Monday, July 27, 2009

POBRE PERÚ, CON UN ALAN GARCÍA DE LAS MULTINACIONALES

Para las sacrosantas democracias occidentales que otorgan certificados de buenos y malos gobiernos a las naciones del Tercer Mundo, todo lo que sea favorable al "libre mercado" merece apoyo. Y si en interés de éste se comenten crímenes y atropellos contra la gente y la naturaleza, entonces lo más conveniente es que los grandes medios de comunicación se ocupen de ocultar la verdad y se dé una versión favorable a los victimarios.
Así ha sucedido estos días en torno a la brutal represión, con el saldo de varias decenas de asesinados, que perpetró el gobierno peruano de Alan García en la selva amazónica contra los indígenas que pacíficamente protestan contra la entrega y depredación ambiental de sus territorios ancestrales a las multinacionales petroleras, mineras y madereras.
Si este indignante y brutal hecho, llegara a suceder en Cuba o Venezuela (para sólo mencionar a dos países "malditos"), hubiera acaparado los titulares mundiales y quizás motivara hasta una urgente reunión de la Unión Europea o del Consejo de Seguridad.
Pero resulta que no es así, aunque exista una Carta de la ONU sobre el derecho de los indígenas a sus territorios o como dice el Convenio 169 de la OIT (también suscrito por Perú) en su artículo 17: "deberá consultarse a los pueblos interesados siempre que se considere su capacidad de enajenar sus tierras o transmitir de otra forma sus derechos sobre estas tierras fuera de su comunidad" y que agrega además, aunque a Alan García y sus seguidores le importe poco o nada, que: "no deberá emplearse ninguna forma de fuerza o de coerción que viole los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos interesados, incluidos los derechos contenidos" en ese Convenio.
Personajes como Alan García en Perú o Álvaro Uribe en Colombia, pueden todavía actuar así reprimiendo protestas populares porque se saben protegidos por poderosos círculos económicos y políticos internacionales. En la medida que se comprometen a entregar las riquezas nacionales, en beneficio del interés privado de sus propias oligarquías y socios extranjeros. Por eso no tienen empacho para firmar ALCAs con la opinión contraria de sus pueblos.
Y todo va de la mano porque también en los últimos tiempos, el gobierno de Perú ha transformado el país en una especie de retaguardia del neoliberalismo sobreviviente, y naturalmente de quienes cometieron crímenes y latrocinios contra sus conciudadanos en otros países. Por eso no es casual que en Perú hayan obtenido asilo, delincuentes como el ex -gobernador venezolano Manuel Rosales requerido por la Justicia de su país por ladrón de fondos públicos, o tres antiguos ministros bolivianos involucrados en la masacre de 63 compatriotas durante el gobierno neoliberal de Gonzalo Sánchez de Losada, y que Bolivia exige su extradición.
A las empresas petroleras, mineras, forestales y agrícolas multinacionales que les importa poco si "el pulmón del mundo" se acaba, y puedan llevarse las riquezas mientras estas duren, esperan que gobiernos como el de Alan García les garantice el saqueo. Por eso todo lo que se oponga al "desarrollo" está fuera de la ley (de la selva) del neoliberalismo, sean estos indígenas, campesinos, o pobres sin tierras. Desde tiempos inmemoriales estos "seres inferiores nunca entendieron las ventajas de la civilización".
¡Pobre Perú! De Fujimori pasando por Toledo hasta hoy con Alan García. Y todos ellos con la bendición del gran capital. Liberación de Suecia (www.liberacion.press.se)





PUEBLOS INDÍGENAS: ¿PODRÍAN LAS MINORÍAS CONSTITUIR GOBIERNOS DE MAYORÍAS?

Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)

Los sucesos ocurridos durante el mes de junio en la Amazonía, la cumbre del Abya Yala en Puno y las repercusiones de la revuelta en el Sur Andino peruano y otras regiones han inspirado intentos de comprensión de la problemática indígena que, junto a las exigencias de respeto a sus derechos, asumen lo ocurrido como el resultado de una serie de posturas en abierto enfrentamiento con la histórica visión republicana que habría conminado a las poblaciones indígenas a devenir sujetos pasivos de las políticas subrepticias de asimilación cultural y política, vigentes en el país a lo largo de los dos últimos siglos, por el simple hecho de hallarlos en el territorio que comprende uno de los estados-nación inacabados de América Latina.
Un sujeto político indígena, especialmente amazónico, podría ya estar tomando cuerpo en lo inmediato pese al previo desdén de movimientos partidarios y la lejanía en su tratamiento por parte de los analistas capitalinos, tanto de Lima como de las regiones. Una contienda electoral en el mediano plazo daría el marco propicio para la concreción de esa súbita irrupción que tiende a hacer más visibles a sus dirigentes. No obstante… ¿Sería suficiente tal atmósfera para desear y pensar en su próximo y mayoritario acceso democrático a los centros cruciales de decisión de la política nacional?
Abordar esta cuestión exige aproximarse no sólo a los escenarios de potentes expresiones políticas indígenas cercanos al contexto peruano, como son los procesos vecinos de Bolivia y Ecuador; más bien interesa apreciar las posturas adoptadas por sectores y gobiernos progresistas durante los últimos años, en diferentes experiencias de política nacional e internacional. Resulta interesante, por ello, reflexionar en torno a las propuestas de políticas que han concretado un discurso de reconocimiento vinculado a reivindicaciones de la identidad en medio de una crisis económica mundial.
En definitiva, tal vez alguna clave de lo posible y deseable en torno a la emergencia política indígena podría obtenerse de asumir la reciente interrogante que se enraíza tras la crisis en las sociedades democráticas consolidadas tras los malos resultados de sus institucionalizados partidos de izquierdas durante las recientes elecciones parlamentarias europeas: ¿Cómo se explica que en épocas de franca recesión, condena a la especulación financiera y caída del empleo; partidos conservadores, e incluso líderes autoritarios, mantengan el respaldo mayoritario de sus electores?
Bo Rothstein, politólogo de la Universidad de Göteborg en Suecia, ha intentado recientemente detectar algunas pistas para esclarecer la paradoja poniendo en cuestión la adopción casi generalizada por los partidos socialistas y social-demócratas europeos de propuestas sociales favorables a grupos minoritarios, a partir de la llamada “política identitaria”, cuyo énfasis habría dejado de lado un discurso y políticas dirigidos a mantener la lucha contra las desigualdades sociales y económicas.
Está claro que en el caso peruano, a partir del resultado de investigaciones multidisciplinares publicadas en el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación o en estudios provenientes de las ciencias sociales, los ámbitos donde las protestas sociales ocurren reiteradamente desde antes de los inicios de este siglo, además de acoger a poblaciones pasibles de ser comprendidas en la categoría hoy más jurídica que social de “pueblos indígenas”, son espacios de sobrevivencia de los sectores más empobrecidos del país. No hay duda, por ejemplo, que quechuahablantes pobres y aymaras desprovistos de bienes básicos exponen desde el altiplano peruano sus aspiraciones compartidas con los protagonistas de las movilizaciones altiplánicas bolivianas, consistentes en la búsqueda de protagonismo para alcanzar su propio desarrollo en un proceso que debería estar vinculado a una propuesta política asumida desde el propio estado central que, no obstante, asegure conservar los rasgos que le imprime la vasta y legítima presencia de ciudadanos y ciudadanas identificados con la denominación “quechua-aymara”.
En un contexto amazónico distinto al andino, tanto en la forma de organización de las comunidades nativas como en sus pautas valorativas y culturales, los indicadores económicos traslucen datos igual o más sombrío que los altiplánicos al comprobarse los magros resultados de la región Amazonas, donde se hallan las convulsionadas provincias de Bagua y Utcubamba, en la lucha contra la pobreza. Awajún y wampis empobrecidos son los protagonistas de una revuelta bajo la identidad política que confiere llevar izada la bandera peruana, que no obstante, plantea su cuestionamiento a políticas impuestas provenientes de una visión reductora que adjudica el mismo peso fáctico a poblaciones vulnerables amazónicas y a sectores poderosos económica y políticamente.
En un contexto donde ser indígena implica al mismo tiempo ser pobre, la inevitable demanda del reconocimiento de la identidad irá ligada a amplias exigencias sociales que necesariamente confluirán con aquellas provenientes de sectores no indígenas, sobre todo cuando éstas se proyecten a escala nacional. Como recuerda Bo Rothstein (2009), refiriéndose al libro más reciente de los epidemiólogos sociales Richard Wilkinson y Kate Picket, titulado The Spirit Level: “la desigualdad no afecta sólo a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, sino también a la clase media”. De modo que, es ahí cuando podría resultar viable proyectar la reflexión del profesor sueco en torno al fracaso de la izquierda europea en su predilección por “políticas identitarias” frente al abandono de las políticas de igualdad, al despojarse del ideal democrático de la universalidad de la igualdad para privilegiar intereses de colectivos considerados oprimidos.
Para Rothstein, “la política identitaria es anti-mayoritaria y un factor de divisiones”, capaz de “crear de facto una mayoría contra sí misma ya que se apoya sobre una ideología que coloca en primera línea la movilización política contra la mayoría”; siendo además “muy difícil de constituir una mayoría política a partir de la “suma” de políticas identitarias” al tener los diversos colectivos intereses a menudo poco comunes. Proyectado el análisis a este lado del globo, resulta evidente que tanto a nivel teórico como en la práctica política, las reivindicaciones de las poblaciones indígenas se contraponen a otras demandas de grupo que ponen en cuestión costumbres y tradiciones calificadas de discriminatorias, al percibirse, por ejemplo, una cierta tensión entre dirigentas indígenas bolivianas y activistas de movimientos feministas.
Sin embargo, en la crítica del profesor sueco a la izquierda europea, vuelve a plantearse de manera esquemática el discurso de los derechos universales, es decir para todos, contrapuestos a los particularmente diferenciados para quienes claman por el reconocimiento de identidades; sin admitir que el desarrollo del propio discurso de los derechos ha trazado ya una historia, por lo menos en los países que más y mejor los cautelan, que comenzó con la universalización desde una igualdad abstracta y formal, y que ha ido prestando atención a los seres humanos situados en sus propios contextos. Se ha llegado así a una fase de especificación que no abandona el afán de asegurar los pasos dados que contribuyeron a la búsqueda de la igualdad sustancial para todos. En ese sentido se ha pronunciado Luigi Ferrajoli (2008) al señalar: “(…) la universalidad de los derechos y su corolario de la igualdad no sólo son compatibles con el respeto de las diferencias culturales reivindicado por el multiculturalismo, sino que representan su principal garantía.”
De ese modo, el discurso de reivindicación indígena aspira a concretar la garantía de unos derechos económicos y sociales que forman parte de las mismas demandas mayoritarias de las sociedades latinoamericanas: erradicar la pobreza, eliminar las brechas de la desigualdad, acceder a prestaciones estatales en salud, educación y seguridad social; todo lo cual no se contrapone al respeto de su identidad cultural, la conservación de su hábitat, la adopción autónoma de sus decisiones comunitarias y a la salvaguarda de su propia existencia colectiva.
En conclusión, para alcanzar las aspiraciones compartidas con el resto de la población peruana, y concretar, por ejemplo, medidas necesarias en el marco de una postura política manifestada en una de las banderolas desplegadas en la Curva del diablo el fatídico 5 de junio que indicaba: “Jóvenes indígenas defendiendo la Amazonía de todos los peruanos”, los dirigentes de estos colectivos deberán asegurar su participación con movimientos políticos a nivel local, regional y nacional, que sean partícipes de dicha propuesta. Al mismo tiempo, para asegurar sus derechos específicos, que no sean incompatibles con el marco de protección internacional de los derechos humanos: consulta, territorio, autodeterminación, justicia comunitaria y existencia, se requiere un debate para implementar los alcances de una política de la presencia.





EVO, SIN UN RIVAL FUERTE PARA LAS ELECCIONES

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)

El ex vicepresidente de Bolivia Víctor Hugo Cárdenas podría ser el único candidato opositor con alguna chance, aunque Evo Morales no parece tener por ahora rivales que pongan en peligro su reelección en los comicios del 6 de diciembre, según una encuesta difundida ayer.
El diario El Deber, de Santa Cruz de la Sierra, publicó los resultados de un sondeo de la consultora Equipos Mori, según el cual Cárdenas, un intelectual de origen aymara (vicepresidente de 1993 a 1997 con Gonzalo Sánchez de Lozada), sería el mayor competidor de Morales con una intención de voto estimada en 18%.
De todos modos, "ninguno de los candidatos que están en carrera por la presidencia tienen la posibilidad de vencer a Evo Morales en las elecciones de diciembre", señala el estudio que fue realizado el 22 de julio en las principales ciudades de Bolivia.
La posición que ocupa Cárdenas, resalta El Deber, es sustentada por el fuerte respaldo que recibe en Santa Cruz (37%), porque su candidatura tiene "poca gravitación" en Cochabamba (5%), El Alto (6%) y La Paz (9%). La encuesta señala además que el 31% de los encuestados no ve todavía un líder dirigiendo un frente que pueda enfrentar a Morales en los comicios.
El empresario y ex constituyente Samuel Doria Medina, quien hasta ahora no ha oficializado su deseo de participar en el proceso eleccionario aunque está recorriendo todo el país presentando su propuesta económica contra la crisis global, cuenta con un 15% de apoyo, especialmente en La Paz, donde fue mencionado por el 28% de los encuestados como el candidato para liderar el frente único contra Morales. En Cochabamba y El Alto tiene un 13%, pero en la rica Santa Cruz el industrial cementero baja a un 7% de aprobación. El tercero con alguna posibilidad, según el sondeo, es el ex prefecto (gobernador) de Cochabamba, Manfred Reyes Villa (10%). Su fortaleza está en la capital de ese departamento, donde concentra el 31% de simpatía. En Santa Cruz tiene un 8%, pero en La Paz sólo un 4% y en El Alto un 3%.




INDÍGENAS ANDINOS RECHAZAN EN BOLIVIA LAS PATENTES DE EMPRESAS FARMACÉUTICAS

Agencia AFP (www.google.com/hostednews)

Grupos indígenas de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú rechazaron hoy los derechos de propiedad intelectual de las farmacéuticas porque "se enriquecen" a costa de la salud y proclamaron la defensa de sus plantas medicinales y su conocimiento ancestral sobre las mismas ante la amenaza de que sean patentados.
Dirigentes de varios pueblos indígenas realizaron una reunión en la localidad de Vinto, en la región boliviana central de Cochabamba, que fue clausurada hoy por el presidente del país, Evo Morales, y el ministro de Exteriores, David Choquehuanca.
"Las patentes en la medicina son como patentar la muerte o la vida, o patentar las enfermedades", dijo Morales al sostener que se violan los derechos humanos cuando una empresa puede decidir cuántos medicamentos deben producirse o para quienes deben ser.
El gobernante insistió en que las patentes son la "peor forma de atentar contra la vida", en tanto que Choquehuanca sostuvo que las trasnacionales del sector son protegidas por las patentes y "se enriquecen con la salud de los pueblos".
Como ejemplo, el ministro dijo que la vacuna contra la gripe A se producirá en un laboratorio estadounidense que ya ha vendido un 90 por ciento de su futura producción a los países ricos, en tanto que los pobres de la región no tendrán acceso a ellos.
Choquehuanca protestó porque los laboratorios que producen la vacuna contra la gripe A, no solo no venderán el medicamento a los países pobres, sino que además impedirán fabricarlo en naciones como Argentina o Brasil que tienen laboratorios para hacerlo.
Las conclusiones de la cita, leídas por un dirigente peruano, señalan además que "el conocimiento y sabiduría milenaria" de los pueblos indígenas sobre plantas medicinales son colectivos y no pueden ser comerciados en beneficio de trasnacionales.
El documento acordado también rechaza las negociaciones de tratados comerciales entre los países andinos con EE.UU. y la Unión Europea porque abordan los temas de la propiedad intelectual, una posición crítica similar a la que tiene el Gobierno de Morales.
En la clausura del evento, el gobernante boliviano también invitó a los indígenas visitantes a participar en la próxima cumbre de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) que se celebrará en la ciudad central de Cochabamba.
Según el mandatario, la cumbre se realizará los primeros días de octubre, si bien la semana pasada el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había anunciado que el encuentro del ALBA se realizaría el 15 de septiembre.





CANCILLERIA BRASILEÑA PREOCUPADA POR ARMAS BOLIVIA EN FAVELA

ANSA de Italia (www.ansa.it)

La Cancillería y el Ministerio de Defensa brasileños observan con preocupación el alto número de armas de guerra de procedencia boliviana secuestrada en las favelas (barrios pobres) de Rio de Janeiro, informó la prensa local. En los últimos 6 meses 30 ametralladoras antiaéreas -4 de ellas en junio- fueron capturadas en reductos de organizaciones de narcotraficantes en las favelas cariocas.
Ante el aumento de armas procedentes del país andino los ministerios de Exteriores y Defensa han decidido tratar el tema con el gobierno del presidente Evo Morales, publicó la revista Isto E de este fin de semana.
Es posible un encuentro en agosto entre el presidente Luiz Lula da Silva y colega Evo Morales, según trascendió en la prensa local. Brasil tiene cerca de 3.500 km de fronteras con Bolivia, en las que es creciente el tráfico de armas y de drogas.





BOLIVIA, POTENCIA GASÍFERA EN LA REGIÓN, AHORA DEBE IMPORTAR COMBUSTIBLES

Diario Navarro de España (www.diariodenavarra.es)

La caída de la producción de gas en Bolivia ha hecho que el país, potencia gasífera en Sudamérica, deba importar gasóleo, gasolina y gas licuado de petróleo (GLP) para su consumo interno. Analistas consultados afirman que se debe a la inestabilidad de las inversiones en el área, producto del proceso de nacionalización de los hidrocarburos iniciado en 2006 por Evo Morales.
La caída de la producción de gas en Bolivia ha hecho que el país, potencia gasífera en Sudamérica, deba importar gasóleo, gasolina y gas licuado de petróleo (GLP) para su consumo interno. Analistas consultados afirman que se debe a la inestabilidad de las inversiones en el área, producto del proceso de nacionalización de los hidrocarburos iniciado en 2006 por Evo Morales.





ALTO INTERÉS POR REPARAR RUTA A BOLIVIA

La Estrella de Iquique (www.estrellaarica.cl)

El mejoramiento de 36 kilómetros de la Ruta Internacional 11 Ch que conecta a la Región de Arica y Parinacota con Bolivia, generó un alto interés de empresas nacionales y locales, las que postularon a la licitación de la Dirección Regional de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Al proceso se presentaron 12 empresas, de las cuales 11 quedaron preseleccionadas en la apertura de las ofertas técnica y económica que se realizó el martes pasado y será una comisión técnica de profesionales de la Dirección Regional de Vialidad, la que evaluará cuál es la más conveniente para el trabajo, teniendo en cuenta que deben asegurar la calidad y el empleo.
El seremi de Obras Públicas, Gregorio Paz, afirmo que los trabajos deberán iniciarse dentro de este semestre y se extenderá por seis meses. "Lo importante es que como exigencia hemos puesto en las bases técnicas, que quien se adjudique las obras deberá tener concluido el 75 por ciento de las obras en el cuarto mes de ejecución", afirmó.
El proyecto contempla la conservación del kilómetro 0 al kilómetro 36 de la Ruta 11 Ch en la parte baja del valle de Lluta, con una inversión destinada por el Gobierno de 1.950 millones de pesos.
"Estos trabajos son necesarios porque nos permiten mantener en buenas condiciones este camino internacional y evitar su deterioro, producto del alto tráfico que exhibe diariamente por el tránsito de camiones que vienen y van Bolivia con carga que llega al Puerto de Arica".
El seremi sostuvo que a través de estos trabajos se recuperará la plataforma y carpeta de rodado desgastadas por el intenso tránsito diario que tiene la vía. "Estamos dando respuesta a la petición de camioneros, pobladores y empresarios del sector turístico, a la necesidad de reparar esta importante vía que nos permite llegar a sitios de alto atractivo como lo es el Parque Nacional Lauca y facilita el comercio bilateral con Bolivia", planteó.
TRABAJOS
Las obras contemplan la reposición de defensas camineras, sellado de grietas, bacheo profundo, y reposición de bermas en mal estado. Asimismo, los trabajos incluirán el mejoramiento de taludes, señalización y seguridad vial, tales como señales verticales nuevas, barreras metálicas de seguridad, tachas y demarcación de pavimento principalmente.
Estos trabajos se suman a los que realizó el MOP hasta mayo pasado, con el aporte económico de 4 mil 729 millones de pesos del Gobierno Regional, para la conservación del tramo comprendido entre los kilómetros 36 y 76 de la ruta binacional. Asimismo, durante el último trimestre se licitará la reposición de otros 23 kilómetros, comprendidos desde los kilómetros 147 al 170 en el sector de Chucuyo de la provincia de Parinacota, implicando una inversión de más de $10.000 millones.





EL CRIMEN DESDE EL PODER, NO PAGA

Revista Analítica de Venezuela (www.analitica.com)

El penoso retorno a Bolivia del otrora “hombre fuerte” de la dictadura militar de García Meza, sirve para recordar que el abuso del poder, mezclado con droga, no paga.
Si el poder político está asociado al negocio del narcotráfico, el delito crece y, eventualmente, el castigo es más pesado. Eso es lo que le pasó a Lucho Arce y ese es el destino cantado para Evo Morales y sus seguidores. Es que la combinación de polvillos blancos con sangre, lanzados irresponsablemente al mundo global y la actitud provocadora,estúpidamente generada por ese falso superpoder, en una débil mentalidad ególatra no deja ver la realidad del mundo de hoy
Cuando milltares seguidores del general García Meza subieron al poder en Bolivia la material prima era la hoja de coca en 1980, después de derrocar a la presidenta demócrata Lidia Gueiler, ya tenían estructuado un mecanismo para la producción y exportación de cocaína. La materia prima era la hoja de coca, que el hoy presidente cocalero cosidera como “hoja sagrada”.
Para encubrir sus intenciones, se declararon en guerra contra una presunta conspiración comunista continental. La inspiracion salía del vecino Chile de Pinochet. Para obtener la bendición de Washington, la dictadura boliviana envió a su ministro del Interior, el coronel Lucho Arce. Este se dirigió al Congreso, para hacer contacto con el senador republicano de Carolina del Norte, Jesse Helms, el típico “viejo carcamal”del Sur sececionista,bíblico, racista y esclavista. Helms era un campeón de la lucha contra el comunismo soviético, era un resabio de la “Guerra Fría”.
Con el pretexto de la lucha contra el comunismo, se desató en Bolivia una feroz represión. Miles de ciudadanos bolivianos fueron apresados o exiliados. Los militares bolivianos represores pusieron especial énfasis en perseguir a intelectuales y periodistas. En Caracas se concentraron varios. Y como la capital venezolana era, en esos momentos un bastión de la democracia continental, circulaba amplia información. Periodistas bolivianos se encargaron de difundir informes sobre la narcodictdura.Y la poderosa CBS hizo un trabajo de periodismo investigativo, demostrando el vínculo de la dictadura boliviana al narcotráfico. El periodista Mike Wallace entrevisto en vivo a un titubeante Lucho Arce, mientras el senador Helms se desetendía de todo apoyo a la junta militar boliviana por sus vínculos con las mafias.
Hoy, Evo trata de encubrir su política vinculada al negocio ilegal de la coca escudándose en una supuesta revolución comunitaria con movimientos sociales anárquicos que son manipulados como recuas de llamas. Pero ya los informes de Naciones Unidas y de la comuidad internacioal, están señalando a Bolivia como una nación paria, exportadora de cocaína.





"CHÁVEZ QUIERE EJERCER EL CONTROL TOTAL SOBRE LATINOAMÉRICA"

Así lo afirmó el canciller israelí, Avigdor Lieberman, quien además tildó a Irán de un régimen demencial, peligroso y advirtió sobre la influencia negativa del gobierno venezolano en la región.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Avigdor Lieberman es un político ultraortodoxo y nacionalista, miembro del partido Yisrael Beitenu - nuestra casa Israel - quien exigió a los diferentes gobiernos judíos que aniquilen a sus enemigos, bombardeen a las naciones “contrarias” a Israel o lancen armas nucleares contra Gaza.
Es conocido por sus declaraciones poco diplomáticas. Una ironía en su profesión. “Nuestros soldados están haciendo bien el trabajo en Gaza, pero la solución no es la invasión, la solución es como la que Estados Unidos adoptó con Japón, sin ensuciarse las manos”, dijo el funcionario. Sobre los palestino, sus propuestas también son radicales: “Hay que ahogar a los palestinos en el Mar Muerto, que es el punto más bajo del planeta”.Con esa carta de presentación bajo el brazo fue designado por Benjamín Netanyahu. Y a pesar de que el mundo lo ve con recelo, a Lieberman se le ha recomendado una misión que suena a chiste dado su carácter: limpiar la imagen de un país señalado por el mundo de masacrar al pueblo palestino.
Así, “el halcón”, como es llamado, emprendió el viaje hacia América Latina, donde líderes Hugo Chávez o Evo Morales, ya rompieron relaciones con el gobierno de Israel.
La visita busca contrarrestar la influencia que Irán mantiene en la zona, donde naciones como Nicaragua se declararon abiertamente aliadas del régimen de Mahmud Ahmadineyad, quien varias veces pisó los suelos de nuestro continente en busca de apoyo internacional.
El mundo no ve con buenos ojos la designación de Lieberman, que, sin decirlo públicamente, es considerado un canciller no grato. Tanto en Europa como en Estados Unidos, el halcón ha sido recibido con desplantes. Desde la diplomacia israelí tratan de minimizar la decisión de Venezuela y Bolivia. “En América Latina la imagen de Israel es buena y creo que el pueblo latinoamericano entiende la actuación de Israel en los últimos acontecimientos que se dieron con nuestros vecinos en Gaza. Con respecto al rompimiento de relaciones por Bolivia y Venezuela, este acto habla más sobre estos países que de Israel”, dice el embajador Ehud Eitam.
Según una crónica del diario español El País, firmada por su corresponsal en Jerusalén, Juan Miguel Muñoz, durante un viaje a París, el ministro de exteriores francés, Bernard Kouchner, evitó dar una conferencia de prensa junto a Lieberman, y el presidente Nicolas Sarkozy “recomendó a Netanyahu deshacerse de su canciller”. En Alemania, el jefe de la diplomacia del gobierno de Angela Merkel, Frank-Walter Stenmeier, recibió a Lieberman en un restaurante, como si se tratara de un funcionario cualquiera. Y en Estados Unidos -el gran aliado de Israel-, el presidente Barack Obama inventó excusas para evitar reunirse con Lieberman. Un desplante sin duda desagradable, principalmente porque días atrás el presidente norteamericano había recibido de buena gana a Netanyahu, al presidente israelí Shimón Peres y al ministro de Defensa, Ehud Barak. Sin embargo, Liberman no pierde la fe y en su visita por la Argentina fue recibido con honores y atenciones. Habló del peligro de la cada vez mayor presencia del régimen iraní en la región, un sistema peligroso y demencial, como dijo según publica La Nación.
“Pensamos que la influencia de Hugo Chávez en otros países transmitirá un mensaje muy negativo y fortalecerá a los radicales de la región. Para él, los valores de la democracia y la libertad no significan nada. Este hombre trató de exportar sus opiniones y valores prejuiciados en contra de la democracia y de la libertad. Sabemos lo que ha hecho contra los medios de comunicación de su país. Su interferencia en los asuntos internos de diferentes países sudamericanos, con su dinero y su financiación de campañas políticas en otros países, es una influencia muy negativa. Creo que su intención es ejercer dominio en Sudamérica”, agregó.Al igual que Venezuela y Bolivia, Nicaragua quedó fuera de la agenda israelí en esta ola de visitas de sus funcionarios a la región. Mientras tanto, “el halcón” pasó por Brasil y Argentina, países en los que, a diferencia de Europa y Estados Unidos, fue recibido con honores oficiales, mientras que en las calles decenas de personas repudiaban su presencia. En la ciudad de Buenos Aires, pancartas pegadas en la calle, lo recibían con leyendas como: “Lieberman, asesino de Gaza”.





OBAMA Y EL SÁTRAPA MICHELETTI

La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)

El golpe oligárquico-militar en Honduras responde a una estrategia global de la administración Obama-Clinton diseñada para hacer retroceder los avances de gobiernos electos democráticamente y mantener o consolidar el poder imperial en algunas zonas calientes” del orbe. Tal estrategia opera con base en una política de varios carriles, que combina la intervención militar directa (Afganistán, Pakistán, Irak) con operaciones clandestinas de desestabilización (Venezuela, Irán, Honduras, Bolivia, Ecuador) y una diplomacia de doble vía, que busca articular los instrumentos e iniciativas heredados por la administración Bush a Barack Obama.
La asonada clasista en el eslabón más débil en América Latina estuvo dirigida a hacer retroceder al gobierno democrático de Manuel Zelaya para imponer, de facto, un nuevo régimen cliente en el patio trasero del imperio. El golpe pretende reforzar al polo conservador militarizado del Plan Puebla Panamá/Iniciativa Mérida, liderado por México y Colombia. Los avances progresistas en Honduras, Nicaragua y El Salvador complicaban los planes geopolíticos de Washington, que busca conformar una plataforma de intervención en América del Sur, con la mira puesta en los hidrocarburos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, los inmensos recursos de la Amazonia y el Acuífero Guaraní. En ese sentido fue, también, un golpe a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba).
Para consumar la conspiración, el Departamento de Estado y el Pentágono utilizaron al alto mando militar hondureño, penetrado estructuralmente por los organismos de seguridad e inteligencia de Estados Unidos. El general golpista Romeo Vázquez y el ministro asesor del sátrapa Roberto Micheletti, Billy Joya Améndola, fundador de los escuadrones de la muerte en los años 80, fueron “alumnos ejemplares” de la Escuela de las Américas. En la coyuntura, los militares golpistas actuaron como un ejército de ocupación en su propio país. Pero, además, Honduras está ocupada por Estados Unidos, que controla la base militar de Soto Cano (o Palmerola), donde se encuentra la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, compuesta por medio millar de efectivos del Pentágono y equipos avanzados de espionaje e intervención, incluido equipo aéreo de combate HU-60, Black Hawk y CH-47 Chinook.
La base es parte de la red de Puestos de Operaciones de Avanzada (FOL, por sus siglas en inglés) del Pentágono, integrada por Comalapa, en El Salvador; Guantánamo, en Cuba; Aruba y Curazao, y Manta, sobre el Pacífico ecuatoriano. Igual que el presidente Rafael Correa en Ecuador respecto a la base de Manta, Zelaya había anunciado a la Casa Blanca su intención de convertir Soto Cano en un aeropuerto comercial internacional, con financiamiento del Alba y PetroCaribe. En sustitución de Manta, el Pentágono logró que Álvaro Uribe ponga a su servicio sendas bases militares en Palanquero (Cundinamarca), Apiay (Meta) y Malambo (Atlántico), lo que convertirá a Colombia en el Israel de América Latina.
Los halcones del Departamento de Estado y el Pentágono recurrieron, también, a sus viejos vínculos con la primitiva oligarquía hondureña, que controla el Congreso y el Tribunal Supremo, y contaron con la legitimación del cardenal Óscar Rodríguez Madariaga, arzobispo de Tegucigalpa. Asistimos, pues, a un golpe cívico-militar de factura estadunidense, con el consenso de los poderes fácticos.
Pero, además, el de Honduras es otro golpe mediático apoyado en una guerra de cuarta generación. Como tal, se consumó y buscó legitimidad a través de medios bajo control monopólico privado. En particular, de los periódicos hondureños La Prensa de San Pedro Sula y El Heraldo de Tegucigalpa, cuyo propietario es Jorge Canahuati, proveedor de armas y medicinas del Estado y dirigente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), antiguo brazo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde los tiempos de la guerra fría; el diario La Tribuna de San Pedro Sula, del líder empresarial conservador Carlos Roberto Facussé, ex presidente de Honduras (1988-2002); el diario Tiempo, de Tegucigalpa, que pertenece a Jaime Rosenthal Oliva, empresario, banquero y secretario general del Partido Liberal; la red de canales de televisión de José Rafael Ferrari, y con intereses, también, en radio cadena HRN. Asimismo, el golpe contó con el apoyo de la estadunidense CNN, que desde un primer momento buscó legalizar a los putchistas e incriminar a Zelaya, y de grandes medios latinoamericanos ligados a la SIP.
La estrategia de reversión del clan Clinton y grupos del aparato institucional al servicio del complejo energético militar industrial, que presentan una política de hechos consumados para el aval de Obama, tuvo una pieza clave en el actual embajador en Tegucigalpa, el cubano-estadunidense Hugo Llorens. Vinculado al ex zar de la inteligencia John Dimitri Negroponte, y al ultraconservador Otto Reich, protector de la mafia cubano-estadunidense de Miami, Llorens coordinó la expulsión de Manuel Zelaya. Él mismo integra una red de diplomáticos nombrados en las postrimerías de la administración Bush, todos expertos en operaciones encubiertas y guerra sicológica contra Cuba y Venezuela: Robert Blau en la embajada en San Salvador; Stephen McFarland en Guatemala y Robert Callahan en Managua, Nicaragua.
Con sus ambigüedades formales, Hillary Clinton ha legitimado de hecho al nuevo régimen privatizado de Micheletti y Cia., y por conducto de Óscar Arias, viejo peón de Washington, ha impulsado una “negociación-trampa” para darles tiempo a los golpistas de recuperar su poder y desgastar a la heroica resistencia popular hondureña. Obama tendrá que decidirse a etiquetar la asonada como un golpe de Estado, retirando al embajador Llorens y cortando la asistencia de Estados Unidos a Honduras, o seguirá cediendo ante el ala dura del sistema imperial.





LA CRISIS DE HONDURAS SACA A LA LUZ MALES DE LA REGIÓN

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.search.elnuevoherald.com)

El equipo diplomático del presidente Obama no debe romperse la cabeza con la crisis en Honduras. Tanto si Manuel Zelaya recupera la presidencia, como si no la recupera, Honduras volverá a ser un país de poco relieve en cuanto pasen las elecciones para sustituirlo. Pero perdurarán las cuestiones regionales más amplias que precipitaron la destitución de Zelaya. Tres de esas cuestiones --la injerencia de Venezuela, la tendencia hacia la consolidación del poder ejecutivo en los países miembros de la OEA, y el problema del narcotráfico-- afectarán las relaciones del gobierno de Obama con América Latina.
• La injerencia venezolana
Desde la destitución del mandatario hondureño, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ha convertido en el defensor más estentóreo de Zelaya.
Pese a que dirigió un frustrado golpe militar en 1992 contra el entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, Chávez ha denunciado las acciones del ejército hondureño y se ha presentado como un defensor de la soberanía de los votantes de Honduras.
Pero Chávez ya se había inmiscuido en esa soberanía, y tuvo un papel importante en la crisis hondureña: supervisó la impresión en Venezuela de millones de boletas para el referendo que Zelaya propuso para poder reelegirse, que ya el Tribunal Supremo de Honduras había rechazado. Además, fue un avión venezolano el que llevó a Zelaya sobre un aeropuerto bloqueado en Tegucigalpa, este mes, una cínica maniobra publicitaria que provocó motines y dejó un muerto.
La profunda participación de Venezuela en la crisis hondureña no sorprende a los que han seguido la trayectoria reciente de Caracas. En Colombia, Venezuela ha apoyado a la guerrilla narcoterrorista de las FARC para socavar al enemigo conservador de Chávez, el presidente Alvaro Uribe. En Perú, Venezuela ha financiado violentas protestas indígenas y ha costeado la carrera política del líder izquierdista Ollanta Humala. Varios microestados del Caribe han alquilado sus votos en la OEA a Venezuela a cambio de petróleo a precio reducido, un intercambio que catapulta al chileno José Miguel Insulza, respaldado por Chávez, al cargo de secretario general. Y los gobiernos de Nicaragua y Bolivia dependen de la generosidad venezolana para sobrevivir. Es más, prácticamente en cada reciente elección presidencial en América Latina, Venezuela ha tenido un caballo en la carrera.
Se ha señalado con frecuencia que la destitución de Zelaya fue el primer golpe exitoso en América Latina desde el fin de la Guerra Fría. Ese largo período sin golpes se puede atribuir a la posición de Estados Unidos como la única potencia en la región, sin tener que competir con la influencia comunista. El auge de una Venezuela rica en petróleo, que intenta consolidar un movimiento izquierdista internacional, pone fin a ese período de hegemonía regional de Estados Unidos y amenaza con crear más crisis, de la clase que estamos viendo en Honduras.
• Poder presidencial
Los políticos norteamericanos interesados en promover la democracia en América Latina deberían estar tan alarmados por los sucesos que precedieron a la destitución de Zelaya como por la propia destitución. En los meses anteriores al levantamiento, Honduras estaba en vías de abandonar los límites al término presidencial contemplado en su Constitución y de convertirse en el último de una serie de países en consolidar el poder presidencial a expensas de otras instituciones democráticas.
En Venezuela, Ecuador, Bolivia y otros países, presidentes poderosos han utilizado referendos constitucionales para despojar de su autoridad a organismos legislativos, judiciales y electorales. Los aliados de Estados Unidos tampoco han dado un buen ejemplo en este sentido: el presidente colombiano Uribe cambió la Constitución para tener un segundo período en el poder y ahora aspira a un tercero.
La OEA, dirigida por Insulza, confirmó su inclinación hacia la autoridad presidencial sin controles al ignorar la petición del Congreso hondureño de no reconocer oficialmente el referendo. Al buscar ahora el aislamiento total del nuevo régimen en Tegucigalpa, la OEA ha manifestado una firme posición contra la destitución de un presidente por el poder legislativo y el judicial de un país. Entretanto, ha visto con indiferencia cómo presidentes de muchos países miembros desmantelan las instituciones democráticas.
• El problema de los narcóticos
Otro problema que los sucesos en Honduras han sacado a relucir es el surgimiento de alianzas entre carteles de la droga y gobiernos de la región. Después de la destitución de Zelaya, el gobierno interino lo acusó de facilitar el narcotráfico y de convertir el territorio hondureño en una estación de tránsito para la cocaína enviada a Estados Unidos. Los partidarios de Zelaya niegan esa acusación. Pero está claro que Zelaya estaba más dedicado a extender su período en el gobierno que a combatir la violencia de las pandillas y las drogas en su país, un constante baño de sangre que ha recibido una atención mucho menor de la prensa que la violencia en México.
Esta tendencia también tiene un nexo en Venezuela: un petroestado que se está convirtiendo rápidamente en un narcoestado. Como señaló un informe reciente de la Oficina de Supervisión del Gobierno de Estados Unidos, altos funcionarios del gobierno venezolano participan en el tráfico de drogas. Y el presidente de Ecuador, Rafael Correa, afronta denuncias creíbles de que su campaña recibió fondos de las FARC, que cobran por proteger las rutas de los narcotraficantes. El gobierno norteamericano debe empezar a tratar el narcotráfico como un problema político y diplomático, además de criminal.
• La imagen de Estados Unidos
El gobierno de Obama, para que no se perciba a Estados Unidos como un intervensionista que apoya la destitución a la fuerza de un presidente electo democráticamente, ha respondido a la crisis hondureña uniéndose a un coro de países que condenan la destitución como un golpe ilegal.
La respuesta del gobierno de Obama refuta la afirmación de Chávez de que Estados Unidos dio luz verde a la expulsión de Zelaya, y esta postura puede encajar con los intereses estratégicos norteamericanos por el momento. Lo de Honduras no es un gran problema, pueden pensar, y se resolverá solo cuando se celebren elecciones. Entonces, ¿por qué no aprovechar la oportunidad de ganar credibilidad en una región que ve con cautela una intervención de Estados Unidos?
El peligro de ese modo de pensar es que se ignora el grado en que Chávez y sus aliados han redefinido el poder ejecutivo en América Latina. Al apoyar a Zelaya, Estados Unidos se arriesga a hacer lo mismo que ahora intenta evitar: apuntalar a un caudillo latinoamericano sediento de poder a costa de otras instituciones democráticas.
Diego Arria fue gobernador de Caracas y embajador de Venezuela en las Naciones Unidas. Richard Brand es abogado y ex corresponsal extranjero de The Miami Herald.




El periodista colombiano Hollman Morris presentará hoy por tv su más reciente investigación

“LA RABIA ZAPATISTA, HISTORIA DETRÁS DE LA NOTICIA SOBRE ESE MOVIMIENTO”

La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)

El periodista colombiano Hollman Morris estrenará su documental sobre una nueva investigación titulada La rabia zapatista en el programa Tiempo Real, que se trasmite por History Channel, con el fin de mostrar la situación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a 25 años de su fundación y a 15 de la irrupción armada realizada en 1994.
En rueda de prensa el periodista mencionó: “Es un programa para rescatar la historia del EZLN, un pretexto para ver cómo se encuentra el movimiento, que quizá para los mexicanos sea un tema ampliamente conocido, pero para el resto de los países de América Latina no, así que mediante el análisis que hacemos ayudaremos a que se entienda un poco lo que pasa con ese movimiento, que despertó simpatía no sólo en el continente, sino en todo el mundo”.
La rabia zapatista saldrá al aire hoy a las 22:30 horas, por la señal de History Channel.
Hollman Morris realiza un viaje de 50 minutos a México para para sostener un encuentro con los zapatistas. Comienza con la visita a la comunidad pacifista de Acteal, donde hace 10 años un ataque paramilitar mató a 45 tzotziles; presenta testimonios de indígenas y campesinos asustados por la amenaza de paramilitares y por la falta de recursos.
Después, Morris entra a la comunidad zapatista de Oventic, población localizada en los Altos de Chiapas, donde el EZLN hace importantes anuncios tras una sorpresiva reaparición del subcomandante Marcos; además muestra cómo vive la comunidad zapatista, cómo organiza sus escuelas, sus hospitales, su autonomía y su situación actual y cuáles son sus proyectos.
Morris mencionó: “Este programa lo realizamos para tener la información y experiencia de primera mano. Es la historia detrás de la noticia, esa que informan a diario los medios de comunicación. No pretendemos ser un noticiario, sino ofrecer un panorama más amplio de un hecho trascendente en la vida de México”.
El periodista, quien visitó por primera vez Chiapas en 1996, dijo: “Me sorprendió ver ahora un nuevo San Cristóbal de las Casas, en el que el capitalismo ha entrado fuertemente, al convertir ese lugar en zona turística importante, tras el levantamiento zapatista. Cuando por lo general la recomendación es no viajar a áreas de guerra, las empresas transnacionales se han establecido en toda la región, donde la tasa de mortalidad infantil ha descendido y el nivel de educación básica se ha elevado.
“También me di cuenta de que como latinoamericanos tenemos problemas comunes. A este programa le pusimos La rabia zapatista porque para los integrantes de ese movimiento el significado de rabia es organización y no caos.”
Hollman Morris explicó que no descubrió el hilo negro, pero logró mostrar el antes y después de lo que sucede en los puntos neurálgicos de Chiapas, porque “la marginación y pobreza no son exclusivos de México, sino que predominan en toda América Latina. El objetivo que persigue Tiempo Real es que el público de Latinoamérica conozca de una forma más cercana cómo se vive en esta parte del continente rica en sucesos, porque ahora nos toca a todos nosotros rescatar nuestra historia, desde nuestra perspectiva, no que la expliquen con visiones de fuera”.
Abordará el narcotráfico
Adelantó que el siguiente programa abordará el tema del narcotráfico: “No meteremos lo que sucede en México, porque será un análisis histórico de los casos de Colombia, Perú y Bolivia, con la finalidad de entender un poco lo que ocurre en la República Mexicana”.
Acerca del término de la colombianización de México, Morris opinó: “Creo que va a sobrepasar tres veces lo que sucedió en Colombia, porque los 70 años de priísmo hicieron un circuito de corrupción muy grande que allanó el camino al narcotráfico, además porque este país está al lado del mayor consumidor de cocaína del mundo; los grandes capos del narco actualmente son mexicanos...
“Considero que la solución al narcotráfico debe ser continental, no corresponde únicamente Colombia o a México.”
La rabia zapatista se transmitirá hoy a las 22:30 horas por History Channel: Cablevisión, canal 408, y Sky, en el 253.

2 comments:

Anonymous said...

La verdad histórica y el disparate boliviano




Por: Hugo Guerra

Fastidiado lector, lamento retomar el tema de las necedades antiperuanas de Evo Morales, pero es indispensable explicar el porqué de su agresión sistemática contra nuestra patria.

Bolivia —justo es reiterarlo— es un país artificial, creado en 1825 por el interés de Bolívar en desmembrar al Perú, al cual siempre vio como enemigo y por tanto traicionó. El nombre mismo de Bolivia solo es reflejo de la adulación de Sucre, quien inventó un Estado inviable al que le dieron salida al mar por decreto en el Partido de Atacama (que siempre fue peruano, según lo consagraron las Reales Órdenes de 1803 y 1805), forzando la razón geográfica.

En 1826 los bolivianos trataron de apropiarse de Arica, firmando el estéril Pacto de Chuquisaca con un plenipotenciario de la Gran Colombia. Luego, como recuerda el insigne Paz Soldán, Bolivia (que ya era “aliado” nuestro desde 1873) intentó disponer de Arica y Pisagua, suscribiendo en 1878 tratados írritos con Brasil.

Pese a ello tuvimos la torpeza de amparar a ese “pueblo hermano” y enfrentarnos a Chile en un conflicto ajeno, porque fueron los altiplánicos quienes violaron territorio chileno trasgrediendo su tratado de límites de 1874.

Tras la infausta guerra —de la cual los bolivianos se retiraron para nunca volver, abandonándonos luego de la derrota en la Quebrada de Camarones, ocurrida muy poco después de iniciadas las acciones bélicas— los altiplánicos nos traicionaron: en 1895 suscribieron acuerdos secretos con Chile disponiendo que Tacna y Arica pasarían a poder de los paceños tras el cautiverio. Desde 1902 negociaron también secretamente una paz sin mar, hasta que en 1904 cedieron vergonzosa e innecesariamente su litoral a Chile a cambio de concesiones y dinero (¡apenas siete millones de libras de oro!), bloqueando la recuperación peruana de Arica por la construcción del ferrocarril de ese puerto a La Paz con administración chilena.

En 1919 solicitaron a la Liga de las Naciones —vía Francia— apropiarse de Tacna y Arica. En febrero de 1975, reunidos en Charaña, Banzer y Pinochet emitieron una declaración conjunta que derivó en la propuesta chilena de darle a Bolivia un corredor al norte de Arica, lo cual es imposible mientras esté vigente el Tratado de 1929, según el cual el Perú posee soberanía restringida y servidumbres reconocidas sobre Arica.

Hoy Evo Morales está negociando con Santiago una agenda de 13 puntos, el sexto de los cuales apunta, precisamente, a encontrar una nueva fórmula basada en pretensiones sobre Arica.

Eso explica, entonces, su grosera injerencia en los temas peruanos, su interés por afectar nuestra demanda presentada ante La Haya y su ignorante afirmación de que el Perú afecta el interés marítimo boliviano. Desde mi punto de vista, Bolivia nunca tuvo un mar legítimo, sino que, por imposición bolivariana, usurpó una franja costera a la cual libre y vergonzosamente renunció. Hoy, en el mejor de los casos, solo tiene una aspiración, pero no el derecho de salir al Océano Pacífico

Anonymous said...

La verdad histórica y el disparate boliviano



Por: Hugo Guerra

Fastidiado lector, lamento retomar el tema de las necedades antiperuanas de Evo Morales, pero es indispensable explicar el porqué de su agresión sistemática contra nuestra patria.

Bolivia —justo es reiterarlo— es un país artificial, creado en 1825 por el interés de Bolívar en desmembrar al Perú, al cual siempre vio como enemigo y por tanto traicionó. El nombre mismo de Bolivia solo es reflejo de la adulación de Sucre, quien inventó un Estado inviable al que le dieron salida al mar por decreto en el Partido de Atacama (que siempre fue peruano, según lo consagraron las Reales Órdenes de 1803 y 1805), forzando la razón geográfica.

En 1826 los bolivianos trataron de apropiarse de Arica, firmando el estéril Pacto de Chuquisaca con un plenipotenciario de la Gran Colombia. Luego, como recuerda el insigne Paz Soldán, Bolivia (que ya era “aliado” nuestro desde 1873) intentó disponer de Arica y Pisagua, suscribiendo en 1878 tratados írritos con Brasil.

Pese a ello tuvimos la torpeza de amparar a ese “pueblo hermano” y enfrentarnos a Chile en un conflicto ajeno, porque fueron los altiplánicos quienes violaron territorio chileno trasgrediendo su tratado de límites de 1874.

Tras la infausta guerra —de la cual los bolivianos se retiraron para nunca volver, abandonándonos luego de la derrota en la Quebrada de Camarones, ocurrida muy poco después de iniciadas las acciones bélicas— los altiplánicos nos traicionaron: en 1895 suscribieron acuerdos secretos con Chile disponiendo que Tacna y Arica pasarían a poder de los paceños tras el cautiverio. Desde 1902 negociaron también secretamente una paz sin mar, hasta que en 1904 cedieron vergonzosa e innecesariamente su litoral a Chile a cambio de concesiones y dinero (¡apenas siete millones de libras de oro!), bloqueando la recuperación peruana de Arica por la construcción del ferrocarril de ese puerto a La Paz con administración chilena.

En 1919 solicitaron a la Liga de las Naciones —vía Francia— apropiarse de Tacna y Arica. En febrero de 1975, reunidos en Charaña, Banzer y Pinochet emitieron una declaración conjunta que derivó en la propuesta chilena de darle a Bolivia un corredor al norte de Arica, lo cual es imposible mientras esté vigente el Tratado de 1929, según el cual el Perú posee soberanía restringida y servidumbres reconocidas sobre Arica.

Hoy Evo Morales está negociando con Santiago una agenda de 13 puntos, el sexto de los cuales apunta, precisamente, a encontrar una nueva fórmula basada en pretensiones sobre Arica.

Eso explica, entonces, su grosera injerencia en los temas peruanos, su interés por afectar nuestra demanda presentada ante La Haya y su ignorante afirmación de que el Perú afecta el interés marítimo boliviano. Desde mi punto de vista, Bolivia nunca tuvo un mar legítimo, sino que, por imposición bolivariana, usurpó una franja costera a la cual libre y vergonzosamente renunció. Hoy, en el mejor de los casos, solo tiene una aspiración, pero no el derecho de salir al Océano Pacífico