La empresa
sudcoreana Samsung Engineering suscribirá mañana jueves con la boliviana YPFB
un contrato para la construcción y puesta en operaciones de las plantas
petroquímicas de amoniaco y urea en Bulo Bulo, provincia Carrasco, Cochabamba
(centro), informó hoy la estatal petrolera.
El presidente
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, dijo
que con el uso de 1,5 millones de metros cúbicos por día (mmcd) de gas,
"empieza verdaderamente la industrialización del gas natural", ya que
el complejo petroquímico que proveerá Samsung será la primera planta que
industrializará gas natural.
La empresa
sudcoreana se adjudicó la provisión de las plantas por un valor de 843,91
millones de dólares, costo que incluye los estudios y el diseño hasta la puesta
en marcha y entrega en operación.
Para
garantizar este emprendimiento, el Banco Central de Bolivia (BCB) concedió dos
préstamos a YPFB, que totalizan 7.173 millones de bolivianos (1.030,6 millones
de dólares), para la planta de urea en Cochabamba (centro) y para la separadora
de licuables Gran Chaco (sur).
El
presupuesto general del Estado (PGE-2012) autoriza al BCB el financiamiento de
hasta 9.100 millones de bolivianos (1.307,4 millones de dólares) para proyectos
de industrialización de hidrocarburos.
Antes de
finalizar 2015, las plantas deberán producir 650.000 toneladas métricas de urea
y 420.000 de amoniaco, para lo cual emplearán 1,5 millones de metros cúbicos
por día (MCD) de gas natural.
El amoniaco
que se produzca en el complejo de Bulo-Bulo, Cochabamba, será 100 por ciento
materia prima para la producción de urea, que es fertilizante, con lo cual el
país se autoabastecerá.
En esta
primera planta industrializadora del gas natural en Bolivia, el energético se
convertirá en amoniaco en un reactor a través de un proceso químico, y luego
éste en urea.
"La
finalidad de la industrialización de los hidrocarburos es añadir valor agregado
al gas natural, proceso que tendrá un gran efecto multiplicador en la economía
boliviana.
Entre otros
beneficios se destacan la generación de fuentes de empleo, mejor rendimiento
agrícola de las tierras, transferencia de tecnología, fortalecimiento de la
posición exportadora de Bolivia y generación de divisas", señaló Villegas.
Según las
proyecciones de la estatal petrolera, con la conclusión y puesta en
funcionamiento del complejo petroquímico Bolivia no sólo dejará de importar fertilizantes,
como lo hace en la actualidad para mejorar su producción agrícola, sino que se
convertirá en un exportador neto del abono.
De esta
manera, el 90 por ciento de la producción de la planta será destinado al
mercado exterior y el restante 10 por ciento para el consumo interno.
A esto se
suma la ubicación estratégica de la planta, en Bulo Bulo, cerca del Corredor
Biocéanico y de una ferrovía que pronto será construida en la región, lo cual
facilitará la comercialización de los fertilizantes hacia mercados como Brasil
o Argentina, con quienes Bolivia ha iniciado conversaciones.
El complejo
petroquímico generará ingresos por 300 millones de dólares anuales al Estado
boliviano, según estimaciones de la petrolera boliviana.
¿POR
QUÉ EL GOBIERNO DE OBAMA SE NIEGA LA SOLICITUD DE EXTRADICIÓN DE BOLIVIA?
Foreign Policy de
Estados Unidos (www.shadow.foreignpolicy.com/posts)
Esa es la
pregunta Jake Tapper pidió a principios de esta semana después de más de ABCNews.com
cocalero boliviano Evo Morales llamó los EE.UU. "un refugio para los delincuentes"
para denegar su solicitud de extradición del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Al parecer, había
Tapper vio a algunos retroceso en la materia de los sospechosos habituales,
incluyendo esta regla tendenciosa de The Guardian: "un caso clásico y común de los EE.UU. explotar
pretensiones de derecho y la justicia para proteger a sus propios líderes y los
de sus aliados clave del imperio de la ley, incluso cuando se enfrentan a acusaciones
de mala conducta el más atroz. Si el Departamento de Justicia de Obama tan
agresivamente blindado Bush acusó a los criminales de guerra de todas las
formas de rendición de cuentas, no es de extrañar que hace lo mismo con leales títeres
de Estados Unidos. que un gobierno que desafía a EE.UU. dicta es frustrado y
enojado en el proceso es sólo una ventaja añadida. eso también es par para el
curso".
¿Qué
tonterías. En realidad,
la respuesta a la pregunta Tapper es bastante simple. El
gobierno aparentemente no tenía ningún interés en los ferrocarriles a un hombre
inocente para satisfacer vendetta política algún líder radical.
Al parecer,
el gobierno de Morales había pedido la extradición de Sánchez de Lozada,
acusado de "genocidio" relacionados con un incidente ocurrido en
2003, cuando turbas encabezadas por Morales trató de bloquear las carreteras
que suministran alimentos y combustible a la ciudad capital de La Paz, que está
situada en lo alto los Andes y es
accesible sólo por unas pocas carreteras. Cuando
Sánchez de Lozada llama un estado de emergencia y ordenó a las fuerzas de
seguridad para escoltar camiones de combustible a la capital, los manifestantes
armados los atacaron, provocando bajas en ambos bandos. Según
el gobierno de Morales, 67 civiles murieron en los enfrentamientos.
No es posible
apaciguar a Morales y su voluntad de apelar al gobierno del populacho, Sánchez
de Lozada huyó de Bolivia en octubre de 2003 y ha vivido en Estados Unidos
desde entonces. Él ha
dicho desde entonces que él sólo quería poner fin a la violencia. Morales fue elegido
presidente poco después. (Por
si fuera poco, Morales también ha tratado de inventar procedimientos legales en
contra de todos los presidentes vivos anteriores en Bolivia).
En lugar de
"genocidio" fue sólo el pro-estadounidense y pro-mercado de Sánchez
de Lozada "crimen" que trató de llevar a su país en el siglo 21,
fomentando la inversión extranjera para el desarrollo de Bolivia prodigiosas
reservas de gas natural para la exportación. Pero
eso fue más allá de los límites de Morales y sus seguidores, cuya visión es la
de llevar al país hacia atrás en el tiempo, a una época pre-colombina, con base
en las costumbres indígenas, tradiciones, y, en verdad, la justicia
"comunal".
En la visión
del mundo constreñido de Morales, mechado con una porción saludable de
ideología izquierdista furiosa, toda la inversión extranjera en Bolivia es
inherentemente depredador y de los recursos naturales del país deben permanecer
en manos de "la gente" - por supuesto, es populistas como Morales que
solo
poseen la capacidad de canalizar lo son los deseos del "pueblo".
Por lo tanto,
en este caso, el gobierno de Obama lo hizo bien en no tocar junto con Morales
estratagema política para sostener el relato que le llevó al poder: que es el
vengador de cuatro siglos de maltrato a su pueblo.
Al final, sin embargo, nadie niega que la mayoría indígena de Bolivia tienen quejas legítimas sobre la forma en que han sido tratados durante siglos, pero tales políticas teatrales hacen poco para ayudar al pueblo boliviano más allá de saciar la sed de sangre de los elementos más radicales. Es una pena que Morales no pasa más tiempo tratando de construir un futuro mejor y más próspero para el pueblo que dice representar.
Al final, sin embargo, nadie niega que la mayoría indígena de Bolivia tienen quejas legítimas sobre la forma en que han sido tratados durante siglos, pero tales políticas teatrales hacen poco para ayudar al pueblo boliviano más allá de saciar la sed de sangre de los elementos más radicales. Es una pena que Morales no pasa más tiempo tratando de construir un futuro mejor y más próspero para el pueblo que dice representar.
ANTIIMPERIALISMO
CIPAYO Y DESCOLONIZACIÓN
Rebelión de España (www.rebelion.org/noticia)
Antiimperialismo
cipayo fue el denominativo que René Zavaleta Mercado utilizó para identificar y
caracterizar a aquellos sectores políticos entreguistas, pronorteamericanos y
antinacionales, cuya suerte está asociada a los intereses del imperialismo y
que, por tanto, aunque discursivamente pueden aparecer circunstancialmente como
razonables o muy agresivos y radicales; en la práctica son totalmente ineficaces
e ideológicamente incongruentes y engañosos, porque sencillamente no responden
al interés ni al empuje de las clases populares, y tampoco conducen al
cumplimiento de la tarea de la liberación nacional y la descolonización.
Esta especie
de alienación del antiimperialismo, por el cual se le otorga a éste de un
contenido totalmente diferente y contradictorio a la lucha por la liberación
nacional y la soberanía, para ceder paso a los intereses capitalistas y
transnacionales, constituye un aspecto central del proceso de cambio y
transformación democrático cultural, porque de ello dependerá finalmente si el
contenido y orientación del Estado plurinacional se traducirá en la
construcción del socialismo comunitario para Vivir Bien en armonía con la
naturaleza, o simplemente en un capitalismo dependiente, desarrollista y
extractivista, aun a pesar de que el país logre industrializar las materias
primas (hidrocarburíferas, mineras y naturales) que explota.
Estas ideas
introductorias, como seguramente se podrá deducir, están asociadas a las
preocupaciones y el debate que se han originado como consecuencia de dos hechos
trascendentales que están estrechamente vinculados con el modelo de desarrollo
que Bolivia discute y busca encarar a futuro. Se trata del conflicto del TIPNIS
que (entre otros asuntos) ha puesto en cuestión el tipo de desarrollo que el
gobierno está dispuesto a impulsar, y la denominada “Agenda Patriótica” que el
Presidente Evo Morales perfiló hacia el año 2025 en su discurso informe del 6
de Agosto pasado.
En el primer
caso, ha quedado clara la disonancia e incongruencia que existe entre el
discurso de defensa de los derechos de la Madre Tierra y la formulación de un
nuevo paradigma alternativo al desarrollismo capitalista que discursivamente el
gobierno plurinacional ha impulsado en diversos foros internacionales, y la
intencionalidad manifiesta de construir una carretera que atraviese “quieran o
no quieran” el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS),
que está claramente asociado al modelo desarrollista, extractivo y
procapitalista que supuestamente se rechaza.
En el segundo
caso, el Presidente Evo Morales ha sorprendido a la opinión pública nacional,
porque luego de bastante tiempo de un accionar y una gestión gubernamental
caracterizada por el inmediatismo, la atención y solución de asuntos y
conflictos coyunturales, plantea una agenda de 4 puntos que espera cumplir
hasta el año 2025, cuando se cumple el segundo centenario de la independencia
nacional.
Al margen del
aporte loable de perfilar una agenda de mediano plazo, lo sorprendente de su
contenido está relacionado a las tareas que busca cumplir, en vista de que
siendo menos completa e integral que los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”
(ODM) que se acordaron desarrollar en una Cumbre de las Naciones Unidas hasta
el año 2015 (lo cual ya marca incumplimiento, limitaciones y deficiencias
preanunciadas a un compromiso firmado internacionalmente), en realidad responde
muy claramente a un enfoque y un modelo de desarrollo capitalista que se
concentra en la lucha contra la pobreza, que implica renunciar implícitamente a
la lucha contra las causas que lo originan.
Veamos,
aunque evidentemente la lucha contra la pobreza, el hambre (seguridad y
soberanía alimentaria) y la provisión de servicios básicos que se han planteado
en la Agenda Patriótica, son objetivos loables e irrenunciables para el país;
la pregunta principal tiene que ver con el método y la forma de conseguir
erradicar estos males y no solamente combatirlos para reducir su incidencia. No
debe olvidarse que una agenda de desarrollo con enfoque capitalista y
neoliberal como los Objetivos del Milenio, no se plantea en ningún caso atacar
las causas que originan la pobreza, el hambre, la falta de acceso a los
servicios básicos, etc., sino únicamente reducir su incidencia y aplacar los
efectos que sufre la mayoría de la población. Una agenda de desarrollo de ese
tipo, solo busca combatir los efectos perniciosos de la explotación del hombre
y la naturaleza, pero nunca resolver y erradicar las causas que originan el
hambre, la pobreza, la contaminación y las demás secuelas que origina el
sistema. En otras palabras, debería considerarse que al no atacar las causas
que originan los males, en realidad lo que se hace es contribuir a perpetuar el
sistema y la lógica de desarrollo extractivista que constituye su base de
sustento.
Desde esa
perspectiva, los objetivos del Milenio acordados en el marco de la ONU,
constituyen el instrumento (sutil y perverso) que el sistema capitalista y
neoliberal ha creado para perpetuar la lógica de desarrollo extractivista del
capitalismo salvaje, porque si bien muestra una voluntad para mejorar y reducir
la incidencia de los males que aquejan al mundo, en realidad anulan toda
posibilidad de atacar y resolver las causas que los originan y, mucho menos,
cambiar y transformar el sistema de explotación que da lugar al hambre, la
pobreza y la desigualdad que supuestamente se combate.
Señalado
aquello, es pertinente retornar a las reflexiones relacionadas con la
descolonización y el antiimperialismo que, a decir de Zavaleta Mercado,
deberían formar parte de las acciones de aquel “horizonte de posibilidad” que
se abre junto y a partir del proceso de cambio (pero que sintomáticamente no
son mencionadas como parte de las tareas de la Agenda Patriótica).
A pesar de lo
que pudiera pensarse (lamentablemente parece predominar un criterio superficial
en el gobierno), la descolonización no es (exclusiva ni principalmente) una
tarea para deshacerse de taras y prácticas heredadas del pasado en diversas
esferas, como si la condición colonial solo fuese un resabio y una herencia del
pasado histórico. En realidad y quizás constituya lo más importante de este
fenómeno que suele ser muy complejo y esquivo a la comprensión ciudadana, la
descolonización consiste en romper la condición de país penetrado, ocupado y
acosado, en diferentes niveles y grados, por el sistema imperialista
predominante actualmente. Se trata por tanto de una tarea de liberación
nacional, de recuperación de la soberanía y la dignidad nacional, que se
traduce en la conformación de un Estado nacional independiente, pero ya no de
los estados monárquicos de los siglos XVII y XVIII, sino del imperialismo
capitalista predominante.
La
persistencia del (neo)colonialismo se explica porque el bienestar y la riqueza
de los países capitalistas desarrollados, se subvenciona con la pobreza y el
sometimiento de los países marginales. Estos países sometidos a la condición de
semicolonias dependientes, son destinados y forzados a proveer de materias
primas a las grandes industrias transnacionales a costa de su soberanía y de su
hambre. El imperialismo no es un adjetivo resultante de un esfuerzo
intelectual, sino del crecimiento de la gran industria que provocó el agotamiento
de mercados nacionales, para dar lugar al expansionismo y la
internacionalización de la economía capitalista. La única forma de garantizar
la expansión de la economía y garantizar la obtención del lucro y la ganancia
que constituyen el fin último del sistema capitalista, ya no es únicamente
explotar la naturaleza y la fuerza de trabajo del hombre, sino de acceder,
someter y dominar al conjunto de los países y las economías del mundo, a fin de
imponer su modelo y su lógica de explotación. Por estas razones no solo se
explica el por qué a los países dependientes y subdesarrollados solo les queda
la alternativa de someterse a la condición de semicolonias del imperialismo, o
luchar por la soberanía y la liberación nacional; sino también el de discutir y
definir el tipo (modelo) de desarrollo que se empleará para la construcción del
Estado nacional. Queda claro de esta forma que no todos los tipos de desarrollo
liberan, sino que inclusive dependiendo del modelo y el contenido del
desarrollo que se adopte, bien puede favorecerse la condición colonial o
semicolonial y la dependencia del país.
Retornando a
lo que sucede en Bolivia a esta hora, y habiendo podido advertir las
implicaciones que van perfilándose en el modelo de desarrollo que se deduce del
propósito gubernamental y la lectura de la Agenda Patriótica planteada por el
Presidente, así como de la decisión de llevar adelante la construcción de la
carretera por el TIPNIS, que también refleja una opción de desarrollo para los
pueblos indígenas que lo habitan, así como también para el país, por todos los
componentes que están inmersos en esta iniciativa; la pregunta obvia es si se
ha decidido abandonar la lucha por la liberación nacional y la construcción de
un Estado nacional acorde a la Constitución Política del Estado.
Al respecto,
no parece constituir un argumento serio y consistente, afirmar que la
construcción de la carretera por el TIPNIS sea parte de una lucha nacional para
derrotar los resabios de dominación latifundista y patriarcal que subsisten en el
Oriente boliviano (e inclusive en alguna dirigencia indígena que también es
acusada y descalificada por haber absorbido supuestamente dichas prácticas),
cuando en realidad lo que se promueve es la participación de capitales
transnacionales para la construcción de la carretera que, al margen de reforzar
la dependencia nacional respecto de dichos intereses capitalistas, al mismo
tiempo implicarán el desarrollo de iniciativas extractivas y depredadoras del
medio ambiente y la naturaleza. Tampoco resulta convincente entender que la
Agenda Patriótica de 4 puntos que el Presidente hizo pública en el aniversario
patrio, pueda ser entendida como parte de las tareas de liberación nacional y
la construcción de un Estado Nacional antiimperialista y soberano, que dista
mucho del modelo desarrollista que implica emprender solamente tareas de
mitigación de la pobreza, acceso a servicios básicos, seguridad y soberanía
alimentaria e industrialización de los recursos naturales explotados que se ha
planteado realizar hasta el año 2025, por la sencilla razón de que estas
acciones cuadran perfectamente con una agenda de desarrollo capitalista y,
específicamente, con la Agenda del Milenio a la que se hizo referencia más
arriba.
Para terminar
y reproduciendo textualmente conceptos que René Zavaleta Mercado utilizó en su
ensayo “Estado Nacional o Pueblo de Pastores”, se puede reafirmar que “por
nuestra parte, debemos establecer que hay un desarrollo que libera y un
desarrollo que no libera. Precisamente por la falta de elección clara de las
prioridades específicas, nuestro plan puede elegir cualquiera de los 2 cursos
(liberación nacional o entreguismo neocolonial, aclara el suscrito), y está
demás decir que los intereses antinacionales pugnan a estas horas por la
elección de un camino que represente cierto aumento del consumo, mayor número
de escuelas, obras sanitarias y hasta ciertos renglones inofensivos de la
industria liviana, es decir, todos los aspectos que, aun siendo interesantes y
atractivos, no son liberadores”.
Diferir o,
peor aún, distorsionar la responsabilidad de llevar adelante una agenda de
liberación nacional para conformarse con el desarrollismo, equivale a reforzar
la condición colonial y el sometimiento a los intereses de las transnacionales
y el imperialismo. Las iniciativas a emprender están en manos del gobierno.
PUNO: EX GOBERNADOR DE COJATA PIDE QUE SE RESPETEN HITOS
QUE DELIMITAN PERÚ CON BOLIVIA.
Radio
Pachamama de Perú (www.pachamamaradio.org)
El ex
gobernador del distrito de Cojata, en la provincia de Huancané, Eugenio Aguilar
Sucso, pidió al gobierno regional y nacional a que se respete los hitos que
delimitan Perú con Bolivia.
Al respecto uno
de los pobladores, señaló que mismo problema ocurre desde hace años en la
comunidad de Pullapullani, donde no se tiene una delimitación exacta, generando
problemas con los pobladores de Bolivia. “El hito 14 fue puesto con la
finalidad de distribuir agua para irrigación entre ambos países, sin
embargo, los bolivianos aprovechan para apropiarse de terrenos invadiendo el
lado peruano”, declaró María Alejo Chalco.
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