Monday, March 11, 2013

EL REY BLANCO. ROBERTO SUAREZ GÓMEZ, EL REY DE LA COCAÍNA. FUE SOCIO DE PABLO ESCOBAR E ÍNTIMO DEL NAZI KLAUS BARBIE

El Padrino boliviano fue el heredero de una de las familias empresarias más ricas del país andino, pero su verdadera fortuna la amasó exportando casi dos toneladas de pasta base por día. Socio de Pablo Escobar, Robin Hood de sus tierras, cerebro de la narcodictadura de García Meza, íntimo del nazi Klaus Barbie y del Banquero de Dios Roberto Calvi, protegido del panameño Noriega, financiador, junto a la CIA, de la Contra nicaragüense, y sospechado de acordar con Fidel una ruta para llevar cocaína a Miami. Hasta que a finales de los ochenta, por un mensaje divino, decidió entregarse y finalmente murió en una “jaula de oro” en el año 2000. Ahora Ayda Levy, su viuda, escribió el libro El Rey de la Cocaína para contar la vida y obra del hombre que creó La Corporación, también conocida como “la General Motors del narcotráfico”.

Función privada. Es 1983 y el capo colombiano Pablo Escobar Gaviria mira la pantalla concentrado. A su lado, Roberto Suárez Gómez, el Rey de la Cocaína, y su hijo Roby Suárez se ríen sin parar. Los tres disfrutan del video de la película Scarface algunos meses antes de su estreno en Sudamérica. De repente, Suárez Gómez interrumpe la película y dice: “Cómo les gusta tergiversar las cosas a estos gringos. ¿Quién les dijo que Montana era cubano y vivía en Miami? Si acá todos sabemos que mi Tony Montana es paisa y está sentado a mi lado”. Pablo Escobar explota en una carcajada, al igual que Suárez Gómez, quien rápidamente se da cuenta de que también aparecía retratado en la película: no cabía duda de que Alejandro Sosa, el empresario boliviano con contactos políticos y militares que proveía de cocaína al personaje interpretado por Al Pacino, estaba inspirado en él. Al final de la velada, el dúo de capos bromeó sobre la posibilidad de contactar a sus abogados en California para demandar a la Universal Pictures. Cuentan que hasta quisieron cobrar dividendos y regalías por los derechos intelectuales del film de Brian De Palma.
Durante aquellos años dulces de la cocaína, Roberto Suárez Gómez llegó a exportar casi dos toneladas de pasta base por día desde sus laboratorios en la Amazonia boliviana. Este monarca del hampa, heredero de una de las familias ganaderas más ricas del país andino, engordó una fortuna pantagruélica alimentada por el narcotráfico durante la década del ochenta. Socio del Cartel de Medellín en sus tiempos dorados, Robin Hood y filántropo del Oriente boliviano, cerebro de la sangrienta narcodictadura de García Meza, íntimo del nazi Klaus Barbie y del Banquero de Dios Roberto Calvi, protegido del panameño Noriega, financiador, junto a la CIA, de la Contra nicaragüense, y hasta sospechado de acordar tête à tête con Fidel Castro una ruta para llevar cocaína hasta las narices estadounidenses. A poco más de una década de su muerte, Ayda Levy, viuda del monarca, de quien se separó en los primeros años de la década del ‘80 al enterarse de que el acaudalado empresario estaba involucrado en negocios non sanctos, dedica El Rey de la Cocaína a desentrañar al hombre de carne y hueso que creó La Corporación, “la General Motors del narcotráfico”.
CASA REAL
La historia cuenta que Roberto Suárez Gómez era beniano, morocho y bastante corpulento. Típico ganadero de familia bien del Oriente boliviano. ¿Su árbol genealógico? Hijo de Nicomedes Suárez, patrón de Santa Ana, y Rey del Ganado; sobrino nieto de Pedro Suárez Callaú, el fundador de la Casa Suárez y Rey de la Quinina; y bisnieto de Nicolás Suárez Callaú, el Rey del Caucho. Nacido el 8 de enero de 1932, en la localidad de San Ana, el pequeño príncipe Roberto creció bajo el designio de ser el heredero de la familia que supo erigir un verdadero emporio exportando la savia del “árbol que llora” (caaochu en lengua del pueblo maina) y la carne de miles de cabezas de ganado que criaban en sus dominios. Levy, quien contrajo matrimonio con Suárez Gómez en la década del ‘50, explica que las construcciones en las estancias y colonias que la familia tenía en plena selva amazónica “eran señoriales, y sus salones fueron testigos privilegiados de fiestas y banquetes que ofrecían los Suárez en honor a la llegada de presidentes, embajadores extranjeros e ilustres personalidades”. Entre lujos asiáticos, glamour europeo y explotación sudamericana, Roberto supo seguir al pie de la letra los consejos de la casa real beniana y se convirtió en un poderoso empresario y terrateniente capaz de definir los destinos de Bolivia. Sin embargo, su verdadero reinado económico comenzó a finales de los años setenta, cuando la crisis que provocó la caída del precio del estaño en los mercados internacionales ahogó al país andino, y junto a otros empresarios del Oriente boliviano vio en la coca un recurso estratégico renovable para sacar a Bolivia del subdesarrollo y saciar el hambre del pueblo. Y, de paso, engordar su fortuna.
Suárez Gómez estaba completamente seguro de que con el floreciente negocio podrían pagar en 36 meses la deuda externa del país, que ascendía a 3000 millones de dólares. Levy cuenta que en aquellos años su marido le explicaba que algunos países tenían inmensas reservas petroleras y auríferas, y a los bolivianos les había tocado la coca en la repartición. Dicen que ante sus socios el futuro monarca se preguntaba: “¿Por qué debe parecernos raro que se niegue a priori la posibilidad de incursionar en el narcotráfico en aras de nobles ideales, con la motivación del amor a la patria y a la humanidad?”.
EL NARCOESTADO ALTIPLANICO
Para principios de 1980, Suárez Gómez acordó con el general Luis García Meza financiar el golpe de Estado que éste ejecutaría en julio, a cambio del monopolio de la coca en el territorio boliviano. El ganadero aportó cinco millones de dólares para la empresa militar, que también tuvo pleno apoyo de la dictadura argentina. El golpe se ejecutó el 17 de julio y derrocó al gobierno de la primera presidenta boliviana, Lydia Gueiler.
“En todas las negociaciones que hizo Roberto con García Meza y sus secuaces, fue vehemente en su oposición a la violencia. Exigió antes, durante y después del golpe que no se derramase sangre de ser humano alguno”, recuerda Levy sobre el rol “humanitario” de su marido. La junta militar fue la más sanguinaria de la historia boliviana. Asesorada por el ex oficial de la SS y la Gestapo Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon, que se encontraba prófugo de la Justicia francesa, y el terrorista neofascista italiano Stefano delle Chiae, la narcodictadura desató el terror. Ya en la toma de posesión, el ministro de gobierno Arce Gómez, primo del Rey de la Cocaína, advirtió que los opositores al gobierno y los comunistas debían “andar con el testamento bajo el brazo”.
Seis meses después del golpe, la muerte y desaparición de quinientos bolivianos (entre ellos el líder político y escritor Marcelo Quiroga Santa Cruz) y la tortura de miles de presos llevaron a Suárez a romper su alianza estratégica con los militares. “No pasó una semana cuando Klaus Altmann (nombre falso que usaba Barbie en aquellos años) apareció en mi casa sin previo aviso. El rostro desencajado y sudoroso del alemán me hizo presentir que era portador de malas noticias. ‘Señora, he venido a ponerlos sobre aviso para que tomen todas las precauciones necesarias, porque el omnipotente Departamento de Estado norteamericano está ejerciendo una presión tremenda para que Bolivia haga pública una lista elaborada por la DEA, en la cual Roberto aparece de número uno, seguido por su hijo Roby’.” Fue la gota que rebasó el vaso para Ayda Levy, quien por esos días decidió separarse de su marido, aunque nunca logró el divorcio definitivo.
Pero no hay mal que por bien no venga, y Suárez Gómez redobló la apuesta y decidió crear La Corporación, “la General Motors del narcotráfico”, un aparato paragubernamental que asociado al Cartel de Medellín y la DEA, desde entonces se encargaría de, supuestamente, repartir las jugosas ganancias de la cocaína entre los bolivianos. “El Robin Hood del Beni”, llegó a bautizarlo la revista Time por su fama filantrópica. Los presidentes, los ministros, los intendentes, los militares, los jueces, los funcionarios aduaneros y hasta las monjas de convento y los curas de pueblo esperaban los billetes que, sagradamente, les enviaba La Corporación.
En Bolivia no se movía un solo gramo de cocaína sin la autorización del Rey. Los Novios de la Muerte era el nombre con el que se hacían llamar los batallones privados de seguridad comandados por el nazi Barbie y otros mercenarios, que protegían a sol y sombra al empresario y a los millonarios cargamentos que salían en la flota de aviones Cessna 206 Stol y Douglas DC-3, desde sus laboratorios en la Amazonía boliviana hacia Colombia, y de allí a Europa y los Estados Unidos. Levy cuenta que “los empleados de La Corporación tenían que contar durante horas sumas astronómicas de hasta 60 millones de dólares en billetes de diferentes cortes que llegaban en bolsas de cotense. Era más fácil desaguar el río Mamoré a tutumazos (baldazos) que acabar con el dinero de Roberto.”
MI AMIGO PABLO
Suárez Gómez conoció a Pablo Escobar Gaviria a principios de los años ochenta. En esa época, el futuro líder del Cartel de Medellín viajaba a Bolivia acompañado por su compadre Gonzalo Rodríguez Gacha y compraba “a precio de gallina muerta” sulfato base de coca para procesarlo y exportarlo. Escobar necesitaba materia prima y Suárez monopolizaba el mercado del país andino. Cuentan que en aquel tiempo el boliviano aumentó el precio de la pasta base de 1800 a 9000 dólares el kilo y que Pablo pagó sin chistar. El creciente mercado estadounidense costearía la diferencia. En poco tiempo se hicieron socios, y poco después grandes amigos.
Los negocios iban sobre rieles (dicen que en 1983 Suárez Gómez obtuvo en el primer cuatrimestre una ganancia neta de cerca de 200 millones de dólares) y a partir de entonces, el Rey y el Pelícano (como apodó el boliviano a su socio) se codearon con lo más grande del hampa internacional. De día cerraban, brindando con champagne, negocios en la Toscana con Roberto Calvi, el llamado Banquero de Dios, que presidía el Banco Ambrosiano, y por la noche acordaban en el Caribe rutas liberadas con el dictador panameño Noriega y el primer ministro de Bahamas Lynden Pinddling. Incluso, Levy narra el supuesto encuentro que tuvieron los capos narcos con Fidel y Raúl Castro en enero de 1983, para acordar el uso del espacio aéreo y las aguas cubanas. Levy cuenta del marcado interés que tenía Fidel en usar al narcotráfico como un arma contra el imperialismo yanqui. Según el relato del propio Suárez a su esposa, en aquel encuentro Fidel les dijo: “Gracias por haber aceptado la invitación. Ustedes serán el misil con el que agujerearé el bloqueo y el injusto embargo que sufre mi país”. En paralelo, los narcos, que siempre jugaban a dos puntas, cerraban un acuerdo con la CIA, a través del teniente coronel Oliver North, por el cual entregaron quinientas toneladas de cocaína que la agencia comercializó en territorio estadounidense para financiar la Contra nicaragüense. Cuentan que durante el vuelo de regreso a Medellín, después de cerrar el trato con la CIA, Suárez le advirtió a su socio: “Pelícano, desde hoy estamos jugando en las ligas mayores, pero hay que andar con mucho cuidado. Estos gringos son más peligrosos que un mono con navaja”.
QUERIDO RONALD
Pero no todo fue color de rosa en la historia de Roberto Suárez Gómez. En 1982, la detención en Suiza y posterior extradición a Miami de Roby Suárez, su primogénito y heredero natural, pusieron en jaque su floreciente negocio. Desesperado, el Rey le escribió una carta al presidente estadounidense Ronald Reagan ofreciendo su entrega inmediata a cambio de la libertad de su hijo y la condonación de la deuda externa boliviana. En la misiva, Suárez aclara: “Estas son, señor Presidente, las dos condiciones a cambio de mi entrega voluntaria a las autoridades que usted indique. Ambas son lógicas y justas. La primera obedece a los sentimientos más profundos de un padre; la segunda se funda en que soy un boliviano que ama entrañablemente a su patria, se conduele con su crítica situación y, si mi libertad puede servir para ayudar a que mi pueblo salga de este estado, bienvenida la cárcel o la muerte”.
Finalmente, con la ayuda de un batallón de abogados, en 1983 Roby fue declarado inocente de los cargos de conspiración en el tráfico de cocaína. Fue un duro golpe para la DEA. El heredero fue recibido en Bolivia por todo el pueblo de Santa Ana. En la biografía, su madre recuerda que la multitud lo alzó en hombros cantando consignas en contra del imperialismo y la fiesta en los dominios del Rey duró varios días. Siete años después, la DEA se tomó revancha. Roby Suárez fue asesinado por la policía boliviana en Santa Cruz de la Sierra el 22 de marzo de 1990. Su padre, ya preso, no pudo ir al entierro.
EL REY HA MUERTO
A finales de los años ochenta llegó el declive. Tras romper relaciones con el Cartel de Medellín, la DEA y la CIA, Suárez Gómez se retiró del negocio del narcotráfico. Para 1988, su alta exposición y los secretos que conocía lo volvieron un problema y las autoridades políticas bolivianas le soltaron la mano. Levy recuerda que en esos días, el Rey reunió a sus hijos y les habló de una extraña visión que había tenido mientras rezaba en una de sus haciendas en la selva: “La luz de la luna reflejó en las gotas de la suave llovizna que caía antenoche el rostro de nuestro Señor. El me ha dado el mandato de entregarme”.
En su autobiografía inédita Tesis Coca-Cocaína, que escribió en aquellos años, el monarca boliviano advierte, en el prólogo recuperado ahora por su viuda: “Yo fui el Rey. Más, si se está en la cumbre, se está también al borde del precipicio. Cuando vuelvo mi pensamiento hacia atrás, no dejo de maravillarme por encontrarme todavía aquí, siempre remando contra la corriente, siempre adelante, a pesar de los escollos y los tumbos”. Suárez Gómez fue condenado a quince años de prisión por tráfico de droga y estuvo en la cárcel hasta 1996, en una auténtica jaula de oro acondicionada a su gusto en la capital boliviana. Pocos años después, un infarto lo atacó encerrado en su pieza, en una de sus mansiones. Cuentan que cuando los empleados y su médico echaron la puerta abajo para ayudarlo, lo encontraron tirado en la cama y, apuntándolos con una pistola calibre 45, el Rey les dijo: “Salgan inmediatamente de aquí. Si dan un paso más les disparo”. (Página 12 de Argentina)





EL ÚLTIMO REY DE AMÉRICA

Una insólita monarqía en el corazón de Bolivia lo tiene como protagonista; viaje al mundo de Julio Pinedo, con pasado esclavo y presente líder

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)

Han sido los marginados oficiales del Estado Plurinacional de Bolivia. Ubuntu significa en su lengua original yo soy porque nosotros somos. Así es la comunidad afroboliviana, una familia que se esfuerza por integrarse, por fortalecer su identidad y su cultura, y que mantiene un legado de su África ancestral: la monarquía. Don Julio Pinedo, rey de los afrobolivianos -reconocido por la Constitución de Bolivia-, cruza el campo con pasos precavidos y un machete en la mano porque en la zona abundan las serpientes de cascabel. Tiene 59 años, es parco en palabras y le envuelve un aura telúrica de planta ancestral. Llega al antiguo cementerio de Mururata vestido con la ropa de los domingos, se descubre, posa el machete. Avanza hasta la tumba de don Bonifacio, su abuelo, descendiente directo del rey de una tribu africana que llegó al actual territorio boliviano como esclavo en tiempos de la colonia. Don Julio reza un padre nuestro y un avemaría. El atardecer se apaga en el horizonte, silba en el viento la nuboselva como una lluvia de luz detenida.
Una comunidad olvidada
Don Alejandro Iriondo es un hombre entrañable, de aspecto frágil y buena salud. Es el vicepresidente del Consejo Nacional Afroboliviano (Conafro), que trabaja como guardián en la antigua hacienda de esclavos de Chijchipa Yariza, en la provincia Nor Yungas del departamento de La Paz. "Esta casa y sus terrenos eran propiedad del ex presidente Sánchez de Lozada, pero en 2008 el presidente Evo Morales se los expropió por corrupción y nos los entregó a los descendientes de los esclavos africanos y a los campesinos aimaras que hemos residido en este lugar los últimos cincuenta años. Mis ascendientes fueron humillados y explotados en esta hacienda, que hoy se está rehabilitando como parador turístico. Mientras tanto nos permiten a mi familia y a mí vivir aquí", explica con el pulso de la costumbre y el ritmo lento del discurso repetido. "Nuestros antepasados vinieron de África: de Senegal, de Angola, del Congo. Primero utilizaron a los negros en las minas del cerro Rico de Potosí. Por el cambio de clima, la alimentación y la altura no resistían y murieron muchos. Entonces, nos vendieron a los patronos de Los Yungas, dedicados principalmente a la agricultura. Y aquí seguimos viviendo", continúa.
El Conafro es un organismo que lucha por la conservación del patrimonio cultural de la comunidad afroboliviana y para consolidar una organización nacional. "Durante cinco siglos no fuimos reconocidos, pero las cosas están cambiando. Ahora tenemos un rey, un diputado afro y también queremos que existan médicos, profesores y políticos de nuestro pueblo porque también somos bolivianos. El presidente Evo nos apoya y nos respeta, y ha aprobado en 2010 una ley contra el racismo y toda forma de discriminación", afirma don Alejandro.
Bonifacio Pinedo, el abuelo de don Julio, llevó el apellido del esclavista español al que perteneció su familia. "Ahora está su nieto, don Julio Pinedo. ¿Sabían ustedes que el nuestro es el único rey que hay en América?", se entusiasma don Alejandro. Respira a pleno pulmón, sin prisa, acompasando su discurso con las manos, llevando en el hálito la terrible historia de los descendientes de África. "En 1988 se fundó en esta región el Movimiento Cultural Saya Afroboliviano (Mocusabol). Somos un pueblo que combate el racismo y la discriminación racial y desea los mismos derechos de las poblaciones indígenas." En 2009 Bolivia reconoció oficialmente a la Comunidad Afroboliviana como una de las 36 nacionalidades que conviven en el país y, en noviembre de 2012, fue por primera vez tenida en cuenta en el censo de la población nacional. "En gran medida, esto se debe a la labor de nuestro rey porque, aunque don Julio constituye una autoridad simbólica y no política, nos da entidad como pueblo. Bolivia no es sólo un país de pueblos indígenas", sentencia con firmeza.
Los afrobolivianos encontraron en la música y la danza un espacio en el que fundir la cultura de su pasado ancestral africano y la realidad andina. La saya es su máxima expresión y el vehículo con el que preservaron la historia oral de su lucha. En ella los tambores acompañan las voces agudas de las mujeres y la respuesta coral de los hombres. "Era más bonita la saya antigua, la verdadera. Esta que bailan ahora ha incorporado mucho de la cultura aimara, incluso han cambiado el vestido: las jovencitas llevan pollera, sombrero y abarcas. Es hermosa de todos modos", nos explica una viejecita.
Diálogo entre culturas
En una casa humilde de Tocaña viven don Desiderio y su familia. "Nosotros trabajamos en los cocales desde antiguo. Nueve horas a pleno sol, de lunes a domingo. A fin de mes sólo tenemos para comer arroz y plátanos. Me gusta pensar que en el futuro será diferente", comenta el patriarca de la familia. "En Tocaña sólo quedan dos familias aimaras, el resto de la población somos descendientes de africanos. La mayor parte de la comunidad afro -unos 35.000- vive en Coroico o ha emigrado a La Paz o a Santa Cruz porque las ciudades ofrecen mejores oportunidades", continúa. Doña Raimunda tiene 46 años, viste una pollera y un sombrero andino. Es una fuerza de la naturaleza. Alta y silenciosa, desempeña los papeles de madre, esposa, amiga, compañera de trabajo, ama de casa y consuelo para todos. "Mañana es el Día de Difuntos, deberíamos viajar a Coroico", murmura mientras recoge la mesa.
Los pueblos originales bolivianos practican una religión sincrética donde conviven con armonía los ritos católicos y las creencias ancestrales de origen andino. La comunidad afroboliviana ha asimilado perfectamente este poso cultural que es visible, por ejemplo, en el Día de Difuntos. El homenaje a los muertos dura tres días, durante los cuales arden velas y se cocinan panes con caras de porcelana. Encorvada sobre una tinaja, doña Benancia prepara con dolor y manos amorosas un muñeco de pan que representa a su hijo. Wilmer enfermó de hepatitis hace poco más de un año. "Se puso malo. Fuimos a La Paz, visitamos a doctores y a collahuayas (chamanes), gastamos nuestros ahorros y después pedimos prestado. No sirvió para nada", cuenta. Coloca en una mesa el muñeco de pan, su última foto, velas encendidas, hojas de coca, alimentos y algunos objetos personales. Los bolivianos creen que, a medianoche del uno de noviembre, las almas de los fallecidos regresan a los pueblos para acompañar a la familia y los amigos. Estos, al día siguiente, rezan y reparten los panes entre las personas que asistieron a la ceremonia. El tercer día van juntos al cementerio, adornan los panteones y depositan sobre las lápidas muñecos de pan, hojas de coca y frutas. Doña Benancia nos señala a una muchacha blanca. "Esa de ahí que reza era la novia de mi hijo. Nunca le importó que él fuera negro. Cuando yo era pequeña, si un blanco o un mestizo te decía algo tenías que callarte y obedecer. Por fortuna ahora hay menos racismo." Se acerca don Desiderio: "Deberían visitar a nuestro rey, la última corona de América. En Mururata viven bastantes familias africanas, pero todo el mundo lo conoce. Les será muy fácil encontrarlo".
La morada del rey
Don Julio Pinedo es de casa pobre. Su vivienda tiene dos plantas que forman dos reducidos espacios abiertos. La de arriba constituye el dormitorio común, que usa el matrimonio, y la de abajo funciona como cocina, salón, baño y tienda de productos de primera necesidad: aceite, refrescos, atún, plátanos, tomates, pasta, hojas de coca, etc. Los viernes también vende el pan que sale de su horno. Hay una mesa y dos sillas de madera envejecidas, una nevera industrial herrumbrosa, algunos sacos y cajas vacías de refrescos. Cuando no dobla la espalda en el pequeño cocal de su propiedad, don Julio suele pasar en este espacio la mayor parte del día, ocupándose de la tienda. Una televisión anticuada le hace compañía. Las desconchadas paredes de la casa han sido adornadas con variopintos carteles de motivos católicos, recomendaciones para la salud, un calendario, una fotografía familiar y un anuncio del IV Encuentro Nacional Afroboliviano, donde figura una imagen del rey don Julio coronado. No es ésta la casa en la que se espera que viva un rey. Al principio, uno no sabe cómo dirigirse al monarca, pero todo resulta sencillo cuando él se incorpora con su gorra de capitán de barco para ofrecer una mano campesina y trabajadora. "¿Qué puedo hacer por ustedes? -pregunta-. Pero pasen, por favor, no se queden en la puerta." Entonces, uno percibe que debe prescindir de las formalidades y únicamente tratarlo como a una persona. Parece que don Julio nos ha entendido y lo agradece. Responde a nuestras preguntas con timidez, sin desparpajo y con una tristeza mal encubierta. "Nuestra historia es un poco triste. Ha habido que trabajar mucho. Esta historia tiene más de cuatrocientos años, cuando llegaron los abuelos, los bisabuelos. Mi abuelo fue rey. Su función era ser una autoridad en la comunidad. En el 92 vino un señor y me dijo, tú tienes que tomar el mando de tu abuelo Bonifacio, porque tu abuelo ha sido el rey. Entonces, en el año 92 me coronaron rey de los negros bolivianos", cuenta humildemente, como si le costara hablar de sí mismo. "Aunque soy el representante de la comunidad afroboliviana, respeto y reconozco el gobierno del presidente Evo Morales. Ocupamos lugares diferentes."
Doña Angélica corrobora cada una de sus palabras con leves movimientos de cabeza y nos muestra la corona de latón dorado que el prefecto de La Paz impuso a su esposo en 2007. "Nuestro pueblo ha demostrado de lo que es capaz la sociedad cuando se pone en marcha. Nosotros hemos sido los desconocidos, los olvidados, los marginados. Hemos sido la comunidad más pobre de nuestro país. Ahora luchamos, pues si no somos nosotros mismos, nadie va a defender nuestros derechos." Don Julio hace un gesto serio con la cabeza y comenta preocupado: "La educación es el principio de todo. Los niños deben ir al colegio y superarse para bien de sus familias y de la comunidad. Mi sobrino Rolando ha sido bachiller en humanidades y ahora estudia Comercio Internacional en una Universidad de La Paz. Los estudios se los paga un miembro español de la casa real afroboliviana. Nosotros no podemos. Tenemos puestas muchas esperanzas en este muchacho". Don Julio y su esposa, a pesar de su deseo, no han logrado ser padres. Su sobrino, Rolando Julio Pinedo Larrea, les sucederá en el trono de los negros bolivianos. Será el primer rey mestizo.
Doña Angélica Larrea, la reina afroboliviana, lee y escribe con algunas dificultades. Por este motivo, los miércoles y viernes va a clases de educación gratuita para adultos. De momento se aburre porque sabe más de lo que enseñan. "La riqueza de nuestra cultura es que nuestros ancestros provienen de otro país, pero nosotros nos sentimos legítimos bolivianos porque hemos nacido en esta tierra, y nos esforzamos por conocer lo nuevo, pero también queremos conservar nuestras costumbres."
La niebla, como el hálito de un dios, se agolpa en las ventanas de la casa. Don Julio Pinedo se disculpa, debe irse a trabajar en el pequeño cocal de su propiedad. Nos da la mano, sonríe, toma su machete y el saco que llenará de hojas de coca. Lo vemos alejarse, solitario y solidario, devorado por la niebla. Un campesino. El descendiente de un esclavo que, por linaje e historia, es el rey de los afrobolivianos.
otros reinados americanos
Los Braganza . En 1808, tras la invasión napoleónica, la familia real de Portugal se vio obligada a dejar Europa y buscar refugio en sus colonias americanas. Recalaron en Brasil, se instalaron en Río de Janeiro y elevaron la categoría de la antigua colonia, que pasó a convertirse en un reino. En 1822 el príncipe Pedro, proclamado emperador, cedió la corona de Lisboa a su hija, separando así el reino europeo del americano. En febrero de 1889 una revolución proclamó la república brasileña y los Braganza debieron exiliarse.
Henri Christophe . Fue uno de los líderes de la revolución haitiana que estalló en 1791, cuando los esclavos se rebelaron y se enfrentaron con la colonia francesa. Tras años de lucha, en 1804 se proclamó la república haitiana. Elegido presidente en 1807, el esclavo liberado Henri Christophe se autoproclamó rey de Haití cuatro años después. Su reinado duró unos nueve años y forma parte del magnífico relato que de estos hechos históricos hizo Alejo Carpentier en la novela El reino de este mundo. Uno de los vestigios más célebres del reinado de Henri Christophe es la Ciudadela Laferrière, también conocida como La Citadelle, una monumental fortaleza designada patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Los Cacicazgos . El liderazgo político también era hereditario en pueblos originarios como el de los ranqueles, pampas, tehuelches o mapuches. Recientemente publicado, el libro La Argentina de los caciques. O el país que no fue, de Carlos Martínez Sarasola (Del Nuevo Extremo), ahonda en documentos elaborados por caciques locales a fines del siglo XIX.





BOLIVIA Y CHILE: LA POLÍTICA EXTERIOR SUBORDINADA A LOS INTERESES DOMÉSTICOS

El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl/opinion)

Subordinar las relaciones internacionales a las necesidades domésticas de los gobiernos de turno, es algo muy antiguo en la política mundial. Recordemos por ejemplo el clásico libro “El Príncipe” de Macchiavello, donde éste le recomienda a la autoridad a incentivar las tensiones, e incluso a iniciar algún conflicto, cuando su legitimidad y popularidad se vean seriamente cuestionadas. Macchiavello al escribir estas líneas, no hacía sino constatar cómo se comportaban diversas autoridades de la época, cuando enfrentaban momentos de baja popularidad. Bueno, y esto no ha cambiado mucho en el curso del tiempo.
La dictadura militar argentina inició la aventura de las Malvinas justamente en momentos de crisis económica y legitimidad política, buscando así dar un “golpe de timón” que hubiese consolidado a este régimen de facto por algunos años más (sin imaginar la reacción inglesa y norteamericana).
En este sentido, es cierto que diversos gobiernos bolivianos, y el actual también, han levantado en ocasiones la “carta anti-chilena” para mejorar sus índices de aprobación domésticos, pero lamentablemente ello ha tenido “eco” en nuestro actual gobierno, que ha visto también aquí una oportunidad para mejorar su magro respaldo, escalando una crisis (la de los soldados detenidos) que como muestran diversos casos anteriores (tanto con Bolivia como con Perú) se podría haber resuelto tempranamente a través de una gestión diplomática, que fue la posición inicial de nuestra Cancillería, pero que se vio sobrepasada por las declaraciones realizadas horas después desde La Moneda.
Y que duda cabe, el Presidente Morales y nuestro mandatario deben gozar ahora de “unos puntitos más” en las encuestas como resultado de esta crisis, pero a costa de tener a las relaciones bilaterales en su peor nivel de los últimos años, un retroceso lamentable después de todo lo que se había avanzado con la llamada “Agenda de Trece Puntos” que buscaba abordar los principales temas de interés para ambas partes.
Cabe recordar que en el primer año de este gobierno (2010) las relaciones con Bolivia fueron cordiales, y de continuidad con lo alcanzado por los anteriores gobiernos de la Concertación. Sin embargo, este pragmatismo inicial comenzó a debilitarse como resultado de los escasos avances en el tema 6 de la agenda sobre acceso al mar para Bolivia, las protestas sociales en ambos países y la consecuente baja en popularidad de ambos gobiernos, y la escasa afinidad cultural e ideológica entre las autoridades de Chile y Bolivia (puede haber algo más lejano que la historia personal y política de nuestras actuales autoridades y las bolivianas ? ) , afinidad que no resuelve por si misma los problemas, pero que puede ayudar a crear un clima más favorable para abordar estos problemas.
Así entonces, estaban todos los ingredientes para que fuese cosa de tiempo un deterioro en los vínculos bilaterales, y lamentablemente, se hacía cada vez más “tentador” apelar a la figura del adversario histórico insensible (Bolivia en referencia a Chile) o el país que no respeta el derecho internacional (Chile en referencia a Bolivia). Lo más lamentable de todo esto, es que se ha creado un “clima de opinión pública” muy negativo en ambas sociedades, con muchos políticos (no todos, hay muchas excepciones) que en vez de contribuir a buscar una salida razonable a lo sucedido y retomar el diálogo bilateral, incentivan estas tensiones para ganar también “cámara y popularidad” en un año electoral.
Un verdadero estadista en momentos como este debiese sobreponerse a las ventajas de corto plazo y pensar en los intereses de largo plazo de nuestro país en el escenario vecinal y regional. Lamentablemente ello no ha sucedido. Algunos quisieran comparar lo obrado (en la CELAC y con este tema de las detenciones) con la reacción del Presidente Lagos en la Cumbre Presidencial de México del 2004, cuando respondió enérgicamente al entonces Presidente Meza de Bolivia. Pero el mensaje de Lagos fue en esencia restablecer relaciones, retomar el diálogo, y abordar todos los temas de interés para ambas partes, lo que después implementó la Presidenta Bachelet con la Agenda de los Trece Puntos. En definitiva, no sirve al interés de Chile tener relaciones deterioradas en nuestro entorno más inmediato, y la política exterior en sus temas esenciales (y las relaciones vecinales son lo más esencial) nunca debiese quedar subordinada a organismos, o consideraciones domésticas coyunturales cuyos efectos dañan la reputación, y objetivos prioritarios del país en el ámbito externo.
Y es que no hay que equivocarse: la demanda boliviana seguirá en la agenda, y si bien nuestros argumentos jurídicos son sólidos y los demás países de la región no quieren que se “multilateralice” el tema, sí han expresado públicamente simpatías por la “causa boliviana”. Habrá entonces qué (pensando en el interés de Chile) recuperar las confianzas y retomar en algún momento el diálogo, pero en un año electoral como éste, probablemente será tarea ya para el próximo gobierno.





BOLIVIA Y PUERTOS PERUANOS

El País de Uruguay (www.elpais.com.uy)

El 40% de las exportaciones bolivianas salieron por los puertos chilenos durante el año 2012. Así lo informó el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, señalando que fueron ventas por un valor total de 11.589 millones de dólares, lo que representa un incremento del 27% con respecto al año anterior. De ese monto, unos 4.600 millones de bienes se movilizaron a través de los puertos chilenos de Arica, Iquique y Mejillones, lo cual representa un 40% de las mercaderías transitadas a través de dichos puertos por concepto de exportaciones. Pero Bolivia también utiliza para su comercio exterior otros puertos del Pacífico como ser los peruanos de Matarani e Ilo, que durante el año pasado manejaron unas 750 mil toneladas. Matarani está a 500 kilómetros de La Paz e Ilo a 650 kilómetros, en cambio Arica está a 440 kilómetros. La ecuación económica está cantada a favor de los puertos chilenos por los costos de transporte y gasto de combustible; así lo ven los operadores de cargas. Pero Bolivia y su propio presidente tienen un serio enfrentamiento con Chile en su larga lucha por la pretensión de tener salida soberana al Pacífico a través de Chile, que se ha endurecido en los últimos meses. Y así, según lo hemos informado en notas anteriores, Evo Morales le ha dado un tono dramático y ahora está patrocinando o mejor aún, negociando con Perú su salida a través de dichos puertos con mayores ventajas.
CON PERÚ. En consecuencia decidió reorientar la planificación económica de su país a través de los puertos peruanos Ilo y Matarani, señalando que esos serán los corredores bioceánicos, viales y ferroviarios para las exportaciones a China, sudeste asiático, Corea y Japón.
VISIONES NEGATIVAS. Pero sobre la condición actual de dichos puertos peruanos el gerente de la Cámara de Industrias Oruro (CIO), José Peñaranda, dijo "que los puertos peruanos no cuentan con capacidad portuaria, ni características mínimas para el tonelaje de mercadería que mueve Bolivia hacia el exterior y advirtió que es aconsejable tener prudencia y analizarlo desde diferentes puntos de vista. "Las empresas holandesas y japonesas que son las más grandes transportadoras a nivel mundial, no reconocen a Matarani ni a Ilo como puertos, por el calado y la falta de infraestructura física y de maquinaria", explicó. Por los puertos chilenos hemos desarrollado en varios años, infraestructura de carreteras de vinculación invirtiendo enormes recursos económicos. Los puertos chilenos de Arica e Iquique, según el análisis de Peñaranda, fueron creciendo según sus necesidades. "Chile invirtió en esos proyectos, incluso existe otro puerto de Portillo que aún no se ha concluido, y la inversión allí es millonaria. No sé si el gobierno de Perú pueda y quiera invertir en Ilo o Matarani, que son viables, pero para más adelante", explicó.
El anuncio del gobierno de Bolivia, en sentido de reorientar el comercio con el mercado asiático por puertos peruanos de Ilo y Matarani, significaría asimismo cerrar las fronteras con Chile en Pisiga y Tambo Quemado, terminar con la vocación comercial de Oruro, además de renunciar a proyectos largamente anhelados como el Puerto Seco, sostuvo el diputado Franz Choque Ulloa.
PUERTOS SOBERANOS. Mientras Bolivia insiste en su lucha contra Chile, hay que recordar que este país ya tiene su salida soberana al Atlántico a través de la hidrovía Paraguay-Paraná desde Puerto Aguirre en el canal Tamengo y potencialmente lo tiene desde Puerto Busch, otra salida soberana de 48 kilómetros con frente en el mismo río Paraguay. Aquí habría que hacer el puerto y construir un ferrocarril que bien podría financiar la Corporación Andina de Fomento. Esta sería una gran solución sin perjuicio de sostener las del Pacífico.





CHAVEZ, CHILE Y BOLIVIA

La Tercera de Chile (www.latercera.com/noticia)

TODA persona que fallece debe ser respetada, pero en el caso de un gobernante como el Presidente Hugo Chávez, se hace necesario un balance de su vida y de su tarea. Es lo que ha hecho La Tercera, en especial al difundir las opiniones de sus lectores y columnistas sobre el controvertido comandante. Así destacó, por lo elogiosa, la carta del senador Alejandro Navarro por su equilibrio crítico, la columna del abogado José Zalaquett y la entrevista del periodista Alejandro Tapia al analista venezolano Moisés Naím.
Respecto de sus relaciones con Chile,  el lector José Miguel Barros, presidente de la Academia Chilena de la Historia, señala que no se ha destacado suficientemente la injerencia del comandante en asuntos exclusivos del país. Para ello recuerda  la “Carta abierta a don Hugo Chávez” que publicó por  sus “sucesivas e intempestivas declaraciones acerca de su sueño de bañarse en playas bolivianas”, con las que exasperó a muchos chilenos, lo que Barros graficaba con la expresión: “nos ha sacado los choros del canasto”.
Con ese preámbulo, Barros le daba a entender al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela que su intención no era asilarse en frases modosas, sino tratar de enseñarle varias cosas que por su formación y estilo “probablemente ignore”. Se sentía con derecho a hacerlo por haber abandonado el oficio diplomático y dedicarse a desentrañar ciertos fenómenos históricos y tratar de exponer verdades objetivas.
El autor esperaba que Chávez leyese su carta, aunque fuese por provenir de un país serio situado en el sur de América, escrita por un chileno entre 15 millones no nacidos en una “República O’Higginiana de Chile” -aseguraba que aquí nadie se habría atrevido a introducir semejante terminología-, sino en una “Nación vieja, forjada en la lucha y el rigor, respetable y respetuosa de sus congéneres hispanoamericanos”.
Luego, el embajador le sugería al comandante que meditase el daño que sus intervenciones en materias exclusivamente chileno- bolivianas causaban a la  aspiración de Bolivia. Desde luego, porque en Chile enardecen ánimos, endurecen ciertas posturas extremas y limitan cualquier posible influencia de aquellos chilenos “que, como yo, creen en la conveniencia de negociar con Bolivia en el marco del derecho y bajo la égida de la buena fe”.
La segunda sugerencia que hizo al mandatario fue que estudiase, asesorado por expertos, el sistema de tratados y, en particular, sobre las peculiaridades del régimen territorial peruano-chileno-boliviano, lo que le permitiría saber que Chile y Bolivia están ligados por un tratado suscrito hace un siglo, mediante el cual ambos estados -20 años después del término de la guerra del Pacífico- concordaron definitivamente sus límites y la futura relación territorial. En ese tratado de 1904, Chile compensó las concesiones que le hizo Bolivia, como “el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”; la facultad de Bolivia para constituir agencias aduaneras en los puertos que designare para su comercio; un intercambio comercial sujeto a un trato igualitario aplicable a terceras potencias; la entrega de ingentes sumas de dinero en efectivo; la construcción de redes ferroviarias, etc.
Este do ut des fue considerado equitativo por las autoridades bolivianas y chilenas, y se aprobó según las constituciones de ambos países y que, al amparo de ese tratado y de otros múltiples acuerdos sucesivos, hoy Bolivia goza de un acceso al mar muy superior al de cualquier otro país mediterráneo del mundo.
Más importante aún es que, aunque lo quisiera, Chile no podría desprenderse de territorio ariqueño sin un acuerdo previo del Perú, según el acuerdo chileno-peruano de 1929.
Le sugirió Barros a Chávez que en su interés de ayudar a Bolivia, sus diplomáticos sondeasen el pensamiento oficial del Perú, a fin de sopesar la factibilidad de esa “playa en el mar boliviano” que “le ha dado por pregonar como un mantra”.
Aparte de lo anterior, algo que podría revestir de seriedad “el internacionalismo que exhibe en este campo”, le propuso que tomase la iniciativa para que una comisión técnica e imparcial de la OEA estudiase las diversas situaciones del continente: “¿Cómo se configuró la soberanía territorial de los distintos estados? ¿Qué territorios perdieron y cuáles adquirieron después de su independencia? ¿Fueron todas adquisiciones pacíficas, o algunas de ellas emanaron de conflictos armados, o de presiones políticas que no se pudieron resistir? ¿Cuánto suelo, otrora de Bolivia, pasó a poder de sus vecinos, aparte de Chile? ¿Cuánto perdió México de su antiguo dominio colonial? ¿Por qué debió Colombia ceder sus tierras istmeñas? ¿Cómo se redondeó el inmenso territorio brasileño?”.
Para el historiador, un estudio semejante revelaría ante la opinión pública americana que la guerra a que Chile se vio arrastrado en el siglo XIX es un episodio más “entre múltiples luchas armadas, conflictos fronterizos, entreveros diplomáticos o negociaciones dudosas”.
En ese marco histórico, se comprobaría lo injusto que es exhibir a Chile como el único digno de censura. Y gracias “a tal ejercicio de exploración de la verdad”, Chávez comprendería “la gran falacia que hay detrás del histrionismo populista que le arrastra a teatralizar una y otra vez, como invitando a ser aplaudido por quienes poco o nada saben de historia o de derecho internacional, ese ‘sueño’ que ha pregonado”.
José Miguel Barros sostiene que nada se opone a que Chile y Bolivia analicen cualquier problema de su convivencia como naciones soberanas. Pero hay ciertas premisas inamovibles entre las cuales menciona que: “los países serios no se desprenden frívolamente de sus territorios y, más específicamente, que Chile sólo debe a Bolivia aquello que emana de los tratados que le vinculan a ella, y aquello que le impone el derecho internacional. ¡No hay deudas históricas que saldar ni culpas que purgar!”
Al amparo de esos principios, “ambos estados pueden y deben resolver sus pro-blemas, escudados en sus respectivos derechos, sin injerencia de opinantes de terceros países que sólo contribuyen a enrarecer la atmósfera internacional”.
José Miguel Barros tenía la esperanza que el contenido de su carta superase los preconceptos que impedían a Chávez sopesar la realidad política del extremo austral del continente y concluía que si no ocurriese, sin inmiscuirnos en problemas internos de su país, los chilenos podremos anhelar calladamente que algún día surjan en Venezuela hombres ponderados, cultos y de buena fe que guíen a su país por la recta senda del derecho y de la verdad histórica.





EL CURIOSO CASO DE LOS "RUSOS" PRESOS EN LA FRONTERA CON BOLIVIA POR NARCOS

 Llegaron de Europa del Este para comprar y vender droga. Varios procesos penales quedaron nulos porque el sistema no tiene traductores y a los jueces no les queda otra opción que liberarlos. La competencia con las "mulas" locales. 

El Tiempo de Argentina (www.tiempo.infonews.com)

El plural no es preciso, es casi ofensivo, pero es la manera –única– cómo se los nombra en las cárceles federales de Salta. Los "rusos", en una medida indulgente de las autoridades, son amontonados en los mismos pabellones y celdas, conspirando para que el destierro no duela tanto. También, y ellos lo saben, para mantenerlos a salvo del resto de la población, locales y de zonas vecinas, que no tolera el contraste. "Son todos rubios y de ojos claros y, por eso, sólo muchas veces se generan problemas", explica un vocero del juzgado que, luego de meterlos presos, recomienda el aislamiento.
La hostilidad se justifica, además, en el resentimiento de clase y hasta por un sentimiento de competencia desleal.
Los rusos, a diferencia de las "mulas" argentinas, bolivianas o de otros países de la región, cruzan la cocaína entre sus ropas de confección europea o en valijas Gucci o Louis Vuitton, desalentando la sospecha de los controles fronterizos, acostumbrados a decomisar a bagayeros pobres y menos caucásicos.
El juzgado federal de Orán, con jurisdicción en la frontera más caliente del país, contabiliza 220 detenidos, que en un 90 por ciento purga sentencias por causas de drogas. Del número de condenados, aún quedan (porque no fueron repatriados o expulsados) unos 20 que son, para describirlos correctamente, europeos del Este, provenientes de los territorios de la ex Unión Soviética y la antigua Yugoslavia.
Ucranianos, búlgaros, letones y serbios, entre otros, violaron el artículo 5 de la Ley de Estupefacientes, que sanciona la tenencia y tráfico con penas de cuatro a 15 años de prisión, y esperan encerrados en los penales de Cerrillos, en la ciudad de Salta, Güemes y hasta en Jujuy, porque San Ramón de la Nueva Orán no tiene, pese a su alta estadística narco, una alcaidía federal.
La mayoría son hombres, aunque en el último tiempo hubo una moda conveniente: se contrata a mujeres embarazadas porque su estado les asegura la prisión domiciliaria. El beneficio, incluso, alcanza a madres con hijos menores de cinco años.
"Hacer un seguimiento de los procesados se torna muy difícil porque las cárceles están a más de 200 kilómetros, así que menos vamos a poder controlar si se cumplen las condiciones de detención en cada una de las casas", se sincera el fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, a quien parecen sobrarle argumentos para la queja.
"Hace rato que vengo pidiendo que alguien nos dé una mano, y más en el tema de los extranjeros, porque uno de los principales problemas a sortear frente a los imputados provenientes de Europa del Este está relacionado a las diferencias idiomáticas y la falta de traductores, los que no son provistos ni por las embajadas de sus países de origen, ni por el Consejo de la Magistratura, ni por la Suprema Corte, lo que derivó en planteos de nulidad por parte de quienes ejercen la defensa de los procesados, llegando en algunos casos a tener acogida favorable."
El fiscal sabe de lo que habla. El 20 de febrero de 2009, integrantes del "Escuadrón 54" de Salvador Mazza requisaron el micro proveniente de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra con destino a la terminal de Retiro, en Buenos Aires. Raduschev Zlatin Yordanov no tuvo nervios finos y la ansiedad lo delató: llevaba encima nueve kilos con 323 gramos de cocaína escondidos en la valija, la notebook y un bolso de mano de marca cara.
El esfuerzo del juzgado federal de Orán por conseguir un intérprete fue, según la presentación del magistrado Raúl Reynoso, "inicial, constante y sostenido", incluso se llegó a pedir el auxilio de un ciudadano búlgaro integrante de la Orquesta Sinfónica de Salta que se negó alegando temores a una posible represalia.
Raduschev fue liberado el 21 de diciembre de 2009, luego de la denuncia en la Defensoría General de la Nación por haber sido privado de su libertad durante diez meses sin que se le hubiera tomado declaración indagatoria.
Aún hoy, los investigadores se preguntan cómo el excarcelado pudo estar un mes en Argentina y otro en Bolivia, antes de ser detenido en su reingreso por Salta, sin dominar más que la lengua natal.

VÍNCULOS TRASNACIONALES. La presencia de extranjeros en la frontera no es nueva. Hasta 2006, los que transportaron drogas hacia la Argentina a través del paso con Bolivia fueron latinoamericanos (un porcentaje importante de bolivianos, también algunos peruanos, ecuatorianos, colombianos e incluso brasileños). A partir de la primera mitad de 2007 se incorporaron al negocio del tráfico los europeos, y para 2009 y 2010, la presencia de serbios, croatas, búlgaros, letones y lituanos era una certeza. Los primeros europeos del Este detenidos en esa época alertaron sobre las vinculaciones de los carteles sudamericanos con las mafias de las ex repúblicas soviéticas, evidenciando los lazos trasnacionales del narcotráfico y la trata de personas.
Vladimir Krivonos –lituano, casado, tornero y electricista de profesión, según declaró– aguarda el comienzo del juicio oral en su contra en una celda de la Unidad Carcelaria 7 de Cerrillos. Está preso desde el mediodía del 6 de diciembre de 2011, cuando en el puente internacional que une la localidad boliviana de San José de Pocitos con la ciudad argentina de Profesor Salvador Mazza se descubrió dentro de su mochila negra del tipo camping tres paquetes planos cubiertos de papel metalizado con cocaína de máxima pureza. Krivonos viajaba en un micro de la empresa La Preferida Bus y su intención era bajar recién en Buenos Aires.
El 3 de diciembre de 1986, en Riga, Letonia, nació Jelena Radionova. El 25 de octubre de 2011, Gendarmería Nacional la detuvo en el puesto de control de ruta fijo denominado Río Caraparí, en Salvador Mazza, durante la requisa al ómnibus de Trans Rosario con patente 2478 XID. En el corpiño de Radionova se encontró una cápsula con cocaína, envuelta en una bolsa de nylon y recubierta con cinta aislante. Otras 17 fueron descubiertas en su vagina. Radionova no tardó en solicitar ir hasta el baño más cercano, donde expulsó 17 cápsulas más. El 27 de octubre, y luego de dos días de internación en el hospital, la chica evacuó las últimas 61.
Radionova, de ojos transparentes, duerme en el penal de mujeres del Servicio Penitenciario Federal en General Güemes. No le pesa y cada noche antes de acostarse agradece mirando al techo seguir con vida. Los médicos la convencieron de que protagonizó un milagro. 
Los tres juzgados federales que tiene la provincia de Salta todavía no cuentan con traductores de lenguas bálticas y eslavas. La carencia de recursos, entonces, es aprovechada por los abogados de los detenidos para solicitar excarcelaciones, ganando para sus clientes la repatriación sin antecedentes penales y, en más de un caso, con pasajes financiados por el Estado argentino.
Mientras tanto, los europeos del Este que están detenidos comparten las estrategias de defensa. El plan con más adeptos, confirman los voceros judiciales, requiere disimulo y paciencia. 
Mataron a su madre y se fugaron a Bolivia y Perú
La facilidad para cruzar a uno u otro lado de la frontera entre Argentina y Bolivia, en la provincia de Salta, explica que los europeos del este hayan viajado tantos kilómetros para dedicarse al narcotráfico. La trágica historia de los Tchestnykh, una familia rusa que emigró al país en 1999 escapando de la guerra de Chechenia, lo confirma.
El 26 de mayo de 2010, el día de su cumpleaños número 26, Vera Tchestnykh salió de su casa en el barrio El Ensueño de Moreno y jamás regresó. En noviembre de 2010, su madre, Ludmila Kasian, con quien mantenía una relación conflictiva, fue asesinada de tres tiros mientras dormía. Un mes después, y luego de hallar un arma oculta en una computadora de la casa, el fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, acusó a sus hijos (y hermanos de Vera) Ilia y Serguei por el crimen.
Enterados de la acusación, los hermanos tomaron el taxi de su padre, Valeri, y escaparon hacía Bolivia, donde,  luego de instalarse sin problemas, se separaron para evitar ser descubiertos.
El 30 de marzo de 2012, Ilia, el mayor y principal sospechoso por la muerte de su madre, apareció muerto con un tiro en la cabeza en la playa Gramadal, ubicada en el distrito de Salaverry, en la provincia peruana de Trujillo. Al lado del cuerpo había una pistola Bersa calibre 9 milímetros y un sobre con cocaína que fortalecían la hipótesis del suicidio. La esposa de Ilia, sin embargo, denunció que fue un homicidio.
Valeri, el padre, viajó hasta Perú y para traer de regreso las cenizas de su hijo.





BOLIVIA, ENCADENADA FINANCIERAMENTE A VENEZUELA

Infobae de Argentina (www.opinion.infobae.com/boris-uzqueda)

El (de) mérito del régimen boliviano, aliado incondicional del ya en declive chavismo, fue endeudar al país y encadenarlo financieramente a Venezuela.
Antes de entrar en materia conviene recordar que Bolivia es una potencia gasífera continental. De haber desarrollado oportuna y eficientemente sus reservas y de haber estructurado negocios a escala, estaría vendiendo energía a varios países del continente y habría evitado ser cooptada político, ideológica y financieramente por el régimen de Venezuela.
Varios analistas independientes coinciden, sin tener todas las cifras y los datos (porque tenerlas es un verdadero mérito en un régimen como el boliviano), que desde el 2006, año del inicio de la presidencia de Evo Morales, la deuda que Bolivia contrajo con Venezuela ha crecido ostensiblemente hasta llegar alrededor de los 500 millones de dólares.
Algunos ingenuos pensaron que eran regalos. Naturalmente, habrán recibido regalos de Venezuela, pero una gran parte del dinero es préstamo. Por ello es que las finanzas de Venezuela no cuadran. Esto se debe a que han despilfarrado una gran suma de sus petrodólares. Hoy debe ser casi imposible hacer una auditoría a los lugares y objetos a los que fueron destinados esos montos.
La prensa boliviana y venezolana reprodujo hasta el cansancio el alto nivel de discrecionalidad con el que el régimen boliviano manejó los fondos. Los fondos de los que no hay pistas de cómo han llegado a Bolivia.
Ante varios medios, el ex embajador del régimen boliviano dejó deslizar que Bolivia mantendría una deuda de “alrededor de 500 millones de dólares”. Eso es “lo poco” que se sabe. Dado el hermetismo de estas transacciones y la ausencia de transparencia, se puede entrever que esos montos pueden crecer en franco perjuicio para la economía boliviana.
Aquí, un tremendo contrasentido: Bolivia es una potencia gasífera y de haber estructurado una industria de escala, estaría produciendo el diésel que tanto le hace falta a su matriz de combustibles interna; lo curioso es que la mayor cantidad de deuda boliviana a Venezuela ¡es por importación de diésel!
Lamentablemente la industria del diésel no fue desarrollada en Bolivia y los dirigentes del régimen boliviano prefirieron echar mano de lo fácil: importar diésel caro desde Venezuela. Esta movida retrasó los planes bolivianos de estructuración industrial de gas natural.
El diesel es importado desde Venezuela en complejos esquemas de transporte. En el 2004, enviaban 50 mil barriles mensuales. Hoy en día, se ha llegado a la cifra de 350 mil barriles mensuales. El país que podría producir diésel barato y venderlo solamente se anima a comprarlo. ¡Qué gran negocio socialista! Parecieran estar influenciados por el dicho del economista francés Frederic Bastiat: “El Estado es esa gran falacia que permite a muchos vivir a costa de todos los demás”.
Por más “hermanos revolucionarios” que hayan sido entre los regímenes de Venezuela y Bolivia, business are bussines. Negocios son negocios. Así como Venezuela no tiene empacho en tener una retórica fulminante contra Estados Unidos, tampoco se hacen problemas en continuar vendiéndole petróleo a Bolivia.
El propio gobernador de Miranda, Henrique Capriles, indicó que se destinó bastante dinero a Bolivia en vez de atender a temas internos venezolanos: “Un nuevo estadio para el club San José de Oruro en Bolivia. ¿Acaso el Caracas Fútbol Club o Los Leones tienen un estadio?“, se preguntó, en el marco de su lucha por conocer cuáles son los montos reales de esa particular relación bilateral de dos regímenes que de números saben muy poco, pero de despilfarro parece que saben mucho.
Además de dólares, el régimen de Venezuela regaló vehículos y hasta ambulancias que posteriormente hicieron falta en la tragedia de Amuay (la refinería que explotó en agosto en Venezuela).
Gracias por los regalos. Pero no es la forma. Creemos que la irresponsabilidad de ambos regímenes fue muy lejos. Se aprovecharon de las finanzas que producen los recursos naturales, como el petróleo, no sólo para hacer política sino para despilfarrar.
La cuestión principal que debe ser objeto de análisis financiero profundo es cuánto dinero venezolano ingresó a Bolivia y que hizo el régimen boliviano con ese dinero.
La pregunta está lanzada.





EVO MORALES DEFENDERÁ EL ACULLICO ANTE COMISIÓN DE ESTUPEFACIENTES DE LA ONU

El presidente de Bolivia visita Austria para explicar que la hoja de coca en estado natural no es una droga y su masticado es una práctica cultural arraigada desde hace siglos entre pueblos indígenas y campesinos de su país.

Telesur de Venezuela (www.telesurtv.net/articulos)

El presidente de Bolivia, Evo Morales, participará este lunes en una sesión de la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Viena, capital de Austria, con el objetivo de iniciar una campaña informativa sobre la despenalización de la hoja de coca, a partir del “acullico” (masticado) como práctica ancestral de los pueblos indígenas.
La participación de Morales se da semanas después de que el máximo organismo internacional aprobara, en enero pasado, el regreso de Bolivia a la Convención antidroga de 1961 con una reserva sobre el masticado de la hoja de coca o "acullico".
Morales y su ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, arribaron el día domingo a Viena, y se reunió con el canciller David Choquehuanca, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde y el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, quienes ya se encontraban en ese país.
El jefe de Estado boliviano siempre ha defendido que la hoja de coca en estado natural no es una droga y su masticado es una práctica cultural arraigada desde hace siglos entre los pueblos indígenas y campesinos de su país.
La Paz había decidido en junio de 2011 quedar fuera de la convención antidrogas. Sin embargo, seis meses después pidió a la ONU su readmisión, pero con una reserva: despenalizar el masticado de coca.
La reserva sobre el "acullico" solo tiene aplicación en Bolivia, ya que la ONU mantiene la penalización sobre la hoja de coca porque contiene los alcaloides base para la producción de la cocaína, lo cual impide la comercialización internacional de la planta.
"El presidente hará toda una campaña internacional sobre el tema de la coca para que los países vayan comprendiendo que estamos hablando sobre sus posibilidades de industrialización", explicó la ministra de Comunicación, Amanda Dávila.
Durante su visita, Morales comenzará un proceso de "socialización" de los proyectos que tiene su país para industrializar la coca en varios tipos de productos de uso en la medicina, la alimentación o las bebidas, destinados al mercado legal internacional.
La agenda del mandatario también incluye encuentros protocolares con el presidente de Austria, Heinz Fischer, con el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Yuri Fedotov, y con la directora de la Oficina del Espacio Exterior de la ONU, Mazlan Othman.
Tras su pasó por Austria, Morales viajará a París para reunirse con su par Francois Hollande, y pasar revista a las relaciones bilaterales, proyectos de cooperación y hablar de la actuación de empresas francesas en la economía boliviana, informó la estatal agencia ABI.





PRESIDENTE MORALES AFIRMA QUE HUGO CHÁVEZ PUDO HABER SIDO ENVENENADO

VTV de Venezuela (www.vtv.gob.ve/articulos)

El presidente de Bolivia, Evo Morales, sostuvo que el líder de la Revolución Bolivariana venezolana, Hugo Chávez Frías, recientemente fallecido en la ciudad de Caracas, pudo haber sido envenenado por países del imperio, en el marco de un plan para eliminar a los Gobiernos que están en contra del capitalismo, informó este domingo la prensa internacional.
"Nuestros hermanos como (Nicolás) Maduro y otras autoridades de Venezuela van a hacer una profunda investigación, pero estoy casi convencido de que es un envenenamiento al compañero Chávez", dijo Morales en un discurso pronunciado desde el Palacio de Gobierno en La Paz
El presidente latinoamericano señaló además que “el imperio tiene todos los instrumentos para planificar acciones, para derrotar Gobiernos y líderes de movimientos sociales que están contra el capitalismo”.
Ante esto, señaló que las naciones del imperio ''cuando no puede vencerlos "asume la tarea de acabar con la vida de un líder".
Morales recordó que otros líderes como el palestino Yaser Arafat y de Simón Bolívar como dos casos sospechosos de envenenamiento.
Pese a sus afirmaciones, el mandatario boliviano consideró que Chávez era "un militar físicamente preparado", de 58 años, muy protegido por su seguridad.
El jefe de Estado de la nación del altiplano retornó este sábado en la noche de Caracas donde asistió a las exequias del Líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez.
La Capilla Ardiente donde se vela el cuerpo del Comandante Chávez  fue instalada el pasado miércoles en la Academia Militar luego de que una multitud acompañó el féretro del líder revolucionario en un recorrido de ocho kilómetros por Caracas (capital).
La cantidad de gente que ha ido a la Academia ha excedido todas las previsiones y eso llevó al Ejecutivo a tomar la decisión de extender la ceremonia hasta el jueves próximo y posteriormente trasladarán el cuerpo de Hugo Chávez al Museo de la Revolución (Museo Histórico Militar) para que su pueblo pueda rendirle homenaje.
El Gobierno también anunció que el cuerpo de Chávez será embalsamado "para que el pueblo pueda tenerlo por siempre", tal como lo informó el presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro.





BOLIVIA ENTRA EN LA ENERGÍA EÓLICA DE LA MANO DE CHINA

REVE de España (www.evwind.com)

Bolivia y China acordaron construir el primer parque eólico  piloto en la localidad de Qollpana, para iniciar la generación de energía eólica en el país andino.
Bolivia suscribió un contrato con China para la construcción del primer parque eólico con la intención de generar energía eólica en el país.
Los gerentes de la empresa boliviana Corani, Carlos Rocabado; y el de Hidrochina, Chen Ruyi, suscribieron el acuerdo que iniciará el cambio de la matriz energética boliviana.
El parque eólico, en la localidad de Qollpana, en el municipio cochabambino de Pocona, tendrá un costo superior a los siete millones de dólares y aportará tres megavatios de energía eléctrica a partir del mes de noviembre, cuando finalice la instalación de las dos torres eólicas.
Según el ministro de Hidrocarburos, Juan José Sosa, esos tres megavatios equivalen a más de lo que necesita uno de los municipios de la zona, como el de Punata.
El presidente Evo Morales inaugura simbólicamente las obras en la central eólica, ayer. En el acto estuvieron representantes de Corani S.A., empresa subsidiaria de Ende Corporación y responsable de la ejecución del proyecto de energía eólica. Foto Gobernación.
Sosa informó que el 59 por ciento de la energía eléctrica que se genera en el país proviene de termoeléctricas, las cuales queman en su mayoría gas, en tanto el 39 por ciento corresponde a las hidroeléctricas y el 1,7 a la biomasa.
El presidente Evo Morales, presente en la firma del acuerdo, recordó que por primera vez Bolivia experimenta con ese tipo de energía, porque es mucho más barata y segura debido a que el viento no se acabará como el agua o el combustible.
Morales llamó a las empresas implicadas a no caer en actos de corrupción, en tanto adelantó que la generación de electricidad a través de la energía eólica aumentará con la instalación de nuevas torres.





ALTOS NIVELES DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN BOLIVIA SON POR IMPUNIDAD

Terra de Argentina (www.noticias.terra.com.ar)

Los elevados índices de violencia contra la mujer que se registran en Bolivia, con un asesinato casi cada dos días, se deben a la gran impunidad judicial, afirmó este domingo la presidenta de la ONG Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Yolanda Herrera.
Los altos niveles de violencia contra la mujer se deben al "alto nivel de impunidad: de 10 casos por asesinato, ocho están sin sentencia en la justicia y sólo dos están con sentencia", afirmó a la AFP Herrera, presidenta de la respetada organización.
Según datos de otra ONG, el Centro de Información y de Desarrollo de la Mujer (CIDEM), en Bolivia se registraron 147 asesinatos de mujeres, 99 por razones de género (feminicidios) y 48 por ataques callejeros, que incluyeron violaciones sexuales.
"El alto nivel de impunidad es a consecuencia de un sistema de administración de justicia pesado", agregó la activista de derechos humanos.
Los feminicidios son aquellos asesinatos perpetrados por los esposos, novios o concubinos que la ley sanciona con 30 años de cárcel, aunque en los engorrosos procedimientos judiciales se suele cambiar la figura a "homicidio por emoción violenta" que sólo tiene una condena de 2 a 6 años de prisión.
"Es necesario una reforma judicial y otorgar los recursos económicos suficientes a los administradores de justicia" para frenar estos niveles de impunidad, acotó Herrera.
Otras organizaciones de derechos humanos también indican que en Bolivia siete de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia física, psicológica o sexual.
El presidente Evo Morales aprobó el sábado una ley integral para frenar la violencia contra el género femenino y prometió trabajar para reducir este mal.

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