A partir de
ahora, los amantes de las efemérides que rastreen en hemerotecas, bibliotecas o
buscadores de Internet qué ocurrió un 26 de septiembre de 2016 se toparán con
uno de esos acontecimientos icónicos que deberían marcar el antes y un después
en la historia de un país, también de un continente. El Gobierno de Colombia y
la guerrilla de las FARC han firmado
la paz después de 52 años de guerra, cerca de ocho millones de
víctimas, más de 260.000 muertos, decenas de miles de desplazados. "En
nombre de las FARC-EP ofrezco perdón a todas las víctimas del conflicto",
concluyó el discurso el líder de la guerrilla, alias Timochenko, ya presentado
en sociedad con su nombre civil, Rodrigo Londoño. "Esa es la
liberación que da el perdón. El perdón que no solo libera al perdonado, sino
también –y sobre todo– al que perdona", recalcó por su parte, el
presidente, Juan Manuel Santos.
El acuerdo es
el fruto de cuatro años
de intensas negociaciones en La Habana que cuenta con el respaldo
unánime de la comunidad internacional se ha materializado la noche del lunes en
una ceremonia solemne en la ciudad de Cartagena de Indias, pero al que aún le
falta el beneplácito de los colombianos. Al plebiscito del próximo 2 de octubre
se ha referido el presidente colombiano de manera constante durante su
discurso: "Con su voto, cada colombiano tendrá un poder inmenso: el poder
de salvar vidas".
Al acto
asistieron más de una decena de jefes de Estado de América Latina, de
expresidentes como el español Felipe González, del rey emérito de España, del
secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry… También de más de 2.500
invitados en la explanada del centro de convenciones desde la que asoma la
bella ciudad amurallada del caribe colombiano.
Entre la
élite nacional e internacional hay también un espacio, pequeño a tenor de lo
sufrido, para los protagonistas de la historia que ha atravesado este país
durante más de 50 décadas: las víctimas. Más de 200 de ellas han llegado en
aviones desde Calí, Medellín y Bogotá, aunque muchas procedían del Caquetá,
Putumayo, Huila, Antioquia, Nariño, lugares donde el conflicto armado ha
sacudido sin tregua. Algunas hablaron durante el día, ninguna durante el acto
solemne, una oportunidad perdida. Nunca lo harán todo lo que se merecen. La
paz, la que sellan Santos y Timochenko, si a alguien les pertenece es a ellos.
Ninguno de los asistentes era la mitad de importante que Karen, Alberto, Luz
Eneida, Esaud… representantes de un dolor que empieza a tocar a su fin.
El líder de
las FARC, en un largo discurso, se ha referido al mandatario como "un
valeroso interlocutor", no sin dejar de mencionar los duros momentos por
los que ha pasado el proceso de paz, en concreto, con la muerte de uno de sus
máximos responsables, Alfonso Cano. "Nuestra única arma será la palabra",
aseguró Timochenko, "que nadie dude que vamos a por la política sin
armas". La guerrilla lleva tiempo reafirmando su compromiso con lo pactado
en La Habana: "Nosotros vamos a cumplir, esperamos que el gobierno
cumpla"
El apoyo de
la comunidad internacional tiene un componente importante de cara a la cita del
próximo domingo. La ONU, por unanimidad del Consejo de Seguridad, se ha
comprometido a verificar el
cese al fuego bilateral y definitivo y el desarme de las FARC, que
no se podrá prolongar más allá de seis meses. Es decir, en el primer trimestre
de 2017 las FARC tienen que haber entregado su arsenal para poder iniciar su
camino hacia la política de forma legal. El compromiso de los países de América
Latina, de la Unión Europea, de Estados Unidos es total. Desde la semana pasada
en la Asamblea General de la ONU hasta este fin de semana, las declaraciones de
apoyo han sido continuas. De ahí que la victoria del ‘no’ en el plebiscito
pueda suponer un revolcón no solo en el país, también en el exterior. ¿Se
volvería a confiar como ahora en Colombia? ¿Qué pasaría con la misión de la ONU
que ya trabaja sobre el terreno desde hace semanas?
El respaldo
incondicional en el exterior contrasta con la férrea oposición a los acuerdos
que hay en buena parte del país. Este mismo lunes, el expresidente Álvaro
Uribe, el mayor exponente del ‘no’ en el plebiscito, ha participado en una
protesta en Cartagena, respaldado por unas 2.000 personas, contra el acto que
se va a celebrar horas después en la ciudad caribeña. Tanto él como el otro
exmandatario partidario de rechazar lo pactado, Andrés Pastrana, pidieron
recientemente a los líderes mundiales, a través de una carta, que no acudiesen a
Cartagena ni participasen en actos a favor de la paz. La misiva fue
completamente ignorada. El perfil bajo de la delegación de España –con el rey
emérito y el ministro de Exteriores- ha sido el único contratiempo con el que
no contaba la diplomacia Colombia, que confiaba, de puertas para adentro, con
que al menos el rey Felipe asistiese a la ceremonia.
El Gobierno y
las FARC pondrán en Cartagena, La Heroica, fin al horror de cinco décadas. Los
países que durante años han visto con displicencia y cubrieron de estigmas a
Colombia, saludan hoy el esfuerzo de las partes. Ahora, serán los colombianos
quienes decidan si prefieren mirar a un futuro sin plomo o instalarse
eternamente en el pasado. El País de España
(www.elpais.com.es)
ELN Y BANDAS SE MUEVEN A TERRITORIOS QUE ERAN DOMINADOS
POR LAS FARC
Estado enfrenta desafío de impedir que otros ilegales
controlen minería ilegal y cultivos ilícitos.
El Tiempo de Colombia (www.eltiempo.com)
Los mismos 16
mil hombres de la Fuerza Pública que hoy brindan protección a las zonas donde
las Farc empezaron a concentrarse para su desmovilización y desarme definitivos
son, también, la primera barrera que interpondrá el Estado para contener una de
las mayores amenazas del posconflicto: que otros grupos ilegales ocupen los
territorios en los que por décadas fue fuerte la guerrilla de ‘Manuel
Marulanda’.
El riesgo, como
lo demostró el surgimiento hace una década de las bandas criminales en antiguas
zonas de paramilitares, está latente. El
control sobre al menos 100 mil hectáreas de coca, miles de laboratorios y rutas
del narcotráfico es un millonario botín del que por años se lucraron las Farc
y que ahora, con su desaparición, será un poderoso incentivo para otros
ilegales. (Lea también: La 'carabinero' que se prepara para la construcción de la paz en el Meta)
A esto se suma
la explosión de la minería ilegal del oro en muchas regiones en las que la presencia
del Estado sigue siendo precaria y donde la guerrilla imponía sus condiciones.
Un informe de
EL TIEMPO de comienzos de septiembre alertó sobre los movimientos del Eln y de
las bandas, especialmente del llamado ‘clan Úsuga’ hacia zonas en las que hasta
hace pocos meses el grupo armado ilegal imperante eran las Farc.
Así, en Nariño (el departamento con más coca),
Cauca, Norte de Santander, Chocó y el eje Meta-Guaviare han aparecido nuevas
caras intentando apropiarse de las viejas prácticas criminales: extorsión,
control sobre la cadena del narcotráfico y sobre los grupos delincuenciales que
operan en las regiones.
“Estamos encima
de ese problema, porque sabemos que ese era uno de los grandes retos”, dijo el
presidente Juan Manuel Santos en su momento, en referencia a la amenaza de la
expansión de los otros actores armados o el eventual surgimiento de nuevos
grupos conformados por disidencias de la misma guerrilla. (Además: Víctima y carcelero de las Farc son ahora entrañables amigos)
En Tumaco
(Nariño), que es el municipio colombiano con más narcocultivos (al menos 17 mil
hectáreas), se ha registrado casi una decena de asesinatos selectivos en las
últimas semanas. El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, relacionó esos
crímenes con el desplazamiento de las Farc hacia las zonas de concentración y
el surgimiento de una especie de ‘guerra’ por el territorio de otros ilegales
con presencia en esa conflictiva zona.
La Fiscalía tiene identificadas tres organizaciones criminales que están
pujando por cultivos, laboratorios y rutas que hasta ahora venía controlando la
columna móvil ‘Daniel Aldana’ de las Farc. ‘La Empresa’,
‘La Nueva Gente’ y ‘Gente del Orden’ son bandas criminales locales que son
funcionales a los Úsuga, que tiene una fuerte presencia en el departamento y
que en este momento, según informes de inteligencia, produce al menos dos
toneladas de cocaína al mes en las costas nariñenses.
Por todo esto,
afirma el analista Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el
Análisis de Conflictos (Cerac), es fundamental que el Estado asegure “una
vigorosa presencia de la justicia y la Fuerza Pública para que no haya
reciclaje de armas ni de hombres de las Farc en otras formas de criminalidad”.
Restrepo dice que es clave que las autoridades incrementen la presión
sobre todas las formas de criminalidad, pero afirma que si la estrategia es
consistente se minimizarán los riesgos para el posconflicto.
“Hay un temor
exagerado: si la Fuerza Pública ejerce su control, no es fácil que emerjan
otros grupos en donde antes había presencia de las Farc”, anota.
El hecho es que
en las regiones están prendidas varias alarmas. En algunos municipios del Cauca
en los que además de coca se cultiva marihuana y amapola han aparecido
supuestos emisarios de ‘los Úsuga’ que han realizado reuniones forzadas con las
comunidades. En una campaña similar están algunos frentes del Eln, que también
han intensificado presencia hacia el sur, en límites con Nariño.
En el Bajo
Cauca Antioqueño, donde confluyen coca y minería de aluvión, las bandas intentan expandir su dominio sobre
esas actividades ilícitas. También hay denuncias del cobro de
extorsiones por el Eln en pueblos donde las ‘vacunas’ eran de las Farc.
Un frente
clave, señalan los analistas, será el control en aquellos departamentos de
frontera. Una lección aprendida es Arauca, donde hace 15 años el Eln estaba en
retirada debido a la arremetida del frente X de las Farc y donde ahora es, otra
vez, imperante el poder ‘eleno’, que ejerce a sangre y fuego, desde el lado
venezolano de la frontera, alias ‘Pablito’. “Hay que golpear esas estructuras
en Arauca y en otras zonas estratégicas donde el Eln tuvo presencia histórica y
donde ahora intentará volver a posicionarse, como en el Catatumbo”, dice un
oficial de inteligencia.
En todo caso, el Estado cuenta con un arma clave: los
bombardeos. Con base en los protocolos internacionales adoptados por
Colombia, cuatro estructuras delictivas, por su poderío en hombres y armas,
pueden ser blanco del arma más letal con la que cuenta el Estado: las bombas
inteligentes que en la última década forzaron a las Farc a sentarse en la mesa
de negociación. Esos blancos legítimos son los mismos grupos que están
moviéndose hacia las zonas de desmovilización: el Eln, el ‘clan Úsuga’, ‘los
Pelusos’ y ‘los Puntilleros’.
Acabar con la
coca, la clave
La relación
entre cultivos ilícitos y guerra es simbiótica: sin narcotráfico el conflicto
no habría persistido tanto tiempo en el país, y sin actores armados que
protegieran las siembras y los laboratorios ilegales estos no habrían alcanzado
los niveles que tienen en el país.
Por esto, revertir la tendencia creciente de los
sembrados de coca, que pasaron de 47 mil hectáreas en el 2012 a más de 100 mil
en la actualidad, y que están casi todos en zonas donde las Farc eran
fuertes, será determinante para la seguridad del país.
El general
Alberto José Mejía, comandante del Ejército, asegura que la estrategia para
lograrlo, y para frenar el avance de otros grupos ilegales, está marcada ya.
“Las 28 zonas
donde de concentraron las Farc tienen un planeamiento militar, que es como
sacarles un TAC, sabemos cuáles son las amenazas y desafíos, los puntos
vulnerables en cada región”, dice Mejía.
Y el general
Jorge Hernando Nieto, director de la Policía, asegura que 180 mil de sus hombres están listos para
“romper el ciclo de la violencia” en el país.
TIMOCHENKO:
EL JEFE DE LAS FARC QUE ADMIRABA A SALVADOR ALLENDE, EL PRESIDENTE CHILENO QUE
OFRECIO MAR A BOLIVIA
Rodrigo
Londoño se convirtió en guerrillero hace 40 años motivado por la "lucha
contra la desigualdad", por su sensibilidad con la revolución cubana y por
su admiración a Allende.
La
Tercera de Chile (www.latercera.com.cl)
Si tuvieran
que preguntarle a Timochenko qué lo motivó a integrarse a las Farc su respuesta
no sería otra que "sensibilidad social". A los 17 años dejó todo para
ingresar a la guerrilla colombiana y comenzar a vivir oculto "en ese mundo
de la selva, del páramo, de los ríos, de los nacederos de agua".
"La sensibilidad social que tuve desde muy pequeño, uno no se
explica por qué hay pobres" señaló Rodrigo Londoño, su
verdadero nombre, en una entrevista con el canal venezolano Telesur, en la que
además reconoció la importancia de Salvador
Allende en su decisión de hacerse guerrillero.
Y es que el triunfo del socialista en 1970 lo "estimuló", era
un "referente importante". "Después viene lo que pasó (el golpe
de Estado en 1973), siempre me recuerdo cómo cantabamos las canciones de
solidaridad con Chile y con cómo nos entristecíamos con algunas cosas, como con
la muerte de Víctor Jara", agregó en esa oportunidad.
Para él, la
muerte de Allende dio fin a la vía democrática y fue entonces cuando se alistó
para situarse en las líneas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia.
Timochenko -apodo que adquirió de un profesor de
marxismo de la Unión Soviética- fue además admirador de Hugo Chávez y ha
sobrevivido a décadas de enfrentamientos con el ejército y a la muerte de
varias cabecillas de su grupo. Es el tercer jefe de la historia de la Farc y es
uno de los más queridos en le grupo por la estrecha relación que tuvo con
Manuel Marulanda, fundador de esta guerrilla, la más antigua de América. Además
es reconocido como un hombre sencillo, de trato cálido y reflexivo.
Sobre su vida
hay más dudas que certezas. Niega haber recibido entrenamiento médico y militar
en Rusia y Cuba, como sostiene la inteligencia colombiana, aunque
reconoce haber desempeñado labores de enfermería en sus primeros años en las
filas insurgentes.
"No me
gusta hablar de mí", dice cuando se le pregunta por su vida. En septiembre
de 2015 aseguró que "el 85%" de lo que se dice sobre él "es
carreta" (mentira).
Voraz lector
de literatura política, Timochenko cuenta que aprendió a leer a los cinco años
y a los 12 ya había devorado el "Manifiesto Comunista", aunque el
primer libro que leyó fue la Biblia. Su padre, analfabeto, era dueño de una tienda
donde ocurrieron sus primeras aproximaciones con el marxismo leninismo.
Entonces, se
le despertó una "sensibilidad social" alimentada por las
desigualdades que veía en su pueblo. "En la escuela me preguntaba por qué había compañeros que iban sin desayunar
y otros (vivían) con derroche", aseveró.
EL
ABOGADO ESPAÑOL QUE ENCARRILÓ A LAS FARC
Enrique
Santiago pasó de ser un asesor de la guerrilla en aspectos técnicos a uno de
los pilares en el fin de las conversaciones
El
País de España (www.elpais.com.es)
En un proceso de paz
caracterizado por su opacidad, los silencios sobre lo pactado y la complejidad
de lo suscrito, ha habido una voz que hablaba siempre a tumba abierta. El abogado
español Enrique Santiago inició las conversaciones como asesor jurídico de las
FARC sin que su presencia tuviese mayor trascendencia, pero terminó por
convertirse en una pilar fundamental en el último año de negociaciones.
“La gallardía
de Santiago y su apertura de miras han sido decisivas para que este acuerdo se
haya podido lograr”, asegura Juan Carlos Henao, expresidente de la Corte
Constitucional y uno de los elegidos por el presidente, Juan Manuel Santos,
para asesorar al Gobierno durante la negociación del acuerdo de
justicia, la más decisiva del proceso, en tanto las FARC lograron
evitar pagar cárcel. Fue en el domicilio de Henao, en el norte de Bogotá, entre
hamacas, sofás desvencijados y papeles por cada uno de los rincones de la casa,
donde se negoció el 90% del punto de víctimas y de justicia; donde erigió la
figura de Santiago. La consecución de ese acuerdo, con el primer apretón de manos
entre el presidente, Juan Manuel Santos y alias Timochenko, hizo que ya muchos
pensaran que no había marcha atrás en las negociaciones. Después llegarían
otros momentos especialmente delicados. La negociación de la amnisitía ha sido
una de las razones por las que el proceso se ha retrasado más de la fecha
inicial prevista del 23 de marzo. A los delitos de rebelión y sus conexos había
que unir otros con los que el propio abogado no estaba de acuerdo.
Quienes desde
el lado negociador se han medido con él en estos cuatro años destacan del
español su carácter dialogante y su capacidad de negociaciones, aunque también
hay quien critica, con cierta sorna, su “tozudez española” a la hora de ceder
en algunos aspectos. En los momentos más críticos de la negociación, es
cabezonería y su intervenciones públicas provocaron duras críticas por parte
del equipo del Gobierno. Alguno de sus miembros llegó a decir: "La
historia lo juzgará". Aún así, una persona de la más absoluta
confianza del presidente Juan Manuel Santos asegura que “este proceso le debe
mucho a Santiago”.
La relación
de Santiago con Colombia se remonta a principios de los años noventa, cuando
viajó al país, siendo militante de las juventudes comunistas, en apoyo al
exterminio de la Unión Patriótica. Desde España, a través de la Comisión
Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), de la que fue secretario general,
colaboró en las peticiones de asilo de centenares de colombianos, entre ellos
muchos familiares de miembros de las FARC. Su relación y amistad con la exsenadora
Piedad Córdoba fue decisiva para su incorporación al proceso de paz. Cuando la
guerrilla inició la frase exploratoria de las negociaciones, pidió
recomendaciones de posibles asesores. Córdoba no dudó ni un momento. Aunque al
principio la implicación de Santiago no tenía mucha trascendencia, el último
año ha sido un miembro más de la delegación, con una casi total presencia en La
Habana y un coste personal y familiar muy alto, según los que le conocen
Santiago,
militante comunista casi desde la cuna, como se vanagloria a celebrar siempre
con voz carrasposa, entre cigarro y cigarro, es también miembro de Izquierda
Unida. De hecho, estuvo a punto de resultar elegido diputado por Madrid en las
elecciones del pasado diciembre, en las que iba como número tres de la
formación en la capital española. Aquella posibilidad no era vista con muy
buenos ojos por sus asesorados: “En el fondo, la ley electoral que tanto se
critica en España quizás no sea tan mala”, bromeaba un miembro del Secretariado
de las FARC el pasado noviembre en La Habana: “Necesitamos a Enrique con
nosotros”.
EL FINAL DE LA GUERRA DESDE UN CAMPAMENTO GUERRILLERO
Cientos de miembros de las Farc vieron en la vereda El
Diamante, en Caquetá, la firma del acuerdo.
El Tiempo de Colombia (www.eltiempo.com)
A las 5:31 de
la tarde hubo un cerrado aplauso en la vereda El Diamante, en la extensa sabana
del Yarí, en el Caquetá. El presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño,
máximo comandante de las Farc, se habían estrechado las manos después de firmar
el fin de la guerra ante los ojos del mundo.
Llegaron unas
3.000 personas, entre guerrilleros, amigos y familiares de los insurgentes,
muchos de zonas cercanas. Vieron en tres pantallas gigantes la firma del
acuerdo que puso fin a 52 años de guerra entre el Gobierno y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
A las 5:22 hubo
silencio y todos se levantaron de sus sillas para el minuto en homenaje por los
ausentes.
Escucharon con atención, en silencio riguroso las palabras de su máximo comandante. Pero aplaudieron cuando se refirió a ‘Marulanda Vélez’, a ‘Alfonso Cano’ y a otros de sus muertos. Pero el aplauso fue más largo cuando pidió perdón a las víctimas. Y causó sorpresa el sobresalto de Rodrigo Londoño cuando un avión de combate de la Fuerza Aérea sobrevoló el cielo de Cartagena. Todos rieron y aplaudieron cuando dijo: “Esta vez venía a saludar la paz y no a descargar bombas”.
Escucharon con atención, en silencio riguroso las palabras de su máximo comandante. Pero aplaudieron cuando se refirió a ‘Marulanda Vélez’, a ‘Alfonso Cano’ y a otros de sus muertos. Pero el aplauso fue más largo cuando pidió perdón a las víctimas. Y causó sorpresa el sobresalto de Rodrigo Londoño cuando un avión de combate de la Fuerza Aérea sobrevoló el cielo de Cartagena. Todos rieron y aplaudieron cuando dijo: “Esta vez venía a saludar la paz y no a descargar bombas”.
Escucharon con
atención el discurso de Santos y mantuvieron una actitud fría, tal vez por los
efectos de la guerra misma. No hubo una explosión de alegría como se podría
esperar.
Pero ya pasada
la ceremonia, la alegría lo inundó todo. Se tomaron fotos para el recuerdo y
los abrazos se dieron sin límites, en un gesto que plasmó el sueño cumplido de
ponerle fin a la guerra. Estaban vestidos de blanco, unos; de colores, muchos,
y de verde, muy pocos.
Una de las
sorpresas aquí fue la presentación de un coro de más de 100 hombres y mujeres
de las Farc que cantaron Himno de la alegría y Colombia, tierra querida después
de terminada la ceremonia en Cartagena, que fueron coreadas por todos los
asistentes. Fue conmovedor hasta las lágrimas en algunos rostros de jóvenes de
carne y hueso que saben que la vida les cambiará para siempre. En una charla
informal, Carlos Antonio Losada había dicho que hoy, cuando se despierte, va a
creer que está soñando. “Ya uno no va a tener la posibilidad real de que una
banda lo desaparezca o que se le atraviese por ahí una bala y hasta ahí llegó”.
(Además: Así se vivió en las ciudades la firma de la paz entre Gobierno y Farc)
Una fiesta
hasta el amanecer
Tras el final
de la ceremonia en Cartagena, la agenda en este punto de los llanos del Yarí se
extendió hasta más allá de la medianoche. Y en una carpa que hizo las veces de
bar en estos días, la celebración se alargó hasta el amanecer.
Fue una fiesta
de reencuentro, porque en la última semana decenas de guerrilleros y
guerrilleras tuvieron la fortuna de volver a verse con familiares que no veían
desde hacía muchos años. Mejor momento para celebrarlo, imposible.
En tarima, el
plato fuerte fueron Totó La Momposina y la Orquesta Aragón de Cuba, en una
presentación inédita, que muestra a la gente la cultura poniéndole la cara a la
paz. (También: 'Miembros de las Farc, les doy la bienvenida a la democracia': Santos)
Antes de su
actuación, Totó dijo que “la paz trae el bienestar, la guerra trae la ruina.
Quien no acepte esa propuesta está mal de la cabeza. Está loco”. Había hecho un
viaje con dos escalas desde Barranquilla. Fue a Bogotá y luego a La Macarena,
desde donde hizo un trayecto en carro por unas cuatro horas.
La artista
costeña se refirió al final de la guerra diciendo que “todo el mundo sentía que
esto no iba a pasar jamás. Que era impensable. Pero pasó”. Y remató: “La paz es
la ley del perdón y ese perdón se multiplica en bienestar”.
‘El mensaje de
Yorbey’
Ramiro, jefe
político del Bloque Sur, un hombre de 36 años que dejó a mitad de camino su
carrera de derecho cuando se fue para las Farc, dijo que “es un momento
histórico para el movimiento y, en lo particular, para todos los guerrilleros y
guerrilleras, porque en la vida nuestra como personas hay un antes y un
después”.
Agregó que “eso
significa también aspiraciones de tipo personal que no riñen con lo colectivo.
Por ejemplo, culminar cosas que en la vida civil quedaron inconclusas. Y los
sueños que tiene todo ser humano: tener hijos y reencontrarnos con nuestros
seres queridos, a los que por muchos años la guerra nos ha impedido tener
cerca”.
Yorbey, una
joven guerrillera de esta zona del país, anota con entusiasmo: “Hoy es un día
único, en el que le estamos diciendo a todo el pueblo colombiano que se una a
la paz. Queremos paz para todos”.
MEDELLÍN, HISTORIA DE REINSERTADOS
La capital antioqueña y Cartagena sentirán el impacto de
la desmovilización y la reinserción de las Farc. Programas de socialización y
el acompañamiento de las autoridades son la clave.
El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
A principio de
los años 90 se desmovilizaron en Medellín más de 800 hombres pertenecientes al
Mir-Coar: Milicias Populares del Pueblo y para el Pueblo, Milicias
Independientes del Valle de Aburrá y Milicias Metropolitanas. (Vea acá el
especial "A construir la paz")
Luego, el 25 de
noviembre de 2003, la ciudad de nuevo fue escenario de desarme, esta vez con la
primera desmovilización de una estructura paramilitar: el bloque Cacique
Nutibara de las Autodefensas. Estos dos procesos, sumados a la llegada de
miembros de otras estructuras, como el Epl, el M-19, otros bloques de
paramilitares y desertores de las Farc y el Eln, han dejado en la ciudad una
gran experiencia en cuanto a la atención que se les debe brindar a los
reinsertados.
El Espectador
habló con analistas cercanos a esta realidad, con el fin de mirar los retos y
problemas que enfrentará la ciudad tras el posacuerdo. Todos coinciden en que
hay una experiencia ganada y mucha incertidumbre, pues no se conoce el número
exacto de excombatientes que podrían llegar, para de esa manera trazar
estrategias y programas de la mano de la Alcaldía y el Gobierno.
Luis Fernando
Quijano, desmovilizado del Mir-Coar y presidente de Corpades (Corporación para
la Paz y el Desarrollo Humano), cree que a la ciudad podrían llegar entre 3.000
y 4.000 desmovilizados a hacer un trabajo político y a “meterse en la lucha por
el movimiento social”. No descarta que algunos decidan sumarse a estructuras
delincuenciales existentes.
Otra cosa opina
el analista Jaime Jaramillo Panesso. Según él, el acuerdo de La Habana habla de
que la paz será territorial, por lo tanto los desmovilizados se asentarán en
las zonas rurales donde han tenido su actividad histórica, lo cual indicaría
que las ciudades no tendrían que preocuparse por recibir a los desmovilizados,
sin embargo, no hay garantía de ello porque los exguerrilleros no están
obligados a quedarse en un lugar determinado.
“Pienso que eso
es una especie de invasión no esperada, porque los guerrilleros no se
desmovilizan en Medellín, como sí lo hizo el bloque Nutibara. El Gobierno
Nacional tendría la obligación de señalarle a la ciudad una tarea para lo cual
no tenía esa predicción. Tienen que venir identificados y libres de toda
vinculación penal, de acuerdo al documento final a que se llegue con las Farc,
para saber a qué vienen, cuál sería la tarea de Medellín. ¿Educarlos, darles
techo? ¿Dónde acogerlos si ellos no viven aquí, como sí pasaba con las Auc? Son
campesinos y la ciudad los asusta”, explica. Para Jaramillo Panesso, las
milicias que pretendan desmovilizar las Farc en Medellín “se las van a
inventar, porque aquí no han tenido operatividad, no son armados, sino del
aparato de inteligencia. Si los presentan armados es algo ficticio, para que
figuren como desmovilizados”. En 2003, Jorge Gaviria era el asesor de paz de la
Alcaldía de Medellín y sobre su despacho recayó la responsabilidad de la
reinserción de los más de 800 hombres del bloque Cacique Nutibara de las
autodefensas. Explica que con la llegada de los desmovilizados de las Farc se
generan varias tensiones, algunos irán a las grandes ciudades para mimetizarse
por razones de seguridad o atraídos por las ofertas que se les brindan. “Los
desmovilizados de las autodefensas llegaron entre 2003 y 2004, con un discurso de
no perdimos la guerra, nosotros llegamos a un acuerdo con el Gobierno, y hay
que tratarlos casi como héroes, exigen y nada de lo que se les da es
suficiente, son casi insaciables. Los que van a llegar ahora de las Farc van a
tener la misma actitud y el mismo discurso, porque ya lo hemos escuchado. Nada
les va a ser suficiente. Medellín ya tiene la capacidad, la estructura y las
herramientas para enfrentarlos”, asegura.
La experiencia
de 13 años del Programa de Paz y Reconciliación y su alianza con la Alta
Consejería para la Reintegración para atender a los desmovilizados le ha
permitido a la ciudad tener una gran cantidad de personas formadas en procesos
de reinserción, lo cual será fundamental.
¿Qué ciudad
encontrarán los desmovilizados?
De la mano con
las desmovilizaciones que ha tenido Medellín y la recepción de excombatientes
venidos de otras zonas, la ciudad ha tenido una historia de enfrentamientos
entre milicias, bandas y combos. A esta realidad se enfrentarán los
exguerrilleros de las Farc. Muchos de los miembros de estas estructuras
ilegales tienen prevención con esta guerrilla y eso podría manifestarse en
acciones de violencia.
¿Cómo se está
preparando la ciudad?
Hasta el
momento, la Alcaldía ha sido prudente con el tema. El alcalde, Federico Gutiérrez,
prefiere guardar silencio hasta que el Gobierno le entregue directrices claras,
posición que comparte Jaime Jaramillo, pues asegura que “él no está notificado
de que haya un traslado masivo de desmovilizados. No veo a la ciudad preparada
para recibir una cantidad impactante, salvo que después de la entrega de armas
repartan la gente y manden a Medellín algunos frentes de la guerrilla. Entonces
ahí sí tendrían que hacer un protocolo para recibirlos”.
En ese caso,
tendrían que hacer una clasificación para saber cuáles son sus aspiraciones, el
nivel educativo que tienen y su estado de salud, para recibir además asistencia
psicológica. “Ahí sí se sabrá qué hacer con ellos”, dice.
“No me gusta la
posición de silencio de la Alcaldía. Veo un alcalde que ha tomado la decisión
de decir la verdad en el tema de criminalidad y violencia, pero lo veo muy
flojo y tímido en el proceso de paz con las Farc. Y no sólo a él, sino a los
alcaldes del Área Metropolitana, en una timidez absoluta, como si el proceso de
paz no los fuera a afectar, en positivo o negativo”, manifiesta Fernando
Quijano.
Jorge Gaviria,
sin embargo, asegura que la ciudad sí se está preparando, y muestra de ello es
que en los próximos días se renovará un convenio con la Alta Consejería para la
Reintegración a través de la Secretaría de Seguridad, y esta a su vez “está
trabajando de la mano de la Secretaría de Inclusión, con el fin de hacer unos
procesos de contención para las personas que vengan”. Explica que es necesario
que el Gobierno Nacional le entregue a la ciudad la información de cuántos son
los desmovilizados que llegarán, para reaccionar de manera preventiva.
Así las cosas,
lo único claro hasta el momento es la incertidumbre y la falta de claridad
sobre lo que podría pasar en Medellín. Sólo el Gobierno Nacional puede despejar
esa incógnita.
LO QUE UNE A CUBA Y A LAS FARC NO ES EL SOCIALISMO: ES
OBAMA
El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
En su último
año como presidente, Barack Obama ha desarrollado cierto gusto por los gestos
simbólicos: visitó Hiroshima —fue el primer presidente en ejercicio en hacerlo
desde que Estados Unidos lanzó la bomba atómica—, transitó por Vietnam —ah, los
recuerdos de la vieja guerra—, aterrizó en Argentina —ah, los recuerdos de la
vieja alianza— y atracó en Cuba. Ese último viaje ocurrió el 20 de marzo: los
cubanos —gozosos— recibieron a Obama después de que en 80 años ningún
presidente de Estados Unidos se decidiera a pisar la isla. Por orgullo. Por
fiero cerco político. Por desgano. Por lo que fuera: Obama volvió a Cuba y
quedó en la memoria.
Los
acercamientos con Cuba comenzaron en diciembre de 2014. Por ese entonces, los
diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las Farc estaban en su segundo
año y eran bien vistos por los políticos del exterior: la aprobación de Obama
fue certera y Latinoamérica veía con cierto entusiasmo —al menos a la hora de
la declaración diplomática— el hecho de que una guerra cincuentenaria se
deshiciera. Resulta diciente que Obama hubiera participado en ambos procesos:
por un lado, es uno de los pocos presidentes que se enfrenta a los demonios
políticos que quieren arrasar a su país sin acudir a las armas o a la invasión
—además de Cuba, transó en paz con Irán—; por otro, resalta su estrategia
genuina, la de hacer una diplomacia lenta pero segura.
La visita de
Obama a Cuba no acabó con el comunismo. De hecho, poco después de que él
parlamentara ante los cubanos, el expresidente cubano Fidel Castro declaró que
el socialismo no moría y que bien podían hablarse con el gigante que quiso
derrocarlos, pero que no cederían en su ambición. Sin embargo, el propósito de
Obama no era anular el socialismo, sino dialogar con él. Aceptarlo, aunque
tanto hubiera hecho su país por refutarlo. En cierto sentido, su visita fue un
retrato de la resignación: la rebatiña tenía que terminar en algún momento. Lo
mismo pensaba, quizás, Santos durante las negociaciones. En todo acuerdo, hay
un poco de aceptación piadosa y otro tanto de resignación católica.
Fue, además,
una veta histórica que Obama quiso imponer. Estados Unidos tuvo un enviado
especial para los acuerdos, Bernard Aronson; su senado aprobó una resolución
para apoyar la implementación del acuerdo final; John Kerry, secretario de
Estado de Obama, habló en varias ocasiones sobre el proceso a lo largo de estos
cuatro años. “Estamos muy orgullosos de haber contribuido con una pequeña parte
para ayudar a que el diálogo avanzara”, dijo Obama cuando se reunió con Santos
durante la Asamblea General de Naciones Unidas, la semana pasada.
Cuando Obama
viajó a Cuba, viajaba a la única fuente de la que podían beber las Farc. Fue
Iván Márquez quien, en vísperas de los 90 años de Fidel Castro, dijo sobre él:
“Su revolución dan ganas de luchar, de entrar en la selva, de tomar el fusil
para intentar cambiar las cosas”. Si Obama apagaba la llama casi inerte de la
lucha del capitalismo contra el socialismo, ¿por qué no podían ponerse de
acuerdo las Farc y el gobierno colombiano? Era necesario, en muchos sentidos,
que Cuba se abriera a Estados Unidos y que la promesa de que el bloqueo
comercial terminaría fuera una realidad. Era, para efectos prácticos, una
garantía. Debía resonar en los diálogos de paz: miren que sí.
Quizá Obama no
lo quisiera así, pero su diálogo con Cuba era también un impulso para el diálogo
entre las Farc y Santos. Si se mira Latinoamérica, los únicos dos reductos que
no se habían rendido ante la ambición de Estados Unidos eran las Farc y Cuba.
Los diálogos germinaron y entonces fue posible comprender que una victoria no
era siempre un sinónimo de victoria armada: lo entendieron las Farc y lo
entendió Cuba. Cualquiera de los dos que hubiera decidido resistirse, hubiera
quedado aislado. Cortar de tajo con la fuente del conflicto, veintisiete años
después de la caída del muro de Berlín y veinticinco después de la escisión
soviética, fue el buen tino de Obama, que ha podido tener tan pocos en el
último año.
Se calcula un crecimiento adicional del 1,4 % anual en el
PIB
LOS DIVIDENDOS ECONÓMICOS DE LA PAZ
El fin del conflicto trae una importante mejora en la
confianza, que se expresa en aumentos en la inversión productiva, crecimiento
en el consumo y mayores flujos de capital externo, vía aumentos en la inversión
extranjera.
El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
En la última
década, Colombia ha obtenido grandes logros económicos y sociales. El
crecimiento promedio de la economía entre 2011 y 2015 fue superior en 1,3
puntos porcentuales al promedio de seis de las economías más grandes de la
región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que conforman el
grupo de países latinoamericanos conocido como LAC6), y la tasa de inversión en
2015 fue la más alta tanto de este grupo como de la historia del país (29,6 %
del PIB). En lo social, entre 2010 y 2015, Colombia fue el país que más redujo
la tasa de pobreza y la tasa de desempleo dentro de LAC6 (11,2 y 2,5 puntos
porcentuales respectivamente), y en 2014, por primera vez, la clase media
consolidada superó a la población en condiciones de pobreza.
Estos
resultados muestran la gran resiliencia económica de nuestro país. Así, en
2009, cuando el mundo sufría los efectos de la mayor crisis financiera en
décadas, Colombia fue la economía que más creció en LAC6, con una tasa del
1,7 %. Lo mismo sucedió en 2014, cuando los precios de las materias primas
cayeron súbitamente: Colombia fue la economía que más creció de LAC6 en ese año
(4,4 %) y la segunda en 2015 (3,1 %).
Sin embargo, la
nueva coyuntura internacional de bajos precios en las materias primas y
desaceleración económica global ha generado una importante desaceleración del
crecimiento en nuestro país, que en lo corrido del año hasta el segundo
semestre es de 2,3 %. En este contexto, cabe preguntarse si la paz podría
convertirse en un motor que logre impulsar de nuevo nuestra economía a niveles
de crecimiento superiores al 4 %.
Los más de 10
estudios sobre el tema han encontrado que la paz trae consigo un importante
dividendo económico, en promedio de 1,4 puntos adicionales de crecimiento. Uno
de ellos es el adelantado en 2015 por el Departamento Nacional de Planeación
(DNP). A diferencia de estudios anteriores, el del DNP consultó la
evidencia del comportamiento de 16 variables macroeconómicas en una muestra de
36 países que terminaron sus conflictos armados.
Los resultados del
estudio muestran que tras la terminación del conflicto viene una importante
mejora en la confianza, lo que se constituye en el principal dividendo de la
paz. Lo anterior se manifiesta en aumentos en la inversión productiva,
crecimiento en el consumo y mayores flujos de capital externo, vía aumentos en
la inversión extranjera. Estos factores permiten elevar la tasa de crecimiento
de la economía, el ingreso per cápita y, en general, el bienestar de la
población.
En detalle, el
dividendo económico de la paz se refleja en un crecimiento adicional del PIB de
entre 1,1 y 1,9 puntos porcentuales por año. Por el lado de la demanda, la
mayor confianza sobre las economías posconflicto genera un aumento de 2,5
puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del consumo de los hogares,
conduce a un incremento de 5,5 puntos porcentuales en la inversión como
porcentaje del PIB, permite que la inversión extranjera directa se triplique e
inserta de forma considerable a las economías en el comercio internacional, al
aumentar en 17,7 puntos porcentuales la tasa de apertura comercial (suma de
exportaciones e importaciones como porcentaje del PIB).
Por el lado de
la oferta, los resultados muestran un crecimiento de 1,4 puntos adicionales en
el sector agropecuario, un aumento de 0,8 puntos en la tasa de crecimiento de
la industria y un destacable aumento de 4,4 puntos en el crecimiento del sector
de la construcción, que parece beneficiarse de forma especial de las
necesidades de infraestructura que surgen una vez finaliza el conflicto armado.
Una
extrapolación de estos resultados al caso colombiano implica, entre otras
cifras, que 1) el crecimiento potencial de la economía aumentaría del 3,5 % de
hoy a niveles cercanos al 5 %; 2) el PIB per cápita pasaría de US$6.000 a
US$12.000; 3) la tasa de inversión aumentaría de 28 % a 34 % del PIB; 4) la
inversión extranjera directa aumentaría de US$12.000 millones a US$35.000
millones anuales, y 5) las exportaciones alcanzarían niveles del orden de
US$65.000 millones, frente a US$35.000 millones hoy.
En la última
década, Colombia se ha posicionado como una de las economías más dinámicas y
con mayor resiliencia de la región. Con la terminación de la guerra, en la
próxima década avanzaremos hacia una economía pacífica, aún más vibrante y de
talla mundial.
Un eje fundamental para que la paz dure
JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS, EL GRAN RETO
La Jurisdicción Especial para la Paz enfrenta grandes
desafíos. Uno de los principales es no colapsar, como ocurrió con Justicia y
Paz.
El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
De lejos, el
punto del Acuerdo Final con las Farc
que más ha recibido críticas, además del asunto de la participación política,
es el de justicia y víctimas. “El acuerdo de víctimas es muy bello, pero falta
la garantía de no repetición (…). Esta es una justicia con amaño de las Farc”,
dijo una vez el hoy senador y expresidente Álvaro Uribe. “No existen penas adecuadas ni proporcionales a la
gravedad del crimen cometido, sino sanciones simbólicas y manifiestamente
groseras. Es un acuerdo de impunidad”, aseguró en otra ocasión el ahora
exprocurador Alejandro Ordóñez.
Días después de
que la mesa de conversaciones anunciara que había alcanzado el Acuerdo Final,
el presidente Juan Manuel Santos
señaló que una justicia perfecta no permitía la paz. Sin embargo, incluso los
negociadores saben que la impunidad podría perfectamente ser el combustible de
nuevos conflictos y que la justicia es el mayor tributo a las víctimas. Por
eso, el futuro de la paz que las Farc y el Gobierno persiguen con la firma del
acuerdo depende en gran parte de una institución que nace con este pacto
político: la Jurisdicción Especial para
la Paz (JEP).
La JEP enfrenta
retos y problemas mayúsculos y tendrá mucho más alcance que cualquier sistema
de justicia transicional que se haya establecido en Colombia. Para empezar,
dice lo pactado, el Tribunal Especial
para la Paz “será el órgano de cierre de la Jurisdicción Especial para
la Paz”. Es decir, lo que determine ese tribunal -en vez de la Corte Constitucional o la Corte Suprema- será la última palabra:
para los que acepten responsabilidades, para los que no admitan nada y vayan a
juicio, y para los condenados que solicitaron que sus penas fueran revisadas.
Un primer gran
desafío surge entonces. El acuerdo reconoce que más adelante, cuando el
Tribunal haya dejado de existir, pueden venir nuevas decisiones penales o
disciplinarias que afecten sus fallos. Entonces, sugiere el acuerdo, si es
necesario se volvería a crear hasta la Unidad de Investigación y Acusación o las
salas que se requieran para asegurarse de que ningún fallo o sanción esté por
encima de la JEP. Así las cosas, en 20, 30 o 50 años se podría volver a
establecer todo el Tribunal Especial
para la Paz, tarea que desde ya se advierte bastante compleja y difícil.
Un espejo
retrovisor que sin duda tendrá que mirar la JEP es el programa de Justicia y
Paz con el que se procesaron a los paramilitares. A diciembre del año pasado,
cuando se cumplieron 10 años del programa, el corte de cuentas sólo indicaba
una cosa: que el sistema había colapsado. De 3.666 postulados, las 33
sentencias que se han emitido hasta ahora sólo incluían a 125. Se han confesado
57.000 crímenes, pero esos 33 fallos sólo se refieren al 6% de los hechos
admitidos. La Fiscalía calcula que Justicia y Paz ha costado más de $100.000
millones, pero en cuanto a resultados, las cifras palidecen.
Para tratar de
prevenir ese colapso en la JEP, la Unidad de Investigación y Acusación, que
llama a juicio ante el Tribunal Especial para la Paz, tiene la función de
“fijar prioridades” y de “adoptar criterios de selección y descongestión”. De
igual forma, la Sala de Amnistías otorgará “la más amplia amnistía posible” a
quienes no sean procesados por delitos de lesa humanidad y la Sala de
Reconocimiento será el espacio para quienes quieran admitir responsabilidades
desde el inicio. Un sistema diseñado, en teoría, para que se realice el menor
número de juicios, a diferencia de Justicia y Paz.
Las víctimas
podrán solicitar medidas cautelares y de protección; se podrán organizar actos
públicos para que antiguos actores del conflicto o financiadores del mismo
admitan sus responsabilidades ante aquellos a los que les hicieron daño; las
organizaciones de víctimas o de derechos humanos podrán enviar informes a la
Sala de Reconocimiento de Verdad y tendrán el mismo peso que los informes de la
Fiscalía, la Procuraduría o la Contraloría.
Ahora que el
Acuerdo Final es un hecho, y a menos que el resultado del plebiscito lo ponga
en el limbo, se va a crear un comité para escoger a los magistrados del
Tribunal y sus salas, y al presidente de la JEP. A ninguno de ellos lo puede
elegir la mesa de conversaciones. La ONU, por su parte, tendrá la tarea de
designar a la persona que ejercerá como secretario ejecutivo, un cargo cuyo candidato
más posible hasta ahora es Néstor Correa, magistrado del Consejo Superior de la
Judicatura. El presupuesto para poner a andar este mecanismo de justicia saldrá
del presupuesto nacional y de cooperación internacional.
La justicia es
un eje fundamental para que la paz que se busca con el Acuerdo Final
permanezca. Pero las críticas al sistema constituido son un recordatorio de que
este tema es frágil. “El acuerdo entre el Gobierno y las Farc sacrifica la
justicia”, advirtió el director de
Human Rights Watch, José Miguel Vivanco. “Se han pactado decisiones en
el campo de la justicia que, reconozco, han sido objeto de críticas”, dijo el
jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, cuando anunció que el
Acuerdo Final era un hecho. Y agregó: “La justicia transicional no es la
sobrina pobre de la justicia. Es sobre todo justicia”.
EVO MORALES A LAS FARC: ES POSIBLE UNA REVOLUCIÓN SIN
BALAS
Hispan Tv de Irán (www.hispantv.com)
El presidente
de Bolivia, Evo Morales, asegura en un mensaje dirigido a las FARC que es
posible una revolución con votos y sin balas.
Morales ha
emitido este mensaje horas antes de la firma del acuerdo definitivo de paz de Colombia, que han rubricado este lunes el presidente
colombiano, Juan Manuel Santos, y el líder de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias
"Timochenko".
“Son nuevos
tiempos, hermanos de las FARC. Es posible hacer revolución con voto no con
balas, con conciencia del pueblo y no con armas de guerra”, ha
exhortado este lunes el mandatario boliviano a través
de su cuenta de Twitter.
Son nuevos
tiempos, hermanos de las FARC. Es posible hacer revolución con voto no con
balas, con conciencia del pueblo y no con armas de guerra", escribe el
presidente de Bolivia, Evo Morales.
El jefe de
Estado recuerda que no participa en la ceremonia de la firma de los
acuerdos de paz en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias (norte),
porque no ha sido invitado, si bien, dice que respeta la decisión del
Gobierno de Santos.
El acuerdo de
paz, alcanzado en agosto entre el Gobierno colombiano y las
FARC y firmado oficialmente hoy lunes, será sometido a
consulta popular en un plebiscito el próximo 2 de octubre.
Por su parte,
el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció el domingo que cesará las acciones ofensivas
para facilitar la participación ciudadana en el plebiscito del próximo mes.
El pacto, que
esencialmente busca cambiar "balas por votos", promoviendo el desarme
de la guerrilla y su transición a la vida política legal, fue alcanzado por las
partes tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba.
El conflicto
armado en el país suramericano dejó, según estimaciones, ocho millones de
víctimas, entre ellas 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de
desplazados.
¿POR QUÉ EVO MORALES NO FUE A LA FIRMA DE PAZ EN
COLOMBIA?
El Nuevo Herald de EEUU (www.elnuevoherald.com)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, esperó que su homólogo de
Colombia, Juan Manuel Santos, lo llamara para invitarlo este lunes a la firma
de los acuerdos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC), informó el Ministerio boliviano de Exteriores.
La Cancillería boliviana emitió un comunicado para aclarar por qué
Morales no asistió al acto en Cartagena de Indias como lo hicieron otros
mandatarios, después de que el gobernante boliviano lamentara no haber sido
invitado a pesar de su deseo de asistir.
El Ministerio de Exteriores señaló que “a pesar de haber expresado el
interés del Gobierno boliviano de participar en el acto histórico (…), no se
recibió la llamada del presidente Santos invitando al presidente Morales”.
El comunicado indica que hubo una comunicación entre la canciller
colombiana, María Ángela Holguín, y su colega boliviano, David Choquehuanca,
que expresó el interés de Morales en asistir a la ceremonia e incluso se envió
una delegación de avanzada “a la espera de una comunicación del presidente
Santos”.
“Por encima de cualquier malentendido, siempre estará presente nuestro
compromiso con la paz y la integración de nuestra región”, sostuvo la
Cancillería boliviana.
En ese sentido, Bolivia reiteró sus felicitaciones a Santos y a las FARC
por el histórico acuerdo firmado en Cartagena.
También destacó “los esfuerzos de mediación del Gobierno cubano (…) que
hicieron posible la culminación de este paso definitivo en el proceso de paz en
Colombia”.
Horas antes el gobernante boliviano dijo en un discurso que no recibió
ninguna invitación, ni llamada telefónica, pero que respetaba la decisión de
las autoridades colombianas.
“¿Quién no quisiera participar en los acuerdos de paz? Sin embargo,
tampoco somos metiches (entrometidos). No hemos recibido ninguna invitación, ni
llamada telefónica. Respetamos la decisión del Gobierno de Colombia”, dijo
Morales.
También dirigió un mensaje por Twitter a las FARC para destacar que es
posible una revolución con votos y sin balas.
LA
MISIÓN A BOLIVIA EN LA MIRADA DE LOS INTENDENTES PIAGGIO, CAVAGNA Y BOGDAN
APF
Digital de Argentina (www.apfdigital.com.ar)
Los tres
intendentes que acompañaron a Gustavo Bordet y a los 20 empresarios
entrerrianos en las rondas de negocios que se desarrollaron en Santa Cruz de la
Sierra – Bolivia- coincidieron en señalar como “estratégica” la decisión
del Gobierno provincial de acompañar a las pymes en la búsqueda de nuevos
mercados y destacaron la cooperación público privada para la generación de
empleo y desarrollo.
Bordet cerró la misión comercial junto a los
intendentes de Cambiemos Federico Bogdan y Rafael Cavagna, y el intendente
justicialista Martín Piaggio y el cónsul de la República Argentina en
Santa Cruz de la Sierra, Daniel Baleiron, con una vista a la ExpoCruz, la 41
versión de una feria internacional que pretende en esta edición movilizar 304
millones de dólares. La muestra está sobre 2.700 metros cuadrados de área
cubierta y descubierta.
Los rubros
que mayor dinamismo le dieron a la feria fueron el automotriz, agroindustrial y
comercial. Tiene un récord de 2.350 expositores provenientes de 23 países,
siendo la delegación más numerosa la de Argentina. Entre Ríos participa con dos
empresas: Pyam S.A. y Zunino.
El intendente
de Nogoyá destacó que "la misión fue totalmente positiva. Creo que ha sido
un acierto del gobierno provincial. Hemos pasado una jornada muy interesante.
El progreso no tiene ideología. Creo que el desarrollo para todos los pueblos
viene del sector público y privado. Por eso se trata de trabajar
mancomunadamente entre los sectores empresariales y el gobierno pensando en el
progreso de nuestra provincia, de nuestra Argentina y de cada uno de los
municipios que conducimos".
"Es
importante que nos conozcan de cara al mundo, no solamente a nuestras ciudades
sino a todos los empresarios de las distintas localidades que estuvieron
compartiendo. Agradecido por la invitación del gobernador y con el firme
compromiso de que esto sea el puntapié inicial para que las gestiones se
intensifiquen y podamos llegar a un buen puerto con nuestros productos de Entre
Ríos para el mundo".
El intendente
de Gualeguaychú afirmó “que es una decisión estratégica del gobierno provincial
y en la voluntad de nuestro gobernador de entender que Entre Ríos tiene aún un
gran recorrido por hacer, un gran potencial. Lo escuchábamos con claridad las
opiniones vertidas por nuestros empresario locales, donde estuvieron muy
conformes con la participación, con el esquema de rondas de negocios que se hicieron,
con el potencial que tiene la producción entrerriana en este mercado, es un
hecho muy interesante regionalmente hablando"
"Por eso
celebramos esta decisión con fuerza de nuestro gobierno provincial que
claramente nos abre la puerta para el futuro y con gran potencialidades.
Creo que también en los intendentes, he compartido con otros colegas una
experiencia formidable que nos motiva a seguir incentivando en esta cooperación
público privada con el resto de nuestros emprendedores, empresarios, con el
desarrollo de la pequeña y mediana empresas también", aseveró Piaggio.
Finalmente,
el intendente de Gualeguay, Federico Bodgan, agradeció "al gobernador la
invitación" y aseguró que la misión "nos abre las puertas a Gualeguay
y a la provincia. En particular en Gualeguay tiene la oportunidad de que a
través de la provincia venga una empresa a Santa Cruz de las Sierras a
presentar sus productos a nivel internacional”.
Destacó que
la apertura de los negocios "fueron fructíferos. Contento en lo
empresarial y en lo institucional la relación que se ha formado a través del
gobernador de Santa Cruz de las Sierras que es un inicio para tener relaciones
más profundas para presentar a Gualeguay, de la mano de la provincia y de
nuestro gobernador".
LA
ORQUESTA DE JÓVENES ENSAMBLE MOXOS DE BOLIVIA OFRECERÁ VARIOS CONCIERTOS EN
GIPUZKOA
El
diputado foral de Cultura, Denis Itxaso, ha recibido este lunes a esta
agrupación musical que ofrecerá un ciclo de conciertos financiado con 80.000
euros por la institución foral en los monasterios de Loyola, Arantzazu y La
Antigua.
Diario
Vasco de España (www.diariovasco.com)
La orquesta
de jóvenes Ensamble Moxos de Bolivia ofrecerá varios conciertos en Gipuzkoa en
el marco del proyecto de cooperación 'Violines contra la amnesia' de la ONG
Taupadak, apoyado por la Diputación guipuzcoana y cuyo fin es preservar el
legado musical de las antiguas misiones en la Amazonía boliviana.
El diputado
foral de Cultura, Denis Itxaso, ha recibido este lunes en San Sebastián a esta
agrupación musical que se encuentra estos días en Gipuzkoa para ofrecer un
ciclo de conciertos financiado con 80.000 euros por la institución foral en los
monasterios de Loyola, Arantzazu y La Antigua. Se potenciará así el tramo
guipuzcoano de la ruta ignaciana.
También
ofrecerá conciertos en San Sebastián, Eibar y Bilbao y protagonizará
actuaciones pedagógicas en centros escolares enclavados en la ruta ignaciana
como en La Antigua y Azpeitia. Además se donará a las bibliotecas, colegios y
escuelas de música de Azpeitia, Zumarraga y Oñati la colección discográfica
completa de Ensamble Moxos. Asimismo, ofrecerá conciertos en Manresa, Alacarraz
(También camino Ignaciano), en el festival internacional de música antigua de
La Reole (Francia) y la Igualada.
El diputado
foral ha explicado que esta orquesta forma parte del Instituto Superior de
Música y Turismo de San Ignacio de Moxos y tiene sus orígenes en 1994, cuando
una misionera navarra se interesó por revitalizar la música tradicional moxeña
introducida en el siglo XVII por los jesuitas.
La Escuela
fue creciendo con la incorporación de profesoras y profesores y ofreció su
primer concierto en 2002 en el Festival de Música Barroca y Renacentista
Americana.
Itxaso ha
asegurado que este es uno de los proyectos que apoya la Dirección de
Cooperación del que se siente "más orgulloso", porque es en los que
"más claramente se ve que el apoyo a determinados colectivos permiten
guardar la memoria y guardar una tradición y una trayectoria artística y
cultural inigualable".
Por su parte,
Raquel Maldonado, de Ensamble Moxos, ha afirmado que "la música se ha
reconvertido en una herramienta poderosísima para darle presencia a nuestra
cultura, para darle un lugar en este mundo a una cultura que ha estado por
siglos ignorada y oprimida".
Maldonado ha
subrayado que este proyecto, "además de rescatar una cultura que estaba en
manos de un número reducido de personas ya muy mayores y adecuarla al siglo
XXI", ofrece "formación profesional a muchos jóvenes, da la
oportunidad de poner en valor esa cultura que se está transmitiendo a las
nuevas generaciones y, sobre todo, les da un sentimiento de dignidad y
esperanza de futuro".
En 2003 la
ONG Taupadak tuvo conocimiento de la Escuela de Música y desde entonces ha
apoyado esta iniciativa que ha posibilitado la creación de la orquesta Ensamble
Moxos que ha realizado 15 giras internacionales (nueve en América y seis en
Europa) y que ha editado seis discos.
El municipio
de San Ignacio de Moxos tiene 21.500 habitantes, está a 90 kilómetros de la
ciudad de Trinidad, capital del departamento del Beni. El 85% de su población
es indígena y vive principalmente de actividades agropecuarias muy poco
desarrolladas, lo que genera elevadas tasas de pobreza entre la población.
DANESA
SEIDLER, DE RESTAURANTE BOLIVIANO GUSTU, MEJOR CHEF MUJER DE A. LATINA
El
Diario de España (www.eldiario.es)
La chef
danesa Kamilla Seidler, del restaurante boliviano Gustu, recibió hoy el
galardón a Mejor Chef Mujer de América Latina en la tercera edición de los
premios a los 50 Mejores Restaurantes de la región, celebrada en el Centro
Cultural Roberto Cantoral de la Ciudad de México.
Nacida en
Copenhague, Seidler se hizo merecedora del reconocimiento por un "proyecto
culinario pionero" que abrió sus puertas hace más de tres años, con una
cocina que "resalta las cualidades de los productos originarios de Bolivia
con sencillez y elegancia", según la organización.
La chef,
recuerda el jurado, ha colaborado "en algunos de los mejores restaurantes
de Europa -incluyendo el Restaurant Paustian y el Geist, ambos en Dinamarca, Le
Manoir aux Quat' Saisons en el Reino Unido y el mundialmente famoso Mugaritz en
España-".
En Gustu,
situado en La Paz, "desarrolla platillos innovadores, basados en un
profundo conocimiento y respeto por los productos locales, trabajando
exclusivamente con ingredientes bolivianos", agregan los responsables de
la premiación.
El menú de
Gustu utiliza cientos de ingredientes originarios, cuyos colores y sabores
transforma en una experiencia sensorial a través de la diversidad del país.
Algunos de
sus platillos emblemáticos son: palmitos con carne seca de alpaca y yema de
huevo pochada; caimán con polvo de flor de jamaica y pepino del Amazonas;
terrina de puerco con trigo tostado y col morada.
En una
reciente entrevista con Efe en La Paz, Seidler afirmó que Bolivia es como
"un diamante en bruto" que empieza a ser motivo de orgullo para sus
ciudadanos gracias al reconocimiento internacional de Gustu.
En 2014, el
local se hizo con el puesto 32 de la lista de los 50 Mejores Restaurantes de
Latinoamérica y en 2015 ascendió hasta el número 17, y fue reconocido como el
mejor restaurante boliviano y uno de los 20 mejores del continente.
Los
galardones, otorgados por la revista británica Restaurant, son considerados el
equivalente a los Óscar en gastronomía.
Cine de Hollywood producido en Colombia
ISRAELÍ QUE SE EXTRAVIÓ EN EL AMAZONAS, ENCANTADO POR SER
PERSONIFICADO POR DANIEL RADCLIFFE
Yossi Ghinsberg ofrece su veredicto sobre el filme
"Jungle", película filmada en Colombia y que sigue los 21 días que
sobrevivió en la selva.
El Espectador de Colombia (www.elespectador.com)
La historia de
un israelí que se extravió 21 días en la selva amazónica de Bolivia es llevada
al cine, de la mano del actor británico Daniel Radcliffe, comentó el aventurero
en una visita este fin de semana al país suramericano.
Durante un
viaje turístico en 1981, Yossi Ghinsberg (57) se perdió en un biodiverso y rico
parque natural cercano al poblado de Rurrenabaque, en el Amazonas y al norte de
La Paz.
Sobrevivió
alimentándose de frutos silvestres, con agua de riachuelos, sin machete ni
ningún arma de caza.
Tras inspirar
un libro, su vivencia ahora es llevada al cine como "Jungle", de la
mano del célebre actor británico Radcliffe, de la saga "Harry
Potter".
"La
película es muy buena, tiene actores que sacan la esencia de nosotros. El
trabajo de Daniel Radcliffe es muy impresionante, su emoción y todo",
afirmó Ghinsberg a medios bolivianos.
Acotó que
"me parece que éste va a ser un gran éxito, gracias al talento de mucha
gente y del director" australiano Greg Mclean, quien escogió escenarios en
Colombia y Australia.
El israelí
llegó en la última semana a Bolivia y visitó el poblado de Rurrenabaque, que
hasta fines de 2014 fue un nido de ciudadanos de Israel, atraídos por la
historia de su libro "Back from Tuichi" (Retorno de Tuichi). Tuichi es
el río donde él sobrevivió.
La afluencia de
turistas de ese país se desplomó desde 2014 - según el senador opositor de esa
región Yerko Núñez, luego de que el presidente izquierdista Evo Morales aprobó
un decreto para exigir visas a israelíes, libres de ese requisito desde 1972.
El gobernante tomó la medida, luego de los ataques israelíes a la Franja de
Gaza. Ghinsberg expresó su confianza que "Jungle" genere una nueva
ola de turistas de todo el mundo a la zona boliviana, como lo hizo su libro en
su país.
SE MATÓ BOLIVIANO QUE ASESINÓ A SU HIJASTRA EN UN
CAMPAMENTO
Imputado, que además atacó a su expareja y dos hermanos
de ésta, se ahorcó ayer en la cárcel concesionada.
La Estrella de Tocopilla (www.estrellatocopilla.cl)
Ahorcándose en
su celda del Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado (CCPC) de
Antofagasta se quitó la vida ayer el ciudadano boliviano que el 24 de julio
pasado asesinó a su hijastra de 15 años, dejando además gravemente herida a la
madre y dos tíos de la menor.
Lucio Vidal
López, de 54 años, permanecía en prisión preventiva y cumplía dicha medida
cautelar en un módulo que alberga a la población penal ligada a delitos
sexuales de dicho recinto, ubicado en el sector del Nudo Uribe.
El suicidio del
extranjero quedó al descubierto aproximadamente a las 9 horas, al momento del
desencierro. Los gendarmes se percataron que el interno se había colgado desde
una ventana utilizando un trozo de género, presuntamente de una sábana, lo que
no fue confirmado oficialmente.
Al registrarse
su hallazgo el recluso no mantenía signos vitales, informándose el hecho al
fiscal jefe de la capital regional, Cristián Aguilar Aranela, quien dispuso la
inmediata concurrencia al penal de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI y
del Servicio Médico Legal (SML), para la autopsia de rigor.
Gendarmería, en
tanto, inició una investigación administrativa.
DíA DEL HORROR
Lucio Vidal era
investigado como autor de cinco delitos: homicidio, femicidio frustrado,
homicidio frustrado, lesiones graves y desacato. Esto, luego de los terribles
hechos ocurridos en la casa 19 de calle Santa Lucía del campamento "Chile
Nuevo" de Antofagasta.
Allí hirió
mortalmente a su hijastra Sara Abrego Aguilera (15) y atacó dejando heridos a
Y.P.A.C. (33), mamá de la estudiante y expareja suya, con la que incluso tuvo
una hijita. Quienes también resultaron heridos de gravedad fueron los hermanos
de la mujer, R.D.A.C. (28) y C.J.A.C.(22)
Era materia de
investigación si dos de las víctimas- todas bolivianas -descansaban cuando
fueron agredidas. Habría utilizado un cuchillo y un martillo.
Al día
siguiente fue controlada su detención en el Hospital Regional "Dr.
Leonardo Guzmán", donde fue operado debido a las heridas en la zona
abdominal que se autoinfirió tras los hechos, ampliándose en 24 horas.
Finalmente, el martes 26 fue formalizado en el CCPC, quedando privado de
libertad.
Además, Vidal
había ingresado a Chile valiéndose de una identidad falsa, O.L.G., que
correspondía a un familiar fallecido. Con ese nombre sacó documentación chilena
e incluso fue procesado por un delito en contexto de violencia intrafamiliar.
Al momento del
crimen estaba vigente una medida de protección decretada a propósito de un
procedimiento simplificado, donde se dispusieron como medidas accesorias tanto
el abandono del hogar común como no acercarse a la víctima.
El 2014
enfrentó una causa, tras propinarle una estocada cerca del corazón a Y.P.A.C.,
sin que fuera ubicado.
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