Monday, February 02, 2009

EVO MORALES: "PUEDO TENER ERRORES, PERO NUNCA SERÉ UN TRAIDOR"

En 1974, los estudiantes de tercero y cuarto año de la escuela secundaria de la Unidad Educativa Central Orinoca, donde estudió Evo Morales, viajaron a conocer La Paz y, entre otras cosas, llegaron al Palacio Quemado, la casa de gobierno. Pero Evo y sus compañeros se quedaron sentados esperando que el dictador Hugo Banzer Suárez los atendiera. Tenía 15 años y cuando salieron a la Plaza Murillo, les dijo a sus compañeros: "Algún día voy a ser presidente... y cuando sea presidente, fácil me van a encontrar".
Ahora aparece por la puerta del salón principal este hombre de 50 años, ya presidente pero con algo todavía de aquel chango de 15, que ya entonces mostraba dotes de líder. En el medio pasó su etapa de pastor de ovejas y llamas, de cocalero, de sindicalista en el Chapare, de diputado, hasta llegar a ser el 84º presidente de Bolivia, que acaba de obtener un triunfo fundamental haciendo aprobar una Constitución que fortalece su proceso revolucionario de refundación del país.
La jornada cívica del 25 de enero pasado fue una verdadera lección de democracia del pueblo boliviano. No sólo por la altísima participación del electorado y la ausencia de cualquier problema, sino por lo inusual de una consulta como ésta.
En la mayoría de los países del mundo, una reforma constitucional es producto de acuerdos entre los partidos políticos. El Congreso vota la necesidad de la reforma, se eligen constituyentes, se reúne la asamblea que delibera por un tiempo, llega a acuerdos y finalmente sanciona la nueva Constitución. Pero casi en ningún país se vuelve a presentar el nuevo texto constitucional al pueblo para que lo apruebe o no en referéndum.
En Bolivia sí, y no sólo eso, sino que la gente tomó el reto con una madurez democrática envidiable. Se informó sobre el contenido de la nueva Constitución y el domingo pasado se volcó masivamente a votar. Ni rastros de la apatía que uno puede encontrar en Argentina, Chile, Brasil o la mayoría de los países sudamericanos.
Ya pasaron algunos días desde el histórico referéndum y Evo Morales se sienta en una sobria mesa con un vaso de agua a su izquierda y la bandera boliviana a su derecha y se dispone a hablar con un pequeño grupo de periodistas extranjeros.
Imparable
Evo Morales empieza denunciando a la Iglesia Católica de participar en una "campaña sucia, en la que reinó la mentira, el engaño y el miedo". Dice que "en algunas iglesias se repartían folletos por el No", y muestra uno redondo en el que se lee: "Ya No más".
Sin embargo, saca chapa de ganador y remarca: "Soy imparable, nadie me detiene, y esa fuerza me la dan los movimientos sociales. El año pasado di tres mil audiencias, hay días que tengo hasta diez. Venimos de triunfo en triunfo. Primero fue el de las elecciones generales de 2005, luego la constituyente de 2007, el año pasado el referéndum revocatorio, y ahora nuevamente se legitima la revolución democrática y cultural del país, gracias a la conciencia del pueblo".
Y agrega poniéndose más serio: "Este triunfo, como el del año pasado, se debe en gran parte a la sangre derramada por nuestros mártires".
Los prefectos opositores han querido presentar los resultados del domingo pasado (donde el "No" se impuso en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, es decir la llamada Medialuna opositora y separatista) como un empate y han adelantado que no acatarán la nueva Carta Magna.
Pero la verdad es que no existe tal empate, porque un triunfo del "Sí" por alrededor del 60 por ciento no es cosa menor. Es verdad que desde el propio gobierno se esperaba un 70 por ciento de aprobación, pero hay que tener en cuenta que también la oposición en Santa Cruz perdió un caudal de votos, de aquel 84 por ciento del inconstitucional referéndum autonómico del año pasado, a este 62 por ciento.
Además, es conveniente tener en cuenta que no tiene nada que ver un referéndum constitucional con una elección común, como la presidencial del 6 de diciembre próximo. El domingo, todo el espectro opositor se alineó atrás del "No". En las elecciones presidenciales ese 40 por ciento, si es que se mantiene, seguramente se va a dispersar entre varios candidatos.
Por eso, siempre es más difícil ganar este tipo de consultas. Y si no hay que preguntarle a Hugo Chávez, que en diez años perdió sólo una elección, justamente el referéndum constitucional de diciembre de 2007.
La revolución democrática
Para adelante, Evo traza lo que para él es la principal tarea pendiente: "Tenemos que descolonizar a Bolivia, pero hay que empezar por descolonizarnos a nosotros mismos. Tenemos que cambiar nosotros. Si Evo no cambia, Bolivia no va a cambiar. Hay que trabajar duramente para no ser egoísta, no ser individualista, no ser sectario, no ser regionalista, no tener ambiciones, ni económicas ni de poder".
Vestido con sus típicos atuendos andinos, muy lejos de las formalidades de saco y corbata de la mayoría de los gobernantes, inscribe el proceso político boliviano en el marco continental: "Los países vecinos están mirando con atención este proceso con resultados concretos".
"Por ejemplo —sigue—, el bono Juancito Pinto (un subsidio de 70 dólares por año para niños en edad escolar) ya llega a un 25 por ciento de la población. En estos años y gracias a la solidaridad de Cuba, con la Operación Milagro hemos operado de la vista a 300 mil bolivianos. Y vamos a seguir también con el plan de alfabetización porque los logros nos comprometen mucho más. La lucha contra la pobreza en todos los frentes no es sólo una política de gobierno, sino que ahora está incluida en la Constitución".
Y cuando habla de pobreza, Evo lo hace con conocimiento de causa. De familia aymara, fue uno de siete hermanos en una casa de campesinos, pero de los cuales sobrevivieron sólo tres. "Mis otros hermanos perdieron la vida de uno o dos años. Éste es el término de vida que tienen las familias o los niños en las comunidades campesinas. Más de la mitad se muere y nosotros, qué suerte, nos salvamos... En Isallavi vivíamos en una casita de adobe y techo de paja. Era pequeña: no más de tres por cuatro metros. Nos servía como dormitorio, cocina, comedor y prácticamente de todo; al lado teníamos el corral para nuestros animales. Vivíamos en la pobreza como todos los comunitarios", cuenta.
Desde niño ayudó en las tareas agrícolas y a los seis años se fue a trabajar, junto a su padre y una hermana en la zafra de la caña de azúcar en Jujuy. "Mi papá, cada mañana antes de salir al trabajo, hacia su convite a la Pachamama, que es la madre tierra; mi mamá también challaba con alcohol y hojas de coca para que nos vaya bien en toda la jornada. Era como si mis padres hablaran con la tierra, con la naturaleza", recuerda.
Pero no fue una infancia infeliz. En el Altiplano él se las arreglaba para jugar a la pelota, una de sus pasiones hasta hoy. "Cuando las llamas estaban pasteando en los cerros, agarraba mi pelota de trapo y las gambeteaba una por una. Los arcos eran las pajas bravas o las yaretas y mi compañero inseparable un perro de nombre Trébol", dice Evo.
Cuando tenía 12 años, salió con su padre y un rebaño de llamas, desde Oruro hasta Cochabamba. "Era un 21 de agosto de 1971 cuando caminábamos con nuestras llamitas hasta Cochabamba. Mediante la radio nos enteramos del golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez", recuerda. El mismo que luego no lo recibió en la casa de gobierno.
"Siempre recuerdo a las grandes flotas (autobuses) que transitaban por la carretera, repletas de gente que arrojaban cáscaras de naranja o plátano. Yo recogía esas cáscaras para comer. Desde entonces, una de mis aspiraciones mayores fue viajar en alguno de esos buses", dice. Ahora se codea con presidentes y jefes de gobierno.
Una lucha histórica
En tren de hacer historia, Evo recuerda: "Las luchas por la justicia en Sudamérica vienen de hace mucho, lo que sucede es que antes no podíamos competir electoralmente. Recuerdo cuando los vendepatrias nos decían que no teníamos derecho a hacer política. En el Chapare (zona de cultivos de coca en el departamento de Cochabamba) nuestros símbolos de lucha eran el hacha y el machete, en el Altiplano el pico y la pala. Pero luego nos dimos cuenta que tenemos derecho a hacer política y después de una etapa de resistencia y rebeldía, pasamos a una de lucha por la soberanía, por la dignidad. Pasamos de la lucha sindical y social a la lucha electoral".
"Es decir —subraya— que nosotros siempre luchamos contra el imperio. Mis ancestros lucharon contra el imperio español, luego mis abuelos y padres contra el imperio inglés, y ahora nosotros luchamos contra el imperio estadounidense". En ese sentido remarca que "desde ahora, por Constitución no habrá ninguna base militar extranjera, menos de Estados Unidos".
La relación con Estados Unidos está resentida desde que su gobierno expulsó al ex embajador Philip Goldberg, acusándolo de conspirar junto a la oposición de derecha en lo que él llamó "golpe cívico-prefectural".
"Siento que hay una revolución democrática en marcha. Ya los pueblos no levantan las armas contra el Imperio, pero ahora es el Imperio quien levanta las armas contra los pueblos", dispara el presidente de Bolivia.
Y marca el carácter continental de tal revolución: "Suscribo al compañero Hugo Chávez cuando dice que ha comenzado la segunda y definitiva liberación de nuestros pueblos. Hay revoluciones en marcha en toda Sudamérica".
Consultado sobre si el cambio de gobierno en Estados Unidos puede significar un cambio en su política exterior, Morales responde: "En principio, es una buena señal que el nuevo presidente Barack Obama haya decidido cerrar la cárcel de Guantánamo. Pareciera que quiere cambiar la política exterior, pero habrá que esperar. Nosotros seguiremos firme en nuestra posición antimperialista y anticolonialista".
La refundación
Sobre el final, siempre con una sonrisa en los labios, Evo despide a los periodistas extranjeros diciendo: "Puedo tener errores, pero mi pueblo nunca encontrará en mí una traición".
La constitución política del Estado que está refundando Bolivia tiene cambios radicales que sientan las bases de un país distinto para el futuro.
Desde ahora en adelante, constitucionalmente en Bolivia una persona no podrá adquirir más de cinco mil hectáreas, el agua es un derecho humano y no una mercancía, el medio ambiente está amparado y el propio Estado se define como plurinacional y multiétnico.
Son cambios profundos y están en la Constitución, por lo que son casi inamovibles. En el caso de un cambio de signo político, los logros sociales conseguidos estarán amparados y será casi imposible volver atrás. Ese es el sentido del concepto de refundación del país.La última frase queda retumbando en el Palacio Quemado, ante el silencio respetuoso de los periodistas: "No es Evo el que está haciendo historia, sino  las fuerzas sociales bolivianas".





LOS CAMPESINOS GOBIERNAN BOLIVIA

Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)

Evo Morales Ayma, actual presidente de la hermana República de Bolivia, concita la atención mundial, al haber logrado el SI en el Referéndum Nacional de la nueva Constitución del Estado, el pasado domingo 25 de enero del 2009, con un 60 ó más por ciento del electorado de su país; según las versiones dadas por la prensa de la Paz, ciudad capital.
Esto resulta ser una confirmación de que los Andinos, en este caso del Qollasuyu, somos capaces de ejercer la Presidencia de la Nación, y pues no son casos de simples pretensiones. En efecto según estamos enterados, por parte de ciudadanos bolivianos don Evo ha dedicado mucha parte de su vida a saber y conocer la política estatal; nos han informado de que todos los días se dedicaba en “concientizar” a los campesinos de su país, en estos asuntos del Gobierno Nacional, preferentemente lo hacía en horas “de madrugada” que es el tiempo libre del que disponen los habitantes rurales; porque las demás horas las “tienen ocupadísimas en labores de producción del diario vivir, pastoreo, chacarismo y otros que incluso las aprovechan para laborar como albañiles, vendedores de baratijas y hasta de pequeños comerciantes en las ciudades aledañas.
Y esta labor la desarrolló a todo lo largo y ancho del ambiente rural boliviano. También nos han informado de que por ello sufrió persecuciones y hasta encarcelamientos; pero continúo persistentemente, incluso atendiendo sus estudios: primarios, secundarios y de nivel superior. El caso es que llegó a ser diputado y presidente de Bolivia, como máximo dirigente del M.A.S. (Movimiento al Socialismo) venciendo a personajes que “han hecho de la política, una especie de feudo. Bueno es reconocer, que no le faltan cualidades de ingenio, talento y habilidades políticas. Un caso anecdótico que quiero relatar es: que estando ya de Diputado Nacional y casi al finalizar su periodo; es el siguiente: publica un aviso: El diputado Evo Morales; requiere de una persona traductora del árabe: etc, etc. Una seguramente muy “avisada” reportera periodística, un tanto intrigada tal vez: se comunica por teléfono: Sr. Evo, esta usted… estudiando algunos asuntos del saber en árabe? ... Contesta Evo: No Srta. … si no, que me han invitado de Arabia, para que visite ese país por quince días. No sé ni el saludo en árabe…
En caso reciente es que los habitantes “blanquiñosos y/o descendientes de raza blanca , que detentan “muy buena riqueza material” en Bolivia, han demostrado su “tremenda decepción por el reciente triunfo del SI, en lo referente a la aprobación de la Nueva Carta Magna de Bolivia; particularmente con los de Tarija, Santa Cruz de la Sierra y otros departamentos de Bolivia; entonces han salido ha relucir públicamente y difundidos por la T.V. de la Paz algunas actitudes de superioridad racial, tales como: esos … CHOLOS DE LA PAZ, NO NOS VAN HA GOBERNAR, expresada por una dama de Tarija. NOS SEGUIREMOS DECLARANDO REGIONES AUTÓNOMAS…. Y otras por este mismo “estilacho”.
Desde nuestro estatus de ciudadanos, con algunos buenos kilates de cultos y civilizados. Hacemos votos porque la “sangre no llegue al río”. Es bueno también, recordar esa parábola cristiana: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reyno de Dios.





EVO MORALES: "PUEDO TENER ERRORES, PERO NUNCA SERÉ UN TRAIDOR"

La Capital de Argentina (www.lacapital.com.ar)

En 1974, los estudiantes de tercero y cuarto año de la escuela secundaria de la Unidad Educativa Central Orinoca, donde estudió Evo Morales, viajaron a conocer La Paz y, entre otras cosas, llegaron al Palacio Quemado, la casa de gobierno. Pero Evo y sus compañeros se quedaron sentados esperando que el dictador Hugo Banzer Suárez los atendiera. Tenía 15 años y cuando salieron a la Plaza Murillo, les dijo a sus compañeros: "Algún día voy a ser presidente... y cuando sea presidente, fácil me van a encontrar".
Ahora aparece por la puerta del salón principal este hombre de 50 años, ya presidente pero con algo todavía de aquel chango de 15, que ya entonces mostraba dotes de líder. En el medio pasó su etapa de pastor de ovejas y llamas, de cocalero, de sindicalista en el Chapare, de diputado, hasta llegar a ser el 84º presidente de Bolivia, que acaba de obtener un triunfo fundamental haciendo aprobar una Constitución que fortalece su proceso revolucionario de refundación del país.
La jornada cívica del 25 de enero pasado fue una verdadera lección de democracia del pueblo boliviano. No sólo por la altísima participación del electorado y la ausencia de cualquier problema, sino por lo inusual de una consulta como ésta.
En la mayoría de los países del mundo, una reforma constitucional es producto de acuerdos entre los partidos políticos. El Congreso vota la necesidad de la reforma, se eligen constituyentes, se reúne la asamblea que delibera por un tiempo, llega a acuerdos y finalmente sanciona la nueva Constitución. Pero casi en ningún país se vuelve a presentar el nuevo texto constitucional al pueblo para que lo apruebe o no en referéndum.
En Bolivia sí, y no sólo eso, sino que la gente tomó el reto con una madurez democrática envidiable. Se informó sobre el contenido de la nueva Constitución y el domingo pasado se volcó masivamente a votar. Ni rastros de la apatía que uno puede encontrar en Argentina, Chile, Brasil o la mayoría de los países sudamericanos.
Ya pasaron algunos días desde el histórico referéndum y Evo Morales se sienta en una sobria mesa con un vaso de agua a su izquierda y la bandera boliviana a su derecha y se dispone a hablar con un pequeño grupo de periodistas extranjeros.
Imparable
Evo Morales empieza denunciando a la Iglesia Católica de participar en una "campaña sucia, en la que reinó la mentira, el engaño y el miedo". Dice que "en algunas iglesias se repartían folletos por el No", y muestra uno redondo en el que se lee: "Ya No más".
Sin embargo, saca chapa de ganador y remarca: "Soy imparable, nadie me detiene, y esa fuerza me la dan los movimientos sociales. El año pasado di tres mil audiencias, hay días que tengo hasta diez. Venimos de triunfo en triunfo. Primero fue el de las elecciones generales de 2005, luego la constituyente de 2007, el año pasado el referéndum revocatorio, y ahora nuevamente se legitima la revolución democrática y cultural del país, gracias a la conciencia del pueblo".
Y agrega poniéndose más serio: "Este triunfo, como el del año pasado, se debe en gran parte a la sangre derramada por nuestros mártires".
Los prefectos opositores han querido presentar los resultados del domingo pasado (donde el "No" se impuso en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, es decir la llamada Medialuna opositora y separatista) como un empate y han adelantado que no acatarán la nueva Carta Magna.
Pero la verdad es que no existe tal empate, porque un triunfo del "Sí" por alrededor del 60 por ciento no es cosa menor. Es verdad que desde el propio gobierno se esperaba un 70 por ciento de aprobación, pero hay que tener en cuenta que también la oposición en Santa Cruz perdió un caudal de votos, de aquel 84 por ciento del inconstitucional referéndum autonómico del año pasado, a este 62 por ciento.
Además, es conveniente tener en cuenta que no tiene nada que ver un referéndum constitucional con una elección común, como la presidencial del 6 de diciembre próximo. El domingo, todo el espectro opositor se alineó atrás del "No". En las elecciones presidenciales ese 40 por ciento, si es que se mantiene, seguramente se va a dispersar entre varios candidatos.
Por eso, siempre es más difícil ganar este tipo de consultas. Y si no hay que preguntarle a Hugo Chávez, que en diez años perdió sólo una elección, justamente el referéndum constitucional de diciembre de 2007.
La revolución democrática
Para adelante, Evo traza lo que para él es la principal tarea pendiente: "Tenemos que descolonizar a Bolivia, pero hay que empezar por descolonizarnos a nosotros mismos. Tenemos que cambiar nosotros. Si Evo no cambia, Bolivia no va a cambiar. Hay que trabajar duramente para no ser egoísta, no ser individualista, no ser sectario, no ser regionalista, no tener ambiciones, ni económicas ni de poder".
Vestido con sus típicos atuendos andinos, muy lejos de las formalidades de saco y corbata de la mayoría de los gobernantes, inscribe el proceso político boliviano en el marco continental: "Los países vecinos están mirando con atención este proceso con resultados concretos".
"Por ejemplo —sigue—, el bono Juancito Pinto (un subsidio de 70 dólares por año para niños en edad escolar) ya llega a un 25 por ciento de la población. En estos años y gracias a la solidaridad de Cuba, con la Operación Milagro hemos operado de la vista a 300 mil bolivianos. Y vamos a seguir también con el plan de alfabetización porque los logros nos comprometen mucho más. La lucha contra la pobreza en todos los frentes no es sólo una política de gobierno, sino que ahora está incluida en la Constitución".
Y cuando habla de pobreza, Evo lo hace con conocimiento de causa. De familia aymara, fue uno de siete hermanos en una casa de campesinos, pero de los cuales sobrevivieron sólo tres. "Mis otros hermanos perdieron la vida de uno o dos años. Éste es el término de vida que tienen las familias o los niños en las comunidades campesinas. Más de la mitad se muere y nosotros, qué suerte, nos salvamos... En Isallavi vivíamos en una casita de adobe y techo de paja. Era pequeña: no más de tres por cuatro metros. Nos servía como dormitorio, cocina, comedor y prácticamente de todo; al lado teníamos el corral para nuestros animales. Vivíamos en la pobreza como todos los comunitarios", cuenta.
Desde niño ayudó en las tareas agrícolas y a los seis años se fue a trabajar, junto a su padre y una hermana en la zafra de la caña de azúcar en Jujuy. "Mi papá, cada mañana antes de salir al trabajo, hacia su convite a la Pachamama, que es la madre tierra; mi mamá también challaba con alcohol y hojas de coca para que nos vaya bien en toda la jornada. Era como si mis padres hablaran con la tierra, con la naturaleza", recuerda.
Pero no fue una infancia infeliz. En el Altiplano él se las arreglaba para jugar a la pelota, una de sus pasiones hasta hoy. "Cuando las llamas estaban pasteando en los cerros, agarraba mi pelota de trapo y las gambeteaba una por una. Los arcos eran las pajas bravas o las yaretas y mi compañero inseparable un perro de nombre Trébol", dice Evo.
Cuando tenía 12 años, salió con su padre y un rebaño de llamas, desde Oruro hasta Cochabamba. "Era un 21 de agosto de 1971 cuando caminábamos con nuestras llamitas hasta Cochabamba. Mediante la radio nos enteramos del golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez", recuerda. El mismo que luego no lo recibió en la casa de gobierno.
"Siempre recuerdo a las grandes flotas (autobuses) que transitaban por la carretera, repletas de gente que arrojaban cáscaras de naranja o plátano. Yo recogía esas cáscaras para comer. Desde entonces, una de mis aspiraciones mayores fue viajar en alguno de esos buses", dice. Ahora se codea con presidentes y jefes de gobierno.
Una lucha histórica
En tren de hacer historia, Evo recuerda: "Las luchas por la justicia en Sudamérica vienen de hace mucho, lo que sucede es que antes no podíamos competir electoralmente. Recuerdo cuando los vendepatrias nos decían que no teníamos derecho a hacer política. En el Chapare (zona de cultivos de coca en el departamento de Cochabamba) nuestros símbolos de lucha eran el hacha y el machete, en el Altiplano el pico y la pala. Pero luego nos dimos cuenta que tenemos derecho a hacer política y después de una etapa de resistencia y rebeldía, pasamos a una de lucha por la soberanía, por la dignidad. Pasamos de la lucha sindical y social a la lucha electoral".
"Es decir —subraya— que nosotros siempre luchamos contra el imperio. Mis ancestros lucharon contra el imperio español, luego mis abuelos y padres contra el imperio inglés, y ahora nosotros luchamos contra el imperio estadounidense". En ese sentido remarca que "desde ahora, por Constitución no habrá ninguna base militar extranjera, menos de Estados Unidos".
La relación con Estados Unidos está resentida desde que su gobierno expulsó al ex embajador Philip Goldberg, acusándolo de conspirar junto a la oposición de derecha en lo que él llamó "golpe cívico-prefectural".
"Siento que hay una revolución democrática en marcha. Ya los pueblos no levantan las armas contra el Imperio, pero ahora es el Imperio quien levanta las armas contra los pueblos", dispara el presidente de Bolivia.
Y marca el carácter continental de tal revolución: "Suscribo al compañero Hugo Chávez cuando dice que ha comenzado la segunda y definitiva liberación de nuestros pueblos. Hay revoluciones en marcha en toda Sudamérica".
Consultado sobre si el cambio de gobierno en Estados Unidos puede significar un cambio en su política exterior, Morales responde: "En principio, es una buena señal que el nuevo presidente Barack Obama haya decidido cerrar la cárcel de Guantánamo. Pareciera que quiere cambiar la política exterior, pero habrá que esperar. Nosotros seguiremos firme en nuestra posición antimperialista y anticolonialista".
La refundación
Sobre el final, siempre con una sonrisa en los labios, Evo despide a los periodistas extranjeros diciendo: "Puedo tener errores, pero mi pueblo nunca encontrará en mí una traición".
La constitución política del Estado que está refundando Bolivia tiene cambios radicales que sientan las bases de un país distinto para el futuro.
Desde ahora en adelante, constitucionalmente en Bolivia una persona no podrá adquirir más de cinco mil hectáreas, el agua es un derecho humano y no una mercancía, el medio ambiente está amparado y el propio Estado se define como plurinacional y multiétnico.
Son cambios profundos y están en la Constitución, por lo que son casi inamovibles. En el caso de un cambio de signo político, los logros sociales conseguidos estarán amparados y será casi imposible volver atrás. Ese es el sentido del concepto de refundación del país.
La última frase queda retumbando en el Palacio Quemado, ante el silencio respetuoso de los periodistas: "No es Evo el que está haciendo historia, sino  las fuerzas sociales bolivianas". 






DESDE BOLIVIA HASTA EE.UU.

La Semana de España (www.lasemana.es)

La actualidad internacional de la semana pasada estuvo centrada en el continente americano y más concretamente en Bolivia y en Estados Unidos. En Bolivia, Evo Morales logró una importante victoria al ver cómo la mayoría de la población aprobaba en referéndum su reforma de la Constitución. Sus proyectos políticos siguen adelante pero, al tiempo, aumenta la división social en el país y se generan tensiones que pueden desembocar en conflicto. La situación boliviana no es fácil y parece necesario impulsar el diálogo entre el Gobierno de Morales y los dirigentes de las regiones opositoras.
Estados Unidos fue noticia por partida doble durante los pasados siete días. En el ámbito financiero, Obama ha logrado un importante avance en su plan económico para paliar los efectos de la crisis. La Cámara de Representantes dio el visto bueno a las medidas del nuevo inquilino de la Casa Blanca pero ahora falta que el Senado también apruebe el documento. Todo indica que, pese a que surjan algunas discrepancias, también se supere ese escollo.
En la parte política, la nueva Administración estadounidense mantiene sus planes para cerrar la prisión de Guantánamo. El proceso va a ser largo y costoso, por eso la Casa Blanca ha sondeado a sus aliados para que le ayuden a acoger a parte de los presos recluidos en la base de EE.UU. en Cuba. La Unión Europea se reunió la semana pasada para tratar esta cuestión y está estudiando acoger a algunos de los reclusos menos peligrosos. Una decisión que, sin duda, dará mucho de lo que hablar.





LA CONSTITUCIÓN DE BOLIVIA TIENE POCO DE SOCIALISTA

El texto que acaba de aprobarse es complejo. Tiene avances notables y también zonas difusas. Pero merece ser interpretado sin los prejuicios que primaron hasta ahora.

El Clarín de Argentina (www.clarin.com.ar)

Bolivia acaba de dar un paso importante en términos jurídicos con la aprobación, a través de un referéndum, de una nueva y compleja Constitución. El contenido de la misma, sus más de cuatrocientos artículos, la grandilocuencia de algunas de sus cláusulas, la invocación de valores muy generales, su perfil indigenista, el fuerte rol que le asigna al Estado han generado dudas y temores extendidos, tanto como "acusaciones" infundadas, que conviene revisar para no ser víctimas de análisis apresurados.
Es cierto que la Constitución es muy extensa, vaga a veces y excesivamente detallista en otros casos. También es cierto que el texto dará lugar a discusiones y conflictos difíciles de resolver (por ejemplo, el reconocimiento de la justicia indígena junto a la justicia ordinaria; la elección popular de los jueces; el reconocimiento autonómico a los pueblos indígenas originarios, etc.). Discutiré aquí sólo algunas de las muchas cuestiones que deja planteadas.
En primer lugar, es cierto que la Constitución no es amigable con el latifundio. Sin embargo, para bien o para mal, el trecho que separa a esta Constitución de un proyecto socialista (como lo han llamado algunos) es enorme. En primer lugar, son muchos los países en América latina (incluido Brasil o el nuestro) que constitucionalmente se refieren a la "función social" que debe tener la propiedad.
En segundo lugar, la nueva Constitución reconoce de modo explícito cuatro formas de propiedad, que obviamente incluyen a la propiedad privada (habla de propiedad comunitaria, estatal, cooperativa y privada). En tercer lugar, el oficialismo aceptó, por presión de la oposición, que los límites establecidos a la tierra acumulable no sean retroactivos. Es decir que las medidas limitativas sobre el latifundio no afectarán sustancialmente a la división de la tierra actualmente existente.
En líneas generales, es claro que la Constitución reserva para el Estado un papel muy robusto en la administración de los recursos públicos -claramente, una reacción frente al anterior período de irresponsable "privatización". El valor de este tipo de decisiones dependerá finalmente del grado de intervención y control social que la sociedad sea capaz de asegurarse dentro de dicho esquema.
Uno de los rasgos más llamativos y disputados de la nueva Constitución tiene que ver con el enorme espacio que reserva para la cuestión indígena y la cantidad de derechos que asegura para los "36 pueblos originarios de Bolivia." El texto constitucional dedica un capítulo entero para los derechos de las naciones y pueblos indígenas; define un cupo para tales grupos en el Parlamento; da reconocimiento a formas de justicia "indígena originaria campesina"; asegura la presencia indígena en el Tribunal Constitucional; reconoce la autonomía territorial indígena y los derechos de los indígenas sobre el uso del agua y la tierra comunitaria. Por lo demás, la religión católica -como corresponde en un país multicultural- deja de ser la religión "oficial."
La importancia que la Constitución asigna a la cuestión indígena es indudable y en su defensa cabe señalar también varios puntos. En primer lugar, más del 60 por ciento de la población total de Bolivia (y casi el 80 por ciento de la rural) es indígena y estaba hasta ahora prácticamente excluida del ejercicio de todo poder real, lo cual representa una obvia y vergonzante injusticia histórica. Y si bien es cierto que los remedios por los que se ha optado son numerosos, puede decirse que ellos no son sino proporcionales a los males -enormes, centenarios- a los que se quiso poner fin.
Dichos remedios podrían contradecirse por varias razones, entre las cuales menciono tres. Primero, tales remedios podrían criticarse si aparecieran como una venganza contra los "blancos dominantes," pero éste no es el caso, dado que de lo que se trata es de "empoderar" a los indígenas, privados históricamente de toda participación efectiva en el gobierno. Podrían objetarse estas soluciones, también, si ellas implicaran reemplazar una dominación por otra. Sin embargo, es muy claro que lo que se pretende es abrir algún lugar para los indígenas en la estructura de poder, antes que convertirlos en "clase dominante" (algunos cargos en la justicia, algunos en el Parlamento, más espacio para la justicia indígena, etc.). Para bien o para mal, la estructura de gobierno dominante seguirá siendo mayoritariamente ocupada por funcionarios blancos, en un país mayoritariamente indígena.
Tampoco es cierto que la nueva Constitución aparezca al servicio de un presidente todopoderoso, o que venga a ayudar a que el mismo se eternice en el poder.
Por el contrario, los constituyentes aceptaron al respecto los reclamos de la oposición, por lo cual hoy queda permitida sólo una (y no dos, como pretendía el oficialismo) reelección consecutiva. Por lo demás, la Constitución crea numerosas instancias de consulta popular.
En todo caso, la Constitución preserva, antes que exacerba, un desgraciado sistema presidencialista, incompatible, mal que les pese a algunos, con cualquier proyecto democrático-progresista (proyecto que requeriría de la atomización, antes que de la centralización del poder).
En definitiva, la Constitución no es lo que muchos -desde orientaciones distintas- dicen que es, sino un texto complejo, que merece ser examinado con más detalle y menos prejuicios. Se trata de un texto que incluye avances notables, y que si por algo merece objetarse no es por haber ido demasiado lejos, sino por no haber ido tan lejos como debería haberlo hecho.





JUSTICIA INDÍGENA

Diario Información (www.diarioinformacion.com)

El pasado domingo, día 26, se aprobó mediante referéndum la nueva Constitución de Bolivia impulsada por el presidente Evo Morales, cumpliéndose los pronósticos de las encuestas.
En el marco de un formato constitucional inclusivo, abierto a una constelación de nuevos derechos y a una organización del poder que apunta, no a una mera reforma, sino a una reformulación del proceso político, destaca el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, que por vez primera en su larga historia de opresión y exclusión pasan a tener un papel protagónico.
La cuestión es tanto más interesante por cuanto las comunidades indígenas, aunque pobres, son comunidades vivas, estructuradas, en las cuales se viene practicando con naturalidad un derecho de origen ancestral en contraste con el "derecho estatal", el cual, por otro lado, ni siquiera tiene presencia en ellas, ya que en muchas de estas comunidades el Estado simplemente no existe.
Hay diferencias importantes entre el "derecho estatal" y el "derecho indígena": El "derecho estatal", de raíz occidental, tienen su asiento en el sujeto individual, titular de derechos. Por el contrario, el "derecho indígena" es de raíz comunal, por lo que su sistema de justicia, que tiene una dimensión fundamentalmente componedora, reparadora, se orienta a preservar el "bien" de la colectividad, concretado en mitos, usos y costumbres.El análisis frío de los textos no nos proporciona, sin embargo, una idea cabal de la problemática que plantea la articulación de ambos sistemas, especialmente en lo referido al régimen de sanciones y castigos, a las relaciones familiares, la situación de la mujer, de los niños, etcétera. Veamos algunos ejemplos: En una aldea remota, un joven se destaca tempranamente como ladrón y tipo intratable. El consejo de ancianos se reúne y acuerda recriminar al padre, a quien considera responsable de las desviaciones del hijo. Pero las gestiones no dan resultado. A medida que el personaje en cuestión alcanza la edad adulta se hace más y más desafiante, y lleva a cabo violaciones, robos y otros crímenes graves. Colmada la paciencia de la comunidad, la justicia indígena, mediante el correspondiente juicio, resuelve condenarle a muerte por el procedimiento del despeñamiento, ejecución que se encomienda a su propio padre. En otra ocasión, una mujer indígena casada y con varios hijos se enamora perdidamente de un hombre de la misma comunidad. Sin pensárselo dos veces, los dos amantes se fugan y corren a esconderse en el otro extremo del país. Las autoridades indígenas, a través de sus intrincadas pero eficaces redes de información, les descubren y les hacen regresar. El consejo de justicia trata de convencer a la mujer de que está en un error, que la excitación amorosa es pasajera y que no le merece la pena perder a su familia. Al marido le exhorta a que perdone a su esposa en aras del interés de los hijos. Al tercero en discordia, al que considera el verdadero culpable, se le expulsa de la comunidad. Dicen las crónicas que todo quedó felizmente arreglado (pero yo tengo mis dudas).
Se trata, naturalmente, de ejemplos limitados, si bien permiten hacerse una idea de las cuestiones implicadas. Hasta ahora, la técnica empleada en otras constituciones similares para encajar la justicia indígena ha consistido en hacer prevalecer, en todo caso, los derechos humanos, así como en permitir al indígena recurrir a la justicia estatal. La nueva Constitución de Bolivia va un poco más allá.
Desde el punto de vista práctico hay que resaltar que las treinta y seis comunidades indígenas censadas en Bolivia, muchas de ellas muy dispersas por el país, carecen de una concreta delimitación territorial. La Constitución no precisa si la aplicación de la justicia indígena se hará con base a criterios personales, territoriales, o a una mezcla de ambos. Queda por aclarar igualmente si la justicia indígena dispondrá de algún tipo de recurso de apelación, pues actualmente sus sentencias son inmediatamente ejecutivas. Por otro lado, en las ciudades y sus entornos (donde la inmensa mayoría de la población es mestiza) el derecho aplicable será el estatal. Y algo muy importante: la vigencia del derecho indígena en cualesquiera relaciones jurídicas, según establece la nueva Constitución, hará necesario el visto bueno de las comunidades a la hora de planificar el territorio, explotar los recursos naturales y desarrollar actividades económicas o de otro tipo que les afecten.





BOLIVIA: SÍ, GANÓ LA DEMOCRACIA

Agencia Rusa de Información (www.sp.rian.ru/analysis)

La ciudadanía que cree en la democracia y la ejerce, entiende que el 50% más uno es mayoría, este resultado se acepta y se respeta, un buen ejemplo, sobre todo para los "anticomunistas" defensores de la "democracia", es la victoria del presidente Obama, aceptada y felicitada por su principal oponente, el candidato Republicano Sr. McCain.
En Bolivia ha ganado la tendencia al cambio de la constitución, la gran diferencia con el país bandera de la democracia, es la reacción provinciana de la política criolla boliviana.
El "profesionalismo" que exhiben los medios de comunicación masiva, presenta titulares parcializados, carentes de habilidad periodística, El Deber presiona para que el Presidente ceda a las presiones de sus opositores tuteando al Mandatario, - Evo no da chance al pedido de un pacto -; El Mundo responsabiliza al señor Morales de la probable violencia que se avecina, - Sólo un pacto es la salida y está en manos del Presidente-; El periódico Opinión muestra al primer Mandatario opuesto al diálogo, -El Presidente dice que lo único negociable es la aplicación de la CPE-; Los Tiempos acusan al Presidente de agresivo, -Evo se muestra duro con los opositores-; La Prensa pretende mostrar la victoria del referéndum como una derrota del Gobierno, resalta la disminución de popularidad del MAS en todo el territorio nacional -El MAS pierde votos en el campo, ciudades, regiones e incluso en sus bastiones.
El escenario es complementado con los festejos locales de los prefectos separatistas, regocijados con el apelativo de "gobernadores", han iniciado una nueva campaña de desestabilización para posibilitar el retorno de la clase política que gobernó durante las dictaduras.
El presidente Morales se enfrenta a una oposición articulada, que no sólo cuenta con un ejército de mentiras montado en un enorme aparato mediático, también está la mano invisible del mercado, empresas multinacionales y terratenientes locales, intereses de países vecinos, la cautela política de EE.UU.; para colmo, aparte del rechazo de moros y judíos, no cuenta con la bendición de la jerarquía católica, que cree en la resurrección de la derecha, y que el poder terrenal es del imperio exclusivo del Cesar.
La lucha por la nueva Constitución Política del Estado o por la constitución vigente ha sido disputada por el Gobierno y la clase política tradicional, el pueblo ha votado por el cambio; en la región oriental han pesado las pasiones regionalistas por el "no", la población boliviana en su mayoría desconoce ambos contenidos, si su hábito de lectura es escaso más aún es su análisis de contenido, quedando la gran interrogante de su coherencia y claridad.
Aplicar la actual constitución para el cumplimiento de las leyes de reforma agraria es casi imposible dada la posesión de los grandes latifundios en forma viciada.
La antigua constitución determinaba los poderes camarales a través del 50% más uno, rechazado y sustituido por la oposición por la ponderación a dos tercios. La lucha no es ni siquiera por las autonomías regionales, es por la hegemonía autonómica de la oligarquía, para los gobernadores de la "nación camba" los cunumis (nativos amazónicos) siempre serán cunumis y los collas (nativos andinos) siempre serán collas, la gente "decente" es de origen extranjero, son ellos, que además les ha tocado convivir con estos "indios mugrosos" que impiden su progreso y encima quieren tener los mismos derechos.
En Bolivia la historia ha avanzado, hay un cambio, la responsabilidad del Presidente está en mantener el proceso logrado por el pueblo. Pero debe también revisar y hacer los cambios necesarios al interior de su entorno, el viejo vicio del gobierno boliviano permanece, a lo largo de nuestra historia los presidentes han sido victimados por sus propios "grupos palaciegos", grupos que se especializan en aislar al mandatario para ser los únicos que exhiben sus destrezas, estos impiden o eliminan a cualquier "intruso" que ose dialogar con el mandatario, lo enceguecen y lo ensordecen. La poca capacidad de gestión de los políticos a tiempo completo es el talón de Aquiles de los gobiernos progresistas de la región; una política de consignas y estribillos termina decepcionando al pueblo que necesita ver, sentir el proceso de cambio, lo contrario es posibilitar el retorno de la vieja delincuencia sostenible.
Si el combate permanente con la oposición es una necesidad desgastante, la manera de revertir la adversidad es dando respuestas contundentes al pueblo. Tener una idea clara del país que se quiere hacer, un proyecto viable de desarrollo sostenible, ejecutar proyectos que generen empleos, trabajo; solventar las necesidades básicas de toda la población, empleo, educación, salud como prioridades, ejecutar obras de infraestructura que vinculen a todas las regiones de nuestro territorio, aprovechar nuestros recursos naturales de forma racional. Mostrar los resultados del cambio, y también hacer sentir la eficiencia de la nueva forma de gobernar, demostrar la diferencia con la oposición, demostrar el avance, el progreso de la nación, no sólo en cifras estadísticas, sino también en hechos tangibles, que se reflejen en la satisfacción del ciudadano común de nuestro país, que sus hijos no se acuestan con el estomago vacío, que tiene empleo, salario justo, que puede aspirar a un techo propio, que sus hijos asisten a una escuela bien equipada, que no necesita emigrar, que vive en un país libre de analfabetismo, libre de delincuencia, libre de sobreexplotación, libre de racismo; que su gobierno le pertenece y le sirve, que Bolivia es su país, un país libre de exclusiones y brechas abismales entre ricos y pobres. Que vive en una nación donde es una suerte haber nacido, una nación que avanza con alegría hacia el futuro.





BOLIVIA: LAS BATALLAS PENDIENTES

Los 36 pueblos originarios de Bolivia tendrán cuotas mínimas de participación en todos los poderes del Estado y un fuerte peso en las futuras decisiones económicas, mientras que los departamentos separatistas obtuvieron una autonomía limitada. Ante lo que la crítica señala como una Carta Magna discriminatoria para mestizos y blancos, la nueva batalla estará en la creación de leyes secundarias que la hagan aplicable

Proceso de México (www.proceso.com.mx)

Con la aprobación del proyecto de nueva Constitución Política en el referéndum del pasado 25 de enero, Bolivia inicia un proceso orientado a establecer privilegios para el sector indígena de la población en el sistema político y jurídico, convertir al Estado en el único rector de la economía y dar luz verde a un limitado régimen de autonomías en cuatro de los nueve departamentos del país.
58.7% de los electores votó por el "sí" al proyecto, mientras el 41.3% lo hizo por el "no", de acuerdo con el conteo rápido de votos realizado por el periódico La Razón y la Asociación de Teledifusoras Bolivianas (ATB). Los resultados oficiales del referéndum serán difundidos en la segunda semana de febrero, a partir de lo cual, la Constitución entrará en vigencia.
Sin embargo, la columna vertebral del nuevo Estado comenzará a construirse después de los comicios generales del 6 de diciembre de 2009, donde además de elegirse al presidente y vicepresidente de la República, se votará por los integrantes de la Asamblea Legislativa Plurinacional –el nuevo Congreso–, quienes aprobarán las leyes de la renovada estructura político-jurídica.
Los resultados de la votación del referéndum ratificaron la fractura interna de Bolivia, ya que el "sí" ganó en cuatro departamentos del occidente del país: La Paz (74%), Oruro (68.2%), Potosí (76.3%) y Cochabamba (61.1%). El "no", en cambio, se impuso en cuatro departamentos del oriente, los mismos que lucharon por un régimen autonómico: Tarija (65.2%), Beni (65.1%), Santa Cruz (63.8%) y Pando (60.7). En el noveno departamento del país, Chuquisaca, se presentó un empate técnico --50.6% de votos a favor del "no" y 49.4% a favor del "si"-- que será resuelto cuando se conozca el resultado final oficial.
La victoria del "sí" a nivel nacional fue posible debido al masivo respaldo al proyecto en el departamento de La Paz, que concentra un tercio de los 3 millones 891 mil electores del país.
Este es un adelanto del reportaje que publica la revista Proceso en su edición 1683 que empezó a circular el domingo 1 de febrero.





BOLIVIA: OTRO TRIUNFO PARA LA IZQUIERDA

Diario CoLatino de España (www.diariocolatino.com)

El domingo pasado, el gobierno boliviano encabezado por el Presidente Evo Morales, logró una importante victoria al ganar el Sí, a favor de la nueva constitución de Bolivia. De acuerdos con datos de la prensa internacional cerca del 60% de los bolivianos votaron a favor de la nueva Constitución.
Bolivia, con diez millones de habitantes, tiene una población de aproximadamente el 47% indígena, y siendo Evo Morales también un indígena, no deja de ser un triunfo también para el indigenismo latinoamericano, históricamente excluido y doblemente sometido.
Las reformas a la constitución de Bolivia se han hecho siguiendo las reglas del juego democrático, es decir, los procesos electorales. La derecha boliviana y latinoamericana, por supuesto, jamás le darán la legitimidad que aquella tiene simplemente porque los ganadores no son ellos.
La derecha boliviana y latinoamericana han exaltado los votaciones, es decir, los mecanismos establecidos por la democracia representativa, durante los largos periodos que ellos ostentaron el poder, bien mediante representantes de las fuerzas armadas, o mediante tecnócratas o miembros de sus oligarquías. En este caso, el 50 más uno, o la simple mayoría tenía un gran valor. Hoy, lo deslegitiman.Es cierto que la oposición obtuvo importantes votaciones, pero al final perdieron, por lo tanto, deben someterse al nuevo estado de derecho elegido por las mayorías bolivianas.
La nueva Constitución garantiza la nacionalización de los recursos energéticos bolivianos, para ser usufructuados por el pueblo boliviano mediante la inversión social del gobierno. Y, por supuesto, implantar una necesaria reforma agraria.
Además, permitirá la reelección presidencial, lo que indica que el Presidente Morales se postulará en el próximo proceso electoral. Esto es lo que muchos también critican, sin profundizar en que la reelección implica someterse al voto popular, y que por tanto, es el pueblo quien decidirá si un candidato sigue o no en la presidencia. Esto también es democracia.
Y si a lo anterior también se le agrega que existe la figura del referéndum revocatorio, más llaves que garanticen la democracia en Bolivia y no pueden exigirse.
Qué bueno, entonces por Bolivia y el Movimiento al Socialismo (MAS), porque es un triunfo de la izquierda latinoamericana.





BOLIVIA: OJALÁ NO TENGAN QUE LAMENTAR

La nueva Constitución boliviana contiene, como es lógico, artículos cosmetizados

El Universal de Venezuela (www.caracas.eluniversal.com)

Los bolivianos, por sólida mayoría, decidieron el domingo pasado aprobar una nueva Constitución que les ofreció el "camarada Evo". La regla de oro de la democracia es la del respeto a la voluntad de las mayorías y así tendrá que ser en Bolivia. La segunda regla de la democracia es la del respeto a las minorías que en este caso -igual que en Venezuela- alcanzan o exceden el 40%. Existe también una regla de platino que supera en jerarquía a los derechos de las mayorías: ella es que los derechos humanos fundamentales no están supeditados a mayorías o minorías puesto que son inalienables. Así por ejemplo, ni una mayoría del 99% pudiera imponer la tortura, ni derogar el principio del debido proceso u otros que no son susceptibles ni de negociación ni de votación.
En todo caso queda claro que tanto en Bolivia como en Venezuela, la gente no tuvo ni tiene mayor información acerca de los textos que se someten a votación sino que se limitan a expresar su adhesión o no a un proyecto o visión de país encarnada en un líder carismático. Se está con Evo o contra Evo, con Chávez o contra Chávez; el medio para expresarlo puede ser un referéndum u otro cualquiera.
La nueva "Constitución Política del Estado boliviano" contiene, como es lógico, artículos cosmetizados en los que se consagra una nueva organización. Ésta, como la que se nos quiso imponer infructuosamente a nosotros, no se concentra en poner límites a la acción del Estado sino más bien a dar nuevas atribuciones al gobierno para que en nombre de un colectivo difuso: "el pueblo" pueda activar acciones cuyo tino y prudencia no parecen ser prometedores.
Entendemos, compartimos y justificamos las reivindicaciones de la mayoría de los bolivianos que muy poco tienen que agradecer al Estado burgués, privilegiante y excluyente que ha abusado del pueblo desde el inicio mismo de la conquista y la explotación mineral del cerro de Potosí. El país con más pobres del continente era el mismo cuyos "barones del estaño" exhibían sus riquezas en los salones más conspicuos de Europa. En Venezuela por lo menos la vagabundería ¡estuvo mejor repartida!
Ahora queda por ver cómo la actual clase dirigente, muy ideologizada y posiblemente bien inspirada, pero poco preparada en lo técnico/profesional, concretará esa "lista de mercado" en realidades para un pueblo que ha depositado en ellos sus postergadas aspiraciones. Seguro que convierten la reforma agraria que también acaban de aprobar en un cementerio de fincas productivas. Es de anteojito, igual como en Venezuela: se van a comer las reses, abandonarán los cultivos y cinco años después volverán a precisar ayuda alimentaria extranjera. ¡Ojalá nos equivoquemos!
Mientras Tío Rico (Venezuela) pueda seguir "pichando" y los ingresos fiscales bolivianos sigan creciendo como hasta ahora, la ineficiencia se disimulará a realazos. Dadas las circunstancias no parece que ese cuadro pueda durar para siempre. Así pues, bolivianos: ¡felicitaciones por el triunfo de su proceso democrático! Ojalá no se encuentren más tarde en la triste posición de tener que lamentarlo como a más de uno le ha ocurrido!





Pacto social, federalismo y desacato

LOS DESATINOS POLÍTICOS DEL BLOQUE OPOSITOR

Rebelión de España (www.rebelion.org)

Se puede hacer muchos análisis de los resultados del referéndum constitucional –y de seguro los haremos cuando tengamos los resultados oficiales finales desagregados por provincias y municipios-, sin embargo ya existe un dato incontestable: tenemos nueva carta magna aprobada.
Es interesante observar como los líderes de la oposición le exigen al proceso de cambio una casi unanimidad de apoyo para tener supuesta “legitimidad”. Se dice que el sí aprobatorio al texto constitucional no es contundente al estar “apenas” por sobre el 60% y por tanto su “legitimidad” estaría en duda. Por ello se convoca a modificar la ruta trazada por la nueva constitución alterando y rechazando su contenido con consignas como nuevo pacto social, federalismo, desacato y división del país.
Es cierto que el porcentaje aprobatorio de la nueva constitución es menor al que obtuvieron Evo Morales y Álvaro García en el referéndum revocatorio del 10 de agosto del 2008, sin embargo su apoyo supera el 60% del total nacional, una cifra extraordinaria pocas veces alcanzada en cualquier rincón del planeta. Si somos capaces de revisar la prensa internacional nos daremos cuenta que conquistar el 50% más uno del apoyo electoral es una victoria absolutamente contundente y legitima en cualquier país del mundo. Sólo en Bolivia gente como Mario Cossio y Víctor Hugo Cárdenas, que gobernaron el país junto al Gonismo con apoyos muy, pero muy por debajo del 50% del electorado, se atreven a cuestionar la legitimidad de un triunfo con el apoyo superior al 60%. ¡Mucho cinismo!
Hay que recordarles que el proceso de cambio en Bolivia, a partir del 2005 fue respaldado en 4 eventos electorales nacionales con muestras evidentes de un vigoroso y legítimo apoyo popular: elecciones presidenciales y congresales el 2005, elección de constituyentes el 2006, referéndum revocatorio el 2008 y referéndum constitucional el 2009. En todos los casos las victorias del proceso de cambio estuvieron refrendadas con apoyos superiores al 54%. ¡Un hecho inédito de respaldo popular en la historia del país!
Posicionados en la votación próxima al 40% del no al nuevo texto constitucional y su victoria en 4 departamentos del país, el bloque opositor exige una nueva agenda política. Ese argumento no es suficiente, ya que se podría invertir fácilmente el mismo indicando, por ejemplo, que en Tarija más del 43% de la población voto por el sí quitando legitimidad al prefecto y al comité cívico que apoyaron el no. Es decir, se trata de argumentos forzados y no sostenibles si miramos todas las caras del mapa de votación en el país, en los departamentos y en las provincias.
Extraviados en el discurso político y tratando de restar legitimidad al nuevo texto constitucional (ante la imposibilidad de cuestionar la legalidad), el bloque opositor cívico-prefectural pierde los horizontes de referencia con 3 tipos de propuestas: nuevo pacto social, federalismo y desacato-división del país.
El pacto social se estructura en una idea correcta y legítima: la búsqueda permanente de acuerdos y consensos entre los diversos sujetos y actores políticos y sociales. Sin embargo, el bloque opositor utiliza esta consigna como si ese nuevo pacto social significara un nuevo marco constitucional surgido a partir del referente de los estatutos autonómicos propuestos por las élites y no de la nueva Constitución aprobada. Es una propuesta ilegítima ya que se vulnera el menor sentido de respeto a la voluntad de la mayoría del pueblo boliviano. Repito, más del 60% de la población le dijo sí a la Constitución y en cualquier lugar del planeta eso le da legalidad y legitimidad. Por tanto, la búsqueda permanente de pactos sociales ocurre hoy en un nuevo marco estatal, el brotado de la nueva carta magna, es en ese nuevo horizonte histórico que pueden ocurrir negociaciones y consensos. La nueva Constitución ya aprobada es el marco de referencia para cualquier pacto social.
El federalismo en el discurso extremo cívico cruceño es sólo un elemento retórico desesperado ante la evidencia de que la otra Bolivia posible ya es una realidad. No merece debate ya que ni siquiera recoge la propuesta de sus estatutos autonómicos. Es decir, es un discurso no afincado en ningún elemento de la agenda política nacional y sólo trata de insuflar entusiasmo en los sectores más radicales, esos cargados de violencia, del bloque opositor.
Por último, los discursos de desacato en la prefectura de Chuquisaca (aunque en su departamento no sea mayoritario el voto por el no), y esos que acentúan una supuesta división del país entre oriente-occidente y campo-ciudad como los impulsados por el prefecto tarijeño, son una suerte de corolario de personajes que no respetan la democracia en la que con una contundente mayoría el pueblo expresó su deseo de fortalecer el proceso de cambio, que por el contrario buscan fomentar mayor confrontación. En ellos está ausente la vocación al propio pacto social que claman. Pacto social, que como ya mencione, solo puede seguir construyéndose en el marco de la nueva Constitución aprobada legal y legítimamente.
Un apunte de cierre. El bloque social que participa y apoya al proceso de cambio, a pesar de la legalidad y la legitimidad de la victoria por el sí a la nueva Constitución, está desafiado a establecer estrategias y esfuerzos honestos de diálogo y aproximación a los sectores que votaron por el no. El hecho de que en el apoyo al sí aporbatorio hayan participado sectores que son opositores al gobierno pero están dispuestos a establecer puentes de negociación y acuerdos por el bien del país es una buena señal pero todavía insuficiente para una verdadera apertura a la pluralidad.
La nueva Constitución es para todos y todas, por ello es que con todos y todas se construirá este país emergente, esta otra Bolivia posible. Que el país sea capaz de florecer en una apertura radical a la diversidad, la inclusión, la equidad y la justicia social. Tenemos nueva Constitución Política del Estado,aprobada por el voto mayoritario del pueblo boliviano como nunca antes en la historia, ¡hay que celebrarlo!





BOLIVIA SE CONVIERTE EN EL NUEVO PARAÍSO PARA EL CULTIVO DE HOJA DE COCA

ABC de España (www.abc.es)

La mano del narcotráfico se ha metido en las tripas de los valles de los Yungas y amenaza con desangrarlos. En los tres últimos años, el corazón de la hoja de coca tradicional, en la región de La Paz, se ha multiplicado de retazos y parches de plantaciones que se cultivan a ritmo industrial.
La hoja milenaria que mastican los campesinos se extiende por las laderas y las deja como una alfombra llena de calvas. El exceso de producción ha traído prosperidad a los campesinos de la zona, pero el pan de hoy puede ser la ruina de mañana si Bolivia se convierte en el paraíso de los narcotraficantes.
«Nuestro país se está convirtiendo en un espacio donde están dominando los narcotraficantes, sin Dios ni ley». La advertencia del cardenal Julio Terrazas hirió la sensibilidad de Evo Morales, presidente de Bolivia, y de las Seis Federaciones de Cocaleros del Trópico. El Gobierno difundió la semana pasada sus cifras de erradicación de cultivos en un intento por contrarrestar el posible efecto de la homilía del arzobispo de Santa Cruz, pero los datos que no dio a conocer le traicionan.
De 8 a 125 toneladas
En los tres años con Morales en el poder, «los nuevos cultivos superan a la erradicación por la permisividad gubernamental. Hemos pasado de 25.400 hectáreas a unas 31.000 hasta septiembre del año pasado. De estas, únicamente 12.000 están permitidas». Ernesto Justiniano, titular de la Comisión Antinarcóticos de la Cámara de Diputados, se ajusta a los datos de Naciones Unidas y observa cómo «la producción de cocaína se ha incrementado en un 60%. En el año 2005 se elaboraban 8 toneladas de cocaína al año y hoy son 125».
Los números no sorprenden a los campesinos de Los Yungas. «Ahora todos plantamos coca. La DEA (oficina americana de erradicación, expulsada por Morales) ya no está, no hay controles y nos da más dinero y menos trabajo que la fruta», reconoce Osmar. En el «camino de la muerte», como se conoce la ruta que lleva de La Paz a Chulumani, corazón de los Yungas, existe un único control antinarcóticos que, ni a la ida ni a la vuelta del viaje, según experiencia propia, revisa a los vehículos o a sus ocupantes. Carlos Toranzo, analista de la fundación Ebert, observa: «El Gobierno tiene un discurso estatista pero los cocaleros son neoliberales. Quieren un mercado abierto para la coca. Al no haber controles, nos están inundando de una producción cada vez mayor que, obviamente, es utilizada para el narcotráfico».
El Chapare, la otra zona cocalera de Bolivia, donde Evo Morales surgió como líder sindicalista, la mayor parte de la producción, según los campesinos, «no sirve para mascar. Es fea, la secan a la orilla de la carretera por donde pasan todos los camiones pero a los narcos les va bien». Distintas estimaciones advierten que sólo una de cada cien hojas va al mercado legal. También allí, a diferencia de Los Yungas, se planta sobre terreno llano mientras que, en esta zona, se hacen terrazas con escalones de piedra. En la zona de Chulumani «nadie hablaba de la coca hasta hace unos años», asegura Angelino. Agricultor, vive de los árboles frutales pero a diferencia de las cosechas de la hoja de coca «que las van a buscar a las plantaciones», él tiene que trasportar el fruto por su cuenta.
Bolivia es el tercer productor de cocaína, por detrás de Perú y Colombia. Hasta hace unos años, el país se identificaba únicamente con las plantaciones, pero ahora los laboratorios o cocinas para fabricar la pasta base o clorhidrato de cocaína proliferan.
La expulsión de los agentes antidroga de EE.UU. ha dado vuelo a narcotraficantes y cultivos ilegales





EVO ES PRESIDENTE Y FUTBOLISTA

Aún sorprende el inusual espectáculo que ofrece el gobernante de Bolivia, Evo Morales, cada vez que decide tomar el balón para jugar su deporte favorito —como ocurrió un día antes del referendo constitucional, después del cual se aprobó su proyecto— y del que no pretende separarse, pese a sus obligaciones gubernamentales.

Prensa Libre de Panamá (www.prensalibre.com)

A menos de 24 horas de la votación de su propuesta de Constitución, Morales manifestó que por primera vez el pueblo decidiría su destino y el de su país.
Horas después, jugó un partido de futbol de salón, con su tradicional número 10 en la camiseta verde de la selección, en la flamante cancha del coliseo deportivo que inauguró en la localidad Sinaoca, con un equipo conformado por algunos miembros de su equipo de seguridad y hasta marcó un gol contra la selección local.
El futbol llegó a la vida de Morales, un indígena aymara que nació hace 49 años, debido a la necesidad y a la posterior voluntad por ayudar a los demás.
A los 13 años, fundó en su comunidad un equipo de nombre Fraternidad. Era el capitán, delegado y árbitro. Tres años después, lo eligieron director técnico de todo el cantón. “Era como dueño del equipo. Tenía que trasquilar oveja, lana de llama; mi papá me ayudaba; era muy deportista, vendíamos la lana para comprar pelotas, uniformes”, contó el presidente.
Luego de una infancia en extrema pobreza, que llevó a cuatro de sus seis hermanos a la muerte antes de haber cumplido dos años, emigró de su pueblo —como lo hacen siete de cada 10 campesinos bolivianos— por una intensa sequía a principios de la década de 1980, que asoló el altiplano boliviano.
El joven Morales se vio obligado a desempeñar los más diversos oficios para sobrevivir, entre éstos el de músico, panadero, albañil y futbolista.
Así se convirtió en secretario de deportes de una agremiación de productores de cocaína, en 1985, desde donde apuntaló una incansable lucha sindical, que lo convertiría más tarde en el líder de 30 mil familias pobres vinculadas con la producción de la estigmatizada hoja de la central región Chapare, antiguo centro productor de cocaína. Luego fue nombrado secretario general de la Federación del Trópico, después dirigía seis federaciones y en el 2002 se convirtió en diputado.
Se enfrenta a la FIFA
El mandatario lanzó una intensa cruzada internacional, junto con autoridades municipales y deportivas de los países andinos, Colombia, Ecuador y Perú, para contrarrestar la decisión de la FIFA que sustentó su determinación por “razones médicas y deportivas” de vetar los partidos de futbol en estadios a más de dos mil 500 metros sobre el nivel del mar. En rechazo, Morales disputó varios encuentros en nevados bolivianos a más de cuatro mil metros de altura.
El ex astro argentino Diego Armando Maradona apoyó a Morales durante su campaña y jugó con éste en uno de esos estadios de altura.
Morales aspira a tener más presencia en el futbol de su país, después de haber sido inscrito como jugador oficial del club Litoral, que disputa la categoría preprofesional del torneo de La Paz y que espera ascender a la liga mayor, en un suceso inédito en los anales del futbol boliviano. El reglamento fija un tope máximo de edad de 26 años, aunque admite la inscripción de dos cupos para personas mayores, uno de los cuales se reservó para el presidente indígena.
En mayo recién pasado, el mandatario jugó un partido en el marco de la Cumbre de los Pueblos, que se celebró en Lima, Perú, contra viejas glorias peruanas de las décadas de 1970 y 1980. Morales marcó un gol de penalti.
También en El Salvador, en octubre el último, el presidente disputó un partido durante la Cumbre Iberoamericana contra la selección salvadoreña que participó en el Mundial de 1982, en España.
Durante la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en noviembre del 2007, en Santiago de Chile, el gobernante prefirió jugar un encuentro de balompié que asistir a la cena de gala que ofrecía la anfitriona de la reunión, la mandataria Michelle Bachelet.
“El deporte es lo mejor para el ser humano. Para mí, es la mejor diversión”, ha expresado Morales.





PANDO: UN PUEBLO HUMILLADO, PERO NO VENCIDO

Estas agresiones militares, del miope centralismo contra el Oriente Boliviano, han sido una constante durante nuestra vida republicana. Pando es apenas el último eslabón.

El Morrocotudo de Chile (www.elmorrocotudo.cl)

Este título se tomo del informe realizado por una comisión de estudiantes de Chuquisaca, que se hizo presente en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra el año 1958, para investigar los vejámenes contra el pueblo, durante las luchas cívicas del 11%.
El mencionado informe se titulaba “Santa Cruz, un pueblo humillado, pero no vencido”. Este valioso testimonio histórico fue presentado por los delegados de la Federación de Estudiantes de Chuquisaca y de la Federación Universitaria de la Universidad de San Francisco Xavier. Un documento como este, solo podía salir de de la cuna de la libertad de América.
Es un informe de 16 páginas (ver blog “Critica Política”) y que en partes pertinente dice: “Que es inaudita la existencia de gobernantes que habiendo reconocido y reafirmado los derechos de la persona humana en organismos y conferencias internacionales, los desconozcan y quebranten en el plano nacional cometiendo una serie de vejámenes y atropellos bárbaros que hieren la dignidad y los sentimientos más entrañables del individuo y la nacionalidad toda, a la vez que conculcan en forma desmedida los preceptos de la Carta Magna del Estado, como con horror y asombro el pueblo boliviano ha espectado a través del tratamiento salvaje dado a los hermanos del Oriente. (…) la humillación, la masacre y el terror, saliéndose de los marcos de la legalidad y del sentido humanitario propios de toda sociedad civilizada. (…) Que como una innovación dentro del sistema represivo del país, el Gobierno de la Revolución Nacional, ha volcado sobre Santa Cruz, fuerzas irregulares e inconstitucionales que no son sin hordas mercenarias sedientas de sangre fraterna que configuran el sistema del terror, en cuya base se asienta el régimen de gobierno actual (…) Art. 3º.- Exigir el levantamiento inmediato de la declaración de “zona militar” para la ciudad de Santa Cruz, y el retiro de las tropas regulares y de milicianos mineros y campesinos de la misma.”
Estas agresiones militares, del miope centralismo contra el Oriente Boliviano, han sido una constante durante nuestra vida republicana. Pando es apenas el último eslabón.
Un poquito de historia: el primer ataque fue del Presidente Hilarión Daza contra nuestro prócer Andrés Ibáñez, en 1877. El segundo de Aniceto Arce contra “La Revolución de Los Domingos”, en 1891. El tercero de Bautista Saavedra contra “Ferrocarril o Nada”, en 1924. El cuarto y quinto de Hernán Siles Zuazo contra “el 11%”, en 1958 y 59. El sexto fue Evo morales; vía Quintana contra Pando, en 2008.
El patrón del ataque centralista es siempre el mismo: Igual Daza que Morales: un pretexto real o ficticio, el uso de fuerzas combinadas de nuestro “glorioso” Ejercito Nacional con milicias campesinas, el amedrentamiento y las vejaciones al pueblo en general, las violaciones constitucionales y la impunidad. No son este tipo de gobernantes los que sacaran a Bolivia de su fracaso histórico.
La victoria del NO, contra el centralismo, muestra que Pando sigue luchando por su libertad.




Víctor Hugo Cárdenas concurrirá a las generales

UN OPOSITOR LIBERAL INDÍGENA HARÁ FRENTE A EVO MORALES

El Diario Exterior de España (www.eldiarioexterior.com)

El ex vicepresidente boliviano Víctor Hugo Cárdenas, de etnia aimara y opositor al presidente Evo Morales, confirma que trabaja en la creación de un nuevo movimiento político que concurra a las próximas elecciones generales, previstas para el 6 de diciembre.
Cárdenas, vicepresidente de Bolivia en el primer Gobierno del liberal Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), explica que su idea es "cristalizar" en un proyecto político el movimiento y las redes ciudadanas que "han emergido" en el país en rechazo a la nueva Constitución impulsada por el actual Ejecutivo.
Este intelectual aimara, que considera "autoritario" el proyecto de Evo Morales, participa en la campaña en contra de la nueva Carta Magna encabezando el movimiento "No, de corazón", integrado por una veintena de redes sociales con presencia en todos los departamentos del país, excepto en las regiones de Beni y Potosí.
El ex vicepresidente boliviano no descarta postular a la Presidencia de Bolivia. Su planteamiento es crear una plataforma ciudadana democrática, progresista e intercultural y multiétnica, pero que, a diferencia del partido de Morales (Movimiento al Socialismo, MAS), "no privilegie exclusivamente" a los indígenas.
Otra de las claves de su nuevo movimiento político es que debe reflejar la "variedad territorial" del país y tratar de unir a las corrientes opositoras del país. Este proyecto apostará además, explica Cárdenas, por un modelo de "economía mixta" con presencia estatal "importante" para regular el mercado, pero abierta, sobre todo desde el punto de vista internacional, para que "Bolivia no quede aislada".
El objetivo es configurar una alternativa de "democracia radical" desde el movimiento ciudadano, porque "Bolivia no quiere partidos políticos" como, según el ex vicepresidente, ha quedado demostrado en este último referendo constitucional y en comicios anteriores.





BOLIVIA SIGUE DEMANDA PERUANA A CHILE POR DIFERENDO MARÍTIMO

Xinhua de China (www.spanish.peopledaily.com.cn)

Bolivia sigue de cerca el curso de la demanda peruana ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, por el diferendo marítimo con Chile, manifestó el embajador de La Paz en Lima, Franz Solano.
El diplomático indicó que este caso puede sentar un precedente a favor de la demanda boliviana.
"Bolivia fue privada de la salida al mar tras la Guerra del Pacífico (1879-1883) y tenemos el derecho legítimo de tener mar con soberanía, esa posición es irrenunciable, por eso estamos a la expectativa de ver como va avanzando este asunto entre Perú y Chile", dijo Solano en declaraciones a la prensa local.
El diplomático boliviano señaló que tanto Perú como Bolivia tienen el derecho de realizar demandas que consideran legítimas, no obstante, remarcó que su país continuará agotando la vía política para lograr un acuerdo con Chile con la finalidad de obtener una salida soberana al mar.
"Cada país está en su derecho de defender sus posiciones, para eso hay instancias en el marco jurídico internacional. Perú ha recurrido a La Haya y Bolivia a la Organización de Estados Americanos (OEA) y otras instancias de procesos de integración para que se abogue por una solución", agregó.
El embajador espera que Chile dé respuestas positivas este año al reclamo boliviano, pue en su opinión sólo se requiere voluntad política para resolverlo.
Solano destacó la posición del gobierno peruano de no obstaculizar la aspiración de Bolivia para obtener una salida soberana al océano Pacífico.
Bolivia se convirtió en un país mediterráneo tras la conclusión de la Guerra del Pacífico, donde junto a Perú se enfrentó a Chile.
De acuerdo con el Tratado de Ancón de 1929, firmado por Perú y Chile, se requiere del acuerdo de Lima para una eventual entrega a Bolivia de una salida soberana al océano Pacífico por territorios que antes de la Guerra del Pacífico (1879-1883) pertenecieron a Perú.
Así, el protocolo complementario de dicho tratado indica que "Perú y Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad al Tratado de esta misma fecha, quedan bajo sus respectivas soberanías".
Perú presentará en marzo los alegatos por el diferendo marítimo con Chile ante la CIJ, donde reclama la delimitación de la frontera marítima, aún no establecida en un tratado, mientras que Chile señala que ésta ya fue establecida en convenios que datan de la década de 1950.





BOLIVIA: DENGUE.¿GENOCIDIO Y LIMPIEZA ÉTNICA EN SANTA CRUZ?

La Opinión de Argentina (www.la-opinion-argentina.blogspot.com)

El Dengue en Bolivia, es ya un epidemia de resultados fatales. Su Área de Acción es el Oriente Boliviano, Llano, Tropical y Húmedo. Su epicentro, el Departamento Cruceño, feudo de los separatistas Branko Marinkovich y el prefecto Rubén Costas, los Jefes de la Campaña sucia por el No a la Nueva Constitución (que de todos modos fue aprobada por el 62% de la Población Nacional).
Éstos personajes nefastos, cuya única actividad política y de gobierno es la Subversión al Gobierno de Evo Morales y el resguardo de sus mezquinos intereses oligárquicos; tienen en Vilo, desde hace varios meses, al Pueblo Cruceño, que recurre a los Hospitales Públicos Prefecturales y Municipales, en un triste peregrinar entre Falta de Personal, Huelgas por falta de pago y Falta de Camas.
Lógicamente, las Familias Pudientes de Terratenientes y Grandes Exportadores de Santa Cruz no tienen este problema, ya que concurren a Clínicas Privadas Pagas; pero los Pobres y la Clase Media-Baja no tienen tanta suerte. Fácil es advertir por las imágenes de TV que las víctimas del Dengue Cruceño son Pobres, Collas o Campesinos. Éstos son los que pierden ante la decidia de los Gobiernos Departamental y Municipal Cruceños.
Ahora, hay que preguntarse: ¿Ésto es Simple Decidia, o Limpieza Étnica? No olvidemos que quienes gobiernan Santa Cruz de la Sierra, Departamento y Ciudad, comulgan con las doctrinas neo-nazis de la "Aria Nación Camba" del Comité Pro-Santa Cruz. Si no fuese ésto último, la Indiferencia también es Asesina.
El Gobierno Nacional tuvo que habilitar los cuarteles como Improvisados Hospitales, para recibir los nuevos enfermos. En éstos días, la administración de Evo Morales debe desembolsar 8,5 millones de $ bolivianos, para salir a frenar el Dengue en Santa Cruz. Sin embargo, el Prefecto Rubén Costas, para SU referéndum ilegal separatista del 4 de Mayo de 2008, habría gastado y malversado 10 millones de $ bolivianos.
Santa Cruz de la Sierra debe librarse de quienes la condujeron al Abismo; y la Justicia Boliviana debe abrir un Juicio de Responsabilidades, para determinar si Costas, de no haber malversado ese dinero, hubiese podido implementar una Gran Campaña de Prevención, y hoy no tener que lamentar Muertos.

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