Tuesday, April 05, 2016

EJÉRCITOS DE CAMPESINOS DE BOLIVIA Y PERÚ LUCHAN POR EL LIDERATO MUNDIAL DE LA PRODUCCIÓN Y EXPORTACIÓN DEL "GRANO DE ORO": LA QUINUA

Perú y Bolivia libran una batalla. Los ejércitos de campesinos de ambos países luchan por el liderato mundial de la producción y exportación del "grano de oro": la quinoa, o quinua, el alimento que en la última década se ha puesto en boca de todo el planeta, debido a sus bondades nutricionales. Raúl Veliz ha vivido en carne propia esta "guerra". En Salinas de Garci Mendoza (municipio ubicado al occidente de Bolivia y conocido como la capital de la quinoa), Veliz capitanea a un grupo de 200 productores que han perdido terreno frente a la competencia de los agricultores peruanos, que ampliaron su producción (un 119.3%) y sus exportaciones (un 96.6%) entre 2013 y 2014.
Dicho incremento permitió a Perú convertirse en el mayor productor y vendedor de quinoa en el mundo, dejando a Bolivia, que por años encabezó la lista, en el segundo sitio. "Generamos un interés inusitado de parte de los países vecinos, principalmente Perú, después de más de 20 años de dura batalla para encontrar mercado internacional y reconocimiento de nuestro producto", arguye Veliz en una conversación telefónica.
Hace 10 años, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Perú apenas producía el 6% de la quinoa que se vendía en el mundo, mientras que Bolivia acaparaba más del 90% del mercado, que se consume en la región andina desde hace miles de años, y que históricamente también ha sido cultivada por Ecuador, Colombia y en el norte de Chile y Argentina. Hasta los años setenta del siglo pasado, el grano era casi desconocido fuera de la región andina, dice David Díaz, analista del fondo suizo ResponAbility, dedicado a las inversiones vinculadas al desarrollo.
Hasta entonces, el legado de la colonización española marginó la producción de este producto a costa del trigo y la cebada, comenta Díaz. Además, indica que los bajos rendimientos obtenidos por los agricultores, debido a la escueta demanda internacional, desincentivaron la producción en aquella época, cuando se solía cultivar para uso doméstico. Sin embargo, desde hace más de dos décadas la demanda de quinoa se catapultó en el mundo occidental, hambriento de comida saludable y orgánica.
"Se metió en el mercado gracias a sus cualidades nutricionales", comenta Tania Santiváñez, oficial de Protección Vegetal de la FAO. En 2013, el alimento vivía años de "ensueño", comenta Diego Peláez, presidente de la Cámara Boliviana de Exportadores de Quinua (Cabolqui). Fue justo en 2013 cuando se celebró el Año Internacional de la Quinoa y Naciones Unidas clasificó a este producto como un cultivo estratégico para la seguridad alimentaria. Desde entonces, los precios se han disparado, explica Peláez.
En 2009, un quintal (46 kilos) de quinoa tenía un costo en el mercado de 30 dólares, afirma Díaz. "En diciembre de 2013 superó los 300 dólares, multiplicándose por 10", indica el experto de ResponAbility. Este fenómeno fue el gran dinamizador para que los agricultores peruanos se volcaran con mayor fuerza a la producción y exportación del alimento, comenta Alfonso Velásquez Tuesta, presidente de Sierra Exportadora, organismo público peruano que promueve las exportaciones de la zona andina. En 2014, la producción peruana del grano alcanzó las 114,343 toneladas, un 119.3% que más que en 2013.
En tanto, las exportaciones llegaron a las 36,662 toneladas, generando ingresos récord de 143.3 millones de dólares, según la Superintendencia de Aduanas de Perú. "Bolivia fue pionera en llevar la quinoa a los mercados internacionales", reconoce Velásquez Tuesta. "Pero los peruanos somos ágiles y nos agrupamos alrededor de este producto y desde el Gobierno se impulsó el desarrollo de una industria", espeta. Por su parte, la producción de quinoa boliviana logró, en 2014, sólo un repunte del 26.4%, hasta alcanzar a las 77,354 toneladas, un 67% menos que Perú.
Mientras, las ventas al exterior se redujeron un 15%. La bajada fue consecuencia de una sobreoferta, incentivada por la competencia peruana, en Estados Unidos (consumidor del 42% de las exportaciones del mundo), Canadá y Europa (en particular, Francia y Alemania), los principales mercados internacionales de la quinoa boliviana. Para entonces, la batalla comenzaba a dar frutos en uno de los frentes. Perú —que hasta 2013 contribuía con un 26% a las importaciones hacia Estados Unidos— logró en 2014 una cuota del 47.2%. Bolivia redujo su participación del 70% hasta el 48.5%, según información del Gobierno peruano.
Peláez considera que la diferencia en los precios jugó un papel clave en el desplome que ha sufrido Bolivia. "En 2013, una tonelada valía casi lo mismo en los dos países... rondaba los 4,200 dólares", comenta. Pero en 2014, la alta demanda en el mercado provocó una subida en el coste del producto entre ambas naciones. En 2014, los productores bolivianos —que se han hecho fama por cultivar un grano orgánico único, denominado "quinoa real"—, subieron el precio un 50% (superando los 6,600 dólares), mientras que el coste por tonelada de Perú —que había masificado el cultivo permitiendo el uso de plaguicidas—, había despuntado un 28%, llegando a 5,500 dólares, según Cabolqui.
El precio, sin embargo, bajó en 2015 debido a que Estados Unidos, principal importador de quinoa, paralizó la compra del producto, principalmente el peruano, al detectar residuos de pesticidas en algunos embarques. En 2015, la tonelada se vendía en promedio un 35% más barata. La expectativa del representante del gremio boliviano es que el precio se mantenga estable durante 2016, a la espera de una competencia más férrea por el mercado en los próximos años, pues más de 50 países han empezado a cultivar el alimento. La FAO sostiene que al final de esta década las exportaciones de quinoa alcanzarán las 100,000 toneladas, más del doble de lo que se comercializó en 2013. "La quinoa se convertirá en una materia prima clave", remata Peláez. Expreso de Perú (www.expreso.com.pe)





BOLIVIA, ¿COMO JAPÓN O COREA?

El Tribuno de Argentina (www.eltribuno.info)
                                                                                   
Por Arturo Prins.- Bolivia ratificó la decisión anunciada en septiembre último de aplicar la economía del conocimiento. El presidente Evo Morales firmó un decreto para otorgar 100 becas de postgrado por año a profesionales destacados de universidades públicas y privadas, que cursarán maestrías y doctorados en las mejores universidades del mundo, para aplicar innovaciones a su regreso. Las áreas de estudio son petróleo y gas, petroquímica, aeronáutica y aviónica, producción e industrialización agrícola, biodiversidad e informática, entre otras.
En diciembre, en un encuentro con autoridades educativas, el vicepresidente Álvaro García Linera resaltó que la nueva economía comenzará a cultivarse en los colegios: "Debemos preparar a los estudiantes para la revolución científica tecnológica. Sean exigentes, les ruego hacer un esfuerzo en dicha formación en los colegios".
En enero se dio otro paso. En Cochabamba se realizó el I Encuentro de Científicos Bolivianos Radicados en el Exterior, con 50 investigadores provenientes de 17 países de América, Europa y Asia, seleccionados entre 333 postulantes que debían ser bolivianos, tener el grado académico más alto y una especialidad vinculada a áreas estratégicas. El presidente Morales les dijo: "Los hemos invitado porque tenemos la necesidad urgente de realizar una planificación para lograr la liberación científica tecnológica".
Y García Linera exhortó: "Dígannos con total transparencia lo que podemos hacer, qué modificar, dónde cambiar, qué corregir; ayúdennos con todo lo que saben y lo que han aprendido, no para Evo ni Álvaro, sino para los bolivianos y el desarrollo de la patria". Luego, en una entrevista, precisó: "Pasaremos de una economía de extracción (de recursos naturales) a una economía del conocimiento, con una nueva generación de estudiantes que no dependerá de los recursos naturales sino de su capacidad intelectual".
Japón, hacia 1945 no tenía ni lejanamente altas tecnologías para exportar y también becó a jóvenes a universidades de los Estados Unidos y Europa para capacitarlos; de regreso generaron innovaciones que llevaron al país a ser la segunda economía y potencia industrial del mundo.
Bolivia casi no mide indicadores económicos en ciencia y tecnología. El último dato de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (Ricyt) es de 2009: indica que la inversión boliviana en I+D (investigación y desarrollo) fue de 0,16% de su PBI; la media de Latinoamérica se considera baja es de 0,74 %. América Latina destina solo 100 dólares por habitante a I+D; Bolivia, 7 dólares. Las empresas de países desarrollados aportan más del 60 % del total invertido en I+D; las bolivianas, 6 %. Quienes ejecutan I+D en Bolivia (investigadores, doctores, becarios, técnicos) son unas 3.500 personas; en Brasil, 470 mil. En protección del conocimiento, Bolivia solicita 50-80 patentes/año; Brasil, 7.800.
Cuando Corea del Sur impulsó en 1962 la economía del conocimiento era uno de los países más pobres del mundo, con pocos recursos naturales y un ingreso per cápita menor que el actual de Bolivia. Invertía en I+D el 0,2% de su PBI. Hoy es la economía número 12 del mundo y encabeza el ranking de inversión en I+D con el 4,36% del PBI; además, logró el mayor porcentaje de aporte empresario a I+D: 75 % del total invertido (los Estados Unidos, 62 %); obtiene más de 100 cien patentes/año, solo superado por Japón y los Estados Unidos; su ingreso per cápita es de 32 mil dólares.
Todos los países fueron pobres en sus comienzos.





¿HA LLEGADO EL OCASO DE EVO MORALES?

Contenido de México (www.contenido.com.mx)
                                                            
Por Pedro C. Baca.- Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que este año Bolivia crecerá 5.5% y será el segundo país de la región que más se expanda (solamente lo superará Panamá con 6.7%) y estará por arriba del promedio general que, a duras penas, arañará 2.2%. A ese dato suma la expectativa de inflación que, para 2014, no rebasará 6.2% (dos décimas de punto menos que en 2013), y el índice desempleo que podría alcanzar 6.3%.
Es evidente que Bolivia vive un momento de bonanza. Su balanza comercial es favorable, presenta superávit fiscal y su deuda externa representa apenas 33% del PIB (en México equivale a 43%).
Hasta el momento, el presidente de aquel país, Evo Morales, puede jactarse de que su modelo socialista da resultados, algo que ni remotamente pueden afirmar Argentina y Venezuela, países con los que ha formado bloque económico y político.
Presentarse como un líder exitoso resulta muy conveniente para Morales, sobre todo en estos días en que busca su segunda reelección. No faltan quienes señalan que su candidatura viola el orden constitucional y busca perpetuarlo en el poder que ostenta desde enero de 2006, pero más allá de la polémica sus índices de aceptación son elevados ¿Por qué? La respuesta está en su trayectoria.
TRES VECES NO
Nacido en Orinoca, una paupérrima ranchería del Departamento de Oruro (al suroeste del país), Juan Evo Morales Ayma es uno de los siete hijos de una pareja de indígenas aymaras dedicados al pastoreo de llamas y al cultivo de papa y maíz. Su infancia estuvo marcada por duras condiciones de vida que provocaron la muerte de cuatro de sus hermanos y obligaron a trabajar siendo muy pequeño. Desde entonces seguía las enseñanzas de su progenitor que le inculcó “no mentir, no robar y no ser flojo”.
En cuanto a formación académica nunca destacó por su desempeño, siempre tuvo problemas de lectura, pero siempre sobresalió por la soltura con que hablaba antes sus maestros y sus dotes para el futbol. Sin embargo, el escaso presupuesto familiar lo hizo abandonar el bachillerato y concentrarse en cuidar su rebaño, además de trabajar como jornalero y trompetista de la banda de su pueblo.
Su destino dio un vuelco en 1980, entonces se agudizó la sequía de la región en que vivía y su parentela optó por migrar a Cochabamba (centro del país) y cultivar plantas de coca para uso medicinal y alimenticio. Poco después se convirtió en líder de los cocaleros de su región, cargo desde el que ganó fama con su rechazo a la decisión gubernamental de erradicar los sembradíos.
Hasta los biógrafos más críticos de Morales aseguran que su oposición no tuvo que ver con promover la producción y tráfico de enervantes a partir de la hoja de aquella planta, sino con que la pretensión de erradicar los cultivos dejaba sin sustento a miles de familias. Lo cierto es que su comportamiento lo llevó varias veces a la cárcel.
CAMINO AL PODER
Para 1997 ya se había convertido en el líder cocalero más importante del país y diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), organización a la que recién se había afiliado, posiciones que aprovechó para exigir más presupuesto para los programas de apoyo a las comunidades rurales, además de encabezar campañas para estatizar la minería y los hidrocarburos (Bolivia cuenta con grandes reservas de gas natural fácilmente explotables).
Un lustro después se postuló para presidente de su país. En aquellos comicios terminó menos de dos puntos abajo del vencedor, Gonzalo Sánchez de Lozada, de quien se convirtió en encarnizado opositor. El nuevo mandatario intentó enfrentarlo, pero tuvo que renunciar al cargo en octubre de 2003, obligado por los graves disturbios que ocasionó la implementación de recortes presupuestarios y gravámenes para apuntalar a la desfalleciente economía.
Siguieron dos años de turbulencia política en los que Bolivia tuvo dos gobiernos. Con la mirada puesta en los siguientes comicios, Morales aprovechó el tiempo para asegurarse el respaldo de otros líderes de izquierda. En aquel tiempo inició su alianza con Álvaro García Linera, matemático y sociólogo educado en México, quien lo acercó a sindicalistas e influyentes líderes de organizaciones sociales (indígenas, campesinas, etcétera).
NUEVO PAÍS
En diciembre de 2005, el dirigente cocalero ganó la presidencia de su país con 53.74% de los votos y llevando como compañero de fórmula al ideólogo García. La dupla contó con mayoría absoluta legislativa, así que de inmediato arrancó su programa para refundar al país, a partir de la estatización de las principales actividades productivas y la redacción de una nueva Constitución que, de acuerdo con sus propias palabras, reivindicaría los derechos de las comunidades indígenas y erradicaría el capitalismo salvaje “tan ajeno a los usos y costumbres de las comunidades autóctonas”.
Para enero de 2009 Bolivia promulgó su nueva carta magna que la convirtió en un Estado Plurinacional que privilegia la democracia comunitaria sobre la representativa y se reserva el control sobre la minería y los hidrocarburos. El caudal de recursos que esto último le otorgó al gobierno, le permitió financiar programas para reducir el índice de pobreza de 62.4% a 43.4, según cifras de su Ministerio de Economía y Finanzas.
La bonanza que para entonces ya se palpaba en el país facilitó la reelección de Morales en diciembre de 2009, con el respaldo de 64.2% del electorado. A su permanencia en el poder contribuyeron también factores externos: el principal, según la revista América Economía, fue el generoso patrocinio del régimen venezolano que compró gran parte de la deuda externa boliviana, unos 500 millones de dólares, a la que aplica una tasa de interés simbólico.
La empresa estatal venezolana PDVSA ha invertido 1,500 millones de dólares en la producción de hidrocarburos y creó la empresa Petroandina, en sociedad con la boliviana YPFB. En 2009, el socio norteño aportó 80 millones de dólares para construir una planta termoeléctrica capaz de generar casi 10% de la energía que consume Bolivia. Además, destino 300 millones de dólares para respaldar el programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, con el cual se han realizado centenares de obras sociales y se complementó el salario de la burocracia.
A cambio del apoyo, Morales adoptó el discurso antiestadounidense de Venezuela y la ha seguido en sus acercamientos con Rusia, China e Irán. No es un actor que pesé en la diplomacia internacional, pero su postura ya le acarreó problemas, uno de ellos fue la humillación que sufrió a mediados del año pasado, cuando su avión proveniente de Rusia fue obligado a hacer una escala en Austria, debido a la sospecha de llevar a bordo a Edward Snowden, ex contratista de la CIA acusado de filtrar información confidencial.
“A pesar de los costos de su alineación ideológica, Evo ha tenido varios aciertos importantes, uno de ellos ha sido no derrochar el financiamiento venezolano”, opina Carlos Malamud, investigador especializado en América Latina del Instituto Real Elcano de Madrid, quien no ha encontrado casos de corrupción que involucren al mandatario y su gente cercana.
NEUTRALIZAR OPOSITORES
Apegado a las enseñanzas de su mentor venezolano, Morales ha aprovechado todos los resquicios legales para limitar la libertad de prensa y adoctrinar a la población sobre las bondades de recuperar los usos y costumbres de su pasado prehispánico. El discurso del mandatario partía de que los indígenas representaban 62% de la población, pero el argumento se desvaneció al darse a conocer los resultados del Censo de Población de 2012 porque arrojó que solamente 4 de cada diez bolivianos tiene ese origen.
Ese baño de realidad no lo desanimó. En entrevista con CNN en Español atribuyó el dato a que muchos ciudadanos habían negado su ascendencia por vergüenza, lo que hace necesario profundizar su modelo revolucionario para que todos recuperen el orgullo. Y en pos de ese objetivo, a fines del año pasado anunció sus intenciones de reelegirse.
La Constitución contempla una reelección consecutiva, pero las autoridades electorales aprobaron la candidatura bajo el confuso argumento de que su primera elección “no contaba” porque en aquel tiempo Bolivia estaba regida por otro Estado. De acuerdo con el razonamiento su reelección de 2014 sería la primera como presidente del Estado Plurinacional.
Los comicios presidenciales se realizarán el próximo 12 de octubre. Morales enfrentará a 4 adversarios de poco peso electoral que se aborrecen entre ellos y han hecho malabares para realizar campaña porque no cuentan con financiamiento público. Con el aparato estatal a su favor, el presidente confía en ganar con 74% de los votos. “Necesitamos ganar con 10 puntos más que en la elección pasada y podemos conseguirlos”, asegura sonriente en cada mitin.
“Cierto que los próximos retos para Evo no los plantea la desarticulada oposición interna, sino mantener el ritmo de crecimiento del país ante una probable disminución de los precios de los energéticos”, opina el investigador Malamud, para quien Bolivia deberá encontrar fórmulas reducir la informalidad en su economía (ahora genera 60% del movimiento total de dinero) y atraer capital foráneo que no quieren tratos con él debido a las que consideran políticas hostiles.





DEMANDA POR EL RÍO SILALA ABRE NUEVA PUGNA ENTRE CHILE Y BOLIVIA

El Gobierno altiplánico insiste en que el curso fue desviado artificialmente para traer el recurso a territorio chileno y reclama una deuda superior a los US$1.000 millones. En Chile, el Ejecutivo e historiadores descartan la tesis boliviana y hay voces que piden el retiro del Pacto de Bogotá.

El Mercurio de Calama (www.mercuriocalama.cl)
                              
"Chile no tiene un argumento para defender sus intereses sobre aguas del Silala". Con esas palabras el Presidente de Bolivia, Evo Morales, ratificó la decisión de su gobierno en torno a demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso del recurso hídrico proveniente de ese afluente.
Tras una mediática visita a la zona fronteriza donde el río cruza a territorio nacional Morales revivió una disputa que hasta hace una semana se mantenía en un segundo plano frente a la histórica reclamación marítima de Bolivia a Chile.
Bolivia defiende que el Silala está formado por vertientes cuyas aguas fueron canalizadas en 1908 al norte de Chile para el aprovechamiento de la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway y que actualmente es usada mayoritariamente para faenas mineras en la región de Antofagasta.
Chile sostiene, a su vez, que se trata de un río internacional y el canciller, Heraldo Muñoz, mostró un mapa que acompaña el tratado bilateral de 1904 para respaldar la postura de su país.
Desde el mismo hito fronterizo donde ingresa el curso de agua hasta territorio chileno, el Mandatario altiplánico aseguró que "hemos venido a mostrar al mundo, a expertos internacionales, que tenemos todo el derecho de reclamar ante Chile por nuestras aguas del Silala, estamos aquí porque la verdad y la realidad está por encima de los mapas, nuestro gobierno y nuestro pueblo no tienen esa característica de faltar el respeto a la verdad, cuando autoridades de Chile nos dicen que son aguas de un río internacional, eso es falso, y ustedes han visto cómo está canalizado para llevar el agua hacia Chile".
¿Deuda?
Y la ofensiva de Morales encontró rápido respaldo en Poder Legislativo boliviano. Es así como el presidente del Senado, el legislador oficialista José Alberto Gonzales, aseguró que Chile debe al país altiplánico más de US$1.000 millones por más de cien años de consumo de las aguas del Silala.
En declaraciones a los medios de comunicación en La Paz, el parlamentario citó un estudio realizado por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Bolivia sobre el "consumo ilegal de las aguas del Silala por Chile" hasta el 2000.
Según ese estudio, Chile consume 4,8 millones de metros cúbicos de agua del Silala anualmente, por lo que su consumo hasta principios del siglo superó los 449,7 millones de metros cúbicos. Gonzales afirmó que con un precio de dos dólares por metro cúbico, la deuda chilena con Bolivia asciende a 899 millones de dólares, "casi 900 millones de dólares calculados al año 2000".
"Si le agregamos estos 16 años más estamos hablando de una cifra que supera ampliamente los 1.000 millones de dólares americanos. Ese es el monto que Bolivia nunca percibió por el uso de las aguas del Silala", señaló el senador boliviano.
Retiro
Respecto de esta disputa, el senador Hernán Larraín -miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno- comentó a este diario que "esta es una nueva señal de hostilidad que el gobierno de Evo Morales envía a Chile".
Agregó que "sobre esta materia hubo mucho diálogo e incluso un principio de acuerdo hace muy poco tiempo, por lo tanto, plantearla ahora como un conflicto que debe llevarse a tribunales no es más que una nueva forma de agredir a nuestro país", dijo Larraín.
La lectura que hace el político chileno respecto de las motivaciones de esta acción boliviana coincide con la mayoría de los historiadores nacionales.
"Siempre lo que hace Evo Morales respecto de Chile tiene relación con la política interna en Bolivia. Siempre procura tener un chivo expiatorio en nuestro país para levantar su decaída popularidad", sostuvo Larraín.
El legislador se mostró partidario de analizar bien las acciones a seguir -una de las cuales puede ser una contrademanda como anunciara la Presidenta Bachelet esta semana- y también evaluar la permanencia de nuestro país en el Pacto de Bogotá.
"Si Evo Morales quiere desprestigiar a Chile ante el resto del mundo, nosotros debemos terminar todo diálogo con su país. Morales no va a parar en este tema de interponer demandas y seguirá instrumentalizando estas instancias para fines políticos subalternos, por lo tanto debemos estudiar el retiro del Pacto de Bogotá lo antes posible", cerró.
Popularidad
El reconocido historiador antofagastino, Floreal Recabarren, coincidió con Larraín en torno a los verdaderos objetivos de las acciones impulsadas por Evo Morales respecto a Chile.
Recabarren estimó que el anuncio del Presidente de Bolivia es una medida populista que busca aumentar su aprobación como mandatario. "Creo que Evo Morales está muy complicado internamente y políticamente. Con esos problemas perdió la votación que habría permitido una reforma constitucional para ser reelegido. Está mal políticamente", comentó.
Insistió además en que "su baja popularidad siempre va ser un problema muy serio para Chile".
Con todo, la estrategia del Mandatario boliviano -por más repetitiva que resulte- parece rendirle frutos en la interna de su país.
El tema del Silala copó los espacios preferenciales de todos los medios de comunicación altiplánicos durante prácticamente toda la semana y sumó apoyos de manera transversal en el espectro político.
Incluso el viernes último el diario La Razón (uno de los más reconocidos en el país vecino) titulaba con un llamado del gobierno a "expertos sobre el Silala para respaldar la demanda".
"Es importante recoger los avances, las investigaciones, los datos, las sugerencias que puedan tener personas estudiosas del tema y que en este momento pueden ayudar a mejorar la iniciativa legal, diplomática e histórica que esta tomando el Estado boliviano", afirmó el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera.
A espacios secundarios quedaron relegados otros temas como la crisis económica que atraviesa Bolivia producto del derrumbe en la cotización internacional del petróleo, el desempleo, las manifestaciones ciudadanas y el escándalo que la expareja del Presidente Evo Morales, Gabriela Zapata, está protagonizando en las últimas semanas. -
Hitos de la conflictiva relación Chile-Bolivia 26 de mayo de 1880
Las fuerzas bolivianas se alían con las fuerzas peruanas en la Batalla de Tacna. Bolivia se ve sobrepasada militarmente y se retira del conflicto. Desde entonces la guerra es protagonizada por Chile y Perú.
Pacto de Bogotá 1948
El 30 de abril de 1948 Chile y Bolivia se suscriben al Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, más conocido como "Pacto de Bogotá". En ese documento ambos países dan la competencia a la Corte Internacional de Justicia para resolver los conflictos que surjan entre las naciones adheridas al convenio.
Demanda por el Silala 2016
El sábado 26 de marzo de 2016 el Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que presentará ante la Corte de la Haya una nueva demanda contra Chile, esta vez por el uso de las aguas del río Silala. El Senado boliviano aseguró esta semana que Chile le debe a Bolivia más de US$1.000 millones de dólares por su uso.





CAEN TRES SUBOFICIALES DEL EJÉRCITO Y OTRO DE GENDARMERÍA ACUSADOS DE INTEGRAR UNA BANDA NARCO

La droga era traída desde Bolivia, a través de Jujuy y Salta, y su destino final era Buenos Aires y España. Además, hay otros 16 detenidos y se secuestraron casi 300 kilos de cocaína.

El Clarín de Argentina (www.clarin.com)
                             
Tres suboficiales del Ejército Argentino y uno de Gendarmería Nacional fueron detenidos como sospechosos de integrar una organización de narcotraficantes que ingresaba droga al país desde Bolivia, informó hoy el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Según los investigadores, además de los efectivos mencionados, fueron apresadas otras 16 personas y se secuestraron casi 300 kilos de cocaína tras una serie de allanamientos en el norte del país, en el marco de la llamada "Operación Unificada".
La red ingresaba los estupefacientes desde Bolivia, cruzando por las provincias de Jujuy y Salta, para luego trasladar la droga hacia su destino final: a provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y España. Pero era la localidad jujeña de La Quiaca el principal canal de ingreso.
La banda fue desbaratada por personal del Escuadrón 45 salteño de Gendarmería en coordinación con su par del Escuadrón 53 de Jujuy, la Policía de Salta, el Ejército y la Dirección Nacional de Aduanas.
Durante los procedimientos fueron 20 los detenidos, entre los que se encuentran tres suboficiales del Ejército y uno de la Gendarmería. Además, se incautaron 294 kilos con 250 gramos de cocaína, 312 mil pesos argentinos, 32 mil dólares, 15 vehículos, armas, computadoras, teléfonos celulares y documentación de interés para la causa.
La investigación “Operación Unificada” se había iniciado en diciembre del año 2014 y contó con un total de 37 allanamientos.
Intervienen en la causa el Juzgado Federal N°1 de la provincia de Salta, a cargo del Dr. Leonardo Bavio, y la Secretaría Penal, bajo la dirección del Dr. Federico Mateos.





POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA: FRACASO INTEGRAL

"Y ahora qué? ¿Seguirán con las fantasías de la Patria Grande? ¿Taparán el fracaso con un nuevo e inútil Libro de la Defensa? O el subsecretario Robledo asumirá la responsabilidad y tratará de corregir su grave error y situar al Interés Nacional como eje de la Política de Seguridad y Defensa?".

El Mostrador de Chile (www.elmostrador.cl)
                                                                                        
La Política de Seguridad y Defensa del segundo gobierno de Bachelet fracasó y la causa es que se basó en un diagnóstico erróneo, voluntarista e ideológico que intentó materializarse mediante una estrategia que, abandonando la política pragmática de ”Regionalismo Abierto” implantada el Presidente Lagos, -a partir de la exitosa apertura de Chile al mercado internacional y a la globalización, puesta en marcha por el Gobierno Militar-, intentó primero complementarla con elementos de una “Integración Regional” en el marco de Unasur y Mercosur y luego reemplazarla incorporándose de hecho al proyecto chavista. El resultado de esta política es el incremento del aislamiento e inseguridad internacional de Chile; el término del liderazgo regional de nuestro país y la subordinación de los intereses nacionales al proyecto chavista.
Lo que iba bien se cambió para que quedara mal.
El concepto de “regionalismo abierto” presentó -desde sus orígenes- una ambigüedad que hizo que fuera interpretado de distintas maneras en su uso y significado. La expresión se originó en el contexto de la cooperación económica entre los países de Asia – Pacífico en la década de 1970 y fue la base de la Conferencia de Cooperación Económica del Pacífico (PECC) y del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC). En Latinoamérica se popularizó en los años noventa.
En Argentina tomó un sesgo proteccionista influido por la crisis económica de 2001, dando preferencia al comercio regulado en que el “regionalismo” llevó a una unión aduanera: Mercosur, bajo la tutela brasileña.
En Brasil fue usado para asumir la representación de un conjunto de países emergentes; adquirir estatura internacional y para fines geopolíticos, que finalmente –dinamizado por el Foro de Sao Paulo- se materializó en la creación de Unasur.
Para Chile, se convirtió en un principio clave de la política exterior con un fuerte consenso de la elite política y empresarial. Operó principalmente en un contexto económico desde APEC y mediante un conjunto de tratados de libre comercio.
Parece claro que todos hablaban de regionalismo abierto pero asignándole diferentes significados, reflejos de sus políticas internas: Argentina, proteccionista; Brasil; de supremacía regional y Chile desde la vertiente comercial.
Lagos fue explícito al respecto cuando rechazó las presiones de Fernando Henrique Cardozo para que Chile ingresara a Mercosur. No quiso arriesgar todo lo avanzado para darle un gusto a su amigo brasileño.
Shirley Göts en su libro “Liderazgo y Política Exterior”, “distingue en la política exterior chilena pos Gobierno Militar dos momentos o etapas diferenciadas en cuanto a su dimensión subregional: La primera de estas fases – la de desacoplamiento – ocurre durante el gobierno de Ricardo Lagos, y es el momento en que la política exterior chilena se desarticula de los procesos que tienen lugar en el espacio regional sudamericano … impulsando como estrategia externa la de consolidar su inserción internacional, es decir, concretar una mayor penetración de Chile en los mercados mundiales mediante acuerdos comerciales con las más importantes potencias extra regionales. El éxito de esta política se concretó en la negociación de tratados comerciales con la Unión Europea, Estados Unidos y China, erigiendo a la economía chilena, y al país, en una suerte de modelo en y para el concierto regional”. “El nudo de mayor complejidad para la política exterior chilena del período 2000-2006 lo constituyó el entorno vecinal, derivado tanto de la interrupción del abastecimiento gasífero desde Argentina, de la ofensiva multilateral desplegada por Bolivia para plantear su demanda marítima  como de la revisión de los límites marítimos efectuada de parte de Perú”.
“Una segunda fase que transcurre entre los años 2006 y 2010, que he denominado, en contraposición a la anterior como de “Reacoplamiento Regional” tiene lugar durante (el primer) gobierno de Michelle Bachelet y debe entenderse como la etapa en que se genera una creciente sintonía de la política exterior chilena en relación con las dinámicas políticas, económicas e integracionistas que, desde comienzos de esa década  venían desarrollándose en la región”: con el proyecto chavista sobre la plataforma del socialismo del siglo XXI, del Foro de Sao Paulo.
“El gobierno de Bachelet se mantuvo dentro del modelo de desarrollo (de Regionalismo Abierto) pero confirió una mayor prioridad a la región latinoamericana cambiando su eje desde la inversión y el crecimiento hacia una concepción neodesarrollista de Estado. … Este cambio de énfasis correspondió no a cambios en la situación internacional regional sino a la mayor incidencia de la ideología en la voluntad política de la mandataria, coincidente con la mayor disponibilidad de recursos económicos derivados del mayor precio de las materias primas”.
Por mi parte, veo dos momentos posteriores, el tercero, del gobierno de Piñera, en que no se aprecia una línea definida mas allá de intentar potenciar el comercio con los países dispuestos a ello de la región: Perú, Colombia y México; el fortalecimiento de la Alianza del Pacífico y una buena relación con los EEUU.
El cuarto momento que denominaría de la “Priorización de la Integración Regional”, es el establecido por Bachelet en su segunda administración, que analizaré mas adelante.
Antes de abandonar esta taxonomía conviene hacer un pequeño balance:
–       Lagos tuvo un éxito reconocido mundialmente que llevó a Chile a alturas de prosperidad y prestigio no conocidas por los chilenos. Este éxito tuvo como contrapunto los conflictos vecinales ya mencionados: el incumplimiento de los acuerdos para la venta de gas por parte de Argentina y su extorsión para exigir nuestro apoyo incondicional en el caso de las Falkland; la ofensiva desplegada por Bolivia para plantear su demanda marítima y la demanda por la revisión de los límites marítimos por parte de Perú; problemas originados no por las acciones o inacciones del gobierno de Lagos sino por las peculiares características del entorno vecinal, potenciado por la agresividad del proyecto político bolivariano impulsado por Brasil, apoyado por Argentina y financiado por Venezuela.
–       Durante el gobierno de Piñera no hubo una línea definida de Política de Seguridad y Defensa mas allá del pragmatismo comercial.
–       La política de Seguridad y Defensa del primer gobierno de Bachelet no logró sus objetivos y llevó al país a una situación de crisis vecinal continuada: La demanda de Perú en si perjudicial para Chile se agravó por el incumplimiento por parte de ese país de los términos del fallo judicial; empeoró con la creación de un nuevo contencioso en torno al “triángulo” imaginario inventado por ese país, la magnificación de conflictos como el del espionaje y su apoyo a Bolivia en su política hostil a Chile y por la displicencia argentina ante los esfuerzos de nuestro gobierno por serle útil y amistoso. Pero el error mas grande de Bachelet fue la generación de una directriz de diálogo para el trabajo bilateral (la Agenda de los 13 puntos) con Bolivia que llevó a concesiones hechas a espaldas de la ciudadanía, excesivas, inoportunas y condenadas al fracaso desde su inicio. Estas negociaciones fueron una manifestación de un voluntarismo político sin fundamento y con grave menoscabo del interés nacional.
La razón de estos fracasos parecen evidentes: Entre estados que tienen proyectos políticos muy diferenciados e incluso antagónicas entre si puede existir respeto mutuo, pero no puede existir alianza de seguridad menos alianza de defensa, que constituyen el nivel mas alto de la cooperación internacional.
En concreto, el objetivo y la estrategia de los bolivarianos en torno a Unasur y Mercosur, era incompatible con el Chile del Regionalismo Abierto y la Alianza del Pacífico.
El segundo Gobierno de Bachelet.
La Política de Defensa descrita en el Programa de Gobierno de la Nueva Mayoría (NM) no mereció ni el mas mínimo interés por parte de la derecha entiende gobernar como hacer administración y no política. La NM describió con claridad lo que intentaban hacer y siendo un cambio político de gran profundidad y trascendencia para el país, –revolucionario-, no mereció la atención de la clase política que, ahora sabemos, estaba ocupada en otros menesteres.
Es importante destacar que esta parte del programa fue desarrollada por Jorge Burgos y Marcos Robledo, el primer sería luego Ministro de Defensa y el otro Subsecretario de Defensa. En esta labor Burgos participó desde una perspectiva política y un interés en su proyecto político personal –su carrera política- y Robledo desempeñó el rol del estratega y técnico “en materias de defensa” omnivalente, título que se auto asignó un reducido grupo de gurues de izquierda, con títulos que nadie ha homologado.
El Programa -que una vez obtenida la Presidencia no fue socializado ni explicado a la oposición ni a la ciudadanía, para constituirla en “política de Estado”, en su parte dedicada a la Estrategia de Seguridad y Defensa dice:
“Durante el período 2014-2018, la política de Defensa Nacional tendrá como objetivo principal de mediano y largo plazo, generar una Comunidad de Seguridad en América del Sur que garantice la paz y elimine definitivamente la amenaza de la guerra, siendo el Consejo de Defensa de UNASUR la institución para avanzar en esta materia”.
“En el mismo sentido, se fomentará la cooperación y extensión de medidas de confianza mutua y de prevención de crisis con nuestros vecinos y en la región”:
“Se profundizará con fuerza el proceso ya tan avanzado de diálogo, cooperación e integración con Argentina y se extenderá a Perú”; “Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo, iniciado en 1999, y el clima de confianza mutua conseguido durante el período 2006-2010. La plena normalización de las relaciones con Bolivia es un objetivo al que aspiramos”.
El discurso de la Presidente de la República, en la ceremonia de inicio del año académico de las Fuerzas Armadas el 18 de marzo de 2015 refuerza y amplía estos conceptos:
“Dije al comienzo que la transformación de nuestro entorno estratégico es la segunda gran área de trabajo para la Defensa Nacional”.
En lo vecinal y regional, Chile fue capaz de transformar su relación con Argentina, –  América del Sur en particular, puede avanzar y hacer de la región una zona de paz. Ahora, lo que nos corresponde históricamente es consolidar este avance. Por eso hemos fortalecido el trabajo en el Consejo de Defensa Sudamericano de UNASUR, porque creemos que podemos avanzar hacia la construcción de una comunidad de seguridad.
Por eso también, en esta etapa, Chile aspira a transformar y mejorar la histórica relación bilateral con Perú. Hemos avanzado muy positivamente en los últimos años, y es hora de que Chile y Perú seamos capaces de demostrar al mundo la grandeza de nuestros pueblos, que no quieren, no pueden ni deben quedar atrapados en un pasado que nos ha dividido.
Estos dos documentos contienen las claves de la Política de Seguridad y Defensa y disponen directivas sorprendentes:
– La generación de una Comunidad de Seguridad –tarea política y diplomática- se entrega al Ministerio de Defensa y se la radica en Consejo de Defensa de Unasur. Las tareas que emprende este Consejo bajo control y orientación chavista son una muestra de la confusión conceptual creada intencionalmente para adoptar decisiones y compromisos que van mucho mas allá de los técnico – militar que es el ámbito de competencia del Ministerio de Defensa. Así se establecieron tareas con contenidos por completo ajenos al ordenamiento legal y Constitucional de Chile y con claros contenidos políticos ideológicos -“revolucionarios y antimperialistas”- en los que se comprometió la concurrencia y participación de militares chilenos.
– La presidente, por su parte insiste: “Dije al comienzo que la transformación de nuestro entorno estratégico es la segunda gran área de trabajo para la Defensa Nacional”. Este es un concepto incompresible y diferente a los que se emplean en Occidente: La forma de “transformar el entorno estratégico mediante las FFAA” es la guerra no la política ni la diplomacia. Esto muestra como la ampliación que los autores del programa de defensa de la NM asignaron a su ministerio se sale por completo de la Constitución pero abre un espacio para las tareas que se auto asignó y trató de llevar a cabo el Subsecretario Robledo, creando una “diplomacia militar” o “un ministerio de RREE paralelo”, desde donde promover su agenda ideológica.
– “Se profundizará con fuerza el proceso ya tan avanzado de diálogo, cooperación e integración con Argentina y se extenderá a Perú”.
La cruda realidad fue que el diálogo con Argentina fue constantemente asimétrico, Chile daba y Argentina recibía, Argentina exigía y Chile cedía, asi es como se enfrió nuestra relación con Gran Bretaña, que se aproximó a Perú donde fue bien recibida y apoyada en sus operaciones en las Falkland. Las FFAA argentinas, bajo el Gobierno de Cristina Kirchner y el general Milani se politizaron y se comprometieron políticamente con su ideología y su programa de gobierno, hasta llegar a ser parte de su aparato de seguridad y gestión de política interna. La caída del gobierno de Cristina Fernández le quitó por completo el piso a todo lo obrado en base a la orientación política del gobierno saliente y no sirvió para nada.
– Respecto a Perú, “Se profundizará con fuerza el proceso ya tan avanzado de diálogo, cooperación e integración … y se extenderá a Perú. Se desconoce el tan avanzado diálogo con Perú y mas bien se pudo apreciar una fricción constante y una hostilidad latente que no ha contribuído en lo mas mínimo a la Seguridad Nacional y que, en cambio, ha consolidado una situación en que el tema “del triángulo” se establece como un futuro motivo de tensión y conflicto, sin perjuicio de lo cual, el Subsecretario de Defensa inistió en avanzar en la cooperación e integración y en la revisión unilateral de la necesidad de disuasión militar frente a ese país. Una liviandad que se aproxima a la traición.
– “Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo, iniciado en 1999, y el clima de confianza mutua conseguido durante el período 2006-2010. La plena normalización de las relaciones con Bolivia es un objetivo al que aspiramos”. El estado actual de las relaciones con Bolivia da una medida de la falta de realismo y seriedad de los objetivos propuestos y de la estrategia para conseguirlos. Este es un fracaso mayor. En la “Agenda de los 13 puntos” se comprometió lo que no se podía hacer para agradar a Morales y se metió a Chile en un conflicto de inciertos resultados. Por otra parte y aun mas  grave, estas tareas no son competencia de defensa y su asignación esa cartera solo pueden ser comprendidas como un intento de ampliación arbitraria del ámbito de competencia de la dupla Burgos – Robledo a funciones que no pudieron cumplir ni en su mas mínima parte.
– “Por eso hemos fortalecido el trabajo en el Consejo de Defensa Sudamericano de UNASUR, porque creemos que podemos avanzar hacia la construcción de una comunidad de seguridad”. El Consejo de Defensa Sudamericano de Unasur se constituyó en un espacio de deliberación, planificación y ejecución de políticas en el cual el Ministerio de Defensa suplantó al Ministerio de Relaciones Exteriores haciendo a Chile partícipe de conceptos políticos inaceptables para la gran mayoría de los chileno.
Mas allá de todas estas situaciones irregulares, la muerte de Chávez, el derrumbe político, económico y moral del gobierno de Maduro; la derrota electoral, moral y económica de Cristina Kirchner y la posterior disolución del kirchnerismo; la crisis terminal de Dilma Rousseff, de Lula, del “Profesor” Aurelio García y del Partido de los Trabajadores y la rendición de los hermanos Castro ante Barak Obama vienen a dar el certificado de defunción del proyecto de socialismo del siglo XXI y al Foro de Sao Paulo y a confirmar la grave falta de juicio y de preparación profesional de los artífices de la Política de Seguridad y Defensa de Chile, -Burgos y Robledo-, y a dejar en evidencia el erróneo diagnóstico de Bachelet, carente por completo de realismo y dominado por la ideología y las fantasías personales.
Esto no sería relevante si sus efectos no fueran los que son: la inseguridad nacional, el debilitamento del poder nacional de Chile y aguda pérdida de prestigio en un momento de cambio estratégico mundial y en el Pacífico que requieren nuestro mayor esfuerzo para situarnos en la mejor forma para el siglo que viene.
¿Y ahora qué? ¿Seguirán con las fantasías de la Patria Grande? ¿Taparán el fracaso con un nuevo e inútil Libro de la Defensa? O el subsecretario Robledo asumirá la responsabilidad y tratará de corregir su grave error y situar al Interés Nacional como eje de la Política de Seguridad y Defensa?





SALAR DE UYUNI: ESPEJO NATURAL DEL MUNDO

Hofman Org de Canadá (www.hofmag.com)
                                                                   
Uyuni o salar de Uyuni es un enorme salar se encuentra en la ciudad del suroeste de Bolivia. Entre todos los planos de la sal, que es la formación de minerales más grande en el mundo que cubre más de 10, 000 kilómetros cuadrados.
Algunos de los ejemplos destacados de salinas son las salinas de Bonneville en el noroeste de Utah, la cacerola de Etosha en Namibia, y de golf del diablo en Death Valley, Estados Unidos.
Salinas o salinas son extensiones planas compuestas de sal y otros minerales como el sodio, el potasio y el magnesio. Una de las características más conocidas de un salar es su capacidad para reflejar el cielo cuando bajo el sol de Bolivia Salar de Uyuni es el producto de múltiples alteraciones naturales que se produjeron entre los lagos primitivos. Alguna vez fue la parte más profunda del Lago Tauca, un sucesor en sí del lago prehistórico Lago Minchin que lleva el nombre de Juan B. Minchin de Oruro. Cuando el lago se secó largo de los años, que dejó una gran cantidad de depósitos de sal que se filtraba desde las montañas alrededor de la zona.
Debido a que el resultado final de una superficie plana y la ubicación conveniente que presentaba, los locales tomaron este camino cuando se conduce a través del altiplano boliviano (español para la "meseta") situado el centro oeste de América del Sur.
Superficie del mineral de Uyuni brilla desde el brillo del horizonte y que refleja el cielo como un espejo gigante. la respiración de los turistas se toman distancia con esta pantalla paradisíaco. Se encuentran a menudo estancia en alojamientos cercanos con el fin de tomar ventaja de la belleza única de Uyuni y tener una experiencia en hoteles construidos con bloques de sal cementadas.
Cuando el salar reproduce la imagen del cielo, la línea que lo separa de la tierra se desvanece en una extensión de interminables rebaños de nubes y hace que parezca que estás pisando literalmente en el mismo cielo. De visita en la cercana Laguna Colorado y ser testigo de un grupo de hermosas flamencos, que ha participado del lugar como su caldo de cultivo, también se suma a la atracción.
Una fuente de litio
¿Sabías que Salar de Uyuni también proporcionan la mitad del suministro de litio del mundo? De acuerdo a Wikipedia, que representa el 50 y el 70% del depósito de litio del mundo.
El litio es un elemento químico que pertenece al grupo de metal alcalino. Es el metal más ligero es por eso que se utiliza idealmente para materiales eléctricos de automóviles, computadoras y baterías de teléfonos móviles. Sin embargo, esto se convierte en un factor importante para un futuro incierto para la hermosa naturaleza de Uyuni.
Rafael Sagárnaga López, editor de El País ES en Bolivia, que se menciona en uno de sus artículos "escrito" en el Diálogo Chino septiembre pasado el año 2015 que el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado un riesgo potencial para la extracción de litio a partir salar de Uyuni.
En la versión traducida publicado en Open Democracy, esto presenta un valioso retorno de la inversión para el país si se quiere calcular el mercado mundial de aparatos de litio-accionado, como computadoras y teléfonos inteligentes. Sin embargo, el depósito de litio de la tierra también puede dar un cambio en peligro en el Salar de Uyuni ya que los equipos de extracción en curso han comenzado a disminuir una vez que el camino claro del desierto.
Rafael López escribe, "la producción de litio significa el salar ha dejado de ser un confinamiento exclusivamente para los ecologistas y los turistas. Las autoridades aún están para asesorar sobre los cambios que va a traer la explotación industrial pero los vehículos pesados, residuos tóxicos y las principales líneas de energía será todo un lugar común en el sitio cuando se inicien las operaciones en 2018. La investigación llevada a cabo por el Centro de Estudios de Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA en español) provocó preocupación por los impactos ambientales que se prevén alcanzar Uyuni. Citando declaraciones de Echazú, CEDLA advirtió sobre el riesgo de contaminación generalizada, incluyendo la calcinación de suelos que pondría a la flora y la fauna del Salar en riesgo ".
Viaje a Uyuni
La planificación de un viaje al lugar viene junto con un par de cosas a tener en cuenta. Ejemplos de ello serían un medio de transporte de su elección, artículos personales para la totalidad del viaje, itinerario y alojamiento. Hay cuatro maneras de viajar a otro procedente de La Paz. En avión, hay 5 vuelos disponibles por día y el tiempo de viaje sólo se alcanzarán aproximadamente 50 minutos.
De acuerdo con Bootsnall, la elección ya sea para montar el autobús nocturno turista o un transporte privado 4WD sería tomar hasta 10 horas. A pesar de esto último sería mucho más costoso debido a los gastos de viaje del conductor que viene con el paquete. Viajar en el tren desde Oruro después de un viaje en autobús público de cuatro horas o transporte privado se llevará a alrededor de siete horas.
El mejor momento para ver espejo gigante de Uyuni es durante el verano de marzo a abril. Los turistas pueden experimentar un poco de lluvia, pero tendrán la mayor oportunidad para que el charco de agua fina para cubrir el salar y crear una enorme superficie reflectante.
El lugar ha sido bendecido por Dios con su esplendor y riqueza en minerales preciados. A pesar de los futuros planes del presidente de Bolivia, Evo Morales para invertir planta de producción de litio en 2013, esperemos que por su belleza no debe ser contaminada con la arrogancia del hombre y permanecer intacto durante los próximos años venideros.
Si usted está interesado en saber más acerca de Bolivia y explorar el país a un lado del majestuoso Salar de Uyuni, el libro, The Rough Guide to Bolivia por Brendon Griffin, James Lee, y Shafik Meghji será una buena inversión.





BOLIVIA: VIENE EL CÓNSUL

Diario Jornada de Argentina (www.diariojornada.com.ar)
                                                           
El cónsul del Estado Plurinacional de Bolivia, Antonio Abal Oña, desarrollará una serie de actividades en la zona noreste de Chubut, invitado por el partido MAPU como parte de su política de apoyo al Estado Plurinacional de Bolivia.
Habrá dos actividades públicas y abiertas a todo el público, con una conferencia y charla debate sobre “El estado plurinacional de Bolivia, su presente y la lucha por su futuro”, el jueves 14 en Trelew a las 20 en Mandala - Centro Cultural Encarnación Díaz de Mulhall (Gales 255) y el viernes 15 en Puerto Madryn, a las 19 en Quemehuencho (Roque Sáenz Peña 212).
Además se planificarán diversas visitas y reuniones con referentes y vecinos de la comunidad boliviana en la región, para conocer sus problemáticas y necesidades y avanzar en posibles soluciones concretas.
Esta visita es parte de un trabajo en común, iniciado a comienzos de año, cuando se acordaron distintos ejes de trabajo conjunto para ayudar a la organización de la comunidad boliviana en las diversas regiones de la provincia, discutiendo las problemáticas más urgentes, la extrema precariedad laboral que sufren y los lamentables casos de discriminación que en algunos casos se siguen cometiendo.





LA CRISIS POLÍTICA DE BRASIL AFECTA A TODA LA REGIÓN

Los mandatarios de América latina y los organismos regionales deberían considerar la democracia un bien público colectivo cuya sustentabilidad debe ser sostenida por el esfuerzo de todos los países del continente

La Nación de Argentina (www.lanacion.com.ar)
                                                                
El conjunto de irregularidades y la ausencia de fundamento jurídico que acompañan el actual pedido de alejamiento del cargo de la presidenta Dilma Rousseff revelan una estrategia de desestabilización que carece de legitimidad. Su propósito es dar fin a un gobierno elegido democráticamente en 2014 por 54,5 millones de brasileños. Siguiendo la definición de Norberto Bobbio, un golpe de Estado es un acto realizado por órganos del propio Estado. En este caso, puede decirse que el proceso de impeachment equivale a un intento golpista conducido por una acción combinada de sectores del Poder Judicial y del Poder Legislativo. La acción iniciada contra la presidenta ocurre en un contexto de prolongada investigación policial en torno a las relaciones indebidas -y a veces delictivas- entre los ámbitos políticos y empresariales brasileños. Sin embargo, pese a la insinuación sistemática de todas las fuerzas opositoras, no existen pruebas legales que vinculen la figura de la presidenta con el conjunto de acciones de delito e impunidad cometidas por miembros del partido gobernante y/o de agrupaciones aliadas.
La acusación de crimen de responsabilidad presentada por tres miembros de la Asociación de los Abogados de Brasil para iniciar el proceso de impeachment es improcedente, como argumentan diversas autoridades jurídicas del país, y sería de fácil refutación en un contexto político menos contaminado por la polarización. Se suma la falta de rectitud de una importante proporción de parlamentarios brasileños -empezando por el presidente de la Cámara de diputados, Eduardo Cunha-, muchos de los cuales se encuentran bajo sospecha policial por sus "malas prácticas".
Hasta el 11 del actual, el plazo establecido para que la comisión de impeachment de la Cámara de Diputados presente su informe, el clima político en Brasil será de mucha tensión e incertidumbre. Y con ello contribuye también la presión que se está ejerciendo sobre el gobierno de Dilma desde el exterior, con claros mensajes en favor de la rápida salida del gobierno del PT en Brasil. El informe de la revista The Economist titulado "Time to go" (Hora de irse), del 26 de marzo, fue ilustrativo en este sentido. También es frecuente la difusión en la prensa regional de las opiniones de líderes políticos latinoamericanos identificados con sus contrapartes opositoras en Brasil que defienden el alejamiento o la renuncia de la presidenta.
Hay tres puntos clave para tener en cuenta sobre la dimensión regional de la crisis brasileña.
El primero es que el éxito de un proceso desestabilizador en Brasil afectará a las democracias de toda la región. Brasil es el ancla principal de la democracia regional y especialmente sudamericana. Su actuación estabilizadora en contextos de crisis políticas y económicas y en las construcciones multilaterales latinoamericanas fue y continúa siendo esencial. Así ocurrió en Bolivia, en 2003 y 2006; en Venezuela, en 2003 y 2012, y en la Argentina, en 2001. Su actuación estabilizadora en contextos de crisis políticas y económicas y en las construcciones multilaterales latinoamericanas fue y continúa siendo esencial. Este papel no está fundado en una relación de dominación, pero sí de interdependencia democrática. El riesgo de fragilización del Estado de Derecho en cada país de la región afecta a Brasil y viceversa. En este momento, esta dependencia recíproca debería ser reforzada por la propia región. Por eso mismo se vuelve crucial que los gobernantes y los representantes de organismos multilaterales manifiesten su preocupación y apoyen al gobierno de Dilma Rousseff, tal como lo hicieron la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro. En este momento, es crucial considerar la democracia un bien público colectivo cuya sustentabilidad dependerá también de un esfuerzo regional.
El segundo punto para tener en cuenta es que denunciar el actual proceso de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff como un proceso desestabilizador no significa defender ni menos aún hacer caso omiso del conjunto de malas prácticas cometidas por sectores empresariales y políticos. La corrupción es frecuente en muchos sistemas políticos latinoamericanos. En Brasil, los actos de corrupción vienen siendo blanco de investigación y han provocado el encarcelamiento de dueños y altos funcionarios de empresas de gran porte y de líderes del PT, del PP y del PMDB, comprometidos en transacciones delictivas que involucraron gigantescos recursos financieros públicos y privados. Los procedimientos de la policía federal en este terreno -conocidos como la operación Lava Jato- fortalecen la institucionalidad democrática del país, pero su manipulación política con vistas a incriminar falsamente a la presidenta la debilitan. En un contexto político menos polarizado, la diferencia entre una y otra cosa estaría más clara.
Por último, es innegable que la crisis de Brasil comprende un fuerte contenido ideológico que constituye su aspecto más delicado, del que no se habla en los espacios de debate públicos y menos en los grandes medios. El gobierno de Dilma prioriza las banderas de la inclusión social, del fortalecimiento del Estado y del desarrollo autárquico. En los últimos 15 años, las políticas diseñadas por los gobiernos del PT se empeñaron en compatibilizar estas metas con la lógica de las economías de mercado. (La grave recesión económica en que se encuentra el país se explica en parte por las dificultades de buscar esta convivencia.) No obstante, las prioridades y los énfasis del discurso siempre se diferenciaron de aquellas prescriptas por el recetario liberal, que coloca como primera necesidad el control de las cuentas públicas, la apertura económica y una inserción externa alineada a los mercados internacionales.
En América del Sur esta distinción viene agudizando las disputas electorales, muy polarizadas en muchos países. La división de las sociedades se traduce en victorias electorales muy apretadas que reducen la legitimidad necesaria para la aplicación de uno u otro recetario. Por eso mismo Brasil y la Argentina hoy enfrentan un mismo dilema, pero de señales ideológicas inversas. Un golpe político en el socio vecino tendrá implicancias directas sobre la democracia argentina, más importante que el impacto económico.





LATINOAMÉRICA: ENTRE EL CRIMEN Y LA CORRUPCIÓN

“Un hecho es cierto: en esta década han sido millones los que salieron de la miseria para engrosar las clases medias”, escribe la autora.

La Marea de Argentina (www.lamarea.com)
                                                   
Por Mónica González.- El jueves 17 de marzo, mientras Lula da Silva (*1) asumía la jefatura del gabinete (ministro de la Casa Civil) de la presidenta Dilma Rousseff, en las calles de São Paulo simpatizantes y opositores del Partido de los Trabajadores (PT) protagonizaban una dura batalla que se extendió a otras ciudades. Y si bien varios recursos judiciales dejaron su nombramiento en suspenso por algunas horas, finalmente un combativo Lula ingresó en el gobierno. Lo hizo justo cuando la investigación judicial por las millonarias transferencias ilegales desde la petrolera estatal Petrobras a empresarios y dirigentes del PT y de otros partidos, tiene al propio Lula entre los acusados, y a la presidenta de Brasil con un juicio político (impeachment) que podría desembocar en su destitución.
Las imágenes de miles de simpatizantes del PT acusando de haberse puesto en marcha un golpe de Estado estremecieron no sólo a los brasileños. La grave crisis política y económica que sacude a Brasil marca el cierre de diez años de un ciclo bajo un nuevo liderazgo que prometió cambiar el rostro de miseria e impunidad que dejaron las dictaduras cívico-militares que asolaron el continente.
El vuelco de la historia inició su giro el 18 de diciembre de 2005 en Bolivia, cuando llegó al Palacio Quemado el primer presidente indígena y de izquierda: Evo Morales.
Enero de 2006 tuvo rostro de mujer: la socialista Michelle Bachelet se convirtió en la primera mujer presidenta de Chile. En octubre, Brasil marcó el pulso del continente al ser reelegido el líder sindical Lula en una dramática segunda vuelta. Al mes siguiente era el sandinista Daniel Ortega quien era elegido en Nicaragua para dar paso a la victoria de la izquierda en Ecuador, con Rafael Correa (26 de noviembre). Hugo Chávez cerraría el circuito el 3 de diciembre en Venezuela, al anunciar el nuevo socialismo del siglo XXI.
Diez elecciones candentes en el “barrio” 2 y cero ruptura democrática. El 10 de diciembre de 2006 el dictador chileno Augusto Pinochet se convertía en cenizas en los precisos momentos en que la Operación Cóndor, la coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur, era sepultada por los sobrevivientes de la cacería.
Con distintas tonalidades, todos ellos prometían explorar por la vía democrática fórmulas para atacar el legado del neoliberalismo: miseria, violencia social, Estados débiles, privatizaciones sin regulación del Estado y pésima redistribución de la riqueza. La mejor radiografía de lo que ocurría en 2006 fue la de Brasil: los diez estados con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH) le dieron la mayoría al contrincante de Lula, Gerardo Alckmin; en los 10 estados con peor IDH, Lula obtuvo más del 60% de los votos. Y en el medio, la cifra obscena: el 10% más rico de Brasil se apropiaba del 44% de las riquezas mientras los que vivían con dos dólares al día sumaban más de 40 millones de personas.
Otro vuelco histórico
Diez años más tarde, la historia vuelve a dar un vuelco. Un hecho es cierto: en esta década han sido millones los que salieron de la miseria para engrosar las clases medias. Sólo en Brasil lo hicieron más de 30 millones de personas. Frente a eso, otra cifra requiere ser desmenuzada: la concentración de la riqueza en el escalón más alto de la pirámide ha seguido creciendo. La violencia que encierra esa pésima redistribución de la riqueza tiene una lectura si se la coteja con otra estadística: somos el continente más violento del mundo sin que tengamos guerras declaradas (en 2015 se registraron 300 homicidios por día y 100.000 al año). En México, El Salvador, Honduras y Guatemala, entre otros países, el Estado es incapaz de garantizar el derecho humano básico de sus habitantes: la vida.
Sólo en México, entre 2008 y 2013 se registraron 80.000 muertos y la cifra de desaparecidos ya se acerca a 24.000. El último episodio estremecedor fue el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa,
desaparecidos en septiembre de 2014. Su rastro se pierde en una ruta que enlaza a militares, policías, políticos locales y el crimen organizado.
A ellos se suman ahora los más de 20 mineros asesinados por el crimen organizado en Tumeremo, Venezuela. Y podríamos seguir citando cómo se asesina impunemente a campesinos, estudiantes y dirigentes sociales en varios países. Una violencia que corroe las instituciones, dejando a los ciudadanos más indefensos que ayer frente a la nueva dictadura: la del crimen organizado.
Otra cara de esa dictadura es la protesta de cientos de comunidades que viven en sectores aledaños a las grandes inversiones mineras o petroleras –la gran palanca del crecimiento en Latinoamérica– por la contaminación del agua y de sus tierras. Sus relatos muestran las fórmulas que han ocupado esas empresas para captar a las autoridades y así obtener permisos de explotación sin estudios de impacto ambiental o apropiarse de las fuentes de agua indispensables para su negocio. La corrupción impide que se ponga límites a la inversión extranjera.
Lo ocurrido en Brasil también ilustra el avance de la corrupción. Según la investigación judicial en curso, cerca de 8.000 millones de dólares salieron ilegalmente de Petrobras, a través de millonarios contratos que beneficiaron principalmente a OAS y Odebrecht, la constructora más grande de Brasil, en una trama que incluyó el pago de coimas a políticos y empresarios. Los 70 parlamentarios involucrados en la Operación Lava Jato –entre ellos, el presidente de la Cámara de Diputados y del Senado–, y la reciente condena a 19 años de cárcel para el constructor Marcelo Odebrecht y 16 años para el dueño de OAS, muestra cómo los millones que debieron destinarse a mejorar la calidad de vida de los brasileños, terminaron incrementando los bienes del 1% más rico de ese país.
Otro mapa se está levantando en estos días en Latinoamérica. Lo hacen periodistas acuciosos, apoyados en las mejores herramientas de investigación: el de los políticos y empresarios corruptos que han saqueado los bienes estatales. Allí figuran los más de 5.000 millones de dólares que el dictador paraguayo Alfredo Stroessner acumuló durante los 35 años que se aferró al poder y que ningún gobierno democrático ha querido rescatar. Murió en 2006, refugiado en Brasilia, sin ser interpelado por sus crímenes.
Otro capítulo se escribe en Chile, en donde a los escándalos de colusión de farmacias, productores de pollos y de papel higiénico, se suma la explosión del financiamiento ilegal de la política que involucra a todos los sectores. La Justicia investiga el posible cohecho en el diseño de dos leyes importantes: pesca e impuesto a la minería. Una de las empresas que más dinero ilegal entregó a políticos, incluyendo a la campaña de Bachelet, es Soquimich, compañía que Pinochet privatizó en su dictadura y que le entregó a su yerno, Julio Ponce Lerou.
La atención de las multinacionales y los bancos hoy se vuelca en Brasil, allí donde se mide el pulso de América Latina con su crecimiento duramente afectado por la baja del precio de los commodities. Momentos críticos. Pero todos saben que la interrupción violenta de la democracia paralizaría o frenaría el flujo de los capitales. Hay otras fórmulas para intervenir en países con instituciones débiles, permeables y con enormes territorios en donde el Estado está ausente. Por eso en el continente no hay guerras declaradas, aunque sigan muriendo en total impunidad las víctimas del crimen organizado, que no son sólo carteles de narcotraficantes.




EL PRECIO DEL ORO Y DE LA COCAÍNA ALIENTAN LA MINERÍA ILEGAL  EN AMÉRICA LATINA

Buena parte de los militares destinados a combatirla están metidos de lleno en un negocio que en algunos países de la región ya mueve más dinero que el oro blanco -la droga- y entraña muchos menos riesgos

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2016/04/04/precio-oro-cocaina-alientan-mineria-ilegal-america-latina/00031459788461375701990.htm

Por JULIO Á. FARIÑASA CORUÑA.- La reciente desaparición de 28 mineros en Tumeremo, en el corazón de la  Amazonia venezolana, de los que solo han aparecido los restos de unos pocos, no ha sido un accidente más  en una actividad extractiva que en todas partes entraña riesgos. 
El suceso, que esta vez tuvo amplio eco mediático a nivel nacional e incluso internacional gracias a que fue difundido a través de las redes sociales por el diputado opositor Américo de Grazia, a pesar de la negativa inicial por las autoridades, incluido el gobernador del estado Bolívar, no es un hecho aislado en una región selvática que incluye los estados de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro y amplias regiones limítrofes de Colombia y Brasil.
Los testimonios recogidos sobre el terreno en  Tumeremo por el semanario venezolano Quinto Día apuntan que el detonante del conflicto que desencadenó esta matanza fueron ocho kilos de oro que se disputaban dos pranes «líderes de grupos criminales rivales» que son los verdaderos amos de las explotaciones.
Falsos sindicalistas
La presencia de la criminalidad organizada en el negocio es relativamente reciente. Operan disfrazados de sindicalistas y cuentan con la protección de políticos, militares y policías corruptos, según denunció en una entrevista radiofónica el ex-gobernador del estado Bolívar y líder del opositor partido Causa R, Andrés Velásques.
La violencia  no es un fenómeno excepcional. El diario El Nuevo Guayanés abría su edición del día primero de marzo del año pasado narrando la masacre de Guasitapi en la que la lucha por el control de la mina Cicapra en el municipio Juan Germán Rocio, se habría saldado con no menos de 100 muertos y la huida de familias enteras.
La mayoría  de los cadáveres de las víctimas  nunca aparecen. Según relata la periodista de El Nacional Emily Avendaño que viajó a la zona de la masacre de Tumeremo, vecinos con los que habló le aseguraron que en Hoja de Lata, la mina controlada por Jamilton Andrés Ulloa, El Topo, responsable de la desaparición de los 28 mineros, hay 80 cerdos  y un cocodrilo hembra que alimentan con partes humanas.
Poco riesgo, mucha rentabilidad
Un detallado estudio de Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional, hecho público esta semana en Bogotá, documenta ampliamente las cada vez más estrechas relaciones entre el crimen organizado y la minería ilegal en América Latina.  El informe que presentarán el próximo miércoles en Ginebra sostiene que esta realidad responde a los altos precios alcanzados por el oro en el mercado internacional en la primera década del siglo XXI y a la caída de la rentabilidad del tráfico de drogas, especialmente el de la cocaína con Estados Unidos 'el primer mercado mundial' que controlan los mismos grupos criminales. 
El trasvase de raspachines «el primer eslabón de la cadena de producción cocalera» a la minería ilegal, una actividad con menos riesgo y similar rentabilidad en este segmento del negocio, también ha  sido progresivo en los últimos años.
Según este estudio, el cambio de estrategia por parte de los grupos de traficantes de drogas tiene tanto éxito, que en países como Perú y Colombia el valor de las exportaciones de oro ilegales supera el de las exportaciones de cocaína. 
A pesar de que los precios mundiales han disminuido gradualmente en los últimos años, los grupos criminales han seguido impulsando la expansión de la minería de oro ilegal. El aludido informe estima que aproximadamente el 28 % del oro extraído en el Perú, el 30 % del oro extraído en Bolivia, el 77 % del oro extraído en Ecuador, el 80 % del oro extraído en Colombia y el 80-90 % de oro venezolano procede de la minería ilegal.
El estudio de Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada cuyo trabajo de investigación documental y de campo se llevó a cabo entre febrero y diciembre de 2015, se centró en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Perú y Venezuela.
Otra de sus conclusiones es que la minería ilegal del oro «facilita el lavado de dinero y la corrupción, fuerza y desplaza poblaciones locales, acelera la destrucción del medio ambiente y crea situaciones de explotación laboral, el tráfico de mano de obra, y el tráfico sexual».
Reservas de coltán, el «oro azul», estimadas en 100.000 millones de dólares
La actividad de la minería ilegal no se limita al oro y los diamantes. En ella cada vez tiene más peso el coltán, el llamado «oro azul», cuyos precios en el mercado internacional llegan a superar a los del oro y los diamantes.
El coltán es un mineral estratégico, clave para la miniaturización de los productos electrónicos y la industria armamentística.
Solo cuatro países tienen reservas certificadas suficientes para su explotación, otros cinco cuentan con yacimientos del mineral, a pesar de no conocer la cantidad con exactitud.
La República Democrática del Congo dispone las mayores reservas probadas en el mundo. Su explotación, en buena medida ilegal, está haciendo correr ríos de sangre en el país africano.
Las de Venezuela y China son de las mayores pero aún no están cuantificadas y  certificadas. De las reservas venezolanas lo único que se conoce es por estudios realizados por el Ministerio para las Industrias Básicas y Minería que establecieron en 2010 que las riquezas de «oro azul» estarían en el orden de los 100 mil millones de dólares.
Los yacimientos se localizan en territorio venezolano, al norte del estado Amazonas y en Parguaza, al sureste del de Bolívar.
La extracción del coltán está prohibida en toda la zona, salvo la que realizan legalmente una empresa china y otra congoleña. Todo la demás es ilegal y lo que se extrae sale de contrabando, vía Colombia.
El despliegue militar en la zona para evitar su extracción y comercialización  ilegal ha servido de muy poco o nada porque, como ocurre con el resto de la minería ilegal, ellos se llevan una buena tajada del negocio.
Miembros de las Farc dan salida a una buena parte de la producción
En el manto verde que cubre la Amazonia venezolana cada vez se ven desde el aire más agujeros. Cuadrillas de mineros brasileños, colombianos y venezolanos devoran una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo en busca de oro, diamantes y coltán que, según autoridades locales, sacan clandestinamente del país con ayuda de la guerrilla colombiana de las Farc.
Los fabulosos precios del oro que llegó a triplicar su valor en la última década han hecho florecer un millonario e ilegal negocio que  está deforestando  uno de los principales pulmones del planeta. ONGs de derechos indígenas, como Survival International, calculan que hasta 4.000 mineros ilegales actúan en las entrañas del estado Amazonas, entre Colombia y Brasil. 
Según el gobernador Liborio Guarulla, lo hacen protegidos por miles de combatientes de las Farc que se esconden del lado venezolano de la frontera de 2.219 kilómetros de selva.
 En  un reciente encuentro con corresponsales extranjeros celebrado en  Puerto Ayacucho, la capital de Amazonas, Guarulla denunció que la explotación ilegal de oro «se hace con el beneplácito de las Fuerzas Armadas. Cuando los indígenas se quejan, inmediatamente son reprimidos».
Desvían ríos
A diferencia de antaño, cuando los garimpeiros se abrían paso en la selva a machetazos, ahora emplean maquinaria pesada para desviar ríos, deforestar y remover una tonelada de sedimento para hallar apenas unos gramos de oro.
La Amazonia, además de producir un tercio del oxígeno que respiramos y ser el hogar de innumerables especies de plantas y animales, es un enorme depósito de oro, diamantes y coltán, un mineral estratégico utilizado en la fabricación de teléfonos móviles, computadoras portátiles y misiles teledirigidos.
El devastador avance de la minería legal e ilegal no solo está acabando con la selva, sino también con sus habitantes: los indígenas yanomami. En la década de los 80, una avalancha de 40.000 garimpeiros acabó con la quinta parte de los yanomami, diezmados por la gripe y la malaria. Desde entonces, organizaciones de derechos humanos han denunciado numerosos asesinatos a manos de los buscadores de oro. El año pasado una comunidad de 80 yanomami en la frontera con Brasil fue masacrada por proteger sus tierras, según relató uno de los sobrevivientes a radios y periódicos locales.

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