Bolivia
está listo con su logística y seguridad para recibir en 2018 cuatro etapas de
la 40 versión del Rally Dakar, competencia internacional que pasará por
territorio nacional por quinta vez consecutiva.
La
ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, encargada de hacer los
preparativos del Rally Dakar, dijo en una entrevista con Xinhua en su despacho
que el país revisa permanentemente algunos detalles para llevar a cabo el Dakar
que comenzará el sábado en Lima.
La 40
edición del Dakar, que se disputará del 6 al 20 de enero de 2018 con pasos por
Perú, Bolivia y Argentina, es la décima que se desarrolla en territorio
sudamericano, luego que la carrera se mudó del norte de Africa por razones de
seguridad.
"Bolivia
ya tiene experiencia en realizar este tipo de competencias; ahora nos resta
mejorar algunas cuestiones para que se viva una verdadera fiesta. Vamos a
aprovechar la oportunidad para mostrar al mundo nuestra cultura a través de
nuestras danzas típicas del folclor, artesanías, gastronomía y otras
actividades culturales", afirmó.
Alanoca
comentó que los danzarines subirán a los escenarios para mostrar la diversidad
cultural que tiene Bolivia.
Calculó
que el Rally Dakar dejará una derrama económica para Bolivia de más de 145
millones de dólares a su paso por La Paz, El Alto, Uyuni y Tupiza del 11 y 15
de enero, fechas que incluyen la jornada de descanso del día 12.
Argumentó
que esta estimación del movimiento económico se da al tomar en cuenta que una
competencia como el Dakar genera un efecto multiplicador en los habitantes,
desde los operadores de turismo hasta los medios de comunicación.
"Siempre
lo hemos encarado de esa manera, el Dakar tiene una carga de revolución del
turismo que es lo que nos interesa impulsar, con el componente de mostrar
nuestra cultura", afirmó la ministra boliviana.
Alanoca
recordó que es la quinta vez que Bolivia recibe esta legendaria competición, y
anunció que el país propondrá este año una estadía más larga en su territorio.
Según la
funcionaria, el Dakar es una gran vitrina para mostrar las culturas de las
sedes, además de que genera empleo y movimiento económico.
En esta
oportunidad, Bolivia contará con 12 competidores, tres menos que en 2017, con
tres debutantes absolutos y muchas ausencias de último momento.
Durante
un acto público en el departamento de Oruro (oeste), el presidente boliviano,
Evo Morales, instó el domingo a los ciudadanos a acompañar la competencia,
debido a que ésta generará un gran movimiento económico y exhibirá la imagen
del país al mundo los días en que los motorizados atraviesen el territorio
nacional.
DESPLIEGUE
DE SEGURIDAD
El
comandante de la policía de Bolivia, Faustino Mendoza, anunció el sábado
anterior a periodistas en La Paz el desplazamiento de al menos 8.000 efectivos
para resguardar la seguridad del Rally Dakar.
Mendoza
precisó que se despliega una operación que compromete no sólo a efectivos
policiales, sino a sectores de varios departamentos.
El
gobierno asumió medidas para que el paso de esta competencia mundial por
territorio boliviano no afecte al ecosistema y se garanticen los servicios
básicos a los turistas.
La
ministra Alanoca dijo que se trabajó en un plan de mitigación en caso de que se
presente algún problema, el cual incluye la distribución del personal del
Ministerio de Medio Ambiente y Agua a lo largo del trayecto para garantizar el
cuidado correspondiente.
El
gobierno boliviano anunció también que garantizará la dotación de agua potable
en las localidades y la recolección de residuos sólidos.
EX DIRIGENTE AIMARA WALTER ADUVIRI CALISAYA SE ENCUENTRA
EN LA CLANDESTINIDAD
Fue declarado autor mediato del delito contra la
tranquilidad pública en Puno. Jueces confirmaran su sentencia de 7 años de
prisión y ordenaran su captura por el caso 'Aimarazo'. Dirigente habría huido a
Bolivia.
Perú 21 (www.peru21.pe)
El ex
dirigente aimara Walter
Aduviri Calisaya pasó a la clandestinidad luego que los jueces de la
Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Puno confirmaran su
sentencia de siete años de prisión y ordenaran su captura por el caso
'Aimarazo' (ocurrido en 2011).
Según
información proporcionada por Trome, Aduviri Calisaya habría abandonado Puno
para dirigirse a Bolivia.
Como se
sabe, el ex dirigente aimara fue declarado autor mediato del delito contra la
tranquilidad pública, en su modalidad de delitos contra la paz pública, en su
forma de disturbios.
CANDIDATO
A GOBIERNO DE PUNO
En tanto,
el abogado de Walter Aduviri señaló que a su defendido nada le impide postular
como candidato a la presidencia del Gobierno Regional de Puno. Agregó
además que presentará un recurso de casación para que verifique todo el proceso
a su patrocinado.
PROTESTAS
Mientras tanto, aún los dirigentes aimaras de los distritos de la zona sur de la región Puno, no realizaron la reunión que anunciaron, con la finalidad de acordar y programar protestas y bloqueos de las vías, en apoyo al exdirigente Walter Aduviri.
Mientras tanto, aún los dirigentes aimaras de los distritos de la zona sur de la región Puno, no realizaron la reunión que anunciaron, con la finalidad de acordar y programar protestas y bloqueos de las vías, en apoyo al exdirigente Walter Aduviri.
SUBE EL DÉFICIT ENERGÉTICO Y LLEGA A US$ 3124 MILLONES
Es el rojo en 11 meses de 2017 y el 41% del saldo
negativo total de la balanza comercial; cae la producción de petróleo y gas
La
Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
El
déficit comercial energético en los primeros once meses de 2017 alcanzó un
saldo negativo de US$ 3124 millones, lo que representó el 41% del déficit total
de la balanza comercial en el mismo período de tiempo.
Así lo
destacó un informe de Tendencias del Sector Energético del Instituto Argentino
de la Energía (IAE), que también resaltó que los subsidios energéticos
acumularon una baja del 35,5% en el mismo período.
El
déficit comercial energético fue un 177,3% mayor en noviembre respecto del
mismo mes de 2016: pasó de -44 millones de dólares a -122 millones, según el
instituto que preside el ex secretario Jorge Lapeña. Así, el cálculo acumulado
a los once meses de 2017 muestra un déficit 7,3% mayor que el de igual período
del año anterior. Esto implica que el déficit comercial energético acumulado a
noviembre representa el 41% del déficit total de la balanza comercial.
Con
relación a los subsidios energéticos, el informe detalla que en noviembre
resultaron 17,7% mayores en términos interanuales, pero acumularon una
disminución nominal de 35,5% en el período que fue de enero a noviembre de
2017. Durante el año pasado Cammesa recibió transferencias por $ 48.000
millones, un monto 52,7% inferior al otorgado en el mismo período de 2016.
El Plan
Gas, en tanto, tuvo una ejecución acumulada a noviembre pasado de $ 21.903
millones, un 23,2% inferior respecto del recibido en igual período de 2016.
Al
vincular los resultados de los subsidios energéticos y los niveles de
importación, el informe planteó que mientras cae la producción de petróleo y
gas se incrementa la demanda del mercado local.
"En
un contexto de precios internacionales en recuperación, los precios internos
tenderían a aumentar y la solución a esta cuestión sólo puede hacerse por dos
vías: aumentando los precios en el mercado interno o incrementando los
subsidios a la demanda", advierte el informe.
La
producción local de gas natural disminuye 0,9% en el acumulado a octubre de
2017 y la demanda crece 0,6% en el mismo lapso respecto del año previo. De
mantenerse estos niveles de producción, con su tendencia ya declinante, el país
continuará importando gas natural desde Bolivia y gas natural licuado (GNL) en
iguales o mayores cantidades que al presente.
En hidrocarburos,
el instituto señala que la producción de petróleo disminuyó en términos
interanuales en octubre de 2017. En ese mes, la baja fue de 4,3% interanual y
acumuló en 10 meses de 2017 una retracción del 7,2% respecto de igual período
de 2016.
Río Turbio
exporta
Como
parte de las tareas de recuperación productiva para proveer de combustible a su
central termoeléctrica, aún en construcción, el yacimiento de Río Turbio
anunció que comenzará en las próximas semanas a exportar unas 30.000 toneladas
mensuales de carbón a Chile.
EL
PAPA SE REUNIRÁ CON INDÍGENAS DE PERÚ Y BOLIVIA
La ciudad de Puerto Maldonado,
capital de la región amazónica de Madre de Dios, está casi lista para recibir
la visita que hará el papa Francisco
La
Estrella de Panamá (www.laestrella.com.pa)
El papa
Francisco se reunirá con indígenas de Perú, Bolivia y Brasil durante la visita
que hará el próximo 19 de enero a la ciudad amazónica peruana de Puerto
Maldonado, informó el Vicariato Apostólico de esa localidad.
Al respecto,
el obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, David Martínez Aguirre,
señaló, en un comunicado, que ya se ha llevado la convocatoria a los pueblos
indígenas para anunciarles que ‘el papa Francisco está viniendo a verles'.
‘Les hemos
contado quién es el papa Francisco, qué significa este personaje en la iglesia
y en la humanidad, cuál es el mensaje que nos está dando el papa hoy, por qué
viene a Puerto Maldonado y por qué quiere tener un encuentro específico con
ellos', explicó.
Agregó que
también han tenido ‘diálogos con las federaciones, con algunas organizaciones
indígenas para escucharlas', tras lo cual se ha comenzado a elaborar listas y a
‘buscar modos de financiación' porque ‘una de las dificultades que tienen las
comunidades nativas, en su mayoría, es que viven en lugares bastante alejados'.
La ciudad de
Puerto Maldonado, capital de la región amazónica de Madre de Dios, está casi
lista para recibir la visita que hará el papa Francisco, agregó el Vicariato
Apostólico.
De acuerdo
con la programación, el papa visitará el Coliseo Cerrado Madre de Dios, la
explanada del Instituto Superior Tecnológico Jorge Basadre y la casa hogar para
niños, niñas y adolescentes ‘El Principito'.
El Vicariato
reiteró que durante su permanencia en Puerto Maldonado, Francisco ‘ofrecerá su
mensaje a los pueblos indígenas y no indígenas de la Amazonía', y también podrá
reunirse con indígenas de Brasil y Bolivia, ya que Madre de Dios es una región
fronteriza con esos países.
El papa
Francisco llegará a Perú el 18 de enero en una visita pastoral de tres días,
durante los cuales visitará Puerto Maldonado, Trujillo y Lima, donde cerrará su
periplo con una misa al aire libre en la base aérea Las Palmas.
Durante la
misa que se efectuará en la capital peruana, se calcula que un ingreso de 1,2
millones de personas asistirán a esta, la cual tardará de 9 a 10
horas. Las autoridades eclesiásticas han informado que hasta el momento más de
600 mil personas ya se han inscrito para asistir a la misa.
EL MAPA DE LOS PAÍSES MÁS PELIGROSOS DEL MUNDO EN 2017
Venezuela es el único país que sube respecto del año
pasado a la categoría de viaje desaconsejado, según las recomendaciones de
Exteriores
ABC de España (www.abc.com.es)
El mapa
de la peligrosidad en el mundo, realizado a
partir de las recomendaciones de viaje del Ministerio de Exteriores,
apenas ha variado en 2017. Ocho países han visto rebajado su nivel de riesgo
respecto al año pasado, entre ellos Ucrania y Túnez, mientras que solo uno,
Venezuela, ha aumentado fruto de la inseguridad e inestabilidad del país.
Exteriores
establece una relación, país por país, de recomendaciones para los españoles
antes de salir al extranjero. Estas recomendaciones son actualizadas de forma
continua en función de los acontecimientos. A partir de la literalidad de estos
avisos, indirectamente se desprende un índice oficioso de peligrosidad mundial,
representado en este mapa interactivo a partir de colores. Pincha sobre cada
país en el mapa para conocer las recomendaciones.
Rango de
máximo peligro
(Incluye
el 12% de los países)
-Negro: «Se desaconseja el viaje bajo cualquier circunstancia». 12 países.
Ninguno
de los 12 países que el año pasado estaban incluidos en el nivel crítico de
peligrosidad han mejorado su situación, bien por la continuidad de sus
conflictos bélicos o por el ambiente de inestabilidad. Repiten todos, incluidos
los tres que entraron el año pasado (Burundi, Eritrea y Papúa Nueva Guinea)
y que se sumaron a la lista negra formada también por Afganistán, Irak,
Libia, Malí, República Centroafricana, Siria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
-Rojo: «Se desaconseja a no ser por extrema necesidad». 12 países.
La
violencia y la inestabilidad en Venezuela ha obligado a Exteriores a aumentar
la calificación de riesgo de viaje al país, el único en entrar este año en este
nivel de peligrosidad. Solo hay otro país americano, Haití. Venezuela
forma parte ya del nivel rojo, copado de países africanos (Egipto, Níger,
Chad, entre otros), y los asiáticos Arabia Saudí, Corea del Norte y
Pakistán. Salen de este segundo nivel de mayor peligrosidad Guinea-Bissau,
Liberia y Sierra Leona gracias a la rebaja de las tensiones.
Con zonas
a evitar (76)
(Incluye
el 39% de los países)
-Marrón: «Se recomienda viajar con extrema precaución y abstenerse de
hacerlo por determinadas zonas». 23 países.
Ucrania, Túnez, Senegal, Etiopía y Argelia rebajan su nivel de peligrosidad y salen de la lista de recomendaciones de
viaje de extrema precaución y con zonas a evitar. También sale Venezuela,
pero, al contrario que los anteriores, por empeorar su situación. Se mantienen
en la lista Turquía, con frecuentes ataques terroristas y su agitada
frontera con siria; y Palestina, con la convulsa Franja de Gaza. Israel
también forma parte de la lista. La paz con las FARC todavía no ha sacado a
Colombia de la lista, donde también están otros tres países americanos, Honduras,
Guatemala y El Salvador. Tailandia, Filipinas, Indonesia y Bangladesh son
algunos de los asiáticos dentro de un nivel copado otra vez por países
africanos, entre ellos Sudáfrica.
-Naranja: «Se recomienda viajar con precaución y abstenerse de hacerlo por
determinadas zonas». 53 países.
El nivel
más numeroso es, a su vez, el más heterogéneo, ya que la peligrosidad se
restringe a zonas concretas y no a todo el país. Así, por ejemplo, Japón está
por su riesgo sísmico, Corea del Sur por su frontera con el régimen de
Pyongyang, y Rusia por su agitado Cáucaso. Los gigantes China e India
forman parte del nivel. La mayoría de los 53 miembros de la lista, no obstante,
están ahí por la criminalidad en determinadas áreas. Así ocurre con países de
Iberoamérica como Brasil, México, Perú y Ecuador. También hay estados
europeos: Serbia, Chipre, Armenia y Georgia. La lista ha aumentado
respecto del año pasado, cuando eran 47, por la incorporación de países de
niveles de mayor peligrosidad una vez rebajado el riesgo este año.
Precaución
(Incluye
el 28% de los países)
-Ámbar: «Se recomienda extremar la precaución durante el viaje». 16 países.
A
diferencia del anterior, no incluye zonas a evitar, pero la precaución extrema
es generalizada en todo el país, principalmente por la criminalidad. La lista
está formada por 16 países, principalmente africanos, como Togo o Ghana.
Aunque también hay caribeños, como Trinidad y Tobago, y asiáticos como Malasia.
Entra en este nivel Argelia, que rebaja su peligrosidad, y sale Guinea,
que va a un nivel de mayor riesgo.
-Amarillo: «Se recomienda viajar con precaución». 40 países.
Países
con delincuencia alta sin ser alarmante. África tiene aquí su suelo, con países
como Marruecos o Guinea Ecuatorial. También Iberoamérica, con Chile,
Argentina, Uruguay, Bolivia, Cuba, República Dominicana y Costa Rica, en
una lista de 40 miembros idéntica al año pasado.
Sin
restricciones
(Incluye
el 21% de los países)
-Azul: «No hay restricciones específicas relativas a viajes a este país».
41 países.
Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Samoa y 35 países europeos (es decir, todos menos algunos
balcánicos) forman el grupo con menor riesgo. Taiwán es el único país asiático
en un rango sin representantes africanos ni de Iberoamérica. No varía la lista
respecto del año pasado.
Países
europeos que han sufrido atentados terroristas recientes, como Francia,
siguen formando parte del grupo de países más seguros. Aunque Exteriores
remarca en cada información de país: «Se recuerda que en estos momentos ninguna
región del mundo y ningún país están a salvo de posibles actos terroristas».
AMÉRICA LATINA AFRONTA UN TRASCENDENTAL AÑO ELECTORAL
Brasil, México y Colombia, entre otros, renovarán sus
liderazgos a lo largo de 2018
El
País de España (www.elpais.com)
América Latina
afronta en 2018 un año electoral de enorme trascendencia. Los dos gigantes de
la región, Brasil y México, celebrarán elecciones presidenciales, igual que
Colombia, cuarta economía del área. Venezuela, protagonista de una crisis
política en constante escalada, supuestamente también debería convocar comicios
presidenciales. Los paraguayos también decidirán en abril los nombres de su
nuevo presidente y vicepresidente, así como los de sus representantes en ambas
Cámaras del Legislativo. Y en Cuba, Raúl Castro ha anunciado
para este año su retirada de la jefatura del Estado.
BRASIL
Brasil
celebrará en octubre de este año las elecciones más importantes e imprevisibles
desde 1989 y el fin de la dictadura. Aquellos comicios presidenciales llevaron
por sorpresa a la segunda vuelta al entonces metalúrgico izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva,
que vuelve a ser protagonista en la lucha por dirigir el país, ahora en manos
de Michel Temer tras el traumático impeachment
que forzó la salida del cargo de Dilma Rousseff en 2015. No
obstante, no está claro si Lula da Silva, dos veces presidente del Gobierno al
frente del Partido de los Trabajadores (PT), podrá concurrir en 2018 como
candidato, ya que pende sobre él una sentencia condenatoria que ha recurrido
por un supuesto caso de corrupción. Tampoco está claro si, de no poder
presentarse, tendría fuerza para concitar apoyos en torno al nombre que lo
sustituya al frente de la lista del PT.
En el
centroderecha, afectado como todas las formaciones por el megaescándalo de los sobornos de
Petrobras, tampoco se vislumbra de momento un panorama claro. El
veterano gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmim, del
partido centroderechista PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña),
tratará de vencer su debilidad en los sondeos. Desde hace 24 años en el poder
del principal Estado brasileño, Alckmim intentará atraer el sentimiento
anti-Lula con algún gesto de política social que lo haga ser más del gusto de
la región noreste del país, la más pobre. No será empresa fácil conjugar esa
estrategia con la defensa de reformas liberales como la del sistema de
pensiones.
A estas
alturas de la larga carrera presidencial, a la que en principio no se sumará
Temer (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), la novedad la aporta la
candidatura de extrema derecha del diputado y militar retirado Jair Bolsonaro, que saca
partido del electorado anti-Lula y avanza en las encuestas. Sin embargo, la
mayoría de analistas cree que el fenómeno Bolsonaro tiene un techo porque el
candidato ultraderechista no tiene una plataforma social en un país en el que
el 70% de los electores tiene ingresos familiares de no más de dos salarios
mínimos (478 euros).
En todo
caso, en un ambiente político tan pulverizado, pueden surgir otros candidatos
independientes. Pero el año en Brasil empieza marcado por un nuevo capítulo del
culebrón jurídico de Lula da Silva, acusado en la megaoperación Lava Jato
por haberse lucrado, presuntamente, al facilitar contratos públicos a empresas.
El expresidente ya fue condenado en una de las demandas por el juez estrella
Sergio Moro y el día 24 de este mes un tribunal superior resolverá si confirma
o no la pena. No obstante, queda un largo camino de recursos judiciales hasta
llegar al Tribunal Supremo, y el PT ya ha manifestado su intención de ir hasta
el final para mantener a Lula da Silva en la carrera presidencial.
No es una
cuestión menor: aunque todavía faltan muchos meses para las elecciones que se
celebrarán en octubre, los sondeos más recientes sitúan a Lula, símbolo de una
edad de oro (especialmente para los brasileños más pobres), como el gran
favorito. El Instituto Datafolha de São Paulo estima que el 38% de los
electores son “lulistas” y tienen al menos la intención de votar a quien el
expresidente designe para sustituirlo si no puede concurrir. En ese escenario
podrían despuntar algunos candidatos considerados suplentes de Lula,
como el exministro de centroizquierda Ciro Gomes o incluso la exministra y
ambientalista Marina Silva.
Uno de
los clichés más repetidos en los procesos electorales en Brasil es que, al
final, todo se define en las campañas de televisión, donde a los candidatos se
les da un tiempo gratuito para vender sus programas, según los apoyos que
obtengan de partidos políticos. Esto suele cortar las alas a cualquier
candidato alternativo o independiente. Hasta el partido de un Gobierno
impopular como el de Temer vuelve a tener peso porque dispone de tiempo en la
televisión. Pero es posible que esta circunstancia cambie ahora. Esta será la
primera campaña en Brasil en la que los políticos podrán contratar publicidad
en Facebook, un peso inmenso
y todavía difícil de medir.
MÉXICO
México afrontará el 1 de julio una
elección presidencial inmerso en un contexto desgarrador para el
país. Si hace seis años el presidente Enrique Peña Nieto
alumbraba un sexenio esperanzador con una serie de reformas logradas con el
consenso de la mayoría de las fuerzas políticas, la segunda mitad del mandato
ha empañado —y en ocasiones desdibujado— la imagen del país. Los casos de
corrupción golpean continuamente al círculo más próximo de Peña Nieto y cuando
no, azotan al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Además, la
violencia ha teñido de sangre a México como no lo había hecho nunca antes. A
falta de los datos oficiales de diciembre, todo apunta que 2017 será el
año más violento desde que hay registros.
La
batalla para suceder a Peña Nieto ya está en marcha. La campaña electoral se
antoja a cara de perro, más ruda que nunca y con un posible escenario hasta
ahora inédito; que tres candidatos lleguen con opciones de triunfo hasta el
último momento. Todo ello en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio
(TLC) con EE UU y Canadá y con la sombra de Donald Trump agitando desde el
norte.
El líder
en todas las encuestas sigue siendo el dos veces candidato Andrés Manuel
López Obrador, factótum de Morena, un partido que creó a su imagen y
semejanza cuando abandonó el PRD al inicio de este sexenio. Esta será la última
vez —según ha insistido— que López Obrador intente lograr la presidencia
que perdió en 2006 por medio punto ante Felipe
Calderón. El líder de Morena sigue transmitiendo una imagen negativa
para un amplio espectro del electorado, que lo considera una amenaza para el
país, lo que le impide terminar de despuntar en los sondeos.
Y si
alguien tiene una mala imagen en México hoy en día es el PRI, que para paliar
su desgaste ha optado por tener de candidato a alguien que no milita en el
partido, aunque ha pedido al PRI que lo haga “suyo”: José Antonio
Meade. El que fuera secretario de Hacienda y el único miembro del
Gabinete de Peña Nieto que estuvo en el anterior de Felipe Calderón es la
apuesta del partido tricolor para mantenerse en el poder, del que en casi 90
años de historia solo ha estado apartado entre 2000 y 2012.
Como la
alternativa al considerado partido de la corrupción y a la amenaza del supuesto
populismo se presenta Ricardo Anaya,
hasta hace unas semanas presidente del Partido Acción Nacional (PAN), la
tradicional formación opositora de México, que lidera la candidatura que su
partido cristalizó junto al progresista PRD y Movimiento Ciudadano, una
amalgama con muchas divisiones ideológicas que, no obstante, se pueden
consolidar en estos tiempos donde, ante todo, priman las emociones.
A la
espera de ver cuántos candidatos independientes pueden participar en la batalla
final —solo Jaime Rodríguez El Bronco y Margarita Zavala, esposa del
expresidente Calderón parecen tener garantizado un lugar— la única certeza
es que los retos del próximo presidente de México serán ingentes. Además de
taponar la hemorragia de corrupción y violencia deberá articular, por primera
vez en la historia moderna del país, un sistema de procuración de justicia
independiente que ponga freno a la galopante impunidad.
COLOMBIA
Colombia
afronta en mayo de 2018 unas elecciones presidenciales de las que
dependerá en buena medida la consolidación del proceso de paz con las FARC
culminado en noviembre de 2016 por el Gobierno de Juan Manuel
Santos. El mandatario deja el cargo después de dos legislaturas que
supusieron el fin del conflicto armado con la guerrilla más antigua de América
y le valieron
el Premio Nobel de la Paz, pero levantaron una dura oposición de
buena parte de la sociedad, alentada por su antecesor, el expresidente Álvaro Uribe.
Los
excombatientes tendrán a partir de este año representación parlamentaria
garantizada —una de las cláusulas de los acuerdos— y su máximo líder,
Rodrigo Londoño, Timochenko,
aspira a medirse con los candidatos de los partidos tradicionales. Con este
horizonte, en medio de un clima de elevada polarización social, el país andino
se juega su transición después de más de medio siglo en guerra. Esa
transformación repercutirá en la economía, en la arquitectura institucional, en
la lucha contra el narcotráfico, en la inseguridad que aún pervive en las zonas
rurales y en los principales aspectos de la convivencia. El próximo jefe del
Gobierno será el encargado de pilotar esa etapa.
Después
de más de un año de precampaña, la carrera electoral ha comenzado a definirse
en torno a seis nombres, representantes de las principales familias políticas.
Las encuestas prefiguran un panorama muy fragmentado, con un pulso entre
quienes apoyaron y rechazaron los acuerdos de paz, y la necesidad de formar
alianzas, en primera o segunda vuelta o incluso antes de los comicios
legislativos convocados para mayo. Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín
y antiguo gobernador del departamento de Antioquia, encabeza la mayoría de los
sondeos. Defiende la reconciliación del país como prioridad social y rehúye de
las etiquetas ideológicas. No obstante, concurrirá con la líder del Partido
Verde, Claudia López, y el progresista Polo Democrático, de Jorge Enrique
Robledo, bajo las siglas de la Coalición Colombia.
En el
espectro más conservador destacan tres figuras: Germán Vargas Lleras, Iván
Duque y Marta Lucía Ramírez. El primero, dirigente de Cambio Radical, fue
vicepresidente de Santos hasta marzo de 2017. Duque es el aspirante del Centro
Democrático, la formación de Uribe, pero tras el acuerdo alcanzado por este con
el también expresidente Andrés Pastrana tendrá que medir apoyos con Ramírez,
del Partido Conservador y exministra.
El
exregidor de Bogotá Gustavo Petro, que en un sistema político tradicional
ocuparía un espacio marcadamente de izquierdas, aparece también, de momento,
entre los favoritos. No obstante, su movimiento debería buscar el apoyo de
otros sectores y no descarta tratar de involucrar a Humberto de la Calle, pero
el candidato del Partido Liberal se ha mostrado prudente con respecto a sus
planes. De la Calle fue el jefe del equipo negociador del Gobierno con las
FARC, es abogado y tiene una dilatada carrera política —fue vicepresidente de
Ernesto Samper hace dos décadas—. Su proyecto político busca rebajar el clima
de creciente indignación de los colombianos y desconfianza en las instituciones
con un programa rotundo contra la corrupción.
VENEZUELA
Venezuela
acaba de terminar uno de los años más aciagos de su historia reciente. El
régimen de Nicolás
Maduro echó por tierra los últimos resortes que permitían la
existencia de un contrapoder en la vida pública del país. Desmanteló el
Parlamento elegido en diciembre de 2015, de mayoría opositora, y convocó la
votación de una Asamblea
Nacional Constituyente, una cámara sin representantes críticos con
el chavismo que se ha convertido en un mero brazo ejecutor del Ejecutivo. La
oposición rechazó participar en esos comicios, celebrados en julio, concurrió a
las elecciones regionales —en las que denunció fraude— y se dividió
ante las municipales del pasado otoño. Hubo cuatro meses de
protestas callejeras ininterrumpidas que dejaron más de 120 muertos. La
tendencia hiperinflacionista, la incompetente gestión de la política monetaria,
la represión, la corrupción y el hundimiento de la petrolera estatal, Pdvsa,
coronan este dramático panorama.
El país
debería celebrar presidenciales este año. Maduro ya manifestó su intención de
optar a la reelección. No obstante, ha amenazado con hacerlo en unas condiciones
que allanarían el camino a su perpetuación en el poder, a la eliminación de la
oposición y a la consolidación del autoritarismo. El sucesor de Hugo Chávez pretende
castigar a las formaciones mayoritarias de la coalición opositora Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) por boicotear la elección de alcaldes. El
mandatario aprovechó esta circunstancia para intimidar a los partidos de sus
principales adversarios (Voluntad Popular, de Leopoldo López; Primero Justicia,
de Henrique Capriles; y Acción Democrática, de Henri Ramos Allup) y advertirlos
de que no podrán presentar candidatos. Días después, la Asamblea Constituyente
dio el primer paso para la prohibición de esas formaciones, que de momento se
traduce en obstáculos administrativos.
Si Maduro
cumple su amenaza, no solo convertiría la celebración de las elecciones en una
farsa, sino que dinamitaría de forma irreversible los últimos
intentos de diálogo, que tras repetidos fracasos se celebran desde hace unos
meses en República Dominicana. Además, contribuiría a incrementar la
presión de la comunidad internacional, sobre todo de EE UU, de los países
vecinos y de la Unión Europea. Las conversaciones con la oposición han estado
acompañadas en 2017 de gestos que la MUD considera insuficientes, como las
liberaciones de algunos presos políticos o la concesión del
arresto domiciliario a Leopoldo López.
Sin
embargo, la convocatoria de comicios presidenciales constituye la principal
reivindicación desde hace años. Esa cita es vital para la reactivación de la
Mesa, que atraviesa uno de sus peores momentos, marcado por tensiones internas
y divisiones. La semana pasada la coalición admitió en un comunicado “graves
errores y omisiones” y se comprometió a recuperar la unidad y a elegir un
candidato único para las próximas elecciones, que todavía no tienen fecha.
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