En Chile, habitualmente, instintivamente, la reacción o el simple pensamiento ante “la relación histórica” con los vecinos países Bolivia y Perú, es de carácter defensivo. La emoción dominante y definidora es el miedo. Sin declararlo ni menos reconocerlo, lo actuado, el peso del pasado, de sus acciones, hace al chileno hasta ahora temer la venganza.
El chileno medio desconfía profundamente de peruanos y bolivianos. Me imagino que a ellos les pasa lo mismo con nosotros, y razones tienen, somos los expoliadores, conquistadores de su territorio. Nosotros, en cambio, sustentamos nuestra razón en el miedo, no podemos concebir otra reacción en nuestros antiguos enemigos vencidos, que la venganza, la realización, en cuanto puedan, de nuestro mal.
Más amplio, y en definitiva determinante, es ese tejido metafísico de la relación con nuestros vecinos, que el llegar a concordar una forma política-geográfica de la solución del problema.
El chileno medio desconfía profundamente de peruanos y bolivianos. Me imagino que a ellos les pasa lo mismo con nosotros, y razones tienen, somos los expoliadores, conquistadores de su territorio. Nosotros, en cambio, sustentamos nuestra razón en el miedo, no podemos concebir otra reacción en nuestros antiguos enemigos vencidos, que la venganza, la realización, en cuanto puedan, de nuestro mal.
Más amplio, y en definitiva determinante, es ese tejido metafísico de la relación con nuestros vecinos, que el llegar a concordar una forma política-geográfica de la solución del problema.
Metafísico es el tema de la nación, y del estado nación. La idea de nación es un arma política, mediante ella se manipula al pueblo y accede al poder. Es la de nación una idea vieja, de guerreros conquistadores, fabricantes de mitos. Lo válido y real son los pueblos del mundo, todos ellos sufriendo, unos más otros menos, el gigantesco desvarío del capitalismo reinante, librado a la fuerza de la codicia desatada.
La nación es un invento, el pueblo, los pueblos, una realidad de cuerpos y mentes, estómagos y corazón.
El problema entre Chile, Perú y Bolivia, no tiene solución posible si no abandonamos la idea de tres naciones en pugna. Y de tres estados-naciones enfrentados en una lucha de intereses eterna.
No hay otro camino que concebir y llevar a la práctica una existencia de integración de pueblos en un territorio compartido. Este puede ir desde un enclave, una provincia, una región, varias regiones o los países mismos involucrados en su totalidad.
Si seguimos pensando en estados soberanos en espacios de territorio, estamos entrampados. Hay que compartir el territorio en cuanto personas en convivencia. Con libertad de acción y movimiento.
En el caso del norte chileno, que es el que conozco, tal integración clama al cielo, por un conjunto de razones. La primera es la paz. Es el valor fundamental, esto es lo que más hay que valorar. Armarse como lo hacen nuestros países, destacando Chile pero en definitiva un mal general, es traición a la patria suramericana que todos los que fijan los presupuestos militares dicen defender y proteger.
Urge un desarme generalizado, parejo al crecimiento de la confianza, en los pueblos, que permanecen ajenos a todo este problema, como si no les incumbiera, dejando que sean militares y políticos profesionales los que decidan y fijen el rumbo.
Hoy, y en realidad siempre, la patria es la Humanidad. Como suramericanos, con nuestra unión libre, aportaremos a la necesaria unidad no fascista que el mundo reclama.
Luego está la cultura, el alimento espiritual, que, en el caso del norte de Chile, con la chilenización de corte marcial, o marcial de frentón, ha intentado crear una identidad colectiva impuesta desde el centro del país, que va y ha ido contracorriente de la compleja mezcla de gentes y pueblos que viven y han vivido ahí desde hace más de un siglo.
La cultura es mestiza, y no conoce, o se da y vive a pesar de las fronteras. Esto lo puede ver todo aquel que viva y atienda a la realidad, en la comida, la música, las danzas, las manifestaciones masivas religiosas o seculares, desde la Fiesta de la Tirana hacia abajo. La presencia ancestral del pueblo Aymara. Existen de sobra las bases culturales para una integración sin complejos con peruanos y bolivianos.
En la economía, las “ventajas” de la integración con Bolivia, y también con Perú, son evidentes. Si no pregunten a las mujeres y hombres de negocios de la Zofri de Iquique, o a quienes trabajan en el turismo. La Zofri no existiría sin los grados de integración que ya existen con Bolivia. Hay una gran ignorancia en Chile sobre la necesidad económica de Chile de la integración con Bolivia, y también con Perú, pensemos en Arica, que no levanta cabeza en su arrinconamiento.
También, y mayor, sería el beneficio de soltar mentes y corazones en aras de un fin que allana a las generaciones jóvenes de hoy y al futuro la posibilidad de no convivir con una realidad de por sí odiosa.
Opinión
CHILE A DOS BANDAS. PIÑERA ENTRE EL MAR Y LA HAYA
Revista Adital de Brasil (www.adital.com.br)
Marzo y abril marcan fechas de importancia para las relaciones de Chile con sus vecinos del Norte: Bolivia y Perú, fechas que marcarán un derrotero que podrían significar mayores niveles de acercamiento con estos vecinos o al ampliación de factores de división que detengan o hagan retroceder el necesario camino de la integración.
Para Bolivia, que ha expresado que el día 23 de marzo espera una respuesta concreta del gobierno chileno en materia de su reivindicación marítima, tal fecha es de un carácter simbólico innegable pues el día 23 de marzo representa no sólo una fecha histórica (la denominada Batalla de Calama donde murió el héroe boliviano Eduardo Abaroa tratando de detener la invasión chilena a territorio boliviano en la Guerra del Pacífico) sino que ha sido el día meticulosamente escogido por su presidente Evo Morales, para exigir de chile una respuesta a la demanda de recuperación de la cualidad marítima de este país mediterráneo, tras perder su salida al mar en la mencionada contienda bélica.
El otro país, Perú entra en el mes de abril en la recta final de su brega electoral, que definirá al sucesor del actual mandatario Alan García y con ello un nuevo residente en el Palacio de Pizarro. Mandatario que tendrá que afrontar el reto de la demanda marítima en la Corte Internacional de La Haya, que ha marcado la agenda política entre Lima y Santiago de los tres últimos años, obviando necesidades de mayor integración en ámbitos energéticos, económicos y de integración política frente a los desafíos que impone la globalización.
DESDE EL ALTO
El presidente boliviano, Evo Morales Ayma ha señalado que espera que el día 23 de marzo el gobierno chileno entregue una propuesta "concreta” sobre la centenaria demanda marítima del país altiplánico que permita recuperar lo que nuestros vecinos denominan "su cualidad marítima” y a cuyo enclaustramiento achacan sus males crónicos en materia de desarrollo económico. "qué bueno sería que el día 23 de marzo haya una propuesta concreta del gobierno de Piñera. Sería una enorme satisfacción para el pueblo boliviano –expresó Morales a medios periodísticos en Palacio Quemado– pues valoramos positivamente los encuentros que hemos sostenido en el ámbito de nuestras cancillerías”.
Morales no desconoce que se han logrado avances en materia de normalización de relaciones diplomáticas con chile (suspendidas a nivel de embajadores desde el año 1978) "Siento que hemos logrado avances con estas reuniones y pienso que sería bueno entonces tener respuestas frente a nuestra aspiración de retornar al Pacífico. Tal vez la presentación de la propuesta no será la solución al conflicto pero sería un avance. Cuando hay confianza se pueden resolver los problemas y no sólo estancarnos en el tema del mar, que es por supuesto un tema histórico, que estoy seguro que avanzará hasta lograr acuerdos”.
El recurrente tema marítimo volvió a tener un salto comunicacional, cuando el vicepresidente de la cámara de diputados, el UDI Iván Moreira señaló que durante la administración de la presidenta Michelle Bachelet se habló "claramente con el gobierno de Evo Morales, de una cesión de territorios por parte de Chile y también por parte de Bolivia como compensación”. Tal afirmación, desmentida en los círculos cercanos a la ex presidenta chilena, como también por las autoridades diplomáticas bolivianas, parece haber sido sacada por Moreira de informes dados a conocer por el ex vicecanciller de Bolivia Hugo Fernández. Éste, reveló el pasado 7 de febrero que el gobierno de la ex presidenta Bachelet ofreció al gobierno de Morales un enclave sin soberanía de 28 kilómetros de costa en la zona ubicada al sur de la Quebrada de Camarones y al norte de la ciudad de Iquique, por un tiempo estimado de 99 años.
El canciller David Choquehuanca, a nombre del gobierno boliviano desmintió tajantemente dicha versión, que además iría contra toda lógica de cumplimiento de Tratados firmados con Perú. Convenios que establecen, expresamente, que el Gobierno de Chile no podrá ceder a un tercero, territorios que hayan sido peruanos, tal como acontece en esa zona, conquistada al Perú tras la Guerra del Pacífico entre los años 1879 y 1884. Y aquí es donde surge el problema principal, en cualquier negociación que se tenga entre Chile- Perú y Bolivia, en materia de conceder una salida al mar para este último país: el concepto de soberanía y la viabilidad de llevar a la práctica una cesión de territorios que suele levantar los más encendidos ánimos chauvinistas.
Así lo corrobora el diputado socialista chileno Marcelo Díaz, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara baja, quien señaló que el tema de la soberanía hace compleja la negociación marítima, sugiriendo una negociación gradual. "El problema está en la soberanía –a afirma Díaz- Ya el gobierno del ex presidente Lagos exploró la fórmula de un denominado enclave exportador, pero al hablar de soberanía se traban las conversaciones pues no es una decisión fácil para ningún gobierno. Este tema no se va a resolver en un solo acto se requieren varios actos y buena voluntad de las partes. Lo importante es llegar, más temprano que tarde a un acuerdo entre las relaciones chileno-bolivianas que ponga fin a este asunto pendiente y nos permita un camino de cooperación estratégica entre ambos pueblos”.
El deseo boliviano, a la luz de las conversaciones sostenidas por nuestra revista con asesores de gobierno y analistas políticos del vecino país, es el mismo: tener en la mesa de negociación una propuesta clara y concreta del gobierno de Piñera, que se ha metido en un callejón de difícil salida en su afán de ser recordado como el presidente que logró solucionar los contencioso con sus vecinos. Evo Morales tiene prisa por mostrar avances en una reivindicación que une a moros y cristianos, a collas y cambas y tener una respuesta del gobierno chileno, traspasándole así la presión que puede derivar en un impasse diplomático de marca mayor. Es lo que teme la cancillería chilena, que trata con todos los medios posibles para bajarle el perfil a la exigencia del día 23 de marzo como fecha tope anunciada por La Paz para tener una propuesta a la pretensión boliviana de volver al Pacífico. Astutamente, Palacio Quemado ha dejado la pelota dando bote en el área chilena, lo que muestra la impericia del equipo que ha conformado el canciller chileno Alfredo Moreno.
A diferencia de Chile, donde la política en materia de relaciones con los países vecinos ha diferido entre oposición y gobierno, marcado esto por lo novel en materia de pericia de una cancillería más motivada por lograr la mayor cantidad de acuerdos en el ámbito comercial, que adentrarse en vericuetos políticos donde se pierden como en el laberinto del Minotauro. En Bolivia, en cambio, su clase política, analistas y el propio gobierno coinciden en la visión estratégica respecto a su relación con Chile: exigir la recuperación de su cualidad marítima. Sea mediante la ratificación de la agenda de los trece puntos iniciada con Bachelet o una nueva agenda, que surja a partir del acercamiento del gobierno de Piñera a La Paz. Bolivia sabe, que como nunca antes el tema del mar está unido a factores económicos que no pueden ser soslayados por Chile sin que ello explote de forma catastrófica: gas boliviano, las aguas del Silala y el comercio exterior boliviano que en un 70% transita por puertos chilenos (Arica-Iquique y Antofagasta) que implica un mutuo beneficio pero que Bolivia está explotando hábilmente.
El gobierno chileno, con relación a Bolivia y Perú se encuentra en una encrucijada, sobre todo tras la decisión de Torre Tagle de salir del período de impasse que se tenía con La Paz y tratar de recomponer relaciones que estuvieron mucho tiempo tirantes, que indudablemente repercutirán en Chile. La Cancillería chilena sabe que su homólogo peruano –y eso quedará como legado al futuro gobierno- ha logrado recuperar el terreno perdido durante los primeros años del gobierno de García y aprovechando el carácter de principiantes de los principales funcionarios de gobierno en materia de política exterior. Situación que deberá reconfigurase, a partir del mes de abril cuando se decidan las elecciones presidenciales peruanas en una contienda que tienen como favorito al ex presidente Alejandro Toledo.
DESDE EL RÍMAC
El suscrito estuvo en Perú estas últimas semanas y constató que la campaña presidencial y parlamentaria ha entrado en tierra derecha, destacándose el aumento en los niveles de aprobación de los candidatos. Según las últimas encuestas, dadas a conocer al cierre de esta edición el ex presidente Alejandro Toledo cuenta con un 28% de apoyo, la hija del recluido ex dictador Alberto Fujimori, la Congresista Keiko Fujimori logra un 19% de adhesión y el ex alcalde de Lima Luis Castañeda también logra un 19% de aprobación. Más atrás se ubican en nacionalista Ollanta Humala con un 11% el ex Ministro de Economía del gobierno de Perú Posible, Pedro Pablo Kuczynski con un 5%. La gran sorpresa de la elección presidencial radica en el hecho que el gobernante partido del presidente Alan García: APRA, no lleva candidato por la fuerte discrepancia interna frente a los casos de corrupción que han aquejado al gobierno y con el claro peligro de no pasar la valla del 5% que le permita seguir teniendo existencia legal.
La contienda electoral peruana ha estado marcada por las revelaciones de Wikileaks que han establecido la constante visita de gran parte de los candidatos presidenciales a dependencias de la embajada estadounidense en Lima y que sirvió de insumo para dar a conocer informes políticos de cada uno de ellos a Washington. Sólo Ollanta Humala puede exhibir limpieza en estas materias y que sirvió para aumentar levemente sus índices de aprobación. Las filtraciones dadas a conocer por el portal de Internet han remecido al mundo político peruano que ha constatado como algunos candidatos del fujimorismo han recibido dinero del narcotráfico y como Perú Posible, que lleva a Toledo de abanderado solicitó ayuda a la embajada de Estados Unidos, para destruir la candidatura de Ollanta Humala. Esto último ha generado un áspero debate que ha sumergido otros temas candentes de la política peruana.
El tema político con Chile, a pesar de las mutuas acusaciones de "sometimiento a Estados Unidos” ha estado en la agenda de todos los candidatos pero, para ratificar que el diferendo de límites marítimos con su vecino del sur seguirá su rumbo en La Haya. Recordemos que fue el ex presidente Alejandro Toledo quien presentó la demanda ante la Corte internacional y que fue ratificado posteriormente por el gobierno aprista. No se ve mayor variación en un tema que ha sacado ronchas en Santiago pues se ve enfrentado a discutir sobre Tratados, límites marítimos y otros temas anexos con un país con el cual se creía solucionada cualquier controversia en estos planos.
Los medios peruanos dieron amplia difusión a las filtraciones de wikileaks respecto a un eventual temor del gobierno de Chile frente a lo que pueda decidir La Haya. En uno de eso cables enviados (el N° 139497) de fecha 31 de enero del año 2008 –15 días después que el Perú presentara la demanda marítima– un funcionario de la cancillería chilena reveló a un diplomático estadounidense, la preocupación del gobierno chileno por dos fallos que la Corte de La Haya había emitido meses antes y que podían ser desfavorables en materia de alegación para Chile. Se trataba del contencioso entre Nicaragua y Colombia y entre Nicaragüa y Honduras. Efectivamente dichos fallos han sido recogidos por el equipo de Perú ante La haya y representan un fuerte espaldarazo a la posición peruana. En Chile tal situación no ha generado más reacción que sostener que hay que esperar lo que diga la Corte Internacional y que Chile tiene un buen equipo de trabajo.
Tal visión muestra la miopía y hasta la soberbia de una política exterior que podría verse enfrentada a una derrota que hará rodar más de una cabeza. Chile más parece interesado en ampliar sus inversiones económicas que concretar vínculos políticos sólidos, que permitan agotar esfuerzos en áreas de integración, de complementariedad económica, en construir ejes de comunicación con vecinos que siempre estarán allí a pesar de los deseos de una parte de la clase política chilena de soñar con que el barrio en el cual viven no cuenta con vecinos indeseables de los "suburbios nortinos”
Por ello es positivo avanzar en materias de integración en múltiples ámbitos como es el caso de establecer una comunidad andina energética, tal como lo señaló el canciller peruano José García Belaúnde. El alto funcionario amplió esta idea afirmando "es factible establecer una comunidad energética, hay estudios realizados, no es particularmente costoso y podrían hacerlo empresas privadas facilitando la integración” En esta idea se pretende sumar a Colombia y Ecuador, que permitirá avanzar como países vecinos a pesar de mantener con algunos de ellos profundas discrepancias por temas anclados en contenciosos históricos, que no por ello no merecen ser resueltos a la brevedad. Para poder concretar la idea de integración energética –que tanto necesita el norte chileno- viajó a Lima el pasado viernes 25 de febrero el canciller chileno, Alfredo Moreno quien se reunió con sus pares de Colombia, Ecuador y Perú.
Chile necesita a sus vecinos y estos a Chile. Estamos inmersos en un barrio pequeño, frágil, donde cada uno cumple una función y que puede ser potenciada si el ánimo, la voluntad y el deseo de ser más que uno logra imponerse sobre el chauvinismo, el egoísmo y los conflictos que sólo desunen. Mientras no se entienda que tres son más que uno y que la integración política, económica y comercial es posible, necesaria e ineludible, seguiremos anclados en un pasado que se resiste a liberar nuestras mentes y acciones. Seguir pensando como aquel empresario chileno quien sostenía que nuestros vecinos –en especial Perú– no son de fiar, es dar pié para que los proyectos de integración se queden sólo en el papel y eso es el suicidio para nuestros pueblos. Entre el Mar y La Haya hay puentes que construir y ese es un imperativo.
Opinión
La nación es un invento, el pueblo, los pueblos, una realidad de cuerpos y mentes, estómagos y corazón.
El problema entre Chile, Perú y Bolivia, no tiene solución posible si no abandonamos la idea de tres naciones en pugna. Y de tres estados-naciones enfrentados en una lucha de intereses eterna.
No hay otro camino que concebir y llevar a la práctica una existencia de integración de pueblos en un territorio compartido. Este puede ir desde un enclave, una provincia, una región, varias regiones o los países mismos involucrados en su totalidad.
Si seguimos pensando en estados soberanos en espacios de territorio, estamos entrampados. Hay que compartir el territorio en cuanto personas en convivencia. Con libertad de acción y movimiento.
En el caso del norte chileno, que es el que conozco, tal integración clama al cielo, por un conjunto de razones. La primera es la paz. Es el valor fundamental, esto es lo que más hay que valorar. Armarse como lo hacen nuestros países, destacando Chile pero en definitiva un mal general, es traición a la patria suramericana que todos los que fijan los presupuestos militares dicen defender y proteger.
Urge un desarme generalizado, parejo al crecimiento de la confianza, en los pueblos, que permanecen ajenos a todo este problema, como si no les incumbiera, dejando que sean militares y políticos profesionales los que decidan y fijen el rumbo.
Hoy, y en realidad siempre, la patria es la Humanidad. Como suramericanos, con nuestra unión libre, aportaremos a la necesaria unidad no fascista que el mundo reclama.
Luego está la cultura, el alimento espiritual, que, en el caso del norte de Chile, con la chilenización de corte marcial, o marcial de frentón, ha intentado crear una identidad colectiva impuesta desde el centro del país, que va y ha ido contracorriente de la compleja mezcla de gentes y pueblos que viven y han vivido ahí desde hace más de un siglo.
La cultura es mestiza, y no conoce, o se da y vive a pesar de las fronteras. Esto lo puede ver todo aquel que viva y atienda a la realidad, en la comida, la música, las danzas, las manifestaciones masivas religiosas o seculares, desde la Fiesta de la Tirana hacia abajo. La presencia ancestral del pueblo Aymara. Existen de sobra las bases culturales para una integración sin complejos con peruanos y bolivianos.
En la economía, las “ventajas” de la integración con Bolivia, y también con Perú, son evidentes. Si no pregunten a las mujeres y hombres de negocios de la Zofri de Iquique, o a quienes trabajan en el turismo. La Zofri no existiría sin los grados de integración que ya existen con Bolivia. Hay una gran ignorancia en Chile sobre la necesidad económica de Chile de la integración con Bolivia, y también con Perú, pensemos en Arica, que no levanta cabeza en su arrinconamiento.
También, y mayor, sería el beneficio de soltar mentes y corazones en aras de un fin que allana a las generaciones jóvenes de hoy y al futuro la posibilidad de no convivir con una realidad de por sí odiosa.
Opinión
CHILE A DOS BANDAS. PIÑERA ENTRE EL MAR Y LA HAYA
Revista Adital de Brasil (www.adital.com.br)
Marzo y abril marcan fechas de importancia para las relaciones de Chile con sus vecinos del Norte: Bolivia y Perú, fechas que marcarán un derrotero que podrían significar mayores niveles de acercamiento con estos vecinos o al ampliación de factores de división que detengan o hagan retroceder el necesario camino de la integración.
Para Bolivia, que ha expresado que el día 23 de marzo espera una respuesta concreta del gobierno chileno en materia de su reivindicación marítima, tal fecha es de un carácter simbólico innegable pues el día 23 de marzo representa no sólo una fecha histórica (la denominada Batalla de Calama donde murió el héroe boliviano Eduardo Abaroa tratando de detener la invasión chilena a territorio boliviano en la Guerra del Pacífico) sino que ha sido el día meticulosamente escogido por su presidente Evo Morales, para exigir de chile una respuesta a la demanda de recuperación de la cualidad marítima de este país mediterráneo, tras perder su salida al mar en la mencionada contienda bélica.
El otro país, Perú entra en el mes de abril en la recta final de su brega electoral, que definirá al sucesor del actual mandatario Alan García y con ello un nuevo residente en el Palacio de Pizarro. Mandatario que tendrá que afrontar el reto de la demanda marítima en la Corte Internacional de La Haya, que ha marcado la agenda política entre Lima y Santiago de los tres últimos años, obviando necesidades de mayor integración en ámbitos energéticos, económicos y de integración política frente a los desafíos que impone la globalización.
DESDE EL ALTO
El presidente boliviano, Evo Morales Ayma ha señalado que espera que el día 23 de marzo el gobierno chileno entregue una propuesta "concreta” sobre la centenaria demanda marítima del país altiplánico que permita recuperar lo que nuestros vecinos denominan "su cualidad marítima” y a cuyo enclaustramiento achacan sus males crónicos en materia de desarrollo económico. "qué bueno sería que el día 23 de marzo haya una propuesta concreta del gobierno de Piñera. Sería una enorme satisfacción para el pueblo boliviano –expresó Morales a medios periodísticos en Palacio Quemado– pues valoramos positivamente los encuentros que hemos sostenido en el ámbito de nuestras cancillerías”.
Morales no desconoce que se han logrado avances en materia de normalización de relaciones diplomáticas con chile (suspendidas a nivel de embajadores desde el año 1978) "Siento que hemos logrado avances con estas reuniones y pienso que sería bueno entonces tener respuestas frente a nuestra aspiración de retornar al Pacífico. Tal vez la presentación de la propuesta no será la solución al conflicto pero sería un avance. Cuando hay confianza se pueden resolver los problemas y no sólo estancarnos en el tema del mar, que es por supuesto un tema histórico, que estoy seguro que avanzará hasta lograr acuerdos”.
El recurrente tema marítimo volvió a tener un salto comunicacional, cuando el vicepresidente de la cámara de diputados, el UDI Iván Moreira señaló que durante la administración de la presidenta Michelle Bachelet se habló "claramente con el gobierno de Evo Morales, de una cesión de territorios por parte de Chile y también por parte de Bolivia como compensación”. Tal afirmación, desmentida en los círculos cercanos a la ex presidenta chilena, como también por las autoridades diplomáticas bolivianas, parece haber sido sacada por Moreira de informes dados a conocer por el ex vicecanciller de Bolivia Hugo Fernández. Éste, reveló el pasado 7 de febrero que el gobierno de la ex presidenta Bachelet ofreció al gobierno de Morales un enclave sin soberanía de 28 kilómetros de costa en la zona ubicada al sur de la Quebrada de Camarones y al norte de la ciudad de Iquique, por un tiempo estimado de 99 años.
El canciller David Choquehuanca, a nombre del gobierno boliviano desmintió tajantemente dicha versión, que además iría contra toda lógica de cumplimiento de Tratados firmados con Perú. Convenios que establecen, expresamente, que el Gobierno de Chile no podrá ceder a un tercero, territorios que hayan sido peruanos, tal como acontece en esa zona, conquistada al Perú tras la Guerra del Pacífico entre los años 1879 y 1884. Y aquí es donde surge el problema principal, en cualquier negociación que se tenga entre Chile- Perú y Bolivia, en materia de conceder una salida al mar para este último país: el concepto de soberanía y la viabilidad de llevar a la práctica una cesión de territorios que suele levantar los más encendidos ánimos chauvinistas.
Así lo corrobora el diputado socialista chileno Marcelo Díaz, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara baja, quien señaló que el tema de la soberanía hace compleja la negociación marítima, sugiriendo una negociación gradual. "El problema está en la soberanía –a afirma Díaz- Ya el gobierno del ex presidente Lagos exploró la fórmula de un denominado enclave exportador, pero al hablar de soberanía se traban las conversaciones pues no es una decisión fácil para ningún gobierno. Este tema no se va a resolver en un solo acto se requieren varios actos y buena voluntad de las partes. Lo importante es llegar, más temprano que tarde a un acuerdo entre las relaciones chileno-bolivianas que ponga fin a este asunto pendiente y nos permita un camino de cooperación estratégica entre ambos pueblos”.
El deseo boliviano, a la luz de las conversaciones sostenidas por nuestra revista con asesores de gobierno y analistas políticos del vecino país, es el mismo: tener en la mesa de negociación una propuesta clara y concreta del gobierno de Piñera, que se ha metido en un callejón de difícil salida en su afán de ser recordado como el presidente que logró solucionar los contencioso con sus vecinos. Evo Morales tiene prisa por mostrar avances en una reivindicación que une a moros y cristianos, a collas y cambas y tener una respuesta del gobierno chileno, traspasándole así la presión que puede derivar en un impasse diplomático de marca mayor. Es lo que teme la cancillería chilena, que trata con todos los medios posibles para bajarle el perfil a la exigencia del día 23 de marzo como fecha tope anunciada por La Paz para tener una propuesta a la pretensión boliviana de volver al Pacífico. Astutamente, Palacio Quemado ha dejado la pelota dando bote en el área chilena, lo que muestra la impericia del equipo que ha conformado el canciller chileno Alfredo Moreno.
A diferencia de Chile, donde la política en materia de relaciones con los países vecinos ha diferido entre oposición y gobierno, marcado esto por lo novel en materia de pericia de una cancillería más motivada por lograr la mayor cantidad de acuerdos en el ámbito comercial, que adentrarse en vericuetos políticos donde se pierden como en el laberinto del Minotauro. En Bolivia, en cambio, su clase política, analistas y el propio gobierno coinciden en la visión estratégica respecto a su relación con Chile: exigir la recuperación de su cualidad marítima. Sea mediante la ratificación de la agenda de los trece puntos iniciada con Bachelet o una nueva agenda, que surja a partir del acercamiento del gobierno de Piñera a La Paz. Bolivia sabe, que como nunca antes el tema del mar está unido a factores económicos que no pueden ser soslayados por Chile sin que ello explote de forma catastrófica: gas boliviano, las aguas del Silala y el comercio exterior boliviano que en un 70% transita por puertos chilenos (Arica-Iquique y Antofagasta) que implica un mutuo beneficio pero que Bolivia está explotando hábilmente.
El gobierno chileno, con relación a Bolivia y Perú se encuentra en una encrucijada, sobre todo tras la decisión de Torre Tagle de salir del período de impasse que se tenía con La Paz y tratar de recomponer relaciones que estuvieron mucho tiempo tirantes, que indudablemente repercutirán en Chile. La Cancillería chilena sabe que su homólogo peruano –y eso quedará como legado al futuro gobierno- ha logrado recuperar el terreno perdido durante los primeros años del gobierno de García y aprovechando el carácter de principiantes de los principales funcionarios de gobierno en materia de política exterior. Situación que deberá reconfigurase, a partir del mes de abril cuando se decidan las elecciones presidenciales peruanas en una contienda que tienen como favorito al ex presidente Alejandro Toledo.
DESDE EL RÍMAC
El suscrito estuvo en Perú estas últimas semanas y constató que la campaña presidencial y parlamentaria ha entrado en tierra derecha, destacándose el aumento en los niveles de aprobación de los candidatos. Según las últimas encuestas, dadas a conocer al cierre de esta edición el ex presidente Alejandro Toledo cuenta con un 28% de apoyo, la hija del recluido ex dictador Alberto Fujimori, la Congresista Keiko Fujimori logra un 19% de adhesión y el ex alcalde de Lima Luis Castañeda también logra un 19% de aprobación. Más atrás se ubican en nacionalista Ollanta Humala con un 11% el ex Ministro de Economía del gobierno de Perú Posible, Pedro Pablo Kuczynski con un 5%. La gran sorpresa de la elección presidencial radica en el hecho que el gobernante partido del presidente Alan García: APRA, no lleva candidato por la fuerte discrepancia interna frente a los casos de corrupción que han aquejado al gobierno y con el claro peligro de no pasar la valla del 5% que le permita seguir teniendo existencia legal.
La contienda electoral peruana ha estado marcada por las revelaciones de Wikileaks que han establecido la constante visita de gran parte de los candidatos presidenciales a dependencias de la embajada estadounidense en Lima y que sirvió de insumo para dar a conocer informes políticos de cada uno de ellos a Washington. Sólo Ollanta Humala puede exhibir limpieza en estas materias y que sirvió para aumentar levemente sus índices de aprobación. Las filtraciones dadas a conocer por el portal de Internet han remecido al mundo político peruano que ha constatado como algunos candidatos del fujimorismo han recibido dinero del narcotráfico y como Perú Posible, que lleva a Toledo de abanderado solicitó ayuda a la embajada de Estados Unidos, para destruir la candidatura de Ollanta Humala. Esto último ha generado un áspero debate que ha sumergido otros temas candentes de la política peruana.
El tema político con Chile, a pesar de las mutuas acusaciones de "sometimiento a Estados Unidos” ha estado en la agenda de todos los candidatos pero, para ratificar que el diferendo de límites marítimos con su vecino del sur seguirá su rumbo en La Haya. Recordemos que fue el ex presidente Alejandro Toledo quien presentó la demanda ante la Corte internacional y que fue ratificado posteriormente por el gobierno aprista. No se ve mayor variación en un tema que ha sacado ronchas en Santiago pues se ve enfrentado a discutir sobre Tratados, límites marítimos y otros temas anexos con un país con el cual se creía solucionada cualquier controversia en estos planos.
Los medios peruanos dieron amplia difusión a las filtraciones de wikileaks respecto a un eventual temor del gobierno de Chile frente a lo que pueda decidir La Haya. En uno de eso cables enviados (el N° 139497) de fecha 31 de enero del año 2008 –15 días después que el Perú presentara la demanda marítima– un funcionario de la cancillería chilena reveló a un diplomático estadounidense, la preocupación del gobierno chileno por dos fallos que la Corte de La Haya había emitido meses antes y que podían ser desfavorables en materia de alegación para Chile. Se trataba del contencioso entre Nicaragua y Colombia y entre Nicaragüa y Honduras. Efectivamente dichos fallos han sido recogidos por el equipo de Perú ante La haya y representan un fuerte espaldarazo a la posición peruana. En Chile tal situación no ha generado más reacción que sostener que hay que esperar lo que diga la Corte Internacional y que Chile tiene un buen equipo de trabajo.
Tal visión muestra la miopía y hasta la soberbia de una política exterior que podría verse enfrentada a una derrota que hará rodar más de una cabeza. Chile más parece interesado en ampliar sus inversiones económicas que concretar vínculos políticos sólidos, que permitan agotar esfuerzos en áreas de integración, de complementariedad económica, en construir ejes de comunicación con vecinos que siempre estarán allí a pesar de los deseos de una parte de la clase política chilena de soñar con que el barrio en el cual viven no cuenta con vecinos indeseables de los "suburbios nortinos”
Por ello es positivo avanzar en materias de integración en múltiples ámbitos como es el caso de establecer una comunidad andina energética, tal como lo señaló el canciller peruano José García Belaúnde. El alto funcionario amplió esta idea afirmando "es factible establecer una comunidad energética, hay estudios realizados, no es particularmente costoso y podrían hacerlo empresas privadas facilitando la integración” En esta idea se pretende sumar a Colombia y Ecuador, que permitirá avanzar como países vecinos a pesar de mantener con algunos de ellos profundas discrepancias por temas anclados en contenciosos históricos, que no por ello no merecen ser resueltos a la brevedad. Para poder concretar la idea de integración energética –que tanto necesita el norte chileno- viajó a Lima el pasado viernes 25 de febrero el canciller chileno, Alfredo Moreno quien se reunió con sus pares de Colombia, Ecuador y Perú.
Chile necesita a sus vecinos y estos a Chile. Estamos inmersos en un barrio pequeño, frágil, donde cada uno cumple una función y que puede ser potenciada si el ánimo, la voluntad y el deseo de ser más que uno logra imponerse sobre el chauvinismo, el egoísmo y los conflictos que sólo desunen. Mientras no se entienda que tres son más que uno y que la integración política, económica y comercial es posible, necesaria e ineludible, seguiremos anclados en un pasado que se resiste a liberar nuestras mentes y acciones. Seguir pensando como aquel empresario chileno quien sostenía que nuestros vecinos –en especial Perú– no son de fiar, es dar pié para que los proyectos de integración se queden sólo en el papel y eso es el suicidio para nuestros pueblos. Entre el Mar y La Haya hay puentes que construir y ese es un imperativo.
Opinión
LA HISTÓRICA REUNIÓN ENTRE BOLIVIA Y CHILE FORTALECE EL BLOQUE REGIONAL
Luego de 70 años, los cancilleres de los dos países comenzaron el diálogo para hallar una solución al reclamo boliviano de salida al mar, lo que muestra el camino que sigue Latinoamérica.
La Mañana de Neuquén, Argentina (www.lamañana.com.ar)
La histórica reunión entre los cancilleres de Bolivia y Chile, David Choquehuanca y Alfredo Moreno, respectivamente, luego de sesenta años sin visitas diplomáticas entre ambos países, nos permite augurar las intenciones de resolver un conflicto que lleva más de un siglo y que dejó sin salida al mar a los hermanos bolivianos limitando así su desarrollo económico e integración con el resto del mundo. No podemos pensar la plenitud de un país latinoamericano de forma aislada sino como parte de una región en su conjunto y por esto es que las naciones que no participamos de esa guerra absurda, la guerra del salitre, festejamos la reanudación de las relaciones diplomáticas.
Es habitual escuchar en la actualidad que América del Sur comienza a mirarse a sí misma, a apoyarse en su historia y lengua común (a excepción de Brasil, cuya diferencia lingüística no marca una gran oposición con el castellano ya que ambas tienen origen latino), intentando forjar una identidad que nos permita fijar una posición más fuerte en el esquema de poder mundial. En parte, esto es cierto pero -aunque nos reste mucho camino por recorrer- de ningún modo podemos dejar fuera de este proceso a Bolivia.
Hoy los lazos sudamericanos son más fuertes que antes, cuando la visión de desarrollo estaba vinculada a la mera expansión económica generada por la habilidad de insertarnos individualmente en la división internacional del trabajo y que nos llevaba a competir entre nosotros para ver quién era el mejor exportador de materias primas. Son conocidas las secuelas de aquellos tiempos: seres humanos traídos de aquí y allá a efectos de garantizar mano de obra esclava primero y barata después; áreas completas devastadas de recursos; la ausencia de cooperación internacional y una fuerte presencia de conflictos que muchas veces nos llevaron a la guerra.
Las consecuencias de estos hechos son tal vez las que menos se nos representan a la hora de pensar nuestra Sudamérica unida y, sin embargo, muchos de ellos dejaron profundas heridas que no nos permitirán integrarnos plenamente sino son resueltas. Redujimos ampliamente las hipótesis de conflicto entre vecinos, pero no las consecuencias de los que tuvimos.
Uno de estos conflictos históricos es el que surge de la Guerra del Pacífico, llevada a cabo entre Chile y una alianza conformada por Perú y Bolivia. De más está decir que hubo agentes externos que incentivaron estos procesos, pero el análisis de ello excede el espíritu de este texto, dado que apuntamos a aquella verdad que nos revelara Martín Fierro al decirnos que “los hermanos sean unidos… porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera”.
El conflicto en cuestión ocurrió a fines del siglo XIX (1879-1884), cuando Europa demandaba salitre el cual no sólo era usado como potente fertilizante (propiedades ya descubiertas por nuestros ancestros, los Incas), sino para aportar sus cualidades al cóctel químico resultante en pólvora y todo lo que ello conlleva. Tras el agotamiento del sector guanero que abastecía esta demanda y el surgimiento como sustituto de la producción salitrera en zonas peruanas y bolivianas para satisfacer a aquella como nueva fuente dinámica de exportaciones para esos países, estalló la guerra por el recurso dado que las principales explotaciones estaban en manos de empresarios chilenos e ingleses.
Chile, con fuerte apoyo europeo, ganó el enfrentamiento si es que alguien gana en una guerra. Despojó de territorios a ambos contrincantes y condenó a la mediterraneidad hasta nuestros días a una Bolivia que supo tener una costa pacífica de más de 400 kilómetros. Esto calaría hondo en las sociedades y se conformaría en una cuestión de recelo y reivindicación que perdura hasta hoy.
Sería injusto acusar a Chile de los problemas de Bolivia, más cuando este país ya estaba sufriendo crisis económicas y no era el único territorio del cual fue despojado ya que también tuvo que entregar zonas amazónicas a Brasil. Pero sí hay datos que hoy nos hacen inferir que una salida al mar podría mejorar las condiciones de este país, amén de descomprimir un conflicto bilateral que lleva casi un siglo y medio. Según un informe de 2004 elaborado por BBC Mundo, 42 son los países sin salida al mar de los cuales 30 son considerados pobres, entre los que se encuentra Bolivia. Y dentro de un contexto global donde la economía mundial depende de los productos en relación con la importación-exportación, la incidencia de disponer un acceso marítimo es considerada fundamental para ingresar dentro del circuito comercial. El Instituto Harvard para el Desarrollo Regional calculó en 1998 que los países sin acceso al mar pierden anualmente hasta el 1% de su PBI.
Pero más allá del factor económico que encierra el conflicto, hay que tener en cuenta la tensión social que genera este problema histórico. En primer lugar cabe destacar que las relaciones diplomáticas entre estos dos Estados estuvieron rotas hasta este histórico encuentro entre los cancilleres y a que históricamente fueron de gran tensión desde las guerras de independencia, manteniendo sólo relaciones consulares. Si bien hubo un intento de restauración en la década del 70, el acuerdo no prosperó. La importancia de resolver este problema es clave para el respeto mutuo entre los Estados, la sociedad civil y la diversidad cultural, porque permitirá cerrar una herida que lleva abierta demasiado tiempo acrecentado las diferencias en lugar de los puntos de contacto.
En 2007 se presentó el proyecto de un corredor bioceánico que permitirá unir Brasil, Bolivia y Chile. La resolución del conflicto chileno-boliviano resulta clave para el desarrollo de dicho corredor que otorgará mejoras económicas para toda la región pero además podrá abrir las puertas a las relaciones interculturales. Dicho corredor es de tal importancia que incluso los más fervientes opositores dentro de la política chilena se manifestaron a favor de la resolución del conflicto por las ventajas que le traería al Estado mejorar las relaciones con su vecino país. En este marco el senador del país trasandino, Pablo Longueira, propuso elaborar un plebiscito que pueda otorgarle soberanía marítima al Estado Plurinacional de Bolivia.
El 19 de octubre pasado Perú y Bolivia reavivaron el pacto conocido como MarBolivia firmado en 1992 por los entonces presidentes de Bolivia Jaime Paz Zamora y su par peruano Alberto Fujimori. El mismo establecía que el Estado peruano le cedía a Bolivia una franja costera de 5 kilómetros a través de toda la extensión de su territorio, ubicada a 17 kilómetros de Ilo, por el límite que separa los departamentos sureños de Tacna y Moquegua, durante un período de 99 años con la opción de renovarse. Lo que no dejaba claro era la soberanía boliviana en esa franja, ya que la infraestructura que se construyera allí estaría dentro del patrimonio peruano. Asimismo, dentro de la reapertura del pacto ahora firmado entre los presidentes Evo Morales y Alan García que han dejado sus diferencias preexistentes de lado, se establece que la marina peruana abrirá las puertas para capacitar a sus pares bolivianos en tareas navales marítimas, consolidando de este modo las relaciones históricas entre estos dos países.
El Estado chileno ha visto con recelo estas acciones por considerar que el tratado de paz de 1904 establecía que cualquier resolución en lo concerniente a la costa del Pacífico debía ser decidida por los tres países en cuestión. Más allá de estos prejuicios diplomáticos, es indudable que algo está cambiado en América del Sur. Hay un ambiente de encuentro y es un momento propicio para zanjar nuestras históricas diferencias. Las mismas deben ser planteadas y analizadas en pos de mejorar nuestro subcontinente. Aquellos países que resultan más fuertes en este momento no pueden pensar en crecer sin que lo hagan sus pares, porque tarde o temprano se perjudicarán. Estamos generando las instancias institucionales (Mercosur, Unasur, etc.) que pueden servir de marco a la resolución de nuestras diferencias y al fortalecimiento de nuestras comuniones. El contexto social actual es propicio para estos cambios. Es el momento de dejar atrás nuestras miserias políticas para dar paso a un tiempo de grandeza, donde todo el subcontinente madure en un ámbito de paz, prosperidad y colaboración. Por ello festejamos el histórico encuentro entre los cancilleres chileno y boliviano.
VIVAN MIS AMIGOS CHILENOS
Revista Generación de Perú (www.generaccion.com)
I.- Jaime Baily ha escrito que los chilenos son taimados, hipócritas y feos. Se le olvidó decir que el patriotismo chileno es aldeano y atorrante. En realidad la historia de Chile, se reduce al triunfo de la guerra del Salitre sobre Perú y Bolivia, se reduce al festival de Viña del Mar, el "modelo económico", los goles de sus futbolistas en el extranjero y su presidente Ricardo Lagos. Un chileno promedio modernillo, solo habla de eso, matizándolo todo con alguna novela corta y ecologista de Sepúlveda, o si es más culto con algún poema de Neruda o Nicanor Parra.
El patrioterismo chileno suele ser histérico, exclamativo, suerte de trance sicológico que deben vivir las personas que se han sacado la lotería. Hace unos años dieron un concierto en el Auditórium de la ciudad de México, la gran e inolvidable Mercedes Sosa, y el grupo chileno Illapu. En la platea, había mayoría de sudamericanos mezclados con mexicanos. Todo iba bien, disfrutando con las canciones de la cantante tucumana, hasta que le llegó el turno a Illapu, ni bien comenzaron con sus zampoñas, flautas, tambores y guitarras, se levantaron varios grupos de la platea con banderas chilenas y a gritos de "Chi-chi-chilleeeeeee", se hicieron con el espectáculo. Parecía una escena sacada de thriller de Michael Jackson, cuando muertos vivientes, comienzan a bailotear de forma inesperada. No faltaron quienes quisieron improvisar una cueca con pañuelos.
Pero vamos, estoy exagerando. Mis mejores amigos en mis largos años en el extranjero siempre fueron chilenos. Profesores chilenos, amigos de piso chilenos, condiscípulos chilenos. Con ellos descubrí el vino chileno, el pue huevón, las empanadas, a Luis Sepúlveda (antes que lo sacara del mercado libresco Paulo Coelho), y eventualmente el pastel de choclo. Aunque ya no tengo contacto con ellos, los recordaré hasta el último día.
Un día conocí a un chileno de mi edad, tendría unos siete u ocho años. En el edificio del jirón Moquegua donde Luis Alberto Sánchez tenía su estudio al igual que mi padre, vivía con su mamá, una señora que era costurera, o supongo que lo era, pues siempre estaba cosiendo. El niño hacía la primaria en el mismo colegio donde yo estudiaba, en Jesús María. Era muy solitario, y víctima de los apodos, juegos, malicias y violencia de los niños peruanos, que siempre le recordaban su origen. Eso era alentado por un profesor imbécil, que no sé por qué razón se la agarró contra el niño chileno, posiblemente refugiado en Lima con su familia.
Nos hicimos amigos, jugábamos al fútbol los dos solos, o nos íbamos juntos a esperar el bus de la línea Cocharcas-José Leal, y comencé a defenderlo de tanto ataque y tanta violencia, incluyendo una trompeadura. El no entendía por qué tanto odio en su contra, porque todos eran sus enemigos. Me hablaba de su pueblo en la costa chilena, de sus playas, de su mar, sus amigos y las estrellas. Su mamá nos preparaba empanadas y salíamos a la Plaza de Armas a comerlas y usar un muro de piedra en las escaleras de la Catedral como tobogán. Pasábamos la tarde, antes de regresar, caminando por el jirón de la Unión, comprando algodón de azúcar, devorándola mientras mirábamos las vitrinas de las tiendas Tía.
Un día simplemente desapareció, dejó de asistir al colegio y su departamento no se volvió a ocupar. El profesor imbécil siguió usando su corbatita michi, los chicos de su aula nunca volvieron a hablar del "chileno", y yo dejé de comer empanadas por un largo tiempo.
II: Jaime Baily dice que los peruanos a veces tenemos un complejo de inferioridad con los chilenos. No le falta razón, pero ¿qué país derrotado militarmente, mutilado, invadido y saqueado, no tiene esa especie de resentimiento histórico, que algunos llaman "complejo de inferioridad"? Por lo demás, no creo que los peruanos hayan construido su identidad nacional sobre la base del odio a los chilenos, como sí lo han hecho por ejemplo los bolivianos, y los ecuatorianos, pero contra el Perú. Algo que al Perú resultó indiferente hasta la derrota en el Cenepa.
Generaciones de peruanos crecieron con el recuerdo de la nefasta guerra del Salitre, y generaciones de chilenos crecieron con la satisfacción del recuerdo de una guerra victoriosa. La depresión de unos, implicó la arrogancia de los otros. Por lo tanto el complejo aludido es en una doble dirección. Sin embargo, a los chilenos les enseñan que Argentina se quedó con la Patagonia, que según los reyes españoles era de la Capitanía General de Chile. ¿La antipatía chilena contra los argentinos, tiene su raíz en esa historia imaginada? ¿O simplemente los argentinos son demasiado gritones y gastadores, para los sigilosos y conservadores oídos chilenos, que los tienen que aguantar cada verano y esa es la razón de la antipatía?
Nunca vi en la izquierda chilena allendista, al menos la que conocí en el exterior, ese complejo de superioridad, cultivado en la educación chilena en base a supuestas razones de superioridad, racial, cultural, económica, pues esa misma arrogancia era usada contra el mundo popular chileno por parte de las clases dominantes, sobre todo las que se consolidaron económicamente con la guerra del salitre contra Perú y Bolivia. Nada había más infortunado en Chile de principios del siglo XX, que ser campesino sin tierra, roto, posiblemente de origen quechua o aimara.
A lo sumo, he encontrado chilenos de izquierda que practican el cinismo, y dicen cosas como que, en esos años no se sabía exactamente de quiénes eran esos territorios. Una especie de tómbola de territorios y el principio "eso es mío porque lo necesito".
Es penoso decirlo, pero Ecuador sólo ha logrado reivindicarse como nación, luego de derrotar al Perú en el Cenepa y quedarse con Tiwinza. El populismo conservador se quedó sin la bandera que siempre agitaba, y la nación ecuatoriana, pudo, al fin, sacar a flote su verdadera agenda étnica inconclusa y negociarla.
Nuestra firme posición contra Chile, empero, no es contra la nación chilena, ni mucho menos contra sus ciudadanos. Nuestra posición descansa contra el proyecto histórico de la oligarquía chilena que explota y domina al Chile pobre que todos vimos por televisión saqueando mercados luego del terremoto de Concepción. Y porque ese proyecto neo portalista es imperialista. Esa oligarquía quiere convertir al Perú en una Tarapacá económica, en su reservorio de materias primas para sus industrias exportadoras. Y tiene a sus FFAA como garantes de su proyecto. La derecha chilena sostén de esa oligarquía es antidemocrática, sino observemos como trata al pueblo mapuche.
III: Lo que causa gracia es que Baily considere a los chilenos feos. No porque no lo sean, sino porque creo que nunca se lo han dicho. Si Chile es lo máximo, Chile es lo mejor de América, si Chile no tiene que ver con Latinoamérica, en fin si Chile es lo mejor de esta zona del planeta, ello indudablemente incluye a su gente. Pero su gente hasta el artículo de Baily -que está dando la vuelta al mundo- era como el rey desnudo del cuento de Hans Christian Anderson, ahora tendrán que verse en el espejo tal como lo que son, otra forma de mestizaje híbrido, medio mapuche y medio occidental, mestizaje desdibujado, moreno, de poca altura, de cuerpos grotescos, de expresiones secas y mirada seria, a la defensiva. Y los mestizos para los ojos occidentales no son hermosos, somos el referente para que se crean bellos.
El occidental aprecia lo exótico, no lo mestizo. Por eso, las mulatas trastornan a los ibéricos, las andinas medio achinadas y de cuerpos delgados son el delirio de holandeses y daneses. Las argentinas, las mejor cotizadas, en Europa y EEUU, destacan no solo por su físico occidental (varias generaciones comiendo carne y vegetales), sino porque son inteligentes. Al final la mujer latina ofrece buen sexo, mejor comida, fina plática, femineidad, compañerismo, y un poco de locura. ¿Qué mejor medicamento para el sajón adicto al trabajo y al Prozac?
Pero estos comentarios frivolones buscan ir en contrario a la conocida monserga que lo bello está en el espíritu y no en el físico. ¡Como si todos fuéramos evangélicos!
Lo cierto es que el actual modelo totalitario de consumo, ha reforzado estereotipos de belleza que pocas veces coinciden con nuestro mestizaje. Y a ello no escapa ni siquiera Baily, que gusta cuando le apetece, de mujeres neuróticas. Y novios también neuróticos como el recientemente afamado y despechado Corbacho. En fin, el mejor poema sobre Machu Picchu lo escribió Neruda, la mejor música andina salió de Inti Illimani, Quilapayún, Violeta Parra, es decir lo peruano está muy presente en lo chileno, y lo chileno muy presente en lo peruano, sino recordemos que Luis Alberto Sánchez y Manuel Seoane fundaron la editorial más grande de Chile que puso en riesgo el control de las editoriales argentinas y mexicanas del mercado latinoamericano en los años cincuenta del siglo XX. Las selvas peruanas de la Amazonía son el escenario de novela más famosa chilena de los últimos años, y aunque el escritor Sepúlveda no oculta su antiperuanismo, su breve relato es símbolo del ecologismo mundial. Y Chile y Perú comparten la producción de poesía más creativa, penetrante, sensual, telúrica, épica y solitaria de Sudamérica.
Opinión
NEGOCIACIONES CON CHILE
El Diario Exterior de España (www.eldiarioexterior.com)
Oscar Ortiz: Desde que el presidente Evo Morales asumió el poder, las relaciones con Chile tuvieron un profundo cambio. En una actitud muy diferente a la que tuvo como líder opositor, su gobierno ha tenido relaciones muy amistosas con el anterior y el actual gobierno de Chile. Se han mantenido las reuniones de más alto nivel de las últimas décadas, alrededor de una agenda de trece puntos. Sin embargo, hasta hoy no se ven resultados de estas negociaciones y sus avances. Las mismas son conducidas sin transparencia y los bolivianos nos informamos por las declaraciones de autoridades chilenas.
Es paradójico que en Bolivia se le dé tan poca importancia al desarrollo de estas discusiones. No son objeto de debate público ni un asunto de primera línea en la atención de nuestros medios de comunicación. Me surge la duda si este se debe a la intensidad de la agenda política interna, la polarización política que se vivió en los años anteriores, la crisis económica que se sufre a partir del gasolinazo o la indiferencia que causa el escepticismo que nuestro pueblo siente al respecto.
No obstante estas conjeturas, el Poder Ejecutivo que tiene el derecho constitucional de conducir la política exterior, al mismo tiempo tiene la responsabilidad de informar a la población de decisiones tan importantes.
La relación con Chile tiene gran trascendencia para nuestro desarrollo. Somos pueblos que debemos y podemos construir un futuro común de integración y complementariedad. No obstante, tenemos un tema pendiente que nos detiene en este proceso histórico; la perdida de la cualidad marítima de Bolivia. Ni la mayoría del pueblo chileno está dispuesto a aceptar la cesión de territorio con soberanía ni el pueblo boliviano acepta renunciar a la demanda del acceso soberano al mar.
Sin embargo, ambos gobiernos han continuado conversando y negociando sobre este tema. Esto significa que se están explorando soluciones intermedias. ¿Cuáles? por lo menos los bolivianos no las conocemos. Por otro lado, las cosas parecen complicarse últimamente. El cálculo de las autoridades chilenas hasta hoy ha sido que el alto nivel de popularidad del presidente Morales, lo hacía más confiable para llegar a un acuerdo en un tema tan difícil. Esta popularidad ha comenzado a evaporarse y ya no es sinónimo de seguridad para el largo plazo.
Como boliviano, me surge otra desconfianza. En momentos en los que la inflación y la crisis alimentaria nos golpean duramente, se comienza a notar una cierta desesperación en nuestro gobierno por llegar a un resultado con rapidez en las negociaciones con Chile. Esto me hace temer que por la necesidad de recuperar popularidad en política interna, el gobierno nacional negocie a como dé lugar una solución que no sea la mejor para el interés nacional, lo que una vez más subordinaría una causa histórica a un interés particular de corto plazo. Es imperioso que el Ejecutivo informe al pueblo y que se abra un debate público, serio y responsable con el futuro de Bolivia.
ACATO NO PRENDE QUE 45% DE BOLIS CAMBIEN TIERRA POR MAR
Encuesta en país altiplánico se da a tres semanas que finalice plazo dado por Evo a Chile para recibir propuesta.
La Cuarta de Chile (www.lacuarta.cl/noticias)
En Bolivia hay ansiedad porque entra en tierra derecha el plazo -hasta el 23 de marzo, que conmemora la pérdida del mar- dado por Evo Morales para que Chile entregue una propuesta concreta que permita a ese país tener acceso a playita. En ese marco, una encuesta cachó que el 45% de los altiplánicos está de acuerdo en ceder tierras por mar, pero acato la cosa es muy distinta.
"No está en ninguna propuesta de Chile, así que pueden hacer la encuesta que quieran", soltó al diario pop el integrante de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud.
Pese al alto porcentaje de bolis que darían lo que fuera por tener mar, hay un 49% que dice "no".
El revuelo en Bolivia por el estudio de la empresa Mercados y Muestras SRM tiene que ver principalmente por el alto porcentaje de personas que sí les gustaría hacer cambalache de tierra por mar.
Especialistas declararon a "Página Siete", el medio boli que divulgó la encuesta, que la gran cantidad de personas que están por el canje demuestran pragmatismo y ansias por resolver el tete.
La muestra se realizó en cuatro ciudades de Bolivia, días antes que Morales le metiera presión al Gobierno de Piñera, lo que en su momento fue rechazado por la Cancillería.
Según la publicación, el tema de un canje marítimo por terrenos habría sido conversado en la agenda bilateral de 13 puntos que tienen ambos terruños desde 2006, pero Tarud lo rechaza.
"Hemos preguntado, tanto al anterior gobierno como al actual, si es que han existido conversaciones relacionadas al tema y ellos nos dijeron que no hay ningún tipo de negociación al respecto", cerró el parlamentario.
Los más interesados en tener una pronta salida al mar son los bolis de entre 18 y 30 pepas, quienes en un 53% le darían el sí a esta alternativa. Los más reacios van entre 45 a 57 años, los que en un 61% prefieren nadar en el Titicaca antes que ceder algo a Chilito.
Pablo Artaza, historiador de la Universidad de Chile, señaló que "no creo que sea cosa de compensación territorial lo que se deba hacer. Hay que estudiar otras alternativas, sean comerciales o de cualquier otro tipo, lo importante es la negociación", contó el historiador.
El escenario
NARCOTRÁFICO: EL PAÍS SIGUE LOS PASOS DE COLOMBIA Y MÉXICO
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Un ex canciller de Colombia y ex embajador de ese país en la Argentina, Jaime Bermúdez, describió a fines del año pasado en Buenos Aires, ante un auditorio cerrado de políticos argentinos, los comienzos del narcotráfico en Colombia y en México. No habló de la Argentina. Bermúdez es un político y diplomático simpático y culto, que dejó en Buenos Aires decenas de amigos cuando volvió a Bogotá para hacerse cargo de las relaciones exteriores de su país.
Esta vez no trajo buenas noticias, aunque su intención no haya sido, seguramente, ser un mensajero de ingratas novedades. Lo cierto es que los argentinos que lo oyeron quedaron estupefactos: aquellos comienzos del flagelo del narcotráfico en México y Colombia se parecían demasiado a la situación actual de la Argentina. "Estaba narrando la Argentina de hoy", resumió un ex ministro de gobiernos radicales.
¿Qué dijo Bermúdez? Contó que esas tragedias nunca aparecen súbitamente en su dimensión final. Siempre hay antes señales inconfundibles: los cargamentos de drogas pasan de gramos a kilos y de kilos a toneladas; el consumo local crece exponencialmente, porque entre los adictos hay potenciales colaboradores; otros países empiezan a registrar que un país determinado se ha convertido en un exportador destacado de drogas; las fuerzas de seguridad son paralizadas por el temor o la corrupción; la política se muestra indiferente o cómplice, y comienzan a aparecer extraños cadáveres de personas ajusticiadas por sicarios. Primero, son pocos y aislados, destacó, pero el negocio es tan grande que termina convirtiendo a la muerte en un alud macabro.
La Argentina tiene dos problemas enormes. El primero es que su dirigencia política (con algunas pocas excepciones, sobre todo la de Elisa Carrió) no quiere hablar del conflicto que plantea el crecimiento del narcotráfico. Hay -¿cómo no?- complicidades, indiferencia e ignorancia. El segundo es que el país está, por el azar de la geografía y la política, en medio de una región productora y exportadora de drogas, donde, además, se han producido importantes cambios en los últimos tiempos en la represión del tráfico de estupefacientes. Nunca ninguno de los dos presidentes Kirchner, por ejemplo, mencionó ese conflicto en ningún discurso público ni se recuerda que hayan hablado de él en conversaciones privadas. Esa ausencia es coherente, según la lógica que indica que los problemas desaparecen cuando no se los nombra.
Hubo ya varias muertes en la Argentina, relacionadas con el narcotráfico desde aquella balacera que fulminó a dos colombianos en la cochera del shopping Unicenter. Esas muertes y también otras fueron ejecutadas por sicarios montados en motocicletas, que es la manera rápida y limpia como actúan los sicarios del narcotráfico. No queda un solo rastro; todo tiene la velocidad de la luz y la policía llega cuando todo pasó. Una vez, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que se estaba dramatizando la cuestión porque aquí se podían contar 15 o 20 muertes por el narcotráfico, mientras que en México hay entre 9000 y 10.000 muertes por año. La estadística puede ser cierta, aunque haya sido módico con los números argentinos, pero lo más notable es que los funcionarios kirchneristas se hayan quedado tranquilos con esas comparaciones. ¿Esperan que la situación se desmadre, como en México, para comenzar a tomar cartas en el asunto?
Brasil, Colombia y México han ejecutado en los últimos años políticas muy agresivas contra el narcotráfico. Muchas bandas de traficantes comenzaron a trasladarse a países más seguros para ellos. Los traficantes y los espías nunca se jubilan. "Siempre habrá alguien dispuesto a morir por 100 millones de dólares", dice, irónico y certero, un experto argentino. Sólo la muerte (o la cárcel, a veces), en efecto, aparta del negocio a los comerciantes de la drogas. La Argentina es un país seguro porque ellos no quieren ser vistos y aquí nadie quiere verlos.
La Argentina es un país de arribo y traslado de cocaína, como quedó claro en el reciente caso del avión cargado con una tonelada de esa droga, que aterrizó en Barcelona. La droga la habría proporcionado, según la investigación española, un importante cartel colombiano. Tampoco eso debería tranquilizar a nadie. México cumplió el mismo papel durante muchos años, porque el país azteca tiene, además, una puerta directa abierta con Estados Unidos, el mayor mercado de consumo del mundo. Pero sucedió que un día los delincuentes mexicanos se dieron cuenta de que el negocio podía ser de ellos. Decidieron dejar de hacer el trabajo menor de transportistas de la droga colombiana; formaron sus propios carteles y ahora rivalizan entre ellos por el grado de crueldad a la hora de torturar y matar.
No es cierto, tampoco, que la Argentina carezca de su propia producción. Ya se han encontrado laboratorios en la provincia de Buenos Aires (en Maschwitz, por ejemplo), pero esos hallazgos fueron muy pocos y aislados. La mejor prueba de que existe una producción argentina de cocaína es el extendido consumo del "paco". Es una droga letal, que destruye el cerebro de los consumidores antes de que llegue el Estado, hecha con los desechos de la producción industrial de cocaína. ¿Cómo podría ser tan barata (la llaman "la droga de los pobres") si fuera importada? Los más serios expertos argentinos están seguros de que se trata de los desperdicios de la cocaína que se fabrica en la Argentina. Esa deducción está hasta en la cabeza de empinados funcionarios kirchneristas, pero ellos, como su gobierno, prefieren no hablar nada en público y hacer menos en privado.
La proliferación de la droga, sea de producción nacional o importada, puede establecerse también por el consumo local. Según el último informe anual de las Naciones Unidas sobre consumo de drogas en el mundo, la Argentina es el mayor consumidor de cocaína en América latina y el segundo en América, sólo después de Estados Unidos. Un 2,6% de su población consume esa droga, mientras en Estados Unidos lo hace el 3%. El precio de la cocaína para el consumo personal en la Argentina, según informes oficiales, es muy barato: cuesta sólo entre el 10 y el 20 por ciento de lo que vale la misma droga en Europa o en los Estados Unidos. Una conclusión es factible: o se produce aquí o los traficantes no tienen que hacer muchos esfuerzos ni grandes inversiones para ingresarla al país.
¿Se puede llegar a esa situación sin la complicidad del Estado, de la política, de la policía y hasta de la Justicia? Ya se han hecho varias denuncias sobre campañas electorales financiadas por el narcotráfico. Nadie se dio por aludido. Un concejal formoseño, amigo cercano del gobernador Gildo Insfrán, fue descubierto con 700 kilos de cocaína en un campo de su propiedad. Formosa, Misiones, Corrientes y Chaco forman una región muy vulnerable, porque sus porosas fronteras limitan con Brasil y Paraguay, dos países con intenso tráfico de drogas. En el otro costado del norte argentino, Salta y Jujuy limitan con Bolivia y reciben la materia prima, la hoja de coca, o la droga ya elaborada desde el país vecino. Aquel informe de las Naciones Unidas daba cuenta de que Chile y Uruguay habían incrementado notablemente el decomiso de cocaína en los últimos años. Esa gestión del Estado fue mucho menor en la Argentina y Paraguay.
Desde hace años se sabe que hay cientos de pistas clandestinas de aterrizaje y despegue de aviones en el norte argentino, pero ningún estudio serio las contabilizó. La dirigencia nacional se enredó siempre en denuncias sobre corrupción cuando apareció un proyecto para instalar radares modernos y eficientes en el país y, sobre todo, en la región norte. Sería un desastre que más funcionarios se hicieran ricos mediante licitaciones para radarizar el espacio aéreo argentino, pero esa probable corrupción no debería frenar el intento, al menos, de controlar qué entra y qué sale del país.
La policía encuentra poco o nada aquí. En los aeropuertos de Europa, sobre todo de España, son frecuentes las revelaciones de "mulas" (transportadores de cocaína) que arriban en vuelos comerciales procedentes de la Argentina. El país tiene un solo aeropuerto con varios vuelos internacionales, Ezeiza, pero nadie ahí parece poder controlar nada. El avión privado que aterrizó en Barcelona se paseó aquí entre una base militar, la de Morón, y el aeropuerto de Ezeiza antes de partir, impune. La investigación española habría determinado que la droga se cargó en un aeródromo que forma parte de la base militar. ¿Corrupción? ¿Temor? No importa. Existen las dos cosas. Las dos tienen el mismo efecto: adormecer la reacción de un Estado ya dormido.
MORALES PROMETE VIVIENDA, ROPA Y ALIMENTO A LOS 4.000 DAMNIFICADOS POR EL ALUD EN BOLIVIA
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha prometido la entrega de vivienda, ropa y alimento para los más de 4.000 damnificados por el deslizamiento de 80 hectáreas de terreno en el este de La Paz, que ha sepultado uno de los barrios más poblados de la capital y ha afectado a siete colindantes.
Desde la zona del desastre, Morales adelantó que el Gobierno dispone de 2 millones de dólares (1,44 millones de euros) para construir viviendas destinadas a los damnificados por los sucesivos aludes que desde 2009 han sacudido las ciudades en época de lluvias, debido al reblandecimiento del terreno.
"Con seguridad el Gobierno va a entregar casas a las familias que quedaron sin ella o que vivían como inquilinos o en anticrético, es decir, que no tenían ni siquiera una en propiedad, por los que habrá que dotarlas de casa", dijo Morales, en declaraciones recogidas por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
En la misma línea, tranquilizó a aquellos que habían solicitado créditos y préstamos hipotecarios a los bancos para financiar la compra de una vivienda que ahora está sepultada por el barro. "Yo quisiera ver a esos compañeros para organizarnos, movilizarnos y entender cómo podemos apoyarles. Siempre que haya voluntad se podrán resolver este tipo de problemas", aseguró.
Más allá de estas medidas, el mandatario urgió a las autoridades competentes a proveer de ropa y alimento a todos los damnificados para atender las necesidades más urgentes. "Quiero decirles a la familias que se quedaron sin nada que tienen todo garantizado en esta primera etapa (...) Es obligación del presidente, tengan por seguro que no vamos a abandonarles", insistió.
Miles de efectivos --entre policías, militares, personal de protección civil y voluntarios-- trabajan en la zona del derrumbe para retirar el barro y hacer un balance de daños. Mientras, los evacuados se alojan en varios centros públicos donde se han instalado en literas, de forma provisional.
EX PRESIDENTE BOLIVIANO DENUNCIA EL MENOR INTERÉS DE ESPAÑA POR IBEROAMÉRICA
ABC de España (www.abc.com.es)
El ex presidente de Bolivia Carlos Mesa Gisbert ha sostenido hoy en Salamanca que cada vez es menor el interés de España por Iberoamérica en detrimento, en su opinión, de "un conocimiento más profundo y en función de una vocación europeísta de España", lo cual, le parece "perfectamente legítimo".
Así lo ha explicado en declaraciones a Efe antes de ser recibido por el rector de la Universidad de Salamanca (USAL), Daniel Hernández Ruipérez.
Mesa Gisbert, que tenía previsto pronunciar una conferencia en la USAL sobre el choque cultural entre Occidente y las comunidades indígenas en Bolivia pero que, finalmente, se ha suspendido por problemas de última hora, ha considerado que las universidades españolas "pueden contribuir de un modo significativo" al encuentro entre España e Iberoamérica.
En su opinión, uno de los problemas que vive España con Iberoamérica es que "cada vez es menor su interés" por este continente "en detrimento -ha añadido- de un conocimiento más profundo y en función de una vocación europeísta de España", lo cual, según ha reconocido, le parece "perfectamente legítimo".
"No quiere decir, ni plantear -ha apostillado- un sí a Europa y un no a América Latina", pero esta última "no está en el radar español en la medida en que debiera estarlo".
En clave boliviana, el ahora presidente de la Fundación Comunidad Torre CESUR, quien ha preferido no entrar a valorar la actual situación política de su país, con Evo Morales al frente del Gobierno, ha significado, no obstante, que en la modificación de las constituciones de algunos países iberoamericanos, entre ellos el suyo, han confluido "circunstancias distintas".
Así, según sus palabras, en el caso de Venezuela, "no hay población indígena", en el de Ecuador, el porcentaje es "menor" y de ahí que, según ha explicado, el presidente Rafael Correa Delgado "decidió hacer una mención genérica y no entrar en detalles en el tema indígena".
Sobre los conflictos que viven en la actualidad algunos estados africanos, Mesa ha tildado de "importante" desmentir que existan "países mejor o peor preparados para la democracia".
En su opinión, las movilizaciones habidas en Túnez y Egipto son la "demostración de una sociedad que, independientemente, de las características económicas, de analfabetismo y de religión ha optado por la demanda democrática".
Por contra, las características de las habidas en Libia todavía están por ver si se han desarrollado en medio de una violencia que casi ha convertido eso en una guerra civil", ha apostillado.
Finalmente, los conflictos africanos han puesto de manifiesto, según ha concluido, el concepto de que "un mundo interconectado a través de las redes sociales están marcando posibilidades de movilización que era impensables hace veinte o treinta años".
CUBANO DEPORTADO A BOLIVIA PIDE AYUDA DESESPERADA
La Gaceta de Cuba (www.gacetadecuba.com)
John Silva Mieres, un cubano de 28 años de edad que fue expulsado este miércoles de Paraguay debido a irregularidades en su pasaporte, ya se encuentra en Bolivia, donde su estado migratorio actual no es claro. “La policía paraguaya me trasladó hacia la frontera con Bolivia, y aquí estoy, en espera de un milagro”, nos dice Silva Mieres.
A pesar de encontrarse “noviando” con una ciudadana paraguaya, las instituciones migratorias de ese país, cuyo gobierno es aliado de la dictadura castrista, no le permitieron quedarse. “A pesar de que expliqué mi situación a las autoridades, no les importó”, reafirmó.
Actualmente Silva Mieres se encuentra en una situación desesperada, pues no cuenta con los medios para sostenerse y teme que el desenlace de su caso sea la repatriación hacia la isla, lugar al cual no quiere volver.
“No tengo ninguna organización que en estos momentos me esté ayudando con nada. De hecho llegué a Bolivia hace 3 días con 100 dólares que me dio un colega cubano que estaba en Paraguay y con eso pude comprar el pasaje por tierra de hacia Bolivia. Me quedaron como 40 dólares con los cuales he venido subsistiendo hasta hoy. Ya casi no me queda nada y no tendré como sostenerme aquí, pues no tengo trabajo y estoy prácticamente escondido porque temo por mi seguridad” le dijo a Gaceta de Cuba Silva Mieres, quien desea llegar a los Estados Unidos, donde tiene familiares lejanos.
El grito de ayuda de Silva Mieres, joven masoterapeuta, es desgarrador. “Me gustaría que avisaran a la Fundación Cubano Americana o a cualquier otra organización que pueda ayudarme, política o religiosa, para que me faciliten llegar a los Estados Unidos, o a sostenerme en este país hasta que pueda salir de toda esta pesadilla. Le imploro que me ayude a difundir mi caso y a pedir ayuda abiertamente al pueblo de Estados Unidos y al mundo”.
EL RENACER DE LA QUÍNOA
Su alto nivel nutricional aumenta la demanda de los consumidores de los países desarrollados. Cooperativa de la VI Región la exporta a Canadá y se apronta a ingresar a Europa. En Chile aún hay que potenciar la producción.
El Mercurio de Chile (www.diario.elmercurio.cl)
La elección fue extraña. Lo normal habría sido optar por el maíz o las papas. Sin embargo, en la Cooperativa Las Nieves tenían claro que la rentabilidad a la que podían aspirar era baja. Querían algo mejor. A fines de los 90 se dedicaron a mirar varias alternativas. La dificultad de los 54 socios para acceder al agua-no por nada se encuentran en pleno secano interior de la VI Región- ponía frenos a sus sueños. Sin embargo, en 1999 se dieron cuenta de que la solución siempre había estado ante sus ojos: sembrar quínoa.
En Paredones, Pichilemu y Pumanque, sitios en que se encuentran los agricultores de Las Nieves, desde siempre crecían silvestres o en pequeños potreros las plantas de quínoa. Cultivo precolombino, este pseudocereal se encuentra en todos los terrenos agrícolas de la zona andina, desde Venezuela hasta el sur de Chile.
Considerada un superalimento, por su alto contenido de aminoácidos y proteínas, en Estados Unidos y Europa desde médicos hasta chef de la TV aconsejan comerla y por lo mismo su consumo está aumentando rápidamente.
Fue precisamente esa creciente demanda de los países desarrollados, y también en Chile, lo que les abrió los ojos a los miembros de Las Nieves. Su jugada no fue sólo quedarse en la producción de materia prima, sino que dar un salto e industrializarla.
Junto con el cambio de milenio tuvieron su primera cosecha. Fueron modestos, produjeron 300 kilos. Hoy están en los 200.000 kilos. Un 70% se exporta, principalmente a Canadá. El resto va a molinos y tiendas orgánicas nacionales en forma de harinas crudas y tostadas.
"Somos el primer exportador de quínoa en el país", señala Ricardo Valdebenito, gerente general de Las Nieves. Y pretenden seguir creciendo, a través de mayor inversión en maquinaria que les permitiría aumentar su producción a 500.000 kilos y así satisfacer la demanda europea. El salto, eso sí, recibió un impulso de $70 millones por parte de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) con el fin de mejorar la comercialización y desarrollar nuevos productos.
Así, un cultivo casi olvidado como la quínoa volvió a renacer en Chile.
Granos con valor
El éxito de esta organización es todo un logro, ya que el cultivo de quínoa no es tarea fácil.
"No se le puede colocar herbicidas ya que es muy sensible, se le debe hacer limpiezas a mano, lo que es costoso y, además, es muy delicada en cuanto a conservación de pureza, por ello se requiere mayor tecnología", afirma Erik von Baer, empresario semillero y productor de cereales de la IX Región.
Entonces, ¿que motiva a Las Nieves para producirla?
Valdebenito asegura que se debe a tres factores. "El primero, es que este alimento es milenario y su consumo es tradición para los habitantes de la VI Región; el segundo, es que es abundante en la zona y, el tercero, es que hay grandes mercados dispuestos a pagar por él".
Pues este pseudocereal -no pertenece a la familia de las gramíneas pero tiene un alto nivel de almidón- posee proteínas, carbohidratos, minerales, aminoácidos, vitaminas, calcio, zinc y litio en una concentración más alta que el resto de los cereales, lo que lo hace además de rico, muy nutritivo y saludable.
"Tiene efectos en la reducción del estrés, ansiedad, lesiones corporales e índice glicémico con su ingesta. Y además aumento de la memoria, mayor potencia en deportistas y sensación de saciedad, por ello es vital para controlar la obesidad", asegura Enrique Martínez, investigador de la quínoa en Chile y miembro del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
Además de saludable, la quínoa es versátil. Se puede preparar y comer de diferentes maneras, ya sea cruda o cocida, y mezclar con distintos alimentos para otorgarles consistencia, ya que su sabor neutro queda bien con todo. Por ello, incluso existe un restaurante en Santiago llamado "Quínoa", que emplea este ingrediente como base de todos sus platos. Incluso la cervecería Cruzana, de la VI Región, desde el 2008 está produciendo una de sus variedades pale ale con quínoa, la que genera saciedad en los consumidores.El cultivo en Chile
En los últimos años, ha habido en el país un despegue en la producción del grano. Actualmente, cuenta con 1.454 hectáreas de superficies sembradas, a diferencia de lo que ocurría diez años atrás, donde existían apenas 176. Y son 245 los agricultores dedicados a su siembra, quienes producen 8.795 qqm, según el último censo agropecuario realizado por el INE. Esto se debe a que diversas entidades nacionales de desarrollo agropecuario han potenciado su cultivo, conscientes de su poder alimenticio y de que representa una nueva alternativa productiva.
En Chile, la quínoa se cultiva de norte a sur. Esto se debe a "su gran capacidad de adaptación, que le permite prosperar en el desierto de altura del altiplano, en el secano costero de las regiones centrales o en las zonas lluviosas del sur", explica el estudio "La quínoa como parte de los sistemas agrícolas en Chile", realizado por la Revista Geográfica de Valparaíso. Lo anterior permite generar material genético adaptable a diversos países del mundo. "Chile puede desarrollar variedades semilleras que incluso servirían para latitudes del hemisferio norte", declara Martínez.
La zona de cultivo determina también las variedades. En el norte la quínoa es blanca y de mayor tamaño, con 2,5 milímetros de diámetro. Y de La Serena al sur es de color café claro -llamada dorada- y más pequeña, con 1,8 milímetros. "Nutricionalmente, tienen la misma calidad, la única diferencia radica en que las del sur, al poseer aminoácidos vitamínicos, tienen un sabor más amargo. Sin embargo, las dos son excelentes", asevera Valdebenito.
Tareas pendientes
Von Baer, afirma que si bien Chile puede ser un gran productor de quínoa, existen diversos problemas a solucionar."Hay un consumo interno muy bajo, no hay una demanda constante. Tampoco hay conciencia sobre su importancia nutricional, porque es muy alta en aminoácidos sulfurados. Y no se sabe que con ella se pueden lograr múltiples recetas. Lo que falta entonces es una iniciativa que la promocione como alimento dietario, capaz de resolver problemas de la salud, que van desde la quebrazón de las uñas hasta la caída del pelo". Además, aconseja a los productores chilenos a que apunten a mercados que no requieran quínoa orgánica -pues esta es difícil de producir en el país-, pero que sí valoren su aporte nutritivo. Éstos podrían ser EE.UU., Europa o Asia.
"El mercado potencial es muy grande, falta abrirlo", señala.
Martínez concluye que "falta reunir a investigadores, productores, procesadores y comercializadores para generar los desarrollos necesarios a escala regional y nacional y que no trabaje cada uno por su cuenta".
El país cuenta con 1.454 ha de superficies sembradas de quínoa. Hace diez años había sólo 176.
OrígenesEn América, el cultivo de quínoa se remonta hace más de cinco mil años, y era considerada por los pueblos originarios como "planta sagrada" por su valor alimenticio. Desde esa época se distribuye en todo el cordón andino, en una extensión de 12.000 kilómetros desde Venezuela hasta Chile.
Bolivia es el mayor productor del mundo y posee un banco de granos con 3.120 variedades. Allí, los cultivos corresponden a unas 35.700 hectáreas, que producen 23.200 toneladas métricas. De esa cantidad, 2.800 se destinan a Europa y EE.UU., según la Fundación Proinpa, de ese país.
DIQUES DE GANADEROS PRIVATIZAN EL RÍO PILCOMAYO
Agencia IPS de México (www.ipsnoticias.net)
Ganaderos del Chaco paraguayo, que instalaron decenas de diques ilegales en el río Pilcomayo, arriesgan una acción estatal de fuerza para poner fin a la eventual privatización de un recurso muy escaso en esa zona. El gobierno solicitó una orden judicial para desmantelar unos 25 diques en la zona alta de la región Occidental, también conocida como Chaco, erigidos por propietarios de establecimientos ganaderos para asegurar el riego de sus pasturas.
Las represas se encuentran desde la entrada del río en el extremo sudoeste, en el límite con Bolivia, hasta el Estero Patiño, un extenso sistema de humedales con una rica variedad de flora y fauna.
Los diques impiden la recarga natural de ríos y arroyos afluentes del Pilcomayo y dejan casi sin agua a comunidades indígenas, a otras haciendas y cultivos de la cuenca baja.
Solo se aguarda la orden de un juez para iniciar el operativo, que contará con apoyo de las fuerzas militares, explicó a Tierramérica el presidente de la Comisión Nacional de Regulación y Aprovechamiento Múltiple de la Cuenca del Río Pilcomayo, Lucio Amarilla.
El Pilcomayo nace en las estribaciones orientales de la Cordillera de los Andes, en Bolivia, y desemboca en el río Paraguay, frente a Asunción, tras seguir un curso que sirve de frontera entre el territorio paraguayo y la provincia argentina de Formosa. Su caudal se alimenta en 90 por ciento de las lluvias caídas en la cuenca alta entre diciembre y marzo.
La minería boliviana le añade sustancias contaminantes, y el arrastre de sedimentos de una cuenca de 290.000 kilómetros cuadrados modifica y divide con frecuencia su cauce natural y disminuye el caudal a medida que el Pilcomayo recorre zonas más llanas.
A inicios de los años 90, Paraguay y Argentina decidieron construir sendos canales de desvío en las dos márgenes para contrarrestar el retroceso del caudal. Pero Paraguay inició los trabajos 10 años después y, mientras el canal argentino tiene 120 metros de ancho, el paraguayo sólo 25, lo que determina un acceso desigual de agua.
La creciente tarda en llegar entre uno y dos meses desde la cuenca alta hasta el Estero Patiño, describió Amarilla. Pero, por las presas ilegales, ese plazo se alarga a tres y cuatro meses, y la cantidad de agua es insuficiente para asegurar la provisión en la temporada seca.
"Ahora es época de aguas altas, el río se está cargando, pero las represas ilegales impiden que ese flujo llegue y se distribuya a todos los afluentes en tiempo y forma", dijo.
Las autoridades paraguayas confían en que la situación mejorará destruyendo los diques.
El año pasado, el gobierno notificó a los propietarios que tenían un año para ajustarse a la ley, dijo a Tierramérica el ministro del Ambiente, Oscar Rivas. "Estamos tratando de restituir lo que se ha restringido en materia de disponibilidad de agua dulce en el Chaco".
Según Rivas, el represamiento ilegal del río es común desde hace al menos tres décadas, cuando se agravó la sedimentación del cauce. Los diques fueron construidos con aval de los gobiernos de turno, que hacían la vista gorda a los problemas sociales y ambientales que ocasionaban.
Pero ahora el gobierno del centroizquierdista Fernando Lugo decidió tomar cartas en el asunto. No se tolerará ni "el buen humor o no" de los ganaderos para proceder al mantenimiento del río, advirtió el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Efraín Alegre.
El Estado gasta unos tres millones de dólares por año en mantener limpio el canal de desvío a fin de garantizar el ingreso de las aguas. "No es posible que cinco o más estancieros sean beneficiados con esas obras y sigan en la impunidad, cuando el Estado está siendo perjudicado", señaló Alegre.
La medida causó tensiones dentro de la Asociación Rural del Paraguay, ya que su presidente, Juan Néstor Núñez, respaldó la decisión del gobierno.
Los representantes del Comité de Productores del Río Pilcomayo admiten que las obras son necesarias, pero ponen como condición que exista "un plan a mediano y largo plazo, bajo el cumplimiento de las leyes vigentes, y se tenga en cuenta el impacto ambiental".
El ganadero Hernán Arréllaga, de la hacienda Sombrero Jhovy, señaló a la prensa local que los trabajos deben llevarse a cabo conforme a los resultados de un estudio sobre el impacto ambiental de las intervenciones.
DETENIDAS 20 PERSONAS EN ALBACETE QUE INTRODUCÍAN COCAÍNA EN ESPAÑA PROCEDENTE DE BOLIVIA
El Economista de España (www.ecodiario.eleconomista.es)
La Policía Nacional ha detenido a 20 personas dentro de la operación policial 'Tío Gilito' contra el tráfico de drogas llevada a cabo en la provincia de Albacete. Los detenidos introducían cocaína en España procedente de Bolivia.
Así lo ha asegurado en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, quien ha concretado que de los 20 detenidos 11 son de nacionalidad boliviana, siete son españoles, uno ecuatoriano y uno colombiano. Además, ha señalado que 16 de las detenciones se produjeron en Hellín y cuatro en Albacete, y que nueve de los detenidos ya han ingresado en prisión.
Asimismo, el delegado del Gobierno ha apuntado que el grupo desarticulado estaba activo desde mediados de julio de 2009, y que la operación no está cerrada, por lo que no se descarta que pueda haber más detenciones.
Díaz-Cano también ha explicado que dentro de esta operación se llevaron a cabo tres registros domiciliarios en Albacete, dos en Alpera y siete en Hellín, consecuencia de los cuales se han incautado 2.350 gramos de cocaína, más de 700 gramos de ácido bórico, 807 gramos de lidocaína, básculas, portátiles y siete vehículos.
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