Wednesday, January 26, 2005

FRENTE INDÍGENA SE OPONE A AUTONOMÍA DE SANTA CRUZ

Noticias de Bolivia y el mundo, relativas al derecho martítimo boliviano, economía, geopolítica y diplomacia. Recopiladas diariamente, para fines sin fines de lucro: archivo y difusión. Esta sección es mantenida por Daniel Velasquez Espejo.



Opinión:

SUDAMÉRICA SE NIEGA AL DIÁLOGO

El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)

A la sombra de la buena performance en el 2004 en Bolivia, Colombia y Venezuela, los tres países han incubado gravísimas crisis internas e internacionales.
Quizás porque el ciclo económico parece divorciado del político, los gobernantes de esos países han sobrestimado la gestión de las mismas a pesar de estar al tanto de su perniciosa naturaleza.
En efecto, Bolivia ha transitado desde el 2003 de una paralizante crisis de gobernabilidad (que terminó con la renuncia de Sánchez de Lozada) a una de inviabilidad (que el presidente Mesa ha tratado de desescalar mediante un referéndum sobre el gas, la promesa de una asamblea constituyente y el uso cohesivo de la política exterior) a una de fragmentación (que es la que plantea la autonomía de facto de Santa Cruz y Tarija si esta se canaliza por el cabildo abierto convocada para el viernes). Sin embargo, algunos consideran que solo estamos frente a un proceso de "refundación nacional" o simplemente ante la crisis como modus vivendi. En el primer caso, el temor frente a la reacción externa indujo a la minimización del fenómeno. En el segundo, los requerimientos de la no intervención inhiben hasta ahora a los organismos regionales de expresar su preocupación y, por tanto, su asistencia.
Y Bolivia la requiere con urgencia por lo menos como respaldo internacional a la autoridad del presidente legítimo. Especialmente cuando este solo logra apoyo interno a la luz de la emergencia luego de debilitarse más con una amenaza de renuncia y el descarte del uso legítimo de la fuerza mientras las "fuerzas emergentes" tramaban la deposición de la autoridad de un lado (las dirigencias de cocaleros e indigenistas) y del otro la autonomía regional de los departamentos del oriente planteaban la disposición del territorio al margen de una asamblea constituyente.
Si los variados mecanismos de diálogo interno (la Iglesia, el tardío del Congreso) van a tener éxito, las fuerzas de la desintegración presentes en Bolivia deben estar al tanto de que las organizaciones regionales a las que pertenece ese país no están dispuestas a reconocerlas y menos a que se proyecten sobre sus vecinos. Pero ni la CAN ni la OEA, tan públicamente preocupadas por la democracia en otros casos, han convocado reunión alguna al respecto. En lugar de ello han preferido la diplomacia silenciosa en un escenario donde el titular del silencio -el Estado- está en cuestión.
Y si el boliviano no parece ser un problema de seguridad para estos organismos, el complejo conflicto colombo-venezolano, en el que interaccionan fuerzas terroristas, influencia de terceros (Estados Unidos y Cuba) y el posible encadenamiento entre un conflicto convencional (el diferendo limítrofe en el golfo de Venezuela) con uno transnacional (la lucha contra el terrorismo en el ámbito global) tampoco parece serlo para el sistema interamericano. Este, tan expedito para apoyar el uso de la fuerza extrarregional en el caso de Afganistán, parece pasmado en su propia jurisdicción.
La eficiencia de los buenos oficios andinos, se cruza acá con los de otros países en el intento de calmar las aguas. Aun si lo logran, ello no será suficiente si el objetivo es retornar a la convivencia con el problema. Si lo que está en juego es la lucha contra el terrorismo, un país andino no puede dar cobijo a fuerzas terroristas sin la abierta oposición de los demás y otro no puede apelar a medios vedados (el secuestro) sin arriesgar un conflicto mayor. El ciclo económico no va a ponerse a buen recaudo en la subregión pretendiendo que el ciclo político esté regido en estos casos por la política del avestruz.



ENJUICIAN A DOS IMPUTADOS BOLIVIANOS POR NARCOTRÁFICO

Caso que se inició ayer, se encuentra en manos de los magistrados del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal

La Estrella de Norte de Chile (www.estrellanorte.cl)

Durante la mañana de ayer se inició el proceso de enjuiciamiento contra dos imputados bolivianos, que ingresaron al país de forma ilegal, para comercializar cinco kilos 164 gramos de pasta base de cocaína.
Los dos únicos responsables del operativo que se llevó a cabo el 18 de mayo del año pasado, por el personal de OS-7 de Calama por el porte ilícito de drogas y que fueron identificados como R.V.V., de 55 años, y D.H.M., de 26 años, están siendo juzgado por los magistrados. Además en la audiencia se han interrogado a los oficiales que participaron en la incautación de los estupefacientes.
El resultado de la diligencia que contó con la participación de la Fiscalía Local y según quedó demostrado en primera instancia, se debió al efectivo olfato policial de los funcionarios, quienes al observar la presencia de un sospechoso en la localidad de Chiu Chiu, decidieron seguirlo hasta Calama, lugar donde se encontró con otro sujeto de su misma nacionalidad para la entrega de la droga, la cual era trasladada en un bolso de viaje, envuelta en cinco paquetes, cada uno con un kilo, aproximadamente. Luego trasladaron al Ministerio Público a los dos imputados altiplánicos, para su respectivo control de identidad.
PROCEDIMIENTO
La incautación de la droga, fue posible gracias al dato anónimo del posible paso de pasta base de cocaína por Chiu Chiu y que sería comercializada en Calama. Ante el aviso, OS-7, amparados por la Fiscalía Local se trasladó hasta el poblado en busca del ilícito.
Al llegar a Chiu Chiu, alrededor de las 23 horas, los policías observaron a un sujeto con evidente apariencia boliviana en un paradero con destino a la comuna, quien además portaba un bolso de viaje tipo mochila.
Al subir el individuo al móvil que lo traería a Calama, los funcionarios especiales decidieron seguir al vehículo para determinar su destino final. Al bajarse, éste se contactó con otro individuo de iguales rasgos, a quien entregó la mochila, momento preciso en que actuaron los polis incautando la droga e impidiendo su comercialización.



DETENIDA BANDA LADRONA DE VEHICULOS 4X4

El Mercurio de Antofagasta (www.mercurioantofagasta.cl)

La Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV) de Carabineros Antofagasta, logró la detención de cuatro individuos integrantes de una banda internacional que se dedicaba al robo de vehículos 4X4 en la zona central, y que eran sacados hacia Bolivia por pasos no habilitados de la Segunda Región.
En un control realizado en la Tenencia Carretera de Baquedano (Ruta 5 Norte), fue detectada la presencia de dos camionetas encargadas por robo, hechos denunciados el 13 y 20 de enero pasado en Reñaca y San Bernardo, respectivamente.
Inmediatamente se comunicó de lo sucedido al SEBV, cuyos efectivos comenzaron un intenso trabajo investigativo. Fue así que lograron precisar que los sujetos que transportaban las camionetas, estaban asociados a una banda internacional desbaratada el año pasado.
REVISION
La detención de los individuos se logró en el kilómetro 1.433. Durante la revisión, los funcionarios se percataron que la documentación no era coincidente con las características de las camionetas.
Durante la revisión física y técnica de ambas máquinas, hizo posible precisar que las series de motor y chasis originales, correspondían a vehículos encargados por robo. De hecho, las placas patentes de ambos vehículos y la totalidad de la documentación, eran falsas.
Durante el procedimiento fueron detenidos cuatro sujetos, identificados como M.A.F. (31), G.A.F. (24), M.L.A. (23) y A.D.A. (24), todos con domicilio en la Región Metropolitana.
COORDINACION
Al respecto el jefe de la II Zona de Carabineros (s), coronel Carlos Ruiz Salas, dijo que los resultados obtenidos se deben principalmente a los trabajos coordinados, desarrollados en carreteras y en las tenencias, donde por encargo del SEBV se pone especial atención al paso de vehículos 4x4.
Hay que precisar que estos vehículos, al igual a lo ocurrido el año pasado, son manipulados documentalmente en Santiago, donde esta banda contaría con una verdadera red de proveedores que serían los encargados de fabricar las placas patentes y de elaborar las documentaciones respectivas. Luego de esto, vía terrestre, son trasladados hacia la Segunda Región, siendo Bolivia su destino final.
ANTOFAGASTA
El año pasado en Antofagasta hubo 66 denuncias por robo de vehículos. La policía recuperó 41 móviles, entre automóviles, camionetas y jeep.
La mayor cantidad de ilícitos se produjo en la zona centro con 34 robos. A continuación se ubicó el área norte con 26 casos y sur con 6 robos. En cuanto a los meses donde hubo más delitos ligados al robo de vehículos, destacaron agosto con 13 y noviembre con 9 denuncias. Este "negocio" resulta muy lucrativo, ya que un 4X4 supera los 10 millones de pesos.



SE AGUDIZARÁ EL DÉFICIT DE GAS

El Universal de México (www.el-universal.com.mx)

El gobierno federal va a tener que redefinir su política de energéticos porque en México no hay suficiente gas natural y aunque se pudiera aprovechar el potencial de la Cuenca de Burgos, se continuará importando el energético, reconoció el subsecretario de Electricidad de la Secretaria de Energía, José Acevedo Monroy.
En entrevista, el funcionario dijo que el país tiene una regulación que siempre fue diseñada con vistas a lograr una reforma estructural de fondo del sector eléctrico, que permitiera una participación más vigorosa de la iniciativa privada y abriera la posibilidad de mercados secundarios en electricidad y gas.
"Nos quedamos a la mitad del camino por eso nuestra regulación es transitoria y ha impedido avances en materia de producción y abasto de combustibles".
Hoy tenemos que pagar el costo de esas regulaciones transitorias inacabadas y nos vemos obligados a "tomar las medidas necesarias para diversificar nuestro suministro de importación para que sea menos riesgoso y para poder acceder a mejores condiciones de precio y entrega".
Cálculos de la Secretaría de Energía, contenidos en su Prospectiva del Mercado de Gas Natural 2004-2012, muestran que el país seguirá siendo deficitario del combustible y que dentro de cinco años retomará el nivel de gran importador para alcanzar compras externas del orden de 2 mil millones de pies cúbicos diarios, equivalentes a 20 por ciento de la demanda nacional de ese año, incluidas las compras de gas natural licuado. Nuestra principal fuente de abastecimiento seguirá siendo el mercado norteamericano, pero es evidente que podremos diversificar las compras externas con la construcción de plantas de regasificación. Por ello, Pemex Gas y Comisión Federal de Electricidad (CFE) están haciendo obras y planes para evitar depender de un sólo proveedor. "Podremos ir al mercado internacional, aprovechar esa tecnología y obtener mejores condiciones de suministro y de precio en contratos de largo plazo", reiteró.
Respecto al potencial de gas natural, Acevedo Monroy explicó que "hoy lo tenemos en el subsuelo sin que se pueda aprovechar y aunque pudiéramos explotarlo no sería suficiente para cubrir las necesidades que prevemos en los próximos 10 años, sobre todo a la luz de los programas de expansión del sector eléctrico basados en el uso de tecnología que emplea gas natural".



LA LUCHA DE CLASES EN BOLIVIA EN UNA NUEVA FASE

LA REVOLUCION OBRERA Y CAMPESINA ES LA UNICA ALTERNATIVA

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Demian Marcos (EL MILITANTE).- Si bien en el último tramo del 2004 logró, aunque precariamente, disimular su debilidad y tirar para adelante la crisis política, el presidente Mesa empezó el 2005 con Bolivia paralizada por la lucha de obreros y campesinos, a pesar de sus amenazas de renunciar si se producían incidentes y de su confianza en el apoyo de las clases medias.
El 30 de diciembre, un día antes de la fiesta de año nuevo, el gobierno dispuso un aumento en los combustibles, gasolina y diesel, en una escala que va desde el 10 al 23%. Al mismo tiempo, la patronal de Santa Cruz de la Sierra, la zona más rica del país con el 27% del PBI y el 52% de las exportaciones, con inmensos recursos de petróleo y gas, se subió al caballo de la lucha de las masas 'oponiéndose' al alza en los combustibles y pidiendo la renuncia de Mesa, pero dirigiendo la lucha hacia su propio interés de clase: la 'autonomía' de Santa Cruz.
Intenta así meter una cuña entre los trabajadores y campesinos bolivianos, dividirlos, y desviar los verdaderos objetivos que el proceso revolucionario está planteando urgentemente a la vanguardia obrera y campesina. Atomizando a la única fuerza social viva de Bolivia, la burguesía cruceña quiere llevar a cabo, no un reclamo histórico de las masas populares -imposible de solucionar bajo este sistema- sino la regeneración de su poder social, salvarse a sí misma como clase explotadora e instaurar la dictadura abierta de la oligarquía petrolera.
La lucha de masas marca el camino
'El fin de las subvenciones y el aumento de precios de los carburantes habían sido exigidos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial como requisitos para facilitar apoyo crediticio a las anémicas finanzas públicas. Anualmente, el Estado boliviano pagaba un subsidio a las petroleras extranjeras de alrededor de 80 millones de dólares, monto que ahora deberá ser abonado por los consumidores.' (Econoticias, 6/1/05)
Inmediatamente, esta medida electrificó la bronca de la clase trabajadora y de las capas oprimidas bolivianas que se lanzaron a la calle con sus organizaciones, formando asambleas en las barriadas, principalmente en el Alto y Santa Cruz, la cuarta y la segunda ciudad en cantidad de pobladores del país. Haciéndose eco del resurgimiento de la bronca popular, las Fejuves, la COB y otras organizaciones gremiales e incluso patronales como en Santa Cruz, lanzaron una huelga general e indefinida a partir del lunes 10, que doblegó en la practica parte de los planes de Mesa y el imperialismo.
Mesa se permitió esta 'audacia', no sólo por la presión del imperialismo, sino también por una visión totalmente distorsionada de la correlación de clases actual. Pensó que el referendo sobre los hidrocarburos fue un 'triunfo rotundo' y una mordaza a los pedidos de obreros y campesinos, que de la mano de las tramoyas legales era posible descarrillar los reclamos de las masas. Se ha equivocado: cada nueva coyuntura de la lucha de clases, planteará una y otra vez los objetivos que la revolución boliviana todavía no ha alcanzado.
Si con los resultados de las elecciones municipales en la mano, pensó en celebrar el supuesto desprestigio de las alternativas de izquierda, y con el avance de los 'independientes' -en realidad, viejos políticos burgueses que no pueden utilizar sus partidos tradicionales por estar totalmente desacreditados-, se auguraba un 2005 en paz social, se ha equivocado: con una abstención de casi el 40%, lo que demostraron las elecciones es por un lado la división de la clase dominante y el descrédito de sus partidos tradicionales, y por otro, la falta de una herramienta política por parte de obreros y campesinos que los agrupe y cohesione para presentar batalla en todos los campos de lucha.
El 'impasse' en la lucha de masas dio un giro copernicano con esta huelga, demostrando el equilibrio inestable de la política boliviana. Tan brusco el cambio, que Evo Morales, otrora aliado de Mesa, pidió que se recorte el mandato de Mesa y nuevas elecciones.
Al compás de la lucha contra el 'gasolinazo' y su consecuencia lógica, el aumento en los precios de los productos básicos, las consignas por la nacionalización de los hidrocarburos y la renuncia de Mesa ganaron la calle. En el Alto, la ciudad más pobre y combativa de Bolivia, las Fejuves y organizaciones gremiales y de campesinos entablaron una huelga indefinida a partir del lunes 12 'contra del alza de los carburantes, por expulsión de Aguas del Illimani por haber prestado un deficiente servicio en El Alto, rechazo a la inmunidad de los súbditos estadounidenses, la instalación de gas a domicilio, encarcelamiento del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores por genocidio'. La Paz estuvo bloqueada y aislada por los cortes de ruta.
Bastaron solamente tres días de huelga general e indefinida, con bloqueos y cortes de ruta para que el gobierno de Mesa cediera, parcialmente, a las demandas populares. Una movilización de 50 mil obreros y campesinos alteños encabezada por la Fejuve y la Central Obrera Regional, marchó a La Paz festejando el resultado de la presión popular: al débil y ajetreado gobierno Mesa no lo quedó otra opción que reincidir el contrato de Aguas de Illimani, subsidiaria de la francesa Lyonnaise des Eaux. Como en 2000 en Cochabamba, cuando se expulsó a la trasnacional Bechtel-Aguas de Tunarí, solo es posible avanzar y presionar a los capitalistas luchando en las calles.
Sin embargo, lo que busca el gobierno con esta medida es intentar desinflar las luchas que lo tienen acorralado. La lucha de clases le impuso esta medida para nada congruente con los intereses que defiende el presidente Mesa. En este sentido, el levantamiento de las medidas de fuerza por parte de la Fejuve y la COR, repiten en pequeña escala los mismos errores que se vienen sucediendo desde la caída del Goñi, aunque la situación de obreros fabriles que no cobran si no trabajan y un alto porcentaje de los trabajadores cuentapropistas que tampoco pueden entrar en huelga, amaine el contenido 'político' del levantamiento. Pero en el fondo es una cuestión de perspectivas, la pregunta es después de Mesa ¿Qué?
Según el dirigente de la Fejuve de El Alto, Abel Mamani, 'Con la expulsión de Aguas del Illimani hemos ganado una batalla, ahora nos toca formar una empresa del agua autogestionaria, horizontal y con participación de los ciudadanos para beneficiar a los sectores más empobrecidos; además debemos seguir luchando hasta derrotar a este sistema''
Por otra parte, la unidad en la lucha de los diferentes sectores obreros y populares aseguran la fuerza necesaria para imponerle al gobierno que la caída del contrato de la trasnacional se convierta en un paso directo hacia el control y gestión del servicio por parte de los trabajadores y usuarios, que en vez de lucrar a expensas de los explotados se ponga en practica un funcionamiento que se atenga a las necesidades populares. Las luchas obreras y campesinas que vienen sacudiendo a Bolivia demuestran precisamente que los trabajadores y campesinos pueden controlar su propio destino. Es el camino señalado por la insurrección de Octubre. En el mejor de los casos, el levantamiento de las medidas de fuerza es un poco de oxigeno para un enfermo asfixiado por las contradicciones de la clase a la que sirve y por la enorme presión que esta imponiendo desde abajo la clase explotada, y por las presiones a las que está sometido tanto el gobierno de Mesa como las Fejuves y las organizaciones populares. No hay margen para asegurar una 'paz social' duradera. La debilidad del gobierno de Mesa es palpable y se profundiza, pero hace falta una alternativa propia de los trabajadores y campesinos que termine con el régimen actual.
'Las demandas pendientes de El Alto serán analizadas por comisiones que serán conformadas de inmediato por funcionarios de gobierno y dirigentes cívicos y laborales, según dijo Abel Mamani, presidente de la Fejuve, quien aseguró que el 'cuarto intermedio' sólo era una pausa y que la huelga sería retomada si no eran atendidas las demandas de El Alto' (Econoticias,14/1/05)
El aumento de los combustibles, que afecta directamente el ya vapuleado poder adquisitivo de las masas, todavía no está anulado y Mesa afirmó que es 'irreversible'. Hay que imponerle la anulación por el camino de la huelga general y de la lucha. La solución apunta directamente a la nacionalización bajo control obrero y popular de los hidrocarburos.
El Alto y Santa Cruz: dos caras del mismo proceso
Mientras El Alto se ha convertido en la vanguardia de las luchas obreras y populares, en el epicentro de la revolución, Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más rica del país, donde también existieron huelgas y movilizaciones, muestra una dinámica política propia, cuya diferencia radica en el contenido político de clase del movimiento.
Un país destrozado por el saqueo imperialista, donde la cuestión nacional-indígena es imposible de resolver bajo el dominio del capital y se presenta como una herida abierta en la sociedad boliviana, inevitablemente desencadenará fuerzas centrífugas que amenazan con desmembrar el país gracias a la manipulación descarada por parte de la burguesía de la cuestión de las 'autonomías', cuya voz cantante de un tiempo a esta parte es la burguesía cruceña. En Tarija y en Santa Cruz se formaron 'comités cívicos' que bregan por una Asamblea Constituyente o un referendo para permitir la autonomía de esos departamentos, los más ricos en petróleo y gas.
El 'Comité Pro Santa Cruz', compuesto de organizaciones patronales, gremiales y vecinales ahora se aboca a una 'huelga de hambre'.
'En Santa Cruz, el departamento más próspero y grande de Bolivia, se realizó la semana pasada un paro total de dos días en protesta por el alza de los combustibles, que se cree que va a afectar negativamente a la competitividad de la industria y la agricultura de la región. El ayuno también fue secundado por grupos de estudiantes universitarios y obreros de fábricas que apoyan las reivindicaciones planteadas por la organización cívica. Las medidas de presión cuentan con el apoyo de las patronales Cámara Agropecuaria del Oriente, Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo y la Asociación de Productores de Oleaginosas. Adicionalmente, el Comité Cívico informó de que han reunido 493.000 firmas para solicitar a la Corte Nacional Electoral la convocatoria de un referéndum sobre autonomías departamentales en abril próximo.'(EFE, 17/1/05)
Según el líder del Comité Cívico, Rubén Costas su región reclamó, por medio de una paro general entre martes y miércoles, 'contra el desgobierno, el caos y la anarquía impuestas desde los centros de privilegio', en alusión a los reclamos sociales en La Paz y El Alto oídos por Mesa. En medio de pedidos de autonomía regional, exigió soluciones a la crisis económica y que no se siga gobernando a espaldas del pueblo. (La semana digital, 15/1/05)
En boca de la burguesía y de los sectores explotadores, la 'autonomía' esconde el frío y calculado interés de clase capitalista, diametralmente opuesto a lo que entienden históricamente las masas por 'autonomía', una mejora sensible tanto material como espiritual de los sectores oprimidos.
El gobierno de Mesa tiene serios inconvenientes para contener y encauzar a los trabajadores, que a pesar de no contar con una dirección consciente y revolucionaria, no cesan de luchar por transformar su situación de miseria a la que están confinados tanto obreros como campesinos. La división de la clase dominante torna imposible volver a la vieja y cómoda hegemonía sobre trabajadores y oprimidos. Un gobierno débil y raquítico obligado a ceder parcialmente a los reclamos populares, incentiva a la patronal cruceña a 'tomar' una reclamo histórico que revela la opresión de los pueblos indígenas cultural y socialmente, para una vez en sus manos, esconder la opresión de clase, disfrazarla, y a la vez intentar recrearse una base social después del pavoroso Octubre.
El 21 de enero, en medio de una manifestación, el vocero de la patronal convocó para el próximo viernes a 'un cabildo abierto para formar el primer gobierno autónomo de Santa Cruz'.
'La institucionalidad cruceña -dijo- ha decidido continuar con la determinación trascendental para nuestro futuro, de convocar al segundo cabildo de este siglo, a realizarse el próximo 28 de enero, para poner a consideración del pueblo cruceño la conformación del primer gobierno provisional autónomo del departamento'.
Costa agregó que el gobierno que apruebe el cabildo, dentro de una semana, 'entrará en funcionamiento en forma inmediata, dando así inicio a una nueva época en la historia de Santa Cruz y de la República' boliviana. (El Tribuno, 23/1/05)
No se puede caer en esta trampa. No se puede esconder que por más legitimo que se considere el reclamo de autonomía por parte de las comunidades indígenas secularmente oprimidas, en la situación actual de polarización social entre las clases, la patronal cruceña aprovecha esa consigna y la toma en su propio beneficio. Está haciendo todo lo posible para adormecer y dividir a los trabajadores, poniéndolos unos contra otros y embolsarse fabulosos beneficios, no permitiendo el reparto de las riquezas de esta privilegiada región (con grandes recursos forestales y agroindustriales además de los hidrocarburos).
La burguesía cruceña, y en menor medida la clase dominante en Tarija, hace rato que vienen insistiendo en la 'descentralización' del Estado. Eso no puede significar más que la desmembración del país y la división de los trabajadores y campesinos pobres, y en su lugar no sobrevendría sobre la tierra la emancipación nacional de los pueblos originarios ni su autodeterminación, sino la sujeción de las masas a un aparato represivo 'autónomo' que mantendría en la miseria ignominiosa a los trabajadores. Y por otro lado, la 'autonomía' de Santa Cruz es su traspaso abierto a la orbita directa del imperialismo.
Nadie duda de la existencia de un sentimiento genuino en los trabajadores, campesinos y jóvenes, que honestamente identifican la 'autonomía' con una mejora de sus condiciones materiales, para acabar con años de desprecio a su cultura y lengua. Pero este reclamo es progresivo en la medida que atente contra el principal enemigo, los capitalistas, y sirva para movilizar y unificar a las masas en su lucha por la emancipación social de los explotados.
El problema de la autonomía no radica en sí misma, sino en quien será la clase económica y socialmente dominante el 'día después', a dónde irán los frutos del trabajo social, quién se enriquece con la exportación del petróleo, quiénes tendrán la propiedad de la tierra.
El capitalismo en Bolivia está herido de muerte, y con él su instrumento de opresión, el Estado burgués. Pero no va a caer solo, y en su decadencia amenaza con multiplicarse en varios estados explotadores que continúen desangrando al proletariado. La única alternativa real para los pueblos originarios, para el desarrollo de su cultura y el respeto a sus derechos democráticos, pasa precisamente por la revolución socialista, por un gobierno obrero y campesino armado de un programa de transición al socialismo, un gobierno de la aplastante mayoría del país sin necesidad de oprimir y explotar, donde las palancas fundamentales de la economía estén al servicio de obreros y campesinos, y no para asegurar y reproducir la existencia de una clase social que sólo nos traerá explotación y hambre.
A los intentos de la burguesía cruceña en particular, y de la clase dominante en general, los trabajadores y campesinos pobres deben oponerle la unidad de clase en su lucha por transformar la sociedad.
Mesa se tambalea y amenaza: hay que voltearlo
El gobierno de Mesa debilitado por la lucha de clases, pretende ahora combinar el garrote y la zanahoria. Mediante un decreto, el gobierno habilitó la intervención de las Fuerzas Armadas en los conflictos internos, 'cuando los mecanismos de negociación y la acción preventiva de la Policía Boliviana hayan sido rebasados, y bajo instrucción precisa del Presidente de la República.'
Este 'decreto' no hace otra cosa que poner sobre el tapete la debilidad del gobierno y, en esta situación, el inestable dominio de los opresores. Haciendo intervenir a las Fuerzas Armadas y firmar sus reclamos, quiere aparecer como un hombre 'fuerte' y dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, por decirlo de alguna manera, es un aspirante a caricatura de 'Bonaparte'. Según Bolivia.com 'Los militares, desde los sucesos del 2003, exigieron al Gobierno la aprobación de este decreto, para evitar que el total de la responsabilidad de su accionar en tiempos de conflicto recaiga exclusivamente en sus efectivos.'
En está situación explosiva, Mesa llama a la 'unidad nacional' pero deja sentado que la cuestión de las autonomías debe dirimirse en una Asamblea Constituyente, se habla de la supuesta presencia del derrocado Lozada atizando a la reacción cruceña, de los planes de renuncia de Mesa y de convocar a elecciones, y corren los infaltables rumores sobre un golpe de Estado. El problema no es saber qué grado de verdad o mentira existe en lo que se 'filtra' en la prensa burguesa, sino que en la medida en que los trabajadores no entren en la lucha de manera independiente y con sus propios objetivos, el capitalismo buscará cualquier hendija para mantenerse 'vivo'.
Sin ningún tipo de apoyo social, con el odio de obreros y campesinos, ahora con la 'oposición' de Evo Morales, sin poder de despegarse de la patronal imperialista y sin tener la fuerza suficiente para disciplinar los apetitos de la burguesía cruceña, Mesa es un equilibrista a punto de caer.
Pero el destino y las aspiraciones de los trabajadores y campesinos dependen de que lado caiga: el gobierno no puede reconstruir la dominación de la burguesía más que con una dictadura sobre los trabajadores, a partir de una derrota en la lucha por terminar con el hambre y la miseria.
Creer que la situación actual puede mantenerse indefinidamente es una utopía. El problema es qué hacer después de Mesa, porque mantener a los trabajadores y campesinos en un estado de lucha constante, sin ninguna alternativa que plantee la cuestión del poder, de quién manda en la sociedad boliviana, es un peligro constante porque esa unidad que las masas exhiben en la lucha, en las huelgas, movilizaciones y cortes de rutas, ante una coyuntura decisiva como en Octubre, tiende a desgajarse y dispersarse de acuerdo a la política de las organizaciones y direcciones que encabezan cada sector.
Si Mesa no cae, y con él todo el bendito régimen burgués, la razón no está en la debilidad de las masas populares ni en la fortaleza de la burguesía, sino que radica en la situación política actual de los trabajadores. Agrupados en diferentes organizaciones políticas, sindicales, vecinales, cada una con una concepción distinta y que muta en cuestión de días, sin un programa claro y orientándose empíricamente ante cada nueva coyuntura, impiden por el momento que se abra paso una salida colectiva, que plantee el control democrático de la sociedad por obreros y campesinos, la nacionalización de las palancas fundamentales de la economía capitalista bajo control obrero y popular y todas las medidas sentidas por las masas populares, desde salariales hasta los problemas barriales. Forjar este programa de transición al socialismo es la apremiante tarea de los trabajadores y campesinos que están en la vanguardia de la lucha de clases. Los problemas políticos que obreros y campesinos bolivianos tienen ante sí, radican en gran parte en la ausencia de una organización política revolucionaria. La lucha de clases está avanzando hacia un punto de no retorno. La gran experiencia de lucha que están acumulando los trabajadores es la materia prima que posibilitará superar la situación actual.
La única alternativa es la revolución socialista
La lucha contra el 'gasolinazo' apunta directamente a la propiedad privada de los hidrocarburos, y a dar solución al saqueo imperialista que sufre el pueblo boliviano. La lucha contra los planes reaccionarios de la patronal cruceña debe encontrar a los obreros y campesinos pobres en la misma trinchera, contra sus patrones y contra el sistema que perpetúa su miseria. La revolución de los explotados, encabezada por la clase obrera unida con los campesinos pobres, para poner todas las palancas productivas que hoy están en las manos de pocos al servicio de la mayoría obrera y campesina, para darle una solución revolucionaria y verdaderamente democrática al cuestión indígena, es el único antídoto para una futura dictadura sangrienta y la desmembración del país. No hay otra salida a la barbarie del capitalismo.
En la nueva fase vertiginosa de la lucha de clases, no se le puede dar respiro a Mesa en vistas de las 'instituciones' o de la 'preservación' de la democracia capitalista. Son estas 'instituciones' y esta 'democracia' meros elementos para garantizar la propiedad de los capitalistas y para mantener en la opresión al pueblo, y han llevado a la miseria a los trabajadores. La diferencia entre Mesa y la burguesia cruceña reside en las diferentes estrategias de la clase dominante para mantener la explotación y sus privilegios. Mesa no representa la 'democracia' sino el intento desesperado de la burguesía por amordazar y derrotar a los trabajadores evitando provocar un estallido revolucionario, tratando de que las cosas 'se arreglen con el tiempo'. La patronal cruceña no representa ni la 'autonomía' ni la 'autodeterminación' de los pueblos indígenas, sino el rostro más feo y reaccionario de una patronal dispuesta a todo para mantener sus privilegios. La situación está imponiendo un frente único de las organizaciones de masas, sindicatos, Fejuves, estudiantiles y campesinas para desbaratar los planes reaccionarios y avanzar con la derrota del 'gasolinazo' y por la nacionalización bajo control obrero de los hidrocarburos. Un frente único que oponga tanto a los planes de 'autonomía' como a la continuidad del régimen capitalista la unidad de trabajadores y campesinos sobre toda consideración que esconda que al verdadero enemigo: el capitalismo y el imperialismo. Las bases obreras de la COB, las bases populares de las Fejuves y de las organizaciones en lucha deben votar y hacer cumplir los planes de lucha, que propongan desde abajo un programa de salida obrera y popular a la crisis capitalista. Que sirva como un dique para enfrentar a la patronal imperialista y a la patronal cruceña, y retome el camino de Octubre.
Ese seria un enorme paso adelante, aunque no agotaría los problemas del proletariado boliviano. Pero en la lucha y por la lucha, poniendo en práctica los programas y concepciones de las organizaciones de masas, los elementos más avanzados que están en las fabricas, en los campos y en las universidades avanzarán con pasos de gigantes hacia las tareas planteadas por el proceso revolucionario.
Este frente único no puede quedarse solamente en acuerdos de cúpulas de las organizaciones, sino extender asambleas obreras y populares por todo el país que le sirvan de asidero. Es el momento de prepararnos, de sacar las conclusiones de Octubre, de fomentar, organizar y generalizar organismos que sirvan de base para una futura democracia obrera, que voten un plan de lucha para derribar a Mesa y al régimen burgués.
Tanto las Fejuves, la COB, como otras organizaciones de masas, tienen una responsabilidad enorme. La experiencia demuestra que fue, es y será un error darle una tregua al gobierno cuando la correlación de fuerzas es favorable a los explotados, que la única forma de garantizar el triunfo es agrupando a los trabajadores y campesinos independientemente de la burguesía 'opositora'. En sí mismas, las treguas develan no tanto la cobardía personal de los dirigentes sino la falta de un programa revolucionario para hacer avanzar a Bolivia por medio de la lucha de clases.
La consigna de la Asamblea Constituyente -como insistimos desde el inicio del proceso revolucionario- resultó ser totalmente inicua e incluso reaccionaria. Ahora para todos está claro que la burguesía se abraza a ella, no sirve ni sirvió para otra cosa que para oscurecer los verdaderos objetivos de la lucha de clases, dándole una tregua que la burguesía está aprovechando.
Por otra parte las diferencias entre obreros o campesinos cruceños, collas y aymaras son artificialmente impulsadas por el imperialismo, los terratenientes y los empresarios que, ante el temor a la unidad de los explotados, las utilizan para poder seguir manteniendo la explotación y sus ganancias. La diferencia fundamental es entre explotadores y explotados, allí radica la base del sistema capitalista, y de ella se desprenden dos opciones para el futuro de Bolivia: o la revolución obrera y campesina o una despiadada contrarrevolución capitalista.
Todos los trabajadores y campesinos pobres del mundo, conscientes de que la lucha de nuestros hermanos de clase bolivianos es nuestra lucha, confiamos plenamente en su capacidad revolucionaria para transformar la sociedad, como inicio de la revolución socialista andina, latinoamericana e internacional.



PRESIDENTE MESA PIDE CONFIANZA A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

El Mandatario aseguró que su país está en condiciones de ofrecer las garantías necesarias a las inversiones extranjeras.

El Mercurio de Chile (www.emol.com)

Sumergido en la peor crisis de sus 15 meses de gobierno, el Presidente Carlos Mesa intentó ayer un llamado a la calma e insistió que pese a la situación interna, su país está en condiciones para ofrecer las garantías necesarias para la inversión extranjera.
En una reunión con la comunidad diplomática en la que los representantes de las misiones acreditadas en Bolivia le entregaron todo su apoyo, Mesa agradeció el respaldo internacional "en los momentos más difíciles" y prometió que la reforma petrolera que se analiza en el Congreso, será "sensata" y respetará "el interés de Bolivia y de quien haya decidido invertir en este país".
El gobernante se refirió al conflicto registrado en las últimas semanas con la compañía francesa Suez Lyonnaise des Eaux, después de que el Ejecutivo boliviano decidiera, el 13 de enero, anular la concesión otorgada en 1997 a Suez Lyonnaise des Eaux para operar el servicio de agua potable y alcantarillado en las ciudades de El Alto y La Paz, en el altiplano andino, tras las presiones de una huelga general en El Alto.
Respaldo diplomático
Por su parte, la comunidad internacional expresó el pleno respaldo al orden democrático e institucional en Bolivia e instó a sus autoridades y sectores sociales a buscar una salida concertada a la crisis actual. Las protestas se iniciaron después de conocerse un decreto promulgado el 31 de diciembre que eleva el precio de los combustibles, pero posteriormente confluyeron hacia el tema de la autonomía regional en Santa Cruz y Tarija.
Mesa aprovechó la ocasión para aclarar que los pedidos de autonomías y los cabildos abiertos convocados para este viernes en Santa Cruz y Tarija son inconstitucionales. Sin embargo, el Presidente aclaró que los considera legítimos y necesarios, si son realizados a través de la vía legal, en instancias como la Asamblea Constituyente a la que planea llamar en el segundo semestre de este año.
Pese a las declaraciones del Presidente, los grupos cívicos de Santa Cruz y Tarija insistieron en sus demandas.
Los líderes civiles tampoco escucharon a un grupo de organizaciones indígenas y campesinas que inició acciones en contra de la asamblea regionalista, que coincidió con Mesa al insistir que las demandas cruceñas deben canalizarse a través de la Asamblea Constituyente.
La Coordinadora de Pueblos Etnicos de Santa Cruz tomó las oficinas locales del Instituto Nacional de Reforma Agraria y anunció la celebración de un cabildo paralelo al que organiza el Comité cívico empresarial Pro Santa Cruz, propulsor del movimiento autonómico.
La asamblea popular es respaldada por la mayoría de las entidades de la región, que empezaron la movilización por el régimen autonómico hace tres semanas con la bandera del rechazo al aumento de los precios de los carburantes aprobado por el gobierno a fines de 2004.
Dirigentes indígenas anunciaron para mañana una marcha por el centro de Santa Cruz para instar a la población a desobedecer el llamado al cabildo que pretende formar un gobierno autonómico provisional.
Según un portavoz del grupo, la organización tiene el respaldo de más de 100.000 indígenas de por lo menos cuatro etnias del distrito cruceño y más de medio centenar de organizaciones populares. En este escenario, la Iglesia Católica parece convertirse en el único mediador válido para destrabar el conflicto.
Respondiendo a un pedido del gobierno, el Cardenal Julio Terrazas ofreció su mediación. "La Iglesia está dispuesta a facilitar las negociaciones con los cívicos de Santa Cruz. Las demandas regionales son anhelos que deben ser analizadas para seguir el camino correcto", anunció un representante del Cardenal.



MESA RECHAZA DEFINITIVAMENTE AUTONOMÍAS DE FACTO

El Nuevo Herald de Estados Unidos (www.miami.com/mld/elnuevo)

El presidente Carlos Mesa dijo el martes que "no puede aceptar" las autonomías de facto que buscan conformar los departamentos (provincias) de Santa Cruz y Tarija, los más ricos del país, e indicó que busca soluciones democráticas al conflicto.
Esos departamentos intentan lograr la administración de sus propios recursos y dictar políticas regionales en materia de salud, educación y otros ámbitos, pese a que la constitución actual no contempla la posibilidad de constituir regímenes autónomos, pues se basa en un estado centralista.
Los comités cívicos de esos departamentos llamaron a cabildos abiertos para el viernes a fin de elegir a sus gobiernos provisionales, incluido su gobernador, figura que no existe en la constitución, que dicta que las primeras autoridades departamentales son los prefectos (gobernadores), elegidos por el presidente.
"Ese pedido legítimo (el de las autonomías) que está respaldado por el presidente, y que creo que tiene una lógica mayoritaria favorable ha colocado, sin embargo, las cosas en un punto en el que se adelanta la posibilidad de una acción que vulnera la constitución política del estado", dijo Mesa.
"Conseguir el camino de la autonomía por la vía de un hecho inconstitucional es el algo que el Presidente de la República no puede aceptar...", agregó Mesa durante una visita que recibió del cuerpo diplomático acreditado en Bolivia.
Mesa ha insistido en que el único espacio para aprobar la conformación de las autonomías es en una asamblea constituyente --de la que debe emanar una nueva constitución-- que planea convocar para el segundo semestre de este año.
El Presidente también dijo que trabaja "intensamente para lograr una solución que se lleve adelante por la vía democrática" y pacífica, y que respete la constitución.
Mesa pareció aludir a la decisión de la Iglesia Católica de mediar entre el gobierno y el Comité Cívico de Santa Cruz, que encabeza el movimiento autonomista al señalar: "Creo que hay instrumentos de fuerza moral tan grandes que pueden ser los instrumentos que use el Presidente para frenar la posibilidad de una acción que rompa la norma de la Constitución Política del Estado".
El proceso de mediación se inició el lunes con la aceptación del cardenal primado de la Iglesia Católica boliviana, Julio Terrazas, quien es, a la vez, arzobispo de la ciudad de Santa Cruz.
La dirigente del Comité cruceño Cívico Paula Peña matizó el inicial llamado del comité cruceño a la conformación de un gobierno provisional autónomo, que había formulado el presidente de esa organización, Rubén Costas, en una manifestación cumplida el viernes.
Peña señaló que no se trata de conformar un gobierno, sino una "asamblea provisional autonómica" que guíe "la transición hacia la autonomía".
Dijo que el viernes se tomará juramento como miembros de ese cuerpo a los 54 alcaldes del departamento de Santa Cruz, a los legisladores nacionales que representan a esa región y a dirigentes campesinos e indígenas cruceños.
Varias agrupaciones indígenas de Santa Cruz han rechazado la convocatoria a la autonomía de facto.
Por otro lado, una comisión del comité cruceño negocia con el Congreso la posibilidad de que éste convoque, probablemente en abril, a un referéndum sobre las autonomías.
El vocero del Comité, Carlos Dabdoub, al mismo tiempo que exige la conformación de facto de la autonomía para Santa Cruz, dijo que su objetivo es que se realice el referéndum sobre ellas antes de la Asamblea Constituyente, porque considera que allí se dejará de lado el tema de las autonomías.
En tanto, el comandante de las fuerzas armadas, almirante Luis Aranda, y el de la policía, David Aramayo, afirmaron que no reconocerán el mando de ninguna persona que sea elegida como autoridad en los cabildos convocados para el viernes.



FRENTE INDÍGENA SE OPONE A AUTONOMÍA DE SANTA CRUZ

El Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)

Una organización de indígenas del oriente de Bolivia ocupó ayer una oficina pública del departamento de Santa Cruz y se manifestó contraria al movimiento autonomista que una organización civil y empresarial gesta en esa próspera región. La Coordinadora de Pueblos Etnicos cruceños tomó las oficinas locales del Instituto Nacional de Reforma Agraria y anunció la celebración de un cabildo paralelo al que organiza el Comité cívico empresarial Pro Santa Cruz, propulsor del movimiento autonómico.
“Es un movimiento excluyente. Nosotros pedimos más participación. Queremos autonomía pero dentro de la Asamblea Constituyente” prevista para el segundo semestre de este año en el país, dijo un portavoz de los indígenas. Mientras tanto, el comité cruceño mantuvo por noveno día consecutivo control sobre la mayor parte de las oficinas públicas, entre ellas el edificio de la Prefectura. AGENCIAS
Sepa usted
- El gobierno y miembros de la región de Santa Cruz reanudaron ayer el diálogo con vistas a solucionar las crisis. El ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo, confirmó a la prensa una primera reunión con los dirigentes aunque no dio mayores detalles.
- El presidente Carlos Mesa reiteró su rechazo a las pretensiones autonomistas de Santa Cruz pues es “inconstitucional”. En un discurso en palacio de gobierno, Mesa admitió que Bolivia encara “una de las más graves y difíciles” situaciones de su historia.



EL TSUNAMI CRUCEÑO

Argen Press de Argentina (www.argenpress.info)

Por: Wilson Jaime Villarroel Montaño.- Un gran remezón en la frágil y debilitada institucionalidad boliviana ha resultado la movilización cívico-departamental de Santa Cruz, el más pujante en la economía nacional, revelando la posibilidad cierta de una escisión política que, confirmando el carácter segmentado -o fracturado- de la sociedad boliviana, puede concluir de manera inesperada con la formación de la primera autonomía o, acaso con la instauración de un gobierno departamental ajeno a las decisiones emanadas de La Paz, epicentro de una forma estatal que, históricamente, es ya imposible de mantener.
No es, en verdad, el tema de los carburantes, entre ellos el diesel que es el insumo energético más importante en la agroindustria cruceña. Es un tema de fondo que se remonta a mucho tiempo atrás y que revive, en esos curiosos paralelos de la historia republicana, una movilización que, a finales del siglo XIX llevó la sede de gobierno de Sucre a la ciudad de La Paz, reinstaurándose desde entonces -a pesar del gran debate federalista de aquellos años- una forma estatal centralista y obcecadamente ajena a las singularidades de los pueblos, regiones y naciones bolivianas.
Sorprende que los analistas de la realidad social y política boliviana hayan ignorado, reiteradamente, la trascendencia de la cuestión pendiente que nosotros denominamos 'nacional' en referencia a la multiplicidad de naciones al interior del Estado boliviano. Algunos observadores atribuyen al movimiento cruceño tan sólo una concomitancia con los intereses particulares que alientan ciertos grupos empresariales, en especial de la agroindustria -el pivote de la economía cruceña- a los que denominan, genéricamente, 'oligarcas' o, con adjetivos más suaves, la 'élite' camba, que califican de segregadora y poco solidaria con otras realidades sociales en Bolivia.
El hecho innegable es que la movilización social que dirige el Comité Pro Santa Cruz es de tal magnitud que la sola convocatoria cuyo sustento social -y consiguiente legitimidad que hace palidecer de envidia a cualquiera de nuestros partidos mayoritarios en el Parlamento- ha agrupado a sectores sindicales, vecinales, gremiales y aún universitarios, dejando malparada la tesis conspirativa de una maniobra que sólo advierte ciertos intereses de grupos privilegiados.
En verdad, todo movimiento social de alcances o repercusiones, como el cruceño, debe estudiarse no a partir de supuestos previos -como la tesis conspirativa- sino de la constatación de su proyección social en la que concurren, bajo una única plataforma, reivindicaciones que también, y principalmente, alienta el pueblo llano -deseoso de materializar políticamente su identidad cultural- hasta, seguramente, el trasfondo que pueden albergar algunos grupos económicos.
Todos los ejemplos y crónicas que cita la Historia, a propósito de estos movimientos, evidencian la concurrencia estratégica y coparticipación en el cambio de un amplio espectro de actores políticos, cada cual con el aporte de su propia visión y expectativas a corto, mediano y largo plazo. En la Revolución Francesa el objetivo histórico, el derrocamiento del 'viejo orden' o 'ancient regime' fue labor emprendida por la burguesía deseosa de establecer nuevas reglas para el comercio nacional, así como por la intelectualidad de aquella época y el pueblo llano, ansioso por establecer mayores espacios de proyección política en la construcción de un modelo democrático -el político-liberal- que supere los estrechos cánones de la monarquía absoluta.
La Revolución Nacional, en la Bolivia de los años 50, acomodó un conglomerado de intereses difusos pero concentrados, al fin, en una tarea histórica de demolición del aparato feudal-latifundista. Acompañó este propósito una visión política renovada y modernizante del Estado que, pretendiendo mayor eficiencia en la promoción de la democracia liberal de corte clásico recogió, por ejemplo, el principio del voto universal. Esta plataforma integral contemplaba los objetivos particulares de cada sector social interesado en el cambio. Se habló, entonces, de una 'alianza de clases' en razón a que el conglomerado social excedía la visión clasista de una revolución protagonizada sólo por una clase social preparada para realizar la revolución. Ahora bien, supongamos que el movimiento cívico-departamental sólo es expresión de la desesperación de las clases privilegiadas del Oriente, asustadas ante la perspectiva de perder sus beneficios (subsidios, créditos, financiamiento estatal de infraestructura, etc.). ¿Y la gran base de sustento social que acompaña el movimiento? ¿Son todos ellos ignorantes y confundidos, tontos de capirote que no pueden advertir la maniobra obscura y mezquina de sus 'élites' privilegiadas y la oligarquía que las engaña?
Se afirma que no todos los cruceños son contestes en la protesta. Nosotros inquirimos: ¿y qué movimiento social no tiene y conlleva en sí mismo el germen de sus propias contradicciones? Hay sectores, en especial los agricultores y colonizadores del norte cruceño que se han mostrado sino acerbamente críticos, al menos renuentes a sumar esfuerzos con los capitalinos. Estos sectores -muchos de ellos controlados por el MAS de Evo Morales- preferirían ver al frente de la lucha a sectores de extracción social más próximos a ellos y no a los segmentos empresariales. Aún reputando sinceridad en sus escrúpulos, ello no constituye un óbice insuperable y menos, todavía, un factor decisivo en contra en la gran movilización cruceña de estos días. En otros términos, su oposición en nada invalida o deslegitima la pretensión cruceña.
Pero, más claro aún:
¿Por qué temerle a un referendo departamental si no es el temor al voto ciudadano, aquél que llena la boca de los renovados defensores de la democracia liberal-representativa, pero sólo cuando les conviene? Salgamos de la duda: ¡qué sea el voto ciudadano el que decida!
El pretexto de los constitucionalistas de nuevo cuño es evitar, justamente, enturbiar la 'legalidad constitucional' de la futura Constituyente, esto es, el alterar, acaso irremediablemente, la convocatoria y la agenda del debate constituyente. En cierto modo, conforme a lo establecido en la Ley del Referéndum, éste -ahora el autonómico- no es posible de convocar apenas cumplidas las justas municipales sino hasta seis meses de su realización, alterando también el cronograma de la elección de los constituyentes y, de manera indirecta, la agenda que debe ser expurgada de todo condicionamiento al debate de los próximos constituyentes.
Empero, la misma 'legalidad constitucional' no se resiente, para los que postulan estos razonamientos leguleyescos, si quien formula la convocatoria y enmarca el temario de discusión es, por ejemplo, el Parlamento actual, cuya ilegitimidad tiene alcances casi absolutos en el momento actual. Una ley sustituye a otra, como el decreto presidencial de ajuste de los precios de carburantes será intercambiado por otro, más allá de la nueva disposición emanada del Ejecutivo que pretendió contentar a los movilizados cruceños con una 'rebaja' parcial en el diesel.
De pronto, pareciera que el ordenamiento jurídico boliviano ha pasado a la categoría de sacrosanto y, si la ley no lo dice -cuando nada dice sobre lo contrario- entonces sólo queda predicar la inmovilidad. El mismo presidente Mesa, urgido de una ley que reglamente el referendo ya insertado en el texto constitucional, huérfano de apoyo efectivo en el inoperante Congreso de junio de 2004, emitió un decreto llamando a la consulta ciudadana, extremo bonapartista que sólo pudo ser salvado por la ley que, en una disposición expresa ratificó -por ley, señores- la voluntad viciada del Ejecutivo.
De hecho, los mismos congresales bolivianos, asustados ante el cariz de la situación pero suficientemente conscientes del posible rédito ante la opinión pública que una actuación oportuna suya pudiere representar, han prometido no solamente aprobar la Ley de Hidrocarburos, sino también fijar precios y condiciones en la comercialización de los carburantes, amén de aprobar una ley referendaria especial para el caso cruceño. ¡Y nadie dice nada ni se escandaliza de semejante proposición!
En España, en 1977, un año antes de dictarse la Constitución de 1978, la que establece las autonomías en el nuevo Estado post-franquista, Cataluña obtuvo el reconocimiento legal -y constitucional, luego- de su estatuto autonómico. Y ello en un país europeo del que han llegado asesores y expertos constitucionalistas para asistir en el establecimiento del marco de 'legalidad constitucional' de la futura Asamblea Constituyente. La 'legalidad constitucional' cede, y siempre, ante la legalidad social y política de un país y de los pueblos que exigen ya, ahora y en el momento presente, el reconocimiento de su identidad largamente postergada, la que sólo puede expresarse válidamente en el reconocimiento político de su autogobierno, esto es, en la transferencia de parcelas del Poder Público (competencias) con destino a su propio gobierno, sea éste local, regional o, como en el caso cruceño, departamental.
Se ha fijado un compás de espera prudente en tanto se reorganicen las fuerzas, de uno y otro lado, hasta la realización del Cabildo del día viernes 28 de enero en que, presumiblemente, los factores sociales comprometidos exigirán, de no mediar novedad alguna, en las negociaciones o las promesas del Ejecutivo, la inmediata instauración del gobierno departamental. La tregua es intuitiva y tendremos un presidente Mesa enteramente pasivo y a la espera de las definiciones que emerjan de las tratativas iniciales y de una evaluación interna de los organizadores de la movilización cruceña.
Además, será tiempo adicional para restañar algunas heridas y desbordes que, desde Occidente y como fruto de la sensación de desintegración nacional, explicables pero nunca justificables, se han producido. En verdad, en los últimos días hemos asistido a una verdadera eclosión de expresiones furibundas y negadoras de toda validez del reclamo cruceño. Ese sentimiento anticruceñista -que coyunturalmente pareciera fortalecer al presidente Mesa por el apoyo indirecto a su gestión- no contribuye a la solución del problema planteado. Ni siquiera a encontrar los mecanismos -que en eso estamos los bolivianos- para encontrar la solución futura.
Del otro lado, como revisando la acelerada andadura del movimiento cívico-regional, sus dirigentes han manifestado su predisposición a reafirmar los votos de bolivianidad. Plausible reacción en un país aturdido por un fenómeno que ni sus políticos ni los analistas que pueblan los medios de prensa oficial, han podido prever oportunamente.
Acaso el fenómeno tenga la virtud de aquellos revulsivos que, recetados por el boticario o galeno experimentado, permiten la saludable recuperación del enfermo y el reencuentro con sus energías perdidas en el trance de la enfermedad que, como un tsunami, pareció barrer, por un momento, todo el escenario político boliviano. ¡Salud a los bolivianos y salud a los cruceños!

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