Tuesday, May 31, 2005

ASEGURAN QUE BOLIVIA PERDIÓ INVERSIONES POR 10.000 MILLONES DE DÓLARES DESDE 2002

ESTUDIAN LA INSTALACIÓN DE UN EMPRENDIMIENTO PETROQUÍMICO ENTRE LA ARGENTINA Y BOLIVIA

Con el apoyo de sus gobiernos, técnicos de ambos países evalúan la posibilidad de llevar a cabo un polo petroquímico capaz de industrializar el gas natural boliviano. El proyecto, que en principio se orienta a la construcción de una planta de urea, estaría sujeto a la realización del Gasoducto del Nordeste Argentino (GNA) y debería contar con aportes de las dos naciones.

Revista Petroquímica de (www.e-petroquimica.com.ar)

Con el sustrato legal, diplomático y político que otorgan los acuerdos firmados entre los presidentes Carlos Mesa (Bolivia) y Néstor Kirchner (Argentina) durante 2004, un grupo de especialistas, en representación de sendos gobiernos, trabaja por estos días sobre la potencial construcción de un polo petroquímico en el país del Altiplano.
Actualmente la iniciativa se estudia en el ámbito de la Comisión Binacional de Energía, compuesta por especialistas de ambos países, que funciona desde diciembre de 2003.
Aunque el proyecto se encuentra en una fase preliminar y todavía no se realizaron los análisis de factibilidad correspondientes, es de esperar que esté orientado a la instalación de una planta de urea, debido a la alta demanda que ese fertilizante tiene en la región.
En diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química, el embajador del país vecino en la Argentina, Arturo Liebers Valdivieso, sostuvo que la idea es hacer un desarrollo conjunto entre los dos países. “Aunque el recurso está en Bolivia, podemos lograr inversiones de las dos partes para que los beneficios sean mutuos”, explica.
El lugar
Si bien la iniciativa está en una etapa embrionaria, hasta el momento se entrevén dos posibles ubicaciones para el potencial polo petroquímico. La primera de ellas es la localidad de Villamontes, que está en la región del Chaco boliviano, muy próxima a los grandes yacimientos de gas, como Margarita. De acuerdo con la lectura que hacen en el país vecino, esa zona cuenta con “todas las facilidades” para el desarrollo de proyectos industriales basados en el hidrocarburo. A eso se suma la cercanía con Paraguay, un factor que podría colaborar aún más con la integración de los países a la hora de encarar el emprendimiento.
La otra alternativa que se maneja es instalar el polo en Yacuiba, dado que por esa zona pasa el gasoducto por el cual Bolivia exporta a la Argentina alrededor de 7 millones de m3 diarios de gas natural. La realización de un proyecto industrial conjunto relacionado con el fluido deberá superar en los próximos meses su prueba de fuego. Depende, casi directamente, de la realización del GNA, una obra de más de 1.000 millones de dólares que por estos días está frenada debido a que quienes se iban a hacer cargo de la mayor parte de la inversión (Repsol YPF y Techint) consideran que no están dadas las garantías mínimas de seguridad jurídica del lado boliviano como para iniciar la obra. En efecto, ese país resolverá próximamente -cuando se establezca una nueva Ley de Hidrocarburos- la fisonomía a futuro de su sector energético.
El debate en torno de la nueva normativa es amplio y circulan propuestas muy disímiles. Según el sector empresario, de imponerse alguna de las menos convenientes para la actividad privada, se estaría negando de plano la posibilidad de construir el ducto.
Más allá de las dificultades que existen en Bolivia, está claro que tanto para las autoridades de ese país como para el gobierno argentino la realización del GNA es un proyecto trascendental, no sólo por la importancia que reviste en sí mismo sino también por el cúmulo de emprendimientos asociados. Si finalmente se decide su construcción, posiblemente la iniciativa petroquímica estará contemplada entre los acuerdos que realicen ambos países en relación con la integración de Bolivia al gasoducto.
El sustrato
Aunque recién se estableció la idea y los perfiles generales del proyecto, la potencial instalación de un polo petroquímico asociado al gas que Bolivia exporte en el futuro a la Argentina es una iniciativa que cuenta con un fuerte apoyo basado en funcionarios del gobierno de Mesa.
Durantes varias de sus visitas a la Argentina, el ministro de Hidrocarburos del país vecino, Guillermo Torres Orias, y el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos D'Arlach, expresaron claramente ante funcionarios del gobierno de Kirchner la intención de industrializar el gas natural a partir de un emprendimiento conjunto. Eso, además, está contemplado en los convenios firmados durante el año pasado por Kirchner y Mesa, quienes se reunieron tres veces. En la primera de ellas, en abril de 2004, se firmó el acuerdo comercial y temporario para la venta de gas natural boliviano a la Argentina. En julio se extendió y se contempló la realización del GNA, así como la de emprendimientos complementarios, como plantas separadoras de líquidos y diferentes proyectos petroquímicos.
Finalmente, en octubre, se estableció un protocolo adicional para lograr un acuerdo de largo aliento con el objetivo de realizar un aprovechamiento integral del gas.



Entrevista con el presidente de la firma en Bolivia

ASEGURAN QUE BOLIVIA PERDIÓ INVERSIONES POR 10.000 MILLONES DE DÓLARES DESDE 2002

El país del Altiplano habría dejado de recibir, entre proyectos suspendidos y congelados, un total aproximado de 10 mil millones de dólares desde el estallido político y social de 2002. En diálogo con este medio, Raúl Kieffer, presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), sostuvo que la reversión de esa situación depende especialmente de la sanción de una Ley de Hidrocarburos viable.

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De acuerdo con la percepción que tienen en la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, los problemas políticos ocasionados en el país en torno del sector petrolero hicieron perder a Bolivia un cúmulo de inversiones más que importante. Así lo entiende Raúl Kieffer, timonel de la Cámara que representa a las empresas petroleras en la nación conducida por Carlos Mesa.
Entre otras cosas, quedaron en el camino los mercados del norte (México y EE. UU., que iban a ser atendidos por el consorcio Pacific LNG), los cuales implicaban una inversión estimada superior a los 5.000 millones de la moneda norteamericana, así como también ganancias anuales por más de 300 millones para el país.
Además, podrían frustrarse proyectos en petroquímica, tales como la instalación de una planta en la frontera con Brasil (1.350 millones) y otros emprendimientos ya aprobados, así como varias propuestas para la fabricación de fertilizantes (250 millones) y otras iniciativas (ver En lista de espera).
A decir de Kieffer, las consecuencias más graves de la demora en la llegada de desembolsos está en el día a día del país. En sus propios términos: “Esto se ve en las empresas de servicios petroleros; en los empleos que se pierden por la falta de obras y proyectos por la contracción de la inversión, entre otras cosas”, explica.
Durante 2004, Bolivia recibió 86, 66 millones de dólares en exploración y 149, 25 en producción, que totalizan 265,91 millones en el upstream petrolero.
Se espera que los desembolsos para 2005 sean similares a los del año anterior, y estén destinados a mantener los niveles de producción y compromisos contractuales que asumieron las empresas. Si bien es cierto que hay algunos proyectos en carpeta a la espera de lograr viabilidad legal y fiscal, hasta el momento no hay definiciones en concreto, y no se prevé la llegada de grandes inversiones hasta que no escampe el panorama normativo, que tendrá como hito fundamental la sanción de una nueva Ley de Hidrocarburos.
A paso lento
¿Considera que el paulatino incremento de las ventas a Brasil y a la Argentina pueden en el mediano plazo convertirse en una salida adecuada para el gas de su país? – preguntamos a Kieffer.
Todos los destinos son interesantes. Brasil ahora es nuestro principal comprador, y la Argentina ha comenzado a abrirse con posibilidades de volúmenes similares. Debemos trabajar para que el sueño de convertir a Bolivia en el centro energético del Cono Sur se haga realidad. Eso es posible, pero necesitamos reglas claras, estables en el largo plazo y no volver a correr el riesgo de perder una vez más otro mercado.
¿Cuál es la estrategia de los petroleros bolivianos ante el clima de efervescencia política que vive el país desde hace algún tiempo?
Esperamos que las aguas se aclaren; que se imponga el sentido común y la racionalidad. Este es un negocio de grandes dimensiones en el mediano y el largo plazo para Bolivia. Tiene que haber un encuentro con la razón en la búsqueda de objetivos comunes.
Lo peor que puede pasar en la sociedad comercial entre las compañías y el Estado boliviano es que las relaciones no sean buenas, dado que eso no es apto para la industria ni para la rentabilidad.
Las empresas siempre han estado dispuestas a conversar y llegar a buenas decisiones para el país, pero hoy priman los intereses políticos y las consignas partidarias que echan por tierra todo margen racional.
¿Cuál sería el aporte fiscal que estarían obligadas a realizar las petroleras de acuerdo con los principales proyectos de Ley de Hidrocarburos que maneja el Congreso?
Si se aplicara la propuesta de Ley, la realidad fiscal sería extremadamente complicada debido a que la repartición de las ganancias resultaría muy desproporcionada. El Estado tomaría un 96% de los ingresos netos (government take) y las empresas un 4%.
Las consecuencias serían dramáticas para toda la cadena hidrocarburífera. Pero el tema fiscal es sólo una de las preocupaciones. También se obliga a que la producción, los precios y la viabilidad o no de los proyectos sean establecidos por la empresa estatal YPFB, hecho que deja poco margen de libertad a la iniciativa privada.
Otro tema difícil de aceptar es el hecho de obligar a las empresas a cambiar sus contratos.
Dentro de lo políticamente posible, ¿qué resultado esperan del Congreso en relación con la nueva norma?
Que se haga viable a este sector no sólo en el corto plazo sino también en el futuro. La contracción de este rubro puede achicar peligrosamente el resto de la economía del país.



GAS TRANS BOLIVIANO BUSCA EL PRIMER PUESTO

Aunque la actual situación política y social de Bolivia dificulta el desarrollo de nuevos proyectos de ventas de gas natural al exterior, Gas Trans Boliviano (GTB) planea alcanzar, en 2005, el lugar más destacado como compañía exportadora en América del Sur.

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Los precios y volúmenes de gas natural para la exportación de Bolivia a Brasil se conservan de acuerdo al convenio inicialmente suscrito entre ambos estados.
La economía del gigante del Mercosur crece a una tasa moderada y constante de aproximadamente un 3,7% anual. La cifra podría indicar que, en un periodo no mayor a los cinco años, se vislumbren proyectos de nuevas plantas termoeléctricas consumidoras del insumo. De esa manera, los requerimientos del sector industrial crecerían y, con ellos, el nivel de importaciones desde el país del Altiplano, si es que consigue mantener su competitividad y logra captar la mayor cantidad de esa demanda incremental sin quedar rezagado ante el posible acrecentamiento de producción del hidrocarburo en Brasil.
El gobierno de Lula es conciente de que Bolivia atraviesa por una coyuntura política e institucional delicada que, probablemente, complique el diálogo para concretar un aumento de las importaciones para nuevos emprendimientos.
De todas formas, GTB espera que se reanuden las negociaciones para exportar mayores cantidades de gas con el fin de continuar con su escalada de desarrollo sostenido y llegar a consolidarse como la empresa transportadora más importante del Cono Sur.
¿Cuál fue el desempeño operativo de su empresa durante 2004 y cuáles son las expectativas para este año? -preguntamos a Edward Miller, presidente de la transportadora.
GTB puede decir que concluyó el año de manera exitosa, ya que cumplió con un 100% de sus obligaciones contractuales. Nos sentimos orgullosos de afirmar que, durante todo 2004, la compañía entregó gas natural con la presión, la calidad y el volumen que los clientes requirieron. En términos operativos, hemos logrado tener una disponibilidad de un 96,1% en todas las estaciones de compresión.
¿Cuál es el volumen de gas natural transportado durante el año pasado? ¿Cuáles son las expectativas para 2005?
La firma ha transportado un promedio de 20,7 MMm3/día para entregas bajo el contrato de compra y venta entre Bolivia y Brasil, según los números registrados hasta el pasado mes de marzo. Eso significa un 86% del Take or Pay. El mayor caudal del fluido adjudicado bajo el acuerdo con el país vecino se realizó el 30 de abril y llegamos a otorgar 23.96 MMm3/d. Esa cifra está muy próxima al nivel de Take or Pay (100%) acordado para este año, que es de 24 MMm3/día.
Nuestras proyecciones indican que vamos a alcanzar esos niveles; es decir, que transportaremos entre 24 y 25 MMm3/d. Si a eso le agregamos las exportaciones al mercado de Cuiaba podríamos lograr los 26 MMm3/d.
¿Cuáles son las principales posibilidades que actualmente se manejan para aumentar esos volúmenes?
En 2005, GTB desea consolidarse como la principal empresa de exportación de gas natural en América del Sur. Actualmente, la firma transporta un 45% del fluido destinado para exportación y representa aproximadamente un 40% de la capacidad instalada en la región. Realizamos un “Open Season” y estudios de ampliaciones de la capacidad y, dentro de los objetivos para este año, pretendemos obtener nuevos contratos para poder extender el servicio de transporte con el primordial objetivo de atender las necesidades de proyectos industriales en la región de Puerto Suárez y Mutún, y cualquier demanda incremental que se materialice en el mercado brasileño.
¿Cuándo cree que será necesario realizar trabajos de expansión en la capacidad de su red?
Los nuevos planes de la empresa incluyen la posibilidad de acrecentar la capacidad entre 5 y 10 MMm3 por día, lo que implicaría llegar a transportar entre 35 y 40 MMm3/d en los próximos tres a cinco años. Hoy por hoy, la firma trabaja con grupos de inversionistas que desarrollan proyectos de petroquímica, urea y generación de termoelectricidad en la frontera entre Bolivia y Brasil, que demandarán aproximadamente unos 6 MMm3/día.
Por otra parte, hemos iniciado estudios de ampliación de 4 MMm3/d para responder a la demanda incremental del mercado brasileño. Una intensificación de 5 MMm3 diarios requeriría de una inversión cercana a los 150 millones de dólares, y unos 10 MMm3/d implicaría cerca de 280 millones.
¿Cuál fue la inversión en cuidado ambiental y en asistencia comunitaria?
La responsabilidad social de GTB está plasmada en la relación directa, a través de diferentes planes de desarrollo con nuestros públicos (comunidades indígenas, municipios de nuestra área de influencia, sociedad civil en general). No puede ser cuantificada únicamente en un monto determinado, sino en el grado de compromiso de la empresa en los proyectos de progreso que buscan una mejora en la calidad de vida en la zona que atravesamos. No es política de la compañía otorgar dinero directamente a un proyecto o la determinación unilateral de lo que será mejor para una comunidad. Creemos que es preciso sentarnos todos a la mesa y evaluar juntos los programas de perfeccionamiento que mejor convengan a las necesidades de los integrantes de ese grupo. Es importante recalcar, también, el compromiso del personal de GTB, profesionales de alto nivel, que realizan capacitaciones o trabajo social en el área de influencia de la transportadora. Según la política corporativa de la firma, cada uno de los empleados debe pasar por lo menos 5 días en el campo para llevar adelante alguna labor social.
Con respecto al cuidado ambiental, la tecnología de punta de las instalaciones y el entrenamiento permanente de los trabajadores, son algunas de las prácticas indelebles de GTB para cuidar el entorno. En junio del 2001, la Asociación Internacional para la Evaluación de Impactos (IAIA) le otorgó a la empresa el Premio Corporativo 2001, que se le suele entregar cada año a una compañía en el mundo que se juzga haya demostrado excelencia en el manejo ambiental. Asimismo, en 2003 GTB fue nominada por el Banco Mundial como ejemplo de Buenas Prácticas en temas socioambientales para proyectos de construcción.



BOLPEGAS APUESTA SUS MEJORES FICHAS A LA INTEGRACIÓN DE SU SISTEMA DE GESTIÓN

No conforme con su fuerte posicionamiento dentro del mercado de servicios para el sector energético boliviano, la firma -que ya opera bajo la norma ISO 9001:2000- planea por estos días certificar su sistema de gestión integrado.

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De acuerdo con la visión de sus directivos, la seriedad de la empresa y la idoneidad de sus profesionales en los servicios que presta son los pilares básicos de BOLPEGAS, una firma boliviana que cumplirá próximamente ocho años de presencia en el mercado de su país.
Durante su tiempo de vida, la empresa prestó servicios sola o en asociación con otras compañías nacionales y extranjeras. El resultado, según dicen quienes participaron de esas iniciativas, fue siempre positivo, hecho que redundó en un mayor reconocimiento.
“La proyección de esta empresa es lograr la certificación del Sistema de Gestión Integrado ISO 9001:2000, ISO 14001:1996 y OHSAS 18001:1999, de manera que sea posible cumplir con las normativas internacionales de seguridad, salud y medio ambiente”, aseguran sus directivos.
BOLPEGAS cuenta actualmente con la certificación ISO 9001:2000, que es la base de la normativa internacional de sistemas de gestión adoptada por la empresa, la cual nace a partir de la evaluación e implementación de métodos, elementos y técnicas, así como también con la estructura para establecer un ‘Sistema de Gestión de Calidad’ en relación con el cliente. Así se busca no sólo satisfacer sus requerimientos, sino incluso exceder sus expectativas.
El origen
El nacimiento de BOLPEGAS esta íntimamente ligado al desarrollo de la industria petrolera en el país del Altiplano. La capitalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), llevada a cabo en 1995, significó para muchos trabajadores y profesionales de esa nación el fin de su carrera dentro la empresa estatal y su migración a las firmas capitalizadas.
Otros, en cambio, optaron por agruparse empresarialmente en torno a ideales y objetivos comunes.
Ese último caso fue el que tuvo que ver en la creación de la compañía. Así, un grupo de especialistas de renombrada trayectoria, ex trabajadores de YPFB, se asociaron con la finalidad de crear una empresa de servicios que pudiera satisfacer las demandas tanto del sector de hidrocarburos como de otros segmentos productivos.
Formalmente, la empresa nació el 4 de marzo de 1997, inicialmente bajo el nombre de Bolivian Oil and Gas, Consultants & Services S.R.L. Luego, el día 11 del mismo mes, adoptó el nombre de Bolivia Petróleo y Gas Consultores y Servicios S.R.L., conocida por su sigla: BOLPEGAS.
Principales operaciones
Desde su nacimiento BOLPEGAS ha enfrentado varios desafíos. Muchos de ellos eran conocidos previamente y otros fueron apareciendo en función de la situación que el país atravesó en cada época. Para los primeros, la empresa se preparó adecuadamente, y para los segundos puso a prueba su fortaleza como compañía plenamente establecida en el mercado laboral boliviano.
Por estos días, el mayor reto que enfrenta la firma, según dicen sus directivos, consiste en salir airosa del clima de incertidumbre social, político y económico en que se encuentra sumida la nación, hecho que está ocasionando una drástica disminución de la oferta de servicios.
Los principales desafíos técnicos que ha enfrentado BOLPEGAS durante estos ocho años de existencia son, entre otros, los siguientes:
• Gerenciamiento y supervisión de la construcción del Gasoducto Bolivia-Brasil, tramo boliviano (Ø = 32" DN, L = 557 Km.). Cliente: Petrogasbol - Petrobras.
• Gerenciamiento y supervisión de la construcción del gasoducto Yacuiba-Río Grande (Ø = 32" DN, L = 430 Km.). Cliente: Petrogasbol – Transierra.
• Auditoria técnica de calidad, seguridad y medio ambiente para las cuatro líneas de recolección y para la planta de gas San Alberto (6,6 MM m3/día). Cliente: Petrobras.
• Valoración técnico económica de las refinerías de Petróleo de YPFB para su privatización. Cliente: Banco Paribas, con sede en Nueva York.
• Auditoria técnica al gasoducto de 18" San Miguel-Cuiaba, en el tramo boliviano entre San Miguel y San Matías. Cliente: Superintendencia de Hidrocarburos de Bolivia.
• Auditoria técnica de la primera fase de construcción de la planta de tratamiento de gas San Alberto.
• Fiscalización de cuatro estaciones de compresión para el Gasoducto Bolivia – Brasil, tramo Boliviano “Local Field Inspection Services”, con una capacidad instalada de 39000 HP por cada una de las tres turbinas por estación. Cliente: Gas Transboliviano (GTB) / Worley International.



BALANCE DEL COMERCIO EXTERIOR BOLIVIANO

El autor de este artículo sostiene que el intercambio comercial de Bolivia con el mundo durante 2004 es digno de destacar, ya que después de 13 años de un crónico déficit registró un saldo positivo para el país que significó transferir más de 5.000 millones de dólares en forma neta. Sin embargo, aclara que el país debe todavía superar distintas trabas que impiden un mejor funcionamiento del comercio exterior.

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El vertiginoso desarrollo de las exportaciones bolivianas, que registró sucesivos récords de 1.590 millones de dólares el año 2003 y de 2.159 millones en la gestión 2004, sumado a una Balanza Comercial superavitaria en este último período -luego de 13 ejercicios de un recurrente déficit comercial- tuvo lugar a pesar de los serios problemas que durante los últimos años debió enfrentar la actividad de comercio exterior en ese país.
Las trabas
Un reciente estudio elaborado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) para la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), referido a la “Identificación de las restricciones a las exportaciones de Bolivia hacia la región y al Análisis de su impacto en el comercio” concluye que -más allá de las trabas que deben enfrentar las exportaciones del país en los mercados preferenciales- una parte importante de los obstáculos para el sector exportador es de índole interna. Entre ellos, se destacan los procedimientos burocráticos para la exportación y la demora en la entrega de los Certificados de Devolución Impositiva (lo cual provoca cierta frustración), así como también el enclaustramiento geográfico y la falta de una adecuada infraestructura vial, que repercute en la competitividad por los altos costos de transporte en el movimiento de cargas de exportación e importación.
Además, el limitado acceso al crédito en el sistema financiero boliviano y el alto costo del dinero inhiben un mayor desarrollo exportador.
Otro factor no menos importante es la difícil coyuntura política y social por la que atraviesa el país. En esa dirección, es lamentable el daño que los bloqueos de caminos, los paros y las huelgas hacen al sector productivo y comercial. Esas medidas entorpecen el normal flujo de tránsito de las mercaderías desde y hacia puertos de ultramar, así como en el propio mercado interno. Y la gran tolerancia del Gobierno ha abonado el terrero para que esto suceda.
Posibilidades de exportación
Bolivia cuenta con una envidiable variedad de pisos ecológicos y, por ende, con diferentes climas y microclimas e ingentes recursos naturales. Sin embargo, adolece de ahorro interno para activar tal potencial. La inversión extranjera se ha concentrado en los últimos años en sectores mayormente extractivos, como el gasífero, el petrolero y el minero.
La actual oferta exportable boliviana abarca un gran número de bienes agrícolas (alimentos derivados de la soja y el girasol y materias primas), forestales (maderables, con mayor valor agregado como los muebles, y no maderables, como la castaña, donde Bolivia pasó a ser el primer proveedor mundial) y un creciente número de manufacturas, tanto industriales como textiles, joyería, marroquinería y artesanía.
Cerca de un 50% de las ventas al exterior están representadas por los hidrocarburos y minerales (exportaciones tradicionales), y el restante 50% por las no tradicionales, mayormente agroexportaciones.
Asimismo, Bolivia vendió más de 900 ítems al mundo en el año 2004, por un valor de 2.159 millones de dólares. Los diez principales bienes que exportó durante esa gestión, y que representaron un 75% de las ventas, fueron -en millones de dólares norteamericanos-: gas natural (620); torta de soja (257); aceites crudos de petróleo (153); mineral de zinc (151); estaño sin alear (115); aceite de soja en bruto (102); mineral de plata (89); artículos de joyería de oro (62); nueces del Brasil sin cáscara (50) y formas en bruto de oro (34).
Necesidades de importación
Bolivia depende altamente del abastecimiento externo, sobre todo en lo que respecta a bienes de capital e insumos que adquiere de diferentes países para apuntalar su actividad productiva. El valor de las importaciones de esos dos rubros representó poco más de las tres cuartas partes de las compras externas del país durante 2004, cuando el país importó productos por 1.888 millones de dólares. Las compras externas realizadas durante el período de ‘capitalización’ y privatización de las empresas estratégicas del Estado, hicieron que las importaciones lleguen a superar los 2.400 millones de dólares en el segundo quinquenio de los años ‘90. Sin embargo, luego fueron declinando hasta estabilizarse en poco menos de 1.900 millones.
Los 10 principales productos importados por Bolivia en la gestión 2004 fueron -en millones de dólares-: diesel oil (85), barras de hierro (39), grano de soja (38), vehículos con motor de émbolo (32), trigo (29), herbicidas (28), fueloil (25), medicamentos (21), tractores (16) y harina de trigo (15).
Problemas para la importación de bienes de capital
De acuerdo con el estudio realizado por el IBCE, se podría decir que los principales problemas que enfrentan las importaciones de bienes de capital en Bolivia están básicamente ligados a las formalidades que se deben cumplir para aprovechar los acuerdos preferenciales, lo cual tiene que ver con las certificaciones de origen. Sin embargo, una gran cantidad de bienes de capital pueden ingresar al país libres de aranceles o con un residual de un 5%, independientemente del origen que estos tengan.
Dentro de las facilidades para la importación de bienes de capital se encuentra el diferimiento del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Gravamen Arancelario (GA) para una amplia nómina de productos, hasta por un plazo de 36 meses, previo pago inicial no inferior a un 10% del monto de los tributos diferidos. Este tratamiento únicamente es aplicable en favor de empresas productoras de bienes de exportación, de productos agropecuarios, agroindustriales e industriales no extractivos. Por otra parte, están las importaciones de bienes de capital con ‘arancel cero’, al amparo de acuerdos comerciales que han sido negociados por el país en el marco de la ALADI.
Legislación y principales estipulaciones sobre la materia
El D.S. 25704 del 14 de marzo del año 2000 aprobó la nómina consolidada de bienes de capital sujetos al pago del Gravamen Arancelario de importación de un 5% y un 0%. A dicha nómina se agregaron nuevos productos mediante los D.S. 26998 del 17 de abril de 2003 y D.S. 27347 del 31 de enero de 2004 (paneles solares fotovoltaicos con 0% de arancel de importación y un importante número de bienes con aranceles del 0% y el 5 %).
El D.S. 27337, por su parte, amplió el diferimiento del IVA y el GA (parágrafo I del Artículo 3 del D.S. 27020) para bienes de capital destinados a ser utilizados por cualquier sector productivo para la fabricación de bienes de exportación con cualquier mercado de destino.
El D.S. 27968 del 11 de enero de 2005 unificó todos los productos en una sola lista y estableció su vigencia hasta el 10 de mayo de 2005, ante la posibilidad de que en esa fecha entre en vigencia un nuevo Arancel Externo Común (AEC) en la Comunidad Andina, por el que los países miembros podrán diferirlo hasta un 5% para las materias primas y bienes de capital, y hasta 0% para los bienes no producidos en la subregión.
Finalmente, el D.S. 27971 del 11 de enero de 2005 fijó como incentivo para el sector agropecuario la reducción del GA al 0% para importar fertilizantes y equipos de riego.
Balanza Comercial e intercambio con países de la región
Es destacable el hecho de que durante el año 2004 el intercambio comercial de Bolivia con el mundo registró un saldo positivo para el país, luego de 13 años de un crónico déficit que significó transferir más de 5.000 millones de dólares en forma neta.
Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Balanza Comercial boliviana cerró 2004 con un superávit de 272 millones de dólares, fruto del mayor dinamismo de las exportaciones respecto de las importaciones, que también incrementaron su valor en relación con el año 2003.
El valor de las ventas externas del país creció por el ‘efecto-precio’ dada la buena coyuntura económica a nivel mundial; por el incremento de las ventas de gas natural al Brasil; por el creciente volumen de bienes agroindustriales hacia la Comunidad Andina, y por las ingentes exportaciones de manufacturas al mercado de los EE.UU.
A la inversa, el menor dinamismo de las importaciones vino explicado por la baja en el volumen de la inversión extranjera, y por la contracción del mercado interno boliviano.
En lo que respecta a los saldos comerciales con la región, se destaca el incremento en un 57% del nivel de superávit con Venezuela, motivado por el crecimiento de las ventas de torta de soja desde 123 millones en la gestión 2003 a 190 millones el año 2004.
Con Brasil, por otro lado, el aumento del superávit fue de un 52% a raíz de la mayor venta de gas natural, que pasó de 387 millones en el 2003 a 570 millones en 2004.
Otro socio comercial muy importante fue EE.UU., con el cual se reportó un superávit de 71 millones de dólares en el 2004, frente a un déficit de 98 millones en la gestión precedente, fruto de la expansión de las ventas preferenciales al amparo de la Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de Droga (ATPDEA).
Influencia de sectores industriales
Según datos del INE, la participación de la industria dentro de las exportaciones globales del país en 2004 fue notoria; alcanzó los 936 millones de dólares, una cifra que representa un 43% del total exportado, apuntalada por los rubros agroindustrial (derivados de oleaginosas hacia el mercado andino) y manufacturero (exportaciones de joyería, textiles, madera elaborada y marroquinería al mercado de EE.UU.).
Otro sector importante es el de hidrocarburos, que logró ventas por 796 millones de dólares, aportando un 37% sobre el total. Los mercados brasileño y argentino fueron de vital importancia para el incremento en las exportaciones de ese sector.
En lo que respecta a las importaciones, durante 2004 las materias primas y productos intermedios significaron 985 millones de dólares; los bienes de capital sumaron 487 millones de dólares y los bienes de consumo 397 millones de dólares.



EN JUNIO COMENZARÍAN A CONSTRUIR EL GASODUCTO LA PUNA

La ejecución de las obras se iniciará cuando finalice el período licitatorio a mediados del mes de junio. El proyecto, impulsado por el gobierno de Salta, es considerado de vital importancia para cubrir las necesidades de desarrollo infraestructural vinculado con el crecimiento de la minería y de la industria en general en la provincia.

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Las autoridades salteñas tomaron la decisión de promover la realización de los trabajos relacionados con la construcción del nuevo ramal que se empalmará con el gasoducto de Atacama, principalmente para motivar el desarrollo minero e industrial de algunas regiones que están rezagadas debido a que no cuentan con recursos energéticos suficientes.
En marzo empezó el período de formulación, información y consulta para eventuales proponentes y oferentes que deseen participar de la construcción, la dirección y la provisión de materiales para la realización del Gasoducto La Puna. El costo considerado por los planificadores del proyecto es de aproximadamente 90 mil dólares por kilómetro.
La apertura de sobres se llevó a cabo a mediados de abril en el Centro de Convenciones de la casa de gobierno de la provincia. Según el cronograma, se estima que la obra comenzaría a fines de junio y alcanzaría su culminación en marzo de 2006. A decir de Julio Chávez, coordinador de la licitación, los plazos podrían retrasarse a causa de posibles complicaciones climáticas imprevistas. Se calcula que durante la primera fase de construcción -en invierno- podrían llegar a tenderse 800 metros de caño por día, pero sería viable mejorar esa performance en verano.
Motivaciones
“Estamos seguros de que detrás del gas van a venir las inversiones”, comentó Ricardo Alonso, secretario de Minería y Recursos Energéticos de la provincia, en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química. “Con la implantación del nuevo gasoducto se prevé la instalación de dos parques industriales; uno en el Salar de Pocitos y otro en San Antonio de los Cobres. También pensamos en los beneficios adicionales que traerá a las comunidades puneñas”.
El proyecto se relaciona con la disposición del gobierno de Salta de apoyar el despliegue de la minería y de la industria en general. Asimismo, según la información ofrecida por Ricardo López Arias, asesor legal de la Secretaría de Minería y Recursos Energéticos local, la provincia considera de vital importancia crear los medios necesarios para el desarrollo minero local. “Las obras encaradas en el mejoramiento de la ruta nacional 51, junto con la habilitación del paso de Sico, son un claro ejemplo del compromiso asumido”, indica. “Los gasoductos de Atacama y NorAndino, así como el tendido de la línea de alta tensión de Gener, que lleva energía a Chile, hacen hoy posible pensar que la Puna salteña podrá disponer de gas y de electricidad para apuntalar el inmenso potencial minero. Es en ese sentido que se resolvió impulsar la construcción del nuevo ducto”.
Para el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, el proyecto tiene como objetivos centrales atender los requerimientos del sector productivo y responder a las demandas sociales de las comunidades implantadas en la región. “El gasoducto favorecerá el proceso de inversiones y la consecuente generación de empleo en una zona donde lo único que sobran son las dificultades para poder afincar desarrollos sostenibles y para llevar adelante proyectos con visión de largo plazo”, explica. “La obra planta un antecedente que colabora con el progreso de un país integrado y con el compromiso de recomponer la actividad del Estado en todas sus formas”.
Por su parte, Alonso pronostica que el caño será un punto de inflexión en materia energética para el territorio de los Andes, por el cual se podrá comenzar a revertir el proceso de desertización actual producido por el excesivo consumo de la delicada cubierta vegetal, que es la única forma de energía disponible para los pueblos de la zona.
“Muchos proyectos metalíferos y no metalíferos que hoy son inviables van a convertirse en económicamente rentables con la llegada del gas natural”, explica el funcionario salteño, quien también asegura que “la nueva infraestructura cambiará la historia de los habitantes de la Puna”.
Descripciones técnicas
Según las planificaciones realizadas por la Secretaría de Minería y Recursos Energéticos de la provincia, el gasoducto tendrá una extensión aproximada de 184,5 kilómetros y se conectará al de Atacama en el tramo de Río de las Burras, ubicado en el límite entre Salta y Jujuy. Recorrerá 90 kilómetros hasta San Antonio de los Cobres para abastecer a la población de esa ciudad y al futuro polo industrial, continuará 21 kilómetros para llegar a Olacapato y se extenderá 73 kilómetros al sur y se vinculará con la estación Salar de Pocitos donde se espera instalar un parque minero.
Hasta la primera localidad, donde se prevé un consumo de 140.000 m3/día, el ducto transportará un caudal aproximado de 350.000 m3/día. El excedente llegaría a las restantes poblaciones.
Los tramos serán efectuados en caño de 6,5/8” pulgadas, con excepción de uno de 10 kilómetros que constituye el ingreso a San Antonio de los Cobres y será realizado en caño de 4 pulgadas.
Aunque todavía no esté contemplado en el proyecto que se lanzó a licitación, se estudia la posibilidad de que el gasoducto se extienda hasta el área del Salar del Hombre Muerto, donde están ubicados los importantes yacimientos productores de boratos (Borax) y de litio (Minera del Altiplano, FMC).

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