Thursday, January 30, 2014

LA NOTICIA DE UN CONFLICTO LIMITROFE QUE NUNCA EXISTIO DESPERTO EXPRESIONES DE ODIO


La Cancillería desmintió cualquier modificación en los límites con Bolivia publicada por diarios y sitios nacionales. Centenares de lectores, mientras tanto, habían reclamado la deportación masiva de extranjeros.
La publicación en varios medios de comunicación de un presunto conflicto de límites entre la Argentina y Bolivia, sin la correspondiente verificación con fuentes oficiales, no sólo obligó a la desmentida de los gobiernos de ambos países: antes había generado un torrente de expresiones xenófobas y racistas de los lectores de esos medios convocando a la deportación masiva de inmigrantes de la Argentina. La nota que detonó esas manifestaciones fue publicada por un diario de la provincia de Salta y reproducida por dos medios online de alcance nacional. Decía que habían corrido la frontera con Bolivia “30 kilómetros adentro del territorio salteño” y que las autoridades del país vecino pretendían desalojar a los habitantes argentinos que no adoptaran la nacionalidad boliviana. Desde La Habana, donde participa de la cumbre de la Celac, el canciller Héctor Timerman ratificó que “la frontera entre la Argentina y Bolivia fue establecida y definida en 1925 por un tratado”, que desde entonces “es la misma” y negó que haya un conflicto con ese país (ver recuadro).
La noticia fue publicada primero por El Tribuno, de Salta, y levantada luego por los portales Infobae y La Nación. Ninguno de los artículos citaba fuentes y sólo hacían referencia a vagos testimonios de pobladores no identificados. Pero fueron suficientes para que lectores lanzaran sin filtro sus expresiones más xenófobas, en muchos casos amparados en el anonimato, cuya lectura este diario quiere ahorrar a sus lectores.
También hubo reacciones políticas. El diputado nacional por el Frente Renovador, Alberto Assef, rechazó “en forma absoluta la actitud expansionista” de Bolivia. “Cómo son las cosas, Tarija debió ser argentina y ahora pretende arrebatar territorio de Salta”, comentó. Su par del PRO, Federico Pinedo, también se hizo eco de la información: “Vamos a pedir informes de que se entregaron 28 kilómetros de territorio a Bolivia”, tuiteó.
La Cancillería argentina salió al cruce de la información. Mediante un comunicado, ratificó el límite internacional entre la Argentina y Bolivia, que está determinado por el Tratado Definitivo de Límites del año 1925, que “no se ha modificado ni existe ningún proyecto de hacerlo, como informaron erróneamente algunos medios”. Subrayó además que entre ambos países “no hay diferencias en materia de límites fronterizos”.
La zona del supuesto conflicto es Abra de Santa Cruz, una zona de alta montaña ubicada en el departamento Santa Victoria Oeste, de Salta, en el límite con Bolivia. “La zona es habitada por pueblos originarios y campesinos, que se dedican mayormente al pastoreo y a la siembra”, contó a Página/12 Reina Sotillo, cónsul argentina en Villazón, quien viaja con frecuencia a esa zona.
Desde la embajada argentina en Bolivia ratificaron a este diario que “no se firmaron acuerdos con autoridades bolivianas que hubieran modificado o alterado de alguna forma los límites o los hitos existentes, y por lo tanto no se perdieron 600 kilómetros cuadrados de territorio argentino como fue erróneamente difundido por medios de comunicación, que no verificaron la información con fuentes oficiales”.
La embajada, a cargo de Ariel Basteiro, aclaró que no se corrió un hito demarcatorio, como se informó, sino que se colocó uno nuevo, entre dos existentes, para favorecer la demarcación en una zona donde no hay límites naturales ni físicos. “El límite en la zona Abra de Santa Cruz es un rectilíneo de muchos kilómetros que se acordó en el tratado de 1925 y desde esa fecha no se ha modificado”, explicó Magalí Gómez, vocera de la embajada. “Desde 1940, sobre la línea recta que es el límite entre los dos países, se colocaron seis hitos, de los cuales uno está ubicado en el cerro Peña Orko y otro en el cerro Mecoya, sin existir nunca un mojón ubicado 32 kilómetros al norte de Abra de Santa Cruz”, aclaró.
Según informó la embajada, el 28 de noviembre pasado “la Comisión Nacional de Límites (Conali), de la Argentina, completó la densificación de las señales sobre la línea recta limítrofe, colocando un séptimo hito en el sector Abra de Santa Cruz, dado que, por razones geográficas y climáticas, desde el valle del Río Santa Cruz no se pueden observar los hitos Peña Orko y cerro Mecoya”, los más cercanos, ubicados en la montaña.
Por último, informó que las autoridades argentinas están “en constante comunicación con los pobladores de la zona, no habiéndose constatado que en la región hubiesen sucedido los hechos difundidos por algunos medios de comunicación”.
Lo ratificó ante este diario la cónsul Reina Sotillo: “En 2012, las autoridades de Bolivia querían construir una escuela allí, pero no estaba claro dónde estaba el límite. Entonces se hicieron tomas satelitales y georreferencia para instalar el hito, que se colocó en noviembre. La escuela todavía no se hizo.” Según Sotillo, el pueblo más cercano a la frontera es Abra de Santa Cruz, en la Argentina, donde viven 190 familias, mientras que el asentamiento boliviano más cercano está a unos 50 kilómetros. “De todas maneras, hay familias entre ellos, sin importar las nacionalidades”, concluyó. (www.pagina12.com.ar)






CONFUSIÓN EN LA FRONTERA CON BOLIVIA: CANCILLERÍA NEGÓ CAMBIOS EN LOS LÍMITES

Timerman desmintió un acuerdo con La Paz para alterar el límite en Salta. Cómo se originó el revuelo diplomático. La "sorpresa" de Evo Morales.

Perfil de Argentina (www.perfil.com/politica)
                                               
La Cancillería aseguró hoy que "no se ha modificado" el límite fronterizo con Bolivia en el extremo norte del país, tras informes locales que señalaron un cambio en el hito en una zona de Salta, y descartó que exista algún "proyecto para hacerlo".
La aclaración oficial surgió luego de que pobladores salteños del paraje Valle del Silencio, en Santa Victoria Oeste, dijeran a la prensa provincial que habían sido intimados por supuestas autoridades de la localidad boliviana de Tarija a desalojar terrenos argentinos donde llevan a pastar a sus animales.
"La frontera entre la Argentina y Bolivia fue establecida y definida en el año 1925 por un tratado entre los dos países, eso es inmodificable a menos que haya un nuevo tratado y no hay ningún nuevo tratado", señaló Timerman a la agencia Télam, en La Habana, donde participa de la II Cumbre de la Celac.
"La frontera es la misma que en 1925 y ni siquiera hay un conflicto con Bolivia, no se está ni siquiera dialogando por dónde pasa la frontera porque ya fue delimitada y los dos países la respetan", afirmó el canciller.
De hecho, el presidente de Bolivia, Evo Morales, se enteró de la situación a partir de los diarios argentinos y se mostró muy sorprendido, según contó el ministro.  "No sabía, no entendía de lo que le estaba hablando, me decía que `si no hay ningún conflicto en la frontera`, le mostré los diarios argentinos, estaba alarmado y me dijo que inmediatamente se va a comunicar con la capital para sacar ellos también una desmentida", explicó.
Por su lado, el gobierno salteño indicó que según informaciones que recabó en el ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación sólo "se incorporó un nuevo mojón, pero sobre la misma línea de frontera establecida en un tratado binacional de 1925", con "pleno acuerdo" entre las cancillerías de los dos países, informó la agencia DyN.
Desmentida. La Cancillería emitió un comunicado en el que señaló que "desmiente cambios en la frontera con Bolivia". Además, sostuvo que "el límite internacional entre Argentina-Bolivia está determinado por el Tratado Definitivo de Límites del año 1925".
"No se ha modificado, ni existe ningún proyecto de hacerlo, el límite internacional como informan erróneamente algunos medios", remarcó el texto oficial en relación al diario La Nación. El gobierno nacional apuntó que entre "la República Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia no hay diferencias en materia de límites fronterizos".
Aquí no ha pasado nada. A su vez, la administración del kirchnerista José Manuel Urtubey explicó también que, según lo que le informó la Cancillería, "no se corrió el hito que demarca el límite con Bolivia". Funcionarios de ese organismo nacional indicaron al ministro de Gobierno, Eduardo Sylvester, que "se incorporó un nuevo mojón, pero sobre la misma línea de frontera establecida en un tratado binacional de 1925", agregó Salta en un comunicado.
"Esto se hizo con pleno acuerdo de ambas cancillerías y por lo que nos informaron no se hizo ningún cambio. Se trata de un tema de competencia nacional en el que se interesó la Provincia cuando la noticia apareció publicada en medios de comunicación", indicó el ministro Sylvester.
El funcionario salteño conversó sobre la situación con la directora de Límites y Fronteras, Mónica Dinucci, y con el jefe de Delegados de Fronteras, Carlos Cerruti, quienes le informaron que hubo una gestión el 28 de noviembre de 2013 de la Comisión Argentina de Límites y Gendarmería Nacional porque las autoridades bolivianas comunicaron la decisión de construir una escuela y un camino en Tarija.
Al parecer, pobladores de Abra de San Cruz detectaron que el hito de la frontera que se encontraba 32 kilómetros al norte de ese paraje había sido corrido unos 30 kilómetros dentro del territorio argentino. Los habitantes dijeron a la prensa salteña que habían sido visitados por supuestas autoridades bolivianas, acompañadas por militares, que incluso los intimaron a optar "por la condición de ser bolivianos o debían retirarse del territorio".





NIEGAN “DIFERENCIAS EN MATERIA DE LÍMITES” CON BOLIVIA

El 28 de noviembre se instaló un nuevo hito entre dos existentes. Los vecinos dicen que eso modificó el límite. Ciudadanos salteños acusaron que ahora las autoridades vecinas dicen que sus tierras son bolivianas.

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info/salta)
                                                
Gran repercusión tuvo ayer en todo el país la denuncia de los habitantes salteños del paraje Abra de Santa Cruz, en el llamado Valle del Silencio, en el municipio de Santa Victoria Oeste, que fue primicia de El Tribuno. Estos afirmaron haber sufrido presiones de las autoridades bolivianas para obtener doble ciudadanía, por encontrarse en territorio boliviano. Pero según los campesinos que viven junto a las altas cumbres que definen la línea de frontera, sus campos siempre pertenecieron a la Argentina. El problema surgió el 28 de noviembre de 2013, el día que al menos 17 familias pasaron, de un día para otro, a vivir en países distintos sin haberse corrido a ningún lado.
Según pudo reconstruir este medio, personal de Cancillería, en común acuerdo con sus pares del vecino país acordaron la instalación de un nuevo hito en el lugar que no existía hasta el 28 de noviembre último, a pedido de Bolivia. La nueva demarcación no alteraría concretamente el límite establecido, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un escueto comunicado, pero resultó absolutamente contrario a la costumbre y a la posesión de hecho que tenían los ciudadanos argentinos. Hoy no existe un conflicto diplomático, pero si existe un conflicto social y limítrofe.
“El límite internacional entre Argentina-Bolivia está determinado por el Tratado Definitivo de Límites del año 1925. No se ha modificado, ni existe ningún proyecto de hacerlo, el límite internacional como informan erróneamente algunos medios. Entre la República Argentina y el Estado Plurinacional de Bolivia no hay diferencias en materia de límites fronterizos”, informó Cancillería. Lo cierto es que entre dos mojones que existían desde 1940 en los cerros Negro y Mecoya se instaló un nuevo hito en el Valle del Silencio. Según los habitantes del lugar, la nueva marcación significó una pérdida de alrededor de 600 kilómetros cuadrados del territorio considerado argentino, por costumbre y ocupación histórica.
Más expresiva fue la cónsul argentina en Villazón, Reina Sotillo. Consultada por este medio informó ayer que estaba viajando al paraje Abra Santa Cruz, aunque aclaró que desconocía si iba a poder llegar debido al mal tiempo y del angosto camino sinuoso. “Hay derrumbes de Villazón para el paraje de Abra Santa Cruz. La ruta esta húmeda por la lluvia y es peligroso viajar así, pero esperamos poder llegar. La situación con la que pienso encontrarme es de tranquilidad. El límite data de 1925, en 1940 se colocaron los hitos. El año pasado para densificar, para dar más estructura, escuelas y caminos, se colocó otro hito más en el Valle. Esto determinó dónde está el territorio de cada uno de los países. No tiene porqué haber inconvenientes. El límite estaba acordado hace tiempo”, explicó. “No me consta que pueda haber una situación conflictiva en la zona. Las marcas estaban colocadas previamente por el acuerdo entre ambos países, los cuales conformaron comisiones de expertos en el tema, algunos de ellos con mucho prestigio”, dijo Reina Sotillo.
El conflicto existe. Los pobladores del lugar denunciaron a este medio presiones por parte de autoridades bolivianas. Además, el nuevo hito, dejó en Bolivia tierras que ocupaban y ocupan salteños, en territorio que hasta noviembre consideraban argentino. Desde 1975 el pueblo de Santa Victoria tiene categoría de “lugar histórico”, para la Comisión Nacional de Monumentos.
El conflicto existe y es limítrofe
Los problemas se originaron en base a las denuncias de los vecinos del paraje Abra de Santa Cruz, en el Valle del Silencio. Los pobladores y los docentes de la escuela provincial 4206, le dijeron a El Tribuno que “siempre la frontera estuvo a más de 30 kilómetros” al norte del pequeño poblado andino. Pero desde el 28 de noviembre, personal de Gendarmería Nacional y funcionarios de Buenos Aires dejaron un nuevo hito a solo dos kilómetros del caserío perdido entre medio de los cerros.
Serían alrededor de 17 familias las que quedaron entre ese espacio que por costumbre es utilizado como territorio argentino por los habitantes del lugar, que tienen la posesión sobre esos campos y figuran como salteños en su DNI. Muchos de ellos denunciaron haber sido intimados por las autoridades bolivianas para obtener la doble ciudadanía. El conflicto está alterando la vida de las familias campesinas del lugar, que subsisten del pastoreo de sus animales.
“Si alguien movió los hitos demarcatorios no tiene ningún tipo de validez”, dijo la licenciada en Historia, María Cristina Bianchetti. Según la información oficial se presume que no se movieron los hitos existentes, sino que se colocó un tercero entre estos dos.
Ya hay antecedentes de este conflicto fronterizo, en Santa Victoria Oeste, desde la gobernación de Ragone, en el año 1973. En el año 1953 salió publicado en Informe Final de la Comisión Mixta Demarcadora de Límites entre Argentina y Bolivia, basada en los protocolos preliminares de 1888 y el Tratado binacional de 1889-93. Los trabajos por definir el límite se extendieron desde 1894 a 1939, según Bianchetti.





BOLIVIA QUIERE EXPORTAR MINERAL DE HIERRO A TRAVÉS DEL PUERTO IBICUY
                                                                                                              
“En la cumbre de la CELAC, la Presidenta nos planteó el rumbo estratégico de la integración para la Patria Grande, consolidando el nivel político para avanzar en lo económico e infraestructura; Desde Entre Ríos nos ponemos al frente de este modelo de integración propuesto, y avanzamos con los hermanos bolivianos en una salida al mar para sus exportaciones de mineral de hierro desde nuestro puerto Ibicuy”, manifestó el gobernador Urribarri luego de un encuentro con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe, que se realizó en La Habana.

La Voz de Argentina (www.lavoz901.com.ar)
                                                
Dando el marco político al entendimiento, Urribarri señaló que “El Estado Plurinacional de Bolivia y la idea de comunidad pluriétnica, cultural y política en la que se basa, encierran en sí el modelo de integración desde dónde es necesario recrear la Patria Grande y en ese sentido nos parece fundamental que Entre Ríos avance en una hermandad estratégica con la Nación de Bolivia”.
El yacimiento de hierro del Mutún, en Bolivia, es el más grande del mundo y tiene alrededor de 75 kilómetros cuadrados, de los cuales 50 por ciento están en manos del Estado boliviano. El Mutún tiene reservas valuadas en al menos 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de toneladas de manganeso. Actualmente, la estatal Empresa Siderúrgica del Mutún opera ese 50 por ciento del cerro, ubicado en el departamento oriental de Santa Cruz.
"El puerto Ibicuy tiene una enorme perspectiva de crecimiento y no tengo dudas que se transformará en una estación fluvial de referencia de la Hidrovía Paraná - Paraguay", dijo Urribarri antes de precisar que hace pocos días el gobierno provincial firmó con una sociedad inglesa (a cargo del transporte del mineral) y una española (a cargo de la extracción) una carta de entendimiento para empezar a negociar el contrato para el uso del puerto.
Este documento compromete a iniciar las conversaciones formales para la celebración de los acuerdos que permitan a la empresa -en el corto plazo- hacer uso de las instalaciones portuarias y movilizar unas 500.000 toneladas al año de mineral de hierro -y otras mercancías- con destino fundamental a China.-
Puerto Ibicuy tiene un calado natural de 32 pies que lo ubica como la estación fluvial más profunda de la provincia y en condiciones inmejorables para operar carga de mucho volumen. Si bien el muelle continental dañado por la empresa instalada en el lugar aún no terminó de ser reparado, el puerto se podría utilizar sin problemas para el traspaso del mineral de hierro desde las barcazas que vengan de Bolivia hasta los barcos de gran porte que cruzarán el océano con la carga.
Ingenieros especialistas de las sociedades a cargo de la extracción y el transporte del mineral boliviano visitaron el puerto esta semana junto a funcionarios de la provincia. Durante la visita se les explicó a los miembros de la delegación la composición del predio portuario, su enorme potencial y las grandes ventajas comparativas, con especial referencia a su estratégica situación geográfica y al calado natural del río, absolutamente apto para el ingreso y egreso por los canales de buques tipo Panamax -como los necesarios para movilizar grandes cantidades de mineral de hierro- e incluso Post-Panamax.-
La visita incluyó también la navegación con la colaboración de Prefectura Naval, con lo que los visitantes se llevaron una impresión del Muelle Continental, el Muelle Isla y el resto de las instalaciones actuales desde todos los ángulos.
"Hemos trabajado mucho con la visión estratégica de la reactivación de los puertos entrerrianos para sacar nuestra producción y la de otros países. La charla que mantuve con Evo Morales nos permite ser optimistas sobre el resultado de este proyecto. Nos unen intereses comunes. Coincidimos en una visión de desarrollo regional que también compartimos con los hermanos paraguayos", dijo Urribarri.
"Mi propuesta de avanzar en una zona franca para el Puerto Ibicuy también fue vista con buenos ojos por Evo. Nuestro rol será el de facilitadores de una gestión que nos llevará a potenciar comercialmente la región", puntualizó el mandatario.
Proyecto de puesta en valor del puerto
Cabe recordar que el Consejo Federal de Inversiones (CFI) financió el Plan Maestro y Proyectos Ejecutivos para la puesta en valor del Puerto Ibicuy cuya primera aproximación estará terminada en estos días. El proyecto apunta a consolidar esta estación fluvial con el calado natural más profundo de la provincia para desarrollo del comercio exterior y como herramienta para los sectores productivos.
El plan incluirá también los proyectos ejecutivos de las obras, como son un nuevo muelle continental y la reconstrucción y refuerzo del sector de muelle de barcazas; y los proyectos ejecutivos complementarios para la operación de dichos muelles como obras de acceso carretero y ferroviario, plazoletas, depósitos y obras menores.
El CFI financiará la contratación de la consultora Iatasa para el desarrollo de este estudio, que permitirá delinear el futuro de este puerto que tiene un gran potencial por su conectividad vial y ferroviaria, pudiendo operar como punto de embarque de cargas generales y como puerto de transferencia.





NO HABRÁ CIUDADES DE SAL EN BOLIVIA

Radio U de Chile (www.radio.uchile.cl)

En su extraordinaria novela “Ciudades de Sal”, Abderrahmán Munif, considerado el mejor novelista árabe de la segunda mitad de la pasada centuria, hace una fenomenal radiografía de la sociedad beduina de Arabia Saudita de comienzos del Siglo XX, así como la radical transformación que sufriría la misma a partir del descubrimiento del petróleo. Arropada con una bella prosa y haciendo una minuciosa descripción muy útil para los que desde la distancia desconocemos las particularidades de la vida de los oasis ubicados a lo largo de la ruta de las caravanas, Munif nos da a conocer el profundo conflicto creado por el desgarro que produjo en los hombres y mujeres del desierto la llegada de las empresas petroleras británicas y estadounidenses, produciendo –a partir de entonces- una insondable metamorfosis en la vida cotidiana, la cultura, la vinculación de los ciudadanos con la naturaleza, los valores y los códigos morales de los ancestrales habitantes de tierras tan desoladas.
El título del libro dice relación a una forma de vida surgida en el desierto a la par de la irrupción del petróleo. Dichas urbes, portadoras de los valores de Occidente y poseedoras de un certificado de identidad falsificado que se construyó sobre una riqueza fatua y una cultura extraña para los ciudadanos del desierto, “pueden estallar y desaparecer en un instante” a decir de Edward Said.
Este fenómeno que algunos llaman modernidad, es mostrado hoy como los evidentes logros de una sociedad que bajo el reinado de la familia Saúd muestra cifras de crecimiento sostenido que no pueden ocultar un país atrasado y conservador, con un gobierno despótico en el que las mujeres tienen conculcados sus derechos y que no resiste la menos evaluación respecto del funcionamiento democrático, en cuanto a derechos civiles y humanos de su población. La riqueza petrolera le ha permitido al país introducir una modernización que significó el desarrollo de infraestructuras y una gran independencia financiera. El problema ha sido y aún es, la desenfrenada ostentación de la monarquía a partir de una riqueza que no ha sido redistribuida equitativamente a la población.
Todo esto bajo el amparo de Estados Unidos y Europa que se hacen de la “vista gorda” ante tan evidentes violaciones de los derechos humanos de quien consideran un aliado leal, mientras exigen “buen comportamiento” en otras latitudes, a las que incluso son capaces de movilizar gigantescos contingentes de sus ejércitos para imponer verdades acorde a sus intereses. Así, Arabia Saudita se ha convertido en la sede de una de las más importantes concentraciones de tropas de Estados Unidos en el mundo.
Esta larga introducción viene a razón de una manida frase que comienza peligrosamente a copar el espectro informativo internacional cuando se dice que aquellos países que poseen grandes reservas de litio podrían convertirse en la Arabia Saudita de ese mineral. Muy probablemente, quienes enarbolan tal afirmación visualizan la posibilidad de un cambio brusco de una sociedad rezagada en el contexto del desarrollo capitalista mundial a otra “adelantada” en términos de los valores que blande Occidente para que se pueda ostentar tal caracterización.
Estudios publicados por especialistas en la materia no logran ponerse de acuerdo torno a si las mayores reservas mundiales de litio se encuentran en Afganistán o en Bolivia. Ambos países amenazados por Estados Unidos -aunque en diferente medida – se muestran en las antípodas en cuanto a las posibilidades de hacer uso de sus riquezas para fines propios de sus ciudadanos. El litio es un mineral básico para la construcción de computadoras, teléfonos celulares, cámaras digitales o baterías de vehículos eléctricos.
Afganistán es el quinto país más pobre del mundo, casi la mitad de sus 30 millones de habitantes vive con menos de 14 dólares al mes, la tasa de alfabetización no supera el 25% y la esperanza de vida es de 43 años. La ocupación militar estadounidense y la guerra han profundizado esa situación.
Un equipo de inspectores del Centro de Investigaciones Geológicas de Estados Unidos encontró reservas por valor de un billón de dólares según se reportó en junio de 2010, aunque algunos analistas afirman que incluso podrían ser superiores. Resulta curioso que esta novedad haya sido dada a conocer por una institución de la potencia ocupante y en el noveno año desde el inicio de la intervención. Valdría conjeturar si ya desde mucho antes, sus satélites no les habrán dado información al respecto. Lo cierto es que tal “descubrimiento” podría generar “niveles de desarrollo” similares a los sauditas, aunque antes Estados Unidos debería pacificar el país.
Sin embargo, el analista político afgano Janan Mosazai es pesimista: “Dudo que el país sea capaz de gestionar esta riqueza para construir un Afganistán más prospero y pacífico”. En la perspectiva, subyace la idea de que al igual que con Arabia Saudita, para asegurarse el abastecimiento de petróleo, Estados Unidos haya minimizado los excesos autoritarios de la monarquía, lo que induce a suponer que podría repetirse el guión para hacerse de los ricos yacimientos de litio afganos.
En el otro lado del planeta, Bolivia es poseedora, en el salar de Uyuni de la mitad de las reservas internacionales de litio detectadas hasta el año 2010. Sin embargo, la posición del presidente Evo Morales es diametralmente opuesta a la que se observa en Afganistán. Ante la voracidad de las empresas transnacionales por hacerse de los ricos yacimientos, el presidente Morales ha sido enfático “…Bolivia necesita socios, pero no dueños de nuestros recursos naturales”. Afirmó que aunque Bolivia no tiene ni la tecnología ni la capacidad financiera para explotar el estratégico mineral, su gobierno “Jamás va a perder la propiedad de sus recursos naturales”.
Así, Bolivia, no apuesta solo a la extracción del litio o al procesamiento de “simples baterías” sino a una industrialización en gran escala que beneficie a la mayoría de los ciudadanos y les permita mejorar su nivel de vida. En esa medida, Morales ha actuado con suma prudencia en la elección de sus socios y ha firmado un decreto por el que se protege la propiedad estatal del mineral y de las plantas de procesamiento que se generen a partir de la explotación del mismo.
En Bolivia, la historia muestra una continuidad en cuanto a la expoliación sufrida por su pueblo como consecuencia de la explotación minera. En la colonia, la plata de Potosí se convirtió en la principal fuente de ese mineral para enriquecer las arcas de la monarquía española. Después en el siglo XIX y XX, el estaño configuró la posibilidad de una riqueza que nunca llegó a la mayoría de los ciudadanos. Así ocurrió más recientemente con el petróleo y el gas.
Con la belleza de su prosa, nos lo recuerda Eduardo Galeano:
“…la plata de Potosí dejó una montaña vacía
el salitre de la costa del Pacífico dejó un mapa sin mar,
el estaño de Oruro dejó una multitud de viudas.
Eso, y sólo, dejaron”
El 22 de enero de 2006 durante su toma de posesión como presidente de Bolivia Evo Morales afirmaba que “…no se trata de nacionalizar por nacionalizar. Sea el gas natural, el petróleo o los recursos minerales o forestales, tenemos la obligación de industrializarlos”. Más adelante, con visión de futuro y la mira puesta en la elevación de las condiciones de vida de su pueblo, el presidente señaló enfático que era “importante desarrollar una economía con soberanía y (…) que empresas del Estado pueden ejercer, no solamente el derecho de propiedad sobre los recursos naturales, sino entrar en la producción”.
Difícilmente, el litio transformará a Bolivia en una Arabia Saudita, el proyecto del Movimiento al Socialismo, instrumento político de las organizaciones sociales distan mucho de un gobierno de sátrapas y corruptos en un país carente de democracia bajo el cobijo estadounidense.
Paradójicamente, el Salar de Uyuni, no será un nuevo territorio de “ciudades de sal” sino vergel de futuro para el pueblo boliviano y latinoamericano como sentenciara en 2006 el primer presidente indígena de Bolivia.





BACHELET ENFRENTARÁ NUEVA DECISIÓN INTERNACIONAL EN EL LITIGIO CON BOLIVIA
                                                                                 
En el marco de los conflictos limítrofes de América Latina, a Chile le queda otro diferendo, con Bolivia, que también tendrá a La Haya como tribunal de justicia.

Diario Crónica de Argentina (www.diariocronica.com.ar)
                                        
Definido el problema con Perú, el gobierno de Evo Morales tiene tiempo hasta el 17 de abril para presentar los argumentos que sustenten su demanda en la que hay mucho en juego pese a que los litigios no sólo se plantean en términos de riquezas.
Para Chile, “el discurso está más bien centrado en la reivindicación de la soberanía”, señaló un historiador trasandino mientras que, en el caso de Bolivia, esto está vinculado con la posibilidad de tener su propia salida al mar y de los recursos potenciales que se pueden encontrar.
En 1904, ambos países firmaron un tratado de paz en el que Bolivia aceptó ceder sus 400 kilómetros de costa y 120.000 km2 continentales, donde hoy se ubica Antofagasta. En 1978, hubo un recrudecimiento de las asperezas políticas y se rompieron las relaciones diplomáticas.
Evo Morales y la entonces presidente Michelle Bachelet intentaron negociar una agenda de 13 puntos en el 2006, pero con la asunción de Piñera la situación se tensó aún más.
En abril del año pasado, el mandatario boliviano finalmente concretó la demanda en La Haya sobre el territorio marítimo que la nación perdió en el siglo XIX, y se espera una definición en el transcurso de este 2014, cuando Michelle Bachelet vuelva a ejercer la primera magistratura.
Canal de Beagle
Con este fallo pendiente y tras la decisión en el diferendo con Perú, cabe señalar que no siempre las decisiones fueron en contra del vecino país trasandino. En el conflicto por el Canal de Beagle, luego de un fallo británico que beneficiaba sólo a Chile y dispuestos a una guerra hacia fines de 1978, que en el marco de la Operación Soberanía había dispuesto el gobierno de facto argentino, encabezado por Jorge Rafael Videla, finalmente llegó la mediación papal para el diferendo, lográndose retrotraer la situación bélica.
El 8 de enero de 1979 se firmó en Montevideo el acta que aceptaba la mediación de la Santa Sede.
El fallo papal, conocido el 12 de diciembre de 1980, también benefició a Chile, ya que las islas quedaron bajo su dominio aunque se le otorgó a Argentina un sector de la zona económicamente exclusiva. En 1984 la Argentina aceptó el laudo luego de efectuarse una consulta popular no vinculante donde prevaleció la opinión por el sí a la aceptación de la decisión papal.
En noviembre de 1984, en Roma, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, primer presidente democrático argentino, después de la dictadura militar que había gobernado desde 1976, se firmó el Tratado de Paz y amistad con Chile.
El tratado incluye la delimitación marítima, un procedimiento para la solución de controversias, estipula derechos de navegación y precisa los límites en el estrecho de Magallanes. En cada uno de estos puntos reafirma también los derechos de ambos países en la Antártida y exhorta a ambos pueblos a seguir el camino de la paz y la cooperación.
De los territorios disputados, Chile obtuvo el reconocimiento por parte de la Argentina de la soberanía chilena sobre las islas que se encuentran desde el eje central del canal de Beagle hacia el sur; a cambio Chile renunció a la mayor parte de los espacios marítimos que a tales islas les otorga el derecho internacional, y además reconoció como de soberanía argentina a las islas del canal de Beagle ubicadas desde su eje central hacia el norte.
 Durante la presidencia argentina de Carlos Saúl Menem, se firmó el 2 de junio de 1999 un acuerdo de límites, que los congresos de ambos países ratificaron, que selló definitivamente el problema limítrofe, estableciendo como divisoria la línea de las altas cumbres de 1881 y quedando las islas cuestionadas en posesión chilena.





UN FALLO CON EFECTOS

La resolución de la Corte Internacional de Justicia en el diferendo entre Chile y Perú puede representar una esperanza para que Bolivia recupere la salida al mar que le corresponde.

La Voz de Argentina (www.lavoz.com.ar/opinion)
                                              
El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que otorgó a Perú dos tercios de las aguas en disputa con Chile abre interesantes perspectivas para el final de una diferendo que, al cabo de l40 años, luce como causante de una injusticia inaceptable para la hermana república de Bolivia.
Si bien la resolución de la CIJ no afecta un metro de territorio de ambas naciones, despeja el camino para que estas se dispongan a remediar el aislamiento que el país del Altiplano padece desde 1879.
Como se recordará, la llamada “Guerra del guano o del salitre” enfrentó a Perú y Bolivia con Chile desde 1879 a 1883, como consecuencia de la demarcaciones territoriales pendientes desde la época de la colonia y los fuertes intereses económicos en pugna, derivados de la explotación del guano como fertilizante primordial y el salitre para la producción de explosivos.
Si visto a la distancia luce casi trivial, no lo era entonces, al punto de que el conflicto –una guerra de rara modernidad que enfrentó por primera vez a barcos acorazados en esta parte del mundo– dejó decenas de miles de muertos y enconos persistentes.
La derrota y gobiernos débiles tuvieron como resultado la firma de tratados que dejaron a Bolivia sin Antofagasta y 400 kilómetros de costa pacífica, mientras Perú cedía Arica. El tratado de 1904 entre Bolivia y Chile, primero, y el de 1929 entre Chile y Perú, luego, consagraron estas mutilaciones territoriales.
Para colmo de males, el último de los tratados aludidos establece que, para que Bolivia tenga un corredor de salida al mar a través de Iquique (Chile) y Arica (Perú), ambos países deben estar de acuerdo. En palabras de un excanciller boliviano, “un país tiene la llave y otro el candado”.
Debe recordarse que, en 1976, Chile ofreció a Bolivia una zona de soberanía tripartita al norte de Arica, lo que La Paz rechazó, porque implicaría consagrar la situación actual como definitiva. No se trata de un cuadro sencillo de afrontar, máxime al estar en juego fuertes prejuicios nacionalistas.
Al haberse presentado a su vez Bolivia ante el mismo tribunal internacional para que su caso sea contemplado, debería considerarse que nada será posible mientras Chile y Perú no acerquen posiciones. Ambos tienen la llave y el candado y les resta la vocación de abrirlo.
Bien entrado el siglo 21, este diferendo significa mucho más de lo que muestra: no sólo mantiene a un país cautivo de una injusta insularidad, sino que implica en los hechos mantener un clima de desconfianza mutua entre países a los que cada vez se les hace más difícil explicar la carencia de una mirada adulta para encuadrar sus problemas.
Es de esperar que estemos transitando los años finales de este antiguo diferendo.





MAR PARA BOLIVIA

Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
                                            
El senador socialista chileno Camilo Escalona (foto), planteó ayer la necesidad de que su país solucione el tema limítrofe con Bolivia, luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el límite marítimo con Perú, proponiendo “una cesión territorial en la Línea de la Concordia, como lo estableció la propuesta de Charaña, que estuvo a punto de ser firmada por ambos países, el año 1975”. “Chile debe hacer una propuesta internacionalmente pública para resolver el tema de Bolivia. Y esa propuesta no puede ser sino que una salida al mar sobre la base de una cesión territorial en la Línea de la Concordia, como lo estableció la propuesta de Charaña, que estuvo a punto de ser firmada por ambos países, el año 1975”, expresó el parlamentario, una de las figuras históricas del Partido Socialista y muy cercano a la presidenta electa Michelle Bachelet.
“Pienso que lo que está en juego ahora es que no vuelva a pasar lo que ya ha ocurrido. Es decir, que nuestra política exterior no peque de falta de previsión, porque lo que aquí ha ocurrido es un conjunto de pasos que ya se habían anunciado por parte de nuestro vecino y que no encontraron una respuesta en el momento debido, de parte de nuestra política exterior”, declaró el senador al intervenir en la sesión especial del Senado para analizar el fallo de La Haya.
Sobre una propuesta a Bolivia, Escalona manifestó que lo que más le interesaba señalar es que Chile no puede permanecer sin propuesta frente al tema de Bolivia porque, de lo contrario, el país quedaría en una situación estratégicamente desfavorable, que sería “completamente inconveniente”. Según el legislador, la propuesta de Charaña –el acuerdo firmado entre los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet, en 1975, para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países– contemplaba un corredor terrestre para Bolivia, que iba desde la frontera de Chile con Bolivia, en el altiplano al norte de la laguna Chungará, hasta el mar, en paralelo a la Línea de la Concordia, que separa a Chile de Perú.
“Eso permitirá darle a Chile una política internacional activa, una propuesta internacional que permita ser defendida políticamente en el ámbito de las relaciones exteriores, y posibilitará que el país no esté inmovilizado a la espera que se genere una correlación internacional de fuerza que sea desfavorable para el país”, manifestó el senador, agregando que desde su punto de vista, lo peor que puede ocurrir es que Chile caiga en el inmovilismo y no tenga una respuesta frente a un escenario internacional que crecientemente va a ir situando el problema de Bolivia como una “alternativa inescapable”.
Finalmente, Escalona dijo que “el país ha construido una solución. Gobiernos de distintos signos han estado dispuestos a esa solución y, en consecuencia, pienso que no existe otra alternativa que Chile la haga presente en el escenario internacional y que, en consecuencia, obligue a que Perú se pronuncie respecto de esta alternativa; porque como lo establece el Tratado con Perú, del año 1929, cualquier decisión sobre un territorio que antes haya estado bajo soberanía peruana requiere la opinión de Perú”. Para eso –continuó– el interlocutor tiene que responder que éste no es sólo un problema de Chile, sino que también es un problema de Perú, frente al cual Santiago debe asumir una política activa y constructiva para una solución definitiva y a largo plazo, que garantice la paz y la estabilidad en el Cono Sur de manera indefinida.





Editorial

PAZ EN EL PACÍFICO

Río Negro de Argentina (www.rionegro.com.ar)
                                          
En América Latina, los nacionalistas de los diversos países siempre han sido propensos a hacer de la supuesta necesidad de defender su propia idea de la integridad territorial la base de su prédica, ya que, a diferencia de sus homólogos europeos, no les serviría para mucho concentrarse en cuestiones étnicas, lingüísticas o religiosas. Así, pues, disputas que en otras latitudes interesarían sólo a los cartógrafos han cobrado tanta importancia que han brindado a los más exaltados pretextos a su juicio legítimos para ir a la guerra con un vecino a fin de confirmar la soberanía local sobre lugares inhabitables, pero es posible que tales actitudes estén moderándose. Si bien, como era de prever, algunos chilenos y peruanos dicen sentirse sumamente indignados por el fallo –que se difundió el lunes– del Tribunal Internacional de La Haya que modifica a favor de éstos la frontera marítima entre sus países respectivos, aunque no tanto como habían reclamado, parecería que ambos gobiernos están dispuestos a acatarlo. Según el fallo, que en opinión de los observadores es "salomónico", Chile conservará las aguas del Pacífico que administra hasta 80 millas de la costa, pero tendrá que ceder un triángulo que se extiende hasta las 200 millas. Por ahora, se trata de una zona pesquera rica, pero no hay ninguna garantía de que siempre lo sea. De todas maneras, cuando de los diferendos territoriales se trata, es habitual subordinar los intereses concretos en juego a factores más emotivos. 
Un tanto más importante que el eventual impacto económico del fallo del Tribunal será su incidencia política en la región. Como en otros países latinoamericanos, en Chile y Perú hay fracciones nacionalistas que quisieran subordinar todo, comenzando con la paz, a sus pretensiones territoriales; a veces, sobre todo en tiempos de crisis, logran enfervorizar a sectores sustanciales de la población local y plantear la posibilidad nada remota de que en cualquier momento estalle un conflicto armado de proporciones. Puesto que nadie en Perú –o en Bolivia– ha olvidado el resultado de la Guerra del Pacífico de hace más de 130 años que fue ganada por Chile, desde entonces siempre ha estado latente el peligro de una reanudación de las hostilidades. Aunque el fallo de La Haya logre satisfacer a la mayoría de los peruanos, el mandatario boliviano Evo Morales podría tomar la voluntad de ceder del gobierno chileno del presidente Sebastián Piñera por una señal de que le convendría redoblar los esfuerzos, que forzosamente tendrían que ser judiciales y propagandísticos, por recuperar la tan ansiada salida al mar que le fue arrebatada a Bolivia por Chile.
El que a pesar del transcurso de tanto tiempo sigan provocando enfrentamientos las enrevesadas cuestiones fronterizas de América Latina se debe no sólo al ingenio de los juristas comprometidos con la causa de su propio país sino también a que muchos sienten que los problemas económicos y sociales están de algún modo relacionados con los territoriales. Por cierto, en Bolivia casi todos los políticos parecen creer que el atraso de su país es una consecuencia de la pérdida hace más de un siglo de una salida al mar; los argumentos en tal sentido serían convincentes si no fuera por el hecho de que Suiza, otro país sin un litoral marítimo, está entre los más prósperos y más avanzados del mundo entero. Sea como fuere, a esta altura debería sernos evidente que el subdesarrollo que sigue siendo común a todos los países latinoamericanos, aunque Chile parece estar por dejarlo atrás, tiene mucho menos que ver con las particularidades geográficas de la región que con las culturales y políticas, pero mientras que es muy difícil identificar, para entonces superar, tales obstáculos, los conflictos nacionales hacen que todo parezca más sencillo. He aquí una razón por la que tantos políticos caen a menudo en la tentación de asumir posturas agresivamente nacionalistas. Los conflictos nacionales no sólo sirven para distraer la atención de la ciudadanía de problemas más urgentes pero mucho más complicados, sino que también brindan a ciertos políticos una oportunidad para dar prioridad a temas que son mucho menos complicados que los supuestos por el atraso económico, las divisiones sociales y lo difícil que siempre es reconciliar las expectativas de la gente con las posibilidades reales.





PARAGUAY SE CONVIERTE EN PROVEEDOR DE QUÍMICOS PARA COCAÍNA, ADMITE JEFE ANTIDROGAS

Spanish China (www.spanish.china.com)
                                                                       
El director de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, Luis Rojas, dijo hoy en Asunción que su país ha devenido en un proveedor de precursores químicos para el procesamiento de cocaína principalmente en Bolivia.
"Paraguay se convirtió en un importante proveedor de insumos químicos para la elaboración de pasta base (de cocaína)", sostuvo Rojas en Asunción, la capital paraguaya.
"Enviamos insumos químicos y traemos pasta base", explicó el funcionario antidrogas a la radio local "Primero de Marzo".
Señaló que Bolivia es actualmente el segundo mayor productor mundial de pasta base y Brasil uno de los principales consumidores.
"Nos convertimos en un país importante en el desvío de precursores para Bolivia", enfatizó.
Según Rojas, ese incremento en el tráfico de precursores quedó comprobado esta semana con la incautación de un cargamento con 25 toneladas de almidón, 36 bidones de acetona y permanganato de potasio.
El hallazgo tuvo lugar en un camión de carga con destino a Santa Cruz (Bolivia) cuando transitaba por una ruta del departamento de Presidente Hayes (noroeste).
Paraguay es considerado el segundo mayor productor mundial de marihuana después de México.

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