EVO MORALES, LA ÚLTIMA CARTA DEL CAPITALISMO EN LOS ANDES
El otrora radical Movimiento al Socialismo (MAS), del diputado cocalero Evo Morales, ratificó este martes su adhesión al capitalismo y su rechazo al socialismo.
Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)
El candidato vicepresidencial del MAS y acompañante de Evo, el intelectual Alvaro García Linera, un ex guerrillero que ahora predica la colaboración entre las clases y la conciliación de sus intereses contrapuestos, dijo en una entrevista con la Prensa que el socialismo era inviable y que Bolivia necesitaba de un fuerte capitalismo de Estado.
El ex guerrillero indigenista declaró que el MAS no era una opción de izquierda y tipificó al movimiento dirigido por Evo como de centro izquierda, ajeno a los radicalismos de obreros y campesinos nucleados en torno a la Central Obrera Boliviana (COB) y otras organizaciones populares que tumbaron a los ex presidentes neoliberales Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa y que prosiguen en la lucha por la nacionalización del gas y el petróleo.
El MAS, pese a las interesadas encuestas que difunden los grandes medios de comunicación, tiene la mejor opción para lograr una victoria en las elecciones convocadas para la primera semana de diciembre. Estas elecciones fueron adelantadas para evitar que una gigantesca ofensiva popular, desatada desde los sectores más empobrecidos del país, lograra la expulsión de las transnacionales y la nacionalización del gas y el petróleo.
Aplacada temporalmente la lucha social, la vía electoral se ha impuesto en Bolivia y hay grandes posibilidades que Evo Morales, que postula un socialismo de papel, se haga de la Presidencia al mejor estilo de Lula, al que ve como a un hermano mayor.
Ante esta eventualidad, los sectores más combativos y radicales del movimiento obrero y popular de Bolivia ya han advertido que el nuevo presidente, sea Evo o el derechista Tuto Quiroga, no durará en el cargo por mucho tiempo, si es que no decretaban la nacionalización de los hidrocarburos, riqueza valuada en por lo menos en cien mil millones de dólares y que por ahora están en manos de Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Enron, Shell y otras.
A continuación la esclarecedora entrevista concedida por García Linera:
-Usted ha sido acusado de alzamiento armado y algunos candidatos dicen que usted es un terrorista, ¿cómo piensa afrontar electoralmente esa situación?
García Linera: Los partidos que están utilizando eso yo veo que lo hacen por temor a entrar al debate de ideas. Cada candidato o postulante que saca a la memoria eso, me da a mí el tamaño de su capacidad intelectual. Ante la ausencia de ideas, propuestas, proyectos, reflexión, razones..., el estigma, la denigración o el intentar echar barro. Que un candidato use eso como un argumento es una pobreza de ideas terrible y lamentable.
-¿García Linera ha sido uno de los ideólogos del EGTK?
García Linera: He sido uno de los hombres que ha reflexionado sobre el EGTK (Ejército Guerrillero Tupac Katari), y eso sí que lo he admitido en mis declaraciones. He sido un hombre comprometido con el EGTK, y mi delito, admitido públicamente, es el haber pensado, el haber escrito, el haber reflexionado. 13 años sin sentencia, espero que demuestren lo contrario, y la justicia no puede dar un solo paso para demostrar lo contrario.-¿Cuál es la posición del MAS?, ¿es una izquierda radical?
García Linera: La posición de centroizquierda la vengo manejando desde hace más de dos años y medio. ¿Por qué ubico al MAS como centroizquierda? Porque el proyecto de cambios que tiene que llevar adelante el MAS no lo podríamos calificar ni de corte comunista ni de corte comunitarista, no tiene esa dimensión, como puede ser una izquierda radical como la COB o como puede ser Quispe.
-¿Acaso el MAS no busca un gobierno socialista?
García Linera: No, para nada, porque -encima- no es viable. No es viable porque el socialismo se construye en base a una fuerte presencia de la clase obrera organizada. La utopía socialista es la maduración extrema del capitalismo. En Bolivia no hay capitalismo. En Bolivia el 70 por ciento de los trabajadores en las ciudades son de economía familiar; usted no construye el socialismo sobre una economía familiar, usted construye el socialismo sobre la gran industria, que es lo que no hay en Bolivia. Usted no construye el socialismo sobre la base del 95 por ciento de la población agrícola que vive en una economía tradicional comunitaria.-¿Qué clase de sistema, entonces, quiere construir el MAS?
García Linera: Un tipo de capitalismo andino.
-¿Cómo es un capitalismo andino?
García Linera: Es un régimen capitalista donde las potencialidades familiares, indígenas, campesinas, son equilibradas, son articuladas en torno a un proyecto de desarrollo nacional y de modernización productiva. Si usted quiere hacer futuro, ¿cuál es el modelo para Bolivia? Un fuerte Estado, y eso es capitalismo; el Estado no es socialismo, sino un fuerte Estado en hidrocarburos, en inversión extranjera, en inversión privada local, economía familiar artesanal y microempresarial, y economía comunitaria. No es un régimen ni siquiera mixto.
-¿Por qué García Linera no logró el apoyo de Jaime Solares, de la COB, ni de Felipe Quispe, del MIP?
García Linera: Yo me propuse hablar con todas las organizaciones, incluidas las organizaciones con las cuales tengo ciertos reparos personales. Pero por un respeto a la trayectoria histórica de la COB, acudimos a ella a pesar de cierta preocupación por el comportamiento de la dirección de la COB en los últimos tiempos. Está claro que esta COB no es la COB de los años 80; la COB es uno más, es un movimiento pequeño, débil. En cambio, considero que Felipe Quispe es mucho más importante, y el no haber logrado la alianza con Quispe es algo que me duele más, porque él representa dos cosas, una fuerza indígena en el altiplano aymara...
-Pero ¿por qué no ha podido funcionar?, ¿por qué no se logró la alianza?
García Linera: Primero nos acercamos (a la COB) por esto, porque no era un movimiento social decisivo, importantísimo, sino uno de los movimientos sociales y especialmente una memoria histórica que había que intentar jalar, pero no se logró. ¿Por qué no se logró? Yo diría básicamente por el tema de liderazgo y distribución de escaños.
-¿La COB quería cuotas de poder?
García Linera: Todos quieren cuotas de poder.
-¿Jaime Solares quería liderar además la alianza junto con Evo Morales?
García Linera: (Solares) quería que la COB tuviera un mayor protagonismo, que fuera el convocador, y creo que a estas alturas ya ningún movimiento social puede darse ese atributo porque no hay movimientos nacionales en Bolivia. Todos los movimientos sociales son ahora regionales y locales. El querer asumir la actitud deque 'yo soy el que hizo algo y por eso tengo la convocatoria nacional' ya no funciona, no estamos con la COB de los años 70. Aquí hay una especie de melancolía, de una fuerza que hoy ya no se tiene.-¿Esto quiere decir que usted no aceptó que la COB sea la que convoque?
García Linera: Yo intenté reflexionar que eso era imposible, que la posibilidad de una COB articuladora y convocadora de todos ya no funcionaba; la COB era uno más de los movimientos, y en esas palabras estaban en juego cuotas de poder, liderazgo, de definir quiénes van como Presidente, Vicepresidente, quiénes van como parlamentarios.
-¿Y con el MIP?
García Linera: Lo mismo, lo mismo.
-Es decir, influyeron las cuotas de poder...
García Linera: No cuotas de poder, porque suena feo cuotas de poder, sino fue la estructura de poder electoral; es decir, la distribución de escaños. Es el tema importante quién va primero, ¿Felipe o Evo Morales? ¿Presidente Felipe y segundo Evo Morales? Evo Morales no lo aceptaba porque tiene un liderazgo más nacional; Felipe tiene un liderazgo más regional.
-¿Son suficientes los sectores sociales que usted ha logrado articular en torno al MAS, si realmente lo consiguió?García Linera: No todos, no fueron todos. Pero no es que había que articular actores en torno al MAS, la idea que me propuse es un proyecto de unidad de movimientos sociales.
-Pero ¿realmente está marchando el proyecto?
García Linera: Yo creo que ha habido bastantes avances. Podemos reseñar algunos sectores: tanto la nacional como las departamentales. Fejuve de El Alto -que falta todavía la firma, que depende un poco de este debate que hemos mencionado- pero ya Fejuve se pronunció...
-¿Ahí también tiene que ver la distribución de escaños y liderazgos?
García Linera: Tiene que ver con las posiciones de poder electoral, pero se ha avanzado bastante. Por: ECONOTICIAS (especial para ARGENPRESS.info)
EL ALTO: UN MUNDO NUEVO DESDE LA DIFERENCIA
Diario Rebelión (www.rebelion.org)
Un caos en movimiento. Una Babel enmarañada. Vendedoras callejeras y comerciantes, mercaderes y feriantes, corredores y comisionistas machacando sones contumaces, tránsito agitado sobre el barro negro y pegajoso que rebalsa aceras y calles; zumban bocinas mezcladas con músicas andinas –tradicionales de roncos pututus y de electrizantes guitarras–, fusionadas con voces que ofrecen-venden-reclaman-mercadean; cientos de camionetas se preparan para sumergirse en la hoyada paceña, y otras tantas hacen la proeza de remontar la interminable cuesta: es la Ceja de El Alto, el centro o el nudo comercial y político de la urbe aymara. Una bacanal de colores y sonidos. A medida que se va permaneciendo, en el punto en que los sentidos se acostumbran a los 4.100 metros de altura y al aire gélido que sopla desde la nevada Cordillera Real, cuando se va aclimatando al ajetreo y al gentío, la batahola empieza a cobrar forma. Basta con dejarse llevar por el ambiente, para que los ruidos arremolinados se truequen en rumor, y la cacofonía en son. El Alto es un caos mirado desde fuera. O sea, si se cultiva la mirada occidental, ajena, colonial.
La insurrección de octubre de 2003, que derribó al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y trabó la continuidad del modelo neoliberal en Bolivia, iluminó la existencia de una sociedad alterna que tiene su mayor desarrollo entre los aymaras del entorno del Lago Titicaca, y en la ciudad de El Alto su mayor exponente. Esa sociedad cuenta con sus propias instituciones políticas y sociales, su propia economía y una cultura netamente diferenciada de la sociedad “oficial”, mestiza y blanca, que se asienta en las instituciones estatales y en la economía de mercado. Mostrar algunos aspectos de esa “otra” sociedad es el objetivo de este breve trabajo.
Crecimiento explosivo
El Alto ha jugado un papel destacado en las luchas sociales bolivianas. En 1781 las milicias aymaras de Tupac Katari y Bartolina Sisa establecieron en esa zona, pampas despobladas entonces, su cuartel general desde el que bajaban a La Paz, ciudad que cercaron durante meses. En 1899 los aymaras de El Alto establecieron una muralla humana durante la guerra federal para impedir el ingreso de tropas constitucionales. En 1952, fue el escenario político que confirmó el triunfo de la revolución nacional. Desde comienzos de este siglo, El Alto es el centro político de los aymaras, la ciudad que crece con mayor velocidad en el país, y es la ciudad rebelde más importante de América Latina.
El Alto tiene una ventaja geográfica y estratégica sobre La Paz, centro político y administrativo del país. Situado a 4.000 metros, domina las laderas y el acceso a la capital, ubicada a 3.600 metros en una inmensa hoyada, una profunda depresión del terreno en la que los españoles construyeron la principal ciudad boliviana. Desde un punto de vista social, puede decirse que en el Altiplano los pobres viven arriba (El Alto) y que los ricos viven abajo (La Paz). Esta ventaja geográfica de los aymaras ha jugado un papel destacado en la historia de Bolivia y lo sigue jugando aún hoy.
En 1952 vivían en El Alto apenas 11 mil personas, que constituían una población básicamente rural. En 1960 ya eran 30 mil; en 1976 ascienden a 95 mil. Entre 1976 y 1985 (cuando consigue la autonomía municipal) la población creció explosivamente (211 mil personas en 12 años) por la emigración desde los centros mineros y desde las áreas rurales aymaras y quechuas del Altiplano, alcanzado los 307 mil habitantes, para llegar a 405 mil en 1992. Según el censo del año 2001 la población asciende a 650 mil personas y actualmente se supone que se acerca a las 800 mil, de las cuales el 81% se autoindentifican como indígenas, en particular aymaras. La ciudad está constituida por nueve distritos, ocho urbanos y uno rural, y puede dividirse en tres zonas: la Norte está poblada por migrantes del Altiplano en la que predomina la actividad artesanal, manufacturera y comercial, que se expresa en la gigantesca feria de la avenida 16 de julio, donde confluyen unos 40 mil puestos de venta; la zona Central denominada la Ceja, donde están ubicados los principales servicios públicos, agua y luz; y la zona Sur, donde existen algunas fábricas y migrantes de la región sur del departamento de La Paz. El aeropuerto internacional está incrustado en medio de la ciudad.
Un reciente estudio sociológico define a El Alto como “un conglomerado híbrido de distintas experiencias comunales, artesanales, comerciales y obreras que se mueven en el espacio urbano y se entrecruzan cotidianamente de forma fragmentada”. La inmensa mayoría son pobres o muy pobres, y no tienen acceso al agua potable, la luz, la salud, la educación y la vivienda. El Alto es una ciudad precaria, de calles irregulares y polvorientas, de viviendas de adobe a las que se les van adosando ladrillos, y su población vive bajo temperaturas extremas que en promedio oscilan entre los 10 grados bajo cero y los 20 grados mientras brilla el macizo sol del mediodía. Un dato adicional: el 60% de la población tiene menos de 25 años.
Una ciudad autoconstruida
Este crecimiento explosivo –a un promedio de casi el 10% anual– ha llevado a que una buena parte de los alteños no tenga acceso a los servicios básicos. En 1997, UNICEF estimaba que sólo el 34% de los alteños tenían acceso a todos los servicios, incluyendo calles asfaltadas o empedradas, servicio de basura y teléfono público. En 1992 sólo el 20% de los habitantes tenían acceso al alcantarillado y el 18% al servicio de basura. Pero en algunos distritos esos porcentajes descienden, en el caso del alcantarillado, al 2%, y los trámites para conseguirlo pueden demorarse hasta diez años. El 20% no tiene agua potable ni electricidad; el 80% vive en calles de tierra.
Por otro lado, hasta un 75% de las familias no tiene ningún tipo de afiliación médica, en una zona donde abundan las enfermedades respiratorias agudas y las diarreas, y se registra una elevada mortalidad infantil. El analfabetismo alcanzaba a comienzos de los 90 al 40% de la población y sólo el 25% accedía al bachillerato. En general, los servicios han sido construidos por los propios vecinos, organizados en juntas vecinales que, a su vez, se agrupan en la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve). Actualmente existen unas 500 juntas vecinales, que han sido las encargadas de la construcción urbana, ya sea directamente con trabajo colectivo solidario o presionando a las autoridades municipales.
En cuanto al trabajo, la principal característica es el autoempleo. El 70% de la población ocupada trabaja en el sector familiar (50%) o semiempresarial (20%). Ese tipo de emprendimientos son mayoritarios en el comercio y restaurantes (95% de los ocupados), seguidos por la construcción (80%) y la manufactura (75%). En esos sectores predominan los jóvenes: más de la mitad de los empleados en la manufactura tienen entre 20 y 35 años, siendo la presencia femenina abrumadora en el comercio y los restaurantes de las categorías familiar y semiempresarial.
En El Alto la protagonista principal de los mercados laborales es la familia, tanto como unidad económica generadora de empleo o como contribuyente del mayor número de trabajadores en calidad de asalariados. En esos espacios surge una nueva cultura laboral y social, signada por el nomadismo, la inestabilidad y relaciones de trabajo diferentes: no hay separación entre la propiedad y la gestión de la unidad económica y el proceso productivo. En las unidades familiares predomina el trabajo familiar no remunerado; unos se enseñan a otros cómo hacer el trabajo y la administración del tiempo empleado en la realización del producto es de exclusiva responsabilidad de quien trabaja, siempre que cumpla a tiempo con los pedidos.
Tanto la construcción de la ciudad por los propios vecinos como el autoempleo, han generado una relación muy particular con el medio: los habitantes de El Alto son conscientes de que todo lo han hecho ellos, lo que se resume en un sentimiento de pertenencia y autoestima muy elevadas.
Organización para la sobrevivencia y la resistencia
La autoconstrucción de la ciudad y la autogeneración de empleo no hubieran sido posibles sin una sólida organización de base, barrio por barrio, calle por calle, mercado por mercado. Desde 1957 existen organizaciones vecinales aunque la Fejuve fue creada recién en 1979. Sin embargo, no es la única organización de El Alto. Existen clubes de madres, asociaciones juveniles y culturales, centros de residentes de emigrantes de las diferentes provincias y regiones, asociaciones de obreros relocalizados, asociaciones de padres de familia que se encargan de gestionar la educación, y la Central Obrera Regional (COR) de El Alto. En los años 70 se fueron creando federaciones laborales de comerciantes y artesanos, “que a diferencia de los obreros de empresa, tienen una identidad laboral de fuerte arraigo territorial”. Surgieron así las organizaciones de gremiales, artesanos y comerciantes minoristas, los panificadores y los trabajadores de carne, que en 1988 crean la COR, a la que se incorporaron los bares y pensiones y los empleados municipales. Estas agrupaciones son, en su inmensa mayoría, de microempresarios y trabajadores por cuenta propia, un sector social que en otros países habitualmente no están organizados. Desde el comienzo, la COR coordinó sus acciones con la Fejuve, siendo los actores más importantes de la ciudad, que jugaron un papel determinante en la lucha por la creación de la Universidad Pública de El Alto (UPEA) en 2001, y sobre todo en las grandes movilizaciones de setiembre-octubre de 2003 y mayo-junio de 2005 que se saldaron con la caída de los presidentes Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa.
Una mirada más fina de las juntas vecinales permite comprender que estamos ante un tipo de organización comunitaria que, de alguna manera, reproduce la forma de organización tradicional de los aymaras y quechuas rurales. En El Alto, la población recreó –reprodujo modificándola– la ancestral comunidad andina. El sociólogo aymara Felix Patzi se pregunta: “¿Porqué la gente obedece a las organizaciones, cuando podría no hacerlo?”. Patzi se refiere a que las juntas vecinales y las gremiales de los mercados establecen la participación obligatoria de sus miembros en las manifestaciones, asambleas y en todas las acciones que convocan. Para ello elaboran “fichas” como forma de control de la asistencia de cada familia. Lo que debe ser respondido es, en su opinión, las razones por las cuales la población acata. En efecto, la obligatoriedad forma parte de la cultura comunitaria, pero en el caso de las comunidades rurales se debe a que los campesinos no son propietarios de la tierra, que sólo pueden usufructuar, y en caso de no acatar pierden el acceso al único medio de sobrevivencia.
Según Patzi, hay tres elementos que son los que permiten hablar de comunidad en El Alto, vinculados al mercado, el territorio y la educación, que muestran la validez de la estructura comunitaria. En su opinión, una comunidad se caracteriza por la existencia de propiedad colectiva y posesión privada de los bienes. En la comunidad rural ese papel lo juega la tierra, pero en El Alto es más complejo. En el comercio, “los puestos de venta no son propiedad privada, son manejados por el sindicato, los llamados gremios, o sea que el propietario es la colectividad. La gente obedece al gremio porque sin poder comerciar no pueden sobrevivir”. En cuanto al territorio, “las decisiones en torno a conseguir agua, luz, gas y otros servicios no son individuales. Si no acatas las decisiones de la junta tu calle no tendrá aceras o agua o luz, porque las cooperativas que se han creado para los servicios son acciones colectivas que han salvado el déficit estatal”. Por último, los comités de padres son los que controlan el acceso de los hijos a la educación, de modo que la participación en sus asambleas y acciones son decisivas para asegurar el futuro de sus hijos. Este conjunto de características es lo que se denomina como “obligatoriedad”, pero no se trata de obligaciones impuestas sino consensuadas, aceptadas por la población que siente que la comunidad urbana es una suerte de extensión natural de la comunidad rural y la forma de organización que asegura la sobrevivencia en un medio hostil.
Las juntas vecinales realizan asambleas mensuales o semanales en las que se discuten todos los problemas del barrio, a las cuales debe asistir un miembro por familia o núcleo habitacional. Las juntas son territoriales y para ser reconocidas por la Fejuve deben tener un mínimo de 200 miembros. Son parte de “un proceso de autoorganización social de las zonas urbanas para debatir y buscar resolver las necesidades básicas urbanas (agua potable, electricidad, alcantarillado, atención de salud, educación, campos recreativos, etc.), de la población de sus barrios”.
Los que aspiran a ser dirigentes de la junta vecinal, deben cumplir algunos requisitos: vivir por lo menos dos años en la zona, no ser loteador (o sea especulador que vende terrenos), comerciante, transportista, panadero o dirigente de algún partido político; no ser “traidor” ni haber colaborado con las dictaduras.
Pablo Mamani, aymara y director de la carrera de Sociología de la UPEA, sostiene que las juntas vecinales “tienen una característica parecida a las comunidades rurales del mundo andino, por su estructura, su lógica, su territorialidad, su sistema de organización”. Aunque cada familia tiene su vivienda en propiedad, hay áreas de uso común como las plazas, las canchas de fútbol y la escuela, pero agrega que “para comprar o vender un lote o una vivienda, la familia se presenta a la junta vecinal que controla si no hay deudas pendientes o algún aspecto que impide la transacción”. Además, la junta vecinal “es el espacio para presentar al vecino nuevo que ofrece cerveza para ser recibido y aceptado”.
Aunque la participación en la junta vecinal es voluntaria, “el que no acude recibe una sanción social, a través de rumores que dicen que el vecino no respeta a la vecindad o a la junta”. Para evitar esa imagen negativa, prácticamente todos los vecinos participan en las asambleas mensuales. A quienes no acuden a las marchas, actos, cortes o a las propias asambleas, se les imponen multas que suelen ser castigos simbólicos. Más aún, la junta vecinal suele interceder en los conflictos y riñas entre vecinos, y en ocasiones muy graves administra justicia, con sanciones que suelen ser trabajos en beneficio del barrio, lo que les otorga un carácter que va mucho más allá de la asociación tradicional y los asemeja a las comunidades agrarias. Las juntas vecinales son la columna vertebral del movimiento social en El Alto, y permiten comprender la potencia de ese movimiento.
Las formas de acción de la comunidad urbana
Las juntas vecinales son una forma de organización horizontal de la “comunidad vecinal” que conforman verdaderas redes extensas a escala barrial y distrital que actúan sin intermediarios, elementos que aparecen recién en la escala superior de la Fejuve. En esta instancia, la cultura comunal se disuelve y da paso a la “otra” cultura, la mestizo-blancoide según señala la antropóloga Silvia Rivera Cusicanqui, signada por el clientelismo, el racionalismo y el colonialismo. Pero es la experiencia de base horizontal “la que precisamente se tensará exitosamente durante las jornadas de sublevación civil de octubre de 2003”.
La forma de movilización y acción de esas bases echa luz sobre lo que realmente es y significa este entramado social. Esto supone acercar la mirada a estas llamadas micro-estructuras de movilización barrial, ya que es durante esa movilización cuando se despliegan las potencias y se hacen visibles aspectos que aparecen ocultos o sumergidos en la cotidianeidad. En general, los testimonios y análisis coinciden en que durante la rebelión las bases desbordaron a sus dirigentes y a las propias organizaciones, a tal punto que varios dirigentes medios aseguran que “fuimos obligados por las bases”. Se trata de una presión sorda, que viene de muy abajo, y es por lo tanto incontenible cuando se despliega. Roxana Seijas, dirigente de la Fejuve, señala algo sorprendente respecto a la relación entre bases y dirigentes: “Aquí a la cabeza con sus entornos (por los dirigentes) nos llaman rellenos”. O sea, que son superficiales, como adornos, pero son forzados por las bases a trabajar (“nosotros los rellenos somos los que hemos trabajado”). Su testimonio muestra dos aspectos claves de la cultural comunal: ser dirigente no es un privilegio sino un servicio que nunca se autonomiza de la base; y, como son “relleno”, pueden ser cambiados por otros sin que deje de funcionar la organización, sin que se produzcan traumas ni cambios de orientación.
Así, la rebelión “careció de organizador y líder, y fue ejecutada directamente por los vecinos de barrio y calle”; las juntas vecinales “no fueron estructuras organizativas de la movilización sino estructuras de identidad territorial en cuyo interior otro tipo de fidelidades, de redes organizativas, de solidaridades e iniciativas se desplegaron de manera autónoma por encima y, en algunos casos, al margen de la propia autoridad de la junta vecinal”. En muchos casos, la junta vecinal era sólo invocada de manera simbólica para marchas y caminatas que eran en realidad iniciativas de flexibles redes sociales territoriales que se creaban durante los acontecimientos y se convertían en “estructuras de mando, deliberación y ejecución de decisiones”.
Algo así sólo puede suceder si ya existe, en la vida cotidiana, el hábito de la autoorganización. Esas redes se conformaban como comités de movilización, como Comités en Defensa del Gas o, en ocasiones, no toman forma a través de nombres sino que son simplemente la manera natural como los vecinos se agrupan para resolver sus problemas diarios, que en cierto momento se vuelcan en la autodefensa de la comunidad.
Las asambleas jugaron un papel decisivo. Sobre la base de la amplia experiencia asamblearia de las juntas vecinales, los pobladores de los barrios se agruparon en asambleas informales pero masivas, convertidas en espacios de deliberación y encuentro, de legitimación y legalización social de la movilización, y en escenario de intercambio de informaciones. Las radios locales, por su parte, amplificaron la comunicación entre las bases y le dieron un carácter de cohesión masiva, en particular la red Erbol (Educación Radiofónica de Bolivia), vinculada a la Iglesia Católica.
El ancestral sistema de turnos, surgido en las comunidades rurales, permitió garantizar las vigilias para los bloqueos de calles y rutas, la alimentación de los movilizados y el mantenimiento de la acción callejera en niveles muy elevados de masividad. El sistema de rotación o turnos se utiliza para todas las acciones colectivas, desde la representación hasta los bloqueos, y consiste en la rotación por distritos y zonas, comunidades y familias, de modo que mientras unos participan directamente otros descansan y mantienen activa la vida cotidiana. Un ejemplo: en una zona donde participan 100 vecinos en los cortes, la mitad salen en el turno de seis de la mañana a tres de la tarde y la otra mitad lo hace de tres a doce de la noche; durante la noche la vigilia es voluntaria. De ese modo, todos participan y mientras unos cortan o se manifiestan otros hacen la comida, producen y se preparan para participar en el turno. Además, la rotación permite que esas cien personas no participen todos los días, sino que son relevadas por otras comunidades o zonas o grupos de familias. Así, cada persona puede participar directamente en las calles cada varios días, o semanas incluso, permitiendo mantener la acción social de forma indefinida desgastando al aparato represivo y al Estado. En ciertas movilizaciones, como la que sucedió en setiembre de 2000, participaron rotativamente medio millón de aymaras (de un total de un millón y medio que viven en Bolivia), lo que revela que prácticamente toda la población estuvo de alguna manera involucrada a través de esta forma no jerárquica de división del trabajo.
El despliegue del abajo: las insurrecciones
En los años 90, en pleno auge del neoliberalismo, se produjeron cambios importantes en El Alto. Al fortalecimiento de los movimientos sociales anotado arriba, debe sumarse un cambio notable en el escenario político. En las elecciones de 1989 un partido nuevo, Condepa (siglas de Conciencia de Patria), consigue el 65% de los votos desplazando sorpresivamente a los partidos tradicionales (MNR, MIR, ADN) a posiciones marginales. Debe consignarse que esto sólo sucedió en El Alto y en La Paz, agudizando así un comportamiento diferenciado de los aymaras, que se mantuvo estable en el apoyo a Condepa durante casi una década.
Condepa fue formada por el popular locutor y cantante Carlos Palenque, a quien en 1988 el gobierno del MNR clausura sus medios de comunicación, Radio Metropolitana y Canal 4 que conformaban el Sistema Radio-Televisión Popular (RTP). Palenque y Condepa fueron rechazados por las elites y las clases medias mestizas y blancas, a quienes despreciaban por considerarlos “populacheros” y sensacionalistas. Sin embargo, Condepa era la expresión de los aymaras pobres de ambas ciudades, aquellos sectores marginados y despreciados por las elites. “Fue un partido que no sólo expresó sino también reivindicó la reciprocidad y la cultura andina”, lo que le generó lealtades ciudadanas aceitadas por ayudas solidarias que Palenque conseguía a través de los medios en los que, además, denunciaba “el orden injusto imperante en nombre de los excluidos del juego económico, social, político y cultural”.
Aunque Condepa cayó en el mismo juego de corrupción y clientelismo que denunciaba, y no pudo recuperarse de la muerte de su líder en 1997, sufriendo una crisis de liderazgo que la llevó a su muerte política en las elecciones de 2002, tuvo un papel destacado en el crecimiento de la autoestima de los sectores populares aymaras. O, dicho de otro modo, Condepa surge cuando los aymaras pobres de las ciudades están en pleno proceso de autoafirmación que no podrían haber procesado a través de los partidos establecidos –de derecha o de izquierda–, sino utilizado un outsider al que visualizaban como parte de su mundo cultural. “La sólida constitución de la identidad cultural de los pobladores de El Alto se ha expresado en votaciones colectivas”, dice un estudio sobre el tema, lo que revela que en esa ciudad la votación “obedece a formas de comportamiento colectivo imbuidas de significado cultural”.
La crisis de Condepa es paralela al crecimiento del Movimiento al Socialismo (MAS) y el Movimiento indígena Pachakutik (MIP), que tuvieron muy buena votación en El Alto, y son los partidos más ligados a los nuevos actores sociales. Ya en 2003 el movimiento social alteño, que había iniciado un ascenso desde la “guerra del agua” en Cochabamba, en abril de 2000, y en las movilizaciones aymaras rurales de setiembre de ese año, se convierte en el principal actor del país. El 5 de marzo de 2001 la Fejuve convocó un paro que se dejó sentir sobre todo en los barrios periféricos con tomas de calles y avenidas, en las que “se observa cómo las mujeres bloquean sentadas al medio de las avenidas picchando (masticando) coca y conversando en aymara o en castellano”, mientras las principales avenidas “se habían convertido en una especie de asambleas grupales donde incluso participan los niños y niñas”.
Crece la tendencia a organizarse por zonas y cuadras mientras en las grandes jornadas se produce una suerte de “reunificación interbarrial con características indígenas”, según Mamani. El año clave de 2003 comienza con acciones contundentes. Mientras el 12 y 13 de febrero se registra en La Paz el enfrentamiento armado entre policías sublevados y militares que los reprimen, en el que mueren 11 policías y 4 soldados, en la ciudad de El Alto una multitud asalta la alcaldía y las instalaciones de Coca Cola y las saquea e incendia. Es la segunda vez que la alcaldía de El Alto es incendiada por la multitud, en esta ocasión enfurecida por la mala gestión del alcalde del MIR. En esas jornadas, en las que son incendiadas las sedes de los principales partidos (MIR, MNR, ADN) y oficinas gubernamentales, mueren en La Paz y El Alto 33 personas.
El 1 de setiembre de ese año, mientras en las zonas rurales los campesinos se movilizan contra la venta del gas por Chile, en El Alto comienza la movilización contra los formularios Maya y Paya (uno y dos en aymara) que redundarían en el aumento de impuestos inmobiliarios. El 15 y 16 la ciudad está paralizada y la población se concentra ante la alcaldía, corta calles en cada barrio y las principales salidas de la ciudad. El mismo 16 la alcaldía retrocede anulando los formularios, lo que significa un resonante triunfo de la movilización social. Pero el día 20 se produce la masacre de Warista (escuela-ayllu histórica para los aymaras, situada en Omasuyos, cerca del lago Titicaca), en el que mueren cuatro indígenas y un soldado.
En un clima de repudio y de indignación colectiva, el 2 de octubre se realiza un paro de 24 horas en El Alto mientras en la Radio San Gabriel se mantiene una huelga de hambre de la dirigencia aymara, encabezada por Felipe Quispe, dirigente de la central campesina CSUTCB. La ciudad se convierte en “factor estructurante de los indígenas en Bolivia”, tanto a nivel urbano como rural. A partir del 8 de octubre, se declara un paro indefinido en El Alto contra la venta del gas, convocado por Fejuve, COR y la UPEA. El paro es masivo y se plasma en la ocupación de los territorios barriales por los vecinos, que cortan las calles y avenidas, cavan zanjas profundas para impedir el paso de camiones y tanques del ejército. El mismo 8 el ejército dispara hiriendo a dos jóvenes, pero la represión no cesa cobrándose 67 muertos y más de 400 heridos, siendo los días 12 y 13 los más violentos con 50 muertos.
Pese a la militarización de la ciudad y a la brutalidad de la represión, la población alteña consiguió la renuncia de Sánchez de Lozada. Y frenar la venta del gas. ¿Qué pasará en un país donde la población le ha perdido el miedo a los tanques, la represión violenta y la masacre? Todo indica que el futuro de Bolivia se ha desplazado desde las elites blancas y mestizas hacia los aymaras, quechuas, indígenas de todas las etnias y los pobres rurales y urbanos.
Un futuro lleno de sorpresas
Después de octubre de 2003, vino mayo-junio de 2005. Es el quinto levantamiento aymara en lo que va del siglo XXI. El primer gran levantamiento se produjo el 9 de abril de 2000 con epicentro en Achacachi, provincia de Omasuyus. El segundo en septiembre y octubre del mismo año en toda la región del altiplano y valle norte del departamento de La Paz. Se han movilizado siete provincias de esta región aymara. El tercer levantamiento fue en junio-julio del año 2001 con epicentro también en la gran región del altiplano y duró cerca de dos meses. El cuarto tuvo su epicentro en la ciudad de El Alto, en octubre de 2003. Finalmente, el quinto levantamiento aymara se produjo en el mes de mayo-junio de 2005 y nuevamente el epicentro es la ciudad de El Alto. Las demandas centrales son la nacionalización de los hidrocarburos, una asamblea constituyente y una férrea oposición a las autonomías departamentales (impulsadas por las elites de Santa Cruz). “Aquí nuevamente las juntas vecinales y organizaciones laborales se articulan como verdaderos gobiernos barriales.
Las decisiones se toman de forma colectiva y pública a través de las asambleas de barrio. Poco a poco este levantamiento se irradia, primero hacia al interior de los barrios, y después, nuevamente a otras provincias y departamentos del país”, sostiene Mamani. Esta vez el centro efectivo fue Senkata, planta de almacenamiento de combustible y gas licuado. Allí cientos de hombres y mujeres han hecho turnos durante noches y días a lo largo de 18 días para no dejar salir, como dice la gente: “ni una gota de gas” hacia la ciudad de La Paz y otros lugares.
Uno de los hechos más notables, y a la vez esperanzador, es que toda esta actividad social se ha realizado sin la existencia de estructuras centralizadas y unificadas. Tal vez el hecho de que entre los aymaras nunca haya existido un Estado, tenga alguna relación con ello. Sin embargo, la no existencia de ese tipo de aparatos centralizados no ha restado efectividad a los movimientos. Más aún, puede decirse que si hubieran existido estructuras organizativas unificadas, no se habría desplegado tanta energía social. La clave de esta abrumadora movilización social está, sin duda, en la autoorganización de base que abarca todos los poros de la sociedad, que ha hecho superflua cualquier tipo de representación. En segundo lugar, por primera vez el núcleo del movimiento indígena está situado en una gran ciudad, donde han surgido sólidas comunidades urbanas, lo que anticipa cambios profundos y de largo aliento en el movimiento social boliviana que, tal vez, puedan irradiarse hacia otros sujetos en otras partes del continente.
* Raúl Zibechi es miembro del Consejo de Redacción del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Es colaborador mensual con el IRC Programa de las Américas.
Recursos
García Linera, Alvaro (coord.) (2004) Sociología de los movimientos sociales, Diakonía/Oxfam, La Paz.
Gómez, Luis (2004) El Alto de pie, Comuna, La Paz.
Guaygua, Germán y otros (2000) Ser joven en El Alto, Pieb, La Paz.
Mamani, Pablo (2004) Los microgobiernos barriales en el levantamiento de El Alto, inédito.
(2004) El rugir de las multitudes, Aruwiyiri, La Paz.
Quisbert, Máximo (2003) FEJUVE El Alto 1990-1998, THOA, Cuadernos de Investigación No. 1.
Quispe, Marco (2004) De pueblo vacío a pueblo grande, Plural, La Paz.
Rojas, Bruno y Guaygua, Germán (2003) El empleo en tiempos de crisis, Avances de Investigación No. 24, La Paz, Cedla.
Rosell, Pablo (1999) Diagnóstico socioeconómico de El Alto. Distritos 5 y 6, Cedla, La Paz.
Rosell, Pablo y otros (2000) Ser productor en El Alto, Cedla, La Paz.
Rosell, Pablo y Rojas, Bruno (2002) Destino incierto. Esperanzas y realidades laborales de la juventud alteña, Cedla, La Paz.
Sitios sobre Bolvia
Bolpress: www.bolpress.com
Econoticias: www.econoticiasbolivia.com
El Juguete Rabioso: www.redvoltaire.net/eljugueterabioso.html
Indymedia Bolivia: http//:indymedia.bolivia.org
Pulso: www.pulsobolivia.com
Algunas siglas
MNR: Movimiento Nacionalista Revolucionario
MIR: Movimiento de Izquierda Revolucionaria
ADN: Acción Democrática Nacionalista
MAS: Movimiento al Socialismo
MIP: Movimiento Indígena Pachakutik
COB: Central Obrera Boliviana
COR: Central Obrera regional (EL Alto)
FEJUVE: Federación de Juntas Vecinales
CSUTCB: Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia
UPEA: Universidad Pública de El Alto
196,8 millardos ejecutarán con Cuba en modernización de Onidex
Venezuela donará mil millones a Universidad Andina en Bolivia
El Universal de Venezuela (www.eud.com)
El Gobierno donará un millardo de bolívares a la Universidad Andina Simón Bolívar, cuya sede central está en la ciudad boliviana de Sucre.
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional aprobó la operación que equivale a 500.000 dólares, siendo la fuente de financiamiento los intereses devengados por las inversiones del fideicomiso del Ministerio de Finanzas en la Oficina Nacional del Tesoro. Según el informe del Ministerio de Relaciones Exteriores con esos recursos se sufragarán los gastos de funcionamiento de la universidad creada por el Parlamento Andino en 1985. Además de la sede en Sucre, ese centro funciona en La Paz y Quito (Ecuador).
El despacho justifica la donación argumentando que "por esa vía se logrará la formación integral de profesionales venezolanos en áreas de posgrado, específicamente en temas como el de la integración, vitales para el fortalecimiento de los países del Sur". Los diputados también aprobaron otro crédito por 13,6 millardos de bolívares, los cuales serán transferidos a la Fundación Ciara (que maneja el Ministerio de Economía Popular) con el fin de implementar el programa integral para el desarrollo lechero en Lara.
El proyecto tendrá una ejecución de 10 años y la primera etapa durará un año y cuatro meses. En ese período inicial se fijará el plan de capacitación, se efectuarán los diagnósticos y se definirán los planes de alimentación y los planes sanitarios.
Junto a los créditos, la Comisión autorizó una reprogramación de la Ley Paraguas para el Ministerio de Infraestructura por 413,6 millardos.
Acciones
La Asamblea Nacional aprobó ayer la suscripción de acciones de la empresa Venezolana de Turismo (Venetur) por un monto de 15,3 millardos. El plan de inversiones de la empresa asciende a 33,9 millardos de bolívares. Los primeros recursos, 15,3 millardos, serán para la constitución del capital y el saldo de 18,6 millardos de bolívares será para comercialización, la operadora de transporte y la apertura de oficinas en China, Argentina, Alemania y Colombia.
Tributo
Por otra parte, el presidente de la Comisión, Rodrigo Cabezas, manifestó que el Parlamento hizo todo lo posible para aprobar de manera rápida la reforma del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a fin de que la rebaja de la tasa de 15% a 14% comenzará en septiembre.
Sin embargo, el Parlamento estima que debido a que ayer no fue publicada en Gaceta Oficial la modificación en octubre entraría en vigencia el ajuste de la alícuota. Expresó que se necesita tiempo para adecuar las máquinas.
Identificación
El director de la Onidex, Hugo Cabezas, presentó ante la Comisión de Finanzas el Proyecto Identidad el cual se financiará con el crédito aprobado la semana pasada por 292 millardos de bolívares.
Apuntó que de esos recursos 196,8 millardos de bolívares se ejecutarán a través del convenio con Cuba y en ese marco destacó que el software que se usará para la modernización será el realizado por la Universidad de La Habana y empresas extranjeras se encargarán del equipamiento.
Adelantó que dentro del proceso de cambios se prevé el retiro de 70% del personal total, que suma 2.300 personas. Según Cabezas esas personas que saldrían ya tienen cercano su período de jubilación, pero no especificó el número de personas que se contrataría. Reiteró que a partir del 17 de septiembre se podrá tramitar el pasaporte por la vía de Internet; la emisión durará 22 días._MAH
RENAICO: ANALIZARÁN DURMIENTES PROVENIENTES DE BOLIVIA PARA EVITAR POSIBLE PLAGA
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Con el objeto de someterlos a análisis y descartar cualquier foco infeccioso, autoridades sanitarias del área agro-forestal resolvieron retener una partida de durmientes que tenían por destino ser instalados en la red ferroviaria de la Novena Región.
Se trató de la retención temporal de dos mil 100 durmientes que habían llegado a La Araucanía procedentes desde Bolivia, tras ser adquiridos por la Empresa de Ferrocarriles del estado (EFE).
La idea es someterlos a análisis científicos que permitan descartar o confirmar la presencia de algún agente fitosanitario que pudiera llegar a contaminar otras especies madereras en la Novena Región.
La alerta se produjo tras la detección de otros contaminantes, como larvas vivas de insectos en durmientes que llegaron al puerto de San Antonio desde Paraguay, Argentina y Bolivia.
En La Araucanía, el secretario regional del Ministerio de Agricultura, David Jouanett, explicó que los resultados de los análisis que se practicarán en dependencias del servicio Agrícola y ganadero (SAG) podrían entregarse la próxima semana.
“EL PERÚ NO TIENE CAPACIDAD PARA VENDER GAS A MÉXICO Y CHILE”
ENTREVISTA A FERNANDO SÁNCHEZ ALBAVERA • Director de división de recursos naturales de Cepal dice que seguridad en abastecimiento energético será el factor más importante de geopolítica mundial.
La República de Perú (www.larepublica.com.pe)
–¿Qué debe hacer Perú para masificar el uso del gas?
–Un ejemplo es Colombia, que hace seis años elaboró un plan de masificación y ha tenido éxito. Para ello se requiere establecer conexiones para las industrias y desarrollar la red de consumo residencial. Sin embargo, estas conexiones, al ser redes subterráneas, son costosas y demandan tiempo y el proceso depende de la voluntad de los usuarios.
–Entonces, ¿se necesita desarrollar una cultura del gas?
–Más que nada promover los beneficios de su consumo. Además hace tiempo debió prepararse el cambio de la matriz energética.
–¿Es primordial abastecer primero el mercado local?
–Sí, y con una planificación de largo plazo que permita ver cuál será la tendencia del consumo local. Es cierto que Camisea debe exportar para ser rentable, pero sin comprometer el abastecimiento futuro.
–¿Perú está en capacidad de exportar parte de su gas?.
–Las reservas del Perú son la cuarta parte de las de Bolivia. No se trata de exportar todo nuestro gas para quedarnos luego como Argentina. Por ello las políticas energéticas deben ser vistas en el largo plazo, de lo contrario son equivocadas. La seguridad en el abastecimiento energético se convertirá en el factor más importante de la geopolítica mundial de los próximos años. Perú tiene gas pero también otras posibilidades como los biocombustibles y la geotermia, que debería empezar a mirar porque el gas se va a acabar
–Ya hay compromiso para exportar a México, ¿estaremos en capacidad de atender a los países miembros del anillo energético?
–Si atiende a México no se podrá atender a Chile según las cifras. Sin embargo, creo que se ha hecho mucha promoción al anillo energético, pero la gran pregunta es: ¿quién construirá el gasoducto (de Pisco a Tocopia) que transporte ese gas. Con la inseguridad de las reservas peruanas difícilmente alguien se animará a construirlo. Además inicialmente el anillo no contemplaba a Perú ni a Chile.
SUBSECRETARIO DESTACA "PUERTO FRANCO" PARA
PARAGUAY COMO EJEMPLO PARA DIÁLOGO CON BOLIVIA
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Cristián Barros, afirmó que la cesión a Paraguay de un "puerto franco" en la ciudad de Antofagasta, que se concreta hoy, prueba la voluntad de Chile para mejorar las condiciones de los países mediterráneos.
"Estamos siempre dispuestos a trabajar en tratar de mejorar las conectividades de los países que no tienen litoral y, en ese sentido, estamos dispuestos a seguir hablando con Bolivia, que es en este caso el otro país que no tiene litoral en América del Sur", declaró el vicecanciller chileno.
Junto al presidente del Paraguay, Nicanor Duarte, el subsecretario Barros participará en una ceremonia oficial para inaugurar el "puerto franco" cedido por Chile al Paraguay en la ciudad de Antofagasta, 1.360 kilómetros al norte de Santiago.
Barros dijo a radio Cooperativa que este "puerto franco" significa para Paraguay "tener un tránsito expedito, sin recargos tarifarios, hacia el Océano Pacífico. Ahora, eso depende obviamente de la red de carreteras que ellos tengan".
El subsecretario destacó las garantías que Chile dará al Paraguay para la exportación de mercaderías a través del puerto de Antofagasta. Según Barros, la operación de un "puerto franco" en Antofagasta al servicio de productos paraguayos, es una prueba concreta de la intención chilena de colaborar con los países sin litoral del continente.
El subsecretario dijo que a pesar de que el acceso soberano al Océano Pacífico "ha sido la posición permanente" de Bolivia, los acuerdos con el gobierno de Asunción dan cuenta que hay muchas opciones para materializar la política de integración regional.
Paraguay contará en Antofagasta con 20.000 metros cuadrados para destinarlos a mercaderías que estarán en "depósitos sin cargo", aunque "la aduana la sigue haciendo Chile". "Tampoco es una zona franca, es un depósito franco, obviamente en el futuro puede ser una zona franca", sostuvo.
Añadió que este "puerto franco" para Paraguay en Antofagasta "significa transformar a Chile, poco a poco, en un país de servicios. Dentro de las plataformas de desarrollo, una de las más importantes es ésa porque servicios no sólo significa tener un centro financiero en Santiago, sino también significa el poder prestar servicios portuarios, de transporte, de ingreso y egreso de mercaderías".
"Esto es recíproco, el camino que se hace hacia el Océano Pacífico también lo podemos hacer hacia el río Paraguay, y del río Paraguay al océano Atlántico. Es una de las posibles vías de conexión interoceánica", concluyó.
Representante paceño en Chile, Víctor Rico, viajaría esta misma semana a Washington para asumir su cargo en el organismo
CÓNSUL DE BOLIVIA RENUNCIA PARA OCUPAR "ALTAS FUNCIONES" EN LA OEA JUNTO A INSULZA
La llegada del diplomático a la OEA fue interpretada como un intento de Insulza por mejorar sus vínculos con el círculo político del país altiplánico, que nunca apoyó la candidatura del ex ministro chileno a la entidad hemisférica.
La Tercera de Chile (www.latercera.cl)
El cónsul general de Bolivia en Chile, Víctor Rico, presentó ayer la renuncia a su destinación diplomática para trasladarse a la Organización de Estados Americanos (OEA), donde desempeñará "altas funciones" junto al secretario general del organismo hemisférico, el ex ministro chileno José Miguel Insulza.
El traslado de Rico a Washington -como "asesor del secretario general", según fuentes de esa entidad-, fue interpretado en círculos diplomáticos como un intento de Insulza por enviar una señal de cercanía hacia Bolivia, con miras a obtener mayor legitimidad ante el mundo político del país altiplánico, que en junio rechazó cualquier interés por parte de la OEA de intervenir en la crisis que terminó con la salida del ex Presidente Carlos Mesa.
En esa ocasión, a días de realizarse la primera Asamblea General bajo el mandato de Insulza, tanto el gobierno como la oposición boliviana desestimaron los "buenos oficios" del organismo, el que sólo se limitó a emitir una declaración de solidaridad con La Paz. Mientras el Ejecutivo boliviano defendió su capacidad e independencia para manejar la crisis, el líder cocalero Evo Morales acusó a Insulza de no tener "autoridad moral", evidenciando las diferencias bilaterales con Chile a causa de la demanda marítima.
La resistencia paceña ya había sido expresada en abril cuando el entonces canciller Juan Ignacio Siles se restó al consenso en torno al ex ministro del Interior en su carrera a la OEA, y más tarde impidió su elección por aclamación.
Hace semanas
Tras oficializar su salida de la destinación diplomática, Rico fue despedido ayer en una cena organizada por el embajador de Brasil en Chile, Gelson Fonseca, a la que asistieron el ministro secretario general de Gobierno, Osvaldo Puccio, y el embajador de Perú, José Antonio Meier.
Aunque la información fue dada a conocer ayer por la cancillería paceña en un escueto comunicado -en el que no se especifica el cargo que ocupará Rico en la OEA-, fuentes de ese organismo indicaron que la llegada del diplomático boliviano a Washington venía siendo conversada desde "hace semanas" por el propio ex jefe de gabinete chileno.
El último encuentro entre Insulza y Rico -quien viajaría esta misma semana a Washington- ocurrió en Santiago el 17 de agosto en el "Encuentro de Portavoces de las Américas", organizado por la OEA y realizado en la sede de la Cepal.
Ayer, tras regresar de México y luego de reunirse por cerca de una hora en el Palacio Quemado con el Mandatario de Bolivia, Eduardo Rodríguez, el canciller Armando Loaiza ordenó dar a conocer la noticia.
LA MIRADA PERDIDA DEL “CHE” GUEVARA
El hombrecito borracho titubea ante la mirada y escucha: “¡Serénese! Usted sólo ha venido a dar muerte a un hombre”. Luego, con su mirada en el infinito, Freddy Alborta fotografió al “Che” para la posteridad.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
El miércoles 17 de agosto murió a los 73 años en La Paz, Bolivia, un reportero gráfico de la vieja guardia: Freddy Alborta. Uno de sus mejores aciertos fotográficos fue inmortalizar el cadáver del Che Guevara tras su muerte en la selva boliviana. Alborta también se inmortalizó con estas fotografías testimoniales. Quiero recordar el porqué Ernesto Guevara fue a morir al altiplano de América. En 1965, Fidel Castro daba por enterado al país y al mundo que Ernesto “Che” Guevara abandonaba el puesto de Nº 2 en el Gobierno revolucionario y sin decir agua va había desaparecido en el misterio. El “Che”, uno de los pocos sobrevivientes de los 81 hombres que desde Sierra Maestra le “pidieron la pieza” al dictador Fulgencio Batista, era considerado un héroe nacional y en la isla lamentaban su desaparición.
Muchas versiones se barajaban respecto a su desaparición por lo que Fidel inició una frenética búsqueda a través de las agencias de inteligencia de todo el mundo. ¿Guerrilla en Panamá? ¿Insurrección en Chile? ¿Una misión en Vietnam? ¿Dirigiendo ataques rebeldes en Colombia? ¡Vaya uno a saberlo! Los peor pensados y haciéndose eco de murmullos propagados por el diario anticastrista “Unidad” de Miami, apostaban a que el “Che” había trabado amores con una sensacional espía rubia que el imperialismo mantuvo bajo las mismas barbas de Fidel y que habían sido evacuados por la CIA desde la playa de El Chivato. Esta situación tenía de pésimo talante a Fidel y su malhumor llegaba a límites increíbles, tanto así que si algún camarada se acercaba a brindarle un puro, Castro estallaba “¡Vete al carajo, chico!”.
Algunos de los componentes del comité central, Lázaro Peña, Blas Roca y Carlos Rafael Rodríguez, consideraban que el “Che”, desde su Ministerio de Industria, había fracasado abiertamente en sus programas de reestructurar la economía de la isla, en la planificación de empresas y en la mantención del comercio exterior, además que el hombre, con la persistencia de una tendinitis, reclamaba públicamente que las subvenciones soviéticas tardaban tanto en llegar. Corría el chiste de que cuando Castro ungió al “Che” como ministro de Industria, urgía conformar el gabinete revolucionario y había reunido a todos sus hombres disponibles y preguntó: “¿Hay algún economista entre los presentes?”
“Yo”, dijo el “Che” adelantándose...
Fidel se dirigió al balcón y dijo al pueblo: “¡Tenemos ministro de Industria!”.
Y el pueblo aclamó.
Tiempo después, Castro, desencantado con el desarrollo económico de Cuba, llamó a terreno al “Che” y le dijo: “Mira, ven aquí muchacho; tu me dijiste que eras economista y las cosas no han funcionado...”
“Eh... bueno... creo que estamos confundidos camarada”, dijo Ernesto. “Aquella noche yo escuché que tu preguntaste que si entre los presentes había un comunista, y por eso di un paso al frente”.
Sabido era que la identidad del “Che” distaba mucho de ser coincidente con la de Fidel, y a Guevara, luego de su gira por las repúblicas socialistas populares, la URSS, China y los nuevos estados africanos, se lo tildó de maoísta y ferviente partidario de la línea agresiva de Pekín. En la Conferencia de Punta del Este citada por Kennedy para plantear su programa Alianza para el Progreso, Ernesto levantó su voz diciendo: “Cuba llega a esta conferencia para elevar por sí sola la voz de los pueblos de América”. A juzgar por estos razonamientos, el “Che” saltaba al escenario mundial con serias trazas de “arrancarse por (¿con?) los tarros” y de esta manera hacerle fea sombra a Fidel. Así pues, ante la posibilidad de que Castro a su llegada a Cuba lo mandara a criar cerdos al oriente de la isla, el hombre optó por desaparecer. Al partir dejó un mensaje: “Otras tierras en el mundo esperan por mis modestas fuerzas. Dejo en Cuba la parte más pura de mis esperanzas de construir un mundo mejor y lo más querido entre los seres que amo...”
Tiempo después, el “Che”, cerrando un círculo de una vida agitada con olor a sangre y a pólvora, aparece en el corazón mismo de Bolivia.
El “Che” nunca pudo traspasar la barrera racial de los indios de ojos inescrutables. Allá, en las sierras de Valle Grande y cerca de La Higuera, cayó Ernesto “Che” Guevara, bajo el mismo léxico de los estampidos que estimuló su existencia: La acción revolucionaria. Herido en una pierna y arrastrado por los soldados es depositado en una de las aulas de la escuelita del lugar.
El coronel Zenteno, uno de sus captores le administra calmantes.
¡No ofende la queja que viene del dolor!
Tumbado contra un muro blanco, con sus manos atadas a la espalda y aliviado en parte, se entrega al sopor del mediodía. El domingo 9 de julio, a la una y diez, el suboficial Mario Terán se ofrece... El hombrecito borracho titubea ante la mirada directa a sus ojos y escucha: “¡Serénese! Usted sólo ha venido a dar muerte a un hombre”. Luego, con su mirada romántica y perdida en el infinito, Freddy Alborta lo fotografió para la posteridad. En su diario de vida militar y con su propia letra se encontró escrito ¿o transcrito?: “Cristo/ Te amo/ no porque bajaste de una estrella/ sino porque me descubriste/ que el hombre tiene sangre/, lágrimas/, congojas/, llaves/ herramientas. Para abrir tus puertas cerradas a la luz./ Sí... Tú nos enseñaste que el hombre es Dios./ Un pobre Dios crucificado como Tixo./ Y aquél que está a tu izquierda/ en el Gólgota/ el mal ladrón/, ¡También es un Dios!”.
LA CHOLITA, IDENTIDAD CULTURAL DE BOLIVIA
-
*Al caminar por las calles de Sucre, capital de Bolivia, hace más de una
década, el fotógrafo Delphine explosiva cautivado por mujeres aymaras y
estilo de...
7 years ago
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