El pasado
14 de septiembre en este mismo medio, el canciller chileno Heraldo Muñoz,
publicó el artículo Chile-Bolivia: la distancia del siglo XXI.
Nota en la que cualquier lector perspicaz percibirá un aire defensivo mezclado
con un sentimiento de remordimiento y auto-justificación. Aquí algunas
aclaraciones fundamentales a la luz radiante de la verdad.
Fue
justamente por las promesas que Chile realizó a Bolivia por más de 100 años
cuyo objetivo siempre fue el de restituir nuestra condición marítima soberana y
que hoy decidió desconocer, que el Gobierno del presidente Evo Morales optó por
acudir a la Corte Internacional de Justicia el más alto tribunal creado por la
humanidad para solucionar controversias de manera pacífica, para pedirle
proteja los valores más esenciales que tiene la Comunidad Internacional: la
buena fe, la confianza en la palabra empeñada y el cumplimiento de lo pactado.
Con su
dialéctica del miedo el canciller Muñoz, desea hacer ver que la demanda de
Bolivia sería un riesgo para las conversaciones diplomáticas, si estas no
llegaran a acuerdos. No obstante, omite señalar que la demanda de Bolivia no se
basa en simples conversaciones sino en una situación jurídica formal creada por
acuerdos, notas diplomáticas, promesas unilaterales, comportamientos vinculantes
y otras fuentes del derecho internacional que fueron sembradas a lo largo de
más de 100 años, lo que sin duda ha engendrado una obligación jurídica
internacional que Chile deberá cumplir.
Refiriéndose
a la Sentencia de Jurisdicción de 2015, Muñoz trata de mostrar una victoria
imaginaria para la defensa chilena, victoria que vive únicamente en las
ensoñaciones del canciller chileno y que no se condice con el texto del fallo.
Primero, la sentencia no redujo la demanda de Bolivia que nunca exigió a la Corte
determinar la modalidad precisa para su acceso soberano al mar, sino el
reconocimiento jurídico de la existencia de una obligación de negociar dicho
acceso. Tampoco la Corte descartó de ninguna manera ninguna pretensión de
Bolivia. Finalmente, la Corte rechazó el alegato principal de Chile basado en
que el Tratado de 1904 era la base y el alfa y el omega de las relaciones entre
Bolivia y Chile en el tema del diferendo marítimo y que no había temas
pendientes entre ambas repúblicas. Al respecto la Corte determinó que:
"Las disposiciones del Tratado de Paz de 1904 (...) no hacen referencia
expresa ni tácita de la cuestión de una obligación de Chile de negociar con
Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. En consecuencia, la Corte
considera que los asuntos en litigio no se encuentran "resueltos por
arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal
internacional" ni "regidos por acuerdos o tratados (...)".
Como
corolario de sus erróneas afirmaciones y como era de esperarse, el canciller de
Chile hace su última alegoría sobre la imaginaria plétora de
"beneficios" que Bolivia tendría con el régimen de "libre"
tránsito de acuerdo con el Tratado de 1904. Al respecto, primero debe señalarse
que este régimen no es ninguna concesión gratuita de beneficencia sino la
retribución mínima impuesta por el Tratado de 1904, tras la invasión
injustificada y conquista territorial emprendida por Chile en 1879 y que
también fue reconocida por la Corte en su fallo sobre jurisdicción dé
septiembre de 2015. Régimen que además de ser impuesto e injusto, ha sido
históricamente incumplido por Chile, quien ha privatizado inconsultamente sus
obligaciones internacionales generando un círculo vicioso de alzas tarifarias,
paros portuarios, diversas restricciones a las exportaciones de Bolivia, actos
de discriminación contra los transportistas bolivianos y recientemente la
infame judicialización de la labor soberana de Bolivia en su lucha contra el
contrabando.
El
canciller Muñoz ¿cree seriamente que los actos de maquillaje que menciona en su
artículo, compensan 100 años de asfixia al comercio y desarrollo de Bolivia?
Los "beneficios", "integración silenciosa" e "imagen
de buen vecino" que Muñoz intenta vender, no son más que los cantos de
sirena que buscan distraer la atención a los verdaderos problemas pendientes
entre Bolivia y Chile.
Confiamos
en que la demanda boliviana no solo restablecerá la verdad y la razón entre
Bolivia y Chile en el siglo XXI, sino que sentará firmemente las bases legales
para que las obligaciones de negociar aún estancadas en la comunidad
internacional como las de España con Reino Unido por Gibraltar, las de
Argentina con Reino Unido por las islas Malvinas o las de Palestina con Israel
por los territorios ocupados, encuentren una oportunidad de solución a través
del Derecho Internacional. El País de
España (www.elpais.com/internacional)
MERCADO BOLIVIANO, PRODUCTO PERUANO
La directora de la Red Andina de Información (RAI),
Kathryn Ledebur, le explicó a RPPData las reformas hechas en Bolivia para
enfrentar el narcotráfico.
RPP de Perú (www.rpp.pe/data)
Bolivia
sigue una estrategia distinta a la de Colombia o Perú en cuanto a la lucha
antidrogas. Expulsó a la DEA en 2008, buscó un acercamiento con los campesinos
cocaleros, y permitió el cultivo de coca legal en un área determinada: un
‘cato’ (espacio de terreno) de unos 1600 metros cuadrados. Hoy Bolivia tiene
casi la mitad de hectáreas de coca que Perú, con niveles menores de violencia y
corrupción relacionados al narcotráfico.
Kathryn
Ledebur, directora de la Red Andina de Información (RAI) es una especialista en
temas de coca y narcotráfico basada en Cochabambas (Bolivia) y habló con
RPPData sobre la experiencia boliviana.
Las cifras en torno a la magnitud de los cultivos de
coca en Bolivia difieren. No hace mucho, el reporte de la Casa Blanca estimó la
extensión cocalera boliviana en 37 mil hectáreas. Sin embargo, la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) calculó la
misma cifra en 23 mil.
Hay que
ceñirse a las cifras basadas en metodologías transparentes, y esas serían las
de UNODC. Lo interesante del modelo boliviano y del trabajo de UNODC en Bolivia
es que existe un control cruzado y la posibilidad de verificar en el terreno
las fotografías e imágenes satelitales. A veces uno ve desde el aire y parece
coca pero resulta ser yuca. O al revés. Se va a la zona, se miden las parcelas
de coca autorizadas –que están controladas con GPS–, y esas coordenadas se
comparten con la UNODC. Hay precisión, hay transparencia.
¿Esta diferencia en los cálculos tendría que ver con
la expulsión de la DEA en 2008?
Es muy
interesante porque por un lado expulsaron a la DEA, pero por otro lado existió
colaboración a través de un acuerdo trilateral con Brasil como veedor: medían
cifras, compartían y fue muy productivo. La expulsión de la DEA ocurrió, pero
tampoco debemos pensar que la información que tenían antes de ello estaba
actualizada.
¿Cuál es la estrategia de Bolivia para la reducir
hectáreas de coca y de la producción de cocaína?
Bolivia
tiene una estrategia de muy largo plazo que se basa en el permiso, para que los
productores mantengan un área de coca legal; está calculada para generar un
sueldo básico. Los productores tienen una pequeña cantidad –1600 metros
cuadrados–, que va dirigido al mercado del consumo de coca tradicional.
¿Qué impacto ha tenido este enfoque en las
relaciones entre los productores y el Estado?
Eso ha
eliminado el conflicto, ha permitido negociaciones con el Estado, y no solo una
interacción de productores de coca con las fuerzas de erradicación o las
fuerzas de seguridad del país. Ha creado una cierta legitimidad y, al reducir
la cantidad de coca, su precio ha subido sustancialmente, para que los
productores con esa pequeña cantidad tengan un ingreso que les sostenga o que
les sirva de base para diversificar sus actividades.
¿Cuál es el modelo de trabajo de los productores con
el cato de coca?
Hay un
registro biométrico de los productores de coca. En base a ese registro, que ha
sido acordado, se conoce al productor, se hace el registro de su cultivo vía
GPS y se facilita negociar la eliminación del excedente. Con ese sistema de
control, la hoja coca vale cuatro veces más en Bolivia que en Perú. Y ocho
veces más que en Colombia. En Bolivia no hay mucha diferencia de precio de la
hoja de coca: uno no gana más vendiendo al mercado ilegal.
En Perú, la Empresa Nacional de la Coca (Enaco) se
encarga de comprar la coca legal. Tiene un padrón de 1978 que en la práctica
deja a muchos cocaleros en la ilegalidad. ¿Cómo se maneja esto en Bolivia?
Hay una
regulación por parte del Estado, hay productores de coca licenciados para
vender en los mercados de acopio de las distintas comunidades. Estas licencias
se renuevan anualmente y son controladas y empadronadas. Hay una fiscalización,
pero no se trata de una venta controlada por el Estado.
¿Desde qué año se apuesta por esta estrategia?
Empezó en
2004, en el gobierno de Carlos Mesa. Lo que se notaba en Bolivia era que se
acercaban las fechas de certificación estadounidense, el 15 de septiembre y el
1 de marzo, y la presión por erradicar, por lo general, conducía a violaciones
de derechos humanos.
Tras la
muerte de productores de coca a manos de las fuerzas de seguridad, se inició la
propuesta del ‘cato’ y luego esta se consolidó en el gobierno de Evo Morales.
No es un sistema perfecto, pero con el apoyo de la Unión Europea y con la
visión enfocada en la coca para la subsistencia, al mismo tiempo que se ataca
al narcotráfico y se ha logrado contenerlo en cifras más o menos bajas. Y
también se ha conseguido un nivel de violencia casi nulo en el tema de coca,
algo que antes no era así.
Viendo en perspectiva las estrategias de Perú y
Colombia, basadas en erradicación y cultivos alternativos. ¿Cuánto han
funcionado en Latinoamérica?
No han
funcionado. Este sistema de erradicación previa y desarrollo alternativo
posterior se ha tratado de implementar desde principios de la década de los
noventa. El problema es que con la erradicación forzosa generas un periodo en
que los agricultores pierden su posibilidad de ingresos: los productos de
desarrollo alternativo tardan como mínimo dos años en dar frutos, como la piña.
Los cítricos toman 8 años. Es una erradicación con campesinos que firman
acuerdos y esperan un año, y cuando los productos no dan fruto –literalmente–,
vuelven a sembrar coca. Y la coca se traslada de una zona a otra: los países
destacan éxitos en una región, pero es más lo que se resiembra.
El
consumo de cocaína mundial es más o menos constante. El problema no se
soluciona porque el consumo de cocaína se genera por la demanda de la droga, y
no por la oferta de hoja de coca.
También llama la atención que en Bolivia los niveles
de corrupción relacionados al narcotráfico no sean tan altos como los de Perú o
Colombia.
Han
habido oficiales con puestos claves que sí han estado involucrados en el
narcotráfico, que han enfrentado cargos. Y obviamente existe corrupción, porque
el narcotráfico de por sí genera corrupción, y eso es inevitable. Pero Bolivia
es un estado liderado por productores de coca que durante años habían sido
acusados de ser narcotraficantes o narcoterroristas. Hay una voluntad política
de distinguir la hoja de coca del narcotráfico. Existe seriedad en poder
demostrar que se puede hacer interdicción sin la presencia de la DEA.
¿Plantea usted una política latinoamericana
antidrogas sin la DEA?
Lo que se
percibe aquí son incautaciones más grandes y mayores operativos. No es que se
frene al narcotráfico, pero evita que se genere mayor corrupción, mayor
violencia. No hay grandes carteles como vemos en México, por ejemplo, que
producen mayor violencia y corrupción.
La coca peruana transita por Bolivia en su camino al
punto de consumo.
La mitad
de lo incautado en Bolivia es pasta básica peruana que está pasando al segundo
país consumidor del mundo: Brasil. Segundo porque los colombianos han casi
copado el mercado de Norteamérica. Es más rentable en este momento hacer pasar
pasta peruana y llevarla a otro país, que producirla aquí. Es una dinámica del
narcotráfico, no es necesariamente un logro de Bolivia.
LOS ETERNOS CULTIVOS COCALEROS
La erradicación de coca aumentó, pero la producción se
mantiene en forma.
En los últimos siete años, el Gobierno peruano erradicó
más de 157 mil hectáreas de hoja de coca. Sin embargo, las cifras de
plantaciones cocaleras son similares a las de hace ocho años. ¿Qué se esconde
en los caminos de la erradicación?.
RPP de Perú (www.rpp.pe/data)
En una
conferencia de prensa en mayo de este año, Carmen Masías, presidenta ejecutiva
de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) sostuvo
que “queremos que al 2021 haya una reducción del 50 % del espacio cocalero en
el Perú”. En aquella ocasión, Masías presentaba la Estrategia
Nacional de Lucha contra las Drogas 2017-2021.
Es un
objetivo ambicioso porque, después de Colombia, Perú es el segundo país con
mayores cultivos de hoja de coca en el mundo: 55 mil hectáreas registradas al
año pasado, según Masías. O una imagen equivalente: 50 mil 925 canchas de
fútbol plantadas de coca.
El
optimismo es llamativo si se toma en cuenta que en los últimos quince años lo
máximo que se redujo en áreas de cultivo cocalero fue un 35.5 %, si se
toma de referencia lo plantado entre el 2011 y 2015, unas 22 mil 176 hectáreas.
¿Cómo han
evolucionado las plantaciones de la hoja de coca en el país? RPPData analizó
las estadísticas de Devida sobre estos cultivos en trece zonas entre el 2002 y
2015, y los resultados no son alentadores. Por ejemplo, si bien entre el 2008 y
2015 las hectáreas de cultivo se redujeron de 56 mil 60 a 40 mil 277 –es decir,
en 28 %– durante ese mismo periodo aumentaron en siete valles y solo
disminuyeron en cinco.
Las zonas
con mayores reducciones fueron el Alto Huallaga, en las regiones de San Martín
y Huánuco, con 94 % y Aguaytía, con 88 %. Putumayo es un caso de alza: aumentó
en 617 %; es decir, mil 116 hectáreas. A la lista se suma Kcoñispata, con mil
32 hectáreas –346 % de plantaciones más de las que tenía en 2008–, y el
Marañón, con 159 %.
El
siguiente mapa interactivo detalla las cifras por valle y por años. Un
incremento constante se produjo durante el segundo gobierno del expresidente
Alan García: cuando asumió el mando en 2006, Perú registró 51 mil 416
hectáreas, y cuando lo dejó en 2011, el incremento llegó a 62 mil 453.
Este
último año fue el pico histórico de las plantaciones de hoja de coca en el
Perú.
Ilegalidad por descarte
Solo el
17 % de toda la producción de hoja de coca peruana en 2016 es legal. Lo dice el
documento Monitoreo de Cultivos de Coca (UNODC, 2016). Los demás cultivos son
considerados ilegales porque sus dueños no están inscritos en el padrón de la
Empresa Nacional de la Coca (Enaco) y, por ende, no hay forma de monitorear el
destino de sus plantaciones.
El más
grave problema de esta arista es que debido a la Ley 22095, el padrón de
productores cocaleros no puede ser actualizado y los datos que contiene datan
de 1978: tiene 34 mil 464 inscritos. De ese total, solo 8 mil 630 productores
le venden su coca legal al Estado.
Masías
dijo en una entrevista con RPPData que “no se trata de empadronar a todo
el mundo, sino de hacer un ‘catastro’ para ver dónde están ubicadas las
parcelas de coca que se venden a Enaco y actualizar también este padrón”.
Los principales
ingresos de esta empresa nacional en 2016 fueron por la venta de hoja de
coca a compañías nacionales y extranjeras por unos 10 millones de dólares.
De
acuerdo a una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática
(INEI) y Devida de 2013, el mercado legal de la hoja de coca alcanza en
promedio las 10 mil 780 toneladas al año. Enaco tiene el 17 % del mercado,
mientras que la diferencia está a cargo de comerciantes informales.
Hoy por
hoy el precio de la hoja de coca a la empresa nacional es de 2.4 dólares, según
la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus
siglas en inglés). Este monto es 1.7 dólares menos que el ofrecido en el
mercado ilegal y un dólar más que el cacao del Monzón en el Alto Huallaga.
Las
compras de Enaco a los agricultores cocaleros son menores en estos tiempos si
se compara con unos quince años atrás, en 2002. La caída más notoria en la
adquisición de coca legal se dio en el gobierno de Ollanta Humala.
El negocio del narcotráfico
Perú
produce unas 400 toneladas de cocaína al año y mueve en el mercado, según la
procuradora anticorrupción Sonia Medina, el equivalente al 2 % del Producto
Bruto Interno (PBI). Este porcentaje bordea los 3 mil millones de dólares y
representa casi la mitad de lo que el Gobierno peruano invierte en educación.
De estas 400 toneladas, la Policía incauta el 4 %. Si cada kilogramo cuesta 70
mil dólares en sus puntos de consumo (según Devida), las ventas de esta droga
podrían llegar a los 26 mil 800 millones de dólares al año.
Haciendo
cálculos, en los 10 minutos que toma leer este reportaje se vende en el
extranjero una cantidad de droga producida en el Perú valorizada en medio
millón de dólares. La cifra es alta porque la mercancía se comercializa en el
exterior. Si la venta fuera en el Monzón, lo ganado alcanzaría los 460 millones
dólares, y en Lima, cerca de 2 mil millones dólares.
Más del
70 % de la hoja de coca que se utiliza en la producción de droga proviene de
los Valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Esta zona, además de
violenta, ha tenido las cifras más altas de hectáreas de cultivo: solo entre el
2002 y 2012 sus plantaciones aumentaron en 41%; es decir, de 14 mil 170 a 19
mil 965 hectáreas.
En la
lucha contra el narcotráfico, Perú gastó mil 355 millones de dólares en los
últimos cinco años, dinero similar al presupuesto 2017 del Ministerio de
Desarrollo e Inclusión Social.
Solo en
2016 el gasto fue de 293 millones de dólares y más del 80 % del dinero se
destinó a tres rubros: 103 millones para la lucha contra el terrorismo en el
VRAEM, 85 millones para el control de la oferta y unos 51 millones de dólares
en desarrollo alternativo. Ese mismo año, Perú registró 55 mil hectáreas de
hoja de coca, casi el equivalente a la cantidad de plantaciones que el país
tuvo hace ocho años.
La estrategia sudamericana
Colombia,
Perú y Bolivia son los grandes productores de coca en el mundo. Según la UNODC,
estos tres países sumaron en 2015 unas 156 mil 500 hectáreas de cultivo: 96 mil
el primero, 40 mil 300 el segundo y 20 mil 200 el tercero. La superficie total
del espacio cocalero en Sudamérica supera al área de la Ciudad de México solo
en 80 kilómetros cuadrados.
Para
combatir al narcotráfico, cada país adopta una estrategia diferente. Colombia
dio un paso con el Acuerdo de Paz firmado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC). Como táctica se incluye la erradicación de plantaciones en
dos opciones: o bien forzada –a cargo de la Policía y el Ejército–, o bien
voluntaria –para quienes opten por cultivos alternativos–. Otra medida es la
interdicción. Solo en 2016 el Gobierno erradicó 18 mil 227 hectáreas, según el
Observatorio de Drogas de Colombia; sin embargo, el incremento de cultivos
sigue siendo constante desde 2012.
En el
caso peruano la erradicación alcanzó las 157 mil hectáreas de hoja de
coca entre el 2010 y 2016.
En
Bolivia, los cocaleros tienen permiso para mantener una superficie de cultivo
legal de mil 600 metros cuadrados, un ‘cato’, que genera en promedio los
ingresos de un sueldo básico, y que es fiscalizado por el Gobierno a través de
GPS. Si un agricultor excede lo permitido, hay una advertencia, luego
suspensión y finalmente, erradicación.
Kathryn
Ledebur, investigadora y miembro de la Red Andina de Información (RAI), comentó
a RPPData que la estrategia boliviana “ha eliminado el conflicto, ha
permitido negociaciones con el Estado de manera positiva y no solo una
interacción de los productores de coca con las fuerza de erradicación o la
fuerza de seguridad del país. Ha creado una cierta legitimidad y ha reducido la
cantidad de la coca”. Pese a ello, Ledebur afirma que aún hay áreas pendientes
de resolución en Bolivia, como seguir creando condiciones de ciudadanía para
los agricultores de coca por parte del Estado, y viabilizar el apoyo de
organizaciones extranjeras.
Bolivia
mantiene un registro biométrico de los productores de coca y de sus cultivos
que se renueva cada dos o tres años. Por el contrario, Perú aún mantiene un
padrón de 39 años de antigüedad que deja a miles de cocaleros fuera de la
legalidad e intenta replicar la estrategia de erradicación y desarrollo
alternativo en el VRAEM –una zona donde los ataques de remanentes senderistas
varían en intensidad pero se mantienen frecuentes.
Miles de
cocaleros –al mando del controversial dirigente cocalero Nelson Palomino–
marcharon en junio hacia Lima para exigir, entre otras cosas, que la
lista de empadronamiento cocalero se abra.
BRILLO LISÉRGICO EN EL ALTO
Insólita arquitectura en la ciudad más poblada de
Bolivia, vecina de La Paz
El País de España (www.elviajero.elpais.com)
Cuando el
viajero contempla los cholets de la ciudad boliviana de El Alto (ver fotogalería)
vive la concreción de un postulado intelectual. Frente a sus propios ojos, con
sus colores rojos, naranjas, amarillos y verdes, se transforma en edificio
aquella idea, recogida en la Historia social de la literatura y el arte
de Arnold Hauser, de que la forma es ideológica: estas construcciones representan
el surgimiento de una nueva burguesía aimara que encarna a su manera los
valores del emprendimiento capitalista. El tono despectivo del nombre cholet
—fusión de cholo y chalet— se desdibuja, e incluso hay tours, bastante
caros, donde se muestran orgullosamente algunos de los más vistosos. Y la
excursión merece la pena porque se aprenden muchas cosas sobre los logros y las
contradicciones de un país mutante.
Los cholets
son fruto de la imaginación de Freddy Mamani, self made man
que comenzó siendo albañil y se transformó en el padre de la nueva arquitectura
andina. Tiene 42 años y su arquitectura se exporta a Chile, Argentina, Brasil,
Perú y Ecuador. Su primer cholet data del año 2005 y se sitúa frente al
edificio de la Universidad Pública de El Alto, cerca de un mercado callejero en
cuyos puestos algunos de los comerciantes pasan la noche. Al lado se alza una
estatua del Che Guevara que pisa el águila del imperialismo estadounidense. Sfumato
del límite ideológico. Posmodernismo puro.
El Alto
es una ciudad de casi un millón de habitantes, fundada en 1985, donde se ubica
el aeropuerto más próximo a La Paz (el área urbana formada por ambas
poblaciones suma 1,8 millones). Desde allí, a más de 4.000 metros, se
contemplan unas espléndidas vistas de La Paz, capital que destaca por su
magnífico emplazamiento entre cumbres, cordilleras y hondonadas. Se disfruta de
unas espectaculares panorámicas si se coge la línea amarilla del teleférico
que une el barrio de Sopocachi con El Alto. La visión cenital de las
azoteas paceñas es sorprendente: barbacoas, coches, tendederos, barreños,
danzarines… El teleférico constituye una herramienta de integración social que
a la vez funciona como reclamo turístico.
Al llegar
a El Alto abrimos aún más los ojos no solo por los atuendos de las cholas, sino
también por el bullicio, las manadas de perros vagabundos a los que alguien un
día les puso una mantita que luego nadie retiró, las figuras antropomórficas
colgadas de los postes de la luz como aviso a los ladrones, las pintadas que
advierten “Ladrón pillado será quemado vivo”… Allí el cholet
es la representación del éxito, y el éxito se entiende del mismo modo que en
las sociedades netamente capitalistas: el indio, marginado y reprimido
durante tanto tiempo, alcanza el estatus social deseado y se empodera como
miembro de una etnia que, gracias a la estrategia política, se yergue desde el
adobe hacia el brillo lisérgico del cholet. Sus precios oscilan entre
los 200.000 y 300.000 dólares.
Fiesta en
la primera planta
La guía
nos cuenta que los propietarios de los cholets piden un crédito que
amortizan celebrando fiestas en la primera planta de las edificaciones. Por el
alquiler del espacio cobran entre 2.000 y 3.000 dólares diarios. La fiesta es
uno de los patrimonios intangibles de Bolivia: las máscaras del Museo de
Etnografía y Folklore de La Paz, que los danzantes se colocan sobre el rostro,
testimonian la variedad y trascendencia de estas celebraciones fascinantes y sincréticas.
Los cholets
tienen una estructura fija que refleja el talante comercial de sus
propietarios: en la primera planta se sitúa su negocio —carnicería, ferretería,
bazar…—; en la segunda, la sala de fiestas; la tercera se dedica a apartamentos
que los dueños alquilan y cuyos beneficios invierten para amortizar el pago de
su deuda; en la última planta, coronando la construcción, se levanta el cholet
propiamente dicho, la soñada vivienda de los propietarios… Las fachadas se
adornan con elementos decorativos de la cultura Tiwanaku —la semántica del
color, la numerología, la astrología, el simbolismo geométrico— que se
relacionan con las reivindicaciones indigenistas. El efecto kitsch
deslumbra sobre todo en los interiores. En la sala de fiestas de El Imperio
del Rey las chinerías se funden con la estética de crucero y uno se replantea
el concepto del buen gusto, el arte popular y la ostentación.
La
sensación de habitar una realidad paralela se multiplica por mil cuando
visitamos las viviendas sociales con impresionantes fachadas pintadas por
Roberto Mamani Mamani. Vivimos dentro de un cómic, de una ilusión. El viajero
se observa la mano para comprobar que sigue siendo de carne. La chacana,
cruz indígena, sirve de base para diseñar el condominio. Desde el exterior
vemos aún pocos pisos habitados. Las casas cuestan 30.000 dólares. Al día
siguiente nos aseguran que están vendidas prácticamente todas.
EL PARTIDO DE EVO MORALES APELA AL CONSTITUCIONAL PARA
HABILITAR SU REELECCIÓN
El oficialismo intenta por segunda vez que el presidente
sea candidato en las elecciones de 2019
El País de España (www.elpais.com/internacional)
Varios
parlamentarios del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) presentaron una
solicitud al Tribunal Constitucional de Bolivia para que este declare ilegales
varios artículos de la Constitución que limitan la relección de los dirigentes
ejecutivos de todos los niveles del Estado, entre ellos el presidente y el
vicepresidente, con el argumento de que estas limitaciones violan el derecho
constitucional fundamental de todos los ciudadanos a ser electos.
De esta
manera, el oficialismo intenta por segunda vez habilitar al presidente Evo Morales
a las elecciones de 2019, para las que está impedido por la legislación actual.
En febrero de 2016, el MAS no logró imponer una reforma constitucional por
medio de un referendo que perdió con un rechazo del 51% de los votos.
Desde
entonces, el MAS ha estado dándole vueltas a diferentes opciones que le
permitan insistir en la habilitación de Morales, cuyo concurso consideran
crucial para mantenerse en el poder por lo menos hasta 2025.
Finalmente,
el camino elegido ha sido esta apelación al Tribunal Constitucional, que la
oposición considera bajo influencia gubernamental, mientras las encuestas
muestran que más del 60% de la población votaría en contra de la reelección si se convocara un nuevo referendo sobre este asunto.
La
Constitución, que apenas tiene ocho años, fue respaldada por el MAS en una
votación popular en la que obtuvo una amplia mayoría. Sin embargo, durante su
redacción el partido de Evo Morales había propuesto la reelección indefinida,
fórmula que luego tuvo que cambiar por la de una sola repostulación continua,
como resultado de un acuerdo con la oposición.
Los
parlamentarios que presentaron el “recurso abstracto de inconstitucionalidad”
argumentaron que las cláusulas que limitan la cantidad posible de postulaciones
vulneran uno de los derechos principales consagrados por la propia Constitución
para todos los ciudadanos, y no solo para el presidente, que es la prerrogativa
de ser candidato a un cargo de elección popular; el cual el pacto de San José,
del que Bolivia es signataria, considera un “derecho humano”.
Por
tanto, si la iniciativa prosperara no solo
beneficiaría a Morales, sino también a varios gobernadores y
alcaldes del oficialismo y de la oposición, que tampoco pueden presentarse a
las elecciones de 2019 bajo las reglas vigentes. Algunos analistas suponen que
esto podría dividir la postura de los partidos contrarios a Morales respecto al
recurso.
Los dirigentes
políticos de la oposición y los expresidentes democráticos tienen formada una
asociación que se ha pronunciado varias veces para exigirle al presidente que respete los resultados del referendo
que rechazó su reelección en 2016. Por su parte, el oficialismo ha señalado que
este referendo estuvo viciado, porque la población votó luego de una “campaña
sucia” de la oposición destinada a desprestigiar a Morales por haber tenido relaciones sentimentales con una mujer que
manejaba una trama corrupta, un caso que no llegó a comprometer judicialmente
al presidente.
Bolivia
se encuentra a menos de tres meses de elegir por voto popular a los magistrados
de los tribunales de justicia, inclusive del Constitucional, un procedimiento
de conformación de este poder que ha sido objeto de múltiples controversias. La
oposición ha llamado a votar nulo en estas elecciones, porque supone que todos
los candidatos, los cuales fueron seleccionados por un Parlamento controlado
por el MAS, serán dóciles al oficialismo, acusación que este niega.
La
iniciativa de inconstitucionalidad seguramente se definirá después del cambio
de miembros del Tribunal Constitucional, y esto pone a la oposición en
dificultades, porque su llamado al voto nulo en el proceso de conformación de
este poder podría hacer que el recurso de habilitación de Morales tuviera un
curso más fácil.
A PESAR DE LA DERROTA EN EL REFERÉNDUM, EL MAS BUSCA QUE
EVO MORALES SEA CANDIDATO
El partido que lidera el actual mandatario, el Movimiento
Al Socialismo, dio el primer paso legal con el objetivo de allanar el camino
para una eventual postulación, en la que buscaría su carto mandato.
Telam de Argentina (www.telam.com.ar)
El
Movimiento Al Socialismo (MAS) dio un primer paso legal con el objetivo de
allanar el camino para una eventual respostulación del presidente Evo Morales
en 2019.
Asambleístas
de esa organización política presentaron ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional (TCP), con sede en Sucre, una Acción de Inconstitucionalidad
contra cinco artículos de la Ley del Régimen Electoral y cuatro de la Constitución
Política del Estado (CPE).
La
presentación de la Acción está dentro de las cuatro vías que el MAS, en
diciembre pasado, eligió para buscar la candidatura del Jefe de Estado en 2019,
luego de que en el referéndum constitucional del 21 de febrero de 2016 la
opción del No a la repostulación de Morales se impusiera sobre el Sí.
La acción
también apunta a la posibilidad de reelección de autoridades subnacionales como
gobernadores, alcaldes, concejales y asambleístas departamentales.
"Se
trata de una Acción de Inconstitucionalidad abstracta pidiendo que el Tribunal
Constitucional declare la inconstitucionalidad de los artículos 52 (numeral 3),
64 (inciso d), 65 (inciso b), 71 (inciso c) y 72 (inciso b) de la Ley 026 del
Régimen Electoral y, al mismo tiempo, se está demandando la inaplicabilidad de
los artículos 156, 168 285 (parágrafo segundo) y 288 de la Constitución
Política por ser contrarios a los artículos 26 y 28 de la misma Constitución y
contrarios al Pacto San José de Costa Rica", explicó el diputado
oficialista David Ramos.
El
numeral tres del artículo 52 de la ley electoral hace mención a la vigencia de
mandato para el Presidente y Vicepresidente, que según la norma es de cinco
años y con la posibilidad de reelección por una sola vez de manera continua.
Los otros
cuatro artículos, considerados inconstitucionales, tienen que ver con la
regulación del periodo de mandato y posibilidad de repostulación de
gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales.
Las observaciones a los artículos de la CPE apuntan a descartar la aplicabilidad del periodo de mandato de las autoridades y la posibilidad de reelección por una sola vez; al periodo de mandato del Presidente y Vicepresidente; la edad de elección para Alcalde (que según la CPE es de 21 años); y al periodo de mandato de asambleístas y concejales.
Las observaciones a los artículos de la CPE apuntan a descartar la aplicabilidad del periodo de mandato de las autoridades y la posibilidad de reelección por una sola vez; al periodo de mandato del Presidente y Vicepresidente; la edad de elección para Alcalde (que según la CPE es de 21 años); y al periodo de mandato de asambleístas y concejales.
LA BRASILEÑA BIBI DA NUEVOS PASOS EN LATINOAMÉRICA: PREVÉ
ENTRAR EN COLOMBIA, ECUADOR Y BOLIVIA
La compañía de calzado infantil también pondrá en marcha
nuevos establecimientos en Costa Rica, Argentina, Chile, Perú y en su
mercado local. El grupo espera cerrar 2017 con una facturación de 37 millones
de dólares.
Revista Modaes de España (www.modaes.com)
Bibi se
expande en Latinoamérica. La compañía brasileña de calzado infantil prepara su
desembarco a Colombia, Ecuador y Bolivia, países donde operará con socios
locales para la apertura de tiendas franquicias, que se sumarán a su plan de
expansión en la región.
El grupo también subirá la persiana de nuevos
establecimientos en Costa Rica, Argentina, Chile y Perú. En este último, la
empresa prevé alcanzar los cinco establecimientos hasta 2019, según Perú Retail. La semana pasada Bibi puso en
marcha su primer punto de venta en el centro comercial Mall del Sur
de la ciudad de Lima.
Para el
próximo diciembre, la compañía subirá la persiana de otro establecimiento en la
capital peruana, que abrirá sus puertas en el centro comercial Plaza
Norte. En Perú, Bibi ya está presente a través del canal multimarca y de
corners en las tiendas departamentales de Falabella,
Estilos y Ripley.
En su mercado local, el grupo espera inaugurar
quince nuevos locales para cerrar 2017 con 110 tiendas y una facturación
de 117 millones de reales brasileños (37 millones de dólares). Fundada en 1949, Bibi concentra su producción
en Brasil, donde cuenta con dos plantas productivas ubicadas en las ciudades de
Parobé y Cruz das Almas. El grupo da empleo a casi 1.500 trabajadores.
EXCELENCIAS EMBAJADORES DE BOLIVIA Y NICARAGUA. SU
ATENCIÓN
Aporres de Venezuela (www.aporrea.org)
Por:
Rafael Enrique Chacón.
De mi
propósito
1.-Soy
Rafael Enrique Chacón Meregote, nacido en Caracas, Venezuela, edad 79 años,
origen indígena por la línea materna (blanco/mestizo).
2.-He
realizado varios trabajos (artículos) que generosamente han sido publicados por
la Página de Aporrea.org, líder de la libertad de expresión en nuestro país.
(1)
3.-En los
textos de estos trabajos me dirijo con el respeto debido a sus Presidentes,
Hijos de la Patria Grande de Latinoamérica, Ciudadanos: Presidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma; y Presidente de la República de
Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.
4.-Cariñosamente
como hermanos bolivarianos: Evo y Daniel.
5.-He
realizado un estudio del sistema económico aplicado en ambos países, y
gratamente sorprendido con los avances obtenidos, sobre todo tecnológicos en la
actividad de la producción agrícola y pecuaria, la exportación de bienes de
consumo y la gran variedad de otros productos como textiles y confecciones,
etc.
6.-El
índice de su Producto Interno Bruto (PIB) es demostrativo para ambos países del
ascenso sostenido de sus economías, y el bienestar que produce para sus
Pueblos.
7.-Mi
propósito es que nosotros en Venezuela emulemos o imitemos los modelos
económicos éxitosos de Bolivia y Nicaragua.
8.-Que
nuestro Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
Moros, tome la iniciativa para hablar con Evo y Daniel, e implantar en nuestro
país los modelos económicos éxitosos anteriormente señalados.
PUTIN ASPIRA A SER EL MEJOR AMIGO DE LATINOAMÉRICA
En una reciente encuesta de Bloomberg Intelligence sobre
los sectores de energía y materiales, por ejemplo, Rosneft tuvo la más alta
tasa de fatalidades entre todas las compañías que cotizan en la Financial Times
Stock Exchange.
Gestión de Perú (www.gestion.pe)
Cuando
Donald Trump cene el lunes por la moche con presidentes latinoamericanos en la
Torre Trump, la conversación podría ser tensa. Por un lado, el presidente
mexicano, Enrique Peña Nieto, irritado por las declaraciones de Trump de que
levantará un muro en la frontera con su país y le pasará la factura, ha
rechazado la invitación. Juan Manuel Santos, de Colombia, todavía está ofendido
por la amenaza de Washington de quitarle al país su certificado de buena
conducta en la guerra contra las drogas, en tanto Pedro Pablo Kuczynski de Perú
ha hecho un llamado específico para que se tiendan “puentes”, no muros. Pero el
líder de Estados Unidos todavía tiene una oportunidad para escuchar a un
fragmento de la Tierra que su gobierno ha marginado.
Y aunque
Trump intenta hacer buenas migas con sus vecinos no tan distantes, ya ha
quedado rezagado en el juego diplomático. Y no solo por China: la incursión de
dos décadas del poderoso país asiático en los recursos y mercados del Nuevo
Mundo es parte del nuevo patrón normal en las Américas. Hoy, una Rusia que
resurge quiere convertirse en el nuevo mejor amigo de América Latina. Es
verdad, el comercio y la inversión de Rusia en la región son solo una fracción
comparado con los de China.
Excepto
por algunos recuerdos color sepia de la Guerra Fría, la influencia exportadora
rusa es insignificante. La marca de autocracia de Vladimir Putin pasó de moda
en la mayoría de los países latinoamericanos junto con los uniformes militares
en los gobiernos, y el puerto más cercano de la región está a medio mundo de
distancia de Moscú. Por supuesto, Rusia nunca permitió que la geografía se
pusiera en el camino de su destino. Por lo tanto, en años recientes, un
creciente grupo de países de América Central y del Sur han aceptado los
acercamientos del Kremlin.
Si los
clientes del mundo alguna vez fueron en pos de la maquinaria militar rusa –y
algunos países latinoamericanos aún lo hacen–, otro tipo de generosidad rusa
atrae últimamente clientes al sur del estrecho de Florida: el efectivo, la
ingeniería y la experiencia en energía. Se dice que Nicaragua está construyendo
una estación satelital para reunir datos de inteligencia con tecnología rusa.
Moscú está ayudando a Bolivia a armar instalaciones de “investigación nuclear
pacífica”, y Rusia, prestamista de última instancia de Venezuela, ha duplicado
sus préstamos, como me dijo Moises Naim, investigador distinguido del Carnegie
Endowment for International Peace.
Tan
ansioso estaba el presidente venezolano Nicolás Maduro de albergar al gigante
petrolero ruso Rosneft, que hizo que su siempre servicial Suprema Corte
invalidara la Asamblea Nacional controlada por la oposición, que hasta entonces
había tenido poder de veto sobre presupuestos y contratos. Venezuela es ahora
el mayor proveedor de crudo de Rosneft fuera de Rusia, y se ha beneficiado de
“prepagos” que la han ayudado a mantenerse al día con los pagos de la deuda. Y
no son solo los camaradas de ala izquierda de la “alianza bolivariana” los que
han intimado con Moscú.
Rosneft
tiene en la mira a Brasil y México, ambos países dirigidos por gobiernos de
centro derecha; el presidente de Argentina, Mauricio Macri, que abriga una
posición favorable para los mercados, ha recibido con agrado el interés de
Gazprom en el mayor mercado de gas de esquisto de América Latina. Los nuevos
vínculos entre Rusia y Latinoamérica pueden ser no tanto una reedición de la
Guerra Fría como un adelanto de un nuevo y complicado orden mundial, donde
muchos poderes rivales se disputan la influencia y el atractivo internacional.
En tanto
el alcance occidental de Putin se ha extendido más allá del dominio usual de
Rusia, Latinoamérica también ha permitido que las ambiciones de Moscú vuelvan
al escenario global. Despreciada y aislada por su anexión de Crimea, Rusia se
jugó la carta del mundo en desarrollo –después de todo, es miembro original de
los BRICS– para obtener apoyo. De forma reveladora, con unas pocas excepciones
notables, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos evitaron ejercer
presiones sobre Moscú, y luego de la campaña de Putin en 2014, varios firmaron
acuerdos comerciales bilaterales para ayudar a Rusia a superar las sanciones
internacionales. Tal indulgencia provocó críticas. “Va contra todos los
principios de respetar la ley internacional que Brasil siempre apoyó”, me dijo
Paulo Velasco, miembro sénior del Centro Brasileño para las Relaciones
Internacionales.
En parte,
la explicación de tal aquiescencia podría ser sentimental. “Hay una fascinación
con Rusia por la forma en que enfrentó a Estados Unidos durante tantos años”,
dijo Oliver Stuenkel, que enseña relaciones internacionales en la Fundación
Getulio Vargas en São Paulo. “Aprovecha los sentimientos contrarios a EE.UU.
que aún perduran en la región y le asegura a Moscú que no habrá barreras
ideológicas a sus avances”. Entonces, ¿qué obtiene Latinoamérica a cambio de su
cortafuego diplomático? “Esta es una sociedad estratégica”, dijo Velasco. “Este
es un mundo multipolar, y Brasil y sus vecinos no quieren ser prisioneros de un
gran socio”.
Así como
Moscú aprecia el amor, los líderes latinoamericanos también saben que Rusia
probablemente no les planteará problema por temas de derechos humanos,
políticas sospechosas u otros impedimentos éticos en sus países anfitriones.
Esto no significa que hacer negocios con la Rusia resurgente sea un paseo por
la playa de Ipanema. En una reciente encuesta de Bloomberg Intelligence sobre
los sectores de energía y materiales, por ejemplo, Rosneft tuvo la más alta
tasa de fatalidades entre todas las compañías que cotizan en la Financial Times
Stock Exchange.
“El problema
es que, muchos de estos arreglos son muy opacos, y los detalles de pactos con
empresas rusas a menudo se ocultan al público”, dijo Naim. Un ejemoplo es la
treta de Venezuela para ayudar a Siria a eludir sanciones internacionales
despachando petróleo sirio al Caribe a través de Rusia. Este es el tipo de
problemas que pueden convertir a socios de conveniencia en parias
problemáticos.
IMPERDIBLES DE BOLIVIA: QUÉ VER Y QUÉ HACER
Publimetro de Chile (www.publimetro.cl)
Apenas 17
dólares por día gastan los chilenos que visitan Bolivia y que en el primer
trimestre de este año permanecieron por 9,3 noches, en promedio. Según cifras
de la Subsecretaría de Turismo, en total fueron 15.627 personas las que
viajaron desde Chile al vecino país para disfrutar de sus bellos paisajes y su
cultura andina.
La Paz
Muchos la
confunden con la capital, porque en esta ciudad está emplazada la Sede de
Gobierno, la cual debe visitar en la Plaza Murillo y que está rodeada una
infraestructura colonial y la Basílica de San Francisco.
Visite el Mercado de las Brujas, la calle Jaén, una de las más turísticas de la ciudad, y para observar la ciudad hay varios miradores, como El Montículo.
Visite el Mercado de las Brujas, la calle Jaén, una de las más turísticas de la ciudad, y para observar la ciudad hay varios miradores, como El Montículo.
Si tiene más
días para recorrer La Paz, el Valle de la Luna, con sus rocas erosionadas
de gran altura es un imperdible. Otro tour que ha agarrado fuerza es el de la
Carretera de la Muerte (Carretera de Yungas), que se practica en bicicleta ante
sus innúmerables curvas y es de 1 km aproximadamente.
Potosí
Esta ciudad
que te lleva de vuelta a la conquista española siglos atrás fue declarada
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La catedral,
la torre de la Compañía, la Casa de la Moneda (principal museo) y el Convento
de San Francisco son algunas de las paradas que debe realizar. Además de
conocer el altiplano, como el Ojo del Inca y la Laguna Negra.
Eso sí, un
tour que vale la pena es a las minas del Cerro Rico, el cual vigila a la ciudad
y en donde aún hay mineros que trabajan de forma primitiva y reciben turistas.
Uyuni
El primer
tour a realizar es directo al salar de Uyuni, el mayor desierto de sal y el más
alto del mundo. Incluso hay salidas nocturnas. En medio del salar se encuentra
la isla de Incahuasi, que se encuentra en medio del salar con el volcán Tunupa.
El altiplano
continúa: la laguna Hedionda (fuerte olor a azufre), laguna Colorada y el
desierto Siloli, sólo por nombrar algunos.
También está
el antiguo cementerio de trenes, ya que a fines de 1800, acá se emplazaron las
primeras líneas férreas que unían esta ciudad con Antofagasta.
Santa Cruz
A orillas
del río Piraí, esta ciudad muestra una realidad distinta a la del resto del
país. Su desarrollo económico la ha llevado a ser la ciudad de los negocios
dentro de Bolivia. Pero, además de ser una ciudad moderna tiene un turismo muy
desarrollado.
El centro
histórico está conformado por la Plaza 24 de Septiembre, el bello Jardín
Botánico y el Biocentro Güembe que permiten disfrutar de la naturaleza dentro
de la ciudad.
Otro paseo
recomendado está a 40 kilómetros. Se trata de Espejillos, una reserva natural
donde los turistas pueden bañarse en ríos de aguas cristalinas.
Amazonía
Rurrenabaque
es la puerta de entrada a la selva amazónica de Bolivia. Uno de los parques
donde se realizan varios toures de la selva boliviana es el Madidi, catalogada
como una de las reservas con mayor biodiversidad del mundo. Conviven en este
parque más de 3.200 especies
Acá el
turismo es ecológico y en conjunto con las comunidades que viven en el lugar.
Hay otros lugares que permiten un aojamiento con algo más de lujo, sin olvidar
que está en la selva y usted es uno más entre tantas especies.
Sucre
Es la
capital boliviana. La plaza 25 de Mayo es la principal, pero saliendo de este
mundo colonial estará rodeado de la “ciudad blanca”, donde todas las casas son
de este color. Este lugar es considerado por la Unesco Patrimonio Cultural de
la Humanidad.
El Mirador
La Recoleta es otro paseo obligado para mirar la puesta de sol, no antes de
visitar el claustro San Felipe de Neri y el Mercado Campesino, donde puede
comprar productos de la zona a muy bajo precio.
Lago
Titicaca e Isla del Sol
La Isla de
Sol es considerada el nacimiento del Imperio Inca. Acá se puede alojar y
conocer la cultura y los espacios arqueológicos con guías locales, pero no es
obligatorio.
También está
la Isla de la Luna, que es más pequeña y donde viven las comunidades indígenas.
Rodeadas por el lago Titicaca (que comparte con Perú), este destino es muy
visitado por los turistas que llegan a Bolivia. Atentos, que la Isla del Sol
está a más de 3.900 metros por sobre el nivel del mar, así que la altura puede
causar malestares en algunas personas.
Oruro
El carnaval
de Oruro es uno de los atractivos más grandes del país. Está declarado Obra
Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Se realiza en febrero,
con el objetivo de mostrar las comparsas, desfiles y música de la cultura
andina. Si está pensando asistir, busque alojamiento con anticipación porque se
vuelve casi misión imposible.
Además tiene
un centro histórico colonial y puede visitar el lago Poopó, uno de los
principales del país, donde aún viven familias campesinas e indígenas.
UN PRESO PIDE SEGUIR EN LA CÁRCEL PARA TERMINAR LOS
CURSOS QUE ESTÁ HACIENDO
Te Interesa de España (www.teinteresa.es)
Un recluso
de la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) ha pedido a la Audiencia
Provincial de Málaga que lo dejen en prisión para poder terminar unos cursos de
formación que está realizando en dicho centro penitenciario.
El preso,
que fue condenado a cuatro años de prisión por abusar sexualmente de una de sus
compañeras de piso, están en prisión preventiva ya que la condena no es firme, pero está a punto de cumplir los dos años
máximos contemplados en la ley.
Debido a
ello, esta mañana se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga un recurso
para su posible puesta en libertad provisional mientras el Supremo ratifica o
no su sentencia.
Fuentes
judiciales han indicado que el preso, para sorpresa de los magistrados y
fiscal, ha pedido que lo dejen en prisión, al menos, hasta finales de noviembre
cuando está previsto que terminen los cursos de formación que está realizando
ya que "no los podría pagar en la calle", según ha alegado.
La Sala ha
decidido que el preso permanezca en prisión hasta agotar el plazo máximo de dos
años de prisión preventiva, que marca la ley, aunque han reconocido que nunca
se habían encontrado con un caso similar en su dilatada trayectoria
profesional.
Condenado
por abusos sexuales
Los hechos por los que el acusado fue juzgado se remontan a la madrugada
del 29 de noviembre de 2015, en Vélez Málaga,
cuando el acusado entró en la habitación de una de sus compañeras, se desnudó y
se introdujo en la cama para seguidamente abusar de la misma.
La joven se
despertó al sentir dolor y lo apartó bruscamente al tiempo que le dijo que
saliese de su habitación.
El acusado,
que siempre ha admitido los hechos, posteriormente al suceso le envió un
mensaje telefónico en el que le decía que no tenía perdón lo que había hecho y que lo sentiría el resto de
su vida porque perdía una buena amiga.
Cuando
ocurrieron los hechos el acusado, de 36 años y natural de Bolivia, se
encontraba en situación irregular en España y tenía una orden de expulsión del
territorio nacional desde 2009.
Además de la
pena de prisión, al acusado no puede
aproximarse o comunicar con la víctima por cualquier medio durante cinco
años, así como la medida de libertad vigilada durante cinco años, que deberá
ejecutarse tras el cumplimiento de la pena privativa de libertad, según la
sentencia.
LA PRODUCCIÓN APÍCOLA BUSCA ADAPTARSE AL CAMBIO
CLIMÁTICO
En Formosa se realizó una capacitación internacional
para abordar el impacto en la actividad y hacer más eficiente el manejo.
La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
Para
capacitarse en técnicas adaptativas que permitan enfrentar a los efectos del
cambio climático que está viviendo la región del Gran Chaco y les permitan
garantizar su ingreso económico con la producción de miel, se reunieron en esta
provincia más de cuarenta apicultores de Bolivia, Paraguay y la Argentina, que
participaron del IV Encuentro Trinacional de Experiencias Adaptativas Apícolas.
El lugar
elegido para este encuentro fue el Centro de Validación de Tecnologías
Agropecuarias (CEDAVA) en Laguna Yema, a 400 kilómetros de esta capital.
Este
encuentro fue organizado por los proyectos Gran Chaco Proadapt, Iniciativa
Chaco Trinacional y el Programa para el Desarrollo Apícola de Formosa
(Prodafor), del Ministerio de la Producción y Ambiente. Junto a otras
organizaciones internacionales que forman parte de estas iniciativas
productivas buscan dotar de capacidades de resiliencia al cambio climático a
pequeños productores de la región chaqueña.
Actualmente,
las colmenas en toda la región del Chaco están con muy bajos niveles de
producción y esa situación no tiene que ver con la falta de atención por parte
del productor sino el efecto del clima, que fue cambiando comprobándose que la
forma de trabajo de hace treinta años hoy ya no está funcionando para algunas
zonas. Así lo dijo Andrea Aignasse, coordinadora del Prodafor de Formosa y
responsable apícola del proyecto Gran Chaco Proadapt.
Los
participantes se mostraron satisfechos por el acopio de información beneficiosa
que realizaron durante las dos jornadas de trabajo. "El alimentador
externo y la producción de reinas es el aprendizaje que me llevo, es de bajo
costo de mantenimiento y sirve, además de dar jarabe, para administrar agua en
momentos de escases, es especial para las zonas áridas", opinó Juan Carlos
Benítez, de Tres Lagunas, una comunidad rural del nordeste formoseño.
Por su
parte, Guido Saldía, de Yacuiba, Bolivia, valoró la importancia de la
planificación. "Debo tener una buena planificación para lograr una mayor
producción", expresó. Saldía reconoció que en su caso personal la
apicultura ha pasado de un segundo ingreso económico a ser el principal.
En el
encuentro internacional expuso Carlos Villavicencio, uno de los creadores de
una innovadora técnica de adaptabilidad que incrementa la producción de miel.
Se trata de una modificación del "sistema Farrar" donde trabaja la
abeja con la incorporación de manera temporal de una segunda reina, modalidad
que asegura una mayor eficacia en la presencia de abejas por colmena,
haciéndola mucho más productiva. Villavicencio denomina al sistema "Farrar
Superpuesto".
En tanto,
Mauricio Moresco, coordinador general del Gran Chaco Proadapt destacó que la
experiencia ha enseñado que la articulación entre productores, empresas,
instituciones de investigación y validación de tecnologías, gobiernos locales y
organizaciones sociales es el camino correcto para generar innovaciones que
permitan elevar la resiliencia de las producciones del Gran Chaco. Remarcó que
este "modo colectivo de innovar", gestionado por los propios
productores, sus organizaciones y los técnicos territoriales sobre la base de
planes de adaptación formulados de modo participativo es la forma de afrontar
los efectos del cambio climático.
El
Proyecto Gran Chaco Proadapt tiene como objetivo la generación de una alianza
trinacional integrada por la sociedad civil organizada, el sector privado, los
gobiernos locales y la inversión dirigida al desarrollo nacional e
internacional para contribuir en la capacidad adaptativa y a una mayor
resiliencia de pequeños productores del Gran Chaco Americano y de los grupos sociales
más vulnerables frente a impactos derivados del cambio climático y la
variabilidad climática. Gran Chaco Proadapt es ejecutado por Fundación Avina y
cofinanciado por el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano
de Desarrollo (FOMIN/BID) y el Fondo Nórdico de Desarrollo (FND).
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