Thursday, January 21, 2016

LAS EMPRESAS CHINAS AUMENTAN SU PODER EN EL MERCADO BOLIVIANO



El Gobierno boliviano acaba de conceder a la empresa china Sinosteel la construcción de una planta para procesar el hierro del Mutún, uno de los yacimientos más importantes de Sudamérica, cerca de la frontera entre Bolivia y Brasil. Con ello, Bolivia comenzará su propia industria siderúrgica, una constante aspiración del presidente Evo Morales. La operación costará algo menos de 400 millones de dólares y confirma el predominio en Bolivia de los proveedores y socios de China.
Sin contar con este contrato, las empresas chinas estaban realizando caminos y plantas industriales por alrededor de 2.000 millones de dólares, un equivalente del 6% del PIB del país. Esta cifra se convertirá en 9.500 millones de dólares cuando se haga efectivo el préstamo obtenido por Bolivia en el China EximBank, que el Gobierno solo puede gastar a través de empresas de esta nacionalidad. El país sudamericano recurrió a este préstamo, el mayor de su historia, para continuar sus obras de infraestructura a pesar de la caída de los precios del gas, del que depende la mayor parte de sus ingresos.
Antes de que se gestionara este crédito, China ya era el principal acreedor bilateral de Bolivia. Sinosteel había tenido problemas para pagar sus deudas bursátiles el año pasado. Sin embargo, fuentes oficiales la presentaron como responsable de la construcción de “más de 100 siderúrgicas”. La polémica sobre la solvencia de esta compañía no es la primera que se produce en torno a las empresas chinas que operan en Bolivia.
Hace dos años la oposición cuestionó el hecho de que Shenzhen Vicstar, ya fuera sola o como parte de un holding llamado China Camc Engineering, hubiera obtenido cinco contratos por alrededor de 500 millones de dólares, la mayor suma acumulada en adjudicaciones estatales en la historia. Posteriormente, Camc presentó problemas en el cumplimiento del plan de construcción de una de las obras, un ferrocarril. Otra crítica a las empresas chinas la ha causado su costumbre de importar trabajadores desde su país de origen. El senador opositor Óscar Ortiz criticó a la central sindical del país, aliada del Gobierno, por “no decir nada” respecto a los puestos de trabajo que pierden los bolivianos.
También ha sido motivo de controversia el satélite que China puso en órbita para Bolivia, a un precio de más de 300 millones de dólares. Los críticos de esta decisión señalan que hubiera sido más barato y adecuado a las reales necesidades del país alquilar un espacio en un satélite estadounidense. Según las encuestas, sin embargo, la mayoría de la población considera que el lanzamiento del satélite Tupak Katari fue uno de los mayores logros de la gestión de Morales. El País de España (www.economia.elpais.com)






EL NUEVO EMBAJADOR ARGENTINO EN BOLIVIA EXPRESÓ “TENEMOS MUCHO EN COMÚN”

“Muchas cosas para hacer como un plan para el intercambio comercial”

Jujuy al Día de Argentina (www.jujuyaldia.com.ar)
                                                                                                 
En una entrevista exclusiva con nuestro medio, Normando Miguel Álvarez García, flamante Embajador Argentino en Bolivia, se refirió a sus tareas como diplomático y a los temas que forman parte de su agenda donde resaltan el intercambio comercial, el diálogo sobre temas tales como el narcotráfico, la trata de personas y el contrabando.
En declaraciones al diario JUJUY AL DÍA®, Normando Miguel Álvarez García manifestó “la verdad tomó con mucha responsabilidad y me siento honrado por esto. Este nombramiento es a partir de una propuesta del gobernador Gerardo Morales quien inclusive hizo el pedido ante el gobierno nacional por lo cual estoy muy agradecido”.
Afirmó “esta es una nueva etapa, lo más importante como representante del país es recuperar el trabajo que se hizo en algún momento con el embajador Macedo con todos los puentes entre nuestra provincia y el país hermano”.
“Tenemos mucho en común, muchas cosas para hacer como un plan para el intercambio comercial. Estamos más cerca desde todo punto de vista para hacer un intercambio que sea positivo, vamos a poner todo el empeño para que nuestros productos jujeños puedan llegar a Bolivia para que tengamos un pleno contacto e intercambio comercial que le va a venir bien a todos”.
Respecto a los plazos para concretar sus diferentes metas de trabajo, el Embajador expresó “eso se iría viendo, hay voluntad de todas las partes, y creemos que Argentina y Bolivia son socios, Argentina le compra gas y Bolivia compra algunas cosas como combustibles”.
“Ya hay una camino abierto, lo que hay que hacer es mejorarlo y profundizarlo. Los plazos lo veremos pero hay que valorar que están todos los caminos abiertos de hermandad y mutuo acuerdo”.
Acerca de los delitos que se cometen a través de nuestras fronteras con el país vecino, Álvarez García comentó “por supuesto hay muchos temas que son muy importante como el narcotráfico, la trata de personas, el contrabando, todos son temas que están en agenda y vamos a seguir de una manera directa, concreta”.
“No hay ningún tema que quede fuera de agenda, todos son importantes”.
Para finalizar, el diario JUJUY AL DÍA® consultó al flamante Embajador Argentino en Bolivia, sobre cómo debe hacer nuestro país para retomar las relaciones bilaterales y con el resto de los países del mundo.
Normando Miguel Álvarez García respondió “creo que de a poco, lentamente se van abriendo todas las puertas. Sabemos que un país cerrado no crece, por ejemplo China, ellos mismos dicen que durante 300 años sus puertos estuvieron cerrados y no crecieron, ahora en los últimos 50 años que los abrieron se han convertido en uno de los países más importantes de la tierra”.
“Continuar con estos acuerdos con nuestros países hermanos será lo mejor para nuestros pueblos. Jujuy y Bolivia tiene mucho en común y debemos armar políticas de mutuo respeto”.





UN PLAN ESTRATÉGICO PARA BOLIVIA: ¿VERDAD O MENTIRA?

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)

El 11 de enero del presente año un senador boliviano denunció que el Instituto Interamericano de la Democracia (IID) con sede en Miami elaboró un plan estratégico para desestabilizar a Bolivia. Al día siguiente el IID emitió un comunicado de prensa en el que refutó dicha declaración.
Sin embargo, este martes el material sobre el llamado “Plan Estratégico para Bolivia” de nuevo fue publicado por Prensa Latina y según la agencia, muestra la supuesta dependencia de la oposición boliviana a los planes trazados desde EEUU.
Algo que también ha declarado la ministra de comunicación de Bolivia, Marianela Paco.
"Tenemos dos pruebas contundentes, una sobre el financiamiento que reciben para hacer una campaña negativa en contra de la democracia y otra sobre esta relación directa de la oposición con el señor Carlos Sánchez Berzaín", dijo Paco en conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno. Se trata de un político boliviano que escapó a Estados Unidos bajo cargos de asesinato ocurridos en la masacre de octubre de 2003 durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Entre otras tantas iniciativas, destacan la de incrementar la “preocupación por la inflación”, mantener “denuncias de corrupción”, incentivar “huelgas de hambre, movilizaciones masivas, movimientos indígenas cooptados”,  y sobornar a varios líderes sindicales con tal de “dividir y segmentar la unión actual que existe entre sectores obreros y el régimen”.
Este artículo aparece justo de cara al referendum del 21 de febrero del año en curso, cuando los bolivianos determinarán si modifican o no la Constitución del Estado para posibilitar al presidente Morales participar en los comicios generales de 2019.
La agencia cubana indica que el documento contiene 23 lineamientos estratégicos, que tienen la finalidad de derrocar el régimen legítimo, e instrucciones para bloquear la reelección del presidente actual.
Sin embargo, se pasa por alto que el gobierno de Morales en Bolivia ha impulsado el desarrollo en los sectores de hidrocarburos, minero y agropecuario del país, estableciendo un modelo viable del crecimiento sostenible de la economía latinoamericana. Según los datos de la CEPAL, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en los años 2013-2015 el país andino lideró el crecimiento económico del continente a un ritmo de entre 4,5% y 6%.
El documento en cuestión está en el dominio público en Internet. Es ampliamente citado por los medios de comunicación latinoamericanos. Sin embargo, el propio Instituto Interamericano de Democracia divulgó una refutación, negando la autoría del denominado “Plan Estratégico para Bolivia” y acusando a las autoridades bolivianas del “uso ilícito de un documento fabricado”.





EVO MORALES IMPULSOR DE CAMBIOS EN BOLIVIA Y LATINOAMÉRICA

Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net/news)
                                                                
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha llevado a cabo una serie de cambios políticos y sociales en su país, que la han llevado ser líder continental.
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, asumió la presidencia hace una década con la presentación de una propuesta de renovación y de gobierno social y popular.
En la actualidad, es el mandatario latinoamericano que más tiempo lleva en el cargo, gracias a la estabilidad política que vive el país desde su llegada al poder.
En diez años, Evo Morales ha consolidado una transformación social, política y económica, abriendo la participación de las comunidades indígenas, movimientos sociales de campesinos y obreros en las decisiones de Estado.
Al asumir el poder en el año 2005, como primer presidente indígena de Bolivia, Evo Morales enmarcó su mandato en tres principios que datan de sus antepasados “no robar, no mentir, ni ser flojos”, líneas que defiende y siguen marcando la pauta de su gobierno.
Evo Morales promovió e impulsó reformas políticas que han llevado a la estabilidad y tranquilidad. Antes de su llegada al poder era frecuente escuchar situaciones de crisis de gobernabilidad y golpes militares.
Entre los principales logros políticos de Evo Morales, está la constitución de 2009 que garantizó el derecho de los pueblos indígenas y ancestrales del país, asi como la presencia de líderes sindicales y de movimientos sociales en su gestión.
Evo Morales ha promulgado leyes en beneficio de los pueblos indígenas y para el respeto de la tierra, como legado indígena boliviano.
La figura de Evo ha trascendido a Bolivia.  Su defensa de las comunidades indígenas, de la tierra y los recursos naturales ha sido parte de sus discursos en la Organización de Naciones Unidas (ONU),  Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias internacionales.
Su lucha por la transformación social de Bolivia ha sido un ejemplo para los pueblos que demandan profundos cambios sociales y que alzan su voz ante la injusticia social.
Los discursos de Evo Morales denunciando los ataques de la derecha internacional, contra el capitalismo financiero, y en rechazo a la injerencia de Estados Unidos han despertado la admiración y han ayudado a que su forma de gobernar sea un ejemplo para Latinoamérica y el mundo.





BOLIVIA VALORA CONCORDANCIA ENTRE EL SECTOR PÚBLICO Y PRIVADA PARA IMPULSAR DESARROLLO

“Como producto de esta tensa pero honesta y transparente relación público-privado hemos construido esto que es patrimonio de los bolivianos hemos encontrado una fórmula boliviana virtuosa de articulación entre lo público y lo privado y esta es la que nos permite un crecimiento económico del 5 %, tasas de ahorro de 22 mil millones de dólares” afirmó Álvaro García Linera.

ICN Diario de Argentina (www.icndiario.com)

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera destacó la actual concordancia existente entre el sector público y el privado, asegurando que gracias a esta unión de recursos el país tiene una tasa de crecimiento económico del 5 %, tasas de ahorro de 22 mil millones de dólares.
“Como producto de esta tensa, pero honesta y transparente relación público-privado, hemos construido esto que es patrimonio de los bolivianos; hemos encontrado una fórmula boliviana virtuosa de articulación entre lo público y lo privado, y esta es la que nos permite un crecimiento económico del 5 %, tasas de ahorro de 22 mil millones de dólares”, afirmó.
Las declaraciones las realizó el representante de gobierno en el marco de una reunión que sostuvo con los empresarios privados del departamento de Santa Cruz, junto a los ministros de Gobierno, Carlos Romero; y de Autonomías, Hugo Siles, en Villa Fraterna.
En esta línea García Linera abogó por consolidar y proteger esta alianza, ya que va en directo beneficio de los ciudadanos del país, al tiempo de representar “un modelo de economía para América Latina”.
“Vamos a canalizar con los ministros y con viceministros, de manera inmediata, como lo hemos hecho, las reuniones que sean necesarias y si no están ellos, estarán el presidente y el vicepresidente con ustedes, este es nivel de importancia que le damos a estos temas”, añadió.
Ante esto el vicepresidente valoró los avances suscitados con el empresariado; distinguiendo la negociación que se llevó adelante para el pago del segundo aguinaldo, la lucha contra el contrabando y las medidas para proteger la industria y producción nacional.
“Las decisiones importantes en los temas salariales siempre van a contar con el encuentro del sector privado, obrero y del gobierno e iremos institucionalizando aquello”, dijo.
Por otra parte la autoridad nacional se comprometió a la reducción del tiempo de realización de trámites para la exportación de productos, además de reactivar el sector forestal para cubrir las necesidades del área.
“Porque somos productores de madera, por cada boliviano existen 5.400 árboles, tenemos el compromiso de fortalecer el sector maderero”, enfatizó.





LA DERECHA LE TUERCE EL BRAZO AL PROGRESO LATINOAMERICANO

La avalancha de violentas marchas de protesta el pasado año, estremeció a los países latinoamericanos pertenecientes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como Venezuela, Ecuador, Bolivia y a las naciones que eligieron el camino progresista-nacionalista: Argentina y Brasil.

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                                             
En todos estos países donde se creía que habían elegido un camino seguro tras largos años de lucha, se mezclaron de un momento a otro los derechistas confesos, izquierdistas soñadores, neofascistas al estilo europeo, indígenas manejadas por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), demócratas desilusionados, políticos oportunistas e inclusive la gente que salió de la pobreza gracias a los programas públicos de asistencia social gritando al unísono "¡Fuera Correa!" "¡Fuera Maduro!" "¡Fuera Cristina!" "¡Fuera Dilma!" "¡Fuera Morales, Fuera!" "¡Qué se vayan todos!".
Al observar el odio que mostraban sus participantes hacia los líderes que se atrevieron a desafiar la hegemonía de Washington y tratar de enrumbar a sus países hacia un camino diferente y alternativo al neoliberalismo, uno se pregunta sobre este fenómeno social y cómo se logró articular los movimientos de descontento prácticamente simultáneos en estos cinco países y qué poder estaba detrás de la ola de violencia y protesta en Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina y Brasil. En realidad es producto de una incansable labor de los medios de comunicación globalizados internacionales al servicio de Norteamérica y sus socios menores los oligarcas nacionales.
En toda América Latina el grueso de los medios de comunicación está actuando como un partido político de oposición tratando de desorientar, confundir, distraer, desinformar a la opinión pública justificando siempre el proceso de idiotización de la población que crece día a día.
Lo interesante es que la intensidad de este método de presión depende de la cantidad de recursos naturales y en especial de hidrocarburos que poseen los países que son señalados por la mano no tan invisible de Washington y del grado de desobediencia que muestran sus líderes hacia la única superpotencia en el mundo. Analizando el proceso de descontento "popular" en Argentina donde el kirchnerismo perdió las recientes elecciones presidenciales, en Venezuela que resultó en la derrota del chavismo en la Asamblea Nacional y actualmente los intentos de intensificación de la protesta en Bolivia, Brasil y Ecuador, podría confirmar este planteamiento.
La mayoría de estos países poseen enormes recursos energéticos. Las reservas confirmadas de petróleo en Venezuela, que alcanzan 297 mil millones de barriles frente a 268 mil millones en Arabia Saudita y las no confirmadas de unos 600 mil millones de barriles convierten a este país en una presa anhelada por todas las transnacionales y en especial por las estadounidenses que sueñan con poseerlas del todo. El reciente descubrimiento de yacimientos de petróleo en agua marina frente a la ciudad Angra dos Reis en Brasil y que alcanzan casi 100 mil millones de barriles, se considera en el país carioca como "un regalo de Dios" y coloca a la nación en el noveno lugar en el mundo en este rubro. Bolivia ocupa el décimo primer lugar a nivel mundial por sus reservas de gas que llegan a 0,74 millones de millones de metros cúbicos. Ecuador posee cerca de siete mil millones de barriles de petróleo y Argentina casi tres mil millones, agregando sus 400 mil millones de metros cúbicos de gas.
Sin embargo, la brusca caída de los precios de petróleo en los mercados internacionales y en general de todas las materias primas, ha sido un duro golpe para las economías de Argentina, Venezuela, Brasil, Ecuador y Bolivia orientadas a la extracción. Su población se quedó confundida por la guerra mediática contra los gobiernos de los países en cuestión que fueron señalados por los medios como ineptos, corruptos y débiles, incapaces ya de responder a los intereses de sus habitantes y solucionar sus frustraciones. Simultáneamente se intensificó el proceso de despolitización y desideologización de la sociedad frente a la indecisión y al descuido de los gobiernos absortos en cómo salir de la crisis económica y financiera.
Aquel momento del creciente descontento fue hábilmente usado por la derecha, tanto en Argentina como Venezuela. El candidato ultraderechista argentino Mauricio Macri lanzó la idea de la necesidad de "cambio" en el país, hábilmente promovida en el 2014-2015 por sus especialistas en mercadotecnia quienes, con el apoyo incondicional del Grupo mediático Clarín, lograron convencer a los votantes que Macri era el candidato que necesitaba el país. Y Argentina consiguió a su nuevo presidente olvidándose de su prontuario y decenas de juicios contra él en la ciudad de Buenos Aires, tampoco le importó su fama de autoritario y de pocos escrúpulos. Así, en un mes Argentina se convirtió en un país diferente donde según la revista Noticias "nació un nuevo relato. El presidente perfecto".
Esto significa, la concentración del poder por el presidente a costo del Congreso y formando una alianza entre el Grupo Clarín, el partido de Macri Podemos y el Poder Judicial. El actual presidente del Banco de la Nación, Carlos Melconian, anunció hace poco el rumbo que tomará el país, afirmando que "con este nivel de salarios, Argentina es inviable: sólo vamos a crecer bajándoles a los trabajadores un 40 por ciento de ingresos y la única forma de negociar una baja real con estos sindicatos, es llegar a un desempleo superior al 15 por ciento". Al dejar el poder Cristina Kirchner el desempleo era del 6.6 por ciento. El paso de Mauricio Macri ya se siente pues hay más de 10.000 despidos en el sector público, para febrero ya están anunciados aumentos de tarifas de gas y luz en 200 por ciento, los canales de televisión ya no transmiten noticias sobre la violencia, la palabra devaluación quedó minimizada, la palabra ajuste se convirtió en "sinceros aumentos para corregir la herencia recibida".
El presidente está gobernando por decretos cerrando programas de radio y televisión críticos al gobierno e informando a la ciudadanía que la policía tiene derecho de pedirles documentos en cualquier circunstancia y lugar. Los ministros, a la vez, están creando las condiciones para las transnacionales. El hombre de Shell, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, hizo eliminar la regulación de la actividad petrolera. El de Cultura, Pablo Avelluto, dio un golpe de gracia a las casas editoras nacionales ordenando apertura sin restricciones a la importación de libros. La represión en todo el país está tomando fuerza, lo que confirma la detención de la fundadora del movimiento Tupac Amaru y dirigente de la red de organizaciones sociales en Jujuy, Milagro Sala. Frente a todos los cambios, al estilo kafkiano y la época de los gobiernos militares, que se vienen produciendo en el país, parece que la misma madre naturaleza empieza a revelarse, siete provincias están sufriendo el peor ataque de langostas en los últimos 50 años lo que está afectando los cultivos y campos de pastoreo de más de 700.000 hectáreas.
En Venezuela, la oposición que ganó la mayoría calificada en la Asamblea Nacional, empezó su labor el 5 de enero pasado con gran torpeza. Su presidente Henry Ramos Allup anunció ese día que su labor sería "deconstruir la revolución bolivariana" con el apoyo del Tribunal Supremo de Justicia y para empezar ordenó de inmediato sacar los retratos de Simón Bolívar y Hugo Chávez de la Asamblea Nacional. Enceguecido por el triunfo electoral hizo mal cálculo respecto al pensamiento del pueblo que sigue en su mayoría chavista y no quiere cambiar de República, la respuesta no se hizo esperar y salieron multitudinariamente a la calles a protestar por la medida, apoyados por todos los estamentos, entre ellos las fuerzas armadas. En realidad, su voto no significó la adhesión a la oposición, sino una llamada de atención a las autoridades que hay que poner orden en casa y terminar con el desabastecimiento, la especulación y el acaparamiento de los artículos de primera necesidad.
Hace poco la economista venezolana, Pascualina Curcio, publicó un estudio titulado "Desabastecimiento e Inflación en Venezuela" donde prueba que el origen del problema se debe a una lucha política. "No es por la disminución de la producción. Se han entregado las divisas al sector importador para todos los rubros, sobre todo alimentos y medicamentos y sin embargo persiste la escasez". Para la especialista, la razón principal consiste en el acaparamiento de bienes de primera necesidad cuya producción y distribución está a cargo de monopolios y oligopolios. En este contexto los intereses políticos que buscan la desestabilización del país superan los intereses de maximizar los beneficios". En condiciones cuando la oposición, desde los tiempos de Hugo Chávez, siempre rechaza el diálogo con el gobierno lo que queda al poder ejecutivo es acudir al pueblo formando comités populares, Asamblea Popular y hacer guerra a la burocracia y a la corrupción que están corroyendo la República, elemento utilizado por los promotores de la guerra mediática.
En Ecuador el fenómeno de protesta es realmente ilógico, allí la tasa de desempleo es la más baja en la región: 4,7 por ciento y donde durante nueve años de Revolución Ciudadana se ha formado una sólida clase media. Ahora, como por arte de magia esta clase media se convirtió en acérrimo enemigo de Rafael Correa quien desilusionado por el rechazo, o tal vez recordando la vergüenza ecuatoriana de lo que le pasó en 1912 a su paisano el presidente constitucional Eloy Alfaro, el más grande benefactor del país, quien fue linchado y arrastrado su cadáver por su propio pueblo, ya anunció su retiro de la política al terminar su mandato en 2017. Hasta los artistas que han sido beneficiados por el actual gobierno se convirtieron en iracundos enemigos del "correísmo". Azuzados por la derecha se olvidaron de repente de la crisis de 1999 cuando el gobierno declaró el feriado bancario que empobreció a millones de ecuatorianos y a otros millones los expulsó de la patria. Precisamente con Rafael Correa, que asumió la presidencia en 2007, se consolidó la economía nacional dando prioridad al ser humano y no al capital. Con Correa fue recuperada su soberanía y el orgullo nacional pues en Ecuador imperaba Estados Unidos y la CIA hacía tabla raza de sus leyes. También los 200 centros de investigación sirven de testimonio de los logros de la Revolución Ciudadana. Tal vez en algún momento de lucidez el pueblo gritará: ¡Los Golpistas no Pasarán!
El despertar de la oposición llena de izquierdistas y derechistas formando una ensalada política, hace peligrar el sistema de Buen Vivir de Evo Morales. El proceso de transformaciones políticas, económicas, culturales y sociales que inició Evo Morales hace 10 años convirtieron a la paupérrima Bolivia neoliberal en un proyecto nacional popular, lo que la guerra mediática contra Evo Morales trata de ocultar. Por supuesto, el intento de Evo Morales de quedarse en el poder hasta después de 2020 puede ser cuestionable pero no se resuelve con violencia sino con el referéndum que tendrá lugar el próximo 21 de febrero. Y el "No a Evo" como están vociferando los izquierdistas no necesariamente significa el "Sí a la Revolución Socialista".
En Brasil, las protestas exigiendo juicio político a la presidenta Dilma Rousseff por la corrupción en Petrobras, también tienen carácter político y donde los intereses norteamericanos coinciden con los de la oligarquía nacional que quiere la privatización de Petrobras, es decir, tomar el control de 100 mil millones de barriles de petróleo localizados frente a las costas de Rio de Janeiro por parte de la Shell, BP y Chevron. No hay que olvidar que después del descubrimiento de petróleo frente a la ciudad Angros des Reis, los buques de la IV Flota se desplazaron inmediatamente a la zona donde se calcula hay posiblemente otros 100 mil millones de petróleo. Fue precisamente aquel descubrimiento que motivó una campaña de protesta contra el gobierno de Dilma Rousseff para sacarla del poder y entregar la presidencia a Aécio Neves, el Mauricio Macri brasileño.
La actual arremetida de la derecha neoliberal contra todas las manifestaciones, aunque incipientes, del socialismo, democracia, populismo y nacionalismo en Latinoamérica es parte de lo que los globalizadores "iluminados" llaman "Golpe Blando", "Revolución de Colores", "Guerra de Cuarta Generación". Y quién sabe cuántos métodos más están en proyectos de la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA, por sus siglas en inglés) que está vigilando día y noche los recursos energéticos de cada país y determina la fecha y la magnitud de protestas, disturbios o supuestas revoluciones para cada país cuyos recursos energéticos representan "interés para la seguridad nacional de EEUU".
Para lograr este propósito y confundir la opinión pública se utiliza un sistema sofisticado de engaño y desinformación.
Por algo decía Mark Twain que "es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada".





EL LAGO DE LOS ANDES QUE SE HA TRANSFORMADO EN DESIERTO

Cuando se topó con esa enorme masa de agua en Los Andes bolivianos, a casi 3.700 metros de altura, el geógrafo británico Jim Alen escribió en 1998 que había encontrado la Atlántida. La vasta planicie encerrada por montañas ricas en minerales con un lago similar a un mar interior coincidía con la mítica isla que describe Platón.

Terra de Chile (www.noticias.terra.cl)
                                                        
Ese lago llamado Poopó, que fuera el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca, hoy está casi seco y se va transformando en desierto por el fenómeno climático conocido como El Niño, la mano del hombre y el calentamiento global, dicen expertos y autoridades.
Recuperar el lago, al parecer, no va a ser posible.
"Es una fotografía del futuro del cambio climático", lamentó el glaciólogo Dirk Hoffmann.
Del cuerpo de aguas poco profundas que alguna vez llegó a 2.337 kilómetros cuadrados de extensión, sólo queda pequeños humedales y charcos. Unas pocas gaviotas atrapadas se pelean la poca comida bajo un sol de plomo.
Una tierra yerma y salitrosa quedó del espejo azul. Los pescadores también se han marchado y abandonaron sus botes, que van siendo cubiertos por la tierra. Los zapatos se hunden en la tierra fofa de la que emanan vapores que al diluirse bajo el ardiente sol dejan ver espejismos de agua azul en el horizonte. Los únicos seres vivos son unos escarabajos que se alimentan de aves muertas. A kilómetros de acá, en lo que fue la ribera, pastan alpacas, llamas, ovejas y ñandús salvajes.
El viento barre y orada las paredes de abobe de unos pocos domos abandonados que fue hogar de los urus, uno de los pueblos más antiguos del continente que se autodenominan "hombres de agua". También han migrado.
"El lago no se ha secado de la noche a la mañana. Ahora la gente está vendiendo sus ovejas, que era su único capital, y se han marchado a las ciudades. Por la sequía no hay pasto para alimentar al ganado", dice Martín Colque, alcalde del pequeño poblado de Toledo en el occidente a 210 kilómetros al sur de La Paz, uno de los municipios más pobres del país.
Los meteorólogos anticipan que el fenómeno meteorológico El Niño será más severo este año. Los lugareños dicen que no fueron escuchados por las autoridades cuando alertaban del retroceso del lago. "Se pudo hacer algo para prevenir el desastre. Empresas mineras han desviado las aguas desde 1982 y eso ha ido mermando el caudal, que también se redujo por la sequía", dice Angel Flores, dirigente de la zona.
Por milenios El Niño ha castigado con sequías a esta región árida del altiplano provocando drásticos descensos del Poopó, pero a eso se sumó en las últimas tres décadas el desvío de aguas para uso minero y agrícola, combinado con la contaminación y la evaporación acelerada por el aumento de temperaturas debido al calentamiento global, según coinciden expertos, autoridades y lugareños.
Los registros más antiguos sobre el comportamiento del nivel de aguas datan de 1920. No hay registros anteriores. En su mejor momento había 30 cooperativas de pescadores que aglutinaban a unos 900 socios. Hoy no hay ningún pescador. Los pescadores migraron o cambiaron de empleo.
El incremento de temperaturas en los Andes es un hecho y está provocando también el retroceso de glaciares bolivianos, afirma Hoffmann, en lo que coincide el biólogo del Instituto de Tecnología de la Florida Mark B. Bush dice que el calentamiento global y las sequías amenazan todo el altiplano andino.
Un estudio que hizo con otros especialistas en el 2010 para la revista Global Change Biology dice que La Paz podría sufrir una seguía catastrófica este siglo. Pronosticó "climas áridos e inhóspitos" que afectarán la disponibilidad de alimentos y agua de los más de 3 millones de personas que viven en el altiplano boliviano.
Otro estudio del consorcio alemán Gitec-Cobodes indicó que en 2013 el Poopó recibió 161.000 millones de litros de agua menos de los que requiere para mantener un equilibrio natural.
"Pueden producirse cambios irreversibles en los ecosistemas, causando emigraciones masivas y grandes conflictos", advirtió el estudio encargado por el gobierno boliviano.
El Poopó y el Titicaca, el lago navegable más alto del mundo que comparten Bolivia y Perú, están unidos por el río Desaguadero que viene de Perú y recorre 400 kilómetros. El Titicaca aporta 20% del agua y ese caudal no ha disminuido, el otro 80% aportan otros tributarios. El nivel del Titicaca está en rango medio porque 2015 fue año seco, dice Alfredo Mamani, presidente de la Autoridad del Lago Titicaca.
Anteriores inundaciones han bifurcado uno de los afluentes principales disminuyendo el flujo hacia el Poopó. Pero a esos elementos naturales se ha sumado el desvío de aguas para uso de más de un centenar de operaciones mineras grandes y pequeñas, para agricultura y el consumo humano de poblaciones cercanas.
Mamani dice que el Poopó ha tenido siempre ciclos de altas y bajas y que la gente sólo ve el presente.
El presidente Evo Morales, defensor de la Pachamama (Madre Tierra) y duro crítico del historial ambiental de las potencias, coincide con Mamani. Nacido en una aldea rural cerca del Poopó, el mandatario calificó de exageradas las reacciones.
Desde 1920 el Poopó ha estado por debajo de su nivel óptimo. Su nivel descendió drásticamente entre 1940 y 1948. En 1984 tuvo una crecida que alcanzó su pico el 1988, con más de un metro por encima de su nivel normal, y de ahí comenzó un descenso cuyo registro se detiene en 1992.
"Puede que estemos en otro momento crítico de variabilidad climática que afecta en períodos de 10 años que ya hemos pasado y superado, pero si además fuera por cambio climático, sería más severo", señaló el hidrólogo Mamani.
El reciente auge de precios de los minerales alentó una fiebre en esta región minera mientras los controles ambientales se relajaron. La mayor mina estatal de estaño no tiene un dique de colas y arroja desechos contaminantes a un río que alimenta al Poopó. Estudios ambientales dicen que sólo dos empresas mineras usaban 22 millones de litros de agua al día de ríos que alimentan al Poopó en los últimos 15 años.
"Los ríos ya no aportan suficiente agua dulce y la que traen está contaminada... es más arena y barro que agua", afirma un documento de organizaciones de la zona.
A finales de 2014 un estudio de la Universidad Técnica de Oruro encontró niveles de metales pesados como el arsénico, cadmio, plomo y zinc por encima de lo normal en el agua y el sedimento del lago. El agua contenía siete veces más de cloruro.
Ese año ocurrió un dramático evento que dejó "millones de peces muertos", de acuerdo con Flores.
"Las aguas estaban bajas y se recalentaron cuando llegaron fuertes vientos que revolvieron las aguas", expresó el dirigente. "Tanto sedimento ingresó por años que el hueco del centro del lago está colmatado". No hubo juicios ni se conoce de sanciones a operadoras mineras, aseguran organizaciones de agricultores y ganaderos.
La salud del Poopó ha puesto al desnudo las debilidades de una economía altamente dependiente de las materias primas. Los minerales ocupan el segundo lugar de las exportaciones después del gas natural.
Cuando el lecho del lago seque más los vientos arrancarán y dispersarán la tierra contaminada de metales pesados afectando a la cadena alimentaria, dice Hoffmann.





LA FLOTA DE BARCOS MERCANTES BOLIVIANOS QUE MANTIENE ALERTA A LOS PAÍSES DEL MEDITERRÁNEO

El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)

El país altiplánico posee unas 37 embarcaciones registradas, de las cuales 18 son naves de carga sin un vínculo real con el territorio pero aceptadas en el contexto del negocio de los "pabellones de conveniencia". Aunque la bandera tiene mala reputación porque varios de estos barcos han estado involucrados en el transporte de mercancías ilegales.
En septiembre de 2015 el mercante Haddad 1 de bandera boliviana fue interceptado en la isla de Creta por las autoridades griegas y aunque sus responsables declararon que la carga a bordo eran "artículos para el hogar" se descubrió que en su bodega transportaba quinientos mil cartuchos de municiones, cinco mil fusiles y 4900 cartones de cigarrillos. La nave permanece hasta ahora detenida  en el puerto griego de Heraclión. El destino del barco era la ciudad libia de Misrata, en plena guerra civil.
Por eso el armamento se encuentra embargado por la ONU. La mercancía partió desde el puerto de Izkenderun en Turquía y el gobierno de ese país declaró que teóricamente las armas correspondían a una compra legal de armas para la policía de Sudán.
Como sea, según una investigación publicada por el diario español El Confidencial la flota de barcos con bandera boliviana según el Registro Boliviano de Buques consigna 37 embarcaciones, de las cuales 18 corresponden a mercantes de carga.
Y varias de ellas han estado involucradas en el transporte de cargas controvertidas o derechamente ilegales, como la detectada a bordo del Joudi, que en diciembre de 2015 fue descubierto transportando 13 toneladas de hachís en polvo en el puerto libio de Tobruk  Las autoridades de ese Turquía desde donde había partido , con autorización del gobierno boliviano entraron al barco para realizar un operativo anti drogas el pasado 5 de enero.
La razón de que Bolivia autorice el uso de su bandera a naves mercantes, aunque no tenga salida al mar,  es el negocio de los "pabellones de conveniencia" que entrega protección a los barcos según las normas internacionales a cambio de una suma de dinero. Aunque en los casos expuestos, la bandera les fue inmediatamente despojada.
Entre 2014 y 2016 al menos 14 barcos bolivianos han recalado en puertos asociados a zonas de conflicto como Siria, Libia, Egipto Turquía o Grecia. Otros tantos han cambiado de bandera boliviana po la de otros países como Togo Camboya o Tanzania para luego ser hundidos, lo que resulta más barato que desarmarlos o desguazarlos.
"La bandera boliviana tiene mala reputación en términos de control de buques o certificados falsos", dicen desde la organización ambientalista Robin Des Bois a El Confidencial. Además, la flota es anticuada. "Es chatarra pura, en ningún registro serio podrías inscribir un barco que tiene 30 o 40 años", opina Jaime Rodrigo de Larrucea, presidente de la sección de derecho marítimo del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona.
Por último José Angel Carrasco, encargado del registro boliviano de buques asegura que su país "jamás autorizó o autorizará a un buque para que sea utilizado en actividades ilegales", y que cualquier solicitud de abordar uno (por parte del país que lo intercepte) "es atendida lo más rápido posible".





YUNGAS, LA "CHIMENEA DE LA MUERTE" EN BOLIVIA: EL CAMINO MÁS PELIGROSO DEL MUNDO

Nano Press de Italia (www.centrometeoitaliano.it)
                                     
Yungas, la "chimenea Muerte" en Bolivia: la carretera más peligrosa del mundo - el camino de los Yungas, bautizado por los lugareños el Camino de la Muerte, tiene el camino de tierra, la carretera cerca de los límites de lo que está permitido y no hay barandas. Las pendientes son muy pronunciadas, de hecho, la forma en que lo lleve en La Paz, que se encuentra a 3640 metros sobre el nivel del mar y sube 4650 metros sobre el nivel del mar y luego desciende a 1.525 metros Corico a través de dos microclimas diferentes como el frío de la meseta y el clima cálido y húmedo de los bosques.
Estas son las características que dan el espectáculo callejero de Yungas porque se puede encontrar en las secciones donde un lado mostrará las paredes de la montaña en sus espectaculares barrancos aterradoras naturales y de otro, a menudo plagado por una espesa niebla. La carretera fue construida alrededor de 1930 por Paraguay capturado en la Guerra del Chaco y 24 de julio 1983 fue la escena de un accidente de tráfico la historia más trágica con 100 muertes.
Después de esta tragedia, se decidió en 1990 imponer la orientación correcta Inglés de esta manera, a diferencia de las otras carreteras en el país, con el fin de permitir a los titulares de los medios para poder al menos controlar el borde del acantilado durante los cruces con otros mezzi.Oggi una nueva forma, más moderno y sin duda más seguro, ha hecho casi nada de uso debido a la utilización de los Yungas, que es, sin embargo, se convierte en uno de los más famosa atracción turística en Bolivia.
Cada año, de hecho, un número creciente de ciclistas valientes, en busca de emociones, correr a través de los que aprovechan sus inclinaciones marcados mientras rezaba en silencio esperando que los frenos tienen.





LOS REVESES ELECTORALES DE LA IZQUIERDA EN AMÉRICA DEL SUR

“La confrontación entre izquierda y derecha es un asunto que va a estar en la agenda del continente en el próximo cuarto de siglo”

Las 2 Orillas de Colombia (www.las2orillas.co)
                                        
Por: Enoin Humanez Blanquicett.- En 1993 la primera edición de un clásico de la historia política latinoamericana del tiempo presente apareció en simultánea en español e inglés en las librerías mexicanas y estadounidenses. En el primer párrafo de la introducción su autor sostiene: “La guerra fría ha terminado y el bloque socialista se derrumbó. Los Estados Unidos y el capitalismo triunfaron. Y quizás en ninguna parte ese triunfo se antoja tan claro y contundente como en América Latina […]. Hoy los países de esa misma región los gobiernan tecnócratas o empresarios conservadores y fanáticos de Estados Unidos, casi todos llevados al poder –hecho insólito en el continente- por la vía del voto. El empeño estadounidense de combatir a una izquierda activa, influyente y amenazante culminó con éxito indiscutible: dicha izquierda fue derrotada sin cuartel ni clemencia”. Al final del párrafo se establece –como conclusión- un balance lapidario: “En la América Latina de la posguerra fría la izquierda carece de peso y pertinencia”.
El epilogo del panorama sombrío presentado en ese párrafo inicial es una pregunta sin rodeo, que tiene por objeto justificar la pertinencia de la obra. El autor, con el propósito de justificar su esfuerzo intelectual, se pregunta si la izquierda latinoamericana, que está desmoralizada y en la lona, merece qué alguien pierda tiempo ocupándose de ella y que además le dedique un libro entero. Para colmo, el ambiente tóxico en el que se debatía la izquierda de comienzos de la década de 1990 terminó de ser envenenado por la publicación de un libro, que ganó rápida celebridad. El éxito de la obra se edificó sobre una fórmula chocarrera: etiquetar desde el titulo, y sin fórmula de cortesía, a los partidarios de las ideas progresistas como los perfectos idiotas del continente.
Sin embargo, a pesar del panorama desolador y del futuro incierto que Jorge Castañeda presagiaba para la izquierda latinoamericana en “La utopía desarmada” y de la carga de mala leche que le vertieron encima los autores de “El manual de perfecto idiota latinoamericano”, en 1998 comenzó una era de festejos para los partidarios de la gauche. Una seguidilla de de triunfos electorales consecutivos dio lugar a una fiesta que ha durado decenio y medio. Durante esa temporada de festejos hemos visto desfilar por los palacios presidenciales de las capitales de la mayoría de los países de la región, a excepción de México, Costa Rica, Panamá, Colombia, República Dominicana, –y digamos Perú-, porque Ollanta Humala resultó no ser el lobo feroz que todos temían, presidentes que se han hecho elegir bajo las banderas antiestamentistas y con un programa, que va en contravía de los intereses de Washington en la región.
Entre los que han presidido ese festejo hemos visto de todo. Un militar golpista, enfundado en camisa y boina rojas, que se declaró partidario de las ideas políticas disidentes; un obrero metalúrgico, que ganó sus galones en el mundo sindical, enfrentando la represión de militares golpistas alérgicos a las ideas políticas disidentes; una familia millonaria de la Patagonia, con negocios en el sector inmobiliario, que decidió untarse de pueblo y fomentar la inclusión social en un continente atascado en el pantano de la desigualdad; un hacendado rural ensombrerado, que llegó al poder bajo el paragua de un partido liberal y giró repentinamente a la izquierda; un tecnócrata en asuntos económicos, educado en universidades (si aún resulta licita la expresión) del primer mundo; un indio sin abolengo, que hizo sus primeras armas en la lucha agraria, defendiendo el uso tradicional de los cultivos de coca; dos idealistas que fundaron guerrillas para enfrentar a los gobiernos militares, fueron derrotados y purgaron su rebeldía en la cárcel; un excomandante guerrillero que ganó el poder por las armas, lo perdió en las urnas y lo recuperó a través de ellas; y hasta un cura que ha leído más la Biblia que los manuales de propaganda leninistas.
El sobrevuelo del recorrido que le permitió a la izquierda ascender al poder de Ciudad de Guatemala a Buenos Aires, de Brasilia a Tegucigalpa, de Quito a Managua y de Asunción a San Salvador, así como el examen de lo que ésta ha hecho durante su estadía en el gobierno, nos muestra que la izquierda latinoamericana nos es la misma en todas partes. Por eso en la evaluación de su gestión de la cosa pública, no se puede proceder a  medir a todo el mundo con el mismo rasero. De cara a esa lógica resulta equivocado el enfoque generalizador con el que Beatriz Miranda, en un especial para El Espectador, aborda el balance de una década y media de ejercicio del poder por parte de la izquierda en la región. Igualmente resulta equivocado el apresuramiento con el que los analistas del conservador diario El Colombiano aseguran que “la izquierda de América Latina va en declive”.
Esas posturas editoriales no consulta la realidad. El examen del momento político actual por el que pasa el continente, basado en el devenir de la izquierda, como lo sostiene “Andrés Molano, director del Observatorio de Política y Estrategia en América Latina (Opeal)” tiene que tomar en cuenta que así como hay países donde los regímenes de izquierda se han desgatado, como es el caso de Venezuela, Brasil y Argentina, “hay otros que transitan una etapa formidable y estable cómo Uruguay,” Bolivia, Ecuador, Chile o incluso El Salvador. En este último país los sectores de izquierda se han consolidado –en las dos últimas elecciones– como actores políticos indiscutibles en la escena nacional.
En lo que concierne a la corrupción, si bien es cierto que hay casos concretos, como el caso venezolano, donde el paso de la izquierda por el poder ha estado “marcado por actos de corrupción y de abuso de poder”, en este campo salir a generalizar a partir del caso más visibles no es pertinente. Generalizar a partir de la particularidad siempre será un proceder equivocado, que equivale a valerse de un único aparato de medición para dar cuenta de las características matemáticas de los diferentes productos, que abarrotan la estantería de un supermercado. En otras palabras, un metro sirve para medir la tela, pero no sirve para pesar el queso.
En lo concerniente al abuzo del poder, si bien es importante reconocer que ciertos gobernantes latinoamericanos, que han llegado al gobierno bajo la bandera de la izquierda han demostrado en el ejercicio de éste un talante atrabiliario, también hay que reconocer que hasta hoy, por muy safio que haya podido ser Chávez, por muy palurdo que nos resulte Maduro, por muy zamarro que nos parezca Correa o por muy autócrata que se nos figure Evo, estos individuos son altamente potables cuando se los compara con Rafael Lenidas Trujillo Molina, Jorge Rafael Videla, Anastasio Somoza (padre e hijo) Augusto Pinochet  o  Alfredo Stroessner.
Igualmente sus pasadas de piña –por tomar prestada una metáfora del argot popular barranquillero- en el ejercicio del poder no resultan distintas a las que se permitieron Alberto Fujimori en Perú, en la década de 1990, o Álvaro Uribe Vélez en Colombia, durante la década 2000. Sin entrar a justificarlos, cuando se examina cuidadosamente el paso por el poder de los dirigentes de izquierda de América Latina desde la perspectiva de los derechos humanos y de cara al abuso de poder, éstos no han puesto en práctica con sus opositores las medidas represivas que implementaron los gobiernos de derecha durante el siglo XX, que llevaron a Jorge Castañeda a preguntarse ¿cómo “las fuerzas favorables al cambio” pudieron sobrevivir a los “peores horrores”, que se cometieron durante la aterradora campaña de represión que puso en marcha el establecimiento latinoamericano, para contener el virus rebelde, que se propagó por la geografía regional luego de la revolución cubana?
En cuanto a la corrupción, no se puede ocultar que ha habido corrupción durante los gobiernos de muchos políticos que han accedido al poder vistiendo la casaca de la izquierda. Pero a pesar de sus indelicadezas la sensación general es que han sido más equitativos y pulcros que sus pares de la derecha. Por eso, como lo anota Antonio Caballero “nunca se ha visto que en Venezuela salga el populacho a las calles a gritar «¡Ladrón o no ladrón, queremos a Carlos Andrés!», ni en el Brasil «¡Ladrón o no ladrón, queremos a Collor de Melo!», como sí gritaban los argentinos «¡Ladrón o no ladrón, queremos a Perón!»”. En el campo de la transparencia en el manejo de los recursos del Estado, para evaluar el comportamiento de la izquierda en el uso de los recursos públicos vale aquí traer a colación un adagio franceses, que sostiene “que los frutos no caen lejos del árbol”. Por eso se puede considerar que en un continente, donde la clase política se ha caracterizado históricamente por ser corrupta, autoritaria y caudillista, la dirigencia de izquierda no está exenta de reproducir esos vicios.
Superar las prácticas clientelista en el ejerció de la política y la concepción patrimonialista en la gestión del Estado, dentro de la cual se concibe a los recursos públicos como un botín que el gobernante y sus amigos pueden manejar como plata de bolsillo: (“el dueño de la chequera soy yo” le dijo recientemente el presidente de Colombia a su vicepresidente, develando de ese modo el pulso secreto que mantienen los dos por el reparto del botín público entre sus respectivas clientelas), es un asunto que nos va a tomar todavía muchas generaciones.
En cuanto a la vocación autócrata de la izquierda respecto al ejercicio del poder, ésta es concomitante con la historia de una región donde la militarización de la política, como lo resaltan Dirk Kruijt y Kees Koonings, ha moldeado la vida pública de casi todos sus países. Por eso no es extraño que el 45% de la población latinoamericana manifieste estar dispuesta “a apoyar a un gobierno autoritario si éste resuelve los problemas económicos de su país”, un 56% manifieste “no estar satisfecho con la democracia” y un 34%, como lo destaca Rosendo Fraga, declare su disposición a apoyar un gobierno militar. Como si fuera poco, en el vademécum marxista existen los conceptos de dictadura del proletariado  y de partido único. En un contexto autoritario y caudillista, como el latinoamericano, esta receta encaja correctamente en el programa político de los sectores más radicales y militantes de la izquierda, que todavía no descartan el recurso a las armas para hacerse al poder o para mantenerlo.
La derrota del chavismo en las parlamentarias venezolanas después de década y media de hegemonía; el revés del justicialismo en las presidenciales argentinas, en un país en el que, al decir de Antonio Caballero, “hasta el papa es peronista”; y la pérdida por parte de la indisciplinada y dispersa izquierda colombiana de la alcaldía de Bogotá son tres eventos, que han llevado a ciertos analistas a decretar de “la crisis de la izquierda en América Latina”.
Uno de ellos es Juan Francisco Alonso. Este cronista afirma en el Diario Las Américas de Miami que “la elección del conservador Enrique Peñaloza como alcalde de Bogotá”, […] del opositor Mauricio Macri en las presidenciales de Argentina y ahora la de la antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las legislativas de Venezuela” son “tres victorias que” evidencian “que en América Latina se está dando un viraje político”. A nuestro modo de ver, los analistas que proceden de ese modo están tomando la parte por el todo y confundiendo peras con manzanas, al analizar en pie de igualdad tres casos, que ameritan ser analizados por separado.
Para Franck Gaudichaud, la entrada en la escena gubernamental de la izquierda marcó el inicio de un “nuevo ciclo político regional”, que ha traído consigo el debilitamiento del “intervencionismo del “Tío Sam” y del imperialismo” en el continente. Ese nuevo ciclo político, en opinión de Emir Sader, ha significado el inicio de “un nuevo período histórico en América Latina”. La derrota de peronismo en las presidenciales argentina, el traspié del chavismo en las parlamentarias en Venezuela y la salida de la izquierda de la alcaldía bogotana, más que ponerle fin a ese periodo, lo que marca es el inicio de un nuevo capítulo del mismo.
En ese plano, como lo sostiene Carlos Lozano Guillen, la confrontación entre izquierda y derecha en América Latina, dada la crisis de los viejos partidos tradicionales en la mayoría de los países del continente, es un asunto que va a estar en la agenda durante el próximo cuarto de siglo, porque la ciudadanía se ha dado cuenta paulatinamente que la “primera significa el cambio, el progreso social y la preservación de lo ético; y la segunda, lo contrario”. Sin embargo, la derrota encajada por la izquierda argentina, venezolana y colombiana pone sobre la mesa otro tema importante, que no se puede soslayar: “el debate de ideas […] sobre qué izquierda se necesita” hoy en cada uno de esos países.





AMÉRICA LATINA: ¿GIRO POLÍTICO Y FIN DEL POPULISMO?

Kmow de España (www.knowledgeatwharton.com.es)
                                                                         
Parece evidente que América Latina vive un momento de transición tanto a nivel económico como político. En primer lugar, la época de prosperidad marcada por el sólido crecimiento económico sustentado en el alza de los precios de los productos básicos, que fue acompañado por importantes avances sociales durante la última década, ha llegado claramente a su fin. Por otro lado, países con largos gobiernos populistas, como Argentina y Venezuela, han perdido el apoyo del pueblo en sendas elecciones celebradas a finales de 2015. En 2016, la amenaza de juicio político a la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, también pone en peligro su continuidad en el poder.
Este nuevo escenario ha llevado a los expertos a preguntarse si el populismo y el llamado socialismo del S.XXI —abrazado primero por la Venezuela de Hugo Chávez y luego por países como Ecuador y Bolivia— han fracasado frente a los desafíos de desarrollo de la región.
¿Naufragio de populismo bolivariano?
Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía de IE Business School, no pone en duda el giro político en la región: “Se ha acabado con 12 años de kirchnerismo [primero Néstor Kirchner y luego su esposa Cristina] tras la victoria electoral del candidato de centroderecha Mauricio Macri en Argentina en diciembre. Por las mismas fechas, el chavismo de Nicolás Maduro ha perdido unas elecciones después de la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999 y la heredera política del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, Dilma Rousseff, se encuentra en una situación muy complicada para seguir al frente del Gobierno, como consecuencia del proceso de destitución en que está inmersa”, y su nivel de popularidad se sitúa por debajo del 10%.
El profesor del IE añade que en estos tres países se ha puesto de manifiesto que los gobiernos populistas no han podido resistir el cambio de ciclo económico. Esto ha estado acompañado, en su opinión, de unos procesos de corrupción verdaderamente importantes, que cuando ha soplado el viento de cola no han hecho demasiada mella en estos gobiernos, pero en cuanto la situación económica ha cambiado, el descontento popular ha crecido como la espuma. “Cuando el gasto social ha estado fluyendo todo ha ido bien, pero cuando ha empezado a haber problemas para mantener estos niveles de gasto, sobre todo cuando la situación económica se ha deteriorado, la población ya no ha estado dispuesta a seguir manteniendo ese contrato social de tú me das y yo te apoyo”, dice. Y destaca que estos ingredientes son comunes en Venezuela, Argentina y Brasil.
Pero antes que nada, Sergio Costa Sant’Anna, profesor colaborador en IESE Business School y la Universidad Pompeu Fabra en las asignaturas de Internacional Business y Strategic Alliances, hace referencia al sociólogo Ralf Dahrendorf para intentar acotar un término tan amplio y difuso como el populismo: “populistas a la derecha, populistas a la izquierda. Quien dice populismo se adentra en un terreno difícil. En todo caso, el concepto es peyorativo… Hablamos entonces de demagogia y la demagogia tiene un gran repertorio de métodos”.
En opinión de Costa, ningún tipo de populismo es bueno para un país y su pueblo, ya sea de derechas o de izquierdas, pero mucho menos las formas de populismo empleadas en Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia, Nicaragua, Cuba o Ecuador, ya que no se tratan “solo de simples gobiernos populistas de izquierdas, son intervencionistas y en algunos casos dictatoriales, donde prevalecen las voluntades de los gobernantes y no las leyes en vigor”. Tanto es así, “que en estos últimos años estos países se han acercado a Rusia o China, por la manera de pensar de sus gobernantes, y se han distanciado de Estados Unidos o Europa”.
Costa piensa que el panorama debería empezar a cambiar en los próximos años, sobre todo a raíz de la victoria de Macri y el posible juicio político a Rousseff. “Estos hechos deberían traer otra vez el equilibrio de fuerzas de izquierdas y de derechas en la región, pero lo más importante es que los populismos deberán desaparecer en la mayoría de países por las secuelas que han traído al pueblo”. Y apoya esta idea con datos del Banco Mundial, “según los cuales en los regímenes populistas de izquierda y teóricamente pro-pueblo de América Latina, aún existen 130 millones de personas consideradas ‘crónicamente pobres’, además de las considerada solamente pobres”.
Carlos Malamud, por su parte, sostenía en un artículo de opinión publicado en Infolatam que “el modelo basado en un gasto social sin límite y en políticas clientelares se ha agotado”, pero esto “no implica necesariamente el fin del populismo”. Lo que sí considera que estaría a punto de naufragar es el populismo bolivariano, “que tan pomposamente se calificó de ‘socialismo del siglo XXI’, aunque esto deberá ser corroborado caso por caso, país por país”. En opinión del Investigador Principal para América Latina del Real Instituto Elcano, “lo anterior no significa la desaparición de los gobiernos populistas en América Latina, donde hemos conocido populismos de izquierda, populismos de derecha y populismos a secas”.
Caso por caso
Nadie duda de que los recientes años de populismo vinieron acompañados de importantes avances sociales. En la Venezuela de Chávez, destaca Martínez Lázaro, el programa de las misiones —que incluye, por ejemplo, consultas médicas gratuitas y acceso a créditos subvencionados— ha tenido un éxito importante, “llevando por primera vez el Estado de Bienestar a los que apenas nunca lo habían tenido”. Costa añade que fue posible implementar “el populismo de izquierdas o revolución bolivariana por el alto nivel de los precios del petróleo, principal medio de financiación del régimen”. Una vez desaparecida la fuente de financiación, por el desplome de los precios, la economía empezó a caer a partir de 2012 hasta entrar en una recesión profunda en 2014 (-5% del PIB). Según datos de Costa, el Bolívar venezolano alcanzó un máximo histórico de 6,35 USD/VEF en agosto de 2015 frente al mínimo histórico de 0,05 en enero de 1989. Además, “la inversión extranjera directa (IED) es negativa, situándose las reservas de divisas en niveles de 2005”, afirma.
Hoy en día, añade Costa, “los venezolanos están viviendo lo mismo que los sirios, pero sin guerra. Comprar un litro de leche u otros productos básicos es algo muy difícil. Los productos han desaparecido de los supermercados. Solamente las clases más altas pueden conseguir productos sin pelear por ellos en muchas ciudades del país”. Para intentar salir de la crisis, dice, “Venezuela necesita primeramente un cambio de régimen económico, donde pueda haber una diversificación de la economía para que no esté soportada solamente por el petróleo”. Además, en su opinión, se debería acabar con el subsidio del petróleo, establecer una política monetaria y fiscal de austeridad que a largo plazo estabilice el país y buscar inversiones internacionales para promover el desarrollo, “pero para eso necesitarían seguridad jurídica, algo muy difícil con el escenario actual. Aunque se podría buscar en países con una relación ideológica más cercana, como Rusia o China, o el mismo Brasil”.
La situación es tal que el Gobierno venezolano acaba de solicitar a la Asamblea Nacional una declaración de emergencia económica que supone, desde el punto de vista constitucional, un periodo especial de 60 días para tomar acciones contra la crisis. Aunque se apruebe, el profesor del IE dice que Venezuela “está quebrada salvo que se recupere el precio del petróleo, lo que parece muy improbable a corto o medio plazo”. A nivel político, los expertos creen que Maduro intentará hacer todo lo posible para mantener el poder. La clave para que acate los resultados de las elecciones legislativas, que han entregado la mayoría del Parlamento a la oposición, estará en el ejército, que posiblemente no tolerará que no se respete la voluntad popular.
En cuanto a Argentina, Martínez Lázaro señala que, aunque los Kirchner cuidaron a la base peronista trabajadora, se crearon profundos desequilibrios económicos en el país, “lo mismo que en Venezuela, donde han sido terroríficos, y Brasil, donde han sido más llevaderos que en Argentina porque quizás ha habido una mayor ortodoxia económica”. Costa señala que Cristina Fernández de Kirchner recibió el país de su marido Néstor (en 2007) con un récord de crecimiento y después de 8 años lo entrega con un 25% de inflación. “La deuda externa está casi en los niveles de 2005, el IED y las reservas de divisas en los niveles de 2004. Los gastos gubernamentales son 3 veces superiores que hace 10 años. El peso argentino alcanzó un máximo histórico de 13,44 USD/ARS en diciembre de 2015 frente a un mínimo histórico de 0,98 en enero de 1992”, detalla.
En estos momentos, el Gobierno de Macri está poniendo en marcha una transición económica ordenada y gradual que, en primera instancia, ha consistido en poner fin al el control de cambios (el llamado cepo cambiario), llevar a cabo una purga de kirchneristas en la administración y cambiar los pilares de la política exterior para reinsertar al país en la comunidad internacional y recuperar la imagen de país normal y confiable, ya que los inversores desconfían de prestarle dinero tras los impagos de 2001 y 2014. Sin embargo, Martínez Lázaro no es muy optimista respecto al corto plazo: “Macri se asoma a una recesión casi seguro por los ajustes que tiene que hacer y el cambio de ciclo”.
En Brasil, el profesor del IE destaca que los resultados del populismo fueron espectaculares, unas 40 millones de personas salieron de la pobreza, lo que dio alas al crecimiento. Sin embargo, Costa añade que desde que Lula (2002-2011) entregó el poder a Rousseff, la economía ha pasado de un PIB de 9% a una recesión de -4,5%. “Las cifras a partir de que Rousseff asumiera el poder se empezaron a deteriorar de forma alarmante. El paro es del 7,5% con una fuerte subida a partir de 2014, los gastos gubernamentales son 5 veces mayores que hace 10 años, la inflación de 10,48% es la más alta de los últimos 12 años. El real brasileño alcanzó un máximo de USD/BRL 4,18 en septiembre de 2015 frente a un mínimo histórico de 0,01 en 1993. Por último, la IED está en los niveles de 2005”. Y considera que “lo mejor que podría ocurrir en el país sería la destitución de Dilma. Sería la forma, quizá, de volver a empezar”.
En conclusión, Costa destaca que los gobiernos populistas de más de una década de duración en estos tres países han supuesto un deterioro actual de sus economías, en que los gastos gubernamentales, las deudas externas o la inflación han aumentado sustancialmente en todos ellos. Este escenario podría repercutir en gran parte de la región. Por ejemplo, en la continuidad del programa Petrocaribe puesto en marcha por Venezuela para ayudar a que países caribeños, especialmente Cuba, pudieran acceder de forma ventajosa a su petróleo a cambio de respaldo político y diplomático. Se calcula que el año pasado se entregaron un promedio de 200.000 barriles diarios, lo que representa menos del 10 % de lo que produce Venezuela, un porcentaje poco relevante, pero tal y como mencionó el diputado de la oposición Alfonso Marquina a los medios: “ninguno de los 18 países miembros de Petrocaribe tiene los niveles de inflación que hoy padece el pueblo de Venezuela”.
Hay otros países con gobiernos populistas, como Bolivia y Ecuador, que no sentirían la desaparición del programa, puesto que no han sido países subvencionados por Venezuela, “pero sin embargo sí podrían sentir la falta ideológica de la desaparición del chavismo”, señala Martínez Lázaro, quien asegura que Bolivia va económicamente bien, pero en Ecuador ya ha habido cierta contestación al presidente Rafael Correa (en el Gobierno desde 2007). “Aunque Correa es ideológicamente muy ortodoxo —antiamericano, bolivariano, etc—,  en el terreno económico es más práctico y se ha distanciado de los disparates económicos que se han cometido en países como Argentina o Venezuela. Sin embargo, Ecuador tiene un problema grave: la dolarización, que en el entorno actual hace mucho daño al país. Otros países pueden depreciar sus monedas para sacar músculo exportador, pero ellos no pueden. Su moneda se aprecia respecto a sus socios comerciales de la región. Veremos la capacidad de resistencia que tiene el país, pero será complicado aguantar”.
Según Malamud, pese a la trascendencia de las elecciones argentinas y venezolanas y a su impacto regional, “aún es pronto para valorarlas adecuadamente”. En 2016 los ciudadanos votarán en siete países, lo que entregará pistas más fiables sobre las tendencias políticas en la región: en Bolivia habrá un referéndum para la reforma constitucional y la reelección permanente; en Chile y Costa Rica, elecciones municipales; en México, estaduales y locales; en Nicaragua y República Dominicana, presidenciales, legislativas y municipales; y en Perú, elecciones presidenciales y legislativas. En su opinión, habrá que prestar especial atención al referéndum boliviano, que permitirá valorar el respaldo que aún tiene el populista Evo Morales; a las municipales chilenas, “con la socialista Michelle Bachelet en horas bajas; y a Nicaragua, donde el tándem [matrimonio] izquierdista Daniel Ortega–Rosario Murillo deberá revalidar su hegemonía”.
Los expertos aconsejan seguir muy atentos a los posibles cambios de Gobierno durante los próximos meses, incluyendo los pasos que se den para el deshielo de las relaciones entre Cuba y EEUU, así cómo los movimientos que hagan los recién llegados, como Macri, puesto que la heterogeneidad de partidos y políticos a nivel nacional es tal que, a día de hoy, se torna muy difícil, o casi imposible, definir tendencias a nivel regional.





¿LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA HA FRACASADO?

MDZOL de Argentina (www.mdzol.com/opinion)

Al comienzo del período neoliberal, las adhesiones al nuevo modelo fueron muy amplias y rápidas. Empezando con la dictadura de Pinochet en Chile, el nuevo modelo fue incorporando a nacionalismos, como el del PRI en México y el peronismo de Menem en Argentina, a partidos socialdemócratas como en Chile, en Venezuela, en Brasil. Fue un comienzo avasallador, del que parecía que ninguna corriente podría escapar. El Consenso de Washington y el pensamiento único han buscado consolidar teóricamente la conversión de casi todas las fuerzas políticas a ese modelo
Sin embargo, el auge neoliberal fue corto. Rápidamente las tres economías más grandes del continente – la mexicana en 1994, la brasileña en 1999, la argentina en 2001/2002 – entraron en crisis fulminantes, que rompieron con la euforia del éxito del modelo. Sus principales próceres fueron derrotados, algunos de ellos ingresaron a la cárcel – Fujimori, Carlos Andrés Pérez – o quedaron marcados para siempre por la experiencia negativa de sus gobiernos, como los de Cardoso y Menem, entre otros. Las economías no volvieron a crecer, la concentración de renta aumentó así como las deudas públicas. El modelo neoliberal el gran proyecto de reconversión modernizadora de la derecha – fracasó en toda la línea. Fueron derrotados sucesivamente en varios países y en otros continuaron los gobiernos de derecha, sin mayor éxito.
La izquierda resistió como pudo en los años 1990, aislada, hasta que retomó la iniciativa con las elecciones de Hugo Chávez en Venezuela en 1998, de Lula en Brasil en 2002, de Néstor Kirchner en Argentina en 2003, de Tabaré Vázquez en Uruguay en 2004, de Evo Morales en Bolivia en 2005, de Rafael Correa en Ecuador en 2006. Se abrieron procesos de lucha en contra la pobreza y la miseria, en el continente más desigual del mundo, pese a que esos gobiernos recibieron herencias muy duras como recesiones prolongadas, sociedades más desiguales, Estados más debilitados.
Desde entonces, esos países han pasado por momentos de gran crecimiento económico, estabilidad política y disminución de la pobreza y la miseria, aun en el marco internacional de recesión y de aumento de las desigualdades. Fue por lo menos una década que, en cada uno esos países, imperó el esquema virtuoso de crecimiento y distribución de renta. En ese proceso surgieron líderes como Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, entre otros.
Mientras tanto, la derecha movió sus fichas en países como México y Perú, con inmensos fracasos. Aun cuando la economía crecía en esos países, los índices sociales no mejoraban. Los gobernantes se han sucedido, uno tras otro, desprestigiados y derrotados políticamente. Respecto a la ultra izquierda, ha permanecido con sus posturas de críticas teóricas, pero en ningún país ha construido alternativas, que siempre están protagonizadas por la derecha. Ningún liderazgo importante ha surgido ni en la derecha, ni en la ultra izquierda, desprestigiados y derrotados políticamente.
Después de resistir a la más grande crisis del capitalismo internacional desde 1929, aun los países posneoliberales sufren las consecuencias de la profunda y prolongada recesión internacional. Sumado a errores en la política interna, se producen crisis en algunos de esos países, con derrotas electorales en Argentina y en Venezuela, desgastes de gobiernos en Brasil y en Ecuador.
Sin embargo, aun si no lograran recuperarse en esos países, ¿se puede decir que hubo un fracaso de la izquierda latinoamericana? ¿Se puede hablar de fracaso en países como México y Perú, en los que el desgaste político y social de los gobiernos no ha podido ser, hasta ahora, aprovechado por la izquierda para elegir gobiernos y construir alternativas al neoliberalismo?
En los países en los que pasó a gobernar, la izquierda puso en práctica un modelo exitoso que combinaba desarrollo económico con distribución de renta, aun a contracorriente de las tendencias internacionales. Fue la única región del mundo que logró elegir a gobiernos antineoliberales y empezar a poner en práctica procesos de ruptura con el neoliberalismo. Las inmensas trasformaciones sociales positivas en esas sociedades permanecen y son una marca incuestionable del éxito de esos gobiernos.
Los gobiernos de izquierda han logrado fortalecer procesos de integración regional por toda América Latina y el Caribe, por primera vez en su historia, procesos relativamente autónomos respecto a Estados Unidos. De manera que esos gobiernos aparecen como el eje de la izquierda mundial en el siglo XXI, referencias incluso para fuerzas de la nueva izquierda europea, como Syriza y Podemos.
Aun en la crisis actual en algunos de esos países, las fuerzas que están calificadas para superar la crisis de forma progresista, son las de la izquierda latinoamericana del siglo XXI. La derecha propone restauraciones conservadoras y represivas, de las que el gobierno de Mauricio Macri en Argentina es un ejemplo claro, y la ultra izquierda continúa como un sector sin ningún peso político. El futuro de América Latina en el nuevo siglo depende de la disputa entre gobiernos posneoliberales y proyectos de restauración neoliberal.

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