Opinión
TEORÍA Y PRÁCTICA DE EVO MORALES
En Bolivia, el Che Guevara está en todas partes. Se le ve más que a las estampitas religiosas, o quizá en vez de ellas. Decora los parachoques de los buses y los pedestales de los monumentos.
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
En un puesto de discos piratas, los grandes éxitos son Plácido Domingo, los últimos sones de la tecnocumbia y la foto del Che en la portada de un disco de canciones revolucionarias. A Evo Morales, por su cumpleaños, le regalan una imagen del Che. Las brujas andinas le rezan al guerrillero para que sane enfermedades --porque era médico de profesión-- y hay figuras de él en los altares populares.
El presidente Morales es otro de sus admiradores, por supuesto, y en su discurso mezcla la cosmovisión andina con la retórica revolucionaria. A nueve meses de asumir el liderazgo, su mayor reto es conciliar todo eso con la administración de un gobierno real. Como dice el periodista Ricardo Bajo: "yo quisiera que todas las transnacionales se larguen a patadas de este país. La mayor parte del país lo quiere. El problema es que no se puede. Una medida así no mejoraría las cosas a la larga. Evo lo sabe, y camina en la cuerda floja. Para su gente, habla de una nacionalización. Pero de cara a los empresarios, este proceso se llama negociación".
Por esa indefinición, en las últimas semanas, los mayores problemas de Evo han surgido de sus propias filas: las huelgas de maestros, los enfrentamientos entre mineros y las protestas en las cárceles han hecho a los columnistas políticos hablar de un exceso de expectativas que el Gobierno no puede cumplir. Pero los periodistas afines al Gobierno no piensan igual. Para ellos, la prensa está aprovechando conflictos normales para montar una gigantesca campaña contra Evo en defensa de los grandes intereses económicos de sus propietarios. Una campaña que solo puede contrarrestar el inquebrantable carisma del presidente.
No obstante, ese carisma no funciona igual en todas partes. En la ciudad de Santa Cruz, donde el 74% desaprueba la gestión de Morales, se oyen voces críticas en cada esquina. Una funcionaria cultural cruceña opina: "las líneas generales de Evo son utópicas: quiere favorecer la multiculturalidad, pero eso es demasiado amplio. Más allá del discurso, no hay planes concretos del ministerio, ni indicaciones, ni presupuestos. Lo mismo pasa en todos los ámbitos. Quiere nacionalizar los hidrocarburos, pero eso no es solo una decisión política. Requiere un plan técnico, que no hay. Es como cambiar los proyectos de gobierno por buenas intenciones".
En las zonas más altas, en cambio, el apoyo al Gobierno es casi total: alcanza el 62% en La Paz y el 86% en El Alto. En Cochabamba, corazón del país, donde el respaldo de Evo es del 51%, también se respira relativo optimismo. Un vendedor me dice: "no se puede cambiar todo de repente. Evo no lleva en el Gobierno ni siquiera un año. Y la negociación de los hidrocarburos aún no termina".
Esa negociación representa el núcleo de la propuesta de Evo, pero también su mayor encrucijada. Su viejo amigo Lula representa en esto a la transnacional Petrobras. Es a la vez socio y cliente. Ambas partes han tratado de llevar la fiesta en paz para no amargarle la campaña electoral al brasileño. Pero, según un diplomático, "a Lula no le gusta nada que Evo funcione en la órbita de Chávez. La negociación sería más fácil si Brasil conservase la posición de liderazgo que ha perdido en manos de Venezuela".
La clave del éxito de Evo reside precisamente en sus alianzas internacionales, alianzas que deben abrir mercado para sus hidrocarburos --y con suerte para su coca--, además de proporcionarle un colchón político. Evo no tiene el margen de maniobra de Chávez porque no tiene tanto petróleo, y necesita un respaldo exterior sólido. Lo natural parece integrarse en el Mercosur, pero además de las tensiones ya descritas, eso plantea el problema de que el gran tema internacional de Bolivia está exactamente del otro lado: en la salida a un Océano Pacífico cuyas costas están íntegramente gobernadas por presidentes más conservadores. Esa fragilidad externa aumenta su dependencia de Venezuela.
En todo ese complejo ajedrez, el gran reto de Evo Morales es el de la izquierda latinoamericana: convertir el discurso revolucionario en políticas concretas que satisfagan a todos los actores. Esto es, convertir la revolución en negociación.
Opinión
LA POLARIZACIÓN INEVITABLE
La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)
De Brasil a México y de Venezuela a Bolivia, el escenario latinoamericano atraviesa una creciente polarización que se manifiesta tanto en los procesos electorales como en la vida política cotidiana. Uno de los efectos de la actual ofensiva conservadora, comandada por Bush, contra los gobiernos progresistas y los movimientos sociales, es haber trasladado a la arena política la polarización social y cultural pofundizada por el neoliberalismo.
Poco importa que se trate de gobiernos moderados como los de Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) o Tabaré Vázquez (Uruguay), o más audaces y transformadores como los de Evo Morales (Bolivia) y Hugo Chávez (Venezuela). La polarización crece a paso de gigante y, en gran medida, ha sido promovida por las derechas, las elites y la política de Bush. Sin embargo, es fenómeno complejo, no reducible sólo a la actitud de una de las partes temerosa de perder sus privilegios -que no siempre están en juego- o al deseo del imperio de recuperar terreno perdido. Además de estos indudables factores, parece estar jugando de modo relevante el papel más activo que están tomando los grupos sociales que hasta ahora parecían condenados a soportar la dominación de forma pasiva.
¿Por qué las elites brasileñas quieren impedir el triunfo de Lula cuando esas mismas elites se beneficiaron de su política económica? ¿Es tan temible Andrés Manuel López Obrador, quien se considera amigo del multimillonario mexicano Carlos Slim Helú? Puede entenderse la ofensiva política del imperio y de las elites contra Chávez, y Evo Morales, quienes encabezan gobiernos dispuestos a promover cambios de fondo que -invevitablemente- perjudican a las clases dominantes. Pero en muchos otros casos, no está en discusión ni el modelo neoliberal ni los privilegios que gozan los poderosos. En líneas generales, no hay una respuesta sencilla, pero la situación ha llegado a un punto en que los poderosos sienten que el suelo sobre el que viven está temblando. Y la ansiedad de que el temblor se convierta en sismo. Hay por lo menos cuatro razones para esta creciente polarización: el imperio necesita conquistar más y más recursos naturales y para ello precisa de gobiernos fieles; las elites se sienten inseguras y buscan amarrar gobiernos amigos; los mínimos cambios no estructurales que introducen algunos gobiernos progresistas pueden dar fuerza (empowerment) a los más pobres; y finalmente, los movimientos de los de abajo siguen avanzando y creciendo. Todo esto genera una coyuntura, mirada con los ojos de los de arriba, de creciente "inestabilidad" para sus intereses.
Elites e imperio
Para los de arriba, lo grave no es sólo lo que está sucediendo sino lo que puede venir. Ciertamente, el imperio necesita seguir avanzando sobre los recursos naturales (petróleo y gas, agua y minería) como forma de contrarrestar tanto su progresiva debilidad como ante la inminencia del agotamiento de los hidrocarburos a plazo más o menos fijo. La dependencia petrolífera de Estados Unidos es cada vez mayor, y contar con fuentes seguras y accesibles es uno de los objetivos de la estrategia de los halcones de Washington. El fracaso de la ocupación de Irak y las dificultades para estabilizar toda la región de Oriente Medio, imponen volver la mirada a lo que supuestamente era el espacio seguro, retaguardia y garantía última del control planetario: América Latina. Es aquí donde la "acumulación por desposesión" (explicitada por David Harvey como la forma de enriquecimiento de las elites mundiales en el periodo actual) encuentra límites precisos por parte de las sociedades.
Pero no es ése el único problema del imperio. Como se sabe, el control político es clave para asegurar el acceso a las materias primas y a cualquier recurso natural. Por otro lado, Washington tiene larga experiencia en el trato con gobiernos que le son adversos y suele implementar formas de "ablande", ya sea directas o indirectas, político-militares o comerciales. El problema de fondo es que la oleada de gobiernos progresistas y de izquierda coincide con el ascenso de la movilización social, que está fuera de control del imperio y de las elites. Es esa confluencia real, con o sin alianzas de por medio, la que impide a Washington y las elites operar al modo tradicional. ¿De qué sirve un golpe de Estado si la gente sale en masa a la calle y consigue neutralizarlo?
Las elites locales se sienten inseguras, por esos mismos motivos y por otros más. Los de abajo se han vuelto ingobernables, y van a más. La experiencia de la "comuna de Oaxaca" es el ejemplo más reciente. Pueden entrar a sangre y fuego. ¿Pero quién asegura que el incendio no se propagará a otros estados, al propio Distrito Federal, con resultados inciertos? La represión no es garantía de continuidad de la dominación, como en tiempos anteriores. Hoy resulta inimimaginable, aun en el México gobernado por la derecha, algo similar a la masacre de Tlatelolco que, 38 años atrás, garantizó la paz de los sepulcros algún tiempo.
Pero hay más. Las elites latinoamericanas ya no se sienten seguras ni siquiera en sus recintos amurallados, enrejados, vigilados y alejados de los pobres. Temen verse obligadas a tener que seguir el camino de Sánchez de Lozada, el ex presidente boliviano forzado a huir a Estados Unidos por una insurrección popular. Sienten pánico hacia los jóvenes pobres -negros, indígenas o mestizos-, o sea, la inmensa mayoría de la población, que ya no pueden dominarlos con prebendas clientelares. Peor aún, no tienen siquiera líderes con quienes negociar, sobornar o asesinar. Y son cientos de millones aglomerados en las periferias de las grandes ciudades que tienen a "los dioses del caos de su parte", según la feliz definición del urbanista Mike Davis. Ese pánico creciente los lleva a buscar que "uno de los suyos" esté en el gobierno. Por eso detestan a Lula, aun sabiendo que el mandatario brasileño no los va a expropiar ni va a poner en cuestión sus privilegios.
Poderes de abajo
Para muchos integrantes de las elites, ha llegado el momento de poner freno al creciente poder de los pobres. Por muy curioso que parezca, las políticas focalizadas para el "combate" a la pobreza, diseñadas por el Banco Mundial y puestas en marcha por los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay, entre otros, no son ya garantía de paz social. La experiencia argentina reciente parece confirmarlo: los planes y subsidios creados por Carlos Menem no sólo no debilitaron la protesta social sino que la potenciaron. Planes como Bolsa Familia pueden contribuir a diferir la protesta de los más pobres, pero no van a integrarlos como ciudadanos de primera. Por el contrario, algunos indicios apuntan hacia un "empoderamiento" de los más pobres, que pueden estar motivados a pedir más o a organizarse ahora que hay un gobierno dispuesto a escucharlos.
Quiero decir que esos planes, diseñados en efecto para dispersar y adormecer la capacidad de movilización autónoma de los más pobres, pueden tener efectos contrarios. Sobre todo en una situación de alza de los movimientos de los de abajo. No estoy asegurando que algo así vaya a suceder, pero, en la mirada de las elites, es una posibilidad, una eventualidad que sería mejor evitar. De ahí las críticas a los planes sociales en todos los países del continente.
Por último, los movimientos de los de abajo son ya imparables. Las elites y el imperio no saben qué hacer. Las sociedades empiezan a dividirse, hasta países enteros aparecen divididos. El México del norte vota derecha, mientras el sur vota izquierda. El Brasil del sur y sureste vota derecha, donde antes habían votado izquierda, mientras el Brasil del nordeste, el Brasil pobre y profundo, se vuelca por primera vez -y masivamente- a la izquierda. Y así en todas partes. En Bolivia, Ecuador y Uruguay, en Caracas, Lima y Buenos Aires, en cada lugar a su modo y con sus características propias, naciones, sociedades y ciudades exhiben sus fracturas étnicas y clasistas. La novedad es que ahora la fractura social se está convirtiendo en fractura política. La polarización social y cultural se están politizando. Ahora los territorios de los ricos votan derecha y los territorios de los pobres votan izquierda. Por eso los medios conservadores están enloquecidos, porque la lucha social ha desnudado la máscara de la doble ciudadanía. Y se ven forzados a construir murallas que separen barrios, hasta países.
Cuando los medios de los poderosos se empeñan en fabricar "golpes de Estado mediáticos", es señal de desesperación, no de fortaleza. Cuando el velo de la dominación ha sido arrancado por los hechos -ya sean electorales o insurreccionales-, es la propia dominación la que está en juego. James Scott nos recuerda en Los dominados y el arte de la resistencia un texto cada vez más actual, que cuando los oprimidos se atreven a decir sus verdades a cara descubierta, en público, es porque sienten que los días de la dominación están contados. Esta es, precisamente, la percepción que tienen las elites, desde Washington a San Pablo.
Editorial I
GASODUCTO: NO ES EN BROMA; ES EN SERIO
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El histrionismo de grado incontenible suele desbordar de la personalidad de los políticos populistas. Es un sello que los marca, como lo es el consecuente ridículo en que caen y del que les es difícil salir. Ha ocurrido con los populistas en estado puro, como lo fueron tantos dictadorzuelos latinoamericanos del siglo XX y que escritores eximios han retratado de manera inapelable, y muchas veces desopilante, desde el Tirano Banderas de Valle Inclán.
Ese fenómeno ha ocurrido por igual con otros sujetos a los que la historia y la contemporaneidad han exhibido abrazados como simios, siempre agitados en los extremos inalcanzables y aparentemente contradictorios de la demagogia impiadosa con el buen tino, por señalar la más leve de las imputaciones de las que se han hecho acreedores en el ejercicio brutal del poder. Ha sido ése el caso de Hitler, hacia la derecha más exacerbada. Ha sido el caso, también, de algunos iluminados que, desde la izquierda radicalizada, asombraron al mundo por facetas tan curiosas como la aptitud para aferrarse por más de cinco horas a un micrófono y hablar sin parar. Vaciaron así de contenido la ley de la gravedad, la ley de la respiración natural y la ley del sentido común.
Por eso, cuando el ex jefe del gobierno español, Felipe González, calificó de broma el anuncio de un megaproyecto para construir el gasoducto más largo del mundo, entre Puerto Ordaz, Venezuela, y el Río de la Plata, un escalofrío debió de haber recorrido la humanidad de cualquier ciudadano dotado de mínima cordura y prudencia. El presidente Chávez anunció su construcción después de haber afirmado, nada menos, que "la historia del siglo XX y el siglo XXI se escribe en dos etapas: antes y después de Mar del Plata". Lo dijo por la malhadada reunión de presidentes americanos de dos años atrás, que ha dejado en la memoria de la diplomacia norteamericana y de otros países, como México, un registro de sorpresa y amargura que, en el caso de la primera potencia mundial, anotaron por igual los republicanos que gobiernan hoy y los demócratas que podrán gobernar mañana.
Es útil tener en todo tiempo presente que los países democráticos y dominantes en la política internacional, como los Estados Unidos, pueden cambiar de partido en ejercicio del gobierno. Sin embargo, sus grandes intereses están respaldados por políticas permanentes y previsibles por encima de los matices que diferencien a cada una de sus alternativas de poder.
El gasoducto más largo de la Tierra pasaría, como es natural, por Bolivia, dicho sea de paso más rica en gas y más próxima a la Argentina que Venezuela. Si la Argentina se ha prestado alegremente al anuncio del presidente venezolano a fin de llamar la atención de Bolivia y sentarla en mejores condiciones de fuerza para nuestro país a una mesa de negociaciones, bien. Si la Argentina, en cambio, ha quedado atrapada en un anuncio merecedor de jocundas consideraciones por parte de uno de los grandes líderes del socialismo europeo de las últimas décadas, mal.
La historia argentina de los últimos sesenta años ha sido llamativamente caudalosa en anuncios estrepitosos de final incierto y peor cumplimiento. A la larga hay un precio por esa compraventa de ilusiones al por mayor, pero sin destino efectivo alguno.
Ha señalado LA NACION que el mentado megaproyecto carece de estudios de prefactibilidad y, aun cuando los hubiera, se cuenta con opciones menos costosas que ese trazado de unos 8000 kilómetros -en medio de una abrumadora imprecisión, algunos hablan de 10.000 kilómetros- por espacios desolados como la Amazonia. O sea, a través de una geografía demográficamente menos generosa para una iniciativa de tal naturaleza como podría serlo la del escenario europeo. También se ha dicho en estas páginas que Venezuela importa gas boliviano para consumo interno, de modo que en el punto original del gasoducto habría que desarrollar procesos de exploración del fluido, con las consiguientes inversiones adicionales que eso requeriría. Y hasta se ha hecho notar que para distancias de más 4000 kilómetros es preferible transportar el gas por vía marítima.
¿Qué decir, entretanto, de las posibilidades que ofrecen potencialmente a la Argentina las riquezas gasíferas subyacentes en provincias como Salta y Neuquén, tan pronto se estimularan las inversiones del modo efectivo ante el cual reaccionan los capitales que las hacen en cualquier parte del orbe? En verdad, el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, se había adelantado al juicio de Felipe González, cuando dijo sobre el megaproyecto: "Es una de las mentiras más grandes que le quieren vender a los argentinos".
Sería una pena que en tan grave asunto como en el fondo lo es éste prevaleciera en la atención pública el mero reflejo suscitado por el éxito de los cazadores de perlas humorísticas. El propio Felipe González, al ratificar aquello de la "broma", dijo que había hablado en serio. Así deben considerarse sus palabras, sobre todo porque en el escenario en el que fueron dichas -el Club de Madrid, una organización de ex jefes de Estado y de gobierno de excepcional relieve internacional- él mismo afirmó que es inevitable, a corto plazo, una crisis en la oferta energética. Y que, como consecuencia de eso, se producirá un crecimiento exponencial de la tensión internacional por el reparto de las fuentes de energía.
Uno de los grandes pensadores contemporáneos ha dicho que la prosperidad es un detergente irresistible: echa de la casa los trapos sucios y los malos olores. A falta de una prosperidad genuina y sustentable en el tiempo, la historia enseña que los gobernantes populistas, en cualquiera de sus gamas, apelan al desborde de sus fantasías.
Dejemos al señor Chávez con sus anuncios y con sus razones para formularlos y perseveremos en la Argentina, con trabajo y constancia, por el camino de las iniciativas juiciosas. Es decir, las que están fundadas en estudios sólidos y suficientes, que hayan sopesado las fortalezas y debilidades de cada propuesta. Sin ignorar, claro, que la realidad tiene leyes que en el largo plazo nadie ha probado que pueda vencer el más obstinado de los caprichos voluntaristas ni la más excéntrica de las divagaciones.
REPORTAJE
EL GAS SE CONVIERTE EN ARMA POLÍTICA
El presidente boliviano basa su proyecto en la nacionalización de los hidrocarburos
El País de España (www.elpais.es)
Las inmensas bolsas de gas situadas a 5.000 metros de profundidad en el centro de Suramérica son la clave de una partida que se juega en la superficie y que puede determinar el destino de un país que todavía no tiene 200 años de antigüedad. La propiedad y comercialización de las reservas de hidrocarburos presentes en el subsuelo de Bolivia constituyen el eje fundamental en torno al que gira el proyecto político de Evo Morales y el caballo de batalla a cuyo lomo el actual mandatario ha llegado a ocupar la jefatura del Estado. Es más, Morales pasó de ser un conocido sindicalista cocalero a una alternativa de Gobierno con posibilidades en la inestable situación boliviana cuando asumió como principal reivindicación de su ideología la propiedad de los recursos naturales de país, cuya gestión había sido privatizada durante los años noventa.
Fue precisamente la polémica social surgida en torno al reparto de los beneficios generados por esta riqueza (que en un principio era del 82% para las empresas y el 18% para el Estado boliviano) la que provocó la caída de dos presidentes, Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa, con Morales como principal ariete de la oposición. Esa polémica decidió finalmente una notable victoria del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones presidenciales celebradas el pasado mes diciembre. Con un lenguaje cargado de reproches y advertencias a las empresas extranjeras presentes en el país, entre ellas la española Repsol, Morales obtuvo la victoria en primera vuelta con el 54% de los votos. Por ello no es extraño que sus primeras medidas como presidente del país tuvieran a los hidrocarburos como protagonistas.
El pasado mes de enero, al día siguiente de jurar su cargo, Morales adoptó tres decisiones que marcaban el rumbo de las relaciones que a partir de entonces mantendría la Administración boliviana con las compañías extranjeras. En primer lugar, mediante la firma de una alianza estratégica, abrió las puertas del mercado boliviano a la estatal venezolana Petrosur, señalando explícitamente su desconfianza hacia las operadoras presentes en ese momento en Bolivia y reclamando a Venezuela que formara a operarios bolivianos ante el temor de un sabotaje por parte de las otras empresas.
En segundo lugar, Morales nombró ministro de Hidrocarburos a Andrés Soliz Rada, un histórico partidario de la nacionalización de los hidrocarburos. Y, finalmente, le ordenó poner a nombre del Estado boliviano las reservas de gas que Repsol tenía registradas en la Bolsa de Nueva York, medida que Soliz anunció cuando todavía no había entrado por primera vez en su despacho de ministro y que supuso una grave caída de las acciones de la petrolera española en la Bolsa. Menos de un mes después se ordenaba la captura del responsable de Repsol en Brasil por contrabando de petróleo.
Estas medidas generaron un fuerte respaldo para el nuevo presidente que vio su índice de popularidad se disparaba en los sondeos situándose por encima del 80%, algo histórico para cualquier mandatario boliviano de los últimos años. Sin embargo, el Gobierno de Morales comenzó a sufrir dificultades muy pronto fundamentalmente por tres razones: de un lado la difícil situación de Bolivia, el país más pobre del continente sólo superado por Haití, con grandes carencias en infraestructuras, paralizado políticamente desde hace al menos tres años y con una población a la que se le habían hecho promesas de mejoras palpables a corto plazo. De otra, un proyecto político basado en la completa reestructuración del país con una mezcla de Estado moderno y componentes indígenas que choca con los sectores más desarrollados de país. Para superar estas dos dificultades los recursos financieros provenientes del gas y el petróleo y su gestión directa por parte del Gobierno de La Paz son fundamentales.
El tercer obstáculo es que el MAS ha sacrificado a los conocedores del funcionamiento del Estado en beneficio de los simpatizantes políticos. Fuentes diplomáticas americanas en La Paz han señalado a este periódico que algunos nombramientos de personas sin la suficiente preparación, incluso para ministerios, pueden generar simpatías pero a medio plazo se revelan ineficaces. Morales se ha encontrado por tanto a los mandos de una maquinaria funcionando a medio gas, cuando no acusada de corrupción, como en el caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) la empresa pública será socia de las petroleras extranjeras y cuyo presidente y amigo de Morales, Jorge Alvarado, fue destituido al ser investigado por firmar contratos ilegalmente.
Ayer finalizó el plazo impuesto por el presidente Boliviano el pasado 1º de Mayo mediante un Decreto Supremo y con la ocupación militar simbólica de algunos campos de explotación para renegociar la presencia de las petroleras extranjeras. Aunque era la medida era esperada, Morales anunció el decreto por sorpresa, cuando había perdido 10 puntos en el favor popular y apenas dos meses antes de que los bolivianos acudieran a elegir una Asamblea Constituyente, la primera piedra de la Bolivia "refundada" en expresión del propio Morales. Aunque ganó, las urnas no otorgaron la mayoría suficiente al MAS para elaborar una Constitución sin negociar con la oposición y el país ha entrado en una parálisis política, con una Cámara donde el nuevo texto no avanza y con las provincias orientales (las más ricas) férreamente opuestas al proyecto indigenista del presidente boliviano.
En un clima de conflictividad social creciente, Morales se enfrenta ahora a importantes sectores que le llevaron al poder, como los mineros cuyas protestas se han saldado con 16 muertos. Así las cosas para el presidente boliviano es muy importante demostrar a su electorado que el plazo de negociación marcado a las petroleras se ha cumplido. Un gesto de fortaleza para un liderazgo contestado.
Opinión
BOLIVIA MEJORA INGRESOS, PARAGUAY EN ITAIPÚ, NO
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
El reciente acuerdo entre Argentina y Bolivia le permitirá a este último país obtener unos 1.000 millones US$/año por la exportación de menos energía que la que nosotros exportamos actualmente a Brasil y Argentina. Bolivia se queda, además, con los condensados (butano y propano) y con la planta de condensados, corriendo la Argentina con el financiamiento de todo el gasoducto.
FALTA DE POLITICAS DE ESTADO
Mientras que en Bolivia todos los partidos políticos y sectores socioeconómicos están muy de acuerdo en recibir un precio justo por su gas (luego tienen diferencias sobre otros temas), aquí en el Paraguay faltan políticas de Estado que posibiliten que recibamos un precio justo por la mucho más valiosa energía hidroeléctrica nacional, que a precio ruin para nosotros contribuye con el desarrollo de las metrópolis del Mercosur.Desde la firma de los tratados de Itaipú y Yacyretá, ningún gobierno paraguayo ha reivindicado con fuerza la necesidad de recibir un "precio justo" por nuestra energía. En Yacyretá, el Gobierno paraguayo está planteando la eliminación de la deuda espuria y la usura, pero no así en Itaipú, donde la cuestión se limita discutir el denominado "factor de ajuste". Además, la energía barata sigue siendo acaparada en mucha mayor proporción por el Brasil. La región crece, pero en nuestro país lo único que crece es el desempleo.
PARAGUAY POSEE INTERESES EN COMUN CON BOLIVIA
Luego de la trágica Guerra del Chaco (1932-35), los límites entre Paraguay y Bolivia fueron establecidos en forma definitiva. En ningún momento ninguna de las dos naciones ha manifestado pretensiones territoriales sobre la otra. En cambio, es conocida la postura de Bolivia en relación a su salida al mar, lo que le enfrenta con Chile. No se ve, entonces, ningún conflicto de intereses posible entre nuestras dos naciones.
En cambio, tenemos muchos intereses comunes. Paraguay y Bolivia son los únicos países con genuinos excedentes energéticos en el Cono Sur de América. El gas natural es un energético muy parecido a la energía hidroeléctrica, pues se transporta en gasoductos y se debe lidiar con mercados a los que llega el gasoducto. No es de libre exportación como el petróleo, por ejemplo. Además, el gas natural es la fuente de generación eléctrica más barata con la cual pueden contar Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Vale decir, el Paraguay debe ser el primer interesado que a Bolivia le paguen más por su gas, pues así podremos reclamar que nos paguen más por nuestra energía hidroeléctrica.
NOS AYUDARA A RECUPERAR NUESTRA SOBERANIA HIDROELECTRICA
El hecho de que la Argentina haya aceptado pagarle 5 dólares por millón de BTU a Bolivia, incrementando sus compras y con mayores beneficios para Bolivia (planta de condensados y éstos entregados como beneficio adicional a Bolivia), es el mejor argumento que tenemos para exigirles a Brasil y Argentina que nos paguen un precio justo por nuestra energía hidroeléctrica (¿cómo la sustituirán, si ahora el gas boliviano es más caro?)
Así como los países exportadores de petróleo del mundo se han organizado para conseguir un mejor precio por su petróleo, Paraguay y Bolivia debemos unir fuerzas para conseguir mejores precios por nuestra energía. Así como Bolivia obtiene hoy mayores beneficios, el Paraguay también los puede obtener teniendo Políticas de Estado y haciendo fuerza común con la hermana nación andina, con la que nuestros intereses coinciden y nada nos separa.
LAS EMPRESAS, OPTIMISTAS Y CAUTAS
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
La reflexión de un ejecutivo petrolero con años en una empresa que trabaja en Bolivia explica, de modo más veraz que cualquier palabra política, la situación en que quedó la relación entre el presidente Evo Morales y estas compañías. "Se está optando por durar. Pero, para algunas petroleras, este partido recién está empezando", dijo ayer.
Conclusión: cualquier boliviano que se haya encandilado, el 1° de mayo pasado, con el anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos, deberá estar atento, desde ahora, a los detalles. Habrá que ver si, por ejemplo, las condiciones de comercialización de ese gas, que ahora es del Estado boliviano, no vuelven el negocio igualmente rentable para el sector privado. Es decir que Bolivia pueda tener, como indican algunos contratos, hasta el 82% del producto, pero que las condiciones de venta sean completamente distintas. A ningún ejecutivo petrolero se le escapa que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no tiene recursos. La firma se verá forzada a negociar, no ya en las tapas de los diarios, sino en la compleja ecuación de cada yacimiento.
¿Cómo se explica, de otro modo, el optimismo de un sector que suele espantarse ante la sola mención del nombre de Morales? En que aún no se ha terminado de conversar. "A Petrobras le interesa seguir invirtiendo acá -dijo Flavio de Moura, gerente de la estatal brasileña, a la prensa local-. Fueron condiciones justas y adecuadas las del contrato. Ambas partes tratamos de llegar a un punto en común."
la nacionalización incrementó los impuestos para los campos de mayor producción, que pasaron de pagar el 50 a un 82%. Esos porcentajes serán distintos para cada campo y, en algunos casos, aún no han sido revelados. El nuevo escenario representa, para la Argentina, una buena oportunidad para conseguir el gas boliviano que tanto necesita. Días atrás, el presidente Néstor Kirchner y Morales firmaron un contrato que prevé aumentar de 7,7 a 27,7 millones de metros cúbicos diarios el suministro de gas hacia aquí.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos, que agrupa a todas las empresas, ha dicho que será necesaria una inversión de 3000 millones de dólares, si se incluye la construcción de un gasoducto, para que ese nuevo fluido, hoy debajo de la tierra, llegue a la Argentina. LA NACION le preguntó ayer a un ejecutivo si ahora ese horizonte se veía más claro: "Por supuesto", contestó.
REPSOL RETOMA SU INVERSIÓN EN BOLIVIA
Repsol YPF seguirá en Bolivia. La hispano-argentina, junto a las otras nueve petroleras que operan en el país andino, ha firmado un nuevo contrato de exploración y explotación propuesto por el Gobierno de Evo Morales. Repsol manifestó su satisfacción por el acuerdo, alcanzado minutos antes de que expirara el plazo para renegociar los contratos, y anunció nuevas inversiones.
Diario Cinco Días de España (www.cincodias.com)
En el último minuto. La petrolera YPF acordó en la medianoche del domingo los términos del nuevo contrato que garantiza su continuidad en el país andino. La hispano-argentina es una de las diez petroleras que se han visto obligadas a renegociar sus contratos de exploración y explotación tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada el pasado 1 de mayo, que estableció un plazo de 180 días para pactar las nuevas condiciones.
El acuerdo fue rubricado de manera oficial tan sólo media hora después, en un acto presidido por Evo Morales al que asistieron representantes de Repsol YPF y de su filial Andina, así como las firmas dedicadas a las exploración de la brasileña Petrobras. Además, estuvieron presentes las argentinas Matpetrol y Pluspetrol, British Gas y Empresa Petrolera Chaco, perteneciente al grupo British Petroleum.
A diferencia del acuerdo suscrito un día antes con la francesa Total y la estadounidense Vintage, ni el Gobierno boliviano ni las petroleras informaron sobre los términos de los acuerdos suscritos en la medianoche del domingo. El presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz, se limitó a reconocer que los porcentajes de participación del Estado, son diferentes para cada una de las compañías.
Los escasos detalles que trascendieron apuntan que las petroleras tendrán que entregar toda su producción de hidrocarburos a YPFB y a cambio serán remuneradas, según sus contratos, con entre un 18% y un 50% de las cantidades extraídas. La compañía estatal también se encargará de la comercialización y fijará los volúmenes y los precios para el mercado interior y para las exportaciones.
Garantías de rentabilidad
Repsol YPF mostró su satisfacción por el acuerdo firmado con el Ejecutivo boliviano, ya que 'garantiza la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora'. Aseguró que el nuevo contrato 'está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia para garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol considera indispensable para el desarrollo de la actividad en el país'. De hecho, la compañía deja las puertas abiertas a nuevas inversiones. 'Este marco de garantías jurídicas, así como el reconocimiento público de las inversiones realizadas', señala la petrolera, 'permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, lo que redundará en un mayor bienestar para la sociedad boliviana'.
Actualmente, Repsol posee derechos sobre 32 bloques de exploración, con una superficie neta de 9.264 kilómetros cuadrados, así como 25 bloques de explotación con un área de 2.174 kilómetros cuadrados. Las reservas de gas bolivianas están estimadas en 48,7 billones de pies cúbicos, de los que la brasileña Petrobras controla el 47%, mientras que Repsol y su filial Andina alcanzan el 27%. La petrolera hispano-argentina asegura que entre octubre de 1997 y marzo de 2006 invirtió en el país latinoamericano 1.167 millones de dólares (unos 917 millones de euros), convirtiéndose 'en uno los principales contribuyentes fiscales', con 1.275 millones de dólares de aportes en concepto de impuestos directos, patentes sobre el dominio minero, regalías y participaciones.
El Gobierno español, presente en Bolivia a través del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, también manifestó su satisfacción por la firma del nuevo contrato. 'Conseguimos lo que nos habíamos propuesto', reconoció. Según León, Repsol YPF fue la última petrolera en llegar a un acuerdo ya que se trató de 'una negociación muy compleja' y afirmó que el Ejecutivo español se limitó a ejercer un papel de 'facilitador' de las negociaciones ya que éstas se llevaron directamente entre la compañía y el Gobierno de Morales.
El secretario de Estado español, llegó a Bolivia tan sólo cinco horas antes de que concluyese el plazo para renegociar las condiciones. Su mediación fue 'fundamental para llegar a puerto', según aseguró a Efe el director general de Repsol YPF para Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura.
Evo Morales promete seguridad jurídica a las petroleras
Las diez petroleras que pactaron a lo largo del fin de semana los nuevos contratos para operar en Bolivia, tienen garantizada su seguridad jurídica, según la promesa realizada por el presidente del país, Evo Morales tras la firma de los nuevos acuerdos de exploración y extracción de hidrocarburos. 'Jamás vamos a violar estos contratos transparentes'.
Morales señaló durante el acto, al que asistió el secretario de Estado español para Asuntos Exteriores, Bernardino León, que España es 'un socio estratégico en lo económico y político'.
Además, apuntó que en los próximos cuatro años el Estado ingresará 4.000 millones de dólares sólo de los hidrocarburos. Hace dos años, ésta cantidad ascendía a 250 millones.
REPSOL YPF DICE QUE EL NUEVO CONTRATO CON BOLIVIA GARANTIZA SUS INVERSIONES
ABC de España (www.abc.es)
Faltaban tan sólo 10 minutos para que acabara el plazo dado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, a las petroleras extranjeras para que firmaran los nuevos contratos (doce de la noche del sábado, hora local, seis de la mañana del domingo en España) cuando Repsol YPF alcanzó un acuerdo con las autoridades locales. Media hora más tarde, el director general de Repsol YPF para el área de Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura, estampaba su firma en el documento en un acto presidido por el propio Morales en el palacio de Comunicaciones de La Paz.
La petrolera española fue la última de las diez compañías afectadas en adherirse a la nueva legislación boliviana, que destina al Estado el 82% de las rentas de los hidrocarburos, que pasan a ser propiedad de la compañía estatal YPFB. Las petroleras extranjeras pasan a ser empresas de servicios y recibirán de YPFB una remuneración trimestral por sus trabajos de exploración, producción y comercialización de hidrocarburos.
Seguridad jurídica
Repsol YPF considera que este acuerdo «está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia de garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol YPF considera indispensable para el desarrollo de su actividad en el país. En este sentido, Repsol YPF valora que los nuevos contratos garantizan la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como las que se desarrollarán en el futuro», según una nota emitida ayer.
La petrolera que preside Antonio Brufau afirma que «este marco de garantías jurídicas, así como el reconocimiento público de las inversiones realizadas hasta el momento por Repsol YPF en Bolivia permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, lo que redundará en un mayor bienestar para aquel país».
Repsol YPF ha invertido en Bolivia casi 1.000 millones de euros desde 1997 y ha generado al Estado boliviano unos ingresos de 1.100 millones en impuestos. A partir de ahora, la petrolera tiene previsto invertir unos 800 millones de euros en los próximos años en aquel país en el sector de los hidrocarburos. Locutura negó ayer que Repsol YPF haya firmado el acuerdo sólo «para salvar los trastos» y dijo que ahora se puede trabajar, aunque «con parámetros distintos».
Sobre la presencia en La Paz del secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, Enrique Locutura afirmó ayer que su apoyo ha sido «fundamental» y que «el Gobierno español ha hecho lo que tenía que hacer y con discreción», informa Efe.
REPSOL YPF NEGOCIA PARA ASEGURAR LOS 916 MILLONES INVERTIDOS EN BOLIVIA
El País de España (www.elpais.es)
Las compañías petroleras con negocios en Bolivia han aceptado firmar nuevos contratos con el Gobierno boliviano de Evo Morales y acatar el decreto de nacionalización que otorga el control de los hidrocarburos a la empresa estatal YPFB. Pero la negociación no ha terminado. La petrolera hispano argentina Repsol YPF aún negociaba ayer en La Paz la letra pequeña del acuerdo para asegurar los 916 millones invertidos en el país desde 1997. Las multinacionales, con la brasileña Petrobras a la cabeza, se resisten a ceder la propiedad de algunos activos.
El presidente boliviano Evo Morales, ha ganado la primera mano de la partida. Entre el sábado y el domingo, al límite del plazo de 180 días fijado en el decreto de nacionalización de hidrocarburos aprobado en mayo, la decena de petroleras con negocios en el país decidieron mantener su actividad en Bolivia y no desmentir la leyenda de la gran pancarta bajo la que se firmaron los nuevos acuerdos: "Evo cumple".
Pero la partida no ha acabado. La letra pequeña de los nuevos contratos, en especial de los que deben firmar las dos primeras empresas del país, la brasileña Petrobras (que controla el 43% de las reservas bolivianas) y la hispano-argentina Repsol YPF (26%) está aún por redactar.
De hecho, los representantes enviados por Repsol YPF a Bolivia, Enrique Locutura y Carlos García, respaldados por el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, seguían manteniendo contactos ayer, en el Ministerio de Hidrocarburos boliviano, para cerrar el compromiso definitivo. Éste podría demorarse días, según aseguraban fuentes de la empresa.
De acuerdo con el decreto de nacionalización, ambas aceptan pagar más impuestos (hasta el 82% del valor de los hidrocarburos que comercialicen asociadas a la estatal YPFB) y traspasar la mayoría de las acciones de las sociedades a través de las que operan en Bolivia (Andina, en el caso de Repsol y Petrobras Energía y Petrobras Refinación en el caso brasileño.)
Pero dentro de ese marco, caben muchas cosas. Repsol YPF quiere garantizar la rentabilidad de los 916 millones que ha invertido en Bolivia desde 1997 y que le han permitido, sola o en asociación, controlar siete yacimientos de exploración y 25 de explotación de hidrocarburos.
Refinerías
Petrobras, por su parte, no quiere ceder la propiedad de las dos refinerías que posee en el país. Según una nota hecha pública por la compañía brasileña, "el asunto sobre el precio del gas y de las refinerías brasileñas de propiedad de Petrobras no fue tratado en el acuerdo". Petrobras quiere negociar una indemnización por el traspaso de más del 50% de las refinerías previsto en el decreto de mayo. Y que se realice una auditoría.
El arma de negociación de las multinacionales, potente, es la necesidad de capitales que tiene Bolivia, el país más pobre de América Latina. El Gobierno boliviano sabe que carece de recursos para extraer el gas y el petróleo del subsuelo. Puede apretar y lo ha hecho. Pero no puede ahogar. Las primeras compañías en firmar los nuevos compromisos con el Gobierno Boliviano, la franco-belga TotalFinaElf y la estadounidense Vintage (filial de Occidental, Oxy), con escaso peso en el negocio, se han comprometido con contratos de explotación y de inversión a 20 y 30 años, según se trate de exploración y producción y con inversiones que rondan los 1.571 millones de euros. La clave es, por tanto, a qué se comprometen, en dinero contante y sonante, los representantes de Repsol YPF, Petrobras, British Gas, British Petroleum (Chaco), Pluspetrol y Matpetrol (ambas argentinas), Shell y Ashmore (propietarias de Transredes).
Con los contratos definitivos por cerrar, Repsol YPF hizo pública ayer una nota muy escueta en la que destacaba que el acuerdo "está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia, Evo Morales, de garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol YPF considera indispensable para el desarrollo de su actividad en el país". "En este sentido" prosigue el comunicado "Repsol YPF valora que los nuevos contratos garantizan la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como las que se desarrollarán en el futuro".
Garantías
A las garantías, precisamente, se refirió también el presidente Morales tras la firma de los nuevos compromisos con las empresas. "Se va a respetar lo que siempre han pedido" aseguró "la seguridad jurídica y jamás vamos a violar estos contratos transparentes". Según Morales, hace dos años, la renta que percibía el Estado por la explotación de los hidrocarburos era de apenas 196 millones de euros. En 2005 subió a 392 millones y, con los nuevos contratos, en cuatro años, la cifra se elevará a 3.142 millones de euros, lo que permitirá al país "resolver nuestros problemas económicos y sociales".
Sobre España y dirigiéndose al alto cargo de Exteriores, bernardino león, Morales, según Efe, destacó que es "un socio estratégico en lo económico y político".
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, admitió que "todavía falta un camino por recorrer", en alusión a la redacción de contratos definitivos.
EXIGENCIAS DE LA NACIONALIZACIÓN
- El Estado boliviano recupera la propiedad y el control absoluto de los recursos de petróleo y gas. Las petroleras están obligadas a entregar toda la producción de hidrocarburos a la empresa nacional Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)
- El Ministerio de Hidrocarburos determinará, caso por caso, las inversiones realizadas por las compañías, las amortizaciones, costes y rentabilidad de su actividad. En función de esas variables se decidirá la retribución o participación definitiva de las compañías en los contratos que firmen con el Estado
- El Estado toma el control, la dirección de la producción, el transporte, el refino, el almacenamiento, la distribución y la comercialización de hidrocarburos
- El Estado recupera su plena participación en toda la cadena productiva del sector de hidrocarburos
- Se nacionalizan las acciones necesarias para que YPFB controle como mínimo el 50% más uno en las petroleras Chaco, Andina,Transredes, Petrobras Bolivia Refinación y Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia
- Las acciones del Fondo de Capitalización Colectiva que figuran a nombre de las administradoras de fondos de pensiones en Chaco, Andina y Transredes se pondrán a nombre de YPFB
BRUFAU CELEBRA LA "SEGURIDAD JURÍDICA" QUE OTORGA EL NUEVO CONTRATO FIRMADO CON EL GOBIERNO BOLIVIANO
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, valoró hoy de forma positiva el acuerdo alcanzado ayer con el gobierno de Bolivia para seguir operando en el país porque crea un marco de "seguridad jurídica" para las inversiones de la petrolera después de que después el pasado mes de mayo el presidente Evo Morales anunciara la nacionalización de sus hidrocarburos y diera un plazo de seis meses a las empresas que operan en el país para renegociar sus contratos.
Brufau afirmó, durante una entrevista en Catalunya Ràdio, que el contrato "tendrá muy poco impacto" respecto a los planes que tenía Repsol antes del anuncio de Bolivia de su voluntad de nacionalizar los hidrocarburos.
En todo caso, apuntó a que "será un impacto positivo, en el sentido de que clarifica una situación de inestabilidad del pasado y por lo tanto nos permite o nos debe permitir realizar inversiones con la seguridad jurídica necesaria y por tanto poner en valor los activos que ahora tenemos".
En la actualidad la compañía española, una de las que más ha invertido en el país, posee derechos mineros sobre 32 bloques, siete de explotación con una superficie neta de 9.264 kilómetros cuadrados y 25 bloques de explotación con un área de 2.174 kilómetros cuadrados. Esta actividad genera 300 empleos directos y 3.000 indirectos.
Entre octubre de 1997 y marzo de 2006 la petrolera invirtió 1.167 millones de dólares y se ha convertido en uno de los mayores contribuyentes fiscales del país, con 1.275 millones de dólares de aportes por concepto de impuestos directos, patentes sobre el dominio minero y regalías y participaciones.
Además de Repsol, otras nueve empresas que operan en Bolivia llegaron a un acuerdo de renegociación de sus contratos a finales de la semana pasada, un paso que el Gobierno boliviano estima reportará unos 4.000 millones de euros para el pueblo en los próximos cuatro años.
Fue la negociación más compleja de todos los acuerdos alcanzados con las multinacionales
LUEGO DE 10 AÑOS, PETROBRAS FIRMÓ AYER UN NUEVO CONTRATO
Fijaron las condiciones de producción de las dos principales refinerías, pero nada se acordó sobre el precio del gas a Brasil.
EL Tribuno de Argentina (www.eltribunosalta.com.ar)
La petrolera brasileña Petrobras, que hace dos semanas cumplió diez años de actividad en Bolivia, ayer aceptó firmar nuevos contratos en los términos de la nacionalización decretada por el presidente Evo Morales, condición que el mandatario estableció indispensable para seguir operando en ese país.
Petrobras es una de las diez multinacionales que, entre el viernes y la madrugada del domingo, suscribieron nuevos acuerdos con el gobierno de La Paz, al terminar el plazo fijado en el decreto de nacionalición del 1 de mayo pasado.
Los presidentes de Petrobras-Bolivia, José de Freitas, y de Petrobras Energía, Gonzalo Villegas, firmaron los contratos de exploración y explotación con la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La compañía brasileña comenzó actividades en Bolivia el 10 de octubre de 1996.
En 1974 los presidentes Hugo Banzer, de Bolivia, y Ernesto Geisel, de Brasil, acordaron la venta de gas al segundo país, pero el proyecto fracasó, y lo mismo les ocurrió una década después al gobernante boliviano Hernán Siles y al brasileño Joao Baptista de Figueiredo.
En 1991, directores de Petrobras acometieron con más interés su vinculación energética a Bolivia y, junto con empresarios de Brasil, llegaron a la Paz para acordar la venta del gas boliviano a Sao Paulo y un contrato que tuvo varias versiones en 1993, 1994 y 1995, y una definitiva en 1998, que entró en vigor un año después por 20 años.
Las inversiones
Se construyó un gasoducto de 3.069 kilómetros de longitud, entre la localidad boliviana de Río Grande y las ciudades brasileña de Sao Paulo y Porto Alegre, con una inversión de 2.015 millones de dólares, 1.580 millones en el lado brasileño y 435 millones en el boliviano. Cuando se comenzó el gasoducto, las reservas de gas en Bolivia eran de 4,5 billones de pies cúbicos, pero las inversiones de las multinacionales permitieron el descubrimiento de nuevos campos, hasta 48,7 billones de pies cúbicos, suficientes para cubrir los compromisos de exportación y la demanda interna.
Desde 1996 Petrobras asegura haber invertido U$S 1.000 millones por sí sola y 500 millones más en sociedad con otras empresas, como la hispano-argentina Repsol YPF.
Petrobras, Andina, filial de Repsol, y la francesa TotalFinaElf son socias en los principales campos de gas boliviano, "San Alberto" y "San Antonio", que producen el 70% del gas que se exporta desde Bolivia a Brasil. El 1 de mayo pasado, Morales nacionalizó la filial Petrobras Bolivia Refinación, que controla las refinerías de petróleo más grandes del país. En mayo, cuando se dictó la nacionalización, Petrobras reaccionó sorprendida por la medida, que fue acompañada por la ocupación militar de los campos y las refinerías que opera, más vigilancia policial de sus oficinas en Santa Cruz.
Temas pendientes
La petrolera brasileña Petrobras, si bien firmó ayer un nuevo contrato como operadora en Bolivia, aclaró en un comunicado que el acuerdo no hace referencia a la situación de sus dos refinerías en el país vecino. "El contrato reglamenta las nuevas condiciones de exploración y producción de gas en los campos de San Alberto y San Antonio", según la nota de la petrolera brasileña, que es controlada por el Estado pero tiene acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires.
"El asunto sobre el precio del gas y de las refinerías brasileñas de propiedad de Petrobras no fue tratado en el acuerdo", aclara la nota.
La empresa brasileña es la principal operadora internacional en Bolivia y la más perjudicada por el decreto con el que el presidente Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos en su país.
Por fuerza de ese decreto, diez petroleras con operaciones en Bolivia firmaron entre el viernes y el sábado nuevos contratos para adecuar sus actividades a la reglamentación de la nacionalización. Petrobras llegó a un acuerdo con la estatal YPFB pocas horas antes del plazo dado por Morales para que las petroleras firmaran los nuevos contratos.
Evo Morales se comprometió a respetar la seguridad jurídica
Los principales periódicos de Bolivia destacaron ayer el compromiso de respetar la seguridad jurídica expresado a las trasnacionales petroleras por el presidente del país, Evo Morales, tras firmar los nuevos contratos de operación en el país.
Las filiales de Petrobras, Repsol YPF, British Gas, Pluspetrol, Matpetrol, TotalFinaElf y Vintage acordaron con el gobierno de Morales compromisos de exploración y explotación en el filo del plazo fijado, que venció la medianoche del sábado. El matutino boliviano "El Diario", tituló en primera página que "Bolivia inicia nueva etapa de explotación de hidrocarburos" con la recuperación del "control de los recursos energéticos del país". La publicación subraya que el gobernante consiguió su objetivo "con el compromiso de respetar la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras" que operan en Bolivia desde hace una década. "La Razón" de la ciudad de La Paz abrió su edición destacando que "todas las petroleras firman y aceptan pagar 82% al Estado", con lo cual se "consolidó el proceso de nacionalización" iniciado hace seis meses.
El matutino recuerda que los nuevos compromisos de las trasnacionales se firmaron en el mismo escenario donde hace una década se rubricaron los contratos de privatización parcial, anulados el año pasado por la nueva normativa para el sector.
El diario "El Deber", de la ciudad de Santa Cruz, indicó que las "petroleras ceden y firman nuevos contratos", en un hecho "inédito" en la historia nacional.
El tabloide, editado en la misma ciudad donde tienen sede las principales compañías extranjeras, indica que "para llegar a los acuerdos algunas empresas tuvieron que pasar un vía crucis", en referencia a la llegada a Bolivia del "número dos" del Ministerio de Exteriores de España, Bernardino León.
El también cruceño "El Nuevo Día" destacó que "todas las petroleras en Bolivia dicen sí a la nacionalización", proceso en el que ahora son "socias" del gobierno.
Resalta también que, desde ahora, la estatal YPFB "controla el 100% de la comercialización de los hidrocarburos" y que "el Estado recibirá el 82% de la renta petrolera".
La protección jurídica prometida por el mandatario fue también remarcada por el periódico "La Prensa", de La Paz, con el título de las "petroleras firman contratos y Evo promete seguridad".
BOLIVIA NACIONALIZÓ HIDROCARBUROS
Empresas petroleras finalizaron duro proceso de negociación con el gobierno del Presidente Evo Morales. 82 por ciento de los recursos irán al Estado boliviano, y el restante 18 por ciento a las petroleras.
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
La nacionalización verificada ayer por el Presidente de Bolivia, Evo Morales, dispone que el Estado tome el control y la dirección de la producción, transporte, refinación, almacenaje, distribución, comercialización e industrialización de los hidrocarburos en todo el país.
En un proceso plagado de duras negociaciones, las compañías multinacionales Repsol, de España, Petrobras, de Brasil, British Gas y British Petroleum, de Gran Bretaña, y la francesa Total quedarán afectas a la medida tras lograr sellar acuerdos con el Ejecutivo boliviano.
ALCANCES DEL CONTRATO
El decreto de nacionalización establece además una nueva distribución de los ingresos, que irán en un 82 por ciento a engrosar las arcas del Estado boliviano, mientras el restante 18 por ciento será para las petroleras, una cifra que según el Presidente Morales ''cubre el costo de operación, de inversiones y utilidades'' de esas firmas.
Las petroleras se beneficiaron con el 82 por ciento del negocio entre 1996 y 2005, cuando una ley de hidrocarburos fijó las ganancias en un 50 por ciento para cada una de las partes.
Las petroleras consideraron ''duras'' las negociaciones que sostuvieron con Bolivia para firmar los nuevos contratos de operación en el país andino, cuyo Gobierno garantizó seguridad jurídica después de nacionalizar los hidrocarburos.
''Ha sido una negociación muy dura y llegamos a un punto de acuerdo en común que esperemos, ojalá, fortalezca nuestras buenas relaciones con Bolivia y los bolivianos, para el presente y el futuro de ambas partes'', dijo José Magela, representante de British Corporation (BG).
''A Petrobras le interesa seguir invirtiendo acá. Fueron condiciones justas y adecuadas las del contrato. Ambas partes tratamos de hacer lo mejor posible para llegar a un punto en común y creo que lo conseguimos'', señaló, por su parte, Flavio de Moura, gerente de la estatal brasileña, quien consideró ''histórico'' este hecho. En el discurso pronunciado durante el acto de rúbrica de los convenios, el Presidente Morales ratificó la madrugada de ayer el compromiso de su administración con la seguridad jurídica.
''Vamos a respetar estos contratos, que significa respetar la seguridad jurídica como tanto han reclamado permanentemente'', afirmó y pidió a las empresas que ''no duden'' de este compromiso.
Con los nuevos acuerdos, el Mandatario de la nación altiplánica previó que el país recibirá en los próximos años alrededor de cuatro mil millones de dólares,
HUBO ACUERDO. FALTA REFINIR EL PRECIO DE VENTA DEL GAS
PETROBRAS DIO UN SÍ A BOLIVIA
El vicepresidente García Linera aseguró a Página/12 que la petrolera se queda en el país y pagará el 80 por ciento de las utilidades.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Petrobras aceptó las condiciones bolivianas y pagará más del 80 por ciento de utilidades. Así lo explicó el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera. La empresa brasileña reconoce que las condiciones “son muy ajustadas”, pero se quedará en el país. Queda por resolver el precio de venta del gas y la propiedad de las refinerías en Bolivia.
Petrobras no se irá de Bolivia y ha aceptado las condiciones exigidas por el gobierno de Evo Morales Ayma para seguir explotando los yacimientos gasíferos más grandes del país andino. Según explicó el vicepresidente boliviano a Página/12, con Petrobras lo primero que se planteó fue garantizar el abastecimiento boliviano al mercado paulista, cuyas industrias dependen casi por completo del gas boliviano. Luego se buscó que la inversión de la petrolera esté garantizada, así como la producción en los megacampos San Alberto y Margarita, que concentran más del 70 por ciento de la producción de gas. “Pero a la vez, en esos campos también hay un gobernament take (participación del Estado boliviano) bastante elevado, tal y como está consagrado el decreto de nacionalización (82% de ganancias para Bolivia). Eso está concertado y consagrado por el nuevo contrato”, dijo García Linera, a solas con este diario. Según explicó el vice, la renta petrolera boliviana es una de las más elevadas del mundo, pero no afectará a las inversiones, sino que las premiará. “La tabla diseñada por nuestros técnicos garantiza que en un principio la empresa recupera más dinero, pero cuando recupera todo lo invertido, se eleva el goberment take y pasado los años supera el 80 por ciento. En resumen, el modelo incentiva la inversión pero garantiza el ingreso muy elevado al Estado. Con ella no sólo hemos garantizado la inversión en el país, el abastecimiento interno y la provisión a Brasil y Argentina, sino que también se logró –aunque muchos dudaban de la capacidad de este gobierno– el contrato más favorable de nuestra historia petrolera. Es un gran logro y es un proceso de consolidación, legalización y ejecución práctica de la nacionalización que había sido diseñada el 1º de mayo”, dijo García Linera.
El vicepresidente coincide con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Silas Rondeau, que ayer aseguró en La Paz que Petrobras se convierte en “prestadora de servicios” para Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Freitas destacó en conferencia de prensa que el contrato que suscribió “está muy bien negociado por el Estado boliviano” y calificó la situación como “muy ajustada para Petrobras”.
Sin embargo, según los técnicos bolivianos, Petrobras ya ha recuperado su inversión en los denominados megacampos y por ello el 18 por ciento de participación en el negocio es ganancia líquida para la transnacional brasileña. Incluso el ministro brasileño reconoció que con estas condiciones se garantizan las ganancias para Petrobras, algo que fue ratificado por Decio Oddone, director para el Cono Sur de la empresa petrolera y ex director del gigante consorcio brasileño en Bolivia.
Pero las negociaciones no terminan acá, sino que los jerarcas de Petrobras y de YPF Bolivia se verán las caras en los siguientes meses, ya que falta por negociar el precio de exportación del gas boliviano y la recuperación de la propiedad de las dos refinerías más grandes de Bolivia, hoy en manos de Petrobras.
PETROBRAS DICE QUE NUEVOS CONTRATOS EN BOLIVIA SON RENTABLES
La petrolera brasileña Petrobras dijo el domingo que el acuerdo con Bolivia para reformular sus contratos de explotación de gas natural le dejará recuperar su inversión en el país, en riesgo por la nacionalización de los hidrocarburos establecida por La Paz.
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
El grupo estatal, el mayor inversor extranjero en el negocio del gas natural boliviano, aseguró que el acuerdo con el gobierno del presidente Evo Morales le permitirá compartir con el Estado el beneficio por la producción de hidrocarburos.
Esto implicaría un relajamiento de la posición inicial de Bolivia, que buscaba que las petroleras se convirtieran en meras prestadoras de servicios del Estado sin participación en las ganancias por la explotación de gas y crudo.
"Se tienen componentes muy claros en el contrato sobre producción compartida", afirmó por teléfono a Reuters el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli.
Sin embargo, el ejecutivo aclaró que el acuerdo con La Paz también establece que Petrobras prestará servicios al Estado boliviano.
"No tendremos una reducción de nuestros retornos; nuestro retorno está garantizado", resaltó Gabrielli.
Bolivia aún no informó oficialmente sobre los detalles del acuerdo.
Petrobras firmó el nuevo contrato de explotación en sintonía con otros gigantes petroleros como la española Repsol-YPF , la francesa Total y la británica British Gas.
La nacionalización petrolera decretada por Morales en mayo, la tercera en la historia boliviana, no incluyó confiscaciones de activos, pero declaró de propiedad estatal toda la producción de crudo y gas.
Mediante los nuevos contratos, se preveía que las transnacionales se convirtieran en operadoras de la estatal YPFB y recibirían por sus servicios retribuciones de entre un 18 y 50 por ciento del valor de la producción, que el gobierno boliviano considera suficientes para que recuperen sus inversiones y registren ganancias.
EVO MORALES SE CONGRATULA POR LA VICTORIA DE LULA EN LA SEGUNDA VUELTA DE LOS COMICIOS BRASILEÑOS
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se congratuló este domingo, lunes en España, por la reelección de su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y atribuyó su victoria a "la lucha de los pueblos".
"El triunfo del compañero Lula ratifica la línea de cambio que se inició en pasados años, mostrando, una vez más, que los pueblos siguen luchando por avanzar para resolver los grandes problemas que tienen las mayorías marginadas en nuestro continente", apuntó Morales a la estatal Agencia Boliviana de Información.
El dirigente cree que con el triunfo de Lula "se abren las posibilidades de fortalecer la cooperación y los acuerdos políticos, económicos y culturales con un país como Brasil".
Además, Morales destacó que la victoria de un obrero metalúrgico en Brasil, de un militar patriota en Venezuela (Hugo Chávez), de un intelectual progresista en Argentina (Néstor Kirchner) y de una militante socialista en Chile (Michelle Bachelet) dejan ver que los pueblos de la región han tomado el camino del cambio para acabar con los grandes problemas de exclusión y pobreza.
El Gobierno recibe con "satisfacción" el acuerdo alcanzado entre Repsol YPF y el Gobierno boliviano
El Gobierno español ha considerado como "satisfactorio" el acuerdo alcanzado esta madrugada entre Repsol YPF y el Gobierno boliviano, y por el cual la empresa desarrollará su actividad en el país, dentro del nuevo marco jurídico establecido por las autoridades bolivianas en virtud de la nueva Ley de Hidrocarburos y el Decreto de Nacionalización, promulgado el pasado 1 de mayo.
"Este es un acuerdo satisfactorio que demuestra que la vía del diálogo ha permitido mantener y dar seguridad jurídica a una empresa española en Bolivia. Estamos muy satisfechos", afirmaron fuentes de Exteriores a Europa Press.
Por su parte, Repsol YPF destacó en un comunicado que los nuevos contratos "garantizan la rentabilidad" de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como de las que se desarrollarán en el futuro.
La compañía subrayó además que este marco de garantías jurídicas permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, "lo que redundará en un mayor bienestar para la sociedad boliviana".
La nacionalización de los recursos: triunfo político para el gobierno
BOLIVIA COMPLETÓ LA ESTATIZACIÓN DEL GAS
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
En su mayor triunfo político en nueve meses de gobierno, el presidente indígena Evo Morales superó un desafío histórico al lograr en la madrugada de ayer que todas las multinacionales petroleras en territorio boliviano se adaptaran a una ley que permite al Estado retomar el control sobre sus enormes reservas de gas. Las diez petroleras que operan en el país adecuaron sus contratos a los términos de la nacionalización pasada la medianoche de anteayer -cuando se cumplía el plazo de 180 días fijado por decreto- y aceptaron entregar el 82% de sus ingresos a Bolivia, en lugar del 18% que tributaban hasta ahora.
"Misión cumplida con todo el pueblo boliviano", dijo Morales. la nacionalización de los hidrocarburos es el primer paso del proyecto económico estatista con el que el mandatario pretende sacar a su país de su histórica pobreza. "Con estos contratos sentamos soberanía sobre nuestros recursos sin expulsar a nadie; ésta es la nacionalización sin indemnización", agregó. También garantizó a las empresas la "seguridad jurídica" para su operación.
En lo que la consolida como principal proveedora de gas natural del Cono Sur y en contra de los pronósticos y apuestas desalentadores, Bolivia obtuvo un ingreso inmediato superior a los 1000 millones de dólares, que llegaría a los 4000 millones en cuatro años, contra los 200 que ingresaban cuando fueron entregados los yacimientos a consorcios privados en 1996 o los 500 millones que recibe actualmente.
La nación andina recuperó así sus reservas de hidrocarburos, en lo que analistas calificaron de "éxito político" para Morales, cuya popularidad venía en descenso en los últimos cinco meses.
La suscripción de los contratos supone además la revitalización de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que tras la privatización de 1996 había quedado confinada a un rol marginal. Ahora, tras seis meses de intensas y espinosas negociaciones, empresas como la gigante brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF -que obtenían hasta ahora los mayores beneficios- pasan a ser meras operadoras al mando de YPFB.
Petrobras, hasta ahora la mayor inversora en la industria petrolera boliviana, puso fin a una prolongada incertidumbre cuando anunció su acuerdo con YPFB tres horas antes del plazo de la medianoche. Pero las negociaciones con Repsol-YPF concluyeron apenas media hora antes de la firma de contratos.
Además de dos subsidiarias de Petrobras y otras dos de Repsol-YPF, en la madrugada de ayer firmaron contratos la británica British Gas, la empresa mixta Chaco (controlada por la estadounidense Amoco, del grupo British Petroleum) y las argentinas Pluspetrol y Matpetrol. Estas compañías se sumaron así a la francesa Total y la estadounidense Vintage, que habían firmado el viernes sus nuevos acuerdos.
Más negociaciones
YPFB deberá, sin embargo, continuar las negociaciones con la brasileña Petrobras por el control de dos refinerías y por los nuevos precios del gas que se venderá a Brasil, según el presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz. Petrobras especificó también en un comunicado en su casa matriz que el acuerdo con YPFB no incluye estos temas cruciales y que se limita a "los negocios de exploración y producción de gas en los campos San Alberto y San Antonio", los más promisorios del país.
Además de ser el principal inversor del país, Petrobras es responsable de exportar a Brasil 26 millones de metros cúbicos de gas al día, volumen con que abastece la mitad de la demanda interna de ese país. Bolivia y Brasil se enfrentaron a mediados de septiembre pasado cuando La Paz intentó tomar por la fuerza el control de las refinerías, a su cargo desde 2001. La relación quedó normalizada con el congelamiento de la medida y la renuncia del entonces ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz.
La empresa brasileña tenía hasta ahora el control del 46% de la riqueza gasífera; la española Repsol, del 22%, y la francesa Total, del 16%. El resto de los campos estaba bajo la propiedad de otras siete transnacionales. Otras 6 mantienen contratos con el Estado en diversos rubros. El acuerdo "permitirá el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país", señaló Repsol en un comunicado.
Bolivia dispone de reservas (entre las probadas y las probables) de 48,7 billones de pies cúbicos, según datos oficiales, las segundas más importantes de la región después de Venezuela.
CUESTIONAN EN BOLIVIA LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA
Diario Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)
Con la firma de los nuevos contratos de operación con las petroleras, Bolivia consumó ayer la tercera nacionalización de sus hidrocarburos y conquistó, de paso, un triunfo que se prevé dará réditos políticos al presidente Evo Morales.
Cumplido el lapso de 180 días previsto por el gobierno del líder indígena, este país —poseedor de la segunda mayor reserva de gas de la región— exhibe como una conquista el acuerdo con las petroleras, aunque hay voces que califican este hecho como una “adecuación” de contratos y no una “nacionalización”. Diez empresas establecidas en el país, lideradas por la brasileña Petrobras, la hispano argentina Repsol YPF y la británica BG, aceptaron suscribir los acuerdos ajustados al proceso de recuperación de las reservas de gas y petróleo que anunció Morales el 1 de mayo, en lo que fue bien recibido por distintos sectores.
Bolivia garantizó de esta forma la permanencia de las petroleras en su territorio y abrió otro horizonte para el sector energético, ante los anuncios sobre nuevas posibles inversiones.
La primera nacionalización se cumplió en 1937, cuando se le asignó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) los bienes, acciones y derechos de la Standard Oil, la primera estadounidense en ser confiscada en Latinoamérica. En el gobierno del presidente Alfredo Ovando Candia, en 1969, hubo una nueva nacionalización.
HUGO CHAVEZ PONE EN VIGENCIA EL PODER DE LAS ARMAS
PUEDE QUEBRAR EQUILIBRIO MILITAR QUE TIENEN PARAGUAY Y BOLIVIA
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
PUERTO QUIJARRO, Bolivia. Situaciones internas en Bolivia pueden arrastrar a la región a una crisis. Dentro del país, la resistencia a La Paz es creciente, dado el interés de Evo Morales de recortar las autonomías del Oriente boliviano, donde se concentran las principales actividades económicas. El mandatario de Venezuela, Hubo Chávez, ofrece tecnología y reorganización a la Fuerza Militar de Bolivia, poniendo en vigencia el poder de las armas y rompiendo el equilibrio militar en desmedro de Paraguay.
En el transcurso de la reciente reunión de ministros de Defensa de Bolivia y Paraguay, que tuvo lugar el viernes último en Puerto Guijarro, situado frente a la ciudad brasileña de Columba, el secretario de Estado Walker Sanmiguel puso sobre el tapete la participación de Venezuela en diversos proyectos, varios de los cuales involucran a la Fuerza Militar del país andino.
El ministro boliviano dijo lo siguiente: "No hay razón para alarmarse en caso de que Venezuela financie el proyecto. No debemos olvidar que esta nación fue aceptada por todos para integrar el Mercosur", puntualizó.Y tiene razón: Venezuela es miembro pleno del Mercosur, a diferencia inclusive de Bolivia que es un Estado asociado. Venezuela fue aceptado por consenso por los países que integran el bloque regional.
Lo que nunca imaginamos en Paraguay es que Hugo Chávez hubiera invertido fondos de su país para reorganizar y equipar al Ejército boliviano. Si hay algo que sobra en Venezuela es dinero, gracias a los excepcionales ingresos que genera el comercio petrolero.
A juzgar por el convenio de cooperación militar firmado por los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez, la prioridad del mandatario venezolano no es solucionar la pobreza de sus compatriotas. Invirtiendo dinero de su país busca consolidar el brazo armado del Estado boliviano.
Sin duda alguna, la construcción de una estación portuaria en Puerto Quijarro es una prioridad para Bolivia. Contar con un acceso a la Hidrovía Paraguay Paraná es una excelente oportunidad para desarrollar una inmensa región caracterizada por la producción de granos, pero que tiene serios inconvenientes para su comercialización.
En este contexto, las palabras del ministro paraguayo Roberto González fueron acertadas: "Cualquier emprendimiento que inicie Bolivia será considerado positivo para su desarrollo y contará con el apoyo paraguayo, siempre y cuando no ponga en peligro intereses de nuestro país".
Un puerto comercial en Puerto Quijarro no pone en riesgo a Paraguay, al contrario puede ser muy beneficioso porque podremos adquirir combustible y gas a un precio mucho menor del que pagamos actualmente.Lo que causa suspicacias (empleando un término diplomático) es el componente militar del proyecto, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez es el que ofrece armas y tecnología militar a Bolivia ¿Sólo para cuidar fronteras?
El proyecto político de Evo Morales tiene una seria resistencia dentro de su país y sus problemas no se encuentran en las fronteras, sino en los principales centros productivos y comerciales de Bolivia. El tema de las autonomías departamentales no está resuelto y el Oriente boliviano no está dispuesto a ceder espacios a La Paz.
El Oriente es conocido popularmente como la "media luna" y está conformado por regiones como Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Beni, Pando y otras. El poder económico se concentra en el llano, mientras que el pobrerío se extiende en las montañas con millares de familias viviendo en las mismas condiciones que la Edad de Piedra.
En Puerto Quijarro intercambiamos ideas con periodistas del diario cruceño El Deber, quienes llegaron a la ciudad para la cobertura de la entrevista de los ministros de Defensa. José Andrés Sánchez, de la sección política, sostiene que el equilibrio entre el gobierno central y los departamentos que pretenden mantener su autonomía es frágil. "En Pando, por ejemplo, existe una aparente voluntad de resistencia con las armas", nos comentó. Paraguay tiene que observar con especial atención el proceso político de Bolivia. Se tienen dos situaciones muy particulares, que pueden causar una crisis en la región: primero, inestabilidad política con riesgo de convulsiones internas muy fuertes por la resistencia que genera el intento de cortar las autonomías departamentales, sin que se pueda descartar una guerra civil; segundo, Venezuela, con un proyecto hegemónico que pretende liderar Hugo Chávez.
¿En qué nos afecta esta situación? Mucho, demasiado. El régimen militar argentino se encargó de demostrar que un conflicto puede convertirse en elemento de unión nacional, lo que sucedió con la invasión de las islas Malvinas, en la década del 80. Asesinos que encabezaban un sistema brutal fueron aplaudidos a rabiar en Plaza de Mayo.
No podemos caer en la ingenuidad de pensar que una crisis extrema en Bolivia no afectaría de una u otra manera al Paraguay. No se trata exclusivamente de una cuestión militar, hay intereses económicos en medio. Empresas paraguayas exportan 53 millones de dólares al año al país vecino, aumentando cada día el número de aquellas que invierten en las regiones del Oriente. También ellas pueden verse perjudicadas. De ahí que el presidente Chavez representa un peligro para la región. Bolivia es un país hermano, con el que mantenemos estrechas y crecientes relaciones económicas. Llevó años superar la desconfianza que trajo aparejada la Guerra del Chaco. Y viene Chávez a romper el equilibrio militar, iniciando abiertamente una política inamistosa hacia el Paraguay.
En momentos en que se necesita consolidar la integración entre los pueblos, Venezuela nos recuerda el poder de las armas y pone nuevamente en vigencia una etapa que creíamos superada.
SUSPICACIAUn puerto comercial en Puerto Quijarro no pone en riesgo a Paraguay; al contrario, puede ser muy beneficioso porque podremos adquirir combustible y gas a un precio mucho menor del que pagamos actualmente. Lo que causa suspicacia (empleando un término diplomático) es el componente militar del proyecto, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez es el que ofrece armas y tecnología militar a Bolivia ¿Sólo para cuidar fronteras?
HUGO CHÁVEZ INICIÓ UNA POLÍTICA HOSTIL EN PERJUICIO DE PARAGUAY
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Construir una estación portuaria en Puerto Quijarro es una prioridad para Bolivia y una oportunidad para utilizar el único acceso disponible para utilizar la Hidrovía Paraguay-Paraná, a través del canal brasileño Tamengo. Un puerto en esta localidad hasta puede ser beneficioso para el Paraguay. El aspecto negativo del proyecto es el componente militar, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez inició una política hostil hacia nuestro país.
El proyecto de instalar un puerto en la localidad de Puerto Quijarro no es nuevo. Es una ambición boliviana que data de varios años, inclusive la propuesta fue presentada a empresarios paraguayos durante el gobierno (si puede llamarse así) de Juan Carlos Wasmosy. Salvo expresiones formales de interés, la cuestión no pasó a mayores.
Puerto Quijarro no tiene acceso directo al río Paraguay. Esta pequeña localidad fronteriza con Corumbá, Brasil, se encuentra al final de la laguna Cáceres, un verdadero santuario ecológico que forma parte del Pantanal boliviano. La conexión con el río Paraguay se tiene a través del canal Tamengo, de 8 kilómetros de extensión, situado exclusivamente en territorio brasileño.
De hecho, el canal brasileño Tamengo es el único acceso operativo del que dispone Bolivia para acceder a la Hidrovía Paraguay Paraná. La otra alternativa puede ser puerto Bush, en las inmediaciones de Puerto Caballo (Paraguay), pero también este punto es territorio brasileño, que cedió espacio a Bolivia para instalar un puerto franco.
En este momento, Puerto Bush es apenas un montón de hormigón que se mantiene en el lugar gracias a cabos de acero que lo sujetan a la costa. En un espacio que no supera los 50 metros cuadrados, sobreviven 5 soldados, 2 suboficiales y un oficial. Sobreviven es la palabra literal.
Puerto Quijarro y Puerto Bush son los puntos que Bolivia pretende convertir realmente en puntos de entrada y salida de productos al país. Los requerimientos económicos son muy altos. El primero necesita una inversión total de 25 millones de dólares, que serán utilizados a lo largo de cuatro etapas de construcción.
PROYECTO ES CONVERTIR A BOLIVIA EN UN PAÍS SATÉLITE DE VENEZUELA
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La responsabilidad de transformar Puerto Quijarro en una terminal portuaria es de la Empresa Naviera Boliviana (Enabol), entidad pública que depende del Ministerio de Defensa Nacional; de hecho, la presidencia del directorio es ocupada por el titular de esta secretaría de Estado, cargo desempeñado en este momento por Walker Sanmiguel. Puerto Quijarro no dispone de un puerto propiamente dicho. Es cierto que funcionan dos estaciones graneleras, Central Aguirre Portuaria SA y Gravetal Bolivia SA, pero son puertos privados ligados a la transnacional Cargill, que únicamente admite cargas de terceros cuando sus depósitos disponen de espacio.
El viernes se entrevistaron en esta localidad los ministros de Defensa Walker Sanmiguel y Roberto González, de Bolivia y Paraguay respectivamente. El gesto de invitar al secretario de Estado de Paraguay fue tomado como un intento de La Paz de dar transparencia a su proyecto de montar un puerto en las inmediaciones del río Paraguay y desmentir las suspicacias que existen en torno al mismo.
¿Por qué suspicacias? Porque existe un componente militar que viene de la mano de la Fuerza Naval Boliviana, que en este momento es reducida en medios y hombres, pero existe el compromiso de Venezuela de contribuir con armas y tecnología para modernizar la Fuerza Militar de Bolivia y que es precisamente quien ofreció los fondos necesarios para financiar el puerto en esta localidad adyacente al río Paraguay.
En este momento, el estamento militar boliviano está estrechamente ligado al gobierno de Evo Morales. Una de las primeras decisiones del mandatario fue enviar a retiro a dos promociones completas de oficiales superiores, permitiendo el acceso de la actual cúpula militar. A esto se suman aumentos de salario y una reorganización de los cuadros de combate.
El presidente venezolano Hugo Chávez inició un proceso para convertir a Bolivia en un país satélite de Caracas. Existen claros intentos hegemónicos de Chávez, que es un loco para nuestro tiempo. Lo preocupante de la presencia venezolana en el país andino es que no se limita a aspectos comerciales, culturales o de asistencia económica para programas sociales: Hugo Chávez busca consolidar un proceso de reorganización y equipamiento del Ejército boliviano.
Rearme rompe actual equilibrio militar
Es innegable la miseria que reina en Bolivia. Es un país pobre, con una débil infraestructura en servicios básicos, pero esta situación no será solucionada jamás con la entrega de armas al Ejército. Se necesita construir un país sobre la base de un desarrollo social que extienda sus beneficios a la mayor parte de los bolivianos. Esto no se logra con aviones de combate o con fusiles de asalto.
La decisión de Venezuela de rearmar a la fuerza militar de Bolivia es claramente inamistosa al Paraguay. Tiene como consecuencia inmediata romper el equilibrio militar existente y, lo que es peor, abre brechas para la sospecha, la suspicacia y la desconfianza, sentimientos que costaron mucho esfuerzo superar luego de la Guerra del Chaco.
¿Crisis militar con Bolivia? Difícil, pero no imposible y a partir de convertirse en una posibilidad aunque sea remota, ya obliga a seguir con atención lo que sucede en el país andino. En nuestro próximo artículo hablaremos de la situación interna que podría encender en la región un polvorín.
Volvemos a insistir: Venezuela y muy especialmente Hugo Chávez iniciaron una política hostil hacia el Paraguay.
“DEMOCRACIA NO ES SÓLO VOTAR CADA CUATRO AÑOS”
El vicepresidente de Bolivia clausuró ayer el Encuentro de Liberación de la Patria Grande, que reunió a mil delegados de catorce países. El socialismo del siglo XXI en discusión.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
“El despliegue de múltiples maneras de democracia, comunitaria, directa, participativa. Democracia no es solamente colocar un voto cada cuatro años sino capacidad de participar de lo que sucede en el país: desde lo que va a suceder con la inversión en un municipio hasta definir si se firma o no un contrato petrolero.” Así definió el vicepresidente boliviano, Alvaro González Linera, el principio de la pelea por el socialismo del siglo XXI en el encuentro que Evo Morales organizó en Sucre bajo la consigna de “Pueblos y Estados por la liberación de la Patria Grande”, que reunió a unos mil delegados de 14 países latinoamericanos, entre ellos la Argentina. Ni la ausencia de Evo –enfrascado en las negociaciones con las compañías petroleras– ni los desgastadores 2800 metros de altura le quitaron entusiasmo al debate sobre “la unidad” de los movimientos indígena, campesino y obrero en América latina; el modelo económico para la región; la defensa de sus recursos naturales y “ecológicos de la Pachamama”, además de la forma que el socialismo asumirá en el futuro.
Las delegaciones de los pueblos originarios y campesinos pusieron color a tres jornadas donde las únicas “bebidas oficiales” fueron “el agua, el café y el mate de coca”. Al compás de quenas y sikus, la delegación boliviana ingresó al Coliseo, en Sucre. El himno de Bolivia cantado por un coro universitario en aymara, quechua, guaraní y castellano no sólo demostró la diversidad cultural y de comunidades de las que está poblado el país, sino también de las que conviven en la región.
Así lo demostraron las comunidades aborígenes de Perú, Ecuador, Paraguay, Brasil, Colombia, México, Chile, Guatemala, Honduras y Argentina que asistieron al encuentro, a las que se sumaron uruguayos, cubanos y venezolanos.
Para los bolivianos, el encuentro cumplió el primer objetivo. Mostrar el respaldo de varios Estados y el de un amplio abanico de movimientos sociales latinoamericanos al gobierno de Evo Morales, jaqueado por varios frentes, en especial el secesionista exacerbado por la xenofobia que expresan los graffiti callejeros. Autonomía por las buenas o por las malas, decían las pintadas en Santa Cruz de la Sierra –el centro neurálgico de la economía boliviana que quiere su autonomía– que acompañaban con las leyendas de Evo, indio dictador o Matar a un coya es asegurar la patria. O como también se leía en alguna pared de Sucre dirigida a los cruceños: Hermanos cambas, sálvennos del cholo de Evo.
El presidente boliviano iba a participar en dos de las tres jornadas del encuentro, pero la negociación con las compañías petroleras para que acepten el nuevo régimen de nacionalización de los hidrocarburos lo mantuvo en La Paz. En el cierre de ayer, lo reemplazó González Linera.
“Solamente con un proceso de reapropiación social de la riqueza que es común a todos podremos ir desmontando el núcleo del neoliberalismo. Esa es la experiencia de nuestra Bolivia. En torno de la lucha por el agua, la tierra y los hidrocarburos, sobre esos ejes esenciales, la sociedad ha recuperado capacidad de movilización, construyó liderazgos, redes que unificaban ciudad y campo. Gracias a ello podemos decir que en Bolivia hoy tenemos un gobierno de movimientos sociales”, resumió González Linera la experiencia boliviana y agradeció la solidaridad que las agrupaciones obreras, indígenas y campesinas que formaban parte de las delegaciones brindó a su gobierno.
El vicepresidente de Bolivia también planteó la necesidad de repotenciar un Estado “fuerte en lo económico, político y cultural que sirva a los movimientos sociales (como) un escudo de protección, un blindaje internacional que puede expandir las luchas sociales”. Aunque advirtió “no hacerlo en la forma del viejo capitalismo de Estado. Tiene que ser un potenciamiento del Estado, subordinado, permanentemente controlado y atravesado por la impronta, la insurgencia y actividad de los movimientos sociales, que son la única manera que no sea una coartada de nuevos empresarios o de nuevos privatizadores”.
Las reuniones plenarias –con la exposición de diferentes representantes– insumieron más tiempo de lo previsto, algo que incomodó a varias delegaciones que depositaron todas sus expectativas en el debate de las comisiones, que funcionaron sólo ayer. Allí también se vio que no todos los movimientos que respaldan la idea de construir la “Patria Grande” coinciden en todo, y aun conservan más de una rencilla doméstica por saldar: las dos numerosas representaciones peruanas no obviaron pasarse factura por las posturas que asumió cada una de ellas ante la frustrada candidatura presidencial del ex militar Ollanta Humala.
No todos estaban del todo conformes con el debate, pero coincidieron en que “ya era hora de empezar la discusión” sobre nuevas formas de organización para el movimiento popular. Por la tarde, mientras algunos ya empezaban a pensar en el regreso, el discurso de González Linera devolvió el entusiasmo con que las delegaciones habían llegado a Bolivia. “La lucha en una región, provincia, en un departamento o en un solo Estado es insuficiente, porque el neoliberalismo y más aún el capitalismo es una estructura planetaria. Y la única manera de superarla es otra estructura planetaria, mediante luchas planetarias”, sentenció Linera. Un diario de Sucre ya había titulado: “Los bolivianos quieres exportar la revolución”.
CONCEJAL RESPALDA PUERTO SECO EN ORURO
La Estrella de Iquique, Chile (www.estrellaiquique.cl)
El concejal Mauricio Soria dijo que respalda la construcción del Puerto seco de Oruro, proyecto que será presentado oficialmente mañana, durante las celebraciones de aniversario de esa ciudad boliviana
Por tal motivo el concejal fue invitado a dichas actividades por Alberto Luis Aguilar, prefecto y comandante general de Oruro.
Soria dijo que da su más amplio respaldo a la iniciativa de creación de un Puerto Seco en Oruro, que se instalará cerca de la frontera con Chile y será una plataforma logística de servicios, que facilitará las importaciones y exportaciones bolivianas, principalmente de granos y otros productos procedentes del Departamento de Santa Cruz.
El concejal recordó que Oruro se conecta a dos corredores bioceánicos Oruro - Pisiga y Ancaravi-Toledo- Cruce- Tambo Quemado, con esto Oruro se convierte en el eje principal para ayudar al comercio internacional de Bolivia.
La primera ruta se conecta con Iquique y la segunda con Arica, concluyó Mauricio Soria Macchiavello.
LAS "INVERSIONES" MÁS POLÉMICAS DE HUGO CHÁVEZ
Una autopista en Jamaica de u$s 200 millones y una carroza en el carnaval de Río son parte de los gastos del mandatario venezolano en América Latina y que son cuestionados por la oposición de su país
Total News de Argentina (www.totalnews.com.ar)
Dentro del paquete de “aportes” que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, ha realizado por América Latina ahora se suman u$s 200 millones para la concreción de una autopista en Jamaica.
Con el propósito de extender su influencia en la región y bajo el pretexto de combatir la pobreza y el analfabetismo, el mandatario se dedicó a distribuir dinero por países latinoamericanos, acción que no ha estado exenta de incidentes diplomáticos y protestas de intervencionismo. El objetivo de fondo no es otro que conquistar el puesto, que hasta ahora le resulta esquivo, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las críticas comenzaron en amplios sectores de la propia sociedad venezolana, quienes consideran que la “piñata” hemisférica de su presidente constituye un “saqueo” de las riquezas del país.
El fenómeno también fue aprovechado por la oposición local, que se refiere a Chávez como “Don Regalón”, en referencia a una popular cadena de tienda de descuentos en ese país.
El periódico El Nuevo Herald elaboró un inventario parcial de los gastos en los que ha incurrido el gobierno de ese país para responder a los deseos expansionistas de su presidente. Entre ellos figuran una carroza en honor a Simón Bolivar en el carnaval de Río, las bombas de luz de un barrio de La Habana, una cédula para un indígena boliviano y 200 millones de dólares son algunas de las “donaciones”, que perjudican al fisco venezolano.
A esto se suman las largas estadías del mandatario que suman más de un año y el recorrido de sus giras equivale a darle dos veces la vuelta al mundo.
Finalmente, Chávez ha firmado acuerdos regionales que permiten a los países de la región adquirir el combustible en condiciones ventajosas o reactivar su capacidad de refinación del crudo. Una actitud que termina perjudicando el mercado interno de Venezuela.
LULA, REELEGIDO EN LA SEGUNDA VUELTA DE LAS PRESIDENCIALES CON EL 60% DE LOS VOTOS
El País de España (www.elpais.es)
El presidente ha conseguido la reelección con el 60,80% de los votos, según datos oficiales con el 99,95% escrutado. El candidato de la oposición, Geraldo Alckmin, ha conseguido el 39,17% de los votos en esta segunda vuelta, con lo que se confirma la amplia ventaja para Lula que auguraban las encuestas. Estas cifras son prácticamente exactas a las anticipadas por los sondeos a pie de urna. Los resultados han sido facilitados con una rapidez aún mayor de la esperada. Brasil cuenta con un sistema de voto y recuento electrónico que ha sido adoptado por otros países.
El candidato opositor Geraldo Alckmin se ha comunicado por teléfono con Lula da Silva para reconocer su derrota y felicitarle por su reelección una hora después de que el Tribunal Superior Electoral proclamase su victoria, con más del 60% de los votos. Geraldo Alckmin ha afirmado que hizo lo que pudo en la campaña electoral y ha deseado suerte a Lula da Silva en su segundo mandato. "Estoy feliz, con la conciencia tranquila. Hice lo máximo que pude, me esforcé, recorrí Brasil con un mensaje de integración nacional, de desarrollo regional", ha dicho Alckmin.
En la primera vuelta, contra los pronósticos de las encuestas que auguraban la reelección de Lula ese mismo día, Alckmin obtuvo un 41% de los votos, contra el 48% del presidente. No obstante, en la campaña para la segunda vuelta ha perdido apoyo a un ritmo acelerado.
Un momento "mágico" para Brasil
Tras confirmarse el triunfo, Lula ha asegurado que la democracia brasileña vive "un momento mágico" tras su reelección para un segundo mandato de cuatro años. Lula ha hecho estas declaraciones desde un hotel de São Paulo desde donde ha aguardado la divulgación de los resultados oficiales. El ya presidente reelecto de Brasil ha superado el número de votos que obtuvo en los comicios de 2002.
Además, el presidente ha prometido que, durante su segundo mandato, el país dejará de ser un estado "emergente" y pasará a convertirse en uno desarrollado. Lula ha asegurado no tener dudas en que Brasil "alcanzará un modelo de desarrollo". "Estamos cansados de ser una potencia emergente. Queremos crecer. Las bases están puestas y ahora tenemos que trabajar", ha dicho.
Promesas electorales
Pero el presidente brasileño también ha llamado a todos sus aliados y opositores a unirse para trabajar por el país. "La victoria no es de Lula, no es del PT (Partido de los Trabajadores), no es de ningún partido político. La victoria es eminentemente de la sabiduría del pueblo brasileño", ha dicho Lula esta noche.
Además, Lula ha enviado un mensaje indirecto a sectores de la oposición que durante la campaña electoral advirtieron que en caso de ser reelegido no le darían tregua en su segundo mandato por los escándalos de corrupción. "No tenemos tiempo que perder. Hay que trabajar porque eso es lo que el pueblo brasileño espera. Es lo que escuchaba en la calle: dejen al hombre trabajar porque Brasil precisa de trabajo".
El presidente electo ha hecho mención además a la política exterior y ha asegurado que seguirá trabajando por la consolidación del Mercosur, bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a los que se ha unido recientemente Venezuela. Horas antes de conocerse los datos oficiales, Lula ya había comenzado a mantener conversaciones con líderes de la oposición de cara a un segundo mandato, según ha reconocido un senador del Partido de los Trabajadores (PT), citado por el diario O Folha, señalando que esas conversaciones tenían lugar con personas del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Alckmin y el Partido del Frente Liberal (PFL).
Política menos conservadora
La reelección del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, garantiza la continuidad de la política económica, pero abre interrogantes sobre posibles cambios en su equipo económico y sobre el énfasis que dará a su segundo mandato. En los primeros cuatro años del gobierno Lula, su equipo económico cumplió el ajuste fiscal y mantuvo una rígida política monetaria basada en el régimen de metas de inflación, ambos heredados del Ejecutivo anterior, lo que se tradujo en mejora de las cuentas externas, pero también en altos intereses y bajo crecimiento.
Sin embargo, algunos miembros de su gabinete han dado señales de que, con la reelección conseguida, Lula puede adoptar una política monetaria menos conservadora para estimular la economía, que el año pasado creció apenas un 2,3%.
REPORTAJE
LOS DESAFÍOS DEL PRESIDENTE
Lula afrontará en el segundo mandato los mismos problemas del primero: economía, educación, corrupción y reforma agraria.
El País de España (www.elpais.es)
El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva dispondrá de otros cuatro años para enfrentarse a varios desafíos, algunos de los cuales ya formaban parte de las promesas electorales efectuadas antes de llegar a la presidencia de Brasil en 2003 y otros derivados de situaciones producidas durante su mandato.
- Educación. A pesar de lo prometido, Lula no ha conseguido modificar un sistema educativo profundamente desigual, que condena a las clases más pobres al fracaso escolar y beneficia a los ciudadanos más acomodados a la hora de acceder a la Universidad. El problema estriba en la bajísima calidad de la enseñanza primaria y secundaria pública, la que frecuentan los alumnos con menos recursos. Éstos ven muy complicado su acceso a la enseñanza universitaria, precisamente por la escasez de conocimientos.
En paralelo, la enseñanza universitaria pública es de gran calidad, pero a ella acceden mayoritariamente los alumnos que vienen de la enseñanza privada, a los que, además, la universidad les sale mucho más barata que el periodo escolar en centros privados.
- Sanidad. Al igual que en la enseñanza, la diferencia entre la sanidad pública y la privada es abismal. Lula ha prometido más recursos para la segunda, tanto en medios, como en personal y en remuneración a los médicos. Un ejemplo puesto por el mismo presidente durante la campaña: un pediatra de la sanidad pública apenas recibe del Estado unos 40 céntimos de euro por cada niño que atiende en su consulta.
- Corrupción. La larga campaña electoral para la presidencia, con sus dos votaciones, ha puesto de lado la urgente reforma que Lula tiene que realizar en su propia formación, el Partido de los Trabajadores (PT), un partido que ha tenido cuatro presidentes, desde que el ex sindicalista ocupa el Palacio de Planalto, salpicados todos ellos por los escándalos de corrupción y financiación que afectan al partido. Lula debe además, tal y como piden algunos pesos pesados del PT como Tarso Genro, acabar con la confusión creada en los últimos años entre Estado y PT.
El mandatario brasileño debe renovar una estructura de partido focalizada en el Estado de São Paulo y darle un carácter más nacional. La reforma es urgente, puesto que Lula ya no puede presentarse a otro mandato y el PT tiene apenas cuatro años para limpiar su imagen y consolidar a otro candidato presidencial.
- Reforma política. El actual sistema electoral genera un Congreso muy fragmentado, donde la fuerza mayoritaria se suele ver obligada a negociar con multitud de partidos la aprobación de las leyes. O anima a utilizar el atajo de los sobornos, tal y como hizo el PT. Lula quiere reformar la elección de manera que no haya una atomización del Congreso que entorpezca la labor del Ejecutiva. Por ejemplo, en el Senado elegido en estas elecciones, el PT y sus aliados ni siquiera llegarán a tener la mitad de los escaños. En total tendrán 39 de 81 senadores. Otro dato significativo: el partido con mayoría en el Congreso, el derechista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), no ha presentado candidato a la presidencia. El problema es que para convertir en una realidad la reforma, Lula necesita el apoyo de la oposición, algo que se presenta complicado porque el Congreso es la caja de resonancia de los escándalos del PT y uno de los focos de peligro para la popularidad del presidente.
- Reforma agraria. Es una de las principales promesas con las que Lula accedió a la presidencia de Brasil y una las primeras causas que fueron motivo de deserción de algunos colaboradores. Lula prometió repartir tierras a unas 400.000 familias durante su primer Gobierno, pero diversos sectores, entre ellos el Movimiento de los Sin Tierra (MST), le acusan de haber sido muy lento en este reparto y le han dado la espalda en estas elecciones.
- Reactivación económica. Con un crecimiento económico de 2,5% -el menor del continente a excepción de Haití- y una inflación en torno al 4%, el presidente deberá tratar de incrementar el crecimiento en un momento de coyuntura internacional que, según los expertos, para Brasil es el mejor en los últimos 70 años. La reactivación económica no sólo servirá para disminuir la cifra de 30 millones de pobres, sino para dar un respiro a una clase media muy castigada y que en esta segunda vuelta ha sido cortejada por los dos candidatos.
La reelección del presidente de Brasil: las opiniones
UNA OPORTUNIDAD PARA RECUPERAR LA UNIDAD DE LA REGIÓN
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Ante la necesidad de la construcción y consolidación real del bloque, el segundo período de Da Silva brinda la posibilidad de sentar las bases para recuperar el proyecto fundacional del Mercosur El autor fue canciller de la ArgentinaNo cabe duda de que el resultado de las elecciones en Brasil influirá fuertemente en el paradigma de la calidad institucional de las democracias en América latina en cuanto a las relaciones entre los Estados, al igual que en el plano doméstico. Si bien para la región son pocas las experiencias comparables al precedente institucional que marcó la recuperación de la democracia argentina, los próximos años de quien sea el presidente del Palacio de la Alborada determinarán -en gran parte- la institucionalidad del Mercosur y los destinos del subcontinente.
El desafío que enfrentan nuestras repúblicas democráticas es pasar a un estadio de calidad institucional que hoy, fronteras adentro, tiene marcados contrastes entre las naciones.
No se entiende de la misma manera la libertad de expresión, la independencia de la justicia o el desarrollo de la equidad social a orillas del Orinoco que en las márgenes del Plata o en las alturas de La Paz.
Para las relaciones exteriores es todavía mayor el reto ante dicho contexto heterogéneo, máxime cuando Brasil, Uruguay, Paraguay y nuestro país tienen en su haber el compromiso con sus pueblos de profundizar al alicaído Mercosur.
Por ello, si tenemos en cuenta la necesidad de la construcción y consolidación real del bloque, el segundo período de Luiz Inacio Lula da Silva brinda la posibilidad de sentar las bases para recuperar el proyecto fundacional del Mercosur.
Empero, los desafíos no terminan allí. Los enfrentamientos en las Naciones Unidas por la vacante que dejará la Argentina en el Consejo de Seguridad son un ejemplo de la fragmentación de las relaciones hemisféricas que hay que revertir, proceso en el cual el bloque tiene una primaria responsabilidad institucional.
La hipótesis de que se consolide "de facto" un escenario de un grupo de naciones del Pacífico (Colombia, Chile, Perú y Ecuador) con una visión diferente y programa competidor tiene una alta dosis de realismo, que debe alertarnos a la acción para recrear un proyecto continental común.
En otras palabras, la extrema polarización en las negociaciones internacionales ha frenado el proceso integrador. En el caso de Brasil, la relación con Bolivia por la estratégica explotación de la riqueza gasífera -discusión en la que no son ajenos ni nuestro país ni Chile- o los resonantes cuestionamientos por las papeleras entre Montevideo y Buenos Aires, son sólo dos ejemplos, cuya forma de resolución marcarán las relaciones exteriores de las democracias en el subcontinente.
La antigua aspiración de Brasil de liderar la región podría tener un efecto positivo, si el reelecto presidente decide hacer historia. Como ilustró Juan Bautista Alberdi, la grandeza de Brasil sólo será consecuente en armonía con el desarrollo de las repúblicas del Plata.
Sin la limitación en su accionar de la búsqueda un tercer período, el reelecto mandatario tiene la posibilidad de activar los mecanismos de política para poner en marcha la institucionalidad del bloque; por ejemplo, haciendo realidad la necesaria internalización de normas, sin las cuales los acuerdos que se logran quedan en buenas intenciones. El futuro del país hermano y la prosperidad del Mercosur bien lo valen, ya que los resultados de tales acciones se medirán en una mejora en la calidad institucional, la equidad y el bienestar de los pueblos.
TEORÍA Y PRÁCTICA DE EVO MORALES
En Bolivia, el Che Guevara está en todas partes. Se le ve más que a las estampitas religiosas, o quizá en vez de ellas. Decora los parachoques de los buses y los pedestales de los monumentos.
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
En un puesto de discos piratas, los grandes éxitos son Plácido Domingo, los últimos sones de la tecnocumbia y la foto del Che en la portada de un disco de canciones revolucionarias. A Evo Morales, por su cumpleaños, le regalan una imagen del Che. Las brujas andinas le rezan al guerrillero para que sane enfermedades --porque era médico de profesión-- y hay figuras de él en los altares populares.
El presidente Morales es otro de sus admiradores, por supuesto, y en su discurso mezcla la cosmovisión andina con la retórica revolucionaria. A nueve meses de asumir el liderazgo, su mayor reto es conciliar todo eso con la administración de un gobierno real. Como dice el periodista Ricardo Bajo: "yo quisiera que todas las transnacionales se larguen a patadas de este país. La mayor parte del país lo quiere. El problema es que no se puede. Una medida así no mejoraría las cosas a la larga. Evo lo sabe, y camina en la cuerda floja. Para su gente, habla de una nacionalización. Pero de cara a los empresarios, este proceso se llama negociación".
Por esa indefinición, en las últimas semanas, los mayores problemas de Evo han surgido de sus propias filas: las huelgas de maestros, los enfrentamientos entre mineros y las protestas en las cárceles han hecho a los columnistas políticos hablar de un exceso de expectativas que el Gobierno no puede cumplir. Pero los periodistas afines al Gobierno no piensan igual. Para ellos, la prensa está aprovechando conflictos normales para montar una gigantesca campaña contra Evo en defensa de los grandes intereses económicos de sus propietarios. Una campaña que solo puede contrarrestar el inquebrantable carisma del presidente.
No obstante, ese carisma no funciona igual en todas partes. En la ciudad de Santa Cruz, donde el 74% desaprueba la gestión de Morales, se oyen voces críticas en cada esquina. Una funcionaria cultural cruceña opina: "las líneas generales de Evo son utópicas: quiere favorecer la multiculturalidad, pero eso es demasiado amplio. Más allá del discurso, no hay planes concretos del ministerio, ni indicaciones, ni presupuestos. Lo mismo pasa en todos los ámbitos. Quiere nacionalizar los hidrocarburos, pero eso no es solo una decisión política. Requiere un plan técnico, que no hay. Es como cambiar los proyectos de gobierno por buenas intenciones".
En las zonas más altas, en cambio, el apoyo al Gobierno es casi total: alcanza el 62% en La Paz y el 86% en El Alto. En Cochabamba, corazón del país, donde el respaldo de Evo es del 51%, también se respira relativo optimismo. Un vendedor me dice: "no se puede cambiar todo de repente. Evo no lleva en el Gobierno ni siquiera un año. Y la negociación de los hidrocarburos aún no termina".
Esa negociación representa el núcleo de la propuesta de Evo, pero también su mayor encrucijada. Su viejo amigo Lula representa en esto a la transnacional Petrobras. Es a la vez socio y cliente. Ambas partes han tratado de llevar la fiesta en paz para no amargarle la campaña electoral al brasileño. Pero, según un diplomático, "a Lula no le gusta nada que Evo funcione en la órbita de Chávez. La negociación sería más fácil si Brasil conservase la posición de liderazgo que ha perdido en manos de Venezuela".
La clave del éxito de Evo reside precisamente en sus alianzas internacionales, alianzas que deben abrir mercado para sus hidrocarburos --y con suerte para su coca--, además de proporcionarle un colchón político. Evo no tiene el margen de maniobra de Chávez porque no tiene tanto petróleo, y necesita un respaldo exterior sólido. Lo natural parece integrarse en el Mercosur, pero además de las tensiones ya descritas, eso plantea el problema de que el gran tema internacional de Bolivia está exactamente del otro lado: en la salida a un Océano Pacífico cuyas costas están íntegramente gobernadas por presidentes más conservadores. Esa fragilidad externa aumenta su dependencia de Venezuela.
En todo ese complejo ajedrez, el gran reto de Evo Morales es el de la izquierda latinoamericana: convertir el discurso revolucionario en políticas concretas que satisfagan a todos los actores. Esto es, convertir la revolución en negociación.
Opinión
LA POLARIZACIÓN INEVITABLE
La Jornada de México (www.jornada.unam.mx)
De Brasil a México y de Venezuela a Bolivia, el escenario latinoamericano atraviesa una creciente polarización que se manifiesta tanto en los procesos electorales como en la vida política cotidiana. Uno de los efectos de la actual ofensiva conservadora, comandada por Bush, contra los gobiernos progresistas y los movimientos sociales, es haber trasladado a la arena política la polarización social y cultural pofundizada por el neoliberalismo.
Poco importa que se trate de gobiernos moderados como los de Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil) o Tabaré Vázquez (Uruguay), o más audaces y transformadores como los de Evo Morales (Bolivia) y Hugo Chávez (Venezuela). La polarización crece a paso de gigante y, en gran medida, ha sido promovida por las derechas, las elites y la política de Bush. Sin embargo, es fenómeno complejo, no reducible sólo a la actitud de una de las partes temerosa de perder sus privilegios -que no siempre están en juego- o al deseo del imperio de recuperar terreno perdido. Además de estos indudables factores, parece estar jugando de modo relevante el papel más activo que están tomando los grupos sociales que hasta ahora parecían condenados a soportar la dominación de forma pasiva.
¿Por qué las elites brasileñas quieren impedir el triunfo de Lula cuando esas mismas elites se beneficiaron de su política económica? ¿Es tan temible Andrés Manuel López Obrador, quien se considera amigo del multimillonario mexicano Carlos Slim Helú? Puede entenderse la ofensiva política del imperio y de las elites contra Chávez, y Evo Morales, quienes encabezan gobiernos dispuestos a promover cambios de fondo que -invevitablemente- perjudican a las clases dominantes. Pero en muchos otros casos, no está en discusión ni el modelo neoliberal ni los privilegios que gozan los poderosos. En líneas generales, no hay una respuesta sencilla, pero la situación ha llegado a un punto en que los poderosos sienten que el suelo sobre el que viven está temblando. Y la ansiedad de que el temblor se convierta en sismo. Hay por lo menos cuatro razones para esta creciente polarización: el imperio necesita conquistar más y más recursos naturales y para ello precisa de gobiernos fieles; las elites se sienten inseguras y buscan amarrar gobiernos amigos; los mínimos cambios no estructurales que introducen algunos gobiernos progresistas pueden dar fuerza (empowerment) a los más pobres; y finalmente, los movimientos de los de abajo siguen avanzando y creciendo. Todo esto genera una coyuntura, mirada con los ojos de los de arriba, de creciente "inestabilidad" para sus intereses.
Elites e imperio
Para los de arriba, lo grave no es sólo lo que está sucediendo sino lo que puede venir. Ciertamente, el imperio necesita seguir avanzando sobre los recursos naturales (petróleo y gas, agua y minería) como forma de contrarrestar tanto su progresiva debilidad como ante la inminencia del agotamiento de los hidrocarburos a plazo más o menos fijo. La dependencia petrolífera de Estados Unidos es cada vez mayor, y contar con fuentes seguras y accesibles es uno de los objetivos de la estrategia de los halcones de Washington. El fracaso de la ocupación de Irak y las dificultades para estabilizar toda la región de Oriente Medio, imponen volver la mirada a lo que supuestamente era el espacio seguro, retaguardia y garantía última del control planetario: América Latina. Es aquí donde la "acumulación por desposesión" (explicitada por David Harvey como la forma de enriquecimiento de las elites mundiales en el periodo actual) encuentra límites precisos por parte de las sociedades.
Pero no es ése el único problema del imperio. Como se sabe, el control político es clave para asegurar el acceso a las materias primas y a cualquier recurso natural. Por otro lado, Washington tiene larga experiencia en el trato con gobiernos que le son adversos y suele implementar formas de "ablande", ya sea directas o indirectas, político-militares o comerciales. El problema de fondo es que la oleada de gobiernos progresistas y de izquierda coincide con el ascenso de la movilización social, que está fuera de control del imperio y de las elites. Es esa confluencia real, con o sin alianzas de por medio, la que impide a Washington y las elites operar al modo tradicional. ¿De qué sirve un golpe de Estado si la gente sale en masa a la calle y consigue neutralizarlo?
Las elites locales se sienten inseguras, por esos mismos motivos y por otros más. Los de abajo se han vuelto ingobernables, y van a más. La experiencia de la "comuna de Oaxaca" es el ejemplo más reciente. Pueden entrar a sangre y fuego. ¿Pero quién asegura que el incendio no se propagará a otros estados, al propio Distrito Federal, con resultados inciertos? La represión no es garantía de continuidad de la dominación, como en tiempos anteriores. Hoy resulta inimimaginable, aun en el México gobernado por la derecha, algo similar a la masacre de Tlatelolco que, 38 años atrás, garantizó la paz de los sepulcros algún tiempo.
Pero hay más. Las elites latinoamericanas ya no se sienten seguras ni siquiera en sus recintos amurallados, enrejados, vigilados y alejados de los pobres. Temen verse obligadas a tener que seguir el camino de Sánchez de Lozada, el ex presidente boliviano forzado a huir a Estados Unidos por una insurrección popular. Sienten pánico hacia los jóvenes pobres -negros, indígenas o mestizos-, o sea, la inmensa mayoría de la población, que ya no pueden dominarlos con prebendas clientelares. Peor aún, no tienen siquiera líderes con quienes negociar, sobornar o asesinar. Y son cientos de millones aglomerados en las periferias de las grandes ciudades que tienen a "los dioses del caos de su parte", según la feliz definición del urbanista Mike Davis. Ese pánico creciente los lleva a buscar que "uno de los suyos" esté en el gobierno. Por eso detestan a Lula, aun sabiendo que el mandatario brasileño no los va a expropiar ni va a poner en cuestión sus privilegios.
Poderes de abajo
Para muchos integrantes de las elites, ha llegado el momento de poner freno al creciente poder de los pobres. Por muy curioso que parezca, las políticas focalizadas para el "combate" a la pobreza, diseñadas por el Banco Mundial y puestas en marcha por los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay, entre otros, no son ya garantía de paz social. La experiencia argentina reciente parece confirmarlo: los planes y subsidios creados por Carlos Menem no sólo no debilitaron la protesta social sino que la potenciaron. Planes como Bolsa Familia pueden contribuir a diferir la protesta de los más pobres, pero no van a integrarlos como ciudadanos de primera. Por el contrario, algunos indicios apuntan hacia un "empoderamiento" de los más pobres, que pueden estar motivados a pedir más o a organizarse ahora que hay un gobierno dispuesto a escucharlos.
Quiero decir que esos planes, diseñados en efecto para dispersar y adormecer la capacidad de movilización autónoma de los más pobres, pueden tener efectos contrarios. Sobre todo en una situación de alza de los movimientos de los de abajo. No estoy asegurando que algo así vaya a suceder, pero, en la mirada de las elites, es una posibilidad, una eventualidad que sería mejor evitar. De ahí las críticas a los planes sociales en todos los países del continente.
Por último, los movimientos de los de abajo son ya imparables. Las elites y el imperio no saben qué hacer. Las sociedades empiezan a dividirse, hasta países enteros aparecen divididos. El México del norte vota derecha, mientras el sur vota izquierda. El Brasil del sur y sureste vota derecha, donde antes habían votado izquierda, mientras el Brasil del nordeste, el Brasil pobre y profundo, se vuelca por primera vez -y masivamente- a la izquierda. Y así en todas partes. En Bolivia, Ecuador y Uruguay, en Caracas, Lima y Buenos Aires, en cada lugar a su modo y con sus características propias, naciones, sociedades y ciudades exhiben sus fracturas étnicas y clasistas. La novedad es que ahora la fractura social se está convirtiendo en fractura política. La polarización social y cultural se están politizando. Ahora los territorios de los ricos votan derecha y los territorios de los pobres votan izquierda. Por eso los medios conservadores están enloquecidos, porque la lucha social ha desnudado la máscara de la doble ciudadanía. Y se ven forzados a construir murallas que separen barrios, hasta países.
Cuando los medios de los poderosos se empeñan en fabricar "golpes de Estado mediáticos", es señal de desesperación, no de fortaleza. Cuando el velo de la dominación ha sido arrancado por los hechos -ya sean electorales o insurreccionales-, es la propia dominación la que está en juego. James Scott nos recuerda en Los dominados y el arte de la resistencia un texto cada vez más actual, que cuando los oprimidos se atreven a decir sus verdades a cara descubierta, en público, es porque sienten que los días de la dominación están contados. Esta es, precisamente, la percepción que tienen las elites, desde Washington a San Pablo.
Editorial I
GASODUCTO: NO ES EN BROMA; ES EN SERIO
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El histrionismo de grado incontenible suele desbordar de la personalidad de los políticos populistas. Es un sello que los marca, como lo es el consecuente ridículo en que caen y del que les es difícil salir. Ha ocurrido con los populistas en estado puro, como lo fueron tantos dictadorzuelos latinoamericanos del siglo XX y que escritores eximios han retratado de manera inapelable, y muchas veces desopilante, desde el Tirano Banderas de Valle Inclán.
Ese fenómeno ha ocurrido por igual con otros sujetos a los que la historia y la contemporaneidad han exhibido abrazados como simios, siempre agitados en los extremos inalcanzables y aparentemente contradictorios de la demagogia impiadosa con el buen tino, por señalar la más leve de las imputaciones de las que se han hecho acreedores en el ejercicio brutal del poder. Ha sido ése el caso de Hitler, hacia la derecha más exacerbada. Ha sido el caso, también, de algunos iluminados que, desde la izquierda radicalizada, asombraron al mundo por facetas tan curiosas como la aptitud para aferrarse por más de cinco horas a un micrófono y hablar sin parar. Vaciaron así de contenido la ley de la gravedad, la ley de la respiración natural y la ley del sentido común.
Por eso, cuando el ex jefe del gobierno español, Felipe González, calificó de broma el anuncio de un megaproyecto para construir el gasoducto más largo del mundo, entre Puerto Ordaz, Venezuela, y el Río de la Plata, un escalofrío debió de haber recorrido la humanidad de cualquier ciudadano dotado de mínima cordura y prudencia. El presidente Chávez anunció su construcción después de haber afirmado, nada menos, que "la historia del siglo XX y el siglo XXI se escribe en dos etapas: antes y después de Mar del Plata". Lo dijo por la malhadada reunión de presidentes americanos de dos años atrás, que ha dejado en la memoria de la diplomacia norteamericana y de otros países, como México, un registro de sorpresa y amargura que, en el caso de la primera potencia mundial, anotaron por igual los republicanos que gobiernan hoy y los demócratas que podrán gobernar mañana.
Es útil tener en todo tiempo presente que los países democráticos y dominantes en la política internacional, como los Estados Unidos, pueden cambiar de partido en ejercicio del gobierno. Sin embargo, sus grandes intereses están respaldados por políticas permanentes y previsibles por encima de los matices que diferencien a cada una de sus alternativas de poder.
El gasoducto más largo de la Tierra pasaría, como es natural, por Bolivia, dicho sea de paso más rica en gas y más próxima a la Argentina que Venezuela. Si la Argentina se ha prestado alegremente al anuncio del presidente venezolano a fin de llamar la atención de Bolivia y sentarla en mejores condiciones de fuerza para nuestro país a una mesa de negociaciones, bien. Si la Argentina, en cambio, ha quedado atrapada en un anuncio merecedor de jocundas consideraciones por parte de uno de los grandes líderes del socialismo europeo de las últimas décadas, mal.
La historia argentina de los últimos sesenta años ha sido llamativamente caudalosa en anuncios estrepitosos de final incierto y peor cumplimiento. A la larga hay un precio por esa compraventa de ilusiones al por mayor, pero sin destino efectivo alguno.
Ha señalado LA NACION que el mentado megaproyecto carece de estudios de prefactibilidad y, aun cuando los hubiera, se cuenta con opciones menos costosas que ese trazado de unos 8000 kilómetros -en medio de una abrumadora imprecisión, algunos hablan de 10.000 kilómetros- por espacios desolados como la Amazonia. O sea, a través de una geografía demográficamente menos generosa para una iniciativa de tal naturaleza como podría serlo la del escenario europeo. También se ha dicho en estas páginas que Venezuela importa gas boliviano para consumo interno, de modo que en el punto original del gasoducto habría que desarrollar procesos de exploración del fluido, con las consiguientes inversiones adicionales que eso requeriría. Y hasta se ha hecho notar que para distancias de más 4000 kilómetros es preferible transportar el gas por vía marítima.
¿Qué decir, entretanto, de las posibilidades que ofrecen potencialmente a la Argentina las riquezas gasíferas subyacentes en provincias como Salta y Neuquén, tan pronto se estimularan las inversiones del modo efectivo ante el cual reaccionan los capitales que las hacen en cualquier parte del orbe? En verdad, el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, se había adelantado al juicio de Felipe González, cuando dijo sobre el megaproyecto: "Es una de las mentiras más grandes que le quieren vender a los argentinos".
Sería una pena que en tan grave asunto como en el fondo lo es éste prevaleciera en la atención pública el mero reflejo suscitado por el éxito de los cazadores de perlas humorísticas. El propio Felipe González, al ratificar aquello de la "broma", dijo que había hablado en serio. Así deben considerarse sus palabras, sobre todo porque en el escenario en el que fueron dichas -el Club de Madrid, una organización de ex jefes de Estado y de gobierno de excepcional relieve internacional- él mismo afirmó que es inevitable, a corto plazo, una crisis en la oferta energética. Y que, como consecuencia de eso, se producirá un crecimiento exponencial de la tensión internacional por el reparto de las fuentes de energía.
Uno de los grandes pensadores contemporáneos ha dicho que la prosperidad es un detergente irresistible: echa de la casa los trapos sucios y los malos olores. A falta de una prosperidad genuina y sustentable en el tiempo, la historia enseña que los gobernantes populistas, en cualquiera de sus gamas, apelan al desborde de sus fantasías.
Dejemos al señor Chávez con sus anuncios y con sus razones para formularlos y perseveremos en la Argentina, con trabajo y constancia, por el camino de las iniciativas juiciosas. Es decir, las que están fundadas en estudios sólidos y suficientes, que hayan sopesado las fortalezas y debilidades de cada propuesta. Sin ignorar, claro, que la realidad tiene leyes que en el largo plazo nadie ha probado que pueda vencer el más obstinado de los caprichos voluntaristas ni la más excéntrica de las divagaciones.
REPORTAJE
EL GAS SE CONVIERTE EN ARMA POLÍTICA
El presidente boliviano basa su proyecto en la nacionalización de los hidrocarburos
El País de España (www.elpais.es)
Las inmensas bolsas de gas situadas a 5.000 metros de profundidad en el centro de Suramérica son la clave de una partida que se juega en la superficie y que puede determinar el destino de un país que todavía no tiene 200 años de antigüedad. La propiedad y comercialización de las reservas de hidrocarburos presentes en el subsuelo de Bolivia constituyen el eje fundamental en torno al que gira el proyecto político de Evo Morales y el caballo de batalla a cuyo lomo el actual mandatario ha llegado a ocupar la jefatura del Estado. Es más, Morales pasó de ser un conocido sindicalista cocalero a una alternativa de Gobierno con posibilidades en la inestable situación boliviana cuando asumió como principal reivindicación de su ideología la propiedad de los recursos naturales de país, cuya gestión había sido privatizada durante los años noventa.
Fue precisamente la polémica social surgida en torno al reparto de los beneficios generados por esta riqueza (que en un principio era del 82% para las empresas y el 18% para el Estado boliviano) la que provocó la caída de dos presidentes, Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa, con Morales como principal ariete de la oposición. Esa polémica decidió finalmente una notable victoria del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones presidenciales celebradas el pasado mes diciembre. Con un lenguaje cargado de reproches y advertencias a las empresas extranjeras presentes en el país, entre ellas la española Repsol, Morales obtuvo la victoria en primera vuelta con el 54% de los votos. Por ello no es extraño que sus primeras medidas como presidente del país tuvieran a los hidrocarburos como protagonistas.
El pasado mes de enero, al día siguiente de jurar su cargo, Morales adoptó tres decisiones que marcaban el rumbo de las relaciones que a partir de entonces mantendría la Administración boliviana con las compañías extranjeras. En primer lugar, mediante la firma de una alianza estratégica, abrió las puertas del mercado boliviano a la estatal venezolana Petrosur, señalando explícitamente su desconfianza hacia las operadoras presentes en ese momento en Bolivia y reclamando a Venezuela que formara a operarios bolivianos ante el temor de un sabotaje por parte de las otras empresas.
En segundo lugar, Morales nombró ministro de Hidrocarburos a Andrés Soliz Rada, un histórico partidario de la nacionalización de los hidrocarburos. Y, finalmente, le ordenó poner a nombre del Estado boliviano las reservas de gas que Repsol tenía registradas en la Bolsa de Nueva York, medida que Soliz anunció cuando todavía no había entrado por primera vez en su despacho de ministro y que supuso una grave caída de las acciones de la petrolera española en la Bolsa. Menos de un mes después se ordenaba la captura del responsable de Repsol en Brasil por contrabando de petróleo.
Estas medidas generaron un fuerte respaldo para el nuevo presidente que vio su índice de popularidad se disparaba en los sondeos situándose por encima del 80%, algo histórico para cualquier mandatario boliviano de los últimos años. Sin embargo, el Gobierno de Morales comenzó a sufrir dificultades muy pronto fundamentalmente por tres razones: de un lado la difícil situación de Bolivia, el país más pobre del continente sólo superado por Haití, con grandes carencias en infraestructuras, paralizado políticamente desde hace al menos tres años y con una población a la que se le habían hecho promesas de mejoras palpables a corto plazo. De otra, un proyecto político basado en la completa reestructuración del país con una mezcla de Estado moderno y componentes indígenas que choca con los sectores más desarrollados de país. Para superar estas dos dificultades los recursos financieros provenientes del gas y el petróleo y su gestión directa por parte del Gobierno de La Paz son fundamentales.
El tercer obstáculo es que el MAS ha sacrificado a los conocedores del funcionamiento del Estado en beneficio de los simpatizantes políticos. Fuentes diplomáticas americanas en La Paz han señalado a este periódico que algunos nombramientos de personas sin la suficiente preparación, incluso para ministerios, pueden generar simpatías pero a medio plazo se revelan ineficaces. Morales se ha encontrado por tanto a los mandos de una maquinaria funcionando a medio gas, cuando no acusada de corrupción, como en el caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) la empresa pública será socia de las petroleras extranjeras y cuyo presidente y amigo de Morales, Jorge Alvarado, fue destituido al ser investigado por firmar contratos ilegalmente.
Ayer finalizó el plazo impuesto por el presidente Boliviano el pasado 1º de Mayo mediante un Decreto Supremo y con la ocupación militar simbólica de algunos campos de explotación para renegociar la presencia de las petroleras extranjeras. Aunque era la medida era esperada, Morales anunció el decreto por sorpresa, cuando había perdido 10 puntos en el favor popular y apenas dos meses antes de que los bolivianos acudieran a elegir una Asamblea Constituyente, la primera piedra de la Bolivia "refundada" en expresión del propio Morales. Aunque ganó, las urnas no otorgaron la mayoría suficiente al MAS para elaborar una Constitución sin negociar con la oposición y el país ha entrado en una parálisis política, con una Cámara donde el nuevo texto no avanza y con las provincias orientales (las más ricas) férreamente opuestas al proyecto indigenista del presidente boliviano.
En un clima de conflictividad social creciente, Morales se enfrenta ahora a importantes sectores que le llevaron al poder, como los mineros cuyas protestas se han saldado con 16 muertos. Así las cosas para el presidente boliviano es muy importante demostrar a su electorado que el plazo de negociación marcado a las petroleras se ha cumplido. Un gesto de fortaleza para un liderazgo contestado.
Opinión
BOLIVIA MEJORA INGRESOS, PARAGUAY EN ITAIPÚ, NO
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
El reciente acuerdo entre Argentina y Bolivia le permitirá a este último país obtener unos 1.000 millones US$/año por la exportación de menos energía que la que nosotros exportamos actualmente a Brasil y Argentina. Bolivia se queda, además, con los condensados (butano y propano) y con la planta de condensados, corriendo la Argentina con el financiamiento de todo el gasoducto.
FALTA DE POLITICAS DE ESTADO
Mientras que en Bolivia todos los partidos políticos y sectores socioeconómicos están muy de acuerdo en recibir un precio justo por su gas (luego tienen diferencias sobre otros temas), aquí en el Paraguay faltan políticas de Estado que posibiliten que recibamos un precio justo por la mucho más valiosa energía hidroeléctrica nacional, que a precio ruin para nosotros contribuye con el desarrollo de las metrópolis del Mercosur.Desde la firma de los tratados de Itaipú y Yacyretá, ningún gobierno paraguayo ha reivindicado con fuerza la necesidad de recibir un "precio justo" por nuestra energía. En Yacyretá, el Gobierno paraguayo está planteando la eliminación de la deuda espuria y la usura, pero no así en Itaipú, donde la cuestión se limita discutir el denominado "factor de ajuste". Además, la energía barata sigue siendo acaparada en mucha mayor proporción por el Brasil. La región crece, pero en nuestro país lo único que crece es el desempleo.
PARAGUAY POSEE INTERESES EN COMUN CON BOLIVIA
Luego de la trágica Guerra del Chaco (1932-35), los límites entre Paraguay y Bolivia fueron establecidos en forma definitiva. En ningún momento ninguna de las dos naciones ha manifestado pretensiones territoriales sobre la otra. En cambio, es conocida la postura de Bolivia en relación a su salida al mar, lo que le enfrenta con Chile. No se ve, entonces, ningún conflicto de intereses posible entre nuestras dos naciones.
En cambio, tenemos muchos intereses comunes. Paraguay y Bolivia son los únicos países con genuinos excedentes energéticos en el Cono Sur de América. El gas natural es un energético muy parecido a la energía hidroeléctrica, pues se transporta en gasoductos y se debe lidiar con mercados a los que llega el gasoducto. No es de libre exportación como el petróleo, por ejemplo. Además, el gas natural es la fuente de generación eléctrica más barata con la cual pueden contar Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Vale decir, el Paraguay debe ser el primer interesado que a Bolivia le paguen más por su gas, pues así podremos reclamar que nos paguen más por nuestra energía hidroeléctrica.
NOS AYUDARA A RECUPERAR NUESTRA SOBERANIA HIDROELECTRICA
El hecho de que la Argentina haya aceptado pagarle 5 dólares por millón de BTU a Bolivia, incrementando sus compras y con mayores beneficios para Bolivia (planta de condensados y éstos entregados como beneficio adicional a Bolivia), es el mejor argumento que tenemos para exigirles a Brasil y Argentina que nos paguen un precio justo por nuestra energía hidroeléctrica (¿cómo la sustituirán, si ahora el gas boliviano es más caro?)
Así como los países exportadores de petróleo del mundo se han organizado para conseguir un mejor precio por su petróleo, Paraguay y Bolivia debemos unir fuerzas para conseguir mejores precios por nuestra energía. Así como Bolivia obtiene hoy mayores beneficios, el Paraguay también los puede obtener teniendo Políticas de Estado y haciendo fuerza común con la hermana nación andina, con la que nuestros intereses coinciden y nada nos separa.
LAS EMPRESAS, OPTIMISTAS Y CAUTAS
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
La reflexión de un ejecutivo petrolero con años en una empresa que trabaja en Bolivia explica, de modo más veraz que cualquier palabra política, la situación en que quedó la relación entre el presidente Evo Morales y estas compañías. "Se está optando por durar. Pero, para algunas petroleras, este partido recién está empezando", dijo ayer.
Conclusión: cualquier boliviano que se haya encandilado, el 1° de mayo pasado, con el anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos, deberá estar atento, desde ahora, a los detalles. Habrá que ver si, por ejemplo, las condiciones de comercialización de ese gas, que ahora es del Estado boliviano, no vuelven el negocio igualmente rentable para el sector privado. Es decir que Bolivia pueda tener, como indican algunos contratos, hasta el 82% del producto, pero que las condiciones de venta sean completamente distintas. A ningún ejecutivo petrolero se le escapa que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no tiene recursos. La firma se verá forzada a negociar, no ya en las tapas de los diarios, sino en la compleja ecuación de cada yacimiento.
¿Cómo se explica, de otro modo, el optimismo de un sector que suele espantarse ante la sola mención del nombre de Morales? En que aún no se ha terminado de conversar. "A Petrobras le interesa seguir invirtiendo acá -dijo Flavio de Moura, gerente de la estatal brasileña, a la prensa local-. Fueron condiciones justas y adecuadas las del contrato. Ambas partes tratamos de llegar a un punto en común."
la nacionalización incrementó los impuestos para los campos de mayor producción, que pasaron de pagar el 50 a un 82%. Esos porcentajes serán distintos para cada campo y, en algunos casos, aún no han sido revelados. El nuevo escenario representa, para la Argentina, una buena oportunidad para conseguir el gas boliviano que tanto necesita. Días atrás, el presidente Néstor Kirchner y Morales firmaron un contrato que prevé aumentar de 7,7 a 27,7 millones de metros cúbicos diarios el suministro de gas hacia aquí.
La Cámara Boliviana de Hidrocarburos, que agrupa a todas las empresas, ha dicho que será necesaria una inversión de 3000 millones de dólares, si se incluye la construcción de un gasoducto, para que ese nuevo fluido, hoy debajo de la tierra, llegue a la Argentina. LA NACION le preguntó ayer a un ejecutivo si ahora ese horizonte se veía más claro: "Por supuesto", contestó.
REPSOL RETOMA SU INVERSIÓN EN BOLIVIA
Repsol YPF seguirá en Bolivia. La hispano-argentina, junto a las otras nueve petroleras que operan en el país andino, ha firmado un nuevo contrato de exploración y explotación propuesto por el Gobierno de Evo Morales. Repsol manifestó su satisfacción por el acuerdo, alcanzado minutos antes de que expirara el plazo para renegociar los contratos, y anunció nuevas inversiones.
Diario Cinco Días de España (www.cincodias.com)
En el último minuto. La petrolera YPF acordó en la medianoche del domingo los términos del nuevo contrato que garantiza su continuidad en el país andino. La hispano-argentina es una de las diez petroleras que se han visto obligadas a renegociar sus contratos de exploración y explotación tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada el pasado 1 de mayo, que estableció un plazo de 180 días para pactar las nuevas condiciones.
El acuerdo fue rubricado de manera oficial tan sólo media hora después, en un acto presidido por Evo Morales al que asistieron representantes de Repsol YPF y de su filial Andina, así como las firmas dedicadas a las exploración de la brasileña Petrobras. Además, estuvieron presentes las argentinas Matpetrol y Pluspetrol, British Gas y Empresa Petrolera Chaco, perteneciente al grupo British Petroleum.
A diferencia del acuerdo suscrito un día antes con la francesa Total y la estadounidense Vintage, ni el Gobierno boliviano ni las petroleras informaron sobre los términos de los acuerdos suscritos en la medianoche del domingo. El presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz, se limitó a reconocer que los porcentajes de participación del Estado, son diferentes para cada una de las compañías.
Los escasos detalles que trascendieron apuntan que las petroleras tendrán que entregar toda su producción de hidrocarburos a YPFB y a cambio serán remuneradas, según sus contratos, con entre un 18% y un 50% de las cantidades extraídas. La compañía estatal también se encargará de la comercialización y fijará los volúmenes y los precios para el mercado interior y para las exportaciones.
Garantías de rentabilidad
Repsol YPF mostró su satisfacción por el acuerdo firmado con el Ejecutivo boliviano, ya que 'garantiza la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora'. Aseguró que el nuevo contrato 'está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia para garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol considera indispensable para el desarrollo de la actividad en el país'. De hecho, la compañía deja las puertas abiertas a nuevas inversiones. 'Este marco de garantías jurídicas, así como el reconocimiento público de las inversiones realizadas', señala la petrolera, 'permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, lo que redundará en un mayor bienestar para la sociedad boliviana'.
Actualmente, Repsol posee derechos sobre 32 bloques de exploración, con una superficie neta de 9.264 kilómetros cuadrados, así como 25 bloques de explotación con un área de 2.174 kilómetros cuadrados. Las reservas de gas bolivianas están estimadas en 48,7 billones de pies cúbicos, de los que la brasileña Petrobras controla el 47%, mientras que Repsol y su filial Andina alcanzan el 27%. La petrolera hispano-argentina asegura que entre octubre de 1997 y marzo de 2006 invirtió en el país latinoamericano 1.167 millones de dólares (unos 917 millones de euros), convirtiéndose 'en uno los principales contribuyentes fiscales', con 1.275 millones de dólares de aportes en concepto de impuestos directos, patentes sobre el dominio minero, regalías y participaciones.
El Gobierno español, presente en Bolivia a través del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, también manifestó su satisfacción por la firma del nuevo contrato. 'Conseguimos lo que nos habíamos propuesto', reconoció. Según León, Repsol YPF fue la última petrolera en llegar a un acuerdo ya que se trató de 'una negociación muy compleja' y afirmó que el Ejecutivo español se limitó a ejercer un papel de 'facilitador' de las negociaciones ya que éstas se llevaron directamente entre la compañía y el Gobierno de Morales.
El secretario de Estado español, llegó a Bolivia tan sólo cinco horas antes de que concluyese el plazo para renegociar las condiciones. Su mediación fue 'fundamental para llegar a puerto', según aseguró a Efe el director general de Repsol YPF para Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura.
Evo Morales promete seguridad jurídica a las petroleras
Las diez petroleras que pactaron a lo largo del fin de semana los nuevos contratos para operar en Bolivia, tienen garantizada su seguridad jurídica, según la promesa realizada por el presidente del país, Evo Morales tras la firma de los nuevos acuerdos de exploración y extracción de hidrocarburos. 'Jamás vamos a violar estos contratos transparentes'.
Morales señaló durante el acto, al que asistió el secretario de Estado español para Asuntos Exteriores, Bernardino León, que España es 'un socio estratégico en lo económico y político'.
Además, apuntó que en los próximos cuatro años el Estado ingresará 4.000 millones de dólares sólo de los hidrocarburos. Hace dos años, ésta cantidad ascendía a 250 millones.
REPSOL YPF DICE QUE EL NUEVO CONTRATO CON BOLIVIA GARANTIZA SUS INVERSIONES
ABC de España (www.abc.es)
Faltaban tan sólo 10 minutos para que acabara el plazo dado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, a las petroleras extranjeras para que firmaran los nuevos contratos (doce de la noche del sábado, hora local, seis de la mañana del domingo en España) cuando Repsol YPF alcanzó un acuerdo con las autoridades locales. Media hora más tarde, el director general de Repsol YPF para el área de Argentina, Brasil y Bolivia, Enrique Locutura, estampaba su firma en el documento en un acto presidido por el propio Morales en el palacio de Comunicaciones de La Paz.
La petrolera española fue la última de las diez compañías afectadas en adherirse a la nueva legislación boliviana, que destina al Estado el 82% de las rentas de los hidrocarburos, que pasan a ser propiedad de la compañía estatal YPFB. Las petroleras extranjeras pasan a ser empresas de servicios y recibirán de YPFB una remuneración trimestral por sus trabajos de exploración, producción y comercialización de hidrocarburos.
Seguridad jurídica
Repsol YPF considera que este acuerdo «está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia de garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol YPF considera indispensable para el desarrollo de su actividad en el país. En este sentido, Repsol YPF valora que los nuevos contratos garantizan la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como las que se desarrollarán en el futuro», según una nota emitida ayer.
La petrolera que preside Antonio Brufau afirma que «este marco de garantías jurídicas, así como el reconocimiento público de las inversiones realizadas hasta el momento por Repsol YPF en Bolivia permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, lo que redundará en un mayor bienestar para aquel país».
Repsol YPF ha invertido en Bolivia casi 1.000 millones de euros desde 1997 y ha generado al Estado boliviano unos ingresos de 1.100 millones en impuestos. A partir de ahora, la petrolera tiene previsto invertir unos 800 millones de euros en los próximos años en aquel país en el sector de los hidrocarburos. Locutura negó ayer que Repsol YPF haya firmado el acuerdo sólo «para salvar los trastos» y dijo que ahora se puede trabajar, aunque «con parámetros distintos».
Sobre la presencia en La Paz del secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, Enrique Locutura afirmó ayer que su apoyo ha sido «fundamental» y que «el Gobierno español ha hecho lo que tenía que hacer y con discreción», informa Efe.
REPSOL YPF NEGOCIA PARA ASEGURAR LOS 916 MILLONES INVERTIDOS EN BOLIVIA
El País de España (www.elpais.es)
Las compañías petroleras con negocios en Bolivia han aceptado firmar nuevos contratos con el Gobierno boliviano de Evo Morales y acatar el decreto de nacionalización que otorga el control de los hidrocarburos a la empresa estatal YPFB. Pero la negociación no ha terminado. La petrolera hispano argentina Repsol YPF aún negociaba ayer en La Paz la letra pequeña del acuerdo para asegurar los 916 millones invertidos en el país desde 1997. Las multinacionales, con la brasileña Petrobras a la cabeza, se resisten a ceder la propiedad de algunos activos.
El presidente boliviano Evo Morales, ha ganado la primera mano de la partida. Entre el sábado y el domingo, al límite del plazo de 180 días fijado en el decreto de nacionalización de hidrocarburos aprobado en mayo, la decena de petroleras con negocios en el país decidieron mantener su actividad en Bolivia y no desmentir la leyenda de la gran pancarta bajo la que se firmaron los nuevos acuerdos: "Evo cumple".
Pero la partida no ha acabado. La letra pequeña de los nuevos contratos, en especial de los que deben firmar las dos primeras empresas del país, la brasileña Petrobras (que controla el 43% de las reservas bolivianas) y la hispano-argentina Repsol YPF (26%) está aún por redactar.
De hecho, los representantes enviados por Repsol YPF a Bolivia, Enrique Locutura y Carlos García, respaldados por el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, seguían manteniendo contactos ayer, en el Ministerio de Hidrocarburos boliviano, para cerrar el compromiso definitivo. Éste podría demorarse días, según aseguraban fuentes de la empresa.
De acuerdo con el decreto de nacionalización, ambas aceptan pagar más impuestos (hasta el 82% del valor de los hidrocarburos que comercialicen asociadas a la estatal YPFB) y traspasar la mayoría de las acciones de las sociedades a través de las que operan en Bolivia (Andina, en el caso de Repsol y Petrobras Energía y Petrobras Refinación en el caso brasileño.)
Pero dentro de ese marco, caben muchas cosas. Repsol YPF quiere garantizar la rentabilidad de los 916 millones que ha invertido en Bolivia desde 1997 y que le han permitido, sola o en asociación, controlar siete yacimientos de exploración y 25 de explotación de hidrocarburos.
Refinerías
Petrobras, por su parte, no quiere ceder la propiedad de las dos refinerías que posee en el país. Según una nota hecha pública por la compañía brasileña, "el asunto sobre el precio del gas y de las refinerías brasileñas de propiedad de Petrobras no fue tratado en el acuerdo". Petrobras quiere negociar una indemnización por el traspaso de más del 50% de las refinerías previsto en el decreto de mayo. Y que se realice una auditoría.
El arma de negociación de las multinacionales, potente, es la necesidad de capitales que tiene Bolivia, el país más pobre de América Latina. El Gobierno boliviano sabe que carece de recursos para extraer el gas y el petróleo del subsuelo. Puede apretar y lo ha hecho. Pero no puede ahogar. Las primeras compañías en firmar los nuevos compromisos con el Gobierno Boliviano, la franco-belga TotalFinaElf y la estadounidense Vintage (filial de Occidental, Oxy), con escaso peso en el negocio, se han comprometido con contratos de explotación y de inversión a 20 y 30 años, según se trate de exploración y producción y con inversiones que rondan los 1.571 millones de euros. La clave es, por tanto, a qué se comprometen, en dinero contante y sonante, los representantes de Repsol YPF, Petrobras, British Gas, British Petroleum (Chaco), Pluspetrol y Matpetrol (ambas argentinas), Shell y Ashmore (propietarias de Transredes).
Con los contratos definitivos por cerrar, Repsol YPF hizo pública ayer una nota muy escueta en la que destacaba que el acuerdo "está en línea con el compromiso público del presidente de Bolivia, Evo Morales, de garantizar un marco de seguridad jurídica para sus inversiones, un principio que Repsol YPF considera indispensable para el desarrollo de su actividad en el país". "En este sentido" prosigue el comunicado "Repsol YPF valora que los nuevos contratos garantizan la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como las que se desarrollarán en el futuro".
Garantías
A las garantías, precisamente, se refirió también el presidente Morales tras la firma de los nuevos compromisos con las empresas. "Se va a respetar lo que siempre han pedido" aseguró "la seguridad jurídica y jamás vamos a violar estos contratos transparentes". Según Morales, hace dos años, la renta que percibía el Estado por la explotación de los hidrocarburos era de apenas 196 millones de euros. En 2005 subió a 392 millones y, con los nuevos contratos, en cuatro años, la cifra se elevará a 3.142 millones de euros, lo que permitirá al país "resolver nuestros problemas económicos y sociales".
Sobre España y dirigiéndose al alto cargo de Exteriores, bernardino león, Morales, según Efe, destacó que es "un socio estratégico en lo económico y político".
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, admitió que "todavía falta un camino por recorrer", en alusión a la redacción de contratos definitivos.
EXIGENCIAS DE LA NACIONALIZACIÓN
- El Estado boliviano recupera la propiedad y el control absoluto de los recursos de petróleo y gas. Las petroleras están obligadas a entregar toda la producción de hidrocarburos a la empresa nacional Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)
- El Ministerio de Hidrocarburos determinará, caso por caso, las inversiones realizadas por las compañías, las amortizaciones, costes y rentabilidad de su actividad. En función de esas variables se decidirá la retribución o participación definitiva de las compañías en los contratos que firmen con el Estado
- El Estado toma el control, la dirección de la producción, el transporte, el refino, el almacenamiento, la distribución y la comercialización de hidrocarburos
- El Estado recupera su plena participación en toda la cadena productiva del sector de hidrocarburos
- Se nacionalizan las acciones necesarias para que YPFB controle como mínimo el 50% más uno en las petroleras Chaco, Andina,Transredes, Petrobras Bolivia Refinación y Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia
- Las acciones del Fondo de Capitalización Colectiva que figuran a nombre de las administradoras de fondos de pensiones en Chaco, Andina y Transredes se pondrán a nombre de YPFB
BRUFAU CELEBRA LA "SEGURIDAD JURÍDICA" QUE OTORGA EL NUEVO CONTRATO FIRMADO CON EL GOBIERNO BOLIVIANO
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, valoró hoy de forma positiva el acuerdo alcanzado ayer con el gobierno de Bolivia para seguir operando en el país porque crea un marco de "seguridad jurídica" para las inversiones de la petrolera después de que después el pasado mes de mayo el presidente Evo Morales anunciara la nacionalización de sus hidrocarburos y diera un plazo de seis meses a las empresas que operan en el país para renegociar sus contratos.
Brufau afirmó, durante una entrevista en Catalunya Ràdio, que el contrato "tendrá muy poco impacto" respecto a los planes que tenía Repsol antes del anuncio de Bolivia de su voluntad de nacionalizar los hidrocarburos.
En todo caso, apuntó a que "será un impacto positivo, en el sentido de que clarifica una situación de inestabilidad del pasado y por lo tanto nos permite o nos debe permitir realizar inversiones con la seguridad jurídica necesaria y por tanto poner en valor los activos que ahora tenemos".
En la actualidad la compañía española, una de las que más ha invertido en el país, posee derechos mineros sobre 32 bloques, siete de explotación con una superficie neta de 9.264 kilómetros cuadrados y 25 bloques de explotación con un área de 2.174 kilómetros cuadrados. Esta actividad genera 300 empleos directos y 3.000 indirectos.
Entre octubre de 1997 y marzo de 2006 la petrolera invirtió 1.167 millones de dólares y se ha convertido en uno de los mayores contribuyentes fiscales del país, con 1.275 millones de dólares de aportes por concepto de impuestos directos, patentes sobre el dominio minero y regalías y participaciones.
Además de Repsol, otras nueve empresas que operan en Bolivia llegaron a un acuerdo de renegociación de sus contratos a finales de la semana pasada, un paso que el Gobierno boliviano estima reportará unos 4.000 millones de euros para el pueblo en los próximos cuatro años.
Fue la negociación más compleja de todos los acuerdos alcanzados con las multinacionales
LUEGO DE 10 AÑOS, PETROBRAS FIRMÓ AYER UN NUEVO CONTRATO
Fijaron las condiciones de producción de las dos principales refinerías, pero nada se acordó sobre el precio del gas a Brasil.
EL Tribuno de Argentina (www.eltribunosalta.com.ar)
La petrolera brasileña Petrobras, que hace dos semanas cumplió diez años de actividad en Bolivia, ayer aceptó firmar nuevos contratos en los términos de la nacionalización decretada por el presidente Evo Morales, condición que el mandatario estableció indispensable para seguir operando en ese país.
Petrobras es una de las diez multinacionales que, entre el viernes y la madrugada del domingo, suscribieron nuevos acuerdos con el gobierno de La Paz, al terminar el plazo fijado en el decreto de nacionalición del 1 de mayo pasado.
Los presidentes de Petrobras-Bolivia, José de Freitas, y de Petrobras Energía, Gonzalo Villegas, firmaron los contratos de exploración y explotación con la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La compañía brasileña comenzó actividades en Bolivia el 10 de octubre de 1996.
En 1974 los presidentes Hugo Banzer, de Bolivia, y Ernesto Geisel, de Brasil, acordaron la venta de gas al segundo país, pero el proyecto fracasó, y lo mismo les ocurrió una década después al gobernante boliviano Hernán Siles y al brasileño Joao Baptista de Figueiredo.
En 1991, directores de Petrobras acometieron con más interés su vinculación energética a Bolivia y, junto con empresarios de Brasil, llegaron a la Paz para acordar la venta del gas boliviano a Sao Paulo y un contrato que tuvo varias versiones en 1993, 1994 y 1995, y una definitiva en 1998, que entró en vigor un año después por 20 años.
Las inversiones
Se construyó un gasoducto de 3.069 kilómetros de longitud, entre la localidad boliviana de Río Grande y las ciudades brasileña de Sao Paulo y Porto Alegre, con una inversión de 2.015 millones de dólares, 1.580 millones en el lado brasileño y 435 millones en el boliviano. Cuando se comenzó el gasoducto, las reservas de gas en Bolivia eran de 4,5 billones de pies cúbicos, pero las inversiones de las multinacionales permitieron el descubrimiento de nuevos campos, hasta 48,7 billones de pies cúbicos, suficientes para cubrir los compromisos de exportación y la demanda interna.
Desde 1996 Petrobras asegura haber invertido U$S 1.000 millones por sí sola y 500 millones más en sociedad con otras empresas, como la hispano-argentina Repsol YPF.
Petrobras, Andina, filial de Repsol, y la francesa TotalFinaElf son socias en los principales campos de gas boliviano, "San Alberto" y "San Antonio", que producen el 70% del gas que se exporta desde Bolivia a Brasil. El 1 de mayo pasado, Morales nacionalizó la filial Petrobras Bolivia Refinación, que controla las refinerías de petróleo más grandes del país. En mayo, cuando se dictó la nacionalización, Petrobras reaccionó sorprendida por la medida, que fue acompañada por la ocupación militar de los campos y las refinerías que opera, más vigilancia policial de sus oficinas en Santa Cruz.
Temas pendientes
La petrolera brasileña Petrobras, si bien firmó ayer un nuevo contrato como operadora en Bolivia, aclaró en un comunicado que el acuerdo no hace referencia a la situación de sus dos refinerías en el país vecino. "El contrato reglamenta las nuevas condiciones de exploración y producción de gas en los campos de San Alberto y San Antonio", según la nota de la petrolera brasileña, que es controlada por el Estado pero tiene acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires.
"El asunto sobre el precio del gas y de las refinerías brasileñas de propiedad de Petrobras no fue tratado en el acuerdo", aclara la nota.
La empresa brasileña es la principal operadora internacional en Bolivia y la más perjudicada por el decreto con el que el presidente Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos en su país.
Por fuerza de ese decreto, diez petroleras con operaciones en Bolivia firmaron entre el viernes y el sábado nuevos contratos para adecuar sus actividades a la reglamentación de la nacionalización. Petrobras llegó a un acuerdo con la estatal YPFB pocas horas antes del plazo dado por Morales para que las petroleras firmaran los nuevos contratos.
Evo Morales se comprometió a respetar la seguridad jurídica
Los principales periódicos de Bolivia destacaron ayer el compromiso de respetar la seguridad jurídica expresado a las trasnacionales petroleras por el presidente del país, Evo Morales, tras firmar los nuevos contratos de operación en el país.
Las filiales de Petrobras, Repsol YPF, British Gas, Pluspetrol, Matpetrol, TotalFinaElf y Vintage acordaron con el gobierno de Morales compromisos de exploración y explotación en el filo del plazo fijado, que venció la medianoche del sábado. El matutino boliviano "El Diario", tituló en primera página que "Bolivia inicia nueva etapa de explotación de hidrocarburos" con la recuperación del "control de los recursos energéticos del país". La publicación subraya que el gobernante consiguió su objetivo "con el compromiso de respetar la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras" que operan en Bolivia desde hace una década. "La Razón" de la ciudad de La Paz abrió su edición destacando que "todas las petroleras firman y aceptan pagar 82% al Estado", con lo cual se "consolidó el proceso de nacionalización" iniciado hace seis meses.
El matutino recuerda que los nuevos compromisos de las trasnacionales se firmaron en el mismo escenario donde hace una década se rubricaron los contratos de privatización parcial, anulados el año pasado por la nueva normativa para el sector.
El diario "El Deber", de la ciudad de Santa Cruz, indicó que las "petroleras ceden y firman nuevos contratos", en un hecho "inédito" en la historia nacional.
El tabloide, editado en la misma ciudad donde tienen sede las principales compañías extranjeras, indica que "para llegar a los acuerdos algunas empresas tuvieron que pasar un vía crucis", en referencia a la llegada a Bolivia del "número dos" del Ministerio de Exteriores de España, Bernardino León.
El también cruceño "El Nuevo Día" destacó que "todas las petroleras en Bolivia dicen sí a la nacionalización", proceso en el que ahora son "socias" del gobierno.
Resalta también que, desde ahora, la estatal YPFB "controla el 100% de la comercialización de los hidrocarburos" y que "el Estado recibirá el 82% de la renta petrolera".
La protección jurídica prometida por el mandatario fue también remarcada por el periódico "La Prensa", de La Paz, con el título de las "petroleras firman contratos y Evo promete seguridad".
BOLIVIA NACIONALIZÓ HIDROCARBUROS
Empresas petroleras finalizaron duro proceso de negociación con el gobierno del Presidente Evo Morales. 82 por ciento de los recursos irán al Estado boliviano, y el restante 18 por ciento a las petroleras.
La Estrella de Arica, Chile (www.estrellaarica.cl)
La nacionalización verificada ayer por el Presidente de Bolivia, Evo Morales, dispone que el Estado tome el control y la dirección de la producción, transporte, refinación, almacenaje, distribución, comercialización e industrialización de los hidrocarburos en todo el país.
En un proceso plagado de duras negociaciones, las compañías multinacionales Repsol, de España, Petrobras, de Brasil, British Gas y British Petroleum, de Gran Bretaña, y la francesa Total quedarán afectas a la medida tras lograr sellar acuerdos con el Ejecutivo boliviano.
ALCANCES DEL CONTRATO
El decreto de nacionalización establece además una nueva distribución de los ingresos, que irán en un 82 por ciento a engrosar las arcas del Estado boliviano, mientras el restante 18 por ciento será para las petroleras, una cifra que según el Presidente Morales ''cubre el costo de operación, de inversiones y utilidades'' de esas firmas.
Las petroleras se beneficiaron con el 82 por ciento del negocio entre 1996 y 2005, cuando una ley de hidrocarburos fijó las ganancias en un 50 por ciento para cada una de las partes.
Las petroleras consideraron ''duras'' las negociaciones que sostuvieron con Bolivia para firmar los nuevos contratos de operación en el país andino, cuyo Gobierno garantizó seguridad jurídica después de nacionalizar los hidrocarburos.
''Ha sido una negociación muy dura y llegamos a un punto de acuerdo en común que esperemos, ojalá, fortalezca nuestras buenas relaciones con Bolivia y los bolivianos, para el presente y el futuro de ambas partes'', dijo José Magela, representante de British Corporation (BG).
''A Petrobras le interesa seguir invirtiendo acá. Fueron condiciones justas y adecuadas las del contrato. Ambas partes tratamos de hacer lo mejor posible para llegar a un punto en común y creo que lo conseguimos'', señaló, por su parte, Flavio de Moura, gerente de la estatal brasileña, quien consideró ''histórico'' este hecho. En el discurso pronunciado durante el acto de rúbrica de los convenios, el Presidente Morales ratificó la madrugada de ayer el compromiso de su administración con la seguridad jurídica.
''Vamos a respetar estos contratos, que significa respetar la seguridad jurídica como tanto han reclamado permanentemente'', afirmó y pidió a las empresas que ''no duden'' de este compromiso.
Con los nuevos acuerdos, el Mandatario de la nación altiplánica previó que el país recibirá en los próximos años alrededor de cuatro mil millones de dólares,
HUBO ACUERDO. FALTA REFINIR EL PRECIO DE VENTA DEL GAS
PETROBRAS DIO UN SÍ A BOLIVIA
El vicepresidente García Linera aseguró a Página/12 que la petrolera se queda en el país y pagará el 80 por ciento de las utilidades.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
Petrobras aceptó las condiciones bolivianas y pagará más del 80 por ciento de utilidades. Así lo explicó el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera. La empresa brasileña reconoce que las condiciones “son muy ajustadas”, pero se quedará en el país. Queda por resolver el precio de venta del gas y la propiedad de las refinerías en Bolivia.
Petrobras no se irá de Bolivia y ha aceptado las condiciones exigidas por el gobierno de Evo Morales Ayma para seguir explotando los yacimientos gasíferos más grandes del país andino. Según explicó el vicepresidente boliviano a Página/12, con Petrobras lo primero que se planteó fue garantizar el abastecimiento boliviano al mercado paulista, cuyas industrias dependen casi por completo del gas boliviano. Luego se buscó que la inversión de la petrolera esté garantizada, así como la producción en los megacampos San Alberto y Margarita, que concentran más del 70 por ciento de la producción de gas. “Pero a la vez, en esos campos también hay un gobernament take (participación del Estado boliviano) bastante elevado, tal y como está consagrado el decreto de nacionalización (82% de ganancias para Bolivia). Eso está concertado y consagrado por el nuevo contrato”, dijo García Linera, a solas con este diario. Según explicó el vice, la renta petrolera boliviana es una de las más elevadas del mundo, pero no afectará a las inversiones, sino que las premiará. “La tabla diseñada por nuestros técnicos garantiza que en un principio la empresa recupera más dinero, pero cuando recupera todo lo invertido, se eleva el goberment take y pasado los años supera el 80 por ciento. En resumen, el modelo incentiva la inversión pero garantiza el ingreso muy elevado al Estado. Con ella no sólo hemos garantizado la inversión en el país, el abastecimiento interno y la provisión a Brasil y Argentina, sino que también se logró –aunque muchos dudaban de la capacidad de este gobierno– el contrato más favorable de nuestra historia petrolera. Es un gran logro y es un proceso de consolidación, legalización y ejecución práctica de la nacionalización que había sido diseñada el 1º de mayo”, dijo García Linera.
El vicepresidente coincide con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Silas Rondeau, que ayer aseguró en La Paz que Petrobras se convierte en “prestadora de servicios” para Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Freitas destacó en conferencia de prensa que el contrato que suscribió “está muy bien negociado por el Estado boliviano” y calificó la situación como “muy ajustada para Petrobras”.
Sin embargo, según los técnicos bolivianos, Petrobras ya ha recuperado su inversión en los denominados megacampos y por ello el 18 por ciento de participación en el negocio es ganancia líquida para la transnacional brasileña. Incluso el ministro brasileño reconoció que con estas condiciones se garantizan las ganancias para Petrobras, algo que fue ratificado por Decio Oddone, director para el Cono Sur de la empresa petrolera y ex director del gigante consorcio brasileño en Bolivia.
Pero las negociaciones no terminan acá, sino que los jerarcas de Petrobras y de YPF Bolivia se verán las caras en los siguientes meses, ya que falta por negociar el precio de exportación del gas boliviano y la recuperación de la propiedad de las dos refinerías más grandes de Bolivia, hoy en manos de Petrobras.
PETROBRAS DICE QUE NUEVOS CONTRATOS EN BOLIVIA SON RENTABLES
La petrolera brasileña Petrobras dijo el domingo que el acuerdo con Bolivia para reformular sus contratos de explotación de gas natural le dejará recuperar su inversión en el país, en riesgo por la nacionalización de los hidrocarburos establecida por La Paz.
El Comercio de Perú (www.elcomercioperu.com.pe)
El grupo estatal, el mayor inversor extranjero en el negocio del gas natural boliviano, aseguró que el acuerdo con el gobierno del presidente Evo Morales le permitirá compartir con el Estado el beneficio por la producción de hidrocarburos.
Esto implicaría un relajamiento de la posición inicial de Bolivia, que buscaba que las petroleras se convirtieran en meras prestadoras de servicios del Estado sin participación en las ganancias por la explotación de gas y crudo.
"Se tienen componentes muy claros en el contrato sobre producción compartida", afirmó por teléfono a Reuters el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli.
Sin embargo, el ejecutivo aclaró que el acuerdo con La Paz también establece que Petrobras prestará servicios al Estado boliviano.
"No tendremos una reducción de nuestros retornos; nuestro retorno está garantizado", resaltó Gabrielli.
Bolivia aún no informó oficialmente sobre los detalles del acuerdo.
Petrobras firmó el nuevo contrato de explotación en sintonía con otros gigantes petroleros como la española Repsol-YPF , la francesa Total y la británica British Gas.
La nacionalización petrolera decretada por Morales en mayo, la tercera en la historia boliviana, no incluyó confiscaciones de activos, pero declaró de propiedad estatal toda la producción de crudo y gas.
Mediante los nuevos contratos, se preveía que las transnacionales se convirtieran en operadoras de la estatal YPFB y recibirían por sus servicios retribuciones de entre un 18 y 50 por ciento del valor de la producción, que el gobierno boliviano considera suficientes para que recuperen sus inversiones y registren ganancias.
EVO MORALES SE CONGRATULA POR LA VICTORIA DE LULA EN LA SEGUNDA VUELTA DE LOS COMICIOS BRASILEÑOS
Europa Press de España (www.europapress.es)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se congratuló este domingo, lunes en España, por la reelección de su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y atribuyó su victoria a "la lucha de los pueblos".
"El triunfo del compañero Lula ratifica la línea de cambio que se inició en pasados años, mostrando, una vez más, que los pueblos siguen luchando por avanzar para resolver los grandes problemas que tienen las mayorías marginadas en nuestro continente", apuntó Morales a la estatal Agencia Boliviana de Información.
El dirigente cree que con el triunfo de Lula "se abren las posibilidades de fortalecer la cooperación y los acuerdos políticos, económicos y culturales con un país como Brasil".
Además, Morales destacó que la victoria de un obrero metalúrgico en Brasil, de un militar patriota en Venezuela (Hugo Chávez), de un intelectual progresista en Argentina (Néstor Kirchner) y de una militante socialista en Chile (Michelle Bachelet) dejan ver que los pueblos de la región han tomado el camino del cambio para acabar con los grandes problemas de exclusión y pobreza.
El Gobierno recibe con "satisfacción" el acuerdo alcanzado entre Repsol YPF y el Gobierno boliviano
El Gobierno español ha considerado como "satisfactorio" el acuerdo alcanzado esta madrugada entre Repsol YPF y el Gobierno boliviano, y por el cual la empresa desarrollará su actividad en el país, dentro del nuevo marco jurídico establecido por las autoridades bolivianas en virtud de la nueva Ley de Hidrocarburos y el Decreto de Nacionalización, promulgado el pasado 1 de mayo.
"Este es un acuerdo satisfactorio que demuestra que la vía del diálogo ha permitido mantener y dar seguridad jurídica a una empresa española en Bolivia. Estamos muy satisfechos", afirmaron fuentes de Exteriores a Europa Press.
Por su parte, Repsol YPF destacó en un comunicado que los nuevos contratos "garantizan la rentabilidad" de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como de las que se desarrollarán en el futuro.
La compañía subrayó además que este marco de garantías jurídicas permitirán el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país, "lo que redundará en un mayor bienestar para la sociedad boliviana".
La nacionalización de los recursos: triunfo político para el gobierno
BOLIVIA COMPLETÓ LA ESTATIZACIÓN DEL GAS
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
En su mayor triunfo político en nueve meses de gobierno, el presidente indígena Evo Morales superó un desafío histórico al lograr en la madrugada de ayer que todas las multinacionales petroleras en territorio boliviano se adaptaran a una ley que permite al Estado retomar el control sobre sus enormes reservas de gas. Las diez petroleras que operan en el país adecuaron sus contratos a los términos de la nacionalización pasada la medianoche de anteayer -cuando se cumplía el plazo de 180 días fijado por decreto- y aceptaron entregar el 82% de sus ingresos a Bolivia, en lugar del 18% que tributaban hasta ahora.
"Misión cumplida con todo el pueblo boliviano", dijo Morales. la nacionalización de los hidrocarburos es el primer paso del proyecto económico estatista con el que el mandatario pretende sacar a su país de su histórica pobreza. "Con estos contratos sentamos soberanía sobre nuestros recursos sin expulsar a nadie; ésta es la nacionalización sin indemnización", agregó. También garantizó a las empresas la "seguridad jurídica" para su operación.
En lo que la consolida como principal proveedora de gas natural del Cono Sur y en contra de los pronósticos y apuestas desalentadores, Bolivia obtuvo un ingreso inmediato superior a los 1000 millones de dólares, que llegaría a los 4000 millones en cuatro años, contra los 200 que ingresaban cuando fueron entregados los yacimientos a consorcios privados en 1996 o los 500 millones que recibe actualmente.
La nación andina recuperó así sus reservas de hidrocarburos, en lo que analistas calificaron de "éxito político" para Morales, cuya popularidad venía en descenso en los últimos cinco meses.
La suscripción de los contratos supone además la revitalización de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que tras la privatización de 1996 había quedado confinada a un rol marginal. Ahora, tras seis meses de intensas y espinosas negociaciones, empresas como la gigante brasileña Petrobras y la española Repsol-YPF -que obtenían hasta ahora los mayores beneficios- pasan a ser meras operadoras al mando de YPFB.
Petrobras, hasta ahora la mayor inversora en la industria petrolera boliviana, puso fin a una prolongada incertidumbre cuando anunció su acuerdo con YPFB tres horas antes del plazo de la medianoche. Pero las negociaciones con Repsol-YPF concluyeron apenas media hora antes de la firma de contratos.
Además de dos subsidiarias de Petrobras y otras dos de Repsol-YPF, en la madrugada de ayer firmaron contratos la británica British Gas, la empresa mixta Chaco (controlada por la estadounidense Amoco, del grupo British Petroleum) y las argentinas Pluspetrol y Matpetrol. Estas compañías se sumaron así a la francesa Total y la estadounidense Vintage, que habían firmado el viernes sus nuevos acuerdos.
Más negociaciones
YPFB deberá, sin embargo, continuar las negociaciones con la brasileña Petrobras por el control de dos refinerías y por los nuevos precios del gas que se venderá a Brasil, según el presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz. Petrobras especificó también en un comunicado en su casa matriz que el acuerdo con YPFB no incluye estos temas cruciales y que se limita a "los negocios de exploración y producción de gas en los campos San Alberto y San Antonio", los más promisorios del país.
Además de ser el principal inversor del país, Petrobras es responsable de exportar a Brasil 26 millones de metros cúbicos de gas al día, volumen con que abastece la mitad de la demanda interna de ese país. Bolivia y Brasil se enfrentaron a mediados de septiembre pasado cuando La Paz intentó tomar por la fuerza el control de las refinerías, a su cargo desde 2001. La relación quedó normalizada con el congelamiento de la medida y la renuncia del entonces ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz.
La empresa brasileña tenía hasta ahora el control del 46% de la riqueza gasífera; la española Repsol, del 22%, y la francesa Total, del 16%. El resto de los campos estaba bajo la propiedad de otras siete transnacionales. Otras 6 mantienen contratos con el Estado en diversos rubros. El acuerdo "permitirá el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en el país", señaló Repsol en un comunicado.
Bolivia dispone de reservas (entre las probadas y las probables) de 48,7 billones de pies cúbicos, según datos oficiales, las segundas más importantes de la región después de Venezuela.
CUESTIONAN EN BOLIVIA LA NACIONALIZACIÓN PETROLERA
Diario Yucatán de México (www.yucatan.com.mx)
Con la firma de los nuevos contratos de operación con las petroleras, Bolivia consumó ayer la tercera nacionalización de sus hidrocarburos y conquistó, de paso, un triunfo que se prevé dará réditos políticos al presidente Evo Morales.
Cumplido el lapso de 180 días previsto por el gobierno del líder indígena, este país —poseedor de la segunda mayor reserva de gas de la región— exhibe como una conquista el acuerdo con las petroleras, aunque hay voces que califican este hecho como una “adecuación” de contratos y no una “nacionalización”. Diez empresas establecidas en el país, lideradas por la brasileña Petrobras, la hispano argentina Repsol YPF y la británica BG, aceptaron suscribir los acuerdos ajustados al proceso de recuperación de las reservas de gas y petróleo que anunció Morales el 1 de mayo, en lo que fue bien recibido por distintos sectores.
Bolivia garantizó de esta forma la permanencia de las petroleras en su territorio y abrió otro horizonte para el sector energético, ante los anuncios sobre nuevas posibles inversiones.
La primera nacionalización se cumplió en 1937, cuando se le asignó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) los bienes, acciones y derechos de la Standard Oil, la primera estadounidense en ser confiscada en Latinoamérica. En el gobierno del presidente Alfredo Ovando Candia, en 1969, hubo una nueva nacionalización.
HUGO CHAVEZ PONE EN VIGENCIA EL PODER DE LAS ARMAS
PUEDE QUEBRAR EQUILIBRIO MILITAR QUE TIENEN PARAGUAY Y BOLIVIA
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
PUERTO QUIJARRO, Bolivia. Situaciones internas en Bolivia pueden arrastrar a la región a una crisis. Dentro del país, la resistencia a La Paz es creciente, dado el interés de Evo Morales de recortar las autonomías del Oriente boliviano, donde se concentran las principales actividades económicas. El mandatario de Venezuela, Hubo Chávez, ofrece tecnología y reorganización a la Fuerza Militar de Bolivia, poniendo en vigencia el poder de las armas y rompiendo el equilibrio militar en desmedro de Paraguay.
En el transcurso de la reciente reunión de ministros de Defensa de Bolivia y Paraguay, que tuvo lugar el viernes último en Puerto Guijarro, situado frente a la ciudad brasileña de Columba, el secretario de Estado Walker Sanmiguel puso sobre el tapete la participación de Venezuela en diversos proyectos, varios de los cuales involucran a la Fuerza Militar del país andino.
El ministro boliviano dijo lo siguiente: "No hay razón para alarmarse en caso de que Venezuela financie el proyecto. No debemos olvidar que esta nación fue aceptada por todos para integrar el Mercosur", puntualizó.Y tiene razón: Venezuela es miembro pleno del Mercosur, a diferencia inclusive de Bolivia que es un Estado asociado. Venezuela fue aceptado por consenso por los países que integran el bloque regional.
Lo que nunca imaginamos en Paraguay es que Hugo Chávez hubiera invertido fondos de su país para reorganizar y equipar al Ejército boliviano. Si hay algo que sobra en Venezuela es dinero, gracias a los excepcionales ingresos que genera el comercio petrolero.
A juzgar por el convenio de cooperación militar firmado por los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez, la prioridad del mandatario venezolano no es solucionar la pobreza de sus compatriotas. Invirtiendo dinero de su país busca consolidar el brazo armado del Estado boliviano.
Sin duda alguna, la construcción de una estación portuaria en Puerto Quijarro es una prioridad para Bolivia. Contar con un acceso a la Hidrovía Paraguay Paraná es una excelente oportunidad para desarrollar una inmensa región caracterizada por la producción de granos, pero que tiene serios inconvenientes para su comercialización.
En este contexto, las palabras del ministro paraguayo Roberto González fueron acertadas: "Cualquier emprendimiento que inicie Bolivia será considerado positivo para su desarrollo y contará con el apoyo paraguayo, siempre y cuando no ponga en peligro intereses de nuestro país".
Un puerto comercial en Puerto Quijarro no pone en riesgo a Paraguay, al contrario puede ser muy beneficioso porque podremos adquirir combustible y gas a un precio mucho menor del que pagamos actualmente.Lo que causa suspicacias (empleando un término diplomático) es el componente militar del proyecto, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez es el que ofrece armas y tecnología militar a Bolivia ¿Sólo para cuidar fronteras?
El proyecto político de Evo Morales tiene una seria resistencia dentro de su país y sus problemas no se encuentran en las fronteras, sino en los principales centros productivos y comerciales de Bolivia. El tema de las autonomías departamentales no está resuelto y el Oriente boliviano no está dispuesto a ceder espacios a La Paz.
El Oriente es conocido popularmente como la "media luna" y está conformado por regiones como Santa Cruz de la Sierra, Tarija, Beni, Pando y otras. El poder económico se concentra en el llano, mientras que el pobrerío se extiende en las montañas con millares de familias viviendo en las mismas condiciones que la Edad de Piedra.
En Puerto Quijarro intercambiamos ideas con periodistas del diario cruceño El Deber, quienes llegaron a la ciudad para la cobertura de la entrevista de los ministros de Defensa. José Andrés Sánchez, de la sección política, sostiene que el equilibrio entre el gobierno central y los departamentos que pretenden mantener su autonomía es frágil. "En Pando, por ejemplo, existe una aparente voluntad de resistencia con las armas", nos comentó. Paraguay tiene que observar con especial atención el proceso político de Bolivia. Se tienen dos situaciones muy particulares, que pueden causar una crisis en la región: primero, inestabilidad política con riesgo de convulsiones internas muy fuertes por la resistencia que genera el intento de cortar las autonomías departamentales, sin que se pueda descartar una guerra civil; segundo, Venezuela, con un proyecto hegemónico que pretende liderar Hugo Chávez.
¿En qué nos afecta esta situación? Mucho, demasiado. El régimen militar argentino se encargó de demostrar que un conflicto puede convertirse en elemento de unión nacional, lo que sucedió con la invasión de las islas Malvinas, en la década del 80. Asesinos que encabezaban un sistema brutal fueron aplaudidos a rabiar en Plaza de Mayo.
No podemos caer en la ingenuidad de pensar que una crisis extrema en Bolivia no afectaría de una u otra manera al Paraguay. No se trata exclusivamente de una cuestión militar, hay intereses económicos en medio. Empresas paraguayas exportan 53 millones de dólares al año al país vecino, aumentando cada día el número de aquellas que invierten en las regiones del Oriente. También ellas pueden verse perjudicadas. De ahí que el presidente Chavez representa un peligro para la región. Bolivia es un país hermano, con el que mantenemos estrechas y crecientes relaciones económicas. Llevó años superar la desconfianza que trajo aparejada la Guerra del Chaco. Y viene Chávez a romper el equilibrio militar, iniciando abiertamente una política inamistosa hacia el Paraguay.
En momentos en que se necesita consolidar la integración entre los pueblos, Venezuela nos recuerda el poder de las armas y pone nuevamente en vigencia una etapa que creíamos superada.
SUSPICACIAUn puerto comercial en Puerto Quijarro no pone en riesgo a Paraguay; al contrario, puede ser muy beneficioso porque podremos adquirir combustible y gas a un precio mucho menor del que pagamos actualmente. Lo que causa suspicacia (empleando un término diplomático) es el componente militar del proyecto, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez es el que ofrece armas y tecnología militar a Bolivia ¿Sólo para cuidar fronteras?
HUGO CHÁVEZ INICIÓ UNA POLÍTICA HOSTIL EN PERJUICIO DE PARAGUAY
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
Construir una estación portuaria en Puerto Quijarro es una prioridad para Bolivia y una oportunidad para utilizar el único acceso disponible para utilizar la Hidrovía Paraguay-Paraná, a través del canal brasileño Tamengo. Un puerto en esta localidad hasta puede ser beneficioso para el Paraguay. El aspecto negativo del proyecto es el componente militar, que viene de la mano de Venezuela. Hugo Chávez inició una política hostil hacia nuestro país.
El proyecto de instalar un puerto en la localidad de Puerto Quijarro no es nuevo. Es una ambición boliviana que data de varios años, inclusive la propuesta fue presentada a empresarios paraguayos durante el gobierno (si puede llamarse así) de Juan Carlos Wasmosy. Salvo expresiones formales de interés, la cuestión no pasó a mayores.
Puerto Quijarro no tiene acceso directo al río Paraguay. Esta pequeña localidad fronteriza con Corumbá, Brasil, se encuentra al final de la laguna Cáceres, un verdadero santuario ecológico que forma parte del Pantanal boliviano. La conexión con el río Paraguay se tiene a través del canal Tamengo, de 8 kilómetros de extensión, situado exclusivamente en territorio brasileño.
De hecho, el canal brasileño Tamengo es el único acceso operativo del que dispone Bolivia para acceder a la Hidrovía Paraguay Paraná. La otra alternativa puede ser puerto Bush, en las inmediaciones de Puerto Caballo (Paraguay), pero también este punto es territorio brasileño, que cedió espacio a Bolivia para instalar un puerto franco.
En este momento, Puerto Bush es apenas un montón de hormigón que se mantiene en el lugar gracias a cabos de acero que lo sujetan a la costa. En un espacio que no supera los 50 metros cuadrados, sobreviven 5 soldados, 2 suboficiales y un oficial. Sobreviven es la palabra literal.
Puerto Quijarro y Puerto Bush son los puntos que Bolivia pretende convertir realmente en puntos de entrada y salida de productos al país. Los requerimientos económicos son muy altos. El primero necesita una inversión total de 25 millones de dólares, que serán utilizados a lo largo de cuatro etapas de construcción.
PROYECTO ES CONVERTIR A BOLIVIA EN UN PAÍS SATÉLITE DE VENEZUELA
ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
La responsabilidad de transformar Puerto Quijarro en una terminal portuaria es de la Empresa Naviera Boliviana (Enabol), entidad pública que depende del Ministerio de Defensa Nacional; de hecho, la presidencia del directorio es ocupada por el titular de esta secretaría de Estado, cargo desempeñado en este momento por Walker Sanmiguel. Puerto Quijarro no dispone de un puerto propiamente dicho. Es cierto que funcionan dos estaciones graneleras, Central Aguirre Portuaria SA y Gravetal Bolivia SA, pero son puertos privados ligados a la transnacional Cargill, que únicamente admite cargas de terceros cuando sus depósitos disponen de espacio.
El viernes se entrevistaron en esta localidad los ministros de Defensa Walker Sanmiguel y Roberto González, de Bolivia y Paraguay respectivamente. El gesto de invitar al secretario de Estado de Paraguay fue tomado como un intento de La Paz de dar transparencia a su proyecto de montar un puerto en las inmediaciones del río Paraguay y desmentir las suspicacias que existen en torno al mismo.
¿Por qué suspicacias? Porque existe un componente militar que viene de la mano de la Fuerza Naval Boliviana, que en este momento es reducida en medios y hombres, pero existe el compromiso de Venezuela de contribuir con armas y tecnología para modernizar la Fuerza Militar de Bolivia y que es precisamente quien ofreció los fondos necesarios para financiar el puerto en esta localidad adyacente al río Paraguay.
En este momento, el estamento militar boliviano está estrechamente ligado al gobierno de Evo Morales. Una de las primeras decisiones del mandatario fue enviar a retiro a dos promociones completas de oficiales superiores, permitiendo el acceso de la actual cúpula militar. A esto se suman aumentos de salario y una reorganización de los cuadros de combate.
El presidente venezolano Hugo Chávez inició un proceso para convertir a Bolivia en un país satélite de Caracas. Existen claros intentos hegemónicos de Chávez, que es un loco para nuestro tiempo. Lo preocupante de la presencia venezolana en el país andino es que no se limita a aspectos comerciales, culturales o de asistencia económica para programas sociales: Hugo Chávez busca consolidar un proceso de reorganización y equipamiento del Ejército boliviano.
Rearme rompe actual equilibrio militar
Es innegable la miseria que reina en Bolivia. Es un país pobre, con una débil infraestructura en servicios básicos, pero esta situación no será solucionada jamás con la entrega de armas al Ejército. Se necesita construir un país sobre la base de un desarrollo social que extienda sus beneficios a la mayor parte de los bolivianos. Esto no se logra con aviones de combate o con fusiles de asalto.
La decisión de Venezuela de rearmar a la fuerza militar de Bolivia es claramente inamistosa al Paraguay. Tiene como consecuencia inmediata romper el equilibrio militar existente y, lo que es peor, abre brechas para la sospecha, la suspicacia y la desconfianza, sentimientos que costaron mucho esfuerzo superar luego de la Guerra del Chaco.
¿Crisis militar con Bolivia? Difícil, pero no imposible y a partir de convertirse en una posibilidad aunque sea remota, ya obliga a seguir con atención lo que sucede en el país andino. En nuestro próximo artículo hablaremos de la situación interna que podría encender en la región un polvorín.
Volvemos a insistir: Venezuela y muy especialmente Hugo Chávez iniciaron una política hostil hacia el Paraguay.
“DEMOCRACIA NO ES SÓLO VOTAR CADA CUATRO AÑOS”
El vicepresidente de Bolivia clausuró ayer el Encuentro de Liberación de la Patria Grande, que reunió a mil delegados de catorce países. El socialismo del siglo XXI en discusión.
Página 12 de Argentina (www.pagina12.com.ar)
“El despliegue de múltiples maneras de democracia, comunitaria, directa, participativa. Democracia no es solamente colocar un voto cada cuatro años sino capacidad de participar de lo que sucede en el país: desde lo que va a suceder con la inversión en un municipio hasta definir si se firma o no un contrato petrolero.” Así definió el vicepresidente boliviano, Alvaro González Linera, el principio de la pelea por el socialismo del siglo XXI en el encuentro que Evo Morales organizó en Sucre bajo la consigna de “Pueblos y Estados por la liberación de la Patria Grande”, que reunió a unos mil delegados de 14 países latinoamericanos, entre ellos la Argentina. Ni la ausencia de Evo –enfrascado en las negociaciones con las compañías petroleras– ni los desgastadores 2800 metros de altura le quitaron entusiasmo al debate sobre “la unidad” de los movimientos indígena, campesino y obrero en América latina; el modelo económico para la región; la defensa de sus recursos naturales y “ecológicos de la Pachamama”, además de la forma que el socialismo asumirá en el futuro.
Las delegaciones de los pueblos originarios y campesinos pusieron color a tres jornadas donde las únicas “bebidas oficiales” fueron “el agua, el café y el mate de coca”. Al compás de quenas y sikus, la delegación boliviana ingresó al Coliseo, en Sucre. El himno de Bolivia cantado por un coro universitario en aymara, quechua, guaraní y castellano no sólo demostró la diversidad cultural y de comunidades de las que está poblado el país, sino también de las que conviven en la región.
Así lo demostraron las comunidades aborígenes de Perú, Ecuador, Paraguay, Brasil, Colombia, México, Chile, Guatemala, Honduras y Argentina que asistieron al encuentro, a las que se sumaron uruguayos, cubanos y venezolanos.
Para los bolivianos, el encuentro cumplió el primer objetivo. Mostrar el respaldo de varios Estados y el de un amplio abanico de movimientos sociales latinoamericanos al gobierno de Evo Morales, jaqueado por varios frentes, en especial el secesionista exacerbado por la xenofobia que expresan los graffiti callejeros. Autonomía por las buenas o por las malas, decían las pintadas en Santa Cruz de la Sierra –el centro neurálgico de la economía boliviana que quiere su autonomía– que acompañaban con las leyendas de Evo, indio dictador o Matar a un coya es asegurar la patria. O como también se leía en alguna pared de Sucre dirigida a los cruceños: Hermanos cambas, sálvennos del cholo de Evo.
El presidente boliviano iba a participar en dos de las tres jornadas del encuentro, pero la negociación con las compañías petroleras para que acepten el nuevo régimen de nacionalización de los hidrocarburos lo mantuvo en La Paz. En el cierre de ayer, lo reemplazó González Linera.
“Solamente con un proceso de reapropiación social de la riqueza que es común a todos podremos ir desmontando el núcleo del neoliberalismo. Esa es la experiencia de nuestra Bolivia. En torno de la lucha por el agua, la tierra y los hidrocarburos, sobre esos ejes esenciales, la sociedad ha recuperado capacidad de movilización, construyó liderazgos, redes que unificaban ciudad y campo. Gracias a ello podemos decir que en Bolivia hoy tenemos un gobierno de movimientos sociales”, resumió González Linera la experiencia boliviana y agradeció la solidaridad que las agrupaciones obreras, indígenas y campesinas que formaban parte de las delegaciones brindó a su gobierno.
El vicepresidente de Bolivia también planteó la necesidad de repotenciar un Estado “fuerte en lo económico, político y cultural que sirva a los movimientos sociales (como) un escudo de protección, un blindaje internacional que puede expandir las luchas sociales”. Aunque advirtió “no hacerlo en la forma del viejo capitalismo de Estado. Tiene que ser un potenciamiento del Estado, subordinado, permanentemente controlado y atravesado por la impronta, la insurgencia y actividad de los movimientos sociales, que son la única manera que no sea una coartada de nuevos empresarios o de nuevos privatizadores”.
Las reuniones plenarias –con la exposición de diferentes representantes– insumieron más tiempo de lo previsto, algo que incomodó a varias delegaciones que depositaron todas sus expectativas en el debate de las comisiones, que funcionaron sólo ayer. Allí también se vio que no todos los movimientos que respaldan la idea de construir la “Patria Grande” coinciden en todo, y aun conservan más de una rencilla doméstica por saldar: las dos numerosas representaciones peruanas no obviaron pasarse factura por las posturas que asumió cada una de ellas ante la frustrada candidatura presidencial del ex militar Ollanta Humala.
No todos estaban del todo conformes con el debate, pero coincidieron en que “ya era hora de empezar la discusión” sobre nuevas formas de organización para el movimiento popular. Por la tarde, mientras algunos ya empezaban a pensar en el regreso, el discurso de González Linera devolvió el entusiasmo con que las delegaciones habían llegado a Bolivia. “La lucha en una región, provincia, en un departamento o en un solo Estado es insuficiente, porque el neoliberalismo y más aún el capitalismo es una estructura planetaria. Y la única manera de superarla es otra estructura planetaria, mediante luchas planetarias”, sentenció Linera. Un diario de Sucre ya había titulado: “Los bolivianos quieres exportar la revolución”.
CONCEJAL RESPALDA PUERTO SECO EN ORURO
La Estrella de Iquique, Chile (www.estrellaiquique.cl)
El concejal Mauricio Soria dijo que respalda la construcción del Puerto seco de Oruro, proyecto que será presentado oficialmente mañana, durante las celebraciones de aniversario de esa ciudad boliviana
Por tal motivo el concejal fue invitado a dichas actividades por Alberto Luis Aguilar, prefecto y comandante general de Oruro.
Soria dijo que da su más amplio respaldo a la iniciativa de creación de un Puerto Seco en Oruro, que se instalará cerca de la frontera con Chile y será una plataforma logística de servicios, que facilitará las importaciones y exportaciones bolivianas, principalmente de granos y otros productos procedentes del Departamento de Santa Cruz.
El concejal recordó que Oruro se conecta a dos corredores bioceánicos Oruro - Pisiga y Ancaravi-Toledo- Cruce- Tambo Quemado, con esto Oruro se convierte en el eje principal para ayudar al comercio internacional de Bolivia.
La primera ruta se conecta con Iquique y la segunda con Arica, concluyó Mauricio Soria Macchiavello.
LAS "INVERSIONES" MÁS POLÉMICAS DE HUGO CHÁVEZ
Una autopista en Jamaica de u$s 200 millones y una carroza en el carnaval de Río son parte de los gastos del mandatario venezolano en América Latina y que son cuestionados por la oposición de su país
Total News de Argentina (www.totalnews.com.ar)
Dentro del paquete de “aportes” que el mandatario venezolano, Hugo Chávez, ha realizado por América Latina ahora se suman u$s 200 millones para la concreción de una autopista en Jamaica.
Con el propósito de extender su influencia en la región y bajo el pretexto de combatir la pobreza y el analfabetismo, el mandatario se dedicó a distribuir dinero por países latinoamericanos, acción que no ha estado exenta de incidentes diplomáticos y protestas de intervencionismo. El objetivo de fondo no es otro que conquistar el puesto, que hasta ahora le resulta esquivo, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Las críticas comenzaron en amplios sectores de la propia sociedad venezolana, quienes consideran que la “piñata” hemisférica de su presidente constituye un “saqueo” de las riquezas del país.
El fenómeno también fue aprovechado por la oposición local, que se refiere a Chávez como “Don Regalón”, en referencia a una popular cadena de tienda de descuentos en ese país.
El periódico El Nuevo Herald elaboró un inventario parcial de los gastos en los que ha incurrido el gobierno de ese país para responder a los deseos expansionistas de su presidente. Entre ellos figuran una carroza en honor a Simón Bolivar en el carnaval de Río, las bombas de luz de un barrio de La Habana, una cédula para un indígena boliviano y 200 millones de dólares son algunas de las “donaciones”, que perjudican al fisco venezolano.
A esto se suman las largas estadías del mandatario que suman más de un año y el recorrido de sus giras equivale a darle dos veces la vuelta al mundo.
Finalmente, Chávez ha firmado acuerdos regionales que permiten a los países de la región adquirir el combustible en condiciones ventajosas o reactivar su capacidad de refinación del crudo. Una actitud que termina perjudicando el mercado interno de Venezuela.
LULA, REELEGIDO EN LA SEGUNDA VUELTA DE LAS PRESIDENCIALES CON EL 60% DE LOS VOTOS
El País de España (www.elpais.es)
El presidente ha conseguido la reelección con el 60,80% de los votos, según datos oficiales con el 99,95% escrutado. El candidato de la oposición, Geraldo Alckmin, ha conseguido el 39,17% de los votos en esta segunda vuelta, con lo que se confirma la amplia ventaja para Lula que auguraban las encuestas. Estas cifras son prácticamente exactas a las anticipadas por los sondeos a pie de urna. Los resultados han sido facilitados con una rapidez aún mayor de la esperada. Brasil cuenta con un sistema de voto y recuento electrónico que ha sido adoptado por otros países.
El candidato opositor Geraldo Alckmin se ha comunicado por teléfono con Lula da Silva para reconocer su derrota y felicitarle por su reelección una hora después de que el Tribunal Superior Electoral proclamase su victoria, con más del 60% de los votos. Geraldo Alckmin ha afirmado que hizo lo que pudo en la campaña electoral y ha deseado suerte a Lula da Silva en su segundo mandato. "Estoy feliz, con la conciencia tranquila. Hice lo máximo que pude, me esforcé, recorrí Brasil con un mensaje de integración nacional, de desarrollo regional", ha dicho Alckmin.
En la primera vuelta, contra los pronósticos de las encuestas que auguraban la reelección de Lula ese mismo día, Alckmin obtuvo un 41% de los votos, contra el 48% del presidente. No obstante, en la campaña para la segunda vuelta ha perdido apoyo a un ritmo acelerado.
Un momento "mágico" para Brasil
Tras confirmarse el triunfo, Lula ha asegurado que la democracia brasileña vive "un momento mágico" tras su reelección para un segundo mandato de cuatro años. Lula ha hecho estas declaraciones desde un hotel de São Paulo desde donde ha aguardado la divulgación de los resultados oficiales. El ya presidente reelecto de Brasil ha superado el número de votos que obtuvo en los comicios de 2002.
Además, el presidente ha prometido que, durante su segundo mandato, el país dejará de ser un estado "emergente" y pasará a convertirse en uno desarrollado. Lula ha asegurado no tener dudas en que Brasil "alcanzará un modelo de desarrollo". "Estamos cansados de ser una potencia emergente. Queremos crecer. Las bases están puestas y ahora tenemos que trabajar", ha dicho.
Promesas electorales
Pero el presidente brasileño también ha llamado a todos sus aliados y opositores a unirse para trabajar por el país. "La victoria no es de Lula, no es del PT (Partido de los Trabajadores), no es de ningún partido político. La victoria es eminentemente de la sabiduría del pueblo brasileño", ha dicho Lula esta noche.
Además, Lula ha enviado un mensaje indirecto a sectores de la oposición que durante la campaña electoral advirtieron que en caso de ser reelegido no le darían tregua en su segundo mandato por los escándalos de corrupción. "No tenemos tiempo que perder. Hay que trabajar porque eso es lo que el pueblo brasileño espera. Es lo que escuchaba en la calle: dejen al hombre trabajar porque Brasil precisa de trabajo".
El presidente electo ha hecho mención además a la política exterior y ha asegurado que seguirá trabajando por la consolidación del Mercosur, bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a los que se ha unido recientemente Venezuela. Horas antes de conocerse los datos oficiales, Lula ya había comenzado a mantener conversaciones con líderes de la oposición de cara a un segundo mandato, según ha reconocido un senador del Partido de los Trabajadores (PT), citado por el diario O Folha, señalando que esas conversaciones tenían lugar con personas del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de Alckmin y el Partido del Frente Liberal (PFL).
Política menos conservadora
La reelección del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, garantiza la continuidad de la política económica, pero abre interrogantes sobre posibles cambios en su equipo económico y sobre el énfasis que dará a su segundo mandato. En los primeros cuatro años del gobierno Lula, su equipo económico cumplió el ajuste fiscal y mantuvo una rígida política monetaria basada en el régimen de metas de inflación, ambos heredados del Ejecutivo anterior, lo que se tradujo en mejora de las cuentas externas, pero también en altos intereses y bajo crecimiento.
Sin embargo, algunos miembros de su gabinete han dado señales de que, con la reelección conseguida, Lula puede adoptar una política monetaria menos conservadora para estimular la economía, que el año pasado creció apenas un 2,3%.
REPORTAJE
LOS DESAFÍOS DEL PRESIDENTE
Lula afrontará en el segundo mandato los mismos problemas del primero: economía, educación, corrupción y reforma agraria.
El País de España (www.elpais.es)
El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva dispondrá de otros cuatro años para enfrentarse a varios desafíos, algunos de los cuales ya formaban parte de las promesas electorales efectuadas antes de llegar a la presidencia de Brasil en 2003 y otros derivados de situaciones producidas durante su mandato.
- Educación. A pesar de lo prometido, Lula no ha conseguido modificar un sistema educativo profundamente desigual, que condena a las clases más pobres al fracaso escolar y beneficia a los ciudadanos más acomodados a la hora de acceder a la Universidad. El problema estriba en la bajísima calidad de la enseñanza primaria y secundaria pública, la que frecuentan los alumnos con menos recursos. Éstos ven muy complicado su acceso a la enseñanza universitaria, precisamente por la escasez de conocimientos.
En paralelo, la enseñanza universitaria pública es de gran calidad, pero a ella acceden mayoritariamente los alumnos que vienen de la enseñanza privada, a los que, además, la universidad les sale mucho más barata que el periodo escolar en centros privados.
- Sanidad. Al igual que en la enseñanza, la diferencia entre la sanidad pública y la privada es abismal. Lula ha prometido más recursos para la segunda, tanto en medios, como en personal y en remuneración a los médicos. Un ejemplo puesto por el mismo presidente durante la campaña: un pediatra de la sanidad pública apenas recibe del Estado unos 40 céntimos de euro por cada niño que atiende en su consulta.
- Corrupción. La larga campaña electoral para la presidencia, con sus dos votaciones, ha puesto de lado la urgente reforma que Lula tiene que realizar en su propia formación, el Partido de los Trabajadores (PT), un partido que ha tenido cuatro presidentes, desde que el ex sindicalista ocupa el Palacio de Planalto, salpicados todos ellos por los escándalos de corrupción y financiación que afectan al partido. Lula debe además, tal y como piden algunos pesos pesados del PT como Tarso Genro, acabar con la confusión creada en los últimos años entre Estado y PT.
El mandatario brasileño debe renovar una estructura de partido focalizada en el Estado de São Paulo y darle un carácter más nacional. La reforma es urgente, puesto que Lula ya no puede presentarse a otro mandato y el PT tiene apenas cuatro años para limpiar su imagen y consolidar a otro candidato presidencial.
- Reforma política. El actual sistema electoral genera un Congreso muy fragmentado, donde la fuerza mayoritaria se suele ver obligada a negociar con multitud de partidos la aprobación de las leyes. O anima a utilizar el atajo de los sobornos, tal y como hizo el PT. Lula quiere reformar la elección de manera que no haya una atomización del Congreso que entorpezca la labor del Ejecutiva. Por ejemplo, en el Senado elegido en estas elecciones, el PT y sus aliados ni siquiera llegarán a tener la mitad de los escaños. En total tendrán 39 de 81 senadores. Otro dato significativo: el partido con mayoría en el Congreso, el derechista Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), no ha presentado candidato a la presidencia. El problema es que para convertir en una realidad la reforma, Lula necesita el apoyo de la oposición, algo que se presenta complicado porque el Congreso es la caja de resonancia de los escándalos del PT y uno de los focos de peligro para la popularidad del presidente.
- Reforma agraria. Es una de las principales promesas con las que Lula accedió a la presidencia de Brasil y una las primeras causas que fueron motivo de deserción de algunos colaboradores. Lula prometió repartir tierras a unas 400.000 familias durante su primer Gobierno, pero diversos sectores, entre ellos el Movimiento de los Sin Tierra (MST), le acusan de haber sido muy lento en este reparto y le han dado la espalda en estas elecciones.
- Reactivación económica. Con un crecimiento económico de 2,5% -el menor del continente a excepción de Haití- y una inflación en torno al 4%, el presidente deberá tratar de incrementar el crecimiento en un momento de coyuntura internacional que, según los expertos, para Brasil es el mejor en los últimos 70 años. La reactivación económica no sólo servirá para disminuir la cifra de 30 millones de pobres, sino para dar un respiro a una clase media muy castigada y que en esta segunda vuelta ha sido cortejada por los dos candidatos.
La reelección del presidente de Brasil: las opiniones
UNA OPORTUNIDAD PARA RECUPERAR LA UNIDAD DE LA REGIÓN
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Ante la necesidad de la construcción y consolidación real del bloque, el segundo período de Da Silva brinda la posibilidad de sentar las bases para recuperar el proyecto fundacional del Mercosur El autor fue canciller de la ArgentinaNo cabe duda de que el resultado de las elecciones en Brasil influirá fuertemente en el paradigma de la calidad institucional de las democracias en América latina en cuanto a las relaciones entre los Estados, al igual que en el plano doméstico. Si bien para la región son pocas las experiencias comparables al precedente institucional que marcó la recuperación de la democracia argentina, los próximos años de quien sea el presidente del Palacio de la Alborada determinarán -en gran parte- la institucionalidad del Mercosur y los destinos del subcontinente.
El desafío que enfrentan nuestras repúblicas democráticas es pasar a un estadio de calidad institucional que hoy, fronteras adentro, tiene marcados contrastes entre las naciones.
No se entiende de la misma manera la libertad de expresión, la independencia de la justicia o el desarrollo de la equidad social a orillas del Orinoco que en las márgenes del Plata o en las alturas de La Paz.
Para las relaciones exteriores es todavía mayor el reto ante dicho contexto heterogéneo, máxime cuando Brasil, Uruguay, Paraguay y nuestro país tienen en su haber el compromiso con sus pueblos de profundizar al alicaído Mercosur.
Por ello, si tenemos en cuenta la necesidad de la construcción y consolidación real del bloque, el segundo período de Luiz Inacio Lula da Silva brinda la posibilidad de sentar las bases para recuperar el proyecto fundacional del Mercosur.
Empero, los desafíos no terminan allí. Los enfrentamientos en las Naciones Unidas por la vacante que dejará la Argentina en el Consejo de Seguridad son un ejemplo de la fragmentación de las relaciones hemisféricas que hay que revertir, proceso en el cual el bloque tiene una primaria responsabilidad institucional.
La hipótesis de que se consolide "de facto" un escenario de un grupo de naciones del Pacífico (Colombia, Chile, Perú y Ecuador) con una visión diferente y programa competidor tiene una alta dosis de realismo, que debe alertarnos a la acción para recrear un proyecto continental común.
En otras palabras, la extrema polarización en las negociaciones internacionales ha frenado el proceso integrador. En el caso de Brasil, la relación con Bolivia por la estratégica explotación de la riqueza gasífera -discusión en la que no son ajenos ni nuestro país ni Chile- o los resonantes cuestionamientos por las papeleras entre Montevideo y Buenos Aires, son sólo dos ejemplos, cuya forma de resolución marcarán las relaciones exteriores de las democracias en el subcontinente.
La antigua aspiración de Brasil de liderar la región podría tener un efecto positivo, si el reelecto presidente decide hacer historia. Como ilustró Juan Bautista Alberdi, la grandeza de Brasil sólo será consecuente en armonía con el desarrollo de las repúblicas del Plata.
Sin la limitación en su accionar de la búsqueda un tercer período, el reelecto mandatario tiene la posibilidad de activar los mecanismos de política para poner en marcha la institucionalidad del bloque; por ejemplo, haciendo realidad la necesaria internalización de normas, sin las cuales los acuerdos que se logran quedan en buenas intenciones. El futuro del país hermano y la prosperidad del Mercosur bien lo valen, ya que los resultados de tales acciones se medirán en una mejora en la calidad institucional, la equidad y el bienestar de los pueblos.
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