Las
relaciones chileno-bolivianas
atraviesan nuevamente un momento bajo, en un proceso de acercamientos y desentendidos
que se repite cíclicamente y parece no tener fin. ¿Cómo se ha llegado a este
punto? Cada acercamiento parece ir precedido de muestras de buena voluntad y
buenos augurios hasta que inexorablemente se llega al nudo de la cuestión, el
problema fundamental que divide a ambos países: El tema marítimo. En ese punto,
cada cual se planta firmemente en su propia posición y la relación entra en una
nueva crisis.
La política
exterior, al menos tal como se ha concebido tradicionalmente, debería estar
guiada por lo que se ha llamado el interés nacional o la raison d’Etat. Entonces, podría argumentarse que el conflicto
chileno-boliviano responde en última instancia a un choque irreconciliable
entre los intereses nacionales de cada país.
Por cierto,
lo que constituye el contenido del interés nacional está librado a la
subjetividad de cada quien, es decir que, el interés nacional puede significar
diferentes cosas para diferentes personas; más aún, la percepción de lo que
constituye el interés nacional puede cambiar conforme evolucionan las
circunstancias históricas.
Cabe entonces
preguntarse ¿De dónde emergen las percepciones sobre el interés nacional
presentes en las autoridades y pueblos de cada país? De la historia
naturalmente, pero la historia no es un recuento objetivo y neutro de hechos
pasados, impermeable a la influencia de los poderes políticos. Al contrario, la
historia puede llegar a ser una edificación calculada para promover o
justificar intereses concretos.
El proceso de
formación de los Estados nacionales, no solo en la región sino en todo el
mundo, implicó la construcción de identidades nacionales comunes dentro de cada
Estado. Uno de los mecanismos para llevar adelante este proceso fue la
producción o construcción de alteridad, es decir, la afirmación de la identidad
nacional propia a través de la diferenciación del “nosotros” respecto al
“ellos”.
Pero, este
proceso no se limitó a marcar la diferencia, sino que en última instancia
terminó resaltando la oposición. De esta manera, los “otros” (países, pueblos,
etc.) son construidos como “enemigos” que amenazan la seguridad propia. También
puede construirse al “otro” como inferior, por oposición a los atributos de
grandeza y supremacía que se atribuyen a la nación propia. En síntesis y aunque
parezca exagerado, significa asumir todo lo bueno y atribuir todo lo malo al
“otro”.
Naturalmente,
la relación entre Bolivia y Chile no se ha visto exenta de tal fenómeno. La Guerra del Pacífico se ha
constituido en un hito fundamental en la construcción de la identidad nacional
de los 3 países envueltos en el conflicto. La narración histórica sobre sus
causas y consecuencias ha generado numerosos debates académicos, y sigue
permeando la relación más de 100 años después de que las acciones bélicas
terminaran.
Los textos escolares, los medios de comunicación y las declaraciones de
autoridades públicas, reproducen continuamente en los
imaginarios colectivos la dualidad “nosotros los buenos” “ellos los malos”,
perfilando el conflicto como un juego de suma cero, al menos en lo que respecta
al principal tema de discusión.
En el fondo,
éste es uno de los elementos que paraliza los esfuerzos gubernamentales para
mejores entendimientos entre ambos países. Después de todo, ¿no son los
Gobiernos prisioneros de la historia oficial que ellos mismos han ido
construyendo a lo largo del tiempo? ¿Podrá algún Gobierno democrático tomar una
decisión contraria a esa historia oficial a riesgo de asumir las consecuencias
de ello en futuras elecciones?
La realidad
es que ambos países no se conocen o peor aún, se conocen mal. Mientras los
prejuicios emanados del pasado sigan vigentes en las estructuras mentales del
presente, los esfuerzos por generar espacios de diálogo y confianza mutua entre
los países y los pueblos se verán permanentemente obstruidos. Frente al
estancamiento del diálogo y la defensa a ultranza de las posiciones propias, la
única manera de avanzar es la de ponerse en el lugar del otro.
Por ello, es
fundamental que se profundice una integración cultural, enfocada en aquello que
une a ambos países, por sobre lo que los divide: el hecho de pertenecer a una
misma comunidad geográfica, una natural proyección hacia el Océano Pacífico, un pasado colonial
compartido, la experiencia de haber superado las dictaduras militares, la
presencia de ricas culturas indígenas en sus territorios, etc. Así, podrían
empezar a construirse identidades incluyentes, en las que esté presente una
conciencia de origen y destino comunes.
Pero estos esfuerzos
no deben partir solamente de los Estados, que como ya se ha señalado se ven
limitados por el peso de la historia. Otros actores de carácter no estatal,
están llamados a promover esta integración: la intelectualidad, los movimientos
sociales, la sociedad civil.
Es
indispensable la generación de espacios que permitan compartir y ampliar el
conocimiento mutuo entre ambos países. Tómese como ejemplo, el Encuentro Bolivia-Chile de Historiadores, Intelectuales
y Cientistas Sociales, que este año se celebró en su XIII versión. Estos
encuentros se iniciaron en La Paz el año 1999, alternándose desde entonces su
lugar de celebración. Su objetivo principal ha sido compartir puntos de vista
académicos sobre las relaciones entre ambos países. En ese marco, ningún tema
quedaba excluido, pero el espíritu de los participantes debía ser
preferentemente de integración y no de conflicto.
Este proceso
de integración se hace más necesario considerando que ni la ruptura de
relaciones diplomáticas de 1978, ni las tensas declaraciones que intercambian a
diario autoridades de cada país con motivo del proceso judicial, han impedido
que los flujos humanos y culturales se intensifiquen progresivamente entre
Bolivia y Chile.
La
inmigración de bolivianos a Chile ha experimentado un crecimiento sostenido en
los últimos años, pasando de 11.649
en 2002 a 25.151 en 2012.
Actualmente, Chile es el cuarto destino preferido de los inmigrantes
bolivianos. La cercanía geográfica, los salarios más elevados y las mejores
condiciones laborales son los principales factores que contribuyen a ello.
Por otro
lado, aunque tradicionalmente han sido los bolivianos quienes han atravesado la
frontera para cursar estudios universitarios en Chile, los últimos años han
visto surgir el fenómeno inverso, es decir, chilenos asistiendo a universidades
públicas y privadas bolivianas, debido a los altos costos de la educación en
Chile. Aunque se trata de un fenómeno todavía incipiente, podría intensificarse
en los próximos años.
Ni que decir
de los aymaras de la triple frontera que comparten una lengua y cultura
comunes, y que han decidido afrontar juntos los retos del futuro. Esto es
precisamente lo que ha sucedido con la creación en 2001 de la Asociación
Estratégica “Aymaras sin Fronteras”,
una organización transfronteriza que agrupa a 57 municipios de Bolivia, Chile y
Perú, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las comunidades de
la zona.
Esto muestra
que el panorama no es del todo sombrío. Una integración desde “abajo” impulsada
por los pueblos y desprovista del velo pesado del pasado es posible. Tal vez
éste sea el impulso necesario para que los gobiernos de ambos países se liberen
de sus ataduras y puedan finalmente resolver los grandes problemas pendientes.
BOLIVIA VIVIÓ LA CONTUNDENTE REELECCIÓN DE SU PRESIDENTE
Y UN GRAN CRECIMIENTO ECONÓMICO
El triunfo de Evo Morales fue por el 61 por ciento de los
votos y además el país andino encabezó en Santa Cruz la cumbre del G77 + China,
el principal bloque de la ONU que hoy reúne a 133 países, en el marco de un
fuerte crecimiento económico y reducción de la pobreza.
Telam de Argentina (www.telam.com.ar)
Pero como
ocurre también en este país de democracia "plebeya", como la define
su también reelecto vicepresidente, Álvaro García Linera, porque sus problemas
suelen resolverse en las calles, no faltaron algunos conflictos, en especial el
de suboficiales de las Fuerzas Armadas que protestaban, entre abril y mayo, por
el "racismo" subsistente en las cúpulas castrenses, que llevó a la
baja de más de 700 efectivos y, luego, a la reincorporación de la gran mayoría
de los castigados.
En las
elecciones, a las que se presentaron cinco fórmulas presidenciales, la del
gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) no sólo obtuvo un cómodo triunfo en
primera vuelta y los dos tercios de las bancas del Parlamento, sino que venció
en ocho de los nueve departamentos del país, salvo en el Beni, y con especial
significación en el habitualmente opositor Santa Cruz de la Sierra.
El MAS superó
por más de 36 puntos a su principal opositor, el empresario Samuel Doria
Medina, quien sólo obtuvo 24, 5 por ciento de los votos. Irónicamente, el
presidente Morales dijo que sólo fue superado en votos por los bolivianos
radicados en Argentina, donde obtuvo más del 80 por ciento de los votos.
La Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo dependiente de
Naciones Unidas, estimó en agosto que Bolivia liderará en 2014 el crecimiento
económico en Sudamérica con una expansión de su Producto Interno Bruto (PIB)
del 5,5 por ciento.
Por ese motivo
el gobierno de Morales decretó que las empresas privadas y el Estado deberán
pagar un segundo aguinaldo por haberse superado el crecimiento del 4,5 por
ciento, tal como lo estableció su gobierno el año pasado.
El ministro de
Economía, Luis Arce, aseguró que la redistribución de los ingresos permitió a
Bolivia reducir la pobreza más que en otros países a través del pago de bonos
sociales y los progresivos aumentos salariales.
Según el
Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Bolivia es el país que más
redujo la pobreza en América Latina entre 2005, año previo a la asunción de
Morales y el 2012. La miseria extrema urbana bajó en estos años del 24,3 por
ciento al 12,2, y en el ámbito rural del 62,9 por ciento al 40,9.
El
vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera sintetizó a Télam, dos días
antes de las elecciones presidenciales de octubre, que el seguro triunfo
oficialista del MAS en los comicios sería fruto de haber derrotado en el 2008 a
un "núcleo fascista" que buscaba un golpe de Estado.
"Se logró
integrar al oriente boliviano y unificar el país, en primer lugar, por "la
derrota política, ideológica de un núcleo político empresarial
ultraconservador, racista y fascista, que conspiró por un golpe de Estado y
trajo gente armada para organizar una separación del territorio" oriental
en el 2008/9, dijo el vicepresidente en una extensa entrevista realizada en el
salón dorado del Palacio de Gobierno.
"En
segundo lugar estos ocho años (desde 2006) han mostrado a esas clases medias
urbanas y sectores populares cruceños que tenían desconfianza, que hemos
mejorado sus condiciones de vida, que respetamos lo construido en Santa Cruz y
sus particularidades", agregó.
Aclaró que, por
supuesto, son "un gobierno socialista, de izquierda y dirigido por
indígenas. Pero tenemos la habilidad de mejorar la vida de todos", y que
la nacionalización de los hidrocarburos se utilizó para "potenciar a todo
el país, fundamentalmente a los más pobres, pero sin afectar lo que tienen las
clases medias o el sector empresarial".
Con respecto a
Chile, país cuya presidenta Bachelet asumió el cargo en marzo de este año,
Morales justificó reiteradamente la demanda que presentara en abril del 2013
ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, aunque no excluyó la
posibilidad de un diálogo directo con Santiago.
"Acudimos
de buena fe porque no hay resultados efectivos, por lo que pedimos a Chile
negociar de buena fe un acceso al océano Pacífico", remarcó en noviembre
en Viena. También aclaró que Bolivia no impugna el tratado de límites de 1904
con Chile.
En Viena,
durante la segunda conferencia mundial de 32 países sin litoral marítimo,
organizada por Naciones Unidas, el mandatario dijo que su país perdió su acceso
soberano al Pacífico en 1879 "en una guerra injusta", y enfatizó que
los mares "son patrimonio de la humanidad y para los pueblos".
En el plano
interno, el gobierno de Morales también logró aprobar una nueva ley de Minería,
duramente cuestionada, inicialmente, por la Federación Nacional de Cooperativas
Mineras (Fencomin), con movilizaciones y bloqueos de rutas reprimidos, que
dejaron el 1 de abril un saldo de dos muertos.
El eje del
conflicto, que llevó al gobierno al cambio del ministro del área, fue la
prohibición a las cooperativas mineras de asociarse a empresas privadas, como
ya lo habían hecho en muchos casos, porque permitía el retorno inconstitucional
de compañías trasnacionales, cubiertas además por los beneficios impositivos
destinados a este sector de economía social.
Finalmente, la
Fencomin aceptó esa prohibición impuesta por la nueva ley y la modificación de
los contratos irregulares existentes. (www.telam.com.ar)
TEILLIER: AUNQUE RELACIÓN CON BOLIVIA NO SEA BUENA ES
MEJOR IR A LA CEREMONIA
En opinión del timonel del Partido Comunista, “lo cortés
no quita lo valiente” por lo que la Presidenta Bachelet debiera viajar a la
toma de mando de Evo Morales en caso que se frustre el viaje al Vaticano.
La Nación de Chile (www.lanacion.cl)
Si bien aclaró
que es un escenario que “lo define la Presidenta de la República”, el jefe del
Partido Comunista, Guillermo
Teillier, afirmó que la Jefa de Estado debería concurrir a la ceremonia
en que Evo Morales asume un tercer mandato en Bolivia para incentivar el
diálogo entre ambas naciones pese a la demanda que el vecino país interpuso en
la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
“A mi juicio, creo que lo cortés no quita lo
valiente, y siempre, aunque las relaciones no sean buenas, lo mejor es ir
porque eso contribuye a abrir un diálogo que es necesario construir con todos
los países”, indicó el legislador al ser consultado respecto de la
posibilidad de que Michelle Bachelet no viaje al Vaticano a mediados de enero
para conmemorar la mediación papal en el conflicto con Argentina por el canal
Beagle, encuentro al que no irá la gobernante trasandina, Cristina Fernández,
puesto que se lesionó un pie.
Consultado por
la petición del canciller Heraldo Muñoz, de que los legisladores que tengan
viajes al exterior difundan la posición de Chile frente al requerimiento que
pretende obligar a Chile a otorgar una salida soberana al mar al Estado
boliviano, Teillier dijo que “hemos conversado varias veces con el ministro y
siempre ha solicitado esto y nosotros estamos dispuestos a hacerlo”.
CHAHUÁN
RECOMIENDA QUE BACHELET NO VIAJE A BOLIVIA
Integrante
de la Comisión de RR.EE. del Senado manifestó la importancia de “exteriorizar
que no es inocuo para la relación bilateral el trato de violencia verbal que
han tenido las autoridades bolivianas respecto a Chile”.
Terra
de Chile (www.noticias.terra.cl/chile)
El senador de
RN Francisco Chahuán sostuvo que
enero es un mes clave para el despliegue de la diplomacia parlamentaria y de
los ex Presidentes orientada a fortalecer la posición chilena en el marco de la
demanda marítima de Bolivia en la Corte de La Haya, de manera que “el resto de
los países puedan reconocer que Bolivia tiene un acceso privilegiado al mar, a
diferencia de todas las naciones mediterráneas”.
Asimismo,
indicó que “no sería pertinente que la Presidenta Bachelet asistiera a la
asunción del tercer mandato de Evo
Morales, de manera de exteriorizar que la violencia verbal de las
autoridades bolivianas hacia nuestro país no resulta inocua”.
El integrante
de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado dijo que “hemos estado
acompañando al canciller y al subsecretario en reuniones reservadas de alto
nivel y la agenda se va a intensificar durante enero, ad portas que tengan
lugar los alegatos en La Haya, con el propósito de fortalecer la sólida
posición chilena y permearla entre los países del continente y de aquellos que
tienen algún grado de influencia”
Chahuán dijo
que “hay que seguir fortaleciendo el ímpetu comunicacional para que el resto de
los países puedan reconocer que Bolivia tiene un acceso privilegiado al mar, a
diferencia de todos los demás países mediterráneos y que Chile ha cumplido
cabalmente todas y cada una de las obligaciones suscritas en virtud del tratado
contrato de 1904, que establece obligaciones para ambas partes.”
Asimismo,
manifestó que “creemos que Presidenta de la República debiera abstenerse de ir
a la asunción de un tercer mandato de Evo Morales, para exteriorizar que
no es inocuo para la relación bilateral el trato de violencia verbal que han
tenido las autoridades bolivianas respecto a Chile”.
LA PRIMERA PUÑALADA QUE ASESTÓ BOLIVIA AL PERÚ
La Razón de Perú (www.larazon.pe/especial)
Terminada la
campaña naval con la inmolación de Grau y sus hombres, se inició la campaña
terrestre chilena, destinada a ocupar el Departamento de Tarapacá, rico en
salitre como el invadido Departamento del Litoral boliviano. El bloqueo chileno
de Iquique se extendió a Arica mientras se preparaba el primer zarpazo en suelo
peruano, que sería en el pequeño puerto de Pisagua.
El 2 de
noviembre de 1879, ni un mes después de Angamos y prueba evidente de la enorme
labor de contención cumplida por el Huáscar, a las 5 de la mañana una fuerza de
diez mil chilenos, a bordo de 19 buques inició el asalto contra la guarnición
defendida por poco más de mil soldados peruanos y bolivianos.
Solo dos
cañones, en el norte y sur del puerto, se opusieron a los fuegos del blindado
Cochrane, la corbeta O´Higgins, la cañonera Magallanes y la Covadonga, de
triste recordación. Estas dos últimas se enfrentaron al cañón del fuerte Norte,
que solo hizo un disparo y saltó de su base, quedando inutilizado. Por más de
tres horas, la resistencia aliada mantuvo a raya a las fuerzas invasoras.
Finalmente,
abrumados por el superior poder de fuego de las naves chilenas y la mayor
fuerza de desembarco, la resistencia aliada se retiró ordenadamente mientras
las aduanas y las casas de Pisagua eran arrasadas por las llamas.
Pisagua era un
punto intermedio entre Iquique y Arica, y su dominio dividía a las fuerzas
peruanas porque ya no se contaba con buques que pudieran trasladar tropas y
abastecimientos. Las tropas en Iquique, la segunda ciudad en importancia del
Departamento de Tarapacá, bloqueadas por mar y sin poder ser abastecidas por
tierra dada la lejanía de Arica y la aridez del desierto, para no ser sometidas
debieron abandonar la ciudad rumbo a Arica.
Así fue como se
perdió el 23 de noviembre, sin disparar un tiro, a la bella ciudad de Iquique, “lugar
de sueño o de descanso” según la palabra aimara con que se le conocía Iki
Iki, una ciudad rodeada por el desierto y que desde el mar parece una joya a
punto de caer entre las aguas.
La traición de
Daza
Mientras las
fuerzas invasoras penetraban en Pisagua y tomaban posiciones, el ejército
peruano se reagrupaba y esperaba los refuerzos bolivianos que, encabezados por
su presidente Hilarión Daza, salió de Arica el 5 de noviembre. La orden era
unirse al ejército que comandaba el general Juan Buendía y arrojar a los
chilenos de Pisagua.
Las tropas
invasoras, que sumaban más de seis mil hombres con apoyo de 30 cañones Krupp,
se concentraron en los alrededores de la prominencia del Pozo de Dolores, cerca
de la oficina salitrera de San Francisco. Buendía comandaba una división de más
de 9 mil hombres, la gran mayoría peruanos, con apoyo de batallones bolivianos.
A este ejército
aliado debió sumarse el famoso regimiento de Los Colorados de Bolivia, que bien
disciplinados y armados, eran la fuerza personal de Daza. En la ruta al sur,
cuando los ánimos bolivianos hervían por recuperar su territorio perdido, el
presidente boliviano tomó la inesperada e increíble decisión de dar media
vuelta al llegar al rio Camarones.
Los
historiadores bolivianos creen que Daza, al tomar esta medida que lo llenaría
de infamia, se guió por sus cálculos políticos personales, pues su poder se
fundaba en Los Colorados, quienes podrían quedar desbaratados en la lucha y así
él estaría inerme ante sus enemigos en La Paz.
Al conocerse en
el mando peruano la retirada de Daza, se pidió que la noticia no se filtrara a
la tropa, pero no tardó en difundirse ésta entre los aliados y cundió el
desaliento en las fuerzas bolivianas. La noticia llegó justo cuando el ejército
aliado se posicionaba frente las tropas chilenas y solo una chispa bastaba para
desatar el primer choque de los ejércitos enemigos.
Un cañonazo del
lado chileno desatò la batalla, el 19 de noviembre, que los jefes peruanos
preparaban para el día siguiente. Bien posicionado, el ejército chileno
resistió las oleadas de los aliados, que atacaban en desorden e incluso se
tiroteaban entre si, en el fragor del combate.
El resultado de
la lucha fue incierto, hasta que el ejército aliado emprendió la retirada, a
Arica, en medio del desierto. Días después, el 27 de noviembre, a pesar del
cansancio de sus hombres, que caminaron por el desierto sin agua ni alimentos,
el ejército peruano infligió una derrota contundente a tres mil 500 chilenos en
la Batalla de Tarapacá, .
La victoria fue
un breve respiro moral, porque los tres cañones que se le arrebataron a los
chilenos debieron ser enterrados o destruidos porque no tenían animales de
carga ni los hombres tenían fuerzas para llevarlos hasta Arica.
Al llegar a
Arica, el jefe político y militar, vicealmirante Lizardo Montero responsabilizó
a Buendía por la pérdida de los territorios del sur y se le abrió proceso en la
justicia militar.
Apenas se
posicionó de Iquique, el mando chileno nombró jefe político al almirante
Patricio Lynch, quien dispuso el reinicio de la explotación del salitre, para
financiar la guerra contra el Perú.
La fuga de
Prado
En Lima, el
curso negativo de la guerra desató las pasiones políticas y el pueblo,
conmovido por la pérdida de las fuerzas navales, inició una colecta pública
para la compra de otros blindados, gesto noble e ingenuo porque las guerras no
se afrontan con buenos deseos e improvisación, sino con previsión, preparación
y estrategias nacionales.
El presidente
Prado, que dirigía la guerra desde Arica, terminada la campaña naval e iniciada
la invasión chilena, retornó a Lima el 28 de noviembre. Quienes dan testimonios
de su persona, indican que era evidente el agobio que sentía por el peso de la
guerra contra Chile, país donde tenía yacimientos de carbón que abastecían a
los buques de la Armada que precisamente combatía contra el Perú.
García
Belaúnde, ya citado, señala que Prado tenía pingues inversiones en Chile, donde
tenía muy buenas relaciones. El presidente, además, tenía una estrecha y muy
sospechosa amistad con el encargado de negocios de Chile, Joaquín Godoy, con
quien se reunía hasta en su dormitorio de Palacio de Gobierno.
Godoy le hizo
creer a Prado que Chile nunca atacaría al Perú y, ese convencimiento, hizo que
durante su gestión, desde 1876, Prado no le dio ningún interés en potenciar al
Ejército y la Marina de Guerra.
Agobiado por el
descalabro en mar y tierra, ya en Lima, Prado convocó a su consejo de ministros
y les reveló la cruda realidad de los hechos. Sacó a relucir entonces un
permiso aprobado por el Congreso desde mayo pasado, en que se le autorizaba a
salir del país.
Sin medir las
consecuencias políticas, Prado decidió ir en persona a Estados Unidos, a buscar
un blindado que permita recuperar el poderío peruano. Se embarcó el 18 de
diciembre, con nombre falso, en un buque que zarpó esa tarde a Guayaquil. Su
abordaje no pasó desapercibido para El Comercio, que publicó la sensacional
noticia.
La fuga de
Prado se divulgó en Lima, y cundió una sensación de vacío y estupor. En plena
guerra, el presidente abandonaba el país y le encargaba el mando a su
vicepresidente, el anciano general La Puerta, achacoso y enfermo de gota. El
malestar pronto se trocó en rabia y empezaron a alzarse voces de protesta.
En Lima, desde
marzo, ya se encontraba Nicolás de Piérola, el caudillo rebelde que se cubrió
de cariño popular cuando al frente del Huáscar, en su revolución de 1877, no dudó
en enfrentarse a dos poderosos buques ingleses que no habían respetado la
bandera peruana. Era un rebelde romántico y en el combate de Pacocha se ganó el
respeto nacional.
Al iniciarse el
conflicto, vino de Chile, donde estaba exiliado. Ofreció sus servicios a Prado,
pero este no lo aceptó. Piérola, a quien el pueblo llamaba el Califa, emergió
al desatarse el vacío de poder con la partida de Prado.
Tres días
después, un destacamento militar acantonado en la Plaza Bolívar, se negó a
cumplir las órdenes del primer ministro La Cotera y se desataron los combates
en Lima. Detrás de la insubordinación está la mano de Piérola, a través de uno
de sus incondicionales, el general Miguel Iglesias.
Durante 48
horas, hay combates y, ante el temor de una guerra civil, se aceptó el mandato
de Piérola, que asumió con el cargo de Jefe Supremo de la República.
Con Piérola al
mando llegó el Año Nuevo de 1880, año calamitoso por los reveses en el sur y la
política sectaria del Jefe Supremo, que sacó a flote sus ambiciones y
egocentrismos, dividiendo al ejército, colocando a sus incondicionales, no
importándole la calidad profesional sino tan solo su obsecuencia. Así llegó el
amanecer de 1880, que sería el inicio de la noche negra que viviría el Perú
hasta 1883.
PIÉROLA ABANDONA AL EJÉRCITO Y BOLIVIA SE RETIRA DE LA
GUERRA
La Razón de Perú (www.larazon.pe/especial)
El jefe supremo
de la República no estuvo a la altura del reto que representaba la invasión
chilena. De talla menuda, pero de ego colosal, Piérola empezó su gestión
estableciendo un estatuto provisorio de 12 artículos, que reemplazó la
Constitución de 1860 y creó un Consejo de Estado en reemplazo del Congreso.
Intolerante a
la crítica y solo satisfecho con la adulación, Piérola estableció una férrea
censura y encarceló a periodistas influyentes y clausuró diarios, entre ellos
El Comercio. Sus primeras acciones fueron darle mando a sus incondicionales en
el ejército y desplazó a los que alguna vez se le opusieron.
Lejos de
fortalecer y enviar refuerzos y armas al primer ejército del sur, creó otro
segundo ejército en Arequipa, al mando del famoso y después odiado coronel
Segundo Leiva. En estas medidas, pesó más en Piérola su encono contra el
vicealmirante Lizardo Montero que la necesidad de defender el país, pues este
oficial, como lo hizo también Miguel Grau, defendieron la constitucionalidad de
los gobiernos de Manuel Pardo e Ignacio Prado, contra los que se alzó Piérola.
La Marina sigue
en lucha
Mientras los
ejércitos de Chile y los aliados ultimaban sus preparativos bélicos, en el mar
se volvió a dar una nuevo combate, frente a Arica, el 27 de febrero, cuando el
Huáscar, repotenciado y con bandera chilena, bombardeó las defensa peruanas con
apoyo de la cañonera Magallanes.
El monitor
Manco Cápac, que apenas podía desarrollar dos o tres nudos de velocidad, en
cambio tenía un poderoso cañón de 500 libras y respondió los fuegos del
Huáscar. Al mando del capitán José Sánchez Lagomarsino, el Manco Cápac maniobró
y logró impactar un cañonazo que barrió la cubierta del Huáscar y despedazó al
comandante chileno Manuel Thompson.
Días después,
otra sensacional operación naval realizó el capitán de navío Manuel
Villavicencio, que rompió el bloqueo chileno impuesto sobre Arica por el
blindado Cochrane, el Huáscar y la cañonera Amazonas.
Villavicencio
salió de Lima al mando de La Unión, con fardos de ropa, municiones y despachos
para las fuerzas de Arica y Tacna.
El 17 de marzo
de 1880, al amanecer, en una maniobra temeraria bordeando las costas para no
ser vistos por los vigías chilenos ni ser confundidos por los cañones peruanos,
La Unión penetra entre la bruma al puerto de Arica.
Al ser
reconocida su estilizada silueta, la guarnición de Arica prorrumpió en gritos
de júbilo que sorprendió a los bloqueadores. El mando chileno, para borrar la
afrenta, creyó que era hora de hundir o capturar La Unión, e iniciaron un
intenso cañoneo, respondido por las baterías peruanas hasta el mediodía.
Creyendo
haberla dañado, los jefes chilenos pasaron a conferenciar en el Cochrane, pero
Villavicencio, que había prendido fuegos para hacer creer que su nave se
incendiaba, en realidad tenía los motores prendidos y zarpó a todo motor rumbo
al sur, rompiendo de nuevo el bloqueo. Las naves chilenas salieron en su
búsqueda, pero cayó la noche y La Unión pudo retornar a Lima con la misión
cumplida.
Perdidos en el
desierto
En marzo, un
ejército de 4 mil chilenos fue enviado a Moquegua, a tantear las fuerzas del II
ejército del sur de Arequipa, y para saquear los puertos de Ilo y Mollendo, y
dinamitar las vías férreas.
El grueso del
ejército, unos 12 mil hombres al mando del general Baquedano, en los primeros
días de mayo fueron movilizados a Moquegua y empezaron a bajar rumbo a Tacna.
El plan era atacar al ejército aliado de casi diez mil hombres, estacionados en
la pampa de Intiorko o Alto de la Alianza, cerca de Tacna, que estaban al mando
de Lizardo Montero y del presidente de Bolivia, Narciso Campero, nombrado luego
de la deposición del inefable Daza.
Los jefes
aliados recibieron una confusa información, que les hizo creer que el ejército
chileno tenía de 22 mil hombres. Montero por eso urgió a Leiva, con telegramas,
a que viniera con su ejército para envolver a los chilenos entre dos fuegos.
Leiva salió de Arequipa el 12 de mayo, pero avanzó tan lentamente que, al 25 de
mayo, estaba muy lejos de Tacna.
Campero y
Montero, guiados por la falsa información creyeron conveniente adelantarse y
dar un golpe de sorpresa al ejército chileno, para lo cual movilizaron a su
ejército en la noche para atacar al campamento sureño en la madrugada del 26.
La bruma y la falta de guías experimentados, sin embargo, hizo que en forma
increíble el ejército aliado perdiera el rumbo en medio del desierto.
Cuando se
dieron cuenta de este error, dieron marcha atrás, pero el retorno fue
desordenado y la retaguardia fue vista por los jefes chilenos a las 7 am,
quienes decidieron atacar. Se desató entonces la decisiva Batalla del Alto de
Alianza, entre un ejército inútilmente cansado y otro descansado, más numeroso
y mejor armado, con 32 cañones Krupp.
Por más de
cinco horas, el resultado del combate fue incierto y mucho influyó el tipo de
arma y de cartuchos que usó cada ejército. Mientras los chilenos iban cada uno
con 130 balas, los aliados tenían menos de cien, y en conjunto tenían hasta
siete distintos de cartuchos por tener cada cuerpo fusiles diferentes. Los
invasores, en cambio, solo usaban los ya mencionados Comblain. En el pequeño
museo de sitio en el Alto de la Alianza, a hoy se pueden ver esos distintos
cartuchos aliados, prueba de la improvisación con que el Perú y Bolivia
afrontaron la guerra.
Los Colorados y
el Aroma, regimientos bolivianos, hacen retroceder a los batallones chilenos
luego de dos horas de combate, pero la caballería enemiga contra ataca y
detienen el avance. Baquedano entonces lanza dos divisiones a la batalla y por
su mayor poder de fuego inclinan la balanza. Pasado el mediodía, los aliados
empiezan la retirada de Tacna y los bolivianos seguirán directo hasta La Paz,
abandonando la guerra.
Apure Leiva,
apure
Dueños de
Tacna, la soldadesca chilena perpetró abusos contra la población civil y saqueó
casas, incluso de ciudadanos extranjeros que enarbolaron sus banderas para
salvarse. Los oficiales invasores no tomaron ninguna acción contra el bandidaje
de sus hombres, lo que motivó reacciones de protesta de los gobiernos de Italia
y Francia.
En Arica,
distante a solo 60 kms de Tacna, el coronel Francisco Bolognesi dirigía una
fuerza peruana de mil 500 hombres, que en pocos días fue sitiada. Bolognesi
decidió colocar un circuito de minas para evitar una invasión y envío urgentes
telegramas al coronel Leiva, solicitándole su presencia con su ejército. Apure
Leiva, apure, decía uno de estos telegramas tres días antes del fatídico 7 de
Junio.
Leiva, sin
embargo, al conocer la derrota del Alto de la Alianza dio marcha atrás y pidió
instrucciones a Lima a su jefe, Piérola. Mientras el jefe del segundo ejército
del sur dilataba su presencia, los batallones chilenos cerraban un cerco, por
mar y tierra sobre Arica y el famoso Morro, donde se instalaron varios fuertes
de defensa.
El ejército
sitiador sumaba más de 6 mil hombres y Baquedano envió al mayor Juan de la Cruz
Salvo, el 5 de junio, a intimar la rendición de la plaza para evitar un inútil
derramamiento de sangre. La respuesta de Bolognesi y de su consejo de guerra
fue unánime, pelear “hasta quemar el último cartucho”. Dos días después,
a las 6 de la mañana, aún en la oscuridad las tropas chilenas iniciaron el
asalto final y se encontraron con una encarnizada resistencia.
Poco a poco,
las fuerzas peruanas se fueron replegando a la cima del Morro, donde se desató
la batalla final y en ella perecieron Bolognesi y todo su alto mando, incluidos
el coronel Alfonso Ugarte y el capitán de navío Juan Guillermo More, el
infortunado comandante de la Independencia, cuyo pérdida en Punta Gruesa juró
que pagaría con su vida. Al definirse la suerte del combate, el capitán Sánchez
Lagomarcino ordenó el hundimiento del Manco Cápac, cuyos restos fueron hallados
hace tres años.
La derrota de
Arica fue el punto más alto de la heroica resistencia peruana, sobrepasada por
un mayor poder bélico y una mejor organización. Un día tardó la noticia en
llegar a Lima y la conmoción fue mayúscula porque ahora el fantasma de la
guerra se proyectaba hacia la capital peruana. Esta sombra se acrecentó al
fracasar negociaciones diplomática a bordo de un buque norteamericano, donde
Chile se sacó la careta y reclamó la entrega del departamento de Tarapacá y
Arica, posición que mantendría hasta conseguir sus objetivos a sangre y fuego.
EVO
MORALES LLAMÓ "TERRORISMO ECONÓMICO" A LA CAÍDA DEL PETRÓLEO
PROMOVIDA POR EEUU
La
Nueva de Argentina (www.lanueva.com)
El presidente
boliviano, Evo Morales, dijo que la caída del precio del petróleo,
"provocada por Estados Unidos" está destinada a agredir
económicamente a Venezuela y Rusia, en lo que definió como "un terrorismo
económico" frente al fracaso de sus intentos de golpes militares y de
otros tipos que han sufrido los países latinoamericanos en años recientes.
"Olvidan
que estamos en tiempos de integración y unidad de América Latina y que esta
integración es un proceso liberador", sentenció en una entrevista
publicada hoy por el diario mexicano La Jornada, pero realizada en la Cumbre
del Mercosur de Entre Ríos, Argentina, a mediados de diciembre.
En lo que
respecta al narcotráfico, afirmó que es una guerra que Washington "maneja
con fines geopolíticos", pero que "el país que impulsa el
narcotráfico es Estados Unidos, un gran negocio; es el gran negocio ilegal del
sistema capitalista".
"Un país
tan desarrollado, con tanta tecnología, el que más consume drogas ¿cómo no va a
poder controlar el narcotráfico? Como antes mandaban asesinar a dirigentes
políticos o sociales y los acusaban de comunistas, de rojos o derrocaban
gobiernos que no manejaban, ahora a los presidentes y a los pueblos
antiimperialistas los acusan de narcotraficantes, de terroristas",
enfatizó el mandatario.
Agregó que al
gobierno estadounidense "no les interesa acabar con el narcotráfico, sino
con nuestros campesinos, nuestros pueblos. Esa es la verdadera diferencia con
nosotros".
Al condenar
las sanciones a funcionarios de Venezuela impuestas por el Congreso de
Washington y la Casa Blanca por supuestas violaciones a los derechos humanos,
sostuvo que "los mismos países que están reconociendo esos crímenes
cometidos por sus soldados (torturas, asesinatos) quieren castigar a Venezuela
por defenderse. No lo vamos a aceptar en América Latina".
Morales
sostuvo que el Mercosur, bloque al que su país quiere integrarse en forma
plena, "avanza. Hay propuestas que son muy importantes, de cambios de
fondo, de ir verdaderamente al problema social".
Abogó por una
integración y "participación más integral" porque "hay muchos
ataques, guerras económicas, de los medios, políticas, cibernéticas, de
seguridad, todo tipo de planes para nosotros. Se necesita gran unidad para toda
América. Acabar con los estados fallidos del libre mercado que nos quieren
imponer. Ellos hacen los estados fallidos para después dominarnos,
invadirnos".
EÓLICA EN BOLIVIA
Revista Reve de España (www.evwind.com)
La energía
eólica se ha convertido en una de las fuentes de generación eléctrica más
importante a nivel mundial desde su aparición en el mercado a finales del siglo
XX. Su operación se basa en aprovechar el recurso eólico transformando la
fuerza del viento en energía eléctrica a través de los aerogeneradores.
China se ha
convertido, ante la mirada atónita del mundo, en la fábrica más grande de todo
cuanto podamos imaginar, hasta hace poco cuando queríamos comprar un aparato de
radio o un televisor e incluso una computadora, buscábamos afanosamente una
“marca” que por lo general si era japonesa tenía la garantía de ser buena, poco
a poco las grandes firmas mundiales fueron trasladando sus fábricas al Asia, en
momentos en que comprar un lápiz chino era demandar mala calidad frente a uno
de manufactura alemana y que sea “Faber”, lo propio sucedía con cualquier
artefacto que venía con el que en su momento representaba bajo precio y baja
calidad: “made in China”.
Los tiempos
fueron cambiando y no podemos decir a ciencia cierta en qué año se dio el punto
de inflexión, pero lo cierto es que hoy todo lo que tenemos como bienes de
consumo y algunos bienes de capital, desde un aparato telefónico celular
hasta un satélite (llámese éste Túpac Katari) se fabrica en el gigante más
grande de los tigres asiáticos: La República Popular China,
Pero será que
los chinos que son los que más comprometidos se encuentran en la generación de
gases de efecto invernadero y que podríamos decir que son los que más contamina
el medio ambiente, ¿estarán también en condiciones de fabricar generadores de
energía eólica?
Su carácter
renovable y su alto grado de desarrollo tecnológico le hace no estar muy lejos
de competir en términos económicos con las fuentes de generación convencional
y la convierten en una de las fuentes de generación limpia más
interesantes a día de hoy.
Y si el año que
se nos va marcará nuestra historia, lo hará por hechos muy importantes en
cuanto al avance de nuestro país en determinados aspectos como el año de la
incursión en la era espacial y el inicio de la era del uso de las energías
limpias (el Gobierno las llama energías alternativas). De esta manera y hace
casi un año, en el mes de enero el presidente Evo Morales inauguró la primera
planta de energía eólica en Bolivia, se trata de la planta piloto de energía
eólica construida por la firma china Hydrochina por 7,6 millones de dólares en
el poblado rural de Qollpana, del departamento de Cochabamba.
Pese a que
la apuesta por este sistema de producción de energías limpias aún es
pequeña, la puesta en marcha de esta planta lleva la cobertura de energía
eléctrica en Bolivia al 81%, según datos oficiales. Esta planta se suma al
Sistema Interconectado Nacional (SIN) cuya producción total es de 7.660
gigawatts/hora.
Éste es un
avance que debe ser secundado con mayor inversión, pues de ser así convertiría
a partes importantes de nuestra geografía patria que centenariamente parecían
no tener opciones productivas para el desarrollo y mejoramiento de la población
básicamente rural y empobrecida en sectores de producción de energía con
capacidad de exportación y generación de ingresos para estas regiones de manera
renovable y completamente amigable con nuestra madre tierra. Vientos de cambio
soplan en nuestro territorio, vientos de generación de energía eólica.
IRÁN, "DISPUESTO" A ESTRECHAR LAZOS CON EL ALBA
BBC Mundo de Londres (www.bbc.co.uk/mundo)
Irán está listo
para profundizar en las relaciones con los países latinoamericanos del ALBA,
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestro América, informa la agencia de
noticias oficial iraní IRNA.
En una reunión
con embajadores de los países del ALBA, el vicecanciller para asuntos
euroamericanos de Irán, Majid Takht-e Ravanchi, dijo el lunes que su país le
confiere importancia a sus aliados latinoamericanos.
Irán está
dispuesto a expandir la cooperación y extenderla a la asistencia técnica y de
ingeniería.
Takht-e Ravanchi
tuvo palabras de elogio para el gobierno de Cuba por lo que llamó resistencia
de 50 años a las sanciones estadounidenses.
El ALBA cumplió
recientemente diez años. Está compuesta por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba,
Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y
Venezuela.
SE INICIA RECONVERSIÓN DE ALGODÓN POR QUINUA CON LAS
PRIMERAS 25.6 HECTÁREAS EN CAÑETE
Este año la producción de quinua llegará las 100 mil toneladas y superará a Bolivia. El
Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) y productores de la costa
consolidan alianza para promover cultivos con mayor rentabilidad.
Diario Gestión de Perú (www.gestion.pe/economia)
El ministro de
Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites, puso en marcha el plan piloto de reconversión de 25.6 hectáreas de cultivo de algodón y
productos de pan llevar que serán sustituidos por la quinua.
Ello como parte
del plan de reconversión productiva para impulsar la siembra de quinua en la
costa y en el marco del Año Internacional de la Agricultura Familiar.
El programa es
el resultado del trabajo conjunto del Minagri con los productores agrarios de
Cañete, que recibieron asistencia técnica como financiamiento de la Dirección
General de Negocios Agrarios (Digna) en alianza estratégica con la entidad
Financiera de Agrobanco (Copeagro).
Las acciones se
enmarcan en el Plan Piloto de Reconversión Productiva con el cultivo de la
quinua, que representa una extraordinaria oportunidad para los pequeños
productores de la costa sur en la obtención de mayores ingresos por los elevados
precios que experimenta el “grano de oro” en los mercados nacional como
externo.
La quinua
reemplazará inicialmente en Cañete 25.6 hectáreas dedicadas a la producción de
algodón, maíz, camote y otros artículos de pan llevar, cuyos bajos precios no
contribuyen a elevar la calidad de vida de las familias del campo sino más bien
generan costos adicionales y en muchos casos, consumo excesivo de agua.
El valle de
Cañete cuenta con 23,499.07 hectáreas y de ese total 22,242 hectáreas están
bajo riego, contando con 5,843 usuarios y 7,774 predios, de las cuales solo 14
productores con 25.6 hectáreas impulsaron el Plan Piloto de Reconversión
Productiva con el cultivo de la Quinua.
Se cosecharon las 25,6 primeras hectáreas de quinua en
Cañete
Como parte del
programa de reconversión de cultivos, en Cañete (Lima) se cosecharon por
primera vez 25,6 hectáreas de quinua en campos tradicionalmente dedicados a la
producción de algodón.
El ministro de
Agricultura y Riego, Juan Manuel Benites, sostuvo que son 15 los productores de
dicha localidad que aceptaron dejar de producir el algodón y sustituirlo por la
quinua en busca de mejores precios y nuevos mercados.
Además, negó
que haya una sobreoferta o sobreproducción del grano andino, ya que solo en el
2014 los envíos al extranjero han sumado US$ 190 millones, es decir un
incremento de 214% frente al 2013.
Explicó que los
intermediarios están comprando a S/.4 el kilo de quinua en chacra porque se han
aprovechado de que EEUU y Bolivia rechazaron un lote del grano por contener
restos de material genético, sin embargo dijo que el precio en chacra debería
costar entre S/.6 y S/.8, por lo que se luchará contra dichos abusos.
El ministro
Benites precisó que actualmente se producen 60 mil hectáreas de quinua, de las
cuales 10 mil son de la costa.
PERÚ CERRARÁ 2014 CON US$ 190 MLLNS. EN VENTAS DE QUINUA
AL EXTERIOR
Los Andes de Perú (www.losandes.com.pe)
Con una
producción de 100,000 toneladas de quinua al año, en todo el territorio
peruano, las ventas al exterior de este grano andino sumarán durante el 2014 un
total de 190 millones de dólares, convirtiendo al Perú en la primera potencia
productora y exportadora de este grano.
Así lo afirmó
hoy el titular del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), Juan Manuel
Benites, quien precisó, en declaraciones a la Agencia Andina, que en el Perú
existen unas 60,000 hectáreas dedicadas al cultivo de este grano de oro,
concentrándose la mayor producción en las regiones de Puno y Ayacucho.
Solo entre
enero y setiembre de este año, las exportaciones de quina crecieron 214 por
ciento, respecto al 2013, siendo los principales mercados de destino Estados
Unidos, Europa y Asia.
Durante la
cosecha de 25 hectáreas de quinua, que por primera vez se realiza en Cañete,
Benites destacó el impulso que se da a favor del cultivo de este grano en la
costa peruana, con un total de 10,000 hectáreas solo en la costa.
Sostuvo que el
reto del Minagri es impulsar a los productores agrarios para que la quinua de
la costa llegue a ser orgánica o por lo menor llegue a tener un nivel de
certificación que la haga más rentable.
Benites explicó
que esta primera cosecha de quinua en Cañete forma parte del plan de
reconversión productiva para impulsar la siembra de la quinua que sustituirá
los cultivos de algodón y productos de pan llevar.
La quinua
reemplazará inicialmente en Cañete 25 hectáreas dedicadas a la producción de
algodón, maíz, camote, y otros productos cuyos precios bajos no contribuyen a
elevar la calidad de vida de las familias del campo sino más bien generan
costos adicionales y, en muchos casos, consumo excesivo de agua.