la fabricación de vidrio y como ingrediente en detergentes de limpieza. Sin embargo, en la producción de cocaína, se agrega a las hojas de coca para extraer el alcaloide de la cocaína que contienen.
Arica Bolivia
La proximidad de Arica a Bolivia, país productor de cocaína, y su marco aduanero distintivo la convierten en un punto vital tanto para la importación de precursores químicos como para la exportación de cocaína boliviana. El acuerdo se remonta a un tratado de posguerra de 1904 entre Chile y Bolivia, que carece de acceso directo a los puertos marítimos.
El tratado otorga a los funcionarios de aduanas bolivianos un cierto grado de control sobre la carga boliviana que pasa por Arica, lo que limita un poco la supervisión chilena.
Esta última incautación es la mayor decomiso de carbonato de sodio en la historia de Chile, pero el puerto de Arica ha sido testigo de múltiples incautaciones a gran escala de cocaína y precursores químicos en los últimos años. En diciembre de 2023, por ejemplo, las autoridades bolivianas interceptaron 8,7 toneladas de cocaína escondidas entre tablas de madera destinadas al puerto.
De manera similar, los funcionarios chilenos descubrieron 2,2 toneladas de cocaína boliviana con destino a Bélgica en julio de 2023 y, en 2022, incautaron un récord de 690 toneladas de precursores químicos de 41 contenedores abandonados enviados originalmente desde China y con destino a Bolivia.
Si bien Perú, otro importante productor de cocaína, está geográficamente más cerca, su vasta costa hace que Arica sea menos relevante para las operaciones de tráfico de cocaína peruana. Alrededor del 75% del tráfico de carga en Arica se origina o tiene como destino Bolivia, y el puerto manejará un 30% más de carga boliviana en 2023 que en 2022.
Los funcionarios dicen que las operaciones de narcotráfico boliviano dependen del puerto para importar precursores químicos y exportar cocaína. El puerto es atractivo para los narcotraficantes gracias, en parte, a las restricciones a las que están sujetos los funcionarios de aduanas chilenos para inspeccionar la carga boliviana, dijo Carrera a InSight Crime en junio de 2024.
“No es que no podamos inspeccionar los contenedores que vienen de Bolivia”, dijo. “Podemos, pero tenemos más demandas. El tema nos limita un poco. En otras palabras, tenemos que tener una causa probable más sólida”.
Carrera agregó que la reputación de Chile de “bajos niveles de corrupción” en comparación con otros países de la región también hace de Arica un puerto atractivo para los narcotraficantes, ya que es menos probable que su carga levante sospechas de funcionarios de aduanas extranjeros.
“Tenemos un puerto con una bandera que es mejor considerada internacionalmente que un barco, por ejemplo, que tenga bandera peruana, ecuatoriana, colombiana o venezolana”, dijo.
Además, un acuerdo reciente que reduce los aranceles a la carga boliviana que pasa por el puerto de Arica, junto con el aumento de la producción de cocaína en Bolivia, podría conducir a un aumento del tráfico de drogas a través de la terminal marítima.
 
 
 
 
 
EXMIEMBRO DEL EJÉRCITO Y CONDECORADO POR COMBATIR AL TERRORISMO ES ACUSADO DE PERTENECER A UNA RED DE NARCOTRAFICANTES INTERNACIONALES
 
Las autoridades sindican a Epifanio Montes como el responsable de mover kilos de cocaína entre Perú y Bolivia, según un reportaje de Cuarto Poder
 
Infobae de Argentina (https://acortar.link/q6WZ7z)
 
De héroe a villano. El Ejército del Perú, sin saberlo, preparó e instruyó a un miembro clave de una red de narcotraficantes internacionales. Epifanio Montes, incluso, había sido condecorado por su loable labor en la lucha contra el terrorismo, sin embargo, decidió pasarse al lado oscuro, según la Fiscalía.
Gracias a un reportaje de Cuarto Poder, dominical de América Televisión, se pudo conocer el modo de operar de este exhéroe peruano luego de ser capturado por la Policía Nacional del Perú (PNP). Lamentablemente, durante su detención, disparó contra el alférez Marco Cosme, quien falleció en el acto.
La investigación de las autoridades determinó que Montes era el encargado de mover remesas de drogas a través de las fronteras. Asimismo, era quien recibía y trasladaba el dinero proveniente de la venta de grandes cantidades de cocaína hacia Bolivia.
Mientras realizaba estas tareas para el narcotráfico, el Estado lo condecoró por defender la democracia durante la época del terrorismo. Así lo estipula la Resolución Suprema N° 185-2023-PCM, documento que lleva la firma de la presidenta Dina Boluarte y el expremier Alberto Otárola.
“Tengo la complacencia de imponeros la Medalla Defensor de la Democracia en los grados de Gran Cruz, Comendador, Oficial y Caballeros, para que la llevéis con honor”, dijo Boluarte hace un año en una ceremonia oficial en la que estuvo presente Montes.
Así operaba la red de narcotráfico internacional
Epifanio Montes era una pieza importante dentro de esta red de narcotráfico internacional. Trabajaba para Edgar Valencia, alias ‘Gringo’, quien es el cabecilla y financista de toda la operación delictiva.
El exmiembro de las Fuerzas Armadas (FF. AA.) se encargaba de coordinar, ya por transporte aéreo o lacustre, la salida de la droga del país desde la selva central peruano hasta el territorio altiplánico de Bolivia.
En cuanto a la ruta terrestre, la PNP descubrió que esta red de narcotráfico utilizaba caletas hidráulicas para camuflar decenas de paquetes de cocaína en camiones de carga.
De acuerdo a Mongabay Latam, se han descubierto hasta la fecha 67 pistas de aterrizaje clandestinas dedicadas al narcotráfico en las zonas de Ucayali, Huánuco y Pasco. En cada uno de ellas se pueden hacer hasta cuatro vuelos diarios.
“Hay 15 pistas de aterrizajes clandestinas afectando a comunidades indígenas. Ocho de estas están dentro de dos comunidades indígenas y las otras 7, alrededor. Son dos comunidades que lidian con 15 pistas operando constantemente en su territorio”, declaró a Cuarto Poder la editora general de Mongabay Latam, Alexa Vélez.
“Todas las fuentes, policiales o locales, no dicen que van hacia Bolivia, a lugares como Beni o Santa Cruz. Que son a cinco horas de distancia en vuelo. Nos dicen que las avionetas aterrizan y se demoran cinco minutos en cargar la droga para que llegue la siguiente también a cargar”, agregó.
Los principales organizadores de estos traslados ya están tras las rejas, sin embargo, el narcotráfico sigue reinando en la selva peruana. Pese a los esfuerzos de las autoridades, este es un flagelo difícil de detener, principalmente, por casos como el de Epifanio Montes, que traicionan a la institución por servir al mejor postor.


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