Friday, December 02, 2016

EL FUTURO DE SUDAMÉRICA ESTÁ EN LOS RÍOS

El transporte fluvial se ha vuelto imprescindible para la competividad y el crecimiento de los países sudamericanos. ¿Qué puede aportar Alemania al desarrollo de los puertos interiores de la región? 

Más allá de los famosos puertos marítimos de Sudamérica, como Río de Janeiro, Buenos Aires o Valparaíso, está creciendo la importancia de los puertos interiores en la región. En Alemania, que cuenta con 120 puertos fluviales, el transporte por ríos tiene una larga tradición. Sobre todo el Rin, el río más largo del país, ha marcado su desarrollo económico, cultural y social. ¿Qué se puede aprender de los puertos fluviales renanos? ¿Acaso podrían servir de ejemplo para América Latina? 
En la sexta edición del foro "Latino-Hub Rheinland”, expertos alemanes y latinoamericanos analizaron este jueves (01.12.2016) el modelo de los puertos de Renania y destacaron el potencial del transporte fluvial en sus respectivos países.
El evento contó con la presencia de destacados panelistas: Horacio Aarón Saavedra, el cónsul general de México en Fráncfort, Alberto Guani, embajador de Uruguay en Alemania, así como la cónsul general de Argentina en Alemania, Magdalena von Beckh Widmanstetter, y la embajadora de Colombia, María Lorena Gutiérrez Botero, se dieron cita en la sede de la Asociación Alemana de Inversión y Desarrollo (DEG, por sus siglas en alemán), en la ciudad de Colonia, a orillas del Rin.
¿Salida al mar para Bolivia?
Argentina, por ejemplo, cuenta con 114 puertos, de los cuales 93 son fluviales. En entrevista con DW, la cónsul argentina hizo hincapié en un proyecto para conectar el puerto de Nueva Palmira, en Uruguay, con el de Cáceres, en Brasil. "Esto permitiría inclusive que Bolivia tenga una salida al mar vía fluvial”, señaló la diplomática. Cinco países –Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay– colaboran en la realización de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Magdalena von Beckh Widmanstetter comparó el proyecto con la cuenca Danubio-Rin en el Viejo Continente: "Los países en Europa se han puesto de acuerdo y la navegación funciona. Eso es lo que queremos”. Asimismo, destacó el aspecto ecológico del transporte fluvial.  
Por su parte, la embajadora de Colombia en Alemania contó que en el último lustro se ha empezado a invertir a gran escala en la infraestructura del país sudamericano, sobre todo en las carreteras que llevan las mercancías a los diferentes puertos. Esto permitirá reducir sensiblemente los costos de transporte, ya que actualmente es más caro transportar mercancías dentro de Colombia que a Europa o Asia. Los ríos Magdalena, Orinoco y Amazonas ofrecen un gran potencial para el desarrollo de puertos fluviales. Gutiérrez Botero subrayó sobre todo el atractivo del río Atrato, en el noroeste de Colombia, que conecta el Pacífico con el Atlántico sin pasar por un canal.
"La puerta de entrada al Mercosur”
"Somos la puerta de entrada al Mercosur”, dijo el embajador uruguayo en conversación con DW, destacando la importancia de la salida al mar de su país para vecinos regionales como Bolivia y Paraguay. Alberto Guani explicó que Uruguay también apuesta por la explotación de puntos turísticos a través de la navegación, para lo cual se ha establecido una red de puertos interiores.
Si bien en México la mayoría de los ríos no son navegables, Horacio Aarón Saavedra, cónsul general de México en Alemania, remarcó el potencial del río Coatzacoalcos, que conecta la región petrolera del mismo nombre en el Golfo de México con Juchitán, el centro de la energía eólica del país, en el Pacífico. En palabras del diplomático, este corredor podría convertirse en "un canal seco interoceánico paralelo al de Panamá, que pueda conectar los dos principales clústeres energéticos” de México.   
Inversión alemana
La empresa alemana Imperial Shipping Holding, con sede en Duisburg, invierte desde hace cuatro años en Paraguay, donde está construyendo un puerto fluvial. Su director de finanzas, Jens Kleiner, señaló que el crecimiento en Sudamérica depende claramente de una mejor logística para trasportar materias primas, alimentos y contenedores. De ahí la importancia del transporte fluvial y puertos productivos en la región. Según Kleiner, los países de la región pueden beneficiarse de la experiencia germana, sobre todo de los conocimientos tecnológicos.  Deutsche Welle de Alemania (www.dw.com/es)





GABINETE DEL AGUA, UN COMPROMISO CON EL PUEBLO BOLIVIANO

Prensa Latina de Cuba (www.prensa-latina.cu)

La creación del Gabinete del Agua en Bolivia es una iniciativa más que prueba el alto nivel de compromiso del Ejecutivo encabezado por el presidente Evo Morales con el pueblo, agobiado ahora por una severa sequía.
Bolivia no escapa a las consecuencias de los efectos negativos que ocasiona el cambio climático para el planeta, fenómeno manifestado en la falta de agua de manera crítica en varios puntos de la nación andino-amazónica.
La situación llegó a un punto inesperado tanto para las autoridades como para la ciudadanía, tomando por momentos hasta matices políticos.
En tal sentido, Morales tras una prolongada reunión en horas de la madrugada con sus ministros en el Palacio de Gobierno el 21 de noviembre, anunció la aprobación del decreto 2987, el cual declara a Bolivia en Emergencia Nacional por Déficit Hídrico.
Morales -artífice del Gabinete del Agua- precisó que tal documento da luz verde al Ejecutivo para reestructurar su agenda, y estar en función de garantizar el preciado líquido a la población.
Es nuestra obligación llevar el agua a todos los ciudadanos de la nación, la cual registró en 2016 los niveles de calor más altos en los últimos 100 años de su historia por los efectos del cambio climático, señaló.
El Jefe de Estado declaró a la opinión pública nacional que la situación es bien compleja, por lo que se suministraría agua potable con cisternas en las zonas afectadas y se perforarían nuevos pozos.
Asimismo, se le daría seguimiento al nivel de las lagunas, y se determinaría cuáles podrían ser aprovechadas en beneficio de la población.
Hizo un llamado a crear una cultura del ahorro y administrar con eficiencia los recursos hídricos del país.
Como parte de la estrategia del gobierno para velar por el bienestar de la población, el Ejecutivo decidió también adicionar 658 millones de dólares al presupuesto general de 2017 para programas de agua, manejo de cuenca y saneamiento básico, y así enfrentar con eficacia la sequía.
Inicialmente estaban dispuestos 281 millones de dólares, ahora con esa inyección el monto se eleva a 939 millones de dólares, subrayó el ministro boliviano de Planificación, René Orellana.
Señaló que la inversión entre 2006 y 2016 en agua potable, riego, manejo de cuencas y saneamiento básico llegó a dos mil 695 millones de dólares.
Por su parte el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, designado jefe del Gabinete del Agua, inauguró el Centro de Operaciones de Emergencia, el cual coordinará el abasto de agua a zonas afectadas por la severa sequía que vive el país.
Esta entidad instalada en la ciudad de El Alto, cumplirá el mismo objetivo que su similar establecida en La Paz: llevar el preciado líquido a los puntos críticos, apuntó el titular.
Quintana pidió a la población de esa ciudad no temer a un posible desabastecimiento, ya que el Gobierno por encargo del presidente, Evo Morales, atenderá esa emergencia.
El ministro de la Presidencia precisó que varios equipos de técnicos trabajan en identificar fuentes de aprovisionamiento que serán utilizadas en los siguientes 50 años.
Expresó que este momento debe servir para sacar lecciones y aquellos alcaldes y gobernadores cuyas regiones no enfrentan tal situación, deben asumir medidas y pensar colectivamente para adelantarse al futuro, que no es muy promisorio.
Porque lo que vamos a vivir en los próximos años va ser el problema del agua, que no solo puede generar carencia para el consumo humano, sino conflictividad entre comunidades, alertó el ministro boliviano de la Presidencia.
Lastimosamente, los contrarios al gobierno de Morales, que no reconocen las millonarias inversiones realizadas en Bolivia a través de los programas sociales Mi Agua y Mi Riego, quieren ganar audiencia jugando con un tema tan sensible como lo es el desabastecimiento del líquido.
En ese sentido, el presidente boliviano de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, rechazó la actitud negativa de los opositores criollos, los cuales politizan el tema de la sequía.
Nos apena muchísimo la carencia de ideas, de propuestas de la oposición, que está tratando de desgastar al presidente, al gobierno con el problema del abastecimiento de agua, ellos usan la rabia y la desesperación de los ciudadanos, dijo Gonzales.
'No se puede hacer política, no se puede tratar de crecer políticamente aprovechándote del dolor y el sufrimiento de la gente, nos parece francamente lamentable esa forma de hacer política', recalcó el presidente del Senado boliviano.





BOLIVIA: EVO ACEPTA AYUDA POR SEQUÍAS, PERO "SIN CONDICIONES"

El mandatario respondió así a una consulta sobre el ofrecimiento de Chile de brindar ayuda ante la crisis de agua en el país

El Comercio de Perú (www.elcomercio.pe)
                                               
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que es "bienvenida" toda la cooperación internacional sin condicionamientos para hacer frente a la sequía y el déficit de lluvias que afecta a varias regiones del país.
"Saludo toda la cooperación y ayuda, es bienvenida. No está condicionado ni hemos pedido. Cualquier cooperación incondicional y solidariamente (es) bienvenida, de cualquier país o de cualquier organismo internacional", dijo el gobernante en una rueda de prensa.
El mandatario respondió de esta forma a una consulta sobre el ofrecimiento del Gobierno de Chile de enviar ayuda humanitaria para paliar la sequía que sufre el país.
La Cancillería chilena informó el lunes que envió una nota diplomática a Bolivia ofreciendo cooperación y ayuda humanitaria, pero que no ha tenido respuesta de las autoridades del país andino.
El ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, señaló el miércoles que el Gobierno evalúa caso por caso varias ofertas de cooperación internacional y aseguró que se recibirán las las propuestas "con el mayor aprecio, con el mayor respeto".
El presidente Morales recordó que cuando llegó a la Presidencia en 2006, uno de los primeros problemas que tuvo que enfrentar fueron las inundaciones en el oriente boliviano.
"Ahí no tenía recursos para movilizar, tuvimos que convocar a embajadores, organismos internacionales para pedir su ayuda. Nos han ayudado bastante (...) Pero ahora somos solventes", afirmó.
Anunció que el Ejecutivo realizará una inversión aproximada de 78 millones de dólares en cuatro proyectos para garantizar el abastecimiento de agua en La Paz.
La sequía que golpea Bolivia ha provocado racionamientos de agua sobre todo en La Paz, la sede del Gobierno del país, y en El Alto, ciudades vecinas donde viven alrededor de dos millones de personas.
Los racionamientos por horas y la provisión de agua por cisternas comenzaron el 8 de noviembre para 94 barrios de La Paz, pero en la última semana ya son alrededor de 150 las zonas afectadas.
Según cálculos iniciales alrededor de 350.000 paceños, un tercio de la población de La Paz, está afectada por los racionamientos, aunque esa cifra corresponde solo a los 94 barrios citados y falta sumarle el nuevo número de damnificados que aún se desconoce.





LAS CLÁUSULAS DEL SEGURO DE LAMIA QUE PUEDEN DEJAR SIN INDEMNIZACIONES A LAS FAMILIAS DE LAS VÍCTIMAS

La póliza contratada por la empresa boliviana prevé eximir del pago en caso de negligencia del piloto. Por otra parte, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el club Chapecoense informaron que cubrirán los gastos de los sepelios.

Infobae de Argentina (www.infobae.com)

Los familiares de las víctimas de la tragedia de Chapecoense podrían no recibir ninguna indemnización de parte de la empresa de seguros contratada por LAMIA.
Según reporta el diario brasileño Folha de Sao Paulo, la póliza contratada por la empresa boliviana tendría dos cláusulas de exclusión que eximirían el pago de la cobertura en caso de negligencia u omisión del operador, en este caso, el piloto Miguel Quiroga.
La negligencia en este caso sería el error en el cálculo de combustible que hizo el piloto de LAMIA, una hipótesis que fue reforzada este jueves por las autoridades colombianas, que aseguraron que "claramente" el tanque del avión estaba vacío en el momento del impacto.
Aunque la verdad definitiva sobre qué ocurrió se sabrá sólo tras el análisis de las cajas negras del vuelo. Una operación que, según los expertos, podría demorar seis meses.
En cuanto a la situación de los seguros, sin embargo, ya empezaron a conocerse varios detalles.
En primer lugar, según pudo saber Folha, la póliza que LAMIA firmó con la aseguradora "Tokio Marine Kiln" tendría valores irrisorios por los estándares del sector aéreo.
Según James Healy-Pratt, abogado de un buffet que trabajó anteriormente en los accidentes aéreos más famosos de los últimos años, en Europa, empresas del tamaño de LAMIA están obligadas a tener al menos 750 millones de dólares o incluso hasta mil o dos mil millones de dólares para cubrir este tipo de accidentes.
Pero la póliza de seguros de la compañía aérea encargada de transportar al Chapecoense y a periodistas a Colombia, es de apenas 25 millones de dólares, un monto mucho menor.
"Con esta cantidad, no habrá suficientes fondos para cubrir los daños. Sabemos que lo más importante para las familias es ahora la repatriación de sus seres queridos y el dolor que están sintiendo. Brasil y Bolivia tienen que presentar una solución urgente", señaló el abogado de acuerdo con el diario peruano El Comercio.
Bolivia es uno de los 140 países que acordaron responsabilizar de los accidentes aéreos a las líneas aereas, y que éstas paguen a los familiares de las víctimas alrededor de 170.000 dólares por cada víctima como mínimo.
Pero hay más: según Folha, la cobertura de LAMIA no cubría ni siquiera el avión Avro RJ85 -un modelo que dejó de ser fabricado en 2002-, el único de su flota con lugar para hasta 100 pasajeros.
Según los expertos, en un caso como este las familias deberían hacerle juicio a la empresa. Pero como difícilmente LAMIA tenga liquidez suficiente para pagar lo correspondiente, lo más probable es que surja una disputa larga y difícil.
Por otro lado, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el club Chapecoense informaron que cubrirán las muertes de los jugadores y pagarán los gastos de los entierros.
La aseguradora contratada por el club deberá desembolsar cerca de 2,5 millones de reales (700 mil dólares) para cada familia, un monto calculado multiplicando por 28 el salario de cada atleta.
Para la CBF, en cambio, el valor establecido es de de 1,1 millones de reales para cada familia, 12 veces el salario de cada jugador: serían 279 mil dólares para cada familia.





CAOS AÉREO EN BOLIVIA: EN LOS ÚLTIMOS CUATRO AÑOS HUBO 101 ACCIDENTES

El dato más llamativo es que los accidentes graves están vinculados a agotamiento de combustible. 

Big Ban News de Argentina (www.bigbangnews.com)
                                                                                                      
En medio de la investigación para determinar las causas que originaron la tragedia de Medellín, que dejó 71 muertos, se conoció un índice negro de accidentes ocurridos durante la última década en aeronaves bolivianas.
En los últimos 10 años, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) otorgó 1159 matrículas para la inscripción de aeronaves y helicópteros. Durante ese mismo lapso, entre 2010 y 2015, se registraron 101 accidentes, que incluyen incidentes graves y sólo incidentes, según un registro de esta entidad.
El informe fue entregado por la entidad a la diputada de Unidad Demócrata boliviana, Jimena Costa, en el mes de mayo de 2015, quien trabajaba en el análisis de distintos episodios aéreos. 
El relevamiento refiere a las matrículas, los accidentes aéreos, centros de instrucción y entrenamientos aeronáuticos civiles por departamento. El informe no incluyó la lista de las empresas que tienen matrícula de operaciones.
En los últimos cuatro años, fueron 101 los accidentes aéreos en manos naves bolivianas. En un análisis detallado, de año por año, en la gestión 2010 se produjeron 18 hechos, entre accidentes e incidentes; en 2011 hubo 12 episodios de las mismas características. Y en 2013 la cifra aumentó a 22.
Pero en 2014 se registró el pico más alto de incidentes. En total fueron 28 hechos, lo que se traduce a un promedio de 2,3 episodios al mes. Al momento de entregar el informe, en mayo de 2015, ya se habían producido cinco accidentes, a un promedio de 1 por mes.
“Respecto a las aeronaves desaparecidas, no se tienen datos al respecto. Actualmente se está procediendo a realizar una rematriculación y conciliación de datos técnicos de todas las aeronaves debidamente matriculadas en el Registro Aeronáutico Nacional”, señala el informe.
El dato más llamativo -que coincide con la principal hipótesis sobre las causas del accidente que protagonizó el plantel de Chapecoense- es que entre los "accidentes graves" identificados se menciona los producidos por "agotamiento de combustible". También se incluyen los generados por fallas en el motor, pérdida de control en aterrizaje y en el aire, problemas en las operaciones y falta de potencia.
Por otro lado, los incidentes o sucesos, es decir, episodios considerados de menor gravedad, refieren a todo hecho vinculado a la utilización de la aeronave, que no llegue a ser un accidente, que afecte o pueda afectar a la seguridad de las operaciones. Esta definición está incluida en el Manual de Investigaciones y Procedimientos de accidentes de la DGAC.
LaMia, la empresa de capital venezolano
La empresa chárter LaMia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación), es una compañía de capital venezolano nacida en 2009 en el estado de Mérida, aunque opera desde Bolivia. Las leyes aeronáuticas establecen que los vuelos privados deben tener matrícula del país del que se parte o al cual se llega.
El número de matrícula de la nave que se estrelló el lunes era el CP2933. Este registro es una serie alfanumérica de caracteres similar a una matrícula de un automóvil. El registro confirma la conformidad con el Convenio sobre Aviación Civil Internacional (OACI).
Todos los aviones deben estar registrados por la autoridad aeronaútica nacional correspondiente y se debe llevar este registro de forma de un documento legal llamado un Certificado de Registro en todo momento durante la operación de la aeronave. El chárter contaba con la matrícula expedida por la Dirección General de Aeronáutica Civil, que ahora se sumará en la investigación del siniestro. 
La mayoría de los países requieren también que la matrícula se coloque en una placa a prueba de fuego sobre el fuselaje a efectos de una investigación posterior a un accidente donde el avión haya ardido.





EXCLUSIVO: PLAN DE VUELO REVELA QUE LA TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE PUDO EVITARSE ANTES DEL DESPEGUE

Ámbito de Argentina (www.ambito.com)
                                     
Los días pasan, el dolor no cesa y las circunstancias del trágico accidente del avión que transportaba al plantel de Chapecoense comienzan a dilusidarse. ámbito.com accedió de manera exclusiva al Plan de Vuelo (el documento que se debe presentar antes del despegue) del LaMia que se estrelló en el cerro El Gordo donde puede demostrarse que el piloto no cumplió varios requisitos y que, luego de una discusión con una funcionaria del aeropuerto, el avión no debió haber despegado.
Allí se observa en el ítem "Destination" que Miguel Quiroga, quien completa el formulario por parte de la empresa, ubica la sigla "SKRG" que es en terminología aeronáutica la que corresponde al aeropuerto José María Córdoba de la ciudad de Medellín. En el mismo plan de vuelo presenta como alternativa a "SKBO" es decir el aeropuerto El Dorado, de la ciudad de Bogotá, no mencionando además una segunda alternativa como pide dicho trámite. Entre ambas terminales existe una distancia unas 175 millas náuticas, algo más de 300 km de distancia, ubicándose Bogotá al sureste de Medellín.
Simplemente con observar este Plan de Vuelo, se advierte que el combustible a emplear está al límite operativo de la aeronave RJ85, que el fabricante estipula cerca de los 3 mil kilómetros de autonomía, hablando siempre en condiciones normales de meteorología y de tránsito con el siguiente agravante: las normas aeronáuticas sostienen que además del destino y la alternativa se debe contar con combustible suficiente para 30 minutos adicionales aparte del segundo aeropuerto.
La discusión previa al vuelo
Otro documento al que accedió este diario, es el descargo interno que realiza Celia Castedo Monasterio. Esta funcionaria del aeropuerto Viru Viru de Bolivia, lugar de origen dela travesía al observar el plan de vuelo, discute con el despachante de la empresa LaMia marcándole al menos 5 observaciones, los cuales no menciona como errores en la realización del plan, sino con respecto a la seguridad de vuelo.
Celia Castedo Monasterio menciona que pelea con el despachante de LAMIA, Alex Quispe, pidiéndole en primer término que coloque un segundo aeropuerto de alternativa, también le recrimina que el tiempo de vuelo es igual al de la autonomía del avión, a lo que el responsable de la empresa le responde "eso nomás es así, me ha dicho el capitán, me han pasado estos datos para el plan de vuelo" (VER FACSÍMIL). Además Quispe en otro tramo de la discusión le dice: "Esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe"
Finalmente la funcionaria aeronáutica se queja en su descargo que el despachante de LaMia, al que cataloga como "terco" emprende el vuelo no tomando en serio las observaciones.
Por estas horas, varios funcionarios de la Dirección General de Aviación Civil de Bolivia fueron desplazados de sus cargos, con la correspondiente auditoría interna.
Con 71 víctimas fatales, es necesario que nos preguntemos cómo en una situación tan simple y explícita como la del vuelo de LaMia, la aeronave despegó sin que nadie lo impidiera. En la costumbre aeronáutica, está el modus operandi, que son los despachantes y el comandante quienes están facultados para decidir emprender una travesía. Si en algo se empecina la aviación es en la redundancia de controles, y los múltiples recaudos en tecnología para eliminar lo máximo posible un accidente. Debería pues revertirse en este caso ya que pese a la advertencia de la funcionaria de aviación civil de Bolivia, el avión puso proa a Medellín.
Esta tragedia tuvo una resonancia mundial que obliga al mundo aeronáutico a profundizar sobre estas cuestiones. Si hubiese existido la orden que impidiera al comandante del RJ85 que despegara de Bolivia, por la simple razón que no le iba a alcanzar el combustible, nadie lamentaría ninguna víctima y se hubiese cumplido el sueño de jugadores e hinchas de jugar la final de la copa sudamericana.
Este es apenas un capítulo inicial de la larga investigación que nos espera por delante. Resta que se desgraven las cajas negras y cientos de pericias. Lo lamentable es que hoy con apenas un documento nos da un indicio tan explícito y contundente que preocupa por su trágica elocuencia.





TRES DECISIONES FATALES DEL PILOTO, CLAVE DE LA TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE

Proceso de Cotel (www.proceso.com.mx)
                              
Cuando un piloto de aviación sabe que entre más reduzca los costos de un vuelo más será su ganancia económica personal, puede ocurrir lo que sucedió la noche del 28 de noviembre, cuando el avión Avro RJ-85 que transportaba al equipo de futbol Chapecoense se precipitó a tierra con 77 pasajeros y tripulantes a bordo, 71 de los cuales murieron.
Las grabaciones del diálogo que sostuvieron minutos antes del accidente el piloto de la aeronave accidentada, Miguel Quiroga, y la controladora de tráfico aéreo del aeropuerto de Rionegro, Janeth Molina, no dejan lugar a duda de que el Avro RJ-85 de la línea boliviana Lamia se estaba quedando sin combustible.
Este audio, divulgado en Colombia, y el hecho de que el avión no estalló ni se incendió al impactarse en el cerro El Gordo, a solo 13.1 kilómetros de la pista de Rionegro, son indicios que los peritos que investigan el accidente consideran “muy sólidos” para sustentar la hipótesis de que la aeronave comandada por Quiroga se desplomó por falta de combustible.
En esa línea trabajan los peritos colombianos y extranjeros que intentan dilucidar las causas de la catástrofe.
De hecho, la Aeronáutica Civil colombiana ya determinó que “la aeronave no tenía combustible al momento del impacto”.
Lo que quizá nunca sea aclarado es por qué Quiroga tomó tres decisiones que resultaron fatales para los 77 pasajeros y tripulantes que viajaban en ese avión, para sus familias y para millones de personas y aficionados al futbol que están conmocionados por la trágica desaparición de un modesto equipo de provincia que había hecho la proeza de llegar a la final de Copa Sudamericana.
Y, como en toda tragedia, en la ocurrida el lunes en inmediaciones de Medellín hubo una circunstancia desafortunada: un avión de Viva Colombia se había declarado en emergencia poco antes de que la aeronave de Lamia reportara “problemas de combustible”, y eso retrasó unos minutos que la torre de control le autorizara el aterrizaje al piloto boliviano, lo que resultó determinante para que ocurriera el accidente.
Pero antes de eso, Quiroga tomó tres decisiones que los peritos en aviación que investigan el percance consideran negligentes.
La primera decisión desafortunada fue no haber hecho escala en Cobija para reabastecerse de combustible, como indicaba el plan de vuelo. Esa ciudad boliviana está 963 kilómetros al noroeste de Santa Cruz de la Sierra, de donde partió la aeronave de Lamia.
Es decir, Cobija está 963 kilómetros más cerca del aeropuerto de Rionegro, que es el que atiende a Medellín. Esta ciudad sería el destino final del Chapecoense, pues el equipo brasileño debía disputar ayer (30 de noviembre) el partido de ida de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional.
El general retirado Gustavo Vargas, director de Lamia, no se explica por qué Quiroga no se reabasteció de combustible en Cobija. “Tenía que ir a Cobija, que es en Bolivia. De Cobija tenía que ir a Medellín. Pero ellos se fueron directo hasta Bogotá”, dijo a medios colombianos.
Piloto y empresario
Algo que puede explicar la alteración del plan de vuelo que hizo el piloto Miguel Quiroga es que, además de que era el comandante del vuelo accidentado, el Lamia 2933, era copropietario de la aerolínea. La fundó hace dos años junto con el también piloto y coronel retirado de la Fuerza Aérea Boliviana, Marco Antonio Rocha.
Y Lamia es una pequeña aerolínea que operaba hasta el lunes con tres aviones Avro RJ-85 de fabricación inglesa que había arrendado. Dos de ellos están en reparación en un hangar en Cochabamba, Bolivia, y el tercero fue el que se accidentó.
Sólo se dedica a realizar vuelos chárter, en especial para equipos de futbol. En la aeronave que se fue a pique habían viajado, según Gustavo Vargas, las selecciones de Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay, así como equipos sudamericanos. Entre ellos el Atlético Nacional de Medellín, que sería el rival del Chapecoense en la final de la Copa Sudamericana.
Con un avión en operación y dos en reparación, Lamia era una aerolínea modesta. De acuerdo con Vargas, “no tenemos rutas, nuestros vuelos no son muy seguidos (…), empezamos a volar vuelos chárter porque no pudimos crear una aerolínea aérea de vuelos regulares con destinos fijos, por la poca economía que teníamos”.
Es apenas lógico suponer que las decisiones del piloto Miguel Quiroga pudieron estar determinadas por su intención de abatir costos operativos y que, entre la disyuntiva de apegarse con rigor a los protocolos de seguridad aérea o maximizar sus utilidades, pudo haber optado por lo segundo.
El reabastecimiento de combustible del avión de Quiroga en el aeropuerto de Cobija le hubiera costado a Lamia alrededor del 2% de los 130 mil dólares que cobró al Chapecoense por el vuelo chárter, sólo por el uso del aeródromo, más el costo del gasoil.
El presidente de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, Jaime Alberto Hernández Sierra, dice a Apro que si Quiroga se hubiera reabastecido en Cobija, ese habría tenido combustible suficiente para llegar a Medellín.
Según las especificaciones técnicas del Avro RJ-85 de fabricación inglesa que piloteaba Quiroga, la aeronave tiene una autonomía de vuelo de 2 mil 965 kilómetros. Estos son 901 kilómetros menos que el trayecto de Cobija a Medellín, pero son 10 más de los que había volado ese avión cuando se desplomó en el cerro El Gordo.
La segunda decisión inexplicable de Quiroga es por qué no aterrizó en el aeropuerto de Bogotá, que le quedaba en el trayecto hacia Medellín.
Para el director de la aerolínea, Gustavo Vargas, “si él (Quiroga) consideraba que no tenía combustible, tenía que entrar a Bogotá a reabastecer. El aeropuerto de Bogotá, según el plan de vuelo, era el alterno para cualquier cosa”.
Y la tercera decisión fatal la tomó el piloto boliviano cuando se acercaba al aeropuerto de Rionegro, con problemas de combustible que ponían en riesgo el funcionamiento del avión, y en lugar de declararse en emergencia pidió prioridad de aterrizaje.
Una declaratoria de emergencia por escasez de combustible le hubiera generado a Lamia una multa de 25 mil dólares por la grave violación de las normas de seguridad aérea que implica una situación de esa naturaleza.
Los minutos finales
Los audios de la conversación entre Quiroga y la controladora de tráfico aéreo del aeropuerto de Rionegro, Janeth Molina, quien estaba de turno el lunes por la noche, indican que el piloto boliviano y copropietario de Lamia se resistió hasta los últimos segundos a declararse en emergencia, que en los protocolos de la aviación implica emitir la señal de socorro “Mayday”.
Pero, además, sus reportes de “problemas de combustible” coincidieron con el de otro avión de la aerolínea Viva Colombia que volaba de Bogotá a la isla caribeña de San Andrés, y que decidió desviarse de su ruta para aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Rionegro por una fuga de combustible.
“El avión de Lamia es llevado por los controladores de tránsito a sostener la aproximación debido a que había una aeronave de Viva Colombia que tenía aterrizaje prioritario por una falla de fuga de combustible”, asegura el presidente de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, Jaime Alberto Hernández Sierra.
Los audios de la conversación entre el piloto y copropietario de Lamia y la controladora de tráfico aéreo son ilustrativos.
–Solicitamos prioridad para la aproximación (aterrizaje) debido a que se nos ha presentado un problema de combustible –dice Quiroga por la radio de la aeronave.
La controladora le responde que le dar á “vectores” (indicadores electrónicos de rumbo y altura que le da la torre de control a los pilotos para guiarlos hacia la pista), pero le aclara que estima que puede hacer “la aproximación” en unos siete minutos.
–Solicito vectores para acercamiento, señorita –insiste Quiroga.
–Atento –responde la controladora–, tengo una aeronave por debajo suyo efectuando la aproximación y adicional están realizando una revisión de pista. ¿Qué tiempo tiene para permanecer en su aproximación?
–Estamos con emergencia de combustible, señorita –suplica el piloto con voz de angustia—, por eso le pido de una vez curso final.
Pero en vez de darle prioridad al avión de Lamia en el que viajaba el Chapecoense, la controladora Janeth Molina le pide al vuelo de Avianca 9352 que inicie el acercamiento a la pista.
–Le solicito descenso inmediato –suplica Quiroga.
Enseguida, Molina cancela la autorización de aterrizaje al vuelo de LAN 3020 y le pide a Quiroga que vire a la derecha para hacer un descenso y aproximarse a pista.
Pero es evidente que el piloto no tiene tiempo de hacer esa maniobra y exclama: “Vectores, vectores, señorita, vectores en la pista”.
La controladora indica que ya lo perdió del radar y le pide que notifique el rumbo.
–Estamos con rumbo 360, 360 –dice Quiroga.
Molina le pregunta a qué altitud viene.
–Nueve mil pies, señorita… vectores, vectores…
Es lo último que se escucha decir al piloto del avión en que habían de perder la vida 71 personas, entre ellas 19 jugadores del Chapecoense, directivos y el cuerpo técnico del club, 20 periodistas y aficionados que seguía al modesto equipo brasileño que llegaría a Medellín a jugar el primer partido de la final de la Copa Sudamericana.





BAJAR POR COMBUSTIBLE LE COSTABA US$ 3.000

Bajar a recargar combustible en Bogotá hubiera representado un gasto adicional de US$ 3.000 para el vuelo de Lamia que cayó en Medellín por falta de carburante. Finalmente, haber pasado de largo esta alternativa les costó la vida a 71 de los 77 ocupantes.

ABC de Paraguay (www.abc.com.py)
                                                                                
Así lo señaló Rubén Aguilar, administrador del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, quien fue abordado sobre la posibilidad de que algún “ahorro” haya sido la motivación para que el piloto boliviano Miguel Quiroga no haya bajado a Bogotá para recargar combustible y asegurar el vuelo.
En contacto con radio ABC Cardinal, el especialista en el sector aeronáutico mencionó que esa escala técnica en la capital colombiana hubiese supuesto un gasto de unos 3.000 dólares. “No creo que pueda superar los 2.500 dólares o los 3.000 dólares una operación de aterrizar en el aeropuerto y recargar combustible”, refirió.
Dentro de la cifra mencionada se incluye el servicio del aeropuerto así como otros costos operacionales, no así la compra del combustible en sí, según especificó. “No creo que sobrepase esa cantidad (US$ 3.000), considerando el aeropuerto de Bogotá, estar en suelo unos 40 minutos y cargar combustible”, insistió.
Aclaró que los costos para operaciones de esta naturaleza se deben incluir en el plan de vuelo, antes del despegue. “Es un análisis que se hace antes del vuelo. Supongamos que por una tormenta u otra cuestión que alteró el vuelo y que al piloto no le va a permitir llegar a destino porque se quedó corto de combustible... En esos casos, el piloto puede solicitar un aterrizaje técnico en cualquier aeropuerto cercano, por más que el plan de vuelo no contemple eso”, explicó.
Respecto a la actitud del piloto de esperar hasta el último momento antes de informar a la torre de control en Medellín sobre su falta de combustible, Aguilar comentó que se trata de una cuestión que se repite en varias compañías. “Yo, con la experiencia que tengo en control de tránsito aéreo, tuve experiencia con diferentes compañías que son un poco reacias –a lo mejor por política de la compañía– a informar sobre la situación real del vuelo”, comentó.
Consideró que las empresas tratan de proteger su “prestigio” a toda costa, inclusive en situaciones extremas. “Está el prestigio de la compañía y todas las consecuencias que puede ocasionar (que un vuelo se declare de emergencia); pero en la aviación debe ser algo normal que se reporte el problema, se solucione y se evite así este tipo de accidentes”, reflexionó.
Recalcó, sin embargo, que una declaración de emegencia en un vuelo supone igualmente consecuencias económicas para la compañía. “Lógicamente, ante una declaración de emergencia, las autoridades locales tienen que disponer una sanción, porque las normas a nivel internacional hablan de que un vuelo tiene que tener combustible para destino, más alternativa”, refirió.
Ejemplificó que “en un plan de vuelo tiene que decir que yo voy a Medellín y que mi alternativa es Bogotá”. “Lógicamente, debo tener combustible suficiente hasta Medellín y mi alternativa, que es Bogotá; si eso no se cumple, se están violando normas”, manifestó.
Finalmente, aclaró que en el caso puntual del siniestrado vuelo de Lamia se debe aguardar aún una investigación y el análisis del contenido de las cajas negras para tener datos más certeros sobre las circunstancias del siniestro. “Pudo haber habido fugas, pudo haber tenido viento en contra, haber tenido que evadir formaciones conflictivas u otros factores hayan llevado (a la aeronave) a consumir más combustible de lo previsto”, agregó.
El avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia, salió de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y se estrelló en la noche del lunes contra el cerro Gordo, a unos 17 kilómetros del aeropuerto internacional José María Córdova, de Medellín. El accidente dejó 71 muertos y seis sobrevivientes con diversas heridas.





MI PADRE SEGURO BUSCÓ "SALVAR VIDAS": HIJO DE COPILOTO EN TRAGEDIA AÉREA EN COLOMBIA

Terra de España (www.deportes.terra.com.ar)
                                                                                             
Bruno Goyta Gómez está seguro de que su padre, el copiloto del accidentado avión que transportaba al Chapecoense de Brasil a la final de la Copa Sudamericana, hizo lo posible por "salvar vidas" la fatídica noche en que se estrelló en las montañas de Colombia.
"No sé exactamente qué pasó, qué hizo o qué no hizo. Lo único que sé es que (él y el piloto) estaban preocupados por salvar las vidas, nada más", dijo a la AFP este boliviano de 18 años, tras la tragedia aérea del lunes que dejó 71 muertos.
La familia Goyta Gómez dormía en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra cuando a las 22.00 (03.00 GMT) la aeronave de la empresa Lamia, en que viajaba el plantel del Chapecoense para medirse con el colombiano Atlético Nacional, se precipitó a tierra a unos 50 km al suroeste de Medellín.
Bruno se enteró la madrugada del martes del accidente, en el que de milagro sobrevivieron seis personas. Un amigo lo llamó y tardó cerca de dos minutos en reaccionar. "Fue una estaca en el corazón, como si mi mundo se acabara", contó.
- "Me encargó la casa" -
El hijo mayor de Ovar Goyta había hablado con su padre diez minutos antes de que despegara con rumbo a Medellín. Como siempre, el copiloto, de 46 años y más de dos décadas de experiencia de vuelo, mayoritariamente como miembro de la Fuerza Aérea Boliviana, dijo que regresaría.
"Solo me encargó la casa, a mis hermanos, que yo era el hombre de la casa, que iba a volver", rememoró sobre la habitual llamada de su padre antes de emprender un nuevo viaje.
Aunque la causa del accidente está bajo investigación, autoridades colombianas y extranjeras tienen como principal hipótesis que la aeronave se quedó sin combustible.
Según el representante de Lamia, Gustavo Vargas, la aeronave no cumplió con el plan de reabastecerse en Cobija, ciudad boliviana fronteriza con Brasil, o en Bogotá.
Sin dar razones, el gobierno de Bolivia suspendió el jueves la licencia de la aerolínea y destituyó a altos funcionarios del control aeronáutico del país.
- Risas, cantos y mate -
Bruno dijo que su padre había transportado a decenas de equipos de fútbol, entre ellos las selecciones de Argentina, Bolivia y Venezuela. También clubes como el paraguayo Sol de América, equipos bolivianos y al mismo Atlético Nacional de Medellín, el rival de Chapecoense en la final del torneo continental que nunca se jugó.
Junto al fallecido piloto Miguel Quiroga, muy amigo suyo, Ovar ya había trasladado al modesto club brasileño de Chapecoense, una escuadra que desde 2009 empezó su camino hacia la cúspide del fútbol continental.
Bruno, quien viajó con el Chapecoense en los cuartos de final de la Sudamericana a la caribeña ciudad colombiana de Barranquilla para enfrentar al Junior, los recuerda riendo, cantando y tomando mate.
"Me da mucha pena que se hayan ido de esta forma. Muy buena gente, amigables, con la felicidad sumamente alta", dijo.
- "Un gran piloto" -
El copiloto de la aeronave BA Avro RJ85 trabajaba para Lamia desde hacía dos años, según Bruno, quien desde pequeño vio en su padre una inspiración que lo llevó a seguir profesionalmente sus pasos.
"Yo le decía mi comandante. Era mi capitán, fue mi instructor de vuelo también. Tuve el honor de volar casi el 90% de mis horas de vuelo con él", aseguró.
Además de su viuda, María Lourdes Gómez, Ovar deja tres hijos sin padre: Bruno, José Douglas, de 14 años, y Mía Fernanda, de año y medio. "Para ellos todavía es un sueño, creen que va a volver", señaló Bruno.
Era "un ejemplar papá, hijo, hermano", pero sobre todo "un gran piloto", afirmó orgulloso.
Bruno dijo que sentirá tristeza al entrar a una cabina de avión, pero aseguró que tras el accidente no teme volar y tiene muy presente la enseñanza de su mentor: un piloto puede partir, pero puede no regresar.
"Nuestras vidas cambiaron drásticamente, nos queda resignación y seguir adelante", dijo. "No le voy a fallar".





'LA CONMEBOL ES RESPONSABLE DE LA TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE': CHILAVERT

El exarquero paraguayo afirmó que la entidad tiene personas que "masacran y lucran"

El Tiempo de Colombia (www.eltiempo.com)
                                                               
El exportero paraguayo José Luis Chilavert responsabilizó este lunes a la Conmebol -entidad que regula el fútbol suramericano- del accidente de avión de la aerolínea Lamia del pasado lunes en Colombia, en el que murieron 71 personas, entre ellas 19 jugadores del Chapecoense brasileño.
Durante una entrevista con Radio 10, Chilavert aseguró que la organización es un "antro de corrupción" y que está compuesta por personajes que "siguen masacrando y lucrando a costa del fútbol", al tiempo que expuso la relación entre el presidente del ente, Alejandro Domínguez, y los dueños de la aerolínea.
"Yo creo que el presidente debía tener algunas acciones o algo porque no puede ser que siempre son esos mismos chárter", dijo el exportero del argentino Vélez Sarsfield, quien recalcó que el avión, el mismo que transportó semanas atrás a la selección argentina desde Belo Horizonte, estaba "obsoleto" y no tenía "autonomía".
Chilavert dijo no entender cómo es posible que una nave de esas características haya transportado al combinado argentino, un plantel valorado, estimó, en unos 3.500 millones de dólares.
"Los de la Conmebol fueron los que mandaron ese avión", insistió el futbolista paraguayo, al tiempo que acusó a Domínguez de haber alquilado los chárter mucho más baratos durante su gestión al frente del organismo sudamericano y también cuando fue presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
"Han matado una ilusión de chicos que pudieron jugar una final. En un chárter normal estarían vivos", pronosticó.
El avión Avro RJ85, de la compañía boliviana Lamia, se estrelló en la noche del pasado lunes contra un cerro en la localidad de La Unión (Antioquia), cuando se aproximaba al aeropuerto de Medellín procedente de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
Los fallecidos son 64 brasileños que viajaban como pasajeros, entre los que se encontraban los jugadores de la plantilla del Chapecoense además de directivos, cuerpo técnico y periodistas que acompañaban al equipo, así como cinco bolivianos, un venezolano y un paraguayo que formaban parte de la tripulación.
Solo sobrevivieron al siniestro seis personas: tres integrantes del equipo brasileño, un periodista y dos tripulantes de nacionalidad boliviana.
El Gobierno boliviano retiró este jueves el permiso de operaciones a la aerolínea Lamia y suspendió a las autoridades del sector aeronáutico mientras se investiga cuáles fueron las causas que llevaron a que se permitiera el despegue del avión.





EL ALUMNO CUCUTEÑO DE LOS PILOTOS FALLECIDOS

El Universal de Colombia (www.eluniversal.com.co)
                                                                    
Las autoridades colombianas siguen tras la pista de las posibles causas que ocasionaron el accidente aéreo que dejó 71 personas fallecidas, la mayoría de ellas integrantes, directivos y aficionados del club brasilero de fútbol Chapecoense, cuando el avión en el que se trasladaban entre Bolivia y Colombia se estrelló en una zona montañosa a cinco minutos del aeropuerto José María Córdova, de Medellín.
Algunos expertos en Colombia y Brasil han señalado que la aeronave BA Avro RJ85 pudo haberse quedado sin combustible cuando se precipitó el lunes en la noche.
Julián Hurtado Villamarín es un piloto cucuteño formado en la escuela de aviación Aerodinos, en Bolivia, y conoció muy de cerca a los pilotos Miguel Quiroga y Fernando Goytia, dos de los tripulantes que fallecieron en la tragedia aérea del lunes.
El capitán Quiroga en la cabina del avión, junto con algunos jugadores de Chapecoense.
El centro de aprendizaje tiene pilotos de la Fuerza Aérea Boliviana, y entre los instructores estaban el capitán Miguel Quiroga, quien era socio de la escuela, y el coronel Fernando Goytia.
“Como Quiroga era socio de la escuela y de la aerolínea (Lamia), a nosotros los estudiantes nos daban la oportunidad de ir en esos vuelos. En esos tramos nos llevaban a nosotros como extras, y simplemente estábamos dentro de la cabina y nos mostraban cómo era todo el proceso de un vuelo, era una experiencia bastante chévere”, expresó el cucuteño, que llegó hace unas semanas de Bolivia y está a la espera de poder convalidar su licencia de vuelo en Colombia.
Sobre las hipótesis que rodean el siniestro, Hurtado Villamarín prefirió abstenerse de señalar alguna de las causas que hoy son materia de investigación, pero confirmó que la falta de combustible sigue siendo una de las posibilidades.
“Yo preferiría esperar después de la investigación para ver qué datos arroja, y ahí sí sacar nuestras propias conclusiones, no es prudente afirmar algo ahora”, dijo.
No obstante, explicó que la tripulación antes de emprender un viaje debe calcular muy bien el combustible que va a necesitar para el traslado, previendo las distintas situaciones que pueden presentarse y afectar el normal desarrollo del mismo.
“Antes de iniciar un vuelo uno tiene que hacer unos cálculos de combustible de acuerdo a los pesos, eso contempla un aeropuerto alterno, una espera en el aire, y todos estos tiempos se tienen que sumar y ahí se calcula el combustible. Desconozco cómo fue el planeamiento de este vuelo pero es posible que se quede sin combustible, como le pasó al avión de Avianca hace varios años llegando a Nueva York”.
El piloto Boliviano también transportó al plantel de Atlético Nacional, y aprovechó uno de los viajes para fotografiarse con el entrenador colombiano Reinaldo Rueda.
El Boeing 707-321B, con matrícula HK 2016, de Avianca, se estrelló el 25 de enero de 1990 luego de quedarse sin combustible antes de llegar al aeropuerto internacional John F. Kennedy. Setenta y tres personas murieron.
Julián Hurtado estudió con uno de los hijos del coronel Fernando Goytia, y compartió con su familia en varias integraciones que se hicieron en la escuela de aviación.
De la empresa boliviana Lamia, Hurtado Villamarín consideró que a pesar de ser relativamente nueva, estaba enfocándose en el transporte de equipos y selecciones suramericanas, y esto le estaba ayudando a posicionarse bien en el mercado latinoamericano.
“Esta empresa empezó el año pasado y encontraron un mercado muy grande como lo es el traslado de los equipos de fútbol. Casualmente yo asistí al traslado de un equipo, el San José de Cochabamba, en un viaje al sur de Bolivia, frontera con Argentina. La última vez que hablé con el  capitán Quiroga me dijo que les estaba yendo muy bien con eso, que estaban programando el otro año iniciar con la Copa Libertadores”, aseveró.





¿SE PUDO HABER EVITADO LA TRAGEDIA AÉREA DE CHAPECOENSE?

La principal hipótesis del accidente es la falta de combustible del avión chárter en el que se trasladaba el equipo de Chapecoense. Pero, además, el piloto desoyó cinco fallas graves. Bolivia suspendió los permisos de vuelo de Lamia y se la investiga.

Río Negro de Argentina (www.rionegro.com.ar)
                                                                                         
Antes de despegar en el avión que llevaría a la muerte a 71 personas, el plan de vuelo de la empresa LaMia recibió cinco observaciones de una funcionaria de administración de aeropuertos.
No fueron oídas.
Le cuestionaban que la autonomía de vuelo no era adecuada; la falta de un plan alternativo; un informe que fue mal llenado y la necesidad de hacer varios cambios en el esquema. Además, de acuerdo con las autorizaciones, la nave de Lamia debía despegar desde Cobija, mucho más al norte, y no desde Viru Viru en Santa Cruz, como finalmente lo hizo.
Pero el despachador de Lamia, Álex Quispe (uno de los siete tripulantes fallecidos) no le dio importancia a ninguno de estos llamados de atención.
“No señora Celia, esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien... Así nomás lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así nomás, tranquila, eso está bien, ahí nomás déjemelo”, le dijo Quispe a Celia Castedo Monasterio, de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea de Bolivia (Aasana), que cuestionaba que la cantidad de combustible era excesivamente justa para el tiempo de vuelo.
El informe elaborado por Castedo –y al que accedió el diario “El deber”, de Bolivia– “describe sus cuestionamientos y las respuestas que le dio Quispe una hora antes de que el avión despegara de Viru Viru transportando a 22 periodistas, 22 dirigentes y acompañantes del equipo de fútbol, 22 integrantes de la plantilla del Chapecoense y nueve miembros de la tripulación”.
Con esos documentos en las manos, hubo ayer una serie de suspensiones.
Primero, la Dirección General de Aeronáutica Civil boliviana suspendió los permisos de vuelo de la aerolínea LaMia. Y acto seguido, el gobierno boliviano suspendió a los ejecutivos de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de Navegación Aérea y de la Dirección General de Aeronáutica Civil. “Vamos hacer un cambio mientras dure la investigación. Nosotros no estamos responsabilizando a nadie pero mientras dure la investigación serán suspendidos’’, dijo el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.
Claros informó que se realizará una investigación exhaustiva sobre el hecho y que la medida se aplica para “no contaminar” la recopilación de pruebas”.
Muchas sospechas
Tras el trágico accidente, LaMia Corporation SRL, se quedó sin aviones. Ahora, esta aerolínea de origen venezolano, que supo trasladar a la selección argentina en Brasil hace pocos días, y que según algún dirigentes deportivos brasileños era la empresa que sugería contratar la Conmebol, será investigada .
Ayer, por lo pronto, se dispuso la suspensión definitiva del certificado de explotador de servicios aéreos con carácter “indefinido” que recibió en julio de 2015, pese a que recién comenzó sus operaciones en enero de este año.
El boliviano Marco Rocha, uno de los dueños de la aerolínea (ver aparte), confirmó que LaMia, que suele trasladar a equipos del continente, tenía una flota de tres aviones, de las cuales sólo estaba operativo el que se accidentó en Medellín. De los otros dos, uno estaba en reparación por un problema en el tren de aterrizaje y el otro en mantenimiento.
Por qué esa empresa funcionaba y era contratada es la pregunta que ahora deberán responder.
Autonomía de vuelo
Qué dicen los manuales
La principal observación que hizo la funcionaria del aeropuerto al despachador de la empresa Lamia tuvo que ver con el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de Medellín, que era igual a la autonomía de combustible que tenía la aeronave: 4 horas y 22 minutos.
Lo que la negativa de la operadora de Aassana pretendía evitar, y que está establecido en los manuales internacionales de procedimiento de los pilotos, era que durante el vuelo se presente una situación que provoque demoras y la nave, que tenía el combustible justo para llegar a su destino, deba hacer maniobras no
previstas y corra el riesgo de quedarse sin combustible, provocando la falla de los motores, el corte del sistema eléctrico del avión y su posterior caída a tierra.





PERÚ EXPORTA US$ 400 MILLS EN SUPERALIMENTOS, ENTRE ELLOS MACA Y QUINUA

La República de Perú (www.larepublica.pe)
                                                  
El Perú exporta US$ 400 millones al año en superalimentos. Entre estos están la quinua, la maca, las nueces, el maíz gigante del Cusco, entre otros.
"Desde nuestra oferta, la tendencia de colocaciones en el extranjero al mundo supera la tasa de 20% en quinua y en nueces de Brasil más del 30% anual. Eso significa que nuestros envíos al mundo tiene para seguir creciendo", manifestó Franck Pucutay, especialista en inteligencia de mercado de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú).
Cabe indicar que este año, las exportaciones de superalimentos peruanos crecerían un 4%. "Esta tendencia se da porque los consumidores buscan alimentarse sanamente y cuidan más su salud. Cabe resaltar que estos productos como la quinua, la maca y el maíz gigante del Cusco son de origen peruano", manifestó.
eeuu, gran comprador
Estados Unidos es el mayor demandante de superalimentos peruanos ya que representa el 40% del total de este tipo de envíos. También exportamos a Europa.
Sin embargo, aún competimos con otros países, con alimentos como la quinua. Bolivia es nuestro principal competidor por temas de cultivos convencional u orgánico.
Pucutay explicó que la quinua boliviana está calificada como premium mientras que la del Perú tiene una calidad similar pero no cuenta con dicha calificación.
"Se necesita que el exportador promocione, haga una estrategia de posicionamiento del producto y conozca la cultura del consumidor al que se dirige", manifestó durante el seminario internacional Oportunidades de exportación de superalimentos a Suecia, Finlandia y Australia, realizado ayer en Lima.
claves
Las exportaciones a los países nórdicos ascienden a aproximadamente US$ 50 millones, cifra baja ya que el principal destino es Estados Unidos.
Cabe indicar que los superalimentos son altos en fitonutrientes y compuestos antioxidantes como las vitaminas A y E y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y otras condiciones de salud.





AMÉRICA LATINA Y SUS BOMBAS DE TIEMPO

La clase media creció vigorosamente, pero esto no es necesariamente sinónimo de estabilidad

El País de España (www.internacional.elpais.com)
                                              
"Lo bueno, lo malo y lo feo", el spaghetti western más épico del siglo XX, podría ser también el título de esta nota. Porque el presente y futuro de América Latina tiene de las tres cosas aunque no siempre lo que puede ser más importante —las amenazas— es lo más evidente.
Importante —y evidente— el crecimiento económico de 80% y los efectos de la "década expansiva" 2002-2012: reducción de la pobreza en 30% y crecimiento de la clase media en otro 30%. Nunca antes Latinoamérica había pasado por una década así. Simultáneamente, un entorno esencialmente favorable en desarrollos democráticos. Asimismo, una región a años luz de las catástrofes y tensiones migratorias que hoy remecen Europa y otros lares.
Se sabe bien del actual "bache" recesivo, derivado del enfriamiento de la economía global. Más allá de responder, como corresponde, con políticas anticíclicas, sería bueno que este "árbol" de corto plazo no nos impida ver el "bosque" amenazante a la estabilidad política e institucional de la región que está más allá de la clásica crónica sobre la pobreza y la desigualdad. Lo más grave de lo "malo y lo feo" está en tres asuntos que deben ser tomados en cuenta para ajustar las políticas públicas de manera que nuestras sociedades no estallen en violencia y polarización por estas bombas de tiempo.
En primer lugar, la creciente falta de legitimidad de la autoridad y de las instituciones públicas. Gobiernos elegidos que pierden rápidamente popularidad; electorado ausente cuando la votación no es obligatoria y falta de credibilidad en la palabra oficial. Se alimenta esta percepción esencialmente con dos ingredientes graves y fundamentales: la corrupción y la criminalidad.
En las percepciones extendidas, la corrupción aparece fatalmente y automáticamente asociada al poder público. En una reciente encuesta en el Perú se recogía la percepción de que el 85% de la gente siente que "todos" los políticos son corruptos. No es así, pero las conductas sociales se basan no necesariamente en datos verificados sino en impresiones.
Asimismo, la criminalidad —y el crimen organizado— es percibida como la principal amenaza en la mayoría de países de la región y que la autoridad no hace lo necesario para prevenir y enfrentar el crimen. Consecuencia: terreno fértil para respuestas que "corten camino", como la justicia por mano propia o medidas ajenas a la ruta democrática (jueces sin rostro, pena de muerte, ejército en las calles, etc.).
En segundo lugar, una clase media que creció vigorosamente desde el 2002 en más de 30% y que, contra lo que algunos creen, no es necesariamente "factor de estabilidad". No sólo porque hay expectativas no resueltas (mejor calidad de transporte público, salud o educación) sino que se siente —y está— amenazada por el enfriamiento económico. Como lo ha analizado finamente Francis Fukuyama, una clase media amenazada con dejar de ser tal ha sido históricamente un gran factor de inestabilidad política y social; tiene más información, tiempo y recursos para la protesta que los sectores más pobres.
En tercer lugar, la mutación acelerada de sociedades rurales a urbanas, lo que no es un simple dato demográfico neutral. Tiene profundas implicancias políticas y sociales que más del 80% de la gente viva hoy en ciudades —o megaciudades— que se encuentran colapsadas en asuntos cruciales como el transporte público o el abastecimiento de agua. Esto erosiona el tejido social y alimenta la violencia y la tensión. Así, las políticas del municipio de una megaciudad, en un sentido u otro, pasan a tener repercusiones sociales y políticas grandes dejando de ser un asunto "local". Si, como está haciendo, por ejemplo, el Gobierno municipal de Lima, priorizando la inversión en intercambios viales para automovilistas particulares y no para un transporte público de calidad, se está sembrando bombas de tiempo.
Corrupción —real o percibida—, criminalidad creciente, clase media amenazada y ciudades en combustión son, así, bombas de tiempo sobre las cuales hay que actuar reformulando políticas públicas y las funciones de sus instituciones.

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