Contra todo pronóstico, Bolivia -uno de los países más pobres del continente americano- es el que mejor está sorteando la fuerte crisis económica mundial. Los últimos datos difundidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que el país andino crecerá un 3,2% durante este año, comparado con la caída del 2,5% que presentará la media de Latinoamérica para este mismo periodo.
La clave de este buen desempeño se encuentra en el elevado nivel de inversión pública y en el alza de los precios de las materias primas que exporta el país andino.
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El propio FMI ha previsto que en 2010 Bolivia crezca un 3,4%, principalmente gracias al fuerte esfuerzo fiscal del Gobierno de Evo Morales. Los presupuestos para el próximo curso alcanzan los 15.135 millones de dólares, dentro de los cuales se destinarán 1.860 millones sólo a inversión pública. En 2009 la inversión estatal presupuestada ha llegado a los 1.871 millones, un 33,5% más que durante 2008. Estas cifras son criticadas desde la oposición, que considera que favorecen la corrupción y que se destinarán principalmente a pagar funcionarios e instituciones públicas.
En el caso de las exportaciones, éstas se han visto particularmente favorecidas por el incremento del precio del gas y de la soja y al mayor volumen exportado de minerales. Los envíos al exterior han crecido un 3,2% en 2008 y ya representan el 40% del PIB boliviano, que roza los 15.000 millones de dólares. La inversión extranjera ha crecido en los últimos años hasta alcanzar los 508 millones de dólares en 2008. Es la cifra más alta del Gobierno de Evo Morales, pero no llega todavía a los 734 millones de comienzos de la década.
Esto nos lleva a uno de los mayores debates que han dominado la vida económica boliviana en los últimos cinco años: las privatizaciones y la supuesta salida de los inversores extranjeros. Desde la crisis de 2004, cuando salieron del país unos 250 millones de capital, la inversión extranjera directa se ha ido recuperando, ya que el Ejecutivo ha renegociado los contratos en gas, electricidad y servicios básicos, mejorando la recaudación estatal, pero impidiendo la fuga de capitales. La oposición, que se enfrentará al partido gobernante, Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones del próximo 6 de diciembre, ha anunciado que su idea es continuar y acentuar las privatizaciones.
Con todo, el Ejecutivo boliviano ha logrado gastar por debajo de sus elevados ingresos, lo que le ha permitido mantener una disciplina fiscal alabada desde el FMI. Según el Fondo, "Bolivia ha aplicado una política económica acertada, aunque hacia el futuro será importante proteger esa capacidad de reaccionar a shocks externos adversos, incluyendo el mantenimiento de una política fiscal sostenible". No obstante, frente a estas advertencias de controlar el gasto, el Ejecutivo de Morales ya ha avisado -quizá con algunos tintes de populismo de cara a las elecciones- que gastará cuanto sea necesario para dinamizar la economía.
Bolivia ha sido históricamente la cenicienta de Suramérica, con niveles de pobreza que a comienzos de la década alcanzaban el 70% de la población y con una renta per cápita cercana a los 50 dólares. Sus diez millones de habitantes viven con problemas de suministro en los servicios básicos, con elevados niveles de empleo informal y bajas cotas de formación universitaria y profesional. No obstante, la reciente bonanza ha mejorado estas condiciones, principalmente gracias a las ayudas gubernamentales, lo que, entre otras cosas, ha permitido aumentar en un 50% el PIB en la última década. El País de España (www.elpais.com)
Experiencia extrema
BOLIVIA: MISIÓN AL PLANETA UYUNI
Una experiencia de otro mundo en el salar más extenso y alto de la Tierra; 12.000 kilómetros cuadrados de blanco mar apenas interrumpidos por ojos de agua e islas pobladas de cactos
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
UYUNI.- Sentir la sal bajo los pies, caminar sobre esa superficie dura, tocarla, sentarse sobre ella, observarla, perder la mirada en el horizonte y volver a caminar ese suelo blanquísimo. Y sin ningún apuro, con una paz casi oriental, comenzar otra vez con el ritual; sentir la sal bajo los pies, caminar sobre esa superficie dura, tocarla. Hasta que, finalmente, el gran salar de Uyuni se muestre ante uno, se dé a conocer a los sentidos y los despierte con sensaciones inesperadas.
En el departamento de Potosí, al sudoeste de Bolivia, ese inmenso desierto salado seduce con su esencia; una mezcla casi narcótica de misticismo, magia, tradición viva y serenidad que impregna el aire. Una mezcla de influjos poderosísima que hace perder la noción de que existe un tiempo real y un presente diferentes a los del salar. Rendidos ante su encanto, ya no importa si serán horas, minutos o segundos lo que pueda durar esta aventura.
El aura de misterio que se extiende sobre una llanura salina de 12.000 kilómetros cuadrados, en medio de la cordillera de los Andes, hace del salar más grande del mundo un lugar único. Es uno de los destinos naturales preferidos entre los viajeros jóvenes argentinos y se ha convertido en uno de los lugares turísticos más importantes de Bolivia, hasta tal punto que se está construyendo un aeropuerto internacional en las afueras del pueblo de Uyuni para que el turismo extranjero -en su mayoría, europeo- pueda volar directo hasta allí.
El gran salar de Uyuni no sólo es el más extenso, sino que es también el más alto; se encuentra a 3660 metros sobre el nivel del mar, igual que la ciudad de La Paz, capital del país. Aunque al ojo humano parece una planicie interminable, en la que se pierde el horizonte, no hay que olvidarse de caminar lentamente y evitar grandes esfuerzos. Dada su extensión y las distancias por recorrer, la excursión se hace en 4x4 y lo más aconsejable es ir acompañado por un guía contratado en Uyuni -a media hora del salar-, ya que es fácil perderse y muy difícil encontrar el camino de vuelta.
En la sal, el reflejo del sol tiene el mismo efecto que en la nieve, por eso es necesario tomar ciertos recaudos y usar anteojos de sol, gorro y bloqueador solar para terminar sin más secuelas que las que puede dejar el paisaje surrealista de un atardecer en el salar. Junto con el amanecer, son los dos mejores momentos del día para sentarse en el suelo y contemplar la riqueza natural en silencio. Y cuando cae la noche hay que abrigarse; el frío puede alcanzar fácilmente los -14°C o más.
Tanto las palabras salar como salina son adecuadas para referirse a una cuenca en la que se ha acumulado suficiente cantidad de cloruro de sodio como para ser explotada. Son cuencas endorreicas, es decir, sin salida a ningún río que conduzca al mar. Entonces, cuando llueve el agua permanece allí hasta evaporarse, lo que contribuye a la concentración de sales.
Pero el agua de lluvia no es la única que hay en el salar. Si uno se sienta sobre el suelo, a los pocos segundos empieza a sentir un frío y una humedad que traspasan la ropa; sucede que debajo de la superficie corren canales de agua, que aprovechan las capas más débiles para asomarse. Así se forman los ojos del salar, ojos de agua de hasta dos metros de profundidad que tornan muy peligroso manejar a gran velocidad y fuera de las huellas.
El agua es diez veces más salada que la del mar. También es muy rica en minerales y parecería que estuviera hirviendo por su constante y ruidoso gorgoteo, pero en verdad es muy fría. A través de esos ojos naranja, por el efecto de la oxidación, el gigante blanco respira.
En las orillas del salar también hay más respiraderos; se forman bateas de agua de uno a tres metros de profundidad y 20 de largo. Por eso, Beimar Mestilla, el guía que acompaña a LA NACION, insiste tanto con que hay que abandonar el salar por alguna de sus ocho salidas, porque el riesgo de empantanarse es muy alto y las probabilidades de encontrar ayuda rápido, bastante bajas. A Mestilla le sucedió una vez y tuvo que abandonar a los turistas que conducía para ir en busca de ayuda. "Caminé un día entero hasta que encontré gente que me ayudara a rescatarlos -relata-. Si uno se pierde hay que tener en cuenta que el viento siempre sopla del Noroeste, porque la corriente del Pacífico, que viene de Perú, pasa por encima de la Cordillera y se encajona en el salar", explica.
Una moneda devaluada
Los habitantes de Colchani, de origen aimara, son los únicos que viven de la explotación de la sal. En ese pueblito, al borde del gran salar, han formado la Cooperativa Rosario. Sin embargo, no pueden penetrar muchos kilómetros en el salar por falta de medios. Extraen la sal con palas y forman montañitas para que se escurra el agua. Luego la trasladan hasta sus rudimentarios talleres donde terminan el proceso de secado en hornos. Por último, las cholitas la empaquetan manualmente en bolsas de casi un kilo y las sellan con el fuego de una garrafa.
Este oro blanco, que en algún momento se usó como moneda de cambio, hoy está bastante devaluado. En algunos lugares más que en otros; 50 kilos de sal se pagan 1,25 dólares en Colchani, mientras que en la frontera con Brasil se venden a 50.
A medida que la camioneta avanza, Colchani queda atrás y es común ser engañado por algún espejismo lejano, como el de una montaña que se espeja sobre el suelo. Pero en la época de lluvias, durante el verano, es cuando suele generarse mayor confusión; el salar está cubierto de agua y todo el paisaje, incluso uno mismo, se refleja a la perfección y se vuelve difícil distinguir el cielo de la tierra.
Momias andinas
El volcán Tunupa está en una de las orillas del gran salar. No está en actividad y su altura es de 5432 metros sobre el nivel del mar; los que están en mejor estado físico lo escalan hasta el borde de su cráter rosado. A los pies del Tunupa descansan varios pueblitos casi abandonados, porque los más jóvenes se van a buscar trabajo a Chile por su cercanía. Los que todavía viven allí cultivan papa y quinoa en las laderas, por las que suben y bajan cercos de pircas en una especie de patchwork de cuadrados y rectángulos irregulares. En algunos de ellos agrupan las rocas, mientras que en los otros siembran.
Uno de los pueblitos se llama Coquesa y para acceder hay que cruzar una zona pantanosa, producto del agua a orillas del salar. Allí los flamencos hunden sus patas en el barro y buscan su alimento. El flamenco de James, el Andino y el Austral habitan el lugar junto con 89 variedades más de aves.
En Coquesa se visita el Museo de las Momias, que es una tumba en una pequeña cueva. Se puede ascender unos metros en camioneta. Luego hay que caminar por un sendero hasta llegar al borde de un cañón, desde donde se divisa el cementerio de esa comunidad aimara. La cueva está a escasos metros y guarda cinco momias del año 700 después de Cristo que conservan casi intactas parte de la piel, del pelo, las uñas y el manto que las envuelve por el clima frío y seco del Altiplano boliviano. A su alrededor tienen utensilios, como vasijas, que se les colocaban para que se los llevaran a la vida nueva. También les han dejado hojas de coca que aún están verdes. Los pobladores todavía se acuerdan de esos ancestros y les rinden culto con ese tipo de ofrendas. Por Julia E. Raggio, enviada especial
Isla del Pescado
En el gran salar hay entre 72 y 78 islas (la más pequeña mide tres metros de diámetro). La isla del Pescado o isla Incahuasi se encuentra justo en el centro del salar. Es una formación rocosa en la que se erige un bosque de cactos gigantes, que miden entre 10 y 12 metros, y tienen hasta 1200 años. En el período de lluvias se hinchan de agua; la almacenan para cuando escasea. Ulala es el nombre de su flor blanca, que cuando muere da un fruto, la pascana. Como no hay otro tipo de vegetación, los pueblos aledaños usan la madera de cactos para vigas, puertas y ventanas.
Incahuasi es una formación volcánica de 700.000 años. Los dos tipos de rocas que la conforman son el basalto, que es negra, y la rigolita, rojiza. Algunas de éstas aún tienen restos de corales aferradísimos. Es que el salar fue durante el pleistoceno un mar interno de hasta 70 metros de profundidad, que comprendía también al Titicaca. Pero 10.000 años atrás se produjo su desecación.
En la cima de la isla se encuentra el punto central del salar, que ofrece una vista panorámica de 360°. Después de haber trepado hasta allí no está demás sentarse a descansar y, mientras se recupera el aire, esperar que acontezca ese algo inesperado que uno ha estado aguardando desde que dio el primer paso en el salar. El guía explica que en ese lugar los aimaras hacían sus sacrificios. "En honor a esa tradición, cada 1° de agosto se celebra aquí el Día de la Pachamama con una enorme fiesta que convoca a todos los habitantes de los pueblos cercanos, en la que se sacrifican llamas y se come su carne. Sin embargo, no es necesario esperar a ese día para hacerle una ofrenda", dice Mestilla e invita a rendirle culto en ese preciso momento, pidiendo tres deseos y convidándole tres tragos de whisky.
Sueños salados
Una manera de vivir la experiencia completa es alojarse en el Hotel Palacio de Sal, situado en Colchani, a orillas del Gran Salar. Fue seleccionado como uno de los hoteles más insólitos en varios rankings, como el de la revista Travel and Leisure, y pasar la noche allí es, sin duda, una aventura en sí misma. Sin teléfono, ni señal en los celulares, la desconexión del mundo es total.
Las paredes son bloques de sal; el piso es sal y caminar sobre él produce la misma sensación que hacerlo por la playa, pero con arena blanca y salada bajo los pies. También son de sal las sillas, mesas, camas y las esculturas que decoran su interior. Si bien hoy ya son cuatro los hoteles de sal en Uyuni, el guía asegura que es el único hecho enteramente así y su antecesor, el hotel Playa Blanca -también de la empresa Hidalgo Tours- fue el primero en el mundo.
Luego, sus dueños lo cerraron y construyeron el Palacio de Sal. La cocina del hotel ofrece platos autóctonos, como la carne de llama, que es muy magra y no incide en la formación de colesterol, o cocinados con sal extraída del salar, como un pollo a la sal. A la hora de dormir, la cama aguarda con varias capas de frazadas y cobijas para protegerse del frío, que también se siente dentro del hotel. Las habitaciones son como igloos; con el techo y de ladrillos de sal, de los que cuelgan puntiagudas estalactitas que apuntan directo a la cama; ¡miedosos abstenerse!
Alma de valija
EN EL ALTIPLANO, ELOGIO DE LA LENTITUD
Recorrido por la historia, los colores y las tradiciones de Bolivia, pero a paso tranquilo
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El Altiplano boliviano y el del Tíbet se parecen mucho. Son destinos seductores, exóticos, inolvidables. Buenos Aires está a sólo 2242 kilómetros de La Paz. En cambio tenemos 19.942 kilómetros para llegar a Pekín, China, donde tomaríamos el tren de lujo último modelo a Lhasa para un viaje de otros cuatro mil kilómetros.
Me parecen caminos concurrentes para tener en cuenta por sus parecidos en geografía y clima, y la dificultad para acceder a la espiritualidad profunda de su gente, un retrato del alma que desborda los recuerdos acumulados en una fotografía.
Estamos en la cordillera de los Andes, con vivencias históricas de lo que fue territorio común en nuestro virreinato en tiempos de la colonia española. En Potosí nacieron Cornelio Saavedra y Juana Azurduy, que hablaba castellano, quechua y aimara, que luchó por la Independencia junto a Belgrano y Güemes, y a quien Félix Luna y Ariel Ramírez le dedicaron la cueca La Flor del Alto Perú, que inmortalizó Mercedes Sosa. Ella murió en Chuquisaca, hoy Sucre, capital de Bolivia, que antes se llamo La Plata o Charcas.
Aceptar la diferencia
Estamos a 2800 metros de altura, todavía menos que La Paz a 3649, sin olvidarnos que el aeropuerto de El Alto, nunca más apropiado el nombre, está todavía 500 metros más arriba. Lo conocí hace algún tiempo y aprendí enseguida a perder el apuro, caminar despacio y paladear el paseo mientras la respiración se iba adaptando al aire puro del techo del mundo.
Entonces no se hablaba de la importancia de la lentitud a la hora de comer o vivir. Acepté la dificultad de nuestros futbolistas para jugar allí (y la última goleada). Y al mismo tiempo que tampoco para bolivianos, ecuatorianos, mexicanos, no es fácil jugar a la altura del mar en Buenos Aires, Río de Janeiro o Montevideo. Esta simple aceptación de las diferencias, de ponerse en el lugar del otro saliendo un poco del monopolio del yo , es uno de los regalos del viaje por el Altiplano.
Un rico surtido
En el Oeste también está el lago Titicaca, diez veces más grande que nuestro Nahuel Huapi, y no muy lejos el desafío para los esquiadores con la pista de Chacaltaya a 5580 metros o el singular Carnaval con las diabladas de Oruro.
Y en especial, en mi caso que soy más viajero de ciudades, La Paz con sus mercados populares donde pueden alimentar la fertilidad creadora de la moda en todo el mundo. Sus prendas de lana de llama, alpaca, vicuña, hechas a mano son excepcionales por su calidad y precio. Tanto que se venden en Londres, Nueva York, Buenos Aires o el ciberespacio por medio de Internet, porque aunque se hable en dólares se vive en pesos bolivianos.
En el mapa aéreo de las ciudades, en Google se traza un recorrido de sus mercados populares en las cercanías de la iglesia de San Francisco o frente a la plaza de Los Héroes. La palabra más constante que oímos es awayo , que en aimara significa pieza de tela para muchos usos. Como el loden en Austria es un tejido. Entre los puestos vemos sobre un mantel o colcha desde chales, pañales para criaturas hasta gorros, fajas, bolsos y carteras (chuspitas).
El surtido es rico y colorido como el arco iris de las ropas de las vendedoras.
Si bien nos detuvimos en la altura del Oeste, también hacia el Este Bolivia abunda en atracciones igualmente intensas y diferenciadas. Desde Cochabamba que se gana el título de Ciudad Jardín y el paraíso tropical con la frontera de Brasil que rodea a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Y nadie olvida sus ventajas en estos tiempos en que hay que buscar un turismo accesible ( affordable) porque el bolsillo sigue siendo el órgano más sensible a la hora de hacer un presupuesto para traslados, comidas, compras. Es útil consultar en Internet www.embajadadebolivia.com.ar/turismo/acceso.htm
Aunque lo que más vale no tiene precio, y es la propia experiencia que está a nuestro alcance porque es más fácil de hacer que de pensar.
La continuidad de la masacre por otros medios
¿QUÉ PASA SI LEOPOLDO FERNÁNDEZ GANA EN PANDO EN DICIEMBRE?
Rebelión de España (www.rebelion.org)
Los campesinos y los indígenas son la minoría más activa del departamento amazónico de Pando.
Si bien representan alrededor del cuarenta por ciento del total de la población, su relación productiva con el medio ambiente –a través del carácter extractivista y sostenible de sus actividades- los convierten no sólo en los protagonistas determinantes del quehacer presente y el futuro regional amazónico, sino también en actores estratégicos de un drama de influencia global: la necesidad de preservación de la selva más vasta del planeta y la mitigación de los daños ocasionados por el cambio climático.
El ámbito urbano del departamento también posee algunos perfiles bien nítidos.
Desde que hace quince años se habilitó la conexión caminera con el resto del país, Cobija, la capital, ha crecido mucho, incluyendo la presencia de migrantes andinos, dedicados sobre todo al comercio. Esa población urbana de Cobija, en los últimos años, también ha sido la principal beneficiaria del clientelismo del poder, beneficiándose con la repartija indiscriminada de los cargos públicos.
Son miles los pandinos urbanos que recibieron una “pega” (un puesto de trabajo), formal o fantasma, dentro del aparato montado por el “cacique” Leopoldo Fernández. Por ello, muchos de ellos, por convicción, por oportunismo o por agradecimiento, se prestaron a ser la fuerza de choque de la Masacre de Porvenir, ejecutada a sangre fría el pasado 11 de septiembre de 2008. Nunca el desprecio por la vida de los campesinos se manifestó tan crudamente.
Allí pudo comprobarse lo que decimos: la relativa orfandad del movimiento campesino e indígena del departamento amazónico, a la vez el más aislado del país. Tuvo que ser el gobierno central el que parase la continuidad del hostigamiento, la persecución y los nuevos asesinatos que se producirían de no haber ordenado la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas de la Nación.
A pesar de ello, y a pesar de que el principal acusado por su responsabilidad en los hechos está preso de forma preventiva en una cárcel de La Paz, el objetivo de los masacradores de pararle la mano al movimiento campesino e indígena a través del terror inmisericorde, de varias maneras, se ha cumplido.
La situación no puede ser más crítica y más angustiosa para las víctimas históricas de estas prácticas genocidas. El mundo rural pandino está dominado por el miedo que inocularon los sicarios en Porvenir y ellos, los campesinos, siguen sintiendo que están tan olvidados y desprotegidos como lo han estado siempre.
* * *
Hay algunos motivos que agravaron la situación ya de por sí demasiado grave emergente de la Masacre del Cacique, como la bautizaron los humildes.
Ante todo, el gobierno no supo o no pudo evitar la politización del tema por parte de los opositores, acción tan criminal como los que empuñaron las armas para masacrar campesinos e indígenas indefensos. La infame violación a los derechos humanos ocurrida en septiembre quedó sepultada en un mar de maniobras y mentiras.
El informe de UNASUR fue desvirtuado de una manera burda y sin ética y la actuación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos apenas se ha conocido. Hay un problema informativo fundamental que ha hecho que la Masacre de Porvenir no se haya convertido ni en un dato de agenda nacional y mucho menos internacional, como sí ocurrió con los luctuosos sucesos acaecidos en Baguá, Perú, que en esencia son lo mismo.
Esa falta de convicción gubernamental se trasladó también a la necesidad de proceder a juzgar y castigar de manera expedita a los responsables de la masacre.
Está claro que el poder ejecutivo no es el poder judicial, corrupto y manipulable como siempre, pero también es evidente que la designación de Leopoldo Fernández como candidato a vicepresidente para las próximas elecciones de diciembre, no sólo ha demostrado, como sentencia el dicho, “que los muertos gozan de buena salud” y que el gobierno tiene que hacerse cargo de esta afrenta política, sino que es la gota de desmoralización que terminó de colmar los nervios de los campesinos de Pando. No sólo los matan, sino que los humillan con una candidatura que nos debería avergonzar a todos.
* * *
Si todo esto ya no fuera suficiente para pintar un panorama sombrío y desquiciante, hay que agregar que el mismo se asienta sobre el terreno lodoso que aportó la gestión del prefecto interventor designado por el gobierno, luego de la dictación del estado de sitio y la detención de Fernández.
La gestión del militar Bandeira no sólo ha desagradado a los opositores, sino, y esto es lo más preocupante, a los propios campesinos e indígenas, otra vez los convidados de piedra de una administración que, a lo largo de un año largo, ya podría haber manifestado una tendencia positiva hacia el cambio, tan necesario en la Amazonía.
Bandeira no sólo no ha cambiado nada, si no que de varias maneras que no analizaremos aquí (la historia lo juzgará, por cierto), se ha convertido en un factor de distorsión más de la de por sí ya distorsionada realidad pandina. Los pandinos no lo sienten como tal (de hecho, Bandeira no es oriundo de allí), y del lado campesino, lo siguen sufriendo tan abusivo y discriminador como los que fueron de momento reemplazados pero que esperan volver a partir de diciembre.
* * *
El gobierno está empeñado en ganar a cómo de lugar el principal bastión de la ya derrotada oposición cívico- prefectural: el departamento de Santa Cruz, el otrora cuartel general de Branko y sus payasescos terroristas. Ganar en Santa Cruz es también un símbolo de la hegemonía que se pretende alcanzar con los votos.
En el ajedrez del poder, está claro que una victoria en el Oriente, es un jaque político definitivo a algunos grupos minoritarios sediciosos y desestabilizadores que luego deberían ser derrotados, jaque mate, económicamente. El punto en cuestión es que para llegar allí, los estrategas del gobierno, parecen desaprensivos en el costo a pagar en el tablero y dispuestos a entregar algunas fichas: Pando, por ejemplo.
Da la sensación o algo peor de que Pando es sacrificable en la estrategia de poder oficialista y que por pisar fuerte en Santa Cruz, están dispuestos a entregar de vuelta a la Amazonía a sus verdugos.
Como un comentario poco halagador, ese pisar fuerte en Santa Cruz también va de la mano de los nuevos socios empresariales del gobierno, con los cuales Evo compartió una velada en el Hotel Los Tajibos, símbolo del status de la Santa Cruz agroexportadora.
Estos nuevos aliados gubernamentales no son casuales y se recuestan en una evidente derechización del programa económico del MAS de cara a las elecciones generales del 6 de diciembre (ver el texto completo en www.evo.bo).
El programa da prioridad en Bolivia a la agenda IIRSA (La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), afirmando emprendimientos como los corredores de exportación y retomando proyectos como los de la mega represas de Cachuela Esperanza y el Bala, en el Norte paceño.
Está claro, aunque sea un efecto no deseado, que la implementación de estos proyectos generará resistencias entre los sectores campesinos e indígenas de la Amazonía y viéndolo desde esa perspectiva parece amenazarlos una doble cruz: la de “Leo” volviendo triunfador y la de la política desarrollista que promueve el MAS.
Volviendo al día D de las elecciones, no hablaremos aquí de encuestas, sólo esperaremos la verdad de las urnas. Pero no podemos callar la advertencia de que una derrota en Pando del gobierno no sólo opacará la victoria cruceña y una muy probable victoria en las dos cámaras de la Asamblea Plurinacional que todos deseamos, opacará ese sentimiento de verdadero cambio que nos une como campo popular, más allá de todos los problemas que los procesos de transformación acarrean, por ser eso mismo: procesos donde se liberan fuerzas que antes estaban atajadas por los muros reaccionarios y retrógrados de la historia.
Proclamamos a todo el mundo que aquí en Bolivia llegó la hora de la reivindicación de nuestro hermanos indígenas y campesinos. Nos admiran por eso. Pero el movimiento rural pandino está más sólo y triste que nunca.
Algunos, muy pocos, sueñan con una nueva marcha indígena, la cuarta, para gritarle al poder que ellos también existen, que siguen existiendo dentro del proceso de cambio y que sus derechos deben ser respetados. Otros, más que los anteriores, están creyendo que la única manera de salvar sus vidas y la de sus familias, será emigrando, desarraigándose de sus tierras y sus bosques donde temen ser pasto fácil para las fieras, si estas empiezan a regresar en ese mes cruel como siempre fue diciembre. La mayoría de los hermanos campesinos e indígenas están, como se afirmó, tristes del mismo abandono, cargados de esa impotencia de ver y sentir que todo pudo estallar, que la sangre llegó al río una vez más, y que algunas cosas pueden cambiar pero nunca para ellos.
Nadie, conciente y sensible, debería estar al margen de esta encrucijada a resolverse, de este hito en el desenlace del destino de los pueblos de la selva. Todos nos jugamos mucho más que una simple elección.
ALTIPLANO INFERNAL
El escritor es autor del libro “Mujeres sin pelos en la vagina”, cuentos de chilenas audaces, premiado por el Consejo del Libro y la Lectura en la categoría de escritores emergentes. Fue presentado por el dramaturgo Ramón Griffero y la fallecida pintora Carmen Silva. Está trabajando en la novela “La fábula de la evolución”.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Espesas gotas de sudor sazonadas con la libido de una monja nortina, traspasaban su hábito, comprado días antes, en una tienda de disfraces de Santa Cruz de la Sierra.
El sudor le caía por el cuello y los hombros, de tal forma, que parecía una novicia recién salida de un bautizo en el río. Esa sofocante humedad se convertía en un tempestuoso delta, que terminaba mojándole la espalda y empapando el asiento del bus por completo.
Se sentaba atrás del chofer, en el mismo lugar todos los lunes, expeliendo ese olor a hembra sofocada, gritándole al conductor con sus feromonas de bandida, con su humedad morbosa delineándole las tetas, sobre esa sotana que se le pegaba al cuerpo como nailon.
Ulises Mamani llevaba veinte años manejando el bus que unía Putre con Bolivia. En ese tiempo había memorizado la ruta y el rostro de los pasajeros; porque siempre eran los mismos: El profesor de energía nuclear que enseñaba en una escuelita al otro lado de la frontera, la chola dueña de un McDonald’s en Putre, los niños aymaras del internado para superdotados y el vendedor ambulante de barbitúricos.
Por eso le fue fácil notar a aquella cristiana que venía viajando desde hacía un mes todos los lunes en la mañana; desde Bolivia a Putre.
En aquel futuro casi no quedaban monjas, eso acrecentaba aún más la calentura de Ulises Mamani; cuya fantasía erótica con una devota venía tentándolo desde que tenía memoria. Después de los deshielos que ocasionó el cambio climático, las olas de calor eran parte de la rutina en la provincia de Parinacota. Había temporadas en pleno enero que las temperaturas superaban los sesenta grados.
Y la monja se sentaba siempre en el mismo lugar, circunspecta y atrapada en la sexy rigidez que resaltaba la belleza etérea de su rostro, sudando como yegua en celo y recitando el rosario, mientras hacía contacto con los ojos negros del conductor, a través del espejo retrovisor.
Hasta que un día tocó que en la máquina no venían más pasajeros que ella. Entonces Ulises Mamani detuvo el bus a medio camino, en una perdida orilla de aquel altiplano infernal, junto a una gigantesca granja eólica.
-“Ya no aguanto las ganas de besarla”- le dijo sin tutearla, mientras le sacaba el hábito, la lamía entera y comenzaba a notar que de cerca era mucho más alta que él-. “No hay lunes que no se me pare cuando la veo subir, madrecita”- le susurró al oído; besándola desesperado, en el instante cuando notó los tatuajes satánicos que decoraban su espalda.
Se detuvo ofuscado, pensando cómo una religiosa podía llevar tanto graffiti lujurioso cargándole ese santo espinazo.
-“¿Quién eres?”- le preguntó inmovilizado.
-“Soy burrera y este es mi disfraz”- contestó agarrándole la verga, mientras un puñado de óvalos de cocaína se batían dentro de su delgado estómago; esperando con ansias bajar por el camino para ser liberados, transados y consumidos, en algún lugar de aquel frenético y caliente siglo veintidós.
LA HIJA TRIPARTITA
En su casa se come cebiche y papa chuño. Se toma pisco sour pero con limón de pica. Tiene parientes y amigos en Perú y Bolivia y se sabe todos los bailes folclóricos de su país natal. Pero algo hizo que se radicara en Chile, la tierra de su madre.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Modismos como “cachái”, “ponte tú” y “ene” abundan en el vocabulario de Carlota Escobar y, aunque se siente chilena, su acento delata que no lo es. Tampoco comparte el típico modo de hablar de los bolivianos. Es que a pesar de que vivió sus primeros 22 años en el país altiplánico, esta periodista ha sido marcada por una madre chilena y un padre peruano.
La bailarina y cantante Angélica Astrelli estaba de gira por Lima como parte de un espectáculo de revista y ahí conoció a Ramón Escobar. Cuando ella partió a Bolivia junto a su compañía, no eran más que amigos. Pero una vez allá, sin previo aviso apareció él con un anillo de matrimonio. Y sin tenerlo planificado, se quedaron a vivir en La Paz por casi 30 años.
Carlota, que es la segunda de cuatro hermanos, recuerda con simpatía a qué se reducían los conflictos limítrofes en su familia. ”Más que con el tema del mar, en mi casa había discusiones con el tema de los partidos de fútbol (...) alguna vez tomándole el pelo a mi mamá la hicimos llorar por un juego, porque obviamente era una alianza Perú- Bolivia contra la única chilena que había en la casa. Cuando había que ponerse contra Chile en algún momento, éramos cinco contra uno”.
A pesar de esa réplica deportiva de la Guerra del Pacífico, el vínculo de los Escobar-Astrelli era más estrecho con nuestro país que con Perú. Y aunque su acento es algo difícil de descifrar, Carlota cuenta que para sus compañeros de curso su origen era claro. “Jamás fui boliviana. A pesar de que yo nací allá, para ellos yo era chilena”.
-¿Cómo fue vivir esa realidad?
-Difícil. Cuando éramos chicos no lo pasamos muy bien en el colegio, sobre todo porque en Bolivia hay un sentido nacionalista súper duro, profundo. Yo lo comparo con Chile y acá somos nacionalistas porque ganamos en el fútbol o cuando se meten con nosotros (...), pero allá el sentido nacionalista es diario, es de comer, lo llevas en la sangre. Por ejemplo con el tema del mar nadie te explica de chico que “claro, se perdió la guerra por tal y tal”. El resumen que hacen los profesores en la escuela es que “los chilenos nos robaron el mar”. Entonces te crías con la mentalidad de “los chilenos ladrones nos robaron lo más importante que teníamos”.
-¿Y cuando el profesor decía esto todas las miradas se dirigían a ti?
-Mi hermana mayor y yo íbamos casi en el mismo curso y hay una canción que se llama “Recuperemos nuestro mar”. La letra enumera uno por uno los puertos que perdió Bolivia y en una parte dice “que el chileno invasor nos robó”. Y nosotras, chiquitas, no cantábamos esa parte de la letra y las monjas nos ponían al frente del colegio a cantarla. Muchas veces lloramos, pero nos obligaban. Yo siempre me sentí súper orgullosa de ser chilena.
-¿Qué aprecias de haber vivido allá?
-Todo lo que yo mantengo de cultura profunda lo aprendí allá. Si bien nací en Bolivia, no tengo familia boliviana de sangre (...). Escuché una vez decir que uno es de donde están enterrados sus muertos. Yo no tengo muertos enterrados en Bolivia.
-¿Qué crees sobre la mirada a los pueblos originarios en Chile, en relación a Perú y Bolivia?
-En Perú y Bolivia la mayoría es indígena y se valora. El indígena neto, puro, como se llama allá, es sumamente valorado en todo sentido. No por nada Evo Morales es Presidente. En Perú igual. Aquí es todo lo contrario, valoramos el occidentalismo, más que los valores de nuestra nación.
La familia de Carlota pasó tres décadas en Bolivia, más que nada porque a su papá, que era ingeniero, le fue muy bien. Además se involucró en cargos de asesoría política. “Pudo haberse nacionalizado, pero nunca lo hizo. Era un peruano arraigado. También participaba en la colonia peruana en Bolivia, así como mi mamá participaba en la chilena”, cuenta Carlota.
Tras finalizar el colegio, ella estudió Periodismo y en 1992, a sus 22 años, vino a Chile para seguir con dirección y producción de televisión. En 1998 toda la familia emigró a Chile.
En 2002 Carlota se fue de vacaciones a República Dominicana. “Me fui con una maleta de vacaciones (...) y con eso tuve que armar mi vida porque a los 10 días decidí quedarme”, dice.
El 2004 regresó a Chile con su marido y el 2007 tuvieron a Charlotte. ”Mi esposo se llama Salvador Bussi y nació el 14 de septiembre de 1973. Entonces él y su mamá siempre pensaron que tenía alguna predestinación con Chile”.
A Salvador no le convalidaron su título de abogado. Actualmente, él vive y trabaja allá y Carlota junto a su hija residen en Chile.
En cuanto a los conflictos limítrofes con Perú, Carlota cree que el “problema está simplemente en que no les quiten el pisco. Yo creo que eso es lo que les duele a los peruanos. Nada más”. Del caso del espionaje dice que “de la nada no puede haber aparecido un individuo para decir ‘este es un espía chileno’ (...) ahora, evidentemente Alan García está utilizando esto por un tema de populismo”.
En la casa de Carlota se come comida peruana y boliviana. Ella se sabe todos los bailes típicos de su país de nacimiento. Pero por sobre todo se siente chilena, aunque dice estar integrada “en 80% porque tengo que vivir, al igual que todos los chilenos, el prejuicio y la discriminación continua que acá es un modus vivendi. Yo aprendí a reírme. Cuando llegué acá, me preguntaban si había llegado nadando”.
Siente que aquí pertenece, “uno, por lo compleja que fue mi infancia en Bolivia, cuando me recalcaban que era chilena y dos, porque efectivamente mis abuelos ya están enterrados aquí, mi papá también. Entonces aquí es donde están mis muertos”.
A LOS LATINOS SE LES APAGA LA LUZ
El País de Colombia (www.elpais.com.co)
El clima, los líos políticos y los monopolios estatales son causa de los racionamientos. Aunque Latinoamérica es una de las regiones más ricas en recursos energéticos del planeta, gran parte de su población enfrenta racionamientos y apagones. Y lo peor, cerca de 100 millones de habitantes no gozan de electricidad.
Fenómenos climáticos como el Niño, que este año ha golpeado con fuerza a Ecuador, Venezuela, Bolivia y Chile, desnudaron la existencia de ‘cortos circuitos’ en esos países.
Argentina, Uruguay, República Dominicana y Cuba no salen bien libradas. Sólo Colombia, Brasil, Perú y México han sorteado el impacto del Niño gracias a sus reservas hidrológicas, mayores inversiones en el sector y políticas sectoriales. El campanazo de alerta lo dio el apagón del pasado 10 de noviembre en la central de Itaipú, la mayor del mundo: 80 millones de brasileños se quedaron sin luz por cinco horas. Aunque el corte se atribuyó a fallas técnicas, los analistas dicen que un sistema interconectado fuerte con los países vecinos podría haber minimizado dicha emergencia.
María Zulema Vélez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía, Acolgen, explica que “la debilidad latina reside en que muchos países no han diversificado sus riesgos, al dejar en manos de San Pedro el abastecimiento eléctrico”.
Eso significa que aún el 90% de los países del Continente depende del agua para generar energía. Por eso, cuando las lluvias no llegan, muchas hidroeléctricas se apagan. El problema es que las plantas térmicas, a base de gas, carbón y diesel, representan apenas el 45% del parque eléctrico.
Un ejemplo es el Ecuador. Ese país depende de la hidroeléctrica de Paute y este año la sequía dejó su embalse en sólo un 25%, lo que llevó al Gobierno a decretar cortes de luz de cinco horas. Y aunque Venezuela posee la central del Guri, un ‘monstruo’ de 10.000 megavatios, ese país sufre apagones. Fallas en las redes de transmisión para atender el 70% del sistema eléctrico y la escasez de lluvias entre mayo y noviembre, empeoraron la situación.
Tanto que el presidente Chávez, en una de sus alocadas salidas, pidió a sus compatriotas “ir al baño con linterna en las noches y practicar la ‘ducha comunista’ de tres minutos”, para ahorrar agua y luz.
Por su parte, Bolivia afronta una sequía en cuatro estados y sus recursos gasíferos apenas son utilizados en un 48% para mover sus plantas térmicas.
Pero los problemas van más allá del comportamiento climático.
En Bolivia, Argentina, Venezuela, México y los países centroamericanos las empresas eléctricas son estatales y no funcionan bien. “Ese modelo requiere reformas para que la inversión privada impulse proyectos que eviten los apagones. Es decir, desde la generación hasta la comercialización”, señala José Camilo Manzur, director de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía, Asocodis.
Según Germán Corredor, director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional, “más que políticas erradas de los gobiernos para estimular la inversión, el panorama tiene otras complejidades”. La política es una de ellas.
Chile importa gas desde Argentina, pero hay incumplimiento de contratos. Y por su litigio fronterizo con Bolivia, no puede traer gas desde ese país. Por eso en algunos barrios de Santiago los apagones son hasta de 12 horas diarias.
Y en Argentina, a pesar de las privatizaciones, al sector le faltan inversiones por US$3.000 millones para mejorar el sistema y evitar que muchos de los gauchos acudan a las velas.
Colombia está mejor hoy
Analistas y dirigentes del sector eléctrico coinciden en señalar que tras la crisis eléctrica que se vivió en los años 1991 y 1992, Colombia aprendió mucho y hoy está mejor.
“Las leyes 142 y 143, de servicios públicos y eléctrica, permitieron impulsar las inversiones privadas en el sector y la creación del llamado cargo por confiabilidad, lo que llévó al sector a un mayor grado de solidez”, dice María Zulema Vélez, presidenta de Acolgen.
Por eso hoy el parque hidráulico es el 66%, mientras el resto es térmico, lo que permite diversificar los riesgos cuando hay problemas climáticos.
La legislación eléctrica cobija a toda una cadena. Desde generadores, pasando por distribuidores, transmisores hasta comercializadores.
“El sector se transformó, pues las reformas abrieron las puertas al capital privado para construir nuevos complejos, mientras el Estado se reservó la vigilancia”, anota José Camilo Manzur, director de Asocodis.
Urge más inversión
Aunque en la última década han aterrizado multinacionales eléctricas, en especial españolas, la región tiene baja inversión.
Por ello, la Comisión de Integración Energética Regional, Cier, calculó que América Latina necesita de inversiones por US$10.000 millones anuales en los próximos diez años para superar la crisis.
Según Gabriel Argüello, presidente del organismo, esos recursos permitirían atender una demanda que crece al 5% anual.
De acuerdo con Julián Cardona, presidente de Aciem, “tanto Colombia como la región deben estimular más la generación de electricidad a base de térmicas, y otras fuentes de energía alternativas”.
En su opinión, en la región hay países que están en líos como los que tuvo Colombia hace 17 años con los apagones.
En pocas palabras
"Los embalses siguen en alza y se encuentran hoy al 70% de su capacidad. El objetivo es que continúen aumentando esos niveles para afrontar la época de sequía de fin de año y comienzos de 2010”. Pablo Corredor, gerente de XM, filial de Interconexión Eléctrica, ISA.
"El Gobierno proyecta implementar un programa de ahorro eléctrico en entidades oficiales y en la comunidad para hacer frente a la próxima temporada de sequía. Y esperamos que se apaguen los alumbrados navideños en las ciudades a las 12 de la noche”. Hernán Martínez, ministro de Minas y Energía.
Luiz Inácio Lula da Silva recibirá por primera vez en brasil al presidente mahmud ahmadineyad
IRÁN SEDUCE AL GRAN AMIGO SUDAMERICANO
Al inicio de una gira regional que incluirá a Venezuela y Bolivia, el líder chiita pedirá en Brasilia apoyo para enfrentar las “injustas presiones” que su plan nuclear recibe desde Occidente. La derecha brasileña se niega a recibirlo en el Congreso.
Critica Digital de Argentina (criticadigital.com)
Con la intención de estrechar lazos comerciales y políticos que respalden a Irán frente a la “injusta” controversia que rodea a su programa nuclear, el presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad inicia mañana, con una estadía de tres días en Brasil, la etapa sudamericana de una gira que lo llevará también a Bolivia y Venezuela. El mandatario llega al continente en el cierre de un serie de visitas en las que intentó acercar los conflictos, las enemistades y las oportunidades de negocios de Oriente Medio a la agenda regional. La llegada del líder iraní incomoda a sectores políticos tanto dentro como fuera de Brasil. El congresista norteamericano Eliot Engel, un demócrata proisraelí que defendió la invasión a Irak en 2003, advirtió a Luiz Inácio Lula da Silva que “comete un serio error” al recibir a Ahmadineyad. Durante una escala previa en Gambia, Ahmadineyad dijo que esperaba obtener el apoyo de Brasil frente a las presiones de EE.UU. y de las potencias europeas para que detenga su programa nuclear. El presidente iraní reiteró que las investigaciones nucleares de su país tienen fines pacíficos y que las sospechas provienen de “unos pocos poderes arrogantes”. “Brasil ya enfrentó presiones similares”, recordó el iraní, cuyo gobierno sorprendió a Occidente tres años atrás por los avances logrados en el marco de un programa secreto de enriquecimiento de uranio. Irán sostiene que intenta fabricar combustible para sus centrales eléctricas, pero EE.UU. e Israel lo acusan de generar material suficiente para armar bombas atómicas. Si Irán y Brasil tienen roles “merecidos” en un sistema multipolar, Ahmadineyad considera que la alianza no sólo debe ser política. De hecho, unas 150 de las 280 personas que integran su comitiva son empresarios.
La agenda del iraní en Brasilia incluye una reunión con Lula da Silva, días después de que recibiera al presidente palestino Mahmud Abbas. El líder de la ANP le pidió que gestione el fin del apoyo de Teherán al partido radical Hamás, que tiene el control de la Franja de Gaza, como manera de ayudar al proceso de paz palestino-israelí.
Ahmadineyad también visitará al Congreso brasileño, aunque no está confirmado que vaya a dar un discurso debido al rechazo de los partidos opositores a Lula. El conservador demócrata pidió al presidente del Congreso, José Sarney, que “no reciba” a Ahmadineyad.
El gobernante sí hablará, en cambio, en una universidad privada de Brasilia, donde incluso contestará preguntas relacionadas con su polémica negación del Holocausto judío.
Pese a que el congresista Engel señaló que “este tipo de reuniones no son la vía para que Brasil se convierta en un líder mundial”, la visita de Ahmadineyad otorga a Lula da Silva una nueva oportunidad para afianzarse como mediador en asuntos globales. Además de Abbás, el presidente israelí Shimon Peres colocó días atrás a Lula en un lugar de virtual intermediario al pedirle que convenza a Irán de que no debe dotarse de armas nucleares.
EL POLITICO PERSA LUEGO SEGUIRA VIAJE A BOLIVIA Y VENEZUELA
AHMADINEJAD LLEGA A BRASIL ENTRE EXPECTATIVAS Y TEMORES
El líder iraní se verá con Lula para tratar nuevos acuerdos de cooperación.
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
La visita a Brasil del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, que se inicia mañana, ha despertado una expectativa inusual. Después de su aterrizaje en Brasilia, donde se encontrará con su colega Lula da Silva, seguirá rumbo a Caracas para entrevistarse con Hugo Chávez y a Bolivia. El líder iraní anticipó que quiere proponer al gobierno brasileño un "acuerdo nuclear". Por el momento, Lula no dio señales de avanzar en ese terreno, tal vez por temores a perjudicar su estrategia de desarrollos en ese sector. Brasil ha desarrollado una planta para enriquecer uranio y además trató con Francia para la construcción del submarino atómico.
Ahmadinejad entrará mañana el Palacio Itamaraty de Brasilia (sede de la diplomacia brasileña) a las 11 de la mañana, casi en el mismo momento que el líder palestino Mahmud Abbas ingresará en la Casa Rosada para una cita con la presidenta Cristina Kirchner. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) estuvo ayer en Rio Grande do Sul, último punto de su visita a Brasil previo al desembarco en Buenos Aires. Abu Mazen, como también se lo conoce en Palestina, aterrizó en la terminal aérea destinada a las autoridades de Brasil. Tras el protocolo de rigor que le otorgaron como jefe de Estado, Abbas rompió las normas y se paró delante de la reja que lo separaba de los inmigrantes palestinos, quienes habían acudido al aeropuerto para brindarle su propia recepción. Anoche se reunió con la comunidad de su país en una cena de confraternización. Abbas le había pedido a Lula el viernes, cuando conversaron en Salvador (capital de Bahía), que transmita al líder iraní la preocupación que existe en Cisjordania por el apoyo financiero y armamentista que Irán le brinda al grupo Hamas, sector palestino más radicalizado que gobierna la Franja de Gaza.
En cuanto a Ahmadinejad, llegará a Brasil con gestos previos significativos que indican una predisposición a negociar. Preguntado por el noticiero televisivo Jornal da Globo, durante un reportaje exclusivo, respecto de las diferencias entre las posiciones de Brasil y de Irán con relación a Israel (el gobierno de Lula reconoce el derecho a la existencia del Estado de Israel), el líder iraní admitió que "tal vez precisemos dialogar más sobre algunos aspectos". Lula le había preguntado en una cita anterior si era tan tajante la postura de Irán acerca del Holocausto, que en principio pareció ser negado por Ahmadinejad. En este punto, el presidente de Irán subrayó: "Ser amigo significa que podemos compartir visiones o, en caso contrario, diferir en forma amigable. De lo que se trata es de alcanzar puntos comunes". Y enseguida añadió que el Holocausto "ocurrió claramente en Europa. Todo el mundo sabe eso. Pregunto entonces: ¿qué tiene que ver el pueblo palestino? ¿Por qué este pueblo debe pagar por crímenes que cometieron los europeos?".
El presidente iraní defendió el desarrollo de una "amplia cooperación" con Brasil en energía nuclear con el objetivo de la colaboración entre los países para afianzar el uso pacífico de esa forma de energía a través de las plantas generadoras de electricidad. "Nosotros tenemos una tecnología nuclear propia para fines energéticos", subrayó. Y esa actividad, dijo, "está sometida a la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (con sede en Viena)".Según el líder de Irán, reelecto en junio último y consagrado como presidente a pesar de denuncias de presunto fraude, "Brasil siempre nos dio apoyo en cuanto a nuestro derecho de contar con tecnología nuclear. Y le estamos agradecidos por eso".
ENTREVISTA: JOSÉ DIRCEU Ex primer ministro de Brasil
"EL ASCENSO DE CHINA ES POSITIVO; REEQUILIBRA EL PODER MUNDIAL"
El País de España (www.elpais.com)
En una conferencia internacional de negocios con China, celebrada recientemente en Lisboa, Charles Tang, presidente de la Cámara de Comercio chino-brasileña con sede en São Paulo, presentó a José Dirceu (Passa Quatro, 1946) como el arquitecto del nuevo Brasil que despega en un mundo en recesión. Formalmente, Dirceu es un consultor con una buena cartera de clientes con intereses en el gigante suramericano, que viaja por todo el mundo. En realidad es mucho más. Todo el mundo lo sabe en Brasil. Guerrillero en los tiempos de la dictadura, amigo y estrecho colaborador de Luis Inácio Lula da Silva desde la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) hace 30 años, fue el hombre más poderoso del primer Gobierno del antiguo sindicalista, en el que ocupó la jefatura de la Casa Civil de 2003 a 2005, puesto equivalente a primer ministro. Hasta que cayó en desgracia, atrapado en un escándalo de compra de votos en el Congreso brasileño, conocido como Mensalão, que provocó una grave crisis política y le costó la salida del Gobierno, la pérdida del escaño de diputado, la inhabilitación para ocupar un cargo de libre elección hasta 2015 (tendrá 69 años) y un proceso abierto en el Tribunal Supremo.
El cerebro gris del Gobierno de Lula y brazo derecho del presidente desapareció de la escena pública en 2006. Pero no de los círculos del poder. Discretamente, Dirceu ha seguido de cerca los avatares de la política brasileña, que conoce al dedillo, y allí ha estado para opinar, aconsejar y orientar, siempre que Lula lo ha necesitado. Hay quien opina que es la cara oculta del Gobierno brasileño. Es posible. Nunca abandonó las filas del PT, y desde la sombra contribuye a preparar la campaña de Dilma Rousseff, candidata a suceder a Lula en la Presidencia de la República. Lleva la política en las venas. Poco a poco, vuelve a asomar la cabeza, para desesperación de sus enemigos, y se deja ver en foros internacionales para exponer sus ideas, más vivas y actuales que nunca.
Rodeado de dirigentes e inversores chinos, Dirceu ha expuesto en Lisboa su convicción de que "China será determinante para financiar el desarrollo de África y de América del Sur". Al término de la conferencia concedió la siguiente entrevista a EL PAÍS.
Pregunta. La inmensa mayoría de ponentes en este foro han cantado las excelencias del papel de China en África, América Latina y Asia. ¿Todo es color de rosa en la presencia china en los tres continentes?
Respuesta. El ascenso de China como una potencia económica, política y social es altamente positivo para la humanidad, porque reequilibra el poder mundial. Ayuda a países como Suráfrica, India y Brasil. El mundo no iba bien con el poder imperial de EE UU y con el militarismo que acabó predominando en la era Bush. Con su menosprecio hacia los organismos internacionales, la diplomacia y la negociación.
P. La primera ministra de Mozambique subrayó que China no tiene dogmas cuando invierte en infraestructuras. No tener dogmas a la hora de financiar proyectos tiene sus peligros, ya que China apoya a países con regímenes antidemocráticos, como Sudán.
R. El presidente Lula habló recientemente de este problema. Por ejemplo, Brasil debe mantener buenas relaciones con Evo Morales y Hugo Chávez, y también con Álvaro Uribe y Alan García. Brasil no puede aislar a ningún país. Lógicamente, estamos más cerca de los gobiernos progresistas que de los de centroderecha en América del Sur. Pero la política es de Estado y no de Gobierno. Por esta razón, en muchos casos China acaba manteniendo, por intereses estratégicos, relaciones con gobiernos condenados por la comunidad internacional, como Sudán.
P. ¿Qué opinión le merece la compra de grandes extensiones de tierra en África y Brasil por parte de China?
R. No veo que sea una amenaza a la soberanía de naciones como Mozambique o Angola. China sabe que no puede ser un gigante depredador de recursos naturales y materias primas de un país. Tiene que asociarse con empresas privadas y los gobiernos de estos países para construir infraestructuras y desarrollar tecnologías. Los actuales dirigentes chinos han demostrado tener sensibilidad internacional y sensibilidad política.
P. Usted ha dicho que China y Brasil no son economías complementarias, sino competitivas. ¿Cuál es el desafío en las relaciones entre dos gigantes para que sean sustentables para todos?
R. El desafío es intercambio de tecnología, de inversión y asociación. Brasil es un país que tiene control sobre su economía.
P. Brasil ha pasado muchos años mirando hacia dentro. Ahora ha salido al exterior para ejercer el liderazgo de América Latina, económico y político. ¿Cree que algún país de la región ve este liderazgo con desconfianza?
R. No diría desconfianza. Brasil, por tamaño, posición geográfica, geopolítica y económica, es natural que tenga la iniciativa de ser la vanguardia del proceso de integración latinoamericano. Brasil es el principal capitalizador de un fondo de compensación para inversiones en infraestructuras en Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay... Brasil es el principal impulsor del Banco del Sur, tiene que ser el líder de Mercosur, tiene que ser una voz decisiva en la resolución de conflictos.
P. ¿Qué significa el descubrimiento en 2007 de grandes reservas de petróleo en aguas profundas de Brasil?
R. Un cambio drástico del padrón tecnológico de la industria brasileña, de la capacidad de acumulación de capital. Los ingresos del petróleo serán nacionales, lo que revertirá en gran parte del país. Unos ingresos que serán reinvertidos en los sectores más importantes: educación, innovación, cultura y salud. Brasil tendrá una capacidad de inversión de 3,5 puntos más del PIB en estos sectores. La industria brasileña dará un salto impresionante. Tenemos un gran proyecto de inversión en petróleo y gas, y ya están en marcha proyectos de energía eólica y solar, centrales hidroeléctricas, nuclear...
P. ¿América del Sur necesita una salida al Pacífico?
R. Es de capital importancia. No sólo para Brasil, sino también para Bolivia, Paraguay, para toda América del Sur. La integración, basada en la energía y los transportes, evolucionará no sólo hacia el libre mercado, sino hacia la integración política y la moneda única, como en la Unión Europea. Esa integración exige la salida al Pacífico. Las carreteras y autopistas ya están siendo construidas. Chile, Perú y Bolivia tendrán que llegar a un acuerdo. Bolivia no puede estar sin salida al mar.
P. ¿Hasta qué punto los Juegos Olímpicos de 2016 pueden transformar Río de Janeiro y Brasil?
R. Son una oportunidad. Mire Barcelona, mire Pekín. En el caso de Brasil vamos a hacer un gran programa de inversión en infraestructura económica. Ya comenzó un gran programa de inversión en infraestructura social y urbana, transporte, ocio, cultura, deporte, juventud, saneamiento...
P. ¿Se acabarán las favelas de Río?
R. No. Sería una mentira responder afirmativamente. Si Brasil crea dos millones de empleos, como creó un millón y medio en los últimos ocho años, será otro país. Otro país, como España o Portugal, donde hay problemas sociales y donde habrá pobres, pero serán el 5% y no el 30% como ahora. Será una revolución.
En el caso de las exportaciones, éstas se han visto particularmente favorecidas por el incremento del precio del gas y de la soja y al mayor volumen exportado de minerales. Los envíos al exterior han crecido un 3,2% en 2008 y ya representan el 40% del PIB boliviano, que roza los 15.000 millones de dólares. La inversión extranjera ha crecido en los últimos años hasta alcanzar los 508 millones de dólares en 2008. Es la cifra más alta del Gobierno de Evo Morales, pero no llega todavía a los 734 millones de comienzos de la década.
Esto nos lleva a uno de los mayores debates que han dominado la vida económica boliviana en los últimos cinco años: las privatizaciones y la supuesta salida de los inversores extranjeros. Desde la crisis de 2004, cuando salieron del país unos 250 millones de capital, la inversión extranjera directa se ha ido recuperando, ya que el Ejecutivo ha renegociado los contratos en gas, electricidad y servicios básicos, mejorando la recaudación estatal, pero impidiendo la fuga de capitales. La oposición, que se enfrentará al partido gobernante, Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones del próximo 6 de diciembre, ha anunciado que su idea es continuar y acentuar las privatizaciones.
Con todo, el Ejecutivo boliviano ha logrado gastar por debajo de sus elevados ingresos, lo que le ha permitido mantener una disciplina fiscal alabada desde el FMI. Según el Fondo, "Bolivia ha aplicado una política económica acertada, aunque hacia el futuro será importante proteger esa capacidad de reaccionar a shocks externos adversos, incluyendo el mantenimiento de una política fiscal sostenible". No obstante, frente a estas advertencias de controlar el gasto, el Ejecutivo de Morales ya ha avisado -quizá con algunos tintes de populismo de cara a las elecciones- que gastará cuanto sea necesario para dinamizar la economía.
Bolivia ha sido históricamente la cenicienta de Suramérica, con niveles de pobreza que a comienzos de la década alcanzaban el 70% de la población y con una renta per cápita cercana a los 50 dólares. Sus diez millones de habitantes viven con problemas de suministro en los servicios básicos, con elevados niveles de empleo informal y bajas cotas de formación universitaria y profesional. No obstante, la reciente bonanza ha mejorado estas condiciones, principalmente gracias a las ayudas gubernamentales, lo que, entre otras cosas, ha permitido aumentar en un 50% el PIB en la última década. El País de España (www.elpais.com)
Experiencia extrema
BOLIVIA: MISIÓN AL PLANETA UYUNI
Una experiencia de otro mundo en el salar más extenso y alto de la Tierra; 12.000 kilómetros cuadrados de blanco mar apenas interrumpidos por ojos de agua e islas pobladas de cactos
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
UYUNI.- Sentir la sal bajo los pies, caminar sobre esa superficie dura, tocarla, sentarse sobre ella, observarla, perder la mirada en el horizonte y volver a caminar ese suelo blanquísimo. Y sin ningún apuro, con una paz casi oriental, comenzar otra vez con el ritual; sentir la sal bajo los pies, caminar sobre esa superficie dura, tocarla. Hasta que, finalmente, el gran salar de Uyuni se muestre ante uno, se dé a conocer a los sentidos y los despierte con sensaciones inesperadas.
En el departamento de Potosí, al sudoeste de Bolivia, ese inmenso desierto salado seduce con su esencia; una mezcla casi narcótica de misticismo, magia, tradición viva y serenidad que impregna el aire. Una mezcla de influjos poderosísima que hace perder la noción de que existe un tiempo real y un presente diferentes a los del salar. Rendidos ante su encanto, ya no importa si serán horas, minutos o segundos lo que pueda durar esta aventura.
El aura de misterio que se extiende sobre una llanura salina de 12.000 kilómetros cuadrados, en medio de la cordillera de los Andes, hace del salar más grande del mundo un lugar único. Es uno de los destinos naturales preferidos entre los viajeros jóvenes argentinos y se ha convertido en uno de los lugares turísticos más importantes de Bolivia, hasta tal punto que se está construyendo un aeropuerto internacional en las afueras del pueblo de Uyuni para que el turismo extranjero -en su mayoría, europeo- pueda volar directo hasta allí.
El gran salar de Uyuni no sólo es el más extenso, sino que es también el más alto; se encuentra a 3660 metros sobre el nivel del mar, igual que la ciudad de La Paz, capital del país. Aunque al ojo humano parece una planicie interminable, en la que se pierde el horizonte, no hay que olvidarse de caminar lentamente y evitar grandes esfuerzos. Dada su extensión y las distancias por recorrer, la excursión se hace en 4x4 y lo más aconsejable es ir acompañado por un guía contratado en Uyuni -a media hora del salar-, ya que es fácil perderse y muy difícil encontrar el camino de vuelta.
En la sal, el reflejo del sol tiene el mismo efecto que en la nieve, por eso es necesario tomar ciertos recaudos y usar anteojos de sol, gorro y bloqueador solar para terminar sin más secuelas que las que puede dejar el paisaje surrealista de un atardecer en el salar. Junto con el amanecer, son los dos mejores momentos del día para sentarse en el suelo y contemplar la riqueza natural en silencio. Y cuando cae la noche hay que abrigarse; el frío puede alcanzar fácilmente los -14°C o más.
Tanto las palabras salar como salina son adecuadas para referirse a una cuenca en la que se ha acumulado suficiente cantidad de cloruro de sodio como para ser explotada. Son cuencas endorreicas, es decir, sin salida a ningún río que conduzca al mar. Entonces, cuando llueve el agua permanece allí hasta evaporarse, lo que contribuye a la concentración de sales.
Pero el agua de lluvia no es la única que hay en el salar. Si uno se sienta sobre el suelo, a los pocos segundos empieza a sentir un frío y una humedad que traspasan la ropa; sucede que debajo de la superficie corren canales de agua, que aprovechan las capas más débiles para asomarse. Así se forman los ojos del salar, ojos de agua de hasta dos metros de profundidad que tornan muy peligroso manejar a gran velocidad y fuera de las huellas.
El agua es diez veces más salada que la del mar. También es muy rica en minerales y parecería que estuviera hirviendo por su constante y ruidoso gorgoteo, pero en verdad es muy fría. A través de esos ojos naranja, por el efecto de la oxidación, el gigante blanco respira.
En las orillas del salar también hay más respiraderos; se forman bateas de agua de uno a tres metros de profundidad y 20 de largo. Por eso, Beimar Mestilla, el guía que acompaña a LA NACION, insiste tanto con que hay que abandonar el salar por alguna de sus ocho salidas, porque el riesgo de empantanarse es muy alto y las probabilidades de encontrar ayuda rápido, bastante bajas. A Mestilla le sucedió una vez y tuvo que abandonar a los turistas que conducía para ir en busca de ayuda. "Caminé un día entero hasta que encontré gente que me ayudara a rescatarlos -relata-. Si uno se pierde hay que tener en cuenta que el viento siempre sopla del Noroeste, porque la corriente del Pacífico, que viene de Perú, pasa por encima de la Cordillera y se encajona en el salar", explica.
Una moneda devaluada
Los habitantes de Colchani, de origen aimara, son los únicos que viven de la explotación de la sal. En ese pueblito, al borde del gran salar, han formado la Cooperativa Rosario. Sin embargo, no pueden penetrar muchos kilómetros en el salar por falta de medios. Extraen la sal con palas y forman montañitas para que se escurra el agua. Luego la trasladan hasta sus rudimentarios talleres donde terminan el proceso de secado en hornos. Por último, las cholitas la empaquetan manualmente en bolsas de casi un kilo y las sellan con el fuego de una garrafa.
Este oro blanco, que en algún momento se usó como moneda de cambio, hoy está bastante devaluado. En algunos lugares más que en otros; 50 kilos de sal se pagan 1,25 dólares en Colchani, mientras que en la frontera con Brasil se venden a 50.
A medida que la camioneta avanza, Colchani queda atrás y es común ser engañado por algún espejismo lejano, como el de una montaña que se espeja sobre el suelo. Pero en la época de lluvias, durante el verano, es cuando suele generarse mayor confusión; el salar está cubierto de agua y todo el paisaje, incluso uno mismo, se refleja a la perfección y se vuelve difícil distinguir el cielo de la tierra.
Momias andinas
El volcán Tunupa está en una de las orillas del gran salar. No está en actividad y su altura es de 5432 metros sobre el nivel del mar; los que están en mejor estado físico lo escalan hasta el borde de su cráter rosado. A los pies del Tunupa descansan varios pueblitos casi abandonados, porque los más jóvenes se van a buscar trabajo a Chile por su cercanía. Los que todavía viven allí cultivan papa y quinoa en las laderas, por las que suben y bajan cercos de pircas en una especie de patchwork de cuadrados y rectángulos irregulares. En algunos de ellos agrupan las rocas, mientras que en los otros siembran.
Uno de los pueblitos se llama Coquesa y para acceder hay que cruzar una zona pantanosa, producto del agua a orillas del salar. Allí los flamencos hunden sus patas en el barro y buscan su alimento. El flamenco de James, el Andino y el Austral habitan el lugar junto con 89 variedades más de aves.
En Coquesa se visita el Museo de las Momias, que es una tumba en una pequeña cueva. Se puede ascender unos metros en camioneta. Luego hay que caminar por un sendero hasta llegar al borde de un cañón, desde donde se divisa el cementerio de esa comunidad aimara. La cueva está a escasos metros y guarda cinco momias del año 700 después de Cristo que conservan casi intactas parte de la piel, del pelo, las uñas y el manto que las envuelve por el clima frío y seco del Altiplano boliviano. A su alrededor tienen utensilios, como vasijas, que se les colocaban para que se los llevaran a la vida nueva. También les han dejado hojas de coca que aún están verdes. Los pobladores todavía se acuerdan de esos ancestros y les rinden culto con ese tipo de ofrendas. Por Julia E. Raggio, enviada especial
Isla del Pescado
En el gran salar hay entre 72 y 78 islas (la más pequeña mide tres metros de diámetro). La isla del Pescado o isla Incahuasi se encuentra justo en el centro del salar. Es una formación rocosa en la que se erige un bosque de cactos gigantes, que miden entre 10 y 12 metros, y tienen hasta 1200 años. En el período de lluvias se hinchan de agua; la almacenan para cuando escasea. Ulala es el nombre de su flor blanca, que cuando muere da un fruto, la pascana. Como no hay otro tipo de vegetación, los pueblos aledaños usan la madera de cactos para vigas, puertas y ventanas.
Incahuasi es una formación volcánica de 700.000 años. Los dos tipos de rocas que la conforman son el basalto, que es negra, y la rigolita, rojiza. Algunas de éstas aún tienen restos de corales aferradísimos. Es que el salar fue durante el pleistoceno un mar interno de hasta 70 metros de profundidad, que comprendía también al Titicaca. Pero 10.000 años atrás se produjo su desecación.
En la cima de la isla se encuentra el punto central del salar, que ofrece una vista panorámica de 360°. Después de haber trepado hasta allí no está demás sentarse a descansar y, mientras se recupera el aire, esperar que acontezca ese algo inesperado que uno ha estado aguardando desde que dio el primer paso en el salar. El guía explica que en ese lugar los aimaras hacían sus sacrificios. "En honor a esa tradición, cada 1° de agosto se celebra aquí el Día de la Pachamama con una enorme fiesta que convoca a todos los habitantes de los pueblos cercanos, en la que se sacrifican llamas y se come su carne. Sin embargo, no es necesario esperar a ese día para hacerle una ofrenda", dice Mestilla e invita a rendirle culto en ese preciso momento, pidiendo tres deseos y convidándole tres tragos de whisky.
Sueños salados
Una manera de vivir la experiencia completa es alojarse en el Hotel Palacio de Sal, situado en Colchani, a orillas del Gran Salar. Fue seleccionado como uno de los hoteles más insólitos en varios rankings, como el de la revista Travel and Leisure, y pasar la noche allí es, sin duda, una aventura en sí misma. Sin teléfono, ni señal en los celulares, la desconexión del mundo es total.
Las paredes son bloques de sal; el piso es sal y caminar sobre él produce la misma sensación que hacerlo por la playa, pero con arena blanca y salada bajo los pies. También son de sal las sillas, mesas, camas y las esculturas que decoran su interior. Si bien hoy ya son cuatro los hoteles de sal en Uyuni, el guía asegura que es el único hecho enteramente así y su antecesor, el hotel Playa Blanca -también de la empresa Hidalgo Tours- fue el primero en el mundo.
Luego, sus dueños lo cerraron y construyeron el Palacio de Sal. La cocina del hotel ofrece platos autóctonos, como la carne de llama, que es muy magra y no incide en la formación de colesterol, o cocinados con sal extraída del salar, como un pollo a la sal. A la hora de dormir, la cama aguarda con varias capas de frazadas y cobijas para protegerse del frío, que también se siente dentro del hotel. Las habitaciones son como igloos; con el techo y de ladrillos de sal, de los que cuelgan puntiagudas estalactitas que apuntan directo a la cama; ¡miedosos abstenerse!
Alma de valija
EN EL ALTIPLANO, ELOGIO DE LA LENTITUD
Recorrido por la historia, los colores y las tradiciones de Bolivia, pero a paso tranquilo
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El Altiplano boliviano y el del Tíbet se parecen mucho. Son destinos seductores, exóticos, inolvidables. Buenos Aires está a sólo 2242 kilómetros de La Paz. En cambio tenemos 19.942 kilómetros para llegar a Pekín, China, donde tomaríamos el tren de lujo último modelo a Lhasa para un viaje de otros cuatro mil kilómetros.
Me parecen caminos concurrentes para tener en cuenta por sus parecidos en geografía y clima, y la dificultad para acceder a la espiritualidad profunda de su gente, un retrato del alma que desborda los recuerdos acumulados en una fotografía.
Estamos en la cordillera de los Andes, con vivencias históricas de lo que fue territorio común en nuestro virreinato en tiempos de la colonia española. En Potosí nacieron Cornelio Saavedra y Juana Azurduy, que hablaba castellano, quechua y aimara, que luchó por la Independencia junto a Belgrano y Güemes, y a quien Félix Luna y Ariel Ramírez le dedicaron la cueca La Flor del Alto Perú, que inmortalizó Mercedes Sosa. Ella murió en Chuquisaca, hoy Sucre, capital de Bolivia, que antes se llamo La Plata o Charcas.
Aceptar la diferencia
Estamos a 2800 metros de altura, todavía menos que La Paz a 3649, sin olvidarnos que el aeropuerto de El Alto, nunca más apropiado el nombre, está todavía 500 metros más arriba. Lo conocí hace algún tiempo y aprendí enseguida a perder el apuro, caminar despacio y paladear el paseo mientras la respiración se iba adaptando al aire puro del techo del mundo.
Entonces no se hablaba de la importancia de la lentitud a la hora de comer o vivir. Acepté la dificultad de nuestros futbolistas para jugar allí (y la última goleada). Y al mismo tiempo que tampoco para bolivianos, ecuatorianos, mexicanos, no es fácil jugar a la altura del mar en Buenos Aires, Río de Janeiro o Montevideo. Esta simple aceptación de las diferencias, de ponerse en el lugar del otro saliendo un poco del monopolio del yo , es uno de los regalos del viaje por el Altiplano.
Un rico surtido
En el Oeste también está el lago Titicaca, diez veces más grande que nuestro Nahuel Huapi, y no muy lejos el desafío para los esquiadores con la pista de Chacaltaya a 5580 metros o el singular Carnaval con las diabladas de Oruro.
Y en especial, en mi caso que soy más viajero de ciudades, La Paz con sus mercados populares donde pueden alimentar la fertilidad creadora de la moda en todo el mundo. Sus prendas de lana de llama, alpaca, vicuña, hechas a mano son excepcionales por su calidad y precio. Tanto que se venden en Londres, Nueva York, Buenos Aires o el ciberespacio por medio de Internet, porque aunque se hable en dólares se vive en pesos bolivianos.
En el mapa aéreo de las ciudades, en Google se traza un recorrido de sus mercados populares en las cercanías de la iglesia de San Francisco o frente a la plaza de Los Héroes. La palabra más constante que oímos es awayo , que en aimara significa pieza de tela para muchos usos. Como el loden en Austria es un tejido. Entre los puestos vemos sobre un mantel o colcha desde chales, pañales para criaturas hasta gorros, fajas, bolsos y carteras (chuspitas).
El surtido es rico y colorido como el arco iris de las ropas de las vendedoras.
Si bien nos detuvimos en la altura del Oeste, también hacia el Este Bolivia abunda en atracciones igualmente intensas y diferenciadas. Desde Cochabamba que se gana el título de Ciudad Jardín y el paraíso tropical con la frontera de Brasil que rodea a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Y nadie olvida sus ventajas en estos tiempos en que hay que buscar un turismo accesible ( affordable) porque el bolsillo sigue siendo el órgano más sensible a la hora de hacer un presupuesto para traslados, comidas, compras. Es útil consultar en Internet www.embajadadebolivia.com.ar/turismo/acceso.htm
Aunque lo que más vale no tiene precio, y es la propia experiencia que está a nuestro alcance porque es más fácil de hacer que de pensar.
La continuidad de la masacre por otros medios
¿QUÉ PASA SI LEOPOLDO FERNÁNDEZ GANA EN PANDO EN DICIEMBRE?
Rebelión de España (www.rebelion.org)
Los campesinos y los indígenas son la minoría más activa del departamento amazónico de Pando.
Si bien representan alrededor del cuarenta por ciento del total de la población, su relación productiva con el medio ambiente –a través del carácter extractivista y sostenible de sus actividades- los convierten no sólo en los protagonistas determinantes del quehacer presente y el futuro regional amazónico, sino también en actores estratégicos de un drama de influencia global: la necesidad de preservación de la selva más vasta del planeta y la mitigación de los daños ocasionados por el cambio climático.
El ámbito urbano del departamento también posee algunos perfiles bien nítidos.
Desde que hace quince años se habilitó la conexión caminera con el resto del país, Cobija, la capital, ha crecido mucho, incluyendo la presencia de migrantes andinos, dedicados sobre todo al comercio. Esa población urbana de Cobija, en los últimos años, también ha sido la principal beneficiaria del clientelismo del poder, beneficiándose con la repartija indiscriminada de los cargos públicos.
Son miles los pandinos urbanos que recibieron una “pega” (un puesto de trabajo), formal o fantasma, dentro del aparato montado por el “cacique” Leopoldo Fernández. Por ello, muchos de ellos, por convicción, por oportunismo o por agradecimiento, se prestaron a ser la fuerza de choque de la Masacre de Porvenir, ejecutada a sangre fría el pasado 11 de septiembre de 2008. Nunca el desprecio por la vida de los campesinos se manifestó tan crudamente.
Allí pudo comprobarse lo que decimos: la relativa orfandad del movimiento campesino e indígena del departamento amazónico, a la vez el más aislado del país. Tuvo que ser el gobierno central el que parase la continuidad del hostigamiento, la persecución y los nuevos asesinatos que se producirían de no haber ordenado la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas de la Nación.
A pesar de ello, y a pesar de que el principal acusado por su responsabilidad en los hechos está preso de forma preventiva en una cárcel de La Paz, el objetivo de los masacradores de pararle la mano al movimiento campesino e indígena a través del terror inmisericorde, de varias maneras, se ha cumplido.
La situación no puede ser más crítica y más angustiosa para las víctimas históricas de estas prácticas genocidas. El mundo rural pandino está dominado por el miedo que inocularon los sicarios en Porvenir y ellos, los campesinos, siguen sintiendo que están tan olvidados y desprotegidos como lo han estado siempre.
* * *
Hay algunos motivos que agravaron la situación ya de por sí demasiado grave emergente de la Masacre del Cacique, como la bautizaron los humildes.
Ante todo, el gobierno no supo o no pudo evitar la politización del tema por parte de los opositores, acción tan criminal como los que empuñaron las armas para masacrar campesinos e indígenas indefensos. La infame violación a los derechos humanos ocurrida en septiembre quedó sepultada en un mar de maniobras y mentiras.
El informe de UNASUR fue desvirtuado de una manera burda y sin ética y la actuación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos apenas se ha conocido. Hay un problema informativo fundamental que ha hecho que la Masacre de Porvenir no se haya convertido ni en un dato de agenda nacional y mucho menos internacional, como sí ocurrió con los luctuosos sucesos acaecidos en Baguá, Perú, que en esencia son lo mismo.
Esa falta de convicción gubernamental se trasladó también a la necesidad de proceder a juzgar y castigar de manera expedita a los responsables de la masacre.
Está claro que el poder ejecutivo no es el poder judicial, corrupto y manipulable como siempre, pero también es evidente que la designación de Leopoldo Fernández como candidato a vicepresidente para las próximas elecciones de diciembre, no sólo ha demostrado, como sentencia el dicho, “que los muertos gozan de buena salud” y que el gobierno tiene que hacerse cargo de esta afrenta política, sino que es la gota de desmoralización que terminó de colmar los nervios de los campesinos de Pando. No sólo los matan, sino que los humillan con una candidatura que nos debería avergonzar a todos.
* * *
Si todo esto ya no fuera suficiente para pintar un panorama sombrío y desquiciante, hay que agregar que el mismo se asienta sobre el terreno lodoso que aportó la gestión del prefecto interventor designado por el gobierno, luego de la dictación del estado de sitio y la detención de Fernández.
La gestión del militar Bandeira no sólo ha desagradado a los opositores, sino, y esto es lo más preocupante, a los propios campesinos e indígenas, otra vez los convidados de piedra de una administración que, a lo largo de un año largo, ya podría haber manifestado una tendencia positiva hacia el cambio, tan necesario en la Amazonía.
Bandeira no sólo no ha cambiado nada, si no que de varias maneras que no analizaremos aquí (la historia lo juzgará, por cierto), se ha convertido en un factor de distorsión más de la de por sí ya distorsionada realidad pandina. Los pandinos no lo sienten como tal (de hecho, Bandeira no es oriundo de allí), y del lado campesino, lo siguen sufriendo tan abusivo y discriminador como los que fueron de momento reemplazados pero que esperan volver a partir de diciembre.
* * *
El gobierno está empeñado en ganar a cómo de lugar el principal bastión de la ya derrotada oposición cívico- prefectural: el departamento de Santa Cruz, el otrora cuartel general de Branko y sus payasescos terroristas. Ganar en Santa Cruz es también un símbolo de la hegemonía que se pretende alcanzar con los votos.
En el ajedrez del poder, está claro que una victoria en el Oriente, es un jaque político definitivo a algunos grupos minoritarios sediciosos y desestabilizadores que luego deberían ser derrotados, jaque mate, económicamente. El punto en cuestión es que para llegar allí, los estrategas del gobierno, parecen desaprensivos en el costo a pagar en el tablero y dispuestos a entregar algunas fichas: Pando, por ejemplo.
Da la sensación o algo peor de que Pando es sacrificable en la estrategia de poder oficialista y que por pisar fuerte en Santa Cruz, están dispuestos a entregar de vuelta a la Amazonía a sus verdugos.
Como un comentario poco halagador, ese pisar fuerte en Santa Cruz también va de la mano de los nuevos socios empresariales del gobierno, con los cuales Evo compartió una velada en el Hotel Los Tajibos, símbolo del status de la Santa Cruz agroexportadora.
Estos nuevos aliados gubernamentales no son casuales y se recuestan en una evidente derechización del programa económico del MAS de cara a las elecciones generales del 6 de diciembre (ver el texto completo en www.evo.bo).
El programa da prioridad en Bolivia a la agenda IIRSA (La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), afirmando emprendimientos como los corredores de exportación y retomando proyectos como los de la mega represas de Cachuela Esperanza y el Bala, en el Norte paceño.
Está claro, aunque sea un efecto no deseado, que la implementación de estos proyectos generará resistencias entre los sectores campesinos e indígenas de la Amazonía y viéndolo desde esa perspectiva parece amenazarlos una doble cruz: la de “Leo” volviendo triunfador y la de la política desarrollista que promueve el MAS.
Volviendo al día D de las elecciones, no hablaremos aquí de encuestas, sólo esperaremos la verdad de las urnas. Pero no podemos callar la advertencia de que una derrota en Pando del gobierno no sólo opacará la victoria cruceña y una muy probable victoria en las dos cámaras de la Asamblea Plurinacional que todos deseamos, opacará ese sentimiento de verdadero cambio que nos une como campo popular, más allá de todos los problemas que los procesos de transformación acarrean, por ser eso mismo: procesos donde se liberan fuerzas que antes estaban atajadas por los muros reaccionarios y retrógrados de la historia.
Proclamamos a todo el mundo que aquí en Bolivia llegó la hora de la reivindicación de nuestro hermanos indígenas y campesinos. Nos admiran por eso. Pero el movimiento rural pandino está más sólo y triste que nunca.
Algunos, muy pocos, sueñan con una nueva marcha indígena, la cuarta, para gritarle al poder que ellos también existen, que siguen existiendo dentro del proceso de cambio y que sus derechos deben ser respetados. Otros, más que los anteriores, están creyendo que la única manera de salvar sus vidas y la de sus familias, será emigrando, desarraigándose de sus tierras y sus bosques donde temen ser pasto fácil para las fieras, si estas empiezan a regresar en ese mes cruel como siempre fue diciembre. La mayoría de los hermanos campesinos e indígenas están, como se afirmó, tristes del mismo abandono, cargados de esa impotencia de ver y sentir que todo pudo estallar, que la sangre llegó al río una vez más, y que algunas cosas pueden cambiar pero nunca para ellos.
Nadie, conciente y sensible, debería estar al margen de esta encrucijada a resolverse, de este hito en el desenlace del destino de los pueblos de la selva. Todos nos jugamos mucho más que una simple elección.
ALTIPLANO INFERNAL
El escritor es autor del libro “Mujeres sin pelos en la vagina”, cuentos de chilenas audaces, premiado por el Consejo del Libro y la Lectura en la categoría de escritores emergentes. Fue presentado por el dramaturgo Ramón Griffero y la fallecida pintora Carmen Silva. Está trabajando en la novela “La fábula de la evolución”.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Espesas gotas de sudor sazonadas con la libido de una monja nortina, traspasaban su hábito, comprado días antes, en una tienda de disfraces de Santa Cruz de la Sierra.
El sudor le caía por el cuello y los hombros, de tal forma, que parecía una novicia recién salida de un bautizo en el río. Esa sofocante humedad se convertía en un tempestuoso delta, que terminaba mojándole la espalda y empapando el asiento del bus por completo.
Se sentaba atrás del chofer, en el mismo lugar todos los lunes, expeliendo ese olor a hembra sofocada, gritándole al conductor con sus feromonas de bandida, con su humedad morbosa delineándole las tetas, sobre esa sotana que se le pegaba al cuerpo como nailon.
Ulises Mamani llevaba veinte años manejando el bus que unía Putre con Bolivia. En ese tiempo había memorizado la ruta y el rostro de los pasajeros; porque siempre eran los mismos: El profesor de energía nuclear que enseñaba en una escuelita al otro lado de la frontera, la chola dueña de un McDonald’s en Putre, los niños aymaras del internado para superdotados y el vendedor ambulante de barbitúricos.
Por eso le fue fácil notar a aquella cristiana que venía viajando desde hacía un mes todos los lunes en la mañana; desde Bolivia a Putre.
En aquel futuro casi no quedaban monjas, eso acrecentaba aún más la calentura de Ulises Mamani; cuya fantasía erótica con una devota venía tentándolo desde que tenía memoria. Después de los deshielos que ocasionó el cambio climático, las olas de calor eran parte de la rutina en la provincia de Parinacota. Había temporadas en pleno enero que las temperaturas superaban los sesenta grados.
Y la monja se sentaba siempre en el mismo lugar, circunspecta y atrapada en la sexy rigidez que resaltaba la belleza etérea de su rostro, sudando como yegua en celo y recitando el rosario, mientras hacía contacto con los ojos negros del conductor, a través del espejo retrovisor.
Hasta que un día tocó que en la máquina no venían más pasajeros que ella. Entonces Ulises Mamani detuvo el bus a medio camino, en una perdida orilla de aquel altiplano infernal, junto a una gigantesca granja eólica.
-“Ya no aguanto las ganas de besarla”- le dijo sin tutearla, mientras le sacaba el hábito, la lamía entera y comenzaba a notar que de cerca era mucho más alta que él-. “No hay lunes que no se me pare cuando la veo subir, madrecita”- le susurró al oído; besándola desesperado, en el instante cuando notó los tatuajes satánicos que decoraban su espalda.
Se detuvo ofuscado, pensando cómo una religiosa podía llevar tanto graffiti lujurioso cargándole ese santo espinazo.
-“¿Quién eres?”- le preguntó inmovilizado.
-“Soy burrera y este es mi disfraz”- contestó agarrándole la verga, mientras un puñado de óvalos de cocaína se batían dentro de su delgado estómago; esperando con ansias bajar por el camino para ser liberados, transados y consumidos, en algún lugar de aquel frenético y caliente siglo veintidós.
LA HIJA TRIPARTITA
En su casa se come cebiche y papa chuño. Se toma pisco sour pero con limón de pica. Tiene parientes y amigos en Perú y Bolivia y se sabe todos los bailes folclóricos de su país natal. Pero algo hizo que se radicara en Chile, la tierra de su madre.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Modismos como “cachái”, “ponte tú” y “ene” abundan en el vocabulario de Carlota Escobar y, aunque se siente chilena, su acento delata que no lo es. Tampoco comparte el típico modo de hablar de los bolivianos. Es que a pesar de que vivió sus primeros 22 años en el país altiplánico, esta periodista ha sido marcada por una madre chilena y un padre peruano.
La bailarina y cantante Angélica Astrelli estaba de gira por Lima como parte de un espectáculo de revista y ahí conoció a Ramón Escobar. Cuando ella partió a Bolivia junto a su compañía, no eran más que amigos. Pero una vez allá, sin previo aviso apareció él con un anillo de matrimonio. Y sin tenerlo planificado, se quedaron a vivir en La Paz por casi 30 años.
Carlota, que es la segunda de cuatro hermanos, recuerda con simpatía a qué se reducían los conflictos limítrofes en su familia. ”Más que con el tema del mar, en mi casa había discusiones con el tema de los partidos de fútbol (...) alguna vez tomándole el pelo a mi mamá la hicimos llorar por un juego, porque obviamente era una alianza Perú- Bolivia contra la única chilena que había en la casa. Cuando había que ponerse contra Chile en algún momento, éramos cinco contra uno”.
A pesar de esa réplica deportiva de la Guerra del Pacífico, el vínculo de los Escobar-Astrelli era más estrecho con nuestro país que con Perú. Y aunque su acento es algo difícil de descifrar, Carlota cuenta que para sus compañeros de curso su origen era claro. “Jamás fui boliviana. A pesar de que yo nací allá, para ellos yo era chilena”.
-¿Cómo fue vivir esa realidad?
-Difícil. Cuando éramos chicos no lo pasamos muy bien en el colegio, sobre todo porque en Bolivia hay un sentido nacionalista súper duro, profundo. Yo lo comparo con Chile y acá somos nacionalistas porque ganamos en el fútbol o cuando se meten con nosotros (...), pero allá el sentido nacionalista es diario, es de comer, lo llevas en la sangre. Por ejemplo con el tema del mar nadie te explica de chico que “claro, se perdió la guerra por tal y tal”. El resumen que hacen los profesores en la escuela es que “los chilenos nos robaron el mar”. Entonces te crías con la mentalidad de “los chilenos ladrones nos robaron lo más importante que teníamos”.
-¿Y cuando el profesor decía esto todas las miradas se dirigían a ti?
-Mi hermana mayor y yo íbamos casi en el mismo curso y hay una canción que se llama “Recuperemos nuestro mar”. La letra enumera uno por uno los puertos que perdió Bolivia y en una parte dice “que el chileno invasor nos robó”. Y nosotras, chiquitas, no cantábamos esa parte de la letra y las monjas nos ponían al frente del colegio a cantarla. Muchas veces lloramos, pero nos obligaban. Yo siempre me sentí súper orgullosa de ser chilena.
-¿Qué aprecias de haber vivido allá?
-Todo lo que yo mantengo de cultura profunda lo aprendí allá. Si bien nací en Bolivia, no tengo familia boliviana de sangre (...). Escuché una vez decir que uno es de donde están enterrados sus muertos. Yo no tengo muertos enterrados en Bolivia.
-¿Qué crees sobre la mirada a los pueblos originarios en Chile, en relación a Perú y Bolivia?
-En Perú y Bolivia la mayoría es indígena y se valora. El indígena neto, puro, como se llama allá, es sumamente valorado en todo sentido. No por nada Evo Morales es Presidente. En Perú igual. Aquí es todo lo contrario, valoramos el occidentalismo, más que los valores de nuestra nación.
La familia de Carlota pasó tres décadas en Bolivia, más que nada porque a su papá, que era ingeniero, le fue muy bien. Además se involucró en cargos de asesoría política. “Pudo haberse nacionalizado, pero nunca lo hizo. Era un peruano arraigado. También participaba en la colonia peruana en Bolivia, así como mi mamá participaba en la chilena”, cuenta Carlota.
Tras finalizar el colegio, ella estudió Periodismo y en 1992, a sus 22 años, vino a Chile para seguir con dirección y producción de televisión. En 1998 toda la familia emigró a Chile.
En 2002 Carlota se fue de vacaciones a República Dominicana. “Me fui con una maleta de vacaciones (...) y con eso tuve que armar mi vida porque a los 10 días decidí quedarme”, dice.
El 2004 regresó a Chile con su marido y el 2007 tuvieron a Charlotte. ”Mi esposo se llama Salvador Bussi y nació el 14 de septiembre de 1973. Entonces él y su mamá siempre pensaron que tenía alguna predestinación con Chile”.
A Salvador no le convalidaron su título de abogado. Actualmente, él vive y trabaja allá y Carlota junto a su hija residen en Chile.
En cuanto a los conflictos limítrofes con Perú, Carlota cree que el “problema está simplemente en que no les quiten el pisco. Yo creo que eso es lo que les duele a los peruanos. Nada más”. Del caso del espionaje dice que “de la nada no puede haber aparecido un individuo para decir ‘este es un espía chileno’ (...) ahora, evidentemente Alan García está utilizando esto por un tema de populismo”.
En la casa de Carlota se come comida peruana y boliviana. Ella se sabe todos los bailes típicos de su país de nacimiento. Pero por sobre todo se siente chilena, aunque dice estar integrada “en 80% porque tengo que vivir, al igual que todos los chilenos, el prejuicio y la discriminación continua que acá es un modus vivendi. Yo aprendí a reírme. Cuando llegué acá, me preguntaban si había llegado nadando”.
Siente que aquí pertenece, “uno, por lo compleja que fue mi infancia en Bolivia, cuando me recalcaban que era chilena y dos, porque efectivamente mis abuelos ya están enterrados aquí, mi papá también. Entonces aquí es donde están mis muertos”.
A LOS LATINOS SE LES APAGA LA LUZ
El País de Colombia (www.elpais.com.co)
El clima, los líos políticos y los monopolios estatales son causa de los racionamientos. Aunque Latinoamérica es una de las regiones más ricas en recursos energéticos del planeta, gran parte de su población enfrenta racionamientos y apagones. Y lo peor, cerca de 100 millones de habitantes no gozan de electricidad.
Fenómenos climáticos como el Niño, que este año ha golpeado con fuerza a Ecuador, Venezuela, Bolivia y Chile, desnudaron la existencia de ‘cortos circuitos’ en esos países.
Argentina, Uruguay, República Dominicana y Cuba no salen bien libradas. Sólo Colombia, Brasil, Perú y México han sorteado el impacto del Niño gracias a sus reservas hidrológicas, mayores inversiones en el sector y políticas sectoriales. El campanazo de alerta lo dio el apagón del pasado 10 de noviembre en la central de Itaipú, la mayor del mundo: 80 millones de brasileños se quedaron sin luz por cinco horas. Aunque el corte se atribuyó a fallas técnicas, los analistas dicen que un sistema interconectado fuerte con los países vecinos podría haber minimizado dicha emergencia.
María Zulema Vélez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía, Acolgen, explica que “la debilidad latina reside en que muchos países no han diversificado sus riesgos, al dejar en manos de San Pedro el abastecimiento eléctrico”.
Eso significa que aún el 90% de los países del Continente depende del agua para generar energía. Por eso, cuando las lluvias no llegan, muchas hidroeléctricas se apagan. El problema es que las plantas térmicas, a base de gas, carbón y diesel, representan apenas el 45% del parque eléctrico.
Un ejemplo es el Ecuador. Ese país depende de la hidroeléctrica de Paute y este año la sequía dejó su embalse en sólo un 25%, lo que llevó al Gobierno a decretar cortes de luz de cinco horas. Y aunque Venezuela posee la central del Guri, un ‘monstruo’ de 10.000 megavatios, ese país sufre apagones. Fallas en las redes de transmisión para atender el 70% del sistema eléctrico y la escasez de lluvias entre mayo y noviembre, empeoraron la situación.
Tanto que el presidente Chávez, en una de sus alocadas salidas, pidió a sus compatriotas “ir al baño con linterna en las noches y practicar la ‘ducha comunista’ de tres minutos”, para ahorrar agua y luz.
Por su parte, Bolivia afronta una sequía en cuatro estados y sus recursos gasíferos apenas son utilizados en un 48% para mover sus plantas térmicas.
Pero los problemas van más allá del comportamiento climático.
En Bolivia, Argentina, Venezuela, México y los países centroamericanos las empresas eléctricas son estatales y no funcionan bien. “Ese modelo requiere reformas para que la inversión privada impulse proyectos que eviten los apagones. Es decir, desde la generación hasta la comercialización”, señala José Camilo Manzur, director de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía, Asocodis.
Según Germán Corredor, director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional, “más que políticas erradas de los gobiernos para estimular la inversión, el panorama tiene otras complejidades”. La política es una de ellas.
Chile importa gas desde Argentina, pero hay incumplimiento de contratos. Y por su litigio fronterizo con Bolivia, no puede traer gas desde ese país. Por eso en algunos barrios de Santiago los apagones son hasta de 12 horas diarias.
Y en Argentina, a pesar de las privatizaciones, al sector le faltan inversiones por US$3.000 millones para mejorar el sistema y evitar que muchos de los gauchos acudan a las velas.
Colombia está mejor hoy
Analistas y dirigentes del sector eléctrico coinciden en señalar que tras la crisis eléctrica que se vivió en los años 1991 y 1992, Colombia aprendió mucho y hoy está mejor.
“Las leyes 142 y 143, de servicios públicos y eléctrica, permitieron impulsar las inversiones privadas en el sector y la creación del llamado cargo por confiabilidad, lo que llévó al sector a un mayor grado de solidez”, dice María Zulema Vélez, presidenta de Acolgen.
Por eso hoy el parque hidráulico es el 66%, mientras el resto es térmico, lo que permite diversificar los riesgos cuando hay problemas climáticos.
La legislación eléctrica cobija a toda una cadena. Desde generadores, pasando por distribuidores, transmisores hasta comercializadores.
“El sector se transformó, pues las reformas abrieron las puertas al capital privado para construir nuevos complejos, mientras el Estado se reservó la vigilancia”, anota José Camilo Manzur, director de Asocodis.
Urge más inversión
Aunque en la última década han aterrizado multinacionales eléctricas, en especial españolas, la región tiene baja inversión.
Por ello, la Comisión de Integración Energética Regional, Cier, calculó que América Latina necesita de inversiones por US$10.000 millones anuales en los próximos diez años para superar la crisis.
Según Gabriel Argüello, presidente del organismo, esos recursos permitirían atender una demanda que crece al 5% anual.
De acuerdo con Julián Cardona, presidente de Aciem, “tanto Colombia como la región deben estimular más la generación de electricidad a base de térmicas, y otras fuentes de energía alternativas”.
En su opinión, en la región hay países que están en líos como los que tuvo Colombia hace 17 años con los apagones.
En pocas palabras
"Los embalses siguen en alza y se encuentran hoy al 70% de su capacidad. El objetivo es que continúen aumentando esos niveles para afrontar la época de sequía de fin de año y comienzos de 2010”. Pablo Corredor, gerente de XM, filial de Interconexión Eléctrica, ISA.
"El Gobierno proyecta implementar un programa de ahorro eléctrico en entidades oficiales y en la comunidad para hacer frente a la próxima temporada de sequía. Y esperamos que se apaguen los alumbrados navideños en las ciudades a las 12 de la noche”. Hernán Martínez, ministro de Minas y Energía.
Luiz Inácio Lula da Silva recibirá por primera vez en brasil al presidente mahmud ahmadineyad
IRÁN SEDUCE AL GRAN AMIGO SUDAMERICANO
Al inicio de una gira regional que incluirá a Venezuela y Bolivia, el líder chiita pedirá en Brasilia apoyo para enfrentar las “injustas presiones” que su plan nuclear recibe desde Occidente. La derecha brasileña se niega a recibirlo en el Congreso.
Critica Digital de Argentina (criticadigital.com)
Con la intención de estrechar lazos comerciales y políticos que respalden a Irán frente a la “injusta” controversia que rodea a su programa nuclear, el presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad inicia mañana, con una estadía de tres días en Brasil, la etapa sudamericana de una gira que lo llevará también a Bolivia y Venezuela. El mandatario llega al continente en el cierre de un serie de visitas en las que intentó acercar los conflictos, las enemistades y las oportunidades de negocios de Oriente Medio a la agenda regional. La llegada del líder iraní incomoda a sectores políticos tanto dentro como fuera de Brasil. El congresista norteamericano Eliot Engel, un demócrata proisraelí que defendió la invasión a Irak en 2003, advirtió a Luiz Inácio Lula da Silva que “comete un serio error” al recibir a Ahmadineyad. Durante una escala previa en Gambia, Ahmadineyad dijo que esperaba obtener el apoyo de Brasil frente a las presiones de EE.UU. y de las potencias europeas para que detenga su programa nuclear. El presidente iraní reiteró que las investigaciones nucleares de su país tienen fines pacíficos y que las sospechas provienen de “unos pocos poderes arrogantes”. “Brasil ya enfrentó presiones similares”, recordó el iraní, cuyo gobierno sorprendió a Occidente tres años atrás por los avances logrados en el marco de un programa secreto de enriquecimiento de uranio. Irán sostiene que intenta fabricar combustible para sus centrales eléctricas, pero EE.UU. e Israel lo acusan de generar material suficiente para armar bombas atómicas. Si Irán y Brasil tienen roles “merecidos” en un sistema multipolar, Ahmadineyad considera que la alianza no sólo debe ser política. De hecho, unas 150 de las 280 personas que integran su comitiva son empresarios.
La agenda del iraní en Brasilia incluye una reunión con Lula da Silva, días después de que recibiera al presidente palestino Mahmud Abbas. El líder de la ANP le pidió que gestione el fin del apoyo de Teherán al partido radical Hamás, que tiene el control de la Franja de Gaza, como manera de ayudar al proceso de paz palestino-israelí.
Ahmadineyad también visitará al Congreso brasileño, aunque no está confirmado que vaya a dar un discurso debido al rechazo de los partidos opositores a Lula. El conservador demócrata pidió al presidente del Congreso, José Sarney, que “no reciba” a Ahmadineyad.
El gobernante sí hablará, en cambio, en una universidad privada de Brasilia, donde incluso contestará preguntas relacionadas con su polémica negación del Holocausto judío.
Pese a que el congresista Engel señaló que “este tipo de reuniones no son la vía para que Brasil se convierta en un líder mundial”, la visita de Ahmadineyad otorga a Lula da Silva una nueva oportunidad para afianzarse como mediador en asuntos globales. Además de Abbás, el presidente israelí Shimon Peres colocó días atrás a Lula en un lugar de virtual intermediario al pedirle que convenza a Irán de que no debe dotarse de armas nucleares.
EL POLITICO PERSA LUEGO SEGUIRA VIAJE A BOLIVIA Y VENEZUELA
AHMADINEJAD LLEGA A BRASIL ENTRE EXPECTATIVAS Y TEMORES
El líder iraní se verá con Lula para tratar nuevos acuerdos de cooperación.
Clarín de Argentina (www.clarin.com)
La visita a Brasil del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, que se inicia mañana, ha despertado una expectativa inusual. Después de su aterrizaje en Brasilia, donde se encontrará con su colega Lula da Silva, seguirá rumbo a Caracas para entrevistarse con Hugo Chávez y a Bolivia. El líder iraní anticipó que quiere proponer al gobierno brasileño un "acuerdo nuclear". Por el momento, Lula no dio señales de avanzar en ese terreno, tal vez por temores a perjudicar su estrategia de desarrollos en ese sector. Brasil ha desarrollado una planta para enriquecer uranio y además trató con Francia para la construcción del submarino atómico.
Ahmadinejad entrará mañana el Palacio Itamaraty de Brasilia (sede de la diplomacia brasileña) a las 11 de la mañana, casi en el mismo momento que el líder palestino Mahmud Abbas ingresará en la Casa Rosada para una cita con la presidenta Cristina Kirchner. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) estuvo ayer en Rio Grande do Sul, último punto de su visita a Brasil previo al desembarco en Buenos Aires. Abu Mazen, como también se lo conoce en Palestina, aterrizó en la terminal aérea destinada a las autoridades de Brasil. Tras el protocolo de rigor que le otorgaron como jefe de Estado, Abbas rompió las normas y se paró delante de la reja que lo separaba de los inmigrantes palestinos, quienes habían acudido al aeropuerto para brindarle su propia recepción. Anoche se reunió con la comunidad de su país en una cena de confraternización. Abbas le había pedido a Lula el viernes, cuando conversaron en Salvador (capital de Bahía), que transmita al líder iraní la preocupación que existe en Cisjordania por el apoyo financiero y armamentista que Irán le brinda al grupo Hamas, sector palestino más radicalizado que gobierna la Franja de Gaza.
En cuanto a Ahmadinejad, llegará a Brasil con gestos previos significativos que indican una predisposición a negociar. Preguntado por el noticiero televisivo Jornal da Globo, durante un reportaje exclusivo, respecto de las diferencias entre las posiciones de Brasil y de Irán con relación a Israel (el gobierno de Lula reconoce el derecho a la existencia del Estado de Israel), el líder iraní admitió que "tal vez precisemos dialogar más sobre algunos aspectos". Lula le había preguntado en una cita anterior si era tan tajante la postura de Irán acerca del Holocausto, que en principio pareció ser negado por Ahmadinejad. En este punto, el presidente de Irán subrayó: "Ser amigo significa que podemos compartir visiones o, en caso contrario, diferir en forma amigable. De lo que se trata es de alcanzar puntos comunes". Y enseguida añadió que el Holocausto "ocurrió claramente en Europa. Todo el mundo sabe eso. Pregunto entonces: ¿qué tiene que ver el pueblo palestino? ¿Por qué este pueblo debe pagar por crímenes que cometieron los europeos?".
El presidente iraní defendió el desarrollo de una "amplia cooperación" con Brasil en energía nuclear con el objetivo de la colaboración entre los países para afianzar el uso pacífico de esa forma de energía a través de las plantas generadoras de electricidad. "Nosotros tenemos una tecnología nuclear propia para fines energéticos", subrayó. Y esa actividad, dijo, "está sometida a la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (con sede en Viena)".Según el líder de Irán, reelecto en junio último y consagrado como presidente a pesar de denuncias de presunto fraude, "Brasil siempre nos dio apoyo en cuanto a nuestro derecho de contar con tecnología nuclear. Y le estamos agradecidos por eso".
ENTREVISTA: JOSÉ DIRCEU Ex primer ministro de Brasil
"EL ASCENSO DE CHINA ES POSITIVO; REEQUILIBRA EL PODER MUNDIAL"
El País de España (www.elpais.com)
En una conferencia internacional de negocios con China, celebrada recientemente en Lisboa, Charles Tang, presidente de la Cámara de Comercio chino-brasileña con sede en São Paulo, presentó a José Dirceu (Passa Quatro, 1946) como el arquitecto del nuevo Brasil que despega en un mundo en recesión. Formalmente, Dirceu es un consultor con una buena cartera de clientes con intereses en el gigante suramericano, que viaja por todo el mundo. En realidad es mucho más. Todo el mundo lo sabe en Brasil. Guerrillero en los tiempos de la dictadura, amigo y estrecho colaborador de Luis Inácio Lula da Silva desde la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) hace 30 años, fue el hombre más poderoso del primer Gobierno del antiguo sindicalista, en el que ocupó la jefatura de la Casa Civil de 2003 a 2005, puesto equivalente a primer ministro. Hasta que cayó en desgracia, atrapado en un escándalo de compra de votos en el Congreso brasileño, conocido como Mensalão, que provocó una grave crisis política y le costó la salida del Gobierno, la pérdida del escaño de diputado, la inhabilitación para ocupar un cargo de libre elección hasta 2015 (tendrá 69 años) y un proceso abierto en el Tribunal Supremo.
El cerebro gris del Gobierno de Lula y brazo derecho del presidente desapareció de la escena pública en 2006. Pero no de los círculos del poder. Discretamente, Dirceu ha seguido de cerca los avatares de la política brasileña, que conoce al dedillo, y allí ha estado para opinar, aconsejar y orientar, siempre que Lula lo ha necesitado. Hay quien opina que es la cara oculta del Gobierno brasileño. Es posible. Nunca abandonó las filas del PT, y desde la sombra contribuye a preparar la campaña de Dilma Rousseff, candidata a suceder a Lula en la Presidencia de la República. Lleva la política en las venas. Poco a poco, vuelve a asomar la cabeza, para desesperación de sus enemigos, y se deja ver en foros internacionales para exponer sus ideas, más vivas y actuales que nunca.
Rodeado de dirigentes e inversores chinos, Dirceu ha expuesto en Lisboa su convicción de que "China será determinante para financiar el desarrollo de África y de América del Sur". Al término de la conferencia concedió la siguiente entrevista a EL PAÍS.
Pregunta. La inmensa mayoría de ponentes en este foro han cantado las excelencias del papel de China en África, América Latina y Asia. ¿Todo es color de rosa en la presencia china en los tres continentes?
Respuesta. El ascenso de China como una potencia económica, política y social es altamente positivo para la humanidad, porque reequilibra el poder mundial. Ayuda a países como Suráfrica, India y Brasil. El mundo no iba bien con el poder imperial de EE UU y con el militarismo que acabó predominando en la era Bush. Con su menosprecio hacia los organismos internacionales, la diplomacia y la negociación.
P. La primera ministra de Mozambique subrayó que China no tiene dogmas cuando invierte en infraestructuras. No tener dogmas a la hora de financiar proyectos tiene sus peligros, ya que China apoya a países con regímenes antidemocráticos, como Sudán.
R. El presidente Lula habló recientemente de este problema. Por ejemplo, Brasil debe mantener buenas relaciones con Evo Morales y Hugo Chávez, y también con Álvaro Uribe y Alan García. Brasil no puede aislar a ningún país. Lógicamente, estamos más cerca de los gobiernos progresistas que de los de centroderecha en América del Sur. Pero la política es de Estado y no de Gobierno. Por esta razón, en muchos casos China acaba manteniendo, por intereses estratégicos, relaciones con gobiernos condenados por la comunidad internacional, como Sudán.
P. ¿Qué opinión le merece la compra de grandes extensiones de tierra en África y Brasil por parte de China?
R. No veo que sea una amenaza a la soberanía de naciones como Mozambique o Angola. China sabe que no puede ser un gigante depredador de recursos naturales y materias primas de un país. Tiene que asociarse con empresas privadas y los gobiernos de estos países para construir infraestructuras y desarrollar tecnologías. Los actuales dirigentes chinos han demostrado tener sensibilidad internacional y sensibilidad política.
P. Usted ha dicho que China y Brasil no son economías complementarias, sino competitivas. ¿Cuál es el desafío en las relaciones entre dos gigantes para que sean sustentables para todos?
R. El desafío es intercambio de tecnología, de inversión y asociación. Brasil es un país que tiene control sobre su economía.
P. Brasil ha pasado muchos años mirando hacia dentro. Ahora ha salido al exterior para ejercer el liderazgo de América Latina, económico y político. ¿Cree que algún país de la región ve este liderazgo con desconfianza?
R. No diría desconfianza. Brasil, por tamaño, posición geográfica, geopolítica y económica, es natural que tenga la iniciativa de ser la vanguardia del proceso de integración latinoamericano. Brasil es el principal capitalizador de un fondo de compensación para inversiones en infraestructuras en Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay... Brasil es el principal impulsor del Banco del Sur, tiene que ser el líder de Mercosur, tiene que ser una voz decisiva en la resolución de conflictos.
P. ¿Qué significa el descubrimiento en 2007 de grandes reservas de petróleo en aguas profundas de Brasil?
R. Un cambio drástico del padrón tecnológico de la industria brasileña, de la capacidad de acumulación de capital. Los ingresos del petróleo serán nacionales, lo que revertirá en gran parte del país. Unos ingresos que serán reinvertidos en los sectores más importantes: educación, innovación, cultura y salud. Brasil tendrá una capacidad de inversión de 3,5 puntos más del PIB en estos sectores. La industria brasileña dará un salto impresionante. Tenemos un gran proyecto de inversión en petróleo y gas, y ya están en marcha proyectos de energía eólica y solar, centrales hidroeléctricas, nuclear...
P. ¿América del Sur necesita una salida al Pacífico?
R. Es de capital importancia. No sólo para Brasil, sino también para Bolivia, Paraguay, para toda América del Sur. La integración, basada en la energía y los transportes, evolucionará no sólo hacia el libre mercado, sino hacia la integración política y la moneda única, como en la Unión Europea. Esa integración exige la salida al Pacífico. Las carreteras y autopistas ya están siendo construidas. Chile, Perú y Bolivia tendrán que llegar a un acuerdo. Bolivia no puede estar sin salida al mar.
P. ¿Hasta qué punto los Juegos Olímpicos de 2016 pueden transformar Río de Janeiro y Brasil?
R. Son una oportunidad. Mire Barcelona, mire Pekín. En el caso de Brasil vamos a hacer un gran programa de inversión en infraestructura económica. Ya comenzó un gran programa de inversión en infraestructura social y urbana, transporte, ocio, cultura, deporte, juventud, saneamiento...
P. ¿Se acabarán las favelas de Río?
R. No. Sería una mentira responder afirmativamente. Si Brasil crea dos millones de empleos, como creó un millón y medio en los últimos ocho años, será otro país. Otro país, como España o Portugal, donde hay problemas sociales y donde habrá pobres, pero serán el 5% y no el 30% como ahora. Será una revolución.
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