Tuesday, January 05, 2016

DAKAR 2016: WÁLTER NOSIGLIA ES EL MEJOR UBICADO ENTRE LOS BOLIVIANOS

En el día de su cumpleaños número 54, el chuquisaqueño Wálter Nosiglia, defensor del tercer lugar en el podio de la categoría cuadriciclos obtenido en 2015, ocupó ayer el duodécimo lugar y fue el boliviano mejor ubicado durante la segunda etapa del Dakar 2016, corrida entre Villa Carlos Paz y Termas de Río Hondo, en territorio argentino.
“Es bueno cumplir años haciendo lo que a uno más le gusta, o sea corriendo”, declaró Nosiglia. Ante la consulta de unos periodistas chilenos, sobre cómo iba a celebrar después, respondió que “en realidad hemos festejado manejando y estuvimos más pensando en la carrera; casi ni cuenta me di que era mi cumpleaños. La pasé todo el día manejando”.
Esta etapa, la primera que pudo correrse en esta octava edición del Dakar por Sudamérica —pues la del domingo fue cancelada por razones de seguridad— tuvo que ser reducida en su extensión por nuevas condiciones climatológicas adversas.
Nosiglia, que partió en la posición número 13, apenas consiguió mejorar un escalón en la clasificación final de la jornada, en una etapa complicada por el polvo en una parte y el barro que dejó la lluvia caída en las horas previas, en la otra.
Con un tiempo de cuatro horas, 21 minutos y 22 segundos, el piloto nacional tardó algo más de 10 minutos hasta cruzar la meta con respecto al vencedor de la etapa, el chileno Ignacio Casale (04h10’47”).
El Dakar une este año solo dos países, Argentina y Bolivia, y Nosiglia participa por tercera vez consecutiva. Una vez más le tocó correr en el día de su onomástico (Sucre, 4 de enero de 1962). Su mejor sitial en los puestos de control fue el undécimo lugar, y el peor, el decimosexto, del cual logró reponerse hasta cruzar la meta y ubicarse duodécimo.
El chuquisaqueño dijo que pudo haber conseguido una mejor ubicación; sin embargo, un vehículo que iba delante suyo corría a una menor velocidad y el polvo que dejaba le impedía superarlo. “Al comienzo anduvimos bien, pero después nos retrasamos, fue un problema por el polvo, de manera que perdimos mucho tiempo”, declaró al programa Acelerando a fondo (Radio Éxito).
En general “todo ha salido bien, a pesar de que ha sido una jornada larguísima y cansadora. Estamos desde las seis de la mañana, o sea ya son unas 11 horas que estamos andando”. Contó que fueron “casi 90 kilómetros que tuvimos que estar detrás de un vehículo “tragando” su polvo, por eso es que nos retrasamos mucho”.
En total, 44 competidores completaron la segunda etapa de cuadriciclos, entre ellos el otro boliviano que compite en esta categoría, el cruceño Leonardo Martínez. En su segunda vez en un Dakar (en la primera sufrió un accidente que le hizo abandonar y el año pasado no pudo participar, debido a otro incidente en un entrenamiento que lo alejó de la actividad), Martínez ocupó ayer el puesto 39 con un tiempo de cinco horas, cinco minutos y 46 segundos, a casi una hora del chileno Casale.





 UN INCENDIO DEJA FUERA AL BOLIVIANO LUIS BARBERY


Por una falla eléctrica, el Buggie Herrator #368 del piloto boliviano Luis Barbery se incendió en plena carretera y provocó el abandono del piloto cruceño de autos, que había terminado la segunda etapa del Dakar en el puesto 68.
El Buggie ya estaba fuera de competencia, luego de completar la prueba especial. Barbery manejaba en enlace rumbo al vivac de Termas de Río Hondo, cuando apareció fuego en el motor; los intentos por apagarlo rápido fueron inútiles. El vehículo se incendió por completo y quedó inservible, aunque tanto el piloto como su navegante Hernán Daza resultaron ilesos.
Según el diario Panorama de Santiago del Estero, el hecho ocurrió a la altura de la localidad de San Vicente, en Silípica. Los bomberos de la localidad de Loreto pudieron finalmente sofocar el fuego; sin embargo, las pérdidas fueron totales.
En su página en la red social Facebook, LB Racing informó del hecho, además publicó unas fotos de Barbery con Daza y el vehículo completamente desintegrado por las llamas. Barbery llegó a su quinto Dakar de manera consecutiva y tenía la esperanza de completar todo el recorrido de esta edición entre Argentina y Bolivia.
“Nuestra carrera ha terminado, sin lugar a dudas con sabor amargo, pero esto (un accidente) sucede. Nos vamos con la frente bien alta, sabiendo que todos pusimos lo mejor de nosotros para dejar bien parado a nuestro país en esta carrera”, declaró el piloto según un comunicado de prensa emitido por su equipo.
De acuerdo con ese informe, “el Buggy #368 se incendió por completo en el kilómetro 430 del enlace desde San Francisco del Chañar hacia el campamento en Termas de Río Hondo. De esta forma, no pudo arribar al campamento. Lo importante es que la tripulación se encuentra en perfectas condiciones”.
Barbery contó que “luego de completar el especial el auto comenzó a tomar fuego y poco pudimos hacer para detenerlo”. “Lo importante —agregó— es que Daza y yo salimos ilesos”.





Lo reconoce Basteiro

BOLIVIA ES MÁS DURA CON LOS ARGENTINOS QUE ARGENTINA CON LOS BOLIVIANOS
                                                                                                           
El reconocimiento ha llegado por parte de un ex embajador kirchnerista en Bolivia luego de 12 años de políticas de integración latinoamericanista K. Ariel Basteiro remarcó que a diferencia de Argentina, en Bolivia se cobra por una serie de documentos y certificados “que a nosotros nunca se nos ocurriría solicitar y eso quizá hay que modernizar de la legislación boliviana en la materia; por lo menos con Argentina, que tiene una actitud muy abierta con Bolivia”. Por ello, manifestó que es “más flexible nuestra ley con los bolivianos en Argentina que la que Bolivia tiene con los argentinos acá”.

Urgente 24 de Argentina (www.urgente24.com)
                                                                                   
El exembajador de Argentina en Bolivia Ariel Basteiro, al hacer una evaluación sobre su misión antes de marcharse del país, en noviembre de esta gestión, consideró que una de las deudas pendientes del Estado boliviano con los migrantes argentinos es que se simplifique los trámites para la obtención de documentos de residencia y nacionalización, tal como lo hizo su nación.
Explicó que en los últimos años, la gestión de esos legajos mejoró no solo para los connacionales, sino también para otros conglomerados de extranjeros, como paraguayos o chilenos.
Basteiro precisó que a diferencia de Argentina, en Bolivia se cobra por una serie de documentos y certificados “que a nosotros nunca se nos ocurriría solicitar y eso quizá hay que modernizar de la legislación boliviana en la materia; por lo menos con Argentina, que tiene una actitud muy abierta con Bolivia”. Por ello, manifestó que es “más flexible nuestra ley con los bolivianos en Argentina que la que Bolivia tiene con los argentinos acá”.
 “En el tema de documentación, todo aquel que quiere hacer el trámite en Argentina, sacar residencia o nacionalización, lo hace sin ningún problema, hay una política más flexible que la que tiene Bolivia con los argentinos acá, de hecho”, dijo el exdiplomático.
El que fuera embajador del kirchnerismo en los últimos años, manifestó también que las medidas a favor de los bolivianos y de otros migrantes se reflejan en el derecho que tienen de cobrar los recursos de los planes de ayuda social, como la asignación universal, que es un pago de $us 150 por hijo, desde recién nacidos hasta los 18 años, entre otros.
Esos beneficios —explicó— son parte de los derechos que tienen porque “trabajan en Argentina, pagan impuestos en nuestro país, se rigen por las leyes argentinas y por ello también tienen derecho al beneficio que asigna el Estado a estos sectores”. El exembajador estima que en su país habitan cerca de 1,5 millones de ciudadanos de nacionalidad boliviana, otro millón de paraguayos y cerca de 500.000 chilenos, entre otros.
Ariel Basteiro llegó a Bolivia en septiembre de 2012 y retornó a su natal Buenos Aires a finales de noviembre de este año, con el cambio de gobierno que hubo en su país, cuando asumió la presidencia el opositor al ejecutivo peronista Mauricio Macri.
Al evaluar la situación de los migrantes bolivianos en su país, el exembajador informó que en los últimos tres años fueron rescatados y se esclarecieron al menos 900 casos de connacionales que eran explotados en talleres en Buenos Aires, quienes estuvieron dispuestos a hacer las respectivas denuncias. Aparte de esas personas, aproximadamente otras 3.000 también fueron rescatadas, pero no figuran en las estadísticas porque se negaron a formular las acusaciones, aunque retornaron a Bolivia.
Pero la explotación laboral, según dijo, es uno de los grandes flagelos, por lo que en los últimos años los gobiernos de ambos países, a través de sus instituciones, como la Policía, la Aduana y sectores sociales, trabajaron en forma conjunta y se lograron avances. Sostuvo que una de las limitaciones para descubrir casos de esta naturaleza es que la trata laboral es un mal que no se lo descubre hasta que se hace una inspección y se determina in situ lo que ocurre.
 “Lo que sucede con la trata laboral entre bolivianos es que muchas veces son llevados con promesas de trabajo de mejor pago por sus propios paisanos, y la persona pasa la frontera y llega a Buenos Aires”. Otra de las dificultades para dar con los tratantes, según Basteiro, es que cuando se detecta a personas que posiblemente son víctimas de trata, éstas aseguran que son parientes. “No se comete el delito hasta que la persona ingresa al taller y le quitan los documentos”.
En otros temas, la exautoridad también resaltó que en los más de tres años que estuvo en Bolivia creció el interés de empresas argentinas, como constructoras o de producción metalúrgica, por instalarse en el territorio del Estado Plurinacional boliviano, por lo que al país llegó una misión industrial-comercial. “Normalmente la cantidad de empresas argentinas superan a cualquier otro país; las rondas de negocios son importantes y hay contacto fluido importante”, afirmó.
Adicionalmente, también explicó que en la actualidad su país financia 37 proyectos de diferente naturaleza, cuya finalidad es colaborar con el Estado boliviano en diferentes materias. Por ejemplo, mencionó la existencia de 20 proyectos que coadyuvan con mejorar la producción lechera y de carne, pero también hay otros que colaboran en materia agrícola, como en el tema del azúcar o la producción de peces. Además, dijo Basteiro, hay otros planes orientados a la temática de los derechos humanos o a la trata de personas.
El diplomático tiene la esperanza de que toda esa colaboración y la integración de los dos países puedan mantenerse, e incluso mejorar con la actual administración, es decir, la del presidente Mauricio Macri, quien sucedió en el cargo a Cristina Fernández de Kirchner, con la que el Gobierno boliviano tenía una buena relación, sobre todo por la coincidencia ideológica; lo que no ocurre con Macri.





¿Una ruta aérea narco desde Bolivia y Paraguay saltando los controles fronterizos?
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          
ASEGURAN QUE LA DROGA AHORA ENTRA POR AVIÓN EN PISTAS DE LA PAMPA

La Arena de Argentina (www.laarena.com.ar)
                                                      
El Departamento Operaciones de la Policía de La Pampa está realizando un relevamiento de todas las pistas privadas que están en condiciones de ser operada en la provincia. Se han detectado pistas cercanas a Santa Rosa en establecimiento rurales que son usadas por sus dueños pero se teme que, entre ellas, puedan existir este tipo de instalaciones que sirvan de aterrizaje para aviones con cargamentos de estupefacientes provenientes de Bolivia o Paraguay.
El alerta sobre la posibilidad de que La Pampa sea también lugar de aterrizaje de cargamentos de droga lo dio el propio ministro de Seguridad de la provincia Juan Carlos Tierno en la reunión del Consejo de Seguridad Interior "Tenemos un problema con decenas de pistas clandestinas en nuestra provincia", dijo Tierno en declaraciones que refleja el diario La Nación y que alarmaron a los integrantes del Consejo que no tenían antecedentes públicos de operaciones ilegales tan alejadas de la frontera con Bolivia.
El diario porteño reveló que, sin embargo, esa información sí se manejaba en el Ministerio de Seguridad de la Nación donde se habrían detectado hasta mediados de 2014 unas 1.600 pistas de aterrizaje en varias provincias argentinas, algunas ubicadas en territorio pampeano.
Ruta pampa.
El diario asegura que "a partir de esos datos, las autoridades pampeanas pudieron detectar las operaciones aéreas narcos" en territorio provincial. No obstante fuentes de la policía pampeana -si bien admitieron que están investigando las pistas- dijeron que no hay pruebas que esos vuelos de aviones narcos hayan efectivamente desembarcado en La Pampa.
Según el diario "quienes investigaron las rutas de la droga en la Argentina estiman que la cocaína que es introducida por vía aérea en La Pampa tiene más destino de exportación que de venta en mercados locales. La explicación de esos vuelos -dice el diario- tiene que ver con el cruce de las barreras policiales terrestres focalizadas por la Gendarmería en las rutas del norte y centro argentinos. Al aterrizar en La Pampa, los narcos tendrían caminos más fáciles rumbo a zonas portuarias, como San Antonio Oeste, Bahía Blanca y Quequén", asegura.
Semejante afirmación sobre la existencia de una ruta abierta en La Pampa para la droga que "pasa" por la Argentina con destino al exterior sorprendió a la propia policía pampeana y a la propia justicia federal en la provincia que en sus informes anuales nunca había mencionado esa posibilidad.
En la reunión del consejo Tierno había instando a las policías de las provincias limítrofes a "encontrar formas de aporte ejecutivas, porque en realidad parece que no podemos coordinar ni los turnos de control de las policías camineras de distintas provincias".
Los vuelos.
La hipótesis que maneja el diario porteño asegura que ante la cantidad de controles en el norte argentino, en las rutas por los puertos de Rosario, la provincia de Buenos Aires y en la propia Ciudad de Buenos Aires, los narcos habrían optado por "saltar los controles rumbo a bases ubicadas más al Sur", volando directamente al centro del país, en este caso, a La Pampa.
"En general, cada vuelo, con despegue desde territorio boliviano, transporta 500 kilogramos de cocaína. La distancia promedio con los potenciales lugares de aterrizaje en La Pampa es de 1.600 kilómetros, el límite del rango de operación de avionetas Cessnas 182 o 210. Los investigadores estiman una posible recarga de combustible en Santiago del Estero. De tomadas maneras, la información sobre las operaciones aéreas narcos marca, también, el uso de avionetas de mayor porte, como el Beechcraft 200 Super King, que podría alcanzar Santa Rosa sin reabastecimiento", dice La Nación.
Una treintena de pistas legales
Cada una de las pistas de aterrizaje que se localizan en el territorio argentino deben ser autorizadas por la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC). Según el organismo, en La Pampa hay una treintena de estas instalaciones que son denominadas técnicamente Lugares Aptos Denunciados (LAD) a diferencia de los aeródromos que, para ser habilitados, necesitan de un equipamiento y señalizacion más complejos.
La mayoría corresponden a lugares para aterrizajes de aeronaves livianas localizados en establecimientos agropecuarios de la provincia.
La policía pampeana, con la colaboración de la policía aeroportuaria, están verificando que todas las pistas que se han detectado en un relevamiento satelital, estén autorizadas.





OBSERVADORES INTERNACIONALES HARÁN SEGUIMIENTO A REFERÉNDUM EN BOLIVIA

Sputnik News de Rusia (www.mundo.sputniknews.com)
                                                                         
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia ha invitado a seguir el desarrollo del referéndum sobre la reelección presidencial a la Organización de Estados Americanos (OEA), Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), informó a Sputnik Nóvosti una fuente del tribunal electoral boliviano.
"Se han enviado invitaciones a representantes de organismos internacionales para que visiten Bolivia en calidad de observadores del referéndum del 21 de febrero", dijo la fuente.
Las bolivianas y bolivianos acudirán a las urnas el 21 de febrero para responder a la consulta si quieren o no reformar el artículo 168 de la Constitución Política del Estado (CPE) referido a la repostulación de los actuales presidente y vicepresidente bolivianos.
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Katia Uriona, en declaraciones a la red privada ATB aseguró la transparencia del órgano electoral y garantizó la realización del referéndum en el marco del respeto a las normas vigentes.
"El mensaje es que la población no tenga dudas. Esperamos reducir al mínimo posible la desconfianza de la población porque estamos comprometiendo nuestra gestión como Tribunal para garantizar que el voto expresado el día 21 de febrero se respete", aseguró.
Según el cronograma electoral, este martes 5 de enero el TSE cerrará el padrón electoral final y se dará a conocer el número de ciudadanos que estarán habilitados para votar en la consulta nacional.
Uriona detalló que de acuerdo con el calendario electoral "el 21 de enero se realizará el sorteo de jurados electorales, el 17 de febrero concluirá la difusión de propaganda y será el cierre de campañas previo al referéndum del domingo 21 de febrero".
De acuerdo con el TSE, la presencia de los observadores internacionales será importante para dar confianza a la población que acudirá a las urnas.





EVO MORALES TRANSGREDE LAS NORMAS EN BUSCA DE SU REELECCIÓN

El presidente, pendiente de poder presentarse de nuevo en 2019 tras una reforma constitucional, inaugura obras en televisión

El País de España (www.elpais.com)

En medio de la campaña para que la población boliviana se pronuncie sobre la reforma constitucional que le permitiría ser candidato en 2019 para un cuarto mandato, el presidente Evo Morales adjudicó el sábado pasado obras en la región de Oruro junto al magistrado del Tribunal Constitucional Efrén Choque, reiteradamente acusado de favorecer al oficialismo. Un día antes, Morales se refirió al referendo constitucional, que se realizará el 21 de febrero, en otra entrega de obras televisada por el canal estatal, lo que está prohibido por la ley; el presidente desafió al Tribunal Electoral a sancionarlo por ello. 
Estos hechos ocurrieron poco después de que Evo Morales admitiera la “preocupación” y la “amargura” de sus colaboradores por la situación de su campaña. El mandatario le dijo al vicepresidente Álvaro García Linera: “Aunque no aprueben finalmente nuestra reelección, no importa, hicimos historia gracias al pueblo boliviano”. Se presume que García Linera estaba preocupado por los modestos resultados que viene obteniendo el “sí” a la reforma en las encuestas que se han conocido hasta ahora.
De acuerdo a las empresas contratadas por los medios y la oposición, el “sí” perderá en el referendo hasta por 10 puntos porcentuales. En cambio, según la encuesta publicada hace una semana por la empresa internacional de investigación IPSOS, el “sí” gana en este momento con un 49%, ya que existe un 11% de indecisos. El trabajo de esta firma es objeto de controversia entre quienes creen que se inclina a favor del Gobierno y quienes lo defienden como el único termómetro de las opiniones generales del país, pues incluye también las de la zona rural, que es muy favorable a Morales y que las otras encuestadoras no llegan a medir por razones económicas.
La oposición interpretó la confesión de Morales en clave triunfalista. Al día siguiente, el presidente se corrigió señalando que su triunfo está asegurado y que lo único que le preocupa es lograr el 70% de los votos y romper su propio récord de apoyo popular.
Su estrategia de campaña es una repetición de la que lo llevó a triunfar en las elecciones presidenciales de 2014: una seguidilla de anuncios de inversión pública y de inauguraciones de infraestructuras, cuya televisación esta vez no debe exceder, por mandato del Tribunal Electoral, la media hora. En primer lugar fue la fijación de este límite la que desató el conflicto entre la institución electoral, recién renovada con cierta participación de los otros partidos con representación parlamentaria, y el mayoritario Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, que la considera contraria al derecho de la población a conocer lo que hacen sus dirigentes.
Evo Morales ya ha gobernado Bolivia durante 10 años, el periodo presidencial continuo más largo de la historia del país. En 2005 ganó las elecciones con la promesa, que ha cumplido, de cambiar el modelo neoliberal de administración del país, vigente hasta entonces, y sustituirlo por otro de corte estatista. Este modelo ha aprovechado con éxito el boom de los precios de las materias primas, por lo que en la última década Bolivia ha crecido alrededor del 5% anual, incluso el año pasado, en el que estalló la crisis latinoamericana. Sin embargo, se espera que, paulatinamente, esta afecte a la economía nacional de una manera más clara.
Tercer mandato
Morales ejerce su tercer mandato, que se extiende hasta 2019, después de gobernar entre 2006 y 2009, y luego entre 2010 y 2015. El máximo de mandatos que permite la ley es de dos. Sin embargo, el presidente ha burlado esta reglamentación al conseguir que su primer periodo no cuente legalmente porque transcurrió antes de la aprobación de la nueva Constitución, en febrero de 2009.
Morales, pues, ha llegado en cualquier caso al máximo de postulaciones consecutivas que se admiten legalmente. Por esta razón, el año pasado el MAS movilizó a los sindicatos y a las organizaciones sociales para que fueran ellos los que propusieran una reforma constitucional que habilitara al líder a presentarse una vez más, con el argumento de que era necesario para mantener la estabilidad política y concluir la obra constructiva que está en marcha en el país. Con su enorme mayoría parlamentaria, el oficialismo no tuvo problemas para convertir esta demanda sindical en un proyecto de cambio de un artículo de la Constitución, reforma que puede aprobarse o no en el referendo del 21 de febrero.





ESCRITOR BOLIVIANO PUBLICA EN CHILE CUENTOS SOBRE EL MAR, ADEMÁS ES BUZO Y BIÓLOGO MARINO

Radio del Mar de Chile (www.radiodelmar.cl)

Con tres libros y varios de sus cuentos publicados en antologías chilenas y extranjeras Yuri Soria- Galvarro nos ofrece este nuevo libro de cuentos en el que se adentra en las profundidades del mar del sur de nuestro país. Historias de marineros, bares y tesoros perdidos, que han fascinado incluso a aquellos que no conocen los paisajes descritos en estos relatos. Cuentos del Pacífico Sur fue publicado recientemente por Editorial Nuevo Milenio en Bolivia, Editorial Yaganes en España y Editorial Ficticia en México, en este país fue presentado durante la Feria del Libro de Guadalajara.
En sus cuentos, que son contados por los protagonistas y el autor es el hombre de oídos atentos a las voces que narran, se huele el aire de mar siempre cambiante, se huele el aroma de leña noble y seca que arde en las chimeneas y salamandras, y que siempre es una invitación para acercarse a cualquiera de esas casas porque la gente tiene tiempo para contar historias y para oírlas. He leído estos cuentos que me llevan a ese Sur del Mundo con la misma atención y respeto con que se escuchan las historias contadas por los viejos marinos vagabundos de los canales, que sortean los archipiélagos hasta llegar a la Tierra del Fuego y más allá, hasta el Cabo de Hornos. Sé que al lector y lectora les ocurrirá lo mismo”, dice Luis Sepúlveda en el prólogo de la edición española.
Yuri Soria-Galvarro debe ser el único escritor-buzo de América Latina. Lo es tanto en su quehacer concreto de ciudadano de los canales y fiordos australes, como en el de creador de textos que sumergen al lector en atmósferas y espacios diferentes, insospechados, a ratos abisales. El sur del mundo es solo para bravos, pero Yuri nos lo acerca con todo el humanismo de quien lo vive en la realidad y en la literatura”, dice Carlos Tromben en el prólogo de la edición chilena publicado por editorial Das Kapital.
Cuentos del pacífico Sur fue beneficiario de la Beca de Creación Literaria Modalidad Cuento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2015).
Yuri Soria- Galvarro nace en Cochabamba, Bolivia en abril de 1968, donde vive sus primeros años. En 1972, gracias a una beca de especialización, su padre viaja a Santiago de Chile y para 1976 la familia emigra a Puerto Montt donde reside hasta hoy.
Es biólogo marino, buzo profesional e instructor de buceo. Por más de 20 años ha trabajado en empresas de servicios y productoras vinculadas a la acuicultura, lo que le ha permitido navegar y conocer la mayor parte del sur de Chile y los canales australes.
En el 2001 publica su primer libro de Relatos: La frontera (El kultrún), a los que le siguen Crónicas de viaje (2002) y Mar Interior (2006, edición El kultrún para Chile, Plural en Bolivia y Ficticia en México). El año 2010 gana el Concurso Literario Fernando Santiván con el libro Suren Poesía. Ha sido finalista de varios concursos de cuento como el Franz Tamayo de La Paz Bolivia, la revista Paula en Chile, Cuentos del Mundo Rural (FUCOA) y Concurso de cuentos Policiales de la PDI. Sus cuentos han sido publicados en antologías en Chile y el extranjero, donde destaca Después del 11 de Septiembre, Narrativa Chilena Contemporánea, (Ficticia, 2003, México; y Ediciones Desde la Gente, 2003, Argentina); Para seguir Creciendo (Ministerio de Educación, Argentina 2006); El tesoro del pirata y otros cuentos (Alfaguara, Bolivia, 2003); Mi nombre en el Google y otros cuentos (Alfaguara, Chile, 2005), Arden Andes, (Macedonia Ediciones, Argentina 2010 y Simplemente Editores, Chile, 2015).





LA ACADEMIA DE LA MALA LENGUA

Esta peculiar institución nada a contracorriente desde los años ochenta y sus académicos abogan por la ironía, los dobles sentidos y el buen humor

El País de España (www.elpais.com)
                                                                
En el mundo hay 22 academias de la lengua española –la primera, la Real Academia Española (RAE), se fundó en Madrid en 1713– y solo una Academia de la Mala Lengua. La cuna de esta peculiar institución, que nada a contracorriente desde los años ochenta, queda en Sucre (Bolivia) y sus académicos son distinguidas personalidades —folcloristas, archiveros, antropólogos y músicos, entre otros— que abogan por la ironía, los dobles sentidos y el buen humor. “Mientras que la RAE tiene un lema que dice: ‘Limpia, fija y da esplendor’, la Academia de la Mala Lengua estimula y da escozor”, explica Luis Ríos Quiroga, uno de sus miembros. “Agudiza el ingenio y se enfrenta a la beatería y al conservadurismo que se adueñaron de la ciudad”, añade luego este profesor jubilado de baja estatura y dicción pausada en una biblioteca del tamaño de un trastero.
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Al contrario que la RAE, que sesiona a pocos metros del Museo del Prado, en una sede con ambientes tan elegantes como los de los hoteles Sheraton, la Academia de la Mala Lengua lo hacía primero en un espacio casi homónimo, el Che Ratón, un local que servía bebidas espirituosas y platillos típicos; y después –y hasta el momento–, en las casonas viejas de salones amplísimos y vajilla fina de algunos de sus integrantes.
Los académicos de la Mala Lengua no están preocupados ni por la ortografía, ni por las normas para unificar el castellano, ni por los diccionarios. Ellos velan más bien por la memoria del querendón de su tierra. Se reúnen en torno a un piano, una guitarra o un armonio y recuerdan las letras del cancionero popular sucrense, que tiene a la chola (a la mujer de sombrero hongo y pollera) como protagonista. Animan cada velada con coplas y ritmos tradicionales, como la cueca o el bailecito. Ponen apodos a amigos y conocidos –por ejemplo: a una joven que participó en un desfile de carros alegóricos le decían Madre Patria por su belleza–. Y son pícaros: en una ocasión, en mitad de una velada, uno de ellos dio varios pasos de baile con un pañuelo mientras hacía amago de desempolvar las partes íntimas de su pareja; y en otra, una de las mujeres del grupo salpicó su cuerpo con gotitas de whisky porque pensaba que así se veía más exuberante.
La irreverencia y la habilidad para tomar el pelo son herencia de los intelectuales que les precedieron, como el poeta Nicolás Ortiz Pacheco. De él se cuenta que un día, mientras hacía sus necesidades frente a la puerta de la catedral, le reprendió su tía: “Nicolasito, eso no se puede hacer aquí”; y que a continuación él se libró de ella con una hábil respuesta: “Pero tía: yo estoy pudiendo nomás”. “En gente como él, rebelde, talentosa y traviesa, nos inspiramos muchos de los académicos de la Mala Lengua”, dice Luis Ríos. “Y debido a su influencia, nos volvimos inconformes y contestatarios”.





¿EL SUEÑO DE BOLÍVAR – CHÁVEZ SE ESFUMA?

Aporrea de Venezuela (www.aporrea.org)
                                                               
Por: Juan Carlos Ortega.-  La situación que se vislumbra para el 2016 y siguientes años es quizás preocupante, por no decir alarmante, no es que quiera ser ave de mal agüero, pero nuestros países no han logrado superar las deficiencias estructurales de sus economías que las someten cíclicamente a vivir momentos de euforia y vacas gordas y otros lastimeros de vacas flacas. Desde el sur del Río Bravo hasta la Tierra de Fuego, tenemos economías dependientes del precio de "x" materia prima, los procesos industriales de manufactura no han pasado de ser meras ensambladoras de partes originadas en lugares muy lejanos a nuestro interés común. Ningún proceso ha logrado crear el necesario empuje que mueva la locomotora del progreso económico y social.
La izquierda en su afán de no perder el poder comporta verdaderas políticas populistas de regalos y prebendas a grupos sociales, y ni siquiera a los más pobres, sino aquellos que le puedan redituar votos, aunque no lo necesiten ni lo quieran sólo lo aceptan para incorporarlos a un mercado negro especulativo, y así estos gobiernos van desaprovechando la oportunidad de crear verdadero desarrollo sustentable, con esos recursos derrochados, en pan y circo. Y la derecha actúa como si fueran verdaderos apátridas entregando todo en la vorágine privatizadora en favor de grupos transnacionales. Ninguno a la final es capaz de lograr crear un desarrollo endógeno que convierta a un país o alianza de países en un polo de desarrollo. Quizás ninguno entiende el verdadero nacionalismo o al menos no les importa. El sueño de Bolívar sólo es posible si se puede contraponer al sueño americano de James Monroe. En aras de la Patria Grande debemos transformar económicamente nuestras naciones.
A finales de los años 90´s comienza todo un proceso tendiente a la izquierda de los pueblos de Suramérica, liderado por el Comandante Hugo Chávez que tuvo su resonancia en varios países con sus liderazgos naturales. Así fue como Venezuela. Bolivia, Argentina, Ecuador y Brasil se inclinan hacia gobiernos progresistas, que adelantan urgentes políticas sociales y las banderas del antiimperialismo. Esta ola de gobiernos populares coincidió con valores en alza de las materias primas que dichos países exportan. Había una necesidad de vencer la pobreza, de saldar la deuda social. Pero no olvidemos el viejo proverbio chino "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida", por eso pareciera que el sueño de patria libre se esfuma de nuevo, acostumbramos a las grandes mayorías a recibir bienes y servicios que si bien son derechos, no les enseñamos a preservarlos ni a defenderlos. Es que es difícil crear una sociedad socialista sin crear una base material, como también será difícil conservar la base material sin una solidez espiritual devenida en conciencia colectiva revolucionaria. En pocas palabras sin conciencia no hay socialismo, y mucho menos en el reparto de pobreza.
Soy de los que cree que jamás habrá socialismo si este no es hegemónico, que cubra la mayor parte del planeta con estados en vía al socialismo, con alto desarrollo científico tecnológico, en coexistencia con pocos países capitalistas que no representen un peligro bélico para las naciones socialistas. Por lo tanto, también creo que el socialismo no es cosa de un solo país, sino de la clase obrera mundial. Si un partido socialista llega al poder su tarea no consistirá en construir el socialismo allí sino sentar las bases para irradiar el socialismo sin perder el control de su territorio. Ahora bien, intentó Chávez hacer esto, sentó las bases para el socialismo del Siglo XXI, si esto fue así, se está perdiendo su legado, en medio de la grave crisis económica que vive Latinoamérica y en especial su amada Venezuela, se perderá el sueño de Bolívar y Chávez, en las manos de Maduro, Correa, Evo Morales y Dilma Rousseff. Si no se creó conciencia creo sí.






EN AMÉRICA LATINA SE DESPIDE LA "GENERACIÓN DEL BICENTENARIO"

Aporrea de Venezuela (www.rionegro.com.ar)
                                                             
Por María Beatriz Gentile.- Un conjunto de presidentes latinoamericanos cierra una etapa. Hugo Chávez-Nicolás Maduro, Néstor Kirchner, Ignacio Lula Da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Dilma Rousseff, José "Pepe" Mujica y Cristina Fernández de Kirchner se despiden después de 15 años en que sus gobiernos lograron alcanzar objetivos precisos en materia de integración regional y ampliación de derechos sociales. Andrés Mora Ramírez los llamó la "Generación del Bicentenario" porque todos ellos –a excepción de Brasil– transitaron bajo sus mandatos la conmemoración de su independencia de España y simbólicamente anudaron el pasado con un nuevo horizonte emancipador.
Resulta difícil, para quien escribe, ocultar el sinsabor de este final de época y es de suponer que muchos no compartan ese ánimo. Pero más allá de las pasiones, hay razones para hablar de ello. Los datos duros de la Cepal muestran que en estos años América Latina bajó la pobreza del 44 al 28% y aumentó su participación en el mundo de menos de 5 al 8%. Cerca de 50 millones de latinoamericanos pasaron a formar parte de la clase media. El número de pobres disminuyó en 120 millones de personas y la región creció a un promedio del 5% en comparación al 2% de la noche neoliberal.
Los datos sensibles, en cambio, nos dicen que por primera vez en la historia tres líderes de la clase trabajadora llegaron a la primera magistratura elegidos por el voto de las mayorías, dos mujeres fueron reelectas en oportunidades consecutivas para gobernar sus países y que la asunción de un presidente aymara se llevó a cabo bajo el rito ancestral de Tiahuanaco tras haber ganado con el 61% de los votos. Clase, género y etnia articulados como nunca en la experiencia democrática latinoamericana.
La tradicional OEA fue opacada por la Unasur. Mandatarios con escaso protocolo lograron desarmar la conflictividad local sin las directivas de Washington. La masacre de Pando, el conflicto colombiano/venezolano, la salida al mar de Bolivia, los encontró soberanos pero sin prepotencia con el vecino. El continente recuperó su épica y el pasado invadió el presente para resignificarlo. Y fue entonces la patria más que la nación. Fue Juana Azurduy más que Colón. Fue el abrazo de Guayaquil y no la guerra de la Triple Alianza.
Es innegable que estos gobiernos marcaron un punto de inflexión en la historia política de la región. La reacción en cadena de amores y odios que provocaron tal vez sea la prueba más fehaciente de ello. Para muchos, como escribió Marta Dillon, las conquistas logradas fueron amasadas y soñadas por los colectivos sociales en los años de intemperie y desgarro político, de allí su incondicional apoyo. Para otros tantos, tal vez ajenos a esos sueños, las debilidades y desaciertos de gestión superaron ampliamente los logros.
La "Generación del Bicentenario" se despide, pero América Latina ya no es la misma. Se ha descubierto diversa, de colores fuertes y calores intensos. Ha recuperado voces antiguas y ha sumado nuevas. Difícil creer que una nueva espada la domine y un nuevo evangelio la silencie. Son muchos los que ven en cada derecho consagrado un punto de partida y no de llegada. Y son otros tantos los que comprendieron que, como escribió la poeta Gabriela Mistral, caminando también se siembra.






LA IZQUIERDA DEL FUTURO: UNA SOCIOLOGIA DE LAS EMERGENCIAS

La Red 21 de Uruguay (www.lr21.com.uy)
                                     
Por Boaventura de Sousa Santos.- El futuro de la izquierda no es más difícil de predecir que cualquier otro acontecimiento social. La mejor manera de abordarlo es haciendo lo que llamo sociología de las emergencias. Consiste en prestar especial atención a algunas señales del presente para ver en ellas tendencias, embriones de lo que puede ser decisivo en el futuro. En este texto, doy especial atención a un hecho que, por inusual, puede señalar algo nuevo e importante. Me refiero a los pactos entre diferentes partidos de izquierda.
Los pactos
La familia de las izquierdas no tiene una fuerte tradición de pactos. Algunas ramas de esta familia tienen incluso más tradición pactos con la derecha que con otras ramas de la familia. Diríase que las divergencias internas en la familia de las izquierdas son parte de su código genético, tan constantes como han sido a lo largo de los últimos doscientos años. Por razones obvias, las divergencias han sido más amplias o notorias en democracia. La polarización llega a veces al punto de que una rama de la familia ni siquiera reconoce que la otra pertenece a la misma familia. Por el contrario, en períodos de dictadura los entendimientos han sido frecuentes, aunque terminen una vez acabado el período dictatorial.
A la luz de esta historia, merece una reflexión el hecho de que en los últimos tiempos estamos asistiendo a un movimiento pactista entre diferentes ramas de las izquierdas en países democráticos. El sur de Europa es un buen ejemplo: la unidad en torno a Syriza en Grecia a pesar de todas las vicisitudes y dificultades; el gobierno dirigido por el Partido Socialista en Portugal con el apoyo del Partido Comunista y del Bloco de Esquerda a raíz de las elecciones del 4 de octubre de 2015; algunos gobiernos autonómicos en España, salidos de las elecciones regionales de 2015 y, en el momento en que escribo, la discusión sobre la posibilidad de un pacto a escala nacional entre el PSOE, Podemos y otros partidos de izquierda como resultado de las elecciones generales de diciembre. Hay indicios de que en otros lugares de Europa y en América Latina pueden surgir en un futuro próximo pactos similares. Se imponen dos cuestiones. ¿Por qué este impulso pactista en democracia? ¿Cuál es su sostenibilidad?
La primera pregunta tiene una respuesta plausible. En el caso del sur de Europa, la agresividad de la derecha (tanto de la nacional como de la que viste la piel de las “instituciones europeas”) en el poder en los últimos cinco años ha sido tan devastadora para los derechos de ciudadanía y para la credibilidad del régimen democrático que las fuerzas de izquierda comienzan a estar convencidas de que las nuevas dictaduras del siglo XXI surgirán en forma de democracias de bajísima intensidad. Serán dictaduras presentadas como dictablandas o democraduras, como la gobernabilidad posible ante la inminencia del supuesto caos en los tiempos difíciles que vivimos, como el resultado técnico de los imperativos del mercado y de la crisis que lo explica todo sin necesidad de ser explicada. El pacto resulta de una lectura política de que lo que está en juego es la supervivencia de una democracia digna de ese nombre y de que las divergencias sobre lo que esto significa ahora tienen menos urgencia que salvar lo que la derecha todavía no ha logrado destruir.
La segunda pregunta es más difícil de responder. Como decía Spinoza, las personas (y también las sociedades, diría yo) se rigen por dos emociones fundamentales: el miedo y la esperanza. El equilibrio entre ambas es complejo pero sin una de ellas no sobreviviríamos. El miedo domina cuando las expectativas de futuro son negativas (“esto es malo pero el futuro podría ser aún peor”); por su parte, la esperanza domina cuando las expectativas futuras son positivas o cuando, por lo menos, el inconformismo con la supuesta fatalidad de las expectativas negativas es ampliamente compartido. Treinta años después del asalto global a los derechos de los trabajadores; de la promoción de la desigualdad social y del egoísmo como máximas virtudes sociales; del saqueo sin precedentes de los recursos naturales, de la expulsión de poblaciones enteras de sus territorios y de la destrucción ambiental que esto significa; de fomentar la guerra y el terrorismo para crear Estados fallidos y tornar las sociedades indefensas ante la expoliación; de la imposición más o menos negociada de tratados de libre comercio totalmente controlados por los intereses de empresas multinacionales; de la total supremacía del capital financiero sobre el capital productivo y sobre la vida de las personas y las comunidades; después de todo esto, combinado con la defensa hipócrita de la democracia liberal, es plausible concluir que el neoliberalismo es una inmensa máquina de producción de expectativas negativas para que las clases populares no sepan las verdaderas razones de su sufrimiento, se conformen con lo poco que aún tienen y estén paralizadas por el miedo a perderlo.
El movimiento pactista al interior de las izquierdas es producto de un tiempo, el nuestro, de predominio absoluto del miedo sobre la esperanza. ¿Significará esto que los gobiernos salidos de los pactos serán víctimas de su éxito? El éxito de los gobiernos pactados por las izquierdas se traducirá en la atenuación del miedo y en la devolución de alguna esperanza a las clases populares, al mostrar, mediante una gestión de gobierno pragmática e inteligente, que el derecho a tener derechos es una conquista civilizatoria irreversible. ¿Será que, cuando brille nuevamente la esperanza, las divergencias volverán a la superficie y los pactos serán echados a la basura? Si ello ocurriese, sería fatal para las clases populares, que rápidamente regresarían al silenciado desaliento ante un fatalismo cruel, tan violento para las grandes mayorías cuanto benévolo para las pequeñísimas minorías. Pero también sería fatal para las izquierdas en su conjunto, pues quedaría demostrado durante algunas décadas que las izquierdas son buenas para corregir el pasado, pero no para construir el futuro. Para que tal cosa no suceda, deben ser llevadas a cabo dos tipos de medidas durante la vigencia de los pactos. Dos medidas que no se imponen por la urgencia del gobierno corriente y que, por eso, tienen que resultar de una voluntad política bien determinada. Llamo a estas dos medidas Constitución y hegemonía.
Constitución y hegemonía
La Constitución es el conjunto de reformas constitucionales o infraconstitucionales que reestructuran el sistema político y las instituciones con el fin de prepararlas para posibles embates con la dictablanda y el proyecto de democracia de bajísima intensidad que esta conlleva. Dependiendo de los países, las reformas serán diferentes, como diferentes serán los mecanismos utilizados. Si en algunos casos es posible reformar la Constitución con base en los Parlamentos, en otros será necesario convocar Asambleas Constituyentes originarias, dado que los Parlamentos serían el mayor obstáculo para cualquier reforma constitucional.
También puede suceder que, en un determinado contexto, la “reforma” más importante sea la defensa activa de la Constitución existente mediante una renovada pedagogía constitucional en todas las áreas de gobierno. Pero habrá algo común a todas las reformas: volver el sistema electoral más representativo y más transparente; fortalecer la democracia representativa con la democracia participativa. Los teóricos liberales más influyentes de la democracia representativa han reconocido (y recomendado) la coexistencia ambigua entre dos ideas (contradictorias) que aseguran la estabilidad democrática: por un lado, la creencia de los ciudadanos en su capacidad y competencia para intervenir y participar activamente en la política; por otro, un ejercicio pasivo de esa competencia y de esa capacidad mediante la confianza en las élites gobernantes. En los últimos tiempos, y como lo demuestran las protestas que han sacudido muchos países desde 2011, la confianza en las élites ha venido deteriorándose sin que, sin embargo, el sistema político (por su diseño o por su práctica) permita a los ciudadanos recuperar su capacidad y competencia para intervenir activamente en la vida política. Sistemas electorales asimétricos, partidocracia, corrupción, crisis financieras manipuladas –he aquí algunas de las razones de la doble crisis de representación (“no nos representan”) y de participación (“no vale la pena votar, todos son iguales y ninguno cumple lo que promete”). Las reformas constitucionales obedecerán a un doble objetivo: hacer la democracia representativa más representativa; complementar la democracia representativa con la democracia participativa. Estas reformas darán como resultado que la formación de la agenda política y el control del desempeño de las políticas públicas dejarán de ser un monopolio de los partidos y pasarán a ser compartidas por los partidos y ciudadanos independientes organizados democráticamente para este propósito.
El segundo conjunto de reformas es lo que llamo hegemonía. La hegemonía es el conjunto de ideas sobre la sociedad e interpretaciones del mundo y de la vida que, por ser altamente compartidas, incluso por los grupos sociales perjudicados por ellas, permiten que las élites políticas, al apelar a tales ideas e interpretaciones, gobiernen más por consenso que por coerción, aun cuando gobiernan en contra de los intereses objetivos de grupos sociales mayoritarios. La idea de que los pobres son pobres por su propia culpa es hegemónica cuando es defendida no sólo por los ricos, sino también por los pobres y las clases populares en general. En este caso son, por ejemplo, menores los costes políticos de las medidas para eliminar o restringir drásticamente la renta social de inserción. La lucha por la hegemonía de las ideas de sociedad que sostienen el pacto entre las izquierdas es fundamental para la supervivencia y consistencia de ese pacto. Esta lucha tiene lugar en la educación formal y en la promoción de la educación popular, en los medios de comunicación, en el apoyo a los medios alternativos, en la investigación científica, en la transformación curricular de las universidades, en las redes sociales, en la actividad cultural, en las organizaciones y movimientos sociales, en la opinión pública y en la opinión publicada. A través de ella, se construyen nuevos sentidos y criterios de evaluación de la vida social y de la acción política (la inmoralidad del privilegio, de la concentración de la riqueza y de la discriminación racial y sexual; la promoción de la solidaridad, de los bienes comunes y de la diversidad cultural, social y económica; la defensa de la soberanía y de la coherencia de las alianzas políticas; la protección de la naturaleza) que hacen más difícil la contrarreforma de las ramas reaccionarias de la derecha, las primeras en irrumpir en un momento de fragilidad del pacto. Para esta lucha tenga éxito es necesario impulsar políticas que, a simple vista, son menos urgentes y compensadoras. Si esto no ocurre, la esperanza no sobrevivirá al miedo.
Aprendizajes globales
Si algo se puede afirmar con alguna certeza acerca de las dificultades que están pasando las fuerzas progresistas en América Latina, es que tales dificultades se asientan en el hecho de que sus gobiernos no enfrentaron ni la cuestión de la Constitución ni la de la hegemonía. En el caso de Brasil, este hecho es particularmente dramático. Y explica en parte que los enormes avances sociales de los gobiernos de la época Lula sean ahora tan fácilmente reducidos a meros expedientes populistas y oportunistas, incluso por parte de sus beneficiarios. Explica también que los muchos errores cometidos (para comenzar, el haber desistido de la reforma política y de la regulación de los medios de comunicación, y algunos errores dejan heridas abiertas en grupos sociales importantes, tan diversos como los campesinos sin tierra ni reforma agraria, los jóvenes negros víctimas del racismo, los pueblos indígenas ilegalmente expulsados de sus territorios ancestrales, pueblos indígenas y quilombolas con reservas homologadas pero engavetadas, militarización de las periferias de las grandes ciudades, poblaciones rurales envenenadas por agrotóxicos, etcétera), no sean considerados como errores, sino que sean omitidos y hasta convertidos en virtudes políticas o, al menos, sean aceptados como consecuencias inevitables de un Gobierno realista y desarrollista.
Las tareas incumplidas de la Constitución y de la hegemonía explican también que la condena de la tentación capitalista por parte de los gobiernos de izquierda se centre en la corrupción y, por tanto, en la inmoralidad y en la ilegalidad del capitalismo, y no en la injusticia sistemática de un sistema de dominación que se puede realizar en perfecto cumplimiento de la legalidad y la moralidad capitalistas.
El análisis de las consecuencias de no haber resuelto las cuestiones de la Constitución y de la hegemonía es relevante para prever y prevenir lo que puede pasar en las próximas décadas, no solo en América Latina, sino también en Europa y otras regiones del mundo. Entre las izquierdas latinoamericanas y las de Europa del sur ha habido en los últimos veinte años importantes canales de comunicación, que están todavía por analizarse en todas sus dimensiones. Desde el inicio del presupuesto participativo en Porto Alegre (1989), varias organizaciones de izquierda en Europa, Canadá e India (de las que tengo conocimiento) comenzaron a prestar mucha atención a las innovaciones políticas que emergían en el campo de las izquierdas en varios países de América Latina.
A partir del final de la década de 1990, con la intensificación de las luchas sociales, el ascenso al poder de gobiernos progresistas y las luchas por Asambleas Constituyentes, sobre todo en Ecuador y Bolivia, quedó claro que una profunda renovación de la izquierda, de la cual había mucho que aprender, estaba en curso. Los trazos principales de esa renovación fueron los siguientes: la democracia participativa articulada con la democracia representativa, una articulación de la cual ambas salían fortalecidas; el intenso protagonismo de movimientos sociales, de lo que el Foro Social Mundial de 2001 fue una muestra elocuente; una nueva relación entre partidos políticos y movimientos sociales; la sobresaliente entrada en la vida política de grupos sociales hasta entonces considerados residuales, como los campesinos sin tierra, pueblos indígenas y pueblos afrodescendientes; la celebración de la diversidad cultural, el reconocimiento del carácter plurinacional de los países y el propósito de enfrentar las insidiosas herencias coloniales siempre presentes. Este elenco es suficiente para evidenciar cuánto las dos luchas a las que me he estado refiriendo (la Constitución y la hegemonía) estuvieron presentes en este vasto movimiento que parecía refundar para siempre el pensamiento y la práctica de izquierda, no solo en América Latina, sino en todo el mundo.
La crisis financiera y política, sobre todo a partir de 2011, y el movimiento de los indignados, fueron los detonantes de nuevas emergencias políticas de izquierda en el sur de Europa, en las que estuvieron muy presentes las lecciones de América Latina, en especial la nueva relación partido-movimiento, la nueva articulación entre democracia representativa y democracia participativa, la reforma constitucional y, en el caso de España, las cuestiones de la plurinacionalidad. El partido español Podemos representa mejor que cualquier otro estos aprendizajes, incluso cuando sus dirigentes fueron desde el principio conscientes de las diferencias sustanciales entre los contextos político y geopolítico europeo y latinoamericano.
La forma en que tales aprendizajes se irán a plasmar en el nuevo ciclo político que está emergiendo en Europa del sur es, por ahora, una incógnita. Pero desde ya es posible especular lo siguiente: si es verdad que las izquierdas europeas aprendieron con las muchas innovaciones de las izquierdas latinoamericanas, no es menos cierto (y trágico) que éstas se “olvidaron” de sus propias innovaciones y que, de una u otra forma, cayeron en las trampas de la vieja política, donde las fuerzas de derecha fácilmente muestran su superioridad dada la larga experiencia histórica acumulada.
Si las líneas de comunicación se mantienen hoy, y siempre salvaguardando la diferencia de contextos, quizá sea tiempo de que las izquierdas latinoamericanas aprendan también con las innovaciones que están emergiendo entre las izquierdas del sur de Europa. Entre ellas destaco las siguientes: mantener viva la democracia participativa dentro de los propios partidos de izquierda, como condición previa a su adopción en el sistema político nacional en articulación con la democracia representativa; pactos entre fuerzas de izquierda (no necesariamente solo entre partidos) y nunca con fuerzas de derecha; pactos pragmáticos no clientelistas (no se discuten personas o cargos, sino políticas públicas y medidas de Gobierno), ni de rendición (articulando líneas rojas que no pueden ser cruzadas con la noción de prioridades o, como se decía antes, distinguiendo las luchas primarias de las secundarias); insistencia en la reforma constitucional para blindar los derechos sociales y tornar el sistema político más transparente, más próximo y más dependiente de las decisiones ciudadanas, sin tener que esperar elecciones periódicas (refuerzo del referendo); y, en el caso español, tratar democráticamente la cuestión de la plurinacionalidad.
La máquina fatal del neoliberalismo continúa produciendo miedo a gran escala y, siempre que falta materia prima, trunca la esperanza que puede encontrar en los rincones más recónditos de la vida política y social de las clases populares, la tritura, la procesa y la transforma en miedo. Las izquierdas son la arena que puede atajar ese aparatoso engranaje a fin de abrir las brechas por donde la sociología de las emergencias hará su trabajo de formular y amplificar las tendencias, los “todavía no”, que apuntan a un futuro digno para las grandes mayorías. Por eso es necesario que las izquierdas sepan tener miedo sin tener miedo del miedo. Sepan sustraer semillas de esperanza a la trituradora neoliberal y plantarlas en terrenos fértiles donde cada vez más ciudadanos sientan que pueden vivir bien, protegidos, tanto del infierno del caos inminente, como del paraíso de las sirenas del consumo obsesivo. Para que esto ocurra, la condición mínima es que las izquierdas permanezcan firmes en las dos luchas fundamentales: la Constitución y la hegemonía.

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