Santa Cruz,
el verdadero pueblo cruceño, no los patrones de siempre, ha despertado, y podemos
estar seguros de que ha iniciado un camino sin retorno hacia la verdadera
democratización de la política y la economía cruceñas. Hechos concretos como el
cabildo popular, la toma de fábricas, el cerco a la ciudad nos están mostrando
que hay un pueblo más grande y más luchador que el que creen representar los
que se reúnen en calle Cañada Strongest. Santa Cruz no había sido la Catedral,
la plaza 24 de Septiembre y sus alrededores y unas cuantas comparsas y
fraternidades, o los cafés de la Monseñor Rivero. Santa Cruz y su pueblo son
más grandes, son los que mueven la economía de su departamento, son los
verdaderos autores del despegue cruceño y son el presente y futuro de la tierra
camba.
La rueda de
la historia es inexorable y es imposible detener por siempre, indefinidamente,
el avance de los pueblos. Muchos que lo han intentado, aquellos que han querido
marchar en contrarruta al desarrollo de la historia de los pueblos, siempre han
terminado fuera del camino, sino aplastados por la marcha imparable de los
pueblos.
Desde su
misma fundación y durante la época republicana, Santa Cruz permaneció sometida
a los caprichos e intereses de pequeños grupos de poder, oligárquicos, que bajo
supuestos de superioridad étnica y/o cultural se apoderaron de vidas y haciendas.
Las dictaduras militares del siglo pasado reforzaron estos conceptos de
dominación.
El Proceso de
Cambio iniciado en Bolivia en 2006, con el gobierno del Movimiento Al
Socialismo, con la aprobación de una nueva Constitución y la fundación del Estado
Plurinacional, inició la transformación del Estado y la sociedad bajo conceptos
nuevos de inclusión social, cultural, económica y política. Este proceso tocó
las fibras más íntimas de las clases dominantes bolivianas, particularmente de
la cruceña.
Alertada por
los vientos de cambio, la élite empresarial, vinculada a la agroindustria, el
comercio y otras actividades no del todo legales, empezó a desarrollar una
estrategia de desestabilización no solo del Gobierno, sino de revertir los
cambios iniciados en 2006. Estos movimientos conspirativos y sediciosos se
mostraron de manera evidente durante el proceso constituyente, mucho más con
los proyectos separatistas y la incorporación de grupos armados mercenarios.
Fueron sofocados estos focos terroristas, pero con eso no concluyó la
pretensión restauradora.
El actual
gobernador cruceño, Fernando Camacho, en 2019 presidente del Comité Cívico
cruceño, toma la posta de la derecha cruceña, dejada por los dirigentes
neoliberales, derrotados electoral y políticamente por el Proceso de Cambio y
arremete en contra del Gobierno legalmente constituido, con apoyo de sectores
empresariales, militares y policías, hasta lograr consolidar un golpe de Estado
que llevó a la silla presidencial a la senadora Jeanine Añez.
Puede considerarse
aquel un momento culminante de los restauradores republicanos, que a través de
la fuerza lograron instalarse en el poder durante once meses, los más nefastos
de la historia boliviana por la corrupción y la violencia, pues pensaron que
podían instalarse en el gobierno de manera indefinida, blanqueándose con
elecciones en las que contaban con todas las condiciones para ser favorecidos
por los resultados.
Pero no
contaban con que el pueblo boliviano ya había despertado, y si bien un
coyuntural aletargamiento había permitido que los golpistas lograran su
propósito de derrocar al Gobierno del pueblo, este había demorado poco en
recuperar su espíritu, su ajayu y se había puesto nuevamente en pie de lucha
para recobrar la democracia y devolver el poder al pueblo y para el pueblo.
Ese mismo
fenómeno se está presentando en Santa Cruz ahora. El pueblo cruceño había
permanecido silenciado, sometido por esa élite cruceña y sus medios de
propaganda, además de una narrativa cultural que hacía ver al boliviano de
occidente como al enemigo. Camacho, con su incapacidad de gestión, con su
empecinamiento de desestabilizar al Gobierno, de considerarse líder de todo el
pueblo cruceño, cuando solo representa a una clase social con poder económico
pero minoritaria, ha colmado el vaso, ha rebasado los límites del aguante
popular.
Ha despertado
el pueblo cruceño, lo mostró en el cabildo popular. La Santa Cruz plebeya está
marchando en los caminos rumbo al centro del poder, está tomando pacíficamente
las fábricas y otros centros de poder y tomará las calles de la capital
oriental para demostrar que Santa Cruz es más, mucho más que un Comité Cívico,
un par de logias o un decena de comparsas o una centena de familias de apellido
extranjero o piel clara. Santa Cruz ha despertado y será muy difícil que nada
ni nadie pueda detenerla.
ORGANIZACIONES
DE SANTA CRUZ EXIGEN RENUNCIA DE LUIS FERNANDO CAMACHO
En un
ambiente polarizado, luego que los grupos de derecha en el departamento de
Santa Cruz, Bolivia, incluido el gobernador Luis Fernando Camacho, continúan en
paro, un movimiento indígena local inició una procesión hacia la capital
cruceña para exigir la renuncia del titular del Gobierno estatal.
En el
municipio de Yapacaní, provincia Ichilo del departamento de Santa Cruz, se desarrolló
este sábado un gran cabildo que determinó iniciar una marcha rumbo a la capital
cruceña en contra del paro cívico y tramitar un referéndum revocatorio contra
el gobernador Fernando Camacho.
En el gran
cabildo participaron diferentes organizaciones sociales e instituciones que
forman parte de la resistencia al paro cívico con acciones como un bloqueo en
el ingreso a Yapacaní, a la altura del puente que une a los departamentos de
Santa Cruz y Cochabamba.
El bloqueo
empezó esta semana y es en respuesta al paro que declararon Camacho, el cívico
Rómulo Calvo y el rector de la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM), Vicente
Cuéllar, con una gran perjuicio para los sectores más necesitados.
También acordaron
gestionar un proceso revocatorio contra Camacho, por considerar que es el
responsable de llevar adelante el paro indefinido y los bloqueos con perjuicios
a la población, particularmente a las familias de escasos recursos económicos.
Los revocatorios
contra autoridades electas se tramitan una vez cumplido la mitad de mandato.
Las autoridades subnacionales empezaron su mandato en mayo de 2021.
En la
concentración participaron también pobladores de los municipios de Buena Vista,
San Carlos y Santa Rosa del Sara.
La ejecutiva
de la Federación de Gremiales de Santa Cruz, Aracely Villarroel, pidió este
sábado al gobernador cruceño Fernando Camacho dar un paso al costado y levantar
el paro indefinido si “verdaderamente piensa en el pueblo”. Reclamó que los
precios de los productos de primera necesidad se incrementaron en los mercados.
“Pedir al
gobernador que dé un paso al costado, que piense en el pueblo de Bolivia y en
los más pobres, porque hoy son las familias más pobres las que más sufren”,
demandó.
Por otra
parte, el Comité Interinstitucional por el censo 2023 determinó este sábado
continuar con el paro indefinido, tras una reunión sostenida con los
representantes de las personas que bloquean en las calles y las rotondas.
El rector de
la Universidad Mayor Autónoma Gabriel René Moreno informó que otra de las
determinaciones de la cita de esta noche, es que la reunión técnica se
desarrolle en instalaciones de esta casa de estudios superiores en un plazo
máximo de 48 horas.
En ella
participarían tres técnicos del INE, tres del Comité Interinstitucional, tres
de Tarija y tres de La Paz y supervisores del Mercosur.
La propuesta
cruceña se mantiene en llevar adelante el censo el 18 de octubre de 2023 y la
entrega de los resultados en 180 días como máximo para su aplicación de
inmediato, mientras el Gobierno propuso que una comisión técnica defina cuándo
realizar la consulta censal. (https://bit.ly/3DVXQMh)
PROMETER UNA
REVOLUCIÓN, BAJO EL CONSENTIMIENTO OLIGÁRQUICO, NO ES MÁS QUE UNA ILUSIÓN
REFORMISTA
Bolivia vive
desde hace varias semanas una confrontación política abierta. Fernando Camacho,
uno de los líderes del golpe de Estado en el año 2019, ahora intenta repetir la
experiencia. Hoy en día electo Gobernador de Santa Cruz de la Sierra, ha
convocado a un paro indefinido en ese departamento, que a la fecha ya lleva 7
días, acompañado de confrontaciones en diversas ciudades del país, quehan
provocado varios heridos y un muerto.
Pressenza de
Italia (https://bit.ly/3TSOhTx)
Lo que está
sucediendo en Bolivia, después de un admirable ascenso popular que derrotó a un
golpe fascista y recuperó la democracia, muestra la incapacidad de la
idiosincrasia revolucionaria eurocéntrica y colonial de liderar un proyecto
genuinamente novedoso y alter-nativo, que es lo que le da sentido al horizonte
político indígena-popular de nuestro Estado plurinacional. En estos momentos,
de asonada fascista, las posiciones defensivas sirven de poco, cuando lo
relevante, más bien, sería el comprender por qué se viene
reiterando
una nueva insurrección oligárquica (como si el golpe de Estado sufrido el 2019
no nos hubiese enseñado nada).
Uno de los
escenarios que le fue útil a la derecha para viabilizar el golpe del 2019, fue
la creciente incompatibilidad entre el proyecto indígena-popular y la apuesta
burgués-desarrollista del “gobierno del cambio”. Esto provocó el
desencantamiento en las bases mismas del “proceso de cambio” y un desencuentro
creciente entre las expectativas populares y la retórica oficialista.
La nueva
nomenclatura plurinacional del “vivir bien” y la descolonización, habían puesto
en crisis a las estructuras de dominación colonial y cristalizó en un ascenso
nacional-popular que se retrataba en la presencia del primer presidente
indígena. Con la Asamblea
Constituyente
se agudizó la crisis oligárquico-señorial, viendo cómo se multiplicaba un
ascenso del movimiento popular con discurso indígena. Objetivamente se fueron
generando las condiciones que permitían pensar en una auténtica revolución
democrático-cultural.
Pero las propias
apuestas conservadoras del gobierno le fueron encerrando en el mismo sistema
que debía transformarse.
No fue capaz
de desarticular la estructura de poder de la oligarquía, es más, bajo la ilusa
esperanza de pactar alianzas con ámbitos de poder (como, por ejemplo, la
agroindustria cruceña), hizo posible la rearticulación de estos, bajo auspicio
estatal. Ya no se buscó
fortalecer al
pueblo, ni sus propias organizaciones matrices, sólo se incentivó un apoyo
prebendal de sus dirigencias. Los pretendidos “revolucionarios” descubrieron
así su idiosincrasia reformista, permitiendo que las estructuras liberales, es
decir, señorialistas, se fortalezcan al interior del Estado plurinacional.
Por eso,
desde adentro, también, se fue iniciando una contraofensiva reaccionaria,
dejando que la tecnocracia desarrollista fuera asumiendo ámbitos de decisión
política, apadrinándose en el apoyo de gremios profesionales y empresariales, y
dejando al pueblo
arrinconado
en una presencia meramente ornamental, dentro de un Estado que había repuesto
su estructura liberal-burgués-capitalista, pero ahora con fisonomía indígena.
Después de
todo eso, se creyó que esta ilusión reformista del “gobierno del cambio”, de
modificar las estructuras de poder y prometer una revolución con la pasividad y
el consentimiento de la oligarquía y su contingente urbano, abiertamente
fascista, había llegado a su fin. Pero la actual rearticulación del fascismo,
con la misma lógica desatada en 2019, es la prueba manifiesta de que la
dirigencia masista no ha aprendido nada. El fascismo camba, por ejemplo, jamás
perdió de vista el acento profundamente revolucionario y anticapitalista que
significaba el “proceso de cambio” entendido como revolución
democrático-cultural, por eso su arremetida contra el gobierno es, más bien,
una arremetida contra el sujeto proyectante del horizonte político
plurinacional: el indio.
Por eso el golpe
de Estado fue decidida y abiertamente ejecutado para escarmentar a este sujeto
plurinacional y su osadía de pretender un país entre iguales (que también el
gobierno venía desplazando en su apuesta reformista). Los coqueteos del
gobierno del cambio con sectores derechistas, promoviendo también a sus lideres
(Carlos Mesa como vocero gubernamental de la “causa marítima”), fue reforzando
la asonada derechista y alejándole más del pueblo; eso fue dispersando la
verdadera fuente de su poder y lo debilitó a la hora de la ejecución del golpe.
La
recuperación democrática y el triunfo electoral del pueblo, no sólo confundió a
la derecha sino también al propio MAS. Los descubrió sin haber evaluado las
causas del golpe y una más que necesaria autocrítica; otra vez, el tufillo que
deja el triunfo les extravió en el exitismo más irresponsable.
Por eso vimos
replicarse una gestión improvisada sin horizonte y reiterando una idiosincrasia
que debía ser revisada profundamente. En ese sentido, la ufana y entusiasta
apuesta “políticamente correcta”, que celebra lo técnico por sobre lo político,
no podía ser más ingenua y retratar la miopía de este gobierno y su ausencia de
percepción política y lectura coyuntural. Después de 14 años, podemos ahora
advertir cómo lo tecnocrático se fue sobreponiendo a lo político, haciendo de
la estructura burocrática el verdadero politburó que terminó desplazando al
pueblo y dejándolo a su suerte en un golpe de Estado, cuyo éxito es también
atribuible al fenómeno implosivo que significa un gobierno que abandona su
horizonte político por un pragmatismo circunstancial, cuya única meta consistía
en garantizar, a cualquier precio, su siguiente gestión.
El
expresidente Evo y todo su círculo inmediato, se queja de una gestión errática
gubernamental, sin admitir que gran parte de su propia estructura continúa en
el gobierno actual. La improvisada política estatal actual es, en esa medida,
el remanente de una falta de direccionalidad estratégica en torno al horizonte
político plurinacional que el pueblo mismo había objetivado como el “vivir
bien”. El obrismo tan criticado demostró que los cambios objetivos no
necesariamente constituyen subjetividad, es decir, creación del sujeto del
cambio. Eso es lo que el pueblo, como autoconvocados (los verdaderos autores de
la recuperación democrática), reclamó y sigue reclamando: una revolución
cultural y pedagógica, política e ideológica, y no simplemente una mejor
administración (que tampoco se logró) del mismo Estado que debía transformarse.
Esa apuesta
conservadora es lo que hizo posible la reposición de los valores y las
creencias liberales del Estado señorial y empoderó a una mentalidad burocrática
que fue diseñada precisamente para hacer imposible cualquier transformación de
las estructuras jurídicas
estatales. Eso
es algo que nunca comprendieron ciertos “revolucionarios” adiestrados en el
dogma de la base económica como clave de todo, dejando de lado el hecho de que
todo sistema de propiedad o producción necesita de su expresión jurídica que lo
haga viable.
Lo mismo
sucede con el Estado, pues es el derecho asumido es el que instituye las
propias reglas de operación del Estado, desde las cuales se decide qué es
posible y qué no. Ahora bien, el derecho, o sea, la expresión jurídica que hace
posible la continua reposición del Estado señorial, o sea, colonial, es el
derecho liberal, ahora actualizado como neoliberal.
Pretender que
con esa jurisprudencia iba a ser posible expresar el nuevo contenido estatal
como plurinacional, retrataba y sigue retratando el carácter conservador de una
elite “revolucionaria” que devino y deviene, para su propia desgracia, en
reformista. Por eso no
se cambió la
sustancia y, a nombre del “vivir bien”, la PachaMama, la descolonización, lo
plurinacional, con wiphala y todo, el Estado señorial, o sea, colonial, se
repuso hasta por inercia.
En la
Asamblea Constituyente se pudo apreciar esa fatídica apuesta que iba a minar el
“proceso de cambio” desde adentro. Los juristas “del cambio”, al no comprender
la verdadera contradicción, opusieron el derecho comunitario al régimen
ordinario; reduciendo, con la ley de deslinde jurisdiccional, todas las
capacidades y posibilidades de un derecho que pretendía interpelar y
transformar la idea de derecho, justicia y legalidad pertinente exclusivamente
al capitalismo: el derecho liberal.
Para el
liberalismo, la comunidad no existe, lo que existe es el individuo, es decir,
la abstracta referencia de un ente desligado de toda comunidad, desprendido de
toda pertenencia natural; en ese sentido, lo que concibe el liberalismo como
“emancipación” es la desconexión radical del ser humano de toda referencia que
no sea su propia auto-referencialidad, o sea, su atomización y fragmentación
como individuo (y su consecuente radicalización como individualismo); por eso,
para el liberalismo, la comunidad y el bien común, no tienen sentido, pues su
marco hermenéutico de la propiedad sólo hace posible concebir que el beneficio
de algo sólo puede ser particular, o sea privado. En ese sentido, no hay bien
que pueda ser común a individuos cuyos intereses son privados; por eso los
liberales –y peor los neoliberales– sólo pueden entender un “bien social” como
la suma de los bienes particulares, individualistas, producto de unas
elecciones, que son, también, individualistas. La comunidad, para ellos, no
tiene sentido, es algo del pasado, arcaico, como dice el credo moderno (en eso,
todo el establishment político está de acuerdo, sea de izquierda o derecha).
Siendo así,
el pueblo ya no constituye referencia política. Este alejamiento, patrocinado
por apuestas francamente desarrollistas que el “gobierno del cambio” emprendió,
no solo provocó un marcado desencantamiento en sectores que, en principio,
fueron afines al
“proceso de
cambio”, sino que produjo un continuo vaciamiento de legitimidad que la derecha
aprovechó para empoderar al fascismo urbano, al abrigo de demagogias muy
provechosas para atizar conflictos recurrentes. Algo similar está ocurriendo
actualmente.
Después del
triunfo electoral y teniendo a todo el aparato golpista al descubierto, la
conformación estructural del gobierno debía de tener un decidido acento
político. En los primeros meses de gobierno, cuanto se cuenta con el máximo de
legitimidad electoral, el gobierno debía haber desmantelado los nichos de
reproducción política del fascismo. En catorce años no se aprendió nada. Prueba
de ello es que el golpe se fue orquestando en las narices del “gobierno del
cambio” y cediendo la legitimidad que el fascismo no puede, por principio,
cosechar por cuenta propia.
Un pésimo
análisis político conduce inevitablemente a decisiones extemporáneas y hasta
inútiles, y lo peor, decisiones que le hacen más favor a la oposición y sus
posibilidades de cercar, otra vez, a la propia democracia. El gobierno peca de
ingenuidad política cediendo
escenarios de
legitimidad a quienes, por principio, no nacen de la legitimidad sino la
usurpan y, por el poder que todavía poseen, chantajean la estabilidad
democrática, haciendo de la extorsión plataforma cívica y raptando escenarios
democráticos que toman
siempre como
rehén a un pueblo abandonado a su suerte (hasta por el propio gobierno).
El gobierno
debía, hasta por sentido común, desmantelar todos los ámbitos no democráticos
que originaron la sedición abierta. Después de haber sido alterada la democracia
y asaltado el orden constitucional, además de atracado el Estado, el gobierno
tenía la autoridad política, que le había confiado el poder popular, para
establecer y ejecutar jurisprudencia contra toda transgresión al orden
democrático.
Pero el
tufillo del triunfo otra vez les hizo creer la ilusión de que tenían el poder.
Que el MAS nunca se imaginó lograr ese rotundo 54%, se demostró en la
improvisada gestión que, hasta el día de hoy, da preocupantes muestras de una
ausencia total de proyecto. Al
desaparecer
lo político (que es la verdadera sustancia estatal) de la gestión, los
ministerios sólo saben viabilizar, a nombre de gestión gubernamental, las
agendas de los organismos multilaterales y las agencias financiadoras; los
propios perfiles profesionales de quienes
manejan las
decisiones políticas, manifiestan una inclinación al manejo tecnocrático del
Estado, es decir, un abandono del horizonte plurinacional, que no es sino el
continuismo de lo que ya se había manifestado en los 14 años: el
aburguesamiento del “proceso de
cambio”.
En ese
sentido, ciertas exigencias corporativistas francamente derechistas de este
último tiempo, muestran que el “empoderamiento” de diversos sectores, que son
parte del movimiento popular, no devino en una toma de consciencia revolucionaria.
Esto delata que el “gobierno del cambio” no entendió el cambio, por eso no fue
auspiciador de lo que era y debía constituir al “proceso de cambio” como
revolución democrático-cultural.
Se puede
decir que la actual desidia gubernamental no es intencional, es más bien la
muestra de que no saben cómo lidiar con la coyuntura; aun no comprenden una
lógica que, para colmo, no es nueva, ya se escenificó en el golpe (y hasta el
día de hoy, en todos
los
gabinetes, siguen creyendo que un análisis de coyuntura es lo que sale de una
reunión de café). En los 14 años se alimentó asiduamente a los verdaderos
operadores políticos de la derecha, los medios; y hasta el día de hoy, después
de dos años, y con todos los
conflictos
atizándose mediáticamente, el gobierno no tiene la más mínima idea de lo que es
comunicación estratégica y menos política comunicacional.
La última
reunión con la elite logiera camba, no sólo avala políticamente un menguado
cabildo, como plataforma admisible de lo que es, en realidad, palestra
fascista, sino que le brinda ingenuamente la legitimidad que buscaba el Comité
Cínico de Santa Cruz para instalar definitivamente un nuevo caballo de Troya en
la agenda política: el censo (demás está decir que un censo no es la panacea
que ahora la elite camba vende como amuleto sagrado al fanatismo religioso
camba).
Todos los
conflictos que se van acrecentando van generando la imposibilidad del ejercicio
político estatal, de tal modo que, con la agenda política en manos de la
oposición fascista, que ya sabe tomar las calles, se vaya cercando a un
gobierno que acabe cediendo todo. Lo triste es que, si se recuperase el
ejercicio político, fundamental para todo proyecto, el gobierno no da muestras
de que pueda hacerse cargo de semejante tarea.
Esta carencia
es muestra del desdén que se mostró anteriormente, y se arrastra ahora, por la
formación política e ideológica del pueblo.
En política,
la argumentación es decisiva y muestra cómo el enfrentamiento es siempre
primeramente discursivo. Instalar una narrativa es fundamental para darle
sentido a la disputa política.
Esa función
cumplían los partidos políticos como centros de formación ideológica. Pero la
derecha no necesita ya de los partidos, porque ahora los centros de
de-formación política lo constituyen las universidades y los medios de
comunicación. Para enfrentar la narrativa
fascista, el
gobierno debía de proponerse una estrategia comunicacional que restituya al
pueblo como el verdadero sujeto democrático, que desmantele las narrativas que
legitimaron el golpe de Estado, además del desenmascaramiento sistemático de
los autores del rapto democrático que, hoy en día, gozan de la más abierta
impunidad.
Los primeros
meses de gobierno, cuando se está en el pico de legitimidad inicial, son los
adecuados para tomar las medidas trascendentales que necesita un verdadero
gobierno del cambio. ¿Qué decía Saint Just?: “los que hacen revoluciones a
medias no hacen sino cavar su propia tumba”. Lo triste es que en esa tumba puede
comprometerse la vigencia del propio proyecto popular.
Ahora bien,
ya no es tan fácil orquestar un nuevo golpe; sobre todo cuando hasta los
auspiciadores del golpe del 2019 se llenaron de vergüenza por la corrupción
descarada del infame “gobierno de transición”. El contexto es más complicado.
Pero un proceso de
desestabilización
política conviene a los neocons de Washington y sus planes de feudalizar sus
áreas de influencia.
Este proceso
de desestabilización creciente, además inflamados por la usurpación de temas
sensibles que el gobierno no ha sabido administrar políticamente, parece tener
el objetivo del revocatorio. Adelantar elecciones es una apuesta ya no tan
absurda, teniendo
al líder del
MAS haciendo de gobierno paralelo, provocando la percepción de desgobierno en
la opinión pública (y aprovechada muy bien por los medios). Imponer como agenda
política la pelea por el liderazgo, no ha hecho sino desgastar más una gestión
que difícilmente puede lidiar con el desgaste que ya significa no saber administrar
políticamente los conflictos. Ese empecinamiento por imponer, a toda costa, su
candidatura, no hará otra cosa que unificar a la derecha. Ese cálculo es
probable, porque además la derecha debe dar muestras, a sus patrocinadores
externos, de que son capaces de voltear el tablero electoral y, por lo menos,
promover un gobierno “progre” como el chileno (cuya figura presidencial no en
vano tiene a García Linera como su referente).
Como siempre
la derecha ha dado muestras de desprecio por nuestro país, no es de extrañar
que premeditadamente se propongan también generar la implosión de la frágil
estabilidad económica que todavía sitúa a nuestro país como positivo referente
mundial, en medio de la amenaza de una recesión económica multiplicada. Pero
nada en política proviene de la suerte. Tampoco la esperanza es buena táctica,
o sea, el esperar que, por milagro, las cosas salgan bien.
En política,
el conocimiento juega un papel estratégico; para la praxis sirve de poco la
especulación, aunque sea erudita. De eso trata el descenso dialéctico, de poder
interpretar los hechos para anticiparse a sus consecuencias. El pensar
estratégico no conoce por conocer sino piensa el presente político para
orientar la toma de decisiones.
Por eso, un
gobierno que enarbola el “cambio” como bandera, debiera de reafirmar el
carácter profundamente político de su presencia estatal y desatar
estratégicamente toda la estructura previa del Estado, para hacer posible una
descolonización efectiva del poder
político.
Esto supone
un desmantelamiento de la estructura burocrática, pero ésta es precisamente el
botín político de quienes, hasta por herencia, conocen el manejo estatal; a
quienes recurren los actores políticos para viabilizar su gestión, es decir,
para entramparse en la lógica burocrática asumida como garantía del poder
político (siendo la cuestión al revés).
Si el
gobierno calcula su permanencia sin proyecto, entonces irá cediendo todo, o
terminará atrincherándose hasta condenarse en la soledad, como sucedió con el
“gobierno del cambio”. La única alternativa es siempre el pueblo. El verdadero
poder no se asalta ni se toma, se construye, se crea, desde abajo, donde radica
la soberanía de toda política.
El pueblo, en
tanto que pueblo, no siempre se manifiesta en sus dirigencias. Aparece en
momentos críticos, sobre todo cuando el poder delegado, por desconocer la
soberanía original, se cree dueño de la soberanía. Aparece como portador y
proyectista del horizonte político.
Lo que crea
en su movilización es el sentido y la direccionalidad de la praxis política.
Sólo en ese contexto el proyecto político adquiere vitalidad.
Por eso, en
realidad, no se baja al pueblo, sino se asciende a lo que el pueblo ha
constituido como proyecto y horizonte. Ese es el mandar obedeciendo. El poder
obediencial que pretendía transformar el propio concepto de política. Pero es,
precisamente, lo que la clase política constituida en burocracia, o sea, en
politburó, desestima siempre, porque eso significa el fin de su propio poder.
Es fácil
decir hay que volver a ser pueblo, pero es lo más difícil para una
idiosincrasia política (hasta de izquierda) que se ha constituida
aristocráticamente en la pirámide social donde el ascenso es sólo individual,
como única posibilidad de ser algo en el universo liberal. El “revolucionario”
que ha naturalizado aquello será siempre un operador del espíritu conservador
que anida también al interior de toda revolución. Es lo que hará posible su
propia traición. Por eso acaba cavando su propia tumba, cuando cree que se
puede hacer revoluciones a medias.
BOLIVIA.
CRÓNICA DE UNA GUERRA ANUNCIADA
En EEUU,
existe una tradición que afecta a muchos países del mundo, esa tradición es
promover guerras basados en mentiras que configuren “un daño a EEUU y la
democracia”. Hemos sido testigos de las guerras de Corea, Vietnam, Irak,
Afganistán, invasión a Granada,. etc. etc. ¿Cómo funciona esta tradición
estratégica?
Resumen
Latinoamericano Org. (https://bit.ly/3Wgge9y)
Uno de los
puntos de apoyo para que funcione esta “tradición” es la mentira o los “falsos
positivos” posicionados en “oídos receptivos”, entonces tenemos don columnas
fundamentales para que la “tradición” funcione: formar los oídos receptivos y
fabricar la mentira oportuna.
El golpe del
año 2019, es el resultado de la aplicación de esta “tradición” imperialista en
Bolivia; la mentira se llamó “fraude” y los oídos receptivos estaban centrados
en tres sectores de la sociedad, iglesias evangélicas contrarias a la llamada
“religiosidad andina” una de sus conocidas feligresas luego sería ungida como
presidenta del Estado Plurinacional. En segundo lugar, los sectores racistas de
vieja data en Bolivia, alimentada con la “supremacía blanca migrante” en el
oriente producto de las expulsiones de la Primera, segunda guerra mundial y la
guerra en los Balcanes, y en tercer lugar todas las corrientes políticas
desplazadas del escenario electoral por el MAS.
Esa
estructura de poder, montada desde el año 2008, no ha sido, ni identificada y
peor desmontada por el gobierno democrático de Luis Arce, por el contrario, ha
promocionado su consolidación con las concesiones a ese grupo de poder.
Hoy día
Bolivia se encuentra en medio de un nuevo experimento de quiebre democrático
constitucional, porque, desde fuera del mismo sistema político se impone al
gobierno corregir sus decisiones amparadas por la Constitución Política del
Estado. En este escenario debemos realizar un punteo de las acciones
gubernamentales.
Primero el
gobierno ha perdido el rumbo del “proceso de cambio” es decir de la continuidad
de transformaciones en la estructura socioeconómica de Bolivia. Su concentración
puntual en el campo económico, ha hecho que se descuide el campo político,
siempre frágil en Bolivia.
Segundo, la
especialidad del presidente boliviano -economista- no le ha permitido conformar
un equipo político que se ocupe del tratamiento de este campo, muy importante,
después del 2019.
Tercero, la
ausencia de una sincronía entre gobierno-Instrumento político-organizaciones
sociales, ha debilitado el impulso generado en la reconquista de la democracia
en el año 2020.
Cuarto, las
organizaciones sociales, han perdido la capacidad de generar cuadros políticos,
debido a que sus bases juveniles fueron subsumidos por la burocracia estatal.
Quinto, las
clases medias y populares pertenecientes a iglesias evangélicas/cristiana, con
un profundo pensamiento racista han logrado que personajes conocidos en la
política nacional, por actos de corrupción y aprovechamiento de las denominadas
“organizaciones cívicas” para su promoción personal, sean electos como
autoridades en ciudades importantes del país, por supuesto que estos personajes
también contaron con el apoyo de los resabios de partidos políticos
neoliberales.
Sexto las
instituciones como la policía y las FFAA, no han sido depuradas. Especialmente
de las que tienen mentalidad racista y proclive a la corrupción.
Con estos
puntos, que son algunos que consideramos importantes en la compleja política
boliviana, podemos afirmar que están dadas las condiciones para que en este u
otro momento una nueva aventura golpista sea consumada.
La ausencia
de un liderazgo político estimula las acciones violentas, racistas,
inconstitucionales que condicionan la actitud ciudadana hacia un repliegue y
abstracción de la dinámica política, contribuyendo a una inestabilidad que ya
es una constante en Bolivia desde el año 2016.
LA
CHIQUITANÍA BOLIVIANA, POR EL CAMINO DE LAS MISIONES
El Tribuno de
Argentina (https://bit.ly/3DMTPtq)
En agosto del
2013, en busca de un clima más amable, nos adentramos en el oriente boliviano.
Tierra baja y calurosa, muy diferente al mundo andino en paisajes y cultura.
Rincones poco visitados, naturaleza virgen, pueblos pintorescos de gente
hospitalaria y curiosa.
Iniciamos en
Santa Cruz de la Sierra, cuatro horas en tren hasta San José de Chiquitos, el
primer asentamiento jesuita de la región. El pueblo es pequeño, el clima
tropical, propio del bosque seco chiquitano, transición entre el chaco y la
selva. Desde allí parte el camino de las misiones (San Rafael, San Miguel,
Santa Ana y San Ignacio) hacia el norte; al este, por la autopista bioceánica,
se llega a Brasil.Nos quedamos unos días en una casa abandonada, a la cual nos
invitaron unos jovencísimos viajeros, que cruzamos en la estación de trenes
apenas llegamos.
Desde San
José, a dedo, llegamos a Aguas Calientes. Allí corre un río de aguas termales y
cristalinas de dos kilómetros, el más grande en su tipo de Sudamérica. Sus
márgenes tupidos de vegetación autóctona y su suelo arenoso, invitan a
sumergirse y disfrutarlo. Acampamos en Los Hervores, donde el agua es más
cálida, en ciertas partes 40° C. La última noche en Los Puentes, donde la
vegetación es más tupida y el río más fresco y cerrado.
Luego de
largas y calurosas horas en la ruta llegamos a Corumbá, pueblo fronterizo del
lado brasileño, en pleno pantanal. Solo una noche nos quedamos. Con visa
renovada (tres meses más para recorrer el país), continuamos descubriendo el
oriente de Bolivia… más horas haciendo dedo, viajando en camionetas y camiones,
acampando, durmiendo en hostales, hasta llegar al hermosísimo Santiago de
Chiquitos, último asentamiento jesuita en la Chiquitanía. Descubrimos
increíbles atractivos naturales: bosques vírgenes, ríos, formaciones rocosas,
cuevas, valles; fauna abundante, numerosas parabas rojas (guacamayos), tucanes,
tucancillos. Paramos en casa de Don Pantaleón, un profesor a punto de
jubilarse, quien toda su vida trabajó en el campo arriando ganado. Un personaje
fantástico, irreal, creado por algún realista mágico. Allí cumplimos cinco
meses desde que partimos de Córdoba, mi diario dice: "El tiempo es ilusorio.
Tantas cosas estamos viviendo en estos meses que los hacen parecer aún más
largos, los multiplican. Sin rutinas, los días son todos distintos, llenos de
aprendizajes y personajes nuevos. Antes se repetían, transcurriendo sin que nos
diéramos cuenta".
A la semana
partimos a Roboré, en busca del Chorro de San Luis. Otro paraíso! Acampamos
tres días en la playita de arena, frente a una caída de agua de 20 metros.
Luego, nuevamente en San José, para desde allí rumbear al norte, por el camino
de las misiones.
Tres días
quedamos varados haciendo dedo, bajo un sol fuerte y el viento cálido y seco
que nos llenaba de tierra, sin que nadie nos levante, en un inhóspito caserío
llamado, paradójicamente, La fortuna.
Al fin nos
levantaron y dejaron en San Rafael. Dormimos una noche en la catedral, una de
las tantas iglesias que componen el conjunto de la obra jesuita.
Le siguió
Santa Ana, el más pequeño de los pueblos misionales y único que conserva la
estructura urbana original planeada por los jesuitas. Su iglesia es la más
austera del complejo jesuítico, al ser construida por los mismos indígenas,
luego de la expulsión de la Compañía de Jesús.
Finalmente
arribamos a San Ignacio de Chiquitos, de los pueblos más grandes de la región
junto a San José. El día que llegamos, de tarde, mientras vendíamos nuestras
postales en el parque central, frente a la imponente catedral, tres maestras se
acercaron, interesándose en el proyecto. Nos invitaron a realizar una actividad
para sus alumnos de primaria. Terminamos acampando tres días en un aula de su
escuela, teniendo que desarmar la carpa cada mañana, antes que los alumnos
entren a clases. Luego de la actividad con los chicos de la escuela
"Eduardo Abaroa", partimos, nuevamente a dedo, hacia la capital del
departamento Santa Cruz, donde comenzó esta hermosa vuelta de un par de meses.
"EL
AMAZONAS, TAL Y COMO LO CONOCEMOS, PUEDE DESAPARECER EN OCHO AÑOS", ALERTA
WWF
El Periódico
de España (https://bit.ly/3TV083M)
El mayor
espacio verde de la Tierra está en peligro. Las organizaciones indígenas de las
selvas del Amazonas, que representan a 511 comunidades locales, han lanzado un
desesperado grito de alarma: es necesario un acuerdo global para la protección
permanente de 80% de ese espacio natural en 2025 para evitar "el inminente
punto de no retorno y una crisis planetaria".
Los datos
asustan: el 17% de la cuenca del Amazonas ha sido deforestada y en otro 17% del
bioma está degradado. Esta situación supone una grave amenaza para la Amazonía,
un componente crucial en el sistema climático de la Tierra, porque almacena
entre 150.000 y 200 000 millones de toneladas de carbono.
La Amazonía,
además, destaca por su biodiversidad, que incluye el 18% de las especies de
plantas vasculares existentes en el mundo, el 14% de las aves, el 9% de los
mamíferos, el 8% de los anfibios y el 18% de los peces que viven en los
trópicos.
El informe
‘Planeta vivo 2022. Hacia una sociedad con la naturaleza en positivo’, que
acaba de editar WWF, resalta la urgente necesidad de proteger la Amazonía, el bosque
tropical más grande y con mayor diversidad biológica y cultural del mundo, con
un sistema fluvial que contiene casi el 20% del agua dulce del planeta.
Es, además,
el hogar de más de 500 grupos de pueblos indígenas, incluyendo a 66 grupos en
aislamiento voluntario y contacto inicial. Los territorios indígenas suman en
la actualidad 2,37 millones de kilómetros cuadrados (casi el quíntuple que
España), lo que supone el 27% del total de la Amazonía. En esos territorios se
registran las menores tasas de deforestación.
REPERCUSIONES
DEVASTADORAS
Los
territorios indígenas son responsables de almacenar casi un tercio (32,8%) de
las reservas de carbono superficial de la región amazónica (28.247 millones de
toneladas), lo que supone una enorme contribución a la mitigación y adaptación
al cambio climático.
La ciencia ha
establecido que el punto de no retorno se sitúa entre el 20% y el 25% de
deforestación y degradación forestal combinadas. Los datos muestran que el 26%
de la Amazonía se encuentra en estado de ‘perturbación avanzada’, lo cual
supone degradación de los bosques, incendios recurrentes y deforestación.
"El
horizonte establecido para las metas mundiales de conservación es el año 2030,
pero en ocho años, la Amazonía, tal y como la conocemos, puede haber desaparecido",
recoge el informe de WWF.
"Esto no
es un escenario futuro, es lo que estamos viviendo actualmente en la región: un
nivel continuo de destrucción con repercusiones devastadoras a nivel local e
implicaciones negativas para la estabilidad climática del planeta",
subraya el documento.
¿Qué dicen
los científicos? El Informe de Evaluación sobre la Amazonía 2021, elaborado por
más de 240 científicos recomienda cuatro medidas clave: una moratoria inmediata
sobre la deforestación y la degradación de zonas que se acercan al punto de no
retorno; el logro del objetivo de cero deforestación y degradación para 2030;
la restauración de ecosistemas terrestres y acuáticos; y una bioeconomía
inclusiva y justa de bosques y ríos saludables. Solo así se podrían evitar
"consecuencias catastróficas" en la Amazonía y, por extensión, a
nivel mundial, según los expertos.
TRANSICIÓN
HACIA UN DESARROLLO SOSTENIBLE
En 2021 la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) destacó el
papel de los territorios indígenas, reconociéndolos como "espacios para la
conservación sostenible". Pero los gobiernos y los líderes mundiales
siguen dando la espalda a la realidad de ese gigantesco ‘pulmón’ planetario.
Las
comunidades indígenas piden ayuda, demandan alianzas territoriales y mundiales
para proteger y defender su hogar, la Amazonía, "la madre jungla, y evitar
que exhale su último suspiro", tal y como recoge el informe de WWF. El
objetivo es iniciar ya una transición hacia un desarrollo sostenible.
La
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) ha
hecho un llamamiento por un acuerdo mundial para la protección permanente del
80% de la Amazonía en 2025, con el respaldo de los gobiernos de los nueve
países amazónicos (Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, Venezuela, Surinam,
Colombia, Guyana y Guyana Francesa), como "respuesta urgente a las crisis
de clima y biodiversidad a las que se enfrenta actualmente la humanidad".
Para alcanzar
esa meta juzgan indispensable garantizar la "seguridad legal para nuestros
territorios como garantía de vida; el reconocimiento del derecho a consulta
previa, informada y libre; la protección y el respeto como soluciones de los
sistemas de conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas; el fin de la
criminalización de los activistas indígenas, de las amenazas del sistema y de
los asesinatos; y la financiación directa para pueblos indígenas con apoyo
técnico permanente para la gestión de recursos económicos y humanos".
El informe de
WWF recoge dos preguntas lanzadas por los indígenas a las comunidades política
y académica y a todo el mundo: "¿Es posible que el bioma de la Amazonía
sea declarado patrimonio cultural intangible de la humanidad, para que todas
las criaturas que viven en ella dejen de ser asesinadas, quemadas y
contaminadas? ¿Es posible salvar este ecosistema de la extinción?".
EL LITIO:
OTRA GUERRA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA
Atalayar de
España (https://bit.ly/3DoV5RQ)
Detrás del
cambio climático, la economía verde, la transición energética y las energías
limpias se ocultan encarnizadas batallas por la supremacía en el reparto del
mundo entre Estados Unidos, China y Rusia. Una cuarta potencia, India navega
entre los intereses de las tres con agenda propia, pero más cerca de los
intereses del bloque de Oriente.
Una lucha
frontal entre el mundo occidental cristiano, liderado por Estados Unidos y las
potencias de Europa contra los intereses económicos y estratégicos del mundo
oriental ortodoxo, islamismo, budismo y taoísmo encabezados por China y Rusia.
En efecto, son varias las guerras que se desarrollan a la vez por la
preponderancia internacional, sin embargo, los aspectos religiosos poco se
examinan, pero son claves en la nueva arquitectura del orden mundial.
Estados
Unidos trata conservar el poder unipolar que alcanzó con el colapso de la Unión
Soviética y no está dispuesto a ceder ese poder ante China y Rusia. Uno de los
desaciertos de la política exterior de las Administraciones de Barack Obama y
de Joe Biden han sido las sanciones contra Rusia, dichas sanciones han
fortalecido la alianza del eje Moscú-Pekín y de paso le han permitido sumar a
otros países que tienen relevancias económicas y geopolíticas en Asia como India,
Irán, Arabia Saudí, Turquía y Pakistán.
Estados
Unidos en su lucha por el predominio mundial tiene abierta varias guerras. Por
un lado, una guerra contra Rusia por el control y el dominio de los
combustibles fósiles: petróleo y gas. Del otro, otra una guerra contra China
por el dominio de las reservas de litio, mineral clave para la transición
energética y producción de energías limpias. Un tercer frente de guerra con
China por la superioridad en la industria de los microchips y la inteligencia
artificial.
La guerra del
litio contra China empezó en la Administración de Donald Trump, cuando declaró
una emergencia nacional para desarrollar una política estratégica de control de
las reservas de litio en el mundo y, así, buscar enfrentar los avances chinos en
la industria mencionada.
La orden de
Trump fue que se debía desarrollar una política más audaz, porque los avances
de China en la industria y el control del litio eran una amenaza para la
seguridad, la industria y los intereses estratégicos de Estados Unidos.
Las
preocupaciones del Gobierno de Trump eran obvias, debido a que China tiene los
adelantos más importantes en la industria del litio en el mundo, el mineral más
estratégico para el desarrollo de la industria de vehículos eléctricos y para
el desarrollo de energías limpias.
El litio es
un mineral estratégico e indispensable para las fabricaciones de carros
eléctricos, baterías para cámaras termográficas, telefonías móviles y unidades
de almacenamientos de energía eólica y solar. Por eso es un mineral clave y
preponderante para el paso de los combustibles fósiles a las energías limpias.
La industria
del litio en Estados Unidos está rezagada y en China muy avanzada, los chinos
controlan y refinan el 60% de la producción mundial de litio, los mercados de
coches eléctricos en el mundo y dominan los mercados de las baterías eléctricas
entre el 80 y el 90% de la capacidad global. Seis de los diez mayores
productores de batería para vehículos eléctricos tienen sede en China.
En América
Latina los chinos controlan el mercado de litio en el triángulo del oro blanco
que conforman Bolivia (30%), Chile (21%) y Argentina (17%) de las reservas
globales con tres compañías de alcance global: Ganfeng Lithium, Tianqi Lithium
y Zijin Mining. En un informe del Centro de Estudios Estratégicos e
Internacionales (CSIS) de Washington, se dice que Estados Unidos no está
preparado para satisfacer la demanda de la industria del litio en los próximos
años y China puede en el conflicto usar su posición dominante para dirigir la transición
mundial a energía limpia.
En criterio
de la investigadora mexicana, Beatriz Olivera, “si los procesos para extraer
litio siguen siendo contaminantes y las empresas mineras violan los derechos de
las comunidades no habrá ningún progreso, será un maquillaje de lo que se llama
energías limpias”. Conclusión: más allá de la importancia que tienen la
transición energética y las energías limpias detrás de ellas se esconden las
mismas modalidades de dominación mundial de las potencias.
VARGAS LLOSA
Y SU SORPRENDENTE 'MALDICIÓN' PARA 'GAFAR' LAS CANDIDATURAS PRESIDENCIALES
En las
elecciones en Bolivia, donde se enfrentaron Luis Arce Catacora y Carlos Mesa,
este último apoyado por el escritor. "Es un apoyo por la libertad",
decía Vargas Llosa, quien vio cómo su candidato perdía las votaciones.
Marca de
España (https://bit.ly/3gWE3Dg)
La noche del
domingo tuvo un gran protagonista en Brasil: Lula da Silva. El político de 77
años ganó las elecciones presidenciales imponiéndose así a Jair Bolsonaro,
quien se presentaba para repetir mandato, con un 50,9% a 49,1%. De esta lucha por
el poder del país salió 'otro' perdedor, Mario Vargas Llosa, quien aumenta su
'maldición'.
Esta
'maldición' consiste en que cada candidato, del país que sea, que es apoyado
por el escritor peruano, acaba perdiendo en las elecciones. Todos los
candidatos han sido de derechas, ideología que comparte con el Premio Nobel de
Literatura, hasta siete. En las elecciones brasileñas, además, Jair Bolsonaro
fue el primer candidato en no revalidar su mandato.
Vargas Llosa
dijo que Lula era un "ladrón"
El apoyo de
Mario Vargas Llosa a Jais Bolsonaro se produjo el pasado 12 de mayo, cuando el
escritor declaró: "Entre Bolsonaro con payasadas, y Lula, prefiero a
Bolsonaro". Estas palabras fueron dichas en una charla del Centro de
Estudios para el Desarrollo en Montevideo.
"No es
un candidato que despierte nuestro entusiasmo", agregó el escritor, quien
recordó también que Lula estuvo "preso" y era un "ladrón"
por el caso Odebrecht.
¿A qué otros
políticos apoyó Mario Vargas Llosa?
El resto de
casos en los que el apoyo del escritor no fue suficiente para que su candidato
ganara las elecciones se dieron, en su mayoría, en países latinoamericanos.
En 2019, por
ejemplo, Mario Vargas Llosa apoyó a Mauricio Macri frente a Alberto Fernández
en las elecciones argentinas. Macri terminaría perdiendo en las votaciones.
Al año
siguiente se celebraron las elecciones en Bolivia, donde se enfrentaron Luis
Arce Catacora y Carlos Mesa, este último apoyado por el escritor. "Es un
apoyo por la libertad", decía Vargas Llosa, quien vio cómo su candidato
perdía las votaciones.
En 2021, en
medio de las elecciones peruanas, Vargas Llosa mostró su apoyo firme a Keiko
Fujimori en lugar de Pedro Castillo, quien se impondría en las urnas. El último
ejemplo antes de las elecciones brasileñas ocurrió en Chile, donde apoyó a José
Antonio Kast, de ideología ultraderechista. Kast terminaría perdiendo en favor
de Gabriel Boric.
En España,
por ejemplo, Mario Vargas Llosa apoyó públicamente en varias ocasiones a Albert
Rivera en las elecciones para presidente de España.
NUEVAS
MISIONES PARA AMÉRICA LATINA
La Diaria de
Uruguay (https://bit.ly/3NmE8wf)
La guerra en
Ucrania y la crisis mundial del costo de vida golpean con dureza a América
Latina y el Caribe (ALC). El crecimiento regional, que después de la covid 19
exhibió una recuperación impresionante hasta alcanzar una tasa promedio de 6,8%
en 2021, se reducirá a apenas 1,8% este año, con efectos paralizantes para las
personas más vulnerables. En comparación con 2021, la tasa de pobreza de
América Latina en 2022 aumentará 0,9 puntos porcentuales hasta el 33%, y la
pobreza extrema subirá 0,7 puntos porcentuales hasta el 14,5%.
Pero muchos
países de la región tienen una oportunidad para redefinir sus políticas
económicas, y, aunque todos son muy distintos, enfrentan un conjunto común de
desafíos estructurales que incluyen la dependencia respecto de los recursos
naturales, baja productividad, debilidad del sector público y un margen fiscal
estrecho.
La solución
de estos desafíos estructurales demanda gobernanza progresista y énfasis en
objetivos económicos claros: crear empleo, aumentar la productividad, reducir
la pobreza, eliminar la brecha digital y acelerar la transición a la energía
limpia. Para sostener esta agenda, los gobiernos necesitarán una narrativa nueva
que ponga en primer plano el crecimiento guiado por la innovación. No se trata
de que los países de esta región necesiten innovaciones disruptivas por sí
mismas (como las que vemos en Silicon Valley), sino innovación con sentido de
propósito, para la solución de problemas concretos de vieja data, como la
creciente brecha digital y el aumento de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Por eso, en
un nuevo informe para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal), titulado “Cambio transformacional en América Latina y el Caribe: un
enfoque de política orientada por misiones”, intento ofrecer un plan realizable
para la creación de riqueza en toda la región. El informe no traza una senda
definitiva que todos los gobiernos deban seguir; en cambio, propone un marco y
un vocabulario nuevos, e identifica las clases de políticas, herramientas e
instituciones que se necesitan para impulsar un crecimiento guiado por la
innovación.
Para crear
una economía inclusiva, sostenible y con prosperidad compartida, propongo que
los gobiernos de ALC adopten estrategias industriales orientadas por misiones
-objetivos concretos, entendido como un paso alcanzable hacia un gran desafío
que contextualiza proyectos-, con menos énfasis en el uso de políticas ya probadas
(por ejemplo, aquellas que buscan fortalecer la sustitución de importaciones o
conseguir competitividad de precios) y más énfasis en reconsiderar el papel del
Estado.
Hay que ver
al Estado no como un obstáculo al crecimiento, sino como un configurador seguro
y capaz del mercado, con una posición única para aplicar ambición y audacia a
la solución de los mayores desafíos que enfrentan los países. Pero para que el
Estado tenga éxito en este papel, los gobiernos deben fijar objetivos claros y
demostrar voluntad de usar todos los instrumentos de que disponen, desde la
compra pública hasta el otorgamiento de préstamos. Es la única forma eficaz de
catalizar procesos de experimentación de carácter ascendente en una
multiplicidad de sectores de la economía.
Los gobiernos
pueden comenzar por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y luego idear
misiones que impulsen la movilización colectiva multisectorial hacia el logro
de cada uno de ellos. Como explica el informe, esto demandará una estrategia
clara para fortalecer las capacidades dinámicas del sector público, mediante el
aprovechamiento de nuevas herramientas y políticas orientadas a resultados y la
creación de nuevas instituciones orientadas por misiones.
Un enfoque de
misiones exige reconocer el hecho de que las grandes transiciones (por ejemplo,
de una economía basada en los combustibles fósiles a una economía sostenible)
pueden llevar mucho tiempo. La industria gaspetrolera tiene habilidades y
capacidades valiosas acumuladas que se pueden reorientar resignificando los
subsidios a esos sectores como incentivos a un cambio en la dirección de la
economía verde.
El informe
examina ocho casos de diferentes países de ALC en los que políticas e
instituciones orientadas por misiones podrían satisfacer la necesidad de
cambio. Piénsese en el problema de la dependencia de los recursos naturales, de
la que sirve de ejemplo el “triángulo del litio”. Esta región, encastrada entre
Argentina, Bolivia y Chile, alberga, junto con Perú, unas dos terceras partes
de las reservas mundiales de litio. Pero, a pesar del papel crucial de este
elemento para la digitalización y la transición energética global, Chile,
Bolivia y Argentina no han conseguido una gobernanza correcta del desarrollo
regional, al permitir a la extracción de recursos impulsar un crecimiento
carente de dirección.
Convirtiendo
un recurso natural como el litio en elemento central de una misión específica
(por ejemplo, la descarbonización de la economía), los gobiernos pueden
reconfigurar el sistema de incentivos. En vez de alentar una explotación
insensata de los recursos naturales, pueden procurar que las rentas obtenidas
se reinviertan en actividades más innovadoras y beneficiosas. Mediante un
enfoque multisectorial estratégico como este, Argentina, Bolivia y Chile pueden
transformar la maldición de los recursos naturales en una oportunidad de
progreso social y ambiental acelerado.
Asimismo, los
países del Caribe tienen una oportunidad para crear un sector turístico más
verde en toda la cadena de suministro, desde el transporte hasta la
construcción. Sus gobiernos pueden adoptar la ambiciosa misión de preservar los
océanos y el lecho marino y así fomentar la innovación y la inversión en una
variedad de sectores, siguiendo el ejemplo de Barbados bajo su inspiradora
primera ministra, Mia Mottley.
En última
instancia, el informe sobre ALC tiene que ver con la creación de un nuevo
contrato social entre el Estado, las empresas, los sindicatos y la ciudadanía.
Un Estado con más audacia y capacidad puede ser un socio mejor para las
empresas, al sentar las bases para nuevas alianzas público privadas que
maximicen el beneficio público en vez de la mera ganancia privada. Un elemento
crucial de este enfoque de misiones es que el nuevo Estado empoderado esté
sometido a la rendición de cuentas por medio de una mayor participación
ciudadana.
Hoy más que
nunca, se necesita claridad estratégica para enfrentar al mismo tiempo la
crisis de costo de vida inmediata y los desafíos estructurales de la región a
más largo plazo. Felizmente, en los gobiernos progresistas de ALC hay un
creciente sentido de urgencia y propósito. Un enfoque de misiones puede
servirles para empezar a redirigir el crecimiento hacia un futuro más inclusivo
y sostenible, y espero que el informe resulte una guía útil en tal sentido.
Según el último
informe de drogas de Oficina de las Naciones Unidas para el Droga y el Delito
(UNODC), se estima que 20 millones de personas son consumidoras de cocaína en
el mundo, un derivado ilegal de la hoja de coca que se cultiva en Colombia,
Perú y Bolivia. A lo largo de las últimas tres décadas, los porcentajes de
hectáreas cultivadas de coca (principalmente para cocaína) que aporta cada país
a la producción total de la región han cambiado (ver grafica 1). Sin embargo,
la suma de las hectáreas cultivadas se ha mantenido entre las 120.000 y 246.000
hectáreas para satisfacer una demanda global constante. La guerra contra las
drogas no ha logrado disminuir a cero ni la producción ni el consumo.
Según UNODC
(2004), y de acuerdo con las estimaciones de Estados Unidos, en la década de
los noventa la región del Trópico de Cochabamba fue el centro del cultivo de
coca en Bolivia. La producción estaba fuera de control y los esfuerzos de
erradicación mantenían a la población en constante tensión y conflicto con la
Fuerza Pública. Garrote con la erradicación forzada y zanahoria a través de
proyectos de desarrollo alternativo, fueron las estrategias de la política de
drogas boliviana, así como en los demás países de la región (Unlu, 2012). A partir de 1999, según UNDOC (2004), los
niveles de coca del Trópico cayeron por detrás de los de Yungas de La Paz por
la erradicación y los programas de desarrollo alternativo.
Sin embargo, en
el 2004 en la región del Trópico, de donde es oriundo el expresidente Evo
Morales, se hizo el Acuerdo Cato y se dio inicio al control social de la hoja
de coca (Farthing y Ledebur, 2015). En este acuerdo se autorizó a cocaleros
miembros de sindicatos (organizaciones de base agrícolas) catos o parcelas
legales de 1.600 mts2 a cada uno para cultivar coca para el consumo local. En
el 2006, el gobierno de Evo, después de un estudio de demanda, amplió el techo
de producción de coca de la región del Trópico de Cochabamba de 3.200 a 7.000,
lo que equivale al 35% de la producción total hoy permitida de Bolivia. Con
esta ampliación de la superficie cultivada legal en el Trópico, se otorgaron
licencias a quienes no pudieron registrarse cuando se hizo el Acuerdo Cato en
el 2004 y a otras personas que producían coca.
El control
social se entiende como un sistema de regulación con carácter participativo con
al menos cuatro componentes de monitoreo comunitario y estatal: los tres
primeros sobre el cultivo y un último componente sobre el transporte y
comercialización. El primer componente de supervisión está a cargo de los
vecinos que hacen parte de una misma comunidad o sindicato y del monitoreo a
nivel sindical: inspecciones regulares a
los cultivos que el mismo sindicato organiza en conjunto. En un segundo componente de control se
encuentra Unidad de Desarrollo Económico Social del Trópico de Cochabamba
(UDESTRO), institución estatal encargada de la supervisión de la coca y la
medición sistemática del terreno cada dos años. En caso de que el control
sindical y de UDESTRO no resulte efectivo, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC),
tercer componente, entra al terreno a hacer las correspondientes erradicaciones
de manera concertada y anunciada. El cuarto componente de supervisión está a
cargo de Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (DIGCOIN),
entidad encargada de vigilar el transporte y comercialización de la coca en el
Trópico de Cochabamba, mediante puestos de control y certificaciones de la
venta de la coca en los mercados legales (principalmente en el municipio de
Sacaba).
Los productores
están carnetizados y con registros biométricos, sus cultivos georreferenciados,
sus tierras tituladas y deben cumplir unos trámites ante la organización y el
gobierno para poder vender la coca en los puntos de venta autorizados. Las
sanciones que imparten los sindicatos, a quienes exceden los límites permitidos
de las plantaciones de coca o a quienes incumplen con los trámites, no
necesariamente son las mismas en todos los sindicatos (Pearson, 2016a). Varían
entre multas o erradicación total o parcial del cato. Esto dependerá de la
negociación entre los dirigentes del control social de los sindicatos y las
autoridades de centrales y federaciones, quienes agrupan a los sindicatos.
A Lin Ostrom le
hubiera encantado este sistema anidado de diferentes instituciones apuntándole
al mismo objetivo: controlar la producción y el mercado de la coca con
sanciones graduales. Se trata de acción colectiva en vivo y en directo. Ahora,
claramente, el sistema no es perfecto y hay muchos problemas: muchos cocaleros
se quedaron sin legalizar su cato y no es claro qué va a pasar con la nueva
generación de cocaleros pues los catos no son heredables; los cultivos se expanden donde no hay control
social como en los parques nacionales (Salazar, 2018); se usan fertilizantes y
pesticidas masivamente para el cultivo (Pearson, 2016b); y hay desviaciones importantes de la hoja de
coca para el narcotráfico (Grisaffi, 2019): la diferencia entre lo permitido y
lo cultivado es clara incluso en los datos agregados (ver grafica 2 y 3).
De hecho, hay
quienes dicen que esto es una regulación disimulada, lo cual no parece mala
idea pues el sistema ha tenido ventajas evidentes: i. reducción de la violencia
estatal y las violaciones de los derechos humanos, asunto que no es menor para
una población que fue estigmatizada y violentada por décadas (Farthing y Kohl,
2012); ii. Un control de la oferta moderado pues si se compara con Colombia,
los cultivos se han mantenido más o menos estables (el aumento reciente en la
región lo atribuyen a la pandemia por falta de erradicación y control de las
autoridades locales y estatales); iii. Aumento y estabilización de los precios
de la coca, que varían según calidad de la hoja (Farthing y Ledebur, 2015).
Cuando hay sobreoferta, baja el precio y entonces se aprieta el control social.
Actualmente no hay mucha diferencia entre lo que paga el mercado legal y el
mercado ilegal. La ventaja del ilegal es que se lo compran en la puerta de la
finca (chaco) de contado, y se ahorran los costos de transporte.
El sistema del
control social y los encargados del monitoreo no se meten con quienes cultivan
por fuera del sistema, pero aun así el control de los cultivos, y en general el
control territorial lo tienen los sindicatos, no los narcos. Por lo tanto, hay
menos violencia que en las regiones cocaleras colombianas. De acuerdo con
Grisaffi (2021), el tráfico de cocaína en el Chapare no presenta los niveles de
violencia que en otros países como Colombia puesto que este comercio forma
parte de un “orden moral local” que prioriza el parentesco, las relaciones
recíprocas y el bienestar de la comunidad.
Un sistema como
este no puede ser trasladado tal cual al caso colombiano pues a nivel nacional
no hay consumo generalizado de la hoja de coca como en Bolivia, donde estiman
que se consumen 20.960 toneladas anuales para pijchar (masticar la hoja de
coca) o para infusiones. Ese mercado, más allá de comunidades indígenas y
ciertos círculos sociales en Colombia, aún está por crearse. En Bolivia,
incluso, está por crearse el mercado de otros productos industrializados que se
podrían hacer con la hoja de coca. Los intentos de industrialización pasada
para producir pasta dental, licor, harina, entre otros productos sin una
demanda creada, han fracaso en el pasado.
Sin embargo, el
caso del control social, aunque es solo la tercera parte de la producción
boliviana, es sin duda relevante para los esfuerzos regionales y, en
particular, para el caso colombiano si estamos hablando de reformar la política
de drogas. Este caso abre los ojos para plantear sistemas de control y
vigilancia con participación comunitaria, étnica y campesina, incluso, para el
mercado legal del cannabis que hoy se discute en Colombia. Pero este caso
también resulta relevante para el mercado de la coca para fines ilícitos si
queremos evitar la mayor expansión de los cultivos, por ejemplo, a zonas
estratégicas en términos ambientales como ocurre actualmente.
Las
organizaciones étnicas y campesinas en Colombia tienen el capital social
necesario y la experiencia en ejercicios similares de monitoreo social (ver 1 y
2) para organizarse y participar, por ejemplo, de un eventual licenciamiento
para regular las parcelas productoras de cannabis para uso recreativo – tema
que ya se está hablando en el Congreso Colombiano con el Proyecto de Ley 108/22
del senador Gustavo Bolívar. Sin la participación comunitaria, la amenaza del
mercado ilegal siempre será mayor. Asimismo, y para el caso de la coca, unos
acuerdos sociales de contención como condición para entrar a nuevos programas
de transformación territorial pueden ser evaluados en lugar de condicionarlos a
erradicación total de los cultivos. Ambos sistemas serían un buen ejercicio
para un eventual mercado regulado de la coca para cocaína, una conversación
para la cual US parece no estar listo todavía, pero toca ir pensando y
diseñando.
El sistema de
control social requiere organizaciones de base que lideren y promuevan
mecanismos comunitarios del manejo del cultivo de coca y cannabis. Para esto,
el Estado debe dar garantías para que las organizaciones étnicas y campesinas
tengan incidencia sobre la formulación de las políticas asociadas a la
regulación de estos cultivos. Más allá del tema de control, en Bolivia como en
Colombia, el cultivo de coca y cannabis son asuntos del sector agrícola. Por lo
tanto, se debe consolidar una institucionalidad dedicada al tema de coca y el
cannabis en el Estado. Por ejemplo, en Colombia una dirección de capacidades
productivas y generación de ingresos en zonas productoras de coca, cannabis y amapola,
en el Viceministerio de Desarrollo rural, es necesaria. Se deben generar mecanismos para garantizar
la efectividad y permanencia de estas instituciones y debe haber inversión
estatal y un fortalecimiento de todos los eslabones de la cadena de producción
de la hoja de coca y del cannabis para su industrialización y para la
generación de un mercado doméstico de usos alternativos.
La nueva
política de drogas necesita un poco más de creatividad para que realmente
implique un cambio. Es necesario replantear la relación con el Estado, asumir
el control del territorio, fortalecer y apoyar las organizaciones comunitarias
para regular estos mercados hoy ilícitos. El cannabis es un primer paso y la
coca debe seguirle, pero si no se hace con participación comunitaria, no
resolveremos los problemas de violencia en los territorios que hoy cultivan
plantas en Colombia declaradas ilícitas. Foro Económico de Latam
(https://bit.ly/3DAz1nJ)
DANIEL JIMÉNEZ,
EXPERTO EN LITIO: «CHILE PERDIÓ LA OPORTUNIDAD DE ESTE BOOM»
Ante la idea de
crear un “cartel del litio” que estudian las cancillerías de Chile, Argentina y
Bolivia, explica el especialista: “Es una práctica anticuada que no ha
funcionado bien en ninguna parte”.
El Líbero de
Chile (https://bit.ly/3fftXNk)
Polémica generó
en Chile cuando -de acuerdo a lo expresado por el subsecretario de Relaciones
Económicas Internacionales José Miguel Ahumada-, se conoció la idea de crear
una suerte de «cartel del litio» entre Chile, Argentina y Bolivia, con el
objetivo de fijar un precio de venta para el mineral.
Este es un proyecto
que estaría dando vueltas desde Argentina, por lo que ya hay quienes han
alertado sobre los riesgos que generaría una estrategia de este tipo.
Además, esta
semana el Gobierno acogió a trámite una solicitud de Codelco, que podría
convertirse en la única firma para explotar litio en el salar de Maricunga.
En un nuevo
Especial Mirada Líbero el socio de iLiMarkets -consultora en el mundo del
litio-, director de Galan Lithium -compañía australiana con un proyecto de
Litio en Argentina-, exvicepresidente comercial de SQM, y consultor en litio de
empresas nacionales y extranjeras Daniel Jiménez, conversó sobre las
implicancias de estas ideas.
«Es una
práctica anticuada que no ha funcionado bien en ninguna parte»
«Tomando la
arista de un cartel con el objetivo de fijar o mantener precios altos, más allá
de que es una práctica anticuada y que no ha funcionado bien en ninguna parte,
hay que considerar que Chile hoy produce el 30% del litio que se extrae en el
mundo, pero dadas las proyecciones que hay en 2030 el país va a hacer un 13%»,
explica el exvicepresidente comercial de SQM.
«Argentina hoy
es un 5%, Bolivia es cero. Entonces estamos hablando de actores vecinos que hoy
son chicos. Hacia 2030 Bolivia probablemente va a seguir siendo chico y
Argentina va a crecer mucho, probablemente del tamaño de Chile en términos de
producción. Pero este cartel, en el mejor de los casos, podría representar un
25% o 30% de la oferta mundial«, sostiene.
Agrega que «hay
actores que son muy grandes. Australia hoy es y va a seguir siendo el mayor
productor en el mundo La capacidad de poder influir en los precios de forma
determinante con un cartel es baja. Por otro lado, en esta asociación de
países, el know how productivo está en Chile, entonces no veo un gran beneficio
de una asociación, para Chile no va a haber mucho aprendizaje«.
«Chile y
Bolivia son los únicos que tienen alguna restricción con respecto al litio»
Daniel Jiménez
dice, además que «el litio es un producto abundante en el mundo, no nos
engañemos. Efectivamente el Salar de Atacama, así como Greenbushes en
Australia, son dos recursos extraordinarios, con otro nivel de costos de
producción respecto a otros recursos promedio en el mundo, pero tienen una
capacidad limitada de producción. A los precios actuales, cualquier recurso de
litio, por malo que sea, es un buen proyecto. Entonces la oferta va a venir».
El experto
explica el hecho de que en el país el litio sea declarado de interés nacional y
no concesible. «Este es un tema que viene de la Guerra Fría (…). Hoy, de los
países relevantes con producción de litio en el mundo, Chile y Bolivia son los
únicos que tienen alguna restricción con respecto al litio».
Desde el punto
de vista económico, agrega: «Las cuentas alegres que se sacan hoy hay que
sacarlas bien. En términos de ventas de ingresos de litio, asumiendo ciertos
precios razonables, va a ser 10 veces mayor la venta de cobre en Chile en 2030
que de litio, de eso estamos hablando. Es una industria pequeña y que va a
tener un ciclo de vida. Las tecnologías no tienen vida de más de 20 años y el
litio ya tiene más de 20 años, y se está trabajando en sustitutos».
Y profundiza:
«Viene el reciclaje y todo el litio que estamos extrayendo hoy se va a
reciclar, va a ser muy fácil la recolección. No tenemos un recurso que se
consuma como el petróleo, es un recurso que, una vez extraído, va a tener
varias vidas. El litio nunca debió haber sido considerado estratégico en
Chile».
«En Chile no ha
habido ningún incentivo para la exploración de litio»
Con respecto a
Codelco, que podría convertirse en la única firma para explotar litio en el
salar de Maricunga, el experto afirma que «es, aparte del Salar de Atacama, la
única empresa que tiene un CEOL, un permiso de contrato especial de operación
de litio en Chile, lo que significa que puede explorar y explotar. Y ese es el
gran problema que tiene Chile. No ha habido ningún incentivo para la
exploración de litio, porque si descubres litio, este no pertenece al dueño de
la concesión minera, y tienes que tratar de conseguir un CEOL».
Distinto es el
caso del país trasandino: «En Argentina hoy hay 30 proyectos de litio, y va
producir más litio que Chile en siete años más, porque este ha sido considerado
un mineral más, por lo que hay incentivos de exploración, inversión y empresas
dispuestas a tomar mucho riesgo… en Chile eso no existe», apunta Jiménez.
«Hay un
componente ideológico importante en esta decisión»
El consultor en
litio añada: «Codelco es una empresa enorme, pero con un perfil de riesgo muy
distinto al que tiene una júnior, que está dispuesta a perder todo e invertir
10 millones de dólares… En las grandes empresas, las velocidades, el desarrollo
es mucho más lento».
«Hay un
componente ideológico importante en esta decisión. Miraría lo que está pasando
en el mundo, con Australia, que se convirtió en el mayor productor de litio,
nos pasó por encima, nos pisoteó, simplemente porque dejó que se desarrollara
esa industria», enfatiza.
Así, sostiene:
«Chile perdió la oportunidad de este boom, porque aunque hoy se hicieran todas
las cosas perfectas, un proyecto de litio demora entre ocho y diez años en
estar en producción».
«Chile tiene
que liberar el litio, la política no puede seguir obsesionada con que es
estratégico, porque no lo es. Y aunque lo fuera, lo tenemos enterrado y no le
podemos sacar valor», afirma.
«Lo que sí
debiese hacer el país -plantea- es facilitar la electromovilidad y el
almacenamiento estacionario de energía con baterías. Existen estas ganas de
hacer baterías, pero no vas a producir baterías en Chile para satisfacer la
demanda en Europa o Estados Unidos, porque tienes que traer el 90% de las
materias primas en Asia».
Una Empresa
Nacional del Litio con «objetivos claros»
Sobre la idea
del Gobierno de crear una Empresa Nacional del Litio, señala: «Cualquier
objetivo que tenga que ver con desarrollo de ciencia y ciencia aplicada va a
ser de valor, ya sea en las tecnologías de extracción de litio, refinación y aguas
abajo también, ahí veo la posibilidad de que el Estado aporte».
Pero precisa:
«El Estado, en ninguna parte del mundo, ha sido muy eficiente en la producción
de bienes, y la idea de una Empresa Nacional del Litio, que no está muy
definida, debe tener ciertos objetivos claros, y no ir por el lado de ser un
productor de litio».
LA CARRERA POR
EL LITIO EN AMÉRICA LATINA ENFRENTA UN CAMINO EMPINADO
Chile,
Argentina y Bolivia poseen casi el 60% de la reserva mundial; aunque atraen
interesados en extraer el recurso, el impacto social y ambiental que provoca su
explotación genera resistencias
El País de
Uruguay (https://bit.ly/3DbEdhs)
El inmenso
rompecabezas de piscinas turquesa contrasta con un desierto de sal que parece
infinito, paisaje recurrente en los confines de Chile, Argentina y Bolivia,
donde el «triángulo del litio» aglutina esperanzas, miedo y desilusión.
Esa árida
triple frontera de Sudamérica atesora en depósitos subterráneos de salmuera el
56% de los recursos mundiales identificados del codiciado metal que da vida a
celulares, computadoras y automóviles.
El llamado «oro
blanco» ha visto su precio dispararse desde US$ 5.700 la tonelada en noviembre
de 2020 a US$ 60.500 en septiembre gracias al boom de los autos eléctricos,
cuando el mundo busca alejarse de los combustibles fósiles.
Pero el lado
oscuro del litio es que cada planta consume millones de litros de agua por día
y las comunidades agrícolas de este rincón de Sudamérica, azotado por la
sequía, temen por su medio de vida.
La ruta del
litio empieza en el norte de Chile. Del salar de Atacama, salió el 26% de la
producción mundial en 2021, según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS).
La cifra fue
solo superada por Australia, con el 55%, pero extraído de rocas.
En Atacama, los
camiones zigzaguean entre albercas donde la salmuera, una mezcla de agua y sales,
se evapora lentamente antes de ser llevada a una planta química para separar el
litio del líquido.
«Es, por lejos,
el mejor salar del mundo», asegura Juan Carlos Guajardo, director de la
consultora Plusmining.
En Chile se
extrae litio desde 1984, y lo hace más rápido que sus vecinos porque la escasa
lluvia y una radiación solar extrema aceleran la evaporación.
Pero sus leyes
dificultan otorgar concesiones de explotación desde que la dictadura de Augusto
Pinochet (1973-1990) declaró al litio de «interés nuclear» por su uso en la
fabricación de bombas de hidrógeno.
Los derechos
están en manos de la estadounidense Albemarle y la chilena SQM, que pagan
regalías de hasta el 40% de las ventas, además de cifras millonarias a
comunidades aledañas.
Solo en el primer
semestre del año, la recaudación fiscal por el litio llegó a superar la del
cobre, conocido popularmente como el «sueldo de Chile».
Ante semejante
auge, el presidente Gabriel Boric prometió crear una empresa nacional de litio,
pero sin excluir la participación privada.
Más allá de los
acuerdos alcanzados con los pueblos de la región de Atacama, algunos siguen
viendo el litio como amenaza.
Este año, un
estudio en la revista Proceedings of the Royal Society B asoció la minería de
litio a una caída del número de flamencos en Atacama.
En 2013, una
inspección a SQM constató la muerte de un tercio de los algarrobos del predio.
La causa probable, según un estudio posterior, fue la falta de agua.
La empresa
informó haber usado cerca de 400.000 litros por hora este año.
«Queremos
saber, a ciencia cierta, cuál ha sido el real impacto de la extracción de agua
de las napas», reclama Claudia Pérez, residente del valle del río San Pedro y
trabajadora de un programa estatal de apoyo a comunidades indígenas.
No está contra
del litio, pero exige «minimizar el impacto negativo a la gente».
Del otro lado
de la puna andina, la ruta serpentea entre Olaroz, Cauchari y otros salares de
las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, que albergan el segundo
mayor depósito de litio del mundo.
Con pocas
restricciones para su explotación y regalías de solo 3%, Argentina figura como
cuarto productor mundial con dos minas: la estadounidense Livent tiene una
desde los 90 y la otra, más reciente, es de Allkem Limited, una sociedad de
Australia, Japón y una empresa pública argentina. Entre ambas producen y
exportan unas 40.000 toneladas anuales.
Unos 20
proyectos de firmas estadounidenses, chinas, francesas, surcoreanas y locales
hacen que Argentina, en medio de una grave crisis económica, proyecte extraer
más litio que Chile antes de 2030.
Según Roberto
Salvarezza, presidente de las estatales YPF-Litio e YPF-Tec, la producción se
quintuplicaría hasta las 200.000 toneladas hacia 2025.
«YPF ha mirado
el litio como una oportunidad semejante a Vaca Muerta», sostuvo Salvarezza.
«Tenemos recursos muy importantes, 40% del triángulo del litio», que Argentina
conforma junto a Bolivia y Chile. «Nuestro litio es competitivo, porque tenemos
altas tasas de evaporación y poseemos también bajos niveles de contaminantes»,
resaltó el directivo.
El gobernador
de Jujuy, Gerardo Morales, incluso invitó en abril vía Twitter al líder del
gigante de la electromovilidad Tesla, Elon Musk, a invertir en la provincia
cuando este se quejó del alto precio del litio.
Pero en Salinas
Grandes, desierto entre Salta y Jujuy, los visitantes se topan con un cartel
que dice: «No al litio, sí al agua y a la vida». En 2019, sus pobladores
expulsaron a dos mineras que pretendían instalarse allí.
«No es, como
dicen, que ellos van a salvar al planeta... Nosotros tenemos que dar la vida
para salvar al planeta», sentencia Verónica Chávez, presidenta de la comunidad
indígena kolla Santuario de Tres Pozos, junto a Salinas Grandes.
Hotel Lithium
Unos 300
kilómetros al norte de Jujuy, el salar de Uyuni, en Bolivia, guarda más litio
que ningún otro: un cuarto de los recursos identificados en la Tierra, según
USGS.
Está en Potosí,
región rica en plata y estaño que movió por siglos la economía del imperio
español. Pero hoy, más de la mitad de los potosinos son pobres.
Al inicio de su
mandato, el expresidente Evo Morales (2006-2019) nacionalizó los hidrocarburos
y otros recursos, entre ellos el litio.
«Bolivia va a
poner el precio para todo el mundo», llegó a decir Morales, quien llamó al
resto de la región a seguir su ejemplo y el de México, donde el litio se
nacionalizó en abril.
Sus palabras
trajeron esperanza a Río Grande, un pequeño poblado cercano a la planta de la
estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
Lleno de
optimismo, Donny Alí construyó allí su Hotel Lithium. Pero la prosperidad no
llega y Bolivia aún no produce el metal a escala industrial.
«Nuestras
comunidades están olvidadas. Esperábamos un gran desarrollo tecnológico
industrial y, sobre todo, mejores condiciones de vida. Eso no ha llegado»,
lamenta Alí.
Tras años de
estancamiento, el gobierno se ha abierto a la participación privada, pero no se
sabe cómo se implementará porque la ley la prohíbe.
«Hay quienes
opinan que Bolivia ‘va a perder el tren’ del litio. Yo pienso que eso no va a
suceder», afirma Juan Carlos Zuleta, economista especializado en litio que
dirigió YLB brevemente en 2020.
La pregunta, en
cambio, es «si esa extracción de litio va a beneficiar a los bolivianos».
Mientras tanto,
el hotel Lithium sigue vacío y las comunidades de los salares, en pie de guerra
por el agua.
Ser «la próxima
China»
El año pasado,
un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington,
atribuyó a «climas de inversión desfavorables y condiciones geográficas más
desafiantes» el rezago de Argentina y Bolivia frente a Chile en aprovechar sus
vastos recursos de litio.
Pese a las
diferencias, los tres países tienen como objetivo ir más allá y empezar a
fabricar baterías.
Argentina está
más cerca, con una fábrica estatal piloto que prevé comenzar a operar en
diciembre.
«La batería es
el componente más caro de un coche. Si Argentina empieza a ver la batería como
un elemento importante, es probable que en el momento de conversión del coche
del coche eléctrico pueda ser un proveedor de parte de la cadena de valor de
esa industria automotriz», dijo Salvarezza.
Para Zuleta,
«en Sudamérica están todas las materias primas necesarias para producir
baterías y vehículos eléctricos». El experto agregó que eso «significaría una
posibilidad concreta de convertir a Sudamérica en la próxima China».
EXTRACTIVISMO:
ARGENTINA, BOLIVIA Y CHILE PLANEAN POLÍTICAS COMUNES PARA FIJAR PRECIO DEL LITIO
Se señaló que
el litio ha alcanzado un valor récord, prácticamente en 70,000 dólares la
tonelada, un precio considerado “altísimo”
El Ciudadano de
Chile (https://bit.ly/3zmt1NK)
La Agencia
China Xinhua, destacó que Argentina, Bolivia y Chile estudian la posibilidad de
avanzar en políticas comunes que permitan fijar el precio del litio con impacto
a nivel mundial, en base a reciente reportaje de la agencia estatal de noticias
de Argentina, Télam.
Fuentes
oficiales citadas por ese medio noticioso dijeron que hay una necesidad de los
tres países, que conforman el denominado “Triángulo del Litio”, de avanzar en
“la fijación de precios y en las buenas prácticas de la producción
internacional que contribuyan a impulsar el entramado productivo”.
Télam dijo que
la conformación de una especie de “OPEP (Organización de Países Exportadores de
Petróleo) del litio está en conversaciones avanzadas y será analizada en un
aparte entre los cancilleres y vicecancilleres” de los países mencionados que
visitan Argentina al 39 Período de Sesiones de la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), que se desarrolla en Buenos Aires del 24 al
26 de octubre.
Expertos y
funcionarios consultados por Xinhua dijeron que Argentina está trabajando a
nivel oficial, con la participación de al menos dos ministerios, para avanzar
con Bolivia y Chile en una estructuración y en coincidencias regionales
similares a una OPEP del litio.
La OPEP es la
alianza de países petroleros que fija niveles de producción para incidir en los
precios del barril de crudo, y serviría como modelo para un mecanismo similar
entre Argentina, Bolivia y Chile, en el caso del litio.
Las fuentes al
tanto de las negociaciones remarcaron ante esta agencia que el litio ha
alcanzado un valor récord, prácticamente en 70.000 dólares la tonelada, un
precio considerado “altísimo”.
El incremento
de la producción, dijeron las fuentes, va a llevar a un amesetamiento o a una
caída del precio, pero estimaron que igualmente continuará “en precios altos,
más altos de los 6.000 o 7.000 dólares por tonelada de hace algunos años”.
Se ha estimado
que la producción de litio podría aumentar 500% hacia el 2050. El 11 de mayo
del 2020, un informe del Banco Mundial, señaló que la producción de minerales,
como el grafito, el litio y el cobalto, podría “experimentar un aumento de casi
un 500 % de aquí a 2050, para satisfacer la creciente demanda de tecnologías de
energía limpia”, indicaba el informe.
Chile es el
segundo mayor productor de litio a nivel mundial en 2020, alcanzó 124.600t —el
26,5% del total mundial— y se ubicó después de Australia (48,8%) y antes de
China (17,1%), según los últimos datos del servicio geológico Sernageomin.
El extractivismo
es definido como la explotación de grandes volúmenes de recursos naturales, que
se exportan como commodities y generan economías de enclave (localizadas, como
pozos petroleros o minas, o espacialmente extendidas, como el monocultivo de
soja, palma, forestales o salmones).
Resistencia de
las provincias litíferas a que Nación negocie sus recursos
UNA
"OPEP" PARA EL LITIO: CANCILLERÍA NEGÓ NEGÓ LA EXISTENCIA DEL
PROYECTO
“Cualquier
medida o esquema que se quiera diseñar en relación al litio tiene que tener
como principales actores a las provincias”, dijo la secretaria de Minería de
Nación.
Página 12 de
Argentina (https://bit.ly/3f9TlUJ)
La Cancillería
negó que existiesen negociaciones con Chile y Bolivia para la creación de una
Organización de Países Exportadores de Litio (OPEL). La consulta a Cancillería
se hizo desde la Mesa del Litio que conforman las provincias de Catamarca,
Salta y Jujuy.
El rumor de que
la Nación quisiera armar para la comercialización del litio el mismo modelo de
los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), trajo el inmediato repudio de los
gobernadores Raúl Jalil, Gustavo Sáenz y Gerardo Morales, que ven la medida
como una injerencia sobre los recursos que por Constitución les pertenece a las
provincias. Pero también temen que una OPEL desanime la lluvia de inversiones
extranjeras que Catamarca, Salta y Jujuy están recibiendo a partir de la fiebre
del “oro blanco”.
La catamarqueña
Fernanda Ávila, secretaria de Minería de Nación, dijo a Catamarca/12 que
“Cualquier medida o esquema que se quiera diseñar en relación al litio y la
gestión del litio tiene que tener como principales actores a las provincias”.
En este sentido señaló: “La plataforma para discutir estas medidas y las
políticas públicas alrededor del litio ya está diseñada y es la Mesa del
Litio”.
La mira está
puesta en que el Estado pueda garantizar precios justos sin que se incurra en
una transferencia de riquezas de los países productores a las empresas
trasnacionales. El caso reciente de las subfacturaciones a la casa matriz en
Estados Unidos de la minera Livent, radicada desde hace 25 años en Catamarca,
despertó las alarmas y motivó que la AFIP interviniera y fijara este año un
precio testigo para el kg de litio.
En este
sentido, desde la Mesa del Litio afirmaron que se está comenzando una
cooperación internacional para abordar la regulación y comercialización, “pero
con las provincias y AFIP en la mesa”, afirmaron.
Una OPEP para
el Litio
El año pasado
también las provincias repudiaron proyectos presentados en el Congreso de la
Nación para la declaración del litio como recurso estratégico nacional. La
importancia de este mineral en el cambio del paradigma energético mundial está
obligando al Estado a discutir las falencias en la gestión y distribución de la
actividad minera, así como la necesidad de salir de una producción primaria
para crear cadena de valores como la producción de baterías y autos eléctricos.
En este
contexto YPF entró como actor en el mercado litífero en agosto de este año. La
empresa de bandera firmó un convenio con CAMYEN (Catamarca Minera y Energética
Sociedad del Estado) para el desarrollo de un proyecto exploratorio en una
superficie de 20 mil hectáreas ubicadas en Fiambalá.
YPF invertirá
en litio en Catamarca
Las aguas por
ahora están divididas, entre quienes piensan que una OPEL garantizará una
posición fuerte de los países productores ante los grandes capitales mineros, y
aquellos que defienden los recursos como dominio de las provincias y que ven en
el litio una oportunidad para un crecimiento económico siempre postergado de la
región del Noroeste.
MAYOR REGIÓN DE
BOLIVIA, EN PARO Y CERCADA, SIENTE LA ESCASEZ DE COMBUSTIBLES
Swissinfo de
Suiza (https://bit.ly/3SINdk2)
El departamento
de Santa Cruz, motor económico de Bolivia, cumple este jueves la sexta jornada
de paro por el censo 2023, que impulsan sectores cívicos, en medio de la
escasez de combustible y la toma de una planta de la red de gas domiciliario
por parte de sectores afines al oficialismo.
En la mañana de
este jueves un grupo que se identificó como perteneciente a las "juntas
vecinales", contrarias al paro cívico, se apostó fuera de la estación de
red de gas domiciliario para evitar el ingreso de personal.
El conflicto en
Santa Cruz tiene, por un lado, a los sectores cívicos que impulsan el paro
indefinido para que el censo se realice el próximo año y, por otro, a los
grupos afines al Gobierno que aplican un "cerco" para que se levante
la medida de presión.
Milton Soliz,
dirigente de las juntas vecinales, dijo a EFE que los líderes cívicos de Santa
Cruz "están quitando el derecho a seguir trabajando" con el paro,
pero que en contradicción muchas de las empresas que pertenecen a los miembros
de esas instituciones "siguen trabajando".
"Si
queremos parar, paremos todos", añadió.
La red de gas
domiciliario alimenta a un 70 % de la ciudad de Santa Cruz, incluido el sector
industrial que opera en los márgenes de esa urbe con la cría de aves, la
producción de oleaginosas, bebidas, inclusive de medicamentos.
Esta medida se
suma al bloqueo que las organizaciones afines al Gobierno han instalado en la
principal refinería de la región y que ha causado el desabastecimiento de
gasolina y diésel, por lo que varias estaciones de combustible han cerrado.
Esta jornada,
en la que los cívicos permitieron que por unas horas la población fuera a los
mercados a abastecerse, se registraron filas extensas en los pocos surtidores
de combustible que operaron.
Por medio del
"cerco" a Santa Cruz se han bloqueado también cuatro carreteras que
comunican a esta urbe con el resto del país, además, de la obstaculización al
ingreso del vertedero de basura.
El Gobierno
"nuevamente nos ha atacado, ha cercado nuestra ciudad y ha prohibido las
exportaciones", manifestó en un video el presidente del Comité Cívico de
Santa Cruz, Rómulo Calvo.
Pese a esto,
Calvo expresó que después de seis días de paro la población mantiene un ánimo
"inquebrantable".
Por su parte,
la Defensoría del Pueblo alertó que el llamado "cerco" y el paro
"vulneran los derechos humanos" e instó a las partes en conflicto a
"encontrar caminos para un diálogo".
Para este
viernes el Ejecutivo nacional convocó a un "encuentro plurinacional"
para tratar con gobernadores y alcaldes los conflictos relacionados con el
censo.
La
Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la mayor patronal del
país, urgió este jueves a retomar el diálogo ante la "escalada de
violencia y el descontrol" por "decisiones políticas" que se
están tomando dentro del conflicto por el censo de población y vivienda.
La patronal
boliviana expresó en un comunicado su posición "ante la escalada de
violencia y descontrol generados nuevamente por decisiones políticas que están
conduciendo peligrosamente a un escenario de confrontación entre bolivianos y a
una vulneración generalizada de los derechos y garantías
constitucionales".
Frente a esto,
consideraron necesario "de manera urgente retornar a la senda de la
prudencia, sensatez y diálogo".
Santa Cruz
encabeza la protesta por el censo para que los resultados de la encuesta se
apliquen en 2025, año en el que están programas las elecciones presidenciales.
De la
realización del censo depende una nueva distribución de recursos para las
regiones y la asignación nuevas cuotas de representación política en el
Parlamento.
El Gobierno aún
se mantiene firme en que la encuesta nacional se realice en 2024, basado en
aspectos "técnicos" y de calidad de los resultados, pese a que
inicialmente garantizó que se haría en noviembre de este año.
ACUERDOS
RECÍPROCOS DE AGUA: EL MODELO DE CONSERVACIÓN QUE PROTEGE MILLONES DE HECTÁREAS
DE BOSQUES EN BOLIVIA
Las familias
campesinas que habitan en la cuenca alta se comprometen a conservar sus bosques
productores de agua y a cambio reciben beneficios para desarrollar proyectos
productivos sostenibles y para conectar sus casas al agua potable. El
financiamiento de dichos proyectos, que proviene principalmente de las empresas
de servicio de agua potable a través de un pago mensual que realizan los
usuarios, y también del municipio, ha permitido que el modelo se expanda con
rapidez en Bolivia y que comience a replicarse en Colombia, Perú, Ecuador y
México.
Revista
Mongabay de Indonesia (https://bit.ly/3DEVzVm)
Hace más de 10
años, Bolivia vio nacer un innovador proyecto de conservación en el que, por
primera vez, todos los habitantes de una misma cuenca, tanto los que viven en
las zonas rurales como en las ciudades, trabajarían juntos para proteger los
bosques y el agua que en ellos brota.
El proyecto,
llamado Acuerdos Recíprocos de Agua, buscaba crear conciencia de que la
protección del agua no solo es responsabilidad de quienes habitan junto a las
nacientes de los ríos en lo alto de la montaña o a lo largo de los caudales en
la cuenca media, sino de todo aquel que se beneficia del recurso. Ese
entendimiento permitiría que los habitantes de las ciudades, en la parte baja
de la cuenca, crearan un fondo para reunir recursos económicos y apoyar a los
agricultores río arriba en la labor de proteger las fábricas de agua.
Este programa,
que nació con cinco personas que decidieron poner parte de su territorio en
conservación, para el 2019 ya contaba con 8000 agricultores conservando 350 000
hectáreas en 58 municipios bolivianos. “Esa conservación —asegura un estudio
científico que investigó los resultados del modelo— fue a cambio de 500 000
dólares en proyectos de desarrollo aportados anualmente por 250 000 usuarios de
agua”.
Hoy, “son 24
000 los agricultores que están conservando casi 600 000 hectáreas en alrededor
de 80 municipios en Bolivia”, asegura María Teresa Vargas, directora ejecutiva
de Fundación Natura, organización gestora de los Acuerdos Recíprocos de Agua
(ARA). Además, el modelo se ha convertido en un referente de éxito para la
conservación y ha logrado la creación de 23 áreas protegidas equivalentes a 3.4
millones de hectáreas en Bolivia y se está comenzado a replicar en Colombia,
Perú, Ecuador y México.
¿De qué se
tratan los ARA?
María Binda
Gutiérrez Padilla creció en el campo, en la comunidad Quebrada León, en Santa
Cruz y allí vivió hasta que cumplió los 30. Esa era su edad cuando, hace 14
años, compró un terreno que la llena de orgullo en la comunidad Forestal Alto
Espejo, en el municipio de El Torno.
Por él pasan
vertientes de donde saca el agua que ella y sus animales necesitan para beber.
“Tengo agua, no necesito que alguien me la venda”, dice. También pasa un río
que la agricultora ocupa para regar sus árboles frutales y para bañarse. “A la
hora que yo quiera voy y me baño porque está ahí, al ladito”, cuenta.
A María Binda
Gutiérrez le encanta su terreno “porque es muy bonito”, dice, y “comprarlo fue
una bendición”, asegura con un tono en su voz que revela su sonrisa al otro
lado del teléfono. Por eso cuando su prima le contó que se había suscrito a los
Acuerdos Recíprocos de Agua (ARA) para proteger su bosque, ella no dudó ni un
minuto en hacer lo mismo. Además, “en mi territorio tengo montes delicados y
frágiles y yo no los iba a ocupar”, explica.
El primer
convenio con Fundación Natura lo firmó hace seis años. El acuerdo consistió en
que ella protegería su bosque y a cambio recibiría cuatro cajones de abejas más
todos los implementos necesarios para cosechar la miel. Hoy, ya tiene seis
cajones y de cada uno de ellos obtiene, por cosecha, entre 17 y 20 kilos de
miel. En total, son entre 5000 y 6000 bolivianos anuales (alrededor de 800
dólares) que se suman a las ganancias que María Binda Gutiérrez consigue de la
venta de limones, naranjas y mandarinas que cosecha en su huerto y de los peces
que cría en un par de pozas.
Así como los
cajones de abejas, otros agricultores que se han unido a los ARA han recibido
insumos para desarrollar la fruticultura, principalmente cítricos, y también la
piscicultura. Sin embargo, el proyecto estrella del programa, asegura Vargas,
es el acceso al agua.
“Les decimos
cuidá tu bosque y convertilo en un jardín para vos y para la sociedad y a
cambio de eso nosotros te vamos a conectar con agua limpia en tu casa, vas a
tener un grifo, vas a tener un sistema de agua para tu comunidad”, precisa la
directora ejecutiva de Natura.
Los resultados
de ese acuerdo han sido tan beneficiosos que cada vez son más los agricultores
que se comprometen a conservar su bosque; tanto que incluso científicos se han
interesado en entender cuál es la razón de ese éxito.
Según un
estudio publicado en la revista World Development, “desafortunadamente el sector
de la conservación rara vez ha podido identificar soluciones escalables, y la
mayoría de las intervenciones comprenden proyectos únicos adaptados a
circunstancias locales específicas”. Lo grave de esto es que “a menos que los
conservacionistas puedan desarrollar soluciones replicables, y evaluar
rigurosamente si funcionan más allá de un lugar, simplemente no podrán resolver
la crisis climática”, sostiene la investigación.
Los Acuerdos
Recíprocos de Agua, sin embargo, no solo han logrado sortear esa dificultad,
sostiene el estudio, sino que, además, de acuerdo con los resultados de una
segunda publicación científica, los ARA han demostrado tener “un impacto
positivo en los valores ambientales”. Según precisa la investigación, en los
lugares en donde se implementaron los ARA “aumentó la probabilidad de que las
personas elijan la protección del medio ambiente como un valor que debe
priorizarse para sus hijos”.
¿Qué es lo que
ha marcado la diferencia en este modelo? La clave parece ser la reciprocidad.
“Reciprocidad con mi bosque, con mi vecino, con el que vive en la cuenca media
y con la gente que vive en la cuenca baja que también necesita de este recurso
esencial y que entre todos tenemos la corresponsabilidad de cuidar”, dice
Vargas.
Un
financiamiento basado en la reciprocidad
Para Richard
Estrada, Director Técnico de Natura, el modelo de financiamiento ha sido
fundamental para lograr que el programa no solo sobreviva, sino que también
escale. ¿Cómo funciona? El dinero para financiar los beneficios que los agricultores
reciben por proteger su bosque proviene de un fondo en el cual participa la
entidad prestadora del servicio de agua potable, que en Bolivia son
cooperativas y empresas públicas, a través de un pago que mensualmente los
usuarios hacen y que viene incluido en el recibo de agua. Además, participan
los municipios y Fundación Natura.
Renán Seas,
vicepresidente del consejo de administración de la cooperativa CEAPA, una de
las entidades prestadoras del servicio de agua potable en el municipio de El Torno,
asegura que los usuarios de dicha cooperativa aportan al programa con un
boliviano mensual (0.15 dólares). “Todos somos conscientes de que ese boliviano
está yendo allá arriba, a las fábricas del agua. Se ha generado la conciencia
de hacer ese aporte, porque de lo contrario nuestro suministro de agua, que es
vital para la vida, va a verse afectado”, dice Seas.
El monto, al
ser voluntario, varía dependiendo de la cooperativa. “A veces es porcentual y a
veces es un montón fijo”, explica Estrada. Así, hay cooperativas con 8000 o
9000 usuarios que recaudan cerca de medio millón de bolivianos (unos 72 000
dólares)”, asegura el Director Técnico de Natura.
En cuanto al
aporte del municipio, este contribuye con el 1 % de sus ingresos propios. “De
todos los ingresos por tasas que una alcaldía recauda, impuestos que cobra su
ciudad por las casas y por los autos, el 1 % va al fondo de agua”, explica
Estrada. Además, el municipio también aporta el 0.5 % del presupuesto que
recibe del gobierno central.
Por último, la
participación de Fundación Natura es de tan solo 7000 dólares. La razón de ese
monto radica en que “el convenio con los agricultores es de 10 años, entonces
cuando la fundación sale del esquema, su aporte no equivale ni al 20 %, por lo
que no existe un golpe financiero negativo y le permite al fondo de agua ser
sostenible financieramente”, explica Estrada. Eso, asegura, ya lo han
comprobado. El convenio con El Torno, por ejemplo, ya terminó y “a ellos no les
afectó financieramente nuestra salida”, dice.
De hecho, según
Seas, en el programa “cada vez hay más gente, más comunarios que viven cuenca
arriba. Antes teníamos que ir nosotros a buscarlos para que ellos entren al
sistema, ahora ellos vienen y más bien nos están faltando recursos para seguir
poniendo más predios en conservación”, asegura.
De cómo el
sistema interesó a los políticos
Los resultados
del programa han motivado también a que ciertos municipios decidan poner bajo
protección áreas de mayor tamaño. Actualmente, bajo los Acuerdos Recíprocos de
Agua “se han creado 23 áreas protegidas en 20 municipios, lo que suma más o
menos 3.4 millones de hectáreas de bosques productores de agua”, asegura Vargas.
Además, en esos
casos la fundación ha establecido convenios con los agricultores dueños de los
terrenos que se encuentran en los alrededores de aquellas áreas protegidas,
creando una especie de cinturón de protección. Eso ha permitido que “esas áreas
estén mucho mejor manejadas que las áreas naturales protegidas nacionales que
no tienen presupuesto y que no tienen gente que las defienda. Aquí hay gente
que las defiende y que además está vinculando sus propias áreas de conservación
personales con esta área de conservación mayor que ha creado el gobierno
municipal”, explica Vargas.
Para la
directora ejecutiva de Fundación Natura, el agua ha sido la llave maestra que
ha permitido alcanzar metas que, de lo contrario, no se habrían podido lograr.
“Es muy difícil cuando vives en países tan pobres como los nuestros decirle a
la gente que tiene que conservar porque moralmente es importante, porque es
bueno para el cambio climático, porque es bueno para la sociedad”, dice. El
agua, en cambio, “ha permitido poner a mucha gente alrededor de la mesa y tomar
decisiones sobre qué espacios conservamos y qué hacemos para ese propósito”,
explica Vargas.
Además, “a
favor del agua confluyen las decisiones de los políticos”, sostiene, no solo
porque asegurar el abastecimiento de agua potable es uno de los asuntos que
deben ser atendidos por las autoridades, sino también porque “los gobiernos
municipales van, entregan los incentivos, hacen una gran fiesta y es más voto”,
explica Vargas a quien la experiencia le ha confirmado, según dice, que “la
conservación bien pensada puede arrastrar a mucha población”.
María Binda
Gutiérrez lo sabe muy bien. En 2020, una empresa que buscaba explotar piedra
caliza se le acercó con permiso ambiental y concesión minera en mano
ofreciéndole comprar su terreno. Cuando la respuesta de la agricultora fue “mi
tierra no está a la venta”, la oferta se convirtió en amenaza. “Me dijo que si
no lo vendía, ella me iba a expropiar”, cuenta.
Sin dejarse
amedrentar, Gutiérrez buscó ayuda en los sindicatos agrarios, en la alcaldía de
su municipio, reunió a más agricultores con los que organizó bloqueos en la
carretera, interpuso recursos de protección, hasta que finalmente, en marzo de
este año, el permiso ambiental de la empresa fue revocado. “Para mí es un logro
muy grande”, asegura Gutiérrez, pero está convencida de que no habría sido
posible sin el apoyo de la alcaldía. “Gracias a Dios las autoridades me
defendieron”, dice, y “defendieron el territorio porque en realidad el problema
no era mío, era del municipio porque si explotan en ese lugar se va a cortar el
agua, porque de ahí proviene”, asegura la agricultura.
Para Vargas,
“todo servidor público a nivel local, a nivel intermedio y a nivel nacional
debería estar pensando cómo conservar sus ecosistemas de humedad”, y los
Acuerdos Recíprocos por Agua, asegura, “es una tecnología súper sencilla que
ayuda a los municipios locales en sus programas de adaptación y mitigación al
cambio climático”.
IAN TAYLOR
TRAMITÓ EL DESEMBARQUE DE 5.000 COCHES CON DESTINO A BOLIVIA
Noticias y
Logística de Chile (https://bit.ly/3WdJuO4)
En el puerto de
Iquique, en Chile se han desembarcado más de 5.000 vehículos en procedimientos
agenciados por Ian Taylor, y que tienen a Bolivia como destino.
El más reciente
desembarque fue con la “M/N Morning Calypso” de EUKOR Car Carriers Inc., filial
de Wallenius Wilhelmsen Ocean (WWO) que arribó al puerto con 786 unidades que
irán a Bolivia.
Juan Carlos
Pereira, country manager de Ian Taylor Bolivia, celebró la cifra como una gran
noticia. “Continuamos aportando en satisfacer la demanda interna de vehículos.
Este año ya vamos en más de 5 mil unidades descargadas junto a las navieras que
representamos en este país: Wallenius Wilhelmsen Ocean y EUKOR, filial del
Grupo Wallenius Wilhelmsen. Esperamos seguir por esta senda en este último
tramo del año”.
Hace más de 5
años que Ian Taylor Bolivia, filial de Empresas Taylor, entrega Soluciones
Logísticas integrales a sus clientes en la ciudad de Santa Cruz. Con procesos
innovadores de alta eficiencia operacional y de excelente calidad, brinda
principalmente servicios de flete marítimo para cargas rodantes, Break Bulk,
proyectos y carga a líquida a granel.
TERMINAL PUERTO
ARICA DESTACA IMPORTANTE INVERSIÓN EN SISTEMA DE ROTAINERS PARA EMBARQUES DE
MINERALES
Además,
próximamente implementará sistema de descarga automatizado para camiones
procedentes de Perú y Bolivia
Mundo Marítimo
de Chile (https://bit.ly/3Nmlmoz)
Terminal Puerto
Arica (TPA) es un puerto multipropósitos ubicado en el norte de Chile que
movilizó cerca de tres millones de toneladas en 2021. Respecto a la carga, un
60% corresponde a contenerizada, 30% graneles y un 10% de carga break bulk. Actualmente,
el puerto se encuentra realizando inversiones importantes para automatizar sus
operaciones con un especial enfoque en la sustentabilidad.
TPA tiene dos
características, es multipropósitos y además atiende a tres mercados: el
chileno, el boliviano y el del sur del Perú. El puerto en particular tiene
complementos aduaneros diferentes, por lo que el sistema operativo se ha
adaptado y ha ido mejorando en el transcurso del tiempo, dijo a MundoMarítimo,
Hermann Gratzl, gerente comercial de TPA.
Respecto a las
inversiones que han realizado, Gratzl comenta que resalta el término del
proyecto de profundización, donde el puerto mejoró su calado de 10 metros a
11,4 metros. Asimismo, destaca la futura implementación del sistema de
contenedores rotainers para el embarque de minerales, el cual “viene a
complementar los que realizamos a través de cintas encapsuladas. Es una
tecnología de punta que contó con una inversión bastante importante y comenzará
a funcionar en enero del próximo año”.
Descarga
automatizada de camiones
Además, TPA en
unos meses inaugurará un sistema de descarga automatizado para los camiones que
vienen de Perú y Bolivia con granos “estamos innovando siempre, la carpeta de
proyectos es bastante grande”, afirma Gratzl.
En ese sentido,
el ejecutivo destaca que “nosotros hemos sido reconocidos en Chile tres veces
como una de las empresas que cuenta con un desarrollo e implementación de una
cultura de innovación, estamos siempre buscando soluciones creativas a los
problemas que se nos presentan. Las principales líneas navieras del mundo están
trabajando con nosotros y eso no es casualidad, es porque estamos haciendo un
buen trabajo”.
Por otro lado,
Gratzl explicó que han estudiado los efectos del cambio climático respecto a
las marejadas. Por ello, han buscado tecnologías, optando por una originada en
Países Bajos que ayuda al atraque seguro de las naves bajando aproximadamente
un 30% los días de cierre.
Finalmente, en
el marco de TOC Américas, Gratzl respecto al proyecto del puerto de Chancay,
dijo que “felicito al Estado de Perú por su política de inversiones en los
puertos, es algo digno de igualar. Chancay genera oportunidades para todos los
terminales, pues la competencia es lo que nos hace mejorar. Chancay le va a
poner presión al mercado y en el caso de TPA, que estamos al sur del Perú y
norte de Chile, nos va a motivar a seguir creciendo, invertir y mejorar para
tener un servicio de calidad”..
SOLICITARÁN LA
EXTRADICIÓN POR VÍA DIPLOMÁTICA DE GUSTAVO ROLDÁN DESDE BOLIVIA
Estaba prófugo
luego de chocar a Diego Gabriel Rolando Ríos quien como consecuencia del
impacto falleció. Familiares lo habían ayudado a escapar al país vecino.
El Tribuno de
Argentina (https://bit.ly/3SMB8u1)
La jueza de
Garantías 8, Claudia Puertas, solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores,
Comercio Nacional y Culto, a fin de solicitar se haga efectiva la detención con
fines de extradición por vía diplomática de Gustavo Leandro Roldán.
El hombre se
encuentra demorado conforme al operativo realizado por el CEIP, Cochabamba,
Estado Plurinacional de Bolivia, en las oficinas de Interpol.
Roldán fue
acusado provisoriamente del delito de homicidio culposo agravado por la
conducción imprudente de un vehículo automotor. El hecho ocurrió el 6 de
noviembre de 2016 pasadas las 11 de la noche.
El imputado
conducía una camioneta por avenida Paraguay cuando embistió una motocicleta que
transitaba delante de él. Debido al impacto, Diego Ríos golpeó contra el capot
de la camioneta. El acusado continuó su marcha para darse a la fuga, mientras
que la víctima falleció por politraumatismo, traumatismo encéfalo craneano
grave y traumatismo grave en columna dorsal.
Atento a que el
acusado se había dado a la fuga luego de ocurrido el hecho, la audiencia de
imputación aún no fue concretada por la fiscalía interviniente.
BLOQUEAN PASOS
ILEGALES EN LA FRONTERA NORTE
El Tribuno de
Argentina (https://bit.ly/3FpGVmn)
Hubo una
reunión entre autoridades de La Quiaca y Villazón, también participaron los
carritos de mano de ambas ciudades fronterizas con el objetivo de combatir el
trabajo ilegal.
Acordaron con
la ayuda de maquinaria pesada y el apoyo de Gendarmería Nacional, bloquear con
montículos de tierra los pasos ilegales por donde ingresan y egresan personas.
Los trabajos se
realizaron al final de la calle Jujuy del barrio Santa Clara y en avenida
España norte y Circunvalación donde existen pasos alternos e irregulares al
puente internacional.
Los
trabajadores quiaqueños venían denunciando agresiones, falta de seguridad en el
límite y que personas extranjeras cruzaban la frontera para trabajar
ilegalmente.
La situación se
hizo más tensa, cuando el propio presidente del Sindicato de Carritos de Mano
"1º Mayo", Abel Mamaní de La Quiaca, fue brutalmente agredido por
ciudadanos bolivianos con una llave francesa en la cabeza.
Por lo que
acordaron una reunión en el edificio del Concejo Deliberante quiaqueño, en la
cual participaron los sindicatos de mano de La Quiaca y Villazón; el cónsul de
Bolivia en la ciudad norteña Esteban Coico y la delegada de la Gobernación de
Potosí Elizabeth Alvizu. Además del presidente del Concejo Deliberante, Jorge
Tejerina y demás ediles.
El punto
tratado fue la grave situación en la zona norte de La Quiaca, en el río
internacional.
Desde el lado
boliviano señalaron que los trabajadores legalmente registrados para el cruce
de mercaderías en carritos de mano, cumplen la normativa vigente de hacerlo por
las antiguas vías del exferrocarril Belgrano.
Mientras, del
lado argentino denunciaron que cientos de trabajadores bolivianos cruzan a La
Quiaca ilegalmente, dejan sin fuente laboral a los quiaqueños, y especialmente
trasladan la mercadería por pasos clandestinos.
"Tuvimos
que juntarnos en grupos de diez para defendernos y evitar que nos quiten el
trabajo, nosotros cumplimos con las ordenanzas y respetamos los convenios
existentes. Ellos saben pueden cruzar la mercadería por el lugar habilitado, no
pueden ingresar a La Quiaca, es ilegal", sostuvo Abel Mamaní.
Se adoptó la
decisión en horas de la mañana de ayer de cavar grandes fosas y con montículos
de tierra bloquear los lugares por donde cruzaban los carritos de mano ilegales
del lado boliviano. La labor fue respaldada por efectivos del Escuadrón 21.
El bloqueo no
cayó bien en la sociedad de Villazón, que expresó su malestar por las redes
sociales.