Friday, June 10, 2005

BOLIVIA, POLVORÍN A PUNTO DE ESTALLAR

ODISEA DE UN GRUPO DE ARGENTINOS

Algunos quedaron varados en La Paz y hay unos 15 jóvenes en Copacabana.

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)

Lo que viene es una historia en dos capítulos, y con final abierto. "Queremos irnos de acá", dice, Ana, voz de hastío y decepción. Hace más de una semana que espera salir de La Paz y las vacaciones a Ecuador, Perú y Bolivia con su amiga Analía se volvieron pesadilla. Flaca, linda y con gesto de cansada, Ana habla en la puerta del hotel en el que se alojaron, una vez que se pusieron en contacto con la Embajada argentina en La Paz, que les dio algo de plata —no demasiado— para sobrevivir hasta que la crisis se resuelva.
Están en Mirador, un hotel de una estrella, en la Av. Perú, en una zona en la que para ir a algún lugar tranquilo hay que atravesar sí o sí el centro últimamente gasificado de la ciudad, escenario de violentos combates entre manifestantes y la policía. El hotel queda frente a la estación de ómnibus, que parece una foto: todos los micros estacionados desde hace días y sin poder salir, por los bloqueos de ruta.
En el mismo hotel en el que están Ana Martínez y Analía Da Alessandro, artesanas de 33 años que viven en Córdoba, paran desde el martes Martín Juárez y su novia Ruth Ríos, de 24, trabajadores en una empresa internacional en Ushuaia. Martín y Ruth fueron de mochileros a Perú y la pasaron muy mal. Dos asaltos en ese país los fueron dejando con lo puesto hasta que a la entrada de Bolivia volvieron a ser asaltados, esta vez por un grupo de bloqueadores que "generosamente" aceptó dejarles los pasaportes.
Desde Desaguadero llegaron caminando a un lugar que asustaría a cualquier niño en El Alto y con ampollas gigantes bajaron a La Paz. "Queremos que nos saquen de acá. Queremos irnos y no tenemos cómo. ¿Qué están esperando? ¿Que estalle la guerra civil?", dice Martín, barba crecida, ropa de semanas sin jabón y desesperación por volver. Silueta de "gringa", Ruth —rubia de ojos claros y nariz colorada por el sol del Altiplano— lo mira y asiente.
En la Embajada argentina hay más trabajo que de costumbre. El embajador Horacio Macedo está preocupado por un grupo de unos 15 jóvenes que están varados en Copacabana, y a los que está intentando sacar por Chile o por Perú. Hay que entender que en Bolivia hay en este momento 120 cortes de ruta que deja aisladas a la mayoría de las ciudades, lo que hace difícil diagramar un itinerario de regreso.
Otro grupo de jujeños está parando en una casa cercana a la Embajada, "bien atendidos y alimentados", según dijo a Clarín telefónicamente Jorge Luis Zelaya, uno de ellos.
Según datos oficiales, hay 850 argentinos residentes en La Paz que, sumados a los turistas y los periodistas que vinieron a cubrir el conflicto, formarían el contingente del que la Embajada debería hacerse cargo en el caso de una eventual evacuación. No es tarea sencilla, aunque se tengan aviones a disposición (el ministro Pampuro provocó un momento de rispidez hace unos días cuando anunció que algunos Hércules estaban preparados para trasladar a los compatriotas), ya que de las tres salidas que tiene La Paz, dos son a través de El Alto, una ruta llena de obstáculos.
Todos quieren volver a casa. "Era más fácil que nos ayudaran hace unos días atrás cuando todavía se podía", dice Analía, más morena que nunca por el sol. Ella y Ana hace días que no comen comida caliente porque en el barrio del hotel no hay restaurantes abiertos.
Segundo capítulo. Sobre el final de la tarde, después de ir de nuevo a la Embajada, Ana, Analía, Martín y Ruth fueron trasladados a un apart hotel cerca de la delegación argentina. "Al menos ahora nos podemos cocinar", dice Martín. A Ana nada parece convencerla.
"¿Con qué soñás?", es la pregunta. "Con salir de acá". "Acá" es una ciudad colgada de los cerros que, aunque está cerca de los cielos, cada día se parece más al infierno.



Boliviano José Luis Paredes cuenta que la urbe está paralizada y llena de basura en las calles

ALCALDE DE EL ALTO: “LA CIUDAD NO AGUANTARÁ MÁS DE 48 HORAS SIN PAN NI GASOLINA”

Ultimas Noticias de Chile (www.lun.com)

Llamar a los teléfonos de la municipalidad de El Alto, en Bolivia, resulta en vano, pues la única respuesta es un timbre de espera y luego una grabación. La institución es una más de las que permanecen cerrada debido al conflicto que tiene movilizado al país altiplánico que exige la nacionalización de los hidrocarburos. Por eso José Luis Paredes, alcalde de la ciudad, está en su casa a la espera de una de las tantas reuniones para buscar solución al desabastecimiento y desórdenes en las calles.
“Acá la ciudad está paralizada, llena de basura en las calles y con pocas cosas para comprar. Vivimos momentos de angustia. Hay mucha gente en las calles, aunque hoy (ayer) no hubo desórdenes. Logramos distribuir algunas garrafas de gas y camiones recogieron basura, pero la situación preocupa”, cuenta al teléfono.
-¿Qué es lo que escasea?
-Ya casi no hay pan, carne ni gasolina, lo que nos preocupa por las ambulancias. La gente está haciendo lo que puede para subsistir. La ciudad está aislada y lo poco que llega vuela inmediatamente. Los precios han subido mucho y la mayoría no tiene para comprar porque son trabajadores por cuenta propia y si no venden nada, tampoco tienen dinero para comprar. Estamos sufriendo.
-¿Cuántos días aguanta la ciudad?
-No aguantará más de 48 horas sin abastecimiento de pan ni gasolina.
La importancia de El Alto en el conflicto boliviano no es menor. Se trata de un acceso obligado para llegar a La Paz, pues posee el aeropuerto más importante del país y las principales vías terrestres hacia la capital.
“Ahora la ciudad está tomada por grupos radicales de campesinos y mineros que exigen la nacionalización de los hidrocarburos con marchas y dinamita. Yo comparto el reclamo, pero no con la forma. Pedí una tregua con el Presidente y he sido levemente escuchado, no hay una decisión que suspenda las acciones. Creo que todo es un complot para llevar al señor Hormando Vaca Díez como Presidente de la República”, sentencia el edil.
-¿Y a quién apoya usted?
-Yo siempre he compartido con el Presidente Mesa y estoy muy afectado por su renuncia. Para mí la salida real para nuestro país es que se realicen elecciones lo antes posible y a cargo del propio Mesa o el presidente de la Corte Suprema de Justicia (Eduardo Rodríguez).
-De los actuales candidatos a la Presidencia, ¿cuál le gusta?
-El Presidente de la Corte Suprema, porque es un hombre equilibrado, menos político y más confiable. El presidente del Senado (Vaca Díez) y de Diputados (Mario Cossío) ya no representan la voluntad de la gente... aunque, todo hace pensar que el puesto lo tendrá el señor Vaca Díez, pero eso se verá...



CRISIS DE BOLIVIA BAJA EN 50% VENTAS DE LA ZOFRI

La Tercera de Chile (www.latercera.cl)

Una baja del 50 por ciento han registrado las ventas de la Zofri a Bolivia durante los primeros días de junio, luego que en mayo se registrara un aumento de un 32 por ciento en comparación a igual mes del año pasado. Así lo manifestó el presidente del directorio de la Zona Franca de Iquique, Felipe Pérez Walker, quien dijo que "lo anterior ha sido provocado por el bloqueo de carreteras, que esperamos se revierta cuando esa situación se supere”.
El ejecutivo precisó que, "el año pasado, a pesar de los conflictos, las ventas anuales de Zofri a Bolivia no se vieron afectadas, registrándose incluso un incremento de cinco millones de dólares respecto del año anterior, debido a que Zofri es el proveedor natural y el más importante para los importadores de Bolivia”.
Pérez Walker también expuso que en todo caso, "las ventas de la Zofri se encuentran diversificadas hacia varios mercados, representando el boliviano cerca de un 20 por ciento del total, de manera tal que aquello permite que el impacto del conflicto en Zofri no tenga una repercusión mayor”.
Asimismo, dijo que "pese a la crisis político-económica que vive Bolivia desde hace algunos meses, las ventas de Zofri a ese país aumentaron en un 18 por ciento en el período enero-abril de este año, y en el reciente mes de mayo subieron aún más, en un 32 por ciento. Lo anterior antes del inicio de los bloqueos, que efectivamente las han hecho descender en un 50 por ciento durante los primeros días de junio”, según informó La Estrella de Iquique.



MÁS DE 60 PERUANOS REGRESARÁN AL PAÍS POR CRISIS BOLIVIANA

El Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)

Regresarán a casa. Más de 60 peruanos residentes en Bolivia serán trasladados a Lima debido a la crisis política y social que afecta particularmente las ciudades de El Alto y La Paz, en ese país. Así lo indicó el canciller Manuel Rodríguez Cuadros, quien agregó que los problemas de abastecimiento de alimentos y la imposibilidad de recibir giros que les permitan la respectiva manutención fueron decisivos para el traslado de los connacionales.
Para dar tranquilidad a la población, Rodríguez indicó que existe un plan de contingencia que implica la evacuación de un número mayor de peruanos en Bolivia, siempre que la crisis en este país se agrave. Por ello, invocó a los peruanos residentes en Bolivia a mantener la calma y tener la seguridad de que la Cancillería procederá a trasladarlos ante cualquier situación de gravedad. Por su parte, el secretario de comunidades peruanas en el exterior, Jorge Lázaro, explicó que el consulado de Perú en Bolivia inició el empadronamiento de los connnacionales, que hasta el momento suman alrededor de 250 peruanos.



UN PAÍS QUE PARECE HABER SIDO ARRASADO Y EN RUINAS

Anteayer y ayer se evocó en Bolivia la posibilidad de una guerra civil, pero en los municipios de La Paz y El Alto, con el desabastecimiento y el hambre, eso parece haberse materializado.

Página 12 de Argentina (www.pagina12web.com.ar)

Fue casi un día de tregua en La Paz, a pesar de los temores de una guerra civil expresado por el dimitente mandatario boliviano, Carlos Mesa, y que ahora preocupan a la ciudadanía. Aun cuando se registraron manifestaciones de numerosos grupos indígenas, de campesinos, maestros, universitarios y hasta de choferes del transporte público, éstas fueron silenciosas, en comparación con las ensordecedoras detonaciones de dinamita y de los intermitentes disparos de gases lacrimógenos que el martes sembraron el caos en las calles del centro de La Paz y amedrentaron a los ciudadanos.
Sin embargo, la aparente calma en las calles no ha servido para solucionar los problemas de abastecimiento que empiezan a ser la pesadilla de las autoridades de los municipios de La Paz y El Alto, que llevan paralizados 22 días. La falta de gasolina amenaza con parar los últimos vehículos destinados a los servicios de urgencias de la policía, así como a los hospitales y otros servicios. El corte de las conducciones de suministro de gas natural afectará principalmente a los centros médicos públicos, que afrontan ya una crítica situación porque se están agotando los alimentos para los enfermos.
Del mismo modo, los internos de la prisión de máxima seguridad de Chonchocoro, en el páramo altiplánico de La Paz, agotaban ayer sus últimas reservas de alimentos. Las autoridades del Ministerio del Interior expresaron ayer su preocupación por la amenaza que puede implicar la falta de alimentos. El mismo problema se afronta en todos los hogares, especialmente en las periferias de La Paz y El Alto. Muchas familias no tienen ni un bocado de pan que llevarse a la boca, ya que sus ingresos son diarios y llevan 22 días con poco trabajo o ventas exiguas. Para colmo, los precios se han vuelto prohibitivos. Los manifestantes, llegados de lugares alejados de La Paz, afrontan el mismo problema. Se les están acabando las provisiones y, además, tienen que combatir el frío y el cansancio que acumulan de las marchas forzadas hacia la capital. El alcalde de El Alto, José Luis Paredes, hizo un llamado a los dirigentes de las Juntas Vecinales de esa ciudad, así como a los líderes sindicales, para que, en un acto de humanidad “que se da aun en las peores guerras”, levanten los bloqueos por un corto tiempo para que los habitantes consigan alimentos y carburante. “El servicio de recolección de basura está suspendido desde el jueves pasado y a las zonas alejadas no llegan los distribuidores de agua a causa de los bloqueos”, dijo Paredes, quien pidió una tregua para poder atender a los habitantes más necesitados de esa ciudad dormitorio, situada a unos 14 kilómetros del centro de La Paz y que cuenta con los índices de mayor pobreza en el país.
En La Paz, hombres y mujeres vestidos con ropa informal y zapatos deportivos tienen que efectuar largas caminatas para poder llegar a sus puestos de trabajo o, simplemente, para poder encontrar los productos más esenciales. Lo mismo hacen los vecinos de El Alto, empleados en el centro de La Paz, que descienden con agilidad por las empinadas calles, algunas trazadas con escalones, para poder acortar el camino. “Estoy caminando ya dos horas y aún me falta una más para llegar al centro”, explicaba el obispo de El Alto, Jesús Juárez, que se dirigía a una reunión con uno de los sectores en conflicto. Como él, los obispos de ambas diócesis cubren a pie grandes distancias para tender puentes, en la esperanza de poder encontrar un diálogo para sacar al país de la amenaza de enfrentamientos. Esta amenaza ha llevado a varias legaciones diplomáticas, entre ellas de Estados Unidos, Argentina e Israel, a programar una rápida salida de sus conciudadanos de Bolivia. El embajador de España, Francisco Montalbán, informó que el plan de evacuación no se ha activado pues, a pesar de las incomodidades y el enrarecido ambiente político, no existe riesgo físicopara los españoles afincados en Bolivia. “Hemos estado trabajando para ponerlo en práctica, si se da una crisis absoluta,”, dijo.



BOLIVIA, POLVORÍN A PUNTO DE ESTALLAR

El Universal de México (www.estadis.eluniversal.com.mx)

El fantasma de la guerra civil y la fragmentación se cierne sobre Bolivia, que hoy se juega su futuro político en Sucre, la capital constitucional del país, después de que ayer siete pozos petroleros fueran ocupados pacíficamente por campesinos.
Asimismo, en la combativa ciudad de El Alto, la Central Obrera Boliviana (COB) y diversas organizaciones sociales decidieron establecer una "Asamblea popular revolucionaria y originaria" que desconocerá la autoridad del Estado llevando la crisis a sus límites más peligrosos.
Mientras La Paz anocheció ayer completamente militarizada, toda la atención se trasladó, junto a los miles de mineros y campesinos que viajaron para presionar al Congreso, hacia Sucre, al norte de La Paz, donde el Parlamento espera reunirse hoy para aceptar la renuncia de Mesa y debatir la intención de los partidos tradicionales de ungir en su lugar al desprestigiado líder del Senado Hormando Vaca Díez.
Anoche, al cierre de esta edición, las presiones para que Vaca Díez desista de su "sueño" de ser "presidente aunque sea por unos meses", se intensificaron. El presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossío, el segundo en la sucesión presidencial, dijo estar dispuesto a renunciar siempre que "se me garantice que asumirá la presidencia Eduardo Rodríguez", presidente de la Corte Suprema, quien debería convocar a elecciones según lo establece la Constitución.
Así, Cossío, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido que apoya a Vaca en su intentona presidencial, se sumó al rechazo de varios alcaldes.
Evo Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), participará en la sesión de hoy para "dar la guerra en el Congreso y en las calles" y vaticinó que Vaca "no será presidente porque el pueblo lo impedirá".
A los más de 80 bloqueos en todo el país, las protestas, la falta de gas, combustible y de alimentos, se sumó ayer la ocupación de siete campos petroleros por campesinos Sin Tierra que tienen bloqueada la secesionista Santa Cruz de la Sierra. Cuatro de los pozos, de la española Repsol YPF, están al norte de Santa Cruz; otros tres, bajo el control de la British Petroleum, en Santa Marta.
Mientras la Iglesia católica difundió un comunicado en que dio por finalizada su mediación, Carlos Mesa pidió a sus pares de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva y de Argentina, Néstor Kirchner, así como al líder de la ONU, Koffi Annan, que envíen observadores al encuentro de Sucre. Ambos mandatarios respondieron afirmativamente. Según fuentes oficiales bolivianas, Lula enviará a Marco Aurelio García y Kirchner al ex vicecanciller Raúl Aleonada Sempé, persona de confianza de Raúl Alfonsín.
Ahora la brasa ardiendo la tiene el Congreso en Sucre. De ese poder y sus integrantes depende que hoy Bolivia no inicie la cuenta regresiva hacia el escenario más temido: la guerra civil.



ENTREVISTA A ANTONIO PEREDO, JEFE ALTERNO DE LA BANCADA PARLAMENTARIA DEL MAS

“LA ELECCIÓN DE VACA DÍEZ PROFUNDIZARÁ LA CRISIS Y VA A ENFRENTAR A LAS REGIONES”

En la víspera de la crucial reunión en la que el Congreso analizará la renuncia del Presidente Carlos Mesa y la eventual llegada al poder del titular del Senado, Hormando Vaca Díez, el congresista advierte sobre las profundas divisiones que podrían desatar una guerra civil en Bolivia.

La Nación de Chile (www.lanacion.cl/prontus_noticias)

Una extensa trayectoria política y académica, sumada a la impresión de su nombre en las papeletas de votación como compañero de fórmula de Evo Morales en las presidenciales bolivianas de 2002, hacen del diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), Antonio Peredo Leigue, una figura con mucho que decir en la crisis política y social que azota a la nación altiplánica.
En la víspera de la crucial reunión en la que el Congreso analizará la renuncia del Presidente Carlos Mesa, y previo a su viaje a Sucre, Peredo -quien además es jefe alterno de la bancada parlamentaria del MAS- conversó con La Nación.
-¿Cuál es su impresión de la situación que vive Bolivia?
- Es una situación muy difícil. Tal vez la más difícil desde el 17 de octubre de 2003. La crisis se ha desatado por una serie de acontecimientos que han ido creando una situación de absoluta insatisfacción en la mayoría de la población.
-¿Qué acontecimientos?
-La insatisfacción tiene que ver fundamentalmente con una Ley de Hidrocarburos que no satisfizo las expectativas de la gente y con la postergación de la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Hay que tomar en cuenta que la mayor parte de las demandas sectoriales y regionales de la gente estuvieron postergadas desde el 17 de octubre en adelante, a la espera de una salida en estos dos grandes temas nacionales.
-¿En qué redundó la postergación de esas demandas?
-Esto ha complicado la situación nacional, al punto que en este momento se ha producido la renuncia del Presidente (Carlos) Mesa, ante la imposibilidad de darle una vía de salida al asunto, y se ha entrado en una situación muy difícil por la posibilidad de que la sucesión recaiga en Hormando Vaca Díez, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), o en su defecto, en Mario Cossío, que es del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Dos partidos que fueron el sustento del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
-¿Aceptaría el MAS un gobierno de Vaca Díez?
-Absolutamente bajo ninguna circunstancia, lo que trae una serie de consecuencias. Todo el aparato que estuvo gobernando nuestro país bajo el modelo neoliberal, que ha causado el empobrecimiento de las personas en Bolivia, son los autores de la entrega de todos nuestros recursos naturales a las empresas transnacionales.
-Evo Morales advirtió que Bolivia corre el riesgo de una guerra civil, si el Congreso designa a Vaca Díez como Presidente.
-Nosotros consideramos que esa elección (de Vaca Díez) va a profundizar la crisis que estamos viviendo y va a enfrentar a las regiones. Esas son las condiciones en que se puede desatar una guerra civil.
Los pecados de Mesa
-¿Cuál cree usted que sería la salida a la crisis?
-Nosotros hemos planteado muy claramente que es necesario, para preservar la democracia, que los presidentes de ambas cámaras renuncien a su privilegio de sucesión presidencial, y que permitan que el titular de la Corte Suprema asuma la Presidencia, para convocar a elecciones generales.
-¿Bolivia se encuentra capacitada para enfrentar un proceso electoral, dada la polarización?
-No creo que tengamos otra alternativa. Es indudable que se desea una situación de tranquilidad, pero al no existir tal situación, cualquier alternativa, a no ser -por supuesto- una dictadura militar, permitiría una pacificación. Y usted sabe que una dictadura militar es la paz de los cementerios.
-¿Falló el modelo político boliviano?
-El modelo neoliberal que se implantó en Bolivia, falló hace mucho tiempo. Cuando el Presidente Mesa asumió el mando en octubre de 2003, prometió cambiar esto. Lo prometió en el sentido de convocar a un referéndum para definir la política energética del país, de aprobar una nueva Ley de Hidrocarburos, a la que finalmente se opuso e incluso no quiso promulgar. Y la Asamblea Constituyente, que nunca convocó. Entonces, Mesa falló en el intento de sostener el modelo neoliberal, porque los sectores conservadores le quitaron su apoyo, y tampoco pudo seguir teniendo la simpatía que durante buena parte de su gobierno despertó en la población.
Refundando el país
-Morales dice que desea “refundar Bolivia”. ¿Qué significa esto?
-Es un planteamiento que nosotros hemos estado haciendo desde la campaña electoral. Consideramos que este país ha sido fundado sobre bases no-ciertas. Es un país que está dibujado en el modelo de un sector privilegiado de la sociedad. Más del 60% de la población de Bolivia es población indígena que tiene usos y costumbres, muchos de los cuales entran en contradicción con la legislación nacional. Tenemos que refundar este país, incorporando, reconociendo y respetando los usos y costumbres de los pueblos originarios de Bolivia.
-¿Estas deficiencias estructurales justifican el recurso a la violencia?
- Usted sabe que no hay ninguna razón que justifique la violencia. Pero cuando esta situación es llevada al extremo que la gente no tiene otros recursos más que expresarse de manera violenta, ciertamente que no hay posibilidades de un entendimiento. Durante 20 meses se ha tratado de buscar un camino de entendimiento, y esto no parece haber sido posible.
-¿La negociación asoma como una salida?
-Nosotros estamos dispuestos a entrar en un diálogo, en gestiones. Hemos aceptado la mediación de la Iglesia Católica, que no ha dado resultados hasta ahora. Estamos dispuestos a entrar en negociación con las otras bancadas, para impedir que el Congreso fracase una vez más en dar una orientación al país. Así que, además de las movilizaciones, nosotros siempre hemos estado dispuestos a entrar en negociación.
-Los movimientos sociales alzados contra Mesa buscan diversos objetivos. ¿Cómo compatibilizar, por ejemplo, la propuesta del MAS de refundar Bolivia, con los deseos de autonomía manifestados por la gente de Santa Cruz?
- Consideramos que uno de los temas a tratar en este proceso de refundación del país es evidentemente la descentralización. Las autonomías tienen que ser un tema ineludible en la Asamblea Constituyente.
REFERENTE DEL MAS
Entre las filas del Movimiento Al Socialismo (MAS) boliviano una figura de amplia reputación asoma como uno de sus principales referentes: la del diputado Antonio Peredo Leige. Su apellido está ligado a figuras históricas de la lucha revolucionaria en Bolivia y América Latina.
Su padre debió asilarse en Argentina cuando él sólo tenía diez años y al menos dos de sus cuatro hermanos (“Inti” y Coco” Peredo) combatieron en el Ejército de Liberación Nacional, bajo las órdenes del propio Ernesto “Che” Guevara. Mientras el “Coco” cayó combatiendo junto al “Che” en 1969, “Inti” lo hizo -ese mismo año- intentando reiniciar la lucha armada en La Paz.
Tras la muerte de sus hermanos, la persecución política de que fue objeto lo obligó a radicarse por un tiempo en Chile.
Más de 30 años después, Antonio Peredo -periodista y profesor universitario- es uno de los líderes más consultados del MAS y un cercano colaborador del líder cocalero Evo Morales, junto a quien lucha por fortalecer los movimientos populares de su país.
Fue compañero de fórmula de Morales en su intento por llegar a la Presidencia en 2002 y actualmente es jefe alterno de la bancada parlamentaria del MAS.



LAS GRIETAS ENTRE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

La Nación de Argentina (www.lanación.com.ar)

Cuando se habla de las movilizaciones sociales que están dejando sin aire a La Paz y a El Alto en los últimos días, no se debe cometer el error de creer que se trata de la expresión de un solo y poderoso grupo. Por el contrario, los movimientos sociales están divididos en Bolivia. Tejen y destejen alianzas entre sí. Sus dirigentes se apoyan mutuamente y más tarde se acusan de traidores. Recorren a dinamitazo limpio las calles con una consigna que al otro día pasa a segundo plano y le deja lugar a una nueva.
Sin embargo, se podría afirmar que los protagonistas se aglutinan en tres grande grupos: la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), la Central Obrera Boliviana (COB) y los campesinos cocaleros que responden al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales.
En este contexto, cabe preguntarse cuál puede ser el escenario en un futuro inmediato, de acuerdo con lo que ocurra hoy en la sesión parlamentaria en Sucre.
Sólo existe consenso entre ellos en que no van a permitir que el discutido presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, se convierta en el nuevo presidente de la república. Si ello ocurre -y la probabilidad es muy alta, dadas las circunstancias-, Bolivia se incendiará definitivamente, dicen ellos. Y esa es la sensación generalizada.
Pero ¿qué sucedería si, tras la esperada reunión de diputados y senadores en la histórica capital del departamento de Chuquisaca, el poder queda en manos del titular de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, y este convoca inmediatamente a elecciones generales? ¿Bastaría para descomprimir la situación el país? Tampoco aquí hay una posición muy clara.
Sin lugar a dudas, el líder opositor más combativo y polémico es Jaime Solares, presidente de la COB, muy criticado desde que pidió abiertamente hace unos días que un "militar patriota" como el presidente venezolano Hugo Chávez se hiciera cargo del poder, al frente de un gobierno cívico-militar.
"Para nosotros, la convocatoria a elecciones está en un segundo plano, después de la ley de nacionalización de los hidrocarburos", dijo ayer Solares a LA NACION.
-¿Entonces la COB no se desmovilizaría?
-No, porque la convocatoria a elecciones no sirve. Primero está la nacionalización de los hidrocarburos. Además, nosotros creemos que ha llegado el momento de que el pueblo asuma el gobierno.
-¿Cómo sería eso?
-Tendría que asumir una persona sabia, que ya vamos a ver quién es.
En un plano más moderado, el senador indígena del (MAS) Román Loaysa -que lidera a los miles de campesinos que se encuentran desde hace 18 días marchando por La Paz- abrió una puerta para que una eventual convocatoria a elecciones descomprima la situación.
"Vea, compañero periodista -dijo a LA NACION-: nuestro pueblo empobrecido se ha dado cuenta de que el sistema tiene que cambiar desde abajo. Así que queremos competir en elecciones anticipadas con nuestro propio candidato para que sea él quien nacionalice los hidrocarburos y convoque a una asamblea constituyente."
-¿Eso quiere decir que ante una convocatoria a elecciones se desmovilizarían?
-Sí? Se podría declarar una tregua.
-¿Y quién es ese candidato? ¿Evo Morales?
-Evo Morales fue elegido durante un gran congreso indígena campesino. Pero como el tema se ha ido socializando, tendríamos que hacer otro congreso para que lo ratifique. Hoy el hermano Evo es nuestro líder y no nos ha traicionado.
Menos clara, en todo caso, es la posición de la poderosa Federación de Juntas Vecinales de El Alto, protagonista indiscutida de las protestas de estos días. Su líder, Abel Mamani, no negó la posibilidad de que una eventual convocatoria a elecciones pudiera desactivar la protesta social y el paro cívico indefinido que está llevando al borde de la agonía a la capital boliviana.
"No es fácil darle una respuesta -dijo a LA NACION-. Nosotros representamos a muchos sectores. Tendríamos que juntarnos y organizar un brazo político."
Si se convoca a elecciones, ¿se terminan las protestas?
No se puede descartar nada.

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