EL PAIS DE ESPAÑA.- No es frecuente ver a un
ministro inaugurando un retrete. O un grifo. Seguramente, todo depende de las
prioridades. En el altiplano boliviano, acceder a agua potable y saneamiento es
un asunto tan crucial que merece que la alta representación del Estado haga
este gesto simbólico.
La escasez, sin embargo, no parece un gran problema
al atravesar esta llanura a 4.000 metros de altura. Cerca del cielo, por los
paisajes verdes y amarillentos rodeados por la cordillera andina, se cruzan
sucesivos riachuelos hasta llegar al Titicaca, uno de los mayores lagos del
mundo. Pero ni estas fuentes llegan a todas las dispersas poblaciones, en su
mayoría de indígenas aymaras, ni son aptas para el consumo humano.
El 85% de los bolivianos goza de agua potable, según
los datos del Gobierno. El porcentaje se reduce al 62% en las pequeñas
comunidades rurales de menos de 2.000 habitantes. El saneamiento es aún más
escaso: seis de cada 10 habitantes del país cuentan con el servicio, pero en
estas pequeñas poblaciones solo acceden cuatro de cada 10 personas. En cifras
absolutas, hay todavía en Bolivia 1,6 millones de personas sin agua potable y 4,6
millones sin saneamiento.
Solucionar estas carencias es uno de los grandes
retos del país, que en su Agenda
Patriótica se marca llevar agua al 100% de la población para el año
2025. Para ello, está trabajando con la Cooperación Española (Aecid) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) para hacer llegar los servicios a las
pequeñas comunidades. Mediante un fondo no reembolsable en el que cada entidad
aporta 20 millones de dólares, el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas se
encuentra en la fase final de un programa que incluye 214 proyectos en otras
tantas comunidades de estas zonas rurales de menos de 2.000 habitantes, que son
las más complicadas e inaccesibles.
Huarialtaya, en el municipio de Pucarani, es uno de
esos asentamientos donde el agua potable y los retretes acaban de llegar de la
mano. Llevan algo más de medio año instalados en este pueblecito en el que 30
familias que viven del autoconsumo de papa, quinoa, habas y otras hortalizas,
además de lo que sacan vendiendo la leche de sus vacas. Cada una tiene unas
cuantas: tres, cuatro, seis… Estanislao Salas contaba con 30, pero la sequía
que ha padecido el altiplano en el último año le ha obligado a vender casi
todas: no tenía con qué alimentarlas. Ahora le queda media docena.
Salas es el presidente del comité de agua de
Huarialtaya. Como todo en la comunidad, lo votan en asamblea, donde toman en
común las decisiones de un asentamiento que, en buena medida, se rige por las
normas que ellos mismos se dan. “Si alguien no usa los retretes están
establecidas sanciones de 150 bolivianos [casi 20 euros]”. No es cosa menor,
teniendo en cuenta que en este territorio rural cada familia ingresa una media
de poco más de 300 euros al mes. Lo que no dicen es para qué usan el chicote,
una especie de bastón que llevan a la espalda. En estas comunidades, algunos
castigos no son monetarios, sino físicos. No está claro si, en ocasiones, el
uso del váter no se incentiva a golpes.
Resulta más sencillo con el agua potable. La
solución técnica más frecuente es perforar hasta dar con una fuente de agua
potable, normalmente, a más de 30 metros bajo tierra, e instalar una bomba que
la lleve a un tanque en la zona más alta de la población. Se instalan unas
fuentes y de ahí los vecinos se sufragan la llegada de las tuberías hasta sus
casas y el coste mensual de la electricidad de la bomba: un promedio de unos
cinco bolivianos mensuales (menos de un euro) por el servicio.
La alternativa era cargar con cubos desde el pozo o
fuente más cercana, que no siempre estaba cerca y que casi nunca aportaba
líquido salubre. Las diarreas eran frecuentes, algo que no solo es una molestia
para cualquier persona sino que, sobre todo para los niños de menos de cinco
años, supone una merma en su desarrollo, tanto físico como intelectual. Con
este panorama, cuando llega el agua potable a las casas existen pocos motivos
para no usarla.
Pero con los váteres es distinto. La costumbre hacer
las necesidades al aire libre no es fácil de desarraigar; menos entre personas
de cierta edad; y menos aún cuando pasan horas en el campo, a cientos de metros
de sus casa. Es frecuente que opten por hacer sus asuntos en el lugar donde
están. Aunque esta práctica también merma la salud, lo hace de forma menos
evidente: no solo va en contra de los derechos humanos, sino que contribuye a
propagar enfermedades intestinales y parásitos. El Altiplano es una de las
zonas más endémicas de fasciolasis, una
dolencia considerada desatendida que, aunque rara vez es mortal, merma la
calidad de vida y la capacidad de desarrollo de las comunidades.
Cristina Mecerreyes, técnica especialista en agua y saneamiento del BID,
asegura que el uso de los retretes en el primer año de instalación es de entre
un 30% y un 70%. “Si lo utilizan más de la mitad ya es una buena cifra, para ir
fomentando la cultura a partir de ahí, sobre todo en las nuevas generaciones”,
explica.
Buena parte de la instalación de los sanitarios es
gratuita, pero para llegar a más personas y para involucrarlas con su uso, hay
una parte de la que se tienen que encargar los usuarios. El plan del Gobierno
financia la base de un retrete ecológico, que consiste en un váter seco, que
tiene una vía para la orina y otra para las heces. Una se va acumulando para
fabricar con ella pesticida y la otra, tras la deposición, se seca con cenizas.
Esto previene los olores y la proliferación de bacterias. Cada sanitario tiene
dos depósitos de heces: cuando se llena uno, se pone el otro. El primero se
deja secar durante unos meses y se convierte en abono. Y así sucesivamente.
Pero el sanitario en sí no se instala hasta que la
familia que lo va a usar no construye las paredes y el techo. “Es también una
forma de implicarlos, de que se apropien de la infraestructura y la valoren. De
lo contrario es todavía más complicado que la usen”, explica Mecerreyes. Cuando
se pregunta a los lugareños, ninguno reconoce que no los utiliza, pero sí
admiten que en ocasiones es complicado hacer ver a sus vecinos que lo hagan.
Para lograrlo, el programa de instalación también ha
aportado cursos de capacitación, que explicaba a las comunidades cómo usar los
retretes y su importancia. Juan Choque, presidente de la comunidad de Carhuisa,
en el municipio de Batallas (también en el Altiplano), explica que todas las
viviendas cuentan ya con esta instalación. “Todos los vecinos la usan desde el
principio, aquí no ha habido problemas”, asegura. Agua potable ya tenían desde
hacía unos cuatro años: “Desde entonces las diarreas, que eran muy frecuentes,
sobre todo en niños, han descendido mucho”.
Por allí acababa de pasar Carlos Ortuño, ministro de
Medio Ambiente y Agua. Hizo un recorrido por varias poblaciones del Altiplano,
donde sus representantes agradecían incansablemente la labor hecha, tanto a los
financiadores, como al “hermano ministro” y al “hermano Evo [Morales,
presidente del Estado Plurinacional de Bolivia]”; pero también aprovechaban para
pedir mejoras: más agua potable, alcantarillas, mejor saneamiento. Esto sucedió a
finales del pasado abril, cuando Ortuño inauguró, en Puerto Pérez, a
orillas del Titicaca, una bomba de que suministra agua potable desde un pozo a
todas las viviendas a través de una nueva red de tuberías, además de, como
símbolo, un grifo y un retrete.
BRASIL
DESCONFÍA DE LOS POZOS DE GAS EN BOLIVIA
Un informe del Ministerio de Energía anticipa un
agotamiento. Recomendó reducir los volúmenes importados.
RIO NEGRO DE
ARGENTINA
El ministerio de Minas y Energía del gobierno de
Brasil dio a conocer un crítico informe sobre el estado de agotamiento de
algunos de los campos gasíferos de Bolivia y recomendó al Ejecutivo de su país
reducir a la mitad las compras de ese hidrocarburo en medio de un acuerdo
comercial que vence en 2019. La medida podría liberar parte de la oferta
exportable boliviana y empujar los precios del fluido que compra Argentina
hacia la baja.
El informe de 88 páginas, que difundió la agencia
internacional Reuters, menciona que los campos que están ingresando a su fase
final de producción son Vuelta Grande, La Vertiente, Escondido, Palo Marcado,
Colpa, Caranda, Carrasco, Paloma, Los Suris, Víbora y Sirari, entre otros.
Los técnicos brasileños desarrollan en el informe
que la falta de descubrimientos de nuevos campos, empujan la declinación
natural de los yacimientos que actualmente están en producción. Sin embargo
tiempo atrás YPF y Repsol, cada una por su lado, anunciaron el desembarco en
Bolivia para iniciar exploraciones en campos de geología compleja.
La recomendación del ministerio para la petrolera
estatal brasileña es que reduzca casi a la mitad el volumen de gas que hoy
compra Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El gasoducto, financiado y construido por Petrobras,
podría pasar de recibir 30 millones de metros cúbicos diarios a unos 16
millones de metros cúbicos diarios. En documento además alerta por una
reducción en la demanda industrial interna y por un aumento de la oferta local.
Este panorama toca lateralmente al mercado argentino
de gas natural. El país también importa el hidrocarburo desde Bolivia con un
volumen que se mueve entre los 17 y 20 millones de metros cúbicos diarios.
La liberación del cupo brasileño, sumado a la curva
creciente de la producción de gas vía los no convencionales, podrían empezar a
tallar sobre los precios de importación que paga el país por el hidrocarburo y
terminar afectando los desarrollos locales.
VISITA VILLA
CLARA EL EMBAJADOR DE BOLIVIA EN CUBA
RADIO RELOJ
DE CUBA
Juan Ramón Quintana, embajador de Bolivia en Cuba,
sostuvo un encuentro con estudiantes de ese Estado Plurinacional que se forman
como futuros galenos en la Universidad Médica Serafín Ruiz de Zárate, de
Santa Clara.
El distinguido visitante agradeció al Gobierno
cubano sus esfuerzos y apoyo en la formación de profesionales del país andino,
los que se convertirán en portadores de las ideas de Fidel, Camilo y el Che.
Durante su estancia en territorio villaclareño, Juan
Ramón Quintana, embajador de Bolivia en Cuba, recorrió el Conjunto Escultórico Ernesto
Che Guevara de la ciudad de Santa Clara, donde depositó una ofrenda floral
a nombre del presidente boliviano Evo Morales.
También exaltó la figura del Guerrillero Heroico
convertido en sinónimo de independencia, emancipación y de deseos de liberar a
los pueblos latinoamericanos.
CÓRDOBA SUMA
UN VUELO A BOLIVIA Y PODRÍA TENER OTRO A URUGUAY
EL PERIODICO
DE CORDOBA, ARGENTINA
Córdoba dispondrá una nueva ruta aérea diaria que la
conectará con Bolivia, en un vuelo a Santa Cruz de la Sierra que pondrá en
marcha la línea aérea Amaszonas, ya aprobado
por Ministerio de Transporte de la Nación. Por otra parte, misma línea
aérea que tiene base en Uruguay planea también poner en marcha un
vuelo Córdoba-Montevideo.
Según informó el Gobierno de Córdoba, la nueva ruta
comenzaría a funcionar en septiembre u octubre, y en principio serán 7 vuelos
semanales hacia Bolivia, mientras que la frecuencia que uniría a Córdoba con
Montevideo (Uruguay) rondaría entre 4 o 7 vuelos semanales y se pondría en
marcha entre agosto y septiembre.
Estas nuevas autorizaciones se dan en el marco de la
apertura del mercado aéreo argentino que lleva adelante el Gobierno desde el
año pasado, que permitió, entre otras cosas, el ingreso de las denominadas
empresas “low cost” a la explotación de vuelos regulares.
El presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Julio
Bañuelos, expresó su acuerdo con la incorporación de estos nuevos hub aéreos
en la provincia: “Esto es una gran noticia para el sector, para el turismo
corporativo, de negocios y reuniones. Para nosotros, la Agencia Córdoba
Turismo, y todas las empresas ligadas al sector, esto es una oportunidad.
Tenemos que aprovecharla buscando que todos los pasajeros en tránsito tengan en
cuenta a Córdoba dentro de su recorrido, que pernocten al menos una noche en
nuestra provincia. Ese es el objetivo que tenemos que cumplir”.
LANGOSTAS:
LUCHA SERÁ REGIONAL
El titular del Servicio Nacional de Calidad y
Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Óscar Cabrera, informó que el lunes se
reunirá con su par de Bolivia para conversar acerca de la posibilidad de
diseñar un plan regional para luchar contra los insectos.
ULTIMA HORA
DE PARAGUAY
Probablemente se involucre también a la Argentina,
teniendo en cuenta que esta semana se reportó la aparición de langostas
voladoras en el Chaco argentino, señaló Cabrera.
Se cree que los insectos llegaron a ese país a
través de Paraguay. No obstante, no es seguro ya que la confirmación de la
presencia de las langostas en territorio argentino es reciente.
Tanto Paraguay como Bolivia entraron en una etapa de
control de las langostas, pese a que todavía hay presencia de los insectos y
persiste el peligro de que se multipliquen o migren, explicó.
De hecho, no es posible llegar a un punto de
eliminación completa, sino solamente de control, por lo que es importante
diseñar un plan regional permanente, explicó el presidente del Senave.
“Tenemos que elaborar un plan regional de control,
tenemos que trabajar juntos el tema de la información, monitorear el avance,
traslado de las langostas, ver la eficacia de los productos”, comentó Cabrera.
En el caso de nuestro país, se tuvo buena
experiencia con las aplicaciones aéreas de químicos, que impidieron que las
langostas avancen a las zonas productivas del país, que era el mayor temor. Con
medidas similares, Bolivia controló la situación en un 85%, informó. Destacó
que en el caso del vecino país, la invasión de langostas fue mucho peor.
EL FRACASO
DEL MEJOR SOLDADO DEL MUNDO, DESPUÉS DEL ALEMÁN
Hace ochenta y cuatro años, bajo el mando de un
general alemán, el ejército boliviano se estrellaba por segunda vez contra la
muralla viva de Nanawa
DIARIO SIGLO
XXI DE ESPAÑA
La guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, entre
1932 y 1935, fue la primera en la cual se utilizaron aviones, tanques y
morteros en los campos de batalla. Tuvo además el aditamento de que uno de los
bandos tenía como comandante a un general alemán, exponente del esplendoroso
prestigio bélico prusiano que obnubilaba a las élites latinoamericanas de aquel
tiempo.
Se trataba del general Hans Kundt, un prusiano de
pura cepa, nacido en Neustrelitz (Mecklenburgo, Alemania) el 28 de febrero de
1869. Con varios militares en su familia, la carrera de las armas era para él
un destino fácil de vaticinar. Graduado como subteniente en 1889, en 1902 fue
integrado como oficial de estado mayor, aunque el folklore popular boliviano le
niegue dicha jerarquía.
Había conocido Bolivia en 1908, y se había enamorado
de ese país, como confesaría a un corresponsal de guerra argentino que lo
entrevistaría en las trincheras de la primera guerra mundial. Engañado por la
pasión, había llegado a convencerse de que el boliviano era el mejor soldado del
mundo, después del alemán.
Combatiente en Polonia y Galizia, terminaría herido
y condecorado por el alto mando alemán durante la primera gran guerra. En 1921,
ya con el rango de general, volvió a Bolivia y adoptó la nacionalidad
boliviana.
Dos años más tarde, el gobierno de Bautista Saavedra
lo nombró ministro de Guerra, pero los vaivenes políticos le obligaron a dejar
el país en 1930, con la caída de Siles. La guerra del Chaco estaba a la vuelta
de la esquina, y los primeros fracasos consumados llevaron al gobierno
boliviano a convocarlo como salvador de Bolivia, a fines de 1932. A los sesenta
y tres años, los duendes del destino lo habían ubicado como jefe del ejército
boliviano en campaña en el Chaco.
A pocas semanas de entrar en funciones, quedó claro
que Kundt no era el mesías esperado por los habitantes del altiplano. El altivo
prusiano no fue el culpable de todo, pero sus errores quedaron expuestos cuando
envió a oleadas de soldados bolivianos a morir estéril mente intentando quebrar
la defensa del fortín Nanawa. La primera vez a fines de febrero de 1933, y la
segunda a principios de julio del mismo año.
Unos meses después, el no haberse percatado de la
magnitud de la ofensiva paraguaya entre octubre y diciembre de 1933, coronada
por la debacle boliviana en Campo Vía (11 de Diciembre de 1933), sentenciarían
fu fracaso histórico. Historiadores nacionalistas paraguayos compararon la
victoria de sus armas con las de la guerra de la independencia, pues desde los
campos de batalla encendidos en el Chaco, había sido expulsado por los criollos
un general europeo de manera aleccionadora. Casi la mitad del ejército
boliviano se perdió y el mesías prusiano terminó vilipendiado por la prensa y
el público y confinado en Cochabamba.
La pura verdad es que Kundt solo fue el chivo
expiatorio de los errores, inoperancias e indisciplina de sus subordinados
bolivianos. Sus más cercanos colaboradores, todos bolivianos, lo habían
traicionado. Se le permitió regresar a Alemania a fines de 1936, aunque
despojado de todos sus bienes y con los bolsillos vacíos. Terminaría sus días
en Suiza, pobre y olvidado, el 30 de agosto de 1939.
Sin embargo, una mirada desapasionada redime a Kundt
de gran parte de sus culpas. Sobre todo recordando episodios como “el corralito
de Villa Montes”, insólito golpe de estado en plena guerra internacional.
Las derrotas bolivianas a fines de 1934, entre ellas
la caída de Ballivián, colmaron la paciencia del presidente Daniel Salamanca, quien
se decidió por la destitución del general Peñaranda y el nombramiento del
general Lanza como sucesor. El 27 de noviembre de 1934, Salamanca llegó a
Villamontes acompañado de Lanza, pero los principales generales habían decidido
desacatar sus decisiones.
Todo sucedía apenas a doce kilómetros de la línea de
fuego donde paraguayos y bolivianos se mataban unos a otros solo para decidir
si Deterding o Rockefeller habrían de quedarse con el petróleo del subsuelo
chaqueño.
Dicen que cuando los militares lo rodearon e
intimaron a renunciar, Salamanca les dijo con ironía que al fin un cerco les
había salido bien. Aludía el presidente a la incapacidad manifiesta de los
mandos militares bolivianos, confirmada una y otra vez con sucesivas derrotas
ante el inexorable avance paraguayo.
Salamanca, su hijo y el Gral. Lanza fueron obligados
por una soldadesca ebria a subir a un avión que los llevaría a Santa Cruz,
mientras tomaba posesión José Luis Tejada Sorzano, el vicepresidente. Es
inequívoco afirmar que pocas asonadas fueron más grotescas que aquella, en la
que retrocedieron cañones, fusiles, ametralladoras y soldados empeñados en una
guerra internacional para apuntarlos contra el propio presidente.
Se había consumado definitivamente el fracaso del
mejor soldado del mundo, después del alemán.
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